• junto a ti fundirme en un instante huir de todo lo demas - Ricardo Espin Bueno

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    Manuel nacio el ano 1929 en el seno de una familia humilde de aldeanos y siempre sintio que no encajaba alli. Durante sus primeros anos, sufre la guerra, la perdida en el frente de su hermano mayor, la locura y muerte de su madre, la ejecucion de su maestro, descubre que su padre ayuda a los maquis, llegan sus primeros viajes a la capital, sus primeros suenos... A los catorce anos durante la Fiesta de la Vendimia, conoce a Felisa, otra aldeana como el a la que ese mismo dia le dice que se casara con ella. Tambien en esa fiesta conocera a Amelia Aguilar, la hija del terrateniente mas rico de la Comarca, que se enamorara de el. Esas relaciones marcaran su vida. Felisa es hija de Nemesio Molina, primo de Indalecio Romano, el padre de Manuel. Una relacion dificil porque los Romano y los Molina arrastran desde hace decadas unas rencillas que les conducen a peleas, reyertas, duelos a navaja... Y Amelia, es una nina malcriada que aprovecha sus encantos y su posicion para conseguir lo que quiere. Ese triangulo amoroso provocara momentos dificiles en las vidas de los protagonistas.

  • Definitivamente nada que cambiar te has convertido

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    6 sept 2021 — Letra Junto a Ti feat, Ximena Herrera lyrics en Ingles Junto a Ti (feat. ... ti fundirme. y dentro de un instante huir después todo lo demás.

  • Alex Sirvent - Junto a Ti (Unplugged) Deutsche Übersetzung ...

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    Junto a ti fundirme. y en un instante huir de todo lo demás. la vida quiero pasarla junto a ti. Musica y letra: A. Sirvent ...

  • Alex Sirvent habla sobre su divorcio de Ximena Herrera

    https://rotativo.com.mx/2014/03/26/espectaculos-entretenimiento/alex-sirvent-habla-sobre-su-divorcio-de-ximena-herrera-265957/

    26 mar 2014 — Cuántas parejas se pasan no se pasan 30 años juntos cuando ya no están ... más junto a ti fundirme y en un instante huir de todo lo demás la ...

  • Junto A Ti Letra y Acordes | PDF - Scribd

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    C G. Que estoy hecho para ti, no hay más C F. Junto a ti fundirme G C G. Y en un instante huir de todo lo demás

  • alex sirvent junto a ti Traducida en Español

    https://www.letras4u.com/alex_sirvent/junto_a_ti.htm

    que estoy hecho para ti, no hay más. junto a ti fundirme. y en un instante huir de todo lo demás. la vida quiero pasarla junto a ti.

  • Copia de LIBRO MAQUETADO[1] - Miguel Roa psicólogo

    https://miguelroapsicologo.com/wp-content/uploads/2021/06/ATURITMO.pdf

    perfecto jamás creado, porque todos somos capaces de sentir la música (nos evoca ... que pueden de sí: con mi fatiga, yo me queo descansao”. (4).

  • Mis pensamientos para Ade

    http://adeydaninuestrahistoriadeamor.blogspot.com/p/mis-pensamientos-para-ade_6.html

    te amoooo, mi dulce y adorada Ade!!! Te amo con locura. Lo eres todo para mí, eres mi gran Amor, la ilusión de mi vida, la esperanza ...

  • Junto a Ti lyrics by Alex Sirvent feat. Ximena Herrera - Paroles ...

    https://www.paroles-musique.com/eng/Alex-Sirvent-feat-Ximena-Herrera-Junto-a-Ti-lyrics,p026037180

    Junto a ti fundirme. Y en un instante huir de todo lo demás. La vida quiero pasarla junto a ti. Definitivamente nada que cambiar,

  • Las caidas de Sara (Sara Summers 2) de Susanna Herrero

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    Bum bum bum. El corazon de Sara late desenfrenado. El castillo de naipes que con tanto cuidado ha construido a su alrededor cae sin remedio. Los sentimientos que creia conocer comienzan a desdibujarse, y los que creia controlar se escapan, sin previo aviso, de su control. Aun asi, la vida le va a ensenar que es mejor un corazon descontrolado, un corazon indomable, a uno que deja de latir. Un acontecimiento inesperado y espeluznante provocara que Sara, Oliver y Adam se vean obligados a replantearse todo su futuro.

  • En busca de justicia de Susan Kearney

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    Kelly McGovern no tenia ninguna experiencia en resolver crimenes, pero estaba empenada en descubrir lo que realmente le habia ocurrido a su hermano.

  • Cuatro poetas en guerra de Ian Gibson

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    Antonio Machado, Juan Ramon Jimenez, Federico Garcia Lorca y Miguel Hernandez son cuatro de las mejores voces poeticas de la Espana del siglo XX. Unidos no solo por su absoluta dedicacion a las letras, sino por su lealtad a la Segunda Republica, enarbolaron una defensa acendrada de la libertad y la democracia.

  • El intruso honorifico de Felipe Benitez Reyes

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    El intruso honorifico viene a ser una enciclopedia personal en la que se mezclan la interpretacion y el dato, la parodia y el analisis, la vision critica y la vision ironica, dando pie a una especie de caleidoscopio ensayistico en el que se analizan o se definen objetos cotidianos y conceptos universales, obras artisticas y creadores de todas las disciplinas, con el foco centrado en los aspectos mas extranos e imprevistos de nuestra realidad.

  • Venganza (El Diablo sobre la isla 2) de Joan Pont Galmes

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    Carlos, el asesino profesional adicto a la morfina que sembro el panico en la isla de Mallorca varios anos atras, recibira en esta ocasion un encargo muy especial de una fundacion estadounidense: ejecutar la denominada “justicia historica”. Aceptara el trabajo a reganadientes impactado por la fotografia de una mujer, Maria Garcia, a la que debe vengar, con la esperanza de de lograr olvidar a Elena y de reencontrarse algun dia con su desconocida hija Macken. Esta vez ira acompanado de Esther, que se cruzo en su vida de una manera fortuita y con la que formara un vinculo sangriento que recorrera varios continentes. Carlos, siempre pendiente de si mismo, no adivina que acaba de crear un monstruo peor que el.

  • La epidemia de la primavera de Empar Fernandez

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    Empar Fernandez ha construido con maestria una novela en la que destacan una magnifica ambientacion de la vida en las trincheras de la Primera Guerra Mundial y la de la Barcelona de las primeras revueltas sociales encabezadas por mujeres.

  • Vencedora de Lesley Livingston

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  • Su banana de Penelope Bloom

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    EL ES ADICTO AL POTASIO

  • La ultima noche contigo de Mabel Diaz

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    Derek es un prestigioso fotografo ingles al que solo le interesan dos cosas en la vida. Su carrera profesional y las mujeres. Nunca se ha enamorado y no tiene intencion de descubrir que se siente estandolo.
    Rebeca es enfermera en un hospital de Madrid. Ella si sabe lo que es estar enamorada, pero no quiere repetirlo. Su corazon ahora esta blindado.
    Cuando el destino los pone cara a cara surge una irresistible atraccion. Rebeca luchara contra ella con todas sus fuerzas. Derek la perseguira sin descanso, pidiendole solo una noche.
    Puede que una noche no signifique nada…o que sea el comienzo de todo.

  • Despiertame con un beso, Clara Albori de Clara Albori

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    Nerea, una mujer insegura que no confia en los hombres. Hugo, un hombre mujeriego que jamas se ha enamorado. Tres amigas muy liantas y dos cincuentones muy celestinos. ?A que esperas para descubrirlos?

  • Noches magicas de Maureen Child

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  • Mi madre era de Mariupol de Natascha Wodin

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    <>, solia repetir la madre de Natascha Wodin, una frase cuyo misterioso significado se llevaria a la tumba. Su hija tenia entonces diez anos y era apenas consciente de que formaba parte de un subgrupo humano, una especie de residuo de la guerra. ?Por que vivian en un campo para <>? ?De donde era su madre? ?Y que le habia sucedido? Solo decadas despues se atrevio a abrir la caja negra de su origen.

  • En la mas alta torre de Marisa Ayesta

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    El rencor y las ansias de venganza se desvanecen con la fuerza del amor.

  • Montaneros, una dama en las cumbres de Jose De La Rosa

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    La familia se ha dulcificado despues de las incorporaciones de Julie, Elizabeth y Karen, pero los hombres Mountain siguen siendo unos salvajes que tienen sus propias normas y nadie en el tranquilo pueblo de Great Peak puede olvidarlo. Sobre todo porque tio Rhett persiste en su empeno de abrir la mina, lo que cambiaria para siempre la apacible vida de las montanas.
    Cuando la hermana de Julie, Hortense, anuncia que llegara al pueblo para llevarsela de aquel lugar inmundo, ella comprende que tiene que hacer algo, y para eso necesita la ayuda de todos.
    Su objetivo esta claro: que su hermana perciba que la vida en las montanas puede ser tan sofisticada y atractiva como lo es en la ciudad. Algo que esta muy lejos de lo cierto. Por lo que tendra que usar la imaginacion y el talento para la mentira de los chicos Mountain.
    Chaz, por su parte, siente aversion por Hortense en cuanto la ve. Es exactamente el tipo de mujer que nunca, jamas, le atraeria. Y su retorcido caracter... uf. A ella le sucede lo mismo. En el solo ve a un mastodonte sin modales que no conoce lo mas elemental de la educacion. Por eso, cuando empiezan a encontrar puntos en comun se sorprenden, y la sorpresa es el principio de muchas cosas.

  • El hijo del italiano de Rafel Nadal

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    Mateu crece en una familia rota que no siente como suya. Desde pequeno lucha por dejar atras los gritos y la miseria de la Mina, la casa mas pobre de Caldes de Malavella. Pronto descubre que sus origenes estan relacionados con la estancia del millar de marineros italianos que se refugiaron en el pueblo.
    Eran los supervivientes del acorazado Roma, bombardeado por los alemanes el 9 de septiembre de 1943 como venganza por el armisticio entre Italia y los aliados.
    Sesenta anos despues, a la muerte de su madre, Mateu comienza a hacerse preguntas y decide buscar a su padre: ?quien era ese italiano que silbaba canciones napolitanas y llevaba a lavar la ropa a su madre?
    El hijo del italiano narra la historia de un amor secreto y un viaje en busca de la propia identidad.

  • Vitae. No te enamores de un monstruo de A. G. Dones

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    Los chicos del instituto se habian pasado todo el dia hablando muy emocionados sobre una manada de ginetas que habia aparecido cerca de alli, junto a la carretera que bordeaba el cerro de la entrada al pueblo. Yo tenia quince anos entonces. Segun decian, las ginetas habian abandonado el campo y habian empezado a llegar al pueblo, cruzando carreteras y atacando a los perros que paseaban con sus duenos por los descampados. Parecian muy alteradas, como si algo las empujase a salir de su habitat. Teniendo en cuenta donde viviamos, aquello era lo mas emocionante que habia ocurrido en Los Fresnos desde que construyeron el cine de verano en el parque central. --La semana pasada tambien aparecieron --dijo uno de los chicos de mi clase--. Mi hermano mayor se cruzo con una cuando paseaba a Simba, cerca de la gasolinera, y el bicho ataco salido de la nada. Mi hermano puso la pierna en medio para que no atacara al perro, pero el se llevo un buen mordisco. Tuvieron que ponerle la antirrabica. Conocia aquel lugar. Estaba cerca de mi casa, a tan solo un paseo, y era un sitio donde muchos aprovechaban para soltar a los perros y dejarles correr sin peligro. La carretera estaba cerca, pero por alli apenas pasaban coches, tan solo los que iban a repostar. Tampoco es que fuera la gasolinera mas rentable de la historia. Pasaron mas de dos semanas en las que las extranas apariciones de ginetas continuaron y a las que se sumaron tambien algunos jabalies. Por suerte, la mayoria de ellos se conformaba con levantar la tierra alli por donde pasaban para comerse las raices que encontraban a su paso. Mas alla de darle trabajo a los jardineros del Ayuntamiento, no causaron grandes males. --?Que animal creeis que sera el siguiente? --preguntaba mi amiga Maria, sentada de rodillas en el asiento de delante en el autobus, mirando hacia atras. Nos dirigiamos a una excursion escolar al campo, una de esas salidas para hacer caminatas que siempre he odiado y a las que siempre me han obligado a ir. Si al menos nos ensenasen algo util o curioso durante aquellas salidas... --?Hay osos por aqui? Si los hay, seguro que es el siguiente. --O lobos. --Aqui no hay lobos. Solo hay vacas y ovejas. --Y halcones. --?Os imaginais el barrio lleno de halcones subidos a las farolas y a los coches? --Yo no saldria de casa ni loca --intervine por primera vez. Aquellas conversaciones insustanciales me aburrian, pero una imagen asi impresionaba hasta en la mera imaginacion. La radio sonaba en la cabina del conductor y era casi imposible escuchar algo con el murmullo continuo de mis companeros, pero una noticia de ultima hora consiguio llamar mi atencion: <>. De pronto imos la bocina de un coche en direccion contraria y, justo despues, todo el mundo salio despedido de su asiento con violencia por un frenazo. Algo golpeo el parabrisas del autobus, agrietandolo hasta convertirlo en una telarana de cristal. El segundo autobus escolar llego por detras sin poder frenar a tiempo y, en apenas unos segundos, el nuestro se salia del arcen y rodaba sin control por el barranco de aquella montana a la que acababamos de llegar. Como no dejaron de recordarme despues, dio cuatro vueltas de campana y finalmente se detuvo de lado en una zona llana, a unos veinte metros por abajo de la carretera. Recuerdo aquel dia rojo; los cristales habian estallado y las esquirlas se nos enredaban en el pelo y se nos clavaban en la piel descubierta, llenandonos de sangre las manos y la cara. Habiamos terminado todos apelotonados en un lateral del autobus, sobre las ventanas rotas, y alguno se habia roto la nariz o abierto alguna brecha por la caida y los golpes de los otros cuerpos. Yo estaba justo debajo. Fui la unica que se habia puesto el cinturon de los mas de cuarenta alumnos que viajaban en el autocar, y tambien fui la unica que se quedo atrapada en su asiento, soportando el peso de quienes habian estado sentados junto a mi sin poder moverme; mi cuerpo estaba en vilo, sujeto unicamente por las dos correas que me quemaban en el cuello y me apretaban las costillas. No podia respirar y me dolia mucho la pierna. Poco a poco fueron levantandose y saliendo por las ventanas rotas siguiendo las ordenes de un profesor que intentaba mantener la calma, pero se le notaba el temblor de la angustia en la voz. Cuando se me quitaron de encima, note que algo no iba bien. Sentia mucho frio y no conseguia moverme. El dolor de la pierna empezaba a desaparecer, como tambien desaparecia todo lo que tenia a mi alrededor. Fije como pude la vista borrosa sobre la pierna y entonces lo vi: un trozo de metal de la carroceria se habia doblado y me atravesaba el muslo. Todo el pantalon estaba empapado en sangre. Quise soltarme, pero no me atrevi. Tal vez, si me soltaba el cinturon que me sujetaba en aquella extrana postura, seria mucho peor. Escuche un murmullo lejano junto a los pasos de alguien que se acerco a toda prisa hasta mi y supe que aquel seria el final. Una sensacion helada me recorrio la cara, las manos, luego la espalda... y despues todo se quedo en negro. 2 Apenas recuerdo nada de aquel dia, solo el frio que me inundaba el cuerpo a medida que la sangre lo abandonaba. Han pasado ya diez anos desde el accidente y, de alguna manera, me las he ingeniado para seguir aqui; pero desde entonces soy... distinta. Me han contado mil veces lo que ocurrio en aquel barranco, el calor de las chispas saltando en un baile luminoso cuando los bomberos cortaron el trozo de metal que seguia incrustado en mi pierna y como me llevaron al hospital en helicoptero, pero no soy consciente de haber recorrido media ciudad por los aires, ni recuerdo tampoco el sonido de las aspas ni de los motores, ni el tacto de los guantes de nitrilo de los medicos. No recuerdo nada de eso, pero lo he oido tantas veces que esos recuerdos casi los siento como mios. Del hospital hay menos detalles. Solo me contaron que un medico hizo una locura para intentar salvarme. Y lo consiguio. Siendo mi grupo sanguineo 0-, solo podia recibir sangre del mismo tipo; cundo llegue al hospital, segun nos contaron despues, estaba ya tan cerca de la muerte que pensaron que la transfusion no llegaria a tiempo, pues las reservas de mi grupo eran escasas en ese momento. Fue unicamente la determinacion del doctor Xavier Cortes lo que consiguio devolverme a este mundo. Viendo que no aguantaria ni dos minutos y que no habian llegado suficientes donaciones, decidio que me salvaria con su propia sangre. Se cogio una via el mismo y espero, sentado en una silla junto a la camilla del quirofano, mientras el resto del equipo medico hacia lo que podia por salvarme la pierna. Gracias a aquella locura que casi le cuesta la inhabilitacion, consiguio que aguantase lo suficiente hasta que llego el resto de las bolsas de reserva. Si no hubiese sido por aquello... --La buena noticia es que la pierna se recuperara bien --habia dicho el doctor Cortes--. La mala es que hemos descubierto por casualidad algo mas. Y alli estaba, esa noticia que uno no quiere escuchar nunca. Mi madre me abrazaba por los hombros con la angustia agarrada al pecho; mi padre me apretaba la mano y miraba a los medicos con el entrecejo fruncido. Era su manera de mostrar preocupacion, ese leve gesto en la frente, nada mas. Cuando mis padres me adoptaron, una de sus mayores preocupaciones era que estuviese sana. Y durante quince anos asi lo parecia, pero aquella seguridad estaba a punto de venirse abajo. Talasemia. Esa era la condena. Una enfermedad hereditaria que me provocaba anemias constantes y graves. El tratamiento: tendria que recibir transfusiones periodicamente durante el resto de mi vida. Toda una existencia recibiendo vida de otras personas. Vida liquida.

