• libro agua roja - Fernando Trujillo Sanz

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    Me llamo Dani y no me resulta facil contar mi historia. Dicen que lo mejor es comenzar por el principio, de modo que eso hare, literalmente. Empezare con el primer recuerdo que tengo, que ademas es la sensacion mas bonita de mi vida.

  • AGUA ROJA - FERNANDO TRUJILLO SANZ | Alibrate

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  • Agua roja Versión Kindle - Amazon.es

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  • Agua roja - Libro de Fernando Trujillo Sanz - Lecturalia

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  • Agua roja, de Fernando Trujillo Sanz - Libros en Google Play

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  • Agua roja by Fernando Trujillo Sanz - Goodreads

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    La historia tiene como protagonista a Dani, un niño con una inteligencia superior, con el paso del libro te vas dando cuenta de que Dani es un niño muy " ...

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    Acerca de este libro. 292páginas. 6 - 7horas para leer. 79 000palabras totales. Agua roja ebook by Fernando Trujillo. Ver sinopsis.

  • Lee Agua roja de Fernando Trujillo - Libro electrónico | Scribd

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  • Agua Roja, de Fernando Trujillo Sanz | Analista de libros

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    Agua Roja” es una novela escrita por Fernando Trujillo. Narra la historia de Dani, un bebé que es cuidado y querido por sus padres. A lo largo del libro se ...

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    Libro Agua Roja (spanish Edition), Fernando Trujillo Sanz, ISBN 9781980864387. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios. Compra y venta de libros ...

  • Yo no la mate de Fernando Trujillo Sanz

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    Relato corto. Perfecto para leer en transporte publico.

  • Entre Trazos de David Sando

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    Hefestia se encuentra al borde de una guerra. La joven Alia esta en paradero desconocido, nadie ha visto al mago Suricata desde hace semanas, y Partia Bonaserra ha abandonado la Brigada Demoniaca. Pero la vida sigue en Atroreth y mas alla de sus fronteras, y en esta antologia de relatos visitaremos a algunos de nuestros personajes favoritos para descubrir que ha ocurrido con ellos.
    En “Reflejos” el Rey de las Ratas se enfrenta a un futuro incierto.

  • El cerebro del futuro de Facundo Manes

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    ?Tendra sentido preguntarse cuando fue que empezo el futuro? ?Cual sera la respuesta definitiva de este oximoron, en el que el verbo se conjuga en pasado cuando se habla de algo que esta por venir? Quizas en estas contradicciones se encuentre la clave, porque aquello que se esperaba ya esta entre nosotros: la hiperconexion, el presente continuo en donde se fusionan todos los tiempos, lo digital y lo biologico, la vida larga y a prisa, los avances tecnologicos que de tan asombrosos ya no asombran. Y ahora que llego, nos preguntamos que vamos a hacer con ese futuro y que va a hacer ese futuro con todos nosotros. Sea como sea, sabemos que deberemos atravesarlo con el mismo cuerpo y el mismo cerebro que hace miles de anos. Preguntarnos sobre la ocurrencia de esa relacion entre los seres humanos y los tiempos que corren como nunca han corrido es el objetivo principal de este libro.

  • Alex, la indomita sobrina del conde de Nieves Hidalgo

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    Londres. 1819 El intenso olor penetraba por los resquicios de la ventana que aun no se habia reparado, desgajada por un rayo que se habia colado por ella y recorrido la galeria de lado a lado dos noches antes. Por mas que intento sujetar los tablones que, de momento, cubrian los desperfectos, las intensas rafagas de viento los soltaban una y otra vez. Era como si el cielo hubiera querido castigar Londres durante los ultimos quince dias: las calles se encontraban casi intransitables y el Tamesis, utilizado como alcantarilla de la ciudad, se habia desbordado en diversos puntos, provocando que la pestilencia se extendiese por toda la urbe. Jerome Graham recoloco el tablon y maldijo en voz alta, en un tono tan subido que su reverberacion le sobrecogio. Se cerro cuanto pudo el cuello de su levita de pano grueso y se dispuso a acabar la ronda. No le gustaba aquel trabajo, pero daba gracias por tenerlo; al menos, podia llevar un plato de comida caliente a su casa, lo que ya era mucho despues de haberse pasado meses buscando ocupacion. Alli se estaba caliente y la tarea no era fatigosa. Sin embargo, tener que deambular solo durante las grises tardes por las distintas salas, una vez cerradas a los visitantes, lo ponia nervioso. La enorme mansion del siglo XVI en el barrio de Bloomsbury habia sido adquirida por el Gobierno a cambio de veinte mil libras, para convertirla en el museo que habia abierto al publico sesenta anos antes, justo el 15 de enero de 1759. El funcionario que lo contrato le aseguro que era una suerte servir de celador en un lugar repleto de cultura y obras de arte, pero a el le importaban poco los libros, manuscritos o cuadros, asi como las antiguedades egipcias, griegas, o de donde procedieran. Lo unico que le movia a hacer sus solitarias rondas, provisto del candil de aceite, era el digno jornal que permitia comer y vestirse a su familia. Por el, hubiera vuelto a los muelles; entre el barullo de los estibadores no tenia que estar constantemente mirando a su espalda. Alli, por el contrario, el silencio del museo lo impresionaba de tal manera que en cada rincon creia ver figuras que se movian, y con los susurros del aire por cualquier corriente el vello se le ponia de punta. Sobre todo, aquella tarde. Juraria que habia escuchado pasos en la sala donde se exponian los restos egipcios, pero se convencio de que su imaginacion, siempre propensa al recelo, le jugaba una mala pasada. ?Quien iba a colarse en el museo para robar? Todo cuanto se exponia en vitrinas o sobre pedestales era mas viejo que Matusalen y la mitad estaba roto. Incluso aquella piedra, que habian traido de lejos y que todo el mundo iba a admirar, no era mas que un trozo de basalto lleno de garabatos que ni el mas listo podia entender. Desde luego, si el fuera un ladron, la casa Montagu seria el ultimo lugar al que entraria a desvalijar. Con andar cansino atraveso la sala en la que se custodiaban los famosos manuscritos de sir Hans Sloane, aquel medico y naturalista que dejo en testamento su herencia al Gobierno britanico, paso despues por otra anexa que contenia cientos de volumenes antiguos, y se dirigio hacia la zona del museo en la que se encontraban los restos del antiguo Egipto. Esas salas en concreto eran en las que con mas recelo hacia su ronda. Cada vez que entraba en ellas tenia la sensacion de que alguien tiraba de su desgastada levita. Procuraba inspeccionarlas lo antes posible, sin detenerse a mirar los ojos vacios de las estatuas o los cuerpos envueltos en putrefactas vendas que descansaban en las vitrinas. Comprobado que todo estaba en orden, tomo el camino de las escaleras que bajaban a los sotanos. Alli habia multitud de cajas sin abrir, cuadros envueltos en papel aceitado y hasta un feretro de solo Dios sabia la epoca. Su rutinario trabajo pasaba por confirmar que todo estuviera tranquilo y si, por casualidad, se hubiera colado alguna rata en el recinto, acabar con ella. Alzando el farol por encima de su cabeza recorrio el lugar, miro a un lado y otro, reviso los rincones donde dias antes viese algun roedor muerto y regreso hacia las escaleras. Dio un vistazo al reloj de bolsillo, unica herencia de su padre, y comprobo que en una hora mas acabaria su turno. Peter Sunset lo reemplazaria para hacer el de la noche. Ascendia ya cuando creyo oir un crujido. Se volvio, levanto el candil y sus ojos atisbaron el lugar. El sonido se repitio. Ya no le cupo duda de que algun infecto bichejo estaba haciendo de las suyas. Renegando entre dientes desanduvo el camino y se armo con la porra que siempre colgaba de su cadera. --Ven aqui, precioso --dijo a la oscuridad--. Ven con papa. El silencio lo envolvio como un mal presagio, pero siguio su avance tratando de ubicar al animalejo. Algo se movio detras de una pila de cajas y Jerome mostro su dentadura mellada forzando una sonrisa, seguro de haber localizado al intruso. Avanzo con cautela dispuesto a aporrearlo, rodeo el feretro de madera pintada y... Antes de que pudiera saber lo que estaba sucediendo, un objeto contundente choco contra su craneo obligandole a sumirse en la inconsciencia. La figura embozada que lo habia dejado fuera de combate paso por encima del cuerpo, escondio la pequena estatua que acababa de sustraer bajo los pliegues de su capa y desaparecio en la oscuridad. Capitulo 1 Londres. 1819 Regresar a Londres habia sido, sin duda alguna, una de las peores decisiones de su vida. Lejos de Inglaterra, abstraida por la voragine que suponia cada hallazgo, el recuerdo doloroso de su desden se habia mitigado, aunque, no por ello, estaba olvidado. Si algo tenia era buena memoria y jamas se lo perdonaria. La aficion de su madre por la cultura egipcia arrastro a su padre, anos atras, a abandonar su trabajo como profesor en Eton para sumarse al equipo arqueologico de Giovanni Battista Belzoni. Ella, por tanto, se habia criado a caballo entre Londres y la tierra de los faraones, llegando a convertirse en una aplicada colaboradora. Como cualquier joven, a veces echaba de menos acudir a las fiestas londinenses, aunque en Egipto no faltaron las veladas en algun hotel o en la mansion de un millonario excentrico deseoso de agasajarlos. Ella procuraba alejarse de toda la parafernalia que, por costumbre, seguian manteniendo sus padres: acicalarse para las cenas, aunque estuvieran rodeados de dunas y polvo. Lo veia una estupidez suprema, a la que la mayoria de las veces tenia que plegarse para no enfadarlos. Como el esnobismo de Belzoni de tener que utilizar a un capataz de intermediario cuando queria preguntarle algo a uno de los egipcios que achicaban tierra. En mas de una ocasion se lo dejo ver porque para ella cualquier hombre era igual a otro, pero el italiano solo sonreia, se encogia de hombros y la dejaba con la palabra en la boca. Lo que si echaba de menos cuando no estaba en Londres eran las partidas de ajedrez con su tio, reir con las bromas de su primo Jason y ponerle al dia de sus secretos a Nicole, su esposa. No era un bicho raro, como solia decir de ella la condesa viuda en tono jocoso, a la que, a pesar de no ser su abuela, tenia como tal. Pero si era cierto que ciertas costumbres de la aristocracia no iban con ella. Se encontraba mucho mas a gusto enfrentandose a la amplitud de los espacios abiertos y recibiendo el sol en el rostro, que poniendo buena cara a personas que no le interesaban. Era la vida que deseaba y que le agradaba. Por desgracia, a pesar de la distancia y el tiempo transcurrido, seguia sin poder evitar que un hombre le quitase el sueno. Uno a quien, parecia haber quedado claro, ella no le interesaba en absoluto. El trabajo en las excavaciones apenas le habia dejado tiempo para pensar en otra cosa que no fuera extraer de las arenas del desierto los vestigios de una civilizacion milenaria. Pero la actualidad mandaba y hubieron de regresar a Londres para poner al dia las inversiones de su padre en la industria textil, interesarse por una fundacion en la que colaboraba y estar presentes en la celebracion en honor del heredero de Jason y Nicole, vizcondes de Wickford: Cayden Lionel Rowland. [1] Sabia que pisar Creston House implicaba volver a enfrentarse a la espiral de emociones que para ella suponia la presencia de Daniel Bridge. Creyo poder controlarlas, que iba a ser capaz de dominar los latidos de su corazon cuando volviera a verlo, mostrarse distante con el. !Que ilusa! Apenas pisar el salon donde todos se encontraban reunidos, aquel estupido organo enamoradizo comenzo a dar saltos en su pecho. Porque el estaba alli, como bien suponia. Daniel Bridge no solo era el medico de la familia Rowland, sino amigo personal de Jason desde que le salvara la vida durante la guerra, y se contaba con el para cualquier acontecimiento; incluso disponia de una habitacion permanente reservada para su uso en Creston House. Ahogo un suspiro porque, si cabia, lo encontro mas guapo aun que cuando se marcho a Africa por ultima vez. Relego el momento de saludarlo tanto como pudo, dedicandose a repartir sonrisas y abrazos a los demas, consciente de la presencia de Daniel en la sala y de su inevitable reencuentro. Alto, ancho de hombros, luciendo ese cabello rubio que ella sono tantas veces con despeinar y aquellos ojos azules que, mal que le pesara, habian invadido sus noches, era imposible obviarlo. Su boca la llamaba como un canto de sirenas y no pudo sino recordar aquella primera vez en que, como despedida, antes de que partieran de Inglaterra, la habia besado. Para ella habia supuesto un vuelo hasta las nubes, materializar un anhelo tanto tiempo deseado que quiso repetir. Asi se lo pidio, como una boba, con los ojos colmados de ilusion juvenil. Como respuesta, Daniel la habia apartado de el, dejandola con una sensacion de frustracion que se prolongo hasta el ridiculo por haberse manifestado tan entregada. Claro que peor fue a su regreso, en aquel maldito baile de mascaras en el que el se presento disfrazado de Lucifer, todo vestido de rojo, por completo irreconocible, y la abordo cuando buscaba un momento de paz en los jardines. Habia tomado su mano para llevarla hacia la espesura, la habia besado y luego, cuando ella se encontraba en el septimo cielo, la habia dejado aturdida con una frase que arruino sus expectativas: --Sigues besando como una nina. Evocar el modo en que se burlo de ella hizo que se la llevaran los demonios de nuevo. No lo habia olvidado, era imposible dejar de lado su desprecio. Se le avinagro el gesto. Y justo entonces, a su espalda, escucho su voz. --Hola, Alex. Se volvio esbozando una sonrisa forzada. Aunque consiguio mantenerla asi, fria y desangelada, dandole a entender que se la dedicaba por puro compromiso, empezo a escuchar en su interior el retumbar de unos latidos que la delataban. Tan fuertes eran que temio que Daniel pudiera escucharlos, asi que se ladeo un poco para aceptar la copa de champan que le ofrecia uno de los criados, tratando de darse tiempo y calmarse un poco. --?Como te va, Bridge? --pregunto de modo escueto, rehusando mirarlo a la cara. Daniel se mordio los labios para contener una sonrisa por su saludo tan banal. Alexandra no habia cambiado en nada, seguia siendo aquella muchacha discola, empecinada y tozuda. Bueno, si que notaba un cambio en ella: estaba preciosa, mucho mas bonita. Con razon habia acaparado su atencion desde el mismo momento en que hizo acto de presencia: su cabello rubio claro recogido en bucles, sus ojos vivaces e inteligentes, casi plateados, su estrechisima cintura... Y !condenada fuese!, con un escote que magnificaba sus atributos mas de lo que el hubiera querido y que le provoco un tiron en la ingle.

