• el bueno de oliver - Liz Nugent

    https://gigalibros.com/el-bueno-de-oliver.html

    El monstruo perfecto

  • El bueno de Oliver Versión Kindle - Amazon

    https://www.amazon.es/El-bueno-Oliver-Liz-Nugent-ebook/dp/B00R97E8K0

    Vive en el mejor barrio residencial de Dublín, los libros infantiles que escribe no dejan de recibir premios y su mujer, Alice, le ama y admira ...

  • EL BUENO DE OLIVER | ELIZABETH NUGENT | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-el-bueno-de-oliver/9788483657744/2435265

    Sinopsis de EL BUENO DE OLIVER ... Oliver Ryan es la personificación del éxito y el carisma. Vive en el mejor barrio residencial de Dublín, los libros infantiles ...

  • "El bueno de Oliver" - Liz Nugent - Libros que hay que leer

    http://librosquehayqueleer-laky.blogspot.com/2015/01/el-bueno-de-oliver-liz-nugent.html

    27 ene 2015 — "El bueno de Oliver" - Liz Nugent. A finales del año pasado me llegó este libro por sorpresa. Un libro del que no sabía nada (algo lógico ...

  • EL BUENO DE OLIVER - NUGENT LIZ - Sinopsis del libro ...

    http://quelibroleo.com/el-bueno-de-oliver

    Oliver Ryan es la personificación del éxito y el carisma. Vive en el mejor barrio residencial de Dublín, los libros infantiles que escribe no dejan de ...

  • El bueno de Oliver | Penguin Libros ES

    https://www.penguinlibros.com/es/novela-negra-misterio-y-thriller/27729-ebook-el-bueno-de-oliver

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  • El bueno de Oliver - Anika Entre Libros

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    Oliver O'Ryan es un escritor de novelas infantiles con una gran reputación y fama. Apuesto y guapo, enamora a toda chica y mujer que se presenta en su vida.

  • El bueno de Oliver - Libro de Liz Nugent - Lecturalia

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  • El bueno de Oliver - Liz Nugent - Babelio

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  • EL BUENO DE OLIVER, LIZ NUGENT - Sopa de Libros

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  • Sirens 4 de Lena Valenti

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    Historia original de Lena Valenti y Valen Bailon.

  • Un corazon como el tuyo (California Dream 2) de Juliana Y. Velazquez

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    Un hombre que tiene el mundo a sus pies. Las mujeres se rinden a su encanto sin mayor esfuerzo. Sin embargo, tiene como regla no dejar el corazon en un beso.
    Una mujer solitaria marcada por el pasado, a quien las cicatrices y el dolor le han borrado las fantasias. No cree en promesas de amor ni cede a la seduccion.
    Una coincidencia junta sus caminos.
    Esa mujer que llega a su vida para ponerla de cabeza, le hace cuestionarse como es posible romper su unica regla sin haber rozado sus labios. El cree que sera facil hacerla caer.
    Pero ella tiene mucho mas dentro, su mirada oscura es solo un reflejo de sus heridas. A pesar de ello, la persistencia de aquel hombre amenaza con romper sus barreras.
    Para el amor nunca fue tan complicado triunfar.

  • Dejale Crecer de Javier Urra

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    Sobreproteger NO es educar.De esta premisa han de partir los padres que quieren que su hijo crezca como un arbol fuerte y no como un bonsai. Padres que buscan prepararlo para afrontar la vida real con exito, no para encerrarlos en una campana de cristal; que le brindan las herramientas que necesita para ser una persona autonoma, con sus riesgos y decisiones, tolerante a la frustracion y, en el futuro, un adulto consistente.

  • Mi maldita adiccion (Tabu 2) de Noelia Medina

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    Marc Ferrara tendra esa droga cerca, en su propia casa, y el monstruo crecera, trayendole recuerdos de un pasado perturbador y desbocado. Intentara aplacarlo con musica y distancia, pero la tentacion sera demasiado grande y comenzara a consumirlo.
    Una destrozada Nicolle buscara refugio, y puede que unas manos que saben hacer malabares y magia sean ese lugar seguro que necesita. Pero algo ha cambiado, algo que se escapa de su control y de su entendimiento. Ya no es solo curiosidad por ese hombre mucho mayor que ella, el padre de su amiga. Ya no es solo deseo. Es mas, mucho mas.
    Aquella muchacha que llego a su casa con una mochila en el hombro comenzo siendo una maldita droga dura dificil de controlar. Ahora se ha convertido en algo mucho peor.
    En su maldita adiccion.

  • Prometo liberarte de Diana V

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    Andy no es como todos los chicos del instituto, y Anna lo sabe. Apodado El Monstruo, luego de golpear hasta dejar inconsciente a uno de sus companeros por una broma que nadie logro oir, es conocido por todos por mantenerse siempre en silencio, en el fondo del salon, lejos de la mirada de los maestros. Anna intuye que puede estar en malos pasos, pero tambien cree que tras su oscura vestimenta y sus ojos perdidos puede existir algo mas. Pero Anna no tiene idea de lo que tras la puerta de la casa de Andy sucede

  • Lo que nunca te cante, Cara A de Lena Valenti

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    Una siempre cree estar satisfecha con la vida que tiene. Yo, por ejemplo, asi lo siento.
    Tengo una relacion estable con un chico que me quiere y que me encanta, mi vocacion es mi trabajo, me rodeo de buenos amigos, tengo salud y unos padres que me apoyan en todo.
    No pido nada mas. Pero si esto fuera asi, no tendria nada que decirte.

  • Pacto entre hermanas de Ivette Chardis

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    Dos mujeres independientes y un baron dispuesto a conquistar a una de ellas.

  • La inocente 1 de Rangel M. Bellerose

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    E CAPITULO 1 La ola de cuerpos n la oscuridad de la noche, dos cuerpos se encontraban bajo la tenue luz que alumbraba la habitacion, la pobre iluminacion que entraba por la ventana, daba brillo a los cuerpos sudorosos por el placer, las curvas de la mujer se dibujaban en las sombras de la pared sobre el cuerpo extasiado del hombre, nada molestaba a los amantes mas que el gemido de sus voces en la mas absoluta soledad de la vivienda, el telefono sono antes de acabar lo que sus cuerpos ansiaban. Ella encendio la luz y se incorporo, mientras se acercaba a su movil, el hombre admiraba en silencio sus perfectas curvas al caminar, -Diga-, contesto ella. Al rato de conversar, la joven se apresuro a vestirse, -?te vas?-, le pregunto el amante desde la cama. -Tengo trabajo... han encontrado un cuerpo sin vida y tengo que ir inmediatamente. -?Piensas irte sin recibir tu placer?…, ?vas a ser capaz de concentrarte en tu trabajo cuando te arde la entrepierna?-, le dijo. Ella le miro con deseo, el cuerpo desnudo y pecaminoso sobre la cama estaba muy bien formado, moreno de pelo y piel y con las abdominales bien marcadas, sus labios le decian ven y aprovecha el tiempo. -Me vas a meter en un lio-, respondio ella. Se volvio a bajar la prenda intima y sin pensar se subio sobre el hombre como si lo fuese a cabalgar. -Victoria... eres unica, no creo que pueda vivir sin ti-, alcanzo a decir el joven entre suspiros. Ella le miro entre sudores y con la respiracion agitada, -pues vas a tener que hacerlo..., yo ya me he corrido, lo siento-, solto. Luego se levanto, se vistio y le dejo alli tirado sobre la cama como un papel usado, a Victoria le encantaba el sexo, pero su trabajo era su prioridad. Al llegar al embarcadero, la mujer se encontro con sus companeros de comisaria, -espero que no me hayas molestado para nada-, le dijo al teniente. -Llegas tarde, hace bastante que te llame y ahora me vienes con enfados…, si no fueras la mejor de la unidad no te hubiera reclamado... esto es serio. -Dime..., informame de lo que ha pasado. -Ven y miralo tu misma-, le respondio. Saltaron el cordon policial y se acercaron hasta el muelle, parecia haber un cuerpo bajo una sabana blanca y el teniente la levanto, -?has visto antes algo asi?. -He visto muchas cosas., solo veo un muerto. -?Un muerto?, esta desfigurado y le faltan los testiculos y... -La polla, ya lo veo…, sera algun caso de violencia machista o conyugal-, le dijo Victoria. Se puso en cuclillas junto al cadaver, examino tanto como pudo, al rato se volvio a levantar, -?a quien le vas a dar el caso? -A ti., es por lo que te he llamado, ?no crees? -Entonces que hace aqui Alejandro, ya sabes que no pienso trabajar con nadie, te conozco y no me lo vas a endosar. -Lo se, pero no estaba seguro de que llegaras a tiempo…, ultimamente vives muy ocupada-, le solto. El teniente era un hombre de color, fornido y alto, casi siempre usaba traje para vestir y le encantaba llevar corbata. -Lo que haga en mi tiempo libre es cosa mia... no creo que tenga que darte explicaciones. -Mientras cumplas con tus horarios no me entrometere. -?Con mis horarios?, ?acaso este trabajo tiene horarios?, ?sabes lo que estaba haciendo cuando me has llamado?…, me estaba follando a un joven atleta, tenia para toda la noche y me he tenido que correr para apresurarme en atender tu llamada. -Victoria..., no me gusta conocer tus intimidades, y mucho menos que me hables con ese lenguaje... ?Puedo contar contigo para este asesinato? -Todavia no sabemos si ha sido un asesinato…, tal vez se haya suicidado-, le dijo volviendose a examinar el cuerpo con una media sonrisa. -No puedo contigo…, Resuelvelo-, le respondio alejandose de ella, -!Alejandro!, recoge y vamonos. Se quedo sola en la escena del crimen, sola con los agentes de calle y el forense claro, ya era suyo el caso del hombre sin rostro. Victoria era una joven inspectora con un talento innato, aunque algo borde y despreocupada, su hermosa figura podria hacer babear a cualquiera, pero su vocabulario echaba para atras a mas de uno, sus prendas tampoco eran muy sofisticadas, pantalones anchos, camisetas ajustadas y deportivas casi siempre desatadas, con el pelo corto negro y ojos verdes, bastante guapa y admirada por la mayoria de sus companeros, aunque se empenara en ir de dura y solitaria. -?Que sabes?-, le pregunto al forense. -Parece que murio entre veinticuatro y cuarenta y ocho horas, por el rigor mortis, pero debo confirmarlo en el laboratorio, en la escena no hay mucho que recoger…, lo han sacado del mar en una red de pesca, buscare algo que nos pueda dar alguna pista, pero el agua siempre es un aliado de los asesinos. -Bien., en cuanto sepas algo me llamas al movil, supongo que no estara identificado aun. -No llevaba ropa ni documentacion. , buscare en sus huellas y en cuanto tenga algo te lo dire. -Estupendo-, dijo ella. Seguia en cuclillas junto al muerto, volvio la cara para agradecer al forense, este no le quitaba ojo a su trasero, el pantalon se le habia bajado y mostraba buena parte de su prenda intima, -?nunca has visto unas bragas?. -No me imaginaba que usaras ropa de encaje rosa…, me ha sorprendido. -Ya…, bueno informame cuando descubras algo-, le dijo levantandose y marchandose hacia su coche. El suelo del muelle estaba mojado, lo cual era de agradecer en aquella noche calurosa de verano, el sonido del mar traia consigo la brisa desde el interior del oceano, ese agradable viento refrescaba a los agentes que se quedarian hasta el levantamiento del cadaver. Victoria subio a su coche y se marcho a casa, al llegar a su adosado, la recibio en la entrada su mascota, un gato blanco de ojos azules que hacia las delicias de la joven, amante incondicional de los animales. Le sujeto en sus manos y se dirigio al salon, una vivienda de dos plantas, arriba sus dos dormitorios y un bano, y en la parte de abajo la cocina, salon comedor y un pequeno patio trasero donde el animalito pasaba casi todo su tiempo mientras Victoria no estaba en la casa. Dio de comer al gato en la cocina y luego regreso al salon donde habia soltado su arma, golpeo el boton del contestador automatico y se tumbo en el sofa apoyando la cabeza sobre sus manos para escuchar los mensajes. " Me ha encantado estar contigo esta noche, espero poder verte pronto ". Bip " No me has vuelto a llamar, soy Eduardo, pensaba que lo de la otra noche significaba algo para ti ". Bip " Victoria, soy Javier, es la ultima vez que trato de contactar contigo, si no quieres volver a quedar dimelo ". Bip " Como no me devuelves las llamadas... -, sonaba la grabacion cuando apago el aparato. -Follas un dia con ellos y ya se creen que eres su mujer... que simple son los hombres-, decia en voz alta, -para que despues nos llamen sensibles a las mujeres. Se levanto del sofa algo molesta por los mensajes del contestador, ella era una mujer libre y muy independiente, no buscaba ninguna relacion formal y eso lo sabian ellos, en la planta de arriba se ducho con agua fria y luego, con la lenceria fina que tanto le gustaba usar, se acosto, – vente, Lucky-, dijo. El gato no tardo en echarse a sus pies despues de apagar la luz. Otra manana de rutina, la luz ya entraba por la ventana y Victoria seguia acostada cuando sono el telefono, -?diga?-, pregunto. -No me digas que sigues en la cama Victoria, el teniente ya ha preguntado por ti varias veces…, Tengo nuevas evidencias del cadaver-, le dijo el forense. -Me acoste anoche a las tres, ?es que no me da ni un respiro?, dile que ya voy por favor..., o mejor dile que estuve ya en la oficina y que sali a investigar al muelle. -Si lo que quieres es no venir por aqui, te puedo dar la direccion de la mujer del hombre que encontramos muerto anoche. -Mucho mejor, asi desayuno tranquila…, ?como se llama?. -La mujer se llama Brenda Smith y vive en la calle Costa de la miel numero 3., ?lo has escrito? -Si, pero no conozco esa calle. -Porque no esta en ciudad, ella vive en una urbanizacion de lujo a las afueras..., pudiera ser que el mar trajera el cuerpo hasta nuestro muelle, son un matrimonio ingles, el se llamaba Jorge y llevaban en la costa varios anos como residentes…, ya tienes trabajo, hablare con el teniente para cubrirte otra vez. -?Cubrirme?…, ya quisieras tu estar en esas-, dijo con una sonrisa. -Me refiero con tu impuntualidad preciosa. -Ya te habia entendido soso, pero gracias..., Luego cuando llegue a comisaria hablare contigo para que me des los detalles de la autopsia-, termino diciendo. La joven inspectora era una buena profesional, pero un poco desordenada con su vida, despues de alimentar al gato y vestirse con sus vaqueros y camiseta negra, salio hacia la urbanizacion para hablar con la viuda. Sobre las doce de la manana estaba frente a la puerta del bonito chalet de los Smith, llamo al timbre y fue recibida por una adolescente con mirada dulce y triste, -?que desea?. -Soy inspectora de policia, queria hablar con Brenda Smith. , ?es posible? -Claro pase, es mi madre…, ella esta muy afectada desde que desaparecio mi padre, sigame por favor-, dijo educada la jovencita. Por las palabras de esta, Victoria adivino que seria ella quien tendria que dar la noticia de la muerte a su familia, algo que detestaba. -Buenas tardes, senora me llamo Victoria y soy inspectora de la policia..., Me han asignado el caso de su marido-, se presento ante la mujer. -Buenas tardes, ?saben algo ya de Jorge?-, le pregunto la mujer. Una mujer de unos treinta y ocho anos, rubia y bastante guapa se levanto del sofa para dar la mano a Victoria. -Me gustaria hablar del tema a solas si fuera posible-, le respondio la policia mirando a la adolescente. -Por supuesto., ?hija te importa? -No me importa, pero luego me cuentas-, respondio saliendo del salon la joven. -?Y bien?…, Sientese y digame-, dijo la viuda que aun no sabia que lo era. -Hemos encontrado a su esposo, anoche aparecio muerto. -?Muerto?, ?como que muerto?-, dijo sorprendida la mujer. -Lo siento... no habia venido para darle esta mala noticia sino para investigar sobre su asesinato-, le dijo con poco tacto. -?Lo han asesinado?, ?quien?…, no puedo creerlo-, solto. La mujer se quedo en shock, tapando su cara con las manos y sollozando. -Entiendo que es duro recibir una noticia asi, pero vamos a trabajar para encontrar al culpable…, necesito hacerle unas preguntas... si esta en condiciones para responder. -?Como ha sido?… no me lo puedo creer, Jorge era un buen hombre, nunca tuvo problemas con nada. -La entiendo... ?desde cuando noto su desaparicion? La viuda estaba muy afectada, se le notaba su afeccion, pero no dudo en colaborar con la inspectora, -desde hace tres dias, debia regresar de uno de sus viajes de negocios…, estaba en Malaga, pero ya no supe mas de el, esa noche no regreso como esperabamos.

