l v velasquez
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l v velasquez - L.V. Velasquez
https://gigalibros.com/el-amor-como-un-elefante-reliquum.htmlUna serie de profundas reflexiones nos llevaran al repaso de la vida de Maia, quien en los dias previos a su partida definitiva del pais que la vio crecer, revivira las decisiones que en otra epoca moldearon su vida, y reevaluara los hechos que la obligaron a asistir al evento que pondra fin a su necesidad de seguir guardando el gran secreto que nadie se atrevio a imaginar.
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Libros y Ebooks de LV VELASQUEZ - Amazon.es
https://www.amazon.es/L.-V.-VELASQUEZ/e/B00T4VSFCGVELASQUEZ. L. V. Velásquez nació en el occidente venezolano en septiembre de 1974. Allí creció, en el seno de una familia para la que ...
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Inesperándote Tapa blanda – 1 agosto 2020 - Amazon.es
https://www.amazon.es/Inesper%C3%A1ndote-L-V-VEL%C3%81SQUEZ/dp/1076165036Inesperándote : VELÁSQUEZ, L. V.: Amazon.es: Libros.
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EL AMOR COMO UN ELEFANTE de LV VELÁSQUEZ
https://www.casadellibro.com/libro-el-amor-como-un-elefante/9781092202008/12601988El libro EL AMOR COMO UN ELEFANTE de L.V. VELÁSQUEZ en Casa del Libro: ¡descubre envíos rápidos y gratis!
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Todos los libros del autor Velasquez L V
https://www.todostuslibros.com/autor/velasquez-l-vQuieres información sobre los libros de Velasquez L V? Te damos información detallada de sus obras y te decimos donde comprarlas.
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Libros – Sitio Oficial de L. V. Velásquez
https://simplementevelasquez.wordpress.com/category/libros/Categoría: Libros · Los finales (in)felices en el cine LGBT · «Inesperándote» llega este mes a Amazon · Pre-Venta de «El amor como un elefante» inicia este mes.
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El amor como un elefante: Reliquum - Goodreads
https://www.goodreads.com/es/book/show/48567743Published October 24th 2019 by L. V. VELÁSQUEZ ... Este es el segundo libro que leo de la autora Venezolana L. V. Velásquez y debo reconocer que en esta ...
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Inesperándote by L.V. Velásquez - Goodreads
https://www.goodreads.com/book/show/54543328-inesper-ndoteL.V. Velásquez (Goodreads Author) ... Inesperándote L. V. Velásquez. ... El libro es un poema, de palabras hermosas, de frases que te sacuden.
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L. V. VELÁSQUEZ archivos - LEER LIBROS ONLINE GRATIS
https://www.librosrecomendadoss.com/libros-de/l-v-velasquez/Inesperándote de L. V. VELÁSQUEZ Drama romántico. Nostalgia. Claudia perdió al amor de su vida hace veinticinco años por no tener el valor de enfren.
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El amor como un elefante - L.V. Velasquez - Babelio
https://es.babelio.com/livres/Velasquez-El-amor-como-un-elefante/10945321 ago 2020 — Este es el segundo libro que leo de la autora Venezolana L. V. Velásquez y debo reconocer que en esta ocasión lo hice en tiempo record, ...
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La Educacion Sentimental de la Senorita Sonia de Susana Constante
https://gigalibros.com/la-educacion-sentimental-de-la-senorita-sonia.htmlLa senorita Sonia se entusiasma en la semioscuridad del compartimento de un tren de larga distancia con el esplendido capitan de husares que la conduce (?la conduce?) a los placeres del dialogo filosofico y de la perversion. Como en otras novelas escritas por mujeres, el eco de Sherezade esta siempre presente y quien narra la historia tiene el lugar decisivo: ajena a las precauciones restrictivas de la literatura moderna, la narradora analiza las pasiones, sabe todo sobre todos y se desplaza con malicia por la superficie del relato.
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Conquistar el cielo de Paolo Giordano
https://gigalibros.com/conquistar-el-cielo.htmlTras ganar en 2008 el afamado Premio Strega con La soledad de los numeros primos, una primera novela que se convirtio de inmediato en un fenomeno de ventas y critica en todo el mundo, Paolo Giordano vuelve a abordar en Conquistar el cielo los ideales de la juventud y las vicisitudes de la pasion a traves de la vida de cuatro jovenes a lo largo de veinte anos.
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Un lugar al que escapar de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/un-lugar-al-que-escapar.htmlCharlene suspiro mirandose al espejo con el cepillo de dientes en la boca. Dios, no se podia ser mas patetica. Cogio el cepillo de dientes y se froto con fuerza arriba y abajo pasandose la mano por sus rizos rubios. Ya no tenia corte, ni nada. Estaba hecho un desastre. Se paso la mano por la cara y puso los ojos en blanco al ver un grano al lado de la nariz. Escupio en el lavabo y abrio el grifo enjuagandose la boca. Cogio la toalla del colgador y se la paso por la boca incorporandose. Al menos seguia teniendo los ojos verdes. Eso era lo unico que no habia cambiado en su vida en el ultimo ano. Tirando la toalla al suelo, salio del bano y se rasco la barriga por encima del pijama de cuadros que llevaba puesto desde hacia una semana. Estaba claro que habia entrado en zona roja. Atraveso el apartamento que estaba hecho un desastre y se sintio aun mas culpable si eso era posible, pero decidio ignorarlo como todo en su vida para ir hasta la cocina y abrir la nevera. Gimio tapandose la cara al ver que estaba vacia. Cerro de un portazo y susurro --Para eso inventaron el servicio a domicilio. El telefono, que debia estar debajo de los cien periodicos que tenia sobre la mesa del estudio, empezo a sonar, pero Charlene hizo como si no lo hubiera escuchado, escogiendo uno de los menus de los restaurantes de la zona que tenia colgados de la puerta de la nevera. --Chino... japones...--Paso el dedo por los menus y entrecerro los ojos al ver una nota escrita por ella misma que decia "!Espabila de una puta vez!" Cogio el post it y lo arrugo tirandolo por encima de su hombro. --Italiano. No es lo mejor para desayunar, pero de todas maneras ya tienes el estomago hecho una mierda... Busco su movil y cuando lo encontro se dio cuenta que no lo habia cargado en varios dias. Quizas tenia que haber contestado al telefono. Encogiendose de hombros se dejo caer en el sofa y marco el numero del restaurante. Veinte minutos despues estaba comiendo espaguetis a la carbonara sentada en el sofa viendo la tele. El programa de la manana era de lo mas aburrido, pero a falta de otra cosa... Llamaron a la puerta y gruno sin moverse. Seria el casero para decirle que su patetica vida acababa de empezar y que lo que habia vivido hasta ahora era un juego de ninos. Despues le pegaria una patada en el culo, echandola del apartamento por deberle dos meses. --!Charlene! !Abre la puerta! No era el casero. Era aun peor. Su prima. Se arrastro fuera del sofa y dejo el envase sobre la mesa de centro antes de ir hacia la puerta y abrir. Su perfecta prima Rubi, con su perfecto bebe en brazos, la miro de arriba abajo horrorizada. Se volvio y camino por el pasillo para volver a sentarse en el sofa, mientras Rubi miraba el apartamento sin poder pronunciar palabra, a la vez que entraba el carrito del nino y cerraba la puerta.
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Te debo un sueno (Bdb) de Sandra Heys
https://gigalibros.com/te-debo-un-sueno-bdb.htmlSerie El quinteto de la muerte
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Los siete maridos de Evelyn Hugo de Taylor Jenkins Reid
https://gigalibros.com/los-siete-maridos-de-evelyn-hugo.htmlEvelyn Hugo, el icono de Hollywood que se ha recluido en su edad madura, decide al fin contar la verdad sobre su vida llena de glamour y de escandalos. Pero cuando elige para ello a Monique Grant, una periodista desconocida, nadie se sorprende mas que la misma Monique. ?Por que ella? ?Por que ahora?
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Lo mas dulce (Pretty 3) de M. Leighton
https://gigalibros.com/lo-mas-dulce-pretty-3.htmlLa pequena cosita que hay en el extremo de la llave del gato se desliza fuera de la tuerca y me aplasta el dedo contra el pavimento caliente. Una vez mas. Resisto la tentacion de meterme el palpitante dedo en la boca y me trago un exabrupto. <>. Estos dias me comporto como un chucho bien entrenado; actuo de forma correcta, visto de forma correcta y hablo bien. Soy lo que las apariencias exigen. Tengo que serlo. Lance lo exige y yo lo necesito, asi que sigo sus reglas. Me paso el dorso de la mano por la frente humeda y vuelvo a intentarlo. <
>. Suspiro de alivio cuando cargo todo mi peso en el gato del coche y el obstinado tornillo cede. Lo desenrosco y retiro la llanta, que hago rodar para apoyarla en el guardabarros trasero del coche. Me sacudo el polvo de las unas y compruebo que no se me ha roto ninguna --Dios me libre de servir las bebidas con las unas hechas un desastre-- antes de dirigirme al maletero para sacar la rueda de repuesto. Despues de luchar para retirarla del pequeno cubiculo que se oculta debajo del falso suelo del maletero, la dejo caer sobre el asfalto, pensando como voy a colocarla. Y lo hubiera logrado si no fuera porque la de repuesto tambien esta pinchada. --!Nooo! --gimo en voz alta. <>. Me siento frenetica cuando vuelvo a echar un vistazo de nuevo al reloj. A este ritmo, nunca tendre tiempo para cambiarme y llegar al hotel a tiempo. Pero si aparezco vestida asi, jamas dejaran de echarmelo en cara. Se que no debo usar pantalones cortos y camisetas sin mangas, pero a veces no puedo resistir la tentacion de ser yo misma. De la yo que acostumbraba a ser. De la yo que todavia soy, a pesar de lo demas. --?Por que no aceptaste ayuda cuando te la ofrecieron, Tommi? --murmuro cerrando los ojos y alzando la cabeza al cielo. Ser una rubia con problemas en medio de la carretera no siempre es malo. Por suerte, generalmente atrae a una gran cantidad de hombres mas que dispuestos a convertirse en un heroe y salvar a una pobre damisela en apuros. En esta ocasion no ha sido diferente, solo que los he mantenido a distancia. Es decir, la mayoria resultaban espeluznantes y estoy aqui sola. No hubiera sido lo mas inteligente. Asi que aqui estoy. Sola. Sin heroe, impotente y frustrada. --Todavia no es demasiado tarde, ?sabes? --replica una voz agradable a mi espalda, en tono de diversion. Sobresaltada, contengo un gritito y me doy la vuelta. Hay un hombre moreno y muy apuesto detras de mi. Esta tan cerca y es tan alto que doy un paso atras. Eso hace que tropiece con la llanta de repuesto, pierda el equilibrio y casi me caiga dentro del maletero. Cualquier rastro de control personal se va por la consabida ventana cuando intento recuperar el equilibrio. --!Hostia puta, joder! --chillo, llevada por la sorpresa. Dos manos grandes y fuertes se extienden hacia mis brazos desnudos para sostenerme y devolverme a la posicion vertical, librandome de un humillante error. La electricidad que hace hormiguear mi piel ante su contacto combinada con su risa ronca me provoca un escalofrio que sube por mis brazos. La atraccion hace vibrar mis terminaciones nerviosas de forma similar a un terremoto. --Una hermosa mujer que jura como un camionero. Justo mi tipo de chica. <>. Pero me olvido con rapidez de la razon cuando le echo una buena ojeada a mi salvador. Estoy cara a cara con el hombre mas impresionante del mundo. Ojos castanos que brillan como dos diamantes de chocolate con los ultimos rayos del sol poniente, largas pestanas negras que los enmarcan como plumas y una sonrisa que amenaza con derretirme al instante. !Santo Dios! Y tengo que mirar hacia arriba para verle la cara, lo que ya es mucho decir, porque midiendo uno setenta y cinco soy una chica alta. --Perdon por la expresion. Me has asustado --tartamudeo, curvando los dedos alrededor de sus musculosos antebrazos antes de poder pensarlo mejor. Mantenemos aquel contacto durante varios ardientes segundos. Se que deberia soltarme, protestar, fingir indignacion, hacer algo..., pero no puedo. A pesar de que suelo ser prudente, no quiero hacer nada porque no quiero que me suelte. --No es necesario que te disculpes. Me encanta que las mujeres digan cosas sucias. --No he dicho nada sucio --me defiendo con debilidad. Arquea las cejas con curiosidad, y me doy cuenta de lo mal que suena. --?Hay mas? ?Palabras mas sucias? A pesar del sofocante calor, noto que me sube por las mejillas un caliente rubor. <>. Ni siquiera soy capaz de recordar la ultima vez que me sonroje. He visto y hecho cosas a lo largo de mi vida que me han dejado insensibilizada hasta el punto de que habria jurado que nada me podia hacer sentir verguenza. Y, sin embargo, aqui estoy, sonrojandome ante un perfecto desconocido (que esta como un tren). Respiro hondo de forma temblorosa y sonrio, quitandoles importancia a el y al peligro de mi situacion... del que por fin soy plenamente consciente. Este tipo podria hacerme dano y yo estoy babeando ante su pecho. Su ancho, duro y musculoso pecho. Cierro los ojos con fuerza. <>. --?Estas bien? --se interesa aquel perfecto desconocido que esta como un tren. Cualquier rastro de alegria ha desaparecido de su voz. < >. Bajo la vista y clavo la mirada en mi camiseta sucia al tiempo que me enderezo para pasar entre su impresionante cuerpo y el maletero abierto. --Estoy bien. Solo... mmm... que hace mucho calor y... er... estoy cambiando el neumatico. Solo tengo calor. Y estoy cansada. Y... Doblo la esquina del coche, pensando que me separan solo unos pasos del bolso y el movil. Miro como el perfecto desconocido que esta como un tren da un golpe a la rueda con la punta de la bota. --Espero que esta sea la que acabas de quitar. <>. Estoy tan desinflada como las camaras de mis neumaticos mientras lo veo acercarse a la llanta que acabo de quitar, y comprobar el estado de la goma. --Por cierto, me llamo Sig --me dice de forma casual. Luego cruza los brazos sobre el pecho y estudia la situacion, pensativo--. Y me da la impresion de que vas a necesitar una grua. Una grua. !Si! Corro hacia el asiento del conductor y me inclino para alcanzar mi movil, muy consciente de lo cortos que son mis pantalones y de la forma que se suben mas arriba de mis piernas cuando me estiro. Me apresuro a incorporarme blandiendo el iPhone como si fuera un arma. --!Si! Necesito una grua. Voy a llamarla ahora mismo --le comunico, tratando de ignorar la calida mirada en sus ojos, que sube de forma descarada por mis piernas. -
Dame un respiro de Aurelie Valognes
https://gigalibros.com/dame-un-respiro.htmlRose es una madre soltera de 36 anos que vive en Paris con Baptiste, su hijo de 18, de quien se quedo embarazada siendo muy joven. Desde entonces se dedica a cuidar ninos y ancianos, un trabajo que le deja muy poco tiempo libre. A pesar de los buenos propositos de ano nuevo, no lo empieza con buen pie: Baptiste le anuncia que se ira a vivir con su novia inglesa, su hermana se muda a Marsella y la familia para la que trabaja como ninera se va a vivir al extranjero. En medio de tanta incertidumbre, Rose acepta ser la asistenta de Colette, una senora mayor bastante excentrica. ?Y si este encuentro inesperado estuviera a punto de cambiarle la vida?
