• el buscador canal 13 rio cuarto - Elora Norte

    https://gigalibros.com/el-buscador-1.html

    Una extrana plaga esta matando gente aleatoriamente en el pueblo de Ithil. Los lideres de los tres poderes principales del pueblo; el Consejo, el Templo y la Guardia; deberan dejar a un lado sus rencillas y olvidar los problemas del pasado. Tendran que unirse a los buscadores, mandados desde la capital, que han venido a ayudar y encontrar la causa de la enfermedad. Pero para Risha, su hermana Paro y el Capitan Tash la llegada del buscador Aryom supone una revolucion en sus vidas mas grande que la plaga.

  • El buscador | Telediario Digital

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    Prohibida la reproducción sin citar la fuente. Imperio Televisión S.A.. Rotativas: +54(0358)4647000 C.P: 5800. Río Cuarto – Córdoba – Argentina.

  • Buscador y Guia - Imperio Televisión

    https://imperiotv.com.ar/buscador-y-guia/

    Imperio Televisión S.A. (Canal 13) Río Cuarto, Córdoba, Argentina. Planilla de registro público de prestadores (Ente Nacional de Comunicaciones)

  • Imperio Televisión | desde Río Cuarto para todo el País

    https://imperiotv.com.ar/

    CANAL 13 Y CANAL 29 · TELEDIARIO TELEVISION · TELEDIARIO DIGITAL ... EL BUSCADOR · INCA. Imperio Televisión S.A. (Canal 13) Río Cuarto, Córdoba, Argentina.

  • Canal 13 (Río Cuarto) - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Canal_13_(R%C3%ADo_Cuarto)

    El Canal 13 de Río Cuarto es un canal de televisión abierta argentino que transmite desde la ciudad de Río Cuarto, El canal se llega a ver en la zona sur de ...

  • RTVE Play: Todos los contenidos de RTVE disponibles gratis

    https://www.rtve.es/play/

    Serie documental sobre el Canal de Castilla. Cuatro capítulos con una duración de 55 minutos cada uno en los que se recorre los aspectos históricos, ...

  • Guía de programación de TV - DirecTV

    https://www.directv.com.ar/guia//guia.aspx

    Canal 10112 : 00 PM - 6 : 00 PM, Canal 1016 : 00 PM - 12 : 00 AM ... Sandra Lee: Especialista en piel - Adormecido4 : 18 PM - 5 : 13 PM, Vestido de Novia ...

  • Historia de la Televisión en la Ciudad de Río Cuarto - Letras ...

    http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/tyrrell_eduardo/historia_de_la_television.htm

    86 TV Canal 13 de Río Cuarto, junto a canal 7 de Buenos Aires fueron los dos primeros canales que iniciaron las transmisiones cromáticas en Argentina. Con el ...

  • Mitele: Series, Películas y Programas TV a la carta, online

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  • Bajo la luna de Sidney de Monica De La Torre

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    Daniela, una joven madrilena recien licenciada en Veterinaria, llega a Australia para incorporarse en su nuevo puesto de trabajo en una clinica en Sidney. Ilusionada, desea emprender un camino en su vida, aunque este lejos de su familia y amigos. Pero tambien lleva consigo un recuerdo amargo: el final de su noviazgo con Hugo. Decidida a superar este mal momento, se entrega a su nuevo destino sin saber que esta ciudad tiene muchas sorpresas reservadas para ella y pronto descubrira que la vida en Sidney no iba a ser tan facil y maravillosa como ella pensaba.

  • Tristeza de los citricos de Liliana Blum

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    Sabado al fin. Lucia se levanto de la cama con ese pensamiento y una sonrisa. Las ensonaciones que acumulo en su mente durante todos los otros dias iban a tomar forma al fin. La semana habia sido eterna. Asi eran todas desde que conocio a Marcelo. Camino por el pasillo rumbo a la cocina, moviendo un poco las caderas al ritmo de una musiquita dentro de su cabeza. La casa olia a encierro: abrio la ventana que daba al patio y el jardin. Se habria fijado en el polvo acumulado en el alfeizar, pero algo mas capturo su atencion. Una de las macetas parecia haber sufrido un ataque con granada: sus entranas de tierra expuestas, fragmentos de planta y trozos de barro yacian dispersos por los adoquines. No eran ni las ocho de la manana. Sin pensar, su dedo indice fue a posarse sobre el lagrimal para quitarse una lagana: tardo unos segundos en procesar la totalidad de la escena. No era muy buena para la jardineria, pero intentaba mantener vivas las plantas en las macetas mas bonitas que podia encontrar: un ama de casa se valora por la limpieza de su hogar, el cuidado de su jardin y el buen cuerpo a pesar de los hijos. Por la brutalidad de la imagen no habia advertido en primera instancia al Capitan Capibara, pero el grito de Eloisa la arranco de tajo de aquella mezcla de indignacion e incredulidad ante el destino de las violas. Se sorprendio por encontrar a su hija alli. ?Por que le afectaba a ella la tragedia de aquella planta si la unica preocupacion de la nina a esa hora era ver Discovery Kids? Aquello era tragedia para senoras de cierta edad. Su abuela solia decir que una maceta rota en la manana era presagio de un mal dia que solo empeoraria a medida que corrieran las horas. Pero Lucia no era supersticiosa, sino pragmatica. Aquello solo significaba mas trabajo para ella. Las caritas formadas por las motas de los petalos regadas entre la tierra contribuian a dar el efecto de una masacre. Cerro los parpados y se convencio a si misma de que ese accidente no podia arruinar su sabado: nada que no pudiera resolverse con una visita al vivero, una escoba y un recogedor. El sabado era el mejor dia. Algo tan nimio como eso no cambiaria sus planes. Abrio los ojos y percibio el cadaver del cobayo. Extendido tras una tortuga de barro que albergaba a las dalias, con la cabeza destrozada por detras, parecia llevar una corona de cuajos de cerebro y sangre. Comprendio al fin el grito de su hija que, aullando, tiraba con fuerza de su ropa, como si quisiera castigarla a ella por la muerte de su mascota. ?Le daria tiempo a limpiar aquello antes de su cita? II Un, dos, tres, cuatro... y cinco. Lucia conto despacio, con parsimonia, antes de cortar el chorro del aceite y poner el sarten sobre la flama. Vertio todo un tramo de chorizo hasta verlo expulsar su propia grasa rojiza sobre el teflon. Luego de unos minutos, cuando el aroma inundo la cocina, fue rompiendo uno a uno los cinco huevos para incorporarlos. El desayuno tan bellamente dispuesto frente a el provoco en Cesar esa expresion de gula que ella conocia muy bien: un vaso con medio litro de jugo de naranja, una taza de cafe con leche, cinco tortillas de harina y los huevos con chorizo, brillantes como charol. Lucia lo miro engullir aquello desde la puerta de la cocina. El doctor le habia prohibido grasas, azucares y alcohol, ademas de haberle ordenado una vida menos sedentaria. Prediabetico, hipertenso, con mas placa en las arterias que un hombre del doble de su edad, el candidato ideal para un infarto. Pero su marido no daba indicios de entender los riesgos de ignorar las recomendaciones medicas. ?Por que, entonces, le habia preparado Lucia aquel desayuno? Era obvio: no lo queria y le daba igual lo que le pasara; aun mas, si se moria pronto por comer asi, mejor. No. No era cierto. Lo hizo porque lo amaba tanto que no podia negarle nada, porque lo respetaba y sabia que era un adulto capaz de tomar sus propias decisiones, y no queria actuar como si fuera su madre. Regreso a la cocina. El reloj con silueta de cafetera de la pared parecia estatico. Se volvio a sentir como en la primaria, contando los minutos para salir de clase. Comenzo a preparar un huevo estrellado y sirvio un vaso de leche con chocolate para Eloisa. Cuando escucho la voz de Cesar, estaba a punto de ponerle unos ojitos de catsup a la yema. --?Por que esta llorando la nina? Lucia enderezo la espalda y respiro hondo para controlarse: le crispaba que Cesar se refiriera asi a su hija, sobre todo porque Eloisa estaba sentada frente a el en la mesa. ?No podia preguntarle? Desde la barra de la cocina, ella grito como si estuviera muy lejos: --Elo, dile a tu papa que paso. Lucia termino de pintarle una boca a la cara amarilla y decoro las orillas con picos rojos para simular un sol. Le puso un popote al vaso y contemplo su obra: podrian decir lo que fuera de ella, pero nunca descuidaba a su hija. Al contrario, detalles como este hacian que Eloisa diera grititos de alegria y se colgara de su cuello para decirle que era la mejor mama del mundo. Pero hoy el esfuerzo se veria neutralizado por la muerte del roedor vegetariano que la esclavizaba obligandola a cortar dos veces al dia trozos de apio, zanahoria y lechuga para alimentarlo. --Mataron al Capitan Capibara, papi. La voz de Eloisa se quebro; la nina sorbio mocos y luego uso el dorso de la mano para limpiarse. Lucia entro en ese momento y puso el huevo-sol frente a su hija. Cesar hizo contacto visual con ella, esa expresion patetica de perfecto inutil, como siempre que no sabia como actuar con Eloisa. Con el paso de los anos, ambos habian llegado a perfeccionar aquella comunicacion no verbal hasta llegar a niveles insospechados: incluso a veces podian mandarse al carajo con un simple gesto, o incluso un suspiro con la fuerza adecuada. Se acerco para recoger la taza vacia de su marido y le susurro: --El cuyo --luego, en voz mas fuerte--: voy a traerte mas cafe. --?Que le paso al cuyo, mija? --pregunto el con falsa seguridad. --Tenia la cabeza toda explotada por atras. --La nina se cubrio la cara con las manos y se solto a llorar--. Solo tenia su carita... Lucia contuvo el aliento por unos segundos haciendo acopio de paciencia. Tras descubrir el cadaver, le habia tomado casi media hora hacer que su hija dejara de llorar y ahora estaba chillando otra vez. ?Podria volver a calmar a Eloisa y aun asi llegar a tiempo a su cita? --?La cabeza, dices? --Cesar introdujo un tenedor lleno de huevo en la boca y ella rogo a los cielos que no continuara hablando mientras masticaba. ?Pero cuando han escuchado los santos las plegarias de una esposa?--. Si le arranco la cabeza, entonces fue un cacomixtle --dio un trago a jugo de naranja--. No hay duda. El hombre masticaba y discurria al mismo tiempo sobre los habitos depredadores de esos animales. El ruido de la comida triturada, la saliva haciendo su parte en el proceso de deglucion y la mandibula moviendose obligaron a Lucia a recoger rapido algunos trastes usados y volver a la cocina en busca de refugio. Era repugnante. Quisiera pensar que si de novios lo hubiera visto hacer algo asi, jamas se habria casado con el. ?Estaba ciega? ?O a partir de cierto tiempo a el dejaron de importarle los modales? Al menos Eloisa ya habia dejado de llorar y escuchaba con interes la informacion sobre el asesino del Capitan Capibara. Lucia abrio el grifo para lavar los trastes. Mezclada con el sonido del agua, llegaba a sus oidos la voz de su marido describiendo el modus operandi de los cacomixtles. El olor a huevo del sarten le provoco nauseas y tuvo que verter un chorro de cloro en gel en el recipiente del jabon. Eso arruinaria la suavidad de sus manos; tendria que usar una buena crema para revertir el efecto. Era sabado y necesitaba que su tacto fuera el mas terso del mundo. III Consulto su telefono: faltaba una hora para el inicio de su primera clase. La de reposteria habia sido recomendacion de su mama y la de natacion, de la suegra. El camino al corazon de un hombre es a traves del estomago, habia dicho su madre, una de las mujeres mas ingenuas que Lucia conocia. Tal vez por eso creia que usar refranes populares era el mejor vehiculo para transmitir la sabiduria. Como las parabolas de Jesus a sus discipulos, decia con una mano en la cintura y la otra tocando el crucifijo que pendia de su cuello. Parecia una taza: una taza muy devota. La suegra, en cambio, abatida por la obesidad y la diabetes, era menos religiosa y mucho mas pragmatica. Una tarde, durante una comida familiar, se habia acercado a su nuera para apretarle con el indice y el pulgar una lonja sobre la cintura. <>. Lucia la contemplo como si no creyera lo que habia oido: ?como se atrevia a decirle algo asi, ella, que parecia una ballena? Entonces, como si fuera psiquica, la suegra agrego: <>. Luego exhalo: se agitaba por cualquier movimiento, hasta por hablar. El papa de Cesar no volvio a tocarme desde que me puse asi. Lucia habia comenzado a apilar los trastes para llevarlos al fregadero. La senora la seguia del comedor a la cocina, esperando una reaccion, pero ella apreto los labios y tenso la quijada en directa proporcion a como se sentia ofendida. <>. En ese instante, las dos hicieron contacto visual. Sus ojos parecian decir: sabes a lo que me refiero. Metio en su maleta deportiva traje de bano, gorra, toalla, goggles, y un estuche en donde guardaba el champu, jabon, desodorante, crema corporal y perfume, luego puso su delantal y una cofia en una bolsa de plastico que guardo junto con lo demas. Frente al espejo, sumio el vientre. Eloisa se quedaria en casa con Cesar un rato, pero mas tarde el la dejaria con alguna de las abuelas, que se peleaban por cuidar a la unica nieta en ambas familias. Los sabados por la tarde el jugaba futbol con sus amigos. Aunque aquello sonaba como una actividad atletica, en realidad se trataba de un partido en el que todos los jugadores, panzones y con calcetines que les cubrian las pantorrillas, se quedaban parados lanzandose pases mediocres con la pelota. Si alguno llegaba a correr, era solo por unos diez o veinte metros antes de parar y encorvarse para recuperar el aliento con las manos apoyadas en las rodillas. Media hora despues llegaban a la conclusion de que ya habian hecho suficiente ejercicio y buscaban una sombra, abrian la hielera y sacaban las cervezas. En el hipotetico caso de que alguno hubiera llegado a quemar alguna caloria, la recuperacion del partido los hacia volver a su casa mas gordos que al salir a la cancha. Pero eso si: la culpa habia sido de Lucia y sus kilos de mas por el embarazo; sus estrias y la grasa extra en su cuerpo habian provocado que Cesar le fuera infiel. Como si las gallinas fueran responsables de que las degollaran por tener plumas. Era estupido. No tenia logica. Y sin embargo, esa habia sido su excusa. Termino de quitarse la ropa y la arrojo con fuerza al cesto de mimbre en el bano. Desnuda, tomo la crema depilatoria y se agacho para untarla en sus piernas. Un olor quimico y punzante impregno sus pulmones. Esta sustancia no podia ser buena, pero no tenia tiempo ya de depilarse con cera caliente. Eloisa asomo su cabecita por la puerta del bano: --Mami, ?vamos a comprar otro cuyo? Doblada hacia el frente y con las manos embadurnadas de blanco, Lucia tuvo una vista privilegiada de las lonjas de su vientre y de sus pechos colgantes. Penso en las perras callejeras. Se irguio de inmediato y succiono aire antes de enfrentarse con el espejo para comprobar que aquella imagen era reversible con tal solo cambiar de posicion. Estoy hecha una vaca, penso. No hablo en voz alta porque la psicologa de la escuela les habia advertido que los comentarios vengativos sobre el cuerpo moldeaban las mentes de las ninas. Un futuro de anorexia, bulimia y frustracion perpetua las esperaba si escuchaban a sus madres denostar sus propias figuras. --Vamos a ver, mi amor. --El reloj indicaba que ya habian pasado los tres minutos requeridos. Tomo el rastrillo sin filo para remover la crema--. Si va a andar libre en el jardin como el otro, lo va a matar tambien ese animal. --Se llama cacomixtle. --Habia un cierto aire de superioridad en la vocecita de su hija. Le fascinaba poder corregir a su madre--. Pero puede vivir en una jaula. --Eso, el cacomixtle. --Lucia enjuago el rastrillo en el lavabo y vio caer grumos de crema y vellos negros--. Si lo ponemos en una jaula se va a morir de tristeza. Eloisa puso cara de compungida, como siempre que estaba a punto de hacer un berrinche. Maravilloso. ?Por que no podia ir a importunar al papa que no estaba haciendo nada? Su marido le habia sido infiel con la asistente del contador que llevaba las cuentas de su microempresa. El idiota habia cerrado la ventana del navegador, pero sin salir de su cuenta de correo electronico, una direccion que Lucia desconocia. A la hora en que se sento a revisar sus mensajes en la computadora familiar, se encontro con la bandeja abierta y una carta no leida. Era una carta de amor cursi y con pesima ortografia. Cuando Cesar regreso del trabajo hubo gritos e incluso algunos ridiculos punetazos que lanzo Lucia y que el neutralizo sin problema tomandola de las munecas. Mientras montaba su escena, Cesar se defendia diciendo que no era su culpa que ella hubiera perdido interes en el sexo y que lo tuviera abandonado, ocupada a tiempo completo con la bebe. Eso, sin mencionar lo mucho que habia engordado durante el embarazo. --Elo, no llores. A lo mejor compramos un gatito. --Se acerco a la nina y le acomodo el cabello detras de las orejas--. O tal vez un cachorro que no vaya a crecer mucho. La carita infantil se ilumino con aquellas palabras y Lucia no pudo dejar de experimentar un estrujamiento en el corazon, un dolor bueno, tierno. Si por atender a esta criatura el cerdo de su esposo habia corrido a los brazos de esa puta, bien habia valido la pena. Con el tiempo, la terapia, la inercia y las intervenciones de su madre y suegra, que terminaron enterandose, el matrimonio se habia repuesto de aquel <>. La infidelidad habia sido un episodio del pasado, como aquella vez que la lavadora se descompuso o ella olvido sacar un pollo del horno y la cocina quedo apestando a quemado durante dias. Pero no habian dado los pasos necesarios para resolver el problema de fondo. Solo lo guardaron al fondo del closet, como los regalos que no gustan pero no se pueden reciclar. Lucia no lo perdonaria nunca. --?De veras, mami? --Si --Lucia se puso un sosten que le aumentaba el busto un par de tallas y que la hacia parecer una paloma golona. Analizo su cuerpo desde varios angulos y se puso perfume en la y griega que se le formaba entre los pechos rebosantes--. Aunque papa no quiera. IV Lo que Lucia tenia con Marcelo era sexual. Tras conocerse, nunca se habian visto fuera del motel: jamas habian compartido una comida o ido al cine. No conocian a ningun miembro de sus respectivas familias y nunca irian juntos al supermercado. Ella no le traeria a la cama un remedio para la gripa ni el la veria recien levantada y sin maquillaje. Ningun futuro. Solo sexo. Marcelo la hacia sentir ligera, sin peso, radiante incluso, como una medusa que flota en el oceano y no piensa nada porque no tiene cerebro. Al volver a casa tras estar con el, Lucia permanecia varias horas suspendida en esa ingravidez deliciosa, como cuando de nina patinaba durante horas y al quitarse los patines tardaba en adaptar de nuevo sus pies al piso. Encendio la luz: siempre la sorprendia la distribucion de los muebles, que podia variar de un cuarto a otro; el kit de condon, champu, jabon y pastillas de menta sobre el lavabo; la regadera de paredes transparentes, visible desde la cama. El aroma a productos quimicos queria enmascarar los olores sexuales de las parejas que habian estado alli, pero a ella le parecia que mas bien los exaltaba. Marcelo bajo la hielera del carro; saco una cerveza para el y una bebida preparada de lata para Lucia. Si las rutinas de su vida domestica le resultaban tediosas, las que habia desarrollado con su amante la prendian: quedarse de ver cerca de la escuela de reposteria, dejar su carro alli y subir al de Marcelo, que la esperaba sonriente, oliendo a locion Calvin Klein y con una cara que la hacia sentir como si ella fuera lo mejor que le habia sucedido en toda la semana, manejar hasta el motel en las afueras de la ciudad, ponerse una gorra deportiva y lentes oscuros antes de entrar. Luego sexo por el tiempo exacto de sus clases de reposteria y natacion juntas, y regresar a casa banada, como si hubiese nadado. Pocas veces hablaban de camino al motel: apenas sobre el clima, si Marcelo habia tenido que esperarla mucho tiempo, la falta de fluidez en el trafico. Aunque el conocia la situacion de Lucia y la existencia de una hija (la cicatriz de la cesarea y las estrias eran imposibles de pasar por alto), no sabia detalles de su vida. Ya en el cuarto, el intercambio de palabras entre ambos se reducia a peticiones especificas o a indicativos de que algo iba bien. Entre ellos habia sexo y nada mas. Ese era el proposito del oasis. Lucia dejo la bolsa sobre el tocador y acepto la bebida que Marcelo le puso en la mano. Sentados muy cerca uno del otro, en la orilla de la cama, bebieron en silencio sin quitarse los ojos de encima. Necesitaban tiempo para pasar de sus respectivos mundos a este privado, como el pez angel que hace un ano le habia comprado a Eloisa. Segun el empleado de la tienda de mascotas, era necesario ponerlo en la bolsa de agua dentro de la pecera de la casa, y abrirla poco a poco. <>. Asi con ella: requeria un periodo para que su cerebro, pero sobre todo su cuerpo, supiera que ahora estaba con Marcelo. Al terminar su margarita, Lucia se sintio aclimatada al olor de Marcelo, a la textura de su piel. Se desvistieron sin ayudarse y se acercaron para cerciorarse de la realidad del cuerpo ajeno. Se besaron despacio al principio, pero a medida que se adentraban uno en el otro, sintio la urgencia de besarlo mas rapido y de modo casi violento, como necesitara devorarlo. Estaba acostumbrada a gritar muy fuerte cuando cada particula de su ser se estremecia con lo que ella solo podia definir como felicidad. Esta vez no pudo: ya estaba cerca, pero perdio el impulso a mitad del camino, igual que un jabon que se resbala entre las manos. Cambiaron de posicion varias veces y por fin fingio su orgasmo. ?Para que alargar el tormento? Poco despues, Marcelo se convulsiono debajo de ella con ese ruido animal y viril que a Lucia le parecia el sonido mas hermoso del planeta, pero que hoy estaba manchado de rencor. El si, pero ella no. Se dejo caer de espaldas sobre la cama, brazos y piernas extendidos como una estrella de mar, la vulva humedecida. El ambiente impregnado de su propio olor marino, del sudor de los dos, de semen, oscilaba sobre ellos como el Espiritu Santo en el libro de catecismo de su hija. Lucia giro la cabeza hacia Marcelo, que ostentaba ese gesto de agradecimiento y satisfaccion que tienen los hombres despues de eyacular. Cuando lo vio por primera vez, nunca imagino que terminaria asi con el, esperando a que el ritmo cardiaco se les normalizara y el sudor se secara en la piel mientras el cansancio del orgasmo les recorria cada fibra de sus musculos. Movio la mano hasta tocar la de Marcelo: entrelazaron los dedos y ella cerro los ojos. Se habian conocido en un negocio de insumos para oficinas y escuelas. Lucia hacia fila para sacar fotocopias; el revisaba unos mapas sobre el mostrador perpendicular a ella. ?Arquitecto? Marcelo la sorprendio mirandolo y le sonrio. Sin duda soltero. Tenia aun ese aire de osadia y ligereza de espiritu que nunca sobrevive a los primeros anos de matrimonio. Ella se sonrojo: hacia anos que no coqueteaba, anos tambien sin que un hombre la mirara asi. Al levantar la cara para darle al empleado el cuaderno con las recetas de la abuela para fotocopiar, se dio cuenta de que el seguia mirandola. Sin mas la invito a un cafe. ?Que encontro en sus ojos que intuia la posibilidad de que ella aceptara? ?O era algo que hacia con todas? No importaba. Habia aceptado de inmediato, sintiendo un calor intenso que la recorria completa. Era como una de esas comedias romanticas: se emocionaba a una distancia segura. Pero de pronto se habia convertido en el personaje principal, sentada en un cafecito con decoracion retro y frente a un hombre mucho mas joven que ella. Contra todos los consejos maternos y de revistas femeninas, tuvo sexo con el en la primera cita, si es que a eso se le podia llamar cita. Si se habia vuelto un personaje de pelicula cursi, una mujer que en realidad no era ella, ?que mas daba? La noche despues de haber estado con Marcelo por primera vez, Lucia paso por todos los estados posibles: feliz, angustiada, feliz, arrepentida, feliz, entusiasmada, feliz, avergonzada, feliz, con ganas de repetir. ?Pensaria el que era una puta que hacia eso con cualquiera? Tras varias vueltas sobre el colchon habia decidido que no importaba: nadie, salvo ellos, lo sabria. Ademas, si no la tomaba en serio, era irrelevante: ella ya estaba casada. ?No era ese el unico proposito de ser tomada en serio? Lucia se coloco a horcajadas sobre las caderas de el y le regalo la vista de su cuerpo entero. Coloco sus palmas abiertas sobre el pecho y jugo con esos vellos oscuros y gruesos. Quiso iniciar el sexo otra vez, pero no pudo. El deseo la habia abandonado y se sentia sin fuerzas, como un juguete sin baterias. El la jalo hacia si para besarla: ella correspondio sin ganas y fue evidente para los dos. --?Que pasa? Quien sabe si fuera el dia del mes (faltaba una semana para su periodo), o si en verdad la escena del cuyo la habia afectado mas de lo que pensaba, pero la tristeza ensombrecio su cara. Nunca habia sido buena para ocultar sus estados de animo: su desolacion era evidente. No hubiera querido contaminar este espacio, lo que sea que Marcelo y ella tenian, con el tedio de su otra vida, con sus problemas de ropa sucia, las fechas limites de pago, comidas balanceadas o como limpiar un dibujo con crayola de las paredes. Pero ante la pregunta de Marcelo, su cerebro no tuvo mas opcion que contarle lo que habia pasado esa manana: la maceta, el cuyo, el llanto de Eloisa, la actitud desesperante de Cesar, la culpa que la embargaba por haberse reunido con el cuando su hija se habia puesto tan mal. --?Que es un cuyo? Lucia puso los ojos en blanco por un segundo. ?Que pasaba con el vocabulario de los jovenes de hoy? --Es lo mismo que un conejillo de indias --intento que su voz no adquiriera el tono didactico que usaba con su hija. Marcelo tenia cara de no entender--. Los animalitos que usan en los laboratorios para experimentar... Tampoco. Los roedores no estaban en el repertorio de conocimientos de su amante. Iba a agregar que los cuyos eran un platillo muy apreciado en Peru, pero el ya estaba tocandole las tetas y no era precisamente agradable. --Basta --tomo las munecas de Marcelo--. No me estas escuchando. Vio la expresion de su amante: impaciencia, fastidio. Queria sexo y ella estaba hablando de sus sentimientos. Un parpadeo. El deseo de Marcelo de estar en cualquier otra parte. Quizas con una mujer de su propia edad, con preocupaciones de chica joven y sin hijos. Un segundo, pero alli estaba, era evidente. ?Lo habia arruinado todo? Un silencio incomodo se concentro en el aire, como la humedad pesada antes de una tormenta. Marcelo se puso de pie y comenzo a vestirse. --Quede de llevar a mi hermana al centro comercial. Tal vez la maternidad la habia vuelto mas sensible para detectar las mentiras, pero esta era la primera vez que Marcelo mentia y era tan estruendoso como un vaso que se estrella contra piso. Lucia sintio un malestar que se extendia por su cuerpo. Fingio consultar la hora en su celular y dijo que tambien debia irse. Se metio a banar y mojo su traje de bano en la regadera. Seco su cuerpo con la toalla que habia traido de su casa. Una puesta en escena para beneficio de su estabilidad conyugal.

