• kim young ha books - Kim Young-Ha

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    Hace veinticinco anos que no mata a nadie. Hace tiempo que lo cambio todo por llevar una vida normal. Pero Unji, su hija, lleva dias sin pasar por casa y los numeros del telefono se desdibujan cuando intenta llamarla. ?Como funcionaba esto exactamente? ?Cual era el numero? De hecho. ?a quien queria llamar?

  • Young-ha Kim: Libros - Amazon.es

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  • Libros de Kim Young-ha. Biograf�a y bibliograf�a - txalaparta.eus

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    Kim Young-ha. 1968 Hwachon (Gangwon, Corea del Sur). pas� la infancia mud�ndose de un sitio a otro, ya que su padre era militar.

  • Libro black flower, kim, young-ha, ISBN 9780544106390 ...

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  • Worlds: Capsulas de Renacimiento de B. L. Ramiz

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    Lori acaba de comenzar la Mision Iluminum a bordo de la Alegria. Pero poco despues de que diera comienzo la mision, la cual duraria casi cinco anos, su planeta, Eurinum, fue destruido por un enemigo desconocido.
    Lori, y toda su tripulacion, continuan con la mision ajenos a aquellos sucesos, pero pronto descubrira que el universo le guarda un destino con el que no contaba, una responsabilidad para la que no se habia preparado, y ella, junto con algunos amigos que ira encontrando por el camino, tendran que lidiar con enemigos muy poderosos para salvar mucho mas que el Universo.
    Pero pronto se rompera la confianza a causa de una traicion procedente desde su circulo mas cercano. Lori tendra que apoyarse en sus nuevos amigos y aprender a confiar de nuevo, pues quien no conoce la desconfianza, cambia totalmente cuando esta llega por primera vez.

  • Tu tan jefe y yo. !Tan caprichosa! – Ariadna Baker de Ariadna Baker

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    Con una vida de ensueno y un trabajo como subdirectora de una de las revistas mas importantes del corazon de Miami, Jennifer cree tenerlo todo.
    Cuando el dueno de esta se jubila y es su hijo quien viene a tomar el control, la atraccion entre ellos hara explotar una serie de acontecimientos para los que no estaban preparados.
    El es un misterio, con una vida oculta que ella intenta sacar a la luz. Sin saber que, de camino, sera arrastrada a un mundo desconocido y que a la vez necesitara.
    Una historia de romance y pasion que te enganchara a ella desde el primer momento.

  • La Division Azul. De 1941 a la actualidad de Carlos Caballero Jurado

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    La Division Azul es, sin duda alguna, una de las unidades militares que mas interes ha despertado entre los historiadores y estudiosos de la Segunda Guerra Mundial.

  • El secreto de Sibila de Mirta Perez Rey

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    Una gran novela con las dosis justas de amor, intriga y pasion, con el teatro Colon como escenario. Un teatro lleno de magia que la autora erige en todo su esplendor, desplegando ante nosotros sus pasillos poblados de fantasmas y amores a traves de tres mujeres inolvidables.

  • Jugando a enloquecerte de Sara Pena Lainez

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    Y ahi me encontraba yo, en la puerta de mi casa a dos semanas de mi boda con todas mis amigas euforicas porque hoy es mi despedida de soltera que ellas han organizado con una ilusion descomunal. --Azhar, ?estas preparada para la mejor noche de solteria de tu vida? --dijo Carla muy euforica con una ridicula diadema con una polla en toda la frente, lo peor era que en ese mismo momento Monica otra de mis amigas me colocaban a mi una aun mas grande con un velo de novia pequeno y con luces. --Si. --les dije forzando una sonrisa mientras que en mi mente me santiguaba y rezaba porque esto no se pusiese peor de lo que mi mente imaginaba, a mi parecer mas complicado de lo que iba a ocurrir de eso estaba totalmente segura. --Azhar animate joder es tu despedida de soltera deja a un lado tu yo frigida y disfruta con nosotras. --dijo ahora Claudia mientras que yo seguia rezandole a cualquier dios existente que se compadeciera de mi. --?No habia una diadema mas discreta?--pregunte intentando quitarmela para observarla mejor, cosa que no me dejaron hacer poniendola en mi cabeza. --Si, pero entonces no se te hubiese visto y eso no nos gustaba. --dijo Laura con una sonrisa picara que combinaba muy bien con el guino que vino despues. --Vamos a entrar a esperar a las que quedan y vamos empezando a calentar. --dijo Laura entrando en la casa dejandome a mi en la puerta con las demas no mucho tiempo pues estas la siguieron dejandome con cara de circunstancias y con ganas de decirles a todas que se fueran, que no iria a celebrar nada. --Azhar, ?donde tienes escondido el alcohol? No lo encuentro. --dijo aquella misma mientras escuchaba los muebles abrirse y cerrarse. Mire al cielo y sin pronunciar palabra clame una plegaria porque esta noche me dejara la virtud de la paciencia porque como no me la diera presagiaba que esto acabaria como el rosario de la aurora, cerre la puerta y entre con decision para darles a esas locas lo que pedian, haber si asi con suerte se emborrachaban en mi casa y no teniamos que ir a ningun lado. Capitulo 1 Y aqui estoy en una ridicula limusina rosa chicle, no entendia por que teniamos que hacer esta ridicula celebracion que era para despedir algo que yo no era desde hacia tantos anos que ni me acordaba, empece con Mario cuando apenas teniamos diecisiete anos y fue practicamente mi primer novio enserio y teniendo en cuenta que tenia veintiocho, llevabamos once anos juntos, osea llevaba once anos sin estar soltera. --Azhar dame la copa. --me dijo una Sofia bastante achispada para ser sinceros, antes de que le pudiera dar la copa ya esta habia sido arrancada de mi mano para ser rellenada y devuelta. Mientras habiamos estado en mi casa habiamos acabado con tres botellas enteras, una era de tequila, otra de ron y la ultima de ginebra, a pesar de que yo solamente habia bebido un par de copas y un chupito las chicas habian arrasado. Estabamos dentro haciendo tiempo mientras llegaban todas las invitadas a la despedida y para que pudiera llegar la limusina horrenda color chicle que no tiene nada que ver con lo que a mi gusto se refiere. Aunque siempre habia sido una chica bastante humilde, debo de decir que dedicarme al mundo de la moda, como una recien estrenada periodista de moda, habia hecho mella en mi, siempre fui una chica a la que le llamo la atencion demasiado la moda, fijarme en lo que se llevaba, intentar ir a la ultima y que mi ropa no tuviera ni una misera arruga, eso habia hecho que mucha de las cosas que antes me encantaban y atraian ya me aborrecieran y quisiera huir de ellas como si eso me fuese a pegar una enfermedad que aseguraba mi muerte. --Azhar, bebe que es tu despedida. --escuche que me chillaba Marta haciendome salir de mi ensonacion abruptamente, la busque y vi que me habia chillado desde la otra punta de la limusina con una sonrisa que delataba en el estado de ebriedad que se encontraba la que habia sido companera de carrera. Bebi mirandolas a todas tomandome la copa de champan de golpe con una sonrisa dedicada a todas ellas que estaban ahi, haciendo que todas me vitorearan y volvieran a rellenar mi copa pensando que por fin comenzaba a relajarme. --Chicas, recordemosle a nuestra gran amiga que no se olvidara jamas de este dia. !Chofer sube el volumen! -- chillo Laura euforica mientras que bailaba cuando el pobre chofer atendia su peticion sin rechistar. Las diez mujeres que se encontraban dentro comenzaron a bailar con impetu como si manana se fuese a acabar el mundo y tuvieran que demostrar hoy lo fiesteras que eran. Yo por el contrario me bebi mi copa de golpe intentando coger fuerzas con lo que veia que se me venia encima y la larga noche que me esperaba, miraba hacia abajo y mi aspecto hizo que cogiera la botella y me rellenara la copa dos veces, mis amigas me habian puesto una camiseta horrorosa, rosa fluorescente con letras horribles que ponia en el pecho: "Aqui se encuentra la novia mas perrisimamente y excitante que veras" Despues de ponerme esa camiseta horrenda y la diadema que no queria ni pensar en buscar un adjetivo para definirla porque posiblemente mi mente se destruiria en el acto; llevaba una banda en verde fluorescente tambien, que tampoco entiendo el empeno en los colores fluor si estos ya no se llevan pero en fin creo que las chicas buscaban algo que no fuera para nada con mi estilo, como si no fuera suficiente en la banda ponia: "Novia cachonda" Y ya para terminar con mi ridiculo y avergonzante atuendo llevaba un tutu del mismo color de la banda. Lo unico que deseaba es que pasara rapido la noche y pudiera estar manana con Mario sentados en el sofa mientras el veia alguna serie y yo leia un buen libro o cotilleaba sobre articulos de moda o sobre los ultimos modelitos de las estrellas, eso siempre seria mas agradable que llevar una polla en la cabeza y ser una feria andante. --Azhar ya hemos llegado... --dijo Monica con una sonrisa enorme que a mi me hacia intuir que la noche no iba a mejorar, muy por el contrario iba a empeorar para mi, aunque ellas seguro que iban a disfrutar de lo lindo. Asenti y comenzaron a bajar todas dejandome a mi la ultima, cuando me toco a mi bajar, no me lo pude creer donde me habian llevado, de hecho ahora lo de la limusina no me parecia en realidad tan mala idea, de hecho me gustaria adentrarme de nuevo y no salir de ella, eso seria una gran idea, teniendo en cuenta que ahi dentro no me veria nadie en cambio en ese local seria uno de los focos de atencion ya que a mis grandes amigas no se les ocurrio otra cosa mas idonea y que encajara conmigo que llevarme a un local especializado en despedidas de soltera, un show el cual estaba disenado para cenar y tener cameros y camareras eroticas para despues convertirse en una discoteca, mire a las chicas formulando una pregunta sin verbalizar ni una silaba. --!Vamos entremos! --dijo Maria tan emocionada que no parecia en estos momentos la chica sensata que solia ser siempre. --Chicas en serio, ya sabeis lo que opino sobre estos lugares. --dije en disconformidad, es que era mi despedida de soltera y no habian hecho nada que a mi me gustase. --Vamos Azhar, olvidate de esa periodista de moda en la que te has convertido y recuerda la despedida de soltera que siempre deseaste. --dijo Carla cogiendo de la mano y tirando de ella como si fuese una nina que le da miedo entrar en el colegio por primera vez en su vida. --Carla teniamos, ?cuanto? ?quince, diecisiete anos?--le digo enfurrunada mientras que me dejo llevar donde me lleva ella, total resistirme no iba a servir para nada en realidad. --En realidad teniamos dieciocho pero, la edad no importa tu dejate llevar y ya veras como los prejuicios se van con un par de chupitos. --dijo Laura picara mientras me pasaba el brazo por encima de mi espalda apoyandose en mi. Resople pero viendo que no iba a solucionar nada me deje llevar del todo y pense que ya de perdidos al rio total que seria lo peor que me pudiese pasar, ?pescar una borrachera descomunal? No seria la primera de mi vida.

  • La semilla de la bruja de Margaret Atwood

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  • En Sexo y Amor, todo vale de Blanca Moral

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    El Mecanico: Sexo, Mentiras y Amor Verdadero

  • Eva es la tentacion de Esperanza Riscart

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    Una historia de amor con un inicio tormentoso y doloroso en el que la joven e inexperta Eva se sentira aprisionada por los fuertes sentimientos que Daniel despierta en ella.

  • Amor en la Frontera (Western 2) de Lee Vincent

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    Amor en la Frontera 2

  • La viuda y el escoces de Julia London

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    Lady Chatwick, Daisy Bristol, se habia quedado viuda, y el testamento de su difunto esposo la obligaba a casarse otra vez, so pena de perder la herencia de su hijo, Ellis. Tras recibir una carta de Robert, su primer amor, Daisy decidio marcharse de Londres.

