• de boca a boca y tiro porque me toca - Dylan Martins

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    Hoy es el dia mas feliz de la vida de mi hermana. Mentiria si dijera que es el mio, porque somos como el agua y el aceite. Nos repelemos mas que dos pilas alcalinas, ni el conejo de Duracell puede unirlas, unirnos. Me pongo ese vestido verde de dama de honor con mas pliegues que un post operatorio de reduccion de estomago, y me miro al espejo. Esta barriga no es mia, viene con el vestido confeccionado por el mismo demonio. Si, el maldito anuncio se me ha pegado, el de que no te tiras pedos ni para atras, bueno, es que para delante como que es mas complicado. Abro el primer cajon de mi mesita de noche y me pongo una de esas fajas de abuela octogenaria. Ya que voy a ir como un cuadro, de esos feos de Picasso que no entiendes porque dos pelotillas y un manchurron en medio vale millones de euros, al menos que vaya plana, como las tablas de planchar. Por el vientre, porque el culamen no me lo ha reducido. Ahora mismo soy un hibrido entre el culo de Jennifer Lopez y el de Kim Kardashian, aunque el mio esta mas flacido y "caidongo". Por no hablar de los dos melones que mi madre me ha dado. Para eso no hay faja que valga. Todavia recuerdo a esa mujer que entro en el libro de records Guinness por partir Sandias con sus "melones", eso es porque no conocian los mios, romperian piedras si los dejara caer. Me pongo las manoletinas y la pamela, que mas que una pamela es una sombrilla para la playa, porque, dios santo, voy a acabar la boca con unas cervicales de ordago. Espero que mi hermana me de uno de esos sobres para un buen fisio. Vuelvo a mirarme nuevamente en el espejo, ahora con el atuendo al completo, y ese vestido de color moco se me queda mirando a mi y me saluda mientras se rie en mi cara diciendome sin hablar que voy a ser el hazmerreir de la boda. Salgo de mi habitacion y voy directa a la de mi hermana por si necesita ayuda. Tengo alli a media familia, que estan todas apretujadas para ayudarla en lo que necesita. Su cara esta llena de churretones porque se ha pasado ?la manana llorando? --Sandra, ?que ocurre? --Penelope, no te puedes imaginar lo que ha pasado --espero a que me diga que es lo que ha pasado, pero es que le gusta que le lamas el trasero y le supliques para que te cuente. --?Y bien? --Mi ramo. Lo habia pedido de l+irios y me lo han traido de petunias, y ya sabes que soy alergica a las petunias. ?Como voy a casarme asi? --Pues entre estornudos y mocos, tampoco es tan mal plan. --No seas zorra. Anda, llevate esa aberracion de la naturaleza, y traeme corriendo un ramo de lirios. No me casare hasta que no tenga mi ramo de lirios. Cojo el ramo poniendo los ojos en blanco y lo llevo a mi habitacion antes de coger un taxi rumbo a la floristeria. En otras circunstancias lo iba a ir a buscar su prima en patinete, pero el novio es mi mejor amigo, y no quiero fastidiarle la boda. Me siento en la parte trasera y le indico al taxista la direccion de la primera floristeria que me aparece en Google. No tardamos mucho en llegar, y la verdad es que me da verguenza salir del taxi de esta guisa. La verdad es que habia olvidado que iba vestida de la novia de Flubber y no mola nada, se va a reir de mi hasta el tonto del pueblo. Pero, al final, me armo de valor y salgo, corriendo hasta la floristeria, para evitar que muchos ojos me vean. Hace un calor insoportable. Si el menu de la boda no me gusta, siempre puedo hacerme un huevo frito en el suelo, no necesito ni una sarten, con este sol del infierno, temo hasta que se evapore antes de comermelo y todo. Entro en la floristeria y me voy directa al dueno, que es el que esta en el mostrador y tiene entre ochenta anos y la muerte, no se ni como se mantiene en pie, pobrecito mio. Le sonrio antes de hablar para que sepa que vengo en son de paz. --Buenos dias --lo saludo. --Buenos dias, ?que desea? --Necesito un ramo de novia de lirios. Digame que tiene lirios y puede hacermelo. --No tengo lirios, lo siento. --Mierda. Gracias, de todos modos --le digo ya corriendo a la salida. Cojo el mismo taxi, que me ha esperado, tal y como le he indicado. A este paso voy a necesitar un segundo sobre de la boda para poder pagar la carrera. Que yo no soy aqui el banco Espana. Busco en Google la siguiente floristeria y corremos como si llevaramos un torpedo en el tubo de escape hacia la otra floristeria. Solo hay tres mas, asi que como ninguna tenga lirios estoy jodida. Entro en la siguiente y sigo el mismo modus operandi, pero nada. Aqui los lirios son mas dificiles de encontrar que la gallina de los huevos de oro o que un billete de loteria premiado, de esos que nos viene bien a todos. La tercera esta cerrada, luego dicen que hay crisis... Parece ser que el dueno o la duena esta de vacaciones y dice que en un par de semanas volvera, si dios quiere, literal. Si yo fuera dios, ya lo dejaria de vacaciones de por vida, ?o no seria el sueno de cualquier espanol? Solo me queda una ultima oportunidad. Cruzo los dedos porque necesito urgentemente las malditas flores que a mi hermana se le han antojado. No le valia un ramo de rosas, no, tenia que ser de lirios. Casi me estampo la puerta en la cara cuando alguien sale mientras yo estoy abriendo la puerta, parecemos los tipicos dibujos animados en el que se dan el guantazo padre, pero este es el mundo real. Entro en la floristeria cuando ese hombre, que parece haber salido de una telenovela, sale por la puerta y me voy directa al mostrador, no tengo un minuto que perder si pretendo llegar a tiempo con el ramo a la boda. --Buenos dias, senora. --Buenos dias, linda. --Necesito que me ayude, es muy urgente. Mi hermana esta a punto de casarse y necesito que me haga un ramo con lirios. --?Lirios? --Si, lirios --tiene que subirse el sonotone. --Pues lo siento mucho preciosa, el hombre con el que acabas de cruzarte se ha llevado un ramo con los ultimos lirios que me quedaban. --Joder... Gracias, adios --le digo mientras salgo corriendo en busca del tio de telenovela que se ha llevado mis flores. Salgo de la tienda y lo busco como si fuera uno de esos radares de la nasa. Localizado. Me encamino a su posicion y lo miro con cara de cordero degollado, esa cara que enamora hasta a un ciego. --?Que te pasa? ?Tengo monos en la cara? --Monos no, pero tienes algo que yo necesito. --?Ah si? ?Y que es lo que necesitas? --Tus flores. --Vaya, mira que me habian dicho cosas, pero nunca que necesitaran mis flores. Pues lo siento, las necesito para una cita y llego tarde. --Y yo las necesito para la boda de mi hermana. Por favor. Te pagare. --No necesito dinero, me sale por las orejas. --?Entonces que quieres a cambio de las flores? --?Que te parece ser tu acompanante en la boda de tu hermana? --?Tu? Pero si no te conozco. --Por eso, asi nos conocemos mejor. --?Y que sacas tu de todo esto? --Digamos que me viene bien para mis negocios. --Y ?que te hace pensar que no tengo ya acompanante? --Con ese vestido a lo oliva rellena, lo dudo bastante --lo miro alzando la ceja. Van a aterrizar hostias, y a este tio se le esta poniendo una cara de aeropuerto... --Esta bien, --digo a reganadientes --pero como la cagues no va a haber un sitio en el planeta Tierra donde te puedas esconder de mi. --No hay problema, me puedo ir a marte. --Dejate de tonterias, vayamos a mi taxi, que ya vamos tarde. --Como quiera Miss pepinillo en lata. --Gilipollas. Al menos llevas traje. --Pos supuesto, no salgo de casa sin uno. --?Como te llamas? A mi me da igual, pero es por si tengo que presentar a mi acompanante -- esas dos ultimas palabras se me atragantan. --Izan. ?Y tu? --Penelope. --Seguro que en el colegio se cebaron contigo por ese nombre, ?verdad? --Eso no es asunto tuyo --le voy a tomar el ramo de entre sus manos, pero lo aparta rapidamente para que no se lo pueda quitar. --No, no, pequena. Asi no funcionan las cosas. --?A quien llamas tu pequena, chaval? --Aqui mando yo. Si quieres tu ramo, llevame a la boda de tu querida hermana, sino este pequenin se viene a la cita que tenia programada conmigo. --Esta bien, pero es solo por el ramo, no te emociones. Caminamos hacia el taxi, el que me ha hecho la visita turistica del dia y nos dirigimos de nuevo a mi piso y al de mi hermana a entregarle el ramo, pero cuando estamos llegando, saco el movil para revisar llamadas y mensajes y veo uno de mi hermana. Parece ser que ya se han ido para el lugar de la ceremonia y me amenaza con que si no llego a tiempo me cortara literalmente la cabeza y me la metera por la retaguardia. La verdad es que tiene un piquito...de oro. Eso que dicen de perro mordedor, poco ladrador, le viene al pelo, porque es de las que se enfada y parece que todo el mundo este en su contra, pero es que se monta unas fantasias a lo Stephen King. Hago que el taxista de media vuelta para dirigirnos al lugar de la ceremonia. Estamos dando mas vueltas que una peonza y el tiempo vuela, al igual del taximetro, que ya supera los cincuenta euros. Cuando llegamos a la zona del festejo bajamos del taxi y le pago la carrera antes de colocarme un poco mejor el vestido para que no parezca un espantapajaros, aunque ya se sabe lo que dicen: aunque la mona se vista de seda, mona se queda. --No te preocupes, te va a mirar todo el mundo, estes o no arreglada. --?Y eso a que viene, Izan? --pregunto. --Me encanta como suena mi nombre en tus labios. --No te desvies del tema. --Lo digo porque todos los ojos se van a centrar en ti con ese vestido a lo albondiga mohosa. --Gilipoyas... --Esa lengua, gusanito verde. Me aguanto para no pegarle un bofeton mientras, ahora si, le arrebato el ramo de entre las manos y me voy corriendo a llevarselo a mi hermana, que estoy segura de que esta en la sala lateral derecha, es en la que ayer llevamos los ultimos detalles antes de celebrar la boda en la playa. Entro corriendo y la veo alli, con cara de haberse comido un gajo de limon en mal estado. Le entrego el ramo victoriosa, con una sonrisa en los labios. Parece que estoy yo mas contenta que ella de tenerlo aqui. --A menudas horas, ya pensaba que no ibas a volver con el ramo --me dice Sandra. Encima. --Me he tenido que recorrer todo el pueblo hasta encontrar los putos lirios, asi que no me vengas con esas, sino haber ido tu a buscarlos en patinete. No digo mas, le dejo el ramo en la mesa y salgo de la habitacion a la zona de la playa donde se va a celebrar la ceremonia. La verdad es que es precioso. Con el desembolso que mis padres han hecho, tendria que ser equiparable a la boda de los reyes, como minimo. Veo a Izan hablando con algunas de mis primas, pero la verdad es que no tengo tiempo para el o para sus tonterias. Me voy directa hacia mis padres y mi mejor amigo, futuro marido de Sandra, mi desagradecido hermana. --?Como esta el novio mas guapo de Espana? ?Nervioso? --Pues bastante, cunada, no te voy a enganar --me contesta Lucas. --No te preocupes, saldra todo a pedir de boca. --Eso espero, porque con lo que ha costado...--suelta papa a mi espalda. --Hola, papa --lo saludo y el me besa el rostro. --Hola mi nina, estas muy guapa, aunque con esa pamela casi me saltas un ojo. --Es lo que tiene tenerse que vestir como te mandan, tu no tienes ese problema --le guino el ojo y el se compadece de mi.

