la ninja de los libros
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la ninja de los libros - Ali Berg , Michelle Kalus
https://gigalibros.com/la-ninja-de-los-libros.htmlUna novela fresca, divertida y tierna sobre como encontrar el amor a traves de los libros. Porque el amor entre dos personas es posible aunque sus gustos literarios sean totalmente opuestos. Las autoras tambien son ninjas de los libros. Nunca valores un libro por la portada y jamas juzgues a un hombre por sus gustos literarios Frankie Rose desea desesperadamente encontrar el amor. Pero tambien se conformaria con una relacion satisfactoria. O incluso con ligar con alguien mas o menos normal. Y no sera porque no lo haya intentado: Frankie es la reina de las citas online.
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La ninja de los libros (Titania amour) - Amazon.es
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LA NINJA DE LOS LIBROS | ALI BERG
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Reseña "La ninja de los libros" de Ali Berg y Michelle Kalus
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LA NINJA DE LOS LIBROS - ALI BERG, MICHELLE KALUS
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LA NINJA DE LOS LIBROS. BERG, ALI
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NINJA DE LOS LIBROS, LA. BERG, ALI - La llar del llibre
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LA NINJA DE LOS LIBROS. BERG, ALI - Librería Sinopsis
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LA NINJA DE LOS LIBROS
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La ninja de los libros - Ali Berg - Babelio
https://es.babelio.com/livres/Berg-La-ninja-de-los-libros/89239Críticas (12), citas (3) extractos de La ninja de los libros de Ali Berg. ... Este libro llegó a mi como regalo de Navidad atrasado.
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La chica de medianoche de Melissa Grey
https://gigalibros.com/la-chica-de-medianoche.html<
> Kirkus Reviews < > BookPage.com < > Romantic Times Bajo las calles de Nueva York, ocultos a los humanos, viven los Avicen, una antigua raza de seres magicos. Pero mucho cuidado, porque si te topas con ellos tu vida nunca volvera a ser la misma. Desde que conocio a Ala, una magica criatura con plumas por cabello y unos ojos insondables, Eco, de diecisiete anos, vive a caballo entre su propio mundo y la antigua raza de los Avicen. Eco, que huyo de casa siendo una nina, ha encontrado en el Nido el unico hogar que ha conocido. Pero no todos los Avicen son como Ala, y algunos no ven con buenos ojos la presencia de una chica humana entre ellos?Como convencerlos de su lealtad? La ocasion se presenta cuando encuentra una pista que podria conducirla al mitico pajaro de fuego, un ser infinitamente poderoso que segun la leyenda es capaz de poner fin al eterno enfrentamiento entre los Avicen y el pueblo de los Drakharin. Eco aun no imagina que todo cuando creia saber sobre el bien y el mal esta a punto de cambiar. Ni que el encuentro entre una chica de hoy y un joven Drakharin puede ser explosivo. Entretejiendo el amor con el humor, la magia con la sensibilidad, Melissa Grey ha logrado un debut espectacular sobre una chica actual inmersa en un antiguo conflicto. Imprescindible para los adictos a Cazadores de sombras e Hija de humo y hueso. -
EL ROMANO de Sylvain Reynard
https://gigalibros.com/el-romano.htmlRaven y su hermana, Cara, estan a merced de un pequeno destacamento de vampiros florentinos, que los estan entregando como una ofrenda de paz a la temida Curia en Roma.
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En busca de April de Benjamin Black
https://gigalibros.com/en-busca-de-april.htmlEra el tiempo mas crudo del invierno, y April Latimer parecia haber desaparecido. Por espacio de varios dias, la niebla de febrero se habia asentado y no daba el menor indicio de que fuese a levantar. En el silencio embozado la ciudad parecia presa del desconcierto, como un hombre al que de pronto le fallara la vista. Los transeuntes, como invalidos, avanzaban a tientas en medio de una oscuridad permanente, pegandose a las fachadas de las casas y a las barandillas y deteniendose con incertidumbre en las esquinas, para pisar con cautela las aceras en busca del bordillo. Los automoviles con los faros encendidos aparecian de pronto como si fueran insectos gigantes, dejando a su paso un reguero lacteo de humo de escape. El periodico de la tarde traia a diario el computo y la relacion de los contratiempos sufridos. Se habia producido una colision de gravedad en el extremo del canal de Rathgar Road, en la que estuvieron involucrados tres vehiculos y un motorista del Ejercito. Un chiquillo fue atropellado por un camion de carbon en Five Lamps, aunque no perdio la vida; la madre juro y perjuro ante el periodista que fue a entrevistarla que se habia salvado por la milagrosa medalla de la Virgen que le habia obligado a llevar colgada del cuello. En Clanbrassil Street fue asaltado un viejo prestamista a plena luz del dia, aparentemente por una banda de amas de casa; la Guardia seguia una linea de investigacion precisa. Una esquinera de Moore Street fue atropellada por un furgon que ni siquiera se detuvo, y la mujer estaba en coma en el hospital de St. James. Y durante el dia entero atronaban en la bahia las bocinas para avisar de la niebla. Phoebe Griffin se consideraba la mejor amiga de April, pero llevaba una semana sin noticias suyas, y estaba convencida de que habia tenido que pasarle algo. No sabia que hacer. Desde luego, April bien podia haberse largado a donde fuera sin decir nada a nadie, asi era April: en opinion de algunos nada convencional, y al decir de otros una bala perdida, aunque Phoebe estaba segura de que ese no habia sido el caso. Las ventanas del primer piso en que vivia April, en Herbert Place, tenian ese aspecto impavido de los interiores que nada dan a conocer, y no solo debido a la niebla: las ventanas tienen ese aspecto cuando las habitaciones que hay tras ellas estan desiertas. Phoebe no sabria decir como, pero asi era. Cruzo al otro lado de la calle y se planto con la barandilla del canal a la espalda y miro la hilera de altas casas, los exteriores de ladrillo oscuro, amenazador, que brillaban humedos en el aire velado. No estaba muy segura de que era lo que tenia la esperanza de ver, acaso un inapreciable movimiento en una cortina, una cara en una ventana, pero alli no habia nadie, no habia nada. La humedad se le filtraba bajo la ropa y contrajo los hombros para protegerse del frio. Oyo pasos a su espalda en el camino de sirga, pero al darse la vuelta no vio a nadie en medio de las colgaduras de un gris impenetrable. Los arboles sin hojas, con las ramas desnudas en alto, parecian casi humanos. El caminante al que no vio tosio una vez, y sono como el ladrido de un zorro. Volvio y ascendio los peldanos de piedra de acceso al portal, y aun apreto otra vez el timbre colocado encima de la tarjeta que ostentaba el nombre de April, aunque supo que no obtendria respuesta. Algunos granos de mica brillaban en el granito de los peldanos; que raros, esos minimos destellos, tan secretos bajo la niebla. Un chirrido desgarrador le llego desde la serreria del otro lado del canal y se dio cuenta entonces del olor que habia percibido antes sin saberlo, el aroma de la madera recien cortada. Echo a caminar por Baggot Street y doblo a la derecha, alejandose del canal. Los talones de sus zapatos planos hacian un ruido sordo en las aceras. Era la hora de almorzar de un dia laborable, pero mas semejaba un domingo al amanecer. La ciudad parecia que estuviera casi desierta, y las pocas personas con que se topo pasaron de largo en un visto y no visto, siniestras como espectros. Iba razonando. El hecho de que no hubiera visto a April desde mediados de la semana anterior, el hecho de no tener noticias suyas, no significaba que April llevara ausente tanto tiempo; ni siquiera significaba que se hubiera ausentado. A pesar de todo, ?ni una palabra desde entonces, ni siquiera una llamada telefonica? En el caso de cualquier otra persona, una semana de silencio tal vez no tuviera mayor relevancia, pero April era una de esas personas de las que se suelen preocupar los demas, y no porque no fuera capaz de cuidarse por si sola, sino porque estaba demasiado segura de que era muy capaz. Las luces estaban encendidas a ambos lados de la puerta del hotel Shelbourne, relucian de un modo extrano, como gigantescos dientes de leon a punto de esparcirse en el aire. El portero, con librea y capote, inmovil ante la puerta, se llevo la mano al sombrero de copa gris y la saludo. De buena gana habria propuesto a Jimmy Minor que se reuniese con ella en el hotel, solo que Jimmy desdenaba esos sitios que consideraba de puro lucimiento y no ponia el pie en ellos a no ser que anduviera investigando una posible noticia, o que fuera a entrevistar a un notable de visita en la ciudad. Siguio adelante, cruzando Kildare Street, y se encamino hacia las escaleras de bajada al Country Shop. A pesar del guante, percibio lo fria y grasienta que estaba la barandilla de las escaleras. En el interior, en cambio, el pequeno cafe le ofrecio calor y luminosidad, y un acogedor aroma de te y de pan recien hecho y de pasteles. Ocupo una mesa junto a la ventana. Habia muy pocos clientes mas, mujeres todas ellas, con sus sombreros, sus bolsas de la compra, sus paquetes. Phoebe pidio una tetera y un sandwich de huevo. Podria haber esperado a que llegara Jimmy, pero ya sabia que se iba a retrasar, como siempre; sospechaba que lo hacia adrede, pues le gustaba dar la sensacion de que andaba mucho mas ajetreado que el resto del mundo. La camarera era una chica grandullona y sonrosada, con papada y una sonrisa amable. Tenia un lobanillo encajado en la hendidura de la aleta nasal al que Phoebe procuro no mirar demasiado. El te que le llevo era casi negro, amargo, con fuertes taninos. El sandwich, cortado en dos triangulos, se rizaba levemente por las esquinas. ?Donde estaria April en ese preciso instante, que podia estar haciendo? En alguna parte tenia que estar, ya que no se encontraba alli. No cabia pensar en ninguna posibilidad distinta. Paso media hora antes de que llegara Jimmy. Lo vio por la ventana bajar a saltos las escaleras y le sorprendio como siempre su ligereza, una persona en miniatura, mas bien un colegial arrugado que un hombre de verdad. Llevaba un impermeable de plastico transparente, del color de la tinta aguada. Tenia el cabello rojizo y ralo, la cara pecosa, y siempre iba desalinado, como si hubiera dormido sin quitarse la ropa y se acabara de levantar de repente. Prendia un cigarrillo con una cerilla cuando entro por la puerta. La vio y se acerco a su mesa, sentandose enseguida y aplastando el impermeable en forma de pelota que coloco bajo la silla. Jimmy todo lo hacia deprisa, como si cada instante fuera la hora tope de entrega a la que tanto temia no llegar. --Bueno, Pheeb --dijo--. ?Que pasa? Tenia brillos de humedad en el cabello, por lo general inerte. El cuello de la chaqueta de pana marron ostentaba una minima nevada de caspa, y cuando se adelanto sobre la mesa a ella le llego su aliento, que olia a tabaco rancio. Sin embargo, tenia la sonrisa mas dulce del mundo, siempre sorprendente por el modo en que le iluminaba ese rostro comprimido, pequeno, vivo. Una de las cosas que mas le divertian era fingir que estaba enamorado de Phoebe, y teatralmente se quejaba ante todo el que quisiera escucharle diciendo que era una mujer cruel, de duro corazon, pues se negaba de plano a concederle el mas minimo avance en sus pretensiones. Era reportero de la seccion de sucesos del Evening Mail, aunque era mas que probable que en esta ciudad adormilada no se produjeran suficientes sucesos delictivos para tenerlo tan ajetreado como a todas horas afirmaba estar. Ella le dijo lo de April, le conto el tiempo que habia pasado desde la ultima vez que hablaron. --?Solo una semana? --dijo Jimmy--. Pues seguramente se habra ido a dar un garbeo con alguno. No se si lo sabes, pero es que de eso tiene fama. Jimmy afectaba un acento copiado de las peliculas; empezo siendo una broma que parecia gastarse a si mismo --<
>--, pero ya se habia convertido en un habito, y a estas alturas ni siquiera parecia darse cuenta de lo irritante que resultaba a quienes estaban con el y tenian que aguantar ese retintin impostado. --Si se hubiera marchado a donde sea --dijo Phoebe--, me lo habria dicho. Estoy segurisima. Se acerco la camarera y Jimmy pidio un vaso de cerveza de jengibre y un sandwich de ternera. --Con mucha salsa de rabano picante, encanto. Bien de salsa. Me gusta que pique --lo pronuncio a su manera, diciendo < >. La chica rio con disimulo--. Vaya verruga --dijo cuando se marcho la camarera, tras un silbido apenas audible. --Lobanillo --dijo Phoebe. --?Como? --Es un lobanillo, no una verruga. Jimmy acababa de terminarse el cigarro y prendio uno nuevo. No habia nadie que fumara tanto como Jimmy; una vez le conto a Phoebe que a menudo le daban ganas de fumar cuando ya estaba fumando, y en mas de una ocasion, por descontado, habia prendido un cigarro pese a tener otro encendido en el cenicero, delante de donde estaba. Se retrepo en la silla y cruzo una pierna fina como un palillo, expeliendo una bocanada de humo en forma de corneta a la vez que miraba al techo. --?Entonces tu que crees? --dijo. Phoebe removia con la cucharilla los restos frios del te. --Creo que ha tenido que pasarle algo --dijo con voz queda. El le lanzo una mirada veloz, de soslayo. --?De verdad estas preocupada? Quiero decir, ?de verdad de la buena? Ella se encogio de hombros. No queria parecer melodramatica, no queria darle motivos para que el se riese de ella. La miraba aun de soslayo, con el ceno fruncido. Una noche, en una fiesta que dio en su piso, el le habia dicho que la amistad que tenia ella con April Latimer no dejaba de tener su gracia, y anadio: < >. Estaba aquella vez un poco achispado, y despues acordaron tacitamente olvidar ese dialogo, aunque lo que habia dado a entender de manera un tanto esquinada siguio pesando sobre los dos de un modo que les causaba cierta incomodidad. Y por mas que pudiera ella reirse del comentario y restarle importancia, a Phoebe le dio que pensar, y ese recuerdo aun la contrariaba un poco. --Lo mas probable es que tengas razon, claro --dijo ella entonces--. Lo mas seguro es que sea una de las tipicas chaladuras de April, que por algo es como es. Se habra ido a pasar fuera unos dias y se habra olvidado de decirselo a nadie. Pero en el fondo no se lo podia creer; sencillamente no podia. Al margen de todo lo que pudiera ser, April no era tan desconsiderada, o no de ese modo, y menos cuando se trataba de sus amigas. Llego la camarera con el pedido de Jimmy. Dio un mordisco en forma de media luna al sandwich, y, masticando, dio una honda calada al cigarrillo. --?Y que hay del Principe de Bongo-Bongolandia? --pregunto sin vocalizar. Trago rapidamente, pestaneando por el esfuerzo--. ?No has ido a preguntarle nada a Su Majestad? Lo dijo sonriendo, aunque con un brillo raro en la sonrisa, y la punta de un colmillo afilado le asomo un segundo por la comisura de la boca. Estaba celoso de Patrick Ojukwu; todos los hombres de su circulo de amistades estaban celosos de Patrick, al que apodaban el Principe. Mas de una vez, Phoebe se habia preguntado, de una manera turbada y turbadora, por Patrick y April. ?Se lo habian... o no se lo habian...? Aquello tenia todas las trazas de ser un jugosisimo escandalo, la chica blanca que en el fondo era una bala perdida y el hombre negro, lustroso y llamativo. --Yendo mas a lo que iba --dijo Phoebe--, ?que hay de la senora Latimer? Jimmy afecto un ataque de panico, dando un respingo y levantando una mano. --!Un momento! --exclamo--. Una cosa es el moro, y otra muy distinta es Morgana. La madre de April tenia una reputacion temible entre las amistades de su hija. --Creo que deberia