  • Lo que descubri de ti de Sibila Freijo

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    Continua la historia de Carlota, la protagonista de Lo que no sabia de mi.

  • Bloody Mary (Charlotte) (HQN), Claudia Velasco de Claudia Velasco

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  • La chica que no sabia decir adios de Sandy Mejia G

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    Una chica y la historia de su primer amor. Un adios inesperado y una promesa. Decisiones que llevaran su vida por caminos que no esperaba, a conocer lugares del mundo que no imaginaba. Si nuevos amores u oportunidades, solo ella lo sabe. La vida la sorprende con sonrisas y lagrimas, sera ella quien decida no solamente el rumbo sino tambien la forma. ?Es posible vivir la vida que una vez sono? ?es real el amor para siempre?
    De nina a mujer. De risas a lagrimas. De suenos a corazones rotos. De promesas a noches en soledad. De besos de miel a abrazos de hielo.

  • Los funerales de la Mama Grande de Gabriel Garcia Marquez

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    Los funerales de la Mama Grande, el primer libro de cuentos de Gabriel Garcia Marquez, continua la historia de Macondo iniciada en La Hojarasca y que alcanza su culminacion y fin en Cien anos de soledad. En estos relatos el paisaje psiquico de Macondo se confunde con el humor de los habitantes y con la sucesion de malestares, penas y prodigios. Rebeca Buendia, la viuda de Jose Arcadio, vive en una casa inmensa de dos corredores y nueve alcobas, padeciendo de delirios y visiones; el padre Angel duerme desde hace anos en el confesionario; el dentista tortura a los opositores; el telegrafista transmite poemas de amor a una colega desconocida; Trinidad, un adolescente, colecciona ratones muertos en cajas de zapatos. En Macondo solo prosperan las pestes, los adivinos, los saltimbanquis y los encantadores de serpientes.

  • No es lo que parece de Sonia Roca

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  • Tentaciones Peligrosas (Peligrosa 1) de Nerea Vara

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    Gracias a la numerosa fortuna que sus padres les dejaron, Wendy y Rick han podido vivir sin problemas. Ella es rechazada por la universidad a la que pretendia ir, asi que decide que ya es hora de volver a San Francisco, tras cuatro anos estudiando en Paris. Su hermano lleva una vida llena de vicios. Es dueno de un concesionario de vehiculos y le sobra el dinero. Cuando Wen le dice que quiere volver a casa, se alegra por volver a tenerla cerca pero no por los problemas que pueda causarle.

  • Todo vale en la guerra, en Hollywood y en el amor de Olivia Kiss

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    Cuando Sarah consigue el papel de su vida como actriz protagonista en una pelicula, lo ultimo que espera es tener que lidiar con Kevin Larson, su companero de rodaje. No solo es caprichoso, egocentrico y poco profesional, sino que ademas parece dispuesto a arruinar el proyecto en el que ambos estan trabajando, algo que desde luego Sarah no piensa consentir.
    Sin embargo, entre las luces de Hollywood, las fiestas y la fama, ella empieza a darse cuenta de que quizas las apariencias enganen, porque descubre que Kevin no es solo un tipo superficial, sino tambien un hombre acostumbrado a esconder sus sentimientos. Ahora bien, ?esta Sarah dispuesta a poner en peligro su sueno para poder conocerlo de verdad?

  • La muerte del comendador 1 de Haruki Murakami

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    En plena crisis de pareja, un retratista de cierto prestigio abandona Tokio en direccion al norte de Japon. Confuso, sumido en sus recuerdos, deambula por el pais hasta que, finalmente, un amigo le ofrece instalarse en una pequena casa aislada, rodeada de bosques, que pertenece a su padre, un pintor famoso.
    En suma, un lugar donde retirarse durante un tiempo. En esa casa de paredes vacias, tras oir extranos ruidos, el protagonista descubre en un desvan lo que parece un cuadro, envuelto y con una etiqueta en la que se lee: <>. Cuando se decida a desenvolverlo se abrira ante el un extrano mundo donde la opera Don Giovanni de Mozart, el encargo de un retrato, una timida adolescente y, por supuesto, un comendador, sembraran de incognitas su vida, hasta hace poco anodina y rutinaria.
    Este primer volumen de la novela La muerte del comendador es un fascinante laberinto donde lo cotidiano se ve invadido de senales indescifrables, de preguntas cuya respuesta todavia esta lejos de vislumbrarse. El lector, al igual que el protagonista, debera permanecer muy atento.

  • El verano de los juguetes muertos (Inspector Salgado 1) de Toni Hill

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    En una ciudad donde nadie dice lo que piensa, un policia busca la verdad.
    Primera entrega de la trilogia del inspector Salgado.

  • El maestro y las magas de Alejandro Jodorowsky

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    En este libro que completa su autobiografia La danza de la realidad (Siruela, 2001), Alejandro Jodorowsky cuenta como conocio al maestro japones Ejo Takata, que lo inicio en la meditacion, en el budismo zen y en la ensenanza que transmiten los koans. Sin embargo, la aplicacion de estos conocimientos en la vida lo aprendio de un reducido grupo de mujeres (<>) que nada tenian que ver con el budismo. Aunque era el propio Takata quien le mostraba la esencia del zen y de los koans, la experiencia de dichas ensenanzas solo la aprendia a traves de estas mujeres. En este libro nos habla de la escritora y pintora surrealista Leonora Carrington; de Dona Magdalena, que le enseno el masaje iniciatico; de la poderosa actriz mexicana la Tigresa; y de Reyna D'Assia, hija del ocultista G. I. Gurdjieff. Pero en la vida del autor hubo otras magas: la sacerdotisa de los hongos Maria Sabina, la curandera Pachita o la cantante chilena Violeta Parra, de quienes ya escribio en La danza de la realidad y Psicomagia (Siruela, 2004).

  • Del oleo al pasado de Mayra Redmontt

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    Elise Wright es una chica sencilla de Newark, quien con grandes ambiciones y suenos emigro a Philadelphia. Una noticia inesperada en la editorial donde labora le hara cambiar drasticamente su hasta entonces pacifica y rutinaria vida. Pronto su trabajo la orillara a conocer a un enigmatico par de artistas, Valrick y Gretchen Bremer, quienes son perseguidos por una tortuosa historia, que poco a poco, y sin haberlo previsto, se ira desentranando en una suerte de aventuras, donde el romance y el misterio van de la mano.

  • Entre telas y jazmines de Delfina Farias

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    Canuelas es uno de los 135 partidos de la provincia de Buenos Aires, limita con los partidos de General Las Heras, Marco Paz y la Matanza, al noroeste con el partido de Ezeiza, al este con el partido de San Vicente y General Paz, al sur con el partido de Montes y Lobos. Su nombre proviene de unas totoras que los primeros agrimensores encontraron en la zona. Los tecnicos eran espanoles, por esa razon llamaron a las plantas con el nombre que reciben en su pais, Canuelas. En 1836 el estanciero John Miller introdujo el primer toro de pedigri y en 1889 comenzo a funcionar La Martona, Canuela fue declarada cuna de la industria lechera Nacional. Su vida economica comprende la agricultura, la ganaderia y el turismo rural. Las estancias de la zona son muy requeridas por gente extranjera o de muy alto nivel economico buscando la paz y tranquilidad que ellas ofrecen en un marco de vegetacion y comodidad. En un barrio de casas bajas, de clase media y trabajadora, desde su mas temprana edad y hasta dos meses atras, Alma vivio con su abuela, que era profesora de varios idiomas, una mujer luchadora, mitad sangre alemana mitad criolla, quien, con su marido, fallecido diez anos atras, la criaron con sacrificio y mucho teson, inculcandole las buenas costumbres y buenos modales. Ella fallecio de muerte natural por su avanzada edad dejandola sumida en una profunda tristeza. Hija de padre abandonico y madre ausente, a quien jamas termino de conocer, porque cada vez que aparecia, solo era para pedir dinero a sus padres y desaparecer tan rapido como habia llegado, muchas veces sin dirigirle la palabra; ya hacia diez anos que no sabia nada de ella. La abuela la habia instruido en todo lo que ella sabia, preparandola para el momento de su partida. Hablaba y escribia a la perfeccion ingles, frances y aleman, como su lengua madre, todo el trabajo que la abuela tenia al dia de su partida paso a sus manos. Tres empresas importadoras contrataban su servicio, traduciendo documentos de vital importancia provenientes del extranjero. La anciana, le habia puesto la casa a su nombre y le habia comprado un auto, para que se movilizara, su nieta era su debilidad, la luz de sus ojos, con tan solo dieciocho anos, se ganaba la vida sin necesidad de salir de su casa, pues siempre le enviaban el trabajo y pasaban a retirarlo, al ser documentacion importante no deseaban que pasase por muchas manos, solo en contadas oportunidades ella se acercaba al centro de Buenos Aires. Alma era delgada, apenas media metro sesenta, su cabello era del color del trigo y ojos de un increible color turquesa, iguales a los de sus abuelos y aunque era muy bonita, vestia siempre con ropas sueltas, para pasar inadvertida, pues era muy timida. Su deporte favorito era la acrobacia en tela, aunque se relacionaba en el gimnasio con mucha gente de su edad, su unico y verdadero amigo era Ivan, un vecino mayor que ella, que era gay, a quien la abuela siempre pedia que la cuidara, cuando que salian. Los abuelos de ambos habian sido grandes amigos. Otra actividad que la relajaba era cuidar el invernadero de la estancia situada a unas pocas calles de su casa, por lo que le pagaban una fortuna por hacerlo; iba una vez al dia, a remover su tierra, regarlas y trasplantarlas. La duena de la estancia, Ines, era una mujer de unos cuarenta anos, alta, con un fisico que no representaba la edad que tenia, era, ademas su madrina ya que habia sido amiga de su madre. Los sabados y domingos la contrataban de un Club nocturno, del centro de la ciudad de Buenos Aires para que realizara acrobacia en tela, cuando se vestia para realizar su trabajo, se ponia una peluca negra para esconder su llamativo pelo y se enojaba con su amigo que se mataba de risa por ello. El siempre la acompanaba y aprovechaba para deleitarse los ojos con famosos y ricos empresarios, puesto que el lugar era exclusivo, solo frecuentado por gente muy importante y de alto nivel economico. Sebastian era amigo de ellos, o ansiaba serlo, Ivan le tenia desconfianza, su intuicion le decia que lo unico que queria era conquistar a Alma, por supuesto ella opinaba todo lo contrario, cuando ocurria eso se armaba una discusion padre. Sebastian tenia una agencia de viaje e inmobiliaria, alquilaba estancias o casas para fines de semana, entre ellas estaba la estancia de Ines, quien tampoco veia con buenos ojos, que el se cercara demasiado a Alma, y una tarde asi se lo dejo ver. --Escuchame Almita, no me gusta que esten solos, es mas no me gusta Sebastian, tiene algo, no se que, pero no me agrada la forma en que te mira --ella la miro con una sonrisa picara, que era para comersela. --!Vamos Ines!, solo es un amigo, como lo es Ivan --la madrina la miro mal, levantando los ojos al cielo. --Mira nena, ese no quiere ser tu amigo, ese es un vivo, no lo compares con Ivan, el es --justo en ese momento entraba el, se paro frente a ellas y tomandose la cintura con las dos manos, exclamo. --Sigue hablando de mi, que tengo la espalda ancha y aguanto -- Alma se tiro a sus brazos y el la abrazo muy fuerte, ante la atenta mirada de Ines que no paraba de reir. --Pero no he terminado de hablar --afirmo, tratando de contener la risa --le estaba diciendo que no me gusta Sebastian, no me gusta como la mira--el amigo la aparto de sus brazos observandola. --?Viste que yo tengo razon? ese quiere algo mas, quiere sexo, conozco bien a los de su clase --concluyo serio. --Ustedes estan locos, el es bueno, no es como ustedes dicen, aparte dijo sentandose --ya soy una mujer -- los dos la miraron y sonrieron. --Vos sos una nina aun, una nina que no sabe nada de la vida, ni de los hombres, por favor cree en nosotros, sabes que los tres sin serlo somos una familia, siempre estaremos a tu lado, siempre, ?entiendes eso? --afirmo el, levantandola de los hombros y estrechandola otra vez en sus brazos. Alma amaba a esos dos locos, era lo unico que tenia en la vida, a ella tampoco le agradaba Sebastian, solo lo hacia para hacerlos enfadar, aunque jamas habia estado con un hombre sabia que el no era el indicado. El destino ya habia trazado planes para ella y estaba muy cerca de conocer al hombre de su vida, al hombre mas romantico y fiel que toda mujer quisiera a su lado, ese que, con solo mirarte te llena el alma, el que le robara una sonrisa o tal vez llorara a mares, las cartas del destino estaban echadas y todos los astros se complotaban a su favor, el ya estaba, sin que ella lo supiera, muy cerca. --Bueno, ?vamos a la estancia? Manana llegan dos hombres que la alquilaron por un mes, dice que vienen a descansar --expreso Ines, acomodando todo y agarrandolos de los brazos, prontos para salir. --Yo me tengo que ir al gimnasio, hoy me traen una maquina nueva y quiero estar ahi cuando llegue, vayan las dos, a la noche cenamos los tres juntos, despues tengo una cita -- hizo un movimiento con sus manos y los tres se largaron a reir. Ivan tenia dos gimnasios, que se localizaban en puntos estrategicos de la ciudad y a pesar de ser una gran persona y un buen amigo, no tenia suerte en el amor. --Portate bien y ten cuidado -- aunque el ya tenia veintinueve anos Ines siempre se preocupaba por los dos, al ser soltera y sin hijos, ellos eran sus hijos de corazon, las abrazo a las dos, les hizo cosquillas y se marcho.