  • Dejame sonar contigo de Dina Reed

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    Harry Drake, el atractivo hombre de negocios al que todo el mundo teme, acaba de heredar el imperio billonario de su padre y esta a punto de casarse con Melissa, su novia de toda la vida.
    Sin embargo, todo se pone del reves con la llegada de Caroline Musset, su nueva asistente personal.
    Caroline es la sobrina de la antigua secretaria de su padre, se supone que es alguien de confianza, con un expediente academico brillante y con preparacion mas que de sobra para el puesto, pero para Harry esa chica que ha llegado a su vida es sobre todo un incordio.
    Caroline dice siempre lo que piensa, se mete donde no la llaman, es caotica, tozuda, intuitiva, impuntual, alocada y ademas tiene un fisico explosivo por el que empieza a sentir una absurda atraccion.
    En fin que Caroline es la persona que menos necesita en su empresa, si bien ella no esta dispuesta a perder el trabajo y va a empenarse a fondo en demostrarle a su jefe que es imprescindible.
    Y tanto empeno le pone que, inesperadamente, Harry Drake comienza a colarse en sus suenos...
    Y es que Harry ademas de poderoso, enigmatico, carismatico y duro, es sumamente sexy, pero sobre todo inalcanzable...

  • Michael Jordan de Maximo Jose Tobias

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    Es el gran mito del baloncesto. El jugador mas mediatico y el que mejor ha sabido vender su imagen a largo de la historia. Su vida, sin embargo, esta repleta de esfuerzos sobrehumanos: una lucha feroz, un gran de instinto de superacion y retos constantes que se vencen a diario. Maximo Jose Tobias ha escrito una meticulosa biografia del genio neoyorkino. Una biografia en absoluto aduladora, donde habla ampliamente de su vida deportiva, pero tambien de las dos retiradas, de la muerte de su padre, de sus problemas sentimentales y de su adiccion al juego. El gran admirador de Jordan encontrara en este libro todas las claves de su enigmatica personalidad.

  • La pasion turca de Antonio Gala

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    Tras su fracaso matrimonial, Desideria inicia un viaje por Turquia, donde conocera a un apuesto comerciante que lleva una doble vida como traficante. En sus brazos descubre la mas desenfrenada pasion amorosa y lo abandona todo para quedarse a su lado.

  • Antifa de Mark Bray

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    En una investigacion inteligente y apasionante, el historiador y ex organizador de Occupy Wall Street, Mark Bray, proporciona un estudio detallado de la historia completa del antifascismo desde sus origenes hasta nuestros dias: la primera historia transnacional del antifascismo de posguerra. Basado en entrevistas con antifascistas de todo el mundo, ‘Antifa’ detalla las tacticas del movimiento y la filosofia detras de el, ofreciendo una idea de la creciente pero poco comprendida resistencia que lucha contra el fascismo en todas sus formas. Simplemente, ‘Antifa’ tiene como objetivo negar a los fascistas la oportunidad de promover su politica opresiva y proteger a las comunidades tolerantes de los actos de violencia promulgados por los fascistas.

  • Amor a cuatro estaciones, Nacarid Portal Arraez de Nacarid Portal Arraez

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    Mi nombre es Christopher y soy asi como tu, o tal vez sea todo lo contrario, tal vez no nos parezcamos en nada, tal vez no tengamos nada en comun. Sin embargo, podemos ser muy iguales y tener preguntas sin respuestas y busquedas constantes. Aunque creo que mejor no, creo que no me parezco a ti, amigo introvertido, transparente en multitud, adicto a ser adicto. Al final, poco importa a quien me parezco, ni tampoco quien soy. Lo que tienes en tus manos es mi diario y te esta invitando a vivir adentro de un “TAL VEZ”, y enamorarte tanto como para ignorarlo. La vida me la presento para presentarme con ella las ganas de vivir. Todo empezo en mayo, pero no puedo decirte que fecha es hoy. Te invito a mi vida llena de excesos y diversion, te invito a un mundo en crisis, y a una vida de musica, conciertos y poesia. Te invito a pasar, a que me conozcas a fondo, a que me juzgues y a que me ames, quedando expuesto a futuras similitudes, a metaforas constantes y amor por ella, sobre todo eso, una loca historia de amor sumergida en un imposible.

  • ?Un hombre normal? !Ja! de Myriam Ojeda Moran

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    DE LA AUTORA DEL BESTELLER “SI TAN SOLO FUERA SEXO”

  • El vuelo del petirrojo de Jose Luis Jimeno Zarza

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    ?Puede una nina de once anos sobrevivir sola en un conflicto belico?
    Angela apenas ha salido de la ninez cuando mira de frente al hambre, el frio y la represion de los vencedores; no obstante, el amor y la solidaridad de algunas personas que aun conservan la pureza de los inocentes, dulcificaran esa mirada de nina que ha tenido que contemplar tantas tragedias.
    Esta es la historia de tres mujeres fuertes que luchan solas en un mundo que parece haberse vuelto loco. La historia de Julia, madre coraje que no esta dispuesta a renunciar a sus ideales. La de la dulce Maria, segada su juventud solo por haber nacido mujer y hermosa. Y la de Angela, la adolescente que conseguira doblegar los barrotes de esa ciudad sitiada y emprender el vuelo hacia la madurez.
    Y en el recuerdo, como un espejismo entre el horror, las tardes felices de un jardin cordobes y las figuras de dos hombres, que aunque ya no esten, siguen presentes en los corazones.

  • Venganza… el principio de B.g Lopez

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    Desde muy temprana edad, Katherine sufre y de manera violenta la perdida de su madre; ese acontecimiento la cambia profundamente. Mas adelante en su vida conoce a Jessica, quien se convierte en su amiga inseparable y le ensena de nuevo, la alegria de vivir. El asesinato brutal de su amiga por parte de un desconocido, y el encuentro de forma accidental con el asesino de su madre, seran los desencadenantes que haran de Katherine una asesina a sangre fria, que no se detendra hasta lograr cumplir su objetivo… vengar la muerte de sus seres queridos.

  • Solo tu me tendras de Toni Munoz

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    En mayo de 2017, un cuerpo calcinado aparece junto al pantano de Foix, abandonado en el maletero de un coche al que han prendido fuego. Solo una protesis de columna permite reconocer el cadaver: pertenece a Pedro Rodriguez, un agente de la Guardia Urbana de Barcelona suspendido de empleo y sueldo desde hacia meses tras propinarle una paliza a un motorista. Su vida, poco antes de la agresion, habia dado un vuelco: acababa de separarse de su mujer para iniciar una relacion con otra agente de la Guardia Urbana, Rosa Peral. Llevaban juntos desde entonces. Pero Rosa, cuando le comunican la noticia, apenas se inmuta. De hecho, se refugia de inmediato en un antiguo novio, Albert Lopez, miembro tambien del mismo cuerpo de seguridad. Y empieza a sugerir que quiza su exmarido, Ruben, agente de los Mossos d’Esquadra, tiene algo que ver con la muerte de Pedro.