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  • La boda de mi hermana de Dylan Martins

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    Coge aire, sonrie y disimula todo lo mal que te cae. --Buenos dias, senor Moretti --sonrio fingiendo con la misma frialdad. --Buenos dias, Rebeca -- le devolvi la sonrisa, la llame como siempre por su nombre y no por su apellido como ella se dirigia a mi -- Te queda muy bien esa coleta -- le hice un guino tan falso como lo que le habia acabado de decir. Segui sin pararme ante ella, como cada manana, no la aguantaba, pero era la hermana de mi socio Julian y me la tuve que comer con patatas, ni mas ni menos. Procuraba llevarlo lo mejor posible, !que se le iba a hacer! Otras cosas peores o al menos eso queria pensar yo para sobrellevar aquella pequena cruz. Por suerte, mi talante no es malo y soy de los que se lo echan todo a la espalda, razon por lo que veia mi relacion con ella como un reto. Dia que pasaba, dia logrado... Entre en mi despacho y encontre un monton de expedientes autorizados sobre mi mesa, se veia que el dia anterior el equipo financiero habia visto viabilidad en muchos de ellos; ahora me tocaba a mi decidir cuales si y cuales no. Mire por la ventana y me encantaba esa sensacion de paz que se respiraba tras los amplios cristales, el mar... Mi trabajo me fascinaba, tenia con Julian una empresa financiera a gran escala. Llevabamos con ella cinco anos, pero nos habiamos afianzado a pasos agigantados, encontrandonos ya entre las mas importantes del pais. Vivia solo en un atico de doscientos metros y cien de terraza frente al mar ?Que mas podia pedir? Aquel atico habia supuesto para mi la consecucion de un reto y podia decir que habia logrado la casa de mis suenos, como si del programa televisivo del mismo nombre se tratara, en un tiempo record. Una novia, queria una novia, pero yo en ese sentido era una bala perdida; tan pronto me enamoraba como me desenamoraba, tan pronto amaba como me ahogaba, asi que lo mio debia ser algo como una alergia a largo tiempo con una mujer. No podia negar que era un seductor y un mujeriego. Creo que ahi esta la clave, el juego de la seduccion me podia... Pero cuando la presa caia en mis garras, como que empezaba a perder interes a marchas forzadas. ?Culpa de ellas? No, indiscutiblemente mia, pero esas cosas no se fuerzan y era mi condicion. Ese dia solo vine a dejar listo el trabajo y me iba para casa a preparar equipaje de mano, ya que a la manana siguiente salia rumbo a Cracovia. Mi hermana Lis se habia enamorado de un polaco llamado Kiev y se casaba alli el fin de semana, no se pudo haber buscado uno de Cadiz, no; ella de Polonia. En fin, tocaba ir a cumplir, en el fondo la adoraba y como no teniamos padres, debia llevarla yo al altar, por supuesto orgulloso de cumplir ese papel. Se trataba del gran acontecimiento del ano, que digo del ano, del siglo... Que mi hermana fuera feliz era una de las grandes prioridades de mi vida, y si su felicidad estaba en Cracovia, como si estaba en la Conchinchina, yo la apoyaba a muerte. Valore los expedientes y me fui directo para casa, tambien queria descansar. --?Donde vas tan rapidito? Vale que seas una bala, pero que salgas como una de ellas, a eso ya estoy menos acostumbrado--me pregunto Julian con el que me cruce y a punto estuve de arrollarlo. --No querras que llegue con mala cara a la boda de mi hermana. Alli habra cantidad de macizas avidas de un seductor como yo y uno tiene una reputacion que mantener--bromee. --No, no vaya a ser que la alta sociedad de Cracovia se pierda la oportunidad de conocer a una prenda como tu, tira para alla, hombre y no olvides brindar a mi salud. --Eso siempre... --Si, porque brindar, brindaras, pero anda que te has acordado de mi para llevarme, granuja.... --Alguien tiene que quedarse al frente del negocio, amigo, fuiste tu quien lo dijo; no me fastidies, yo por mi te hubiera llevado--le di una palmadita en el hombro y me marche de alli al galope. Sali saludando con una sonrisa a Rebeca, en el fondo iba pensando que ahi se quedaba y que la iba a perder de vista unos dias. Bien mirado, seguramente ella pensaria lo mismo. Pues nada, los dos felices, al final iba a resultar que se nos contentaba con poco. Lo mio con ella fue como los amores a primera vista, pero al reves; desde el primer momento nos caiamos mal y no hubo forma de remediarlo. De vez en cuando lo intentabamos, pero nada, ni poniendo de nuestra parte. Por respeto a Julian lo soportabamos estoicamente y procurabamos no darle mayor importancia, pero que me caia como el culo, me caia como el culo. Y apostaba un brazo y no lo perdia a que a ella le sucedia lo mismo. Llegue a mi casa y me sente a comer. Lola, la mujer de servicio me habia puesto la mesa. Aquel mediodia cocino para mi un pescado en salsa que estaba delicioso, pues tenia una mano en la cocina increible y la casa me la mantenia como los chorros del oro; no podia haber escogido una senora mejor. Ademas era toda amabilidad, tenia cincuenta y cinco anos, pero aparentaba diez menos, con una vitalidad fuera de serie. --Tu hermana Lis estara bellisima vestida de novia. Por favor mandale recuerdos de mi parte, quiero que sepa que la tengo presente. --Por supuesto que lo hare y ella te estara muy agradecida. Sabes que te consideramos como de la familia. --Y yo a vosotros. Me he tomado la libertad de confeccionarle yo misma una liga para que la lleve puesta ese dia. ?Se la daras? --Ni que decir tiene que se la dare. Eres un amor, Lola. Muchas gracias en su nombre, aunque ya te llamara ella para dartelas. Ya sabes, es mas cumplida que un luto--bromee. --Un torbellino es lo que es esa nina y con que sea la mitad de feliz que yo le deseo, ya va servida--suspiro. --Pues tranquila, que esa con su Kiev es feliz un rato largo. Yo no se lo que le ha dado el polaco, pero le ha sorbido el seso--rei. --Que cosas tienes--me imito riendo con ganas. Ella se iba a las cuatro. Una hora despues de que yo llegara y comiera, recogia la cocina y se marchaba hasta el dia siguiente, que llegaba a las ocho de la manana.

