• el cuaderno de rosa pdf - Alina Reyes

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    Impudico pero a veces candido, sin retoricas ni ambages, este Cuaderno intimo desvela la verdad desnuda de los gustos (y usos) eroticos de una mujer: sus encuentros sexuales y sus amores, los fugaces y los duraderos, los apasionados e incluso los platonicos. A lo largo de 69 breves capitulos --un numero, por supuesto, no azaroso-- que pueden leerse de manera independiente, la protagonista ofrece a sus lectores algunas de las <> que han convertido su vida en un continuo disfrute sexual. Mientras celebra el goce femenino y el masculino, no solo revela confidencias, pensamientos y episodios personales, sino tambien obsesiones y peculiares practicas, en un tono unas veces poetico, otras veces descarnado y realista. La pasion por <>, por el hombre que suscita el deseo en ella, y por conocer los mecanismos del sexo, se entrevera en esta obra con la rebeldia frente a lo socialmente bien visto, lo politicamente correcto. Esa rebeldia trasciende los episodios que narra para alcanzar al propio lenguaje; la protagonista, que se llama Rosa, llamara <> a la parte de si misma que mas placeres le procura, y empleara un lenguaje que pertenece a su imaginario erotico. Todo ello hace de este libro una verdadera osadia.

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  • literatura universal - SUNEO

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    50, Confucio Los cuatro libros de Confucio kung tse.pdf ... 177, León Felipe (Felipe Camino Galicia de la Rosa) Cuaderno de poesia critica 002.pdf.

  • Libros descargables - Instituto Municipal de Cultura de Saltillo

    https://imcsaltillo.org/libros

    LIBRO PDF CULTURA SALTILLO MONTA EL RAYO Y OTROS CUENTOS ... 01.png. Las aventuras del cuaderno rojo ... cactus portada (1).jpg. Cactus, nopales y rosas.

  • Donde termina el arco iris de Cecelia Ahern

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    Una conmovedora novela en la que se nos presenta una seleccion de los divertidos y frescos dialogos que Rosie y Alex, amigos desde la infancia, intercambian.

  • !Como puedes comer eso! de Christophe Brusset

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    Carne de caballo vendida como carne de buey, te verde chino rico en pesticidas, azafran espanol que en realidad es irani, mermelada de fresa sin fresas, guindilla india aderezada con excrementos de raton, leche infantil al toque de melamina... Bienvenidos al lado oscuro de la industria alimentaria, en el que las regulaciones se estiran hasta el limite para ampliar el margen de beneficio, incluso a cambio de poner en riesgo la salud de los consumidores.

  • Tomas. North Group de Fanny Ramirez

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    TOMAS BROWN <> Esa frase se convirtio en mi mantra, mi tatuaje interior, como Jason mi mejor amigo, llamaba. El tenia demasiados bajo la piel, los mismos, hicieron que una noche decidiese acabar con su agonia tomandose un frasco de pastillas. Apenas alcanzo los veinte anos y quien lo conocio sabe que aparentaba mas de los que tenia. <> Y para Jason nunca fue un problema la velocidad. No me gusta catalogar a las personas, ser debil no te hace menos fuerte, solo que Jason no supo como decir: no, cuando tuvo la oportunidad. Nacer entre porqueria, basura, solo te dictaba tu futuro, no solo estoy hablando de la que se tira a un contenedor. La droga, hizo que amigos, mi propia madre y mi hermano pequeno, se transformasen en personas irreconocibles. La sonrisa ya no formaba parte de sus caras a menos que consiguieran un nuevo chute y eso, era demasiado triste. Mi tatuaje interior ardia cada vez que las lagrimas acudian a mis ojos. Fueron pocas veces las que pasaba, tres, creo recordar, que lo hizo con mas fuerza. Mi mente se ha encargado de borrar la mayoria de recuerdos de mi ninez y parte de mi adolescencia. La primera vez que recuerdo, fue cuando vi a Jason por ultima vez, lo estaban metiendo en un coche, tenia los ojos abiertos, rojos, su piel traslucida y entre el shock escuche la vocecilla de mi hermano a mi lado preguntandome: <> Si, lo estaba. Mi mejor amigo me dejo solo, cuando me habia jurado que no lo haria nunca. Con el tiempo entendi que no hacia falta tener a las personas fisicamente, tambien podian cuidarte desde cualquier lugar en el que estuviesen. La segunda vez, fue cuando vi a mi hermano pequeno inyectarse una mierda en el brazo mientras sus amigos fumaban marihuana en el parque de detras de casa. A partir de ahi, mi vida se convirtio en un verdadero infierno. Intente por activa y por pasiva que lo dejara, me lleve anos reteniendolo contra su voluntad, tragandome sus reproches, sus miradas de odio, hasta que por fin lo consegui. Lastima que ya su destino estaba escrito con la firma de la maldita enfermedad llamada: cancer. La tercera tiene nombre y apellidos: Emily Berry Lauler. Sin embargo, de ella no puedo hablar sin que se me aprieten las entranas y me recuerde a mi mismo que no hago nada bien en la vida. Pero esa... es una historia que no merece la pena rememorar. INTRODUCCION --Solo seran un par de horas, Emi, ademas, tu estaras con tus primas toda la noche haciendo esas cosas que las chicas haceis cuando estais solas. Resoplo y yo no pude hacer mas que poner los ojos en blanco ahogando un suspiro de cansancio. Emily podria ser un grandisimo dolor en el trasero cuando queria, y esa noche quiso con ganas, pues era el cumpleanos de John. Los chicos planearon ir al local de Mike, un tugurio de mala muerte que servia la mejor cerveza en aquellos tiempos. Emily no aceptaba que yo tuviera una vida, sin embargo, ella si parecia tener derecho a tenerla. Era lo que mas me jodia, no obstante, estaba enamorado hasta las trancas de esa nina del demonio con aires de grandeza. Como si en vez de una simple mortal, estuviese hecha de fibra de oro con incrustaciones de diamantes... Me rasque el pecho sobre la camisa cuando una picazon insoportable me recordo que no debia joderlo con ella. Parecia mentira que con todo lo que habia soportado a lo largo de mi vida, me estaba convertido en un autentico imbecil por una chiquilla mimada. Pero era lo unico que me quedaba, aparte de mis amigos, claro. Y un hermano que casi no veia. Emily se convirtio en la pieza que me faltaba para que el vacio que me dejo mi hermano pequeno se llenara un poco, solo un poco. Aunque eso hacia de mi martirio algo mas soportable. --Solo espero que no haya muchas chicas, Tomas, o te juro que... --No digas tonterias, Emily, vamos al local de Mike. Alli casi nunca hay mujeres, menos chicas que puedan hacerte ni sombra. Por el rabillo de mi ojo, vi aparecer a Leon, Chad, Lauren y John; este ultimo bebiendo a morro de un botellin de cerveza. Gracias a Dios no me escucharon arrastrandome como una babosa. Sonrei sin poder remediarlo, intentando que Emily no escuchara los disparates que estaba soltando John. Habia sido cumplir la mayoria de edad y ya se reventaba el higado en publico. Leon ladeo la cabeza, preguntandome en silencio con quien hablaba. Con un gesto con la boca, le di a entender de quien se trataba. El rodo los ojos, Chad me saludo palmeandome el hombro al igual que Lauren, y John me dio un beso sonoro en la mejilla, susurrando un: <>, antes de entrar al bar. --?Que ha sido eso y porque ha sonado como si alguien le estuviera comiendo la boca a mi novio? --el ladrido de Emily me hizo apretar los punos teniendo que contar hasta diez con la respiracion atascada en los pulmones. Entonces hice lo que deberia haber hecho mucho antes, colgarle el telefono y ponerlo en silencio para ni enterarme siquiera si vuelve a llamar. Sin contestar a su estupida acusacion. Me tenia hasta la jodida coronilla. Abri la puerta y la musica se hizo mas sonora. Los chicos estaban en la barra, seguramente pidiendole a la camarera una cerveza, junto con algunos parroquianos ya asiduos. Faltaba Ray, como siempre, seguramente estudiando, haciendose a la idea de su proxima matricula de honor. Di una ojeada rapida a mi alrededor, algunas mujeres disfrutaban de una charla amena en una mesa al fondo, raramente venian a un lugar como ese. Pero viendolas de lejos, parecian de fuera, espanolas al escuchar un par de palabras descarriadas; sabia de alguien al que le haria una tremenda ilusion. A la derecha del local, un senor bebia de su cerveza mientras que el humo de un pitillo lo envolvia haciendo de la escena algo de lo que inmortalizar en una imagen. Su pelo ceniza hacia que las volutas de humo que volaban a su alrededor desaparecieran, para luego emerger y cubrir su rostro demasiado demacrado para su edad. Aunque no supiera cuantos anos tenia. De alguna manera siempre lograba encontrar parecido a la gente con alguien cercano a mi y ese senor le daba un aire a mi padre. --Tomas, me he dado el atrevimiento de pedirte una cerveza --la voz de Chad me hizo desviar la mirada de aquel senor que por momentos hacia que vagos recuerdos, demasiado amargos, volvieran a aparecer en mi mente. Con una sonrisa, sintiendo mi telefono vibrar en el bolsillo de mis pantalones, me acerque a ellos y me deje abrazar por un John demasiado ebrio para ser apenas las once de la noche. Ray se nos unio una hora mas tarde, con cara de no haber dormido en siglos, avergonzado por culpa de Leon que lo vitoreaba como si fuera una superestrella. --Ey, Ray, ?pudiste despegar la nariz de los libros para poder venir a mi cumpleanos? es todo un honor... --Dijo John, levantandose con dificultad para luego engancharse en sus hombros. Negue con la cabeza al mismo tiempo que lleve mi vaso de cerveza a los labios. Ya me veia cargandolo hasta llegar a nuestra residencia. --Y tu no pierdes el tiempo... con apenas horas de tener los dieciocho y ya te emborrachas en un bar --contesto Murray haciendonos reir. John saco la lengua, pareciendo un crio de dos anos. Me daba tremenda lastima a veces. Era un chico joven, con energia, positivismo y una mente brillante. Aunque ese cerebro no lo usara nunca para lo que realmente tenia que hacerlo. --?Viste las chicas del fondo? --me pregunto Leon, mirando a las susodichas de reojo. Tenia los ojos brillantes y las mejillas rojas gracias al alcohol. Me vi girando hacia donde el me senalaba e hice una mueca cuando me pillaron mirandolas descaradamente. --Joder, pero no mires asi. Las vas a espantar --se quejo resoplando y bebiendo de nuevo hasta acabar su jarra. --Son espanolas, las he oido hablar --le informe, provocando una sonrisa de su parte. --Sostenme esto, es hora de cazar dos buenos pares de jamones ibericos, !ole! --dijo en espanol, dejandome la jarra en las manos y peinandose el cabello con las manos antes de ir en busca de las chicas. Con curiosidad, me lleve casi cinco minutos viendo a Leon hacer su magia. Las chicas reian encantadas, incluso una de ellas, le toco el brazo supuse para comprobar que el tio se pasaba las horas haciendo ejercicio. --?Crees que se las follara a las dos? --la pregunta de Chad me hizo pestanear y dejar de observarlos. --Seguro... es el unico que he conocido con la facilidad de llevarse a mas de una a la cama y a la vez. No se como mierda lo hace. --Tu podrias si dejaras a esa chalada con la que estas. Lo mire con la mandibula apretada del coraje. Odiaba que se metieran con Emily o con mi relacion. Aunque luego supe que debia haberles hecho caso a todo lo que decian mucho antes. Me hubiera ahorrado todo lo que acontecio. --No te voy a consentir que la llames asi --lo mire con toda la rabia que pude reunir, haciendo que frunciera el ceno y alzara las manos a modo de rendicion. Al cabo de un rato, en los que me dedique a mensajearme con mi novia, la cual estaba bastante molesta, decidimos sentarnos en una mesa. Leon nos acompano a reganadientes unos minutos despues, diciendoles algo en espanol a las chicas, lo que provoco que rieran. --Si te sobra una, ya sabes, me la pasas --murmuro Chad arrastrando las palabras. Leon se sento a su lado y se acerco a su oido para susurrarle algo que lo hizo carcajear y ponerse contento. Resople. Lo mas seguro es que hicieran una jodida orgia, como si los viera. Malditos putos... --Bueno, ahora que estamos todos juntos quiero haceros una propuesta --dijo Lauren, haciendo que dejaran la alegria para otro momento. Por un segundo les tuve envidia. Echaba de menos relacionarme con las mujeres, charlar con ellas, no solo con la mujer que no paraba de llamarme y mandarme mensajes para que le enviara fotos de donde estaba. Suspire en derrota, diciendome que no merecia la pena quejarme por eso. Me queria, no tenia ninguna duda, por lo menos en ese momento. Lauren empezo a contar acerca de un proyecto que tenia entre manos. North Group se llamaria. La cabeza me daba vueltas, debatiendome entre alegrarme, brindar, celebrarlo y pensando que diria Emily al respecto. Entonces tuve claro una cosa. Seguiria adelante estuviese ella de acuerdo o no aunque luego sufriera las consecuencias. UNO <> Parece sacado de una jodida pelicula de terror. No quise hacerle caso a nadie cuando me advirtieron de lo loca que estaba la mujer con la que me iba a casar. Incluso di por hecho que sus acciones, reproches y celos, se debian a mera inseguridad o me queria tanto que no concebia compartirme con nadie. Luego llegaron las preguntas, las acusaciones, el acoso y lo que mas miedo me daba: las amenazas. No solo hacia mi persona, sino las que atentaba contra su propia vida. Froto mi rostro en un vano intento de despejar asi mi cabeza de tantos pensamientos funestos. No debe ser sano estar continuamente pensando que por mi culpa esa mujer, a la que tanto ame, se suicide. Ya ni recuerdo cuantas han sido las veces que me lo ha dicho llorando a lagrima viva. Ya sea por telefono o en persona. Por puro masoquismo, abro el cajon de mi escritorio y miro con nostalgia la fotografia que nos tomamos hace aproximadamente dos anos en la casa de los Hamptons. Ella sonreia montada a mi espalda y yo la miraba por encima de mi hombro embelesado por su belleza. Emily es hermosa. De pelo rubio, larguisimo, que casi siempre llevaba en una cola de caballo excepto aquel dia. Acaricio, sin poder remediarlo, la imagen de sus manos. Sus unas pintadas del mismo color que su bikini rojo. Como me gustaria volver a aquel dia, donde por arte de magia, se convirtio en una persona diferente. Ya fuera porque estabamos lejos de casa o solos en esta. Donde segun ella, no habia ninguna distraccion cerca. Mis amigos eran distraccion, las mujeres que paseaban por la calle, trabajaban en la empresa o simplemente esperaban a ser atendidas en una cafeteria, tambien lo eran; las reuniones importantes, las llamadas, el punetero trabajo. Todo el mundo, todo lo que yo hacia para ganarme la vida y llenar la de ella de lujos, eran distracciones y podia hacer que dejase de amarla. Una risa amarga brota de mis labios antes de cerrar el cajon mas fuerte de la cuenta, provocando un fuerte ruido. Me levanto de la silla notando mi labio inferior temblar de la rabia y miro a traves del ventanal en busca de una enesima solucion. <> Las palabras de Leon resuenan una y otra y otra vez como si fuese lo unico que tuviera cavidad ahora mismo en mi mente. ?Pero que cojones hago? Esa es la pregunta que mas formulo tanto en voz alta como en pensamiento. ?Como hago para que me deje vivir, respirar? ?Que solucion puede haber cuando ya he intentado hasta denunciarla? Pero como ya se viene sabiendo, la ley parece amparar mas a la mujer que al hombre en estos casos. Alguien toca a la puerta y carraspeo, llevandome el dedo indice al rabillo de mi ojo quitando asi la maldita lagrima que crei extinta de tanto que he llorado por su culpa. La voz de Murray me hace girar para mirarlo. Esta contento, con una sonrisa indeleble en su rostro y todo es debido a su Ceci como el la llama. A Dios gracias por haberla puesto en nuestros caminos, no se que hubieramos hecho sin su deliciosa comida del catering en los numerosos eventos. Tambien nos privo de ver a Murray babeando por los rincones, gracias al cielo. --?Te tragaste un unicornio? ?O es que por fin has podido comprobar que el sexo anal no es tan malo como parecia? --Intento hacer la broma, sin que se me note demasiado lo podrido que estoy por dentro. Mi traje negro impoluto, mi camisa blanca recien salida de la tintoreria y mis zapatos lustrosos brillando como si fueran espejos, hacen que nadie se de cuenta de lo sucio y asqueado que me siento. Murray rie y niega con la cabeza un poco ruborizado. Eso me hace lanzar una carcajada al aire que agradezco como un vaso de agua en pleno desierto. --No, vengo a decirte si vienes a por algo para desayunar. Frunzo el ceno ante su invitacion. Es raro que alguno de nosotros salgamos a comprar nada una vez estamos trabajando. Para eso tenemos a los secretarios y a monton de personal que se encarga de eso. --?Que le hiciste a Ferran? No me digas que cogio baja por sobreexplotacion --le digo con una sonrisa ladeada. --?Estas muy gracioso hoy, no? --pregunta entrecerrando los ojos--, simplemente me apetece charlar, Leon, Lauren, Chad y el tonto de John estan reunidos con un cliente. Me dijeron que tu estabas libre como un pajarillo ahora en la manana. --Claro, dame unos segundos y nos vemos en recepcion. Tengo que arreglar un asuntillo pendiente. --Treinta segundos, Tomas --advierte senalandome, cerrando la puerta tras de si con un tarareo. Suspiro una vez la soledad me envuelve nuevamente, agarrando el telefono y leyendo por tercera vez el mensaje que Emily me ha escrito hace escasos quince minutos. Mis dedos se posicionan en el teclado y escribo para luego a borrar asi hasta que harto de mi cobardia, le doy a enviar. <> Me arrepiento en cuanto le llega. Pero es que no se que demonios hacer para que me deje tranquilo, ?es mucho pedir? Dejo el telefono en la mesa, sin ganas de ver ningun mensaje mas y verificando que llevo mi cartera, salgo del despacho escuchando la vibracion del aparato sobre el cristal. --Que te den, Emily. *** En la recepcion veo a Murray sonreir como un imbecil mientras habla con alguien por telefono. No hay que ser muy listo para saber con quien, solo hay que ver como se le ilumina el rostro. La misma luminosidad, alegria y entusiasmo que alguna vez tuve yo. En cuanto estoy a su lado, se despide con un <> que me estruja el corazon y las entranas por la maldita envidia. Lejos de huir despavorido, yo ansio encontrar a una persona a la cual amar y que me ame sanamente. Lo malo es que por mucho que lo intento, no me lo permite. --Tomas, ?ocurre algo? Si no quieres venir, no pasa nada, solo... --Ya te dije que si, es solo algunos temas que tengo que resolver. Me tendrian que dar un premio de la evasiva, por malo, porque siempre digo la misma pueril excusa cuando no quiero hablar del tema. Odio que me den consejos, odio que me digan lo que tengo o no que hacer como si yo no lo hubiese intentado todo. Estoy destinado a llevar mi cruz a cuestas, a no ser feliz a menos que Emily deje de acosarme. --Si es con Emily, ya te dije que podemos hacer algo para que la metan en la jodida carcel. --Con dinero no se compra todo, Murray, Y el lo sabe. Lo hemos intentado todo, por activa y por pasiva. Solo hemos conseguido algo de tiempo, luego vuelve con mas fuerza todavia. El huracan, la llama John. Arrasa por donde pasa. --Creo que Cecilia esta embarazada --suelta de sopeton cuando salimos del edificio.

