• lena menuda crucigrama - Marta Barrio

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    Hasta que un dia de noviembre de 1978 a las ocho de la manana dos policias llamaron al timbre. Presentaron un papel y se llevaron a mi madre. Entonces, en la comisaria y en el juzgado, entre uniformes oscuros y togas, empezaron los cuentos de dragones y espadas. El tiempo se hizo petroleo. Nos mancho la ropa. En mi memoria queda un ruido blanco: paisajes difusos, casi borrados completamente, del ir y venir de mi madre. Dentro y fuera. Dentro. Paso dias como si padeciese una fiebre exotica. Me sale una calentura. No recuerdo el orden exacto de los acontecimientos. Hay situaciones en las que no se si mi madre, un holograma, estuvo o no presente. Hasta que desaparece del todo y yo paso una larga temporada con los Bagur. La catastrofe de noviembre de 1978 queda registrada en nuestra caja negra. Aun hoy sobrecogen los estragos de esa grabacion. Antes, durante y despues vivimos emociones contradictorias. Incluso momentos buenos. Despues, la vida sigue porque, al fin y al cabo, nada es lo suficientemente devastador. MARTA SANZ, Daniela Astor y la caja negra I La linea de deseo MARIA: No me preguntes. ?No has tenido nunca un pajaro vivo apretado en la mano? YERMA: Si. MARIA: Pues lo mismo…, pero por dentro de la sangre. FEDERICO GARCIA LORCA, Yerma Mi miedo era muy concreto; sus ramas, por el contrario, retorcidas y de limites imprecisos. KATIXA AGIRRE, Las madres no 1 Cuando se dibujaron las dos rayas azules en la prueba de embarazo, me senti adulta, de repente, casi por primera vez. A. me abrazo, ibamos a ser padres y nada haria mella en nuestra felicidad. Entre carcajadas, empezamos a enumerar nombres absurdos o frikis, de nino y de nina. Abilio. Padme. Facunda. Songoku. Pancracio. Yoda. Urraca. Bilbo. Gumersindo. Frodo. Aniceta. Gandalf. Primitivo. Amidala. Fulgencia. Obiwan. Godofredo. Cersei. Socorro. Me tocaba constantemente la tripa para palpar aquel mundo secreto dentro de mi, del que solamente A. tenia constancia, en donde anidaba un ser misterioso que iria creciendo en las semanas siguientes hasta superar el tamano de una semilla de amapola, de sesamo, un grano de arroz, un arandano y una frambuesa, segun una aplicacion de mi movil que consultaba a todas horas. Tambien podia elegir comparar su tamano con el de un animal en lugar de una fruta: oso de agua, hormiga, mariquita, abeja, gusano de seda… Me habian advertido del riesgo de aborto espontaneo del primer trimestre, y yo trataba mi cuerpo con delicadeza, como si fuera una vasija de fino cristal, siempre a punto de quebrarse. Mi vientre era un cofre que encerraba un precioso tesoro. En esos primeros dias del verano, latia en mi interior un futuro insospechado, la promesa de una alegria inquebrantable. Durante el mes de agosto, en las que iban a ser nuestras ultimas vacaciones los dos solos, fuimos a las islas Eolias. En Vulcano, donde tenia su fragua el dios del fuego, me tape la nariz y la boca con un panuelo al asomarme al crater humeante, y pense en la lava oculta bajo la corteza terrestre, en lo durmiente, lo que se gesta. Los cristales del azufre tenian de amarillo las laderas, y sus vapores olian a huevos podridos. Al bajar, me entraron nauseas y vomite a los pies del volcan. Aquel hedor infernal impregno nuestras ropas y nos persiguio durante el resto del viaje. 2 Despues del verano, segun mi embrion iba alcanzando, sucesivamente, el tamano de una uva, un datil y un higo, o un caracol, una mariposa y una libelula, me sentia cada vez mas cansada. Al volver del trabajo, me detenia en uno de los bancos del parque para observar a las mujeres con ninos pequenos, quienes acababan de empezar el colegio. Queria aprender sus gestos, descifrar esos detalles que distinguen a una buena madre, hornear bizcochos de zanahoria con harina de espelta y leer cuentos por las noches. Todo me apetecia: conocer la ternura del recien nacido, hacer manualidades y pintar con ceras en cartulinas, empujar el columpio con la fuerza justa, saltar a la comba, jugar a la pelota y a las damas… Sabia que tambien habria noches en vela y fiebre y vomitos y visitas a urgencias de madrugada, pero era parte del trato. Me preguntaba por el paradero de los padres. ?Donde se esconderian? La proporcion en los parques por las tardes entre semana era muy desigual: veia a madres o abuelas o nineras… Muchas mujeres, en todo caso, y pocos hombres. Tambien me tocaria a mi recoger a nuestro hijo de la escuela. No podria contar con A. mas que los fines de semana, y mi suegra era mayor y mi madre demasiado inconstante. Mi suegro no habia cambiado nunca panales, y no aprenderia a estas alturas, y mi padre ya tenia suficiente con atender a sus gemelos. Mis amigas se podrian ofrecer a hacer de canguro, pero a la hora de la verdad estarian ocupadas con otras cosas, y no las culpaba. No era buen momento. En realidad, nunca lo seria. Siempre habria alguna excusa, algun impedimento que se interpusiera en el camino. Deseaba ser una madre leona, lamer a mi cachorro de arriba abajo para limpiarlo y respirar su olor. Con la maternidad, no obstante, seguramente se esfumasen todas mis posibilidades de ser publicada algun dia, de crear algo que mereciese la pena compartir, si es que era capaz de ello. ?Como iba a sacar adelante mis proyectos narrativos con la doble jornada laboral, dentro y fuera de casa, que tendria que asumir debido a los horarios de A.? ?Que fuerzas me quedarian para la creacion?

  • Soluciónes para LEÑA*MENUDA - Crucigrama - FSolver

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  • LENA MENUDA Crucigrama

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    Todas las soluciones para LENA MENUDA - Crucigramas. La solución a este crucigrama es 6 letras largas y comienza con la letra C.

  • Cuerpos vulnerados | Babelia | EL PAÍS

    https://elpais.com/babelia/2021-10-23/cuerpos-vulnerados.html

    22 oct 2021 — Premio Tusquets por 'Leña menuda', aborda el tema desde una perspectiva que aúna ... Zadie Smith, Lucía Lijtmaer y otros libros de la semana ...

  • 'Leña menuda', de Marta Barrio, Premio Tusquets de Novela ...

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    7 sept 2021 — La obra encierra “un relato sobrecogedor de la experiencia dramática de una joven y su maternidad inesperadamente frustrada”

  • Instrumento corto para cortar leña menuda - Solución ...

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    Instrumento corto para cortar leña menuda — Solucin Crucigramas online. ... Karl ...., autor del libro "Conocimiento objetivo".

  • Leña menuda - Solución Crucigramas 911

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    Cuando resuelves un crucigrama, aumentas tu conocimiento general; no obstante, ... ¿Crees que hay otra solución a través de la pista Leña menuda?

  • CRUCIGRAMA - PressReader

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    CRUCIGRAMA. 2018-03-09 -. Leña menuda y hojarasca, que levanta mucha llama. Poeta o cantor épico de la antigua Grecia (pl ... Libro de la ley de los judíos.

  • Leña Menuda - Libros y Literatura

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    25 dic 2021 — Reseña del libro “Leña Menuda”, de Marta Barrio. Llego a esta novela por recomendación de mi amiga Mercedes, que además de escribir (artículos ...

  • Leña Menuda - Libra Independent Bookstore

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    Leña Menuda. $15.900. SKU: 9789876706919. Agotado. Este producto se ha quedado sin stock. Puedes consultarnos al respecto. Encarga tu libro ← Continue ...

  • El Sexo siempre es la Respuesta de Jorge Borges

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    Como Animales: Romance, Sexo y Erotica con el Licantropo Alfa

  • Desaparecido de Pablo Poveda

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    Una extrana mujer le encarga que encuentre a su marido. El acepta, a cambio de una generosa suma.
    Lo que parece un asunto facil de resolver, se convierte en un turbio caso que pondra en peligro su vida.

  • Los bisontes de Altamira de Alberto Vazquez-figueroa

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    La historia novelada de un antepasado muy remoto, aqui bautizado como Ansoc, el gran pintor que hace alrededor de 15.000 anos convirtio una cueva en el mas asombroso escenario de la vocacion artistica y el excepcional talento creativo del ser humano. Miles de anos despues, artistas de todos los estilos y procedencias siguen volviendo sus ojos con admiracion a esa cueva y a ese creador, que inspiro las reveladoras palabras atribuidas a Pablo Picasso: "desde Altamira todo es decadencia".