llamarla por telefono, en serio. Ella tiene que saber donde esta April. Jimmy enarco una ceja con todo su escepticismo. --?De verdad te lo parece? Tenia razon al ponerlo en duda, y ella lo sabia. April habia dejado de confiar en su madre tiempo atras; de hecho, las dos apenas se hablaban. --?Y el hermano? --dijo ella. Jimmy se rio con ganas. --?El Gran Ginecologo de Fitzwilliam Square, fontanero de la creme de la creme, para el que no hay tuberia que se resista, por pequena que sea? --No seas repugnante, Jimmy --dijo. Dio un sorbo del te, pero estaba frio--. Aunque ya se que April no le tiene ningun aprecio. --?Que no le tiene aprecio? ?Por que no pruebas a decir que lo aborrece? --Bueno, ?y entonces que quieres que haga? --pregunto. El dio un sorbo de cerveza de jengibre. --?Por que no podras --dijo en tono planidero-- quedar conmigo como una persona normal, en un pub como es debido? No lo entiendo. Parecia que hubiese perdido todo interes por el paradero de April. Hablo con desgana de otros asuntos durante un rato, y luego recogio el tabaco y las cerillas y pesco el impermeable de debajo de la silla, diciendo que tenia que marcharse. Phoebe hizo una senal a la camarera para que le llevase la cuenta. Ya sabia que le tocaria pagar a ella, Jimmy andaba siempre sin blanca, y no tardaron en subir por las escaleras humedas y resbaladizas a la calle. Arriba, Jimmy le puso una mano en el brazo. --Tu no te preocupes --dijo--. Sobre April, quiero decir. Ya aparecera. Un lejano, calido olor a estiercol les llego desde la calle, desde el lugar donde, junto a la barandilla del Green, habia una hilera de coches de caballos que se ofrecian a los turistas para dar una vuelta por la ciudad. En la niebla tenian un aire espectral, los caballos quietos de una manera antinatural, con la cabeza gacha, abatidos, y los cocheros con capote y sombrero de copa encaramados al pescante en actitud de inmovilidad completa, a la expectativa, como si esperasen la orden ya inminente para emprender camino hacia el Paso del Borgo o hacia el domicilio del doctor Jekyll. --?Vuelves al trabajo? --le pregunto Jimmy. Miraba alrededor con los ojos entornados; estaba claramente pensando en otra cosa. --No --dijo Phoebe--. Hoy libro por la tarde --dio una calada al cigarrillo y noto que el aire humedo le entraba con frialdad en el pecho--. He de ir a ver a alguien. A... a mi padre, de hecho. Supongo que no te apetecera acompanarme, claro. El no la miro a los ojos, y se afano en prender un cigarro mas, volviendose de lado y encorvandose sobre las manos, con las que formo pantalla. --Lo siento --dijo a la vez que se enderezaba--. Hay delitos que denunciar, historias que cocinar, reputaciones que mancillar... No hay descanso para el sabueso que husmea en pos de la noticia, ya lo sabes --dijo. Ella le sacaba facilmente una cabeza de estatura. Su impermeable de plastico olia a productos quimicos--. Nos vemos, nina. Echo a caminar hacia Grafton Street, pero se paro en seco y se dio la vuelta y regreso. --Por cierto --dijo--, ?que diferencia hay entre un lobanillo y una verruga? Cuando se marcho, ella se quedo un rato sin saber que hacer, mientras terminaba de ponerse despacio los guantes de piel. Tuvo ese sentimiento descorazonador y compungido que tenia todos los jueves a esas horas, cuando se avecinaba el momento de ir a hacerle a su padre la visita semanal. Ese dia, sin embargo, se habia sumado a su sentimiento una sensacion de inquietud. No lograba entender por que habia propuesto a Jimmy que se reuniera con ella: ?que habia imaginado que le diria, que supuso que podria hacer para disipar sus temores? Algo extrano le parecio notar en su manera de comportarse, lo supo desde el instante en que le hablo de April y de sus dias de silencio; habia sido algo evasivo, incluso algo furtivo. Era muy consciente de la antipatia que bajo la superficie existia entre sus dos amigos, tan disimiles entre si. En cierto modo daba la impresion de que Jimmy estuviera celoso de April, como lo estaba de Patrick Ojukwu. ?O era mas bien resentimiento que celos? De ser asi, ?que era lo que encontraba en April, que era lo que le producia ese resentimiento? Los Latimer de Dun Laoghaire eran una familia respetabilisima, terratenientes, como no, pero daba la impresion de que a juicio de Jimmy ella tambien lo fuese, y eso era algo que no parecia echarselo en cara. Miro hacia el otro lado de la calle, a los coches de caballos, a los cocheros que esperaban con aplomo. Estaba segura de que algo malo, algo muy malo, quien sabe si, tal vez, lo peor de todo, habia tenido que ocurrirle a su amiga. De pronto, un nuevo pensamiento se formo en su mente y la hizo sentirse aun mas intranquila. -
Secreto Oscuro de Aina Castillo
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Mar era una chica normal.
Un poco solitaria y triste.
Vivia con sus padres.
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Desnuda mis cicatrices (Besos y venganza 1) de Paula C. Marquez
https://gigalibros.com/desnuda-mis-cicatrices-besos-y-venganza-1.htmlSamantha nacio para ser lider de la guerra familiar. Capaz, divertida e inteligente, prometia ser mucho mas que sus primos varones. Era el orgullo de la familia Varsole, aquella que por fin acabaria con los Uzcategui, los mayores enemigos de esta familia.
Habia nacido para ser la asesina mas letal.
Entonces un dia Samantha huyo decepcionandolos a todos. -
Viuda, al fin de Minna Lindgren
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Black. Cruce de caminos de Bea Melworren
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La musica del viento de Jordi Sierra I Fabra
https://gigalibros.com/la-musica-del-viento.htmlUn periodista encuentra en una alfombra traida de la India un mensaje del nino que la ha tejido. Es una peticion de socorro, un grito desesperado, y no puede permanecer ajeno a el. Aunque millones de ninos son explotados en el mundo, el mensaje tiene un nombre, Iqbal, y una procedencia: la ciudad de Madurai.
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Renaceran mil rosas de Mariana Guarinoni
https://gigalibros.com/renaceran-mil-rosas.htmlMariana Guarinoni le imprime su sello a esta novela tan cercana a su corazon y pinta con trazos inolvidables un gran fresco de la vida de las mujeres en Buenos Aires, en el pasaje del siglo XIX al XX.
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Enero de Sara Gallardo
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>. La angustia le nubla los ojos y lentamente dobla su cabeza, mientras con la mano arrea modestos rebanos de miguitas por el hule gastado de la mesa. Su padre acaba de decir algo sobre la cosecha y estira la mano pidiendo el repasador que enjuga por turno manos y bocas, y que la madre le pasa, atropellando en su prisa un perro que aulla y se refugia bajo el banco. Al caminar, su sombra pasa sobre las de los comensales, que la luz de un farol fija en los muros. < >, piensa Nefer. Los bichos vibran, aletean y caen contra el farol, vuelven a trepar por la lata, vuelven a quemarse y a caer, y nadie la mira inmovil en su rincon mientras comen inclinados sobre los platos y oyen de vez en cuando las frases que don Pedro cambia con el turco, que acaba de soltar los caballos del carro y traga su sopa resoplando. --Vacas overas --dice el turco--, como cien... lindas... --?Donde dice que las cruzo, Nemi? --pregunta dona Maria. --En el cruce, mas o menos. Irian para la feria, digo yo... --Si, manana hay feria... Pero ?de quien seran?... ?Vos no sabes, Juan, quien pensaba mandar hacienda para manana? Juan bosteza y clava sin oirla unos ojitos lacrimosos en el farol. --!Juan! --!Si, senora!... --hace poco que trabaja en el puesto y no le gusta parecer sonso. --Te estaba preguntando quien mandaria hacienda, vacas overas, dice, a la feria... Nefer piensa que hay bastante distancia entre la mesa y su cuerpo, pero que ha de llegar el momento en que le sea dificil pasar costeando el banco hasta su sitio. < > y se imagina rodeada de flores y gente triste, y al Negro apoyado en la puerta con la cara seria y los ojos por fin puestos en ella. < >, reflexiona con desaliento, y las ganas de morir se le pasan contemplando a su hermana que se rasca pensativamente un brazo, mientras espera que el turco acabe de comer para llevarse el plato. Las sombras trepan por la pared rugosa y se unen a la oscuridad del techo donde la paja se estira, lisa como un peinado. Alcira prende la radio y pasa de onda en onda hasta que se detiene en una audicion comica donde un falso italiano mantiene un dialogo a alaridos. Como quien habla junto a una catarata, don Pedro reanuda la charla con el turco: --Asi que caro se vendio, ?no? --Caro si, bastante, pero como yo digo, si la cosecha es buena barato le va a salir... < >. Un grito fuerte sube, se detiene en sus dientes y vuelve a bajar sin haber salido. Tomar aire un momentito no mas, salir de esta cocina donde el calor del farol bana las caras y la radio hace vibrar el aire, y dona Maria rie con Alcira de los chistes de los actores. Pero para salir tiene que hacer levantar a los que estan como ella sentados en el banco de espaldas a la pared, y ademas explicar por que quiere salir. No, cualquier cosa antes que llamar la atencion; tal vez tomando vino se sienta mejor. Alarga el brazo, toma la botella que don Pedro acaba de dejar, la lleva a sus labios y bebe cerrando los ojos; despues empuja la ventanita que se abre a su lado y un poco de aire fresco le da en la cara. Inclinandose busca la luz lejana de < >, pero no ve mas que el follaje de un arbol vecino. < >. < >. ?Que puede hacer una chica, sola en el campo, en un campo tan ancho y tan verde, todo horizonte, con trenes que se van a ciudades y vuelven quien sabe de donde? ?Que puede hacer? Las ricas son otra cosa. Piensa en Luisa, que a esta hora se sentaria en el comedor de la estancia. Su madre habia dicho: < >. ?Seria cierto? Pero ella, ella, Dios, ella, ?que habia hecho? Nada, no se acordaba, no importaba, era como un sueno, y ahora, entre toda esta gente tranquila en medio de la vida esta ella con angustia y miedo. Porque no se puede volver atras, el tiempo viene y todo crece, y despues de crecer viene la muerte. Pero para atras no se puede andar. Y el Negro, cuando supiese, cuando alla en el puesto, la Edilia dijera --y vaya si tenia la lengua afilada, y vaya si reiria-- y el Negro tal vez sonriese, tal vez hiciera una broma --no, ah no, y era su culpa, era culpa del Negro, porque ella ni sabia como habia sido, pero era culpa del Negro. Piensa que hubiera sido posible no conocerlo, y entonces es como si volviera a rodearla el dia que lo vio por primera vez. Siente de nuevo la liviandad del aire que un vientito alegraba. La familia entera fue a la doma porque hacia mucho que no se organizaba una con premios tan altos. Su primo, un rubio flaco de piernas chuecas, tenia probabilidades de salir vencedor. Nefer se recuerda achicando los ojos para verlo montar. Vuelve a ver el cuerpo sacudido sobre el recado y ese brazo indeciso que no se atrevia a revolear el rebenque. Detras de ella alguien habia dicho: --Lindo premio va a ganar si sigue castigando tan fuerte... Varias risas festejaron la gracia. Nefer, humillada en su primo, giro con desprecio la cara para enfrentar al burlon. Y cuando lo vio, con la pierna indolente cruzada en el recado y el cigarrillo en la boca, bajo los ojos. Fue la primera vez que vio al Negro Ramos, pero su fama de jinete lo precedia. --!Nefer! Te estan hablando, !si sera posma! ?Estas dormida? Al mirar ve los grandes bigotes de Nemi Bleis inclinados sobre ella y para no pensar en el rato que le habra hablado sin que lo oyera, fija los ojos en la red de venitas que cruza la nariz del turco. --?Como decia? --pregunta. --Si le dio buen resultado el genero que le vendi la otra vuelta para el casamiento de su hermana; el floreadito, ?se acuerda? --Si, como no, bueno resulto, si. Bueno resulto el casamiento de la Porota, cuando empezo su desgracia. Que no iba a recordar la fiesta en casa, el dia de calor, los asadores entre el galpon, y el corral, el Negro llegando en el alazan que domaba. Habia deseado el casamiento de la Porota por el, habia cosido su vestido para el, y antes todavia, cuando el turco llego con su carga de mercaderias, habia elegido el genero floreado porque penso que a el le gustaria. Poner remiendos en las bombachas rotas de sudor y roce de estriberas es feo; zurcir camisas es aburrido, pero el vestido, el vestido mil veces pensado, probado, deshecho y rehecho, con su forma definitiva apareciendo entre las manos, el vestido es otra cosa. Recuerda como se dispuso a plancharlo, con que atencion lleno la plancha de brasas y la saco al patio para que el aire las avivara. Si no fuera porque en la estancia < > habian llamado a un cura para la misa de un santo, los novios hubieran debido casarse en la ciudad. En el micro habrian ido, algun miercoles, muy derechos, con el vestido de la Porota colgado en una percha. Pero por la venida del cura podian casarse en la capilla, frente al boliche, y la fiesta se haria en la casa. Porota y Alcira habian ido a la ciudad para hacerse la permanente y volvian hechas unos carneritos, mientras ella planchaba. Lo recuerda muy bien; habia planchado ese vestido con tanto cuidado. Pensarlo daba ganas de llorar. Todo el tiempo habia esperado, y de pronto, entre dos o tres jinetes lo vio venir con su gran cuchillo de plata cruzado en la cintura. El trote hacia tintinear las monedas de su cinto resplandeciente y Nefer, ah, la Nefer cebando mate para las visitas junto a su hermana, ella no miro, volvio la espalda, se quemo las manos con el agua que vertia, pero oyo --durante un rato no fue mas que oidos-- como desmontaba, como ataba el caballo, las bromas que cambio con los amigos, los pasos con que cruzo el patio para entrar en la cocina y saludar. Cuando llego su turno respondio muy rapido: bieniuste, y despues le ofrecio el mate con los ojos bajos. Llego el almuerzo, servir a los invitados, ir y venir, el calor, las brasas latiendo en el suelo junto a los asadores que goteaban; los hombres se inclinaban a cortar lentamente sus pedazos; habia vino, habia empanadas --toda la vispera amasaron con la madre y las primas--, el sol golpeaba sobre el patio de tierra, las caras estaban rojas bajo la sombra de los talas, Jacinto se puso a tocar en el acordeon una musica alegre que llenaba el aire de la manana. Pero ella, Nefer con la fuente de empanadas o el fuenton de carne, Nefer con el vino o partiendo galleta, tenia ojos en la espalda, en los brazos, en la nuca, en todo el cuerpo, y sin mirarlo vio constantemente al Negro. Lo vio en cuclillas entre algunos amigos, comiendo con su gran cuchillo la presa de carne, un bocado y otro, limpiamente y sin prisa, sonriendo una veces y hablando otras. Todo el dia paso asi, con el Negro por centro. Pero junto al Negro estaba Delia. Si Nefer no tuviera las unas gastadas hasta la carne por el trabajo; si no fuera hermana de la novia; si no fuera ella misma, !como hubiera despedazado a desgarrones esa cara, ese cuerpo odiado, como hubiese terminado con esa risa de chaja! Molida a golpes la hubiera hecho rodar por tierra, la hubiera atado del pelo a la cola de un potro, la hubiera colgado de los pies, desnuda sobre el fuego, y al fin carbonizada, deshecha, hubiera dado su polvo a los caranchos, a los perros, a las comadrejas y a los zorros. Ah, Delia, hija de bolichero, desenvuelta y cuidada. -
Liebres de Sonora de Rafael R. Costa
https://gigalibros.com/liebres-de-sonora.html -
60 Dias con Ben de M. C. S
https://gigalibros.com/60-dias-con-ben.htmlGabrielle siempre observo a Benjamin de lejos. Fue de lejos que ella supo que su amor platonico sufrio un accidente lo dejando paraplejico, hasta que un dia, poco despues de que Ben empezara su rutina despues de dos anos aislado, la madre de Elle los une de una forma inesperada, dando a una amistad, transformandose en un amor algo improbable.
