• hasta las estrellas y vuelta - Iria Nunez

    https://gigalibros.com/hasta-las-estrellas-y-vuelta.html

    Ainhoa, como cualquier chica de su edad, busca su lugar en el mundo. Su sueno: ser educadora social, algo con lo que su padre no esta muy de acuerdo y se ve obligada a estudiar, ademas, empresariales para continuar con el negocio familiar.

  • Hasta las estrellas y vuelta (Romántica) Versión Kindle

    https://www.amazon.es/Hasta-las-estrellas-y-vuelta-ebook/dp/B085K9YT41

    Este libro me encantó. Lo recomiendo totalmente. ... Es lo primero que leo de esta autora. Me ha gustado, es rápida de leer, es entretenida y fresca. En esta ...

  • Hasta las estrellas y vuelta - Iria Núñez | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-hasta-las-estrellas-y-vuelta/312637

    7 abr 2020 — Hasta las estrellas y vuelta, de Iria Núñez. ... Compartir libro. eBook (Epub 2) ... Comprar. Cuando no queden más estrellas que contar.

  • hasta las estrellas y vuelta - Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/ebook-hasta-las-estrellas-y-vuelta-ebook/9788408226956/11462827

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  • Hasta las estrellas y vuelta by Iria Núñez - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/52718410-hasta-las-estrellas-y-vuelta

    He empezado este libro sin ninguna expectativa y la verdad es que no me he sorprendido mucho... sentí que la historia se desarrollaba muy rápido, con muchos ...

  • HASTA LAS ESTRELLAS Y VUELTA (EBOOK) - IRIA NUÑEZ

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  • Hasta las estrellas y vuelta de Iria Núñez - Hola Ebook

    https://www.holaebook.com/book/iria-nez-hasta-las-estrellas-y-vuelta.html

    Hasta las estrellas y vuelta de Iria Núñez Libro gratis en PDF, MOBI y EPUB. el amor verdadero no se encuentra, se construye día a día, detalle a ...

  • Lee Hasta las estrellas y vuelta de Iria Núñez - Libro electrónico

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    7 abr 2020 — Lee Hasta las estrellas y vuelta de Iria Núñez con una prueba gratuita. Lee millones de libros electrónicos y audiolibros en la web, iPad, ...

  • Pin en Hasta las estrellas y vuelta - Pinterest

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    28-jun-2020 - Hasta las estrellas y vuelta, de Iria Núñez. ... Por ello seleccionar un nuevo libro no es una tarea sencilla, pero tampoco imposible.

  • Hasta las estrellas y vuelta eBook de Iria Núñez - Rakuten Kobo

    https://www.kobo.com/es/es/ebook/hasta-las-estrellas-y-vuelta

    Amor, desamor, viajes y alguna aventura en esta novela romántica en la que vencerá el amor verdadero. Acerca de este libro.

  • Hasta Las Estrellas Y Vuelta (ebook) · Novela romántica

    https://www.elcorteingles.es/ebooks/tagus-9788408226956-hasta-las-estrellas-y-vuelta-ebook/

    Pero Ainhoa necesita aclararse y se enfrentará a todo y para averiguar qué quiere ella de verdad, solo entonces tomará una decisión. Amor, desamor, viajes y ...

  • Locos de amor, odio y fracaso de Edi Zunino

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    Anselmo Valdivia esta terminando su obra cumbre: la Primera enciclopedia del fracaso nacional. Es un periodista exitoso, admirado y obsesivo. Le dicen "Mito". A poco tiempo de producirse la muerte de El Procurador, que preparaba la presentacion de la evidencia irrefutable que condenaria a La Jefa, cree tener resuelto un dilema que divide al pais en dos: ?El Procurador fue asesinado o se suicido? Gracias a su metodo inigualable, Valdivia reune pruebas con detalles estremecedores y descubre alternativas ineditas de la guerra entre La Jefa y El Ingeniero, dos lideres antagonicos a los que ha visto con sus propios ojos en circunstancias que nadie se atreve a contar. La antinomia, como siempre, reina en el pais, tensada hasta limites inconcebibles.

  • Gabinete ?de crisis? de Yanira Garcia

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    !Hola! Permitanme que me presente. Mi nombre es Vega y mi vida ha sido una completa locura los ultimos meses. Sali huyendo de Madrid --por razones que prefiero no contar--, y me vine a Barcelona donde mi amiga Melissa lleva viviendo un tiempo. Me he instalado en un edificio muy chulo. ?Lo malo? Mi vecino. Es un perfecto Adonis hecho realidad. !Vamos! Que yo se lo pediria a los Reyes Magos, Papa Noel y a mi padre por mi cumpleanos, peeerooooo, tiene un cartel en la frente colgado que pone: <>. ?Que como lo se? Pues porque soy psicologa y entiendo de esas cosas...
    ?Que? !Si! Soy psicologa, y encima, !me encanta serlo! Puede que suene a tipico topico pero me desenvuelvo bien rodeada de problemas y situaciones diferentes.

  • Silencio sepulcral de Varios Autores

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    En Battle Hollow nunca sucedia nada interesante… hasta que comenzaron las desapariciones. En una comunidad tan pequena y apartada de todo, la lucha por el poder puede convertir en culpable a cualquiera, incluso a una joven bibliotecaria que dedica todo su tiempo a cuidar de sus amados libros..
    A traves de las lecturas de este particular personaje, nos adentramos en un mundo de suspense y asesinatos donde la maldad humana es la verdadera protagonista. Cuatro relatos llenos de sombras se insertan en un hilo principal que, a medida que avanzan las paginas, va tomando forma y desvelando sus propios misterios.
    Un futuro distopico tan cruel como practico, una investigacion criminal con sorprendentes tintes paranormales, un plan perverso con un final inesperado y una fe que va mas alla de toda comprension y logica.
    ?Te atreves a sumergirte en este mundo repleto de sangre, susurros, manipulacion y posesion, de la mano de la excentrica Penelope Cartwright?

  • Amor danino de Ivonne Vivier

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    Cuando tu madre te roba la dignidad y lo unico que te queda es un futuro idealizado, ?buscas el amor o juegas a enamorarte?
    Emma cambio de trabajo, pero sus objetivos siguen firmes: olvidarse de su corazon vacio y su placer negado para encontrar a un hombre con una cuenta bancaria abultada. Nada va a interponerse en su camino. Ni nadie…
    Pero el amor llega sin avisar.
    Cuando conoce a Alan, ese hombre capaz de adorar todas sus imperfecciones y ensenarle el placer del cuerpo que sus experiencias le negaron, debera decidir.
    ?Se arriesgara o dejara un corazon roto a cambio de lujos?

  • Corazones de plomo de Jose Gil Romero

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    A finales de septiembre de 1859, y tras los dramaticos sucesos relatados en EL MECANISMO DE LOS SECRETOS, todavia ocurrieron unas cuantas cosas que merecian ser contadas.

  • Un desconocido en apuros (eLit 1) de Gina Wilkins

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    Edstown, Arkansas. Ayer tarde, Serena Schaffer, la propietaria del periodico local, encontro a un hombre herido en una zanja cerca de su domicilio, en Edstown. El hombre mostraba signos de haber sido brutalmente golpeado y robado, y se encontraba al borde de la muerte. Schaffer lo condujo rapidamente al hospital de la ciudad, donde se recupera de sus heridas en la habitacion 205. Se rumorea que no va a pasar mucho tiempo antes de que los dos se rindan ante la poderosa atraccion que ha surgido entre ellos…

  • Martin (Y llegaste tu 8) de Merche Diolch

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    –?Adonde vas asi? ?Has quedado de nuevo con Martin? —la interrogo Lucia en cuanto la vio aparecer por la tienda—. Mira, hermanita, que esto comienza a convertirse en una costumbre. —Me gusta ese chico —menciono Anastasia apareciendo por la puerta de la trastienda. A Elsa, vestida con un traje de gala que guardaba en su armario y que habia usado en mas de una ocasion para acompanar a su padre o a Enric en algunas de las cenas o bailes a los que los invitaban, la envolvia un halo de tristeza. Ni siquiera el vestido que llevaba, y que sabia que le quedaba muy bien, habia conseguido subirle el animo. De tirantes finos y color negro, caia por su cuerpo escondiendo a primera vista sus curvas, pero cuando se movia, provocaba que se adhiriera a su silueta, evidenciando lo que la suave tela ocultaba. Llegaba hasta el suelo, escondiendo los zapatos de salon de fino tacon que se habia puesto y que iban a juego con el vestido. El cabello lo llevaba recogido en un sencillo mono bajo, y en una de sus manos llevaba un chal tambien oscuro. Miro su reloj de pulsera de plata, que se habia cambiado para la ocasion, y al comprobar que le quedaba algo de tiempo, se sento en una silla y miro a su hermana y a su jefa. —No, con Enric —respondio a la pregunta, sin apenas dar detalles. —Pero !?tu estas loca?! —salto su hermana subiendo el tono de voz. —Lucia, tranquilizate —le dijo Anastasia—. Tu hermana seguro que tiene una buena explicacion. ?A que si? Elsa tomo aire y penso en lo que le decia la mujer. Ella tambien lo creia, que lo hacia por una buena razon, pero segun las horas se sucedian en el reloj de pared, y que ella habia controlado minuto a minuto a lo largo del dia, su conviccion se habia transformado. —Me ha prometido que firmara los papeles del divorcio —indico lo que se habia repetido una y otra vez. Anastasia asintio, sentandose frente a ella. Lucia gruno poco convencida con su explicacion. —?Crees que eso es cierto? —pregunto la anciana. Elsa se mordio el interior de la mejilla y ladeo la cabeza. —Quiero pensarlo… —Pero no lo sabes —confirmo su jefa. Nego con la cabeza. —Eso es mentira —espeto Lucia atrayendo sus miradas—. No es la primera vez que te lo dice, Elsa. Se rie de ti y tu le dejas —la acuso mas enfadada con su hermana que con su cunado. No le gustaba que se dejara manejar por alguien que le habia hecho tanto dano y que continuaba haciendoselo. La joven observo a su hermana, que no paraba de ir de un lado a otro, soltando por su boca una gran variedad de insultos dirigidos a su marido. —Tienes razon, pero… —!Aqui no hay peros que valgan! —solto su hermana muy enfadada—. Es un mentiroso y hara todo lo posible para que hagas lo que quiere. Elsa, es como papa. ?Cuando te daras cuenta? Elsa agacho la mirada, golpeada por su sinceridad. —Mi nina… —la llamo Anastasia atrapando una de sus manos—, no necesitas el divorcio para ser feliz. Mirate, solo en este par de dias has sido otra mujer. Martin ha conseguido que sonrias y te rias de nuevo, pero no como llevabas haciendolo hasta ahora. Lo has hecho de verdad, de corazon. —Senalo el musculo que latia bajo su pecho y que habia cambiado brevemente su latido al escuchar el nombre del joven—. Unos papeles no te lo han impedido. Elsa sonrio al recordar las horas que habia pasado al lado de Martin. —Lo se, pero si quiero un futuro… —Haz caso a esta vieja, el futuro esta sobrevalorado. Lo importante es el presente, el aqui y el ahora… Ella recordo esas mismas palabras pronunciadas por alguien que habia entrado en su vida hacia muy poco. La puerta de la tienda se abrio, haciendo sonar las campanillas de la entrada e interrumpiendo la conversacion que mantenian. Las tres mujeres observaron al recien llegado, un hombre vestido con un traje de chaqueta y pantalon negro, y una camisa blanca. —Buenas noches, soy el chofer de… —Se ha equivocado —lo interrumpio Lucia sin dejarlo terminar. El hombre las miro confuso. —?Ninguna de ustedes se llama Elsa? La mencionada asintio y, sin demorarlo mucho, se incorporo dando un beso a Anastasia en su arrugada mejilla. —Tengo que irme… —No, carino. Nadie te obliga. —Le dio una palmadita en la mano y nego con la cabeza con resignacion. —Yo soy Elsa —le indico al chofer, intentando que las palabras de Anastasia y su hermana no la influenciaran, pero le estaba costando un triunfo conseguirlo. Debia probar una vez mas, confiar en que Enric mantuviera su palabra para poder construirse la vida que ella queria. El hombre asintio conforme, se dirigio hacia la puerta del local y la abrio esperando a que ella la traspasara. Elsa se echo el chal sobre los hombros y lo siguio sin mirar atras. PARTE 8 MARTIN Capitulo 1 Una semana despues —No, senor Ferrer. No ha llegado todavia su retrete de porcelana. Si, le avisaremos en cuanto lo traigan… Las campanillas de la puerta de la tienda atrajeron la mirada de Elsa, distrayendola por unos segundos de la conversacion que mantenia con un cliente por telefono. Sonrio a las recien llegadas y devolvio la atencion al hombre que le hablaba desde el otro lado de la linea. —Hola, hermanita —Lucia la saludo en cuanto se adentro en el local. La joven morena movio la cabeza a modo de respuesta y siguio escuchando lo que el senor Ferrer le indicaba. —No, senor Ferrer. No se preocupe, que no se nos olvidara llamarle… La duena de la tienda de antiguedades, que iba tras Lucia, nego con la cabeza resignada al identificar el nombre del cliente. —Si, senor Ferrer. Se lo prometo —continuo Elsa suspirando al mismo tiempo. Miro a su jefa y, sin poder evitarlo, puso los ojos en blanco—. No, Anastasia no se encuentra en este momento — mintio recibiendo una sonrisa de agradecimiento por parte de la anciana—. Si, se lo indicare en cuanto aparezca. Si… Si… Aja… Si… —Se quedo callada y miro de nuevo a las dos mujeres, mostrandoles una mueca cansada—. No, senor Ferrer. No he visto nunca una taza de retrete de porcelana de Tomas Turifed, pero no se preocupe, que como vendra bien embalado con las etiquetas correspondientes, no se me pasara inadvertido. Lucia no pudo evitar carcajearse, recibiendo un codazo en el costado por parte de Anastasia, en cuyo rostro, a pesar de sus actos, tambien se reflejaba algo de diversion contenida. —Perdone, senor Ferrer. Debo dejarle. Han entrado unos clientes y tengo que atenderlos. Aja… —respondio de inmediato a lo que fuera que le estuviera diciendo—. Si, le avisaremos — repitio una vez mas—. Adios, adios… —se despidio colgando el auricular con algo mas de fuerza de la habitual—. Por fin… —solto de golpe observando a su hermana y a su jefa—. Os juro que me ha faltado muy poco para indicarle lo que podia hacer con el retrete de 1883. !En que cabeza cabe querer un vater de porcelana! Lucia se carcajeo al escucharla. —?Un vater de porcelana? Anastasia le revolvio el cabello cuando paso por su lado para situarse detras del mostrador de la tienda. —Es una antiguedad —explico sonriente. Elsa bufo con fuerza constatando lo que pensaba sobre esa <> y se sento en un sillon Chesterfield del cual, aunque databa del siglo XIX, debido al tapizado de telas multicolores con las que su antigua duena lo habia envuelto, no lograban deshacerse. Era algo incomodo, pero para la joven se habia convertido en su mueble preferido, donde se sentaba cada vez que estaba cansada o su mente la llevaba lejos de alli, de la tienda, de aquel pueblo… en busca de lo que pudo tener y perdio. Un estado que desde hacia un par de semanas se repetia mas a menudo y que venia acompanado de un halo de tristeza que la envolvia.