  • El libro de la felicidad de Nina Berberova

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    Paris, 1923. Sam, un joven violinista miembro de la alta burguesia judia de San Petersburgo, se suicida de un disparo en la cabeza. Esta noticia produce en Vera, su amiga de la infancia, una fuerte conmocion que agita los cimientos de su adormecida memoria. A partir de este suceso, tragico y doloroso, y alternando imagenes del pasado que confluyen en las circunstancias del presente, Nina Berberova narra la vida, las adversidades y los sobresaltos de la joven Vera, desde su infancia hasta el dia en que, finalmente, logra encontrar la felicidad que estaba dispuesta a conseguir a cualquier precio.

  • Un perverso encanto de Candace Camp

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    Ella es demasiado puritana, a el le gusta transgredir las normas sociales, pero tendran que trabajar juntos para vencer aquella fuerza oscura.
    A Lilah Holcutt le disgusto Constantine Moreland desde el primer momento en que lo vio. Tal vez fuera guapo, pero tambien frivolo, brusco, impulsivo y, lo peor de todo, un libertino. Pero, cuando el hermano gemelo de Con se caso con la mejor amiga de Lilah, ella empezo a verlo mas de lo que le habria gustado. Y, cuando las hermanas de Con sufrieron un misterioso secuestro, la propia curiosidad y terquedad de Lilah terminaron por imponerse, de manera que se encontro comprometida a fondo con la investigacion de Con.

  • Calle Dublin de Samantha Young

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    Jocelyn Butler se ha estado escondiendo de su pasado durante anos. Pero todos sus secretos estan a punto de ser descubiertos?
    Hace cuatro anos, Jocelyn dejo atras su tragico pasado en los Estados Unidos y comenzo de nuevo en Escocia, enterrando su dolor, haciendo caso omiso de sus demonios y avanzando sin ataduras. Su vida solitaria esta funcionando bien hasta que se muda a un nuevo apartamento en Dublin Street, donde

  • Edicion limitada de Noe Casado

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    La paciencia es una de las grandes virtudes que sin duda no puede incluirse entre las de Axel. Treintanero, empresario con taller mecanico propio y poco o nada dado a perder el tiempo. Por encima de todo, a quienes no soporta es a las mujeres desesperadas. Pero como reza el dicho: nunca digas de esta agua no bebere…
    Vision de futuro. Esa es la gran idea que nos meten en la cabeza, pero que de ningun modo puede aplicarse a la vida de Portia. Dos divorcios, varios amantes, una amenaza de bancarrota y un hermano cansado de sufragar gastos la condenan a un puesto de trabajo con un salario minimo y que como mucho le da acceso a ropa de fabricacion masiva. Y para rizar el rizo, en un ambiente hostil…
    ?Encontraran Axel y Portia algun punto en comun a pesar de pertenecer a mundos tan opuestos?

  • Los Hijos del Tiempo de Chaiene Santos

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    Vencedor del Premio Wattys, casi dos millones de lecturas con la trilogia en portugues en Wattpad.
    Premisa: Un joven estudiante salva a una princesa de un perverso enemigo en un exoplaneta – y el mundo de cambios en el pasado del planeta Tierra.
    ?Que misterios se ocultan mas alla de las estrellas?
    Mientras la mayoria de los jovenes se preocupa con la facultad, amistades e incluso novias, Nicolas pasa sus horas con la cabeza fuera de orbita; literalmente. El nunca tuvo un padre y por eso se siente triste. Su mayor deseo es conocer el espacio. Haciendo el curso de Astronomia, el se siente mas a gusto entre cuerpos gaseosos, supernovas y agujeros negros, sonando en un dia desvendar los grandes enigmas del Universo. Hasta que una misteriosa chica entra en el aula…

  • Desaparicion en Tregastel (Comisario Dupin 6) de Jean-luc Bannalec

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    El comisario Georges Dupin se enfrenta a la mision mas dificil de su vida: descansar durante dos semanas enteras. Pero odia estar inactivo y aprovecha la minima oportunidad para merodear por los alrededores, de modo que su incansable curiosidad no tarda en verse recompensada. Primero desaparece una estatua de la capilla del puerto, mas tarde una diputada es agredida durante una manifestacion y poco despues una mujer se esfuma sin dejar rastro. Pero el golpe que perturba definitivamente la tranquilidad de Dupin es el hallazgo de un cadaver. La tentacion es demasiado fuerte y el comisario empieza a investigar a escondidas.

  • Una historia negra de Antonella Lattanzi

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    Empieza el juicio a una mujer
    que es un juicio a todas las mujeres.
    Nadie te ha contado esta historia asi.