  • Dime que te quedaras (Terciopelo) de Corinne Michaels

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    POR LA ACLAMADA AUTORA CORINNE MICHAELS, BEST SELLER EN EE. UU., LLEGA UNA NOVELA SOBRE LAS SEGUNDAS OPORTUNIDADES.

  • Contigo hasta el final (#KissMe 4) de Elle Kennedy

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    Mierda. Mierda. Mierda. Mieeeeeerda. ?Donde he puesto las llaves? El reloj del estrecho pasillo me dice que tengo 52 minutos para hacer un trayecto de 68 minutos en coche si quiero llegar a tiempo a la fiesta. Miro otra vez en el bolso, pero las llaves no estan ahi. Recorro a toda velocidad las distintas estancias de la casa. ?Vestidor? No. ?Cuarto de bano? Acabo de entrar. ?Cocina? Tal vez... Estoy a punto de darme la vuelta cuando oigo un tintineo metalico detras de mi. --?Estas buscando esto? El desprecio se aferra a mi garganta mientras me giro para entrar en un salon tan pequeno que los cinco viejos muebles que lo ocupan --dos mesas, un sofa de dos plazas, un sillon y una silla-- se agolpan como sardinas en lata. El trozo de carne sentado en el sofa agita mis llaves en el aire. Ante mi suspiro de irritacion, el sonrie y se las mete debajo de su culo cubierto con un pantalon de chandal. --Ven a por ellas. Me paso la mano con frustracion por el pelo recien alisado y miro fijamente a mi padrastro. --Dame las llaves --exijo. Ray me mira de forma lasciva como respuesta. --Joooder. Si que estas buena esta noche. Te has convertido en una nenita de verdad, Rina. Tu y yo deberiamos hacerlo. Ignoro la mano carnosa que cae a su entrepierna. Nunca he conocido a un hombre tan desesperado por tocarse sus propios huevos. Hace que Homer Simpson parezca un caballero. --Tu y yo no existimos el uno para el otro. Asi que no me mires, y NO me llames Rina. --Ray es la unica persona que me llama asi, y lo detesto con toda mi alma--. Y ahora, dame las llaves. --Ya te lo he dicho… Ven a por ellas. Apretando los dientes, meto la mano debajo de su culo de vaca y palpo en busca de mis llaves. Ray gime y se retuerce como el asqueroso de mierda que es hasta que mi mano hace contacto con el metal. Tiro de las llaves y me vuelvo a girar hacia la puerta. --?Por que le das tanta importancia? --se burla a mi espalda--. No somos familia, asi que no hay incesto. Me detengo y uso treinta segundos de mi precioso tiempo para mirarlo con incredulidad. --Eres mi padrastro. Te casaste con mi madre. Y... --Me trago un torrente de bilis--, y ahora te estas acostando con la abuela. Asi que, no, no tiene nada que ver con que tu y yo no seamos familia. Tiene que ver con que eres la persona mas asquerosa del universo y tu sitio deberia ser la carcel. Sus ojos color avellana se entrecierran. --Cuidao con lo que dices, senorita, o un dia de estos vas a llegar a casa y las puertas van a estar cerradas. Ya, claro. --Pago un tercio del alquiler --le recuerdo. --Bueno, pues igual tienes que pagar mas. Se vuelve a la television y dedico otros valiosos treinta segundos a fantasear con darle un golpe en la cabeza con el bolso. Perder esos segundos merece la pena. En la cocina, la abuela esta sentada a la mesa, fumando un cigarrillo y leyendo la revista de cotilleo People. --?Has visto esto? --exclama--. Kim K sale desnuda otra vez. --Guay para ella. --Cojo mi chaqueta del respaldo de la silla y me dirijo a la puerta de la cocina. He descubierto que es mas seguro dejar la casa por la parte de atras. Normalmente hay bandas que se congregan en las escaleras de entrada de las estrechas casas de nuestra calle. Una calle cuanto menos acaudalada, en esta parte cuanto menos acaudalada de South Boston. Ademas, nuestro aparcamiento esta detras de la casa. --He oido que Rachel Berkovich se ha quedado prenada --comenta mi abuela--. Deberia haber abortado, pero supongo que va en contra de su religion. Aprieto otra vez los dientes y me giro para mirar a mi abuela. Como de costumbre, lleva una bata desgastada y unas zapatillas rosas de pelo, pero su cabello rubio tenido esta peinado a la perfeccion y su rostro esta completamente maquillado, aunque rara vez salga de casa. --Es judia, abuela. No creo que vaya en contra de su religion, pero incluso si lo fuera, es lo que ella ha decidido hacer. --Probablemente quiere esos cupones extra de comida que dan por maternidad --concluye mi abuela, echando un largo hilo de humo en mi direccion. Mierda. Espero no oler como un cenicero cuando llegue a Hastings. --Seguro que esa no es la razon por la que Rachel ha decidido tener el bebe. --Ya tengo una mano en la puerta. Me muevo con inquietud esperando una oportunidad para despedirme de mi abuela. --Tu madre penso en abortar de ti. Ya estamos. --Vale, hasta aqui --murmuro--. Me voy a Hastings. Vuelvo por la noche. Su cabeza se aleja de golpe de la revista y su mirada se estrecha mientras observa mi falda negra de punto, mi jersey negro de manga corta con cuello barco y mis zapatos de tacon de ocho centimetros. Puedo ver las palabras formandose en su cabeza antes incluso de que salgan de su boca. --Que esnob vas. ?Vas a esa universidad pija tuya? ?Tienes clases un sabado por la noche? --Voy a un coctel --le respondo de mala gana. --Oooh, un coctel. Espero que los labios no se te agrieten al besarle el culo a todos ahi en el pueblo. --Vale, gracias, abuela. --Abro de un tiron la puerta de atras, forzandome a anadir--: Te quiero. --Yo tambien te quiero, pequena. Y es verdad que me quiere, pero a veces ese amor esta demasiado contaminado, tanto que no se si me hace dano o me ayuda. No hago el trayecto al pequeno pueblo de Hastings en cincuenta y dos minutos ni en sesenta y ocho. Me lleva una hora y media de reloj porque las carreteras estan fatal. Pasan otros cinco minutos antes de que encuentre un sitio para aparcar y, cuando llego a la casa de la catedratica Gibson, estoy mas tensa que las cuerdas de un piano... y me siento igual de fragil. --Buenas, senor Gibson. Siento mucho llegar tarde --le digo al hombre con gafas que aparece en la puerta. El marido de la catedratica Gibson me ofrece una leve sonrisa. --No te preocupes, Sabrina. Hace un tiempo horrible. Permiteme el abrigo. --Eleva una mano y espera pacientemente mientras yo me peleo con mi chaqueta de lana. La catedratica Gibson llega cuando su marido esta colgando mi chaqueta barata entre todos los abrigos caros del armario. Parece tan fuera de lugar como yo. Rechazo de una patada mi complejo de pobre y consigo sacar una amplia sonrisa. --!Sabrina! --grita la catedratica Gibson. Su dominante presencia me sobresalta--. Me alegro de que hayas llegado sana y salva. ?Sigue nevando?

  • Una leccion de vida y muerte de Belinda Bauer

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    <thrillers de Belinda Bauer son siempre convincentes, originales, brillantes.>> Mark Billingham
    La pequena Ruby Trick vive en Limeburn, un pequeno pueblo del condado ingles de Devon, un lugar en el bosque, hundido entre la colina y el mar y cercano a otro pueblo, Clovelly.
    En medio de este paisaje idilico, una serie de crimenes comienzan a tener lugar, aterrorizando la zona. Dos mujeres jovenes han sido asesinadas, y el asesino, antes de matarlas, las obligo a llamar a sus madres, para que estas oyeran los gritos desesperados de sus hijas.
    A cargo del caso estan Calvin Bridge, un policia algo novato, y la inspectora jefe Kirsty King, una mujer seria y profesional. Sin embargo, algunos hombres de Clovelly, y entre ellos el padre de Ruby, John Trick, deciden tomarse la justicia por su cuenta y salir cada noche a las calles a la caza del culpable.
    Ruby acompana a su padre en estas patrullas; asi podra pasar mas tiempo con el mientras intentan encontrar desesperadamente al asesino, a no ser que este la atrape a ella primero.

  • Vivir con Amor de Doel Martinez

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    Vivir la vida por el amor es bien dificil y aqui les muestro como vivir dia a dia el amor y todos sus inconvenientes. Todos tenemos dudas sobre muchas facetas del amor. Unas buenas otras malas. Aqui les muestro mi punto de vista como es vivir en el amor. El pensamiento original de una persona normal sobre varios temas dentro de lo que llamamos amor.

  • La segunda vida del mariscal – Sixto Sanchez Lorenzo de Sixto Sanchez Lorenzo

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    NOVELA GANADORA DEL V PREMIO DE NOVELA HISTORICA CIUDAD DE UBEDA

  • Olvidaste quererme (Hamilton 3) de Chris Axcan

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    Luchare hasta morir por lo que amo. Es y siempre sera asi. Se que soy tu fijacion, tu oscura y malsana obsesion. Da igual el motivo, tocaste lo mas sagrado que tengo en la vida y es a mi Rachel. No hay lugar donde esconderte, da igual lo que tarde, te encontrare y te hare pagar por tus pecados.
    No solo has cabreado al policia que soy, sino que has tocado el corazon del hombre, mi familia.
    ?Te crees a salvo? No lo estas.
    Nunca volvere a ser el mismo despues de esto, lo se, pero tu no tienes futuro si crees que no me hare contigo de una forma u otra.
    ?Me quieres?
    Atrapame. Soy tuyo. Cogeme.
    Me rindo a ti.

  • El Planeta Oscuro de Anthony Cinco

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    Y tu… ?Le temes a la soledad? Cuando una tripulacion de 10 pasajeros cruce un agujero de gusano las cosas no volveran a ser iguales. Imaginate llegar a un planeta totalmente solitario en el cual nunca amanece, el misterioso planeta debera ser explorado por dicha tripulacion en una mision de 30 dias que terminara de convertirse de una mision de exploracion a una mision de supervivencia… porque una vez fuera de la nave, te podras perder en cualquier punto del oscuro planeta y jamas volver.

  • La candidata inadecuada de Laura A. Lopez

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    Lady Loretta ignoro durante una temporada completa al marques de Lansdowne y siempre se jactaba de ello; sin embargo, todo comenzo a cambiar cuando su hermano se comprometio con lady Anne Musgrave, en algo que dejo mucho que hablar sobre ellos. La razon por la cual Loretta rechazaba a Charles era la relacion existente entre el hombre que habia danado a su hermano y el caballero que la perseguia, y ademas era declarado su mas ferviente admirador. Lamento profundamente haber desperdiciado la oportunidad de contraer matrimonio con un caballero que le agradaba y la tenia en excesiva estima. Estaba furiosa por hacer causa comun con su hermano Gabriel para que el se casara quedando ella aun soltera a punto de ingresar en su proxima temporada. Su inmediato paso para iniciar con buen pie la primavera era aceptar cualquier peticion que le hiciera el marques. Si habia un excelente candidato en Londres, ese era el. Habian tenido varios encuentros en los que lo dejo muy mal parado. La divertia tanto. Era inteligente y simpatico, ademas de adulador y atractivo. Ella no se consideraba la mas bonita de Londres; pero si estaba orgullosa de tener a ese hombre a sus pies. No creia probable que algo dentro de el hubiera cambiado porque le habia declarado su amor tantas veces con diferentes palabras que se podia imaginar parte de su lexico completando frases por el. --En la carta de la senorita Smith me dijo que la Baronesa Hastings ya no es baronesa... -- conto Loretta para hacer conversacion en la mesa. --Supongo que se volvio a casar, por eso no posee el titulo --sopeso el padre de Anne que vivia con ellos. --?Se caso, Loretta? Si andaras de cotilla es mejor que digas completo el asunto --mando su hermano. --Dile, Loretta, que el cotilleo no tendria el sabor que posee si se dice de una vez --provoco Anne. --Si, se caso, con el conde de Jersey... --conto la muchacha, dejando a los otros tres comensales atonitos, con las cucharas flotando antes de entrar a sus bocas --. Es gracioso ver el efecto del cotilleo... Sus rostros son excepcionalmente sinceros. Gabriel observo a su esposa para saber lo que pensaba. Ella habia sido su prometida y estuvo a punto de casarse con aquel; pero su intromision lo impidio, se habia enamorado en su venganza contra aquel amante de su primera esposa. --Tendra que lidiar con un bastardo de su esposo que ronda por Francia --dijo al fin Gabriel para romper aquel silencio. --De lo que te has salvado, Anne --opino su padre. --No lo hubiera adivinado; pero supongo que lady Eleonor sabia sobre el asunto porque mi esposo era su buen <> --enmarco la ultima palabra que menciono en tono acusatorio. El con un gesto de la mano le resto importancia al asunto. Al estar casados, Anne supo muchas cosas sobre el y sus furtivas noches apasionadas con algunas damas de la nobleza. --Me tienes aqui, casado contigo... --zanjo la cuestion con eso. --A lo que quiero llegar es a que todos se han casado, !y yo no! --gruno Loretta de una manera que nadie podia suponer si era una queja real o alguna sutileza suya. --El marques estara libre aun. Su madre no ha logrado casarlo --la apoyo su cunada. --Si, pero hay una salvedad conmigo. Soy la hermana de lord Coventry, el asesino de su primera esposa, el escandaloso amante de la que hoy es su segunda esposa. ?Alguien comprende la sombra del conde de Coventry sobre mi? --Cuanto drama, querida nina. Podrias decirle a la vieja urraca que la decision es de su hijo y no suya --sugirio el padre de Anne. --Se me sumara otro defecto y no solo sere todo lo dicho con anterioridad, sino que tambien sere conocida como la hermana grosera de lord Coventry. --Loretta, hay muchos caballeros que querran casarse contigo. El marques de Lansdowne no es el unico buen partido, si es el unico que quiza este demente por ti... --repuso Gabriel. --Es un demente muy caballeroso --lo defendio. --Si quieres casarte con el, asi sera... --alento Anne, carinosa. --Debemos esperar a que el aun piense que soy el amor de su vida y me quiera de marquesa... En la residencia que Charles tenia en Londres sobre la calle Mayfair, sostenia la carta que le llego desde Francia con una noticia que con simpleza lo dejo sin aliento. --Howard... Casado... --conto para si. Estaba muy sorprendido por el asunto y mas sabiendo con quien se habia casado. --Hasta ese rufian coqueto y seductor se ha casado y tu, mi tan adorado Charles, no. -- lamento su madre con verdadera pena. --Me casare esta temporada con lady Loretta, este ano sera mio. --Oh, querido, que tristeza tan profunda saber que no has recuperado tu dignidad. Aquella dama cuya belleza es cuestionable, te ha humillado en demasiadas ocasiones para contarlas con una sola mano. Para peor suerte se ha sumado el escandaloso matrimonio de su hermano. Es por eso que se volvieron a ir de Londres. --?Y eso en que perturba mi afecto por ella? --!En que son una mala familia! --expuso su madre, agitada --. Carino mio, tu eres el mas galante de Inglaterra, digno de una mujer de su altura, no de una ruda muchacha de campo, con un hermano cuya reputacion es peor que un te frio. --Exagera, madre. He conservado con lord Coventry y no me parece alguien asi. --Me rindo contigo, Charles. Hice lo mejor por ti. Te presente a las mejores candidatas que han nacido en este reino y tu, solo tienes ojos para la exquisita lady Loretta. No aprendiste nada de la leccion que te ha dejado la anterior temporada. --Si, me ha dejado una leccion importante. A ella no le gusta que la adulen, desea que la rechacen. Usted me ha dado la mejor forma para conquistar a una mujer y eso es con otra mujer. --Perdiste la razon o soy yo quien ha quedado tan mal despues de insistir tanto.

