• laura kaestner libros - Laura Kaestner

    https://gigalibros.com/por-ti-pagaria-las-consecuencias.html

    Dixie Cabbot y Ahmed Tarik se criaron juntos en la campina francesa, cobijados por un parentesco lejano, rodeados de caballos y tradiciones vitivinicolas, y compartieron su primer despertar en el amor, seguros de que estarian juntos para siempre. Sin embargo, el destino les jugo una mala pasada: reclamos familiares, amores escondidos, reproches maritales y un adulterio fueron causantes de su separacion. Veinte anos despues vuelven a encontrarse en las mismas tierras y esta vez el destino les dara la posibilidad de una revancha, de demostrarse que, a pesar del tiempo, todo sigue intacto en el mismo lugar.

  • Laura Kaestner - Erótica: Libros - Amazon.es

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    Compras en línea en Libros de una gran selección de Literatura y ficción, Arte y fotografía, Guías sexuales, Cómics y manga, Calendarios, Recetas y mucho ...

  • Laura Kaestner - Amazon.es

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    Amazon.es: Laura Kaestner. ... EDICIONES B Libro Sexo Completo, No aplicable. de ANNE HOOPER y LAURA PAREDES LASCORZ.

  • Laura Kaestner - | Penguin Libros ES

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    Laura Kaestner nació en Buenos Aires, el 29 de octubre de 1970. Ha estudiado diversas carreras relacionadas con el turismo y la hotelería, pero aún enseña ...

  • A las puertas de tu corazón by Laura Kaestner - Goodreads

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    A las puertas de tu corazón book. Read 11 reviews from the world's largest community for readers. Jaclyn Harrogate regresa a su ciudad natal para el casa...

  • A las puertas de tu corazón de Laura Kaestner - Libros de ...

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    3 mar 2020 — No hay otros libros de Laura Kaestner disponibles en este momento. Reseña del libro A las puertas de tu corazón de Laura Kaestner.

  • A Las Puertas De Tu Corazón (ebook)... - Agapea

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    Estás aquí: Libros > ; Detalles del libro · Libro Electrónico ¿Cómo descargar? ; Autor/es, Laura Kaestner ; Edición, (05/03/2020) ; Idioma, Español.

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  • A las puertas de tu corazón - Laura Kaestner - Babelio

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    12 feb 2019 — ... citas extractos de A las puertas de tu corazón de Laura Kaestner. ... Añadir a mis libros ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • A las puertas de tu corazón de Laura Kaestner (2021) - Libros ...

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    31 ene 2020 — A las puertas de tu corazón Versión Kindle de Laura Kaestner ... PREPARANDO LA DESCARGA... En unos instantes podrás disfrutar de tu libro ...

  • Angel caido de Anyta Sunday

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    Pax Polo es el intrepido guitarrista de Serenity Free.

  • Septiembre puede esperar de Susana Fortes

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    .El 8 de mayo de 1955 la escritora Emily J. Parker desaparece en Londres mientras la ciudad celebra el decimo aniversario del final de la II Guerra Mundial. Nunca mas vuelve a saberse nada de ella.

  • Siete cuentos morales de J. M. Coetzee

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    Tres relatos del Premio Nobel Sudafricano J.M. Coetzee que representan la esencia de su pensamiento.

  • Matices de Thais Duthie

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    Vega es sinestesica grafema-color; es decir, que ve un color unico e indescriptible en cada palabra. Comparte ese ligero cambio en la percepcion de las cosas con tan solo un 4% de la poblacion, aunque no es por esta particularidad que su cita esta siendo un desastre. De hecho, gracias a ella despierta el interes de Alma que, poco a poco, ira empatizando con sus experiencias. A lo largo de una conversacion que dura toda la noche, salpicada con la narracion de algunos de los encuentros intimos que ha tenido Vega, descubrira que los colores esconden algo mas que la impresion causada por la luz y que el sentido de la vida depende de los ojos que la miren.

  • Cuidado con el pavo real de Isabel Bogdan

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  • Tension Mecanica de Jorge Borges

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    El taller mecanico de Dani era el mejor de Santa Fe, sin dudas los mas experimentados profesionales se encontraban ahi y por supuesto todos lo tenian como primera opcion a la hora de llevar su coche a una revision. Pero, las cosas iban mas alla de eso. En el ultimo ano las filas de coches llegaban hasta la esquina y eso era a diario, algo que le gustaba mucho a Dani, pero, que habia causado molestia en el resto de la competencia, puesto que algunos clientes cambiaron de taller al que ahora era el mas exitoso. Claro, que a nivel de marketing y ventas se veia asi, pero, cuando se veia la situacion mas de cerca se podia notar con exactitud lo que estaba sucediendo ahi. El publico era en su mayoria chicas que realmente no iban por una falla muy grande o por algo importante, de hecho a veces iban a solo revisar la presion de las llantas o a ver una pequena falla que no era urgente, el punto es que necesitaban ver al mecanico mas apuesto y sexy de toda la ciudad y su alrededores. Esa era la razon principal. Lo cierto es que gracias a ese fenomeno pasaban dos cosas interesante. Lo primero era que cuando el negocio se veia tan lleno atraia a mas clientes y lo segundo es que los ingresos cada vez eran mas grandes, Santa fe era una zona donde vivia gente muy acaudalada y a esas chicas no les importaba lo que tuvieran que pagar por ver a ese hombre y quiza, si corrian con suerte, podrian concretar una cita o algo mas. Para el resto de los mecanicos tambien era algo agradable, que aunque no fuese con ellos, mirar a esas hermosas mujeres que siempre iban muy bien arregladas y dispuestas a todo. Dani por su parte no veia mas que el exito del taller y entonces dejo a su mecanico estrella para atender a las chicas durante el dia, era un trabajo bastante facil y ademas del pago semanal, que por cierto era el mejor de todos los talleres de la ciudad, obtenia algunas propinas y por su puesto una chica cada fin de semana, era algo realmente bueno, algo que ni en su mejores suenos habia podido concretar. Jorge es el nombre de ese mecanico y Dios de las chicas que llegan a reparar su coche. Era un hombre alto, musculoso y ademas muy atento. El se habia convertido en un sueno para las chicas de la ciudad sin importar su edad ni su situacion sentimental, el era lo que todas querian, el era ese bombon que necesitaban en su cama. Siempre estaba con su uniforme bastante sucio, pero, eso era un atractivo para ellas, era la manera de demostrar parte de su rudeza y la verdad es que lo hacia ver muy sexy. La combinacion de sudor y quiza algo de grasa en sus brazos, manos y rostro lo hacia ver como un galan de la peliculas para adultos. La uniforme cubria la mayor parte de su cuerpo, pero, eso no evitaba que ellas imaginaran mucho mas de lo que podian ver. Las cosas empezaban con su mirada penetrante y muy sensual que las atrapaba desde el primer momento. Eso iba acompanado de un rostro que parecia moldeado por algun artista con las manos de un angel, mas alla, la ropa ajustada hacia un gran bulto en su entrepierna. Todas sabian que detras de toda esa suciedad habia algo muy interesante. Era el hombre mas masculino y atractivo de Santa Fe y los rumores de el se fueron corriendo muy rapido cosa que trajo como consecuencia el exito rotundo del taller de Dani en donde encontraron grande profesionales que trataban los coches como verdaderas joyas. Todo se iba bastante bien y ninguno se quejaba de lo que estaba pasando. Jorge tenia solo un ano en Santa Fe y desde su llegada habia causado sensacion, pero, en un principio no con las chicas. Dani, el dueno del taller, lo contrato un dia cuando llego al negocio y a modo de prueba lo dejo un dia con un coche con el cual todos el resto de su equipo de trabajo habia tenido problemas sin encontrar la falla exacta, pero, para el nuevo parecia algo completamente sencillo. En menos de dos horas Jorge habia resuelto el asunto sin problema, logro hacer lo que ninguno, incluso Dani, habia podido hacer. La verdad es que la manera en que abarco la falla y la forma en que lo resolvio impresiono a todos ahi y sin dudarlo le dieron el empleo, estaria trabajando con ellos desde ese mismo dia. Eso resulto en una gran noticia para Jorge que estaba llegando a Santa Fe en busca de una nueva vida, en busqueda de algo mejor para el. Inmediatamente, con lo que habia ahorrado en sus trabajos anteriores, busco un departamento para rentar y sin buscar mucho consiguio el que seria perfecto para el, la verdad es que sin importar donde escogieras en esa hermosa ciudad, se encontraria con mejores viviendas que las que habia de donde venia. El departamento no tenia muebles ni nada y por supuesto el habia llegado solo con algunos billetes y un poco mas en su cuenta bancaria. Pero, por lo momentos no le importaba si tenia que dormir en el suelo, poco a poco podria comprar las cosas con el sueldo que tenia en su nuevo trabajo. La primera noche ordeno una pizza enorme para el solo y se quedo pensando en muchas de las tantas cosas que tenia por delante, ahora si podia comenzar a hilar un mejor futuro, el que siempre habia querido. No seria facil sacarse de la mente y del corazon todas las cosas por las que paso en su antiguo pueblo, pero, era joven aun y con el tiempo las cosas serian mejores para el. El hombre venia de un pueblito muy pobre a unas cuatro horas de Santa Fe, la verdad es que cada dia trabajaba y rezaba para salir de ahi y estar lejos tanta delincuencia y malas personas, necesitaba dejar de preocuparse porque una bala perdida entrara a su casa despues de un enfrentamiento entre bandas, necesitaba alejarse lo mas posible de todas esas cosas que lo maltrataban psicologicamente y no lo dejaban vivir realmente. Jorge era un hombre fuerte a nivel mental y fisico, pero, hasta el mas rudo necesitaba algo de paz en algun momento. Las cosas en ese lugar eran insoportables, desde siempre fueron asi. El se formo en la escuela principal y logro graduarse, pero, despues cuando intento ir a la universidad, no pudo hacerlo, puesto que en uno de esos enfrentamientos entre bandas perdio a sus dos padres que venian de trabajar juntos aquel fatidico dia cuando las balas los alcanzaron y entonces les sego la vida. Entonces Jorge se quedo completamente solo con su hermanito de 4 anos y tuvo que comenzar a trabajar desde ese mismo dia para que pudieran subsistir y desde ese momento su sueno de estudiar arquitectura se desvanecia completamente. La situacion para el fue bastante dificil, pero, todo lo hacia para su hermano lo tuviera todo, no importaba nada mas. Nunca estuvo preparado para algo asi y menos con solo 18 anos. Pero, la vida y las situaciones lo llevaron a eso, y no tenia otra opcion, aprendio muchas cosas en el camino que lo ayudaron a trazar un plan de vida a largo plazo. Ademas lo estaban preparando para uno de los momentos mas dificiles que le pudiera tocar, algo en lo que nunca penso. Una de las cosas mas importantes para el fue cuando comenzo a trabajar en un pequeno y pobre taller mecanico en el centro del pueblo donde vivia. En un principio no sabia nada sobre coches o motores, pero, poco a poco las cosas fueron cambiando para el, pues no solo se hacia un experto en la materia sino que ademas se enamoraba de todo lo que significaba la mecanica automotriz. Definitivamente Jorge habia nacido para eso y cada dia se sentia mas identificado con lo que hacia, solo su hermanito era mas importante para el, y lo mejor es que le pagaban por hacer lo que le gustaba, de hecho nunca lo vio como un trabajo sino como una pasion. Conforme pasaba el tiempo, el se iba acostumbrando a su nueva vida, a ser mas responsable y se sentia un poco mas desahogado ya que tenia un empleo con un sueldo fijo que lo ayudaba con todas las cuentas. Pudo conseguir a una senora que cuidara a su hermano mientras el trabajaba, la ventaja es que vivia muy cerca de la casa y se quedaba hasta la hora que llegara, no importaba cual, la senora era muy servicial y ademas necesitaba el dinero que Jorge le pagaba por sus servicios. Su vida era una total rutina, pero, la verdad es que li disfrutaba al maximo, tanto como podia. Su unica distraccion era el momento en que hacia ejercicios en un gimnasio improvisado en la calle que estaba justo frente al taller. Cada tarde, al salir del trabajo, se dedicaba una o dos horas a un entrenamiento fuerte y decidido que le fue dando un cuerpo muy musculoso con el paso del tiempo. Los anos pasaron y Jorge seguia en el mismo trabajo y ahora con un hermano mas grande que ya iba solo a colegio y se mantenia en casa sin dar muchos problemas. Una tarde viajo con su jefe a Santa Fe a entregar un coche al que se le estaba haciendo un trabajo bastante importante, era de un cliente muy adinerado y solo necesito de unos minutos para enamorarse de aquella ciudad, era algo completamente nuevo para el que por primera vez salia de su pueblo, no se imaginaba como eran las cosas afuera mas que por lo que veia en las peliculas, pero, estar en una ciudad tan bonita y limpia le abrio los ojos. Desde ese momento no quiso otra cosa mas que ir a vivir alla, donde todos su suenos se podrian hacer realidad, se iria con su hermano y le daria una nueva vision del mundo. Pero, para lograr todo eso tendria que trabajar mucho mas, tendria que dar todo de si y ahorrar mucho dinero. Jorge estaba dispuesto a todo, pero, las cosas no se le dieron muy bien en un principio cuando comenzo a salir con mujer y descubrio que se le hacia muy facil tener a la que quisiera, las chicas se convirtieron en una especie de droga para el y entonces lo retraso en su necesidad de irse de ahi. Ahora las cosas eran diferentes porque a pesar de que sonaba con irse a la gran ciudad, no podia despegarse de la chicas que lo rodeaban, era imposible para el dejar todo lo que estaba cultivando en su propia tierra, seria una locura dejar a todas esas chicas que se morian por el. Cada noche tenia a una diferente si asi lo deseaba, las buscaba en cualquier lugar y el resultado era el mismo, se sentia como el hombre mas afortunado del mundo y siguio sacandole provecho a todo eso, pero, por otro lado seguia manteniendose en ese lugar tan peligroso y lleno de cosas malas, seguia estando en la misma casa en la que no queria estar realmente. Una noche salio y volvio a casa temprano con una nueva presa. Era una jovencita maravillosa y muy hermosa y ademas tenia un cuerpo extraordinario. Algo que el nunca habia visto por la zona. Ella habia quedado completamente enamorada de Jorge desde el primer momento en que lo conocio y estaba decidida a dar el todo por el todo para poder quedartelo para siempre, la chica no queria sol una noche, lo necesitaba para siempre. Las cosas se dieron de maravilla esa noche. Jorge la follo con mucha pasion y dejandola con ganas de mas, la chica pedia a gritos que la complaciera sin para y por supuesto el no se quedaba atras, la efusividad y la manera de hacer las cosas por parte de esa nueva conquista, lo llevaba a los extremos del deseo. Cuando amanecio ella estaba en una cama solitaria y no veia a Jorge por ningun lado, entonces se levanto y se enrollo una sabana alrededor para salir a buscar a su nuevo novio, al que ella queria para toda la vida. El hombre estaba en la cocina y hacia algo que parecia ser el desayuno. La chica lo miro y quedo completamente anonadada con su musculosa espalda que cada vez que la veia parecia mas ancha y atractiva. Ella se acerco con cuidado y lo abrazo sorpresivamente, pero, el no reacciono de la manera en que lo esperaba. Fue un tanto esquivo. -- Buen dia. Pense que despertaria a tu lado. -- Debo irme al trabajo. Salio algo urgente. -- Entiendo. ?Puedo esperarte aqui mientras llegas? La pregunta parecio mas que nada ofensiva para Jorge quien volteo de inmediato y la miro fijamente a los ojos. -- ?Esperarme aqui? No. Debes irte a tu casa. -- Pero, anoche... Yo pense... -- Disculpa... Jorge olvido el nombre de la chica, pero, de igual manera siguio. --... pero, a pesar de que todo estuvo muy genial anoche, es algo que ya quedo en el pasado. No estoy buscando una relacion Ella lo miro asombrada. La chica se habia armado una historia en su mente que iba completamente alejada de la realidad. -- Acepte a estar contigo solo porque pense que esto seria algo serio. -- !Por Dios, te conoci anoche! ?Como pensaste algo asi? -- !Eres un idiota! -- Vamos a ver... Primero que nada, calmate. El intento tomarla por un hombro y llevarla a una silla, pero, ella se movio con fuerza y evito que el la alcanzara. -- !No, Jorge! !Tu me prometiste que...! -- !Oye, no me grites! !Yo no te prometi nada! Anda a vestirte y dejame en paz. -- !Eres un imbecil! La chica se movio con rapidez y lanzo la puerta de la habitacion despues de entrar muy molesta. Jorge solo se limito a mirarla y entonces siguio con lo que estaba haciendo. La verdad es que el no era un mal hombre, pero, tampoco permitiria que nadie le hablara asi y menos en su propia casa. El trato de calmarse un poco y miro por la ventana. Su hermanito venia caminando con las cosas que el le habia mandado a comprar a la tienda de la esquina. Cada vez se veia mas grande, estaba muy orgulloso de el, era la unica familia que tenia. En ese momento la chica salio de la habitacion de la misma manera en la que entro y entonces ni siquiera miro a Jorge al salir. Solo se limito a gritarle: -- !Pudrete, infeliz! Pero, entonces, ella abrio la puerta principal y salio disparada encontrandose de frente con el pequeno hermano de Jorge. La chica lo tropezo tan fuerte el nino perdio el equilibrio y entonces la vida de todos cambio para siempre.

  • Tres maneras de inducir un coma de Alba Carballal

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    La enigmatica llamada de telefono que recibe Federico en la piscina municipal de Chamberi y una extrana oferta de trabajo son el punto de inicio de una aventura indagatoria protagonizada por un cuarenton con estudios universitarios y sin perspectiva alguna de futuro. Este, obligado por las circunstancias a convertirse en una suerte de espia mercenario, se vera envuelto sin remedio por una realidad turbia en la que nada es lo que parece, y en la que el odio, la venganza y la hipocresia terminaran por contagiarlo.