  • Perfecto error de Ali Novak

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  • El club de la lucha de Chuck Palahniuk

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  • Memorias Salvajes de Carolina Lozano

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    Hay momentos en la vida en que todo se pone patas arriba. Seguro que a ti tambien te
    ha pasado. Las cosas parecen ir bien, y de repente tu mundo se hunde y tienes que empezar a verlo todo con otros ojos. Unos mas… salvajes.
    Cuando mi vida parecia caer a un pozo oscuro del que no podria salir, alguien me ha hablado desde la muerte, desde un tiempo anterior que esta muy ligado con el ahora. Y me ha hecho ver que guardar secretos es sencillo; lo mas dificil es encontrar el momento para revelarlos.
    ?Y si aquello que sabes de tu familia y de ti misma no fuese mas que la punta de un iceberg que se clava en las raices mas profundas de tu propia historia?
    Por si acaso yo tambien desaparezco, voy a contarte la mia ahora…

  • La horda de los Malditos de Peter Sword

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    En un mundo donde la magia es tan comun como el aire, la amenaza de una nueva guerra contra el Imperio supone un duro golpe para los reinos del sur. Neoludan, uno de los paises afectados, decide liberar de su cautiverio a un poderoso mago, considerado un portento de la magia y capaz de realizar sortilegios ya olvidados. Sin embargo, este mago tiene sus propios intereses y demostrara que no es una persona sencilla de dominar, jugando el solo con el equilibrio de la guerra que se cierne sobre el continente. Magia, caballeros, duelos entre magos, politica, traiciones… Todo tiene cabida en La horda de los Malditos, el primer volumen de la saga Ocaso de Leyendas, escrita por Peter Sword.

  • Cielo en llamas de Leila Mila

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    Desde que la Tierra fue invadida, la vida se ha convertido en una lucha constante por la supervivencia. En un ultimo intento por recuperar su mundo, la especie humana esta inmersa en una cruenta batalla que decidira el destino de toda la humanidad.
    Es en medio de la voragine cuando, entre las ruinas de una nave abatida por la Resistencia, aparece Makensi. Desorientada, magullada y aterrada, se ve arrastrada a la base de la faccion de Maverik, un lugar hostil donde la tratan como a un enemigo mas. Alli descubre dos cosas.
    La primera: ella tambien desconfia de si misma.
    Y la segunda: tiene en sus manos la llave para lograr la victoria.

  • Boabdil, Un hombre contra el destino de Antonio Soler

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    En Un hombre contra el destino, Antonio Soler pone en juego su indiscutible talento para la narracion para contar la historia de dos personajes formidables: Boabdil, el ultimo rey nazari de Granada, encarnacion de un sino tragico, y Gonzalo Fernandez de Cordoba, el Gran Capitan, ejemplo de las virtudes guerreras. Estos dos hombres, obligados a enfrentarse aunque en otras circunstancias hubieran estado destinados a entenderse, simbolizan el final de una epoca apasionante que Soler recrea con destreza, conocimiento y nervio.

  • El Gran Sol de Mercurio de Isaac Asimov

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    El sistema solar ha sido colonizado por la Tierra, unificada bajo el gobierno del Consejo de Ciencias. En Mercurio, el planeta mas proximo al Sol, unas importantisimas instalaciones destinadas a aprovechar la energia solar y custodiadas por robots sufren constantes y misteriosos sabotajes.

  • El misterio de la creacion artistica de Stefan Zweig

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    De todos los misterios del universo, ninguno mas profundo que el de la creacion. Nuestro espiritu humano es capaz de comprender cualquier desarrollo o transformacion de la materia. Pero cada vez que surge algo que antes no habia existido -cuando nace un nino o, de la noche a la manana, germina una plantita entre grumos de tierra- nos vence la sensacion de que ha acontecido algo sobrenatural, de que ha estado obrando una fuerza sobrehumana, divina.

  • La Crianza Rebelde de Ana Acosta Rodriguez

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    ?Te has sentido desbordada por las quejas, llantos y gritos de tus hijos? ?Crees que te faltan herramientas para gestionar rabietas y berrinches de manera respetuosa? ?Pierdes la paciencia muy a menudo? ?Te gustaria educar a tus hijos sin castigos ni gritos pero consensuando limites saludables? Te entiendo y estoy aqui para ayudarte. A traves de mi innovador modelo de disciplina para preescolares C.E.R. (consciente, empatica y respetuosa), aprenderas a establecer normas y limites desde la atencion plena, la empatia y el respeto.

  • Agua por todas partes de Leonardo Padura

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    Los libros de Leonardo Padura estan hechos de historia, y de literatura, y de humo de cigarro cubano, y del beisbol al que tan aficionado es el narrador de La Habana. La nueva obra de Padura es una celebracion y un homenaje al genero de la novela, del que se siente tan deudor; en sus paginas aborda cuestiones en torno este invento que lleva ya cuatro siglos tratando las cuestiones de los humanos y siendo una herramienta de transformacion de la sociedad y un reflejo de ella.

  • Amenaza Bajo el Mar de Clive Cussler

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    En 1859 se produce el naufragio de un barco britanico que transporta condenados a Australia. Dos de los supervivientes consiguen llegar a una isla desierta donde descubren una mina de diamantes. Este hecho dara lugar a la fundacion de un imperio familiar dirigido por Arthur Dorsett y sus tres hijas. Una de estas, Maeve, se ha apartado de su familia y alterna su profesion de biologa con trabajos como guia cientifica de cruceros por la Antartida. Durante uno de estos viajes, un grupo de turistas muere repentinamente por causas misteriosas y la propia Maeve, junto a unos pocos, es rescatada por Dirk Pitt. A partir de entonces las investigaciones de Pitt pondran al descubierto una monstruosa trama de ambicion y codicia cuyo epicentro se halla precisamente en las minas de diamante de la familia Dorsett.

  • Una estrella para el demonio de Ahna Sthauros

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    El antano general ruso Leivan Angelovitch se ha convertido en demonio de la lujuria por culpa del engano del Angel Caido llamado Dazel. Su hermosura y esa sensualidad que exuda de forma automatica lo han llevado a ser uno de los demonios mas poderosos, pero, ahora, sus existencia gira alrededor de dos conceptos: el odio y la venganaza.

  • Carta de una Desconocida de Stefan Zweig

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  • Soldado de Carlos Valdelagua

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    Gonzalo se desperto en el fondo de un barranco con una brecha en la cabeza y tan malherido que no podia ponerse en pie. No recordaba nada, ni siquiera su nombre. Imagino que era soldado de alguno de los regimientos que luchaban en tierras valencianas y solo confiaba en que alguna persona caritativa se apiadara de el y le ayudara.

  • Como restos de marea de Alvaro Abanda

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    Espana, Mexico y Guatemala, son los escenarios de este relato de amor, erotismo y lucha entre dos mujeres que, desafiando las rigidas normas imperantes en la epoca, viviran su pasion tras veinte anos de ausencia, despues de un primer encuentro casual en plena posguerra espanola y siendo ninas de muy distinta clase social; la una, hija de un ministro del dictador Franco, la otra, de un idealista republicano perdedor en la contienda civil.

  • Siroco, Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich

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    Natalia lleva meses recorriendo el mundo junto con su amiga Agustina, sin tener un destino fijo, sin preocuparse por otra cosa que no sea disfrutar de los lugares a los que el viento las ha arrastrado. Cuando estan a punto de regresar a su pais, les ofrecen trabajar como camareras para la escuderia Bravio.

  • Cuidare de ti de R. M. De Loera

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    Mientras levantaba la mano, para despedirme de mi jefe, el gato de la senora Jones, una de las asistentes asiduas a la biblioteca, se froto contra mis piernas. El le ofrecia a su duena apoyo emocional. --Adios, senora Jones. --Bye, Emily. Le hablo como bebe al animal, lo tomo en brazos y se marcho. El reloj marcaba las cinco en punto, mi hora de salida. No regresaria al trabajo hasta dentro de dos semanas pues la ciudad decreto un toque de queda durante ese tiempo. Enfrentabamos una pandemia y, a pesar de las medidas previsoras en los dias previos, los casos continuaban en aumento. Baje los escalones de dos en dos, en tanto, pinchaba mis mejillas y alisaba la falda del traje sastre. Al llegar a la acera me detuve un instante y distraida jugue con el colgante, del arbol de la vida, que fue de mama. Alli estaba el, apoyado en el cofre de su vehiculo con los brazos cruzados sobre el pecho y la cabeza baja. Una sonrisa tonta se adueno de mis labios al percatarme de las briznas de harina en su cabello negro. William era el dueno de la pequena cafeteria que se encontraba a dos cuadras y donde preparaban el mejor cafe de la zona. Nos conocimos durante la inauguracion hacia seis meses. Desde entonces entablamos una amistad y fue como descubri que amasaba pan cuando se sentia estresado. Me obligue a salir de mi ensonacion y me acerque con paso ligero. En ese mismo instante el levanto la cabeza y una sonrisa radiante curvo sus labios. --Gracias por llevarme a casa. Nego con la cabeza a la par que se giraba para abrir la puerta de pasajeros. --Ni en suenos te permitiria tomar el metro. Incapaz de contener una sonrisa subi y coloque el bolso sobre las piernas. Me guino un ojo, cerro la puerta y rodeo el vehiculo. En pocos minutos lo puso en marcha. Inhale profundo al percibir el tenue aroma del azucar mezclado con especies y cafe que lo caracterizaba. Nos incorporamos al trafico que ese dia era intenso. El presidente ofrecio una conferencia de prensa alrededor de las doce del mediodia con las directrices que debiamos seguir. Todos debiamos permanecer en casa, evitar el contacto con las superficies y estar a mas de metro y medio de distancia de los demas. Mordi mis labios al escucharlo pues el transporte publico quedo descartado. Me tardaria mas de una hora en caminar hasta la casa y el toque de queda comenzaba a las seis. La primera llamada que recibi fue la de mama quien insistia en que saliera despavorida a comprar mascarillas, guantes y papel higienico. Logre colgar con el pretexto de una reunion de ultimo minuto. Pocos minutos despues mi telefono vibro con un mensaje de William ofreciendome transportacion. --Este dia ha sido de locos. --Una gran cantidad de personas se acerco a la biblioteca y en lo unico que pensaba era en que a nadie se le escapara un estornudo. Me preocupaba que corrieran despavoridos y tumbaran los anaqueles. --Eso seria un desastre. --Dos semanas no alcanzarian para clasificarlos. Por un segundo desvio la mirada de la carretera y me observo. Diminutas patas de gallo se extendieron por sus ojos, como el cafe mas puro, senal inequivoca de que mis palabras le divertian. Regreso su atencion al trafico cuando el semaforo cambio a verde. Metio primera y llevo la mano a la garganta y la froto con el ceno fruncido. Contuve el aliento, mas, me distraje cuando pego un bocinazo por un inconsciente que cambio de carril y por poco nos choca. Cerca de cuarenta y cinco minutos despues se detuvo frente a mi casa. Desabroche el cinturon y me colgue el bolso en el hombro. --Gracias. Abri la puerta y un unico pensamiento me asalto de repente: No lo veria en todo ese tiempo. Un vacio se apodero de mi estomago a la vez que un estremecimiento me recorrio la piel. --Espera. Giro sobre su asiento y tomo una caja, la cual me extendio. Habia un par de botellas de desinfectantes y alcohol. Bajo, abrio la cajuela y saco una caja de agua y una con el logo de la cafeteria.--Se que estos te gustan. Asenti con una sonrisa. Entramos a la casa y llegamos a la cocina. Coloque los bollos en un plato y la greca sobre la hornilla. En lo que el agua se calentaba tome los desinfectantes para guardarlos debajo del fregadero. Escuche a William carraspear. Gire con los ojos muy abiertos, solo nos separaban unos centimetros pues el acomodaba el agua en la alacena. Entonces... estornudo. Mis dedos se movieron autonomos. Una nube de antiseptico lo cubrio y su olor caracteristico inundo el lugar mientras un gritito escapaba de mi garganta. Su camisa termino empapada. Sus manos en alto como si con eso lo hubiera podido evitar. --?Tienes gato? --Para ese momento los ojos le lagrimeaban. Negaria con firmeza cuando recorde al gato de la senora Jones. --No. --Mis labios en una mueca. Se comporto con frialdad a pesar de mis disculpas. Lo acompane hasta la puerta y, tras una bocanada de aire, se inclino para dejar un beso en mi mejilla. Con la respiracion contenida intente dominar el cosquilleo en mi garganta, cerre los punos, mas, el estornudo encontro la forma de escapar. El se alejo de inmediato con los hombros tensos. La verguenza no me permitio decir nada mas. A la manana siguiente camine hasta la puerta cuando el timbre sono. Apenas pude dormir en la noche, amaneci mocosa y con ojos llorosos. Al abrir cubri mis labios mientras un colibri revoloteaba en mi interior. William estaba frente a mi con un termo caliente y una caja de bollos. El calor se concentro en mis mejillas cuando me dedico una sonrisa timida. Mi aspecto daba mucho que desear y el estaba impoluto. --?Que haces aqui? --Mi voz nasal. Levanto la mano para acomodar un mechon de mi cabello. --Cuidare de ti. 2 Mis ojos se desmesuraron al escuchar lo que pretendia y di un paso atras. El presidente fue muy enfatico en que si se presentaban sintomas debiamos permanecer aislados. No estaba segura de cual podria ser mi diagnostico. Hacia dos semanas tuvimos un dia de ninos y algunos sufrian de un resfriado comun, pero la senora Jones regreso de un crucero en esas mismas fechas y desconocia los paises que visito. Ademas, ?acaso creia que lo expondria de esa forma? Debia pensar en su familia. Yo solo era la mujer que conocio unos meses atras. --No quiero exponerte. No pudo evitar la risita que retumbo en su pecho, acaricio la sien con la mano y ladeo la cabeza. --Estoy seguro de que quede inmunizado con el bano de desinfectante. Volvio a reir. Quede prendada de la jovialidad que su risa impregno en su rostro, sabia que debia estar cerca de los cincuenta, aunque su edad era un tema que no me afectaba. Baje la cabeza para inspeccionar mi indumentaria como si hubiera cambiado en los ultimos dos minutos. Pero seguia llevando la pijama de ositos que tanto me reconfortaba. Levante la vista para cerciorarme de que mi cabello continuaba amarrado en el mono desalinado que me hice en la madrugada. Un suspiro de resignacion se quedo atascado en mi garganta cuando al mismo tiempo escapo un estornudo. Por suerte alcance a levantar el panuelo que llevaba entre las manos a tiempo. Una mueca desfiguro su rostro por unos segundos, quizas ya comenzaba a entrar en razon sobre el ofrecimiento. Con lo que fuera que tuviera en su interior el termo caliente y los bollos yo era feliz.--Este clima no es bueno para ti. Acabamos de entrar en la primavera, pero los vientos aun son muy fuertes y frios. Asenti. --Sera mejor que me resguarde. --En eso estoy de acuerdo, Emily. Dio un paso hacia la puerta y lo bloquee como armador de futbol, aunque, pensandolo mejor esos eran los que agarraban el balon a distancia para lograr la puntuacion. Resople, mi cabeza comenzaba a desvariar. Me sentia cansada y estar de pie esos minutos comenzo a transformarse en un esfuerzo titanico. --Mi deber como ciudadana no me permite darte el paso. Mi casa es una incubadora de germenes y vaya a saber que mas. Bufo... ?Bufo? --Estoy seguro de que eres una ciudadana responsable, Emily. Apuesto a que jamas has entregado un libro tarde a la biblioteca. --No, jamas. Los cargos por la demora son astronomicos, pero el condado esta considerando eliminarlos. Algo asi como que las personas se sentirian menos culpables. Volvio a reir mientras acariciaba la sien con la mano. Mordi el interior de una mejilla. <> Extendi la mano hasta el barandal al sentir como si la brisa suave fuera capaz de tirarme. Lo ojee con disimulo pues tenia que sonarme la nariz y no lo haria frente a el. !Me faltaban solo unos meses para cumplir cuarenta y uno! --Emily... --Estare bien, William. Extendi la mano para agarrar el termo, mi cuerpo agradeceria el calor externo y no esa tibieza tan extrana que proporcionaba la enfermedad. Sin embargo, lo alejo y nego con la cabeza. Suspire con resignacion. ?Acaso se lo llevaria si no le permitia entrar? --Ya me contagiaste, Emily. Ayer estuvimos encerrados en mi automovil por alrededor de una hora. Desvie la boca a un lado, en eso tenia razon, aunque, si inhalo el desinfectante puede que cualquier virus o bacteria en su garganta muriera. Baje la cabeza y estruje mi rostro, jamas podria olvidar lo que hice. --?Y si lo que tengo es ese virus tan peligroso? Quizas aun estes a tiempo de dar la vuelta y mantenerte sano. --Solo perdemos el tiempo. Desde hace varios minutos que puedes estar acostada en la cama con un plato de mi sopa de tomate entre los dedos. Si no tuviera la certeza de que un ser humano no se derrite podria jurar que eso fue lo que hice. Su sopa de tomate era deliciosa y no era quien unico lo pensaba, cuando la preparaba se agotaba de inmediato. Tenia suerte de que el me guardaba una porcion cuando no podia salir a tiempo a la hora de la comida. --?Sopa de tomate? Asintio con una seriedad impenetrable. --Y bollos recien hechos. Suspire. Ese pedazo de pan tan esponjoso y suave con el sabor caracteristico de la levadura. Y que, cuando estaban recien horneados, se les derretia la mantequilla al instante. Intente inhalar profundo para ver si captaba su delicioso aroma, pero al parecer un tapon decidio instalarse en mi nariz. Y uno no muy efectivo pues goteaba profuso. --Me duele la cabeza. --Levante la mano para sostenerla. El viento continuaba su juego con mi balance. Dio los pasos que lo acercarian a mi y con el brazo me rodeo. Mi cabeza se apoyo en su pecho duro y estable. No podia ser diferente pues amasar pan requeria de un gran esfuerzo fisico. Coloque la mano muy cerca de su corazon, en mis dedos el golpeteo acelerado de sus latidos. Cerre los ojos por ese refugio seguro en el que me encontre al instante. La suavidad de la camisa blanca almidonada. --Creo que hoy es la premier de la nueva temporada de Outlander. Asenti mientras me sentia impulsada con delicadeza a un lugar tibio y lejos de la brisa fria. --