  • La Asistente De Boda Del Jeque de Jessica Brooke

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    Alana Fiora asimilo la magnitud del palacio arabe, un monumento en piedra tallada y marmol en el pais de Al-Marasae; una maravilla que nunca hubiera pensado que veria en persona. Su madre, que habia crecido en el Libano, le habia contado historias de lo asombroso que habia sido el Palacio Beiteddine cuando se abrio al publico durante el Festival Beiteddine. ?Pero esto? El palacio de la familia real Hassem estaba mas alla de todo lo que podria haber imaginado. No estaba segura de que era lo que esperaba cuando su padre le dijo que trabajaria en el palacio unos pocos meses. Pero su mente habia evocado imagenes del Taj Mahal, con sus blancos chapiteles resplandecientes alcanzando el cielo o las grandes bovedas hinchadas como lagrimas de oro asentadas en torres enormes. Lo que le esperaba aqui era un palacio con exteriores en austera arenisca rosada, con apagados chapiteles, que parecian mas bien torres de un castillo europeo. Si se mirara con detenimiento, se podria ver las bovedas relucientes a traves de las esquinas y la cupula en alto, todo ello disimulando un exuberante arco iris de color increible y la decoracion interior. El salon de entrada le recordaba, extranamente, a las navidades. Los mosaicos geometricos pintados que cubrian sus muros en verdes y rojos brillantes incorporaban caligrafia tallada que danzaba por todo el salon. Alana se dirigio a la biblioteca del palacio (o a una de ellas, en todo caso) donde, se le habia informado, se encontraba el principe primogenito Jeque Dharr Hassem. El jeque Dharr era su mision aqui en Al-Marasae, el futuro novio. Con veintisiete anos y con muchos anos de universidad a sus espaldas, no le habia parecido algo demasiado normal convertirse en experta de organizacion de bodas. No, mejor borrar eso, asistente experta en organizacion de bodas. Su madre, Lena, habia sido quien habia sido contratada por la familia real. Sin embargo, las bodas islamicas eran basicamente un contrato legal y Gabriel Fiora habia decidido que el reluciente nuevo titulo de Derecho de Alana era justo lo que su madre necesitaba llevar con ella a Oriente Medio. El curro, aun asi, venia con un magnifico beneficio para ella: para hacer el trabajo deberia de ser ascendida de asistente juridico a abogada en practicas. Alana nunca habia oido de ningun caso semejante, aunque tampoco habia oido que alguien graduado en Derecho fuera contratado como asistente legal para empezar. Aun con su diploma, era el unico trabajo disponible en el bufete de su padre y el se habia resistido a la idea de que ella trabajara para cualquier otro. El era su padre, despues de todo, asi que en aquel momento cogio el puesto, aunque ahora estaba mucho mas contenta con la promocion. Su padre parecia confiar unicamente en ella para este trabajo, lo cual era gratificante, aunque un tanto extrano. Todo el asunto era un tanto raro, empezando por la manera en que se lo presento. Ella recordaba que la habia llamado desde su oficina una noche hacia las nueve. Alana tambien estaba alli, tratando de sacar algo en claro de todos las caligrafias deficientes y archivos mal nombrados. Gabe dijo que habia perdido una apuesta sobre un recorrido de golf y que se habia quedado mas tarde de lo normal hincando el diente a un trabajo de machaca para uno de los socios de mas arriba en el escalafon corporativo. El queria saber si recordaba los rumores que habian rondado en la bolsa sobre cierto jeque de un pequeno pais de Oriente Medio llamado Al-Marasae, cerca de Arabia Saudi y los Emiratos Arabes Unidos. Alana habia recordado los rumores. Le habian asignado alguna comprobacion de hechos en Hassem Petroleum, Inc., puesto que era a la vez cliente de Singer, Winchester and Cole, asi como una inversion de muchos de sus empleados. Habia oido rumores de que el heredero del jeque reinante habia resultado envuelto en algun tipo de controversia. Alana nunca acabo de identificar exactamente lo ocurrido, pero la corriente del rumor crecio con chismes variables--desde el intento de asesinato por parte del jeque Darr hacia su propio padre, hasta su affair con una princesa italiana. Sea como fuere, debia de haber algo de verdad en los rumores, puesto que se habia comunicado a la junta directiva de Hassem Petroleum que podria haber algun cambio en la linea sucesoria de la familia real hacia agosto de 2015. Se habia fijado cierto tipo de ultimatum para el principe, y ahora Alana sabia lo que era. Se tenia que casar. Ella no sabia que encantamiento habia empleado, pero de alguna manera su padre habia descubierto que el jeque Azhaar Hassem, el dirigente de Al-Marasae, habia dado a su hijo hasta agosto para casarse, o seria descartado en favor de su hermano menor. Alana dudaba aun mas de que fuera una simple coincidencia el hecho de que su madre fuera reclutada como organizadora de bodas para el evento. Su madre tenia en marcha un pequeno imperio bastante simpatico, y habia organizado el "mejor dia de vuestras vidas" para mas de una pareja famosa. A pesar de ello, de alguna manera dudaba que el estatus de Lena Fiora como organizadora de bodas hubiera alcanzado notoriedad internacional. No, su padre se habia servido en cierto modo de ellos para esto, pero no estaba segura de con que objetivo. Pero, oye, ella era una abogada capacitada, y su madre iba a conseguir un cheque bastante gordo, asi que no podia ser tan malo. Fuera lo que fuera en lo que andaba metido, de momento salia rentable. Ahora, solo necesitaba conseguir unos pocos minutos con del jeque Dharr. La puerta de la biblioteca era igualmente impresionante que el resto del palacio. La puerta de tamano doble iba desde el suelo hasta un estilizado arco de punto del techo, dejando sitio solamente para la misma jamba. La libreria tras la puerta no tenia nada que ver con sus expectativas. Estaba acostumbrada a las bibliotecas de la Universidad de Nevada, Las Vegas, incluyendo la Biblioteca de Derecho Weiner-Rogers, asi que la palabra biblioteca normalmente conjuraba imagenes de mesas de madera rodeadas de incomodas sillas de alambre grueso con asientos de plastico e interminables estanterias, con tantas filas de profundidad que te podias perder entre ellas. En cambio, lo que encontro era una planta redonda de la misma arenisca rosa, de una docena de metros de diametro, en lo que conjeturo que era uno de los chapiteles a modo de torreones de la esquina. Mosaicos pintados en azul y rojo intensos rodeaban estanterias que habian sido excavadas en los mismos muros, que se curvaban en espiral con la sinuosa escalera de piedra, que serpenteaba a lo largo del muro hasta al menos otro piso. En el centro, habia una amplia mesa octogonal sin sillas. Cada lado tenia un almohadon afelpado color burdeos, apoyado en pequenos cojines descansando contra el, con borlas doradas colgando de sus esquinas. El aire era seco y fresco con el delicioso aroma que solo pueden desprender los libros. Las suaves estanterias de piedra estaban cargadas de tomos y Alana pasaba las manos por sus lomos, sintiendo las encuadernaciones de piel y las caligrafias labradas. La mayoria de los libros, al menos en esta planta, estaban escritos en arabe, o en todo caso se trataba de traducciones. Los amplios caracteres bajo sus dedos y la atmosfera extranjera hacian que Alana se sintiera como si la hubiesen raptado dentro de uno de aquellos mismos libros. ?Cuantas horas podria perderse en una biblioteca como aquella, hondamente enterrada en uno de aquellos cojines gigantes? Suspiro mientras retiraba la mano de los libros. -- Perdon, chicos, tengo que encontrar a un jeque. Seguro que sabeis donde esta, ?no? --Quizas le convenga echar un vistazo a la segunda planta. Alana quedo boquiabierta durante un momento antes de darse cuenta de que la voz incorporea procedia de algun lugar encima de su cabeza. Hizo girar sus ojos a su alrededor y miro a lo largo de la escalera de espiral, mientras el sol de la manana se desparramaba por las hermosas vidrieras azules y rojas que la delimitaban, pero no podia divisar a nadie. Sus pies tomaron los peldanos. Afortunadamente, habia decidido llevar zapatos bajos. Los tacones no solo habrian sido indecentes, sino que tambien habria sido un horror para sus pantorrillas el subir los peldanos de piedra. Al llegar a lo alto del tramo de escaleras, localizo a una persona sentada en una silla de piel atiborrada y oculta tras un periodico. Creia que su padre era la ultima persona del mundo en leer aun aquellas cosas. El segundo piso parecia mas tradicional, con mesas de cafe de madera cuidadosamente lustrada y cristal. Salpicados por doquier se podian encontrar elegantes sillones orejeros hechos en piel, mezclando el olor de los libros con la piel y el barniz de madera. La escalera acababa alli, pero las estanterias y los libros seguian aun mas alto, al menos dos pisos mas, donde el techo estaba decorado con arabescos en un azul mas claro y blanco, en un patron trenzado, circular, y caleidoscopico. El hombre de la silla doblo su periodico y se levanto para recibirla. Era alto y esbelto, con anchos hombros que se estrechaban descendiendo hasta estrechas caderas. Contaba con una mandibula afilada y pomulos salientes. El hombre, que supuso seria el jeque Dharr, alcanzaria casi el metro noventa de estatura e iba vestido con una holgada camisa blanca de algodon e inesperados jeans occidentales. Sus ojos de color de miel la sopesaron con perspicacia, y su piel, entre cetrina y cobriza, parecia relucir en el halo resplandeciente de la vidriera mientras permanecia de pie con las manos cruzadas detras. --No la conozco --dijo sencillamente. *** Nunca habia visto a una mujer apareciendo en lo alto de las escaleras de la biblioteca. Mediria uno sesenta y ocho en el mejor de los casos, con pelo azabache recogido en una coleta sobre una sencilla americana azul cubriendo una blusa de cachemira crema. Una falda a juego hasta la rodilla cubria unas caderas voluptuosas y las gafas sin marco acentuaban los ojos turquesa mas imponentes que el jeque hubiera visto en su vida. Resaltaban frente a su cutis cetrino y sus suaves labios con silueta de corazon. Las elegantes lineas de su rostro se disolvian en un largo escote que desaparecia entre el tejido de su ropa. El jeque Dharr habia notado inmediatamente la falta de hijab o cualquier otro tocado y dio por supuesto que era una de entre los americanos que habia hecho venir su padre para la boda. Poso a un lado su periodico y se mantuvo en pie, observandola detenidamente segun se acercaba. --No la conozco. --No, nunca nos hemos encontrado. Soy Alana Fiora, ha contratado a mi madre como organizadora de su boda --dijo en una voz que habria rezumado profesionalidad si no fuera por la ligera vacilacion. El sospecho que probablemente se encontraba encogida por el esplendor del palacio, tal y como sucedia normalmente a los pocos visitantes que habian venido. Pero tambien reconocio el sonido de la inexperiencia. Noto que ella no le habia ofrecido su mano como saludo, y encontro inusual que una extranjera supiera que una mujer no deberia tender su mano al saludar. O eso, o simplemente ella estaba siendo descortes. La boda, por supuesto. La condicion de su padre para mantener su lugar como heredero del reino. Su padre sabia que legalmente no podia privarle de su herencia, pero el gobierno si que se lo podria retirar. Tambien sabia que, si perdiera el poder ejecutivo del reino, la posicion de facto como director de Hassem Petroleum iba con el. --De hecho fue mi padre quien la contrato --dijo, volviendo a su asiento--. Sientese, y digame para que me necesita. ?Ya hemos llegado a la degustacion de la tarta? --Muchas gracias, jeque Dharr. No --sonrio--. Estoy colaborando con la organizacion de la boda, pero la razon principal por la que me encuentro aqui es como consejera legal para el Katb elKitab, el contrato de matrimonio. Apuesto a que la degustacion de la tarta seria mucho mas divertido. La sonrisa de Alana era brillante, plena de dientes blancos como perlas. El no podia evitar sonreir a su vez. --Digame, senorita Fiora, ?por que habrian mandado a una mujer a aconsejarme, especialmente a una bisona en las leyes de los Estados Unidos, no digamos ya a los contratos matrimoniales islamicos? Esos ojos turquesa brillaron, pero estaba intrigado por saber si iba a morder el cebo prontamente. --?Que le hace creer que soy novicia? El se encogio de hombros. --Es usted joven. Se deduce de ello. Sencillamente, se retiro las gafas y las doblo en el bolsillo interior de su chaqueta. --Entiendo cuan diferentes son nuestras culturas, mi jeque. Podria inventarme como excusa la ignorancia de mi padre respecto a las costumbres de su cultura. Podria admitir que quizas el nepotismo tuvo algo que ver. Podria tratar de impresionarlo con mis cuantificaciones y resultados en la universidad o con mis estudios previos en legislacion islamica y judaica. Pero, sinceramente, creo que su padre accedio a que viniera con mi madre porque no sentia la necesidad de pagar los elevados honorarios de los abogados mas reconocidos del bufete para algo que se reduce a un mero acuerdo prenupcial. Esta era nueva, pero no tenia miedo en absoluto en sacar un poquito las garras. Esto le gusto. --Asi pues, digame, consejera, que me tiene preparado? --El Katb-el-Kitab esta en su mayor parte en orden. Es mayormente el modelo general de ustedes, regido por el Islam sunita, la jurisprudencia Hanafi que rige en Al-Marasae, etcetera. Usted firmara en su propio nombre y el sultan Jassor bin Adi Puteri firmara en nombre de su hija la princesa Raaniya Binti Jasoor. El unico asunto que me preocupa es algo sepultado en el mahr, lo que los occidentales llamarian la dote. --Si, senorita Fiora, estoy familiarizado con las costumbres matrimoniales de mi propia cultura. --Por supuesto --dijo, y el notaba que ella trataba de mantener la pulla ajena a su voz--. Pero lo que encontre es algo que pense que seria apropiado comunicarselo personalmente. Puede que usted este al tanto de esto, pero no podia evitar tener la sensacion de que estaba encubierto intencionadamente entre la jerga legal. --Prosiga --dijo el, meciendo su mano. --En esencia, el mahr contiene una estipulacion que transfiere el diez por ciento de sus acciones con derecho en RPI a la familia real de Burhinna. Asi que eso era parte de la estratagema de su padre. Habia habido controversia, algunos dicen que infundada, sobre si menguaban las existencias domesticas de crudo en Burhinna. La pequena nacion de Malasia habia dado con un pozo en los primeros anos veinte del siglo pasado que les habia convertido en muy pudientes comparados con su tamano. Si fueran ciertos los rumores sobre el cierre de ese pozo, parecia como si estuvieran tratando de crear algun tipo de colaboracion encubierta con RPI a traves del matrimonio. Tras sus propios intentos fallidos, parecia como si su padre le hubiese comprado una novia con las propias acciones de Dharr. --Es un asunto que no habia previsto. Pero, llegados a este punto, no me parece descabellado -- suspiro casi. --Bueno, esa no era la parte que estaba muy oculta. Como sabra, hay dos partes en un mahr. Hay una que se concede directamente tras el matrimonio, y esta lo que se espera si el matrimonio se disuelve. Lo que encontre es que al parecer en caso de disolucion, por cualquiera de las dos partes, la cantidad se dispara a otro 25% mas, para un total de 35%. Eso es el 35% de sus acciones en RPI que iran a la familia real si se produjera un divorcio --dijo ella, pasandole un archivador lleno de papeles. Habia dos especificamente senalados con marcadores de pegatinas amarillas. El jeque Dharr se sento frente a su silla y tomo el monton de ella. Noto que se lo ofrecia con su mano derecha y no con la izquierda. Aun no sabia si era coincidencia o si quizas ella poseia ciertas nociones de las costumbres de Oriente Medio. El jeque hojeo los papeles, seguro de que tenia que haber mas en las cifras que habia encontrado ella. Tenia que haber algun tipo de proteccion para evitar tanto a el como a la princesa el cortar y salir corriendo tras el matrimonio. El archivador requeria un examen mas detallado que no podia darle al momento, ya que varios asuntos en Hassem Petroleum requerian su atencion esa manana. --Necesito revisar estos mas de cerca, pero enseguida tengo una reunion. Venga conmigo a cenar al restaurante Principes y Paisanos. Tengo una mesa en el salon del piso de arriba. Vistase de modo apropiado. --Por supuesto, mi jeque. Si eso es todo... --y estaba seguro de que ella no quiso darle a sus palabras la leve huella de ponzona que llevaban, pero aquello no le sento mal. No queria otro monigote o pelele a sus pies. Esta mujer ya le habia probado que tenia un ojo agudo y cierta integridad. Ahora el tenia bastante curiosidad en ver hasta donde llegaba su talante. Permanecio en pie, mientras ella retiraba sus gafas de su chaqueta y extendio su brazo hacia las escaleras. --Si, senorita Fiora. Eso sera todo por ahora. La veo esta noche a las siete. --Hasta entonces --contesto Alana. Recogio sus cosas y se retiro haciendo resonar las suelas por toda la biblioteca segun descendia las escaleras. Alana Fiora, su nueva consejera con los cautivadores ojos turquesa le dejo tambien un eco tras su paso. Habia encontrado algo improcedentemente oculto en el contrato con su futura novia, o era que quizas buscaba algo dramatico --?el impetu de una hija excesivamente entusiasta, tratando de ganarse a su propio padre? Lo descubriria esta noche, tras tratar de analizar los documentos personalmente. En cualquiera de los casos, tenia preguntas para su nueva consejera, unas pocas mas alla del archivador que sostenia. Las trataria esta noche.

