• las cenizas del califato - Mikel Ayestaran

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  • Las cenizas del califato - Mikel Ayestaran | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-las-cenizas-del-califato/268976

    5 jun 2018 — Las cenizas del califato, de Mikel Ayestaran. Un autor cuyo primer libro es ya en longseller que no ha abandonado las listas de los más ...

  • Las cenizas del califato: De las garras de Estado Islámico a la...

    https://www.amazon.es/Las-cenizas-del-califato-supervivencia/dp/8499427065

    Las cenizas del califato te sumergen a través de una serie de viajes por países de Oriente Medio que han sufrido la llegada y destrucción del Estado Islámico.

  • LAS CENIZAS DEL CALIFATO | MIKEL AYESTARAN

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    5 jun 2018 — El libro LAS CENIZAS DEL CALIFATO de MIKEL AYESTARAN en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Las cenizas del califato | Mikel Ayestaran - Librería Desnivel

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    Resumen del libro. Un recorrido por las vidas de aquellos que han sobrevivido al califato y a la guerra, y que ahora luchan por recuperar la normalidad.

  • Las cenizas del califato - Casa Árabe

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    7 jun 2021 — El periodista Mikel Ayestaran presenta el 7 de junio su último libro, publicado por la Editorial Península, en nuestra sede de Madrid. En el ...

  • Las cenizas del Califato - 9788499427065 - Ayestarán, Mikel

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    Violencia y terrorismo político /; Las cenizas del Califato ... De todo ello da cuenta Mikel Ayestaran en este libro, para el que ha accedido a zonas que ...

  • las cenizas del califato - Librería Patagonia

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    De todo ello da cuenta Mikel Ayestaran en este libro, para el que ha accedido a zonas que pocos periodistas occidentales han podido visitar. La región, sumida ...

  • LAS CENIZAS DEL CALIFATO · AYESTARÁN, MIKEL - Tipos ...

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  • Las cenizas del califato - Libro de Mikel Ayestaran - Lecturalia

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    Resumen y sinópsis de Las cenizas del califato de Mikel Ayestaran. Un autor cuyo primer libro es ya en longseller que no ha abandonado las listas de los más ...

  • LAS CENIZAS DEL CALIFATO - Traficantes de Sueños

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    Imagen de cubierta: LAS CENIZAS DEL CALIFATO ... De todo ello da cuenta Mikel Ayestaran en este libro, para el que ha accedido a zonas que pocos periodistas ...

  • Oriente Medio, Oriente roto de Mikel Ayestaran

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    Cuando Mikel Ayestaran decidio convertirse en reportero de guerra, dejando atras un apacible trabajo de redaccion, no tuvo demasiadas dudas sobre hacia donde iba a dirigir sus pasos. Oriente Medio no es la unica zona caliente del planeta, pero, de entre ellas, es la que no falta ningun dia en las secciones de internacional de los medios de todo el mundo. Marcada por profundas divisiones etnicas, politicas y religiosas, en la region las potencias mundiales y los regimenes locales dirimen sus diferencias a traves de terceros paises, y florecen grupos terroristas que han llegado a erigirse en amenaza global, como Al Qaeda o Estado Islamico.

  • El muro de la memoria de Anthony Doerr

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    El muro de la memoria reune cuatro historias ineditas del autor de La luz que no puedes ver, que nos hablan de la conmovedora fortuna de vivir en este mundo.

  • Luna roja de Miranda Gray

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    El ciclo menstrual era para nuestras antepasadas una fuente de maravillosas energias creativas, espirituales, sexuales, emocionales, mentales y fisicas. Se trataba de un don que impulsaba a la mujer a renovarse cada mes, a manifestar y crear el mundo que la rodeaba, a conectar profundamente con la tierra y su familia, asi como a expresar su sabiduria e inspiracion.

  • El ultimo secreto de los Deverill de Santa Montefiore

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    Estamos en 1939 y los nubarrones de la II Guerra Mundial se ciernen sobre Europa. En Irlanda muchas cosas han cambiado y una nueva generacion de la familia Deverill se halla a punto de desplegar las alas.
    Bridie Doyle ha dejado atras sus origenes humildes y es ahora condesa di Marcantonio y duena del castillo de Deverill. Su felicidad, sin embargo, corre peligro cuando se pone en duda la identidad de su marido, cuyas continuas infidelidades son un secreto a voces.
    Muy cerca de alli vive la antigua amiga de Bridie, Kitty Deverill, junto a su devoto marido, Robert. La vida de Kitty da un vuelco con el regreso inesperado de Jack O’Leary, su gran amor, al que nunca ha olvidado. Pero ?habra entregado Jack su corazon a otra?
    Martha Wallace llega a Dublin con la esperanza de conocer a su madre biologica. Tras ver frustrados sus intentos de encontrarla, conoce por casualidad con JP Deverill, el vastago de los Deverill, y todo cambia para ella.

  • Contigo aprendi de Aryam Shields

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    Valentina Harfush creyo tenerlo todo: un matrimonio maravilloso, una carrera de exito y la vida casi resuelta. Pero al descubrir que su esposo la engana, su mundo tiembla y todo lo que ella consideraba perfecto empieza a derrumbarse. Intentando huir del dolor causado por la traicion, encuentra un lugar donde reparar las heridas y encontrarse a si misma. Un lugar donde tambien lo encuentra a el. El padre D Rodriguez vive para servir. Servir a Dios y a su comunidad. No obstante, al encontrarse con ella su vida dara un giro de 180 grados. Valentina es la tentacion y sabe perfectamente que ella hace parte de una vida a la que ha renunciado por completo. Coincidir trae consigo una incipiente atraccion que los tomara por sorpresa y en medio de esos encuentros nace esta historia que transita por los senderos del alma, enfrentando los principios y la vocacion con un sentimiento mas fuerte que cualquier otro. ?Al final podra el hombre imponerse sobre el sacerdote? ?Se consigue volver a amar, cuando se tiene el corazon roto? El amor tendra la ultima palabra y sera el que ponga cada detalle en su lugar.

  • Una Mancha en la Cama, Magela Gracia de Magela Gracia

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    Una mancha en la cama es la historia de una mujer amante del sexo; sexo morboso, sexo salvaje, sexo ajeno… Ajeno, sobre todo eso. Se deleita con el sexo de otros. La protagonista tiene una imaginacion desbordante, y busca inspiracion donde uno menos se lo espera. Le gusta sacar escenas pornograficas de las cosas cotidianas que observa en el parque, y luego, en la intimidad de su casa, las transforma a su antojo para crear una pequena historia, con la que disfrutar, despues, manchando las sabanas de su cama. Porque la mejor mancha que puede tener una sabana es la que luce, orgullosa, despues de una buena sesion de sexo. Una mancha en la cama es un libro de relatos, imaginados por una mente perversa, para el disfrute de hombres y mujeres que no le tengan miedo a dejar volar su imaginacion, apartando los prejuicios, y dejando que sea la entrepierna la que mande. Porque, si te excita… no puede ser malo.

  • ?A todo riesgo o a terceros? (Sensaciones 1) de Mia Alcaraz

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    Trabajar duro es para Paula la unica opcion viable para poder conservar lo poco que le queda de su padre.

  • ?Y si probamos…? de Tierra Salvaje

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    ?Y si probamos…?
    A Nico y a Mamen les gusta fantasear con terceros. Es un juego, una forma de excitarse mutuamente, hasta que se convierte en algo demasiado tentador. La aparicion de Jorge cambia sus vidas por completo.

  • Setenta millones de mariposas (Los Zuccarelli 3) de Mar B. Prat

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    AVISO: No sigas leyendo si no has leido “Sangre de una estrella violeta”

  • La danza del gohut de Ferran Varela

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    Me encanta descubrir nuevos autores. Nuevas voces, jovenes y maduras, nuevas ideas, nuevas formas de narrar tamizadas por diferentes referentes, experiencias, sensibilidades. Lei por primera vez a Ferran Varela cuando me remitio un cuento para la antologia de fantasia oscura Dark Fantasies. Publicar nuevos valores es uno de los objetivos de las selecciones que preparo y su historia, Profundo, profundo en la roca, me sorprendio por su frescura y dominio del medio narrativo; un nuevo escritor del que nada habia oido hablar pese a que ya contara con un ramillete de relatos publicados. En el siguiente volumen, El viento sonador, repitio con Las cadenas de la casa de Haden, una historia sorprendente de sangre y honor ambientada en una sociedad compleja esbozada en apenas unas lineas, una de las senas de identidad de este escritor catalan. La novela corta que ahora tienes en tus manos sigue la misma tonica y podria, incluso, formar parte del mismo universo a medio camino entre la epica y la fantasia, con elementos cotidianos, miticos y antropologicos. Gran imaginacion, un mundo secundario de inspiracion medieval muy bien perfilado, abundante introspeccion y unos protagonistas de carne y hueso capaces de llegarnos al alma son otras de sus caracteristicas distintivas que podemos encontrar en ella. Historias, sociedades y personajes de los que siempre queremos saber mas. Como en los dos relatos citados, los actores de este microcosmos de ficcion son seres especiales, no por el hecho de detentar poderes sino porque solo ellos conocen la terrible verdad sobre el mundo. Personajes principales que en su mayoria suelen ser mujeres --una bruja y la heredera de un jerarca en el caso de los cuentos, una tutora de la Academia en la presente novela --, de fuerte caracter, respetadas y reconocidas por su tenacidad, enfrentadas a un reto de dificil solucion. Acompanemos en esta ocasion a la joven Leara en su mision de devolver el juicio al heredero de la Casa mas poderosa de Tiuma, quien ha permanecido prisionero de los salvajes gohut durante cuatro largos anos. A traves de sus conversaciones asistimos a un verdadero choque de culturas, dos modelos de organizacion social completamente antagonicos, entre el clasismo y la rigidez jerarquica a la norma propia de la civilizada Tiuma --que es el precio a pagar por el orden y la seguridad-- y el canto a la naturaleza y la libertad sin limites de la sociedad tribal gohut, que posee ademas una concepcion taoista de la existencia: vida y muerte, noche y luz, gozo y dolor, partes indisolubles de un todo completo. Dos mundos tan irreconciliables como la razon y los suenos. Varela construye un mundo rico y verosimil, con un enfoque mucho mas literario y trascendente de lo que suele ser habitual en el subgenero. Un texto laboriosamente trabajado pleno de bellas y originales metaforas magnificamente engarzadas en la trama y que aprovecha el estereotipo para facilitar la fluidez de la historia. En el se repiten algunas de las constantes habituales del autor, como es la importancia del linaje, los sutiles equilibrios de poder en las altas instancias de la politica, una sociedad con un alto apego a la tradicion que se resiste a cambiar viejas formulas que reproducen prejuicios e injusticias, la cruel inevitabilidad de los eventos a acontecer. En esta hermosa tragedia no faltan las escenas de accion, los dialogos repletos de frases gloriosas ni la inevitable chispa del amor. Un canto de vida y libertad que nos propone romper las cadenas que, con excesiva frecuencia, nos atan a una sociedad hipocrita y abrazar por el contrario nuestros instintos primarios que nos haran mucho mas libres y felices. A traves de los labios de Rin descubrimos que todo ello es posible, que como Richard Harris en Un hombre llamado caballo o Kevin Costner en Bailando con lobos es posible gozar de una vida nueva, tan excitante, salvaje y pasional como seductora. Confieso que lei esta novela hace ya algun tiempo y me alegra que finalmente se haya publicado en un sello como ediciones el Transbordador, con un bagaje tan interesante de nuevos autores a sus espaldas. Lector, dejate llevar por esta bella y elegante fantasia, obedece a tus impulsos y baila conmigo la danza del gohut. Te prometo que te conducira a un lugar magico y poderoso del que no querras regresar. Mariano Villarreal Verano de 2018 A mi hermana, que tiene alma de gohut Uno La pala golpeo la tapa del ataud y le arranco un chasquido sordo y hueco. En la quietud de la noche, bajo la luna del cambio, el crujir de la madera resono con tal fuerza que los perros aullaron a lo lejos. Ara cerro los ojos, aguanto la respiracion y se maldijo por no haber cavado con mas cuidado. Seria una pena que la descubriesen ahora que estaba tan cerca de lograrlo. El fracaso no era una opcion. No despues de lo mal que lo habia pasado para regresar a Tiuma. No despues de lo que habia sufrido al acatar durante todo un dia esas absurdas normas humanas que asfixiaban su voluntad. No despues de la humillacion de volver a ponerse esas estupidas ropas que ocultaban su verdadero yo, que levantaban una barrera de seda entre su piel y el mundo, que le impedian sentir el aire, y la lluvia, y la tierra. Y se sorprendio paladeando el agrio sabor del miedo. Miedo a ser atrapada y ejecutada por la guardia, a morir sin ser ella misma. Miedo a ser capturada y sometida a experimentos en el ala de investigacion de la Academia. Miedo a huir sin haber completado el ritual y condenarse a vivir una vida incompleta. Para librarse de el, se concentro en el reconfortante cosquilleo de las plumas de halcon que portaba a la espalda. Recordo quien era. Era Ara. Pronto seria una gohut, y un gohut no siente miedo. Se reprendio por ese instante de cobardia y, para demostrarse que estaba tan libre de temores como del resto de lastres humanos, alzo un pie y golpeo con el talon sobre el ataud tres veces mas. Los mastines de las casas adyacentes al cementerio volvieron a ladrar, pero nadie les hizo el menor caso. Tras lanzar una carcajada de triunfo y deleitarse con las timidas caricias de la llovizna en su rostro, la mujer se agacho y aparto con las manos los ultimos punados de tierra mojada. Clavo la punta de la pala en la juntura de la tapa y, apoyando todo el peso de su pequeno cuerpo en el mango, hizo palanca. Las astillas volaron acompanadas por la melodia de la madera quebrada y el ataud se abrio. Dentro yacia el joven cadaver del dos veces nacido y dos veces muerto; el unico gohut con cuerpo de hombre. A Ara se le encogio el estomago al ver el rostro del chico. No era como lo recordaba. Un ano bajo el fango habia hecho mella en el. La descomposicion no le habia dejado nada mas con que taparse la calavera que unos jirones de carne reseca y unos mechones de pelo lacio. Con los ojos anegados en lagrimas, la joven cayo de rodillas. Ese ya no era el orgulloso gohut al que habia conocido, sino una mera carcasa vacia. Aun asi, Ara no pudo resistir la tentacion de volver a sentir el suave tacto de sus dedos recorriendo las curvas de su cuerpo desnudo. Se rasgo el vestido, le tomo las manos y las apreto contra sus pechos. Pero esas ya no eran sus manos, sino dos colgajos de piel ceniza y huesos quebrados. No habia en ellas calor, ni anhelo, ni suenos. Hacia mucho que su voluntad habia abandonado aquel cascaron y habia vuelto a la Tierra que Sustenta y al Cielo que Arropa. Ara lloro, desconsolada. Entre gemidos, deseaba que el frenetico bombeo de su corazon pudiera, de alguna forma, ser suficiente para los dos. Que sus latidos se tornasen mana, brotasen de sus pezones y se clavasen en las palmas de su amado. Que recorrieran sus venas insuflandole vigor. Ojala eso bastase para traer de vuelta los soles que habian compartido. Ojala algo bastase. <>, se recordo. <>. La mujer arrastro el cadaver fuera de la tumba. Lo coloco boca arriba en el barro, se inclino sobre el y lo beso dos veces. La primera en la frente, en senal de respeto. La segunda en el lugar en el que deberian haber estado sus labios, en senal de algo tan profundo que ni siquiera tenia nombre. Luego se alzo y, blandiendo la pala como un hacha, se dispuso a cortarle la cabeza. No consiguio decapitarlo de un tajo limpio. Necesito siete golpes para partir la vertebra, y aun asi tuvo que usar el pequeno cuchillo de silex que siempre llevaba encima para terminar de cortar el ultimo trozo de pellejo del cuello. Cuando acabo, alzo la testa del joven hacia el firmamento y, por un infimo instante, un claro entre las nubes enmarco la luna del cambio. Bajo su palida luz, la calavera sonreia. Parecia feliz, asi que Ara se esforzo por reir tambien. La certeza de que su pecho albergaria el alma del gohut la llenaba de dicha. Llevaria su espiritu dentro por siempre jamas. La chica se recoloco el vestido de modo que se disimularan los rasgones que le habia hecho, metio la cabeza del muerto en su bandolera y se la colgo al hombro, asegurandola con un doble nudo. Y, aunque dio media vuelta y echo a andar a buen ritmo, dispuesta a salir de esa ciudad cuanto antes, se obligo a volver sobre sus pasos. No podia irse aun. Todavia quedaba una cosa por hacer. Se acerco a la lapida y, compungida, paso las yemas sobre el marmol mojado y palpo el relieve de las letras cinceladas en el. <>, rezaba la losa. Si, ese nombre la habia ayudado a encontrar el cadaver de su amado, pero era falso. Era un asqueroso nombre humano, un nombre nacido para atar y restringir la voluntad. Escupio para librarse de la oleada de repugnancia que le recorrio las entranas. No podia dejarlo asi, a el no le hubiese gustado. La repulsion de Ara se torno furia. La colera tomo el control de su cuerpo. Lejos de luchar contra ella, la mujer se abandono al frenesi de la ira y disfruto cada una de sus salvajes llamaradas. Grito como una nina y se rio como una loca, bailando al son de sus desbocados sentimientos. Pues el suyo era, a fin de cuentas, el camino de las libertades y no el de las normas. Esgrimio la pala de nuevo y pico con su canto la superficie de la lapida una y otra vez. No le importo que los perros enloquecieran por el ruido, ni que los vecinos, alarmados por los constantes ladridos, comenzasen a encender velas y antorchas. Sabia que la llegada de la guardia era solo cuestion de tiempo, mas el riesgo merecia la pena. En el mejor de lo casos, acabaria antes de que eso sucediera y podria escapar hacia las llanuras al amparo de la noche. En el peor, sus restos mortales reposarian junto a los de su amado. Ara no dejo de golpear con la pala hasta que fue imposible distinguir la mayoria de las letras cinceladas en el marmol. Para cuando dio por concluida su obra, solo podian reconocerse tres. Entonces, la joven deshizo una de sus trenzas, libero la unica flor que adornaba su pelo y se arranco una de las plumas que llevaba pegadas a la espalda. Dejo su humilde ofrenda sobre el cuerpo decapitado. Una pluma de halcon y un crisantemo blanco. Su ultimo adios consistia en ese sencillo gesto y en la pronunciacion de las tres letras que aun podian leerse en la lapida. --Rin --suspiro Ara. Y dejo que los ultimos vientos del otono se llevasen el recuerdo de su amado en una espiral de vaho. Rin. El autentico nombre del joven. El nombre de su alma gohut. El nombre por el que ella lo habia conocido en una vida anterior, tan solo dos anos antes.

