jovenes promesas libro
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jovenes promesas libro - Juanjo Diaz Polo
https://gigalibros.com/jovenes-promesas.htmlCorre el ano 1920 y el comite olimpico espanol va a enviar por primera vez en su historia una seleccion de futbol a un campeonato internacional. Pero la tarea no sera nada facil: las diferentes federaciones regionales recelan unas de otras y cada una quiere que sus jugadores tengan protagonismo.
Con tal escenario, los responsables de la expedicion no guardan grandes esperanzas, pero no cuentan que, sobre el terreno de juego, estaran los Zamora, Pichichi,
Pagaza, Belauste o Samitier, componentes de un equipo de leyenda. Inspirada en hechos reales, Jovenes promesas se desarrolla en los inicios del futbol y el olimpismo y narra, a traves de la voz de Elena Diaz, la idealista hija de un veterano cronista deportivo, la gesta historica de un equipo inolvidable, en el que nadie creia y que alcanzo la gloria. -
JOVENES PROMESAS | JUANJO DIAZ POLO | Casa del Libro
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Jóvenes promesas - Libro de Juanjo Díaz Polo - Lecturalia
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Jóvenes promesas: 1920. JJ.OO. Amberes. La leyenda ...
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Jóvenes promesas - Juanjo Díaz Polo | PlanetadeLibros
https://www.planetadelibros.com/libro-jovenes-promesas/2138717 jun 2016 — Apúntate y descubre cada mes todas las novelas contemporáneas. ¡No podrás parar de leer! Cargando... Otros libros de ...
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JÓVENES PROMESAS. 1920 JJ.OO AMBERES. LA ...
https://www.popularlibros.com/libro/jovenes-promesas_802569JÓVENES PROMESAS (Libro en papel). 1920 JJ.OO AMBERES. LA LEYENDA EMPEZÓ AQUÍ. de DÍAZ POLO,JUANJO. JÓVENES PROMESAS.
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JOVENES PROMESAS - JUANJO DIAZ POLO - Agapea
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Jóvenes promesas - Juanjo Diaz Polo - Libros Alcaná
https://www.libros-antiguos-alcana.com/juanjo-diaz-polo/jovenes-promesas/libroJóvenes promesas ( Díaz Polo, Juanjo ) [2496250 - JZ51] Juegos de pelota · Novela española Siglo XX Planeta. Barcelona. 2016. 23 cm. 427 p.
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Tu no eres para mi de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/tu-no-eres-para-mi.htmlBernadette espero impaciente ante la empresa donde trabajaba su hermana. Miro de nuevo el reloj y preocupada se mordio su grueso labio inferior. Ya pasaban diez minutos de la hora y no la habia avisado. Tenia que haber quedado en el restaurante e ir pidiendo, porque ella no podia regresar tarde al trabajo. El senor Kanda era inflexible con la hora. Se aparto un largo mechon de cabello rubio platino pensando que tenia que haberselo recogido, cuando Darla salio colocandose la correa de su bolso de firma sobre el hombro. Impaciente bufo subiendo los escalones. --Sabes que tienes que avisarme si vas a salir tarde. --Solo han sido diez minutos. No seas pesada. --Miro su vestido negro. --?Vas a un funeral? --Ya te he dicho que se ha muerto el jefe de contabilidad. Esta tarde nos dan permiso para ir a su sepelio. --Leche, que lugubre. ?Le conocias? --Claro, mi empresa no es como la tuya. Nos conocemos todos --dijo llegando al semaforo. Impaciente toco el boton aunque no servia de nada. --Ya te he dicho que buscan ayudantes de direccion. Podrias tener un puesto mejor. Miro sus ojos color miel igualitos a los suyos, que eran en lo unico que se parecian porque en todo lo demas eran totalmente distintas. Darla era despampanante. Morena con esos ojos rasgados y tan alta que podria ser modelo, se habia casado con un abogado forradisimo que la trataba como una reina. Ella media poco mas de metro y medio, su color de cabello la hacia parecer una muerta la mayor parte del tiempo, porque su piel jamas se ponia morena, y no habia tenido una cita en ano y medio. Y para colmo se la habia conseguido su hermana. Lo que menos queria era trabajar en la misma empresa para que las compararan continuamente. Eso sin mencionar que para hacer un trabajo que odiaba mejor quedarse donde estaba. --No, gracias. Sabes que con el senor Kanda estoy estupendamente. --Ese japones es un tirano. Hizo una mueca cruzando la calle. --Si, un poco si. --Y tiene muy mala leche. Para el nunca haces nada bien. En mi empresa estarian encantados contigo. Y con el curriculum que tienes... Menudo desperdicio. Los de las entrevistas de trabajo estaban ciegos. No estaban ciegos y ese era el problema. La veian demasiado timida, demasiado callada. Por su cultura al senor Kanda le vino genial, por supuesto. Ella lo entendio perfectamente cuando conocio a su esposa en la fiesta de Navidad. Ni abrio la boca. Asi que era comprensible lo que habia ocurrido el dia de la entrevista, porque en cuanto la vio le ofrecio el puesto. Y no pagaba mal, la verdad. Pero era insoportable su tonito ironico a todas horas. Igual su hermana tenia razon y era momento de cambiar de aires. Pero en la empresa de Darla ni hablar. Sonrio a su hermana que seguia indignada. --Tu me miras con muy buenos ojos. Como se nota que eres mi melliza. --Es que estas desperdiciada en esa empresa de fotocopias. --Fotocopiadoras. --Eso. --Darla empujo la puerta de la cafeteria a donde iban todos los dias y vieron a sus amigas que ya estaban comiendo. --Pero que prisa teneis todas --dijo molesta. --Es que nosotras no tenemos un jefe que besa por donde pisamos. Darla se echo a reir de esa manera tan cantarina que hacia que media cafeteria se girara para mirarla, pero Bernadette acostumbrada lo ignoro y se sento al lado de Katey que masticando su ensalada de pasta le guino un ojo. Al ver sus largas pestanas negras entrecerro los ojos. --?Te pones pestanas postizas? --Te has dado cuenta --dijo desilusionada. --Claro. Son enormes. --Y se te ha salido el pegamento. Menudos abanicos te has puesto --dijo Fiona intentando no reirse. --?A quien le has echado el ojo? --No se como se llama. --Aparto su flequillo moreno de su frente. --Trabaja en el piso veintidos. --Ingeniero --dijeron todas a la vez. Aunque Bernadette no trabajaba en la misma empresa, por los ligues de las chicas ya sabia que habia en cada planta. Ambas eran abogadas especializadas en patentes y trabajaban codo con codo. Darla las habia metido en la empresa pues las cuatro eran amigas desde la universidad, aunque no habian estudiado lo mismo. --?No habeis pensado en salir con alguien de fuera de Henderson Technologies? Lo pregunto porque ya son muchas citas con empleados de alli. --Pero si alli trabaja mucha gente. --Katey la miro fijamente con sus bonitos ojos azules. --?Me estas diciendo que van a murmurar de mi? --Se llevo la mano al pecho como si fuera la primera vez que se le ocurria algo asi. --?Creeis que puede pasar? Darla hizo una mueca y sonrio a la camarera. --Lo mismo que ellas. --Yo tambien, Daisy. Y de beber lo de siempre. --Perfecto. Sois la mesa mas facil del local. --La chica les guino un ojo antes de alejarse. --?Lo creeis? --insistio Katey. --!No! --exclamo Fiona que tambien estaba para hablar--. No, ?verdad? Las hermanas se miraron a los ojos y fue Darla la primera en hablar. --Pues la verdad es que hay tantos hombres en Nueva York que no se por que siempre teneis que salir con companeros de trabajo. A mi David lo conoci en el gimnasio. Deberiais ir. Alli se liga mucho. Katey chasqueo la lengua y Fiona hizo un gesto con la mano como si lo que hubiera dicho fuera una tonteria. --?Por que ir tan lejos cuando en la empresa tenemos tantos? --Cierto. Asi ahorramos tiempo, que somos mujeres muy ocupadas. --?Para que preguntas entonces? --pregunto Bernadette sorprendida. --Por si acaso creian en la empresa que eramos unos pendones. --!Es que es lo que van a pensar, Katey! Has salido con al menos quince tios de alli. --Pero no me he acostado con todos. --Dejalo, Bernie --dijo Darla exasperada. --?Y a ti que te pasa? --Fiona entrecerro sus ojos castanos apartandose un mechon de cabello cobrizo del hombro. --Estas enfadada. --?Yo? --No --respondio Bernadette por ella--. No esta enfadada. --Si que lo esta. Frunce el ceno y siempre lo hace cuando algo la cabrea. Miro a su hermana fijamente y esta forzo una sonrisa. --?Que pasa? Ahora que lo pienso no estas enfadada... Estas preocupada. Las tres pendientes de sus palabras provocaron que se sonrojara ligeramente. --Estoy embarazada. Dejo caer la mandibula del asombro porque de todas las cosas que podia decirle eso era lo que menos se esperaba. --Es estupendo --dijo Fiona muy contenta abrazandola--. Felicidades. Katey la felicito mientras ellas se miraban a los ojos. Se levanto viendo la angustia en el rostro de su hermana y la abrazo. --No te preocupes, es una noticia maravillosa. Me alegro muchisimo por vosotros, vais a ser unos padres increibles. --Me he enterado esta manana. Queria decirtelo a ti sola, pero tenias prisa y... --Lo entiendo, no te preocupes. --A ver como se lo toma --dijo Darla apartandose. --Se va a cabrear, pero se le pasara. Te quiere mucho --dijo Bernadette cortandoles todo el rollo a sus amigas que las miraron asombradas mientras volvia a su sitio. --?Quien se va a cabrear? ?David? --pregunto Fiona atonita--. ?Por que se iba a cabrear? El tambien estaba alli. ?O no? --Claro que estaba alli --dijo Bernie indignada--. Pero habian quedado que esperarian otro ano porque acaban de mudarse a la casa nueva que ella se empeno en comprar. Eso unido a que han tenido que cambiar de coche, despues de que ella hubiera destrozado el BMW de su marido y que eligieran ese modelo carisimo porque a Darla le encantaba ese Jaguar... Un coche nada practico para llevar el carrito del bebe. --Reprimio la risa mientras era ahora su hermana la que la miraba indignada. --Estas muy graciosa. --Esa soy yo, la tia graciosa. --Sonrio con carino. --Te pidio un ano para recuperarse porque lo ha invertido todo en esa casa, pero no tienes que preocuparte porque te perdonaria cualquier cosa. --Dios... Menuda mierda. --?No lo quieres? --pregunto Katey impresionada--. Si siempre te han encantado los ninos. --Claro que lo quiero. Ahora ya esta aqui. --Preocupada miro la mesa de al lado bajando la voz. --Pero no lo deseabamos ahora. Ninguno de los dos. Ademas el trabaja muchisimo y decidimos que no fuera en este momento, porque cuando sea padre quiere dedicarle tiempo a sus hijos. Tiempo que ahora no tiene. --?Y que vas a hacer? --pregunto Fiona preocupada. --Tendremos que fastidiarnos porque esta aqui. Ni loca voy a abortar. --David tampoco querria algo asi --dijo Bernie preocupada porque debia ser uno de los momentos mas felices en la vida de su hermana. Le sonrio--. Sereis unos padres maravillosos. La miro a los ojos y vio un pequeno brillo de ilusion. --?Eso crees? --Por supuesto --dijeron todas asintiendo.
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Presa en la Isla de Jorge Borges
https://gigalibros.com/presa-en-la-isla.htmlSoy el monstruo de los cuentos para ninos.
El novio que ninguna quiere para su hija.
Y el asesino a sueldo de la sociedad secreta.
La Sociedad. La elite de Amos Millonarios. -
El increible viaje de las plantas de Stefano Mancuso
https://gigalibros.com/el-increible-viaje-de-las-plantas.htmlDesde la publicacion de Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal, Stefano Mancuso se ha convertido en un referente ineludible en el conocimiento de la fascinante realidad de las plantas. Suponen el 99,7% de la vida del planeta y sobrevivirian sin los animales mientras que nosotros desapareceriamos inmediatamente en un mundo sin ellas. Si en sus libros anteriores Stefano Mancuso nos descubria que las plantas son sensibles, se comunican e intercambian informacion, duermen, tienen memoria, cuidan de sus hijos, toman decisiones, resuelven problemas y nos mostraba lo que las plantas nos ensenan para resolver los multiples desafios del futuro, en este su nuevo libro se centra en algo que la evidencia parece negar: que las plantas se mueven y viajan.
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La molecula de Dios (Natalie Davis 4) de Annabel Navarro
https://gigalibros.com/la-molecula-de-dios-natalie-davis-4.htmlLa agente Natalie Davis sospecha que alguien de su equipo se ha cambiado de bando, sin embargo, su intencion de iniciar una investigacion paralela junto a su companera Olivia va a tener que esperar; ahora tiene otros problemas mas importantes de los que ocuparse. Tras un tiroteo en el que Natalie sale ilesa, la agente ha sido reducida con una pistola electrica e introducida en una furgoneta; alguien se esta tomando demasiadas molestias para hacer desaparecer a la federal.
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Historia de un legajo de Enrique Garza Grau
https://gigalibros.com/historia-de-un-legajo.html -
El pequeno libro de las grandes feministas de Julia Pierpont
https://gigalibros.com/el-pequeno-libro-de-las-grandes-feministas.htmlEn este luminoso volumen, la exitosa escritora del The New York Times, Julia Pierpont, y la artista Manjit Thapp combinan biografias breves, vibrantes y sorprendentes con preciosos retratos de “santas” seculares, campeonas de la fuerza y el progreso: mujeres que sacudieron la tierra, rompieron techos e hicieron explotar los moldes.