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Elemental (Guardianes Del Alma 2) de Kim Richardson
https://gigalibros.com/elemental-guardianes-del-alma-2.htmlKara y un pequeno nino estan juntos, solos, en un pequeno rio. El sostiene su mano. El agua fria les hace cosquillas en los pies. Una niebla fina se levanta y teje hilos alrededor de ellos, y Kara huele el tenue olor a carne podrida. Algo toca sus dedos del pie. Ve hacia abajo. Manos blancas se extienden afuera del agua y la sujetan por los tobillos. Ella salta hacia atras, jalando al nino con ella. Aparecen mas manos por todos lados. Una niebla espesa, negra, se levanta y cubre la corriente. Largos tentaculos se enredan alrededor de sus piernas, como serpientes blancas. Kara grita y patea la niebla. Un hedor a hierro la ahoga. La niebla desaparece. Kara lucha por equilibrarse. Ella esta en un rio de sangre. El nino tiene sangre en sus muslos. Kara siente nauseas. Oye un chapoteo. Una figura en el rio...un hombre, no… La retorcida cabeza humana y el torso enfermo que se levantan sobre el rio nacen de una confusion de entranas humanas y de insectos, de la parte posterior de un monstruo horrible. Las piernas largas del insecto se arrastran hacia ella, negras y afiladas. Forunculos y llagas cubren la piel del monstruo, como lepra. Sus ojos rojos brillan entre la niebla negra. Cierra sus mandibulas. El nino le suelta la mano a Kara. Es arrastrado debajo del rio sangriento. Kara se dobla hacia abajo y agita sus manos en la sangre, buscando al nino. Un sollozo. Kara Mira hacia arriba. La criatura tiene al nino. Agarra al chico por el cuello y lo exprime. Abre su boca. Sangre escurre por sus puntiagudos dientes amarillos. Lentamente trae al nino hacia su boca humeda mientras la criatura no deja de gritar. Kara desperto sobresaltada. Su corazon golpeaba contra su pecho mientras parpadeaba tratando de abrir sus pegajosos ojos cubiertos con lagrimas y sudor. Todavia media dormida, se sento en su cama con los brazos estirados delante de ella, lista para salvar al nino del monstruo. Se quito el flequillo pegajoso de la frente sudada y espero, calmandose, hasta que los efectos del sueno se disiparon. Habia estado llorando. Limpio su cara y sus ojos lentamente se ajustaron a la luz de la manana que se colaba en su habitacion. Las sombras oscuras fueron enfocandose. Sus pinturas de demonios y angeles que cubrian las paredes como papel tapiz parecian aun mas siniestras en la tenue luz. Se sacudio con un escalofrio. Las pinturas eran parte de una historia que Kara debia contar. Recien despertando de sus pesadillas, tomaba su pincel y pintaba una y otra vez las recurrentes historias. Se convencia a misma que era una especie de terapia, y que quizas, algun dia, las pesadillas se detendrian. Despues de un tiempo su madre se nego a entrar en su habitacion. Kara recordo que su madre habia lanzado sus manos en el aire, gritando que los monstruos iban a atraparlas. Pero para Kara, eran solo pinturas. Sabia que no podian lastimar a nadie. 5:00 am… aun demasiado temprano para levantarse para la escuela. Se forzo a cerrar los ojos y se reacomodo en su cama. Los debiles ronquidos desde el segundo cuarto al final del pasillo confirmaban que su madre no se habia despertado con sus gritos. Se sintio aliviada. Su madre trabajaba largas horas, asi que merecia una buena noche de descanso. Cada noche Kara sonaba con monstruos horribles y con un nino asustado de cabello rubio enredado y pijama azul y blanco… a punto de ser comido. Se despertaba gritando en el momento que el nino desaparecia entre la boca del monstruo. Kara solto un largo suspiro. No podia volver a dormirse. Bajo las piernas de su cama y fue de puntillas a su vestidor. Los tablones de pino se sacudieron. Pintura blanca se descarapelaba de las patas y de la parte superior del mueble, dandole un falso aspecto antiguo. Faltaban algunas perillas de los cajones superiores, y Kara habia utilizado boligrafos secos para reemplazarlas. Levanto un marco metalico. La cubierta de vidrio estaba agrietada y astillada. Kara la acerco a su rostro. Un hombre con cabello castano despeinado y una sonrisa amistosa sostenia a una nina con coletas castanas de mono amarillo. Kara sintio como su pecho se comprimia. Apenas y podia recordar ese dia. La imagen de su padre se habia desvanecido a lo lejos. Habia muerto cuando ella tenia solo cinco anos, y Kara no lo recordaba en absoluto. Ella dibujo su rostro con el dedo. !Que no daria por tener un verdadero padre! Quiza su madre estaria un poco mas cuerda si hubiera un hombre alrededor de ella. Kara sintio un gran dolor en su corazon, y con un suspiro, coloco el marco en el aparador. El rostro de Kara la veia fijamente detras del espejo roto y forzo una sonrisa. Hoy era su decimoseptimo cumpleanos. Diecisiete anos; era la edad cuando las chicas se enamoraban e iban a la Universidad para seguir sus suenos. Su sonrisa se desplomo. El trabajo de verano de Kara apenas le habia dado lo suficiente para ayudar a pagar la comida. Ella nunca podria ahorrar lo suficiente para ir a la Universidad. Una cucaracha recorrio su espejo y se detuvo justo en el medio. Estaba al nivel de los ojos de Kara, con sus dos ojos negros como piedras viendola con una especie de inteligencia extrana. Sus antenas se movian nerviosamente. !BAM! Kara despego el libro el espejo y tiro la cucaracha muerta en su bote de basura. Se sintio culpable de matar al insecto. Fruncio los labios y miro al espejo otra vez. Deberia estar feliz, ella lo sabia. Pero se sentia vacia por dentro. Le faltaba una parte, como un coche al que le faltaba una rueda y que por lo tanto no podia conducir. Desde hace meses habia estado deprimida. En la escuela no queria hacer nada aparte de su pintura y la lectura de sus libros. Incluso su mejor amigo Mat la evitaba. Hacia dos semanas, a la hora del almuerzo, le dijo que andar con ella estaba haciendo que su cerebro se derritiera; lo estaba deprimiendo. Sin Mat para apoyarla se sentia aun mas perdida y confundida. Ella trato de sacudirse la sensacion, pero nada funciono. Se sentia sola. El suave canto de los pajaros llego a sus oidos. Kara sonrio. Aunque a veces le molestaba, cantaban maravillosamente. El canto llego a ser mas fuerte, mas intenso, y entonces oyo el graznido de los cuervos, muchos de ellos… Extrano, Kara penso para sus adentros. Se asomo a la repisa de la ventana. El piso de madera se sentia frio debajo de sus pies. Presiono la cabeza contra el cristal y miro hacia fuera. Casi veinte cuervos estaban encaramados en los altos arces. Con sus cabezas inclinadas, le croaban a algo que estaba abajo y que Kara no podia ver. Se esforzo para poder mirar a traves de las ramas. Un escalofrio recorrio su columna vertebral. Su corazon se le subio a la garganta. En medio del camino habia un nino… el mismo nino de sus suenos. Kara aplasto su nariz contra el vidrio y miro la pequena figura en pijama caminando como patito por la calle. Estaba descalzo. En agosto, el clima de Montreal era aun bastante templado, incluso en las primeras horas de la manana. Lo vio plantar sus pies y pararse firmemente. El nino camino por los coches aparcados. Hojas de periodicos se enrollaban a su alrededor, atrapadas en el viento invisible. Tengo que ir a buscarlo, le dijo Kara a la ventana. Se decidio y se coloco un par de pantalones grises y un sueter. Con un clic, abrio la puerta de su dormitorio y camino en las sombras. Cuidando de no despertar a su madre, se deslizo furtivamente por la oscuridad y corrio a la puerta de su casa. Bajo las escaleras de dos en dos y reboto en el vestibulo. Recupero su aliento y abrio las puertas de cristal. El aire del exterior olia a hojas mojadas y hierba, fresco contra su piel, aludiendo ligeramente al ya proximo otono. Las aceras estaban llenas de charcos grises, y Kara salto para evitarlos. Corrio hasta el lugar de la calle donde ella habia visto por ultima vez al nino. Se habia ido. La calle estaba muy tranquila, y Kara noto que los pajaros repentinamente habian dejado de cantar. El viento se detuvo. Kara temblo. Un escalofrio le subio por la espalda, y su corazon martillo en sus oidos. “!Oye, chico!” dijo en una suave voz, no queriendo despertar al vecindario. “Nino… ?donde estas?” Paso por el lugar y se detuvo. Ella se puso de rodillas y busco debajo de los coches aparcados. No habia nada. El no podia estar lejos. Era un nino pequeno, penso Kara dando unos pasos hacia adelante. Se detuvo. Los pelos en la parte posterior de su cuello se erizaron. Sintio que algo no estaba bien, algo le decia que se echara a correr… Y alli estaba. Kara contuvo su respiracion. Lo podia ver claramente ahora -- no al nino, sino a un apuesto desconocido al que ya habia visto antes. Estaba inclinado contra un auto estacionado, sus brazos cruzados sobre el pecho. La mirada del extrano fija sobre ella. El corazon de Kara se detuvo. Era alto y delgado. Una chaqueta de cuero marron abrazaba sus poderosos hombros, y llevaba jeans deslavados con una playera ajustada que resaltaba su musculoso pecho. La miraba con una sonrisa casi tonta pintada en la cara, con apenas una sombra de hoyuelos en sus mejillas. Su cara era hermosa sin lugar a dudas. Demasiado perfecto. El tipo de rostro que enviaba millones de mariposas a sacudirse en la boca de su estomago. Kara le habia dado el apodo de “el acosador galante”… su preciosa sombra. ?Que esta haciendo el aqui a esta hora? Ella fruncio el ceno. Algo no tenia sentido. Parte de ella se sentia emocionada de tener a un tipo de tan buen aspecto siguiendola, pero la otra parte le provocaba carne de gallina… y no en el buen sentido. Habia algo muy raro en la forma que la veia. El acosador galante peino su cabello rubio con sus dedos y se dio la vuelta. Se encontro con los ojos de Kara y viro hacia el otro lado, pretendiendo estar interesado en los autos estacionados. A Kara no le parecia para nada un asesino en serie como Anibal Lechter… el tipo que descuartizaba y se comia a sus victimas, como una especie de guiso exotico. No. El tenia una boca tan hermosa que simplemente no podia imaginarselo comiendose a nadie. Kara no podia entender por que el la estaba acosando. Con su falta de gracias delanteras y sus curvas invisibles, no tenia mucho que ofrecerle al sexo opuesto en el campo visual. ?Que resultaba tan atractivo y “acosolicioso” en ella? Nada. Eso la hacia sospechar de el. Las cosas que son demasiado buenas para ser ciertas usualmente lo son, pensaba. Especialmente cuando ella estaba involucrada. Arranco los ojos de el por un momento para buscar al nino otra vez. Sombras oscuras acechaban a lo largo de la silenciosa calle y Kara se sintio tensa. Pero nada mas se movio. El chico no estaba a la vista. Y cuando se volvio para ver a su acosador galante, este habia desaparecido, como si fuera un producto de su imaginacion. En serio estoy enloqueciendo, penso Kara, retirando su flequillo de la cara. Una ligera llovizna refresco sus mejillas calientes, y Kara la agradecio… Algo se movio en la esquina de su ojo. Al principio, penso que era su acosador galante que habia regresado, pero rapidamente se dio cuenta de que no era el. Este hombre tenia el pelo blanco y la piel grisacea palida. Vestia un traje oscuro, y Kara podia ver que era un traje caro y...un poco fuera de lugar para esta hora de la manana. Estaba inclinado contra un poste de luz en la calle. Incluso desde la distancia podia verse que algo andaba muy mal con sus ojos. Eran negros. Y la estaban vigilando.
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Limite difuso de Bayardo De Campoluna
https://gigalibros.com/limite-difuso.htmlLa vida es un gigantesco mural en mosaicos que terminan por fundirse entre si, creando al final, quizas de manera involuntaria, un paisaje impresionista o abstracto, y al dejar abierta la interpretacion, no pretendo sino que sea el lector mismo quien lo decida. En la vida hay hechos comprobados que resultan cuestionables y conjeturas muy bien fundamentadas. Tambien hay acciones benevolas que parecen malignas, y atrocidades que resultan loables. El mundo esta patas arriba, todos lo saben, pero lo que resulta dificil es determinar que es real o que es una simple impresion. O que es malo y que es bueno.
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Mi ultima noche en Londres de Maria Gomez
https://gigalibros.com/mi-ultima-noche-en-londres.htmlEl dia que concluyeron mis vacaciones en Londres, llegue tarde al aeropuerto, me dejo el avion y no tengo suficiente dinero extra para comprar otro boleto.
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El ideal mas fuerte de Pedro Pablo Diaz Martin
https://gigalibros.com/el-ideal-mas-fuerte.htmlEdu es un joven de un barrio olvidado por los privilegios de la capital. Rodeado de podredumbre y problemas, se siente un triunfador en esas calles y su euforia le convierte en un simbolo popular. Podria gozar de una juventud sana, pero hace tiempo que ha elegido el camino mas radical, marcado por la violencia, la intolerancia y el profundo fanatismo por una ideas que provocan dano a quienes se cruzan por su camino.
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Lo que nunca fue, Noelia Hontoria de Noelia Hontoria
https://gigalibros.com/lo-que-nunca-fue-noelia-hontoria.htmlAl borde de su muerte, Aaron no puede evitar recordar a Amanda y el breve instante de vida que compartieron en Berlin. No era su momento ni su lugar. Descubre una bonita historia de amor de dos almas unidas por siempre por un invisible hilo rojo.
De la autora del BESTSELLER “La chica de los ojos tristes”, llega la nueva promesa de la novela romantica. Inspirada en “El diario de Noa”, el destino, los errores que pueden no serlo y las siete vidas de un gato, “Lo que nunca fue” participa en el IV Premio Literario de Amazon (Concurso Indie 2017).
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Un corazon para dos de Jessi Kirby
https://gigalibros.com/un-corazon-para-dos.htmlCuando las sirenas me despertaron justo antes del amanecer, no se como supe que iban a por el. No recuerdo haber saltado de la cama ni haberme atado los zapatos; tampoco recuerdo como llegue al camino de la entrada, ese sinuoso sendero que hay entre nuestras casas. No recuerdo mis pies golpeando el suelo, mis pulmones aspirando aire ni mi cuerpo corriendo para atrapar lo que mi corazon me decia que era cierto. Pero recuerdo cada detalle despues de eso. Puedo ver las luces azules y rojas que brillan en el claro cielo del amanecer. Puedo escuchar las voces entrecortadas de los medicos. Las palabras <
> que se repiten entre el ruido de sus radios en el fondo. Recuerdo los profundos y ahogados sollozos de una mujer desconocida, y que sigo sin conocer. Tambien el extrano angulo de la camioneta blanca de la chica, con el toldo oculto bajo los tallos destrozados, y las flores de los girasoles que crecian a lo largo del camino. La reja, astillada y rota. Recuerdo los cristales, que parecian grava, esparcidos por el asfalto. Sangre. Demasiada. Y su zapatilla tirada a un lado, en medio de todo aquello. El corazon que, con un rotulador negro, yo habia dibujado en la suela. Aun puedo percibir el vacio de su zapatilla cuando la recogi y como su liviandad me hizo caer de rodillas. Puedo sentir las manos enguantadas que me levantaron y que luego me sujetaron cuando trate de correr hacia el. No dejaron que me acercara. No querian que lo viera. Y, por eso, lo que mas recuerdo de esa manana es que me quede de pie a un lado del camino, sola, mientras la oscuridad se cernia a mi alrededor y el dia cambiaba mi vida. La luz de la manana sobre los petalos, dorados y vibrantes, esparcidos por donde el yacia, agonizando. 1 La comunicacion con los receptores del trasplante puede ayudar a los familiares de los donantes tras su perdida… En general, las familias de los donantes, los receptores, y sus parientes y amigos se pueden sentir reconfortados al hablar sobre sus experiencias con la donacion… El regalo de la vida… Pueden pasar meses o anos antes de que alguno de ellos este listo para enviar o recibir correspondencia, o tal vez nunca llegue a haber ninguna relacion. Programa de Servicios a las Familias de los Donantes Alianza de Vida Cuatrocientos dias. Repito el numero en mi cabeza. Dejo que se apodere del sentimiento de vacio mientras aprieto el volante. No puedo permitir que se vaya como cualquier otro dia. Cuatrocientos merece algun reconocimiento. Como trescientos sesenta y cinco, cuando le lleve flores a su madre y no a su tumba, porque sabia que el habria querido que las tuviera ella. O como en su cumpleanos. Eso fue cuatro meses, tres semanas y un dia despues: el dia ciento cuarenta y dos. Lo pase sola. Ese dia no tuve animo para ver a sus padres y, en realidad, una parte pequena y secreta de mi creia que, si yo estaba sola, quiza el podria regresar, cumplir dieciocho anos y seguir donde nos habiamos quedado. Estudiar el ultimo ano conmigo, enviar solicitudes a las mismas universidades, regresar por ultima vez a casa o ir al baile de graduacion, lanzar los birretes al aire y besarnos hasta que llegaran al suelo. Cuando el no regreso, cogi una sudadera que aun conservaba su olor, o eso pensaba yo. La aprete contra mi cuerpo y pedi un deseo. Desee, con todas las fuerzas, que no tuviera que hacer ninguna de estas cosas sin el. Y mi sueno se hizo realidad. El ultimo ano se transformo en una niebla. No envie por correo las solicitudes a la universidad. No sali a comprar el vestido para el baile de graduacion. Olvide que habia un cielo para besarnos debajo de este. Los dias pasaron, uno tras otro, sin fin; parecian infinitos, pero se fueron en un parpadeo, como las olas que se rompen en la orilla, o las estaciones que pasan. O el latido de un corazon. Trent tenia un corazon de atleta: fuerte, estable, diez latidos mas lento que el mio. Antes, nos acostabamos pecho contra pecho, y yo respiraba mas lento para seguir su ritmo. Trataba de enganar a mi pulso para que hiciera lo mismo; pero nunca funciono. Tres anos despues, mi pulso se aceleraba con solo estar cerca de el. Pero encontrabamos nuestra propia sincronia, con su corazon latiendo a un ritmo lento y estable y el mio llenando los espacios intermedios. Cuatrocientos dias y demasiados latidos por contar. Cuatrocientos dias, demasiados lugares y momentos donde Trent ya no existe. Y aun sin respuesta de uno de los pocos sitios donde si existe. Un claxon suena detras de mi, y me saca bruscamente de mis cavilaciones. Por el espejo retrovisor puedo ver al conductor que sigue maldiciendo mientras maniobra para adelantar a mi coche. Se lo ve furioso y esta gritando a traves de su parabrisas: <>. Me pregunte lo mismo al entrar en el coche. No estoy segura de lo que estoy haciendo, solo se que tengo que hacerlo porque debo verlo con mis propios ojos. Por lo que senti cuando vi a los otros receptores. Norah Walker fue la primera receptora en contactar con la familia de Trent, aunque su nombre lo supieron despues. Los receptores y las familias de sus donantes pueden ponerse en contacto en cualquier momento a traves del coordinador de trasplantes, pero recibir aquella carta fue una sorpresa para todos nosotros. La madre de Trent me llamo el dia despues de recibirla y me pidio que fuera a su casa. Nos sentamos juntas, en una sala bien iluminada, en ese hogar que guardaba tantos recuerdos, como aquel dia en que pase corriendo frente a la puerta, hasta cinco veces, deseando que el notara mi presencia. Oi sus pasos que trataban de alcanzarme y empece a correr mas despacio, solo lo suficiente para que llegara junto a mi. Se las arreglo para hablar, con la respiracion entrecortada. --!Eh! --Respiracion--. !Espera! --Respiracion. Teniamos catorce anos. Eramos unos desconocidos hasta ese momento. Hasta esas dos palabras. Cuando fui a casa de Trent a hablar con su madre, me sente en el sillon donde el y yo soliamos ver peliculas y comer palomitas del mismo bol. Fueron sus palabras y la gratitud que habia en ellas las que me sacaron del lugar oscuro y solitario en el que yo habia habitado durante mucho tiempo. La carta, escrita con letra temblorosa y en un papel bonito, desperto algo en mi. Era sencilla. El receptor estaba profundamente apenado por la muerte de Trent. Profundamente agradecido por la vida que le habia dado. Esa noche regrese a casa y le escribi una respuesta: le queria agradecer la vitalidad que me habia otorgado con sus palabras. Y, la noche siguiente, escribi a otro receptor, y mas tarde a otro: cinco en total. Cartas anonimas para personas anonimas a las que queria conocer. Y, cuando se las envie al coordinador de trasplantes para que las hiciera llegar a los receptores, fue con la leve esperanza de que esas personas me escribieran una respuesta. Que pudieran darse cuenta de mi presencia, como el lo hizo. Me vuelvo y veo que el esta alli, sonriendo, apretando un girasol que es mas alto que yo. Su tallo se arrastra detras de el. --Soy Trent --dice--. Me acabo de mudar aqui, en esta misma calle. Debes de vivir cerca, ?verdad? Esta semana te he visto pasar todas las mananas. Eres rapida. Me muerdo el labio inferior mientras caminamos. Sonrio por dentro. Trato de no confesar que todos esos dias he reservado la velocidad para el tramo de camino frente a su casa. Desde que el camion de la mudanza se detuvo en el camino de la entrada, y el bajo de un salto. --Soy Quinn, digo. --Respiracion. Escribir las cartas me hizo sentir como si pudiera respirar de nuevo. Escribi sobre Trent y sobre todo lo que me dio cuando estaba vivo. La sensacion de que podia hacerlo todo. Felicidad, amor. Las cartas eran una manera de honrarlo y una esperanza de algo mas. Una mano anonima que se estiraba hacia el vacio, buscando una conexion. Una respuesta. Me rio porque el aun no ha recuperado el aliento, y porque no parece recordar que lleva un enorme girasol en la mano. --Oh --dice, siguiendome la mirada--, se suponia que este era para ti. Yo… --Se pasa una mano por el pelo, parece nervioso--. Yo lo he arrancado por alli, cerca de la reja. Lo extiende hacia mi y se rie. Es una risa que quiero seguir escuchando. --Gracias --respondo. Y estiro la mano para cogerlo. Lo primero que me regalo. Despues de doscientos ochenta y dos dias, y de enviar y recibir muchas cartas, de rellenar formularios de aceptacion y de recibir asesoria previa a la reunion, su madre y yo fuimos a la oficina de Servicios a las Familias de los Donantes, nos sentamos juntas y esperamos a que llegaran; queriamos conocerlos en persona. Norah fue la primera que hablo con nosotras y que nos tendio la mano. A pesar de todas las veces que me habia imaginado el encuentro, no estaba preparada para lo que senti cuando nos cogimos de la mano, la mire a los ojos y supe que tambien habia en ella una parte de Trent. Una parte que le habia salvado la vida a la chica y le habia dado la oportunidad de ser madre de una pequena nina, de pelo rizado, que miraba desde detras de las piernas de Norah, y esposa del hombre que estaba de pie junto a ella, llorando. Cuando la mujer respiro hondo, con los pulmones de Trent, y acerco mi mano a su pecho, para que sintiera como se llenaban y se expandian, mi corazon tambien se lleno. Paso lo mismo con los demas receptores que conoci: Luke Palmer, siete anos mayor que yo, nos toco una cancion con su guitarra, y podia hacerlo gracias a que Trent le habia dado un rinon. Estaba John Williamson, un hombre callado pero calido, mayor de cincuenta anos. Escribio varias cartas poeticas acerca de la manera en que su vida habia cambiado desde que recibio el trasplante de higado. Aquel dia lucho para encontrar las palabras correctas con las que poder expresarse en esa pequena recepcion. Y luego estaba Ingrid Stone, una mujer con los ojos de un tono azul claro, tan diferentes de los ojos de color cafe de Trent, pero que podia ver el mundo de nuevo, y pintarlo con colores vivos, gracias a ellos. Dicen que el tiempo sana todas las heridas, pero conocer a esa gente, una improvisada familia de extranos que estaban unidos por una sola persona, sano mas en mi que todo el tiempo que habia pasado en los dias anteriores. Por eso, cuando no tuve respuesta del ultimo de los receptores empece a buscarlo. Realice busquedas en internet, compare fechas con noticias y hospitales, hasta que lo encontre con tanta facilidad que casi no me lo creia. Ante los demas, he fingido que comprendo la razon por la que no ha respondido. Que, como nos dijo la mujer de los Servicios a las Familias de los Donantes, algunas personas nunca responden y se debe respetar su decision. -
Los caprichos del millonario de Melissa Hall
https://gigalibros.com/los-caprichos-del-millonario.htmlPeyton Raksy jamas imagino que vengaria la muerte de su hermana pequena. Estaba dispuesta a meterse en la cama del millonario Aleksander Bogdanov para que confesara el delito que cometio con la persona que mas queria en el mundo. Despues de arrebatarle lo unico que tenia en la vida, Peyton estaba dispuesta a jugar con Aleksander hasta hacerle sufrir. Seducirlo y enamorarlo hasta romperle el corazon. Pero no podia caer en la seduccion del hombre rico como hizo su hermana, o terminaria como ella; muerta.