  • Lealtad y sangre de Raul Garbantes

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    LO UNICO QUE Linda Amatista escuchaba, despues del ruido del agua fria estrellandose contra su cuerpo y el suelo, era el sonido del viento corriendo entre los arboles. Por un instante, eso era todo lo que existia, como un hechizo. Se aferro lo mas que pudo a ese sonido que era un oasis en el infierno que estaba viviendo, por un tiempo que empezaba a parecerle inconmensurable. Solamente entendia que ahora la unica realidad era el dolor. A medida que volvia en si, cada parte de su cuerpo daba fe de vida a traves del suplicio que le hacia padecer. Ya el mundo de afuera se habia vuelto borroso, sonidos, formas y colores vagos; pero su mundo interno era un enjambre de senales de dolor vertiginoso que hacia parecer su cuerpo mas extenso de lo que en realidad era. Mas que un cuerpo humano, un continente de sufrimiento. --Ya es hora --escucho decir. Sintio el resplandor de una luz a traves de los parpados hinchados. Trato de taparse la cara un poco con uno de sus brazos. Ambos se alzaban sobre su cabeza inclinada, pendiendo de las munecas esposadas, estas, a su vez, entrelazadas con una cadena que se elevaba hasta un liston de madera en el techo. Las rodillas tocaban el suelo, pero ya casi no sostenian todo el peso de su cuerpo, los tobillos atados tambien. Trato de abrir los ojos. Era como si su rostro hubiera mutado a una mascara tallada por los golpes. Ahora podia escuchar hasta el zumbido de la unica bombilla de aquel pequeno lugar, una que colgaba desnuda de un cable; tambien escucho el rechinar de la madera con los pasos del torturador. Apenas podia ver su vaga silueta del otro lado del cobertizo, tomando algo entre las manos, quiza una soga. --Todo va a terminar pronto --dijo el hombre. <>, penso ella, desconcertada; como si no la hubiera abusado ya lo suficiente, como si de esa forma no la hubiera despojado ya de cada parte de su persona: treinta y tres anos, Linda Amatista, oficial de Policia condecorada del distrito de Olivares. El orgullo de su madre y de sus amigas. El hombre se acerco y libero las esposas de la cadena. Ella dejo caer todo su cuerpo al suelo, sintiendo la madera rugosa y el frio de la noche que erizaba su piel, el viento ahora golpeaba con mas fuerza que antes, produciendo un silbido cuando chocaba con el cobertizo. Por fin podia respirar hondo, por fin sus musculos se distendian, y aquel alivio mitigo un poco el calvario que atravesaba. Vio la silueta del hombre acercarse, sus contornos difusos por la luz de la bombilla, pero, sobre todo, por la mezcla de sangre y sudor que se acumulaban entre los parpados de ella. Sintio una sombra cubrirla por completo y luego un ardor cuando el retiro la cinta adhesiva de su boca, removiendo luego el panuelo del interior de esta. El frio, el miedo y el dolor le sacaban sonidos involuntarios que no lograba reprimir por mas esfuerzo que pusiera. Lo escucho reir para si y sintio ira, quiso hacer sufrir a cada hombre que conocio alguna vez, quiso hacerlos suplicar por la muerte que ella ahora deseaba para si. Sintio toda la saliva y sangre acumuladas en su boca y trato de decir algo. Su garganta estaba tan seca que apenas dejaba salir aire. --?Que? --pregunto el hombre, acercando el rostro. Enseguida se cubrio de una sustancia rojiza y viscosa al recibir un escupitajo de su victima. En el silencio que siguio, ella supo percibir la rabia acumulandose en su abusador. Esta era la unica victoria que podia permitirse, asi que sonrio como pudo, esperando que el regocijo la acompane hasta el ultimo momento. --Eres una guerrera --escucho decir al hombre--. Para nada como las otras. <>, penso Linda. Mientras, ella se obligo con todo su ser a no darle esa satisfaccion, la de verla quebrarse mentalmente. Entonces recordo las palabras de su mejor amiga, Aneth Castillo, cuando estaban en la academia de Policia. Cuanto le hubiera gustado verla una ultima vez. Quiso permanecer un poco mas en aquel recuerdo, pero su captor habia comenzado a golpearla de nuevo. Tomo algo de tiempo para que el hombre se percatara del propio frenesi en el que habia caido. Se sorprendio a si mismo con el rostro desencajado por una mueca que mezclaba rabia y placer. Estaba jadeando cuando se detuvo y la vio ante si, casi inconsciente otra vez. Bajo los brazos y subio el rostro, cerrando los ojos, como si alguna sustancia invisible lo estuviera banando. Su respiracion se volvio a calmar. Trato de penetrar lo mas profundo que podia en aquella calma, instalarse alli, en la satisfaccion y el alivio que no era capaz de experimentar de otra forma y que solo era superado por lo que pensaba hacer despues. Volvio a esposar a la mujer con los brazos atras. La vio moverse cuando ajusto el nudo de la soga en su cuello. Tomo un extremo y lo avento por encima del liston. Dio unas vueltas a la soga por su antebrazo para lograr un mejor agarre, tomandola luego con ambas manos. Despues de una respiracion profunda, comenzo a tirar de la soga. Lo hacia de forma lenta para observar a su victima contorsionarse mientras agonizaba. Y, con cada tiron de la soga, se sumergia de a pocos en un extasis unico. Para cuando la mujer ya habia dejado de moverse, ahorcada, estaba consumido por una euforia total que se concentraba en su entrepierna. Mantuvo la escena congelada un momento. Cuando sintio que ya la habia absorbido lo suficiente, solto la soga. El sonido grave del cuerpo golpeando contra la madera le disgusto. Quiza le parecio que rompia con la solemnidad que estaba experimentando. No se dejo consumir por el hecho, pues el mal humor lo sacaria por completo de la atmosfera que habia creado para si. Entonces volteo el cuerpo para que mirara hacia el techo y se comenzo a desvestir. 1 UN CASO PELIGROSO PARA LOS QUE aun no me conocen soy Goya. La primera vez que fume un cigarrillo ya estaba separado de mi mujer y mi hija me odiaba. Recuerdo que salia de un bar en la madrugada, con el aliento a licor. Estaba en camino a convertirme en un alcoholico; mejor dicho, en un adicto. El cerebro de un adicto es muy particular, saben. Es una persona compulsiva. Si logra superar una adiccion, siempre existe el riesgo de que alguna otra cosa pase a llenar ese vacio. Trato de no pensar mucho en esto. Pero la realidad no siempre colabora con los propositos de nuestra voluntad. Por el contrario, pareciera colocarle obstaculos. Esta ha sido una manana inusual en mas de un sentido. El mas evidente: el sol radiante brillando en medio de un cielo despejado. Cosa que detesto. No por aborrecer de lo que el comun de la gente disfruta, sino por el calor que produce un sol radiante por la manana en Sancare. En la comisaria todo parece brillar exageradamente, iluminado casi sin dejar sombra alguna. Siento la pelicula de sudor con la que me cubre el calor y la humedad de la ciudad, casi como una segunda piel. Siento las gotas cayendo por mi nuca, mi camisa adhiriendose a mi cuerpo incomodo y ansioso. Sobre mi escritorio hay pilas de papeles esperando por mi. Cierro los ojos y escucho el bullicio de la comisaria, manotazos sobre mesas, golpes metalicos, voces, ordenes, carcajadas, correteos por los pasillos. Cada elemento, hasta el mas insignificante, exaspera mi paciencia. Este es el dia en que se supone debemos traer a alguien de la familia para compartir un rato y que vean lo que hacemos. Una idea ridicula donde las haya. Pero mas ridiculo es que yo haya imaginado siquiera que mi hija Laura contestaria mis llamadas para invitarla. --Goya --escucho decir a Valeria desde un escritorio cercano. Tras ella esta su madre, Aneth Castillo, mi companera que sonrie e intercambia palabras con Hilario Cota, otro miembro del equipo de Homicidios. Quiza se burlan de mi porque saben cuanto detesto este lugar ahora mismo. Sin embargo, le sonrio a la nina. Me recuerda a Laura cuando tenia su edad. La alegria que veo en mi companera tambien me recuerda a mis propios animos cuando comence a trabajar con la Policia. Esta idea me refresca un poco el pesimo humor que tengo y, mientras, trato de no pensar en ciertas cosas. Escucho la puerta del comandante Sotomayor abrirse con la premura usual, que poco tiene que ver con la urgencia de lo que va a comunicar. Lo miro. Me hace un gesto con la mano. Por la cara que tiene, no debe de ser nada grave. Entro a la oficina y veo al comandante de pie, alargandome el telefono, como quien se lava las manos de una tarea fastidiosa. --?Inspector Goya? --escucho preguntar del otro lado del receptor, es la agradable voz de una mujer quiza entrando en la cuarentena. --El habla. --Es un gusto hablar con usted --dice--. Soy la fiscal Vera Simmons, del distrito de Villablanca. --?En que la puedo ayudar fiscal? --Vera, estoy manejando un caso delicado y he dado con uno de los sospechosos principales, al cual pienso interrogar en las proximas horas. Creo saber a donde se dirige la conversacion. Y no me disgusta el pronostico. --Su don de gentes --continua--, si me permite la expresion, es famoso entre algunos de nosotros, y su ayuda me pareceria invaluable. --?Quiere que interrogue a su sospechoso? --No --dice con cierta risa--. Eso lo haria yo. Pero me encantaria su asesoria, saber sus impresiones sobre el sujeto durante el interrogatorio. Solo quiero saber si deberia seguir cavando este hoyo. Le digo que con mucho gusto podria ayudarla con eso. Nada mas oportuna que una excusa para dejar la comisaria en este momento. --Goya --dijo el comandante Sotomayor, reteniendome, cuando ya cruzaba la puerta--. Recuerda que hoy es la cena del alcalde con las nuevas autoridades. Te espero alli. Un embotellamiento inesperado me mantiene en el centro de la ciudad, entre humo, bocinas de autobuses y vendedores ambulantes. Ha empezado a correr el viento, arrastrando nubes con lentitud, volviendo benevolo el calor. La luz de esta manana da a los colores y a las texturas de los edificios una nitidez particular. Un hombre mayor de piel tostada pasa por la ventana de mi auto vendiendo diarios. Le pregunto si sabe que ocasiona el trafico. --Es una manifestacion de obreros --me dice con una voz ronca--. Pero ya se estan retirando. Le compro una copia y le agradezco. Reviso por encima los titulares. <>. <>. <>. El ajetreo de siempre. Por fin los autos comienzan a avanzar. Veo un grupo de hombres con cascos de proteccion dispersarse. Al rato ya he dejado el caos del Centro y las vias se tornan mas acomodadas, los edificios mas modernos, cobran mas presencia las areas verdes con caminerias y personas haciendo ejercicios o paseando a sus mascotas: todo ocurre como si se tratara de otro mundo, uno desentendido de las noticias en la prensa y de las intenciones mezquinas de quienes abusan del poder. Asi, como en una ciudad paralela, entro al distrito de Villablanca. Sigo la direccion que me proporciono la fiscal Simmons. No demoro en llegar y, despues de anunciarme en la recepcion, la chica que me atiende me informa que la misma fiscal bajara a recibirme. No pasa mucho hasta que veo salir de un ascensor a una mujer muy atractiva y elegante. Viste un pantalon de punto grueso y corte cenido de color gris con rayas delgadas y claras, una chaqueta que hace juego con el pantalon y una blusa de tonalidad crema. Lleva tacones bajos, pero de punta fina. Tiene el pelo suelto, largo, oscuro y abundante. Ya cerca, la veo sonreir levemente, una sonrisa muy expresiva sin ser exagerada. Diria que esta entusiasmada de verme, aunque no nos conocemos. Despues de haber destruido mi matrimonio con Silvia, al punto de no dirigirme la palabra hasta el sol de hoy, nunca me vi realmente cautivado por otra mujer. Pero la fiscal Simmons ha logrado causar una impresion en mi, aunque me cueste reconocerlo. --Inspector Goya, que gusto --me dice, su voz es todavia mas agradable de escuchar en persona. Le extiendo la mano sin saber en verdad que decir o hacer, excepto un sonido vago. --Debo decir que esperaba con anticipacion nuestro encuentro --afirma mientras caminamos al ascensor. --Dejame adivinar --replico algo incomodo--, algun profesor trasnochado te hizo estudiar uno de mis casos viejos. --Espero que excuse mi cursileria. Pero es famoso, entre los de mi generacion al menos. Segui su carrera hasta que, bueno... --Hasta que lo mande todo al demonio --la interrumpo. --Exacto. A medida que subimos, el paisaje de Villablanca cobra perspectiva a traves de los cristales, sus cuadriculas perfectamente planeadas, sus espacios publicos, otros en construccion. Salimos a un piso limpio y aclimatado, de techo alto, con varios pasillos, varias oficinas y salas.

  • Brisas de Junio de Mariangel Blanco

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    Algunos sabios afirman que el mundo puede dar muchas vueltas. Los ninos crecen y los adultos envejecen, sin embargo, algunas cosas nunca cambian. Incluso pueden pasar diez anos y seguiran iguales.
    ?Es eso cierto?
    Una editora fracasada decidida en cambiar la historia de su vida y un hombre con el unico objetivo es pasarla bien y sin preocupaciones, se ven envueltos en una enredada historia de amor cuando de manera indirecta y sin saberlo intervienen en el encuentro de dos personas con un gran romance que lleva el peso de toda una decada a sus espaldas.
    Lo gracioso es que las cuatro personas se conocen entre si y ninguno se ha dado cuenta de ello.
    ?Que te puedo decir? No seria divertido trabajar sin drama.
    Soy el Destino y esta vez sere el narrador de la historia.