  • Cal viva de Daniel Serrano

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    Ambos dibujan sus respectivas biografias en paralelo, viajan a la infancia y la juventud, y a la vez retratan las convulsiones de este actual tiempo de agitacion.

  • Pide un deseo de Lana Fry

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    Nuestra vida esta plagada de deseos cumplidos y por cumplir; aquellos que creemos conocer y los que solo nuestra alma conoce; los que mueven montanas y los que nos mueven a nosotros a seguir avanzando.
    Mientras la fe de Thea en los deseos se tambalea, Ethan esta a punto de cumplir el suyo.
    Diez anos atras, la vida les llevo por caminos separados. Ahora, Thea vive en Roma y es duena de una coqueta boutique de joyas. Puede que la relacion con sus padres no sea la mejor y eche de menos a sus amigos, pero es feliz. Por otro lado, Ethan esta en su mejor momento. ?Como no estarlo, si tiene el ascenso por el que ha peleado sin descanso al alcance de la mano? Nada puede salir mal.
    Pero el destino es caprichoso. Reencontrarse por sorpresa no solo tambaleara sus vidas sino que abrira viejas heridas que creian curadas.
    No hay nada como mirar a los ojos al pasado para darse cuenta de que, por mucho que traten de esconderse, hay suenos y deseos que son imposibles de apagar.
    <>.

  • Agatha y el chico de los tatuajes (Familia Reed 2) de Olivia Kiss

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    Cuando Agatha descubre que el chico malo ha vuelto al pueblo, sabe que debe mantenerse alejada de el porque Daniel Kurt es todo lo que ella no ve con buenos ojos. Sin embargo, el destino no juega a su favor, y los dos terminan encerrados en la pequena biblioteca durante una noche de tormenta. Sin cobertura ni nada mejor que hacer, Agatha y Daniel comienzan a conocerse. Y ella no puede evitar la creciente curiosidad. ?Que hace rodeado de libros? ?Son ciertos los rumores que dicen sobre el? ?Y por que empieza a sentirse alterada ante su presencia y esos tatuajes que recubren sus brazos cuando es el ultimo hombre en el que se fijaria?

  • Mi orgullo y tus prejuicios de Alissa Bronte

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    Sara tienen miedo a pesar de que ya conocia su destino, aunque saberlo de antemano no lo hace mas facil. Volara a Corea, un lugar lejano y diferente del que no comprende sus costumbres, pero al que tendra que adaptarse ya que su futuro esposo, o el futuro negocio que va a cerrar su padre, es de alli.
    Tras de si dejara amigos, un amor y un hogar que no es perfecto, pero que le es conocido, y se zambullira en otro del que apenas conoce nada.
    Al llegar, no solo se topara con un mundo opuesto al suyo, sino con un guardaespaldas que pondra su interior tambien patas arriba.
    Tambien conocera a su prometido.
    Un internado, peleas, grupos, soledad… Y lo unico que la mantendra en pie sera su orgullo o, tal vez, lo que la haga caer sean los prejuicios.

  • Un reportero en apuros (eLit 3) de Gina Wilkins

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    Ninguna mujer en el mundo habia rechazado a Riley O’Neal. Todo lo que tenia que hacer era mostrar su irresistible sonrisa. Pero siempre habia una primera vez, y fue la camarera Teresa Scott quien le hizo vivir la experiencia. !Y que camarera! Era un ritual: cada manana, desayunaba en el Rainbow Cafe, y ademas de un cafe bien cargado, Riley se tenia que tragar un buen “no”.

  • La elegida (Los caballeros del tiempo 1) de Jimena Cook

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  • Limon, canela y chocolate, Marisa Diaz de Marisa Diaz

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    Noelia regresa a su ciudad, Sevilla, dispuesta a retomar su trabajo en la pasteleria familiar. Pero la abuela, una mujer cabezota y excentrica, la convence para que pase una temporada en el pueblo que abandonaron antes de nacer ella. En principio, la madre se opone a este viaje que puede desenterrar su secreto mejor guardado: la identidad del padre de Noelia. Sin embargo, en Canada Rosal, la joven conocera a Diego,quien le mostrara un pueblo muy diferente y menos aburrido de lo que ella imaginaba, y descubrira que ningun secreto familiar puede permanecer oculto para siempre.
    Limon, canela y chocolate narra, unas veces con humor, otras con emocion y ternura, una historia conmovedora en la que el amor, el desamor, el orgullo, la lealtad y el perdon dirigen la vida de sus personajes.

  • No soy la Bella Durmiente de Teresa Camaselle

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    Esta historia empieza con un gato llamado Tesoro.
    Aunque, como empieza de verdad, es con la chica que le gusta al chico que cuida de Tesoro.
    Y no es una historia de "chico conoce chica...", porque Sergio y Sofia ya se conocen, mucho; de hecho fueron novios en el instituto. Pero han pasado diez anos sin verse. Y ahora viven de nuevo en la misma ciudad, y a el se le ha ocurrido mudarse al mismo edificio, y visitarla en el trabajo cada dos por tres… Y su vecino tiene un gato, y viaja mucho, y precisamente durante uno de esos viajes empieza esta historia.
    Fin de semana del 25 de julio de 2010. Ano Santo Compostelano. La ciudad de Santiago llena de peregrinos, turistas y paisanos dispuestos a festejar dia y noche.. Y unos intrusos intentan entrar en casa del vecino del gato. Y todo termina por liarse…
    Sorpresas, robos, persecuciones, diamantes en bruto, amigas bienintencionadas, novios olvidadizos, policias mosqueados, extranjeros sospechosos, gatos desquiciados, familiares extravagantes, sol, playa, pimientos de Padron, tarta de Santiago...
    Y Sergio y Sofia... que ya no pueden resistirse mas a su destino.

  • La Hija Maldita (Pueblos Perdidos 1) de Cristina Pujadas

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    Invisible. Su piel era dorada y sus ojos tenian el tono ambarino correcto de su raza, pero ningun dorado la miraria como a un igual si miraba su cuello. Maldita. La Diosa Aurum la habia condenado al nacer, al no marcar su piel con la runa de los dorados, quizas por un pecado cometido por su difunta madre, quizas por un mero capricho. Condenada a no ser una dorada en derecho pleno, habia vivido encerrada dentro del Oraculo del Desierto sirviendo a las Vidente, protegida del mundo que habia fuera. De los salvajes y de aquellos que podian despreciarla por no haber sido marcada.

  • Atentamente, tu asesino de Zid Castaneda

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    Linda es una mujer exitosa, felizmente casada y forjandose una carrera en el area gubernamental, pero un dia comienza a ser acosada y observada por un hombre obsesionado, un poeta retorcido que cae en la psicopatia.

  • Retaguardia roja de Fernando Del Rey

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    Desde una perspectiva centrada en los ciudadanos de a pie, a los que se les pone rostro y voz, Retaguardia roja indaga en las logicas subyacentes a la violencia que se desplego de forma brutal contra los adversarios politicos en la zona republicana durante la guerra civil espanola (1936-1939). En contraposicion con las modas y los estudios mayoritarios al uso, que han tendido a priorizar la historia de las ciudades y la poblacion urbana pese al perfil abrumadoramente agrario que presentaba la sociedad de entonces, la mirada se ha focalizado aqui en el mundo rural, escenario privilegiado para calibrar el significado y el alcance politico de los conflictos y contradicciones que recorrieron la Espana de los anos treinta.

  • Despertar a tu lado, Camilla Mora de Camilla Mora

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    Libro 3o de la serie Corazones en Manhattan
    Nicholas Bale es el tipico hombre carismatico, tierno, amigo y del que cualquier mujer podria enamorarse. Sin embargo, d

  • Batea mi corazon, Rose B. Loren de Rose B. Loren

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    Ryan es un exitoso jugador de beisbol cuya vida no ha sido un camino de rosas; viudo y con una hija de siete anos, tendra que enfrentarse a una gran lesion que puede acabar con su carrera deportiva. Frustrado y totalmente perdido despues de una operacion, conocera a Cristal, una fisioterapeuta que no le pondra las cosas faciles.

  • AQUELLO QUE FUIMOS de Pilar Munoz Alamo

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    En plena juventud y tras cuatro anos de ausencia, Blanca regresa a su Malaga natal arrastrando una maleta y un pasado que no sabe si podra afrontar.
    En otro punto de la ciudad, un ano mas tarde, Victor recibe una llamada de telefono en relacion con Fuensanta, su madre, que pondra su vida en jaque dejando al descubierto una estela de enganos en la que todos se veran implicados, hasta descubrir una oscura verdad.
    Vidas con diferente origen, fuertemente marcadas por decisiones propias o ajenas de aparente insignificancia. Futuros rotos que requeriran un maximo de valor, fuerza y coraje para poderlos superar.

  • El verano en que todo cambio de Sarah Rusell

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    Siempre que se le hace a un nino la pregunta de que quiere ser de mayor, contestan cosas como policia, astronauta, piloto de aviones, enfermera, abogada, veterinaria... Normalmente profesiones relacionadas con las que uno de sus padres, o ambos, desempenaban, incluso familias enteras durante generaciones. Lo mio era algo diferente a todo eso, diferente a lo que se dedicaban mis padres, ya que John, mi padre, era constructor, y Amelia, mi madre, la duena de un exclusivo gimnasio de lujo. Bueno, si lo veiamos desde la parte materna... mi sueno si que estaba relacionado con el deporte, pero nada que ver con ser monitora de zumba, aquagym o spinning, para nada. Mi sueno era, nada mas y nada menos, que ser surfista. En realidad, lo que queria era irme a hacer un curso intenso de surf durante dos meses al suroeste de Melbourne, donde vivia desde que naci. Y no era un sueno de esos en plan, capricho, para nada, que el curso lo daba uno de los mejores profesionales de ese deporte. Mis padres me habian prometido que, si acababa el segundo curso de la carrera de turismo que estaba estudiando, me pagarian el curso de surf y me dejarian ir. Tampoco es que estuviera muy lejos, solo me iba de casa dos meses y a cien kilometros, no a Groenlandia, pero bueno. Ahora, a mis veinte anitos, estaba deseando que me llevaran a ese lugar en el que podria subirme a una tabla y surcar las olas. Vale, eso con un poquito de paciencia que no iba a ser poner los pies en ella y sentirme como si fuera la reina del mambo, que yo surfear... no habia surfeado en mi vida. Cuando acabara la carrera queria recorrer el mundo, conocer todo aquello que me gustaba ver en revistas o fotos de Internet, aunque ya conocia Tailandia, Bali y Vietnam, pues mis padres eran muy aficionados tambien a viajar y me habian llevado a ver esos lugares. Bueno, esos viajes fueron antes de que naciera Ruby, mi hermanita pequena. Ese angelito llego a la familia de sorpresa, pero sorpresa total, que yo ya tenia quince anos y mis padres ni la esperaban ni la habian buscado, aunque fue lo mejor que nos paso a todos, las cosas como son. Era mi nina, mi pequena mini yo, y es que, a sus cinco anos, me imitaba en todo lo que podia. La tenia como a una hija, mi madre decia que solo me faltaba haberla parido, y asi era, porque no dejaba ni que le soplara el aire en un ojo. Vamos, bonita era yo para mi Ruby. La adoraba y, ademas, se parecia tanto a mi, que, si ibamos juntas por la calle, se quedaban mirandonos como si fueramos madre e hija. Las dos teniamos el cabello castano, como nuestro padre, y ojos marrones, como nuestra madre, una mezcla de ambos, que se notara que cada uno habia puesto su granito de arena a la hora de hacer a sus ninas. En mi vida tambien estaba Zara, mi mejor amiga, esa que, con mi edad, era como una hermana tanto para mi como para Ruby. Nuestras madres a veces decian que pareciamos siamesas, que nos costaba separarnos la una de la otra, y razon no les faltaba, desde luego, porque lo haciamos todo juntas, bueno, salvo algunas cosas, obviamente. Siempre estabamos estudiando juntas, nos ayudabamos en lo que no entendia la otra, apoyandonos en todo, consolandonos en los peores momentos de nuestra vida, siendo la una confidente de la otra, y viviamos entre su casa, con sus padres, y la mia con los mios. No habia fin de semana que no nos acogieran a las dos en casa de una, como si fueramos ambas hijas del matrimonio. Y eso era lo que me daba la vida, poder compartir con mi mejor amiga todo lo que me ocurria. Habia llegado el verano, el final del curso en el que me habia dejado la vista en los libros, las horas de sueno, los codos en la mesa y la mano entre apuntes y examenes. Pero, como todo en la vida, el esfuerzo siempre tiene su recompensa, y sabia que la mia estaba mucho mas cerca de lo que imaginaba. Desde luego, habia merecido la pena esas noches que me quedaba estudiando en casa sin salir al cine, a cenar o bailar. Esos fines de semana en casa de Zara, o en la mia, haciendo los examenes que ella me preparaba durante la semana para ver cuantas preguntas contestaba correctamente y la nota que podria sacar. Aprobe, por supuesto que acabe aprobando el curso y estaba mas que dispuesta a afrontar esos dos meses que tenia por delante para hacer aquello que tanto me apetecia y con lo que sonaba desde hacia tiempo. Queria subirme a una tabla de surf, dejar que el agua del mar me cubriera por completo mientras me sentia libre durante unos instantes. Surcar las olas y que aquella sensacion no se me olvidara jamas, vivir el momento, disfrutar de esa experiencia unica en la vida y, aunque no llegara a ser una profesional, saber que valia para eso, que podia ser capaz de mantenerme en pie en una de esas tablas que flotan en el mar y no tener miedo. Iba a echar de menos a mi hermanita, eso era lo que me habia frenado un poco y que, a veces, me replanteara el decirles a mis padres que no se preocuparan, que no iria al curso de surf, y es que desde que nacio Ruby, mis veranos eran para ella. Pero este era mi sueno, lo que me apetecia hacer ahora, siendo joven, valiente y con ese espiritu aventurero que mis padres no sabian de quien habia heredado. Habia trabajado duro para conseguirlo, me habia esforzado a maximo durante todo el ano, y aqui estaba mi recompensa, la que mis padres habian prometido darme por mis excelentes notas, y la aprovecharia. Subiria a una de esas tablas, dejando claro que nadie es quien para decirte lo que puedes o no hacer, lo que eres o no capaz de lograr, que, si tienes un sueno, debes luchar por alcanzarlo, sin que nada ni nadie te frene o te diga que no.