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Mi amor prohibido de Jodi Ellen Malpas
https://gigalibros.com/mi-amor-prohibido.htmlLa princesa Adeline se niega a someterse a las obligaciones que implica su titulo, pues sabe que bajo la imagen perfecta de la familia real no hay mas que mentiras y secretos. Ni quiere formar parte de ello ni piensa aceptar la peticion de su padre para que se case con un hombre al que no ama…Todo cambia cuando se cruza en su camino Josh Jameson, un actor escandalosamente sexy que pronto se convierte en el ultimo vicio de la princesa: su atractivo es abrumador y sus caricias son puro fuego. Nadie la ha hecho sentir tan viva nunca. Pero, aunque el pertenezca a la <
> de Hollywood, no es un aristocrata real, y Adeline sabe que el rey y sus consejeros haran todo lo que este en sus manos para impedir que vivan esa pasion. ?Acabara rindiendose a los deseos de su padre o a los de su corazon? -
Extraccion de Douglas Preston
https://gigalibros.com/extraccion.htmlUn relato escalofriante que descubre muchos secretos de la relacion entre los hermanos Pendergast.
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En la colonia penitenciaria de Franz Kafka
https://gigalibros.com/en-la-colonia-penitenciaria.htmlFranz Kafka (Praga, 1883 – Kierling, Austria, 1924), nacido en el seno de una familia judia, se doctoro en derecho en 1906, tras lo cual trabajo durante anos como funcionario en el Instituto de Seguros de Accidentes de Trabajo de Praga, actividad que compagino con la escritura. En vida publico unicamente relatos, entre ellos La condena (1913), El fogonero (1913)--ambos publicados en Acantilado-- y La transformacion (1915). Sus celebres novelas--El desaparecido (1927), El proceso (1925) y El castillo (1926)--vieron la luz postumamente, y contribuyeron a la consolidacion del prestigio del escritor, hoy reconocido como fundamental de la literatura del siglo xx.
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Somos naturaleza de Katia Hueso
https://gigalibros.com/somos-naturaleza.htmlLa tecnologia, el turismo de masas, la urbanizacion, los trajines del dia a dia y las exigencias de la vida moderna parecen habernos hecho victimas de lo que Richard Louv --reconocido escritor y periodista-- llamo “sindrome de deficit de naturaleza”.
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Ulises y Yacir de Cristina Cerezales Laforet
https://gigalibros.com/ulises-y-yacir.htmlUlises y Yacir son dos adolescentes que provienen de dos mundos muy alejados culturalmente. Ulises es hijo de una familia espanola acomodada, aunque no libre de problemas, mientras que Yacir proviene de Marruecos, de donde tuvo que huir jugandose su salvacion a una carta muy peligrosa: el cruce del Estrecho en una patera en la que perdieron la vida dos miembros de la familia.
El encuentro entre estos dos jovenes durante unas semanas en un pueblo de la costa de Cadiz les cambiara para siempre. Lo que primero fueron recelos y desconfianza, fruto de sus miedos e inseguridades, pronto se convertira en una relacion de amistad magica, en la que compartiran sus suenos, sus ilusiones y sus primeros descubrimientos. Con ellos conviven Dorotea, Yamal y Melika, tres adultos que trataran de ayudarles a resolver sus conflictos. -
Pasaje al nuevo mundo de Tania Juste
https://gigalibros.com/pasaje-al-nuevo-mundo.htmlUna apasionante travesia en un transatlantico a principios del siglo XX decidira el destino de una joven barcelonesa.
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Los asesinatos de Coleraine de Georgina Perez
https://gigalibros.com/los-asesinatos-de-coleraine.htmlAquella manana desperto muy temprano. Apenas habia dormido y estaba nervioso. No podia dejar de pensar en la locura en que se habia embarcado: sacar a una asesina, juzgada y condenada, de la carcel, y hacerla recordar lo sucedido la fatidica noche de los hechos. Queria encontrar los cadaveres que un ano despues seguian sin aparecer o exculparla. Con ello ponia en juego su carrera y su reputacion, el respeto de un pueblo ganado a base de un gran esfuerzo. Nadie estaba de acuerdo con su decision de tratar de desvelar el misterio. Ya tenian una cabeza de turco y, si no conseguia nada, estaria acabado profesionalmente. Tenia treinta y dos anos, el cabello cobrizo y los ojos azules, tan claros y profundos como el mar que veia todos los dias desde la ventana de su despacho en la universidad. Tenia el pelo mas o menos corto y los mechones mas rebeldes le caian por la frente, dandole un aire juvenil. Iba bien afeitado y vestia segun exigia su posicion de Doctor en Psiquiatria y profesor universitario. Al observarlo, se rememoraba el tiempo en que los hombres eran educados y anteponian el honor a la vida. Poseia una fisonomia jovial y aninada, con facciones redondeadas, y un toque femenino que lo hacia muy atractivo. Su vida no habia sido facil; recien cumplida la mayoria de edad, perdio a sus padres en un accidente de trafico. Tras la muerte de sus progenitores, tuvo que encargarse de sus dos hermanos pequenos: Tom y Jacque, de quince y diez anos. Se convirtio en madre y padre de los chavales y, para sacarlos adelante, busco un trabajo de camarero por las noches (ya que la herencia familiar no bastaba para los gastos diarios), al que acudia tras dejarlos cenados y acostados, y por el dia estudiaba la carrera y el doctorado que lo convertiria en lo que era: el doctor Cillian Jackson, famoso y reputado psiquiatra del ala norte del pais. Un personaje ilustre del pequeno pueblo costero de Coleraine. Se preparo el desayuno, que consistia en cafe y un par de magdalenas industriales, mientras su hermano Tom se despedia sin cordialidad desde la puerta de la cocina para ir a trabajar. A diferencia de el, Tom era un hombre muy masculino, con facciones severas, angulosas y autoritarias. Lo unico que tenian en comun era el color de los ojos. Tom no habia estudiado, al contrario que sus hermanos; tuvo una adolescencia muy dificil y prefirio buscarse la vida y divertirse en discotecas a pasar el tiempo entre libros. La muerte de sus padres le causo un trauma muy profundo del que nunca se habia recuperado y su sentimiento de inferioridad con respecto al doctor y a Jacque se habia convertido en la amargura que reflejaba su humor diario. No le gustaba la decision de su hermano de defender a la asesina mas famosa del pais; vivia en un pueblo de poco mas de mil habitantes donde todos se conocian al dedillo. No le atraia el protagonismo ni la fama, y menos si se conseguia de esa manera. ?Por que el doctor lo torturaba asi? Era un buen albanil, se habia forjado a si mismo a base de pico y maza, y queria centrarse en su trabajo sin que lo molestaran. Con aquella imposicion, tanto si al final las cosas salian bien como si no, quedarian marcados para siempre. La gente ya comenzaba a senalarlo con el dedo y a hablar de el a sus espaldas. Su relacion con el doctor nunca habia sido buena. No necesitaba una ninera, pero el psiquiatra se empenaba en serlo y, tras los ultimos acontecimientos, el trato habia ido a peor. Cogio su mochila y su abrigo del perchero, cerro la puerta de la calle de un portazo y se dirigio a su trabajo en una obra a las afueras del pueblo. Estaban construyendo un bloque de apartamentos cerca del nuevo centro comercial. En la obra se sentia comodo: nadie se fijaba en el y solo necesitaba su fuerza bruta para trabajar. Para acompanar el desayuno, el doctor encendio la television de la cocina y, entonces, oyo su nombre en la cadena regional. Decian que se habia comprometido a ayudar a la malvada asesina, que habia matado a tres vecinos de Coleraine. Iba a sacarla de la carcel para descubrir la verdad. Las victimas habian sido dos chicas y un chico que aquella fatidica noche, hacia ahora casi un ano, acudian a una celebracion a la que nunca llegaron: el encendido navideno en Diamond Square, la plaza mas importante del pueblo. Los periodistas abordaban el tema exponiendo un video sensiblero con fotos de los fallecidos y la historia de sus vidas, exagerando para conseguir la lagrima facil del espectador; aquel sensacionalismo barato le resultaba patetico. No se sabia nada de los cuerpos, ni que habia ocurrido aquella noche, ni podia asegurarse que estuvieran muertos. Lo unico cierto era que la presunta asesina, de veintiseis anos, fue avistada por un grupo de chicos que hacia botellon en un coche junto a la playa cuando se precipitaba al vacio desde el acantilado conocido como Grey Wind, por el color de la piedra y el sonido del viento al chocar contra ella. Cuando la policia llego a la cima del acantilado, la intensa lluvia nocturna habia borrado cualquier prueba que pudiera salvar o condenar a la imputada. En su contra se presentaron pruebas circunstanciales y el cuchillo que llevaba en la mano en el momento de saltar. De las victimas no habia ni rastro. El pequeno pueblo costero de Coleraine estaba formado por unos altos acantilados que rodeaban una cala de arena blanca y un gigantesco bosque de pinos que bordeaba la zona donde no habia mar. Se situaba en la esquina superior de Irlanda del Norte, a unos cien kilometros de Belfast, y la mayoria de sus habitantes eran de firme conviccion catolica. Entre sus intereses turisticos se encontraba el mayor numero de coniferas de toda la costa irlandesa, lo que convertia sus famosos acantilados en un paraje frondoso, mas verde todavia en su cima. En las afueras, cerca del siguiente pueblo, se encontraban la carcel y el cementerio, dos lugares que, por su triste funcion, se ocultaban tras la marabunta de arboles. Nunca habia pasado nada extraordinario en el pueblo, nada fuera de lo normal, hasta la noche en que todo el pais quedo consternado y el miedo y la sed de venganza se apoderaron de los habitantes de Coleraine y envolvieron, todavia mas, sus aguas de oscuridad. Cuando los chicos de la playa sacaron del agua el cuerpo de la homicida vieron que tenia clavado en el muslo un cuchillo de cocina, con el que habia saltado al mar, y un trozo de tela del vestido de su amiga enredado entre los dedos. Desperto de un coma inducido tras pasar varios meses debatiendose entre la vida y la muerte y, cuando le preguntaron sobre lo sucedido, se sorprendieron de que no recordara nada de su vida anterior. Habia sufrido graves fracturas en la cabeza debido a la caida y su supervivencia se debio mas a un acto milagroso que clinico. Los psicologos forenses atribuian la falta de memoria al trauma sufrido tanto antes como despues de precipitarse al vacio. Durante su convalecencia en el hospital, las enfermeras le contaron la historia una y otra vez con la esperanza de que eso le hiciera recordar, pero no sirvio de nada: le explicaron que habia salido con tres de sus amigos hacia la celebracion mas importante del ano en Coleraine, el lugar donde vivia: el encendido del arbol navideno y las luces festivas en la plaza del ayuntamiento, donde tambien se encontraba la iglesia de San Patricio. Tras el encendido, se deleitaba a los habitantes con un gran concierto navideno a cargo de la escuela de musica de la localidad. En una fecha tan senalada, los vecinos llevaban sus mejores platos a la plaza (pavo asado, ponche, pure de patata con guisantes, etc.) para compartirlos con los vecinos durante la velada y disfrutaban de las amenas charlas y de las anecdotas en paz y armonia. Mientras comian, reian y bebian, el resto del pueblo quedaba desierto, en la mas absoluta oscuridad, para que las luces de colores se vieran mas bonitas y resaltaran en la noche. Nadie habria podido ver u oir el lamento de las victimas. Nadie, salvo ella. Buscaron los cuerpos varios dias, hasta que, dada la falta de pruebas y la necesidad de calmar el clamor popular que exigia un culpable, se concluyo que habian sido asesinados y sus cuerpos, ocultados, y que la superviviente, movida por la culpa, se habia lanzado al vacio. Como la imputada nunca confeso ni dijo nada al respecto, ni a favor de su inocencia ni en contra, se dio por buena la sentencia y fue condenada, para tranquilidad y satisfaccion de todos, a cadena perpetua. Si se diese el caso de que aparecieran los cuerpos, su condena se revisaria teniendo en cuenta los nuevos acontecimientos. La desmemoriada y culpable senorita se llamaba Gina Sven. Era una chica bajita, rubia y simpatica, o al menos lo habia sido en otro tiempo. No era excesivamente guapa, pero sabia ganarse el carino y el aprecio de la gente, tanto si eran conocidos como si no. Con la excentricidad como bandera, era amiga practicamente de todo el pueblo y sus vecinos veian con diversion cualquier locura que cometia. Le encantaban los objetos brillantes y los complementos extravagantes; elaboraba enormes y llamativos tocados para el pelo con materiales de lo mas variopintos: lentejuelas, carton, plumas o anillas arrancadas de las latas de refresco. Su color preferido era el rojo, color que se asocia con la vitalidad, la valentia y el optimismo, y de rojo se pintaba los labios y las unas con el fin de demostrar que era una mujer de accion. No tenia muchas amigas porque las mujeres la malinterpretaban y envidiaban a partes iguales, y aunque nunca habia comprendido la razon de ese odio, estaba acostumbrada. Shelly habia sido su fiel amiga desde la ninez, y tambien una de las victimas de los sucesos de aquella fatidica noche. A nadie le extrano ese fin de la desdichada muchacha que repartia sonrisas y alegria por donde pasaba. No importaban los favores que les habia hecho o las veces que les habia apoyado; su ansia por ser el centro de atencion la habia llevado a cometer una locura. Habia cruzado la linea. Con esta mezcla de envidia y sed de venganza, se convirtio en el chivo expiatorio de un pueblo que necesitaba un asesino para poder salir con tranquilidad a la calle sin sentir la sospecha de los vecinos. A pesar de las pruebas presentadas, el doctor Jackson nunca habia aceptado esa hipotesis. ?Como podia una chica de metro y medio asesinar a tres personas, una de ellas un chico que pesaba el doble que ella? O habia contado con ayuda o no habia sido ella. Movido por la sensacion de injusticia y la obligacion, como miembro de peso de la comunidad, se habia decidido a colaborar en su caso. Pidio al juez un permiso de dos semanas para sacarla de la carcel y ayudarla a recordar, o, al menos, a confesar si recordaba algo, en un ambiente familiar. Tras meses de papeleos y citas judiciales, le concedieron el permiso y se sintio tremendamente orgulloso y feliz de poder demostrar al pueblo todo su potencial. Gina habia pasado los ultimos nueve meses de su nueva vida en la carcel. Los restantes los habia pasado en el hospital debatiendose entre la vida y la muerte, pero a nadie le importaba. Nadie la visito en el hospital ni en la prision, ni siquiera su madre.
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La mirada de Cleopatra de Anabel Garcia
https://gigalibros.com/la-mirada-de-cleopatra.html<
>, frase machista donde las haya y por desgracia demasiado habitual para los oidos de una servidora.
Me llamo Cleopatra, un nombre muy tipico para una madrilena, ?verdad? Me considero una mujer inteligente, atractiva, algo alocada, y admito que tengo un caracter bastante peculiar, tirando a insoportable, aunque he de alegar en mi defensa que soy insufrible solo con quien yo quiero, pues entre mi circulo de confianza resulto ser encantadora. Soy una prestigiosa pediatra y tenia mi vida muy bien organizada, o al menos eso creia yo, hasta que en la fiesta de cumpleanos de mi companero de piso, descubri, por casualidad, que todo mi mundo era una gran mentira.
Al destaparse tan repentinamente mi verdadera identidad, y por motivos que ni yo comprendia, me vi obligada a huir hasta Alejandria, donde descubri, para mi sorpresa, que soy la unica descendiente viva de la ultima faraona que reino en Egipto hace mas de dos mil anos, o sea de Cleopatra VII. Pero ?que pinto yo en toda esta historia?, ?para que me buscan? ?Podre volver a confiar en alguien?, ?y si ese alguien se llama Marco Antonio y es romano?… !Ni loca!
Esta novela encierra una vertiginosa trama que nos transportara a la epoca faraonica en paralelo con la actualidad y que nos sumergira en leyendas sobre maldiciones e intrigas familiares. Todo ello de la mano del amor y la pasion, ademas de grandes dosis de humor.
?Sera la historia de Cleopatra y Marco Antonio tal y como nos la habian contado?
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Cautiva de Laura Lago
https://gigalibros.com/cautiva.htmlElla era la hija de mi peor pesadilla. Mi mayor enemigo.
Una muneca de porcelana, joven y facil de seducir.
Facil de seducir si eres un macho alfa, lider de la mayor mafia de Estados Unidos, tienes abdominales de acero y estas acostumbrado a tomar lo que quieres, cuando quieres y como quieres. Y en ese momento Marco la queria a ella. -
Querido plan B de Becca Devereux
https://gigalibros.com/querido-plan-b.htmlUna alocada comedia romantica sobre dos personas que estaban destinadas a encontrarse. ?Y si el principe azul no fuera como te lo han contado?
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El latido del deseo (Deseo Eire 3 parte 1) de Delora L. Pereniguez
https://gigalibros.com/el-latido-del-deseo-deseo-eire-3-parte-1.htmlEnzo ha decidido exiliarse en la isla Williams. No quiere ver a nadie. Para el nada tiene sentido sin Adara. La oscuridad ha reinado sobre la luz. Y su corazon se fue con Adara cuando murio tragicamente el dia de la boda. Lloro sobre su tumba y se quedo con ella durante horas bajo la lluvia. No aceptaba su muerte, haberla perdido para siempre.