  • Segundas primeras impresiones de Sally Thorne

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    Uno de los supuestos beneficios de trabajar en la oficina administrativa del complejo residencial para mayores Providence Retirement Villa es que recibo comentarios sobre todos y cada uno de los aspectos de mi estilo de vida y de mi apariencia, los quiera o no. (No los quiero). Estas son las tres preguntas que siempre me hacen los residentes: * ?Cuantos anos tienes? (Veinticinco). * ?Tienes novio? (No). * ?Por que no? (Los motivos son diversos, y ninguno de ellos les convenceria). --En la vida hay mas cosas aparte del hecho de tener novio --le dije en una ocasion a la senora Whittaker, mientras caminabamos hacia su casa. El suelo estaba resbaladizo por la lluvia, asi que iba tomada de mi brazo--. Estoy justo donde quiero estar, ayudandoles a todos ustedes. --Ruthie, querida, en eso tienes razon. Eres una buena trabajadora, pero los novios son una parte muy agradable de la vida. Yo tuve tres al mismo tiempo en una ocasion. --Entro en la casa poco a poco, con el baston golpeteando contra las baldosas. Justo cuando yo estaba pensando para mis adentros que la habia entendido mal, anadio por encima del hombro--: Se conocian entre ellos, asi que todo iba como la seda. Madre mia, !que agotamiento tenia yo encima! Eres mas guapa que yo en mi juventud, podrias probar a hacer algo asi. Me quede alli, parada en el escalon de la entrada, batallando contra el impulso de hacer varias preguntas sobre lo que acababa de oir; basicamente, mi principal duda era la siguiente: * ?Como? La senora Whittaker tiene ochenta y siete anos, y yo creo que todavia podria ligar mas que yo. Pienso a menudo en aquella conversacion. Mientras Sylvia (mi jefa) esta de crucero, puedo usar su mesa de trabajo y disfrutar de las buenas vistas que tiene. Estoy escribiendoles un correo electronico a los de mantenimiento, y al mismo tiempo estoy lidiando con la oleada diaria de melancolia de las tres de la tarde. Tengo preparado un yogur para este preciso momento. Melanie Sasaki, la ayudante temporal, ocupa en estos dias la mesa que suelo usar yo; lo de moderarse es un concepto que no le queda nada claro, asi que come a las 10:30 y estoy oyendo como le suena el estomago mientras abro mi yogur. De repente, en un arranque desesperado que rompe el silencio, me dice sin mas: --Ruthie, estaba pensando en ti. Yo preferiria que no lo hiciera. --Deja que termine este correo para los de mantenimiento primero, despues hablamos. Si, ya se que parezco una capulla estirada, pero para sobrevivir como directora interina durante los proximos dos meses he intentado establecer una politica de <>. Cuando Sylvia esta aqui, jamas le hablo si esta tecleando... o clicando, o a menos que ella me hable primero. !Hacia anos que no me sentia asi de relajada! --Tendriamos que crearte un perfil para buscar pareja por Internet --insiste Melanie, que seguro que hablaria incluso estando bajo anestesia general. --?Como sabes que no tengo uno? --contesto yo, rompiendo mi propia norma sobre lo de guardar silencio. Esta tomandome el pelo, eso esta claro. Los habitantes de Providence son, por regla general, brutalmente sinceros conmigo, pero siempre de forma bienintencionada. --Ni siquiera tienes una cuenta de Instagram, asi que no eres exactamente de las que se lanzan a conocer gente nueva. ?He acertado? Pues si, ha acertado. Vuelvo a activar los Escudos del Silencio. --Dejame terminar esto, Mel. Hago un cambio en la solicitud que estoy escribiendoles a los de mantenimiento: el ?Se puede saber donde cojones estais? lo reemplazo por un mas diplomatico Tal y como solicite en mi ultimo mensaje. Si, YouTube me sirve para aprender algo de bricolaje, pero hasta cierto limite. Una vez que eso esta enviado, encuentro un documento de Word titulado RUTHIE_PERFIL en mi carpeta personal; segun el historial, no he vuelto a abrirlo desde que lo cree el ano pasado en un extrano momento de soledad, cuando lo de buscar pareja por Internet me parecio buena idea durante unos segundos. Quien sabe, puede que no sea tan descabellado. ?Un util borrador basico de un perfil personal que me ayudara a encontrar a mi hombre ideal? Si no tuviera a Melanie observandome fijamente, lo leeria mas tranquilamente. ?Te apetece que te lleve a casa a conocer a mis devotos padres? Soy un alma muy vieja (24 anos que parecen 124). Solo he visto un pene al natural brevemente, y no me impresiono tanto como para ir en busca de otro (aunque supongo que deberia hacerlo). Busco un alma gemela que tenga paciencia, alguien con quien acurrucarme abrazadita y que me avise si llevo mal abrochada la rebeca. Vivo y trabajo en un complejo residencial para mayores; a este paso, acabare por jubilarme aqui. Vale, la unica actualizacion que le haria a esto es que ahora tengo veinticinco anos que parecen ciento veinticinco. --?Has terminado ya? --me pregunta Melanie, como si fuera mi impaciente supervisora. Yo contraataco despues de borrar las pruebas del delito. --?Como llevas la ficha del nuevo residente que te pedi que metieras en el sistema? Ella frunce los labios, como diciendo <>. --No se por que no quieres aprovechar mi verdadero talento, el que no puedo poner en mi curriculum. --Hace una pausa teatral--. !Hacer que la gente encuentre amorcito del bueno! Si supieras a quien tienes sentada enfrente, estarias aprovechando esta oportunidad sin pensartelo dos veces. No se puede negar que la oferta resulta tentadora cuando ves que una persona esta tan segura de si misma. --Bueno, la verdad es que tienes un monton de cosas en el curriculum. Melanie extiende los brazos por encima de la cabeza. --Estoy viviendo a tope la vida de trabajadora temporal, ya lo sabes. Voy pasando el rato con todos los trabajos hasta que encuentre el ideal para mi. Y lo mismo en lo que a los hombres se refiere. Respondeme a esto sin pararte a pensar: ?estas lista para enamorarte? --Si. --No soy lo bastante fuerte como para contener dentro de mi la palabra, y es humillante la fuerza con la que ha salido mi respuesta. Cada noche, como parte de mi ronda de seguridad, recorro el extremo oeste de Providence para asegurarme de que la puerta corredera que protege los contenedores de basura tenga el candado echado. Si, ya se que nadie quiere robar la basura. Me apoyo en la valla metalica y bajo la mirada hacia las luces de la ciudad... Mi alma gemela podria estar justo ahi, bajo esa luz estrellada en concreto, pero soy demasiado gallina como para ir en su busca, y esa realidad me tiene el corazon que parece un dolor de muelas: si no me ocupo de el pronto, es posible que al final haya que extraerlo de raiz. Cada noche, al revisar el candado, contemplo las luces y le pido de nuevo perdon a mi alma gemela. Melanie esta mirandome abiertamente con tanta empatia que trato de disimular lo mucho que significa ese <>. --A ver, todo el mundo espera encontrar... --Shhh... No, no, no... --insiste hasta que ceso en mi intento de guardar las apariencias--. No te preocupes, voy a ayudarte. Mel ha tenido tres citas como minimo en las tres semanas que lleva aqui, todas ellas en un bar de tapas al que llama <>. Antes de cada una se pone una extension en el pelo (una coleta negra excesivamente larga), y me hace revisarla desde todos los angulos habidos y por haber; ah, y tambien anota los detalles de cada cita, <>. ?Confia en mi para ser su testigo ante la policia? No se hasta que punto deberia sentirme halagada. Consulto el calendario otra vez... Pues si, asi es, solo lleva tres semanas aqui. Quizas deberia aprovechar la oportunidad de consultar con esta profesional tan curtida, es como una electricista para mi vida amorosa. --Bueno, ?que pone en tu perfil? Siempre lleva el movil en la mano, puede abrir la aplicacion sin tener que bajar la mirada. --Mira, yo puse esto: <>. No puedo afirmar de forma categorica que yo descartaria de antemano a alguien por alguno de esos factores. --Pero ?que pasa si resulta que tu alma gemela es alguna de esas cosas? Un... rarito pobreton o... Miro fijamente el platano y el balsamo labial que tengo encima de la mesa. La vida esta llena de variables. El cuello se me esta perlando de sudor bajo la coleta. --No lo sera --contesta Melanie con conviccion--. ?Crees en lo de las almas gemelas? Que sorpresa, no me lo esperaba de ti. --Me observa con cara de <>--. Eres toda una romantica, !que calladito te lo tenias! --No hace falta que me ayudes, lo hare yo misma. Mi intento de dar marcha atras llega demasiado tarde, ella ya ha tomado las riendas del caso por su propia cuenta; despues de pasar a una pagina en blanco de su colorida libreta decorada con purpurina, procede a preguntarme: --Nombre: ?prefieres Ruth o Ruthie Midona? --Ruthie esta bien. Da pie a menos rimas graciosillas. Los profesores solian usarme como fuente de informacion si tenian que ausentarse del aula y se encontraban con un caos al volver (vamos, que para ellos era como la caja negra de un avion), y de ahi salio una frasecita que solian decirme en el colegio: <>. Era la chica que iba a misa y usaba zapatos de tiendas de segunda mano; mis companeros de clase tenian ponis y motos de agua. Melanie tambien esta distraida. --Ah, tengo un mensaje. De cero a diez, le daria un cuatro. Mira, ?lo ves? Un pito. --Me muestra la pantalla y si, en efecto, es un pito. Necesitaria un platano o un balsamo labial para verlo a escala. Ella hace una mueca burlona mientras prepara una respuesta--. Siempre contesto con una foto del pito de una cebra, eso les ayuda a ver las cosas con algo de perspectiva. --Y procede a mostrarme tambien el pito en cuestion. ?Que pito humano mereceria un diez de diez? Me doy cuenta de que esta es la primera pagina de una demanda. Pitos en el lugar de trabajo, Sylvia se pondria furiosa. --Deberiamos trabajar, la verdad es que no tengo tiempo de salir con nadie. --Archivo varios documentos en la A de <>. --Venga ya, claro que tienes tiempo. No entiendo como has aguantado dieciseis anos en este lugar. --?Cuantos anos crees que tengo? --Veo como baja la mirada hacia mi ropa--. Llevo seis anos aqui, Mel. No dieciseis. --No te ofendas, pero yo tengo contrato hasta Navidad y eso ya es una eternidad. Ante semejantes palabras, dichas ademas en un tono de total desolacion, tan solo puedo responder: --Tengo un yogur de sobra si lo quieres. --!Uy, si, por favor! Y ambas hallamos las fuerzas necesarias para continuar. --Tengo veinticinco anos. --No se por que, pero me da un poco de verguenza admitirlo. --!Veinticinco! --lo dice maravillada mientras lo anota--. !Solo tienes tres mas que yo!, ?como puede ser? --Se da cuenta de como ha sonado eso y procede a intentar arreglarlo--. Pero tienes muy buena piel. Solo me refiero a que eres muy madura y tal, dirigiendo este lugar. Voy a usar el formato de perfil que me ha sugerido. --Plebeya poco exigente de veinticinco anos, asi soy y me arrepiento de muchas cosas. Ella suelta una risita y golpetea la libreta con el boli. Sus ojos oscuros me observan penetrantes, con mirada critica. --?Como sabes que eres poco exigente? --Mirame. --No solo es cuestion de apariencia. --Melanie es una persona caritativa. No estoy mal, pero tampoco soy nada del otro mundo--. ?Te gusta que tu chico este encima de ti a todas horas? Mandandote mensajes de texto cada dos por tres, llevandote a un monton de sitios, regalandote cosas... ?Quieres que este obsesionado contigo o prefieres a alguien que te de algo de espacio? --Se da cuenta de algo--. !Uy, perdona! Si no te van los hombres, pues genial tambien. --Pues la verdad es que no lo tengo claro. --Intento explicarme mejor al ver que me mira perpleja--. Me gustan los hombres, pero no se si quiero tenerlo encima a todas horas. (Mentirosa, eso me encantaria). (Bueno, eso creo). --?Como era tu ultimo novio? --Eh... --Lo unico que se me ocurre es que era muy religioso, asi que junto las manos como rezando. Espero que eso sea respuesta suficiente--. Ha pasado mucho tiempo. Ella entorna un ojo con suspicacia. --?Cuanto, exactamente? No puedo responder a eso sin exponerme a una total y absoluta crucifixion. Si esto fuera una pelicula para adolescentes, en este momento se insertarian varias escenas: yo vestida para la fiesta de graduacion durante un baile lento con un Joven Devoto llamado, literalmente, Adam. Pasamos entonces a una escena en la que estamos los dos en una cama individual, parcialmente desnudos; Adam esta de espaldas a mi, los sollozos sacuden sus hombros. Si crees que ese recuerdo no puede ir a peor, a ver que opinas si te digo que: * Mi padre es reverendo. * Adam acudio a el a la manana siguiente para pedirle consejo. * Si, consejo sobre el pecado que habia cometido conmigo. * Pues eso. En cuanto a mi, la tarea de aconsejarme fue trasladada a mi madre, quien me dijo que papa estaba <> por mis <>; al parecer, la decepcion fue tan grande que no hemos tenido una conversacion en condiciones desde entonces, y yo no he vuelto a tomar una mala decision. --Quieres reactivar tu vida social. --Melanie procede a escribirlo en su libreta--. He redactado los perfiles de todas mis amigas y el de mi hermana mayor, Genevieve. Y resulta que mi vestido de dama de honor es de color pistacho, asi me lo agradece. ?Una hermana prometida en matrimonio? Vaya, entonces tiene unas credenciales de peso, pero esto empieza a parecer el comienzo de otra pelicula para adolescentes y no tengo intencion alguna de participar en ella. --No publiques nada sin mi permiso, por favor. --Claro que no. --Se la ve tan sorprendida que me averguenzo de haber sido tan suspicaz--. Crearemos un calendario de actividades para hacer en casa y empezaremos muy poquito a poco, y al final estaras en la Cupula del Trueno con un tipo de lo mas sexi besandote el cuello. No elegiremos al primero que aparezca; para cuando me vaya de aqui, tendras pareja. --!Eso es totalmente imposible! --alcanzo a decir, boquiabierta. --No, no lo es cuando sigues el Metodo de Melanie Sasaki. --Lo escribe y lo subraya un monton de veces--. El Metodo Sasaki, !que bien suena! Parece el titulo de un libro de autoayuda, !podria ser una serie de Netflix! --Ha vendido los derechos a los diez segundos de tener la idea. Ella no es la unica que esta adelantandose a los acontecimientos, yo misma todavia estoy dandole vueltas al concepto ese de los besitos en el cuello y el tipo sexi. Para cuando Melanie haya obrado su magia y se marche de aqui, estare viendo el especial navideno de mi serie favorita, Un regalo del cielo, sentada en mi sofa con alguien que quiere besarme. ?Sera realmente posible algo asi? --Bueno, ?que me dices? ?Te apuntas al Metodo Sasaki? -- Melanie esboza una sonrisa de oreja a oreja--. !Sera genial! --?Me lo puedo pensar? --Digamos que soy una persona que prefiere pensarse bien las cosas. --Quiero una respuesta antes de salir del trabajo este viernes. -- Estamos a lunes. Melanie se gira hacia su ordenador y se pone a teclear. Justo cuando estoy pensando que ha ocurrido un milagro (!esta trabajando un poco!), en mi ordenador suena un aviso: se me solicita que confirme una reunion para este viernes a las cinco de la tarde. ?El tema a tratar? El Metodo Sasaki, por supuesto. Clico en aceptar y, sin mas ni mas, esta conversacion no se da por terminada, tan solo ha sido reprogramada.

  • Desde mi ventana (Juntos y revueltos 2) de Eleanor Rigby

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    Cuando quieres estar cerca de alguien, ser solo su vecina puede no ser suficiente.

  • Oh my Gothess de Lucia Arca Sancho-arroyo

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    En la red, Dark Gothess es una bloguera que escribe sus reflexiones y sentimientos en una bitacora personal. El misterioso Cold Raven es su mas fiel seguidor.

  • Alas de cristal de Carol S. Brown

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    Rosalie Ridgeway tiene un problema. Su ansiedad social le impide relacionarse con normalidad, por lo que la tarea de encontrar marido es la mas ingrata que la joven puede imaginarse. Sobre todo, cuando sus padres la presionan para que se case con un hombre con titulo, pero ella solo puede desear el corazon de una persona en particular: su mejor amigo.
    Simon Daventry esta convencido de que ardera en el infierno por pensar en Rosalie mas de lo que se consideraria correcto para dos personas que se han criado juntas. Y, aunque se muere por hacerlo, no se atreve a decirle nada porque sabe que no seria correspondido.
    Asi que, cuando The Golden Swan publica una columna con Rosalie como protagonista, la vida de ambos da un reves y Simon tendra que actuar rapido si no quiere perderla. Sin embargo, no sera facil, pues la majestuosa Lily Manor se vera envuelta en un suceso que traera horribles consecuencias.
    La musica, un primo peculiar y unas hermanas escandalosas acompanaran a los Daventry en esta novela.

  • NIEVE en el corazon de Luna Villa

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    Un hombre atormentado por el dolor y la culpa. Un hijo por el que esta dispuesto a luchar para que no se lo arrebaten. Cuando parece que nada tiene sentido, Ethan abre los ojos para ver a lo mas bonito que ha podido pasarle desde el nacimiento de su hijo. Avery llega a Vancouver para darle un giro a su vida y a la de Ryan. ?Sera suficiente ese amor para acabar con la nieve que cubria su corazon?

  • Los caminantes. Hades Nebula de Carlos Sisi

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  • Dejame amarte (Dejame amarte 3) de Norah Carter, Monika Hoff

