• la desaparicion de annie thorne libro - C.J. Tudor

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    No hay que temer a los muertos, sino a los vivos.

  • LA DESAPARICIÓN DE ANNIE THORNE | CJ TUDOR

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  • La desaparición de Annie Thorne (Éxitos) Tapa dura

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  • La desaparición de Annie Thorne Versión Kindle - Amazon.es

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  • La desaparición de Annie Thorne | Penguin Libros ES

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    La desaparición de Annie Thorne ... No hay que temer a los muertos, sino a los vivos. El nuevo y escalofriante thriller de la autora superventas de El Hombre de ...

  • La desaparición de Annie Thorne - C. J. Tudor - Babelio

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    El único problema es que yo no suelo leer libros de misterio que llegan al terror, no me va nada el mal rollo que me provocan, así que con este libro iba muy ...

  • Críticas de La desaparición de Annie Thorne (31) - CJ Tudor

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    La desaparición de Annie Thorne ha sido un libro fácil de leer. El misterio alrededor de la hermana de Joe te engancha desde el principio y la autora ofrece las ...

  • LA DESAPARICIÓN DE ANNIE THORNE - TUDOR CJ

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    Me esperaba otra cosa, ¡vaya tostón! hace 2 años. 0 0. Información del libro. Género ...

  • La desaparición de Annie Thorne, de CJ Tudor - Libros y ...

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    27 may 2019 — Su protagonista, Joe Thorne, es el hermano de esa chica que le da título al libro. La niña en cuestión desapareció unos veinticinco años atrás, ...

  • La desaparición de Annie Thorne - C. J. Tudor - Lecturalia

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    2 oct 2021 — Comentarios y opiniones de La desaparición de Annie Thorne ... Me encantó, muy del universo King. Otros libros del autor.

  • El Hombre de Tiza de C.j. Tudor

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    Hay juegos que solo tienen un final posible.

  • Una buhardilla en Paris de Catherine Roberts

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    Siglo XIX. Amy escapa de Londres el dia antes de su boda concertada, que la hubiese llevado a un destino muy comodo, pero con un hombre al que detesta.
    El viaje hacia su libertad no sera facil. Vivira lo mejor y lo peor del Paris bohemio, poblado de actrices, cabarets, moda y atrevidos pintores impresionistas.
    El misterioso vecino de la buhardilla la introducira en un mundo que ella nunca pudo imaginar.
    ?Has sonado alguna vez con ser libre y escapar?

  • El libro de las almas (La biblioteca de los muertos 2), Glenn Cooper de Glenn Cooper

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    ?Que harias si supieras la fecha del fin del mundo?

  • Magia y enigma de Henry Kamen

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    El prestigioso hispanista Henry Kamen selecciona varios monumentos miticos en Espana -declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- y explica la historia, los detalles y las leyendas que se ocultan tras estas grandes construcciones. Estos monumentos simbolizan etapas y caracteristicas fundamentales de la experiencia historica de Espana, asi como de su idiosincrasia y particularidad.

  • Suenos cumplidos de Elena De La Cruz

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    Tres mujeres, Eva, Mai y Gina, amigas desde la infancia y periodistas vocacionales, consiguen cumplir su sueno trabajando en la cadena de television Media30TV, aunque cada una tiene una meta distinta al resto. Eva consigue presentar su ansiado concurso de maxima audiencia, Mai espera con paciencia, un destino como reportera en zonas de conflicto y Gina, un mejor programa de entrevistas, donde desnudar metaforicamente a los invitados. Todo se complica, cuando a Eva empieza a recibir correos y notas anonimas amenazantes que consiguen asustarla, lo que la obliga a soportar a Pol, un detective privado y guardaespaldas, amigo del jefe de la cadena. Mai es enviada junto a su amigo y fotografo Alvaro, a El Cairo, donde tiene lugar un incidente con repercusion a nivel mundial. Gina entrevista en su nuevo programa a Lucas Molina, un famoso modelo, convertido en actor, que la arrastra a un viaje por el Caribe, sucumbiendo a los dictados de la prensa amarilla y a la presion de las audiencias. Sus suenos de la infancia, no eran exactamente lo que habian imaginado, pero las experiencias vividas, les haran apreciar aun mas, el valor de su amistad.

  • La dama de hielo. Los casos de Jennifer Palmer de Arthur R. Coleman

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    Un trepidante thriller policiaco, una novela de intriga, sensualidad y sexo desde una optica nueva y fresca, un personaje diferente, pleno de originalidad y fuerza: Jennifer Palmer. El nuevo y mas sorprendente personaje de la novela criminal y erotica.
    Un novedoso enfoque de la literatura de asesinos en serie. Un autentico psicopata del crimen busca un adversario de su talla y reta a la criminologa Jennifer Palmer a traves de sus asesinatos: Los desafios del hombre. Es el kraken de los criminales. Un monstruo que sale de las profundidades cuando quiere y causa el terror en la ciudad de Nueva York.
    Un thriller excepcional narrado con gran maestria. ?Quien se esconde tras las siglas D.H. con que firma cada uno de sus estudiados y elaborados crimenes?
    Esta impactante novela nos lleva a las aventuras de una joven y bella criminologa y su agencia, Solution Channel, y de Mark Crowell, un apuesto y atletico inspector de la brigada contra el crimen de la ciudad de Nueva York, desde que se descubre el extrano y cruel asesinato de un conocido marchante de arte.
    Unos personajes en los que la sexualidad y la sensualidad estan en constante ebullicion. La apasionada belleza de la protagonista, su inteligencia y su espiritu independiente llevan al lector a descubrir nuevos limites en la forma de entender la vida, la sexualidad y el deseo de forma libre y sin barreras.
    Una trama asombrosa, con personajes, giros, asesinatos y posibles culpables con la gran incognita a desvelar que solo llega al final de un equivoco y apasionante recorrido en esta incomparable novela negra y erotica.

  • George Orwell fue amigo mio – Adam Johnson de Adam Johnson

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    Inteligentes e irreales, comicas y oscuras, hilarantes a la vez que desgarradoras: las seis historias magistrales que conforman el nuevo libro de Adam Johnson suponen un paso mas hacia su consolidacion como uno de los escritores mas originales de la actualidad. Yo fui amigo de George Orwell ofrece al lector puntos de vista inusuales sobre problemas universales y nuevas formas de asomarse al mundo: Johnson se vale de la ficcion para profundizar en temas como el amor y la perdida, los desastres naturales, la influencia de la tecnologia o como lo politico da forma a lo personal.

  • Sendino se muere de Pablo D’ors

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    ?Puedo comentarte algo? -le dije a J. C. D.; y, antes de que pudiera reaccionar-: Tengo un cancer de mama. >>-!Todavia estara por confirmar! -me respondio el. >>-No -le replique y, sosteniendole la mirada-, ya esta diagnosticado. >>No quiso rendirse a los hechos hasta que le demostre que ya tenia hora para hacerme un estudio de extension. Como tantos de los que mas tarde serian informados, J. C. D. no acepto la dimension de la noticia.>> Asi es como comienza el diario de la doctora Africa Sendino, quien, a la hora de morir, alcanzo un comportamiento que no dudaria en calificar de <>, un adjetivo que, en este caso, no solo considero justo o apropiado, sino exacto. En las notas que siguen, Sendino relata como se vistio tras haberse enterado de aquella terrible noticia, y como salio del laboratorio con aquel nuevo peso que comenzaba a gravitar sobre su vida. Desde aquel momento se inicio para ella un intenso y prolongado dialogo con su Dios: <>. Tuve el honor de conocer y frecuentar a Sendino durante las ultimas semanas de su vida. En el hospital todos la llamaban por su nombre de pila -Africa-; para mi, en cambio, Sendino fue Sendino desde el mismo dia en que, al poco de conocerla, escribi en mi cuaderno de notas: <>. Estas tres palabras parecen el titulo de una novela; pero esto no es una novela ni puede serlo -por mucho que habria podido escribirse una (al estilo, por ejemplo, de La muerte de Ivan Illich, de Tolstoi) con buena parte de las experiencias que tengo la intencion de recoger aqui. Ademas, lo que la propia Sendino quiso que ofreciera en su nombre al mundo fue algo asi como un testimonio, lo mas fidedigno posible, de su vivencia de la enfermedad. Y todos estamos obligados a respetar las ultimas voluntades de nuestros muertos. Este escrito se justifica solo por esta voluntad, y esto conviene dejarlo claro desde el principio: no me guia ninguna otra pretension; escribo porque asi se me pidio. Y me gustaria comenzar haciendolo con esta afirmacion: si es cierto que los ultimos dias y hasta las ultimas horas en la vida de una persona simbolizan bien lo que esa persona ha sido o querido ser, entonces debo pensar que Sendino era lo que en el catolicismo se entiende por santo. Como es logico, esto no significa que todo en ella fuera perfecto o que Sendino careciera de esas fallas o lacras que caracterizan a los mortales y sobre las que cabria atribuirle alguna responsabilidad. Yo acepte a Sendino con estas presuntas deficiencias o imperfecciones, y es asi, en todo caso, con ellas, como me parecio -y ello casi desde el momento en que la conoci- un ser muy especial. Este calificativo, especial, se transformo pronto en admirable; y el admirable, con el tiempo, paso a insigne. Y no lo digo porque su figura haya quedado engrandecida en mi recuerdo tras su muerte, como tan a menudo nos sucede con los difuntos. Resulta facil encontrar virtudes a quienes ya no estan en este mundo. Casi se diria que lo necesitamos para justificar su biografia, tantas veces lamentable o, al menos, triste y mediocre. Lo que a mis ojos hace grande a Sendino, en cambio, no es la muerte sino el morir, el modo de morir. Quiza convenga saber que trabajo como capellan de un hospital desde hace algunos anos y que, como no podia ser menos, en dicha institucion sanitaria he tenido la oportunidad de atender a muchos enfermos y moribundos. Me han requerido en incontables ocasiones para administrar la uncion de los enfermos, por ejemplo, o para escuchar en confesion a quien queria reconciliarse antes de someterse a una importante intervencion quirurgica, o incluso para la llamada recomendacion del alma y despedida del cadaver. Informo sobre todo esto solo para dejar claro que, por mi actual ocupacion, son muchos los enfermos terminales que han pasado ante mis ojos y por mis manos sacerdotales; y que de este modo he podido constatar como suelen morir los hombres: inconscientes, atormentados, tranquilos, angustiados... Ninguno como Sendino. La muerte de Sendino destaca en mi corazon sobre todas las demas. Y no porque fueramos amigos -pues no creo que la relacion que mantuvimos pueda calificarse de este modo-; ni porque tuvieramos una particular afinidad. No, Sendino y yo eramos muy diferentes, y aunque compartiamos la fe cristiana, nuestra forma de vivirla y nuestra sensibilidad religiosa eran muy distintas. La suya, con toda seguridad, incomparablemente mas firme y meritoria que la mia. Remarco esta no afinidad emotiva e intelectual para dar a mi texto, en lo posible, una cierta neutralidad con la que espero que se incremente su valor. Entre por vez primera en la habitacion de Sendino, la 305-D de Oncologia, en el mes de mayo de 2008, si las fechas de mi diario no me enganan. Lo que primeramente me llamo la atencion en ella -pues era lo mas visible- fue su compostura. Sendino estaba acostada con dignidad, casi me atreveria a decir que con elegancia. Y es que hay enfermos a quienes se ve acostados de cualquier manera: con su cuerpo desmadejado e informe, o tenso, o abandonado a su suerte y como preparado para la rendicion final. El cuerpo de Sendino no. Ni siquiera cuando su declive fisico estuvo en su nivel mas alto, llego a perder su porte. En sus movimientos -nunca bruscos- siempre hubo armonia. En la postura que finalmente asumia, aun en medio del dolor, habia esa firmeza y flexibilidad que hacen que un cuerpo humano pueda ser calificado de hermoso. Si, Sendino era hermosa: tenia una mirada franca y limpia, una sonrisa timida y amable -nunca coqueta-, una piel blanca y tersa, unas manos graciles -aunque grandes- y una feminidad totalmente natural, nada impostada o estudiada y, por eso quiza, tan encantadora como desconcertante. Su forma de vestir, por otra parte, aunque fuera con un simple camison y unas zapatillas, era siempre cuidada, nunca afectada. La colcha o sabanas con que se cubria, siendo las comunes del hospital, estaban siempre perfectamente dobladas. Pero -repito-, no con esa rigidez propia del perfeccionista o del maniatico del orden, sino flexiblemente, amablemente. Aunque uno entrara a verla con cierta prisa, habia algo en aquella habitacion (ahora entiendo que era la compostura de la enferma, su aura quiza) que invitaba a tomar asiento frente a ella y a quedarse a su vera al menos unos minutos. Asi pues, el cuerpo de Sendino era femenino pero asexuado, elegante sin afectacion, flexible pero no amorfo, terso, pero no rigido. Lo segundo que mas llamaba la atencion en Sendino era su manera de hablar. Aunque no me dijo que era medico, desde el principio supe que se trataba de una persona culta. No lo digo, como es obvio, por los tecnicismos medicos que, ocasionalmente, salpicaban su discurso, sino por la inusual correccion de su expresion hablada. Sendino no era como la inmensa mayoria de nosotros, que en el lenguaje hablado dejamos buena parte de las frases sin terminar, dando mucho por sobrentendido o montando una idea sobre la otra, con la intencion de no dejar ninguna sin decir. No. Tanto en el lexico, de gran precision, como sobre todo en la sintaxis, rica y hasta compleja, Sendino cautivaba a quienes la escuchabamos. Nunca asisti a ninguna de sus clases de medicina, pero estoy convencido de que tuvo que ser una excelente profesora. Exponia sus ideas, ademas, de forma muy sistematica y concienzuda; quiza demasiado analitica, lo que en algunos casos podia hacerla parecer prolija. Pero ella misma se percataba de su prolijidad, y no eran pocas las ocasiones en que se reprimia. Le vencia el deseo de ser didactica. Supongo que sentia una autentica pasion por la ensenanza. Tambien por aprender (y esto resulta particularmente loable en quien tanto sabia), y ello tanto en el campo sanitario, que fue en el que se formo, como en el mas especificamente cristiano, que fue del que bebio para nutrirse por dentro. De modo que cuando yo entraba en su cuarto sabia que iba a asistir a una especie de leccion magistral. Sendino iba a explicarme su estado de salud con todo detalle, pues a ella no le bastaba un simple <> o un <> (nunca me confeso que se sintiera verdaderamente mal). <> De forma que describia sus sintomas, los derroteros que habia tomado su ultima conversacion con los medicos, las hipotesis mas plausibles que se habian abierto, las terapias mas convenientes que le habian propuesto y sus contrapartidas, el pronostico previsible y, en fin, otras tantas particularidades sobre las que ella se extendia sin recato. No se debia preguntar a Sendino como se encontraba si es que realmente no se deseaba ser informado. Lo tercero que mas llamaba la atencion de esta enferma (y hablo de un tercer lugar por ser lo menos visible de forma inmediata) era su altisimo nivel espiritual. Claro que ya su compostura y lucidez testimoniaban la excelencia de su interioridad, pues no hay cuidado del alma que no termine por redundar en el cuerpo y en la inteligencia. Pero, en el caso de Sendino, a este nivel espiritual solo se accedia tras varias conversaciones. ?Por que? Por discrecion, pues Sendino vivia su fe religiosa con una reserva exquisita, casi diria que con pudor. Esta ha sido una de las virtudes que he valorado mas en ella. Porque no es que escondiera al Cristo que la sostenia; no es que ocultase los signos religiosos que -para quien quisiera verlos- podian distinguirse en su habitacion (un libro de piedad y el rosario en la mesilla de noche, una estampa pegada en la pared...). Era que todos aquellos objetos de culto estaban ahi sin ostentacion ni verguenza, sino con amable naturalidad. Quiza la discrecion fuera uno de los rasgos preponderantes de la espiritualidad que Sendino profesaba, lo ignoro. El caso es que si lo religioso brotaba de sus labios era porque de esos labios no podia brotar, en ese momento, mas que lo religioso.