  • Lo supe en cuanto le vi de Sophie Saint Rose

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    Si, mama. Todo es perfecto. --Rosaura contemplo la impresionante vista desde el hotel. Sus preciosos ojos verdes brillaron de la alegria. El sol se estaba poniendo y su reflejo en el mar lo hacia idilico. Las casitas blancas relucian a su alrededor y al estar al borde de un acantilado, daba la sensacion de poder tocar el mar con la palma de la mano. --?Entonces estas disfrutando de tus vacaciones? --Si. --Se echo a reir y se volvio para ver a sus amigas que discutian en la habitacion que tenian que compartir. Algo a lo que ninguna de las tres estaba acostumbrada, pero sus padres se habian negado en redondo a que las tuvieran independientes, por su seguridad. Su padre no se habia quedado muy contento con eso de que se fueran de viaje las tres solas y habia sido un triunfo que diera su consentimiento. Sobre todo despues de ver la pelicula esa donde secuestraban a una chica cuando estaba en Paris. Sus amigas estaban a punto de pegarse cuatro gritos tirando las dos de un vestido que tenia pinta de ser carisimo. --Se van a matar en cualquier momento. Ir al bano y vestirse es una odisea. Su madre se rio con ella. --Seguro que Liza lo acapara y Margaret la saca a rastras por los pelos. --Mas o menos. --Aparto un mechon negro de su frente. --Mama, esto es tan hermoso... ?Ya te he dado las gracias? --?Con las notas con las que has terminado la universidad? No tienes que darlas, cielo. Has sido la hija mas facil de criar. --Se echo a reir. --Y tengo siete para comparar. --?Como estan? Los echo de menos. --Ocupados. Tati es la que mas te echa en falta. Su hermana menor compartia casi todo con ella y era normal que la echara de menos porque llevaba casi dos meses fuera de casa. --En una semana ya estare ahi. --De momento disfruta de Santorini. Ya tendras tiempo de regresar. Mirando un velero precioso que estaba en alta mar se dijo que tenia razon. --Dale un beso a papa de mi parte. --Sentira no haber estado aqui para darte un repaso. Riendo dijo --Lo se. ?Quieres que llame mas tarde? --No, hija. Sabemos que estas bien y es lo que importa. Ya te interrogaremos cuando llegues. --Muy bien. Estare preparada --dijo divertida. --Te quiero. --Y yo a ti, mama. --Colgo el telefono y suspiro. Como les echaba de menos. Puede que fueran las vacaciones de sus suenos y que llevaran un ano preparandolas con mucha ilusion, pero despues de tanto tiempo recorriendo Europa estaba algo cansada e impaciente por regresar a lo que seria su nueva vida. Se habian acabado los libros y era hora de poner en practica todo lo que habia aprendido. Pero su madre tenia razon. Esa vida la esperaria. Tenia que disfrutar el momento. Miro el barco de nuevo. Era un velero impresionante. --?Te han dado un repaso? Se volvio hacia Liza que recogia sus rizos pelirrojos en lo alto de la cabeza con una goma. --No, solo estaba mama. --?El jefe no estaba? Te has librado. --Suspiro ilusionada. --!Estamos en Grecia! --?Por que cada vez que llegamos a un sitio nos recuerdas donde estamos? --Por si aun estais borrachas de la noche anterior y no os enterais. Jadeo divertida. --Perdona, pero aqui la unica que se ha pasado durante el viaje has sido tu. --?Quereis prepararos para la cena, pesadas? --pregunto Margaret desde la habitacion--. Vamos a llegar tarde. --Estamos de vacaciones, sargento. No hay horarios. --Liza sonrio maliciosa. --Te encanta sacarla de quicio, reconocelo. --Bah, un poquito. --Paso el brazo por sus hombros y miraron el mar. Margaret se puso a su lado. --Esto es el paraiso. --Nuestra ultima semana --dijo Margaret con pena--. Me quedaria aqui para siempre. Los padres de su amiga estaban pasando por un divorcio especialmente dificil y ese viaje habia sido una via de escape. Paso el brazo por sus hombros y la acerco a ella. --Estamos aqui. Sabia que no se referia solo al viaje y Margaret sonrio con tristeza. --Lo se. --Venga, hagamos caso a Margaret y a cambiarse. !Quiero ver la marcha que tiene esta isla! Margaret y Rosaura levantaron sus cejas morenas viendo como su amiga corria hacia el bano y se encerraba. --La mato. Reprimio la risa. --Piensa que cuando vuelvas tendras todo el bano para ti. --Es lo unico que me atrae de volver a America, te lo aseguro. --Sus ojos castanos se ensombrecieron y agacho la barbilla. --Eh... Seguro que cuando llegues todo habra cambiado. Se encogio de hombros. --Me da igual. Yo me mudo en cuanto llegue. Si quieren seguir discutiendo cada cinco minutos por quien se queda la casa, yo no estare para verlo. Apreto los labios entendiendo perfectamente lo que queria decir porque lo habia presenciado. La madre de Margaret habia pillado a su marido con los pantalones bajados mientras su asistente personal le hacia un favor en su despacho. Pero el abogado de el le habia recomendado que no se fuera de casa hasta que el juez dijera que tenia que hacerlo. La casa habia sido de su padre y a Margaret le quedaban dos semanas para terminar la universidad. No le dijeron que se divorciaban hasta que se graduo y al llegar a casa vio el panorama. Una autentica guerra entre sus padres en la que ella estaba en medio. Y lo mas duro era que ninguno de los dos se daba cuenta de lo que le estaban haciendo a su hija. --Tienes razon. Es su vida y con ella pueden hacer lo que les venga en gana. --!Pero que no te jodan a ti, que me voy a cabrear! --grito su amiga desde el bano antes de abrir la puerta y sacar la cabeza--. ?Y si nos cogemos un piso juntas? --Sonrio de oreja a oreja. --Seria divertido. Ambas se echaron a reir. --Ni hablar. --Rosaura nego con la cabeza. --Quiero seguir siendo vuestra amiga muchos anos, gracias. Ademas, yo ya tengo piso. --Nina rica malcriada. Se echaron a reir porque ella estaba para hablar y los ojos de Rosaura brillaron. --Pero al lado del mio hay uno de dos habitaciones que papa todavia no ha vendido, por si lo queriais. Las chicas chillaron de la alegria abrazandola. --!Nunca vas a librarte de nosotras! Las abrazo con carino. --Eso espero.