  • Natasha de Esteban Navarro

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    Sabino se enamora de Natalia, una chica a la que conoce en el autobus. Los dos comienzan a salir juntos, pero cada vez que Sabino la acompana hasta su calle ella no quiere que la siga mas alla de una esquina donde se va caminando sola.
    Pasadas unas semanas, Natalia fallece en un fatal accidente de trafico. Cuando Sabino se entera descubre que no viajaba sola y que su acompanante, tambien muerto, era un varon apodado 'Turco'. La policia le toma declaracion a Sabino y entonces se entera que la chica no es quien le dijo que era. Para empezar ni siquiera se llamaba Natalia.

  • Morir de miedo de Varios Autores

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    Una terrorifica y sorprendente antologia de relatos fantasticos firmados por los mas destacados autores del siglo XIX frances.

  • Luz de febrero de Elizabeth Strout

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    A primera hora de la tarde de un sabado de junio, Jack Kennison se puso las gafas de sol, se monto en su deportivo descapotable, se abrocho el cinturon de seguridad pasandoselo por encima de la prominente barriga y se fue hasta Portland, a casi una hora de viaje, a comprar una botella grande de whisky, cualquier cosa con tal de no encontrarse con Olive Kitteridge en el colmado de Crosby, Maine. Ni con aquella otra mujer que le habia hablado del tiempo mientras el esperaba en la cola del colmado con el whisky en la mano. !Del tiempo! Aquella otra mujer (no recordaba su nombre) tambien era viuda. Mientras conducia, se apodero de el algo muy parecido a la calma y, una vez en Portland, aparco y fue a dar un paseo junto al mar. El verano ya habia hecho acto de presencia y aunque todavia hacia frio para mediados de junio, el cielo estaba azul y las gaviotas sobrevolaban el muelle. Habia gente en las aceras, muchos jovenes con ninos pequenos o empujando cochecitos de bebe, y todos parecian conversar. Aquello no dejaba de asombrarlo: !como daban por sentado el hecho de estar los unos con los otros, de hablar! Nadie parecia prestarle atencion y se dio cuenta de algo que ya sabia pero que ahora entendia de otro modo: que era solo un viejo con una barriga fofa en quien no merecia la pena fijarse. Y casi resultaba liberador. Atras quedaban esos anos en que habia sido un hombre alto y guapo, sin barriga, que se paseaba por el campus de Harvard, y que llamaba la atencion. Los alumnos lo miraban con respeto y las mujeres, las mujeres tambien lo miraban. En las reuniones del departamento imponia; se lo decian sus colegas y el no lo dudaba, porque precisamente ese era su proposito. Ahora, al pasar por uno de los muelles frente a los que habian construido zonas residenciales, se le ocurrio que tal vez debiera trasladarse a vivir alli, donde habia agua por todas partes, y tambien gente. Saco el telefono movil del bolsillo, le echo un vistazo y volvio a guardarlo. Era con su hija con quien queria hablar. Por la puerta de uno de los edificios de apartamentos aparecio una pareja de su misma edad: el hombre tambien tenia barriga, aunque no tan grande como la suya, y la mujer parecia preocupada, pero por su manera de estar juntos le parecio que llevaban muchos anos casados. <>. Pasaron por delante de el (sin advertirlo) y cuando se giro para mirarlos un instante despues, le sorprendio --vagamente-- ver que la mujer se habia cogido del brazo del hombre mientras avanzaban por el muelle hacia aquella ciudad pequena. Jack se quedo alli quieto, mirando el mar; primero hacia un lado, despues hacia el otro. Una brisa que no habia notado hasta ese momento levantaba unas cabrillas en el agua. Alli atracaban los ferris que venian de Nueva Escocia. Una vez, Betsy y el se habian subido a uno. Habian pasado tres noches en Nueva Escocia. Hizo un esfuerzo por recordar si Betsy lo cogia del brazo; tal vez si. Y le vino a la mente una imagen de ellos dos bajando del ferri, ella cogida de su brazo. Se dio la vuelta para irse. --Menudo cabeza de chorlito. Nada mas decirlo, vio que un nino que habia cerca, en el muelle, se habia girado y lo miraba desconcertado, lo que queria decir que era un viejo que hablaba solo en un muelle de Portland, Maine. Y no conseguia comprender como el --Jack Kennison, con sus dos doctorados-- habia llegado a ese punto. --!Vaya, vaya! Eso tambien lo dijo en voz alta, despues de adelantar al nino. Habia unos bancos y se sento en uno que estaba vacio. Saco el movil y llamo a su hija; todavia no debia de ser mediodia en San Francisco, que era donde vivia ella. Le sorprendio que respondiera. --Papa --dijo--. ?Pasa algo? El alzo la vista al cielo. --Ah, Cassie --dijo--. Solo queria saber como estas. --Estoy bien, papa. --Ah, vale, bien. Me alegro de oirlo. Ninguno de los dos dijo nada durante unos instantes, hasta que ella le pregunto: --?Donde estas? --Oh, estoy en el muelle de Portland. --?Y que haces ahi? --le pregunto ella. --Nada, se me ha ocurrido venir a Portland. Ya sabes, para salir un rato de casa. Jack entorno los ojos y miro hacia el agua. Otro silencio. Entonces ella dijo: --Bien. --Oye, Cassie --dijo Jack--. Solo queria decirte que ya se que soy una mierda. Eso lo se. Para que lo sepas, nada mas. Se que soy una mierda. --Papa --dijo ella--. Venga, papa. ?Y ahora que se supone que tengo que decir yo? --Nada --respondio el, afable--. No tienes que decir nada. Solo queria que supieras que lo se. Se hizo otro silencio, esta vez mas largo, y el tuvo miedo. Ella dijo: --?Esto es por como me has tratado o por la relacion que tuviste todos esos anos con Elaine Croft? El bajo la vista y la clavo en los tablones del embarcadero, se fijo en las zapatillas deportivas negras, de senor mayor, sobre los tablones desgastados. --Por las dos cosas --dijo el--. O escoge tu la que prefieras. --Ah, papa --dijo ella--. No se que hacer. ?Que se supone que tengo que hacer por ti? El meneo la cabeza. --Nada, nina. No tienes que hacer nada por mi. Solo queria oir tu voz, nada mas. --Papa, ibamos a salir. --Ah, ?si? ?Y donde vais? --Al mercado de productos locales. Es sabado, y los sabados vamos a ese mercado. --Esta bien --dijo Jack--. Pues idos. Ya hablaremos. Adios. Le parecio oirla suspirar. --De acuerdo --dijo ella--. Adios. Y nada mas. Nada mas. Jack se quedo mucho rato sentado en el banco. La gente pasaba por delante, o tal vez habia ratos en que no pasaba nadie, pero el seguia pensando en su mujer, Betsy, y le entraban ganas de aullar. Solo entendia una cosa: que se merecia todo lo que le habia pasado. Se merecia estar llevando en ese momento una compresa para las perdidas como consecuencia de su operacion de prostata; se lo merecia. Se merecia que su hija no quisiera hablar con el, porque durante anos el no habia querido hablar con ella. Su hija era lesbiana; era lesbiana, y eso aun le provocaba cierta sensacion de incomodidad. Pero Betsy no merecia estar muerta. El que merecia estar muerto era el, pero Betsy no. Aun asi sintio una rabia repentina hacia su mujer: <>, murmuro. Cuando se estaba muriendo, era ella la que estaba furiosa. Le dijo: <>, y el le dijo: <>. Y ella le dijo: <>. Pero el se lo decia en serio. ?Como iba a echarle la culpa a ella? No podia hacer eso. Y las ultimas palabras que le dijo fueron: <>. Al levantar la vista y ver una gaviota, penso: <>. * * * El bar del Hotel Regency estaba en el sotano, las paredes eran de un verde oscuro y las ventanas daban a las aceras, pero estas quedaban muy arriba y casi lo unico que veia el eran piernas que pasaban. Se sento en la barra y pidio un whisky solo. El camarero era un tipo agradable. --Bien --respondio Jack cuando el joven le pregunto como estaba. --Pues me alegro --dijo el camarero.