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Baile De Primavera de M. Cavani
https://gigalibros.com/baile-de-primavera.htmlElizabeth Bennet esta visitando a su amiga Charlotte, ahora la nueva esposa de su primo, el senor Collins, cuando recibe una importante invitacion al baile de primavera que se realizara en Rosings, bajo los dominios de la estirada e inflexible, Lady Catherine de Bourgh. Baile de primavera es la continuacion de Baile de invierno, la serie relatos austenianos que fueron publicados por partes, y por primera vez, en el blog de la autora, Ficcion Femenina. Estas son versiones corregidas y ampliadas de los mismos y contienen material exclusivo.
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Ni aqui ni alli de Tommy Orange
https://gigalibros.com/ni-aqui-ni-alli.htmlEstamos ante una voz que nunca hemos escuchado, una voz llena de poesia y de rabia, que estalla en la pagina con un apremio y una fuerza asombrosos. Una novela que sorprende por su forma de abordar una Historia compleja y dolorosa, un legado de belleza y de una profunda espiritualidad, asi como la plaga de adicion, maltrato y suicidio entre los nativos americanos.
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Diez suecos han de morir (Max Anger Series 2) de Martin Osterdahl
https://gigalibros.com/diez-suecos-han-de-morir-max-anger-series-2.html?Quien sera el siguiente en caer en este thriller apasionante y adictivo?
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El hombre que nunca le haria dano a nadie de Roger Rubio
https://gigalibros.com/el-hombre-que-nunca-le-haria-dano-a-nadie.html -
Naturaleza hostil (Erlendur Sveinsson 11) de Arnaldur Indridason
https://gigalibros.com/naturaleza-hostil-erlendur-sveinsson-11.htmlEn la zona de los fiordos orientales, todos conocen la historia de la salvaje tempestad que en enero de 1942 tuvo tragicas consecuencias para un grupo de soldados britanicos. Tambien aquel dia, la joven Matthildur salio de casa y nadie la volvio a ver. Su cadaver jamas aparecio tras el temporal. Aunque eso sucedio hace decadas, el inspector Erlendur decide investigar por su cuenta y riesgo que le paso a Matthildur y, ademas, enfrentarse a su mayor trauma: la desaparicion de su hermano durante otra tormenta.
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Empezar otra vez de Helena Sivianes
https://gigalibros.com/empezar-otra-vez.html?Es posible que dos almas rotas se puedan unir para empezar otra vez?
Maggie, despues de pasar por una adolescencia que la marcara de por vida, intenta empezar de cero su vida lejos de todo lo que conoce, pero no todo es tan facil como parece. Cuando la vida parece que empieza a sonreirle, aparece Trent, un chico misterioso que le hace sentir miedo de los sentimientos que despierta en ella.
Trent, un chico con un pasado misterioso, que no acepta el amor como parte de su vida, empieza a ver como esta se derrumba cuando conoce a Maggie.
Una historia donde dos almas rotas lucharan contra sus temores para poder empezar otra vez. -
Un amor de pelicula de Rachel Winters
https://gigalibros.com/un-amor-de-pelicula.htmlTras siete anos como asistente, Evie Summers esta lista para obtener la promocion que se merece. Pero la agencia de cine donde trabaja esta en la cuerda floja y Evie perdera su trabajo si no consigue convencer a su cliente mas importante y arrogante para que termine de escribir el guion de una comedia romantica de Hollywood.
Cuando el guionista confiesa que no hay nada escrito, Evie le propone un pacto: si ella puede probarle en tan solo tres meses que es posible enamorarse en la vida real como en una pelicula, el escribira el guion. Evie se embarca en una mision a contrarreloj: recrear todos los primeros encuentros de las peliculas romanticas para conocer a un hombre de la misma manera que Sally conocio a Harry o Hugh Grant se enamoro de Julia Roberts en Notting Hill. -
El intruso. Mi vida en clave de intriga de Frederick Forsyth
https://gigalibros.com/el-intruso-mi-vida-en-clave-de-intriga.html -
Pasiones de Lola Bach
https://gigalibros.com/pasiones.htmlLo odio.
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Donde esta el corazon de Maya Moon
https://gigalibros.com/donde-esta-el-corazon.htmlEl valor para comenzar de nuevo llevara a la protagonista de esta novela a un viaje a Nueva York que le deparara muchas situaciones inesperadas.
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La boda de mi hermana de Dylan Martins
https://gigalibros.com/la-boda-de-mi-hermana.htmlCoge aire, sonrie y disimula todo lo mal que te cae. --Buenos dias, senor Moretti --sonrio fingiendo con la misma frialdad. --Buenos dias, Rebeca -- le devolvi la sonrisa, la llame como siempre por su nombre y no por su apellido como ella se dirigia a mi -- Te queda muy bien esa coleta -- le hice un guino tan falso como lo que le habia acabado de decir. Segui sin pararme ante ella, como cada manana, no la aguantaba, pero era la hermana de mi socio Julian y me la tuve que comer con patatas, ni mas ni menos. Procuraba llevarlo lo mejor posible, !que se le iba a hacer! Otras cosas peores o al menos eso queria pensar yo para sobrellevar aquella pequena cruz. Por suerte, mi talante no es malo y soy de los que se lo echan todo a la espalda, razon por lo que veia mi relacion con ella como un reto. Dia que pasaba, dia logrado... Entre en mi despacho y encontre un monton de expedientes autorizados sobre mi mesa, se veia que el dia anterior el equipo financiero habia visto viabilidad en muchos de ellos; ahora me tocaba a mi decidir cuales si y cuales no. Mire por la ventana y me encantaba esa sensacion de paz que se respiraba tras los amplios cristales, el mar... Mi trabajo me fascinaba, tenia con Julian una empresa financiera a gran escala. Llevabamos con ella cinco anos, pero nos habiamos afianzado a pasos agigantados, encontrandonos ya entre las mas importantes del pais. Vivia solo en un atico de doscientos metros y cien de terraza frente al mar ?Que mas podia pedir? Aquel atico habia supuesto para mi la consecucion de un reto y podia decir que habia logrado la casa de mis suenos, como si del programa televisivo del mismo nombre se tratara, en un tiempo record. Una novia, queria una novia, pero yo en ese sentido era una bala perdida; tan pronto me enamoraba como me desenamoraba, tan pronto amaba como me ahogaba, asi que lo mio debia ser algo como una alergia a largo tiempo con una mujer. No podia negar que era un seductor y un mujeriego. Creo que ahi esta la clave, el juego de la seduccion me podia... Pero cuando la presa caia en mis garras, como que empezaba a perder interes a marchas forzadas. ?Culpa de ellas? No, indiscutiblemente mia, pero esas cosas no se fuerzan y era mi condicion. Ese dia solo vine a dejar listo el trabajo y me iba para casa a preparar equipaje de mano, ya que a la manana siguiente salia rumbo a Cracovia. Mi hermana Lis se habia enamorado de un polaco llamado Kiev y se casaba alli el fin de semana, no se pudo haber buscado uno de Cadiz, no; ella de Polonia. En fin, tocaba ir a cumplir, en el fondo la adoraba y como no teniamos padres, debia llevarla yo al altar, por supuesto orgulloso de cumplir ese papel. Se trataba del gran acontecimiento del ano, que digo del ano, del siglo... Que mi hermana fuera feliz era una de las grandes prioridades de mi vida, y si su felicidad estaba en Cracovia, como si estaba en la Conchinchina, yo la apoyaba a muerte. Valore los expedientes y me fui directo para casa, tambien queria descansar. --?Donde vas tan rapidito? Vale que seas una bala, pero que salgas como una de ellas, a eso ya estoy menos acostumbrado--me pregunto Julian con el que me cruce y a punto estuve de arrollarlo. --No querras que llegue con mala cara a la boda de mi hermana. Alli habra cantidad de macizas avidas de un seductor como yo y uno tiene una reputacion que mantener--bromee. --No, no vaya a ser que la alta sociedad de Cracovia se pierda la oportunidad de conocer a una prenda como tu, tira para alla, hombre y no olvides brindar a mi salud. --Eso siempre... --Si, porque brindar, brindaras, pero anda que te has acordado de mi para llevarme, granuja.... --Alguien tiene que quedarse al frente del negocio, amigo, fuiste tu quien lo dijo; no me fastidies, yo por mi te hubiera llevado--le di una palmadita en el hombro y me marche de alli al galope. Sali saludando con una sonrisa a Rebeca, en el fondo iba pensando que ahi se quedaba y que la iba a perder de vista unos dias. Bien mirado, seguramente ella pensaria lo mismo. Pues nada, los dos felices, al final iba a resultar que se nos contentaba con poco. Lo mio con ella fue como los amores a primera vista, pero al reves; desde el primer momento nos caiamos mal y no hubo forma de remediarlo. De vez en cuando lo intentabamos, pero nada, ni poniendo de nuestra parte. Por respeto a Julian lo soportabamos estoicamente y procurabamos no darle mayor importancia, pero que me caia como el culo, me caia como el culo. Y apostaba un brazo y no lo perdia a que a ella le sucedia lo mismo. Llegue a mi casa y me sente a comer. Lola, la mujer de servicio me habia puesto la mesa. Aquel mediodia cocino para mi un pescado en salsa que estaba delicioso, pues tenia una mano en la cocina increible y la casa me la mantenia como los chorros del oro; no podia haber escogido una senora mejor. Ademas era toda amabilidad, tenia cincuenta y cinco anos, pero aparentaba diez menos, con una vitalidad fuera de serie. --Tu hermana Lis estara bellisima vestida de novia. Por favor mandale recuerdos de mi parte, quiero que sepa que la tengo presente. --Por supuesto que lo hare y ella te estara muy agradecida. Sabes que te consideramos como de la familia. --Y yo a vosotros. Me he tomado la libertad de confeccionarle yo misma una liga para que la lleve puesta ese dia. ?Se la daras? --Ni que decir tiene que se la dare. Eres un amor, Lola. Muchas gracias en su nombre, aunque ya te llamara ella para dartelas. Ya sabes, es mas cumplida que un luto--bromee. --Un torbellino es lo que es esa nina y con que sea la mitad de feliz que yo le deseo, ya va servida--suspiro. --Pues tranquila, que esa con su Kiev es feliz un rato largo. Yo no se lo que le ha dado el polaco, pero le ha sorbido el seso--rei. --Que cosas tienes--me imito riendo con ganas. Ella se iba a las cuatro. Una hora despues de que yo llegara y comiera, recogia la cocina y se marchaba hasta el dia siguiente, que llegaba a las ocho de la manana.
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El Principe Cautivo 1 de C. S. Pacat
https://gigalibros.com/el-principe-cautivo-1.htmlDamen es un heroico guerrero y el legitimo heredero del trono de Akielos. Pero cuando su medio hermano se hace con el poder, Damen es capturado y vendido como esclavo de placer al principe de una nacion enemiga. Su nuevo amo, Laurent, es atractivo, manipulador y mortifero: es decir, encarna lo peor de Vere, su pais. Pero en la telarana letal de la politica de la corte, nada es lo que parece, y Damen se vera obligado a trabajar con su enemigo para sobrevivir y salvar a su pais, y descubrira que al hombre que mas necesita para conseguir su libertad es al que nunca debera revelar su identidad. por mucho que lo desee.
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Lugares oscuros de Gillian Flynn
https://gigalibros.com/lugares-oscuros.htmlUna historia addictiva y formidablemente escrita que, a traves del misterio, indaga en el papel de la memoria y nos adentra en los sentimientos mas crudos del ser humano.
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Sean Cote no tiene limites de Iris T. Hernandez
https://gigalibros.com/sean-cote-no-tiene-limites.htmlNo creas que para llegar hasta aqui el camino ha sido facil. Hemos tenido que sortear demasiados baches, y no me siento orgullosa de cuanto he hecho. Puede que si no hubiera actuado de forma impulsiva hubiese evitado consecuencias que han cambiado el sentido de nuestra vida.