  • El error de Clara Ulman de Cristina Higueras

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    Cristina Higueras construye en esta novela un turbador thriller en el que su protagonista transgrede todas las normas para adaptar el mundo a sus principios.

  • Un novio millonario por Navidad de Ella Valentine

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    Molly cogio una caja vacia de la sala de fotocopias, la llevo hasta su despacho y coloco dentro todas sus pertenencias con la ansiedad convertida en bola en su estomago. Hacia meses que un rumor sobre una posible reduccion de plantilla corria por la oficina. La agencia de publicidad en la que trabajaba llevaba tiempo perdiendo clientes importantes y no estaba pasando por su mejor momento, pero Molly creyo que la situacion no era para tanto. No hasta que el senor Sanders la llamo a su despacho, le ofrecio un bastoncito navideno a rallas blancas y rojas del tarro que tenia sobre su mesa y, con cierta afliccion, la despidio porque, a pesar de ser una buena profesional, habia sido la ultima persona en incorporarse en la empresa. Se mordio el labio sintiendo un torrente de frustracion recorrer sus venas. Hacia 24 horas tenia todo lo que una mujer de 27 anos podia desear: un novio que la queria y un trabajo que le entusiasmaba. 24 horas habian bastado para que esa vida perfecta se desplomara como un castillo de naipes tras un golpe de viento. Cuadro los hombros y salio del despacho intentando ignorar las miradas llenas de compasion que le dirigieron sus companeros desde sus puestos. Quizas aquella escena hubiera sido menos dramatica si la decoracion navidena no ocupara cada centimetro de aquella oficina con suelos de linoleo azul, sin apenas luz natural, o si Frank Sinatra no cantara White Christmas con un entusiasmo desbordante desde el hilo musical, o si un Santa Claus diminuto no saltara sobre su muelle sobresaliendo de la caja que sostenia entre las manos. En aquel momento se maldijo por haberlo comprado en uno de esos mercadillos navidenos que tanto le gustaban pensando en lo bien que quedaria en su escritorio. Faltaban diez dias para Navidad y su vida estaba patas arriba. Subio en el ascensor, bajo hasta la planta baja y salio por la puerta rotatoria del edificio de oficinas en el que se ubicaba la agencia sintiendo como el frio le calaba los huesos. Se ajusto el gorro rosa que llevaba sobre el cabello color chocolate y dio una vuelta mas a la bufanda alrededor del cuello fijandose en la explosion de luces y color de las calles de Nueva York. La agencia estaba emplazada en la Quinta Avenida, una ubicacion muy privilegiada y agradecida para trabajar. Para alguien originario de Nueva Jersey y enamorada de la Gran Manzana como Molly, pasear a diario por esa zona era una gozada. Decidio acercarse a ver el arbol de Navidad del Rockefeller Center. Contemplarlo siempre la animaba y en aquellos momentos necesitaba grandes dosis de animo. Mientras caminaba hacia alli, no dejaba de pensar en la desgracia que se cernia sobre ella. Si quedarse sin trabajo ya era un desastre de por si, hacerlo el dia despues de que tu novio te de la patada, lo era aun mas. Penso en John y lo odio mas que nunca por haberla plantado con la patetica excusa de necesitar tiempo para estar solo y encontrarse a si mismo. No eres tu, soy yo, le habia dicho. Eso es lo que Molly se merecia despues de tres anos de relacion y uno de convivencia: que la dejaran usando la frase mas trillada de la historia. Ahora, sin trabajo y sin nadie con el que compartir los gastos del piso de alquiler, no tenia la menor idea de como iba a llegar a fin de mes. Haciendo cuentas podria sobrevivir sola dos meses como mucho. Y dudaba que encontrase un nuevo trabajo en tan poco tiempo. Cuando llego al Rockefeller Center los pies le dolian horrores. En aquel momento haberse gastado trescientos dolares en aquellas botas preciosas pero incomodas a mas no poder, le parecio la peor idea de la historia. Observo el arbol, hermoso e iluminado, frente a la pista de patinaje sobre hielo, pero en aquella ocasion no la recorrio por dentro el torrente de bienestar habitual. La situacion era demasiado deprimente como para que un arbol navideno fuera suficiente para levantar su moral. El movil vibro dentro de su bolso. Lo saco y comprobo que se trataba de uno de los mensajes de audio de su madre. Imagino que seria uno de sus monologos interminables de siempre, pero esta vez se equivoco. --Hola, cielo, soy yo, mama --Molly puso los ojos en blanco, por mucho que le dijera que no hacia falta que se presentara cada vez, lo seguia haciendo--: Veras, tengo que contarte una cosita, !tu padre y yo hemos cometido una locura! --La escucho reir tontamente y se le pusieron los pelos de la nuca de punta, porque cuando sus padres cometian una locura lo hacian a lo grande--. Acabamos de subirnos a un avion rumbo a Hawai. Nuestras primeras Navidades fuera de casa, ?no es maravilloso? Como nos dijiste que este ano el dia de Navidad cenarias con los padres de John, hemos decidido darnos este capricho. Bueno, Molly, te dejo, que esto esta a punto de despegar y nos obligan a poner los moviles en modo avion. Un beso. Muaaaa. Molly miro el aparato, perpleja. Aquello no podia ser verdad. Hizo el intento de llamar al movil de su madre, pero el numero estaba apagado o fuera de cobertura. Ya no habia vuelta atras; iba a pasar sola la noche de Navidad. Resoplo, lamentandose una vez mas por su mala suerte. Tenia que haberla llamado por la manana para explicarle la nueva situacion, pero no lo hizo porque... porque sabia que su madre adoraba a John y que la noticia de su ruptura seria un duro golpe para ella. Y una decepcion. Y Molly odiaba decepcionar a su madre por encima de todas las cosas. Entonces, empezo a nevar. Pequenos copos de nieve danzaron en el aire hasta posarse en el suelo y desaparecer. Frente a ella, decenas de personas patinaban en la famosa pista de hielo con la nieve cayendo a su alrededor en una imagen tan bucolica que, de no haberse encontrado en la tesitura que se encontraba, hubiera sacado una foto y la hubiera subido a Instagram con el hashtag "#magia". Molly subio su mirada al cielo, donde los copos de nieve se deslizaban sin parar, y se dijo que era hora de regresar a casa. Tenia muchas cosas que hacer si pretendia seguir viviendo en Nueva York: actualizar su curriculum, darse de alta en los directorios digitales de busqueda de empleo, buscar un piso mas barato para reducir gastos... Empezo a andar con la cabeza hecha un hervidero cuando, al girar en una esquina, se fijo en un Santa Claus sentado en el suelo. Al acercarse comprendio que habia errado en su apreciacion y que no se trataba de un Santa Claus, sino de un mendigo de barriga prominente, barba blanca y chandal rojo que sostenia entre las manos un cartel en el que podia leerse: “Deseos a 3 dolares”. Frente a el, habia un vaso de plastico vacio. Se dijo que por muy mala que fuera su situacion, siempre habria alguien peor que ella, y llevada por ese pensamiento saco tres dolares de su monedero y los deposito dentro del vaso. Hizo ademan de reemprender su camino cuando el senor barbudo la interpelo: --Senorita, ?y su deseo? Molly lo miro con una mezcla de lastima y escepticismo. --No tengo mucha fe en los deseos, senor --dijo con un encogimiento de hombros y una media sonrisa. --Pero no pierde nada por intentarlo, ?verdad? --Emmm... Bueno... Supongo que no. --Entonces, ?que desea? --El falso Santa movio sus manos regordetas en un gesto de apremio. --No se... --Molly se mordio el labio pensando en una respuesta. Su vida estaba patas arriba, con un deseo no tenia ni para empezar, asi que echo mano de su sarcasmo--: ?La verdad? Lo unico que podria mejorar mi situacion en este momento seria un novio millonario. Se dijo que si, que un novio millonario seria la solucion a todos sus problemas. No es que fuera la clase de mujer que espera ser salvada por un principe azul subido sobre un corcel blanco, nunca habia querido vivir a costa de un hombre, era una mujer independiente y autosuficiente, pero puestos a sonar… El hombre, frente a ella, sonrio enigmatico, cogio una campanilla que habia sobre la manta donde estaba sentado y la hizo sonar. --Ho, ho, ho. !Deseo concedido! !Feliz Navidad! Molly movio la mano a modo de despedida y siguio caminando calle abajo. Vivia bastante cerca de alli, en un mini apartamento que ella y John consiguieron alquilar por un buen precio pese a la zona, asi que acelero el paso con ganas de llegar a casa y darse una ducha calentita. La nieve caia cada vez con mas intensidad y no llevaba paraguas, por lo que la humedad le estaba calando la ropa. Iba tan concentrada en llegar a casa que, al cruzar, no se fijo en la alcantarilla que habia en medio de la calle, con tan mala suerte que, al pisarla, uno de sus tacones se hundio en uno de sus agujeros. --!Mierda! --exclamo Molly intentando en vano sacar el tacon del agujero. Parecia haberse quedado atascado--. Oh, venga, no me fastidies. ?Es que hoy no puede salirme nada bien? Los focos de un coche acercandose a gran velocidad la deslumbraron y, presa del panico, solto la caja con todas sus cosas que se esparcieron por el pavimento mientras intentaba desencajar el dichoso tacon de aquel sitio. El Santa Claus diminuto se activo y una melodia navidena empezo a sonar de repente poniendola aun mas nerviosa. Dios, iba a morir. El coche estaba a punto de arrollarla y en lo primero que Molly penso ante su inminente muerte fue que, por suerte, aquella manana se habia puesto su mejor vestido. Ya que iba a morir, que menos que hacerlo con clase. Con el panico paralizando su sistema nervioso, cerro los ojos y espero. 2 Molly 15 de diciembre Faltan 10 dias para Navidad --!Oh, Dios mio! ?Estas bien? Molly parpadeo, completamente aturdida, y por un momento se pregunto donde estaba. Le llevo un tiempo darse cuenta de que estaba tirada en el asfalto. !Genial! Era simplemente genial. Habia perdido el novio, el trabajo y casi muere atropellada por un... un... Miro al hombre que casi la manda al mundo eterno y abrio la boca de par en par. Molly no tenia muchas prendas de marca, pero sabia perfectamente cuando algo era caro. Aquel chico vestia un pantalon y un jersey de cuello alto que debian costar una fortuna, a juzgar por como le sentaba el conjunto, incluso estando encorvado sobre ella. Ademas, olia a dinero. Esas cosas se notaban. Era moreno y tan guapo que quitaba el aliento. Su pelo encrespado por arriba daba un aire informal a su aspecto y... !y casi la mata! Molly se solto de un tiron cuando el quiso ayudarla a levantarse. Lo hizo por sus propios medios, y aunque su pie protesto un poco, se cercioro pronto de que no tenia nada, salvo el aturdimiento propio por el susto y la caida. Al menos habia conseguido desatascar el tacon del maldito agujero. --Es increible --mascullo--. De verdad que esto es increible. --Perdona ?que? Miro a su lado, al chico que seguia pendiente de ella mientras el trafico los esquivaba y varios claxones sonaban al mismo tiempo. --!He dicho que es increible! !Justo lo que me faltaba en un dia tan malo como hoy! !Un ricachon que casi me mata! --Ah... --?Eso es todo lo que tienes que decir? Oye, para ti la vida de los demas probablemente no valga mas que ese reloj tan caro que llevas, pero mi vida es valiosa. !Aunque ahora mismo no lo parezca!

