• el tesoro del diablo libro - Victor Toth

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    Cansado de su extenuante trabajo en las cosechas, un hombre decide partir en busca de una leyenda, el tesoro perdido de los antiguos pobladores. La riqueza es inmensa, pero el precio a pagar es demasiado alto.

  • El Tesoro del Diablo: Cuando la ambición nos condena

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  • El Tesoro Del Diablo - Booknet

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  • El tesoro del diablo - Charles Nodier - Albalearning

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    AlbaLearning - Audiolibros y Libros - Learn Spanish ... El esclavo, una vez solo, realizó las invocaciones y finalmente el diablo abrió una roca de donde ...

  • El tesoro del Diablo - Megustaescribir

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    A quel era el día más caluroso del año. Las temperaturas llegaron a unos sofocantes 42 grados centígrados, mientras el sol brillaba implacable en el cielo ...

  • El Tesoro Del Diablo | Mitos Y Leyendas - Historias cortas

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    Esta es una historia que se vivió en un pequeño pueblo, por tres amigos llamados Salvador, Tomas y Alejandro. Estos llegaron a un pueblo con la intención ...

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  • La promesa del angel de Frederic Lenoir

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  • Adicta a el, hasta que los paparazzi nos separen (Bilogia Adicta a el 1), Isabella Marin de Isabella Marin

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    ?Te has enamorado alguna vez de la persona equivocada?

    ?Consciente de que amarle te consumiria, cerraste los ojos y te lanzaste por un precipicio solo porque sabias que el estaria abajo?

  • El diario amarillo de Carlota de Gemma Lienas

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    <>. Esta es la respuesta que les da a Carlota y a Marcos su padre cuando le hacen una pregunta a proposito de las drogas. Pero entonces, ?como podra decidir Marcos si fuma porros o no en la fiesta a la que lo han invitado? Carlota, determinada a conseguir tanta informacion como le sea posible, escribe este nuevo diario que tienes en las manos. A partir de testimonios que va recogiendo y de las explicaciones que recibe de su entorno mas inmediato y, sobre todo, de un medico de su club de futbol preferido, Carlota se adentrara en el complejo mundo de las drogas, convencida, como siempre, de que solo cuando dispones de toda la informacion puedes realmente decidir. El diario amarillo de Carlota no es exactamente una novela ni un diario, sino un libro a caballo entre la ficcion y la no ficcion que procura responder a una serie de interrogantes: ?Que tipos de drogas hay? ?Que efectos provoca cada una? ?Que es la adiccion? ?Y el sindrome de abstinencia?

  • Tu me obligaste de Erica C. Morales

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    Cuando Ruth termino de poner la mesa maldijo que su marido no le hubiera avisado de que esa noche tendrian visita. Estaba cansada, no queria cocinar para nadie y ahora debia hacerlo para los tres companeros de trabajo de su marido. Con los anos, Jorge se habia convertido en un hombre impulsivo, ya no era aquel hombre del que se enamoro. Jorge sostuvo su telefono meditando durante unos segundos. Queria que su mujer luciera especialmente hermosa aquella noche. Dudo entre si pedirle que se pusiera el vestido negro ajustado o el semitransparente. Opto por la primera opcion y asi se lo hizo saber a su hastiada esposa. Durante la cena fueron muchos los elogios que Ruth recibio de sus tres invitados, tantos eran los halagos que sintio que aquellos desconocidos estaban compitiendo por ganarse su aprobacion. Jorge, que presidia la mesa, se mostraba satisfecho de lo que estaba sucediendo premiandose a si mismo al ver que su plan estaba funcionando. Cuando se caso con Ruth lo hizo creyendo que sus vidas cambiarian. Que el sexo seria mas placentero y que su vida se convertiria en una aventura. Mas los anos convirtieron a la pareja en un matrimonio insustancial. Su vida se hundia en la monotonia arrastrando a su matrimonio. El sexo se habia vuelto aburrido. Se acostaba con Ruth mas por obligacion que por deseo. Imaginar la escena le excito sobremanera. Si, queria ver como otro hombre se follaba a su mujer, queria ver como ella se corria. La imagen le resulto tan dantesca que alli mismo, tomo a su mujer hasta quedarse satisfecho. Despues de aquella noche, no volvieron a hablar de un posible intercambio de parejas. A Jorge le bastaba imaginarse a su mujer en manos de otro para excitarse. Fue asi como las noches de sexo dejaron de volverse aburridas y taciturnas. Al menos hasta que Jorge volvio a sentir una ansiedad que le corroia. Siempre queria mas, ambicionaba dar un paso que hiciera que follarse a su mujer fuese mas oscuro. Habia comprobado que le excitaba ver a mujeres practicando sexo entre ellas. La posibilidad de hacer un trio con una mujer se convirtio en su obsesion. Ruth sabia que su marido estaba cambiando. Su actitud para con el sexo rozaba la depravacion. Una noche, mientras doblaba ropa, Jorge le sorprendio con un kit para iniciarse en el mundo de las perversiones. No queria verse atada e incapacitada para hablar o moverse. Tampoco que Jorge la hiciese dano. No podia entender que algo tan sucio pudiera excitarlo, mas no se resistio. Su marido ya le habia amenazado con dejarla si no se rendia a sus exigencias. No queria perderlo, estaba enamorada de el. Esa noche junto sus manos permitiendo que Jorge cerrara las esposas. Cuando apenas habia empezado a andar, su marido la fustigo con un latigo que la hizo tambalearse sobre sus tacones de aguja. Para que no cayese, Jorge la sujeto con firmeza del pelo advirtiendola de que si no hacia lo que el queria tendria que castigarla. Ruth se acostumbro al dolor y las continuas humillaciones. Cuando Jorge se corria sobre ella rezaba para que aquello acabara, para que esa perversion diera lugar a otra en la que el dolor no tuviera cabida. Jorge sabia que a su mujer no le excitaba que la sometiese. Nunca estaba dispuesta a pelear ni a obligarlo a el a ocupar su lugar. Busco en internet algo que su mujer pudiera aceptar, algo menos sucio, menos peligroso. --Deberiamos hacer un trio. Hay una chica en mi oficina que alardea constantemente de darle vida a un matrimonio que estaba barajando divorciarse y ahora son mas felices que nunca--manipulo Jorge. --?Crees que metiendo a una mujer en nuestra cama nuestro matrimonio ira mejor? No se en que te basas para pensar una cosa asi. --Necesito aventura, Ruth. Vivir cosas nuevas. Entrar en casa feliz porque se que tengo una mujer que comprende mis necesidades. El sexo es una parte importante en una relacion, debes abrir la mente. Aceptar que podemos ir mas alla. El sexo puede ser muy placentero si te saltas las normas, al menos de vez en cuando. ?Acaso quieres que nos divorciemos? No, Ruth no queria pasar por un divorcio por lo que acepto tener un trio, solo necesitaba tiempo para asimilarlo. Una noche, despues de la cena, Jorge le propuso un juego a su esposa. Primero le mostro la imagen de una mujer rubia, despampanante y mas joven que ella. Jorge pronuncio su proposicion. --Se que quieres ir despacio, asi que he pensado que esta noche podriamos acostarnos pronto y jugar un poco. Quiero que esta noche, cuando te toque, cuando haga que te corras pienses que es ella quien lo esta haciendo. Yo hare lo mismo, asi normalizaremos que otra persona este en nuestra cama. No me digas que no, Ruth, estoy haciendo esto por nuestro matrimonio. ?Acaso no me quieres? Ante la debilidad de Ruth, Jorge se mostro mas fuerte consiguiendo que aquella noche su mujer cediera a uno de sus juegos con el que dar alas al hombre depravado en el que se estaba convirtiendo. El sexo era su unico pensamiento y siempre, siempre queria mas. Nada calmaba su sed. Esa misma noche, despues de la cena tras despedir a sus invitados, Jorge cogio en brazos a su mujer y se la llevo a la cama. No podia dejar de imaginar como reaccionaria el cuerpo de su esposa siendo follada por sus tres invitados. Durante la cena habia fantaseado con que la tomaban alli mismo, frente a el. Al recordarlo penetro a Ruth que aun no estaba preparada para recibirlo haciendo que su cuerpo se contrajese. --Me encanta cuando estas tan cerrada, asi puedo darme el gusto de ser yo quien te abra. Vamos, relajate y disfruta. Imaginate cuando uno de esos tres este aqui, con nosotros. Fantasea con ellos y dime a quien eliges para hacer el trio. Me lo prometiste, Ruth. Me lo prometiste--insistio en recordarle con cada empellon. A la manana siguiente, Jorge salio unos minutos antes hacia la oficina. Sabia que encontraria a Omar en su despacho sin su secretaria husmeando. Llamo a la puerta luciendo una sonrisa que a Omar le dio escalofrios. Sabia que estaba haciendo alli, el era el ganador del trofeo. Asi llamaba Jorge a su mujer. Era tan despectivo y humillante que Omar sintio nauseas. Queria decirle que no, que se negaba a ser participe de ese juego con el que Ruth no estaba de acuerdo. Jorge alardeaba del poder que tenia sobre su esposa humillandola frente a companeros y desconocidos despertando en Omar la necesidad de ayudarla a dejar esa vida infeliz. Si bien, Ruth no parecia recordarle, el no habia dejado de pensar en ella desde que la conocio en la universidad. Apenas mantuvieron contacto, suficiente para que Omar buscara en cualquier mujer a Ruth. --!Eh, tio! ?Me estas escuchando? --Jorge reclamaba atencion--. Ruth quiere que seas tu. Sera esta noche, no voy a permitir que se eche atras. !Ah, una ultima advertencia! Puedes hacerle a mi mujer lo que quieras, pero no se te ocurra acercarte a mi. --Descuida--respondio invitandolo a salir de su despacho. Ruth llego a casa dispuesta a darse un bano de espuma. Estaba agotada. Sentia tanta presion que necesitaba estar sola, aunque solo fueran durante un par de horas. Al entrar en el salon su marido le dio la bienvenida ofreciendola una copa de vino. Omar se mostro educado levantandose del sofa para saludarla. ?Que estaba haciendo alli? Se pregunto. ?Sera hoy? ?Sera esta noche? No habian hablado de una fecha en concreta, ni siquiera habian discutido sobre los detalles que necesitaba tratar. No iba a permitir que un desconocido se propasara. ?Que estoy diciendo? He permitido que mi marido meta a un hombre en nuestra cama, he sucumbido a ser parte de un juego sucio en el que no soy mas que un cuerpo que utilizaran para su disfrute. No quiero perder a Jorge, no quiero perderlo, pero no se si podre con esto. --No podemos decirle que se vaya, ?que pensarian de mi en la oficina? --discutio. --?Cuentas nuestras intimidades en el trabajo? --pregunto avergonzada. --Ya sabes, a los hombres nos gusta hablar de nuestras hazanas. Hablar de sexo entre colegas es lo normal, no te preocupes. Ninguno de mis companeros te conoce y los dos que te vieron anoche te olvidaron en cuanto los rechazaste. Ruth entro en el dormitorio con el picardias que su marido habia elegido para ella. Cuando cerro la puerta supo que habia perdido su dignidad para siempre. A la manana siguiente, Ruth se levanto temprano. Queria salir de su apartamento antes de que su marido se despertara. Despues de la noche que habian vivido preferia no mirarlo a la cara. Se sentia avergonzaba por haberse entregado a Omar. Un hombre que la habia hecho disfrutar mas de lo que jamas habia hecho su marido. Jorge la habia hecho creer que no era buena en el sexo, mas en brazos de Omar descubrio que el sexo no era el problema, si no el companero con quien compartia sus noches. Para hacer el menor ruido posible cubrio su cuerpo desnudo con una vieja sudadera. Descalza camino hasta la cocina con intencion de servirse un cafe cargado. Al descubrir la cafetera en manos de Omar se ruborizo. --Me servire un cafe y me marchare. No era mi intencion incomodarte--dijo sirviendo un segundo cafe. --Ruth, yo... da igual, no importa. Sera mejor que me marche. Cuando Jorge desperto, su mujer ya no estaba en casa. Aquello le dio la oportunidad de recordar, con todo lujo de detalles, lo que habia sucedido la noche anterior bajo la ducha. Al salir de casa, en el trayecto hacia la oficina no podia dejar de pensar en todas las aventuras que habian vivido en los ultimos meses. Todo empezo una manana. Mientras tomaba cafe antes de entrar a trabajar un articulo del periodico le dio la solucion que tanto ansiaba. Eran adultos y aunque el la queria necesitaba emocion en su vida. Aquella misma noche, al regresar del trabajo y durante la cena, Jorge le propuso ir a un club de intercambio de parejas. Ruth se nego tacitamente. Intento por todos los medios que su mujer aceptara, sin exito. Tenia que haberla amenazado con el divorcio, no se habria negado. Quiza, ahora que ha aceptado meter a un hombre en su cama, podria volver a proponerselo. Ruth hizo lo imposible por concentrarse en el trabajo, mas fracaso en cada intento. Cogio su telefono, necesitaba quedar con sus amigas. Salir de esa casa, aunque solo fuera durante unas horas. En la pantalla, descubrio un par de llamadas perdidas de un numero desconocido. Cuando se disponia a escribir a sus amigas una tercera llamada la interrumpio. Ruth respondio dispuesta a descubrir al remitente. Omar respondio al otro lado de la linea rogando para que no rechazara su llamada. Ruth acepto, queria saber porque la estaba llamando y volver a hablar con el hombre que le habia regalado la noche de sexo perfecta. A la hora de la comida quedaron en verse en una cafeteria cercana. Ruth sintio que, por primera vez en su vida, estaba siendo la protagonista de su propia aventura. Tomo asiento alejandose del gran ventanal fingiendo ser la amante del hombre que entraba por la puerta. Omar se sento frente a ella tras saludarla con un beso en la mejilla. No fue algo premeditado, al verla sintio la necesidad de volver a tenerla entre sus brazos, mas contuvo las ganas. El momento de hablar habia llegado y Omar no sabia como enfrentarse a la asustadiza mujer que tenia frente a el. Ruth exigio una explicacion, al no llegar, se dispuso a levantarse abandonando a su acompanante. Omar se interpuso en su camino sujetando su mano con suavidad. --Lo siento, no se por donde empezar. Imaginaba que seria mas facil pedirte que dejes a tu marido. Jorge no te respeta, es un depravado que siempre querra mas. No permitas que te siga humillando. --?Y que quieres? ?Que huya contigo y vivamos un amor de pelicula? Lo que paso anoche entre nosotros no significo nada y no volvera a repetirse--espeto ella a la defensiva. --No quiero que huyas conmigo, solo que dejes esa vida en la que no eres feliz. ?De verdad crees que no volvera a repetirse? No conmigo, yo solo era un cebo para que ahora no pudieras negarte a acostarte con una mujer. Lo tenia todo planeado, ?sabes que hara si te niegas? Amenazara con dejarte, con pedirte el divorcio. ?Me equivoco? Ruth sabia que su marido la estaba manipulando. No era la primera vez que se mostraba sumisa. En su infancia y durante su juventud permitio que su tia, con quien se habia criado, dispusiera de su herencia a su antojo. La habia amenazado con echarla de casa abandonandola en un orfanato. Se acostumbro a vivir con el temor de ser abandonado hasta aceptar que de suceder la culpa seria solo suya. ?Que podia hacer por ella si se negaba a abandonarlo? Si le contara la verdad, si desvelara que no es un desconocido del que sospechar, encontraria la manera de devolverle todo aquello que Jorge le robo al casarse con el. --?Por que no vuelves a Barcelona? Tu vida siempre ha estado alli. Ya se que tu tia murio, pero tienes amigos y companeros de trabajo que te echaran de menos. !Tienes tu casa! --exclamo desesperado. --?Que significa todo esto? ?Como sabes que yo...? Jorge no sabe que tengo una casa en Barcelona. ?Como es posible que tu sepas todo esto? --pregunto aterrada hasta que Omar le mostro su cicatriz--. ?Eres tu? !No puedo creerlo! Pensaba que vivias en Alemania y que te habias casado. Ruth rememoro la manana del accidente en la que conocio a Omar. El asfalto estaba mojado, freno todo cuanto su moto le permitio, mas no fue suficiente para evitar el atropello. La ambulancia los llevo a ambos al hospital mas cercano. Dos horas despues, la prometida de Omar aparecio en la sala de urgencias hablando por telefono intentando anular los billetes de avion que deberia llevarlos a Alemania. --Me fui con Ada dos dias mas tarde de lo previsto. Nuestra relacion iba bien, si, tenia planes de boda. Alemania lo cambio todo, especialmente a Ada. Cuando descubri que me estaba enganando regrese a Barcelona y pedi el traslado. Fue asi como me instale en Madrid hace ya diez anos--revelo para calma de Ruth--. Me gustaria volver a verte, si me dices que si no volvere a hablarte de Jorge ni de tu matrimonio. No pretendo inmiscuirme en tu vida, solo quiero que seas feliz. A aquel cafe le siguieron muchos otros. Cuanto mas tiempo pasaban juntos aumentaba la necesidad de volver a verse. Omar se descubrio enamorado de Ruth una noche de cena y pelicula. Aunque sabian que era peligroso, Ruth permitio que la acompanase hasta las inmediaciones de su casa. Para Jorge, esa noche solo era un reencuentro mas con sus amigas. Si bien habia empezado a sospechar que su mujer le ocultaba algo, supo que no seria capaz de enganarlo. La tenia tan sometida que estaba seguro de que jamas lo abandonaria. Cuando Ruth entro en el pequeno apartamento descubrio que Jorge estaba despierto, esperandola. Eso solo podia significar una cosa. Al entrar en su dormitorio obviando el beso apasionado de su marido descubrio sus intenciones. Sobre las sabanas la esperaba la mujer rubia que Jorge la habia mostrado meses atras. Jorge, a su lado, sostenia un conjunto de lenceria transparente. Omar tenia razon, solo era un truco para conseguir su botin. Jorge no queria tener aventuras con ella, solo queria follarse a la rubia semidesnuda que habia en su cama. Disculpandose con la excusa de ir en busca de una botella de champan dejo el apartamento en medio de la noche. Camino durante horas sin rumbo, sin saber a quien acudir para pedir ayuda. Inevitablemente penso en el. Cuando encendio su telefono descubrio las llamadas y mensajes de su marido exigiendo que regresara bajo una nueva amenaza de abandono. Agotada decidio pasar la noche en el hotel que estaba frente a ella. Evito usar la tarjeta, no queria que su marido descubriera donde se escondia. A la manana siguiente, Jorge llego al trabajo alardeando de su noche. Habia metido en su cama a la mujer mas atractiva de toda la oficina. Cuando Omar escucho su relato volvio a su despacho, necesitaba hablar con Ruth. Cuando estaba a punto de marcar el ultimo numero, Jorge lo interrumpio para solo a el desvelarle la unica verdad. Ruth lo habia abandonado en medio de la noche obligandolo a renunciar a su aventura.

  • Pax. Una historia de paz y amistad de Sara Pennypacker

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    Un relato emocionante sobre la confianza, la guerra, la lealtad, la traicion y el amor de un nino por el zorro al que ha criado desde que era un cachorro.

  • Felicidad de Thich Nhat Hanh

    https://gigalibros.com/felicidad.html

    La ensenanza fundamental del maestro zen Thich Nhat Hanh es que la plena consciencia (o mindfulness) puede ensenarnos a vivir en el presente y desarrollar la paz interior. Accesible tanto a los recien iniciados en el budismo o la meditacion como a practicantes mas experimentados, Felicidad es el unico libro que recopila todas las practicas desarrolladas por Thich Nhat Hanh durante sus mas de sesenta anos como monje y maestro budista. Con secciones dedicadas a la practica cotidiana, las relaciones, el ejercicio fisico, la comida atenta y la practica con los ninos, Felicidad constituye una guia completa para vivir con plena consciencia nuestra vida cotidiana.

  • El Rey de las Sombra de Fernando Moreno Espinosa

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    Ernesto Buendia e Hipolito Prieto son dos ninos de doce anos que sufriran la tragedia de vivir en primera persona la Guerra Civil. Lora del Rio vera como sus juegos infantiles son transformados en poco mas de un mes, convirtiendose en una espiral de odio y violencia.