  • Paisaje de una vida de Sheila Maldonado

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    Tenia la foto de Rebeca como fondo de pantalla en su ordenador. Un blues acompanaba el vaiven de su sillon giratorio mientras la miraba. Escuchando esa musica, su turbada mente lograba encontrar algo de paz. Y sin dejar de fijarse en sus ojos y en sus labios, se repetia el mismo mantra: <>. Siempre que bajaba al sotano de la vivienda y entraba en ese cuarto privado, procedia a hacer el mismo ritual. Encendia el ordenador y entablaba una especie de conversacion con esa imagen. Una mesa alargada de formica blanca se extendia de pared a pared, apoyada sobre dos muebles que, siendo de metal y cerrandose con llave, servian a modo de caja fuerte; guardaba importantes documentos en su interior, y una buena cantidad de dinero negro que no queria declarar al fisco, fruto de comisiones que se embolsaba fraudulentamente a traves de las negociaciones con las empresas que llevaba como gestor administrativo. Carpetas y ficheros, ademas de libros y Cd's de musica y de video se agolpaban manteniendo el equilibrio en columnas irregulares sobre las estanterias que cubrian las paredes de aquel cuarto, iluminado con una potente luz de cuatro barras fluorescentes en paralelo que pendian del techo. Solo el tenia acceso a ese habitaculo, que mas bien parecia un bunker. Su refugio. Era el unico sitio en el que se manifestaba como en realidad era, donde podia liberar su lado oscuro. Alli protegia una parte de su pasado que, igual que una herida sin cauterizar, seguia infectada de una rabiosa infeccion. La del desamor. Melchor --mas conocido por senor Pamies--, el afamado gestor de la comarca, tenia su talon de Aquiles. Rebeca le dolia, era esa parte de si mismo que tuvo que cortarse en vivo hacia mas de nueve anos. Solo confiaba en una persona para mostrar esa debilidad y ahogarla en alcohol cada vez que se producia un eclipse en su vida, es decir, cada vez que habia tenido la oportunidad de hablar con ella mas de cerca, sentirla, olerla, y quedarse despues relamiendo la herida del pasado que no dejaba de sangrar. Solo confiaba en Enrique, quien tambien tenia sus propios secretos en otro cuarto, ya que convivian juntos, y ni uno ni otro invadian esa privacidad. Los fantasmas que perseguian a Enrique eran de otra clase. Ni siquiera Melchor podria adivinar lo que ocultaba y cuales eran sus reales ambiciones. Lo unico autentico de el era su agradecimiento por haber rescatado el chalet de las garras del banco. Enrique era el dueno de una fabrica embotelladora y habia hipotecado hasta los dientes para levantarla. Fue expropiado y en la subasta Melchor pujo por la vivienda, obteniendola. Ambos se conocian porque frecuentaban el mismo club de alterne. No uno cualquiera, sino de elite. Llamado "Angelo". Quien diria que alli se establecian contactos y se llegaban a acordar negocios. Melchor y Enrique llegaron a ser una y carne. Uno, por sus conocimientos y habilidades en el ambito financiero; y el otro, por contar con una agenda provechosa de contactos de lo mas variopinta. Miembros de las familias mas destacadas, incluso entre la clase noble, que necesitaban de una mano experta para poder evadir ciertos capitales y no declararlos, o que fueran, en el caso de otros, de procedencia mas cuestionable, que lo que deseaban era blanquear las desproporcionadas ganancias obtenidas mediante actividades ilicitas, dinero negro que no se podia declarar. Enrique tenia buenas amistades con personalidades de las mas altas esferas. Y Melchor era un lince para conseguir todos esos tramites. Gracias a embajadores en ciertos paises, habian creado una verdadera autopista para esa clase de transacciones fraudulentas. Fue por ese interes por el que le ofrecio seguir viviendo en la casa, ya que era muy grande y, de momento, Melchor tambien vivia solo. Se levanto y cogio una botella de vino. Un Chardonnay fermentado en barrica, proveniente de la Bodega Estivill, de la cual el marido de Rebeca era propietario, quien las recibio de sus padres para continuar con la empresa cuando estos ya no podian cuidarse de los vinedos. El contacto con el vidrio de la botella le produjo una grata sensacion. Era como si la acariciara, como si pudiera tenerla en sus manos y beber parte de ella. Porque Rebeca era la imagen de la Bodega, la que hacia que fuera conocida fuera y dentro de la frontera espanola, mediante exitosas campanas de promocion. Admiraba su creatividad. No solo le atraia su belleza natural, tambien la huella que dejaba a su paso. Como la impresionante pagina web de la empresa que ella diseno, donde, ademas de exponer en ella la calidad de los vinos, tambien desarrollaba las ventas on line. Y en eso, era una crack. Vendian mas que otras Bodegas, producian los mejores vinos y no paraban de crecer como empresa. Se sirvio una copa, escuchando como se derramaba el liquido a su paso, observando el hilo dorado del preciado elixir de la uva. Y volvio a sentarse, aflojandose el nudo de la corbata. No se habia cambiado de ropa, habia ido directamente a su "refugio" tras una nueva jornada de trabajo. Paladeo el vino con parsimonia, degustando todos sus matices. Apreciaba el aroma afrutado. Cerro los ojos y evoco los vinedos, los racimos, y ella paseando mientras el aire le traia el olor a tomillo, a lavanda, a romero, a la tierra de Alicante. Una llamada entrante en el movil le desvio de sus pensamientos. En lugar de contestar, colgo y puso la opcion de silencio. Paso sus manos por su cabello y se estiro echando los brazos hacia atras, trenzando sus dedos en sus manos enlazadas detras de la nuca. Exhalo un suspiro de desahogo mientras cerraba de nuevo los ojos, apartando toda tension. La pantalla se habia quedado en negro, en reposo, por lo que al volver de su ensimismamiento movio el raton para que apareciera ella otra vez. Aquella foto, como por arte de magia, parecia recobrar vida. Empezo a recorrer con sus ojos cada centimetro de su cara. Se fijo en su pelo. Aquel dia en que capturo la instantanea, sin que ella lo supiera, lo llevaba ondulado, con algunos mechones rebeldes que acariciaban sus mejillas y parte de sus ojos. Destacaba su brillo y su aspecto sedoso; se veia cuidado. Peinado con la raya a un lado, lo cual hacia que su melena cogiera mas cuerpo en su perfil y la impregnara de mas misterio si cabe. Parecia recien salida de la peluqueria, pues la ondulacion de su melena de ebano estaba bien definida, apreciandose ligereza al moverse; El labial de tono burdeos perfilaba el volumen de sus labios carnosos, y resaltaba el destello de sus dientes blancos y bien alineados. Considero que la bonita sonrisa que en aquel momento le dirigia a su esposo mientras salian de la nave de la antigua bodega, donde se envejecia el vino de crianza, le pertenecia a el, y sentia que se la estaba robando ese hombre a todas horas. Esa foto la habia tomado agazapado en su coche, mientras esperaba para verla. Como tantas otras veces que acudia a recoger documentos o a entregar las gestiones relacionadas con el departamento de Hacienda. Cada vez que coincidia con ella en la finca, afloraban dos sentimientos antagonicos: el amor y el odio. Luego, a lo largo del dia, y quizas, durante parte de la noche, se haria otra composicion de la escena reviviendola, con ella como protagonista, pero interviniendo el, a su modo, en un escenario imaginario. Se recreaba en fantasias y luego sufria remordimientos por no poder olvidarla. <>, se preguntaba, intentando encontrar la formula para sacarsela de sus pensamientos. Pero le subyugaba su hechizo latino y la frescura de la mujer del Mediterraneo que llevaba en las venas, morena y de piel aceitunada. Y su pizca de embrujo. Sus curvas pronunciadas y generosamente proporcionadas se unian a una exuberancia natural dificil de no llamar la atencion. Rabiaba por haberla perdido y esperaba que su matrimonio con Alejandro fuera un desastre y no la completara como mujer. Que pensara en lo que habia dejado atras, que le anorara y se carcomiera por dentro cada vez que le viera con otras. <>. Tomo la copa y la estrello contra el suelo. El eco de esas palabras se quedo flotando en la atmosfera, y tal y como una gota produce una onda en el mar que se expande hasta la orilla mas remota, una vibracion fue haciendose camino en el devenir de la vida de Rebeca y su familia.

  • El primer gran caso de Yaiza Cabrera de Javier Holmes

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    Cuando Yaiza Cabrera llega a su despacho de economista escucha a traves de la puerta un ruido que le resulta familiar. Al acceder a el, se encuentra a su ayudante desnudo, boca abajo y sobre un charco de sangre. El sonido que instantes antes escuchaba era el de un vibrador que ahora esta dentro del esfinter de su ayudante fallecido. Le resultaba familiar por una razon muy sencilla, porque es de ella.

  • En la arena de Gijon de Gabriela Exilart

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    Una Espana dividida por sus ideas. Dos hermanos enfrentados por la misma mujer.
    ?Quien ganara la guerra? ?Quien triunfara en el amor?

  • El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga

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    Una novela de amores, celos y venganzas, que envuelve al lector con la fuerza de las grandes sagas familiares de la literatura.

  • Desafiando Tokyo de Rachel Rp

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    Mia se ve obligada a mudarse a Japon por el trabajo de su madre. Chica nueva en instituto de ninos ricos que se creen el ombligo del mundo pero Mia es un poco diferente a lo que estan acostumbrados. Ella no es timida. Ella no se calla. Ella no pone la otra mejilla. Ella va a demostrar que no tiene vocacion de alfombra para que nadie la pise, aunque tenga que desafiar a una ciudad entera, aunque tenga que vivir Desafiando Tokio.

  • Diarios Lord Byron de Lord Byron

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    Quiza nadie haya personificado la figura del poeta romantico como George Gordon Byron (1788-1824), sexto baron de Byron, cuya singular y repentina celebridad surco el firmamento cultural europeo como un cometa. Su linaje aristocratico, su tumultuosa vida en Londres y en Venecia, sus simpatias revolucionarias y su temprana muerte en Grecia sellaron la identificacion del autor con unos personajes -Childe Harold, El corsario, Manfred- que parecian encarnar ese oscuro impulso de libertad y rebeldia nihilista del espiritu moderno. La realidad, sin embargo, es mas compleja y a la vez mas fascinante, como demuestran su ingente correspondencia y estos Diarios que ahora damos al lector en la edicion modelica del escritor Lorenzo Luengo. En ellos comparece un Byron mas intimo y cercano, que se vuelca por igual en el apunte costumbrista, las notas de viaje, el retrato del natural, la reflexion de indole moral o la introspeccion biografica, capaz en ocasiones de un enorme candor. Por la vivacidad de su estilo, su penetracion psicologica y su cautivadora franqueza, estas paginas son lo mas parecido que tenemos a un autorretrato del poeta. En la lucidez ironica, en el infalible sentido de la comedia mundana, en la capacidad de satira y a la vez de humana simpatia encontro Byron la inmortalidad.

  • Philip Trent Y El Caso Trent de E. C. Bentley

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    Quiza por casualidad o por obra del destino, el artista y detective aficionado Philip Trent se ve envuelto en la muerte del filantropo James Randolph, pues tras recibir el encargo de pintar su retrato, ha sido la ultima persona, aparte del asesino, en verlo con vida. Pero este es solo uno de los varios hilos que conectan a Trent con el suceso: su querido inspector Bligh esta a cargo del caso y, ademas, otro viejo amigo suyo lo deja perplejo al confesarse culpable del crimen. La desaparicion de una actriz y otros dos asesinatos anadiran aun mas misterio a un laberinto de elaboradas intrigas que pondran a prueba las capacidades deductivas del siempre inquieto y perspicaz protagonista. Hubo que aguardar veintitres anos desde la aparicion de El ultimo caso de Philip Trent (1913), uno de los clasicos de la ficcion detectivesca mas famosos de todos los tiempos, para que esta segunda novela de Bentley, escrita en colaboracion con H. Warner Allen, viera la luz. La espera, sin duda alguna, merecio sobradamente la pena.

  • Chantaje 1_Mi peor opcion de Mia Del Valle

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    Muchos anos atras... Eran poco mas de las dos de la madrugada cuando la primera contraccion desperto a Maria. El dolor fue desgarrador y el miedo a la nueva aventura que estaba a punto de comenzar... aun mayor. La mulata de ojos color mar, busco en la mesa que habia a un lado de su catre, hasta dar con una caja de cerillas. Con ellas encendio una pequena vela, y le dedico un pequeno rezo a la virgencita que la protegia desde la cabecera de su cama. El hogar aun se mantenia encendido con una tenue llama y la pequena vivienda permanecia templada. Su hermana Guadalupe dormia placidamente, ajena a todo lo que estaba aconteciendo a escasos pasos de ella. Una segunda contraccion la hizo cerrar los ojos y aferrarse con tanta fuerza a la colcha, que sintio como se doblaban sus largas unas. <> --Guadalupe --llamo Maria con la poca energia que le quedaba en medio de los dolores --Lupe, por favor... te necesito. Lupe abrio los ojos y mientras se sentaba en el catre intentando despabilarse, observaba con horror lo que estaba viviendo su joven hermana. Maria se retorcia de dolor en medio de un gran charco de sangre. Si bien la mayor de las hermanas nunca habia tenido la dicha de ser madre, ni la tendria para su pesar, tampoco habia atendido uno, pero estaba segura que eso no era normal. Rapidamente se puso de pie, y asi como se encontraba <> corrio fuera del rancho en busca de su hermano Gerald. El mayor de los tres hermanos dormia en la cabana contigua a la de ellas, en la casa de los hombres. --!Gerald! --grito Guadalupe entre lagrimas --Gero, !salga mijo que lo necesito! Dese prisa por favor, algo esta mal con la Maria y el bebe. !Vaya y busque a la doctora por favor! Su hermano salio rapidamente del rancho a medio vestir, junto a dos de sus amigos, y terminando de calzar una de sus botas de cuero, corrio hasta su caballo y salio como un demente en busca de la doctora Saavedra. Los dos muchachos marcharon junto a Lupe a la casa, para acompanar a Maria, mientras Gero traia ayuda. La doctora vivia en la estancia vecina, a unos cuatro kilometros de distancia, y dormia junto a su esposo y su pequena bebe de un mes de vida, cuando escucho los gritos. --!Doctora!, !doctora! Por favor, mi manita la necesita --gritaba el pobre hombre desesperado fuera de la portera principal. Fue el esposo de la medica quien salio al encuentro del joven mulato antes que su mujer. Y solicitando que guardara silencio, insto al muchacho a marcharse y que volviera a su rancho, de lo contrario llamaria a su patron, para que el le diera su merecido por tan soez comportamiento. --Pero mi hermana necesita a la doctora patron --suplico el muchacho -algo no esta bien con el bebe. --Mi mujer no estudio para atender a negras putas que se revuelcan con los hijos de los senores. -- Lanzo sus palabras con desden... como flechas envenenadas directo al corazon. Al muchacho se le llenaron los ojos de lagrimas. El enojo, la ira y la tristeza lo hicieron apretar tan fuerte los dientes que sintio como estos crujieron a causa de la presion. --No me diga eso patron... mire que el mundo y la vida es redonda. Todo puede volver --susurro el muchacho volteando para marcharse del lugar. --Atrevido de mierda... ?me estas amenazando? --gruno el alto y fornido estanciero. Gerald no volteo a responder. Sus hermanas lo necesitaban y no podia perder el tiempo discutiendo con el vecino de su patron. Seguramente manana, tendria una reprimenda cuando Don Horacio se enterase. --Ya estoy lista Gerald... !vamos! --dicto Ruth sobre su caballo, terminando de colgar el morral de cuero negro, que usaba para guardar sus instrumentos medicos. Los dos hombres voltearon de golpe, la boca de su esposo se abrio y sus ojos lanzaron chispas al ver la rebelde actitud de su mujer. --Pero... pero querida --intento decir mientras tartamudeaba por la ira. --Pero nada "querido" --y puso enfasis cuando lo llamo querido --?puedes abrir la portera? regresare cuando todo este en orden. Por favor, cuida de Clarita. Don Saavedra de mala gana obedecio, y tal como lo habia pedido Ruth, abrio la portera, permitiendo que su mujer cabalgara fuera, detras del peon que habia llegado pidiendo por ella. Tal como lo temio la joven mujer, al llegar, el bebe se encontraba enredado en el cordon umbilical. Por la sangre que habia perdido Maria, tambien sabia con exactitud que la placenta se habia desprendido, por lo que el tiempo corria en contra. Debia sacar al nino antes que se asfixiara. Lo ideal seria una cesarea de urgencia, pero en medio del campo y con la gravedad del asunto, eso era impensable. --Maria --llamo a la joven, quien lloraba asustada tomandola de los hombros --cuando sientas ganas de pujar hazlo, pero cuando yo te lo pida debes detenerte, si no me haces caso el bebe se ahorcara... ?me entiendes? No tenia intenciones de asustar a la joven madre, pero necesitaba de toda su colaboracion para lograr desatar el cordon del cuello de la criatura y que todo esto no terminara en una tragedia. Maria asintio entre sollozos, y una fuerte contraccion llego en ese instante. --Puja Maria... !puja! --insto Ruth y tras pujar con fuerza, Maria pudo sentir cuando la cabecita de su hijo salio --. Ahora espera Maria --grito Ruth mientras desatoraba el cordon del pescuezo del pequeno --respira como perrito... por la boca --continuo hablando para captar la atencion de la muchacha. Sus manos se movian rapido y con destreza, pero el corazon le iba a mil. En la penumbra de aquel humilde lugar, en el que solo se encontraban un par de velas encendidas, y la llamarada del hogar, el color azulado en los labios de la criatura ya se hacia evidente. Ahora si. Ya se encontraba sin ataduras, por lo que tendria que separarlo cuanto antes de la trencilla que lo mantenia unido a su madre, y rezar a todos los santos, para que llorara con fuerza y cargase sus pequenos pulmones con oxigeno. --Ahora si Maria, a la cuenta de tres, puja con fuerza nina. !Vamos! Uno, dos... y... --!Aaaaaahhhhh! El grito de Maria se escucho en el silencio de la noche, como el aullido de un lobo a la luna. Finalmente, su hijo habia nacido. Si Ruth no hubiera estado en aquel momento, dudaria de la veracidad de que ese bebe fuera hijo de Maria. Pese a que se encontraba palido y levemente morado, el nino <> un pequeno y regordete varoncito, tenia la piel del color de la nieve y su cabello como rayos de sol. <> penso Ruth, un rasgo singular que poseia aquella pequena familia de tez oscura. Velozmente la joven doctora corto y ligo el cordon y con un nudo en el estomago, comenzo a masajear el pequeno e inmovil cuerpito, aparentemente sin vida. --Vamos, vamos bebe. Por favor, respira... por favor respira --murmuraba mientras frotaba una y otra vez a la criatura. Lupe y Gerald abrazados a su hermana sollozaban en silencio, hasta que el alarido del llanto se escucho. --Mi hijo --dijo sin fuerzas Maria con una sonrisa en los labios y lagrimas banando su rostro. Ruth no pudo evitar la emocion y ella tambien se puso a llorar. Maria tomo en brazos a su hijo y beso su coronilla. El pequeno lentamente comenzo a abrir sus ojos y su mirada se encontro con la de su madre. --Bienvenido al mundo Aaron. --?Aaron manita? ?Ese sera el nombre de mi sobrino? --pregunto el mulato. Maria asintio en silencio. --Asi es mi querido hermano, este nino sera mi luz... tal cual significa su nombre. De ahora en adelante solo vere por el. La puerta se abrio en ese momento, asustando a todos los presentes. Los patrones habian llegado. Horacio y Diego Jamasen, padre e hijo respectivamente, entraron con cara de pocos amigos. El joven veterinario al ver la escena que se desarrollaba frente a sus ojos, rapidamente camino hasta Maria, y para el asombro de todos, se puso de rodillas a un lado de la cama, y apoyando su frente en la de la chica se puso a llorar. Nadie entendia nada, pero todos entendian todo. Porque no era necesario ser un ilustre, para darse cuenta que tanto Don Diego, como el pequeno Aaron presentaban muchas similitudes fisicas. Muchisimas. --Diego... !basta ya! --increpo Don Horacio --termina esta boberia de una buena vez. No quiero ver a este pequeno bastardo dentro de mi campo. Ya mismo quiero que saques a toda esta gente o me llevo el nino y lo dejo en medio de la nada. Los dos amigos de Gerard y el mismo se acercaron hasta donde estaba el patron. Lo bueno, es que no fue necesario que dijeran nada. Porque fue don Diego Jamasen <> quien hablo. --!No te atrevas a amenazar a mi hijo papa!… ?Me has escuchado? --grito el joven hombre. --?Tu hijo? --Sonrio con desden --no te das cuenta, que lo unico que quiere esta gente --realizo un despectivo movimiento con su mano, en el cual senalaba a los presentes --es dinero... La negrita se abrio de piernas y te hizo un retono. !Y tu como si nada! ?Por que mejor no aprendes de tu padre?... la pequena Lupe --limpio con su dedo la comisura de sus labios y acomodo su barba mientras miraba a la mujer --Lupita ha calentado muchas veces mi lecho, pero jamas traera un paquete en el bombo... me he garantizado en persona de eso. Gerald apreto los punos, intentando controlar su ira por lo que acababa de escuchar. El viejo habia violado a su hermana mayor y era el responsable del atroz dano que sufrio su hermana en el utero anos atras. <> Eso no quedaria asi. Aquello jamas podia quedar como si nada. <> penso.

