• el viento no espera - Raquel Sanchez Silva

    https://gigalibros.com/el-viento-no-espera.html

    Una nina dormida con un futuro por vivir, una mujer embarazada, un vagabundo sin voz, una viuda que comienza a sentir el amor, una camarera que jamas lo ha sentido, una madre que se convertira en faro una vez agotada su deriva y una famosa actriz y su falsa historia de amor. A todos ellos los va a unir el abrazo del viento extrano de Tarifa y los rincones magicos de sus calles, en una mezcolanza de encuentros, desencuentros, secretos ocultos y pasiones que salen a la luz. Una historia sobre lo mejor de la vida que, como el viento, parece irse pero siempre vuelve.

  • El viento no espera - Raquel Sánchez Silva | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-el-viento-no-espera/272067

    20 nov 2018 — Sinopsis de El viento no espera: ... Una niña dormida con un futuro por vivir, una mujer embarazada, un vagabundo sin voz, una viuda que comienza ...

  • El viento no espera (Autores Españoles e Iberoamericanos ...

    https://www.amazon.es/El-viento-espera-Volumen-independiente-ebook/dp/B07HYH3BTG

    Mirar en el interior de este libro. El viento no espera (Autores Españoles e Iberoamericanos) de [Raquel Sánchez Silva]. Play Muestra de Audible.

  • raquel sanchez silva - el viento no espera - Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-el-viento-no-espera/9788408193340/7363715

    Una niña dormida con un futuro por vivir, una mujer embarazada, un vagabundo sin voz, una viuda que comienza a sentir el amor, una camarera que jamás lo ha ...

  • EL VIENTO NO ESPERA - SÁNCHEZ SILVA RAQUEL

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    Información del libro · GéneroLiteratura contemporánea · EditorialPLANETA · Año de edición2018 · ISBN9788408193340 · ISBN digital9788408200147 · Idioma Español.

  • Reseña: El viento no espera, de Raquel Sánchez Silva

    https://elcuervodealasrotas.blogspot.com/2019/09/resena-el-viento-no-espera-de-raquel.html

    16 sept 2019 — Hoy vengo con una reseña difícil, porque aunque he disfrutado de éste libro he ido teniendo todo tipo de sensaciones mientras lo leía...

  • El viento no espera - Raquel Sánchez Silva -5% en libros - Fnac

    https://www.fnac.es/a6192558/Raquel-Sanchez-Silva-El-viento-no-espera

    El viento no espera, libro o eBook de Raquel Sánchez Silva. Editorial: Planeta. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • El viento no espera - Anika Entre Libros

    https://anikaentrelibros.com/el-viento-no-espera

    En "El viento no espera" las vidas de diversos personajes sin aparente relación entre sí, separadas por el tiempo y el espacio, se entrelazan de manera ...

  • Un libro que emociona: reseña de “el viento no espera”. - NTA

    https://noteaburras.es/2019/05/03/libro-que-emociona-resena-viento-no-espera/

    3 may 2019 — Encuentra la reseña del libro el viento no espera de Raquel Sánchez Silva. Un libro lleno de historias yde experiencias vitales.

  • el viento no espera - raquel sanchez silva - Letras a la Taza

    https://www.letrasalataza.com/libro/el-viento-no-espera_38990

    EL VIENTO NO ESPERA, RAQUEL SANCHEZ SILVA, 19,50€. Una niña dormida con un futuro por vivir, una mujer embarazada, un vagabundo sin voz, una viuda que ...

  • El Viento No Espera - TROA Librerías

    https://www.troa.es/libro/el-viento-no-espera_1000990

    Comprar El Viento No Espera, editorial Planeta. En la librería online TROA encontrarás a la venta el libro El Viento No Espera de Raquel Sánchez Silva ...

  • Tu y El (El Juego 2) de Azminda Cangar

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    Kaira sabia que solo era un Juego, que debia seguir las reglas y que en caso de emergencia, debia gritar: “Dite”. No grito, rompio las reglas y se enamoro. Con nuevos jugadores en el tablero y las reglas rotas, decide hacer lo mas seguro para ella. Abandonar el Juego. Owen y Alex, aunque siempre tienen las puertas abiertas para escoger nuevas jugadoras, van contra pronostico y mantienen su apuesta por ella. Con su mejor juego en la mesa, buscan en los nuevos participantes las respuestas. ?El amor tiene cabida en el Juego? Lucharan por ella. por ellos, o moriran de placer en el intento. ?Se acaba el Juego o simplemente cambian las reglas? El Juego: Tu y El. ?Seguimos Jugamos?

  • El mal camino de Mikel Santiago

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    Tras convertirse en un fenomeno internacional con La ultima noche en Tremore Beach, Mikel Santiago se consagra definitivamente como un maestro de la intriga con su segunda novela, aun mas adictiva y llena de suspense que la anterior.

  • Entre brumas de Raquel R. Gallagher

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  • Soy una mama divorciada y alocada de Megan Maxwell

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  • Tan poderoso como el amor de Cesar Antonio Molina

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    Cien son las premisas que encontramos en este libro, y cada una de ellas es una afirmacion sobre los poderes o caracteristicas que tiene el amor, justificada a traves de la cultura. Partiendo de 100 peliculas y de otras tantas obras literarias de referencia, el autor nos argumenta por que el amor es el sentimiento mas poderoso del ser humano.
    A partir de peliculas tan celebres como Casablanca, El ultimo tango en Paris, Jules y Jim, Secretos de un matrimonio o Hiroshima, mon amour; tan sugerentes como Lolita, Bella de dia, Infiel o El imperio de los sentidos; tan asequibles como Los amantes del circulo polar, Delitos y faltas o Los puentes de Madison, este es un libro que recorre un paisaje cinematografico apto para todos los publicos y que enriquecera, gracias a sus multiples niveles de lectura, a cualquiera que se le acerque.
    En una muestra de dominio cultural impresionante, Cesar Antonio Molina nos sumerge en un mar de dudas con sus respuestas, totalmente argumentadas y deliciosamente plasmadas a traves del analisis de obras cinematograficas de primer nivel.

  • Cuando vuelva la luz de Julio Septien Del Castillo

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    En un futuro incierto, en el centro de una ciudad muy familiar, el gigantesco monasterio semiolvidado conocido como el Santuario permanece, bajo la custodia de la Orden de San Agustin, como el ultimo baluarte de saber en un nueva era de oscuridad y creciente fanatismo. Polibio, un nino acogido como novicio por la Orden, descubrira poco a poco el mundo cerrado del Santuario, los tesoros de otro tiempo que aun alberga, y buceara en sus secretos mas escondidos.

  • No te apiades del Devorador de Lighling Tucker

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    Pixie Kendall Rey no esperaba que al llegar al hospital con su amiga Grace, que acababa de romper aguas, no la atendieran. Eso la obligo a recurrir al unico lugar al que su madre siempre le habia prohibido acudir: la base militar.

  • El tren de Ivano Ferrari

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    Son horas que nieva sin parar, el tren esta parado enfrente a la estacion, esperando la senal de salida para este largo viaje, en una silenciosa noche de Navidad, donde parece que hasta el tiempo se ha parado. Mirando el cielo ves una luna blanca redonda y sola, sin miedo y sin prisa, como tu, que la miras queriendo que te hable, que te diga que falta poco, brilla tanto que parece el sol, alargas una mano para tocarla, casi lo consigues, te pones de puntillas y haces otro pequeno esfuerzo, pero todavia sigue demasiado lejos, te ries pensando en el juego de poderla rozar con los dedos, lo habias visto hacer a un nino con su madre, hace tiempo, durante una noche de luna llena. A traves de la densa nieve ves unas figuras acercandose, faltan pocos minutos para el inicio de esta aventura, los motores ya estan calientes y los pasajeros estan llegando. Te masajeas las piernas, sabiendo que te espera una dolorosa noche, sacas el termo de cafe del bolso de piel que llevas colgado al hombro y bebes la mitad, te pones la gorra y abres la puerta del tren, llamando a las pocas personas que en esta noche de fiesta estan obligadas a estar aqui, empezando un aburrido y frio viaje, que termina al amanecer con una sola parada, la ultima. Bajo la luz de esta inalcanzable luna, que tiene la misma sonrisa arrugada y dulce de una abuela. Donde nadie se conoce, pero todos tienen una cosa en comun, la llegada. Donde tu sabes los secretos de todos, antes de verles las caras. Donde tu decides si les llevaran regalos o carbon, si se han portado bien o mal este ano. Donde tu controlas los billetes de solo ida, de un duro viaje en un viejo tren que solamente tiene un vagon. --Senores, pueden subir, salimos-- CAPITULO 1 EL REVISOR "Pesado, enorme y cansado, comiendo carbon y escupiendo fuego, ahora descansa, esperando un largo viaje entre el blanco de la nieve y el negro de las tinieblas. Paciente, mirando a la cara al frio metal de los railes, que lo guiaran al final de una vida y al inicio de otra" Te obstinas en mirar a traves de las pequenas ventanas del tren, son anos que lo haces, en cada viaje buscas algo diferente, un particular que se te haya escapado el dia anterior, te esfuerzas por alcanzar con la mirada aquel impalpable horizonte que no tiene comienzo y no tiene fin, sabiendo que lo que ves es siempre lo mismo. En esta noche de Navidad donde todo es blanco por la nieve, donde las personas felices estan cenando con sus propias familias, donde los ninos que han sido buenos esperan a Papa Noel, y tu, ?te has portado bien este ano? Tienes las piernas hinchadas, te duelen, pero tu sigues estando de pie frente a la ventana, mirando un paisaje inexpresivo y silencioso, esperando que hoy cambie, con la ilusion de que suceda. Sabes que te estas enganando, asi despues de un largo suspiro te masajeas suavemente las rodillas, y empiezas tu viaje en este pequeno tren que hace solo una parada. Tu, frente a la puerta del vagon de pasajeros, antes de desplazarla y entrar, te paras a pensar que rara es la vida, gente que no se conocen viajando hacia una unica estacion de llegada, pero cada uno de ellos buscando algo diferente, hay quien se escapa, quien va por amor, por dinero, o para vengarse de alguien, pero todos van al mismo sitio, que ofrece solo una cosa, nada. Tu los conoces, sabes las verdades de todos ellos, ya nada te sorprende, ninguna historia te hace sentir feliz o triste, ya no hay mas relatos que te dan miedo, te has acostumbrado, para ti es solo un trabajo, y con una sonrisa estampada en la cara entras solicitando... --!Billetes! !Billetes por favor! -- CAPITULO 2 ANTONIO RODRIGUEZ "El vagon tenia el mismo olor a viejo y moho de su casa, por eso le gustaba, le hacia pensar en su madre" Te acercas y lo ves, un hombre acabado, cansado de una vida que nunca le ha dado nada a cambio. Ojos amarillos, enfermos y tristes, sentado con las manos en las rodillas, agarrandolas con todas sus fuerzas, como si alguien se las quisiera quitar, mirandote fijo sin ninguna expresion, ?te estara escuchando? --Billete por favor-- Lo coge del bolsillo izquierdo de la chaqueta y casi te lo tira en la cara. !Si! Te habia escuchado. Tu sigues mirandolo con una mascara de falsa sonrisa y eterna paciencia, y con educacion y calma le das las gracias y te vas. Lo conoces, conoces a todos, sabes que su vida no ha sido facil, portero de un edificio de una pequena ciudad, donde todos se conocen, donde nacer, sobrevivir y morir son las unicas cosas que se pueden hacer. Toda una vida pasada en aquel sitio entre trabajo, casa y hermano. Hacia anos que cuidaba de el, condenado para toda la vida en una silla de ruedas, sin piernas y sin ganas de hacer nada. Haciendo de padre y madre, el primero casi desconocido y la segunda muerta asesinada, tambien le hacia de enfermero y de cuidador, lavandolo, medicandolo y ayudandolo en todas las cosas que el no podia y no queria hacer. A pesar que le hacia de esclavo todo el dia, el hermano menor lo odiaba, le echaba en cara a cada momento su situacion de minusvalido, haciendole sentir responsable por la perdida de sus piernas. Los dias pasaban, todos iguales, pequenos trabajos de mantenimiento, limpieza de las escaleras y de la entrada al edificio, el correo, y todas aquellas cosas que hace un portero, y el lo hacia bien. Con el tiempo habia aprendido a detestar aquel trabajo, no tanto, como a la gente que vivia en el bloque, descuidando a veces, por despecho, detalles que molestaban a los residentes, como meter los folletos publicitario en los buzones, o regar demasiado las plantas, haciendo que el agua sobresaliera, inundando el suelo para luego pisarlo y volver a su casa, escondiendose detras de la puerta y espiando a la gente enfadandose. Eran cosas infantiles, de nino, como su cabeza, que se habia parado hacia mas de cuarenta anos. Buenos dias y buenas tardes, las unicas palabras que decia, era muy reservado y asocial, no le interesaban los cotilleos y se ponia nervioso cerca de desconocidos o en grupos superiores a tres personas, intentaba evitar a los vecinos, no le gustaba ver sus caras siempre educadas y sonrientes. Para todos era el senor Rodriguez. Envejeciendo al lado del hermano, sin haber conocido nunca el amor, un poco por falta de tiempo y un poco porque no queria enamorarse, pero sabia lo que era, lo veia en los demas, los veia atormentarse, pelearse y llorar, y a el no le gustaba sufrir, nunca mas. Se acercaba el dia para jubilarse y abandonar todo. Coger el coche y viajar, conocer todo aquello que no habia podido visitar, pero no podia hacerlo, no con su hermano enfermo. La Navidad estaba al caer y los inquilinos estaban haciendo una recolecta para regalarle algo especial, no el clasico sobre con dinero o una caja de puros, algo diferente, pero, ?se habra portado bien este ano? Te alejabas sin pensar en nada, no estas alli para juzgarlo, solo quieres hacer tu trabajo, quieres terminar pronto para poder sentarte y dar descanso a tus piernas, pero todavia es temprano, asi sigues con tu deber, pensando en toda la nieve que esta cayendo en esta fria noche que acaba de empezar.