  • Refugios del corazon de Maria Moreno

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    El aeropuerto estaba tan abarrotado como siempre. Era imposible caminar sin tropezar con una maleta o con un viajero. Fuera el calor era insoportable, humedo y cargado como solo una ciudad costera podia padecer. Creia que al entrar se sentiria aliviada por el aire acondicionado, pero no fue asi, hubiera preferido el calor a esa multitud. Sudaba como nunca lo habia hecho antes, las gotas bajaban por su frente, por su pecho, por el labio superior. Le hubiera encantado poder darse una ducha, pero si no corria no cogeria el vuelo que habia estado esperando durante todo el verano. Empezo a zigzaguear entre la multitud, un pie aqui y otro alla, menos mal que llevaba poco equipaje, de lo contrario ya hubiera tenido algun problema mas serio. Saco el pasaje de su bolso y lo enseno en el mostrador. Facturo su pequena maleta. Unos pasos mas. Paso el bolso por el control de seguridad, lo volvio a coger y avanzo rapidamente hacia el avion. Habia llegado justo a tiempo, no habia cola para embarcar, lo que no sabia es que si hubiera tardado un minuto mas, habrian retirado las escaleras para subir. Era la ultima pasajera. Una vez dentro una azafata la acompano hasta su asiento. Se acomodo como pudo en el sillon, se abrocho el cinturon y miro por la ventanilla. !Que estampa mas triste! No habia tenido tiempo de mirar atras desde que se habia subido en el taxi que la llevo al aeropuerto. !Maldito despertador! Debia haber tirado ese trasto la primera vez que lo llevo a reparar, pero le tenia carino, siempre acababa encarinandose con todas sus cosas. La vista que tenia ahora enfrente no le provocaba ningun sentimiento. Aviones, escaleras, gente caminando hacia la terminal, gente saliendo de la terminal... La azafata interrumpio sus pensamientos al pasar por el pasillo observando que todos los pasajeros llevaran puestos sus cinturones. Volvio sobre sus pasos y desaparecio en la cabina. Lo siguiente que recordaba del viaje era la voz del piloto saludando a los pasajeros. Se echo hacia un lado, suspiro y se quedo dormida. Ocho horas de vuelo son muchas horas para una persona con claustrofobia, y ella lo sabia, asi que en cuanto se levanto por la manana se tomo un relajante que le permitiria soportar tanto rato en el avion. Se quedo dormida abrazada a su bolso, ocho horas de sueno que la llevarian a otra ciudad, a otra vida, sin planes, sin nada que perder, lejos como siempre habia sonado. Tan lejos que el dolor no pareciera real, que acudiera a su alma como un mal sueno, una de esas pesadillas de las que te despiertas y te sientes inmensamente aliviado de que haya sido un sueno. Su vida no lo habia sido, pero quizas pudiera irse lo bastante lejos de su casa, de sus raices, de su lengua, como para creer que si, que lo que le habia sucedido le habia pasado a otra persona, o que solo habia sido un mal sueno. Si por la manana te despiertas y no reconoces nada de lo que ves, si la gente con la que hablas no habla tu idioma, si no tienes nada mas que un triste bolso con tu documentacion y algo de dinero, nada te recordara tu vida anterior, nadie ni nada te arrebatara tu vida actual, porque simplemente no la tienes. Es curioso como se puede caminar, hablar, comer y hasta dormir con ese terrible vacio en el alma que te recuerda que estas muerta, que funcionas porque en su dia no te dejaron decidir que se acabo, que no soportabas el dolor ni un segundo mas, que te ahogabas y querias descansar, no sentir, no pensar, dejar de sentir ese vacio en el estomago que solo el dolor del corazon puede provocar, esa punzada que se asienta en lo mas hondo del alma y que te impide respirar. Deberia haber sido mas cuidadosa aquel dia, no haber dejado la puerta del bano sin pestillo. Le hubiera dado tiempo a morir antes de que alguien hubiera podido abrirla. Abrio los ojos sobresaltada por el zarandeo al que la estaba sometiendo la azafata: --Senora, hemos llegado, hora de desembarcar. La miro fijamente, no recordaba donde estaba. Miro un segundo a su alrededor y por fin se ubico. El avion, estaba en el avion. Tras sonreir a la azafata educadamente, se levanto para colocarse en la cola que se trasladaba lentamente hacia la puerta del avion. Bajo aun adormilada y se dirigio hacia el autobus que la llevaria a la zona de llegada del aeropuerto. Este aeropuerto era mucho mas grande que el de la ciudad de la que no se habia despedido y al bajar del autobus y no escuchar ni una palabra en su idioma se sintio aliviada. Por fin. Caminaba lentamente, con los ojos fijos en la multitud que esperaba para recibir a los pasajeros. Brazos que se abren, besos, saludos. Ningun sitio como un aeropuerto para comprobar cuanto nos echamos de menos unos a otros. Madres a sus hijos, hermanos a sus hermanas, maridos, mujeres, amigos... Atraveso el primer bullicio y se dirigio a recoger su pequena maleta. Despues de casi media hora esperando junto a la cinta transportadora, finalmente la maleta aparecio. Se escabullo como pudo y se coloco detras de toda esa gente. Miro a su alrededor. Quien quiera que viniera a buscarla ya deberia haber llegado. En el mail que le habia enviado no habian especificado si era un hombre o una mujer, solo que alguien acudiria al aeropuerto a recogerla. De repente se encontro ante sus narices una cartulina con su apellido: Miss Santa Cruz. Era un hombre alto, trajeado, de complexion fuerte, aunque ya cerca de los sesenta a juzgar por las arrugas de su rostro. Ella se detuvo y le miro. En su perfecto ingles, le saludo: --Buenas tardes, yo soy Miriam Santa Cruz -le tendio la mano que su interlocutor apreto al saludar y sonrio. --Yo soy Paul, de la agencia. Encantado, senorita Santa Cruz. Veo que era cierto lo de su perfecto ingles. Perdone que lo haya dudado pero nos encontramos con cada cosa cada vez que recogemos a alguien que dice hablar ingles y luego no sabe ni saludar. Miriam sonrio. El hombre le parecia educado y amable. Le cogio la maleta y le indico que le siguiera: --Tengo el coche cerca, no habra que caminar mucho. ?Que tal el vuelo? --Estupendo -?que otra cosa podia decir si habia pasado todo el trayecto durmiendo?- Estoy un poco cansada, pero nada mas. --Bueno, pues la llevare a casa del senor Grant y podra instalarse hoy mismo. Aunque creo que la recibira su esposa, Charlotte, el no esta en el pais en este momento. "?No esta en el pais?", penso Miriam. Claro, si habian acudido a una agencia como aquella para contratar a una asistenta, seguramente se dedicarian a algo que les proporcionara mucho dinero. Solo conseguir entregar el curriculum fue toda una odisea. Si no hubiera sido por Antonio, aquel companero suyo de la universidad, que trabajaba en la empresa y le habia ayudado a "colar" su curriculum en medio de los que si iban a revisar, jamas lo habria conseguido. Siempre le parecio buen chico ese Antonio, hacia muchos anos que no le veia y sin embargo, cuando se presento en la agencia para pedirle ayuda, no lo dudo ni un instante. La asesoro sobre el tipo de persona que buscaban, como debia vestirse para la entrevista si la llamaban y hasta que foto debia poner en la solicitud para que inspirase confianza. "Not only" era una agencia de empleo muy exigente ya que quienes acudian a ellos, gente de todas partes del mundo, tambien lo eran. Paso la entrevista y consiguio el puesto en NY. Paul la saco de su ensimismamiento al preguntarle: --?Habia visitado antes esta ciudad? --No, y no por falta de ganas -respondio. --Le va a fascinar. ?Puedo hacerle una pregunta? ?Por que ha traido tan poco equipaje? Normalmente la gente viene con dos o tres maletas, y no estoy exagerando. --No se cuanto tiempo voy a estar, primero debo pasar el periodo de prueba. Ademas, en esa maleta esta todo lo que tengo. Miriam le miro con un deje de tristeza que encogio el corazon de Paul. No la conocia, pero desde el momento en que empezo a hablar con ella le habia caido bien. Una mujer joven, espanola, guapa, preparada, que solo tiene una pequena maleta, que no tiene planes, ni miedo de no tenerlos, no es lo que solia recoger. Normalmente eran chicos y chicas mas jovenes, estudiantes que buscaban sacar algun dinero para pagarse los estudios o que querian aprender ingles. Otros tenian pretensiones mas altas. Esta ciudad es el lugar perfecto para sonar, para creer que uno va a llegar y va a conseguir el sueno americano, trabajar en publicidad, cine, television, hacerse millonario... Lamentablemente estos volvian con algo de dinero y la tremenda carga de la decepcion. En esta ciudad gigantesca nadie es nadie. Algunas de las personas que contrataban se quedaban para siempre porque habian encajado en el trabajo y habian sido lo bastante realistas como para conservarlo. Habria que ver en que lugar se colocaba ella. Durante todo el trayecto desde el aeropuerto JFK hasta la zona de Central Park, donde se encontraba la casa donde iba a trabajar, las unicas vistas que les habian acompanado eran carriles de autovia, algun que otro tunel, casas viejas y campo. Ahora que por fin entraban en la avenida y se empezaban a divisar los edificios mas propios de una ciudad como Nueva York, Miriam no pudo por menos que exclamar: --!Dios mio! Es tal como sale en las peliculas.

  • La cancion de la llanura de Kent Haruf

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    La novela mas celebre del autor de Nosotros en la noche.

  • Mas Alla del Olvido de Patrick Modiano

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    Una historia de amor desdibujada por el recuerdo --tema recurrente en la literatura-- puede ser tambien la excusa mas eficaz para delatar la ambiguedad y el desasosiego en que discurre la vida. Tal es el caso de la obra de Modiano.

  • El Alcalde y la Activista de Laura Benet

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    Cristina aparco su coche frente al lujoso hotel donde tendria la reunion. Habia llegado el momento. A sus veinticinco anos, era la presidenta de Ecomovie, una asociacion dedicada a la defensa del medio ambiente, y por fin habia conseguido una audiencia con el alcalde. Ese hombre debia entender que no podia jugar con la salud de las personas. Que no podia permitir que se construyera esa urbanizacion. La vida salvaje tambien era importante. Sonrio. Lo conseguiria. Sabia ser convincente. -Debe de ser por aqui -murmuro mirando a su alrededor. De estatura media y morena, Cristina era guapa, pero destacaba sobre todo por sus llamativos ojos azules y su personalidad arrolladora. Su mayor atractivo era su valentia y su decision. Su cita era a las doce y faltaban cinco minutos. Perfecto. No llegaria ni pronto ni tarde. Solo le faltaba encontrar la sala donde la recibiria el alcalde. La Sala 3. Un letrero senalaba la ubicacion de dicha sala, y Cristina se dirigio hacia alli. -!Cristina! -una voz conocida la llamo desde unos metros atras. -!Carlos! -exclamo Cristina sonriendo. Vaya. !Que casualidad! Cristina conocio a Carlos en una boda. En realidad, en una boda doble. Andrea y Teresa, sus mejores amigas, se casaron con Alberto y Daniel, dos amigos de Carlos. Durante el banquete que siguio a la ceremonia, alguien, no recordaba quien, se lo presento. Y a ella le parecio superatractivo. Alto, rubio y con la cara cuadrada, no solo la dejo impactada, sino que lo paso realmente bien con el. Carlos y ella estuvieron flirteando durante toda la noche. Bailaron, rieron, pero no llegaron a nada. Carlos le gustaba y esperaba que la llamara, pero todavia no lo habia hecho y ella estaba algo mosqueada. -Justo estaba pensando en llamarte -dijo Carlos cogiendole las manos y mirandola a los ojos. Se mostraba tan contento de verla, que Cristina lo perdono enseguida. -Estas guapisima -dijo el haciendola girar sobre si misma-. ?Que haces por aqui? -Una reunion con un pez gordo -contesto ella evasiva. No le gustaba dar datos sobre sus actividades-. Un tio desagradable de verdad -fruncio el ceno. -!Pobrecita! ?Como de desagradable? -pregunto el solidario. -Seguro que tiene sobrepeso y una papada descomunal -Cristina sonrio de su imaginativa descripcion-. ?Y tu? -Una reunion tambien, pero la mia es aun peor -Carlos bajo la cabeza-. Es con una tocapelotas. Una senora que se ha pasado las ultimas semanas fastidiando de todas las formas que se le ocurrian. Supongo que no tendra sobrepeso – Carlos suspiro con paciencia-. Pero si lo tuviera, puede que no estuviera tan amargada y que no les amargara la vida a los demas. Se miraron a los ojos y ambos sonrieron con simpatia. Cada uno compadeciendose del otro. -?Nos tomamos un cafe en cuanto nos libremos de ellos? -pregunto Carlos mientras se dirigian juntos hacia las salas de reuniones. -Vale -contesto ella-. Supongo que ese tio me echara en media hora o asi. -Pues yo creo que tambien podre librarme de la mia mas o menos en ese tiempo. Quedamos en la cafeteria despues. -De acuerdo -sonrio ella. Casi habia llegado a su destino. -?A que sala vas? -pregunto el. -A la tres. ?Y tu? Carlos paro en seco y miro los papeles que llevaba en la carpeta. Leyo algo, incredulo, y luego fijo la vista en Cristina con los ojos muy abiertos. -!Eres la activista! -acuso-. Cristina Bartual, ?verdad? !Me has tomado el pelo! -?De que me hablas? -pregunto Cristina sorprendida. -Tienes una reunion con el alcalde, ?no es cierto? Cristina afirmo con la cabeza. ?Como lo sabia? Y ademas, ?que le pasaba? Estaba muy raro. -?Lo conoces? -pregunto Carlos al cabo de unos instantes, que a Cristina se le hicieron eternos. -No -contesto ella-. No lo he visto nunca en persona. No tengo ningun interes en conocer a ese tipo de gente -explico muy ufana-. Son unos explotadores. Hablare con el, intentare convencerle de algo que es mas que evidente que debe hacerse, y luego espero no volver a verlo nunca. ?Por que lo preguntas? -Soy yo. Carlos Fuenlabrada soy yo. Cristina se quedo traspuesta unos segundos. Eso no podia ser verdad. ?Carlos el alcalde? El majisimo Carlos, tan agradable y educado, no podia ser ese tipo egoista y marrullero que habia concedido la licencia para la construccion del bodrio. Imposible. Ademas, el alcalde no podia estar tan bueno. El alcalde tenia que ser gordo. Y feo. Por las cosas que hacia. Carlos la miraba con el ceno fruncido. -!Me tomas el pelo! -exclamo ella. -Hablo en serio. Mira -dijo el mostrandole los datos de la reunion a la que ambos tenian que acudir. Cristina estaba viviendo una pesadilla. Nunca se le habria pasado por la cabeza que, el Carlos alcalde, fuera tambien el atractivo Carlos que tenia frente a ella. -Preparate -dijo finalmente, sobreponiendose a su incomodidad, y entrando decidida en la Sala 3-, porque esa tocapelotas enjuta y amargada va a hacer honor a su nombre. -Bien -contesto Carlos entrando tras ella-, porque el gordo de la papada no va a dejarse amedrentar. * * * La reunion estaba siendo un desastre. Cristina no podia convencerlo de nada, Carlos no daba su brazo a torcer en ninguno de los puntos que trataban, y ninguno de los dos cedia. -!No quieres entenderlo! -exclamo Cristina. -Eres tu la que se empena en no aceptar las ventajas de una gran urbanizacion. La gente podra comprar su primera vivienda con mas facilidad. -?Y que pasa con el medio ambiente? ?No te das cuenta de la repercusion ecologica? -pregunto Cristina desesperada- Eso sera un desastre. -Hemos calibrado las ventajas y los inconvenientes -dijo Carlos sin inmutarse. -Esa zona incluye un humedal. Muchas aves anidan ahi. Pero Carlos se empenaba en no entenderlo. Durante mas de media hora estuvieron calibrando fuerzas. Se levantaban, volvian a sentarse, amenazaban, razonaban,… y seguian discutiendo. Pero naturalmente, la autoridad jugaba con ventaja y Cristina se fue con las manos vacias. Salio tal y como habia entrado, pero con un sentimiento de rabia y frustracion anadido. -!Olvidate del cafe! -dijo Cristina cuando salio. Tuvo que esforzarse en no cerrar de un portazo- Y hasta nunca. !Ojala que no se hubiera enterado de que Carlos, el Carlos que ella conocia, era tambien el alcalde! Aun le costaba creerlo. Carlos, el simpatico y encantador Carlos, seria el responsable del deterioro de una zona paradisiaca. Esa urbanizacion acabaria con la vida animal de la zona. Total para que unos cuantos urbanitas, que no tenian ni idea de las consecuencias, pudieran comprar sus casas algo mas baratas. Subio al coche enfadada y se dirigio hacia el emplazamiento donde pretendian construir el bodrio. Alli habia quedado con los demas activistas y socios de Ecomovie. -Manana empieza la movida -dijo como saludo. -?Como ha ido? -pregunto Alejandro, uno de los manifestantes-. !Ah! – exclamo al mirar su cara con atencion- Parece que no muy bien. Alejandro era un joven arquitecto muy vinculado a las asociaciones en defensa de la naturaleza. Alto, rubio y en buena forma fisica, era muy atractivo, y Cristina sabia que ella le gustaba. Pero a ella no le gustaba el. Le faltaba garra y era demasiado predecible. Aunque era un buen tipo y un buen amigo. Podia confiar en Alejandro. No como en otros. -Pues no, no ha ido bien. Habra que movilizarse. Todos prometieron acudir al dia siguiente. No eran muchos, pero tenian que impedir la tala de dos alcornoques. Eran muy antiguos y merecian un respeto, pero los constructores querian cortarlos para meter las excavadoras. -Nosotros vendremos a las ocho -dijo Alejandro. -Supongo que empezaran a las nueve -contesto Cristina-, pero saben que estaremos aqui, asi que nunca se sabe. -No saldra bien -dijo Alejandro con tristeza-. Lo intentaremos, pero no saldra bien. No era el momento de hundirse, y Alejandro era demasiado pesimista. -Yo seguire intentando parar esto de la forma habitual -hizo una pausa-. Pegando la paliza -sonrio-. Pero no conseguire nada. El alcalde es demasiado cazurro. Lo que si espero es tocarle las narices lo bastante como para que nos haga caso a la larga. Al final, ganaremos. -?Y que pasara con los alcornoques? -pregunto Alejandro. -De los alcornoques te puedes despedir. No llegaremos a tiempo. * * * Cristina se dirigio preocupada hacia el pueblo cercano. No habia comido en todo el dia y necesitaba nutrirse. ?Donde podria encontrar fruta fresca? Porque no le servia cualquier comida. Cristina era vegana. No comia ni animales ni sus derivados. Y no siempre le resultaba facil encontrar alimentos adecuados y nutritivos fuera de casa. Por suerte, pronto encontro una fruteria y pudo comprar la cena y el desayuno del dia siguiente. Ya mas tranquila, se dirigio hacia su hotel. Mejor dicho, hacia el que habia sido su hotel hasta ese dia. Porque ya no podria quedarse alli, pero tenia que recoger su maleta