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Antes de Descubrirte (Solteronas 1) de Amaya Evans
https://gigalibros.com/antes-de-descubrirte-solteronas-1.htmlAlexandra estaba en la pequena salita que habian bautizado "el cuartel". Era la mas pequena de las que tenia su tia en la enorme casona, que llamaba hogar. Cuando las tres hermanas habian llegado a vivir alli, les habia dicho que cuando necesitaran un sitio donde hablar y pasar tiempo, ese podia ser solo para su uso personal, y ellas aceptaron gustosas. --Addie ?Crees que el cartero venga hoy? --pregunto la menor de ellas. --No se para que quieres que venga. Hasta donde tengo entendido no tienes ningun pretendiente que te envie notas de amor. --No necesitas ser tan grosera--le respondio Annie a la defensiva--si lo pregunto es porque espero la ultima revista de modas, ademas de unas novelas. Alexandra, la mayor, nego con la cabeza--ya calmense ambas--trato de poner orden entre esas dos. Se la pasaban peleando cada vez que podian--Creo que es mejor que vivas el presente. ?Que haces con leer esas novelas que no te aportan nada bueno? --le dijo a su hermana menor. --Al menos no estoy esperando que el correo venga con libros de brujeria, como hace Addie. --!No son libros de brujeria! --le grito Addie, la hermana del medio. Ella siempre habia tenido un caracter fuerte, pero era la mas gentil y espiritual de las tres. Annie tambien era buena, sin embargo, era demasiado sonadora y eso la preocupaba todo el tiempo. --Que yo sepa, a eso que haces se le dice brujeria. --Que yo sepa a la gente como tu, se le dice ignorante. Lo que leo se llama astrologia, y es un conocimiento antiguo. Gracias a eso, se que eres Tauro, que eres mas terca que una mula y que siempre quieres tener la razon en todo. --Mas terca que tu, lo dudo. --Los de signo Libra como yo, no somos tercos. Somos personas ecuanimes, justas, sensible a las necesidades de los demas--le respondio con altivez. --Siii, claro. --Basta ya, las dos--las mando a callar Alexandra. --Todos tenemos derecho a que nos gusten cosas distintas y hay que respetarlo. Adeline, si Anne, quiere leer novelas de romance, dejala. No puede hacerle dano despues de que no confunda la realidad con esas historias. Y tu, Anne, respetaras el hecho de que Adeline disfrute de sus lecturas sobre los astros. A mi no me gusta ninguna de las dos cosas y no por eso, me burlo de ustedes. Ambas hermanas se quedaron calladas, pero fue Adeline la que cambio el tema para aligerar un poco el ambiente. --Parece que nuestro vecino ya llego de viaje. --?Porque lo dices? --Porque vi su carruaje esta manana llegando a la casa. --?Y eso que? --Annie rodo los ojos. --Pues que la ultima vez que vi el carruaje fue hace casi un mes. --Vaya, si que estas pendiente de todo lo que hace el vecino. ?Lo conoces siquiera? --No. Pero me parece que siempre es bueno conocer gente y mas si viven cerca. Alex la miro extranada--No es que viva precisamente cerca, es un conde, sus tierras son extensas. --Claro, pero su propiedad es la mas cercana. --Addie, de verdad que no se que es lo que le ves de extraordinario a ese hombre. --Pues eso mismo. Que es muy misterioso, que no se deja ver de nadie, y todo el tiempo se la pasa encerrado. Annie bostezo aburrida--pues yo tengo la solucion. Solo pregunta a la tia Helen todo lo que quieras saber de el. Ella vive aqui desde hace mucho y seguramente sabe quien es, y si es soltero o casado. --No quiero saber sobre el, para casarme--respondio ella molesta. --Pues la verdad es que no nos caeria nada mal que fuera un soltero, guapo y rico--anadio Alex. Addie la miro con resignacion--?Quien querria meterse con alguna de nosotras? Somos tres solteronas y eso es abominable ante los ojos de la sociedad. --Solterona seras tu. Yo todavia puedo conseguir a alguien. --dijo Annie indignada ante la sola idea de ser llamada solterona. --En eso tienes razon, todavia a los veintiuno podrias conseguir un buen prospecto. --Addie las miro a ambas como si estuvieran locas--se les olvida algo importante, creo. --?Que cosa? --pregunto Annie. --No tenemos un peso donde caernos muertas. --La tia nos podria ayudar--Annie salto emocionada del sofa donde minutos antes retozaba. --La tia es muy reticente al hecho de buscar marido. Como ella no necesito ninguno, creo que piensa que nosotras deberiamos hacer lo mismo. --Pero yo si sueno con casarme con un marido rico, noble y con una hermosa casa. Quiero tener muchos ninos que corran por el jardin y asistir a eventos de todo tipo con el. Primero debemos hablar con la tia para ver si esta de acuerdo en ayudarte a cumplir con ese sueno--le dijo Addie, medio divertida. Alex se levanto de la silla y empezo a caminar de un lado a otro--El momento debe ser ahora. La temporada sera en dos meses y las jovenes en edad casadera ya estan desde hace mucho arreglando sus ajuares para asistir. Addie comenzo a negar con la cabeza--Oh no, conmigo no cuenten para eso. Ademas, me gusta mucho mas el campo, prefiero quedarme aqui. Eso de la temporada no es lo mio. Alex sonrio conocedora de que lo que le importaba a su hermana era ese dichoso vecino--Muy bien, si eso es lo que quieres...pero al menos trata de darnos una mano convenciendo a la tia Aurora. Presiento que nos espera un trabajo arduo para sacarle un si. Como Alexandra, lo predijo, su tia armo todo tipo de excusas para desanimarlas. Fueron dos semanas de insistir dia y noche las veinticuatro horas de cada dia de la semana, hasta que la pobre mujer aburrida de su cantaleta, acepto. --!Por Dios santo!! Me tienen aburrida con ese tema. Saben bien que no estoy de acuerdo en que una mujer quiera ser un adorno en la vida de un hombre. Pero si ustedes lo desean tanto, las ayudare. Dios sabe que su padre querria verlas en una temporada consiguiendo un buen marido, aunque a mi me parezca ir directo al infierno. Las chicas se echaron a reir. --?Y en que han pensado? Porque si lo que quieren es asistir a esta temporada, dejenme decirles que van terriblemente tarde para todo. No tienen un ajuar como corresponde, ni tampoco las conexiones. Alexandra hablo timidamente--pensamos que usted las tendria, tia. La mujer se quedo pensativa--Bueno...ciertamente las tengo, pero hace mucho que no me hablo con algunas de mis amistades. Sin embargo, creo que mi buena amiga Lady Grantley, podria ayudarlas dandoles hospedaje en su casa. Voy a escribirle inmediatamente--se levanto de su silla rapidamente sin achaques o dolencias. Su tia era una mujer joven todavia, y muy atractiva. Ellas no sabian porque habia decidido tener esa vida solitaria, pero lo respetaban. --!Oh! Se me olvidaba. Diganle a la senora Bradford, que haga los arreglos para llevarlas a la modista del pueblo. Eso funcionara al menos para que tengan unos pocos vestidos presentables que puedan usar hasta que lleguen a Londres. Luego, si es que la condesa acepta tenerlas en su casa, las llevara a su modista y alli manden a hacer el resto de su vestimenta. Debe ser todo el ajuar de Annie, ella debe verse elegante e impecable. --Tia...por mi no se moleste--le dijo Alexandra--yo solo ire en calidad de chaperona de mi hermana. Se muy bien que, si voy como una jovencita debutante, solo hare el ridiculo. Una mujer de 25 anos solo sirve para ser dama de compania o chaperona. --?Entonces solo sera Annie? Alexandra asintio--solo ella. Es la que todavia tiene oportunidad. --Muy bien, si eso es lo que quieres, asi se hara. Pero de todas formas muchacha, vas a ir con atuendos adecuados. El hecho de que seas la acompanante de tu hermana no significa que vas a vestirte mal o como si fueras una anciana.
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Velos. ?Estas lista para el Diablo? de Alissa Bronte
https://gigalibros.com/velos-estas-lista-para-el-diablo.htmlKaren esta cansada de que todo en su vida gire en torno a su aspecto. Por eso, una noche acude a Velos, un local exclusivo y diferente donde lo que menos importa es la apariencia y en el que todo esta permitido.
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Elektrika de Cristina Pujadas
https://gigalibros.com/elektrika.html
Me gustaria decir que mi vida es de lo mas normal. Y de hecho, lo era. Fantasticamente normal, vamos. Nunca me habia quejado al respecto. Trabajaba a jornada parcial y el resto me lo pasaba entre el sofa, mis amigas y mi novio. El que seria mi exnovio en breve, cosas de la vida. Sin mas. Y con la depresion pre-ruptura a mis amigas no se les ocurrio nada mas que llevarme de fiesta. -
Los muertos de Alvaro Bisama
https://gigalibros.com/los-muertos.htmlMuertos que forman bandas de rock y muertos que cruzan avenidas en tablas de skate. Muertos que aprenden a tatuar y muertos que siguen la pista de otros mas muertos que ellos. Muertos que entran y salen de pueblos y ciudades sin nombre como arqueologos de un paisaje al borde del colapso. Muertos que abrazan antiguos delirios y muertos que se enamoran del muerto equivocado. Muertos consumidos por la soledad y muertos consumidos por la culpa y la locura.
Muertos que no saben que estan muertos. -
Cortejo en Mount Street (Hawthorne House 3) de Kristi Ann Hunter
https://gigalibros.com/cortejo-en-mount-street-hawthorne-house-3.htmlLo que empieza siendo un matrimonio de conveniencia, ?podra derivar en amor?
La vida para lady Adelaide Bell era mas facil cuando podia esconderse a la sombra de su hermana… Eso le funciono hasta que esta se caso. A pesar de las presiones de su madre, una mujer socialmente ambiciosa, lo que menos espera ella es tener que acabar casandose por obligacion para salvar su reputacion, que hasta entonces habia sido impecable.
Lord Trent Hawthorne era feliz siendo el segundon de la familia y no el duque, como su hermano. Eso le daba libertad para gestionar su hacienda, tomarse el tiempo que le hiciera falta para saber que hacer con su vida, y tambien para coquetear y enamorarse de quien quisiera. Pero cuando se ve obligado a casarse con una desconocida por una cuestion de honor, sus suenos de tener un matrimonio como el de sus padres se desvanecen.
?Podran Adelaide y Trent construir una relacion de verdad y resistirse a las presiones de la alta sociedad londinense? -
Senora de rojo sobre fondo gris de Miguel Delibes
https://gigalibros.com/senora-de-rojo-sobre-fondo-gris.htmlUn prestigioso pintor, sumido en una grave crisis creativa, va hilando ante su hija sus recuerdos mas intimos en un monologo que es a la vez homenaje y exorcismo. Su relato se centra en dos acontecimientos: la detencion de dos de sus hijos por motivos politicos y, fundamentalmente, la enfermedad y muerte de su mujer, Ana, a los cuarenta y ocho anos. Ana contagiaba una sensacion de belleza y plenitud que cobro un verdadero alcance sobre el fondo gris de lo cotidiano y los sinsabores de la enfermedad. Historia de un amor en carrera desenfrenada hacia la muerte y sobrecogedora semblanza de un personaje femenino, Senora de rojo sobre fondo gris es una profunda leccion de humanismo y madurez artistica que solo Miguel Delibes podia ofrecernos.
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Redes de Raquel Antunez
https://gigalibros.com/redes.htmlMertixell y Ariadna, dos amigas y periodistas de un importante periodico, se ven envueltas en la investigacion policial del asesino en serie mas buscado de los ultimos tiempos.
San Antonio y Santa Catalina son dos ciudades unidas por una serie de sucesos que haran temblar a todo el pais, donde ambas companeras -tan diferentes entre si- trabajaran en equipo con la policia y seran claves para armar las piezas de un macabro puzle que deparara en una conclusion inesperada.
Y si, ademas de la tension que viven en esos momentos, le sumamos que la vida privada de ambas se ve completamente patas arriba y que tienen que lidiar con sentimientos encontrados, nuevos, inapropiados, explosivos. -lo cual no es suficiente para frenar sus impulsos-, la cosa se complica un poco mas.
?Conseguiran atrapar al Asesino del Mordisco?
Un sorprendente thriller erotico escrito a dos voces, una mezcla perfecta entre suspense y erotismo. -
Contigo hasta el final (#KissMe 4) de Elle Kennedy
https://gigalibros.com/contigo-hasta-el-final-kissme-4.htmlMierda. Mierda. Mierda. Mieeeeeerda. ?Donde he puesto las llaves? El reloj del estrecho pasillo me dice que tengo 52 minutos para hacer un trayecto de 68 minutos en coche si quiero llegar a tiempo a la fiesta. Miro otra vez en el bolso, pero las llaves no estan ahi. Recorro a toda velocidad las distintas estancias de la casa. ?Vestidor? No. ?Cuarto de bano? Acabo de entrar. ?Cocina? Tal vez... Estoy a punto de darme la vuelta cuando oigo un tintineo metalico detras de mi. --?Estas buscando esto? El desprecio se aferra a mi garganta mientras me giro para entrar en un salon tan pequeno que los cinco viejos muebles que lo ocupan --dos mesas, un sofa de dos plazas, un sillon y una silla-- se agolpan como sardinas en lata. El trozo de carne sentado en el sofa agita mis llaves en el aire. Ante mi suspiro de irritacion, el sonrie y se las mete debajo de su culo cubierto con un pantalon de chandal. --Ven a por ellas. Me paso la mano con frustracion por el pelo recien alisado y miro fijamente a mi padrastro. --Dame las llaves --exijo. Ray me mira de forma lasciva como respuesta. --Joooder. Si que estas buena esta noche. Te has convertido en una nenita de verdad, Rina. Tu y yo deberiamos hacerlo. Ignoro la mano carnosa que cae a su entrepierna. Nunca he conocido a un hombre tan desesperado por tocarse sus propios huevos. Hace que Homer Simpson parezca un caballero. --Tu y yo no existimos el uno para el otro. Asi que no me mires, y NO me llames Rina. --Ray es la unica persona que me llama asi, y lo detesto con toda mi alma--. Y ahora, dame las llaves. --Ya te lo he dicho… Ven a por ellas. Apretando los dientes, meto la mano debajo de su culo de vaca y palpo en busca de mis llaves. Ray gime y se retuerce como el asqueroso de mierda que es hasta que mi mano hace contacto con el metal. Tiro de las llaves y me vuelvo a girar hacia la puerta. --?Por que le das tanta importancia? --se burla a mi espalda--. No somos familia, asi que no hay incesto. Me detengo y uso treinta segundos de mi precioso tiempo para mirarlo con incredulidad. --Eres mi padrastro. Te casaste con mi madre. Y... --Me trago un torrente de bilis--, y ahora te estas acostando con la abuela. Asi que, no, no tiene nada que ver con que tu y yo no seamos familia. Tiene que ver con que eres la persona mas asquerosa del universo y tu sitio deberia ser la carcel. Sus ojos color avellana se entrecierran. --Cuidao con lo que dices, senorita, o un dia de estos vas a llegar a casa y las puertas van a estar cerradas. Ya, claro. --Pago un tercio del alquiler --le recuerdo. --Bueno, pues igual tienes que pagar mas. Se vuelve a la television y dedico otros valiosos treinta segundos a fantasear con darle un golpe en la cabeza con el bolso. Perder esos segundos merece la pena. En la cocina, la abuela esta sentada a la mesa, fumando un cigarrillo y leyendo la revista de cotilleo People. --?Has visto esto? --exclama--. Kim K sale desnuda otra vez. --Guay para ella. --Cojo mi chaqueta del respaldo de la silla y me dirijo a la puerta de la cocina. He descubierto que es mas seguro dejar la casa por la parte de atras. Normalmente hay bandas que se congregan en las escaleras de entrada de las estrechas casas de nuestra calle. Una calle cuanto menos acaudalada, en esta parte cuanto menos acaudalada de South Boston. Ademas, nuestro aparcamiento esta detras de la casa. --He oido que Rachel Berkovich se ha quedado prenada --comenta mi abuela--. Deberia haber abortado, pero supongo que va en contra de su religion. Aprieto otra vez los dientes y me giro para mirar a mi abuela. Como de costumbre, lleva una bata desgastada y unas zapatillas rosas de pelo, pero su cabello rubio tenido esta peinado a la perfeccion y su rostro esta completamente maquillado, aunque rara vez salga de casa. --Es judia, abuela. No creo que vaya en contra de su religion, pero incluso si lo fuera, es lo que ella ha decidido hacer. --Probablemente quiere esos cupones extra de comida que dan por maternidad --concluye mi abuela, echando un largo hilo de humo en mi direccion. Mierda. Espero no oler como un cenicero cuando llegue a Hastings. --Seguro que esa no es la razon por la que Rachel ha decidido tener el bebe. --Ya tengo una mano en la puerta. Me muevo con inquietud esperando una oportunidad para despedirme de mi abuela. --Tu madre penso en abortar de ti. Ya estamos. --Vale, hasta aqui --murmuro--. Me voy a Hastings. Vuelvo por la noche. Su cabeza se aleja de golpe de la revista y su mirada se estrecha mientras observa mi falda negra de punto, mi jersey negro de manga corta con cuello barco y mis zapatos de tacon de ocho centimetros. Puedo ver las palabras formandose en su cabeza antes incluso de que salgan de su boca. --Que esnob vas. ?Vas a esa universidad pija tuya? ?Tienes clases un sabado por la noche? --Voy a un coctel --le respondo de mala gana. --Oooh, un coctel. Espero que los labios no se te agrieten al besarle el culo a todos ahi en el pueblo. --Vale, gracias, abuela. --Abro de un tiron la puerta de atras, forzandome a anadir--: Te quiero. --Yo tambien te quiero, pequena. Y es verdad que me quiere, pero a veces ese amor esta demasiado contaminado, tanto que no se si me hace dano o me ayuda. No hago el trayecto al pequeno pueblo de Hastings en cincuenta y dos minutos ni en sesenta y ocho. Me lleva una hora y media de reloj porque las carreteras estan fatal. Pasan otros cinco minutos antes de que encuentre un sitio para aparcar y, cuando llego a la casa de la catedratica Gibson, estoy mas tensa que las cuerdas de un piano... y me siento igual de fragil. --Buenas, senor Gibson. Siento mucho llegar tarde --le digo al hombre con gafas que aparece en la puerta. El marido de la catedratica Gibson me ofrece una leve sonrisa. --No te preocupes, Sabrina. Hace un tiempo horrible. Permiteme el abrigo. --Eleva una mano y espera pacientemente mientras yo me peleo con mi chaqueta de lana. La catedratica Gibson llega cuando su marido esta colgando mi chaqueta barata entre todos los abrigos caros del armario. Parece tan fuera de lugar como yo. Rechazo de una patada mi complejo de pobre y consigo sacar una amplia sonrisa. --!Sabrina! --grita la catedratica Gibson. Su dominante presencia me sobresalta--. Me alegro de que hayas llegado sana y salva. ?Sigue nevando?