  • Respira de Marta Yanci Serrano

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    Valladolid. Anos sesenta. Un joven artista persigue sus suenos en contra de lo establecido. Una ilusion que le arrastrara al sordido mundo de la drogadiccion.

  • 3210 Anno Domini de Rafael Salcedo Ramirez

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    La carga exploto y la puerta de aquella vivienda quedo arrancada de cuajo, desprendida en su totalidad del marco de acero que la sujetaba, ahora convertida en trozos minusculos esparcidos en derredor. Simultaneamente, el gas de los botes lanzados en el ataque se expandia denso por la estancia y en la oscuridad se oian los gritos y llantos de sus ocupantes apretados entre si dentro de una de las habitaciones. -!Policia! gritaron al encanonar a estos los miembros de la patrulla a quienes, parapetados en sus trajes especiales de asalto, no les afectaba aquella atmosfera infernal que dejaba fuera de combate a quien quedara expuesto a ella. De la habitacion opuesta surgio corriendo una mujer que llevaba un bebe en sus brazos intentando alcanzar la salida; en un intento inutil puesto que el agente George Bancroft la apunto con su arma y le descerrajo un disparo tan certero que convirtio ambos cuerpos en una amalgama sanguinolenta que aparecia esparcida por suelos y techos. -Perfecto Bancroftgrito el comandante de la patrulla mientras se acercaba a este para felicitarle. El joven agente, de mas de dos metros de estatura y de complexion herculea, causaba impresion a cuantos se enfrentaba en los ejercicios de la Escuela de Policia de la Tierra, cuyo curso precisamente finalizaba con aquel simulacro que el mismo habia coronado con matricula de honor al reaccionar tal como le habian ensenado: implacable; claro que las victimas eran solo holografias y que todo estaba rodeado de tecnologia virtual. Habian sido meses y meses de esfuerzo, de fatigas a veces, de momentos de duda, de momentos de desesperacion para tomar sus pertenencias y salir huyendo, de momentos alegres con los companeros, de momentos tristes, rodeado de rudos e insensibles instructores que procuraban anular el libre albedrio de sus subordinados; aprendices bisonos de ejecutores de la ley mas terrible jamas ideada por el hombre. Habian sido dias de furia y de jubilo a la vez. Dias de viento y de fuego, de agua y humo, de fuerza y honor, de orgullo y temor; ese temor que atenaza y que hace perder el sentido de la justicia, de la verdad, de la bondad, de la piedad que, dia tras dia, George fue arrinconando en su mente ahora fria, metalica, en la que los rasgos de humanidad habian sido borrados con meticulosidad por el entrenamiento mas feroz que pudiera imaginar. Habian sido dias terribles porque quedo aterrorizado al comprobar que era incapaz de sentir lastima cuando companeros, que no habian mostrado la suficiente capacidad para resistir el entrenamiento, eran aniquilados delante de sus narices, despedazados sin remilgos por armas poderosas que serian pronto su medio para imponer la ley, bajo la mirada atonita y de hielo de todos sin comprender que aquello era parte de su entrenamiento; cuyo fin no era otro que romper sus esquemas, para dotarles de una pantalla contra cualquier tipo de conmiseracion con las potenciales victimas de sus letales acciones de combate. Habian sido dias en los que el amanecer se fundia con el anochecer, el alba y el ocaso se sucedian sin descanso y su existencia se limitaba a momentos de lucidez con otros de deseo irrefrenable de aniquilacion de cuantos objetivos le fueran marcados, en una furia ciega e irrefrenable, para la cual el unico balsamo reparador era la sangre de aquellos enemigos de La Tierra y un grito de victoria saliendo furioso de su boca, confundiendose con el lamento de las victimas que alimentaba su sinrazon. Pasaron raudos los dias y, ya con su placa de oficial luciendo en el estrenado uniforme, aquella manana gelida de invierno la lluvia fina caia sin descanso desde el amanecer a las afueras de la poblacion, cuya limpieza habia sido decretada. El comandante aun no habia dado la orden de ataque y los nervios permanecian tensos ante la inminente senal de inicio de la operacion, que para George Bancroft seria la primera de su carrera tras meses de duro adiestramiento. Pertrechado con todo el equipo y prestas las armas para fuego real, el joven agente -conocido entre sus companeros de filas por su seriedadmantenia en tension toda su musculatura, si bien su mente, inaccesible para los que le rodeaban, regia en pensamientos que le llevaban a su vida hacia tan solo un ano cuando vagaba sin rumbo por las calles de la gran ciudad, recien llegado de su pequena aldea para buscar un trabajo con el que subsistir en tiempos tan crudos. No habia sido una decision precipitada y si alimentada por el deseo durante mucho tiempo atras para George. La falta de recursos de sus padres, la escasez de oportunidades para acceder a una educacion que diera la oportunidad para centros universitarios, vedados para gente de su clase y solo disponible para las elites del Regimen Planetario, y por supuesto la falta de trabajo donde ganarse la vida en sitio tan apartado, hicieron que pensara en emigrar hacia la tierra de promision que fantaseaba era aquella ciudad por la que deambulo sin rumbo fijo, donde le llamaba la atencion la tecnologia que era comun por cada uno de sus rincones y para el sorpresiva puesto que su uso tampoco estaba al alcance de individuos como el, otro simple mortal campesino. Con unos cuantos centavos en su bolsillo, y cansado de andar de aqui para alla sin resultado, observo en las pantallas que cubrian todas las esquinas de la ciudad el anuncio de la Policia de La Tierra. Penso que seria como ultimo recurso. No le gustaba la policia y menos esa que tenia un nombre tan rimbombante. Aunque el sabia por comentarios de la gente como se las gastaba aquel cuerpo de elite, creado para acabar con la plaga de las razas inferiores, con aquellos ciudadanos del propio Regimen Planetario que infringian las leyes de natalidad y los ancianos insurrectos. El mismo no se veia atacando a gente inocente, disparando a mujeres indefensas con bebes en brazos, a los ancianos que protegian a ninos no censados, a familias que daban asilo a transgresores de las leyes taxativas que regian el nuevo orden para el control de la poblacion. Pero a fin de cuentas era un trabajo y eso es lo que el habia ido a conseguir y parecia que bien remunerado. No sabia si tendria estomago para esa forma de ganarse el sustento, pero era algo que tendria que guardar para el final del camino, ya que aun quedaban opciones de conseguir un empleo con menos cargos de conciencia. De esta forma, pasaron otras dos semanas en los que George no dejo de intentarlo aunque sin exito como desde el primer dia. Ya solo quedaban dos caminos: o bien regresar con la cabeza gacha a su aldea y con todos sus ahorros liquidados, o convertirse en miembro de la Policia de La Tierra. Penso que probaria y, si era capaz de aguantar, se quedaria para ser uno mas de aquellos sicarios que ahora veia como simples asesinos. Y a los que pronto perteneceria. Su llegada a la escuela estuvo marcada por el recibimiento afectuoso de sus superiores, en atencion a su portentoso fisico y la fortaleza mostrada en cada prueba de caracter extremo a la que le sometian. Nada era dificil para el y destacaba sobremanera con respecto a sus companeros que ya le respetaban. A todo ello sumaba su capacidad para superar con las mas altas calificaciones los ejercicios en las que la fuerza de su mente se ponia a prueba y, curiosamente, desdenando todo el adoctrinamiento al que cada dia era sometido ya que George solo pensaba en hacer su trabajo lo mejor posible, abstrayendose de su moralidad, de su etica, de su bondad o maldad, de su opinion, que quedaba relegada por la responsabilidad que habia asumido y la consecucion de las ordenes recibidas en cada momento. Ni siquiera fueron impedimentos los acontecimientos que -en sus propias carnes- habia vivido en su infancia, cuando presencio la esterilizacion forzosa de su propia madre junto con la detencion de su padre durante tres largos anos, en un episodio en el que termino con un ojo morado y un culatazo que le dejo un buen chichon y la impotencia ante aquellos agentes a los que ahora iba a emular. No era cuestion de hacerse dano con aquellos recuerdos ahora recurrentes, penso George mientras se acomodaba el equipo. Tenia que pensar en positivo y celebrar que su futuro era envidiable, con un trabajo seguro y una carrera en aquel cuerpo que sus superiores le habian augurado brillante a poco que cumpliera, con el celo mostrado durante el periodo lectivo, las ordenes en acciones reales como la que comenzaria dentro de unos momentos. Estaba en juego ese futuro prometedor y no estaba dispuesto a arruinarlo con remilgos. Actuaria con rigor y no permitiria manchar el buen nombre que ya tenia mostrandose debil ante los enemigos de La Tierra, de aquellos que procrean sin control y que son una plaga que hay que exterminar. Si, se decia a si mismo, exterminar era la palabra adecuada y tambien la estrategia final, como le habia sido ensenado durante los largos meses de entrenamiento en la academia del cuerpo de elite al que ya pertenecia orgulloso. Recordaba George, sin dejar de estar alerta sus sentidos de las inminentes ordenes de ataque, lo aprendido en la academia referente al camino de la humanidad hasta aquellos momentos, donde los dirigentes del Regimen Planetario habian decidido pasar a la accion de una forma radical para salvar a La Tierra, amenazada por la superpoblacion que no se habia visto controlada tras anos de esfuerzos y campanas para conseguirlo con distintas tacticas y estrategias que no dieron el resultado apetecido, para conseguir estabilizar el numero de habitantes y pasar de los nueve mil a mil millones. Lejanos eran los dias en el que el Regimen Planetario inicio el camino para ese objetivo, que se inicio hacia siglos tras el fin de la Guerra de los Hemisferios y la declaracion de razas inferiores para los habitantes de los pueblos vencidos, con el intento de esterilizacion de toda la poblacion procedente de aquellos, mediante la contaminacion encubierta con productos toxicos disenados para provocar la infertilidad: primero en el agua y, cuando los resultados de esta resultaron pirricos conforme a lo esperado, despues con todos los alimentos. Sin embargo, ambos procedimientos no consiguieron atajar la plaga que suponia aquella superpoblacion que asfixiaba al planeta y los dirigentes comprendieron que habrian de complementarlo con politicas de mas rigor. De esta forma, se inicio un ambicioso proyecto para impulsar los abortos obligatorios, mediante los cuales se forzaban estos ya en contra de las mujeres embarazadas, fueran de razas inferiores o ciudadanas del Regimen, secuestrandolas alla donde estuviesen y realizandolos con el consentimiento del gobierno, y en el que la Policia de La Tierra era su brazo ejecutor. Posteriormente se instauro la licencia para la procreacion con la que, de forma obligatoria, tenian que contar todas las mujeres bajo estricta observancia. Para su fiscalizacion, igualmente el cuerpo represor en el que George ahora militaba se extremo de hacer cumplir encargaba con un celo la ley, que marcaba la aniquilacion de todos aquellos hijos de mujeres sin licencia, los nacidos fuera el matrimonio y los de las adolescentes. Se comprobo el exito de la medida y la implacabilidad de los agentes entrenados fisica y mentalmente para abordar el trabajo de eliminacion de bebes y, en la mayoria de los casos, de las madres que querian impedir la aplicacion de la ley. Esto animo a los dirigentes a crear un sistema tanto de control como de vigilancia que seria ejercida con su habitual eficacia por el temible cuerpo de elite; de tal forma que se impuso por ley que todas las mujeres y hombres al llegar a la pubertad se les implantaria en el cuerpo un inhibidor de fertilidad y que, solo al llegar a la edad adulta y bajo la supervision del gobierno, podria ser retirado previa autorizacion para la procreacion planificada. Una vez realizada esta, tanto hombres como mujeres serian esterilizados de por vida o, en el caso de no someterse voluntariamente, aniquilados. Algo que George dentro de unos momentos pondria en practica. En paralelo, se encomendo a la Policia de la Tierra perseguir a todas aquellas contribuido al deterioro de familias que habian la sociedad con la concepcion indiscriminada de ninos, cuyo plan tuvo un gran exito al aniquilarse tanto a los padres y madres como sus hijos que, por herencia genetica, estaban predispuestos a continuar en su madurez al engendro de una inasumible descendencia que ponia en riesgo la salud del planeta. Pero llego el momento en aquellos dias de las medidas que harian reducir de una forma rapida y fulminante la plaga de las razas inferiores. Y estas fueron mermadas cuando los dirigentes tomaron la decision de suprimir todo tipo de vacunas y, en especial, las que protegian a la infancia. Fue calificado de espectacular por todos los medios de comunicacion el descenso de habitantes en la Tierra, que comenzo a perder cien millones de personas por dia con el jubilo de las clases dirigentes que vieron la solucion final. Sin embargo, aquellas cifras con el tiempo se estabilizaron y hubo que recurrir a nuevas vias que contuvieran con identica eficacia la plaga.