  • Bombay sin salida de Alfredo De Braganza

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    Nada igual le habia sucedido en el pasado. El corazon le palpitaba dolorosamente. Sintio un agudo pinchazo en el pecho. Laura Garcia sabia que iba a morir. --Mierda, me muero --mascullo con el sudor provocado por el panico, victima del proceso conocido como <>. --Te pondras bien --le dijo David apretando con fuerza la herida del costado. Tenia las manos manchadas de sangre. La garganta de Laura emitio un ruido al tragar saliva. La tapiceria del asiento estaba llena de cristales rotos. David habia tenido que romper la ventana para amedrentar al tembloroso conductor de que o los llevaba al hospital o se quedaba sin vehiculo. Laura asintio al tiempo que se puso a temblar, pero empalidecio todavia mas. Trago otra vez saliva con dificultad. --Lo siento. --Habia un deje quejumbroso en su voz. Tenia los ojos anegados en lagrimas, los latidos del corazon le resonaban con fuerza en la cabeza y en el pecho--. No debi haberte llamado. --No es un tema para tratar ahora. Te pondras bien. David Ribas conocia la ciudad de Bombay como la palma de su mano. Con aspavientos, iba dirigiendo desde el asiento trasero al asustado conductor del taxi que camino tomar por las callejuelas intrincadas formadas a base de improvisacion en una ciudad superpoblada. Se encontraron de frente con una inesperada fila de vehiculos obstaculizando el trafico. Ninos, bicicletas y un vendedor de cacahuetes tostados pasaban junto a ellos bajo el calor humedo. David fruncio el ceno en gesto reflexivo. Miro por las ventanas laterales, buscando una salida. No la habia. --!Vamos! --ordeno a gritos antes de quedar taponados--. !Atras, atras! El conductor dio marcha atras, se oyo un sonoro ruido en la caja de cambios y la rodadura del neumatico quedo marcada en el asfalto. Dos motocicletas se apartaron para dejarle paso. El coche dio la vuelta por completo y, cuando lo tuvo enderezado hacia la direccion contraria, piso el acelerador a fondo. A punto estuvieron de que un camion colisionara brutalmente con ellos. Si no sucedio fue gracias a la pericia del conductor del camion, que consiguio esquivarlos en el ultimo momento. Cuando giro bruscamente de nuevo saltandose la mediana, metio tercera y se salto un semaforo el rojo. El coche apestaba a liquido de embrague chamuscado. --!A la derecha! --le grito David indicando la direccion con el brazo extendido hacia un lado. Cruzaron la interseccion Chapekar Chowk para adentrarse en una serie de calles estrechas, haciendo caso omiso de indignados bocinazos. Del Consulado de Espana, situado en la zona de Nariman Point, al hospital mas cercano la distancia no era mucha, pero aquel mediodia Marine Drive, el paseo maritimo tambien conocido como <> (cuando se ve por la noche desde un punto elevado en cualquier lugar a lo largo del malecon, las luces de la calle se asemejan a un collar de perlas) estaba bloqueado por el trafico. Hacia pocos minutos que la explosion por el atentado habia sumido en un autentico caos las inmediaciones y los accesos por carretera de Bombay, capital financiera de la India, ya de por si sujeta a las molestias del crecimiento, asi como a la alterada vision de la incomoda convivencia de la riqueza con la inmensa pobreza, de lo moderno con lo viejo. Tras las rapidas indicaciones del espanol, el conductor entro en una amplia avenida. De repente, dio un volantazo para esquivar a un vendedor ambulante de fruta que pretendia cruzar la carretera empujando su carro lleno de mercancias. Despues, enfilo en direccion recta con un rugido. A David le vino a la memoria algo curioso que habia aprendido en los inicios de su estancia en la India: por reaccion automatica e inconsciente una persona, en caso de emergencia, siempre tiende a desviarse hacia la izquierda. Por este motivo conducir en la India es mas seguro que en otros paises, ya que el conductor con prisas y panico que se sale de la carretera va al arcen; de lo contrario, ocasionaria una colision frontal. Tras indicarle a voz en grito que direccion tomar, el conductor hindu, empapado en sudor y empujado por el nerviosismo, obedecio virando a la derecha, saltando de nuevo otra mediana, internandose en direccion contraria y haciendo posteriormente un giro hacia una calle perpendicular a velocidad supersonica. Intimidados por esta agresiva forma de conducir, los vehiculos que venian de frente se apartaban. Los ojos del conductor pasaban continuamente del frente al retrovisor interior y al lateral. Al entrar en una calle de un solo sentido se toparon con la comitiva de una boda. Frente a ellos, a escasos metros, el novio iba a lomos de un caballo enjaezado. Habia musica y bailes al ritmo estridente de una cancion popular de Bollywood. La gente tiraba petardos, cantaba y bailaba al son de la musica. El aire caliente y humedo que se colaba por las ventanillas del coche olia a humo de polvora a causa de los petardos. Sin tiempo para pensarselo dos veces, la decision fue instintiva. David grito al conductor: --!Atras, atras! !Rapido! A velocidad vertiginosa, el vehiculo retrocedio hasta dar la vuelta por completo y, tras un derrape en el que perdio el tapacubos de una rueda, se impulso hacia delante y tomo una calle paralela de dos direcciones, donde les recibieron bocinas atronando y conductores que agitaban violentamente los punos y les insultaban desde las ventanillas. El nervioso conductor del taxi recitaba en voz alta un rezo en sanscrito al tiempo que tocaba con una mano las coloridas figuras de las deidades hindues pegadas en el salpicadero para llevarse rapidamente los dedos a la altura del corazon y a los labios. Laura Garcia estaba tumbada sobre el regazo de David. Le miro asustada y solto un grunido. --Aguanta… --La beso en la coronilla. --Perdoname --respondio sosteniendo un sollozo ahogado. --Hiciste lo que debias hacer --repuso el acariciandole el pelo. Tenia la frente perlada de sudor. Desde la distancia se escuchaba el ulular de las sirenas. Dos ambulancias cruzaron en sentido contrario. --?Como supiste que habia venido a Bombay a matarte? --pregunto Laura. En su boca tenia un extrano regusto metalico y por experiencia propia sabia que era el sabor del miedo. David la observaba detenidamente y aguardo un instante. --La experiencia... Siguiendo las indicaciones de su pasajero, el conductor atraveso una mediana entre chirridos de neumaticos y mas estruendo de bocinas del trafico que circulaba en sentido contrario. Luego hizo girar en redondo el coche haciendo un torpe cambio de sentido, saliendo a una carretera mas estrecha y de un solo sentido. Gotas de sudor en las sienes, ojos inquietos, aspecto de nina indefensa. Asustada. --Y aun sabiendo que ibas a morir viniste a verme. --Cada palabra caia lentamente como pesadas piedras. David la escuchaba, pero mantenia la vista al frente, controlando las direcciones que el conductor indio iba tomando. --Si. --Lo unico que deseaba era que sucediera algo que pudiera impedirmelo. --Pues mira que suerte la tuya, yo me muero --mascullo angustiada y temblorosa. --No, no te vas a morir. No lo voy a permitir. --La voz de David temblo por la intensidad de las emociones que lo abrumaban. Antes de cruzar la interseccion con Queen's Road estuvieron a punto de golpear a un vendedor ambulante que empujaba su carro lleno de verduras. --Estamos ya en el hospital --dijo David alzando la voz--. Vamos a conseguirlo. Te pondras bien. !Aguanta! Con el grito, Laura abrio los ojos de par en par. --Escuchame... Escuchame... --dijo tan despacio y tan debil que David se vio obligado a inclinarse hasta que sus narices casi se rozaron--. Eres encantador. El se dio cuenta de que su rostro empalidecia. Tenia los ojos hundidos y los labios de color violeta. Entraron a gran velocidad en el parking del Bombay Hospital & Medical Research Centre. Los viandantes saltaban a los lados al tiempo que el conductor golpeaba insistentemente el claxon y soltaba improperios por la ventanilla. El vehiculo paro frente al porche, en un lugar exclusivo para ambulancias. Un enfurecido guardia de seguridad salio corriendo, apresurandose a llamar la atencion al conductor, pero al ver al pasajero banado en sangre sacando el cuerpo de una mujer, a toda vista extranjera y blanca, corrio de vuelta al interior del edificio pidiendo ayuda a gritos. --!Aguanta! --le grito David al tiempo que subia los escalones con rapidez, sujetando en brazos su cuerpo. Laura esbozo una leve sonrisa y alzo la mano para tocarle la mejilla. David miro alrededor mientras seguia caminando y pedia ayuda en marati y en ingles. Un grupo de enfermeros llego empujando una camilla. Le quitaron de los brazos a Laura y la tumbaron. Mientras uno de ellos empujaba, otra persona pinchaba una bolsa de suero y la conectaba a la via del brazo para aumentar el fluido en su sistema circulatorio y reponer la sangre perdida. David los siguio sujetando la mano de Laura. Las brillantes luces de los plafones del techo robaban todo el color a su rostro y le daban una apariencia espectral. Un medico llego corriendo. Mientras los enfermeros empujaban la camilla por el pasillo, uno de ellos le puso al corriente del estado de la paciente. --Quiero inmediatamente dos vias intravenosas de alto flujo y dos litros de suero salino. !Ya! --grito antes de acercar su rostro a Laura--. Aguante, que ya estamos. --Dirigiendose a David, anadio con seriedad--: Vamos a llevarla de inmediato a la planta superior. Frente a ellos aparecio el rotulo luminoso rojo de <>. Un enfermero detuvo a David, que intento entrar en el ascensor con ellos. --Usted quedese en la sala de espera de la segunda planta --dijo poniendole la mano en el pecho--. Alli tendra que rellenar los formularios pertinentes. David sentia las piernas temblorosas, flojas. Queria aferrarse a ella como un clavo ardiendo, pero se quedo de pie, parado en medio del pasillo, con la ropa banada en sangre y sudor. La rabia le subio por la garganta, pero trago saliva para controlarla. Frente a el, la puerta del ascensor se cerro. Primera Parte Vivir o Morir 1 David Ribas estaba encaramado en lo alto de un andamio hecho con palos de bambu y cuerdas. Sentado a horcajadas, divisaba el parque publico situado a escasos metros, donde unos ninos jugaban alegremente al criquet. Hacia un calor y una humedad poco habituales para aquel mes del ano, y se alcanzaban los niveles de una sauna a vapor. Treinta y siete y subiendo, y todavia no eran ni las doce del mediodia. Se limpio el sudor de la frente con la palma de la mano y, dando martillazos a los tablones de madera, se dispuso a reanudar la tarea de reconstruir el techo del colegio. El propietario, llamado Manjit, que ejercia a la vez de director, no pudo contratar a un equipo de expertos. El colegio no pertenecia al gobierno, ya que, de hacerlo, y debido a las trabas administrativas, acabaria corrompiendose, y llegaria a tener que pagar sobornos hasta para conseguir permisos de luz a ciertas horas o incluso por la distribucion del agua. David llamo a sus hombres y bajo del precario andamio para tomar un vaso de lassi [1] que les ofrecia Manjit en una gran jarra de barro. Entre sorbos, el espanol le dijo a Manjit que estaba convencido de que conseguirian terminar antes de que los jovenes estudiantes comenzaran el nuevo curso escolar. Faltaba un mes hasta que se reanudasen las clases. Ya se imaginaba el tejado restaurado y a prueba de goteras para cuando llegara el monzon. Para terminar el trabajo de remodelacion del techo, David se habia traido a cuatro albaniles que eran unos manitas, pues sabian de fontaneria, carpinteria y pintura. Era todo cuanto necesitaba para ayudar al director a reconstruir su colegio para los ninos de primaria y secundaria que vivian en el cercano barrio de chabolas. No habia hecho falta comprar nada, ya que habia obtenido todo el material gracias a los contactos de Hassena, jefa del crimen organizado en Bombay y protectora del espanol. David Ribas habia llegado a la India hacia anos. Su mujer murio asesinada por terroristas islamistas que asediaron el hotel Taj Mahal Palace, donde se hospedaban. El fue rescatado y devuelto a la vida por Hassena, y desde entonces se habia convertido en su esbirro. Hassena le habia dicho que emplease su tiempo libre en otros menesteres, que ya se encargaria ella de mandar a un equipo de profesionales, pero el espanol queria hacerlo por si mismo. Le caia muy bien el propietario del colegio. Manjit era un hombre de unos sesenta anos que aparentaba ochenta, conocido por su labor altruista, sobre todo en su completa dedicacion a la educacion gratuita para ninos. Uno de los ninos que jugaban al criquet, llamado Sameer, siempre estaba ojo avizor. Era un pequeno desgarbado de unos doce anos, --ni el mismo sabia con exactitud su edad--, con pantalon corto roido y camiseta gris de tirantes. Dejo lo que estaba haciendo y salio discretamente corriendo hacia el colegio. A fuerza de ir andando todo el dia descalzo, tenia las plantas de los pies tan duras como las suelas de unas sandalias. Con sonidos guturales, se acerco llamando la atencion del espanol sentado en lo alto del andamio. Desde abajo, realizo signos con sus manos al aire en direccion al tejado. Con movimientos rapidos de sus dedos, el nino mudo le advirtio de que un hombre permanecia escondido dentro de un vehiculo y tomando fotos en su direccion. David le respondio con signos, dandole las gracias, y le pidio que volviese a reanudar el juego con sus amigos. Antes de salir corriendo, Sameer se volvio y solto un gemido hacia el espanol, moviendo con frenesi de nuevo los dedos. Desde el andamio, David le sonrio y respondio que tendria cuidado, que nada malo le iba a pasar. David lanzo una fugaz mirada mas alla, a la sombra de un gran arbol. Alli, en el interior de un vehiculo, vio a un hombre agazapado. Sabia que debia extremar la precaucion desde ese momento. Por la noche, cuando hubo terminado de trabajar, despues de despedir a sus ayudantes y quedar con Manjit para el dia siguiente, decidio irse a cenar a su puesto de comida preferido, un restaurante de comida tipica india a pie de calle. Tras una rapida aunque concienzuda inspeccion de su motocicleta Royal Enfield, concluyo que nadie la habia manipulado. Metio las llaves en el contacto y salio disparado con su inconfundible motor ronroneando, sumergiendose en el atolondrado trafico. Encorvado sobre la moto, zigzagueaba entre el trafico modificando la velocidad. Aparco a cierta distancia y camino hasta el puesto de comida callejera, uno de los muchos que solia frecuentar. Conocia al detalle lo mejor de cada uno y sus horarios. Incluso en horas tan intempestivas como la madrugada, sabia que establecimiento estaria abierto y cual era la especialidad. Caminaba hacia el local aparentemente sin mirar a nadie, pero en realidad no dejaba de observar a cualquier transeunte que estuviera dirigiendo indebidamente la atencion hacia el. El Coromandel presentaba sus clientes habituales sentados en butacas de colores y sillas de plastico. Eran jovenes estudiantes, empleados mal pagados y explotados en centros de llamadas internacionales, popularmente conocidos como call centers. Tambien habia un grupo familiar con sus ruidosos ninos correteando por el local. El camarero iba sirviendo las mesas con agilidad al tiempo que tomaba nota. David tomo asiento en una mesa apartada y, mientras esperaba su pedido, se quedo escuchando las noticias nacionales en lengua marati que proyectaba un raido televisor de pantalla plana colgado de la pared. A pocos metros de distancia, en el interior de una furgoneta Omni, tres hombres contemplaban varias fotografias de David Ribas ampliadas a veinte por veinticinco. Eran instantaneas poco recientes, de su vida anterior en Espana. Las compararon con las imagenes digitales que acababan de captar al sospechoso entrando en el local y las tomadas previamente, mientras trabajaba en la construccion del tejado del colegio. Habia perdido peso, tenia el pelo mas canoso y desalinado, ahora llevaba barba poblada y antes estaba completamente rasurado; sin embargo, la frente y nariz eran las mismas. ?Podia ser el hombre que realmente buscaban? Desde un pequeno ordenador portatil enviaron las fotografias a traves de archivos jpg a un destinatario. No tardaron mucho en recibir respuesta. Las imagenes habian sido sometidas al maximo escrutinio tecnologico y confirmaban que aquel hombre era el espanol David Ribas, dado por muerto hacia anos en el atentado terrorista contra el hotel Taj Mahal Palace de Bombay. 2 Al salir del local despues de cenar, no se fijo en nada en concreto. Sin embargo, seguia asimilandolo todo: transeuntes, coches aparcados y vehiculos que pasaban por la calzada. Un conductor de autorickshaw se aproximo. --?Quiere que le lleve? --le pregunto en ingles con un marcado acento tipico indio. --Donde quiera que me diga, le llevo. Cobro muy barato. El espanol sabia que le habia tomado por un gora [2] , un extranjero mochilero de aspecto hippy. Iba a alzar la mano para indicarle su negativa cuando observo un movimiento por un lateral. --Si quiere fijamos un precio --insistio el conductor al tiempo que manejaba su vehiculo de forma paralela.