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La nina dormida de Merche Maldonado
https://gigalibros.com/la-nina-dormida.htmlSuperado su ochenta cumpleanos, tomo una decision inminente: preparar los bartulos para alojarse en la fecha indicada. Al amanecer, lo primero que hizo fue despedirse de sus mascotas. Abrazo sus cuerpos peludos y suaves como si se fuera al campo de batalla y supiese que, quiza, no volveria a acariciarlos. Los canes le ofrecieron carantonas y mimos sin entender que marchaba y podrian no volver a verlo aunque, a decir verdad, suspiro tranquilo. --Hermano, cuida de Dama y Vagabundo. --Rodrigo, sabes que estaran bien --contesto Adrian. --Cuando me instale quiero que vengan a visitarme. ?Los traeras? --Por supuesto. Iremos todos a verte, pero no tienes que marcharte. Lo sabes, ?verdad? --No, no --siguio Salvador, uno de sus sobrinos--. Te cuidaremos como tu nos cuidaste a nosotros. Acuerdate de cuando eramos ninos y nos limpiabas la nariz y arreglabas ese rebelde remolino, herencia del abuelo. Siempre te estaremos agradecidos por todo lo que haces por nosotros. --Salva --dijo Rodrigo con carino--, ya no me queda ese cabello rebelde: se fue cuando cumpli los sesenta --rio sin ganas. --Somos hermanos --expreso Adrian con mirada triste--, y siempre hemos estado muy unidos. Si te vas, nos dejaras sin un pedazo de nosotros. Ya se que no te iras muy lejos, pero, por mi trabajo en la empresa familiar, no se cuando podre ir a la residencia. --No te preocupes, estare bien. Ademas, solo estaremos a una hora de camino. Os echare de menos, pero esto no es un adios, sino un hasta pronto. Necesito que me conteis como sigue todo y como estan mis diablillos. --Senalo con la mirada a sus sobrinos, ambos en la orilla del estanque con los dos canes. --Emitio una leve sonrisa. --Como quieras, Rodrigo --asintio Adrian, resignado--. Te echaremos de menos. --Lo se, y yo tambien, pero teneis que seguir con vuestras vidas, y yo con la mia. Se abrazaron y besaron y Adrian dio unas palmadas en el lomo de su hermano. Despues de la despedida, antes de su marcha, el anciano recorrio la hacienda con la mirada, intentando memorizar cada uno de los detalles, olores, ruidos… Giro sobre si mismo, con torpeza, llevandose consigo todo lo que pudiera retener, mientras arrastraba la pequena maleta que se habia preparado con lo indispensable para el ingreso. Su hermano le acompanaba en silencio, y asi hasta dejarlo en el taxi que esperaba en la puerta. Solo le dedico una sonrisa. Al llegar, Rodrigo encontro una construccion que, por exceso de modernidad, se alzaba apatica y vulgar, con vistas a varios bloques de igual semejanza. Todos ellos formaban un conjunto identico, incluido en un paisaje rural y aledano a una poblacion pequena. El vehiculo lo dejo en la puerta. Asio la maleta direccion al centro, pero el sonido de unos pajaros le distrajo. Se acordo de los detalles impresos en la propaganda y dio media vuelta. Frente al centro pudo observar un gran parque dividido por caminos de tierra que, entre otros parajes, recorrian un merendero. Parecia estar muy concurrido. Mientras decidia si posponer su entrada en el edificio para echar una ojeada, se rasco la barbilla, pensativo. Arrastro su maleta para cruzar la calle. Camino despacio hasta llegar a donde se alzaban unas escaleras a modo de anfiteatro al aire libre. En una zona cercana estaba ubicado el mayor recinto para perros de la comarca, vallado en un rectangulo y decorado con troncos. Fue uno de los reclamos del folleto que llamo su interes. Para poder contemplar mas de cerca los juegos de los canes, se sento frente a la reja. Respiro hondo. El olor de la arboleda era desagradable por el abonado de los campos limitrofes. Supuso que seria diferente en la epoca de la floracion de los almendros, castanos, encinas y madronos. Sobre todo, suspiro agradeciendo la ausencia del cipres, por ser el mas usado en sitios sacramentales, los cuales no tenia la menor idea de recrear. Se sintio cansado y decidio dirigirse hacia la residencia, llena de ventanales y con una pequena recepcion. Despues de presentarse, accedio a lo que seria su hogar de descanso para la tercera edad. Una vez a solas en su cuarto, la primera impresion fue buena, aunque le faltaban muchas de sus pertenencias. Tampoco quiso llenarse de recuerdos. Puso la maleta encima de la cama y, al abrirla, surgieron varios portarretratos. Siempre supuso que cuando llegara el momento de la vejez tendria al lado del lecho una foto familiar con su esposa y dos o tres hijos, pero, al no ser posible, se conformo con la imagen de su hermano y sus sobrinos. No podia faltar la fotografia de sus fieles amigos, sus fieras, ya con evidente edad, que les daba especial talante. Una vez que coloco los objetos elegidos en el sitio que les correspondia, suspiro melancolico. Guardo la foto de su difunta esposa dentro del cajon porque denotaba desconsuelo y no deseaba rememorar aquellos tiempos, sino que pretendia empezar una nueva vida casi al final de sus dias. Suspiro de nuevo, como si se hubiera quitado un peso de encima. Era la primera vez en mucho tiempo en que se sentia util, con sensacion de poder llevar la vida hacia donde deseara y de no sentir dependencia por la gente que amaba. Seria como estar en un hotel de lujo donde lo cuidarian, y solo tenia que seguir vivo para disfrutarlo. Capitulo 2 Miro por la ventana y vio que atardecia. Su estomago rugio cuando el reloj de pulsera corroboro que se acercaba la hora de la cena. Habia pasado el dia descansando. Resoplo. Se levanto de la cama con impetu y, un poco coqueto, se propuso engalanarse para estar mas visible delante de alguna mujer. Calzo zapatos nuevos, despues de vestirse con pantalon tejano y esa camisa a rayas azules que tanto le gustaba. Paso la mano por su barbilla: se habia afeitado por la manana. Solo le quedaba engominar el cabello y esparcir la fragancia sin tacanear. Ni siquiera le dio tiempo a salir del cuarto cuando, para su sorpresa, en el umbral de la puerta le detuvieron tres hombres y una mujer. --Hola, me gusta tu camisa --dijo ella. --Bienvenido --le dijeron los demas al unisono, luciendo una gran sonrisa. --Gracias. Me acabo de instalar y todavia no conozco a nadie. Encantado de conoceros. --Tenemos que ponerte al dia. Me llamo Lola --dijo ella dandole un beso en cada mejilla--. Estos son Angel, Marcos y Teo. --Encantado. Me llamo Rodrigo. --Alargo la mano para saludarlos. --?Quieres que hagamos una visita guiada? --pregunto la mujer apoyada en un baston. --Por supuesto. Caminaron despacio por el corredor. Al pasar por una de las habitaciones, la mujer la indico con la mano: --Este es mi cuarto. Todos son calcados, acorde con cada planta y necesidades. Los venturosos que pueden caminar estan en el primer piso; los impedidos, en el segundo. Hay un tercero, sellado a cal y canto por las enfermeras. Solo ellas y los doctores tienen la llave del elevador, unico punto de entrada, salvo el acceso obligado por la legislacion. --Le guino un ojo--. De eso se mucho. Asciende hacia la demencia y desesperanza, encarcelados para que no puedan huir o porque no sepan volver. --Segun hemos comprobado, rara vez tienen visitas --anadio Marcos--, si acaso algun personaje trajeado acompanando a un familiar, como los letrados que gestionan las ultimas voluntades. --Por suerte tenemos el jardin en la parte de atras, que es una delicia para los favorecidos de poder moverse --siguio Angel. Llevaba un sombrero tapando su negra calva--. ?Vamos? El nuevo inquilino asintio con la cabeza y se desviaron por un nuevo pasillo. Sonrio satisfecho. Teo, un octogenario robusto y atletico, permanecio callado. La femina lo miro con ternura y asio su mano para que los siguiera en su visita por el centro. Al llegar, Rodrigo se detuvo ante el espectaculo que entreveia por la puerta de cristal. Los ojos engrandecieron al admirar la amplia y frondosa zona, acompanada del piar de pajaros. Ante la mirada absorta del recien llegado, Lola comento: --Por el dia podemos disfrutar de este sonido, pero por la noche solo se escucha el aleteo de murcielagos. --Nadie se explica donde se esconden esos vampiros al amanecer y por donde aparecen al ocaso --dijo Marcos, sonriente. --La paz que se respira en la rosaleda nos inspira las partidas interminables de ajedrez, inconclusas por no tener prisa --prosiguio Angel. Rodrigo sonrio. Sus nuevos companeros, contagiados por el gesto, parecian estar orgullosos del trabajo efectuado
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Enamorados sin querer de Bianca De Santis
https://gigalibros.com/enamorados-sin-querer.htmlLamentablemente, dias despues de haber aceptado, mire a mi alrededor y me percate que no habia sido asi.