  • Un Sheriff De Alabama de Erina Alcala

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    Rosa Vera habia nacido hacia veintinueve anos en Martos, un pueblo de la provincia de Jaen, situado en Andalucia, en el sur de Espana. Ahora habia vuelto a su tierra que la vio nacer, y no precisamente para felices reencuentros. Era hija y nieta unica. Sus abuelos y sus padres habian sido ricos terratenientes de la zona. Poseedores de una de las mas extensas tierras de olivos de la provincia de Jaen y, por consiguiente, de infinidad de fabricas de aceite de oliva, repartidas por los pueblos de dicha provincia y tambien de parte de la provincia de Cordoba. Para desgracia de Rosa, a los catorce anos se habia quedado huerfana. Sus padres murieron una noche lluviosa de invierno, en un accidente de coche, cuando se desplazaban de un pueblo cercano hacia su casa, a solo cinco kilometros de distancia: TorreDonjimeno. Ese era uno de los muchos pueblos donde tenian una fabrica de aceite de oliva. Una de un total de mas de cien fabricas. La fortuna de sus padres la habian generado por ellos mismos, y no eran menos ricos que los abuelos. Y estos, cuando murio su unico hijo, el padre de Rosa, eran los unicos familiares de la pequena, asi que se hicieron cargo de ella. Le dieron siempre lo mejor. Rosa estudio bachiller en Martos, un pueblo de casas blancas de veinte mil habitantes a unos doce kilometros de la capital de la provincia, Jaen. Cuando quiso ir a la Universidad a estudiar medicina, sus abuelos, al igual que lo hubiesen querido sus padres, la enviaron a estudiar a una universidad de EE. UU. En parte, porque daba prestigio y porque la carrera de medicina era lo que Rosa habia querido estudiar desde siempre. La admitieron en la Columbia University de Manhattan. Alli permanecio, desde los diecisiete anos, edad en que termino el instituto, hasta los veinticinco. De la universidad salio con un doctorado en cirugia y su titulo de medicina. Era buena, por lo que en poco tiempo empezo su trabajo en el Presbyterian Lower Manhattan Hospital. Alli permanecio especializandose durante cuatro anos. Llego a ser, en esos anos, una cirujana de reconocido prestigio, a pesar de su edad. Era, sin duda, de las mejores que tenia el hospital. Ademas, Rosa caia bien. Siempre estaba dispuesta a hacer horas extras y guardias. En el transcurso de los anos, solicito la Green Card, que le otorgaria la nacionalidad americana. Y le fue concedida. Tenia doble nacionalidad y hablaba tres idiomas, frances, ingles y castellano, por supuesto. Mientras vivio en EE. UU., habia vuelto al pueblo, cada dos anos, a ver a sus abuelos. Utilizaba sus vacaciones para ello. El trabajo en el hospital era tan estresante, que las utilizaba para ir a ver a sus abuelos, que ya eran mayores y la unica familia que tenia en el mundo. Se querian mucho, y no era para menos. La habian criado de pequena y eran su unica familia. Rosa recordaria con carino esas vacaciones. Ahora hacia un ano que su abuela habia fallecido. Evidentemente fue a su entierro y sintio una pena infinita por su abuelo, que se quedaba solo despues de perder a su esposa por un ictus, del cual no consiguio sobreponerse del todo, y cuando sufrio el segundo, le fue imposible superarlo. Ahora estaba de nuevo en el pueblo, porque el que habia muerto era el abuelo. Ya no le quedaba a nadie en esta vida. Habia pedido veinte dias de vacaciones en el hospital, y utilizo tres con solo hacer la maleta, sacar los vuelos y llegar al pueblo. Un periplo amargo con el unico objetivo de despedirse del que ya no estaba. No se atrevio a ir a casa del abuelo para pasar la noche. Rosa se habia quedado en el hotel del pueblo. Ya tendria tiempo de recoger las llaves cuando fuera de dia. Miro por la ventana la noche estrellada que abrazaba al pueblo que la vio nacer. Parecia mentira que, aunque estuviera lejos, siempre llevaba un pedazo de esas calles en su corazon. A la manana siguiente a su llegada, se dirigio a la oficina del abogado justo despues de desayunar. El era el albacea de sus abuelos, como lo fue de sus padres. El abogado, Juan Medina, era un hombre alto, de mediana edad, algo calvo por la coronilla, muy serio y educado. Era el hijo de los abogados que toda la vida tuvieron sus familiares y que mantenia el bufete de su antecesor. Nada mas verla entrar en su despacho la invito a sentarse. --Sientese, senorita Vera. --Y ella se sento. --Como sabra, mi padre y yo, por ende, somos los albaceas de sus padres y de sus abuelos. Como mi padre murio, no le queda mas remedio que tratar conmigo de todos sus asuntos legales.--Bien, muchas gracias, senor Medina, siento lo de su padre. --Gracias. Y yo, lo de su abuelo. Mientras ponia encima de la mesa una carpeta negra algo gruesa, con el nombre de Familiares Vera, ella observaba sus movimientos metodicos y tranquilos. --Como sabra, su abuelo fue enterrado ayer junto a su abuela. Era lo que solicito, su ultima voluntad y su deseo. No se pudo esperar a que llegase. Nos hicimos cargo de todo. --Lo se. Y se lo agradezco. He venido lo antes posible, pero estoy lejos. Aunque pasare mas tarde por el cementerio. O estos dias que permanecere aqui. --Bueno, si esta lista, empiezo. Aqui tengo todas sus propiedades. Paso a enumerarselas: cincuenta fabricas de aceite (sus abuelos vendieron la otra mitad de las fabricas, antes de morir su abuela), diez mil fanegas de olivos, tres cortijos, mas la propiedad de sus abuelos que es la casa del pueblo, mas el dinero que tenian en el banco. --?Todo eso tenian mis familiares? Sabia que eran ricos, pero esto es una barbaridad. --Si, senorita. Eso hace un total aproximadamente de ciento cincuenta y tres millones de euros aproximadamente. Evaluandolo por encima, claro. --El abogado la miro con una sonrisa blanca por primera vez. Rosa se quedo en blanco. Ella, de sus abuelos habia recibido lo suficiente para estudiar, sin que le sobrara el dinero. No habian sido tacanos con ella mientras estudiaba, pero en modo alguno dadivosos. Y luego al acabar la carrera y empezar a trabajar, no recibio un euro. Ganaba mas de doce mil euros mensuales en el hospital y desde luego, no los necesitaba economicamente. Ella habia conseguido ahorrar con sus guardias y recibiendo un buen sueldo de cirujana en esos casi cuatro anos, unos doscientos cincuenta mil dolares y algo mas, porque vivia bien. Tenia alquilado un apartamento pequeno, pero caro en Manhattan y le gustaba vivir bien, ropa cara, maquillaje y perfume. Ir de vez en cuando a darse masajes, mas bien por necesidad y cuando podia ir al gimnasio a desentumecer los musculos. Salir a tomar unas copas algunos fines de semana o comer en algun restaurante. El resto lo hacia en casa. Tampoco eran demasiados lujos si se lo podia permitir con su sueldo. Lo que nunca penso es que sus padres y sus abuelos tuvieran tal cantidad de propiedades. Ella, nunca pregunto y ellos nunca le dijeron nada. El abogado, la saco de sus pensamientos. --?Como? --dijo ella sin haberlo escuchado--, perdone, me habia perdido. --Le decia, senorita Vera, que su abuelo ya tenia compradores para todas sus propiedades. El senor Vera, sabia que usted no iba a volver aqui, que se quedaria en Estados Unidos. Y habia conseguido hablar con algunos futuros compradores para sus propiedades. Y asi usted recibir el dinero en metalico. --Si, alli tengo mi trabajo y mi vida. No voy a vivir aqui, ni a volver a Espana. Ya no tengo a nadie. Mi intencion es vivir en Estados Unidos. --Entonces, ?que piensa hacer? --Creo que lo que tenia mi abuelo pensado. Vender todas las propiedades. ?En cuanto tiempo cree que podria venderlos? Tengo apenas quince dias para cerrar esos asuntos. ?Lo podria conseguir en ese tiempo? --No es mucho tiempo, pero lo podemos intentar, ya que tenemos a los compradores adjudicados a cada propiedad. Eso si, puede llevarse los objetos personales de la casa, si quiere. Y quedarse en ella hasta que terminemos todo el asunto. --Me llevare las fotografias, el resto no. Y si es necesario, me quedaria a vivir en el hotel en que me aloje anoche durante ese tiempo. Si los compradores quieren entrar antes, claro. --No sera necesario. Esperaran. Tras una breve pausa. --Bien. Hoy mismo me pondre en contacto y resolvemos esto lo antes posible. Mi bufete trabajara incansable en este asunto para que pueda irse con sus propiedades vendidas. La llamare para firmar todos los documentos. Mis ayudantes trabajaran estos dias para usted, antes de que regrese. Le advierto, que hay que descontar lo de Hacienda y nuestra minuta. --No se preocupe, lo entiendo. Es lo normal. --Hacienda se lleva un buen pico. --?Cuanto? --pregunto ella, porque no sabia lo que en Espana se cobraba por la venta o compra de propiedades. No estaba al tanto, pero miraria en internet por la tarde. No por desconfianza. Sus abuelos y sus padres habian confiado en ese bufete toda la vida y ella confiaba tambien. Tenian un gran prestigio, no solo en Martos, sino en los alrededores. --Un veinte por ciento. --Habra que pagarlo antes de irme. Quiero dejar pagado todo, para que no se me reclame nada una vez este fuera del pais. No quiero problemas con Hacienda, si ustedes pueden encargarse tambien de ello, se lo agradeceria. Y en todo caso, les voy a dejar mi tarjeta y mi telefono por si fuese necesario. Y yo, tambien los llamare. --Perfecto. Pues en eso quedamos. Le avisaremos para las firmas y necesitaremos un numero de cuenta para el ingreso antes de que venga de nuevo. --Y ella, se lo dio--. Aqui tiene las llaves de la casa de sus abuelos. --Estupendo. Espero su llamada. Gracias, senor Medina --dijo, levantandose y saludando al abogado que tambien se levanto y la acompano a la puerta. --A ustedes, por confiar en nosotros. Se despidio del abogado y cuando salio a la calle, al centro de la ciudad, casi le da un ataque de ansiedad. Sabia que sus abuelos eran ricos, pero eso era una barbaridad. Con esos pensamientos en la cabeza, lo primero que hizo fue ir a un bar y tomarse un par de cervezas y un par de tapas e irse al hotel donde se habia quedado la noche anterior, pagar la cuenta y subir a casa de los abuelos, en la parte alta del pueblo. La casa era maravillosa, una gran casona andaluza, estilo antiguo con un gran patio de flores. Ella recordaba haber estado alli cuando era nina jugando y de adolescente durante el instituto. Dormiria en su antigua habitacion; donde se quedaba cuando iba a ver a sus abuelos desde Nueva York. Se hizo un cafe y se tumbo en el sofa. Habia dormido poco desde que el vuelo desde Nueva York la dejara en Madrid, y de ahi el Ave hasta Cordoba y otro tren a Jaen y tomo un taxi hasta Martos. Ya estaba cansada y no iba a tomar el autobus. Tendria que hacer lo mismo a la vuelta. Se quedo dormida hasta el dia siguiente. Nunca habia dormido tanto. Ni habia tanto silencio en la casa. Abrio su maleta y se ducho, se cambio de ropa y salio a desayunar. Se dio una vuelta por el pueblo y se compro un libro para esos dias de espera, el periodico y una revista del corazon. Era 25 de marzo y el tiempo aun era frio en ese tiempo, a pesar de estar ya en primavera. Despues de cinco dias, se puso algo nerviosa al ver que el abogado no la habia llamado, pero decidio esperar. Recorrio el pueblo de parte a parte, e incluso un dia subio a la Pena, al cementerio, con flores para sus abuelos y sus padres. Al siguiente dia de espera, fue a ver el Castillo de Jaen y paso la manana en la capital, donde comio y paseo. Volvio por la tarde despues de tomar el cafe. Al sexto dia, la llamo el abogado. Deberia pasar manana por la tarde para firmar los documentos. Ella estuvo de acuerdo. !Que eficiencia! CAPITULO 2 <>, penso Rosa. Habia firmado los documentos y el abogado vendio las propiedades. Tal como le habia indicado, tambien pago a Hacienda, para que no tuviera que preocuparse de nada. Le paso su numero de cuenta donde le hicieron una transferencia. Cuando Rosa salio del despacho, despues de entradas y salidas, tenia en su haber: ciento veinte millones de euros que cambio a dolares. Casi ciento cuarenta millones de dolares, mas lo que tenia ahorrado, daban un total de ciento cuarenta millones doscientos cincuenta mil dolares. Una fortuna millonaria. A eso habia que anadirle el dinero que llevaba encima para el viaje, que era la ultima nomina. Con ella saco los pasajes, pago el hotel y lo que se gasto alli. Toda una locura. Tendria que invertir en algo, quizas en propiedades. Pero todo eso lo haria cuando llegara a Estados Unidos. Tres dias despues, volaba a Nueva York. Solo se llevo una maleta y una bolsa de fotografias de sus seres queridos, una cuenta abultada y una ansiedad latente por volver al hospital. Esos dias, en el pueblo le hicieron querer recobrar una paz que no habia conseguido desde que termino el instituto. La Gran Manzana podia ser estresante. Su trabajo en el hospital mucho mas y su vida emocional cero. Su vida sexual y romantica, menos que cero. Suspiro mientras miraba por la ventanilla del avion. Con el dinero que tenia, incluso podia dejar de trabajar, pero eso no era lo que queria. Se habia pasado anos estudiando para trabajar y le gustaba ser doctora y tambien cirujana. Pero desde que habia pasado esos dias en el pueblo le rondaba una idea en la cabeza: dejar Nueva York. Si, no era necesario dejar de ser doctora, pero podia abandonar Nueva York, el bullicio y el estres e irse a un lugar mas tranquilo. No sabia donde, ni cuando, pero tal vez... lo antes posible. Un hospital pequeno, puede que no de un pueblo, se conformaba con una pequena ciudad... El lugar no era tan importante. Ese cambio era algo que necesitaba en esos momentos. Siendo cirujana y medica, dos ramas en las que era buena, no le faltaria trabajo. Tenia veintinueve anos y necesitaba un cambio en su vida. El haber pasado por el pueblo le habia hecho pensar en su estilo de vida. Al final era de pueblo, no de ciudad. Le gustaba la gente mas que la soledad de un apartamento en un lugar de millones de personas que ni se saludaban. Por no pensar en que en ese ambiente no se sentia comoda, le costaba hacer amigos con la gente de la urbe, siempre recelosa. En cuanto a los hombres... No tenia suerte, aunque Rosa era una chica guapa de uno sesenta centimetros. Morena, con el pelo largo ondulado y ojos verdes claros como el agua de un lago transparente, que cuando te miraban siempre se veian risuenos. Su nariz respingona estaba salpicada de pecas. Llevaba las unas cortas y sin pintar, todo a causa de su profesion. Tenia un buen cuerpo y los pechos generosos, sin llegar a ser demasiado exagerados. El gimnasio hacia su efecto. Era una mujer feliz por naturaleza. Y no solo estaba por su alegria, sino tambien por sus andares seguros. Atraia a los hombres, pero era quizas demasiado distante, independiente e ironica y cuando ligaban con ella, desconfiada. Se creia la mitad de la mitad de lo que los hombres le contaban. Y no se cortaba un pelo al hablar o decir lo que tuviese que decir. No habia tenido novios al uso. Nunca. Pero se habia acostado por necesidad con algunos hombres. Cuando habia salido sola algun fin de semana a tomar una copa a algun lugar de moda y le habia gustado un hombre se acostaba con el, pero nada mas. No daba nunca su telefono, quizas porque no le habia interesado ninguno. ?Que le gustaria encontrar a su media naranja?, claro, pero eso era dificilisimo. Y su reloj biologico iba a darle cualquier dia un disgusto. Pero ella sabia que era una chica familiar, que en un futuro no muy lejano querria hijos y un marido y ese ultimo era el que tenia que encontrar. Un hombre con quien formar una familia. Suspiro de nuevo. Seguro que en la Gran Manzana no habria un hombre para ella.