Pero una ayuda inesperada, caida del cielo, lo ayudara a descubrir la verdad y a desterrar el dolor que lo esta consumiendo.
El mayor error que cometio Enzo, fue confiar que su mayor enemigo no haria nada contra el. Pero le ataco en su punto mas debil. No solo destrozo el dia mas importante de sus vidas, sino que, con un plan maquiavelicamente elaborado hizo pasar por muerta a Adara el dia de la boda para llevarsela. -
La Casa del Crepusculo de Laura Gallego Garcia
https://gigalibros.com/la-casa-del-crepusculo.htmlLazaro es un joven de trece anos obligado a trasladarse de la ciudad al pueblo donde vive el resto de su familia. En este aburrido y caluroso verano, Lazaro se siente irremediablemente atraido por un viejo caseron abandonado donde, tras colarse en el jardin una noche, ve el espectro de una joven. Desde entonces dedicara todo su tiempo a desentranar el misterio de su muerte.
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Cuando el abecedario empieza por la Z de Laura Cardenas
https://gigalibros.com/cuando-el-abecedario-empieza-por-la-z.htmlLa primera vez que se vieron fue una fria tarde de otono. Alex salia del cafe Berlin hablando por telefono. Gesticulaba de manera exagerada, caminaba nervioso con pasos cortos de un lado a otro de la puerta del local, por lo que se intuia una conversacion tensa. Vestia ropa informal. Su cabello castano desalinado, loco, entre rizado y grenudo. Sus ojos verdes y su barba de nino rebelde la hicieron perder la vista en un todo que solo el formaba. No le importo el descaro, y sin respeto lo miro, lo analizo y le gusto. Cuando Alex sintio su presencia, clavo su mirada apartando levemente el auricular de su oreja. --?No te han dicho nunca que es de mala educacion escuchar una conversacion ajena? Ella no hizo la mas breve mueca por contestar, pero tampoco aparto la mirada. Mientras tanto, el volvia a su conversacion: --Disculpa, ?te importa si te llamo mas tarde? --Volvio a mirarla a los ojos .--Soy Alex -- dijo extendiendo su mano amigablemente. Ella, tan solo contesto: <
>. --!Vaya! Voy a hacer un nuevo intento. ?Me permite la senorita cotilla que la invite a un cafe? --No escuchaba la conversacion. --?Ah, no? Dejo caer el peso de una pierna a otra. --Tan solo te miraba a ti y no creo que tras esta respuesta deba aceptar tu cafe. --No entiendo el por que, ?que tiene de malo tu respuesta? --No lo se. !Pidele al destino que nos volvamos a ver y entonces lo aceptare! Con media sonrisa pintada en la cara camino calle abajo, segura y tranquila. --!!Zoe!! --grito Alex--. ?Que significa esto? --!!!No lo se!!! !!!Pero tu no dejes de jugar!!! --???A que??? --!!!!A esto!!! ... En la madrugada de una noche cualquiera, entre el gentio de un humeante y centrico local diviso su sonrisa. Se acerco y con el cuidado de no ser descubierto, se hizo un hueco entre la muchedumbre, le sonrio y le susurro al oido. --?Me permite la senorita chismosa que la invite a un cafe? --?Perdona? !Son las tres de la madrugada! --?Hay un horario estipulado para tomarse un cafe contigo? --?Hay cafeterias abiertas a las tres de la manana? --Si ese es el problema... confia en mi instinto cafetero. --No voy a ir contigo a tu casa, si es eso en lo que estas pensando. --Te prometo que no iremos a mi casa, que no cogeremos el coche, que estaremos separados por una distancia minima de medio metro y que sera un lugar suficientemente iluminado. ?Me das la oportunidad? --?Deberia? --No lo se. ?Deberias? Debia hacerlo. Fue ella quien insistio en que prosiguiera ese juego y, como aliciente, el caprichoso destino los habia llevado al mismo rincon de Madrid. No queria salir. Bastante tenia ya con ver las mismas caras durante ocho horas al dia, pero la obligacion laboral y la conciencia la llevaron a lucir la mejor de sus sonrisas en una aburridisima cena y posterior copa. Necesitaba una excusa para salir de alli y el se la ofrecio. Pero de vuelta a la realidad y aun deseando saber mas de su desconocido, recordo que en el fondo no sabia de el mas que su nombre y el modelo de su telefono movil. Alguien le dijo una vez que para ganar primero hay que arriesgar. Se marcho con el. Concurrido, iluminado, abierto 24 horas y el cafe... autocalentable. Todo disponible en la gasolinera mas cercana. --?Te han dicho alguna vez que tienes un gusto pesimo para elegir cafe? --No me has dado opcion a mucho mas. Prometo que el proximo no tendra nada que ver. --!Ah! ?Pero habra proximo? --Si sobrevivimos a este te garantizo que hare todo lo posible para que haya muchos mas. Se sorprendia a si misma viendose en esa situacion. Le hablaba con tal sinceridad que asustaba, incluso pareciendo cortante e ironica, sin apartar la mirada de sus ojos. Como acto reflejo, se comportaba asi cuando tenia la suficiente confianza. Y este no era el caso. Con Alex dejo de lado el protocolo del < > y, simplemente, fue ella. ?Por que? No tenia la menor idea, pero tampoco le importaba. --?Que hacia una chica como tu parada a las puertas del Berlin? --Buscaba historias. Historias para fotografiar. --Y te intereso la mia. --Te repito que no escuche la conversacion. Me interesaste tu. --!Vaya! Pues creo que no valgo la pena como modelo. --No te veia como modelo. Eras... una historia. Formabas parte de la ciudad. El viento, tu estado nervioso y gesticulando en exceso. Caminando sin cuidado. Inestable y a la vez confiado. Pendiente de no llamar la atencion y de que tu conversacion no fuera algo publico. La tarde arrugada, los tonos anaranjados y como complemento, estabas tu. --Pero, no me fotografiaste. --!Fui descubierta! --Fuiste poco sutil. --Tal vez. --Te propongo un trato: otro cafe y dejo que me fotografies. Ella nego con la cabeza. --Te fotografiare cuando menos te lo esperes. ... --?Y tu? ?Eres chica de ciudad o un complemento? --Soy una chica < >. --?De que zona? --Tengo un estudio en el centro. El cual para no decir que es pequeno digo que es minimalista. --?No tienes familia? --?Quien es ahora el chismoso? --Mujer, se llama conversacion. --Tengo. !Claro que tengo! Mi padre vive en las afueras con su mujer y sus dos rebeldes hijos adolescentes. Mi madre vive en la otra punta de la ciudad, con su marido. Y yo... fui el error en un matrimonio malavenido. Curioso, ?verdad? --!Vaya! Toda una mujer con historia. --?Y tu? --Trabajo aqui. Me vine hara dos anos el mes que viene. Y mi familia es feliz y bien avenida. Tengo un hermano y un perro. --?A que te dedicas? --?Ademas de a discutir al telefono? Trabajo en ingenieria. --?Y procedes? --De la Ciudad Condal --respondio con un perfecto acento catalan. El sarcasmo de una chica perdida en su ignorancia respecto a la persona que tenia frente a si se convirtio en una conversacion normal y distendida, sincera, e incluso a ratos, interesante. Su nerviosismo de quinceanera adolescente escondida en el cuerpo de una chica de casi treinta anos desaparecio tras el primer trago de aquel horrible cafe. Eran casi las seis de la manana, se encontraban caminando por el centro de la ciudad con las manos perdidas en los bolsillos y la vista clavada en la puntera de sus zapatos aprovechando los descuidos para mirarse a los ojos. Siendo conscientes de lo poco que iban a dormir y lo duro que les iba a resultar ir a trabajar. Un portal rojo de madera, antiguo, pero reformado, daba pie al estudio minimalista en el que Zoe vivia. --Bueno, hemos llegado. --!Que pena! --!Son las seis de la manana! Voy a tener un dia muy productivo, no se por que, pero lo preveo. Durante unos segundos que parecieron eternos permanecieron mirandose a los ojos sin decir nada. El queria besarla. Ella queria que la besara. --Espero que pases bien lo que queda de noche --dijo al tiempo que le regalaba una sonrisa inocente y se daba media vuelta para volver calle abajo. --Igual. Cuando lo vio alejarse, subio las escaleras de la entreplanta refunfunando entre dientes: -- Eres idiota. !Bocazas! La senorita marisabidilla. !Vas de lista y te pierdes las mejores! ?Pero que te pasa, Zoe? !Asi te va! Que todos te huyen... !Das miedo!. < >, !que gran frase de despedida!… < >. Apuntatela, que esta hara historia. Los minutos pasaban mientras daba vueltas en la cama sin suerte, en el intento de poner en orden las ideas aun a sabiendas de que lo esperado era mucho mas y no fue conseguido. La sensacion que tenia era mas que buena. Volviendo a la misma situacion una y otra vez. No lo conocia, al menos hasta hacia unas horas no era mas que un desconocido, con cara y telefono, que le gusto mas de lo pensado en una tarde de otono y en esa fria noche, en la soledad de su casa solo tenia una cosa clara: deseaba volver a verlo, volver a pasar los minutos con el, saber cada detalle de su vida, volver a ver como le salia una pequena arruga en la comisura de los labios cada vez que sonreia, volver a ver como se acariciaba el pelo de forma nerviosa en los momentos de inseguridad, su manera absurda de mover las manos al hablar y todo lo que en ese momento de soledad se maldecia por no haber descubierto y por ello, no poder recordarlo. Notaba su olor como si lo tuviera cerca y lo mas increible es que no lograba entender como alguien como el se habia fijado en alguien como ella. Quedaba menos de una hora para que amaneciera y no sabia si dormia o sonaba despierta. ... En la redaccion, el sueno era su fiel aliado. Su mejor amiga, Marta, era una de esas chicas estandar del departamento de deportes. Con pinta de modelo de alta costura, cabello largo, castano claro, y ropa a la moda. Zoe era distinta. No solia ni ir muy arreglada ni muy maquillada. En cambio, tenia ese tipo de belleza natural, y fuese como fuese y se pusiera lo que se pusiera, siempre conseguia estar perfecta. Tenia una elegancia natural y una sonrisa sincera que no solia desaparecer de su cara. No se veia guapa, odiaba su manera de vestir, sus cabellos indomitos, su cara de buena manana, y se reia de si misma cuando analizaba como habia sido capaz de salir asi de casa. En definitiva, era una chica feliz con su vida y eso la hacia radiante a ojos de los demas. Marta no acudio a la cena, asi que era ajena a todo. Aunque conocia la historia del Berlin y el berlines, a quien apodaron asi en un alarde de originalidad. De como se quedo petrificada y como el la descubrio teniendo que ejercer de borde y sarcastica. --!Zoe! --grito desde la entrada --?Que tal anoche? --No te perdiste nada. --?Seguro? Deja que te vea --Se acerco con cuidado realizando un completo analisis de arriba abajo y de abajo arriba.-- Cansancio, ojeras, maquillaje para disimularlas, tu ropa grunge sustituida por ropa normal, apatia con tu mejor amiga, ojos brillosos. !Tu has follado, carino! --!Marta! --?Que? ?Dime que no? --!Pues no! Pero... tampoco he dormido. --?El berlines? --!!Si!! Encima es un encanto. Me llevo a tomar el peor cafe de mi vida a las tres de la manana y resulto ser... !perfecto! Tras ellas aparecio una de las companeras de cena y copa, que en un absurdo intento de simpatia intento saber cual fue su destino. --Zoe, !desapareciste muy rapido! ?Donde te metiste? --Me fui a casa, me dolia un poco la cabeza. --Mentirosa --chirrio Marta entre dientes y recibiendo como respuesta un codazo--. !Me debes un desayuno y un monton de detalles! ... A la vuelta del trabajo lo vio sentado en el portal de su casa, mirandose fijamente a los pies, como si analizara cada surco de desgaste, cada costura o cada resquicio de insignificancia que el uso y el tiempo hubieran dejado alli, inapreciables para el resto y con tanto sentido para el en ese preciso momento. Sintio nervios en el estomago al acercarse, y aun a sabiendas de que el no la habia visto miraba de un lado a otro intentando pasar desapercibida. Dejo caer a su lado una moneda de cinco centimos sonriendo inquieta. --Pareces un indigente. -
La dama de hielo. Los casos de Jennifer Palmer de Arthur R. Coleman
https://gigalibros.com/la-dama-de-hielo-los-casos-de-jennifer-palmer.htmlUn trepidante thriller policiaco, una novela de intriga, sensualidad y sexo desde una optica nueva y fresca, un personaje diferente, pleno de originalidad y fuerza: Jennifer Palmer. El nuevo y mas sorprendente personaje de la novela criminal y erotica.
Un novedoso enfoque de la literatura de asesinos en serie. Un autentico psicopata del crimen busca un adversario de su talla y reta a la criminologa Jennifer Palmer a traves de sus asesinatos: Los desafios del hombre. Es el kraken de los criminales. Un monstruo que sale de las profundidades cuando quiere y causa el terror en la ciudad de Nueva York.
Un thriller excepcional narrado con gran maestria. ?Quien se esconde tras las siglas D.H. con que firma cada uno de sus estudiados y elaborados crimenes?
Esta impactante novela nos lleva a las aventuras de una joven y bella criminologa y su agencia, Solution Channel, y de Mark Crowell, un apuesto y atletico inspector de la brigada contra el crimen de la ciudad de Nueva York, desde que se descubre el extrano y cruel asesinato de un conocido marchante de arte.
Unos personajes en los que la sexualidad y la sensualidad estan en constante ebullicion. La apasionada belleza de la protagonista, su inteligencia y su espiritu independiente llevan al lector a descubrir nuevos limites en la forma de entender la vida, la sexualidad y el deseo de forma libre y sin barreras.
Una trama asombrosa, con personajes, giros, asesinatos y posibles culpables con la gran incognita a desvelar que solo llega al final de un equivoco y apasionante recorrido en esta incomparable novela negra y erotica. -
No queria enamorarme y apareciste tu de Virginia V. B.
https://gigalibros.com/no-queria-enamorarme-y-apareciste-tu.htmlMe despierto sobresaltada y agitada. Miro el reloj que hay encima de la mesilla de noche, las cinco y media de la madrugada. No puede ser que otra vez haya sonado con el tio de mantenimiento. Con esta ya son tres veces esta semana, me siento acalorada. Nunca antes habia tenido suenos eroticos con nadie. Que sensacion mas extrana...Voy a la cocina y me bebo un vaso de agua bien fria, eso ayudara a que la sangre recupere su temperatura habitual. Me acerco al gran ventanal que hay en la cocina y me quedo mirando la ciudad que aun duerme. No se si podre volver a dormirme, aun asi regreso a la oscuridad de mi cuarto y vuelvo a meterme en la cama. Los ojos verdes de ese tio vuelven a mi mente una y otra vez. Esa forma de mirarme !uff! Hace que se me pongan los pelos de punta. !Joder, no me gusta nada esta sensacion, juro que en la vida me habia sentido tan atraida por nadie! ?De donde sera? No tiene pinta de ser espanol, mas bien de algun pais de America Latina. !!Dios, es tan atractivo!! Esa piel morena, el pelo negro, ese cuerpazo… y que decir de esa mirada. Lleva poco tiempo en la urbanizacion pero a mas de una nos tiene babeando por el. Me he fijado como lo miran mis vecinas, las jovenes, las no tan jovenes, entre las que me incluyo y las bien maduritas. Intento cambiar el rumbo de mis pensamientos porque si sigo por ese camino, volveran las palpitaciones y la agitacion y lo que quiero es volver a dormirme, no ponerme como una moto. Es sabado y no trabajo. Todo lo que tenia pensado hacer era dormir la manana, y por culpa de mis hormonas que parece ser estan disparadas ya no podra ser. Llevo viviendo en la urbanizacion Santa Margarita unos seis meses. Es una zona exclusiva y selecta de Marbella situada a muy pocos metros de la famosa Milla de oro, donde se encuentran las tiendas mas chic de la ciudad. Va desde el centro de Marbella hasta Puerto Banus. A mis treinta y ocho anos tengo una casa en propiedad y un trabajo que me permite vivir muy comodamente. Soy cirujana plastica y trabajo en una clinica muy, muy privada donde caras muy conocidas de este pais y del extranjero vienen a hacerse algunos retoques. Por mis manos ha pasado mucha gente, y aunque no esta bien que yo misma lo diga, soy muy buena en mi trabajo, por eso estoy donde estoy. Lo se, mi modestia deja mucho que desear, pero asi soy yo. Estoy muy orgullosa de mi, todo va fenomenal, bueno casi todo. Hace tres meses rompi con mi prometido. Cuando estabamos a punto de casarnos nos dimos cuenta de que no estabamos hechos el uno para el otro, eso y que Fer, mi ex, se habia enamorado perdidamente de su companera de trabajo ocho anos menor que yo y diez anos menor que el. Osea, una perita en dulce. No es que yo este mal, para nada. Pero Fer, la prefirio a ella y eso a mi me repateo la entranas, me cabree muchisimo, y claro por mi boca salieron sapos y culebras. Se fue de casa gritandome que era una amargada, y que iba a estar sola el resto de mi vida, !!JA!! !Y una mierda!! Vuelvo a mirar la hora, las siete menos veinte. Esta claro que Morfeo me ha abandonado por completo, y aqui tumbada no hago nada, solo ponerme de mal humor con tanto pensamiento inutil. Asi que me levanto, me pongo unas mallas negras, una camiseta de tirantes y me calzo las Nike fucsia que me regalo mi hermana en mi ultimo cumpleanos y salgo a correr. Una vez fuera de la urbanizacion enchufo el iPod. El nuevo tema de Marta Sanchez, "la que nunca se rinde", me llena de energia positiva y salgo disparada hacia el puerto. Por cierto, mi nombre es Alejandra, pero mis amigos me llaman Alex. Cuando llego al puerto, mis pulmones y mis piernas me piden a gritos que aminore la marcha, hacia mucho tiempo que no salia a correr como una posesa. Lo necesitaba, toda mi frustracion ha quedado pegada al asfalto, y eso es bueno para mi, me noto mucho mas ligera. Cuando llego a la zona de anclaje de los yates, me detengo y recorro con la mirada la maravillosa vista que tengo ante mi. El sol saliendo en el horizonte y reflejandose en el mar. Es absolutamente precioso, solo por esta panoramica ha valido la pena la carrera. Me siento bien, respiro hondo varias veces y mi respiracion se normaliza. Doy media vuelta y sintiendome satisfecha vuelvo a casa. En el trayecto a casa, recuerdo que las chicas y yo tenemos planes para esta noche. Iremos a cenar a “La Mar Del Medio”. Es un restaurante que esta en el puerto, su especialidad el pescado. Lo cocinan de todas las formas posibles. Solemos ir bastante a menudo, es un lugar precioso, decorado en madera en tonos blanco y azul. Cuando estas dentro, tienes la sensacion de estar dentro de un barco. !!Es una pasada!! Despues de la cena iremos a la inauguracion de Bacana, es una sala de baile latino. Por la zona en la que esta supongo que bastante pijo, pero nosotras que nos apuntamos a un bombardeo no podemos faltar al evento. Mentalmente repaso mi vestidor, me devano los sesos pensando que ponerme, como vuelvo a estar en el mercado, esta noche tengo que estar espectacular. Estoy en el vestibulo esperando el ascensor para subir a casa, cuando se abre la puerta de la oficina de mantenimiento. Se por el cosquilleo que recorre mi espalda que es el. Me giro lentamente y ahi esta, con esos ojos verdes clavados en mi. Esboza una sonrisa y repasa mi cuerpo con la mirada. ?De que cono va este tio? La chula que hay en mi se abre paso a trompicones entre la timidez y el atrevimiento, y por supuesto gana el atrevimiento, la timidez se queda escondida en algun lugar de mi mente. Lo miro de pies a cabeza, cuando llego a la altura de sus ojos, estos parecen estar preguntandome: <> Vuelvo a mirarlo de arriba abajo con altivez y doy media vuelta para entrar en el ascensor. Pulso el botoncito de subir y mientras las puertas se cierran alcanzo a ver esa sonrisa burlona dibujada en su cara. Entro en el atico echando humo, no soporto que me miren como si estuviese en venta, es algo que me pone enferma, que tipico de los hombres. Me meto en la ducha y el agua caliente hace que me relaje al instante. No se por que me afecta tanto este tio, normalmente no suelo sentir este tipo de cosas. Tiene algo misterioso, creo que es eso lo que me intriga, lo cual me hace sentir inquieta. Joder, menuda manana llevo perdiendo el tiempo pensando en un tipo del que ni siquiera se su nombre. Salgo de la ducha y me unto el cuerpo de crema hidratante. Me desenredo el pelo mientras mi piel absorbe la crema y de repente suena el movil, sin ponerme nada encima, salgo a buscarlo a la habitacion, esta sobre de la cama. Miro la pantalla y reconozco el numero de mi amiga Carla. --?Donde demonios te metes, Alex? --!!Vaya… buenos dias para ti tambien Carla!! --Lo siento… !!Buenos dias!! Te he enviado un monton de wuas y como no me has contestado… --Estaba en la ducha, he salido a correr esta manana y estaba acabando de vestirme. --?Pero no habias dicho que hoy no moverias tu culo de la cama hasta medio dia? --Si, lo dije, pero a las cinco y media estaba despierta. --?Y eso? --Suenos eroticos con el tio que te conte. --!!Joder Alex, lo tuyo es flipante!!--La muy capulla se descojona de risa.- --Deja de reirte como una hiena, no tiene gracia. --Si que la tiene, !!reconocelo!! --Esta bien, vamos a dejar el temita. ?Que es lo que tenia tanta urgencia? --Estela se ha rajado para lo de esta noche, tiene una nueva cita. Estaremos tu y yo solas ante el peligro, baby. --Que dramatica eres Car, el peligro somos nosotras, ya sabes que siempre acabamos metidas en alguna historia. --Tienes razon. !!Que tiemble la ciudad que esta noche vamos pisando fuerte!! ?Ya tienes modelito, Alex? --Si, creo que si, pero ya sabes como soy, seguro que cambio de idea en el ultimo momento. --!Si, lo se! ?No quieres contarme nada del tio ese? --!!Noooo no quiero hablar del tema!! --Esta bien, como quieras, !seguro que esta noche cantas por bulerias despues de que te hayas tomado unas cervezas! --No es esa mi intencion, pero me conoces demasiado bien. --Venga animate y no le des vueltas al coco, te veo esta noches en el restaurante, ?sobre las diez? --Perfecto, !alli nos vemos!