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La hazana secreta de Ismael Grasa
https://gigalibros.com/la-hazana-secreta.htmlMe dispongo a escribir sobre algunas cosas sencillas. Entiendo que cada cierto tiempo es preciso decir aquello que consideramos bueno, o lo que nos dijeron a nosotros y que pensamos que nos hizo bien. Me refiero a decirlo en voz alta, a decirlo a otros. En ocasiones nos quedamos con la sensacion de que deberiamos haber dirigido unas palabras a alguien en lugar de quedarnos callados. O con la sensacion de que con nuestro silencio fuimos complices de algo que se dijo a nuestro lado, y que en el fondo desaprobamos. Desde luego, no faltan tambien las ocasiones en que hablamos de mas. Pero la cuestion es que entre nosotros se suele criticar eso, el hablar de mas, y rara vez el haber hablado de menos. Algunas de las cosas sobre las que me propongo escribir en estas hojas son asuntos que damos por hecho, hasta el punto de que puede parecer tonto que alguien se incline sobre un papel para tratar de expresarlas. Una de ellas es que las personas, a veces, decimos la verdad, o mas o menos la verdad. El mundo es complejo, grandes intereses se mueven tras las apariencias de lo que sucede, entramados economicos y corporaciones hacen valer sus influencias. Pero eso no debe abocarnos a la idea de que la verdad es entonces algo inalcanzable, algo que se oculta tras un laberinto en el que hace mucho tiempo que todos nos perdimos. Las democracias en que deseamos vivir son las formas mas complejas de gobierno, pero a un tiempo se apoyan sobre lo mas simple, que es la confianza en las otras personas y en la verdad. Es asi como nuestra vida empieza a hacerse mejor. Quiero tratar tambien en estas hojas sobre el aspecto que ofrecemos y la urbanidad. Uno ha de atender a su forma de vestir, y ha de respetar ciertas normas y tratar a los demas sin rudeza. Puede ser una fuente de placer el aprendizaje sobre los tejidos y los cortes, o el cuidado de los objetos que uno luzca, sean unos zapatos de piel o la cartera en la que guarde el dinero. Uno ha de saber disfrutar eligiendo unas gafas de sol o llevando un reloj heredado. Es una frivolidad tratar la moda como una frivolidad. Cada uno es libre de interpretar la elegancia como quiera, pero no es aceptable la dejadez. Cada vez que uno se viste ha de procurar ofrecer algo a los demas, una prenda escogida, alguna clase de delicadeza. Ese exceso intencionado de tela que hay en una linea de corte, cualquier detalle gratuito, manifiesta una disposicion a la alegria de vivir. El escritor Salman Rushdie senalo la moda como una de las maneras que los ciudadanos teniamos de combatir el integrismo. Uno no ha de privarse de entrar de vez en cuando en una tienda bonita. A modo de introduccion, copio aqui la frase de Rushdie a la que me referia: "El integrista cree que nosotros no creemos en nada. Segun su vision del mundo, el tiene sus certezas absolutas, mientras que nosotros nos sumimos en excesos sibariticos. Para demostrarle que se equivoca, primero debemos saber que se equivoca. Debemos ponernos de acuerdo en que es importante: besarse en publico, los bocadillos de beicon, las discrepancias, la moda de rabiosa actualidad, la literatura, la generosidad, el agua, una distribucion mas equitativa de los recursos del mundo, el cine, la musica, la libertad de pensamiento, la belleza, el amor. Esas seran nuestras armas". Es preciso amar el centro de nuestra ciudad. No digo que uno haga mal en vivir en una casa con jardin de las afueras, en una zona residencial, me refiero a que no se ha de perder de vista el centro. No se puede ser feliz si uno vive simplemente protegido tras el muro de una urbanizacion. Se ha de tener el centro como referencia, con su pasado, sus plazas publicas y sus edificios antiguos y algo deteriorados. Se han de considerar afortunadas las personas que se alojan en alguna de las calles o avenidas del centro, o en el mismo casco historico. Las que viven en otros lugares han de pasear esos espacios del centro y hacerlos tambien suyos. Uno elige una prenda que ponerse, coge de la mano o del brazo a alguien querido y camina por una de esas aceras con firmeza. Porque esas avenidas o bulevares no dejan de ser la continuacion de la calle mas bella de Budapest, de Nueva York o de Buenos Aires. Todos los centros de las ciudades, si son ciudades, forman un centro comun. No es necesario ir muy lejos para hacer mejor el mundo, porque tal vez uno deberia empezar por el centro de su ciudad. Como primer paso uno deberia recorrer tranquilamente, ejemplarmente, una calle arbolada. Despues hay que sentarse en un banco, hay que entrar en una heladeria o en una tienda de nuestro gusto, aunque no podamos comprar nada, y hay que detenerse a mirar una fachada o la cartelera de un cine. Quiza muchas de las calles historicas de nuestras ciudades esten degradadas o no ofrezcan un aspecto invitador, pero eso no deberia apartarnos de ellas o hacernos renunciar a ese espacio antiguo y central. Uno no deberia detener ahi su paseo. Porque la realidad no solo es lo que es, sino tambien el modo en que la miramos. Y es sabido que el modo de mirar transforma ya las cosas. Quienes se desplacen en bicicleta, por su parte, no deben circular entre los peatones ni sobresaltar su paseo con adelantamientos o timbrazos, porque la vida que queremos se sostiene en ese paseo de los peatones sobre la acera, ese detenerse a contemplar algo, un tipo particular de conversacion. La cita que copio hoy es de Aristoteles. Se refiere a la simplicidad ultima de la que trataba en el texto anterior. Dice este filosofo que verdad es decir que es lo que es, y que no es lo que no es, y lo contrario es la mentira. Tambien lo expresa con estas palabras: "Hay en los entes cierto principio acerca del cual no es posible enganarse, sino que necesariamente se hara siempre lo contrario, es decir, descubrir la verdad; a saber: que no cabe que la misma cosa sea y no sea simultaneamente". Como escribio en una de sus sentencias el pintor Pepe Cerda, un dia es una cosa muy seria. Es nuestra unidad de medida de vivir. No tenemos otra cosa que unos cuantos dias, un numero concreto. Para los que trabajan de modo autonomo un dia es ademas el tiempo para ganar el sustento de otro dia. Y para los que tenemos un sueldo un dia deberia ser lo mismo, si somos honestos. De joven me dijeron que debia hacerme la cama al levantarme, y lo mismo he dicho luego a otros. Si uno no tiene ninguna tarea, si uno esta triste, quiza deba sentarse en la cama que acaba de hacer y respetar asi la estructura del dia. Es posible que sea su ocupacion ese estar sentado. Tal vez le sobrevenga entonces alguna clase de luz. Cuando llegue la noche uno vuelve a deshacer aquella cama. Igual que el artista espera la inspiracion en su estudio, o el escritor en su silla, conviene esperar lo que traiga el dia con la cama hecha, por decirlo de algun modo. Y si no es gran cosa lo que trae, no deberia poder decirse lo mismo de nuestra disposicion. Otra cosa que me ensenaron es a empezar el dia por ducharse y, en el caso del varon, por afeitarse. Uno se ha de arreglar el pelo y ha de cepillar unos zapatos. Uno ha de mirarse en un espejo de cuerpo entero -en toda casa deberia haberlo-. Es posible que la imagen que nos devuelva el espejo sea la de una persona sola, pero otros tal vez se hagan sitio en ese reflejo junto a nosotros en el futuro. Uno lleva a cabo sus tareas, sus obligaciones. Uno lee el periodico de esa manana y dice delante de otros, en voz alta, una opinion que no suene demasiado destemplada. Pasan las horas y uno procura no perder el respeto a lo que quede de dia. Sucede que a ratos nos sentimos alegres, como una brisa que nos atraviesa. Copio hoy una cita de Albert Camus, de Cartas a un amigo aleman. El autor, previendo que los nazis van a perder la guerra, escribe a uno de ellos: "Vosotros habeis escogido el heroismo sin direccion, porque es el unico valor que queda en un mundo que ha perdido su sentido. Y al escogerlo para vosotros, lo habeis escogido para todo el mundo y para nosotros. Hemos sido obligados a imitaros con el fin de no morir. Pero nos hemos dado cuenta entonces de que nuestra superioridad sobre vosotros era la de tener una direccion. Ahora que esto se va a acabar, podemos deciros lo que hemos aprendido: es que el heroismo es poca cosa, que es mas dificil la felicidad". Hay un tipo de ebriedad que nos embrutece, nos empequenece y nos hace mas previsibles. Hablo del alcohol y de las drogas, aunque no solo de eso. Desde luego, la mayoria de nosotros dejamos un espacio en nuestras vidas a ciertos grados de ebriedad, pero puede llegar un momento en que uno deba saber apartarse de su modo habitual de actuar. Puede ser preciso, incluso, cierto morir en vida -porque es la muerte lo que nos parece entonces prescindir de aquello-. Uno, como suele decirse, ha de tener el valor de mirar al vacio, a la oquedad a la que ha ido dejando paso a su alrededor. Por recurrir a la metafora comun: no se levanta un edificio sobre suelo raso. En todo caso, aquello que buscamos con nuestra recuperacion no es un mero encontrarnos bien, sino el privilegio de estar realmente tristes, aquella puerta a la verdad y al paraiso que contiene la vida. Se nos dice que desde la adolescencia los hombres toman decisiones en la vida porque sufren crisis. Por eso, nos explicaban, no se deben evitar los conflictos buscando el cobijo de los falsos refugios. Los pasos equivocados nos llevan a privarnos de cierta tristeza, de una clase de melancolia que es la que nos hace merecedores de la amistad y de la fraternidad. O lo que es lo mismo: no se trata de alcanzar un bienestar o una clase de salud psiquica, por utilizar una expresion actual. Esa salud es sin duda deseable, pero, si hablamos de dignidad humana, no es un fin. El fin es ser un hombre. Porque la dignidad empieza en la consciencia de la muerte y en cierta clase de desesperacion. Y asi es como buscamos la felicidad. Es en ese punto, una vez que hemos dejado un lugar a la desesperacion, cuando las personas encuentran la razon de amar a otros, de lavarse la cara en la pila del bano y de ponerse de pie frente al espejo de cuerpo entero del vestidor. Empezamos entonces el dia como si realmente fuesemos cierta clase de divinidad, y cada cosa que nos dispusiesemos a hacer fuese algo extraordinario. Esa es la verdad a la que se llega. Un dios, contemplandonos, bien podria postrarse ante nosotros, un gesto que evitariamos cogiendole de los hombros e invitandole a tratarnos con camaraderia. La cita de hoy expresa la idea de que lo realmente extraordinario esta en lo inmediato. Es del escritor Mariano Gistain. Hablando de que cada hombre contiene el universo, dice: "Escuchar equivale a buscar vida extraterrestre, pero en la cocina". Es preciso sacar un tiempo para leer, pero uno no debe tener los libros por cualquier lado. Se ha de contar con un mueble o, si se puede, con una habitacion, una biblioteca, donde guardarlos. En las casas de los lectores los libros no deberian estar dispersos por todas las habitaciones, como si la vida que tuviesemos en ellas no fuese algo real o valido por si mismo. Las lecturas forman parte de la vida buena, pero, llegado el caso, uno no debe atrincherarse tras ellas. Es facil caer en la tentacion de presumir de ser lector, o de sumarse a campanas mas o menos publicas a favor de la lectura, cuando quiza la mejor campana por la lectura sea un hombre que lee a solas y guarda luego su libro, si considera que merece ser guardado, en la balda de su biblioteca. Me refiero con esto a que antes que esforzarnos en que a otros les parezca la lectura algo atractivo, deberiamos ocuparnos de que nuestras vidas -leyendo, si, tal vez- sean ciertamente atractivas. Aunque uno lea en aparatos electronicos, hay un valor en tener a nuestro lado algunas primeras ediciones en papel o volumenes que por alguna razon valga la pena conservar. Cualquiera dira que lo importante es el contenido y no el continente, y no le faltara razon, pero hay que tener presente que el continente, lo bibliografico, esos objetos que sostenemos entre las manos, son cosas que tambien nos incumben. El coleccionismo, cuando obedece a un impulso bien ordenado, es un modo de virtud antes que una deformacion del caracter. Una casa con una biblioteca, por reducida y sencilla que sea, tiene algo de ejemplar. El dueno ha de saber entonces dar razon de aquellos volumenes, de cuales son antiguos o heredados, o raros o valiosos por alguna razon. En todo caso, parece que nunca se deba abandonar la actitud de seguir aprendiendo.
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La ultima noche en Tremore Beach de Mikel Santiago
https://gigalibros.com/la-ultima-noche-en-tremore-beach.htmlLa fascinante historia de un compositor que intenta recuperar la inspiracion en una casa en la costa de Irlanda.
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Relativo Completo, Naobi Chan de Naobi Chan
https://gigalibros.com/relativo-completo-naobi-chan.htmlTodo es relativo, nada es como deberia ser, pero no se rinde, durante el dia es la esposa perfecta, pero cuando cae la noche.
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Un cielo de hechizos de Morgan Rice
https://gigalibros.com/un-cielo-de-hechizos.htmlEn UN CIELO DE HECHIZOS (A SKY OF SPELLS), (LIBRO # 9 de EL ANILLO DEL HECHICERO – THE SORCERER’S RING), Thorgrin finalmente regresa a ser el mismo y debe enfrentarse a su padre de una vez por todas. Se produce una batalla epica, cuando los dos Titanes se enfrentan unos a otros y Rafi usa su poder para convocar a un ejercito de muertos vivientes. Con la Espada del Destino destruida y el destino del Anillo en la balanza, Argon y Alistair tendran que convocar a sus poderes magicos para ayudar a los valientes guerreros de Gwendolyn. Pero incluso con su ayuda, todo podria estar perdido si no fuera por el regreso de Mycoples y su nuevo companero, Ralibar.