  • La magia de las pequenas cosas de Estelle Laure

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    MI madre deberia haber vuelto a casa ayer, despues de sus dos semanas de vacaciones. Catorce dias. Decia que necesitaba un respiro de todo {vease tambien: nosotras) y que volveria antes del primer dia de clase. Yo sabia que no iba a aparecer por lo que recibi ayer en el correo, pero estuve despierta durante toda la noche de todas formas, confiando en que todo eran paranoias mias y que mi instinto, que no solia equivocarse, hubiera cometido un terrible error. La puerta no chirrio, las tablas del suelo no crujieron y vi salir el sol reflejado en la pared, pero en el fondo sabia la verdad: estabamos solas, Wrenny y yo, al menos por el momento. Wren y Lucille. Lucille y Wren. Hare lo que tenga que hacer. Nadie podra separarnos y para eso debo conseguir que todo parezca tan normal como sea posible. Fingir. Porque las cosas no podrian estar mas lejos de la normalidad. La normalidad se fue con mi padre. Experimentaba una rara sensacion de estar flotando mientras le hacia a Wren unas trenzas, segun ella, demasiado apretadas, preparaba el cafe, el desayuno, el almuerzo para las dos, sacaba su ropa, su mochila, y la acompanaba a su primer dia en la clase de cuarto, saludando a todos en el vecindario mientras intentaba esquivar a cualquiera que pudiese tener el descaro de preguntarme donde demonios estaba mi madre. Pero lo hice todo mal, ?sabes? Estaba como fuera de lugar. Deberia haber hecho cafe y haberme vestido antes de nada. Wren deberia vestirse despues del desayuno y no antes, porque cuando come se pone perdida. Y a partir de esta manana, al parecer ya no le gusta el atun (<>) aunque ayer era su favorito, pero lo descubri cuando ya estaba guardado en la mochila y deberiamos estar saliendo por la puerta. Meti varias pilas de ropa en la lavadora, doble mis cosas, colgue las de mi madre, guarde con cuidado las de Wren en los cajones de su comoda, pero resulta que ya nada le queda bien. ?Como ha crecido tanto en dos miseras semanas? Tal vez porque estos catorce dias han sido eternos. Estas son las cosas que mi madre solia hacer cuando nadie se daba cuenta. Ahora me doy cuenta. Me doy cuenta de que no esta. Me doy cuenta de que no hace. Me gustaria pinchar a Wren, descubrir por que no me pregunta donde esta mama el primer dia de clase, por que mama no esta aqui. ?Sabe en su fuero interno que esto tenia que pasar, que la noche que vino la policia solo fue el principio y que esta es la necesaria e inevitable conclusion? A veces uno sabe cosas. En Fm, hice todo lo que hubiera hecho mi madre. Al menos, intente hacerlo. Pero el universo sabe perfectamente que estoy jugando a algo, fingiendo contar con un manual que ya me gustaria tener. Aun asi, cuando la despedi con un beso en su cabecita morena, Wren entro contenta en el edificio. Eso tiene que contar. Hace una manana muy agradable. El verano aun no sabe que esta a punto de despedirse y recorri a paso rapido las nueve manzanas que hay entre el colegio de Wren y el instituto. Cuando por fin llegue a la puerta estaba sudando a mares. Y ahora estoy aqui, en clase. La cancion que Wren cantaba mientras ibamos al colegio me ha provocado un sordo dolor de cabeza. Llego un poco tarde a la clase de Literatura, pero casi todo el mundo llega tarde el primer dia. Muy pronto todos sabremos exactamente donde debemos estar y cuando y donde sentamos. Seremos obedientes zombis. Eden esta aqui, siempre a su hora, lo bastante temprano como para reclamar el asiento que quiere, con un brazo sobre el respaldo de la silla vacia a su lado, hasta que me ve y lo deja caer a un costado. Literatura es la unica clase en la que vamos a estar juntas este ano, y eso es un asco total. Es la primera vez. Me gusta mas cuando podemos pasar el dia una al lado de la otra. Al menos nuestras taquillas son contiguas. Mola tanto Eden, pero a su manera. No posee la clase de encanto que dice <>. Es mas bien la clase de tia que mira y espera y ve muchas cosas… mola porque piensa. Su espeso y llameante pelo practicamente flota sobre el respaldo de la silla y lleva puesta su armadura en forma de chaqueta de cuero. Uno podria pensar que es un poco excesivo para el mes de septiembre en Cherryville (Nueva Jersey), pero es que en este instituto tienen el aire acondicionado a tope, asi que hace tanto frio como en un cine y la verdad es que me habria gustado llevar una chaqueta. Tambien desearia haber guardado alguna prenda de abrigo en la mochila de Wren, pero estoy segura de que en un colegio de primaria no ponen el aire acondicionado tan fuerte. Creo que la direccion del instituto ha decidido que congelarnos podria ayudar a controlar nuestras indisciplinadas hormonas. Pues se equivocan. El senor Liebowitz me lanza una mirada reprobatoria mientras me siento. He interrumpido groseramente su tipico discurso malhumorado sobre el curso escolar, sobre que no piensa aceptar tonterias de nadie esta vez, que solo porque estemos en el ultimo curso no significa que podamos actuar como idiotas e irnos de rositas. O tal vez me este mirando asi porque tambien el sabe lo de mi padre. La gente rie tontamente a mi alrededor, pero es como si Eden y su chaqueta de cuero amortiguasen todos los ruidos. Mientras la tenga a ella, estoy bien. Ademas, no suelo perder el tiempo con otra gente. Puede que Digby sea su mellizo, pero es conmigo con quien comparte su cerebro. Mientras tanto, Liebowitz parece Mister Rogers1 , asi que puede grunir y pasearse tanto como quiera que a mi no me afecta nada. Al final, no es mas que un blando que esta deseando irse a casa y ponerse un cardigan de punto y unas zapatillas para cuidar espectacularmente de sus plantas y ponerles un poco de Frank Sinatra o algo. Ya se calmara. Siempre empieza el curso asi de estirado. Y, en realidad, es comprensible. El instituto es un psiquiatrico. En los psiquiatricos necesitan poner barrotes en las ventanas, guardias de seguridad en la puerta. Eso nunca lo harian aqui. Eden me da una patadita con el pie y eso me devuelve al presente. No me gusta el presente, asi que le devuelvo la patada, preguntandome si hacer <> con mi mejor amiga puede considerarse una tonteria. --Ven a cenar a casa --me dice sin despegar los labios. --Wren --le contesto de igual manera, encogiendome de hombros. La preocupacion por mi madre se refleja en mis ojos sin proponermelo. Ella sacude la cabeza. Luego dice <> en un susurro. Vuelvo a encogerme de hombros, intentando apartar la mirada. --Trae a Wren. Mi madre puede darte de comer al mundo entero. Asiento con la cabeza. --Digby tambien estara --vuelve a darme una pata-- dita. Me quedo muy quieta. Miro a Liebowitz mientras sus finos labios blancuzcos forman palabras. --Bueno, es que vive en tu casa. Fabuloso. --Chicas --nos advierte Liebowitz con su tonito canLe diria que estoy harta de su nueva obsesion por los chistes sobre gordos, pero no estoy de humor para perder el tiempo, asi que hago como que me rio y sigo adelante. Quiero entrar en la casa y rapido porque luego esta la otra cosa. Y por <> quiero decir lo que me hace sudar solo por estar alli. Y por <> me refiero a Digby, a quien conozco desde los siete anos, pero que ultimamente me transforma en una mema atontada, una boba integral. Preguntame mi nombre cuando estoy en su presencia y no podria decirtelo. Seguramente diria algo asi como: <> y tendrias que limpiarme la baba que me cayera por la barbilla. Lo se. No mola nada. Pero de verdad. Alto, sudoroso y sin camiseta, de modo que los musculos estan ahi para que una los mire. No es que reluzca exactamente porque su piel es blanco nuclear y cuando toma el sol le salen pecas, asi que ahora, despues de todo un verano al aire libre, esta cubierto de ellas. Pero al ver su pelo aplastado contra la frente, su cuerpo largo y fibroso, saltando para encestar, solo quiero caer de rodillas en el camino de entrada para decir: <>, escribir sonetos, pintarlo y adorar esa curvita donde el cuello se encuentra con el hombro que es tan, pero tan perfectisima. Es guapisimo. Y por eso cuando me dice <> al pasar a su lado apenas levanto el dedo menique en senal de respuesta. Hay dos grandes problemas aqui, aparte de que es el hermano mellizo de Eden y eso es raro. Uno, que ha tenido la misma novia desde el principio de los tiempos. Esta pillado. Ella lleva su chaqueta, el certificado de matrimonio esta practicamente firmado. Los angeles bendicen la maldita relacion. Y dos, si alguna vez tuviese una oportunidad, como por ejemplo si el me besara, moriria por implosion. Se que debo de parecer una nina de doce anos suspirando por un famoso, y no la futura mujer extremadamente serena y duena de si misma que soy en realidad, pero algo en el hace que pierda la cabeza. Algo en como se mueve, en su mismidad, me rompe de la cabeza a los pies. Asi que espero que no me bese nunca porque seria un desastre total. Nadie tiene que verme desmoronandome asi. Y menos el. No, en realidad, tal vez menos yo misma. La madre de Eden, Janie, ha hecho albondigas. No sabe cocinar solo para cuatro personas o incluso para seis, va que tiene una empresa de catering y organizacion de eventos, asi que su nevera siempre esta llena de entremeses y sobras de comida. Si va a preparar algun plato, cocina muchisimo. Es evidente, por el olor que impregna la casa, que las albondigas han estado todo el dia cociendose a fuego lento. La esencia de la albondiga se ha abierto paso por todas partes. Las miro un momento: Eden y Janie. Dos pelirrojas trabajando juntas sobre la encimera de la enorme y nueva cocina, de espaldas a nosotras. Todo esta tan ordenadito. tan en su sitio en su casa de ensueno, exactamente como ellas querian, asi que la cocina parece una extension de Janie. Eden y su madre se parecen tanto, salvo que Janie va mas arreglada. Eden lleva su ropa de ballet, como siempre que no esta en el instituto, como si volviese a una piel necesaria. Janie le da un culetazo, ella se lo devuelve. Es como hacer piececitos, pero con el trasero. A Eden le gusta hacer piececitos de todo tipo. Estan cortando hortalizas para la ensalada, las dos flacuchas y muy eficientes, y unidas. Paso un brazo sobre los hombros de Wren y la empujo hacia mi cuando Beaver Cleaver, BC, el golden retriever, salta sobre ella y Janie nos ve por fin. --Hola, chicas.

  • Kentukis de Samanta Schweblin

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    Una nueva novela de la prestigiosa autora argentina Samanta Schweblin que desvela el lado mas inquietante de las nuevas tecnologias.

  • Princesa (Moteros 1) de Patricia Sutherland

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    ?Podrias enamorarte de un hombre que es once anos mas joven que tu?
    Y si con ello le rompieras el corazon a tu hermana y supieras que tu familia nunca te lo perdonaria…

  • Un ligero parecido puede llevar a confusion de A. R. Cid

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    Si alguien me dijera donde me encontraria hoy pensaria que mentia. Ahora no reconozco a la mujer que me devuelve la mirada desde el reflejo del espejo y lo mas sorprendente es que me encanta. Al fin encontre la mejor version de mi misma. Sencillamente, soy feliz. Crei que necesitaria muchas cosas, no es cierto. Aun no habian dado las siete y ya estaba en pie. ?Madrugar yo? !Jamas si se podia evitar! Pero... El tiene que trabajar y no puedo dejarlo marchar, asi como asi, me dije instantes antes, mientras saltaba de la cama sin hacer mucho ruido y con una sonrisa de oreja a oreja. ?Cuales son mis planes? Ni idea, ya se me iran ocurriendo por el camino y es que, quien me diga que el sexo no es adictivo miente. Desde que coloque mis manos sobre su cuerpo escultural y, puede que, con un ciento de chupetones involuntarios, lo marque como mio, siempre necesito mas. (Me he borrado del gimnasio, ahi lo dejo). El, como todas las mananas entro en el bano sin echar el cerrojo. El agua caera con fuerza en segundos y esa sera la senal, no quiero ser descubierta. Su cuerpo desnudo... no es que sea perfecto, tiene alguna que otra cicatriz y lunar, sin embargo, pasar las unas por unos abdominales que, sin ser excesivos, continuan con firmeza hasta llegar a su entrepierna es una de mis actividades favoritas. Entro con sigilo. Cual pantera me coloco al lado del espejo y disfruto de mi reflejo mientras dejo al descubierto el cuerpo que me ha tocado. Me gusta, me siento sexy y poderosa porque se que cuando el me descubra me observara con aquel brillo oscuro capaz de hacerme jadear antes de rozarme siquiera. Tiene esa capacidad y, para que negarlo, la ha tenido desde el mismo instante en el que... !Mierda! !Casi me descubro! Por ahora no voy a deciros quien soy o quien ha conseguido atrapar al hombre que saciara sus instintos animales durante decadas. Me coloco de lado y suelto mi melena. Me encanta que casi roce mis caderas y los bucles tan hermosos que forman al descender en cascada. Abro la puerta de la ducha y me percato de que ya ha percibido mi presencia. Su silencio es la antesala de una ataque sucio, caliente y muy humedo. Entre aquella cascada que desciende por su cabeza se ocultan pensamientos pecaminosos dirigidos solo a mi, por primera vez creo esas palabras que todo macho que intente ligar suelta "No podria mirar a otra mujer, ninguna es como tu". Pero el no me lo ha dicho, me lo ha demostrado a cada segundo. Nada mas adelantar el pie derecho sus brazos me envuelven y atrapan. Es un buen cazador y yo deseo ronronear ante la idea de ser torturada por sus labios, sin embargo, y por motivos que no voy a desvelar en esta ocasion quiero ser yo la que lo torture, la que lo acerque al precipicio, una y otra vez, sin permitirle culminar. Y es que la tortura y el placer pueden llevarse muy bien, convertirse en amigos que vuelve locos a cualquiera. --?Que haces? --me pregunta cuando, sin previo aviso, me escurro entre sus dedos y acabo arrodillada ante alguien que me saluda con alegria. ?Esta nervioso? Es posible, siempre le ha costado dejar en mis manos el control, aunque tampoco consigue decirme que no. --?Tu que crees? --devolvi yo. En mi cara mis intenciones al descubierto. --No tienes por que hacerlo --jadea el, cogiendo aire con fuerza cuando soplo sobre su amiguito. Parece que la ansiedad, el miedo, la emocion y la impaciencia juegan en el interior de su mente sin dejar que se decida. Lo quiere, ambos lo sabemos. --?Y si quisiera? Tu sabor tiene algo capaz de encenderme y... --Me mordi en labio inferior con intencion. Mi sonrisa se ensancho--. Tengo un antojo... --Puse morritos--. Solo recordar la primera vez que... Mmm... --Deja que sea yo quien te complazca. No me gusta que te esfuerces --trato de argumentar el. No se lo permiti. Atrape a su amiguito entre mis labios y me movi con suavidad. Juro que no hice nada mas, sin embargo, tuvo que agarrarse a las paredes para no caer. Perdio las fuerzas. --?Estas bien? --Trate de sonar preocupada. Se me escapo una risilla y jodi todas mis intenciones. --Mala. --Lo se. ?No te encanta? --Y yo temble al sentir sus dedos agarrando mis cabellos en un puno. No hizo nada, el jamas me moveria contra mis deseos, no pidio nada. Solo me aferro con fuerza, sin danarme, pero mostrandome que era suya. (Aunque lo intente no puedo explicarlo mejor). --Me las pagaras. --Cuando quieras, capullin. Y volvi a su prepucio. La piel tan suave, tan duro, tan perfecto. Su sabor, su postura tensa mientras contenia los jadeos. ?Quien podia jurar que era yo la que se sometia a su placer cuando todo el control me pertenecia? Sus pensamientos y deseos tenian un nombre, el mio. Me movi con rapidez y constancia, al principio. ?Suena un poco guarrete decir que tambien probe a sus gemelos? El pobre olvido como se respiraba, creo que se atraganto. El problema es que lo que crei que serian horas se transformaron en minutos. Lo vi venir, lo esperaba, no obstante... Dire que tengo una excusa para lo que ocurrio a continuacion. Y volviendo a lo que seguro que os tiene intrigadas. ?Que ocurre cuando un hombre toca el cielo? Que lo demuestra en forma de pequenos escupitajos, llenos de nadadores, que salen a presion en busca de un final que no iban a encontrar en las paredes del bano. Ahora me direis, ?y que tiene eso de malo? Malo, malo... nada. Yo contaba con tres impulsos, me llamareis obsesiva, pero despues de meses de sexo crei que con el siempre eran tres, con tan mala suerte que hubo uno mas y en mi anhelo de ponerme en pie me dio en un ojo. No soy vengativa, ?vale? Tampoco es que fuera algo malo lo que, mi cuerpo sin tener en cuenta a mi cerebro, respondio. En algun breve instante mi cuerpo lo vio como una ofensa y, momentaneamente ciega, mi respuesta mas logica fue devolverle el favor. ?Conclusion? Puede que, en el cuarto impulso de mi prometido, tras un impacto no esperado en lo que consideraba mi ojo derecho y sin ningun tipo de maldad en mente, yo le escupiera la polla. Bueno, puede que lo hiciera dos veces. Para mi abogado comentare que estoy embarazada de dos meses y las hormonas me tienen loca. Para mi hermana... !Casi me descubro de nuevo! !Ay el amor, que punetero es! Capitulo 1 Y solo cuando la noche cae, cuando la luna decide timidamente ensenar la nariz, puedo ser realmente yo. Aquella luz plateada llena mi cuerpo de energia, de magia, y me permite volar sin preocuparme de las consecuencias. Poco importa lo que opinen los demas, solo estamos mis deseos y yo. El espejo confirma la sensacion que se ha atrincherado en mi pecho, estoy hermosa. ?La felicidad difumina los defectos? Es posible, al menos mis ojos castanos brillan con fuerza mientras termino de pintarme los labios. Soy yo, pero no la yo que por el dia estudia y trata de sacar adelante su carrera de fisica. Soy aquella que quiere bailar hasta que los musculos le duelan, aquella que quiere sentir las miradas sobre su cuerpo, el deseo de aquellos que la rodean y saben que jamas podran alcanzarla. Quizas, tal vez esta noche encuentra a alguien que cumpla MIS requisitos, tal vez... ?Y si es asi? Me pregunte mordiendome el indice y con una sonrisa depredadora en mi rostro. Melanie me espera fuera. Sarah no deja de bufar desde el sofa, no ha habido forma de convencerla. No puedo creer que nos parezcamos tan poquito... --?Y bien? ?Que os parece el resultado? --pregunte saliendo triunfal de mi dormitorio. Las luces del salon no eran las mejores para resaltar mis atributos, pero la sonrisa de Melanie me dio la respuesta--. ?Y esta? ?Sigue de morros? --anadi, sentandome al lado de Sarah sin llegar a mirarla. --!A mi no me metais! --respondio Melanie levantando las manos en senal de paz, aunque la risita no consiguio ocultarla. --Deberias soltarte la melena. --Me gire hacia Sarah y atrape uno de sus mechones al vuelo --. !Oh! !Venga ya! No te pongas de morros. ?De verdad esperas que el protagonista de alguno de estos tostones romanticos salga de la pantalla y decida llevarte al fin del mundo? !Despierta! Si quieres un tio sal y buscalo. --Para follar no necesito a nadie --solto con rotundidad. Si nuestra madre pudiera escucharla... la nina buena tenia la lengua afilada--. Lo que necesito no se encuentra en los antros que tanto te gustan. --Me encogi de hombros y decidi que era una noche muy hermosa para desperdiciarla en la eterna discusion. Tacones bajos para poder soportar el pasar de las horas y mucha energia. Lo demostre levantandome de un salto y haciendo una ligera inclinacion en direccion a Melanie. --Estas loca --dijo Melanie aceptando la oferta. --?Que tiene de divertido ser una persona recatada y cuerda? --Acerque mi rostro al suyo y, con un tono mucho mas bajo y sensual anadi--. Dejame llevarte al infierno y hacerte sudar... --Algun dia pensaran algo raro --contesto Melanie, sin llegar a alejarse. Las dos estallamos en carcajadas mientras, agarradas del brazo, nuestros tacones repiquetearon en el parque rumbo a la salida. --!Aqui no traigas a tu ligue que luego me toca a mi echarlos! --grito Sarah, digamos que no la escuche por culpa del portazo--. !Como lo hagas lo largo en pelotas! --Vale, ahi no pude evitar responder. --!Sarita, no me digas eso o te traigo a dos! --aunque bien pensado eso podia dar demasiado trabajo... Dicen que salir de fiesta es ir a beber y hacer locuras, yo, en cambio, disfrutaba sintiendo la musica en las articulaciones, en los musculos. Cuando entrabamos en cualquier antro Melanie se dirigia a la barra y yo a la tarima. Queria ser el centro sin ver a nadie, cerrar los ojos y dejar que aquellas notas me llevasen a mecer las caderas, convirtiendo mi cuerpo en caliente gelatina capaz de llevarme al limite. El placer no solo es un beso, una caricia, un polvo. Placer puede ser aquella tension saliendo de mi cuerpo cuando me dejaba llevar por una cancion que colapsaba mis neuronas y acallaba la voz que gritaba en el interior de mi mente. Las responsabilidades se difuminaban en la oscuridad, resaltada por luces estroboscopicas que nos daba sensacion de intimidad, aunque podia haber decenas de ojos sobre nuestras pieles. Yo era una amazona, no la que caminaba por el dia y sonreia controlando, en cierta manera, mis respuestas. Yo era la que podia pasar las unas por el pecho de un hombre, que claramente me deseaba, con la mirada incendiada sin ninguna intencion de ir mas alla. Era la que pasaba los ojos sobre aquellos que podrian, o no, interesarme olvidandome a los dos segundos de todos ellos si la musica me gustaba.