  • Dragon Cautivo de Laura Cruz

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    Eorias fue antano un hombre formidable.
    Un campesino que forjo un ejercito.
    Un hombre que doblego un reino.
    Un mortal que asesino a un dragon.

  • Dime que ves de Mark M.

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    Cuando Cristina descubre que su marido le es infiel, decide terminar con esa relacion e iniciar una nueva vida. Pero ya su enfermedad habia comenzado a dar la cara.
    De todas formas, consigue su sueno, convertirse en chef. Y conoce a Marcelo, alguien que al contrario del que era su pareja, si apoya su pasion, incluso la comparte. Algo torpe a la hora de conquistarla, le demuestra cuanto la ama al acompanarla en ese duro camino en el que nuestra protagonista tendra que enfrentarse a su nueva condicion de invidente.
    Una historia de superacion y mucho amor donde nunca se perderan las ganas de sonreir.

  • Jazmines en el pelo de Amanda Sanh

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    Lo malo que tiene el pasado es que no lo puedes negar.

  • El heredero de Edenbrooke, Julianne Donaldson de Julianne Donaldson

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    !La precuela de Edenbrooke, de la autora revelacion Julianne Donaldson!
    Philip Wyndham nunca ha envidiado a su hermano mayor por ser el heredero de Edenbrooke. Prefiere ser dueno de su destino y vivir sin las obligaciones que dicha posicion impone. Sin embargo, cuando su hermano fallece de manera inesperada, su vida se pone patas arriba y su deber le obliga a dejar de lado la vida con la que siempre habia sonado. Entre otras cosas, debera casarse y, por tanto, buscar una esposa adecuada. Se convierte asi en el soltero mas codiciado de Londres, un papel que a ratos le aburre a ratos le cansa. Se siente como el zorro al que persiguiera una jauria de jovencitas casaderas que siempre parecen desmayarse en sus brazos. Finalmente, decide huir, y por casualidades del destino, acabara en una posada del camino en la que conocera a la incomparable Marianne Daventry.

  • Ni de broma jefe de Cynthia Walter

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    --Aqui hay demasiada gente. --Eso fue lo primero que dije cuando llegue al vestibulo de Publicity Lion Marketig. Por suerte iba junto a mi amiga Alina. Nos presentariamos al mismo puesto, al igual que otras cien personas. Todos ibamos bien vestidos, preparados para dar nuestra mejor impresion. --Tenemos el doble de oportunidad que el resto. --Bromeo. En realidad, se referia al hecho de que, al vivir las dos en el mismo piso, y estar las dos sin trabajo, casi que nos valia que contratasen a cualquiera de las dos. --?Crees que preferiran chico o chica para el puesto? --Senalo a varias personas. Yo tambien era capaz de verlo, eramos candidatos variopintos. --Pues no lo se. Parecen buscar algo en concreto. --Seria como elegir una aguja en un pajar. Seguramente todos tendriamos la carrera de marketing. Por las edades, y sin querer prejuzgar a nadie, hubiera dicho que algunos la acababan de terminar mientras que otros debian de tener anos de experiencia. --Quiza un palpito o algo asi. --Tia. --Alina me empujo riendose. --No creo, si te soy sincera, que vayan a elegir a su nuevo miembro del equipo de marketing al azar. --Quiza tenia razon pero no veia como iban a decidir, entre tantas personas, sin primera criba aparente, quien se quedaria. --?Senorita Alina? --Dijo una chica acercandose a mi amiga. -- ?Es el numero 1154? --Ella asintio y se fue para pasar a la entrevista. Le desee suerte mientras cruce los dedos. Sin mi mejor amiga al lado, dar vueltas por el centro aglomerado se hizo algo mas complicado. Me agobiaba la gente, y lo hacia enormemente. ?La razon? Lo habia meditado mucho, pero habia llegado a la conclusion de que solo podia confiar en mi misma y eso me hacia querer apartarme de la gente. Porque las medias tintas... No iban con mi personalidad. --?Senorita Ingrid? --Un chico joven con gafas y una lista de nombres que ocupaba mas de tres folios se acerco a mi. --?Llevas el numero 1251? --Si, no hay mas de mil candidatos... --Dije mientras caminabamos. --?O si los hay? --No, solo unos cientos. --Se veia claramente que limitaba la informacion que me daba. --Entra a esta puerta y sientate frente al ordenador. Aparecera un cuestionario. Solo tienes que rellenarlo. Despues sales por la puerta del lado contrario. --Fue a cerrar en cuanto entre. --Si eres seleccionada, te llamaran. Buena suerte. Me sente frente al ordenador que, sin duda, era moderno. La silla era comoda y me tome el tiempo necesario para estar tranquilo antes de darle al boton "iniciar". Cuando pinche encima del recuadro aparecio una habitacion un hombre desnudo en la cama. Me sobresalte. No era eso lo que habia esperado que se proyectara en la pantalla. Pasado el impacto inicial me fije en el texto y las opciones que habia bajo la imagen. "Llegas a esta habitacion buscando una sensacion unica e irrepetible a) Desatas tus fantasias mas oscuras con el hombre que esta en la cama. b) Dejas que el hombre de la cama desate sus mayores pasiones contigo. c) Te tumbas a contarle todas tus locuras e ideas con la proyeccion de encontrar un proyecto unico de marketing." Volvi a mirar la escena y las opciones. ?Como se suponia que en esas tres opciones iba a estar reflejada mi creatividad y mi capacidad imaginativa? Estaba pensando demasiado inmersa en lo mal que me parecia esa prueba y que, sin poder evitarlo, iban a tener mas gente que eligiera la misma opcion, cuando puso en la pantalla que quedaban 30 segundos. Me prepare para marcar la a, luego la b, y por ultimo la c. Finalmente no marque ninguna. Pense que era posible que la siguiente pregunta me definiera mas, pero, para mi sorpresa, salio un mensaje informativo "Fin de la simulacion". ?Que? No podia ser. ?Asi se habia esfumado mi gran oportunidad? Al no haber marcado ninguna opcion salto un cuadro en blanco que permitia escribir para reportar algun error. ?Error? Toda esa prueba era un error. !Y no significaba que yo no tuviera talento! Sali utilizando la otra puerta. Estaba tan enfadada que practicamente corria. No pude parar hasta que note una mano en mi hombro. Alina me abrazo. Posiblemente era capaz de imaginar que si estaba de ese humor era que no me habia salido nada bien. --?Que tal te ha ido a ti? --Preguntar primero era una forma de conseguir tiempo para calmar los nervios. --Eran pruebas extranas. --Se encogio de hombro sonriendo. --?Pruebas? ?Varias? --Pestanee dandome cuenta de algo. No habia tenido razon en mis sospechas. Debia haber contestado cualquier cosa y lucirme en las siguientes. --Con lo del primer tio me quede alucinada, pero luego vino lo de la mujer en la cama y flipe por completo. Parecia mas un cuestionario sobre preguntas sexuales que otra cosa. --Sonrei forzosamente porque me encontraba molesta conmigo mismo. No habia sido capaz de hacer nada. --?Y tu? ?Que elegiste? --Locuras. --Fue mi unica respuesta. Omiti decirle que no conteste nada y que, pateticamente, deje una rabieta como respuesta en el cuadro blanco de reporte de error. --Nos vemos en el piso. Tengo unas cosas que hacer. Me aleje intentando despejar mi mente. Se presentarian mas oportunidades como publicista pero tenia la sensacion de que aquella oportunidad era realmente buena. Al fin y al cabo, era la compania mas rica e importante de la ciudad y entre las mas importantes del pais. Capitulo 2 Izan Estaba agotado de ver las distintas salas donde estaban realizandose las pruebas. Como era predecible, fueron pasando las preguntas. Se suponia que buscabamos una combinacion de respuestas que demostrara una persona, hombre o mujer, con ganas de aventura y capacidad para arriesgarse. --Creo que deberias ver esto. --Antonella, una de las mas antiguas en nuestro equipo creativo coloco en mi tablet un texto del que me pregunte la procedencia. --Un candidato no ha respondido a la primera prueba. Se le ha acabado el tiempo. --?Y pide una segunda oportunidad? Sabes que no las damos. --Me extrano tener que explicarle eso a ella precisamente. --Precisamente eso es lo que me ha llamado la atencion. -- Volvio a abrirme la pestana en el dispositivo obligandome, practicamente a leerlo. --Parece que tenemos cuatro candidatos que han respondido la combinacion deseada, ?pasamos a la segunda fase? --Pregunto mientras Anthony que estaba enfrascado en las pantallas. --Enseguida voy. --La segunda fase se trataba de entrevistas personales en las que ya me encargaria yo mismo de hacerles preguntas que me sirvieran para ver sus inquietudes. No era facil trabajar conmigo como jefe de equipo y por eso yo mismo hacia las entrevistas. "No he elegido ninguna de las respuestas porque todas me parecian demasiado obvias. Se basan en un deseo carnal que nada tiene que ver con la creatividad. De hecho, si hay que elegir es que no nos dejais crear. Que extrano en una empresa de marketing. ?Donde hizo el creador de la empresa marketing? Si hubiera tenido que hacer algo que me produjera una sensacion unica e irrepetible, me hubiera tirado por la ventana que estaba abierta. La sensacion de volar dicen que es unica, pero, si es sin sistema de sujecion, seria irrepetible."

  • La heredera de Rouen de Camila Winter

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    De la noche a la manana Guerine de Boulegne ha quedado huerfana y se ha convertido en una rica heredera de Rouen, pero sola y sin familia, encerrada en el castillo ancestral de Saint MIchelle, un buen dia descubre que sus sirvientes la han traicionado y entregado a ese malvado marques que desde hace tiempo quiere convertirla en su esposa.
    Al comprender las siniestras intenciones de ese hombre huye en busca de ayuda luego de encontrar una misteriosa carta en la habitacion de su padre. Sera el comienzo de la gran aventura de su vida, pues sus pasos la llevaran al Chateau Valois donde conocera al conde Philippe de Valois, senor del castillo que en el pasado fue un gran amigo de su padre. ?Pero podra confiar en un extrano que es ademas el hombre mas guapo que ha visto en su vida?

  • Un paseo por Alaska de S. Giner

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    Paige vivia con su novio Ralph, en el apartamento de ella en Nueva York, hasta que un dia lo encontro con una mujer en su cama. Despues de que lo echara de su casa penso en abandonar la ciudad por un tiempo y decidio trasladarse a un pequeno pueblo de Alaska. Alli conocio a Jay, un divorciado con una hija adolescente. Comenzaron con mal pie, pero sin esperarlo ni planearlo empezaron a intercambiar mensajes y mas tarde correos electronicos. Y poco despues estaban manteniendo una relacion, aunque estrictamente sexual. Hasta que Julie, una amiga de Jay, que estaba enamorada de el, expandio un rumor por el pueblo mostrando a Paige como si fuera basura, para librarse de ella. Y lo consiguio, pues a raiz de las murmuraciones Jay corto con Paige e hizo que abandonara Alaska y volviera a su casa de Nueva York.