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El amor no es una ciencia exacta, Monica Maier de Monica Maier
https://gigalibros.com/el-amor-no-es-una-ciencia-exacta-monica-maier.html -
Tengo que olvidarme de ti de E.m. Cubas
https://gigalibros.com/tengo-que-olvidarme-de-ti.html -
Piel de letra de Laura Escanes
https://gigalibros.com/piel-de-letra.htmlCada piel es un mundo por descubrir.
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Una influencer y un giro inesperado (Influencer 2) de Hugo Sanz
https://gigalibros.com/una-influencer-y-un-giro-inesperado-influencer-2.htmlUn ano despues, tras el inesperado giro que ha sufrido su vida, Chloe decide que es hora de resurgir de sus cenizas. Para ello, se plantea hacer un viaje por Asia que, aparte de para ver mundo, le sirva para reencontrarse consigo misma.
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Suite Veintiuno (Amores de verano 1) de Mita Marco
https://gigalibros.com/suite-veintiuno-amores-de-verano-1.html?Es el destino el que manda sobre nuestras vidas? ?O por el contrario somos nosotros los que elegimos? Miriam, una joven estudiante de derecho, debe reunir el dinero suficiente para poder costearse el master con el que habia estado sonando toda su vida. Asi que cuando le proponen viajar a Menorca, a trabajar en un complejo hotelero de lujo, se embarca sin pensarselo. Pero en su camino se cruza alguien inesperado. La joven conoce a un atractivo huesped que pondra su estancia en la isla patas arriba. Entre los dos surge la atraccion y juntos se lanzan a una ardiente aventura, repleta de locuras y altibajos. Pero Miriam descubre que nada es lo que parece. aquel sensual huesped dista mucho de ser la persona que ella creia. ?Podra vencer el amor todos sus temores?
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El rostro de los suenos de Rafael Hernandez
https://gigalibros.com/el-rostro-de-los-suenos.htmlCharly fue en su dia un estudiante de provincias con inquietudes creativas que llego al Madrid de los ochenta con el doble proposito de cursar la carrera de Derecho y abrirse camino en el complejo mundo del arte. A traves de un inesperado romance con Mer, prometedora fotografa, entro en contacto con la vanguardia cultural de la epoca hasta explorar los limites de las luces y las sombras. Obsesionado desde la ninez con un sueno repetitivo, toma por objetivo existencial descubrir la identidad de uno de sus protagonistas: un ser sin rostro ni facciones definidas que cada madrugada lo rescata de la ansiedad patologica de nuestra era.Tres decadas mas tarde, transformado por el tiempo en profesional de exito, adquiere un papel relevante en la primavera espanola de 2011.
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Un verano en Chatsworth, Alexandra Risley de Alexandra Risley
https://gigalibros.com/un-verano-en-chatsworth-alexandra-risley.htmlMientras la mayoria de las jovenes de su edad suenan con enamorarse y lograr un matrimonio conveniente, Fanny Thorton apunta mucho mas alto: desea ingresar a una prestigiosa universidad para cursar la carrera de medicina.
Aunque los muros que el mundo academico ha erigido para las mujeres se derrumban en una era de avances y trasformaciones, Fanny sufre al no poder concretar sus objetivos. hasta que un golpe de suerte la pone a un solo paso de ellos. Es invitada a asistir al prestigioso retiro intelectual de Chatsworth House, una temporada vacacional reservada para los alumnos mas destacados de la Universidad de Cambridge, que se celebra cada ano en la magnifica mansion campestre del duque de Devonshire.
En aquel exclusivo entorno de recreacion y erudicion -pero tambien de rechazo de parte de quienes la consideran una arribista con suerte-, Fanny reafirmara su determinacion de estudiar y de demostrar que una mujer es tan capaz como un hombre de convertirse en medico.
En Chatsworth House conocera a dos brillantes y atractivos estudiantes que compartiran su pasion por la medicina: el enigmatico Gabriel Seymour, cuyo talento es minimizado por su terrible reputacion, y el arrogante lord Everett Sinclair, quien pone en duda la tenacidad de una mujer para ejercer la medicina. Gabriel y Everett reviviran viejas rencillas y crearan nuevas cuando ambos pongan sus ojos en la resuelta jovencita que aspira matricularse en Cambridge a como de lugar y convertirse en medico.
Alexandra Risley continua escudrinando en la flamante era victoriana y se detiene en los inicios de la medicina moderna, en el limitado acceso a la educacion para la mujer y en su denodada lucha por lograr la igualdad.
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30 maneras de quitarse el sombrero de Elvira Lindo
https://gigalibros.com/30-maneras-de-quitarse-el-sombrero.htmlEn los anos veinte, Maruja Mallo, Margarita Manso y Concha Mendez desafiaron las normas de la epoca al quitarse el sombrero en plena Puerta del Sol, haciendo de ese gesto un acto de desobediencia. Escritoras, pintoras, fotografas y creadoras de diversas disciplinas han seguido su ejemplo al expresar sus opiniones y trasladar su particular vision del mundo al debate cultural de su tiempo. A lo largo de la historia, muchas mujeres se han visto obligadas a quitarse el sombrero de la imposicion social que las ha mantenido alejadas de una comunidad intelectual mayoritariamente masculina.
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Aire entre las manos (Aire y viento 1) de Marta Marquez
https://gigalibros.com/aire-entre-las-manos-aire-y-viento-1.html -
Un ramo de violetas de Andrea Munoz Majarrez
https://gigalibros.com/un-ramo-de-violetas.htmlUna historia de amor llena de secretos, ambientada en el Madrid del siglo XIX.
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Nueve lunas de Gabriela Wiener
https://gigalibros.com/nueve-lunas.htmlUn <
> pop para embarazadas rebosante de sexo, humor y ternura. -
Textrovert (Roca Juvenil), Lindsey Summers de Lindsey Summers
https://gigalibros.com/textrovert-roca-juvenil-lindsey-summers.html?Podrias enamorarte de alguien a quien nunca has conocido?
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Desde el alma de Javier Romero
https://gigalibros.com/desde-el-alma.htmlDesde el alma no es solo una historia de esperanza, amor y lucha. Son varias historias cogidas de la mano y que nos muestran una realidad diferente que se aleja de la maldad que en nuestros dias parece querer aduenarse del mundo.
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Arandanos con mandarina (Un te con amor 2) de Mar P. Zabala
https://gigalibros.com/arandanos-con-mandarina-un-te-con-amor-2.htmlLlega Mar P. Zabala con la segunda entrega de la serie <
>. -
Mi chica golosa de Ruben C. O
https://gigalibros.com/mi-chica-golosa.htmlMi pequeno mini Cooper del 2010 se veia realmente pequeno en la entrada de la casa de los Johnson's. Deteniendome por completo, exhale un suspiro de alivio. Lo habia logrado. Mi auto no se habia descompuesto (y eso si que era un logro). Mi auto era mi orgullo, junte dinero y cuando me gradue, mis padres me aportaron el resto, para mi pequeno auto usado, sin embargo, ya llevo tres anos con el y a estas alturas ya no me acompana como en un principio, y no es su culpa, simplemente ya esta viejo. Estaba juntando dinero para otro auto y esperaba poder salir a tiempo de la universidad para comenzar a ganar dinero en grande, bueno al menos para una vida tranquila con un auto decente. Aun asi, le daba las gracias a mi autito por haber resistido hasta aca, ya habia llegado a mi cita de trabajo y estaba justo a tiempo. Hace casi un ano que no era ninera en la casa de los Johnson's, y el dinero definitivamente seria util, ya en mi tercer ano de universidad costear los materiales y utiles se hacia un poco pesado para mi familia, y me hacia bien ahorrar para costear mis propias cosas. Pero mientras tomaba mi cartera del asiento de atras y me acomodaba para salir del auto, se me escapo otro suspiro porque probablemente el camino de entrada no era la palabra adecuada para describir el camino de ripio que debia seguir para llegar a la puerta principal. El sitio de los Johnson era hermoso y grande, tenian una gran rotonda circular, del tipo que se podria imaginar, un ejercito de caballos y carruajes tirando hacia arriba, con un mayordomo que responde a la puerta, con los labios rigidos y una bandeja de bebidas. Y ademas de la enorme mansion de piedra, habia un vasto jardin, ademas de una piscina infinita que se podia ver a la vuelta de la esquina, el agua tranquila y suave en la luz de invierno todo eso, antes de la puerta de la casa. Asi que si, los Johnson's vivian como reyes. Y a pesar de que tecnicamente eramos vecinos de la misma comunidad privada, mis padres estaban en la parte mas modesta, con casas medianas y patios pequenos, mientras que mis empleadores vivian en la colina en la extravagante seccion de millonarios. Pero eso no me importaba realmente, mi vida la estaba forjando recien, nada de lo que mis padres lograron es lo que marcaria mi futuro, sino que yo misma debia encontrar mi propio camino, asi que estaba aqui, por dos razones, por un trabajo que me diera dinero y tambien por la pequena Vania que era la cosa mas linda, una bola de entusiasmo con piernitas. Habia cuidado a Vania desde que era una recien nacida, sentia un carino especial por ella, este ultimo ano en la universidad me habia demandado mucho tiempo, y los Johnson's no habian solicitado mis servicios cuando yo estaba disponible, asi que ahora no podia esperar a verla otra vez, no podia imaginar cuanto habia crecido, y cuanta belleza habia ganado, ella era solo una bebita pero era encantadora, esos rizos color lino y sus redondos ojos azules de bebe que podrian derretir el corazon de cualquiera. Incluso cuando estaba en sus momentos de rabieta, la pequena rubia todavia era adorable, un pequeno torbellino de energia que podia hacer sonreir a cualquier adulto y suspirar con exasperacion a la vez. Asi que, apague el motor, arregle mis cosas por ultima vez y sali de mi automovil maltratado antes de subir con cuidado los infinitos escalones para tocar la puerta grande de entrada. Hace solo unos anos atras, habria subido los escalones de prisa, atletica y delgada como un latigo. Pero he cambiado en este ultimo tiempo, creo que mi desarrollo fue muy tardio, habia crecido en altura, pero mis senos y caderas eran casi inexistentes, sin embargo, despues de los dieciseis anos mi cuerpo comenzo una etapa distinta y donde solia ser larguirucha y delgada, fui formando curvas, mis senos y caderas tenian mas carne y ahora que soy una mujer adulta, el peso que he ganado me hace sentir mas pesada cuando se trata de ejercicios como este. No tenia como quejarme, no era gorda, solo era mas robusta de lo que estaba acostumbra a manejar, quizas muchas chicas deseaban un cuerpo delgado, pero ahora tenia lo mio, y me sentia a gusto con mi nueva version. Aunque cuando se trataba de escaleras habia demasiado rebote y carne que controlar, demasiado peso blando al que no estaba del todo acostumbrada. Asi que camine como una dama, moviendo las caderas, tratando de mantener las cosas en su lugar. Cuando por fin estuve arriba el silencio total me saludo despues de tocar el timbre. Raro, comunmente habia gente en la casa, personal de aseo, jardinero, o la senora Johnson ponia musica para pasearse por la casa. Despues de otro minuto, volvi a llamar al timbre. ?Tal vez estaban todos arriba y no podian oir? De pronto sonaron algunos ruidos, algunos baches, y finalmente se abrio la puerta, revelando al Sr. Johnson. Sonrei timidamente, tratando de no mostrar mi nerviosismo porque el Sr. Johnson siempre habia sido magnifico y esta vez no era una excepcion. El hombre no era viejo, pero era mayor que yo obviamente, era corpulento y misterioso, llenando la entrada, haciendome sentir positivamente pequena, del tamano de una taza de te. Por supuesto que siempre lo habia notado, pero verlo de nuevo solo confirmaba su esplendor, era realmente candente. Cabello color carbon y ojos azules tan intensos que me encendian con su mirada. Ademas, tenia un cuerpo para morirse, nada de cosas flacidas de papa cervecero. Los hombros anchos se estrechaban en una cintura fina, con piernas largas y poderosas vestidas con pantalones de tela. "Oh, hola Mai", retumbo. "Lo siento, estabamos un poco… !Vania, detente!" Grito hacia atras al oir un ruido. Y mientras estabamos alli, un estruendo sono en el piso de arriba como cuando cae algo al suelo, era un plastico, por el sonido podia imaginar a Vania sacando algo del mueble de los juguetes y sin querer boto algo mas, y el senor Johnson hizo una mueca con sus labios y cerro los ojos. "Entra, entra", dijo, exasperado, respiro profundamente y continuo "Ha sido un largo dia". Y a pesar de que mi corazon latia en su cercania, me obligue a sonreir y entre al vestibulo. Esto, definitivamente lo recordaba. El espacio era enorme, todos los pisos de marmol con una lampara de arana gigante colgando sobre nuestras cabezas. "?Donde esta Vania?", Le pregunte tentativamente, tratando de parecer indiferente. El Sr. Johnson suspiro profundamente. Ahora que lo podia ver con mas detencion, estaba mas viejo en sus facciones, habia corchetes alrededor de sus profundos ojos azules que no habian estado alli antes y sus lineas de risa eran un poco mas prominentes. Debe ser cansancio por su trabajo, sabia que trabajaba en algo relacionado con las finanzas, y muchas veces debia abordar aviones y hacer viajes tarde, y volver al siguiente dia para continuar con las cosas aqui. "Vania", grito de nuevo, con una mano en la barandilla. "Baja, por favor, tu persona favorita esta aqui". Y el sonido de unos pequenos pasos sono antes de que un pequeno bulto rubio se precipitara por las escaleras hacia mis brazos. "Mai, Mai", grito la nina de cinco anos. "!Estas aqui!" La nina era muy carinosa. A pesar de ser un dia regular y no un dia de fiesta, lucia un vestido de bailarina purpura, completo con un tutu rigido y una corona reluciente en la cabeza. Tan linda como siempre, y mas grande como lo pense. "Hola carino", dije alegremente. "Me gusta tu ropa. ?Estabas jugando a la princesa arriba?" Vania se echo hacia atras por un momento y vi que su cara regordeta estaba surcada de lagrimas y los ojos rojos por el llanto. "?Estas bien carino?", Le pregunte, esta vez con mas suavidad. "?Vino la malvada bruja?", asumi que por alguna razon habia estado llorando, verla hizo que se me apretara el estomago, no me gustaba ver llorar a los ninos. Ella asintio en silencio, sus ojos azules mirandome con ligeras manchas de chocolate alrededor de su boca. Pero eso estaba bien, los ninos se ensucian muy facilmente y podria arreglarse con un pano tibio, no habia problema. Pero habia algo diferente en el aspecto de Vania, que no era mi imaginacion. Al igual que su padre, parecia agotada, lo cual no estaba bien para una nina de cinco anos. Los ninos se cansan, claro, pero se duermen de inmediato y se despiertan completamente renovados, cada dia es un nuevo dia para ellos. Asi que me preocupe, aunque intente no mostrarlo. Murmurando de manera tranquila, dije, "Vania, te preparare la cena, te limpiare y luego nos prepararemos para ir a la cama ?de acuerdo?" Pero la pequena nina grito entonces, pateando y sacudiendo violentamente sus piernas contra mi. "Oof!" El aliento salio de mi estomago, sus zapatos de charol golpeando dolorosamente contra mis caderas. "!Ay!" Entonces, el Sr. Johnson intervino, sacando a su hija de mi cuerpo y apretandola contra su gran figura. "Lo siento, hemos estado teniendo problemas recientemente, ya sabes, con Romina mudandose y todo". Me detuve en seco antes de recuperarme e intentar parecer normal. ?La senora Johnson se habia mudado? ?Que? ?Cuando? ?Por que mis padres no me lo habian dicho? Y el Sr. Johnson asintio de nuevo, notando mi expresion de incertidumbre. "Romina se mudo hace un par de meses", dijo con voz ronca, "y ha sido duro para Vania. Ella no ha estado durmiendo bien, ha hecho berrinches por cualquier cosa, todo el dia. Entonces, si puedes manejarla esta noche, seria un milagro". Sonrei tentativamente. "Estoy segura de que estaremos bien", le dije de manera tranquilizadora mientras mi mente giraba en miles de pensamientos. "Quedese tranquilo Sr. Johnson, manejare de la mejor forma todo aqui. Y... lamento mucho lo que me comenta", Intente no ser grosera, ni inoportuna, pero en realidad sentia un pesar por lo que me dijo. Dios mio, la pobre pequena. Su madre se habia ido y ahora estaba respondiendo al cambio. Diablos, cualquier nino haria lo mismo, incluso si Romina Johnson apenas habia estado presente en la vida de su hija. La mayoria de los dias, por lo que pude ver cuando estuve aqui, la mujer no se levantaba antes del mediodia y habia dejado la mayor parte del cuidado de Vania a una ninera que hacia todo, la alimentaba, banaba y jugaba.