  • Blackwing de Ed Mcdonald

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    La Miseria es tierra de nadie: una peligrosa y corrupta frontera entre la Republica y los Reyes de las Profundidades. Cuando los traidores, ladrones y espias tratan de burlar a la autoridad, van a parar a la Miseria. El trabajo del capitan Ryhalt Galharrow es rehabilitarlos, siempre que no hayan sido presa de las retorcidas criaturas que habitan en sus cambiantes y contaminadas arenas. Hay una paz tensa, incluso para un hombre de la experiencia de Galharrow. Pero es un lugar necesario, porque la unica defensa de la Republica contra los Reyes de las Profundidades es la <> de Punzon, un arma de poder incomparable que protege las fronteras del desierto, siempre y cuando no empiece a fallar.

  • Union sin amor de Christine Rimmer

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    La reservada y majestuosa Irina Lukovic era la perfecta ama de llaves. Hasta que se entero de que iba a ser enviada de vuelta a su tierra destrozada por la guerra. Asi que Caleb Bravo le propuso la solucion ideal; una por la que podian seguir viviendo juntos… !El guapo soltero se le declaro!Irina no podia creer que el superficial magnate renunciara a su libertad por ella. Pero ahora que eran oficialmente marido y mujer, subitamente anhelaba ser su esposa en todo el sentido de la palabra.

  • Black. Cruce de caminos de Bea Melworren

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    Ricardo jamas penso que volver a Santander para el enlace de Jaime, su hermano, podria llevarlo a encontrarse con Carolina.
    Es algo absurdo e irracional, pero no tiene miedo y no piensa perder la oportunidad de entender a esa mujer que se escuda tras un doloroso pasado para no aceptar la atraccion que hay entre ambos.

  • Tres son multitud de Tricia Ross

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  • Por Unos Dias (Todo Saldra Bien 4) de Merche Diolch

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    --Si, Estef... Ya estoy entrando en casa. --Me coloco el movil en el hombro y abro la puerta como puedo con las llaves, sin dejar de hablar, mientras intento que la compra que llevo en la otra mano no se me caiga. He conseguido todo lo que necesitaba, excepto un par de productos que parece que se han evaporado de las tiendas--. Si... Estef... No saldre de casa hasta que avisen... --Suspiro con fuerza sin darme cuenta. Llevo escuchando el mismo discurso desde que se ha decretado el estado de alarma, y ya estoy cansada. Solo quiero un bano caliente--. O hasta que se acabe el papel higienico --la pico, cerrando la puerta tras de mi y achico los ojos ante la explosiva parrafada de mi amiga que se vuelve a repetir. Si me lo tengo merecido. No deberia haberle dicho nada mas. La quiero mucho y se que se preocupa por mi, pero su angustia me agota--. Vale, si... Te llamare --le digo en una de las pocas pausas que hace para respirar y cuelgo sin darle oportunidad a hablar mas. El silencio y la seguridad de mi pequeno apartamento me recibe; una bendicion teniendo en cuenta la que hay montada en la calle. Enciendo la luz de la entradita, dejo en el suelo las bolsas sin preocuparme de si se rompe o no algo, y me quito los zapatos mientras suspiro de nuevo. --Esto se va a hacer largo... Me adentro por el piso, abandonando las llaves y el movil en la mesa del comedor, y me deshago de la ropa segun avanzo por la casa en direccion a mi dormitorio. De pronto percibo un aroma desconocido y una pizca de nerviosismo se asienta en mi estomago. Arrugo el ceno confusa y tanteo a ciegas la pared que tengo mas cerca, ya que, salvo por la luz de la entradita, no he encendido ninguna mas, pero no encuentro la clavija. Me quedo quieta, escuchando el silencio del apartamento y, excepto por los sonidos de la calle que se cuelan por las ventanas cerradas, no oigo nada extrano. Suelto el aire que retengo sin darme cuenta y me aparto el rubio cabello de la cara, dejando que asome una sonrisa en mi rostro. --Tu y tus neuras, Blanca... --Niego con la cabeza y avanzo hasta la habitacion, encendiendo la lampara en cuanto traspaso la puerta. --!!Me cago en todo lo que se menea!! --grito del susto, saltando sobre mis pies--. !?Quien cojones eres tu?! --le pregunto al extrano que tengo delante y atrapo el bate de beisbol que me regalaron en un cumpleanos y al que nunca le habia encontrado utilidad hasta ahora--. Y lo mas importante, ?que haces en mi casa? El hombre se pasa la mano por su largo pelo negro y me regala una timida sonrisa que no cuadra con su aspecto. Ancho de espaldas, fornido, grandes manos --siempre han sido mi perdicion las manos grandes--; es atractivo con un toque de misterio y un color de ojos hipnotizante. No puedo asegurar la tonalidad de los mismos; si son grises, verdes o azules, porque segun le da la luz de la habitacion, cambian ofreciendole un halo enigmatico. Lo miro de arriba abajo, calibrando bien sus medidas... todas sus medidas, y lo que si puedo confirmar es que esta canon. <>. El me sonrie como si acabara de leer mi mente y da dos pasos hacia mi. Agarro con mas fuerza el bate por encima de mi cabeza y tenso la mandibula, o por lo menos lo intento porque mi garganta esta seca y siento el corazon en la garganta. --Hola, Blanca... Vale, el si me conoce, pero yo a el... . --?Eres un acosador? --le suelto y su sonrisa se hace mas amplia. --Exactamente no... --Me guina un ojo y mis rodillas tiemblan por el impacto. <>. --Mira, bonito. --Levanto mas el bate--. O me dices ahora mismo quien eres o llamo a la policia. Este levanta las manos en son de paz y se acerca a la ventana para mirar la calle. --Creo que estan muy ocupados. --La sirena de un coche de emergencia retumba por la casa como si confirmara sus palabras. --Vale, si, por el estado dichoso de alarma pero seguro que si grito, mis vecinos vendran corriendo para ayudarme... El eleva una de sus oscuras cejas y me mira como si estuviera riendose por dentro de mi. --?Los mismos que han salido escopetados de su casa en cuanto ha comenzado esta locura? Bufo con fuerza y dejo caer el bate, para apoyarme en la pared sin fuerzas. Sea quien sea, sabe muy bien que ahora mismo en mi edificio solo quedamos la anciana del segundo y yo. Lo mejor es tratar de averiguar que busca y deshacerme de el lo antes posible. --Esta bien. Me rindo. ?Quien eres? ?Y que quieres? --Me observa sorprendido por mi rapida rendicion--. No me mires asi. No tengo tiempo para tonterias ahora mismo... Habla. --Blanca, creo que en unos dias el tiempo es lo que mas te va a sobrar --dice con ironia y no puedo evitar sonreir ante la verdad. --Contesta --le indico con tono mas amigable--. ?Eres amigo de Rick? Si es asi, lo de mandarte hoy para recoger lo poco que le queda en esta casa, es la peor de sus ideas. Una de tantas. Si, debia de ser amigo de mi ex. No habia otra explicacion. --?Rick? --me pregunta confuso. --Venga, si, Ricardo... Mi ex. Ahora no te hagas el tonto. Solo puede haberte dado las llaves el para que recogieras sus cosas... Por cierto, estan ahi. --Le senalo la caja que asoma por la puerta del armario que hay abierta--. Y ahora, ya puedes irte. Ha sido un dia horrible y necesito estar sola. Me regala una vez mas esa sonrisa enigmatica. --No, no me manda... ?Rick? --Eleva su ceja. Lo miro sorprendida por su anuncio e instintivamente agarro el bate de beisbol de nuevo. --?Entonces? Amplia su sonrisa y vuelve a mostrarme sus manos en son de paz. --Tranquila que no muerdo... todavia. Reconozco que ese todavia me ha puesto la piel de gallina y un escalofrio me ha recorrido de arriba abajo, pero no de miedo, sino de excitacion por lo que mi mente calenturienta ha imaginado. --Entonces... ?quien eres? --Coloco mi arma improvisada delante de mi; que el tio este tan bueno para conseguir que mis bragas se humedezcan solo con una mirada, no quiere decir que no necesite defenderme porque sea un acosador...--. ?Y como has entrado en mi casa? --Por la puerta --me indica como si fuera lo mas evidente. No puedo evitar grunir ante su tono de voz. --Mira. --Me aparto el cabello de la cara--. Ya esta bien tanta tonteria. Ahora, por favor, vete de mi apartamento si no quieres que llame a la policia. --Muevo la mano senalando el camino de salida. --No puedo --dice sin mas. --Perdona... ?como que no puedes? <>. --No estoy loco --afirma dejandome con la boca abierta. --?Perdona? --Te digo que no me he escapado de ningun sitio --me indica ya descolocandome del todo. --Yo no he dicho nada... --Tu no, pero tu cabecita no para de hablar. --Me senala y sonrie. Miro a ambos lados de la habitacion y, ante la mirada pasmada de el, comienzo a rebuscar entre los cajones, debajo de la cama y hasta en las esquinas de las paredes por si hay alguna camara oculta. --Esto es una broma, ?no? --le pregunto--. No puede ser otra cosa. Algun programa de esos que ya nadie ve, y que han debido organizar alguno de mis amigos. --Miro tras las cortinas, obligandolo a moverse--. Lo teniais todo preparado pero lo que esta sucediendo en el pais, os ha pillado de improviso y habeis pensado que el espectaculo debia continuar. --Blanca, esto no es una broma --me dice divertido. Detengo mi busqueda y lo miro. Hemos cambiado las posiciones y ahora se encuentra cerca de la puerta, donde he dejado mi unica arma, y yo estoy al lado del cabecero de la cama. --Pues sea lo que sea, no tiene gracia --le suelto cruzandome de brazos y le exijo...--. Quiero que te vayas de mi casa. --Y yo, pero no puedo. Emito un sonido poco femenino e intento mirarlo con cara de odio, pero esos ojos que tiene consiguen derrumbar todas mis defensas. --?Y por que no puedes? --le pregunto ya agotada de mantener esta disparatada conversacion. --Porque no nos dejan salir de casa --comenta como si fuera la cosa mas evidente. Abro los ojos de par en par al mismo tiempo que mi boca, como si fuera un pez fuera del agua, sin dar credito a lo que escucho. --?En serio? --Mueve la cabeza de manera afirmativa--. !Pero esta es mi casa! --Lo se... --!Pues largate de una vez! --Muevo la mano para subrayar mi orden. --Ojala pudiera... Suspiro con fuerza y me dejo caer en la cama. --Esto es surrealista. Necesito un bano, una copa de vino y cenar algo. --Si quieres te hago yo la cena... Lo miro de lado y arrugo el ceno. --?Me harias la cena? --El asiente y yo, por una milesima de segundo, estoy tentada de aceptar su propuesta--. Agh... !No! Claro que no... --digo con demasiado enfasis como si necesitara autoconvencerme de la decision tomada, y me incorporo--. ?Que haces aqui? --La pregunta esta mal formulada... Una de mis cejas doradas se eleva sin dar credito. --?En serio? --Repites mucho eso... --Mira --le corto--, no tengo mas ganas de tonterias. ?Que haces aqui? --Esperarte --responde por primera vez a la primera, sorprendiendome. --?Para?