  • Un amor de quita y pon de Noni Garcia

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    !Estoy reventado! Rita se acaba de ir y la noche no ha tenido desperdicio alguno. Tengo que empezar a dejar de hacer estas cosas porque hoy es miercoles, tengo mucho trabajo y no se si mi cuerpo aguantara hasta la cena de esta noche que promete ser larga y aburrida. Voy a cancelar los planes que tengo para esta tarde porque me urge descansar. Definitivamente, me estoy haciendo mayor y estas noches de sexo las voy a tener que aplazar para los fines de semana. Alguien llama a la puerta y estoy seguro de que sera Rita que se ha dejado algo. No me molesto en ponerme nada mas alla de los pantalones del pijama porque no va a ver nada que no haya visto esta noche. Abro la puerta esperando encontrarme con ella, pero cual es mi sorpresa al ver que es alguien que no conozco. Por su vestimenta deduzco que es la nueva empleada del hogar que me ha mandado la empresa de limpieza porque Trini ya se ha jubilado. La chica me mira, aparta la vista y caigo en la cuenta de las pintas que tengo a las ocho de la manana, vestido con el pantalon del pijama, con el pelo revuelto y cara de haber estado follando toda la noche. No se por que, pero hasta me siento un poco avergonzado. --Disculpa, crei que eras otra persona. Pasa y sientate, enseguida estoy contigo. La chica pasa diciendo un timido "Gracias" y se sienta en una de las sillas que rodean la mesa del salon dando la espalda al pasillo que lleva a las habitaciones. La observo si ser visto. No creo que tenga mucho mas de treinta anos, es morena, con el pelo muy corto y medira un metro sesenta aproximadamente. Demasiado delgada para mi gusto y con la mirada demasiado triste o, al menos, eso me ha parecido al verla aparecer en mi puerta. Rapidamente me pongo una sudadera y vuelvo al salon. Ella se levanta de la silla al verme llegar, pero sigue con la mirada baja. --Mi nombre es Gonzalo, aunque creo que eso ya lo sabras. --Le tiendo la mano y ella timidamente la toma. --Yo soy Nadia. Soy la persona que va a sustituir a Trini. --Me lo he imaginado... Por ese acento deduzco que eres argentina, ?verdad? --Levanta la mirada y clava sus preciosos ojos marrones en los mios. Si, es tristeza lo que veo en ellos. --Si, espero que eso no sea un problema. --Claro que no. ?Por que lo iba a ser? --Antes de que la empresa me mandara aca, fui a otra casa y no quisieron que trabajara en ella por no ser espanola. --Aqui no tendras ese problema. Mi madre vive en Buenos Aires. --De alla soy yo. --Una timida sonrisa se marca en su rostro. --Te enseno la casa rapido que tengo un poco de prisa. Visitamos todas las habitaciones y cuartos de bano del piso. Noto su cara de sorpresa cuando ve la enorme cama de la ultima habitacion del pasillo, pero es discreta y no dice nada. Pasamos por el salon que ya lo vio al llegar y entramos en la cocina. Por unos instantes su cara se ha iluminado y su mirada me ha deslumbrado, pero solo han sido unos instantes. Despues sus ojos han vuelto a estar tristes, incluso mas que antes. Me intriga esa tristeza, algun dia conseguire averiguar el porque, para eso soy psicologo. Su expresion pide a gritos ayuda porque sola no puede superarla. Quiza, cuando tenga un poco mas de confianza con ella, podamos tocar el tema. Le explico que Trini se encargaba de hacer la compra una vez en semana, o si yo le dejaba alguna nota en la nevera porque me hiciera falta algo con urgencia. --Sabados y domingos no se trabaja y los dias de fiesta tampoco. Si necesitara algun dia libre me lo tendria que avisar con un par de dias de antelacion, aunque si es alguna urgencia tampoco habria problema. --De acuerdo, senor. --Creo que poco mas hay que contar... Bueno, si. Si la puerta de mi dormitorio esta cerrada es porque no se puede entrar, probablemente estare acompanado. --Abre mucho los ojos pero no dice nada.

  • Los Hijos del Tiempo de Chaiene Santos

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    Vencedor del Premio Wattys, casi dos millones de lecturas con la trilogia en portugues en Wattpad.
    Premisa: Un joven estudiante salva a una princesa de un perverso enemigo en un exoplaneta – y el mundo de cambios en el pasado del planeta Tierra.
    ?Que misterios se ocultan mas alla de las estrellas?
    Mientras la mayoria de los jovenes se preocupa con la facultad, amistades e incluso novias, Nicolas pasa sus horas con la cabeza fuera de orbita; literalmente. El nunca tuvo un padre y por eso se siente triste. Su mayor deseo es conocer el espacio. Haciendo el curso de Astronomia, el se siente mas a gusto entre cuerpos gaseosos, supernovas y agujeros negros, sonando en un dia desvendar los grandes enigmas del Universo. Hasta que una misteriosa chica entra en el aula…

  • Vuelta y vuelta de Iosi Havilio

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    El nuevo libro de Iosi Havilio, autor de Opendoor y Pequena flor, entre otras celebradas novelas, es una historia alucinada sobre el duelo, tras la muerte de una madre.

  • De repente, el amor (Edentown 4) de Annabeth Berkley

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    Isabella Rossetti cogio el mapa con la mano derecha mientras con la izquierda sujetaba el volante del coche que habia alquilado. Fruncio el ceno. Todas las carreteras le parecian iguales. Sabia que estaba cerca asi que no iba a detenerse pese a que llevaba toda la noche conduciendo. Acababa de amanecer y conducir con luz era mas rapido y seguro. Tenia bastante sueno. Estaba agotada. Emocional y fisicamente. Se restrego los ojos luchando por mantenerlos abiertos. Sabia que debian haber parado a descansar, pero como los ninos se habian dormido, no quiso despertarles. Solo queria aprovechar un poquito mas. Ya descansaria durante el dia cuando llegaran a Edentown… si lo encontraba… Peter Muldoon observo extranado desde su bicicleta, un destartalado coche rojo avanzando despacio por el camino de tierra, paralelo a la carretera por donde circulaba el. A esas horas no solia haber nadie por las carreteras. Quedaba poco para las fiestas navidenas, lo que traeria algunos turistas a la zona, pero aun quedaban unos dias para ello, asi que supuso que sus ocupantes habrian adelantado su periodo vacacional. Suspiro. Otro ano que acababa en breve. Habia decidido que su vida necesitaba un cambio. Era feliz alli, no se podia quejar. Su negocio marchaba bien… pero no tenia nada mas. Hasta su irascible hermana habia encontrado pareja y se habia mudado de la casa de sus padres en la que todavia residia el. Ahora vivia solo en la residencia familiar, y habia descubierto que no le gustaba la soledad. Sus padres seguian de viaje, volverian para Navidad, pero, sin duda alguna, no era su solucion. Se incorporo al camino de tierra que le llevaba al pueblo. Quiza debia ver la casa que Megan le habia dicho que estaba hecha para el. Megan siempre pensaba que todo el mundo necesitaba una casa con jardin para que el perro y los ninos, que todo el mundo debia de tener, disfrutaran. Quiza asi, su vida comenzara a cambiar, sonrio distraido… El coche rojo se le echo encima. Isabella freno en seco. El corazon amenazaba con salirsele del pecho. !Que habia sido eso! !No lo habia visto! Solo se le habian cerrado los ojos un momento. Miro el asiento trasero mientras se desabrochaba el cinturon. La parejita de ninos no se habia despertado. Salio asustada y se arrodillo ante el ciclista mientras empezaba a palparle los brazos en busca de un hueso roto. Peter trato de incorporarse ligeramente dolorido. Intento calmar su respiracion. Vio la bicicleta en el suelo junto a ellos. Afortunadamente no habia salido muy mal parada. Vaya susto… fue consciente de que habian empezado a tocarle el brazo. -Scusa, scusa, scusa… -murmuraba una joven llorosa. -Podrias tener mas cuidado -gruno sin mirarla-. Te has echado encima de mi. Dejame, -le dijo molesto intentando levantarse. -No. Puedes tener algo roto -le respondio ella pasando a tocarle sus musculosas y duras piernas sin dejarle levantar. Peter la miro extranado por esa orden. Esa mujer no era de alli. Tenia un acento extranjero. Observo su oscuro cabello recogido en una coleta muy despeinada. Sus manos eran largas y finas. Entonces levanto su mirada y se encontro con unos preciosos ojos verdes con largas pestanas oscuras. Nariz pequena y pecosa y una boca que invitaba a besarla sin dudar. Sintio como si la garganta se le secara al momento. Isabella lo miro unos segundos y bajo la mirada sonrojada. Estaba tocando a un hombre. Un hombre en el sentido literal de la palabra. No tenia nada roto, no era un enfermo. Era un hombre con unas piernas fuertes y musculosas. No tenia motivo alguno para tocarle. Se levanto murmurando mas disculpas mientras cogia la bicicleta para apartarla de las ruedas del coche. Peter se incorporo rapido sin quitarle la vista de encima. Parecia aturdida y tenia ojeras bajo sus hermosos ojos. Se llevo la mano al codo. Le dolia, tenia un enorme raspon. Se sacudio el polvo de su ropa deportiva y observo con una mueca que tenia otro raspon en el muslo y la rodilla sobre la que habia caido. Le cogio la bici. -Lo siento, no te vi. -Eso es evidente -le respondio Peter bajando la cabeza para mirarla. Ella seguia cabizbaja y miro hacia dentro del coche preocupada por los ninos, que afortunadamente, seguian dormidos. Peter le siguio la mirada y se sorprendio al ver a los pequenos. Busco en las manos que retorcia nerviosa una alianza, pero no la encontro. -Yo… ?Estas bien? Tengo un poco de prisa, pero puedo acercarte al siguiente pueblo -murmuro ella sin mirarle -, si lo encuentro… Peter observo su bici. Podria seguir el camino sobre ella. -No, no hace falta. Pero ten cuidado -le dijo protector notando la preocupacion y el cansancio en su rostro-. No estaras huyendo de alguien -la acuso. Isabella sintio como si la hubieran abofeteado y levanto la mirada agresiva. Era mucho mas alto que ella. Con el cabello castano un poco mas largo de lo habitual, su mandibula recta, una barba incipiente, sus labios carnosos, sus ojos de color avellana. Era bastante guapo. Quiza demasiado. Sintio que se sonrojaba. -Los ninos son mios -exclamo con mas seguridad de la que parecia que podria contener en su cuerpo. Se metio en el coche. Se abrocho el cinturon y siguio su camino bastante mas alterada de lo que queria reconocer. Peter la miro mientras se alejaba. No habia sido su intencion ahuyentarla, aunque saltaba a la vista que algo escondia. Pero… ?que le importaba a el? Volvio a inspeccionar las heridas antes de subirse a la bici y volver a su casa pensando en los ojos verdes mas bonitos que habia visto nunca. Isabella suspiro aliviada al ver el cartel que le daba la bienvenida a Edentown. Casi tenia ganas de llorar. Llevaba toda la noche conduciendo, y el susto con el ciclista habia sido la gota que colmara el vaso de sus emociones controladas. Siguiendo unos letreros llego hasta el acogedor hotel. Aparco el coche. Suspiro profundo. Por fin habia llegado. Sintio que le temblaban las piernas. Entro a pedir habitacion antes de despertar a los pequenos. Rezaba para que todo fuera a salir bien. De momento, mas o menos, asi estaba siendo, aunque le quedaba la parte mas dificil. -Me alegro de que al final te hayas decidido a ver la casa -le comento la pelirroja Megan Saint James a su amigo mientras caminaban por las calles empedradas hacia su inmobiliaria-. Ya te dije que era perfecta para ti, y la tienes muy cerca de tu trabajo. -No se… -se sincero Peter-. Me gusta la idea de la casa, realmente es bonita, pero no se que hare con tantas habitaciones. -No hay tantas -le contesto Megan-. Ademas, nunca se sabe. Algun dia las llenaras, ya sabes – sonrio por su conocida obsesion: pareja, ninos uno o dos perros… -Si, claro -le respondio-. Tengo tantas opciones. -Peter, eres uno de los hombres mas atractivos de aqui. No tienes mujer porque no quieres. -Seguro -las relaciones de una noche no le satisfacian lo suficiente y las mujeres con las que se relacionaba no le atraian tanto como para que durara mucho mas. -Incluso la barba te hace parecer mas… interesante. -No digas tonterias -le dijo con una sonrisa pasandose la mano por la mandibula. Sentia que su vida necesitaba un cambio y habia empezado por dejarse barba. Al principio parecia que le picaba, que le molestaba, pero ya se estaba acostumbrando a esa sensacion y a la imagen que le ofrecia el espejo cuando se miraba. -Vamos a ver, Peter -se detuvo con los brazos en jarras haciendole detenerse-, lo que no puedes hacer es esperar a que una mujer venga a buscarte y se arroje en tus brazos pidiendote matrimonio. Tendras que poner algo de tu parte. Peter iba a abrir la boca cuando sintio un fuerte empujon que le derribo sobre las heridas que se habia hecho horas antes con la bici. -Scusa, scusa -volvio a oir murmurar con acento extranjero al motivo de que el volviera a estar en el suelo. Isabella se encontro sobre un duro pecho musculoso que ademas olia maravillosamente bien. Noto que se sonrojaba. Volvia corriendo al hotel donde habia dejado a los ninos solos un momento y no habia esperado encontrarse con alguien al doblar la esquina. Habia dejado el coche de alquiler en la gasolinera de la entrada del pueblo, que era donde le habian indicado que debia dejarlo y ya se habia entretenido demasiado rellenando la documentacion. Peter miro entre molesto y divertido a la morena de preciosos ojos verdes que se levantaba con rapidez sacudiendose las rodillas de sus leggins oscuros. Isabella contuvo la respiracion al encontrarse de nuevo con el guapisimo ciclista al que habia atropellado a primera hora de la manana. No pudo evitar mirarlo de arriba abajo descaradamente. Con un anorak azul marino y unos vaqueros no recordaba haber visto otro hombre mas atractivo en su vida. Peter le sonreia ante su descarada mirada. -Podria acostumbrarme a que me tumbaras -se sacudio ligeramente la ropa mientras se levantaba. Megan, pasado el susto inicial, miraba la escena extranada. Carraspeo divertida por la situacion. Isabella dio un respingo y paso de mirar al apuesto desconocido a fijarse en su pelirroja acompanante, que sonreia amistosamente, enfundada en un abrigo verde a juego con su gorro de lana. -Lo siento -le dijo a Megan-. No era mi intencion echarme encima. -Pues yo empezaria a dudarlo -le respondio Peter. Isabella lo miro sonrojada. Su mirada era calida, tanto como su voz aterciopelada. Tenia que dejar de mirarlo, y de encontrarse con el. -Lo siento, de verdad -salio corriendo en direccion al hotel. Megan la vio alejarse sorprendida y miro a Peter con una ceja levantada esperando una explicacion. -No me mires asi -le respondio divertido-. Es una madre con dos hijos. Empezo a caminar -?Y? -Pues que habra detras un marido, o un exmarido. -?Y? -Ya esta, no se mas.

  • Dificil perdon de Mercedes Santos

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    Los Lemoine, una de las grandes familias esclavistas de Charleston, lo habian perdido todo tras la guerra de Secesion americana. Muerto en el frente el unico hijo varon y con un padre con las facultades mermadas, tratar de salvar la plantacion Foret rouge recayo sobre las espaldas de las dos hijas, Hortense y Margaux.