  • El tribunal negro de Antonio Orozco Guerrero

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    Poco despues del estallido liberal del verano de 1835, Meliton Rechi, jefe de policia de Cadiz, y su ayudante, el agente Candido Molina, achacarian los crimenes del Tribunal Negro a la reaccion de algun fraile de la ciudad contra las represalias sufridas. Tenian fundadas razones para llegar a esa conclusion. ?A quien sino a un religioso, profundamente irritado con la situacion politica y avido de venganza por el maltrato sufrido, se le iba a ocurrir resucitar la Santa Inquisicion de manera ilegal y ponerse a matar herejes? Mas tarde, descubririan que las cosas no eran tan sencillas. * * * Desde el balcon principal de la casa Aduana, sede del Gobierno de Cadiz, el mariscal de campo Rafael de Hore y Diaz agitaba los brazos de arriba abajo, con las palmas de las manos extendidas, tratando de calmar los animos de una multitud que gritaba cada vez mas enardecida. Con una sonrisa benevola y amplios movimientos verticales de cabeza, trataba de hacer ver a los que gritaban, cada vez con mas fuerza e insistencia, <> que les comprendia perfectamente y que compartia su fervor liberal, lo cual estaba muy lejos de ser cierto. Hore siempre supo adaptarse a las circunstancias politicas de cada momento. Teniente en 1791, en diciembre de 1808 ya era coronel. La rendicion de Badajoz ante los franceses hizo que fuera arrestado en la Isla de Leon en 1811. Se le acusaba de cobardia; dos anos despues, el consejo de guerra que lo juzgo en Cadiz determino su puesta en libertad. El conocido en Espana como <>, entre 1820 y 1823, no comenzo bien para el ya por entonces brigadier. Varios oficiales bajo su mando solicitaron en septiembre de 1820 su separacion del servicio <>. Se le abrio expediente, pero resulto, una vez mas, declarado inocente. En mayo de 1822 fue nombrado gobernador de Ciudad Real y en 1823, siendo gobernador de Santona, fue hecho prisionero por los franceses que invadieron Espana para liberar al rey don Fernando Septimo y llevado a Francia. En 1824, cuando el movimiento liberal auspiciado por Rafael de Riego ya habia sido desbaratado y este habia sido llevado al patibulo, Hore pidio regresar a Espana, presumiendo de que siempre habia combatido contra Riego y su liberalismo exaltado. Tras el fallecimiento del rey don Fernando, en septiembre de 1833, su capacidad de adaptacion lo llevo a convertirse en uno de los militares partidarios de sostener a la reina viuda regente --un <>-- y dispuesto a luchar por la causa de la reina nina dona Isabel en contra del infante don Carlos Maria Isidro, hermano de don Fernando y absolutista donde los haya. Nada mas iniciarse la primera guerra carlista, en noviembre de 1833, siendo ya mariscal de campo y gobernador de Castellon, Hore asalto Morella y expulso de alli a los cabecillas carlistas. Y ahora estaba alli, en aquel balcon de Cadiz, como gobernador de la provincia, <> y un poco hastiado del excesivo calor y humedad que habia traido el mes de julio. <>. Ese era el pensamiento pertinaz que se habia instalado en la cabeza del gobernador. Y era cierto. El Gabinete de Cea Bermudez, surgido a raiz del fallecimiento del rey, duro poco, pues su reformismo administrativo no satisfacia a los mas conservadores y su conservadurismo politico repugnaba a los mas liberales. Menos de cuatro meses despues de la llegada de Cea al poder, en enero de 1834, Martinez de la Rosa, un tibio liberal por entonces, se hizo cargo del Gabinete. Los liberales radicales, imprescindibles para sostener a la regente ante la guerra con los carlistas, no podian sentirse satisfechos, despues de los anos pasados en el exilio, con el <> que urdio Martinez de la Rosa, una carta otorgada muy alejada de la Constitucion de 1812. El cierre de los conventos en los que se habian estado produciendo fugas de religiosos a las filas carlistas no fue suficiente para apaciguar el odio de los radicales hacia el clero regular, que se habia distinguido en las denuncias contra liberales encubiertos durante los ultimos anos de vida del rey don Fernando. Y todo lo anterior termino por llevar, en junio de 1835, al conde de Toreno, un liberal exaltado, al poder en Espana. Aun asi, los mas radicales seguian sintiendose insatisfechos. Querian una Constitucion y la querian ya. Y deseaban fervientemente que se tomaran medidas drasticas contra el clero regular, acusado en su totalidad de apoyar al bando carlista. Una acusacion excesiva que hizo pagar a muchos justos por pecadores. El conde de Toreno trato de calmar los animos de sus correligionarios politicos decretando el dia 4 de julio la expulsion de los jesuitas de sus conventos --aunque sin obligarlos a salir de Espana-- y el 21 la expulsion de los monjes y religiosos de las casas en las que habitaran menos de doce profesos. La medida, en vez de llamar a la paz de sus companeros radicales, los llevo a considerar al conde de Toreno como un traidor. No aceptaban nada que no fuese la expulsion general de todos los religiosos y monjes de sus conventos y la incautacion de todos sus bienes por parte del Estado. Cuatro dias despues del tibio decreto de expulsion de religiosos, el gobernador de Cadiz estaba presenciando el primer conato de insurreccion contra el nuevo Gobierno. Detras de Hore, fuera del balcon, se encontraba su ayudante de campo, el comandante Ortega. --!Manuel! --?Si, mi general? --Cambiate de paisano, corre para el cuartel de San Roque y le dices al coronel Osorio que le llevas mi orden de enviar a los mandos y tropa de su regimiento que considere necesario para dispersar a esta chusma. Informale del numero aproximado y dile que luego monte patrullas por la ciudad. --?Y sobre los medios a utilizar, mi general? --El coronel Osorio sabe lo que debe hacer y como hacerlo. Asi que eso va de su cuenta. --!A la orden, mi general! Una hora despues, el coronel Francisco Osorio se encontraba en el despacho del gobernador, esperando que el batallon del comandante Mendez resolviese la cuestion. Osorio era, antes que nada, un militar con muchos anos de oficio y poco dado a entrometerse en asuntos de politica. En cierto modo, la antitesis de Hore. --Bueno, Paco, cuentame como has organizado el cotarro. --Mi general, he dado ordenes al comandante Mendez, jefe del segundo batallon, para que disperse al personal de ahi fuera. Por otro lado, el comandante ha enviado una Compania al ayuntamiento, porque nos hemos enterado de que ha sido tomado por algunos radicales. Una vez expulsados los de alli y dispersados los de aqui, se organizaran patrullas durante todo el dia hasta que se de por pacificada la ciudad. --Me parece muy bien. Y, respecto a los medios a utilizar y a los procedimientos, ?que me dices? --Mi general, en mi opinion, es preferible usar la minima fuerza posible. Con el precedente del 10 de marzo de 1820, creo que ya tiene Cadiz suficientes <>. Ya sabe a que me refiero… Por eso he ordenado al comandante que se prodiguen los disparos al aire, los empujones y las carreras, e incluso, si me apura, los culatazos que sean necesarios, pero que se evite hacer victimas por disparos

  • El Aviso de Paul Pen

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    Un trepidante thriller donde el suspense y la emocion no te dejaran indiferente.

  • La ciudad de los minotauros de Carol Zardetto

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    Nueva York es benevolente. Basta entregarse. Abandonarse sin Resistencia a su corriente de movimiento perpetuo. Dejarse complacer por su oferta desaforada. En medio de su fulgor intenso, dejo de parecerme a mi mismo y eso… es el mejor amulet contra la muerte>>.

  • La ultima cita de Arlette Geneve

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    Dante es un psicologo de reconocido prestigio que no se habla con su familia. Problemas del pasado entre su padre y el se alzan como un muro infranqueable entre lo dos. Yago, que es el hermano menor y discolo de Dante, lo espia para informar al resto de la familia sobre sus andanzas.

  • La noche que mataron a Bolivar de Mauricio Vargas

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    La historia de un hombre con las mayores ambiciones del un continente, pero tambien la historia del ego que lo traiciono hasta dejarlo completamente aislado: Simon Bolivar admite todo tipo de versiones sobre si mismo y la que propone este libro lo muestra con nuevos matices. Tras mas de cinco anos de investigacion, Mauricio Vargas regresa a la novela historica para explicar las muchas muertes del Libertador.

  • Educar en lenguaje positivo de Luis Castellanos

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    Las palabras tienen gran importancia en el funcionamiento de nuestra vida y del tipo de palabras que utilizamos a diario para comunicarnos con nuestro entorno depende mucho la forma en que funcionamos. Nuestras palabras pueden ser nuestro peor enemigo o nuestro mejor aliado. Es necesario generar una nueva cultura del lenguaje y crear metodos de seguridad linguistico-emocional que puedan beneficiar a todos los agentes implicados en la educacion.

  • Quererte a ti de Arwen Mclane

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    Dicen que el primer amor nunca se olvida.
    Dicen que pasen los anos que pasen, siempre permanecera en tu corazon.
    ?Es cierto o es solo un mito?
    Lannie Colton sabe la respuesta.
    Porque ella, que ha estado enamorada desde la pre adolescencia del mejor amigo de su primo, sabe de lo que habla.
    Ha tenido que ver como los anos pasaban y ese amor se iba de su lado para vivir su vida.
    Ha tenido que seguir adelante, pero su corazon no ha podido olvidar al que fue su primer amor.
    Y ahora, casi una decada despues, ha tenido nuevamente que cruzarse en su camino.

  • Una navidad para Lola de Hugo Sanz

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    La vida de Marc parecia completa gracias al carino de su pequeno hijo, el apoyo de sus padres, un trabajo que le entusiasmaba y buenos amigos con los que pasar el tiempo libre. Unicamente el amor parecia darle esquinazo...
    Sin embargo, aquella Navidad el destino le tenia preparado el mejor de los regalos: conocer a Lola, una chica muy especial que desde el principio despunto como candidata ideal para ocupar su corazon.
    Lo suyo se fue forjando poco a poco, disfrutando ambos jovenes con intensidad de cada uno de los momentos que podian compartir, tanto a solas, como en compania de sus respectivos complices, Alex y Carmen, presos a la vez de una fascinante atraccion.
    El mimo de Lola hacia Nico, el hijo de Marc, fue el detonante para que el entendiera que ella representaba una oportunidad que no podia dejar escapar...
    ?Era oro todo lo que relucia? ?Por fin triunfaria el amor, desinteresado y sin reservas? ?Representaba aquello el principio de una romantica relacion alumbrada por las brillantes luces propias de las fechas mas entranables del ano?
    Una historia preciosa con sabor navideno...

  • En cada cancion de Susanna Herrero

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    Justo antes de empezar su nueva vida, Penny llega a Riviera Maya dispuesta a enfrentarse a aquello que removio todo su mundo anos atras. Mike es un joven apuesto que muestra sonrisas enigmaticas y que viaja al Caribe con sus primos para pasar unos dias lejos de todo su mundo: ha tenido que crecer demasiado rapido y no confia en nadie. No puede hacerlo. La caida de una toalla propicia un encuentro entre ellos que derivara en un amor de verano de los que dejan huella. Pero no es mas que eso: una historia corta de quince dias. Intensa pero imposible de continuar. Mike y Penny vuelven a la realidad dispuestos a olvidar el mejor verano de su existencia, pero la vida les tiene preparada una sorpresa.

  • Las orillas del aire de Karina Pacheco

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    En 1940 una mujer desaparece en un lago mientras ensena a nadar a sus hijos. Su muerte deja un halo de misterio y su recuerdo se entremezcla con la crueldad, los mitos y los ecos del mundo que la envolvia.

  • Mentiras peligrosas de Becca Fitzpatrick

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    <>

  • El eco de la esperanza de Brianne Miller

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    Alex es un hombre al que lo unico que le preocupa es sacar adelante a su hijo, hasta que Elena se cruza en su camino. A partir de ese momento sus preocupaciones crecen, ya que tiene que mantenerla a salvo de su oscuro mundo mientras lucha contra la atraccion que surge entre ellos. ?Sera capaz de salvarla para descubrir lo que pueden tener juntos o su esperanza se convertira en un eco de sus deseos?

  • Por cada pecado hay un pecador (Pecado 2) de Katy Evans

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    Jugue con su fuego... y me quemo para siempre Para mi, Malcolm era un encargo mas. Debia desvelar su verdadera identidad, sus secretos mas oscuros, pero el corazon se impuso a la razon y, pronto, cai en el pecado. Malcolm es como una droga para mi, y yo soy adicta a el. Ahora que la verdad ha salido a la luz, ?volvera el hombre mas codiciado de Chicago a confiar en mi? Descubre el desenlace de la apasionada historia de amor de Malcolm y Rachel