  • La vida al fin y al cabo de Fernando Garcia Lobo

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    Me pregunto a que altura estoy en este momento. Nunca he sido muy habil para calcular distancias. En realidad, nunca lo he sido para calcular nada. ?Cuanto mide un edificio de viviendas de tres plantas? Esa pregunta, recuerdo que nos la hicimos un dia, hace mucho tiempo, en una terraza de verano tomando unas cervezas. Aquellos amigos de entonces, hace tiempo que abandonaron mi compania. Ley de vida. Recuerdo nuestras risas cuando un par contestamos: ?cien metros? Como se notaba que no teniamos ni idea de arquitectura, y ni falta que nos hacia por entonces. ?Cuantas personas pasan por nuestro lado a lo largo de nuestras vidas? Muchas. O no tantas. De todas se aprende algo, y ahora me pregunto que les habre ensenado yo a todas y cada una de ellas. Espero que algo bueno. Poco, me temo, pero bueno. Pero aqui donde estoy ahora, hay muchos mas de tres pisos, eso lo se seguro. Siento la ciudad a mis pies. Al alcance de mis manos. Desde aqui parece mucho mas grande. Si, definitivamente es una ciudad. Y ahora es mia. Estoy tan a gusto, que incluso he olvidado el motivo por el que estoy aqui arriba. Y me da igual. En este momento, todo me da igual… Cierro los ojos para sentir, solo sentir, que, de momento, sigo aqui, aunque haya decidido probar a volar… Yo elijo el momento. Y este es el mio. El ruido de una ambulancia ahi abajo, me devuelve al presente. A la realidad. Un aire helado me recorre todo el cuerpo. Me doy cuenta de que voy en mangas de camisa, a pesar de ser invierno. Es curioso que, la valentia de hace apenas unos minutos, se haya esfumado. Asi, de repente. Hace un momento, la idea de saltar al vacio, desde la azotea de este hotel, me parecia genial. No solo la unica opcion, sino la mas acertada. Pero ahora, aqui arriba en este edificio que no alcanzo a saber cual es, me entran las dudas. Permitanme la posibilidad de dudar al saber que me dispongo a hacer algo, que no tiene vuelta atras, que una cosa es echarle valor a esto del suicidio, y otra muy distinta es hacerlo a lo loco. Como ha cambiado mi vida esta ultima semana. La vida es esto, !pam! y todo cambia. En solo una semana, la ultima semana... PRIMERA PARTE: SEBASTIAN 1 Baje del autobus en la que crei que era mi parada. A pesar del frio, anduve unos metros con la chaqueta colgada del brazo, ajeno a todo lo que me rodeaba. Realmente, que mas daba el frio. Que mas daba todo. No podia quitarme de la cabeza la visita al medico, de hacia una hora. Todavia podia ver la cara de ese tipo, con su pose de hijo de puta, mirandome sin verme. Haciendo ver que me entendia. No entiendo el por que de la pose que adopta esa gente, ?nadie les ha dicho que utilizan el mismo uniforme que un charcutero? Si lo tuvieran mas en cuenta, tal vez dejarian de hablar con ese tufo a trascendente. --Lo siento senor Montes, lamento tener que decirle todo esto... --Monjes. --?Perdon? --Mi nombre es Monjes, Sebastian Monjes. --Ah, si, si, perdone... Aquel tipejo no sabia ni como me llamaba. Pero no le temblo la voz para soltarme, a bocajarro, la noticia. Sindrome de Stouhauer, o algo parecido... --?Oiga, y no sera el tal Montes el que esta bien jodido, y no yo? --tire de fina ironia. No hay que dejar de ser uno mismo, ni en las peores situaciones. Aquel hombre vestido de blanco me explico, a grandes rasgos, que aquel sindrome, era la explicacion a todos mis recientes dolores de cabeza y mis estimados mareos. Y lo hizo con una mezcla de falsa condolencia y franca satisfaccion profesional, por haber dado con la tecla. Por haber averiguado al fin el enigma. Como un mecanico, que nos anuncia el motivo por el cual nuestro coche no arranca. Con una sutil diferencia: el coche no era tal, era yo; y el problema era el contrario, el riesgo a apagarme del todo. El diagnostico del doctor Morales, o Minerales no lo recuerdo bien, no era muy alentador. Me explico con todo lujo de detalles el tratamiento de choque a seguir. No tendria ningun problema en exponerlo ahora mismo, pero me resulta del todo imposible. No le preste la mas minima atencion. Deje de pensar en aquella consulta. En aquel hospital venido a menos. Ya no me importaba nada. No estaba alli. Estaba en mi ninez. De nuevo enfrentandome a los miedos a solas. Con la terrible certeza de que esta vez, tocaba perder. Por mucho que aquel senor me explicara las diversas posibilidades, estaba convencido de que no. No habia nada que hacer. No veia el momento de largarme de alli. De despertar de aquella pesadilla. Esto no esta ocurriendo, me dije. Sabia perfectamente que era un burdo intento de enganarme a mi mismo. Que dura es la realidad… Hay momentos, los mas, en los que una buena mentira abriga. Lo unico que pude descifrar entre aquella coleccion de palabras y silencios, fue que habia un tratamiento experimental. El doctor Morales entonces, fue mas sincero todavia al indicarme que la esperanza de curacion era escasa. Nula mas bien. Pero merecia la pena intentarlo. Al menos para el, que parecia ligeramente inclinado a seguir con pruebas y mas pruebas. Anadio que el tiempo corria en nuestra contra. Me hizo gracia que utilizara el plural, y me tranquilizo la certeza de que en realidad, el tiempo corre en contra de todos. La cabeza me iba a estallar. Definitivamente aquel maldito sindrome iba ganando terreno. Durante el ultimo mes, prueba tras prueba buscando la solucion, habia albergado la esperanza de que todos aquellos males, desaparecieran de la misma manera en la que llegaron: de la noche a la manana. Todos tendemos a desear eso. Negamos el dolor esperando que desaparezca. Y lo peor es que, en ocasiones, lo conseguimos. Pero no siempre. Caminaba con pasos pesados hacia mi casa, reflexionando sobre que haria a partir de ese momento. Si valia la pena o no enfrentarse a nuevas pruebas, a nuevos tratamientos, a nuevas esperanzas… Todas encaminadas a fracasar. A sucumbir... Me detuve un momento para contemplar un parque repleto de ninos jugando. Ajenos a todo. Ajenos a mi realidad y a la de todos. Unicamente pendientes de lo suyo. !Que envidia! Ojala volviera a esa edad. A esa epoca dulce de la vida. --!Perdone, perdone! Segui caminando sin esperanza. Ahora mas que nunca, sin prisa. Como queriendo retener esos pasos. Ya no quedaban muchos... --Perdona... Note una mano sobre mi hombro y me gire por inercia. Ante mi habia un rostro ligeramente conocido. --Se te ha caido esto --me dijo, al tiempo que me tendia el sobre blanco del hospital. Sin decir palabra, lo cogi sin mirarlo. --Gracias, eh, gracias --balbucee con dificultad, mas por la sorpresa que por otra cosa. La rescatadora de mi maldito sobre, resulto ser Eva Losada, una antigua companera de mis tiempos de EGB. ?Como diablos lo llaman ahora? Cuanto ha llovido… A pesar del paso del tiempo, seguia teniendo la misma mirada burlona y sensual de entonces. Recuerdo que fue mi primer amor, aunque no estoy seguro de que a aquello que senti entonces, se le pueda llamar amor. Tal vez no lo era, o lo era en su maxima expresion. Toda una vida intentando averiguarlo, y ahora que tal vez llegaba al final del viaje, me daba cuenta de que lo mas importante no son ni las preguntas, ni las respuestas, ni nada parecido. Lo importante, es sentir la duda y tratar de resolverla. Cosa que yo, en la mayoria de las cosas verdaderamente importantes de la vida, no habia hecho. Demasiadas dudas pendientes por resolver. Le di las gracias y quedamos para tomar algo, algun dia. Volvi a mi mismo, al tirar de ironia. Le recalque que mejor no dejarlo para muy tarde, broma que deguste en mi interior, al saber que solo yo la entendia. Al llegar a casa, mas vacia y hueca que de costumbre, no sabia bien que hacer. A pesar de las advertencias del maldito doctor, me parecio que lo obvio y natural en mi situacion, era tomarme un buen copazo. Nunca he sido bebedor, hecho que no me ha impedido tener un pequeno arsenal alcoholico repartido en varios muebles de la cocina. Cualquier cosa valia. ?El whisky caduca? Torturandome con la bebida, como si no tuviera suficiente con lo mio, encendi el ordenador, y me dispuse a mirar, como si nada, mi correo y mi facebook. Nada destacable. En mi muro escribi un escueto "Puta Vida". Fui a la ducha, intentando que el agua aclarara mis ideas. ?Que iba a hacer a partir de ese momento? Lo unico que tenia claro, es que nada de pruebas. Eso no. Estaba harto. El doctor Morales, me habia emplazado a pedir nuevamente hora para seguir con el tratamiento. Me di cuenta en ese momento, que al salir de su consulta, no lo habia hecho. Simplemente sali, directamente a la calle, y a mi casa. Francamente, no me preocupaba

  • Esclavos de un motivo de Consolacion Gonzalez Rico

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    Muchas veces he intentado enfrentarme al papel y plasmar por escrito la historia de mi vida. Hace anos me empujaba el deseo de volver a vivir mis recuerdos, pero estaban tan recientes que evocarlos tan solo dolia tanto como desprender un vendaje de una herida infectada, y las primeras cuartillas acababan en el cesto de los papeles debido a un mero problema de supervivencia. Hoy, aunque todavia quedan cicatrices que duelen cuando se desatan las tormentas del alma, quiero intentarlo de nuevo, sin demasiada conviccion de que esta vez pueda llevar a termino mi proposito. Todo sucedio como estaba escrito, diria si creyera en la fuerza que para muchos explica el ir y venir de la existencia humana. Todo sucedio siguiendo un inexorable principio de causalidad, quiero mas bien admitir de acuerdo con las teorias deterministas que discutia en aquellas clases del Curso Preuniversitario en el Ramiro de Maeztu, tan diferentes a las que el Colegio de las Teresianas me tenia acostumbrada. Aun recuerdo la voz clara y rotunda de mi profesor de Filosofia. El largo tiempo transcurrido no ha borrado de mi mente el brillo de sus ojos redondos y penetrantes, que concedian a su rostro, junto con su nariz aguilena, el aspecto de un aguila majestuosa. Y con la misma pericia y elegancia que si de un aguila se tratara, nos hacia volar por los cielos del pensamiento en busca de respuestas a la trascendencia, al bien y al mal, a la libertad. Aquella tarde de primavera la discusion se centraba en la libertad de los actos humanos. --?No creen ustedes --preguntaba muy seguro de la respuesta-- que el principio de causalidad formulado por Kant es aplicable tambien a nuestros actos volitivos? ?O acaso piensan que somos libres cuando, despues de vencer las eternas dudas que agitan nuestro espiritu, creemos que hemos elegido entre esto o aquello? Su dedo indice largo y huesudo volaba en diagonal una y otra vez, hundiendose hasta enrojecer en los extremos opuestos de la pizarra donde habia escrito dos palabras: CAUSA – EFECTO. Yo, con la vehemencia y pasion de mis pocos anos, y la influencia todavia reciente de los principios religiosos que me habian inculcado las Teresianas, intentaba rebatirlo. --Si mis actos no son libres, ?donde queda mi responsabilidad? ?Donde mi libre albedrio? Si Dios nos ha abandonado en este mundo caotico, despojados de una voluntad libre para hacer esto o dejar de hacer aquello, ?como puede pedirnos cuentas al final del camino? ?Cual es la razon del premio y el castigo? Si existe un Dios justo, y este debe ser uno de sus atributos, ?como podra juzgarme por aquellos actos carentes de una absoluta y total libertad a los que me han conducido unas causas que se me escapan, que son ajenas a mi? Me habia levantado de mi asiento sin ser consciente de ello. Las mejillas me ardian, y mi voz habia ido cobrando un tono enfatico que chocaba con el silencio que se hizo en el aula. --No sea ingenua, senorita Morales; la libertad no existe. Siempre actuamos guiados por el motivo mas fuerte --asevero de forma irrefutable. Mis dudas y su seguridad quedaron suspendidas en la estancia hasta que fueron borradas por el sonido del timbre. Su respuesta sin embargo quedaria para siempre en los registros de mi cerebro, y durante unos minutos, en los golpes de mi sangre, que sentia en las sienes con furia. Quiza con miedo. Mire al cielo a traves de los cristales y su aspecto me parecio premonitorio. En lugar de un azul diafano, propio de la ya avanzada primavera, se presentaba como una boveda negrisima en la que pude contemplar, como unica respuesta a mis dudas, un sobrecogedor dibujo de luz zigzagueante que me produjo un escalofrio. --El motivo mas fuerte --susurre ocupando mi silla. Era una premonicion. Aun faltaban algunos anos para que yo descubriera, con la claridad de un relampago, cual iba a ser mi motivo mas fuerte; el que desencadenaria las tormentas de mi vida. Los hilos de la causalidad Pero los anos de universidad pasarian pronto, y alli estaba, no exenta de cierta angustia, recogiendo mi especialidad de anestesista y a punto de lograr mi primer trabajo. Todo habia resultado demasiado facil para alguien que como yo, en boca del Catedratico de Ginecologia, tenia <>. La frase no me disgusto, sobre todo venida del temido y admirado Profesor Antunez. Del vicio estaba segura; lo habia adquirido con los anos. En lo concerniente a su opinion sobre las virtudes de mi cabeza, tengo que admitir tambien que me ayudo a conquistar parcelas de seguridad y autonomia, imprescindibles para abrirme camino en el terreno profesional, casi vedado entonces a una mujer de veinticuatro anos. Desde luego, no creo que mi pelo caoba oscuro, ni mis ojos verdes, ni mis largas extremidades, que remataban una figura un tanto delgada para los gustos de la epoca, tuvieran nada que ver con el afecto sincero que siempre mostro por mi el Catedratico de Obstetricia y Ginecologia. Aquella manana, me habia citado en la Secretaria de la Facultad para entregarme personalmente la credencial que me habilitaria para el ejercicio de mi especialidad como anestesista. Su gesto fue todo un detalle y un honor para mi. --Andrea Morales Aguilar. Habia pronunciado mi nombre y mis dos apellidos despacio, otorgando la solemnidad precisa a cada uno, como siempre tenia por costumbre hacerlo. Yo me sentia nerviosa y aturdida frente a el. A pesar de los anos transcurridos, puedo sentir todavia su mano derecha aplastandome los nudillos, a la vez que con la izquierda retenia aun mi anhelado trofeo. --Aqui tiene, doctora Morales, su flamante licencia para dormir el dolor --dijo con voz solemne y cercana--. Espero que sepa ejercer su profesion con la misma dignidad y brillantez que siempre ha mostrado en todo cuanto hace. La emocion que me producia aquel ansiado momento, y sus palabras, que conjugaban deseo y reto, hicieron que la respuesta que traia ensayada se me quedara en la garganta. Senti que el rubor me quemaba la cara, y solo pude responder con una sentida sonrisa en la que se mezclaron satisfaccion y agradecimiento. Cuando me disponia a desasirme de su mano, retuvo con fuerza la mia unos instantes y anadio en tono confidencial: --Si quiere trabajar conmigo, manana la espero en mi despacho a las diez en punto. Alli estaba yo, naturalmente, desde las nueve y media de la manana ante la puerta del despacho del profesor mas duro, temido y respetado habido nunca en la Facultad de Medicina, segun relataban las cronicas orales que se transmitian de una generacion a otra de estudiantes. Apenas habia dormido la noche anterior. Durante las largas horas de vigilia, habia imaginado, corregido, inventado y hasta sonado la escena, que con la noche adquiria tintes desmesurados. Sin duda, era la oscuridad quien agrandaba la situacion y encogia mi entereza. La lentitud perezosa del reloj me parecia una crueldad. Cuando sus agujas se aproximaban a las seis de la madrugada, decidi prepararme para el que habria de ser el dia mas decisivo de mi existencia; entonces yo no podia imaginar hasta que punto. Me levante con presteza. La sequedad de mi garganta contrastaba con la humedad viscosa de mi cuerpo provocada por el calor. Muy despacio, sin hacer ruido, introduje mis pies en las zapatillas y me dirigi al cuarto de bano, casi palpando paredes y muebles para no despertar a mi companera y amiga Charo, que entonces compartia conmigo la habitacion. Abri el grifo, puse debajo mi boca y bebi con avidez, hasta que el chorro de agua fresca restauro los estragos producidos por el insomnio. Deje caer el camison, que el suelo recogio indiferente, y concedi la libertad a mi larga y rizada cabellera roja. La agite a derecha e izquierda energicamente y busque el efecto en el espejo. El volumen que habia adquirido, y la espesa marana de mis rizos ya libres, otorgaban a mi rostro un aire felino. Alli quedaba mi cara, perdida entre la maleza. Destacaban en ella unos enormes ojos verdes, rasgados, que el espejo me devolvia esa manana con destellos de curiosidad y expectacion, ante un horizonte prometedor que nunca hubiera presentido tan cerca. Me complacia seguir observando mi cara. Mi nariz, mas bien pequena, no era uno de sus rasgos mas relevantes, mientras que mis labios se hacian notar por su detallado dibujo y amplitud y su facil sonrisa, que dejaba al descubierto unos dientes correctos y regulares. Era excesivamente palida, pero las huellas de la noche anterior acentuaban aun mas mi palidez. Deslice la mirada por la imagen que el espejo me mostraba, y mi cuerpo me recordo la albura marmorea de las estatuas griegas, mas por su color que por sus proporciones, demasiado alargadas como ya he dicho. La unica nota de color marron rojizo, se habia cuidado la naturaleza de colocarla con profusion debajo de mis brazos y entre el nacimiento de mis piernas. Estaba claro que no era una belleza en el sentido clasico de la palabra, pero me habia ido convenciendo de que tenia un atractivo especial. Quiza fuese ese aire tan peculiar, rayando en el descuido, que no me importaba mantener. Me quite las zapatillas y me coloque debajo de la ducha. Con un movimiento mecanico y habitual, mis dedos giraron con rapidez y el impacto estimulante de aquel aguacero atrevido acaricio con frescura cada poro de mi cuerpo. Cuando la toalla termino su tarea me dirigi al cuarto de estar, donde habia dejado mi indumentaria colocada sobre una silla. No habia mucho donde elegir, ni me importaba el hecho de no contar con un ropero variado. Sin maquillar, con el pelo recogido en una trenza y enfundada en unos vaqueros casi siempre gastados, que solia conjuntar con un polo o camisa a cuadros, era la viva imagen de la sencillez y la naturalidad. Ese dia no queria ofrecer un aspecto diferente: los mismos vaqueros, un Lacoste verde manzana, la misma trenza, unos zapatos castellanos y un bolso de marroquineria colgado en bandolera. Mi corazon, al igual que dijera Adamo en su cancion, entonces tambien lo llevaba en bandolera. Un portazo leve, y el paso firme hacia la boca del metro. Madrid empezaba a despertar. El minutero de mi reloj sobrepasaba en dos minutos las diez de la manana cuando golpee tres veces la puerta cuya placa no dejaba lugar a dudas: D. Fernando Antunez Catedratico de Obstetricia y Ginecologia Su voz, inconfundible, atraveso la barrera sin dificultad. --Pase, doctora Morales --ordeno como si adivinara mi presencia. Hice girar el pomo de la puerta y avance con una resolucion un tanto forzada