  • A lo lejos de Hernan Diaz

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  • La promesa de Helena. Bilogia completa de Chloe Santana

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    Helena era una experta en llegar tarde. Nadie la creeria por mucho que ella dijera que no lo hacia a proposito. La realidad era que siempre le surgian contratiempos que la ralentizaban en contra de su voluntad. Por ejemplo, aquella manana habia sido bastante precavida al despertarse con dos horas de antelacion. Le habia dado tiempo a darse una ducha larga, pelearse un buen rato con el armario hasta escoger el jersey azul cielo que segun su madre hacia juego con sus ojos, desayunar un bol de cereales e incluso se habia acordado de ordenar la habitacion para causarle una buena impresion a su companera. Para ella tenia mucho merito porque era un desastre con patas (o eso afirmaba su padre). Pero la vida constantemente la bendecia, notese la ironia, con percances que la retardaban. Y esa manana no contaba con aquella anciana de la parada del autobus que estaba visiblemente desorientada. Si Helena hubiera sido otra clase de persona, se habria limitado a esperar el bus como el resto de los pasajeros. Pero Helena era una mujer empatica por naturaleza y siempre tenia una sonrisa para todo el mundo. Como decia su abuelo: <>. Ella creia en los pequenos gestos y la habian educado para ser amable con los demas, asi que se intereso por la octogenaria y descubrio que se habia equivocado de parada. Ni corta ni perezosa, se subio con ella en un autobus que la alejaba de su destino y le indico cual era la parada correcta. Al fin y al cabo, le hubiera gustado que alguien hiciera lo mismo por su abuelo. ?Por que la gente iba a lo suyo en un mundo que giraba demasiado deprisa? No pudo responderse a si misma porque le sucedio lo de siempre: llegaba tarde. Habia vuelto a confiarse y su buena voluntad le habia jugado una mala pasada. Era su primer dia en la universidad. Se habia matriculado en humanidades en la universidad de Chicago con la intencion de graduarse en periodismo. O quiza en escritura creativa. Aunque Lengua y literatura inglesa le ofrecia bastantes posibilidades en el mercado laboral. Todavia no lo tenia claro pero sabia que su gran pasion eran los libros. Y como llegase tarde a aquella primera clase tendria un inicio academico de lo mas catastrofico. Corrio a toda prisa por los pasillos de la universidad mientras buscaba su aula. Ademas de ser impuntual era despistada. La clase de persona que olvidaba donde habia dejado las llaves de casa e ignoraba que su clase de literatura universal se encontraba en el edificio anexo. Le costo diez minutos y preguntar a un monton de alumnos dar con el sitio exacto. Estaba empapada en sudor y tenia la respiracion acelerada cuando llego al aula magna. Sentia tal euforia que abrio la puerta de par en par y todos se volvieron hacia ella. Por lo visto habia hecho un poco de ruido. Trago con dificultad e intento mimetizarse con la pared, pero su maldito jersey celeste resaltaba demasiado sobre el muro de hormigon blanco. ?Algo que Helena no soportase? Ser el centro de atencion. Ella preferia ir a lo suyo porque pensaba que destacar solo le traia problemas a una chica que habia sido bendecida con una belleza de la que no se sentia orgullosa. Apreto la carpeta contra el pecho y deseo ser invisible. Centenares de ojos se posaron en ella mientras subia las escaleras con la cabeza gacha y la intencion de ocultarse en el fondo del aula. --Empezaremos la clase cuando la senorita impuntual se siente. Tranquila, no tenemos prisa. Si Victor Hugo tardo diecisiete anos en escribir Los miserables, nosotros podemos esperar unos minutos a que usted le apetezca escoger un asiento --la autoritaria voz del profesor de literatura universal arranco las risas maliciosas de un punado de alumnos. <>. Un calor abrasador le subio por las mejillas cuando todo el mundo empezo a mirarla. Algunos lo hacian con cierta compasion y otros con impaciencia. Hubo cuchicheos y miradas de desaprobacion. Seguro que pensaban que a la rubia tonta le encantaba llamar la atencion --para su desgracia, era la imagen que solia provocar en los demas--. Se sento en el primer asiento libre. Le temblaban las piernas y el corazon se le iba a salir del pecho por culpa de la carrera y la verguenza. --Menos mal. Ha tardado lo suyo. Esperemos que no sea igual de lenta para todo... --la broma de mal gusto del profesor la obligo a mirarlo a la cara para encajar el golpe. Era un hombre alto, canoso y de mirada desabrida. Tres segundos en clase y ya se habia ganado su antipatia--. Muy bien, senorita... --Helena Jones --su voz sono estrangulada. --Senorita Jones, ya que ha interrumpido mi clase, no le importara hacer la introduccion del primer epigrafe del temario sobre Los origenes de la literatura. La escuchamos. <>. A Helena le empezaron a sudar las manos. ?Una exposicion sobre Los origenes de la literatura? Si ni siquiera le habia dado tiempo a comprar el libro. Pensaba hacerlo aquella misma tarde porque ayer su prima Martha la llamo llorando desconsolada porque su novio habia roto con ella y claro, ?como iba a decirle que no podia escucharla porque tenia que ir a la libreria? Ante todo, Helena era impuntual y buena amiga. --Yo... esto... Senor... --intento recordar el nombre del profesor. Uf, se estaba luciendo. Ademas de impuntual y buena amiga, tenia memoria de pez. ?Como se llamaba el profesor de introduccion a la literatura universal? Recordaba haber leido su nombre en aquel temario que se habia manchado de cafe cuando se quedo dormida viendo por enesima vez Pretty Woman. La culpa de todo la tenia Richard Gere--. Disculpe, Senor... El profesor le dedico una mirada irritada. --Ya se que no soy Shakespeare, pero no le vendria mal aprenderse mi nombre. Mas risas maliciosas. Se acababa de labrar una reputacion de imbecil que la perseguiria durante todo el curso. Que bien empezaba. --Llega tarde, no se sabe el temario y desconoce el nombre del profesor. En lugar de haberse matriculado en la universidad, deberia volver a prescolar para que le ensenaran las nociones basicas sobre como comportarse en publico. Helena noto como todo el peso de la verguenza caia sobre sus hombros. A partir de ahi, la clase fue a peor. El Senor Foster, que asi se llamaba el susodicho, no dejo pasar la oportunidad de ridiculizarla cada vez que explicaba algun tema. <> <> <> Helena se sintio tan humillada que tuvo que hacer un gran esfuerzo para no echarse a llorar o huir de la clase. El profesor habia encontrado al blanco perfecto de sus burlas y por lo visto no iba a soltarlo. Hasta que una voz masculina y socarrona se impuso entre las risas de sus companeros: --Yo tampoco lo se. El senor Foster levanto la cabeza del libro y busco al propietario de aquella voz masculina tan energica. --?Disculpe? --Josh Sackler --dijo con orgullo el alumno--. Le decia que yo tampoco se la diferencia entre la lirica renacentista y el petrarquismo. No tengo nada en contra de la senorita Jones, pero me parece fatal que monopolice la clase. Si va a darle clases particulares a la senorita Jones, tambien me apunto. He notado que tiene cierta predileccion por ella y no soporto los tratos de favor. Tampoco iba a desperdiciar la oportunidad de hacerme notar, para que mentir. --todo el mundo se volvio hacia el con los ojos abiertos de par en par. Helena lo miro entre sorprendida y aliviada por dejar de ser el centro de atencion--. Por cierto, esta noche doy una fiesta y estais todos invitados. Quiza no sea tan interesante como esta apasionante clase de literatura, pero nos merecemos disfrutar de una buena juerga antes de que la presion academica nos asfixie. Al Senor Foster se le cambio la expresion. Arrugo la frente y puso mala cara cuando la mitad de la clase rio las gracias de aquel joven. A Helena no le paso desapercibida la seguridad que desprendia. A diferencia de ella, estaba encantado siendo el protagonista. De lejos pudo apreciar que era la clase de universitario atractivo y descarado que tendria bastantes admiradoras. --En fin, ya tenemos al gracioso de turno. No sera el mas listo de la clase pero seguro que es el alma de la fiesta. Gracias por su intervencion, Senor Sackler. --De nada, Senor Foster Hizo una reverencia antes de sentarse y casi toda la clase se partio de risa. Menos ella. Estaba demasiado abochornada para sonreir. Se paso el resto del tiempo tomando apuntes para ponerse al dia, mientras se juraba que aquella misma tarde iria a la biblioteca para pedir prestado el libro y enterraria la cabeza dentro hasta absorber todo el temario. Asi le demostraria al Senor Foster que no era una completa idiota. Cuando la clase termino, busco a su salvador para darle las gracias. Era lo minimo que podia hacer porque habia sido el unico que le habia echado un cable. Los demas se limitaron a mirar para otro lado, agradecidos de no ser ella, o a reirse en voz alta de su mala suerte. Josh estaba de espaldas y charlaba animadamente con un grupo bastante numeroso de alumnos. Parecia el lider, algo impropio de un alumno de primero. A lo mejor no habia sido tan desinteresado como ella pensaba y habia montado aquel numerito para destacar. A partir de ahora seria conocido como aquel alumno de primero que se habia atrevido a contradecir en publico a un profesor. Todos hablarian de el. <>. --Hola. Helena tuvo que levantar la voz para hacerse notar. El estaba demasiado encantado pavoneandose delante de un par de chicas que la miraron con fastidio cuando ella le toco el brazo. Josh se volvio hacia ella con una amplia sonrisa que se ensancho cuando la reconocio. No era atractivo, era guapisimo. De pelo negro, ojos verdes y piel tostada por el sol. Intento adivinar de que parte de Estados Unidos seria antes de que el hablase. --Hola, senorita Jones. Del sur. California, Los Angeles, Arizona... tal vez Texas. --Hola, senor Sackler --le siguio el juego--. Solo queria que supieras que agradezco mucho lo que has hecho por mi. Te debo una. El la miro con interes y ella capto la clase de mirada que le dedicaba. Solia provocar aquel efecto en los hombres. Lo odiaba. Cuando eras guapa los demas siempre sacaban conclusiones precipitadas y creian conocerte. Lo que veian era el envoltorio, pero el envoltorio jamas definia quien eras. --Hecho. Ven esta noche a la fiesta que se celebra en mi fraternidad. Asi estaremos en paz. <>. Helena sabia como quitarse de encima a aquella clase de tipos. Se haria la tonta, que era lo que esperaban de ella, y luego le diria lo que queria oir. Era la unica estrategia para salir airosa de la situacion. --Pues... no se. La verdad es que todavia tengo que instalarme y hacer algunas compras de ultima hora. --Me gustaria mucho que vinieras --el insistio con una seguridad que la arroyo. Estaba convencido de que ella daria su brazo a torcer. Era muy predecible. --Me lo pensare --respondio, y se aparto el pelo de la cara para demostrar unos nervios que no sentia. Tenia ganas de quedarse a solas y llorar sobre la almohada por lo sucedido con su profesor. Pero debia provocar la impresion equivocada si queria quitarselo de encima. En la vida se habia topado con suficientes Josh Sackler para saber como actuar--. Sera mejor que me vaya. Tengo clase y no quiero llegar tarde. Otra vez. --Adios, senorita Jones. A ella le gusto su voz. Suave, confiada y varonil. Le ofrecio una media sonrisa y se alejo a paso ligero. El resto del dia transcurrio con normalidad. Llego puntual a todas las clases, fue a la biblioteca y consiguio el ultimo manual de literatura universal y ceno un sandwich de queso mientras leia Desesperacion. Lo habia escrito Vladimir Nabokov y se quedo dormida con la intencion de demostrarle al Senor Foster que no era una estupida. No fue a la fiesta. 1 En un recondito lugar de Texas. Presente. Mantengo la mano izquierda sobre el volante e intento cambiar de emisora de radio con la derecha. Me doy por vencida cuando lo unico que logro sintonizar es una emisora local de musica country. Odio la musica country. Yo soy mas de Adele, Sia o Dua Lipa. Bajo el volumen pero la dejo encendida. Llevo casi cuatro horas al volante y no quiero quedarme dormida. El sol de principios de marzo se refleja en el parabrisas delantero y tengo ganas de echar una cabezadita. No soy una imprudente, pero quien habria imaginado que lo unico que veria durante cientos de kilometros serian surtidores abandonados, una carretera eterna y un horizonte de pastos dorados. Menos mal que llene el deposito hace cuatro horas, porque de lo contrario no se que habria sido de mi. El gps del movil me ha abandonado y mi unica guia es un mapa anticuado que adquiri en la gasolinera por cuatro dolares. La semana pasada estaba convencida de que mi vida no podia ir a peor. Arruinada, sola, con una excedencia y amargada. Entonces tome la decision de embarcarme en esta locura de viaje con la intencion de revertir mi situacion. Me dije: <>, pero como diria Murphy: <>. Y ahora cabe la posibilidad de que me quede sin gasolina y deambule deshidratada por una carretera solitaria hasta desmayarme de agotamiento y ser devorada por los buitres. Menudo final tan patetico. Tengo ganas de gritar, pero en lugar de ello subo el volumen cuando suena una cancion decente. Shania Twain canta que se siente como una mujer y que va a salir de fiesta. Mi fiesta perfecta seria encontrar una habitacion de hotel decente y darme una ducha de agua fria. El aire acondicionado del coche que he alquilado no funciona --un detalle sin importancia que se le olvido comentar al de la agencia--, y fuera hace tanto calor que sospecho que en el asfalto podria freirse un huevo. Aunque llamar <> a un camino polvoriento y lleno de baches es ser demasiado considerada. Bajo la ventanilla para refrescarme y me veo obligada a subirla cuando el interior del vehiculo se llena de un polvo amarillento y denso que esta a punto de asfixiarme. Me entra un ataque de tos y los ojos se me llenan de lagrimas. Odio la musica country. Odio los viajes largos. Odio Texas. Es la primera vez que estoy aqui y ya me he labrado una opinion precipitada. Texas representa todo lo que aborrezco. Es el segundo estado mas grande de Estados Unidos por detras de Alaska. Supera el indice promedio nacional de la tasa de criminalidad y la mitad de las ejecuciones del pais tienen lugar aqui. Es un bastion republicano y hace mas de medio siglo que en Texas no gana ningun candidato democrata --concretamente desde Jimmy Carter--. Kennedy fue asesinado en Dallas y es el estado con un mayor numero de armas de fuego registradas ademas de ser la cuna de la cultura cowboy, el petroleo y las minas de carbon. Para una democrata contraria a la pena capital, vegetariana y ecologista, es algo asi como el paraiso. Notese la ironia. Sin embargo, nadie pudo quitarme la idea de la cabeza cuando decidi emprender este viaje. Ni siquiera mama y sus: <>. O Penny y sus: <>. Si, las dos tenian razon. Este ultimo ano me ha hecho perder el juicio y sentirme tremendamente culpable. Por eso estoy aqui. En un intento desesperado por solucionar mis problemas y cumplir una promesa. Quiza de paso mi vida cobre ese sentido que perdio hace quince meses.

  • Solo una idiota se enamora de Nohewi

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    Helena lo ha vuelto a hacer. Se ha vuelto a enamorar. Se fue a Londres a hacer las practicas de enfermeria para olvidar a su ex y… !zas! Ahi va otra vez, y esta vez es peor que nunca, con un chico de ensueno: Carlo, italiano, morenazo, artista y todo un caballero. ?Que mas puede pedir? Pero la vida no se lo va a poner nada facil y para ganarse el titulo de “La tia mas afortunada del planeta” va a tener que enfrentarse a Aneleh, una misteriosa chica con un unico proposito: hacerle la vida imposible.