  • Los avispones de Peter Handke

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    Los avispones, publicada en 1966, es la primera novela de Peter Handke, uno de los escritores europeos mas reconocidos y que en numerosas ocasiones ha sido propuesto como candidato al premio Nobel. Estudio derecho hasta 1965, fecha en la que la editorial alemana Suhrkamp acepto la publicacion de este libro, comenzando asi su exitosa carrera literaria. A traves de textos fragmentarios que nos relatan la muerte del hermano, la ceguera del narrador, las relaciones familiares, Handke nos va contando como se construye una novela, que finalmente se titulara Los avispones. No es tanto un recorrido como un descenso; no describe una realidad, sino <> realidad, que le sirve de pretexto para encontrarse nuevamente con los traumas y terrores de su infancia, a traves del recuerdo de hechos cotidianos vividos con su familia en el mundo rural.

  • Un Ambiente Extrano de Patricia Cornwell

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    Kay Scarpetta viaja a Dublin para ofrecer unas conferencias en la Facultad de Medicina del Trinity College, pero el proposito real de la forense es investigar una serie de homicidios ocurridos en Irlanda diez anos atras. Estos presentan algunas similitudes con el caso del Carnicero, que ha infundido el panico en los habitantes de Virginia, y Scarpetta intenta establecer hasta que punto los asesinatos cometidos a ambos lados del Atlantico presentan caracteristicas comunes. A su vuelta a Estados Unidos todo se precipita: el torso de una mujer aparece en un vertedero de basura con los miembros amputados. El arma ha sido una sierra de carnicero, como en los casos irlandeses, pero la forma de amputar los miembros no responde al mismo patron...

  • Fue en un Cafe de Izzy Garza

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    Fue en un Cafe, relata el dia a dia de los estudiantes de uno de los mejores colegios de Mexico, especialmente el de dos grupos de alumnos; los jugadores del equipo de futbol y las porristas. Esta es una historia que refleja el esfuerzo, dedicacion, sacrificio y amor que estos deportistas le impregnan a su semestre escolar para alcanzar sus suenos. En el desarrollo del primer trimestre del ano entre algunos de estos chicos y chicas surge la admiracion, el carino, e incluso el amor, precisamente dentro de un hermoso y acogedor cafe ubicado a las afueras del colegio.

  • Mas alla del bien y del mal de Virginia Barber

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    La doctora Barber nos descubre que el mal tiene un rostro dolorosamente humano.

  • Clarent House (Los Huntington 2) de Charlotte Bennet

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    Sintiendose nuevamente enganado y defraudado por su hermano Fred, el duque de Clarent inicia una busqueda para encontrarlo antes de que Fitzwilliams, con el que tiene mas de un desencuentro, lo haga. En dicha busqueda Graig se adentra en los ambientes mas peligrosos y turbios de la ciudad. Ahi se topa con gente de dudosa reputacion, y sin escrupulos, que se atreven a chantajearle ya que poseen informacion comprometida sobre Fred.
    Por otro lado, las constantes ausencias del duque abren un nuevo frente en su relacion con Victoria que, a duras penas, intenta sobrellevar el distanciamiento que existe entre ambos. Para ello cuenta con la comprension de su suegra, Eleanor, y el amor incondicional de su madre, Melisa, a la que perdona finalmente. Sin embargo, un repentino contratiempo hace que Victoria se plantee seriamente su matrimonio con Graig.
    El destino vuelve a poner a prueba la fortaleza de uno de los hombres mas poderosos e influyentes de Inglaterra. Pero ?lograra este encontrar a su hermano? ?Solucionara sus problemas, finalmente?

  • La bestia cazada de Blanca Moral

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  • Un crimen imperfecto de Sandra Garcia

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    Todo empezo un dia cualquiera. A partir de ese dia todo cambio. Una conversacion que no debio de ser escuchada marca el principio. Santiago intentara descubrir que secretos esconde Ramon Benitez y sobrevivir al mismo tiempo. Encontrara a alguien muy valioso que le hara llegar hasta quien necesita salvar. Traiciones, secretos y nuevos descubrimientos haran que la vida de Santi de un completo giro.

  • Alfa Herido de Daniel Santos

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    Erik llevaba anos escondido del mundo.
    Su casa en las montanas era su territorio.
    Y nadie osaba acercarse. Ni el guardabosques.
    Sabian que era peligroso… por La Bestia.

  • Una vida en palabras de Paul Auster

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    Una vida en palabras es un dialogo entre Paul Auster y la profesora danesa I. B. Siegumfeldt acerca del oficio, el arte y la vida del escritor. Profundamente documentado, y dando un paso mas alla de la biografia, estas paginas estan plagadas de sorpresas y revelaciones que nunca han sido compartidas por el escritor, asi como ensenanzas que a menudo saltan del campo de la literatura para hablarnos de la vida misma. Las conversaciones entre ambos empezaron en 2011 y se han desarrollado a lo largo de cinco anos, cubriendo todas las obras narrativas del autor, asi como los temas y obsesiones que las atraviesan.

  • Es mi vida de Fortunata Barrios

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    Antes que el amor romantico, y tanto como el sexo, la amistad puede ser el vinculo mas incombustible entre los seres humanos. Amalia y Vero se rencuentran tras decadas sin verse, y acuerdan un intercambio electronico. ?Que se escriben dos antiguas companeras de colegio cuya amistad quedo interrumpida por una circunstancia adversa?

  • Nimbo (El arco de la Guadana 2) de Neal Shusterman

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    No ha pasado mas que un ano desde que los caminos de Citra y Rowan se separaron, pero en este tiempo los rumores sobre un justiciero que persigue a los segadores corruptos se han multiplicado. Por todo el continente se oyen susurros de que los culpables acaban siempre devorados por las llamas.
    La segadora Anastasia criba con compasion y desafia abiertamente las ideas del nuevo orden. No obstante, cuando su vida se ve amenazada y sus metodos se cuestionan, queda claro que no todos los miembros de la Guadana desean el cambio y que la podredumbre crece hasta en los cimientos mas solidos.
    La muerte debe existir para que la vida tenga sentido. Pero ?cual es el precio que cada segador esta dispuesto a pagar?

  • La chispa del amor de Beatriz Lozada

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    Lucha por aquello que quieres. Los protagonistas de estas incribles historias lo hicieron y, como podras descubrir, cuando se ama con fuerza, se gana la batalla.

  • Candela y acero de Adrian Arangon , Miguel Aragon

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    --NADIE ME OBSERVA, podre cazar tranquilo --se dice el Predicador y sonrie de manera perversa. Con la mano derecha sostiene un carton de vino barato, parte de su imagen de vagabundo. Y con la izquierda acaricia las empunaduras de sus dos <>, los cuchillos de caza que lleva en el bolsillo. Desde la penumbra que le proporciona el acceso a una vieja ferreteria vigila con disimulo la acera de enfrente. Parece un indigente mas que puebla las aceras nocturnas de la ciudad y en el que nadie se fija. --Ahi esta --dice clavando los ojos en el hombre alto que sale cargando dos bolsas fucsias del restaurante japones--. Puntual como todos los miercoles. Menu para dos. El Predicador es meticuloso, observa a sus presas durante meses, aprende sus costumbres, memoriza itinerarios; y todo ello sin que sus victimas se percaten de que estan siendo vigiladas. Hay muy poca gente por la calle porque se juega un importante partido de semifinales de la Liga de Campeones. De vez en cuando se escuchan los aplausos y gritos de gol que escapan desde bares y ventanas abiertas. El hombre de la comida japonesa camina despreocupadamente, hablando por el movil con alguien de su oficina. El cazador le sigue unos metros por detras, parapetandose tras los coches aparcados. Estan llegando al edificio de la victima, que se detiene un par de minutos ante el portal mientras hace malabares con las bolsas y el movil, y busca las llaves en su mochila. El cazador tiene tiempo de sobra para ocultarse tras la marquesina de la parada de autobus, a menos de dos metros de la puerta. El hombre sigue inmerso en su conversacion y no se percata de la sombra felina que se cuela tras el antes de que se cierre el porton de entrada. El Predicador se deleita imaginando la cara de horror de su victima cuando descubra lo que le esta esperando en casa. --Eres especial, Manuel, llevo tanto tiempo deseando hacerte sufrir --piensa el cazador--, y por ello te espera una sorpresa en tu salon. No es un asesino primerizo, ha tenido ocasion de <> varias veces antes de esa noche. La prensa le ha bautizado como el Predicador, y no le disgusta el nombre porque en verdad esta predicando, igual que Moises cuando bajo de la montana con la palabra de Dios grabada en piedra. El tambien transmite la palabra, pero grabada en carne. Desde que La Orden entro en su vida, su existencia ha cobrado sentido: ser un instrumento adiestrado para conseguir que su causa triunfe. Un instrumento muy eficaz y sanguinario. Manuel sale del ascensor al rellano del tercer piso canturreando la cancioncilla de un anuncio. Se quedo sin cobertura y tuvo que colgar la llamada. El cazador se ha deslizado con rapidez escaleras arriba. Sigiloso, aguarda entre las sombras tras la puerta del ascensor. --!Carino! --El hombre abre la puerta y le da un empujoncito suave con el pie para que se cierre sola tras el--. !Traigo la cena! No hay respuesta. --?Hola? No hay respuesta. Suelta las llaves en un cuenco de la entrada y frunce el ceno, Ingrid siempre esta en casa cuando el llega con la cena. Extranado, y con las bolsas aun en la mano, enfila el pasillo. El cazador le sigue un par de pasos por detras con los cuchillos ya desenfundados. Manuel asoma la cabeza por la puerta de la cocina. Nadie. Sigue caminando por ese largo pasillo tipico de los pisos antiguos del centro de Madrid. Un bano, el despacho, un dormitorio, otro. Nadie. Al Predicador ni siquiera le sudan las manos, no le tiembla el pulso, conoce el guion de lo que va a suceder esa noche. Esta sereno, como las veces anteriores, con la mirada fija en la espalda de su victima. --!Ah!, hola, cielo. --Manuel ve la cabeza de Ingrid asomando tras el sofa. Esta sentada y, como el sillon mira hacia las ventanas, solamente le ve la coronilla--. ?No me oyes? Seguro que ya estas con los cascos enchufada a tu serie en la tableta. El hombre rodea el enorme chester y se queda paralizado al ver que Ingrid esta sentada, amordazada, atada de pies y manos con unas sogas. Un reguero de sangre le cae desde la frente tinendo la blusa con una extensa mancha roja. Esta palida y tiene los ojos cerrados. Manuel aun no recupera la respiracion, pero el ruido de las bolsas de comida al chocar contra el suelo lo saca de su ensimismamiento. Se acerca a toda velocidad a su mujer. --Pero ?que…? --No entiende que esta pasando, le tiembla todo el cuerpo y le cuesta respirar. Coge la cara de Ingrid entre ambas manos. La acaricia. Esta inconsciente--. !Ingrid, despierta! ?Que ha pasado? Ella abre los ojos despacio, aturdida, oye la voz de su marido, pero esta debil y le cuesta enfocar la vista. Le deslumbra la luz y vuelve a cerrar los ojos. Manuel observa las sogas de las manos, estan tan apretadas que le han desgarrado la piel de las munecas, las tiene en carne viva. Esta mareada, pero consigue concentrar las pocas energias que tiene en parpadear con fuerza. Lo primero que logran ver sus ojos es una difusa figura que sonrie maliciosa detras de su marido. Le entra el panico. Una chispa de lucidez la despeja de golpe, reconoce esa cara, el miedo le hace revivir el ataque que ha sufrido. Intenta gritar para avisarle a Manuel del intruso, pero algo le cubre la boca y no consigue soltar mas que un gemido ahogado. Demasiado tarde, el cazador se abalanza sobre Manuel agarrandolo por el cuello con fuerza y apretando un cuchillo contra su yugular. La presa no puede zafarse, el Predicador es muy fuerte. Cae de rodillas. Ingrid esta tan debil y paralizada por el terror que no puede forcejear ni golpear al atacante, solo le queda observar los acontecimientos. --Por fin ha llegado este momento, Alcazar. --La voz del asesino sisea en su oreja como una serpiente. Esta saboreando el terror de su victima. El olor de la sangre, del sudor salado, del miedo llena la habitacion. Manuel apenas puede respirar bajo ese tenaz abrazo. Todo se oscurece a su alrededor. --Preparate para convertirte en el mensaje. --Con un movimiento rapido y calculado le propina a su victima un fuerte golpe en la cabeza con la empunadura de su cuchillo de caza. Manuel cae al suelo, inconsciente, y la sombra del atacante se abalanza de nuevo sobre Ingrid. Lo ultimo que ve, antes de perder el conocimiento, es el destello de los dos cuchillos que se acercan lentamente hacia ella. Esta hecho. UNAS HORAS MAS TARDE, en plena noche, un hombre bien vestido, con una mochila y satisfecho consigo mismo sale de la casa del matrimonio Alcazar, dejando la puerta abierta. Un haz de luz sale del piso e impacta en el rellano. Se concentra en un tramo de la escalera, en el que deposita un pequeno obsequio. La puesta en escena es fundamental y el lo sabe. Todo esta preparado para que el mundo entero descubra su nuevo regalo. El Predicador acaba de dejar un mensaje, pero su obra esta inacabada… Todavia quedan muchos invertidos, desviadas y simpatizantes que deben ser erradicados. 2 U NA P E S A D I L LA --!YA va, ya va! Candela aun no ha abierto los ojos, no sabe que hora es, pero lo que si sabe es que va a asesinar al que esta fundiendo el timbre de su puerta. Se levanta de mala gana, embotada como si tuviera resaca, y se tropieza con la pata de la cama. --!Me cago en…! Un dolor intenso, como si un martillo le hubiera machacado los dedos del pie, le sube por toda la pierna. Medio cojeando y maldiciendo alcanza la puerta y gira la pestana de laton de la antigua mirilla. --Martin, ?que narices haces aqui tan temprano? --Candela se alegra de ver a su padrino y socio capitalista de su agencia de investigacion Benites Consulting. Esta deseando contarle lo bien que ha ido la vigilancia de anoche--. Espero que por lo menos hayas traido algo que compense el madrugon. El hombreton alza un poco los brazos. Un gran vaso de carton blanco y una cajita con el logotipo del Horno San Onofre llenan las pupilas de Candela, que abre la puerta a toda velocidad, salivando con el aroma que desprenden el cafe y la bolleria recien hechos. --Ahora si que son buenos dias. --Candela sonrie, le hace un gesto a Martin para que vaya al salon, coge el vaso de carton con una mano y levanta la tapa de la caja con la otra--. Mmmm... !Rosquillas de Alcala! --Los ojos le brillan como si hubiera descubierto la moneda del Ratoncito Perez bajo la almohada--. No sabes cuanto necesitan mis venas este desayuno. Anoche, al final, estuve hasta las tres de la madrugada plantada en la puerta del hotel Axor del aeropuerto, pero ha merecido la pena, las fotos que he sacado de ella dandose el lote con el amante han salido perfec... Candela se da cuenta de que el gesto de Martin es extremadamente serio, desencajado. Ni siquiera la mira a los ojos. Se frota las manos sobre los muslos del pantalon de arriba abajo. Mal signo. Ella sabe que algo no va bien. Cierra la boca y se sienta en el sofa, a su lado. La ultima vez que su amigo se comporto asi fue cuando le confeso el agresivo cancer de pancreas de su mujer, Nerea, poco antes de que ella muriera. En una fraccion de segundo Candela baraja mentalmente algunas opciones, deseando que no sea ninguna de ellas, pero sobre todo piensa en el avanzado embarazo de su hija mayor. Se le acelera el pulso. --?Es Estibaliz, o el bebe? Martin niega rapido con la cabeza, pero el silencio se hace muy denso y lo mejor es quitar la tirita de golpe porque en realidad no sabe ni por donde empezar. --Esta manana me ha llamado el inspector Amoros para que fuera a verle a comisaria. -- Martin coge las manos de Candela y mira directo a sus penetrantes ojos negros--. Nela, han asesinado a los padres de Vanessa Alcazar. Se queda con la boca abierta, casi sin respiracion. --Pero que... --Unas lagrimas involuntarias asoman en los ojos de Candela--. ?Como...? No pueden ser ciertas esas palabras. Tiene que ser un error. De repente el mundo gira sin control a su alrededor. De fondo, le llega la voz de Martin mientras sigue hablando, pero no consigue escuchar nada, solo su respiracion y un fuerte pitido que le retumba en la cabeza. Las paredes de su salon desaparecen y en su lugar ve dos enormes pantallas de cine en las que se reproducen en bucle las imagenes del asesinato televisado de su amiga Vanessa. El caos posterior. Los ojos en blanco de su amiga en un cuerpo que convulsiona en el suelo empapado en la sangre que brota a chorro del agujero de su pecho. La sonrisa lunatica del asesino blandiendo el cuchillo justo antes de ser abatido a tiros por un policia. La rabia y el dolor infinito de los padres, Ingrid y Manuel, que se funden en un abrazo desgarrador. Han pasado cinco anos, pero en las retinas de Candela el recuerdo permanece fresco, como si la pesadilla hubiera sucedido ayer mismo. --... el Predicador. --Solo esas dos ultimas palabras que acaba de pronunciar su amigo la devuelven a la realidad. A Candela le parece que su ensimismamiento solo ha durado dos segundos, pero, por lo visto, Martin lleva un buen rato hablando solo mientras ella asentia como un automata. --?Como dices? --pregunta Candela luego de salir de su trance. El hombre suspira con paciencia y comprende que ella ha estado ausente. --Te decia que ha sido ese asesino quien los ha matado. Amoros forma parte del equipo que lleva los crimenes del Predicador. Extraoficialmente, me ha llamado en cuanto se entero de quienes eran las victimas porque sabe de tu relacion con la familia Alcazar; y si podemos aportar algo a la investigacion, tambien extraoficialmente, no les vendria mal. --?El Predicador? Candela recupera poco a poco los sentidos, pero necesita despejar la mente y concentrarse o caera en un pozo de tristeza y no podra parar de llorar. El asesino en serie que sale en todas las noticias y que tiene en jaque a la Policia de Madrid ha matado a sus amigos, y ella debe hacer algo. Recurre al truco que le enseno su padre: <>. Este extrano truco siempre le ha funcionado cuando la vida la ha puesto a prueba... con el asesinato de su propia madre, el de Vanessa, la muerte de su padre y al abandonar el Cuerpo Nacional de Policia.