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Hiddensee de Gregory Maguire
https://gigalibros.com/hiddensee.htmlUNA VERSION MAGICA Y FANTASTICA DEL CUENTO DE EL CASCANUECES <
> Kirkus Reviews < > Booklist < > People Magazine Gregory Maguire combina la leyenda del origen del Cascanueces con la vida de Drosselmeier, su creador.Tras transportar a sus seguidores a Oz gracias a Wicked y al Pais de Nunca Jamas con After Alice, Maguire nos lleva en esta ocasion a los reinos de los Hermanos Grimm y E.T.A. Hoffman, a la encantada Selva Negra de Baviera y a los salones de Munich. Hiddensee trata los origenes del Cascanueces: ?como se tallo esta fascinante criatura? ?Como acabo guiando a una nina enferma llamada Klara a un paraiso de ensueno en Nochebuena? Hiddensee no es una mera version de un cuento clasico. En el prospero romanticismo aleman, Maguire descubre un bosque emigrante perteneciente a un misterioso culto helenico y sopesa una cuestion trascendental: a pesar de los pormenores, enganos y retos de la vida, ?como puede una persona acceder a unos secretos que beneficiaran a desamparados y desvalidos? Lo que Hiddensee ofrece es una brizna de esperanza. Si en una oscura noche de invierno, el infeliz del padrino Drosselmeier puede llevar un Cascanueces encantado a una nina en apuros, quizas todo el mundo, por muy solo o marginado que este, posea un objeto preciado que pueda compartir -
Experimentos Con Seres Humanos de Carlos Schilling
https://gigalibros.com/experimentos-con-seres-humanos.htmlUn arte simple Cuando tenia 13 anos me gustaba dibujar cruces esvasticas en los cuadernos borradores. Cruces esvasticas y variaciones de las mascaras de Kiss. Empezaba desde la ultima pagina y avanzaba en sentido contrario hasta que los dibujos se superponian a los deberes escolares. La coincidencia siempre era extrana. Una levisima sensacion de mareo, un parpadeo desorientado, una busqueda en el vacio. Cuando me quedaba sin espacio para las cruces, levantaba los ojos del cuaderno, miraba alrededor con desconfianza, veia mis companeros, veia las paredes pintadas a la cal, veia los ventanales que daban a un patio interior y, como si mirara desde la Luna, recien entonces me daba cuenta de que estaba en un aula del Liceo Militar. No se si dibujar en las horas de clase era una forma de distraccion o de concentracion en mi rutina de estudiante. Por lo que recuerdo de las isobaras y las isotermas tacharia la segunda opcion en Geografia. Pero como puedo recitar los nombres de los reyes de Francia desde el primer Ludovico hasta el ultimo Luis, deberia elegir la respuesta contraria en Historia. La verdad es que dibujaba sin pensar en el sentido de lo que estaba dibujando. No habia ninguna conexion entre mi cabeza y la mano que sostenia la birome. A los 7 anos, eran cohetes espaciales; a los 10, animales fantasticos, y a los 13, cruces nazis. Me gustaba verlas multiplicarse sobre el papel, una al lado de otra, como si expresaran en terminos simbolicos en vez de porcentuales el avance de una infeccion o una enfermedad mental. Un dato relevante es que dibujaba mas en el Liceo que en mi casa de Los Juncales. Cuando volvia a mi pueblo, los fines de semana, me olvidaba de las esvasticas y me dedicaba a las mascaras de Kiss. Era un acto de exclusion voluntaria. Me encerraba en una pieza para no ser acusado de perturbar la salud auditiva de los Staub y me aislaba del mundo toda una tarde. Siempre que encendia el tocadiscos, el efecto se repetia: los papeles se llenaban de dibujos espectrales. Una vez que logre imitar los rasgos del Gato, el Hombre del Espacio, el Chico Estrella y el Diablo, empece a introducir variaciones en los modelos originales. Al principio se reducian a minimos detalles, tan sutiles que nadie los hubiera notado en un juego de las cinco diferencias. Pero los minimos detalles conducen a los maximos detalles. En poco tiempo, ya estaba disenando mi propia serie de mascaras inspiradas en bestias provenientes de la zoologia, la mitologia o la astrologia. Una sola cosa me frustraba: no podia superar el grado de malignidad de la mascara del Diablo. Intentaba con vampiros, zombies y calaveras, pero la comparacion siempre me decepcionaba. La ventaja de las esvasticas era la simplicidad. Dos trazos que al cruzarse adquirian una potencia negativa incomparable. Parecian perfectas desde el principio. Se completaban a si mismas y a la vez no se terminaban nunca. Yo queria seguir dibujandolas hasta llenar mil cuadernos. Mil anos de cuadernos. La eternidad del Reich se cumplia en sus formas. Generaban una inercia en mi mano, una continuidad infinita. Y aunque no tuvieran significados podian significar cualquier cosa. Por ejemplo: cruces en un cementerio. Si las proyectaba en tres dimensiones formaban largas filas que se dilataban mas alla del horizonte. Hay que tener en cuenta que un espacio importante de mi vida lo ocupaban las fantasias funebres. Estaba pensando en las malas decisiones militares de Hitler (corregia la invasion a Rusia o alargaba los tiempos de prueba de los cohetes V2) y de pronto se moria mi madre. No es que imaginara una enfermedad fulminante, un accidente fatal o un asesinato, ni que abundara en detalles concretos sobre los huesos quebrados o los organos lesionados, nunca veia la cara desfigurada o el cuerpo tapado con una sabana, lo unico que registraba era la ausencia, el resultado final, la conclusion: no tenia madre. Ya no existia. Pero ni siquiera podia llorarla, ni siquiera podia velarla, porque junto con mi madre enseguida se moria mi padre, difuminado, borrado, chupado por el vacio, disuelto en el aire, y tambien era un muerto sin cadaver, una entidad imposible, un hueco mental. No quedaba nada. Ni polvo. Ni ceniza. Ni una losa con su nombre y apellido. Yo me convertia en un huerfano. Un hijo de nadie. Mis principales lazos de sangre se cortaban de un solo golpe, sin causarme dolor fisico, tras una especie de amputacion perfecta de la que solo sentia la accion de la anestesia total. Si habia algo saludable en las desapariciones de mis padres era que no me daban tiempo a reaccionar. Las muertes continuaban a un ritmo cada vez mas urgente. Moria mi hermano, morian mis primas y mis primos, morian mis tias y mis tios, moria mi abuela, morian mis parientes cercanos y lejanos, todos victimas de muertes limpias, muertes no anticipadas por ninguna enfermedad. No habia nada entre el momento en que aun respiraban y el momento en que dejaban de respirar. Sucedia tan rapido que ya no tenia familia. La habia exterminado. Yo era el ultimo de los Staub. Sin embargo, como la gente seguia muriendo, ser el ultimo Staub implicaba ser la ultima persona del planeta. Todos estaban enterrados bajo las cruces que yo mismo habia dibujado. Muchos anos despues hice el ejercicio de descomponer la esvastica en sus dos trazos principales. Es una operacion de exorcismo grafico. Por un lado, en el eje vertical, se obtiene una S, inclinada y rigida, absolutamente inofensiva, una letra tan sola y aislada que parece sentirse excluida del abecedario. Por otro lado, en el eje horizontal, surge una linea quebrada que evoca el minimo segmento reconocible de una escalera descendente. Asi dividida, sin un punto de union, sin un nucleo que la fije, la esvastica carece de poder, se desequilibra, se descompone, gira en falso, deja de presionar sobre si misma, como si le faltara una tuerca y un tornillo, y lo que quedan son dos partes incongruentes de una pinza desarmada. Mas o menos en la misma epoca descubri que la inicial de mi apellido tambien conectaba simbolos que yo siempre habia considerado distantes: la insignia de las SS con la doble S del logo de Kiss. Tengo un album editado en Alemania. En su cubierta salta a la vista una alteracion tipografica comparable a mi descomposicion de la esvastica: las S son transformadas en Z invertidas, como si despues de atravesar un espejo hubieran aparecido en un mundo al reves. A veces siento que entre el Lucas Staub que soy ahora y el Lucas Staub que era a los 13 anos, se interpone el mismo espejo. Pero antes de volver a la version adolescente de mi mismo, quisiera detenerme un instante en los sentimientos que me provoca hoy la cruz gamada. Siempre que pienso en ella no puedo separarla del circulo blanco que la rodea en la bandera del partido nacionalsocialista obrero aleman. Es una bandera roja, obsesivamente simetrica, bellisima, con esa belleza que resulta de la combinacion de colores que evocan la sangre, la muerte y la pureza. Desde un punto de vista estetico, es la obra mas perenne de Hitler. ?Cuantas horas de su vida paso disenando esa bandera? ?Cuantas variantes descarto hasta encontrar la definitiva? ?Cuantas veces volvio a dibujarla solo para confirmar que era perfecta? Ahora su silueta inclinada sobre los papeles se superpone a otra silueta que ya he presentado al comienzo de esta historia. La diferencia es que yo no le mostraba a nadie mis dibujos en el Liceo. Me sentaba al lado del mas estupido o el mas estudioso de la clase (que a veces coincidian en la misma persona) y asi evitaba las miradas oblicuas y las preguntas directas. Cuando por azar un companero descubria el contenido de los cuadernos, no le daba tiempo a reaccionar, lo agarraba de un brazo, lo atraia con fuerza hacia mi pecho y le preguntaba al oido: --?De que signo sos? A cada figura del Horoscopo le correspondia un castigo especial. Si la victima contestaba: --Tauro. La sentencia era: --Vas a chillar como un ternero. Si contestaba: --Escorpio. --Vas a tragarte tu propia meada. Esa ciencia de disuasion astrologica habia sido elaborada en las horas de ocio mientras mi mano dibujaba desconectada de mi mente y todas mis ideas se volvian funebres. No siempre daba buenos resultados, aunque sirvio para espantar a mas de un curioso. El cuerpo ya crecido, las unas largas y el mal aliento combinados con las cruces esvasticas y las mascaras de Kiss me investian de un halo de demencia satanica. Era otra persona cuando me enojaba. Era un animal. Nada en el ecosistema masculino del Liceo podia oponerse a mi involucion. No digo que mis companeros me tuvieran miedo. Solo me clasificaban como un especimen desconocido. Nunca me acusaron de nazi en la cara. Sin embargo yo estaba convencido de que Alemania habria ganado la guerra si Hitler no hubiera invadido Rusia en invierno y si hubiera esperado el desarrollo de los cohetes V2. 2. El viaje secreto No puedo decirle abuelo al padre de mi padre. Nunca lo conoci. Murio dos anos antes de que yo naciera. Se llamaba Adolfo Rodolfo Staub. Comparto su apellido y su primer nombre, pero no nos parecemos en nada. Tengo otros ojos. Tengo otra cara. Cuando murio, a los 60 anos, mi abuelo conservaba todo el pelo en su cabeza, en cambio yo empece a raparme antes de cumplir 30. El padre de mi padre era ingeniero. Ingeniero mecanico. Ademas de algunas fotos en blanco y negro, donde siempre aparece peinado hacia atras y vestido con camisas de mangas cortas abotonadas hasta el cuello, solo queda de el un cuaderno de anotaciones. No es un diario intimo, sino el borrador de un ingeniero, escrito con la caligrafia mas perfecta que he visto en un hombre, letras simples y claras, sin adornos, tan geometricas que se adaptan a las coordenadas del papel cuadriculado como si fueran insectos modelados por una mente divina. Tambien hay numeros, formulas, ecuaciones y diagramas que representan el funcionamiento de los motores de combustion interna. Mi abuelo era un experto en el tema, una autoridad internacional, y entre sus invenciones patentadas figura un motor que transforma el movimiento circular uniforme en movimiento rectilineo alterno. Los planos de ese motor estan enmarcados y expuestos junto a las fotos de nuestros antepasados. Lo mas interesante que contiene el cuaderno es un recorte de diario, fechado en 1941 y titulado Alemania desarrolla una peligrosa arma secreta. El arma era el cohete A1, un prototipo de los misiles V2 que caerian sobre Londres en 1944. El jefe del proyecto era el mismo ingeniero que lanzaria el Apolo 11 a la Luna. Nunca me importo lo que hacian los otros chicos de mi edad. Supongo que volaban con un puno alzado, reptaban por las paredes o proyectaban sombras con forma de murcielago. Mi hermano y yo, en cambio, experimentabamos una gama de mutaciones mucho mas amplia. Podiamos ser cualquier cosa viva o muerta. Podiamos dividirnos y multiplicarnos. Podiamos volvernos naturales o sobrenaturales. Nos escoltaban legiones de criaturas extranas, muchas de las cuales dibuje en mis cuadernos antes de especializarme en cruces esvasticas y mascaras de Kiss. Hubo una fase de nuestra infancia en la que Claus se creia extraterrestre y pensaba que los astronautas lo habian traido de un planeta desconocido del sistema solar. Miraba las estrellas como alguien que busca su mundo perdido. Inspirados en la moda de los cohetes, disenamos nuestras propias naves e intentamos ponerlas en orbita. La estratosfera nos parecia tan cerca que pretendiamos alcanzarla con una tabla de planchar propulsada por aerosoles o con una palangana alimentada con alcohol etilico. Claus no era el unico que tenia una relacion intima con el cielo. Mi prima Luciana Sismondi, por ejemplo, nacio el mismo dia en que el hombre llego a la Luna. Pero esa es otra historia. La cito solo para exponer la clase de relaciones que nos unian con las expediciones espaciales. No importaba cuanta sangre prusiana o piamontesa corriera por nuestras venas, descendiamos de las nebulosas. Nuestra estirpe se remontaba a la via lactea. No es raro que uno de los maximos heroes de los Staub fuera Wernher von Braun, el ingeniero de la V2 y del Saturno 5. El hombre que deposito a Armstrong, Aldrin y Collins en el Mar de la Tranquilidad. El nombre completo de Von Braun suena como una declaracion jurada de sus ambiciones: Wernher Magnus Maximilian Freiherr von Braun. Era grande mucho antes de mirar hacia arriba por primera vez. Claus y yo nos sentiamos reflejados en sus aventuras juveniles. Wernher y su hermano tambien habian lanzado una nave espacial domestica cuando eran chicos. En vez de una tabla de planchar o una palangana, utilizaron un carro de madera. El material de ignicion y propulsion consistio en media docena de bengalas, las mas grandes que encontraron en el mercado de fuegos artificiales. Ataron la carga en la parte trasera del carro, que estaba montado en una rampa, y prendieron las seis mechas al mismo tiempo. El carro salio disparado a toda velocidad seguido por una larga cola de fuego, como si fuera un cometa (dicho con la misma imagen que emplea Von Braun en sus memorias). Una vez que los cohetes se quemaron, tras dejar una estela de chispas a su paso y emitir una especie de trueno final, la improvisada nave quedo suspendida en el aire durante un momento deliciosamente antigravitatorio, despues sintio la resistencia de la atmosfera, se desvio de su trayectoria vertical y empezo a caer hacia la Tierra. Tras el impacto lo unico que quedo del carro fueron las ruedas. Von Braun no las interpreta como un simbolo, y yo deberia imitarlo, pero las veo rodar en mi mente y las figuras que trazan me recuerdan el principio rotatorio de las cruces esvasticas. La aventura termina con Wernher y su hermano detenidos por la policia y llevados ante su padre que era ministro de Agricultura de Alemania. ?Los habra retado o felicitado? Da igual. Estoy convencido de que no habia premios ni castigos para Von Braun mas que llegar adonde queria llegar, a la Luna, y por eso era el mismo chico, ahora con cuerpo de hombre, el que caminaba por los pasillos subterraneos de los laboratorios de Peenemunde, con la cabeza desbordada de calculos de balistica y formulas de combustion controlada, porque antes de la Luna, naturalmente, estaba Londres, y habia miles de personas con estrellas bordadas en los brazaletes dispuestas a trabajar dia y noche para que, una vez aniquilado Londres, la Luna fuera posible. Mi padre nos contaba que su padre habia mantenido una amistad epistolar con Von Braun desde antes de la guerra. No se por que razon el recorte del diario doblado dentro del cuaderno de anotaciones era para mi un testimonio indudable de esa amistad. Sin embargo el relato de mi padre no se agotaba en las cartas. Incluia un episodio digno de figurar en una novela de espionaje: Von Braun, Wernher von Braun, el pionero de la astronautica, el ingeniero mas respetado del siglo XX, el cientifico salvado del juicio de Nuremberg por los norteamericanos, habia visitado de incognito a mi abuelo a mediados de la decada de 1950. En plena guerra fria, durante los anos de la carrera espacial entre los Estados Unidos y la Union Sovietica, ese viaje era una proeza, un peligroso capricho que solo podia permitirse un genio. Von Braun se exponia a que lo raptara una celula de espias comunistas o a que lo ajusticiara un escuadron de judios insensibles al progreso tecnologico. Claus y yo suponiamos que habia viajado de Buenos Aires a Los Juncales por caminos de tierra secundarios, a bordo de un auto negro y enorme parecido a un coche funebre, custodiado por personal de los servicios secretos de varios paises occidentales. La falta de informacion no nos impedia retroceder hasta el principio del trayecto y postular la partida desde un aerodromo clandestino de los Estados Unidos. Era el unico pasajero de un avion camuflado cuyo vuelo dibujabamos con una linea de puntos sobre un mapa del continente. No pasaba por la aduana. No mostraba su pasaporte. Y usaba anteojos oscuros para ocultar su cara. El exceso de detalles imaginarios formaba una niebla perfectamente adecuada a las nubes de polvo que levantaba la limusina de Von Braun mientras avanzaba por nuestras subrutas nacionales. Mi padre nunca mencionaba detalles especificos de ese encuentro que en la historia de Los Juncales equivalia a la visita de un Papa. Simplemente contaba que Von Braun habia almorzado con mi abuelo en la casa familiar y que se habian entendido un poco en ingles, un poco en aleman y otro poco en espanol. No recordaba ni una sola palabra de la conversacion, aunque todo indicaba que habia estado presente y que la habia escuchado con la misma devocion con que nosotros lo escuchabamos a el. Describia a Von Braun como un hombre alto y delgado, de ojos celestes y cabello canoso, que aparentaba ser mas viejo de lo que era porque usaba un traje gris y una corbata oscura. La narracion de la famosa visita siempre degeneraba en una intrincada reflexion sobre la convergencia de la matematica, la fisica de expansion de gases y la quimica en la tecnologia astronautica. Cuando se entero de que Claus queria escribir un relato sobre ese episodio para que su hijo y los futuros descendientes de los Staub conocieran la historia, mi padre lo llamo por telefono y le dijo que la persona que se habia encontrado con su padre era Wernher von Braun, si, Wernher von Braun, pero no el verdadero Wernher von Braun. Se llamaba igual, Wer-nher-von-Bra-un, era ingeniero tambien, solo que no trabajaba para la N.A.S.A sino para la Otto Deutz, la fabrica de tractores y maquinas agricolas. Mi abuelo Adolfo le mandaba cartas a Alemania para conocer detalles de los motores de combustion interna. Escribia en espanol y Von Braun le contestaba en aleman. Cuando el gobierno argentino decidio nacionalizar las corporaciones extranjeras, este Von Braun viajo al pais y visito a mi abuelo en Los Juncales. Segun mi padre, era un hombre de estatura mediana, morrudo y cuadrado, como los tipicos alemanes del sur que visten trajes tiroleses, usan sombreros con plumas y tienen la nariz colorada, lo que en terminos anatomicos significaba que no se parecia en nada al esbelto inventor de los cohetes espaciales. Sin embargo, desde ese dia, mi padre empezo a decir que Wernher von Braun habia viajado de incognito a Los Juncales para ver a su padre. Era su mitologia personal, su conexion directa con las constelaciones. Tantas veces lo conto que al final termino creyendoselo el mismo.