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Mi postre favorito eres tu de Anne Aband
https://gigalibros.com/mi-postre-favorito-eres-tu.htmlDe un dia para otro todo ha cambiado en la vida de Sofia. Su novio, el hijo del jefe del restaurante donde trabajaba, se ha marchado a Ibiza tras haber traspasado el restaurante, por lo que se ha quedado sin trabajo y sin pareja en el mismo momento. Lejos de derrumbarse, decide que lo mejor es tomarse un verano sabatico para pensar que hacer con su vida y trabajando aqui y alla en pequenos eventos.
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Hasta que te Enamores de mi 1 de Beta Julieta
https://gigalibros.com/hasta-que-te-enamores-de-mi-1.htmlLa joven ejecutiva Evelyne Taylor lo tiene todo: un buen puesto de trabajo con expectativas de ascender, un padre al que adora y unos amigos con los que puede contar. Lo unico que le falta es una pareja con la que compartir su felicidad. O no.
?Para que comprometerse con un hombre si lo que buscan la mayoria es una noche de sexo salvaje y apasionado?
Desde hace un tiempo ha decidido que no les necesita mas que para eso: se trata solo de sexo. Ni mas. Ni menos. Hasta que conoce a Mark, que se empena en conquistarla y mantener una relacion mas alla de lo carnal.
?Podran controlar la irresistible atraccion sexual que surge entre ellos? ?Conseguiran derribar sus propias barreras para llegar a un acuerdo que satisfaga a los dos?
La guerra entre los sentimientos y la lujuria no ha hecho mas que comenzar… -
La prision del Titan, Leah Jackson de Leah Jackson
https://gigalibros.com/la-prision-del-titan-leah-jackson.html -
El sindrome de Wendy de Lucy Morton
https://gigalibros.com/el-sindrome-de-wendy.htmlMuchas son, sin saberlo, las personas que sufren el llamado "Sindrome de Wendy". Consiste en la necesidad de satisfacer a otra persona debido al miedo al rechazo, a no ser aceptada o a caer mal. Asi como el famoso "Sindrome de Peter Pan" cuenta con el problema de adultos que se comportan como ninos y no quieren crecer, quienes sufren el "Sindrome de Wendy" son aquellas personas que se encargan de cuidarlas y protegerlas. Wendy y Peter Pan, por asi decirlo, se necesitan el uno al otro. "Wendy" tiene la necesidad de satisfacer a quien tiene al lado, especialmente si es su pareja o sus hijos. Claro ejemplo es el padre o la madre que no ayuda en los deberes a su hijo, sino que los hace para facilitarle la vida en ese o en otros muchos sentidos; la ama de casa que asume todas y cada una de las obligaciones y responsabilidades del hogar sin contar con ayuda externa; o aquella persona que toma todas las decisiones para no causar problemas o quebraderos de cabeza a los demas y, ademas, justifica el mal comportamiento o la informalidad de la persona con la que convive. Las caracteristicas principales de quien padece el "Sindrome de Wendy" son: Cree que es alguien imprescindible en la vida de los demas. Nadie mas que ella puede ocupar su lugar y el resto, suele aprovecharse de la disponibilidad que tiene siempre Wendy. Todo se lo piden a ella y ella es feliz complaciendo al projimo. El amor para ella es un sacrificio, una resignacion. Dar sin esperar nada a cambio. Siente la necesidad imperiosa de cuidar y proteger a los demas como si fuera su madre y tambien termina asumiendo ese rol con su pareja, especialmente si esta, padece el "Sindrome de Peter Pan". Suelen encontrarse; es como aquel dicho de: siempre hay un roto para un descosido. Wendy evita que las personas de su alrededor se molesten, se enfaden o se disgusten. Necesitan caer bien cueste lo que cueste. Intenta hacer feliz a los demas de manera constante. Siempre quiere agradar, caer bien, que todo el mundo este a gusto y feliz, sobre todo en su presencia. Asume las responsabilidades en lugar de otra persona, aun cuando no es su trabajo. Pide continuamente perdon aunque no haga falta, aunque no haya cometido ningun error y o no sea la responsable del problema a resolver. Es propensa a deprimirse por la falta de atencion; la aceptacion social es sumamente importante para ella. Esta es la historia de una Wendy que, harta de ser siempre quien daba sin recibir nada a cambio aunque no lo esperara, se revelo contra su sindrome sin la ayuda de nadie. Combatio el "sindrome de Wendy" y decidio cambiar su vida radicalmente y su comportamiento hacia los demas cuando descubrio algo que sus ojos no deberian haber visto jamas. ?Tu tambien conoces a una Wendy? ?Quiza a un Peter Pan? Son frecuentes, existen en todas las partes del mundo y, seguramente hoy, caminando por la calle, has visto a uno. Pasan bastante desapercibidos como aquellos que proceden de otro planeta; como los angeles y los demonios que habitan la tierra; pero combaten una lucha interna feroz como quien es adicto al alcohol, a las drogas o es dependiente de la nicotina. Como quien tiene insomnio, es adicto al trabajo o lucha contra sus numerosos miedos. Como quien trata de superar una perdida, una ruptura o una crisis emocional de otro indole. Todos luchamos cada dia contra algo. Wendy lucha contra Wendy y Peter Pan; Peter Pan, por su parte, parece no darse cuenta de nada y trata de buscar desesperadamente a una Wendy que actue por el y este ahi siempre, amable, generosa y sonriente, para cuando la necesite. Espero que disfrutes de esta historia, breve pero intensa, en la que te espera un cumulo de sorpresas, momentos tiernos y otros mas rebeldes por parte de nuestra querida y confusa "Wendy"; tambien fantasia y un giro imprevisible de los que prometen dejarte KO. Lucy Morton CAPITULO 1 -- Todos quieren -y necesitan- a Wendy Mil veces he intentado decir que no. Y mil veces he dicho si. Otras tantas he tratado de pensar solo en mi y he terminado pensando en la persona que tenia al lado. ?Y para que? Se supone que todo lo hago porque me sale del corazon sin esperar nada a cambio, pero hoy me he caido en la calle por una maldita cascara de platano que algun incivico ha tirado al asfalto de la ciudad de Nueva York, y nadie ha venido a socorrerme. Nadie. Se que no soy Cindy Crawford, pero soy persona. Soy persona, me llamo Kate Middleton como la duquesa de Cambridge y estoy harta de que, cada vez que conozco a alguien, me suelte lo de: --?Como esta William? ?Donde has dejado al principe? Al principio sonreia con cara de boba y me excusaba diciendo que mi padre es ingles, de Watford, para ser exactos. <
> --Jovencita. Jovencita, ?puedes ayudarme con la compra? Me pesan mucho las bolsas. --Oh, senora. Por supuesto. Deme, yo le llevo la compra. ?Donde vive? --A diez manzanas. Me entraron los sudores frios y a pesar del calor de julio, un escalofrio recorrio mi espina dorsal mientras cogia las cinco pesadas bolsas de la senora y me dispuse a recorrer a paso de tortuga junto a ella las eternas diez manzanas que quedaban hasta llegar a su hogar. No la conocia de nada; podia tratarse de una psicopata, una de esas ancianas peligrosas y asesinas; unas locas de remate. Pero me puse en su lugar. A los ochenta anos tambien me gustaria que una joven de treinta me ayudara con las bolsas, aunque tuviera que cruzar media ciudad. < > Yo iria caminando feliz, a mi paso y sin prisas, sin problemas ni dificultades, mientras observo a la boba que ha aceptado la "oferta". ?Cuantos le habrian dicho que no antes de que apareciera yo? ?Existe alguien en el mundo capaz de decirle que no a una anciana? < > --A lo mejor tienes cosas que hacer y te estoy entreteniendo --dijo la senora, a tan solo una manzana de llegar a su apartamento, situado en Queens. No dije nada y me limite a pensar en que era algo que podria haberme dicho antes. Seguro que lo habia pensado, pero prefirio callar y yo, por mi parte, odiaba tener ese pequeno momento de debilidad al pensar mal de ella y sus intenciones. Al llegar al portal me dio las gracias mirando mi cara de idiota cuando cogio las cinco bolsas como si de un culturista se tratara soportando unas mancuernas de tan solo cinco kilos. Yo, sin embargo, tuve que sufrir un desagradable hormigueo en mis cansados brazos mientras recorri de vuelta las diez manzanas hasta llegar al apartamento que compartia con mi chico, un aspirante a actor que solo habia conseguido protagonizar dos anuncios en la tele, por los que ya se creia George Clooney. Su nombre: Jerry, alias "mi George Clooney". Trato siempre de no reirme cuando se pone las gafas de sol y la gorra de los Mets diciendome: --Espero que no me reconozcan por la calle. Lo peor de todo, es que siempre lo dice en serio. Que realmente se lo cree. No sere yo quien le quite la ilusion. Mientras habla de sus suenos, con total confianza en si mismo, yo lo escucho pacientemente asintiendo y diciendole que todo le ira fenomenal. Al mismo tiempo estoy recogiendo la ropa que deja tirada en el dormitorio o en el mismo sofa del minusculo salon-comedor-cocina, para llevarla a la lavanderia; barriendo o fregando platos. Porque claro, a el nunca se le ocurriria fregar un solo plato. --!Soy una estrella, Kate! --suele decir, alzando los brazos. Es el tipico que esta constantemente haciendose selfies para las "fans" de sus redes sociales, incluidas esas fotos con el torso desnudo frente al espejo del lavabo. Pero es tan vago, que no va al gimnasio, y tiene que hacer poses raras y conseguir una iluminacion precisa, para que se le marque algo en el abdomen. La tableta de chocolate, dicen. No, "mi George Clooney" no tiene tableta de chocolate. Dudo, incluso, que tenga algo de cerebro. Eso es lo peor de todo. Que alguien como yo, se fijase, hace ya la friolera de cinco anos, en alguien sin cerebro. Normalmente me armo de paciencia con "mi George Clooney". Respiro una, dos, tres, cuatro... hasta cinco veces, para calmar a la fiera que tengo oculta en mi interior. Nunca saldra, por supuesto. No porque me domina el "Sindrome de Wendy" y no quisiera herir los sentimientos de nadie. "Mi George Clooney" y yo nunca nos hemos enfadado. Nunca hemos gritado. Somos dos companeros de piso, amantes y amigos muy silenciosos, que llevamos tres anos viviendo bajo el mismo techo. "Mi George Clooney" particular suele pasar las horas muertas en el sofa jugando a la Play o viendo la tele. Cuando a mi se me ocurre sentarme, tengo que hacerlo en un rinconcito y el pone los pies sobre mis rodillas para que le de un masaje. --!Estoy tan cansado! Y yo, que lo quiero con locura, le doy un masajito que lo relaja y le hace caer en un sueno profundo. Luego lo miro. Podria estar mirandolo durante horas mientras duerme. Y parezco una madre al verme pensar: --Miralo, si es como un angelito... Cuando duerme parece que no ha roto un plato en su vida. Pero yo se que ha roto cientos de platos. Hace dos anos, cuando llevabamos uno viviendo juntos, me puso los cuernos. Lloro, se puso de rodillas, me pidio perdon y por primera vez me invito a cenar. Al Mc Donald's, pero da igual. Invito el. Por primera vez. Eso era lo que contaba. Le perdone. No pense en mi o en mi orgullo de mujer, sino en el y su felicidad. Si su felicidad consistia en estar conmigo en vez de con la mujer con la que me habia sido infiel, ?quien era yo para negarselo? El me quiere y me necesita. Yo siempre estoy ahi como una imbecil. Siempre estoy ahi para el y para todo el mundo. --Kate. --Me llama mama un dia cualquiera--. ?Podrias ir a buscar a tu hermano al aeropuerto? A papa y a mi nos es imposible. --?A que hora? --A las doce. --Alli estare. Y la buena de Kate, como no tiene otra cosa que hacer, conduce hasta el aeropuerto para ir a buscar a su hermano de veinticuatro anos, que esta de "ano sabatico" viviendo la vida y viajando con el dinero de papa y mama. --Kate. --Es mi abuela, que me llama un dia cualquiera--. Me duele mucho la espalda, ?podrias hacerme la compra? Y la buena de Kate hace tres transbordos en metro para ir a hacer la compra a un super mercado cercano a la casa de mi abuela, llevarsela y llenarle la nevera. No me da el dinero. Me dice que a ver si le puedo limpiar un poco la casa, mientras ella ve un programa de cotilleo en television. Cinco horas en casa de la abuela y de vuelta a tres transbordos en el metro para llegar a mi casa, donde me espera "mi George Clooney" preguntandome que hay para cenar, que no sabe como se enciende el fuego. Y mientras preparo la cena, me llama una de las pocas amigas que tengo, Sarah, y me dice: --Ay Kate, no sabes lo que me ha pasado. --?Que te ha pasado? --pregunto alarmada. --Tengo un vestido en la tintoreria que necesito para manana por la noche, pero me sera imposible ir. ?Puedes ir tu? -
Ensename esta noche (Fantasias 1) de Nina Klein
https://gigalibros.com/ensename-esta-noche-fantasias-1.htmlE PROLOGO CHLOE l club Poison se veia de forma totalmente diferente a la luz del dia, cuando estaba cerrado. No habia nada del misterio, la seduccion, el calor, el deseo que lo empapaba todo durante la noche. Para empezar, las luces del techo estaban encendidas, creando la sensacion de que uno estaba en una especie de teatro vacio. En el ambiente flotaba un ligero olor a desinfectante, el rastro que quedaba despues de que el equipo de limpieza se hubiese pasado aquella manana. Salia una pasta hacer ese tipo de limpieza y desinfeccion profunda todos los dias, pero por una parte era necesario, y por la otra, dinero no era lo que les faltaba en el club, con las cuotas que cobraban a los socios y el numero de socios que tenian. Ese era un de los problemas: el numero de socios habia llegado a su tope. Los duenos nunca habian querido que aquello se masificara y el numero maximo de socios era un numero manejable, que hacia que en los dias de mas aforo --los viernes y los sabados-- se pudiese estar tranquilamente en el club, sin agobios. Asi que la lista de espera era kilometrica, y solo se abria una vacante cuando un miembro abandonaba el club, que no era tampoco muy a menudo. Mi idea venia un poco a mitigar ese problema. A "liberar" un poco el club, para que quizas pudieran admitir un grupo mas de socios. A diversificar, tambien. Y a hacerlo mas interesante. Respire hondo y me alise la americana que llevaba. Me habia vestido como cualquier dia en la oficina: unos pantalones negros de tela, rectos, mis "zapatos de oficina" --negros, de piel, no mucho tacon, comodos-- y una americana gris de pata de gallo. Llevaba uno de mis bolsos mas grandes al hombro, de donde sobresalia la carpeta de cartulina marron con la propuesta que estaba a punto de hacer a los duenos del club Poison. Respire hondo de nuevo, y mi amiga Caroline se dio la vuelta y se paro en medio de lo que era la pista de baile, el suelo negro brillante reflejando la luces del techo. --?No me digas que estas nerviosa? Era ella quien me habia abierto la puerta del club, y quien me acompanaba en el camino hacia las oficinas. Eran las tres de la tarde, y todavia faltaban horas para que abriese el club. --Un poco --reconoci. --Pero si solo son Mark, Paul y Derek. No le faltaba razon: al fin y al cabo les conocia desde hacia mas de un ano. Pero una cosa era ser amigos, tomarnos una copa de vez en cuando y hablar de nuestras vidas, y otra hacer negocios juntos. No queria que pareciese que me estaba aprovechando de la amistad. --No es lo mismo --dije, por fin--. Esto son negocios. Ademas, no estoy muy segura... igual es una idea ridicula. Caroline me sonrio. --Estoy segura de que es una idea genial. De todas formas, no estes nerviosa: si les gusta la idea bien, y si no, tambien. Yo tambien sonrei, mas para darme valor que otra cosa. --Okey. Seguimos avanzando por el club, los tacones de Caroline resonando en el suelo de marmol. Habiamos recorrido un largo camino, desde que eramos companeras de trabajo en una oficina horrenda, con cubiculos enanos y grises y luces fluorescentes en el techo. Hacia ya dos anos de aquello: un dia, Caroline estaba quejandose de las horribles citas por las que habia pasado gracias a --o por culpa de-- una app de citas que tenia instalada en el telefono. La decepcion, la incertidumbre... fue entonces cuando le di la tarjeta del club. No estaba segura de que fuese a ir --ella tampoco--, pero no solo habia acudido, sino que ademas habia acabado con uno de los duenos del club, Mark. Ahora estaban prometidos. Aparte de eso, Caroline trabajaba en las oficinas del club, llevandoles la contabilidad. La de vueltas que daba la vida. Yo habia acabado cambiando de trabajo. La oficina era todavia mas gris e insoportable cuando no tenia a Caroline para hablar en los descansos del cafe. Pero aunque el nuevo trabajo era menos gris y menos insoportable, seguia siendo bastante aburrido, la verdad. Quizas la culpa no era de los puestos de trabajo, sino de la profesion en si: ser contable no era lo mas apasionante del mundo. A no ser que fueras la contable de la mafia, en ese caso estoy segura de que el trabajo era una montana rusa de diversion. Sacudi la cabeza a uno y otro lado. Cuando estoy nerviosa se me ocurren todo tipo de tonterias. Tenia razon Caroline, de todas formas: era absurdo estar nerviosa. Simplemente habia tenido una idea, y necesitaba a los duenos del club para llevarla a cabo. Si les gustaba bien, y si no, tampoco pasaba nada. No tenia nada que perder. No tengo nada que perder, me repeti mientras seguia a Caroline por las escaleras de hierro que conducian a las oficinas. Y al final funciono: volvi a respirar hondo, y se me quito el nerviosismo de golpe. * ESTABAN todos en la sala de reuniones, conversando animadamente: Mark, Paul, Derek y Monique. Paul estaba haciendo cafe en la cafetera de capsulas que habia en una mesa junto a la pared. Derek y Monique estaban sentados juntos, como siempre, unidos por la cadera. Era curioso, porque cuando Derek llego al club, a Monique --que en aquel entonces trabajaba de guardarropa -- le cayo mal al instante. La antipatia no habia durando mucho, de todas formas. Ahora Monique trabajaba de manager, era quien se preocupaba de que todo saliese bien y funcionase como la seda cuando el club estaba abierto. El trabajo le iba como un guante, era la mejor relaciones publicas que habrian podido encontrar, y ademas el club daba un monton de trabajo. Cuanta mas gente se ocupase de el, mejor. La unica ausencia era Amanda, que aunque tambien estaba unida a la cadera con Paul, estaba estudiando para uno de sus examenes de derecho. Seguia trabajando de camarera en el club, porque le dejaba casi todo el dia libre para ir a clase y estudiar, y porque ademas le gustaba trabajar con Paul. No era como si necesitara vigilarle, ni nada de eso: los dias en los que Paul se tiraba a todo lo que se movia habian terminado. --!Chloe!--. Paul me saludo como si hiciese anos que no me veia, cuando le habia visto la noche anterior--. ?Que quieres? Le pedi un cafe solo, y me sente. Paul sirvio los cafes, Caroline se sento al lado de Mark, y cinco pares de ojos se volvieron a la vez hacia mi, expectantes. --Somos todo oidos --dijo Mark. Volvi a respirar hondo, sonrei y empece a hablar. LA IDEA ERA MUY SIMPLE, realmente. Habia empezado a darle vueltas unos meses atras, justo despues de cierto episodio que habia tenido en el club. No me importaba decirlo: habia sido una noche maravillosa donde conoci a un grupo de hombres tambien maravillosos. Antes de eso, estaba aburrida, pensando en darme de baja del club. Aquel dia habia conseguido realizar mi fantasia mas antigua, si, pero tambien me di cuenta de que habia sido por casualidad. Conoci a cuatro hombres perfectos que tenian la misma fantasia que yo. Un golpe de suerte, vaya. Poison era lo que era, un club de sexo: un lugar donde pasar la noche, donde ir a desfogarse en un ambiente seguro. Si, uno podia cumplir sus fantasias, si no eran muy complicadas, si tenia suerte y era una de las cosas que se ofrecian aquella noche. Trios, orgias, vouyerismo... no habia ningun problema. Pero repito: tenia que surgir la oportunidad, y ademas una tenia que tener... cierta tendencia al exhibicionismo, por llamarlo de alguna manera. No habia mucha intimidad. Es cierto que habia habitaciones privadas, pero el contacto tenia que iniciarse de alguna manera. Mi idea era ir un poco mas alla: ofrecer un servicio especificamente orientado a satisfacer las fantasias de los clientes. Tenia que ser un servicio extra que se ofreciese a los miembros mas antiguos del club, a los que fueran mas de fiar. Tenia que haber mas barreras, tambien, para asegurarnos de que fuese un entorno seguro. Y los encuentros no tenian por que producirse en el club: de hecho, la idea es que fueran en un hotel, o un apartamento alquilado, dependiendo de la fantasia y de los participantes. Cuanto mas hablaba, mas me emocionaba: podiamos conectar a diferentes personas que buscasen la misma fantasia, personas con perfiles parecidos, etc. Una especie de agencia matrimonial, conectando a gente con los mismos intereses, pero con fantasias sexuales en vez de matrimonio. Yo me ofrecia para gestionar el servicio, claro esta: ellos ya tenian suficiente con el dia a dia del club.