  • La mano que te da de comer de A. J. Rich

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    La conferencia habia tratado sobre victimologia. ?Hay en el cerebro del maltratador una anomalia simbiotica que exista tambien en la conformacion emocional de la victima? El profesor habia usado como modelo el sindrome de la mujer maltratada, senalando que este no aparece en el DSM-5, el Manual diagnostico y estadistico de los trastornos mentales, pero si en los codigos penales. ?Por que? Yo creia tener la respuesta. Habia sido una manana electrizante. No veia la hora de llegar a casa y seguir con mi investigacion. Como me sentia un poco culpable por querer tener el apartamento otra vez para mi sola, pase por Fortunato Brothers y compre una bolsa de galletas de pinones para Bennett. Mi apartamento estaba en el ultimo piso de un edificio entre medianeras de Williamsburg, Brooklyn, uno de esos con fachada de listones. No convivia con hipsters, sino con el vecindario de toda la vida; italianas que se pasaban el dia barriendo la acera y jubilados chistosos que jugaban al ajedrez en Fortunato. A una manzana habia una tienda de lapidas donde ademas vendian pan. Bennett la llamaba Pan-Teon. Se rumoreaba que el dueno habia trabajado para una de las grandes familias de la mafia. El personal, de ochenta anos para arriba, sacaba sus sillas de plastico a la calle y se dedicaba a fumar puros. El camion de los helados ponia la musica de El padrino. <>. A mi puerta se llegaba por una espiral de sesenta y ocho peldanos. Atravese una mezcolanza etnica de olores: ajo rehogado en el primer rellano, col hervida en el segundo, chorizo frito a continuacion…, y por ultimo mi piso, donde yo nunca cocinaba nada. La puerta estaba abierta. Bennett debia de haber salido sin acordarse de sacudir un poco el pomo roto, como le habia dicho que hiciera. Podrian haberse escapado los perros. Tenia tres: Cloud, una gran pirineo a la que llamaba Gran Lienzo en Blanco, y Chester y George, dos pitbulls cruzados, patosos y dependientes, a los que habia tomado en adopcion. Los perros eran el unico motivo de discordia entre Bennett y yo. El no queria que yo tratara de rescatar a cuanto chucho callejero se cruzara en mi camino a expensas de mi trabajo, aunque yo sospechaba que lo que en realidad no soportaba era encontrar pelos de perro en sus jerseys. Bennett siempre tenia frio, incluso en verano. Segun el, sufria el sindrome de Raynaud, un estrechamiento de las venas en las extremidades que hace que se enfrien manos y pies. Le daba miedo la forma avanzada en la que se pueden atrofiar los dedos de unas y otros. Ahora bien, sus manos nunca estaban frias cuando tocaban mi piel… En cambio, yo siempre tenia calor. En primavera me ponia sandalias antes que nadie, nunca llevaba bufanda y jamas me resfriaba por culpa del aire acondicionado. Y no era porque fuera robusta, ni mucho menos. Empuje la puerta con el hombro, contrarrestando el delirio de colas agitadas que me recibia al otro lado, y me fije en que habia petalos de rosa en el recibidor. ?Seria cosa de Bennett? Parecia demasiado cursi, impropio de el. A los hombres que se acuerdan de todo lo que dices no les hace falta recurrir a topicos. Nadie me habia visto y entendido nunca como lo hacia Bennett. Era algo mas que simple atencion: sabia incluso antes que yo lo que querria, tanto en las cartas de los restaurantes como en una pantalla o en un disco. Conocimiento que, por descontado, se extendia a la cama. Cuando me agache para recoger algunos petalos, repare en que eran huellas de patas. Asi que no se trataba de un detalle romantico manido. Lo que se presentaba ahora como un patron floral abstracto en el suelo de madera noble conducia al dormitorio. ?Habrian reventado la bolsa de basura Chester y George? Sobras de salsa putanesca arrastradas a lo largo y ancho del apartamento por los perros: otro topico que me resistia a aceptar. Esos perros adoptados eran unos caballeros, por mucho que irritasen a Bennett los huesos a medio roer que dejaban tirados por la casa. Ir tropezando a todas horas con ellos, y pisando juguetes de esos que hacen ruido cuando uno los aprieta, era otra de las razones por las que me pedia que buscase un hogar definitivo para los perros, o que los devolviera al centro de acogida de animales de East Harlem de donde los habia rescatado. El donativo que habia aportado a una organizacion de rescate de animales de la zona debia de haberme incorporado a una lista masiva de correo electronico, porque desde entonces recibia casi a diario fotos y perfiles de perros a los que, sin mi intervencion, apenas les quedarian unas horas de vida. A los pitbulls, Chester y George, los habian tenido en el corredor de la muerte para practicarles la eutanasia. En la foto salian apoyados el uno en el otro, saludando ambos con la patita en alto. Eso superaba mis fuerzas. Cuando fui a la perrera, vi que en sus tarjetas se leia <>. Uno de los empleados me explico que eso significaba el mejor caracter posible. Jamas habian dado a los demas otra cosa que amor, y eso era lo que querian a cambio: amor. Rellene los formularios y pague por duplicado la tarifa de adopcion, pensando que solo los acogeria por un tiempo. Al dia siguiente fui a buscarlos en compania de Cloud en un vehiculo de una empresa de coches compartidos. Bennett no soportaba el caos constante de tres perros grandes metidos en un apartamento pequeno, y es posible que tuviera razon: eran el centro de mi vida. ?Me hacia cargo de ellos por algun tipo de altruismo patologico? Esa era justamente la base de mi investigacion: un test para identificar a las victimas cuyo interes e hiperempatia fueran tan extremos que llegaran a atraer a los depredadores. Bennett necesitaba orden para funcionar, mientras que yo necesitaba tenerlo todo patas arriba; un desorden demencial, pero hogareno. El, siempre que venia de Montreal, dejaba bien colgadas sus camisas Oxford y sus chinos. En cambio, yo solia dejar arrugados encima de la cama mis leggings, mi chaleco de cuero vegano y mis capas y capas de tops. Bennett sacaba los platos del lavavajillas que habia cargado y encendido el mismo. Yo, por el contrario, dejaba los cacharros sucios en el fregadero. Lo mas dificil para mi era que Bennett se opusiera a que los perros durmiesen con nosotros en la cama. No le gustaban los perros, y ellos lo percibian. Siempre lo hacen. Obedecian, pero Bennett daba las ordenes con una dureza innecesaria. Ya se lo habia dicho mas de una vez. ?Como nos las arreglariamos para convivir todos juntos? La primera en llegar fue Cloud, que se valio de su tamano de oso para ganarles a los chicos la partida de la fuerza. No solo no me saludo con la efusividad de siempre, apoyando sus enormes patas sobre mis hombros, sino que la vi nerviosa, asustada. Daba vueltas alrededor de mis pies con las orejas pegadas a la cabeza. Tenia todo un lado del cuerpo manchado, como si se hubiera apoyado en una pared recien pintada. Pero yo no habia pintado. Y jamas habria elegido el color rojo. De rodillas, aparte su pelo mojado para ver si tenia heridas punzantes en la piel, pero no vi ninguna. Ademas, el color no atravesaba del todo su pelaje. Pedi perdon a Chester y George por mis sospechas infundadas. Suerte que ya estaba de rodillas, porque podria haberme caido con el primer ataque de vertigo. Examine a los pitbulls en busca del origen de la sangre. Mi corazon latia muy deprisa. Sufri otro ataque de vertigo. Tampoco encontre heridas en ninguno de los dos. Baje la cabeza para no desmayarme. -?Bennett? -dije en voz alta. Aparte a Chester, que me lamia la sangre de las manos. Vi que mi sofa nuevo (regalo de Steven, mi hermano mayor, por haber dejado atras la veintena y alcanzado la edad adulta) estaba manchado. Intente reunir a los perros, pero ellos no paraban de dar vueltas a mi alrededor, lo que dificultaba mi llegada al dormitorio. Mi apartamento era alargado, con un pasillo al que daban todas las habitaciones. Se habria podido disparar una bala sin que esta chocase con ninguna pared. Desde donde me encontraba, en la sala de estar, veia la mitad inferior de la cama. Y la pierna de Bennett. -?Que les ha pasado a los perros? -pregunte. A medida que avanzaba por el pasillo, las manchas rojas se alargaban. Bennett estaba boca abajo en el suelo del dormitorio, con una pierna encima de la cama. De repente vi que las dos partes no estaban conectadas. Lo primero que se me ocurrio fue salvarlo de que se ahogara con su propia sangre, pero una vez de rodillas vi que no estaba boca abajo, sino mirando hacia arriba. Bueno, mirando no, porque ya no tenia ojos. Por un momento, contra toda logica, me aferre a la esperanza de que no fuera Bennett. Tal vez alguien habia entrado a la fuerza y los perros lo habian atacado. A pesar de la conmocion, tenia los conocimientos necesarios como para saber que el asesino no era humano. Las salpicaduras de sangre carecian de cualquier componente emocional. Mi experiencia forense bastaba para comprender lo que veia. El analisis de las manchas de sangre ofrece una sorprendente exactitud. Indica el tipo de lesion, el orden en que se recibieron las heridas y si la victima se movia o estaba quieta en el momento en que se las infligieron. En aquel caso, las lesiones eran heridas punzantes y desgarros. Las manos de Bennett estaban desolladas, lo que significaba que al intentar resistirse le habian arrancado la piel. Le habian arrancado la pierna derecha a la altura de la rodilla. El <> habian sido uno o varios animales. Las heridas presentaban un perfil irregular, no lineal como las producidas por arma blanca. Faltaban trozos enteros de carne. Las manchas de sangre indicaban que habia sido arrastrado por el suelo del dormitorio. El pie y la pantorrilla derechos debian de haber sido llevados a la cama despues del ataque. Por todo el cabezal, y en la pared trasera, habia salpicaduras de sangre arterial, probablemente de la carotida. Oi a mis espaldas el jadeo de los perros, que esperaban alguna indicacion sobre lo que ibamos a hacer. Trate de mitigar su miedo. Adoptando el tono mas calmado del que fui capaz, les dije que no se movieran. Hice que se echaran. Luego note que del olor a sangre se iba diferenciando otro que parecia emanar de mi. Me levante despacio y rodee a los perros a camara lenta. Cloud se levanto, y, si no le hubiera ordenado quedarse echada, me habria seguido. Chester y George me dedicaban toda su atencion, aunque no se movieron mientras yo seguia andando hacia el cuarto de bano. Por fin llegue, cerre con un portazo y me apoye con todo mi peso en la puerta, por si los perros se lanzaban en mi persecucion. Oi ganidos al otro lado. Aun no estaba en estado de shock. Pronto lo estaria. Seguia en el estado inferior de llorar de gratitud por haber sobrevivido. Lo curioso es que sentia vertigo, como el que experimentaria de haber ganado un gran premio. Y lo habia ganado: mi vida. La borrachera, sin embargo, duro apenas unos segundos. Saliendo del extrano trance, comprendi que tenia que pedir una ambulancia. Bennett no podia estar vivo, pero ?y si me equivocaba? ?Y si estaba sufriendo? Mi movil estaba en el bolso, que habia dejado en la repisa junto a las llaves. Oi un ruido de papel desgarrado y me acorde de la bolsa de galletas. Seguro que se habian caido y las habian encontrado los perros. Abri la puerta lentamente y fui a buscar el bolso sin entrar en el dormitorio. ?Cuanto tardarian en zamparse las galletas? Dominada por la adrenalina, contuve el impulso de correr para ponerme a salvo. En lugar de eso, aferre el bolso sin apartar la vista de los perros. Finalmente, volvi al cuarto de bano y me encerre echando el pestillo. Luego me meti en la banera vacia, como si la antigua banera de hierro con patas pudiera protegerme, y marque el numero de emergencias. Tuve que hacerlo dos veces. Cuando me preguntaron por que urgencia llamaba, no fui capaz de contestar. Ni siquiera podia gritar. -?Corre usted peligro en este momento? -Era una voz de mujer, me parecio que de cierta edad. Asenti con la cabeza como una loca. -Interpreto su silencio afirmativamente. ?Puede decirme donde esta? -En el cuarto de bano. A continuacion di mi direccion en voz baja. -Ahora mismo va para alla la Policia. No cuelgue. ?Hay algun intruso dentro de la casa? Oia a los perros al otro lado de la puerta del cuarto de bano. Los ganidos de antes eran ahora mas fuertes. Lloriqueaban, golpeando la puerta con las patas para que les dejara entrar. No conteste. -Si hay un intruso en su casa, de un solo golpe con el dedo en el auricular. Golpee el auricular tres veces. -?Algun arma? De un golpe. Di uno. -?Mas de un arma? Otro golpe. -?Armas de fuego? Sacudi la cabeza y deje el telefono en la banera vacia. La telefonista seguia hablando, pero lejos. Sacudir la cabeza (no, no, no) me habia reconfortado, como si me columpiasen. Cuando se empezo a oir la sirena, uno de los perros aullo. Cloud. Siempre me habia hecho reir su participacion en la version urbana de la manada de lobos, como si aquella perra tan mimada, cuyos dientes cepillaba yo cada semana, tuviera aun algun vestigio de animal en su interior. En esta ocasion, su aullido me erizo la piel. -Ya ha llegado la patrulla -dijo la vocecita que salia del telefono al fondo de la banera-. Si los agresores aun estan dentro, de un golpe. Los pasos que se acercaban hicieron ladrar a los perros, como lo hizo la mano que probo si la puerta estaba cerrada con llave. -!Policia! !Abran! Intente decir algo en voz alta, pero apenas me salio un gemido infinitesimal, mas debil que la voz que seguia preguntandome si los agresores permanecian dentro de la casa. Por unica respuesta, los policias no oyeron otra cosa que ladridos. -!Policia! !Abran la puerta! Mas ladridos. -!Llamad a Control de Animales! -oi que gritaba uno de los agentes. El siguiente ruido fue el de echar la puerta abajo, seguido por un unico disparo ensordecedor. El gemido que siguio contenia toda la congoja de un llanto humano. Los otros perros dejaron de ladrar. -Asi me gusta. Bien, perritos -dijo uno de los policias. -Creo que este esta muerto. Los pasos se acercaron con cautela. -Dios mio… Mierda -dijo el otro. Oi una arcada. De golpe se abrio la puerta del cuarto de bano, y un policia joven me encontro encogida en la banera sin agua. El agente se puso en cuclillas a mi lado. Note el olor agrio de su aliento, causado por la arcada. -?Esta herida? Yo tenia las piernas encogidas, la cara contra las rodillas, y me tapaba la cabeza con las manos. -Enseguida llegara una ambulancia. Perdone…, tenemos que ver si sangra por alguna parte. El policia me puso una mano en la espalda con suavidad. Grite. -Tranquila, tranquila -dijo el-. Nadie va a hacerle nada. Permaneci en la misma postura, la que adoptaban los alumnos en los simulacros escolares de explosion nuclear. Mas tarde me entere de que uno de los sintomas del trastorno por estres agudo es una rigida inmovilidad. -Ya estan aqui los de Control de Animales -dijo el otro policia. La ambulancia debio de llegar al mismo tiempo, porque un sanitario me tomo el pulso mientras una mujer buscaba heridas en mi cuerpo. Me quede encogida en la banera. -No creo que la sangre sea suya, pero no veo el abdomen - dijo ella-. Voy a ponerle una via. Ahora notaras un pinchazo, carino. Me clavaron una aguja de hacer punto en la mano izquierda. Grite tanto que los perros se pusieron a ladrar otra vez, aunque ahora solo eran dos. -Te vamos a dar algo que te ayudara a relajarte. Asi podremos comprobar si tienes alguna herida. Un calor negro empezo a extenderse por mi brazo, como si me hubieran puesto un guante caliente en la mano. A partir de cierto momento, la oscuridad se hizo tan grande que pude introducirme en ella. Una clemente bolsa negra en la que desaparecer. -Tenemos que hacerle algunas preguntas. ?Puede hablar? -quiso saber uno de los policias. -Esta en estado de shock. -?Se llama usted Morgan Prager? Intente decir que si con la cabeza, pero la bolsa negra me oprimia demasiado. -?Puede decirnos quien estaba con usted en el apartamento? No hemos podido encontrar ninguna identificacion del difunto. -?Nos oye? -pregunto el otro policia.

  • Una muchacha indecente (Los Kinsberly 4) de Evelin Mordan

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    Llega la cuarta entrega de la serie de romance historico <> de Evelin Mordan.

  • Tu suerte (Rancho Anderson 3) de Eva River

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    Los Anderson tenian un ultimatum. O encontraban esposa o encontraban esposa.
    ?Que tan dificil podia ser? ?Acaso no tenian a todas las chicas babeando por ellos? Pues… estaban a punto de comprobarlo.

  • El asesinato del hombre perfecto de Elizabeth Gill

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    Una obra de teatro excepcional, su singular autor y el productor, melodramatico y desmesurado. Una joven encantadora y su prometido: el intelectual lord Charles Kulligrew. Un millonario siniestro, un profesor despistado, su intransigente hermana y… el Tigre.

  • Chloe (Divas 1) de Emma Madden

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    Chloe Miller es una conocida estrella de Hollywood que a los veintiocho anos, recien divorciada y con una larga y prestigiosa carrera, tiene que cambiar sus habitos y contratar un equipo de escoltas de primer nivel para cuidar de su seguridad.
    Una experiencia incomoda al principio, que acabara por transformar su existencia y que le regalara la historia de amor mas importante, inesperada y trascendental de su vida, con el unico hombre del que no se podia enamorar.
    Chloe Miller y Kenan Yaman se conocen, se rechazan y mantienen las distancias, hasta que el amor y la pasion se abren paso en toda su plenitud, sin que ninguno de los dos pueda controlarlo.
    “CHLOE” es el primer libro de la Serie Divas, de la escritora Emma Madden, dedicada a esas mujeres fuertes, famosas y con un exito esplendoroso, que viven el amor a su manera y con una tremenda pasion.

  • El principiante de Julie Miller

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    De pronto habia algo mas importante para el inexperto agente Josh Taylor que destapar aquella red de trafico de drogas en la universidad y convertirse en detective. Porque, en mitad de aquella investigacion que estaba realizando infiltrado en la universidad, habia conocido a la profesora Rachel Livesay; aquello habia encendido todas las alarmas de peligro… y de pasion.

  • Cita en la luna de Merche Diolch

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    Dicen que el tiempo lo cura todo...
    Pero Melisa no esta tan segura de ello y menos desde que Jan ha regresado a su vida.
    Amigos desde la infancia, la luna ha sido testigo de su relacion... De su comienzo y su transformacion, de como con los anos los sentimientos han cambiado y sus protagonistas, en vez de asumir que de la amistad al amor solo hay un paso, decidieron huir en direcciones opuestas.
    Miedo...
    Promesas incumplidas...
    Sonrisas y llantos...
    Suenos... y la musica como lazo de union entre dos cabezotas que solo desean que las agujas del reloj giren hacia atras para regresar a su cita en la luna.

  • Jueves (Atemporal 4) de E. L. Todd

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    Conozco a Marie de toda la vida. Ha sido la amiga excentrica de mi hermana desde que tengo memoria.

  • Diccionario de la politica espanola de Anacleto Panceto , Protestona

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  • Mama come sano de Julio Basulto

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    Una guia completa sobre que comer y como comer antes, durante y despues del embarazo.