  • Lo que nos dijo la tormenta de Helen Rytkonen

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    Una ciudad magica. Una poderosa tormenta. Un hotel como escenario . Y dos personas atrapadas bajo el mismo techo. Ahora, despues de diez anos, podran decirse todo aquello que callaron. O no. Podran ser valientes, o no. Podran dejarse llevar, o seguir su vida. Pero no podran dejar de escuchar lo que les dice la tormenta.
    Una historia intima que te llegara al corazon.

  • Noche de Fin de Ano de Nina Klein

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    Laura esta dispuesta a terminar el ano acampada delante de la television, en pijama, tragandose pateticos especiales de Nochevieja. Sus companeros de piso, Mike y Sharon, no son capaces de convencerla para que les acompane a la fiesta de ano nuevo a la que iban a ir juntos y terminan yendose sin ella.
    Hasta que le llega una notificacion de Instagram, la abre y ve una foto de su exnovio con su nuevo amor.
    En la misma fiesta a la que ella iba a ir aquella noche.
    Asi que decide vestirse a toda prisa para presentarse en la fiesta de improviso, justo antes de que den las doce, teniendo solo una cosa en mente: venganza.
    Sin embargo, la noche no terminara exactamente como esperaba.

  • Erika de Margotte Channing

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    Irlanda, ano 1112 Hrolf era el jefe de los vikingos cuyos barcos estaban llegando a la playa para ayudar a Alexis Hasink, el gran rey irlandes. Acudia de esta manera, a la peticion de ayuda que le habia hecho su amigo el rey, dos semanas atras. El mar estaba embravecido, pero asi era como mas le gustaba. El cielo se oscurecio y destello un rayo, una sobrecogedora linea plateada, como si uno de sus dioses vikingos lo hubiera lanzado para iluminar a sus protegidos. Recordo que, segun la leyenda, Odin arrojaba sus rayos, cuando cabalgaba por los cielos con su caballo negro Sefir y su carro, y de esa manera desataba las tormentas. Estaba de pie erguido e imponente, parecia un gigante contra el viento, con una bota firmemente apoyada en la proa de su drakkar. El viento le alborotaba el cabello dorado, sus rasgos duramente cincelados, no eran bellos. Su mayor atraccion eran los ojos, de un ardiente azul cobalto, que transmitian una feroz determinacion. Su boca, ancha y sensual, poco dada a sonreir, formaba una linea recta mientras contemplaba la costa. Llevaba bien recortados la barba y el bigote, y tenia la piel bronceada. Su ropa era como la de sus hombres, no necesitaba usar ropa fina para ostentar una nobleza que no poseia. Solo con su estatura y la fiereza que emanaba de el, hacia temblar a sus enemigos. Su figura, sobrecogedora e impresionante para hombres y mujeres por igual, estaba dotada de un extraordinario poder en los musculos de los hombros y el pecho. Sus piernas, firmes sobre el barco balanceado por la tempestad, eran fuertes como el acero tras anos de surcar los mares, cabalgar, correr, luchar y cometer las tropelias propias de un vikingo. El siempre luchaba por un sueldo, su pequeno ejercito de mercenarios, contratado por reyes y caudillos, ayudaba a conquistar tierras o reinos. Luego, cobraba y se marchaba. Esta era el ultimo trabajo. Se habia retirado meses atras, a su granja en Vinland, pero Alexis, el rey, le habia mandado una carta pidiendole ayuda y, debido a los favores recibidos por el anos atras, no tuvo mas remedio que acudir. Asi que aqui estaba, decidido a ayudar a su amigo, y, luego, a volver a su tierra y buscar una mujer o mujeres, que le dieran hijos y le ayudaran a encontrar la paz. Cuando el drakkar estaba llegando a la playa, salto al agua sin previo aviso, seguido por los gritos emocionados de sus hombres, que comenzaron a seguirle. Echo un vistazo a su izquierda, para ver si el drakkar de Beothuk, su hermano, que siempre luchaba con el, habia llegado. Estaba algo mas lejos que el suyo, por lo que comenzo a avanzar hacia tierra, forzando al agua a abrirse a su paso, y cruzando mandobles de espada contra sus adversarios, que habian entrado en el agua a recibirle. Jamas luchaba como una fiera rabiosa, sabia que era el mayor peligro del berserker, perder la razon. Habia visto morir a demasiados que eran como el, porque cedian a la transformacion. Por eso, jamas permitia que la furia dominara su brazo armado, que lo impulsara a actuar con demasiada temeridad. Combatio frio e implacable, matando un hombre tras otro. Los defensores combatian valientemente, y en medio de la matanza, penso, fugazmente, que aquello era una lamentable perdida de vidas y fuerzas. Habia pocos guerreros profesionales alli, seguramente serian agricultores y artesanos reclutados por una misera paga para que lucharan en contra del rey. La mayoria luchaban con picas, azadas y cualquier cosa que habian podido encontrar. Morian rapidamente, y su sangre alimentaba la tierra. Cada vez los vikingos avanzaban mas, mientras los rebeldes caian muertos, sin poder frenar su avance. Los gritos no cesaban, a lomos de un caballo castano arrebatado a un hombre caido, Eric levanto su espada, y lanzo un escalofriante grito de guerra. Un rayo rasgo el cielo y comenzo a llover. Aunque los hombres resbalaban en el lodo, la batalla no ceso. Hrolf espoleo el caballo y se dirigio hacia las puertas de la ciudadela cercana a la playa, y que debia conquistar. Sabia que lo seguian sus hombres, que habian bajado de los seis drakkar que ya estaban varados en la arena. A las puertas de la muralla que rodeaba la ciudadela, escuchaba la preparacion en las almenas para acabar con ellos, impasible, ordeno que fueran al barco a buscar un ariete. A pesar de las flechas que volaban a su alrededor y el aceite caliente que les arrojaban, no tardaron en romper los portones, entonces, los vikingos entraron en tropel en la ciudad. Estaba preparandose para galopar hasta el castillo que despuntaba sobre una pequena colina, cuando un grito le puso los pelos de punta: – !Hrolf!, !vuelve!, !es Beothuk! - Bjarni, su segundo al mando, tenia ordenes suyas de esperar siempre a que desembarcara Beothuk, y, despues, de que le cubriera las espaldas hasta que llegaran junto a el. El, como jefe, no podia estar pendiente de su hermano en la batalla. Dio la vuelta al caballo con el corazon latiendole en la boca, y galopo como loco para volver a la playa. Bjarni le senalo un grupo de hombres cercando a su hermano. – ?Por que no le estas ayudando? - rugio, Bjarni le miro con cara triste, Hrolf se sorprendio al ver sus ojos humedos. – El berserker le ha poseido, fijate, los que le rodean son nuestros hombres, ha matado a varios ya- Bjarni se limpio una lagrima traidora, que le corria por la mejilla. Hrolf no lo creia, no podia ser, el era mayor que Beothuk, no podia ocurrirle a el antes. Bajo del caballo y corrio hacia su hermano pequeno. Los hombres tenian instrucciones de, que, si la posesion ocurria, tenian que matar al poseido con la mayor rapidez y limpieza posible. Pero habia dado esas ordenes pensando en el mismo, nunca en su hermano. Corrio como un loco, pero mientras lo hacia, una flecha traicionera se habia alojado en el pecho de Beothuk. Grito lanzandose contra ellos, que abrieron filas para dejarle pasar, todos conocian el profundo carino que sentian los hermanos entre si. Se retiraron asustados, no sabrian que hacer si tambien le ocurriera a Hrolf, siendo su lider en la batalla. Se arrodillo ante el, su hermano le miraba, respirando ya superficialmente, la herida del pecho sangrando sin control. – Hermano- susurro con esfuerzo- al menos estoy lucido para despedirme de ti- apreto su mano- hacia tiempo que sentia la oscuridad avanzar en mi interior. Te esperare en el Valhalla- cerro los ojos, volvio a abrirlos con esfuerzo para decirle- jurame...- suplico. – Lo que quieras- apretaba su mano con fuerza, como si con ello pudiera evitar que se fuera. – Que haras lo que sea para no terminar asi, busca a aquel jarl de Groenlandia del que oimos hablar, ve y preguntale. – Lo hare- aseguro. – Juralo, si no lo cumples, que nuestros espiritus no se vuelvan a encontrarsu vida se agotaba. – Te lo juro hermano- Beothuk, el sonriente, como era llamado entre todos los que le conocian, mostro su sonrisa por ultima vez y murio. Hrolf lanzo un alarido que recordo a todos los que lo escucharon, el de un lobo solitario al que le hubieran arrancado lo mas querido. Despues de eso, no recordaba mucho mas, solo que Bjarni se encargo de que llevaran el cadaver de su hermano al barco, y que el volvio a montar y a empunar su espada. Aunque se sentia como si no estuviera dentro de su cuerpo, como si el tambien hubiera muerto. Horas despues de la victoria, llegaba el rey al campamento. Hrolf estaba sentado en la playa, bebiendo hidromiel, mientras intentaba olvidarse de todo, incluyendo el olor a sangre y muerte que habia en el aire. Miraba el mar que le separaba de su tierra, donde al amanecer, arrojarian una balsa de troncos que sus hombres estaban fabricando, y que llevaria el cadaver de su hermano en su ultimo viaje. Cuando la echaran al mar, la quemarian, para asegurar un viaje rapido al paraiso vikingo. Su hermano, el mejor hombre de los dos, habia muerto. Tendria que aceptarlo, y encontrar un modo de seguir viviendo. – !Al fin te encuentro! - miro al rey, pero no le apetecio levantarse, debia estar muy borracho porque le parecio bien quedarse sentado en la arena, con el pellejo de hidromiel en la mano. – Hola Alexis- el monarca, le miro con tristeza, y, sorprendentemente, se sento junto a el. Era un hombre rechoncho, bajito y de cuarenta anos. A pesar de ser tan distintos, o precisamente por ello, se habian hecho amigos. Se acomodo junto a el y le pidio el pellejo con un gesto de la mano. Bebio un trago antes de continuar. – Lo siento mucho Hrolf, era un buen hombre. – Si, lo era- su corazon sangraba, sentia un dolor extrano en el, como no lo habia sentido nunca. – Si necesitas algo...- el nego con la cabeza, ahora su decision de volver a sus tierras para emprender su nueva vida, no parecia tener sentido. No sabia donde ir, ni que hacer. Quizas debieran quemarle tambien en la balsa con el. – Me ha dicho Bjarni que te hizo una peticion antes de morir. – Si, estaba preocupado por mi, incluso mientras se moria- le miro, al rey le parecio ver una humedad sospechosa en los ojos, quizas fuera una sombraescuchamos hace unos meses hablar de un berserker que habia conseguido doblegar a la bestia, me hizo jurar que le buscaria. Nos dijeron que se habia casado, que tenia hijos y que se habia vuelto pacifico- inesperadamente, el rey se echo a reir al escucharle. – No creo que le guste que le llamen pacifico- Hrolf fruncio el ceno. – ?Le conoces? – pensaba que era una leyenda, nunca habia creido lo que les contaron ese dia, pero no le dijo nada a su hermano para que no se desilusionara. – Si, y a su familia. Todo lo que te han contado, y mas, es verdad. Estas hablando de Erik de Groenlandia. Hrolf dejo caer el pellejo en la arena asombrado, mientras escuchaba con atencion la historia de Erik.

  • El suave secreto de tu piel (Amor y Sangre 1) de M.c. Sark

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    Mi nombre es Markus Levrand.
    Y mi vida ha sido un continuo dar tumbos de ciudad en ciudad.
    Si me traslade a Santiago, donde por fin me he establecido, fue porque adoro pasear por sus empedradas calles, entre viejas fachadas de granito gris, y por supuesto, porque necesito de su llovizna continua, y de sus dias del color del plomo.

  • La hija de la indiana de Maria Teresa Alvarez

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    En todas las familias hay secretos que es mejor no conocerMarina y Silverio viven juntos y enamorados en su pueblo asturiano de Candas a mediados de los anos veinte. Con ellos, Rosita, la nina que Marina adopto en Cuba. Su existencia transcurre de forma apacible hasta que deciden regresar a La Habana para que la joven se reencuentre con sus raices.