  • La invitacion de Belinda Alexandra

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    Cuando llegue a la cafeteria de la Rue du Faubourg-Montmartre, mis extravagantes amigos ya estaban alli enfrascados en una animada conversacion. Claude fue el primero en verme y me saludo con la mano. Los demas se volvieron para ver quien habia llamado su atencion. Por su expresion de alegria estaba claro que les habia dado la buena noticia. --!Ahi va nuestro gran exito literario! --dijo Nicolas. No se habia quitado el mono antes de ir a la cafeteria y llevaba la ropa y la cara manchadas de pintura amarilla y negra--. !Os presento a mademoiselle Emma Lacasse, autora de historias de misterio! Claude se levanto y me dio un beso. Estaba guapo con su traje de pana, la cara bien afeitada y su mata de pelo castano ondulado. Aunque era frances, rezumaba una sensualidad mediterranea que acentuaba su atractivo. Despues de cinco anos juntos, aun me hipnotizaban sus ojos grises. --Supongo que no te importara que les haya contado lo de la novelita antes de que tuvieras la oportunidad de hacerlo tu --dijo, dandome un apreton en la mano--. La noticia es demasiado emocionante para callarsela. --Nos da esperanzas de que nuestros barcos lleguen algun dia --dijo Sophie, que se cambio de sitio para que Claude y yo pudieramos sentarnos juntos--. Que bonito, por cierto --anadio, clavando sus ojos de muneca en mi vestido azul marino--. ?Es nuevo? Negue con la cabeza. --No, pero le he puesto encaje en el cuello y los punos. --!Hoy invitas tu! --exclamo Robert, peinandose hacia atras su cabello castano rojizo. Era poeta, pero su verdadero talento era convencer a otros de que le pagaran las cosas. --De acuerdo --dije, haciendo senas a Jean-Francois, el propietario de la cafeteria, para que nos trajera un par de jarras de vino y unos vasos. Aunque el anticipo que habia cobrado por la novela dificilmente ahuyentaria a los lobos, tenia ganas de celebrarlo. Despues de anos enviando textos a revistas literarias, docenas de relatos cortos y unas cuantas obras en un acto, finalmente habia escrito algo sustancial. Belda, cuyo cabello blanco grisaceo, pomulos altos y piel de porcelana recordaban a una reina de cuento de hadas, se me acerco. --Me gusta el argumento --dijo--. Todas las mujeres que han sido traicionadas por su amante querrian cobrarse su venganza igual que lo hace tu heroina, aunque su retribucion es bastante accidental. ?Que estas escribiendo ahora? --Estoy acabando otra novela corta titulada El gato misterioso... y varios relatos --respondi --. Despues intentare escribir mi primera novela extensa. --?Ya tienes alguna idea? --pregunto--. Tendrias que incluir a un personaje que sea arpista. Lo que conoces siempre es util a la hora de escribir. Mientras le exponia mis ideas, abrio su cuaderno de bocetos y empezo a dibujar furiosamente. Belda era una de mis excentricas favoritas de Montmartre. De joven era una artista prometedora, pero su marchante la explotaba. Cuando intento despedirlo, el le aplasto la mano derecha con un torculo. No se habia percatado de que Belda era zurda, y el juicio posterior la hizo famosa y disparo la cotizacion de su obra. Con el dinero de la indemnizacion, compro en la Rue Girardon una casa con jardin cuyas dimensiones le permitian alquilar varias habitaciones, y se daba una buena vida con su coleccion de gatos, perros, ocas y cabras rescatados. Tambien dirigia galerias de arte y en ocasiones ejercia de critica literaria. Fue Belda quien me presento a mi editor. Cuando hubo terminado, me tendio el dibujo. Habia captado fielmente mi rubio niveo, mi cuello esbelto y mis hombros y brazos delgados. Curiosamente, tambien habia logrado plasmar mi mirada ausente. Jean-Francois llego con el vino y los vasos, y dejo un ejemplar de mi coleccion de relatos cortos, Histoires de fantomes, encima de la mesa para que lo firmara. Siempre me emocionaba al ver la portada de tela amarilla con mi nombre grabado en oro encima del titulo. --Lo pondre con orgullo en el mostrador y le dire a la gente que mademoiselle Lacasse es una de mis clientas habituales --dijo. --Miralos --susurro Sophie, senalando a una pareja que nos observaba desde la otra acera. La mujer llevaba un vestido de bucle con mangas pierna de cordero y cuello y canesu de saten. Su acompanante tambien iba muy elegante con un traje de rayas, solapas en punta de lanza y un sombrero estilo Homburg. No podian desentonar mas en aquella calle cubierta de estiercol, pero nos miraban a nosotros y a la cafeteria como dos ninos asomados al escaparate de una tienda de chucherias. --!Venid, venid! --exclamo Jean-Francois--. !Venid a beber en una autentica cafeteria bohemia donde los artistas, bailarines y escritores mas interesantes se pasan el dia fraguando ideas maravillosas! Su invitacion fue como agitar una zanahoria delante de un burro. La pareja se miro, cruzo la calle a toda prisa y se sento entusiasmada a la mesa que les ofrecia Jean-Francois. Claude y yo intercambiamos una sonrisa. --!Que guantes! --dijo Sophie, cautivada por el atuendo de la adinerada dama--. !Amarillo claro, imaginate! Probablemente se los pone solo una vez y luego los tira. --Suspiro de envidia --. Estoy convencida de que nunca tiene frio. Seguramente no sale de la cama hasta que los sirvientes han encendido las chimeneas. A mi me aterra este invierno. El estudio de Vauclain siempre esta helado y, aunque tiene dinero, protesta si le pido que eche mas carbon a la estufa. --Una vez fui a cenar a casa de Vauclain --dijo Belda--. Se guardo su mejor botella de vino para el y sirvio uno mas barato a sus invitados. Todos nos echamos a reir. --Eso mismo hara Robert algun dia --dijo Claude--. Si es que alguna vez nos invita a cenar. Robert se unio al jolgorio. En nuestro pequeno grupo de artistas nos tomabamos el pelo sin compasion, pero siempre nos apoyabamos unos a otros. Pese a la avaricia de Robert, nos gustaban sus fanfarronadas y disfrutabamos oyendo sus historias, sobre todo de su epoca trabajando en un circo. Mientras los demas seguian hablando, me fije en el brazo delgado de Sophie cuando cogio su copa de vino. Era todo piel y huesos, y no podia permitirse perder mas peso si queria seguir trabajando como modelo de artistas. Pedi sopa de champinones y pan y despues fingi que era demasiado para mi y se la pase. --Gracias --dijo antes de probar una cucharada--. Mi hermana, la de Pont-Aven, vuelve a vivir conmigo. La quiero, pero me vuelve loca. !Insiste en cocinar para mi, pero, o se pasa con la sal, o se quema la comida! No tengo dinero para ir constantemente al mercado. --?Por que vive contigo? --Ella y su marido han vuelto a discutir. Es un bruto que se pone violento cuando bebe. Yo ya le dije que no se casara con el. --Al menos podeis recurrir la una a la otra en tiempos de necesidad --dije--. Compensa que te vuelvan loca. Mientras hablaba, me percate de que Claude estaba escuchando. Se tiro del lobulo de la oreja, pero no dijo nada. Robert empezo a contar una historia sobre unas hermanas siamesas a las que conocio en el circo. --Una era contralto, y la otra, soprano, y era precioso escucharlas... Claude me toco la mano y ladeo la cabeza en direccion al reloj colgado en la pared de la cafeteria. --Deberiamos irnos si quieres ver a tu editor antes de que se vaya --me recordo. Nos despedimos del resto y entramos en la cafeteria para pagar a Jean-Francois, que busco debajo de la barra y entrego a Claude un sobre con dinero. --Esta semana he vendido casi todas tus postales --dijo--. No tardes en traerme mas. Claude se guardo el sobre en el bolsillo sin mirarlo y asintio. Los bocetos llevaban la firma de <>, que para Claude era el equivalente a un seudonimo. Dibujaba escenas parisinas y las vendia en varias cafeterias y tiendas para turistas para financiar sus obras de arte mas serias. --Y para usted, mademoiselle --dijo Jean Francois--, tengo un paquete aun mas grande. -- Me entrego un monton de sobres atados con un cordel--. Sus admiradores aumentan cada dia. Llegaron todas de golpe. !Si todas las cartas fueran de mis admiradores! Me meti el paquete debajo del brazo antes de que Claude viera los sobres amarillos de Roche & Associates, los acreedores. --El editor te aconsejo bien cuando dijo que no les dieras tu direccion a los lectores -- comento Claude cuando salimos a la calle--. Pronto tendras que contratar a una secretaria. Mi sonrisa era mas bien una mueca. No me gustaba guardarle secretos a Claude, pero no era rico. Lo ultimo que queria era que hiciera un esfuerzo heroico para salvarme. Mis deudas eran mi problema y tenia que afrontarlas yo sola. Mi editor, monsieur Plamondon, tenia su oficina en la Rue Auber, en el noveno arrondissement. Cuando su empleado anuncio mi llegada, me recibio con una amplia sonrisa que mostraba el hueco que tenia entre las dos paletas. Tuve suerte de que Belda me presentara a monsieur Plamondon. No solia aceptar a nuevos escritores y, en materia de ficcion, sus criterios eran exigentes. <> --Mademoiselle Lacasse --dijo ahora--, !es un placer verla! --Senalo con la cabeza las cartas que llevaba debajo del brazo--. Veo que le ha llegado la correspondencia que le enviamos a la cafeteria. El numero de cartas aumenta cada dia. !Ha hecho felices a un monton de lectores! --Eso parece --dije mientras ocupaba el asiento que me ofrecia. Unas estanterias de caoba atestadas de novelas cubrian todas las paredes de su despacho. En el aire se percibia una curiosa mezcla de olores: libros viejos y mohosos y tinta fresca de los documentos que se amontonaban sobre la mesa. --Cuenteme, ?en que esta trabajando ahora mismo? --dijo. Le hice un resumen de la novela corta, que trataba de una mujer que se reencarna en gato y visita a sus amigos y parientes para descubrir que pensaban realmente de ella cuando estaba viva. --Tambien estoy trabajando en varias ideas para una novela. Por alguna razon, sigue viniendome a la mente la imagen de dos hermanas, dos hermanas con un secreto. Monsieur Plamondon arrugaba la cara cuando yo hablaba y la relajaba de nuevo cuando hacia una pausa. Era como si fuera una esponja que intentara absorber cada una de mis palabras. --Lo que me sorprende de usted, mademoiselle Lacasse, es que cuando viene se la ve tan fresca e inocente como un diente de leon en el campo. Estoy bastante seguro de que seria usted incapaz de hacerle dano a otro ser humano o incluso desearle mal. Sin embargo, sus historias revelan el lado oscuro de la naturaleza humana. Me parece fascinante. --A lo mejor nos atrae lo contrario de lo que somos --le dije--. Mis historias de amores que duran mas alla de la tumba, muertes truculentas y una tristeza infinita a menudo me sorprenden. Nunca me he considerado macabra, pero mis escritos con frecuencia lo son. --Pues claro que nos fascinan nuestros opuestos. Era el caso de mi difunta esposa, y el mio, desde luego. Ella vivia solo a un volumen: fuerte. Yo, en cambio, siempre valore la tranquilidad. --Monsieur Plamondon se recosto y cerro los ojos un momento, como si estuviera deleitandose en el silencio de su despacho. Luego sonrio--. He oido que toco usted el arpa para una produccion del Theatre de l'Oe uvre. No sabia que era usted una arpista consumada. --Mi abuela me enseno cuando era pequena, hasta que su artritis se lo impidio. Entonces contrato a una profesora. Mi abuelo era medico, pero tambien un gran pianista. Por lo visto, se enamoraron tocando duos. Monsieur Plamondon aplaudio. --Una manera perfecta de enamorarse. Es una lastima que no escriba usted ficcion romantica. Seria una buena historia. Cuando llego la hora de irme, monsieur Plamondon busco entre los papeles de su mesa y me entrego un libro escrito en ingles: El despertar, de Kate Chopin. --Un companero estadounidense me envio esto. Es excelente. Me gustaria saber si puede leerlo y darme su opinion como mujer. A cambio, yo le mande Historia de una casa solitaria, por si cree que puede haber lectores estadounidenses para su obra. --Espero que los haya --respondi satisfecha--. Que me publicaran en ingles seria maravilloso. Estados Unidos tenia una poblacion de mas de setenta millones de habitantes, el doble que Francia. Tener lectores alli podia salvarme de mis problemas economicos. --Trata de una mujer que deja a su marido y a sus hijos para buscar su libertad personal --dijo monsieur Plamondon, senalando la novela de Chopin--. La historia esta ambientada en Luisiana. Usted nacio alli, ?verdad? --Me fui de Estados Unidos cuando aun no habia cumplido dos anos --dije--. La plantacion en la que naci fue destruida en la guerra de Secesion y mis padres murieron de fiebre amarilla. Vine a vivir con mi abuela materna y..., aqui, en Paris. Estuve a punto de mencionar a Caroline. Tenia mucho cuidado con a quien le hablaba de mi hermana, ya que explicar nuestro distanciamiento resultaba demasiado doloroso. La hermana de Sophie la volvia loca, pero al menos se tenian la una a la otra. En mi caso, era como si Caroline no existiera. Monsieur Plamondon se froto la barbilla. --Luisiana tiene una atmosfera inquietante, llena de fantasmas y vudu. ?Escribira sobre ella algun dia? Aunque era muy pequena cuando se fue, es increible lo que puede alojarse en nuestro subconsciente.

  • Mi condesa italiana (El ducado de Chester 3) de Claire Phillips

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    Lejos del que habia sido su hogar, lady Allegra, se sentia extrana e incomoda. Su mitad italiana se imponia sobre las rigidas normas inglesas y se rebelaba ante la idea de tener que contraer matrimonio con algun noble ingles solo porque las damas de la aristocracia debian buscar un matrimonio provechoso que les asegurase su porvenir. Sin embargo, por mucho que quisiese rebelarse, la muerte de sus padres y el tener que vivir en Inglaterra como pupila del primo de su padre, no iban a facilitar que su destino fuese otro que ese que tanto temia.

  • El cerco de Daniel Sorin

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    … Contenido …Un asesino serial elige sus victimas entre los integrantes de los reality show y la farandula artistica. Desquiciado o vengativo, sus crimenes son tan crueles como perfectos. No deja ni huellas ni rastros que permitan seguir sus pasos. Solamente un macabro modus operandi.