  • El lobo y la rosa (Destinos en la tormenta 1) de Zahara C. Ordonez

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    Malaga, agosto de 1845 Todo empezo con una tormenta. El cielo era una planidera llorando una muerte y los truenos eran gritos de su garganta anunciando desgracia. Aun no lo sabia, pero era la mia. La lluvia parecia clamar el fin del mundo y desde la seguridad de mi dormitorio la observaba, ajena a una realidad que pronto me encontraria y de la que no podria escapar. De pie junto al ventanal observaba los barcos alla en el puerto vapuleados por olas furiosas. Eran todo un simbolo de resistencia pues, aunque sus cascarones fueran embestidos una y otra vez, siempre se mantenian a flote. Me gustaba imaginarme tan fuerte, tan brava, tan resistente a las tempestades como ellos y fantaseaba a veces con que me subia a bordo de uno de esos fastuosos navios y lo comandaba hasta los confines de la Tierra. La culpa de tal fantasia, decia mi madre, la tenia Espronceda, y pronto me disuadia de mis ensonaciones contandome historias atroces de terribles y despiadados piratas. Ella de eso sabia mucho, pues sus antepasados levantaron su fortuna con barcos mercantes, asi que escuchaba sus relatos olvidando durante un tiempo mis pretensiones de darme a la pirateria hasta que mis ojos volvian a mirar el puerto y una sensacion de fuerza y libertad sin igual me embargaba. La voz de mi madre me saco de mis pensamientos. --Apartate de la ventana, Victoria. En su tono autoritario habia un deje tembloroso, pues temia a las tormentas mas que a la propia muerte. En aquel instante un relampago, que se me antojo que dibujaba la guadana de la Parca, cruzo el cielo y ella dio un respingo. El trueno pronto lo siguio con un bramido inmisericorde que retumbo en la estancia y que la hizo persignarse y advertirme de nuevo que me alejase de alli. Obedeci y mi madre llego al punto, corriendo los cortinajes de seda en color crema que habia estrenado unos meses atras con la llegada del verano. El fulgor de los quinques que habiamos tenido que encender desde primera hora en aquel dia gris ilumino la estancia oscura con sus tonos dorados. --?Todavia no estas vestida? --se quejo tras mirarme de arriba abajo y comprobar que seguia envuelta en mi comodo batin de organza. Mi madre fue hacia mi mesita de noche y agito la campanilla que reposaba sobre esta mientras yo fruncia el ceno, algo desconcertada. --?Vestida? ?Para que? --Hoy es el entierro de don Agustin de Herrera. Don Agustin era amigo de la familia desde que yo tenia memoria. Tanto el como mi padre eran propietarios de una ferreria y habian acabado trabando amistad mas alla del ambito comercial, pues compartian sus tribulaciones por las idas y venidas del comercio de hulla y otros asuntos del negocio. Pasaban los dias hablando de proyectos que habrian de encumbrarlos en lo mas alto de la sociedad industrial. Algunos llegaban a buen puerto y otros quedaban varados, pero nunca les falto ilusion. Don Agustin tenia familia en Bath, una ciudad inglesa, y a menudo expresaba su deseo de equiparar Espana a la isla en cuanto a avances industriales se referia, y ya hablaba de ferrocarriles y otras hazanas. Pronto se dio cuenta de que, aun habiendo dado algunos pasos hacia adelante, aqui las cosas iban a un ritmo distinto al del resto de Europa. Cuando a mi padre se lo llevaron las fiebres, Agustin se hizo todavia mas presente en nuestra familia. Ayudo a mi madre en los asuntos legales, acompano a mi hermano en sus primeros pasos en solitario al frente de la ferreria y pronto se hablo de que colmaba a mi madre de atenciones poco propias para una mera relacion de amistad. Las malas lenguas tuvieron trabajo de sobra con ellos, pues el estaba casado. Todo el mundo pensaba que su esposa, de mal caracter y peor salud, lo dejaria viudo y el se desposaria con mi madre; sin embargo, para sorpresa de todos, el pobre Agustin, de cabellos aun oscuros y rostro lozano, se fue antes que la macilenta senora de Herrera. Tras el velatorio, al que la viuda prohibio la entrada a mi madre, iban a enterrarlo en el Cementerio de San Miguel, en una tumba sobre la que algun dia se alzaria el panteon que habia ordenado construir. La muerte, asi de caprichosa, gusta de llevar la contraria llevandose a quien menos lo espera. Yo sabia lo mucho que don Agustin significaba para ella, pero si de por si acudir a un entierro era del todo inapropiado, ir al suyo transgredia todos los limites, y asi se lo hice saber. --No necesito el permiso de nadie para ir a despedir a un amigo -- respondio mi madre con gesto resuelto. --Madre… Ya sabe lo que dice la gente --insisti, recordandole las habladurias. --Ire a decirle adios a Agustin les guste o no --zanjo. --Como quiera --suspire--. Mas el tiempo tampoco acompana. Parece mentira que estemos en agosto. --Nunca llueve para siempre, Victoria. Y menos en Malaga. Si de algo sabemos aqui es de sol. Guillermina, mi doncella, a quien yo llamaba <> de forma carinosa, llego en ese instante y mi madre le dio ordenes de que preparase un vestido adecuado para las circunstancias. La muchacha, de apenas veinte anos, cabello dorado y rostro dulce, se quedo por unos segundos petrificada. Logro sobreponerse y hacer lo que le pedia. La observe mientras abria cajones y roperos y sacaba de ellos varias prendas que creyo convenientes, dejandolas estiradas sobre la cama, hasta que mi madre senalo al poco un vestido de raso negro con volantes de blonda y guarnecidos en azabache. Eligio tambien un echarpe de cachemira a rayas, un sombrero de capota a juego, cerrado con un lazo de raso violeta, y unos guantes de encaje. --Lastima que no haga dia para lucir sombrilla. La ultima que te regalo tu hermano habria sido perfecta para ese vestido --observo mi madre, que sentia pasion por los adornos--. Escogeremos un paraguas apropiado. Mina guardo el resto para despues ayudarme a vestirme. --?Que opina…? --Deje la pregunta a medias, pues me apreto con tanto brio el corse que me quede sin aliento. Era ingles, de raso, de los que todavia necesitaba ayuda para poder anudarlos por detras. Mi madre habia comprado algunos mas nuevos, con unos enganches delanteros que facilitaban la tarea de vestirlos, mas ese dia me puse aquel porque su tejido era muy fresco. --Afloja, Guillermina, que Victoria tiene la costumbre de respirar. --Perdon, senora --se disculpo, y me libero un poco de la presion. --Endiablados corses. Cada vez los hacen mas rigidos --me queje. --?Por que crees que Napoleon lo llamaba <>? --apunto mi madre. --Ni que hubiera tenido que llevar uno --le recorde. --Igual le habria ido mejor en Rusia de haber sido mujer --dijo ella--. Somos mas precavidas y siempre llevamos un chal por si refresca. --No creo que podamos llamar <> al frio de aquellos lares, madre. En medio del semblante enturbiado que lucia aquella manana, emergio una breve aunque animada sonrisa. Mina solto una disimulada risita por aquel comentario y termino de ponerme el vestido. Despues me sente en el tocador para que me peinase. --Un recogido sencillo bastara --le indico mi madre, observandome en el espejo. Me miraba con ternura y quise pensar que se sentia orgullosa de la hija que habia criado--. Es una pena que tu padre no este aqui para verte. Te habria dicho lo mucho que te pareces a mi cuando tenia tu edad: mi mismo pelo, mis mismos ojos negros… --Me gustaba mucho parecerme a ella, pues su belleza me resultaba ejemplar. La mire con carino, notando en su voz la nostalgia--. El siempre decia que terminariamos por casarte bien. Hacia tiempo que habia aprendido que la decision sobre cuando y con quien me desposaria estaba en sus manos, o en cualquier caso en las de mi hermano, y no en las mias. A ella le habia ocurrido lo mismo, a pesar de que habia quedado claro que sus sentimientos nunca habian pertenecido a mi padre y que si lo habia querido era a causa de la costumbre y no del corazon. Mi madre decia que el amor y el matrimonio eran cosas distintas, y que en contadas ocasiones confluian ambas, como si hablase de dos astros que se alinean y no de algo tan humano como los sentimientos. Por lo que de existir un enamoramiento por mi parte que no conviniese a sus prioridades, que eran su posicion social y economica, seria fuertemente reprobado. --?Y eso cuando sera? Usted se caso con dieciseis y yo ya tengo diecinueve. A su lado soy casi una solterona --dije, fingiendo un gesto amargo. --Sabes de sobra que no podria consentir que te casases con el primero que pasara a pedir tu mano. Hallar al esposo adecuado para ti lleva su tiempo. --Y supongo que vive en la luna, dado que no lo ha encontrado aun. --No digas tonterias --me regano--. Tu hermano y yo solo queremos lo mejor para ti. --Hablando de mi hermano --comence a decir con intencion de formular la pregunta que habia rondado antes por mi cabeza--, ?que opina el de que vayamos al entierro? --Rafael ha salido temprano para Sevilla a tratar asuntos de negocios. No tiene por que enterarse de nada --ordeno, dirigiendonos una mirada severa a Mina y a mi. Ella asintio de forma diligente y yo alce una ceja. --Pues tendra que sellar con cera los labios de media Malaga, porque como aparezcamos por el cementerio vamos a ir de murmuracion en murmuracion. --En ese caso ya me las sabre yo arreglar. --Se enfadara. --Victoria, puede que tu hermano, al ser hombre, sea el jefe de la familia por disposicion divina y humana, pero yo soy su madre, y sabe Dios que lo que una madre dice va a misa. Suspire, rezando porque, de darse conflicto, lo resolvieran entre ellos. Cuando Mina termino, pronto abandonamos la casa y llegamos en carruaje hasta la explanada previa al cementerio. Don Agustin era muy querido, asi que el lugar estaba abarrotado. Los carruajes se agolpaban unos junto a otros, con sus ocupantes en el interior esperando que la tormenta amainase. A resguardo de la lluvia, bajo algunos arboles cercanos, se agrupaban gentes de aspecto humilde. Supuse que serian sus trabajadores, o quiza solo curiosos que no perderian la oportunidad de asistir a un evento de tales caracteristicas. De entre la espesa lluvia, al final del paseo que conducia al cementerio, emergio un carruaje oscuro que parecio invocado de la nada. Era negro como la brea y estaba tirado por seis caballos de identico color, que en su testuz presumian de grandes plumas de igual tono. De entre las nubes grises surgio un repentino rayo de sol que ilumino el asombroso carruaje. Percibi entonces sus muchos detalles: angeles para guiar su alma, relojes de arena alados, flores de adormidera, letras griegas que simbolizaban el principio y el fin de los tiempos, asi como buhos y antorchas. Todo el estaba lleno de simbologia en referencia a la vida y la muerte. --Nunca he visto nada igual --murmure, estremecida. Era hermoso, aunque lugubre a la vez, dado su cometido. --Al parecer su viuda se opuso. No le parecia bien que a Agustin le llevasen el feretro animales en lugar de personas, como se ha hecho toda la vida --relato mi madre--. Aunque como ves ha prevalecido su voluntad, pues lo dejo todo por escrito. He oido que su sobrino lo ha hecho traer de Barcelona. --?Su sobrino? --pregunte extranada, pues desconocia de su existencia. --Julian Withmore --indico mi madre--. ?No lo recuerdas? Agustin no suele hablar mucho de el, quiero decir… solia --se corrigio--, pero estuvo en su casa por Pascua, hace unos diez anos. Tu padre vivia aun. A pesar de que intente rebuscar en mi memoria aquel recuerdo, no lo halle, asi que negue con la cabeza. --Es normal. Eras muy pequena. Fue antes de que sus padres lo mandaran a colegios de prestigio para… --se interrumpio, como si estuviera buscando las palabras concretas--, para suavizar su caracter. Estudio en Madrid, mas tuvieron que sacarlo de alli cuando tenia veintitres anos por asuntos de romances, contaba su tio. Volvio a Bath con sus padres hasta que murieron la primavera pasada --comento ella, sin dejar de atisbar el exterior. --?Los dos? --Los dos --afirmo--. Don Agustin era la unica familia que le quedaba. <>, pense. --Creo que ahora esta instalado otra vez en Madrid y he oido que va a hacerse cargo de buena parte de su fortuna, asi que tendremos que llevarnos bien con el. Las palabras de mi madre se perdieron bajo el sonido de los cascos de los seis ejemplares que tiraban del carruaje de don Agustin. Llego hasta las puertas del camposanto y, a pesar de la lluvia, bajaron el feretro entre varios hombres ataviados con elegante levita oscura y lo portaron sobre sus hombros, echando a andar solemnemente. La gente comenzo a abandonar su transporte, clavando los pies en el barro para seguirlo. Toda la burguesia malaguena se habia reunido alli para despedir a Agustin; grandes magnates del comercio, poseedores de navieras, fabricas o negocios en Ultramar. Ni uno solo faltaba, pues todos lo consideraban un gran amigo. La tormenta, que parecio apiadarse de nosotros, dio tregua, quedando apenas una llovizna que, aunque molesta, permitia estar al aire libre. Mi madre y yo descendimos de nuestro transporte, cuidando de no meter los pies en algun charco y resbalar; y aunque nos quedamos mas atras intentando no llamar en demasia la atencion, pronto todas las miradas se clavaron en nosotras. Al sentirme observada agache la cabeza, algo abrumada. Mi madre, sin embargo, alzo el menton y continuo caminando con paso decidido. Nadie le dijo nada, pero todos murmuraron. Y en sus ojos estaba el reproche que anidaba en sus labios. Algunos, muy pocos, los mas allegados a nuestra familia, se acercaron y nos saludaron de forma cortes, aunque parca. Por fin llegamos hasta una de las callejas del cementerio, entre las que comenzaban a perfilarse las parcelas que un dia ocuparian fastuosos panteones. La muchedumbre se agolpo frente a la que seria la tumba familiar de los Herrera y, mientras el feretro ocupaba su lugar, el sacerdote que asistia al entierro pronuncio su sermon con gran aplomo. Observe a mi madre y supe que estaba conteniendo las lagrimas, asi que la tome de la mano, buscando reconfortarla.

  • Cuando un hombre ama (Gillander’s Whisky 1) de Eleanor Rigby

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    Vuelve Eleanor Rigby con una nueva serie que tiene de todo: amor, intriga y mucha mucha pasion, ambientada en la regencia inglesa.