  • Moncloa confidencial de Pilar Cernuda

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    En el palacio de La Moncloa, <> como lo define Pilar Cernuda, han tenido lugar historias insolitas y divertidas que se cuentan en estas paginas. Presidentes a gritos, polemicos encuentros, amigos y enemigos sentados a la misma mesa, ministros tentados de dimitir, secretarias que guardan secretos inconfesables de sus jefes... Pero la autora, periodista muy reconocida en estas lides de la informacion politica, extiende sus <> mas alla de las protagonistas de la presidencia del Gobierno ?Suarez, Calvo-Sotelo, Felipe, Aznar y Rajoy? y llega con sus confidencias a otras regiones de Espana, dando cuenta tambien de las luces y sombras de los presidentes autonomicos, como Pepe Bono, Manuel Fraga, Esperanza, Susana, Cristina... ? ?Aznar celoso del rey? ? Una visita a los bonsais ? Tartar de solomillo y otras delicias ? Regalos y regalazos ? La indiferencia de ZP

  • Forjado a fuego (Hermanos Chance 1) de Lara Kinsey

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    Brighid Bell se sentia como un pez fuera del agua. Era mejor ladrona que dama, pero no tenia un gran talento para ninguna de las dos cosas. Su lugar estaba en los establos, no en las gradas. Brighid miro a las otras mujeres en el hipodromo con desagrado. No hacia ellas, ellas eran agradables, sonriendo y riendo. No tenia ningun problema con ellas, pero nunca podria ocupar su lugar. Sus manos delicadas cubiertas por guantes descansaban en el hueco de unos codos masculinos. No, lo que le desagradaba eran esos hombres engreidos de manos suaves y miradas crueles. No queria que le controlaran, no queria acostarse y pensar en Inglaterra. Que le dieran a Inglaterra. Levanto la vista cuando un jockey paso por delante, rapido como una flecha sobre su caballo, y alli es donde queria estar. Arriba. Habia estado abajo y no volveria nunca. Su estomago rugio de forma audible. Habia pasado un dia desde la ultima vez que probo bocado y ahora por fin tenia la oportunidad de poner las manos sobre algo de comida. Bajo las escaleras apresurada. Teniendo en cuenta el numero de baratijas robadas que habia metido entre sus faldas, era mejor que se fuera antes de que las carreras terminaran. Escucho una respiracion de asombro colectiva y, por un momento, penso que le habian descubierto. Pero no. Se escucho un chasquido que Brighid pudo sentir en los huesos. Habia oido a caballos gritar antes. Los cascos pasaban en estampida dejando atras al caballo herido y a su jinete desplomado como un bulto inmovil. El mayor peligro era que la gran bestia le cayese encima. No era tan pequeno ni de huesos tan finos como los jockeys habituales, pero una tonelada de animal nervioso le haria dano a cualquiera. Brighid salio corriendo a la pista, esquivando caballos y jinetes. Ya estaba moviendose, tranquilizando a la asustada yegua antes de examinar su pata. Los calcetines blancos de la yegua alazana estaban manchados de sangre y suciedad. No se habia roto la pata, gracias a Dios, pero se habia doblado un tendon. La yegua necesitaria ser estabulada y tratada con hielo, si, y quizas algo de laudano en la comida no le iria mal, pero esta yegua volveria a ser montada, aunque no fuese en las carreras. Sintio una pequena llaga bajo la montura. No era de extranar que el animal hubiera gritado. Esa herida tenia que ser terriblemente dolorosa. Levanto la vista, pero nadie estaba atendiendo al jockey todavia, aunque una multitud de hombres con abrigos estaba corriendo hacia la pista. Su ropa de montar de seda de color azul como el hielo estaba desgarrada y hecha jirones, pero no podia ver ninguna costilla asomando debajo. Paso las manos por sus lados y le encontro aparentemente entero. Le dio la vuelta con cuidado hasta que estuvo boca arriba y cuando la miro entre parpadeos, ella le puso una mano tranquilizadora en la frente. Sus ojos azules y labios gruesos la dejaron ensimismada. El centro la atencion brevemente en su rostro y se agarro a sus faldas de un modo suplicante. Podia prestar atencion, eso era bueno. --Shh --murmuro Brighid, posando un beso impulsivo sobre sus labios. El volvio a tumbarse con un suspiro y cerro los ojos. Sus pestanas oscuras se movieron sobre sus mejillas como si ya estuviera sonando. Palpo sus piernas y sus brazos al completo, presumiblemente buscando lesiones, pero no pudo evitar notar la firmeza de sus gemelos y su pecho bien definido. Queria pasar mas tiempo acariciando los tensos musculos. --!Esta bien! --grito a los hombres que corrian hacia ellos. Paso los dedos por los rizos negros que se posaban sin fuerza sobre la frente humeda. De repente, se encontro rodeada de cuerpos vociferantes--. Mantengalo despierto --le dijo a la mujer mayor que habia aparecido con un decantador de brandy lleno. Despues, sintiendose culpable, le robo la cadena de oro y se perdio entre la multitud. *** Isaiah Chance se desperto en una habitacion oscura, con un pano humedo sobre los ojos y la quemadura del whisky en los labios agrietados. ?Cuanto tiempo habia estado inconsciente? Recordaba unos rizos dorados y unos labios llenos y rosas descendiendo sobre su boca con dolorosa suavidad. Tenia una sensacion de paz profunda, como si un angel le hubiera visitado, pero el dolor en la sien le decia otra cosa. Su cadena no estaba. Nada de un angel, entonces. La picara debia habersela robado. Mags entro ajetreadamente. --No dejare que participes mas en las carreras, Isaiah. Un hombre como tu no deberia tentar a la suerte. --Voy a comprar oficinas --murmuro. Hubiera sido un grunido si hubiese algo de veneno tras las palabras, pero el tono ronco era suave--. Vamos a abrir un negocio. Capitulo 2 Invierno de 1925 Su pequeno imperio crecia dia a dia. La luz de la lampara titilo cuando Isaiah inclino de nuevo la cabeza sobre los libros. Sid no era bueno con los numeros, por lo que recaia en Isaiah no solo ser la cara del negocio, sino tambien el cerebro. De algun modo, la cadena que llevaba acabo en su boca mientras trabajaba. Necesitaba algo que calmara su inquietud para que su mente pudiera centrarse en las columnas de numeros que no tenian fin. Habia poca luz en la estancia y el papel cebolla era casi ilegible. Cerro los ojos con los parpados arrastrandose como si estuvieran llenos de arena. El ardor le hizo recordar que llevaba despierto dos dias y una noche. Su mesa estaba repleta de fotografias: familia, amigos y sus amados caballos. Habia una fotografia pequena en un lugar de honor, un Isaiah mas joven al lado de una yegua alazana con calcetines blancos. Se sentia como si estuviera a punto de explotar. En sus dias como jockey habia tenido muchisimas cosas con las que ocupar su cuerpo y sus manos y despejar la mente: ensillar y quitar la silla, inspeccionar los cascos de su montura. La emocion febril de los dias de carrera. Ahora se mantenia a si mismo profundamente atareado, inclinado sobre los libros por pura fuerza de voluntad. Nunca le habia contado a Sid el esfuerzo que le costaba concentrarse, dejarle a el las cosas fisicas. Necesitaba algo que hacer con las manos. Saco un cigarrillo y lo movio de un lado a otro de la boca antes de dejarlo colgar de sus labios. Podia permitirse un tabaco mejor estos dias, pero los cigarrillos baratos le recordaban de donde venia, le recordaban a donde podia volver si llegaba una racha de mala suerte. La luz de sus oficinas tenia una cualidad grasienta, probablemente por culpa de las ventanas. El ambiente tambien era grasiento. Las lamparas llevaban horas ardiendo y en su pequeno rincon practicamente no se movia ni una gota de aire. Se levanto y se alejo de sus papeles como si estuviera en un sueno y salio por las puertas dobles al aire fresco del patio y los establos. Nunca habia tomado azucar con el te pero siempre llevaba algunos terrones para los caballos. Isaiah respiro profundamente; heno y paja y caballo, tablas banadas en sol y cesped cortado. Esto era lo que le mantenia con vida. Habia poco aire fresco en Birmingham, ahora menos que nunca, con las fabricas funcionando gracias a los hombres que volvieron de la gran guerra. Bueno, algunos de los hombres. No estaba seguro de que el hubiera vuelto a casa del todo, pero descarto cualquier atisbo de miedo o vacilacion o incluso imprudencia. Sidney y Grace le necesitaban. Todo el maldito mundo le necesitaba. Una victoria, una gran victoria, y puedo dejar de mirar atras. Cada vez estaban regulando mas y mas las carreras. Un dia para toda la familia, si, pero ahora a la gente le preocupaban los linajes y los progenitores. Isaiah no conocia su propio linaje y deseaba infernalmente no haber conocido nunca a su progenitor. Suspiro cuando salio de los establos al ruido y el clamor de la calle. Gracie estaba en el mercado, probablemente contado el dinero a escondidas mientras la senora Kimball regateaba sobre telas. Isaiah no le iba a explicar a Gracie como se ganaba la vida, pero ella habia absorbido el cotilleo que flotaba en el vecindario. Enterrador. Corredor de apuestas. Contrabandista. Vandalo. Estos ultimos seguramente se los creia, pero era cosa de familia. Su hermana de ocho anos caminaba erguida, era una de los Chance. Chances Brothers Limited daba trabajo a la mitad de Birmingham. Las voces sonaban en los puestos del mercado de Cheapside. Sus productos y, lo que era mas importante, sus aliados leales inundaban las calles. Camino entre las chispas y el humo, intercambiando inclinaciones de cabeza con todo el que se cruzaba e ignorando los susurros. Gran hombre, Isaiah Chance. Bebe whisky solo. Paga los sueldos puntualmente. Se tiro a la hija de un marques. Mato a un hombre por dinero. Mato a un hombre porque si. He oido que tiene un Bugatti. Se suena la nariz con seda. Tiene dos bastardos en dos paises. El mismo es un bastardo, o un diablo. Pero es nuestro diablo.

  • Una eternidad sin ti de Emma J. Care

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    Una novela llena de misterios, secretos guardados durante muchos anos y maldiciones.

  • La dama y el misterio de Stephanie Laurens

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    Montague ha dedicado su vida a gestionar el capital de la elite londinense, pero pagando un precio muy alto por ello: no poder disfrutar de una familia propia. Hasta que aparece en su vida la encantadora Violet Matchman, buscando su ayuda. Ante el enigma que le presenta, Montague encuentra un intrigante desafio tanto profesional como personal.

  • Secretos de cama – Yvonne Lindsay de Yvonne Lindsay

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    La princesa Mila estaba prometida con el principe Thierry, y aunque apenas se conocian pues solo se habian visto una vez anos atras, se habia resignado a casarse con el para asegurar la continuidad de la paz en su reino.

  • Amar de Paz Iribarne

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  • Sobre los puentes de Paris de Africa Ruh

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    La mejor duelista de Paris se enfrenta a tres amenazas: un asesino enmascarado, un complot contra el Rey y los encantos de un joven aristocrata.

  • Una obsesion perversa de Victoria Schwab

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    Victor y Eli eran dos estudiantes universitarios brillantes pero arrogantes que reconocian, el uno en el otro, la misma agudeza y la misma ambicion. En el ultimo ano de su carrera, el interes compartido por la adrenalina, las experiencias cercanas a la muerte y los acontecimientos en apariencia sobrenaturales plantean una posibilidad intrigante: que, dadas ciertas condiciones, seria posible desarrollar habilidades extraordinarias. Pero cuando la tesis pasa de lo academico a lo experimental, las cosas salen horriblemente mal.

  • Giselle (Divas 2) de Emma Madden

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    Giselle Erikson, extenista sueca, Top Model y una personalidad internacional reconocida, llega a Oregon, en los Estados Unidos, para pasar dos semanas en Green Mountain, una exclusiva clinica de reposo donde pretende curar su corazon roto, rehacerse y disfrutar de unos dias alejada del mundanal ruido, sin otra preocupacion que cuidarse y descansar. Unos planes muy precisos que se enriquecen cuando conoce Daniel, un misterioso artista, un colaborador de la clinica, con el que entabla una insolita y novedosa relacion que le cambiara la vida para siempre.
    El pasado complicado de Giselle, la familia de Daniel, los secretos y los malentendidos, la falta de comunicacion, los celos, los llevaran a vivir una historia de amor llena de altibajos que, sin embargo, lograra encontrar el camino hacia la felicidad.
    “Giselle” es el segundo libro de la Serie Divas, de la escritora Emma Madden, dedicada a esas mujeres fuertes, famosas y con un exito esplendoroso, que viven el amor a su manera y con una tremenda pasion.