  • Rozando El Cielo de Cristina Gonzalez

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    Le he dicho que no quiere sentarse al lado del ministro de industria frances. No, no y no. ?Acaso quiere provocar una guerra? Por el amor de Dios... - le gritaba yo al asesor de eventos noruego (y estupido) -. Si... Si... Aja... Me parece bien. Si, esa mesa es estupenda. Gracias. Y colgue. A pesar de que mi noruego no era el mejor (no era el idioma que mas dominaba), habia sido capaz de evitar que mi jefe, el senor Miller, no tuviese que atravesar una situacion de lo mas incomoda. Desde que Terrarius comenzo con las obras de la nueva linea de ferrocarriles de alta velocidad, los franceses se habian retrasado en todos los pagos, obligando a detener el proyecto y sobrecargando demasiado la economia de la empresa. Y John Miller, el presidente de Terrarius, no estaba dispuesto a almorzar en la misma mesa que el peor de sus clientes. Y yo sabia que, si el ministro frances conocia lo suficiente al senor Miller, tampoco querria enfrentarse cara a cara con el. - Necesito ver un resumen de la situacion de los tres ultimos meses Praxton - me bufo mi jefe mientras pasaba por delante de mi mesa. Despues se encerro en su despacho de un portazo y pude adivinar a traves del cristal como se sentaba, pasaba su mano por su cabello en un ademan de desesperacion y luego fijaba sus gelidos ojos turquesas en la fria pantalla de su portatil, repleta de numeros. Imprimi el informe que habia preparado detalladamente durante las ultimas dos semanas. Me incorpore y camine con paso firme hacia su santuario. Toque con mis nudillos suavemente sobre la madera de la puerta y entre. Despues deposite los papeles sobre su mesa, al lado de su brazo medio descubierto al encontrarse su palida camisa remangada hasta el codo. Sin musitar una sola palabra, sali de alli, cerrando la puerta con delicadeza para no hacer ruido. Despues me sente de nuevo frente a mi mesa de madera de roble y continue trabajando. Mas y mas llamadas, mas y mas reuniones que organizar. Informes, diapositivas, folletos y papeleos varios que mantuvieron mi mente ocupada durante las seis horas siguientes. Sin embargo, mi trabajo me divertia, me apasionaba. Para llevar a cabo mi actividad diaria necesitaba no menos que dominar como minimo cuatro idiomas: el frances, aleman, espanol y ruso. El resto: como el noruego, rumano, portugues, y otros tantos, los repasaba cuando me era necesario utilizarlos. Adoraba los idiomas. Cuando vivia, mi madre solia decirme que poseia un don para comunicarme, y que por supuesto, habia sabido aprovecharlo bien. Y lo bueno que tenia ser la secretaria personal del dueno de Terrarius era que necesitaba utilizarlos todos constantemente, de manera que jamas se oxidaban en mi cerebro. Alguna vez habia pillado al senor Miller observandome y escuchando una de mis conversaciones acaloradas en un frances mas bien insolente con algun administrativo parisino. Me habia llenado de orgullo ver a mi jefe sonreir de medio lado al comprobar como les plantaba cara a las largatijas del funcionariado en un idioma que ni siquiera era el mio. En el fondo John me caia bien. Mucha gente lo temia y lo evitaba por los pasillos. Tenia un halo de autoridad innegable y muy necesario para hacer que las cosas funcionasen en una empresa tan gigantesca. El era exigente con todo el mundo y sobre todo, con el mismo. Suspire. Habia llegado la hora de comer. Mire de nuevo a traves de la persiana de su despacho y comprobe que el senor Miller continuaba apuntando cosas y llamando por telefono. Era la clase de jefe que predicaba con el ejemplo. Si sus empleados trabajaban, el lo hacia el doble. Si nosotros nos marchabamos a las seis de la tarde, el se iba a las nueve. Y si llegabamos a las ocho, el a las seis y media. Me pregunte si no tendria a nadie con quien compartir su tiempo libre, y de ser asi, que clase de relacion seria. Porque a pesar de que yo ya llevaba tres anos trabajando para el, no conocia absolutamente nada acerca de su vida personal. Ni tampoco me interesaba especialmente. Era solo que en ocasiones se me antojaba triste y solitario y sentia cierta compasion por el. En algunas ocasiones le habia tenido que acompanar a diversos eventos: reuniones, cenas, inauguraciones... Y siempre le habia visto con una mujer diferente. Por lo habitual, John solia llevar acompanantes jovenes y glamourosas con las que hablaba lo justo y necesario. Desde luego, no se le veia feliz con ninguna de ellas. Apague el ordenador. Recogi mis cosas, ordene mi mesa y me encamine hacia el ascensor. Despues de un corto trayecto en autobus y de una caminata de quince minutos, llegue al edificio de pisos en el que se encontraba mi acogedor y reducido apartamento. *** - !Molly! - grite nada mas entrar - !Estoy aqui! Al instante, una chica de veintidos anos y la persona con mejores sentimientos y buenas intenciones que me habia encontrado en el mundo hasta la fecha, aparecio tras la puerta de la cocina y me saludo con una sonrisa. Una sonrisa un tanto forzada. Una de las cosas buenas de Molly era su transparencia. Con solo ver su cara podia adivinar cuando las cosas no iban bien. Me sente en el sofa y la inste a que me pusiera al corriente de lo que habia pasado aquel dia. Ella tomo asiento a mi lado y se coloco algunos mechones tras su oreja. - Esta algo amodorrada... Lleva una manana muy rara... Tiene mucho sueno... Dice que esta muy cansada - dijo ella nerviosa, refiriendose a mi hermana. - ?Esta dormida ahora? - pregunte dejando entrever mi nerviosismo. - Si... Y salvo eso, esta bien. Me preocupa que la medicacion este provocandole algun efecto secundario... Habria que llevarla al medico - sugirio Molly casi en un susurro. Ambas sabiamos lo que aquello significaba: dinero. Y no por la consulta con el doctor... Si no porque, cada vez que saliamos de alli, teniamos que comprar algun farmaco distinto y muy caro. La entranable Rachel, mi hermana pequena, habia nacido con sindrome de Down. Mis padres la habian cuidado con mimo y esmero, protegiendola y dedicando su vida a ella. La habian llevado a un colegio de educacion especial, que pudieron permitirse gracias a los ahorros de toda una vida, ya que el Estado no lo financiaba por completo. Alli Rachel habia aprendido todas aquellas cosas que estaban a su alcance: sabia vestirse - mas o menos -, comia sola, se duchaba sola - aunque yo preferia vigilarla, tenia miedo de que pudiera caerse - e incluso habia aprendido a leer - palabras basicas, lecturas infantiles... Pero era capaz de hacerlo -. Estaba sana, tenia cierta tendencia a engordar, pero nada mas - a excepcion de su patente problema neurologico debido a su enfermedad -. Mis padres la habian llevado al cardiologo para que la revisara, al neurologo todos los anos para comprobar los avances - o retrocesos - y hasta hacia poco tiempo, tambien al pediatra. Yo me habia marchado de casa cuando comence a trabajar para John Miller, pero aun asi, me habia mantenido en estrecho contacto con mi familia e iba a visitarles a menudo. Hasta que ocurrio. Como podria haberle ocurrido a cualquier familia, a cualquier persona, ser querido... Mis padres fallecieron en un desafortunado accidente de trafico. Mi madre perdio la vida en el acto, mientras que mi padre se desvanecio a los dos dias por una sepsis ingresado en la unidad de cuidados intensivos. Como por arte de magia, Rachel, quien tambien viajaba en el coche con ellos, habia salido absolutamente intacta de aquella colision. Esto habia sucedido el ano anterior. Desde entonces, ni Rachel ni yo volvimos a ser las mismas y a duras penas hemos logrado recuperarnos del impacto. En ocasiones la escuchaba llorar por las noches. Y cuando aquello ocurria me levantaba de la cama para abrazarla, hasta que se quedaba dormida de nuevo. Y entonces yo lloraba. Despues pensaba que si nuestra madre nos habia ensenado a ser fuertes y a afrontar la vida tal y como decidiera presentarse, debia serle fiel a sus ensenanzas y tratar de reencauzar nuestro dia a dia. Asi fue como decidi contratar a Molly, para que cuidara de Rachel durante mis horas de trabajo. Le pagaba poco, y ella sabia que yo no podia dar mas de mi. Porque a pesar de que la herencia que me habian dejado nuestros padres podia solucionar algunos apuros, no debia derrocharla - solia utilizarla para pagar las visitas medicas, los medicamentos y las pruebas que necesitaba mi hermana -. Y mi sueldo me alcanzaba para pagar mi alquiler, comida y ropa para ambas. Y a Molly , por supuesto, quien se conformaba con unos miseros cuatrocientos dolares mensuales, por dedicarle casi el dia entero a Rachel. - Sabes que puedes marcharte cuando lo necesites - le solia decir a la joven de vez en cuando. Pero ella contestaba: - El dia que no pueda mantenerme, vendre a vivir contigo... Yo trabajare por la tarde y tu por la manana. Asi ambas podremos cuidar a Rachel y mantener la casa. Molly tenia cualidades parecidas a las de mi madre y por eso creo que nos comprendia tan bien a mi hermana y a mi. Me lenvante del sofa y camine hasta la pequena habitacion en la que dormia Rachel. Abri la puerta despacio, con suavidad y entre de puntillas. Le di un imperceptible beso en la mejilla y la observe durante un minuto. Su respiracion era profunda y tranquila... Como la de la criatura inocente que era. Sin embargo, me preocupaba que se sintiera tan cansada siendo tan solo las seis de la tarde. - Pedire cita para el neurologo para dentro de un par de dias, necesito decirselo a John con algo de tiempo - le susurre a Molly mientras Rachel suspiraba entre suenos. Ambas salimos del dormitorio y nos tomamos un cafe juntas en la cocina. - Sarah, necesito pedirte algo - me dijo antes de terminarse su taza. Asenti, invitandola a hablar. - Mi padre tiene que operarse la semana que viene y tal vez deba faltar tres o cuatro dias... ?Te daria tiempo a pedirle permiso a tu jefe? ?O al menos a encontrar a alguien que pueda sustituirme durante ese tiempo? Adivine la desesperacion en sus palabras, al tener que divirse entre cuidar a Rachel y atender a su padre. Respire hondo. Rapidamente planee la manera, el tono y la cantidad de palabras que utilizaria para pedirle a John Miller que descontara de mis vacaciones la mitad de la semana siguiente. Alegaria problemas familiares. De salud... Lo que fuera. Pense que en caso de fallar aquello, podria fingir una gripe. Yo era buena, John me apreciaba. Quise creer que no le importaria que me ausentara unos dias por cuestiones familiares. - Esta bien, Molly. El tiempo que necesites. Ya me apanare. A fin de cuentas, no es algo que pase todos los dias - razone, sin poder ocultar el nerviosismo de mis palabras -. Espero que todo salga bien... ?De que es la operacion? Ella sonrio con tristeza. - Tiene un tumor en el colon... Pero afortunadamente lo han detectado a tiempo. Le di un abrazo para apoyarla. Su padre era la unica familia que le quedaba y adivine que escuchar la palabra tumor salir de la boca de un medico fue un golpe muy duro para ella. Pero asi era Molly. Se quejaba poco. A duras penas contaba sus problemas y solia llevar siempre una gran sonrisa en su cara. "Todos tenemos derecho a decaer de vez en cuando, incluso ella", pense al escuchar lo mas parecido a un sollozo sobre mi hombro. - Tranquila, Molly. Todo saldra bien. Me avisaras cuando acabe ?verdad? Ella se separo de mi hombro y asintio. 2 Habia ensayado el monologo al menos una docena de veces. En voz alta, en voz baja, mentalmente, delante del espejo... Y aun continuaba repitiendolo para mi misma mientras el ascensor me llevaba rascacielos arriba, hacia mi mesa de trabajo. "Senor Miller, me han surgido unos asuntos familiares que me veo obligada a atender... Si fuese usted tan amable...". Constantemente me recordaba a mi misma que mi relacion con mi jefe era sustancialmente buena. Me valoraba como la buena profesional que habia demostrado que era y por ello yo queria creer que seria incapaz de negarme tres dias libres. Me sente, deje mi bolso bajo el escritorio y encendi mi ordenador. Observe a traves de la persiana que el senor Miller ya se encontraba, como siempre a las siete y media de la manana, entregado por completo a una nueva jornada laboral. - Piensa, Sarah, piensa... - repeti en voz baja. Porque ya no se trataba solamente de como pedirle a John Miller que me diera permiso, si no de seleccionar el momento adecuado en el que el estuviese dispuesto a escucharme y a ser posible, de buen humor. Resople. El presidente de Terrarius siempre estaba ocupado. Y normalmente, todo lo que no estuviese cuidadosamente colocado en su agenda con un minimo de una semana de antelacion, le estorbaba. "Solo seran cinco minutos", pense. "No le quitare mas tiempo". Mi mesa se encontraba a unos siete pasos de su despacho. Separada de este por un pasillo cubierto por una aseptica moqueta grisacea. La madera de tonos claros daba color a las puertas y a los muebles, en los cuales se reflejaba la luz blanca de los focos de oficina que iluminaban la estancia desde el techo. De pronto me di cuenta de que Miller tenia una reunion programada para las diez de la manana, y despues recorde que John, tras las reuniones siempre solia tomarse un pequeno descanso para organizar sus ideas. "Despues de la reunion hablare con el", pense con aires de victoria. Ya estaba planeado. El momento, el lugar, las palabras e incluso los gestos. - Praxton, ?le importaria pasar a mi despacho? Ahora, por favor. Me sobresalte al ver a mi jefe apoyado en el umbral de la puerta de su despacho, observandome. Medite sobre su exquisita educacion. En sus ordenes no solian faltar los "por favor" y los "gracias", a excepcion de cuando se encontraba muy apurado. No obstante, aquellos ademanes tan caballerosos se perdian en su mirada intransigente. Su "por favor" se podia traducir perfectamente por un: "para ayer". - Si, senor Miller - respondi con inmediatez al tiempo que me levantaba de mi silla negra. Le segui. Observe su camisa de rayas, que le quedaba sustancialmente grande. Era compresible, pues se trataba de un hombre bastante delgado y esbelto, al cual le seria bastante dificil encontrar ropa de su talla. Ademas, su altura le hacia parecer aun mas consumido. Supuse que mediria cerca de un metro noventa. Cuando tome asiento, note sus ojos azules clavados en mi. Adverti que el turquesa de sus iris parecia mas intenso de lo habitual, nada que ver con el azul palido y cristalino que lucia cuando se encontraba mas relajado. Aquella era una buena manera de calibrar su estado de animo. Normalmente, yo solia darle las noticias menos buenas cuando veia el azul claro y balsamico en sus ojos. De lo contrario solia apartarme hasta que el turquesa intenso hubiese desaparecido. - Vera, Sarah, estoy muy contento con su trabajo - comenzo el. Su tono de voz jamas se elevaba mas de lo necesario. Contuve el aliento. No me gustaron aquellas palabras, no anunciaban la peticion de un nuevo informe, ni una nueva presentacion de diapositivas, ni un cambio en su agenda. Espere, tensa. - He leido su curriculum a lo largo de esta semana - continuo el.

  • Me recuerdas de Marie Ximena

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    Sofia no vive el mejor momento de su vida. Esta en el paro, no le ha tocado la loteria de Navidad, y encima tiene que cenar en Nochebuena en casa de su hermano el triunfador. Por si eso fuera poco, su madre no para de chincharle las narices para que le compre a su cunada la insufrible, un regalito de Navidad. Para no liarla mas y en el ultimo momento se acerca a comprar un disco hasta una tienda del barrio.

  • Retorno a Roma de Alicia Padron

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    Un viaje fascinante a la Roma clasica. Una manera diferente, amena y veraz, de cnocer la historia de la Roma mas fascinante. Julia es una joven profesora universitaria cuya vida atraviesa una fase autodestructiva. En un momento decisivo, decide aceptar un trabajo extremadamente peligroso que le llevara hasta destinos sorprendentes y determinara que su vida se cruce con la de quien, desde el pasado, marca su existencia. El encuentro entre dos personajes tan opuestos, con un magnicidio como trasfondo, tendra consecuencias imprevisibles y, tal vez, en el de toda la humanidad.
    Un viaje formidable, a ritmo trepidante, hasta la Roma clasica, donde viviremos los acontecimientos que marcaron el curso de la historia hasta ser sus verdaderos protagonistas.

  • Suscribete a mi corazon de Shirin Klaus

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    LunaLoba es youtuber y suena con viajar por el mundo y compartir sus aventuras, pero lo cierto es que lleva una vida gris y en lugar de ser productiva se dedica a ver videos (de gatitos) en busca de inspiracion. Ha dejado la universidad, no tiene trabajo. se siente un fracaso con patas.

  • Freak like me de Eva M. Soler

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    !Sumergete en esta saga de novelas New adult que exploran la vida de un grupo de universitarios en un exclusivo internado de Montreal!

  • Actos de guerra de Alfredo De Braganza

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    En algunas zonas de Espana, sobre todo en Cataluna, Valencia y Madrid, ademas de Ceuta, Melilla y las Islas Canarias, estaba formandose de facto un Estado dentro del Estado que iba creciendo, cuya enorme entidad pasaba inadvertida para la mayoria de la sociedad, pero no para los politicos que promovian la inmigracion ilegal descontrolada. Segun los informes de los servicios de inteligencia, esta situacion superaba ampliamente los limites constitucionales. Los medios de comunicacion espanoles habian recibido con absoluta consternacion el ultimo comunicado del grupo yihadista autodenominado "Estado Islamico". No solo amenazaba de nuevo a Espana, sino que aseguraba que continuarian con los atentados en todo el mundo. <>. La siempre diversa y compleja sociedad musulmana habia encontrado en Cataluna un caldo de cultivo para movimientos de raiz islamica radical. De este modo, la organizacion islamica Al Adl Wa Al Ihsan, de origen marroqui, que promovia la sharia, y la Liga Islamica para el Dialogo y la Convivencia, se habian establecido en Barcelona a traves del Centro Cultural Islamico Catalan, donde divulgaban la ideologia de grupos terroristas como Al Qaeda o Hamas; asi como la organizacion islamica radical Hizb utTahrir, denominada tambien Partido de la Liberacion; la Tabligh al-Dawa, llamada tambien de diferentes formas, y la Dawat-e-Islami, de orientacion salafista. Estas organizaciones, y otras tantas mas, representaban la mayoria del colectivo musulman en Cataluna formado por inmigrantes marroquies y espanoles nacionalizados, pero tambien por muchos musulmanes procedentes de Pakistan, India, Gambia, Argelia o Senegal. Una sentencia de la Audiencia Nacional habia denegado, hacia escasos dias, la nacionalidad espanola a un hombre residente en Barcelona, de ideologia tabligh. Ejercia de iman en una concurrida mezquita y, en numerosas ocasiones, habia demostrado publicamente su falta de integracion en la sociedad espanola y su absoluto desinteres en ella. Predicaba el islam ortodoxo con mensajes radicales e incitaba a los jovenes a tomar la violencia en las calles <>. Aquella tarde, se celebraba en Barcelona el Dia Internacional del Orgullo Gay, y en el Cervantes, organizacion clandestina antiterrorista, se habia dado luz verde a una operacion contra una celula islamista que pretendia atentar contra la multitud concentrada. Miles de personas estaban en las calles para reivindicar <>. El ruido en la zona era ensordecedor. En un ambiente festivo, se habia organizado una concentracion en la plaza de la universidad, donde varios activistas del movimiento en favor de la liberacion sexual iban a leer un manifiesto en el que denunciarian, entre otras cosas, la falta de libertad de expresion en la sociedad, y propondrian la regularizacion inmediata de todas las personas migradas, la derogacion de la ley de extranjeria y el derecho de asilo para la comunidad LGTB. Con una peluca de pelo rizado negro, y vestido con un pantalon corto ajustado, tambien de color negro, y unos tirantes sobre su abultada barriga desnuda, Varun Grover habia terminado de colocar en la calle cuatro dispositivos del tamano del capuchon de un boligrafo en lo alto de varios sitios estrategicos. Llevaba a cuestas una escalera y, con la excusa de fijar coloridas pegatinas con esloganes LGTB en las farolas, habia colocado la ultima camara de lector facial. --?Como vas, Varun? --le dijo una voz masculina a traves de su pinganillo. Varun plegaba la fina y portable escalera mientras un tumulto de gente pintoresca pasaba a su alrededor saltando, bailando, cantando, besandose... --He terminado --contesto. --Ve con Laura --escucho--. Ha desconectado y no sabemos nada de ella. Entro en el edificio numero 8, al lado del estanco. Apartamento 3 B. --Voy. En medio de la plaza, se habia levantado un escenario, donde los organizadores enarbolaban banderas del arcoiris de todos los tamanos. Mientras, otros terminaban de colgar una enorme pancarta en la que se podia leer: <>. Otros miembros de la organizacion movian cables y aparatos electronicos sobre los andamios y sus alrededores. La plaza estaba a rebosar de gente de todas nacionalidades y etnias. La cancion <>, cantada por Alaska, tronaba desde unos enormes altavoces colocados sobre tarimas a cada lado del escenario. Varun se coloco en los oidos unos auriculares, y al ritmo de la cancion <>, interpretada por Heaven 17, comenzo a moverse con gracia entre la muchedumbre. Tras llegar al portal del edificio numero 8, dejo la escalera en un rincon del portal mientras canturreaba la cancion inglesa al tiempo que movia brazos y piernas al mejor estilo de genero pop. Subio por las escaleras moviendo su orondo cuerpo al son de los compases cuando una sombra aparecio en la parte de arriba. Levanto la vista: un hombre bajaba despavorido hacia el. De repente, vio como su cabeza estallaba y la pared se llenaba de sangre. El cuerpo cayo de golpe sobre los escalones, como si hubiera sido aplastado por una fuerza inmensa. Una figura femenina surgio en el descansillo del tercer piso. Por un instante, Varun Grover penso que era una de las participantes en la manifestacion. Pero no era asi. Laura Garcia, vestida con un ajustado top y un pantalon corto de cuero negro, aparecio frente a el. <>, leyo en sus labios mientras la musica seguia sonando en sus oidos. Sin embargo, se habia quedado tan impactado por la escena que habia sucedido a escasos metros de distancia que permanecia quieto como un palo sobre el escalon, sin moverse. <>, volvio a leer en los labios de Laura, que descendia por las escaleras. Pero el seguia sin poder oir sus gritos. La musica del grupo Heaven 17 sonaba en sus oidos. Laura se aproximo bajando de dos en dos los escalones y le dio un bofeton que le hizo regresar a la realidad. Varun se quito los cascos. --!Que te largues de aqui! --Volvio a gritar Laura. Cuando Varun se fue corriendo como si la vida se le fuera en ello, Laura levanto el cuerpo y lo arrastro escaleras arriba. Lo llevo hasta el interior del apartamento 3 B, lo dejo tirado junto a una pared y entro en el salon con la pistola en la mano. En una silla, estaba maniatado otro hombre de aspecto arabe. En un rincon, habia varios bidones de dicromato potasico y carbonato amonico, ademas de latas de aceite para lubricar y limpiar armas. --Ahora quiero que me digas en que lugar de la plaza habeis pensado accionar el explosivo. --Se aproximo con la pistola en la mano, la levanto y, antes de dispararle en la rodilla derecha, le advirtio--: El tiempo corre y mi paciencia tiene un limite. El grito desesperado de dolor fue ahogado por el sonido musical a todo volumen de la c a n c i o n << A q u i e n l e i m p o r t a >> q u e s o n a b a p o r l o s e s t r u e n d o s o s a l t a v o c e s e n e l e x t e r i o r.