  • Los Boston en Londres (Damas poderosas 5) de Noa Pascual

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    Miranda Boston miraba en rededor, buscando a su hermano mayor, el mismo que la habia obligado a viajar a Inglaterra sin contar con sus deseos. No habia tenido a bien escuchar sus quejas cuando ella, en su ultima carta, le habia explicado con mucha educacion y paciencia, que su peticion, justo en ese momento, no era la mas acertada, ya que el senor Lonan Hill le habia pedido matrimonio... Bueno, no habia sido una peticion oficial exactamente, ni romantica, pero, literalmente, el habia dicho: <>. Suspiro, nostalgica, recordando ese momento. Deseaba tanto convertirse en la senora Hill... Por fin se sentiria parte de alguien, ya que desde que fallecio su padre, su mundo se habia desmoronado; ya no tenia una familia a su lado. No es que sus hermanos no hubiesen mirado por ella, pero la diferencia de edad entre ellos tan solo era de dos anos, mientras que con ella eran quince y trece, y eso la convertia en la nina molesta que siempre los perseguia y a la que no sabian como tratar. Echaba de menos aquella epoca en la que estaban todos juntos; eran pobres, pero estaban muy unidos. Si la fatalidad no hubiese entrado en su casa y unas fiebres no se hubiesen llevado a su madre al cielo, posiblemente habrian continuado siendo la familia feliz que fueron. Pero aquella tragedia los separo o, mejor dicho, los cambio, pues su padre se trastorno, y lo dejo todo para convertirse en un cazador de tesoros. El oro con el que sonaba desde hacia anos se metio en su cabeza como si fuese lo unico que importaba, ya no veia nada excepto la forma de encontrar el preciado metal, y por ello se marcho en su busca, !y vaya si lo encontro! Sonrio con carino al recordar a su padre. Ella lo habia admirado incluso antes de convertirse en el hombre al que todos adulaban, los mismos que durante anos lo habian perseguido para que pagase sus deudas, que no eran pocas, ya que se obstino en convertir a sus hijos en hombres de provecho. Deseaba el mejor futuro para ellos, y se dejo la piel y todo cuanto poseia para ofrecerles una educacion exquisita, pues nada menos que los hijos de un granjero se habian convertido en medico y notario. Cerro los ojos con pesar al recordar a su hermano mayor el dia que murio su madre; en esa misma fecha decidio abandonar todos sus conocimientos en medicina, pues de nada le habian servido para salvar la vida de la mujer que mas queria. Nego con la cabeza para ahuyentar aquellos tristes recuerdos. Debia ser positiva y estar contenta por poder abrazar de nuevo a Dereck; habian pasado cinco anos desde la ultima vez que se vieron y anhelaba aquel reencuentro. Sin poderlo evitar, solto una risita nerviosa. Estaba convencida de que su hermano mayor esperaba encontrarse con la ninita de trece anos que vio por ultima vez, con lagrimas en los ojos por tener que separarse de ellos, en la puerta del internado para senoritas mas afamado de Nueva York, donde la elite de la alta sociedad enviaba a sus hijas para convertirlas en las damas perfectas con las que cualquier hombre querria casarse. Ella no habia pensado nunca en el matrimonio; de hecho, la sola idea de tener que intimar con un hombre la hacia estremecer. ?Quien querria casarse despues de todo lo que las maestras les habian contado respecto a los salvajes anhelos de los hombres? Ella desde luego no queria. Ahora bien, cuando nueve meses atras salio del internado y llego a su casa, vacia y fria, cambio de opinion. A tenor del panico de dejarse poseer por un esposo, siempre seria mejor que soportar aquella soledad. Nunca le habia gustado estar sola y, al llegar a su casa, aquella soledad fue su unica compania; eso la hizo recapacitar con respecto al matrimonio. Y Lonan parecia haber leido sus pensamientos, pues a la semana de conocerse, en el despacho de la naviera familiar, el se ofrecio a llevarla a su casa y en la misma puerta comento: <>. Habian pasado tres meses desde esas palabras y el ultimo dia que se vieron, antes de partir ella a Inglaterra, el le beso la mano enguantada y se despidio con una frase muy esperanzadora: <>. Un par de ojos la estaban observando. ?Quien era aquella muchachita menuda de rostro angelical? Una pregunta que se hizo el marques de Frotell. No la habia visto con anterioridad, estaba seguro de ello, pues hubiese sido imposible olvidarse de aquella figura. Parecia tan moldeable, que se sintio irremediablemente atraido por ella; necesitaba comprobar si su cuerpo se amoldaria a la perfeccion entre sus brazos. Tan ensimismado estaba que sus pies se pusieron en movimiento sin ser consciente de ello. Camino hasta quedarse a tan solo un par de metros de esa mujer, que parecia tan absorta en sus pensamientos que apenas se habia percatado de su presencia. Y casi agradecio que no lo hiciera, pues asi podia comprobar con tranquilidad que la joven no era un sueno. Era real, tan real como que el empezaba a sentirse mareado. ?Que le ocurria? Estaba acariciando con su mirada aquel rostro, anhelando inclinarse y rozar con sus labios aquellas palidas mejillas, embriagarse de su olor y besar aquellas tupidas pestanas negras, tan oscuras como el cabello largo y rizado que la joven mostraba con descaro bajo el sombrerito que apenas llevaba anudado, con las cintas en libertad, balanceandose en el viento por la brisa que corria al estar cerca del mar. Penso que con ello advertiria si la joven seria capaz de bailar con tanta sensualidad entre sus brazos, escuchando los acordes de un vals. Pestaneo para comprobar si estaba bajo los efectos del brandi que habia ingerido minutos antes, pero no; esa muchachita era real, y aquellos ojos oscuros parecian guardar cientos de secretos. La risita timida que ella emitio lo hechizo por completo. ?Que hacia una damita en los muelles de Bristol? Una pregunta que estaba a punto de realizar cuando, justo delante de la joven, paro un carruaje con el emblema del conde de Stanton y Oxford. --Frotell, no me gusta repetir las cosas --se quejo el duque de Manfford. Benedick se giro lentamente; se habia olvidado por completo de su padre. Apenas habia prestado atencion a sus quejas, ya que de normal grunia por todo. En esta ocasion, su mente habia estado abstraida por la belleza de la joven morena, y, por desgracia, no habia podido averiguar siquiera su nombre. Si el carruaje pertenecia al conde de Stanton, era muy posible que se tratase de alguna de las primas del conde. No era ningun secreto que los St. John habian sido una familia tan prolifera que no existia comarca alguna en la que no habitase alguien con ese apellido. Claro que, dada la juventud de la chica, y el hecho de que el no la hubiese visto en ninguna fiesta de la temporada, significaba que la joven seguramente habia acudido a Londres para ser proximamente presentada en sociedad. Ademas, que luciese con tal descaro su larga melena suelta mostraba a todas luces que provenia de alguna comarca interior; era sin duda una senorita de campo, y, por lo tanto, habia llegado a Londres para debutar. Con ese pensamiento sonrio interiormente, pues el, como uno de los nobles mas solicitados por las madres de damas casaderas, era invitado a todos los eventos, y eso significaba que, antes o despues, sus caminos volverian a cruzarse. Miranda se sorprendio al ver ante ella a una mujer rubia muy alta. --Debes de ser la senorita Boston --saludo lady Stanton. Ella asintio con la cabeza. --Ah, es un placer tenerte en Inglaterra --comunico, amistosa--. Disculpa a tu hermano, un asunto urgente de ultima hora le ha impedido venir a recibirte. Miranda se mordio el labio inferior, incredula porque el la hubiese obligado a viajar hasta Inglaterra, posponiendo sus planes de boda, y no hubiese sido capaz de ir a recibirla. Al fijarse en la mujer que tenia delante acabo sonriendo. Puede que Dereck no estuviese alli, pero desde luego habia mantenido su promesa de permanecer en contacto, al contrario que Owen, del que no sabia nada desde hacia casi un ano. Y gracias a la correspondencia mensual que recibia, estaba al tanto de la amistad entre el y ciertas mujeres que lo habian ayudado a integrarse en la sociedad inglesa. --Tu debes de ser Abby. La mujer se rio con tanto encanto que Miranda rectifico de inmediato. Sin duda, Dereck habia sabido describir a la perfeccion a las gemelas Allende. La dulzura y encanto de la mujer que tenia delante la delataba. --No, no, eres Sophie --se corrigio con rapidez--. Segun tengo entendido, debo felicitarte por tu reciente union con el conde de Stanton y tu estado de buena esperanza. A Sophie le gusto que la joven la reconociese, decia mucho del senor Boston. Y tambien le agrado que la tuteara; al fin y al cabo, solo se llevaban tres anos. Un hombre moreno de ojos verdes y tan alto como su hermano Dereck se acerco hasta ellas. --Connor, querido, permiteme presentarte a la senorita Boston. El conde de Stanton y Oxford hizo una pequena reverencia como saludo, pero Miranda alargo el brazo y le tendio la mano. Connor miro a su esposa y los dos reprimieron las sonrisas; esa jovencita tenia mucho que aprender sobre protocolo ingles. Claro que, el era un caballero y jamas dejaria en evidencia a una dama, por lo que se la estrecho sin mostrar desacuerdo alguno. Sophie se percato de que junto a Miranda habia dos baules. --?Has venido sola? --indago, preocupada. Miranda parpadeo. --No. Ademas de unos cuantos marineros --explico con tranquilidad--, tambien viajaba el capitan y... -- comunico como si fuese la respuesta mas normal--, por supuesto, Wyatt Mendoza. Sophie miro a Connor; los dos se quedaron atonitos con aquella aclaracion. --Wyatt Mendoza --repitio el conde, invitando a la joven a explicarse mejor. --?Acaso mi hermano no os ha hablado de Wyatt? Sophie nego con la cabeza. Miranda torcio el labio; no era posible que su hermano nunca hubiese mencionado a su mejor amigo. Habian sido inseparables. Mas que eso, Mendoza pertenecia a la familia; incluso a ella le costo asimilar que Wyatt era un vecino y no un hermano mas. --Es el mejor amigo de mi hermano, su contable y su hombre de confianza --informo, un tanto molesta por que nadie supiese de la existencia de Wyatt, cuando, por el contrario, Mendoza y ella conocian a las gemelas y a todas las amistades que Dereck habia contraido en Inglaterra. Como si lo hubiesen invocado, el hombre de largo cabello castano oscuro, ojos como las avellanas y menton cuadrado, aparecio justo delante de ellos. Su porte esbelto y fornido mostraba que, bajo ese traje de buena calidad, habia un hombre salvaje capaz de matar con un punetazo a cualquier entrometido. --Ya esta todo dispuesto --comunico a Miranda. Al ver a dos desconocidos alli, los miro interrogativo. --Soy el conde de Stanton y Oxford --se presento Connor--. Hemos venido a recibir a la senorita Boston. Wyatt miro de soslayo a Miranda; sabia que estaria algo decepcionada por no haber sido recibida por su hermano mayor, al que adoraba e idolatraba. --Wyatt Mendoza --dijo, extendiendo la mano para saludar al conde. Tras las presentaciones pertinentes, los cuatro montaron en el carruaje de los condes. Wyatt permanecio callado, sin comprender todavia que habia podido ser tan importante como para que Dereck no hubiese ido a recibir a su hermana pequena, a la que llevaba cinco anos sin ver. No era propio de Boston ser tan desapegado. Menos, cuando nada mas enviarle la nota en la que le comunicaba que Lonan Hill, el afamado mujeriego y cazafortunas, habia puesto sus miras en Miranda, el respondio de inmediato que no se despegara de su hermana, y que impidiera a toda costa que ese truhan se quedase a solas con ella, pues, conociendo a Hill, haria lo posible por mancillarla para obtener la dote de Miranda. Y, ademas, lo habia dispuesto todo para zarpar de inmediato a Inglaterra, con tal de impedir que su hermana se embarcara en algun preparativo ceremonial. Miranda observaba. Era una cualidad que poseia desde pequena, siempre observadora y atenta a todo cuanto se producia a su alrededor. Observo las sonrisas de los condes. Habia algo especial en ellas, como si estuviesen manteniendo un lenguaje secreto... Agrando los ojos al percatarse de que el conde, de manera disimulada, estaba acariciando con su dedo menique el contorno de la cintura de su esposa. Trago con dificultad; eso era un gesto inapropiado y escandaloso. A ella le habian ensenado que cualquier tocamiento en publico era una muestra de pecado. Ademas, era el preambulo y el anuncio de que un hombre deseaba mas. Se le acelero la respiracion. Aunque, observo detenidamente a la condesa, y no parecia estar incomoda, sino mas bien lo contrario. Eso la perturbo. Giro la cabeza para apartar aquella imagen y penso que, si lady Stanton se habia acostumbrado a los instintos primarios de su esposo, quiza ella acabaria acostumbrandose tambien en el futuro. Ese pensamiento la hizo sonreir y recordar que, en cuanto llegase a casa, se mantendria ocupada con los preparativos para su boda. No volveria a estar sola nunca mas. Sophie desvio la mirada hacia Miranda y tambien sonrio. Se la veia tan joven y tan bonita que Boston seguramente querria ocultarla, ya que sin duda le iban a salir muchos pretendientes. Tuvo que reprimir una carcajada, pues tambien Beatrice iba a tener una ardua tarea, ya que el senor Boston la habia convencido para que instruyese a su hermana en las lindes protocolarias. Y para ser sinceros, algo le decia que, con Miranda, ese camino no iba a ser de rosas, ya que la joven mostraba una naturaleza independiente. Solo verla corroboraba su pensamiento, pues habia viajado sin carabina, sin doncella personal y sin temor a nada. !Iba a ser muy divertido ver lidiar a Boston con su hermana! Cap i tulo 2 Benedick llevaba la mitad del trayecto sin prestar atencion a las quejas de su padre. No podia apartarse la imagen de aquella muchacha. Y eso era lo que le tenia abstraido, mas que nada porque no habia sentido una atraccion pasional. Ni siquiera penso en ella en terminos eroticos, como tampoco fue su belleza lo que lo cautivo y hechizo. No, no habia sentido ese tipo de atraccion; era una mas temerosa, salvaje y preocupante. Al verla alli sola y desamparada ante la mirada y pensamiento pervertido de cualquier desalmado que pudiese vagar por los muelles, deseo protegerla. Trago con dificultad. ?Quien querria proteger a una persona que no conocia? El. Asi de rotunda y contundente era la respuesta. --Tienen el castigo que se merecen --sentencio el duque. Esa frase tan concluyente lo saco de su ensonacion. --?Perdon? El duque lo miro, desafiante; no le gustaba repetir las cosas y su hijo estaba acabando con su paciencia ese dia. --El vizconde Armony y toda su familia han sido castigados como se merecian --anuncio, triunfal--. Han perdido el titulo y todo cuanto poseian. --Querra decir que usted los ha despojado de todo ello. El duque apreto la mandibula; su hijo era un desagradecido. --Si te hubieses comportado como el hombre que yo pense que habia criado, en vez de comportarte con tanta benevolencia, esa hija descarriada de Armony ahora seria tu esposa y nuestro apellido no se habria visto ridiculizado --le reprocho, recordandole que lo habia avergonzado ante toda la sociedad. --Estaba enamorada de Sunsett --replico, aludiendo al vizconde con el que habian pillado a la joven besandose entre unos arbustos el mismo dia en que el habia anunciado su compromiso con ella--. El escandalo habria sido mayor de haberme casado --se justifico. --Una aristocrata no tiene derecho a enamorarse --sentencio, con su tipica arrogancia--. Su mision es aceptar al candidato que llegue a un acuerdo con su padre --expuso, como si su palabra fuese ley--. Y eso hara tu hermana, porque asi es como se comporta la hija de un duque y asi es como durante siglos hemos impedido que sangre de indeseables se mezclase con la nuestra. --Jezabel es hija de un vizconde --defendio a la muchacha sin saber por que, pues, al fin y al cabo, lo habia ridiculizado--. Y Sunsett tambien es un noble. --!Y tu la verguenza de esta familia! --escupio las palabras sin piedad--. Todos tus ancestros deben de estar revolviendose en sus tumbas al comprobar que, en lugar de comportarte como el futuro heredero del ducado de Manfford, eres un petimetre. Las palabras fueron hirientes, pero Benedick las recibio con elegancia, pues no respondio. --Menos mal que sigo al mando de este ducado y he sabido castigar a los culpables de este escandalo --adujo--. Procura a partir de ahora no volver a avergonzarme --amenazo--. Mi permisividad contigo ha llegado al limite; a partir de hoy sere yo quien se encargue de encontrarte una esposa acorde a tu condicion social. Has demostrado que no eres capaz de elegir a una futura duquesa. Benedick habia soportado muchas humillaciones por parte de su padre, tantas que era imposible recordarlas todas. Sin embargo, esta seria la ultima; no estaba dispuesto a someterse mas. --La eleccion de mi esposa la decidire yo --proclamo, autoritario. El duque se sorprendio; su hijo no se habia mostrado tan firme desde... No, no se habia mostrado asi nunca, por lo que le concedio una ultima oportunidad. --Mas vale que me demuestres que eres digno hijo mio o te desheredare. Benedick no respondio. --Recuerda bien mis palabras, Frotell --mas que un consejo, fue una orden--. Hoy en dia quedan muy pocas mujeres aptas para ostentar a ser de duquesa --menosprecio a la mayoria de mujeres que quedaban solteras--. Por el contrario, existen muchas otras, que se dividen en dos grupos: las cazafortunas y las que cazan titulos. Esas son las peores de todas. Benedick no pudo rebatir, pues Jezabel habia demostrado que era una de las cazafortunas, a pesar de ser hija de un vizconde. Lo habia enganado como al mas estupido de los mortales. No es que el esperase un matrimonio por amor; su padre ya se habia encargado durante veintiseis anos de recordarle que un marques no podia encapricharse de una mujer, el amor no formaba parte de sus vidas. Aun asi, habia albergado la esperanza de casarse con una mujer con la que fraguar cierto grado de amistad, ya que el se habia criado con unos padres que apenas se dirigian la palabra. Su relacion se habia basado en la apariencia; delante de la sociedad se mostraban perfectos, cuando en realidad se detestaban el uno al otro. Y bien lo sabian Victoria y el, pues nunca escucharon ni vieron entre aquel matrimonio una conversacion carinosa o amigable. El poco trato que mantenian por obligacion acababa siempre en discusion, falta de respeto y reproches.

  • La casa espanola de Stefania Gil

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    Desde tiempos remotos, los Daniels y los Gordon se odian los unos a los otros.
    Una rivalidad entre familias que se fue transmitiendo de generacion en generacion afectando sus relaciones dentro de la Aristocracia Inglesa.
    Elaine Daniels es rebelde e independiente.
    Va detras de sus suenos sin importarle si en el camino, su aristocratica familia decide renegar de ella para siempre.
    Cuando muere su abuela paterna, Ella Daniels, empieza el verdadero infierno para Elaine a quien su familia decide declararle la guerra por no asumir su papel dentro de la aristocracia y segun lo exigen las normas establecidas.
    Sin el respaldo economico de la fortuna Daniels y sin la unica persona que la protegia y le apoyaba en la busqueda de sus suenos, Elaine decide emprender un viaje que va a cambiar su destino y el de su familia.
    Pierce Gordon, de quien no ha dejado de hablar la prensa inglesa en los ultimos meses gracias a su proximo enlace con Nathalie Grant, es un hombre decidido, reservado y considerado <>.
    No conocia la humillacion y la burla hasta que su futura esposa fue filmada <>, para miles de personas en el mundo, por Elaine Daniels, saliendo de la iglesia despues de que el cura le preguntase si aceptaba a Pierce por esposo.
    Una razon mas para odiar a los Daniels.
    Sin embargo, Pierce estaba muy lejos de ser un hombre vengativo y para deshacerse de ese sentimiento que lo dominaba, decide tomarse unas vacaciones para complacer a su difunto abuelo con algo que tenia pendiente en Espana; que solo el podia manejar y que podria aclarar el pasado de odios y amenazas que habia entre los Daniels y los Gordon.
    ?Seran capaces Elaine y Pierce de ponerle fin a un odio que lleva siglos expandiendose entre ambas familias? ?Podran descubrir como ocurrieron en realidad las cosas en el pasado, dejando que el amor los una para siempre en el presente?

  • Nessie bendita maldicion de Dalia B Rodriguez Chavez

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    Natalia, una talentosa estudiante de arte madrilena cansada de cumplir con los estereotipos clasistas de sus estrictos padres, vuelca su vida en la inconsciencia de rebelarse constantemente contra ellos. Hasta que su ultima locura la lleva a un pais extrano, lejos de todo lo que conoce y con el unico cobijo de una abuela que jamas vio hasta entonces.
    Logan, exitoso, pragmatico, y un tanto insoportable, segun Natalia; posee todo aquello que cualquiera puede desear, pero sus carencias van mas alla de las riquezas materiales y esta dispuesto a todo con tal de cazar a una fierecilla un tanto indomable.
    ?Lograran estos dos seres totalmente inflamables, cohabitar entre las llamas del amor, o descubriran que tal sentimiento no es mas que un concepto trillado con ganas de ser reescrito?
    El amor es una guerra contra uno mismo, el reflejo de nuestro yo mas interno. Si quieres fortalecerle, empieza por mejorarte a ti mismo.
    No te pierdas esta historia epica; llena de ensenanzas, humor, amistad, pasion, y todo lo que permitas entrar a tu corazon desde el minuto cero en el que abres la historia y dejas escapar la magia que hay en sus letras.
    Pero, cuidado, aviso importante:
    Este libro te marcara por siempre...

  • Tipos singulares de Tom Hanks

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  • Ardiente verano de Noelia Amarillo

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    Maria, una joven con un hijo adolescente, se prepara para afrontar las vacaciones estivales en el pueblo de su exmarido. Solo hay un pequenisimo problema. !Odia el pueblo! ! ?Que va a hacer alli durante todo un mes? ?Visitar el castillo? ?Banarse en la fuente? ?Pasear? !Aburrirse como una ostra! O quiza no. Un dia, harta del calor, se escapa al bosque. Sus pasos la llevan hasta una cabana escondida, donde experimentara juegos prohibidos a manos de un hombre que impide que vea su rostro... Un desconocido que le susurra ordenes y al que desea mas de lo que jamas pudo imaginar. Un extrano que parece conocer sus mas intimos deseos, satisfaciendolos, y del que es incapaz de alejarse.
    ?Podra ignorar sus mas secretas fantasias o se rendira a ellas... a el, a un hombre al que ni siquiera puede ver el rostro?

  • Un acuerdo con el Diablo (Una Propuesta casi Indecente 3) de Mia Del Valle

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    Conocer a mi padre a los 18 anos, no significo un trauma. Todo lo contrario, mi viejo supo plasmar su amor y seguridad apenas se entero de mi existencia. Luego que nos mudaramos desde Colonia del Sacramento a la capital, mi vida cambio 180 grados. Claro que cambio para bien. En este lugar encontramos la familia que nos faltaba... antes eramos mama y yo... mas nadie. Pero al encontrar a mi padre, junto a el se agrego un grupo de amigos y familiares extraordinarios... esta Sofia su esposa, una joven y simpatica mujer que puso el mundo de mi padre patas para arribas y en parte el mio tambien. Esta Leopoldo... mi abuelo, un personaje digno de ganarse mi carino y respeto al instante, gran companero de charlas y excelente consejero. Junto a ellos se unieron mas personas que me adoptaron desde el lado del carino... Diana y Nicolas <>, mis tios Federico y Victoria, Mario que es el tio de Victoria, Lechuga y Lola <>, en fin... un grupo de seres que me envolvio en su calidez y nos hicieron sentir en casa desde el vamos. Pero desde la muerte de mama nada me hace feliz. Desde ese momento el vacio inundo mi vida. Se que tengo a mi familia y amigos. Pero me falta ella... mi madre. La mujer que me dio la vida... que me cobijo en su pecho, la que seco mis lagrimas, limpio las raspaduras de mis rodillas y lleno con besos la falta de otras tantas cosas que no teniamos. --!Dios! ?Por que me la arrebataste tan pronto? No me dejaste cumplirle su mayor sueno... verme felizmente casado y darle un nieto. Aun revivo ese fatidico dia una y otra vez. Creo que fue en ese momento cuando ocurrio un quiebre en mi vida y desde entonces me encuentro enojado con el mundo, con la vida y sobre todo con Dios. --Juan tenes que venir pronto... es mama. --?Que paso con ella?… ?esta bien? --Si, pero veni a casa rapido hijo, la estamos por trasladar a la clinica nuevamente. --Ya salgo para ahi papa. Tomo mi saco y las llaves de mi coche. --Serena... me tengo que ir ya. Mi vieja se descompuso otra vez. Apaga mi computador y cancela toda la agenda del dia de hoy y de manana. Hay veces en que no se que haria sin Serena, mi asistente, mejor amiga y pilar fundamental en mi vida desde que me mude a la capital. Mi amiga me toma por las mejillas, besa mi frente y susurra... --Todo va a estar bien. --No se que hacer nena... estoy agotado. Es tan doloroso, que hay veces que creo que me desgarro por dentro. --Ahora anda tranquilo --susurra Serena --que tu madre te necesita... y manana si queres y podes... nos tomamos unos tragos a la salida. ?Te parece? --?Noche de mojitos un martes?… ?segura? --reimos. --!Claro que me parece amigo! Recuerda que los mojitos son terapeuticos y antibacterianos... ideales para combatir tristezas, problemas del corazon y dolores de garganta --. Guina su ojo, me ayuda a colocar el saco y me despide de nuestra oficina. Subo al ascensor, si bien son cuatro pisos nada mas, hoy no estoy de animo para cumplir con mi actitud deportista de ir siempre por las escaleras. <> Salgo a la calle con la familiar sensacion de opresion en el pecho. Las lagrimas se niegan a salir, provocando un efecto de falta de aire. Garcia me acompana como de costumbre hasta la puerta, y palmea mi espalda antes de continuar con su tarea... <> Camino tres cuadras hasta el estacionamiento, en el cual mi coche espera las horas que me encuentro en la oficina. La cabeza me va a mil. Pienso que tengo que hablar con el medico personalmente. !Me niego a creer que no se pueda hacer nada mas! <> Subo a mi coche, enciendo algo de musica y salgo a la claridad del dia. Esta me ciega por un instante. Veo que el mundo continua girando, las personas viviendo, y me siento mas solo que nunca, con mas furia y ajeno a todo. Se que no es normal que tenga ese rencor con el mundo. Pero no lo puedo evitar. No dejo de pensar que entre tantos seres despreciables que habitan el planeta tierra, Dios eligiera a mi madre. !Justo a ella!, el ser con mas corazon que jamas vi en mi vida, magnanima y amorosa. Solo su olor... <> es un balsamo de paz para mi. --!Mierda! --grito y golpeo el volante. Necesito un psicologo. Pero no caere en manos de Sofi, se que en cada charla con ella y con mi padre, soy analizado, pero me niego a terapia de divan. No lo hare. Jamas. Tres... cuatro, cinco semaforos en rojo. Estoy que reviento de bronca. No puede ser... cuando estoy apurado, !la gente se mueve extremadamente lento! Inutiles de mierda. Cambio la melodia que suena en el mp3 y comienza una del grupo "Las pastillas del abuelo" pienso en lo peculiar de ese nombre, y comienza una suave melodia, la que provoca que, preste atencion a su letra y calmar a mis demonios por al menos un instante. Sabes que no sueno con vos al dormir, No es bueno sonar con los angeles de hoy. Sabes que miento siempre que hay una buena ocasion. Tambien sabes que un consejero me dijo "hecho el amor, hecha la trampa" y al pie de la letra sigo ese consejo cruel. "El que no arriesga no gana" dijiste, "el que arriesga puede morir por amor" te dije, y comprendiste que no iba a ser yo. El que cubra tu cuerpo en noches de frio. El que te regale rosas sin espinas, El que aparte de ser sexo sea un amigo, El que derroche... amor en cada esquina. Me gusta... pienso. Dulce y acida, creo que aplica en mi vida. Desde mi ultima relacion seria, me prometi que ya no mas. Las mujeres de hoy, solo quieren comodidad, un respaldo, y ser tratadas como princesitas... !un sponsor! Definitivamente no soy el principe azul de los cuentos infantiles, si me tuviera que identificar con alguno de los integrantes de los cuentos... creo que podria ser el ogro Shrek o el lobo feroz de Caperucita. No el principe. !Nunca el principe! Finalmente llego al edificio donde vive mi madre, y en el departamento superior mi padre con Sofia y mi hermanita Sol. Con la enfermedad de mama debilitando dia a dia su salud, Sofia en un admirable y noble gesto, indico que la queria cerca. Ellas se hicieron muy buenas amigas en cuanto se conocieron, y cuando nacio Solcito, Sofi encontro en mi madre una consejera y fiel amiga. Ellas dos junto a Victoria se hicieron inseparables, muchos no entendian esa relacion tan extrana entre la ex y la actual mujer de mi padre, pero para ellos era algo muy normal y poco les importo el que diran. Mudaron sus pertenencias al departamento que se encontraba libre, un piso por debajo al de ellos. Mi pequena hermana Sol saltaba de alegria por tener a su titi cerca. Sol es el fruto del amor entre mi padre y Sofia, y es la luz de mi madre. Una chispa de alegria y amor en este dificil momento. La pequena diablilla de dos anos y medio, adora pasar horas con ella. --Tia Anita... me "leyes" un cuento --. Acostumbra decir. --Leer --la corrige mama, y ambas rien cuando la pequena imita su tono de voz... "Leeeer" Subo hasta su piso, y nuevamente me falta el aire. !Sensacion de mierda! Siempre lo mismo. Contener las ganas de arrodillarme y depositar mi cara en su regazo para llorar. Se que no puedo. Se que soy un hombre de 29 anos que debe tragar sus lagrimas para no preocupar mas a su madre. Pero me cuesta. Es como subir una pendiente al rayo del sol. Se me seca la boca, mi frente transpira, mi corazon late a mil por horas y mis ganas de resignarme al agotamiento son fuertes. Tomo aire y entro en el departamento. El olor que hay de antisepticos y alcohol no se ira mas de mi memoria. Es nauseabundo y triste. ?Hay olores tristes?… si, este lo es claramente. No hay olor a hogar... nada de aroma a pan recien horneado ni a lavanda, como lo habia antes. No. Solamente olor a hospital y muerte. Penumbras y silencio. Sofia sale a mi encuentro con una cara que no me gusta nada. Ella siempre tiene una sonrisa para mi, y palabras positivas. Pero esta vez su cara muestra algo que no me gusta nada... en ella denoto ?compasion? --?Donde esta Sofi? --En su dormitorio Juani. No se encuentra bien. El doctor no sabe si trasladarla o no. Ya no quiere hacerla sufrir mas. En este momento le esta pasando un calmante. <<"Ya no quiere hacerla sufrir mas">> Esas palabras !no!... !esas putas palabras no por Dios!, las cuales desee no escuchar nunca, estaban sonando. !Mi mama!… !mi viejita linda! --!Noooo! --grito con furia. Sofia con cara de preocupacion toma mi mano entre las suyas. Y habla con firmeza.