  • Una Historia Crepuscular de Stefan Zweig

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    ?Ha sido el viento lo que ha traido de nuevo la lluvia a la ciudad haciendo que nuestra habitacion se oscurezca de pronto? No. La atmosfera esta tranquila y tiene una claridad argentada, como raras veces ocurre en estos dias de verano, pero se ha hecho tarde y no nos hemos dado cuenta. Solo los tragaluces de enfrente sonrien todavia con un debil resplandor y por encima de los tejados el cielo se cubre ya de una bruma dorada. En una hora sera de noche. Una hora maravillosa, pues nada es mas bello que ese color que poco a poco se marchita y se ensombrece, y luego la oscuridad, que brotara del suelo, invadira la estancia, hasta que sus negras olas se replieguen en silencio sobre las paredes y nos arrastren a las tinieblas. Entonces, cuando en este momento nos sentemos uno frente al otro y nos miremos sin hablar, nos parecera que el rostro familiar que entra en las sombras se ha vuelto mas viejo, extrano y lejano, como si nunca lo hubieramos conocido y lo contemplaramos a distancia y a traves de muchos anos. Pero ahora quieres que hablemos, porque en el silencio oyes acongojado como el reloj rompe el tiempo en cien pequenas astillas y la respiracion se vuelve ruidosa como la de un enfermo. Quieres que te cuente algo. Con mucho gusto. Aunque no de mi, pues nuestra vida en estas ciudades inmensas es pobre en acontecimientos o asi nos lo parece, porque todavia no sabemos lo que en realidad nos pertenece. Pero voy a contarte una historia adecuada para esta hora que, a decir verdad, solo ama al silencio, y quisiera que tuviese un poco de esa luz crepuscular, calida, dulce y profusa que se extiende como un velo ante nuestras ventanas. No se cual es el origen de esta historia. Simplemente recuerdo que, desde primera hora de la tarde, he estado aqui sentado mucho rato, leyendo un libro, despues lo he dejado y me he sumido en una especie de ensueno letargico, tal vez incluso en un sueno ligero. De pronto he visto unas figuras que se deslizaban a lo largo de la pared, y podia oir sus voces y penetrar en sus vidas. Pero cuando he querido seguir con la mirada esas formas fugitivas, me he encontrado de nuevo despierto y solo. El libro habia caido a mis pies. Lo he recogido y le he preguntado acerca de las figuras: ya no he encontrado la historia en el, como si hubiera caido de sus paginas a mis manos o como si nunca hubiera estado alli. Quiza la habia sonado o la habia leido en una de aquellas nubes de colores que hoy habian llegado de tierras lejanas a nuestra ciudad transportando la lluvia que durante tanto tiempo nos ha importunado. Quiza la habia oido en una vieja e ingenua cancion que un organillo habia tocado entre melancolicos gemidos bajo mi ventana, o alguien me la habia contado anos atras... No lo se. A menudo me llega este tipo de historias, y me divierte dejar fluir entre mis dedos las cosas que cuentan, sin retenerlas, al igual que uno acaricia espigas y flores de tallo largo sin cogerlas. Solo las sueno a partir de una imagen repentina y coloreada que termina por difuminarse, pero no las retengo. Sin embargo, hoy quieres una historia, y te la voy a contar en esta hora del crepusculo en la que nos invade el deseo de ver algo multicolor agitandose y brillando ante nuestros ojos que los tonos grises entristecen. ?Como empezar? Tengo la sensacion de que debo hacer salir por un momento de las sombras una imagen y una figura, pues asi comienzan tambien en mi esos extranos suenos. Ya me acuerdo. Veo a un esbelto muchacho que desciende por los anchos peldanos de la escalera de un castillo. Es de noche, una noche con solo un palido claro de luna, pero, como si tuviera un poderoso faro, abarco el perfil entero de su cuerpo agil, distingo perfectamente sus rasgos. Son extraordinariamente bellos. Sus cabellos negros peinados a la moda infantil caen sobre su frente un poco demasiado ancha, y las manos, que el extiende hacia delante en la oscuridad para palpar el calor del aire caldeado por el sol, son muy finas y nobles. Su paso vacila. Desciende absorto hacia el gran jardin que murmura con sus numerosos arboles redondeados y entre los cuales reluce como un sendero blanco una unica y amplia avenida. No se cuando sucedio, si ayer o hace cincuenta anos, ni tampoco se donde, pero creo que debio de ser en Inglaterra o en Escocia, pues solo alli conozco castillos de piedra tallada tan altos y grandes que de lejos parecen fortalezas altivas y amenazadoras y que solo para el ojo familiarizado se inclinan sobre sus jardines luminosos y floridos. Si, ahora lo se seguro, esta alla arriba en Escocia, pues solo alli las noches de verano son tan luminosas que el cielo tiene el brillo lacteo del opalo y los campos nunca estan oscuros, todo parece tenuemente iluminado desde el interior y solo las sombras, semejantes a gigantescos pajaros negros, caen sobre esas capas de luz. Es Escocia, oh si, ahora lo se con seguridad y, si me esforzara, encontraria el nombre de aquel castillo condal y tambien el del muchacho, pues ahora la oscura corteza de mi sueno se desprende rapidamente y lo percibo todo con tanta claridad como si no fuera un recuerdo, sino una vivencia. Durante el verano, el muchacho se aloja en casa de su hermana casada y, siguiendo la afable costumbre de las familias inglesas distinguidas, no es el unico invitado; la cena reune a todo un grupo de cazadores y sus mujeres, asi como a algunas muchachas: personas bien parecidas y de categoria cuya juventud e hilaridad, sin ser ruidosas, juegan con el eco de los viejos muros. De dia los caballos galopan por doquier, acompanados de una jauria de perros; al otro lado, en el rio, centellean dos o tres barcas: una actividad sosegada confiere al dia un agradable ritmo rapido. Terminada la cena, se levanta la sobremesa. Los caballeros han ido al salon, fuman y juegan; hasta medianoche las ventanas proyectan en el parque conos de luz blanca y vibrante en los bordes, a veces tambien una risa franca y jovial. La mayoria de las damas se ha retirado a las habitaciones, tal vez dos o tres conversan todavia en el vestibulo. Asi que el muchacho esta solo. No tiene permiso para ir con los hombres, o solo por unos instantes, y se siente cohibido en presencia de las damas, porque a menudo, cuando abre la puerta, ellas bajan la voz, y comprende que hablan de cosas que el no debe oir. Por otra parte, no le gusta su compania, pues le interrogan como a un nino y no prestan demasiada atencion a sus respuestas; simplemente lo utilizan para mil pequenos favores y luego le dan las gracias como a un chico bueno y obediente. Asi que ha decidido irse a la cama y ya ha subido la escalera de caracol; pero la habitacion esta demasiado caldeada, con una atmosfera cargada y sofocante. Se han olvidado de cerrar las ventanas de dia y el sol ha campado por sus respetos: ha abrasado la mesa y la cama, se ha encarnizado con las paredes y los rincones, y las cortinas despiden todavia su halito ardiente e irritado. Y, despues de todo, es demasiado pronto, y fuera la noche estival resplandece como una vela blanca, tan tranquila, tan en calma, tan deliciosamente en calma. De modo que el muchacho baja de nuevo la gran escalinata del castillo hasta el jardin, sobre cuyo oscuro contorno circular el cielo derrama su luz mortecina como un nimbo y adonde lo atrae el aroma tremulo de mil flores invisibles. Tiene una extrana sensacion. En la confusion de sentimientos propia de sus quince anos, no sabe explicarlo, pero sus labios tiemblan como si tuviera que hablar a la noche, levantar las manos o cerrar los ojos mucho rato, como si hubiera algo misterioso y familiar entre el y aquella encalmada noche de verano que pide una palabra o un gesto de cortesia. El muchacho sale poco a poco de la amplia y despejada avenida para adentrarse en uno de los estrechos senderos laterales, donde los arboles parecen abrazarse en lo alto con sus copas iluminadas por destellos argentados, mientras que abajo impera la oscuridad prenada de noche. Todo esta absolutamente tranquilo. El paseante, perdido en una dulce y vaga melancolia, solo percibe el indescriptible ruido del silencio en el jardin, el vibrante zumbido como de una lluvia fina que cae en la hierba o de susurrantes briznas frotandose ligeramente unas a otras. A veces roza con un arbol o se detiene para escuchar ese ruido fugitivo: el sombrero le cae sobre la frente y se lo quita para sentir sobre sus sienes desnudas, donde golpea la sangre, la mano del viento aletargado. Y entonces, de golpe, a medida que se adentra en la oscuridad, ocurre algo inaudito. La grava cruje levemente detras de el. Cuando se vuelve, asustado, ve el brillo como de fuego fatuo de una gran figura blanca que avanza hacia el, ya esta cerca y siente con un escalofrio el abrazo fuerte, aunque sin violencia, de una mujer. Un cuerpo calido y suave se estrecha febrilmente contra el suyo, una mano le acaricia rapida y temblorosa el pelo y le inclina la cabeza hacia atras: tambaleante, el siente en la boca un fruto abierto, desconocido, unos labios estremecidos que sorben los suyos. Tan cerca esta este rostro del suyo que el no puede verle los rasgos. Y no se atreve a mirarlos, porque un doloroso escalofrio recorre su cuerpo y le obliga a cerrar los ojos y abandonarse sin resistencia como botin a esos labios ardientes; vacilante, inseguro como una pregunta, sus brazos acogen entonces a la desconocida figura y, ebrio de repente, estrecha el cuerpo extrano contra si. Sus manos se deslizan avidas a lo largo de las delicadas formas, se detienen y se retiran temblorosas, luego se vuelven mas febriles y atrevidas. Cada vez mas apremiante e inclinada, la feliz carga descansa ahora todo su peso sobre el complaciente pecho del muchacho. De alguna manera se siente engullido, arrastrado por este abrazo jadeante, y se le doblan las rodillas. No piensa en nada, no se pregunta por que aquella mujer ha acudido a el ni como se llama, se limita a sorber hasta embriagarse de la voluptuosidad de sus labios desconocidos, humedos y perfumados, sin voluntad, sin comprender lo que le impulsa a ese apasionamiento inaudito. Le parece como si de repente hubieran caido estrellas, tan intenso es el centelleo delante de sus ojos, y todo lo que toca chispea y quema. Y no sabe cuanto tiempo transcurre, si horas, tan blandas son las cadenas que lo atan, o si segundos: siente que todo se inflama y es arrastrado en el arrebato de una lucha voluptuosa, en un torbellino maravillosamente vertiginoso. Y bruscamente, de golpe, la ardiente cadena se rompe. De repente, casi con ira, el abrazo libera su pecho apresado; la figura desconocida se incorpora, una cinta de luz blanca se desliza veloz a lo largo de los arboles, ha desaparecido antes de que el pueda levantar las manos para retenerla. ?Quien habra sido? ?Y cuanto tiempo habra durado? Angustiado, aturdido, se levanta apoyandose en un arbol. Poco a poco el frio raciocinio vuelve a su cerebro calenturiento: le parece de repente que su vida ha avanzado mil horas. ?Acaso todos sus suenos confusos acerca de las mujeres y la pasion se han vuelto de pronto realidad? ?O todo ha sido un sueno en definitiva? Se palpa, se toca el pelo. Si, sus sienes palpitantes estan humedas, humedas y frescas del rocio de la hierba sobre la que se han revolcado. Ante sus ojos se repite la escena con la velocidad del rayo, siente de nuevo el ardor de los labios, aspira el perfume de voluptuosidad, extrano y penetrante, que desprendia la ropa de la mujer, y trata de recordar cada una de sus palabras. Pero no le viene ninguna a la memoria. Y entonces, subitamente, recuerda alarmado que ella no ha dicho nada, ni siquiera lo ha llamado por su nombre, que de ella no conoce sino los suspiros que rebosaban de su pecho como una amenaza, los sollozos de placer convulsivamente ahogados, el perfume de su pelo enmaranado, la calida presion de sus pechos, el esmalte pulido de su piel; sabe que su cuerpo, su respiracion, todos sus sentimientos le han pertenecido y, sin embargo, no sospecha quien es la mujer que lo ha sorprendido con su amor en la noche. Sabe que solo puede balbucear un nombre para designar su sorpresa, su felicidad. Y ahora esta experiencia fugaz e inaudita que acaba de vivir con una mujer le parece pobre, banal y completamente baladi al lado del fulgurante misterio de los ojos cautivadores que lo acechaban desde la oscuridad. ?Quien era esa mujer? Al vuelo estudia todas las posibilidades, pasa revista mentalmente a todas las mujeres que viven en el castillo; evoca todos los momentos singulares y todas las conversaciones que ha mantenido con ellas, las sonrisas de cinco o seis de ellas, las unicas que podrian estar envueltas en este enigma. ?Quiza la joven condesa E., que suele tratar con aspereza a su marido ya mayor, o la joven esposa de su tio, que tiene ojos de una dulzura extrana y, sin embargo, tan irisados, o bien--se estremecio al recordarla--una de las tres hermanas, primas suyas, que tanto se parecen en su porte altivo, orgulloso y estirado? No, porque todas ellas son personas frias y discretas. En los ultimos anos a menudo se habia considerado un desheredado, un enfermo, desde que secretos ardores agitaban su espiritu y se mezclaban flameantes en sus suenos. !Como habia envidiado a todos los que eran o parecian tan serenos, tan equilibrados y desprovistos de cualquier deseo! El habia tenido miedo de su pasion naciente como de una enfermedad. ?Y ahora...? Pero ?quien, cual de ellas era capaz de semejante engano? Poco a poco esta pregunta obsesiva disipa la embriaguez que enturbia sus sentidos. Se ha hecho tarde, las luces del comedor se han apagado, solo el esta despierto en el castillo, el... y quiza aquella otra. La desconocida. La fatiga empieza a hacer mella en el. ?Para que seguir dandole vueltas? Seguro que manana una mirada, una llama entre los parpados, un apreton de manos a hurtadillas, se lo revelara todo. Sube entre suenos las escaleras, tal como las habia bajado, pero ahora sus suenos son infinitamente diferentes. Tiene la sangre todavia un poco agitada, y la habitacion caldeada ahora le parece mas clara y fresca. Cuando al dia siguiente se despierta, los caballos ya piafan y escarban en el patio, oye pronunciar su nombre en medio de risas. Se levanta de un salto--ha pasado la hora del desayuno --, se viste con una rapidez febril y se precipita abajo, donde los demas lo reciben con alborozo. <>, le espeta la condesa E. riendo, y la risa brilla en sus ojos claros. El escruta su rostro con ansiosa curiosidad; no, no puede ser ella, su risa es demasiado despreocupada. <>, se burla la joven, pero a el su cuerpo delicado le parece demasiado delgado. La pregunta del muchacho vuela de un rostro a otro, pero en ninguno descubre el reflejo de una sonrisa. Da comienzo la excursion a caballo por el campo. El escucha todas las voces, con la mirada espia cada linea del cuerpo de las mujeres, las ondulaciones del pelo que el ritmo del trote les impone, observa los movimientos de sus espaldas al doblarse y el modo como levantan los brazos. Durante el almuerzo se inclina sobre ellas para percibir el perfume de sus labios o la tibieza de sus cabellos, pero nada, nada le proporciona el menor indicio, una fugaz pista que su imaginacion inflamada pueda seguir. El dia se alarga inacabable hasta el atardecer. Ahora que quiere leer un libro, las lineas saltan fuera de los margenes y lo conducen hasta el jardin, y vuelve a ser de noche, una noche extrana, y se siente de nuevo rodeado por los brazos de la desconocida. Deja caer el libro de sus manos temblorosas, quiere ir al estanque y, de repente, asustado, se encuentra en el camino de grava, en el mismo lugar. Durante la cena sus manos estan nerviosas, palpan sin descanso a diestro y siniestro, como perseguidas, sus ojos se esconden timidos bajo los parpados. Por fin, oh, por fin, cuando los demas retiran sus sillas, el se siente feliz, sale corriendo de la sala y se adentra en el parque, cien veces, mil, camina arriba y abajo de la blanca avenida, que bajo sus pies parece centellear como una niebla lactea. ?Estan ya encendidas las luces del salon? Si, por fin llamean, y por fin brillan tambien algunas ventanas del primer piso. Las damas se han retirado. Si ella va a venir, ya no puede tardar mas de unos minutos, pero cada minuto se hincha de rubea impaciencia hasta estallar. Y continua arriba y abajo con pasos convulsos, como tirado por hilos invisibles. Y entonces, de repente, la figura blanca se desliza escaleras abajo, rapida, demasiado rapida para poderla reconocer. Parece un rayo de luna o un velo perdido flotando entre los arboles que un viento impetuoso empuja hacia el, y ahora, ahora, esta en sus brazos, que se estrechan como garras avidas alrededor del cuerpo indomito, ardiente y palpitante, acalorado por la carrera. Como ayer, de nuevo es un unico instante en el que la calida oleada se rompe de improviso contra su pecho, con tanta fuerza que el cree desfallecer por el dulce golpe, y su unico deseo es dejarse llevar, arrastrado a un sombrio abismo de placer. Pero luego su embriaguez se extingue de golpe, y el reprime su ardor. !No, no se perdera en esta maravillosa voluptuosidad, no se abandonara a estos labios voraginosos antes de saber el nombre de este cuerpo que se aprieta tan estrechamente contra el que es como si un corazon extrano latiera fuerte en su propio pecho! Echa hacia atras la cabeza ante sus besos para verle la cara: pero caen unas sombras y, en la luz incierta, se confunden con los cabellos oscuros de la mujer. El follaje de los arboles es demasiado espeso y demasiado palido el claro de luna velado por las nubes. Solo ve los ojos de ella, que brillan fosforescentes como rubies encastados en marmol blanco. Entonces el quiere oir una palabra, solo una astilla arrancada a su voz:

  • Con las manos en las bragas de Noelia Medina

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    La expresion <>, al igual que la aburrida existencia de Amber, cambiara el dia que se encuentre a su cunado, el perfecto, adinerado y elegante de su cunado, encerrado en el bano, con el pantalon levemente bajado y masturbandose con una de sus bragas de la noche anterior. Pero claro, la vida de cualquier persona puede cambiar despues de una situacion de tal envergadura. Sobre todo si, minutos antes, brindando con un caro champan, anunciaba que llevaria a su hermana mayor al altar dentro de pocos meses.
    Ella intentara olvidarlo, hacer como si nada hubiese ocurrido, pero el destino no esta dispuesto a permitir que todo termine ahi, y los envolvera en un excitante, prohibido y peligroso juego.
    Eso si, Amber debera tener en cuenta que, en todo juego, por mucho que el azar este de tu parte, siempre hay un jugador que destaca en estrategia

  • Todas Nuestras Vidas (Luna 3) de Violet Haze

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    Un pasado misterioso.

  • En el mar de Dirac de Antonio Reina

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    <> Continuan desnudos y abrazados tumbados sobre un sillon junto a la piscina, amparados por la noche y un silencio tranquilo que no se atreven a romper. Hace ya un buen rato que Maria dejo de hablar, de relatar la historia de su vida, pero el eco de sus ultimas palabras juega insistente con los recuerdos de Gael, resucitando en su mente las imagenes de aquella lejana tarde hasta que acaba por sumergirse en ellas. Un hombre joven espera en el interior de un coche azul aparcado a unos cien metros de la casa. La impaciencia le consume, pues sabe que esta a punto de dar un paso definitivo. Es una tarde de mayo, de esas que solo se ven en la ciudad con el mayo mas bonito del mundo. La luz dorada y el olor del mismo aire conjuran para ofrecer un espectaculo propio de una pintura de Sorolla. A pesar de los nervios, contempla la escena consciente de que la gente que se mueve por las zonas de alrededor es incapaz de reparar, al menos en apariencia, en la increible belleza de ese instante tan unico como irreversible. Aunque es una calle poco transitada, un nino con uniforme, que debe venir del colegio, pasa corriendo junto a el perseguido por otros dos que le gritan que pare. Detras una senora, seguramente madre de uno o de todos ellos, clamando a su vez para que miren antes de cruzar. Son la nota que rompe, y a la vez complementa, la perfecta sinfonia para los sentidos compuesta por la ciudad, especialmente para ese momento. Incluso cuando la tiene delante, mas que verla la imagina. La adora. En este momento, sentado y a su espera, la idealiza mas aun. Con los ojos entornados recrea las formas que dibuja su cuerpo al moverse y el perfume tenue que juega entre su cabello, como una espiral de brisa apenas perceptible al pasar a su lado. La conoce perfectamente y, aunque sabe exactamente de lo que es capaz, para el todo en ella es perfeccion. A solas, en el coche, imagina su sonrisa abierta y franca decorando uno de aquellos gestos, aun hoy casi infantiles, que tanto le gusta prodigar. La oye reir con ese tono inconfundible, repleto de desinhibicion, que siempre lo ha cautivado y que lo transporta muchos anos atras, a los dias que compartieron tan lejos de casa. Alicia es la duena de su mente, hasta el punto de sentir que cada segundo que no la piensa es un pedazo de vida que ha perdido para siempre. La ama tan profundamente que se sabe capaz de traspasar cualquier barrera por conservar su amor tal y como es ahora, como ha sido desde que la conocio. Necesita tener la certeza de que solo es el quien da sentido a su vida. Aunque son pocos los dias, para el es una eternidad entera el tiempo transcurrido desde la ultima vez que estuvo a su lado, y hoy, que han vuelto a quedar citados, no resta en su alma espacio para albergar tamanas ansias de verla. Tal es el sacrificio de su espera. Casi las cinco y media de la tarde. Cae en la cuenta de la hora y sabe que esta a punto de llegar. Acudira puntual a la cita, como es su costumbre, seguro, y volvera a ofrecerle sin saberlo, mientras se acerca a el, el majestuoso espectaculo de su presencia. Tal vez porque no habra mas esperas como la de hoy o, quiza, porque son muchos los anos que lleva perdidamente loco por esa mujer, no puede evitar la sensacion de que hasta el entorno reclama su protagonismo en la escena, pues el ambiente, la luz y el ruido encajan a la perfeccion en el puzle para los sentidos en que su mente convierte cuanto le rodea. Sin previo aviso, fija la vista en la casa al contemplar como comienza a abrirse la puerta. Su corazon, suplicando que sea ella quien la cruce, se desboca primero y se marchita despues cuando el que sale a la calle es el: Cain, el hermano, el mentor, el que en otros tiempos fuera su dueno y senor, en cambio, mutado ahora en su perdicion. Viendolo jugar con el setter de la familia, con el impecable aspecto que la elegancia innata proporciona a quien la posee --con independencia incluso de la forma de vestir--, resulta sencillo comprender la atraccion que genera ese hombre. Cain dirige, con gran exito ademas, la pequena empresa que heredo de su padre y que solo su genialidad ha conseguido convertir en una poderosa multinacional. Software en general, aplicaciones de defensa en especial. Un gran negocio con una competencia feroz y en el que es imposible destacar, a exclusiva expensa del genio de un visionario. Es necesario tener instinto depredador, actitud de comer antes de ser comido y, por supuesto, saber disfrutar con ello. Cain es asi, es mucho mas que asi, es la definicion perfecta del estereotipo del triunfador, un compendio, elevado a la enesima potencia, de todas esas exigencias. Cain, que en su mundo es Dios, aspira en realidad a ser Dios para el mundo entero. Sentado en el interior del coche azul, contempla como se aleja calle abajo lanzando al perro una pelota, mientras piensa que, si es verdad que Dios ha muerto, ni siquiera el Diablo acordaria la vileza de sustituirlo por semejante cabron. Fuera del alcance de su vista el hermano, vuelve su pensamiento a Alicia para dejarse llevar por la ilusion de lo que, sin haber ocurrido nunca, podria haber llegado a ser entre los dos. La imagina sobre las sabanas blancas de algodon, ligeramente cubierta una pequena parte de su cuerpo desnudo, y se estremece de pasion. Se detiene en la mirada encendida de unos ojos verdes, profundos, que suplican su atencion urgente y, cediendo a sus deseos, se tumba junto a ella con la voluntad fulminada por el extasis que le provoca contemplarla en toda su belleza. Impaciente, como si fuera un nino, la abraza por detras, tumbados ambos sobre el costado, y la besa en el cuello. Un beso que, mas alla del deseo, es una ofrenda de sumision total de su alma vencida, cargado de amor, pero tambien de fiebre e incontinencia a duras penas domada, que ella recibe con un gemido suave que lo excita mas aun. Los brazos que la rodean a la altura de los hombros acaban en manos que bajan lentamente recorriendo el sendero entre sus pechos hasta alcanzar un vientre tembloroso que se agita suavemente con el calor de cada roce, de cada caricia. Piel contra piel, conscientes del deseo del otro, los amantes convierten la paciencia en una audacia que parece no tener limite porque, ya sin freno, la carne pide a gritos mas sitios donde besar, mas lugares donde regalar placer y huecos que provoquen una respuesta en el otro que haga subir la intensidad de la batalla, una contienda que ambos saben destinados a perder frente al agotamiento de un orgasmo prolongado. Y asi, continua su espera en el interior del coche azul imaginando que, exhaustos y satisfechos, fundidos en un abrazo, como si fueran uno, aguardaran entre susurros confidentes y risas con sordina a que la radio vuelva a poner su cancion, y comenzar de nuevo a amarse. La radio, si... suena en el coche otra vez el estribillo de moda para devolverlo a la realidad de ese momento, dejando atras los suenos. Absurdo, ganas de torturarse, termina por pensar de lo imaginado. Comienza a impacientarse. Pasan dos minutos de la hora que el tenia prevista, pero los cuenta como ciento veinte interminables segundos. Sigue vacia la calle. Ni un alma. Centrica pero apartada, es una via paralela a una con mucho transito de la que solo llega el ajetreado murmullo del transcurrir de la vida. Junto al coche aparcado, detras, hay un contenedor de basura y un callejon corto y sombrio a modo de acceso a una antigua bodega que ha cerrado sus puertas hace ya varios anos. Incluso desde la calle, aun se percibe el olor del vino que encerraban sus barriles. Pasan ya cuatro minutos de las cinco y media de la tarde cuando, por fin, la puerta vuelve a abrirse y por ella sale Alicia. Su madre junto a ella, en el ultimo escalon de los que suben a la casa, la besa y parece recitarle consejos mil veces oidos que la chica recibe con cara de resignacion y una sonrisa. Aparcar a cierta distancia le permite recrearse en la vision de la mujer que se acerca. Quiere recordarla asi por siempre, como un ser mas alla de lo mortal que camina por la estrecha acera a su encuentro. Su piel tostada brilla asomando por encima de una blusa blanca que deja los hombros al descubierto. Y sobre los hombros un pelo oscuro, rizado en una melena que se bambolea con cada paso. Hoy lleva puesto un pantalon rojo perfectamente ajustado a las curvas de su cuerpo y unos tacones altos que la hacen aun mas imponente. Realmente es una diosa y el es el hombre mas afortunado del mundo por tener la oportunidad de amarla como lo hace. Alicia se detiene apenas a cuarenta metros del coche. Es el perro de la familia que viene corriendo hacia ella el que la hace girar mientras Cain, de vuelta hacia la casa, la saluda de lejos con la mano. Juno, que asi se llama el setter, trae en la boca la pelota de goma dura que pone a los pies de la chica mientras espera a que ella vuelva a lanzarla lejos. Alla va la pelota, esta vez en direccion al hermano que la deja caer al suelo mientras llega corriendo a su altura el perro y, enganchando al collar la correa, lo introduce en la casa. El, que inadvertidamente ha salido del coche hacia el callejon de la bodega, ha registrado cada fotograma de esta escena en su memoria con la seguridad de que todos y cada uno de los movimientos de Alicia formaran ya siempre parte y ejemplo de la devocion que ha sentido por ella. Y ahi, escondido en la penumbra, la ve reemprender el camino que la acerca. Son apenas sesenta pasos los que les separan y, mirandola sin que ella lo distinga aun, se dispone a disfrutarlos en cada detalle. La desea con tanta fuerza que se asquea de si mismo porque, sin pretenderlo, vuelve a sentir la excitacion que solo hace un momento le provocaban las imagenes de su cuerpo desnudo. Apenas puede contener el dolor que siente ante la certeza de tenerla, ahora si, a salvo y para siempre a su lado. Diez metros, tan cerca ya que hasta puede adivinar su perfume, Alicia pasa junto al coche indiferente y sin que, en apariencia, haya reparado en el. Emboscado e inmovil, junto a la puerta de la bodega mirando hacia la acera, su mundo tiene el ancho del oscuro callejon que le oculta, ralentizado el tiempo como si un segundo fueran diez; y por fin, desde el fondo, ve aparecer a Alicia. Sabe que ella no lo espera y que, por tanto, tiene tiempo de admirar su presencia prodigiosa una vez mas, siquiera sea por tres pasos. Desde donde esta puede ver el movimiento de sus brazos al caminar y el gesto confiado de su rostro apenas maquillado porque, el lo sabe bien, no existe color alguno que pueda realzar lo que ya de por si es sublime. Dando gracias al cielo por poseer el don de percibir el transcurrir de esas pequenas porciones de tiempo, que a cualquiera estan vedadas, sale al instante del trance como un felino de entre la hierba. Es entonces cuando el hombre emboscado en la puerta de la bodega, con movimientos de tal seguridad y rapidez que parecen ensayados previamente, agarra a la chica por la cintura mientras le tapa la boca y, arrastrandola a la oscuridad, le corta el cuello de un solo tajo. La sangre derramada sobre la blusa blanca y la expresion sorprendida de su rostro lo conmueven como la ultima expresion de un amor tan intenso que nunca pudo haber tenido otro final. Sentado a horcajadas sobre el vientre amado contempla la luz que se escapa de sus verdes y profundos ojos ya casi muertos, mientras, con las dos manos sobre el cuello, late su corazon con la frecuencia que le impone la garganta abierta. Hasta que todo acaba. Se ha tomado un momento para amarla por ultima vez con la mirada. Al fin, solo cuando esta saciado, da media vuelta y la abandona en la oscuridad del callejon con olor a barrica vieja. Con un sentimiento de enorme vacio, el trisar de las golondrinas flotando en la luz dorada de la tarde de mayo mas bonita del mundo, entra en el coche y se marcha de la solitaria calle derramando lagrimas de rabia y de impotencia, pero con la mente despejada y lista para dirigirse de inmediato al lugar donde habia quedado citado con ella. <> CAPITULO 2 Hoy ha perdido su primera batalla frente al espejo. Tal vez la hubiera perdido antes, pero es ahora cuando el reflejo de su cara grita entre el vidrio y el mercurio para llamar su atencion. Su rostro de mujer, aun joven, ha cedido al tiempo pequenas parcelas de piel junto a los ojos y se ha endurecido ligeramente con un marco alrededor de la boca que antes no existia. --!Hola! ?Como estas? --saluda la imagen en el cristal. --!Estoy bien! --responde Maria--. !Mejor que nunca! Tiene gracia que preguntes eso, justo ahora que me habia convencido de ser invisible. Desnuda frente al espejo, por dentro y por fuera, Maria se siente sola. Ya metida de lleno en la treintena ha fracasado en dos relaciones, mas o menos estables, y anda aun buscando una oportunidad de trabajo definitiva que le permita, si no vivir desahogadamente, al menos llegar a fin de mes. Sola y, lo que es peor, con la sensacion de remar en el punetero rio de la existencia contra una corriente muy poderosa a la que, lo sabe, nunca podra derrotar. La pequena cicatriz que parte en dos su ceja izquierda le recuerda su suerte. Es un signo minusculo que, mas que marcar su aspecto, define su destino, o asi quiere que sea. Perdonado, no olvidado. Hacia ya mas de diez meses que su novio, al que conocio una tarde de otono cuando apenas tenia veintidos anos, la habia abandonado para irse con otra mujer. Eran casi las ocho y media cuando, despues de una agotadora tarde de plancha y ropa en la casa donde prestaba sus servicios como asistenta por horas, cayo en la cuenta de que necesitaba andar un poco, despejar su mente ocupada en los problemas economicos con los que convivia a diario junto a sus padres; parado el, enferma ella. Las luces de la calle principal del barrio acogen los ultimos estertores de una tarde de compras, a punto de cerrar los comercios. Maria no quiere... no puede comprar nada. Se contenta con mirar. Se acerca al escaparate de Bensons porque se ha enamorado de unas botas de piel azul que jamas estaran a su alcance. Mirandolas a traves del cristal se imagina otra vida, una en la que todo comienza de manera distinta y le ofrece oportunidades que la suya desecho hace tiempo. Y se ve a si misma, por no atreverse a sonar mas lejos, con la falda corta que le hizo su madre hace anos ya, y que tan bien le queda, las botas y una camisa azul, que ya ha visto pero tendria que comprar. Con una sonrisa triste apenas esbozada, compone en su mente la imagen de la mujer que quisiera ser: segura de si misma, profesional y con un futuro prometedor. Justo lo que no es. La gente pasa a su lado sin percatarse de la princesa altiva que se dibuja en el escaparate de la zapateria, aunque ella no lo necesita, placenteramente inmersa en su sueno como esta. Una voz, a su lado, la devuelve a reganadientes al mundo real. --Senorita, le digo que tengo que bajar la persiana; vamos a cerrar. --Lo conoce. Hace mucho tiempo que ha reparado en el. Lucas se llama y atiende al publico en el establecimiento desde hace tres anos o mas, al menos que Maria recuerde, los que lleva como asistenta en casa de los Perez.