  • Detestable Error de Ana Coello

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    Sin percatarse, se enamoraron en aquellas cinco semanas inolvidables que pasaron juntos. Se dejaron llevar gozando de lo que sentian, olvidandose de la soledad, de su vacio presente.Glia; dulce, fuerte, inteligente. Antonio; poderoso, implacable, habil. Ambos sintieron que podian hacer a un lado lo que eran y ser ellos cuando estaban juntos. Sin embargo, un detestable error ensuciara de forma atroz lo mas bello que han encontrado; el uno al otro.?Como creerle si todo la acusaba? ?Como enfrentar su burla y dolorosa traicion??Como olvidarla si se clavo en su interior?

  • Y si fueramos nosotros [LGBT] de Becky Albertalli

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    Arthur esta en Nueva York solo por el verano, pero si Broadway le ha ensenado algo es que el universo te puede enviar un impresionante romance cuando menos te lo esperas.
    Ben piensa que el universo debe ocuparse de sus propios asuntos. Si el universo lo apoyara, no estaria en camino a la oficina del correo llevando una caja con las pertenencias de su exnovio.
    Pero cuando Ben y Arthur se encuentran en el correo, ?que es exactamente lo que el universo les tiene reservado?
    Tal vez nada. Al fin y al cabo, se separan.
    Tal vez todo. Al fin y al cabo, se reunen.
    Pero ?que sucede si no pueden lograr una primera cita exitosa. o una segunda. o una tercera?
    ?Que sucede si Arthur se esfuerza demasiado para hacerlo funcionar. y Ben no se esfuerza lo suficiente?
    ?Que sucede si la vida no es realmente como una obra de Broadway?
    Pero ?y si lo es?

  • Lynnae de Margotte Channing

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    Groenlandia, ano1113
    Gunnar, hijo menor de Erik e Yvette, y BERSERKER, decide abandonar el hogar familiar para luchar como mercenario del rey Filip Halstensson. Ante los demas, se va porque quiere labrarse un futuro, pero en realidad, siente que la bestia que hay en su interior cada vez es mas fuerte, y teme hacer dano a su familia, por eso decide abandonarles, lo que provoca una fuerte discusion con su padre.

  • Cinco dias que estremecieron al mundo de Nicholas Best

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    Pocos episodios han conmocionado mas al mundo que los cinco dias que, a finales de abril de 1945, se iniciaron con el asesinato de Mussolini y terminaron con la noticia de que Hitler se habia suicidado en su bunker de Berlin. Toda clase de personas, algunas famosas en aquel momento, otras, en un futuro, han recordado exactamente donde estaban y que hacian esos dias: el futuro papa Benedicto habia desertado de la Wehrmacht, Audrey Hepburn estaba en Holanda, feliz por haber escapado a su encierro en un burdel de la Wehrmacht, Roman Polanski vivia practicamente como un nino salvaje por las calles de Cracovia,

  • La Puerta de atras de A. J. Raven

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    Thomas Fooreman se estaba volviendo loco. Sentado ante el escritorio de una habitacion, en una cabana, en algun lugar perdido; su mente enloquecia a un ritmo desorbitado. Antes de que aquella locura le hiciera perder por completo el juicio, aunque a decir verdad; nunca lo habia tenido, decidio escribir una confesion acerca de una vida en la organizacion mas misteriosa y macabra creada por el hombre. Una organizacion de la que todo el mundo ha oido hablar pero a la que, por otro lado, tal vez pocos conocen en realidad; o puede que todo el mundo haya oido hablar de ella pero nadie se atreve a mencionarla. Quien sabe. Era mas tarde de la media noche en aquel lugar alejado del mundanal ruido. Unas hojas de papel en blanco, la vieja pluma Montblanc de su padre con el cartucho de tinta por la mitad, y esa botella de licor barato de gasolinera en la que no quedaba mas de un cuarto, era lo unico que tenia encima de la mesa; eso y aquellos imborrables recuerdos de una vida pasada. Aquella vida --si se podia llamar asi-- tuvo tanta demencia que la mayoria de las veces, se mezclaron la realidad con la ficcion, la verdad y la mentira. Su conviccion de que aquella mujer vestida de negro a quien el llamaba con carino <> estaba cerca, acechandolo en cada esquina, en cada lugar al que el fuese, se hizo cada vez mas notable. Por la mente indecisa de Thomas volaron las dos unicas opciones que el considero que podrian ocurrir: acabar suicidado victima de la demencia, o asesinado por los miembros de la organizacion. Sin duda esta ultima fue, la que mas aterro a Thomas Fooreman. El reloj colgante de la pared de aquella fria cabana, semejante a las casetas que posee la guardia forestal repartida por el bosque (aunque de dos plantas y con lujo) marcaba la una menos cuarto, momento en el cual, aquellas hojas de papel empezaron a reflejar un par de simples frases . <> El alto grado que ejercio Thomas Fooreman dentro de la orden , lo habia hecho perpetrar las acciones mas brutales, sadicas y despiadadas que nadie pudiera imaginar. Provenia de una familia de descendencia judia. Su arbol genealogico estaba lleno de inmigrantes que se habian instalado en Norteamerica alrededor de 1600 o 1700 --no habia una fecha exacta en los archivos del censo--, siendo los Fooreman, una de las primeras familias en ejercer de prestamistas. Abrieron una tienda de monedas en el gueto judio en Nueva York en donde, timando a la gente, amasaron una poderosa fortuna para mas tarde fundar uno de los primeros bancos que se conocerian. Sus padres, al igual que sus abuelos y tatarabuelos, dedicaron toda su vida a ser la mano derecha de una de las familias mas importantes e influyentes del planeta. La luna se hallaba en esa posicion en la cual, solo dejaba ver una porcion insignificante de su belleza. Lo acompanaba un cielo iluminado por unas estrellas tan relucientes que irradiaban mas luz que la propia luna, permitiendo distinguir las constelaciones. Los aullidos de los lobos se escuchaban con debilidad tras los gruesos cristales de las ventanas. En el horizonte, en las montanas, todavia se podian divisar rayos de una pequena tormenta cayendo sin cesar. Hacia mas de media hora que la lluvia habia caido en el inmundo tejado del lugar en el que se hallaba Thomas. Cerro los ojos y escucho el agua corretear por los canalones del tejado y bajar por la tuberia, hasta desembocar en un riachuelo de agua estancada en la parte trasera. Lo habia dejado todo empantanado, semejante a una cienaga. A causa de aquella lluvia, se formo una gotera en el techo que descendia desde la pared del piso de arriba hasta el comedor, agrietando mas la deformada madera. El viento habia descargado con tanto nervio que llego a partir varias ramas de los arboles. Algunas llegaron a impactar contra la puerta sin causar dano alguno, pero con un golpe estruendoso que lo hizo estremecer. Aquel frio intenso proveniente de las montanas, habia calado en sus huesos. Ni la media botella ingerida (o engullida) en menos de dos minutos, lo hizo entrar en calor. Penso en encender la vieja chimenea de carbon sin embargo, prefirio cubrirse con una sucia manta impregnada con meados y mierda de rata, cuya pestilencia le recordaba los rituales en los subterraneos donde fue participe. Estiro el exhausto brazo derecho y con aquellos ligeros dedos, comparables a los de un concertista de piano, apago la bombilla que caia del techo sujetada por un cable a medio pelar. Encendio una vela y permanecio escribiendo bajo la calida llama. <>. Hizo un paron para levantarse, estirar la espalda, las piernas, descansar una mano temblorosa y una vista que comenzaba a estar fatigada. Sin zapatos, arrastrando los pies desnudos y encallecidos por la gelida madera, se acerco hasta la ventana. A causa del alcohol barato, intentaba mantener el equilibrio; se ladeaba, volvia a mantenerse recto, volvia a ladearse...Unido tambien a sus pocas fuerzas a causa de no haber probado bocado en dias, nadie sabe como aguanto tanto tiempo. Emitiendo unos grunidos, apoyo la mano en el cristal y aprecio la oscuridad del frondoso bosque mientras recordaba la programacion a la cual fue sometido de nino. La frente, el cuello y las manos comenzaron a emanar un sudor nervioso. Deslizo la ma no hacia abajo dejando un surco mientras sollozaba. **** La infancia de Thomas Fooreman, segun lo poco que recordaria el, fue feliz. Su familia fue duena de innumerables empresas repartidas por medio mundo. Amasaron bastante riqueza, tesoros con los que se podria acabar con el hambre en el mundo, pero eso en palabras de Robert Fooreman, no interesaba. Solian alardear entre las altas esferas, entre la creme de la creme de la aristocracia, ser una de las familias mas ricas que haya pisado la Tierra y razon no les faltaba, aun sabiendo que toda esa riqueza, se debia a la muerte de otros. Sus recuerdos, era estar siempre rodeado de toda clase de lujo. Al ser hijo unico, sus padres le dieron todo cuanto quiso; --cualquier capricho que al nino se le antojase, era concedido por su progenitor--. Los Fooreman se codeaban con las familias mas importantes de Norteamerica; siempre vistieron la ropa mas cara y disfrutaron de las mejores casas. Sin embargo, todo fue una mera fachada . Una noche, todo cambio. 1 25 de octubre de 1952. Antes del anochecer y despues de que el senor Harold Murray terminara el noticiario con la frase: <<Recuerden, Harold estara manana en sus hogares>>, en la residencia Fooreman, un pequeno Thomas de diez anos, regordete, grandes mejillas, nariz puntiaguda, pelo rubio y una mirada dulce e inocente de ojos marrones, caminaba agarrado de la delicada y calida mano de su madre, Martha Fooreman. Martha, cuyo apellido de soltera era Quinn, tenia cuarenta anos. La naturaleza la habia obsequiado con una belleza descomunal. Su pelo caia como una hermosa cascada dorada mas alla de sus hombros (en aquel momento recogido en una coleta). La cara reflejaba unos ojos verdes, una nariz chata y unos labios carnosos. Venia de una familia bastante acomodada. Era hija de Lauren Quinn, un exgeneral que lucho en la guerra de secesion y que mas tarde, se convertiria en empresario y socio de uno de los bancos mas importantes de Norteamerica; la J.P Morgan & Co. Martha se fijo en Robert en una conferencia en Portland, Maine, otorgada por un insider conocido como: el senor X, sobrenombre dado porque nadie habia visto nunca su verdadero rostro. Las charlas las daba enmascarado, portando una peluca falsa a menudo morena, un bigote postizo y unas gafas de pasta negras que le agraciaba con un aire a lo Buddy Holly. Al contrario que a su marido, Robert Fooreman, la naturaleza no fue tan generosa con el. Era un senor que sacaba diez anos mas a su mujer. De mediana estatura, su cara evidenciaba unos ojos caidos de color marron, severas marcas de acne brotado en su juventud (antes de entrar a la secundaria, su cara parecia la de un leproso) que le dejo unas marcas como el crater de un volcan. Una nariz picuda y un menton que parecia un caballo. Portaba la llamada <> debido a su grata aficion por grandes jarras de cerveza fria, tibia o caliente; la comida y el sedentarismo. En la cabeza manifestaba unas entradas y el empobrecido pelo que quedaba, era como nieve en una montana. Los conducia por el pasillo del ala este de la mansion de estilo colonial, ubicada a las afueras de Richmond, Virginia. Por un largo corredor iluminado por lamparas de pared antiguas, el pequeno observo cuadros con caras familiares; --algun dia, tu estaras en la pared--espeto su padre. Sus ojos comenzaron a humedecerse, a cristalizarse como un vidrio ardiendo a maxima temperatura. Aquella expresion de felicidad que reposaba en su angelical rostro, se convirtio en profunda tristeza. Aunque no entendio nada de lo que sucedia, ni lo que estaba por suceder, el horror de contemplar a esas personas montando a caballo, portando una capa de reyes y sujetando una lanza afilada en cuya punta atravesaba una cabeza de nino, lo hizo pensar que el, podia llegar a ser uno de aquellos ninos. Continuaron hasta llegar al final del corredor, giraron a la izquierda y bajaron tres peldanos, en donde se hallaba una instancia con un letrero que rezaba en latin: Ne intraveris (no entrar). Robert agarro el pomo con los dedos anular, indice y pulgar, dejando el pequeno levantado para no rozar su anillo de oro y diamantes de gran maestre , --queria mas al anillo que a nada en el mundo--. Segun sus propias palabras: <>. Un anillo que destellaba como los rayos de sol y que mas adelante, acabo en los dedos de otro. Dos bustos de los abuelos de Thomas decoraban la solitaria y algida sala. Desprovista de ninguna ventana y con un olor intenso a lacrado que, para el pequeno, no fue nada agradable. Entre aquellos dos bustos, una puerta que lo llevo a su primer descenso hacia el abismo. Robert presiono el interruptor que se hallaba detras del busto de su padre, Charles Fooreman II. El mecanismo rudimentario hizo girar unos engranajes. Un chirrido igual al producido por rozar un cuchillo contra una botella, resono en la desolada sala. La puerta de madera se deslizo hacia la derecha. Un humo denso, grisaceo, asfixiante; un olor a mierda y algo mas, surgieron del subterraneo. Ese algo mas, era el olor de los cadaveres putrefactos de las personas asesinadas que flotaban por un riachuelo de agua fecal, engendrando en Thomas una sensacion de condenacion eterna con tan solo diez anos. Robert con voz aguda pero vigorosa, dio la orden de bajar las escaleras de piedra. Encendio una antorcha con un viejo zippo que saco del bolsillo derecho del pantalon; la brea que impregnaba la antorcha se hallaba humeda y pegajosa, significado de que los rituales en la mansion de los Fooreman, nunca cesan. Entre ratas y gusanos, descendieron los treinta peldanos que encaminaron a su castigo la noche del 25 de octubre del 52. A mitad del descenso, un asustadizo Thomas escucho unas voces familiares profiriendo un cantico inusual, un cantico que jamas habia escuchado, un cantico que erizo la fina capa de vello que se estaba formando en sus brazos. In nomine dei nostri Baal excelsi … Segun iban descendiendo, aquellas voces se fueron haciendo cada vez mas intensas y escalofriantes, poniendo la piel como la de una gallina con tan solo escuchar la entonacion de la melodia. Thomas no quiso adentrase, ni dar un paso mas en ese odioso lugar. Preferiria estar con alguno de sus amigos jugando a la pelota en el Olaf Palm, un parque situado a medio kilometro al norte de su casa, al lado de la taberna del viejo Biff, o leyendo tumbado en el borde de su cama, con los pies colgando, un comic de su heroe favorito; el senor orejas puntiagudas, como el lo llamaba. Sintio como una de aquellas sucias y peludas ratas de las cientos o tal vez miles que merodeaban por las cloacas, intentaba meterse por debajo de su pantalon, royendo con sus dientes puntiagudos mientras lo miraba con aquellos ojos diminutos de un color rojo fuego. --No te asustes, solo es una rata, tienes que ser un hombre, vendran cosas peores-- pronuncio su madre con una sonrisa. --?Que ocurre? --interrumpio Robert enfadado. --Se asusta de las ratas. --No hay problema, lo soluciono ahora mismo --anadio--. Estupido crio, siempre haces que pierda mi tiempo.