  • La redencion del tiempo de Baoshu

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    Al final del cuarto ano de la Era de la Crisis, YunTianming, enfermo de cancer, decide acabar con su vida. Esta decision es el principio de un viaje hasta el final del universo. Congelan su cerebro y lo suben abordo de una nave espacial lanzada para interceptar a los trisolarianos.

  • La favorita de Kiera Cass

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    Me subi un poco los tirantes del vestido, para cubrirme los hombros. Carter estaba callado; su silencio me provocaba mas escalofrios que la falta de calefaccion en las celdas de palacio. Habia sido horrible oir sus grunidos de dolor mientras los guardias le golpeaban una y otra vez, pero al menos entonces sabia que respiraba. Estremecida, encogi las piernas y acerque las rodillas al pecho. Otra lagrima me cayo por la mejilla, y lo agradeci, aunque solo fuera por la calidez del liquido sobre la piel. Lo sabiamos. Sabiamos que podia acabar asi. Y, aun asi, nos habiamos visto. Era inevitable. Me pregunte como moririamos. ?Ahorcados? ?De un tiro? ?O quizas algo mucho mas elaborado y doloroso? No pude evitar desear que el silencio de Carter significara que ya habia muerto. O, por lo menos, que fuera el quien muriera primero. Antes que permitir que su ultimo recuerdo fuera mi muerte, preferiria que fuera su fallecimiento lo ultimo que recordara yo. En aquel mismo momento, solos, en aquella celda, lo unico que deseaba era que cesara su dolor. Algo se movio en el pasillo, y el corazon se me acelero. ?Habia llegado el momento? ?Era el fin? Cerre los ojos, intentando contener las lagrimas. ?Como habia ocurrido todo? ?Como habia pasado de ser una de las candidatas mas queridas de la Seleccion a la sentencia por traicion, a estar alli encerrada, a la espera de mi castigo? Oh, Carter... Carter, ?que hemos hecho? No me tenia por una persona vanidosa. Aun asi, casi cada dia, despues del desayuno, sentia la necesidad de volver a mi habitacion y retocarme el maquillaje antes de dirigirme a la Sala de las Mujeres. Sabia que era una tonteria: Maxon ni siquiera me veria hasta la noche. Y para entonces, por supuesto, ya me habria maquillado de nuevo y habria cambiado de vestido. Tampoco es que tuviera mucho efecto lo que yo pudiera hacer. Maxon se mostraba educado y agradable, pero no me parecia que hubiera entre nosotros una conexion como la que tenia con otras chicas. ?Que tenia yo de malo? Aunque sin duda me lo estaba pasando muy bien en el palacio, tenia la sensacion de que habia algo mas, algo que las otras chicas entendian --bueno, al menos algunas de ellas-- y yo no. Antes de entrar en la Seleccion, me tenia por una chica divertida, guapa y lista. Pero ahora que me encontraba en medio de un punado de chicas cuya mision diaria era la de impresionar a un solo chico, me sentia poca cosa, aburrida e insignificante. Me daba cuenta de que habria tenido que hacer mas caso a mis amigas de casa, que parecian tener prisa por encontrar marido y formar un hogar. Se habian pasado la vida hablando de vestidos, del maquillaje y de los chicos, mientras yo prestaba mas atencion a lo que me ensenaban mis tutores. Tenia la sensacion de haberme perdido alguna clase importante, y ahora me sentia rezagada. No. Era cuestion de no dejar de intentarlo, nada mas. Habia memorizado hasta el ultimo detalle de la clase de historia que nos habia dado Silvia unos dias antes. Incluso habia puesto por escrito algunos conceptos para tenerlos a mano por si se me olvidaba algo. Queria que Maxon pensara que era una chica lista y completa. Tambien queria que pensara que era guapa, asi que tenia la sensacion de que aquellos viajes a mi habitacion eran absolutamente necesarios. ?Como lo haria la reina Amberly? Ella estaba esplendida en todo momento, sin hacer ningun esfuerzo aparente para conseguirlo. Me detuve un momento en las escaleras para mirarme el zapato. Parecia que uno de los tacones se me habia enganchado en la alfombra. No vi nada, asi que segui adelante, impaciente por llegar a la Sala de las Mujeres. Al llegar a la planta baja me eche el cabello atras por encima del hombro y pense si lo que estaba haciendo no tendria un sentido mas profundo. La verdad es que queria ganar. No habia pasado mucho tiempo con Maxon, pero parecia amable, divertido y... --!Ahhh! --El tacon se me engancho con el borde de un escalon y cai aparatosamente sobre el suelo de marmol--. !Auch! --!Senorita! --Levante la vista y vi a un guardia que se acercaba a la carrera--. ?Se encuentra bien? --Estoy bien. No ha sido nada. Solo el golpe... !Y el ridiculo! --No se como pueden caminar con esos zapatos. Es un milagro que no tengan todas algun tobillo roto. Me ofrecio la mano, y se me escapo una risita. --Gracias --dije, echandome el cabello atras y alisandome el vestido. --A su disposicion. ?Esta segura de que no se ha hecho dano? --dijo, mirandome algo nervioso, por si tenia algun corte o magulladura. --Me duele un poco la cadera por el golpe, pero, por lo demas, estoy perfectamente --dije, y era cierto. --Quiza deberia llevarla a la enfermeria, para asegurarnos. --No, de verdad --insisti--. Estoy bien. El suspiro. --?No le importaria hacerme un favor e ir de todos modos? Si estuviera herida y yo no hubiera hecho nada para ayudar, me sentiria fatal. --Me miro con unos ojos azules que resultaban terriblemente convincentes--. Y apuesto a que el principe querria que fuera. Seguramente en aquello tenia razon. --De acuerdo --accedi--. Ire. El sonrio, torciendo minimamente los labios. --Muy bien --dijo, y me cogio en sus brazos. Me quede sin aliento de la sorpresa. --No creo que esto sea necesario --proteste. --No importa --dijo el, y se puso a caminar, asi que ya no podia bajar. --Corrijame si me equivoco, pero usted es la senorita Marlee, ?verdad? --Asi es. No dejaba de sonreir, y yo no pude evitar sonreirle a el. --He estado estudiando los nombres de todas para no equivocarme. Lo cierto es que no creo que fuera el mejor en la instruccion, y no tengo ni idea de como he acabado destinado en palacio. Pero quiero asegurarme de que no se arrepientan de esa decision, asi que al menos intento aprenderme los nombres. De este modo, si alguien necesita algo, sabre de quien estan hablando. Me gustaba su forma de hablar. Era como si contara una historia, aunque solo estuviera hablandome de si mismo. Tenia la voz ligera y se le animaba el rostro al hablar. --Bueno, ya has cumplido con tu deber holgadamente --dije yo, para animarle--. Y no seas tan duro contigo mismo. Estoy seguro de que harias una instruccion excelente, si te destinaron aqui. Tus jefes debieron de ver un gran potencial en ti. --Es usted demasiado amable. ?Quiere recordarme de donde es? --De Kent. --Oh, yo soy de Allens. --?De verdad? Allens estaba justo al este de Kent, al norte de Carolina. En cierto modo, eramos vecinos. --Si, senorita --dijo, asintiendo sin dejar de caminar--. Esta es la primera vez que salgo de mi provincia. Bueno, la segunda, contando la instruccion. --Igual que yo. Me cuesta un poco acostumbrarme al clima. --!A mi tambien! No veo la hora de que llegue el otono, pero no estoy seguro siquiera de que aqui haya otono. --Ya te entiendo. El verano esta muy bien, pero no si dura eternamente. --Exacto --dijo, convencido--. ?Se imagina lo rara que sera la Navidad? --No puede ser lo mismo, sin nieve --respondi yo, con un suspiro. Y estaba convencida de ello. Sonaba con el invierno todo el ano. Era mi estacion favorita. --Desde luego que no --dijo el. No sabia muy bien por que sonreia tanto. Quiza fuera porque la conversacion me resultaba muy natural. Nunca me habia sido facil hablar con un chico. Lo cierto era que no tenia mucha practica, pero era agradable pensar que quiza no fuera tan dificil como pensaba. Al acercarnos a la entrada del hospital freno el paso. --?Te importaria dejarme en el suelo? --le dije--. No quiero que piensen que me he roto una pierna, o algo asi. --En absoluto --contesto el, sonriendo y chasqueando la lengua. Me dejo en el suelo y me abrio la puerta. En el interior habia una enfermera sentada ante una mesa. El guardia hablo por mi: --Lady Marlee se ha caido en el vestibulo y se ha dado un pequeno golpe. Quiza no sea nada, pero queriamos estar seguros. La enfermera se puso en pie, aparentemente contenta de tener algo que hacer. --Oh, Lady Marlee, espero que no sea gran cosa. --No, solo me duele un poco aqui --dije yo, tocandome la cadera. --Le echare un vistazo enseguida. Muchas gracias, guardia. Ya puede volver a su puesto. El guardia saludo agachando la cabeza y se dispuso a marcharse. Justo antes de que la puerta se cerrara, me guino el ojo y me sonrio, y yo me quede alli, sonriendo como una idiota. Las voces del pasillo aumentaron de volumen y me devolvieron al presente: oi los saludos de los guardias solapandose unos a otros, todos diciendo una unica palabra: <>. Maxon estaba ahi. Me levante corriendo y me asome al ventanuco de mi celda justo a tiempo para ver como abrian la puerta de la celda del otro lado del pasillo --la de Carter-- y Maxon entraba, escoltado por otros guardias. Hice un esfuerzo por oir lo que se decia, pero no pude descifrar ni una palabra. Tambien oi algun debil murmullo de respuesta, y supe que era de Carter. Estaba despierto. Y vivo. Suspire y me estremeci al mismo tiempo, y luego volvi a recolocarme los tirantes de tul sobre los hombros. Al cabo de unos minutos, la puerta de la celda de Carter se abrio de nuevo; vi que Maxon se acercaba a mi celda. Los guardias le dejaron entrar y la puerta se cerro tras el. Me miro y se quedo sin aliento. --!Dios Santo! ?Que te han hecho? --dijo, acercandose y desabrochandose la chaqueta al mismo tiempo. --Maxon, lo siento mucho --dije, entre lagrimas. El se quito la chaqueta y me envolvio con ella. --?Te han roto el vestido los guardias? ?Te han hecho dano? --Yo no queria traicionarte. Nunca quise hacerte ningun dano. El levanto las manos y me cogio las mejillas. --Marlee, escuchame. ?Te han pegado los guardias? Negue con la cabeza. --Uno de ellos me arranco las alas del disfraz al empujarme para que entrara en la celda, pero no me han hecho nada mas. Suspiro, evidentemente aliviado. Que buen hombre que era, aun preocupandose por mi bienestar, incluso despues de haber descubierto lo mio con Carter. --Lo siento muchisimo --susurre otra vez. Las manos de Maxon se posaron en mis hombros. --Ahora empiezo a darme cuenta de lo inutil que es resistirse cuando se esta enamorado. Desde luego no te culpo por ello --dijo. Yo le mire y vi la bondad en sus ojos. --Intentamos parar. Te lo prometo. Pero le amo. Me casaria con el manana mismo... si aun siguieramos con vida. Deje caer la cabeza, sollozando incontroladamente. Habria querido comportarme como una dama, aceptar mi castigo con elegancia. Pero me parecia tan injusto... Era como si me lo quitaran todo antes incluso de tener ocasion de disfrutarlo. Maxon me froto la espalda con suavidad. --No vais a morir. Le mire, incredula. --?Que? --No habeis sido sentenciados a muerte. Suspire con fuerza y lo abrace. --!Gracias, gracias! !Muchisimas gracias! !Es mas de lo que nos merecemos! --!Para, para! --dijo, tirandome de los brazos. Di un paso atras, avergonzada por haber reaccionado de un modo tan inapropiado despues de todo lo que habia pasado. --No habeis sido sentenciados a muerte --repitio--, pero, aun asi, se os va a castigar. --Miro al suelo y meneo la cabeza--. Lo siento, Marlee, pero manana os van a azotar en publico --dijo. Parecia que le costaba mirarme a los ojos; si no supiera que aquello era imposible, habria pensado que entendia nuestro dolor--. Lo siento. He intentado evitarlo, pero mi padre insiste en que hay que mantener las apariencias; y como ya han circulado imagenes vuestras por ahi, no puedo hacer nada para hacerle cambiar de opinion. Me aclare la garganta. --?Cuantas veces? --Quince. Creo que la intencion es ser mucho mas duros con Carter que contigo, pero, en cualquier caso, va a ser increiblemente doloroso. Se que hay gente que incluso pierde el conocimiento. Lo siento muchisimo, Marlee. Parecia decepcionado consigo mismo. Yo, en cambio, no podia pensar en nada mas que en su bondad. Levante la cabeza, intentando mostrarme segura de que podria superarlo. --?Vienes a decirme que me devuelves la vida y la del hombre que quiero, y te disculpas? Maxon, no he estado mas agradecida en mi vida. --Van a convertiros en Ochos --dijo--. Todo el mundo lo vera. --Pero Carter y yo estaremos juntos, ?verdad? Asintio. --Entonces, ?que mas puedo pedir? Soportare los azotes, si ese es el precio. Aceptaria tambien los suyos, si fuera posible. Maxon esbozo una sonrisa triste. --Carter me ha suplicado, literalmente, que le dieran a el los tuyos. --No me sorprende --dije, sonriendo yo tambien, mientras los ojos se me llenaban de nuevo de lagrimas, esta vez de felicidad. Maxon meneo la cabeza de nuevo. --Y yo que pensaba que empezaba a entender lo que es estar enamorado, y de pronto os veo a vosotros dos, que quereis asumir el uno el dolor del otro, y me pregunto si he entendido algo. Me cubri mejor con su chaqueta. --Si que lo has entendido. Se que lo has entendido --dije, mirandole a los ojos--. Ella, por otra parte..., puede que necesite tiempo. Esbozo una sonrisa. --Va a echarte de menos. Solia animarme para que saliera mas a tu encuentro. --Solo una amiga de verdad renunciaria a ser princesa en favor de otra persona. Pero yo no estaba hecha para ti, ni para la corona. Ya he encontrado a la persona ideal para mi. --Una vez me dijo algo que nunca olvidare --recordo el, hablando lentamente--: <>. --Tenia razon --dije yo, pasando la mirada por la celda, y nos quedamos en silencio unos momentos--. Tengo miedo. Me abrazo. --Acabara enseguida. Los momentos previos seran lo peor, pero procura pensar en otra cosa mientras hablan. Y yo intentare conseguirte las mejores medicinas, las que usan conmigo, para que te cures mas rapido. Me eche a llorar, abrumada por el miedo, el agradecimiento y mil sensaciones mas. --De momento, intenta dormir todo lo que puedas. Le he dicho a Carter que descanse tambien todo lo que pueda. Eso os ayudara. Asenti, con la cabeza aun apoyada en su hombro, y el me abrazo con fuerza. --?Que ha dicho? ?Esta bien? --Le han golpeado, pero, de momento, esta bien. Me ha pedido que te diga que te quiere y que hagas lo que yo te diga. Suspire, reconfortada por sus palabras. --Siempre estare en deuda contigo. Maxon no respondio. Simplemente me abrazo, hasta que estuve mas tranquila. Por fin me beso en la frente y se giro para marcharse. --Adios --susurre. El me sonrio y dio dos golpes en la puerta. Un guardia le abrio y le acompano a la salida. Yo volvi a mi lugar junto a la pared y encogi las piernas bajo el vestido, usando la chaqueta de Maxon como manta improvisada. Y me deje llevar de nuevo por mis recuerdos...

  • En el futuro de Martin Rees

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    La humanidad ha alcanzado una situacion critica. El mundo que conocemos cambia a gran velocidad; durante el proximo siglo nos enfrentaremos a riesgos existenciales que acarrearan varias consecuencias, unas buenas, y otras, malas. Nuestro futuro dependera de como nos planteemos ahora los actos del manana; los avances en campos como la Biotecnologia, la Cibertecnologia, la Robotica y la Inteligencia artificial, si se usan con sabiduria, pueden ayudarnos a superar obstaculos como el cambio climatico o la perspectiva de una guerra nuclear. Rees nos recuerda que no hay <> para nuestro planeta: no disponemos de alternativas a la Tierra si no cuidamos de ella.