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La libreria del senor Livingstone de Monica Gutierrez
https://gigalibros.com/la-libreria-del-senor-livingstone.htmlAgnes Marti es una arqueologa en paro que se ha mudado a Londres en busca de una oportunidad laboral. Una tarde, desanimada y triste por su poco exito profesional, tropieza en el corazon del barrio del Temple con el pomo de una puerta en forma de pluma, el sonido de unas lugubres campanillas y el hermoso rotulo azul de Moonlight Books. La libreria, regentada con encantador ceno fruncido por Edward Livingstone, debe su nombre a un espectacular techo de cristal que permite contemplar la luna y las estrellas en las noches despejadas. Intrigada por la personalidad y el sentido del humor del senor Livingstone, Agnes decide aceptar la oferta de convertirse en ayudante del librero mientras continua su busqueda de trabajo.
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Navidad ?y algo mas? – Priscila Serrano de Priscila Serrano
https://gigalibros.com/navidad-y-algo-mas-8211-priscila-serrano.htmlDicen que la Navidad es la mejor epoca del ano. Dicen que es el mejor momento para pasar en familia. Dicen muchas cosas, pero no todas son ciertas. ?Y por que es asi? Porque nadie menciona el hecho de vivir una Navidad sin amor. Porque para que sea perfecta, para que cada dia y noche de la mejor epoca del ano sea asi, tienes que estar rodeado de todo.No es solo una Navidad, sino algo mas.
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Tres mujeres de Lisa Taddeo
https://gigalibros.com/tres-mujeres.htmlUn retrato del deseo y la sexualidad femeninos como nunca se ha visto
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Su eterna presencia (Hermanas Alcott 2) de Elsa Tablac
https://gigalibros.com/su-eterna-presencia-hermanas-alcott-2.htmlTodos se preguntarian que hago ahi. Por que habia abandonado Londres. Jamas adivinarian que me llevo a instalarme en casa de mis padres, un enorme cottage de piedra en los confines de Bracknell, a unas dos horas de la capital. No es muy facil entender que una joven independiente de veinticinco anos se aparte de una de las ciudades mas excitantes del mundo y regrese de repente a casa de su familia. La razon se llama Oliver Owen. Cuida de nuestros cuatro caballos en el establo familiar. Es el hijo mayor de William, el antiguo mayordomo, quien sufrio un accidente hace dos anos y tuvo que jubilarse anticipadamente. Oliver llego hace quince meses, y mi padre decidio que formaria parte del personal que trabaja en casa. Lo que no esperaba era que aquel nino hiperactivo que trepaba a todos los arboles y con el que mi hermana Charlotte y yo jugabamos para horror de mi madre se convertiria en un chico tan atractivo. Hacia un rato que lo observaba desde la ventana de mi dormitorio. Estaba anocheciendo y Oliver regresaba de dar un paseo con Rex, el caballo de mi hermana. El mismo que ella ya casi nunca montaba y que yo mimaba algo mas que a los otros, pues temia que se sintiese abandonado. Sonrei al comprobar que Oliver le dedicaba un poco mas de tiempo que al resto. --?Sigues trabajando? --pregunto una voz a mi espalda. No necesitaba girarme para saber perfectamente que se trataba de Adeline, mi madre. Observe la pantalla del ordenador portatil. Mis manos se habian apartado del teclado hacia ya un buen rato y el salvapantallas, mi nombre en grandes letras de color morado, rebotaba en los cuatro lados de la pantalla. Era evidente que no estaba trabajando. --No. Ya he terminado por hoy --conteste--. Creo que va siendo hora... --Trabajas demasiado, Lizzy. --No creas, mama. Simplemente he de entregar esta traduccion en cuatro dias. Se me ha echado un poco el tiempo encima. Pero el siguiente libro no me llegara hasta dentro de unas dos semanas. Mi madre entro en el cuarto y se acerco, puso las manos sobre mis hombros y beso mi pelo. Estaba especialmente carinosa ultimamente, algo no muy propio de ella. Aunque debo decir que nuestra relacion habia mejorado con los anos. Al principio mama no entendia muy bien que quisiera dedicarme a traducir libros de manera profesional. Creia que mi obsesion por aprender frances y estudiar filologia en la universidad era tan solo un pasatiempo. Que lo que acabaria haciendo en realidad era casarme con alguno de los hijos de los acaudalados amigos de mi padre y peinar las crines de los caballos. Y no negare que hubo algun momento en que yo tambien lo pense. Pero me converti en traductora de manera lenta y casual. Empece traduciendo esporadicamente para la editorial en la que trabajaba Molly, una de mis amigas de la universidad. Con el paso de los meses me fueron llegando nuevas propuestas. Era el trabajo perfecto para mi, aunque en el fondo no necesitase el dinero. Traducir libros me mantenia ocupada y me permitia transportarme a otro mundo durante buena parte del dia. Ademas, podia trabajar desde Bracknell sin problemas, a mi ritmo. --Cenaremos pronto --dijo mama. Movi el raton para recuperar el documento de Word en el que habia estado trabajando esa tarde. --No tengo demasiada hambre --conteste--. Pensaba preparar un sandwich ligero y comermelo aqui, en mi escritorio. Querria acabar un capitulo esta noche. --De ninguna manera, Lizzy. Hoy estamos las dos solas en casa, asi que quiero que me acompanes. Y he preparado algo especial. La observe perpleja. Mi madre no solia cocinar jamas. Especialmente si mi padre estaba en Londres por trabajo, como era el caso durante esos dias. --?Tu has preparado algo? --Has oido bien, si. Asi que te espero en el salon a las siete en punto. La cena estara lista. He de comentarte algo, ademas. Iba a contestarle que queria bajar al establo ver a Rex --en realidad a charlar un rato con Oliver--, pero mi madre ya habia abandonado mi dormitorio. Asi eran las cosas con ella: sentenciaba, ordenaba y no habia posibilidad de replica. Consulte el reloj. Eran las seis de la tarde. Si me daba prisa, podia arreglarme un poco y bajar al establo. Tal vez Oliver no estaria demasiado ocupado. En todo caso, tenia que bajar a escondidas. Mama odiaba que me presentase a la cena justo despues de visitar a los caballos. De ahi mi plan perfecto del sandwich. Me meti en el cuarto de bano, me lave la cara, me cepille el pelo y me coloque el vestido de flores menos llamativo que encontre en mi armario, unos calcetines negros hasta la rodilla y cogi las botas que, se suponia, debian permanecer fuera de la casa para no destrozar la moqueta. Me maquille con un poco de colorete, mascara de pestanas y pintalabios, a pesar de que era consciente de que aquellos pequenos rastros de color no pasarian desapercibidos bajo el ojo de halcon de nuestra Adeline. Baje las escaleras hasta el primer piso con las botas en la mano y me dirigi hacia la cocina. Saldria por la puerta trasera y rodearia la casa hasta llegar al establo. Oia la voz de mama hablando por telefono, tal vez con su hermana o con Charlotte. Eso era perfecto. Nunca conversaban menos durante menos de media hora, para desesperacion de mi hermana Charlie. Una de las cosas buenas de haberme instalado en Bracknell con mi ordenador portatil era que no tenia que atender las intensas llamadas telefonicas de mi madre. La escuchaba en vivo y en directo a diario. Sali de la casa por primera vez en aquel dia. Me puse las botas mientras apreciaba el sonido de los primeros guijarros y el olor de las rosas a las que mi madre se dedicaba todas las mananas en cuerpo y alma. Camine unos tres minutos hasta llegar al establo, por el camino que conectaba con la casa. Respire hondo, porque siempre que lo veia me quedaba practicamente sin respiracion; y todo apuntaba a que Oliver Owen estaria con Rex en el interior. Llame a la puerta. --!Adelante! Entre. Entendi enseguida que no hubiese hecho falta ningun blush de Dior en mis mejillas, pues el calor subito que me invadia al encontrarme delante de Oliver no faltaba jamas a la cita. Ahi estaba, una y otra vez, y alli estaba yo de nuevo en el establo, a falta de citas reales con el chico por el que suspiraba desde hacia cinco meses. La razon por la que habia vuelto a vivir con mis padres no era otra, por supuesto. Queria estar cerca de el. Queria destruir aquella extrana verja intangible que nos separaba y estrellarme de una vez por todas contra sus labios. Eso es lo que queria. Por eso no estaba en Londres. CAPITULO 2 OLIVER --?Sabes que no es necesario que llames a la puerta, no? --le pregunte a Lizzy. Se lo habia dicho decenas de veces, pero ella seguia haciendolo, a pesar de que tecnicamente estaba en su propia casa. Observe el vestido de color azul oscuro, estampado con pequenas flores amarillas, que a duras penas le llegaba hasta las rodillas. La hija mayor de Caleb Alcott me dejaba sin aliento cada vez que venia al establo a visitar a su caballo, Truman. A esas alturas ya me debia de haber acostumbrado a su intermitente presencia, pero me habia descolocado por completo que una chica moderna y urbanita como ella decidiese de repente dejar Londres y regresar a casa de sus padres. Tal vez no debia sorprenderme tanto, teniendo en cuenta que aquella familia era inmensamente rica. Mi padre habia trabajado en la casa como mayordomo durante la mitad de su vida y yo me repetia, todas las mananas, que en cuanto terminase de una vez mis estudios de veterinaria me largaria de Bracknell y los Alcott no volverian a saber de mi jamas. Ese pensamiento podria parecer amargo y resentido, pero nacia de algo evidente que en aquel momento se manifestaba en la puerta del establo: nunca sucederia nada entre Lizzy y yo. Sencillamente, porque perteneciamos a mundos distintos. Los de su clase no se mezclaban con los de la mia mas si no era con una relacion laboral mediante. Era asi, y mi razon obligaba a mi corazon a asimilarlo de una vez por todas. Todos los dias. O al menos lo intentaba. Aunque mentiria si dijera que su amabilidad y su sonrisa no me ofrecian un resquicio de esperanza. Ojala las cosas fueran como cuando eramos ninos y jugabamos sin preocuparnos del lugar opuesto que nos habia reservado la vida. --Prefiero llamar --contesto--. Por si estas haciendo algo que no me incumba. Sonrio y se paso la mano por su media melena rubia. Despues se cruzo de brazos y se apoyo en el marco del porton de madera. Aquel gesto tan poco calculado --o no, quien sabe-- revelo la forma redondeada de sus pechos, pequenos y blancos. No tenia la menor idea de vestidos pero si habia notado que Lizzy los llevaba mucho mas a menudo, y no tenia ningun reparo en combinarlos con botas de montar. Aquello era algo que me encantaba. --?Y que iba a estar haciendo, Lizzy? --le pregunte, a pesar de que se me ocurrian varias cosas. Las hijas de Caleb me habian prohibido terminantemente que las tratase de "usted"; cosa que hice en el pasado en un par de ocasiones, cuando llegue a la casa, a pesar de que sonaba completamente ridiculo. Nos conociamos desde ninos, aunque yo era unos cuatro anos mayor que Lizzy. Se acerco para acariciar a Rex.
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No robaras de Blas Ruiz Grau
https://gigalibros.com/no-robaras.html -
Chispas de Luis Goytisolo
https://gigalibros.com/chispas.htmlLa sonrisa del carrolliano gato de Cheshire sirve de portico a este libro, que contempla sin piedad -y con un humor de lo mas singular- la generalizada estulticia del mundo actual, retratado en forma de vinetas que escrutan comportamientos, actitudes y conversaciones. Por estas paginas desfilan los moviles que acaparan toda la atencion, las hirsutas barbas hipsters y la moda de la depilacion corporal; los botellones y las raves; la dictadura de lo digital, de las dietas y de lo politicamente correcto; los libros de autoayuda y la pretenciosidad artistica. Y tambien situaciones disparatadas como las de un par de menages a trois que toman derivas imprevistas, la incansable actitud fisgona de un quisquilloso detective de hotel, la aficion de Joyce por la escatologia.
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Un amor a mi medida:Ocaso, Gabriela lo Curto de
https://gigalibros.com/un-amor-a-mi-medida-ocaso-gabriela-lo-curto.html?Puede un amor merecer que le dediquemos tanto tiempo?
Y si encontraras lo inesperado, ?que harias?
Dicen que el amor genuino es por siempre y para siempre, que quien te ama de verdad le roba tiempo al tiempo, pero para Fiorella Bonucci su amor le habia robado demasiado.
Muchos anos atras le entrego su corazon a Nicola Favilli, uno de los instructores mas reconocido del mundo fitness en Sicilia, Italia; sin embargo, para el las relaciones eran algo complicadas, ya que las palabras: <> y < > no existian en su vocabulario. Aunque en la intimidad era un amante apasionado.
Un reencuentro con amistades del pasado hara que Fiorella conozca a Luca, un enamorado de la vida, quien la invitara a disfrutar de un mundo de excesos, donde los placeres seran su cualidad especial. Y quien lograra que ella cuestione su relacion con Nicola.
?Se dejara llevar Fiorella por el estilo desenfadado de Luca o lograra mantener el control que siempre le gusto tener con Nicola?
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Los 10 mitos del nacionalismo catalan de Joaquin Leguina
https://gigalibros.com/los-10-mitos-del-nacionalismo-catalan.htmlEn visperas de unas elecciones autonomicas que, en Cataluna, tendran, probablemente, mas relevancia que nunca, Joaquin Leguina reflexiona acerca de errores y mitos unanimemente aceptados que, a lo largo del tiempo, han falseado la realidad. A fuerza de repeticion sistematica, se acaba por aceptar el discurso soberanista sin analizarlo con rigor. El autor plantea en estas paginas una serie de cuestiones merecedoras de una reflexion mas profunda, que deje al margen interpretaciones partidistas: ?Existe un fundamento historico que avale la reivindicacion del estado catalan? ?Cual ha sido el verdadero papel de la lengua catalana a lo largo de los siglos? ?Cabe reconocer una base real al supuesto enfrentamiento secular entre catalanes y castellanos? ?Ha sido siempre la senera el simbolo de todos los que se identifican con el catalanismo o tan solo un elemento del que se apropio el sector mas conservador de la sociedad catalana? Contra la tergiversacion de la historia solo cabe el rigor y la verdad.