  • Un lugar al que escapar de Sophie Saint Rose

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    Charlene suspiro mirandose al espejo con el cepillo de dientes en la boca. Dios, no se podia ser mas patetica. Cogio el cepillo de dientes y se froto con fuerza arriba y abajo pasandose la mano por sus rizos rubios. Ya no tenia corte, ni nada. Estaba hecho un desastre. Se paso la mano por la cara y puso los ojos en blanco al ver un grano al lado de la nariz. Escupio en el lavabo y abrio el grifo enjuagandose la boca. Cogio la toalla del colgador y se la paso por la boca incorporandose. Al menos seguia teniendo los ojos verdes. Eso era lo unico que no habia cambiado en su vida en el ultimo ano. Tirando la toalla al suelo, salio del bano y se rasco la barriga por encima del pijama de cuadros que llevaba puesto desde hacia una semana. Estaba claro que habia entrado en zona roja. Atraveso el apartamento que estaba hecho un desastre y se sintio aun mas culpable si eso era posible, pero decidio ignorarlo como todo en su vida para ir hasta la cocina y abrir la nevera. Gimio tapandose la cara al ver que estaba vacia. Cerro de un portazo y susurro --Para eso inventaron el servicio a domicilio. El telefono, que debia estar debajo de los cien periodicos que tenia sobre la mesa del estudio, empezo a sonar, pero Charlene hizo como si no lo hubiera escuchado, escogiendo uno de los menus de los restaurantes de la zona que tenia colgados de la puerta de la nevera. --Chino... japones...--Paso el dedo por los menus y entrecerro los ojos al ver una nota escrita por ella misma que decia "!Espabila de una puta vez!" Cogio el post it y lo arrugo tirandolo por encima de su hombro. --Italiano. No es lo mejor para desayunar, pero de todas maneras ya tienes el estomago hecho una mierda... Busco su movil y cuando lo encontro se dio cuenta que no lo habia cargado en varios dias. Quizas tenia que haber contestado al telefono. Encogiendose de hombros se dejo caer en el sofa y marco el numero del restaurante. Veinte minutos despues estaba comiendo espaguetis a la carbonara sentada en el sofa viendo la tele. El programa de la manana era de lo mas aburrido, pero a falta de otra cosa... Llamaron a la puerta y gruno sin moverse. Seria el casero para decirle que su patetica vida acababa de empezar y que lo que habia vivido hasta ahora era un juego de ninos. Despues le pegaria una patada en el culo, echandola del apartamento por deberle dos meses. --!Charlene! !Abre la puerta! No era el casero. Era aun peor. Su prima. Se arrastro fuera del sofa y dejo el envase sobre la mesa de centro antes de ir hacia la puerta y abrir. Su perfecta prima Rubi, con su perfecto bebe en brazos, la miro de arriba abajo horrorizada. Se volvio y camino por el pasillo para volver a sentarse en el sofa, mientras Rubi miraba el apartamento sin poder pronunciar palabra, a la vez que entraba el carrito del nino y cerraba la puerta.

  • Dejame amarte (Dejame amarte 1) de Norah Carter, James M. Miller

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    Por fin aterrice en Ibiza, la isla magica la llamaban. Al bajar por las escaleras del avion casi pude percibir el olor a mar. Tras un ano de trabajo casi sin tiempo para mi, aqui estaba, ya dispuesta a disfrutar de tan merecidas vacaciones. – !Que empiece la fiesta! -grito desatada mi amiga Letizia mientras bajaba las escaleras de dos en dos, haciendo la cabra. – !Que tiemble Ibiza, que alla vamos! -respondio chillando Alessandra, que venia con ganas de comerse el mundo. Negue con la cabeza ante el espectaculo que estaban montando mis amigas nada mas llegar a la isla, la gente nos miraba pensando que veniamos de despedida de soltera. Era nuestra primera vez en Ibiza para las tres y podia ocurrir cualquier cosa. – Paola, no nos mires con esa cara que luego te damos dos Gin Tonics, te vienes arriba y no hay quien te averguence -me solto Alessandra ante la atenta mirada de todos los viajeros que andaban siguiendonos hasta llegar a la recogida de maletas. Una sonrisa juguetona se reflejo en mi cara a la vez que la miraba, dejando entrever que no pensaba contestarle y menos delante de tanto publico. Llegamos hasta las cintas donde comenzo a salir el equipaje de todos los pasajeros, rapidamente pude observar mi equipaje; haber comprado una maleta de color amarillo chillon me hizo ser de las primeras en reconocerla y cogerla, asi que les dije a mis amigas que las esperaba fuera fumandome un cigarro. Sali fuera del aeropuerto y respire el aire de Ibiza mientras miraba el radiante cielo. ?Que tenia esta isla que todo el mundo hablaba de ella? Pronto esperaba comprenderlo y, sobre todo, vivirlo. El clima estaba perfecto, un refulgente sol iluminaba la isla, pero una suave brisa daba la perfecta estabilidad que proporcionaba el mes de mayo. Un mes ideal para aventurarse en Ibiza, pues la marabunta extranjera aun no habia invadido el lugar, pero tenia el ambientazo justo ya que muchos locales y discotecas abrian durante ese mes. Letizia y Alessandra salieron a tope, tenian unas ganas de marcha inmensas. Las dos comenzaron a reprocharme, a modo broma, que ya me habia preocupado yo mucho en esperarlas. Les guine el ojo y les dije que era por la verguenza que me habian hecho pasar bajando con tanto escandalo las escaleras del avion, preferia fumarme un cigarrito sola que en "mala" compania. Terminamos muertas de risa las tres, cuando de pronto escuchamos los acordes de la maravillosa "California Dreamin" de los miticos The Mamas and The Papas. Nos giramos y vimos llegar una camioneta decorada al estilo mas hippie que una pueda imaginar, !era una Volkswagen Kombi! !Que pasada! Solo las habia visto en los documentales. Paro con un frenazo frente a nosotras y del interior salieron varios chicos y chicas, todos estaban buenisimos, iban vestidos de hippies... !Y varios estaban cantando en directo con la musica de la cancion de fondo! Con unas voces muy similares a las de los cantantes originales. Las tres nos quedamos con la boca abierta; encima, el chico que iba de copiloto – que llevaba el torso desnudo y estaba para comerselo-, se acerco directo a nosotras para invitarnos a la fiesta "Flower Power" en Pacha que era esa misma noche. Nos miramos las tres y empezamos a chillar que si. Nos pusimos a bailar al ritmo de "California Dreamin" de subidon. No se que nos impresionaba mas, si ver al copiloto con el microfono cantando esa cancion con esa voz tan extraordinaria o comprobar que estaba mas rico que la mozarela. A las tres se nos quedo una cara de tontas portentosa mirando a ese efebo cantarin contoneandose cerca de nosotras. Aunque el era mas de la edad de mis amigas -ya que yo tengo 30 y ellas 27-, parecia mas joven aun. Sinceramente, nunca me habia importado la diferencia de edad, pero me gustaban los hombres mas mayores que yo, y si se les notan las canas en las sienes... mejor que mejor. El chico dejo unos segundos de cantar, nos entrego tres pases y nos dijo que le gustaria vernos esa noche por Pacha. Letizia no tardo ni un segundo en responder. – No dudes de que estaremos, de eso me encargo yo -dijo Leti descaradamente. – Entonces me ocupare de que sea una noche inolvidable para vosotras. Por cierto, me llamo Zeus. Aunque por el acento deduzco que sois italianas, yo, esta noche, si me dejais, os llevare al Olimpo. – Tu nos puedes llevar al Olimpo, a las olimpiadas y adonde te de la gana, que te damos autorizacion -solto Alessandra mientras subia un poco sus gafas de sol y lo miraba de arriba abajo, pasandose ligeramente la lengua por los labios. Zeus respondio con una sonrisa que lo hacia mas guapo aun. Luego se sumo a los otros chicos y chicas vestidos de los anos 70 con simbolos hippies, juntos se perdieron hacia el interior del aeropuerto; venian a promocionar e invitar a la gente a la fiesta de esta noche apareciendo de esa manera en los lugares. !Yo estaba flipando, llevabamos 5 minutos en Ibiza y ya teniamos planes para la noche! Nos fuimos hacia un taxi que estaba libre. El conductor arranco y Alessandra y Letizia no paraban de bromear sobre la fiesta, me decian que se me iban a quitar todas las pelusas de ese ano pasado en el que tuve el chichi cerrado por obras. El conductor tenia puesta la radio de Ibiza y comenzo a sonar una de las canciones favoritas de las tres, porque nos recordaba la noche que nos conocimos. Se trataba de "Shake it off" de Taylor Swift. !Uauh! Que recibimiento nos daba la isla, esto no podia ser casualidad. Le pedimos al taxista que subiera el volumen. Y nos pusimos a cantar y bailar las tres... !Joder, que subidon! Como era normal, Letizia broto de felicidad, asomo la cabeza fuera del taxi y empezo a chillar como loca. – !Esta noche alegria para mi cuerpooooo y para el de mis amigasssss! !Que salgan todos los hombres guapos que nos los comemos! Me gire para mirar al conductor y ponerle cara de "lo siento", el movio su cabeza como diciendo que no pasaba nada, a la vez que sonreia; creo que debia de estar acostumbrado a todo lo que veia en esta isla. Algo decia dentro de mi que a la vuelta nada volveria a ser lo mismo y me agarre con fuerza a mis amigas, nos miramos y sonreimos mucho mientras nos adentrabamos en la carretera. Le preguntamos al conductor si era verdad que mucha gente se queda tan impresionada de lo que vive en Ibiza que es capaz hasta de cambiar su residencia. El conductor, como respuesta, nos conto la historia de una pareja de alemanes jovenes, chico y chica, que llegaron a la isla por su luna de miel... Hasta que el descubrio los atardeceres en la playa de Benirras, un lugar emblematico de la isla, donde todo el mundo se va a despedir el sol cada tarde y se montan unas fiestas improvisadas extraordinarias con gente tocando la guitarra y los tambores. Al parecer, el chico aleman se enamoro de la percusion y no volvio a Alemania. Los dos se separaron y el se quedo en Benirras todo el verano tocando los bongos, para despues establecerse en la isla de por vida... !Nos quedamos muertas! Pero, ?eso era verdad? – !Eso y mucho mas! Esto es Ibiza, tened cuidado con lo que deseais que puede hacerse realidad -solto el conductor del taxi mientras entraba en Santa Eulalia. Por fin llegamos a nuestro destino: apartamentos Bahia. Situados en el paseo maritimo, en primera linea de playa, rodeados de un buen rollo y un entorno tranquilo al mismo tiempo, y lejos de las super discotecas. !Justo lo que queriamos! Teniamos de todo cerca para vivir las vacaciones de nuestra vida: restaurantes, tiendas, una playa de arena muy cuidada y limpia llena de hamacas y sombrillas. !Que ganas de zambullirme en esas aguas transparentes!

  • Magia y deseo de Louise Fuller

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    !Aristo haria cualquier cosa con tal de estar con su hijo!

  • Camila de Marie Battaglia

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    CAMILA
    Novela por Marie Battaglia
    Una saga de suspenso que empieza en los anos 1890.

  • El mapa de los dias de Ransom Riggs

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    Vuelven la magia, el misterio, los viajes en el tiempo y los personajes excentricos que pueblan la imaginacion de millones de lectores en el mundo.

  • Un Vaquero Atormentado (Rancho Atkins 3) de Tess Curtis

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    Jack ha pasado la mitad de su vida sirviendo a su pais en el ejercito, hasta que decide dar un nuevo rumbo a su vida. El Rancho Atkins lo acoge como capataz, hallando la paz y la normalidad que su mente necesita, hasta que la decoradora Susan Donovan irrumpe en su vida.