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Sangre y hueso (Cronicas de la Elegida 2) de Nora Roberts
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El pasado siempre vuelve de Sabina Rogado
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En la busqueda de una vida mejor, Jenny se embarca en un viaje que la llevara a pocas millas de Kansas. El lugar en el que termina trabajando en una cantina, y el lugar en el que conoce al hombre de sus suenos. Un hombre atento, amable, y atractivo... pero tambien un hombre completamente inalcanzable.
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https://gigalibros.com/la-borde-y-dulce-lai.htmlNi siquiera habia terminado de acomodarme en mi nuevo apartamento y ya estaban llamando a la puerta, si despues de seis dias viviendo alli, los vecinos ya se tomaban la libertad de molestarme tal vez deberia optar por no acabar mi mudanza y elegir otro lugar. Mire el reloj, las nueve de la manana. <
> El timbre volvio a sonar, esta vez dos veces, lo odiaba, no soportaba a la gente impaciente. Salte de la cama y me asegure de que llevaba unos minimos de ropa, esa noche me habia aliviado un par de veces y no era plan de abrir en pelotas. Tras observar que mis bragas seguian en su sitio, introduje mi mano en la montana de ropa que habia acumulado encima del sillon durante esos dias y me puse una camiseta de manga corta. El timbre volvio a sonar. --!Ya voy!--grite. De camino a la puerta me tropece con una de las pocas cajas que habia en el comedor, no era que no hubiese tenido tiempo de acabar la mudanza, simplemente no me habia molestado en hacerla, abria las cajas conforme iba necesitando las cosas. Tuve que saltar por encima para evitar caerme. < > Por fin llegue a la puerta y cometi el error de no mirar por la mirilla primero, si lo hubiera hecho no hubiera abierto, pero ahora ya era tarde. --Hola Lai--dijo con una expresion de remordimiento dibujada en su rostro. --?Que quieres Vero?--conteste con el corazon encogido. --Te he traido algunos libros... --Te dije que pasaria a buscar mis cosas cuando no estuvieras, no quiero que me traigas nada. --Te he visto leer estos libros unas cuantas veces, he pensado que te gustaria tenerlos...--insistio. --?Como has sabido donde vivo?--pregunte enfadada conmigo misma por haber abierto la puerta. --Soy poli, tengo recursos--sonrio alzando las cejas. Ella era poli y yo gilipollas. Cogi la caja de sus brazos y la deje en el suelo, Vero aprovecho ese movimiento para colarse en mi apartamento y cerrar la puerta. Su exquisito olor al moverse impregno mis sentidos. --!No quiero que estes aqui Vero, largate ahora mismo!--dije con el corazon latiendome en la garganta y los ojos banados en lagrimas. --Lo siento mucho Lai, yo no queria que pasara esto--dijo colocando su mano en mi torax. ?Ella no queria? ?Insinuaba que era cosa mia? Llevabamos seis anos viviendo juntas cuando me demostro que yo no era suficiente. ?Y ahora tenia la puta jeta de decirme que ella no queria? --No me toques Vero--le suplique con la voz ahogada. La odiaba por lo que me habia hecho, estaba dolida, decepcionada, cabreada, asqueada y con un dolor insoportable, pero lo que mas me jodia era que la seguia queriendo, la deseaba, en cuanto puso su mano encima de mi, desee que me follara como lo habia hecho cada dia en los ultimos seis anos. Teniamos una vida sexual muy activa, daba igual la hora del dia, el rincon de nuestro apartamento, el coche, banos publicos, ascensores, playas...Lo habiamos hecho en tantos lugares que era incapaz de recordarlos todos. --Te echo de menos--me susurro mientras su mano se colaba por debajo de mis bragas. Una parte de mi queria gritarle que parara, que cogiera su puta mano y fuera a hacerle una paja a su nuevo novio, pero la otra queria que siguiera, sus dedos ya estaban bailando entre mis piernas y mis labios esperaban haciendo palmas lo que sabian que estaba por venir. Me hizo recular hasta el sofa y me empujo hasta que cai de espaldas y ella se me tumbo encima. Subio mi camiseta y empezo a lamer mis pechos vorazmente mientras me quitaba las bragas. Yo ardia, hacia tres semanas que me habia ido de su casa y desde entonces solo me habia pajeado, siempre llegaba al orgasmo pero no era lo mismo, no era lo mismo que correrme en su boca, que sentir su lengua serpenteando por mi sexo, que sentir su sexo encajado con el mio, que besarla hasta quedarme sin aire, follarla hasta quedarme sin fuerza y abrazarla hasta quedarme dormida. Yo tambien la echaba de menos cada puto segundo del dia que pasaba, pero no pensaba decirselo. Intento besarme mientras dos de sus dedos se introducian por mi humeda vagina, eso no se lo permiti, eso pude negarselo y me senti orgullosa de poder arrebatarle algo que sabia que ella deseaba, a Vero le encantaba que la besara, decia que tenia un don para usar la lengua dentro de su boca, yo no sabia si era cierto o no, pero hacia tres semanas que ella habia perdido el derecho a beneficiarse de ese don. Introdujo un tercer dedo y yo gemi profundamente cuando note su pulgar en mi clitoris, ella sabia todo lo que me gustaba, seis anos de sexo diario nos habian servido a las dos para conocer nuestros cuerpos a la perfeccion, para saber que nos gustaba y que nos gustaba todavia mas. Vero sabia que me gustaba que me follara fuerte cuando estaba cabreada y eso era lo que estaba haciendo, sus tres dedos entraban y salian de mi vagina con fuerza y velocidad mientras intentaba coordinar su pulgar con esos movimientos para estimular mi clitoris al maximo, ya estaba a punto y por su puesto ella lo sabia, mis cada vez mas frecuentes gemidos asi se lo indicaban, asi que saco sus dedos de mi vagina y se centro en hacer circulos en mi clitoris hasta que me corri en su mano. Alli estaba yo, tirada en el sofa, con una camiseta subida por encima de las tetas y las piernas abiertas mientras Vero secaba las lagrimas que se me habian resbalado tras el orgasmo. Aparte la cara, habia dejado que me follara pero no queria que me mirara con esa cara compasiva, sabia que ella me seguia queriendo, podia leerlo en sus ojos, me habia querido demasiado como para dejar de hacerlo en tres semanas, pero estaba claro que queria a alguien mas y que poco a poco sus sentimientos por mi iban a desaparecer. Tan solo esperaba que los mios por ella hicieran lo mismo cuanto antes. --Quiero que te vayas--susurre sin mirarla. --?No quieres que lo hablemos mi vida? No me dejaste darte explicaciones... --!Ni se te ocurra llamarme asi Vero, ya no!--dije enfurecida. --Perdona, es la costumbre...--contesto cabizbaja. Me gire hacia ella furiosa, me baje la camiseta para recuperar algo de dignidad y me sente. --No hay nada que explicar Vero, me quedo muy claro en cuanto llegue. Quiero que te largues y que no vuelvas mas, no quiero que me traigas nada ni que me llames por telefono. Largate de una puta vez por favor--le rogue. --Nunca quise que pasara Lai, y jamas pretendi hacerte dano de esta manera-- dijo con sus preciosos ojos azules banados en lagrimas--solo queria que lo supieras. Levanto su esbelta figura del sofa, se llevo un par de mechones de su larga melena rubia detras de las orejas y se fue. Volvi a llorar desconsoladamente, igual que lo hice durante las dos semanas que pase viviendo en casa de Lorena tras presentarme aquella noche con una pequena mochila y contarle que habia encontrado a mi novia follandose a un tio en el hueco de la escalera de nuestro portal. No me hubiera enterado si no hubiese sido por los gemidos. Habia subido ya un par de escalones cuando oi gemir a una mujer y reconoci aquellos gritos de placer de inmediato, yo habia estado provocandolos a diario durante anos. Las piernas me temblaron y me quede paralizada, debatiendome entre mirar y asegurarme de que era ella o simplemente subir a recoger mis cosas de su apartamento mientras acababa de follar con su amante. Opte por la primera, necesitaba corroborar con mis ojos lo que mis oidos me decian, que era muy simple: aquella mujer de la que estaba locamente enamorada, aquella en la que confiaba ciegamente desde el primer dia me habia traicionado, me estaba traicionando en ese preciso momento. Casi por inercia baje los escalones que habia subido y me asome al hueco de la escalera. La imagen no pudo ser mas dolorosa, en efecto era ella, era mi chica a la que aquel cabron estaba empalando contra la pared con su polla una y otra vez mientras ella le comia la boca y acariciaba su cabeza. Solo fueron unos segundos el tiempo que permaneci ahi, pero en esos segundos ella abrio los ojos y me vio, se solto de inmediato dejando a su amante empalmado, se bajo la falda y camino hacia mi suplicandome perdon. Yo me sentia doblemente enganada en aquel momento, uno por motivos obvios y dos porque jamas me hablo de su bisexualidad, todas sus parejas anteriores habian sido mujeres, jamas se me ocurrio que seria una polla la que me arruinaria la vida. --Lai lo siento mi vida--la oia decir. Pero yo no podia pensar, no podia respirar, los oidos me zumbaban y millones de imagenes acumuladas durante aquellos anos con mi novia volaban por mi mente haciendo que me dolieran los ojos. Tenia un nudo en la garganta, ella pedia perdon mientras aquel se la cascaba detras de ella. --No subas hasta que yo no me vaya--eso fue lo unico que me salio por la boca. Arranque a correr escaleras arriba, entre en el apartamento y llene una mochila con lo justo para sobrevivir unos dias. Me dirigi a la puerta y de camino hice un alto, en el mueble del recibidor habia una fotografia nuestra, del dia que nos conocimos, le arree un guantazo tan fuerte que salio despedida contra la pared. Sali por la puerta y baje tan rapido como pude, ella seguia en el portal, al menos me habia respetado en lo de no subir, lloraba desconsoladamente pidiendo que no me fuera pero yo no podia ni mirarla. *** Yo era escolta privada, asi es como conoci a Vero cuando tenia veintitres anos, ella tenia dos mas que yo. El presidente de no se que pais africano venia al consulado espanol, me asignaron la proteccion de su hija menor y Vero formaba parte de la escolta policial que nuestro querido gobierno les habia brindado. Mientras ese presidente estaba de reuniones y la nina jugaba en una pequena sala bajo mi atenta supervision Vero se acerco a mi. Podia decirse que yo acababa de salir del armario en aquel entonces, no porque me diera miedo sino porque no fue hasta esa edad cuando por fin me di cuenta de que lo unico que no habia encajado nunca en mi vida eran las pollas. Habia tenido un par de rollitos antes, pero ella fue mi primera novia oficial, la que me lo enseno todo, la que me dejo experimentar timidamente con mis manos y mi boca en su sexo, la que me hizo cosas que hasta entonces yo no sabia que existian, la que estaba a mi lado en los momentos buenos y en los malos, la que me hizo saber lo que era sentirse amada y lo maravilloso que podia ser amar a alguien. Ahora podia anadir una nueva leccion a la lista: Vero tambien me habia ensenado lo que era el dolor mas insoportable que habia experimentado hasta entonces. Lorena era mi entrenadora, bueno no solo mia, trabajabamos para la misma empresa de seguridad privada. Ser escolta en aquella empresa no consistia solo en proteger a quien te asignaran, recibiamos entrenamiento diario para asegurar que siempre estabamos en forma y atentos, y Lorena era la que se encargaba de eso. Era una tia fuerte, tambien rubia para recordarme a mi ex en todo momento, estaba increiblemente fibrada, cualquier curva de su cuerpo era puro musculo y se movia como una gata por el tatami. Empezo como ayudante del antiguo entrenador y al final se quedo con su puesto cuando el se jubilo. Aunque era casi nueve anos mayor que yo, conecte con ella desde el primer dia, en seguida nos hicimos amigas, ella se acababa de divorciar de su segundo marido cuando nos conocimos y yo fui su apoyo durante el tiempo que necesito para recuperarse, que fue bastante. Ahora ella era el mio. Casi me obligo a quedarme en su casa durante las dos primeras semanas y fue la que me acompano a ver mas de diez apartamentos hasta que por fin alquile aquel. *** Las visitas de Vero empezaron a ser frecuentes, ella venia, yo me cabreaba, despues me follaba, nos quedabamos un rato abrazadas sin articular palabra alguna y ella se marchaba. Ese ciclo empezo a repetirse al menos una vez por semana. Me decia a mi misma que era bueno para mi, la echaba tanto de menos que pense que haciendo aquello me seria mas facil acostumbrarme a su ausencia, si tenia una pequena dosis de vez en cuando podria soportar el puto mono de Vero que tenia. Yo no la tocaba nunca, no podia, no podia tocar o lamer aquello que otro tambien tocaba o lamia, en cambio si que dejaba que me tocara y me lamiera con las mismas herramientas que utilizaba con el, era contradictorio, era una mierda...Vero no se quejaba, creo que sentia que me debia esos polvos y yo decidi aprovecharme de eso, regalarme orgasmos era lo minimo que podia hacer despues de lo que me habia hecho. Lorena no estaba de acuerdo, decia que jamas lo superaria si no cortaba aquello de forma radical, yo sabia que tenia razon, pero no me sentia preparada para no volver a ver a Vero, la sola idea hacia que no solo se me hiciera un nudo en el pecho, ademas me dolia, era como si alguien estuviera sujetando mi delicado corazon con sus manos y decidiera estrujarlo. Me follaba por la tarde y yo lloraba por la noche, habia entrado un espiral autodestructivo del que parecia que no iba a poder salir, o eso pensaba yo antes de acabar con la paciencia de Lorena. Solia acudir a sus entrenamientos a ultima hora, cuando los demas ya se habian ido, asi aprovechabamos para hablar de lo que fuera y ?porque no?, yo me beneficiaba de clases particulares. Lorena se dedicaba a profundizar en los movimientos que mas me costaban y yo quemaba energia hasta que mi cuerpo no podia mas. Aunque sabia que mi amiga no aprobaba mis encuentros con mi ex, yo se lo contaba siempre (no los detalles, pero si que habia estado con ella), pero aquella tarde parecia que Lorena no estaba dispuesta a permitir que aquello continuara. Nos pusimos los guantes y empezo a atacarme, al principio no me costaba defenderme pero despues empezo a anadir ataques verbales a sus punetazos y aquello empezo a ponerme nerviosa y a volverme erratica. --?Hasta cuando vas a dejar que Vero te folle Lai?--dijo acompanandolo de pequenos y rapidos golpes en mi cara y mis costados--?Seras su juguetito lesbico hasta que se canse?--seguia pegandome...?Cuanto crees que tardara en cansarse de ti?--no podia defenderme, me atacaba cada vez mas rapido, me buscaba, queria cabrearme y hacia un rato que lo estaba consiguiendo--?Sabes lo que hace despues de follar contigo no?--yo le lance un derechazo con toda mi rabia, pero me esquivo sin despeinarse--exacto Lai, despues de follar contigo se va a su casa y se lo folla a el. Arremeti sin control contra Lorena, mis brazos iban solos en busca de su cara, de su abdomen, de cualquier hueco, queria pegarle con rabia pero no conseguia traspasar sus coberturas, estaba agotada, casi no podia respirar pero no dejaba de pegarle como una quinceanera cabreada hasta que Lorena se harto y me asesto un hostion en toda la cara, cai plana encima del tatami, por un momento me senti desorientada, el corazon me latia en el ojo, en el pomulo, en la frente, y joder, como me dolia. Ella estaba de pie delante de mi, una pobre chica de veintinueve anos que no era capaz de superar que su novia la hubiera enganado, estaba espatarrada en el tatami, mirando a aquella cabrona que acababa de derribarme con un solo movimiento cuando de pronto senti como su pie me aplastaba el cono. No me lo podia creer ?en serio? ?El pedazo de hostia que acababa de darme no era suficiente? ?Tenia que humillarme de esa manera? ?Es que acaso intentaba inutilizar la mas preciada de las partes de mi cuerpo? ?Aquella capaz de proporcionarme tantisimo placer? Eso si que no podia permitirlo. --!Joder Lore!