  • El Gran libro de jugos y batidos de Cherie Calbom

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    MAS Y MAS celebridades, deportistas y gente de todas las edades y profesiones esta recurriendo a los jugos y los batidos verdes para adelgazar y mejorar su salud en general. ?Por que? Porque han encontrado que los jugos estan cambiando sus vidas: viven con mas energia, duermen mejor, tienen un sistema inmunologico mas fuerte, piel mas brillante y un aspecto mas joven. Incluso esta ayudando a su cuerpo a sanar de una variedad de padecimientos. A continuacion les presento un testimonio que recibi recientemente de alguien que ha leido mis libros y que ha acudido a mi para consejeria. Ha pasado un mes desde la ultima vez que hablo conmigo. Quiza no me recuerde porque usted habla con mucha gente. Pero yo nunca la olvidare. Le hable acerca de las mas de cincuenta libras (22,68 kg) de liquidos que habia retenido. Usando recetas tanto naturales como medicas, no habia sido capaz de deshacerme de esos liquidos. Tampoco habia estado absorbiendo mi comida. Me dijo que no me preocupara por mi dieta porque ya estaba siguiendo una dieta sana, sino que anadiera una bebida de jugo verde en cada comida. Unas tres semanas antes de hablar con usted empece a beber jugo de arandano rojo puro todos los dias, y eso me estaba ayudando con los liquidos. A lo largo de tres semanas adelgace quince libras (6,8 kg), pero recuperaba peso y lo volvia a perder. Cuando anadi las bebidas de jugo verde, mi cuerpo se acelero. He adelgazado treinta libras (13,61 kg). El peso adicional por los liquidos literalmente esta desapareciendo. No se imagina lo mejor que me estoy sintiendo. Tengo energia y puedo trabajar fisicamente. No habia tenido energia ni me habia sentido bien desde que nacio mi ultimo bebe hace veinticinco anos. No habia podido arrastrar mi cuerpo a trabajar durante los ultimos cinco anos. Ahora estoy partiendo lena y apilandola. Palee grava para nuestro sistema de drenaje en nuestro patio. Puedo limpiar mi casa otra vez. Ayer limpie la casa y apile dos atados de lena. Si usted no ha apilado lena, dejeme decirle que eso es una gran cantidad de madera, y puedo caminar de nuevo. Durante los ultimos dos anos habia estado luchando con simplemente subir y bajar la pequena rampa de la entrada de mi casa, sintiendome totalmente agotada y dolorida despues de hacerlo. Ahora estoy facilmente caminando una milla (1,6 km) y tengo energia que quemar. Me siento excelentemente bien y no siento dolor cuando termino, y el dolor de la fibromialgia casi ha desaparecido. Durante los ultimos cinco anos he estado luchando para mantenerme viva. Ahora, por primera vez en anos, me siento viva. Ya no estoy tomando Lasix y he reducido la mayor parte de mis suplementos nutricionales. Estaba tomando mas de $500 dolares en suplementos al mes, y nos estaba llevando a la quiebra. El ano pasado mi doctor me dijo que tramitara una ayuda por discapacidad porque mi cuerpo se estaba muriendo. Yo ya no podia funcionar. El medico naturista para el que solia trabajar me dijo que mi esposo y yo debiamos aceptar el hecho de que mi cuerpo se estaba muriendo. Nos dijo que adquirieramos un mejor seguro de salud y nos prepararamos para lo peor. Desearia que me pudiera ver ahora. En resumen, Cherie, estoy muy agradecida con usted por haberse tomado el tiempo de hablar conmigo. Se que probablemente escucha historias como la mia todo el tiempo, pero para mi es nuevo y me salvo la vida. Le agradezco que me haya dirigido al camino de vida. Usted ha sido una de las bendiciones de Dios y una salvavidas en el sentido mas literal de la palabra. Espero que su historia lo anime a hacer y tomar jugos todos los dias. Con mas de cuatrocientas recetas deliciosas, El gran libro de jugos y batidos verdes puede ayudar a cambiar su vida, asi como hacer y tomar jugos ha cambiado la vida de miles de personas que han adoptado este plan para si mismas: gente como yo. Mi vida cambio hace anos cuando descubri el poder curativo y generador de vitalidad de los jugos recien hechos y de los alimentos crudos e integrales. Enferma, cansada y totalmente intoxicada Me sente junto a la ventana de la casa de mi padre en Colorado mirando las cimas de las montanas cubiertas de nieve en la distancia, imaginando que alli habia personas disfrutando de las rutas de senderismo; tal vez alguien estaba escalando una montana ese dia. Era principios de junio y hacia un tipico hermoso dia soleado de Colorado. Yo deseaba tener la fuerza para caminar alrededor de la manzana. Pero yo estaba demasiado enferma y cansada: apenas podia caminar alrededor de la casa. Yo habia estado enferma desde hacia un par de anos y seguia empeorando. "?Alguna vez volvere a estar bien?" , me preguntaba. Tuve que renunciar a mi trabajo cuando cumpli treinta. Tenia sindrome de fatiga cronica y fibromialgia que me hacian sentir tan enferma que no podia trabajar. Me sentia como si tuviera una gripe que simplemente no cedia. Estaba letargica y constantemente febril con los ganglios inflamados. Tambien estaba sufriendo dolor sin parar. El cuerpo me dolia como si hubiera estado dando vueltas en una lavadora automatica. Habia regresado a casa de mi padre en Colorado para tratar de recuperarme, pero ningun medico podia decirme lo que debia hacer para mejorar mi salud. Asi que visite algunas tiendas de alimentos saludables, converse con los empleados y lei algunos libros. Decidi que todo lo que habia estado haciendo estaba destruyendo mi salud en lugar de sanar mi cuerpo. Cuando lei acerca de tomar jugos y los alimentos integrales, me hizo sentido. Asi que compre un extractor y disene un programa que pudiera seguir. Comence mi programa de salud con un ayuno de cinco dias a base de jugos de verduras. El quinto dia mi cuerpo expulso un tumor del tamano de una pelota de golf. Estaba totalmente sorprendida de que en cinco dias hubiera sucedido este increible resultado. No lleve a analizar el tumor porque estaba sumamente asombrada y abrumada por lo sucedido. Simplemente lo eche al inodoro. Luego continue tomando jugos todos los dias y comiendo una dieta casi perfecta de alimentos no procesados e integrales durante tres meses. Hubo altibajos a lo largo de todo el trayecto. Algunos dias me sentia alentada de haber estado progresando, pero otros dias me sentia peor. Esos dias me hacian preguntarme si la buena salud era un sueno elusivo. No sabia que estaba experimentando reacciones de desintoxicacion; nadie me habia hablado de ellas. Estaba muy intoxicada, y mi cuerpo se estaba limpiando de todo lo que me habia estado enfermando. Pero una manana me desperte alrededor de las 8:00 a. m., que era temprano para mi, sin que sonara la alarma. Sentia como si alguien me hubiera dado un cuerpo nuevo en la noche. Tenia tanta energia que de hecho queria hacer ejercicio. ?Que habia sucedido? Esta nueva sensacion de buena salud y vitalidad habia simplemente aparecido con el sol de la manana, de hecho, mi cuerpo habia estado siendo curado durante ese tiempo; solo que no se habia manifestado completamente hasta ese dia. !Senti una sensacion sumamente maravillosa de estar viva! Me veia y me sentia completamente renovada. Con mi extractor de jugos empacado y habiendo abrazado totalmente un nuevo estilo de vida, volvi al sur de California y a mis amigos un par de semanas mas tarde para terminar de escribir mi primer libro. Durante casi un ano me senti como si estuviera "diez pasos adelante" con una excelente salud y mas energia y vigor de las que yo recordara haber tenido alguna vez. Entonces de repente di un paso gigante hacia atras.

  • Susurrame al oido de Yolanda Montiel

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    ?Pondrias la mano en el fuego por la persona a la que confias tu cuerpo?

  • El frio de la muerte de John Connolly

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    El detective privado Jaycob Eklund ha desaparecido, y Charlie Parker recibe el encargo de localizar su paradero. Quien le pide eso a Parker es Edgar Ross, agente especial del FBI, que tiene sus motivos --inconfesados-- para encontrar a Eklund. Pero Eklund no es un investigador comun y corriente. Esta obsesionado con seguir el rastro de desapariciones y homicidios poco comunes. Y ahora Parker, acompanado por los inseparables Louis y Angel, debe internarse en el mundo por el que ha transitado ya Eklund, un lugar regentado por una Madre monstruosa que dirige un vasto imperio criminal al margen de la ley.
    Para solucionar este caso, Parker tambien tendra que llegar alli donde el frio de la muerte, desde hace mas de un siglo, alcanza a los inocentes, sin que estos nunca lleguen a saber por que.

  • 23 de octubre de R. Freire

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    Laura es feliz: es joven y hermosa, esta a punto de firmar su primer contrato para una importante campana publicitaria y la vida le sonrie. Sin embargo, todo cambia en unos segundos. Un inesperado y absurdo accidente la aleja de todo aquello por lo que habia luchado y hace que descubra recodos dentro de si misma que jamas habia sospechado que existieran. Ahora tendra que empezar de cero, porque el mundo ha resultado ser un lugar mucho mas complicado de lo que ella pensaba.
    "Me siento como si tuviera que hacer borron y cuenta nueva, como si todo lo conseguido durante mis primeros veintidos anos de vida no sirviera para nada y tuviera que aprender a vivir de nuevo."
    "No puedo pasar por alto el hecho innegable de que, desde que llegue aqui, Javier ha desaparecido por completo de mis pensamientos y, en su lugar, se ha instalado una chica ni muy guapa ni muy fea que tiene un gusto horrible para vestir y que lleva unas enormes gafas de pasta."
    "Tengo que llegar al fondo porque no soporto ser un segundo plato, y no lo soporto porque quiza, solo quiza, una parte de mi empieza a preguntarse si esta aventura podria llegar a ser algo mas profundo de lo que me gustaria admitir."
    "Nuestro primer beso es suave y furtivo, apenas ha durado dos segundos. Separandose, mi amiga me mira atentamente. Nuestros ojos se cruzan, dan permiso, invitan a investigar mas este dulce caramelo que apenas hemos saboreado."
    "Es como si Sandra tuviera la llave, la clave secreta que da acceso directo a mi interior. Sin que pueda comprender lo que sucede, de pronto la noto en todas partes a la vez, en mi boca, en mi sexo... en mi mente."
    "Aqui, en este apartado lugar del mundo, no existen mis cicatrices ni el 23 de octubre. Aqui no puede pasarnos nada malo."

  • Mariposas tristes de Natalia Carou

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    Una historia de una mujer valiente y luchadora, una mujer que lo ha perdido todo excepto la esperanza de recuperar su antigua vida en un pazo familiar. La busqueda de respuestas a importantes preguntas rigen esta historia de superacion y mueven los hilos del destino de su protagonista.