  • El callejon escondido de Sela Garcia Pedrera

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    Olivia es la elegida para restablecer la energia que nutre la dimension intemporal en la que ahora habita; pero sera su hija Celia, una joven de hoy, quien llevara a cabo esta mision en la Tierra enfrentandose a las sombras malignas que luchan por conseguir ese poder custodiado en la libreria de un callejon escondido. En la intrigante busqueda del libro que contiene el secreto para conseguirlo, Celia descubrira sus poderes, el valor de la familia y la amistad, y conocera el deseo y el amor autenticos.
    Una lucha entre dos amores, entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte, entre el miedo y la determinacion. Una alegoria de la lucha vital, en la que los suenos, a veces, pueden hacerse realidad.

  • ?Estas dormida? de Kathleen Barber

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    Una novela de suspense psicologico con un gran gancho narrativo, ?Estas dormida? cautivara a los fans de The making of a murder y atraera a los lectores que buscan protagonistas femeninas fuertes.

  • Despierta el genio financiero de tus hijos de Robert T. Kiyosaki

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    La guia definitiva del Padre Rico para que los padres brinden la mejor educacion financiera a sus hijos.

  • Quedate conmigo de Marjorie Ortega

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    ?Hasta donde llegarias por amor?

  • Devorame (Gio e Ilke 1) de Rose Gate

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    Su alma no estaba preparada para amar, el sexo y la oscuridad dominaban su vida, llena de dinero, poder y desenfreno. Giovanni Dante, era gerente del Masquerade, un selecto club de sexo ademas de poseer casi un imperio de la hosteleria. Huerfano, al fallecer sus padres en su adolescencia, hereda la empresa de la familia y es adoptado por la familia de su mejor amigo cuando mas lo necesita. Ilke es una joven llena de vitalidad, guapa y sexy a morir disfruta de su libertad al maximo sin apenas preocupaciones solo una, ganar el dinero suficiente para cumplir su sueno. Ilke desea sobre todas las cosas convertirse en una gran disenadora y estudiar en Paris, para ello aceptara un trabajo un tanto peculiar, oonde le ofreceran ganar mucho dinero para ahorrar la cantidad que necesita. Un trabajo en un lugar oculto ante el mundo y solo abierto para el goce de algunos. Con lo que no contaba Ilke era con conocer a Giovanni y la voragine de sentimientos que este despertaba en ella. Su atractivo animal, su exotismo y la corriente sexual que hay entre los dos los, les llevara a un tira y afloja de voluntades avocandolos hacia un viaje sin retorno. Si te gusto trece fantasias, preparate para la historia mas irreverente y excitante, la de Ilke y Giovanni. Si te gusto Trece fantasias, trece maneras de conquistar y la conquista de Laura. Llega la pareja mas irreverente la de Ilke y Giovanni. Feliz lectura, espero vuestras opiniones y si quereis seguirme lo podeis hacer a traves de redes.

  • Ethan Frome de Edith Wharton

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    La trama se centra en una tragica historia de amor entre personas corrientes. En opinion de muchos criticos, este libro alcanza, por su sencillez, una universalidad que no tienen sus novelas de sociedad. Un empleado de una compania electrica ha sido enviado a estudiar la zona de un pequeno pueblo de Massachussets. Alli sera cobijado, en una noche de tormenta, por Ethan Frome, que a lo largo de la velada le explicara como casado con Zeena, una mujer hurana y enferma, se enamoro de Mattie, la prima de Zeena que se alojo en su casa para cuidar de ella, despues de haber perdido a sus padres, y que le correspondio en su amor.

  • Sus nombres son leyenda de Juan Antonio Garrido Ardila

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    La longeva historia de Espana se ha fraguado en buena medida gracias a las acciones y proezas de individuos excepcionales, cuyos altos empenos la conformaron como ente cultural, social y politico. A esa categoria de hombres y mujeres, protagonistas de sus epocas y artifices del progreso, los antiguos denominaron <>.

  • La guardiana del bosque de Javier Montes

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    Un enorme oso Grizzli salva a Jane de ser violada por unos cazadores furtivos en Alaska

  • Sin derecho a roce de Ana Alvarez

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    Un matrimonio con fecha de caducidad.

  • Storm. La tormenta perfecta de Sandra Mir

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    Cuando la ambicion, el peligro y el amor se juntan, Samantha y Jack se encontraran en la tormenta perfecta.

  • La revolucion transhumanista de Luc Ferry

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    Ha surgido una nueva ideologia con sus sabios y sus profetas, sus eminencias y sus intelectuales, que lleva el nombre de <>: una corriente cada vez mas poderosa, que, con el apoyo de medios cientificos y materiales considerables, milita a favor del uso intensivo de las celulas madre, la clonacion reproductiva, la hibridacion hombre/maquina, la ingenieria genetica y las manipulaciones germinales, que podrian modificar nuestra especie de forma irreversible, todo ello con el fin de mejorar la condicion humana. El progreso de las tecnociencias en estos ambitos es de una amplitud y una rapidez inimaginables, es silencioso, no llama la atencion de los politicos y apenas la de los medios de comunicacion, de modo que se produce a espaldas de la mayor parte de la poblacion y practicamente no esta regulado. Esta nueva situacion nos obliga a reflexionar, a anticiparnos a las abisales cuestiones que estos nuevos poderes del hombre sobre el hombre plantearan inevitablemente en los proximos anos, en los planos etico, politico, economico, pero tambien espiritual.

  • Noche de fuego de Colin Thubron

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    Desde las primeras paginas de esta novela se nos desvela el final que aguarda a sus protagonistas, siete inquilinos de un mismo edificio de apartamentos--el casero, un pastor anglicano, un neurocirujano, una entomologa, un fotografo, un nostalgico de la infancia y un viajero--que perecen entre las llamas que provoca un cortocircuito. En sus ultimos instantes, los ocupantes del edificio rememoran episodios significativos de sus vidas; siete individuos que simbolizan en realidad siete aproximaciones al alma humana.
    Con un lirismo incomparable y un lenguaje cristalino y hermoso, Colin Thubron recrea la compleja trama de los recuerdos para salvarlos de las llamas.

  • Sirens 4 de Lena Valenti

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    Historia original de Lena Valenti y Valen Bailon.

  • TU, MI VIDA de Maria Vega

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    ?Que pasaria si descubrieras que tu vida es una mentira?
    ?Que tu misma lo eres?

  • Prestame tu nombre (Prestame 9) de Iris Boo

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    Serguey escapo de Rusia gracias a sus familiares americanos. Les debe mucho, no solo por el, sino por su hermana, y esta dispuesto a pagar esa deuda de la manera que ellos quieran.Lo que no imagino es que le pedirian ayudar a otra persona que tambien huye de un hombre que la esta destruyendo, fisica y emocionalmente.Serguey esta contento con lo que tiene, pero despues de conocer a su estrella, se da cuenta de que ya no es suficiente. Ella es la unica que podra recomponer su maltrecho corazon.Pero el pasado de ambos esta empenado en no dejarlos libres.

  • A tumba abierta de Alfonso Domingo

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    De como, por una venganza, robaron en secreto el cadaver de Franco

  • Indestructibles de Xavier Aldekoa

    https://gigalibros.com/indestructibles.html

    < no es un libro de ganadores, aunque sus protagonistas a veces triunfen. Tampoco de perdedores, aunque algunas de estas historias africanas tengan finales amargos. Este es un libro sobre seres humanos que lo intentan. Hombres y mujeres que sufren, rien, opinan, evolucionan, se rebelan y luchan. Protagonistas activos de sus vidas que se revuelven ante un destino que los quiere sometidos, encadenados, victimas. Para quienes la rabia es una forma extrana de esperanza. Tambien es un libro de personas que viven mas alla de las luchas nobles y los grandes dramas. De gente normal. Indestructibles es un libro sobre seres humanos que no se rinden.

  • Trajano y Decebalo en la Rumania del Siglo XXI de Santiago Posteguillo

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    Las novelas de Santiago Posteguillo consiguen atrapar a los lectores gracias, entre otras cosas, a su exhaustiva labor de documentacion. Para recrear con la mayor fidelidad posible la conquista de la Dacia por Trajano, Santiago Posteguillo realizo un viaje por la Rumania actual siguiendo los pasos del emperador hispano. En este documento el lector podra recorrer paso a paso, calzada a calzada, los movimientos que el ejercito romano realizo en su guerra contra Decebalo. Un documento de gran valor informativo, escrito con una pizca de humor y aderezado con imagenes de fotografias tomadas por el propio autor; asi surge la complicidad con los lectores.

  • Salvando el para siempre 1 de Lexy Timms

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    A veces, el corazon necesita un tipo diferente de rescate.averigua si Charity Thompson encuentra una manera de salvar el para siempre en esta novela del ambito hospitalario por la aclamada escritora de novelas romanticas, Lexy Timms.

  • Antes de caer de Erika Fiorucci

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  • Promesas de sal y limon (El club de las Tulipanes 1) de Lucia De Vicente