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    Por fin estaba en Dubai, me centre en disfrutar al maximo de esa experiencia, en aquel pais, junto con uno de los hombres mas ricos del mundo. Despues de lo que habia pasado con Brian, me apetecia vivir cada oportunidad que me pusiese la vida por delante. Me sentia extrana en ese coche de lujo sentada en el sillon de atras, el iba sentado junto a mi, delante iba el chofer y uno de seguridad, por supuesto ibamos escoltados por dos coches delante y dos detras, el dispositivo de seguridad que llevaba era impresionante. En el camino pude observar la cantidad de rascacielos y lujo que derrochaba esa gran ciudad. Llegamos a un muelle privado donde aparcaron los coches y me guiaron hasta un yate impresionante donde invitaron a montarme para continuar nuestro trayecto al que rapidamente descubri que era una isla privada a pocos kilometros de la costa. En el yate nos sirvieron un champagne que solo la botella anunciaba que posiblemente seria mas cara que lo que costaba mi casa, el sabor era indescriptible, no recordaba haber tomado en mi vida uno con un sabor tan fino y delicado. Cuando nos situamos frente a la isla y pude ver todo ese complejo privado que tenia, por poco me da un desmayo, sin duda era para quedarse ahi a vivir toda una vida, el color del mar era uno de los mas atractivos que habia conocido. Entramos a la villa de lujo con una superficie habitable de mas de 1.500 metros por planta, pude comprobar que tenia ocho dormitorios con sus cuartos de banos, una terraza en cada nivel, ascensor, un salon, cocina impresionante y una piscina frente al mar que sin duda era la mas bonita que habia visto en mi vida. Mi cara era de tonta total, el sonreia al mirarme, unos jardines de lujo hacian que todo aquello fuese todavia mas lujoso y extravagante, a los alrededores veinte villas pequenitas que servian de alojamiento para las personas que invitase. Solte las maletas en aquella habitacion que podia medir unos 100 metros cuadrados tranquilamente y coloque todo lo que llevaba. Me puse un banador muy elegante y por encima me tire un vestido tipo arabe de mangas por el codo y por encima de las rodillas, muy elegante pero playero a la vez. Baje hacia abajo y ahi estaba el, en la terraza, con su banador y tomando una copa mientras me esperaba, pude comprobar que tenia un cuerpo impresionante, se notaba que lo trabajaba mucho, el moreno lo hacia mas atractivo y seductor aun. -- Estas preciosa, no sabes cuanto me alegro de que hayas aceptado mi invitacion --dijo mientras me entregaba una copa de vino. -- Me ha venido muy bien hacer este lapsus en mi vida, gracias por pensar en mi para este viaje. -- Manana por la manana iremos al centro comercial mas importante de la ciudad para que escojas el vestido que quieras, no te habia dicho que pasado manana hare una fiesta exclusiva en esta isla y vendran invitados muy especiales y exclusivos, se alojaran aqui durante unos dias. -- !Que verguenza! No se si estare al nivel. ?Como me has hecho esto? --esboce una sonrisa. -- Por supuesto que estaras y estas al nivel, no invito a permanecer unos dias de mi vida a cualquiera, manana compraremos el vestido, podras escoger el que mas te apetezca y que mejor creas que te sienta, quiero que estes deslumbrante --hizo un guino de ojo. -- Esta bien, te agradezco mucho que hayas pensado en mi para disfrutar de esta fiesta y estancia, que no esta al alcance de cualquiera. -- Vuelvo a repetirte que no eres cualquiera --agarro mi mano y la acaricio suavemente. -- Me halaga que asi sea, la verdad que estar en un lugar asi, es algo para recordar toda la vida, y tener la posibilidad de disfrutarlo te da una sensacion que sabes que sera unica. -- Pues te puedes quedar aqui y fijar tu residencia, eso si, tendras que aguantarme aqui contigo --guino de nuevo su ojo. -- ?Me estas haciendo una proposicion? -- Pues claro, tienes tiempo para pensarlo --sonrio mientras levantaba su copa. -- Entonces, si acepto, tendre que ver como pones a cada una de tus mujeres en uno de los bungalos exteriores, ?verdad? --fui directa a la yugular. -- Si tu te quedases, serias mi unica mujer, renunciaria al resto de ellas --dijo mientras daba un sorbo a su copa. -- Me lo estas poniendo muy facil, algun truco tiene que haber. -- Ninguno, Paola, te ofrezco todo lo que tengo para ti sola, desde el momento en que te vi sabia que serias lo unico que desearia y no podria comprar en la vida. -- Al final me lo voy a creer --dije mientras me metia en la piscina ya que el calor de ese lugar era asfixiante. -- Me encantaria verte con un traje rojo para esta noche, debe quedarte espectacular ese color. -- Me gusta, lo veo lo bastante elegante para una ocasion como esta. -- Pues buscaremos el traje rojo mas bonito de todo Dubai. -- Menos mal que vas a pagar tu, porque solo el nombre de esta ciudad indica que el mejor traje no debe de bajar de cinco ceros. -- Ese no es el problema, quiero que con lo que compremos te sientas a gusto y resplandeciente. -- Yo la verdad que con cualquier trapito estoy mona --dije bromeando. -- De eso soy testigo --dijo riendo. Salir de la piscina y me fui directa para el mar, tenia ante mi la mejor playa privada que jamas hubiese imaginado poder pisar, me meti en el agua y me zambulli, al salir ya lo tenia frente a mi con una sonrisa en los labios y rodeandome con sus brazos. Nos quedamos mirandonos unos segundos hasta que nuestros labios se encontraron y comenzaron a juntarse de la manera mas dulce que jamas pude imaginar de ese hombre. Al separarnos me regalo una sonrisa que advertia lo feliz que le habia hecho ese momento, la verdad que a mi tampoco me habia disgustado, es mas, me habia dejado con muy buen sabor de boca. Salimos hacia fuera y nos tumbamos en una de esas tumbonas balinesas que habian repartido alrededor de toda la orilla de la playa, rapidamente teniamos un chico del servicio preguntandonos que queriamos tomar, mando a pedir una botella de vino, ya veia como habia dos chicos preparando una parrillada de marisco en una de las barbacoas que habia alrededor del jardin. -- Es una de las veces que mas bonito veo el mar, debe ser por la belleza que tu has traido a este lugar. -- Que exagerado eres --puse ojos en blanco. -- Sabes que es cierto lo que digo, ?te apetece que nos traigan la cena aqui o nos vamos al jardin? -- A mi me da igual, pero aqui se esta de escandalo, no me importaria seguir disfrutando de este momento. -- Sus deseos son ordenes para mi --hizo un gesto a uno de los del servicio para que nos preparase una mesa en aquel lugar. -- Debe ser alucinante vivir en un mundo donde todo lo que quieras lo tienes al instante. -- Vente a instalarse aqui y compruebalo por ti misma --puso cara de interesante mientras acariciaba mi rodilla. -- Al final me lo voy a tener que pensar --dije mirandole fijamente a los ojos aunque ni se me pasaba por la cabeza plantearmelo. -- Tienes toda la semana para hacerlo, esperare la respuesta impaciente. -- En una semana no puedo decidir toda una vida --recorde lo bien que habia dejado mi estado en la Toscana gracias al anillo que me habia regalado Brian de un regalo que le hizo mi jeque. -- Dejame amarte y veras lo facil que es pensar todo. Me entro una suave risa . -- Tengo una semana para hacerlo. -- Eso lo se, desde el momento que aceptaste venir por esos dias conmigo. -- Bueno de todas formas yo no tengo que trabajar y me puedo quedar unos dias mas, lo digo por si me dejas disfrutar de esto el tiempo que necesite, luego cuando me aburra... !aqui te quedas! --solte bromeando. -- Bueno, tambien me puede valer por si necesito algunos dias mas para conquistar tu corazon. Se me caia la baba con las cosas que me decia ya que cualquier mujer desearia que un hombre de esas caracteristicas estuviese babeando por ella, cada palabra que me decia era con un carino y un derroche de amor impresionante, me puse a pensar que la vida se habia encaprichado en ponerme una serie de hombres ricos en mi camino, pero ese era muy gracioso ya que todas mis bromas las entendia perfectamente y me las seguia sin darle importancia a lo que le estaba diciendo. Me daban ganas de contarle al jeque lo del anillo y que lo habia vendido, seguramente el se lo iba a tomar bien, incluso se alegraria de que hubiese caido en mis manos, lo que no estaba segura era de que le gustara enterarse de la relacion que habia tenido con Brian, asi que por ahora no se lo contaria, pero conociendome... poco me faltaba para contarselo. Nos pusieron una mesa entre las dos tumbonas y justo a la altura para estar comodos, un precioso mantel blanco sobre ella, con una mariscada, todo estaba cuidado hasta el minimo detalle, la cuberteria era la mas fina que habia visto en mi vida. Ya estaba viendo como el jeque iba a coger los cubiertos para comer la langosta que ya estaba abierta y preparada, lo mire muerta de risa y le dije que conmigo se dejase de tanto protocolo, que yo me la iba a zampar con los dedos, le hizo mucha gracia y me dijo que adelante. -- Cuentame sobre tu vida --le pedi mientras me limpiaba las manos con la tipica toallita de limon. -- ?Que quieres saber? -- No se, como es esto de ser jeque. No creo que sea tan facil como parece. -- La verdad es que no --fruncio el ceno. -- Pues eso --bebi de mi copa de vino--, cuentame un poco. -- A veces la gente piensa que por tener dinero todo es sencillo y no es asi --se apoyo en el respaldo de la silla y me miro fijamente a los ojos--. Tenemos problemas, como todos, pero claro que el dinero ayuda. -- Eso seguro --esa parte la entendia--. ?Que es lo mas dificil? -- Los amigos. -- ?Tener amigos es dificil? -- Tener amigos no, pero ese es el problema --bebio un poco de su copa y la puso de nuevo sobre la mesa--. Cuando estas en una situacion tan privilegiada como la mia, no tienes mas remedio que ser siempre desconfiado. La gente siempre se ha acercado a mi por mi posicion social, si podemos decirlo asi, o por mi dinero. Me quede mirandolo mientras llegaba a entenderlo. -- ?Y como los diferencias? -- No lo haces, a veces te guias por tu instinto, otras veces por no tienes mas que desilusionarte --se encogio de hombros. -- Y te hace ser mas desconfiado, supongo. -- Si, claro. Pero confio mucho en mi sexto sentido. Esto no es nuevo para mi asi que ya tengo experiencia. -- ?Y que te dice tu sexto sentido conmigo? --quise pegarme nada mas decir la pregunta en voz alta, no podia mantener la boca cerrada nunca. Esbozo una sonrisa sesgada y me miro con la diversion brillando en sus ojos. -- No creo que te guste saberlo. -- Y tanto que me gusta. Bueno, tal vez no me gusta --reconoci--, pero soy una alcahueta de primera, asi que lo quiero saber. -- No te adelantes a los acontecimientos, Paola, deja que la vida decida. Lo mire durante largo rato, esa frase me era demasiado conocida. -- No puedes pedirme que no lo haga. Soy una alcahueta de primera --al final acabe riendo y el conmigo pero era cierto, era demasiado curiosa para mi propio bien. -- Quizas un poco mas adelante te lo cuente --me guino un ojo--. Ahora disfrutemos del tiempo que estaremos juntos y ya veremos que nos trae el futuro. -- Ya veremos si aciertas o no --lo mire a los ojos mientras volvia a beber. -- Brindo por eso --levanto la copa y yo hice lo mismo. La comida fue bastante divertida. La verdad era que no tenia nada que ver con la impresion de seriedad que daba. Era un hombre bastante divertido, al menos conmigo era asi, y, sobre todo, atento. Me sentia bien con el y eso me daba un poco de miedo. Pero estaba dispuesta a vivir el dia a dia y no pensar en nada mas. Estuvimos de nuevo disfrutando del sol durante un par de horas mas y luego volvimos a darnos una ducha. Estuve mas tiempo de la cuenta en la banera, pero me habia preparado un perfecto bano con sales aromaticas y relajantes y queria disfrutarlo al maximo. Habiamos quedado en que tendria la tarde libre para descansar o hacer lo que quisiera ya que el tenia asuntos de negocios que arreglar y asi yo podria descansar un rato, y que nos veriamos a la hora de la cena. -- Quiero verte espectacular --me dijo antes de despedirse de mi en la puerta de la habitacion y marcharse. Me decidi por una falda cenida negra y de talle alto que llevaba, la habia comprado especialmente para ese viaje, y una blusa de seda blanca. Se transparentaba demasiado asi que use ropa interior blanca tambien. No sabia si le gustaria que se viera mas de la cuenta teniendo en cuenta el personal de servicio. Me mire en el espejo y no vi nada del otro mundo o que pudiera ofenderle asi que me encogi de hombros y segui arreglandome. Media hora mas tarde entre al salon. Estaba sirviendose una copa y yo me quede en la puerta contemplandolo. -- Me alegra que ya estes aqui --dijo sin tan siquiera darse la vuelta. -- Espero no llegar tarde. -- Tampoco tendrias que disculparte, esperaria el tiempo que fuese necesario. Me gusto ese comentario y sonrei.

  • Redencion (Placeres prohibidos 4) de Adrian Blake

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    Conoci a Gabrielle en una noche de lluvia, y desde entonces he sido incapaz de dejarla marchar. He tenido que luchar con mis demonios para ser el hombre que ella merece. Ahora quiero dar un paso mas… ?Me acompanas en el tramo final?

  • El latido de la tierra de Luz Gabas

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    Vuelve Luz Gabas con su novela mas sentida.

  • El vaso de plata de Antoni Mari

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    La nostalgia de las excursiones dominicales, la desolacion por la muerte de un amigo, el trastorno de los sentidos al viajar por primera vez lejos de casa, el vertigo que provoca el riesgo de una travesura, la ebriedad de los primeros dias de vacaciones…

  • La muerte de Ivan Ilich de Lev Tolstoi

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    van Ilich es un funcionario de la administracion zarista cuya principal aspiracion, como la de sus colegas, es escalar peldanos en su carrera para mantener su bienestar y asi seguir formando parte del mundo burgues en el que ha vivido siempre. Casado por conveniencia, al poco tiempo descubre el hastio que le produce la familia y centra su vida en el trabajo. Una monotona existencia que cambia repentinamente con la llegada de un importante personaje
    a su vida…

  • Humo de Jose Ovejero

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    Nos decian que las abejas estaban desapareciendo, pero algunas mananas hay tantas que si salimos de la cabana tenemos que caminar con la boca y los ojos cerrados para que no se nos metan en ellos. En realidad, ya salgo yo sola, si no queda otro remedio, porque la ultima vez que lo hicimos los dos al nino se le introdujeron siete u ocho por las mangas y el cuello de la camisa y le clavaron los aguijones en los brazos y en el pecho. Primero grito muy fuerte, un solo grito que parecia mas de sorpresa que de dolor. Luego rompio a llorar. Sus ataques de llanto no suelen durar mucho. Ademas, se quedo muy impresionado cuando escupi en la tierra y forme un barrillo con los dedos que, despues de extraer los aguijones con las unas, aplique sobre las picaduras. Para que el barro chupe el veneno, le explique. Desde entonces el nino se queda en la cabana, con la frente pegada a la ventana, si tengo que salir en medio de la nube de abejas a cortar lena o a desatascar de lodo el desague roto que va a la fosa septica. Aunque lo remiendo una y otra vez, el cano esta partido por tantos sitios que el barro termina por entrar y se solidifica en su interior, provocando el atasco del retrete. Cuando una de esas pequenas emergencias que me obligan a salir de la cabana coincide con la invasion de abejas, cierro los bajos del pantalon y los punos de la blusa o el jersey con una cuerda. Me tapo el cuello con una bufanda y me envuelvo la cabeza con otra para evitar que se me enreden en el pelo. Al principio me ponia gafas para que no chocasen contra mis ojos, pero siempre se extraviaba alguna por detras de los vidrios, se asustaba y acababa picandome en un parpado. Aunque me he acostumbrado a las picaduras, en el parpado son muy dolorosas y la inflamacion me dificulta la vision durante dias. Pero si podemos nos quedamos en la cabana mirando esas oleadas que se desplazan con movimientos como los de los estorninos. Igual que una bolsa de plastico flotando en el viento, baja, sube, se ondea, parece deformarse. El nino mira en silencio -casi todo lo hace en silencio- y debe de sentir miedo porque me toma de la mano y se sacude a veces como si sintiese escalofrios y se junta un poco mas a mi. Es uno de los raros momentos en que me permite que rodee sus hombros con un brazo. En algunas ocasiones nos envuelven durante tantas horas que acabamos por abandonar nuestro puesto de vigilancia, lo que no significa que nos olvidemos de ellas, porque el zumbido atraviesa las paredes de madera y yo misma me sacudo con frecuencia un insecto inexistente cada vez que me rozo con algo. La piel me pica como si estuviese recorrida, tambien debajo de la ropa, por miles de patitas invisibles. Cuando por fin desaparecen abrimos la puerta y el mira a un lado y a otro para asegurarse de que se han marchado, aunque si estuviesen cerca seguiriamos oyendo el bordoneo de sus alas. En el suelo quedan algunos cadaveres y tambien abejas que no han terminado de morir y caminan atontadas o patalean de espaldas en la tierra. El nino no las remata pisandolas, pero las contempla con desconfianza y a veces, cuando alguna deja de caminar, la empuja con la punta del pie como para asegurarse de que ha muerto. No he conseguido averiguar de donde vienen. Los panales de corcho que se encuentran en el camino del bosque estan abandonados y en ellos se acumulan las hojas secas y telaranas sucias en las que tiritan palitos y restos de insectos. Tampoco se por que vienen; no las veo libar en las flores cercanas a la cabana, no se interesan por jaras ni cantuesos ni retamas e incluso se arremolinan en esta zona en epocas en las que apenas hay flores; tan solo vuelan, apelotonandose unas contra otras en el aire de forma que a veces hasta resulta dificil distinguir las montanas que se alzan al otro lado del valle. Ahora deben de haber pasado dos o tres semanas desde que el ultimo enjambre rodeo la casa. Quiza porque empieza a entrar el frio o porque desde hace dias sopla desde la sierra un viento que las ahuyenta. Aunque en realidad estoy hablando de la misma cosa, porque el frio siempre llega con el viento de la sierra, como si el invierno no pudiese venir desde otro lado. La llegada de ese aire helado me produce todos los anos una sensacion de desaliento y de rabia a la vez. Me paraliza durante horas en el interior de la cabana. Me hace pensar en la huida o imaginar un milagro -mentira, ni siquiera puedo imaginarlo- que venga a resolver mis problemas. Con la entrada del invierno nuestra vida se vuelve aun mas precaria si cabe, mas incierta. Otra vez el hielo. Otra vez la nieve. Sobre todo, otra vez el hambre. ?Tendran temores parecidos los pocos animales que habitan estos bosques? Hace cinco o seis anos que no piso una ciudad y me he acostumbrado a oir unicamente los sonidos que produce la naturaleza. No hay maquinas por aqui cerca y al coche aparcado a cien metros de la entrada de la casa ya le habian robado el motor cuando llegue. Aunque para usar la palabra robar habria que suponer la existencia de un dueno. Por supuesto le faltan las ruedas y supongo que tambien los circuitos electricos. Una de las primeras cosas que comprobe fue si le quedaba gasolina, pero el tubo que introduje en el deposito solo me aporto una bocanada de gases de petroleo, cuyo sabor punzante aun recuerdo. Tampoco funciona el aserradero, que se ha ido desmoronando en medio del bosque de eucaliptos y ahora crecen entre las tablas lilos y piornos, zarzamoras y rosales silvestres. Incluso los aviones que a veces atraviesan el cielo trazan en silencio sus lineas blancas sobre el azul: el aeropuerto mas cercano esta a varios cientos de kilometros y por eso los aviones vuelan a gran altura. Asi que casi unicamente oigo crujidos, zumbidos, silbidos, las hojas rozandose en las ramas unas contra otras, la llamada o la queja de un animal, la lluvia sobre las tejas y la uralita, el viento haciendo tabletear las contraventanas, que quite por ese motivo y porque estaban tan rotas que no protegian del frio. Tampoco el nino es ruidoso. No es que no hable, es solo que puede pasarse dias sin decir palabra. A veces responde y a veces no, otras es el quien, por iniciativa propia, dice algo. Senala y dice: avellanas. Dice arroyo, y lo dice alargando y acentuando la erre, como si le produjese placer pronunciar ese sonido. Dice lluvia. Dice cardo. Dice fuego. Dice ayer, y entonces no se a lo que se refiere. Si le pregunto de donde viene se queda un rato pensativo y dice: tiempo. Ignoro como se llama y quiza ni el lo sepa. Uno de los primeros dias, sentados cada uno a un lado de la mesa de la cocina, lleve el indice a mi pecho y dije: Andrea. No me llamo Andrea, pero es un nombre que me gusta y da igual como me llame de verdad. Esa es una de las pocas cosas que puedo elegir. Andrea, le repeti senalandome. Andrea. Luego lo senale a el. Doblo el cuello para ver donde se apoyaba mi dedo contra su esternon. Yo Andrea, volvi a tocarme. ?Tu? Fruncio el ceno; miraba mi dedo como esperando a ver que venia despues, como si ese gesto fuese el inicio de un acontecimiento interesante. Adios, dijo por fin, que es lo que dice siempre que una situacion lo supera. Desde entonces, cuando estoy de buen humor, lo llamo Adios. Afirmar que el sonrie seria mucho afirmar, pero si tengo la impresion de que sus facciones se destensan un poco, como si estuviese pensando en sonreir. Por las mananas, cuando su rostro esta relajado, apenas abre los ojos al despertar, se diria que tiene seis anos. Hacia la tarde ya ha envejecido, mas bien, se ha desgastado y sus rasgos parecen difuminarse, deshacerse. Entonces recuerda a un chico de diez o doce que acaba de escapar del orfanato en el que lo maltrataban. Me gusta mucho por la manana, me produce alegria vigilar de reojo los gestos con los que explora el diminuto mundo en el que vivimos encapsulados. Hacia la tarde ya siento por el ternura o compasion o las dos cosas mezcladas, me gustaria acunar a ese pajaro recien caido del nido, a ese gato que regresa a casa tras sobrevivir a un chapuzon en el rio helado, a ese perro que a pesar de todo se acerca temeroso a la persona que acaba de golpearlo. Vivo con un animalito que no es del todo domestico, con un ser incapaz de sobrevivir por si mismo y que sin embargo ni mendiga ni se rinde. Si fuese mi hijo estaria orgullosa de el. Contemplo un atardecer incendiado. Las nubes que han pasado casi todo el dia prendidas de la falda de la montana han ido alzandose y ahora flotan sobre los picachos con la panza de color rosa, tinendo la nieve con su reflejo. Ya el sol se ha puesto para nosotros, pero la luz es mas brillante que hace unas horas. Tambien brillan rojizas y amarillentas las ultimas hojas de los alamos y los robles. Bajo la vista y descubro que el gato esta mirando en la misma direccion. ?Tendran los animales un sentido de la belleza? ?Sentiran emocion ante un mar reventando contra la base de un acantilado, ante un bosque invadido por la bruma, ante un cielo que parece a punto de fundirse en un manto de ascuas? El nino, a nuestro lado, dibuja figuras en el polvo: nunca dibuja animales ni personas, arboles ni casas, tampoco nubes o soles. Sus garabatos parecen reflejar un mundo de seres unicelulares: ovalos rodeados de flagelos, formas ahusadas de las que sobresalen antenas, figuras que podrian ser corales o amebas. Acumula un dibujo encima de otro, sin borrar el antiguo, como si se fagocitasen. Mientras tanto el cielo ha pasado del rosa al rojo ascua, los bordes de las nubes son filos incandescentes, pero el fondo del valle se va difuminando, como si se sumergiera en agua turbia. El nino se ha puesto en pie. Cierra los ojos unos segundos y los abre durante un lapso similar, repite la operacion una y otra vez y me pregunto si se cerciora de que cuando abre los ojos el prodigio continua alli. Quiza piense que el mundo solo existe cuando el lo percibe. ?Te gusta?, le pregunto. El asiente, creo, y a veces pienso que nuestra comunicacion va mas alla de lo inmediato, que en realidad hablamos de algo mucho mas amplio y significativo que lo que podrian traducir mis palabras. <>, he escrito, como si de verdad el respondiese con frases mas o menos imperfectas. Luego continua dibujando su mundo geometrico en el que no puedo imaginar que retrata o muestra. Quiza nada. Entre esas lineas y lo que lo rodea es posible que no exista relacion alguna. Tampoco parece encarinarse con ninguna de sus obras; no las examina al terminar -si es que ha terminado algo-, las pisa sin cuidado, no le importa que Miss Daisy o yo hagamos lo mismo. La gata y el nino no pueden explicarme por que hacen lo que hacen, no aportan motivos. Son dos cajas negras imposibles de abrir. Tampoco es que yo les de muchas explicaciones. Convivimos, calladamente la mayor parte del tiempo. Hacemos lo que tenemos que hacer; sin justificarnos. Sin mentir. No puedo imaginar una familia mejor