  • Manual del aprendiz de cocinero de Shine

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    MasterChef, el exitoso concurso de TVE, ya tiene el libro de la quinta temporada.

  • La quinta estacion (La Tierra Fragmentada 1) de N.k. Jemisin

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    PREMIO HUGO 2016 A LA MEJOR NOVELA TODA ERA TIENE QUE LLEGAR A SU FIN Ha dado comienzo una estacion. Empieza con una gran grieta roja que recorre las entranas del unico continente del planeta, una grieta que escupe una ceniza que oculta la luz delsol. Empieza con la muerte, con un hijo asesinado y una hija perdida. Empieza con una traicion, con heridas latentes que comienzan a supurar.

  • Lucky Jim de Kingsley Amis

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    Jim Dixon se encuentra en una situacion delicada. No sabe si va a poder conservar su puesto de profesor de Historia Medieval en la universidad, ya que para ello tendria que publicar un articulo que le granjeara la admiracion de la academia. Y no solo eso:tambien ha de mantener una buena relacion con el profesor Welch, el jefe de su departamento, un hombre pedante y despistado que probablemente no olvide con facilidad que Jim proviene de una familia de clase media baja y que las altas esferas academicas no son precisamente su fuerte. Y todo esto mientras intenta conquistar a Margaret, una de sus companeras de trabajo que se esta recuperando de un intento de suicidio a causa de la ruptura con su exnovio. ?Le acompanara a Jim la suerte para conseguir sus propositos? Una nueva traduccion de la primera y aclamada novela de Kingsley Amis, que le valio el prestigioso Premio Somerset Maugham. Una satira de la vida universitaria britanica que, aderezada con una deliciosa y mordiente misantropia, constituye una de las obras mas inolvidables de la literatura comica britanica.

  • Edicion limitada de Noe Casado

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    La paciencia es una de las grandes virtudes que sin duda no puede incluirse entre las de Axel. Treintanero, empresario con taller mecanico propio y poco o nada dado a perder el tiempo. Por encima de todo, a quienes no soporta es a las mujeres desesperadas. Pero como reza el dicho: nunca digas de esta agua no bebere…
    Vision de futuro. Esa es la gran idea que nos meten en la cabeza, pero que de ningun modo puede aplicarse a la vida de Portia. Dos divorcios, varios amantes, una amenaza de bancarrota y un hermano cansado de sufragar gastos la condenan a un puesto de trabajo con un salario minimo y que como mucho le da acceso a ropa de fabricacion masiva. Y para rizar el rizo, en un ambiente hostil…
    ?Encontraran Axel y Portia algun punto en comun a pesar de pertenecer a mundos tan opuestos?

  • Estudios de lo salvaje de Barbara Baynton

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    Una joven embarazada baja de un tren en una estacion desierta para recorrer un camino inhospito y salvaje. Una mujer se enfrenta a la soledad de su cabana despues de talar un arbol y ser derribada por una de las ramas, que la deja inmovilizada. Una madre ha de abandonar su casa para defenderse del ataque de un hombre, y huye con su hijo atado al pecho. Los relatos de Barbara Baynton situan a sus protagonistas en el paisaje indomito de las regiones australianas del interior, lejos de las ciudades, y las somete al aislamiento y los rigores de un entorno feroz que las obliga a luchar por su propia supervivencia dia tras dia, con la unica compania de sus perros.

  • Seductor domado de Aryam Shields

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    Mi nombre es Liam, soy lo que llaman un bastardo afortunado, mujeres, sexo, dinero... ?Mencione sexo? ?Toneladas de sexo? Si, ese era yo, hasta que se cruzo por mi camino un huracan enfundado en un minusculo vestido negro. Ese dia, perdi la cabeza. Y cuando creia que estaba completamente loco, me vi tomando esa mujer de la mano y prometiendo ser un jodido principe para poder meterme en su vida y en sus bragas. Ahora yo, Liam Connor, soy un hombre casado. !Casado! Y con una bruja, porque ella tiene de princesa lo que yo de santo. Pero, ?quien dice que no puedo amar a quien hace mi vida un infierno?

  • La imperfecta maravilla de Andrea De Carlo

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    La imperfecta maravilla es una brillante diseccion del amor en la actualidad y nos plantea ante un inquietante cuestionamiento: ?realmente estamos con la persona con la que deberiamos estar? A traves de sus paginas, descubriremos como a veces nos enredamos en justo aquello que nos hace infelices.

