• en la piel del lobo libro - Sonia A. Kirchen

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    De nina, cuando todas sonaban con ser princesas, a mi me encantaba el disfraz de Caperucita, y cubierta con su capucha roja me creia idonea para desafiar al lobo.
    Sin embargo, ese inconformismo se apagaria, cuando con dieciocho anos y exceso de ego. mi madre fallecio.
    Aquel dia nefasto, sentada en las escaleras de emergencia del hospital, conoci a Evelyn, quien tras a dar a luz a mellizos abordaba la maternidad sola.

  • EN LA PIEL DEL LOBO Versión Kindle - Libros - Amazon.es

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    EN LA PIEL DEL LOBO eBook : KIRCHEN, SÒNIA A.: Amazon.es: Libros.

  • Piel de lobo (Narrativa) : Moreno, Lara - Libros - Amazon.es

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    Piel de lobo es la historia de dos hermanas con un secreto que las une y las separa al mismo tiempo. Una novela narrada de forma magistral entre el presente y ...

  • PIEL DE LOBO | LARA MORENO | Casa del Libro

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  • LA PIEL DEL LOBO | HANS LEBERT | Casa del Libro

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  • Alberto Bermúdez: En la piel del lobo - Libros Prohibidos

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    hace 4 días — Reseña de En la piel del lobo, novela de terror escrita por Alberto Bermúdez y editada por Dilatando Mentes, que destaca por un excelente ...

  • Piel de lobo | Penguin Libros

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    Piel de lobo ... Lara Moreno, autora de Por si se va la luz, se consolida con esta nueva novela como una de las voces más destacadas de la narrativa castellana ...

  • piel lobo de lebert - IberLibro.com

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    La piel del lobo de Lebert, Hans y una gran selección de libros, arte y artículos de colección disponible en Iberlibro.com.

  • PIEL DE LOBO - MORENO LARA - Sinopsis del libro, reseñas ...

    http://quelibroleo.com/piel-de-lobo

    "Piel de lobo" es una novela dura, sucia y viscosa, en la que argumentativamente hablando predominan las crisis emocionales de dos hermanas un tanto ...

  • Piel de lobo - Libro de Lara Moreno - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/101918/piel-de-lobo

    Lara Moreno, autora de Por si se va la luz, se consolida con esta nueva novela como una de las voces más destacadas de la narrativa castellana actual. Dos.

  • PIEL DE LOBO - moreno, lara - Cervantes y compañía.

    https://www.cervantesycia.com/libro/piel-de-lobo_285615

    PIEL DE LOBO, MORENO, LARA, 19,90€. Lara Moreno, autora de Por si se va la luz, se consolida con esta nueva novela como una ... Cervantes y Compañía Libros.

  • Lo primero es no hacer dano de Sonia A. Kirchen

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    En la vida todo suma, lo bueno, lo malo y lo regular. Es una sucesion de desajustes que conseguimos falsear hasta enderezarlos, creyendo que cuanto nos ocurre conviene, animados por un falso eslogan de bienestar.
    Pero ?que pasa si no te sientes duena de tus decisiones?
    ?Si amas tu profesion, mas no ejerces como deseas?
    ?Si las mentiras comienzan a ser menu de plato fijo?
    ?Si piensas mas en Thor que en tu marido?
    ?Que sucede cuando ya no eres feliz?
    Yo vi mi tiempo tan <> que de nuevo me guie por la sabiduria de Coral, experta en como disfrutar bajo cualquier circunstancia y docta en exprimir el jugo a los segundos hasta la ultima gota.
    Siguiendo su consejo, me traslade a Albricias, y ni en mil anos habria sospechado lo que el destino tenia previsto para una estirada pediatra de ciudad, ni como cambiaria mi manera de enfrentarme al misterio, al panico, a la perversidad, a la perdida y al amor.
    Y asi, sin pretenderlo, me codee con la maldad. con la muerte, y escapando de su guadana, consegui que mis semanas fueran de siete vidas.

  • Las trampas del deseo, Dan Ariely de Dan Ariely

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    ?Por que compramos lo que compramos? ?Somos realmente duenos de nuestras decisiones o se nos puede manipular como consumidores? ?Tienen trampa las ofertas? Que influye en que un producto nos parezca caro o barato? ?Gasta mas quien paga con tarjeta de credito? ?Por que compramos cosas que no necesitamos? ?Influyen las marcas en nuestro grado de satisfaccion ante un producto? ?Hay robos mas eticos que otros? ?Somos compradores compulsivos e irracionales? Este libro apasionante, riguroso y ameno responde a estas y otras muchas preguntas sobre nuestras decisiones cotidianas, como consumidores y como ciudadanos, a partir de experimentos punteros llevados a cabo por el prestigioso especialista en psicologia del consumo Dan Ariely. El autor nos proporciona nuevas y sorprendentes conclusiones sobre la naturaleza humana, que ayudaran al lector a tomar mejores decisiones en su vida personal y laboral.

  • Kim Ji de Cho Nam-joo

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    Su nombre es Kim Ji-young. Tiene 33 anos y el nombre mas comun de Corea. Su historia ha incendiado Asia entera.

  • La tentacion mas dulce, Lucia Herrero de Lucia Herrero

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  • El plan 15/33 de Shannon Kirk

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  • El bosque infinito – Annie Proulx de Annie Proulx

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    A finales del siglo XVII, Rene Sel y Charles Duquet, peones contratados para cortar madera, desembarcan en Canada, conocido entonces como Nueva Francia, con un magro contrato para trabajar en durisimas condiciones en las tierras de un despota colono frances. Mientras Duquet, astuto y taimado, cae enfermo y escapa de esa <> para acabar dedicandose al comercio de pieles y, finalmente, de madera, Rene, sensible a su entorno, se queda en la plantacion y sobrevive a su <>, unido a una india mayor que el. Pese a que los destinos de ambos se anuncian tragicos, sus sucesores, a lo largo de tres siglos, seguiran ligados a lo que --cuando sus antepasados llegaron-- eran unos bosques sin limites, aparentemente inagotables. El bosque infinito sigue a los intrepidos descendientes de Rene y Charles hasta la actualidad, en un viaje a traves de Norteamerica, Europa, China y Nueva Zelanda: una aventura llena de peligros, venganzas, aniquilacion cultural y amor por las tradiciones indias, en una novela que explora no solo las relaciones entre los pueblos (indios y colonos; franceses, ingleses y norteamericanos; Oriente y Occidente), sino tambien la implacable destruccion de la naturaleza por el hombre.

  • El triunfo del artista de Tzvetan Todorov

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    La Revolucion rusa de 1917 es sin duda uno de los episodios mas cruciales del siglo xx y dio origen al primer estado totalitario de la historia. Muchos fueron los artistas y escritores que saludaron la revolucion y muchos tambien los que sufrieron la represion del totalitarismo que la siguio. En El triunfo del artista, Tzvetan Todorov se fija en una serie de creadores y analiza su posicion frente a la revolucion en dos momentos: en primer lugar la actitud que adoptan en relacion con la idea misma de revolucion antes de que se convierta en realidad. Y en segundo lugar la relacion que se establece, una vez producida, entre el arte y el poder, entre los creadores y los dirigentes politicos. Escritores como Pasternak, Babel, Bulgakov, Maiakovski, Tsvetaieva o Mandelstam; cineastas como Eisenstein; musicos como Shostakovitch; y pintores como Malevitch son analizados por Todorov desde el conocimiento profundo de su obra y la compasion por la tragedia de su vida. Para proclamar finalmente el poder del arte sobre aquellos que quieren su muerte.

  • Sin derecho a roce de Ana Alvarez

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    Un matrimonio con fecha de caducidad.

  • Cuando despiertes de Dena Ruz

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    Tras un accidente que la deja en coma, Victoria decide dar un giro a su vida y comenzar a escribir. Lejos de la capital y de su mundo, se convierte en voluntaria de un hospital. Alli conoce a Santiago, un piloto que se convierte en el amor de su vida. El inconveniente es que el esta dormido.
    Cuando despierta del letargo, los dos descubren que no son dos desconocidos. El amor ha surgido. ?Sera eso suficiente cuando ni siquiera se conocen? ?Sera ese amor peculiar el verdadero?
    Romanticismo, humor y sentimiento puro son los ingredientes de esta novela.