  • Juguete para dos de Noa Xireau

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    ?Puedes partir tu corazon por la mitad?
    Carlos no puede evitar hacerse esa pregunta cuando, a punto de comprometerse con la mujer de su vida, se topa con un chico joven y vulnerable al que siente la necesidad de proteger y. meter en su cama.
    Por mucho que trate de huir, sabe que le toca tomar una decision: elegir entre Eva, la mujer capaz de hacerle rogar y ponerse de rodillas, y Gabriel, la criatura desvalida que ha vuelto su mundo del reves y logra que aflore su lado mas protector.
    Sin embargo, no siempre es facil escapar de la realidad ni la razon es la solucion para todo. Cuando menos se lo espera, la situacion le explota en la cara. Eva y Gabriel cruzan sus caminos y descubren todo el pastel.
    No quedara sitio en el cielo ni en el infierno en el que Carlos pueda esconderse cuando Eva saque la fusta con su sonrisa mas perversa y Gabriel lo mire con esos ojos de angel que le hacen perder la cabeza.
    Solo queda una pregunta por responder: ?Quien sobra de los tres?

  • Seda y acero de Kat Martin

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    Novela romantica de la autora de Amantes furtivos, que hara las delicias de todas sus lectoras, y encontraran en ella todo lo que necesitan de una buena historia de amor.

  • La fuerza del amor (Blue Roses 3) de Noelia Jimenez Sanguesa

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    Sentia como los pulmones me dolian y como la lluvia se estrellaba contra mi cara. El corazon me iba a mil mientras corria detras del coche para intentar alcanzar al amor de mi vida. El se la estaba llevando y no me daba la oportunidad de poder hacer algo. Corri durante varios metros mas, mientras veia como Lyla golpeaba el cristal desesperada. Hubo un momento en el que el coche acelero y mis piernas y pulmones no lo resistieron. Cai al suelo y vi con lagrimas en los ojos como la alejaban de mi. Pero no me rendiria. Moveria cielo y tierra para encontrarla. No perderia la esperanza en lo perdido.

  • Y si fuera Andy de Maribel Pont

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    Las cosas siempre ocurren cuando menos las esperas. Habia sido una discusion sin sentido. Una vuelta de tuerca de mas, a la desconfianza que me provocaban las salidas a destiempo de Manuel. Se habia marchado dando un portazo seco. Sembrando un silencio rancio dentro de las cuatro paredes que entonces ensombrecian mi presencia. No quise llorar. Tal vez habia agotado las lagrimas discusion tras discusion. Eran demasiados anos juntos. Eramos muy jovenes cuando empezamos a jugar a ser adultos. En vez de encontrarme con la desesperanza, me tope con un halo de luz, que de pronto, hizo que decidiera vivir. Estaba harta de hacerme responsable de todos los problemas de la casa, olvidandome de que aun era muy joven. Tenia treinta y cuatro anos y una hija adolescente de dieciseis, que de un momento a otro me traeria un yerno a casa. Hecha un ovillo en el sofa y barajando el caos que se acababa de formar en mi matrimonio, decidi que lo mejor que podia hacer era, no hacer nada. Dejar que las cosas siguieran su curso, si Manuel algun dia se daba cuenta de que estaba actuando mal y, sobretodo, si era capaz de demostrarme que valia la pena seguir juntos, seria una cosa del destino y con eso no podiamos competir. Mientras tanto no pensaba correr tras el, ni suplicarle que regresara, ni siquiera por Monica. Una lagrima melancolica resbalo por mi mejilla, hasta mojarme la comisura derecha del labio. Sin embargo no pude identificar ningun sentimiento de anoranza. Simplemente, lo nuestro habia terminado. Con mis pensamientos rodando como una espiral, cai en un sueno profundo. En el televisor echaban un capitulo repetido de una serie policiaca, en el cual me trasporte con la carga de mis problemas. Hubiera podido dormir horas evadiendome de la realidad si no fuera porque el cerrojo de la puerta, manipulado con brusquedad, me alarmo haciendo que me izara de golpe. Un sonoro portazo, mas agrio que el anterior, hizo que se encogiera un nudo en mi estomago. Unos pasos cruzaron el comedor a la velocidad de un rayo y acto seguido otro portazo resono al fondo del pasillo. Algo habia ocurrido. Di un brinco fugaz y corri tras los pasos de mi hija. Mis nudillos golpearon con insistencia la madera que separaba mi voz de la habitacion de mi hija. --Monica, abre la puerta. --!No quiero! Era justo lo que me faltaba, lidiar con el mal genio de una adolescente. --!Abre ahora mismo o tiro la puerta abajo! --No podras…--gruno con la voz ahogada bajo la almohada. Apegue mi espalda a la pared e hice rebotar mi cabeza. Hablar con ella cuando estaba enfadada era como querer encajar la pieza equivocada en un puzzle. --Monica haz el favor de abrir la puerta, sabes que no voy a castigarte, sea lo que sea, pero !cuentamelo, por Dios!. Me encontraba ya acuclillada y cabizbaja cuando oi el chasquido del pomo de la puerta rodar con lentitud. Monica asomo la cabeza y tras sorber por la nariz me hizo un gesto para que entrara en su habitacion. Por ese dia omiti el desorden de aquellas cuatro paredes rosadas. En el suelo yacia la ropa que se habia probado antes de salir de casa y, las puertas del armario seguian abiertas con ambos espejos enfrentados entre si. Solte un largo suspiro y me deje caer en el borde de la cama apoyada sobre mis rodillas. Monica estaba con las piernas cruzadas y un gran almohadon entre sus brazos por el cual se escondia a medias. Tenia los ojos enrojecidos y la barbilla hundida hacia el pecho. Por su expresion deduje que muy a su pesar necesitaba hablar de ello. Me aclare la voz con un suave carraspeo. --?Como se llama? --?Quien?--gruno frunciendo el ceno. Entorne los ojos ante la evidencia. --?Quien va a ser? El monstruo del que te has enamorado. --No es un monstruo--dijo con las pupilas inquietas. Lance un suspiro. --Entonces me alegra de que sea humano. Monica ahogo el amago de una risita muy debil. --!Mama! No tengo ganas de bromas. Esboce una mueca indulgente. --Pues ve al grano, yo tampoco tengo el cuerpo para risas--dije aflojando la voz. Monica permanecio unos segundos reflexiva, con la mirada perdida en un punto inconcreto de la habitacion. Contemple su rostro de facciones redondas, piel tierna y mirada entranable. Aun era una nina. Mi nina. Y en ese momento un escalofrio me recorrio el cuerpo al identificarme con ella. A su edad simplemente estaba a punto de conocer a su padre y mas adelante quedarme embarazada. Su voz adormilada me saco de mi ensonacion. --?Por que duele tanto, mama?--dijo con la voz quebrada y la mirada resentida. Un pedacito de corazon se me quebro. No queria decirle que eso tan solo era el comienzo. --Ven aqui, nena. Dame un abrazo de esos que todo lo curan. Nos fundimos en un abrazo de esos que crujen los huesos de la espalda y que hablan sin palabras. Que bonito es tener a alguien en quien apoyarse cuando una esta quebrada. No hizo falta insistir, pronto Monica continuo con su relato. --Mama… David queria que hicieramos…eso, ya sabes--dijo con la mirada perdida en un vacio de su memoria. La voz entrecortada. Abri los ojos como platos, trague saliva y aparte mi instinto de proteccion maternal. Hice de tripas corazon y carraspee para no atragantarme con la realidad. --?Y…y… quien es David? --procure parecer indiferente. --!Eso da igual ahora! --Tienes razon, continua. --Y se ha enfadado mucho--puntualizo sorbiendo por la nariz--, y lo unico que he podido hacer es irme corriendo. Y he hecho un ridiculo espantoso, seguro que ahora se lo contara a todos sus amigos. Tome aire de forma sonora. Monica barrio las lagrimas de su rostro torpemente con las palmas de sus manos, asi como lo hacia de pequena despues de una rabieta. --Ni hablar, has hecho lo correcto. Tu lo que necesitas es conocer al chico de tu vida. Todo llegara a su debido tiempo, cuando a ti te apetezca--puntualice casi deletreando cada palabra. --Me siento muy mal. Con un gesto muy propio de las madres le aparte el pelo de las mejillas, estas estaban empapadas de pena. --Carino, eres una nina muy responsable, y estoy segura de que un dia llegara un chico con la madurez que te mereces, y todo sera maravilloso. Y ya sabes lo que te he dicho siempre. --Si, mama. Con proteccion…--dijo entornando los ojos. Imprimi un beso en su mejilla. --Yo tambien tengo que contarte algo… --?El que? Su rostro sufrio una notable transicion, era como si de un momento a otro esperara esa noticia, sus pupilas se movian inquietas y permanecia con el ceno fruncido. Probablemente habia imprimido suficiente preocupacion en mis palabras como para que ella sintiese el augurio de lo que queria contar, y entonces tuve que hacerlo, por su bien, y el mio propio. --Que…he pedido cita para ir las dos a la peluqueria ?que te parece? -- apostille con una sonrisa artificial. --?En serio? --respondio esceptica. Le devolvi una mueca de pasotismo. --En serio…

  • Cuidare de ti de R. M. De Loera

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    Mientras levantaba la mano, para despedirme de mi jefe, el gato de la senora Jones, una de las asistentes asiduas a la biblioteca, se froto contra mis piernas. El le ofrecia a su duena apoyo emocional. --Adios, senora Jones. --Bye, Emily. Le hablo como bebe al animal, lo tomo en brazos y se marcho. El reloj marcaba las cinco en punto, mi hora de salida. No regresaria al trabajo hasta dentro de dos semanas pues la ciudad decreto un toque de queda durante ese tiempo. Enfrentabamos una pandemia y, a pesar de las medidas previsoras en los dias previos, los casos continuaban en aumento. Baje los escalones de dos en dos, en tanto, pinchaba mis mejillas y alisaba la falda del traje sastre. Al llegar a la acera me detuve un instante y distraida jugue con el colgante, del arbol de la vida, que fue de mama. Alli estaba el, apoyado en el cofre de su vehiculo con los brazos cruzados sobre el pecho y la cabeza baja. Una sonrisa tonta se adueno de mis labios al percatarme de las briznas de harina en su cabello negro. William era el dueno de la pequena cafeteria que se encontraba a dos cuadras y donde preparaban el mejor cafe de la zona. Nos conocimos durante la inauguracion hacia seis meses. Desde entonces entablamos una amistad y fue como descubri que amasaba pan cuando se sentia estresado. Me obligue a salir de mi ensonacion y me acerque con paso ligero. En ese mismo instante el levanto la cabeza y una sonrisa radiante curvo sus labios. --Gracias por llevarme a casa. Nego con la cabeza a la par que se giraba para abrir la puerta de pasajeros. --Ni en suenos te permitiria tomar el metro. Incapaz de contener una sonrisa subi y coloque el bolso sobre las piernas. Me guino un ojo, cerro la puerta y rodeo el vehiculo. En pocos minutos lo puso en marcha. Inhale profundo al percibir el tenue aroma del azucar mezclado con especies y cafe que lo caracterizaba. Nos incorporamos al trafico que ese dia era intenso. El presidente ofrecio una conferencia de prensa alrededor de las doce del mediodia con las directrices que debiamos seguir. Todos debiamos permanecer en casa, evitar el contacto con las superficies y estar a mas de metro y medio de distancia de los demas. Mordi mis labios al escucharlo pues el transporte publico quedo descartado. Me tardaria mas de una hora en caminar hasta la casa y el toque de queda comenzaba a las seis. La primera llamada que recibi fue la de mama quien insistia en que saliera despavorida a comprar mascarillas, guantes y papel higienico. Logre colgar con el pretexto de una reunion de ultimo minuto. Pocos minutos despues mi telefono vibro con un mensaje de William ofreciendome transportacion. --Este dia ha sido de locos. --Una gran cantidad de personas se acerco a la biblioteca y en lo unico que pensaba era en que a nadie se le escapara un estornudo. Me preocupaba que corrieran despavoridos y tumbaran los anaqueles. --Eso seria un desastre. --Dos semanas no alcanzarian para clasificarlos. Por un segundo desvio la mirada de la carretera y me observo. Diminutas patas de gallo se extendieron por sus ojos, como el cafe mas puro, senal inequivoca de que mis palabras le divertian. Regreso su atencion al trafico cuando el semaforo cambio a verde. Metio primera y llevo la mano a la garganta y la froto con el ceno fruncido. Contuve el aliento, mas, me distraje cuando pego un bocinazo por un inconsciente que cambio de carril y por poco nos choca. Cerca de cuarenta y cinco minutos despues se detuvo frente a mi casa. Desabroche el cinturon y me colgue el bolso en el hombro. --Gracias. Abri la puerta y un unico pensamiento me asalto de repente: No lo veria en todo ese tiempo. Un vacio se apodero de mi estomago a la vez que un estremecimiento me recorrio la piel. --Espera. Giro sobre su asiento y tomo una caja, la cual me extendio. Habia un par de botellas de desinfectantes y alcohol. Bajo, abrio la cajuela y saco una caja de agua y una con el logo de la cafeteria.--Se que estos te gustan. Asenti con una sonrisa. Entramos a la casa y llegamos a la cocina. Coloque los bollos en un plato y la greca sobre la hornilla. En lo que el agua se calentaba tome los desinfectantes para guardarlos debajo del fregadero. Escuche a William carraspear. Gire con los ojos muy abiertos, solo nos separaban unos centimetros pues el acomodaba el agua en la alacena. Entonces... estornudo. Mis dedos se movieron autonomos. Una nube de antiseptico lo cubrio y su olor caracteristico inundo el lugar mientras un gritito escapaba de mi garganta. Su camisa termino empapada. Sus manos en alto como si con eso lo hubiera podido evitar. --?Tienes gato? --Para ese momento los ojos le lagrimeaban. Negaria con firmeza cuando recorde al gato de la senora Jones. --No. --Mis labios en una mueca. Se comporto con frialdad a pesar de mis disculpas. Lo acompane hasta la puerta y, tras una bocanada de aire, se inclino para dejar un beso en mi mejilla. Con la respiracion contenida intente dominar el cosquilleo en mi garganta, cerre los punos, mas, el estornudo encontro la forma de escapar. El se alejo de inmediato con los hombros tensos. La verguenza no me permitio decir nada mas. A la manana siguiente camine hasta la puerta cuando el timbre sono. Apenas pude dormir en la noche, amaneci mocosa y con ojos llorosos. Al abrir cubri mis labios mientras un colibri revoloteaba en mi interior. William estaba frente a mi con un termo caliente y una caja de bollos. El calor se concentro en mis mejillas cuando me dedico una sonrisa timida. Mi aspecto daba mucho que desear y el estaba impoluto. --?Que haces aqui? --Mi voz nasal. Levanto la mano para acomodar un mechon de mi cabello. --Cuidare de ti. 2 Mis ojos se desmesuraron al escuchar lo que pretendia y di un paso atras. El presidente fue muy enfatico en que si se presentaban sintomas debiamos permanecer aislados. No estaba segura de cual podria ser mi diagnostico. Hacia dos semanas tuvimos un dia de ninos y algunos sufrian de un resfriado comun, pero la senora Jones regreso de un crucero en esas mismas fechas y desconocia los paises que visito. Ademas, ?acaso creia que lo expondria de esa forma? Debia pensar en su familia. Yo solo era la mujer que conocio unos meses atras. --No quiero exponerte. No pudo evitar la risita que retumbo en su pecho, acaricio la sien con la mano y ladeo la cabeza. --Estoy seguro de que quede inmunizado con el bano de desinfectante. Volvio a reir. Quede prendada de la jovialidad que su risa impregno en su rostro, sabia que debia estar cerca de los cincuenta, aunque su edad era un tema que no me afectaba. Baje la cabeza para inspeccionar mi indumentaria como si hubiera cambiado en los ultimos dos minutos. Pero seguia llevando la pijama de ositos que tanto me reconfortaba. Levante la vista para cerciorarme de que mi cabello continuaba amarrado en el mono desalinado que me hice en la madrugada. Un suspiro de resignacion se quedo atascado en mi garganta cuando al mismo tiempo escapo un estornudo. Por suerte alcance a levantar el panuelo que llevaba entre las manos a tiempo. Una mueca desfiguro su rostro por unos segundos, quizas ya comenzaba a entrar en razon sobre el ofrecimiento. Con lo que fuera que tuviera en su interior el termo caliente y los bollos yo era feliz.--Este clima no es bueno para ti. Acabamos de entrar en la primavera, pero los vientos aun son muy fuertes y frios. Asenti. --Sera mejor que me resguarde. --En eso estoy de acuerdo, Emily. Dio un paso hacia la puerta y lo bloquee como armador de futbol, aunque, pensandolo mejor esos eran los que agarraban el balon a distancia para lograr la puntuacion. Resople, mi cabeza comenzaba a desvariar. Me sentia cansada y estar de pie esos minutos comenzo a transformarse en un esfuerzo titanico. --Mi deber como ciudadana no me permite darte el paso. Mi casa es una incubadora de germenes y vaya a saber que mas. Bufo... ?Bufo? --Estoy seguro de que eres una ciudadana responsable, Emily. Apuesto a que jamas has entregado un libro tarde a la biblioteca. --No, jamas. Los cargos por la demora son astronomicos, pero el condado esta considerando eliminarlos. Algo asi como que las personas se sentirian menos culpables. Volvio a reir mientras acariciaba la sien con la mano. Mordi el interior de una mejilla. <> Extendi la mano hasta el barandal al sentir como si la brisa suave fuera capaz de tirarme. Lo ojee con disimulo pues tenia que sonarme la nariz y no lo haria frente a el. !Me faltaban solo unos meses para cumplir cuarenta y uno! --Emily... --Estare bien, William. Extendi la mano para agarrar el termo, mi cuerpo agradeceria el calor externo y no esa tibieza tan extrana que proporcionaba la enfermedad. Sin embargo, lo alejo y nego con la cabeza. Suspire con resignacion. ?Acaso se lo llevaria si no le permitia entrar? --Ya me contagiaste, Emily. Ayer estuvimos encerrados en mi automovil por alrededor de una hora. Desvie la boca a un lado, en eso tenia razon, aunque, si inhalo el desinfectante puede que cualquier virus o bacteria en su garganta muriera. Baje la cabeza y estruje mi rostro, jamas podria olvidar lo que hice. --?Y si lo que tengo es ese virus tan peligroso? Quizas aun estes a tiempo de dar la vuelta y mantenerte sano. --Solo perdemos el tiempo. Desde hace varios minutos que puedes estar acostada en la cama con un plato de mi sopa de tomate entre los dedos. Si no tuviera la certeza de que un ser humano no se derrite podria jurar que eso fue lo que hice. Su sopa de tomate era deliciosa y no era quien unico lo pensaba, cuando la preparaba se agotaba de inmediato. Tenia suerte de que el me guardaba una porcion cuando no podia salir a tiempo a la hora de la comida. --?Sopa de tomate? Asintio con una seriedad impenetrable. --Y bollos recien hechos. Suspire. Ese pedazo de pan tan esponjoso y suave con el sabor caracteristico de la levadura. Y que, cuando estaban recien horneados, se les derretia la mantequilla al instante. Intente inhalar profundo para ver si captaba su delicioso aroma, pero al parecer un tapon decidio instalarse en mi nariz. Y uno no muy efectivo pues goteaba profuso. --Me duele la cabeza. --Levante la mano para sostenerla. El viento continuaba su juego con mi balance. Dio los pasos que lo acercarian a mi y con el brazo me rodeo. Mi cabeza se apoyo en su pecho duro y estable. No podia ser diferente pues amasar pan requeria de un gran esfuerzo fisico. Coloque la mano muy cerca de su corazon, en mis dedos el golpeteo acelerado de sus latidos. Cerre los ojos por ese refugio seguro en el que me encontre al instante. La suavidad de la camisa blanca almidonada. --Creo que hoy es la premier de la nueva temporada de Outlander. Asenti mientras me sentia impulsada con delicadeza a un lugar tibio y lejos de la brisa fria. --