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Interludio con el Sr. Darcy de Abigail Reynolds
https://gigalibros.com/interludio-con-el-sr-darcy.htmlElizabeth Bennet habia rehusado la insultante propuesta de matrimonio del Sr. Darcy se la forma mas severa, sin descubrir hasta despues que habia juzgado su caracter extremadamente mal. En Orgullo y Prejuicio, ella tiene una segunda oportunidad con el debido a un encuentro accidental en la hacienda de el, pero ?que hubiera ocurrido si ese encuentro nunca hubiera ocurrido? ?Podria el Sr. Darcy recuperarse del golpe de perder a la unica mujer que habia amado nunca? ?Podria Elizabeth perdonarse alguna vez por haber sido tan cruel con el?
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Guardian 1 de Nesa Costas
https://gigalibros.com/guardian-1.htmlCiudades, poblados y aldeas ecologicas cohabitan sin mezclarse.
Una inesperada infeccion pondra fin a la distancia al amenazar toda vida. Clara es debil e inutil, y su supervivencia se debe a sus companias. Sin embargo, una dolorosa traicion la cambiara por completo. Tras un accidentado itinerario, Clara al fin llega a una fortaleza donde pasado, presente y futuro convergen.
En un parpadeo, Tarik se ve relegado de guerrero a siervo. Un error lo convierte en guardian a las ordenes de una desconocida. Su mundo se reduce y lo unico que importa es ella. La Clara que el conoce representa todo lo que odia. Lo ultimo que quiere es protegerla, lo ultimo que espera es enamorarse de ella. -
El amante de Jade (Joyas de la nobleza 5) de Catherine Brook
https://gigalibros.com/el-amante-de-jade-joyas-de-la-nobleza-5.html -
Descubriendo el Nirvana (Nirvana 3), Arantxa Anoro de Arantxa Anoro
https://gigalibros.com/descubriendo-el-nirvana-nirvana-3-arantxa-anoro.htmlLa fortaleza de las personas no se mide por la cantidad de fragmentos en los que te rompes sino por la capacidad de unirlos tantas veces como sea necesario.
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Maldita Suerte de Susana Aragon
https://gigalibros.com/maldita-suerte.htmlRebeca es una estudiante de arquitectura que trabaja como camarera en un local dedicado al baile de salon. Ha huido del amor durante mucho tiempo, de la idea que representa estar enamorada. Esto cambia cuando el egocentrico, chulo e insoportablemente irresistible dueno de Arquitecturas Torres entra en su clase una manana, provocando una lucha en su interior que pondran a prueba algunos de los principios con los que cada uno rige su vida.
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Besos con sabor a fresas de Phavy Prieto
https://gigalibros.com/besos-con-sabor-a-fresas.htmlMaria es contable y su vida gira entorno a los numeros. Todo lo analiza, tiene que estar controlado, organizado y previsto en su milimetrica agenda, incluso la hora a la que debe lavarse los dientes, ver la tele o tener sexo.
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El resurgir de Ana (La tentacion de Ana 3) de Christian Martins
https://gigalibros.com/el-resurgir-de-ana-la-tentacion-de-ana-3.htmlLa musica esta alta. Me aferro al brazo de Leo con fuerza, como si tuviera miedo de que un ente invisible fuera a tirar de mi cuerpo y a raptarme. Me digo a mi misma que no tengo por que estar nerviosa, pero es inevitable sentir ese cosquilleo intenso en mi bajo vientre. Suspiro hondo, muy profundamente, procurando calmarme. El me aprieta de forma carinosa el brazo y sonrie. Yo le devuelvo la sonrisa mientras el camarero nos pregunta que queremos tomar. Nos sentamos en dos taburetes altos y pedimos un par de gintonics. El ambiente es tranquilo, no hay mucha gente y la mayoria de los presentes han venido en parejas. No se por que, eso me tranquiliza. Si, es absurdo. --?Puedes relajarte y disfrutar? Asiento con la cabeza, aunque en el fondo ambos sabemos que no lo hare. Levanto la vista hacia Leo y me pierdo durante unos segundos en sus ojos azules. Son tan intensos, tan profundos... A diferencia de mi, tiene los ojos pequenos. Pero el color de su iris es tan fascinante que es capaz de cautivar a cualquiera con tan solo una mirada. --Y ahora... ?Que? --pregunto con curiosidad antes de darle un sorbo largo a la copa. No se muy bien como debo actuar y eso hace que mi intranquilidad aumente todavia mas. Me siento fuera de lugar. --Ahora lo que nos de la gana --me cuenta--. Como hemos venido juntos, podemos pasar al resto de las salas e... inspeccionar. --?Al resto de las salas? Leo me guina un ojo, sin anadir nada mas. Supongo que quiere que lo descubra por mi misma, sin adelantarme nada. --?Y si hubieramos venido por separado? --Si hubieramos venido por separado tu podrias pasar al resto de las zonas, pero yo sin una invitacion previa, no --me explica--. Aqui hay unas normas y las personas que frecuentan este sitio son bastante estrictas a la hora de cumplirlas. --?De quien tendria que ser la invitacion? La verdad es que cada vez me siento mas perdida. No se si en un lugar como este sere capaz de cumplir ninguna de mis fantasias sexuales. En realidad, ?las tengo? ?Tengo alguna fantasia sexual? Empiezo a pensar que soy demasiado simple --o poco perversa, segun se mire--. Creo que esto de querer descubrir nuevos placeres y abrirme al mundo no esta hecho para mi, pero como ya estamos aqui, no digo nada y decido dejarme llevar sin pensar en nada mas. Despejar la mente y ponerla en blanco, de forma que solamente tenga que dejarme llevar por Leo. --La invitacion tendria que ser de otra pareja, por ejemplo --me dice--. ?Quieres que pasemos al resto de las salas? ?Te apetece verlas? No se si estoy preparada o si, antes, necesito ingerir un poco mas de alcohol para conseguir desinhibirme. Leo puede ver la confusion en mi rostro, asi que me atrae hacia el y me susurra en el oido que sera divertido y que nos lo pasaremos bien. Me gustaria creerle, pero tengo serias dudas al respecto. Me sujeta por la cintura y me atrae hacia su cuerpo antes de encarcelar mi rostro con delicadeza entre las palmas de sus manos. Despues, me besa. Un beso humedo, intenso y muy sensual. Uno de esos que son capaces de despertar el deseo en mi interior. Noto ese familiar cosquilleo en mi bajo vientre mientras el desliza la mano con delicadeza por mi cuello y va descendiendo muy despacio hasta culminar justo en el lugar en el que la tela de mi vestido se extingue. Introduce la mano por debajo, levantando la tela, hasta llegar a mi sexo. Me toca por encima de la ropa sin dejar de besarme. Yo suspiro de placer, ignorando por completo que estamos en un lugar publico y que cualquiera podria estar vigilandonos. Escondo mi rostro en su pecho mientras le suplico en un susurro involuntario que se este quieto. Es curioso, porque una parte de mi sabe que no es momento para esto y otra, en cambio, no quiere que pare. No quiere que se detenga. --Se me ocurre por donde podriamos empezar... --ronronea en mi oido. Le miro fijamente con expectacion, intentando adivinar que es lo que esta pensando. Pero, si he de ser sincera, Leo es una autentica caja de sorpresas. Nunca tengo ni la mas remota idea de lo que piensa dentro de esa cabecita suya. --Ven conmigo --dice, tirando de mi brazo. Cojo la copa y le sigo por la sala. Varios de los presentes se quedan mirandonos, un par de ellos con descarada fijacion. Me fijo en una pareja cercana a la puerta porque ella me guina un ojo. Ella es alta, pelo rizado y cobrizo. Tiene los ojos verdes o marrones muy claros, no lo se. El lugar esta tan oscuro que no se diferenciarlo bien. El tambien es alto, pero muy moreno. Tanto de piel como de cabello. No se por que, se me antojan un tanto exoticos. Ambos parecen extranjeros y..., extranos. Derrochan un aire mistico. --?Quieres quedarte un rato mas aqui? --pregunta Leo al ver que me detengo con curiosidad--. Si nos quedamos podria... --No, no. Vamos a donde quieras --le corto. La verdad es que no se como desenvolverme y eso me hace sentir un poco torpe. Decido dejarme guiar por Leo y, si por lo que fuera esto se complicara o se fuera de madre, salir corriendo. Si algo he aprendido de Laura es que uno siempre esta a tiempo para salir corriendo y desaparecer. Caminamos por un pasillo oscuro de color rojizo. En el suelo hay una moqueta escarlata que le da un aspecto bastante tetrico. Las luces del techo son rojas, a juego con el suelo. Se que el objetivo es crear un ambiente sensual, pero he de admitir que a mi solamente me transmite cierto desasosiego. "Cambia de actitud, Ana", me digo a mi misma mientras me repito de forma interna eso de que si he venido aqui es para disfrutar y dejarme llevar. --?Estas bien? --repite el, apretandome la mano con carino. Dejamos atras varias puertas. No paso por alto que Leo conoce este lugar increiblemente bien y que parece desenvolverse por aqui con soltura. Es evidente que lo ha frecuentado bastante, pero... ?Cuanto? Le miro mientras camina. Me tiene agarrada de la mano, muy pegadita a el. Me gusta tenerle tan cerca porque no me siento insegura. En el fondo, no puedo evitar preguntarme que hago aqui y si este lugar esta hecho para mi. Si, se muy bien cual seria la respuesta de Laura: que desconecte de mis pensamientos por un rato. Que deje de pensar y libere la mente. Leo abre una puerta y se hace a un lado para que pase al interior de la sala. Esta vacia, no hay nadie. Es una sala redonda con sofas de cuero y poco mas. No se por que, me esperaba algo parecido a una mazmorra, con latigos y gente con el rostro oculto por siniestras mascaras. Pero no, nada. Estamos a solas y lo unico que hay es sofas. Sofas bonitos, grandes y comodos. Me dejo caer en uno y le doy un sorbo a la copa, acabandomela casi de un trago. Despues la dejo en una pequena mesita auxiliar que hay a mi lado y miro a Leo con curiosidad. --?Que hacemos aqui? --pregunto sin comprender nada, con una sonrisa en los labios. --Jugar --me responde con un tono de voz tan provocador que me vuelvo loca solo al escucharle. Vuelve a besarme. Sus manos se deslizan por mis piernas y vuelven a ascender suavemente por encima de la tela de mi vestido. Tira de mis medias, desgarrandolas por completo. Le lanzo una mirada asesina y el se echa a reir con picardia. Esta vez, la yema de sus dedos se desliza por mi piel provocandome un escalofrio que me hace temblar de placer. Estar al lado de este chico y mantener el ritmo normal de mis pulsaciones es algo imposible. --Leo... --murmuro, mientras el hace a un lado mi ropa interior. Una oleada de placer inunda mi cuerpo. Soy consciente de que estamos expuestos y de que, en cualquier instante, alguien podria entrar por la puerta. --?Y si...? --comienzo, pero el me interrumpe con otro beso. --Para eso estamos aqui --responde, adivinando mis pensamientos. Que alguien pueda interrumpirnos justo en este instante me resulta tan confuso como excitante. Jadeo de forma involuntaria mientras intensifico el beso que recibo de el. Mis manos recorren su torso, anhelando mas, pero sin atreverse a ir mas lejos. No termino de estar comoda, de sentirme a gusto y en mi entorno. Las luces son tan tenues que practicamente estamos a oscuras. Hay la justa iluminacion para poder apreciar lo que nos rodea, aunque concediendonos la intimidad necesaria para no sentirnos expuestos. Leo introduce un dedo en mi interior, despues dos. Su lengua acaricia mi cuello y va bajando con un excitante reguero de besos hasta mi escote. Entonces, en ese instante, la puerta de la sala se abre. Doy un respingo, sobresaltada, pero el, no se detiene. Mas bien, lo contrario, me atrae con mas fuerza contra su cuerpo e intensifica sus caricias con el claro objetivo de desquiciarme. Levanto la vista, sintiendome expuesta. Son ellos; la pareja que he visto antes en el bar del local. Me siento extrana, observada e... Intento hacerme a un lado, nerviosa, pero Leo me besa con tanta intensidad que todo da vueltas y la pasion se aduena de mi. Por un segundo, se me olvida, incluso, que ese par de desconocidos ha entrado dentro. El no parece preocupado por ellos, y deduzco que a mi tampoco deberia importarme. Se sientan en el sofa que esta frente al nuestro. Hay la suficiente distancia como para sentir que tenemos espacio, pero es imposible no notar sus miradas clavadas en nosotros. Mis ojos se cruzan con los de la chica pelirroja mientras Leo tira de mi vestido para sacarmelo de la cabeza. "Joder", pienso, incapaz de decidir si esto me gusta o me espanta. Entonces, me sonrie. Ella me sonrie y se muerde el labio de forma juguetona. Se lleva una mano al cuello y retira su cabello a un lado con sensualidad. Yo, en bragas y en sujetador, noto como las tres personas con las que comparto espacio me dedican toda su atencion, y... !Uf! La intensidad de todo lo que siento es tan inmensa que me siento desbordada. Muy excitada. Leo me besa la clavicula con suavidad. Es increible que este aqui, en ropa interior, delante de unos autenticos desconocidos... Las manos de mi acompanante rodean mi espalda para desabrochar con soltura mi sujetador y liberar mis pechos. Su lengua se desliza suavemente por mi pezon y todo da vueltas a mi alrededor. Cuando miro hacia delante, me fijo en que la chica pelirroja le ha desatado el pantalon a su acompanante y que esta acariciandole, masturbandole. Una intensa oleada de calor recorre mis entranas y siento que, poco a poco, voy perdiendo el control y me dejo llevar... Miro a Leo.