  • ZAC (Huida desesperada 3) de Sabina Rogado

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    El club de dudosa reputacion estaba repleto a esas horas intempestivas y las mesas de juego se erguian coronadas por nobles depravados, los cuales acostumbraban a ejercer el poder que les otorgaba el titulo heredado sin el menor remordimiento. Sabian lo que querian y buscaban alicientes acordes a su manera de ser y no a los convencionalismos de siempre, de ahi que naciera un tugurio que presumia en lo referente a la escasez de normas y de senoritingos estirados y aburridos. En el interior de sus discretas paredes resultaba habitual respirar el aire viciado, mientras apostaban cantidades indecentes de libras, propiedades y lo que se terciara. La espesa neblina ocasionada por el tabaco cubria la mayor parte de la estancia y se mezclaba con los diferentes olores y sonidos; el toque dulzon venia a traves del perfume de las damas de compania, el alcohol corria de vaso en vaso como la polvora y las voces de las personas alli congregadas se escuchaban demasiado elevadas. Sin duda alguna, cualquier caballero de honor, integro y de buenas formas, ni siquiera se dejaria caer por el barrio a riesgo de permanecer en boca de lenguas viperinas y malintencionadas durante semanas, convirtiendose en un cotilleo escabroso y asegurando asi los pecados inconfesables de almas corrompidas. Lo que no se ve no se comenta y, por lo tanto, no existe. Al fondo, un pianista, una cantante de suntuosas curvas y varias bailarinas con un vestuario indecente amenizaban la frenetica noche, al tiempo que varias amantes se acomodaban sobre el regazo de sus respectivas companias y alardeaban de la buena suerte que estaban dispuestas a brindarles. El conjunto en general era el consecuente de arrastrar a los envalentonados socios a situaciones nefastas, terminando en mas de una ocasion con una cita en Hyde Park; el famoso parque en el que se debatian los duelos entre caballeros al dejarse llevar por la impulsividad y la euforia incuestionable que les otorgaba el whisky, las trampas, y alguna que otra muchacha recien llegada y que levantaba el revuelo entre los mas mujeriegos de inmediato. En una de esas mesas, Zac ojeaba las cartas que sujetaba en su mano derecha y alzo la vista en busca de su companero de juegos o, mejor dicho, de juergas. Ultimamente, las escapadas nocturnas se acortaban entre unas y otras y, lo que era peor, cada vez ansiaba, con una necesidad acuciante, vivir a contracorriente para empaparse de las delicias que la vida podia ofrecerle tras dejar atras el internado en el que curso sus estudios, y en el que compartio habitacion con su amigo Henry, para terminar, como era el caso, en una multitud ingente de lugares de dudosa reputacion. Cada dia le perdia el respeto a lo que podria sucederle, no terminaba de encajar en la ciudad londinense y se dejaba llevar. Atras quedo el chiquillo de dieciseis anos que tuvo que armarse de valor, viendose obligado a abandonar el rancho de sus padres fallecidos, en el oeste americano, con el unico proposito de salvar a su hermana Zoe de las garras de un ser deleznable, el cual, de no huir a tiempo, habria desposado a su hermana a la fuerza y se hubiese quedado con la propiedad que no le correspondia. Por fortuna, los planes de huida jugaron a favor de los desprotegidos hermanos y, ese ser deleznable, termino con el final que le correspondia al otro lado del oceano. Eso si, debia reconocer que la aventura emprendida les pudo salir demasiado cara, no todo fue un camino de rosas, y de no ser por la providencial aparicion de Nick, duque de Hackins, el destino de Zoe, y de el mismo, no se habria semejado ni una pizca con el actual, mas resulto que ese hombre se convirtio en la tabla de salvacion para ambos. [1] De ese episodio habian transcurrido diez anos, en la actualidad, Zac tenia veintiseis y contaba con una formacion academica excelente; el que su cunado fuese un noble tan poderoso le bastaba para acceder a un sinfin de oportunidades inalcanzables para cualquier otro individuo, quiza por ello, y a pesar de tener la edad perfecta para sentar la cabeza, ni por asomo pretendia dar por finalizada su etapa de bribon y mujeriego, ampliandola hasta limites demasiado peligrosos. No, por supuesto que no dejaria ese tipo de vida. ?Para que con lo divertido que era? Zac dejo atras sus pensamientos, presto atencion al hombre situado frente a el, y una mueca socarrona salio de su boca al interpretar un movimiento sospechoso. <>. El aspecto del hombre en cuestion lo delataba por si solo, y lo corroboro al percatarse de su mano dirigiendose al corbatin en un intento de aflojarlo. La frente resplandecia perlada por el sudor y la mirada huidiza conferia que la situacion le vencia por momentos; con cada detalle dejaba entrever la incomodidad y la desesperanza de encontrarse en ese lugar, aunque claro, que lo hubiese pensado antes de quedarse sin ninguna libra y terminar apostandose la propiedad de campo que poseia a las afueras de la ciudad. Estos nobles se creian impunes y a la vista estaba que nunca aprenderian. El jamas hubiese sido capaz de apostar el rancho de sus padres, el bien mas preciado que tanto su hermana como el poseian en Wyoming, y menos en una misera partida de cartas. No, jamas. Y le dio exactamente igual el estado de desconcierto de su rival. La disposicion a zanjar el asunto, en la mayor brevedad posible, era lo unico que le importaba en esos instantes, pues de pronto, estar rodeado de gente como aquella consiguio que la repugnancia invadiera el vacio alojado en su interior cada vez que recordaba su pasado. La nostalgia resurgio, el malestar de Zac se agrando, y de ahi broto la disposicion a actuar con total impunidad. Una casa de campo le vendria demasiado ventajosa para retirarse durante un tiempo de la ciudad depravada, llena de formalismos y teatralidades por doquier. Quien sabe, puede que aquella oportunidad fuese la excusa perfecta para replantearse que hacer con su vida, porque claro, lo que se dice claro, no lo tenia en absoluto, comenzando a aceptar que la vida de excesos que llevaba no le aportaba la felicidad que ansiaba, sino todo lo contrario. Mientras, en la mente del otro sujeto, una lucha esclarecedora se debatia con fervor ante el clamor que le otorgaba una informacion primordial. Nadie de su condicion era ajeno a las habladurias en torno al cunado del duque de Hackins; los varones de la alta sociedad eran conocedores de la destreza magistral con cualquier tipo de arma, al igual que sabian que, gran parte de esa destreza surgio a consecuencia del tiempo en el que tanto su hermana como el convivieron entre una tribu india, cuando escapaban del destino que trataron de marcarle a la duquesa de Hackins a la fuerza (HUIDA DESESPERADA). Es por ello que debia de templar los nervios, recomponerse y practicar un intento desesperado para que el azar jugase a su favor, al menos por esta vez. Si el muchacho contra el que jugaba descubria las intenciones de hacer trampas, y le retaba a duelo, las posibilidades de salir impune brillarian por su ausencia, en cambio, si seguia adelante, la baza de cartas que poseia entre sus manos con toda la probabilidad le dejaria sin una de sus propiedades. Solo de pensar en la humillacion y la verguenza que pasaria, primero ante la obligacion de confesarselo a su esposa, y despues siendo el tema de conversacion de las malas lenguas, le provocaba espasmos y sudores frios. La determinante debilidad por el juego no entendia de limites y acechaba en su interior sin darle tregua alguna, pues la obviedad resulto tan grande que no le quedo otra alternativa que aceptar la delicada situacion en la que se encontraba por su poca cabeza. Parecia predestinado a ser empujado hacia el abismo y, antes de caer, debia armarse de valor y coraje. De bien sabidos era que eligiese la opcion que eligiese el perderia. ?Como diablos consintio en llegar hasta estos limites indecentes? La reflexion llegaba tarde, demasiado tarde, de hecho. --?Quiere otra carta? --escucho a Zac, sintiendo como si el corbatin tuviese vida propia y se empecinara en atenazarle el cuello, impidiendole respirar con normalidad. El noble supo que si aceptaba, y por muy buena que fuera, no le serviria para su proposito, y eligio la opcion que segun el mas se adecuaba a las nefastas circunstancias. ?O no? Pronto lo descubriria. --No, mejor quiero otro whisky --desvio la atencion, tratando de que su voz no lo delatara. Sin mas, se dejo llevar y, a la desesperada, procedio con la actuacion estelar, lo que ocasiono a que alertara por unos segundos a las mesas proximas, al alzar una de las manos para avisar a la muchacha que servia las bebidas, mientras tiraba a proposito el vaso vacio contra el suelo.--Vaya, que inoportuno --lamento, aprovechando de inmediato la situacion que el mismo acababa de provocar. Solo tendria una oportunidad para salir airoso de un aprieto tan grande, y sin lugar a dudas era ahora o nunca, por lo que su siguiente movimiento fue agacharse a recoger los cristales aparentando una normalidad absoluta. Ni a Zac, ni a su amigo, le pudo pasar por alto el movimiento rapido de una de sus manos, observando como sacaba algo de la manga. La rabia de Zac no tardo en aparecer y no perdio ni un segundo de su tiempo. Tiro los naipes sobre la mesa y siseo en un tono escalofriantemente calmado: --Lo que acaba de hacer ha sido una temeridad, amigo. --?A que se refiere? --le encaro con una gota de sudor cayendole por la sien. --Supongo que sabra que las cartas estan marcadas, ?me equivoco? Nunca juego sin que sea asi. La palidez invadio la cara del noble y trago con dificultad. --?Que esta insinuando? --dudo delatandose. --?De verdad tengo que aclararselo, o mejor nos disponemos a arreglar el asunto como es debido? Le cedo la oportunidad de elegir dia y hora, no quiero molestar a mis padrinos. --Yo... --titubeo acorralado. Con normalidad, cuando alguien retaba a duelo a otro en un local de esas caracteristicas, el revuelo aparecia de inmediato y hacia participes a cada una de las mesas, no asi en esta ocasion, y todo gracias a la templanza de Zac y al aturdimiento del tramposo. --Por favor --suplico de repente perdiendo la decencia--, salvo su amigo nadie se ha dado cuenta de mis verdaderas intenciones, por tanto le suplico que tenga misericordia conmigo. Lo que faltaba. --Disculpe, ?acaso pretende ablandarme? Porque en el caso de ser asi pierde el tiempo. --Por favor, acepte mis excusas y olvidemos este malentendido. He escuchado que es un hombre justo y le prometo que no volvera a verme en lugares asi. He aprendido la leccion y no puedo dejar viuda a mi esposa. Esta enferma y... --!Basta! --exclamo levantando una mano--. Se equivoca conmigo, la gente como vos no levanta ninguna simpatia en mi y desprecio su falta de hombria. Ademas, si tan estima le tiene a su esposa, ?que hace aqui y no en su compania? El hombre perdio la palidez y un rojo intenso cubrio su rostro mostrando una verguenza absoluta. --Estas ultimas semanas he perdido bastante dinero y no puedo hacer frente a los medicamentos tan caros que precisa --se excuso avergonzado--, es por ello que continuo buscando una buena racha y asi enmendar mis actos indecorosos. Por mi poca cabeza he llegado tan lejos que me averguenzo de mi mismo y la conciencia no me deja dormir por las noches. Los ojos de Zac parecian escupir fuego, de la rabia contenida, tras dicha confesion. Odiaba que gente sin escrupulos le mintiera en su propio beneficio, aunque claudico al percatarse de que ese tipo bien podria estar diciendo la verdad. Cada uno de sus gestos lo delataba y parecia avergonzado, aunque, ?que diantres le importaba a el? De seguido, maldijo por lo bajo y miro a su amigo en busca de una respuesta que no deberia de admitir siquiera, pero sus correrias, borracheras y mala vida, al parecer no terminaban de bastar para aplacar al hombre frio e insensible que se empenaba en mostrar ante los ojos de seres egoistas y carentes de sentimiento alguno. Henry se limito a asentir con la cabeza, dando credibilidad al testimonio, y a Zac le basto. Su amigo conocia al dedillo cada chisme referente a las vidas de esos fulanos, pues desde bien pequeno aprendio la valia de saber cada punto debil de los ricachones en general, y asi obtener una ventaja que siempre podria aprovechar en su propio beneficio. Zac expulso el aire con pesar y hablo antes de arrepentirse. --Largo de aqui, no quiero volver a verle. --Oh, milord, gracias, gracias --repetia servil, levantandose del asiento sin todavia creerse el acto de buena fe de su contrincante. --Por su bien espero que venda la propiedad que deberia de ser mia y pague sus deudas, de no ser asi se tendra que atener a las consecuencias. No habra mas oportunidades. --Lo hare, no le quepa la menor duda, buen hombre. Inclino la cabeza en una muestra de respeto y, sin tiempo que perder, anduvo hasta la entrada. Alli aguardo a que le llevaran la chistera y el baston, e, inmediatamente despues, se largo del local que ni loco volveria a pisar, y lo hizo con pasos apresurados y sin echar la mirada atras en ningun momento. Al salir, el aire choco contra su rostro acalorado y pudo respirar con la normalidad debida, alzo el menton y avisto el coche de caballos que le esperaba. Subio con un alivio creciente y apoyo la espalda contra el respaldo. La certeza de salir indemne, de una muerte segura, consiguio que recapacitara de una vez por todas. Su lugar estaba al lado de Mary, y no le importaria echar por tierra su honor al vender la casa de campo que le salvaria de las cuantiosas deudas acumuladas en su haber. Y le dio las gracias al muchacho que le acababa de dar una de las lecciones mas i m p o r t a n t e s d e l a v i d a. G r a c i a s a e l v o l v i a a t e n e r o t r a o p o r t u n i d a d y n i p o r a s o m o p e n s a b a d e s a p r o v e c h a r l a. No, ni habl a r.

  • Desdicha (El experimentado detective Hensley 1) de Raul Garbantes

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  • La mujer de la escalera de Pedro A. Gonzalez Moreno

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    NOVELA GANADORA DEL PREMIO CAFE GIJON 2017>Un suicidio y un misterioso asesinato sirven de arranque a este relato donde dos universitarios recien licenciados afrontan una mision que cambiara sus vidas para siempre: la de localizar unos antiguos libros de teatro medieval. Asi comienza una trepidante busqueda en la que los personajes acabaran encontrandose consigo mismos y con su propio destino, trazando a la vez el retrato de una generacion fronteriza que lucho por conseguir un espacio propio en la Espana de los ultimos anos setenta y principios de los ochenta.Una apasionante historia de intriga, de ambiciones y rencores, de amor y desamor, de frustraciones y deseos, donde los mas turbios y los mas nobles sentimientos se entremezclan y chocan dramaticamente, siempre con el telon de fondo del mundo teatral, ese espacio metaliterario en el que, como en un juego de espejos, no todo es lo que parece…<>.Fallo del jurado

  • Ensename que es el amor de Silvia Garcia Ruiz

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    Mientras Nathan Lowell intenta convencer a su hermana Tori de que enamorarse es lo peor que te puede pasar en la vida, una mujer se cruza en su camino decidida a que le ensene que es el amor, aunque el no sepa nada del mismo.

  • El hilo que todo lo cose de Vega Rigel

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    Cada dia, al alba, Lisa sale a correr por el paseo que bordea las playas de Cambrils intentando ahogar los recuerdos que la han sumido en una profunda depresion durante meses. A traves del running, ha encontrado el camino para darse una nueva oportunidad y aunque las pesadillas la atormentan cruelmente durante la noche, cada dia se levanta y le planta cara a su amarga realidad.

  • Nunca subestimes el poder de la estupidez de

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    Pase unos dias en Madrid de puro relax, simplemente paseando por la calle y dedicando la tarde a tomar el sol en la amplia terraza de mi habitacion del hotel, visitando museos y yendo a ver peliculas en los geniales Cines Golem y Cines Renoir. Mi rutina en estos dias de relax me llevaba a comer siempre en el mismo restaurante, donde me sentia atendido y ademas donde se habian acostumbrado ya a mis habitos; al fin y al cabo soy un hombre de costumbres. En uno de los ultimos dias entable una agradable (y larga) conversacion con el encargado del local y hablamos sobre la politica que empezaba a llevar su empresa, una empresa multinacional dedicada a la restauracion. Normalmente suelo comer temprano, casi con un horario europeo (que no mediterraneo), por lo que tuvimos tiempo de tener una conversacion profunda en la que me dijo esta frase: – Durante la epoca de la expansion economica a niveles que no eran normales, se contrataba a cualquier persona porque lo importante era mantener las mesas llenas, circulando y servidas. Ahora la politica ha cambiado y se han dado cuenta de que lo importante no es servir mesas, sino atenderlas. Esta ultima frase en especial me dio que pensar por lo que tiene de cierto. Puedes tener muchos clientes en un momento de pujanza economica pero su nivel de fidelidad sera muy bajo porque realmente solo les estas dando un producto, pero no les estas cuidando. Una empresa en la que unicamente te dedicas a servir los productos sin dar un plus que es el cuidado y atencion personal, que se sientan queridos al fin y al cabo; puede funcionar mientras te encuentras en una etapa de crecimiento economico coyuntural y tu empresa sera arrastrada por la situacion circundante; pero en momentos en que el crecimiento es menor, la atencion al cliente pasa a tener una importancia fundamental. Voy a poner un ejemplo que gustara a algunos y a otros no… McDonalds es una empresa que no se caracteriza por el servicio personalizado a sus clientes: autoservicio, rapidez, despersonalizacion, etc…. En el primer trimestre de 2015 ha tenido un importante descenso en ingresos y ganancias (ver noticia en https://goo.gl/SiznXj). En algunos paises asiaticos han tenido algunos escandalos alimentarios y ademas el crecimiento en EEUU tiene una dura competencia. Sistemas de servicio rapido no permiten personalizacion ni trato cercano con el cliente. El crecimiento en estos casos unicamente se puede conseguir mediante la mejora de los margenes operativos y un intento de aumentar la venta mediante incorporacion de nuevos productos. Por eso siempre es importante dar un trato personal a los clientes, pero mucho mas en una situacion de crecimiento moderado de la economia. Como decia muy bien mi interlocutor en Madrid: “Servir a los clientes no es igual que atenderlos.” En las RRSS, la velocidad de respuesta es muy importante Comenta el articulo visitando este enlace: https://goo.gl/qbqZvr 14 Septiembre 2015 Ayer por la tarde estaba en una sala de cines a punto de entrar a ver una pelicula de terror. Habiamos cinco o seis personas en cola, y justo delante de mi habia una pareja con un nino pequeno. En un momento dado empezo a sonar una estridente musica hardcore a todo volumen por el hilo musical del cine y el nino se tapo los oidos. – ?Que es eso papa? – Musica, carino. – ?Porque no cantan y esta tan fuerte? Se trataba de una musica que entiendo que haya gente a quien pueda gustarle, pero que no me parece la mas adecuada a un cine o centro comercial donde puede acudir gente con todo tipo de sensibilidades musicales. Como estoy acostumbrado a que las redes sociales de las grandes empresas funcionen adecuadamente, escribi un tweet advirtiendo de esta circunstancia en el dia de ayer, cuando empezaba el turno, a eso de las cuatro de la tarde. No he tenido noticias sobre este asunto hasta hace una media hora, es decir, unas !20 horas! despues de que se produjese mi queja. La contestacion indicaba basicamente que pasaban la nota al departamento correspondiente… !20 horas despues! Imaginemos que se trata de la queja de otro tipo como unas butacas en mal estado, escalones rotos o un escape de agua… En 20 horas pueden ocurrir muchas cosas muy desagradables. Por eso siempre digo lo mismo… el community manager debe de adecuarse a los horarios de los clientes de su cliente. Si se trata de un restaurante que sirve desayunos, comidas y cenas, el community manager, debe de estar especialmente alerta en horarios de desayunos, comidas y cenas. Si se trata de un cine, debe de prestar especial atencion a los horarios de proyeccion, etc. Si se trata de un comercio que trabaja de 9:00 a 22:00, el horario del CM debe de ser consecuente. El Community Manager no puede tener un horario de oficina de 8:00 a 18:00 si su cliente tiene un horario mas amplio. Lo mas importante es estar cuando surge la crisis. Si el cliente tiene un problema y no estamos disponibles…. el problema se magnificara. En las RRSS, la velocidad de respuesta es muy importante Comenta el articulo visitando este enlace: https://goo.gl/6Ed8Cr 11 Octubre 2015 La semana pasada fue una semana intensa, ya que un amigo me invito a asistir al South Summit 2015, un encuentro entre emprendedores e inversores, el trampolin para muchas empresas que a partir de esta semana podran empezar a desarrollar su labor gracias a estas nuevas inversiones. Durante estos dias he asistido a charlas de Steve Wozniak, Gwynne Shotwell, y mucha mas gente que podeis consultar en www.southsummit.co; pero para mi lo mas enriquecedor ha sido las conversaciones que he escuchado en restaurantes, salas de reuniones, y salas VIP donde se hacian tratos de lo mas interesante. De todas estas conversaciones, la primera que escuche el dia antes de que empezase el South Summit me resulto especialmente reveladora. Fui a cenar a un restaurante cercano a mi hotel; un restaurante de tipo medio y para mi sorpresa eran varias las mesas con personas vestidas de forma mas o menos formal donde se estaban cerrando tratos y presentado propuestas empresariales. Los ordenadores portatiles abiertos, tablets con documentos y graficos y la actitud de los comensales me lo dejaba muy claro: alli se estaba cocinando algo mas que ricos platos. Tome asiento en uno de los rincones del restaurante intentando conseguir un poco de tranquilidad para responder a los emails que habian quedado al final del dia (siempre llegan correos a todas horas). Saque mi pequeno portatil de 11 pulgadas y un raton inalambrico que suelo utilizar porque me resulta mucho mas comodo que los trackpad integrados, y empece a revisar mi correo electronico. La conexion a internet del restaurante resultaba tediosa, por lo que finalmente comparti los datos de que disponia en mi telefono movil para no tener que esperar una eternidad mientras se cargaban los emails. Justo cuando estaba terminando de escribir el ultimo email de la noche, aparecieron dos hombres y se sentaron en una mesa junto a la mia. Uno de ellos tenia unos 25 anos y vestia ropa desenfadada (camiseta y vaqueros junto con unas deportivas). El otro tendria unos 45 anos y llevaba una camisa cubierta con un jersey de colores chillones, pantalones de vestir y unos mocasines. Pidieron un cafe con leche y una porcion de tarta (el joven) y un cafe solo (el mayor de los dos). Efectivamente se trataba de un chico que pretendia lanzar su empresa y un posible inversor. Esta fue una de las conversaciones de las que mas aprendi en el South Summit. Se que esta feo escuchar conversaciones ajenas, pero en este caso me perdono a mi mismo por todo lo que aprendi de esta. El inversor empezo haciendo las primeras preguntas sobre la viabilidad del proyecto, la necesidad que se cubrira en los usuarios (dijo usuarios y no clientes), etc. Me parecia increible que solo hacia preguntas, una tras otra, sin aportar nada a la conversacion. De momento solo queria saber cosas sobre el proyecto. Despues de bastantes minutos de plantear cuestiones a las que el chico respondia claramente y en ocasiones apoyandose en datos de tu tablet Samsung, paso a la pregunta fundamental: – ?Cuantos fondos necesitarias para lanzar el proyecto en una primera fase? – Unos 250. 000 euros serian adecuados para una primera fase. – Bueno, ya tienes 300.000. Ahora hablemos de como habria que hacerlo. Primero planteo todas las dudas que tenia sobre el proyecto, sin aportar nada al mismo, y una vez que se aseguro de que el proyecto era suyo, entonces empezo a plantear cuestiones sobre como habria que desarrollarlo. Durante los siguientes minutos valoraron a que personas colocar en el puesto comercial, director de departamento de proyectos, etc. Resultaba curioso lo rapido que ocurria todo. Estaba asistiendo al nacimiento de una empresa en menos de 40 minutos. De esta conversacion me quedo con algo importante: el inversor hizo preguntas durante todo el tiempo, buscando los posibles problemas de la empresa, pero no planteandolos como problemas, sino unicamente como preguntas a las que esperaba que el emprendedor diese respuesta adecuada. Decia Warren Buffett que no invertia nunca su dinero en un negocio que no entendia completamente. Intentaba que se lo explicasen una y otra vez hasta que finalmente lo entendia y si no lo entendia, sencillamente no invertia alli su dinero. Podemos aplicar esto a nuestras relaciones comerciales con los clientes. En mi caso que trato con productos que requieren de un cierto grado de idoneidad a la aplicacion para funcionar adecuadamente, no dejo de hacer preguntas al cliente sobre para que quiere el producto, las circunstancias que lo van a rodear, etc. Haz a tu cliente todas las preguntas que consideres necesarias para asegurarte de que el producto sea adecuado para el. Si luego el producto no es el adecuado, el cliente no pensara que el estaba equivocado, sino que tu no le hiciste las preguntas correctas. No te canses de hacer preguntas todo el tiempo para evitar posibles malentendidos. Aprende de las necesidades de tu cliente para cubrirlas adecuadamente.