  • La ley de la sangre (Los guardianes del sello 1) de Sarah Mcallen

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    Aquel hombre enorme se acercaba a ella, cerniendose sobre su cuerpo y atravesandola con aquella mirada del color del mar de las islas virgenes, entre verde y azulada. Su largo cabello negro le caia sobre una parte de su rostro, aunque aquello no impedia a Roxie apreciar lo increiblemente atractivo que era. Poseia una fuerte mandibula y en su menton se podia apreciar un hoyuelo, que lo partia en dos. Su nariz griega parecia haber sido esculpida por el mismisimo Miguel Angel y sus labios, carnosos, dejaban entrever unos perfectos y blancos dientes de los que... !Por Dios! Sobresalian unos afilados colmillos. Roxie retrocedio, pegando todo lo que pudo su espala a la pared. --No debes temerme. --pronuncio, con una voz ronca que hizo estremecer a la mujer, haciendola sentirse excitada a la vez que el temor desaparecia de su cuerpo. --Claro que deberia temerte, eres peligroso. --se oyo decir a si misma, con la voz jadeante, como si hubiera estado haciendo ejercicio. El hombre sonrio de medio lado, dejando aun mas expuesto uno de sus largos colmillos. --Soy peligroso, mujer, tienes razon, pero en estos momentos estoy muerto de hambre y lo unico que quiero es comerte. --sus ojos brillaron de un modo aterrador, haciendo que a Roxie se le cortara la respiracion--. No le negarias alimento a un hombre moribundo, ?verdad? Y entonces se abalanzo sobre ella. Roxie se desperto gritando y respirando dificultosamente, con la frente empapada de sudor y... con la entrepierna totalmente humeda. Le habia vuelto a pasar. Habia vuelto a sonar con ese hombre, o mas bien, con esa especie de vampiro. Hacia casi un ano, desde que cumplio los veinticinco, que aquellos suenos extranos de lugares que no conocia, como oscuras tumbas y cuevas ocultas, la atormentaban. Pero sobre todo, aquel hombre de ojos aguamarina que parecia perseguirla. Sonaba con el una y otra vez. Se levanto de la cama empapada de su propio sudor y se dirigio a la ducha. Se quito la camiseta de tirante y sus pequenas braguitas, pues hacia demasiado calor en aquella epoca del ano para dormir con mas ropa. Aun mas, teniendo en cuenta su pequeno y caluroso loft, que solo contaba con una ventana que daba a un estrecho y oscuro patio de luces. Se metio bajo el chorro del agua y cerro los ojos, respirando profundamente. Le faltaban cuatro dias para cumplir veintiseis anos y aquello la hacia sentir tremendamente apenada. Hacia tres anos que habia perdido a sus padres en un tragico accidente de coche y desde entonces, cada ano que cumplia sin ellos solo le hacia darse cuenta de lo sola que estaba. No tenia hermanos, sus abuelos hacia anos que habian muerto y tampoco se sentia suficientemente centrada como para mantener una relacion estable con ningun hombre. Menos mal que aun le quedaba su amiga, Max. Maxine Scott habia sido su mejor amiga desde el jardin de infancia. Sus madres habian sido amigas y cuando la madre de Max fallecio a causa de una terrible y larga enfermedad, que dejo marcada a su amiga para siempre, Max paso a vivir con su familia, ya que nunca habia conocido a su padre. Sus padres eran a quien su madre habia dejado como tutores, en caso de que muriera, como finalmente ocurrio. Asi que ahora solo se tenian la una a la otra. Roxie salio de la ducha, se envolvio en una toalla y descalza, dejando las huellas de sus pies humedos en el suelo, se acerco a su armario, para sacar unas mallas negras, un pequeno top blanco y unas deportivas. Necesitaba salir a correr para despejarse e ir a la pequena redaccion del periodico donde trabajaba, centrada en lo que debia de estar. Se vistio apresuradamente y se recogio el cabello mojado en una coleta alta. Al trote bajo las escaleras desde el cuarto piso donde vivia y salio al exterior, corriendo a paso ligero, como a ella le gustaba. Hacia poco que habia amanecido y habia pocas personas por la calle. Pese a ser un dia caluroso, la brisa de la manana era bastante reconfortante. Cuando llevaba un par de kilometros corriendo, sintio un repentino mareo. Se paro en seco y apoyo la mano en la pared de uno de los edificios, para no caerse. La imagen de una roca tallada con un extrano simbolo aparecio en su mente. Roxie se puso la mano en la cabeza y la sacudio. --Roxanne, centrate. --se dijo a si misma--. Estos suenos te estan volviendo loca. --?Te encuentras bien? Un joven que tambien estaba corriendo se le acerco, mirandola con preocupacion. --Si, no te preocupes, estoy perfectamente. --alzo el rostro hacia el, sonriendo para tranquilizarlo. El joven abrio la boca y se la quedo mirando como si le hubiera dado una apoplejia. Roxie suspiro. Sabia que causaba aquel efecto en los hombres. Su bonito cabello negro siempre se veia reluciente y le caia hasta su cintura. Sus ojos, de un extrano color azul oscuro, que en ocasiones casi parecian violetas, eran grandes y rasgados, rodeados de unas largas y espesas pestanas oscuras. Tenia la nariz recta y los pomulos altos, ademas de unos labios gruesos por los que hubiera matado cualquier adicta a la cirugia estetica. Eso, acompanado de su metro setenta de estatura, su cuerpo esbelto y tonificado, de largas piernas, cintura estrecha y sus pechos llenos, hacia de ella una mujer con un increible atractivo sexual para el sexo opuesto. --Quiza sea mejor que te acompane a tu casa, para asegurarme que llegas sana y salva. --el chico se irguio y contrajo sus biceps, para que ella se percatara de que estaba en muy buena forma. Y lo cierto es que no estaba mal. Tenia un cuerpo atletico y su rostro era realmente atractivo, pero como solia ocurrirle, a ella no le despertaba ningun tipo de deseo. Como diria Max, ella estaba muerta de cintura para abajo. --Te lo agradezco, pero no hace falta. --trato de pasar junto a el, pero el chico se movio, cortandole el paso. --No es ninguna molestia y me dejarias mas tranquilo. --sonrio, tratando de mostrarse encantador--. Vamos, nena, soy un conversador muy divertido. --?Nena? --se indigno--. ?Desde cuando tenian aquellas confianzas? --No lo discuto, pero prefiero ir sola, gracias, yo no soy muy buena conversadora por las mananas. --se desplazo hasta el otro lado, pero de nuevo el musculitos se interpuso en su camino. --No hace falta que hablemos, si tu no quieres. --le guino un ojo--. Se otras maneras en las que podemos divertirnos. --No estoy interesada, gracias. --se dio media vuelta para marcharse en otra direccion, y que no pudiera volver a bloquearle el paso. Pero una mano callosa la tomo por el brazo, impidiendole que pudiera moverse. --Vamos, guapa, no te hagas la estrecha. --Sueltame. --exigio. --?Y si no quiero? --alzo las cejas, yendo de sobrado. Con un rapido movimiento que habia aprendido en las clases de defensa personal, le dio un giro al musculoso brazo masculino, haciendo que el chico chillara, dolorido. --Me soltaras de todos modos. --le dio una patada en la parte trasera de la rotula, haciendolo caerse de rodillas, mientras ella se desembarazaba de su mano y reanudaba su trote, de vuelta a casa. --Maldita, zorra. --le oyo insultarla--. Eres una puta bollera, seguro. Tipico, penso Roxie, aquello le solia ocurrir cuando daba calabazas a aquel tipo de machitos, que se creian irresistibles por el simple hecho de tener unos brazos del tamano de unas vigas, que por otro lado eran proporcionalmente opuestos al tamano de sus pequenos cerebros. Llego a su edificio y cuando estaba abriendo la puerta de su casa oyo su movil sonar con insistencia, con el tono de Shallow, de Lady Gaga, que tanto le gustaba. Tomo el movil, miro la pantalla y sonrio alegre. --Hola, hola, caracola. --?Donde te habias metido? --se oyo la pizpireta voz de Max al otro lado de la linea telefonica--. Te he llamado seis veces, estaba a punto de llamar a la policia. --No seas exagerada, loca. --rio--. Habia salido a correr. --Y cuantas veces te he dicho que no salgas a correr sin tu movil. --la regano--. ?Y si te ocurriera algo? --De acuerdo, mama, lo recordare para la proxima vez. --Siempre dices lo mismo. --refunfuno, y tenia razon. --?Me llamabas por algo en especial? Entro en el bano y tomo una toalla pequena, con la que se seco el sudor de la frente y el cuello. --Si, queria decirte que ya he reservado mesa para el viernes en el restaurante que tanto te gusta. --Genial. --dijo, sin mucho animo. --Vamos, fea, no quiero verte asi, ?vale? --sabia perfectamente lo que Roxie estaba sintiendo --. Es tu cumpleanos y vamos a celebrarlo por todo lo alto. --Loca, no se... --Nada de no se. --la corto--. El viernes nos arreglaremos, saldremos a cenar y despues nos iremos a bailar, y con un poco de suerte, igual tambien echamos un polvo. Roxie rio. --Seguro que tu tienes mas suerte que yo en eso. --Porque eres demasiado exigente, ademas de fea, claro. --rio, divertida. Ambas se partieron de risa. Desde que iban al instituto, Max le habia puesto el mote de fea, por ser todo lo contrario, mientras que ella la solia llamar loca, pero en este caso, su amiga si era una loca encantadora. --Yo llevare a Grayson a la cena, ultimamente estamos medio saliendo. --reconocio. Grayson era el guapo vecino de Max y en ocasiones quedaban para desfogarse mutuamente. Aunque como siempre le pasaba, cuando la cosa se ponia un poco seria, su amiga ponia distancia de por medio.

  • La peor parte de Fernando Savater

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    El libro mas personal, emotivo e intimo de Fernando Savater.

  • Como salvar a un baron de si mismo (Las Conspiradoras del Cortejo 1) de Eleanor Rigby

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  • Ulises y Yacir de Cristina Cerezales Laforet

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    Ulises y Yacir son dos adolescentes que provienen de dos mundos muy alejados culturalmente. Ulises es hijo de una familia espanola acomodada, aunque no libre de problemas, mientras que Yacir proviene de Marruecos, de donde tuvo que huir jugandose su salvacion a una carta muy peligrosa: el cruce del Estrecho en una patera en la que perdieron la vida dos miembros de la familia.
    El encuentro entre estos dos jovenes durante unas semanas en un pueblo de la costa de Cadiz les cambiara para siempre. Lo que primero fueron recelos y desconfianza, fruto de sus miedos e inseguridades, pronto se convertira en una relacion de amistad magica, en la que compartiran sus suenos, sus ilusiones y sus primeros descubrimientos. Con ellos conviven Dorotea, Yamal y Melika, tres adultos que trataran de ayudarles a resolver sus conflictos.

  • Ojos que no se abren de Claudio Hernandez

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    Tenia las fotografias de aquellas siete pobres desgraciadas a las cuales se habian dado por desaparecidas y muertas, cuatro anos atras. Sin saber por que, habia abierto su cajon que carraspeo cuando mostro cuan largo era, en forma de lengua oscura. En su interior un buen monton de carpetas verdes; porque el las queria de ese color, una mania como tantas otras que tenia, que pugnaban por salir a flote, como si un muelle en la parte inferior del cajon las estuviese empujando. Dos de aquellas carpetas destacaban sobre las demas y por supuesto, estaban las primeras, las cuales cogio con su rechoncha mano. Volvio a sentir el aspero tacto del papel o la cartulina vieja; habian pasado cuatro anos viajando de un lado para otro, mientras por las noches, reposaban en el fondo del cajon, hasta que este, se lleno, y ocuparon la parte superior para poder manosearlas, como seguramente aquel hijo de perra las habia manoseado a todas ellas. O quiza no. Ava, Madelyn, Hannah, Emily, Zoe, Kilye y Audrey. Y como un despistado coleccionista las habia pegado en la pared de su despacho con cinta adhesiva; la pintura se resquebrajaba con cada fotografia que llenaba la pared, hasta que se repantigaba en su asiento giratorio para observarlas con detenimiento y desconcierto a la vez. Todas ellas estaban desaparecidas y su asesino en la carcel pudriendose; tenia un cancer terminal y Andrew esperaba escuchar el timbre de su telefono para descubrir que todo se habia acabado, pero su don de <> le decia que volveria a mirar el rostro de estas mujeres, que ahora solo eran fotografias descoloridas por el paso del tiempo, pegadas como chicles. No sabia por que, pero tenia la certeza de que algo extrano iba a suceder. Andrew no gozaba de este poder mental, sino de dos; la anterior mencionada y la Vision Remota. Sabia que algo iba a suceder. Vaya si lo sabia. Una de sus manias, era volver una y otra vez a releer las investigaciones de todos los casos que habian llegado a sus manos; muertes, infidelidades, desapariciones, ninas que habian sido... No, no queria pensar en esa maldita palabra. Su mano menuda, ahora en un puno, apretaba su frente hasta sentir el peso de un martillo. Y he aqui que el buen hombre tuvo la idea de sacar la carpeta de ellas y la de el; como si de pronto regresara al pasado. Una obsesion que le habia tenido obcecado toda la noche. No se habia tomado la maldita pastilla. No se habia tomado ninguna de ellas, solo el riego fresco de varias cervezas atravesando su garganta le hacia olvidar, pero regresaba a su mente, esas jodidas imagenes. No era normal en el, tampoco, que bebiera tantas cervezas. Las fotos. El asesino con un diente partido y con cara de loco. Las pruebas recogidas como las prendas de ropa de esas pobres mujeres, llenas de sus huellas y su saliva y sabe Dios que mas. No recordaba. Pero ahora, por la manana, mientras los rayos del sol quedaban atrapados en las rendijas de la persiana y apenas alargaban sus dorados dedos hasta la mesa con la lengua fuera, sabia de que se trataba. Semen. El liquido sedoso o peor aun, pegajoso, de un color blancuzco como la pus, que contenia millones de seres vivos dentro, que a buen seguro eran mejores que el. Parker Atkinson. El que se estaba muriendo lentamente sin decir donde cojones estaban los cuerpos de ellas. Hasta que, el telefono sonara y adios al secreto. La boca que podria expulsar con escupitajos los lugares donde habian sido enterradas o emparedadas o quien sabe; en el fondo de algun lago, se iba a cerrar para siempre llevandose el silbido con la expiracion final. Eso tambien lo sabia. Su incipiente calva se ilumino con uno de aquellos rayos de sol de primavera en CastleLakeHill; una pequena ciudad con frondosos bosques y seis profundos lagos, en el condado de Maine. Donde al parecer; todo lo mas extrano del mundo, sucede. Pero solo sucedio en tres de esos lagos. Eso todavia no lo sabia. Andrew Moore estaba ya casi jubilado, que no retirado, porque sus manias, se lo impedian. Las chicas como cuadros lo miraban a el con unos ojos inexistentes y el, las miraba a ellas, con unos ojos castanos. Mientras pensaba en el monstruo de Parker Atkinson. Y recordo que tampoco habia ido a la cita con su mejor amigo; su Psiquiatra. Un tipo alto y rubio y sobre todo joven, que se llamaba Grayson Lee. Recordaba como siempre le estrechaba la mano y le mostraba al mismo tiempo, de forma instintiva, una amplia sonrisa que no parecia tener fin. Una raya dibujada que podria rodear toda la cara hasta la nuca. Y vio. Cuando su corazon subia por el esofago es que algo iba mal; un dia vio de antemano el clavo que iba a atravesar el pie de mama; alla en los anos cuarenta, pero no se lo dijo y lo piso hasta tal punto que la punta afilada salio por la otra parte del pie, manchada de sangre. Nunca se lo perdonaria, pero ahora lo estaba viendo. Detras de sus ojos, donde el nervio optico acaba en una conexion con alguna parte del cerebro; la vio. Era Ava y estaba durmiendo. A su lado, a lo largo de su cabello de color azul, se enredaban las flores y las malas hierbas, como una fina telarana que lo cubre todo. Pero en su caso podia percibir olores y escuchar ruido. Era algo chapoteando en el fondo, como una vaga banda sonora; era agua y algo que rezongaba sobre el nivel de ella, una rana que se desganitaba mientras su boca permanecia abierta y su ridicula lengua colgaba hacia un lado. Otro animal le habia mordido la lengua tiempo atras, y la pobre rana debia conformarse con la vida. Con la dudosa existencia de Ava privada de esa vida, con los ojos que no se podian abrir. Le resulto algo trivial como todas las veces; veia las cosas que le sucederian despues, pero ahora habia visto algo que le hizo saltar todas las alarmas de su cuerpo. Su corazon golpeo con fuerza el fofo pecho y sus manos empezaron a sudar. El aspero o acido liquido subio hasta la amigdala de su garganta y se detuvo ahi con un escozor. Esta vez habia sido diferente. Pero seguia siendo el resultado de la Precognicion. A sus sesenta y tres anos, todo le habia parecido diferente. De pronto sono el telefono. Algo que la Precognicion no le habia avanzado. El que estaba sobre la mesa de madera caoba, en una esquina de la misma. Era uno de esos inalambricos, pero sonaba como una campanilla de los anos setenta; el mismo sonido que los telefonos antiguos. El estaba de espaldas al telefono y le habia pillado de imprevisto. Se movio bruscamente dentro de su silla giratoria al tiempo que algo frio se le subia a la cabeza. No habia visto detras de sus ojos ese escenario. No habia presagiado nada. Al fin y al cabo solo era una llamada de telefono, penso mientras se daba la vuelta con la silla acomodada. Era negra y estaba acolchada. Tenia un respaldo que le llegaba hasta la nuca. Cuando lo compro, muy caprichoso el; habia leido que tenia un respaldo con basculante con balanceo y que se podia ajustar al modo Toplift. Que lindeza. Dicho respaldo y donde iba a sentar la mayoria del tiempo su enorme culo, era de doble capa. Se habia asegurado bien de ello y ademas en el cartel ponia; puedes usar la silla mas de ocho horas todos los dias. Sus ojos habian brillado al leer aquello y lo siguiente; buena base estable con ruedas duras. El era grande y pesado, no gordo, sino pesado; cien kilos por lo bajo. Los reposa-brazos estaban desgastados por el constante refriego de su antebrazo. En verano, cuando se remangaba la camisa, su piel se aranaba con lo que parecia plastico, pero era cuero. Quejumbroso, hizo deslizar o mejor arrastrar, las cuatro ruedas de la silla hacia donde estaba el telefono. Solo le distanciaba de esos timbrazos un metro y medio, y decidio que no era bueno levantarse de la silla tan pronto como se habia sentado despues de pegar todas aquellas jodidas fotografias. Al cuarto timbrazo descolgo el telefono. --Le habla el detective Andrew Moore. ?Quien me molesta a estas horas? --Su voz grave y desgarrada a la vez habia aumentado de tono paulatinamente. Andrew no era uno de esos tipos con voz melosa y carinosa, sino todo lo contrario. Voz fuerte y grunon, pero sabia hacer bien su trabajo. --Son mas de las nueve y media Andrew --le dijo una voz de pito en el otro extremo de la linea. Andrew reconocio esa voz y fruncio el ceno. Sabia que algo malo o no, iba a decirle. --Maldito hijo de perra, ?para que me has llamado Colton? --Sus pies se apoyaron al suelo de linoleo y se impulso para darse la vuelta de nuevo hacia la pared. Hacia esas fotografias. Colton Allen era el alcaide de la prision del Centro Penitenciario en Warren, Maine. Un centro que solo tenia un cupo de 915 presos. Todo un lujo para el capullo de Parker Atkinson, porque tenian todas las comodidades del mundo; hasta television, eso si, en una sala. Un buen dia alguien dijo que los presos estan en la carcel para pagar una deuda con la sociedad, no para criar musculos y asaltar a gente inocente cuando dejen la prision. A Andrew siempre le habia quedado esa espina. --Detective Andrew, tengo que darle una buena noticia --respondio Colton jocosamente. Andrew parecia que lo estaba viendo escurriendo una risa contagiosa mientras su enclenque cuerpo se doblaba en dos y sus largos dedos, finos como boligrafos, estaban cerrados, probablemente en el telefono de la prision. --!Vaya! Una noticia. ?Que le hace tanta gracia? En el otro extremo, en una zona remota de Maine, Colton cerro sus estirados labios en un rictus serio, como si fuera un nino travieso que habia sido reganado por su padre. --?Se me ha escuchado reir? --Como si lo estuviera viendo --respondio Andrew con cara de malas pulgas. El siempre tan serio y pensativo. --Lo siento, pero dado que tenemos una cierta amistad me limite a dejar llevarme por mis impulsos, ya que creia que no le molestaria...

  • A un minuto de medianoche (Forelsket 1) de Ros Marval

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    Emily Evans siempre tuvo una meta en la vida: ser publicista y vivir en Manhattan. Su tenacidad la llevo a conseguirlo; sin embargo, pronto aprendio que el destino puede llegar a tejer otros planes a tus espaldas.
    Tras la repentina muerte de sus padres, se vio obligada a abandonar su vida sonada para volver a Taylors Falls, su pueblo de origen, y a hacerse cargo de sus dos hermanos adolescentes. Ahora sus dias transcurren entre dos trabajos, facturas y labores del hogar. Apenas tiene tiempo para ella misma y ya ni siquiera suena por las noches.