  • Millonario Rescatado de Francisco Correa

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    Los Lawson, eran una de esas familias norteamericanas de pelicula, bien educados, miembros de la elite social, todos, muy inteligentes, personas de clase, y, sobre todo, extremadamente ricos. Contrariamente a como sucede en la mayoria de estas familias tan rigidas, en el caso de los Lawson, el amor y la union familiar eran autenticos, disfrutaban de pasar tiempo juntos, y compartir las actividades mas basicas, era un ritual casi sagrado en el Opalo, la mansion de los Lawson. Michael Lawson, el padre de la familia, habia crecido en una familia comoda de la ciudad de Boston. Su apellido habia tenido relacion con la gesta independentista norteamericana desde la masacre de Boston en 1770, por esto, el apellido Lawson gozaba de gran prestigio incluso antes de que George lograra amasar su enorme fortuna. Michael se caso con Romina Stanley, hija de un importante academico, rector del Instituto Tecnologico de Massachusetts por muchos, anos, siendo esta una de las instituciones academicas mas prestigiosas en materia de ingenieria y ciencias de todo el mundo. Michael desde muy joven, fue habil con los negocios, tenia una vista de halcon para identificar oportunidades, y jamas mantuvo el dinero sin circular. El secreto de su dinero habia sido la diversificacion, por esto, luego de varios anos de amasar un capital significativo, su negocio ya no fue uno solo, era un enorme conglomerado de empresas con presencia practicamente en todo Estados Unidos. Los negocios de Michael habian sido pensados de tal manera, que cubrieran al menos un sector del mercado importante en cada estado en el que se encontraran, y varias de estas, tenian participacion de miembros del circulo politico norteamericano. Esto, de cierta manera facilitaba la expansion de las empresas, y quien estuviese en contra, seria absorbido por el enorme imperio mercantil. La pareja Lawson, tuvo dos hijos, Alejandro, el mayor, y George, el menor, ambos como era de esperarse, crecieron bajo los mas estrictos valores familiares, y contaron con una educacion sobresaliente cortesia de su madre. Pero tambien, con el ejemplo de su padre, adquirieron ese sexto sentido, la intuicion, tan util para la vida. Alejandro, siempre fue aficionado a varios deportes, el ciclismo y la natacion formaron parte importante de su ninez, pero a medida que fue creciendo, cambio la bicicleta por la motocicleta, anadiendo algo de adrenalina a las dos ruedas. Aun continuaba haciendo natacion, pero preferia entrenar con pesas en su gimnasio personal. Alejandro intercalaba sus deportes con sus estudios, luego de cursar su licenciatura en comercio internacional, su tiempo lo ocupaba en terminar su doctorado en administracion de negocios. La idea era poder ayudar a su padre en lo mas posible antes de su retirada, y una vez que quisiera disfrutar de su fortuna, Alejandro se ocuparia de amasar la suya propia. George por otro lado, desde pequeno fue mas timido, pasaba muchisimo tiempo con su madre, y es que sus problemas de salud lo habian hecho un chico retraido, permanentemente sufria de alguna enfermedad, pero con los recursos practicamente ilimitados de su familia. Se le daban los mejores tratamientos y obviando algunos cuidados especiales que se debian tener, vivia como cualquier otro chico. Contrariamente a Alejandro, George preferia el arte por sobre el deporte, disfrutaba de la musica, tocaba el piano, el violin, el cello, y la flauta casi como un maestro. Pintar era su otra pasion y lo hacia con muchisima calidad, varios de sus cuadros adornaban la mansion, y tampoco faltaban en la oficina de su padre. George era 4 anos menor que Alejandro, asi que, por lo general, era quien tenia la atencion de su madre. Alejandro no tenia problema en comprenderlo, incluso el mismo dedicaba buena parte de su atencion a vigilar el estado de salud de su hermano, desde que era muy pequeno se preocupaba por protegerlo. El joven George, curso estudios desde casa, por una falla en su sistema inmunologico era muy debil, practicamente cualquier bacteria representaba un riesgo, asi que, conservando su ambiente controlado, no tenia ningun tipo de problema. Alejandro, por otra parte, si vivio una vida academica normal, la preparatoria y la universidad fueron etapas cargadas de aprendizaje para el, pero la mayoria del tiempo la pasaba con su querido hermano menor. Hacian practicamente todo juntos, Alejandro siempre preferia pasar un fin de semana en casa con su hermano que de fiesta. Esta relacion se mantuvo asi siempre, no habia nada que pudiera separar a los hermanos Lawson, Alejandro siempre salia con chicas hermosas. Pero eran relaciones pasajeras, ninguna tuvo mas importancia que George, y eso no era problema para el. Cuando Alejandro cumplio los 30 anos, su padre, Michael, le hizo el regalo que tanto esperaba, le cedio el control de una de sus empresas mas grandes, Lawson Genetic Research, un enorme laboratorio dedicado a la investigacion genetica, con miras a desarrollar curas a nuevas enfermedades. Esta empresa, cuyo nombre anterior era Genetic Research Solutions, fue absorbida por el conglomerado de Michael precisamente para investigar acerca de la enfermedad de George, y eran precisamente, los encargados de proveer el tratamiento. Que Michael le cediera una responsabilidad tan grande a Alejandro significaba mucho para el, mas que la responsabilidad de mantener la empresa, le estaba dando la responsabilidad de la vida de George. La mejor manera de agradecerlo era impulsar la empresa al futuro, que nuevas tecnologias fueran desarrolladas para ayudar a George y a la humanidad. Michael le dijo a Alejandro que cuando George cumpliera los 30 anos, tambien le daria la posibilidad de dirigir y administrar uno de sus negocios. Sus dos hijos serian los mas indicados para llevar sus empresas cuando llegara el momento de que el y su madre se retiraran. Esto emociono enormemente a Alejandro, tener a su hermano como socio, como companero de lucha, como lo habia sido toda la vida. Pero ahora, con la capacidad de construir un imperio, era exactamente lo que habia sonado. Esa noche celebraron juntos en el Opalo con una espectacular cena, cuando la comida fue servida y la champana espumaba, el momento del brindis habia llegado, y Alejandro, no queria que nadie mas que su hermano George dijera las palabras para celebrar. George, se levanto de la mesa y tomo la copa, y justo antes de comenzar a hablar, se quedo en silencio. Varios minutos pasaron, y George no hablaba, todos lo observaban con detenimiento, pero su mirada parecia perdida. -- ?Que pasa hermano? -- Pregunto Alejandro. George no contesto, parecia dormido, pero tenia ambos ojos bien abiertos. -- Hijo, ?Que sucede? -- Pregunto Romina preocupada. -- Yo... Lo olvide. -- Dijo George, aparentemente volviendo en si. -- ?Lo olvidaste? ?Como que lo olvidaste? -- Pregunto Alejandro. -- Si, olvide lo que iba a decir... Perdonenme. -- Dijo George. -- No te preocupes hermano... Vamos a comer. -- Dijo Alejandro mientras cruzaba miradas con sus padres. Que George olvidara algo era sumamente extrano, su cerebro era una esponja enorme que nunca dejaba de sorprender con su capacidad, recordaba fechas y hechos historicos como si hubiese estado presente, y la facilidad de memorizar complejas piezas musicales dejaba muy en claro que tenia una memoria tremenda. Por estas razones, que olvidara algo tan sencillo como las palabras que querria decirle a su hermano, resultaron muy extranas para toda la familia, pero sin embargo continuaron con la cena. George, lucia, disperso, comio solo un poco y volvio a su habitacion. Despues de la cena Alejandro se fue a hablar con George, queria compartir todas las nuevas ideas que tenia para la empresa, y como siempre, saber la opinion de su hermano. Alejandro toco la puerta de la habitacion de George, y este, se tardo unos segundos en contestar, esto era muy extrano pues siempre lo hacia de inmediato. Alejandro volvio a insistir y en esta oportunidad si contesto de inmediato, dandole permiso para entrar. Cuando Alejandro abrio la puerta se encontro con George, acostado en la cama visiblemente triste, esto era algo inusual pues a pesar de ser muy timido, con sus familiares solia ser bastante carismatico. -- George, ?Que sucede? -- Pregunto Alejandro.

  • Contrato II. Lo que quiero de ti de Aryam Shields

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    Ama sin esperar nada a cambio, vive dando y muere recibiendo. Esta deberia ser una premisa de vida…
    ?Como hacer cuando el lado egoista desea algo mas.?
    Katheryne y Alessandro han pasado seis meses, el siendo dominante y ella sumisa, pero el castigo injustificado lleva a Kath a abrir los ojos y a reconsiderar el contrato que habia firmado con Alessandro, instaurando un nuevo acuerdo entre los dos que traera nuevas condiciones que los llevara a profundizar su relacion.
    ?Podra Alessandro aceptar las condiciones que Katheryne le exige a cambio de permanecer juntos?

  • Un hermoso accidente de Veronica A. Fleitas Solich

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    Domenico Martinelli, mas conocido como Dome, es un hombre divertido y sin prejuicios que tiene muy buena fama tanto dentro como fuera de Delice.

  • La vida a traves del espejo de Nathaly Melendez

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    La vida de Sofia no es inusual, es una hija modelo, estudiante ejemplar, buena amiga y novia. La perfeccion es su meta, su obsesion, pero nadie parece notarlo, nadie tiene problema con ello. Asi que, cuando por fin deja el nido y se marcha de casa para estudiar en la universidad, cree tenerlo todo cubierto, cree que llevar su vida sera mas sencillo y que podra controlarlo todo. Pero la universidad no resulta ser tan sencilla como esperaba y el control que creia tener, comienza a escurrirse como el agua entre sus dedos cuando conoce a Samanta y Andrea, unas chicas vivaces y extrovertidas. Porque ella esconde un gran secreto con el que ha cargado gran parte de su vida y la presencia de Angel y la montana rusa de emociones a su lado, la llevaran a tener que enfrentarse a su mas grande miedo.
    A veces, tu peor enemigo, eres tu mismo.
    Una novela basada en hechos reales, la vida de una chica que batalla contra unos ideales irrisorios de belleza en la busqueda de una perfeccion inalcanzable. Un amor juvenil con ansias de ser suficiente para sanar las heridas del pasado y del presente.
    ?Podra el amor ser suficiente para hacerte libre? o, ?el monstruo que ve en el espejo ganara esta batalla una vez mas?

  • Una mujer sin pasado de Anna Ekberg

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  • No se de Barbara Abel

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    Es un dia aparentemente normal. La escuela ha organizado una excursion infantil al bosque. Durante la jornada, Emma, la hija de Camille, se comporta de un modo extrano con Mylene, su maestra. Horas mas tarde, nadie sabe donde esta Emma. Todos, sin excepcion, participan en su busqueda. Al caer la noche, la pequena aparece caminando entre los arboles. Pero Mylene, la joven maestra, ha desaparecido. A veces, en la vida, bastan unos pocos elementos para despertar oscuros fantasmas del pasado y alterar definitivamente el presente.

  • El ultimo suspiro de Cristina Coca Gonzalez

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    Inglaterra, 1942. Elisabeth Connor recibe la carta de un fantasma de su pasado que hara que se embarque en un viaje a la Alemania nazi en plena Segunda Guerra Mundial. Alli, no solo tendra que lidiar con el problema de ser inglesa en un pais enemigo, sino tambien con el inesperado vinculo que la va a unir a un soldado aleman que conoce todos sus secretos y a un nino judio por el que estara dispuesta a luchar cueste lo que cueste.

  • Aqui se quisieron Carla y Nico de A. M. Irun

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    Porfi, porfi, porfi… --rogaba Tere con insistencia. Carla suspiraba mientras daba saltitos de impaciencia sentada en la silla. --Ay, Tere, es que no se. --El plan es perfecto. Un finde en la playa, buena compania, tres noches durmiendo con tu churri… ?Que mas se puede pedir? --Pues que no tenga que hacerme pasar por la novia de nadie, por ejemplo. --A ver, que no te estoy pidiendo que te acuestes con Marcos, solo que le ayudes un poco. Creo que el intercambio es mas que justo. Tere y Carla estaban tomandose algo en una cafeteria de Malasana. Todas las mesas y sillas eran diferentes unas a otras, y parecian sacadas de la casa de las abuelas de los duenos del bar. Si hubieran puesto unos tapetes de ganchillo en las mesas no habrian desentonado en absoluto. Las chicas habian quedado ahi porque Tere tenia una propuesta para Carla. --Es que me parece muy raro. No se si quiero participar en eso --se justifico Carla. --No es nada raro. Es muy sencillo. Marcos quiere pasar el puente de agosto con su novio Fer, pero no puede decirle a sus padres que se va por ahi con un chico porque ya estan con la mosca detras de la oreja y no son nada abiertos. Ademas, en Gandia esta medio Madrid. No seria raro que coincidieran con algun conocido. Por eso, nos pidio a Rai y a mi que les acompanaramos. Pero Marcos seguia pensando que irnos de vacaciones tres chicos y una chica chirriaba tambien... --Y es ahi donde entramos nosotras --concluyo Carla. --Exacto. La familia de Fer tiene un apartamento en Gandia. Nos invita a todos con tal de estar con su novio. --Muy generoso por su parte. --Quiere mucho a Marcos --apunto Tere. Carla se reclino sobre la silla de enea y el mimbre crujio bajo sus posaderas. --?Y por que ir mas alla haciendonos pasar por sus novias? Que le diga a sus padres que vamos un punado de gente y ya esta, ?no? Tere aspiro con los labios formando una u. --Ya… --Tere se inclino sobre la mesa y poso sus generosos pechos en ella--. Por las fotos --dijo por fin como si estuviera revelando un secreto de la CIA. --?Que fotos? --Las que os tendreis que hacer para subirlas a las redes sociales. A Carla se le cayo la cabeza y miro a su amiga por debajo de las cejas. --?Perdona? --Porfi, porfi, porfi --dijo Tere con las manos unidas por las palmas. Al llevarse las manos a los labios, los brazos se cerraron sobre el pecho empujandolo hacia arriba y distrayendo a Carla. --Fotos… ?para que? --pregunto Carla haciendo verdaderos esfuerzos para no fijarse en las tetas de su amiga. --Solo un par. Ya sabes como va esto del postureo. Ya hay muchos companeros del equipo de rugby de Marcos y Rai que preguntan donde van, con quien… ?Sabes? Pues nos hacemos unas fotos de grupo y que la gente de por hecho que sois sus novias. Ya esta. No os pedimos nada mas. Carla se rasco la frente. --No se, Tere… --Salis ganando. Apartamento gratis. Y tres noches de amor. Los ojos de Carla se perdieron bajo su ceno fruncido. --Nico trabaja, no se si podra ir. --La iremos a buscar a la salida del curro y nos iremos desde alli a Gandia. --Igual no quiere participar en este teatrillo. --Por lo poco que conozco a Nico, hara lo que sea con tal de pasar mas tiempo contigo. --A ver, yo la conozco mejor, ?no? --salto Carla ofendida. La espalda de Tere se tenso. --Perdona, no queria insinuar eso. Solo que seguro que estara deseando pasar alguna noche contigo. --Eso es lo que mas me preocupa --Cuando Carla se dio cuenta de que habia dicho aquello en voz alta quiso que se le tragara la tierra. Tere se irguio de sopeton. --?Va todo bien entre vosotras? Carla suspiro con pesadez. --No tenia ni idea de que estuvierais mal, Carla --dijo Tere alargando la mano para coger la de su amiga--. Se os ve tan enamoradas… --No, no es eso. Tere respiro aliviada. --?Que ocurre entonces? Carla evito la mirada de su amiga. --Carla… Puedes contar conmigo. Tere acariciaba la mano de Carla con delicadeza. Carla se quedo ensimismaba en el tacto de los dedos de su amiga sobre su piel. --No nos hemos acostado todavia --dijo Carla. Su amiga asintio. --No es gran cosa. ?Cuanto llevais? ?Dos meses? --Si, un poco menos. --Es normal, Carla. No pienses nada raro. Le gustas. Mucho. Se ve a la legua. Pero es dificil encontrar el momento y, sobretodo, el lugar --dijo. Seguido, levanto la mano y dio una palmada--. Por eso este trato os viene de perlas. Asi podreis hacer el amor tranquilas. --!Pero es que yo no quiero! --confeso Carla por fin. Tere ladeo la cabeza enfocando con la oreja hacia la boca de su amiga para que le llegara algun eco que le corroborara lo que acababa de oir. --?Por que? --pregunto incredula. Carla enmudecio. Agarro su taza de cafe y le dio un par de vueltas. --?Pero tu has visto a Nico? --insistio Tere--. Esta guapisima, es un cielo, y le gustas un monton. --Pero yo no --dijo Carla en un susurro. --?Tu no que? Carla miro de frente a su amiga. --Yo no me gusto. --?Y ahora eso por que? --quiso saber Tere--. Precisamente ahora que tienes pelo, que tienes color en las mejillas, que tienes musculo en las piernas… --!Que ya! --le freno Carla. --Que ya nada. A mi no me vengas con complejos. Lo que hubiera dado yo por tener tu cuerpo. --?Cicatriz incluida? --le dijo Carla con mirada desafiante. Tere freno en seco y se agarro a la mesa. --Es por eso. --Si, es por eso. Las dos quedaron en silencio unos momentos. --Es solo una cicatriz, Carla. No le des mas importancia de la que tiene. --Es enorme. Ademas, no le puede dar el sol. Otro motivo mas para no ir a la playa. --Puedes ponerte un banador. Creo que se ponen de moda otra vez. --Con lo palo que soy tengo que estar preciosa en banador -- dijo Carla con ironia. Tere levanto el culo de su silla y la acerco hasta Carla. Le agarro la cabeza y la apoyo en su pecho. --Vendreis. No hay excusas. Las dos sabian que el argumento de la cabeza de Carla en los pechos de Tere era irrefutable. La cama de Carla estaba llena de ropa desordenada que iba lanzando desde el interior del armario. Eligio una camiseta, la desplego y la puso delante de sus narices. --!Que horror! --dijo, y la lanzo a la montana de camisas y camisetas que habia sobre su cama. Volvio a meter la cabeza en el armario en busca de algo que ponerse. Tan enfrascada estaba en la tarea que no escucho el timbre de la puerta. Unos segundos despues, su madre entro en su habitacion y Carla se sobresalto al oir su nombre. Del susto golpeo con la cabeza en el estante superior del armario. --Joder, mama, !que susto! --Lo siento, carino, pero es que Nico ya esta aqui. Carla miro incredula su reloj de muneca. --?Ya? Su madre permanecia bajo el umbral de la puerta esperando indicaciones.