  • Tiempo de tormentas de Boris Izaguirre

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    Desde muy nino, Boris sabe que es diferente. Muy temprano se detectan problemas de motricidad y dislexia, y el pequeno actua con unos gestos y una forma de hablar amaneradas. Los adultos dicen que su madre, Belen, una bailarina de renombre, y su padre, critico de cine, rodean al nino de malas companias. En Caracas se habla de sus amigos intelectuales y de toda esa gente homosexual con la que ella trabaja. Tambien que Boris esta enamorado de Gerardo, el hijo de la influyente periodista Altagracia Orozco. Sin embargo, Belen no se rinde al prejuicio y por mas golpes que llegan de fuera, convierte su casa en un refugio para esa diferencia. Primero cara a cara, luego unidos por la linea telefonica, pero siempre juntos bajo el inquietante influjo de un cuadro lleno de historia, Tiempo de tormentas.
    Los dias de escuela, un amor, una violacion, el silencio; sus primeros pasos como columnista o escritor de telenovelas, el salto a la fama en Espana con Cronicas marcianas y el finalista del Premio Planeta, el glamur, los abismos, de nuevo el amor y la violencia. Una enternecedora y envolvente novela autobiografica donde Boris Izaguirre construye una vida a veces complicada, siempre apasionante, a caballo entre dos paises que tambien estaban creciendo.

  • La verguenza de Annie Ernaux

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    En 1952, cuando Annie Ernaux tenia doce anos, su padre quiso matar a su madre un domingo de junio, a primera hora de la tarde. Anos despues, esa escena se le presenta a la autora tan diafanamente cruel como el dia en que la vivio. Como en tantas otras familias, sus padres, que se odian entre si, adoran en cambio a la nina, por lo que, mientras pasan los dias y el olvido invade el hogar, el recuerdo de aquel domingo parece convertirse en un mal sueno. Sin embargo esa escena cambio para siempre a la autora: aquella nina y su familia <>, y todo habia pasado a ser vergonzoso. Annie Ernaux recorre desde los codigos de conducta y las normas sociales que imperaban en su entorno, hasta las noticias del momento, las expresiones mas usadas o el temor que infundian las grandes ciudades, para calibrar con exactitud hasta que punto lo ocurrido la hicieron sentirse indigna.

  • El Legado de los Cohen de M. Gema Marin

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  • Tiempo muerto de Margarita Garcia Robayo

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    Tiempo muerto es un retrato de la tragedia personal que experimenta una pareja cuyo matrimonio ha llegado al fin del enamoramiento.

  • Siempre demuestrame tu amor de Sophie Kiss

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    Una nueva vida comienza. Amor y aventuras van de la mano, amores del pasado aparecen y amores del futuro que no esperaba encontrar ni menos enamorarse, se deja llevar por las intensas sensaciones que le entrega el universo.

  • Electric Dreams de Philip K. Dick

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    Electric Dreams de Philip K. Dick es la nueva serie de television basada en los relatos incluidos en esta antologia. La serie de diez capitulos independientes esta escrita y producida por el nominado a los Emmy Ronald D. Moore (Battlestar Galactica, Outlander) y Michael Dinner (Justified, Masters of Sex), con el nominado al Oscar de la Academia Bryan Cranston (Trumbo, Breaking Bad) como productor ejecutivo e interprete de la serie.

  • El Cielo De Bitinia de Miguel Angel Manrique

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    Nicomedia, provincia de Bitinia. Ano 284 d.C. El cuerpo del emperador Numeriano es descubierto sin vida. El caos se apodera del Imperio romano en su etapa mas critica ya que se encuentra envuelto en una profunda crisis politica e ideologica. La depresion y la decadencia amenazan con destruirlo todo. Los continuos conflictos religiosos entre cristianos y paganos son cada vez mas frecuentes y virulentos, tratando de disputar la supremacia oficial del Imperio. El incremento politico del ejercito tiene al Senado entre las cuerdas y pone en riesgo la soberania de Roma. Pero la muerte del emperador no ha pasado desapercibida: alguien sabe quien y como ha perpetrado el asesinato. Alguien tiene el poder de cambiar el rumbo del Imperio romano.

  • Ines, Condesa Organdi de Javier Urbieta

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    La historia de Ines, una joven condesa, en el primer tercio del siglo XVII. Sus relaciones con un sacerdote que se enamora perdidamente de ella, mientras es utilizado sexualmente. Su amor con Tristan, un espia al servicio del Cardenal Infante, en Flandes en la Guerra de los Treinta anos. El monumental robo al obispo de Lieja. La espia francesa al servicio de Richelieu.