  • Una vieja que leia novelas de amor de Luis Sepulveda

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    El cielo era una inflada panza de burro colgando amenazante a escasos palmos de las cabezas. El viento tibio y pegajoso barria algunas hojas sueltas y sacudia con violencia los bananos raquiticos que adornaban el frontis de la alcaldia. Los pocos habitantes de El Idilio mas un punado de aventureros llegados de las cercanias se congregaban en el muelle, esperando turno para sentarse en el sillon portatil del doctor Rubicundo Loachamin, el dentista, que mitigaba los dolores de sus pacientes mediante una curiosa suerte de anestesia oral. --?Te duele? --preguntaba. Los pacientes, aferrandose a los costados del sillon, respondian abriendo desmesuradamente los ojos y sudando a mares. Algunos pretendian retirar de sus bocas las manos insolentes del dentista y responderle con la justa puteada, pero sus intenciones chocaban con los brazos fuertes y con la voz autoritaria del odontologo. --!Quieto, carajo! !Quita las manos! Ya se que duele. ?Y de quien es la culpa? ?A ver? ?Mia? !Del Gobierno! Metetelo bien en la mollera. El Gobierno tiene la culpa de que tengas los dientes podridos. El Gobierno es culpable de que te duela. Los afligidos asentian entonces cerrando los ojos o con leves movimientos de cabeza. El doctor Loachamin odiaba al Gobierno. A todos y a cualquier Gobierno. Hijo ilegitimo de un emigrante iberico, heredo de el una tremenda bronca a todo cuanto sonara a autoridad, pero los motivos de aquel odio se le extraviaron en alguna juerga de juventud, de tal manera que sus monsergas de acrata se transformaron en una especie de verruga moral que lo hacia simpatico. Vociferaba contra los Gobiernos de turno de la misma manera como lo hacia contra los gringos llegados a veces desde las instalaciones petroleras del Coca, impudicos extranos que fotografiaban sin permiso las bocas abiertas de sus pacientes. Muy cerca, la breve tripulacion del Sucre cargaba racimos de banano verde y costales de cafe en grano. A un costado del muelle se amontonaban las cajas de cerveza, de aguardiente Frontera, de sal, y las bombonas de gas que temprano habian desembarcado. El Sucre zarparia en cuanto el dentista terminase de arreglar quijadas, navegaria remontando las aguas del rio Nangaritza para desembocar mas tarde en el Zamora, y luego de cuatro dias de lenta navegacion arribaria al puerto fluvial de El Dorado. El barco, antigua caja flotante movida por la decision de su patron mecanico, por el esfuerzo de dos hombres fornidos que componian la tripulacion y por la voluntad tisica de un viejo motor diesel, no regresaria hasta pasada la estacion de las lluvias que se anunciaba en el cielo encapotado. El doctor Rubicundo Loachamin visitaba El Idilio dos veces al ano, tal como lo hacia el empleado de Correos, que raramente llevo correspondencia para algun habitante. De su maletin gastado solo aparecian papeles oficiales destinados al alcalde, o los retratos graves y descoloridos por la humedad de los gobernantes de turno. Las gentes esperaban la llegada del barco sin otras esperanzas que ver renovadas sus provisiones de sal, gas, cerveza y aguardiente, pero al dentista lo recibian con alivio, sobre todo los sobrevivientes de la malaria cansados de escupir restos de dentadura y deseosos de tener la boca limpia de astillas, para probarse una de las protesis ordenadas sobre un tapete morado de indiscutible aire cardenalicio. Despotricando contra el Gobierno, el dentista les limpiaba las encias de los ultimos restos de dientes y enseguida les ordenaba hacer un buche con aguardiente. --Bueno, veamos. ?Como te va esta? --Me aprieta. No puedo cerrar la boca. --!Joder! Que tipos tan delicados. A ver, pruebate otra. --Me viene suelta. Se me va a caer si estornudo. --Y para que te resfrias, pendejo. Abre la boca. Y le obedecian. Luego de probarse diferentes dentaduras encontraban la mas comoda y discutian el precio, mientras el dentista desinfectaba las restantes sumergiendolas en una marmita con cloro hervido. El sillon portatil del doctor Rubicundo Loachamin era toda una institucion para los habitantes de las riberas de los rios Zamora, Yacuambi y Nangaritza. En realidad, se trataba de un antiguo sillon de barbero con el pedestal y los bordes esmaltados de blanco. El sillon portatil precisaba de la fortaleza del patron y de los tripulantes del Sucre para alzarlo, y se asentaba apernado sobre una tarima de un metro cuadrado que el dentista llamaba <>. --En la consulta mando yo, carajo. Aqui se hace lo que yo digo. Cuando baje pueden llamarme sacamuelas, hurgahocicos, palpalenguas, o como se les antoje, y hasta es posible que les acepte un trago. Quienes esperaban turno mostraban caras de padecimiento extremo, y los que pasaban por las pinzas extractoras tampoco tenian mejor semblante. Los unicos personajes sonrientes en las cercanias de la consulta eran los jibaros mirando acuclillados. Los jibaros. Indigenas rechazados por su propio pueblo, el shuar, por considerarlos envilecidos y degenerados con las costumbres de los <>, de los blancos. Los jibaros, vestidos con harapos de blanco, aceptaban sin protestas el mote-nombre endilgado por los conquistadores espanoles. Habia una enorme diferencia entre un shuar altivo y orgulloso, conocedor de las secretas regiones amazonicas, y un jibaro, como los que se reunian en el muelle de El Idilio esperando por un resto de alcohol. Los jibaros sonreian mostrando sus dientes puntudos, afilados con piedras de rio. --?Y ustedes? ?Que diablos miran? Algun dia van a caer en mis manos, macacos --los amenazaba el dentista. Al sentirse aludidos los jibaros respondian dichosos. --Jibaro buenos dientes teniendo. Jibaro mucha carne de mono comiendo. A veces, un paciente lanzaba un alarido que espantaba los pajaros, y alejaba las pinzas de un manotazo llevando la mano libre hasta la empunadura del machete. --Comportate como hombre, cojudo. Ya se que duele y te he dicho de quien es la culpa. !Que me vienes a mi con bravatas! Sientate tranquilo y demuestra que tienes bien puestos los huevos. --Es que me esta sacando el alma, doctor. Dejeme echar un trago primero. El dentista suspiro luego de atender al ultimo sufriente. Envolvio las protesis que no encontraron interesados en el tapete cardenalicio, y mientras desinfectaba los instrumentos vio pasar la canoa de un shuar. El indigena remaba parejo, de pie, en la popa de la delgada embarcacion. Al llegar junto al Sucre dio un par de paletadas que lo pegaron al barco. Por la borda asomo la figura aburrida del patron. El shuar le explicaba algo gesticulando con todo el cuerpo y escupiendo constantemente. El dentista termino de secar los instrumentos y los acomodo en un estuche de cuero. Enseguida tomo el recipiente con los dientes sacados y los arrojo al agua. El patron y el shuar pasaron por su lado rumbo a la alcaldia. --Tenemos que esperar, doctor. Traen a un gringo muerto. No le agrado la nueva. El Sucre era un armatoste incomodo, sobre todo durante los viajes de regreso, recargado de banano verde y cafe tardio, semipodrido, en los costales. Si se largaba a llover antes de tiempo, cosa que al parecer ocurriria ya que el barco navegaba con una semana de retraso a causa de diversas averias, entonces debian cobijar carga, pasajeros y tripulacion bajo una lona, sin espacio para colgar las hamacas, y si a todo ello se sumaba un muerto el viaje seria doblemente incomodo. El dentista ayudo a subir a bordo el sillon portatil y enseguida camino hasta un extremo del muelle. Ahi lo esperaba Antonio Jose Bolivar Proano, un viejo de cuerpo correoso al que parecia no importarle el cargar con tanto nombre de procer. --?Todavia no te mueres, Antonio Jose Bolivar? Antes de responder, el viejo se olio los sobacos. --Parece que no. Todavia no apesto. ?Y usted? --?Como van tus dientes? --Aqui los tengo --respondio el viejo, llevandose una mano al bolsillo. Desenvolvio un panuelo descolorido y le enseno la protesis. --?Y por que no los usas, viejo necio? --Ahorita me los pongo. No estaba ni comiendo ni hablando. ?Para que gastarlos entonces? El viejo se acomodo la dentadura, chasqueo la lengua, escupio generosamente y le ofrecio la botella de Frontera. --Venga. Creo que me gane un trago. --Vaya que si. Hoy dia saco veintisiete dientes enteros y un monton de pedazos, pero no supero la marca. --?Siempre me llevas la cuenta? --Para eso son los amigos. Para celebrar las gracias del otro. Antes era mejor, ?no le parece?, cuando todavia llegaban colonos jovenes. ?Se acuerda del montuvio aquel, ese que se dejo sacar todos los dientes para ganar una apuesta? El doctor Rubicundo Loachamin ladeo la cabeza para ordenar los recuerdos, y asi llego la imagen del hombre, no muy joven y vestido a la manera montuvia. Todo de blanco, descalzo, pero con espuelas de plata. El montuvio llego hasta la consulta acompanado de una veintena de individuos, todos muy borrachos. Eran buscadores de oro sin recodo fijo. Peregrinos, los llamaban las gentes, y no les importaba si el oro lo encontraban en los rios o en las alforjas del projimo. El montuvio se dejo caer en el sillon y lo miro con expresion estupida. --Tu diras. --Me los saca toditos. De uno en uno, y me los va poniendo aqui, sobre la mesa. --Abre la boca. El hombre obedecio, y el dentista comprobo que junto a las ruinas molares le quedaban muchos dientes, algunos picados y otros enteros. --Te queda un buen punado. ?Tienes dinero para tantas extracciones? El hombre abandono la expresion estupida. --El caso es, doctor, que los amigos aqui presentes no me creen cuando les digo que soy muy macho. El caso es que les he dicho que me dejo sacar todos los dientes, uno por uno y sin quejarme. El caso es que apostamos, y usted y yo nos iremos a medias con las ganancias. --Al segundo que te saquen vas a estar cagado y llamando a tu mamacita --grito uno del grupo y los demas lo apoyaron con sonoras carcajadas. --Mejor te vas a echar otros tragos y te lo piensas. Yo no me presto para cojudeces --dijo el dentista. --El caso es, doctor, que, si usted no me permite ganar la apuesta, le corto la cabeza con esto que me acompana. Al montuvio le brillaron los ojos mientras acariciaba la empunadura del machete. De tal manera que corrio la apuesta. El hombre abrio la boca y el dentista hizo un nuevo recuento. Eran quince dientes, y, al decirselo, el desafiante formo una hilera de quince pepitas de oro sobre el tapete cardenalicio de las protesis. Una por cada diente, y los apostadores, a favor o en contra, cubrieron las apuestas con otras pepitas doradas. El numero aumentaba considerablemente a partir de la quinta. El montuvio se dejo sacar los primeros siete dientes sin mover un musculo. No se oia volar una mosca, y al retirar el octavo lo acometio una hemorragia que en segundos le lleno la boca de sangre. El hombre no conseguia hablar, pero le hizo una senal de pausa. Escupio varias veces formando cuajarones sobre la tarima y se echo un largo trago que le hizo revolverse de dolor en el sillon, pero no se quejo, y tras escupir de nuevo, con otra senal le ordeno que continuase. Al final de la carniceria, desdentado y con la cara hinchada hasta las orejas, el montuvio mostro una expresion de triunfo horripilante al dividir las ganancias con el dentista. --Si. Esos eran tiempos --murmuro el doctor Loachamin, echandose un largo trago. El aguardiente de cana le quemo la garganta y devolvio la botella con una mueca. --No se me ponga feo, doctor. Esto mata los bichos de las tripas --dijo Antonio Jose Bolivar, pero no pudo seguir hablando. Dos canoas se acercaban, y de una de ellas asomaba la cabeza yaciente de un hombre rubio.