  • Ni de broma jefe de Cynthia Walter

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    --Aqui hay demasiada gente. --Eso fue lo primero que dije cuando llegue al vestibulo de Publicity Lion Marketig. Por suerte iba junto a mi amiga Alina. Nos presentariamos al mismo puesto, al igual que otras cien personas. Todos ibamos bien vestidos, preparados para dar nuestra mejor impresion. --Tenemos el doble de oportunidad que el resto. --Bromeo. En realidad, se referia al hecho de que, al vivir las dos en el mismo piso, y estar las dos sin trabajo, casi que nos valia que contratasen a cualquiera de las dos. --?Crees que preferiran chico o chica para el puesto? --Senalo a varias personas. Yo tambien era capaz de verlo, eramos candidatos variopintos. --Pues no lo se. Parecen buscar algo en concreto. --Seria como elegir una aguja en un pajar. Seguramente todos tendriamos la carrera de marketing. Por las edades, y sin querer prejuzgar a nadie, hubiera dicho que algunos la acababan de terminar mientras que otros debian de tener anos de experiencia. --Quiza un palpito o algo asi. --Tia. --Alina me empujo riendose. --No creo, si te soy sincera, que vayan a elegir a su nuevo miembro del equipo de marketing al azar. --Quiza tenia razon pero no veia como iban a decidir, entre tantas personas, sin primera criba aparente, quien se quedaria. --?Senorita Alina? --Dijo una chica acercandose a mi amiga. -- ?Es el numero 1154? --Ella asintio y se fue para pasar a la entrevista. Le desee suerte mientras cruce los dedos. Sin mi mejor amiga al lado, dar vueltas por el centro aglomerado se hizo algo mas complicado. Me agobiaba la gente, y lo hacia enormemente. ?La razon? Lo habia meditado mucho, pero habia llegado a la conclusion de que solo podia confiar en mi misma y eso me hacia querer apartarme de la gente. Porque las medias tintas... No iban con mi personalidad. --?Senorita Ingrid? --Un chico joven con gafas y una lista de nombres que ocupaba mas de tres folios se acerco a mi. --?Llevas el numero 1251? --Si, no hay mas de mil candidatos... --Dije mientras caminabamos. --?O si los hay? --No, solo unos cientos. --Se veia claramente que limitaba la informacion que me daba. --Entra a esta puerta y sientate frente al ordenador. Aparecera un cuestionario. Solo tienes que rellenarlo. Despues sales por la puerta del lado contrario. --Fue a cerrar en cuanto entre. --Si eres seleccionada, te llamaran. Buena suerte. Me sente frente al ordenador que, sin duda, era moderno. La silla era comoda y me tome el tiempo necesario para estar tranquilo antes de darle al boton "iniciar". Cuando pinche encima del recuadro aparecio una habitacion un hombre desnudo en la cama. Me sobresalte. No era eso lo que habia esperado que se proyectara en la pantalla. Pasado el impacto inicial me fije en el texto y las opciones que habia bajo la imagen. "Llegas a esta habitacion buscando una sensacion unica e irrepetible a) Desatas tus fantasias mas oscuras con el hombre que esta en la cama. b) Dejas que el hombre de la cama desate sus mayores pasiones contigo. c) Te tumbas a contarle todas tus locuras e ideas con la proyeccion de encontrar un proyecto unico de marketing." Volvi a mirar la escena y las opciones. ?Como se suponia que en esas tres opciones iba a estar reflejada mi creatividad y mi capacidad imaginativa? Estaba pensando demasiado inmersa en lo mal que me parecia esa prueba y que, sin poder evitarlo, iban a tener mas gente que eligiera la misma opcion, cuando puso en la pantalla que quedaban 30 segundos. Me prepare para marcar la a, luego la b, y por ultimo la c. Finalmente no marque ninguna. Pense que era posible que la siguiente pregunta me definiera mas, pero, para mi sorpresa, salio un mensaje informativo "Fin de la simulacion". ?Que? No podia ser. ?Asi se habia esfumado mi gran oportunidad? Al no haber marcado ninguna opcion salto un cuadro en blanco que permitia escribir para reportar algun error. ?Error? Toda esa prueba era un error. !Y no significaba que yo no tuviera talento! Sali utilizando la otra puerta. Estaba tan enfadada que practicamente corria. No pude parar hasta que note una mano en mi hombro. Alina me abrazo. Posiblemente era capaz de imaginar que si estaba de ese humor era que no me habia salido nada bien. --?Que tal te ha ido a ti? --Preguntar primero era una forma de conseguir tiempo para calmar los nervios. --Eran pruebas extranas. --Se encogio de hombro sonriendo. --?Pruebas? ?Varias? --Pestanee dandome cuenta de algo. No habia tenido razon en mis sospechas. Debia haber contestado cualquier cosa y lucirme en las siguientes. --Con lo del primer tio me quede alucinada, pero luego vino lo de la mujer en la cama y flipe por completo. Parecia mas un cuestionario sobre preguntas sexuales que otra cosa. --Sonrei forzosamente porque me encontraba molesta conmigo mismo. No habia sido capaz de hacer nada. --?Y tu? ?Que elegiste? --Locuras. --Fue mi unica respuesta. Omiti decirle que no conteste nada y que, pateticamente, deje una rabieta como respuesta en el cuadro blanco de reporte de error. --Nos vemos en el piso. Tengo unas cosas que hacer. Me aleje intentando despejar mi mente. Se presentarian mas oportunidades como publicista pero tenia la sensacion de que aquella oportunidad era realmente buena. Al fin y al cabo, era la compania mas rica e importante de la ciudad y entre las mas importantes del pais. Capitulo 2 Izan Estaba agotado de ver las distintas salas donde estaban realizandose las pruebas. Como era predecible, fueron pasando las preguntas. Se suponia que buscabamos una combinacion de respuestas que demostrara una persona, hombre o mujer, con ganas de aventura y capacidad para arriesgarse. --Creo que deberias ver esto. --Antonella, una de las mas antiguas en nuestro equipo creativo coloco en mi tablet un texto del que me pregunte la procedencia. --Un candidato no ha respondido a la primera prueba. Se le ha acabado el tiempo. --?Y pide una segunda oportunidad? Sabes que no las damos. --Me extrano tener que explicarle eso a ella precisamente. --Precisamente eso es lo que me ha llamado la atencion. -- Volvio a abrirme la pestana en el dispositivo obligandome, practicamente a leerlo. --Parece que tenemos cuatro candidatos que han respondido la combinacion deseada, ?pasamos a la segunda fase? --Pregunto mientras Anthony que estaba enfrascado en las pantallas. --Enseguida voy. --La segunda fase se trataba de entrevistas personales en las que ya me encargaria yo mismo de hacerles preguntas que me sirvieran para ver sus inquietudes. No era facil trabajar conmigo como jefe de equipo y por eso yo mismo hacia las entrevistas. "No he elegido ninguna de las respuestas porque todas me parecian demasiado obvias. Se basan en un deseo carnal que nada tiene que ver con la creatividad. De hecho, si hay que elegir es que no nos dejais crear. Que extrano en una empresa de marketing. ?Donde hizo el creador de la empresa marketing? Si hubiera tenido que hacer algo que me produjera una sensacion unica e irrepetible, me hubiera tirado por la ventana que estaba abierta. La sensacion de volar dicen que es unica, pero, si es sin sistema de sujecion, seria irrepetible."

  • La Fuerza del amor (Blue Roses 1) de Noelia Jimenez Sanguesa

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    Barcelona, 1992.

  • Vuelves en cada cancion, Anna Garcia de Anna Garcia

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    A veces nos olvidamos de que, aunque este nublado y llueva, termina saliendo el sol.

  • Quien eres de Keily Fox

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    Debio negarse. Un simple no y su vida seguiria mereciendo la pena.

  • La reina descalza de Ildefonso Falcones

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    En la Espana del siglo XVIII, una conmovedora historia de amistad, pasion y venganza une dos voces de mujer en un canto desgarrador por la libertad.

  • El ritual de los muertos de Nagore Suarez

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    --Ahi fuera yo soy bueno. ?Entiendes? Soy una buena persona, alguien cualquiera. Pero cuando entro en este cuarto, entonces dejo de ser yo. Entro en otro mundo. Aqui ya no soy el mismo. Aquellas palabras le provocaron nauseas. O quiza fuera la vision del cuerpo de Lucia, que yacia con el craneo aplastado a menos de un metro de ella. El pelo rubio tenido ahora se habia convertido en una marana rojiza, y el suelo de cemento estaba encharcado de sangre. Sentia que la cabeza le daba vueltas. ?Que habia tomado antes? No lo recordaba. Las ultimas horas se confundian entre ellas, se hacian indistinguibles. Solo podia pensar en el martillo impactando en la cabeza de su amiga, destrozando el hueso, liberando trozos de masa encefalica, despues de que hubiera intentado pelear, escapar. Ella no tenia fuerzas para tanto. Intuia que ella era el verdadero objetivo, pero Lucia se habia negado a despegarse de su lado. Por eso habia acabado alli, en aquel infierno. El aire estaba viciado, el olor a putrefaccion y el humo inundaban el ambiente. Un aroma dulzon y repulsivo que se le pegaba a la piel y le hacia aun mas dificil respirar. La estancia era un museo de los horrores: mirara a donde mirase tan solo veia muerte. La luz de las velas iluminaba el rostro del hombre que estaba frente a ella. Tenia los ojos brillantes, la frente cubierta de sudor y la camiseta llena de salpicaduras de sangre. Parecia estar casi en trance, en extasis. Intento soltarse las munecas sin exito, sentia el cuerpo paralizado por el panico. Sabia que era lo que venia despues. No habia escapatoria posible. La puerta y las ventanas estaban cerradas, nadie oiria sus gritos a traves de las paredes de piedra. Rezo, lloro y suplico, pero nada surtio efecto. --Algun dia Dios te castigara… --susurro mientras el la agarraba del pelo y sostenia su cabeza hacia atras. El cuchillo atraveso piel, musculo y cartilago, mientras ella, aun consciente, observaba la sangre abandonar su cuerpo. --Gracias a ti, no me castigara nadie --respondio el. 1 Animas Dicen que todas las leyendas esconden algo de realidad. Aquella tarde de principios de febrero, mientras la lluvia caia suavemente sobre las lapidas del cementerio, me vino a la mente una de las mas populares de Becquer, que habia leido varias veces en el instituto: <>. Segun contaba, la Noche de Difuntos, templarios y nobles, muertos tiempo atras en una lucha inutil, se levantaban de sus tumbas y vagaban por el monte envueltos aun en los jirones de sus sudarios. Y entonces, doblaban solas las campanas de la capilla y el lugar se volvia intransitable para los humanos; cualquiera que pusiera un pie alli no regresaria a su casa con vida. Me pregunte cuantos curiosos se acercaban todavia en la noche del 1 de noviembre a aquel paraje, con la esperanza --y el temor-- de encontrarse con las animas de los muertos y quiza, quien sabe, con los mismisimos Beatriz y Alonso, los desdichados protagonistas de la historia del escritor romantico. No fue casualidad que me acordara en ese momento de Becquer y de su monte de las animas. Esa manana, cuando conducia por la autovia, habia pasado por Soria. No habia llegado a entrar en la ciudad, ya que mi camino se desviaba antes hacia la sierra de Cameros. Para llegar hasta el pueblo --sin pagar peaje-- hacia falta atravesar una estrecha carretera de doble sentido llena de curvas que discurria entre montanas rojizas dignas del lejano Oeste --buitres incluidos--, bosques ahora casi desnudos, un embalse y pequenos pueblos junto al rio Iregua. Era la primera vez que tomaba aquella ruta, y, como habia salido muy pronto de Madrid, habia aprovechado para hacer un par de paradas. Desayune un cafe y un cruasan de tamano considerable en un bar de Villanueva de Cameros, al lado de una pequena gasolinera y de una ermita escondida entre unos arboles, a la que se llegaba bajando unas escaleras. Mas tarde, pare a un lado de la carretera en una fuente de piedra llamada Los Eros, donde llene la botella de agua helada, saque a Dali a hacer pis y estuve a punto de pisar a unos agradables limacos, una especie de babosas negras gigantes, que se arrastraban placidamente cerca del pilon cubierto de verdin. En realidad, si hacia balance, aquella habia sido una manana bastante intensa. El dia anterior habia recibido una llamada de Paloma para contarme que el padre de Abel, despues de un par de meses luchando contra un repentino cancer de colon, habia fallecido. Asi que habia preparado mi habitual maleta llena de <> y habia partido en direccion al pueblo. No habia podido estar alli durante el tiempo en el que habia estado ingresado en el hospital y, justo por eso, no queria faltar a su funeral. --?Crees que queda mucho? --me susurro Paloma. A lo lejos se escuchaban las palabras del cura, amortiguadas por el sonido de la lluvia. Intente mover la mano con la que sujetaba el paraguas, pero hacia tanto frio que, aunque llevaba guantes, apenas sentia los dedos. Por lo visto, habia llegado una borrasca con nombre de senora, que amenazaba con equiparar las temperaturas de Navarra a las de Finlandia. --Espero que no --respondi yo en el mismo tono--. Me estoy congelando. Paloma saco un panuelo de papel usado del bolsillo para limpiarse la nariz. --?Estas segura de que vas a dormir en tu casa? Te vas a morir de frio. --Tranquila, Rogelio ha puesto la calefaccion esta manana, y encendere la chimenea del salon. --Entonces soy yo la que se va a dormir contigo…, no creo que aguante a mi hermana tanto tiempo --contesto bajando aun mas la voz. Mire hacia mi derecha. Pude ver a Irene, la hermana mayor de Paloma, junto a Carmen, su madre, a unos metros de nosotras. Por suerte, no parecia habernos oido. Las hermanas no podrian ser mas diferentes: mientras que Paloma habia heredado el pelo extremadamente rubio y la altura de su madre, Irene apenas rozaba el metro sesenta y tenia el pelo y los ojos castanos. Pero habia un rasgo que si compartian: la misma naricilla afilada de elfo. Segui recorriendo el cementerio con la mirada. Habia mucha gente reunida alli, medio pueblo habia acudido al entierro. El padre de Abel era toda una institucion --el dueno de las bodegas mas importantes de la zona-- y todo el mundo habia querido hacer acto de presencia. Busque entre la multitud alguna cara familiar, pero reconoci a pocos: el camarero de El Guacamayo, la panadera… Algunos me miraban con desconfianza o cuchicheaban entre ellos. El impacto de lo ocurrido el verano pasado aun no habia desaparecido, y eso que no conocian ni la mitad de la historia. --Esta alli --dijo Paloma senalando un punto a la izquierda, cerca de la puerta. --?Que? ?Quien? --pregunte desconcertada. --Gabriel Palacios. No disimules, estabas intentando localizarle. Mire fijamente al suelo. Paloma tenia razon, en el fondo tenia la esperanza de descubrirle entre la gente, aunque no sabia muy bien por que. --Mierda… No quiero que me vea. --Un poco tarde. Pero, tranquila, no creo que vaya a venir a saludarte. No podia contradecirla. De hecho, tal como habian acabado las cosas entre nosotros, lo mas probable era que Gabriel no fuera a saludarme en un tiempo. Y lo cierto era que me lo habia ganado a pulso. Habian pasado casi siete meses desde que volviera a la casa indiana de mi abuela con la intencion de pasar el verano y asistir a un festival de musica. Siete meses desde que aparecieran unos huesos en el jardin, que resultaron estar relacionados con mi madre y lo que ocurrio en el pueblo durante el verano de 1978, cuando ella aun era una adolescente. Desde entonces, las cosas habian cambiado mucho. Regrese a Madrid y, despues de pasar unas semanas en casa de mi madre, donde recibi mas cuidados --aunque quiza peor comida-- que en un hospital, volvi a mi microscopico apartamento en La Latina. Me acostumbre rapido a la rutina acelerada de la ciudad y, sin embargo, nada volvio a ser lo mismo. Y no por las pesadillas o las pastillas para calmar la ansiedad, que me ponia bajo la lengua cuando sentia que no podia respirar. Habia algo mas, algo que aun no conseguia identificar. Una sensacion de miedo y, a la vez, la necesidad de volver alli, al lugar donde empezo todo. Pero siempre ganaba el miedo. Habia pensado en ir de visita, claro. Varias veces, de hecho. Pero despues buscaba alguna excusa, algun plan que surgia el fin de semana o trabajo pendiente. Y, poco a poco, fui distanciandome de todo lo que tuviera que ver con el pueblo. Era mas comodo asi, aun no me sentia preparada. En Madrid todo parecia mas lejano, mas irreal… La casa, el verano, el festival… eran como un sueno, un escenario de una vida pasada. Al principio, hablaba con Gabriel casi a diario: mensajes, alguna llamada…, la promesa constante de que volveria pronto siempre flotaba entre nosotros. Y despues, poco a poco, deje de contestar. Las conversaciones se volvieron cada vez mas cortas, cada vez menos frecuentes, hasta que un dia: silencio. No hubo ninguna explicacion --ni el me la pidio--, ningun drama, ninguna discusion. Simplemente, igual de rapido que habia empezado todo, se termino. O, mejor dicho, lo termine. --Vamos, tenemos que ir a dar el pesame. Ya han acabado --me apremio Paloma, empujandome ligeramente por la espalda. La segui hacia la cola de gente que se acercaba a Abel y a su madre, intentando no sacarle un ojo a nadie con el paraguas. El cementerio no era muy grande: un rectangulo de muros de cemento rodeado por unos cipreses un tanto mustios. La pared del fondo estaba llena de nichos y el resto eran tumbas con lapidas de piedra, algunas de las cuales tenian fotos; otras, pequenas estatuas… Solo habia dos panteones modestos y, evidentemente, uno de ellos pertenecia a los Arbaiza. --Lo siento mucho --le susurre a Abel mientras le abrazaba cuando, por fin, llegamos hasta ellos. --No tenias que haber venido, esto esta muy lejos --respondio. --!No tiene nada mejor que hacer! Trabaja desde casa --intervino Paloma acercandose para abrazarle. Abel no pudo evitar sonreir por un momento. Paloma tenia ese don: su eterno buen humor era contagioso, hasta en situaciones como aquella. --Nos vemos antes de que me vaya, ?vale? --le dije a modo de despedida a Abel. El asintio antes de girarse para seguir atendiendo al resto de los familiares y amigos de su padre. La cola parecia interminable. --Lo tiene que estar pasando fatal. Perder a tu padre y ademas asi, en tan poco tiempo --le comente a Paloma mientras saliamos del cementerio. --Un cancer fulminante… Aunque Abel llevaba ya un tiempo raro, desde antes de lo de su padre. --?Que quieres decir? --pregunte extranada. Mi relacion con Abel no era tan estrecha como con Paloma. --No se… quiza me equivoque, pero no lo he visto mucho ultimamente. Hace ya un tiempo que ha empezado a frecuentar unas companias digamos… diferentes. --?Diferentes? ?A que te refieres? Paloma abrio la puerta de su Golf y cerro el paraguas. Practicamente habia dejado de llover. --?Por que no me invitas a un vino en esa mansion tuya y me ahorras tener que asfixiar a mi hermana con una almohada? --Me parece bien, no quiero mas muertes por hoy. Pero cuando lleguemos me sigues contando. Deje a Paloma para ir a mi coche, que estaba aparcado unos metros mas atras, en un camino de tierra. El cementerio estaba en las afueras del pueblo, rodeado de huertas y de algunos arboles que hacian compania a los cipreses. En ese momento vi a Gabriel, junto a la tapia, hablando con un matrimonio de unos sesenta anos que deduje serian sus padres. Desvie la mirada rapidamente, pero sabia que me habia visto. No me sentia capaz de acercarme, ni mucho menos de mirarle a los ojos. Quiza fuera mejor asi. Me sentia bastante avergonzada por como habia terminado mi relacion con el. Entre en el coche y, mientras me alejaba del cementerio, volvi a pensar en la leyenda de Becquer. En las animas que revivian en la Noche de Difuntos. ?Por que nos daban tanto miedo los muertos? ?Que era lo que nos asustaba tanto de los cementerios, lo que nos aterrorizaba cuando de ninos jugabamos a ver quien de nosotros conseguia acercarse mas a la puerta de entrada? ?Eran los difuntos o era, quiza, la posibilidad de unirnos a ellos bajo tierra? 2 Hogar Lo primero que hicimos al entrar en la casa --despues de rascarle las orejas a Dali-- fue encender la chimenea del salon. Rogelio habia puesto la calefaccion por la manana, pero calentar minimamente aquella mole requeria muchas mas horas. Ni Paloma ni yo teniamos mucha practica, asi que el proceso fue mas largo de lo esperado y estuvo a punto de costarle a mi amiga las pocas cejas que tenia. Cuando por fin conseguimos mantener un fuego decente, nos dejamos caer en el sofa lo mas juntas posible --como hacen los pinguinos emperador cuando hace frio--, nos tapamos las piernas con una manta de ganchillo y abrimos una botella de Baron de Ley que cogi del mueble de las bebidas. --Menos mal que no he tenido que bajar a la bodega --suspire aliviada. La bodega estaba en el sotano y era --obviamente-- el lugar mas frio y humedo de toda la mansion. En realidad, la Casa del Mexicano era mucho mas agradable en la epoca estival. Entonces se agradecia el frescor que proporcionaban los muros de mas de cien anos de antiguedad. --?Que sientes al estar otra vez aqui? --me pregunto Paloma mientras se llenaba la copa de vino. Me encogi de hombros. --No se. Por un lado, tengo la sensacion de que ha pasado mucho tiempo y, por otro… --Y por otro lado parece que todo pasara antes de ayer --dijo terminando mi frase. --Si, supongo que si --reconoci. --Pero te ha dado tiempo a cambiar de trabajo y hasta de novio --comento con una sonrisa que dejaba al descubierto sus dientecitos de vampiro. --Eso no es del todo verdad… --me defendi. Era cierto que a los dos meses de volver a Madrid --despues de mucho bucear en LinkedIn -- habia encontrado trabajo en una pequena revista digital de Lifestyle. Lo bueno era que trabajaba desde casa, por un sueldo precario pero aceptable. Lo malo, que el noventa y cinco por cierto de los articulos que escribia eran recopilaciones de consejos, curiosidades, recomendaciones de restaurantes, recetas o incluso contenido patrocinado por marcas. Cualquier cosa que fuera jugosa en las redes sociales y consiguiera atraer visitas a la pagina web de la revista. No obstante, teniendo en cuenta la situacion del mercado laboral para los jovenes, que incluia practicas apenas remuneradas que se extendian durante anos o trabajos de falsos autonomos, y a pesar de que aquel puesto estaba muy lejos de la idea que tenia cuando deje mi trabajo en la agencia de comunicacion, la verdad es que no podia quejarme… Respecto a lo del cambio de novio, Paloma estaba completamente equivocada. --?Asi que ahora me vas a decir que Oier y tu no estais juntos? --insistio. --Nos estamos conociendo --puntualice. --Pense que ya os conociais --sonrio.