  • El camino de los Madigan de Anne Enright

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    <>. VICENTE MOLINA FOIX, Babelia Hace tiempo que los cuatro hijos de Rosaleen Madigan abandonaron su pueblo natal en la costa atlantica de Irlanda en pos de unas vidas que nunca habrian sonado, en Dublin, Nueva York o Segu. Ahora que su madre, una mujer tan dificil como fascinante, ha decidido vender la casa familiar y dividir la herencia, Dan, Constance, Emmet y Hanna regresan a su antiguo hogar para pasar alli la ultima Navidad, con la sensacion ineludible de que su infancia y su historia estan a punto de desaparecer para siempre… Hay pocos escritores que, como Anne Enright, sepan dotar al lenguaje de tanta tension y tanto brillo, que puedan mostrar como las vidas de sus protagonistas estallan en mil pedazos para luego volver a fundirse en un cristal perfecto. O en palabras de la propia autora: <>.

  • Laberinto griego de Philip Kerr

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    1957. El destino ha llevado a Bernie Gunther a trabajar en una compania de seguros de Munich, donde hace lo que mejor sabe: investigar. Desde alli, le destinan a Atenas para comprobar una reclamacion por un barco hundido, propiedad de un ciudadano aleman. Cuando descubre que la embarcacion pertenecio a un judio que fue deportado a Auschwitz, a Gunther ya no le cabe duda de que el naufragio no fue un accidente.

  • No se supone. Roberta de Claudia A. Perez R

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    Es una mujer madura, independiente, "responsable" y sus prioridades en la vida distan del "Se casaron, y vivieron felices para siempre". Ahora se permite hacer cosas que anos atras no haria ni de broma; como el sexo en la primera cita.
    Claro que ha dejado de hacer otras; irse de parranda tres dias seguidos, ni de broma...
    Le advirtieron que al llegar a los treintas, tendria que comenzar a usar cremas antiarrugas, su metabolismo se alentaria, la resaca duraria dos dias, y tendria que lidiar con el terrible “senora”, pero nadie le advirtio que un Pollito, le erizaria la piel...
    Ella es Roberta, acompanala en esta divertida y "madura" historia.

  • Noviembre y diciembre (Los chicos del calendario 5) de Candela Rios

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    He recorrido el pais entero, lo he puesto patas arriba buscando un chico que valiera la pena, alguien tenia que hacerlo, y al final la que ha acabado patas arriba, desmontada y con el corazon desbocado he sido yo. Y no lo cambiaria por nada del mundo.

  • El manuscrito de fuego de Luis Garcia Jambrina

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    Bejar, 2 de febrero de 1532. Don Frances de Zuniga, antiguo bufon del emperador Carlos V, es acuchillado en plena noche por varios desconocidos. La emperatriz le encarga las pesquisas del caso a Fernando de Rojas, que esta cerca de cumplir sesenta anos. A traves de su investigacion, iremos conociendo la vida del controvertido e irreverente Don Frances, asi como los entresijos de una epoca tan fascinante como escandalosa. Para resolver este caso, Rojas contara con la ayuda de Alonso, un joven estudiante; con el tendra que enfrentarse a numerosos obstaculos y a diversos retos, como el de buscar un manuscrito muy misterioso o intentar descifrar una de las obras mas enigmaticas del arte y la arquitectura europeas: la fachada de la Universidad de Salamanca.

  • Leyendas y Banderas de Maria Santorum

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    Miguel es un chico inteligente, ambicioso y apasionado que trabaja en el Servicio de Informacion de la Guardia Civil. Tras la ruptura con su novia y la muerte de su mejor amigo a manos de la banda terrorista E.T.A., decide aceptar la mision mas estimulante de su vida: mudarse a Kuartango, un despoblado valle alaves, bajo una nueva identidad, con el objetivo de conseguir pruebas para arrestar a los asesinos de su amigo. ?Conseguira identificar a los verdaderos culpables?

  • La tentacion de tu piel de Dina Reed

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    Aunque Kelly habia escuchado perfectamente las palabras del senor Sullivan, replico pestaneando muy deprisa: --?Ha dicho las Bermudas? El senor Sullivan asintio, se ajusto las gafas de pasta de carey y respondio con su seriedad y rigor habitual: --Llevas cuatro anos trabajando muy duro en esta compania y te mereces con creces el ascenso. Kelly agradecio el halago de su jefe con una sonrisa, mientras solo podia pensar en que no queria dejar Nueva York. Porque ?que iba a hacer ella sin los atascos de las mananas, los paseos por Central Park o las cenitas de los sabados con sus amigos en el Soho? Ella era una chica de ciudad, que vivia feliz en su pequeno apartamento, y que estaba muy a gusto trabajando como adjunta de direccion en una multinacional de los seguros. No le pedia nada mas a la vida... Preferia quedarse como estaba. Tranquila. Segura. Comoda. Ademas, ?que pintaba ella en las Bermudas? Ella no era de playa, ni de sol, ni de diversion, ni de nada de nada. Por no hablar de lo mas importante: el reto que suponia asumir la direccion de unas oficinas. Y no era que no creyera en ella misma, ni que pensara que no estaba preparada para el puesto, pero es que la alta direccion implicaba tanta responsabilidad y tanta exigencia que le estaba entrando un agobio tremendo. Porque ella solo queria estar en paz... Por eso, trago saliva y, con un nudo en el estomago, le confeso a su jefe: --Le agradezco la confianza, senor Sullivan, pero... El senor Sullivan la noto tan preocupada que en seguida le aclaro: --Vamos a cuidar hasta el ultimo detalle para que te sientas como en casa. El presidente de la compania posee una mansion en Tucker's Town, una de las zonas mas exclusivas de Bermudas, y la pone a tu disposicion para que te alojes en ella. Por el alquiler de tu apartamento no te preocupes, la compania correra con los gastos. --?Pero cuanto tiempo estaria fuera? --El tiempo que aguantes... --?Que? --Tu prueba, de momento la compania te ira pagando el alquiler, hasta que des el si definitivo. Y en cuanto a tus honorarios, los triplicaremos. Asi que, echa un vistazo al contrato, y ya solo queda que firmes y que manana mismo vueles para ese paraiso, en el que estamos convencidos de que cosecharas grandes exitos. El senor Sullivan le paso el contrato, que Kelly ojeo abrumada por la rapidez con la que estaba transcurriendo todo. Por eso, tras leerlo no le quedo mas remedio que decir: --Senor Sullivan, es un honor que la compania haya pensado en mi para el puesto, la propuesta no puede ser mas generosa; pero necesito tiempo... Kelly le devolvio el contrato, que el senor Sullivan guardo en la carpeta de firmas, luego le clavo la mirada y le pregunto con el ceno fruncido: --?Tiempo para que? Las buenas oportunidades hay que cazarlas al vuelo y esta lo es, senorita Taylor. Confia en mi. --Por supuesto que confio en usted. Y le estare eternamente agradecida por creer en mi cuando no tenia mas credenciales que unos anos de trabajo a tiempo parcial en una hamburgueseria. El senor Sullivan, un hombre de sesenta anos, pelo canoso, mirada franca, porte distinguido, semblante recio y maneras decididas, nego con la cabeza y preciso: --Cuando vi que ademas de tener un expediente excelente en Yale, sabias lo que era el trabajo duro: supe que estaba ante la candidata ideal. Y no me equivoque. Como ahora tampoco me equivoco al aconsejarte que aceptes el puesto. Tu etapa en las oficinas de Nueva York ha llegado a su fin... Y tu lo sabes. Tu talento esta pidiendo a gritos nuevos retos y esta es una gran oportunidad para crecer y potenciar tu curriculum. Kelly sabia que el senor Sullivan tenia razon, su punto de vista era el mas sensato y racional, pero su orden de prioridades era otro y asi se lo hizo saber: --Ya se que las cosas mas emocionantes suceden fuera de la zona de confort, pero es que yo me siento muy a gusto aqui. Y puedo asegurarle que en este momento de mi vida antepongo mi tranquilidad a todo. El dinero no es algo que me mueva, soy una chica de gustos sencillos. No me atraen los lujos ni las sofisticaciones, nunca he tenido el sueno de vivir en una mansion, ni tampoco aspiro a puestos de alta direccion. Yo aspiro a una vida como la que tengo, con mi trabajo que me gusta, con mi coqueto apartamento, mi familia, mis amigos, mi ciudad, mis aficiones... No quiero irme de Nueva York, senor Sullivan, ni dejar estas oficinas donde he encontrado a buenos amigos, ni renunciar a los almuerzos con mi familia cada domingo. Usted no sabe como es la tarta de queso con arandanos de mi madre... El senor Sullivan, a pesar de que era un hombre muy serio, se echo a reir, porque con Kelly era dificil no hacerlo. Era un encanto de chica, a la que apreciaba tanto que queria lo mejor para ella, por eso insistio: --Nueva York y todas sus maravillas siempre van a estar, senorita Taylor. Ademas, no te estamos ofreciendo un puesto en la otra punta del mundo. Las Bermudas estan a hora y pico de avion... --Ya, pero... --Y te recuerdo que yo no me jubilo hasta dentro de cinco anos --dijo el senor Sullivan con ironia. Pero Kelly, que estaba muy nerviosa, se lo tomo al pie de la letra: --!Por Dios, senor Sullivan, yo no quiero su puesto! El senor Sullivan se revolvio en el asiento y exclamo batiendo las manos: --!Pues muy mal hecho! !Deberias aspirar a el, porque tienes talento y formacion de sobra para hacerlo! !Y hacerlo mejor que yo, ademas! Pero de momento, yo tengo que seguir dando guerra... Y tu curtirte bien en ese maldito paraiso para prepararte a conciencia para dar el gran salto. El senor Pinkerton, tu predecesor, ha estado tres anos en el puesto y solo habla maravillas. Ahora se nos casa y ha pedido el traslado a Londres, de donde es su prometida. Asi que deja de rezongar y firma de una vez. !Cree y confia! !No hay otra! --No creo que se trate de una cuestion de confianza, sino que para mi es muy importante la familia, los amigos, trabajar en algo que me gusta... Y asi me siento segura. Ahora tengo una paz y un equilibrio que no quiero perder, senor Sullivan. Las aventuras y los retos estan muy bien, pero no se si tanto como la seguridad de tenerlo todo bajo control. Y yo ahora mismo tengo el control de mi vida... El senor Sullivan nego con la cabeza, se llevo la mano a la barbilla y le hablo como si lo hiciera con su propia hija: --Nunca se tienen las cosas bajo control, es una falsa percepcion, es un engano de la mente. Porque la vida es impredecible, lo unico que tenemos seguro es el cambio y es que, aunque nos resistamos, no van a dejar de pasarnos cosas. Y unas seran buenas, otras no tanto... Pero que mas da. Lo importante es la actitud con la que afrontamos las cosas. Y ese es el reto y eso es lo apasionante: enfrentarse al caos, a la incertidumbre, a los miedos y descubrir que puedes con eso y con mucho mas. Asi que no te conformes, senorita Taylor, nunca te conformes... Entiendo que tienes apegos, afectos, rutinas y... los exquisitos postres de tu madre, pero el mundo no se acaba ahi. Hay tantas cosas bonitas esperandote ahi fuera que seria una autentica pena que te las perdieras. Aparte de que te recuerdo que estudiaste bien duro, que te endeudaste hasta las cejas para estudiar en la mejor universidad, para tener el mejor de los futuros, para aprender, para crecer, para dar lo maximo de ti. ?Me equivoco? A Kelly las palabras del senor Sullivan, un hombre al que admiraba y respetaba como nadie, le estaban calando tan hondo que reconocio: --Mi familia es humilde, usted lo sabe. Mi padre es conserje y mi madre es limpiadora en un colegio. Por circunstancias de la vida no pudieron estudiar, pero se han matado para que mi hermana Elsa y yo podamos hacerlo. Y les estamos muy agradecidas por habernos permitido la oportunidad de tener una vida mejor... Y si, estudie muy duro, para tener un buen futuro... Quiero desarrollarme, crecer, dar lo mejor de mi... Pero... Kelly se callo porque no iba a contarle que desde hacia tres anos, cuando John la dejo, su orden de prioridades habia cambiado y ya solo queria estar tranquila y vivir sin sobresaltos. Y le dio mucha rabia y mucha pena, tanta que sus ojos se humedecieron, su gesto se tenso y el senor Sullivan tuvo que decirle para que se serenara: --Mi abuela solia decirme: "no hay pero que valga". Y no conozco mayor verdad. Olvidate de ese pero, y centrate en lo que quieres... ?Quieres desarrollarte, crecer y darlo todo? Kelly asintio, mordiendose los labios para no romper a llorar como una boba... --Por supuesto que quiero, senor Sullivan... Pero.... Kelly se mordio los labios otra vez, al tiempo que sentia una frustracion tremenda por tener siempre esa jodida palabra en los labios. No obstante, el senor Sullivan no dijo nada, tan solo se limito a tenderle su estilografica y asegurarle convencido: --Yo tambien tuve una epoca en que no podia parar de decir: "pero". Menos mal que una mujer muy sabia hizo que abriera los ojos... --Su abuela. --Exacto. Mi abuela Alana... Yo tenia el corazon roto, un mal de amores, que me dejo tan destrozado que llegue a creer que nada tenia sentido... Kelly alucino porque en la vida habria pensado que un hombre tan racional, tan logico y tan sensato como el senor Sullivan, hubiera sufrido hasta ese punto por amor... --Lo siento mucho, porque se lo que duele... --Duele tanto que parece que te arrancan la vida. Y yo perdi todo, la esperanza, la ilusion, las ganas, todo... Y eso que apenas acababa de terminar la carrera y se suponia que tenia un brillante porvenir. Trabajaba en un prestigioso bufete de abogados en Chicago, lo tenia todo para ser feliz. Pero perdi la ilusion de tal modo que cuando me salio una oferta de trabajo formidable en Nueva York, estuve a punto de rechazarla si no llega a ser por mi abuela, una irlandesa corajuda y luchadora que me obligo a que dejara Chicago... Y gracias a ella, no solo creci profesionalmente, sino que a los tres meses conoci, a Jane, mi esposa, el verdadero amor de mi vida, y la madre de mis tres maravillosos hijos... Kelly al escuchar el relato sincero y sentido de su jefe, no pudo evitar que dos lagrimones enormes recorrieran su rostro y sin pensarlo mas, agarro la estilografica y musito: --Yo tambien tuve una abuela irlandesa que, seguro que desde el cielo ahora mismo, me esta gritando que no sea tonta, y que firme de una maldita vez. El senor Sullivan asintio, sonrio emocionado y replico con absoluta seguridad: --Asi es. Kelly respiro hondo, se retiro las lagrimas del rostro con el dorso de la mano, estampo su firma en el contrato y luego susurro: --A las abuelas siempre hay que hacerlas caso... --Siempre. Y no me cabe duda de que la tuya tiene que estar orgullosisima de ti... Kelly sonrio agradecida y solo pudo susurrar muy emocionada: --Ojala, senor Sullivan, ojala...

  • La fragilidad del crisantemo de Jose Vicente Alfaro

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    Dos hermanos pequenos se sumergen en la profundidad del bosque en busca de lena, cuando una extrana criatura alada se materializa ante sus aterrorizados ojos...

  • Manual de perdedores de Juan Sasturain

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    Una joya de Sasturain. Esta novela policial se publico por primera vez
    en episodios en el diario La Voz, de Cordoba, y habia sido escrita ocho
    anos antes. Es una obra del genero negro <>, ambientada en
    los dias de la dictadura.

  • Una peligrosa tentacion de Manu Ponce

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    --?Lorenzo podrias acercarte a mi despacho, por favor? --Seguir la cadencia de su voz y caminar tras ella, que parecia mecerse con el contoneo de sus caderas, era el mejor placer que la manana podia ofrecerme. --!A la orden, Nicolette! --No era su perrito faldero, ni nada que se le pareciera, pero me falto solo mover el rabo... Es una expresion hecha, no me entendais mal. --Que cosas tienes, eres el director de la empresa, pocas ordenes debo darte, te basta y te sobras solito--me recordo segun entramos en su increible despacho, ese desde cuya cristalera quedaba Barcelona entera a sus pies. Normal, a sus pies quedaria yo tambien con un solo chasquido de sus dedos. Y eso me traia de cabeza, ?era una atraccion fatal la que sentia hacia la duena de la empresa? Pues preferia pensar que no, que se trataba mas bien de que mi jefa ejercia sobre mi un efecto que me provocaba una cierta fijacion... Paparruchas, lo mirara por donde lo mirase, en los escasos tres meses que llevaba dirigiendo aquel monstruo dedicado a los suministros navales, me habia enamorado de ella de un modo que creia que unicamente estaba reservado para la gran pantalla. --Bueno, pero ya sabes eso que dicen, que cuatro ojos ven mas que dos... A todas luces, Nicolette era mi jefa, pero ella preferia dejarlo en tablas y siempre me comentaba que los dos formabamos un tandem perfecto, al ser los dos pilares sobre los que se sustentaba la empresa. Y en cuanto a lo de los cuatro ojos... Eso seria lo que me hubiese gustado, tener cuatro ojos para verla doble, porque todo lo que tuviera que ver con ella constituia para mi todo un espectaculo. --?Puedo interrumpirte un momento, Nicolette? Tienes a James por la linea uno. Paulina, la secretaria, se habia acercado a la puerta, toda vez que Nicolette hacia caso omiso a la llamada. ?Tendria algo que ver mi presencia en ello? Mis ganas, como suele decirse. Pero, sin embargo, de un tiempo a esa parte, juraria que la notaba mas proclive a hablar conmigo a solas, y mas distraida cuando estabamos juntos. --?A James? Muchas gracias, Paulina. --Atiende la llamada, por favor--le indique pensando que su prometido no tenia otra hora a la que llamar, !ni que tuviese un radar! Joder, siempre nos pillaba hablando y nos interrumpia. Resople para mis adentros, en el fondo no era tan extrano que eso ocurriera, porque al tal James le faltaban horas en el dia para llamarla. Tampoco podia reprocharle nada; si ella fuera mi pareja no querria ni que le diese el viento y tambien me gustaria recordarle que estaba por ella. --?No te importa? --Me sonrio y ahi fue cuando senti que salio el sol, porque nada en el planeta me resultaba mas caluroso que su sonrisa. --Para nada. --La gran mentira del dia, me daba tres patadas en la barriga que nos interrumpiera. Nicolette se dio la vuelta y tuve que apartar la vista de aquel cuerpo escultural que debian haber esculpido directamente los angeles; en cualquier momento podia volver a girar sobre sus talones y encontrarme mirandola embobado. Chungo... Desde su despacho se obtenian las mejores vistas de una ciudad a la que yo habia llegado dos anos antes desde Madrid. Una suculenta oferta de trabajo redactada por el departamento de Recursos Humanos de la empresa que pase a dirigir fue la que me llevo hasta alli. Y un tiempo despues, Nicolette me recluto para la suya, mucho mas grande que la anterior. --Hi, my darling. --La aludida cadencia de su voz, unida al modo en el que se dirigia a el, hicieron que por enesima vez maldijera mi suerte por no estar en su lugar. El resto de la breve conversacion me termino de revolver un estomago que ya de por si estaba trastocado cuando la tenia ante mi. --Perdona, son los preparativos de la boda, ya sabes... Bueno, no, no debes saberlo, ?Doris y tu habeis hablado alguna vez de casaros? Me cogio de sopeton que me hiciera una pregunta tan personal. Y mas cuando ignoraba que conociera el nombre de mi novia. --Ah, pues, a ver, ella lo ha insinuado alguna vez, pero nada en firme, tu sabes... Nicolette tenia fama de ser una jefa a la que no se le iba ni una. Clara, mi companera de trabajo, me habia "aclarado" en alguna ocasion que esa mujer tenia ojos y oidos en todas partes, que parecia que no estaba y que estaba en todo, que era una superdotada no solo para los negocios, sino tambien para el arte de crear equipo y saber sintonizar con el. En cambio, de ella sabiamos bastante menos, salvando el hecho de que su prometido era tambien un influyente hombre de negocios norteamericano que se movia mas que los precios, puesto que se pasaba media vida de viaje. --Ya, pues cuando os llegue la hora, ya os enterareis, no te imaginas la que hay que organizar, es mucho mas dificil que manejar los hilos de esta empresa, te lo garantizo. --Se echo a reir. --Lo imagino, sobre todo para un enlace tan multitudinario, debe ser una locura--repuse. --Si, si que lo es. --Se sento en ese instante, algo que no habia hecho todavia, y tuve la sensacion de que, en cierto modo, el de la boda le suponia un peso considerable. --Me hago el cargo--resople para mis adentros porque de su boda era de lo que menos me interesaba hablar en el mundo. --?Por donde ibamos? Ah, creo que ni habiamos empezado todavia. No, no habiamos empezado, el ceporro de su novio nos interrumpio. --Creo que tendrias intencion de hablarme del encargo del astillero y... Le solte el rollo, pues andabamos con un encargo un tanto complicado que nos traia de cabeza. Media hora despues, con el alma rebosante de felicidad, sali de su despacho, y mas cuando me despidio con un "las cosas marchan mucho mejor desde que estas por aqui" que me llego al alma. Entre en el mio, que sin tener exactamente la misma orientacion del de Nicolette, tambien era magnifico, !como para quejarme! Las vistas desde el eran igualmente de postal. A mis treinta y nueve anos, a punto de entrar en la cuarta decada de mi vida, sentia que lo habia conseguido todo. ?A quien queria enganar? Todo no... Meses antes si que estaba pletorico. Profesionalmente todo marchaba sobre ruedas. Y Doris y yo nos habiamos alquilado aquel atico de 300 metros cuadrados que vimos en la web de una prestigiosa inmobiliaria. Firmamos un contrato con opcion a compra. --Loren, primero vemos como nos adaptamos a la zona y demas. Y si todo marcha bien, entonces nos planteamos la compra--me dijo mi novia. Ella siempre tan previsora. Eramos la noche y el dia, porque yo me caracterizaba por ser muy impulsivo. Siempre me parecio que en nuestras diferencias radicaba el exito como pareja, pero desde que Nicolette entro en escena ese exito se vio empanado. Lo mismo era asi como queria verlo yo y tal exito no existia ya desde bastante antes. Lo cierto era que llevaba diez anos con Doris y los ultimos no habian sido lo mismo. Su negativa a tener ninos supuso un punto de inflexion en la pareja, tras lo cual igual seguimos juntos mas por costumbre que por otra cosa. O al menos yo, que dentro de su cabeza no estaba para saber que pasaba por ella. Llamada de recordatorio de mi hermana Lidia desde Houston, a esa si que no se le escapaba una. --Hola, hermanito, ?como va todo por Barna? --Ella era una enamorada de la ciudad condal. --Houston, Houston, tenemos un problema... una petarda al habla, ?como te va, hermanita? --Hasta la bandera de trabajo y con unas ganas increibles de verte, pero antes te recuerdo que el sabado es tu aniversario con Doris, no se te ocurra olvidarte. Habia sucedido el ano anterior, ella sabia lo que se decia. Aunque con Doris no habia mayores sobresaltos y no soliamos discutir, aquel si fue un motivo de enfado por su parte, y mi hermana me prometio tomar cartas en el asunto. --Eres una joya, carino, ?que haria yo sin ti?