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Un highlander de ensueno de Kathia Iblis
https://gigalibros.com/un-highlander-de-ensueno.htmlUn viaje en el tiempo hara que Camila se encuentre con un antiguo guerrero y lo que al principio fue desconfianza despues se convirtio en amor.
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La ultima victima del boticario de Maite Marcelo
https://gigalibros.com/la-ultima-victima-del-boticario.htmlGuillermo Caba planea, junto a su fiel ayudante, capturar a la que ha prometido sera su ultima victima. A pesar de haber asesinado a mas de una docena de muchachas, que el cree un sacrificio necesario que la humanidad juzgara con benevolencia, jamas ha levantado ninguna sospecha. Pero ahora, una chica cercana a el ha desaparecido y ha puesto a todo el mundo en alerta, asi que debe encontrar al secuestrador antes de que su plan se vea comprometido.
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Las dos caras de la verdad de Michael Connelly
https://gigalibros.com/las-dos-caras-de-la-verdad.htmlHARRY BOSCH SE ENFRENTA A UNA DE SUS MISIONES MAS PELIGROSAS: INFILTRARSE EN EL OSCURO MUNDO DEL NARCOTRAFICO
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El Muro (Todo Saldra Bien 6) de Pintina Cuneo
https://gigalibros.com/el-muro-todo-saldra-bien-6.htmlSilvana intentaba conciliar un sueno que tardaba en aparecer, uno imposible desde hacia dias. Unicamente pretendia dar una cabezada, una siesta, aunque fuese corta, seria de gran ayuda, ya que llevaba varias noches durmiendo mal, noches eternas en las que no dejaba de dar vueltas en la cama. Horas interminables de pensar. De pensar en mil cosas de manera continua. La primera semana de cuarentena habia pasado ya, y lo habia hecho con la sensacion de no acabar de creer lo que estaba sucediendo. Pero debia enfrentarse a los proximos siete dias de aislamiento y los pronosticos no eran nada halaguenos. Cada vez que escuchaba que las semanas podian alargarse la noticia le provocaba una terrible desazon anadida a su ya alterado estado de nervios. Y su vecino de patio no estaba ayudando demasiado. Agotada de escuchar aquel golpeteo infernal, se deshizo de la manta del sofa con un gesto brusco y se levanto de un salto. Aquel hombre del bajo de al lado llevaba dando pelotazos contra el muro divisorio casi una hora, estaba desquiciada ya. Su paciencia habia llegado al limite. Con gran estrepito, abrio la puerta corredera que comunicaba la cocina con el patio y proyectando la voz hacia la tapia se encaro con aquel extrano con el que le habia tocado convivir. --!Eh! !!El de la pelota!! Sabia que era un hombre a quien se estaba dirigiendo, esa presencia incomoda que compartia casa con otros dos chicos mas, al menos asi lo creia, porque en ocasiones, demasiadas para su gusto, las voces en la casa de al lado se multiplicaban hasta el infinito. Si, tenia unos vecinos muy sociables, unos escandalosos chicos que hacian mas vida en el patio que en el interior de su vivienda. No podia ponerle cara a ninguno de ellos, puesto que rara vez coincidia con alguno de los inquilinos de su edificio. Por horario de trabajo, porque no era muy dada a entablar conversaciones superficiales con la gente o porque la mayoria de veces que salia de casa, si escuchaba que alguien utilizaba el ascensor, esperaba unos segundos tras su puerta hasta que le llegaba el sonido del portal al cerrarse, evitando asi un encuentro con cualquier vecino. En otras ocasiones, y al regresar a casa, habia detenido sus pasos antes de llegar al edificio. No entraba en este hasta que el portal se quedaba completamente vacio. No, Silvana no era muy sociable y tampoco creia que fuese algo imprescindible, no al menos con los vecinos. Por lo que desconocia por completo la cara del rey del tenis al que le estaba dando alaridos en ese instante. El incansable pom, pom, pom, siguio retumbando en su cerebro. Silvana, separandose de la puerta de la cocina, se acerco mas y grito de nuevo, con el mismo exito que la primera vez. Entonces se alejo unos pasos del muro y haciendo bocina con ambas manos grito con todas sus fuerzas: --!Para! !!!Para con la pelota, por Dios!!! Silencio. Los ojos de Silvana se abrieron de manera sorpresiva. No podia creer que el ruido hubiese cesado. Entonces respiro aliviada, aunque, a decir verdad, que no se escuchase nada tan solo sirvio para que fuese mas perceptible el dolor pulsante en sus sienes y sabia que este se debia unicamente al incordio al que el vecino la estaba sometiendo. --Creo que el partido hace tiempo que lo perdiste, ?por que no dejas ya de dar pelotazos y te vas a leer un rato? --Perdona, ?me estas hablando a mi? --pregunto una voz desde el otro lado. --?Acaso hay alguien mas en todo el edificio reventando pelotas contra mi muro? --Tambien es mi muro, ademas, son las cinco de la tarde, no la una de la madrugada --se defendio el. --?Quieres que te recuerde lo que haceis tus amigos y tu a la una, a las dos, a las tres y a las seis de la madrugada? --Silvana, con los brazos en jarras le hablaba a aquella pared como si pudiera tener ante ella a la persona a la que estaba recriminando. --?A las cuatro y a las cinco no sabes lo que hacemos? Silvana fruncio el ceno extranada, no entendia la pregunta. --?Que dices? --Como no has nombrado esas horas y de las tres de la madrugada te has pasado a las seis, pues no se, por eso te pregunto. --!Vaya! Eres gracioso, ?eh? Molesto y gracioso, lastima que esten los teatros cerrados y no puedas acudir a hacer tu monologo semanal. Espero la replica, sabia que no tardaria en llegar. --Tu eres <
>, ?no? --?Que me has llamado? --Pues eso, la tacones, la que se pasa el dia como si desfilase por las pasarelas de Roma, Milan y Paris en sesion continua. ?Se te ha ocurrido alguna vez quitarte los zapatos cuando vuelves a casa? --No vives en el piso de abajo, no se por que te molesta, en cambio no sabes lo irritante que es escuchar vuestras risotadas cada vez que montais un botellon aqui afuera, como si fueseis monicacos de quince anos. Sin hablar, claro esta, de esas ninatas salidas a las que invitais de vez en cuando para que vosotros parezcais mas burros de lo que habitualmente ya sois. Escucho murmurar, pero sin llegar a entender nada. De repente sono un gran pelotazo. --Uno: tengo tus tacones clavados en el cerebro, no sabes como retumban, como me taladra el cerebro ese tac, tac, tac. ?De que crees que estan hechas las paredes? ?De hormigon y acero? Otro pelotazo se escucho con mas intensidad. --Dos: mis companeros y yo nunca hemos molestado entre semana y hasta donde yo se ningun vecino se ha quejado. Ya iba a replicarle a eso cuando un tercer pelotazo sono como si quisiera reventar el muro. --Tres: !!vecina cotilla!! Si tanto te gusta escuchar conversaciones, no lo hagas tras la tapia, ven un dia y asi compruebas lo burro que me puedo llegar a poner. --!?Cotilla?! Pero si vuestras tontadas se escuchan hasta en Saturno y sin necesidad de satelite. Ya daba por zanjada la discusion cuando un nuevo pelotazo se estrello dandole un susto tremendo. --Cuatro: me aburro, !no sabes cuanto! --La pelota volvia a golpear en el muro--. Cinco: hay que hacer deporte, aunque estemos de cuarentena. --Nuevo pelotazo--. Seis: soy el mismisimo Nadal en la final de Roland Garros... Silvana no se quedo a escuchar el predecible < >, entro a la carrera en la cocina y agarrando la jarra del agua que descansaba sobre la encimera, la lleno a rebosar hasta arriba del todo y salio de nuevo. Aquel hombre continuaba dando pelotazos y contando, y con cada numero soltaba una sandez igual o peor que la anterior. Entrecerro los ojos, queria adivinar por el sonido de su voz a cuanta distancia estaria de la separacion; pasados unos segundos de duda lanzo con todas sus fuerzas el agua por encima de su cabeza. El sonido ceso al instante para escucharse una retahila de improperios. --Once --anuncio Silvana--, tras un largo partido es conveniente darse una ducha. --Me has calado las zapatillas al completo, ?lo sabes? --Vaya, ?solo las zapatillas? Pues que lastima. Los improperios continuaron sonando unos minutos mas, pero ella prefirio ignorarlos. Se encamino hasta el salon y busco con el mando algo que ver en television. Al cabo de un intenso repaso, del canal uno hasta el ciento y pico, el sonido del timbre la sobresalto. El corazon se acelero en su pecho. Cuando los timbrazos dieron paso a los golpes, Silvana apago el televisor, repitiendose, convencida, que no pensaba abrir, puesto que intuia quien estaba tras la puerta. --!!Abre, tacones!! --No se habia equivocado, el era su intuicion. Entonces se asusto, quiza habia ido demasiado lejos en lo de vengarse del tipo aquel. Agobiada, busco sus cascos, escucharia musica en su telefono, < >, penso, acomodandose en el sofa. Silvana, frente a la puerta del frigorifico, repasaba sus provisiones. No eran muy abundantes, la compra quincenal que habia hecho antes del inicio de la cuarentena estaba llegando a las ultimas. A medida que pasaban los dias se sentia mas nerviosa. Unicamente habia salido a la calle para tirar la basura al contenedor situado frente a su edificio, pero aventurarse hasta la tienda le generaba estres y ansiedad solamente de pensarlo. En varias ocasiones se habia arreglado, colgandose el bolso al hombro para permanecer inmovil durante unos eternos minutos con la mano posada en el picaporte sin atreverse a salir. Le entraban sudores de saberse rodeada de gente, de estar frente a la cajera, guardando su compra en bolsas, una compra que la dependienta debia tocar irremediablemente. Se imaginaba que encontraria clientes en los pasillos a los que deberia evitar, que tocaria los productos que otros ya habian tocado antes y que habian devuelto a las estanterias, tendria que coger cesta, una cesta que tocaban todos. El verbo 'tocar' tenia una dimension tan gigantesca que era en lo unico que pensaba si barajaba la opcion de pisar la calle, bloqueandose por completo. Ser asmatica y no disponer de mascarilla no facilitaba las cosas. Quiza deberia recurrir a alguien y pedir ayuda, un vecino tal vez. Entonces, una figura sin rostro vino hasta ella; si, el tenista del muro, raqueta en mano, probablemente estaria mas que dispuesto a hacerle la compra para despues lanzarsela hasta su patio como si de proyectiles se tratase. Agito la cabeza frustrada, harta con aquel encierro que sabia necesario pero que la estaba sobrepasando. Ni siquiera sabia si tenia el humor suficiente para enfrentar la tercera semana de confinamiento. El teletrabajo de las mananas era un gran alivio para no pensar en todo lo que el mundo estaba viviendo. Dias atras habia tomado la resolucion de dejar de ver las noticias, las cifras eran tan desoladoras que acababa llorando. Luego se renia. Las personas que queria estaban bien, tenia un trabajo, uno que iba a conservar cuando todo pasase, un empleo que no habia perdido como por desgracia le estaba ocurriendo a tanta gente. No podia evitarlo y se sentia tremendamente egoista, unicamente tenia que estar en casa, pero habia dias que se le hacia muy cuesta arriba. En los dias de bajon no hacia nada fuera del trabajo: no leia, sus ejercicios de yoga directamente los eliminaba de su rutina, comia cualquier cosa y se le hacia de noche sin quitarse el pijama y hecha un completo desastre. Otros, en cambio, era invadida por el espiritu de la limpieza y entonces ordenaba, clasificaba y quitaba el polvo hasta de lugares donde nunca se habia preocupado en mover los muebles. -
Clima de Jenny Offill
https://gigalibros.com/clima.htmlPor la manana llega la que ha alcanzado una mayor iluminacion. Hay grados y ella piensa que esta en el penultimo. Esta etapa tan solo puede ser descrita por una palabra japonesa. Significa: <