  • Todo es relativo Parte 2, Naobi Chan de Naobi Chan

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    Tras un triste desenlace, Elizabeth cree haber rehecho su vida, un nuevo trabajo, una nueva ciudad, pero los fantasmas del pasado todavia le atormentan, Daniel ahora no esta en su vida y con nuevos amigos cree que podra salir adelante y ser un poquito feliz. Nicholas se mantuvo alejado, cumplio lo que elle le habia pedido y parece que con el tiempo ha aceptado no volver a verle, pero todo cambia con un solo vistazo, sentimientos dormidos vuelven a florecer y es muy facil dejarse llevar, aunque el miedo de volver a sufrir esta latente.

  • Misterios de las noches y los dias de Juan Eduardo Zuniga

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    Este es uno de los libros mas secretos de Juan Eduardo Zuniga, incluso para quienes conocen su obra. Los cuarenta relatos breves que lo componen sumergen al lector en una extraneza acrecentada por la minuciosa descripcion de los ambientes y los personajes. Porque todo ocurre en un lugar que puede ser cualquier lugar y en un tiempo que puede ser cualquier tiempo. Realidad e imaginacion se confunden o quiza son una misma cosa y un mismo estremecimiento recorre cada relato: la aparicion de lo incomprensible en la realidad cotidiana, la irrupcion del misterio que escapa a toda interpretacion.

  • Ya no quedan junglas adonde regresar de Carlos Augusto Casas

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    Un viejo apodado <> espera semana tras semana la llegada del jueves. Es el dia en el que vera a Olga, una joven prostituta que despliega sus encantos de saldo en la calle Montera. Pero al viejo no le interesa el sexo. Durante el tiempo que pasan juntos, ambos abandonan las pequenas mezquindades de sus respectivas vidas para convertirse en otra mujer y otro hombre. Irreales y hermosos, como los suenos. Un dia Olga es brutalmente asesinada. Cuatro abogados son los sospechosos de haber cometido el crimen y el viejo decide que ya esta harto de que la vida le arrebate todo lo que ama. Ya no le queda nada, solo la venganza. Comienza a hacer planes para matarlos uno por uno. El hombre mas peligroso es aquel que no tiene nada que perder. porque ya lo ha perdido todo.

  • La casa de la caridad de Ulrike Schweikert

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    Berlin, 1831. El colera ha llegado a la ciudad. Los destinos de tres mujeres se cruzaran en la Charite, el hospital mas antiguo de Berlin.

  • En la tercera habitacion (Zillah Roth 1) de Vecca Preetz

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    Capitulo I – Lo menos esperado Las hojas crujian debajo de las ruedas de la bicicleta. La brisa otonal barria el sendero y recordaba que el verano habia quedado atras en San Lorenzo. Una villa turistica al norte de Argentina. El paseo por la Quebrada era obligatorio para los amantes de la naturaleza. Tambien de Zillah Roth. Pedaleaba todos los domingos hasta alli acompanada por Yaco, su ovejero aleman. A Zillah le encantaba contemplar las aguas del rio desde el final del puente. Ver el agua correr entre las piedras, hipnotizaba su melancolia. La frescura que transmitian las gotas salpicando las rocas, captaban su atencion. Cada una de ellas se desprendia de aquella masa de agua incansable sufriendo el desgarro inevitable del olvido. El final de su existencia. No entendia muy bien porque los enamorados se paraban a observar el rio. <>, pensaba mientras retomaba su pedaleo tranquilo. Siempre iba durante la apacible hora de la siesta, cuando todos, en la casa, dormian. A veces la acompanaba su amigo Ivan, pero este ultimo domingo no quiso hacerlo. Era un domingo distinto en San Lorenzo. A pesar del aire fresco, las moscas se acercaban pesadas, como en los dias de mucho calor. De repente, un presentimiento extrano se apodero de sus visceras. Como una soga que conectaba su garganta y la boca del estomago. Percibia cierta tension en el aire. Parecia como si un ser extrano rondara la Quebrada, pero no caminando. Por el aire. Un ser oscuro e impredecible. Volteo su cabeza pretendiendo que alguien la seguia, pero estaba sola por el sendero. Recordo que su hermana le decia que no se dejara manejar por el miedo. El miedo se disfraza de siluetas negras que luego nos persiguen como sombras. Por todas partes. De dia y de noche. Una mosca se poso en su oreja y regreso de su pensamiento para quitarsela con una palmada que le dejo un zumbido agudo dentro de la cabeza. Podia ver que una sensacion asfixiante sobrevolaba a los insectos. De pronto Yaco comenzo a correr con una urgencia inusual, delante de ella. Siempre la seguia a su lado o detras. Raras veces se adelantaba y menos, corriendo. Ella lo siguio tan rapido como sus cortas piernas le permitian pedalear. Pero el camino se hacia cada vez mas empinado. Dejo la bicicleta a un costado de la calle y comenzo a correr detras de Yaco. No queria perderlo, pero el perro no obedecia a su llamado. En el ultimo sendero marcado, se desvio sin voltear, ingresando a la selva tupida y solitaria. La nina seguia corriendo sin dejar de mirar donde su perro iba abriendo camino. Sus piernas sufrian latigazos provocados por los arbustos que pretendian impedir su paso. Como si negaran el ingreso a ese lugar de la Quebrada. Gritaba su nombre para que no fuera demasiado lejos, pero el perro parecia no escuchar. La paz del lugar iba a caer en pedazos en un breve lapso de tiempo. De pronto, Yaco se detuvo. Inmovil mirando a un punto fijo. Como si fuera un perro de caza. La brisa timida tambien se detuvo, suspendida en la atmosfera silenciosa, augurando un mal momento. Parecia que todo el mundo habia dejado de girar en ese instante. Todos, excepto las ruedas de la bicicleta, que, recostada sobre la calle, seguian girando ruidosamente. Las bicicletas no conocen el silencio. Chillan como criaturas caprichosas. Zillah estaba a pocos metros detras del perro. --?Que encontraste, Yaco? --dijo mientras le daba palmadas en la cabeza. Siguio con los ojos la direccion de su mirada inamovible. Y se quedo sin aliento. Un pequeno grito se ahogo detras de su garganta. Los pulmones de Zillah dejaron de inhalar por unos segundos. Su mandibula quedo atascada, como si hubiera ingerido de golpe un par de piedras. El sudor se apodero de sus pequenas manos. Un escalofrio recorrio todo su cuerpo dejandole los pelos crispados. Luego respiro fuerte y entrecortado sin saber que hacer. Inesperadamente el hallazgo habia oscurecido su paseo, por no decir que habia echado sombra a toda su vida. Nadie imagina encontrar a alguien sin vida en medio de un paseo. Menos aun alguien conocido sin vida. Entre dos troncos grandes como horquetas, descansaba un palo atravesado, y en el un hombre colgaba muerto. Atado de pies y manos de espalda al suelo. La cabeza volteaba hacia un costado dejando ver una gran herida en su cuello. La sangre no caia ya, parecia que se habia vaciado y estaba derramada sobre la tierra seca, justo debajo de el. Un hombre que no era cualquier hombre. Era su padre. No grito. Le faltaba el aire. Le faltaba la voz. Dio unos pasos hacia adelante y lo toco con el dedo indice, para cerciorarse que no tenia vida. Yaco empujaba la cabeza con su hocico mientras dejaba salir un sonido extrano. Parecia un lamento. Volteo asustada buscando alguien que pudiera sacarla del espanto. Pero solo las sombras se asomaban en el camino. Estaba aterrada. Respiraba fuerte ahora. Respiraba con panico. Los latidos de su corazon aceleraron de tal modo que el bombeo de sangre la impulso a huir. Corrio hasta donde habia dejado su bicicleta, la levanto y pedaleo con la mayor rapidez que sus pequenas piernas le permitian. Yaco no la seguia. Tampoco volteaba a comprobarlo. <>, pensaba mientras sus piernas giraban cada vez mas rapido. Como en un tunel de tiempo las imagenes vividas con su padre tropezaban unas contra otras en su cabeza. Trece cuadras hasta llegar a su casa. Pero nunca el camino de regreso habia sido tan largo. A pesar de que las calles de regreso eran todas en bajada. El miedo y la culpa se mezclaban. El miedo y la culpa de haber hecho algo equivocado la ultima vez que lo vio con vida. No recordaba nada especifico. Solo tenia un amotinamiento de recuerdos confusos y sudorosos. Tiro la bicicleta de lado y entro corriendo por el jardin, volteando para cerciorarse que nadie la seguia. Su madre, que estaba recostada en una hamaca tejida, leyendo un libro, la escucho llegar agitada. Se sento y la miro acercarse con un estado de angustia inigualable. --!Zillah!, ?que paso? La pequena estaba en estado de shock. Sus ojos claros, paralizados en la mirada de su madre, ni siquiera parpadeaban. Respiraba entrecortado, con la boca cerrada, sin poder emitir ningun sonido con su voz. Comenzo a sacudir las manos, como queriendo deshacerse de algo pegajoso, de algo sucio mientras movia las piernas en un trote nervioso. --?Le ocurrio algo a Yaco? --le decia Emma apretando con sus manos los hombros de la pequena. Zillah movia la cabeza hacia ambos lados, dando pasos hacia atras, pretendiendo alejarse de su madre. --?Por que tienes esa cara? Me estas asustando, por favor, !di algo! En ese momento aparecio su hermana mayor Erika, que estaba dentro de la casa. --?Por que tienen esas caras? ?paso algo? --pregunto mirando a su madre que respondio haciendo un gesto con los hombros y llevando la mirada nuevamente a la pequena-- Zil que paso? ?alguien te hizo algo? La pequena negaba nuevamente. --Esta muy asustada. --mientras decia esto, Emma entraba a la casa. Regreso con un vaso de agua y un cuaderno con una lapicera. --Toma un poco de agua, te va a hacer bien. Intenta escribir lo que paso. Vamos linda, por favor, me estas poniendo nerviosa. La pequena tomo la lapicera con su mano izquierda. Temblaba. Sostenia la mano para poder escribir y que se entendiera lo que intentaba decir. Tras varios intentos, escribio: "papa". --?Que pasa con papa? Regresa esta noche de su viaje. --se adelanto Emma. Zillah movio la cabeza negando las palabras de su madre y siguio escribiendo: "esta... en la Quebrada" Emma fruncio el ceno. Por unos instantes, inmersa en su inseguridad imaginaria, penso que su hija habia visto a su padre con otra mujer. --Seguramente lo confundiste. --le dijo intentando tranquilizar a su hija y tomando el celular para llamarlo. Pero faltaba escribir una palabra que cambiaria todo. "roto. Todo roto". Termino de escribir Zillah. --?Que intentas decir con eso, Zil? !como que papa esta roto! --dijo Erika mientras una sensacion de frio estanco se apoderaba de la boca de su estomago-- ?Puedes hablar y dejar esa estupida lapicera? --grito nerviosa dando un manotazo a la mano de su hermana y haciendo que la tirara al suelo. --!Erika! --grito Emma-- !deja en paz a tu hermana! ?no te das cuenta que esta en shock? Mientras ambas se gritaban, como siempre, la pequena levanto la lapicera y, con sus cortos diez anos, siguio buscando dentro de su mente la palabra adecuada, hasta que por fin la encontro y escribio, al final de la hoja del cuaderno: "Muerto. Papa esta muerto" Un silencio sepulcral envolvio el momento. Las dos se quedaron pasmadas, mirando las ultimas palabras como si una fuerza imantada hubiera atrapado sus ojos sin poder quitarlos de alli. Una respiracion extrana salio de la boca de Emma y una fuerza interna empujo sus manos hacia la mesa, buscando apoyo, abriendo los dedos para sostenerse y tirando el celular al suelo. Erika manoteo la lapicera nuevamente y arrojandola directamente a la cara de su hermana, grito otra vez:--!Que estupideces son esas Zillah! Si estas jugando, no es un juego que nos guste. Zillah negaba aturdida con la cabeza. Tenia los ojos cerrados y sus manos apretando las sienes. Abria la boca como si emitiera un grito desgarrador totalmente silencioso. Era una escena sofocante. Emma dio dos pasos inestables hacia atras y se aferro a uno de los pilares de la galeria. Sus ojos parecian estar huecos, profundos. Una lluvia de sensaciones viscerales cayo sobre Erika que llevo sus manos a la boca tapando el asombro que le provocaba haber leido esa palabra. Su padre no podia estar muerto. No debia estarlo. --No puede ser. Es imposible, papa regresa hoy. --dijo Emma Se agacho y levanto las tres partes en que se habia separado el celular. Coloco la bateria y luego la tapa. Lo encendio y temerosa realizo la llamada. El celular de Blas devolvia la llamada con la voz de la grabadora: "El numero al que llama esta apagado o fuera del area de cobertura" Emma solto el movil sobre la mesa, como si le quemara. Sentia como sus entranas se retorcian dentro del estomago. Las paredes se volvian negras, opresoras. La hermosa tarde de sol se habia transformado en un cuadro gotico donde la actuacion era primordial. Entonces reacciono: --?Donde esta?, quiero verlo, !vamos, llevame con el! ?puedes llevarme al lugar donde lo viste? --pedia Emma acelerando la voz. --!Mama, no puedes ir alli, hay que llamar a la policia! --grito Erika en su logica cordura.--Si, tienes razon, primero hay que llamar a la policia. --perturbada no dejaba de mirar a Zillah y la pequena, a su vez, no quitaba la mirada de los ojos de su madre. Marco el 911. Luego de tres tonos aparecio una voz masculina.