  • El peloton rojo de Clinton Romesha

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    En 2009, Clinton Romesha, de la seccion Red Platoon, y el resto de la tropa Black Knight se preparaban para cerrar el Comando Outpost (COP) Keating, el mas remoto e inaccesible de una serie de bases militares construidas por el ejercito estadounidense en Nuristan y Kunar, con la esperanza de impedir que los insurgentes talibanes se moviesen libremente entre Afganistan y Pakistan.

  • Calles de chatarra de Alejandro Guardiola

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    Una oscura noche, despues de una discusion familiar, la pequena Irina asiste impotente al asesinato de su hermana, sin que sea capaz de explicar nada ni a la policia ni a sus padres.

  • Ascension (Sabrina Strong 1) de Lorelei Bell

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    Sin un centavo tras la muerte de su padre, a Sabrina Strong no le entusiasma la idea de trabajar para la Asociacion Norteamericana de Vampiros.

  • Hasta que salga el sol de Megan Maxwell

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    En casa de los Sanchez sonaba la radio cuando Agata, madre de dos ninas, mujer trabajadora y esposa de Mario, tarareaba alegremente mientras cocinaba. --Mama --protesto Sofia, su hija menor--. Esther me ha echado de su habitacion y dice que esta noche no puedo estar en su fiesta de pijamas. --Carino, ya lo hemos hablado. --Joooo, mamaaaaaaaa… Agata sonrio. Sus hijas se adoraban, pero en ocasiones se llevaban peor que el perro y el gato. --Carino… --respondio--. Es la noche de Esther y sus amigos. Tu hermana ha acabado la carrera de Administracion y quiere celebrarlo. --Pero yo quiero estar…, quiero entrar. --!Ni lo suenes! --sentencio Esther, que en ese instante entraba en la cocina. Al oir a su hermana, Sofia comenzo a gimotear. Si algo se le daba bien a aquella cria era llorar, y Esther, al verla, se mofo: --Desde luego, vas para actriz…, !que dramatismo! Agata tuvo ganas de reir por el comentario de su hija mayor, pero la miro e indico: --Haz el favor de no echar mas lena al fuego --y luego, dirigiendose a su hija pequena, le recrimino--: Y tu deja de quejarte. Por Dios, Sofia, !no puedes estar todo el dia enfadada! Esther, que tenia el mismo caracter placido de su madre, sonrio y cuchicheo, acercandose a ella: --Mamuchi, esta acabara ganando un Goya o un Oscar. Esta vez Agata rio y, mirando a Sofia, que lloraba para llamar su atencion, repitio: --Basta ya, corazon. --Pero, !mamaaaaaaaaaaa…! --<> --la imito Esther, haciendola rabiar aun mas. Como era la pequena de la casa, Sofia estaba acostumbrada a salirse con la suya la mayoria de las veces. Sin embargo Esther, ignorando las miradas de su madre, insistio: --Me da igual tu berrinche. Esta noche es mi noche y tu no vas a estar. De nuevo, Sofia solto un grito lastimero. --Carino, por el amor de Dios --se quejo su madre--, no seas tan caprichosa y entiende que tu hermana quiere estar con sus amigos. --Pero, mamaaaaaaaaaaaaaaaa… Al ver el huracan que se estaba formando, Agata suspiro. Sofia podia ser insoportable. Estaba intentando calmarla cuando sono el timbre de la puerta. Era Marga, su vecina, una mujer sordomuda de nacimiento que, haciendole unas senas con las manos, le comunico que necesitaba unas zanahorias. Anos atras, al conocer a su vecina, Agata se habia empenado en aprender la lengua de signos, o, como lo llamaban ellos, el alfabeto dactilologico. Asi pues, asintio rapidamente y le indico que pasara. Al entrar en la cocina, Esther, que, como su madre, habia aprendido la lengua de signos, saludo a Marga. Esta ultima sonrio al ver a Sofia llorando. --!Es una llorona! --exclamo Esther, moviendo las manos. Marga solto una carcajada. Agata la miro y, de nuevo con las manos, dijo al ver a su hija pequena marcharse hacia la habitacion hecha una furia: --Mejor no preguntes… Toma, Marga, te compre los botones que necesitabas para la bata de German. La mujer rio. Agata era la mejor vecina que nadie pudiera imaginar y, tras darle un abrazo, movio las manos para decir: --Te quiero. No se de donde sacas tiempo para hacer tantas cosas, trabajando como trabajas. Ella le devolvio la sonrisa, pero no respondio. Agradar a los demas era lo que mas le gustaba. Una vez que se hubo marchado Marga, Esther murmuro mirando el horno: --!Eres la cana! !Pizza de la tuya! La sonrisa de su madre se agrando al oirla. --Se que a ti y a tus amigos os gusta mucho. --!Gracias, mama! Nada en el mundo le gustaba mas a Agata que ver a sus seres queridos felices. De nuevo sono el timbre de la puerta, y Esther corrio a abrir. Frente a ella estaban Delia, Hugo y Vega, sus amigos de toda la vida. Se habian conocido en el colegio, en primaria, y desde entonces no se habian separado. --Tengo el ultimo de Rihanna --cuchicheo Delia ensenandole un CD. --Y yo el de Amy Winehouse --afirmo Vega. Encantada, Esther se los quito de las manos, y su madre, que habia salido a ver quien habia llegado, afirmo divertida: --Vaya…, vaya…, conozco a unos que lo van a pasar muy bien. Entre risas, entraron todos en la cocina, y Hugo indico: --Madre mia, Agata, !que bien huele! --!Tu pizza…, que rica! --exclamo Vega mirando el horno. Agata asintio; sabia cuanto les gustaba la pizza que ella preparaba. --?Por que? --murmuro Delia abrazandola--. ?Por que no eres tu mi madre? La mujer la miro con carino. La relacion de Delia con su familia era pesima. Cuando iba a responder, Sofia, su hija pequena, entro de nuevo en la cocina y pregunto: --?Para mi tambien hay pizza? Esther suspiro al ver a su hermana. --No, bonita --replico--. La pizza es para nosotros. --!Mamaaaaaaaaaa…! No solo no me deja entrar en su fiesta de pijamas, sino que tampoco quiere que coma pizza. Al ver discutir a sus hijas de nuevo, Agata intento mediar. Se acerco a la pequena y murmuro: --Vamos a ver, carino. Cuando vienen tus amigas, Esther no se mete con vosotras en la habitacion y… --Sera porque ella no quiere. Su hermana sonrio al oirla, y su madre continuo: --Sofia, carino, tienes catorce anos y tu hermana, veinticuatro. Debes entender que… Pero ella volvio a marcharse enfadada y se encerro de un portazo en su habitacion. Los demas se miraron entre si. --Esta nina es de armas tomar --murmuro Vega. Todos asintieron. Sin duda, Sofia tenia un caracter dificil. Agata abrio entonces un cajon y dijo, atrayendo las miradas de los cuatro muchachos: --!Mirad lo que os he comprado! Esta manana, cuando he ido al mercadillo, he visto estas bolsas azules y, al leer su mensaje, no he podido resistirme y os he comprado una a cada uno. Los cuatro miraron lo que sostenia en las manos y soltaron una carcajada. En la bolsa de playa ponia HASTA QUE SALGA EL SOL, una frase muy suya que ahora utilizaban todos. --Gracias, Agata --murmuro Vega contenta--. Es preciosa. --!Me encanta! --admitio Hugo. --Que chulada, !gracias! --Delia sonrio. --Mama… --susurro Esther--. !Me encanta! !Y con tu frase! Los chicos se abrazaron a Agata en senal de agradecimiento, y de pronto aparecio Mario, el padre, que pregunto divertido: --?Puedo unirme al abrazo? Los abrazo entre risas y, cuando se separaron, Sofia, que estaba de nuevo en la puerta de la cocina, iba a decir algo, pero su madre se le adelanto y le tendio una bolsa como las de los demas. --Toma, carino --dijo--. Esta es para ti. La nina la cogio, pero su gesto era serio, muy serio, por lo que, al verla, Mario pregunto: --?Que le ocurre a mi princesa? --Lo de siempre, papa --se apresuro a responder Esther--: que o le das todos los caprichos o se enfada. Dicho esto, se encamino con sus amigos hacia su habitacion mientras exclamaba: --!Vamos a liarla leoparda! Los esperaba una buena noche por delante. Dichosa por la felicidad de su hija Esther, Agata se miro el reloj y pregunto, dirigiendose a su marido: --?Que haces aqui tan pronto? Mario suspiro. Sus horarios de trabajo eran complicados. --Ha llamado Jesus --explico mirandola--. Esta con fiebre y vomitos y no puede trabajar esta noche…, asi que me toca. --Vaya por Dios… --se quejo ella. Mario, que observaba la puerta por donde habian desaparecido su hija y sus amigos, dijo entonces: --Ese chico…, Hugo, ?va a pasar la noche aqui con ellas? Agata sonrio. Se fiaba al cien por cien del muchacho, por lo que afirmo: --Hugo es un buen chico. --Me cago en la leche, Agata --protesto el--. Sera un buen chico, pero !es un hombre! Ella lo miro divertida. --Tranquilo, grunon, que tu nina esta a salvo. Mario sacudio la cabeza. Aun le costaba ver a su hija como a la adulta que era.

  • Factor de riesgo de Harlan Coben

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    LA ESPERANZA PUEDE CONVERTIRSE EN EL PEOR ASESINO
    Un laboratorio de Manhattan esta a punto de encontrar la cura para una de las enfermedades mas aterradoras de las ultimas decadas. Los resultados de las pruebas estan siendo un exito, pero el ensayo esta provocando muertes inesperadas. En menos de un mes, alguien ha asesinado a dos de los cuarenta pacientes sometidos al tratamiento y a uno de los doctores responsables de la clinica. Y seguramente no se detendra ahi.

  • Con amor, de Valentina de Becka Black

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    Mario y Valentina solo tienen en comun la ciudad de Milan. Dos almas solitarias y oscuras que no encuentran la paz, ni siquiera la buscan. Mario huye de Espana con el corazon roto y se refugia en Italia sin sospechar que los fuertes vinculos de su familia con la mafia siciliana, convertiran su vida en un infierno.

  • La mitad invisible de Juan Gallardo

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  • Invisibles de Graziella Moreno

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    Barcelona. La noche del 25 de octubre de 1992, la vida de Miguel Montero, un chico de doce anos, cambiara para siempre. Veintiseis anos despues, las heridas siguen abiertas porque el pasado nos convierte en lo que somos. Barcelona.

  • 1000 recetas de oro de Karlos Arguinano

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    Tras siete decadas de vida y medio siglo cocinando, Karlos Arguinano nos brinda un amplio recetario que configura el mejor testimonio de su experiencia y amor por la gastronomia.
    Mil recetas que son un homenaje a todos los elementos que le han llevado a convertirse en el cocinero de referencia de millones de hogares. Un cuidado y amor unicos por la materia prima, elaboraciones sencillas aptas para todo tipo de cocineros, consejos que dan al plato el toque especial y una propuesta amplia para todo tipo de paladares y ocasiones.
    Arroz caldoso con tempura de borraja, canutillos de pastel de pescado, bloody mary con berberechos o crema de calabaza con cigalita y beicon… Recetas de elaboracion propia, para disfrutar en familia o con amigos, y de las que emana esa alegria contagiosa que tan bien define su cocina.