  • El chico del Maravillas de Lluis Llach

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    Roger Ventos, futuro baritono reconocido a escala internacional en el mundo de la opera, tiene unos origenes peculiares. Nace en 1939 en la ciudad francesa de Seta, pero a los quince anos su madre lo manda a Barcelona con su tio, Lluis Ventos, tramoyista en un teatro de variedades del Paralelo. Es alli, entre los bastidores del teatro Maravillas, donde Roger descubre a su verdadera familia mas alla de los lazos de sangre y empieza a recibir clases de canto en el Liceo.
    La vida de Roger desde entonces basculara entre dos polos: el de la calidez familiar de su Maravillas
    y el de la independencia personal consagrada a las exigencias del canto. Mientras seguimos su fulgurante carrera operistica, asistimos tambien a traves de sus ojos a la evolucion forzosa del viejo teatro del Paralelo. Y lo hacemos con una esplendida galeria de personajes secundarios que subraya el impacto de una historia conmovedora.
    Literariamente impecable, El chico del Maravillas consolida a Lluis Llach como un autor de referencia. En su obra mas personal y emotiva, las experiencias de un cantante lirico, que vive la musica de una forma apasionada y al mismo tiempo reflexiva, trascienden al personaje y reflejan las complejidades de toda una epoca.

  • La Flor de Chamberi de Claudia Gomez

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    Julia Prado, una periodista de radio y television, a traves de la historia que le cuenta Margarita, una vendedora de flores casi anciana, es capaz de descubrir quien es ella en realidad. Pasado y presente conviven en esta apasionante novela ubicada en el Madrid republicano y que nos trae una historia fascinante de nuestro pasado reciente. Conspiraciones, muerte, enganos…, se cruzan en las historias de vida de “La Flor de Chamberi”, vidas que nos emocionan con la profunda sinceridad y cercania de sus personajes.”

  • Un principe vino a verme de B. Menendez Vico

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    Marisa se siente cenicienta y suena con un principe que la lleve a un mundo de maravillas. Mientras tanto se ve obligada a trabajar de dulcera en un super. En espera del rico salvador la joven empieza a verse con Lorenzo, el responsable de almacen. A Marisa le gusta Lorenzo pero el almacenero esta muy lejos de ser el principe sonado. Entonces aparece Mateo un joven apuesto y de familia adinerada. Marisa al fin cree haber conseguido lo sonado, Mateo se enamora y le pone el mundo a sus pies. La joven empieza a vivir como princesa pero.

  • Petit Paris de Justo Navarro

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    Paris, marzo de 1943: Alemania e Italia estan perdiendo la guerra. Despues de la invasion angloamericana del norte de Africa y la rendicion en Stalingrado del mariscal de campo Paulus, se respira la hecatombe militar nazi-fascista, el inminente desembarco de los aliados en Europa. Veinte anos antes de resolver los crimenes sobre los que giraba Gran Granada, el comisario Polo se encuentra por accidente en Paris, temeroso de no poder acabar nunca un viaje que solo iba a durar unos dias. En tiempos de guerra no es raro que lo previsto como una excursion de setenta y dos horas se dilate meses, anos o decadas, o se convierta en el exilio eterno.

  • Muriendo sin ti de Freya Asgard

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    Luego de cerrar la carpeta que contenia los documentos, el abogado de Jose Fernandez miro a la unica heredera legal, su hija, Victoria Fernandez Subercaseaux, una mujer de veintiseis anos, tez blanca, ojos verdes y pelo negro, no habia heredado los rasgos europeos de su madre. De su padre, nada tampoco. --?Usted me quiere decir que todo lo que menciono ahi es mio? --Todo, senorita. --?Esta seguro que no le pertenece a alguien mas? --Seguro. Usted es la unica heredera, los padres de Jose Fernandez, sus abuelos, ya no viven, no tenia hermanos, tampoco estaba casado. Usted es la unica heredera legal, nadie mas puede reclamar lo que es solo suyo. --?Alguien mas podria o querria hacerlo? El abogado trago saliva y se acomodo la corbata. --Digame, ?hay alguien mas que querria tener eso? --indico la carpeta. --Bueno, si, algo asi, pero el no tiene derecho legal alguno sobre la herencia. --?Quien es? --El encargado de la hacienda, Rodrigo Montero, el aun no esta informado, manana viajo al sur para hablar con el. --?Es el capataz? --No, el es hijastro de don Jose, se crio con el. Victoria se quedo en silencio, no supo que decir; ella, que no habia significado nada en la vida de su padre, habia heredado todo, sin embargo, ese hombre que lo habia tenido todo junto a el, estaba quedando sin nada. Y eso no le gustaba nada. Ella no era una mala mujer, por mas dano que le hubiera hecho su padre. --Manana a las once viajare al sur, ?vendra conmigo? --consulto el abogado. --?En que posicion quedara el? --inquirio Victoria muy preocupada. --Eso sera decision suya, senorita, usted ahora es la duena universal y yo que usted, me quedo con todo, es lo que corresponde, despues de todo, su padre le debe pension alimenticia por muchos anos --respondio con malicia el licenciado.

  • Una vida mas contigo de Maryah Well

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    M Capitulo 1 3 de mayo de 1871. Amaretia, Yndral. irena estaba sentada en el salon de la casa de su yerno, el baron de Yndral, que se la habia dejado para que Leon, su hijo menor, encontrara a una futura esposa. El muchacho ya habia cumplido treinta anos y debia dejar de holgazanear en el galeon para ocupar el lugar que le correspondia como conde de Draulen, por lo que habia decidido que irian a otras tierras a probar suerte con las damas casaderas del pais. Llevaban dos dias en la casa y habian asistido a un baile cada noche, pero su hijo no parecia poner de su parte para cortejar a ninguna de esas muchachas. Y no es que no fueran bonitas, que lo eran, sino que, segun el, era como si tuvieran la cabeza hueca. Pues, no podia ponerse muy quisquilloso, ademas, debia tener en cuenta su nueva condicion que tampoco podia dejarsela ver a cualquiera. --Hijo, ?por que no dejas de lado la inteligencia de las damas y te decides por una? Como sigas rechazandolas vamos a tener que ir a otro pais y no soy tan joven como para aguantar tantos viajes --le dijo la mujer bordando sentada en el sofa tapizado con una hermosa tela amarillo palido. El aludido estaba de pie, mirando por la ventana, a la espalda de su madre, y resoplo molesto. --Mama, no puedo obviar esa falta de inteligencia. Me gustaria hablar y mantener una buena conversacion con mi esposa o me aburrire soberanamente --contesto Leon con su voz grave, aunque conciliadora, observando el jardin que se extendia por sus ojos, iluminado por los rayos del sol del crepusculo anaranjado. --De acuerdo. Tienes razon. Es que estoy cansada de tanto baile y de aguantar a las otras madres. Son insufribles. --Te propongo un trato --el chico se sento al lado de ella--. Si en dos semanas no encuentro a ninguna dama que merezca mi atencion, nos iremos a otro pais y sera el ultimo por esta temporada. ?Te parece bien? --Si no queda mas remedio --suspiro la mujer con resignacion. --Tengo el presentimiento de que encontrare una esposa esta semana. Vamos, ve a prepararte para el baile de esta noche. No quiero llegar tarde. Mirena dejo el bordado en el asiento que habia estado ocupando y subio las escaleras del vestibulo para llegar a su habitacion y prepararse para otra larga noche. Leon se irguio en toda su altura para volver a la ventana y observar el jardin. Los jardineros hacian un trabajo espectacular con aquel laberinto de setos bajos en medio de la estancia rodeada de hermosas rosas rojas y blancas. Esa era la flor favorita del padre de Daven, su cunado y dueno de la casa, y los empleados las cuidaban con esmero para honrar la memoria del difunto. Su madre bajo las escaleras media hora despues, le ofrecio su brazo y la guio hasta el carruaje que los llevaria al baile de los senores Mansfield Danielle salio del carruaje en cuanto este paro enfrente de la casa de su hermano mayor, el baron de Yndral, subio los escalones de la escalera de tres en tres y entro en su habitacion para cambiarse el vestido en unos pocos segundos. Bajo para regresar al interior del carro, encontrandose con Grissom, el mayordomo, que la miraba con asombro. Lo saludo levemente, se marcho sin escuchar lo que el hombre parecia tener que decirle y se dispuso a asistir al primer baile del que habia recibido la invitacion aquella temporada. El senor y la senora Mansfield eran unos encantadores ancianos, amigos de la familia desde que su padre ocupo el lugar de baron con la muerte de su abuelo y no podia dejarlos plantados por nada del mundo. El carruaje se detuvo, el cochero abrio la puerta y la ayudo a bajar. Danielle observo la enorme mansion de los anfitriones y sus comisuras se elevaron para formar una gran sonrisa. Estaba impaciente por verlos y abrazarlos. Eran como sus abuelos y ellos la consideraban su nieta. Entro en el salon de baile y busco con la mirada a los anfitriones. Ambos estaban hablando con otra pareja. La chica se acerco a ellos con una gran sonrisa de oreja a oreja, tapo los ojos de la mujer al llegar hasta ella y pregunto: --?Quien soy? La mujer rio y contesto: --La joven mas hermosa del baile y mi nieta mas querida. La aludida quito las manos de los ojos de la senora Mansfield y la pareja la abrazo con fuerza, riendo de felicidad por verla en su casa. --Creiamos que no vendrias --apunto el hombre emocionado. --Nunca me perderia un baile de mis abuelos. ?Que podeis contarme de los hombres interesados en el matrimonio de esta temporada? ?Hay alguno que valga la pena, abuela? -- pregunto mirando a su alrededor. --Pues, en mi opinion, solo hay uno lo bastante inteligente y apuesto que merezca tu tiempo y el placer de tu compania --respondio la mujer buscando con la mirada al susodicho. --?De verdad? Cada vez me lo ponen mas dificil. ?Quien es el afortunado? --El conde de Draulen. Los ojos verdes y castanos de Danielle se clavaron en el rostro de la anciana, abiertos de par en par por la sorpresa. "?Leon esta aqui?", se pregunto desconcertada. --Mira, alli esta su madre. Ven que os presento --la senora Mansfield cogio la mano de la muchacha para guiarla hacia la mujer, pero la joven la detuvo. --No te molestes, abuela. La conozco. Ire yo sola. Tu sigue hablando con tus invitados. --?Estas segura? --la chica asintio dedicandole una sonrisa--. De acuerdo. Pasatelo bien, querida nieta. --Lo hare. La joven le dejo un beso en la mejilla a la pareja y se encamino hacia la suegra de sus hermanos con una renovada ilusion. Mirena se rio con poco entusiasmo de algo que habia dicho una de las madres con las que estaba sentada en el borde de la pista de baile y escondio una mueca de desagrado detras del vaso de limonada. "Por los dioses, que mujeres mas insufribles", penso al escuchar la misma conversacion que habia tenido con la misma mujer la noche anterior, en el baile de los Smithson. --Buenas noches, senoras. Espero que lo esten pasando de fabula --las saludo Danielle quedandose de pie, en toda su altura, delante de la madre de sus cunadas. La mujer alzo el rostro y se le ilumino al verla. Se levanto de un salto de la silla y la abrazo con fuerza. --Gracias a los dioses --susurro al oido de la joven--. Sacame de aqui, por favor. --Senora Stainfield, ?le apeteceria dar un paseo conmigo? --Por supuesto, senorita Harrelson. Disculpenme, senoras --ambas hicieron una leve reverencia con la cabeza y se marcharon lo mas rapido que pudieron--. ?Que haces aqui? Estas preciosa vestida asi --la halago dirigiendose hacia la mesa de la comida. --Llevo anos asistiendo a este baile. El senor y la senora Mansfield son buenos amigos de la familia, tanto que los llamo abuelos. Y ya que vengo, aprovecho para buscar un marido. ?Y vosotros que haceis aqui? ?Donde esta Leon? --Pues por la misma razon que tu. Mi hijo busca esposa. Hace un momento estaba bailando, pero ya no lo veo. Tal vez este dando un paseo con alguna chica casadera por el jardin. --Caray. Si que hace tiempo que no nos vemos. ?Donde os estais quedando? --Daven nos ha dejado vuestra casa. Supongo que tendremos que irnos para que tu te instales en ella. --Oh, no. No te preocupes. Hay sitio suficiente para todos. --?Quieres que busquemos a mi hijo? Me vendria bien tomar algo de aire fresco --le propuso Mirena abanicandose con la mano. --Claro, vamos. ?Y que tal va la busqueda de futura condesa? --Lento. Me parece que mi hijo tiene unas expectativas demasiado altas para su futura esposa y ninguna llega a rozar ese limite. --Bueno, de pequeno ya era bastante exigente, creo recordar. No me extrana que busque la perfeccion personificada en esa femina. --Lo se. Debi avisarle de que la perfeccion no existe --dijo la mujer con culpabilidad. --En realidad no hay ninguna buena definicion para la perfeccion. A veces, simplemente crees que alguien es perfecto por lo que te hace sentir tal como eres, sin cambios --filosofo Danielle con la vista un poco perdida en los terrenos que se extendian delante de ella. --Es posible que tengas razon. Giraron al llegar a una esquina de la mansion de piedra grisacea y la mujer chasqueo la lengua. --?Donde se habra metido este chico? --pregunto con fastidio. --Tal vez haya encontrado a la condesa perfecta y este cortejandola. --Pues seria un gran alivio. Estoy cansada de aburrirme. La chica se rio por el comentario y entraron por la puerta trasera del salon de baile. --?Quieres que nos marchemos? --le inquirio. --No quisiera privarte de tu proposito. Llamare al carruaje y os esperare en la comodidad de mi habitacion. --No voy a dejar que te vayas sola. Y mi proposito puede esperar al siguiente baile. Le dire a los senores Mansfield que informen al conde de tu salida y que regrese cuando quiera. Iremos en mi carruaje. --?De verdad que no te importa? --Para nada. Prefiero tu compania a la de cualquiera de estos pomposos. --Pensando asi no encontraras marido --le dijo Mirena sonriendo divertida. La muchacha se rio dejandola en la entrada hasta que regresara de informar a los anfitriones, subieron al carruaje y se marcharon hacia el silencio y la comodidad de sus habitaciones. Un estruendoso ruido de una silla cayendo al suelo de baldosas desperto a Danielle con un sobresalto. Se incorporo en la cama y agudizo el oido para escuchar dos voces masculinas provenientes del vestibulo. --?Se encuentra bien, senor? --pregunto Grissom al recien llegado. --Perfectamente, gracias. Que nadie me moleste hasta la hora de la cena --contesto una voz grave que la chica no habia escuchado nunca. --Por supuesto, senor. Que descanse. La joven escucho unos pasos que subian las escaleras y se acercaban por el pasillo, hasta la habitacion contigua a la suya. Se levanto de la cama en silencio, pego la oreja a la pared y escucho los pasos del hombre hasta que cayo encima del colchon. No sabia con certeza quien era, pero tenia la vaga sospecha de que se trataba de Leon, el hermano pequeno de sus cunadas y conde de Draulen desde los diez anos, cuando su padre murio en un intento por recuperar a su familia y maltratarla de nuevo. El titulo le habia llegado con bastantes deudas por la aficion desmesurada del antiguo conde de gastar dinero en las timbas de juego clandestinas, sin embargo, ahora estaba libre de cargas y en pleno auge de bienes. Daven, el capitan y hermano de Danielle, habia subsanado las deudas, todas y cada una de ellas, para que el nuevo conde y su madre pudieran empezar de cero. Y eso hicieron despues de viajar, en el barco de la familia, durante todo el verano, hasta que el nino tuvo que regresar para ir a la escuela. En su ausencia academica, Mirena se habia hecho cargo de todo lo que conllevaba el titulo. Despues de veinte anos, el pequeno habia crecido y era logico que estuviera buscando esposa. Lo que no llegaba a comprender la chica era el porque habia decidido ir hasta Yndral para llevar a cabo la tarea. ?Es que en Draulen ya no habia damas casaderas? El sonido de unos ronquidos, aunque parecian mas bien grunidos, traspasaron la solida pared hasta el oido de la chica. Se encamino hacia la cama, se tumbo y cerro los ojos cuando los rayos del sol empezaban a iluminar la estancia.