  • La habitacion cerrada (Inspector Martin Beck 8) de Maj Sjowall

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    Las campanas de Santa Maria daban las dos cuando ella salia de la estacion del metro de Wollmar Yxkullsgatan. Antes de apresurarse hacia la plaza de Maria, se detuvo y encendio un cigarrillo. El ruido ensordecedor y continuado de las campanas de la iglesia resono en el aire, haciendole recordar los tristes domingos de su infancia. Ella habia nacido y se habria criado a unas pocas manzanas de la iglesia de Santa Maria, donde tambien fue bautizada y confirmada (de esto ultimo hacia casi doce anos). Todo lo que ella podia recordar de su preparacion para la confirmacion, era que el vicario le pregunto por que habia citado a Strindberg al escribir aquello del <> de las campanas de Santa Maria. Pero ella no recordaba su respuesta. El sol le daba en la espalda. Despues de cruzar St. Paulsgatan, aminoro el paso, pues no deseaba empezar a sudar. De repente se dio cuenta de lo nerviosa que estaba y lamento no haber tomado un tranquilizante antes de salir de casa. Al llegar a la fuente que hay en medio de la plaza, metio el panuelo en el agua fresca y, habiendose alejado, se sento en un banco a la sombra de los arboles. Se quito las gafas y se froto la cara con el panuelo mojado, se limpio las gafas con una punta de su camisa azul claro, y se las volvio a poner. Los grandes lentes reflejaron la luz, ocultando la mitad superior de su rostro. Se quito el amplio sombrero azul de dril, se levanto el liso pelo rubio, tan largo que le caia sobre los hombros, y se paso la mano por la nuca. Luego, volvio a ponerse el sombrero, se lo encajo hasta las cejas y se quedo sentada e inmovil, con el panuelo arrugado y hecho una bola entre las manos. Al cabo de un rato extendio el panuelo ante ella, sobre el banco, y se froto las palmas de las manos sobre los pantalones tejanos. Miro su reloj: eran las dos y media. Unos minutos para calmarse antes de que tuviera que irse. Cuando el reloj dio las 2.45, ella alzo la tapa del bolso colgante de lona verde oscuro que tenia sobre el regazo, tomo el panuelo, que ahora estaba completamente seco, y, sin doblarlo, lo metio en el bolso. Entonces se levanto, paso sobre el hombro derecho la correa de cuero del bolso, y empezo lentamente a caminar. Al acercarse a Hornsgatan sintio menos tension; y se persuadio a si misma de que todo saldria bien. Era viernes, el ultimo dia de junio, y para muchas personas las vacaciones de verano acababan de empezar. En Hornsgatan, tanto en la calzada como en las aceras, el trafico era muy animado. Saliendo de la plaza, ella giro a la izquierda y penetro en la sombra de las casas. Esperaba haber elegido bien el dia. Sopeso los pros y los contras y se dio cuenta de que podia haber demorado su proyecto hasta la semana siguiente. No habia nada de malo en ello, pero no habia tenido muchas ganas de exponerse a tal tension mental. Llego alli antes de lo que habia pensado, y se detuvo en el lado sombreado de la calle, observando el gran ventanal que tenia enfrente. El cristal reluciente reflejaba el brillo del sol, y el denso trafico le tapaba parcialmente la vista, aunque se dio cuenta de una cosa: las cortinas estaban corridas. Fingiendo mirar escaparates, anduvo lentamente arriba y abajo por la acera, y aunque habia un gran reloj que colgaba en el exterior de una relojeria cercana, siguio mirando al suyo. Y mientras tanto no dejaba de observar la puerta en el otro lado de la calle. A las 2.55 se dirigio hacia el paso de peatones en el cruce. Cuatro minutos mas tarde se hallaba frente a la puerta del banco. Antes de empujarla para abrir, alzo la tapa de su bolso. Al entrar, echo una mirada de reojo a la oficina, la sucursal de uno de los bancos mas importantes de Suecia. Era larga y estrecha; en la pared frontera estaba la puerta y la unica ventana. A la derecha un mostrador iba desde la ventana a la breve pared del otro extremo, y a la izquierda habia cuatro mesas fijadas a la larga pared. Mas alla, habia una mesa baja, redonda, y dos taburetes tapizados con un material rojo a cuadros. Aun mas lejos, una escalera empinada desaparecia hacia lo que probablemente era la camara acorazada del banco. Solo un cliente habia entrado antes que ella: un hombre, que estaba de pie ante el mostrador, metiendo billetes de banco y documentos dentro de su cartera de mano. Tras el mostrador vio sentadas a dos empleadas. Mas alla un empleado permanecia de pie hojeando las cartulinas de un indice. Dirigiendose hacia una de las mesas, la joven saco una pluma del bolsillo exterior del bolso, mientras observaba con el rabillo del ojo como el cliente de la cartera de mano salia por la puerta de la calle. Tomo un impreso de ingresos y empezo a garrapatear en el. Al cabo de un rato observo que el empleado se dirigia hacia la puerta y la cerraba con llave. Luego se inclino y solto el gancho que mantenia abierta la puerta interior. Mientras esta se cerraba con ruido silbante, el volvio a su sitio tras el mostrador. Ella saco el panuelo del bolso. Sujetandolo en la mano izquierda, la hoja de ingresos en la derecha, se acerco al mostrador, fingiendo limpiarse la nariz. Entonces metio la hoja de ingresos en el bolso, saco una bolsa de compra, de nailon, que estaba vacia, y la puso sobre el mostrador. Asio la pistola, apunto con ella a la cajera y, manteniendo el panuelo ante la boca, dijo: --Esto es un atraco. La pistola esta cargada, y si usted hace el menor ruido, disparare. Meta en este bolso todo el dinero que tenga. La mujer que habia detras del mostrador se la quedo mirando con fijeza, tomo despacio la bolsa de nailon y la puso ante si. La otra mujer interrumpio el peinado de su cabello, y dejo caer las manos lentamente. Abrio la boca para decir algo; pero no salio el menor sonido. El hombre, que seguia de pie detras de su mesa, tuvo un violento sobresalto. Inmediatamente, ella le apunto con la pistola y le grito: --!Estese quieto! Y ponga las manos donde yo pueda verlas bien. Haciendo un gesto impaciente con la pistola encanonando a la mujer que tenia delante, evidentemente paralizada por el terror, prosiguio: --!Dese prisa con el dinero! !Pongalo todo! La cajera empezo a meter fajos de billetes en la bolsa. Cuando hubo terminado, la solto sobre el mostrador. De repente, el hombre de la mesa dijo: --Nunca escapara con eso. La policia... --!Callese! --grito ella. Entonces metio el panuelo en el bolso abierto, y agarro la bolsa de nailon, que le parecio agradable y pesada. Retrocediendo lentamente hacia la puerta y apunto por turno con la pistola a cada uno de los empleados del banco. De repente alguien corrio hacia ella desde la escalera, en el extremo opuesto de la habitacion: un hombre alto y rubio con pantalones muy ajustados y una chaqueta ligera de franela azul con botones brillantes y un gran emblema dorado prendido en el bolsillo del pecho. Se oyo en el local un estruendo cuyo eco atrono el espacio cerrado entre las paredes. Y mientras, a causa del retroceso, el brazo de ella se movia hacia el techo, vio caer violentamente hacia atras al hombre de la chaqueta de franela. Sus zapatos eran de calidad, nuevos y blancos, con gruesas suelas acanaladas de goma roja. Solo cuando su cabeza choco contra el suelo de piedra con un horrible golpe sordo, ella se dio cuenta de que lo habia matado. Solto la pistola en el bolso, y miro fija y salvajemente a las tres personas horrorizadas que habia tras el mostrador. Luego echo a correr hacia la puerta. Mientras descorria torpemente el pestillo, tuvo tiempo de pensar antes de salir a la calle: <>. Pero en cuanto se vio en la acera, apresuro el paso hacia el cruce. No veia a la gente que la rodeaba; solo se dio cuenta de que tropezaba con algunas personas, y le parecia que el disparo seguia resonando en sus oidos. Dio la vuelta a la esquina y echo a correr, con la bolsa de compra en la mano y el pesado bolso golpeandole la cadera. Abrio de golpe la puerta de la casa donde habia vivido de nina, siguio el viejo camino familiar hacia el patio, y trato de contenerse y andar al paso. Paso directamente bajo el soportal de una glorieta mirador y salio a otro patio trasero. Bajo por la empinada escalera hasta una bodega, y se sento en el escalon inferior. Trato de meter la bolsa de nailon sobre la pistola en el bolso colgante, pero no habia bastante espacio. Entonces se quito el sombrero, las gafas y la peluca rubia y las metio en el bolso. Su pelo verdadero era negro y corto. Se levanto, se desabotono la camisa, se la quito, y la metio en la bolsa. Bajo la camisa llevaba un jersey de algodon negro, de manga corta. Colgando el bolso sobre su hombro izquierdo, tomo la bolsa de nailon y subio por las escaleras hasta el patio. Salto por un par de muretes antes de encontrarse al fin en una calle en el extremo de la manzana de casas. Entonces entro en una pequena tienda de comestibles, compro dos litros de leche, metio los botes de carton encerado en una gran bolsa de papel, y luego puso encima de ellos la bolsa de nailon. Despues, se dirigio hacia Slussen y alli tomo el metro hasta su casa.