>. Me paso bastante tiempo buscando libros para el profesor auxiliar condenado al fracaso. Lleva once anos trabajando en su tesis doctoral. Le doy montones de folios para impresora. Clips sujetapapeles y boligrafos. Hace la tesis sobre un filosofo del que no he oido ni hablar. Un filosofo menor pero fundamental, me conto. !Menor pero fundamental! Pero anoche su mujer le dejo un papelito en la nevera. Lo que estas haciendo ahora, ?da dinero ?, decia. El hombre del traje raido no quiere que le rebajemos las multas por retraso en las devoluciones. Le gusta contribuir al sostenimiento de nuestra institucion. La chica rubia que lleva las unas mordidas hasta la raiz se deja caer despues de comer y se va con el bolso lleno de papel higienico. Aventuro una teoria acerca de las vacunas y otra sobre el capitalismo tardio. <>, pregunta el ingeniero de corazon solitario. No, nunca, contesto. Y le cuento el viejo chiste de ir hacia atras. Aqui no servimos a viajeros en el tiempo. Un viajero en el tiempo entra en el bar . De camino a casa, paso frente al tenderete de la senora que vende esas cositas que dan vueltas. A veces, si los estudiantes estan muy colocados, se las compran. Hoy no he vendido nada, dice. Cojo una para Eli. Es blanca y azul, pero el blanco se confunde con el azul cuando le da el viento. No te olvides de las monedas de veinticinco centavos, me recuerdo a mi misma. En la tienda de alimentacion, Mohan me da un rollo de monedas. Le expreso mi admiracion por su nuevo gato, pero me dice que acaba de colarse en la tienda. De todos modos, se quedara con el gato porque su mujer ya no le quiere. < > * Henry llega tarde, y mira que yo he cogido un taxi privado para no retrasarme. Cuando por fin lo veo aparecer, esta empapado. Sin abrigo, sin paraguas. Se para en la esquina y le da unas monedas a la mujer que lleva un chubasquero hecho con una bolsa de basura. Mi hermano me dijo una vez que necesitaba la droga porque hacia que el mundo dejara de llamarlo a gritos. Me parece muy bien, le conteste. Estabamos en el supermercado. A nuestro alrededor, las cosas intentaban proclamar su verdadera naturaleza. Pero el fulgor que emitian era muy debil, y mas aun bajo aquella musica tan horrible. Intento que entre en calor: sopa, cafe. Tiene buen aspecto, pienso. Se entera de todo. La camarera prepara otra jarra de cafe, coquetea con el. La gente paraba a mi madre por la calle. Que desperdicio, decian, !un nino con esas pestanas! O sea que ahora tenemos doble racion de pan. Me como tres panecillos mientras mi hermano me cuenta una historia sobre una reunion de Narcoticos Anonimos. Una mujer se puso en pie y empezo a despotricar contra los antidepresivos. Lo que mas le molestaba era que la gente no los reciclase correctamente. Segun las pruebas que se habian hecho a los gusanos de las alcantarillas, todos presentaban altas concentraciones de Paxil y Prozac. Cuando los pajaros se comian esos gusanos, ya no se alejaban tanto de sus hogares y fabricaban nidos mas sofisticados, pero parecian tener muy poca inclinacion a aparearse. < >, le pregunto. <> * La ventana de nuestro dormitorio esta abierta. Se puede ver la luna si te asomas afuera y estiras el cuello. Los griegos creian que era el unico cuerpo celeste parecido a la Tierra. Estaba habitada por animales y plantas quince veces mas fuertes que los nuestros. Mi hijo viene a ensenarme algo. Parece un paquete de chicles, pero en realidad es una trampa. Cuando intentas coger un chicle, un resorte de metal se cierra de golpe sobre tu dedo. < >, me advierte. !Ay! Le pido que mire por la ventana. < >, dice Eli. Sospecho que ahora ya sabe todo lo que va a saber de la luna en toda su vida. En su antiguo colegio le ensenaron una cancion para que se acordara de todas las fases. A veces nos la canta a la hora de la cena, pero unicamente lo hace cuando nadie se lo pide. La luna se las arreglara solita, pienso. La luna no le importa a nadie. * Esta manana la mujer del megafono esta apostada junto a la entrada del colegio. Avisa a los padres de que no pueden entrar y deben dejar a los ninos detras de la linea roja. <>, chilla. <> Pero a veces Eli se echa a llorar si tiene que quedarse solo en medio de ese gentio tan ruidoso. No le gusta tener que caminar el solo desde un lado de la enorme cafeteria hasta el otro. Una vez se quedo petrificado a medio camino hasta que un monitor lo agarro por el codo y lo empujo hacia su rincon. O sea que hoy vamos corriendo y pasamos a toda velocidad por delante de la mujer hasta llegar al punto de reunion que le han asignado. Su amigo esta sentado a la mesa y tiene galletitas con forma de animales, asi que consigo irme de alli sin que llore, solo que la mujer del megafono me grita: <>. Dios, como le gusta el megafono. Cuando oigo la voz de esa mujer algo me sacude todo el cuerpo, pero luego consigo llegar a la calle y me digo que no debo volver a pensar en ella. No se me permite pensar sobre lo grande que es esta escuela ni sobre lo pequeno que es mi hijo. Ya he cometido el mismo error en otras ocasiones despues de haber dejado a mi hijo en el cole. Ya deberia estar acostumbrada, pero a veces vuelvo a entrar en panico. * Profesores chiflados todo el dia. Juro que los que tienen plaza fija son los mas chiflados de todos. Se saltan la cola para sacar un libro o para rellenar la lista de solicitudes. Los estudios demuestran que el noventa y cuatro por ciento de los profesores de universidad creen hacer un trabajo muy superior al de la media. El otro dia nos dieron una guia. Claves para identificar patrones de conducta problematica . En ningun momento se mencionaba a los profesores. Contenia las siguientes categorias: Maloliente. Canturrea mucho. Se rie mucho. Pintarrajea mucho. No lleva ropa limpia. Combativo. Habla mucho. Solitario. Tose mucho. Pero ?en que categoria entra el anciano caballero que se pasa la vida pidiendome la contrasena de su propio email? Intento explicarle que me resulta imposible acceder a esa informacion, ya que el es el unico que sabe la contrasena, pero el hombre niega con la cabeza, haciendo esa clase de gesto ofendido que viene a decir: <>. * En la parada del autobus hay un poster de Sylvia. Anuncia que va a venir a dar una charla en el campus. Hace anos fui alumna suya de posgrado, pero luego lo deje. De vez en cuando, Sylvia hacia un seguimiento para comprobar si yo seguia malgastando mi talento. La respuesta era siempre que si. Al final movio los hilos para que me dieran este trabajo, a pesar de que no tengo la titulacion adecuada. Al salir del trabajo, escucho su nuevo podcast. El episodio se llama El centro cedera . Todos los episodios podrian llevar ese titulo. Pero la voz de Sylvia casi compensa el repunte de terror que propician sus charlas. A mi me consuela, y eso que solo habla de los jinetes invisibles que galopan hacia nosotros. Hay unos patrones inequivocos para percibir el ascenso y la caida. Pero nuestra civilizacion industrial es tan enorme, tiene unas proporciones tan... Miro por la ventana. Hay algo a lo lejos que avanza a trompicones hacia los arboles. * Se abre la puerta y Eli se abalanza sobre mi. Le ayudo a quitarse el pegamento de las manos y luego regresa a su juego. Es ese que gusta a todo el mundo. Segun mi marido, se trata de un mundo en 3D generado de forma procedural. Educativo. Es divertido verlos jugar. Construyen edificios pieza por pieza y luego llenan las estancias con los minerales que han extraido usando las piquetas que se han fabricado ellos mismos. Montan campos de color verde y crian gallinas para comerselas despues. <>, chilla Eli. < >, le dice Ben. Hay facturas y folletos de supermercado. Tambien una revista enviada a un antiguo inquilino que ya no vive aqui. La portada anuncia consejos para ayudar a la gente depresiva. Lo que hay que decir: Siento que usted este sufriendo tanto. No voy a abandonarle. Voy a cuidarme, asi que no tiene por que preocuparse de que su dolor acabe afectandome . Lo que no hay que decir: ?Ha probado el te de manzanilla ? * Por una vez, dejo a mi hermano elegir la pelicula, pero resulta tan estupida que no tengo fuerzas para verla. En las peliculas que le gustan siempre hay una catastrofe inminente y una sola persona, la mas inverosimil, capaz de evitarla. Despues damos un paseo por el parque. Ha conocido a una chica que tal vez. Pero no cree que la cosa funcione. La chica es demasiado diferente. Tardo un poco en descubrir que todavia no han salido juntos. Le digo: < >. Henry se echa a reir. < > En la primera clase que nos dio Sylvia nos hablo del emparejamiento selectivo. Se referia a los iguales con los iguales, los depresivos con los depresivos. El problema del emparejamiento selectivo, nos dijo, es que cuando uno lo pone en practica le parece perfectamente adecuado. Como una llave que encaja en una cerradura y abre la puerta. Pero la cuestion es otra: esta habitacion, ?es la habitacion en la que estarias dispuesto a pasar toda tu vida? Asi que le digo a mi hermano que Ben y yo nunca nos fijamos en las mismas cosas. Como aquel dia que volvi a casa y el estaba muy emocionado porque por fin lo habian quitado. ?Que es lo que han quitado?, le pregunte. Y tuvo que explicarme que por fin habian retirado el andamio que habia cubierto durante tres anos la fachada de nuestro edificio. O como la semana pasada, cuando le estaba contando una historia sobre el tipo que vive en el 5oC, y me dijo, oye, ?de que traficante de drogas me estas hablando? * Cuando vuelvo a casa, nuestra perra quiere un cubito de hielo. Le doy uno, pero ella sigue aporreando su cuenco de comida por la cocina. <>, le pregunto a Ben. Se encoge de hombros. < > Hay una heroica pila de ropa doblada sobre la mesa. Veo mi falda favorita y la ropa interior que me resulta menos deprimente. Voy al dormitorio y me las pongo. Ahora soy una persona totalmente renovada. El tercer dia de su matrimonio, la reina Victoria escribio: < > Mi madre me llama por telefono y me habla de la luz, de la vina verdadera, del pan de vida. * Son las siete de la manana y Eli esta jugando con la perra lanzandole una rana de goma. Cojo la rana y la dejo sobre la nevera. <>, digo. La perra me mira cautelosa con la cabeza entre las patas. A lo bruto, le paso un cepillo por el pelo a Eli. Pone una mueca de dolor y se escabulle. Le chillo: <>. Por fin salimos de casa. La senora Kovinski intenta decirme algo sobre los ascensores, pero pasamos corriendo por delante de ella. Tenemos que recorrer diez manzanas. Camino demasiado deprisa arrastrando a Eli. Esto no es vida, lo se, lo se, pero si mi hijo llega tarde a clase me encuentro una cola muy larga en la garita del conserje. Hacemos un ultimo esprint para cruzar el patio y llegamos justo a tiempo. Estoy sin aliento, empapada en sudor, triste. Beso la cabeza de Eli, intentando enmendar la carrera. ?Por que no he tenido mas hijos para disponer asi de mas oportunidades de hacer bien las cosas? En el colegio hay madres lo suficientemente sabias como para haber tenido mas hijos. Un grupo de esas madres se ha congregado junto a la valla. Estan hablando en urdu, me parece. Una de ellas me dirige una sonrisa y yo le contesto haciendo un timido saludo con la mano. Me pregunto como juzgara mi aspecto, ahora que llevo ropa de colores anodinos y gafas a la moda. La semana pasada, esa mujer dono una bolsa de seda para la tombola del colegio. La tela es roja, ribeteada de hilo dorado. Eli quiere ganarla para hacerse una capa. Se escribir el nombre de la mujer, pero no se pronunciarlo. * Esta mujer es psiquiatra. Tambien es budista. Me he dado cuenta de que intenta aplicarme uno u otro de sus conocimientos. < > Expliquemelo, senora . Los martes da una clase de meditacion en el sotano. La clase es para todo el mundo, no solo para la comunidad universitaria. Compruebo que Margot reacciona de forma diferente a como reacciono yo. Presta atencion, pero nunca cuenta sus propios problemas. Hoy vamos mal de tiempo, asi que le ayudo a preparar la clase. Almohadones para los fuertes, sillas para los debiles. < >, me dice siempre, pero nunca lo hago. No tengo claro si deberia elegir un almohadon o una silla. -
Mariposa de Yusra Mardini
https://gigalibros.com/mariposa.htmlLa increible e inspiradora historia de una joven extraordinaria.