  • Como hacer un coche de Adrian Newey

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    En este emocionante libro descubriremos de manera exhaustiva, fascinante y extraordinariamente entretenida como funciona un coche de carreras, mientras recorremos la trayectoria de Adrian Newey, el mas grande disenador de automoviles de la historia, desde sus comienzos en la IndyCar hasta alcanzar un exito inigualado en la Formula 1 disenando coches para pilotos como Mario Andretti, Nigel Mansell, Alain Prost, Mika Hakkinen, Mark Webber o Sebastian Vettel entre otros, siempre con un objetivo inquebrantable: conseguir el coche mas rapido.

  • Mi error fue ser solo tu mejor amiga. Parte 2 de Moruena Estringana

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  • La ultima carta de Mercedes Guerrero

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    Mitad thriller mitad novela romantica, esta es la historia de la transformacion de una mujer enfrentada a si misma y a su cruda realidad.

  • La noche de los regalos (Fuego y hielo 2.8) de Mike Lightwood

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    --?Y a ti que te ha parecido? --le pregunto a Sergio cuando salimos de la sala del cine. Ha estado totalmente callado desde que terminaron los creditos. Permanece en silencio durante unos segundos mas antes de contestar. Por un momento, su rostro esta inexpresivo, como si estuviera tratando de asimilar demasiada informacion de golpe. Pero, entonces, abre mucho los ojos y su boca se curva en una enorme sonrisa, la misma que conozco tan bien. --!Ha sido una puta pasada! --exclama al fin, para sorpresa de nadie--. !La mejor pelicula que he visto en toda mi vida! --Ya empezamos --dice Pablo, poniendo los ojos en blanco. --La misma cantinela de siempre --se queja Sara. Pero Sergio no da muestras de haberlos escuchado siquiera. --De verdad, !es que ha sido increible! --continua con entusiasmo, ganandose miradas divertidas de la gente que hay a nuestro alrededor--. ?Habeis visto cuando consigue el tridente y aparece detras de la cascada? ?Y cuando Black Manta utiliza los rayos laser? !Y EL PUTO PULPO TOCANDO EL TAMBOR! O sea, living. --?Siempre se pone asi de entusiasmado? --pregunta Dario, con una risita nerviosa. El no esta tan acostumbrado a venir al cine con nosotros como para saber como se pone. --Y a veces es todavia peor --le respondo--. Siempre que vemos alguna de superheroes, se pone histerico. Ni te imaginas como se puso cuando fuimos a ver Justice League e Infinity War. --Dejame adivinar: lloro con Spider-Man. --Lloro con Spider-Man --confirmo--. Como un bebe. --!?Y la escena del vino?! --grita Sergio, ajeno al resto de la conversacion.--. ?Hola? ?Visteis cuando Mera utilizo sus poderes hidroquineticos para convertir el vino en armas? Me cago en todo, !que puta pasada de pelicula! --Oye, que estabamos todas alli, chiqui --le recuerda Sara entre risitas, poniendole una mano sobre el hombro mientras salimos del cine.--. Claro que lo vimos. Aunque ni confirmo ni desmiento que Mera me haya puesto un poco cachonda. --?Normal? --dice Guille--. Creo que la bisexualidad se ha acabado para mi. Ahora soy hetero para siempre. Lo siento, Pablo. --!Oye! --se queja el, dandole un golpe en el hombro. Un segundo despues, se rie--. Bueno, en realidad yo tambien me he hecho un poco hetero por ella. --!Y Nicole Kidman! --continua Sergio, entusiasmado--. ?Visteis como repartia hostias al principio? Madre mia, !que pedazo de pelicula! ?Cuando volvemos? Por supuesto, ya sabia que esa pregunta no tardaria en llegar: siempre que vemos alguna pelicula nueva de superheroes en el cine, no tarda mas de diez minutos en preguntar cuando podemos volver a verla. Si me dieran un euro por cada vez que hemos repetido pelicula... bueno, en realidad no tendria nada porque me lo habria gastado todo en el cine. --!Y cuando se escapan en la nave de Mera! !Y el traje que llevaba antes en plan medusa! Madre mia, !es que me casaba con ella cinco veces! La conversacion continua de ese modo mientras seguimos caminando, con el gritando mucho, muy entusiasmados, y nosotros riendo mucho. --Oye, chicos, nosotros nos bajamos aqui --dice Fer cuando llegamos a la estacion. --?No os quedais un ratito? --le pregunto esperanzado, mirando tambien a Dario --. Aunque sea media horita para tomar algo... Dario niega con la cabeza. --No puedo. El proximo tren sale en quince minutos, y para el siguiente falta mas de una hora. Siendo la noche de Reyes, prefiero llegar pronto a casa para estar con mi abuela. Es tradicion. --Si, yo tambien tengo que estar en casa pronto --anade Fer. --Bueno, vale. Es una de las cosas que han cambiado desde que vivo en la ciudad: ya no puedo pasar tanto tiempo con el, ni tampoco con Dario. Y, aunque me duele tener que separarme de ellos y vernos mucho menos que antes, lo cierto es que no se me ocurriria cambiar jamas mi vida de ahora por la que tenia antes. --Oye, Sergio, ?puedes venir un momento? --le pregunta Fer, que esta un poco alejado de nosotros. Sergio se acerca a mi amigo mientras yo los miro, extranado. ?De que tendran que hablar esos dos ahora? Seguro que estan tramando algo, y no creo que sea nada bueno. --Eh... Oscar, queria contarte una cosa --dice rapidamente Dario, que probablemente este en el ajo--. ?Te importa si...? Deja la frase inconclusa, y tira de mi mano hasta alejarme unos metros de donde se encuentran los demas. --?Que te pasa? --pregunto con el ceno fruncido--. --Es queeeee... --comienza, alargando mucho la <>. Enrojece ligeramente antes de continua --. Es que me gusta un chico. --Ah. Vale. --Sonrio al darme cuenta de lo nervioso que parece al respecto y de lo mono que lo hace estar ese hecho. Si, sin duda esto explica la que acaban de montar: Dario queria estar a solas conmigo para contarmelo--. Sabes que podrias habermelo dicho antes en cualquier momento sin tener que compincharte con Fer, ?verdad? Nadie se habria extranado de que nos fueramos a hablar solos. El traga saliva, mirando con nerviosismo por encima de mi hombro. Probablemente este tratando de comprobar si alguno de nuestros amigos esta pendiente de la conversacion. De verdad que esta adorable cuando se pone asi. Es tan distinto al Dario cerrado y hurano de hace un par de anos que no puedo evitar sonreir otra vez. --Si, bueno... Pero no dice nada mas. --?Y bien? ?Quien es? --Pueeeeees... un chico nuevo del insti --dice, todavia mirando a los demas. Hay una chispa de emocion en sus ojos oscuros--. Llego a principio de curso, y es superguapo, y... Oye, que da igual. --?Como que da igual. --Si, que da igual. Mejor te lo cuento otro dia, ?vale? Que no quiero perder el tren. Y, sin decir mas palabra, se aleja de mi y se dirige hacia Fer, que ya ha terminado su supuesta charla con Sergio. --Pues... vale --le digo al aire, y echo a caminar hacia ellos. Se despiden de nosotros con la habitual ronda de abrazos y, como siempre, me dejan a mi para el final. El primero en abrazarme es Fer, con uno de esos abrazos suyos que huelen a hogar, a paz. El unico abrazo que me reconfortaba cuando nada mas lo hacia, y todavia hoy me sigue evocando las mismas sensaciones de seguridad que entonces. Cuando se separa, es Dario quien se acerca a mi, aunque su abrazo es diferente. Todavia hay una especie de nerviosismo por parte de los dos, como si aun no hubieramos averiguado como comportarnos juntos. Despues de todo lo que paso y de lo que ha habido entre nosotros, tanto bueno como malo, el proceso ha sido dificil. Pero lo llevamos bien. --En fin, pasadlo bien, chicos --dice Fer--. !Y que tengais muchos Reyes! --!Igualmente! --contestamos mientras se alejan. Por suerte, el momento de la despedida ha bastado para que Sergio se olvide un poco de la pelicula. Y, con un poco mas de suerte, tal vez todavia pase media horita o asi hasta que vuelva a sacar el tema. Espero. --?Adonde vamos? --pregunta Pablo--. Yo tampoco quiero llegar muy tarde a casa. --Nos tomamos algo donde siempre y nos vamos --propongo--. ?Vale? Todos aceptan, asi que nos abrimos camino hasta nuestro bar favorito, a solo un par de manzanas de la estacion. Es pleno invierno y se trata de una noche fria, asi que estoy tiritando dentro de mi abrigo y deseando llegar lo antes posible. Pero no es tarea facil: en estas fechas, el centro de la ciudad esta lleno de gente, asi que avanzar cuesta mucho mas de lo que habiamos supuesto. Sin embargo, no me quejo. La ciudad ya me gusta siempre, sobre todo comparandola con el lugar donde vivia antes. Pero, con las luces de Navidad encendidas por todas partes, es todavia mas bonita. Se respira magia. Y tambien un poco contaminacion, para que enganarnos. Una vez dentro del bar, nos limitamos un refresco, sin nada de alcohol. Despues de todo, tan solo vamos a pasar un ratito aqui. Ya habra momento de salir de fiesta en otra ocasion. --?Creeis que Mera podria controlar tambien los refrescos? --pregunta Guille, distraido, en cuanto nos sirven nuestras bebidas. --!Obviamente! --salta Sergio, con entusiasmo renovado--. Si puede controlar el vino, por supuesto que puede controlar tambien el refresco. --Joder, Guille --le reprende Pablo, apartandose de la frente unos rizos pelirrojos--. Ahora que se habia callado por fin... --Has abierto la caja de los truenos --anade Sara, negando con la cabeza. --Cuidado con lo que dices de truenos --le digo en voz baja para que solo ella pueda oirme--. A ver si le va a dar por hablar tambien de Thor

  • Las reglas del destino de Jazmin Riera

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    Despues de cinco anos, Abby y Harry vuelven a encontrarse.
    La pasion se desata de nuevo y tendran que mantener su relacion en secreto.
    Deberan luchar contra los demonios del pasado y superar sus limites.

  • Hay algo en tus ojos de Amabile Giusti

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  • Cuando un highlander ama a una mujer de Brenna Watson

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    ?Hasta donde estaria dispuesto a llegar un highlander por el amor de una mujer?

  • El enigma de Leon (Investigador Pedro Iniesta 3) de Francisco Sempere Sanchez

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    Pedro Iniesta sale literalmente del fango del rio Guadalquivir para embarcarse en otro misterioso caso que le llevara al limite fisico y mental. En la mente de este sicario es donde reside su peor enemigo.
    Dos historias que confluyen y nos llevaran a comprobar como las ambiciones del ser humano permanecen inalteradas a lo largo de los siglos.
    No importa que nos encontremos en la Cordoba de los Omeya o en el Munich del siglo XXI, diez siglos despues el acero sigue siendo la unica forma efectiva para resolver los conflictos.
    Hay una diferencia, pero solo es en las formas: lo que antes se solucionaba con una daga hoy dia se arregla con una 9 mm.
    El hampa en tierras de Castilla va a recibir la siempre incomoda visita de Pedro Iniesta, al igual que diez siglos atras recibiera a otro asalariado del gremio con parecidas intenciones.

  • Domina, L.S. Hilton de L.s. Hilton

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    Segundo volumen de la trilogia que ha estado en boca de miles de lectores en todo el mundo.EL PASADO DE JUDITH RASHLEIG LA PERSIGUE DE NUEVO. UN JUEGO FRENETICO EN EL QUE, AHORA, SI NO GANA, MUERE.

  • No soy yo (Chic) de Tillie Cole

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    Hace anos, dos ninos de mundos diferentes conectaron de una forma unica que les cambiaria la vida para siempre. Salome no conoce nada mas alla de los limites de la comuna del profeta David, pero despues de un terrible suceso, no puede aguantar mas y decide arriesgarlo todo para escapar a un mundo desconocido y oscuro para ella. Styx ha nacido para vestir el cuero. Presidente de los Verdugos, uno de los clubs de moteros mas infames del pais, vive rodeado de violencia, sexo, drogas y motos, y no busca nada mas en la vida. Hasta que un dia, aparece en su puerta una mujer al borde de la muerte. Una mujer que le resulta extranamente familiar. *Este libro esta dirigido a mayores de 18 anos debido a su lenguaje explicito, situaciones de ambito sexual y violencia que pueden herir la sensibilidad de algunos lectores.*

  • Berlin de Nisa Arce

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    La muerte de Andy Lightning, uno de los musicos mas celebres de todos los tiempos, ha conmocionado al mundo.