--dije agarrando su pie por el tobillo. Ella apreto mas y yo gemi, de dolor claro. Notaba como me miraba cabreada, pero desde aquella humillante posicion me costaba identificar hasta que punto estaba enfadada, me dolia demasiado el ojo como para intentar enfocar. --No la necesitas Lai, Vero no es la unica capacitada para hacer que te corras-- dijo apretando mas--!hay muchas chicas por ahi que estarian encantadas de perderse entre tus piernas gilipollas! --?Vas a follarme con el pie?--atine a decir. No se porque lo dije, Lore era hetero, pero me salio asi. Lorena por fin retiro su pie de mi zona sagrada, se agacho, me agarro por la pechera y me levanto como a una maleante. Lo cierto es que me movio tan rapido que me maree un poco, pero a ella no parecio importarle, me empotro contra la pared y me alzo, de forma que mis pies solo rozaban el tatami con la punta de los dedos mientras mis manos se agarraban a sus munecas, ahora que la tenia mas cerca alcance a ver lo mucho que la habia cabreado... --!Tu estas por encima de eso joder! No la necesitas a ella ni a nadie, tienes que cortar esas visitas o te acabaras hundiendo en la mierda Lai--entonces me sacudio como si fuera un trapo lleno de polvo y me solto. Me deje escurrir por la pared hasta sentarme en el suelo, entonces paso, me entro la risa, no podia dejar de reirme, por primera vez en los tres meses que hacia desde que Vero me la pego, habia dejado de sentir dolor, no era que el dolor hubiera desaparecido sino que ahora estaba ocupado por otro, el del hostion que Lorena me habia pegado. La cara me dolia a rabiar, pero me gustaba, en ese momento fui consciente de que podia sentir algo mas alla de Vero. Lorena empezo a reirse conmigo, como si estuviese leyendo mi pensamiento, se acerco a la nevera y trajo una de las bolsas de hielo, se agacho frente a mi y me la aplasto en la cara sin mucho miramiento, ella era asi de bestia. --Aaau--me queje riendo. --No seas llorica--dijo retirando la bolsa un momento para ver el alcance de su puno. Yo volvi a quejarme cuando presiono mi pomulo con sus dedos, ahora ya no me reia, joder como me dolia. --Perdona, creo que me he pasado un poco--dijo volviendo a colocar la bolsa en mi cara--?Porque no hablas con Toni? Preguntale si sigue en pie la oferta que te hizo, te vendra bien--sugirio. Lorena se colo entre mi y la pared, se sento y me rodeo con sus brazos, yo me gire un poco y repose mi lado bueno de la cara contra su pecho casi plano. Me sentia bien, me sentia segura con ella. Toni era nuestro jefe, no el jefazo, pero si aquel ante quien yo respondia. Unos dias antes del peor dia de mi vida, Toni me ofrecio una especie de ascenso por asi decirlo, queria que me dedicara a clientes de largo plazo, asi llamabamos nosotros a aquellos a los que habia que acompanar durante semanas, ya fuera en viajes de negocios, de placer o la simple rutina diaria. Yo lo rechace porque eso implicaba estar mucho tiempo separada de Vero, pero ahora ella ya no estaba y tal vez fuera una buena idea para mi. --Quiza lo haga--dije cerrando los ojos un rato. --Buena chica--contesto besandome la cabeza--esta noche duermes conmigo, me siento responsable de tu estado de torpeza. Yo estaba demasiado cansada para negarme y al fin y al cabo en su apartamento todavia me quedaba algo de ropa. Lorena solo tenia una cama, dormi con ella durante aquellas dos semanas y todas las noches me repetia lo mismo que acababa de decirme. --Nada de meterme mano ?eh? Yo sonrei y deje caer mi cabeza en su hombro hasta que me dormi. 2 Adios Vero Esa manana me levante euforica, tanto que se me olvido donde estaba, me tropece con las zapatillas de Lorena y me estampe todo lo larga que era contra el suelo. --!Joder!--grite con mi lado malo pegado a la baldosa. Yo tenia grandes planes para ese dia y lo estaba empezando besando el suelo. Lorena no dejaba de reirse mientras me ayudaba a levantarme. --Desde luego mira que llegas a ser torpe cuando te lo propones--dijo echando un vistazo a mi cara y haciendo una mueca extrana. --?Que?--pregunte dirigiendome directamente al bano para mirarme en el espejo. --!Joder Lore! ?Tenias una puta piedra metida en el guante? Tenia el pomulo y el ojo ligeramente hinchados, pero eso no era lo preocupante, desde el pomulo hasta la frente mi cara era surtido variopinto de colores, que iba del azul al rojo, pasando por el morado y el verde. Lore disimulo aquel desastre con maquillaje, aun asi era evidente que me habian partido la cara. --?A donde vas con tanta prisa?--dijo sin una pizca de remordimiento cuando me bebi el cafe de un trago y cogi una deliciosa tostada entre los dientes mientras me ponia la chaqueta. Si habia una cosa que Lore sabia hacer bien sin duda era cocinar, bueno, ahora podia anadir otra a la lista, hostiarme, eso tambien lo habia hecho de maravilla. --A ver a Vero, voy a decirle que no quiero mas visitas. Despues hablare con Toni --dije saliendo de su apartamento. --!No te la folles!--grito mientras yo sonreia al oirlo. -
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Muerto hasta el anochecer de Charlaine Harris
https://gigalibros.com/muerto-hasta-el-anochecer.htmlCUANDO EL VAMPIRO entro en el bar, y o llevaba anos esperandole. Desde que los vampiros habian comenzado a salir del ataud --como ironicamente se suele decir-- dos anos atras, yo habia estado esperando a que alguno viniese a Bon Temps. Ya teniamos al resto de minorias en nuestro pequeno pueblo, asi que, ?por que no la ultima, la de los oficialmente reconocidos no muertos? Pero, al parecer, el rural norte de Luisiana no les resultaba tentador a los vampiros; Nueva Orleans, sin embargo, era un centro neuralgico para ellos: cosas del efecto Anne Rice, supongo. No se tarda mucho en conducir desde Bon Temps hasta Nueva Orleans, y toda la gente que venia por el bar decia que alli tirabas una piedra a cualquier esquina y dabas con un vampiro... aunque era mejor no intentarlo. Pero yo estaba esperando a << mi>> vampiro. No se puede decir que salga mucho. Y no es porque no sea guapa, que lo soy. Tengo veinticinco anos, soy rubia y tengo los ojos azules; ademas de unas buenas piernas, pecho abundante y cintura de avispa. Me sienta muy bien el uniforme de verano que Sam escogio para las camareras: short negro, camiseta y calcetines blancos, y unas Nike negras. Pero tengo una tara. Asi es como yo lo llamo. Los clientes dicen, sencillamente, que estoy loca. De cualquier manera, el resultado es que casi nunca tengo una cita; por lo que cualquier pequeno detalle cuenta mucho para mi. Y el se fue a sentar en una de mis mesas. El vampiro. Supe inmediatamente que lo era. Me sorprendio que nadie mas se girase para mirarlo. !No lo distinguian! Su piel tenia un ligero brillo, para mi estaba claro. Podria haberme puesto a bailar de alegria; de hecho, di algun que otro paso alli mismo, junto a la barra. Sam Merlotte, mi jefe, aparto la vista de la bebida que estaba preparando y me sonrio levemente. Yo cogi la bandeja y el bloc, y me dirigi a la mesa del vampiro, rezando para que mi pintalabios no se hubiese difuminado y mi coleta estuviera aun en su sitio. Soy un poco nerviosa, y sentia que una sonrisa forzaba las comisuras de mis labios hacia arriba. El parecia estar completamente abstraido, lo que me brindo la oportunidad de echarle un buen vistazo antes de que levantara la mirada. Calcule que media algo menos de metro ochenta. Tenia el pelo castano, bien tupido, peinado hacia atras. Le llegaba hasta el cuello y sus largas patillas resultaban, en cierto modo, anticuadas. Palido, por supuesto; bueno, es que estaba muerto, si hacemos caso a la ley enda. Segun la version politicamente correcta, la que los propios vampiros respaldan en publico, este chico era victima de un virus que le habia dejado aparentemente muerto durante un par de dias y, desde entonces, alergico a la luz del sol, a la plata y al ajo. Los pormenores dependian del periodico que leyeses: todos estaban repletos de informacion sobre vampiros en aquel momento. En cualquier caso, tenia unos labios preciosos, bien definidos, y cejas oscuras y arqueadas. Su nariz surgia justo de entre esos arcos, como la de los principes de los mosaicos bizantinos. Cuando por fin me miro, descubri que sus ojos eran aun mas oscuros que su pelo; la parte blanca, casi nivea. --?Que va a ser? --le pregunte, mas feliz de lo que puedo describir. El alzo las cejas. --?Teneis sangre sintetica embotellada? --pregunto. --No, !lo siento mucho! Sam la ha encargado, deberia llegar la proxima semana. --Pues entonces vino tinto, por favor --dijo con una voz fresca y clara, como el sonido de un arroy o sobre cantos rodados. Me rei en voz alta, era demasiado perfecto. --Ni caso a Sookie. No esta bien de la cabeza --dijo una voz familiar desde el reservado que habia junto a la pared. Toda mi alegria se desvanecio, aunque aun sentia los labios forzando una sonrisa. El vampiro me miraba fijamente, mientras la vida abandonaba poco a poco mi cara. --Ahora mismo traigo el vino --dije, y me aleje a toda prisa, sin detenerme a mirar siquiera la cara de satisfaccion de MackRattray. Iba al bar casi todas las noches; el y su mujer, Denise. Yo los llamaba los Ratas. Habian hecho todo lo posible por amargarme la vida desde que se habian mudado a una caravana de alquiler en Four Tracks Corner. Todo ese tiempo habia albergado la esperanza de que se largaran tan repentinamente como habian aparecido. La primera vez que entraron en el Merlotte's, escuche sus pensamientos sin ninguna consideracion. Ya se que dice muy poco de mi, pero es que yo me aburro como todo el mundo, y aunque me paso la mayor parte del tiempo bloqueando los pensamientos ajenos que se cuelan en mi mente, a veces caigo en la tentacion. Asi que me entere de ciertos asuntos de los Rattray que probablemente nadie mas conocia. Para empezar, habian estado en la carcel, aunque no sabia por que. Ademas, pude leer las sucias fantasias con que Mack se habia deleitado a costa de una servidora. Y luego oi en la mente de Denise que habia abandonado a su bebe dos anos antes; no era de Mack. Y encima no dejaban propina. Sam sirvio un vaso de tinto de la casa y lo puso en mi bandeja sin perder de vista la mesa del vampiro. Cuando Sam me miro de nuevo, tuve claro que el tambien se habia dado cuenta de que nuestro nuevo cliente era un no muerto. Los ojos de Sam son del mismo azul que los de Paul Newman, a diferencia del indefinido azul grisaceo de los mios. Sam tambien es rubio pero tiene el pelo hirsuto y de un tono ligeramente rojizo. Siempre esta algo moreno y, aunque vestido parece poca cosa, le he visto descargar camiones con el pecho descubierto y tiene mucha fuerza en el torso. Nunca escucho sus pensamientos; es mi jefe, y ya he tenido que dejar demasiados trabajos por descubrir cosas que no queria sobre mis otros jefes. Sam no dijo nada, se limito a darme el vino. Comprobe que la copa estaba bien limpia y regrese a la mesa del vampiro. --Su vino --dije ceremoniosamente, antes de colocarlo con sumo cuidado justo delante de el. Me miro otra vez y y o aproveche para contemplar sus hermosos ojos cuanto pude--. Buen provecho --anadi, encantada. --!Eh, Sookie! !Otra jarra de cerveza por aqui! --me grito Mack Rattray desde atras. Suspire y me volvi para coger la jarra vacia de la mesa de los Ratas. Me fije en que Denise estaba en plena forma esa noche: llevaba un top que dejaba los hombros al aire y un short muy corto; su mata de pelo castano, en una despreocupada marana a la ultima. No es que fuera muy guapa, pero era tan llamativa y segura de si misma que costaba un rato darse cuenta de ello. Un poco mas tarde observe, para mi disgusto, que los Rattray se habian trasladado a la mesa del vampiro y estaban hablando con el. No participaba mucho en la conversacion, pero tampoco se marchaba. --!Hay que ver! --le comente mosqueada a Arlene, mi companera. Arlene es pelirroja, pecosa y diez anos may or que yo. Ha estado casada cuatro veces y tiene dos hijos, aunque algunas veces creo que me considera el tercero. --Uno nuevo, ?eh? --respondio con escaso interes. Arlene sale ahora con Rene Lenier y, aunque no veo que se sienta muy atraida por el, parece satisfecha. Creo que Rene fue su segundo marido. --Es un vampiro --anadi, incapaz de reprimir mi entusiasmo.
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Quien teme a la muerte de Nnedi Okorafor
https://gigalibros.com/quien-teme-a-la-muerte.htmlAfrica postapocaliptica. El mundo ha cambiado drasticamente y, aun asi, en una region de este continente dos pueblos siguen regando la tierra con sangre. Tras anos esclavizando a la tribu okeke, los nurus han decido seguir las indicaciones del Gran Libro y exterminarlos a todos. Una mujer okeke, superviviente de una terrible violacion por parte de un general nuru, deambula por el desierto esperando a la muerte. En lugar de morir, da a luz a una nina con la piel y el pelo del color de la arena. Con la certeza de que su hija es especial, le da el nombre de Onyesonwu, que significa: <>.
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Los muertos de Alvaro Bisama
https://gigalibros.com/los-muertos.htmlMuertos que forman bandas de rock y muertos que cruzan avenidas en tablas de skate. Muertos que aprenden a tatuar y muertos que siguen la pista de otros mas muertos que ellos. Muertos que entran y salen de pueblos y ciudades sin nombre como arqueologos de un paisaje al borde del colapso. Muertos que abrazan antiguos delirios y muertos que se enamoran del muerto equivocado. Muertos consumidos por la soledad y muertos consumidos por la culpa y la locura.
Muertos que no saben que estan muertos. -
El deber de Nyktos (Kepler 1) de B. E. Raya
https://gigalibros.com/el-deber-de-nyktos-kepler-1.htmlConnor ha vivido toda su vida tratando de disfrutar su libertad, tenia todo lo que pudiera desear, aventuras, diversion y su dosis de hombres sexys, trabajaba ejerciendo su profesion de medicina a bordo de una Nave Espacial, hasta ahora habia conseguido viajar por las galaxias y visitar todos los lugares que siempre imagino, nunca deseo nada mas hasta que conocio a Nyktos Blavatsky.
Cuando Connor acepta acompanar a su mejor amiga a su planeta natal, el jamas imagino toparse con el hombre que le haria desear mas de lo que ya tenia, por primera vez Connor estaba dispuesto a establecerse, dejaria todo por formar una familia con el sexy hombre, incluso llego a rogarle que lo escogiera a el, y Connor jamas habria imaginado llegar a ese grado, ?Como pudo llegar a pensar que El Rey del planeta de los Keplertianos abandonaria a su prometida, su reino, su titulo y su heterosexualidad por el? -
Sputnik, Mi Amor de Haruki Murakami
https://gigalibros.com/sputnik-mi-amor.htmlPerdidos en la inmensa metropoli de Tokio, tres personas se buscan desesperadamente intentando romper el eterno viaje circular de la soledad; un viaje parecido al del satelite ruso Sputnik, donde la perra Laika giraba alrededor de la Tierra y dirigia su atonita mirada hacia el espacio infinito. El narrador, un joven profesor de primaria, esta enamorado de Sumire, a quien conocio en la universidad. Pero Sumire tiene una unica obsesion: ser novelista; ademas se considera la ultima rebelde, viste como un muchacho, fuma como un carretero y rechaza toda convencion moral. Un buen dia, Sumire conoce a Myu en una boda, una mujer casada de mediana edad tan hermosa como enigmatica, y se enamora apasionadamente de ella. Myu contrata a Sumire como secretaria y juntas emprenden un viaje de negocios por Europa que tendra un enigmatico final.