  • El vuelo de Lena de Sara Ballarin

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    ?Se puede avanzar hacia el futuro con las cicatrices del pasado? Lena esta a punto de descubrirlo. ?Quieres leer su historia?

  • Solo tu me tendras de Toni Munoz

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    En mayo de 2017, un cuerpo calcinado aparece junto al pantano de Foix, abandonado en el maletero de un coche al que han prendido fuego. Solo una protesis de columna permite reconocer el cadaver: pertenece a Pedro Rodriguez, un agente de la Guardia Urbana de Barcelona suspendido de empleo y sueldo desde hacia meses tras propinarle una paliza a un motorista. Su vida, poco antes de la agresion, habia dado un vuelco: acababa de separarse de su mujer para iniciar una relacion con otra agente de la Guardia Urbana, Rosa Peral. Llevaban juntos desde entonces. Pero Rosa, cuando le comunican la noticia, apenas se inmuta. De hecho, se refugia de inmediato en un antiguo novio, Albert Lopez, miembro tambien del mismo cuerpo de seguridad. Y empieza a sugerir que quiza su exmarido, Ruben, agente de los Mossos d’Esquadra, tiene algo que ver con la muerte de Pedro.

  • Un principe para Erina de Ariadna Baker

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    Mire a mi perrita Linda y me parecio atisbar en ella un poco de pena... --No te quedes triste, preciosa mia, Camila te cuidara en mi ausencia--le dije y ella batio aquel abanico que tenia por pestanas en senal de resignacion. Linda era la chihuahua mas bonita del mundo y el ultimo legado que me dejo mi abuela Aurelia antes de pasar a mejor vida. Me la regalo el dia que cumpli los veinte anos y desde entonces habian pasado cinco mas. Mi alma gemela perruna y yo eramos inseparables y hasta al salon de belleza me la llevaba. Normal, no iba a disfrutar yo sola de sus excelencias. En aquel exclusivo lugar y a sabiendas de que me encantaba llevarla a todos lados metidita en mi bolsa, habian colocado una pequena camilla en la que mi amiguita recibia tambien un relajante masaje a la par que yo. Justo en ese momento habiamos salido de uno y ella intentaba sacudirse como si las friegas recibidas en el cuerpo la hubieran dejado entumecida. Era muy comica la enana aquella que con su hociquito hacia toda clase de gracias y encandilaba al mas pintado. Un te helado, eso era lo que me apetecia y para tomarmelo como era debido me dirigiria a una de las terrazas mas visitadas de la ciudad. Para algo estaba de vacaciones en toda regla, aunque si he de ser sincera, yo parecia haber nacido de vacaciones y haberlas disfrutado a perpetuidad. No es que me hubiera dedicado a holgazanear toda la vida y como consecuencia de ello me hubiera convertido en una nini que no supiera hacer ni la o con un canuto, no. Muy al contrario, yo habia recibido una esmerada formacion en el instituto mas elitista de Madrid, a la que siguio una carrera centrada en la direccion de empresas en Estados Unidos, el mismo pais donde estudie un master. Pero me consideraba toda una privilegiada, de haber nacido en otro lugar o epoca, me hubiera cantado un gallo muy diferente. Uno de los veranos que volvi a Espana, recibi a Linda como regalo y desde entonces compartio conmigo la aventura academica norteamericana. Ahora por fin mi curriculum estaba de lo mas completo y mi vida como emprendedora a punto de empezar. Bueno, a punto, a punto, tampoco, que yo gozaba de una posicion economica lo suficientemente desahogada como para poder permitirme un ano sabatico y eso es lo que pensaba hacer. Total, a mi me pasaba un poco lo que a Alaska, es decir que, ?a quien le importa lo que yo haga?, ?a quien le importa lo que yo diga? Yo habria nacido nadando en la abundancia, eso si, pero atencion por parte de mis padres no es que hubiera recibido para parar el tren, para que vamos a decir. Los primeros recuerdos que tengo de ellos, llamados Eugenia y Maximo Adriano, si asi de "sencillo" era el nombre de mi padre, giran en torno a sus viajes. Siendo honesta, no es que aquellos supusieran para mi una tragedia griega, sino mas bien todo lo contrario; dado que cada vez que ellos cogian el pescante, yo tenia la posibilidad de quedarme en compania de mi abuela Aurelia, la unica de mis cuatro abuelos que vivia, pues distintos avatares del destino borraron del mapa a los otros tres en distintas circunstancias. En cualquier caso, la abuela Aurelia valia por todo un ramillete de abuelos, pues aquella mujer era un sol y con su presencia lo llenaba todo. Los mejores momentos de mi ninez los pase junto a ella, de eso no me cabia la menor duda. En cuanto a mis padres, no es que fueran malos y de hecho me lo habian dado todo, pero si eran pasotas hasta decir basta. Con decir que contaba yo con solo dos semanas de edad cuando ambos emprendieron un viajecito de tres meses y me dejaron al cuidado de la abuela Aurelia y de Camila, la persona de servicio que habiamos tenido desde siempre en casa. Tal es asi que recuerdo una anecdota de mi infancia en la que les referia a ambas mujeres que yo creia que Camila venia con la casa cuando mis padres la compraron. No, pero casi, porque jamas se habia movido de alli y por suerte para mi, me adoraba. Los viajes de mis padres les llevaron a perderse la mitad de mis cumpleanos y, en la otra mitad, estuvieron mas preocupados por hacerse fotos conmigo que enviar a las cronicas sociales que de mi disfrute. Con todo, yo me sentia una suertuda porque, una vez salvado el impacto que me produjo saber que lo de mis padres era una excepcion y que el resto de ninos los tenian a diario en casa, fui rematadamente feliz. Recuerdo que el pan nuestro de cada dia era que ambos siguieran mi educacion via telefonica, con videoconferencias mantenidas desde distintos lugares del mundo. En ellas solian recordarme lo muy orgullosos que se sentian de mi. No me extrana, jamas salio de mi boca una queja ni les dije ni pio sobre el culillo de mal asiento que tenian ni sobre que apenas pararan en casa, pues yo en mi jaula de oro y con las dos mujeres de mi vida, me habia construido mi propio cuento y estaba en la gloria. No puedo decir tampoco que no viajara con ellos, eso seria injusto. En los periodos vacacionales si solian venir por mi y llevarme a los destinos mas pintorescos, lo que me habia dado mucha amplitud de miras. Sin embargo, y contra todo pronostico, mis padres se habian separado justo ahora, cuando me tocaba retornar a Espana tras acabar mis estudios. Y lo que me habia encontrado a la vuelta era poco menos que surrealista. A mis veinticinco anitos, a los dos les habia entrado la neura de recuperar el tiempo perdido y participaban en una especie de batalla campal por acaparar mi atencion. Si mi difunta abuela Aurelia levantara la cabeza, la volveria a meter bajo tierra de inmediato, porque el asunto era de traca. Me sono el telefono y era mi madre. --Erina, hija, ?se puede saber donde te metes? Habiamos quedado para comer juntas en el club de polo. --Mama, te dije ayer que no me apetecia ese plan y que tomaria algo con Linda en la calle antes de salir de compras. --Linda, siempre Linda, algunas veces me da que pensar... Parece que la quieres a ella mas que a mi, hija. Casi me echo a reir. Si el carino se media en lealtad y en numero de experiencias vividas juntas, desde luego que Linda era mas importante para mi que ella, pero no iba a tener la maldad de soltarle tamano bombazo a bocajarro a la pobre, sobre todo ahora que la veia con ganas de ganarse el titulo de madre. --Mama, es solo que sabes que estoy muy hecha a ella, nada mas. --?No sera que te haya llamado tu padre para copar tu atencion? Porque mira que "el marques" es capaz de hacer cualquier cosa con tal de dejarme a mi fuera de combate. De no verlo no creerlo. Desde que se habian separado, mi madre se referia a mi padre como "el marques". Ironias aparte, el hombre lo era, pues habia heredado un marquesado, el de Leiva, a la muerte de mi abuelo. --Mama, papa no me ha llamado hoy todavia, no veas fantasmas donde no los hay. --Un fantasma es el, lo he visto en una cronica de sociedad luciendo a su muneca del brazo en una fiesta...

  • La casa holandesa de Ann Patchett

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    A finales de la Segunda Guerra Mundial, a Cyril Conroy lo visita la suerte: hace una unica pero muy inteligente inversion que le permite poner en marcha lo que se convertira en un gigantesco imperio inmobiliario. El negocio catapulta a su familia desde la pobreza a una ingente riqueza, y su primera decision es comprar la Casa Holandesa, una rica mansion a las afueras de Filadelfia. La casa, que pretende ser un regalo para su esposa Elna, terminara marcando los designios de toda la familia.

  • Un guardaespaldas de sangre azul de Joyce Sullivan

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    Rory Kenilworth se quedo de piedra al descubrir quien era realmente, pero con tantos “accidentes” y tantas balas volando por los aires, no tenia tiempo para lamentarse. Tenia que reclamar lo que le pertenecia… y tratar de resistirse a la ardiente mirada de su tutor y guardaespaldas, el misterioso y guapisimo Sebastian Guimond.

  • Segunda estrella a la derecha (Aviones de papel 1) de Sofia Ortega Medina

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    Ella siempre quiso volar con el hacia el pais de Nunca Jamas…
    El siempre quiso llevarla volando hacia el pais de Nunca Jamas…

  • Un acuerdo con el Diablo (Una Propuesta casi Indecente 3) de Mia Del Valle

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    Conocer a mi padre a los 18 anos, no significo un trauma. Todo lo contrario, mi viejo supo plasmar su amor y seguridad apenas se entero de mi existencia. Luego que nos mudaramos desde Colonia del Sacramento a la capital, mi vida cambio 180 grados. Claro que cambio para bien. En este lugar encontramos la familia que nos faltaba... antes eramos mama y yo... mas nadie. Pero al encontrar a mi padre, junto a el se agrego un grupo de amigos y familiares extraordinarios... esta Sofia su esposa, una joven y simpatica mujer que puso el mundo de mi padre patas para arribas y en parte el mio tambien. Esta Leopoldo... mi abuelo, un personaje digno de ganarse mi carino y respeto al instante, gran companero de charlas y excelente consejero. Junto a ellos se unieron mas personas que me adoptaron desde el lado del carino... Diana y Nicolas <>, mis tios Federico y Victoria, Mario que es el tio de Victoria, Lechuga y Lola <>, en fin... un grupo de seres que me envolvio en su calidez y nos hicieron sentir en casa desde el vamos. Pero desde la muerte de mama nada me hace feliz. Desde ese momento el vacio inundo mi vida. Se que tengo a mi familia y amigos. Pero me falta ella... mi madre. La mujer que me dio la vida... que me cobijo en su pecho, la que seco mis lagrimas, limpio las raspaduras de mis rodillas y lleno con besos la falta de otras tantas cosas que no teniamos. --!Dios! ?Por que me la arrebataste tan pronto? No me dejaste cumplirle su mayor sueno... verme felizmente casado y darle un nieto. Aun revivo ese fatidico dia una y otra vez. Creo que fue en ese momento cuando ocurrio un quiebre en mi vida y desde entonces me encuentro enojado con el mundo, con la vida y sobre todo con Dios. --Juan tenes que venir pronto... es mama. --?Que paso con ella?… ?esta bien? --Si, pero veni a casa rapido hijo, la estamos por trasladar a la clinica nuevamente. --Ya salgo para ahi papa. Tomo mi saco y las llaves de mi coche. --Serena... me tengo que ir ya. Mi vieja se descompuso otra vez. Apaga mi computador y cancela toda la agenda del dia de hoy y de manana. Hay veces en que no se que haria sin Serena, mi asistente, mejor amiga y pilar fundamental en mi vida desde que me mude a la capital. Mi amiga me toma por las mejillas, besa mi frente y susurra... --Todo va a estar bien. --No se que hacer nena... estoy agotado. Es tan doloroso, que hay veces que creo que me desgarro por dentro. --Ahora anda tranquilo --susurra Serena --que tu madre te necesita... y manana si queres y podes... nos tomamos unos tragos a la salida. ?Te parece? --?Noche de mojitos un martes?… ?segura? --reimos. --!Claro que me parece amigo! Recuerda que los mojitos son terapeuticos y antibacterianos... ideales para combatir tristezas, problemas del corazon y dolores de garganta --. Guina su ojo, me ayuda a colocar el saco y me despide de nuestra oficina. Subo al ascensor, si bien son cuatro pisos nada mas, hoy no estoy de animo para cumplir con mi actitud deportista de ir siempre por las escaleras. <> Salgo a la calle con la familiar sensacion de opresion en el pecho. Las lagrimas se niegan a salir, provocando un efecto de falta de aire. Garcia me acompana como de costumbre hasta la puerta, y palmea mi espalda antes de continuar con su tarea... <> Camino tres cuadras hasta el estacionamiento, en el cual mi coche espera las horas que me encuentro en la oficina. La cabeza me va a mil. Pienso que tengo que hablar con el medico personalmente. !Me niego a creer que no se pueda hacer nada mas! <> Subo a mi coche, enciendo algo de musica y salgo a la claridad del dia. Esta me ciega por un instante. Veo que el mundo continua girando, las personas viviendo, y me siento mas solo que nunca, con mas furia y ajeno a todo. Se que no es normal que tenga ese rencor con el mundo. Pero no lo puedo evitar. No dejo de pensar que entre tantos seres despreciables que habitan el planeta tierra, Dios eligiera a mi madre. !Justo a ella!, el ser con mas corazon que jamas vi en mi vida, magnanima y amorosa. Solo su olor... <> es un balsamo de paz para mi. --!Mierda! --grito y golpeo el volante. Necesito un psicologo. Pero no caere en manos de Sofi, se que en cada charla con ella y con mi padre, soy analizado, pero me niego a terapia de divan. No lo hare. Jamas. Tres... cuatro, cinco semaforos en rojo. Estoy que reviento de bronca. No puede ser... cuando estoy apurado, !la gente se mueve extremadamente lento! Inutiles de mierda. Cambio la melodia que suena en el mp3 y comienza una del grupo "Las pastillas del abuelo" pienso en lo peculiar de ese nombre, y comienza una suave melodia, la que provoca que, preste atencion a su letra y calmar a mis demonios por al menos un instante. Sabes que no sueno con vos al dormir, No es bueno sonar con los angeles de hoy. Sabes que miento siempre que hay una buena ocasion. Tambien sabes que un consejero me dijo "hecho el amor, hecha la trampa" y al pie de la letra sigo ese consejo cruel. "El que no arriesga no gana" dijiste, "el que arriesga puede morir por amor" te dije, y comprendiste que no iba a ser yo. El que cubra tu cuerpo en noches de frio. El que te regale rosas sin espinas, El que aparte de ser sexo sea un amigo, El que derroche... amor en cada esquina. Me gusta... pienso. Dulce y acida, creo que aplica en mi vida. Desde mi ultima relacion seria, me prometi que ya no mas. Las mujeres de hoy, solo quieren comodidad, un respaldo, y ser tratadas como princesitas... !un sponsor! Definitivamente no soy el principe azul de los cuentos infantiles, si me tuviera que identificar con alguno de los integrantes de los cuentos... creo que podria ser el ogro Shrek o el lobo feroz de Caperucita. No el principe. !Nunca el principe! Finalmente llego al edificio donde vive mi madre, y en el departamento superior mi padre con Sofia y mi hermanita Sol. Con la enfermedad de mama debilitando dia a dia su salud, Sofia en un admirable y noble gesto, indico que la queria cerca. Ellas se hicieron muy buenas amigas en cuanto se conocieron, y cuando nacio Solcito, Sofi encontro en mi madre una consejera y fiel amiga. Ellas dos junto a Victoria se hicieron inseparables, muchos no entendian esa relacion tan extrana entre la ex y la actual mujer de mi padre, pero para ellos era algo muy normal y poco les importo el que diran. Mudaron sus pertenencias al departamento que se encontraba libre, un piso por debajo al de ellos. Mi pequena hermana Sol saltaba de alegria por tener a su titi cerca. Sol es el fruto del amor entre mi padre y Sofia, y es la luz de mi madre. Una chispa de alegria y amor en este dificil momento. La pequena diablilla de dos anos y medio, adora pasar horas con ella. --Tia Anita... me "leyes" un cuento --. Acostumbra decir. --Leer --la corrige mama, y ambas rien cuando la pequena imita su tono de voz... "Leeeer" Subo hasta su piso, y nuevamente me falta el aire. !Sensacion de mierda! Siempre lo mismo. Contener las ganas de arrodillarme y depositar mi cara en su regazo para llorar. Se que no puedo. Se que soy un hombre de 29 anos que debe tragar sus lagrimas para no preocupar mas a su madre. Pero me cuesta. Es como subir una pendiente al rayo del sol. Se me seca la boca, mi frente transpira, mi corazon late a mil por horas y mis ganas de resignarme al agotamiento son fuertes. Tomo aire y entro en el departamento. El olor que hay de antisepticos y alcohol no se ira mas de mi memoria. Es nauseabundo y triste. ?Hay olores tristes?… si, este lo es claramente. No hay olor a hogar... nada de aroma a pan recien horneado ni a lavanda, como lo habia antes. No. Solamente olor a hospital y muerte. Penumbras y silencio. Sofia sale a mi encuentro con una cara que no me gusta nada. Ella siempre tiene una sonrisa para mi, y palabras positivas. Pero esta vez su cara muestra algo que no me gusta nada... en ella denoto ?compasion? --?Donde esta Sofi? --En su dormitorio Juani. No se encuentra bien. El doctor no sabe si trasladarla o no. Ya no quiere hacerla sufrir mas. En este momento le esta pasando un calmante. <<"Ya no quiere hacerla sufrir mas">> Esas palabras !no!... !esas putas palabras no por Dios!, las cuales desee no escuchar nunca, estaban sonando. !Mi mama!… !mi viejita linda! --!Noooo! --grito con furia. Sofia con cara de preocupacion toma mi mano entre las suyas. Y habla con firmeza.