  • La comunidad de Helene Flood

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    Me preguntas que cuando conoci a Jorgen. ?Te puedes creer que no me acuerdo? Debio de ser en el jardin o en la escalera o en el portal de casa, pero no lo recuerdo. Mi hijo habia nacido justo despues de la mudanza y habia sido prematuro. Eran tantas las consultas en el hospital, tantas las cosas que nos preocupaban… No lo digo por eludir el tema. Es la pura verdad. Sencillamente no me acuerdo. Pero si que me viene a la memoria la primera vez que lo vi. Tuvo que ser a principios de julio del ano en que nos mudamos. Lo puedo situar con precision porque fue pocos dias despues de adquirir el apartamento, una calurosa tarde de verano, cuando Asmund y yo aun viviamos en el viejo y ya no pude aguantarme mas: tenia que ir a ver la casa donde estaba a punto de empezar nuestra nueva vida. Ellos estaban sentados en la terraza del jardin cuando llegue. Ya sabes que el camino de la entrada pasa justo al lado. Los mire al cruzar, preparada para saludarlos, pero estaban comiendo en la mesa y ni siquiera me vieron. Eran cinco, y por lo visto buenos amigos. Yo estaba sola. Me encontraba en las ultimas semanas del embarazo, con una tripa enorme, y habia caminado a paso rapido, asi que estaba sudando muchisimo. Ademas, no los conocia. Me encerre en mi nuevo hogar. El apartamento estaba vacio. Los anteriores duenos se habian llevado sus cosas, pero habian quedado sus olores. No olia a nosotros, ?sabes a lo que me refiero? Cuando nos hicimos con el apartamento era como si hubiesemos comprado tambien un cierto estilo de vida, un espacio social, algo asi. Como si, por alguna razon, fueramos mas distinguidos que antes solo porque eramos los propietarios de esa casa, en esa direccion. Pero ahora que el apartamento se ha vaciado de su elegante mobiliario, ahora que mis pasos resuenan entre las paredes, desnudas y con agujeros de clavos, me asaltan las dudas. No encuentro otra manera de explicarlo: tengo la impresion de haberme disfrazado con unos zapatos demasiado grandes para mi. En la cocina, me acerque a la ventana y observe la terraza y a quienes estaban sentados alli. No abri la ventana aunque hacia calor. No se. Tal vez no queria importunarlos. Por lo visto habian terminado de cenar. Habia algunas botellas de vino en la mesa. Charlaban y yo oia sus voces pese a que las ventanas estaban cerradas; no lo que decian exactamente, pero si el tono. Fuera el tema que fuese, el debate parecia intenso, si bien el ambiente era bueno. De tanto en tanto rompian a reir, los cinco a coro. Eran tres hombres y dos mujeres. Reconoci a uno de los hombres: era un cineasta que habia realizado un polemico documental un par de anos atras. No recuerdo sobre que…, los refugiados, su integracion o algo asi. La prensa habia escrito mucho sobre ello. Tambien una de las mujeres me sonaba; tenia la impresion de haberla visto en la television. Sentados a uno de los lados largos de la mesa habia un hombre y una mujer que claramente eran pareja. El tenia el brazo apoyado en el respaldo de la silla de la mujer, y, en una de esas, cuando algo los hizo reir a todos, ella se volvio hacia el sonriendole y le retiro algo de la mejilla. Luego el movio el brazo y se lo puso en la parte baja de la espalda. La mujer se acerco hacia la mesa para decir algo. Llevaba el pelo largo, de un rojo intenso, recogido en una trenza espesa y bien atada, y al inclinarse hacia delante para hablar la trenza se le deslizo a un lado. Su marido, sentado junto a ella, la tomo con cuidado para recolocarla en su lugar. La mujer se volvio hacia el, consciente de que la tocaba, y siguio hablando sin dejar de sonreirle. Tal vez estaba contando algo que habian vivido juntos. El hombre me daba la espalda, de modo que no me resultaba facil verle el rostro, pero cuando miro hacia un lado pude apreciarlo. Era guapo, con el cabello ondulado tirando a gris. Pomulos prominentes y una sonrisa amplia y seductora que parecia usar a menudo. Le eche cuarenta y pico, quien sabe si ya rozaba los cincuenta. Era Jorgen. Aquella fue la primera vez que lo vi. Como no parecian advertir mi presencia, me quede alli y segui mirandolos: cinco amigos que hablaban de cosas importantes en torno a una mesa durante una noche de verano en un jardin de Kastanjesvingen. La mujer de la trenza se levanto. Cogio una bandeja vacia de la mesa y se dirigio hacia el camino que lleva al portal de la casa. A mitad de trayecto me vio. Era evidente que yo estaba ahi, de pie, en medio de la ventana. No es que estuviera fingiendo que no los observaba. Me habia quedado como fascinada, y no se me ocurrio que tendria que haberme apartado de alli. La mujer se detuvo para mirarme. Alce la mano en un gesto de saludo. La mujer no se movio. No me devolvio el saludo. No me sonrio, pero tampoco parecia molesta. Su expresion era casi neutra. Se quedo un instante ahi mirandome, solo un momento, luego siguio su camino. Desde donde estaba la oi abrir la puerta del portal. Me aleje apresuradamente de la ventana, avergonzada por haberlos estado observando con tanto descaro. Lo note en el estomago: me habia comportado de manera inapropiada. Me senti abochornada. El primer sabado Los arboles que me rodean son de hoja caduca, con copas enormes y ramas robustas, muy distintos a los abetos del bosque cercano a la casa donde creci. Y, sin embargo, se, a la manera en que saben los que suenan, que me encuentro en el bosque de mi ninez. Lo conozco bien: se lo facil que es desaparecer en su interior. Recorres senderos que conoces. De repente te sales del camino siguiendo el ruido de un ciervo o porque atisbas unos arandanos exuberantes un poco mas alla, y, al volver, todo ha cambiado. Mires donde mires, hay arboles oscuros y silenciosos, hileras y mas hileras, y ninguno se parece a los que ya conoces. En el sueno estoy buscando a alguien que ha desaparecido. Al principio no se de quien se trata. Luego caigo en la cuenta de que son mis hijos. !Lukas!, grito, y echo a correr. !Emma! Ante mi, el bosque se abre a un calvero. No es grande, como mucho cinco metros hasta que el bosque espeso empieza de nuevo, pero aqui el sol se cuela entre las copas; es un sitio luminoso y calido, en las laderas crece hierba joven. Me detengo. El lugar es hermoso, pero algo no encaja. Siento un nudo en la garganta y me cuesta respirar. Algo espantoso ha sucedido. En el salon hace frio por las mananas. Cierro a mis espaldas la puerta del dormitorio con sigilo: no quiero despertar a los demas. En la luz sin relieves de la manana, el salon me resulta desconocido. Tal vez mi cuerpo aun este sumido en la pesadilla, porque los muebles parecen enormes y severos. Los estantes parecen cerrados y la mesita del cafe, desacostumbradamente pulcra. Mis pies absorben el frio del suelo. Junto a la entrada encuentro mis zapatillas. Me las calzo y voy a la cocina. Tambien aqui me sorprende la pulcritud. Anoche Asmund y yo compartimos una botella de vino mientras veiamos una pelicula bastante mala, aunque quien sabe si luego mejoro algo. Me entro sueno y me fui a la cama a media pelicula. Asmund debio de limpiar cuando acabo. La luz roja del lavavajillas me dice que el programa ha terminado, de modo que, por una vez, se acordaria de ponerlo en marcha antes de acostarse. Me apoyo en la encimera de la cocina. Este espacio es el principal argumento en la venta de nuestro apartamento. Fue aqui donde se tomo la fotografia que ocupaba por entero la primera pagina del folleto que nos mostraron en nuestra primera visita. La cocina es grande y luminosa, y mientras que el resto de las ventanas dan o bien a un muro lleno de vegetacion que se levanta detras de la casa, o bien al edificio de al lado, las de la cocina se asoman al jardin. Para aprovechar mas la luz, el arquitecto que diseno el edificio alla por los anos cincuenta hizo de esta pared una larga sucesion de ventanas. Hemos colocado la mesa de la cocina justo delante, de modo que, cuando nos sentamos ahi, podemos ver el pequeno jardin entero: la terraza con sus muebles de exterior, el anoso manzano, la hilera de buzones y la valla de listones blancos. Mas alla se extiende Kastanjesvingen, la calle sin salida que termina en una rotonda a unos cuarenta metros de nuestra puerta. Al otro lado de la calle hay casas unifamiliares; algunas de ellas datan de la decada de los cincuenta, como nuestro edificio de cuatro apartamentos, pero otras son mas recientes. Y mas alla de esas casas se alza Bakkehaugen, la colina que nos separa del centro de la ciudad. Y, aunque no pueda verla desde las ventanas de la cocina, saber que la ciudad esta justo ahi detras me produce una calida sensacion de hogar. Pensar que vivimos asi, en una apacible calle cerrada, pero con la ciudad tan a mano que casi se puede tocar. Me siento. Estoy en silencio, a la escucha. ?Hay alguien despierto ahi arriba? ?Se mueve? ?Los ruidos que oigo provienen de el? Es demasiado pronto, eso si que lo se. Puede que sea yo la unica que no duerme en toda la casa. Con todo, el silencio no es total. Las paredes no estan bien aisladas; se oyen incluso vientos moderados, las ramas del castano cuando chocan contra la ventana del salon, el crujido de los tablones cuando algun vecino camina. Todavia tengo sueno y me desperezo. Anoche me dormi profundamente. No he oido a Lukas subirse a nuestra cama. Me he despertado a oscuras y asustada por la pesadilla; al abrir los ojos, he visto su cabello revuelto, su manita cerca de la mia, los deditos con mugre bajo las unas y una tirita verde que le cubria una herida invisible en el dedo indice. He sentido un alivio enorme despues del sueno. Alli estaba el. Todo estaba bien. Le he revuelto el pelo. ?A que hora habra entrado en la habitacion? Al otro lado de la calle veo a Rikard Hoffmo salir de su casa marron. Se detiene en los escalones de la entrada y mira a su alrededor como un terrateniente que vigila sus dominios. Tiene los brazos en jarras, las manos a cada lado de su voluminosa barriga. Se estira, lleva las caderas a un lado y luego al otro; la barriga le cuelga y se balancea por encima de la cintura. Se prepara para salir a correr, pues el es asi: ya ha cumplido los setenta y va a correr dos veces por semana, haga el tiempo que haga. Su conjunto deportivo azul, con una tira blanca en cada pierna, es un superviviente de los anos setenta, lo que le confiere un aspecto si cabe aun mas comico. Pero Hoffmo tiene algo, una especie de autoridad natural, que te quita las ganas de encontrarlo risible. Nos llevamos bien, el y yo. <> Nos llamamos por el apellido a modo de broma. Ahora se dobla hacia delante. Toca el suelo. Es agil para un hombre de su edad y corpulencia. Vuelve a erguirse, hace un estiramiento y ya esta listo para correr. Levanto la mano para saludarlo desde la ventana, pero no me ve. Oigo pisadas de nino antes de que Lukas entre en la cocina, con esos piececitos veloces que golpean en el suelo. Se agarra a mi y se me sube al regazo. Me apoya la cabeza en el hombro y cierra los ojos. Seria perfectamente capaz de quedarse alli dormido; es capaz de dormirse donde sea. Una parte de mi quisiera que lo hiciera y pasar el tiempo asi, sentada en paz con el nino adormilado encima. --Lukas --le digo--, ?esta noche has entrado tu solito a nuestro cuarto? Abre los ojos y me mira. --Si. Pero no es una afirmacion, sino mas bien una pregunta. ?Si? ?Yo hice eso? --Es que no te he oido entrar --le comento. No considera que esto merezca respuesta. Apoya de nuevo la cabeza en mi hombro y cierra los ojos. Respiro hondo, atenta a senales de vida en el apartamento de arriba. Lukas abre de nuevo los ojos. --Mami, ?podemos buscar mi tiranosaurio grande? Me levanto y veo a Hoffmo correr con pasos cortos y ligeros por el camino de acceso a su garaje. Se apoya en el porton y me ve. Alza la mano para saludarme y le devuelvo el saludo con un gesto militar en honor a su hazana deportiva, lo que le produce una risa que sacude en oleadas su voluminosa humanidad. Despues de desayunar, hacemos las camas y nos preparamos para un dia que se presenta de lo mas ajetreado. Ya hace tiempo que lo hemos planificado todo. Ahora solo falta poner los planes en marcha. Asi seran nuestros fines de semana hasta diciembre. A veces pienso que somos hamsteres en una rueda, de camino a una cita para luego acudir a la siguiente, en una cuesta arriba que no termina jamas. Hace algunos anos fantaseaba con la idea de poner la casa en alquiler, retirar nuestros ahorros del banco y comprar cuatro billetes para volar a Vietnam. Vivir alli de un hotelito que tendriamos junto a la playa. Vivir en el ahora. Disponer de tiempo para nosotros, para los ninos. Ver los dias pasar. No vivir contra reloj, cumpliendo tareas y terminandolo todo antes de desplomarnos en la cama para recuperar fuerzas y empezar de nuevo al dia siguiente. No. Yo quiero vivir. De verdad. Una vida autentica, en contacto con la naturaleza. Hoy ya no pienso asi. En la playa de Vietnam habrian pasado otras cosas: nos habria preocupado la rentabilidad del hotel; a los huespedes les habria molestado esto o aquello; habriamos sufrido inundaciones y temporadas de sequia; las tuberias estarian deterioradas por los anos y resultaria demasiado caro reemplazarlas. Y asi sucesivamente. Asmund rescata una camiseta de entre la ropa que se amontona en un rincon. Mientras hago la cama le hablo de mi sueno, aunque ya no logro recordar los detalles: estaba buscando algo y tenia miedo. --Debo de haber dormido profundamente --le digo--, porque Lukas entro en el cuarto y se acosto entre los dos sin que me despertara. --Tenemos que quitarle esa costumbre --comenta Asmund mientras se ajusta el reloj a la muneca--. Ya es lo bastante mayor como para dormir solo. --Solo tiene cuatro anos --replico. --A los cuatro anos Emma dormia toda la noche en su cama --senala Asmund--. Y eso de dormir de dia…, de verdad que eso tiene que acabar, Rikke. Ya es muy mayor para necesitar una siesta por las mananas. --Claro --contesto sin ganas de seguir discutiendo. Lukas es mi nino de la suerte. Nacio dos meses antes de tiempo. Estabamos mudandonos al apartamento cuando llego. Yo estaba sacando tazas y abriendo cajas cuando un dolor muy agudo se me extendio por el estomago y la espalda. No se donde estaba Asmund, probablemente trayendo muebles nuevos. Emma se hallaba en casa de la abuela. Yo me encontraba delante de los armarios vacios de la cocina y pense: ?Me habre pasado? ?Habre hecho demasiados esfuerzos? ?Deberia sentarme un rato? Llegue al hospital ya casi de parto. Llame a Asmund mientras esperaba al taxi. Se precipito al coche y llego al hospital justo a tiempo. Se llevaron al nino en cuanto nacio: tenian que hacerle pruebas, medirlo, pesarlo. El tiempo era oro y algo de informacion debio de perderse en medio de aquel frenesi, o puede que me extraviara en las brumas del parto, porque no entendia la situacion, porque no sabia como estaba el nino. ?Estaba vivo o no? Solo sabia que se lo habian llevado. Me volvi hacia Asmund: --?Hemos vuelto a ser padres? Asmund estaba llorando, pues el es asi, no lo puede evitar, se le saltan las lagrimas en bodas y bautizos. Entro una doctora, ceno fruncido y labios apretados, y yo al verla asi pense: El nino ha muerto. Senti el miedo primero como un golpe en el estomago, pero luego se extendio por los brazos y las piernas, se apodero de todo mi cuerpo. Ni la doctora ni Asmund se dieron cuenta, pero en los segundos que pasaron antes de que nos dijera que todo estaba bien, que el nino era pequeno pero fuerte, que habria que hacer un monton de pruebas, que tal vez resultase necesario realizar un seguimiento en el hospital, pero que todo saldria bien…, durante esos segundos estuve segura de que lo habia perdido. Era mi realidad. Y luego, al caer en la cuenta de que no lo habia perdido, probablemente, mi alivio fue tan grande que todo lo demas, el riesgo de asma y de TDAH, o los posibles problemas pulmonares, no me preocupo lo mas minimo. He vuelto a ese momento una y otra vez. Aun lo hago. Mi nino de la suerte. De una forma u otra es un premio. Lo habia perdido. Lo recupere. --Ya estoy --dice Asmund. Va vestido de ciclista, conjunto negro con rayas amarillas. Mientras yo llevo a Emma al teatro del colegio, y desde ahi ire a un cafe donde he quedado con mi hermana, el se llevara a Lukas de paseo a Baerum para que vea a amigos. Claro, va con la bici electrica, pero vestido como si fuese a correr un maraton. Ha engordado algo en estos ultimos anos. No tiene nada de extrano, estas cosas pasan. Sus amigos tambien han cogido peso. Algo les ha ocurrido mediada la treintena. Algo que ha dejado huellas fisicas. --?Que pasa? --me pregunta. --?Que pasa de que? --?Que me miras? Sonrio. --Tu atuendo --le contesto. --Ya. Eso. ?Me aprieta? ?Me queda muy justo? --No, para nada. Se ve muy profesional. Me hace un guino. --El Tour de Tasen, carino --dice mientras va al salon. Lo oigo alzar a Lukas en alto y soltar un rugido. Lukas se rie. La culpa me raja el estomago, rapida y dolorosa. Alla va. El padre de mis hijos, el hombre al que prometi amar y honrar. Termino de hacer la cama y recojo la ropa sucia del suelo. Arriba el silencio sigue siendo total.