  • Desaparecida. La historia de Hugo de Dylan Martins Y Janis Sandgrouse

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    --Hola, Hugo. --Hola, Andrew, te necesito --murmure agobiado echandome el pelo hacia atras. --?Que paso? --La pequena Laia ha desaparecido... Seis meses habian pasado desde la boda de Andrew con Laia, de ahi a que Alicia le pusiera el nombre a su hija, ya nuestra hija, porque la amaba como si fuera mia. A Alicia la conoci gracias a Andrew, cuando intervenimos en liberar en Marruecos a Laia, en aquel entonces una espanola que se caso con un marroqui que la sometio a una cautividad por dos anos, de ahi que la escritora Ariadna Baker, contara su historia y por ende el principio de la mia en una trilogia llamada Laia, ademas de Cautiva. Hoy en dia Andrew y Laia, vivian felices en las Highlands de donde era el, ademas habia pedido una excedencia para disfrutar de ella y los hijos que ya tenian, tres, Dylan, Hugo y Janis. La nina fruto del amor entre ellos y los ninos frutos del corazon tan grande que poseian, ya que eran adoptados. A Andrew lo conoci en varias cooperaciones conjuntas, ya que el era inspector en Escocia y yo en Espana, asi que nos vimos siguiendo a las mismas bandas de narcotraficantes que intervenian, tanto en su pais como en el mio, pero lo que realmente nos unio fue su historia con Laia, hoy su mujer y amiga de mi pareja Alicia. A Alicia la conoci y poco despues la dejo el marido, renunciando a la pequena Laia por irse con una mujer a algun lugar de Europa, donde se quedo con ella. poco despues supimos que esta lo dejo y el no regreso a Espana, pero, consciente de todo lo que dejo aqui, comenzo a amenazar a Alicia hasta que yo me puse serio. Fue en las Navidades antes de la boda de Andrew, cuando Alicia y yo nos comenzamos a dejar llevar por eso que nos dimos cuenta que sentiamos el uno por el otro, hace un ano, pero no lo confirmamos hasta el enlace de estos, Fue en las Navidades antes de la boda de Andrew, cuando Alicia y yo nos comenzamos a dejar llevar por eso que ahi donde sellamos nuestro amor con un beso. La verdad es que esa boda fue la confirmacion de un amor que se habia ido engrandeciendo en medio de un cautiverio y problemas que se sucedieron por un largo tiempo y en el que nos vimos en una espiral de acontecimientos. Al final ese caso se convirtio en mucho mas que algo laboral, Andrew se enamoro de ella y yo la ame como a una hermana, esa que se que tiene los mismos sentimientos hacia mi. Y a pocos dias de hacer un ano con Alicia y esa preciosa nina a la que amo como si fuera mia, desaparece... Ni veinticuatro horas de la llamada y ya tenia a Andrew y su familia en Huelva, en el piso que estos tenian alli de Laia y de donde era Alicia, la mujer de mi vida. Ademas, yo estaba con ella y la nina afincado en mi tierra, Cadiz, en donde ejercia mi profesion de policia en cubierto y donde escribia mis novelas, ya que publicaba en una plataforma enorme y que, para sorpresa mia, tenia muchas lectoras. Pero un dia antes de esa llamada a Andrew, nuestra pequena Laia desaparecio, si, por arte de magia. Estaba en el salon jugando con sus munecas en una manta en el suelo y Alicia preparando la comida, solo se despisto unos minutos para ir a mover la pasta y cuando regreso al salon, ni rastro de la pequena, eso si, la puerta de la terraza estaba abierta, alguien habia entrado... En mi trabajo cambie todo el rumbo y dije que ahora la prioridad era encontrar a mi nina sana y a salva, no podia soportar el dolor de saber que le podria estar pasando y no podia mirar a la cara a Alicia, que estaba desgarrada de dolor, sin dejar de llorar y gritando de impotencia. Laia y Andrew iban a dejar en Huelva a sus hijos con los padres de ella, asi que lo hicieron todo rapido y se vinieron a Cadiz, ella para arropar a su mejor amiga y el, para ayudarme a encontrar a la pequena Laia… Andrew se acerco a mi mientras Laia, corria a los brazos de Alicia. --La vamos a encontrar, lo vamos a hacer --dijo dandome un abrazo. --Te necesito, aunque se que ahora no tienes competencia, te quiero a mi lado, tu cabeza es una de las mejores para desenredar los casos. --Aqui me tienes, no me hace falta tenerla, solo la lealtad que siento por ti, Hugo ?Crees al igual que yo quien es? --Si, Pedro, el padre biologico de la nina, seguro que se la llevo a algun lugar de Europa. acontecimientos. Al final ese caso se convirtio en mucho mas que algo laboral, Andrew se enamoro de ella y yo la soportar el dolor de saber que le podria estar pasando y no podia mirar a la cara a Alicia, que estaba desgarrada de --Le tuvo mucha inquina a Alicia cuando le salio mal la otra relacion y se dio cuenta de que lo habia perdido todo, actuo con mal sentimiento contra ella pagando toda su ira, asi que hay que abrir la linea por esa parte, sin dejar otras abiertas, nunca se sabe. --En eso estamos, hemos pedido las camaras de seguridad de todo el perimetro de nuestra casa, para ver los coches que se movieron en esas horas antes de su desaparicion y a los minutos despues, queremos ver todas las coincidencias. --Eso esta perfecto. Alicia estaba derrumbada, daba pena mirarla y eso me estaba poniendo mucho peor. Nos metimos en mi despacho, ahi podiamos hablar tranquilos, lo bueno es que Laia estaba con ella, eran como hermanas y cuando paso lo de ella en Marruecos, Alicia hizo todo lo habido y por haber por recuperarla, asi que ahora contaba con ella, esa mujer que estaria dispuesta a estar ahi para todo... --Amo a esa nina mas que a su madre y eso que Alicia es el amor mas grande que senti por una mujer, pero esa nina... --Se me saltaron las lagrimas. --Lo se, habia mucha quimica entre ustedes... --Solo tiene cuatro anos y me miraba como si fuera Dios, se le iluminaba la cara con solo sacarle la lengua o hacerle una gracia. --Hugo, la vamos a encontrar --me apreto el hombro. --?Sabes? --Dime. --Las cosas no estaban marchando bien el ultimo mes con Alicia. --?Y eso? --pregunto cambiando el gesto de su cara. --Se que me ama como yo a ella, pero algo pasaba que nunca consegui averiguar, se que algo habia, no te digo que estuviera con otro hombre ni mucho menos, eso jamas se me paso por la cabeza, pero habia algo, le pregunte muchas veces y siempre me decia que no le pasaba nada o que estaba cansada. Quiero recuperar a nuestra hija y a ella, necesito a las dos en mi vida, no podria vivir sin ellas, me volveria loco. --?Ella dijo en algun momento que la desaparicion iba por parte de Pedro? --No, es mas dice que no, que el no vendria a por ella. --Esto me esta oliendo raro. --?Por que dices eso? --Sabes que tenemos un sexto sentido, pero siempre me dijiste que yo tengo un septimo, ese que no lo tiene cualquier policia. --?Y que piensas? --Aqui esta pasando algo mas, dejame avanzar un poco mas y te digo, pero creo que aqui hay algo que se nos esta escapando de las manos. --Vamos a hacer lo que quieras, tiramos por donde digas, tengo toda la fe puesta en ti, pero tenemos que traer de vuelta a Laia, de lo contrario... --La traeremos. --?Ella dijo en algun momento que la desaparicion iba por parte de Pedro? --No, es mas dice que no, que el no vendria a por ella. --Esto me esta oliendo raro. --?Por que dices eso? --Sabes que tenemos un sexto sentido, pero siempre me dijiste que yo tengo un septimo, ese que no lo tiene cualquier policia. --?Y que piensas? --Aqui esta pasando algo mas, dejame avanzar un poco mas y te digo, pero creo que aqui hay algo que se nos esta escapando de las manos. --Vamos a hacer lo que quieras, tiramos por donde digas, tengo toda la fe puesta en ti, pero tenemos que traer de vuelta a Laia, de lo contrario... --La traeremos. Capitulo 2: Alicia Me la habia quitado, Pedro me la habia quitado... No podia ni nombrarlo, llevaba un mes recibiendo amenazas que no le pude contar a Hugo, si lo hacia, la iba a matar, me lo habia advertido mil veces desde unas semanas atras y es que cuando mi pareja se metio por medio y le contesto a los mensajes, lo enfurecio mucho mas y desde ahi me lo tuve que tragar todo sola. Sabia que ropa llevaba mi hija, si habiamos ido a una farmacia, al colegio, a comprar pan, lo sabia todo y me lo advirtio, iba a matarla si le contaba algo a el. Solo queria una cosa... recuperarnos a las dos. Estaba en Irlanda, pero esa informacion solo la sabia yo, asi que, si era el artifice y lo era de la desaparicion de Laia, ya se la habia llevado alli y yo, yo tenia que ir a por ella, no podia ponerla en riesgo, no podia contarselo a Hugo. Lo tenia todo preparado, solo tenia que buscar la excusa perfecta, ya tenia en el maletero de mi coche una bolsa con ropas, solo tenia que salir sola de aquella casa e irme al aeropuerto de Jerez, coger un vuelo y luego hacer una escala para Irlanda, no podia ir directa, sabia que, si lo hacia, Hugo daria con mi rastro. --Laia ?Confias en mi? --Le dije a mi amiga, cogiendole las manos. --A estas alturas de mi vida y me preguntas eso --dijo ella, negando. --Se donde esta mi hija, pero si esta la policia por medio, la va a matar, el lo tiene todo perdido y la nina le importa una mierda. Por favor no puedes hablar de esto con ellos. --No Alicia, no me pidas eso --se le saltaron las lagrimas --. Sabes que ellos me liberaron, y eran mas peligrosos, era una banda. Por Dios Alicia, tenemos que contarselo. --Si le cuentas algo, o si le llega a suceder cualquier cosa a mi hija por haberle dicho algo, te juro que no te lo perdonare jamas --le dije, apretando los dientes --. Sacame de aqui, vamos a inventar una excusa, pero sacame de aqui sin que sospechen nada, si no lo haces, vas a salir de esta casa y de mi vida por poner a mi hija en riesgo con ropas, solo tenia que salir sola de aquella casa e irme al aeropuerto de Jerez, coger un vuelo y luego hacer una --la mire en tono amenazante, me dolia, pero tenia que conseguir que me ayudara a salir --Demuestrame que quieres a mi hija y confia en mi. --Lo hare, a pesar de saber que me estoy equivocando, pero lo hare. Ella se fue al despacho a buscar a los chicos y les dijo que me iba a llevar a dar una vuelta en el coche para que me diera el aire y queria hablar conmigo fuera de esas cuatro paredes, que luego volveriamos. Y asi fue, salimos de alli, ni pase a despedirme de Hugo, no queria que me viera, no queria que notara algo en mi rostro. Nos dirigimos al aeropuerto de Jerez, a cuarenta minutos, con la suerte que aborde un vuelo que compre de ultima hora y al que me subi, despues de dejar a Laia llorando y temblando. Ella se pensaba que mi destino estaba en Londres y eso era lo que queria, despistarlos a todos. Si algo tenia claro es que no iba a poner en riesgo la vida de la persona que mas amaba en este mundo junto a Hugo, a mi pequena Laia, el motor de mi vida. El vuelo lo pase entre nervios, llorando, apague el movil para siempre, habia comprado una tarjeta de prepago en el aeropuerto y yo tenia el numero nuevo de Pedro, ese que no tenia Hugo, asi que me pondria en contacto nada mas llegar. Y eso hice, aterrice en Londres y llame a Pedro. --Ya estoy en Londres, en dos horas vuelo a Irlanda. --Te espero en el aeropuerto. --Vale. --No le hagas nada a Laia, por favor, no le hagas nada, estoy dispuesta a quedarme contigo. --Bien, asi me gusta, recuperar lo que me pertenece --murmuro y colgo. En ese momento senti que el mundo se me terminaba de caer encima y por completo. Jamas imagine que Pedro fuera capaz de tener tanta maldad y sangre fria para abandonarnos renunciando a su hija, luego secuestrarla y ahora querer formar junto a nosotros esa familia que el destruyo, lo peor de todo, sin importarle nada, a costa de todo y todos. Nos dirigimos al aeropuerto de Jerez, a cuarenta minutos, con la suerte que aborde un vuelo que compre de ultima Durante el siguiente vuelo lo pase llorando, hasta tal punto que una de las azafatas vino dos veces a preguntarme si estaba bien o necesitaba algo.

  • Y. si me amas de Dylan Martins Y Janis Sandgrouse

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    Cerre la puerta de casa de mi hermano de un golpe, me habia vuelto a tocar la moral, la estupida de Alicia, su mujer. Estaba muy cansada de que siempre anduviera metiendose donde no la llamaban, y es que me tenia unos celos que no podia con ellos. Llevaba casada con mi hermano Chus, tres anos y, anteriormente, estuvieron por lo menos seis de noviazgo. La verdad es que al principio era una moneria de chica, pero comenzo a cambiar y cuando se caso, ya se creia la mismisima Isabel Preysler, en fin... Arranque el coche con un cabreo increible. Llegue a mi casa con una rabia que no podia, mi madre me lo noto nada mas llegar. --?Que te pasa, hija? --dijo cogiendo mi cara con sus manos y besando mi frente. --Alicia, no puedo con ella. --?Otra vez? --Si, para no variar. Fui a verlos y les comente que manana por la noche tenia un evento muy importante. Y, ?sabes que me solto? --No, carino --su cara era de completa preocupacion. --Que deberia ir dedicandome a trabajar para lo que estudie, que esto no es muy decente... -- solte el aire y negue mientras cogia una lata de refresco del frigo. --No fue acertado ese comentario, pero hija, no le hagas caso, sabes que tu hermano esta en medio y no nos podemos permitir una guerra. --Mama, no es que no fuera acertado, es que fue de muy mal gusto y siempre esta con lo mismo. ?Acaso me meto yo en su vida? --No, hija, pero ya sabes como es ella. --Ya, pero el dia que me coja con una mala hostia de esas que me salen solas, se va a liar una muy gorda. --No digas eso, carino. --Mama, mi hermano esta ciego y es tonto, pero yo no lo soy y no voy a seguir permitiendo que me trate como si fuese una mierda. --Tranquilizate hija. ?Me ayudas a preparar la mesa? Ya tengo la cena lista y papa esta terminandose de duchar. --Claro, ademas me quiero acostar temprano, prefiero poner mi cabeza en modo desconexion, me dejo muy mal rollo en el cuerpo. --Me duele mucho que pasen estas cosas, hija, ya sabes como somos papa y yo, intentamos mantener la calma y a la familia unida. --Mama, que si, que te entiendo, pero esa mujer no es normal, es enfermera y se cree la directora del hospital. Me parece muy bien como ella vea la vida, pero a mi no me va a faltar el respeto. Yo estudie, me saque la carrera de veterinaria y gracias a mi trabajo de modelo de eventos, puedo reunir para tener pronto mi propia clinica, pero imaginando que no tuviera carrera, no cualquiera podria estar en la agencia a la que pertenezco y menos cubrir ese tipo de eventos. No es ninguna deshonra, todo lo contrario, muy orgullosa que estoy de ello, pero no puede estar siempre tirando por tierra lo que con tanto esfuerzo logre. --Por supuesto, hija, ya sabes que confiamos en ti y sabemos que estas disfrutando por un tiempo con tu trabajo, ya tendras tiempo para montar la clinica. --Si me fuera a trabajar para una clinica veterinaria, tardaria anos luz en reunir lo que necesito para montar la mia propia. --Lo se, carino. --Tiene unos celos horribles, eso es lo que le pasa, pero vamos, que cada vez paso mas de ella. Al final terminare ignorandola por completo, no se merece menos y es que, a pesar de todos los desplantes que siempre me hace, demasiado bien la sigo tratando. --Espero que no tengais que llegar a eso, por cierto, hija, ?que le dijiste cuando te hizo ese comentario? --Me levante, cogi mi bolso, la mire y le dije que era una lastima, porque jamas iba a ser feliz e iba a hacer un desgraciado a mi hermano, ese que por cierto estaba presente, pero no dijo ni mu, me fui dando un portazo. --Ay, hija. --No voy a ir mas a verlos, si quieren verme que muevan el culo, paso ya de ellos dos, alla con sus vidas, no voy a aguantar mas que cambien mi estado de animo. Encima que siempre ando preguntandoles como estan y mandandoles mensajes. --Bueno, vamos a cenar --dijo cuando entro mi padre. --?Que te pasa, princesa? --me beso la mejilla. --Nada, tranquilo. --Esa cara la conozco y fuiste a casa de Chus. ?Otra vez Alicia te dijo una de las suyas? --Si, pero vamos, paso de ella, se caso con mi hermano, no conmigo, asi que, que la aguante el. --No permitas que nada ni nadie, robe tu paz interior. --Ya... --Estamos muy orgullosos de ti, no se te olvide nunca --me dio un toque en la nariz. --Lo se, papa. --Por cierto, en unos dias es tu cumpleanos. ?Que quieres que te regalemos? --Lo que querais, siempre acertais --sonrei. --Veintiseis anos y parece que fue ayer cuando te llevaba en mi vientre --murmuro mi madre, mirandome con una bonita sonrisa de lo mas nostalgica. Me fui a la habitacion cuando terminamos de cenar, despues de estar un rato charlando. Me encantaba la relacion que tenia y siempre habia tenido con mis padres, eran unas personas en las que podia confiar y hablarles sin problemas. Mi padre, Fernando, a sus sesenta anos, seguia activo como inspector de la Policia Nacional de mi ciudad. Mi madre, Susana, era tres anos menor que el y trabajaba de funcionaria de correos. Por cierto, mi hermano Jesus, Chus como le deciamos desde pequeno, tenia treinta y un anos, era tasador inmobiliario para un banco. Y luego yo, estudie la carrera de veterinaria y sonaba con montar en un tiempo mi clinica, pero como me salio la oportunidad de trabajar de modelo publicitario mientras estudiaba, lo aproveche y fui alternando. Con el tiempo y al hacer muchos spots, me llamo la mejor agencia nacional y desde entonces, cada fin de semana, trabajaba en mi ciudad o en las de alrededor, a veces incluso mas lejos y me pagaban todo, traslado, hotel y hasta un plus por la distancia, con ello me daba lo suficiente para reunir y antes de los treinta cumplir mi sueno, montar mi propia clinica. Mis padres querian darme el dinero para montarla, pero no lo permiti nunca, queria ganarmelo por mi misma, era mi objetivo y lo iba a cumplir, demasiado ya que me pagaron la carrera y cuando la termine hace tres anos, me regalaron mi coche, un precioso mini de color vainilla. Y esa era mi historia, ademas de tener a las mejores amigas del mundo, Olivia y Andrea, mis loquitas, esas que vivian juntas y con las que yo me quedaba de vez en cuando. Las queria con locura. Olivia era maquilladora para un salon de belleza de alto standing, como ella decia, tenia veinticuatro anos y vivia con Andrea, que tenia mi misma edad y era influencer, era increible lo que generaba con su contenido y la de seguidores que obtenia. Vivian en un piso alquilado al otro lado de la ciudad, yo iba mucho a pasar la tarde con ellas o el fin de semana cuando trabajaba solo los viernes, entonces me iba del sabado al domingo y hasta aprovechabamos para tirarnos alguna que otra marcha. Siempre me propusieron el irme a vivir con ellas, pero yo estaba muy bien en mi casa y asi tampoco gastaba de mas, para tener cuanto antes ahorrado lo que necesitaba para mi proposito. Por otro lado, estaba mi ex, Alonso, ese que me dejo por otra unos meses atras despues de dos preciosos anos de relacion. Tambien veterinario, tenia su propia clinica, era cinco anos mayor que yo. Y esa era mi vida, como la de cualquier otra chica llena de suenos e inquietudes, con una cunada tocapelotas con la que esperaba no acabar tirandonos de los pelos... Llevaba un rato en mi habitacion cuando me llego un mensaje de Olivia, bien sabia ella que el viernes podria tener un evento y solia dejarme un hueco en su trabajo para que fuera a prepararme, en vez de contestar, la llame. --Buenas noches, norueguita mia --rei, y es que mi amiga tenia la mania de llamarme asi de vez en cuando. Y no, no es porque yo fuera nordica, ni tampoco alemana ni de ningun otro lugar en el que los rasgos mas prominentes fueran cabello rubio y ojos claros, sino porque ese era mi aspecto fisico, menos tipical spanish no podia ser, la verdad. Media metro sesenta y cinco, tenia una bonita y cuidada melena rubia y los ojos azules. ?A quien me parecia? A nadie de los tres miembros mas directos de mi familia, mas que nada, porque mi padre tenia el cabello negro, ahora contaba con algunas canitas que le favorecian, la verdad, ojos marrones y media mas de metro ochenta. Identico a el, habia salido mi hermano. Mi madre era castana y de ojos color miel, asi que, ?yo era adoptada? Ni mucho menos, algun rasgo si que tenia de mi madre, solo que, al parecer y segun palabras de mi difunta abuela materna, yo era igualita que mi bisabuela. Ahi es nada. Y era cierto, habia visto fotos de ella cuando era joven y, si no fuera por la ropa de aquella epoca y del tono sepia o en blanco y negro, podria decirse que era yo. Sin duda, la bisabuela y yo, podriamos haber sido gemelas. ?Lo mas curioso? Que la pobre murio solo dos dias antes de que yo naciera, a los noventa y seis anos. --Olivia, mira que eres, ?eh? --Mujer, no te enfades, si sabes que lo hago con carino. Bueno que, manana te esperamos en el salon ?verdad? --Si, como siempre, sesion de peluqueria y maquillaje. --Perfecto, pues pasate cuando quieras, total, la jefa esta mas que acostumbrada a que altere sus agendas esos dias. --Hasta que se canse y te despida --rei. --?Que dices? Despedirme a mi, vamos hombre, si solo contigo le dejamos unos buenos eurillos. A ver, que el salon es de alto standing, pero tener a una modelo como tu entre la clientela, le da un glamour y un cache que ya quisieran otros. --Ya imagino. Bueno, voy a ver si descanso un poco que manana sera una noche larga. --Venga, te veo manana, amore mio. !Ah! Y no olvides mi smoothie de chocolate. --La madre que te pario... --En casa estara la mujer, dejala tranquila. Te I love youuu. Y colgo antes de que pudiera decirle nada. Si es que tenia un morro algunas veces... Eso si, yo a ella tambien la queria, y mucho. Eche un vistazo a mis redes, y acabe viendo la de mi ex. Menuda sonrisa de oreja a oreja tenia el senorito, con la nueva novia del brazo.