  • Mi lugar eres tu de Vega Manhattan

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    --!Maldita sea! Logan golpeo el balon con fuerza. Tras rebotar en el suelo, este salio de la cancha mientras el jugador que lo habia lanzado lejos hacia lo mismo. Como pudo y maldiciendo a diestro y siniestro, Logan llego hasta la banca y se dejo caer, sentandose sobre el lado derecho de su cuerpo. Un poco ladeado, su mano aguantando su peso mientras la mantenia abierta sobre el banco. Su pierna izquierda completamente estirada y, por unos segundos, su rostro mostrando el dolor que sentia. Porque dolia, por todos los infiernos que lo hacia. Y aquello parecia no mejorar con el tiempo. Y habia pasado tiempo. Dias. Semanas. Joder, !meses! Pero esa maldita pierna…. No le estaba respondiendo como debia. --Deberias irte a descansar. Y ese imbecil no le estaba diciendo lo que debia. Logan abrio los ojos, aquellos que habia cerrado con fuerza por el dolor y lo miro. Apretaba fuertemente su mandibula. Su mirada, la que postraba sobre ese hombre de casi dos metros de altura, dura. Michael le mantenia la mirada. Con firmeza. Cualquier otro no podria hacerlo. Lejos de sentirse atemorizado, de darse la vuelta y de marcharse de alli por como lo estaba mirando, que es lo que habria hecho cualquiera, Michael se cruzo de brazos y enarco las cejas. Porque el no era cualquiera. Sus ojos se movieron, observando a su amigo y su rostro mostro preocupacion al observar la tension en el brazo de Logan. Las venas senaladas, parecia que el brazo le iba a reventar. Y por como le temblaba, podia imaginar muy bien cuanto dolor sentia. El brazo perdio un poco de estabilidad y, gimiendo, Logan cambio de postura, sentandose sobre su trasero. Apreto aun mas los dientes por el dolor. Porque ese era el verdadero dolor. No el del brazo cuando aguantaba su peso y toda la tension de su cuerpo, no. Si no el de la pierna que acababa de mover. --Vete a casa --insistio Michael. --Olvida eso --gruno Logan, enfadado al escucharlo--. Estoy bien. Solo necesito un par de minutos y... --Te has acostado con ella --dijo Michael de repente, en tono de "Ya lo entiendo todo". ?Me he acostado con quien?, penso Logan, descolocado. Porque Michael podia entender todo lo que el quisiera, pero Logan no entendia una mierda. Pestaneo varias veces mientras intentaba deducir a quien se podia estar refiriendo ese idiota. Porque teniendo en cuenta por lo que el habia pasado ultimamente... ?Con quien se iba a acostar? Si en lo unico que pensaba era en la maldita lesion, ni se acordaba de cuanto hacia que no… En fin, ?de que demonios estaba hablando ese loco? Mejor dicho, ?de quien? --Con tu fisioterapeuta --continuo Michael al observar el asombro en el rostro de su amigo. Logan abrio los ojos exageradamente, sorprendido aun mas si cabia. Porque el no... !Claro que no! Porque joder, ?con su fisio? ?En serio? A ver, que el no era idiota. No haria algo asi, sabia que no podia. Sabia que no debia mezclar... A la mierda, seamos sinceros, esa no era la razon. Si el queria y ella tambien, a el las reglas le importaban muy poco. Pero... La verdad era que... Esa mujer y el no... Nunca. Porque bueno, porque el sexo ni se le habia pasado por la mente ultimamente. Ademas, de haber sido asi, no habria sido con ella. Joder, !con ella no! --!?Pero de que hablas?!, exclamo, desconcertado. La loca afirmacion de Michael lo habia dejado mas que asombrado. --?No es asi? --pregunto su amigo, haciendose el sorprendido al ver que se habia equivocado. Pero de sorprendido poco, el sabia, de mas, que entre su amigo y su fisioterapeuta no habia nada. No solo porque de haber ocurrido algo, ya el se habria dado cuenta. Porque conocia a Logan, su rostro hablaba sin tapujos. Incluso aunque su amigo quisiera ocultarle las cosas, que no era el caso, no habia, tampoco, necesidad para ello, Michael terminaria sabiendo todo porque la cara de Logan no callaba nada. No para el que lo conocia muy bien. Y a el no podia esconderle ni el mas minimo secreto. Que no lo haria, Michael sabia que ni siquiera lo habia intentado nunca. Logan podia ser muchas cosas, pero si tenia una virtud era la sinceridad. Y aunque era muy reservado con su vida privada, Michael conocia cada detalle de esta. Para algo era, ademas de su entrenador, su mejor amigo. --?Se puede saber a que demonios viene eso? --A que es lo unico que explicaria que estuvieras aqui. --Soy jugador de baloncesto. Si no estoy aqui, !?donde demonios voy a estar?! --gruno. --?En la camilla? ?Recuperandote de tu lesion? --Michael miro la mano con la que Logan se acariciaba la pierna antes de volver a posar la mirada en el. Ignoro que el rostro de Logan le mostrara que queria matarlo en ese momento-- ?Tan bueno eres en la cama? --continuo, enfadandolo aun mas-- Porque es lo unico que se me ocurre para que te haya dejado volver aqui. Pero mentia, porque el sabia la verdad de por que su mejor jugador, aun lesionado, habia vuelto. Pero iba a esperar a que se lo dijera el mismo. Porque lo iba a hacer, el se encargaria de ello. --Eres un idiota --gruno Logan. Le jodian mucho ese tipo de comentarios. Porque era como si el usara a las mujeres y el no lo hacia. Jamas hizo algo como eso. Las respetaba. Y si, podia ser un picaflor, pero siempre que estaba con alguien era despues de hacerle entender que, con el, solo seria una vez. Una y no mas. Podian seguir siendo amigos o manteniendo la relacion personal o laboral como siempre, pero no se volveria a cruzar la linea. Y todas las mujeres con las que estaba aceptaban eso. Asi que no, el no jugaba con ellas, no les faltaba al respeto en ningun sentido. No les mentia. Podia estar con una y con otra, pero no era un mal hombre. Era honesto. Siempre. Michael sabia eso, lo sabia muy bien. Pero tenia que apretar un poco mas. Hasta que le dijera la verdad. --?Idiota? ?Yo? --Michael, sorprendido-- ?Por que exactamente? ?Por pensar que la sedujiste para que te dejara volver a entrenar? ?Acaso no serias capaz de hacerlo? No, joder. El no haria algo asi. Sabia respetar a las personas. Y no necesitaba recurrir al sexo para conseguir nada. Y Michael lo sabia. Por eso Logan no entendia por que le estaba hablando de esa manera. --Mierda, sabes que yo no... No. El no era eso. Jamas haria eso. --O es que a lo mejor lo intentaste y despues del polvo te dijo que no --sonrio Michel, satisfecho al ver que Logan estaba cada vez mas enfadado. Y Logan exploto, hasta ahi llego. --!?Pero de que vas?! --grito. Odiaba cuando alguien hablaba de esa manera-- !Eres un machista de mierda! --exclamo-- ?Eso es lo que piensas de mi? !?Eso es lo que me conoces?! -- un movimiento brusco y sollozo por el dolor. Maldita fuera la vida, como dolia aquello. Michael miro a Logan con comprension cuando lo vio apretarse la pierna. Sabia cuanto le dolia, lo sabia muy bien. El mejor que nadie. Y por eso mismo no podia permitir que su mejor amigo cometiese las mismas estupideces que el. Logan maldijo de nuevo y volvio a cambiar de postura, apoyandose sobre su brazo. Ese que tambien se sentia dolorido. Un suspiro largo y contenido salio de sus labios. --No sabe que estoy aqui --reconocio, refiriendose a su fisioterapeuta. Esa que no le habia dado permiso para volver a entrenar. Ni siquiera para conducir su maldito coche. Michael no se habia equivocado. Eso era, exactamente, lo que habia imaginado. Mas sabe el diablo por viejo que por diablo, ?no? --Pero lo sabra --le aseguro su entrenador. Porque veria las consecuencias fisicas rapidamente. --No... --?No, que? --lo interrumpio Michael-- Lo sabra porque... --lo senalo con la mano, diciendole, sin palabras, que su cuerpo se lo mostraria-- Joder, Logan --resoplo Michael--. ?No te importa que por hacer el imbecil te jodas de verdad? --por primera vez hablo enfadado--. El tema no esta en que tu fisio te castigue cuando se de cuenta de que la has desobedecido y te alargue la vuelta una semana. El jodido tema es que por una negligencia asi, se puede joder tu vida para siempre. ?Es que no lo ves? No, no lo veia. Ademas, el necesitaba volver a su vida. Al baloncesto. Necesitaba volver a jugar. --Tampoco exageres. --?Que no exagere? --Michael apreto los dientes-- ?Te recuerdo con quien hablas? Como si Logan no lo supiese bien. --No me va a ocurrir lo mismo que a ti, Mike. Y Dios era testigo de que Michael haria lo necesario para que eso fuera asi. --No, si es por mi no. Hare todo lo que este en mi mano para que no. Porque si es por ti... -- Michael suspiro, frustrado. Sabia que era complicado que Logan viese el peligro al que se enfrentaba. A el, en su dia, le ocurrio lo mismo. El tambien penso que a el no. Pero a el si--. Aun tienes una oportunidad, Logan. Deja de hacer el idiota y ten un poco de paciencia porque te juegas mucho. Mas de lo que imaginas --con un suspiro pesado, dejando salir un poco de la frustracion que sentia, Michael nego con la cabeza. --Necesito jugar --reconocio--. Me vuelvo loco, Mike. Necesito volver. El dia anterior estaba viendo el partido desde su casa y se subia por las paredes. --Para ello necesitas a tu pierna sana. ?Lo entiendes? --Logan asintio con la cabeza. Habia metido la pata, lo sabia-- Volveras a jugar si es lo que quieres. Pero paciencia. --Claro que es lo que quiero. Me estoy volviendo loco. --Lo se. Pero ?por no jugar o porque te das de bruces con la realidad? --?De que hablas? --Que una cosa es tu pierna y tu carrera y otra cosa es tu vida. --Esto es mi vida --le recordo. El no tenia mas, como no tenia a nadie mas. --Esto no es tu vida, Logan. No cometas el mismo error que yo. --No se de que hablas, no entiendo a que viene esto ahora. Mike se encogio de hombros. --No lo se, supongo que a que me veo reflejado en ti. Y para ti siempre quise algo mejor. --?Hay algo mejor que esto? --Logan nego con la cabeza. Porque si lo habia, el no lo conocia. --Para mi lo hubo, solo que me di cuenta tarde.

  • Un amigo seductor, Alina Covalschi de Alina Covalschi

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    Celia se mueve entre lo que es correcto y lo que su corazon le dicta. Un tutor que ha intentado llevarla por el buen camino y un amigo o mas bien un hermano, son todo lo que tiene en la vida.

  • La mensajera de Elphame de Jane Hormuth

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    Escocia, siglo XV.

  • Las caidas de Sara (Sara Summers 2) de Susanna Herrero

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    Bum bum bum. El corazon de Sara late desenfrenado. El castillo de naipes que con tanto cuidado ha construido a su alrededor cae sin remedio. Los sentimientos que creia conocer comienzan a desdibujarse, y los que creia controlar se escapan, sin previo aviso, de su control. Aun asi, la vida le va a ensenar que es mejor un corazon descontrolado, un corazon indomable, a uno que deja de latir. Un acontecimiento inesperado y espeluznante provocara que Sara, Oliver y Adam se vean obligados a replantearse todo su futuro.

  • El arte de ser normal de Lisa Williamson

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    Los invitados a mi fiesta estan cantando el Cumpleanos feliz. No suena muy bien. Mi hermana pequena, Livvy, apenas canta. Con solo once anos ya ha decidido que las fiestas de cumpleanos familiares son tragicamente vergonzosas, y deja que mama y papa continuen con el resto de la cancion. La aguda voz soprano de mama choca con el desafinado bajo de papa. Suena tan mal que Phil, nuestro perro, sale de su cesta y se escabulle a mitad de la actuacion algo asqueado. No lo culpo; todo es algo deprimente. Hasta los globos azules que mi padre ha estado hinchando toda la manana se ven palidos y tristes, especialmente los que tienen escrito con rotulador negro: <>. Ni siquiera estoy seguro de que todo este espectaculo que se esta desarrollando delante de mi pueda clasificarse como una fiesta. --!Pide un deseo! --me dice mi madre. Tiene la tarta inclinada para que no me de cuenta de que esta algo torcida. Pone <> en letras de glaseado rojo como la sangre. El <> de <> esta muy apretujado; seguramente se quedo sin espacio. Catorce velitas azules forman un circulo alrededor del borde de la tarta y gotean cera encima de la cobertura de crema. --!Date prisa! --me dice Livvy. Pero no dejare que me den prisa. Quiero hacer esta parte como toca. Me inclino hacia delante, me coloco el pelo detras de las orejas y cierro los ojos. Intento bloquear los chillidos de Livvy y las lisonjas de mi madre e ignorar a papa, que no deja de trastear con los ajustes de la camara, y de repente todos los sonidos parecen amortiguados y lejanos, como cuando sumerges la cabeza debajo del agua en la banera. Espero unos segundos antes de abrir los ojos y soplar todas las velas de un tiron. Todos aplauden. Mi padre abre un lanzador de confeti manual, pero ni siquiera se dispara, y cuando saca otro del paquete, mama ha abierto las cortinas y ha comenzado a quitar las velas de la tarta, y el momento ya ha pasado. --?Cual ha sido tu deseo? !Me apuesto lo que quieras a que ha sido algo estupido! --exclama Livvy de manera acusadora, enroscandose uno de sus rizos castanos con el dedo corazon. --No te lo puede decir, tontita, o no se cumplira --dice mama, llevandose la tarta a la cocina para cortarla. --Si --corroboro yo, sacandole la lengua a Livvy. Ella enseguida me saca la lengua a mi. --?Donde estan tus dos amigos? --me pregunta, poniendo enfasis en la palabra <>. --Ya te lo he dicho: Felix esta en Florida y Essie en el balneario Leamington. --Que lastima --dice Livvy con cero simpatia--. Papa, ?cuanta gente vino cuando celebre mis once anos? --Cuarenta y cinco. Todos con patines. Una absoluta carniceria --balbucea papa con tono serio, a la vez que saca la tarjeta de memoria de la camara y la introduce en la ranura de su portatil. En la primera foto que aparece en la pantalla salgo yo, sentado a la cabecera de la mesa con una chapa enorme que dice <> y un gorro puntiagudo de cartulina. Tengo los ojos semicerrados y la frente me brilla. --Papa --gimo--. ?Tienes que hacer eso ahora? --Solo corrijo los ojos rojos antes de enviarselas por correo electronico a tu abuela --dice, haciendo clic con el raton--. Esta destrozada por no haber podido venir. Eso no es verdad. La abuela juega al bridge todos los miercoles por la tarde y no se lo pierde por nadie, y menos por el nieto que menos le gusta. Livvy es su favorita. Pero bien pensado, Livvy es la favorita de todos. Mi madre tambien habia invitado a la tia Jane y al tio Trevor, y a mis primos Keira y Alfie. Pero esta manana Alfie desperto con unas manchas raras por todo el pecho que podrian ser de varicela, asi que tuvieron que disculparse, dejandonos a los cuatro solos para la <>. Mama regresa alsalon con la tarta cortada en porciones, y la pone sobre la mesa. --Mirad todas estas sobras --dice, frunciendo el ceno mientras inspecciona los montones de comida que hemos picoteado--. Vamos a tener suficientes hojaldres de salchicha y pasteles hasta Navidad. Solo espero tener suficiente film transparente para envolverlo todo. Genial. Una nevera llena de comida para recordarme lo increiblemente impopular que soy. Tras la tarta y la accion intensiva de envolver todo en papel film, vienen los regalos. De mama y papa recibo una nueva mochila para el instituto, el set de DVD de la serie completa de <> y un cheque regalo de 130 euros. Livvy me regala una caja de bombones Cadbury y una funda de color rojo brillante para mi iPhone. Luego todos nos sentamos en el sofa a ver una pelicula llamada Ponte en mi lugar. Trata de una madre y una hija que comen una galleta de la fortuna encantada y, entonces, intercambian sus cuerpos durante un dia. Por supuesto que todo el mundo aprende una valiosa leccion antes del inevitable final feliz, y por centesima vez este verano lamento mi incapacidad vital para seguir el argumento de una simpatica pelicula para adolescentes. Papa se queda dormido hacia la mitad de la pelicula y se pone a roncar con ganas. Esa noche no puedo dormir. Estoy despierto tanto tiempo que mis ojos se acostumbran a la oscuridad y puedo distinguir los bordes de los posteres en las paredes y la pequena sombra de un mosquito volando de aqui para alla por el techo. Tengo catorce anos y se me esta acabando el tiempo. 3 Es el ultimo viernes de las vacaciones de verano. El lunes vuelvo al colegio. He tenido catorce anos durante exactamente nueve dias. Estoy acostado en elsofa con las cortinas cerradas. Mama y papa estan en el trabajo. Livvy esta en casa de su mejor amiga, Cressy. Estoy viendo un episodio repetido de <> mientras un paquete de galletas de chocolate hace equilibrios sobre mi barriga. Tyra Banks acaba de decirle a Ashley que no sera la proxima top model de America. Ashley llora a lagrima viva y todas las demas chicas la abrazan, aunque han pasado todo el capitulo hablando de lo mucho que odiaban a Ashley y que querian que abandonara el programa. La casa de <> es de lo mas cruel. Las lagrimas de Ashley son interrumpidas por el sonido de una llave en la puerta de entrada. Me siento y con mucho cuidado pongo el paquete de galletas en la mesita de centro que hay a mi lado. --David, ya he llegado --grita mama. Ha regresado temprano de su reunion. Frunzo el ceno mientras oigo como se quita los zapatos y tira las llaves con gran estruendo en el platillo que hay cerca de la puerta. Rapidamente cojo la manta de ganchillo que tengo a los pies, la subo para taparme el cuerpo y me la meto debajo de la barbilla, poniendome en posicion justo antes de que mama entre en elsalon. Ella pone mala cara de inmediato. --?Que? --pregunto, mientras me limpio las migas de galletas de la boca. --A lo mejor te gustaria abrir las cortinas, David --me sugiere con las manos en las caderas. --Pero entonces no podre ver bien la pantalla. Ella me ignora y se dirige directamente hacia la ventana y abre las cortinas. La luz del sol de ultima hora de la tarde inunda la habitacion y hace que el aire se vea polvoriento. Yo me retuerzo en elsofa y me protejo los ojos. --Por Dios, David --dice mama--. No eres un vampiro. --Puede que lo sea --murmuro entre dientes.

  • El guante de cobre. Magisterium 2, Cassandra Clare de Cassandra Clare

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  • Solo una aventura (Solo tu 3) de Simona Ahrnstedt

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    Con Solo esta noche y Solo un secreto, Simona Ahrnstedt, la reina de la novela romantica sueca, deslumbro a legiones de lectoras en todo el mundo. Solo una aventura es la tercera entrega de su saga <>, una novela explosivamente sensual y aun mas adictiva.