  • La universidad light de Francisco Esteban Bara

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  • Una Chica Sin Igual 1 de Noa Pascual

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    ?Que pasaria si tu vida fuera como una montana rusa? ?Por que cupido parecia resistirse a alcanzarla con la flecha del verdadero amor? "Huesitos" o Noa Brown, vivia en un mar de dudas, su vida personal, su trabajo y sus sentimientos, parecian metidos en una coctelera. Para liberarse de tanta presion nada mejor que llegar a casa, ponerse el pijama y dejarse atrapar por el programa de turno en TV con un buen cubo de helado, aquella caja negra era el balcon perfecto para poder reir, llorar o dormirse sin pensar en nada. Tendra que enfrentarse a sus miedos, ser consecuente con sus mentirijillas y dar paso a una nueva Noa Brown..... Una chica sin igual, es una divertida novela, en la que nada es seguro y tampoco lo que parece. Viviras en la piel de su protagonista momentos reales como los tuyos. Y quizas, compartas con ella los mismos suenos, quien sabe... Ultimo consejo: Coge tus palomitas, una bebida refrescante y acomodate para comenzar una lectura inolvidable Mirella Patino

  • Preguntame si me importas 2 de Alejandra Beneyto

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    Ha pasado un ano.
    Un ano para Olivia, que se ha puesto a prueba en todos los sentidos posibles hasta acabar reinventandose.
    Un ano para Will, que ha permanecido inmerso en una vida en la que no se encuentra a si mismo.
    Han pasado doce meses en los que el mundo ha seguido girando y, ahora, el destino ha decidido colocarlos de nuevo en la casilla de salida.
    O eso parecia.
    Nada sera facil. El tiempo ha dejado huella en ellos y ambos son diferentes. ?Realmente lo que tuvieron fue tan fuerte como para que la distancia no lo haya borrado?
    Acompana a Will y a Olivia mientras aprenden que, a veces, lo unico que te separa de tus suenos es el miedo a verlos convertidos en realidad.

  • Tan sutil como la brisa (Boreal Rois 1) de Rosa Alcantara Menendez

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    Cualquier lugar es bueno para encontrar el amor y en cualquier lugar pueden ocultarse secretos. Gabriel Drake tiene treinta y cinco anos, una situacion economica desahogada, un matrimonio herido de muerte y un desafio: negociar en Terranova la inversion de una petrolera para el banco en el que trabaja.
    El clima, la frustracion y el azar jugaran un papel decisivo cuando se tope de frente con Claire Merritt, tan fascinante como misteriosa. A partir de ahi, su vida quedara atrapada por el pasado de la mujer, por saber que secretos guarda en su interior y en su casa. Esa que todos llaman La Rosa de los Vientos, la mansion roja o el caseron de la esquina, pero nadie por su verdadero nombre: Boreal Rois.

  • Contad hombres vuestra historia de Alberto Savinio

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    Este libro, el mas famoso de Savinio y para muchos su obra maestra, fue publicado por primera vez en 1942 y, sin embargo, su esencia permanece inalterada a pesar de los anos. El artista italiano se propone resucitar el arte extinguido de un gran pintor como Holbein, cuya grandeza consiste en captar la impura materia de la que esta hecha la vida y la esencia del personaje retratado de un modo tan vivido que perdure eternamente. “Contad, hombres, vuestra historia” es la personal galeria de retratos con que Savinio quiere inmortalizar, sirviendose de la prosa, a una serie de variopintos personajes-desde Isadora Duncan o el torero Antonio Bienvenida, hasta Nostradamus o Julio Verne-a los que insufla vida su mirada imaginativa, autenticamente penetrante, piadosa y despiadada a un tiempo.

  • Ultima Sesion (Literatura Random House), Marisha Pessl de Marisha Pessl

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  • Divas rebeldes de Cristina Morato

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    Divas rebeldes recoge las apasionantes biografias de siete mujeres unidas por el inconformismo, por su personalidad y autenticidad, por su estilo inconfundible e insustituible: por su divismo y rebeldia.

  • El Sueno de Nerea de Manuel Iglesias Hernandez

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    Nerea, una anciana vasca afincada en Abina (Vizcaya), cuenta la historia de su vida a su nieto. Le habla de como su amistad con Nicolasa, esposa del fundador del PNV, le permitio conocer y convertirse en fiel seguidora de este lider y, con ello, ser persona defensora de las creencias religiosas de sus antepasados, de las antiguas leyes nacidas siglos atras. Una convencida de que el pueblo vasco siempre fue un pueblo elegido por Dios, creencia de la que presumia. Mas, conforme paso el tiempo, dejo de ser seguidora del nacionalismo carlista que proclamaba el lema "Dios y Ley Vieja", tal como hiciera su maestro, en defensa de un "Dios-Nacion", transmutacion que haria del independentismo una nueva religion.

  • El viaje sin retorno (Cuentos largos de cafe 1) de Jorge Sacha

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    Si quieres saber lo que pasa cuando una pareja cuya relacion se tambalea se pone a escuchar psicofonias en un pueblo fantasma, o que tal sera hacer chocar vehiculos como tecnica para ligar, o que hace un fatigado soltero al llegar a casa y descubrir a una mujer desnuda en su cama a la que no conoce. En general, si te gustan los crimenes de cafeteria, los romances y sus malentendidos, pero tambien las reflexiones profundas frente a una taza de cafe, tumbado en el cesped o en un funeral, deberias abrir este libro y comenzar a leerlo.

  • La hija del alfarero de Jose Luis Perales

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    La conmovedora saga de una familia dividida por la lealtad al pasado y la esperanza en el futuro. Jose Luis Perales ha escrito su cancion mas larga y emotiva.

  • Diez dias de sabor de Clara Estival

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    --Ese hombre es un desalmado, Paula. !Si diez dias no dan para nada! Valentina tenia razon, era un plazo cortisimo. Solo diez dias hasta el 1 de julio en que, o pagaba el alquiler, o el dueno del local me cerraba el restaurante y me echaba directamente a la calle. --Ay, este sitio esta muy lindo, mija --me dijo Maya, con todo su acento cubano--. La cosa no puede quedarse asi... ?Quien nos va a hacer ahora las empanadas? Mire a mi alrededor y era verdad que el Amigos del Naranco estaba precioso incluso teniendo en cuenta los tres meses que llevaba cerrado. El pequeno restaurante de mi familia era luminoso y abierto, pintado en blancos y verdes llenos de alegria, y en verano poniamos hasta una terracita. Tenia unas diez mesas normalmente, pero podiamos meter hasta quince con la terraza y a veces tambien habia gente comiendo en la barra. Conociamos muy bien a nuestros clientes, sus preocupaciones y sus vidas, porque el nuestro era el unico asturiano en mitad de Houston, en pleno Texas, y casi todos eran espanoles desplazados que echaban de menos su casa. Asi que eramos amigos, casi como familia. Y en aquellos tres meses nuestro lugar especial, ese pequeno trocito de casa en un pais extranjero... simplemente habia desaparecido. Hasta entonces el dueno del local habia tenido paciencia, por lo de mi padre, porque eran amigos pero... despues de tres meses ya se le habia acabado toda. Me tocaba reabrir el negocio o bien cerrarlo definitivamente. Asi que ahora estabamos las tres alli sentadas, Valentina, Maya y yo, en mitad del restaurante por el que mi padre tanto habia luchado, durante mas de diez anos, y que yo estaba a punto de perder en diez dias. --Mija, no pongas esa cara --dijo Maya--. Te sacaste la rifa del guanajo, ok, pero ya... dale... hay que ponerse a trabajar. No vas a dejar que esto te pase por arriba, ?no? !Quien va a hacer los frisuelos, si no! --!Pues no lo se! !Pero a mi no me mires! !Es verdad que ahora soy la duena, pero yo no he cocinado en mi vida! El que sabia cocinar era papa... --Buscaremos a alguien --dijo Valentina--. No te agobies que esto es un problema y los problemas tienen solucion matematica. Entraremos en los portales de empleo, haremos entrevistas... esas cosas. --!Esto no es una formula, Val! ?Quien va a saber de cocina asturiana aqui, en Houston? Ademas, no me vale con lo que ponga en un papel. Tengo que ver como cocina y poder probar las cosas. --Muchacha, si nos quitan el Naranco tenemos que volver a la cantina junto al Johnson y eso si que no --dijo Maya--. Mi madreeee, todos los dias comiendo esos fritos... --Y ese pollo chicloso. --!Ay, mi madre! --Y ese tomate de lata. --!No sigas, nina! !Tu quieres que se me de la vuelta el estomago! --Tan malo no sera... --dije. --?Has visto la comida de los astronautas en los videos de Youtube? Las salsas saliendo de los tubitos y las fresas secas !y ese helado solido que parece una piedra pomez de limarse los callos! Bueno, pues eso es comida gourmet comparado con lo que hay en esa cantina. Sonrei. Valentina llevaba mucho tiempo preparandose para ser astronauta. Estaba segura de que la iban a llamar de un momento a otro. Maya trabajaba en la agencia de noticias y me habia dicho, en secreto, que tenia muchas papeletas de salir durante el proximo mes. !Me iba a reir mucho cuando la viera en la Estacion Espacial, comiendose su helado solido! --En serio, tenemos que salvar tu restaurante. ?Donde vamos a ver Eurovision? ?Y el pactometro de las elecciones? Y... !y la Feria de abril y el Carnaval de Tenerife! --Pero si nunca hemos visto ninguna de esas cosas, Val... --Bueno, pues ahora habra que verlas. El restaurante se queda. No hay mas que hablar. --Hablare con Julio --dijo Maya. Era su novio cubano, que estaba en una escuela de cocina--. Y le pedire que busque a alguien. !Esto se va arreglar si o si! --?Tu crees que en diez dias vamos a encontrar cocinero? --No te preocupes, Paula --dijo Valentina--. Que el Amigos del Naranco se va salvar. Vamos a ir a por todas. Valentina y yo asentimos, decididas, pero Maya parecia no tenerlas todas consigo. --?Y seguro que esto es lo que quieres, mija? Porque llevar un restauran no es nada facil y a tu papa le llevaba la vida entera esto de los fogones... ?Que pasa con tus estudios? --En cuanto tenga a alguien. Yo estaba terminando estudios de empresa, contabilidad y gestion. Los necesitaba para el restaurante, claro, pero tambien podia emprender otros caminos. Ahora lo mas urgente era atender el dia a dia. Hacer lo necesario para salvar el restaurante. Es lo unico que se. Cruzo los dedos. A ver a quien me envia Julio. Sea quien sea tendra que ponerse ya. 2 Dos manos mas Al dia siguiente me esforce por dejar el restaurante impecable. Despues de tres meses cerrado habia que ponerlo a punto. Me recogi el pelo en una coleta y me puse un panuelo en el pelo, una bandana, como en las peliculas. Saque una tonelada de polvo a base de escoba y plumero y refregue bien todas las esquinas y las mamparas. Necesitaba que los candidatos se sintieran comodos y pudieran cocinar tranquilos. Ahora faltaba el hueco que habia dejado mi padre, el alma de la cocina, la parte mas importante y sin la que nada podia funcionar. Le habia dado un infarto cerebral que le habia dejado hecho polvo y llevabamos tres meses horribles de hospitales. Al final se habia tenido que volver a Espana, con mi madre. Suerte que yo seguia en Houston y podia encargarme de todo. Quizas hasta se recuperase y, algun dia, pudiera volver. Yo le habia echado una mano hasta ahora, pero solo de pensar en que en diez dias iba a tener que cerrar... La verdad es que el local estaba precioso. Repase con el trapo cada parte: las barricas gemelas de la sidra en la pared, altas y planas. Las habia traido mi padre directamente de Asturias, en avion, y las habiamos pintado de blanco decapado y adornado con flores. Las sillas tambien eran artesanales, de "madera buena", hechas en Oviedo... Barriendo y fregando se me habian hecho ya las once de la manana, se me estaba revolviendo el estomago del hambre y no habia aparecido nadie. !Si me habia dicho Julio que hasta cinco companeras de su escuela se habian apuntado! Pensaba que seria una buena oportunidad de encontrar trabajo incluso antes de acabar los estudios... pero ni una sola entrevista. Yo seguia sentada con el libro de recetas sobre las piernas, mirando hacia la puerta, entreteniendome con el brillo de las encimeras, las mesas y el aluminio de los hornos despues de frotarlos yo misma de arriba abajo. !Hasta habia puesto flores en los jarroncitos de las mesas para dar buena impresion! Tenia hambre, vaya que si, a mi la gusa me entra justo a las once de la manana. A primera hora tengo el estomago cerrado, no me cabe nada recien levantada, pero luego voy haciendo el hambre y a las once lo que me apetece ya es un pincho o una barrita de pan tumaca. Pero acababa de reabrir el local y no tenia en el restaurante ni para hacer un bocadillo. No sabeis lo extrano de esperar en un sitio que sirve comidas y que no haya nada que echarse a la boca. Paso otra hora de reloj y se hicieron las doce en mi movil. Ya estaba bien. Llevaba una hora perdida y me fui a echar la persiana. Estaba claro que, por una cosa o por otra, nadie iba a aparecer. Al fin y al cabo eran todavia estudiantes, lo mas seguro es que no pudieran compaginarlo. Ademas, ninguna de las amigas de Julio seria espanola y tendrian miedo de meter la pata. Tampoco esperaba demasiada seriedad por parte de unas chavalas, pero... !por lo menos podrian haberme avisado por telefono! Yo ya sabia que no iba a ser facil encontrar a mi cocinera o cocinero espanol. ?Donde? ?Como? ?Y en diez dias?