  • Desmadre en Escocia de Dylan Martins

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    Esta es la historia de seis hermanas, seis mujeres que, siendo unas ninas, crecieron unicamente con el amor y el carino de Ines, su madre. El amor llego a Ines, cuando menos lo esperaba, de la mano de un misterioso escoces que la colmaba de atenciones. Con el tiempo, ese amor dio sus frutos, y nacieron las trillizas Carmen, Silvia y Ana. La pareja estaba feliz, el amado de Ines, era un padre atento y carinoso, pero sus viajes y largas estancias en su Escocia natal, lo mantenian separado de sus chicas. Con el paso de los anos, el amor entre ambos seguia vivo como el primer dia. Ines se sentia la mujer mas feliz del mundo y esa felicidad se vio aumentada cuando, a los cinco anos de nacer las trillizas, llegaron a la familia Mila y Laura, dos mellizas que duplicaron la alegria para ambos padres. Su escoces, el amor de su vida, era el mejor padre del mundo y, aunque siguiera viajando a sus tierras, no desatendia a sus chicas y a la vuelta las colmaba de regalos, besos y abrazos de esos que, para Ines, siempre fueron tan valiosos. Contaban las trillizas con ocho anos, y las mellizas con tres, cuando llego una nueva bendicion para todos. La pequena Lourdes, se convirtio en la munequita de sus hermanas y en el ojito derecho de Ines. Siempre se ha dicho que los hijos llegan con un pan debajo del brazo, pero, para Ines, la llegada de Lourdes, venia acompanada de una amarga verdad que nunca supo. Un secreto que, tras varios anos, finalmente vio la luz... Los viajes, las largas estancias en Escocia, esas ausencias de su gran amor en aquellas tierras lejanas, no eran por cuestiones de trabajo, como ella pensaba, sino porque alli tenia otra familia. Ines, con el corazon roto en pedazos y con todo el dolor del mundo, tomo la decision que mas le habia costado en la vida, dejar al hombre que tanto amaba y al que, bien sabia ella, jamas podria olvidar. El, no es que luchara mucho por su querida Ines, como solia llamarla, sino que decidio que aquello era lo mejor y dejando Espana, regreso definitivamente a Escocia, para no volver. A pesar de que ninguno quisiera saber del otro nunca mas, el, como el buen padre que habia sido, no dejo ni un solo mes de mandarle dinero para sus hijas, pues eran suyas tambien, aunque las hubiera dejado. Las mas mayores preguntaban siempre cuando regresaria su padre, pues, aunque estaban acostumbradas a sus ausencias, siempre regresaba y les daba el carino que nunca les falto. Pero ese hombre, ese padre al que tanto querian, nunca regreso, por lo que la pequena Lourdes, ni siquiera lo conocio, solo supo que existia, que vivia en Escocia y que las habia dejado a todas por su tierra natal. Las seis hermanas crecieron sin el, tan solo viendo aquellas viejas fotos que su madre conservaba, recuerdos de un amor tan grande como nunca mas sintio otro, y es que Ines, desde que el escoces se marchara, vivio por y para sus ninas. Con el paso de los anos todas se fueron olvidando de ese hombre que les dio la vida, hasta que la desgracia volvio pisando fuerte con la muerte de su adorada madre. Unas palabras dichas en su lecho de muerte, fueron el detonante para todo lo que estaba por llegarles. --Me entere que vuestro padre murio --fue la confesion de Ines que, con lagrimas en lo ojos, recordo a ese hombre al que tanto habia amado--. Tenia dos hijos, vuestros hermanos, Sloan y Sim, de vuestra edad --senalo a sus tres hijas mayores, las trillizas Carmen, Silvia y Ana--. Teneis que hacer lo posible por conocerlos, ni ellos, ni vosotras sois culpables de los actos de vuestro padre, ademas, sabeis que siempre mando dinero para ayudarme a sacaros adelante, se que os queria, aunque a mi me dejara. Hijas, estoy segura que, siendo como era, algo en herencia os dejaria. Las seis se miraron y, cuando Ines cerro los ojos, partiendo asi al lugar en el que volveria a encontrarse con su gran amor, todas decidieron cumplir con esa ultima voluntad de su madre. Conocer a sus hermanos. Y asi fue como, mi mejor amiga, Lourdes, me pidio que, como buena abogada que me consideraba, investigara lo necesario sobre su padre y esos dos hermanos de los que acababan de saber su existencia. En el bufete en el que trabajaba con mi hermano Enrique, comente el caso de mis amigas y empece a investigar tal como me habian pedido. Mi hermano me ayudo bastante y eso fue lo que hizo que, en cosa de un ano, ya tuviera todo atado y bien atado. Papeleos, negociaciones, mas papeleos, conversaciones y alguna que otra amenaza, y, por fin pude darles una respuesta a las chicas. Los mellizos Sloan y Sim, habian accedido a dejar que todas nos alojaramos en sus tierras, alli en Escocia para llevar a cabo las negociaciones y que las seis tuvieran las mismas posibilidades que ellos a reclamar todo lo que su padre hubiera dejado en herencia y fuera repartido, en su justa medida, en ocho partes, una para cada hijo del difunto. Asi que, aqui me veia con las seis hermanas, a quienes a veces y de modo carinoso las llamaba, mis mujercitas, por aquella famosa pelicula de cuatro hermanas y servidora, Carlota, la abogada, preparando un viaje a Escocia que, sin que ninguna de nosotras lo supiera, nos cambiaria la vida. Si era para bien o para mal, no podria deciros, por lo que os invito a seguir leyendo y descubrir que, cuando se juntan siete amigas para hacer un viaje a un lugar que tantas veces han querido visitar, las risas, las locuras y algun que otro desmadre, estan mas que asegurados. ?Nos acompanais en esta divertida y alocada aventura? Mis mujercitas y yo, prometemos ser buenas... O tal vez no.