  • El arte de la fuga de Vicente Valero

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    En verdad ninguno de los frailes apinados en aquella celdilla fria y oscura consiguio ver que el alma saliera de su boca, solo puntos amarillos de saliva expulsados de la lengua llagada, cuando el estertor se transformo en un suspiro ultimo, negro como el crujido de un alamo en la noche de invierno. Asi pues, pensaron todos entonces, el alma de los santos enamorados tambien era invisible; es decir, que se escurria como cualquier otra entre los labios resecos, casi azules, sin ser vista ni oida, para buscar inmediatamente despues, ansiosa, la frente ungida con los oleos y poder de esta manera tomar impulso hacia lo mas alto, deslizarse por fin hacia una paz definitiva. Hubieran dado todo cuanto poseian --aunque esto es, por supuesto, solo un decir, pues nada poseian aquellos pobres rezadores-- por contemplar el cuerpo moreno y entregado de la Amada, incluso sospechando que aquel deseo pudiera ser impuro, como tantos otros deseos del hombre, si bien las sagradas escrituras nada decian sobre aquel asunto. Pero Juan acababa de morir, se trataba ya de un hecho indiscutible, y en aquella covacha desnuda ni los descalzos de Ubeda ni aquellos otros llegados de Baeza y La Penuela habian conseguido vislumbrar el vuelo ultimo del alma, aunque Dios ya andaba por todas partes en aquella hora nocturna, nadie podia dudarlo, Dios era un olor bendito que emanaba de la carne podrida y de sus vapores todavia calidos, una luz humeda, casi irrespirable. Hacinados e inquietos, aquellos hombres flacos y devotos de la Virgen del Carmen se habian asomado a la boca del moribundo con la esperanza de ver. Alli buscaron, con los ojos bien abiertos, emocionados, unidos en el mirar, un ultimo rescoldo, una sombra palpitante, la mariposa de la fe. El poeta, el santo, el mistico, aquel fraile distraido y un poco loco --?cual de todos ellos era entonces o a cual se le esperaba mas alla de la vida y la muerte?-- se habia consumido entre estertores, despues de haber escuchado una vez mas las preciosas margaritas de Salomon, el canto perfecto del amor perfecto, y sus ojos empezaban a divisar una oscuridad nueva, todas las llagas de su cuerpo ardian como antorchas en la noche --?a que esperaba entonces el Amado?--, mientras los frailes besaban sus manos y sus pies, esperaban la salida fulgurante de la esposa. Dejaremos dicho aqui para empezar que durante aquel largo otono andaluz del ano 1591 hubo sol y hubo tormentas, despues de los ultimos sudores empezaron a caer las hojas de los arboles, llego por fin un dia la nieve a las cimas serranas, el cielo se lleno de nubes grises. Nadie sabe como seran sus ultimos dias, si hara frio o calor, si llovera y los rios inundaran calles y sembrados, si habra sequia y enfermaran los animales, o si la luz del sol, como una mano de madre imperecedera, acariciara una a una todas las palabras de la despedida. Puede que Juan supiera, sin embargo, cuando escogio Ubeda y no quiso ir a Baeza ni a Linares, como le suplicaron los frailes campesinos de La Penuela --aquel lugar silvestre donde comenzaron sus heridas--, que en su morir habria cielos de otono cada vez mas frios y solitarios, como los que su alma deseaba, pero el abrazo tambien de los hermanos descalzos y la fe no menos calida de los vecinos que nada sabian de el, que nunca habian oido hablar de sus canciones, y que su cuerpo imploraba tal vez como el de un nino desamparado. Durante aquellos casi ochenta dias ultimos que paso Juan en el convento ubetense, las noches fueron haciendose cada vez mas largas y oscuras, como el dolor de la carne y la soledad del sacrificio, pero no por ello la dulzura del otono estuvo ausente en aquella celdilla con su plenitud de estacion profunda y generosa. Asi, durante aquellos dias, hubo pajaros tambien en la ciudad, estorninos y petirrojos, grullas de paso, zorzales y codornices. Hubo un repetido runrun de aguas sobre las piedras de las murallas y de las iglesias, que Juan podia oir tendido en su camastro, tal vez con cierto placer, o al menos con el alivio que la lluvia concede siempre a los sedientos, y un viento que soplaba y batia las ramas de chopos y naranjos. Pudo beber el zumo rojo de la granada, morder la carne amarga del membrillo. Y por el estrecho ventanuco es posible que entraran alguna vez tambien el aroma de los limoneros y la rafaga candente del relampago. Que al padre Crisostomo, prior del convento, no le viniera nadie con monsergas de milagros ni de versos, el era un hombre de pulpito y de tratados gruesos. No habia visto nunca a un santo, pero si a muchos extraviados que se decian poetas, incluso a algunos herejes alumbrados que habian merecido el castigo riguroso pero justo de Roma. Lo mejor era hablar poco con el enfermo y, a ser posible, que nadie supiera que estaba alli con ellos. No era este prior, a decir verdad, un hombre envidioso, pero si un fraile asustadizo, cumplidor y obediente, que maldecia la hora en la que a Juan se le habia ocurrido ir a morirse a su convento. Cuando lo vio llegar, aquel anochecer caluroso de septiembre, a lomos de un burro fatigado, ya se temio lo peor. Y lo peor era entonces solamente que aquel hombre a quien su propia orden habia perseguido, encarcelado y ahora tambien desterrado, cuyas cartas habian sembrado las clausuras de palabras dudosas y de sofocos misticos, llegara ahora a Ubeda para repartir rimas y milagros. Se prometio entonces a si mismo, mientras Juan se bajaba con dificultad del pollino, que no se lo permitiria y, sobre todo, que no se dejaria enganar por el, por su habito raido y sucio, por su ya celebre jerigonza de nadas y desiertos, y menos aun por sus jaculatorias contra incendios y tormentas. Que habia venido a buscar exactamente el perseguido, sin embargo, lo sabria el prior muy pronto, cuando Juan cayo desmayado en la puerta del convento, con sus llagas y sus calenturas, porque aquella debilidad tan cierta --con aquel rostro suplicante y famelico, con aquel temblor de piernas-- le dio a entender que el enfermo lo habia elegido precisamente a el para que guiara su alma por el sendero ultimo de la noche y se compadeciera de su cuerpo en los dolores terribles, y con ello tal vez para ser seducido tambien, oh Virgen piadosa, por aquellas metricas italianas del demonio. Para los hermanos aquellas heridas inmensas y aquel morir en la celda mas oscura del convento pronto se transformaron en pura alegria, una gracia especial del Amado, la musica presentida y tantas veces solicitada. Se lloraba por los pasillos y, a hurtadillas del prior, cantaban las canciones de Juan, se abrazaban y se besaban; la felicidad era entonces aquello, un ir y venir entre lagrimas incontenibles, traer las vendas limpias y dar a lavar las sucias, lamer las sucias por el camino, llevarse a la boca el pus, la sangre negra, la saliva del poeta, agradecerle a Dios aquellos liquidos, aquel enfermo unico. Una y otra vez por los pasillos se oian las canciones del alma y el esposo, que tan bien se sabian todos, aprendidas en otros conventos lugubres --tan oscuros y frios como aquella mazmorra toledana donde habian sido compuestas casi quince anos atras--, dichas y repetidas muchas veces, calladas tambien otras muchas, segun soplara el viento de la regla o del prior, favorable u hostil a la musica amatoria y al cantor de Avila, pero siempre luminosas en el corazon secreto de los humildes. Ah, el coro de descalzos, voces olvidadas por el mundo, rezadores de la vieja ciudad de Ubeda: Bartolome de San Basilio, dulce y generoso, antiguo discipulo de Juan; Alonso de la Madre de Dios, inteligente y agradecido, lector de salmos y profecias; Bernardo de la Virgen, hermano lego, de dia y de noche a los pies del moribundo, siempre el perro mas fiel; Diego Pablo de Jesus, modesto y pequeno como un jilguero de la vega, bondadoso; Pedro de San Jose, mundano y alegre como un vino nuevo de aldea. Coro insospechado de servidores, adoradores de llagas putrefactas, moscas benditas. Todo empezo en aquel solitario retiro de La Penuela, lleno de olivos y de vinas, entre ermitanos labradores, adonde Juan habia llegado a principios de agosto, en plena canicula, para cumplir nuevo destierro, sin oficio, solo como un descalzo mas. La brisa de Sierra Morena invadia todas las mananas aquellas celdillas blancas con su olor a tomillo y a encinar humedo, con su musica de currucas tempraneras. Una docena de hermanos barbudos y penitentes regaban las coles en silencio, sembraban el ajo y la cebolla, o recogian la aceituna. Habia en aquel lugar tan puro una alegria de uva andaluza y de amor a la Virgen, unos cielos azules sobre los roquedales altos, una fe felicisima. Por fin el poeta que amaba las soledades y la luz podia tambien gozar de ellas, despues de tantos anos de disputas capitulares y de vicarias nomadas, despues de interminables andaduras. Por fin el fraile que amaba la obediencia podia tambien gozar de ella como un imberbe novicio castellano. Se dijo despues que, en aquellos dias soleados, iba a rezar todas las tardes junto a una vieja fuente de montana, rodeada de laureles y lentiscos, por donde saltaban las liebres, susurraban las tortolas y vigilaban los cernicalos. De rodillas y con las manos unidas en el pecho, como era habitual en el, aspirando siempre a lo mas alto, a veces levitaba, esto tambien se dijo despues. De su boca brotaba entonces la palabra como el agua de la fuente, fresca y natural, transparente y solitaria. Era Juan en La Penuela, a solas con la esposa que llevaba dentro, en coloquio verdadero, con ella y con su Dios enamorado. No habia amargura en su corazon ni recuerdo alguno de sus perseguidores que, sin embargo, no cejaban y aun dilataban sus discursos difamatorios por las extensas comarcas del carmelo. O tal vez si, puede que hubiera cierta amargura todavia, esto lo decimos nosotros ahora, algun resentimiento, pues fue aqui mismo tambien donde escribio que mejor se estaba en compania de piedras y garbanzos que de apostoles locuaces, de criaturas mudas que de hombres envidiosos. Comia entonces pan de habas con hierbas cocidas y era feliz. Ya de noche, dormia sobre unos manojos de romero tejidos y de sarmientos a modo de zarzo y era feliz. Encendia la llama de amor viva, una y otra vez, reescribiendo pasajes inconclusos, penetrando en honduras incandescentes, dejandose iluminar por ella. Hasta que un dia de aquellos de verano llegaron tambien las fiebres, y con ellas el cansancio y el sueno, la mirada vidriosa, aquella sed.

  • Adiccion (Hermanos Duncan 1) de A.g. Keller

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    Max es el hermano mayor de los Duncan, es alto, guapo, de ojos grises y actitud despreocupada. Odia los trajes elegantes hechos a la medida, las declaraciones a la prensa y perder una apuesta. Aunque su apariencia demuestre lo contrario, el es un exitoso empresario, en el mundo de los Video Juegos. Adora los tatuajes que adornan su cuerpo, las mujeres faciles, un buen cigarro y un trago de whisky. A sus treinta anos, Max todavia no se ha casado, no tiene pareja fija y mucho menos hijos. El tiene un defecto, a pesar de lucir como el partido perfecto para cualquier chica inteligente. tiene una adiccion que esta a punto de arruinarlo. Una noche conoce a Nicole Calaway, de manera accidentada en un bar cercano a su oficina. Max queda prendado de su generosa sonrisa, el color castano de sus ojos, y el aleteo coqueto de sus pestanas. Al instante supo que esa mujer era especial. Sin imaginarse de quien realmente se trataba.

  • Una boda imperfecta de Dina Reed

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    Max Harper es representante de deportistas y sabe que la unica manera de conseguir un contrato mas ventajoso para Jeff Bristol, una estrella del futbol y uno de sus mejores amigos, es que siente la cabeza. O, al menos, que lo finja. Jeff es una figura del deporte, guapo y sexy, pero tambien mujeriego y juerguista. Y no piensa cambiar. Por eso, cuando su representante le propone una boda por interes, para limpiar su imagen y conseguir un fichaje multimillonario en un club frances, ni se lo piensa y acepta casarse con la chica que elija Max. Max no tiene ni idea de donde va a encontrar una novia para Jeff, hasta que recibe una llamada de su hermana Gwen. Su padre acaba de cortarle el grifo y esta desesperada. Gwen no ha trabajado en su vida, no tiene experiencia mas que en gastar y en irse de fiesta y necesita un cambio de aires y dinero con tanta urgencia que, cuando su hermano le cuenta que busca una novia para el insoportable de Jeff Bristol, ni se lo piensa. Ella siempre ha querido vivir en Paris y tiene la intuicion de que alli va encontrar su sitio en el mundo, asi que se propone como candidata a novia, a cambio de una cantidad importante de dinero y de vivir en una mansion enorme junto al Sena, en la que no tenga que cruzarse con su marido de pega. A Max le parece un desproposito, pero le cuenta a Jeff que su hermana esta dispuesta a casarse con el en esas condiciones y el acepta sin dudarlo. Gwen le odia tanto que jamas cometeria el error de enamorarse de el y viceversa. Primero, porque el no cree en el amor y, segundo, porque jamas tendria nada, absolutamente nada, con la irritante, caprichosa y tocapelotas de Gwen Harper. O eso cree. Porque en Paris descubriran que lo que parece ser odio, esconde atraccion, deseo, fuego y algo tan fuerte que podria cambiar sus vidas para siempre... Capitulo 1 Aquella manana de mediados de mayo, Max se desperto con la llamada de Vivian, su asistente: --Vivian, ?que pasa? --pregunto Max porque sabia que tenia que pasar algo para que su asistente le llamara a las seis de la manana y mas cuando la noche anterior habia estado en una fiesta hasta las tantas. Fiesta en la que, por cierto, habia acabado enrollandose con una modelo que estaba durmiendo a su lado, una tal Alison o Alice ?o era Meadow? El caso era que la tenia metida en su cama y que lo que menos queria era que despertara. Asi que salto de la cama y se encerro en el cuarto de bano mientras que Vivian se excusaba: --Disculpa que te llame a estas horas. Imagino que anoche te acostarias tarde, pero es que esto es importante. Max se sento en el confortable sillon blanco del lujoso bano de la suite presidencial del hotel mas caro y elegante de Nueva York, apreto las mandibulas y respondio: --Dispara. --La prensa deportiva europea abre hoy con las imagenes de Jeff Bristol de vacaciones en Ibiza. Max resoplo, se paso la mano por la cara y replico temiendose lo peor: --!Mira que le adverti que fuera discreto! !Hoy los de la prensa vuelan drones en cualquier sitio! ?Y como le han cazado? ?Follando? ?Borracho? ?Practicando deportes de riesgo? ?Haciendo...? Vivian trabajaba con su jefe desde hacia diez anos y le conocia tan bien que le interrumpio, antes de que siguiera trepandole la bilis hacia la garganta: --Le han pillado en un barco, metido en un jacuzzi con cuatro bellezas exoticas, dandoles de beber champan de la botella y luego untandoles protector solar en el cuerpo. Max, que ya solo podia pensar en la bronca que le iba a pegar al irresponsable de su representado, inquirio: --?En el cuerpo? --Las chicas estaban desnudas y Jeff sale en las fotos con las manos en los traseros y en los pechos. Max bufo porque se imaginaba el escandalo que estarian siendo las fotos en Europa: --!No quiero ni imaginarme los titulares! A Vivian, para quitarle hierro al asunto, solo se le ocurrio decir: --Ni los comentarios en las tertulias de la television. Pero es verano y estas noticias se toman con cierto cachondeo. Quiero decir que no estamos ante una tragedia. Y ya sabes como son estas cosas, Max, dan que hablar el primer dia, pero luego se olvidan rapido. --?El presidente del club que esta dispuesto a pagar una cantidad indecente de dinero por el loquito de Jeff va a olvidar que es un juerguista, un pendon y un tarambana en el que no se puede confiar en absoluto? --bufo Max que estaba que se subia por las paredes. --No te pases, Max. Jeff es un buen chico. Ha trabajado muy duro este ano y necesita desconectar y divertirse. Tampoco ha hecho nada malo... --No, que va, !dejarse retratar en un entorno de sexo, alcohol y seguramente drogas es algo de lo mas sensato y prudente cuando estamos negociando el contrato del ano! --grito Max, sin tenerle sin cuidado si la tal Alice, o Britney o como diablos se llamara, se despertara y saliera pitando de alli. Al contrario, deseaba que lo hiciera porque no habia nada que le diera mas pereza que la tipica conversacion mananera, despues de un polvo de una noche. --!No exageres tampoco! No habia drogas por ninguna parte, solo esa botella de champan y el protector solar. --!Me figuro las bromitas que estaran haciendo a costa del protector solar de las narices! --Helen Black, la reina de las mananas, ya sabes, dice que Jeff Bristol ha protagonizado, sin proponerselo, la mejor campana de prevencion del cancer de piel. Max, a pesar de que estaba que rabiaba, no pudo evitar reirse, pues lo de su asistente no tenia remedio: --!Espera que todavia voy a tener que llamarlo para felicitarle por su buena accion! Vivian, que por supuesto que sabia lo que se estaban jugando y solo queria que salieran del entuerto de la manera mas airosa posible, afirmo: --La situacion se ha vuelto un tanto delicada, pero estoy segura de que tiene arreglo. Por eso, y aun sabiendo que te iba a despertar, te he llamado... Max lo unico que sabia era que tenia que plantarse delante de ese inconsciente para cantarle las cuarenta: --Voy a tomar el primer vuelo que pille para Espana. Necesito hablar con Jeff. No puede seguir asi. !Tiene que dejar las mujeres y las fiestas de una maldita vez! --?Y que vas a hacer? ?Encerrarle en un monasterio? --replico Vivian con guasa. A Max le cabreo la bromita de su asistente, pero al momento se le paso por la cabeza una idea que hizo que entornara los ojos y murmurara: --O hacer que siente la cabeza por narices... Vivian, perpleja por las palabras de su jefe, pregunto ansiosa por saber que estaba tramando: --?Como que por narices? --Que a este no le puedo meter a monje cartujo porque tiene que entrenar y jugar los partidos, pero como que me llamo Max Harper que yo a este tio lo caso. Vivian solto una carcajada, pues para nada pensaba que su jefe fuera a salir con algo parecido: --!Estas de broma! !Solo puedes estar de cona! !Es que no puedo creerlo! Max estaba tan cabreado que, con la vena hinchada del cuello y el ceno fruncido, activo la camara del telefono movil para que Vivian le viera: --?Esta es la cara de un tio que no esta hablando en serio? --inquirio a su asistente. Y Vivian al ver que su jefe estaba como Dios le habia traido al mundo, solo pudo tragar saliva porque aquello era un autentico espectaculo. Max Harper era sin duda el tio mas bueno que habia visto en su vida. Y mira que ella estaba acostumbrada por su trabajo a ver a tios buenos a diario. Max era representante de deportistas y por la agencia pasaban autenticos dioses griegos, pero Max era otra cosa. No solo tenia un cuerpo para perder el aliento, porque hacia mucho deporte y lo marcaba todo... Es que era guapo como el solo, castano, de pelo abundante, peinado con raya al lado, tenia unos ojos enormes de un verde salvaje, la nariz recta, la boca en su justo grosor, el menton marcado, la sonrisa perfecta... Aunque bueno, ?habia algo que no fuera perfecto en Max? Pues hasta eso que no habia podido evitar mirar de refilon lo tenia increiblemente bien, tanto que mascullo: --!Madre mia! Sin embargo, Max se lo tomo por otro lado y replico: --!Pues eso mismo! No voy a permitir que Jeff Bristol se arruine la carrera y que de paso pisotee mi prestigio y mi reputacion. Manana mismo me plantare en Ibiza y le exigire que corte con su faceta de vividor y mujeriego. El presidente del club que le quiere fichar es un tipo estricto, serio y riguroso al que no creo que le haya hecho ninguna gracia ver a su proximo fichaje estrella hacer el mamarracho en un barco. Vivian, que por mucho que dijera su jefe seguia pensando lo mismo, insistio: --Hace lo que cualquier joven soltero que... Vivian, de repente, se callo porque escucho a una voz femenina muy melosa decir: --Max, cielo, ?vuelves a la cama? Esta gata en celo tiene ganas de mucho mas... Vivian tuvo que morderse los labios para no partirse de risa y Max en cambio gruno: --!Cierra la puerta, por favor! !Estoy trabajando! Y no tengo tiempo de nada mas. Coge tus cosas y vete, si eres tan amable... La gata en celo le miro alucinada de estar escuchando aquello y replico enroscandose un mechon de pelo rubio en el dedo indice: --Estas vacilandome, ?verdad? Porque te recuerdo que soy Ada Brandon, el sueno de medio mundo. Ada. Se llamaba Ada, penso Max, que solo tenia ganas de perderla de vista para siempre. --No dudo de que seas el sueno de medio universo, pero yo tengo que trabajar --le hablo Max, haciendole gestos con la mano para que se fuera. Sin embargo, Ada, que estaba desnuda y con el pelo cayendole en cascada sobre los pechos, replico: --Los hombres tan ocupados me ponen muchisimo. Te dejo mi tarjeta en la mesilla. Se que vas a tardar muy poco en llamarme. Luego, se paso la lengua por los labios, se pellizco los pezones con ambas manos y se marcho dando un portazo... Capitulo 2 Max se olvido completamente de Ada hasta que su asistente se la recordo cuando iba en el taxi de camino al puerto de Ibiza: --Vivian no paro de llamar a Jeff y no me coge el telefono. ?Cuando fue la ultima vez que hablaste con el? --le pregunto mosqueado. --Hace un rato. Te esta esperando. Le habras pillado haciendo algo... --Solo espero que no se le haya ocurrido ponerse otra vez a untar protector solar a diestro y siniestro --dijo Max mientras se ponia sus gafas de sol de aviador. --No seas duro con el. Ademas, quien este libre de pecado que tire la primera piedra --replico Vivian porque la verdad era que Jeff le caia genial. Y bueno... Tambien habia algo mas. Y no era exactamente que estuviera celosa, porque sabia que su jefe jamas iba a fijarse en una chica como ella, pero le daba mucha rabia que perdiera su tiempo con mujeres como Ada Brandon. Max se revolvio en el asiento molesto, pues su asistente no tenia ninguna razon: --Yo puedo hacer con mi vida lo que me de la gana. Soy soltero y no estoy a punto de firmar un contrato con un club que esta dispuesto a pagar lo que sea por tenerme. --Eres el representante y tambien tendras que dar una imagen de seriedad y rigor. ?No crees? Max admiraba muchisimo a Vivian, llevaban trabajando juntos desde el primer dia en que monto la agencia, pero a ratos era una verdadera mosca cojonera: --Yo soy un tio discreto, que no va por ahi dejandose retratar a la luz del dia haciendo cosas indecorosas. --!Ay, por favor, hablas como si fueras mi abuelo! --exclamo Vivian divertida. --Hablo como un tio sensato y con cabeza... --Tanta que te lias con Ada Brandon --le recrimino Vivian en un tono tan duro que cualquiera hubiera dicho que estaba celosa. --No se quien es, si te digo la verdad. La fiesta era un aburrimiento, de pronto aparecio esa chica, hablamos, tampoco era que tuviera una conversacion muy estimulante, pero... --Ya, tiene unas piernas interminables, pechos abundantes, cintura de avispa, un culazo de impresion, melenon rubio... --aseguro Vivian con un deje de rabia un tanto extrano. --Pues si, tiene todo eso. ?Y? Vivian penso que lo que sucedia era que ella no podia ser mas normal y corriente, media 1,60 m, era pelirroja, un poco entrada en carnes, de pechos pequenos y culo normal tirando a plano... y en la vida su jefe se fijaria en ella. Eso era lo que pasaba. Y lo llevaba bien. Y a ratitos fatal. Pero en general le tenia cogido el tranquillo a la cosa y sufria lo justo y necesario. Ahora bien, como eso a su jefe no le importaba para nada respondio: --Que si, que es una preciosidad, la modelo con los que todos suspiran... --Yo no suspiro por esa chica. Los dos decidimos pasar un rato agradable y nada mas -- preciso Max, que lo tenia todo clarisimo. Vivian sonrio, respiro aliviada y replico con total sinceridad: --Me alegro porque no te pega para nada. Esa chica es tan frivola y superficial que no se como puedes perder tu tiempo con personas asi. Max arqueo una ceja y murmuro porque la verdad era que le costaba entender que tuviera que explicar algo asi: --Necesito mis momentos de esparcimiento y diversion. Como imagino que tu los tendras y no seran siempre con catedraticos en Filosofia y cosas semejantes. Vivian penso que hacia un monton que no tenia ni rollos porque en su corazon solo habia sitio para una persona: --Yo es que no soy de rollos. Soy de enamorarme y... --le aclaro. --!Y no lo haces desde hace mil anos! --le interrumpio Max--. Puesto que no te he conocido ni un novio en este tiempo. ?O es que te niegas a que los conozca? --?Por que iba a hacer eso? No. No ha surgido, pero estoy genial asi. Me va muy bien. Estoy de maravilla... --mintio porque a veces le daban unas llantinas tremendas. Unas llantinas que eran una mezcla de pena por estar enamorada de alguien que jamas iba a corresponderle y de rabia por no poder librarse de ese sentimiento que la tenia carcomida. A Max le gusto saber que su asistente no estaba con nadie, era algo un tanto absurdo y tambien ilogico, porque a el le tenia que dar lo mismo. Pero los novios siempre descentraban y asi estaba volcada a tope en el trabajo. Era un pensamiento un tanto cabron y egoista, pero el no era perfecto. Y en esas estaba cuando el taxista por fin se detuvo, por eso hablo: --Lo celebro, Vivian. Y ahora voy a cortar que ya he llegado a mi destino. Hablamos. Adios. Max pago la carrera del taxi, se apeo y accedio a traves de un elegante pantalan hasta el yate de impresion que habia alquilado su amigo. Una vez alli, pregunto a un marinero que donde estaba Jeff Bristol y le respondio que le estaba esperando en cubierta. Max se subio al yate que era el colmo de la sofisticacion y del lujo y efectivamente en cubierta le esperaba Jeff con banador turbo, gafas de sol de pasta negra y un daiquiri en la mano. --!Bienvenido al paraiso, Max! --le saludo Jeff alzando su bebida. Max torcio el gesto porque no estaba para bromitas y mascullo: --No me toques los cojones, Jeff, que me tienes contento. Jeff se acerco a su amigo, le abrazo porque le queria como al hermano mayor que no habia tenido y luego se justifico: --Estabamos en el quinto pino, en el mar, y esos mamones me cazaron con un punetero dron. --Te lo adverti una y mil veces, pero tu solo vas a lo tuyo --le regano en un tono que sonaba perfectamente a la tipica bronca de hermano mayor. Y es que en el fondo casi que lo era... Max tenia treinta y cuatro anos y Jeff veintiseis, se conocian desde con dieciseis le descubrio en las categorias juveniles de un club ingles y desde entonces llevaban trabajando juntos y mucho mas. Porque a esas alturas eran amigos y casi que tambien familia. No en vano, con quien Jeff pasaba las Navidades y demas fechas senaladas era con Max, entre otras cosas porque no tenia absolutamente a nadie. Su madre le abandono en un orfanato cuando era un bebe y desde entonces estuvo en distintas casas de acogida hasta que, gracias a estar tocado por la fortuna para el futbol, pudo fichar por un club ingles y a partir de ese momento su vida cambio para siempre. Jeff se puso triste al escuchar aquello, ya que si habia una persona en el mundo a la que no queria decepcionar esa era Max Harper: --Joder, tio, lo siento. Los dos vamos en el mismo barco. Yo jamas haria nada que fuera en tu contra. Max trago saliva, pues sabia que las palabras de Jeff eran sinceras. Y es que si algo tenia ese chico era un corazon de oro, y no podia ser mas noble, pero le perdian demasiado las fiestas y las mujeres y esta vez la habia pifiado a lo grande. Por eso se puso muy serio y aseguro: --Pues lo has hecho, campeon. Tu sabes lo que nos estamos jugando. Conoces bien como es el presidente del club con el que llevas toda la vida sonando. ?Que crees que habra pensado al verte retratado tocandole el culo y las tetas a esas tias? Jeff bajo la vista al suelo, avergonzado, nego con la cabeza y le recordo: --Salgo untandoles proteccion solar. No me las folle en el jacuzzi. En eso fui muy cuidadoso, por si me tomaba alguna foto alguien de a bordo. No soy tan estupido, aunque lo parezca, Max. Tome mis precauciones y me encerre con esas cuatro chicas en mi camarote. Ahi si que pasaron cosas, pero en cubierta solo fue la chorrada del champan y del protector solar porque en Ibiza no veas como pega el sol. Por cierto, ?que haces asi vestido, con traje y corbata? Imagino que habras traido banador, ?quieres cambiarte y nos damos un paseito? !Este yate es un desfase! Max contrario el gesto porque ese chico parecia que no estaba entendiendo nada: --Jeff, no he venido a pasar unos dias de vacaciones locas contigo. He venido a decirte que eres un pedazo de irresponsable y de insensato y que tienes que enmendar la pifia ya. Jeff, sintiendose una mierda, se apreto el puente de la nariz y replico cariacontecido: --Claro, Max. He alquilado el yate por una semana, pero si quieres hoy mismo lo devuelvo y me encierro en casa a entrenar duro con maquinas y tal... --Entrenando duro en casa no vas a limpiar tu reputacion de golfo y sinverguenza. Necesitamos un golpe de efecto mucho mas potente. Y yo tengo el plan perfecto...