  • El precio de la sangre 1 de Antonio Romero Soto

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    ?Cual es el precio de la SANGRE? ?Cual es el precio del MAL? ?Somos impunes a cualquier tipo de dano o hay un fin justiciero que lo equilibra todo? Mike Clifford, un chico con un caracter problematico, tendra que enfrentarse a su pasado para conocer los detalles de la muerte de su padre y, segun el, experimentar el mejor sentimiento de todos, la venganza. Primer titulo de la saga “El Precio de la Sangre” donde Mike Clifford, deseoso de sangre y venganza por la brutal muerte de su padre, armara una trepidante lucha contra aquellos que asesinaron brutalmente a Jeff Clifford, cuando su hijo aun era un nino. Muerte, odio, venganza y sangre marcan la tendencia de un thriller trepidante donde nadie se encuentra a salvo.

  • Hermosa Locura (Una amor para siempre 1) de Isabel Acuna

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    Julia Lowell y Nick de la Cruz, jovenes y exitosos estudiantes de dos de las principales universidades de California, tenian un mundo de suenos por cumplir. Cuando el amor llega a sus vidas los sumerge en un apasionado romance. Un terrible malentendido se les cruza en el camino y los llevara por rumbos distintos. Siete anos despues, vuelven a encontrarse. Julia se desempena como jefe de recursos humanos de una importante empresa y Nick es un incipiente empresario en el mundo de la hoteleria. A pesar del tiempo transcurrido, la atraccion flota entre ellos una vez mas. Las cosas no son como antes, ella esta comprometida para casarse. Nick, hombre apasionado y acostumbrado a salirse con la suya, esta dispuesto a recuperar a Julia a cualquier precio. Forzados a compartir tiempo por asuntos laborales, tendran que enfrentar el pasado y el presente. A pesar de que ninguno de los dos ha olvidado su historia de amor, las dudas y el resentimiento no les haran las cosas faciles. ?Les brindara el amor una nueva oportunidad? De la autora de De vuelta a tu amor y Entre el valle y las sombras, llega esta nueva historia de pasiones, contradicciones, erotismo y mucho amor.

  • Ensename a querer, Patricia Alcantud Obregon de Patricia Alcantud Obregon

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  • Tres minutos de color de Pere Cervantes

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    En El color mas probable de las cosas la esteril lucha contra el tiempo y la muerte cobra un significado muy distinto. Coque Brox, el protagonista de la historia, es un inspector de policia de mediana edad, separado, parco en palabras, amante de todo aquello que conserve su esencia y acromatopsico, o lo que es lo mismo, percibe la vida en blanco y negro. Herido de por vida tras sufrir una perdida irreparable, solo le alienta la lucha por recuperar el carino de su hija adolescente. En una Barcelona en caida libre, cuyos locales de diseno no logran acallar la apremiante nostalgia de sus habitantes, investigara la violenta desaparicion de Palma, amigo y companero de profesion. Durante el tiempo que duren las pesquisas se las vera y deseara para mantener enganado a un suspicaz comisario que no lo quiere en la investigacion, sufrira los persistentes intentos de suicidio de su exmujer, y conocera muy de cerca que es una ECM (experiencia cercana a la muerte). Lejos de las clasicas novelas de procedimiento policial, el inspector Coque Brox se vera obligado a visitar un terreno verdaderamente desconocido para el y para el resto de los mortales. Lo que un descreido como el nunca imaginaria es que hay lugares sobrenaturales que albergan la verdad, aunque el camino que conduce a ellos todavia siga siendo un misterio. Y como dijo Jorge Luis Borges: <>. El color mas probable de las cosas explora una cuestion para todos inevitable: ?que hay despues de la muerte? No es una novela escrita solo para que te guste, si lo es para que te estremezca, te haga dudar y reflexiones. La densidad psicologica de los distintos personajes que la integran serviran de contrapunto a una trama policial hasta la fecha inedita.

  • Amor en la Red. Caminos Cruzados 1 de Mercedes Franco

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    Samuel Dunn, es un joven de 19 anos, introvertido que, por una casualidad, conoce a la mujer de su vida via online.

  • Deirdre (Las feas tambien los enamoran 2) de Elizabeth Urian

    https://gigalibros.com/deirdre-las-feas-tambien-los-enamoran-2.html

    Camile, Deirdre, Edith, Leonor y ahora Phillipa son las protagonistas de la saga romantica ambientada en la epoca Victoriana <>, cinco historias que demuestran que el amor se rige por su propia logica.

  • El espiritu creativo de Daniel Goleman

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    Daniel Goleman nos invita, con la colaboracion de Paul Kaufman y Michael Ray, a comprender el proceso creativo, librarnos de los pensamientos que nos bloquean y desatar nuestra imaginacion.

  • Miercoles (Atemporal 3) de E. L. Todd

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    Seguir adelante tras mi relacion con Hawke fue lo mas dificil que he tenido que hacer jamas.

  • El cuarto de la criada de Fiona Mitchell

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    Un canto a la libertad y a la dignidad de aquellas mujeres a quienes nadie suele escuchar: las empleadas domesticas.

  • Y a ti te prometo la luna de Marion S. Lee

    https://gigalibros.com/y-a-ti-te-prometo-la-luna.html

    Un encuentro fortuito hace que los dos protagonistas de esta romantica historia se den la oportunidad de vivir y sentir algo que nunca se habian planteado.