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    Cadiz, junio de 2000. Ana dio un beso a su madre, otro a su padre y salio corriendo para atravesar el enorme patio del Santa Brigida Irish School a fin de atender la llamada de sus tres amigas, que estaban haciendose fotos con su querida profesora de Lengua y Literatura, la senora Quesada. El coctel que siguio a la ceremonia de graduacion de las alumnas que ese ano terminaban el colegio estaba a punto de finalizar. Hacia pocos dias se habian sometido a la dura prueba de la selectividad y tanto ella como sus queridisimas companeras de fatigas y aventuras obtuvieron magnificas calificaciones, tal y como se esperaba de ellas. La direccion y el profesorado tenian a las cuatro por buenas chicas. Las consideraban de las mejores estudiantes de su promocion, pero ella no pudo evitar una sonrisita ladina al pensar en eso. Lo cierto era que entre todas disponian de una buena coleccion de travesuras y fechorias en su haber, aunque tenian la virtud de haber salido siempre indemnes de ellas. <>, penso sin perder el paso, acercandose al grupo para posar para la instantanea. --Chicas, !hoy es nuestro dia! --grito al tiempo que levantaba el birrete de pega que les facilitaron los organizadores del evento, al mas puro estilo de Yankilandia--. Hoy, por fin, podemos quemar Cadiz; no tenemos que regresar al colegio. !Y ya somos todas mayores de edad! Solo una semana atras habian celebrado el dieciocho cumpleanos de Gabriela, la mas joven y la mas inteligente de las cuatro, por mucho que esa cualidad no se viera reflejada en sus calificaciones escolares. Ni tampoco en la facilidad para hacer amistad con el resto de sus companeras. --Tambien es nuestro ultimo dia juntas, Ana --lloriqueo Gabriela--. Hoy todas dormiremos en nuestras casas y a partir de manana cada cual seguira con su propia vida y no volveremos a vernos. --Vamos, vamos, pequena --la regano con carino la senora Quesada, abrazandola--. Hoy no pienses en eso. Como os he dicho siempre, teneis que vivir el momento. Ya sabes, carpe diem. Manana, Dios proveera. --Eso, Gabriela --corroboro Beatriz, la decana del grupo y a la que todas concedian el papel de protectora, aunque solo se llevaran unos pocos meses de diferencia--. Ademas, si que vamos a volver a vernos; lo hemos prometido. --Deberiamos sellar eso como Dios manda, ya sabeis… --propuso Patricia, la pragmatica, con un gesto picaro--, para que a ninguna se nos ocurra faltar el dia que acordemos para la quedada. --?Que es eso de sellar las promesas? --quiso saber la profesora, que miraba de una a otra, curiosa, intentando rellenar los huecos de su conversacion. --Bueno, cada vez que… --!Callate, Gabriela! --interrumpio Beatriz a la menor, alarmada ante la disposicion de esta a contar su mas protegido secreto; el que todas guardaban con celo, aunque seguramente el miedo a ser descubiertas tenia mas peso que la fidelidad a la palabra dada. --Pero si ya no pueden castigarnos --se defendio esta. --?Y que mas da? --protesto ella, enfadada. --Nada, dona Fina --salio al paso Patricia--. Se trata de una ceremonia infantil e inocua que celebramos cada vez que nos hacemos alguna promesa de futuro, no se preocupe. La profesora las miro a todas, analizando las diferentes reacciones, y sonrio enigmatica. --Ay, ninas, ?pensais que he nacido ayer? --repuso moviendo la cabeza ligeramente de un lado al otro--. Por muchos anos que lleve intentando instruir esas y muchas otras cabecitas de calabaza, nunca terminare de acostumbrarme a que sigais siendo tan inocentes aun el dia de vuestra graduacion. ?Creeis que no estoy al tanto de vuestro juramento… tequilero? --lo denomino despues de pensar un rato y a falta de otra palabra mas adecuada que acudiera a su mente. Las cuatro se miraron asombradas. --!Pero, dona Fina! --salto Beatriz, anonadada al darse cuenta de lo que la senora Quesada acababa de confesar--. ?Desde… cuando lo sabe? La mujer rio divertida. --Pues, posiblemente desde el primer dia. Os recuerdo que, por mi aula, han pasado montones de alumnas antes que vosotras y seguiran pasando despues. Y todas, absolutamente todas, teneis un punto en el que infringir las normas de la escuela se convierte en vuestro objetivo primordial. Incluso las que teneis fama de formales y estudiosas. --?Como se dio cuenta? --cuestiono Ana--. Siempre hemos actuado con mucho cuidado. --El primer dia que Gabriela bajo al comedor y dejo sobre la mesa su desayuno entero, sin tocar ni una tostada, y el resto, con cara de lechuga vieja, os quejasteis de que algo os habia sentado mal y que os dolia la cabeza, lo supe. Luego solo tuve que buscar las pruebas en vuestras habitaciones y, perdonad que os diga, sois muy poco originales intentando ocultarlas. Las cuatro se miraron alarmadas. --?Y por que no nos delato? --pregunto Patricia. Ella siempre era la mas inquisitiva, no en vano el curso siguiente se matricularia en la Facultad de Derecho e intentaria convertirse en la abogada mas aguerrida y resolutiva de toda Espana. --No hubiera servido de gran cosa --admitio--. Todos los profesores sabemos que estas cosas ocurren y es casi imposible evitarlo. Lo unico que hacemos es intentar que no se nos vayan de las manos y empiecen a convertirse en un problema. Una pequena cogorza no mata a nadie, siempre y cuando no se produzca demasiado pronto o se repita con asiduidad. Vosotras habeis sido cautas, la verdad. Un par de veces por curso y solo en los dos ultimos. --?Hacen la vista gorda? --dijo Gabriela, asombrada. --Solo a veces, ya os digo. En vuestro caso no era alarmante. Es condicion del ser humano transgredir las normas y, si los superiores lo afrontamos con excesivo celo o rectitud, lo unico que conseguimos es potenciar ese deseo natural de rebeldia. --!Gracias, dona Fina! --exclamo Beatriz, abrazandola, a punto de que se le saltaran las lagrimas por la emocion. --Pero esta noche, ya que acabo de dejar de ser vuestra profesora --propuso dona Fina, quitando hierro al momento--, ire con vosotras y compartire esos chupitos de tequila para celebrar la clausura de nuestro Club de las Tulipanes. --!Genial! --gritaron las cuatro a coro. --Ademas, tenemos algo para usted --confeso Gabriela, incapaz de guardar una sorpresa. --Gabriela… --la reconvino Patricia. --Dejala, Paty --la defendio Beatriz--. Ya sabes que Gabriela es asi. Anda, Ana, ve a buscar los regalos de la senora Quesada. Ella tambien estaba deseando ver la cara que pondria la profesora cuando le entregaran todo lo que llevaban tiempo preparando, asi que partio de inmediato con una inestable carrera sobre los tacones, ya que, acostumbrada a los zapatos del uniforme, no tenia suficiente practica para andar con ellos por un terreno tan desigual como el del patio del colegio, y se dirigio a la habitacion que habia compartido con Beatriz durante los ultimos siete anos. El equipaje de ambas estaba alli, embalado y dispuesto para ser trasladado por ultima vez hasta sus respectivos domicilios. Los armarios parecian los nichos deshabitados de un cementerio, que esperan su proximo inquilino como si el anterior no hubiera dejado alli algo mas que su esencia durante una larga temporada. Sintio ganas de llorar, pero hizo un esfuerzo supremo y consiguio reprimir las lagrimas. No queria estropearse el ligero maquillaje que se aplico para acudir a la ceremonia, ya que ese dia estaba todo, o casi todo, permitido. Evito volver a mirar la habitacion y recogio la bolsa de plastico que reposaba sobre su cama, o sobre la que lo fue hasta ese dia, y salio zumbando de alli para no derrumbarse y caer en la pena que sentia que empezaba a ahogarla. Del mismo modo que llego, corrio para volver al punto en el que las demas la esperaban, solo que esa vez eligio la puerta principal, para atajar camino. --!Morales! --la reconvino sor Elisa, la portera--, !no corra! Aunque sea su ultimo dia en esta escuela, las normas se cumplen hasta el final. Ella pego un frenazo en seco, sonrio a la monja carcelera --como la apodaban entre ellas--, pidio disculpas con una taimada sonrisa y, en cuanto piso el ultimo escalon que daba acceso al recinto, volvio a correr como alma que se llevara el diablo. --Aqui teneis, chicas --dijo al entregar su preciada carga. Todas dejaron que Beatriz hiciera los honores sin siquiera consultarlo entre ellas, como en un acuerdo tacito. Esta saco una caja cuadrada, verde, de tamano aproximado de treinta por treinta centimetros y se la entrego a la profesora. --Para que tenga un recuerdo nuestro. La mujer la tomo agradecida y emocionada. Cuando levanto la tapa, se le llenaron los ojos de lagrimas. --Esta firmada por las cuatro --aclaro Gabriela, ante el silencio acongojado de dona Fina. --Es una placa de plata con el decalogo de nuestro club --especifico Patricia. Se referia a la hermandad que surgio de forma inesperada despues de que en la sesion de cine semanal del colegio emitieran El Club de los Poetas Muertos. Ellas quedaron tan impresionadas con la pelicula, y se vieron tan reflejadas en los chicos de aquel internado, que quisieron hacer algo semejante. Y, como no podia ser de otro modo, la unica docente capaz de emular las virtudes del senor Keating era su querida profesora de Lengua y Literatura, que ademas compartia asignatura con el personaje de Robin Williams. A dona Fina le encanto la idea desde el primer minuto, pues en el fondo era otra inconformista, libre pensadora y un poquito reaccionaria, como John Keating, aunque en otro estilo. A la senora Quesada le gustaba la poesia como al que mas, claro que si, pero preferia la narrativa. Y de entre toda, la de los autores del romanticismo de los siglos XVIII y XIX; Jane Austen, Charlotte Bronte y su hermana Emily, Lord Byron, Mary Shelley, Alexandre Dumas, Gustavo Adolfo Becquer… Pero, ademas, algo que nunca reconocio delante de sus alumnas fue que era una defensora a ultranza de la romantica actual. Seguia la obra de Johanna Lindsey, Kathleen Woodiwis, Marie Jo Putney, Nora Roberts, Diana Gabaldon, Virginia Henley y un larguisimo etcetera de autoras, de las que era voraz lectora. Ellas no tardaron en averiguarlo. Les extranaba tanto verla leyendo, en los recreos y antes de irse a la cama, aquellos libros de bolsillo de pastas forradas con papel de periodico, concentrada al maximo y componiendo caras y gestos de admiracion, que no pudieron evitar dar rienda suelta a su curiosidad.

  • Laberinto griego de Philip Kerr

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    1957. El destino ha llevado a Bernie Gunther a trabajar en una compania de seguros de Munich, donde hace lo que mejor sabe: investigar. Desde alli, le destinan a Atenas para comprobar una reclamacion por un barco hundido, propiedad de un ciudadano aleman. Cuando descubre que la embarcacion pertenecio a un judio que fue deportado a Auschwitz, a Gunther ya no le cabe duda de que el naufragio no fue un accidente.

  • As de corazones (Vegas Clandestina 3) de Renee Rose

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    P C A P I TULO U NO epper SABES que tu carrera llego a un limite aun mas bajo cuando te contratan por ocho semanas para trabajar en Las Vegas. Miro fijo a la gigante marquesina con mi nombre en luces de neon mientras la limusina estaciona frente al Casino Hotel Bellissimo. No me importa si el Bellissimo es el lugar mas lujoso y a la moda de La ciudad del pecado, sigue siendo Las Vegas. El antro donde caen los artistas por su bajo nivel de estres y dinero facil. Usualmente despues de que se termine su fama. ?Asi que por que carajo estoy aqui a veinte meses de lanzar un album y ni catorce horas despues de mi ultima presentacion en una gira agotadora? Por culpa de Hugh; el pendejo de mi representante que me vendio. Y ahora mis padres, Hugh y yo tenemos un millon de problemas que solo yo puedo solucionar. Anton, mi guardaespaldas, sale primero y luego me ofrece su mano para ayudarme. La ignoro porque, si, tengo veintitres anos, asi que soy del todo capaz de salir yo misma de un auto y no soy tan superficial como para querer ayuda, aunque aprecio el gesto. Me bajo y muevo hacia abajo la falda de mi vestido baby doll con tiras que combine con un par de Doc Martens destartalados color rojo ladrillo, y me quito los auriculares mientras todavia suena el album de RadioHead. Una mujer de cuarenta y pico en un vestido azul y tacos cruza la puerta y se dirige directo a Hugh. Detras de ella, un hombre enorme con hombros amplios mira, parado justo afuera de la puerta decorada con oro. Me mira a mi. Eso no es poco comun. Soy estrella de pop despues de todo, pero es la manera en la que me mira lo que envia senales de alerta disparadas por mis venas. Su manera de observar muestra poco asombro y es callada y su exquisito traje italiano lo delata. Es Tony Brando, el tipo que ahora es mi dueno. Lo reconozco. Estuvo en mi recital en Vancouver, y luego otra vez en Denver. Es la razon por la que estamos aqui aunque este a tres horas de un colapso total, cerca de perder la voz y realmente desesperada por estar a solas un rato. Por supuesto, aunque la mafia no me persiguiera por casi un millon de dolares, es probable que Hugh igual me tuviera reservada hasta el proximo siglo. Sus planes o los de mis padres nunca consideraron mi bienestar cuando se trata de mi carrera. Hace dos anos le dije a Hugh que necesitaba un descanso. Algo de tiempo para encontrar mi inspiracion de nuevo y componer la musica que me llevo directo a la fama en primer lugar. Queria refugiarme en un estudio para grabar mi proximo album, lo que solucionaria los problemas de dinero en los que se metieron mis padres el ano pasado por unas malas inversiones. Pero Hugh tenia un plan infalible. Un plan idiota y peligroso que mis padres y yo confiamos a ciegas en que ejecute. --Bienvenida, senorita Heart. Soy Angela Torrino, directora de eventos. El Bellissimo se entusiasma mucho por tenerla aqui, como puede ver. --Ella hace un gesto al cartel de neon de treinta metros que tiene mi nombre en luces y se ubica sobre la franja. Muevo la cabeza e intento forzar una sonrisa. Trato de no mirar el traje a rayas que acecha detras de ella. Hugh la rodea y se pone al mando, como siempre. --Gracias por hacer los arreglos, senorita Torrino. --Le aprieta la mano--. Ahora si pudiera darnos acceso al escenario, comenzaremos a descargar para que Pepper pueda ensayar antes de su presentacion esta noche. Claro. Ensayar. Ahora. Porque Dios sabe que en serio seria un sacrilegio tener un dia de descanso despues de viajar y antes de tener que actuar. O siquiera una hora. Sigo a Hugh y a la senorita Torrino hasta las puertas del casino/hotel con Anton detras de mi y un poco a la izquierda. La senorita Torrino se detiene y le presenta el hombre grande de la puerta a Hugh. Brando la ignora y da un paso al frente. Sus movimientos son elegantes para un hombre de por lo menos dos metros. Es claro que su mirada se enfoca en mi rostro y no en la forma guau-conocere-a-lafamosa-joven-estrella-de-rock-Pepper-Heart. No, es mas como un gran lobo malo que mide a su presa. Su mirada pasa por encima de mi boca, luego mas abajo, hacia mis senos sin sosten y hasta mis piernas descubiertas. Luego sube una vez mas a un ritmo mas placentero, y al final se queda en mis ojos. Estoy bastante segura de que le gusta lo que ve, pero no tiene una mirada lasciva. La sonrisa burlona sobre su boca es mas de satisfaccion, como si yo fuera un vino exquisito que le acaban de entregar y estuviera saboreando mi buque. Mi estomago se hace un nudo. --Senorita Heart, este es Antonio Brando, uno de los directores de funcionamiento aqui en el Bellissimo, --dice de forma alegre la senorita Torrino detras de el. Me gustaria decir que su rostro grande y tenebroso lo hace feo, pero seria una mentira. Incluso con las lineas de cicatrices que danan su mandibula robusta, su frente y su mejilla izquierda es hermoso. Como alguna especie de semidios romano que enviaron a la Tierra para destrozar a los hombres y conquistar a las mujeres hasta que todos los humanos inferiores estuvieran domesticados. No me ofrece su mano. Yo tampoco lo hago. De hecho, le dedico mi mejor mirada de vete a la mierda; la que suelo reservar para Hugh. --Estoy ansioso por ver tu presentacion esta noche. --Su baritono se mueve por mi interior; vibra justo entre mis muslos. En serio desearia que mi cuerpo no tuviera esta reaccion ante su cercania porque preferiria odiar a este hombre y que no me excitara. Pero es puro poder masculino; irradia seguridad y control silenciosos. Y amenaza. Si, hay un trasfondo de violencia en el que me da escalofrios. Junto los labios con fuerza porque no puedo pensar en algo que decirle que no haga que quiera romperme las rodillas. Y estoy bastante segura de que esas cosas suceden aqui. La familia del crimen Tacone es la duena y la que dirige el Bellissimo. Ademas, y lo que es incluso mas importante, no quiero que escuche el estado de mi voz. Casi no tengo. Llevo enferma varias semanas, y para ser honesta no se si pueda sobrevivir este ultimo tramo en Las Vegas. Hugh se acerca rapido a mi lado y me toma del codo de esa forma posesiva que tiene. --Vamos, te llevaremos al escenario para que puedas ensayar. Esta noche no quiero metidas de pata. Agacho la cabeza y lo sigo, no porque este de acuerdo con que necesite el tiempo de ensayo, sino porque quiero escaparme de la mirada ardiente de Brando. Tan pronto como pueda. Hugh me toma mas fuerte del codo mientras nos movemos por el casino. --?Quieres hacer que nos maten a todos? --me dice entre dientes en el oido; su aliento apesta a cafe amargo. --Crei que ya te habias encargado de eso, --digo de forma rasposa en mi tono mas seco y aburrido; el que hace que se vuelva loco. Luego dejo de escuchar el sermon mientras los invitados del Bellissimo gritan mi nombre y comienzan a tomarme fotografias. Sonrio y les hago el gesto de la paz mientras caminamos por el casino en un largo desfile desde la puerta principal hasta el auditorio donde el autobus de mi gira esta estacionado en la salida de atras. Claro que podriamos haber entrado por ahi desde un comienzo, pero esta es la estrategia de Hugh para asegurarse de que todos sepan que hay alguien famoso en el edificio, para publicitar el espectaculo. Los miembros de la banda y los encargados del equipo tienen el lujo de quedarse tranquilos en la parte de atras. Aunque para ser honesta no me molesta. Amo a mis seguidores. Son la razon por la que escribo musica. La razon por la que canto. Un revoltoso grupo de chicos de fraternidad empuja muy cerca y se mete en mi espacio para sacarse selfis conmigo. Anton les ladra para que se vayan hacia atras, protege mi cuerpo con el suyo, pero de repente la seguridad del casino nos envuelve y forma una burbuja protectora. --No lo se, solo tiene un guardaespaldas, --dice uno de ellos mientras habla por una unidad de comunicaciones, y luego--, entendido, Tony. Nos quedaremos con ella en todo momento. Tony. Me giro para mirar a mi gran protector. Camina de forma casual detras de nosotros; sus labios se mueven mientras le da ordenes al personal. Nuestras miradas se encuentran y se quedan asi; la suya es oscura, prometedora. Mi corazon se acelera. Quiero ir hacia atras y decirle las cosas que me contuve cuando estabamos afuera, pero es como si la Tierra se derrumbara bajo mis pies. Las placas tectonicas se desplazan y se mueven, se reacomodan. Puedo haber pensado que podia manejar Las Vegas. Manejar mis obligaciones en el Bellissimo. Entrar, salir; contener mi colapso nervioso hasta que todo acabara. Pero ahora que conoci a Tony Brando, se que esto es demasiado. Es dificil imaginar sobrevivir este trabajo con el alma intacta. TONY. MERDA. Pepper Heart no es para nada como lo que esperaba. Me imagine que seria una chica fiestera; una joven estrella de rock malcriada que habia tirado su dinero por la ventana. Eso o una nina que necesitaba madurar, quizas con padres o un representante que habian manejado muy mal su carrera y sus finanzas. Y todavia puede que la ultima opcion sea la correcta, pero Pepper no es una nina y tampoco una estrellita insulsa.

  • Un Hombre de Familia Solo para mi de Olivia Saint

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    Cuando el amor de tu vida esta frente de tus ojos, todo confabula para que el encuentro sea inevitable y puedan vivir momentos unicos juntos.