  • Atrapame 1 de Anna Zaires

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    Es mi enemigo…. y mi mision.

  • Aviones sobrevolando un monstruo de Daniel Saldana Paris

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    Hace muchos anos lei, en un libro de ensayos del poeta Robert Creeley, una pregunta que nunca he logrado sacudirme: <> Este libro es, en parte, un intento de respuesta a esa pregunta. A los diecinueve anos, mientras estudiaba en Madrid la carrera de Filosofia, entre a trabajar como redactor a una revista literaria. Decir que entre a trabajar es, como casi todo en estas paginas, una exageracion: durante un periodo de prueba no recibi ningun sueldo, pero me permitian errar entre las fotocopiadoras y el garrafon de agua unas cuatro o cinco horas por dia. A veces me confiaban un texto para corregir o traducir, o me ponian a capturar el aburridisimo indice anual de colaboradores. Un dia, no recuerdo ya si porque lo propuse o porque me lo propusieron, escribi una resena de una exposicion de arte contemporaneo. Era un texto torpe, escolar y poco informado, pero sin venir a cuento inclui la mencion de una revista neosituacionista inexistente, que segun mi articulo se habia presentado por aquellas fechas en el madrileno barrio de Malasana. En otras resenas de aquella epoca, mas adelante, difundi nuevos rumores sobre aquel exaltado grupusculo neositu en el que, de manera difusa, estaba ya el germen de una novela que escribiria mas tarde. Esa ficcion minima, escondida en un texto que se pretendia non fiction, es lo unico que salvaba a ese primer articulo que firme. Como nadie en la revista tenia mucha idea de arte contemporaneo, y como supongo que tampoco tenian la paciencia para explicarme que mi texto era muy malo, me publicaron la resena y hasta me pagaron por ella. Asi empezo mi carrera de escritor a sueldo. Desde entonces he escrito y publicado muchos textos por encargo, a veces contra reloj, a veces con un tema asignado, a veces incluso como escritor fantasma, poniendo mi prosa pero no mi nombre. Los textos aqui reunidos son producto de una labor analoga a la de aquella primera resena. Algunos fueron escritos, en principio, para cumplir cierta comision o ganar un monto mas o menos irrisorio, pero en las multiples reescrituras y rondas de correcciones cobraron otro sentido. Y, a pesar de su origen pedestre, quiero pensar que todos son fieles a un impulso personal; que todos guardan, entre lineas, ese oscuro corazon ficticio que, no tan paradojicamente, le confiere verdad a una escritura (<>, dice Antonio Machado). La aleatoriedad del freelanceo moderno impone a veces temas medio absurdos. Se me ha llegado a pedir que escriba sobre asuntos de los que no tenia la mas palida nocion, pero una mezcla de cinismo y desempleo me ha empujado a tomar tales propuestas como retos, lanzandome a las bibliotecas publicas a investigar, en jornadas maratonicas, sobre la historia de la cetreria persa, las peregrinaciones budistas o el rosacrucianismo. Con todo, el azar objetivo me ha puesto una y otra vez ante temas que me son caros y sobre los que ya habia pensado antes. El lector o la lectora de estas paginas encontrara, por ejemplo, una reaparicion constante de la ciudad como superposicion de capas narrativas, el sonido de los aviones, el ritual, la enfermedad y el dolor, las drogas. Uno tiene sus duendes, vaya, que lo persiguen de por vida aunque les aseste patadas. De la Ciudad de Mexico a Madrid, de Cuernavaca a Montreal y de alli a La Habana, este libro dibuja, ademas, un recorrido, o un derretimiento autobiografico, por las ciudades que me han marcado. <>, escribe Baudelaire en otro poema que releo mucho, de El spleen de Paris (una ciudad, quiero creer, menos horrible que Cuernavaca). Horrible oficio, anado aqui: solitario e incierto, sembrado de obstaculos reales e ilusorios, desesperante y mal pagado. Pero tambien oficio dulce, que me sosiega y me hace olvidarme de casi todo lo que en general me angustia. Pensar sobre la ciudad desde la que escribo, o sobre el cuerpo que teclea estas palabras, es siempre, invariablemente, pensar tambien el acto mismo de escribir, sus consecuencias. Por eso se cuelan, en estas paginas, algunas reflexiones sobre el oficio, horrible y luminoso, de poner una palabra delante de otra. AVIONES SOBREVOLANDO UN MONSTRUO 1 Me acerco a la ventanilla del avion casi hasta pegar mi cara contra ella. Sobrevolamos la ciudad. Juego a identificar los edificios: el World Trade Center, antes conocido como Hotel de Mexico; la Torre Latinoamericana, a lo lejos, marcando el territorio del Centro Historico; el mall de Reforma 222, por donde pasaba todos los dias para ir a mi trabajo como editor hace unos anos, antes de emigrar a Canada. No habia estado en la Ciudad de Mexico en los ultimos doce meses y lo unico que puedo pensar es que es horrible, y que la amo. Esta contradiccion es perfectamente comun y todos los chilangos la hemos sentido alguna vez cuando atisbamos el monstruo desde lejos. Pienso en todas las veces que he visto el infinito oceano de calles, casas grises y avenidas sucias de la ciudad extenderse bajo mis pies desde un avion. Cada vez, al llegar a Mexico, he experimentado esta misma mezcla de repulsion y encanto, este movimiento de atraccion y rechazo. Ese doble impulso lo sintio tambien Efrain Huerta, que en 1944 publico su <> en el mismo libro en el que se incluia uno de los textos mas hermosos y justos sobre el DF que se hayan escrito nunca: <>. A veces leo ese poema en voz alta, exaltado, para recordar mi origen: <> Hace diez anos, exactamente, aterrice en el Aeropuerto Internacional Benito Juarez de la Ciudad de Mexico al que ahora nos acercamos. En ese entonces volvia procedente de Madrid, despues de pasar cuatro anos viviendo en Espana. Yo era un joven poeta de veintiun anos y tenia una beca del gobierno mexicano para escribir mi primer libro. Nunca habia vivido como adulto en la ciudad, pero una incombustible altaneria -caracteristica de los poetas jovenes- me hacia confiar ciegamente en el futuro. Era octubre de 2006 y me instale en un pequeno departamento de la colonia Roma, que en ese entonces no se habia gentrificado hasta los ridiculos niveles de hoy en dia. La vecindad en la que vivia, llena de plantas y de pericos enjaulados, tenia su entrada justo entre una sinagoga y un local de reparacion de pianos -el soundtrack de mi vida durante esos anos era una mezcla extrana de musica judia y experimentos atonales, como una composicion de John Zorn pero accidental y callejera-. Por una extrana peculiaridad arquitectonica, el breve pasillo que conectaba mi sala, mi cocina y mi cuarto estaba descubierto, sin techo, de modo que cuando llovia tenia que mojarme para pasar de un espacio a otro del departamento. Tenia muy pocas pertenencias: una orquidea que me lleve de casa de mi madre, un punado de libros de poesia y una cafetera italiana. Vivia a base de quesadillas, sexo y cerveza de lata. Me sentaba en una pequena silla de madera en el pasillo sin techo y escribia poemas en una vieja laptop frente a mi orquidea. No conocia a nadie, nadie me conocia. El DF -que ahora ha dejado de llamarse <>- era una aglomeracion de posibilidades. Poco despues, a traves de la beca que tenia para escribir mi primer libro, conoci a otros poetas. Baile con ellos, me pelee con ellos, los ame, me emborrache con ellos, nos insultamos. Las cosas que hacen los poetas jovenes de cualquier ciudad, y que paradojicamente los hacen sentirse unicos. Yo me sentia unico, escuchando las notas imperfectas del afinador de pianos mientras bailaba en el pasillo descubierto de mi pequeno departamento, bajo mi lluvia de interior. 2 Hace ya dos semanas que estoy en la Ciudad de Mexico, despues de aquel aterrizaje en el Aeropuerto Internacional Benito Juarez -despues de ese momento en que pense, como Efrain Huerta, que amo y odio esta ciudad-. Dos semanas de salir todos los dias, de volver en la madrugada, ebrio de luz electrica, y de intensidad y de smog y de tequila. Dos semanas de este parentesis extrano que es mi visita al lugar donde naci, despues de un ano viviendo fuera. Jorge, Benjamin y yo miramos el cielo, acostados en la azotea, mientras hablamos. La conversacion se interrumpe de vez en cuando por el ruido de los aviones. La colonia Narvarte, en donde estamos, esta en la ruta de aterrizaje del Aeropuerto Benito Juarez: cientos de vuelos comerciales, sobre todo a partir de las dos de la tarde, ejecutan una elegante curva sobre el techo de la casa de Benjamin antes de apuntar hacia alguna de las dos pistas de aterrizaje y despegue del vetusto aeropuerto. (Siempre me sorprendio que el nombre de esas pistas fuera 5L/23R y 5R/23L, como si no fueramos capaces de reconocer que es un aeropuerto de dos pistas, y que bien podrian llamarse 1 y 2, respectivamente.) Hace tres horas, Benjamin, Jorge y yo nos metimos media dosis de LSD cada quien. Ahora conversamos con cierto letargo, desde la lucidez alucinada de la droga, interrumpidos de vez en cuando por el ruido de las turbinas sobre nosotros. Es un domingo resplandeciente y lento. Deben ser las tres o las cuatro de la tarde. Cada vez que el sonido de las turbinas de un avion corta el cielo a la mitad, Benjamin, Jorge y yo nos callamos para mirar y escuchar con todo el poder de nuestra atencion. La aeronave asoma la nariz por el extremo izquierdo de nuestro campo de vision, que imagino corresponde al norte. Desde ahi se desliza suavemente hacia el extremo opuesto, como un cuchillo caliente que atraviesa un bloque de mantequilla. El ruido resuena unos segundos mas, cuando el avion ya no es visible desde donde estamos tumbados. El LSD acentua el efecto Doppler y se que los tres - Benjamin, Jorge y yo- estamos pensando en eso mismo, en la forma en que el sonido de los aviones revela, de un modo casi cientifico, la curvatura del planeta y el tamano exacto de la atmosfera sobre nosotros.