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La matanza del cerdo de Varios Autores
https://gigalibros.com/la-matanza-del-cerdo.htmlRELATOS DE TEMATICA THRILLER
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Progenie de Susana Martin Gijon
https://gigalibros.com/progenie.htmlTras el exito de La novia gitana,
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Y si tu me recuerdas (Alana 2) de Iris Romero Bermejo
https://gigalibros.com/y-si-tu-me-recuerdas-alana-2.htmlSegunda entrega de la trilogia <
> de Iris Romero Bermejo. -
El Perro de Alberto Vazquez Figueroa
https://gigalibros.com/el-perro.htmlEn un penal de America Central, un preso politico y un perro se observan como fascinados el uno con el otro. Cuando se evade el preso, tras herir mortalmente al guardian, el animal, condicionado por su amo antes de morir, se lanza en persecucion del homicida. Los dos adversarios se enfrentaran en una lucha atroz, hostigante, incansable, y a medida que transcurren las semanas, se establece entre ellos una extrana complicidad, hecha de sentimientos tan opuestos como el odio y la estima. ——- El Hombre observo al Perro, inmovil y jadeante, fijos los ojos en su amo, aguardando una orden que nunca llegaria, porque el Guardian se habia enzarzado ya en una charla intrascendente con sus companeros, olvidando al animal que permaneceria alli, estatuario, hasta que el violento sol del tropico le achicharrara el cerebro. Era una fiera y bella mezcla de pastor aleman y lobo, de pelaje castano rojizo en el lomo que iba aclarando hacia las patas; unas patas gruesas y fuertes de color casi dorado. El negro hocico destacaba, afilado e inquieto, sobre una quijada de hierro por la que asomaban la agitada lengua y los largos y amenazantes colmillos, todo ello dominado por unas orejas siempre enhiestas y unos enormes y brillantes ojos, vivos e inteligentes. Le recordaba a Barrabas, su cachorro, al que mato un camion, y se pregunto si Barrabas habria llegado alguna vez, con el tiempo, a convertirse en una bestia semejante, capaz de ejecutar una orden apenas apuntada por un gesto de cabeza o de permanecer inmovil bajo el sol porque no le habian dado permiso para buscar cobijo. Sonrio tristemente recordando su pena el dia que Barrabas cruzo la calle en busca de su ultimo destino. Durante meses se sintio culpable por no haber sabido ensenarle donde estaba el peligro, y autos, motos y camiones no eran cosas de juego a las que perseguir ladrando alegremente, sino maquinas infernales e invencibles, contra las que nada podia un estupido cachorro.
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SALVAJE (Alastir 1) de Miguel A. Fuentes
https://gigalibros.com/salvaje-alastir-1.htmlEl primer libro de la saga Alastir nos narra las aventuras de Lerno, un adolescente que vive la tierra de los Na’rin. Una raza de seres que le detestan por provenir del mundo de los salvajes. Tratara de ganarse su lugar entre las gentes del gran arbol en un mundo repleto de misterios y seres sobrenaturales y una trama que nace de un amor prohibido.
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Xira de Belen Miguez Ferro
https://gigalibros.com/xira.htmlEl ano en que Alicia pierde a su abuela entendera como sobrellevar su perdida. Ese verano Alicia descubrira que algunas leyendas pueden ser reales. Una de ellas guarda el secreto de su familia. Despues de leer el libro cada vez que veas una mariposa tu imaginacion volvera a Xira. La fantasia transforma las leyendas en realidad.
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La piel intrusa de Yanina Rosenberg
https://gigalibros.com/la-piel-intrusa.htmlEn el primer libro de la argentina Yanina Rosenberg, los matices de la literatura fantastica se entreveran sutilmente con una realidad fragil, distorsionada. Todo puede quebrarse en un momento dado y sera en ese instante cuando una madre reniegue de la maternidad, lo monstruoso se confunda con lo domestico o un viaje apunte en todas las direcciones. Estas historias, que sacuden, empujan y tironean hasta la angustia y el misterio de hallar lo desconocido en ellas, sin duda suman a su autora al actual auge del cuento protagonizado por escritoras.
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Ojala no fueras tu, Beatriz Gant de Beatriz Gant
https://gigalibros.com/ojala-no-fueras-tu-beatriz-gant.html -
El sustituto de Blanca Miosi
https://gigalibros.com/el-sustituto.htmlMuchas veces sonamos con convertirnos en genios, o en hacer realidad nuestros suenos. Fedor Mogliani lo consiguio con esfuerzo, dedicacion y una mente privilegiada. Sin embargo, no contaba con encontrar en su camino a Mark Carter, un joven deforme confinado a una silla de ruedas porque sus musculos se estaban convirtiendo en hueso. Pese a ser todavia un estudiante de Ingenieria Biologica, contra todo pronostico, logro revertir la fibrodisplasia osificante progresiva que sufria Mark.
Una historia apasionante en la que se mezclan sentimientos, ciencia, ambicion e intriga, que te hara preguntarte si vale la pena todo aquello por lo cual luchamos.
A lo largo de sus 400 paginas Blanca Miosi, autora de La busqueda, El legado, la trilogia El manuscrito, El rastreador y La lista, deleitara a sus lectores con una historia apasionante. -
Furia de Pablo Poveda
https://gigalibros.com/furia.htmlDon puede perderlo todo. Alguien le ha amenazado por revelar su doble vida como asesino en serie.
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Cristina en las Highlands (Julia y amigas 3) de Kate Dawson
https://gigalibros.com/cristina-en-las-highlands-julia-y-amigas-3.htmlCristina descubre una traicion que hara saltar por los aires la confianza y la seguridad de su presencia en YouTube. A raiz de ese bano de realidad decidira que su vida debe cambiar de rumbo y para ello se deja convencer para pasar una temporada con Julia, Evan, Leod y Rosario en Escocia.
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La tentacion de tu piel de Dina Reed
https://gigalibros.com/la-tentacion-de-tu-piel.htmlAunque Kelly habia escuchado perfectamente las palabras del senor Sullivan, replico pestaneando muy deprisa: --?Ha dicho las Bermudas? El senor Sullivan asintio, se ajusto las gafas de pasta de carey y respondio con su seriedad y rigor habitual: --Llevas cuatro anos trabajando muy duro en esta compania y te mereces con creces el ascenso. Kelly agradecio el halago de su jefe con una sonrisa, mientras solo podia pensar en que no queria dejar Nueva York. Porque ?que iba a hacer ella sin los atascos de las mananas, los paseos por Central Park o las cenitas de los sabados con sus amigos en el Soho? Ella era una chica de ciudad, que vivia feliz en su pequeno apartamento, y que estaba muy a gusto trabajando como adjunta de direccion en una multinacional de los seguros. No le pedia nada mas a la vida... Preferia quedarse como estaba. Tranquila. Segura. Comoda. Ademas, ?que pintaba ella en las Bermudas? Ella no era de playa, ni de sol, ni de diversion, ni de nada de nada. Por no hablar de lo mas importante: el reto que suponia asumir la direccion de unas oficinas. Y no era que no creyera en ella misma, ni que pensara que no estaba preparada para el puesto, pero es que la alta direccion implicaba tanta responsabilidad y tanta exigencia que le estaba entrando un agobio tremendo. Porque ella solo queria estar en paz... Por eso, trago saliva y, con un nudo en el estomago, le confeso a su jefe: --Le agradezco la confianza, senor Sullivan, pero... El senor Sullivan la noto tan preocupada que en seguida le aclaro: --Vamos a cuidar hasta el ultimo detalle para que te sientas como en casa. El presidente de la compania posee una mansion en Tucker's Town, una de las zonas mas exclusivas de Bermudas, y la pone a tu disposicion para que te alojes en ella. Por el alquiler de tu apartamento no te preocupes, la compania correra con los gastos. --?Pero cuanto tiempo estaria fuera? --El tiempo que aguantes... --?Que? --Tu prueba, de momento la compania te ira pagando el alquiler, hasta que des el si definitivo. Y en cuanto a tus honorarios, los triplicaremos. Asi que, echa un vistazo al contrato, y ya solo queda que firmes y que manana mismo vueles para ese paraiso, en el que estamos convencidos de que cosecharas grandes exitos. El senor Sullivan le paso el contrato, que Kelly ojeo abrumada por la rapidez con la que estaba transcurriendo todo. Por eso, tras leerlo no le quedo mas remedio que decir: --Senor Sullivan, es un honor que la compania haya pensado en mi para el puesto, la propuesta no puede ser mas generosa; pero necesito tiempo... Kelly le devolvio el contrato, que el senor Sullivan guardo en la carpeta de firmas, luego le clavo la mirada y le pregunto con el ceno fruncido: --?Tiempo para que? Las buenas oportunidades hay que cazarlas al vuelo y esta lo es, senorita Taylor. Confia en mi. --Por supuesto que confio en usted. Y le estare eternamente agradecida por creer en mi cuando no tenia mas credenciales que unos anos de trabajo a tiempo parcial en una hamburgueseria. El senor Sullivan, un hombre de sesenta anos, pelo canoso, mirada franca, porte distinguido, semblante recio y maneras decididas, nego con la cabeza y preciso: --Cuando vi que ademas de tener un expediente excelente en Yale, sabias lo que era el trabajo duro: supe que estaba ante la candidata ideal. Y no me equivoque. Como ahora tampoco me equivoco al aconsejarte que aceptes el puesto. Tu etapa en las oficinas de Nueva York ha llegado a su fin... Y tu lo sabes. Tu talento esta pidiendo a gritos nuevos retos y esta es una gran oportunidad para crecer y potenciar tu curriculum. Kelly sabia que el senor Sullivan tenia razon, su punto de vista era el mas sensato y racional, pero su orden de prioridades era otro y asi se lo hizo saber: --Ya se que las cosas mas emocionantes suceden fuera de la zona de confort, pero es que yo me siento muy a gusto aqui. Y puedo asegurarle que en este momento de mi vida antepongo mi tranquilidad a todo. El dinero no es algo que me mueva, soy una chica de gustos sencillos. No me atraen los lujos ni las sofisticaciones, nunca he tenido el sueno de vivir en una mansion, ni tampoco aspiro a puestos de alta direccion. Yo aspiro a una vida como la que tengo, con mi trabajo que me gusta, con mi coqueto apartamento, mi familia, mis amigos, mi ciudad, mis aficiones... No quiero irme de Nueva York, senor Sullivan, ni dejar estas oficinas donde he encontrado a buenos amigos, ni renunciar a los almuerzos con mi familia cada domingo. Usted no sabe como es la tarta de queso con arandanos de mi madre... El senor Sullivan, a pesar de que era un hombre muy serio, se echo a reir, porque con Kelly era dificil no hacerlo. Era un encanto de chica, a la que apreciaba tanto que queria lo mejor para ella, por eso insistio: --Nueva York y todas sus maravillas siempre van a estar, senorita Taylor. Ademas, no te estamos ofreciendo un puesto en la otra punta del mundo. Las Bermudas estan a hora y pico de avion... --Ya, pero... --Y te recuerdo que yo no me jubilo hasta dentro de cinco anos --dijo el senor Sullivan con ironia. Pero Kelly, que estaba muy nerviosa, se lo tomo al pie de la letra: --!Por Dios, senor Sullivan, yo no quiero su puesto! El senor Sullivan se revolvio en el asiento y exclamo batiendo las manos: --!Pues muy mal hecho! !Deberias aspirar a el, porque tienes talento y formacion de sobra para hacerlo! !Y hacerlo mejor que yo, ademas! Pero de momento, yo tengo que seguir dando guerra... Y tu curtirte bien en ese maldito paraiso para prepararte a conciencia para dar el gran salto. El senor Pinkerton, tu predecesor, ha estado tres anos en el puesto y solo habla maravillas. Ahora se nos casa y ha pedido el traslado a Londres, de donde es su prometida. Asi que deja de rezongar y firma de una vez. !Cree y confia! !No hay otra! --No creo que se trate de una cuestion de confianza, sino que para mi es muy importante la familia, los amigos, trabajar en algo que me gusta... Y asi me siento segura. Ahora tengo una paz y un equilibrio que no quiero perder, senor Sullivan. Las aventuras y los retos estan muy bien, pero no se si tanto como la seguridad de tenerlo todo bajo control. Y yo ahora mismo tengo el control de mi vida... El senor Sullivan nego con la cabeza, se llevo la mano a la barbilla y le hablo como si lo hiciera con su propia hija: --Nunca se tienen las cosas bajo control, es una falsa percepcion, es un engano de la mente. Porque la vida es impredecible, lo unico que tenemos seguro es el cambio y es que, aunque nos resistamos, no van a dejar de pasarnos cosas. Y unas seran buenas, otras no tanto... Pero que mas da. Lo importante es la actitud con la que afrontamos las cosas. Y ese es el reto y eso es lo apasionante: enfrentarse al caos, a la incertidumbre, a los miedos y descubrir que puedes con eso y con mucho mas. Asi que no te conformes, senorita Taylor, nunca te conformes... Entiendo que tienes apegos, afectos, rutinas y... los exquisitos postres de tu madre, pero el mundo no se acaba ahi. Hay tantas cosas bonitas esperandote ahi fuera que seria una autentica pena que te las perdieras. Aparte de que te recuerdo que estudiaste bien duro, que te endeudaste hasta las cejas para estudiar en la mejor universidad, para tener el mejor de los futuros, para aprender, para crecer, para dar lo maximo de ti. ?Me equivoco? A Kelly las palabras del senor Sullivan, un hombre al que admiraba y respetaba como nadie, le estaban calando tan hondo que reconocio: --Mi familia es humilde, usted lo sabe. Mi padre es conserje y mi madre es limpiadora en un colegio. Por circunstancias de la vida no pudieron estudiar, pero se han matado para que mi hermana Elsa y yo podamos hacerlo. Y les estamos muy agradecidas por habernos permitido la oportunidad de tener una vida mejor... Y si, estudie muy duro, para tener un buen futuro... Quiero desarrollarme, crecer, dar lo mejor de mi... Pero... Kelly se callo porque no iba a contarle que desde hacia tres anos, cuando John la dejo, su orden de prioridades habia cambiado y ya solo queria estar tranquila y vivir sin sobresaltos. Y le dio mucha rabia y mucha pena, tanta que sus ojos se humedecieron, su gesto se tenso y el senor Sullivan tuvo que decirle para que se serenara: --Mi abuela solia decirme: "no hay pero que valga". Y no conozco mayor verdad. Olvidate de ese pero, y centrate en lo que quieres... ?Quieres desarrollarte, crecer y darlo todo? Kelly asintio, mordiendose los labios para no romper a llorar como una boba... --Por supuesto que quiero, senor Sullivan... Pero.... Kelly se mordio los labios otra vez, al tiempo que sentia una frustracion tremenda por tener siempre esa jodida palabra en los labios. No obstante, el senor Sullivan no dijo nada, tan solo se limito a tenderle su estilografica y asegurarle convencido: --Yo tambien tuve una epoca en que no podia parar de decir: "pero". Menos mal que una mujer muy sabia hizo que abriera los ojos... --Su abuela. --Exacto. Mi abuela Alana... Yo tenia el corazon roto, un mal de amores, que me dejo tan destrozado que llegue a creer que nada tenia sentido... Kelly alucino porque en la vida habria pensado que un hombre tan racional, tan logico y tan sensato como el senor Sullivan, hubiera sufrido hasta ese punto por amor... --Lo siento mucho, porque se lo que duele... --Duele tanto que parece que te arrancan la vida. Y yo perdi todo, la esperanza, la ilusion, las ganas, todo... Y eso que apenas acababa de terminar la carrera y se suponia que tenia un brillante porvenir. Trabajaba en un prestigioso bufete de abogados en Chicago, lo tenia todo para ser feliz. Pero perdi la ilusion de tal modo que cuando me salio una oferta de trabajo formidable en Nueva York, estuve a punto de rechazarla si no llega a ser por mi abuela, una irlandesa corajuda y luchadora que me obligo a que dejara Chicago... Y gracias a ella, no solo creci profesionalmente, sino que a los tres meses conoci, a Jane, mi esposa, el verdadero amor de mi vida, y la madre de mis tres maravillosos hijos... Kelly al escuchar el relato sincero y sentido de su jefe, no pudo evitar que dos lagrimones enormes recorrieran su rostro y sin pensarlo mas, agarro la estilografica y musito: --Yo tambien tuve una abuela irlandesa que, seguro que desde el cielo ahora mismo, me esta gritando que no sea tonta, y que firme de una maldita vez. El senor Sullivan asintio, sonrio emocionado y replico con absoluta seguridad: --Asi es. Kelly respiro hondo, se retiro las lagrimas del rostro con el dorso de la mano, estampo su firma en el contrato y luego susurro: --A las abuelas siempre hay que hacerlas caso... --Siempre. Y no me cabe duda de que la tuya tiene que estar orgullosisima de ti... Kelly sonrio agradecida y solo pudo susurrar muy emocionada: --Ojala, senor Sullivan, ojala...