  • Requiem por la bailarina de una caja de musica de Jose Ramon Gomez Cabezas

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    Angel Buendia desesperaba por vaciar sus intestinos. Llevaba ocho anos como guardagujas en la estacion de ferrocarril y nunca le habian entrado esas irreversibles ganas de evacuar estando de servicio. Saco el reloj del bolsillo de su chaleco para comprobar que restaba algo de tiempo antes de que el mercancias pasase por su posicion camino de otra que se le antojaba muy lejana. Con gesto nervioso volvio a depositar el reloj en su pequena prision a la vez que en su cabeza y estomago revoloteaban los ingredientes de la copiosa comida que se habia metido esa misma manana entre pecho y espalda. Habria sido el jodido bacalao del atascaburras o la carne lo que estuviera en mal estado; el caso es que los retortijones se le clavaban en el espinazo, y sus rinones no aguantarian otro envite. Tomo una decision. Disponia de algunos minutos antes de que llegara "La paloma". Con una mano agarro el farolillo y con la otra empezo a desabrocharse el cinturon del raido pantalon azul al salir de la garita. Se encamino a un rincon oscuro. El murete que delimitaba el entorno de la via y la frondosidad de un par de arbustos le proporcionaban, a pesar del frio y la humedad de la noche, una letrina de lujo. Apenas habia acomodado el cuerpo a la ocasion, un ruido no muy lejano le puso en alerta. Se subia los pantalones a toda prisa, cuando distinguio las siluetas de dos o tres personas moviendose por entre las vias. Encendio su farol y se dirigio hacia donde creia haberlos visto, maldiciendo en su camino por igual a esas figuras, los retortijones y el barro. Entre todos prometian fastidiarle lo que hubiera podido ser una noche tranquila. Avanzo unos metros e ilumino la zona. A lo lejos los vio correr por entre las traviesas. No parecian chavales. Algo no encajaba en aquel paisaje tantas veces pateado a lo largo de dias y noches de servicio. A la derecha de los railes, distinguio multitud de pisadas y rastros de matorrales destrozados. Esto no era normal. La luz roja del farolillo se iba proyectando, uno a uno, sobre cada recoveco, cada mata, cada pedrusco. De pronto, choco con lo inesperado. Angel Buendia habia asistido a multitud de entierros, pero todos aquellos difuntos que habia visto no se parecian en nada al bulto tenido de barro purpura que yacia en el suelo. Definitivamente, no iba a ser una noche tranquila. Primera parte Verbo temer, presente de indicativo, primera persona del singular Capitulo 1 Arpegio desafinado 22 de Noviembre de 1925 Al despertar, noto que no va a ser una manana como otra cualquiera. Un incesante martilleo golpea mis sienes mientras intento incorporarme. Oigo un respirar profundo y vuelvo la cabeza con dificultad. Mi tio Domingo dormita en una vieja mecedora, cerca de mi. --Agua... Un poco de agua, por favor --mi voz suena ronca y profunda. --Sera mejor que no hables durante un rato --dice mi tio, desperezandose--. Esta vez ha sido mas fuerte que las anteriores. Su afable imagen contrasta con un timbre de voz tembloroso y un pulso renqueante; al servir el agua derrama un poco por entre la colcha y el suelo. --?Cuanto tiempo llevo asi, tio? Se echa la mano al bolsillo del chaleco y consulta su pequeno reloj. --Aproximadamente, unas… cincuenta y cuatro horas. Nos has tenido muy preocupados muchacho; muy, pero que muy preocupados. --No recuerdo gran cosa. ?Que me ha pasado? En lugar de responder, se lleva la mano a la frente y comienza a pasar los huesudos dedos por el escaso cabello lacio. Su mirada vaga por una de las paredes del cuarto, incluso mientras responde: --Ya hablaremos luego, mas tranquilos. El doctor Messia te recomendo reposo, asi que cuando te recuperes nos iremos una temporada al Viso: alli te pondras bueno. ?Que te deciamos de pequeno? <> no seria la palabra adecuada. Queda con Dios, que yo voy a verlo ahora a misa de ocho y llego tarde. Cruzo lo que me resta de camino desconcertado por las palabras del medico. ?Que es <>...? Paco Carrion aun no ha terminado de limpiar; barre el suelo arenoso del local con un cepillo de ramas. Las pocas sillas de madera reposan encima de las mesas. Aturdido aun, traspaso el umbral. La mirada del viejo mesero se hunde en la mia como un punal de circo, y con un par de zancadas se planta frente a mi. Recibo un empujon que me arroja afuera de la taberna. El gesto del que hasta ahora consideraba casi un amigo me duele probablemente mas que el golpe que recibo en la frente contra una columna. --Aqui no quiero gente como tu, por muy hijo de tu padre que seas --y un sonoro portazo pone punto final a sus palabras. Las pocas personas que pasan por la plaza me miran como a un delincuente al que deberian ajusticiar. No entiendo nada. Esta pesadilla no tiene sentido alguno. Sin saber como, me he convertido en un autentico paria en mi propia ciudad. ?Que carajo ha sucedido durante mi convalecencia? Me apoyo en la pared de la posada "El Sol" para recomponer mi maltrecha figura. Al pasarme la mano por la frente se mancha de sangre: una pequena brecha marcara durante algun tiempo mi desafortunado encuentro con el tabernero. Paso hasta el recibidor de la pension esperando que dona Josefa tenga algo de yodo y un panuelo. Mis ojos se posan como perros cazadores en la pequena mesa de la entrada. Un par de ejemplares de La Gaceta son ahora muy valiosos para mi. Un muchacho de no mas de quince anos casi me sorprende guardandomelos en la chaqueta. --?Desea una habitacion, senor?

  • Galerna de Teresa Hernandez

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    Como escenario, las frias y bravas aguas del Mar Cantabrico. A merced de los temporales, se lleva a cabo cada temporada, una lucha epica entre los valientes hombres de un pueblo marinero y las descomunales ballenas, que cada ano, llegan a las costas de Cantabria en sus viajes migratorios. Esos bellisimos y tranquilos animales se enfrentaran y jugaran una partida a vida o muerte contra aquellos pescadores, “Los Senores del Mar”, que llevados por la necesidad de subsistir, tanto ellos como sus familias el resto del ano, intentaran conseguir un preciado tesoro que albergan las ballenas en su interior, echandose a la mar para darlas caza. Deva, es una joven intrepida, con una mentalidad diferente, en una sociedad dominada por los hombres. Debido a su gran caracter y a su espiritu libre, llega a convertirse en una increible y apasionada cazadora de ballenas, ganandose el respeto y la admiracion de todos sus companeros de batalla. Cuando ya pensaba que le seria imposible enamorarse y encontrar un hombre que supiera aceptar su peculiar forma de entender y enfrentarse a la vida, aparece de improviso, e inconsciente en la playa, un desconocido. Este forastero llegara cargado de muchos secretos y grandes peligros. Ese acontecimiento dara un vuelco a su vida.

  • Nigromante de Carlos Sisi

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    Entrerrios se esta convirtiendo en una aldea inhabitable. Las cosechas son peores cada ano, la caza escasea, la tierra esta enfermando y pudriendose, e incluso estan empezando a aparecer muertos vivientes. Sus habitantes lo saben pero temen decirlo: un nigromante se ha asentado en La Entrana, al otro lado de las montanas, y esta poniendo en peligro sus vidas. El hijo de Miles, jefe de la aldea, acaba de desaparecer, y un grupo de granjeros armados con poco mas que cuchillos y martillos decidiran salir en busca del nigromante. Los granjeros se enfrentaran a un mal que apenas pueden comprender y mayor de lo que serian capaces de imaginar. De la energia magica de la bruja Neana dependera que puedan avanzar en su travesia.