  • El dolor de la princesa Alice de Dylan Martins

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    Dolia tanto ese momento que, parecia que me estaban rajando con la hoja de un cuchillo bien afilado mientras miraba por la ventana y comprobaba como el jardin del palacio se vestia de gala para nuestro enlace y los invitados se dejaban ver mientras tomaban su primera copa de cava. Me casaba con Fernan Russ, el principe de Arsolla, lo hacia por el pacto que se habia llevado a cabo entre nuestras familias desde que yo era bien pequena. Hacia unos dias que habia cumplido los veinticinco anos, catorce anos menor que el, asi que me habia preparado toda mi vida para esa boda mientras el iba de flor en flor. Muchas veces fue pillado saliendo en los medios internacionales hasta que anunciaron nuestro compromiso, ese dia que yo tanto temia. Y ahora, despues de muchos dias de dolor contenido, rabia y decepcion, me iba a casar con el, sin amarlo, sin tan siquiera sentir lo mas minimo por aquel principe con el que a partir de ahora compartiria mi vida. No habiamos compartido ni un beso, ni una mirada de complicidad, ni nada que nos hiciera sentir ese dia como algo verdadero. Fernan buscaba dar a la sociedad lo que esperaban de el y yo cumplia con lo que mis padres habian decidido por mi, lo que a ellos les hacia feliz sin importar lo que yo sintiera o quisiera. Habia pasado mi primera noche antes del enlace en el palacio de Kilenia, ese que se convertiria en mi hogar a partir de hoy y donde pasaria a convertirme en la Princesa de Arsolla, adquiriendo ese nuevo titulo que tan poco deseaba. Mi padre aparecio por la habitacion con cara de orgullo por haber conseguido a traves de su hija, lo que tanto el como mi madre deseaban, yo sonrei con tristeza pues no me salia de otra forma. --Estas preciosa, hija mia. --Gracias, padre --me agarre de su brazo y bajamos hacia la capilla de palacio donde se iba a oficiar la ceremonia. Los asistentes me miraban sonrientes, Fernan se metio en su papel y me sonrio con un gesto de felicidad que no se lo creia ni el, pero como todo lo que hacia tenia que ser fingido, hasta lo que se suponia que iba a ser el dia mas importante de nuestras vidas. Yo iba a esa boda, como se solia decir, como si me llevaran directa al matadero, o al patibulo, que para el caso... Ahi estaba la madre de Fernan, la Reina Amelia de Arsolla. No era una mala mujer, conmigo siempre se porto muy bien, era carinosa y amable asi que al menos con ella podria tener una buena relacion. Lorenzo, padre por horas y rey a tiempo completo como solia decir mi madre, estaba sentado en primera fila, esperando que mi padre me entregara a su hijo y le acompanara en ese privilegiado lugar, junto a su esposa y mi madre. Mi madre, Eleanora, quien a pesar de mis peticiones de no acceder a que me casara con un hombre al que no conocia y que no habia tenido trato alguno, hizo oidos sordos. --Ya llegamos, hija --susurro mi padre sin perder esa sonrisa de hombre orgulloso al ver a su unica heredera acercase al altar donde la esperaba el principe de cuento que todas, alguna vez, hemos sonado con tener. Leandro, ese era mi padre, el que me llevaba obligada caminando por esa alfombra sin tener en cuenta mis suplicas. Otro como mi madre. Cientos de veces me plantee si me querian realmente, porque no creo que se le pueda obligar a un hijo a casarse con una persona a la que no ama ni desea. ?Lo unico que me gustaba de este maldito dia? El vestido de novia que llevaba. Al menos eso si me habian dejado escogerlo a mi. Entallado hasta los muslos donde la falda empezaba a ser mas suelta, con una cola de un tamano medio y con volantes, encaje que cubria todo el vestido, espalda al aire, escote en V y el borde del mismo, asi como los tirantes que acababan en la parte central de la espalda, donde tenia la cremallera, era de encaje gris. Me habian recogido el cabello en un mono bastante bonito y, como no podia ser de otra manera, me pusieron la tiara a modo de discreta corona con la que se caso la que desde ese dia seria mi suegra. --Mi princesa --dijo Fernan, bien alto para que todo el que estuviera lo suficientemente cerca le escuchara. Seguia sonriendo el muy canalla, fingiendo que todo era maravilloso, y yo igual, que me habia tenido que poner la sonrisa en los labios y dar a entender que estaba enamorada hasta la medula del hombre que tenia delante. Mi padre me miro feliz y me dejo alli, ante el altar, delante del cura que nos casaria, y fue a unirse con mi madre y sus consuegros. De verdad, si la gente supiera que esto no era mas que una farsa... Ganas me daban de hablar cuando el cura preguntara aquello de "Si alguien tiene algo que objetar, que hable ahora o calle para siempre", porque seria yo quien diria que me obligaban a casarme. Bueno, eso realmente seria muy capaz de soltarlo cuando nos preguntara a nosotros, como parte interesada en este enlace, si veniamos libremente. !JA! Libremente, las narices. Que no me habian traido arrastras por la alfombra, porque no seria bonito de ver, ni digno de una mujer de mi posicion social. Ya no digamos de la futura Princesa de Arsolla, vamos. En fin, que yo queria salir de alli por piernas y no podia. Llego el momento, ese tan esperado por todos, en el que el cura pregunta... --?Venis libremente a contraer matrimonio? ?Os podeis creer que Fernan, que me tenia la mano agarrada con la suya desde que me uni a el, me dio un apreton para que no dijera nada que no debiera? !Hombre, por favor! Pero, !que valor el suyo! ?Que se habria pensado que iba a hacer? ?Decir que no? Si me hubieran permitido hacer eso, no estaria ahora mismo contestando... --Si, venimos libremente. Ya estaba la mitad de mi aceptacion a este matrimonio, y grabado que habia quedado porque estaba viendonos casarnos medio mundo, si no el mundo entero, pues de todos es sabido que las bodas de principes y futuros reyes eran de lo mas televisadas. Mirara donde mirara, me encontraba una camara de television grabando. ?Sabeis lo que pense hacer? Escribir una nota pequena con el siguiente mensaje: "S.O.S. Vengo obligada a casarme, por favor !!!Salveme quien pueda!!!" Pero no lo hice, como es evidente, porque eso habria provocado infartos en masa, y cuando digo en masa es que los primeros en caer habrian sido mi suegro y mi padre, tenian altas posibilidades por sus edades y por ser hombres, y despues mi suegra y mi madre. --Por el poder que la Santa Madre Iglesia me otorga, yo os declaro marido y mujer. !Ole! !Viva los novios! Si, me quede con las ganas de gritar eso pues para algo era mi boda, pero no podia. Mi ya esposo, me dio un casto beso en la frente ante las camaras y los invitados que nos acompanaban en ese, nuestro gran dia. Colgada de su brazo camine sonriente y saludando con la mano hasta que llegamos a la salida de la iglesia, donde nos esperaban para lanzarnos arroz. Seguiamos los dos sonriendo, fingiendo que eramos la pareja de enamorados mas felices del mundo y que por fin afianzabamos nuestra relacion ante Dios, nuestro senor, aunque por dentro estaba llorando como una nina pequena porque no queria este matrimonio. Una pareja debe casarse enamorada, tienen que quererse, conocerse, ser complices el uno del otro, saber lo que es bueno para ambos y que el otro sepa en todo momento lo que puede necesitar la otra parte. Que tengan tal complicidad que se adelante en algun momento a lo que la otra parte de la pareja va a hacer o decir, que se conozcan de ese modo tan intimo. La mia habia sido la boda mas falsa de toda la historia, vamos, imagino que, a lo largo de los anos, o mas bien siglos, que llevaba existiendo lo de los matrimonios concertados entre la realeza, alguno habria sido como el mio, pero ahora que yo lo vivia en mis propias carnes, me sentia la mujer mas desgraciada. --Pues ya esta, ya somos matrimonio --susurro Fernan, cuando ibamos hacia la zona de palacio donde tendria lugar el banquete. Y si, comimos y bebimos, bailamos y los dos seguiamos aparentando que era el dia mas esperado por ambos, el mas feliz, debiamos fingir que estabamos de lo mas enamorados y las muestras de carino del uno hacia el otro fueron constantes cuando estabamos juntos para alguna foto o para charlar con los invitados, si mi querido marido no se quedaba junto a la barra donde servian las bebidas. No es que fuera completamente borracho, pero tenia suficiente alcohol en el cuerpo como para que se le notara contentillo.