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Tres novias para Navidad de Annabeth Berkley
https://gigalibros.com/tres-novias-para-navidad.html?Recibisteis la llamada del abuelo? --pregunto Brendan Anderson mirando distraido desde la barra el televisor del abarrotado y ruidoso bar. Como todas las semanas, se habia reunido con sus hermanos en el bar preferido de Bryan. Dardos, cerveza, companeros de la policia, y partido televisado de beisbol, y que, de los tres, solo le interesaba a el. Bryan Anderson resoplo molesto sin mirar a su hermano menor. --Estamos jodidos --dio un trago a su cerveza sin perder de vista el partido que televisaban. --Los Mets estan jodidos --comento Brad, el mayor de los hermanos, que ya se habia aflojado el nudo de la corbata que llevaba. Acababa de salir de trabajar y habia acudido directamente a la cita semanal, cansado de una larga y ardua jornada en el juzgado. --No digas tonterias --le respondio Bryan mirando el partido--. Para los Mets es pan comido, pero tu, ademas de cansado, pareces muy tranquilo. ?Hay algo que no sepamos? ?Tienes novia que sentar a la mesa en Navidad? Brendan miro a su hermano mayor a traves de sus horribles gafas que simulaban la necesidad de muchas dioptrias. Su hermano, el abogado, cuando no estaba en el tribunal, pasaba los dias encerrado entre su despacho, y la mayor parte de las noches tambien. Los tres sabian que le era bastante complicado conocer una mujer y mucho mas dificil mantenerla a su lado. --Cuentanos --insistio esperanzado. --Claro que no tengo novia --les respondio tranquilo Brad--. El abuelo tendra que conformarse con verme a mi. Los dos hermanos negaron con la cabeza y una media sonrisa. --A ti ya te tiene muy visto --comento ironico Bryan dando otro trago a su cerveza. --?Cuantos anos lleva insistiendo? --pregunto retoricamente Brendan--. No podemos presentarnos solos este ano. Mama dijo que quiza fuera su ultima Navidad. --Mama siempre dice lo mismo --refunfuno Bryan--. Otra que quiere vernos casados. --Si, pero esta vez llamo el abuelo --anadio Brad preocupado--. No se que pensar. --Pues algo habra que hacer --insistio Brendan dando un trago a su cerveza --. Necesitamos tres novias para ir a casa en Navidad antes de que termine la semana. El llevaba tiempo planteandose comenzar alguna relacion, pero sus ultimas experiencias con el sexo opuesto habian sido tan desastrosas que se veia incapaz de acercarse de nuevo a una mujer. Los tres hermanos se miraron ligeramente preocupados. Ya pasaban de los treinta. Ninguno habia presentado nunca una novia a la familia, pese a que nunca les habian faltado mujeres en su vida. Pero ese ano el abuelo, cada vez mas delicado de salud y al que todos adoraban, les habia pedido telefonicamente, uno por uno, conocer a sus novias. Ninguno tenia a quien presentar. Ninguno habia encontrado a la mujer de su vida. Pero ninguno queria decepcionar al hombre con el que habian pasado los mejores veranos de sus vidas. --Es Navidad, es epoca de milagros. Pidamos uno --comento Bryan, el mas cinico de los tres alzando ligeramente su cerveza. Brendan, el mas distraido y olvidadizo, tambien alzo su botella. Brad, el mas serio y responsable, les imito. Los tres brindaron no muy convencidos, pero deseando que la magia de esos dias y de la que todo el mundo hablaba, se manifestara para ellos en forma de mujer. --?Preparado para las fiestas navidenas, Brendan? --le pregunto su companera de la universidad mientras recogian las agendas para el nuevo curso en sus maletines en la sala de profesores. Brendan resoplo distraido. --Lo cierto es que no, Monica --le confeso--. Deberia ... ?Tu tienes planes para estas fiestas? Era morena, guapa, agradable, tendria mas o menos su edad y nadie tendria por que sospechar que no eran una pareja de verdad. Se le habia olvidado que tenia que llevar una novia a casa, y apenas le quedaban unas horas para encontrar a quien fuera. --Si --le respondio con una sonrisa, acabando con todas sus expectativas--. Me voy con mi novio al lago Hudson. Hemos reservado una cabana en mitad del bosque... Si tu te quedas aqui ?podrias pasarte por mi casa? Mi companera de piso no va a salir... es como se suele decir, una rata de biblioteca, seguro que os llevais bien. Me da pena dejarla sola en Navidad. Sus padres cambiaron los planes a ultima hora y se ha quedado tirada con la maleta hecha ?Te imaginas? Brendan parpadeo sorprendido. ?De verdad? ?Con la maleta hecha? No se podia tener mejor suerte. --?Donde vives? Llamale y dile que voy hacia alli. --Que atento eres, Brendan --le sonrio Monica apuntandole su direccion en un trozo de papel --. Siempre se puede contar contigo. Brendan cogio el papel y monto en su coche decidido. Esperaba ser capaz de convencer a ... ?Como se llamaba? Bueno, a la companera de piso de Monica, para que se hiciera pasar por su novia durante cinco dias. April Miller se dirigio a la puerta insegura cuando escucho el timbre. Su companera de piso le habia dicho que uno de los profesores con los que trabajaba se iba a pasar por alli para llevarla a dar una vuelta. No habia podido negarse, pero ?quien queria una cita a ciegas? Monica le habia dicho que parecia que tenia un cuerpo de diez, pero que era <
>. ?Dificil de mirar? Guapo o feo era cuestion de gustos. Siendo profesor de la Universidad, por lo menos su conversacion seria interesante. No sabia por que se habia convencido a si misma para aceptar la inesperada cita. Quiza la decepcion por pasar las fiestas sola en casa. Abrio la puerta. Un hombre alto y delgado estaba al otro lado aflojandose el nudo de la corbata que llevaba. Tuvo que darle la razon a su amiga. Su cabello oscuro estaba muy repeinado hacia adelante y sus enormes gafas le escondian unos muy pequenos ojos azules. Facil de mirar no era, no. Brendan se sorprendio al ver a una bonita mujer de poco mas de metro sesenta, de pelo castano, ojos marrones, nariz pequena y sonrisa agradable. Parecia encantadora ?Que hacia sola? ?Por que estaba soltera? --Hola --le saludo amable--. Soy Brendan Anderson. Perdona que me presente asi. Monica me dio la direccion. --Si, me ha llamado --le respondio April sin separarse de la puerta. No estaba muy segura de salir con el a tomar algo. Monica no le enviaria a una mala persona, pero mirar al suelo de continuo por no perderse buscando los ojos tras las horribles gafas, no le terminaba de apetecer. --?Puedo pedirte un favor? April le miro extranada antes de volver a bajar la mirada incapaz de fijarse en sus ojos azules tras las gafas. --No se... depende... --seguia sin retirarse de la puerta. --Monica me ha dicho que no tenias planes para estos dias--le comento--. Perdona que sea tan directo, pero necesito ayuda urgente. April puso sus sentidos alerta. --?Si? --Necesito que alguien se haga pasar por mi novia cinco dias. Solo cinco dias. Mi abuelo va a morirse... quiere conocer a mi novia antes de hacerlo y no tengo a quien llevar. April parpadeo sorprendida. ?Eso era real? --?Como? Brendan se paso la mano por el menton, agobiado. Suponia que parecia desesperado y la situacion era ridicula por lo menos. --Perdona es que... es un compromiso familiar... la Navidad, ya sabes... Monica me dijo que te habias quedado sin planes, con la maleta hecha y pense que podias venir conmigo y mi familia. April le escuchaba atenta. Parecia que habia bajado la muralla defensiva que llevaba alzada desde que habia abierto la puerta. --No estaremos solos. Mi familia es normal. Abuelos, padres, dos hermanos y no se si sus novias --le explico--. No dormiremos juntos. Cinco dias con actividades navidenas en familia. Es a dos horas de aqui. Si quieres volver puedo traerte, pero me harias un gran favor si por lo menos hoy vinieras conmigo. April lo miraba sintiendo su apuro y su nerviosismo. Lo miro apretando los labios meditando lo que habia oido. --A dos horas de aqui --le repitio para asegurarse. --Si, y puedo traerte en cuanto quieras. --No te conozco. --Monica si. Soy profesor en la universidad, no tengo aqui el certificado de penales, pero si no puedes confiar en mi, confia en tu amiga. Te prometo que soy un buen chico, solo estoy agobiado... desesperado... --Y quieres a tu abuelo. Entonces, Brendan mostro una sonrisa preciosa que le llego al alma. --Si --reconocio--. Como ves haria cualquier cosa por el. Hasta presentarme en casa de una desconocida e invitarla a venir conmigo cinco dias. --Pero me has dicho que me puedes traer en cualquier momento. --Por supuesto. Te doy mi palabra de boy scout. --?Eres boy scout? --No --reconocio con una sonrisa--, pero lo hubiera sido si no hubiera tenido unos hermanos y un abuelo con el que disfrutar de las acampadas y la vida al aire libre. Ese carino que sentia por su abuelo termino por convencerla. Ella nunca habia conocido a sus abuelos y siempre habia sentido curiosidad por la relacion que algunas personas tenian con ellos. No tenia nada que hacer, y Brendan parecia agradable. Muy agradable, pese a su cara. Asintio convencida. --De acuerdo, Brendan, pero debes traerme en cuanto te lo pida. -
El sol verde de Kent Anderson
https://gigalibros.com/el-sol-verde.htmlAno 1983. Oakland, en California, es una ciudad sacudida por los conflictos raciales y el crimen violento. El agente Hanson, un policia blanco, patrulla las calles en soledad; su mayor preocupacion no es aplicar las leyes de California, sino dispensar su vision propia de la justicia. Ha vuelto a la policia tras abandonar los estudios de posgrado y su carrera como profesor de literatura inglesa, y con ello la esperanza de que los libros y la lengua lo salven de la persona en quien se convirtio durante su servicio como sargento de las Fuerzas Especiales en Vietnam, donde la muerte fue su companera y maestra. Mientras patrulla por East Oakland, Hanson procura ignorar el estres postraumatico que lo persigue desde la guerra, para poder ser honesto y justo en el ejercicio de la ley, sea cual sea el riesgo. En contra de los dictados de su placa, Hanson entabla amistad con Weegee, un nino de once anos; se enamora de Libya, una mujer negra de su distrito; y entrelaza su destino con el de Felix Maxwell, el rey de la droga de Oakland y su malhadado hermano en la tragedia. ” El sol verde ” , una novela policiaca moderna como ninguna otra, esta escrita con <
> ( ” New York Times ” ) y ha sido descrita como < > ( ” Los Angeles Times ” ). -
Elena sabe de Claudia Pineiro
https://gigalibros.com/elena-sabe.htmlSe trata de levantar el pie derecho, apenas unos centimetros del suelo, moverlo en el aire hacia adelante, tanto como para que sobrepase al pie izquierdo, y a esa distancia, la que sea, mucha o poca, hacerlo bajar. Apenas de eso se trata, piensa Elena. Pero ella piensa, y aunque su cerebro ordena movimiento, el pie derecho no se mueve. No se eleva. No avanza en el aire. No vuelve a bajar. No se mueve, no se eleva, no avanza en el aire, no vuelve a bajar. Eso apenas. Pero no lo hace. Entonces Elena se sienta y espera. En la cocina de su casa. Tiene que tomar el tren que sale para la Capital a las diez de la manana; el siguiente, el de las once, ya no le sirve porque la pastilla la tomo a las nueve, entonces piensa, y sabe, que tiene que tomar el de las diez, poco despues de que la medicacion logre que su cuerpo cumpla con la orden de su cerebro. Pronto. El de las once no, porque entonces el efecto de la medicacion habra declinado hasta desaparecer y ella estara igual que ahora, pero sin esperanza de que la levodopa actue. Levodopa se llama eso que tiene que circular por su cuerpo una vez disuelta la pastilla; conoce el nombre desde hace un tiempo. Levodopa. Asi le dijeron, y ella misma lo anoto en un papel porque sabia que no iba a entender la letra del medico. Que la levodopa circule por su cuerpo, sabe. Eso es lo que espera, sentada, en la cocina de su casa. Esperar es todo lo que puede hacer por el momento. Cuenta calles en el aire. Recita nombres de calles de memoria. De atras para adelante y de adelante para atras. Lupo, Moreno, 25 de Mayo, Mitre, Roca. Roca, Mitre, 25 de Mayo, Moreno, Lupo. Levodopa. Solo la separan cinco cuadras de la estacion, no es tanto, piensa, y recita, y sigue esperando. Cinco. Calles que todavia no puede andar con sus pasos esforzados aunque si repetir sus nombres en silencio. Hoy no quiere encontrarse con nadie. Nadie que le pregunte por su salud ni que le de el pesame tardio por la muerte de su hija. Cada dia se le aparece alguna persona que no pudo velarla o no pudo estar en el entierro. O no se atrevio. O no quiso. Cuando alguien muere como murio Rita, todos se sienten invitados a su funeral. Por eso las diez no es una buena hora, piensa, porque para llegar a la estacion tiene que pasar por delante del banco y hoy se pagan las jubilaciones, entonces es muy probable que se cruce con algun vecino. Con varios vecinos. Aunque el banco abra recien a las diez, cuando su tren este entrando en la estacion y ella con el boleto en la mano se acerque al borde del anden para tomarlo, antes de eso, Elena sabe, ya va a encontrar jubilados haciendo la cola como si tuvieran miedo de que la plata alcanzara solo para pagarle a los que primero llegan. Solo podria evitar el frente del banco dando una vuelta manzana que su Parkinson no le perdonaria. Ese es el nombre. Elena sabe desde hace un tiempo que ya no es ella la que manda sobre algunas partes de su cuerpo, los pies por ejemplo. Manda el. O ella, y se pregunta si al Parkinson habria que tratarlo de el o de ella, porque aunque el nombre propio le suena masculino no deja de ser una enfermedad, y una enfermedad es femenina. Como lo es una desgracia. O una condena. Entonces decide que lo va a llamar Ella, porque cuando la piensa, piensa <