  • las vueltas que da la vida de Cristin Ferro

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    Esa noche Vicky estaba de fiesta con su mejor amigo Fran y sus amigas Almudena y Alba, juntos celebraban el final de su epoca de universidad y el inicio de las practicas laborales. Copa tras copa y brindis tras brindis la noche iba avanzando, todos llevaban tanto alcohol en el cuerpo que no eran conscientes ni de la mitad de las cosas que decian y menos aun de las que hacian. Vicky y Fran bailaban juntos en el centro de la pista disfrutando de su ultima noche de juerga antes de pasar a formar parte de la lista de becarios, esos que casi no cobran pero trabajaban tanto como los demas. La musica atronadora impedia cualquier tipo de charla, aunque tampoco era necesaria, tras anos de amistad se entendian solo con mirarse y cualquiera de los dos era capaz de descifrar los gestos del otro sin necesidad de palabras. Estaban bailando ajenos al mundo, cuando de la nada aparecio un hombre tan alto y guapo que atrajo la atencion de todo aquel que estaba a su alrededor, Fran guino un ojo a su amiga y se escabullo hacia la barra en busca de Almudena y Alba, que seguro que habian encontrado con quien pasar un buen rato bailando o tomandose una copa. Con el valor que aporta el alcohol lejos de dejar de bailar, Vicky, siguio meciendo sus caderas de manera sensual consciente de la atenta mirada de aquel atractivo desconocido, envalentonada por su atencion se atrevio a recorrer su cuerpo con la mirada mientras se relamia los labios. La mirada dorada del desconocido se hizo mas intensa ante su escrutinio, que con paso decidido y sin apartar la mirada se paro a solo unos centimetros de ella. Sonriendo como un depredador no espero su permiso y pego su cuerpo al de Vicky, de manera insinuante, a la vez que posaba una mano en su cintura mientras enredaba la otra en su larga melena, sin previo aviso acerco su labios al cuello de ella desde donde se impregno de su aroma y susurro en su oido. --Mi nombre es Alex y me encantas Vicky no fue capaz de articular palabra aunque no era porque no lo deseara, mas bien estaba alucinada porque un hombre asi se hubiera fijado en ella, con disimulo busco a su amigo entre la gente y cuando sus miradas se encontraron el asintio y no hizo falta mas. Vicky agarro la mano de Alex y tiro de el hacia la salida del club, el alcohol le dio la valentia que en un estado normal no tenia, ella nunca habia hecho algo asi en su vida. Sus amigas decian que era un poco mojigata, menos mal que no la vieron en ese momento o se lo recordarian el resto de su vida. Cogidos de la mano se subieron a un taxi, al cual Alex dio una direccion y ella ni siquiera presto atencion a cual era, Vicky estaba tan absorta mirandole que no pudo apartar la vista de el en todo el trayecto. No hablaron y tampoco hizo falta, cuando llegaron a su destino entraron en el hotel donde el taxi los dejo y tras pedir una habitacion subieron en el ascensor. El aire en ese espacio tan reducido estaba cargado de tension sexual, las miradas de los dos no dejaban lugar a dudas de lo que ambos deseaban, cuando el ascensor se paro, Alex, agarro la mano de Vicky y la arrastro hasta la habitacion. Introdujo la tarjeta y la puerta se abrio, en cuestion de segundos estaban dentro y esta cerrandose de una patada que Alex le propino. Con la tension acumulada y sin ganas de perder el tiempo, la apreto contra la pared y ella solo atino a balbucir. --Me llamo Vicky --dijo mientras la boca de Alex la devoraba. Ella no estaba muy segura de haber escuchado su respuesta, pero podria jurar que habia podido distinguir las palabras que ya lo sabia o algo similar. No hubo tiempo de nada mas, su cerebro ya no proceso mas informacion desde el momento que la mano de el se colo por debajo de su vestido y lo subio. Esa noche se dejo llevar como nunca antes, no cabia duda de que ese hombre sabia lo que hacia y disfruto de cada instante que compartio con el. De madrugada Vicky se desperto y un tremendo dolor de cabeza la saludo, gimiendo se incorporo en la cama y con la poca claridad que entraba por la ventana, ya que aun era de noche, extendio la mano por la cama y encontro algo calido y duro, dio un respingo y retiro la mano veloz. Permanecio quieta un par de minutos por si le habia despertado, al no percibir movimiento y con sus ojos ya acostumbrados a la penumbra. Se tomo la libertad de observalo mas de cerca, la sabana dejaba entrever la parte inferior de su cuerpo, que dejaba su torso expuesto. Como una voyeur lo contemplo recreandose en cada parte de su anatomia, aun no se podia creer que ella estuviese ahi con ese hombre. Recordaba vagamente el momento en que se habian encontrado en el bar y como ella se habia insinuado hasta que subieron a un taxi... su cabeza estaba llena de lagunas... Tenia que salir de alli, asustada camino lo mas rapido que pudo y sin hacer ningun sonido que pudiese despertarle se vistio sin dejar de mirarle, estaba a punto de ir al bano a lavarse al menos un poco cuando reacciono y negando se encamino hacia la puerta, en el fondo era un poco cobarde y no se atrevio por temor a que el sonido del agua lo despertara, asi que, se ato el pelo con una goma que siempre llevaba en la muneca y con los zapatos en la mano salio de la habitacion. Mi vida. Mi nombre es Victoria Salinas, Vicky para los amigos, me gusta pensar que soy una buena persona, aunque mas de uno diria que soy un poco desagradable. Esta bien, lo admito, soy un poco desagradable, siempre me he regido por mis propios principios y no me importa lo que los demas opinen de mi, asi soy feliz, o lo intento. Mido un metro y sesenta y nueve centimetros aunque si me preguntan digo uno setenta, asi me ahorro los chistes faciles con el sesenta y nueve, no es una gran altura, lo se, pero es mas que suficiente. Si fuese mas alta, con mi fuerte personalidad la gente me tendria un poco de miedo. Si, soy una persona con un caracter dificil ?que se le va a hacer? Mis ojos son de un color raro, ni verdes ni marrones, dependiendo de mi estado de animo o de la luz del sol, es un rasgo tipico de mi familia materna, la mayoria comparten esos ojos indescriptibles. Mis facciones son de lo mas comunes, nariz ligeramente puntiaguda sin parecer un pajaro, labios normales aunque definidos, pomulos un poco elevados, piel fina y muy palida, lo mas destacable de mi cara son las pecas que al primer rayo de sol inundan mi piel y me hacen parecer muy nina, cosa que odio. Mi cabello es un tono de rubio muy confuso, entre dorado y anaranjado, pero que suele impactar a la gente. Tengo una bonita melena, o al menos a mi me lo parece, mi pelo ondulado me llega hasta la cintura. No soy una mujer delgada, mas bien diria que me sobran unos kilos, pero... ?quien puede resistirse al chocolate? Desde luego, yo no. Uso una talla cuarenta, una mujer normal a mi parecer, pero si las modelos son mas delgadas que un junco solo puede significar que no soy el prototipo de mujer de lo que esta sociedad considera atractiva. Si soy realista nunca quise ser el prototipo de nadie asi es que no veo ningun problema con esto. He tenido una vida complicada, a mis veintiocho anos he pasado por la separacion de mis padres, con mas pena que gloria, cuando no era mas que una adolescente. Siempre se dice que las separaciones son para bien y que los mas afectados son los hijos, bueno, es cierto, pero tambien son los mas beneficiados, cada vez que queria algo y uno te me decia que no, iba al otro a probar suerte. Siempre con la esperanza de que me lo cumplieran, lo malo era cuando ninguno me concedia mi capricho, a mi esa tecnica no me funciono muy bien pero puedo asegurar que lo intente. Lejos de mantener una relacion cordial por mi o por lo anos que compartieron juntos, mis padres se odian y eso hace mi vida aun mas complicada. Estar en un lugar donde esten los dos es como vivir en plena guerra fria, por suerte ya apenas se ven, pero cuando era nina vivia en continua tension, lo unico que hacia era estar quieta y callada esperando que la batalla empezara y me pillara en medio. Ellos nunca supieron lo que yo sentia, aunque tampoco se preocuparon en saberlo, asi que, he de admitir que yo tambien los odie y aun hoy lo hago la gran mayoria del tiempo. Me convirtieron en la persona que hoy soy y quiza deberia de agradecerselo, con todas esas corazas que ayudaron a poner en mi corazon, es muy dificil que alguien me haga dano. Con dieciseis anos empece a trabajar de camarera, no es algo que se me de muy bien, pues no tengo la santa paciencia que se necesita para ese oficio tan sacrificado y menos aun para aguantar borrachos. Desde entonces he ido cambiando de trabajo aunque nunca he vuelto a la hosteleria. Mi curriculum laboral va desde cajera de supermercado a repartidora de propaganda y de pizzas, es decir, todo trabajo temporal que podia lo aceptaba, siempre y cuando no afectara a mis estudios, eso siempre fue lo primero, y si no ya se encargaban mis hermanas y Fran de recordarmelo. Tengo dos hermanas, Paula y Silvia, que son lo opuesto a mi, algo logico si tenemos en cuenta que son mayores y, se supone que mas maduras. En este caso ser lo opuesto se refiere a que ellas son alegres y confiadas, la mayoria del tiempo al menos. Quiza Paula no sea tan alegre... ni tan confiada.... !yo que se! La vida nos trato mal a las tres, ellas no deberian ser muy diferentes a mi, ?no? Silvia esta casada con Carlos y tienen un hijo que es un trasto, Santi, que es la alegria de la casa. El resto de la familia, es decir mama y papa no son ni de lejos importantes, desde que soy mayor de edad les evito como si tuviesen la peste, se que suena muy fuerte el hecho de que casi ni les hable, pero deberiais poneros en el lugar de una pobre nina de doce anos soportando que sus padres la usen como caballo de Troya, no es divertido, creedme y menos aun si se dedican a recordartelo las pocas veces que les ves. Ahora os hablare de mis amigos, no tengo muchos, como dije antes mi forma de ser no atrae precisamente a la gente, tengo algo que o caigo muy bien o por lo contrario soy la persona que mas odian en el mundo, que es lo que mas suele pasar. Es por ello que la gente no suele acercarseme, y los que se atreven sudan sangre para llegar a conocerme de verdad. Fran es mi amigo de toda la vida o mas bien mi amigo desde el divorcio de papa y mama. Alba y Almudena son amigas recientes, no por ello menos importantes. ?Mis demas amigos? Se quedaron en el pueblo donde vivia antes de que mis padres tomasen la decision de que deberian separarse y por ello sus hijas debian cambiar de vida. Si los llamara estoy segura que querrian quedar y verme, pero soy yo las que los evita, es como un recordatorio constante de la parte mas dolorosa de mi vida. Se que parece egoista, puede que lo sea, pero tengo que cuidar de mi misma ya que nadie mas lo hace. Hasta aqui las presentaciones, como podreis comprobar no hay demasiada gente a mi alrededor. La verdad es que soy de la opinion que la falsedad es algo innecesario, por ello no la acepto ni la aplico, asi es que tengo pocos amigos, si, pero son los mejores que se puede tener. Vivo en el barrio del Pilar, en Madrid, comparto piso con mi amigo Fran, en ningun momento al venir aqui tuvimos idea de separarnos, cuando estabamos en el instituto nos prometimos que nunca lo hariamos. Por ello, el dia que Fran me vio llorando por la enesima discusion con mi madre, me hizo jurar que ambos ahorrariamos y nos iriamos de Santiago a la capital. Alli la gente se suponia que no era tan intransigente y a los dos nos gusto la idea de estar sin nuestros padres. Cuando elegimos la universidad no lo dudamos, iriamos a la misma o al menos lo mas cerca uno del otro que nos fuera posible, el siempre quiso hacer derecho yo por mi parte no lo tenia tan claro. Al principio pense en hacer Bellas Artes, por eso de que me encanta la fotografia, pero no deja de ser un hobby, ?que hubiese pasado si empiezo la carrera y a mitad me doy cuenta que como aficion esta bien pero me aburre como el infierno para todos los dias? Luego me plantee Publicidad y Marketing, quedaria genial Victoria Salinas publicista, me lo imagino y sonrio, lo malo es que odio la publicidad. Ya se, medio mundo la odia, pero yo la odio de un modo muy extremista. Cada vez que estoy viendo la tele y empiezan los anuncios practicamente le gruno. Fran se divierte haciendome sufrir y no me deja cambiar el canal. Como comprendereis, no era la mejor opcion, por muy bien que sonara mi nombre. Finalmente opte por la carrera que mayor salida tendria y con la que mas facil encontraria trabajo, Economicas. Al unico que parecio gustar mi decision fue a mi cunado, sera porque es lo suyo, todo numeros y eso. Ni yo estaba muy convencida de mi decision, pero ese era el menor de los males

  • Las cenizas del exito de Maxi Campo

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    Nadie imagina hasta donde es capaz de llegar el ser humano en la busqueda de opciones para sobrevivir.
    Mario es un ejemplo, la vida le cambio de pronto y perdio el rumbo.
    Tambien lo es Anna. O John.
    Formas poco habituales de ganarse la vida. Formas poco habituales de morir.
    Donde la ley siempre va por detras de la trampa.
    Donde la trampa es la verdadera eleccion.
    Linda sabe que, en el contexto que le toca vivir, lo moral y lo digno depende de cada cual. Y cada cual es libre de equivocarse. Para eso se hizo policia.

  • Coleccion completa Max Cornell de Adrian Aragon

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    Libro 1: EMBOSCADA ~ (Max Cornell thriller de accion no 1)
    La vida del mercenario Maximilan Cornell da un giro radical cuando un desconocido deja un extrano mensaje en su puerta. Katty, la hija de quien habia sido su querido mentor, desaparece misteriosamente en la ciudad de Hong Kong. Max no tendra mas opcion que volver a la accion y trabajar duramente para sacar a la luz todo lo oculto detras de este hecho.

  • El senor Origami de Jean-marc Ceci

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    A los veinte anos Kurogiku se enamora de una desconocida y deja atras Japon para encontrarla. Cuarenta anos mas tarde vive como un ermitano en la Toscana, dedicado al arte del washi, el papel artesanal japones con el que se practica el origami. Un dia, un relojero llamado Casparo llega hasta alli con la intencion de crear un reloj que contenga todas las medidas del tiempo. Su presencia alterara la tranquilidad del lugar y el alma de Kurogiku, quien debera, por fin, hacer frente a su pasado. Bella y sobria, El senor Origami es una novela que nos hace ver aquello que no se muestra y comprender aquello que no se pronuncia, y que se apoya en una premisa esencial: <>.

  • Cuando despiertes de Dena Ruz

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    Tras un accidente que la deja en coma, Victoria decide dar un giro a su vida y comenzar a escribir. Lejos de la capital y de su mundo, se convierte en voluntaria de un hospital. Alli conoce a Santiago, un piloto que se convierte en el amor de su vida. El inconveniente es que el esta dormido.
    Cuando despierta del letargo, los dos descubren que no son dos desconocidos. El amor ha surgido. ?Sera eso suficiente cuando ni siquiera se conocen? ?Sera ese amor peculiar el verdadero?
    Romanticismo, humor y sentimiento puro son los ingredientes de esta novela.

  • Cupido se rie de mi de Loles Lopez

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    Michael es un enamoradizo que ansia encontrar a la mujer que lo ayude a mantener los pies en el suelo. Pero tiene un problema: le gustan todas y se cansa rapidamente de ellas.