  • Que volvamos a vernos de Amanda Garcia

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    El reloj marca las doce en punto y mi cuerpo me pide escaparme de nuevo. Antes, debo de prepararme para ir a misa, como cada domingo, con mi padre y mis hermanas. He de reconocer que, a pesar de mi querer a Dios, temo aburrirme como de costumbre. Mas mi padre, buen hombre desde que tengo memoria, dice que debemos ir y de ese modo honrar a nuestra madre que con Dios descansa en su seno. Pero yo solo quiero que lleguen las cinco de la tarde y poder correr hacia la hemeroteca municipal. Alli, mi refugio, me siento en paz, sin tener que ocuparme de lavar y peinar a mis hermanas o de fregar con esmero el patio. Tan solo se me permite estar hasta las siete fuera de casa, pero para mi es mas que suficiente. Carmen, la secretaria del edificio, me ha acabado cogiendo carino y me deja poder llevarme el libro a casa para poder terminarlo y devolverlo el domingo siguiente. Siempre me dice que estoy invitada a ir cuando quiera y, que, de mayor, sere la mujer con mas cultura del mundo. La misa acaba de terminar y llega la hora de almorzar. Hoy he preparado sopa porque se que a mi senor padre le agrada y, realmente, es facil de hacer, de modo que me dara tiempo a tener todo limpio para cuando den las cinco de la tarde y pueda salir. En mi camino hacia la hemeroteca, veo pasar a multitud de ninos jugando con sus padres, abuelos dando un paseo e incluso parejas dadas de la mano. Mi madre siempre me decia que los hombres no traen mas que desgracias y que procurase buscar a uno bueno que me cuidase para toda la vida, !ay madre, cuanto la echo de menos! Pero la verdad que me llama la atencion como sera eso de ser querida por un chico. Mi amiga Margarita, con la misma edad que yo, ya tiene fecha para su futura boda con un hombre diez anos mayor que ella y, siendo sincera, no es algo que a mi me gustase vivir. Por eso, prefiero ahora vivir las historias de amor que se narran en los libros y ser libre el tiempo que me quede. --Buenas tardes, Clarita --dice la secretaria. --Buenas tardes nos de Dios --respondo educadamente. La secretaria me pregunto que tal se encontraba mi familia y me invito amablemente a sentarme y leer el libro que escogiese. Escoger, que dificil decision. Tantas historias contadas en cada libro que nunca se por cual decantarme, hasta que vi uno que me llamo la atencion. No era de un tamano muy grande, mas bien mediano podriamos decir, y su aspecto era sobrio y descuidado, como si ya tuviese muchos anos. Se notaba que era un libro poco usado, ya que me costo lo suyo poder alcanzarle y tenerle en mis manos. Al sostenerlo, pude sentir que no se trataba de un libro cualquiera. Sus hojas y su portada se encontraban deterioradas por el paso del tiempo y desprendian un fuerte aroma a baul olvidado La intriga pudo conmigo y me dispuse a comenzar a leer la primera hoja, que comenzaba de este modo: Diario de 1854 Hoy comienza mi nueva vida. Llevo mentalizada de este momento desde bien pequena y es lo mejor para todos. Es mi sexto dia como novicia en el convento de San Cadalso y me produce terror el hecho de sentirme sola. Son las seis de la manana y me dispongo a ponerme los habitos y bajar a rezar a la capilla. Sor Maria, la abadesa del convento, me estuvo explicando en mi llegada todos los horarios que debia de cumplir. Mi hermano mayor, que me acompano hasta la propia puerta del convento para despedirse de mi, hizo multitud de preguntas con el fin de quedarse el mismo tranquilo sobre como seria mi vida espiritual en aquel lugar. Se de buena mano que no es de su agrado que tome los votos y me aleje de nuestra bien amada familia, mas mis padres asi han requerido y mi voluntad es obedecerles. De bien pequena, me gustaba fantasear con mi hermano acerca de un futuro prometedor y dichoso, en el que viviriamos juntos y felices dedicandonos a aquello que nos apasionara. Sin embargo, a mi corta edad de nueve anos, pude entender por mi misma que eso no ocurriria. Mi madre, Magdalena Infante, hija de unos pequenos burgueses, quedo embarazada de su tercer hijo, esta vez un varon de nombre Jose, que apenas estuvo con nosotros seis meses de su vida. Tras la perdida de mi hermano pequeno, mis padres cambiaron y apenas mostraban afecto por sus otros hijos. Con tan solo quince anos mi madre me anuncio que en mi mayoria de edad entraria a formar parte de un convento y me ganaria de ese modo una buena reputacion como cristiana. Yo ni siquiera pude intervenir y me resigne a acatar la decision de mi senora madre. Son las ocho de la manana, la misa acaba de terminar y mis entranas empiezan a rugir hambrientas. Si algo bueno tiene estar en el convento, es que nunca me faltara un plato caliente que llevarme a la boca, aunque bien es cierto que sus inconvenientes tiene tambien. Entre estas cuatro paredes la mayor parte de las mujeres son senoras de mas de sesenta anos de edad, que han decidido dedicar su vida a Dios y, la verdad, que me siento fuera de lugar entre ellas. Por ello, le rezo al Divino para que me envie una novicia que, como yo, con mi edad y mis temores, podamos compartir el tiempo. Mientras tanto, tan solo me queda aguardar y esperar que el tiempo pase. Al llegar la noche, las monjas me reclaman para reunirnos a rezar por ultima vez antes de acostarnos, pero un estrepitoso ruido interrumpe nuestras oraciones. Sor Maria Eugenia decide ir a la puerta principal para ver quien osa llamar a nuestro hogar a tan altas horas de la noche, y yo decido acompanarla por lo que pudiese pasar. Al abrir la puerta, encontramos a un hombre mayor, de unos sesenta anos y de buen parecer, rodeado de tres caballeros y una joven. Que alegria me lleve al ver a una jovencita de mi edad despues de pasar todo este tiempo con personas que me triplicaban los anos. --Buenas noches, Madre. Disculpe tan inadecuadas horas, pero nos ha surgido un percance a mi familia y a mi mismo, y es de extremada gravedad poder hablar con la responsable de su bien conocido convento --dijo el senor de manera firme y respetuosa. --Buenas noches, caballero. Si me acompana usted y sus acompanantes, podran hablar de inmediato con Sor Maria, abadesa del convento. Tras pronunciar dichas palabras, el misterioso hombre junto a los caballeros y la joven que la acompanaban entraron sin miramiento alguno con el fin de hablar con la madre superiora. Reconozco que en mi breve vida me habia topado con infinidad de hombres y mujeres, pero ninguno de los que habia visto se asemejaban a los que vi en esta fria noche. Todos vestian hermosos ropajes, incluso la joven, que lucia un hermoso vestido color marfil y una pamela a juego que dejaba entrever su rostro. La curiosidad cada vez era mayor en mi y las preguntas se agolpan en mi cabeza, ?quienes serian?, ?que les habria ocurrido?, ?que querran?… Al llegar al salon principal, Sor Maria nos pidio que abandonaramos la sala a excepcion de los invitados, pero la intriga pudo conmigo, de modo que pongo mi fino oido al ras del porton de madera con el fin de escuchar la conversacion. --?Desean tomar algo? A pesar de que somos una comunidad humilde gustamos de tener buen trato hacia nuestros invitados --dice la madre superiora. --No se moleste senora --responde el mas joven de los caballeros. He de reconocer que en el fue en el primero que me fije. Sus ropajes y su rostro me resultaban conocidos, como si en otra vida nos hubiesemos encontrado. --Vera usted Madre --continua diciendo el hombre mayor--. Tan solo venimos de paso. Ayer al alba, mis hijos, aqui presentes y uno mismo, decidimos partir hacia Canaluero para resolver unos asuntos pendientes, pero uno de nuestros caballos sufrio un percance y anduvimos hasta, gracias a Dios, encontrar vuestro convento. Por ende, nos gustaria alojarnos esta noche y la del dia siguiente a ser posible. Siempre y cuando no seamos un inconveniente. --En absoluto senor... perdone la indiscrecion, pero aun no han mencionado sus nombres -- responde Sor Maria --Mi nombre es Pelayo de Borbosa, y estos son mis cuatro hijos Carlos, Esparto y mis dos hijos menores Felipe y Lourdes --contesta Don Pelayo. A los pocos segundos, comienzo a escuchar una voz que grita mi nombre "Catalina, Catalina". Es la madre superiora que me llama para ir al salon principal, y para que nadie sospeche que me habia quedado escuchando a traves de las paredes, se me ocurre la ingeniosa y desafortunada idea de entrar corriendo a la sala, como alma que lleva el diablo. Pero tal fue mi desgracia, que yo, vestida con los habitos aun de novicia, tropece nada mas abrir la puerta con tal fin de ir a parar sobre los brazos de Felipe. Enseguida mi rostro se torno colorado y la verguenza se apodero de mi.--Lo siento muchisimo senor, no era mi intencion --digo con un hilito de voz con el fin de disculparme. --No se preocupe Hermana, ha sido un accidente --me responde amablemente el joven muchacho y me sonrie. Juro que, por un segundo, mientras el muchacho se disculpaba, nuestras miradas se entrecruzaron y senti que el mundo se habia detenido. Pero ese esplendido resplandor de felicidad es interrumpido por la voz de Sor Maria. --Nuestra querida Catalina aun es novicia, aunque le queda poco para tomar los habitos, si es que no tiene mas descuidos como los de hoy. Acompana a los senores y a la senorita a los aposentos de la entrada, las monjas y yo dormiremos juntas en otro lado --me indica Sor Maria. Y asi lo hago. Acompano a los invitados a sus dormitorios y me dirijo yo al mio, a sabiendas de que en escasas horas llegara la hora del rezo de primera hora de la manana.

  • Informe sobre Cataluna de Jose Enrique Ruiz-domenec

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  • Siete cuentos morales de J. M. Coetzee

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    Tres relatos del Premio Nobel Sudafricano J.M. Coetzee que representan la esencia de su pensamiento.

  • La traicion de las sirenas de Fernando Benzo Sainz

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    Cuando Emilio, un abogado en la treintena sumido en una crisis de identidad, recibe la noticia de la muerte de Paula, su amor de juventud, decide regresar al reencuentro del lugar donde paso su adolescencia y de su grupo de amigos de entonces.

  • Ella es lady escandalo de Kate L. Morgan

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    Rayner Dankworth trato de escapar del pasado, renuncio a su titulo nobiliario como heredero del ducado de Letterston, se marcho de Inglaterra para comenzar de nuevo, pero ahora tiene que regresar a Pembroke House. Su abuela, la duquesa viuda, ha enfermado de gravedad. Su hermano menor ha desatado un buen lio famiar, y el tiene un asunto que resolver con cierta dama para terminar de enterrar a sus fantasmas.

  • La luz de mis dias de Alejandro Melero

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    Una novela conmovedora, escrita con exquisita sensibilidad, y que engancha desde la primera pagina.

  • Camila. Creando Ilusiones. Bilogia Completa. de Sara M. James

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    Me ganaba la vida como podia, vendiendo telas en un mercado y nunca habia ansiado otra vida, hasta que Rodrigo aparecio y todo mi mundo cambio.
    Yo, al contrario de lo que el pensaba, no era la mujer adinerada que creia conocer. Y cuando mi mundo se desmorono por completo, el amor parecia no ser suficiente.
    Cuando el corazon manda, las locuras toman las riendas de la razon. Pero las verdades siempre acaban saliendo a la luz y tenemos que pagar las consecuencias. No obstante, siempre hay que luchar. Hasta el final. Tal vez, entonces, puede que lo que comenzo como una locura, se convierta en realidad.

  • Muerte en el Rompeolas de Juan Perez-foncea

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    Un importante industrial vasco se ve inesperadamente chantajeado por una oscura banda criminal, hasta entonces desconocida. Advertido de que, si acude a la policia, su familia sufrira consecuencias indeseables, decide contratar en secreto los servicios de Victor Fosch.