  • Sean Cote es irresistible de Iris T. Hernandez

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    No puedo apartarlo de mi mente… Sabia que un dia u otro ocurriria, aunque me hubiera gustado ser yo quien le dijera la verdad. Ahora ya es tarde. Me ha dejado muy claro que no quiere ni verme, y siento que lo he perdido para siempre.

  • Desconocidos de David Lozano

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    Dos vidas que se cruzan de madrugada a traves de las redes. Pronto daran el siguiente paso: una cita a ciegas. Sin embargo, encontrarse con un desconocido siempre entrana riesgos. Porque todos ocultamos secretos. Un cadaver. El cuerpo de un muchacho, desfigurado por la violencia de la caida. Una vida joven arruinada para siempre, una muerte que suscita mas preguntas que respuestas.

  • Inmortal de Alma Katsu

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    ?Para que usariamos la inmortalidad? Una historia de amor y venganza a traves de los siglos, con Maine, Boston, Paris y

  • La suerte de haberte conocido de Ciara Giannetti

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    Mia es una chica de veinticuatro anos con muchisimos objetivos por alcanzar. Desde hace ano y medio sufre un trastorno generalizado de ansiedad que le ha hecho perder su esencia e incluso las ganas de seguir viviendo. Sin embargo, en una de sus visitas al psiquiatra conoce a un medico un tanto peculiar que le hara ver la vida desde otra perspectiva… Si quieres saber mas sobre esta historia, !solo tienes que leerla!

  • El juego de Clayton. Jaque de Mirian G. Blanco

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    Cuando Regina Jones conoce a Marc Clayton, su vida da un giro tan inesperado como arriesgado.
    Marc es intenso, impredecible y lleva la palabra peligro marcada a fuego por todo su cuerpo.
    Armas, persecuciones policiales, conflictos entre bandas, asesinatos.
    Ella sabe que tiene que mantenerse alejada de el, pero su corazon no se lo permitira. Porque con Marc, Regina descubrira que no todos los heroes llevan capa y aprendera a impartir justicia a la manera de Clayton. Y con Regina, Marc descubrira el verdadero amor y se vera obligado a cambiar las tacticas de su juego porque, ahora, su prioridad sera proteger a la reina.

  • La obra maestra de Francine Rivers

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    La autora de exitos de mayor venta del New York Times, Francine Rivers, regresa a sus raices romanticas con esta inesperada y redentora historia de amor. Un profundo relato que nos recuerda que la misericordia de Dios puede restaurar aun a los mas quebrantados y convertirlos en una obra maestra imperfecta pero maravillosamente impresionante. Roman Velasco es un exitoso artista de Los Angeles, California, que aparenta tenerlo todo: mujeres, fama y fortuna.

  • Enganando a mi destino (Enganos 2) de Priscila Serrano

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    Tres anos habian pasado desde que Sofia y Anthony se vieron por ultima vez.
    Ella decide que tiene que volver a vivir y para conseguirlo tendra que olvidarle, pero ?que pasara cuando el pasado se cruce en su camino?
    ?Que hara cuando el hombre que tanto dano le hizo se ponga frente a ella?
    ?Llegara a perdonarlo o lo echara de su vida como hizo el?

  • Secuestrada por amor de Amelia Gates, Cassie Love

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    LA SENSACION de malestar en la boca del estomago es cada vez peor. “Ese giro al final, no me lo esperaba en absoluto, es genial, ?verdad?” Siento que Levi me mira fijamente, pero dudo en encontrar su mirada. “Ha estado bien”, murmuro. La verdad es que no tengo ni idea de lo que paso al principio, ni a la mitad, ni al final de la pelicula. Mi mente no habia estado en lo que ocurria en la gran pantalla. En cambio, habia estado mas concentrada en el hombre que estaba a mi lado y en los secretos que guarda. Levi empuja la puerta y yo me deslizo hacia afuera. Mis piernas van en piloto automatico, siguiendo al resto de los espectadores hasta la calle. Me estremezco con mi cutre abrigo, que no hace nada por evitar el aire frio. Inmediatamente, el brazo de Levi me rodea, envolviendome en su abrazo. Es fuerte, protector, como siempre. Hay una parte de mi que esta desesperada por apoyarse en su calor familiar, enterrar mi nariz en el cuero de su chaqueta. Pero no puedo, no esta noche, no cuando tenemos esto rondando. Asi que me encojo de hombros y sigo caminando por la acera oscura, ignorando la punzada en mi corazon al ver su cara de dolor. “Aspen”. Hay una interrogacion en su voz, pero no lo miro. No confio en mi misma, no cuando se supone que estoy enfadada con el y tan condenadamente asustada por el. “Aspen, ?podrias dejar de caminar un segundo?” Levi me agarra del brazo, no con fuerza, pero con la suficiente firmeza como para detenerme en seco. “?Que te pasa? Has estado rara toda la noche”. Aqui esta, el momento para el que me he estado preparando desde que me recogio en un coche que no deberia poder permitirse. Pero eso no es lo peor, ni siquiera es por lo que estoy enfadada. Es la forma en que me ha mirado directamente a los ojos y ha mentido lo que me ha empujado a la ira. Finalmente, levanto la mirada para enfrentarlo. Con mis botas planas me supera en mas de una cabeza en altura. Con mis 1,64 metros si me estiro bien, no es tan inusual, pero todo en el es grande, tan grande como la vida. Levi es alguien que ocupa su espacio, sin disculparse. Cuando entra en una habitacion, no puedes evitarlo, o tal vez sea asi como me hace sentir. He estado pendiente de el, desde la primera vez que nos conocimos. Ahora desearia que mi cuerpo no respondiera a el como lo hace siempre. Esto seria mucho mas facil si no quisiera besarlo tanto como darle un golpe en su perfecta cara. La calle esta tranquila ahora, el resto de los espectadores del cine probablemente se apresuren a salir de la fria noche. Normalmente, nosotros tambien nos dariamos prisa en volver a mi caravana vacia. Mi madre esta fuera de la ciudad otra vez y he estado pensando en pasar la noche juntos durante toda la semana. Pero eso era antes. “?He estado rara toda la noche? ?De verdad?” Dejo que el sarcasmo salga de mi voz mientras frunzo el ceno hacia el. “?Dime otra vez de donde viene tu nuevo coche?” Veo como sus ojos oscuros se abren mucho por un instante antes de cerrarse. “Ya te lo dije, lo consegui por casi nada. Necesita mucho trabajo, asi que el tipo casi lo estaba regalando”. “A mi me parece que funciona bien”, presiono. Una parte de mi quiere olvidarlo, fingir que no ha ocurrido para que podamos pasar una buena noche juntos como habiamos planeado. La otra parte es como un perro con un maldito hueso, no esta dispuesta a dejar pasar este jodido asunto. Es un rasgo que mi madre dice que tengo desde que era una nina. Una vez que algo se me mete en la cabeza, no puedo quitarmelo de encima. No lo hare. Es una de las muchas cosas de mi que me gustaria poder cambiar. No es que me haya llevado a nada bueno. Estrecho la mirada hacia el y me trago los latidos del corazon que me empujan hasta la garganta. “?De donde salio el dinero, Levi?” “Asp…”, suspira profundamente como si yo estuviera siendo dificil, lo que solo me cabrea. Levanto la mano para detener lo que quiera que vaya a decir a continuacion. “Si estas a punto de mentirme otra vez, quiero que te lo pienses muy bien antes de hacerlo. Puedo soportar muchas cosas, pero no la deshonestidad, ya lo sabes”. Reprimo la emocion que me sube a la garganta. No voy a llorar por esto. No lo hare, joder. Mi madre me habia mentido durante mucho tiempo sobre mi padre. La verdad habria sido mucho mas facil de aceptar si no hubiera tardado tanto en llegar. Entiendo por que lo hizo: queria evitarme el dolor, pero el resultado habia sido todo lo contrario. Los ojos de Levi son muy oscuros cuando me devuelven la mirada y veo como se suavizan ante mis palabras. Para todos los demas, es un tipo duro, audaz y brutal. Yo soy la unica que puede ver su lado mas tierno. Saber que confia en mi lo suficiente como para mostrarlo me da vertigo… cada… vez. Pero no es suficiente. Yo tambien necesito la verdad. Necesito que quiera ser honesto con el mismo; que tema las cosas que yo temo y… “El coche fue un pago”, dice finalmente, con los hombros rigidos como una tabla. “?Pago por que?” Pregunto, aunque ya se que probablemente no quiero oir la respuesta. “Un trabajo, Aspen”. Su mandibula es dura, saca cada palabra forzada como si no quisiera soltarlas. Lo miro con la cabeza levantada, desafiandole a que me diga la verdad. “?Que clase de trabajo se paga con coches?” “!El tipo de trabajo que nos sacara de este agujero de mierda!” Levanta las manos en senal de frustracion. “El tipo de trabajo que significara que podemos dejar todo esto atras, mudarnos a la ciudad, realmente sonar en grande y que esos suenos sean algo jodidamente alcanzable. El tipo de trabajo que haria posible que obtuvieras tu certificacion de maestra sin tener que vender tus rinones para cubrir el coste. Podriamos tener una jodida vida de verdad, como habiamos planeado”. La esperanza en sus ojos es casi suficiente para convencerme de que tiene razon. Que esta es nuestra via de escape para dejar de contar cada maldito dolar, de ahorrar cada centavo solo para salir adelante. La verdad es que puede ser, pero no vale la pena lo que pasara si sigue aceptando trabajos de los tios con los que se esta mezclando. Una cosa es trapichear de vez en cuando, operar en la zona gris. Lo entiendo, especialmente viniendo de donde venimos. Diablos, la unica razon por la que Levi termino la escuela secundaria fue porque lo presione mucho al respecto, no porque pensara que un diploma de escuela secundaria fuera algo beneficioso para el resto de su vida. Ademas, no es que a su padre le importara una mierda lo que hacia. Y mi madre, bueno, hace lo que puede, pero ser madre soltera es duro y llegar a fin de mes es su objetivo mas que asegurarse de que hago los deberes. Pero esto es pasarse de la raya. El tipo de “trabajo” que tiene que estar haciendo para tener un coche como el que actualmente esta aparcado al otro lado de la calle, ese tipo de cosas lo enviaran directamente a la carcel. “No me importa nada de eso mientras que estemos juntos”, le digo, mis manos se acercan para enmarcar su cara, porque no puedo estar tan cerca sin tocarlo. “Y si sigues por este camino, no lo estaremos, porque te encerraran o algo peor”. Me acerca hacia el, casi levantandome del suelo. “Eso no va a pasar, carino”. “No lo sabes. No puedes saberlo”. Sacudo la cabeza, levantando la vista hacia el y dejandole ver todo lo que siento. No puedo evitar pensar que la historia se repite de nuevo. “No puedo perderte”. Las lagrimas pinchan mis ojos, pero me niego a llorar. No soy una llorona. Aprendi hace mucho tiempo que las lagrimas no te llevan a ninguna parte. “No me vas a perder, Asp”. Me atrae contra el, susurrando contra mi pelo. “No soy tu padre. Eso no nos va a pasar a nosotros”. Parece muy seguro y su certeza es reconfortante. Pero no es suficiente para convencerme. Deje de creer en los cuentos de hadas hace mucho tiempo. Me levanta la barbilla para que me vea obligada a encontrar su mirada. “Te quiero”. No dice mucho esas palabras. Es dificil para el, a pesar de que me muestra lo que siente de un millon de maneras diferentes. Pero hay algo en oirlas en voz alta que me derrite cada vez que lo hace. “Yo tambien te quiero, mucho”. Demasiado. “Pero no puedo estar contigo si no cortas con esos tipos ahora. No puedo estar preocupada por cuando vendra la policia a llevarte, o si un dia simplemente no vas a volver”. La idea de un mundo sin el hace que se me cierre la garganta y la opresion en el pecho me impide respirar. “No puedo vivir asi”. Me levanta como si nada y mis piernas van automaticamente a rodear su cintura. No habla hasta que estamos frente a frente. “Solo quiero darte todo lo que quieres, todo lo que mereces”. Su bello rostro esta tan serio que me calienta por dentro. Ya ni siquiera siento el frio. “Todo lo que quiero es a ti. No me importa nada mas”, le digo, mi frente contra la suya, nuestras narices tocandose. “No me importa si nunca salgo de este lugar, mientras estemos juntos en el”. Los ojos de Levi se cierran por un momento. Cuando se abren de nuevo, su expresion es decidida. “Si eso es lo que quieres, entonces lo hare. Volvere al taller, las cosas pueden volver a ser como antes”. Busco en su rostro cualquier indicio de vacilacion o arrepentimiento, pero no hay nada. “?De verdad?” Pregunto, porque tengo que estar segura. “?Asi que vas a parar? ?Has terminado con ellos?” Porque no hay duda, acabaran en la carcel o en el cementerio y no puedo dejar que se vaya con ellos. El no. Cualquiera menos el. “Lo dejo”, confirma, mirandome directamente a los ojos. “Si hay que elegir entre esa vida y tu, no hay competencia. Tu y yo, Aspen. Eso es lo unico que importa”. Sella las palabras con un beso tan lleno de fe en nosotros que me deja sin aliento. Y yo quiero creerle, tanto que me convenzo de que lo hago. Me pierdo contra sus labios, me retuerzo contra el para acercarme aun mas hasta que es imposible saber donde acaba el y donde empiezo yo. Bruscamente se retira, con la respiracion acelerada. “Deberiamos salir de aqui si no queremos darle un espectaculo al vagabundo de ese banco”. Me levanta una ceja, haciendome reir y -asi de facil- la tension que he sentido toda la noche desaparece. Somos solo el y yo contra el mundo, como siempre ha sido. “Vamos, Pastelito”. Lentamente, me deja en el suelo, pero mantiene su brazo alrededor de mi mientras caminamos hacia el coche. Deberia haberme alejado en ese momento, pero no tenia la fuerza suficiente. Mas tarde iba a ser mucho mas dificil. Mas tarde nos romperiamos, pero yo era la unica que permaneceria rota. CAPITULO Uno 5 ANOS DESPUES… ASPEN “ASI QUE LE dije que si quiere tener el dia de Navidad libre no me deja otra opcion que buscar otra ninera. Y tuvo la desfachatez de decir que yo era la que estaba siendo injusta”. Sarah levanta las manos en senal de frustracion. Yo pongo mis facciones haciendo un gesto que espero que parezca simpatico. “Quiero decir, ?de que sirve tener a alguien que te ayude a cuidar a tus hijos si no es de fiar?”. Estiro la boca en una sonrisa, haciendo los sonidos adecuados de asentimiento. La verdad es que lo unico que quiero hacer es gritar y salir corriendo de este lugar. Por enesima vez esta noche, desearia estar en algun sitio, en cualquier otro sitio. En cualquier otro lugar que no sea este restaurante esnob con mi marido y uno de sus socios y su esposa. Se supone que estamos aqui para que “hablen de negocios”, pero lo unico que parecen hacer es emborracharse cada vez mas mientras Jerry me anima a hacerme amiga de Sarah, la mujer de su socio. Excepto que en realidad no quiere eso, Jerry nunca quiere que sea realmente amiga de nadie. Solo quiere que finja. Puedo hacerlo. Me he vuelto muy buena fingiendo. “?Y vosotros dos?” La voz de Sarah es demasiado falsa para sonar sinceramente interesada. Todo lo que quiere es un chisme para transmitirlo a sus venenosos amigos. “?Cuando vais vosotros a formar una familia?” Me atraganto con el agua que intento beber, tosiendo. Lo ultimo que traeria a mi casa con Jerry es un nino. Seria como llevar un gatito a aguas infestadas de tiburones. Jerry me da unas palmaditas en la espalda, que se ha quedado desnuda con el ridiculo vestido que ha elegido para mi. Mientras sigo tratando de respirar, responde por los dos. “Todo a su tiempo, ya lo haremos. De momento, estoy tan loco por mi chica que no estoy dispuesto a compartirla con nadie mas”. Jerry, me atrae hacia su lado, obligandome a poner mis manos en sus hombros para no caerme de la maldita silla. Deja caer un beso posesivo en mis labios, haciendo que mi estomago se revuelva, aunque responda con entusiasmo como se supone que debo hacerlo. “Ah, que dulce es eso, Con, ?no te parece dulce?” El tono de Sarah es mas acido que sacarino. “Es tan encantador ver a un marido tan enamorado de su mujer, ?verdad?” Le dirige a su marido una mirada mordaz, y se da de bruces con el cuando frunce el ceno en senal de frustracion. Si lo que queria era buscar pelea, entonces se ha anotado un tanto perfecto. A Jerry nunca le ha gustado montar una escena, prefiere que su drama se desarrolle en privado, asi que dirige la conversacion hacia aguas mas seguras. Sonrio amablemente y participo en los momentos oportunos mientras hablamos de nuestros planes para el verano. Rapidamente se convierte en una especie de competicion entre los dos hombres sobre quien se lo pasara mejor. Es una conversacion que no necesito escuchar, para decidir el ganador, Jerry no sabe perder. Es algo que me dijo cuando empezamos a salir y yo – que soy idiota- pense que solo trataba de impresionarme. Resulta que deberia haber prestado mas atencion. No era un alarde, era una advertencia. El aburrido pulso entre los dos hombres llega a un abrupto final cuando una voz profunda retumba en el restaurante, cortando la conversacion, haciendo que todas mis terminaciones nerviosas se estremezcan. No. No puede ser. No aqui. No ahora. Ultimamente he vuelto a sonar con el, Dios sabe por que. Esto debe ser mi subconsciente haciendome oir cosas que no son reales. “Lo siento, senor, pero si no tiene una reserva no podemos atenderle”, la voz de la recepcionista es todo un susurro cuando se dirige al hombre llamando la atencion de todos en la sala. Y no es dificil ver por que, mide mas de 1,80 metros y es ancho como un maldito armario, con sus marcados musculos rellenando su camisa, sus largas piernas enfundadas en unos vaqueros rotos que se estrechan en unas botas de motero. No parece alguien que deba estar en un lugar como este. Parece peligroso y eso sin siquiera verle la cara. “Estoy seguro de que puedes hacer una excepcion con nosotros, querida”, dice el hombre, y casi se puede oir como los ovarios de la recepcionista estallan junto con los de todas las mujeres de la sala. Esa voz. Sacudo la cabeza, diciendome que solo estoy teniendo alucinaciones. Un hombre descomunal con una voz profunda, eso es todo, no es el. El universo no es tan cruel, ?verdad? “Bueno, tal vez pueda encontrar algo…” La rubia recepcionista suelta una risa e – inexplicablemente- el ruido tintineante me hace sentir violenta. “Parece que este lugar ha decaido desde la ultima vez que estuve aqui, si es que dejan entrar a estos don nadie”, se mofa Jerry, manteniendo la voz baja. “A menos que me haya perdido algo y los tatuajes de la prision sean la proxima moda”. El resto de la mesa se rie con desprecio, pero yo estoy demasiado distraida como para seguirles el rollo. La voz del desconocido me resulta tan familiar que me hace caer en picado. Levanto la cabeza para ver mejor al hombre mientras la anfitriona los lleva a el y a su amigo a su mesa, pasando cerca de nosotros. Mi atencion se centra en los tatuajes de sus fuertes antebrazos; nada que ver con los tatuajes de la carcel, que describio Jerry. Son un intrincado diseno de simbolos y palabras que no puedo distinguir desde donde estoy sentada en la tenue habitacion iluminada. Mis ojos recorren el cuerpo musculoso, lucido por una camisa negra, el pelo corto y oscuro y cuando su rostro mira por encima del hombro, hacia mi, me quedo helada. No es la fuerte mandibula y los pomulos asesinos lo que hace que todo en mi interior se calle, sino la intensidad de los ojos oscuros que se encuentran con los mios. Se fijan en mi y siento que ven hasta todos los secretos que oculto a los demas. Son ojos que conocia tan bien, ojos que he intentado olvidar. Me obligo a apartar la mirada de el, mi cabeza se mueve tan rapido que casi me da un latigazo, y me giro para ver a Jerry mirandome de forma extrana. Me doy cuenta de que he dejado de respirar. “?Estas bien, Conejita? Estas un poco palida”. Jerry frunce el ceno y mira mas de cerca mi cara.