  • Una boda en Lyon de Stefan Zweig

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    El 12 de noviembre de 1793 Barere proclamo en la Asamblea Nacional francesa aquel edicto fatal contra la traidora ciudad de Lyon, que al fin habia sido tomada al asalto. Concluia con estas lapidarias palabras: <>. Los edificios de la levantisca ciudad, asi lo exigio, debian ser derruidos, sus monumentos convertirse en cenizas y hasta su nombre desaparecer. Ocho dias vacilo la Asamblea antes de aprobar una destruccion tan completa de la segunda ciudad mas grande de Francia. E incluso despues de haberlo firmado, Couthon, el comisario del Pueblo, convencido de la secreta conformidad de Robespierre, solo puso en practica aquella orden erostratica con indolencia. Para guardar las apariencias, reunio con gran pompa al pueblo en la plaza de Bellecourt, y con un martillo de plata golpeo simbolicamente los edificios destinados a ser demolidos, pero la pala penetro en aquellas magnificas fachadas solo de manera vacilante, y la guillotina practico su bronco y estruendoso descenso de manera todavia frugal. Tranquilizada ante esta inesperada indulgencia, la ciudad, ferozmente enardecida por la guerra civil y por un asedio de varios meses, se fue atreviendo a respirar otra vez esperanzada, cuando de pronto el humano e indeciso tribuno fue retirado del puesto y en su lugar, en Ville-Affranchie--como se llamo a partir de entonces Lyon en los decretos de la Republica--, aparecieron Collot d'Herbois y Fouche, ataviados con la banda de los comisarios del Pueblo. De la noche a la manana, lo que se penso que simplemente seria un patetico decreto disuasorio se convirtio en una cruda realidad. <>, denunciaba impaciente el primer informe de los nuevos tribunos a la Asamblea, con el fin de demostrar su energia patriotica y de hacer recaer la sospecha sobre sus tibios predecesores. Y enseguida se pusieron en marcha las atroces ejecuciones que Fouche, el <>, cuando mas tarde se convirtio en duque de Otranto y en el defensor de todos los principios legitimos, no permitio que se le recordaran. En lugar de la pala, que colocaba el mortero con lentitud, ahora las minas de polvora dinamitaban filas enteras de los mas soberbios edificios de la ciudad. En lugar de la guillotina, <>, los fusilamientos en masa y el fuego de metralla despachaban con una salva a cientos de condenados. Endurecida por medio de nuevos y acerados decretos diarios, la justicia traspaso todos los limites, segando como una guadana, dia tras dia, su gigantesco haz de seres humanos. Ya hacia tiempo que el Rodano, que fluia alejandose de alli con rapidez, se ocupaba del trabajo--por lo general demasiado lento--de amortajar y dar sepultura a los cadaveres. Hacia tiempo que las carceles no bastaban para la gran cantidad de sospechosos, de modo que los sotanos de los edificios publicos, de las escuelas y de los conventos se convirtieron en el lugar de residencia de los condenados. Por supuesto, en un lugar de residencia tan solo fugaz, pues la guadana seguia golpeando con precision y rara vez la paja calentaba el mismo cuerpo durante mas de una noche. Un dia de intenso frio de aquel mes sangriento, una nueva cuadrilla de condenados fue arrastrada hasta los sotanos del Ayuntamiento para pasar alli juntos unas pocas y tragicas horas. Al mediodia los habian conducido uno por uno ante los comisarios, y su destino fue despachado tras un breve interrogatorio. En ese momento los sesenta y cuatro reos, hombres y mujeres, estaban sentados en una confusion absoluta en aquella oscuridad de bovedas bajas que olia a cubas de vino y a moho, y que un escaso fuego de chimenea en la habitacion delantera, mas que calentar, tan solo coloreaba. La mayoria, sonolientos, se habian arrojado sobre los sacos de paja. Algunos, sentados a la unica mesa de madera que les permitian tener y a la tremula luz de las velas, escribian apresuradas cartas de despedida, sabiendo que su vida se habria apagado antes de que en aquel frio espacio lo hiciera la llama de azules temblores. Sin embargo, ninguno de ellos hablaba mas que en susurros, de modo que en el silencio helado de la calle la sorda explosion de las minas, a la que seguia el inmediato desplome de los edificios, retumbaba con nitidez. Pero la ensordecedora velocidad de los acontecimientos habia arrebatado a los que se veian sometidos a aquella prueba toda capacidad de sentir y de pensar con claridad. Sin moverse, sin decir una sola palabra, la mayoria de ellos estaban reclinados en la oscuridad como en el sueno que precede a la tumba, sin esperar nada y sin sentir emocion alguna hacia los vivos. De pronto, hacia la hora septima de la tarde resonaron unos pasos fuertes y energicos junto a la puerta. Los pestillos restallaron. Y el cerrojo oxidado chirrio al abrirse. De manera instintiva, se incorporaron todos de un brinco. ?Acaso, contra la triste costumbre de concederles aun una noche, ya habia llegado su hora? En la corriente de aire frio que se colo al abrirse la puerta, la llama azul de la vela temblo como si quisiera escapar de su cuerpo de cera, y con ella, palpitante, el miedo se lanzo al encuentro de lo desconocido. Pero pronto aquel temor provocado de manera tan repentina se disipo. El carcelero solo traia una nueva y tardia hornada, aproximadamente unas veinte personas, a las que hizo bajar las escaleras sin decir una palabra y sin indicarles un lugar concreto en aquel espacio abarrotado. Despues, la pesada puerta de hierro volvio a cerrarse con un gemido. Los prisioneros miraron a los recien llegados sin la menor simpatia, pues algo tan extrano es muy propio de la naturaleza humana, que en cualquier parte se adapta a toda velocidad e incluso en las mas precarias circunstancias se siente no solo como si estuviera en su casa, sino tambien en su derecho. Asi que, de manera instintiva, los que habian llegado antes consideraban ya aquella estancia mal ventilada y con olor a podrido, el saco de paja cubierto de moho, el espacio en torno al fuego, como si fueran de su propiedad, y cada uno de los recien llegados les parecia un intruso al que habia que reducir. Por su parte, aquellos a los que acababan de llevar hasta alli podian percibir claramente la fria hostilidad de sus predecesores, por mas insensata que resultara en aquella hora mortal, pues, cosa extrana, no intercambiaron con sus companeros de destino ni un saludo ni palabra alguna, no exigieron una parte de la mesa ni de la paja, sino que, sin decir nada, hoscos, se apretujaron en un rincon. Y si antes el silencio se habia cernido atroz sobre aquella cueva, ahora su efecto resultaba todavia mas lugubre por culpa de la tension de aquel sentimiento provocado de forma tan absurda. Un grito tanto mas sonoro, nitido y como surgido de otro mundo rasgo de pronto el silencio. Un grito claro, casi involuntario, que de manera irresistible arranco hasta al mas indiferente del silencio y del abatimiento en el que se hallaban. Una muchacha, entre los que acababan de llegar, habia dado un salto brusco y repentino. Y fue ella tambien la que, con los brazos extendidos como quien esta a punto de desplomarse, y gritando estremecida <>, se precipito al encuentro de un joven que, apartado de los demas, habia permanecido junto a las rejas de una ventana y ahora tambien corria hacia ella. Y aquellas juveniles siluetas ya habian prendido cuerpo contra cuerpo, boca contra boca, como dos llamas de un mismo fuego, ardiendo de forma tan tierna el uno junto al otro que las lagrimas derramadas de manera impetuosa por el arrobo del uno inundaron las mejillas del otro y sus sollozos surgieron como de una unica garganta que reventara. Cuando se soltaron por un instante, sin poder creer que de verdad se tocaban y asustados frente a lo excesivo que les resultaba aquel destino por completo inverosimil, un nuevo abrazo volvio a unirlos de inmediato, si es posible de manera aun mas abrasadora. Lloraron y sollozaron y hablaron y gritaron en un solo aliento, como si estuvieran totalmente solos en la infinitud de su emocion y por completo ajenos a todos los demas, que, sorprendidos y reanimados gracias a aquel asombro, se acercaron inseguros hacia ellos. La joven habia trabado amistad desde la ninez con Robert de L..., hijo de un alto funcionario municipal, y hacia unos meses que se habian prometido. En la iglesia ya se habian presentado las amonestaciones, y se habia fijado su enlace justo para aquel dia sangriento en el que las tropas de la Asamblea habian irrumpido en la ciudad. Entonces el deber obligo a su prometido, que habia luchado en el ejercito de Percy contra la Republica, a acompanar al general realista en su desesperada maniobra. Durante semanas no hubo noticias de el, y ella ya se habia atrevido a imaginar que debia de haberse salvado pasando felizmente la frontera suiza, cuando de pronto un secretario del Ayuntamiento le informo de que unos soplones habian descubierto que se escondia en una casa de labranza, y que el dia anterior lo habian conducido ante el tribunal revolucionario. Apenas se entero la intrepida muchacha de la detencion y de la indudable condena de su prometido, cuando, con esa magica e incomprensible energia que la naturaleza concede a las mujeres en los instantes de supremo peligro, logro lo imposible: abrirse paso hasta los inaccesibles tribunos populares con el fin de pedir clemencia para su prometido. Collot d'Herbois, el primero ante cuyos pies se arrojo, la habia despachado con acritud, diciendo que no concebia indulgencia alguna para con los traidores. Despues habia corrido a ver a Fouche, quien, de manera no menos dura que el anterior, pero mas hipocrita en los medios empleados para no sucumbir a la emocion que le embargo al ver a aquella joven desesperada, mintio diciendo que le hubiera gustado interceder en favor de su prometido, pero que veia--y al decirlo, el taimado embaucador de almas echo un indolente vistazo a traves del monoculo a una hoja cualquiera y sin importancia--que Robert de L... ya habia sido fusilado aquel mismo mediodia en los campos de Brotteaux. El muy astuto logro enganar por completo a la joven, quien de inmediato creyo que su prometido estaba muerto. Pero, en lugar de entregarse como cualquier otra mujer a un dolor inerme, indiferente frente a una existencia que para ella carecia ahora por completo de sentido, se arranco la escarapela del cabello, la piso con ambos pies y, a gritos, de modo que su voz retumbo a traves de todas las puertas abiertas, llamo a Fouche y a sus hombres--que corrieron hacia alli a toda velocidad--miserables vampiros, verdugos y cobardes criminales. Y mientras los soldados la maniataban y la arrastraban fuera de la habitacion, la joven aun pudo escuchar como Fouche dictaba a su secretario, un hombre picado de viruelas, la orden de detencion contra ella

  • Mala mujer de Noemi Casquet

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    Tras ver su cuenta censurada por Instagram y su voz acallada en multiples ocasiones, Noemi Casquet lanza su poderoso mensaje a traves de este libro:

  • Divas rebeldes de Cristina Morato

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    Divas rebeldes recoge las apasionantes biografias de siete mujeres unidas por el inconformismo, por su personalidad y autenticidad, por su estilo inconfundible e insustituible: por su divismo y rebeldia.

  • Bandidos de Eric Hobsbawm

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    Un buen dia Eric J. Hobsbawm se sintio intrigado por el hecho de que las mismas historias sobre bandidos justicieros y redistribuidores de riqueza se repetian en el mundo entero. De ahi nacio esta fascinante exploracion por la vida y el mito de unos personajes que abarcan desde Robin Hood hasta Salvatore Giuliano, pasando por Pancho Villa, por los haiduks balcanicos, los dacoits de la India, los cangaceiros brasilenos o los guerrilleros urbanos del anarquismo espanol. Su libro se habia convertido ya en un clasico de la historia social, pero en esta nueva edicion Hobsbawm no se ha limitado a actualizarlo, sino que le ha anadido nuevos materiales, ha situado el fenomeno del bandidaje en el contexto politico en que actua y ha adecuado la obra a un tiempo como el nuestro, en que los estados son cada vez menos capaces de mantener la ley y el orden. Su libro ha ganado con ello vigencia y sigue siendo, como ha dicho el Times Literary Supplement: <>.

  • Un conde sin corazon (Minstrel Valley 5) de Nuria Rivera

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    Para encontrar el amor… ?sera necesario convertirse en una dama?

  • Saga Vanir de

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    Estas frente a la saga completa Vanir

  • Amor y Virtud 2 de Rolly Haacht

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    Nueva edicion 2017 ampliada con ilustracion de personajes, mapa de la ciudad, calendario, etc. Un ano despues de la tragedia, los hermanos Becker deben seguir adelante con sus vidas. Zane no consigue afrontar la perdida y Derek y Arabia regresan a casa para ayudarla. Jake se ha vuelto mas reservado, Louis oculta un peligroso secreto, y Emily Wathson sigue creyendo que las cuatro virtudes del alma estan encarnadas en Arabia, Derek, Jake y ella misma; de tal forma que, solo si estan juntos, alcanzaran la autentica felicidad gracias al amor. En su nuevo camino les esperan celos, envidias y drogas. Pero tambien el amor de sus vidas, las primeras experiencias y los corazones rotos. Y es que esta atipica familia sigue viviendo su mayor aventura: vivir. Ejemplar con ilustraciones de Miss Arilicious Art

  • Tibio tempano de nuestra calidez de Daniel Maturana

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    Simona Ferrara se convierte en la peor asesina serial que ha visto Chile y la prensa se deleita con esto. Sin embargo, Morena Cabello, encargada del caso, pretende ir mas alla del morbo y encontrar respuestas a todas sus interrogantes.