  • Rescatame (Siempre te Amare 1) de Lorena Salaz

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    Emma es una chica que ama profundamente a su familia a la cual esta muy unida. Su hermana y sus padres son parte fundamental de su vida.

  • El ultimo argumento de los reyes de Joe Abercrombie

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    LA PRIMERA LEY: LIBRO III

  • No me ames 3 de Norah Carter

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    Habian pasado diez dias desde que Lucia se habia plantado en mi casa para contarme lo que habia sucedido. Las lagrimas arrasaban mi cara y vi tambien como Lucia se estremecia al relatarme con todo lujo de detalles aquella historia terrible que me dejaba a mi como una mierda. Eso es. Yo me sentia como una mierda. No se puede definir mejor. Lucia me abrazo y yo cai al suelo como una marioneta a la que le han cortado los hijos. Ahora era un pelele en manos de todos. Mis sentimientos parecian no importar a nadie. Jamas me habia sentido asi. Ni siquiera cuando Jordi me dejo despues de unos dias de ensueno. No se podia caer mas bajo. No se podia. ?Que clase de vida me esperaba ahora? Lucia no sabia que decir. Por primera vez en mi vida, habia visto que Lucia era incapaz de animarme. Queria abrazarme, pero no podia levantarme del suelo. No entendia sus frases entrecortadas porque el dolor le impedia hablar con claridad. ?Que me importaba vivir ahora? ?Que importaba? Ella tambien se puso a llorar al verme asi. El destino volvia a cebarse conmigo. Y lo peor de todo es que yo tenia razon cuando dije que me daba miedo tanta felicidad. Jordi me prometio que aquello era parte de mi pesimismo y que yo merecia todo, que, a partir de ahora, todos los dias iban a ser tan dichosos y maravillosos como los del crucero junto a Alex y mis amigas de toda la vida. Necesitaba el calor de mis padres. No queria quedarme sola. No queria quedarme sola en esa cama, en esa cocina, que tantos recuerdos me evocaba. Lucia se quedo aquel dia conmigo. No queria dejarme sola y esa euforia y alegria que siempre me transmitia se volvio en una tristeza y en un silencio que no eran propios de ella. --No se que decir en estos momentos, Erika. No puedo bromear sobre esta situacion porque se lo que sientes por este hombre. Ha sido una putada, pero sabes que yo no voy a separarme de ti -- dijo Lucia con una leve sonrisa en los labios. --El mal ya esta hecho, Lucia, y siento que estoy atrapada en una telarana. Cualquier movimiento solamente empeorara las cosas -- anadi yo sin dejar de llorar, recordando cada una de las promesas que aquel cabron me hizo. --Nunca he pasado por algo asi. He roto con chicos, pero, salvo con Yosuf, nunca he tenido un compromiso serio con nadie. Mas de una vez te he dicho que me daba miedo vivir en pareja o casarme. Te admiro en el fondo. --?Por que me admiras, Lucia? --Porque has arriesgado. Has sido una mujer que siempre has arriesgado y, pese a los reveses que te ha dado la vida, siempre te has levantado y eso es vivir, Erika. Vivir es eso -- dijo ella con inteligencia, mirandome fijamente mientras intentaba abrazarme de nuevo para que yo me refugiara en sus brazos. --No sabes lo que te agradezco lo que me dices. Siempre tienes palabras para aliviarme, Lucia. --Pero no puedo animarte como acostumbro. Esta situacion me supera como superaria a cualquiera. --Pero estas aqui conmigo. La soledad me va a matar. --Vente a vivir conmigo, Erika. No te lo pienses -- dijo ella con decision. --Te lo agradezco, pero ahora quiero alejarme de aqui, Lucia. No te ofendas, pero necesito otro tipo de carino. --Como quieras, pero no pierdas el contacto con nosotras, por favor, y no preocupes demasiado a tus padres. Debes levantarte y lo haras porque siempre lo haces -- dijo Lucia besandome en una de mis mejillas mientras las lagrimas cesaban al fin de derramarse. Despues de aquel dia fatidico, yo me habia instalado en casa de mis padres para encontrar en ellos el consuelo que solo unos padres saben dar. Me apetecia volver a ser la nina mimada que con tanto carino habian protegido durante la infancia y la adolescencia. Siempre vi en la casa de mis padres un refugio en el que nada ni nadie me haria dano. Era como volver al vientre materno. Me sincere con ellos y les conte toda la historia completa. Les dolio mucho que estuviese atravesando por esos momentos y se volcaron de una manera sorprendente en intentar ayudarme. Estaban pendientes de mi en todo momento. Me preocupaba, como me habia advertido Lucia, esa actitud de mis padres. Realmente estaban muy preocupados y quiza yo no estaba haciendo lo correcto refugiandome alli. Cualquier decision que tomara en ese momento tenia consecuencias negativas para mi y para los que me rodearan. Lucia y Carmen estaban tambien muy pendientes de mi por telefono, pero evitaban hablar del tema. La verdad es que era lo mejor, pues yo no queria saber absolutamente nada de el.

  • El coleccionista de flechas de Cristian Perfumo

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    !UN NUEVO THRILLER DEL AUTOR MAS LEIDO DE LA PATAGONIA!

  • El aprendiz del tejedor de Cristina Palacio

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    Ano 1535. Escalonilla es un pueblo perdido en la meseta castellana, similar a cualquier otro, con su iglesia y su fuente, su cura y su alcalde, sus viejos tomando el sol en la plaza, sus mujeres con el cantaro en la cadera y sus ninos jugando.
    Se acerca el dia de Navidad y la fecha de elegir los nuevos cargos municipales.
    Una noche de tormenta, un asesinato, un testigo.
    ?Que oculta un pueblo que parecia tan inocente?

  • Tren fantasma a la Estrella de Oriente de Paul Theroux

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    <>
    Observer

  • La dama roja (El espejo roto 1) de Miguel Angel Fece Allue

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    Etienne es un talentoso artista habituado a la buena vida en la corte que ahora vaga por los bosques franceses abandonado por la fortuna y buscando sustento a traves de sus canciones.
    Una oscura noche ve su camino unido al de una misteriosa mujer que porta una capucha roja y una espada negra con la que le salva la vida de una bestia surgida de los cuentos infantiles.
    A su lado comenzara una extrana busqueda de la que sabe muy poco, en la que descubrira que los cuentos de hadas tienen un trasfondo espeluznantemente real.

  • Los ultimos anos de la magia, Jose Antonio Fideu de Jose Antonio Fideu

    https://gigalibros.com/los-ultimos-anos-de-la-magia-jose-antonio-fideu.html

    Londres, 1871. El joven Aurelius, prisionero en la taberna familiar, se siente condenado a languidecer viviendo una existencia tan gris como la de su padre. Sin embargo, una manana le sera revelado su destino: Houdin, el gran mago, anuncia en coloridos carteles su llegada a Londres. A partir de ese momento, su obsesion sera presentarse ante el para convertirse en su aprendiz. Gracias a su ingenio, pronto tendra la oportunidad de entrar en su camerino, donde descubrira su mayor secreto. Houdin, el prestidigitador, es un mago verdadero, no hay trucos tras su poder. Pero con esta revelacion llegara otra: la magia es peligrosa y existen poderes dispuestos a acabar con ella y con quienes la utilizan.

  • El juego del principe (El principe cautivo 2) de C. S. Pacat

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    Para conseguir la libertad, debera salvar a su peor enemigo

  • El instante mas oscuro de Anthony Mccarten

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    Este es el relato del tiempo angustioso que vivio Gran Bretana en mayo de 1940, desde el dia 10, en que las tropas de Hitler iniciaron la invasion de Holanda, hasta el 29, cuando los soldados britanicos y franceses derrotados por los alemanes embarcaron en Dunquerque para refugiarse en Inglaterra. Esta es una historia que se suele narrar en tonos de epopeya, pero que aqui se revive en torno a la figura de Winston Churchill, de acuerdo con la verdad de aquellos dias inciertos, reconstruida con una amplia documentacion, que incluye las discusiones del gobierno, y con los testimonios de sus contemporaneos. McCarten nos muestra las dudas de unos dias en que se penso seriamente en negociar con Hitler, aceptando la victoria que habia puesto Europa entera en sus manos, y nos descubre la evolucion que llevo a Winston Churchill a manifestar, el 4 de junio, su voluntad decidida de no rendirse, aunque hubiese que luchar contra los alemanes en las playas, en un discurso que iba a cambiar el rumbo de la historia.

  • El chico que siguio a su padre hasta Auschwitz de Jeremy Dronfield

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    En 1939, Gustav Kleinmann, un tapicero judio de Viena, fue capturado por los nazis. Junto a Fritz, su hijo adolescente, fueron mandados al campo de Buchenwald, en Alemania. Empieza asi una desgarradora historia en la que sus protagonistas seran victimas del hambre y de las palizas, mientras participan como mano de obra en la construccion del mismo campo de concentracion en el que permaneceran cautivos.
    Cuando Gustav reciba la noticia de su traslado a Auschwitz, una segura sentencia de muerte, su hijo Fritz hara todo lo posible por no separarse de su padre y seguirlo hasta Polonia.

  • Ojos verdes (HQN), Claudia Velasco de Claudia Velasco

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  • La vida al fin y al cabo, Fernando Garcia Lobo de Fernando Garcia Lobo

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  • Una sombra en la aljama de Africa Ruh

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    El amor es lo unico que no te obliga a ser lo que otros han decidido.

  • Prisionera de tus brazos de Carmen Omana

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    Vuelve Carmen Omana para hacer las delicias de sus lectores con esta historia de amor llena de intriga, orgullo y miedo, que te atrapara.