  • Cross [LGBTI] de Maria Jose Marquez

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    Cuando la vida es dificil, tienes que buscar la manera de sobrevivir. Esta es la historia de una comunidad en la que los robos, atracos y asaltos es la forma de vida.Su unica salida.
    Cross, la mano derecha del jefe. El mas respetado.Tom, un chico que apenas sabe donde acaba metido. En sus manos quedaran el destino de muchas familias y el de sus propias vidas. Sexo, drogas y alcohol es la unica manera de pasar el tiempo. ?Y el amor? Tom se encargara de hacerle ver a Cross que es mas fuerte que nada.

  • Te oigo, pero no te escucho de Maria Ferrer Payeras

    https://gigalibros.com/te-oigo-pero-no-te-escucho.html

    Marina ha pasado cuatro meses en coma. Despues de una larga rehabilitacion, esta harta de medicos y de seguir encerrada en casa. Por eso, decide instalarse una temporada cerca del mar.
    Tiene un secreto. Desde que desperto, oye una voz en su interior. El psiquiatra le ha dicho que no es mas que ella misma instandose a la accion. Sin embargo, se trata de Tatiana, un alter ego juerguista, mandon y soez que no la deja un minuto en paz.

  • Pasiones prohibidas de mi pasado 2 de Mercedes Franco

    https://gigalibros.com/pasiones-prohibidas-de-mi-pasado-2.html

    Isabella descubre el amor al lado de Abel, estos juran amarse por siempre y deciden que nadie los separara, pero el destino tiene otros planes para la joven pareja.

  • Seduceme (Gigolo 1) de Chris Razo

    https://gigalibros.com/seduceme-gigolo-1.html

    ?Quieres conocer al gigolo?

  • Una noche y dos secretos de Katherine Garbera

    https://gigalibros.com/una-noche-y-dos-secretos.html

    Sexo, mentiras y... unas consecuencias que serian para toda la vida.

  • Un grito de honor de Morgan Rice

    https://gigalibros.com/un-grito-de-honor.html

    En UN GRITO DE HONOR (A CRY OF HONOR) – [Libro #4 de El Anillo del Hechicero – (The Sorcerer’s Ring), Thor ha regresado de Los Cien como un guerrero endurecido, y ahora debe aprender lo que significa la batalla por su patria, combatir por la vida y la muerte. Los McCloud han invadido el territorio de los MacGil – mas adentro que nunca en la historia del Anillo – y mientras Thor cabalga hacia una emboscada, caera sobre su cabeza repeler el ataque y salvar la Corte del Rey.

  • En las manos de mi jefe de Johanna Milton

    https://gigalibros.com/en-las-manos-de-mi-jefe.html

    Johanna acaba de romper con su novio de toda la vida y ahora siente que no ha aprovechado su vida para conocer, experimentar y disfrutar...
    Nick es un empresario de exito cuyo hobby oculto es ir a fiestas donde lo que lo que mas importa es la discrecion.
    Ellos se veran gracias a una fiesta organizada por "Desata tu yo interior", pero su historia habia empezado mucho antes de eso...
    El es su jefe, pero su cuerpo invita a pensar en muchas otras cosas...
    Ella nunca habia sentido el placer de la pasion...
    Dejate llevar por tu yo interior, desata la lujuria y el sexo. No dejes que nadie opine por ti. Rebela tus deseos mas ocultos y, ante todo...NO TE ENAMORES.

  • Ni la muerte nos puede separar de Mano Book

    https://gigalibros.com/ni-la-muerte-nos-puede-separar.html

    Edward Mu es el soltero mas codiciado de la ciudad, nacido en una familia rica, nunca supo lo que era el amor, algo que jamas obtuvo de sus padres. Rocio era una mujer especial. Como una coronel del ejercito, estaba acostumbrada a llevar una vida dura y sacrificada, sin embargo, su principal objetivo era luchar como madre soltera por criar al hijo que tuvo con Edward seis anos atras y del quien el ni siquiera conocia la existencia. Un dia, finalmente, ella decidio reaparecer en su vida con el pequeno… Pero lo que no esperaba era que esa decision transformaria por completo la vida de los tres. Cautivado por esta mujer tan especial, esta vez Edward la amaria con locura. ?El destino les daria una nueva oportunidad?

  • La cruz ardiente (Forastera 5) de Diana Gabaldon

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    Ya plenamente asentados en Carolina del Norte, Claire y Jamie deben hacer frente al estallido del conflicto entre la Corona inglesa y las colonias americanas en 1767. Mientras Claire procura salvar a su marido de los acontecimientos historicos proximos que ella conoce, Jamie debe decidir si seguir los requerimientos de los partidarios de la Corona y hacer aquello que es mejor para su familia o seguir sus propias convicciones y arriesgar la estabilidad de sus seres queridos.

  • La psiquiatra de Wulf Dorn

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    El caso de una paciente maltratada y aterrorizada se convierte en la pesadilla de la psiquiatra Ellen Roth. La mujer teme ser raptadas por el hombre del saco. Se lo susurra a Ellen y luego desaparece sin dejar rastro. Nadie la ha visto ni sabe nada de ella. Ellen quiere encontrarla. Pero cuando lo intenta, se ve involucrada en un macabro juego del que no sabe como salir para salvar a la paciente y a si misma. Solo puede intentar encajar las piezas de un rompecabezas diabolico. Mientras se precipita a un abismo de violencia, paranoia y terror, descubre que los problemas nunca no se arreglan solos…

  • Hablame bajito, Macarena Berlin de Macarena Berlin

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    Con una sensibilidad extraordinaria, Macarena Berlin nos presenta una novela llena de humor y delicadeza en la que disecciona como nadie nuestros miedos. Lo hace con esa voz que nos habla bajito y que queremos seguir escuchando incluso despues de terminar estas paginas.

  • Diez dias de sabor de Clara Estival

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    --Ese hombre es un desalmado, Paula. !Si diez dias no dan para nada! Valentina tenia razon, era un plazo cortisimo. Solo diez dias hasta el 1 de julio en que, o pagaba el alquiler, o el dueno del local me cerraba el restaurante y me echaba directamente a la calle. --Ay, este sitio esta muy lindo, mija --me dijo Maya, con todo su acento cubano--. La cosa no puede quedarse asi... ?Quien nos va a hacer ahora las empanadas? Mire a mi alrededor y era verdad que el Amigos del Naranco estaba precioso incluso teniendo en cuenta los tres meses que llevaba cerrado. El pequeno restaurante de mi familia era luminoso y abierto, pintado en blancos y verdes llenos de alegria, y en verano poniamos hasta una terracita. Tenia unas diez mesas normalmente, pero podiamos meter hasta quince con la terraza y a veces tambien habia gente comiendo en la barra. Conociamos muy bien a nuestros clientes, sus preocupaciones y sus vidas, porque el nuestro era el unico asturiano en mitad de Houston, en pleno Texas, y casi todos eran espanoles desplazados que echaban de menos su casa. Asi que eramos amigos, casi como familia. Y en aquellos tres meses nuestro lugar especial, ese pequeno trocito de casa en un pais extranjero... simplemente habia desaparecido. Hasta entonces el dueno del local habia tenido paciencia, por lo de mi padre, porque eran amigos pero... despues de tres meses ya se le habia acabado toda. Me tocaba reabrir el negocio o bien cerrarlo definitivamente. Asi que ahora estabamos las tres alli sentadas, Valentina, Maya y yo, en mitad del restaurante por el que mi padre tanto habia luchado, durante mas de diez anos, y que yo estaba a punto de perder en diez dias. --Mija, no pongas esa cara --dijo Maya--. Te sacaste la rifa del guanajo, ok, pero ya... dale... hay que ponerse a trabajar. No vas a dejar que esto te pase por arriba, ?no? !Quien va a hacer los frisuelos, si no! --!Pues no lo se! !Pero a mi no me mires! !Es verdad que ahora soy la duena, pero yo no he cocinado en mi vida! El que sabia cocinar era papa... --Buscaremos a alguien --dijo Valentina--. No te agobies que esto es un problema y los problemas tienen solucion matematica. Entraremos en los portales de empleo, haremos entrevistas... esas cosas. --!Esto no es una formula, Val! ?Quien va a saber de cocina asturiana aqui, en Houston? Ademas, no me vale con lo que ponga en un papel. Tengo que ver como cocina y poder probar las cosas. --Muchacha, si nos quitan el Naranco tenemos que volver a la cantina junto al Johnson y eso si que no --dijo Maya--. Mi madreeee, todos los dias comiendo esos fritos... --Y ese pollo chicloso. --!Ay, mi madre! --Y ese tomate de lata. --!No sigas, nina! !Tu quieres que se me de la vuelta el estomago! --Tan malo no sera... --dije. --?Has visto la comida de los astronautas en los videos de Youtube? Las salsas saliendo de los tubitos y las fresas secas !y ese helado solido que parece una piedra pomez de limarse los callos! Bueno, pues eso es comida gourmet comparado con lo que hay en esa cantina. Sonrei. Valentina llevaba mucho tiempo preparandose para ser astronauta. Estaba segura de que la iban a llamar de un momento a otro. Maya trabajaba en la agencia de noticias y me habia dicho, en secreto, que tenia muchas papeletas de salir durante el proximo mes. !Me iba a reir mucho cuando la viera en la Estacion Espacial, comiendose su helado solido! --En serio, tenemos que salvar tu restaurante. ?Donde vamos a ver Eurovision? ?Y el pactometro de las elecciones? Y... !y la Feria de abril y el Carnaval de Tenerife! --Pero si nunca hemos visto ninguna de esas cosas, Val... --Bueno, pues ahora habra que verlas. El restaurante se queda. No hay mas que hablar. --Hablare con Julio --dijo Maya. Era su novio cubano, que estaba en una escuela de cocina--. Y le pedire que busque a alguien. !Esto se va arreglar si o si! --?Tu crees que en diez dias vamos a encontrar cocinero? --No te preocupes, Paula --dijo Valentina--. Que el Amigos del Naranco se va salvar. Vamos a ir a por todas. Valentina y yo asentimos, decididas, pero Maya parecia no tenerlas todas consigo. --?Y seguro que esto es lo que quieres, mija? Porque llevar un restauran no es nada facil y a tu papa le llevaba la vida entera esto de los fogones... ?Que pasa con tus estudios? --En cuanto tenga a alguien. Yo estaba terminando estudios de empresa, contabilidad y gestion. Los necesitaba para el restaurante, claro, pero tambien podia emprender otros caminos. Ahora lo mas urgente era atender el dia a dia. Hacer lo necesario para salvar el restaurante. Es lo unico que se. Cruzo los dedos. A ver a quien me envia Julio. Sea quien sea tendra que ponerse ya. 2 Dos manos mas Al dia siguiente me esforce por dejar el restaurante impecable. Despues de tres meses cerrado habia que ponerlo a punto. Me recogi el pelo en una coleta y me puse un panuelo en el pelo, una bandana, como en las peliculas. Saque una tonelada de polvo a base de escoba y plumero y refregue bien todas las esquinas y las mamparas. Necesitaba que los candidatos se sintieran comodos y pudieran cocinar tranquilos. Ahora faltaba el hueco que habia dejado mi padre, el alma de la cocina, la parte mas importante y sin la que nada podia funcionar. Le habia dado un infarto cerebral que le habia dejado hecho polvo y llevabamos tres meses horribles de hospitales. Al final se habia tenido que volver a Espana, con mi madre. Suerte que yo seguia en Houston y podia encargarme de todo. Quizas hasta se recuperase y, algun dia, pudiera volver. Yo le habia echado una mano hasta ahora, pero solo de pensar en que en diez dias iba a tener que cerrar... La verdad es que el local estaba precioso. Repase con el trapo cada parte: las barricas gemelas de la sidra en la pared, altas y planas. Las habia traido mi padre directamente de Asturias, en avion, y las habiamos pintado de blanco decapado y adornado con flores. Las sillas tambien eran artesanales, de "madera buena", hechas en Oviedo... Barriendo y fregando se me habian hecho ya las once de la manana, se me estaba revolviendo el estomago del hambre y no habia aparecido nadie. !Si me habia dicho Julio que hasta cinco companeras de su escuela se habian apuntado! Pensaba que seria una buena oportunidad de encontrar trabajo incluso antes de acabar los estudios... pero ni una sola entrevista. Yo seguia sentada con el libro de recetas sobre las piernas, mirando hacia la puerta, entreteniendome con el brillo de las encimeras, las mesas y el aluminio de los hornos despues de frotarlos yo misma de arriba abajo. !Hasta habia puesto flores en los jarroncitos de las mesas para dar buena impresion! Tenia hambre, vaya que si, a mi la gusa me entra justo a las once de la manana. A primera hora tengo el estomago cerrado, no me cabe nada recien levantada, pero luego voy haciendo el hambre y a las once lo que me apetece ya es un pincho o una barrita de pan tumaca. Pero acababa de reabrir el local y no tenia en el restaurante ni para hacer un bocadillo. No sabeis lo extrano de esperar en un sitio que sirve comidas y que no haya nada que echarse a la boca. Paso otra hora de reloj y se hicieron las doce en mi movil. Ya estaba bien. Llevaba una hora perdida y me fui a echar la persiana. Estaba claro que, por una cosa o por otra, nadie iba a aparecer. Al fin y al cabo eran todavia estudiantes, lo mas seguro es que no pudieran compaginarlo. Ademas, ninguna de las amigas de Julio seria espanola y tendrian miedo de meter la pata. Tampoco esperaba demasiada seriedad por parte de unas chavalas, pero... !por lo menos podrian haberme avisado por telefono! Yo ya sabia que no iba a ser facil encontrar a mi cocinera o cocinero espanol. ?Donde? ?Como? ?Y en diez dias?