  • Un beso bajo la lluvia (Besos 1) de Priscila Serrano

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    Primera entrega de la trilogia de romance contemporaneo <> de Priscila Serrano.

  • El Mundo de Cameron (Fargo 1) de Lizbeth Azconia

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    Cameron Baltazar sonrie mucho; lo hace como si estuviera a punto de soltar una carcajada y, no obstante, supiera lo incorrecto que seria. He cruzado la pierna izquierda sobre la derecha, y no ha dejado de mirarme a los ojos. Tuerzo una mueca para disimular el nerviosismo. El, que no se ha molestado en vestir como uno de esos empresarios pomposos, se ajusta la manga de su camisa. Ya la lleva remangada hasta los codos. Y con desgarbo, echa su amplia espalda en la silla detras del escritorio. Como es de esperarse en una empresa que se ha declarado en quiebra, la oficina a la que me han hecho pasar se encuentra a medio vaciar. Los estantes, los dos libreros altos que estan en el muro izquierdo, el mueble detras de Cameron; se han desocupado. Me recuerda a mi habitacion en Willamette. Y tambien a la voz de Rox --mi companera de cuarto-- cuando me pregunta por que nunca coloco fotos de mi familia. Carraspeo para evitar esos recuerdos. Cam sigue mirandome y sigue sonriendo. --Dejame ver si entendi --dice de pronto, con una ceja enarcada--; me caso contigo y a cambio tu... --Arreglo el desastre que esta hecha Fargo --digo, firme--. Desde mi punto de vista, es un trato bastante justo y equilibrado. Mi abogado cree que es una locura, pero no sabe nada de la vida. Estudio en Harvard. Es lo mejor que puede decir sobre si mismo. --Debes estar bromeando --recalca mi interlocutor. Se lo nota de verdad muy sorprendido --. La semana pasada declare la quiebra de Fargo, ?si lo sabes? --Se levanta lentamente. El apoya las manos en el escritorio. Yo las observo, y la voz de Chester --mi primo-- retumba en mi cabeza, diciendo <>. --Hemos estado en contacto por alrededor de seis meses, Cameron --le espeto. Finjo observarme una una con desinteres, pese a que lo que realmente quiero es escudrinar su gesto ante mi respuesta. Hace meses lei todo lo referente a la Petroquimica Fargo, formada por varios accionistas hace mucho tiempo y llevada a la quiebra por el ultimo director: Roy Baltazar, el hermano mayor de Cameron, quien, segun lo que me dijo mi investigador, tiene problemas con la bebida y el juego. Cameron es muy distinto de el. Por eso decidi que era el indicado. --En serio crei que estabas jugando: pense que eras una de esas sindicalistas gastandome una broma --dice, ahora en tono mas serio. --Respondias como si me creyeras. El curva sus dos cejas al tiempo que suspira. --Me gusta conservar el buen humor no importa que. --Permiteme reiterar la oferta --digo al tiempo que me pongo de pie. Contorneo el escritorio, recargo la cadera en el filo y me cruzo de brazos; la ventana detras de Cameron me ofrece una vista palida de Downtown, en Houston--. Necesito tu apellido, y tu necesitas capital y accionistas. --Parece que no sabes lo que significa la quiebra --murmura Cameron a mi lado, circunspecto. Bajo la vista para encontrarme con la suya. Es de tono azulado, aunque nada nitido; las fotos que vi de el en internet lo muestran con una sonrisa en el rostro. Incluso esas en las que no deberia de estar sonriendo. Me ha dado la impresion de que se le da bien guardar las apariencias: Chester me lo advirtio cuando le lleve la investigacion final. Cameron puede ser el centro de un circulo ominoso, rigido, elevado socialmente... pero tambien se lo conoce por su empecinamiento al tratar de salvar Fargo. Ademas, si mi primo no me hubiera dado luz verde, jamas lo hubiera hecho. Esto: proponerle matrimonio a un desconocido para, por fin, limpiar nuestro nombre. --Se lo que significa --susurro--; lo que te ofrezco es una reestructuracion completa. Nada de accionistas foraneos. Unicamente quiero a cuatro. Y al principio, yo representaria al cuarto. Tu te puedes quedar con el otro veinticinco por ciento. --A mi es que no me entra en la cabeza que una muchacha como tu, de tu edad, quiera casarse por estos fines. Disculpame, no lo entiendo. Se ha erguido por completo ahora. La silla retrocede despacio hasta golpear el mueble de atras. Cameron se lleva las manos al pelo, alborotandoselo. Es castano claro, ondulado y rebelde. O tal vez es que tampoco le importa no peinarlo lo suficiente. Me pregunto que diria Ches de su cabello. --?Traes tu movil contigo? El duda, pero como a pesar de todo sigue siendo un caballero, termina sacando el telefono de su bolsillo en el vaquero que lleva puesto. Me lo entrega. Sacudo la cabeza para rechazarlo. --Gregor McMillan --le espeto--. Goglealo. --Yo no... --Solo hazlo. Para que no cambie tu buen humor. Una ceja enarcada me senala que acabo de dar en el clavo. Con un gesto alicaido --una ligera sombra de duda--, Cameron sacude la cabeza. Pero lo hace. Teclea velozmente en su movil, y se muerde el labio inferior mientras aguarda a que el buscador le de la informacion que me ayudara a convencerlo de aceptar. Cualquiera diria que es amenazar lo que estoy haciendole, pero mis metodos para salir adelante no han sido nunca cuestionados por una persona que no haya nacido en cuna de oro, rodeada de comodidades, sin problemas de autoridad, con dos padres estables y una familia unida. Yo no tuve nada de eso. Ni siquiera cuando mi padre y el padre de Chester vivian. Tenia cinco anos y gateaba entre montanas de cocaina. Lo que sea que diga la alta sociedad de Estados Unidos me importa un pepino. Y no se que tipo de personas criaron a Cameron, pero lo que si se es que su impresion es genuina. Aun asi, lo que veo es a un tipo sencillo, de modales sencillos y con reacciones verdaderamente sencillas. No podria ser mas adecuado para el trabajo que quiero hacer este ano antes de que Chester deje la prision. Tengo que sorprenderlo. Con mirada critica, Cameron alza las cejas y pone su atencion curiosa en mi. --Eres tu --me dice al tiempo que pone la pantalla de su movil frente a mi rostro. Si, esa soy --me ha mostrado un dibujo del juicio--; en la corte cuando sentenciaron a Ches a siete anos de carcel por contrabando y otras cosas. Su condena fue reducida por el trato que hizo con la fiscalia y con el cual pudieron desmantelar toda una red antigua de mafia que gobernaba en el noroeste de EEUU. Me cuesta seguirme mirando alli, sentada detras del abogado que conseguimos a proposito para no levantar sospechas. Hubo algo que mi primo le oculto a la policia, pero en ese entonces yo solo tenia quince y si algo hacen bien los hombres es subestimar a una chica que, para ellos, seria incapaz de romper un plato. Mmm... Con veintidos, a punto de convencer a un ex nino rico de ayudarme a lavar un monton de dinero con su empresa quebrada gracias a un imbecil, ya he roto toda una vajilla. Al final, despues de analizarme ahi, delgaducha, palida y llorosa, digo--: Debi demandarlos por ese angulo horrible. --Ok --suspira Cameron--. Eres hija del fallecido capo McMillan. --Su entrecejo se arruga. Se guarda el telefono en el bolsillo trasero del pantalon. Y, pese a no verse asustado en lo absoluto, me pregunta--: ?Deberia tener miedo?

  • Morderas el polvo de Roberto Osa Lopez

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    Agueda ronda la treintena, esta embarazada de ocho meses y vive sola en un piso amueblado con cajas de carton. En su cara hace anos que falta el ojo izquierdo. Tiene un novio casi perfecto y un padre al que no ve hace muchos anos. Su vida es bastante monotona: trabaja de noche, duerme poco, habla menos y contiene su rabia como puede. Pero la rutina va a estallar por una llamada telefonica. La mujer decide, y asi lo proclama desde la primera frase de la novela, que va a matar a su padre. No esperara a dar a luz ni piensa pedir ayuda, lo va a hacer sola y lo va a hacer ya.