  • Sasha. La mision de mi vida de Delfina Farias

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    Sasha era hermosa, rebelde, osada y desobediente. Muy distinta a las chicas de su edad. No creia ni en principes azules, ni en cuento de hadas. Criada entre soldados, los mismos que su padre adiestraba bajo severos y peligrosos entrenamientos, y de los cuales ella era uno mas. Cuando logro ingresar al colegio militar, se encontro colmada de felicidad. A pesar de la exigencia e intensidad de los ejercicios, el cansancio y agotamiento de su cuerpo, consiguio ser primera en su clase. Todo iba sobre rieles hasta que conocio al teniente Leandro Martinez Acevedo, metro ochenta y cinco, atractivo, corpulento, recio, pomulos marcados y un cuerpo para el infarto. Con solo una mirada el puso su mundo patas para arriba. Al tiempo llegaron miradas furtivas y deseos dificiles de controlar. Una mentira se puso entre ambos y el se alejo de su lado, pero ella que era una guerrera, sin pensarlo lo siguio a un infierno llamado Irak. En ese pais sus sentimientos se encontraran a flor de piel, la incertidumbre del pasado los golpeara de frente y sin control. Ellos seran dos seres entre sombras y recuerdos de un pasado y presente muy peligroso, deberan transitar una guerra, que sin ser ellos estaran obligados a combatir.

  • Quiero ser tu sumisa de Danae Sousa

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    !Voy a realizar el viaje de mi vida! Las bermudas es mi sueno de toda la vida.

  • Ella, el… y el danes de Ana Alvarez

    https://gigalibros.com/ella-el-8230-y-el-danes.html

    Una novela de amor repleta de risas y emociones que hara, una vez mas, las delicias de las fans de la autora y entusiasmara a sus nuevas lectoras.

  • Todo oscuro, sin estrellas – Stephen King de Stephen King

    https://gigalibros.com/todo-oscuro-sin-estrellas-8211-stephen-king.html

    Cuatro venganzas. Cuatro castigos. Cuatro novelas cortas sumamente sorprendentes y enormemente impactantes. No las podras olvidar.

  • Espiritu de invierno de Elena Morilla Margallo

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    El rey Filian de Baldrenia esta muy enfadado con sus nortenos, tanto que ha decidido ir en persona a poner orden entre los pueblerinos. El siempre debe tener lo que desee, aunque los intereses no coincidan con los de sus subditos. Llevado por el orgullo y la codicia pierde la vida al caer a un lago helado. Cuando parece que todo ha terminado para el aparece la Senora del Invierno. La reina de los espiritus de la estacion le da una nueva forma para que pueda pagar la deuda que ha contraido con ella. ?Podra el ambicioso monarca hallar la forma de solventar sus errores?

  • El vals de los malditos de Ivan Lopez Pardo

    https://gigalibros.com/el-vals-de-los-malditos.html

    Un terrible asesinato tiene lugar en Santander en plena transicion postfranquista, que recuerda a otro fatal suceso que aterrorizo la ciudad en el pasado. Al igual que su padre entonces, el inspector Marcos Marquez es enviado a investigarlo. Al mismo tiempo en otro punto de la ciudad, su hermana Estela despierta sobresaltada, envuelta en oscuras pesadillas que enmascaran un terrible presentimiento que va a cambiar sus vidas para siempre. En su sueno, ve retornar de entre los olvidados a un hombre herido de nostalgia y anhelo que no parara hasta conseguir su objetivo. Mientras, escondida entre las sombras, una oscura figura continua tramando un maligno plan que el mundo ignora y que sera crucial para su devenir. Unidos por el horrible crimen, padre e hijo investigaran este nuevo caso, luchando juntos por superar las numerosas adversidades y trabas que, desde el principio, se encontraran para resolverlo.

  • Comandante (La Casa Blanca 2) de Katy Evans

    https://gigalibros.com/comandante-la-casa-blanca-2.html

    La pasion de Matt y Charlotte llega a la Casa Blanca
    Nos enamoramos en la campana electoral.
    Y eso solo fue el principio.
    Ahora el es el presidente de Estados Unidos.
    Y me desea. Desea mi cuerpo.
    Mi corazon. Mi alma.
    Y me quiere a su lado.
    En la Casa Blanca.

  • Se prohibe mantener afectos desmedidos en la puerta de la pension de Mamen Sanchez

    https://gigalibros.com/se-prohibe-mantener-afectos-desmedidos-en-la-puerta-de-la-pension.html

    En este nuevo libro, la autora se supera a si misma y desde la primera pagina el humor, la empatia hacia los personajes, las sorpresas y la variedad de registros se alian para conseguir una lectura absorbente y absolutamente satisfactoria.

  • El quinto infierno (Doble o nada 2) de Veronica Sauer

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    Llueve a cantaros. Llueve tanto que mi visibilidad es practicamente nula. Disminuyo la velocidad, y finalmente me detengo a un lado de la carretera, con las balizas encendidas para que otro conductor no me lleve por delante. Es muy peligroso conducir en estas condiciones, y por suerte aun me queda algo de cordura como para darme cuenta. Apoyo la cabeza en el volante, frustrada, confundida. Mi GPS interior parece que ha dejado de funcionar. Hace diez minutos parecia conducirme hacia ese sitio exacto en el que mi alma iba a encontrar lo que andaba necesitando. Pero ahora no logro encontrarme con esa Ana segura de que la felicidad tenia un nombre. El nombre de un hombre. ?Que me esta pasando? No se si es por la lluvia o que, pero siento que la melancolia se apodera de mi. Me siento abrumada, realmente perdida. Estiro el brazo y agarro mi celular. Activo el GPS pero no logro ubicar ni mi propia localizacion. Tal vez este diluvio sea el causante de que la senal sea tan debil. Tan debil como yo. Llueve fuera del auto, y tambien llueve dentro, porque tengo las manos mojadas. Empapadas por mis propias lagrimas. No se por que lloro en realidad. Es cierto que la carta que lei hace unos momentos me impacto tanto que senti que se me abria la cabeza y se me partia el corazon. Tambien es verdad que estoy sola y estresada en extremo, y que la relacion que entable con un hombre me tuvo y me tiene a mal traer. Pero no soy de las que lloran. !Casi nunca lloro y en la ultima semana lo he hecho ya dos veces! La primera vez fue por una tonteria; una caida de sistema en el banco fue la gota que colmo un vaso que hace rato rebosaba. En ese momento me puse histerica, pero ahora ademas estoy triste. Esta es mi segunda vez, y no tengo muy claro los motivos pero presiento que esta falsa ilusion de estabilidad de los ultimos dias, ya no regresara. Estaba bien, estaba inspirada. El guion de mi novela venia fluyendo y eso me traia un gran alivio. La carta de Hernan me trastorno. La verdad me dio en plena cara y no me lo esperaba. "...Supongo que estaras en lo de tus padres, escribiendo el guion. Lo entiendo, pero me duele haber recibido un correo generico como despedida. Espere inutilmente que me llamaras en Nochebuena, en Navidad... Intente ser paciente y esperar, pero ya no puedo mas. Me dejaste porque no supe manejar mis culpas, y porque asocie ese castigo que tanto necesitaba a nuestra actividad sexual. Tenias razon, lo admito. Pero el haberte perdido es otro castigo que sin duda merezco, pero no puedo soportar. Simplemente no puedo... Tengo la esperanza de que si te cuento por que me siento asi, me entiendas y vuelvas a mi. Tal vez no como antes, pero de alguna forma te quiero en mi vida. Me resultaba dificil contarte estando frente a frente, pero por escrito es mas sencillo. Ana, lo de Tincho no fue precisamente un accidente, y yo tuve la culpa. Esa fue la mayor cagada de mi vida... Siempre quise ser como el. Lo envidie desde que tengo memoria y creo que aunque resulte extrano aun lo sigo haciendo. Mi primo es lo que se dice un "loco lindo". Tiene una gran personalidad, se caga en todo y en todos. Cuando yo era un nino y el un joven algo descontrolado, ya lo admiraba. Era como un dios para mi... Para mi y para todos, incluso para mi vieja, mis abuelos. Arranco mal la vida. El padre murio en un accidente de transito, cuando el era un bebe. La madre, antes de que terminara primaria, de leucemia. Y aun asi, Tincho jamas bajo los brazos. Mi abuela Marta lo adora. Lo crio ella, y no tiene empacho en decirle a todo el mundo que el es su orgullo y su motivo para seguir viviendo aun habiendo perdido a su unico hijo varon tragicamente. Mi madre... Bueno, mi madre parece estar enamorada de su propio sobrino. Puedo decir que me acompana en la culpa llenandolo de atenciones, pero lo cierto es que desde que tengo memoria lo idolatra. Lo critica todo el tiempo, pero lo adora. Adoracion es lo que resume lo que Tincho despierta en todos los que conozco. Vos apenas lo conoces, pero si lo hubieras tratado mas tambien hubieras sucumbido a su encanto. La cuestion es que Tincho es la oveja negra de la familia, pero tambien el preferido. Es un sonador, un bohemio... Estudio lo que quiso, hizo siempre lo que quiso. Puso un boliche, un negocio de venta de tablas de surf, tuvo una granja avicola. Viajo por todo el mundo, y siempre andaba feliz, exactamente igual que ahora. Pero yo no. Me esmere todo lo que pude, te lo juro. Pense que portandome bien me querrian tanto como a el, pero el ser huerfano tenia sus ventajas. Bueno, soy injusto al pensar en algo tan horrible, y lo cierto es que Tincho no necesita ni ser huerfano ni ser discapacitado para despertar esa clase de simpatia, ese carino, haga lo que haga. Cuando me di cuenta de que portarme bien no funcionaria, comence a portarme mal. Te lo resumo asi: me fui a El quinto infierno, su chacra de Rocha, a festejar su cumpleanos numero treinta. Quise ser como el, y me salio mal. El no se metia en lios, y yo si. Hay gente con la que no se juega, pero eso lo aprendi tarde. Fue un fin de semana de drogas y alcohol. Yo tenia dieciocho anos, y no media las consecuencias de mis actos, asi que me meti en un antro de mala muerte. Se armo lio y cuando quise acordar me encontre con un revolver delante de la cara. Despues todo paso como en camara lenta. El tipo gatillo sin asco. Martin se puso adelante mio con las manos en alto. Yo me asuste y retrocedi. Mi primo se llevo el balazo. La bala le perforo varios organos internos y se alojo en la medula. Estuvo muerto clinicamente durante tres minutos en la intervencion quirurgica que finalmente le salvo la vida. Pero perdio lo que mas amaba: su libertad. Y fue todo culpa mia. No quiero recordar mas, Ana. Lo peor vino despues pero no me da el valor ni para ponerlo por escrito. Tenias razon cuando me dijiste que era un cobarde, ya lo ves...Nunca mas me sali de la raya. Fui mas correcto que antes, mas complaciente, mas docil, mas infeliz. Y a pesar de que Tincho se agarro con unas y dientes a la vida y a la felicidad, yo jamas pude siquiera aspirar a ella hasta que te conoci. Prefiero pensar que puedo tener tu amor algun dia, pero en el fondo se que no me lo merezco. Y esta vez, no sera mi primo quien me quite el privilegio, sino yo mismo. Ahi tenes la verdad que me pediste. ?Me podras comprender mejor ahora? No soy un enfermo, Ana. Solo necesito que me quieras" Solo necesita que lo quiera. Eso esta claro; lo que no lo esta, es lo que yo necesito. Hace un rato crei saberlo. Despues de leer la carta agarre mi bolso y me meti en el auto. Pense que la carta era en si una revelacion, una especie de senal luminosa que me indicaba el camino a seguir. Hace un rato la tenia clara, pero ahora no estoy tan segura... En este momento mas bien siento que es la excusa perfecta para actuar en concordancia con mis deseos. Deseos que ya tenia, por supuesto, pero parece que el reconocerlos, el reencontrarme con ellos me hace mucho mal. No se que hacer, perdi el rumbo. ?Que es lo que iba a buscar casi con desesperacion? Y un sollozo se me escapa de la garganta cuando me doy cuenta de que lo que mi alma anda necesitando es un verdadero amor. Reflexiones Agotadas las lagrimas regreso a la choza. Me preparo un te, y enciendo un cigarrillo. Mi estado de animo no es el mejor. Recostada en la mesada de la cocina miro mi notebook como si dentro de ella estuviese la respuesta todas las preguntas que ni siquiera me atrevo a formularme. Suspiro, y me obligo a ponerme en accion. Tengo que terminar de guionar la escena de la pelea en el Obelisco antes de que termine este dia. Cuando desbloqueo la maquina me encuentro con el mail de Hernan. Claro, es lo ultimo que vi antes de salir corriendo como una posesa en busca de... De lo que no puedo tener. No puedo evitar releerlo. La primera parte no me sorprendio, porque el propio Martin me lo conto. Y tambien Hernan me fue dando indicios, uno tras otro. Si, me cierra todo... La culpa es el eje de esta historia, no hay duda. Ese Hernan "nene bueno" es el que yo conozco y el que me inspiro a hacerle esa propuesta de la que ahora me averguenzo. ?Como se me pudo ocurrir pedirle a un tipo que sea mi esclavo sexual? Encima tiene quince anos menos... La pre-menopausia me ha puesto demasiado creativa. Hay algo en todo esto que si me sorprende: la envidia de Hernan. Es una mezcla de celos y admiracion a la vez. Martin representa para el mucho mas de lo que esta dispuesto a reconocer, infinitamente mas que un recordatorio de su falta. Su falta... La verdad. No se por que en algun momento interprete que "el accidente" se trataba de un accidente de transito. Intuia que Hernan podia ser el conductor, y de ahi ese sentimiento de culpa que solo encontraba un retorcido alivio cuando yo le hacia dano. Jamas me espere... violencia. La cagada mas grande de la vida de Hernan, la unica vez que se salio de la raya, termino arruinandole la vida a Martin. Y de pronto me encuentro pensando en el video de Martin. "Si estas vivo, podes ser feliz", decia al pie. Una unica certeza me da fuerzas para poner las manos en el teclado y hacer lo que tengo que hacer: a Martin Lasalle, no le arruina la vida nadie. La carta que le escribire a Hernan sera por lo menos ambigua. No es el momento ni de hacerle preguntas ni de jugar con su psiquis en un seudo analisis inconducente. Prefiero tomar esto como una catarsis, y darle un poco de consuelo, pero sin comprometerme demasiado. Ha sido muy movilizante para mi enterarme de la verdad. Tanto, que por un momento senti que esa carta me estaba marcando el camino a seguir para encontrar la felicidad. La lluvia barrio con mi entusiasmo, por no llamarle locura transitoria, y ahora aqui estoy, intentando estar a la altura de las circunstancias, pero sin alentar algo que no se si estoy dispuesta a continuar. Con la cabeza a punto de estallar de tanto pensar, comienzo a escribir. "Me hago cargo de que mi subita partida sin ninguna explicacion no fue adecuada. Es que estoy pasando por un momento tenso, Hernan. El compromiso que asumi con la productora y la editorial me estaba agobiando, y no tenia ni tiempo ni fuerza para mas. Me obligue a alejarme de todo para poder cumplir. Desde que estoy en la playa, todo ha comenzado a fluir mejor y estoy un poco mas tranquila, pero solo un poco. Tu carta me impresiono mucho. Aun me tiene muy impresionada, lo confieso. Ahora entiendo muchas cosas, y compruebo que no estaba errada mi intuicion de que te sentis culpable y en nuestra forma de relacionarnos encontraste algo de alivio. No se que decirte, Hernan. Supongo que habras ido a terapia, que habras agotado todos los recursos para sentirte mejor. Si te sirve de consuelo, yo lo sigo considerando un accidente y no creo que Martin te eche la culpa. Y sobre todo estoy segura de que a pesar de haber perdido mucho, no perdio lo mas importante: las ganas de vivir. Y tampoco la libertad. Ya lo hablaremos en otro momento, mas tranquilos. Espero que termines bien el ano y que comiences el que sigue, mejor aun. " Ni siquiera la releo. Pongo enviar y cierro el correo de inmediato con el firme proposito de no corresponderle si me vuelve a escribir. Lo que menos necesito ahora es un tira y afloje con Hernan... Porque se que querra que retomemos esta relacion que ahora que se toda la verdad, se me antoja mas enfermiza que nunca. Jamas pense que los tres nos encontraramos en este espiral de culpa y celos. ?Los tres? Mi mente no cesa en su empeno de incluir a Martin en mi vida. Es lo primero que pense cuando termine de leer la carta de Hernan. "Quiero estas ganas de vivir, quiero a este hombre muy cerca de mi. Quiero su altruismo, quiero esa clase de amor". Como si estuviera en trance, agarre mi bolso y sali a buscarlo a la lluvia. Diez minutos despues, no tenia claro lo que estaba haciendo ni por que lo hacia. Ni siquiera sabia donde mierda estaba El quinto infierno... No solo mi GPS se descontrolo por la lluvia, tambien lo hizo mi brujula interior que de pronto me dejo sin rumbo. El miedo me paralizo. Martin Lasalle sigue siendo un misterio para mi, aun sabiendo la verdad. ?De donde saca su motivacion, y esa alegria que se refleja en sus ojos? ?Como es posible que alguien sea tan resiliente? "Porque ya lo era antes. Porque no hay nada que pueda quitarle esa luz" pienso otra vez conmovida. Martin me confunde sin siquiera estar presente. Me abruma, y me deja con ganas de... mas. Quiero conocerlo mejor, pero soy consciente de que nuestro ultimo contacto no fue del todo amigable, y que mis intentos de retomar no fueron bien recibidos. Pienso que esta muy cerca, y unas ganas locas de ir a buscarlo me invaden. Miro de reojo mi bolso... Solo tengo que poner El quinto infierno en el GPS y conducir. Por la ventana se ve una arcoiris gigante... ?Y si...? No, no tiene sentido. No se donde me sale esta necesidad, pero si hay algo que no deseo encontrar son mas problemas de los que ya tengo. Uno de ellos es este puto guion. El otro, se llama Hernan.