  • Capullo engreido de Alena Garcia

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    Toda mi vida he hecho lo que me ha salido de los huevos y he rendido pocas cuentas, las justas y necesarias. Naci en una aldea del norte ruso, en Katunino, junto al lago Lajta, en el oblast (region) de Arjanguelsk. Este lugar antes no estaba reflejado en los mapas. Era uno de los numerosos pueblos secretos de la desaparecida Union Sovietica. Aqui los militares llevaban a cabo investigaciones que no conocia nadie. Pero cuando yo vi la luz por primera vez, ya habia desaparecido todo indicio de secretismo. Tengo menos de veinticinco anos, no naci en la Union Sovietica, no se si decir por suerte o por desgracia. Algunos abuelos del pueblo echaban, y siguen echando de menos aquellos tiempos. Los entiendo. Nuestros pobres jubilados no pueden llegar a fin de mes con las pensiones que reciben. Antes tenian muy poco, pero siempre lo justo para comer. Los alimentos costaban unas pocas kopeikas. Pase la infancia casi en soledad. Se puede decir que soy de padre desconocido, pero prefiero ser sincero y contar que ese cabron hijo de puta nos abandono a mi madre y a mi en cuanto supo que estaba embarazada. Mi pobre progenitora tuvo que luchar mucho para sacarme adelante. Trabajaba desde el amanecer limpiando algunas casas, cuidando a los ninos de los pocos adinerados de la zona y haciendo otras chapuzas que le surgian. Volvia a casa por la noche, derrengada, la pobrecilla. Yo pasaba el dia solo. A la escuela fui unos pocos anos, hasta los once. Despues, me escapaba a diario e iba con los colegas a pasear, a fumar nuestros primeros trujis y a hacer gamberradas sin fin. Una de nuestras favoritas, habia que ser cabron, era quitar la llave del contacto a los coches que dejaban arrancados por la noche en invierno. El intenso frio no permitia que los coches pudieran apagar el motor. Por la manana no arrancaban si se apagaba. Era una putada gorda para esa pobre gente que madrugaba y tenia que ir a trabajar. Pienso que crecimos asi, con maldad innata. El que nace cabron, toda la vida sera justo eso. La naturaleza no se puede cambiar. A los catorce anos me hice con el poder de todos los ninos y adolescentes de Katunino y alrededores. Formabamos un heterogeneo grupo que lo mismo torturaba animales como acosaba a las mujeres hasta que las veiamos correr desesperadas o robaba en los huertos y en las tiendas. Robe mi primer banco a los quince anos en la capital, en Arjanguelsk. Entre decidido, sin taparme la cara con nada y, tras amenazar a un cajero con un cuchillo enorme de cocina, me lleve todo lo que tenia el banco ese dia: dos millones de rublos. Es cierto que no era mucho, pero para mi era una montana de dinero que no supe ni como iba a gastar. Volvi a Katunino con todo ese dinero metido en varias bolsas de supermercado. La policia me localizo a los tres dias y me detuvo. Me llevaron a una especie de reformatorio, un asqueroso antro donde lo pase muy jodido. Alli habia hijoputas que tenian mucha vida y tuve que tragar quina de la buena. Consegui que no me petaran el culo, aunque tuve que recibir, para ello, muchas palizas. Siempre he luchado bien, desde nino. Con aquellos cabrones tuve que emplearme a fondo. Tumbe a tres, pero el cuarto consiguio tirarme al suelo y patearme la cara y las costillas. Aun asi, no baje mis pantalones en ningun momento. Desde ahi me respetaron. Aprendi mucho de esa gente. A abrir puertas, a arrancar coches de todo tipo, a dar tirones de bolsos, a realizar faciles timos a los imbeciles que no saben ni donde tienen la mano derecha… En fin, que me converti en el clasico criminal juvenil que apunta maneras para entrar en una mafia y acabar sus dias o acribillado a balazos o en la trena por siempre. Lo unico que me daba pena era mi pobre madre. Tengo dos tatuajes de ella. El primero me lo hice en el pecho, con su rostro y una lagrima cayendo, que era la vision que tenia de ella. El otro es de su nombre, en mi biceps derecho. Yekaterina. He reventado a mucho idiota por mentarme a la madre, solo por mentarla, sin insultarla. Es sagrada para mi y no resisto ni un mal chiste contra ella, ni contra ninguna otra madre en general, aunque no la conozca. A los diecisiete estaba libre. Aquel centro fue mi universidad para el delito. Me mude a Piter (San Petersburgo) para tratar de hacer carrera. Intente hacerme un hueco como carterista en las estaciones de metro y de tren. A los pocos dias los jefes del lugar casi me pescan. Corri como una liebre atomica y logre escapar. Entonces, me meti en garitos intentando que algun pequeno capo de grupo se fijara en mis aptitudes. Era asiduo de billares y de cervecerias de baja estofa. Un tipo, un ucraniano que hablaba con la voz cascada, me enseno a jugar bien al billar y asi conseguia algunos rublos para sobrevivir decentemente. El me enseno a jugar bien, pero yo, cuando veia que iba a perder, montaba un pifostio descomunal con el contrincante acusandole de haber movido bolas en su favor y la pelea que se montaba solo podia pararla la bofia, con sus sirenas

  • Las Ratas de Miguel Delibes

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    Es una novela realista, de denuncia frente a las injusticias sociales. Trata la historia de un nino que lleva una vida miserable junto a su tio, viviendo en una cueva y alimentandose de ratas de agua, en un pueblo de Castilla. Esta vida miserable, moldea y determina el futuro de los personajes, el Nini, el nino, trabajador, agradable y apreciado por el pueblo, y el Ratero, su tio, que no quiere abandonar su vida miserable y rechaza las propuestas de cambiar de vida propuesta por las autoridades, que presionan movidos por propios intereses. Los paisajes son fundamentalmente urbanos, ya que se centra en el pueblo donde el Ratero, vende el producto de su caza, que pronto tendera a extinguirse y debera buscar otros recursos de subsistencia.

  • Yo no creo en principes azules …. ni en sus cuentos. (Yo no creo en principes azules 2) de

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    Abril llego a Barcelona destrozada por culpa de Aday, lo que se pensaba que iba a ser un viaje divertido acabo siendo todo un desastre, solo con la ayuda de sus amigas, Abril consigue seguir adelante, lo que no se imagina Abril es que Luis, un medico muy atractivo, se iba a convertirse en un gran apoyo para ella.
    pero la vuelta de Aday volvera a poner su vida del reves.
    ?Se dejara Abril guiar por su corazon??O mas bien por su razon?.

  • Eres de otra galaxia de Gema Samaro

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    Eran las cuatro de la manana y a Isabel la desperto un estruendo, como si al viejo pino del jardin le hubiera alcanzado un rayo y lo hubieran abierto en canal. Pero no llovia, tan solo soplaba un viento infernal que, como comprobo a traves de los visillos de la ventana, el arbol soportaba tan altivo como siempre. --?Que ha sido ese estrepito? !Ha sonado como si se hubiera caido del cielo una albondiga gigante de laton! --comento preocupada la abuela Berta, una mujer de ochenta y dos anos, alta, espigada y elegante, que de pronto aparecio en la puerta del dormitorio de Isabel, con la cabeza canosa llena de rulos, una bata de estampado de leopardo y con Chicho, un mastin leones que llevaba del susto el rabo entre las piernas, escondido detras de ella. --?Albondiga gigante? !Anda que no tienes imaginacion! Pense que habia sido el pino, pero ahi sigue plantado... --respondio Isabel, con la vista puesta en la ventana. Isabel era una chica menuda, morena, de enigmaticos ojos de color avellana, nariz respingona y sonrisa enorme que acababa de cumplir veintiocho anos la semana anterior. --La culpa es de tu abuelo --comento la abuela situandose a su lado frente a la ventana. --?Que pinta el abuelo? --pregunto extranada Isabel, mientras acariciaba la cabeza de Chicho para calmarlo. --Se empeno en levantar esta casa en mitad de la nada y tarde o temprano tenia que suceder... -- susurro la abuela Berta, misteriosa. La casa estaba enclavada en mitad de la serrania de Cuenca, en un precioso valle entre montanas por el que discurria un arroyuelo... --?Suceder el que? --pregunto Isabel en tanto que el viento golpeaba con fuerza las contraventanas de madera. --Pues esto... Algo raro en mitad de la noche y !estamos solos los tres! !Mira que le dije que comprara la casa del pueblo que esta frente a la iglesia, rodeada de unas maravillosas cotillas de bien, que dan mucha mas confianza y seguridad que la alarma de Prosegur! --!Menos mal que no te hizo caso! Me encanta la sensacion de estar aislada del mundo, !me fascina saber que no hay nadie en dos kilometros a la redonda! !En ningun sitio siento tanta paz como aqui! --exclamo Isabel, ajustandose el cinturon del pijama negro de seda. --Sobre todo despues de escuchar un ruido rarisimo en mitad de la noche... !Voy a llamar a la Guardia Civil! --hablo la abuela nerviosa, mientras sacaba el telefono movil del bolsillo de su bata. --?Para que? El ruido ese ha podido ser cualquier cosa... Todo parece en orden ahi fuera... -- comento Isabel tranquila, echandose la melena ondulada hacia atras. --!Si esta negro como boca de lobo! !No se ve una mierda! Y mira lo asustado que esta Chicho... --dijo la abuela acariciando la cabeza del perro que estaba muy inquieto. --Chicho se pone asi tambien cuando paso la aspiradora... --!Yo jamas le he visto la cara de flipado que tiene ahora mismo! !Fijate que pupilas, si parece que acaba de salir de un after! --Chicho se lamia de los nervios los labios y tenia las orejas hacia atras--. !Este barrunta algo! !Yo voy a llamar a Antonio que esta de guardia esta noche para que venga a inspeccionar la zona! --Espera un poco, abuela. !No seas exagerada! --?Esperar a que? ?A que entren a asaltarnos los tipos que viajan dentro de la albondiga? !Voy a llamar a Antonio y vamos a esperarle aferradas a las escopetas! --comento la abuela Berta mientras marcaba el telefono de la Guardia Civil--. ?Antonio? Soy Berta Soto, de la Casa de San Juan, estoy aqui con mi nieta y acabamos de escuchar un sonido muy extrano, asi como si se hubiera caido un albondigon de hojalata del cielo... Antonio, que dormitaba en un sofa desvencijado, se froto los ojos y mascullo: --!No me joda, dona Berta! --!Madre mia, abuela, que imagen! Antonio va a pensar que se te ha ido la mano con el anis... -- la reprendio su nieta en voz baja. --?Que le pasa a la imagen? --repuso Berta, extranada. --Lo pillo, no se preocupe. Me hago una idea perfecta, dona Berta --aclaro Antonio. --Cuanto me alegra escucharlo porque mi nieta dice que vas a pensar que estoy borrachita. --!No, por Dios, dona Berta! Cuenteme... --Antonio se incorporo de un respingo y replico, entre maravillado y solicito, a pesar de tener un aviso en mitad de la noche--. ?Cree que se le ha podido caer un OVNI en el jardin? --!Como se nota que eres fan de Cuarto Milenio, Antonito! No eches a volar tanto la imaginacion, que mas bien creo que debe ser un grupo de exmilitares de alguna republica rara que deben usar helicopteros del Pleistoceno para asaltar las fincas... Y ya sabes lo que les pasa a esas naves que no pasan unas revisiones como Dios manda. A mi me da que se les ha escacharrado el bicho aqui cerca y, si no han quedado muy perjudicados con el aterrizaje forzoso, deben estar a punto de atacarnos... --!Mantenga la calma, dona Berta, que en seguida acudimos a su casa! --Aqui os esperamos, Antonio, calmadas y abrazadas a las escopetas. !Nos vemos! Dona Berta colgo y su nieta le pregunto preocupada: --?Lo de las escopetas va en serio? --!Y tanto! !Ayudame a bajarlas del altillo del armario de mi cuarto! --ordeno la abuela con un gesto de la mano para que la siguiera hasta el dormitorio. Isabel resoplo desesperada, mientras se ponia un rebecote gris que tenia a los pies de la cama: --!Esto es absurdo! !Solo ha sido un ruido que ha podido ser cualquier cosa! --Exacto. Y como esa cosa puede medir dos metros y plantarse en la casa con pasamontanas y terribles intenciones, no pienso quedarme de brazos cruzados... La abuela abandono la habitacion con Chicho muerto de miedo detras y a Isabel no le quedo mas remedio que seguir a su abuela, para evitar que se cayera de la silla al bajar las escopetas del armario. Luego, a reganadientes, se subio a una vieja silla de nogal, abrio el altillo y le paso a la abuela una escopeta con preocupacion: --!Madre mia como pesa esto! Espero que este descargada... --?Por quien me tomas? --replico la abuela tomando la escopeta--.!Mujer precavida vale por dos! !Cogete la otra para ti! --?Estas segura de que vas a poder cargar con ella con tu artrosis? La abuela Berta arrugo el ceno y, desenfundando la escopeta, respondio: --Tengo mas agallas que artrosis. --Las pelis de Tarantino te han trastornado por completo... --replico Isabel dando un manotazo al aire. --Deja de parlotear y date prisa que mira el acojone que tiene encima Chicho... --!De verte! --solto Isabel, mientras la abuela quitaba el polvo a la escopeta con un pano y a continuacion, la abria de un golpe seco. --Chicho es muy perceptivo, hay algo ahi fuera que lo tiene muy ansioso... --comento la abuela mirando a traves del tubo con su ojo bueno, o sea con el de solo ocho dioptrias. Chicho ladro nervioso, como si asi quisiera avalar las palabras de su duena. --No creo que tanto como la estampa de la abuela pistolera... --comento Isabel, con sorna. --Cierra el pico, nina --ordeno Berta al tiempo que sacaba del fondo del cajon, donde guardaba las bragas de cuello vuelto, la caja con los cartuchos. --Voy a necesitar mucha terapia para asimilar todo esto... --musito Isabel bajandose de la silla con la escopeta en ristre, mientras la abuela cargaba la suya. --Tranquila que la estoy cargando con el seguro puesto... !Es imposible que te deje trauma! --Yo no se usar esto. !La mia ni la cargues! --Trae para aca... --exigio la abuela, cogiendo la escopeta-- y dejate de chorradas que no sabemos cuantos tios pueden viajar en la albondiga. Y por el funcionamiento de la escopeta ni te preocupes, se manejan como cuando te gusta un chico: cabeza fria, apuntas y disparas... --Abuela me estas dando miedo, se te esta poniendo la cara de Clint Eastwood en Sin perdon... --mascullo Isabel, a la vez que su abuela cargaba la otra escopeta--. ?Y estas cargando esa cosa sin gafas?

  • Los lazos de Argel de Myriam Millan

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    Zahara de los Atunes, 1577.
    Una galera de piratas bereber asalta un tranquilo pueblo pesquero en mitad de la noche.
    Maria, una humilde cabrera y su pequeno hijo Julio, son secuestrados en su propia cama, encadenados y embarcados hacia lejanas tierras musulmanas.
    Nada mas pisar tierras musulmanas y aun sin ser conscientes de sus nuevas vidas, son llevados a un mercado de esclavos, donde Maria presencia como venden a su hijo, delante de sus propios ojos, por un punado de monedas.

  • Manual de la buena vida de Luis Racionero Grau

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    Un sabio de nuestro tiempo. Un gourmet. Un recalcitrante amador casado seis veces. Un viajero curioso. Un inquieto buscador de lo espiritual. ?Por favor, senor Racionero, nos podria dar las claves de una buena vida, de su buena vida, atendiendo mas a lo material que a lo espiritual? A esta pregunta responde esta obra que destila los mas sabios consejos para ser feliz y resume lo mejor de una vida intensa.

  • Siempre fiel al amor de Sophie Kiss

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    La vida nos da sorpresas. Eso fue lo que le paso a Paul, una enfermedad terminal le pone fin a su vida lentamente, para que su esposa no se quede sola, decide buscarle un nuevo companero de vida, comienzan las citas clandestinas por internet a sabiendas de Paul para encontrar al candidato adecuado y por si fuera poco aparece Mark, el amigo de toda la vida de Paul, un multimillonario y desvergonzado el cual es otro candidato para quedarse con ella. Aillen ama con todo su corazon a Paul ?Con quien se quedara Aillen?

  • Odiame de dia, amame de noche (Un romance en Londres 2) de Nieves Hidalgo

    https://gigalibros.com/odiame-de-dia-amame-de-noche-un-romance-en-londres-2.html

    En esta segunda entrega de la trilogia <<Un romance en Londres>>, Nicole intenta salvar el abismo que le separa del hombre que despierta su pasion y convertir el odio en amor. Jason Rowland, vizconde de Wickford, se casa enamorado de Cassandra sin importarle sus origenes. Sin embargo, ella solo busca su titulo y su posicion. Caprichosa y despota, convierte su vida en un infierno. Cassandra ha cometido un desliz por el que puede perder cuanto tiene, por eso busca la ayuda de quien nunca le ha fallado: su hermana gemela, Nicole.