  • Cuentos De Bloomsbury de Ana Maria Navales

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    Desde el 22 Hyde Park Gate, donde nacio Virginia Woolf, paseando por Fitzroy Street y Gordon Square, he recorrido, una y otra vez, en mis ultimos veranos londinenses, el corazon del Bloomsbury, los lugares que conservan la huella literaria y artistica de quienes de este distrito de la ciudad del Tamesis recibieron su nombre. Su latido se extiende hacia la region de Sussex, y puede escucharse en la Little Talland House, de Firle, cercana a la Charleston Farmhouse; en la Asham House, que se divisa a traves de los arboles al pie de Itford Hill; en la Monk's House, de Rodmell; en la Berwick Church, casi enteramente pintada por Vanessa Bell y Duncan Grant; en Tilton... Mas que la curiosidad, la pasion me hizo llegar a otros rincones de Inglaterra, siguiendo la huella de Bloomsbury por granjas, mansiones y castillos, o simples casas a la orilla del mar o al pie de las colinas. De todo ello quedan tres grandes albumes de fotografias, el alma llena de paisajes y sensaciones, y material para algun libro mas que no se si escribire algun dia. Estos cuentos son una libre recreacion de algunos de los personajes que protagonizaron el grupo Bloomsbury. No siempre aparecen con sus nombres porque, a veces, el juego de la ficcion me parecio exigirlo. La utilizacion de la primera persona en algunos de los relatos es tambien, obviamente, un recurso literario. Este libro, bajo la sombra tutelar de Virginia Woolf, pretende ser un homenaje a lo que ellos representaron, un momento de plenitud creadora. EL RETRATO DE LADY WYNDHAM Ahora iba a llamarse Eleanor Wyndham y una nueva caricatura de su persona apareceria proximamente en una novela. Las cuartillas que Mark habia dejado sobre la mesa de su dormitorio la describian superficialmente, pero acentuando su extravagancia. Los sombreros altos como una chistera, los zapatos de punta encorvada y enormes hebillas, sus vestimentas de estilo oriental o griego, tunicas y clamides, vestidos copiados de las madonnas de Rafael, de los cuadros de Velazquez, del vestuario de algun recien estrenado ballet. Mark contaba que una vez la encontro en el vestibulo del Royal Theatre llevando un kaftan y un fez de piel negra, de caracolillo, que mas parecia una peluca rizada para tapar las canas que la hacian mas vieja de lo que era en realidad. Perlas y brocados acentuaban su aspecto de princesa renacentista o de gitana trotamundos, de una belleza rara y discutible, cubierta de joyas como la amante de un rico mercader. Su andar inimitable, igual que si bailara al compas de una musica interior que solo ella podia oir, esa arrogancia heredada de su estirpe, que habia crecido al mismo ritmo que su libertad, hacian mas enhiesta su figura, desgalichada a veces en el abandono de si misma. En el rostro destacaban los pomulos, la nariz judia, la boca con sonrisa levemente desdenosa, los ojos de un verde mar azulado, proyectando la mirada fria que era una inicial barrera entre los otros y el profundo calor de su cuerpo que emanaba de las pasiones ocultas. Mark no era al principio excesivamente acido con su personaje. Habia elegido para Eleanor Wyndham unos origenes que no se apartaban demasiado de los de su modelo, una lady que comia nueces servidas en bandejas de plata y semillas de alcaravea para combatir sus intensos dolores de cabeza. Una lady cuya infancia dorada habia quedado sumergida en los tuneles del viejo palacio donde crecio esperando su hora de libertad. De nina, para luchar contra el aburrimiento, habia cabalgado por Sherwood Forest en su poney blanco como un velo de novia, como un prado cubierto de nieve intacta. Ahora, se entretenia cuidando los crisantemos amarillos que crecian alrededor de su casa en Londres o los grandes jardines del manor, la mansion que el lord consorte habia adquirido para ella y sus juegos de gran senora en Oxfordshire. Mark era un buen escritor. Antes de descubrir aquellas cuartillas, de sentirse explotada, observada y analizada, absorbida hasta dejarla sin medula para transplantarla a aquella Eleanor Wyndham, que nombre tan absurdo, antes de aquella manana en que habia ido a buscarle a su dormitorio para charlar intimamente, o sea hacia unos minutos, ella habia alabado sus novelas frente a otros huespedes de su palacio, y no solo por ser amable, porque el hubiese elogiado sus bordados la tarde anterior, sino por sincera admiracion. En el folio numero tres, un habil uso del lenguaje convertia la ironia en burla despiadada. No sabria decir en que palabras precisamente se apoyaba el escarnio, pero ella sentia humillacion y rabia cuando aquella lady inexistente, esa tal Eleanor Wyndham, se convertia en una fanatica religiosa que explicaba la Biblia a los granjeros, ensenaba a leer y escribir a los gitanos que merodeaban por su hacienda o vivia pobremente solo por darse el placer de arrojar monedas al aire, como si fuesen caramelos, cuando los ninos la seguian por las calles del pueblo, solo por ver su capa negra de vampiro, sus botas rojas de cosaco, su sombrero de larga pluma, su uniforme de mosquetero que ha olvidado en la muralla de palacio el arma de fuego. El abierto deseo de ridiculizarla se mezclaba con unas gotas de ternura, de cierta poesia que, a veces, se esconde en un relato como los insectos con sus alas plegadas se ocultan entre los petalos de algunas flores. No se les ve, se les presiente, y uno apenas se atreve a olfatear aquel tulipan cerrado, aquella rosa a medio abrir de la que puede saltar un ser minusculo dispuesto a clavar su aguijon. Asi era la prosa de Mark, belleza y dolor dificilmente separables. Habia algun pasaje inocente, como el del asombro de la lady ante el zepelin. La dama no sabia si era privilegio o reconocido valor lo que unia a esos hombres que se elevaban hasta tocar el cielo con la mano, dentro de aquel enorme balon de rugby. Despues, Mark se ensanaba con una lady absurda y dominante, de escaso talento, incapaz de comprender a Tucidides, preocupada por transmitir, confundiendolo con su extravagancia, un cierto magnetismo personal, puro oropel. Mark la acusaba de rodearse de seres brillantes, de artistas de ingenio, para iluminar su vida que se arrastraba por las sombras. Una senora de alcurnia que coleccionaba cuadros y amantes, y se encerraba en su cuarto para leer a Balzac hasta el amanecer. La lady compraba los cuadros atendiendo mas a su precio y tamano que a la calidad del artista. Diez o quince libras de entonces, de los tiempos del zepelin, era su tope. En realidad se trataba de ayudar al pintor, de solucionarle un pago de facturas pendientes, la adquisicion de materiales de trabajo, comida quiza para un mes. Un modo de conjugar su generosidad con el orgullo del artista. Ademas, solia enviarle, junto al cheque, entradas para el teatro, el ballet o un concierto de balalaika, para que el elegido tuviese muy claros los limites entre lo que es un regalo, un detalle de distincion, algo superfluo, sin sentido practico, y la compra de ese cuadro que se admira y desea para contemplarlo en los muros de la propia casa. Si no era asi, queria hacerselo creer. Para eliminar todo resquicio de duda, para dejar bien enterrada su generosidad, la lady cerraba la transaccion con una frase solemne: <>. No eran palabras suyas, pertenecian a uno de los libros que siempre leia de noche, cuando su lecho estaba vacio y, desde afuera, la lluvia y el viento traian canciones de otono y de hojas caidas. Aquella lady era una sentimental. De nina habia tenido, en un rincon de la abadia del palacio, lo que ella llamaba la habitacion de sus tesoros. Cuando los adultos salian de caceria --!ay!, los tristes venados que entraban en la cocina, quietos, rigidos, mirando fijamente con sus ojos tan cristalinos-- o jugaban a las cartas alrededor de la chimenea, o se sentaban en tapizadas sillas francesas a oir los gorgoritos de una dama que apoyaba un brazo junto al jarron del piano, mientras el otro hacia aletear su panuelo de encaje; cuando los hombres paseaban su aburrimiento entre el frufru de las enaguas almidonadas de las senoras, la lady, pequenita y llena de lazos, se encerraba en su habitacion de los tesoros. Alli, en una caja china, guardaba trocitos de seda y terciopelo, de un color amarillo palido, granate, o de ese plateado opaco que lucian las palomas en los alfeizares de las ventanas. Tenia tambien tarritos de crema vacios, con dibujos de abanicos en la tapa, y platos de porcelana donde guardaba los petalos secos de las rosas, los claveles y los lirios del valle que alguna vez habian adornado sus vestidos. Alli era como una princesa triste, que tendra la princesa, que se entretenia en inventar una caligrafia, ahogada de espirales y palos ganchudos, con la que llenaba su diario en el que escribia su vida con afiladas plumas arrancadas a los pavos reales que merodeaban entre las estatuas del jardin. Era una caligrafia hermosa e indescifrable. Ahora lady Wyndham tenia otros secretos y se dedicaba a otros juegos. A su habitacion de los tesoros le habia sucedido su gabinete privado, adonde Mark habria tenido que ir la tarde anterior a someterse a uno de esos interrogatorios ridiculos y embarazosos con los que lady Wyndham cercaba a sus invitados, sobre todo a aquellos en los que detectaba un poder imaginativo superior, un intenso amor a la vida o una inteligencia especial. Pero tambien, unos ojos en los que ella creia adivinar extranos misterios, o una sonrisa cautivadora, podrian imponerse a otras mas profundas apreciaciones. Los que iban a ser llamados habian aceptado previamente el regalo de sus flores, tulipanes rojos, a veces un opalo, una alfombra tejida por sus manos, o libros de Gibbon y Ruskin en los que la mayoria de sus huespedes leian el mensaje no escrito de que su dignidad iba a ser sometida a prueba, quien sabe si tambien sus dotes de amante. Mark no habia acudido a la cita y esa era la razon por la que lady Equis, atado el pelo con un foulard de colores como una zingara, irrumpio aquella manana en su dormitorio y descorrio con furia, para dejar entrar la luz, las rojas cortinas que contrastaban con el gris brillante de las paredes. El balcon se abria al jardin que terminaba en los linderos del bosque, el dia era templado y el sol apenas acariciaba aun las estatuas que rodeaban el lago. El dormitorio estaba vacio. Fue entonces cuando ella advirtio las cuartillas que Mark habia dejado sobre el escritorio, sin duda deliberadamente, aquel retrato de Eleanor Wyndham, que era como una larga carta dirigida a ella, que era tambien su propio retrato. Cuando lady Wyndham salia de viaje llevaba siempre amplias capas repletas de grandes bolsillos interiores en cada uno de los cuales reposaba un libro de su ajetreo previo, de ese ir y venir de las hojas hacia delante y hacia atras buscando la frase feliz, el dialogo chispeante, la escena audaz, para darle o no su beneplacito, el favor de su compania, de su interes siempre impaciente del final. Lady Wyndham leia primero a saltos y luego despaciosamente, si el libro habia sabido enamorarla. Asi habia iniciado tambien lady Equis la lectura de las paginas de Mark y ahora estaba, sus perros pequineses buscandola por la casa la habian hallado en el dormitorio gris, acariciando en su regazo a uno de aquellos animales y sujetando la ira mientras leia una caricatura de si misma, la de una diosa serpiente, y era como mirarse al espejo y ver a una imbecil que sin mayores luces pugnaba por entrar con su lampara apagada en las galerias ocultas de los hombres hermosos para despertar sus suenos. Lord Equis no quedaba mejor parado en ese relato sobre lady Wyndham. Aparecia como un marido paciente, algunas veces sospechoso, que borraba sus dudas sobre la fidelidad de su lady caprichosa dedicandose a la politica, jugando al bridge y coleccionando porcelana china de color azulblanco. Mas de una vez, Mark habia esperado en el jardin, junto a otros huespedes, el retorno de uno de aquellos elegidos por lady Wyndham para un intimo coloquio en su gabinete. En el gesto de los heroes de la aventura habia advertido un cierto malestar, indiferencia en algun caso, pero todos coincidian despues en afirmar que el unico lenguaje empleado, en ese primer encuentro con la sacerdotisa del amor, habia sido la palabra. Ella, mirando directamente a los ojos del interpelado, solia interesarse primero por su obra artistica. Sus preguntas eran convencionales, si escribia mucha poesia en aquel retiro campestre que le habia ofrecido, si su pintura progresaba, que tecnicas utilizaba, cuales eran los colores predominantes en sus cuadros. Despues hablaba un poco de ella misma, de los poneys de Shetland que adoraba de nina, de los carruajes, de las calesas antiguas que habia en su casa solariega, de sus viajes a Marienbad, un balneario que le atrajo por la fascinacion del nombre mas que por la fe de que con sus aguas o la tranquilidad del recinto podian mejorar sus dolores de cabeza. No ponia demasiado el acento en la salud, ese era un tema que siempre aburre a los que estan sanos, pero aludia al radio que tomaba en la leche o el te, y al borgona, como dos recursos para aliviar el dolor que le parecian, si no infalibles, de una refinada originalidad. Lady Equis, lady Wyndham, se movia en un mundo de sensaciones y estaba habituada a preparar el camino para que la pasion pudiera entrar en su casa de un modo natural, agradable, sin esfuerzo ni violencia. Con gesto elegante servia a su huesped una copa de sidra, no habia que desperdiciar el champan frances sin estar segura de que la nave llegaria a buen puerto, y fingia acompanar al invitado en aquel rito apenas burbujeante acercando sus labios al fino cristal de la copa. En seguida la abandonaba junto al Kempis que aparecia abierto en la mesa, como al descuido, como consuelo preparado de antemano por si el elegido, siempre artista o intelectual, no comprendia que ella, en el fondo, no buscaba la vulgaridad del sexo sino compartir la experiencia creativa, la inteligencia, de aquel genio que ya se habia bebido la copa de un solo trago. La lady queria comprobar, y aun no lo habia conseguido, si es posible inventar el amor sin agotarse en el intento. Envuelta en terciopelo y entre cojines de seda, lady Equis hablaba de Italia, o de cualquier otro pais luminoso y lejano, donde el sol sale mas pronto en el horizonte y permanece mas tiempo colgado del cielo, y ofreciendo un cigarrillo de una caja pintada con el ave fenix en todos sus costados, decia, alzando las negras sombras de sus ojos, que la pasion tenia lugares de privilegio en el mundo. El juego era muy similar con unos y con otros. Lady Wyndham, que guardaba sus cartas de amor con cintas de raso, que alguna vez se habia enrabiado al saber que sus amantes escribian despues a otras mujeres las mismas frases que solo ella habria debido inspirar, repetia la misma escena con todo aquel que era llamado a su gabinete. Para ella el galanteo tenia sus reglas; otra cosa era el amor. La sonrisa de lady Wyndham llenaba los silencios del hombre, sometido a un embarazoso tete a tete con la gran senora que no soportaba que le hablasen de la lluvia, de los desastres del jardinero, de los libros de cuentas o del menu que la cocinera debia preparar para la cena. Lady Wyndham queria hablar de poesia, de pintura, de la filosofia de Spinoza; lo fascinante era ese interes en la vida de los otros, en sus pasiones, en sus enamoramientos, en todo aquello del mas alto nivel espiritual que impulsaba el genio creador al que ella no tenia acceso. Entre ella y el mundo habia echado un telon de seguridad formado por cientos de plumas de pavos reales, el sol iluminando la magia de aquellos colores y el amor extendiendo su maquillaje brillante en el rostro de la vida. Lady Wyndham era una fanatica religiosa, una romantica excentrica, una mujer generosa y sincera, que no era comprendida en el deseo de lo trascendental y provocaba la burla de sus protegidos, los que acaso envidiaban su alcurnia, su posicion, cuanto les hubiera permitido a ellos, con su talento, gozar plenamente de la existencia. Alli estaba Mark, en el cesped, tendido en una tumbona, escuchando a un amigo, escritor de escandalo y de ingenio, que desearia hacer el amor con lady Equis, con toda su fuerza, removiendo hasta el fondo su instinto animal, porque siempre le habia obsesionado una relacion de ese tipo entre un hombre de origen vulgar, salido del corazon del pueblo, y una mujer de rango. Aunque en el dormitorio sonase una musica de pianola. Lady Wyndham ojeaba la presa en sus tertulias y saraos at home, pero, respetuosa con su hogar, o precavida, se mantenia firme ante cualquier asalto impetuoso del amante. Alli, no. Nada que pudiera atentar contra la dignidad del lord. Se podia flirtear, tener privados coloquios, insinuantes atenciones, algo que era habitual en la alta sociedad, toda la ceremonia iniciatica del cortejo que, inevitablemente, conduciria al lecho del amor; pero el escenario de las grandes pasiones debia estar fuera, lo mas lejos posible. La atmosfera de su casa no podia ser contaminada con el gas letal de la infidelidad. Asi, los encuentros de lady Wyndham con sus amantes se producian a la luz del dia y en los lugares mas concurridos para no atraer la atencion: un anden del metro, la sala de espera de una estacion de ferrocarril, Whitehead's House, o el kiosko de refrescos de algun parque de la ciudad. Ella, con los ojos pintados de un blanco grisaceo, los labios rojos, embutida en una de sus tunicas o cubierta con una llamativa capa bordada, iba radiante de maquillaje a la cita con la vida. Eleanor Wyndham era una sacerdotisa dispuesta a oficiar, al aire libre o en el primer altar improvisado, una ceremonia de amor, un exorcismo, para que la pasion saliese de las tinieblas, de aquel pozo en que estaba hundida gritando voces de auxilio, sin que nadie mas que ella se acercase a salvarla. Despues, entre burlas, mas de uno decia que lady Wyndham era una tea apagada, una hoguera de la que solo quedan cenizas. Otros, los que quiza de verdad la habian amado, no pensaban lo mismo de aquel fuego que les habia destruido, dejandolos en la nada, en la oscuridad de si mismos. Lady Equis siguio aun leyendo las cuartillas de Mark, que cada vez se iba ensanando mas con su personaje, pero no llego al final. Encendio un cigarrillo y, presintiendo su llegada, levanto el visillo de organza para mirar al jardin que el estaba cruzando para entrar en la casa. Dejo sobre el escritorio aquella caricatura de si misma, aquella ignominia, y ahueco los cojines de seda del sofa antes de adoptar una pose elegante, escondiendo sus manos, tan largas y huesudas, tan agigantadamente feas, entre los pliegues de su vestido. Cuando Mark entro, con su traje de caza, brillandole los ojos, el pelo tan negro y la boca tan sensual, carnosa y humeda, ni siquiera le dejo hablar. Con su tono mas dulce, con ademanes de exquisita educacion, lamento que el tuviera que marcharse, sabia que lo comprenderia, el lord estaba a punto de llegar con el primer ministro y la casa estaba tan llena; ese era, sin duda, el mejor dormitorio, habia que alojar alli al nuevo invitado. Dijo todo aquello como quien recita la letra de una cancion poetica y tierna. Mark, entre tanto, iba recogiendo sus libros. Lady Equis se retiro a su gabinete privado y se sumergio en la lectura del Kempis. Al ano siguiente, cuando se publico la novela de Mark y empezo a leerla avidamente, comprobo con sorpresa que el retrato de lady Wyndham habia sido sustituido por una carta de amor.