  • Dejame Enamorarte de Dylan Martins

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    Mire hacia la puerta y vi de nuevo entrar a Rosario, la vecina mas pesada de toda la avenida donde estaba la sucursal del banco donde yo trabajaba. Llevaba un ano por ahi viviendo en el pueblo, cuando quedo viuda se compro un piso en este y se vino de la ciudad. Me quise meter debajo de la mesa para que eligiera a la otra companera, pero ya me habia visto y venia hacia mi como una flecha. --Buenos dias, Rosario --sonrei con amplitud. --Buenos dias, Carolina. Tengo un problema-- dijo sentandose con cuidado. No es que fuera muy mayor, pero ya tenia su edad. --Digame, intentare ayudarle. --Veras, mi hijo Hugo que estaba destinado afuera por un curso de ascenso, ya que es militar... --No sabia que tuviera un hijo militar. --Si, es muy buen chiquillo. Pues ahora se vino ya con su destino aqui fijo y se compro una unifamiliar de las de la entrada del pueblo, le prometi regalarle todos los muebles de la casa. Como tu sabes puse todo mi dinerito en el plazo fijo del banco y creo que no lo puedo sacar hasta diciembre, pero me haria falta ya ?Se puede solucionar de alguna manera? Si mi hijo se entera me mata, no quiere que le regale nada, pero yo quiero tener ese detalle. --Claro, puede rescatar una parte, perdera algunos intereses, pero se puede hacer. --Pues quiero doce mil euros, es lo que le voy a regalar para que ponga su casita como quiera. --Ahora mismo lo miro --entre en su plazo fijo y vi que no habia problema, asi que se lo traspase a su cuenta. --Listo, firme aqui. --Y otra cosa... ?Como lo puedo pasar a la cuenta que tenemos los dos en comun y que el tiene la tarjeta? --Ahora mismo se lo traspaso. La volvi a hacer firmar y listo, operacion arreglada y Rosario ya saliendo de las oficinas. Ese dia no habia dado mucho por saco. Un poquito mas y la hora de la salida... Mire a mi companera Adara, que ya estaba en el momento de recoger las cosas y coger la puerta. Demasiado tenia la pobre, con dos mellizas de cinco anos, Elsa y Adara, aunque tenia quien las recogia del cole y una chica que le limpiaba, cocinaba y se encargaba de las ninas, ella intentaba estar pendiente a todo, pero vamos, lo tenia facil. Adara tenia cuarenta anos, cinco mas que yo, se caso cuando tenia treinta, pero a los treinta y tres viendo que no se quedaba embaraza se puso en tratamiento para hacerlo por inseminacion artificial y de ahi vinieron las mellizas. Su marido Jorge, tenia mas o menos su edad y era dentista, poseia una buena clinica cerca de la sucursal, aunque yo siempre pense desde que entre en el banco tres anos atras, que ella estaba liada con Federico, el director, un hombre de unos cuarenta y cinco anos que estaba para chuparle hasta las unas de los pies. Federico tambien estaba casado y tenia un nino de diez anos que se llamaba como el. Su mujer era Lola y no hacia mas que fundirse lo que el marido ganaba, no trabajaba y vivia como una reina. Luego estaba Martina, la chica de caja, veintiocho anos y con un cuajo que no podia con ella, no se enteraba de nada, le pasaba un tren por encima y ni se inmutaba, esa tenia que estar alli por enchufe, eso por descontado... Y por ultimo en otra mesa Martin, un seductor nato, el terror de las ninas, con unos cuarenta anos, soltero y tenia babeando a todas las feminas del pueblo. Luego estaba yo, un caso aparte, sin mas. Con treinta y cinco anos, vivia sola en un pisito que me compre muy humilde, sin novio, sin ganas de ello y soportando diariamente las llamadas de mi madre que volvia loco al mismisimo demonio. Por eso me independice, me estaba volviendo majara, estaba como una cabra, sin mas, asi era mi madre. Trabajo toda la vida de limpiadora en el hospital del pueblo, me crio sola, ya que mi padre la dejo a la nada de tenerme, ella dice que se fue con otra, yo pienso que se fue por no aguantarla y nunca supimos nada de el. Yo la queria con locura y sabia el esfuerzo que habia tenido que hacer para sacarme hacia adelante, pero es que era demasiado, era un control obsesivo el que tenia sobre mi y encima con menos logica que una nina de quince anos, asi que por eso me independice, cosa que me costo que no me hablara en un mes, que ya podrian haber sido dos o tres, pues poco duro la paz. Sali del trabajo y me fui hacia casa, tenia para comer unas lentejas que me habia llevado mi madre el dia anterior. Me puse a comer y me llegaron mensajes de mi mejor amiga Ines, era viernes y esa noche saliamos, me dijo que sobre las nueve pasaria por mi casa. Ines vivia con sus padres, Luis y Noelia, el profesor y ella ama de casa, adorables como la vida misma y a mi me querian como si fuera una sobrina. Despues de comerme las lentejas me eche en el sofa un rato, estaba reventada de la semana, eso de levantarse a las siete para ir a currar era lo que peor llevaba, me costaba la vida y no habia manera de acostumbrarme. Capitulo 2. Hugo. Observaba la unifamiliar que me habian acabado de entregar, preciosa, como yo la queria, amplia y con mucha luz, ahora solo quedaba amueblarla. En ese momento recibi una llamada de mi madre. --Hijo, ?sobre que hora vendras a comer? --Ya voy de seguida, estan terminando de medir la cocina para hacerla, ya elegi cual queria. --En la cuenta de los dos te puse un regalo, doce mil euros para la cocina y que amuebles la casa. --Mama, ya sabes que tengo dinero reunido, no hacia falta... --Eres mi unico hijo, no hay nada de lo que hablar y no me tardes. --Tranquila, ahora voy. Mi madre era una mujer muy buena, pero era muy pesada, desde que murio mi padre anos atras de un infarto se volvio seca, grosera y era casi imposible sacarle una sonrisa. Estuve una temporada fuera para ascender, ya era oficial de Marina, Alferez de Fragata. Ahora con mi vuelta compre la unifamiliar y me iba a independizar pese al dolor que eso le producia a mi madre, pero necesitaba volar, sentir mi casa como mia y desconectar un poco del nido familiar. Mi vida habia sido muy feliz hasta que murio mi padre, entonces fue cuando mi madre se volvio de aquella manera y tuve que aguantar todos sus arrebatos, malestares, cambios de forma de ser, muchas cosas que pudo haber gestionado de alguna manera, pero que ella lo hizo de esa sin pensar el dano que sin querer me estaba haciendo. Ahora tenia ganas de vivir mi vida en la unifamiliar, independizarme, ir a verla, pero con mi espacio mas marcado, sin tener que levantarme escuchando mil y un consejos que daba de corazon, pero que no tenian ni pies ni cabeza. Esa noche habia quedado con mi amigo Lorenzo, tambien era militar, suboficial, sargento, pero de Infanteria de Marina. Desde que me marche al curso no lo habia visto y estaba loco por tomar unas copas con el y volver a salir como antes haciamos cada fin de semana. Lorenzo era soltero, vivia solo, el si se independizo hacia mucho y la verdad es que el tio vivia como queria, no habia femina que fuera capaz de cazarlo y hacerlo vivir una vida en pareja, eso para el no existia. Llegue a casa de mi madre que ya estaba con la comida puesta sobre la mesa. --Hijo, te veo mas delgado. --Mama estoy mas definido, hago mucho deporte. --No me gusta verte asi... --Bueno, no empecemos, estoy bien y sano ?No es eso lo que importa? --Claro, pero te veo demasiado delgado. ?Cuando te montan la cocina? --El martes, ademas ya escogi el resto de muebles y me lo llevan el lunes, asi que pronto tendre la casa montada. --Y, ?cuando te piensas ir a vivir alli? --La semana que viene, en cuanto lo tenga todo organizado. --?No es muy pronto? --?Y a que tengo que esperar? --Aqui lo tienes todo conmigo, te lavo la ropa, te pongo la comida sobre la mesa... --Lo se mama, pero necesito vivir mi vida y hacer esas cosas, no eres criada de nadie. --Pero soy tu madre... --Ya lo se, no es necesario que me lo recuerdes --sonrei negando. --Espero que vengas a menudo a comer... --Algun que otro dia, no te preocupes por eso, no te dejare en el olvido, aunque seas un poco quisquillosa, sabes que te amo. --Lo se, pero soy quisquillosa porque quiero lo mejor para ti. --?Y no estas orgullosa de mi ascenso? --Mucho, hijo, mucho, pero eso no quita que te quiera seguir cuidando. --Mama, ya tengo edad para saber cuidarme solo --la mire sonriente y ella ni media sonrisa, eso no lo entendia, pensaba que aun era un nino. Le ayude a recoger la cocina y me fui hacia mi dormitorio, necesitaba descansar para coger fuerzas para esa noche, sabia que con Lorenzo nos daria el amanecer en la calle y terminariamos desayunando churros con chocolate en cualquier rincon del pueblo. Capitulo 3. Carolina. Y dale con el timbre... !La iba a matar! --Imagino que se te quedo el dedo pegado --dije al descolgar el telefonillo. --Venga baja, protestona, que la noche nos espera. --Voy... Baje por el ascensor donde me encontre a mi vecino Juan Diego, era joven, unos cincuenta anos y se quedo viudo hacia pocos meses, el pobre daba pena verle la tristeza que reflejaba en su rostro. --Buenas noches, Carolina. --Buenas noches, Juan Diego. ?Que tal? --Pues ahi voy, me llamo mi hermano Paco y vamos a salir a cenar, ya sabes que no he salido de mi casa desde que murio Rosalia. --Pues me parece genial, tienes que salir, eres muy joven para quedarte encerrado en casa. --Ya, pero me esta costando un poco tirar hacia adelante... --Lo se, pero ya es hora de coger algo de impulso. --Claro que si. Y tu, ?bien? --Bueno, no me puedo quejar, tengo salud y trabajo, en los tiempos que corren esas dos cosas son un premio. --Por supuesto. Pasalo bien. --Igualmente --sonrei despidiendolo y me acerque a mi amiga que estaba en una llamada de movil. Le hice senas para que colgara la llamada y me saco la lengua, comenzamos a caminar hacia el centro, saludando a todo Dios, que nos ibamos cruzando. Aquello era un pueblo y alli te sabias hasta los nombres de los perros que, por cierto, uno comenzo a seguirnos y tuvimos que irnos a la puerta de su dueno y llamar para que entrara, de lo contrario el canino se habria hasta de marcha con nosotras. --Por cierto, tengo que hablar contigo --me echo el brazo por el hombro. --Eso es que me vas a pedir algo --rei. --Veras, ya he decidido comprarme el coche. --?En serio? --Si, de verdad, ahora llega el verano y necesitamos uno para movernos. --Pues si y no sere yo quien lo compre --rei. --Por eso ?Crees que en tu banco me lo financiaran? --Claro, estas trabajando fija y tienes la nomina alli. --En la aplicacion me sale que tengo un prestamo preconcedido de hasta veinte mil euros, yo con diez mil me vale, ya que tengo ahorros y el coche me sale por dieciseis mil. ?Que papeles hay que llevar? --Ninguno. Si te sale en la aplicacion, pincha, pones la cantidad que quieres, te saldra el tiempo a elegir y las cuotas, le das a aceptar la que mejor te venga y al instante tienes el dinero en la cuenta. --?En serio...? --Asi es. --Ahora lo vamos a hacer y como sea verdad, me voy el mismo lunes a comprar el que quiero al concesionario. --Menos mal que me lo estas diciendo sin estar borracha, de lo contrario, te hubiese quitado el movil pensando que estabas haciendo una tonteria. --En serio, lo digo en serio, quiero el coche. --Yo me niego a comprar uno y eso que me saque el carne, pero es que no salgo del pueblo, aqui me compro la ropa, hago la compra del supermercado, la playa la tenemos aqui -- senale, pues estaba por todas partes --y salimos aqui de marcha. --Lo tuyo sera comprarte un patinete electrico --rio. --Pues te juro que lo habia pensado. Nos sentamos en la terraza de una plazoleta llena de bares y restaurantes, aquello estaba abarrotado. Como cada noche y dia, alli se concentraba todo el pueblo y parte de los alrededores. Un poco de picoteo para cenar y unas copas de vino mientras Ines iba haciendo lo de la aplicacion y... --!Bingo! --grito al ver el dinero del prestamo en su cuenta --Voy a tener coche !No me lo creo! --Y letras del banco --rei. --Se me puso muy buena la cuota, ni me enterare. --Pues felicidades, espero que lo estrenemos rapido -- sonrei negando. Brindamos con las copas de vino y empezamos a comer esas tortillas de camarones que tanto nos gustaba, ademas de unos rollos de mariscos que ponian a modo de tapas que estaban para bailarles un fandango !Que ricas! --Joder no podia aparecer por aqui otro que Raul --se le dibujo el asco en la cara. --Pues lo mismo que todo el pueblo que sale por la noche y pasa por aqui --resople riendo y levantando la mano para saludarlo, conmigo se llevaba bien. --Ya podia hacer turnos con su taxi por las noches. --Si claro, el pobre, que lo hayais dejado no significa que tenga que pagar por todo lo que os hicisteis los dos. --Yo aguante mucho --dijo con una seguridad que no se creia ni ella. --Fue mutuo, tu una celosa de diez pares y el un huevon de cojones. --Tonteaba con muchas chicas... --Era amable, Ines --voltee los ojos desesperada, pues no habia manera de hacerla bajar del burro. --Paso !Que asquito le cogi! Ines era de lo mas graciosa, pero tenia la capacidad de que cuando se cerraba en algo y creia tener la razon, no habia Dios que le hiciera ver lo contrario. Era preciosa, el pelo liso hasta los hombros, con el flequillo recto sobre la frente, rubia con algunas pequitas que la hacia de lo mas sensual, era una munequita. Yo todo lo contrario, morena con la melena hasta media espalda o mas, con volumen y la cara redonda, pero las dos eramos delgadas, no mucho, pero lo suficiente para darnos por satisfecha con nuestros cuerpos.

  • Buscando a Carola de Dylan Martins

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    Suena la emisora de radio que tanto me gusta escuchar, mientras hago un siseo para que mi companera me mire. --Dos horas --el gesto de mi dedo acompano al murmullo, para que los demas no se percataran. --Te ira bien --me hizo un guino de esos que no terminaron de convencerme. Ya lo tenia decidido... Me iba a buscar a Carola, esa mujer que un dia deje marchar por querer vivir una vida que posteriormente me daria cuenta de que poco tenia que ver con lo que yo deseaba. Ni que decir tiene que me arrepenti hasta la saciedad, pero ya fue demasiado tarde, se habia marchado a trabajar fuera y nunca mas la volvi a ver. Emma me miraba sonriente, ella representaba esa fiel companera, amiga y complice que todos deberiamos tener; esa persona que siempre esta ahi para escuchar tus lamentaciones, tus locuras y cualquier hecho digno de contar que te ocurriera. Tenia un mes de vacaciones por delante y era ahora o nunca; me iba a embarcar en un viaje que me llevaria a saber que fue de Carola, si tenia la oportunidad de volverla a conquistar o por el contrario ya habia rehecho su vida y era feliz junto a otro hombre. Los nervios se apoderaron de mi mientras veia que esa reunion no terminaba, se estaba haciendo de lo mas tediosa y aburrida, como si pasara a camara lenta. Es lo que tenia el trabajo, aguantar para conseguir captar clientes para nuestra empresa, de la que Emma y yo eramos socios. Nos dedicabamos a la exportacion de productos ibericos que haciamos llegar a todos los rincones del mundo y tenia que reconocer que demasiado bien nos iba. No tenia queja ninguna en ese sentido. Siempre cerrabamos en agosto, solo permanecian en sus puestos los de ventas online, asi que nosotros aprovechabamos para tomar unas merecidas vacaciones. Sin embargo, este ano iba a ser diferente, me iba a encontrar con la realidad de mis sentimientos, con aquella mujer que nunca debi dejar escapar. Si no hubiera sido tan necio... Terminamos el trabajo, me despedi de todos y bese a mi amiga con todas las fuerzas del mundo; ella no dejaba de desearme suerte y yo la iba a necesitar, algo me decia que ya nada iba a ser como antes, pero yo queria quemar mi ultimo cartucho. Dicen que quien no arriesga no gana, y yo esa maxima la iba a llevar grabada a fuego a partir de ahora. Habia llegado el momento y lo iba a afrontar con grandes dosis de ganas, valentia e ilusion. Llegue a mi casa, cogi todas mis pertenencias y sali hacia el aeropuerto como alma que lleva el diablo. Estaba claro que iba a contrarreloj, el vuelo salia en dos horas y hacia una que debia de hacer facturado al ser un trayecto internacional, asi que me apresure todo lo que pude, aparque y entre veloz. Ya habia previsto que iria algo corto de tiempo, pero no podia imaginar que esa circunstancia me fuera a generar tantos nervios. Me equivoque, las emociones iban colapsando mi mente y me pesaban como el plomo, mientras que mi cuerpo debia correr veloz como una gacela. El aeropuerto se me antojo mas grande que nunca y la terminal, interminable, haciendo un juego de palabras. Fui directo a meter la maleta, la azafata me dio las buenas tardes sonriente, tarjetas de embarque y listo para comenzar ese largo viaje. En el aeropuerto, mientras esperaba cerca de la zona de embarque, me meti en las tiendas. Compre un bolso de una marca muy juvenil que le gustaba mucho a Carola, a no ser que en estos dos anos hubiera cambiado, pero yo lo hacia como si ella me estuviera esperando, inocente de mi... Al fin y al cabo, era la ultima baza que tenia para intentar enmendar el error que habia cometido. Debia afrontar la situacion con naturalidad para no caer presa de los nervios, por lo que una y mil veces me habia hecho en mi cabeza la composicion mental... Sonaba dormido y despierto con que ella me esperaria, con los brazos abiertos... y con el corazon aun mas. Y ahora este viaje... No contento con llevarle solo el bolso, compre tambien el perfume que tanto le gustaba y pense si en ese lugar lo usaria. Casi con toda probabilidad diria que no, pero eso no mermaba la ilusion con la que yo lo hacia. Y ello sin contar con el hecho de que, conforme se iba acercando el momento del embarque, sentia que las piernas me temblaban mas y mas. Seguro que, si Carola me hubiera podido ver por un agujero, diria que yo tenia el baile de San Vito en ese momento. Ella y sus ocurrencias, cuantisimo la habia echado de menos en este tiempo que llevaba sin verla. Una azafata me acompano hasta mi asiento, eso de ir en primera clase tenia unos beneficios nada desdenables. Y sobre todo para un viaje tan largo, el que me llevaria al corazon de Ruanda y el que yo pretendia que me llevara tambien de nuevo al de Carola, haciendo el paralelismo. Carola era medico y prestaba sus servicios para una ONG que contaba con bases en todo el mundo, principalmente en lugares deprimidos y reconditos donde la poblacion era mas vulnerable. Digamos que aquellos sitios no eran precisamente turisticos, hasta el punto de que tuve que pedir permisos especiales para llegar hasta donde estaba ella. En mi caso, yo iba de apoyo en unas vacaciones solidarias cuyo coste asumi con gusto, como integrante de un programa que ofrecia cada etapa vacacional esa institucion y que supondria mi salvoconducto para poder llegar hasta ella. No queria ni imaginar la cara que pondria al verme aparecer alli, en aquella pequena aldea, miedo me daba. La triste historia de Ruanda incluia el haber sufrido un genocidio en el ano 1994, un suceso que se saldo con la muerte de unas ochocientas mil personas. Una tragedia de tal magnitud marcaria un antes y un despues en aquel pais del Africa continental, dado lo devastadora que fue. Para hacernos una idea, sirva la escalofriante cifra estimada de que, en torno al setenta y cinco por ciento de los ninos del pais quedaron huerfanos de uno de sus dos padres, y en muchos casos de los dos. Y para mas inri, la situacion a la fecha actual no es que sea para tirar cohetes precisamente. No en vano, se calcula que la mitad del pais vive por debajo de los umbrales de pobreza. A la fuerza, una situacion asi, como ya comentaba, convierte a su poblacion en especialmente vulnerable.