  • No quiero odiarte de Valeria Rose

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    La lealtad, la pasion, la ternura y la valentia son la clave para poder seguir adelante en una Escocia de ensueno. Moderna y romantica.
    Pero el camino siempre es escabroso. El odio, el dolor y la venganza formaran parte de este viaje.
    ?Sera el amor mas fuerte que el odio que se han jurado mantener?

  • Di que no me quieres. Trilogia completa de Janis Sandgrouse

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    Trilogia completa de mi novela Di que no me quieres, donde podras disfrutar de dos capitulos extra sobre esta gran familia.
    Sinopsis:
    Una mansion, fiestas privadas, dinero, lujo, poder, mascaras que esconden quien eres…
    ?Puede una persona encontrar ahi el amor?

  • Cristina de Maria M. Villen

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    Cristina, una estudiante de Bellas Artes de diecinueve anos, coincide con Carlos, un atractivo millonario de mas de treinta, en una de las discotecas de moda de la ciudad. Aunque ella no lo sabe, es el vastago de una de las familias mas ricas del pais, que ha venido a hacer negocios con Santiago Altamiranda, dueno y senor de todos los negocios de la zona y del gran complejo Dark Side, donde se ofrecen todos los placeres a manos de prostitutas de lujo. Aprovechando una deuda con el padre de Cristina, Santiago la obliga a trabajar para el en el complejo. Asi es como la joven, apenas una nina, empieza su horrible andadura en el mundo de la trata de mujeres.

  • Donde mis pies me lleven de Erika Ramos

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    Si te gusto Bridget Jones, disfrutaras leyendo las aventuras de esta enfermera al borde de un ataque de nervios, una chica en busca de alguien que suture su corazon y la inste a decir alguna cursilada como <>.

  • Nunca digas nunca de Ana Ximena Santibanez

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    Entro a su cuarto con cierta resignacion. El dia que tanto habia esperado estaba aqui, pero no como ella lo habia sonado. Sabia que este deberia ser un dia emocionante y lleno de felicidad, pero no podia evitar pensar en los grandes ausentes. Grace fijo su mirada en la casita de munecas que estaba en una esquina, rodeada de peluches y juguetes que ahora parecian una vitrina mas del museo. Contemplo el hermoso vestido que le habian disenado para esta noche. Por un momento le parecio casi tan especial como anos atras le habia parecido esa casa de munecas, no podia creer que fuera suyo. Al acercarse noto que habia un paquete con un mono y un sobre encima de la cama. Emocionada vio el sobre con la letra de su madre y su tradicional dedicatoria: "Para mi princesa". Las palabras la emocionaban aun mas que lo que pudiera encontrar detras de la envoltura y el mono. No habia pasado aun mucho tiempo, pero cada segundo que su madre no estaba con ella parecia una eternidad. Ella, su eterna complice, protectora y companera. Creciendo como hija unica, rodeada de tantas cosas tan anormales, su madre y la familia de ella, eran su unico y verdadero contacto con el mundo ordinario. Con las manos un tanto temblorosas y los ojos llenos de lagrimas, abrio el sobre y leyo: "Grace: No estes nerviosa amor, hoy es un gran dia y tanto papa como yo estamos convencidos que haras un excelente papel. Perdona mi ausencia amor mio, ni el tiempo ni la distancia lograrian separarnos, pero hay cosas mas grandes y dificiles de comprender que me alejan de ti. No tienes nada de que preocuparte, todos hemos dudado en algun momento si seremos capaces de cumplir con el papel que nos toca al ser parte de esta familia. Y mira que si lo se yo, que me negue durante anos a cargar con la presion y la historia de estar parada en donde estaras en tan solo unas horas. Solo ten presente que el papel que te toca desempenar no es un peso, sino un privilegio. El universo es perfecto y si Dios te ha permitido tener todo lo que haz gozado durante tu vida, es por algo. Nunca te sientas culpable o responsable, sientete bendecida y agradecida. Papa y yo creimos que este dia seria el mejor momento para que tuvieras esto en tus manos. Es tu historia, escrita en mi diario, desde mi perspectiva y por lo tanto tengo que pedirte un gran favor. Cuando la leas, por favor no hagas mucho caso de los juicios y criticas que hice de la gente que mas amamos tu y yo. Cuando se es joven, todo se ve de una manera distinta. Y no solo por una cuestion de edad, sino por falta de experiencia, de paciencia y de humildad. Cuando somos jovenes nos da tanto miedo reconocer que sabemos tan poco del mundo, que nos aferramos a lo que conocemos y lo defendemos como cierto con unas y dientes. Espero que no sea tu caso y precisamente por eso quiero que tu tengas este libro. Mi mayor deseo es que al ver los errores que cometimos todos nosotros, tu te puedas mantener alejada de ellos. Ten en mente que todo lo que hicimos, tus abuelos, tu papa, tus tios y yo, lo hicimos por amor. Por amor a las cosas que creiamos que eran mas importantes. Bien o mal, todo lo que hicimos en el pasado, nos ha permitido gozar de ti y de las bendiciones que ha traido tu presencia en nuestras vidas. Esto no es uno de los cuentos que te contaba papa, o las novelas que has leido con heroes y villanos. Es mucho de lo que te vas a encontrar en la vida. Con el tiempo veras que todos hacemos lo mejor que podemos hacer con los conocimientos, los valores y el talento que tenemos en determinado momento. Este mundo mas que blanco y negro, esta lleno de colores y matices que en realidad lo hacen mas hermoso e interesante. La vida es corta amor mio, disfrutala y no la sufras, mucho menos por decision propia. Nada en esta vida me ha resultado mas absurdo y doloroso que perderme de dias o anos de felicidad por miedo. Siempre estoy contigo princesa, aunque no este fisicamente a tu lado. Te amo con toda mi alma y aun mas si fuera posible. Mama" Interrumpiendo los pensamientos de Grace, Francine y Manolo entraron en la habitacion. Francine la ayudo a ponerse el vestido y Manolo realizo el peinado que habian acordado para la noche. Ambos se extranaron de ver a Grace tan callada, pero se limitaron a pensar que era solo el nerviosismo de la noche. Unos minutos antes de que estuviera lista, su padre entro al cuarto. --?Lista princesa? --pregunto mientras miraba asombrado como habia crecido su nina los ultimos anos. --Ya casi papi. --Contesto aun sumergida en sus pensamientos. --Me imagino que esa carita es porque abriste tu regalo. --Si. No lo puedo evitar. Me va a hacer mucha falta hoy. Conteniendo sus propias emociones, Arthur se esforzo por dibujar una sonrisa en su rostro. --Lo se princesa. Y se que ella hubiera dado lo que fuera por estar aqui contigo, yo tambien la voy a extranar mucho, pero agradezco enormemente el privilegio de poder estar aqui y caminar contigo de mi brazo esta noche. La idea de bajar por las escaleras de palacio del brazo de su padre si le regreso la sonrisa a los labios. Afino algunos detalles, agradecio a Francine y Manolo su ayuda y cuando estaba por levantarse su padre le mostro otro obsequio. Este venia en una caja de terciopelo azul y Grace la reconocia perfectamente. La habia visto en aquella vitrina miles de veces. La abuela le habia permitido sacarla un par de ocasiones y le mostro la frase que su padre le habia grabado hace mas de cincuenta anos atras cuando ella habia sido presentada en la corte: "leantainn do chridhe". Siempre le parecio un tanto extrano que una corona dijera "sigue tu corazon", pero esa frase se habia convertido en una especie de lema familiar. Parecia que dos de las mas grandes ausentes de la noche se habian puesto de acuerdo y eso la hizo reir. Arthur sabia que el regalo la alegraria, pero como siempre tambien estaba consciente de que no entendia lo que pasaba por la mente de su hija. Ese era un don que solo compartian Barbara y ella y eso hacia que el sintiera aun mas la ausencia de su esposa. Grace se sentia increiblemente orgullosa de poder portar la tiara y la banda real por primera vez. Bajar esas escalinatas del brazo de su padre y cumplir con todos los pasos del protocolo sin olvidar el mas minimo detalle. No pudo evitar extranar a su abuela y a su madre ese dia. Pero sentia su presencia, en la tiara y la banda que portaba como ellas lo habian hecho en algun otro momento. Disfruto enormemente ver el carino que profesaba la gente afuera del balcon y se sentia privilegiada de que su tio le hubiera concedido ese privilegio, normalmente restringido solo para sus propios hijos. No entendia quizas la importancia tan grande de este evento para toda la familia real. No solo era esa maravillosa oportunidad, sino el momento de magia que podian permitirse y permitirle a su pueblo en medio de un momento increiblemente critico para todos ellos. Aunque como casi siempre, ni el pueblo ni el resto del mundo sabian lo que estaba pasando a tan solo kilometros del palacio. Grace, a pesar de todas las emociones y alegrias, no podia dejar de pensar en leer aquellas palabras que tanto su madre como su padre pensaban que debia conocer. Su pasado no era un enigma, pero habia muchas cosas que todo mundo parecia evitar mencionar. Antes, como ahora, el palacio era un colmenar con zumbidos de rumores y medias verdades, y contando con un libro lleno de verdad, no podia esperar para leerla. Asi fue que en cuanto termino la velada, corrio a su cuarto y sin esperar a quitarse la tiara o el vestido comenzo a leer el pequeno libro recubierto en piel color vino. 15 de Abril de 1999 ?Como se puede escribir y hablar de un gran amor cuando nunca se ha vivido? Nunca entendi como una de las mas grandes escritoras romanticas del mundo pudo escribir a esos increibles hombres que defendieron ante todo el amor, para morir sola y lejos de quien sea que los haya inspirado. Por eso, inicio este nuevo diario con una nueva aventura. Tomo todos mis ahorros y me costo trabajo conseguir tiempo libre del trabajo, pero aqui estoy. Yo, la mujer que mas rehuye del romanticismo en la vida real, persiguiendo cada huella que haya dejado ella para entender al menos por un momento, de donde salieron sus historias... Sus personajes... Y todo esto, con un sabor un tanto agridulce, pero no pienso permitir que una mala experiencia me quite todo lo que los maravillosos paisajes naturales han logrado inspirarme. Despues de varias horas de viaje en avion, un autobus y un tren, por fin llegue al bed and breakfast en el que pasare la proxima semana. Es un lugar pequeno, pero acogedor. Joan, la senora que esta a cargo, ha sido increiblemente amable y me ayudo a conseguir informacion de todos los recorridos que habia planeado realizar. No me deja de fascinar este pais. Amo mi Mexico, sin lugar a dudas, pero cada vez que viajo me contagio de algo magico que me hace disfrutar todo un poquito mas y anhelar conocer todo un poco mas, si es que eso tiene algo de sentido. Hay algo sin lugar a dudas que me atrae a Inglaterra desde hace tiempo. No se por que, pero una serie de cosas han coincidido en el hecho de que el dia de hoy este aqui, justo en un momento en que necesitaba estar conmigo misma. Todo se fue acomodando poco a poco para que este viaje fuera posible, en un momento en el que en mi vida, pareciera haber demasiados imposibles. Inglaterra siempre ha tenido un gran atractivo para mi. Pero en esta visita, el orden, la elegancia y lo importante que es la naturaleza para la gente de esta zona me tiene fascinada. Los colores son impresionantes. Todos los paisajes estan pintados de un verde que parece casi artificial. No se como explicarlo, pero pareciera que la iluminacion o algo hace que todos los paisajes sean radicalmente distintos a los que acostumbro ver en mis tierras, incluso a lo que he conocido en Canada, Estados Unidos y otras grandes obras naturales que he visto en otros paises. Pero eso no es lo unico. La gente me atrapa por completo, no lo puedo evitar. Es un carino y una empatia que no logro comprender. Hay algo que me atrapa entre las tradiciones historicas de su elegancia, su protocolo y el enorme amor literario y cultural que me tienen embobada por completo. Culpo a Jane Austen, sin lugar a dudas. Culpe hace anos a William Shakespeare con ese ritmo y el maravilloso entendimiento de la locura y el amor humano que me aporto. Tambien podria culpar a Laura Esquivel, pero unas cuantas recetas e Isabel Allende me ayudaron a levantarle tan severa acusacion. Ademas, siento una empatia con Jane Austen que no puedo explicar, cada libro que lei de ella parecia invitarme a vivirlo y entenderlo. Y, sin embargo, hay un lado de ella que no he logrado comprender, a pesar de lo mucho que la he estudiado. Esa fe que la movio en todo momento y que de alguna manera la hizo llegar a realizar tantos "imposibles", la envidio y me parece tan ajena...