  • Batea mi corazon de Rose B. Loren

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    Cuando todo parece ir bien, cuando tu vida se ha estabilizado y las cosas parece que funcionan, de pronto el destino te juega una mala pasada y toda tu vida se desmorona. Siete anos antes Estoy en la sala de espera del Hospital General de Massachusetts, esperando a que Jo, mi esposa, de a luz a nuestra preciosa hija. Cuando me dijo que estaba embarazada, todo mi mundo cambio, no estaba preparado para ser padre; acababa de firmar un contrato con mi actual equipo, los Boston Red Sox, nos habiamos mudado desde Nueva York, dejando a nuestra familia alli. Jo se enfado por mi reaccion ante la noticia de nuestra proxima paternidad. <<--Nena, ?estas segura? Ahora no es el momento. --Como quieras, le dire a nuestro cigoto que se espere unos anos a desarrollarse. Hasta que el senorito este preparado. !Ryan! Por favor, sabiamos que podia pasar cuando deje de tomar la pildora. --Lo se, pero ahora mismo no se si es el mejor momento para ser padres, mi futuro esta en juego, esta apuesta es muy importante, no se si podre sobrellevarlo. --Estamos hablando de tener un hijo, es lo que siempre habiamos querido, formar una familia. --Pero justo ahora... --Ryan, voy a tener este bebe te guste o no. Si te arrepientes de la decision que tomamos, lo respetare. Lo tendre sola. --Nena, no es eso, pero sabes que estamos en el comienzo de la temporada, entrenaremos todos los dias, no voy a poder ocuparme de ti como necesitas. --Se cuidarme sola --contesta malhumorada. --Carino, no te enfades, tendremos ese bebe, espero que al menos sea un nino y que le guste el beisbol como a su padre>>. Aqui estoy, ocho meses despues, deseando que todo salga bien y poder ver pronto a mi pequena princesita y a mi amor. No era lo que yo queria, pero desde el momento en el que vi la ecografia, descubriendo que era una nina, supe que me robaria el corazon. Llevo mas de tres horas en la sala de espera, sin que nadie me diga nada. Quise entrar al paritorio, pero algo se ha complicado y de momento no me han dado permiso para entrar. Mi paciencia se esta colmando y cuando veo aparecer a una enfermera, le pregunto: --Senorita, ?me podria facilitar alguna informacion sobre Josephine Farrell? --Lo siento; en cuanto pueda, saldra el medico a decirle algo. En ese momento, mi familia aparece en la sala; al menos la espera sera mas llevadera. Los he avisado en cuanto rompio aguas, pero hay casi cuatro horas de distancia entre Nueva York y Boston. Jo no tiene familia, pues sus padres fallecieron en un accidente de trafico hace unos anos. --Ryan, hijo, ?como va todo? --Aun no me han dicho nada, no me han dejado entrar, dijeron que el bebe venia con una vuelta de cordon y que era posible que tuvieran que hacerle una cesarea. Pero de momento no tengo ninguna noticia. --Tranquilo, estas cosas son normales --expone mi hermana, que es enfermera en el hospital NYC Salud--, intentare enterarme de algo, ahora mismo vuelvo. --Hijo, todo va a salir bien --mi padre me estrecha entre sus brazos y me reconforta. No se por que, pero tengo un mal presentimiento; quizas solo sea uno de mis muchos desvarios, pero sea lo que sea, mis nervios comienzan a crisparse. Mi hermana sale al poco rato, su cara de preocupacion nos alerta a todos. --Cath, ?que ocurre? --Jo esta grave, ha habido complicaciones en el parto, ha perdido mucha sangre, esta muy debil y... --?Y? --le pregunto agarrandola con fuerza. --Ryan, quiero que te pongas en lo peor, puede que no sobreviva ninguna de las dos. Van a hacerle la cesarea ahora mismo porque al bebe le han bajado las constantes. --?Como es posible? ?Han esperado todo este tiempo y aun no le han hecho la cesarea? --Siempre se intenta por el metodo natural antes de hacerla. Todo mi cuerpo tiembla ante la posibilidad de perder a Jo y tambien a mi bebe, que aun no tiene nombre. Las lagrimas se agolpan por salir ante la estupefaccion de toda la familia, que se han quedado mudos. --Me van a dejar entrar --dice Cath--, os mantendre informados. Mi hermana regresa al paritorio y todos permanecemos en silencio, esperando lo que sea que tenga que pasar. No puedo perderla ahora, no seria justo para nosotros. Solo llevamos tres anos casados; nos conocimos en el instituto y pese a que al principio Jo se nego a tener una relacion, yo supe, desde el primer momento en que la conoci, que seria la mujer de mi vida. Una hora mas tarde, mi hermana sale con cara de desolacion y con el bebe en brazos. --Ryan, esta es tu hija --la deposita en mis brazos y la observo; es preciosa, tan pequenita, con esos preciosos ojos azules, con la cara sonrosada y esas pequenas manitas, es casi tan guapa como su madre. --Cath, dime algo de Jo. --Carino... --me dice con lagrimas en los ojos--, Jo no lo ha conseguido. Pero antes de morir me pidio que te dijera que te quiere con todo su corazon y que cuides de vuestra hija. Que le gustaria que su nombre fuera Jo, para que siempre te acuerdes de ella. Estrecho a la pequena Jo entre mis brazos, cuando las lagrimas se apoderan de mi. No es posible, no es justo perder a la mujer de mi vida, a la madre de mi hija... Le entrego la nina a mis padres ante sus vidriosos ojos al recibir la noticia, y salgo rapido a la calle. Esto no esta pasando, necesito gritarle al mundo que no es justo que mi hija crezca sin una madre. --?Por que?--chillo cuando estoy fuera golpeando todo lo que se encuentra en mi camino--. ?Por que? Sentado en un banco de la calle, dejando que la suave brisa inunde mis sentidos, lloro desconsolado. No se cuanto tiempo permanezco de esa manera, sin poder remediarlo. Mi padre se acerca a mi cuando parece que me he calmado un poco. --Hijo, la vida nos pone muchos obstaculos, pero todo sucede por algun motivo; quiero pensar que Jo estara ahora descansando en un lugar privilegiado, que te cuidara, velara por ti y por vuestra hija. --!No es justo, papa! --Lo se, Ryan, pero no podemos hacer otra cosa, ahora mismo lo unico que debemos hacer es recordarla y evitar que el dolor se apodere de tu alma. --No puedo vivir sin ella... --Lo conseguiras, tienes que tener paciencia y dejar que pase el tiempo... --Necesito pediros un favor, ahora mismo mi carrera esta en su punto mas alto, aunque no se si podre seguir adelante… No puedo cuidar a la pequena Jo... --Hijo, no puedes desentenderte de tu hija. --Papa, ahora no puedo tenerla conmigo, es igual a ella... --Hablare con tu madre, pero tu hija te necesita, ya ha perdido a su madre, no permitas que se crie tambien sin su padre. Podemos mudarnos por un tiempo a Boston para ayudarte si es lo que quieres... --Necesito ayuda, no se como podria cuidar a un bebe yo solo.

  • Apasionante verano de Adrian Blake , Brianne Miller

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    ?Que pasaria si tras pasarte el ano entero ahorrando para tus vacaciones al llegar encontrases que el dueno del chalet que has alquilado tambien se lo ha alquilado a otras personas? Miriam y Hugo se encuentran en esa situacion. Tienen dos opciones: o pasarse el tiempo intentando solucionarlo… o pasar unas vacaciones ardientes y divertidas. ?Que elegirias tu?