  • Malditamente Sebas, Mary Ferre de Mary Ferre

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    Sebas Trumper vive consternado y encerrado en una rutina absurda desde hace cinco anos tras la marcha del amor de su vida. Se abandono como hombre ausentandose de la realidad y se perdio en el recuerdo eterno de la chica que un dia le dijo adios. Afronta la soledad a su manera convirtiendose en alguien que odia ser, sin preocupaciones, sin sentimientos y sin nada por lo que luchar. El vacio de su corazon es meramente una excusa mas para seguir sobreviviendo hasta que un dia el destino quiso devolverle lo que siempre habia deseado, a la mujer que le llevo al infierno y le volvio a subir a las estrellas.

  • Esperanza de Candis Benitez

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    En ocasiones, las personas tomamos las peores decisiones en nuestras vidas, las cuales muchas veces pueden ser irremediables, en caso de no enmendarnos a tiempo.
    William Carrington lo sabe bien, pues en su juventud -buscando escapar de las presiones familiares y ser libre-, eligio la puerta equivocada. Vivio una epoca de desenfreno total, y estuvo al borde de perderlo todo, incluso lo mas preciado que posee cada ser humano, dandose cuenta con ello de su manera errada de proceder, antes de caer en un abismo sin retorno.

  • Dia de San Valentin de. 3 de Lisa Aidan

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    Ya los conoces, son ellos, los protagonistas de Loco por Becca, de Corazon de Repuesto y de Y ahora, ?que? la novela corta que esta incluida en el libro: Glups! Es Navidad
    Adentrate en las vidas de Becca, Allie, Alex y demas personajes. Conoce que sucedio despues de su historia, viviendo con ellos su primer dia de los enamorados en Dia de San Valentin de. 3
    ?Fueron felices despues de la novela?

  • Amor armado de Jennifer Clement

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  • No soy yo, eres tu (Tal para cual 2) de Ebony Clark