  • En la piel de Lucia de Luz Hidalgo

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    Acababa de anochecer. Por suerte, los ninos estaban arriba, cada uno en su habitacion, entretenidos en sus cosas. Yo estaba ligeramente echada en el sofa, soportando el efecto que las tres copas de vino habian producido en mi organismo. Un dia mas, por suerte, llegaba a su fin. Mario estaba a punto de venir y no queria que me encontrara en ese estado. Pero, por mas que pretendia levantarme, los musculos no podian obedecerme. El ruido de la cerradura retumbo en mis oidos como si de un martillo y un cincel se tratara. No gire la cabeza, pero sabia que era el. Cerre los ojos, implorando que no se cabreara mucho. Aunque en el fondo sabia que no lo iba a hacer; Mario poseia el caracter mas apacible que conocia. Oi sus pasos acercarse lentamente. Levante los ojos y lo mire resignada, esperando escuchar cualquier apelacion a mi embriaguez. --Carino, ?como te ha ido hoy el dia? --Por supuesto, no iba a montar una escena, no era su estilo. --Bien, uno mas --dije con desgana. --Me imagino que no has comido nada... --No, no tenia hambre. --Amor, tienes que comer, ya lo sabes. Ya te dijo el medico... No lo deje acabar, salte como una condenada posesa. No podia soportar que me tratara como a una nina. --!Ya estamos otra vez! No me agobies, Mario, te lo he dicho mil veces. !No me agobies! -- le grite, saliendo a trompicones y dando un portazo al entrar en nuestra habitacion. Mario se quedo sentado en el sofa, la cabeza gacha y los ojos cerrados, queriendo apartar la realidad en la que se estaba convirtiendo nuestra vida. Me sente en la cama intentando tranquilizarme, oi a los ninos bajar corriendo las escaleras para dar la bienvenida a su padre. Daniel, nuestro pequenin, le estaba preguntado a Mario si traia el regalito que le habia prometido. --No, carino, papa hoy ha tenido un dia muy ajetreado y no he podido ir a tu tienda preferida. Manana voy, ?vale, campeon? Me hizo sonreir oir como Daniel subia las escaleras refunfunando. Ahora le tocaba el turno a Laura. Escuche con toda la atencion que los quince escalones me permitian oir. --Papa, mama ha estado bebiendo otra vez. --Las palabras de Laura me pusieron los pelos de punta. --Carino, ten paciencia, mama esta pasando por una etapa delicada. Estate tranquila, seguro que pronto se le pasara. --Pero es que tenia que preguntarle unas cosas de los deberes de clase y ni siquiera me ha mirado a la cara. He tenido que encender tu ordenador y buscar la informacion en internet. No nos hace caso ni a mi ni a Daniel. Se emboba mirando la nada y parece que no sabe que existimos. Estoy harta, papa --lo solto todo de carrerilla. Me la imaginaba mirando a su padre con los brazos en jarras, esperando una respuesta que resolviera de un plumazo el problema. Esas palabras actuaron en mi corazon como si un puno lo hubiera estrujado, hasta dejarme sin respiracion. Las lagrimas rodaron por mi cara, silenciosas y sin permiso. Mi nina se estaba dando cuenta de todo y, lejos de decirmelo, se lo callaba dia tras dia. Se descargaba con su padre. En que mierda de madre me estaba convirtiendo para que mi hija no fuera capaz de confiar en mi como antes y confesarme sus inquietudes. Antes era yo la que la escuchaba. Esa realidad dolia, dolia mucho. Era la hora de cenar, pero no me sentia con animo de cocinar, asumir el papel de mujer perfecta y enfrentarme a las miradas de Mario y Laura. No, no podia. Daniel era muy pequenito todavia para darse cuenta de nada. Me sente en la cama, apretandome las manos sin saber que hacer. Me mortificaba pensar que no quedaba casi nada en la nevera. Esperaba que Mario se las apanara con los cuatro alimentos que quedaban. <>, pense para hacer callar los remordimientos. Cuando oi el abrir y cerrar de armarios y nevera, supuse que Mario buscaba viveres con los que cocinar algo decente. Intente hacer memoria de lo que quedaba, pero no podia concentrarme. Al momento oi chisporrotear algo en el fuego. Suspire aliviada. Al rato, el sonido de los cubiertos chocando con los platos, mezclado con la conversacion animada de los tres, subia escaleras arriba, acentuando asi la sensacion de que sobraba en la intimidad que se habia creado entre ellos. Decidi darme una ducha. Me saque como pude el jersey por la cabeza y me baje los pantalones del pijama a la vez que las bragas; los pisotee, dejando ambas prendas en el suelo, arrugadas y de forma desordenada. Me las quede mirando y senti que era parte de ellas, a la espera de una limpieza que se llevara de una vez toda la suciedad que se estaba acumulando en mi cuerpo y en mi alma. Cuando sali del bano, Mario estaba de pie en medio de la habitacion, las manos en los bolsillos y el gesto serio. Que guapo estaba. Me llamo la atencion que a esas horas de la noche todavia llevara puesta la corbata. Aflojada, pero alli estaba. Denotaba el grado de cansancio que a esas horas arrastraba. Otra vez el sentimiento de culpa, aplastandome como una losa. --Antes de que digas nada, quiero disculparme. Se que esto esta llegando demasiado lejos. Voy a poner remedio, no te preocupes. --Vale --suspiro--. Venia dispuesto a darte una charla, pero ya veo que te has dado cuenta tu solita. Solo necesito decirte una cosa. Laura tiene doce anos, ya no es tan nina. En tu mano esta que vuelvas a ser la excelente madre que eras o, por el contrario, que pierdas a tu hija para siempre, porque eso puede pasar, necesito que seas consciente. Sabes que te quiero, hare todo lo que necesites que haga. Pideme ayuda, Lucia. Soy yo... --prosiguio, acercandose. --Ese es precisamente el problema, Mario --le dije con desprecio. El se paro en seco--. Que me quieres, que me ayudas, lo quieres controlar absolutamente todo. Deja que me caiga. Si lo hago, sere yo la responsable. Estoy ahogandome. ?No lo ves? --Mi voz sono temblorosa, a causa del nudo que se estaba formando en mi garganta. --Pero estas ahogandote... ?donde? --dijo alzando las manos con incredulidad--. !Es que no lo entiendo! !Explicamelo, por favor! !Lo tienes todo! --grito--. Vivimos en una casa espectacular con todas las comodidades, con la decoracion que tu elegiste, tienes tiempo para ir al gimnasio, para tomar algo con tus amigas, unos hijos preciosos y sanos, dinero de sobra para no preocuparnos por el futuro... ?Que cojones quieres? Si es por la decision de dejar tu trabajo, siempre estas a tiempo de volver, lo sabes. No me hagas sentir mal por eso, Lucia, fue una decision mutua. Estoy enamorado de ti desde el primer dia, es que ya no se que mas hacer... --Se masajeo la frente y las sienes, gesto que siempre hacia cuando le empezaba a doler la cabeza. Me quede mirandolo. --Yo tampoco, Mario, yo tampoco... --Me voy a la cama. --El cupo de discusion habia llegado a su tope--. Manana me espera un dia duro en la oficina. Tengo un negocio que regentar y mi cabeza ya no da para mas. Nos acostamos dandonos la espalda. <>, pensaba mientras intentaba dormirme. Al dia siguiente, Mario ya se habia ido cuando me desperte. El vacio que dejo en su lado de la cama era similar al que yo sentia en el corazon. Entre en la habitacion de Daniel y, con susurros de carino, lo desperte. El paso los bracitos alrededor de mi cuello y, con voz adormilada, me dijo que no queria ir al colegio. Estuvimos un rato jugando y riendo hasta que mi pequeno se despejo y bajamos juntos al gran salon-cocina que presidia la mayor parte de la primera planta. Laura ya estaba alli. Me dirigio un escueto <> mientras se preparaba el desayuno ella misma. La mire y quise romper el hielo, pero algo me lo impidio. Quiza el gesto serio o mi propia inseguridad. Asi que volvi a cerrar la boca y me limite a observar los movimientos seguros de mi hija mientras se desenvolvia con soltura por la cocina. Cuando fui a despedirlos al autobus escolar, lo primero de lo que me encargue fue de hacer la compra a traves de la web del super. Sentia que mi deber mas inmediato era llenar la nevera lo antes posible. Tambien me propuse limpiar y ordenar la casa de arriba abajo. Iba por la tercera lavadora cuando sono el timbre. Baje y mire por la mirilla; a esas horas no solia tener visitas. Ver la cara de mi amiga tan cerca del visor, deformandole asi un poco el rostro, me hizo sonreir. --Hola, Sandra, pasa. Que raro tu por aqui a estas horas. --Le di dos besos a modo de bienvenida. --Me he escapado un momento y he pensado hacerte una visita de diez minutos. --Hija mia, que medido tienes el tiempo. Para una vez que vienes... --Algunas trabajamos, ?sabes? --dijo en tono de burla--. Bueno, ?como esta mi preciosa amiguita? Anda, preparame un cafe, que he salido de la oficina en mi hora del desayuno. Sandra se acomodo en un taburete de la barra que hacia de separacion del salon con la cocina. Mientras yo le preparaba el cafe, los avidos ojos iban de aca para alla. --Madre mia, Lucia, la ultima reforma que habeis hecho ha dejado este espacio de revista. Que grande se ven el salon y la cocina juntos. Y que blanco todo... Me encanta. --Gracias, Sandra. La verdad es que ha quedado bien al final. --Bueno, dejemonos de banalidades y cuentame como va todo. La ultima vez que nos vimos estabas mustia. --Pues justamente anoche tuvimos una gorda Mario y yo --dije torciendo el gesto--. Bueno, mas bien el. Normalmente no sube el tono de voz, pero reconozco que la situacion esta llegando demasiado lejos. No se como me he metido en este circulo vicioso. Este caracter indeciso y bipolar mio me esta llevando a actuar de mala manera contra Mario. Ayer me dio una especie de ultimatum. No fue asi de especifico, pero casi. Me dijo que podia llegar a perder a mi hija si seguia con esta conducta. Llego a gritarme, Sandra --dije con lagrimas en los ojos. --No me lo puedo creer, con lo mesurado que es el. Yo creo que nunca lo he visto alzar la voz en mi vida --dijo abrazandome--. ?Que le has hecho a mi amigo para sacarlo de sus casillas? Confiesa. --Se aparto de mi y sonrio, intentando dar un toque de humor a la conversacion.

  • La hija olvidada de Armando Lucas Correa

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    Tras el exito del best seller internacional La nina alemana, la segunda novela de Armando Lucas correa narra un nuevo episodio desconocido de la Segunda Guerra Mundial.

  • Raquel (Y llegaste tu 1) de Merche Diolch

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    Raquel es una joven timida e introvertida que comparte piso con su prima Monica. Su vida se desarrolla entre sus clases y la biblioteca donde trabaja como becaria para ganar algo de dinero y puede hacer lo que mas le gusta en la vida: estar rodeada de libros.

  • El regreso de Liam de Dina Reed

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    Liam Parker regresa a Nueva York, rico y exitoso, dispuesto a vengarse de los que le han hecho dano, pero sobre todo de Emma, la mujer que le rompio el corazon anos atras.
    Apenas tenia veinte anos cuando sucedio aquello, cuando era mas pobre que una rata y cometio el error de enamorarse de quien no debia.
    El precio fue conocer el sabor amargo de la humillacion, de la decepcion y de la traicion, pero han pasado los anos y vuelve dispuesto a ajustar cuentas con el pasado.

  • Los Propietarios del Miedo de Sebastian Abdala

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    Es un compendio de relatos, acerca de distintas situaciones donde el miedo es el desencadenante… Pero no miedo de terror, si no miedos a, por ejemplo, la soledad.

  • Hablemos claro sobre el comercio mundial de Dani Rodrik

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    La globalizacion no ha beneficiado a todo el mundo. Muchos trabajadores europeos y estadounidenses han resultado excluidos debido a la externalizacion de ciertos trabajos industriales a China, Mexico y otros lugares. Al mismo tiempo, el proceso de internacionalizacion ha favorecido al sector de las finanzas y a profesionales altamente especializados, capaces de beneficiarse de unos mercados en expansion descontrolada.

  • Nebraska. En el corazon del rancho grande de Ariadna Baker

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    Tras terminar su carrera, Keira vuelve al rancho familiar. En Nebraska no solo esta su familia, tambien un hombre que despertara en ella sentimientos inesperados.
    Izan, quien ahora se encarga de los caballos, se convertira en mucho mas que un simple trabajador.
    Su mejor amiga, Silvia, planea visitarla y, al parecer, ambas encontraran en ese lugar mas de lo que podian imaginar.
    ?Que ocurrira despues de que los sentimientos tomen el control?

  • Escrito en tu destino de Myrian Silva

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    Eva sale del edificio donde reside en Bruselas, Belgica. Apurada, pensativa y con muchas ansias de comenzar el dia. Un mensaje de su tio, que lo vea con urgencia apenas llegue a la Union Europea, donde trabaja desde hace unos meses, se dirija a su oficina. Su trabajo trae aparejado el viajar y conocer importantisimas personalidades de otros paises. Estar disponible en horarios mas alla de las ocho horas diarias, pero la satisface a pleno. Esta vez lo acompanara para recibir unas personas sobresalientes de un pais arabe y su comitiva. El comienzo de una serie de reuniones de negocios, festejos y homenaje hacia la figura del jeque Malik Bin Al Thani y su esposa. Con la mente en las nubes y subida a tacones de diez centimetros, con un vestido azul pegado a sus curvas generosas, dobladillo arriba de sus rodillas no ve a la figura alta que cruza la calle y es sacudida por el. Un cuerpo que se siente de piedra, piensa ella viendo el piso cerca de su rostro, y antes de caer la sostiene entre sus brazos fuertes y musculosos, la envuelve su perfume, a caro jabon masculino y especias. Unos pectorales apretados contra ella, siente sus pezones endurecidos. Sube lentamente su mirada hacia el y ve una sonrisa socarrona en el rostro mas bello y perfecto que sono en su vida. Enmarcado en cabellos negros , lacios que superan la nuca, sabiamente despeinados. Muerta de la verguenza, descubre que una de sus manos sujeta unos mechones de el. Pura seda, se le escapa un grunido de placer al escurrirse las sedosas hebras entre sus dedos. --Shh, disfruta el momento --afirma el. --Bestia, retireme las manos de encima --ordena ella. El despacio, desliza una de sus manos y con suavidad pasa sus dedos por el costado inferior de su seno izquierdo. Produciendo unos estremecimientos en Eva. La recorre una punzada de deseo desde los senos hasta el centro que palpita entre sus piernas. Ella se encuentra sonrojada, excitada y trastornada en medio de la acera y rodeada de peatones apresurados, los cuales no la golpean porque la espalda de el la protege. El le acaricia entre el pulgar y el dedo indice la mandibula, acerca sus labios y los besa suavemente saboreandolos desde la comisura hasta el centro. Se escurre su lengua en la apertura y comienza a conocer todos sus suaves rincones. Tibiamente ella toca con su lengua la de el, se enredan en un baile de deseo, sabores y una llamarada que los enciende. Nunca sintio en un beso tantas emociones. El despega su boca de ella, le coloca entre los dedos una tarjeta de visita y con una suave caricia en su nalga, le dice. --Mi nombre es Amir ?cenamos juntos? ?El tuyo es...? --Eva -- su voz enronquecida por la pasion. Le saca de sus manos el celular y se llama al propio de el. Ella atontada, enojada levanta una mano para pegarle un cachetazo; el la detiene y le besa el dorso de la misma. Se da vuelta y la deja en mitad de la acera. Siente que la azoto un tornado y que este la arrollo a su paso. Emociones intensas la recorren, su piel estremecida por el momento de intensa y explosiva pasion. No logra entender, ella siempre tan fria en su controlada vida, en un minuto se fueron todas sus reglas y directrices en su vida. Oh la la... Vida hay una sola, vivira el momento. Es hora que en su vida estalle la pasion y el romance. Si ella no lo conoce de nada, vaya con el bravucon apasionado. Que se espere sentado que lo acompanara esta noche. Habrase visto semejante burrada. Aunque esos ojos oscuros con larguisimas pestanas que sombrean sus mejillas la han dado vuelta, mas ese hoyuelo conspirador la ha atontado y le ha introducido un sofocon en el cuerpo de padre y senor nuestro. Esto le hace recordar que su vida triste y marchita luego del desplante de su novio Esteban, puede cambiar ahora y quizas ser feliz. Despues de la triste y dura experiencia que vivio con Esteban al descubrir al vil de su novio en la cama con su amiga Nora, en el departamento donde iban a vivir juntos despues de casarse. No quiere que su corazon vuelva a sufrir, por lo tanto se va a asegurar que nadie la vuelva a hacer sentirse una fracasada. Simple, pero de solo recordar se le estremece el vello de sus brazos y su corazon se hace un nudo. La mas tonta de las tontas, fue a acomodar unas cortinas con Maria su madre. Al entrar siente unos ruidos extranos, se acerca al balcon y alli los ve, a pleno sexo, gemidos y jadeos como animales en celo, sobre un sillon de madera de jardin blanco entre mullidos almohadones, a el de espaldas penetrando salvajemente a la mujer enloquecida de pasion, gritando:-- !!Mas, mas...!! Su amiga Nora, con sus redondeces al aire agitandose a la pasion del hombre, poco hombre, de su prometido Esteban. Un grito desgarrador escucha Eva. Es de sus labios que ha escapado. Maldito malnacido, le tira con las cortinas, despertandolo de su enajenacion sexual y su gesto demudado de asombro y de no va mas, si no fuera por el momento tan drastico hasta se reiria en su cara. --Eva, noo... vuelve, no es lo que parece, te amo reinita mia--sale del sillon y desnudo se desliza hasta el pasillo donde encuentra a Maria, la madre de Eva.-- Escuchame, no te vayas ahora. Por favor, nena--suspira el desalentado. Mientras, Nora se tapa con un cojin sus partes pudendas, que le ha arrojado Eva al aire, y se hace un post-it contra la pared. --!Maldita desagradecida! !Reventada y arrastrada prostituta!-- le grita Eva. Sobran hombres en esta ciudad que tuviste que entrometerte con mi prometido. --Evi... Nooo... Disculpa, eh...--tartamudea Nora. --Vete maldita, fuera de mi vista--le tira la ropa que encontro en el suelo del pasillo. Los ojos de Eva se salen de las orbitas ante tamano desman de su prima. Pensar que se han criado juntas, como hermanas, estudios y miles de salidas. No puede creer su traicion. Duele dentro de su corazon, este se hace anicos, se rompe ante tanta maldad. Ella y el juntos, jamas lo hubiera pensado. Siente que esto la sobrepasa y se da vuelta para alejarse de ese lugar, que hace pocas horas era su futura casa. El proyecto de hogar junto a Esteban. Sus suenos rotos. El desprecio en la cara de Maria dice todo lo que siente. Se acerca a el y con su mano derecha le ata un sonoro cachetazo al bonito y embaucador prometido de su nina. Abraza a una Eva torturada por el llanto desgarrador de ver tan deleznable acto. Su Esteban tiene los pies de barro. Ha cometido la peor de las fechorias. ?Por que? Ella no recuerda que sucedio despues, lo unico que sabe es que su padre Marcel la envuelve en sus brazos y la lleva con el a un sillon y la reconforta hasta que el tiempo silencia sus lagrimas. Llego el sabado, fecha de su casamiento, se devolvieron los regalos y se aviso por redes sociales que no habia casorio en Buenos Aires. La prometida abandonada, tirada sobre su cama de soltera, con su pijama de duendecitos azules, seca lagrimas churreteadas con rimel de sus mejillas blancas y opacas. Hoy hubiera sido el gran dia. Maldito bastardo, jamas volvera a creer en los hombres. Su amiga Amalia, es su fiel companera. La despierta en las mananas, le corre las cortinas, la impulsa a vestirse y salen juntas a desayunar. La tiene al tanto de las noticias de las familias amigas. Es una rubia, bajita de hermosas curvas, con un sentido del humor mordaz y sarcastico. Es una medica que atiende a sus pacientes con una sonrisa que le sale del alma. Esta haciendo residencia de pediatria. Sus peques la adoran, ella es la luz entre ellos y el dolor. Un dia, Eva le pregunta: --?Que sabes de Esteban? --Esta de viaje, en el Caribe--le responde Amalia. --?Solo? --!No! Con otra mujerzuela--sisea su prima. Llegan unos amigos, charlan entre todos. Amalia mira a Eva y la encuentra mas tranquila y que poco a poco vuelve a disfrutar de la vida. Asi pasan los dias, recibe un llamado de su tio, Jorge Alcenada Larion. Este le hace una propuesta de trabajo en Bruselas. Es un excelente avance en su carrera trabajar como traductora para la Union Europea, bajo las ordenes de su tio, con un excelente sueldo y podra escalar posiciones que le permitiran concretar su futuro. Su tio Jorge ha sido un ejemplo, modelo a seguir. Con una carrera de diplomatico envidiable, solida y sobria, cabal, honesto y marido ejemplar. Siempre ha estado en contacto con ella en vacaciones, ademas viajo con ellos a Roma, Italia, hace dos anos atras. La paso genial, se hizo de amigos y conocio lugares idilicos. Su tia Irene siempre la ha apoyado y la ha conducido por el mundillo de la moda. La introdujo en su peor y divina perdicion, los zapatos. Ella piensa en que se sentira comoda, cerca de sus tios, pero quiere vivir independiente de ellos. Afianzara su carrera, ya que habla cinco idiomas aparte del espanol: ingles, frances, aleman, holandes y arabe. Hace un ano que salio de la facultad y ha trabajado como interprete en varias comisiones, pero sin un trabajo efectivo. Argentina, ano dos mil dieciseis, crisis tras crisis no abunda el trabajo, y esta es una oportunidad de oro. Acepta la propuesta y en quince dias arribara a Bruselas Tanto su madre como su padre la apoyan en esta nueva propuesta, sentiran que su nina mimada se encuentre lejos, pero saben que ella necesita cambar de aires. La miran y ven que sus ojos marrones se ven mas luminosos, la tristeza comienza a irse. Ese es un gran paso. Eva es una mujer luchadora y desenvuelta, que ha recibido un doloroso reves en su vida amorosa, pero la vida sigue y el tiempo todo lo cura. Su madre le ayuda a empacar y en unos pocos dias arman todo el periplo de viaje y llega el dia de las despedidas. La acompanan al aeropuerto de Ezeiza, el dia es soleado, pero muy frio. Mayo gelido. Sus rayos le entibian el corazon marchito. Deja tras de si a unos padres amorosos y un grupo de amigas incondicional, que la han apoyado en tan mal trance. Amalia ira pronto a visitarla. Ella necesita respirar aires nuevos, nada mejor que una nueva expectativa de vida. Algunos llantos, todas las recomendaciones de una madre atribulada, pero feliz de ver a su hija a por un camino nuevo pleno de exitos profesionales y quizas, ?un nuevo amor? Abraza a sus padres, pasa por el control, y sube al avion que la conducira a su nuevo destino. Bruselas, alla vamos.

  • Lazos de humo de Maria Iglesias

    https://gigalibros.com/lazos-de-humo.html

    La historia de Adam Cassidy es un secreto a voces: el, enigmatico naufrago, desaparecio despues de dejar en la aldea cantabra el germen de una estirpe de individuos de cabellos rojizos y espiritu indomable. En 1871, mas de un siglo despues de aquella visita, llega al mundo German Diaz.