  • El hijo de las cosas de Luis Mateo Diez

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    Dos hermanas y un hermano forman un trio familiar tan habitual que apenas nos llama la atencion. Dos hermanas que asumen, con frecuencia, una responsabilidad afectiva que cobra todavia mayor relieve cuando los padres faltan. Ellas son dos personajes cruciales en esta novela con la que Luis Mateo Diez vuelve a sorprendernos con un giro humoristico llevado a sus ultimas consecuencias, intensificando el aliento desorbitado de su escritura expresionista. A las dos hermanas les ha caido en esta historia, que no concede sosiego al lector, un hermano tarambana, disoluto, lo que podriamos considerar una penosa herencia que puede llevarlas a la ruina moral y material, si se descuidan. Otros personajes las amparan y ayudan o, en el peor de lo casos, las ponen de los nervios. La historia nos lleva por derroteros sorprendentes, inusitados o absurdos. Ellas no cejan en el empeno de salvar al hermano, un hijo de las cosas que tanto merece lo que no es capaz de ganar, como si en su vida todo se lo debieran. Estamos ante una fabula, tan verdadera como inquietante, entre la risa y la melancolia, sobre los sentimientos manipuladores, la impostura de los afectos, las coartadas de los bienes familiares, la desgracia de lo que tan penosamente se reparte en las responsabilidades de las hermanas y los hermanos. Esta puede ser la novela mas divertida de un autor del que conocemos muchos registros, un prolifico novelista dueno de un mundo inagotable.

  • Hombre de honor de Judy Christenberry

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    FACTURAS, facturas y mas facturas. Abby Stafford suspiro mientras repasaba el correo. La cena estaba sin hacer y Robbie, en el salon, miraba la television con gesto impaciente. Podia oir la musica de su programa favorito mientras el cantaba a todo pulmon, desafinando como siempre. Si no le hubiera dado un quesito para que se entretuviera, estaria yendo detras de ella por todo el apartamento, como un cachorro hambriento. Robbie tenia cuatro anos y medio, pero ella solia llamarlo carinosamente <>. Como su padre, penso. Pero Robbie era lo mas importante del mundo para ella. Un golpecito en la puerta interrumpio sus pensamientos. Tenia que ser Gail otra vez. Por mucho que le dijera a su vecina que no estaba interesada en que le buscase una cita, la mujer no cejaba en su empeno. --Ya te lo he dicho, Gail --suspiro, mientras abria la puerta--. No estoy interesada. --Y yo no soy Gail. El timbre de esa voz era inolvidable, terriblemente familiar. Antes de que pudiese levantar la mirada, las facturas se le cayeron de la mano, planeando suavemente hasta el suelo. Abby penso que iba a pasarle lo mismo, aunque ella caeria con menos gracia. El hombre al que habia amado desde que tenia dieciseis anos por fin habia aparecido en su casa. --?Que haces aqui? --pregunto, con voz temblorosa. No habia visto a Nick Logan en cinco anos, desde el funeral de su padre. Desde que la muerte de Robert Logan habia destrozado sus planes de boda. Sus suenos de irse a Cheyenne y dejar atras Sydney Creek, el pueblo en el que ambos se habian criado. Abby lo miro. Lo miro desde el pelo oscuro hasta las botas. Aquel hombre habia mejorado con la edad. Seguia siendo igual de alto, pero ahora parecia mas musculoso, gracias, sin duda, a su trabajo en el rancho. Y tenia arruguitas alrededor de los ojos castanos, seguramente de guinarlos para evitar el sol. Nick tambien se tomo su tiempo para observarla mientras sostenia el sombrero Stetson con una mano. --He venido a verte. Pero el tono de su voz no era agradable. Era duro, como el. No habia nada de la delicadeza con la que solia tratarla anos atras. --Yo… no sabia que estuvieras en la ciudad. --Si, bueno. Cuando Julie me escribio para decirme cuanto la habias ayudado desde que se mudo a Cheyenne, pense que debia venir a darte las gracias. Habia sido un placer ayudar a la hermana de Nick; eran amigas desde siempre. --Es muy amable por tu parte, pero… --No te equivoques, Abby. No me siento precisamente amable --la interrumpio el dando un paso adelante--. !Estoy furioso contigo! --?Por que? --Como si no lo supieras. Ella lo sabia, pero no pensaba admitir nada a menos que tuviera que hacerlo. De modo que mintio: --Pues no, no lo se. !Y si vas a ser tan grosero, por mi puedes desaparecer otros cinco anos! --Abby estaba a punto de darle con la puerta en las narices cuando oyo la voz de Robbie a su lado. --Mama, ?la cena esta lista? La mirada de Nick se suavizo al ver al nino. --Hola. Me parece que no nos conocemos. ?Como te llamas? --le pregunto, poniendose en cuclillas. --Robbie. ?Tu quien eres? Abby trago saliva. --Nick, no, por favor… El la miro un momento. En sus ojos no habia simpatia alguna. --Soy un amigo de tu madre --le dijo--. Me llamo Nick. Y me alegro de conocerte --anadio, ofreciendole su mano. Robbie la estrecho, sonriendo. --?Eres un vaquero? Abby nunca le habia hablado sobre vaqueros. Habia evitado ese tema, pero hacia unos dias su profesora les habia leido un cuento sobre un perro que ayudaba a un vaquero a guiar el ganado. Y desde entonces su hijo no hablaba de otra cosa. --Si --contesto Nick--. Soy un vaquero. ?Te gustan los vaqueros? Robbie asintio con la cabeza. --?Y montas a caballo? --Claro. ?Quieres que vayamos a montar juntos? Robbie miro a su madre. --?Puedo, mama? --!No! Tienes que ir al colegio manana, carino. Y ahora ve a lavarte las manos. Estamos a punto de cenar. Evidentemente, Nick no se tomo muy bien el rechazo. --Antes de irte, Robbie, quiero preguntarte una cosa. Pareces muy mayor. ?Cuantos anos tienes? Esa era la pregunta que Abby no queria que contestase. --Cumplire cinco en… ?cuantos meses, mama? Ella no respondio. En lugar de hacerlo, lo empujo suavemente hacia el cuarto de bano. Luego se volvio, rezando para que Nick se hubiera ido. Pero el hombre seguia alli, sus anchos hombros ocupando todo el umbral de la puerta. --?Por que no me lo habias dicho? No tenia sentido negarlo. Ademas, le debia una respuesta. --Me dijiste que debia irme a la ciudad, que debia vivir mi vida, ?te acuerdas? -- Abby intento, sin conseguirlo, borrar la amargura de su tono. --!Pero no sabia que estuvieras embarazada! --Yo tampoco. Nick respiro profundamente, pasandose la mano por el pelo oscuro. --Podrias habermelo dicho. Estamos en el siglo XXI, Abby. Hay muchas maneras de ponerse en contacto con la gente. Ella se estiro todo lo que le permitia su metro setenta y tres de estatura. --?Para que? ?Para angustiarte aun mas? Tu madre no se separaba de tu lado y habia cinco ninos que dependian de ti. ?Necesitabas otro? --!Abby, es mi hijo! ?Crees que le habria dado la espalda? --No, a el no, pero a su madre si --contesto ella, apartando la mirada. Todo se habia ido al traste cuando el padre de Nick murio. Las responsabilidades y las obligaciones hacia su familia le pesaban como una losa, haciendo que no le quedase nada para Abby, la mujer de la que, supuestamente, estaba enamorado. --Abby, intente hacer lo que me parecio mejor para ti. --Ah, ?si? ?Y quien me habia puesto a tu cargo? El la miro, turbado. Nadie le llevaba la contraria, nadie se atrevia a enfrentarse con el. Pero Abby no pensaba echarse atras. --?Ibas a quedarte en Sidney Creek despues de terminar la carrera? ?Eso era lo que querias? --pregunto Nick. --Queria poder elegir --contesto ella. Nick nego con la cabeza. --No podia dejar que hicieras eso. Te habias esforzado mucho para terminar la carrera y tenias un trabajo esperandote en Cheyenne… --Y tu tambien --lo interrumpio Abby. --Pero yo tenia otras responsabilidades. ?No entiendes que tuve que hacer lo que hice? Ella asintio con la cabeza. --Yo tambien. --?Esconderme que tenia un hijo durante casi cinco anos? --le espeto el. Abby no queria que aquello se convirtiera en una bronca, de modo que respiro profundamente. --Lo mejor es que te marches, Nick. --!De eso nada! Tu has tenido a Robbie durante cinco anos, ahora es mi turno. Esta ciudad no es sitio para criar a un nino.