  • Infiltrada (Agente especial Alicia Walker 1) de Clara Ann Simons

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    ALICIA El jeep vuela por una polvorienta carretera del desierto hacia nuestra base, dejando atras los disparos. Presiono la herida con la mano y mis ojos se llenan de lagrimas mientras, sobre mi regazo, siento como la vida de Cat se escapa sin que yo pueda hacer nada por evitarlo. La sangre brota a borbotones de su pecho, sus ojos fijos en mi suplicando que no la deje marchar, no de esta manera. Agitada, me despierto y permanezco sentada en la cama desorientada, tratando de recordar donde me encuentro. Ya han pasado tres anos y no consigo sacar de mi cabeza esa puta pesadilla, supongo que no llegare a hacerlo nunca. Joder, parece tan real, el panico en sus ojos es tan autentico, que miro frente a frente a la muerte casi todas las noches. Cat, la unica mujer que ha llenado mi vida se marcho ese dia entre mis brazos de la manera mas tonta. Juro que si algun dia me entero de quien fue la persona que no comprobo los parametros de la mision, le deguello. --?Te encuentras bien?--pregunta la mujer que duerme a mi lado abriendo con pereza los ojos. Asiento con la cabeza y una especie de grunido, buscando torpemente en el cajon de la mesita de noche la caja de Trankimazin y engullendo una de las pastillas con un sorbo del whisky que sobro de la noche anterior a falta de agua. Las jodidas pastillas consiguen que esos recuerdos no regresen a mis suenos, pero me vuelven mas torpe. Banada en un sudor frio, me recuesto junto al cuerpo desnudo de Carrie, o Katie, o como quiera que se llame mi acompanante de la ultima noche, no recuerdo bien su nombre. Besaba bien y follaba mejor, aunque dudo que la vuelva a ver. No se si algun dia podre olvidar a Cat. *** --Llegas tarde, Walker, una vez mas. A mi despacho--ladra Bill en cuanto me asomo por la puerta de la oficina. Lo ultimo que necesito en estos momentos es una bronca, pero tiene toda la razon, estamos a viernes y es la tercera vez que llego tarde esta semana. Entro en el despacho de mi superior, el agente especial al mando Bill McGrath, esperando solamente que no se alargue demasiado, necesito un cafe doble bien cargado para empezar a funcionar. --Bill, lo siento, no se lo que ha pasado, no se repetira--me disculpo intentando adelantarme a sus palabras. --Cierra la puerta--responde con sequedad. Hago lo que me ordena y me dejo caer sobre una de las sillas que hay frente a su mesa, masajeando mis sienes para intentar olvidarme del dolor de cabeza que me atenaza. --Alicia, no se que cono te pasa. Es como si fueses dos personas diferentes al mismo tiempo; en las misiones de campo eres la mejor agente con la que he trabajado, en cambio, en la oficina, eres un jodido desastre, practicamente un zombi--recrimina mirandome fijamente a los ojos. Antes de que pueda empezar a contestar, vuelve a tomar la palabra con el rostro serio, cargado de preocupacion. --No es eso para lo que te he pedido que vengas, aunque de cara a tus companeros es necesario que lo parezca--expone mirandome por encima de sus gafas. --Tu diras. --Tengo una mision para ti, ordenes directas del director adjunto Smith, pero, por algun motivo no acabo de verlo y podria ser peligroso si se tuerce. Tendras que trabajar sin companero --explica abriendo una carpeta marron que se encuentra sobre su mesa. --Sabes que no me importa el peligro y, aunque os guste trabajar por parejas, prefiero hacerlo sola. ?De que se trata?--inquiero con ganas de volver al trabajo de campo y abandonar la jodida oficina que me aprisiona como una jaula. --Se que no temes al peligro, a veces, es como si no le dieses ningun valor a tu vida, aunque espero que tengas cuidado--insiste el agente McGrath. --No soy facil de matar, puedes creerme. ?De que se trata la mision? --Una desaparicion, una chica de veinticinco anos, Sofia Bartow. No saben nada de ella desde hace dos dias, su madre ha sido quien la ha denunciado--expone mi superior con calma sacando algunos papeles de la carpeta marron. --?Una desaparicion? No me jodas, Bill. ?Por que entra el FBI en ese caso?--pregunto confusa. --?Te dice algo el apellido Bartow?--inquiere arqueando las cejas. --?La farmaceutica? --Exacto, es la hija del difunto Paul Bartow, y su tio Julius Bartow dirige Bartow Pharma Inc. Su madre es Melinda Mastoris, retomo el apellido de soltera tras morir su marido, la hermana del senador Mastoris, quien ha llamado directamente al director adjunto para que nos ocupemos del caso--explica Bill extendiendo los papeles sobre su mesa de despacho. --Joder, Bill, seguramente se habra marchado con su novio y ahora mismo estara follando en alguna isla del Caribe, no llamara hasta que se le acabe el dinero--refunfuno negando con la cabeza sin poder creer que nos tengamos que ocupar de un caso asi. Haciendo uno de sus caracteristicos largos silencios, Bill McGrath me sirve una taza de cafe antes de seguir hablando. --Hay testigos que la situan en el Colmillo negro la noche de la desaparicion junto a Marco Saavedra, a quien se relaciona, como sabes, con la gente de Sinaloa y parecia muy nerviosa-- anade mi superior senalando una foto del tal Marco Saavedra. El Colmillo negro es un local de lujo del que se cuenta que sirve como tapadera para facilitar tratos entre las distintas organizaciones criminales que operan en Chicago y, en general, toda la zona del Medio Oeste del pais. Sin embargo, que se reunan alli capos de distintas organizaciones sobre los que no pesa ninguna orden de detencion no constituye delito alguno, aunque no deje de ser sospechoso. El departamento de policia ha solicitado en mas de una ocasion poder efectuar una redada, pero el local esta hasta la bandera de la gente guapa de la ciudad, todos los jovenes herederos de las mayores fortunas del estado lo frecuentan con asiduidad y eso complica una intervencion que llame la atencion. --?Crees que se trata de un secuestro para financiar sus operaciones?--pregunto extranada. --Eso es lo que pensamos al principio, sin embargo, nadie se ha puesto en contacto con la familia para pedir un rescate, por lo que se baraja incluso una operacion de trata de blancas-- masculla Bill con preocupacion. --No da el perfil--replico negando con la cabeza--. Seria complicarse la vida de manera innecesaria, no se van a arriesgar llevandose a una chica cuya familia esta dispuesta a remover cielo y tierra para encontrarla y, ademas, tienen los medios para hacerlo. --Eso mismo es lo que le he dicho al jefe--reconoce mi superior acariciandose el menton-- pero debemos mantener todas las lineas de investigacion abiertas. El director adjunto quiere que frecuentes ese bar de incognito y te mezcles con la gente a ver si puedes sacar algo en claro. No hace falta que te diga que si los de Sinaloa estan detras de esto, lo ultimo que necesitas es que alguien te relacione con el FBI. --Por lo que cuentan de ese local, no solo me tengo que preocupar de los de Sinaloa, tambien lo frecuentan los italianos, gente del Este de Europa, incluso grupos del sudeste asiatico-- puntualizo haciendole ver que no creo que merezca la pena la linea de trabajo que hemos elegido. Tras dejarme bien claro que no tenemos eleccion porque las ordenes vienen de arriba, Bill me asegura que soy la persona mejor preparada para hacerme cargo del caso y, a continuacion, indica algunos de los peligros que conlleva trabajar de incognito, que van mas alla del riesgo obvio de que te identifiquen. --Si la mision se alarga, existen riesgos psicologicos asociados a trabajar infiltrado--me explica con su tipico gesto de mirar por encima de las gafas--. Te obligara a estar un tiempo separada de tu trabajo, de tu familia o de tus amigos y no podras discutir el caso nada mas que conmigo o con el director adjunto, y eso muy de vez en cuando. --Lo entiendo--le aseguro. --?Has trabajado alguna vez infiltrada?--inquiere con curiosidad.

  • Pachinko de Min Jin Lee

    https://gigalibros.com/pachinko.html

    Yeong-do, Corea, 1911

  • Traicionada de Danielle Steel

    https://gigalibros.com/traicionada.html

  • A cielo abierto: Premio Biblioteca Breve 2017 de Antonio Iturbe

    https://gigalibros.com/a-cielo-abierto-premio-biblioteca-breve-2017.html

    Francia, anos veinte. Solo los mejores pilotos son aceptados en Latecoere. Entre los elegidos estan Jean Mermoz, Henri Guillaumet y Antoine de Saint-Exupery, tres heroicos aviadores que abriran las primeras lineas de reparto de correo en rutas inexploradas. Ninguna distancia es demasiado extensa para ellos, ninguna montana demasiado alta: las cartas deben llegar a su destino. Cuando aterrizan, afrontan las turbulencias de la vida en tierra en un siglo partido por las guerras.

  • Todo o nada de Marcela Balluri

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    La vida de Nora se estaba cayendo a pedazos. Su exito estaba a punto de venirse abajo y en su casa tenia a un punado de periodistas dispuestos a sepultar su carrera.
    Necesitaba huir, pensar y, sobre todo, tomar la decision mas dificil de su vida.
    Y entonces alli estaba Chris Maddock, dispuesto a ocultarla y sacarla de la ciudad.
    Solo habia un problema. El era un enemigo declarado, el periodista mas rapaz de todos y quien se habia encargado de destrozar su imagen, ademas de ser el hombre que anos atras la habia vuelto loca y un maldito saco de masculinidad que gritaba pecado por todas partes.
    ?Confiar en ese charlatan? !Ja!

  • Desde el rompeolas de Helen Rytkonen

    https://gigalibros.com/desde-el-rompeolas.html

    Vera llega a Londres por trabajo, pero con muchisimas ganas de sacarle partido a todo lo que le ofrece la gran ciudad. Tras la primera semana liderando su proyecto, pasa una noche increible en una fiesta privada donde conoce a Nigma, el companero perfecto para forjar nuevas experiencias, y ambos se quedan con ganas de mas.

  • Poemas para Amar de Nolvin Cruz Garcia

    https://gigalibros.com/poemas-para-amar.html

    Poemas para enamorar y dedicar a esa persona especial.

  • El arte de ser normal, Lisa Williamson de Lisa Williamson

    https://gigalibros.com/el-arte-de-ser-normal-lisa-williamson.html

    David Piper ha sido siempre un rarito. Sus padres piensan que es gay y el maton de la escuela lo considera un friki. Unicamente sus dos amigos saben realmente la verdad: David quiere ser una chica.

  • Una larga noche de Andrea Pitzer

    https://gigalibros.com/una-larga-noche.html

    Durante mas de un siglo, en todo momento, ha habido al menos un campo de concentracion en funcionamiento en algun lugar del mundo. Al principio, los campos se utilizaron como parte de la estrategia militar, pero con el paso de los anos fueron evolucionando en la dimension de sus consecuencias y en el salvajismo con que los gobiernos los utilizaron. Ya bien entrado el siglo xxi, mientras seguimos calculando la magnitud y el horror del Holocausto, la Historia nos recuerda que hemos roto la promesa del <>.

  • Y lo conoci en… de Lorena Fuentes

    https://gigalibros.com/y-lo-conoci-en-8230.html

    Un Match.Un polvo.Una rubia de ojos verdes que llegara a mi vida para darle un giro de ciento ochenta grados, pero ella y sus amigas me juzgaran por ser el Lobo Feroz, solo que Caperucita viene a que le clave los dientes por voluntad propia.Amor. ?Que es el amor?No se que esperar de mi Rubita, pero todo lo que ella pueda darme, lo tomare. Yo no cai del Cielo, digamos que emergi del Infierno, mis demonios estan cerrados bajo llave, pero ella es capaz de calmarlos.

  • Buscando al amor perfecto (En busca de… 2) de Jennifer Probst

    https://gigalibros.com/buscando-al-amor-perfecto-en-busca-de-8230-2.html

    Segunda entrega de la nueva serie de la autora superventas de <>.

  • Rachel se va de viaje (Familia Walsh 2) de Marian Keyes

    https://gigalibros.com/rachel-se-va-de-viaje-familia-walsh-2.html

  • Mi mayor deseo de Abigail C.m

    https://gigalibros.com/mi-mayor-deseo.html

    Una familia marcada por la indiferencia y el desprecio. Una relacion destinada a la oscuridad.
    Las vidas de Susana y Jonathan estaban llenas de reproches y desplantes por parte de sus padres, lo que propicio que buscaran apoyo el uno en el otro y que un pequeno rayo de luz se colara de la forma mas inapropiada posible.
    Cuando maduraron y todo dejo de ser tan inocente, Jonathan se marcho a la capital, intentando distanciarse de esos sentimientos prohibidos.
    Ahora, cuatro anos despues, ambos se reencontraran.
    ?Podran las vidas de estos dos jovenes unirse a pesar de todo lo que tienen en contra? ?Lucharan por lo que sus corazones gritan o fingiran una normalidad que estan lejos de sentir?
    Cuando es puro y verdadero, ?donde estan los limites del amor?