  • Recuerdos secretos de Mallory Kane

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    Despues de haber sido brutalmente atacado y dado por muerto, Jay Wellcome se habia quedado sin memoria. Pero ni siquiera la amnesia podia borrar la imagen de aquella belleza sin identidad…

  • Enlazados (Tecleame te quiero 2) de Isabel Jenner

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    En esta segunda entrega de la serie <>, Abigail quiere una aventura en el Salvaje Oeste. A Josh solo parece importarle su rancho.

  • La venganza escocesa de Sabrina Jeffries

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    Lady Venetia Campbell regresa a su Escocia natal, tras muchos anos de ausencia, para asistir a un elegante baile de mascaras en el que un atletico enmascarado le dara un arrebatador beso que no podra olvidar. Pero su viaje a Escocia adquiere un giro dramatico cuando, al dia siguiente, el misterioso galan la rapta a punta de pistola. Se trata del peor enemigo de su padre, Sir Lachlan Ross, el propietario de la finca contigua a la suya y a quien Venetia recuerda como el apuesto joven por el que bebia los vientos de nina.Aunque con el tiempo, Ross se ha convertido en un hombre perversamente sexy y mucho mas peligroso.

  • Pajaros de la lluvia de Clarissa Goenawan

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  • Perfecto desastre de Stefania Gil

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    ?Crees que la sociedad es injusta con las mujeres? ?Es justo que una mujer que cria a sus hijos sola sea tachada como mala madre por una cosa u otra y que un hombre que cria a sus hijos en soledad despierte miradas compasivas y palabras de apoyo y aliento?
    Si, Alexis sabe lo injusta que es la sociedad porque dia tras dia la vida se encarga de recordarselo; y si no, siempre esta Bethany Malone para recordarle que como madre y mujer es un desastre.
    Pero a Alexis le resbalan --un poco-- los comentarios de los demas mientras sus hijos tengan comida en la mesa, un techo que los resguarde; y a ella; sobretodo a ella, para darles el amor que solo las madres saben dar.
    Por su parte, Henry es viudo y la repentina muerte de su mujer sumada a la preadolescencia de su hija no le hacen las cosas faciles; por fortuna, ayuda no le falta aunque no le hace gracia la compasion que le tienen y que por ser hombre lo consideren un inutil en casa o en cuanto a la crianza de su hija se refiere.
    ?Que pasara cuando Henry y Alexis se crucen y descubran que pueden apoyarse el uno en el otro como un equipo aunque sus vidas sean tan diferentes?

  • Sinfonia del destino de Graci Suarez

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  • Valle de fuego de Sandra Becerril

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    Un dia fui a unos ojos y no logre volver jamas. Cuando era menor de edad y comence a escribir en la soledad de mi habitacion historias de terror, siempre imagine que iria a Las Vegas a jugar en los casinos y a perderme en alcohol. No a convertirme en asesina. Vuelvo a casa con la boca llena de sangre y el eco de los fantasmas acechandome desde su oscuridad. Tinieblas, noche, lejania, recuerdos. Nunca se iran, las sombras, las cuencas de los ojos huecos de vida, los lamentos, el sonido de los pasos detras, siempre detras, intentando alcanzar el cabello y murmurar en el oido lento y suave: tu me orillaste a hacer esto. Hay cosas que no debemos olvidar. Porque al hacerlo, quedamos indefensos ante sus gemidos. Y entonces nadie podra salvarnos. 1 La cordillera roja, las hormigas rojas, el cielo rojo de las dunas que se quedaron fosilizadas en la era de los dinosaurios, hace ciento cincuenta millones de anos. Todo era de fuego en aquel valle en Nevada, incluso tu sexo en mis labios. Extranaba a Ian, con desesperacion, pero no evitaba amarte cuando estabas frente a mi, eras el deseo mezclado con un coctel de ojos verdes desparramados con nuestra ropa adentro de la tienda de campana. Eras tu, Noah, y no queria dejarte ir de nuevo. Frenabas mi caida al vacio despues de su partida. Queria que me penetraras hasta los pensamientos porque nunca habia hecho el amor como lo hacia contigo. Jamas me habia sentido tan humeda debajo de un cuerpo, no sabia lo que eran las ganas hasta que una noche deje que me cogieras tanto que la luna fatigada se escondio recurrente en mis fantasias y en los orgasmos ahogados que ahora gritaba en el valle en medio de Clark County. Tus cejas fruncidas terminando y llenandome de ti. Te recargaste en mi hombro y abrace tu espalda con mis muslos temblorosos, respirabas agitado y reias. A traves de un orificio de la tienda puede apreciar las estrellas nacer como parto multiple en el cielo, a lo lejos los coyotes aullaban, y anhele que tu cuerpo perfecto fuera el de Ian. Nunca fuimos normales, mas el saber que no lo eramos era precisamente lo que nos apartaba de los demas. Sali a fumar un churro de mota que escondia en la mochila mientras dormias, esperando que la hierba me ayudara a meditar mejor. Me sente con las piernas cruzadas en flor de loto sobre una roca y mire las montanas cobrizas devoradas por la oscuridad y la nada del sonido del valle. Quiza nada existia en realidad y los dias eran los suenos de las rocas perforadas por la erosion y los millones de anos que llevaban esperando despertar. Tal vez yo no existia. Y entonces tampoco hubiera existido Ian, sus peliculas o sus horrores. A lo lejos, otro turista encendio una fogata que me recordo la primera vez que nos acostamos, la noche en que te infiltraste en medio de mis muslos aprovechando el alcohol de las diez cervezas alemanas que llevaba en mi sangre; me deje ir en ti enfrente de la chimenea falsa de tu departamento, con una luna curiosa parecida a esta, pero asomandose desde la ventana en la Ciudad de Mexico. La pelicula Casablanca se escuchaba en la pantalla de tu habitacion, aunque ya no la veiamos: <>. Mientras Ilsa le confiesa a Rick en el cafe que sigue amandolo desde que lo encontro por primera vez en Paris y el se pregunta por que de todos los cafes del mundo ella tenia que entrar justo a ese, yo me preguntaba por que de todos los cuerpos que habia probado antes, el tuyo me sabia mejor que ninguno. Que bueno que no follamos antes, porque me volvi adicta a ti desde el primer instante. Parecias hecho de nicotina, mota, Valium y alcohol, todo revuelto en el sabor de tu piel, de tu pene, de mi cuerpo cuando terminabas y me quedaba escurriendo de ti. Con la combinacion de tu imaginacion atrayente y maligna, decidi aceptar quedarme contigo a dormir esa madrugada. Y todas las siguientes. No somos libres mas que para elegir entre el placer y la amargura, y entre eso prefiero mil veces el placer. Me enamore en un solo crepusculo de tu forma de hacer el amor. Que jodido. Enamorada de ti hasta el pasado. Cerre los parpados, esperando que el lugar arqueologico donde estabamos se llamara asi porque desde adentro de cada una de esas cuevas, alguien nos vigila, examina y estudia. Y somos nosotros los monstruos ahogados hasta el cuello de la mierda cotidiana. Las criaturas del desierto olian a cobre y cometas. Suspiros encarnados, profundos, las rocas regalandonos su piel, las cordilleras con sus miradas perdidas sobre sus siluetas reflejadas en el cristal de las dunas congeladas por cientos de miles de anos. Mire una vez mas para no extraviar la noche con aquel farol, para observar si, como decia Ian, aqui habia estrellas fugaces. Siempre he creido en los deseos. Alguna vez fui a que me leyeran el tarot en Coyoacan, otras, la mano en la Roma, las runas en la Condesa, la noche en la piel. Tu piel. Cualquier cosa, cualquier pensamiento me remitia a tu piel, Noah. Desde que eramos ninos quise acariciar tu espalda y dormir abrazada a ella, sintiendote con mi pecho desnudo. Tu tambien lo querias, y por eso me tarde tanto en amarte, porque cuando ya sabes que el amor esta ahi, permanentemente esperandote, siempre se puede querer y vivir otras vidas antes de dejarse ir en el. A lo lejos habia rayos, latigos del cielo, y dos minutos despues los escuche cerca, como si el corazon me estallara en medio de tanta montana y tanta soledad. Vine a Las Vegas contigo para vivir lo que no puedo vivir entre recuerdos, entre pasos sin huellas. Ademas de lo de Ian, desde que habia muerto mi madre decidi no volver a la Ciudad de Mexico porque descubri que era ella la que la hacia tan mia, no era la calle donde estaba la secundaria que me derrumbo la adolescencia con su bullying o la casa embrujada --llena de sombras y retratos que movian los ojos cuando no los veiamos-- que habitabamos solas cuando mi papa murio. No eran los bares de Insurgentes a los que entraba con una identificacion falsa o el primer beso escondido en el garaje de una fiesta de Halloween con mi mejor amigo, Roman. Crei que aquello era todo, y resulto ser nada. Presente mi primer libro y despues realizaron mi primer guion, y una madrugada vi a los personajes que imagine andar de ahi para alla, que desfachatez, de un lado a otro, como si nada; me dieron aquel premio de guion que tire a la basura ese mismo crepusculo, en una borrachera que no me acuerdo ni en que termino, porque quise dedicarselo y supe que no estaba entre el publico, sino en el hospital. Vi aquella pelicula sobre clones y desee que ella tambien tuviera uno para que le donara sus organos y el cancer no la matara. Pero igual se la llevo. Y entonces descubri que mi ciudad no era Mexico ni todo lo anterior, sino ella, su olor y su piel. Era su canto en mi oido para quitar pesadillas, era su abrazo en sus delgados y fragiles brazos, eran los hoyuelos en sus mejillas y el labial rojo. Era nuestro camino de regreso, juntas, porque despues no volvi a manejar sin su voz criticandome en el asiento de al lado. Era la ventana sucia que nadie mas limpio desde que se fue, era el cielo nublado que veia desde su hombro. Una infinidad de tristezas se acumularon en su cuarto hasta que se iba la luz de tanta soledad. Cuando quedaba en una oscuridad absoluta, entonces me dormia y a veces te sonaba cerca de mi, a veces a Ian. Nunca he sabido dormir sola, sin un cuerpo apretado a mi. Para acabar de joder mis dias, desde que Ian murio, poco despues de que mi madre fallecio, los demas --amigos, familiares, conocidos, companeros de trabajo-- no hacian otra cosa que pedirme que viviera mi vida, dejarlo ir. Frases como <>, <>, <>, <>, <>, <>, <>, pura mierda tipo Paulo Coelho. ?De verdad me veian tan jodida? Repetian ese tipo de frases hasta el cansancio, sin que les pidiera consejo o consuelo. Finalmente, decidi hacer como que los escuchaba para que dejaran de molestarme. Sin soltarlo, en secreto, invocandolo en cada sueno entre tus besos. La muerte no nos roba a los seres amados, nos los guarda y los inmortaliza en nuestros recuerdos. La vida si los roba de nuestros dias muchas veces y para siempre. La partida de Ian y la de mi madre le dieron sentido a mi existencia mas que quitarsela, porque el dolor solo sana cuando lo sentimos a plenitud. Y yo me revolcaba con el puto dolor todo el tiempo. Por eso, cuando cancelaron la pelicula aquella que Ian y yo estuvimos preparando por dos anos y que por un capricho de un tipo gordo y narco que se llamaba a si mismo <> se fue a la chingada, decidi venir a <> a averiguar que carajo habia pasado con Ian aca. Y de paso, traerte conmigo. Porque un dia me desperte, te vi a mi lado y descubri que estaba aferrada a tu respiracion, que si te levantabas al bano me sentia sola y que me encantaba enmaranar mis dedos en tu cabello de alacran. Porque no te amaba, pero si te deseaba como a nadie. No me gustaban tus ideas, tus historias locas sobre la reencarnacion o que te sintieras poeta barato de Coyoacan, pero si tu ceno fruncido cuando te venias, la forma en que me acariciabas y tus pies frios enredados en los mios cuando estabamos empiernados en la cama. Y era por Ian. Porque ese cabron habia decidido irse, o no detenerme lo suficiente. Al fin y al cabo, era lo mismo para mi. Porque lo habia amado con las entranas, en novelas y guiones, entre peliculas, en medio de horrores y proyecciones de terror. Y porque me harte, muy cobardemente, lo se, de las criticas de la sociedad cuando hasta el vecino mas metiche me recalcaba que parecia mi abuelito. Ni Jose Jose hubiera acertado con su <<40 y 20>> con los sesenta y cinco de Ian y mis veintinueve. Tu, Noah, tenias veintisiete y alma de seis. Me hacias reir hasta que me dolia el estomago, me hacias querer volver a escribir, a crear, a ser nina y a mandar todo a la chingada por un beso. Porque tus besos y tu lengua eran adictivos. Ahi estaba (cerre los ojos comprendiendo todo de pronto), era adicta a ti, como si fueras el ultimo cigarro en el mundo o la ultima plantita de mota del universo. El frio del desierto no se compara con el frio de la ciudad, seco, amarillo y polvoroso. En el desierto, hasta el frio es mas sincero, se te mete a los huesos, en la inhalacion, te apaga el cigarro para que no estes molestando y de paso te manda unos coyotes que confundes con perros. No obstante, les huyes cuando los ves de cerca. Asi era Valle de Fuego, de hielo. Con sus alargadas rocas amarillas y sus sinuosas dunas petrificadas que son, en realidad, arenisca azteca. Alli estabamos cerca de monumentos naturales como la Atlatl Rock, en la que encontramos unos grabados rupestres, petroglifos, o la Elephant Rock, una curiosa roca con forma de elefante. Las vistas al atardecer en aquel paisaje feroz son espectaculares: el rojo resplandece magico y con toda su fuerza en el horizonte. Me ajuste la chamarra, como si eso fuera a protegerme de la eternidad del lugar. Pero nada es una barrera para la naturaleza, que se burlaba de mi y de mis meditaciones budistas mirandome con las montanas como si estas fueran a levantar sus enaguas en cualquier oportunidad para volver a reinar, tomando la revancha contra los soberbios hombres. En rojo. Mire la debil tienda de campana y te supuse dormido en ella. Los primeros dias que dormimos juntos solo pensaba en Ian mientras me hacias el amor con toda tu furia. Pensaba que estaria ahi, viendonos coger y sufriendo porque no era el, porque decidio irse antes de averiguar por que yo habia salido huyendo. Y me hubiese encantado que en dias asi, cuando mas lo odie por amarlo tanto, nos contemplara, sin que lo supieramos, escondido en el closet que me regalo, que viera como me hacias gemir, gritar, morderte hasta el espiritu. Que viera tu cuerpo perfecto y sobre todo tu mirada. Que viera que no era el unico con ojos de mar en el mundo, que yo tambien podia encontrar un lago en los tuyos. Una laguna que era reflejo del desamparo que se me imponia en los suspiros azules que no queria que escucharas. Supongo que un dia te diste cuenta de eso porque, entre dormida y despierta, te escuche llegar y, pensando que estaba en el pasado, dije: <>. Te sentaste cerca de mi, recalcando con voz de ultratumba: <>. Yo no pude hacer lo mismo. No queria enganarte, no lo hice. Es solo que mi pensamiento andaba muy lejos, alla por Docklands Light Railway donde Ian dirigia su nueva pelicula, o en la fotografia que lo mostraba con un Oscar en su perfil de Facebook, o aquella en Cannes, o esa otra con el abrigo que le regale en Sitges. Nadie lo imaginaba, lo de Ian y yo, sin embargo, todos lo sabian. Porque cuando Ian venia a Mexico y nos dabamos nuestros encerrones en hoteles de lujo, la prensa siempre se enteraba de un modo u otro. Y a ambos nos encantaba, aunque dijeramos que no, porque, ?a quien diablos le importa la vida de una guionista y de un director de cine ingles? A nadie. O eso creiamos, porque cuando el <> narco de doscientos kilos de grasa cancelo la pelicula por esa razon, para evitar el escandalo, nos dimos cuenta de que Ian debia dejar su vida de refugiado en Estados Unidos o yo la mia en Mexico. No tuvimos el valor para correr y abrazarnos en una carretera solitaria en medio del desierto que une a los dos paises. Quiza era porque el ya habia huido antes de Londres y no queria volver a escapar, o porque nos abrazamos demasiado en Paris o en Inglaterra, su pais de origen, en el estreno de una de mis peliculas, o porque paso lo mismo en Guatemala, a donde nos escapamos aquel fin de semana solo porque de nina siempre quise ver Antigua con sus cafes con nombres hermosos como Nuestro lugar de siempre o Nunca me dejes. Tal vez nos abrazamos demasiado con la diferencia de idiomas y su encantador acento para decir: <>. O me adentre tanto en su mar, que solo recibi el desamparo de un oceano en calma. Era demasiado para la eternidad que buscaba con cada guion. Ian ya habia vivido, cambiado de pais, viajado, casado, cogido, amado, perdido a sus padres, hermanos, tios y amigos. Estaba solo en el mundo, empero tenia a sus creaciones que lo acompanaban por todo el mundo, y este ya le iba quedando chico. Sus fans lo detenian en la calle para tomarse una fotografia con el y hasta su reina le habia dado un reconocimiento publico y nombrado <>, sir Ian. Se habian muerto su primera, segunda y tercera esposa, y su hijo que vivia en Londres con su padrastro no le hablaba desde los once anos. Habia millones de sitios en Google con su nombre y su biografia era poco mas que una pelicula llena de accion pasando por todos los generos, inclusive el epico. Y ese hombre me habia amado mas que a nada en su mundo y me decia a diario que yo era la cosa mas hermosa que habitaba el planeta.