  • La posada del viajero, Armando Rodera de Armando Rodera

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    Cantabria, finales del siglo XIX. Tras la inesperada muerte del cabeza de familia de los Abascal, su viuda e hijos deberan sacar adelante una pequena posada de viajeros, en el corazon de la villa marinera de Suances.

  • Tiempos negros de Lorenzo Silva

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    Alicia Gimenez Bartlett, Jenn Diaz, Lorenzo Silva, Alexis Ravelo, Eduardo Berti, Ernesto Mallo, Patricia Soley-Beltran, Cristina Fallaras, Bernardo Fernandez, Paco Ignacio Taibo II, Pablo De Santis, Espido Freire, Petros Markaris, Anna Maria Villalonga<>.ERNESTO MALLO

  • Eleanor Oliphant esta perfectamente de Gail Honeyman

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  • Ojala no fueras tu, Beatriz Gant de Beatriz Gant

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  • El recuerdo de tu voz de Sandra Gabriel

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    L Prologo os Angeles. Marzo de 2000. --!Dejalo, Ryan! !Lo vas a matar! --exclamo la nina. --Eso no sera nada comparado con lo que se merece --replico el sin dejar de dar patadas al nino, que estaba hecho un ovillo en el suelo en un intento de protegerse de los golpes. --Si dejas de pegarle para que pueda hablar, seguro que me pide perdon --sugirio ella en tono razonable. Eso hizo que se detuviera. Se aparto del nino, que yacia en el suelo, y le interrogo con rabia: --?Es eso cierto, Scott? ?Le vas a pedir perdon? Este asintio mientras sollozaba. Se levanto a duras penas y les miro asustado. --Perdoname, Katy --gimio con voz lastimera--. No volvere a decir nada sobre tus tet... --se interrumpio al ver la mirada asesina que le lanzaba Ryan--... pechos. No volvere a decir nada sobre tus pechos. Una vez ofrecidas las disculpas, echo a correr antes de que Ryan cambiase de opinion y siguiese con su paliza. Katy se cruzo de brazos avergonzada mientras le veia alejarse. Solo tenia diez anos, pero su cuerpo ya se habia desarrollado como el de una mujer y eso hacia que en ocasiones tuviese que aguantar ciertas bromas de mal gusto por parte de algunos ninos. --No te volvera a molestar --afirmo su amigo al ver que Scott huia con el rabo entre las piernas. Se sentia muy orgulloso de si mismo. Detestaba a aquel mocoso y habia disfrutado dandole una paliza. Con catorce anos era solo un par de anos mayor que Scott; sin embargo, por su aspecto fisico aparentaba mas edad. Ya alcanzaba casi el metro ochenta de estatura. Eso, unido al hecho de ser el hijo de Stefano Spositto, uno de los hombres mas peligrosos de la ciudad, hacia que tuviera muy pocos amigos; por eso valoraba tanto su amistad con Katy y la protegia. Era la unica amiga de verdad que tenia. Pese a que su padre y el de Scott eran socios de negocios, disfrutaban enfrentandolos. Eso habia hecho que ambos se odiaran profundamente. Cuando le contara a su padre lo que habia hecho, estaba seguro de que le felicitaria. Katy, a su vez, le miro molesta por sus acciones. Agradecia que la defendiese; lo que no le gustaba eran los metodos que utilizaba para ello. Trato de tranquilizarse y hacerle comprender que esa no era la manera correcta de actuar. Sabia que para el era dificil darse cuenta de que la violencia no era la solucion a todos los problemas, ya que su padre le habia inculcado que asi era como se resolvia todo. Ser una nina no le impedia ser consciente de la realidad que la rodeaba. Todo el mundo sabia que entre Stefano Spositto, el padre de Ryan, y Luca Maltesse, el padre de Scott, controlaban el trafico de drogas, la prostitucion y los juegos de azar de toda la ciudad. Su propio padre era participe al ser el contable del padre de Ryan, asi que, a pesar de que trataba de mantenerla lo mas alejada posible de todo ello, el hecho de vivir en la misma casa que Ryan hacia que fuese imposible que no supiera lo que ocurria a su alrededor. Sabia que lo que acababa de suceder iba a ocasionarle problemas a su amigo. No solo por haber atacado al hijo de Luca Maltesse, sino por defenderla a ella. Stefano Spositto era un sociopata que disfrutaba maltratando y torturando a su propio hijo. A Katy le dolia el corazon cada vez que tenia que ser testigo de ello, cosa que sucedia bastante a menudo. --No puedes darle una paliza a cada nino que me diga algo que me moleste --le dijo en un intento de que comprendiese que esa no era la manera correcta de actuar. --?Como que no? --replico el con altaneria--. Tienen que aprender que no pueden molestarte. --No puedes resolverlo todo a traves de la violencia --trato de razonar ella. --Si que puedo. --Estaba molesto porque no le agradeciera lo que habia hecho por ella. Se paso las manos con los punos despellejados por su pelo negro desalinado y la miro desafiante al clavar sus oscuros ojos en ella. --No dejare que nadie se meta contigo. Eres mi mejor amiga. Katy sintio como su corazon se calentaba ante sus palabras. No se podia creer que en verdad fueran amigos. El no lo sabia, ya que ella jamas se atreveria a confesarselo, pero en los ultimos meses comenzaba a tener sentimientos, deseos… cosas que la confundian, la hacian sentir extrana y le generaban mariposas en el estomago cada vez que estaba con el. --Ryan... --Por un segundo penso en preguntarle si a el le pasaba lo mismo. No sabia si era normal tener esos pensamientos y solo podia recurrir a el para preguntar. Ninguno de los dos tenia madre, ya que ambas habian muerto hacia ya muchos anos. Esa era una de las primeras cosas que les habia unido cuando se habian conocido, cruzando la barrera de la diferencia de edad. --A veces… --no se atrevio a formular en voz alta sus pensamientos. Se moriria de verguenza si el se reia de ella. Eran amigos, si bien el hecho de que fuera cuatro anos mayor que ella hacia que se diera cuenta de que para el era una nina. Cuando estaban juntos y la miraba con ese orgullo, como si hubiese realizado una gran hazana, o cuando se presentaba frente a ella con ese aspecto desalinado, hacia que no se sintiera como una nina, sino… diferente. En momentos asi le gustaria besarlo y que el la besase a ella. --?Que pasa? --la interrogo el al ver que le miraba de una forma extrana--. Estos dias estas muy rara. --Na...na... nada. --tartamudeo avergonzada de que pudiera leer sus pensamientos mas intimos--. Vamonos a casa. El miro la mano que ella le tendia y se la cogio con una sonrisa. Durante unos instantes habia temido que se enfadara por haberle dado una paliza al gilipollas de Scott. ?Como se atrevia ese imbecil a poner su sucia mirada en los pechos de Katy? !Era una nina! Menudo cerdo. Habia disfrutado al golpearle. Cuando se lo contara a su padre tendria que mentirle sobre el motivo de la disputa, ya que si descubria que habia sido por Katy no creia que le gustara. Hasta el ano pasado habia tolerado y permitido su amistad; vivian en la misma casa y, teniendo en cuenta que no se le permitia tener amigos entre sus iguales, era logico que Katy y el se hubieran hecho cercanos; no obstante, de un tiempo a esta parte su padre habia empezado a insinuarle que se alejara de ella. Decia que le ablandaba. Aun le escocia la espalda por la ultima leccion que le habia dado al respecto. Miro a su amiga y su pequena mano entrelazada con la suya. Por mas que le hiciera o le dijera su padre, no pensaba renunciar a ella. Contemplo los rubios cabellos de Katy, que descendian en cascada por su cintura y, por un momento, deseo acariciarlos, que girase su rostro hacia el y le mirase con esa dulzura con la que siempre lo hacia. Le hacia sentirse mejor persona, casi como si fuera bueno, a pesar de que sabia que era mentira. Nunca seria bueno y nunca se la mereceria. L 1 os Angeles. Veinte anos despues. Ryan miro su reloj con impaciencia. Eran las diez y cinco y se suponia que su novia Brooke tendria que estar en la casa para cenar con el. Habia llamado varias veces tanto a ella como a Drew, el hombre que habia contratado para protegerla y ninguno le habia cogido el telefono, lo que le molestaba y le parecia una falta de respeto. Sus hombres sabian que debian atenderle siempre las llamadas. Para eso les pagaba tan bien; para que estuviesen disponibles las veinticuatro horas del dia. En cuanto a su novia, sabia que detestaba que le hicieran esperar. --Me habias dicho que sirviera la cena a las diez y ya han pasado. ?Esperamos mas por tu invitada o cenaras sin ella? --quiso saber Mary, el ama de llaves, que esperaba instrucciones en la puerta del comedor. Se giro para hablar con ella y sintio que su mal humor se atemperaba un poco. Mary era una de las pocas personas que apreciaba en esta vida. Rondaba la cincuentena, de figura algo rechoncha y abundantes canas que salpicaban sus negros cabellos, era como la madre que nunca habia tenido. Habia temido que tras la muerte de su padre, dos anos atras, hubiera decidido irse, pero no lo habia hecho y se lo agradecia. Dirigia la casa desde hacia tantos anos que no se imaginaba vivir alli sin ella al frente. Habia entrado en su vida siendo nino y el poco calor humano y bondad que habia recibido habia provenido de ella. Tanto Katy como el la habian amado como si se tratase de su propia madre. El recuerdo de Katy le produjo, como siempre, un dolor sordo en el corazon. Se froto el pecho de forma distraida para aliviarlo, a pesar de saber que de nada serviria. --Ya deberiamos estar cenando --replico enfadado, en un intento de distraer sus pensamientos. Mas valia que Drew tuviera una buena excusa para explicar por que cojones no estaba alli con Brooke. Habia planificado una velada tranquila que incluia cenar, echar un polvo y luego permitir que ella se quedara a pasar la noche. En el preciso instante en el que cogia el movil para llamar de nuevo a su hombre, este comenzo a vibrar, pero el nombre que aparecio en la pantalla no fue el del guardaespaldas de Brooke, sino el de Steven, su segundo al mando. --Steven --exigio en el momento que descolgo el telefono--. Averigua donde cojones se ha metido Brooke y por que ni ella ni Drew me cogen el puto telefono. --Jefe... Tenemos un problema... Oir como su hombre dudaba al hablarle hizo que sintiera cierta inquietud. Tuvo el presentimiento de que en ese instante averiguaria el motivo por el que no habian aparecido. --?Que ocurre? --demando saber con frialdad. --Sera mejor que venga. Tenemos un problema muy gordo.

  • Eres parte de mi de Olivia Saint

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    El amor es una medicina bendita, para algunos es el motivo que endulza las noches y hace que cada dia sea una nueva oportunidad para amar. Para algunos otros, es un triste desacierto que le roba el sueno a las noches y hace de cada amanecer, un comienzo nuevo para seguir muriendo sin recibir la correspondencia del amor que se ha elegido alimentar. ?Y para los que no han tenido la oportunidad de sentirlo? ?Que les queda a esos otros?

  • Cuadernos De Rusia. Diario 1941 de Dionisio Ridruejo

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    Estos Cuadernos de Rusia, la obra cumbre de la literatura memorialistica sobre la Division Azul, los redacto Dionisio Ridruejo entre otono de 1942 y primavera de 1943, desde el confinamiento en Ronda, a su vuelta del frente ruso. Editados de forma postuma a finales de los anos 70 del siglo pasado, ahora cobran nueva luz en esta edicion critica y definitiva, a cargo del historiador Xose M. Nunez Seixas, cuando su figura ha quedado ya situada sin vacilaciones en la historia intelectual y politica espanola del siglo xx.

  • Prometo no amarte hasta que el pacto nos separe de Vega Manhattan

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    Dina abrio uno de sus ojos y miro el movil que habia cogido a ciegas, tanteando sobre la mesilla de noche. Las seis de la manana, no habia sonado antes de tiempo, aunque a ella le pareciese asi. Gimio a la vez que metio la cabeza bajo la almohada. Ultimamente parecia que las noches eran demasiado cortas, se pasaban en un plis plas. A veces ni tiempo le daba a abrir los ojos cuando la dichosa alarma estaba sonando. Saco la cabeza de su escondite, abrio los ojos y miro a traves de la ventana de su habitacion. Aun no habia amanecido. Pero su dia ya deberia haber comenzado. Dia que no contaba con las horas suficientes, asi que no podia permitirse el lujo de quedarse en la cama ni un minuto mas. Y a veces, muchas en realidad, le gustaria hacerlo. Ser como esas personas que ponian la alarma a una hora y la iban retrasando cada cinco minutos para disfrutar del momento. A este paso ni cuando seas vieja. Pues seguramente no. Seria una anciana que aun estaria con doble o triple trabajo para pagar deudas, pero era lo que le tocaba. Habia gente que nacia con estrella y otras personas estrelladas. Ella habia nacido ya estampada y hecha una tortilla en el suelo. En fin... Se levanto rapidamente y un alarido salio de su garganta cuando al salir del dormitorio se golpeo el dedo pequeno del pie, haciendo que se doblase en una postura antinatural. --!Me cago en...! (Piiiii) !Hijo de...! (Piiiii) !Todos tus...! (Piiiiiiiiiiiiiiii) Mejor ni escribo lo que dijo que hay gente muy susceptible por aqui y despues todo son problemas y criticas estilo "que vulgar" y cosas asi. Y como que no me apetece porque yo cuento historias para reirnos y para que disfrutemos. Para problemas ya estaba Dina. Que por si no tuviera nada encima, la pobre estaba saltando a la pata coja. Como diria mi abuela, "dobladita de dolo'". Muy de mi tierra la expresion. --!Tu... (piiiiiiiiiiiii) madre! Vale, pense que habia terminado… Desde ese momento en que se levanto, nunca mejor dicho, con mal pie, ya se presagiaba un mal dia. --Veras el dia de mierda que voy a tener --gimio unos minutos mas tarde cuando la cafetera expres medio exploto y el contenido de la capsula de cafe llego hasta el techo. Adonde Dina miro de malos modos, acordandose de todos los dioses habidos y por haber. Y por si tener que comprar una cafetera nueva no fuera poco, tendria que ver si lo de que no le hubiese llegado el agua caliente al bano la noche anterior era un problema que necesitase de un fontanero o solo era algo puntual que se arreglaba solo. Si era lo segundo, que solia pasar muchas veces ya que solo ocurria por joder un rato, bien. Pero si era lo primero... Iba a tener que plantearse, y ya en serio, el vender alguno de sus organos no vitales. Empezaria por el primero que apunto en la lista. Y si, tenia una lista sobre ello, asi de mal le iban las finanzas. Asi de preocupante era el asunto. Pero tenia que seguir, si o si. Como fuera. Por la mujer a la que le estaba cogiendo la mano en ese momento, tras sentarse a su lado, en la cama. Dina suspiro tras apretar el agarre a la anciana. Solo por ese momento merecia cualquier pena. --Buenos dias --sonrio y miro a esos cansados y tristes ojos azules. La anciana miro a Dina con curiosidad, su ceno fruncido. --?Quien eres? --pregunto, con voz somnolienta. --Tu nieta --sonrio Dina haciendo, como siempre, un esfuerzo para que no se le notase la tristeza que sentia cada vez que su abuela no la recordaba. Era una parte dura de su enfermedad, una entre tantas. --Ah... --la anciana asintio con la cabeza, como si con eso ya no tuviese lagunas, pero en sus ojos podia verse que no la reconocia. --Con la lata que te he dado siempre, como para que no me reconozcas. --No digas eso --le dio un cate a la mano de Dina--. Si has sido muy buena --sus despobladas y casi inexistentes cejas, unidas. --Ah, ?si? --esa vez, Dina sonrio de verdad. Por esos momentos en los que su abuela recordaba algun pequeno detalle, merecia la pena todo lo demas. --Si. Un poco cabezota y con un... ?Como se dice eso? --?El que? --Cuando... --la anciana refunfuno al ver que no podia explicarse-- Cuando alguien se enfada. --Ah, enfadado. --No --dijo enfadada ella, haciendo sonreir a su nieta. --?Cabreado? --la anciana la seguia mirando de mala manera, esa palabra tampoco era-- ?Enfurrunado? --Que no, cono --solto su abuela. Dina solto una carcajada. --Mucho genio tienes tu --rio la nieta. --Me parezco a mi madre, ?conoces a mi madre? A veces viene a verme. --Ah, ?si? Tocaba conversacion sobre fantasmas que venian a visitarla. --Si y tiene un genio de los mil demonios, pero no es mala. Como tu. Que vaya caracter, pero eres una santa. --No todos piensan igual, abuela --rio Dina, divertida. --!Que sabran ellos! --refunfuno la abuela-- Si te conocieran de verdad, pensarian diferente --miro a Dina fijamente--. ?Como me dijiste que te llamabas? Dina suspiro, pero mantuvo la sonrisa. Asi eran las cosas con su abuela. Eso y pasar de un tema a otro sin sentido. Y tener paciencia mientras organizaba las palabras en su mente y terminaba una frase. Eso y tantas cosas mas. --Dina, abuela. Soy Dina. --Ah... Dina --asintio un poco con la cabeza--. A tu madre siempre le gusto ese nombre --pues si, asi era--. ?Yo conozco a tu madre? --La pariste tu, si no la conoces... --?Y dolio? --Segun siempre me habeis contado, un poco mas y se te cae sola --rio Dina.