  • Los millones de Santiago Lorenzo

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    La carcel de Palencia se llama La Moraleja. El nombre le hacia mucha gracia a Francisco Garcia. El resto de reclusos no entendia el chiste, porque ninguno era de Madrid. La Moraleja es uno de los barrios mas postineros de la capital. Hacia tres semanas que la sala de Modelismo Ferroviario de la prision albergaba la exposicion <>. La componian treinta y dos cuadros realizados con todo tipo de material escolar (ceras, Plastidecor, rotuladores gordos y finos, temperas Pelikan, etc.). Malos a rabiar, parecian reirse de tantos cumplidos que recibian de los visitantes, destinados a que los presos se animaran, recobraran sus puntos de autoestima y sopesaran la posibilidad de dejar de delinquir. Habia un solo oleo en la exposicion. Era distinto a todos. El cuadro representaba un reloj de pared, con sus agujas marcando las doce y siete, y debia de ser obra de algun recluso que se figuraba asi sus dias: a tiempo parado. Ocurria con el lienzo lo que a veces ocurre con cierta obra plastica de aficionados que se encuentra por bares, por domicilios particulares, por entidades de gestion: que la pintura, tras una pesima ejecucion de manual, muestra la impronta de un espiritu derruido, que lame a pincel sin vigor alguno y que, plasmando asi su cansancio desmochado, retrata la desesperacion con cruda verdad. Con mas exactitud, en definitiva, que el espabilado que durmio a pierna suelta, desayuno bien, se puso frente al caballete en soleado estudio y trazo con desparpajo su ejercicio de simulada angustia. El tio del reloj de manecillas inmoviles no estaba para explosiones de animo, y pinto un cuadro desmotivado que lo mismo daba acabar que empezar de nuevo. Retrato un objeto que no estaba en ningun sitio, como si el propio autor tampoco estuviera en lugar alguno. Un homenaje al aburrimiento que al producir tanta lastima resultaba emocionalmente mucho mas eficaz que tanta obra expuesta en galeria. El pintor habia escrito la marca Exactus en la esfera y habia titulado Sin titulo a su cuadro, que ni para denominar Reloj a su pintura reunio ganas. La idea de utilizar el infinitivo con pronombre para traer la palabra <> a la denominacion de la exposicion, con ser una baratez, habia sido muy aplaudida entre los miembros de la direccion gestora. Pero los cuadros le daban igual a todos los internos. Sin titulo, sin embargo, fascinaba a Francisco. Quien hoy, treinta y uno de julio de 1988, tenia en vilo a los dieciocho reclusos que ocupaban la sala. A las 16:56 horas, Francisco se disponia a enchufar a red la toma de corriente general de la inmensa maqueta a escala 1:87, casi como el ano en curso, que los inscritos en el Taller de Modelismo Ferroviario habian construido durante los ocho ultimos meses. Hoy estaba lista para su primer rodaje. Por aparente afan de exactitud, Francisco hizo tiempo con excusas tontas hasta que dieran las cinco en punto en su Casio de plastico: miro el oleo, comprobo que el mando estaba a cero, supuso un inaudible tic-tac al Exactus, se fue al enchufe de la pared, inserto el macho, volvio a la maqueta y acaricio el transformador general. --?Vamos o no vamos? --pregunto un preso que tenia ganas de ver biela en movimiento. --Todavia no. Se tienen que asentar las vias --mintio Francisco--. A en punto la ponemos. 2 Dos anos y medio atras, el quince de febrero de 1986, Francisco habia cumplido los veintisiete. Ya llevaba dieciseis meses bajando todas las mananas a las siete al bar CoyFer, como antes habia acudido cada dia al bar Tembleque, de la Puerta del Angel, y antes al bar Reno, en Nueva Numancia. Siempre para hacer lo mismo. Se colocaba en la barra del bar, a la altura de una baldosa con la esquina partida, y pedia un cafe con leche en vaso de cana con las palabras justas. Luego, con toda discrecion, palpaba bajo el mostrador. Si no habia tres chicles pegados, no pasaba nada. El dia que si los hubiera, sin embargo, tendria que ir a la papelera que habia enfrente del CoyFer y hurgar un poco. Alli encontraria el material explosivo y las instrucciones precisas sobre cuando, como, donde y con que fin habria de llevar a cabo aun no sabia que accion. Seria su primera intervencion directa tras anos de fisgar bajo los tableros de aglomerado de los bares de Madrid. Hoy tampoco habia chicles. Francisco era del GRAPO, grupusculo de accion armada que renqueo desde el mismo momento de su creacion en 1975. Estaba fichado por la policia, por muy corto que fuera el alcance de sus cometidos. Prestando mucha atencion y yendo sobre aviso, su foto podia localizarse en algunos carteles de ciertas comisarias de pueblo. Su cara venia en blanco y negro, y en un grupo de retratos de menor tamano que el resto. Dentro de una supuesta jerarquia de peligrosidad, Francisco jugaba en division regional. No era de extranar. Lo mas importante que le habian dejado hacer en la banda era lo de los chicles. Con eso y todo, y aunque hubiera sido destinado a actividades aun mas banales, ya no tenia forma de dar marcha atras. Aunque el apenas lo percibiera, sabia que en el GRAPO le tenian tan controlado a el como el tenia controlados los bajos de la barra del CoyFer. No se sabia cuantos miembros quedaban en la banda en 1986, no se sabe hoy, pero para Francisco la unica forma de dejarlo era morirse de viejo: porque todos seguian en busqueda y captura, y porque ningun cuadro del GRAPO (<>, los llamo un dirigente en plena negociacion con Interior) iba a permitir ventoleras de desercion. Dedicado a esta tarea de enlace, Francisco no conocia a ninguno de sus companeros. Solo a Jose Ramon Perez Marina. Perez Marina era el fundador del Grupo de Montanismo <>, en el que Francisco ingreso en 1973. Se montaba unas excursiones fenomenales. En 1979, y a instancias de Marina, Francisco ya estaba encuadrado en la estructura informativa del GRAPO. Le vio por ultima vez en 1981. De el solo sabia que continuaba en la clandestinidad, en activo, con nombre falso, y que por las tardes se dedicaba a restaurar objetos religiosos en cierta iglesia de cierta ciudad castellana. Paradero tan secreto que Francisco se borraba de la cabeza el nombre de la tal ciudad cada vez que su memoria lo escribia en su mente. El CoyFer era un ajado local de los que se llamaban <>, cuyos duenos, Fermin y Concha, no conseguian reunir fondos para emprender la reforma de la decoracion, por mas que ahorraban. Los cuatro paneles de formica gris recien instalados eran insuficientes para darle el aire limpito que ellos anhelaban. Cada silla era de una familia, y el mural que cubria la pared de barra estaba repleto de bobadas bienintencionadas: la coleccion de llaveros, el poster del perro disfrazado de camarero con gafas de Blues Brothers, el bote de propinas que regalaba Canada Dry, la garrota CONTRA MOROSOS y mucha grasa por las paredes. A las siete de la manana lo ocupaba parroquia trabajadora, que ya empezaba a traer el bocadillo del almuerzo en papel Albal (lujo poco antes impensable). Se bebia mucho solysombra y un mejunje que habian puesto de moda los trabajadores de la subestacion electrica de Tetuan: el trifasico, a base de gaseosa, ginebra y chinchon, tres bebidas blancas como los enchufes de la pared. El CoyFer olia a bar espanol, un aroma que ni cambia ni remite, asi pasen las decadas. Quedaba en el cruce de las calles Bardala y Platano, en pleno barrio de la Ventilla. En 1982, el gobierno municipal de Tierno Galvan habia aprobado el plan para borrar la barriada con una goma y edificarlo todo de nuevo sobre su misma planta. No obstante, eran aun muy pocas las transformaciones operadas en ese nucleo de aluvion noroccidental en el que los emigrantes del cuadrante noroccidental de la peninsula (Madrid detiene a sus oleadas humanas en el punto al que arriban) se construyeron a mano sus propias vivienditas. Asi que la Ventilla aun se parecia mucho a como fue concebido por sus improvisados creadores, que no la concibieron de ninguna manera. Lo que nunca ha cambiado en el barrio es la triste emocion de sus vacios. Nunca hay nadie por la calle, como si hubieran arrojado esa bomba de neutrones que acaba con las poblaciones pero que respeta los edificios que ya no van a cobijar a nadie. En el CoyFer, la conversacion apenas abandonaba el genero de la tarugada, a base de exponer tenues sandeces para confirmar que no se esta solo (<>, <>, <>, etc.). Francisco, por el contrario, no hablaba con nadie. Obligado a mantener su clandestinidad a toda costa, evitaba los intentos de Fermin y de Concha por resultar amigables con un cliente que, aparte de ser tan fiel, parecia tan pesaroso. Era violento negarse a ellos, porque ambos se comportaban con una bonhomia tan bien sopesada y con unos deseos de agradar tan exactamente amables que daba mucha lastima rehusar sus atenciones. Francisco envidiaba a quien podia permitirse el lujo del comentario bobalan, mananero y trabajador. Pero no le quedaba mas remedio que beberse rapidamente el cafe fortisimo e irse luego con un pobre y corroido <> (<>). Vivia a doscientos dieciocho pasos del CoyFer, en el primero derecha del numero 26 de la calle Santa Valentina. Era un edificio de dos plantas, con una puerta a calle sin cerradura y en el que el era el unico vecino. Bajo la barra del bar Tembleque, su anterior observatorio, encontro un dia, menudo susto al palpar, un sobre con la direccion y la llave de la nueva guarida a la que le mandaban. Ya sabia lo que tenia que hacer. Cogio sus cuatro cosas de la casa baja de Puerta del Angel y se mudo esa misma tarde. En un vaso de la cocina encontro su nuevo destino de vigilancia (el CoyFer) con los datos sobre horas, dias y papeleras. Nunca se entero de quien era el propietario del inmueble. Seria de alguien del GRAPO. O quiza es que sencillamente el dueno no era nadie, porque toda su vida estaba llena de nadies. Nadie dejaba los chicles y, si un dia aparecieran, nadie los habria puesto alli. La casa era una cochambre. Pero para Francisco, que paso la adolescencia preguntandose de donde iba a sacar el para una vivienda, era mucho mas de lo que habia esperado jamas de la vida. Estaba desconchada y remendada, repintada, recompuesta y amarillenta. Cuando Francisco llego a instalarse encontro los escasisimos enseres del piso recubiertos de esa mugre a la que ya no se vence, porque esta hecha de tiempo y no hay detergente que la disuelva. Pero a base de frotar con el aguarras industrial que encontro en las basuras de un taller de maquinaria, los muebles no daban demasiado asco. Todos eran de cocina, en cualquiera de las cuatro estancias de la casa. En el salon habia una alacena mural de melanina, de extranas formas abombadas. Alli tenia Francisco sus siete libros: uno de Pearl S. Buck; Cinco semanas en globo, en Editorial Molino; Hechos que conmovieron al mundo; el finalista del Planeta 1965; Historia universal 3.o BUP; Otelo, de Guillermo (sic) Shakespeare; y el catalogo de juguetes de El Corte Ingles de 1971. Todos forrados con papel de periodico. Habia expuesto su medalla de montanismo de 1975 sobre un pequeno atril hecho con pinzas de la ropa y guardaba en un cajon la navajita de cortar el chorizo de las excursiones de entonces. El resto de los objetos de la alacena (dos ceniceros de loza con la inscripcion <>, un reloj que metia mucho ruido, la cabeza de un caballo de plastico y una moneda de cincuenta centimos) ya estaban en la casa cuando el llego. Habia ademas una mesa de lamina imitando madera de algo, un sofa de gomaespuma, tapado con un cobertor morado, una tele en la que no se distinguian las figuras, porque en el edificio no habia antena, un transistor que si se oia y un video Betamax al que no habia que echar de comer. En la cocina fue donde el habitante mas froto con la parte verde del estropajo. Como no habia quemadores con que usarla, la bombona de butano le servia como mueble auxiliar (colgando las bolsas de las asas y del pitorro). Cocinaba con un infiernillo electrico de resistencia, de los que en 1986 ya estaban prohibidos por la querencia que mostraba el rojo vivo a contagiar su fuego a los cortinajes y a las faldillas adyacentes. Su banera no tenia ducha, pero se habia fabricado una con la goma de la bombona y un bote de suavizante calado como un colador, que podia coger por su asa para restituir el efecto de telefono. Se habia hecho unas cortinas de bano con unas bolsas de basura de comunidad, de un negro satinado que creaba una extrana sensacion luminica a la hora del aseo completo. Habia reforzado la banda superior con cinta aislante, y la habia perforado pinchando con un boli para insertar las anillas de las que colgaba. Pegandoles una base a los cartoncillos de los rollos de papel de vater usado, Francisco se habia compuesto un cubilete para lapices, un costurero y un simpatico tirador de sentido alusivo para la cadena de la cisterna (que no era cadena sino cordel). La casa estaba repleta de utiles como estos, lo suficientemente pueriles y pobres como para llamarlos <>. La mitad de los cierres de sus armarios estaban descoyuntados, pero mantenia las puertas en su sitio a base de tiras de celo. Francisco trabajaba en una decrepita nave de seiscientos metros cuadrados en la calle de Miramelindos, levantada en un descampado hoy urbanizado y en la que el laboraba solo, de ocho de la manana hasta que quisiera irse, segun tarea. Se colocaba ante una inmensa maquina de coser industrial y se dedicaba a fijar las etiquetas falsas de Benetton que fabricaban en un taller de Tarancon (Cuenca) en el cuello de las camisetas falsas que fabricaban en una nave de San Fernando (Cadiz). Luego las doblaba y las iba metiendo en bolsas de celofan. Cobraba cuatro pesetas por cada prenda apanada, y dejaba listas ciento sesenta o ciento setenta por jornada.

  • Cazadora de hadas, Jennifer L. Armentrout de Jennifer L. Armentrout

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  • Antes de septiembre de Mario Escobar Goleros

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    La conmovedora historia de una familia separada por el Muro de Berlin y su lucha por reunirse de nuevo.

  • No hago planes a tan largo plazo de Cristina Duran

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    U PROLOGO Madrid, 17 de diciembre de 2014 na voz femenina conmino a dejar un mensaje despues de la senal dado que la persona poseedora del numero de telefono lo tenia apagado o fuera de cobertura. Al sonar el clic, otra voz, en esta ocasion de hombre, comenzo a hablar despues de carraspear: <

  • El club de las cincuenta palabr de Ana B. Nieto

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    Dia largo, el de mi cumpleanos. Tres hijos y seis nietos, subidos encima de estos setenta inviernos y sin respetar turno alguno, despues de comer tres platos en lugar de mi habitual plato unico. Tienen, como todas las grandes familias, esa vocacion de circo en transito. Eso es la felicidad, despues de todo: las babas de un bebe que aun esta aprendiendo a dar besos, el abrazo de mi nieto de tres anos que apenas abarca mi contorno al abrazarme, la sonrisa benevola de mi hija, permitiendo que beba vino para celebrar la ultima comida de este ano 2015. Jerseis de regalo, alguno tejido a mano, y bromas con esa cosa que llamaron la <>. Como si fuera parte de una ceremonia, han sacado el album de recortes de todos los anos: <>, <>, <>, <>. Nunca se cansan de esas fotografias y me alegro. Son recuerdos que ya han difuminado la fatiga y la angustia obsesiva del proximo puerto. Ya solo queda la alegria de la imagen final, el broche del titular, el destello intimo del logro. Me han pedido que cantara una cancion marinera que me enseno mi padre. Las de mi madre las guardo para mi. Mi familia siempre me ha visto como ese gran viajero que vivia en un mundo geograficamente ilimitado: el mundo sin fin que me descubrio mi padre. Gracias a el conoci todas y cada una de las voces del oceano. Sus rostros femeninos. El mar es indomable, pero hay maneras de camuflarse, como si uno fuera parte de la ola, de los peces y la sal. Solo es necesario un disfraz de viento para llegar con ellos a un destino comun. Todavia era un nino cuando aprendi que luchar contra el oceano es perder sin remedio. Hay que danzar con el, dejar que te coja por la cintura y te guie. En cambio, la palabra <> es peligrosa. El oceano es capaz de arrebatarnoslo todo en un instante. Para ellos siempre he sido ese chico de las fotos, el nino que nacio en un barco. No pueden imaginarse que antes de mi padre hubo otro mundo: el mundo de ella, diferente por completo. Estamos a mitad del dia y aun me queda mucho camino que recorrer. Mi hija mayor me ha preparado la habitacion en el piso de arriba y me ha prometido que los ninos no me molestaran, pero estoy demasiado inquieto para la siesta. Se que esta noche nos encontraremos, que ella puede aparecer en cualquier momento, que debo estar atento durante nuestra cita. Si no lo estoy, puede que ya no vuelva a verla. Prefiero escribir a dormir. En los ultimos cumpleanos apenas consegui oirla o distinguirla en la oscuridad. Me fallan los sentidos cada vez mas. Dicen que estamos hechos de ceniza de estrellas y yo siento cada vez mas el peso del polvo sobre mis hombros, asentandose en el interior de mi cabeza. Soy ceniza que flota en el mar y llega hasta las mas lejanas orillas, en los lugares que descubri en mi juventud. Me imagino a mi mismo esta noche, con la luz casi extinta, bajo el faro cubierto de algas y de lapas. Sus cimientos parecen haberse fundido con la roca: mitad construccion, mitad naturaleza. No comprendo como ha podido suceder tan rapido: el mar lo ha asimilado como si fuera uno de sus hijos, un prodigo leviatan que estuviera de regreso. Estara hermoso, aunque el abrazo apasionado del mar lo esta destruyendo. La erosion acentua su aspecto abandonado. Puertos del Estado lo inutilizo hace anos y la pequena casa fue victima de vandalos y okupas, hasta que resulto incomoda incluso para ellos. Las luces lejanas del pueblo llenaran la noche de incandescencias; se encenderan y apagaran como en una delicada pieza de musica visual. Y alli, en solitario, la esperare. 1 Diario de a bordo Me mire una ultima vez en el espejo del portal de la Milla de Oro de Madrid para rehacerme la coleta y que no se escapara ni un mechon. Si mi viaje en tren deslucia mi aspecto de reportera seria, mi entrevistada se pondria a la defensiva. Y ella era la unica persona que podia abrirme las puertas al misterio de David Steer, el unico record Guinness que habia dado mi pueblo. Llevaba semanas preparando aquel reportaje, rebuscando entre las fotos y preguntando a la gente. Suscitaria interes a nivel nacional, estaba segura, por fin mi trabajo recibiria un poco de atencion, ese nutriente que a todos los que escribimos nos hace falta de vez en cuando para continuar en una profesion tan mal pagada e inestable. Me alise las arrugas de la falda confiando en que mi traje de chaqueta compensara mi juventud, que me delataba desde el rostro apenas maquillado. Me alegre de que aun faltaran un par de minutos para la hora acordada. No queria hacer esperar a quien me iba a regalar sus recuerdos para que yo los transformase en dinero. Y como mi anfitriona era una mujer tan mayor, y ademas britanica, debia ser aun mas escrupulosa. Me sorprendio que, junto a la puerta de roble veteado, conservara el letrero dorado con las letras negras en una tipografia clasica en italica, aunque ya llevara cinco anos retirada: <>. Sin duda, podia permitirse tener un despacho vacio y sin alquilar en una zona tan cara. O quizas, aunque ya no pasara consulta, lo seguia utilizando para investigacion. Hay personas que, en realidad, no se retiran nunca. Mande un mensaje con el movil a Ernesto, mi editor, para que se quedara tranquilo: <>. El me habia conseguido la entrevista y yo no habia hablado con la senora Simmons ni siquiera por telefono. Y sin embargo, no estaba nerviosa. Era excitante volver a Madrid y salir del asfixiante entorno local, donde las noticias hacian que empequenecieras dia a dia como profesional: la entrega de trofeos de futbol escolar, las condiciones de una nueva licencia de pesca o la apertura de la franquicia de una gran cadena de hamburgueserias junto a la gasolinera, con las inevitables protestas de buena parte del pueblo, preocupado por conservar su tradicion rural y por la competencia que suponia para sus bares, y nada interesado en el publico joven que pudiera atraer a un lugar envejecido en exceso. Silencie el telefono y llame al timbre

  • Zorro de Dubravka Ugresic

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    El zorro es un bastardo: un ser salvaje y ladron, una criatura que no respeta las normas ni los limites; como el escritor. Y tambien como la voz de esta historia, fragmentada y multilingue, que quiza podamos llamar <>. Solo hay una pregunta: ?como se crean los cuentos? La narradora, en su busqueda de respuesta, ira desde Estados Unidos hasta Japon pasando por Rusia, Italia y Croacia, y nos hablara de escritores con autobiografias secretas, de artistas laureados gracias a sus viudas, de romances marcados por la irrupcion de la guerra y de ninas que convocan con unas pocas palabras todo el poder de la literatura. Conferencias, clases y entrevistas. Y, sobre todo, juego, en un brillante rompecabezas que nos invita a explorar la enganosa frontera que existe entre realidad y ficcion.