>. Y puta es ella, no el. Con perdon de la palabra, dice. Ella. El doctor Benegas se lo explico varias veces pero Elena todavia no termina de entender; si entiende lo que tiene porque lo lleva en el cuerpo, pero no algunas de las palabras que usa el medico. La primera vez estaba Rita presente. Rita, que hoy esta muerta. Les dijo que el Parkinson es una degeneracion de las celulas del sistema nervioso. Y a las dos les cayo mal la palabra. Degeneracion. A ella y a su hija. El doctor Benegas seguramente se dio cuenta, porque enseguida trato de explicarles. Y dijo, una enfermedad del sistema nervioso central que degenera, o hace mutar, o cambia, o modifica de manera tal algunas celulas nerviosas que dejan de producir dopamina. Y Elena se entero entonces de que cuando su cerebro ordena movimiento, la orden solo puede llegar a sus pies si la dopamina la lleva. Como un chasqui, penso aquel dia. Entonces el Parkinson es Ella, y la dopamina el chasqui. Y el cerebro nada, piensa, porque sus pies no lo escuchan. Como un rey derrocado que no se da cuenta de que ya no gobierna. Como el emperador sin traje del cuento que le contaba a Rita cuando era chica. Rey derrocado, emperador sin traje. Y ahora esta Ella, no Elena sino su enfermedad, el chasqui y el rey derrocado. Elena repite sus nombres como antes repitio los de las calles que la separan de la estacion; esos nombres comparten su espera. De atras para adelante y de adelante para atras. Emperador sin traje no le gusta porque si no lleva traje esta desnudo. Prefiere rey derrocado. Espera, repite, combina de a pares: Ella y el chasqui, el chasqui y el rey, el rey y Ella. Prueba otra vez, pero los pies siguen ajenos, ni siquiera desobedientes, sordos. Pies sordos. A Elena le encantaria gritarles, pies muevanse de una vez por todas, hasta carajo les gritaria, muevanse de una vez por todas, carajo, pero sabe que seria en vano, porque sus pies no escucharian tampoco su voz. Por eso no grita, espera. Repite palabras. Calles, reyes, otra vez calles. Incluye palabras nuevas en su rezo: dopamina, levodopa. Intuye que la dopa de dopamina, y la dopa de levodopa, deben ser la misma cosa, pero solo intuye, no tiene certeza, repite, juega, deja que su lengua se trabe, espera, y no le importa, solo le importa que el tiempo pase, que esa pastilla se disuelva, circule por su cuerpo hasta sus pies y estos se enteren, por fin, de que tienen que ponerse en marcha. Esta nerviosa, lo cual no es bueno, porque cuando se pone nerviosa la medicacion tarda mas en actuar. Pero no puede evitarlo. Hoy va a jugarse la ultima carta para tratar de averiguar quien mato a su hija, hablar con la unica persona del mundo a la que cree que puede convencer de que la ayude. A cambio de una deuda lejana en el tiempo, casi olvidada. Va intentar cobrar esa deuda, aunque Rita, si estuviera, no estaria de acuerdo, la vida no es un trueque, mama, hay cosas que se hacen porque si, porque Dios manda. No va a ser facil, pero lo va a intentar. Isabel se llama la mujer a la que busca. No esta segura de si se acordara de ella. Cree que no. De Rita si, le manda una postal cada fin de ano. Tal vez no sepa de su muerte. Si nadie le dijo, si no leyo el unico aviso funebre que pusieron recien dos dias despues del entierro en nombre del colegio parroquial donde trabajaba Rita, el cuerpo directivo y docente, alumnos y padres acompanan a Elena en este momento tan dificil, si ella no la encuentra al fin de ese dia, seguramente este diciembre esa mujer que Elena hoy busca enviara una postal dirigida a un muerto, deseandole feliz Navidad y un prospero Ano Nuevo. De Rita se acuerda, pero de ella, de Elena, Elena piensa, seguramente no. Y si se acordara no la reconoceria, asi doblada, con ese cuerpo viejo que no se corresponde con los anos que tiene. Sera su tarea, le va a explicar quien es y por que esta alli, frente a ella, cuando la enfrente. Le va a contar de Rita. Y de su muerte. Aunque sea le dira lo poco que entiende en medio de todo lo que le contaron. Elena sabe donde encontrar a Isabel, pero no como llegar. Alli donde ella misma la llevo hace veinte anos, siguiendo a Rita. Si la suerte esta de su lado, si Isabel no se mudo, si no murio como murio su hija, alli la encontrara, en una vieja casa en Belgrano, con puerta de madera pesada y herrajes de bronce, justo al lado de unos consultorios medicos. No se acuerda del nombre de la calle, si se acordara al menos de la pregunta que le hizo entonces su hija, ?vos escuchaste alguna vez una calle que se llame Soldado de la Independencia, mama?, entonces sabria. Pronto va a saber, porque si se acuerda de que es a una o dos cuadras de la avenida que corre bordeando Buenos Aires desde Retiro hasta la General Paz, cerca de una plazoleta, y de las vias de un tren. No vieron el tren, pero escucharon su marcha y Rita pregunto, ?que ramal es?, pero Isabel no contesto, porque lloraba. Para saber como volver a viajar, esta segunda vez, casi veinte anos despues, Elena fue a la remiseria de la esquina de su casa, la que pusieron hace unos anos en el local donde antes habia estado la panaderia en la que Elena compro para su familia el pan de cada dia desde que llego al barrio, recien casada, hasta que desaparecio el pan y aparecieron los autos de alquiler. El chofer no sabia, soy nuevo, se disculpo y le pregunto al dueno. Repitio las palabras de Elena, dijo, la avenida que bordea Buenos Aires, de Retiro a la General Paz, cerca de una via, y el dueno le contesto, Libertador, y Elena que si, que se llamaba Libertador, ahora que se lo dice se acuerda, y que tenia que ir hasta Belgrano, hasta una plazoleta. Olleros, dijo otro chofer que acababa de llegar de un viaje, eso ya no estoy segura, dijo Elena, Olleros, repitio el hombre con seguridad, pero ella no se acordaba del nombre de la calle, si de la puerta de madera, y de los herrajes de bronce, de Isabel, y de su marido, poco de su marido. ?La llevamos?, le preguntaron y Elena dijo que no, que era mucho viaje, mucho gasto, que iba a ir en tren y en todo caso, si ya no podia consigo misma y su cuerpo no se animaba al subte, tomaria un taxi en Constitucion, le hacemos precio, propuso el dueno, no, gracias, contesto ella, le podemos fiar, insistio, en tren, dijo Elena, no me gustan las deudas, y no dio lugar a otra insistencia, subte cerca no la deja ninguno, senora, el de Carranza, pero de ahi tiene como diez cuadras, le dijeron, si toma taxi tenga cuidado de que no la paseen, digale al taxista que vaya derecho por 9 de Julio hasta Libertador y de ahi otra vez todo derecho hasta Olleros, bueno, no, corrigio el chofer que sabia, porque Libertador se convierte en Figueroa Alcorta, antes de llegar al Planetario se va a tener que fijar que doble a la izquierda, hasta el Monumento a los Espanoles, y que retorne Libertador, o en el Hipodromo de Palermo, aclaro el dueno, pero no deje que la paseen, ?en serio no quiere que la llevemos? Elena se fue sin responder, porque la misma pregunta ya la habia contestado antes y demasiado esfuerzo era para ella todo como para contestar dos veces lo mismo. Constitucion, 9 de Julio, Libertador, Figueroa Alcorta, Planetario, Monumento a los Espanoles, Libertador, Olleros, una puerta de madera, herrajes de bronce, una puerta, Olleros, Libertador, 9 de Julio, Constitucion. De atras para adelante, de adelante para atras. No recuerda en que lugar del rezo tiene que meter el Hipodromo. Espera, piensa, cuenta otra vez las calles. Las cinco que la separan de la estacion y las otras, las que no conoce, o no se acuerda, aquellas hacia donde va para cobrar una deuda en la que cree a fuerza de necesidad. Rey sin corona. Ella. Desde su posicion, sentada, trata de levantar el pie derecho en el aire, y el pie ahora se da por enterado y se eleva. Entonces esta lista, sabe. Apoya la palma de cada una de sus manos sobre sus muslos sentados, junta los dos pies para que sus piernas queden en un angulo de noventa grados a la altura de la rodilla, luego cruza la mano derecha al hombro izquierdo y la mano izquierda al hombro derecho, empieza a balancearse en la silla y, con el impulso, se levanta. Asi la hace levantar el doctor Benegas cuando la revisa, y ella sabe que es mas dificil de esa manera pero lo intenta cada vez que puede, practica, porque quiere estar entrenada para la proxima visita. Quiere impresionar al doctor Benegas, mostrarle que puede, a pesar de las cosas que le dijo la ultima vez que la vio, quince dias antes de que Rita apareciera muerta. Parada frente a la silla que acaba de dejar levanta el pie derecho, lo eleva en el aire, apenas unos centimetros, lo mueve hacia adelante hasta que sobrepasa el pie izquierdo lo suficiente como para que ese movimiento signifique un paso, entonces lo baja, y ahora es el turno del pie izquierdo que debe hacer lo mismo, exactamente lo mismo. Elevarse. Avanzar en el aire. Bajar. Elevarse, avanzar en el aire, bajar. De eso se trata. Apenas de eso. De caminar, para llegar a tomar el tren de las diez -
El Viaje del Elefante de Jose Saramago
https://gigalibros.com/el-viaje-del-elefante.htmlA mediados del siglo XVI el rey Juan III ofrece a su primo, el archiduque Maximiliano de Austria, un elefante asiatico. Esta novela cuenta el viaje epico de ese elefante llamado Salomon que tuvo que recorrer Europa por caprichos reales y absurdas estrategias. El viaje del elefante no es un libro historico, es una combinacion de hechos reales e inventados que nos hace sentir la realidad y la ficcion como una unidad indisoluble, como algo propio de la gran literatura. Una reflexion sobre la humanidad en la que el humor y la ironia, marcas de la implacable lucidez del autor, se unen a la compasion con la que Jose Saramago observa las flaquezas humanas. Escrita diez anos despues de la concesion del Premio Nobel, El viaje del elefante nos muestra a un Saramago en todo su esplendor literario.
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La Mirada del Amor de Alison Mingot
https://gigalibros.com/la-mirada-del-amor.htmlCuando las mentiras se mezclan con amor y pasion.las cosas comienzan a cambiar de rumbo
Tomas Gotti, mi jefe, es un hombre poderoso, multimillonario y codiciado por muchas mujeres. Lo tiene todo, pero a pesar de eso, quiere algo muy especial. quiere que me case con el.
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El barrio de la plata de Julia Guillamon
https://gigalibros.com/el-barrio-de-la-plata.htmlUn mundo posindustrial de fabricas abandonadas convertidas en talleres y agencias de transporte, un hotel familiar en un pueblo de montana en los anos sesenta, la emigracion masiva de valencianos a Barcelona a principios del siglo XX, la vida de las clases populares en el barrio de Gracia, el anarquismo y el pistolerismo. Un paisaje extraordinario para una historia arrebatadora. El barrio de la Plata es el microcosmos donde se desarrolla la tragedia de los padres y el drama de los hijos: la fascinacion de los contrarios, el choque entre diferentes maneras de entender la vida, la cultura como elemento fundamental en la construccion de la identidad contemporanea.