  • Un caballero para Lola de Becca Devereux

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    A ver, para ser sincera, no tengo tan mala suerte. Puede que me haya dejado llevar por el desconsuelo y en realidad sea una pringada del monton con una vida mediocre. Te juro que lo quiero creer con todas mis fuerzas. Lo repito en mi cabeza como un mantra mientras guardo silencio y miro al juez del juzgado de lo civil con ojos de cordero degollado. El, por el contrario, mantiene una expresion impasible. ?Les habran ensenado a mostrarse asi de frios en la Escuela Judicial? Ni idea. Pero es lo que se me viene a la mente cuando Lina, mi abogada y una de mis mejores amigas, explica con voz firme y segura de si misma: --Senoria, con la venia y para que sirva como atenuante: tengo una declaracion firmada del propietario de la tienda en la que perdona a mi cliente y le ruega que no se tomen medidas contra ella. Ademas hay que tener en cuenta que robo viveres de primera necesidad y que el hurto apenas supero los cuarenta euros. Mi clienta se muestra muy arrepentida y avergonzada de lo sucedido y considera los hechos como una oportunidad para convertirse en una mejor persona y trabajar para ser un ejemplo para la sociedad. Guau. La observo impresionada como si se tratara de la mismisima Ally McBeal. Lina es una abogada maravillosa. A ver, no es que yo entienda mucho del tema. De hecho es la primera y la ultima vez que espero estar de acusada en un juicio. Ojala fuera como mi amiga: profesional, carismatica y arrolladora. Vale, retiro lo dicho. Supongo que no tengo tan mala suerte como pensaba. En realidad soy muy afortunada de tener una abogada como Lina que es mi amiga y no me cobra los honorarios. De lo contrario me habria tenido que conformar con el desagradable tipo del turno de oficio que me ofrecieron en comisaria. Ya lo dice mi madre --a la que por cierto apenas hago caso--: Lola, tienes que buscarle la parte positiva a la vida. --Me gustaria oir a la senorita Ramirez antes de dictar sentencia --dice el juez. La expresion de Lina pasa de la serenidad a la angustia. No se por que, la verdad. Soy una mujer la mar de pragmatica y jamas diria algo que me dejara en evidencia. Me levanto de un salto y me llevo la mano al pecho. No lo puedo evitar. Soy asi de dramatica y la situacion lo requiere. Lina me da un tiron de la blusa y murmura en voz baja algo que no llego a entender. Parece estar relacionado con no irme de la lengua y cenirme a sus instrucciones. ?De que habla? ?Yo, irme de la lengua? !Lo que hay que oir! Pero si soy la persona mas diplomatica sobre la faz de la tierra... --Senorita Ramirez, ?es cierto que esta usted muy arrepentida? Lina me mira de reojo y me hace un gesto para que asienta. Lo se, habria sido muy sencillo responder un timido si y volver a sentarme. Pero ?conoces a esas personas que meten la pata cuatro de cada cinco veces y a las que se les da fenomenal complicarse la vida? Exacto, esa soy yo. --Por supuesto, senor juez. Estoy absolutamente arrepentida de lo sucedido --respondo colorada por la verguenza que todavia me persigue. Podria haberlo dejado ahi. Lina me habria mirado orgullosa y luego nos habriamos reido de todo este lio al salir del juzgado. Pero... estoy nerviosa. Y cuando estoy nerviosa se me va la fuerza por la boca y me da por decir sandeces como la siguiente--: Le juro que soy una persona formal y que jamas hago dano a los demas a proposito. Mi madre me ha educado para que sea una buena hija, una buena hermana y una mujer decente. !Yo no queria robar en aquella tienda! Pero, a veces, las circunstancias requieren esto... !Medidas desesperadas! Si, senoria. Por eso le digo que ademas de ser buena persona tambien soy una superviviente. ?Que habria hecho usted de estar en mi lugar? ?Le parece justo que alguien se vea en una situacion tan vulnerable que este obligada a delinquir para sobrevivir en este mundo tan duro y cruel? Buah, me he quedado ancha. Ha sido un discurso epico y me va el corazon a mil por hora. Soy como... Que se yo, Gandhi abogando por los mas necesitados, ?no? No. Parece que no. Lo se en cuanto Lina se tapa la cara con las manos y masculla una maldicion en voz baja. Lo confirmo en cuanto el juez se rasca la barbilla con aire pensativo y clava una mirada censuradora en mi. --A ver si la he entendido, senorita Ramirez, me esta usted diciendo que no se arrepiente de los hechos porque en realidad considera que tiene motivos de sobra para delinquir. Lina esta a punto de responder por mi, pero soy mas rapida y hablo de manera atropellada. Otra cosa que se me da fatal: mantener la boca cerrada cuando la situacion lo requiere. --!Si! No, es decir... --ay, madre, la acabo de liar parda. Me muerdo el labio y me sube un calor sofocante por las piernas--. Yo... Esto... ?Me puede repetir la pregunta? El juez deja escapar un suspiro pesaroso ates de emitir su veredicto. --Senora Ramirez, no dudo de que tiene usted buen corazon, pero teniendo en cuenta su falta de madurez para responsabilizarse de sus actos, considero que necesita cierta dosis de justicia. Iba a dejarlo a estar con una carta de disculpas a los propietarios del negocio, pero en vista de que ha sentido la necesidad de tener la ultima palabra... --Vaya por Dios, me iba a ir de rositas --se me escapa. El juez me mira por encima de las gafas. Esta perplejo. Debe pensar que soy la tia mas idiota que se ha echado a la cara. No lo culpo. El dia que Dios repartio la suerte y las neuronas se lucio conmigo. Lina sacude la cabeza. Esta irritada porque ha hecho bien su trabajo y yo la he fastidiado. Como siempre. --La condeno a treinta dias de servicios para la comunidad en una residencia de la tercera edad. Con ello pretendo que el buen juicio de nuestros mayores la inspire a ser una persona de provecho. --?Me manda a una residencia llena de abuelitos? --pregunto alucinada a la par que entusiasmada--. Gracias, Senor juez. Me encantan las personas mayores. !En realidad no es un castigo! Perdi a mis abuelos cuando era una nina y siempre quise... El juez se quita las gafas y me mira como si fuera un autentico suplicio. --Senorita Ramirez, por favor, callase. Cinco minutos despues, Lina me agarra del brazo para que me levante y me arrastra hacia la salida. Esta despotricando sobre el juez cuando salimos del juzgado. Esta que se sube por las paredes. Lina es de las que detesta perder incluso jugando al parchis. Si llega a ser mas competitiva no nace. --!Tenias que abrir esa boquita de oro que tienes! --Peeeeerdon --musito sin sentirlo del todo--. Tampoco ha ido tan mal. Pense que iba a ir a la carcel. --Nadie va a la carcel por robar en un supermercado. Pero te podrias haber escaqueado sin necesidad de hacer servicios a la comunidad. --?Y por robar en una tienda de ropa? --intento bromear--. O sea, que deberia haber robado jamon en vez de choped para darme el gustazo, je, je. Lina me mira sin dar credito y al final hace el amago de sonreir. --Dios, en el fondo te quiero tanto... Lina me abraza con afecto como si fuera su hermana pequena. Me saca mas de diez anos y es muy sobreprotectora conmigo. Siempre me salva de los lios en los que me meto y es mi saco de lagrimas cuando algun hombre me decepciona. Los que dicen que no tiene corazon no la conocen en absoluto. *** Lina y yo somos las primeras en llegar al bar de Raul, el hermano de nuestra amiga Cris. Solemos reunirnos aqui todos los domingos, pero hoy hemos hecho una excepcion porque Maria viene de visita. Nos apodamos El club de las solteras desde que hara cosa de dos anos y algo Lina y Cris se conocieron por casualidad en una clase de zumba. Despues llegamos Lara, Maria y yo. Todas me sacan varios anos y me tratan como si fuera una especie de hija a la que tienen que aconsejar porque esta muy perdida en la vida. No van desencaminadas. --Hola, guapisimas. ?Que os falta? ?Puedo hacer algo por vosotras? --Raul se acerca con su caracteristica sonrisa. Lina pone los ojos en blanco. Por alguna extrana razon que ninguna de nosotras conoce, Lina no soporta a Raul. Su enemistad es epica desde que fundamos El club de las solteras. --Si que puedes hacer algo por nosotras: pirate y traenos dos cervezas. --Eres un encanto. El dia que dejes de obsequiarme con tu amabilidad me caere de espaldas --bromea el, y acto seguido se marcha. --Tia, te pasas tres pueblos con el. Con lo majo que es. --No lo soporto. Todo el santo dia revoloteando a nuestro alrededor e intentando poner la oreja. Para que luego digan que las cotillas somos las mujeres. --Raul es buena gente. --Lo que tu digas --responde con tono categorico para dar la conversacion por zanjada--. Seguro que Lara se presenta con David. En vez de El club de las solteras, podriamos rebautizarlo como: El club de las amigas que no pueden salir sin sus novios. Es patetico que ya no pueda tomarse una cerveza con sus amigas sin despegarse de su churri.

  • Maria en las Highlands (Julia y amigas 4) de Kate Dawson

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    Que harias si alguien te dijese que vas a viajar al pasado? ?Que no hay nada que puedas hacer para impedirlo?

  • Corazon escoces de Miranda Bouzo

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  • Amor a la italiana de Amy Meyer

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    Claire es la hija de un magnate entregado a su trabajo que consiste en gestionar sus restaurantes por todo el mundo. Como cualquier hija de millonario ha vivido siempre una vida frivola y superficial, ha asistido a fiestas y su maxima preocupacion es la marca de los proximos zapatos que se va a comprar.
    Su padre quiere acabar con esta vida de nina bien y le exige que haga algo para ganarse el pan que come, asi que decide enviarla a Italia con uno de los mejores chef del mundo.
    Claire viaja alla sin demasiado convencimiento con la idea de cumplir con su padre pero sin demasiado estimulo de conocimiento. Una vez alli empieza a descubrir otra realidad, no solo se apasiona con los ingredientes de cada comida y su origen, tambien se apasiona con Romeo, un chico que parece de todo menos un chef pero con el que descubrira otra realidad que se vera amenazada por el crimen de uno de los alumnos de la escuela de cocina.

  • El alocado mundo de Rebeca de Vega Fountain

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    ?Y si el mayor peligro de trabajar en riesgos laborales fuera el de enamorarte de tu companero de trabajo?

  • Si amarte es un error (Para toda la eternidad 2) de E. L. Todd

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    Cayson y Skye disfrutan de su felicidad durante los meses de invierno. Comparten cama todas las noches y pasan juntos todas las horas del dia. Pero su relacion fisica aun no ha despegado. Skye se da cuenta de que le da miedo llegar a algo mas intimo porque nunca podrian volver a ser amigos si su relacion no saliera bien. Cuando se lo confiesa a Cayson, su respuesta lo cambia todo.

  • Sexo para ser feliz de Silvia C. Carpallo

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    Hay pocos caminos tan sencillos para alcanzar la felicidad como una buena sesion de sexo. Asi que la pregunta es: ?realmente eres feliz con tu sexualidad? ?Podria mejorar, en parte, tu vida si mejorara tu sexo? Este no es un libro para decirte lo que debes o no debes hacer con tu sexualidad, es un cuaderno de ideas, diferentes a las que suelen contarte, para que seas tu quien decida cuales te apetece probar y las que prefieres dejar en tu mente, consejos para lograr el multiorgasmo o por que el punto A te puede aportar mas cosas que el punto G. Aqui encontraras los ingredientes (algunos de ellos bastante picantes) para conseguir la mejor receta sexual, la de tu felicidad.

  • El amante de Isabella de Franklin Diaz

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    Un jovial adolescente iniciara su vida laboral en el Natwest Bank, con tan solo diecisiete anos de edad.Alli conocera a los que seran sus companeros de trabajo, y entre ellos a Isabella, una atractiva empleada que lo impresionara de manera muy especial desde el primer momento.Con el transcurrir del tiempo surgira entre ambos una fortisima amistad, que dara paso luego a una voragine de sentimientos contradictorios de los que les sera casi imposible escapar.Les aguarda un camino largo y muy complicado, en el que tendran que luchar contra si mismos, poniendo a prueba dia tras dia los limites de sus propias resistencias emocionales.Una historia de amor llena de suspenso y emociones desde el primer hasta el ultimo capitulo.?Te enamorarias de una persona sabiendo que esta con otra??La querrias igual?

  • Quiero escribirte esta noche una carta de amor de Angeles Caso

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    La asombrosa correspondencia pasional de quince grandes escritoras
    y las historias amorosas que las inspiraron,
    por la ganadora del Premio Planeta.

  • Un novio por encargo de Tierra Salvaje

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    A las pocas semanas de cumplir los dieciocho me dieron unas fiebres muy altas que, aun a dia de hoy, ni los medicos saben que es lo que paso. Tres anos practicamente en cama, solo podia moverme con gran esfuerzo, con dos muletas y con muchos dolores. Despues de eso, cuando las fiebres remitieron, media mas de un metro ochenta de altura. Pase otro ano recuperando mi musculatura e intentando volver a mi vida anterior. Para cuando cumpli los veintitres y termine, por fin, con todo ya tenia un cuerpo atletico y perfectamente tonificado. Durante los primeros meses de mi enfermedad, mis amigos, poco a poco, se fueron olvidando de mi, con una unica excepcion, Eva, quien en ningun momento me dejo de lado y estuvo apoyandome durante todo el tiempo. Tras esta experiencia, a mis amigos los clasifico en dos categorias: Eva, en un lado, en el lado bueno de los amigos; y a mil kilometros de distancia, los demas. Eva me habia llamado dos dias antes para quedar, porque segun dijo, me queria pedir un gran favor, algo que, por supuesto y tratandose de ella, si estaba en mis manos lo haria sin pensarmelo dos veces. Llegue antes de la hora acordada, no me gusta llegar tarde. Mientras esperaba aproveche para tomar cafe y ojear el periodico, en eso estaba cuando la vi llegar por la acera, acompanada de una mujer a la que reconoci como una de sus mejores amigas del trabajo, ya que la habia visto desde lejos alguna que otra vez, cuando habiamos quedado y habia ido a buscarla, aunque nunca fuimos presentados. La amiga en cuestion era una de esas mujeres que, cuando entraba en algun sitio todos los hombres se giraban para poder mirarla. Eva era muy particular, no le gusta en absoluto mezclar su vida personal con la laboral, si podia evitarlo, era casi obsesiva con ello, ambas facetas las mantenia perfectamente separadas, amistades incluidas. Cuando llegaron, y tras presentarnos, toco el turno de los saludos. A Eva le di dos besos, mientras que, a su amiga Susana, simplemente le tendi la mano, que ella estrecho mientras le dirigia una mirada de curiosidad a Eva. Fue entonces, justo antes de sentarnos, cuando en mi espalda sono una voz femenina llamandome por mi nombre, Pedro. Cuando me volvi, una rubia me salto en los brazos dandome dos besos en las mejillas, se trataba de Ana, mi ex. Saludo a Eva y a su amiga, para despues mantenerme sujeto por los brazos mientras me daba un repaso de arriba abajo. --Por ti no pasa el tiempo, sigues igual de guapo... --Tu que me ves con buenos ojos... La que si que esta impresionante eres tu. Solo has cambiado para mejor... --Adulador, que eres un adulador... --me sonrio. --Bueno, Ana, ?y que haces por aqui? Pense que estabas en Valencia. --Y alli sigo, estoy aqui por trabajo, regreso esta tarde... Y, por cierto, me voy que tengo el tiempo muy justo, solo me he parado para saludarte... Me ha encantado verte... --Y a mi, aunque haya sido como la visita del medico --se rio de mi comentario. --Si, tienes razon, para la proxima te prometo que hare un hueco y te llamare para salir a comer o a cenar, y ponernos al dia, ?te hace? --Hace... Te tomo la palabra... Tras esto y decirme ella que me llamaria, nos despedimos, saludando a Eva y a su amiga, marchandose a toda velocidad mientras miraba el reloj. Me sente sonriendo, observando a las dos mujeres que tenia ante mi como me miraban, Eva socarrona y su amiga con curiosidad. Le pedimos al camarero dos nuevos cafes para ellas, despues estuvimos hablando durante unos cuarenta minutos, de diversas cosas. La amiga de Eva me parecio una mujer inteligente, culta y muy divertida, sin embargo, del tema del favor, Eva no dijo ni media y, desde luego, yo no pensaba decir nada mientras estuviera su amiga delante. --Vaya, veo que Eva tenia razon cuando me dijo que eras muy discreto --solto repentinamente Susana. -- ?Perdona, ?como dices? --Susana tenia dudas de si debia pedirte ayuda, mas que nada por si podrias mantener la discrecion o no. Le he dicho segun veniamos, que tu no sacarias delante de ella el tema del favor que te quiero pedir --me sonrio Eva. --Supongo que eres consciente de que me acabo de perder, ?verdad? ?Que tiene que ver ella con todo esto? No creo que me conozca de nada. --Si, se que estas perdido del todo --dijo Eva soltando una carcajada--. Mira, el favor que pretendo que me hagas es muy simple, quiero que acompanes a Susana a una boda, por eso esta aqui... --se quedo mirandome sonriente. --A ver, a ver, a ver... que me he vuelto a perder de nuevo... Primero, sabes que, dado que me lo pides tu, si puedo lo hare, y eso no sera problema siempre que me coincidan las fechas, algo que por otro lado supongo que ya te has molestado tambien en mirar... --Tal y como dices, si. Es dentro de dos fines de semana, en el puente, y lo tienes libre, porque me lo comentaste el mes pasado... ?Entonces acompanaras a Susana a la boda? --Si, claro, pero... joder, es que no me lo creo --me pase la mano por la cara --esto parece el guion de una comedia romantica de Hollywood. --La verdad es que, si lo piensas detenidamente, eso no te lo puedo negar --se rio Eva acompanada por Susana. --Pero hay algo que no entiendo, perdoname si soy un poco brusco --me dirigi a Susana--, pero eres muy atractiva, por el rato que llevamos hablando, tambien muy inteligente, divertida y ademas tienes un cuerpo de infarto, con solo chasquear los dedos tendrias al hombre que quisieras... -- ?Supongo que lo que no entiendes es por que razon Eva te ha pedido ayuda a ti en lugar de buscarme yo un acompanante por mi cuenta? --Basicamente si, no creo que hubieses tenido mucho problema con ello... --La idea fue mia --replico Eva-- Susana pensaba hacer eso mismo que has pensado, estuvimos las dos hablando de las opciones que tenia y de con quienes podria ir. La verdad es que fue decepcionante, y entonces cuando me puse a pensarlo detenidamente con quienes mas o menos podria tener confianza para ello, viniste de inmediato a mi mente. No sabes lo que me ha costado convencerla de que aceptase venir, aunque simplemente fuese a conocerte... y por lo que he visto, creo que ha quedado gratamente sorprendida --repuso ironica, mientras me fije en que Susana se sonrojaba. --Bueno, no dire que todo esto no sea estimulante para mi ego, que lo es, me ha subido unos cuantos enteros --sonrei arrancandole a las dos una carcajada--, pero creo que, ya que voy a hacerlo, me gustaria saber que es lo que ocurre con esa boda, supongo que sera algo tan trillado como un exnovio, o una amiga... digamos que en plan vibora, ?o me equivoco? --Para nada, se trata de mi ex, tal y como dijiste, el perfecto guion cursi de una comedia romantica, no te lo niego, casi da hasta repelus si lo piensas un poco --repuso riendose Susana--. Veras, llevaba con mi ex desde que terminamos la carrera. Se casan una de mis mejores amigas con uno de sus mejores amigos, a los que nosotros presentamos y quienes nos pidieron ser testigos, por lo que me es imposible evitar ir, evidentemente la invitacion era para los dos, pero al romper... --la interrumpi.