  • Capitan Roy de Francisco Correa

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    La economia se habia convertido en una balanza completamente inestable que llevaba a las personas a hacer cosas completamente inesperadas. Los profesionales se habian dedicado a oficios que no tenia nada que ver con lo que hayan estudiado, Chicago, era la cuna de la pobreza, y a pesar de que habia algunos que aun no podian manejar su crisis, otros simplemente se adaptan a los nuevos cambios con la intencion de poder superarse y llevar algo de comer a la mesa. Los Estados Unidos habia atravesado por una de las crisis economicas mas agresivas, los mercados bursatiles se habian desplomado, muchos habian perdido los ahorros de toda su vida, otros, simplemente habian sido despedidos de manera masiva mientras todos los suenos, proyectos y el futuro se iban por el cano. Aunque eran tiempos dificiles, algun corazon noble aun permaneci en la ciudad, ya que, algunos habian acumulado fortunas que aun les permitia mantenerse a flote, garantizando una vida plena, estable y llena de lujos. Era completamente dispareja la imagen que se generaba en las calles, al ver coches del ano, realmente lujosos, brillantes e impactantes a la vista, pasar justo frente a una gran cantidad de personas que se habian ido a las calles a tratar de mendigar algo para comer. Esto, habia llevado directamente a Amanda Murray a tomar una decision desde una edad muy temprana. Desde los 17 anos de edad, esta chica habia comenzado a desarrollar un profundo interes por ayudar a los menos afortunados. Habia nacido en una familia privilegiada, su padre, habia hecho inversiones en diferentes mercados mundiales, por lo que, el desplome de la economia en los Estados Unidos parecia no afectar. Con corporaciones en Europa, este sujeto habia logrado abarcar una gran cantidad de necesidades de la poblacion a traves de la produccion, y de esta manera, habia logrado amasar una fortuna increible. Pablo Murray habia sido uno de los ejemplos a seguir para esta chica, quien despues de crecer a su lado, aprendiendo todos los elementos vinculados al negocio de los bienes raices y la produccion de alimentos, encontro que los necesidades mas fuertes que podrian generar una necesidad incontenible, donde ella misma podria actuar para ser compensadas en parte por los contactos que habia acumulado a lo largo de los anos. Anualmente, un evento de caridad se llevaba a cabo en un gran salon de festejos muy popular y reconocido entre la alta sociedad, generalmente era solicitado para conciertos, eventos de gala, y exposiciones de arte. Pero Amanda, con la ayuda de los contactos de su padre, utiliza estos espacios para reunir a todas las personas que se encontraban en una situacion de pobreza extrema con el unico objetivo de brindarles una esperanza y la oportunidad de salir adelante. En cada uno de estos eventos, se sorteaban algunos empleos vacantes que se mantenian en las corporaciones de su padre, si hubiese dependia de ella, le habria dado trabajo absolutamente a todos, pero esto era completamente imposible. El indice criminal en la ciudad habia incrementado significativamente, esta situacion financiera tan catastrofica habia llevado a muchos a estar en una situacion realmente desesperada, incurriendo en crimenes y faltas a la sociedad que terminaba dejando los muertos o encerrados en la carcel. Era completamente absurdo encontrarse en las calles si no era necesario, se respiraba el miedo, la inseguridad, la duda, no era normal la vida que se llevaba a cabo en una ciudad como esta, la cual en momentos anteriores, se habia convertido en una verdadera fabrica de millonarios. Las oportunidades estaban al alcance de todos, los bancos estaban en su mejor momento y todos podian acceder a financiamientos, creditos, gastar dinero que no tenian, algo que los llevo directamente hacia la catastrofe en el momento en que este tiempo de bonanza se acabo. Pero aunque Amanda y sus eventos eran un aporte significativo para la sociedad, no terminaba de corregir el verdadero dano social interno que se llevaba a cabo en el interior de muchos de los habitantes de la ciudad. Esto no corregia los valores que se habian perdido, se necesita un saneamiento total que permitiera que las personas vieran en el mundo nuevamente con esperanza y amor. El concepto del mundo que tenia esta chica en la mente era completamente utopico, y de una manera bastante desagradable conoceria lo que realmente habitaba en la ciudad de Chicago, aquella misma noche despues de siete anos consecutivos realizando eventos a beneficencia de los mas desamparados. Cada ano, este evento se convertia en uno de los mas especiales, ya que, Amanda llevaba a cabo una inversion masiva para alimentos, ropa, y el sorteo de empleos nuevos para personas que tenian las capacidades y cumplian con el perfil necesario. Tampoco se llenaria de personas completamente ignorantes y que no contaban con ninguna preparacion, esto seria completamente y responsable. Era muy triste para esta chica tener que respirar el mismo aire de otras personas que sentian que la vida era completamente una perdida de tiempo, la desesperacion los consumian, la depresion los estaba llevando hacia la muerte, por lo que, los eventos realizados por esta chica se convertian en una pequena luz al final del tunel. En esta oportunidad, Amanda habia contratado a un mayor equipo de seguridad, ya que, el indice criminal cada vez se hacia menos manejable, y la pobreza aumentaba con cada ano que pasaba, lo que no permitia darse abasto con la totalidad de los que debian entrar. Como consecuencia, a las afueras de aquel salon se llevan a cabo peleas, las cuales, terminaban con motines que eran controlados por las autoridades. Muchos no podian entrar, no hay espacio para ellos, pero en sus cuerpos, existia el hambre, la desesperacion y la necesidad, por lo que, era dificil poder hacer entender a alguien como ellos que simplemente en esta oportunidad no corrieron con suerte. La desgracia siempre estaba presente en la vida de estas personas, las cuales encontraban una posibilidad de tener una esperanza al recurrir a la ayuda que proporcionaba Amanda Murray. Durante los primeros anos, siempre habia contado con el apoyo y respaldo de su padre, pero despues de su muerte, esto se habia convertido en una forma de rendirle tributo a su memoria. Pablo Murray habia fallecido de un infarto en su oficina, la propia Amanda lo habia encontrado despues de haber realizado algunas llamadas a su telefono movil y tratar de comunicarse con su secretaria. Este, completamente adicto al trabajo y constantemente entregado a sus responsabilidades, se habia quedado en la oficina mas tiempo del necesario, dedicandose algunos asuntos vinculados a sus transacciones financieras. Un fuerte golpe economico que habia recibido tras el cierre de una de sus filiales, lo habia llevado a entrar en un estado de tension constante durante las ultimas semanas. Lamentablemente, esto terminaria en un desenlace completamente inesperado, lo que lo llevaria sufrir un infarto estando en la soledad es oficina, su lugar favorito y donde siempre habia deseado morir. Amanda habia vivido uno de los momentos mas desesperantes de su vida tras haberlo encontrado en aquel lugar. Llamadas, mensajes, todos eran completamente ignorados, y habia un solo lugar donde la chica sabia que podia encontrar al viejo empresario. Al ingresar a la oficina con su propia llave, la chica vio al hombre tendido sobre el escritorio mientras aun sostenia en su mano el boligrafo para firmar algunos cheques. Todo habia cambiado significativamente a partir de aquel dia, ya que, Amanda debia convertirse en la encargada de aquella compania, la cual era mucho mas grande de lo que ella podia imaginar. Pensaba que habia aprendido absolutamente todo del negocio gracias a su mentor y padre, pero ahora, deberia conocer la manera real en que realmente se hacian las cosas. No habia forma de estar preparado para la muerte, cuando esta llegaba, la generalmente toma a las personas por sorpresa y termina transformando absolutamente todo su entorno. Todo se tornaba en una montana rusa de cambios y momentos inesperados que se convierten en un cincel para forjar una nueva vida. Amanda se habia aferrado a la idea de que tenia que ayudar a la sociedad que la rodeaba, y este tipo de eventos, se convirtieron en su razon de ser. Pero el corazon de esta chica parecia ser demasiado dulce y bondadoso para estar ubicado en un lugar tan toxico y deteriorado, parecia ser una rosa creciendo en medio de un pozo lleno de gases y sustancias letales, ya que, todo lo que hacia, generalmente generaba criticas completamente adversas a las intenciones de esta chica. Todos decian que tarde o temprano Amanda se convertiria en una candidata a alcaldesa, algo que vendria trabajando quizas desde muy temprana edad. Amanda no tenia intereses en la politica, la detestaba, y aunque muchas veces recibia llamadas de los miembros de la politica actual para tratar de obtener una ventaja en medio de sus eventos, frecuentemente terminaba rechazandolos o desviando las llamadas para ni siquiera tener que escuchar sus voces. Habia un rechazo profundo hacia la forma en que se estaba llevando la sociedad y Amanda sentia que desde su pequena ayuda, podia proveer un poco de esperanza en medio de tanta desesperacion. Aquel evento habia abierto sus puertas, y la gran masa de personas que esperaban a las afueras de aquel lugar desde el dia anterior, comenzaron a entrar a este lugar que se convertia en el sueno de tantos. Muchos esperaban un ano entero para volver a ser parte de algo tan espectacular, ya que, Amanda cerraba las puertas de este lugar y trataba de proyectar una realidad completamente diferente durante algunas horas. Las personas eran provistas de vestiduras nuevas, alimentos fresco y deliciosos, grandes e importantes chef de la ciudad eran contratados especialmente por Amanda para que cocinar los mas deliciosos manjares para ser provistos a estas personas que se convertian en una responsabilidad para la chica, haciendole ver como una verdadera diosa. Todos la adoraban, querian acercarse a ella para agradecerle tanta abnegacion y entrega a este objetivo, pero Amanda contaba con un fuerte anillo de seguridad que la mantenia completamente a salvo, ya que, asi como habian algunos agradecidos, siempre se encontraba con algunos adversos que tenian una necesidad increible de hacerle pagar por el hecho de ser simplemente una millonaria. El inicio del evento habia sido llevado a cabo especialmente por ella, quien habia dado la bienvenida a todos y agradecia la receptividad que siempre demostraban. Ella, siempre dulce y completamente angelical, se mostraba frente al podio sosteniendo el microfono con algo de timidez, mientras veia a absolutamente todos tomar asiento, guiados por alguno de los miembros del equipo de protocolo que habian sido contratados por los empleados de Amanda. --Es un honor tenerlos aqui esta noche. Me llena de ilusion poder ser siempre una gota de esperanza dentro de toda la desesperacion que se respira en las calles. Espero que algun dia las cosas puedan cambiar y todos podamos compartir bajo las mismas condiciones. --Dijo la chica. Todos aplaudieron euforicos ante sus primeras palabras, esto era basicamente lo que todos deseaban, un mundo igualitario, oportunidades similares, no tener que mendigar por un trozo de pan o un lugar donde dormir. El dinero se habia hecho muy valioso, y no solo era su valor financiero, era lo que representaba, el acceso a bienes, alimentos, recursos, algo que practicamente era absolutamente escaso en el entorno. Durante muchas ocasiones, Amanda habia recibido asesorias vinculadas a este tipo de eventos, los cuales no parecian ser muy atractivos para algunas de las personas que la rodeaban. La chica estaba generalmente rodeada de una gran cantidad de criminales, personas desadaptadas, inestables mentalmente, victimas de la propia situacion financiera y la crisis que se estaba llevando a cabo en la ciudad de Chicago. Pero esta, de alguna u otra forma era mas inocente de lo que deberia, ya que, no pensaba realmente en el nivel de maldad que proyectaban las personas, en lo unico que podia pensar era en que necesitaban un poco de ayuda y aliento. Aquel evento dio inicio, Amanda continua con sus palabras, dio inicio al evento, y los platos de comida comenzaron a circular por todo el lugar, sirviendose en las mesas mientras los hambrientos invitados, disfrutaron de los mejores sabores en su paladar. Era una experiencia emocionante tanto para ella como para los asistentes, ya que, de alguna otra forma se respiraba la buena energia que emanaba en el ambiente. Fuera de aquel lugar, la desesperacion continuaba imperando, la crisis comenzaba a devorar cada vez mas a las personas hasta los huesos, dejandolos en una perdida de peso increible. Muchos de los companeros empresarios de su padre, los cuales habian quebrado anos atras, acudian a eventos como estos, despues de ser unos empresarios obesos y despotas, ahora eran simplemente despues que caminaban practicamente por inercia con la unica intencion de conseguir algo de alimento. Era una mezcla de emociones realmente fuerte la que se llevaba a cabo en el interior de la chica, quien tenia que aprender a lidiar con esta idea de que ella aun permanecia siendo muy afortunada y la suerte continuaba estando de su parte. Caminaba por el lugar estando escoltada por dos hombres realmente fuertes y atentos, en sus oidos, llevan instalados unos sistemas auriculares a traves de los cuales se mantienen comunicados con absolutamente todos los miembros del equipo de seguridad. A las afueras, el habitual motin generado por los que no pudieron ingresar, comienza a gestarse de una manera violenta. Hombres empujan tratando de ingresar, ellos tambien quieren una oportunidad, ellos sienten que la merecen, y una simple puerta y un grupo de hombres no son quienes para poder limitarnos. Hay musica en vivo en el interior, un hombre toca el piano mientras que los asistentes disfruten de una cena que parece ser la de un importante millonario, las personas sienten agasajadas, importantes, tomadas en cuenta. Amanda simplemente se desplaza por el lugar tratando de saludar a algunos de los asistentes mientras los platos de comida van llegando a las mesas. Saluda a ninos, ninas, ancianos, se compenetra con ellos, comparte historias, es un dia realmente agotador para la ella, pero que es capaz de renovar su espiritu de una manera absoluta. No importa Juan bondadosa sea el alma de Amanda, nadie puede ser realmente ingenuo y bueno en medio de un entorno como este, el cual esta completamente podrido y lleno de personas hambrientas de venganza hacia un sistema que les ha arrebatado todo. A las afueras de aquel lugar, se encontraban tantas personas necesitadas que basicamente era ya casi imposible controlar su entrada. Los miembros del equipo de seguridad y las autoridades policiales habian tenido que trabajar en conjunto para tratar de controlar a las personas, por lo que, todo se habia vuelto violento. Algunos eran golpeados, se usaba electricidad para limitar a muchos, otros simplemente era rociados con fuertes chorros de agua que lo dejaban tendidos en el suelo practicamente inconscientes. Era una escena completamente caotica en el exterior, completamente diferente a lo que queria lograr Amanda. Cada ano se le decia claramente a la chica que era contraproducente llevar a cabo un evento asi, ya que, las personas cada vez estaban mas desesperadas y habia mas hambre. Haciendo caso omiso a las indicaciones que se le habian proporcionado, Amanda habia seguido adelante con sus ideas. Para ella, simplemente era una oportunidad de ganar nuevas amistades y conectar con personas humanas que tenian una vida normal tan solo hacia unos anos atras y que ahora tenia que vagar por las calles sin ninguna oportunidad de exito. El sorteo de los empleos se llevaba a cabo al final de la velada, y esta era una de las cosas que mas llenaba de ilusion a profesionales y personas preparadas. Aunque tenian unas hojas de vida absolutamente impecables, no habia lugar donde trabajar, y esto habia multiplicado la pobreza de una manera violenta. Algunos de los miembros del equipo de seguridad habian sido fuertemente golpeados a las afueras, y en medio de la confusion, habia logrado colarse un hombre en particular que de alguna manera pondria las cosas muy electrizantes aquella noche. Otto Levine habia entrado en este recinto sin ser notado, parecia haber sido una especie de camaleon que habia logrado infiltrarse, y tras entrar, no parecia ser algo irregular, ya que, era uno mas de todos estos que buscaban la oportunidad de sentirse tranquilos y felices al menos durante una noche. Las criticas que se llevan a cabo hacia Amanda, eran tan duras, que la chica practicamente entraba en un estado de aislamiento durante los proximos dias. No reservada noticias, no leia articulos de los diarios, ya que, aunque muchos la elogiaban, otros simplemente criticaban el hecho de que proyectara una vision tan ficticia de lo que era la vida, y durante un tiempo tan limitado. Para los criticos, no habia ningun tipo de sentido en proyectar una vida llena de lujos y comodidades durante tan solo unas horas para lanzar a las personas posteriormente hacia las calles a continuar con esa vida miserable. Experimentarian un vacio que posiblemente se prolongaria y se multiplicaria durante los proximos dias, hasta que el proximo ano se llevara a cabo un evento similar. A pesar de que tenia algo de sentido este analisis, para Amanda no habia posibilidad alguna de detenerse en medio de sus eventos, para ella seguia siendo una esperanza para la sociedad, una oportunidad de conectar con los mas necesitados. En esta oportunidad, su cercania a esta crisis, seria mucho mas real que en otros momentos. La chica se desplazaba tranquilamente por uno de los pasillos sin notar la presencia de nadie en particular, todos eran importantes para ella, tanto los mas pequenos como los mas adultos eran parte de la noche especial, asi que, para todos habia una sonrisa y un saludo. La hermosa chica de 24 anos de edad camina llevando puesto su abrigo gris, su vestido de color blanco, tacones del mismo color, un maquillaje perfecto y un perfume que embriaga a todos aquellos que se encuentran alrededor de ella. Su aspecto es absolutamente impecable, es elegante pero a la vez sencillo, no pretende llamar demasiado la atencion, pero no importa lo que se ponga, Amanda Murray siempre se ve espectacular con absolutamente cualquier vestimenta. Es ese tipo de chicas que siempre lucen elegantes asi lleven su pijama antes de dormir. Se ha convertido en un icono para las personas necesitadas, la miran, la abrazan, muchos quieren tocarla, pero los efectivos de seguridad tratan de mantenerla completamente a salvo, pero los vacios en un anillo de seguridad siempre estan presentes, solo hay que encontrar el momento adecuado. Otto habia sido paciente para poder encontrar el momento ideal para atacar. No habia una razon en particular para convertirse en la imagen de la noche, pero parecia que era su mision mas importante. Aquel nombre habia logrado ingresar un arma de fuego, y manteniendola en la parte trasera de su pantalon, habia caminado lentamente como si se tratara de un jaguar cazando a una gacela. La hermosa chica estilizada sonrie mientras algunas camaras fotograficas de la prensa dejan salir sus flashes para retratar a la hermosa joven llevando a cabo su evento anual. Pero Los ojos sombrios del joven Levine, la observan con mucha insistencia, la detallan, la miden, la analizan, mientras cada uno de los hombres que tienen como unica responsabilidad cuidarla, observan hacia los lados llevando a buscar las oscuras, mientras dan reportes de absolutamente todo lo que ven. Aun faltan muchas horas de evento, apenas practicamente ha comenzado, asi que, Amanda esta en la cuspide del climax y la emocion, ya que, no hay forma de que algo pueda salir mal. Ano tras ano todo ha sido un absoluto exito, pero para Otto, han sido anos de frustracion en los que no ha podido ingresar a ninguno de estos eventos organizados especialmente por Amanda para los mas necesitados. El se ha sentido excluido una y otra vez tanto por la sociedad, por la economia, por los benefactores, todos se han convertido en sus enemigos, pero el simplemente es un desafortunado que ha llegado en el momento equivocado. Simplemente es parte de un grupo que no puede disfrutar de la fortuna de la que otros simplemente gozan por cuestiones de suerte o esfuerzo. Otto caminaba lentamente tratando de ocultarse entre las personas, y al ver un vacio en aquella muralla que se levantaba alrededor de Amanda, salto sobre ella, sosteniendo en su mano su arma de fuego cargada, pasando justo a un lado de los miembros de seguridad y colocando el arma de fuego en la cabeza de la chica millonaria. --!Que nadie mueva un solo musculo o le volare la cabeza! --Exclamo el perturbado chico, quien mostraba sus completamente ojos abiertos y llorosos. Su rostro era completamente perturbador, se veia que no habia dormido en dias, su cabello era grasoso, su piel en la palida, habia ojeras debajo de sus ojos y respirar era completamente agitado. Para Amanda era absolutamente irreal el hecho de que esto estuviese pasando, siempre habia confiado en los hombres que la rodeaban y garantizaba que estos no la dejaria sola ni un minuto. Pensaba en el hecho de que este hombre pudiese estar jugando una broma, pero al sentir el frio acero en su sien, pensaba que todo terminaria pronto. Se sentia tembloroso, nervioso inestable, y se habia ubicado en una zona segura pegado a una pared para evitar que alguien lo sorprendiera por la espalda. --Baja esa arma y calmate. Ella no es tu enemigo. ?Que es lo que quieres? --Dijo uno de los efectivos de seguridad mientras llevaba su mano hacia su chaqueta. Otto, sin pensarlo, disparo directamente al pecho de aquel hombre que trataba de sacar su arma, algo que alerto a todos y les demostro que este hombre no se encontraba jugando. Si alguno de los que estaba en aquel lugar trataba de hacer algo estupido, posiblemente la siguiente bala terminaria volandole la cabeza en pedazos a la joven chica. No se trataba de algo normal, es una situacion completamente descontrolada que ha llevado a todos los presentes a lanzarse al suelo, tratando de proteger sus vidas.

  • Palidez y otros relatos de Rafa Ron

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    Erotismo, sadismo, dolor y placer se entrelazan en los relatos de Rafa Ron, que abren la puerta a un mundo en el que nada es lo que parece y en el que lo que es puede resultar demasiado incomodo.