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En realidad la amiga soy yo de Helena Apalategui
https://gigalibros.com/en-realidad-la-amiga-soy-yo.html(VICTORIA y ARTURO ensayan una escena de baile. El la recoge del suelo y ella, suspendida en el aire, rodeada por sus brazos, se encuentra cara a cara con el. Se rozan los labios. Despues, despacio, el la deja en el suelo. Ella le mira mientras el permanece con los ojos cerrados.) ARTURO. (Se distancia dos pasos.) Muy bien, ha quedado bien. Sobre todo, la ultima parte. VICTORIA. Si. La proxima vez nos liamos. Ha faltado poco. ARTURO. (Saliendo de la sala, como si no la hubiera oido. ) Me voy a cambiar. VICTORIA. Si. Yo tambien. (VICTORIA se queda sola en la sala de ensayo. Recoge una toalla del suelo y se seca el sudor de la nuca. Observa el suelo con la mirada perdida.) INTERIOR/TARDE; VESTUARIO (ARTURO y tres mujeres se cambian en el vestuario. ARTURO, sin camiseta y con una toalla alrededor de la cintura, mete su neceser en la taquilla. VICTORIA se acerca a ARTURO y le acaricia la espalda con un dedo indice hasta la cintura mientras avanza hacia la suya. ) VICTORIA. !Vaya David de Miguel Angel! (Con media sonrisa y dirigiendole la mirada ya desde su taquilla.) Es que no se puede estar mas bueno. No te falta un musculo por marcar. (ARTURO la observa serio y continua cambiandose. Las mujeres que se estaban vistiendo salen del vestuario despidiendose.) MUJER 1a. !Adios! MUJER 2a. Hasta el viernes. MUJER 3a. !Adios, chicos! VICTORIA. Adios. ARTURO. (Sin mirar a VICTORIA.) No soy gay. (VICTORIA de espaldas a ARTURO, se gira sorprendida y mira a ARTURO, que continua hablando.) ARTURO. No se si te das cuenta, solo te diriges a mi cuando no estamos ensayando, para hablarme de mi culo o de mi cuerpo. (Levanta la cabeza y la mira fijamente.) No soy gay. ?Lo sabes?, ?no? VICTORIA. (Todavia vestida, le mira perpleja y balbucea nerviosa.) ?Que? ARTURO. No soy gay, no me gustan los tios. Me gustan las mujeres. (Avanzando lentamente hacia ella.) Esas son las tipicas cosas que le dices a tu amigo gay, o a un stripper al que estas pagando. Lo digo porque me tratas como a un trozo de carne, me tocas como si no me importara, (a medio metro de VICTORIA) y te has tomado unas confianzas conmigo que no creo que te haya dado. Y solo conmigo, ademas. (Carraspea. ) Con el resto eres muy respetuosa. (ARTURO y VICTORIA se miran unos segundos en silencio.) ARTURO. ?Y? VICTORIA. Es que no se..., no se me... ARTURO. ?Te gusto? VICTORIA. (Agachando la cabeza y fijando la mirada al suelo.) ?Que dices? ARTURO. ?Te estabas insinuando? ?O eres una descarada? (VICTORIA levanta la mirada con una sonrisa nerviosa, establece contacto visual unos segundos y vuelve a apartar la mirada.) ARTURO. Si te gusto, en vez de tocarme el culo en el gimnasio, me podrias haber invitado a una cerveza... Dime. VICTORIA. (Mirandole a la cara.) Si. ARTURO. (Bajando la mirada.) Hay un bar a diez minutos de aqui, que han abierto hace poco. Hay musica en directo. (Alza de nuevo la mirada.) Si estas libre el viernes despues del ensayo, vamos. (ARTURO se gira y se aleja unos pasos.) Si te apetece, claro. VICTORIA. (Mirandole.) Vale. ARTURO. (Mirandola de perfil.) Bien. (ARTURO agarra un jabon de la taquilla, sale del vestuario y se mete en la ducha. VICTORIA resopla y comienza a desnudarse. ) INTERIOR/TARDE; CAFETERIA (ANA, sentada en una mesa, bebe una copa de vino y mira el reloj; a los pocos segundos entra ALICIA y la saluda, muy expresiva, desde la puerta. Se acerca a ANA y la abraza. Desplaza una de las sillas de la mesa, cuelga el bolso del asa y el abrigo en la silla, se sienta y hace una senal a un camarero. Este se acerca.) CAMARERO. Hola, ?como estas? ALICIA. Muy bien, ?y tu? CAMARERO. (Mirando a las dos.) Muy bien. ALICIA. ?Los ninos? CAMARERO. Muy guapos; e insoportables. ALICIA. Lo normal a esa edad. CAMARERO. Estoy por quedarme solo con uno de ellos. Como son iguales, al otro no lo echare de menos. (Riendose.) ?Que te pongo? ALICIA. A mi una copa de vino. (Con un gesto de la mano le pide al camarero que se acerque y le susurra algo al oido.) CAMARERO. (Sonriendo y mirando a ANA.) Oido. Enseguida. (El camarero se retira.) ANA. ?No habras pedido que traigan una tarta? ALICIA. !Ay! Que pesada. Es vuestro cumpleanos. (Efusiva.) !Felicidades! No te he dado ni un beso. (ALICIA se acerca a ANA la besa, abraza y se vuelve a sentar.) ANA. ?Y que tienes? ?Treinta y ocho velas en el bolso? Que !por cierto! Julia es una pesada. Me dijo que llegaria puntual. ?Ni en su cumpleanos? ALICIA. Mirala. (Senalando a JULIA que entra a la cafeteria.) Ahi viene la otra melliza de Santa Clara. (JULIA se acerca a la barra antes de saludar y habla con el camarero, despues abraza a ALICIA y le tira de la oreja a
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Mujeres olvidadas de Antonina Rodrigo
https://gigalibros.com/mujeres-olvidadas.htmlAntonina Rodrigo inicio hace muchos anos la labor de recuperar y dar a conocer la vida y la obra de las grandes mujeres de la Segunda Republica espanola, excluidas de la historia de Espana a causa de la guerra, la represion posterior y el exilio. A pesar de silencios y olvidos, la lucha y utopia de estas pioneras, convertidas en materia de estudio, forjaron a la mujer de hoy, en una cronica oral para las nuevas las generaciones.
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Angel y Diablo de Kate L. Morgan
https://gigalibros.com/angel-y-diablo.htmlNACIO EN MEDIO DE LA TORMENTA... crecio arropada con el fuerte granizo, y vivio con los temblores de la pobreza extrema que convierte la esperanza en polvo de ceniza. Fiona Connor vino al mundo llevandose la vida de su madre, y por eso fue rechazada, no solo por su padre, sino tambien por el resto del mundo que veian en el color gris de sus ojos, la ensena del diablo. Una fria y oscura noche, su padre, el hombre que debia protegerla, la dejo a las puertas de un orfanato. No le importo la espesa niebla, ni al aullar de los lobos. La pequena estaba maldita, y el debia alejarla de todos. Las desgracias, el hambre, y los golpes, persiguieron la infancia de Fiona, aunque no logro quebrar la bondad y la fe que eran innatos en ella, porque el destino de Fiona era mucho mas importante de lo que todos creian. Vivio en una casucha minuscula en una callejuela sucia, conviviendo con las pulgas y los chinches. Ademas, compartia una unica letrina con el resto de los ninos del orfanato. Fiona se vio obligada a vivir de la caridad, subsistiendo principalmente a base de te y pan. Pero su animo siempre fue el mismo, y su determinacion, inmensa. Fiona llego a esta vida con la tormenta, pero en sus ojos siembre brillo el sol. CAPITULO 1 Cementerio de Highgate, Londres, Inglaterra La nieve embarrada crujio bajo la suela de sus botas. Estaban marcadas con las salpicaduras del lodo desde hacia dias, ademas tenian varios raspones de aranarlas contra los adoquines irregulares de las calzadas. Parecia que contaban su propia historia a traves del eco del sonido de sus pasos en el silencio del cementerio. El enterrador cruzo por delante de el sin mirarle, escondiendo la cara en capas de ropa para soportar la helada. El abrigo de Aidan estaba humedo por la intensa neblina de la manana, pesandole en los hombros y goteandole en el ruedo, ahi donde no podia evitar empaparse por las salpicaduras de los charcos. La gorra no le calaba hasta las orejas que las tenia enrojecidas por la intemperie y descubriendo una nuca erizada por la exposicion a las dentelladas del invierno. El vaho se acumulaba frente a el con cada respiracion ritmica mientras escuchaba el sermon del sacerdote en esa gelida manana de enero. Los restos mortales del alferez Williams, iban a reposar en el nicho de forma eterna. El entierro habia comenzado a las nueve, a esa hora el cementerio apenas habia despertado al mundo de los vivos, solo tres personas aguardaban el camposanto; el sacerdote que oficiaba el responso, el enterrador, y el capitan de la fragata HMS Constant Warwick, el mismo. Como si el cielo quisiera rendirle un tributo al cuerpo sin vida de William, comenzo a descargar su pena con una precipitacion de agua que resulto inesperada. El alferez habia muerto en combate, y por eso la tripulacion del HMS Constant Warwick estaban en tierra. Cuando el oficio religioso concluyo, Aidan se dirigio sus pasos hacia comandancia. Tenia que recoger unas ordenes antes de marchar a la casa que sus abuelos le habian dejado, mientras lo preparaba todo para iniciar su nuevo destino, pero antes de girarse, el alferez O'Sullivan llego a su encuentro, el subordinado le hizo el saludo reglamentario, el, devolvio el saludo tocandose la visera de la gorra. --Despachos de comandancia que no podian esperar --le dijo el alferez O'Sullivan--. Nos extrano su retraso. La verdad es que se habia entretenido al cruzar el Tamesis. El rio estaba congelado, permitiendo que los ciudadanos pudieran cruzarlo andado, incluso patinar en el. Se habia quedado mirando a varios ninos que se perseguian lanzandose bolas de nieve, riendose a carcajadas del intento de un gran perro negro por morder los proyectiles en el aire. Se le instalo un sentimiento agradable en el pecho al verlos, porque solian estar trabajando o mendigando monedas. Aquellos ninos estaban sucios, les faltaban dientes y se reian, como tendrian que hacer todos los ninos. --?Tan importantes son los despachos que no podian esperar a mi regreso a comandancia? --pregunto extranado. --Necesitan su firma para que comience la reparacion del HMS Constant Warwick --O 'Sullivan no levanto la vista de la carpeta de piel que le tendia a su oficial. Aidan fue discreto al echar un vistazo. --?Cuando esta previsto que zarpemos? --?El capitan me pregunta a mi? --le pregunto el marino. --?Acaso no te enteras de todo antes que yo? El marinero sonrio de medio lado. --Eso es porque visito el meson de Charly. --?El meson de Charly? O'Sullivan fruncio el ceno sin mirarlo, con esa gravedad en su expresion que decia que no sabia de donde habia salido Aidan que nunca se enteraba de lo que estaba pasando en la ciudad. El local era la comidilla de los marineros pues todos querian su oportunidad de cazar en el extenso jardin trasero. Pero Aidan si se enteraba. Leia el periodico todas las mananas, salvo que los espacios de ocio no eran de su interes. --Sirven la mejor cerveza negra de todo Londres, y, por un modico precio, el dueno del meson nos permite disparar a los patos del lago que hay detras de la casa --Aidan le indico con un ruido de garganta que lo habia escuchado y que no le interesaba continuar con la conversacion, solo que O'Sullivan tenia mas cosas que anadir--: Harrison y Peter iran esta tarde, podria acompanarlos. --Podrias aplicarte tu propia sugerencia, parece que te hace mas falta a ti que a mi. --Y lo haria encantado, pero me arriesgaria a que mi madre me despellejara vivo. Los ojos verdes de Aidan se detuvieron en el un instante antes de volver a la carpeta de piel que sostenia entre sus manos. --Conozco a tu madre, y te aseguro que en modo alguno te despellejaria. O'Sullivan tardo en decidirse a contestar. --Tengo cinco hermanas menores que me exigen atencion diaria cuando estoy en tierra. Siempre pidiendo que les presente a algun oficial, y por eso detesto tanto cuando el HMS Constant Warwick atraca en Londres y nos deja en tierra por tiempo indefinido. Nadie puede culparme si no quiero aparecer por mi casa. La ausencia de lluvia dejaba un dia gris y frio, el viento cortante le abofeteo el rostro cuando se giro para dar el primer paso. Firmaria los despachos en comandancia. Y de repente, sus ojos se clavaron en una figura femenina que estaba arrodillada sobre una tumba. No lloraba, pero maldecia de una forma que le llamo la atencion. Por el raido abrigo que cubria su fragil cuerpo, supo que no era una dama, ademas, parecia una mendiga. Su cabello arrastraba por el suelo, y se dijo que debia llevarlo muy largo. --Mi senor --lo llamo el alferez al ver que su capitan se habia detenido y miraba a una mendiga que seguramente robaria lo que pudiera de las tumbas. --Regresemos a comandancia. Firmare los despachos alli. Se le hundieron las botas en el barro cuando se dirigio hacia la salida seguido por O 'Sullivan. El carruaje les llevo a comandancia en un tiempo record. --Capitan Baquer --lo saludo un suboficial--. Presentese en el despacho del almirante Smith, senor. --Gracias... --entorno los ojos y escudrino el rostro poco familiar del marinero--. ?Ross? --Russell, senor --corrigio amablemente, cuadrando un poco los hombros con orgullo porque ese capitan de fama increible hubiera recordado su nombre. Aidan asintio, inclino la cabeza como despedida, y se dirigio al despacho del almirante. Sus nudillos resonaron contra la puerta con determinacion antes de abrir sin aguardar. Si Robert Smith lo habia llamado directamente a su despacho, el asunto debia de ser importante. --Aidan --lo saludo el marino. El almirante Robert Smith era un hombre casi tan alto como el, y de corpulencia evidente. Cuando se levanto para saludarlo, tuvo la misma fuerte sensacion de siempre: el tamano de su cuerpo no se correspondia con el de sus manos. Procuro mantener los ojos fijos en los de su superior mientras apretaba con decision aquella mano demasiado calida y demasiado pequena a la vez. --?Que tal esta tu padre? Aidan mantuvo silencio durante un par de segundos. El, no queria hablar sobre su padre, pero lo hizo. --Bien, senor --respondio forzado. Robert asintio. No regreso a su lado del escritorio, sino que se apoyo contra el, cruzando los pies y los brazos. --Digale a su padre que ire a visitarlo muy pronto. ?Y el grumete Bay? Aidan solto el aliento porque la conversacion que esperaba sobre su padre habia quedado suspendida. --Continua convaleciente, los medicos no tienen claro cuando recuperara la movilidad de la pierna. --Ya veo. Transmitele mis deseos de su mejora-- el joven cabeceo con lentitud, apreciando otros detalles de la postura del lugarteniente: queria imponerse. Queria suprimir cualquier oportunidad de dialogo. Por tanto, Aidan aguardo con cautela y adopto una actitud reservada. --La familia es importante --le dijo el almirante--. Es lo que sostiene a uno en pie, lo que dejamos en el mundo. Los hijos dan prestigio, orgullo, deben ser el reflejo de nuestros valores, los valores que mantienen esta sociedad, pero, a veces, los hijos son unos desagradecidos --se incorporo para acercarse a un rincon del escritorio y servirse un whisky. El capitan acepto el vaso que se le tendia por educacion. Se lo llevo a los labios y trago, procurando no paladear el intenso sabor ahumado, aunque le colapso los sentidos igualmente. Robert dejo con mas fuerza de la necesaria la licorera en la mesa. --Ha llegado a mis oidos informacion que es de mi desagrado. Uno de mis ahijados ha sido visto reuniendose con los comunistas de la Fulham. Quiero pedir tu confianza y absoluto compromiso para que investigues. Me consta que tienes conocidos en esa fabrica de comunistas, y quisiera saber quienes son, y que hace mi ahijado reuniendose con ellos. No estoy dispuesto a tolerar esa desviacion de conducta, ni que a mi familia se la asocie con anarquistas. Aidan entendio el motivo para el regreso del HMS Constant Warwick a Inglaterra con la excusa de la reparacion y puesta a punto para surcar de nuevo las aguas. Si el hubiera sido un hijo docil, si hubiera obedecido a su padre, si fuera obediente y nada impulsivo, ahora no estaria en deuda con el hombre mas poderoso de la armada britanica. Estaba en deuda con aquel hombre, y las deudas siempre acababan pagandose. --Tiene garantizada mi discrecion, senor --termino aceptando. No tenia otra opcion. Sus ojos eran granito cuando el almirante relajo la postura y le mostro una sonrisa medio oculta en el frondoso bigote, antes de acercarse a estrecharle la mano de nuevo y palmearle el hombro. --Gracias, Aidan. Mi confianza esta en ti como lo estaria en mi propia sangre. --Senor --casi gruno--. ?De quien se trata? --De Raymond Samuelson. Asintio y no anadio nada mas, realizando el gesto de tocarse la gorra para despedirse. Al salir del amplio despacho la expresion se le mudo en una de contrariedad y sintio de nuevo la opresion en la garganta, el whisky seguia dando vueltas en su estomago. Se escudo en su capa larga y apoyo su mano en su espada abrochada al cinto cuando se marcho de comandancia. Le dijo a su cochero que le apetecia pasear, que regresara a la casa. Y cuando se fijo en las ruedas que comenzaban su andadura, se percato de que no habia firmado los despachos, pero lo haria por la tarde. Ordenaria a O'Sullivan que se los llevara a su casa para hacerlo. El frio viento lo acompano por las calles londinenses. Aidan se miraba las puntas de las botas y luego contaba las ventanas de los edificios que pasaba mientras era testigo pasajero de las vidas al otro lado de los cristales. La fabrica de carbon Fulham, era uno de los gigantes que alimentaba las chimeneas y fogones de la ciudad. Al almirante Smith no le habia hecho falta especificar cuando o como queria que se encargara de aquello. Y Aidan no podia identificar a nadie si no reconocia primero el terreno. Antes de llegar al puerto, el rugido de la fabrica de carbon ya era audible en la distancia. Se detuvo a admirar los barcos anclados en el puerto, desde la distancia pudo ver su fragata. Daria lo que fuera por embarcar de nuevo y no tener que actuar de espia para el almirante. Pero era inevitable. Cuando alcanzo los muros de la fabrica de carbon, se quedo en las inmediaciones unos minutos antes de que los obreros hubieran acabado el turno. El humo de las chimeneas enrarecia el aire, y la oscuridad alli era mas densa. El olor era penetrante y acido, se le quedaba en la garganta, le escocia en los ojos. Se resguardo cerca de la entrada, para poder ver quienes abandonaban el lugar de trabajo. Conocia a Raymond Samuelson. No estaba seguro del aspecto que debia tener en los ultimos anos, pero suponia que su cara no habia cambiado demasiado. Si se acercaba por alli, seguramente el tambien podia reconocer a Aidan. Solo que Aidan tenia una excusa para estar en la fabrica, como bien habia dicho Robert Smith: el, conocia a alguien alli. Al apoyarse en la pared se le clavo la espada en la cadera, y no se molesto en acomodarla. --?Senor Baquer? Levanto la mirada con la misma rapidez con la que se irguio, entreabriendo la boca para contestar, sin que saliera ningun sonido. Ver al hijo de su cochero trabajando en la fabrica de carbon, lo pillo desprevenido. Era el nino con el que habia jugado en su infancia. --?Ha estado esperandome? Le juro que mi trabajo aqui no entorpece el que realizo en Brent Cross --Arthur, lo miraba con fijeza, aunque visiblemente incomodo--. ?Ha venido desde comandancia porque le ha sucedido algo a mi padre? --el, continuo sin contestar--. Mire... tengo que irme, no puedo quedarme, pero regresare a la misma hora --se quito la boina y la amaso entre las manos. Al final se volvio a colocar la gorra y se marcho sin despedirse. Aidan lo siguio con los ojos, y sopeso que cruzarse con Arthur era la mejor forma de tener una justificacion para estar alli. Se recoloco la espada a la cadera, y miro en derredor, confirmando que si habia obreros juntandose con la aristocracia londinense no era de forma expuesta.
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Una cancion salvaje de Victoria Schwab
https://gigalibros.com/una-cancion-salvaje.html-El primer tomo en la bilogia “Los monstruos de Verity”. -Best Seller del New York Times. -Victoria Schwab es una reconocida autora de fantasy juvenil, que ha publicado varios libros con un gran exito a nivel mundial, entre ellos destacan Una magia mas oscura y El archivo. Kate Harker quiere ser despiadada como su padre. Tras cinco anos en los que paso por seis internados, al fin regresa a casa para demostrar que puede serlo. August Flynn quiere ser humano. Pero no lo es. Es un monstruo, capaz de robar almas con una cancion. Es uno de los tres monstruos mas poderosos de una ciudad plagada de estas criaturas. El arma secreta de su propio padre. Su ciudad esta dividida. Su ciudad esta desintegrandose. Kate y August son los unicos que pueden ver ambos lados, los unicos que podrian hacer algo. Pero ?como te decides a ser heroe o villano cuando es tan dificil distinguirlos?