  • Ella,el y el danes de Ana Alvarez

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    Necesito otro trabajo --dijo Cristina mientras introducia el tenedor en el enorme plato de pasta carbonara que tenia delante y se llevaba una generosa porcion a la boca. Amanda, su amiga intima, que estaba sentada enfrente con una simple ensalada delante, movio la cabeza dubitativa. --?Otro? ?Y cuando piensas realizarlo? --Tengo algunos ratos libres y me vendria bien un poco mas de dinero. Si queremos ir a Escocia en un par de anos, necesito ahorrar. --Y yo tambien, pero tu no tienes tiempo, no paras de la manana a la noche. Era cierto. Cristina Duran se levantaba todos los dias a las cinco y media de la manana para salir a correr, actividad que jamas, salvo enfermedad muy grave, dejaba de realizar, fueran cuales fuesen las condiciones meteorologicas reinantes o las circunstancias de la jornada. Despues de una ducha rapida y tras un suculento desayuno se marchaba al trabajo, andando, por supuesto, y recorria los mas de dos kilometros que distaban desde su casa hasta la inmobiliaria donde trabajaba. Desde alli comenzaba un largo periplo ensenando casas por toda la ciudad. A mediodia, o media tarde, segun se diera el trabajo, sacaba del enorme bolso que siempre la acompanaba un tupper con comida o un bocadillo que tomaba sentada en cualquier parque antes de continuar su recorrido. Mientras, habia ido sobreviviendo a base de fruta, caramelos, chocolate o cualquier cosa comestible entre visita y visita. Solia llegar a casa alrededor de las nueve de la noche y se dedicaba a las tareas domesticas y a cocinar para el dia siguiente. Los fines de semana oficiaba bodas y recorria los supermercados de la ciudad buscando ofertas, cargada con la propaganda que habia ido recogiendo de los buzones de las casas que ensenaba a lo largo de la semana, amen del suyo propio. Amanda comio un poco de ensalada sin dejar de observar a su amiga, que continuaba dando cuenta de su cena con un apetito rayano en la obsesion. --Si yo comiera todo eso antes de dormir, moriria de indigestion --comento. --Yo no tengo ningun problema. --Ya lo se. Tampoco de sobrepeso. Algun dia me gustaria que, aunque fuera solo por un mes, te engordara todo lo que tragas, para que supieras lo que sentimos el resto de los mortales al tener que dejar de lado las comidas que mas nos gustan. O al menos dosificarlas. Estaban cenando en casa de Cristina, como tantas veces, porque era imposible coincidir a otra hora, debido al apretado horario de esta. Amanda trabajaba en una cadena de zapaterias como administrativa y salia mas temprano que su amiga. --?Y en que has pensado trabajar? Porque no me cabe la menor duda de que ya tienes alguna idea al respecto. --Se me ha ocurrido aprovechar mis ratos libres. --Ah… ?pero tu tienes eso? --Algunos domingos por la manana y horas sueltas entre una visita y otra a pisos de la inmobiliaria. --?Y por que no aprovechas esas horas libres para meterte en un cine a ver una pelicula, leer un libro o simplemente descansar? --Ya descansare cuando sea vieja. Ahora tengo treinta anos y me falta vida para todo lo que quiero hacer. Amanda sacudio la cabeza. No iba a convencerla, tratar de hacerlo era mision imposible. Conocia a Cristina desde hacia quince anos y jamas la habia visto quieta mas de diez minutos. --Tambien podrias aprovechar ese rato para echar un buen polvo, ya que no para descansar. --A eso no le diria que no, pero no hay ningun candidato a la vista. --Pues emplea tus energias en buscarlo; seguro que sera mas productivo y te dara mas satisfacciones que otro trabajo. Cristina nego con la cabeza y se levanto para dirigirse a la cocina a buscar el postre. Coloco una fuente con fruta y una lata de gallegas caseras sobre la mesa. --!Seras arpia! ?Como me pones una caja de mis galletas favoritas delante a estas horas de la noche? --Por eso, porque son tus favoritas. --Son casi las once, me voy a ir a la cama en poco rato y todo el azucar y la mantequilla se van a posar en mi tripa y mis caderas mientras duermo. --!No sera para tanto! --?Que no? Cogi tres kilos el verano pasado y no consigo soltarlos por mucha dieta que haga. Sin fuerza de voluntad, Amanda alargo la mano y cogio una galleta, mientras su amiga colocaba un punado en su plato y se llevaba la caja de vuelta a la cocina. --?Vas a decirme en que otra cosa piensas trabajar? --pregunto mordisqueando despacio la galleta para que le durase mas. --Voy a registrarme en una pagina web como acompanante turistico. --?Y concretamente eso es…? --Pues mas o menos guia turistico a pequena escala. Se trata de acompanar a grupos reducidos, a veces una pareja o una familia, a recorrer la ciudad, recomendarles donde comer o algunas actividades y resolverles problemas si surgen. --?Y para eso no es necesario cursar estudios de turismo? --No, basta con hablar con fluidez un segundo idioma y conocer la ciudad. Yo domino el frances y un poco de danes que me enseno mi abuela paterna, asi que cumplo el perfil. --Y la ciudad te la conoces de un extremo a otro, de eso no tengo ninguna duda. ?Y lo de buscar pareja? ?No lo consideras? --Es complicado, Amanda. --Que hayas tenido una mala experiencia en el pasado no significa que vuelva a suceder. --No es eso. --?Entonces? Cristina se encogio de hombros. --No tengo tiempo para un hombre, ni para buscarlo ni para mantenerlo a mi lado. --Pero prometeme que no saldras corriendo si aparece. --No lo hare. --Entonces me voy ya para que puedas descansar. --Todavia tengo que planchar una lavadora. --Cris, son las once y media… ?De verdad vas a ponerte a planchar ahora? --No tengo otro momento. Amanda se levanto y cogio platos y cubiertos para llevarlos a la cocina y empezo a colocarlos en el lavavajillas. Despues de dejarlo todo recogido, contemplo como su amiga desplegaba la tabla de la plancha en el salon. Se acerco a ella y atisbo en la cesta de ropa. --Prometeme que plancharas solo lo imprescindible y vas a pasar de las bragas. --Siempre las plancho. --Pero es muy tarde ya. Y Cris… son de licra, no se arrugan. Cuando las extiendes sobre tu bonito y delgado trasero quedan perfectas. Ademas… no hay nadie que las vaya a ver. Cristina no respondio y Amanda miro al techo, impotente. --Esta bien, haz lo que quieras. Dame un beso. Ambas amigas se abrazaron, y mientras acompanaba a Amanda hasta la puerta alargo la mano y encendio el ordenador. --?Que haces? --Mientras se calienta el deposito de vapor voy a registrarme en la pagina de acompanantes. --Me marcho ya, que me estas estresando. La puerta se cerro detras de Amanda y, mientras bajaba hasta la calle, se dijo una vez mas que lo que Cris necesitaba era un tio que la tuviera anclada a la cama durante dos dias seguidos a base de polvos. Que le hiciera quemar esa energia desbordante que dedicaba al trabajo. Cuando llego a su casa, situada varios numeros mas abajo en la misma calle, se dijo que, si su amiga no hacia nada por buscar pareja, ella iba a darle el empujon que necesitaba. Se sento ante el ordenador y busco entre las paginas de contacto una que le parecio seria y abrio un perfil a nombre de Cris. Estatura: 1,78 cm. Peso: 67 kg. Edad: 30 anos. Color de pelo: Pelirroja natural. Color de ojos: Verdes. Complexion: Delgada. Estudios: Medios. Profesion: Agente inmobiliario. Aficiones: Aqui Amanda se quedo pensativa. Para hacer honor a la verdad deberia poner <>, porque en realidad no habia nada de lo que Cris no disfrutara con la excepcion de estar sentada, pero no podia poner eso. Se decidio por: <> Hubiera podido anadir <>, pero eso solo asustaria a los posibles candidatos. Luego busco una foto sexi de Cris y la anadio al perfil. A proposito, dejo en blanco las casillas sobre el tipo de hombre que buscaba, para no reducir las posibilidades, y relleno solo la referente a la edad. Entre treinta y treinta y cinco anos. Y le dio a aceptar.

  • Imagina que no estoy de Adam Haslett

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    Cuando John es hospitalizado por depresion en Londres en los anos sesenta, su prometida, Margaret, se enfrenta a un dilema: seguir con sus planes a pesar de lo que ahora sabe o alejarse del sufrimiento que pueda ocasionarle. Finalmente decide casarse con John. “Imagina que no estoy” es la historia de lo que supone este acto de amor y fe. En el centro de la narracion esta el hijo mayor de la pareja, Michael, un fanatico de la musica, brillante y ansioso, que da sentido al mundo a traves de la parodia. Y la historia de como, en el transcurso de decadas, sus hermanos mas jovenes -la inteligente y responsable Celia y el ambicioso y controlado Alec- luchan junto a su madre para cuidar de la existencia cada vez mas preocupante y precaria de Michael.

  • El mestizo de Kasia Bacon

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    Yo, Ervyn Morryes, del clan de la Montana Negra, se muy bien lo que es el control.
    Como el unico elfo oscuro de pelo blanco de las Tierras Altas, he tenido que aprender a controlar tanto mis punos como mi caracter para evitar que se burlaran de mi.
    Y, para ser el mejor arquero entre mis semejantes, tambien he tenido que aprender a controlar mi respiracion y cada uno de mis movimientos.
    Pero el dia en el que el mestizo al que llaman Lochan Feyes llego al campo de entrenamiento, toda mi disciplina parecio desaparecer. Porque -por todos los dioses del firmamento- cuando estoy cerca de ese frio asesino de ojos azules. la necesidad que me provoca es incontenible.

  • El ascenso de las dos serpiente de Max Gladstone

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    Una plaga de demonios han saboteado las reservas de agua de Dresediel Lex. Para averiguar quien esta detras y reparar el dano, el Rey de Rojo envia a Caleb Altemoc, hijo de Temoc, el ultimo de los sacerdotes de los antiguos dioses y protagonista de La primera y ultima nieve, un joven especializado en gestion de danos, que tambien se saca algo de dinero apostando. Una vez alli, Caleb se encuentra con Mal, una saltadora de tejados de la que queda inmediatamente prendado. Desde el principio, Caleb y Mal estan unidos por el deseo, la magia y el azar, atrapados en un juego peligroso donde dioses y humanos son meros peones. Ambos yacen en el agua y bailan sobre el fuego, mientras las dos serpientes que duermen bajo la tierra empiezan a despertarse. y estan hambrientas.

  • Proxima estacion de Monica Gutierrez

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    El trueno hizo vibrar los techos acristalados de la estacion. Los cielos de Paris se derramaban y habia anochecido precipitadamente. La primera vez que las luces de la estacion parpadearon, cruzaba apresurada el vestibulo hacia el anden cinco con la maleta en una mano y el trasportin de Houdini en la otra. Empece a correr cuando Angela, que para ser experta en cruasanes y odiar las deportivas se le daba bien volar sobre sus tacones, grito algo incomprensible tres metros por delante. Nos las habiamos apanado para empaparnos el pelo, el abrigo y los zapatos al salir del taxi que nos habia traido desde el aeropuerto Charles de Gaulle. Las escaleras mecanicas estaban a punto a dejarnos a pie de anden cuando la iluminacion volvio a parpadear y finalmente se rindio. Una vez, mi abuela me dijo que no tuviese miedo si a mi alrededor de pronto se hacia la oscuridad porque quien lleva tanta luz en su interior no necesita focos. Si lo hubiese recordado en esos momentos quizas me hubiese sentido menos agobiada, pero la humedad, el exceso de equipaje y los golpes de un cabreadisimo Houdini dentro del trasportin no me hacian sentir exactamente resplandeciente. --Paciencia Houdini, ya llegamos. --?Por que te has traido a la bestia peluda? --Angela tuvo el detalle de parecer humana, despeinada y enrojecida, por la carrera. --Es un conejo enano, no puede quedarse solo mas de veinticuatro horas y no tenia con quien dejarlo. --Aprecias de verdad a todos tus amigos y familiares, ?eh? A oscuras, muerta de frio, de sueno, de hambre y del cansancio de los aeropuertos, me pregunte por enesima vez por que me gustaba viajar. Conocer mundo estaba bien, contemplar el patrimonio artistico de otras culturas era un privilegio, pero trasladarse hasta el interesante destino resultaba, en el mejor de los casos, incomodo. A punto de expresar en voz alta mis dudas sobre la buena intencion de Angela de invitarme a acompanarla, se encendieron las anaranjadas luces de emergencia y me quede boquiabierta y sin palabras. Comprobe en el panel informativo que aquello no fuese el anden nueve y tres cuartos, y respire con alivio --no habia metido tunica ni varita en el equipaje-- al recordar que los vagones del Hogwarts Express no eran azules, de un brillante azul profundo. El emblema dorado, que representaba a dos leones rampantes de largas lenguas y colas, relucia incluso bajo la deficiente luz. --Cie Internationale des Wagons-lits et des Grands Express Europeens --lei en voz baja. --Bienvenida al Belmond Venice-Simplon Orient Express, mademoiselle --Angela habia desaparecido y un hombrecillo vestido con casaca y pantalones azules ribeteados de amarillo y una gorra de plato demasiado grande para su cabecita intentaba arrebatarme la maleta. --Sigrid Merlo --me presente sin soltar mi equipaje--, de Moonlight Hoteles. --Mademoiselle Merlo, la estabamos esperando --Pese al disimulado forcejeo con la maleta, su sonrisa de dientes impecables, bajo un bigotito estilo hormigas-en-fila, no menguo ni un solo milimetro--. Gilberto, Agente de Acompanamiento. A su servicio. Obvie la rima, recupere el control de mi maleta con una firme sacudida y retrocedi un par de pasos para admirar aquella fabulosa maquina de otros tiempos. La semana anterior, Angela me habia entregado un sobre con toda la documentacion del viaje y me habia dado la enhorabuena. --El presidente me ha escogido para representar a Moonlight en el Summit de este ano. --?Que es eso? --Nadie sabe exactamente lo que significa Summit y llevamos tantos anos llamandolo asi que tampoco nos atrevemos a preguntar sin arriesgarnos a que nos tilden de borregos. Aproximadamente es como una convencion anual del sector a la que asisten directores de las principales cadenas hoteleras para debatir y reflexionar sobre cuestiones comunes. Tambien se hace un poquito de promocion y marketing. Que te inviten es muy buena senal para tu imagen de marca y que el presidente te escoja para representar a la cadena, es Bien, con mayusculas, para tu futuro profesional. Este ano, el Summit corre a cargo de los Belmond, se celebra en un viaje promocional de inauguracion de la temporada del Orient Express y tu te vienes conmigo. --?Nadie mas queria ir? Angela era licenciada en Derecho y habia ejercido algunos anos la abogacia hasta que su bufete la escogio para asesorar legalmente a Moonlight Hoteles y ella se quedo prendada de ese complejo ecosistema que era un hotel. Curso un master en direccion de empresas, trabajo un tiempo mano a mano con uno de los directores de Moonlight y encajo en aquella familia corporativa como si siempre se hubiese dedicado a la hoteleria. Me habia explicado alguna vez como habia progresado hasta llegar a directora de area, pero confieso que me aburria tanto cuando se ponia en plan mira-hasta-donde-puedes-llegar-si-te-aplicas-como-yo que solia aparentar que la escuchaba mientras pensaba en cualquier otra cosa. Angela, que quizas en aquellos momentos se vengaba de mi falta de interes en su carrera profesional, ignoro mi intervencion y tuvo la paciencia de explicarme que el legendario tren iniciaba su trigesima quinta temporada desde que se habia terminado de restaurar, en 1982, y la cadena Belmond, a la que pertenecia, habia propuesto celebrarlo con la organizacion del Summit de 2019. El gancho era el propio tren, la excusa la convencion anual y las veladas intenciones del consejo de direccion de los Belmond, la caza y captura de un acuerdo comercial beneficioso para las dayrooms de lujo en las principales capitales en las que efectuaba parada. Los propietarios hoteleros convocados al Summit se habian apresurado a confirmar asistencia y a enviar a sus mas encantadores directores y a sus gerentes o adjuntos--una pareja por firma, como en el Arca de Noe--, sabedores de que conocer el tren mas lujoso del mundo y sus servicios era una fuente de inspiracion a la que resultaba muy dificil resistirse. La cuestion moral consistia en que, aunque tecnicamente yo era la adjunta de Angela, me quedaban dos telediarios en Moonlight Hoteles. La semana anterior habia avisado de que, en quince dias laborables, dejaba el lujoso establecimiento de cinco estrellas que la prestigiosa cadena poseia en la avenida mas elegante de Barcelona porque habia aceptado el puesto de conservadora en el departamento de arte funerario griego y romano del Museu d'Historia. El actual senor Casalet --cuarta generacion familiar de hoteleros--, propietario de la cadena Moonlight, era un aficionado coleccionista de arte y quizas por eso pidio a recursos humanos que hiciese la vista gorda con mi doctorado en Historia cuando solicite un puesto de asistente a direccion en uno de sus hoteles. Concretamente, en el Moonlight Falls de Passeig de Gracia, la joya de la corona de los Casalet en el sur de Europa, supervisado por la indestructible abogada y directora general Angela Llorente, tormento de los recepcionistas, azote de los maitre, guardiana del hall e infierno de los subdirectores y demas gerentes. Mi amiga. --No voy a cambiar de idea --le adverti sospechando alguna ladina maniobra por su parte. Desde que le habia informado de mi marcha no habia dudado en chantajearme, emocional y financieramente, para que cambiase de idea y me quedase en Moonlight con ella--. Ya he firmado contrato con el Museu d'Historia. --?Eso que me contaste sobre expoliar los collares de los muertos? --Arte funerario griego y romano. Voy a imaginarme que has preguntado por las momias y sus ajuares rituales. --Tendras tiempo de sobra para imaginar lo que quieras mientras finges escuchar las conferencias durante el viaje. --?Es un chantaje para que no me marche de Moonlight? --Tomalo como un regalo de despedida. --El puesto de conservadora en el MdH es lo que siempre he deseado hacer, no puedo dejar escapar esta oportunidad. El trabajo de mi vida. --Bla bla bla. No te escucho, historiadora. --Deberias llevarte a Mauro, el director de Torremolinos, que debe ser muy duro pasar todo el invierno tropezandote con todas esas sillas de ruedas electricas de los abueletes britanicos cargando baterias en cada uno de los enchufes del vestibulo de su hotel. O a cualquiera de los nuevos que ascendieron a directores el ano pasado. No es que no te lo agradezca, pero me parece injusto para ellos. Me van a odiar. --Callate, santurrona. Que mas te da que te odien si nos abandonas. Seguro que te odian precisamente por eso --Entonces Angela hizo algo tan natural en ella como el vuelo en los arboles: dejo traslucir un poquito de emocion--. Ademas de mi adjunta, eres mi amiga, desde que te conozco no te has tomado unas vacaciones, y me apetece mucho disfrutar de este viaje contigo. El presidente me dio carta blanca para escoger acompanante y tu eres una de las empleadas mejor valoradas este ano. --Porque nadie contesta esos cuestionarios --deduje--. Pensaba que era un viaje de trabajo. --Una palabra mas y te sustituyo por Mauro y te mando tu ultima semana a cargar baterias electricas de abueletes britanicos en Torremolinos. --Voy a echarte de menos. --El sarcasmo no te favorece nada.