  • Un coctel con sabor a Barcelona de Angela Franco

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    Tras un conflicto familiar, la mejor salida para Pablo es aceptar la propuesta de su primo Raul e irse por una temporada a Barcelona.
    En la Ciudad Condal no solo encontrara a un grupo de amigos que le haran alli la vida mucho mas facil; tambien se topara con Anna: una chica con mucho caracter, que lo ha pasado mal por culpa del amor y a la que le cuesta tolerar a ese malagueno que el azar no para de ponerlo en su camino. ?El azar?

  • Vitae. No te enamores de un monstruo de A. G. Dones

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    Los chicos del instituto se habian pasado todo el dia hablando muy emocionados sobre una manada de ginetas que habia aparecido cerca de alli, junto a la carretera que bordeaba el cerro de la entrada al pueblo. Yo tenia quince anos entonces. Segun decian, las ginetas habian abandonado el campo y habian empezado a llegar al pueblo, cruzando carreteras y atacando a los perros que paseaban con sus duenos por los descampados. Parecian muy alteradas, como si algo las empujase a salir de su habitat. Teniendo en cuenta donde viviamos, aquello era lo mas emocionante que habia ocurrido en Los Fresnos desde que construyeron el cine de verano en el parque central. --La semana pasada tambien aparecieron --dijo uno de los chicos de mi clase--. Mi hermano mayor se cruzo con una cuando paseaba a Simba, cerca de la gasolinera, y el bicho ataco salido de la nada. Mi hermano puso la pierna en medio para que no atacara al perro, pero el se llevo un buen mordisco. Tuvieron que ponerle la antirrabica. Conocia aquel lugar. Estaba cerca de mi casa, a tan solo un paseo, y era un sitio donde muchos aprovechaban para soltar a los perros y dejarles correr sin peligro. La carretera estaba cerca, pero por alli apenas pasaban coches, tan solo los que iban a repostar. Tampoco es que fuera la gasolinera mas rentable de la historia. Pasaron mas de dos semanas en las que las extranas apariciones de ginetas continuaron y a las que se sumaron tambien algunos jabalies. Por suerte, la mayoria de ellos se conformaba con levantar la tierra alli por donde pasaban para comerse las raices que encontraban a su paso. Mas alla de darle trabajo a los jardineros del Ayuntamiento, no causaron grandes males. --?Que animal creeis que sera el siguiente? --preguntaba mi amiga Maria, sentada de rodillas en el asiento de delante en el autobus, mirando hacia atras. Nos dirigiamos a una excursion escolar al campo, una de esas salidas para hacer caminatas que siempre he odiado y a las que siempre me han obligado a ir. Si al menos nos ensenasen algo util o curioso durante aquellas salidas... --?Hay osos por aqui? Si los hay, seguro que es el siguiente. --O lobos. --Aqui no hay lobos. Solo hay vacas y ovejas. --Y halcones. --?Os imaginais el barrio lleno de halcones subidos a las farolas y a los coches? --Yo no saldria de casa ni loca --intervine por primera vez. Aquellas conversaciones insustanciales me aburrian, pero una imagen asi impresionaba hasta en la mera imaginacion. La radio sonaba en la cabina del conductor y era casi imposible escuchar algo con el murmullo continuo de mis companeros, pero una noticia de ultima hora consiguio llamar mi atencion: <>. De pronto imos la bocina de un coche en direccion contraria y, justo despues, todo el mundo salio despedido de su asiento con violencia por un frenazo. Algo golpeo el parabrisas del autobus, agrietandolo hasta convertirlo en una telarana de cristal. El segundo autobus escolar llego por detras sin poder frenar a tiempo y, en apenas unos segundos, el nuestro se salia del arcen y rodaba sin control por el barranco de aquella montana a la que acababamos de llegar. Como no dejaron de recordarme despues, dio cuatro vueltas de campana y finalmente se detuvo de lado en una zona llana, a unos veinte metros por abajo de la carretera. Recuerdo aquel dia rojo; los cristales habian estallado y las esquirlas se nos enredaban en el pelo y se nos clavaban en la piel descubierta, llenandonos de sangre las manos y la cara. Habiamos terminado todos apelotonados en un lateral del autobus, sobre las ventanas rotas, y alguno se habia roto la nariz o abierto alguna brecha por la caida y los golpes de los otros cuerpos. Yo estaba justo debajo. Fui la unica que se habia puesto el cinturon de los mas de cuarenta alumnos que viajaban en el autocar, y tambien fui la unica que se quedo atrapada en su asiento, soportando el peso de quienes habian estado sentados junto a mi sin poder moverme; mi cuerpo estaba en vilo, sujeto unicamente por las dos correas que me quemaban en el cuello y me apretaban las costillas. No podia respirar y me dolia mucho la pierna. Poco a poco fueron levantandose y saliendo por las ventanas rotas siguiendo las ordenes de un profesor que intentaba mantener la calma, pero se le notaba el temblor de la angustia en la voz. Cuando se me quitaron de encima, note que algo no iba bien. Sentia mucho frio y no conseguia moverme. El dolor de la pierna empezaba a desaparecer, como tambien desaparecia todo lo que tenia a mi alrededor. Fije como pude la vista borrosa sobre la pierna y entonces lo vi: un trozo de metal de la carroceria se habia doblado y me atravesaba el muslo. Todo el pantalon estaba empapado en sangre. Quise soltarme, pero no me atrevi. Tal vez, si me soltaba el cinturon que me sujetaba en aquella extrana postura, seria mucho peor. Escuche un murmullo lejano junto a los pasos de alguien que se acerco a toda prisa hasta mi y supe que aquel seria el final. Una sensacion helada me recorrio la cara, las manos, luego la espalda... y despues todo se quedo en negro. 2 Apenas recuerdo nada de aquel dia, solo el frio que me inundaba el cuerpo a medida que la sangre lo abandonaba. Han pasado ya diez anos desde el accidente y, de alguna manera, me las he ingeniado para seguir aqui; pero desde entonces soy... distinta. Me han contado mil veces lo que ocurrio en aquel barranco, el calor de las chispas saltando en un baile luminoso cuando los bomberos cortaron el trozo de metal que seguia incrustado en mi pierna y como me llevaron al hospital en helicoptero, pero no soy consciente de haber recorrido media ciudad por los aires, ni recuerdo tampoco el sonido de las aspas ni de los motores, ni el tacto de los guantes de nitrilo de los medicos. No recuerdo nada de eso, pero lo he oido tantas veces que esos recuerdos casi los siento como mios. Del hospital hay menos detalles. Solo me contaron que un medico hizo una locura para intentar salvarme. Y lo consiguio. Siendo mi grupo sanguineo 0-, solo podia recibir sangre del mismo tipo; cundo llegue al hospital, segun nos contaron despues, estaba ya tan cerca de la muerte que pensaron que la transfusion no llegaria a tiempo, pues las reservas de mi grupo eran escasas en ese momento. Fue unicamente la determinacion del doctor Xavier Cortes lo que consiguio devolverme a este mundo. Viendo que no aguantaria ni dos minutos y que no habian llegado suficientes donaciones, decidio que me salvaria con su propia sangre. Se cogio una via el mismo y espero, sentado en una silla junto a la camilla del quirofano, mientras el resto del equipo medico hacia lo que podia por salvarme la pierna. Gracias a aquella locura que casi le cuesta la inhabilitacion, consiguio que aguantase lo suficiente hasta que llego el resto de las bolsas de reserva. Si no hubiese sido por aquello... --La buena noticia es que la pierna se recuperara bien --habia dicho el doctor Cortes--. La mala es que hemos descubierto por casualidad algo mas. Y alli estaba, esa noticia que uno no quiere escuchar nunca. Mi madre me abrazaba por los hombros con la angustia agarrada al pecho; mi padre me apretaba la mano y miraba a los medicos con el entrecejo fruncido. Era su manera de mostrar preocupacion, ese leve gesto en la frente, nada mas. Cuando mis padres me adoptaron, una de sus mayores preocupaciones era que estuviese sana. Y durante quince anos asi lo parecia, pero aquella seguridad estaba a punto de venirse abajo. Talasemia. Esa era la condena. Una enfermedad hereditaria que me provocaba anemias constantes y graves. El tratamiento: tendria que recibir transfusiones periodicamente durante el resto de mi vida. Toda una existencia recibiendo vida de otras personas. Vida liquida.

  • Mentiras Inocentes de Mayka L. Carrion

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    ?Y si uno de tus vecinos o amigos fuera un asesino?

  • El chico perfecto no sabe bailar el twist de Bea Magana

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    Segovia, ano 96. Tres anos despues de haber terminado el instituto, Carla y Caterina se niegan a dejar morir su amistad, a pesar de que parece que ya no tienen nada en comun.
    Carla se ha convertido en toda una mujer, estudia Derecho en el colegio universitario, sale con un chico maravilloso y se siente feliz por haber recuperado a su mejor amiga. Caterina trabaja en el taller mecanico de su tio, sale los fines de semana con un grupo de chicos entre los que se cuenta como uno mas y afirma no necesitar un novio para sentirse feliz.