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    Un ano antes… -Por favor, senora, deje de aporrear la puerta. Ya le he dicho que hay aire suficiente y que no le va a pasar nada. Estuve a punto de mandarle a la mierda y anadirle que no cogiera ningun atajo y disfrutara del paseo. ?Es que aquel imbecil se creia que estaba hablando con una histerica? Ya sabia que no iba a pasarme nada y que aquello de asfixiarse en el ascensor era una leyenda urbana, que venian con reserva de aire suficiente como para no agobiarme. Pero aquel no era el problema. El problema era que tenia una vista en media hora y no llegaria a tiempo a menos que aquel idiota hiciera algo rapido. Pegue la boca a la ranura entreabierta de la puerta del ascensor. -Mira, como te llames… Es la cuarta vez este ano que alguien se queda encerrado en el ascensor. Para mi, la segunda, por si te interesa. -A lo mejor es que no hacen buen uso. Apenas acerte a entender lo que decia aquel heroe de pacotilla. No estaba segura, pero haciendo buen uso de mi racionalidad profesional, me hice la sueca a su comentario. Ya le diria yo en cuanto saliera lo que pensaba de sus opiniones y en el punto exacto de su anatomia donde podia guardarselas. Fingi ser una dulce damisela en apuros, cosa que solia funcionar la mayoria de las veces. -Oye… Ya se que no voy a morir, no estoy sufriendo ningun ataque de histeria ni nada parecido. La cuestion es que tengo que estar en el juzgado en media hora. Asi que, si pudieras darte un poco de prisa, te lo agradeceria muchisimo… Y cuando digo muchisimo, no estoy hablando en sentido figurado, ?vale? No se si los de tu gremio aceptan propinas o no, pero llevo en el bolso un billete de cincuenta euros que esta deseando encontrar nuevo dueno. Silencio al otro lado. Vaya, quiza la oferta no fuera de su agrado. Podia ser que me considerase una ronosa por el importe de la propina ofrecida. Bueno, cincuenta euros no estaban nada mal, ?no? Escuche un golpe seco en la puerta y me aparte enseguida. Al otro lado, pude ver un unico ojo de un color azul intenso, asomando por la ranura. El bombero que atendia la emergencia desde el otro extremo de la puerta del ascensor debia ser el dueno de aquel ojo. Y seguramente de otras partes del cuerpo humano que yo no podia distinguir, porque estaba atrapada en el maldito ascensor y aquel pequeno detalle lo impedia. -Ensenemelo. ?Que? Sacudi la cabeza, creyendo que habia escuchado mal. -?Como dices? -pregunte con desconfianza. -Que me lo ensene -ordeno el con tono seco-. Su billete de cincuenta euros. -?En serio? ?Puedes acelerar mi rescate con la ayuda de una propinita? Claro, yo no podia ver que la cara del bombero ya habia cambiado a varios colores, mientras continuaba con mi absurdo y repugnante intento de extorsion que, por otro lado, iba a jurar sobre la Biblia no haber cometido si se daba la ocasion. -Pues claro, senora. Para eso estamos. Hum, no se por que, pero algo en su voz me decia que intentaba tomarme el pelo. De todas formas, estaba desesperada. Lucas me esperaba al otro lado, impaciente. Nuestra clienta era un miembro muy influyente de la comunidad nordica del sur de la isla. Lucas era un gran orador, pero yo tenia todos los documentos del caso en mi maletin, conmigo dentro del ascensor. Y nuestros jefes ya nos habian advertido: como no le sacaramos hasta el ultimo euro al marido de Greta, un rico empresario madrileno dueno de varias salas de fiesta, ya podiamos buscarnos otro trabajo. Sin pensarlo, extraje el billete de mi cartera y lo deslice hacia arriba y hacia abajo por la ranura de la puerta, como si fuera la sexy y seductora pierna de una stripper en un bar de carretera. -Vaya, pues era verdad. Parece autentico. Solte una palabrota al escucharle. -!Pues claro que es autentico! Pero ?que te has creido? -le grite, furiosa. -No se… Mi padre siempre decia que no me fiara de los abogados, que son unas ratas mentirosas… Pero no, oiga, parece que usted es de fiar. Y no tiene pinta de rata… Bueno, al menos desde esta distancia no, ?por que no se acerca un poco mas para que pueda verla mejor? -Me encantaria acercarme mas, senor No Estoy Haciendo Una Mierda Para Rescatar A Una Buena Ciudadana… !Pero estoy sudando como si esto fuera el horno donde el diablo cuece a sus pecadores! Y si me muevo, la cosa va a peor… -A lo mejor es que lleva demasiada ropa. ?Por que no se quita esa bonita chaqueta de Bimba y Lola? Le queda muy elegante, eso si… Pero ahi dentro debe de haber unos treinta y cinco grados. -?Me estas sugiriendo que me desnude? Ay, Dios, esto es la pera… -De pronto cai en su sorprendente dominio de la moda femenina y le pinche en un arrebato infantil-: A ver, ?como sabes que mi chaqueta es de Bimba y Lola, eres un disenador frustrado o que? -Que va. Es que le regale una igual a mi madre por su cumpleanos, solo eso. Mire con disimulo mi chaqueta de punto gris con los punos y cuellos ribeteados en negro. Combinada con mis vaqueros y mocasines, me parecia una excelente eleccion para llevar al juzgado; arreglada pero informal, como diria la madre de mi mejor amiga. Sin embargo, ahora que el agente de emergencias mencionaba el regalo de su madre, me hizo sentir mayor y poco atractiva. Seguro que lo noto, porque al segundo siguiente quiso arreglarlo… sin exito, claro. -Oiga, no se enfade… Le queda bastante bien, en serio… Se parece un poco a esa abogada de una serie de hace un millon de anos… ?como se llamaba? Tiene que acordarse, mas o menos es de su epoca, ?no? <>, grite mentalmente, furiosa porque el tio, no contento con meterse con mi ropa, ahora me llamaba carroza en la cara. -Si, lo que tu digas… -corte bruscamente. -?O era Remington Steel? -se pregunto el en voz alta, hablando consigo mismo al principio-: Ahora no lo tengo muy claro, pero usted debe tener mas o menos la edad de mi madre, ?a que si? Seguro que se acuerda. -No soy cinefila -menti. – ?No? Pues deberia… ?No ha visto Ben-Hur, la version original? Me golpee la frente con una sonora palmada. ?De verdad? ?De verdad me habia tocado el bombero humorista? Estaba a punto de darme un ataque, pero no de risa precisamente. Iba a gritarle a pleno pulmon que se dejara de hablarme de series y peliculas, que se estaba pasando y mucho al insinuar que yo tenia edad para haberlas visto en algun cine el dia de su estreno. Me detuve al instante. Ya veia por donde iba… Mi instinto me decia que solo pretendia, muy mal, todo fuera dicho de paso, entretenerme mientras me sacaban de alli. Debia ser el psicologo del grupo. O el chistoso, no estaba segura. -Pero ?que dices? Mira, ?vas a sacarme de aqui o no? -apremie. -Ya le dije antes que si, senora. -Si, ya se que lo dijiste… Pero tambien dijiste que tenias que esperar que tu companero encontrase no se que llave maestra… Y yo no tengo tiempo que perder. Conque, ?quieres o no quieres los cincuenta euros? Otro silencio. -No se… ?Es que le sobran o que? La pregunta me dejo perpleja. Seguro que el intentaba darme conversacion, tal y como le habian ensenado en sus cursos sobre como enfrentarse a situaciones limite. Pero no era mi caso. Mire el reloj de pulsera y se me acelero el corazon. -Pero ?que cono importa si me sobran o no, no te estoy diciendo que te los quiero dar? -casi le grite, tratando de no perder el control. -Es que quiero que quede bien claro que me los quiere regalar. Aprete los dientes. -!Pues claro que te los quiero regalar! Toma, hombre, cogelo ya… Y te compras la edicion Oro de coleccionista de Ben-Hur y unas palomitas a mi salud… !Pero sacame de aqui! -Lo deje caer por la ranura y senti como unos dedos recogian el billete al otro lado de la puerta. Despues, un sonido que recordaba al crujido del papel de cebolla junto a un telefono. Una emisora de radio. <>. No pude contenerme por mas tiempo. Aporree el ascensor con los punos, con el maletin y hasta con un par de patadas al estilo Bruce Lee que habia visto en alguna pelicula. -!Oye, que me estoy enterando de todo! -chille. --… Vale, lo intentare… No te prometo nada… Esta como una regadera, en serio… Es que la oyes hablar y parece la abogada corrupta de una pelicula de la Mafia, tio… Bueno, una mezcla de eso y un palo de fregona desmelenado… Date prisa, tio, da un poco de miedo…

  • Madonna. Un Psicodrama de Antonio Zarate Canela

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    Madonna: Un Psicodrama, una novela perversa de amor, amores enfermizos, amores puros, amores torcidos, abusivos, egoistas, perversos, amores reales,
    Porque al final lo que mueve al mundo es el amor, sin importar que tan sucio sea.

  • Hombres que ya no hacen sufrir por amor de Coral Herrera Gomez

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    Los hombres no nacen, se hacen. La masculinidad patriarcal es una construccion que surge, crece y se transmite de generacion en generacion en el seno de nuestra sociedad. Igual que la feminidad. Pero tambien hay muchas formas de ser hombre: existen cada vez mas disidentes que no interiorizan los mitos de la masculinidad, ni reproducen sus estereotipos y roles clasicos. Cada hombre, en mayor o menor medida, se rebela contra el patriarcado, aunque la mayoria suele adaptarse para no quedarse al margen, y tambien para aprovecharse de los privilegios que el sistema concede a los varones solo por el hecho de serlo. Pero como nos cuenta Coral Herrera, los sumisos al orden patriarcal van a tener cada vez mas problemas para relacionarse con mujeres independientes.

  • Por ti, por mi, por ellos…, Freya Asgard de Freya Asgard

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    ?Que pasa cuando un policia es obligado a quitarle los hijos a una mujer acusada de maltrato por su propio esposo? ?Que pasara si este policia se da cuenta que fue enganado y que todo fue una trampa? ?Que pasara si este policia se percata que esa situacion no fue mas que la punta del iceberg de corrupcion en su tan querida Institucion? ?Que posibilidades hay de que, huyendo de la justicia, se encuentre de nuevo con la mujer a la que tanto dano le hizo?
    Esto es lo que le ocurre a Camilo Espinoza. Despues de tres anos, sin querer, llega a refugiarse a la casa de Paola Donoso, acusada por su violento y poderoso marido de maltrato a sus hijos y la que habia escapado de el.
    Rolando Meneses, amigo y companero de Camilo, trabaja para Bernardo Echeverria, el ex esposo de Paola, que la reconoce como la mujer de su jefe, por lo que Camilo y Paola deciden huir juntos, pues saben que el la delatara.
    De aqui en adelante, todo se torna confuso. Por una parte, Camilo debe seguir reuniendo las pruebas en torno a la corrupcion y a los oficiales vendidos a empresarios y politicos; y solo entonces se da cuenta que no solo existe corrupcion, tambien trata de blancas, trafico de drogas y otras situaciones que el ni siquiera imagina. Toda una telarana que no solo implica a su Institucion o a su pais, es una red de varios anos y que abarca mas lugares de los que se imaginan.
    Una historia donde el amor, la familia y la justicia son puestos en jaque por hombres sin escrupulos, cuya unica motivacion es el dinero y el poder.

  • #Malos. ?De que lado estas?, Luis Avila de Luis Avila

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  • El blues de Beale Street de James Baldwin

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  • ?Es o no es? de Cristo Alcala

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  • Es mi vida de Fortunata Barrios

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    Antes que el amor romantico, y tanto como el sexo, la amistad puede ser el vinculo mas incombustible entre los seres humanos. Amalia y Vero se rencuentran tras decadas sin verse, y acuerdan un intercambio electronico. ?Que se escriben dos antiguas companeras de colegio cuya amistad quedo interrumpida por una circunstancia adversa?

  • Principe y Felino (Lover Tygrain Al de Kelly Dreams

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  • Todo no dura siempre de Alexandra Ferrara

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    Hace ocho meses que Adriana y Juan perdieron a sus padres, y ahora les toca mudarse a una pequena ciudad costera con sus abuelos, donde no conocen a nadie y les tocara empezar de cero. Lo que Adriana no sabe es que tras el dolor que siente y las ganas de desaparecer, hay muchas aventuras por vivir y muchas cosas por aprender como que la amistad no es lo que ella ha conocido hasta ese momento, que las apariencias enganan, y que siempre hay dos versiones de una misma historia. Pero sobre todo, conocera el amor, el amor incondicional, puro y verdadero.

  • Belleza Enredada, K. L. Middleton de K.l. Middleton

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  • La guerra civil contada a los jovenes de Arturo Perez Reverte

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    La Guerra Civil espanola contada de forma escueta, objetiva y rigurosa, sin cliches partidarios ni etiquetas faciles, en textos de Arturo Perez-Reverte e ilustrada de forma esplendida por Fernando Vicente.

  • En la mitad de la vida de Kieran Setiya

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  • Fuego rojo de Carlos Gutierrez Diez

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    ?Que misterio se oculta en las verdes montanas del Principado de Asturias? Durante varios siglos se ha conseguido mantener oculta la verdad... hasta ahora. Antes de ser asesinado, Alex Martinez, uno de los ultimos miembros de una sociedad secreta, cuyos origenes se remontan a la fundacion del Templo de Salomon, transmite a su viejo amigo Roberto una misteriosa clave. Martinez y sus predecesores han conservado durante siglos un conocimiento que puede cambiar la historia de la humanidad. Roberto, con la inestimable ayuda del historiador y fotoperiodista Zoltan Raculjic, comenzara la busqueda de ese secreto en una trepidante carrera contrarreloj a traves de los valles mineros asturianos que les llevara de una clave a otra, descifrando mensajes ocultos en los mas inhospitos y secretos lugares, olvidados tras el paso de los siglos..