  • La cabana azul de Helena Pinen

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    Amanda Jefferson tiene el corazon herido, el cuerpo magullado y un secreto por el cual
    daria la vida. Cuando decide marcharse, consigue borrar sus huellas, hacer que Amanda Jefferson deje de existir. En su lugar, Mandy Jeff ha llegado a Blue Valley, un pequeno pueblo de Texas donde todos se conocen, un lugar donde ella siente que puede perder el miedo a vivir.
    Al igual que la gente del lugar, Remington Montgomery se pregunta quien es esa mujer que se ha trasladado a la cabana azul. De algun modo logra ver su coraza y entiende que su antigua relacion ha sido oscura y terrible, pero esta dispuesto a ser paciente y esperar su oportunidad para demostrarle que otro amor es posible.

  • Sin pretenderlo (Bolonia 4) de Laimie Scott

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  • Un Dia Maravilloso de Amabile Giusti

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    Grace Gilmore lo tiene todo. A los dieciocho anos, su mundo es un puzle en el que cada pieza ocupa su lugar preciso: padres ricos y afectuosos, novio tipo principe azul, proximo acceso a la Universidad de Yale… Hasta que tres golpes bajos del destino en un solo dia hacen que su universo se desmorone y la joven se rebele ante ese futuro perfecto que los demas han elegido para ella. Con su decepcion y los pedacitos de su antigua vida a cuestas, Grace se embarca en un road trip por Estados Unidos en busca de sus suenos y siguiendo solamente su instinto.

  • Piedra viva de Luis Gonzalvo

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    Esta apasionante historia atrapa al lector desde la primera pagina y lo guia a las profundidades del mundo artesanal romanico del siglo XII.
    Luno, un simple aprendiz de tallista, se ve obligado a no desarrollar su pasion por la escultura en una sociedad medieval organizada en rigidas estructuras sociales y jerarquias gremiales. A pesar de todo, decide trabajar la piedra y, a lo largo de su vida, deja su huella en diversas iglesias y monasterios de Huesca y las Cinco Villas. Incluso llega a tener una escuela, pero en solo una ocasion firma su obra con el me fecit tipico de la epoca.
    Luis Gonzalvo Flores expone en esta, su primera obra, una explicacion a este hecho tan curioso, asi como al misterio de la desaparicion de “la gota” (el tesoro) del monasterio de San Juan de la Pena, en Santa Cruz de las Seros.

  • La ultima linea del espejo de Gema Samaro

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    La manana era tan perfecta que ni nos inmutamos cuando un tipo con una bolsa de papel de una hamburgueseria en la cabeza salio a nuestro paso: --Fjewisfgielikie --dijo el tio de la bolsa. Eva y yo nos miramos y soltamos una carcajada. El senor se habia hecho dos agujeros para los ojos y habia abierto una ranura para la boca, pero la bolsa se habia ladeado de tal forma que no se le entendia nada. --?Podemos ayudarle en algo? --pregunto Eva, sin poder contener la risa. --Kefjeiwsfejiowe. --Disculpe, ?se podria quitar la bolsa? Es que no le oimos --propuse llevandome el dedo indice a la oreja. El hombre se ajusto la bolsa para que coincidiera la abertura con la boca y, de nuevo, se dirigio a nosotras: --Buenos dias, senoras --solto con una inclinacion de cabeza que por poco hizo que la bolsa saliera disparada. Nosotras rompimos a reir, mientras el tipo volvia a ajustar la bolsa a la cabeza. --Buenos dias. --Logramos decir al fin. --No quiero asustarlas... --No, tranquilo. No nos asusta --replique sin poder reprimir la carcajada. Era un tipo alto, atletico, joven a tenor de su voz, de sus manos y de su vestimenta, una camiseta de rayas y unos pantalones vaqueros desgastados. --Siento abordarlas de esta forma, pero no me queda mas remedio que hacerlo asi. --No se preocupe. ?Que vende? ?Ofertas de dos por una? --pregunto Eva, con los ojos achinados por la curiosidad y la risa. --No, no vendo nada --respondio encogiendose de hombros--. Estoy aqui por otra razon. Era primavera, la vida estallaba por todas partes, incluidas nosotras que estabamos exultantes, eramos primavera, dos flores que no podiamos mas que imaginar razones de lo mas creativas para explicar lo que estabamos viviendo: --Teatro de calle, es usted actor. Esto es una performance comercial financiada por la marca de las hamburguesas --deduje mirando a mi alrededor, convencida de que publico y actores en breve nos rodearian para disfrutar del espectaculo. --Esto es la vida --repuso muy serio y ofendido, dando un paso atras dramatico, como un actor de cine mudo. Era una pena que el pobre hombre estuviera tan perjudicado como para plantarse en la calle con una bolsa de Burger King en la cabeza a las ocho de la manana. No parecia borracho, mantenia bien la verticalidad y hablaba estupendamente. Posiblemente seria un trastornado: --?Donde vive? --Quise saber para devolverle a su casa. --!A usted que le importa! --?Tiene familia? --!Oiga, dejeme en paz! --protesto dando un manotazo al aire--. No soy un perturbado. --Entonces, ?quien es? --inquiri mordiendome los labios. --Alguien que necesita saber muchas cosas... --?Y por que lleva el rostro tapado con esa bolsa ridicula? --pregunto Eva retirandose un mechon de pelo detras de la oreja. --Me compre un pasamontanas en un chino y lo he perdido. Soy un desastre. No tenia nada mas a mano para cubrirme y me he colocado esta bolsa. --?Por que se cubre? ?Le conocemos? --dije intentando reconocer su mirada, unos ojos verdes, que brillaban de un modo especial. --Dejense de preguntitas y vayamos al grano. --El tipo se echo la mano a la espalda y saco una especie de punal. Cuando la primavera arranca con toda su fuerza, cuando la vida despierta, cuando el sol reina en lo alto de un cielo perfecto, lo que menos esperas es que esa maravilla se malogre por culpa de un atracador con una bolsa de papel en la cabeza. Respire hondo y tome a Eva por el brazo. Estaba embarazada de cinco meses y esos sustos podian resultar mas que peligrosos. Sin embargo, mi amiga estaba encantada. --!Que maravilla! --exclamo Eva, contemplando extasiada el arma--. !Es una daga de vela, de acero, hierro y madera, espectacular! !Del XVII! ?Me equivoco? --Se equivoca. Es del XVI. --Vi hace poco una asi en el Museo Lazaro Galdiano. --Esta es mia --informo el hombre agitando la daga al aire--. Lleva toda la vida conmigo, es una preciosidad --susurro mirandola fascinado. --!Es una joya! --grito Eva. --Cuidela mucho. Nosotras tenemos prisa. !Buenos dias! --me despedi tirando de Eva para salir pitando de alli. --!No tan deprisa! --El tipo nos corto el paso empunando la daga. Mire a derecha y a izquierda y por alli, a escasos veinte metros de la farmacia, no habia mas que un gato parduzco indolente cruzando la calle. Lo mejor era terminar aquello cuanto antes: abri mi bolso, cogi mi cartera, saque el DNI que luego renovarlo era un fastidio, y se lo tendi al atracador. --Tenga. Y dejenos marchar. --?Para que quiero yo esa cartera tan horrible? --replico mirando con desden mi cartera maravillosa roja, de hace mil anos, y a la que tengo tantisimo carino. --!Quien va a hablar! !El encapuchado de la bolsa de papel! !Tiene usted tanto estilo atracando! --A mi, la verdad, que tu cartera tambien me parece un pelin de abuela --comento Eva llevandose la mano al pecho. --No tienes ni idea, Eva. Y usted... Si no quiere dinero, ?que quiere? --dije molesta por lo que habia dicho de mi cartera y guardandola con mimo en el bolso. Eva metio la mano en su bolso, extrajo un bote de repelente de insectos y, apuntando a la cara del hombre, hablo con la serenidad propia de la mala de la pelicula: --Si lo que busca es sexo, preparese porque con esto... --Senora, no me ofenda, se lo ruego. Ni soy un agresor sexual ni un mosquito tigre. !Ande, guarde eso! --Como que, si lo fuera, me lo iba a decir... --Soy un hombre de palabra. Puede confiar en mi --confeso solemne, con una leve inclinacion de cabeza. --Dejese de pamplinas y no nos haga perder mas tiempo. ?Que quiere? ?Pasarse la manana vacilandonos? --El tio me estaba sacando de mis casillas. --Me cuesta muchisimo hacer esto --explico el tipo, moviendo la daga a un lado y a otro, con un movimiento zigzagueante de la muneca--. Pero la vida nos obliga a veces a hacer cosas que atentan contra nuestros principios y kdfeiofaejfeifeofejek. --No se esfuerce, que no se le entiende nada --le corte muy borde. El hombre se coloco la bolsa de nuevo para que pudieramos escucharlo y siguio: --Decia que lamento mucho lo que voy a hacer, pero no me queda otra para recuperar lo que es mio. --?De que habla? !Nosotras no tenemos nada suyo! --espete con un gesto de desprecio. --No estoy tan seguro, por eso es mejor hacer cierta comprobacion --informo el embozado trazando con la daga circulos en el aire. No tenia miedo. Y no porque fuera inmortal y supiera que no podia pasarme nada, es que la situacion era tan absurda que cualquier mortal no habria sentido mas que bochorno ante semejante espectaculo. --Deje de hacer el idiota y guarde esa daga --le ordene sin pestanear, como la mama le exige al nino que deje de jugar con las cerillas. --Solo sera un momento, senora. --!No hay momentos que valgan! Tome a Eva nuevamente del brazo y cuando apenas habiamos dado un paso, el hombre se dirigio a mi amiga diciendo: --Senora, ?ve aquello de alli? --Y senalo con el dedo indice a algo que estaba detras de nosotras. --?El que? --pregunto mi amiga. --Eso de ahi, grande, de lunares, con ojos grandes, dientes afilados, cola, cuernos... --!Que bobadas dice! --solte indignada. --Eso solo puede ser una jirafa --dedujo Eva entre risas. Las dos nos dimos la vuelta y al hacerlo el tiparraco aprovecho para gritar: <> y largarle una cuchillada a mi amiga en el culo, rauda y traicionera, que la hizo caer de rodillas al suelo. --!Rata inmunda! --le chille a la cara--. ?Que ha hecho? --Lo... lo... puedo explicar... Veran... yo... yo... tengo la profunda conviccion... --Antes de que el vil y rastrero energumeno terminara la frase, le arrebate la daga y se la puse en el cuello. --!Como le suceda algo al bebe que espera mi amiga, voy a convertir su vida en una perpetua agonia! --le amenace rabiosa, yo creo que hasta me salio espuma por la boca. Mis amenazas le resbalaron. Insensible, cruel y frio, el siguio a lo suyo: --?Por que solo le preocupa el bebe y no su amiga si le he propinado una punalada de picaro en el trasero? Mire a Eva, tenia la tela de su vestido blanco y las piernas banadas en sangre. Sin embargo, su rostro no mostraba ni el mas leve indicio de dolor, solo incredulidad y asombro. Las dos sabiamos que faltaban apenas unos segundos para que su herida cicatrizara y empezaramos a tener serios problemas ante un tipo demasiado curioso. --!Marchese de aqui! --le exigi a voz en grito. --Senora, lamento profundamente haberle dado este susto en su estado, pero no tengo otra forma de saber si usted es una de los nuestros. --!Majadero! --grite empunando la daga a un centimetro de su nariz--. Larguese si no quiere que le deje el cuerpo como un colador. --Haga lo que quiera, no pienso irme. Necesito comprobar como evoluciona esa herida -- replico el tipo, flematico, senalando con el dedo indice a mi amiga.