  • Mi mundo a los 20 de Cristina Bermudez

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    Y alli estaba yo, sentada tranquilamente en la oficina, fingiendo que trabajaba muy duro cuando en realidad me esforzaba por no quedarme dormida. No me entiendas mal, soy muy trabajadora, pero a ciertas horas de la tarde mi capacidad de concentracion va disminuyendo hasta que desaparece. Cuando Juan me llamo para proponerme una salida de chicas, fue como ver la luz al final de un tunel: mi mente rapidamente desperto y se puso a planificar el modelito de la noche: vestido, tacones y por supuesto, mucho maquillaje. Juan era uno de mis mejores amigos, no me preguntes el porque: cotilla, criticon, chivato, egocentrico, narcisista… Pero a pesar de sus defectos, lo queria. Y si, era gay. En cuanto lo conocias te dabas cuenta de que Juan era gay. No porque lo dijese abiertamente, sino por su vestimenta. Siempre iba a la ultima moda, le daba igual que la ropa no le favoreciese, se ponia todo lo que llevaban los maniquies de las tiendas, iba (en mi opinion) excesivamente depilado y daba igual en la fecha que estuviera, siempre estaba bronceado. Era muy alto y delgado, y como el siempre dice: bello como una rosa. Y realmente lo era. --Sera poca cosa, saldremos a cenar y luego tomaremos unas copas -- me aviso Juan. --Mierda --susurre, llevaba al menos dos semanas sin salir de fiesta y el plan no era nada del otro mundo. Yo no tenia problema en ir a cenar y tomar unas copas, pero estaba cansada de ver a la misma gente de siempre. Vale, a los mismos tios de siempre. Queria conocer a alguien nuevo, especial y estaba segura de que aqui no lo encontraria. ?Deberia mudarme? De manera que cuando Juan me confeso en que consistia la salida de chicas, supe que aquel tampoco seria el dia en que mi principe azul entraria en escena. --?Sigues ahi? --Escuche decir impacientemente desde el otro lado del telefono. --Si --conteste. --?Contamos contigo entonces? --Por supuesto --dije con fingida alegria. En fin, tuve que ceder sin oponerme demasiado. Trate de convencerme de que no podia salir con el unico proposito de encontrar un hombre, debia disfrutar de mis amigas. Pero como no lograba convencerme, tuve que repetirmelo varias veces. --Cambiando de tema. !Tengo un cotilleo de los gordos! --exclamo, intentando crear expectacion. --Cuenta, cuenta --dije impaciente, sin duda habia logrado crearla. --!Carola se ha acostado con Migui! --exclamo, emocionado--. Con lo bueno que esta… --?Me tengo que sorprender? --Vaya desilusion, que mierda de cotilleo. !Si se veia venir! --Fingire que no te he oido. La cuestion es que el le ha pegado un herpes o algo por el estilo. --!Que horror! --Claro que eso le pasaba por ser tan rapida. No me interpretes mal, no es que sea una chica facil que se acuesta con cualquiera, no, lo que le ocurre es que se enamora demasiado rapido, y cuando digo rapido no me refiero a semanas sino mas bien a horas. Y pasa lo que pasa, no conoce al tio y se acuesta con el. Mas tarde se entera de que tiene novia, esta casado, es bisexual o como en este caso, tiene alguna enfermedad de transmision sexual. --La pobre lo esta pasando muy mal, dice que es culpa suya por haberse acostado con el en la primera cita. Pero ya le he dicho yo que la culpa no es suya. ?Como sabes si es el hombre adecuado si no lo pruebas antes en la cama? Juan si era un chico facil de los que se acuesta con cualquiera. Para el, el sexo no era la demostracion fisica de los sentimientos entre dos personas, no, el lo definia como el aire que respiramos, algo fundamental para vivir. Incluso es bueno para el cutis solia aconsejarnos. --Que razon tienes Juan, lo mas logico es preguntar su nombre y a continuacion llevartelo a la cama --exclame con ironia. --No, despues del nombre viene la profesion. !No pretenderas ligar con un muerto de hambre! --Me contesto con tono de burla. La conversacion se vio interrumpida por la llegada de un cliente. --Tengo que colgar. Luego nos vemos --dije con un hilo de voz. --Vale, a las diez te quiero en mi casa --me ordeno. --A sus ordenes, mi senor --le conteste obediente. No suelo hacerle caso, la prueba esta en que siempre llego tarde (unos veinte minutos mas o menos). Pobre, cree que porque me lo ordene llegare puntual algun dia. La culpabilidad que me invade cuando lo veo sentado en el escalon de la puerta de su casa, fumando y sin una pizca del glamour que lo caracteriza, hace que le siga la corriente cuando me regana. No es que llegue tarde a proposito, siempre me surge algun imprevisto: un pelo rebelde que decide salir a ultima hora en mis perfectas cejas, una una que se rompe justo cuando voy a salir, ir de camino y recordar que no me pinte los labios… situaciones de emergencia que me impiden llegar a mi hora. --Hasta luego petarda --se despidio con su habitual simpatia. --Adios corazon --y colgue. 2 Sali de trabajar y corri a casa para arreglarme con tiempo. Hoy seria el dia en que llegaria puntual, o al menos lo intentaria. Abri mi armario y vi una etiqueta que colgaba de una prenda. Algo extranisimo ya que cuando me compro algo lo estreno el mismo dia. Era un maravilloso pantalon vaquero con rotos en las rodillas. Sin dudarlo me lo puse, junto con una camisa y unas bailarinas. Me maquille discretamente y me dirigi a casa de Juan. --Te dije a las diez --me reprocho. --?Seguro que no dijiste a las diez y cuarto? --Me atrevi a bromear. Tras unos segundos de mirada asesina, nos pusimos en camino. A las diez y media llegamos al restaurante. Era italiano, lo habian abierto hacia poco tiempo y nos lo habian recomendado, tanto por la comida como por los guapisimos camareros. ?Algun sitio mejor para una noche de chicas? Aunque apenas habia sitio para moverse. Era muy amplio, pero estaba abarrotado de mesas y sillas. En las paredes colgaban grandes espejos de estilo barroco. Habia lamparas de arana y carisimas esculturas. El suelo de madera le daba un toque acogedor. Era, sin duda, el restaurante mas bonito en el que habia estado. --Adriana, cuanto me alegro de verte --me saludo Carola. --Hola corazones --las salude mientras les daba un beso en la mejilla a cada una. Una vez estabamos todos sentados, un camarero se abrio paso entre los muebles y vino a tomarnos nota. Todos pedimos unos refrescos light y un hombre como ese como regalo de Navidad. --!Que hombre! --exclamo Elena sin ningun tipo de disimulo. Elena tenia novio: Guille. El era amigo mio desde mucho antes de que el conociera a Elena, incluso desde antes de que yo conociera a Elena. Lo que siempre me divirtio de ella (su descaro para ligar con los chicos) ahora era un motivo de enfado entre nosotras. --Cierto, pero como mi Migui no hay otro --dijo Carola. Carola siempre que se sentia atraida por alguien del sexo opuesto, algo que ocurria muy a menudo, actuaba de la misma manera: miraba al chico, en realidad lo desnudaba con la mirada, le invadia la culpabilidad y enseguida alababa las virtudes del novio/rollo que tuviese en ese momento. --Es gay. ?Habeis visto que solo me miraba a mi? --dijo Juan. La modestia claramente no formaba parte de sus cualidades. --De eso nada. !Le he gustado yo! --Dije entre risas. --Carola, ?como te encuentras? --se intereso Juan. --Bien --contesto ruborizandose. --Bueno, ?y que explicacion te ha dado? --Quiso saber Juan. Por suerte llego el guapisimo camarero con nuestras bebidas y Juan se puso a coquetear con el, evitandole asi el mal rato a Carola. --Chicas lo confirmo: es gay. Aunque debe de ser muy timido o aun no ha captado mis indirectas --dijo Juan, llamando indirectas a guinarle un ojo varias veces, como si no lo hubiera visto la primera vez, y tirandole besos al aire. --?De que estabamos hablando? --pregunto Elena intentando retomar el tema. --Deberiamos decidir que vamos a pedir antes de que vuelva a preguntarnos el camarero --tuve que decir para salvar a Carola. Era consciente de que no podria evitar el tema mucho tiempo, ya que empeno en estudiar o trabajar no tendrian mucho, pero en cotillear… nadie les ganaba. --?Que os parece una ensalada para cada una y una pizza para compartir? Asi compartimos calorias --nos intento convencer Juan. --Vale --Dijeron las demas al unisono. No se como lo hace pero siempre se sale con la suya. Durante la comida estuvimos hablando de ropa y cosas por el estilo, nada importante. La comida estaba muy rica, aunque yo hubiera preferido una pizza para mi sola: con mucho queso, peperoni… La noche transcurria con tranquilidad. Por un momento pense que se habian olvidado de Carola y su herpes. Me alegre por ella, aunque la verdad es que me moria de curiosidad por saber lo que habia ocurrido. Tras pagar la cena, nos fuimos a por unas copas. Eligieron un pub en la zona centro, mejor dicho lo eligio Carola porque alli trabajaba Migui. Cuando llegamos, el portero nos abrio la puerta. !Ni siquiera nos pidio los carnes! Habia dos posibilidades: o aparentabamos nuestra edad o no hacia bien su trabajo. Desgraciadamente me inclino mas por la primera. Carola y Juan tenian veintiuno anos, Elena y yo veinte. Ellos no le dieron importancia pero yo si. !No queria envejecer! Nada mas llegar, Migui nos puso unos chupitos. Ventajas de que el camarero fuera novio de una de nosotras. Despues pedimos unas cervezas, no queriamos emborracharnos hoy. Carola se quedo en la barra con Migui. Nosotros nos sentamos en una mesa. --No me lo puedo creer, ?como sigue con el? --Pregunto Juan, aunque al parecer no queria respuesta. --Me parece increible, yo en su lugar no lo volveria a ver --anadio Juan. Elena y yo asentimos con la cabeza. --Pensandolo mejor --dijo Juan con gesto pensativo--, si la tiene muy grande se puede entender que… --!Juan! --lo interrumpi--. Es cosa suya, ya nos lo contara cuando se encuentre mejor. --O cuando el la deje, seguro que ocurre antes --dijo molesto--. Es demasiado guapo para estar siempre con la misma mujer. --!?Cuando nos vamos a emborrachar?! --Exclamo Elena--. !Toda la semana aguantando al imbecil de mi novio y ahora a vosotros! Juan y yo cruzamos miradas de asombro. --?Problemas en el paraiso? --Se atrevio a preguntar Juan. --Vosotros os creeis que como no teneis pareja sois unos desgraciados --dijo Elena irritada--. Pues sois afortunados por no tener que aguantar a nadie. Juan y yo intercambiamos miradas y estuvimos de acuerdo en que habia que emborracharse. --Tres chupitos de tequila --ordene a Migui--. ?Ha pasado algo con Guille? --dije dirigiendome a Elena. --A ti te lo voy a contar precisamente --me dijo con sarcasmo. --?Que te pasa? --le pregunte intentando suavizar el ambiente. --Mira, si necesitara contarle a alguien mis problemas con Guille, serias la ultima persona a la que se los contaria. Tu, que no me consideras buena para el e intentas cambiarme. ?Por que te importa tanto? ?Acaso estas enamorada de el? --dijo, cada vez mas enfadada. --?Por que te pones asi? Yo no he intentado cambiarte, Guille es amigo mio desde hace mucho y no me agrada que vayas por ahi coqueteando con otros --?Logre defenderme o empeorar la situacion? --?Que no has intentado cambiarme? --Gruno--. Nunca te habia importado mi aspecto y desde que estoy con el solo sabes ponerme faltas e intentar vestirme como tu --dijo con voz estridente. Eso es cierto, pero lo que ella no sabe es que me lo pidio Guille. Cada una tenemos nuestro estilo, pero Guille no lleva demasiado bien que vaya siempre en zapatillas: da igual si va a hacer deporte o si va a una cena de gala. El problema de las zapatillas es que no conjunta con todo, suele vestir en chandal o muy informal. Elena era extremadamente guapa: pelo negro, ojos oscuros, tez morena y muy buen cuerpo. En mi opinion no se sacaba partido alguno, no era muy femenina vistiendo. Yo en cambio, normalmente llevo tacones y suelo ir muy arreglada. Ni siquiera tenia zapatillas, el deporte y yo no nos llevabamos demasiado bien. Pero aun sabiendo que vestia mejor que ella, no veia correcto transformar a Elena. Guille me pidio que intentase que dejara las zapatillas atras cuando saliesemos de fiesta y en acontecimientos familiares. Por desgracia no salio bien; no cambio de estilo y se enfado conmigo. --Perdona si te ha dado esa impresion --encima de todo, tuve que disculparme. --?Por que no me ves buena para el? --Su voz sonaba dolida. --No es eso, quizas lo sobreprotejo porque no quiero que sufra --me excuse. --?Seguro que no te gusta? --Me pregunto a la vez que me acribillaba con la mirada. --No. Pero se que no me crees, me lo has preguntado cientos de veces -- le recrimine--. Y se que lo volveras a hacer. Se hizo un silencio incomodo. No sabia que hacer ni a donde mirar. Decidi retirarme a dormir. Esta, no era mi noche. 3 Realmente no me gustaba. Guille era otro de mis mejores amigos. Nos conocimos unos cinco anos atras. Yo salia con uno de sus amigos, Erik. Erik era de la edad de Guille, cuatro anos mayor que yo. Nos presentaron unos conocidos en comun. Me quede prendada de el: su piel morena, su cabello negro, sus ojos negros, su culo, sus tatuajes, su peinado, su moto… un poco bajito para mi gusto, pero algun defecto debia de tener. Fue un flechazo. Nuestras miradas se cruzaron, llamame cursi si quieres, pero te juro que el resto de la gente desaparecio y nos quedamos solos, el y yo. No habia nada ni nadie que importase, nos habiamos encontrado. Aquel instante maravilloso termino cuando, por culpa de un codazo que me dio Carola, volvimos a la realidad. Despues de varios encuentros casuales, casualmente yo pasaba por su instituto, por la biblioteca, por su trabajo… Erik me invito a salir. Tras varias citas, empezamos a intimar. Al principio lo interpretaba como que me respetaba mucho. Soliamos vernos a solas, nos cogiamos de la mano, nos abrazabamos, siempre me decia que estaba guapisima, hablabamos muchisimo… pero nada mas. Estaba impresionada porque no intentaba meterme mano. Con quince anos no se me pasaba por la cabeza acostarme con nadie. ?Pero ni un beso? Estuvimos asi durante un ano, viendonos cada fin de semana. Me pasaba las citas con los nervios a flor de piel, esperando un beso en la despedida. Pero ese beso nunca llegaba

  • El sotano de Natasha Preston

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    Tienes que conocerle para escapar de el.

  • El caso Rosso (Comisario Tempesti 1) de Javier Vazquez Aponte

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    Bruno Barone ha cerrado la puerta de la adolescencia con exito, dejando su pasado empaquetado y sellado en su pueblo natal con la esperanza de mantener a los fantasmas de aquella epoca a raya. Se adentra en la edad adulta sin cicatrices visibles. Ahora es agente de policia, tiene un futuro y un proposito en la vida. Pero, en los rincones mas oscuros de su conciencia sabe que tan solo es un yonqui mas, uno con un poco mas de suerte, uno que ha salido del abismo y que se diferencia muy poco de los otros zombies, esos que deambulan por la gran urbe cargados de miseria.

  • 2065 de Jose Miguel Gallardo

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    Las sombras se volvieron alargadas entre las lapidas, recorriendo asi el camino que las llevaria a fundirse con la noche negra que pronto llegaria. El entierro se habia celebrado a ultima hora de la tarde para evitar el calor sofocante que desde hacia treinta y tres dias se habia precipitado sobre el pais como un alud de fuego. Pese a ello, el ardor que aun emanaba el asfalto parecia que fuese a abrasar la ciudad. Las olas de calor se habian vuelto mas duraderas y frecuentes, y aquella iba camino de superar todos los records establecidos hasta la fecha. El clima habia cambiado y con el las temperaturas estivales de Madrid. Durante el dia se parecian ya a las que habian caracterizado a Sevilla a finales del siglo XX; las noches sin embargo, tropicales en su mayoria, eran aun mas calidas de lo que fueron entonces en la capital hispalense. Las muertes por golpes de calor durante los meses de verano se habian incrementado en las ultimas decadas, algo que podia constatarse comprobando las fechas inscritas en aquellas lapidas adornadas con flores ajadas por el sol. <>, le decia mentalmente a su mujer, de la que la muerte y una losa de marmol blanco ahora le separaban. Sentia que no podia soportarlo, que ni siquiera sus piernas aguantarian el peso del dolor que fondeaba en lo mas profundo de su alma. Desde que el sabado lo llamaron inesperadamente del Instituto Anatomico Forense de Madrid para darle la noticia, una espesa y lobrega niebla lo habia envuelto, eclipsando todo rastro de vida que pudiese cobijar. Contesto a la llamada mientras terminaba de leer un informe que le habian enviado del Ministerio para que lo aprobase. --?Adrian... Salor? --pregunto la voz grave y dubitativa de un hombre. --Si, soy yo. ?Quien es? Su pregunta quedo sin respuesta y un silencio de escasos segundos empano la conversacion. --Vera..., siento muchisimo llamarle para decirle esto. Es... su mujer... Creemos que ha sufrido un accidente. Todavia no lo hemos podido confirmar y aun faltan algunas pruebas para determinarlo. La noticia revento en sus timpanos a la vez que el caos se enraizaba en cada uno de los aciagos pensamientos que su cabeza bombeaba con el mismo ritmo frenetico al que su corazon empezo a latir. --Creo que es mejor que venga directamente al... --La vacilacion volvia a moldear sus palabras, pues sabia que se convertirian en una sentencia de muerte y nunca le habia gustado hacer ese tipo de llamadas--. Al Instituto Anatomico Forense, aqui le podremos explicar los detalles. Aquella llamada fue el inicio de un frenesi que se tradujo en largas esperas, agotamiento, insomnio... hasta que por fin le entregaron el resultado de la autopsia con las pruebas del ADN. Rapidamente intuyo lo que ponia, pues se lo habian dado con una ligera inclinacion de cabeza en senal de duelo. La sombra del miedo a confirmar lo que temia se reflejaba en el pulso tembloroso con el que sostenia el informe. Las lagrimas volvian borrosa su vision y le impedian leerlo. Tras limpiarselas con la mano pudo corroborar que el ADN del cadaver correspondia al de su mujer, Africa Nunez, con una probabilidad del cien por cien. El coche con el que ella habia tenido el accidente aparecio incendiado en una carretera secundaria y poco transitada del puerto de Navacerrada. Lo encontro un senderista que estaba terminando su ruta y llamo al 112. Para cuando llegaron los bomberos y consiguieron apagar el fuego, el cuerpo que estaba en el asiento del conductor habia quedado calcinado, aunque gracias a la matricula del vehiculo pudieron averiguar el nombre de sus propietarios y localizar a Adrian. La Policia habia abierto una investigacion para esclarecer la causa del accidente, asi como la incongruencia de haberlo encontrado a mas de cuatrocientos kilometros del lugar donde se suponia que estaba Africa. Adrian declaro que ella habia salido de Madrid el sabado a las ocho de la manana, y que a la una y cuarto del mediodia lo habia llamado desde San Sebastian para decirle que habia llegado con algo de retraso. Iba a pasar unos dias alli trabajando en el Festival Internacional de la Musica. Sin embargo, el aviso al 112 para informar del accidente se realizo a las dos menos cuarto del mismo sabado. O Africa le habia mentido intencionadamente a su marido o la habian obligado a mentir. Esta segunda hipotesis encajaba con la posibilidad de que el accidente hubiese sido provocado, segun intuia la Policia tras no haber hallado una causa natural para las llamas que habian devorado todas las pruebas que pudiesen haber quedado dentro del coche. --?Sabe si alguien podria tener motivos para querer hacerle dano a su mujer? --le pregunto un comisario con la intencion de comenzar la investigacion por algun punto. --No. --?Algun amante? ?Algo que hubiese podido llevarla hasta alli? Esta vez tardo mas en dar su respuesta y la penso detenidamente. Miro al policia a los ojos y arqueo los labios hacia abajo para mostrar desconocimiento a la segunda pregunta mientras negaba con la cabeza en respuesta a la primera. Mintio. Aquella pregunta reabria un pasado herido por las dudas en el que la actitud de Africa, sus ausencias frecuentes e inexplicadas y sus muchos viajes le habian inducido a pensar en la existencia de un amante. La estuvo siguiendo durante varios meses hasta que, sin haber averiguado nada, se canso de hacerlo. Pero ahora se daba cuenta de que aquella sospecha se habia mantenido en estado latente en su subconsciente, maquillada de olvido. En cualquier caso, haber contestado con un <> a la existencia de un amante solo habria conseguido anadir mas confusion a la investigacion. Los recuerdos le abrumaban en el cementerio y tuvo que bajar la mirada para reprimir las ganas de llorar. No queria hacerlo hasta que todos los que lo acompanaban en el sepelio se hubiesen marchado. Deseaba quedarse a solas con ella, lo necesitaba, anhelaba decirle adios y llorar a su lado, como si asi fuese a hallar el consuelo que, sabia, no encontraria