  • El secreto de Julieta (Mi jefe 1) de Dylan Martins

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    Observe tras los cristales de mi despacho que el sol comenzaba a brillar con mas intensidad de lo habitual, se asomaba la primavera en su maximo esplendor. La taza de cafe en la mano era mi mejor aliada para afrontar un nuevo dia lleno de trabajo y, ademas, una entrevista para ocupar la vacante de secretaria. Mi anterior secretaria se habia casado con un chico militar y a este lo habian destinado fuera por lo que perdi a la joya mas valiosa de mi dia a dia y fue justo en ese momento cuando me di cuenta de que encontrar otra igual iba a ser mision imposible. Victor, mi amigo de toda la vida me pidio el favor de echarle un cable a la hermana de su novia, o sea, a su cunada que se habia quedado en paro despues de trabajar tres anos en una empresa que ahora habia quebrado, por lo que al menos experiencia tenia, solo quedaba entrevistarla. Faltaban cuatro dias para el sabado, el dia de mi cumpleanos. Al cumplir cuarenta anos iba a celebrarlo como Dios manda y por todo lo alto. Lo estaba preparando todo con mucho ahinco, no iba a permitir que faltara detalle y para eso era muy meticuloso. Habia invitado a todos mis amigos, compromisos de trabajo, familiares... En total, unas doscientas personas. Ya que no tenia planes de casarme y mucho menos pareja, al menos lo haria en plan bodorrio y a lo grande. Mi empresa era una de las redes sociales mas importantes del mundo, por lo que habia tenido una suerte impresionante cinco anos atras y ahora contaba con un equipo de mas de cien trabajadores en diferentes partes del mundo, ademas de la oficina central donde yo tenia mi despacho y una parte del personal. Ademas de haber conseguido el sueno de mi hermana Estibaliz: ser influencer. Llevaba dos anos en ello y ahora a sus veinte era una de las mas codiciadas y cotizadas. Ni que decir tiene que hicimos cuanto pudimos para que tuviera la mayor visibilidad del mundo y que en menos de un mes contara con millones de seguidores. Ella era veinte anos menor, y es que, como decian mis padres, habia venido de sorpresa, pero eso si, se convirtio en la princesa de la casa, era la nina de todos, hasta casi la crie como si fuera mi propia hija. Mis padres estaban jubilados, los dos habian sido profesores y ahora estaban mejor que nunca viviendo en unas infinitas vacaciones, donde cada dia hacian algo. Era un matrimonio de esos unidos para toda la vida, donde el respeto, el amor y el carino los mantenian en un absoluto enamoramiento. Yo creia en el amor de los de antes, aunque no me lo aplicaba, era estar con una chica viendome mas de una semana y me entraba el agobio, me alejaba fulminantemente, era como no querer afrontar mi vida ligada a la de otra persona. Queria ser libre. Mi amigo Victor era como yo hasta que conocio a Susy, en la sala de urgencias cuando fue por un colico nefritico y alli trabajaba ella como enfermera. Segun el, fue un flechazo a primera vista, yo no me lo crei, pero la broma ya lleva casi un ano, asi que por lo visto tenia razon. Poco me habia durado la paz esa manana, por la puerta aparecio mi hermana, sin llamar siquiera, tipico en ella. --Buenos dias, hermano --entro directa a sentarse en uno de los sillones de mi mesa. --Buenos dias --sonrei mientras le senalaba mi taza por si queria un cafe. --No, ya sabes que no tomo mucha cafeina --volteo los ojos--. Vengo a pedirte un favor. --Que raro... --ironice. --Bueno, ?a quien mejor que a tu hermana favorita? --Eres a la unica que tengo --voltee los ojos. --Pues blanco y en botella... --Pide por esa boca --solte el aire viendo venir que tantos rodeos no eran buenos. --Necesito que me acompanes esta noche a un evento que me han invitado. Me entere de que va un influencer que me gusta y quiero darle celos contigo. --?Tu estas loca? --resople negando. --Un poquito, pero ya a estas alturas no me podeis devolver. --Ni suenes que ire --le adverti senalandola con el dedo. --Si que iras --se levanto--. Recogeme a las ocho en casa de nuestros padres. --Claro, ?donde si no? !A ver cuando te independizas! --?Yo? --Se senalo a ella misma desde la puerta haciendo un gesto de lo mas exagerado--. Ni que fuera tonta. ?Donde voy a vivir mejor que alli? --me saco la lengua y dio un portazo que debio resonar en todo el edificio. Lo peor de todo es que a las ocho en punto estaria el "menda" en la puerta de casa de mis padres esperando a que la nina saliera para acompanarla a darle celos a un chico, que seguro seria de esos que solo sabian hacer poses en las redes. Vamos, que lo tenia claro. Dos golpes en la puerta y no podia ser mi hermana porque se hubiese dejado algo, ella no llamaba. --Adelante. --Hola --sonrio una joven preciosa con un gesto entre despiste y nervios. --Hola, buenos dias --me levante para dale la mano--. Soy Lorenzo y tu debes de ser Julieta. --Claro --se sento sin darme tiempo a ofrecerle asiento--. Vengo a firmar el contrato que me consiguio mi cunado Victor, menos mal que sirve para algo --dijo con indiferencia causandome una carcajada. --?Como que para el contrato? Lo de Victor hare como que no lo he escuchado, te recuerdo que es mi amigo --carraspee aguantando la risa--, pero esto es una entrevista --arquee la ceja. --Bueno, pero estoy recomendada, ademas, como sabras vengo de trabajar tres anos de secretaria, a lo que hay que anadir que tengo unos trillizos que mantener y soy viuda con treinta anos. --Vaya, lo siento... --No sabia si estaba intentando convencerme, puesto que era una descarada, o es que Victor casi le habia garantizado el empleo, pero cualquiera le decia que no. !Menudo genio gastaba la senorita! --Entonces, ?firmamos el contrato? --Claro, empezaras con seis meses de prueba y si funcionas se te pasara a la plantilla fija. Manana a las ocho puedes comenzar y tendre preparado el contrato para que lo firmes. Deja a mi companero de la primera puerta del pasillo una copia de tu documento de identidad. --?Horario? --De ocho a tres --sonrei negando. --Pues me voy, he dejado a los ninos con mi madre, hoy no fueron al colegio porque tenian pediatra, asi que me aligero que deben estar volviendola loca. --Claro --madre mia, esta mujer era puro nervio. ?Donde me habia metido Victor? Se fue dando un portazo como habia hecho un rato antes Estibaliz, aqui parecia que tenian algo en contra de la puerta y al final iba a tener que quitarla por la seguridad del edificio. Trabaje esa manana revisando graficos y datos que me habian enviado de la semana, la verdad es que todo crecia a la velocidad de la luz y no habia un solo dia que no me impresionara la cantidad de nuevos clientes que entraban para ver su publicidad plasmada en nuestra pagina. Llame a Victor para darle mi primera impresion. --Hola, hermano, ?que tal? --pregunto con ese tono de felicidad que siempre le acompanaba. --Hola, bien, ya entreviste a Julieta. --?Viste que es la perfecta? --Bueno, que quede entre nosotros, la vi un poco descarada. --Pero en su trabajo es profesional, es un poco alocada, pero responsable. --Se fue rapido porque tenia que recoger a sus trillizos que los habia dejado en casa de su madre. --?Sus trillizos? --Si, ya me conto que era viuda. --Yo la mato... --?Pasa algo? --Obviando que no tiene hijos, nunca estuvo casada y no le duro un novio dos telediarios, nada mas... Bueno si, vive con sus padres. --?En serio? --me eche a reir, no me quedaba otra, me la habia colado sin venir a cuento de nada. --Nada, esa es Julieta en su estado puro, bromista y alocada, pero de verdad, en el trabajo es profesional, por lo demas no le hagas ni caso. --Vale, es bueno saberlo --trague saliva y ladee la cabeza. Quedamos en vernos el sabado en mi cumpleanos, asi que, segui trabajando pues la manana se iba de forma veloz y queria terminar de revisar varias cosas. Dos golpes en la puerta y volvio a aparecer Julieta. --Dime --sonrei. --Nada, que ya deje mi documento ahi, para que veas que soy eficaz --un gesto de adios con sus dedos y otro portazo mas. Estaria bueno que dejar un documento fuese digno de eficacia y no de responsabilidad para poderle hacer su tan ansiado contrato, pero bueno, se veia que ella vivia en su mundo y yo me iba a tener que adaptar a el, por el bien de mi tranquilidad mental, al menos iba a intentarlo. Para colmo esa noche tenia un evento con mi hermana, el dia parecia que habia comenzado movidito e iba a terminar de igual manera...