  • El dios de las pequenas cosas de Arundhati Roy

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    Esta es la historia de tres generaciones de una familia de la region de Kerala, en el sur de la India, que se desperdiga por el mundo y se reencuentra en su tierra natal. Una historia que es muchas historias. La de la nina inglesa Sophie Moll que se ahogo en un rio y cuya muerte accidental marco para siempre las vidas de quienes se vieron implicados. La de dos gemelos Estha y Rahel que vivieron veintitres anos separados. La de Ammu, la madre de los gemelos, y sus furtivos amores adulteros. La del hermano de Ammu, marxista educado en Oxford y divorciado de una mujer inglesa. La de los abuelos, que en su juventud cultivaron la entomologia y las pasiones prohibidas. Esta es la historia de una familia que vive en unos tiempos convulsos en los que todo puede cambiar en un dia y en un pais cuyas esencias parecen eternas. Esta apasionante saga familiar es un gozoso festin literario en el que se entremezclan el amor y la muerte, las pasiones que rompen tabues y los deseos inalcanzables, la lucha por la justicia y el dolor causado por la perdida de la inocencia, el peso del pasado y las aristas del presente. Arundhati Roy ha sido comparada por esta novela prodigiosa con Gabriel Garcia Marquez y con Salman Rushdie por sus destellos de realismo magico y su exquisito pulso narrativo.

  • Recuerdos secretos de Mallory Kane

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    Despues de haber sido brutalmente atacado y dado por muerto, Jay Wellcome se habia quedado sin memoria. Pero ni siquiera la amnesia podia borrar la imagen de aquella belleza sin identidad…

  • Cazadores en la nieve de Jose Luis Munoz

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    Eth Hiru es una pequena poblacion del valle de Aran proxima a Francia. Marcos, un forastero, aterriza en el cuando ETA declara su alto el fuego unilateral e irreversible. Un dia, en el bar del pueblo, que es su centro social, Marcos coincide con el teniente de la Guardia Civil Antonio Muniz, jefe del puesto, y cree reconocer su voz, lo que le llevara a revivir su pasado. La estancia del recien llegado a esa pequena localidad rural coincide con una escalada de tension entre sus pobladores, en la que afloran rencillas que dan paso al deseo de venganza y a la violencia.

  • Al ritmo de tus besos de Sarah Mccourt

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    Me he gastado los ultimos diez euros en unas cervezas y tengo que volver andando a casa. Son solo un par de kilometros, pero hace frio y son casi las dos de la madrugada. Eran mis ultimos diez euros, mi cuenta corriente esta en numeros rojos y solo estamos a mitad de mes. Aunque eso no importa, desde que me despidieron hace casi dos meses no he vuelto a encontrar trabajo y no tengo ningun ingreso. Lo que significa que, a menos que suceda algun milagro, no podre hacer frente al alquiler del piso que comparto con otras dos estudiantes, ni tampoco a los gastos. Por no poder, tampoco podre comprar comida, ni la tarjeta de transporte para ir a la Universidad. Soy estudiante de cuarto de medicina y hasta ahora las becas han cubierto la matricula de la Universidad y parte de los gastos que supone desplazarse a otra ciudad. El resto del dinero procedia de mi trabajo como camarero en todo tipo de bares a lo largo y ancho de la ciudad, pero hace ya dos meses que no encuentro nada. Eso ha afectado a mis estudios y si las cosas siguen asi, no me quedara mas remedio que dejarlo todo y regresar al pueblo con mis padres. Manana volvere a patear la ciudad en busca de trabajo. La Navidad esta a la vuelta de la esquina y en esta epoca del ano siempre hay mas demanda de camareros. El motivo de mi despido fue que me pillaron en el bano tirandome a una de mis companeras. Llevaba meses insinuandose e invitandome a salir y aunque aguante casi seis meses dandole largas, aquel dia me preparo una encerrona y cai como un idiota. Pero, ?quien es capaz de resistirse a una mujer a la que pillas masturbandose en el bano? En realidad no la pille, ella lo organizo todo para que la encontrara alli, sentada sobre la tapa del WC, abierta de piernas, con los dedos sobre el clitoris y cara de estar disfrutando como loca. Intente dar media vuelta y salir corriendo, pero ella no me lo permitio. Ni ella ni ese segundo cerebro que llevo entre las piernas y que ya me ha jugado mas de una mala pasada. Pense que seria algo rapido y que nadie se enteraria, pero pocos minutos despues de empezar con la faena aparecio el gerente y nos puso a los dos de patitas en la calle. Al final se me paso el calenton, me quede sin trabajo y aqui estoy, muerto de frio, solo y sin un solo euro en el bolsillo. Actualmente comparto piso en el centro de Madrid con un par de chicas que tambien son estudiantes, Maria y Nuria. Ellas tampoco van sobradas de dinero, aunque Maria no tiene que trabajar para pagar el piso y sus gastos, ella es una de esas afortunadas cuyos padres le pagan todo porque quieren que este concentrada unicamente los estudios. Maria estudia Matematicas y Nuria Derecho. Mi relacion con ellas es cordial, pero apenas nos conocemos, solo llevamos compartiendo piso cuatro meses y no puedo pedirles que paguen mi parte del alquiler. Tampoco puedo pedirselo a mis padres, que sobreviven estrechamente con la pension de mi padre, y mucho menos a mi hermano Juan, el es el mayor de los dos, y tambien el que mas suerte ha tenido. Aunque si le preguntas no dudara en contarte que todo lo que tiene se debe a su esfuerzo y trabajo. Es abogado y gracias a su suegro, que tiene un despacho en Serrano, tiene trabajo y un sueldo con muchos ceros que sirve, entre otras cosas, para pagar los caprichos de su mujer. Si le pidiera ayuda me soltaria otra vez el mismo rollo de siempre y terminaria con dolor de cabeza, y sin conseguir mi proposito. Apenas quedan quinientos metros para llegar a mi piso. Es un piso viejo, amueblado con muebles aun mas viejos, pero es centrico, esta bien comunicado, tengo una habitacion para mi solo y el alquiler no es demasiado alto. Al principio las chicas eran reacias a meter a un tio en casa, especialmente Maria, pero despues de charlar un rato con ellas a Nuria le cai bien y convencio a Maria para que me quedara. Vivir con dos mujeres es mucho mejor que vivir con otros hombres. Tenemos turnos para hacer la limpieza de las zonas comunes y la compra, asi que el piso siempre esta limpio y la nevera llena. Cada uno se encarga de la limpieza de su habitacion y de su ropa, y aunque no hay normas en cuanto a las visitas, ellas no han traido a ningun hombre a casa en estos meses, asi que intuyo que no es algo que les haga mucha gracia. Al principio me parecieron demasiadas normas, pero comparado con el caos que era mi vida hace unos meses, ahora vivo mucho mas tranquilo. Si no fuese por el puto dinero, mi vida seria perfecta. Saco las llaves del bolsillo cuando llego a la esquina de la calle donde vivo y repentinamente una limusina se para a mi altura. Por estas calles tan estrechas apenas cabe un coche de estas dimensiones y me pregunto de donde demonios habra salido. Una de las ventanillas traseras se abre y un hombre de casi sesenta anos se asoma a traves de ella y se me queda mirando. --Buenas noches --dice, y miro a mi alrededor para asegurarme de que se esta dirigiendo a mi. No hay nadie mas en la calle aparte de mi y supongo que se habran perdido y solo quiere preguntarme alguna direccion. --Buenas noches --respondo. --?Te gustaria ganar algo de dinero? --me pregunta. ?De verdad acaba de preguntarme si quiero ganar algo de dinero? --?Como dice? No tengo claro si ha sido mi imaginacion. En este momento estoy tan desesperado por conseguir algo de pasta que es posible que solo me lo haya imaginado. --Te preguntaba si te gustaria ganar un poco de dinero --repite, y esta vez estoy seguro de haber escuchado bien. --Depende --respondo, aunque no depende de nada. Estoy desesperado, tanto que seria capaz de hacer casi cualquier cosa, espero tener suerte y que ese casi no sea la cuestion que nos ocupa. --Esta es Marla, mi mujer --dice abriendo del todo la ventanilla y echandose hacia atras. Me agacho un poco, lo suficiente como para mirar hacia la tal Marla, que en este momento me saluda con la mano y sonrie mostrando una dentadura perfecta. El interior de la limusina esta oscuro y no se ve demasiado bien, pero por lo poco que puedo apreciar, Marla esta como un tren. Tiene el pelo largo y rubio, ojos grandes, aunque no puedo ver el color, labios carnosos, y lleva un escote que deja parte de sus senos a la vista. Desde aqui no puedo ver nada mas, pero puedo imaginarme el resto de su cuerpo y mi segundo cerebro reacciona inmediatamente. --?Te gusta lo que ves? --pregunta el hombre. Pues claro que me gusta lo que veo, pero la cuestion es que acaba de decirme que Marla es su mujer y no estaria bien que respondiera que si, que me gusta y mucho. En cuestion de tias soy bastante basico. Voy a lo que voy, nunca me he enamorado ni he sentido todas esas cosas de las que las mujeres suelen hablar, y no soy demasiado romantico. Mi cuerpo reacciona inmediatamente cuando veo a una mujer guapa, supongo que es lo normal en un chico de veinticuatro anos. Pero la cuestion es que esta mujer, por muy buena que este, ya esta pillada. --Puedes hablar con total sinceridad --me anima el viejo. --Es... muy guapa --acierto a decir. Espero que esto no sea una trampa o una camara oculta, aunque tampoco es que sea normal que una limusina pare en medio de la calle y el tipo que va en su interior te pregunte si te gusta su mujer. --Te dare dos mil quinientos euros si entras en la limusina y haces todo lo que ella te pida --me ofrece el hombre. ?Acaba de ofrecerme dos mil quinientos euros por tirarme a su mujer? No, no puede ser, esta noche no es mi noche. Estoy cansado, algo deprimido y solo oigo lo que me gustaria oir. --Perdone, ?se trata de una broma? --pregunto. --No, no es ninguna broma. --?Me esta diciendo que me folle a su mujer y que a cambio me va a dar dos mil quinientos euros? --Si, mas o menos. No se si ella quiere... follar o tiene otras cosas en mente. --?Y usted que hara mientras tanto? --Sere un simple espectador --responde con total tranquilidad. !Joder! ?De verdad me esta pasando esto?

  • Diario de una Fatgirl de Melanie Alexander

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    Mi nombre es Elisabeth Ortega, soy fotografa profesional y gorda de nacimiento.

  • Finge que me quieres de Lucy Score

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    Una casa, un trabajo y un novio increible durante un mes. ?Que podria salir mal?

  • La maniobra de la tortuga de Benito Olmo

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    Benito Olmo compone una novela policial ambientada en Cadiz en la que los distintos hilos narrativos tejen una red de la que te resultara imposible escapar.

  • La Eternidad y un Dia de Lauren Kate

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