  • Divorcio de Noe Casado

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    Una chica perteneciente a una familia aristocratica venida a menos porque su padre no ha sabido o no ha querido adaptarse a los nuevos tiempos tiene que casarse con uno de esos que llaman ?nuevos ricos?. Ella, que no piensa en el matrimonio, intenta buscar una salida pero todo parece estar en su contra, asi que Maddy termina casada con un banquero. Para su sorpresa el aceptara sus propuestas a cambio de que ella solo cumpla un objetivo: ser la esposa trofeo de buena cuna que el necesita para ser aceptado en ciertos circulos.

  • Ingreso basico de Philippe Van Parijs

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    Philippe Van Parijs y Yannick Vanderborght quieren que el gobierno te de dinero: una cantidad frecuente, en efectivo, que no dependa de tu situacion laboral, de tu edad, de si tienes muchos o pocos recursos, de si eres mujer o eres hombre. Eso es el ingreso basico.

  • No olvidare tu rostro de Federico Correa Gil De Biedma

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    El escritor, Jaime Valdes, viaja a Santander para impartir su primer taller de novela. Su llegada coincide con el resurgir del caso del asesino bautizado como El Vengador. Una fotografia enviada a la policia y al Diario Montanes en la que se muestra el cuerpo sin vida de un individuo con un cartel sobre el pecho que reza; culpable, refleja sin lugar a dudas la forma de actuar del famoso asesino.

  • Tu. Yo. Ahora. de Mercedes Alvarez

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    "Se te cayo la bufanda." Lola me quito la bufanda sin siquiera mirarme. Cuando mis dedos rozaron los suyos, ella no se dio cuenta. "A tu orden" Las palabras salieron sarcasticamente, poniendo enfasis en sus modales olvidados. Pero incluso entonces, no levanto sus ojos para encontrarse con los mios. No se detuvo ante mi presencia mas de lo que tardo en sacar la bufanda de mis manos. Una bufanda negra. Lo note. Note el hecho de que su chaqueta era negra tambien. Asi como su blusa. Para ti, esto puede no parecer raro. Podrias inclinarte a pensar que soy un poco descerebrado para llegar a la conclusion de que Lola no estaba bien. Y para sacar la prueba de su no-estar-tan-biendel color de su ropa. "?Estas bien?" grite mientras se apresuraba a su escritorio, apoyando sus manos contra la superficie de madera en un movimiento de frustracion. Ella miro por encima de su hombro durante tres segundos – probablemente solo para ser cortes – antes de mirar a otro lado. Lola y yo no haciamos este tipo de cortesias – haciamos familiar y amigable y nos sonreiamos jodidamente el uno al otro. No era la clase de mujer que se abstenia de iluminar una habitacion. De hecho, la forma en que su sonrisa hacia que sus mejillas se hundieran y las esquinas de sus ojos se arrugaran tan ligeramente no era nada menos que perfectas. Ella era nada menos que perfecta. "Estoy bien. Gracias." La respuesta fue lenta, como si tuviera que pensarla, dando vueltas en su cabeza unas cuantas veces antes de contestar. Ella no estaba bien. Era el tercer dia seguido que habia usado todo negro. Lo cual no habria significado nada si hubiera sido alguien mas. He notado que las mujeres usan mucho negro en su lugar de trabajo. Se supone que te hace ver mas delgado, ?cierto? Pero esta era Lola y Lola raramente llevaba negro. La habia visto pasar por mi escritorio varias veces al dia durante dos anos, y ella usaba rosado, ella usaba azul y verde y amarillo y naranja y rojo y morado. Incluso gris. Pero raramente usaba negro. Las pocas veces que ese color la vestia de la cabeza a los pies tambien parecia desalinada, su pelo oscuro y ondulado atado en un mono desordenado, su camisa arrugada, sus ojos verdes hinchados y rojos. Estaba desalinada ahora. Y cuando vislumbre sus ojos estaban hinchados y rojos. La vi acercarse a su escritorio y sentarse. Envolvio la bufanda alrededor de su cuello y luego se hundio en su silla, tan bajo que el monitor de la computadora ocultaba su cara. Me recoste en mi propia silla y mire a la parte posterior del monitor que le oscurecia la cara. Luego me acerque a su escritorio. Permaneci en silencio durante un minuto, con las manos en los bolsillos. Ella no me noto. Su rostro estaba pulgadas de la pantalla y estaba escribiendo rapido, golpeando las teclas tan fuerte que retumbaban en lugar de hacer clic. “Oye.” Se sobresalto cuando escucho mi voz, su piel de color oliva se sonrojo. “Dios. Me asustaste.” Sonrei. “Lo note.” Empezo a escribir de nuevo. Ahora mas lento. “?Estas bien?” "?Por que sigues preguntandome eso?" "Porque no te ves bien." "Vaya, gracias. Estoy bien." Bajo, una vez mas ocultando su rostro detras de la pantalla. "De acuerdo. ?Que tienes para almorzar?" "Nada. No tengo hambre, para ser honesta. Ademas, estoy tratando de hacer esta divulgacion antes de las cuatro." "Te ves hambrienta" "Estas lleno de cumplidos hoy ?no?, ?Como puedo lucir hambrienta?" "Me apetece algo de Wahaca para el almuerzo. ?Quieres venir? Yo invito." Ella pidio Wahaca para el almuerzo al menos una vez a la semana durante los ultimos seis meses. La alegria en su rostro cuando salio de su escritorio, sabiendo exactamente lo que iba a ordenar, y con la seguridad de que no tendria un sabor diferente que las ultimas cuatro veces, era dificil de imaginar en este momento. Ella sacudio su cabeza. "Gracias, Christopher. Pero, honestamente, no tengo hambre." Su estomago gruno. Ruidosamente. "?Si? Parece que tu estomago no esta de acuerdo," sonrei. Recogi su abrigo de la parte de atras de su silla, lo mantuve abierto. Ella se puso de pie sin mirarme y tomo el abrigo, deslizandolo sobre sus hombros por si misma, alisando sus manos sobre la tela antes de enganchar los botones en su lugar. Uno y luego el otro. Observe sus dedos todo el tiempo. Cuanto tiempo lo hicieron. Como el esmalte de unas de Borgona en su dedo anular estaba pelandose. Como ese mismo dedo estaba vacio de un diamante brillante de corte princesa. !El anillo no estaba! Ido. Desaparecido. Y el esmalte de unas pelado me dijo que habia sido sacado con fuerza. En lugar de sorprenderme, la realizacion hizo que mi estomago revoloteara positivamente. Mariposas bailando cosquilleaban su camino a la parte superior. Casi sonrei. Casi. Las chicas como Lola son tan raras como un calamar de piedras preciosas y en la casualidad de que te tropieces con uno de ellos, estan marcados con uno de los tres titulos: Ocupado, No Interesado, Jugando para el otro equipo. No es que Lola estuviera interesada, pero veras que es mas facil cambiar el interes de una mujer soltera en ti, que convertir a una gay a hetero o una casada a divorciada. "Bien, pero no puede ser muy largo. Realmente necesito-" “Terminar tu divulgacion antes de las cuatro. Volveremos antes, Cenicienta. Prometido.” El tiempo afuera estaba de mierda, como mi habilidad para mantener una conversacion entretenida. Nuestra caminata estaba llena del tipo de silencio que la mayoria de las mujeres encontrarian incomodo. Me gustaria decir que no fue mi culpa, porque honestamente, este tipo de cosas por lo general no lo son. Soy conocido por mi encanto. Conocido por tener habilidad con las palabras y tambien conocido por usar muchas. Pero tenia mi mano en la pequena espalda de Lola y la sensacion de tocarla me habia dejado sin habla. Suena como una cosa marica que decir, ?no? Excepto que asi fue. Lola nunca habia estado soltera antes. O mas bien, nunca habia conocido a una Lola soltera antes de hoy y digamos que, todas las posibilidades de lo que podria ser o no ser, se alojaron en la parte mas delgada de mi garganta. Y el sexo… no es que estuviera pensando en ese tipo de cosas… pero solo dejame decir, si fueramos a llegar a eso, se las arreglaria para volar mi puta mente. O por lo que he oido decir, que las mujeres que lanzan sus anillos de compromiso en un ataque de ira, tienden a canalizar toda esa energia reprimida en actividades de cama extraordinarias. Al parecer, es el tipo de sexo que te deja jadeando dias despues de que el sudor se seca. Energetico. Apasionado. Nada de esto se hablado desde la experiencia, por supuesto. Por mucho que pudiera ser uno de los playboys mas estimados de Londres, nunca he conseguido acostar a una mujer tan cerca, pero tan lejos del matrimonio. De nuevo, no se trataba del sexo. Se trataba de Lola. Y Lola era mucho mas que una buena noche. Sostuve la puerta abierta, practicamente obligando a mi mano a apartarse de su espalda mientras ella entraba. Y luego me quede atras por un minuto, despejando los abruptos pensamientos en mi cabeza. Calculando mi siguiente movimiento. "?Vienes Chris?" Ella giro su atencion a mi direccion, apenas encontrandome a los ojos antes de seguir su camino. No habia acomodado mis pensamientos, pero la segui, pasando las mesas de metal, un poco demasiado juntas y luego deslizandome en la mesa regular de Lola. Se sento a mi lado en vez de al frente, sabiendo muy bien que era la mejor manera de evitar el contacto visual. Lentamente, se paso los dedos por el pelo, suspiro y agarro el menu. A pesar de que todavia estaba escaneandolo de atras hacia adelante, de adelante hacia atras, ordeno como si no tuviera que pensar la decision. Porque era siempre la misma comida que confirmo aun mas que habia algo mal. Seria y jodidamente mal. Tome un trago de mi Corona, permitiendo que el vaso descansara en mis labios un poco mas de lo necesario. Miro la botella de cerveza que tenia en la mano, sus ojos verdes llenos de desaprobacion. "Sabes que tienes que volver a trabajar despues, ?verdad?" Me encogi de hombros. Tome otro trago. Guino. "Es viernes." Le pase la botella. "?Quieres un poco?" “No, gracias.” "Parece que necesitas un trago" Su sonrisa era sarcastica. “?Estas realmente encantador hoy, no es asi?” Sonrei, reprimiendo una carcajada. Esa afirmacion era cierta. Yo era un verdadero encantador. Mis bolas eran grandes cuando se trataba de impresionar a las mujeres y puedes apostar tu culo que muchas de esas mujeres podrian recitar con precision exacta lo que la cosa entre esas bolas era capaz de hacer. Asi que si, a pesar del claro sarcasmo en su tono, yo era realmente encantador. Tomo un sorbo de su Sprite a traves de un popote, y entonces miro fijamente el vidrio, girando el popote en vuelta y vuelta. No habia nada que odiara mas que ver a Lola como si el mundo se le hubiera puesto justo sobre sus hombros. Busque una palabra o dos para aligerar su estado de animo, pero lo unico que me salio fue: "Lola". Ella giro su cabeza para mirarme. Hizo contacto visual. "?Estas bien?" Le pregunte, en serio ahora. "Por favor, deja de preguntarme eso." "?Por que?" "Porque no estoy bien." "Lo se." Ella aparto la mirada. Doblo su servilleta. Desplego su servilleta. "Entonces, ?por que preguntar?" "Porque espero que me digas por que no estas bien." Ella sacudio su cabeza. Tomo otro sorbo de su bebida. Volvio a doblar su servilleta. "No es nada." El mesero trajo los platos chisporroteados de tacos, taquitos y quesadillas de pollo. Comimos en silencio por un tiempo. El restaurante estaba lleno. Habia grandes grupos de companeros de trabajo hablando y riendo alrededor de las mesas que tuvieron que ser juntadas para acomodarlos. Lola y yo eramos una de solo cuatro mesas con menos de tres personas. Mire a mi alrededor, fingiendo estar interesado en cualquier otra cosa – cualquier cosa para detenerme de mirar a Lola todo el tiempo. Ni siquiera me miro una sola vez. Despues de un largo y espantoso tiempo, dejo de comer y se seco las comisuras de la boca. Bebio su bebida.

  • Azul Venezia de Marina G. Torrus

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  • El amor de mi vida de Veronica C. Herrero

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    Han pasado mas de cinco anos desde que Eva tuvo que tomar la decision mas complicada de su vida, y quedarse con Mario, fue lo que en ese momento le pidio su corazon.
    Despues de tanto tiempo, ese mismo corazon no ha podido olvidar lo que llego a sentir por Sergio, de quien tambien se enamoro y al que echa mucho de menos.
    Tras ese periodo sin saber nada de el, las ganas de volver a verle se hacen cada vez mas fuertes, al tiempo que el amor que sentia por Mario va desapareciendo, convirtiendose tan solo en la costumbre de estar juntos.
    Todo eso la lleva a buscar de nuevo a Sergio, del que espera que no haya terminado odiandola por lo que ocurrio y acepte al menos mantener una buena amistad.