  • Sin derecho a roce de Ana Alvarez

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    Un matrimonio con fecha de caducidad.

  • El Corazon de Yamato de Aki Shimazaki

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    ?Cuanto dura el amor? ?Bajo que formas vuelve a encenderse? ?Cuales son las consecuencias del amor perdido?

  • La vida sumergida de Pilar Adon

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    Se habian habituado al licor de ajenjo y lo bebian de pie, por las mananas, junto al fregadero de piedra o apoyadas en la escalera que movian de un lado a otro por la biblioteca para llegar a los estantes mas altos. Sin ceremonias previas ni finales. Sin ir a cambiarse de ropa. Sin adornarse el cuello ni las munecas. Calladas y un tanto desgarbadas, con la dejadez propia de la lentitud y la indiferencia, en un abandono que solo podian permitirse las depositarias de una elegancia congenita. Las beneficiarias de una delicadeza en la longitud de las formas, en la calidad de las telas que vestian a diario, conscientes de que existian dos tipos de personas, las que tenian clase y las que, por mucho que lo intentaran con bordados, pedreria y aromas sutiles, no la tenian ni la tendrian nunca. Al cabo de un tiempo indeterminado, que podia ser de unos minutos o que podia ser de unas horas transcurridas entre tragos cortos, entre libaciones del licor servido con decision en sus vasos pequenos, procuraban ir a sentarse en las butacas de la cocina, siempre en silencio. Y entonces tal vez si tuvieran que esforzarse por hacerlo con cierta dignidad. En ese momento tal vez resultara complicado moverse, dar mas de dos pasos en la misma linea de equilibrio, y quiza debieran poner mas atencion en la distancia que recorrian ya que ambas podian haberse deshecho de la estabilidad y ambas podian haberse internado en la enormidad, el exceso. Sus avances por un suelo de madera que no era de hacia dos anos ni de hacia cinco ni cincuenta tendrian que ser cautelosos. Comian a la una y media, sin decirse nada, incomodas en su proximidad mutua. La confusion del ajenjo daba paso a un primer jubilo fisico y mental que, invariablemente, desembocaba en un cansancio un tanto dramatico. Y era solo mas tarde, ya durante los postres, cuando Brigida podia empezar a hablar para decirle que debia recoger la ropa de la azotea y que debia hacerlo antes de las cuatro. Con la voz arrogante de quien da una orden. Argumentandole que ella no iba a esforzarse por ir a la azotea (tenia que centrarse en sus mil tareas) y que debia ser Hilda quien se propulsara por el pasamanos de las escaleras hacia arriba sin excusas ni dilaciones. Antes de que empezara a soplar el viento y le resultara imposible (a ella y a cualquiera) asomarse al exterior. Tenia que subir a la planta superior, cerrar las ventanas de cada dormitorio y de cada sala, asegurar las contraventanas, bloquear la puerta de hierro que se deslizaba sobre una barra adherida al suelo a modo de carril hasta que la cancela chocaba contra la pared del gran balcon, siempre con un golpe seco, echar la llave de abajo con dos vueltas, echar la llave de arriba con dos vueltas, correr a la escalera, subir mas aun y, una vez en la azotea, recogerlo todo antes de que empezaran los crujidos en cada muro de la casa. Los vaivenes de las cortinas que se elevarian por encima de las sillas a causa de las corrientes de aire que se colaban irremediablemente a traves de las grietas abiertas entre los marcos de los miradores y las tablillas del entarimado, en una oscilacion serpentina que haria presagiar la aparicion de un ser biologico tras ellas (un lobo, una rana, un muchacho) o la aparicion de un ser no biologico (una piedra de color ambar). Era cierto que las copas de los pinos habian empezado a agitarse bajo los cristales de los ventanales de la cocina, y Hilda recordo alli, contemplando el prodigioso estremecimiento de la red de huesos y tendones en que iba a desembocar cada uno de los troncos moviles de cada uno de los arboles, el momento en que le pidio a Brigida que se muriera. Ese dia soplaba el viento igualmente, con aquella violencia nada excepcional dada la epoca y dada la zona. Habian cerrado las ventanas, las puertas. Habian asegurado los pestillos y habian corrido los visillos. Y fue en esa circunstancia cuando penso que si Brigida moria, si Brigida desaparecia, toda la casa seria suya, entera para ella, y entonces no tendria que obedecer mas ordenes. No tendria que ajustarse a los horarios ni a los propositos de Brigida. Dejaria de estar sometida, juzgada, calificada a cada instante, y llevaria a la practica sus proyectos. Todas sus fantasias. Sin tener que comer cuando Brigida quisiera, sin tener que dormir cuando Brigida quisiera. Podria ponerse sus vestidos mas alegres. Banarse en el embalse. Practicar sus lecciones de piano cuando deseara hacerlo y bailar cuando deseara hacerlo. Raspar la tierra y descubrir que habia debajo de cada planta, de cada pedazo de hierba seca, de cada monton de agujas de pino reunidas por el viento, como queria hacer desde que a la edad de seis anos aprendiera que una pezuna era una una fuerte y desarrollada, y que algunos animales las tenian largas y afiladas a modo de apendices cortantes, como zarpas, para atrapar a su presa, para aferrarse a ella, para cerciorarse de que no podria escapar y para excavar, escondiendo bajo la parte de suelo visible cualquier objeto valioso, su alimento. Lo aprendio de nina y desde entonces quiso comportarse como un perro que se esforzara por desenterrar de la base del monte el hueso escondido anos atras por el o por un antepasado. Extraer del barro la explicacion a su existencia. Desentranar el significado de cada estimulo para quedarse tranquila y poder regresar a sus actividades cotidianas. Sus otras actividades cotidianas. Creyendo que semejantes explicaciones se encontrarian en la base de los montes, bajo las pilas de materia fusionada al azar. Creyendo que podrian desenterrarse con solo escarbar. Revolviendo bajo el abono de los cultivos. Bajo las semillas alojadas en las hileras de los huertos. Bajo los circulos de ceniza abandonados por los pastores. Bajo las formaciones de piedras grandes o bajo las formaciones de piedras pequenas que se ocultaban bajo las piedras grandes. Si Brigida desaparecia y toda la casa pasaba a ser suya, se entregaria al aprendizaje de un idioma vivo o de un idioma en extincion. A la investigacion de los requisitos necesarios para que los miembros de un grupo llevaran una convivencia civilizada. A la resolucion de la incognita de si para que dicha convivencia civilizada pudiera ser real debia optarse siempre por el sometimiento y siempre por la rendicion de unos ante otros. A desentranar el autentico significado de las palabras de negacion que se apropiaban de las palabras primigenias para contradecirlas y desposeerlas de su sentido primordial. Desapego. Desarraigo. Desafeccion. Desaparicion. Frente al apego, el arraigo, la afeccion, la aparicion. Centrada en su lista de libros, los que debia leer antes de convertirse en una anciana como lo era Brigida. Middlemarch y Al faro. Grandes esperanzas. Un mundo feliz. La abadia de Northanger. Edipo rey. Crimen y castigo. La comedia humana. Ariel. El rey Lear y el Libro de la vida. La montana magica. Matar a un ruisenor. Los miserables. Rojo y Negro. ?Acaso los leeria con Brigida a su lado, formando parte de la casa, envuelta en sus chales en invierno y en sus tules en verano, haciendose notar por su aliento, con esa respiracion de mujer que dejo de ser joven hacia anos? Lo dudaba. Asi que le pidio a Brigida que se muriera. La unica manera de conseguir una identidad personal. Y dias despues, Brigida estaba muerta. Nunca pudo negarle nada. Nunca pudo oponerse a sus caprichos. De modo que se murio. --?Es que me odias? --le pregunto. Y Hilda respondio que no. Que por supuesto que no. ?Como iba a odiarla? Habia sido su protectora. Su maestra. La encargada de orientar sus gustos hacia sus primeras lecturas. Su consejera llegado el momento de enfrentarse a un texto de Seneca y descubrir que la experiencia podia asemejarse a la de leer un angustioso libro de superacion personal. Frases como <> o <>. Claro que no la odiaba. Brigida le habia explicado que era un minueto, que una gavota. Le habia dado la definicion de musica como el arte de bien combinar los sonidos y el silencio en el tiempo. No la odiaba. Simplemente deseaba que se deshiciera. Que se volviera transparente. Que se transformara en una esencia de luz sin estructura ni carne ni presencia. ?Que mas tenia que hacer alli? Nada. De alguna manera, su epoca habia pasado. Su mision habia concluido. ?Que podia aportarle a ella con su muerte voluntaria? Todo. La independencia. El desarrollo como ser autonomo y perfecto. Como unidad sin condicionamientos. En aquella casa situada en la ladera de un monte. Rodeada de pinos, de aves y de insectos, y del brillo rojo del sol del amanecer y del sol del atardecer. En libertad. Con la posibilidad de actuar y no actuar. Ir y no ir. Querer y no querer. El privilegio supremo de la eleccion. Crecer hacia arriba o tumbarse extendida. Meter los dedos en el saco del azucar o meter los dedos en el saco de la sal.

  • La tentacion del principe de Sandra Bree

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    Envidias, celos, falsas apariencias, amor#

  • La persona normal de Marijke Schermer

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  • Calor mortal (Serie Castle 5) de Richard Castle

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  • Sin rastro de Caroline Eriksson

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    Sin rastro es uno de los fenomenos literarios internacionales mas inesperados de los ultimos anos. Caroline Eriksson firma un oscuro thriller familiar y psicologico que huye habilmente de los caminos trillados.

  • Muneca de Ebano de Cristina Validakis

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  • El viaje de Irina de Fernando Dominguez Lopez

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    Ano 1974. Irina Kuznetsova es la secretaria del embajador sovietico en Copenhague. Detras de su aparente vida gris esconde la firme intencion de cambiar el rumbo de la decadente Union Sovietica. Los planes para conseguirlo le exigiran recorrer miles de kilometros hasta el lejano Vladivostok. Quedan pocos dias para que alli se celebre la cumbre de reduccion de armamento nuclear entre los presidentes de las dos potencias mundiales.

  • Cronicas de Bustos Domecq de Jorge Luis Borges – Adolfo Bioy Casares

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    Un poco a la manera de Carlyle, cuyo Sartor Resartus (Sastre zurcido) expone la doctrina de un filosofo imaginario y la ilustra con ejemplos apocrifos, H. Bustos Domecq dedica este volumen a la discusion imparcial de literatos, de escultores, de arquitectos, de gastronomos y de pintores que, por el momento, no existen, pero que son peligrosamente posibles, dadas las propensiones de la epoca. El tono es humoristico, segun lo impone todo examen severo de las manifestaciones mas novedosas del arte y de las letras durante los ultimos sesenta anos. Veinte cronicas, casi todas de indole narrativa, integran este libro amenisimo, que satiriza lo universalmente consagrado, respetado, adulado y temido: es decir, lo moderno. En el desorientado siglo que corre, la ignorancia y la inepcia son infatigablemente inventivas; nos consta que H. Bustos Domecq ha debido espolear a su Pegaso para que la realidad no lo deje atras. Segun lo senala el prologo que avalora Gervasio Montenegro, estas impares Cronicas constituyen el vademecum indispensable para el curioso que quiera echar una ojeada sobre el conjunto panoramico de la estetica en boga. Su redaccion jocosa, apunta agudamente ex cathedra el profesor adjunto Longino, no excluye el pensamiento serio. Encarnados en la figura de un <>, segun la descripcion de sus ilustres padres, Borges y Bioy Casares crean en estas paginas un fascinante juego de ficciones y espejos que lleva la parodia hasta sus ultimas consecuencias.

  • Verdades y mentiras (Suaves petalos de amor 2) de Encarna Magin

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    Segunda entrega de la trilogia <> de Encarna Magin, iniciada con Sonrisas y lagrimas.

  • Nix (Los Luth 1) de Tamara Marin

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    La vida de Nix es como la de cualquier otra persona hasta que, despues de un accidente de coche, todo cambia.
    Diego es el jefe de una de las casas de El Circulo, una organizacion que la adentrara en un mundo totalmente nuevo para ella. Alli convivira con Aurea, Tyr y Eros, entre otros.
    Junto a ellos penetrara en el oscuro mundo de los luth y vera por primera vez a Ares, quien cambiara su vida para siempre.
    Pero lo mas importante es que gracias a sus companeros y a El Circulo conseguira conocerse a ella misma, sabra cuales son sus limites y hasta donde pueden llegar sus <>.
    ?Quienes son los luth?
    ?Podra Nix derrotarlos?
    ?Seran capaces Nix y Ares de compartir su amor sin salir heridos?
    ?O preferira Nix el amor de Eros?

  • Traicion en la almazara de Nicolas Lopez

    https://gigalibros.com/traicion-en-la-almazara.html

    En una humilde almazara, sus propietarios, tras anos de investigacion descubren un nuevo metodo para producir aceite de oliva de altisima calidad.
    Por un descuido, su hallazgo llega a oidos de una despiadada corporacion, cuyo dueno no dudar* en utilizar el asesinato y la traicion para hacerse con aquello que le permitira obtener enormes beneficios.
    La accion transcurre en el triangulo del oro verde formado por Espana, Italia y Marruecos, mostrando la realidad de nuestros dias, en donde despues de anos de predominio del vino, el aceite de oliva se revela como el nuevo producto al que rendir culto.
    Un escenario, en el que los grandes restauradores, los establecimientos gourmet y las revistas de gastronomia, hunden o elevan a la categoria de divino un determinado producto.