  • Una segunda oportunidad de Jane Green

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    La muerte de Tom supone un duro golpe para sus viejos amigos, pero tambien les brinda la oportunidad de reunirse de nuevo y redescubrir el poder de la amistad y recuperar la fuerza para perseguir aquellos suenos que tanta importancia tuvieron en el pasado.

  • Promesas del pasado (Los Rawson 3) de Amber Lake

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    Kenneth se siente afortunado. Ha encontrado a la familia que nunca supo que tenia, su futuro en el Foreign Office se le presenta brillante y recibe la noticia de que su abuelo materno, Laird de Dolmuck, acaba de fallecer y le ha nombrado heredero. Ante esta inesperada situacion, viaja a las Highlands para vender las posesiones y regresar a Londres. Guarda penosos recuerdos de aquel lugar, del que huyo a los dieciseis anos, y no desea permanecer mas tiempo del necesario.

  • Auge y caida de los dinosaurios de Steve Brusatte

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  • Una visita al pasado (eLit 1) de Joan Elliot Pickart

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    Habian pasado los anos, pero no habia podido olvidar a David Westport. Su habilidad en el campo y sus dotes de estrella eran legendarias. Sin embargo, su corazon pertenecia a una chica llamada Sandra. Fue una lastima que hubieran dejado el instituto antes de graduarse para ser padres, aunque parecian tener una buena vida. ?Lamentaria David las decisiones que habia tomado? A juzgar por las ojeras de Sandra, parecia que si, aunque David deberia darse cuenta de todo lo que tenia.

  • Lincoln en el Bardo de George Saunders

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    Febrero de 1862. En medio de la sangrienta guerra civil que divide al pais en dos, el hijo de doce anos del presidente Lincoln esta gravemente enfermo. En cuestion de pocos dias, el pequeno Willie muere y su cuerpo es trasladado hasta un cementerio en Georgetown. Los periodicos de la epoca recogen a un Lincoln deshecho por la pena que visita la tumba en varias ocasiones para guardar el cuerpo de su hijo.
    A partir de este hecho historico, Saunders despliega una historia inolvidable sobre el amor y la perdida que se adentra en el territorio de lo sobrenatural, alli donde tiene cabida desde lo terrorifico hasta lo hilarante. Willie Lincoln se halla en un estado intermedio entre la vida y la muerte, el llamado Bardo segun la tradicion tibetana. En este limbo, donde los fantasmas se reunen para compadecerse y reirse de lo que dejaron atras, una lucha de dimensiones titanicas surge de lo mas profundo del alma del pequeno Willie.

  • Cuidate de mi de Maria Frisa

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    Con una trama descarnada y adictiva, un desarrollo repleto de giros y sorpresas, un final inesperado y una pareja de inspectoras fuertes, carismaticas y complejas, Cuidate de mi es la novela negra del ano.

  • Construyendo un amor (Los alemanes 3) de Noni Garcia

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    L legar hasta este hotel, en pleno centro de la ciudad, ha sido una locura total. Se que estamos en la principal fiesta de Cadiz, que los carnavales son algo mas sagrado que el Oktober Fest en Alemania, pero esto es muy pequeno para albergar a tanta gente. Bueno, lo importante es que Sabine y yo por fin hemos podido acceder al aparcamiento, dejar el coche en la plaza que teniamos reservada y subir hasta el salon donde se va a celebrar la gala de carnaval. Cuando mi amiga me comento que su novio la habia dejado y que tenia la reserva hecha, no me apetecio mucho asistir; estoy en un momento en que necesito mucha paz, tranquilidad, templar mis nervios y no tener que estar dando explicaciones a nadie, y aqui trabajan varios amigos de mis padres, entre ellos el director. Pero despues me convencio y decidimos disfrazarnos de forma que nadie nos reconociera: ella de Frankenstein, yo de zombi. He de decir que la maquilladora es increiblemente buena, tremendo susto me he llevado al mirarme al espejo cuando ha terminado. No parezco ni yo, asi que he decidido usar mi segundo nombre; asi nadie podra encontrarme, saber quien soy y atosigarme a preguntas. Esta noche sere Nicole, Maria se ha quedado en Zahara de los Atunes. Es alucinante la decoracion que han usado para la fiesta: las luces, los efectos, la musica y el ambiente son inmejorables. Hay mucha gente, pero no hasta el punto de no poder moverte, de ser asfixiante; todos tenemos suficiente espacio vital para no agobiarnos. Nos dirigimos a la barra y Sabine pide por las dos. Para ella, un refresco de naranja, ya que nunca bebe alcohol, y para mi un ron con cola. Lo remuevo mientras sigo deleitandome con todo lo que me rodea y avanzo hacia una de las cristaleras para mirar la calle. La gente tiene mucha imaginacion en esta tierra, se ven los disfraces mas inusuales, desde el tipico hombre vestido de mujer hasta un elaborado traje de superheroe. Me giro para buscar a Sabine, pero algo se interpone en mi camino y mi copa acaba estrellada en el suelo. Y si, es algo, porque no tengo muy claro de que va disfrazado este chico... o chica. No sabria decir. --Disculpe, marinera. !Jar! --se excusa con voz de pirata. --La culpa es mia, que no se por donde voy, todavia no he sorbido suficientes cerebros --le suelto en aleman al bicho mas chungo de Piratas del Caribe, que el muchacho ya podria haberse disfrazado de Jack Sparrow. Una sonora carcajada brota de su garganta y yo me quedo a cuadros. No se si se rie porque le hace gracia mi idioma, mi horripilante cara o porque habla aleman y ha entendido perfectamente lo que acabo de decir, y mucho me temo que ha sido por esto ultimo. <>. --Lo que menos esperaba encontrarme aqui, esta noche, es a una alemana con humor --me dice en un aleman, con tono de pirata nuevamente, tan perfecto que creo que ni yo soy capaz de conseguir, y eso que soy autoctona. --Pues ya ves, no todos los alemanes son unos estirados --le espeto ya en espanol. --?Y tiene nombre la alemana que hay debajo de ese horroroso zombi? --Yo sere una zombi horrorosa, pero tu no te quedas atras... Mi nombre es Nicole. --El mio es Jacobo --se presenta mientras me tiende la mano para que se la estreche, y yo hago lo propio. Me mira a los ojos, sonrie y tira de mi. Me pilla tan de sorpresa que me dejo arrastrar hasta no se donde, porque no tengo ni idea de adonde me lleva, hasta que para en seco en medio de la sala, coloca mi mano izquierda sobre sus biceps, agarra mi cintura con la mano del brazo que estoy tocando y entrelaza la otra con la que me queda libre. Entonces soy consciente de que suena Valio la pena de Marc Anthony. <>, sonrio para mi misma mientras lo pienso. Llevo anos dando clases de bailes latinos y flamenco, a ver que es capaz de hacer, tampoco quiero dejarlo en ridiculo. Empieza suave, sin dar mucha cana, pero cuando ve que le sigo el ritmo, va aumentandolo poco a poco. <>. Lo damos todo en la pista, incluso se forma un cerco a nuestro alrededor para que tengamos espacio suficiente para hacer todos los giros y movimientos. La cancion termina e intentamos recobrar el aliento mientras recibimos una gran ovacion de los que nos rodean. Yo, que queria pasar desapercibida, que nadie me reconociera, soy el centro de todas las miradas junto a este desconocido que estoy segura de que tampoco se llama Jacobo; es mucha casualidad que su nombre sea la traduccion del nombre del protagonista de la pelicula de la que va caracterizado. Aun cogidos de la mano, nos dirigimos a una de las barras que hay en el salon. Yo pido un ron con cola, el pide lo mismo, y brindamos por nada en concreto. --Bueno, voy a buscar a mi amiga, que la he dejado esperando su bebida... --Creo que tu amiga esta de lo mas entretenida con mi amigo. --!Madre mia! Nos habiais echado el ojo... Acabo de ser consciente de que el golpe que nos hemos dado, y que se ha saldado con mi copa en el suelo, no ha sido casual. --Realmente, mi amigo se fijo en tu amiga, yo solo tenia que entretenerte para que el le entrara... --Pues, hala, ya me has entretenido, vete a dar una vuelta, que no te necesito para disfrutar de la noche --le escupo sin miramientos. Reconozco que me ha sentado como una patada en el estomago que su unico proposito fuese alejarme de Sabine. --No me has dejado terminar de hablar. --No es necesario. --Nicole, escuchame, que ha sonado muy mal. El muy maldito tiene un tono de voz tan sensual, que escuchar mi nombre ha hecho que decida darle la oportunidad de terminar de hablar. La cuestion es que me suena de algo ese tono grave. --Si bien tus pintas no habrian hecho que me acercara a ti por decision propia, al igual que tu no te hubieras acercado a mi, que de hecho ese era el proposito de este disfraz, me alegra haber podido bailar contigo y estar ahora compartiendo una copa. --Tienes razon. Y mi intencion era la misma que la tuya, que nadie se acercara a mi, pasar desapercibida. Los dos nos echamos a reir, estamos en la misma situacion y, sin quererlo, nos hemos juntado. Cuando conseguimos controlar el ataque de risa, brindamos y damos un largo sorbo a la copa. Mucho me temo que los dos tenemos problemas del corazon, me lo cuenta su mirada triste, la que esta oculta bajo kilos de maquillaje. --Pues creo que nadie se nos iba a acercar con nuestras pintas, pero si queremos asegurarnos de que sea asi, deberiamos permanecer el resto de la noche juntos. Se que tiene toda la razon del mundo, pero me apetece picarlo un poquito, le vendra bien volver a reirse, puede que asi se difumine un poco la bruma de sus ojos. --!Que forma mas rara tienes de ligar, pirata! --Pero yo no estoy... --No puedo aguantarlo mas y me rio--. !Eres mala, zombi alemana! Suelta la copa, esto va a costarte otro baile. Y casi no tengo tiempo de hacer lo que me pide, tira de mi de nuevo hasta la pista, aunque esta vez la cancion es mas lenta y puedo disfrutar mas del contacto con sus musculados brazos, de su aroma a perfume caro, del intenso color marron de sus ojos... Es alto, fuerte y ahora mismo me un coraje tremendo no poder ver su rostro, estoy segura de que es un hombre muy guapo y, si no lo es, lo suple con la sensualidad de sus movimientos y con esa voz que juraria haber escuchado antes. Y asi pasamos la noche, bailando una cancion tras otra y bebiendo una nueva copa cada vez que parabamos para recobrar el aliento, cosa que pasaba demasiado a menudo debido a la intensidad con la que nos moviamos. --Nicole, ?has bebido demasiado? --La voz de Sabine nos interrumpio cuando estabamos brindando por los arboles del campo, ya que no nos quedaban mas motivos por los que hacerlo. --Creo que si, Sabine. Y no importa si hablas en aleman o en castellano, aqui el pirata chungo lo entiende perfectamente. --Hola... --Jacobo --se presenta, tendiendole la mano a mi amiga. --Pues nada, no te preocupes, nos volvemos... --!Anda ya, tonta! Tu termina la noche con Batman, que yo me vuelvo en un taxi. --?Estas loca? Va a salirte muy caro un taxi hasta Zahara. --?Y que mas da? --Como Batman se va a quedar contigo, yo pago el taxi hasta Chiclana y ella el resto del trayecto. Asi no le sale tan caro, ?os parece bien? --Vale, pero escribeme cuando llegues, ?de acuerdo? Sabine se despide de mi con un abrazo y repitiendome que le escriba cuando llegue a casa, aunque dudo mucho que ella vaya a estar pendiente del telefono en las proximas horas, ademas, sabe de sobra que yo nunca me acuerdo de avisarla cuando llego. Jacobo y yo apuramos la copa antes de salir de la sala. Una vez en la salida, pedimos al recepcionista que nos consiga un taxi y nos vamos a la puerta para esperarlo. Sigue sin soltarme la mano, a pesar de que ya no estamos arriba, de que no estamos bailando. Tiemblo porque hace frio, estamos en pleno mes de febrero y mi ropa no abriga mucho. Se da cuenta y me rodea con sus fuertes brazos. Levanto la cara para mirarlo, el baja la suya para sonreirme, y no necesitamos hablar. Los dos sabemos que ese taxi no llegara hasta Zahara, que se quedara en Chiclana. No tengo ni idea de quien es el hombre que se esconde bajo el disfraz, pero si se que me apetece pasar un buen rato de cama con el, por el simple hecho de haber convertido en estupenda una noche que se planteaba aburrida, por su conversacion, por su forma de bailar y porque me atrae, no hay mas. Unimos nuestros labios hasta que el contacto se ve interrumpido por la llegada del taxi. Nos subimos a el y Jacobo le da la indicacion: --Al hotel Riu Chiclana. <>, pienso mientras me abrocho el cinturon de seguridad. Buen botin tuvo que conseguir este piratilla para permitirse pasar una noche de sexo en uno de los hoteles mas caros de Chiclana. N os bajamos del taxi y tiro de su mano hacia el interior del hotel. Ahora creo que no ha sido muy buena idea traerla a mi lugar de trabajo, pero ya estamos aqui y esa habitacion siempre esta disponible para mi. Le pido que me espere en los butacones que hay frente a la recepcion, asi evitare que conozca mi verdadero nombre, que es lo menos oportuno en este momento. --Leo, dame la tarjeta de mi habitacion. --?Disculpe? --!Joder! Soy Roberto, que estoy disfrazado y borracho, no quiero llegar asi a casa porque puede que este por alli mi padre, quedo en venir en estos dias. --Porque me lo dices y he reconocido tu voz... Ni loco hubiera pensado que eras tu. Aqui la tienes, ?necesitas algo mas? --Si, que me subas una botella de ron, refrescos de cola y me des dos tarjetas mas, estoy esperando a un par de amigos, y por la manana tendran que salir. --?Un par de amigos o una zombi...? --No seas indiscreto, dame las tarjetas y que me suban lo que te he pedido. Leo desaparece detras de la recepcion y me dirijo hasta donde esta Nicole, que imagino que sera su nombre real, no creo que sea tan mentirosa como yo, que he usado uno que no tiene nada que ver con el mio... O si, porque asi era como queria mi madre que me llamara; menos mal que a mi padre se le ilumino la bombilla y termino por registrarme como Roberto. Le tiendo la mano para ayudarla a levantarse. Sinceramente, no se cual de los dos esta mas borracho, pero de lo que no pienso preocuparme en este momento es de eso. Necesito un respiro, desintoxicarme un poco de Carmela; muy a mi pesar, estoy muy colgado de ella, y ella ama a Sebastian, por mas que se niegue a reconocerlo. Casi acabamos en el suelo antes de llegar al ascensor. Debido a la gran cantidad de alcohol que hemos tomado, nuestro cuerpos son incapaces de andar al mismo ritmo y chocamos sin control. Una vez dentro, no duda ni un momento en lanzarse a devorar mi boca. Esta chica, que tengo la impresion de que es bastante mas joven que yo, es puro fuego, pura pasion, y voy a disfrutarlo sin pensar en nada mas, aunque... --Me encantaria ver tu rostro sin este espantoso maquillaje. --Es carnaval, y este espantoso maquillaje ha conseguido llevarte a la cama. --?Vas a seguir echandome en cara que no me fijara en ti, que yo fuera el compinche? --Hoy use este disfraz porque no queria ser yo, si me deshago de toda esta pintura, volvere a serlo. --?Yo tampoco puedo? --No lo compliques, me ire a Alemania el lunes. Dejemos que esto sea un bonito recuerdo de carnaval. --?Ni tan siquiera las lentillas? Me arden los ojos... --Pues sera de otra cosa, porque las lentillas las perdiste en el tercer cubata --se rie y me contagia la risa. Ahora recuerdo ese momento, me deshice de ellas en el bano, no las aguantaba mas. --Entonces bastara con un poco de colirio. Vuelvo a besarla hasta que se abre la puerta. Por el camino a la habitacion, cada uno empieza a desabrochar sus ropas, parece como si nos fuera a faltar tiempo. Entramos a empujones, cerramos de un portazo y comenzamos a tirar prendas por la habitacion, hasta que suena el toc toc de la puerta; seguro que son las bebidas. Le pido que se esconda bajo las sabanas, ya que solo le queda puesta la ropa interior. Despacho rapido al camarero y Nicole aparece de entre las sabanas muerta de la risa. Mas bien, sale volando de ellas su lenceria, lo que quiere decir que esta completamente desnuda, y yo no tardo ni treinta segundos en estar igual que la jovencita que me espera en la cama. Tiro del nordico y mi vista se deleita con su cuerpo desnudo. Me cuelo entre sus piernas, devoro con ansia sus labios, aunque no tardo mucho en abandonarlos y mordisquear su cuello, y, lejos de quejarse, se arquea y me regala varios suspiros de placer. Mi lengua se pasea libremente por su torso desnudo hasta llegar al pezon de uno de sus perfectos y redondos senos, juego con el hasta que se endurece y hago lo mismo con el otro. Continuo mi camino por su vientre plano adorando por unos sutiles abdominales y un pequeno lunar junto al ombligo con forma de corazon. Llego hasta su depilado pubis y mi sorpresa es mayuscula al descubrir tatuado en el una preciosa Campanilla.

  • El misterio de Ondantin de Agustin Cortamanero

    https://gigalibros.com/el-misterio-de-ondantin.html

    Ondantin ha sufrido una serie de crimenes de manera misteriosa, su poblacion vive con un enorme miedo de ser el proximo en ser ultrajado, Langdon. Un detective unico en su clase es quien intenta resolver el misterio en medio de este pueblo medieval rodeado de enigmas que mas de uno oculta por diversos intereses.