  • Tentacion Pasion Frenesi. Serie completa de Dylan Martins

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    Mire la hora en el movil ya que tenia la sensacion de que era mas tarde y de que el despertador habia fallado. Senti alivio al comprobar que solo eran las seis y media de la manana y hasta media hora despues no tenia que sonar. Me quede mirando la foto de mi hija Lucia, tan bonita y sonriente. La echaba de menos ya que vivia con su madre Cata, de la que me habia divorciado dos anos atras cuando la pequena solo tenia cuatro. Cata no es que me pusiera las cosas dificiles con nuestra hija, sino que las hacia imposibles. No colaboraba para que reinara la armonia por el bien de lo que teniamos en comun. Mi ex mujer era modelo. Trabajaba para una de las firmas de moda mas importantes a nivel internacional y vivia en Tenerife, pero siempre andaba viajando entre Paris y Londres. A la pequena la dejaba con sus padres con los que yo no tenia relacion. Me la entregaban cuando correspondia ella, o en su defecto la ninera de la nina, Lia. El problema residia en que a mi me tocaba un fin de semana de cada dos, cuatro dias en Semana Santa, un mes en verano y una semana en las fiestas de Navidad, pero, aunque ella estuviera fuera un mes, era incapaz de permitirme recoger a la nina y llevarla conmigo. Yo sentia que Cata preferia dejarla en manos de su cuidadora antes que con su padre. Era una persona toxica y se habia empenado en intentar joderme la vida. Su actitud me dolia hasta el infinito porque mi hija Lucia era mi mayor tesoro y hubiera dado lo que no tenia por poder pasar mas tiempo con ella. Sin embargo, y de la forma mas injusta del mundo, parecia que esa posibilidad cada vez era mas inalcanzable para mi. La mia era una vida estable, bastante buena. Habia heredado la empresa de mi padre la cual yo dirigia, "Financiera Montalvo". Tenia contratados a tres asesores financieros, a una asesora laboral y a la recepcionista, ademas de una empresa que se encargaba de la limpieza de las oficinas. habia fallado. Senti vivia con su madre dirigia, "Financiera sta, ademas de una Mi casa era la que yo habia elegido, de una sola planta, una gran terraza, mil metros de terreno de jardin con palmeras, zona de copas, piscina y tumbonas. En honor a la verdad en ella todo era precioso. Por mi parte, ser meticuloso formaba parte de mi ADN y habia encargado la construccion de cada zona interior y exterior con mucho mimo. Si tuviera que elegir una zona de mi casa que especialmente quedo a mi gusto, destacaria la cocina, confortable y amplia, con sus cincuenta metros cuadrados, los mismos con los que contaba el salon. Capitulo aparte merecia mi dormitorio, al que consideraba mi santuario, con vestidor y bano. A el habia que anadir tres dormitorios mas con sus correspondientes banos y esa terraza amplia y ancha donde pasaba mucho tiempo, ya que el clima de la isla invitaba a disfrutarla. Yo la tenia de lo mas chill out, todo en madera y con unos comodos sillones que sugerian descanso y tertulia. Tenia todo lo que deseaba, pero habia estudiado mucho y trabajaba desde joven con mi padre, aprendiendo todo lo que pude de el, hasta que se jubilo. Al verme preparado, me dejo a cargo de la financiera, asi que me sentia bien con mi vida, pero me faltaba lo mas importante, mi pequena Lucia, la nina de mis ojos. Sali de la cama ya que me estaba empezando a agobiar con esos pensamientos y mirando la cara de mi pequena como fondo de pantalla del movil. Soy partidario de cambiar de chip cuando algun sentimiento te sobrepasa y eso era lo que me estaba ocurriendo en ese momento. Me prepare un cafe y me sente sobre la mesa de piedra de mi cocina. Tenia esa mania, asi que alli estaba, mas temprano de lo normal, disfrutando de esa primera taza, del relax de no ir con prisas. En mi cabeza no cabia como algunas personas saltaban practicamente de la cama al trabajo. Yo de siempre he necesitado mi tiempo. Ir despertando poco a poco y entrando en sintonia con el dia. El estres es un concepto que llevaba intentado evitar toda la vida, en la medida de lo posible. Revise algunos correos desde el movil y fui descartando segun la importancia. Mas tarde responderia a los que debia hacerlo desde el despacho. Los demas contenian pura informacion y no necesitaban respuesta. prendiendo todo lo taba ocurriendo en Un rato despues me vesti y me fui hacia el jardin donde tenia a un lado el aparcamiento. Cogi mi coche, puse la radio y me dirigi al trabajo escuchando las noticias. Disfrutaba mucho de las vistas de mi casa al trabajo. Aquel trayecto, unido al buen tiempo reinante, eran como una especie de soplo de aire fresco que me ayudaba a incorporarme a la ardua jornada, pues si algo me sobraba era trabajo. Mis oficinas estaban en la decima planta de un edificio comercial mirando al mar en Puerto de la Cruz. En el interior se ubicaban los despachos de los trabajadores. La recepcion amplia a la entrada, todo muy iluminado y predominando los cristales opacos con el logo de la empresa. Los distintos despachos situados a los lados de un amplio pasillo y el mio al final, ocupando todo el largo del local. Despues de la marcha de mi padre, habia acometido una reforma integral para darle al negocio un renovado aspecto, modernizandolo. Finalmente, habia quedado totalmente a mi gusto y me mostraba encantado con el resultado. Llegue al parking del edificio y subi al ascensor hasta mis oficinas. Carlota la recepcionista me recibio sonriente. -- Buenos dias, Alexis. -- Buenos dias, guapa. ?Alguna novedad? -- Ninguna, recuerda que a las nueve tienes la entrevista para el puesto de contable. -- Es verdad, lo habia olvidado -- negue mientras caminaba hacia mi despacho y saludaba a los trabajadores que ya estaban en sus despachos con las puertas abiertas. Nuestro contable habia tenido un problema grave de salud y se le habia concedido la prejubilacion, asi que ahora necesitaba alguien que fuera capaz de llevar todo el trabajo que hacia el. Realmente lo necesitaba para preparar facturas y entregarlas a Elba, nuestra asesora laboral que tambien trabajaba en las oficinas. Carlota aparecio por mi despacho con un cafe. Siempre lo hacia por la manana. A pesar de que tenia cafetera con lgo me sobraba era capsulas en mi despacho, a ella le gustaba llevarme el primero. -- Gracias, guapa. -- Un placer -- sonrio mientras cerraba la puerta. Era simpatica, predispuesta, amable. Se notaba que era una persona muy feliz. Ademas, estaba loca con su hija Martina de cinco anos y con su marido al que amaba, Tony, un policia local de Puerto de la Cruz. Llevaba conmigo desde que cumplio los veinticinco, diez anos atras. En aquel momento aun estaba en manos de mi padre la direccion de la empresa. Si de algo podia presumir era de un gran equipo a mi lado y de que el buen rollo imperaba en mi negocio. Eso era algo que aprendi de mi padre: la importancia de rodearme de gente competente que ademas supiera aceptar las criticas constructivas. Uno de mis mayores logros consideraba que era el hecho de que, aunque yo fuera el jefe, disfrutaba escuchando las opiniones de mi equipo, que a menudo aportaba puntos de vista de lo mas interesantes que quizas yo no hubiera visto a priori. Me tome el cafe mientras respondia todos los emails para despues ponerme a revisar los expedientes mas importantes que estabamos tramitando en la empresa. Un rato mas tarde Carlota me aviso de que la chica a la que tenia que entrevistar ya estaba en la sala. Habia llegado puntual, asi que le dije que la recibiria sobre la marcha. Dos golpes en la puerta por parte de Carlota y abrio, alargando su mano para que la chica pasara. -- Buenos dias -- me levante y le extendi la mano -- Mi nombre es Alexis. -- Buenos dias, senor Montalvo -- me nombro por mi apellido ese que tenia claro cual era -- Soy Olivia Palma -- sonreia apretando su mano con seguridad y mirandome a los ojos. Le invite a sentarse y le ofreci un cafe, pero declino la invitacion, ya que no le apetecia. Se mostraba segura, nada nerviosa, convincente y preparada. Habia estudiado la carrera de Contabilidad y posteriormente varios masteres, a pesar de solo tener veintiocho anos. Por otra parte, desprendia clase y personalidad. Era preciosa, rubia con una melena larga y lisa, ademas de simpatica y correcta. A todas luces, se me antojo como la candidata idonea. Le comente las condiciones y no dudo en aceptar, ademas de transmitirme su predisposicion para incorporarse inmediatamente. Llame a Carlota para que le ensenara su despacho y le presentara a Elba, la asesora laboral de la empresa y la voz en todos los temas fiscales. La idea era que se pudiera incorporar al dia siguiente. Lo cierto es que aquello me alegro mucho, pues lo de perder el tiempo haciendo una entrevista de trabajo tras otra era algo que me solia molestar bastante. En cualquier caso, era una cuestion en la que no podia delegar pues formaba parte de mis obligaciones. La manana transcurrio en un abrir y cerrar de ojos. Cuando me vine a dar cuenta ya era la hora de salida de todos nosotros, ya que trabajabamos en una jornada continua de ocho a tres. Aquello era algo que tuve en mente de toda la vida y que tambien cambie cuando mi padre se jubilo. Soy de los que piensa que mejor calidad que cantidad y que una manana bien aprovechada valia por un dia entero en la oficina con la mente mas dispersa. Como colofon de la jornada me dirigi al bar de la planta baja del edificio. Alli estaban dos de mis asesores financieros, Fernando y Daniel. Fernando siempre comia algo en el bar ya que a su mujer le absorbia mucho tiempo su tienda de ropa y no volvia hasta por la noche. No tenian hijos, pero formaban un matrimonio muy consolidado. Daniel tenia cuarenta y cinco anos. Todo un mujeriego, soltero, un guapeton de esos que tenia a media isla loca, pero no se casaba con nadie. -- Hombre, el jefe -- bromeo Fernando. de trabajo tras otra -- El jefazo -- dijo Daniel. -- Necesito una cerveza -- voltee los ojos. -- ?Mal dia? -- No, Daniel, pero hoy estoy con el tema de Lucia un poco mal. Creo que cada dia me pesa mas. -- ?Cuando te toca? -- pregunto Fernando. -- Este fin de semana, pero parece que los dias no pasan. -- Ya estamos a lunes, el viernes llega volando. -- Espero, eso espero -- cogi la cerveza que me habia puesto el camarero al verme aparecer por la barra. Pedi unas tapas. Ese dia habia avisado a Fina, la mujer que me llevaba la casa por las mananas, de que no me dejara nada para almorzar, como hacia la mayoria de los dias. De ese modo, solo tendria que haberme dejado preparada la cena antes de marcharse al mediodia. Se incorporo un poco mas tarde Davinia, otra de mis asesoras financieras. Con treinta y tres anos, era muy graciosa, la alegria de la oficina, siempre amenazando a sus companeros con demandarlos por pesados. Por supuesto lo hacia de broma, pero lo decia porque su pareja, Sergio, era abogado. Ambos llevaban un tiempo conviviendo. Aquello era como una familia. Todos llevaban desde el comienzo de su carrera alli, pues habian entrado para sustituir a algunos veteranos pertenecientes a la plantilla de mi padre que se iban a jubilar y al final quedamos los jovenes, como decia mi madre. Estuve tapeando con ellos y charlando. Cuando nos quisimos dar cuenta, el reloj marcaba las cinco de la tarde, hora del cafe. Despues nos despedimos hasta el dia siguiente. Me fui hacia mi casa, me meti en la ducha y me puse comodo. Queria pasar la tarde trabajando en un expediente que necesitaba tener listo para el dia siguiente. No solia llevarme trabajo a casa a no ser que fuera necesario. Tiempo atras, cuando tenia la suerte de convivir con mi pequena Lucia, la tarde procuraba dedicarsela a ella. Una de las cosas que mas echaba de menos era darle la merienda y llevarla al parque a jugar. Llamaba poderosamente mi atencion que los que eran mis mejores recuerdos tambien eran los que mas me azotaban, pues de vez en cuando caia preso de la melancolia cuando revivia mentalmente esas imagenes. A la hora de la cena me comi el salteado de verduras que me habia dejado Fina listo para calentar. Aquella mujer era una joya, de mi total confianza. Llevaba la casa como si fuera suya y jamas habiamos tenido un desencuentro de ningun tipo. Consideraba que era suerte total porque me permitia desentenderme de todo lo que tuviera que ver con las cuestiones domesticas. Me acoste temprano ya que me gustaba descansar bien. Para hacer locuras ya estaban los fines de semana que no estaba con mi Lucia. Puse la radio, solia dormir escuchando las noticias internacionales y la tenia programada para que se apagara a la hora. No llegaba nunca ni a los treinta minutos cuando ya estaba en el septimo sueno.