  • Senor Costabal de Conti Constanzo

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    A veces creemos que tenemos la vida resuelta, somos plenos y felices hasta que, en un abrir y cerrar de ojos, todo puede cambiar, demostrandote que puedes quedar sin nada. Y cuando sucede, no nos queda otra opcion que ponernos la armadura, salir al mundo y pelear con nuestros propios demonios. Mauricio Costabal, o el diablo, como le llaman en su trabajo, es un verdadero H.D.P.: arrogante, soberbio, egoista., pero totalmente apetecible, que toma lo que quiere cuando se le antoja, hasta que se encuentra con alguien diferente que le hace darse cuenta que su corazon no es tan inerte como el quiere creer, porque tan solo con una sonrisa podria cambiarlo todo, pero el, el senor Costabal, no esta dispuesto a aceptarlo, asi que hara lo unico que se le da bien: apagar esa maldita luz. Beatriz Andrade es una joven inteligente, vivaz, decidida a seguir sus suenos y a encontrar al principe azul que la tome en sus brazos y le de el tan ansiado beso de amor, pero no todos los que tienen armadura lo son. Y lo aprende cuando aparece el, el hombre mas despota que habia conocido, que hace incluso que cambie su forma de pensar. Y como para estar con el diablo hay que estar dispuesta a pecar, ella lo intentara, aunque no por eso esta dispuesta a abandonar su tan ansiado cuento de hadas. Pero todas sabemos que. el que juega con fuego se quemar. ?Podra Beatriz domar al diablo que vive dentro del Sr. Costabal y no perderse ella en el intento? ?Es realmente tan fuerte el amor como para sacar a alguien de la oscuridad? No te pierdas esta nueva novela, donde conoceras al real H.D.P. y no sabras si amar u odiar a los personajes que te llevaran por un camino de extasis sin igual…

  • Una manana en el Tamesis de Diaz De Tuesta

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    Una manana en el Tamesis
    Libro 1o de la serie UN DIA EN EL TAMESIS
    James Keeling, duque de Gysforth, ha hecho una apuesta con sus amigos, en Brooks’s: dara un paseo matinal en barca por el Tamesis con una dama totalmente desconocida, alguien a quien no haya visto jamas, y con la que no haya hablado nunca. Algo que parece imposible de cumplir hasta que, durante una partida de cartas, coincide con un muchacho consumido por el ansia del juego, el nuevo y flamante conde de Saxonshare.
    Lady Bethany Howland, hija del antiguo conde de Saxonshare, sabe que esta abocada a la ruina mas completa. Su primo y tutor esta dilapidando la fortuna familiar con su enfermiza aficion al juego y la mala vida, y ella no tiene modo de impedirlo. Atrapada por los convencionalismos de la sociedad en la que vive, su unica ilusion es el romantico enamoramiento que siente por el duque de Gysforth, al que solo ha visto de lejos.
    El hombre que, una manana en el Tamesis, le rompera el corazon.

  • La vida secreta de los escritores de Guillaume Musso

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    Un puzle literario que el lector que no lograra resolver hasta la ultima pagina

  • Un ligero parecido puede llevar a confusion de A. R. Cid

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    Si alguien me dijera donde me encontraria hoy pensaria que mentia. Ahora no reconozco a la mujer que me devuelve la mirada desde el reflejo del espejo y lo mas sorprendente es que me encanta. Al fin encontre la mejor version de mi misma. Sencillamente, soy feliz. Crei que necesitaria muchas cosas, no es cierto. Aun no habian dado las siete y ya estaba en pie. ?Madrugar yo? !Jamas si se podia evitar! Pero... El tiene que trabajar y no puedo dejarlo marchar, asi como asi, me dije instantes antes, mientras saltaba de la cama sin hacer mucho ruido y con una sonrisa de oreja a oreja. ?Cuales son mis planes? Ni idea, ya se me iran ocurriendo por el camino y es que, quien me diga que el sexo no es adictivo miente. Desde que coloque mis manos sobre su cuerpo escultural y, puede que, con un ciento de chupetones involuntarios, lo marque como mio, siempre necesito mas. (Me he borrado del gimnasio, ahi lo dejo). El, como todas las mananas entro en el bano sin echar el cerrojo. El agua caera con fuerza en segundos y esa sera la senal, no quiero ser descubierta. Su cuerpo desnudo... no es que sea perfecto, tiene alguna que otra cicatriz y lunar, sin embargo, pasar las unas por unos abdominales que, sin ser excesivos, continuan con firmeza hasta llegar a su entrepierna es una de mis actividades favoritas. Entro con sigilo. Cual pantera me coloco al lado del espejo y disfruto de mi reflejo mientras dejo al descubierto el cuerpo que me ha tocado. Me gusta, me siento sexy y poderosa porque se que cuando el me descubra me observara con aquel brillo oscuro capaz de hacerme jadear antes de rozarme siquiera. Tiene esa capacidad y, para que negarlo, la ha tenido desde el mismo instante en el que... !Mierda! !Casi me descubro! Por ahora no voy a deciros quien soy o quien ha conseguido atrapar al hombre que saciara sus instintos animales durante decadas. Me coloco de lado y suelto mi melena. Me encanta que casi roce mis caderas y los bucles tan hermosos que forman al descender en cascada. Abro la puerta de la ducha y me percato de que ya ha percibido mi presencia. Su silencio es la antesala de una ataque sucio, caliente y muy humedo. Entre aquella cascada que desciende por su cabeza se ocultan pensamientos pecaminosos dirigidos solo a mi, por primera vez creo esas palabras que todo macho que intente ligar suelta "No podria mirar a otra mujer, ninguna es como tu". Pero el no me lo ha dicho, me lo ha demostrado a cada segundo. Nada mas adelantar el pie derecho sus brazos me envuelven y atrapan. Es un buen cazador y yo deseo ronronear ante la idea de ser torturada por sus labios, sin embargo, y por motivos que no voy a desvelar en esta ocasion quiero ser yo la que lo torture, la que lo acerque al precipicio, una y otra vez, sin permitirle culminar. Y es que la tortura y el placer pueden llevarse muy bien, convertirse en amigos que vuelve locos a cualquiera. --?Que haces? --me pregunta cuando, sin previo aviso, me escurro entre sus dedos y acabo arrodillada ante alguien que me saluda con alegria. ?Esta nervioso? Es posible, siempre le ha costado dejar en mis manos el control, aunque tampoco consigue decirme que no. --?Tu que crees? --devolvi yo. En mi cara mis intenciones al descubierto. --No tienes por que hacerlo --jadea el, cogiendo aire con fuerza cuando soplo sobre su amiguito. Parece que la ansiedad, el miedo, la emocion y la impaciencia juegan en el interior de su mente sin dejar que se decida. Lo quiere, ambos lo sabemos. --?Y si quisiera? Tu sabor tiene algo capaz de encenderme y... --Me mordi en labio inferior con intencion. Mi sonrisa se ensancho--. Tengo un antojo... --Puse morritos--. Solo recordar la primera vez que... Mmm... --Deja que sea yo quien te complazca. No me gusta que te esfuerces --trato de argumentar el. No se lo permiti. Atrape a su amiguito entre mis labios y me movi con suavidad. Juro que no hice nada mas, sin embargo, tuvo que agarrarse a las paredes para no caer. Perdio las fuerzas. --?Estas bien? --Trate de sonar preocupada. Se me escapo una risilla y jodi todas mis intenciones. --Mala. --Lo se. ?No te encanta? --Y yo temble al sentir sus dedos agarrando mis cabellos en un puno. No hizo nada, el jamas me moveria contra mis deseos, no pidio nada. Solo me aferro con fuerza, sin danarme, pero mostrandome que era suya. (Aunque lo intente no puedo explicarlo mejor). --Me las pagaras. --Cuando quieras, capullin. Y volvi a su prepucio. La piel tan suave, tan duro, tan perfecto. Su sabor, su postura tensa mientras contenia los jadeos. ?Quien podia jurar que era yo la que se sometia a su placer cuando todo el control me pertenecia? Sus pensamientos y deseos tenian un nombre, el mio. Me movi con rapidez y constancia, al principio. ?Suena un poco guarrete decir que tambien probe a sus gemelos? El pobre olvido como se respiraba, creo que se atraganto. El problema es que lo que crei que serian horas se transformaron en minutos. Lo vi venir, lo esperaba, no obstante... Dire que tengo una excusa para lo que ocurrio a continuacion. Y volviendo a lo que seguro que os tiene intrigadas. ?Que ocurre cuando un hombre toca el cielo? Que lo demuestra en forma de pequenos escupitajos, llenos de nadadores, que salen a presion en busca de un final que no iban a encontrar en las paredes del bano. Ahora me direis, ?y que tiene eso de malo? Malo, malo... nada. Yo contaba con tres impulsos, me llamareis obsesiva, pero despues de meses de sexo crei que con el siempre eran tres, con tan mala suerte que hubo uno mas y en mi anhelo de ponerme en pie me dio en un ojo. No soy vengativa, ?vale? Tampoco es que fuera algo malo lo que, mi cuerpo sin tener en cuenta a mi cerebro, respondio. En algun breve instante mi cuerpo lo vio como una ofensa y, momentaneamente ciega, mi respuesta mas logica fue devolverle el favor. ?Conclusion? Puede que, en el cuarto impulso de mi prometido, tras un impacto no esperado en lo que consideraba mi ojo derecho y sin ningun tipo de maldad en mente, yo le escupiera la polla. Bueno, puede que lo hiciera dos veces. Para mi abogado comentare que estoy embarazada de dos meses y las hormonas me tienen loca. Para mi hermana... !Casi me descubro de nuevo! !Ay el amor, que punetero es! Capitulo 1 Y solo cuando la noche cae, cuando la luna decide timidamente ensenar la nariz, puedo ser realmente yo. Aquella luz plateada llena mi cuerpo de energia, de magia, y me permite volar sin preocuparme de las consecuencias. Poco importa lo que opinen los demas, solo estamos mis deseos y yo. El espejo confirma la sensacion que se ha atrincherado en mi pecho, estoy hermosa. ?La felicidad difumina los defectos? Es posible, al menos mis ojos castanos brillan con fuerza mientras termino de pintarme los labios. Soy yo, pero no la yo que por el dia estudia y trata de sacar adelante su carrera de fisica. Soy aquella que quiere bailar hasta que los musculos le duelan, aquella que quiere sentir las miradas sobre su cuerpo, el deseo de aquellos que la rodean y saben que jamas podran alcanzarla. Quizas, tal vez esta noche encuentra a alguien que cumpla MIS requisitos, tal vez... ?Y si es asi? Me pregunte mordiendome el indice y con una sonrisa depredadora en mi rostro. Melanie me espera fuera. Sarah no deja de bufar desde el sofa, no ha habido forma de convencerla. No puedo creer que nos parezcamos tan poquito... --?Y bien? ?Que os parece el resultado? --pregunte saliendo triunfal de mi dormitorio. Las luces del salon no eran las mejores para resaltar mis atributos, pero la sonrisa de Melanie me dio la respuesta--. ?Y esta? ?Sigue de morros? --anadi, sentandome al lado de Sarah sin llegar a mirarla. --!A mi no me metais! --respondio Melanie levantando las manos en senal de paz, aunque la risita no consiguio ocultarla. --Deberias soltarte la melena. --Me gire hacia Sarah y atrape uno de sus mechones al vuelo --. !Oh! !Venga ya! No te pongas de morros. ?De verdad esperas que el protagonista de alguno de estos tostones romanticos salga de la pantalla y decida llevarte al fin del mundo? !Despierta! Si quieres un tio sal y buscalo. --Para follar no necesito a nadie --solto con rotundidad. Si nuestra madre pudiera escucharla... la nina buena tenia la lengua afilada--. Lo que necesito no se encuentra en los antros que tanto te gustan. --Me encogi de hombros y decidi que era una noche muy hermosa para desperdiciarla en la eterna discusion. Tacones bajos para poder soportar el pasar de las horas y mucha energia. Lo demostre levantandome de un salto y haciendo una ligera inclinacion en direccion a Melanie. --Estas loca --dijo Melanie aceptando la oferta. --?Que tiene de divertido ser una persona recatada y cuerda? --Acerque mi rostro al suyo y, con un tono mucho mas bajo y sensual anadi--. Dejame llevarte al infierno y hacerte sudar... --Algun dia pensaran algo raro --contesto Melanie, sin llegar a alejarse. Las dos estallamos en carcajadas mientras, agarradas del brazo, nuestros tacones repiquetearon en el parque rumbo a la salida. --!Aqui no traigas a tu ligue que luego me toca a mi echarlos! --grito Sarah, digamos que no la escuche por culpa del portazo--. !Como lo hagas lo largo en pelotas! --Vale, ahi no pude evitar responder. --!Sarita, no me digas eso o te traigo a dos! --aunque bien pensado eso podia dar demasiado trabajo... Dicen que salir de fiesta es ir a beber y hacer locuras, yo, en cambio, disfrutaba sintiendo la musica en las articulaciones, en los musculos. Cuando entrabamos en cualquier antro Melanie se dirigia a la barra y yo a la tarima. Queria ser el centro sin ver a nadie, cerrar los ojos y dejar que aquellas notas me llevasen a mecer las caderas, convirtiendo mi cuerpo en caliente gelatina capaz de llevarme al limite. El placer no solo es un beso, una caricia, un polvo. Placer puede ser aquella tension saliendo de mi cuerpo cuando me dejaba llevar por una cancion que colapsaba mis neuronas y acallaba la voz que gritaba en el interior de mi mente. Las responsabilidades se difuminaban en la oscuridad, resaltada por luces estroboscopicas que nos daba sensacion de intimidad, aunque podia haber decenas de ojos sobre nuestras pieles. Yo era una amazona, no la que caminaba por el dia y sonreia controlando, en cierta manera, mis respuestas. Yo era la que podia pasar las unas por el pecho de un hombre, que claramente me deseaba, con la mirada incendiada sin ninguna intencion de ir mas alla. Era la que pasaba los ojos sobre aquellos que podrian, o no, interesarme olvidandome a los dos segundos de todos ellos si la musica me gustaba.