  • Te quiero a morir de Anele Amme

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    Dime que me quede contigo --suplique--. Por favor, dime que me quieres y que no puedes vivir sin mi. --Oi como Javi se reia al otro lado de la linea. --Cris... --intento interrumpir mi monologo. Lo ignore y segui hablando. --Pideme que vuelva a casa. Dime que lo que estoy haciendo es una puta locura, que se me ha ido la cabeza. Ruegame que me quede, que ni se me ocurra subirme en ese avion. --Cris... --Volvio a intentar interrumpirme, pero tampoco le deje esta vez. --A ti tambien te gustan esas peliculas donde un aeropuerto entero se paraliza para que una pareja no se separe en nombre del amor. A esas alturas Javi estaba descojonado, y yo hiperventilando. --A ver... calmate, por favor. Has tomado la decision correcta. --Resople--. Ahora estas histerica por el cambio, lo cual es normal dadas las circunstancias, pero todo va a salir bien. Es una experiencia muy enriquecedora que siempre has querido vivir. Es temporal, vas a volver. Yo y el resto de la gente que te quiere no te va a olvidar ni va a dejar de quererte por irte, y vamos a seguir aqui cuando vuelvas. --?Y si me he equivocado?, ?y si todo sale mal y me echan del trabajo en cuanto llegue? No podre pagar el alquiler, vivir en Nueva York es muy caro y mis ahorros son limitados, tendre que mendigar por las calles y vivir debajo de un puente... morire de hipotermia. No podreis recuperar mi cadaver porque no sabreis en que puente vivia. No podreis esparcir mis cenizas en Tulum, y ya sabes que quiero descansar alli toda la eternidad. Mi espiritu se revolvera nervioso y se te aparecera en suenos... --Ring, ring... Javi llamando a Drama Queen. --Javi... --suplique. --Para de montarte peliculas en la cabeza. No va a pasar nada de eso. Y si pasara (que no va a pasar) y te quedases sin trabajo, lo unico que tienes que hacer es coger un avion de vuelta a casa y listo. Nada de puentes. Volvi a resoplar. Javi tenia razon, pero yo estaba tan nerviosa que no razonaba con normalidad. Estaba a punto de subirme en un avion rumbo a Nueva York y dejar atras a mi familia y amigos. Iba a cambiar mi vida tal y como la conocia, ?por que? !Y yo que se! Yo era una persona feliz que disfrutaba de su vida, de su familia, de sus amigos y del trabajo. Un dia me desperte con la sensacion de estar estancada, pero no era capaz de identificar el area en el que lo habia hecho. Asi que no sabia como resolver esa desazon que empezo a aduenarse de mi. Ese sentimiento de agobio no ceso y empece a plantearme mi existencia. Necesitaba cambiar algo, pero ?que exactamente? Todo me iba bien, no me podia quejar de ningun aspecto de mi vida en particular. La repase intentando encontrar una pista que explicase mi inquietud, mi necesidad de cambio. Compartia piso con Javi, mi mejor amigo de toda la vida. Al principio nos dio un poco de miedo la idea de hacerlo, sentiamos que estabamos poniendo en juego una amistad que valia su peso en oro. En esa epoca, el estaba hasta las narices de sus dos companeros de piso porque eran un poco cerdos y siempre se intentaban escaquear de limpiar, asi que, cuando Alvaro y yo rompimos y me fui de su casa, los dos lo vimos claro: !nos la jugabamos!, nos ibamos a vivir juntos. Fue la mejor decision que pudimos tomar, nos amoldamos el uno al otro muy rapidamente, sin grandes discusiones ni problemas, nos conociamos taaan bien que ninguna de las manias que teniamos nos sorprendio y la convivencia fue muy facil. Mi familia era fantastica. Iba a verlos todos los fines de semana si estaba en Madrid. La comida de los domingos en casa de mis padres era cita obligatoria para mis hermanos y para mi. Disfrutabamos de la comida hecha por la mejor cocinera del mundo: mi madre. Nos reiamos con las amenas conversaciones de sobremesa. !No los podia querer mas! Tenia unos cuantos amigos, tampoco muchos, de esos de los que sabes que darian la vida por ti, y muchos conocidos de distintos circulos con los que hacer planes y salir por la noche. En cuanto al trabajo... Bueno, me gustaba, lo cierto es que me gustaba y mucho, y --no es por tirarme flores-- era muy buena, lo cual me resultaba muy comodo porque no tenia que esforzarme mucho para sacarlo adelante. Familia, amigos, trabajo: todo perfecto. Entonces ?que pasaba conmigo? Quizas ese era el problema, que todo estaba bien, no habia en mi vida ni sobresaltos ni bajones, no habia incentivos. En el fondo, necesitaba salir de mi zona de confort, enfrentarme a nuevos retos y vivir nuevas experiencias. Un dia estabamos Javi y yo en casa tirados en el sofa, arreglando el mundo, cuando empezamos a recordar nuestros dias de universidad. Habiamos disfrutado tanto en esa epoca que el tema daba para dias: las fiestas que nos habiamos corrido, los nervios por los examenes, las partidas de mus, el dramon entre Marta y Alberto que duro casi dos anos hasta que por fin los dos cabezotas decidieron romper con sus miedos y estar juntos, los dias en los que estabamos todo el dia en la facultad porque teniamos clase por la manana y practicas por la tarde... Un sinfin de vivencias. En un momento dado recordamos a nuestros novios de esa epoca. El verano antes de empezar la universidad me lie con Sergio. Lo que empezo como un rollo de verano se convirtio en una relacion seria que duro tres anos, lo dejamos por muchos motivos justo al empezar el ultimo curso, porque ya no habia nada mas que sacar a esa relacion. Recorde como despues de haber roto, lo que peor lleve fue darme cuenta de todas las cosas que yo habia dejado de hacer por estar con el, infinitas. Me arrepentia de todas y cada una de ellas, pero la que mas me pesaba era no haberme ido de Erasmus. Desde que hube empezado la universidad siempre habia pensado que seria genial pasar un ano fuera y obligarme a crecer y vivir esa experiencia unica, pero no lo hice, nunca llegue a echar la solicitud siquiera, en ese momento me compensaba el no separarme de el, priorice estar con Sergio por encima de experimentar esa vivencia. En realidad, lo puse por delante de mis propias necesidades en muchos aspectos durante toda la relacion pero, en general, todas las podia corregir en futuras relaciones, excepto el Erasmus, ese tren jamas volveria a pasar, y eso me corroia por dentro. En fin, de todo se aprende. Despues de aquella conversacion con Javi, el runrun de que habia dejado de vivir una experiencia que me parecia imprescindible por un tio que al final no habia merecido la pena, no se me iba de la cabeza. No hacia mas que darle vueltas. Pensaba que a esas alturas de mi vida ya habria aceptado la renuncia al viaje como una cagada monumental. No tenia sentido darle vueltas tantos anos despues y, sin embargo, ahi estaban las mismas preguntas resonando en mi cerebro sin parar. ?Como habria sido irme fuera de Espana yo sola? ?Donde me habria ido? Habria elegido Reino Unido casi seguro por el tema del idioma. Me imaginaba a mi misma con veinte anos yendo a la universidad de Oxford --por ejemplo--, viviendo en un college, trabajando por horas en alguna cafeteria, conociendo gente nueva y yendome de fiesta al estilo ingles. Poco a poco la idea de irme fuera de Espana fue tomando una forma mas definida en mi cabeza. Al principio no le hacia mucho caso, fantaseaba un rato con ella y me obligaba a pensar en otra cosa pero, poco a poco, la ilusion por salir a buscarme la vida fuera de Espana se fue haciendo mas y mas grande, y un dia, mientras estabamos repantingados en el sofa, me encontre contandole a Javi que iba a hablar con mi jefa para trasladarme a Estados Unidos a trabajar. Lo curioso es que no se lo conte pidiendo su opinion, sino que le informe dandolo por sentado. Es de las pocas veces que he dejado a Javi sin palabras. Al cabo de unos dias, hable con mi jefa, le explique que necesitaba un cambio de aires y que habia pensado en mudarme a Estados Unidos. Unos meses antes, habian pedido personas para trabajar alli de modo temporal, debido a la escasez de gente con mi perfil, asi que imagine que no seria un problema mover los hilos necesarios para que aceptasen mi solicitud de traslado pero, aun asi, fue un proceso lento hasta tener todo el papeleo en regla. Cuando ya fue una certeza y no solo una idea en mi cabeza, escribi a Sarah, una companera de la oficina de Nueva York, contandoselo todo. Ambas habiamos coincidido en el mismo proyecto unos anos atras y congeniamos muy bien, pero no nos conociamos en persona. Se habia creado entre nosotras un vinculo de confianza que habia trascendido mas alla de lo profesional. Aunque el proyecto habia acabado hacia un ano, seguiamos manteniendo relacion. Por eso, cuando decidi mudarme a Estados Unidos, ella fue una de las primeras en saberlo. Me puse en contacto con ella a un par de semanas antes de mi marcha para que me ayudase con la busqueda de piso. El alquiler en Nueva York era muy caro y no queria estar muchos dias alojada en un hotel hasta encontrar un lugar para vivir, y para eso tenia que organizarme muy bien. Mi intencion era quedarme en un hotel cuando llegase, pero Sarah insistio para que lo hiciera en su casa. Tenia un pequeno estudio con un sofa cama que podia utilizar todo el tiempo que necesitase. Me negue, por supuesto, pero insistio, insistio, y me deje convencer. La verdad es que era un encanto de chica y le estaba muy agradecida por toda la ayuda. Incluso iria al aeropuerto a buscarme en el coche cuando llegara. !Un solete! Llegar a un pais nuevo y tener a alguien cuidando de ti los primeros dias, es algo que no tiene precio. Total, que ahi estaba yo, sufriendo un ataque de panico en mitad del aeropuerto de Barajas, mientras hablaba con el que, justo en ese momento, habia dejado de ser mi mejor amigo por no pedirme que me quedara con el en casa. !Esa me la pagaria! Seria el primero al que mi espiritu enfurecido visitaria despues de haber muerto bajo un puente. --Estoy cagada de miedo. --Lo raro seria que no lo estuvieras. Tranquila, amor. !Eres una crack! Estoy seguro de que todo va a salir bien. Ademas, sabes que, en cuanto pueda, voy a ir a verte; no te vas a librar de mi tan facilmente --replico, divertido--. Tu recorrete la ciudad estos primeros meses y aprendete todos los sitios que solo conocen los autoctonos, y asi me ensenas una perspectiva de la ciudad diferente cuando yo vaya. --Lo se. Pero ?y cuando? Este verano ya me dijiste que es imposible. ?Sabes mas o menos en que fechas podrias venir? --Necesitaba agarrarme a un clavo ardiendo. --Mmm... supongo que para octubre o asi; efectivamente, este verano es imposible, no voy a poder coger vacaciones. Estoy con el articulo a tope, lo queremos mandar a finales de agosto a revision y tenemos que repetir algunos experimentos antes, vamos a contrarreloj. Ya te dire mas adelante. En ese momento anunciaron la puerta de embarque de mi vuelo en los monitores. Me despedi de Javi asegurandole que le llamaria cuando hubiera llegado. Respire profundamente, la ilusion por el cambio se fue abriendo paso entre el miedo que sentia y, con determinacion, me dirigi a la puerta de embarque indicada. !Comenzaba una nueva aventura! 2 Craso error <> Cristina Jaime --!Eres un cabron! --me grito Kimberly con todas sus ganas. Respire hondo intentando tranquilizarme, no era plan que yo tambien perdiese los papeles. Era una situacion delicada y, siendo sincero, era ella quien se llevaba la peor parte, pero tampoco le iba a permitir insultarme por ello. --Kim, por favor, tranquilizate y hablemos como dos personas adultas. ?Me puedes explicar por que soy un cabron? Porque hasta donde yo se jamas te prometi amor eterno. !Fue solo un polvo! Me arrepenti de mis palabras en el mismo momento en que las pronunciaba. Me taladro con sus ojos verdes. --Solo un polvo --repitio dolida. Inspire despacio para calmarme, no queria decir nada de lo que me pudiera lamentar despues. --Anoche los dos bebimos... y mucho. A los dos nos apetecia echar un polvo y eso hicimos. Nos lo pasamos muy bien, pero nada mas. No hice ni dije nada que te diera pie a pensar que queria algo mas. --Todo eso lo entiendo. Te conozco y se que no quieres atarte a nadie. Lo que no entiendo es por que me rechazas ahora --replico. --No puede volver a pasar. Nosotros compartimos piso, no deberiamos haber incluido el sexo en nuestra relacion.