  • Un caballero para Lola de Becca Devereux

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    A ver, para ser sincera, no tengo tan mala suerte. Puede que me haya dejado llevar por el desconsuelo y en realidad sea una pringada del monton con una vida mediocre. Te juro que lo quiero creer con todas mis fuerzas. Lo repito en mi cabeza como un mantra mientras guardo silencio y miro al juez del juzgado de lo civil con ojos de cordero degollado. El, por el contrario, mantiene una expresion impasible. ?Les habran ensenado a mostrarse asi de frios en la Escuela Judicial? Ni idea. Pero es lo que se me viene a la mente cuando Lina, mi abogada y una de mis mejores amigas, explica con voz firme y segura de si misma: --Senoria, con la venia y para que sirva como atenuante: tengo una declaracion firmada del propietario de la tienda en la que perdona a mi cliente y le ruega que no se tomen medidas contra ella. Ademas hay que tener en cuenta que robo viveres de primera necesidad y que el hurto apenas supero los cuarenta euros. Mi clienta se muestra muy arrepentida y avergonzada de lo sucedido y considera los hechos como una oportunidad para convertirse en una mejor persona y trabajar para ser un ejemplo para la sociedad. Guau. La observo impresionada como si se tratara de la mismisima Ally McBeal. Lina es una abogada maravillosa. A ver, no es que yo entienda mucho del tema. De hecho es la primera y la ultima vez que espero estar de acusada en un juicio. Ojala fuera como mi amiga: profesional, carismatica y arrolladora. Vale, retiro lo dicho. Supongo que no tengo tan mala suerte como pensaba. En realidad soy muy afortunada de tener una abogada como Lina que es mi amiga y no me cobra los honorarios. De lo contrario me habria tenido que conformar con el desagradable tipo del turno de oficio que me ofrecieron en comisaria. Ya lo dice mi madre --a la que por cierto apenas hago caso--: Lola, tienes que buscarle la parte positiva a la vida. --Me gustaria oir a la senorita Ramirez antes de dictar sentencia --dice el juez. La expresion de Lina pasa de la serenidad a la angustia. No se por que, la verdad. Soy una mujer la mar de pragmatica y jamas diria algo que me dejara en evidencia. Me levanto de un salto y me llevo la mano al pecho. No lo puedo evitar. Soy asi de dramatica y la situacion lo requiere. Lina me da un tiron de la blusa y murmura en voz baja algo que no llego a entender. Parece estar relacionado con no irme de la lengua y cenirme a sus instrucciones. ?De que habla? ?Yo, irme de la lengua? !Lo que hay que oir! Pero si soy la persona mas diplomatica sobre la faz de la tierra... --Senorita Ramirez, ?es cierto que esta usted muy arrepentida? Lina me mira de reojo y me hace un gesto para que asienta. Lo se, habria sido muy sencillo responder un timido si y volver a sentarme. Pero ?conoces a esas personas que meten la pata cuatro de cada cinco veces y a las que se les da fenomenal complicarse la vida? Exacto, esa soy yo. --Por supuesto, senor juez. Estoy absolutamente arrepentida de lo sucedido --respondo colorada por la verguenza que todavia me persigue. Podria haberlo dejado ahi. Lina me habria mirado orgullosa y luego nos habriamos reido de todo este lio al salir del juzgado. Pero... estoy nerviosa. Y cuando estoy nerviosa se me va la fuerza por la boca y me da por decir sandeces como la siguiente--: Le juro que soy una persona formal y que jamas hago dano a los demas a proposito. Mi madre me ha educado para que sea una buena hija, una buena hermana y una mujer decente. !Yo no queria robar en aquella tienda! Pero, a veces, las circunstancias requieren esto... !Medidas desesperadas! Si, senoria. Por eso le digo que ademas de ser buena persona tambien soy una superviviente. ?Que habria hecho usted de estar en mi lugar? ?Le parece justo que alguien se vea en una situacion tan vulnerable que este obligada a delinquir para sobrevivir en este mundo tan duro y cruel? Buah, me he quedado ancha. Ha sido un discurso epico y me va el corazon a mil por hora. Soy como... Que se yo, Gandhi abogando por los mas necesitados, ?no? No. Parece que no. Lo se en cuanto Lina se tapa la cara con las manos y masculla una maldicion en voz baja. Lo confirmo en cuanto el juez se rasca la barbilla con aire pensativo y clava una mirada censuradora en mi. --A ver si la he entendido, senorita Ramirez, me esta usted diciendo que no se arrepiente de los hechos porque en realidad considera que tiene motivos de sobra para delinquir. Lina esta a punto de responder por mi, pero soy mas rapida y hablo de manera atropellada. Otra cosa que se me da fatal: mantener la boca cerrada cuando la situacion lo requiere. --!Si! No, es decir... --ay, madre, la acabo de liar parda. Me muerdo el labio y me sube un calor sofocante por las piernas--. Yo... Esto... ?Me puede repetir la pregunta? El juez deja escapar un suspiro pesaroso ates de emitir su veredicto. --Senora Ramirez, no dudo de que tiene usted buen corazon, pero teniendo en cuenta su falta de madurez para responsabilizarse de sus actos, considero que necesita cierta dosis de justicia. Iba a dejarlo a estar con una carta de disculpas a los propietarios del negocio, pero en vista de que ha sentido la necesidad de tener la ultima palabra... --Vaya por Dios, me iba a ir de rositas --se me escapa. El juez me mira por encima de las gafas. Esta perplejo. Debe pensar que soy la tia mas idiota que se ha echado a la cara. No lo culpo. El dia que Dios repartio la suerte y las neuronas se lucio conmigo. Lina sacude la cabeza. Esta irritada porque ha hecho bien su trabajo y yo la he fastidiado. Como siempre. --La condeno a treinta dias de servicios para la comunidad en una residencia de la tercera edad. Con ello pretendo que el buen juicio de nuestros mayores la inspire a ser una persona de provecho. --?Me manda a una residencia llena de abuelitos? --pregunto alucinada a la par que entusiasmada--. Gracias, Senor juez. Me encantan las personas mayores. !En realidad no es un castigo! Perdi a mis abuelos cuando era una nina y siempre quise... El juez se quita las gafas y me mira como si fuera un autentico suplicio. --Senorita Ramirez, por favor, callase. Cinco minutos despues, Lina me agarra del brazo para que me levante y me arrastra hacia la salida. Esta despotricando sobre el juez cuando salimos del juzgado. Esta que se sube por las paredes. Lina es de las que detesta perder incluso jugando al parchis. Si llega a ser mas competitiva no nace. --!Tenias que abrir esa boquita de oro que tienes! --Peeeeerdon --musito sin sentirlo del todo--. Tampoco ha ido tan mal. Pense que iba a ir a la carcel. --Nadie va a la carcel por robar en un supermercado. Pero te podrias haber escaqueado sin necesidad de hacer servicios a la comunidad. --?Y por robar en una tienda de ropa? --intento bromear--. O sea, que deberia haber robado jamon en vez de choped para darme el gustazo, je, je. Lina me mira sin dar credito y al final hace el amago de sonreir. --Dios, en el fondo te quiero tanto... Lina me abraza con afecto como si fuera su hermana pequena. Me saca mas de diez anos y es muy sobreprotectora conmigo. Siempre me salva de los lios en los que me meto y es mi saco de lagrimas cuando algun hombre me decepciona. Los que dicen que no tiene corazon no la conocen en absoluto. *** Lina y yo somos las primeras en llegar al bar de Raul, el hermano de nuestra amiga Cris. Solemos reunirnos aqui todos los domingos, pero hoy hemos hecho una excepcion porque Maria viene de visita. Nos apodamos El club de las solteras desde que hara cosa de dos anos y algo Lina y Cris se conocieron por casualidad en una clase de zumba. Despues llegamos Lara, Maria y yo. Todas me sacan varios anos y me tratan como si fuera una especie de hija a la que tienen que aconsejar porque esta muy perdida en la vida. No van desencaminadas. --Hola, guapisimas. ?Que os falta? ?Puedo hacer algo por vosotras? --Raul se acerca con su caracteristica sonrisa. Lina pone los ojos en blanco. Por alguna extrana razon que ninguna de nosotras conoce, Lina no soporta a Raul. Su enemistad es epica desde que fundamos El club de las solteras. --Si que puedes hacer algo por nosotras: pirate y traenos dos cervezas. --Eres un encanto. El dia que dejes de obsequiarme con tu amabilidad me caere de espaldas --bromea el, y acto seguido se marcha. --Tia, te pasas tres pueblos con el. Con lo majo que es. --No lo soporto. Todo el santo dia revoloteando a nuestro alrededor e intentando poner la oreja. Para que luego digan que las cotillas somos las mujeres. --Raul es buena gente. --Lo que tu digas --responde con tono categorico para dar la conversacion por zanjada--. Seguro que Lara se presenta con David. En vez de El club de las solteras, podriamos rebautizarlo como: El club de las amigas que no pueden salir sin sus novios. Es patetico que ya no pueda tomarse una cerveza con sus amigas sin despegarse de su churri.

  • Nunca estuve tan cerca de Claudia Serrano

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    Una novela sobre el amor en la sociedad de nuestros dias, en la que cada vez hay menos cabida para los sonadores y sus suenos.

  • La desaparicion de Annie Thorne de C.j. Tudor

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    No hay que temer a los muertos, sino a los vivos.

  • Las trampas del afecto de Mari Jungstedt

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    Una controvertida herencia desencadena acontecimientos inesperados en la isla de Gotland

  • Ahogados por la muerte (Dead 1) de Daniel Hernandez

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    Ya hace 100 anos, cuando un amado crucero nocturno se hundio, bajo las profundas y oscuras aguas del pacifico. Hoy nos encontramos en el puerto de, San Fernando, mismo lugar de donde zarpo aquel crucero, y donde cientos de hechos paranormales son vividos a diario, muchos de ellos con personas muertas en el agua, como firmando un tratado con el mismisimo diablo, por aquellas personas que murieron en ese accidente. Durante la oscura y helada noche, cuando se hundio el crucero mas amado por el pueblo, se vivieron horas de panico dentro y fuera del barco, porque a pocos metros mar adentro, se pudo contemplar una bola de fuego salir, por la parte lateral derecha, danando gran parte del patio, donde los tripulantes pasaban la mayor parte del tiempo, tomando el sol, bailando o dandose un banquete, con el bufe que habia a final de semana. Segundos despues de la explosion, se empezaron a oir los primeros gritos de auxilio, gente atrapada en el agua, desde ninos hasta personas mayores. Socorristas y todo el personal de rescate disponible, acudio rapidamente a su ayuda, embarcandose en pequenas lanchas hinchables, destinados a arriesgar sus vidas por salvar a los demas. Pero el silencio se hizo, una bola de luz roja, se abrio paso entre las densas nubes, dejando un circulo rojo en medio, para a continuacion, crear una cupula alrededor del accidente, envolviendo con una especie de campo de energia dicha zona, dejando fuera a algunos pocos socorristas, pero a otros muchos atrapados en ella. Minutos despues, la cupula se desaparece, como una estrella espacio, dejando toda zona sin nada. Desde esa noche, ya casi nadie navega, solo los barcos comerciales en busca de pescado fresco. Ahora el puerto San Fernando, es el lugar mas temido de toda la zona, donde cada dia se cuentan y se escuchan leyendas, sobre aquella bola de luz roja, que se reflecto esa noche. Sentado al borde del embarcadero, me concentre en el anaranjado horizonte de tarde, dejando volar mi imaginacion, e intentando alguna respuesta razonable a lo que se vio, pero despues de mucho pensar, solo llegue a una posible conclusion. Todo me llevaba a imaginar que estabamos en medio de una maldicion. Mirando al mas alla, vivo en primera persona la proyeccion en el cielo, de una "D" formada con pequenas nubes rojas, se situaba justo encima de donde se hundio el barco, esto me causo tanta intriga, que aprovecho de adentrarme en las profundidades marinas. Cojo mi linterna acuatica y equipo de buceo, para a continuacion tirarme en al agua helada, donde la vision era muy borrosa, el fondo marino estaba lleno de barro y bastante polvo, la marea estaba muy alterada, impidiendome nadar con normalidad. Durante los primeros minutos que me logro mantener bajo el agua, no consigo ver nada del barco, asi que, al estar quedandome sin aire, me decido por salir a la superficie, pero sabiendo que no deberia de estar lejos, porque por lo que se tiene entendido, la supuesta cupula que aparecio aquella noche, solo se llevo a las personas, pero el barco lo dejo. Tras coger otra vez aire, me sumerjo de nuevo y retomo la busqueda del naufragio. Finalmente consigo visualizar algo del barco, pero al estar tan hondo solo me pude aproximar unos pocos metros antes de volver a salir. Como dicen algunos, "a la tercera bala vencida", al haber fallado los dos primeros intentos, cojo todo el aire que puedo y me vuelvo a sumergir rapidamente, bucee y bucee, hasta que finalmente llegue. Al llegar al naufragio con una antiguedad de 100 anos, puede ver como grandes algas lo cubrian por completo. La popa estaba bastante reventada, al igual que el estribor y el babor, zonas en las que mas afecto la explosion. Examinando mas a fondo el barco, me doy cuenta de que, la "D" que habia visto proyectada en medio del mar, tambien estaba pintada en la popa trasera del barco del mismo color, ademas, me quede observandola durante unos segundos, pero me vuelvo a empezar a quedar sin aire, sin olvidar tambien que empezaba a rascar, obligandome salir del agua para no congelarme. Llegado al embarcadero, me dirijo rapidamente a mi casa para darme un bano caliente, pero el cielo aparte de desprender un relajante olor a lluvia, tenia el mismo color que el cielo de aquella noche. Estaba lleno de nubes rojo vino tinto y enormes rayos, entonces fue ahi, cuando me di cuenta de la horrible posibilidad, sobre que la profecia o se lo que fuese, se fuera a cumplir un siglo despues. Extranado y sorprendido tras ver aquello, decidi irme a mi casa. Al llegar, me dirijo rapidamente a mi habitacion, busco el pijama, y me lo llevo al bano para empezar a ducharme. Al apagar el grifo de la ducha, pude escuchar un extrano y escalofriante sonido que venia de la cocina. --?Que cono ha sido eso? --pregunte aterrorizado-- ?Hola? ?Hay alguien ahi? --cuestione nuevamente, mientras me visto lo mas rapido que puedo. Sali sigilosamente del bano, asomandome lentamente por pasillo que conectaba con la cocina, e intentando localizar algo o a alguien que pudiera estar provocando dicho ruido. Segundos despues, consigo ver algo por el ventanal de la cocina: una cola gigante de color rojo y azul-celeste pasar rapido frente a mi casa. --?Que? --me interrogue confundido. Durante unos minutos estaba alucinando, pues no conseguia creerme lo que habia visto hasta que, de repente, me sorprendi por la violenta e inesperada entrada de una especie de dragon, con cabeza de calavera y enormes ojos "vacios"; reventando asi la mitad de mi casa. --Tengo que estar sonando --musite, mientras contemplaba a aquella bestia. A continuacion, el extrano dragon se inclina hacia mi y me empieza a mirar de pies a cabeza. --Tu podras vivir; no eres parte de la tripulacion del naufragio -- comento en voz baja. --?Puedo saber que eres exactamente, y que haces aqui? -- indague algo desconfiado, pero lleno de curiosidad. --Eso ya lo iras descubriendo tu solo --respondio con una voz seca. La curiosidad me esta matando. Mis impulsos me ganaron y, sin pensarlo, pregunte: --?Podremos salvar a las personas de aquella noche? El callo un momento, pero luego contesto: --Haces demasiadas preguntas. Deja que todo surja a su debido tiempo, chaval. Todo era muy secreto y misterioso, pero no me pensaba quedar alli parado sin hacer nada. !Necesitaba intentar llegar al fondo de todo esto!

  • La abadesa de Bingen de Maria Elisa Cortina

    https://gigalibros.com/la-abadesa-de-bingen.html

  • La gravedad en mis zapatos de Rocio Quinones Grande

    https://gigalibros.com/la-gravedad-en-mis-zapatos.html

  • La musa tras el cristal de Nuel Salas

    https://gigalibros.com/la-musa-tras-el-cristal.html

    ?Seria posible explicar que es La Musa tras el Cristal en una breve sinopsis? Podria hablarles de una comedia a medio camino entre el siglo XXI y el medievo repleta de humor y de fantasia; podria hablarles de una gesta epica, de una aventura valerosa pero a la vez desesperada y un tanto quijotesca, y podria afirmarles que las musas, esas diosas que tocan a los grandes artistas con su varita magica, pueden estar en las personas y en los lugares mas insospechados. Pero seguirian tanto o mas desconcertados, pues la unica forma de comprender que es La Musa tras el Cristal seria dejandose atrapar por sus paginas; no hay otra.

  • El arte del engano de Daniel Tubau

    https://gigalibros.com/el-arte-del-engano.html

    Una cuidada edicion que ofrece la mas completa panoramica del arte de la estrategia china publicada hasta la fecha.

  • Macbeth de Jo Nesbo

    https://gigalibros.com/macbeth.html