  • Asmina, amores y pasiones de una esclava de Isabella Abad

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    Africa, 1790. Los cazadores de esclavos atrapan a Asmina, joven mujer de la tribu Fon. Su sencillo mundo se derrumba y lo pierde todo: familia, hogar, libertad.
    Trasladada al Brasil portugues, nucleo de la produccion azucarera y cafetalera, la larga cadena depesares comienza. Pero tambien la esperanza y la hermandad del candomble, religion sincretica. Gracias a ella, Asmina confiara solo en la orixa,el espiritu Obba para su salvacion.
    El dolor tiene cara de hombres blancos y Marciano sera su nemesis. Pero en el horizonte de desastres, Marco Braganza se presenta como la cara bondadosa del sistema y con el, el amor, prohibido y pasional. Con el, los suenos del romance baten alas y todo se presenta diferente.
    Los acontecimientos se suceden y en la voragine de los mismos, emerge un nuevo hombre: Demba, un esclavo con hambre de libertad, un gigante de ebano que considerara a Asmina de su propiedad desde que la ve.
    Entre ellos y un paraiso lejano, los quilombos del Matto Grosso, se debaten el corazon y la razon de Asmina.
    En el marco de uno de los comercios mas horrendos de la historia, el trafico negrero, y las fazendas brasilenas, una ficcion que te impactara por su crudeza y que te llenara de emociones..
    Esta es la vida de Asmina, ?te atreves a conocerla?

  • Nunca juegues con fuego(Insaciable 1) de Isabella Marin

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    Una chica rota. Una sencilla norma: prohibido amar. Un hermoso desconocido empenado en cambiarlo todo.

    Robert Black : Abogado. Playboy. Acostumbrado a ganar siempre, por la sencilla razon de que se le da muy mal perder. Un hombre intimidante, aunque no lo bastante como para cohibirla a ella.

  • Temporal de Tomas Gonzalez

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    Mario y Javier salen de madrugada a pescar con su padre. Y desde las primeras lineas de esta novela con tintes de thriller psicologico es claro que la tormenta y el odio que sienten los hijos por el padre amenazaran a los tres personajes, hora tras hora de la travesia, con sumergirlos en la desgracia. No importa que tan abundante sea la pesca ni que tan imponentes sean las imagenes de la naturaleza que los rodea, pues las arremetidas del rencor nunca dejaran de sorprenderlos, y los hermanos se quedaran perplejos ante las ansias de acabar con el padre.

  • Martina de Carmela Trujillo

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    La escritora Martina Pena Grande acepta ser maestra rural en un pequeno pueblo del Pirineo aragones. Ella, que desde siempre ha tenido una peculiaridad nada comun (ve espiritus y tiene suenos que luego se cumplen), ha tocado fondo en su vida porque su ex, siempre que le dice “ven”, ella lo deja todo, como en la cancion. Ha tocado fondo porque sus citas no acaban -ni empiezan- bien, porque las liquidaciones de sus libros son minimas... Necesita una nueva vida, como los testigos protegidos de las peliculas.
    Cuando conoce a Ricardo, con sus aires de montanero, ni se le pasa por la cabeza que se estableceria un vinculo especial entre ellos ni que encontraria su hogar junto a el. Y es que comprende que lo que le pedimos a la vida no solo puede tardar veinte anos en llegar, sino que puede aparecer de la mano de la persona mas insospechada.
    Martina tiene una estetica rompedora donde se funden personajes solidos y bien perfilados, un excelente dominio del lenguaje y una trama muy atractiva. Una novela original y magnifica.
    Una novela donde lo cotidiano es casi poetico, con pinceladas brillantes para los detalles y una esencia poderosamente romantica.

  • Los jardines del presidente de Muhsin Al-ramli

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    En las cajas se encuentra la cabeza de Ibrahim, un hombre al que todo el mundo apreciaba por su bondad y discrecion, y por su particular filosofia de saber afrontar las tragedias aceptando su destino. Habia nacido y se habia criado en un remoto pueblo del norte de Irak, junto a sus eternos amigos de la infancia: Tarek, de vida acomodada y al que siempre la vida sonrio; y Abdula, huerfano y depresivo, a quien llaman Kafka por su manera de pensar y por haber devorado las obras de aquel autor. Los <>, como eran conocidos, habian vivido juntos alegrias, esperanzas, amores…, tambien guerras y las arbitrariedades del poder.

  • Boda con un extrano (Millonarios italianos 3) de Florencia Palacios

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    Tercera entrega de la saga millonarios italianos.
    La presente es una novela de romance, erotismo con cuotas de misterio y suspenso, distinta a las anteriores.
    Boda con un extrano.
    Una manana Isabella despierta en un hospital sin recordar nada, aturdida y con un fuerte dolor de cabeza, solo sabe que ha perdido la memoria y toda su historia parece atrapada en una especie de limbo.
    A su lado hay un hombre guapo y seductor, un italiano que lleva anillo de casado y la trata como a una reina.
    No sale de su asombro al enterarse que ese hombre es su marido.
    No puede creer su buena suerte. pues de repente recuerda que era una chica profuga y solitaria.
    Descubrir la verdad se convertira en su obsesion y tambien descubrir quien es ese hombre que dice ser su esposo y del que no puede recordar nada.

  • No hago planes a tan largo plazo de Cristina Duran

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    U PROLOGO Madrid, 17 de diciembre de 2014 na voz femenina conmino a dejar un mensaje despues de la senal dado que la persona poseedora del numero de telefono lo tenia apagado o fuera de cobertura. Al sonar el clic, otra voz, en esta ocasion de hombre, comenzo a hablar despues de carraspear: <

  • Las puertas del infierno de Richard Crompton

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    El detective Mollel, destinado a un pequeno pueblo perdido en un extremo del Parque Nacional de Hell’s Gate como <> por denunciar la degradacion de las altas esferas del Gobierno de Nairobi, esta convencido de que su carrera ha terminado para siempre. Ademas, ?es su herencia de guerrero masai un lastre para poder desempenar su labor conforme a las normas del sistema?, ?y si a pesar de estar del lado correcto de la ley resulta casi imposible discernir donde reside la justicia? Pero cuando una trabajadora de unos grandes invernaderos de rosas destinadas a la exportacion aparece ahogada, Mollel empieza a darse cuenta de que los tentaculos de la corrupcion han alcanzado tambien, ese remoto lugar del pais: enemistades tribales, caza furtiva, poblaciones desplazadas, escuadrones de la muerte que superan en numero y en armamento a las autoridades encargadas de detenerlos…
    A la vez que nos transporta a uno de los escenarios mas complejos y fascinantes del continente africano, Crompton radiografia honesta y convincentemente la Kenia actual, una nacion que se debate entre el poderoso apego a las tradiciones y el avance irrefrenable de la globalizacion, logrando asi integrar toda la riqueza de una cultura ancestral en una absorbente y contemporanea trama de novela negra.

  • Confesiones de Laura Barcali

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    Lorena es una mujer que huye hasta Zamora para esconderse de un marido posesivo y abusador. Pedira ayuda a su padre, bedel de un colegio catolico, y empezara una nueva vida desde cero escondida en el centro religioso.

  • Un amor que sorprende de Sophie Saint Rose

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    Regina estaba bien hasta que sus hermanas le senalaron que su jefe se metia demasiado en su vida privada, que era un tirano y un dictador. Entendio que debia poner limites pero Mick Randall se resistia. Que sus hermanas hicieran de las suyas era algo que no habia previsto.

  • Un punado de amigos y dos cerezas (SUMA), Rosa Grau de Rosa Grau

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  • Quarabel 3 de Gabriel Nieto

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    Tercera y ultima parte de la trilogia Quarabel
    *Episodio final de una historia alucinante que en su ultima parte desborda todavia mas fantasia, mas suspense y muchas mas emociones.
    *La vida de Pablo da un giro inesperado, mientras la novela nos lleva de sorpresa en sorpresa, otra vez a un ritmo frenetico, compaginando el nuevo orden en Quarabel y la vida en un planeta Tierra sometido por el tirano.
    *Nuevos descubrimientos, reencuentros, enigmas desvelados y un secreto oculto que le hara ver a nuestro protagonista la vida desde una perspectiva que nunca antes imagino.
    *Una historia que supera incluso a las dos anteriores.

  • Pura pasion de Annie Ernaux

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    <>; asi empieza la historia sobre la pasion de una mujer culta, inteligente, economicamente independiente, divorciada y con hijos ya mayores, que pierde la cabeza por un diplomatico de un pais del Este <> y siente especial debilidad por la buena ropa y los coches aparatosos. Si el tema que da lugar a esta novela es aparentemente trivial, no lo es en absoluto la vida que lo alienta. Muy pocas veces antes se habia hablado con tan descarnado descaro, por ejemplo, del sexo masculino o del deseo que idiotiza, que trastoca. La escritura aseptica y desnuda de Annie Ernaux consigue introducirnos, con la precision de un entomologo que observa un insecto, en el febril, extasiado y devastador desvario que cualquier mujer -?y cualquier hombre?-, en cualquier lugar del mundo, ha experimentado sin duda al menos una vez en su vida.

  • El Toque de las Sombras de Magenta Perales

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    Katrina no era nadie. No era nada.
    Un bebe abandonado mas.
    Una huerfana mas.
    Hasta que Kael aparecio en el orfanato.

  • Vendida como Mercancia de Brenna Day

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    Esperaba a su principe azul
    Pero su padre la vendio como una vil mercancia...
    al hombre mas sexy y peligroso de todos

  • Frio y calor (Los secretos de Boira no 2), Gina Peral de Gina Peral

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