  • Tu, mi atraccion favorita (Sweet Love 3) de Lorraine Coco

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    Payton intento entrar en el edificio en el que se encontraba su nuevo apartamento, cargada con una caja, un bolson colgado al hombro y una gran maleta con ruedas. Pero la puerta era pesada y no pudo abrirla mas de un par de centimetros antes de que esta se volviese a cerrar. Por suerte, un hombre de unos cincuenta y tantos anos lo hizo por ella y la saludo dandole una calida bienvenida. --Buenas tardes. Es usted la senorita Payton, ?verdad? --le dijo arrebatandole la caja de las manos. --Si... --repuso casi sin resuello--, la misma. Muchas gracias por la ayuda. Le sonrio abiertamente, admirando al tiempo lo bonita que era la porteria de aquel edificio familiar. Sarah y Matt le habian asegurado que le encantaria vivir alli y empezaba a pensar que no habian exagerado. --No hay de que. Yo soy Irvin, el conserje. Puede contar conmigo para lo que necesite. Daniel y Eric me avisaron de que vendria y me pidieron que la guiase hasta el apartamento. --Irvin, es usted muy amable, pero no sera necesario. Ya tengo la llave. Puedo hacerlo sola --le dijo con gesto decidido. --Como usted desee --concedio el hombre--, pero al menos dejeme que la acompane al ascensor. --Y antes de que pudiese negarse, fue hasta alli y apreto el boton mientras seguia cargando con su caja. Payton espero junto a el mientras ambos, en silencio, aguardaban su llegada. Se sentia algo nerviosa. Habia tenido que buscar un apartamento compartido con urgencia, tras tener varios problemas serios con su casero, y el que Matt dejaba vacio estaba en una zona inmejorable. Era la primera vez que iba a tener que compartir vivienda con dos hombres, pero no le preocupaba demasiado. Eran cirujanos, como Matt, y eso hacia que estuviesen mucho tiempo fuera. Ademas, el hecho de que Sarah viviese tambien en el edificio, le hacia estar mas segura de su decision. Habian congeniado bastante en la boda de Lauren, su mejor amiga y hermana del novio de Sarah, Matt. Aun asi, la experiencia con su casero anterior habia sido tan mala que ahora iba con pies de plomo. Cuando el ascensor pito justo antes de que se abriesen sus puertas, se sintio aliviada. Tenia ganas de instalarse y tener, por primera vez en mucho tiempo, algo de paz. Estaba a punto de entrar cuando tuvo que dar un par de pasos atras al ver como el ser mas horrendo sobre la faz de la tierra, clavaba su mirada azul en ella con desconfianza. La portadora de semejante bicho, una senora octogenaria de expresion adusta, la observo con los parpados entornados. --Buenas tardes, senora Fleming. Buenas tardes, Lucifer --oyo decir al portero. En cuanto a ella, no tuvo tiempo de saludar a la extrana pareja porque la senora hablo primero. --?La nueva del 8B? --le pregunto sin rodeos repasandola de arriba abajo inquisitivamente. --La misma --dijo sin dejarse amedrentar por su tono seco. --Es usted... --La volvio a inspeccionar-- demasiado joven y atractiva --termino por declarar en un tono en el que no supo si la estaba halagando o insultando. Pero finalmente arrugo la nariz como si sus cualidades la convirtiesen en persona no grata--. Espero que no nos de problemas. Su declaracion la dejo alucinada y muda. La vio alzar la barbilla y salir del cubiculo con su gato, dando por zanjado aquel extrano intercambio de presentaciones. Sin embargo, la oyo anadir, farfullando mientras se dirigia a la salida del edificio: --Y mas viviendo con esos dos... ?Verdad, Lucifer? --se dirigio a su gato hablando de ella como si no pudiese escucharla. Algo a todas luces absurdo, con lo que le quedo claro que no le importaba un apice que lo hiciera. Payton abrio los ojos de par en par e hizo una mueca, sin terminar de creer lo que acababa de pasar. --Una senora encantadora --le dijo al portero tras sacudir la cabeza, decidiendo entrar en el ascensor. El hombre se limito a sonreir dejando la caja en el interior. Apenas le dio tiempo a salir del cubiculo antes de que se cerrasen las puertas y ella quedase sola en el interior. Apoyo la espalda en la pared metalica y suspiro. Estaba claro que vivir alli iba a ser mucho mas interesante de lo que habia imaginado. Decidio no tomarse los comentarios de aquella senora como una senal de que mudarse alli no habia sido una buena idea. Tenia que mantener su optimismo. Necesitaba pensar que estaba empezando una nueva etapa en su vida que le reportaria grandes alegrias. Y durante los escasos segundos que el ascensor tardo en llevarla hasta el octavo piso, tuvo tiempo de hacer un repaso rapido y mental a la lista de cosas que tenia a favor. Acababa de conseguir su propia seccion en la revista para la que trabajaba desde hacia tres anos como redactora: Revolution, la mejor publicacion femenina del momento. Adoraba trabajar alli porque sentia que estaba en un medio en constante crecimiento. Y tras su <>, con una proyeccion inmejorable en el trabajo. Su labor tambien le habia reportado un grupo de amigos y companeros muy agradables con los que llenar su vida social en un lugar tan vertiginoso como Manhattan, que en nada se parecia ni a su Austin natal, ni a Rhode Island, donde estaba ubicada la universidad de Brown. Echaba de menos a Lauren, su mejor amiga, pero estaba viviendo su sueno. Un sueno que el ser siniestro y despreciable de su anterior casero habia amenazado con hacer anicos. Habia aprendido la leccion y conseguido esquivar esa peligrosa bala, descubriendolo a tiempo. Habia escapado de su antiguo apartamento, como alma que lleva el diablo, en mitad de la noche y sin mirar atras. Tuvo que mudarse a un hotelucho durante varias semanas tras encontrarse en la calle, pero por suerte, en la boda de su mejor amiga, habia descubierto que Matt dejaba su increible apartamento en una de sus zonas favoritas de la ciudad: el West Village. Tenia el centro de la ciudad a veinte minutos en metro y el edificio era una pasada. No iba a estar sola, como en el anterior, y tendria que acostumbrarse a compartir espacio con dos hombres, algo que no habia hecho desde que abandono la casa de sus padres y con ellos a sus cuatro hermanos: una chica menor, y tres chicos mayores que ella. No recordaba la convivencia como un sencillo paseo; sus hermanos eran lo peor. Y ese fue uno de los motivos de decidirse a estudiar en la otra punta del pais. Preferia su independencia, pero a veces no importa lo que uno desea, sino saber adaptarse a las circunstancias. Y eso era lo que hacia ella, adaptarse y pagar por sus malas decisiones del pasado. Tampoco era algo definitivo, se dijo cuando la puerta del ascensor se abrio y, arrastrando la maleta, la saco del cubiculo metalico, coloco sobre esta la caja y se acomodo el bolson en el hombro. Comenzo a caminar por el pasillo mientras miraba los numeros de las puertas, recordandose que por malo que fuese lo que se iba a encontrar, era cien mil veces mejor que lo que habia dejado atras y que en pocos meses podria permitirse alquilar un espacio solo para ella. Con todo aquello en mente llego hasta la puerta junto a la que se podia leer en letras doradas, 8B. Saco la llave del bolsillo trasero de sus vaqueros y tomo aire un par de veces, mirandola antes de introducirla en la cerradura. <>, se dijo a si misma y, tras girarla un par de veces, entro en el que se convertiria en su nuevo hogar durante los proximos meses. La puerta daba a un pasillo que hacia las veces de recibidor. Alli solo encontro un perchero, vacio salvo por un juego de llaves que colgaba solitario de uno de los ganchos. Dejo caer el pesado bolson y solto la maleta con la caja para tomarlo con los dedos. Tenia un llavero en el que se leia: <>. Pero a ella no se le daba bien obedecer, asi que siguio haciendolo con una sonrisa en los labios. ?Que tenian de especial esas llaves? Encogio la mirada, pero sin cambiar el gesto sacudio la cabeza. Dejo el equipaje en la entrada y se dispuso a inspeccionar el apartamento aun con mas curiosidad. Y lo que encontro a continuacion la sorprendio bastante. El salon era amplio, pintado de blanco salvo por un par de paredes que mantenian el ladrillo original, rojo y desgastado. Las paredes estaban decoradas con cuadros de laminas en blanco y negro. El mobiliario era contemporaneo, eclectico, y en el se combinaban varios colores dando una sensacion acogedora. Estaba presidido por un gran sofa gris, con dos butacas a los lados, una blanca y otra morada que la enamoro al instante y en la que se imagino acomodada con un buen libro. Era una habitacion espaciosa y muy bien iluminada con tres ventanas altas. En la pared del fondo habia una chimenea con pinta de hacer decadas que no se usaba y en la que ahora habia una pila de libros. En realidad, le sorprendio la cantidad de ellos que habia dispersos por toda la estancia. Los habia en las estanterias de madera de las paredes, distribuidos sobre distintos muebles y en un cesto de mimbre junto al sofa. Era un lugar agradable, sin el aire excesivamente masculino que habia supuesto. Tampoco esperaba que hubiese tanto orden. Paso un par de dedos por la superficie de cristal de la mesita auxiliar que habia frente a ella y comprobo que estaba impoluta. Fruncio el ceno. Ella no era tan limpia ni de lejos. Esperaba que eso no fuese un problema. Con esa duda se adentro en la siguiente habitacion, la cocina. Le encanto. No era una gran cocinera, pero tenia tres o cuatro especialidades que solia cocinar cuando estaba estresada, y aquel espacio estaba equipado con todo lo necesario. Habian pintado el ladrillo de blanco y este combinaba con muebles del mismo color y encimeras de madera clara. Los electrodomesticos eran de acero y una mesa blanca, con ruedas, hacia las veces de isla, flanqueada por un par de taburetes. Tambien alli estaba todo limpio y recogido. Enarco una ceja y fue hasta el frigorifico. Y al abrirlo, sonrio. Estaba dividido en dos secciones claramente diferenciadas. La de la izquierda, llena de comida basura, precocinada, restos de pizza y otras cosas que no supo identificar. El lado de la derecha era diametralmente opuesto; productos frescos, muchas frutas y verduras, carnes y pescados, lacteos desnatados y zumos. Eso si, la zona inferior estaba llena de botellines de cerveza, que ademas eran de su marca favorita. Cerro la nevera y fue hacia el pasillo donde se encontraban las habitaciones y el bano. Este ultimo fue el primero que hallo. Tenia banera, algo que le encanto. Era sencillo, con un buen espejo y estaba igual de limpio que el resto de la casa. Al salir se dio cuenta de que, sobre la madera blanca de una de las puertas, habia un papel pegado en el que se leia: <>. Volvio a sonreir. Estaba a punto de entrar en su cuarto cuando vio que uno de los otros tenia la puerta abierta, no lo pudo evitar y asomo la cabeza. Una gran cama presidia el dormitorio en el que predominaban los tonos verdes y tierra. En la pared del cabecero habia un cuadro enorme con una de esas preciosas vacas escocesas de pelo largo. Le gustaba, era acogedor. La otra puerta estaba cerrada y no intento siquiera abrirla. Fue directamente a la suya y al girar el pomo, se sintio en casa. Era un dormitorio sencillo de cama doble y muebles de madera. Las paredes blancas y una butaca morada, gemela a la que le habia enamorado del salon. Ubicada en una esquina, era perfecta para dejar sus cosas cada dia. El armario era amplio y tenia una comoda de gran tamano tambien. Por lo demas, el cuarto estaba vacio y carente por completo de decoracion, pero cuando ella le diese su toque, haria de el un lugar perfecto. Su lugar perfecto, penso antes de tirarse de espaldas sobre la cama y suspirar aliviada. CAPITULO 2 Puso su lista de reproduccion en el movil y con ayuda de Bruno Mars apenas tardo un par de horas en sacar todas sus cosas y colocarlas. Eso la dejo en mitad de su cuarto, con media manana libre, algo que no le habia sucedido en mucho tiempo. No estaba acostumbrada a estar ociosa y se puso a maquinar. Estaba claro que limpiar no era necesario, habia hecho la colada antes de ir hasta alli y tenia el articulo de esa semana terminado. Podia haberse dedicado a investigar un poco sobre la idea que tenia para el siguiente, pero lo cierto era que hacia un dia precioso y se moria por conocer la zona. Tampoco le vendria mal recorrer el barrio, hacer algo de compra y localizar su futura nueva cafeteria favorita.

  • Madres arrepentidas de Orna Donath

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    Aman a sus hijos, pero se arrepienten de ser madres.

  • Esta tormenta de James Ellroy

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    James Ellroy retoma la historia de Perfidia con esta nueva y brutal entrega del segundo Cuarteto de Los Angeles, durante los anos de la Segunda Guerra Mundial.

  • Anos de soledad de Soledad Becerril

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    Soledad Becerril fue una de las veintiuna mujeres elegidas diputadas en las elecciones generales de 1977, en un Congreso donde habia 350 escanos; fue la primera mujer nombrada ministra, de Cultura, en un Gobierno de la monarquia parlamentaria en 1981; fue, tambien, la primera mujer elegida alcaldesa de Sevilla, en 1995, ciudad a la que dedica paginas conmovedoras, y la primera mujer defensora del Pueblo, en 2012. Diputada en seis legislaturas, senadora en una, a veces en la oposicion y otras veces con la mayoria ganadora, llego a la politica antes de cumplir los treinta anos con el afan de tomar parte en los hechos y decisiones que permitieron alcanzar la democracia y el deseo de priorizar siempre la transigencia, el dialogo y la concordia. En este libro recoge sus recuerdos de una larga etapa que empieza a comienzos de la decada de 1970 y acaba a mediados de 2017. A lo largo de una gran parte de los anos que rememora, la presencia de la mujer en la vida publica era casi inexistente, por lo que la actividad que llevo a cabo y su figura fueron seguidas con una atencion inusitada y muy critica. Este libro esta dedicado a los jovenes para que valoren como se ha llegado a un Estado democratico y de derecho, y comprendan que este reciente capitulo de nuestra historia es uno de los que acaba bien. Y a las mujeres, que hoy lo tienen todavia dificil, para que el legado y el trabajo de personas como Soledad Becerril valga para que sean tratadas con respeto, igualdad y sin discriminacion.

  • Tuya Cuando Quieras 2 de April Russel

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    Tras sentirse enganada, Megan decide irse a Roma con su madre para sanar las heridas del pasado. Retoma la musica y cuando cree que comienza a olvidar a Mikhail, este aparece en Italia para convencerla de su carino su orgullo y dolor no le permiten ver mas alla del rencor. Estara en Mikhail convencerla de su carino y sobrepasar otro obstaculo que se interpondra entre ellos, Megan tendra que elegir ?La musica o el amor? ambas no encajaran en su vida. Cientos de retos se le presentaran y el amor sera puesto a prueba retando los limites de ambos sin imaginarse lo doloroso que pueda llegar a ser. Una historia que continua llena de erotismo, juegos y amor.

  • Lo que calla la noche de Daniela Sanguinetti

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    LO QUE CALLA LA NOCHE
    Un asesinato sin resolver, oscuros secretos y perversas intenciones se tejen y se enredan en torno a una mente enferma... Ulises, un joven de veintitres anos, proveniente de una familia tipo de clase media, timido e introvertido, que en apariencia lleva una vida normal, comienza a experimentar alucinaciones, demasiado reales, en las que se ve a si mismo matando brutalmente a mujeres jovenes que se cruzan en su camino. La recurrencia y la realidad abrumadora de esas ensonaciones, sumadas al extremo deseo de llevarlas a cabo, empujan a Ulises a poner sus deseos en accion. Pero, tras el ataque fallido a una joven, sera transferido a una clinica psiquiatrica. Alli conocera a la psicologa Mariana Etcheverry, con la que desarrollara una relacion que excedera, peligrosamente, los limites entre medico y paciente. ?Podra, Mariana, ayudarlo a escapar de su propio infierno? ?Sera capaz de descubrir el oscuro origen de la obsesion criminal de su paciente o se perdera en el? "Lo que calla la Noche" es un thriller que promete envolver al lector de principio a fin.

  • Nadine de Susana Aikin

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    Cuando tu mundo se derrumba, ?puedes encontrar en tu pasado las claves de tu futuro? Dos hermanas, Nadine y Alexandra, cuyo estilo de vida diferente las ha mantenido separadas desde hace anos, se reencuentran: Nadine es una poeta reprimida que se refugia en un mundo conservador y superficial; Alexandra es una actriz pasional e impredecible que lo ha arriesgado todo por los escenarios. Pero detras de estas fachadas dispares subyace el mismo secreto familiar, un secreto inquietante que ha permanecido enterrado durante decadas en la memoria de ambas. Y ahora precisamente ha llegado el momento de descubrirlo y de hacerlo cuando la vida de las hermanas hace aguas: Nadine ha visto hundirse su matrimonio y ha perdido su trabajo y su casa; Alexandra tiene un cancer terminal y ha ido a parar al hospital donde, finalmente, la encuentra su hermana.

  • Amor divino, amor profano de Sandra Ferrer Valero

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    La campana de San Damian, vieja y oxidada, resono en la fria manana. Cuando sor Felipa, la monja tornera, se acerco a la puerta que separaba su mundo del exterior se sorprendio al oir aquella voz dulce. No era una de las muchas gentes de la comarca que venian a dejar sus donativos a cambio de algun milagro. La muchacha queria hablar con sor Clara, la madre superiora. ?Por que debia molestar a la Madre? Pregunto con dulzura sor Felipa, demasiado acostumbrada a escuchar aquella suplica desde el otro lado del muro. Preparada como estaba para dar la misma respuesta de siempre, nuestra Madre se encuentra en retiro o descansando o demasiado exhausta para recibir a nadie (no se preocupe que rezara por todos ustedes), la joven respondio con decision, cambiando de repente el tono de voz. Tenia un mensaje urgente, importante, para sor Clara y no podia esperar. No se iria de alli hasta haberselo dado en persona. No supo como pero sor Felipa se encontro, por primera vez en mucho tiempo, sin argumentos para frenar la voluntad de la muchacha que permanecia al otro lado con tono decidido. -- Me estoy helando, hermana, tenga piedad de una pobre alma que necesita transmitir una ultima voluntad a sor Clara. Habia dicho la muchacha. Y, a pesar de que sor Felipa sabia a ciencia cierta que dentro de San Damian no apaciguaria los temblores del cuerpo, abrio la pesada puerta que se encontraba junto al torno. Mientras abria aquella ruda lamina de madera carcomida miro de reojo a la joven. ?Cuanto tiempo habia pasado desde que ella misma habia vestido como una mujer, como aquella que la miraba con impaciencia? ?Cuanto habia pasado desde que Felipa se habia alejado del mundo siguiendo la luz de Clara? Demasiado. O quiza no tanto… Segundos antes de que el mundo de sor Clara y sus hermanas abriera por unos momentos su puerta al siglo, la joven se giro y miro al final del camino. Alli esperaba un hombre cuya silueta parecia la de alguien cansado y agotado. No sabia si podria verla, pero aun asi, ella le dedico una sonrisa que se perdio en la bruma de la manana. Y entro en San Damian. -- Disculpe Madre.-- Con susurrante voz, casi inaudible, sor Ines intento llamar la atencion de la Madre Clara. Algo que no era tarea facil cuando la abadesa del convento de San Damian, a la que todas llamaban madre, y no abadesa, pues nunca quiso ostentar cargo mundano alguno, se encontraba sumergida en sus oraciones. Como si se encontrara bajo del agua, la Madre Clara sentia las voces del mundo ahogadas y huecas. Parecia una estatua imperturbable si no fuera por el ligero y debil movimiento en su pecho al respirar. Sor Ines levanto la vista de la Madre Clara y miro con cierto nerviosismo hacia la puerta de la pequena y destartalada capilla pensando en aquella joven que acababa de llegar desde Asis con la firme intencion de hablar con la Madre Clara. No he podido persuadirla para que se marchara, se habia justificado sor Felipa, quien tenia la consigna, como hermana tornera, de limitar las visitas del exterior a San Damian. Todo el mundo sabia en la pequena ciudad de Umbria que Clara, aquella mujer tenaz y decidida, habia abandonado el siglo para no volver nunca mas a el y sin la mas minima intencion de conocer ninguna noticia del mismo. Y aun asi, la muchacha que se habia plantado en la puerta del convento tenia la determinante intencion de no marchar sin hablar antes con la madre de las Damas Pobres. ?No sabian que a Clara no le importaba nada el mundo? ?Por que venian a molestarla? Constante era el peregrinar de hombres y mujeres que depositaban en el torno de sor Felipa regalos para las hermanas, comida, ropa, utensilios, a cambio de alguna ayuda milagrosa. La Madre Clara se conocia en Asis por haber realizado algun milagro, desde aquellos que aseguraban que sanaba a los enfermos hasta su gran gesta al expulsar a los sarracenos de los muros de la ciudad alzando con su mano el Santisimo Sacramento ante los ojos del infiel. Por eso todos querian acercarse a ella, aunque fuera con presentes que sabian de antemano que volverian al mundo, pues en San Damian la pobreza era la maxima que regia su dia a dia. Solamente se quedaban con lo estrictamente necesario para sobrevivir y la Madre Clara hacia lo que podia con sus sinceros y constantes rezos poniendo a prueba su cansado cuerpo, que ya habia vivido mas de cuatro decadas de sufrimiento involuntario e infligido por su propia fe. Sor Ines seguia esperando junto a la que fuera en otro tiempo su hermana mayor en el hogar en el que nacio en Asis. Ahora era su Madre espiritual, quien la habia guiado por los senderos de la fe y la habia ayudado a alejar de su persona todo atisbo de actitud mundana. Algo dificil para sor Ines, quien habia seguido a su hermana a San Damian mas por amor a su persona que por una profunda devocion, a pesar de rezar dia a dia para hacerse digna de formar parte de las Damas Pobres. Lo que no habia podido dejar tras los muros de San Damian era aquella curiosidad que impregnaba su rostro de ratoncito husmeando en la existencia de los demas. Poco habia que descubrir en el monasterio, mucho menos de lo que observaba en las puertas medio cerradas de su palacio en Asis, cuando era una hermosa muchacha avida de comerse el mundo. Aun asi, siempre la curiosidad hacia que sor Ines encontrara algo que la mantuviera ansiosa y vigilante. En aquel momento, la misteriosa identidad de la joven que esperaba en el locutorio era mas de lo que podia pedir en sus monotonos dias de rezos, trabajos en el reseco huerto o alimentando a las escualidas gallinas. Sor Ines miraba a su hermana y a la puerta de la capilla con aquellos ojos oscuros, penetrantes, llenos de vida que siempre habian iluminado su bello rostro, incluso ahora que lo enmarcaba un velo aspero e hirsuto al que mucho tiempo, demasiado, tardo en acostumbrarse. -- Madre, perdonad pero…-- Sor Ines intento modificar la formula de la peticion y elevar levemente el tono de su voz, pero tampoco surtio efecto alguno en la Madre Clara. Sabia que hasta que no terminara su profundo dialogo con Dios, ni un terremoto la perturbaria. Silencio. Seguia el silencio de la oracion de la Madre Clara y seguian las miradas hacia un lado y otro de sor Ines. Silencio. Un silencio roto tan solo por las gotas que caian en un ritmico orden del techo lleno de humedad y que formaban charcos imperterritos en la capilla, contribuyendo al gelido frio de invierno y el sofocante calor del verano. ?Cuando vendria messer Mateo a arreglar por fin aquel maltrecho tejado? Desde que el pueblo campesino, los labriegos, los artesanos, se habian rebelado ya nada habia ido bien. Y de eso hacian ya unos cuantos anos. El orgullo aristocratico de la que un dia fue bautizada como Catalina, pero resucito como sor Ines, no habia desaparecido al vestirse la toca de religiosa. Era un pecado de orgullo que no podria desterrar de su corazon. El linaje de su familia, los Favarone, se hundia en las profundidades de la historia y nunca habia perdonado ni posiblemente perdonaria a aquellos estamentos inferiores que habian querido para ellos lo mismo que los grandes nobles de las ciudades. Y habian sacrificado a su padre en el camino… Luchaba a menudo contra el pecado de la soberbia mirandose en el espejo de quien un dia fue su hermana mayor, quien no albergaba en su corazon ningun odio ni rencor posibles. Pero sor Ines sabia que, a pesar de que su entrada en religion habia sido milagrosa, tenia que trabajar mucho sus rezos y penitencias para conseguir estar a la altura de muchas de las hermanas pobres de San Damian. Curiosidad, soberbia, y algun que otro defectillo hacian de aquella graciosa jovencita una monja dificil de corregir.