• daniel mateos - Daniel Mateos

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    El pequeno buque atraco en el malecon y los dos marinos bajaron de inmediato. Vestian uniforme gris, el cuerpo cubierto desde las suelas hasta la cabeza. Bajaron del buque a pasos largos, una mano en las escaleras para subir y la otra en la M16. Una vez estables, el buque se alejo y su tripulante hizo un gesto de despedida; los dos marinos lo imitaron y dieron media vuelta despues de eso. Avanzaron por el camino de concreto que los llevo hasta la playa y que, si avanzaban un poco mas, los llevaria hasta la selva. Pero la revision de la isla implicaba todo, y para revisar todo, se tiene que empezar por donde se entra. Ambos pisaron la arena, casi blanca, y continuaron caminando por toda la orilla del mar; uno por la parte seca y el otro mojaba sus botas con la poca agua que llegaba del oleaje. -- Quisiera poder quitarme las botas --dijo Santiago -- este calor me va a quemar los pies. -- No creo que te convenga --contesto Leonardo, su companero -- te dan permiso de quitarte el casco y los guantes, pero las botas nunca. No te apures, pronto bajara el sol y con el la temperatura. Ademas, se ve que va a llover, eso refrescara un rato. -- Por eso mismo hay que apurarnos. No quiero que me agarre la lluvia en este lugar. Terminaron la franja de arena, se encontraron con unas rocas frente a ellos y decidieron escalar unas cuantas. Leonardo, con mas experiencia por haber nacido en un lugar con mar, ayudaba a Santiago a dar cada paso sobre las rocas, dandole a veces la mano para que no resbalara con las rocas lamosas; y con la otra mano, ambos, sujetaban su arma porque "ella era su vida y la de su companero", les dijeron. Cuando se dieron cuenta de que por ahi ya no habia acceso, retrocedieron pisando las mismas piedras por las que habian avanzado y, de la misma manera, regresaron por toda la franja de la playa, uno por la arena seca y el otro por la humeda. -- Tomemos el camino pavimentado, para que te sientas mas en casa --dijo Leonardo. -- Y por la sombrita, al cabo que ya vamos para la selva. Los dos marinos subieron las escaleras que conectaban la playa con el camino de concreto y el malecon. Habian recibido ordenes de recorrer toda la isla para vigilar que las normas dictadas por la Secretaria de Marina se estuvieran cumpliendo a cabalidad. -- Segun dijo el teniente, con que recorramos todo el camino de concreto, hasta donde nos lleve, con eso terminamos el trabajo. Dijo que aunque vieramos otros caminos, si no eran de concreto, no los siguieramos, porque corremos el riesgo de perdernos --apunto Santiago a su companero, como si el no hubiera estado presente cuando les dieron las ordenes. -- Ya lo se --dijo Leonardo -- yo estaba ahi, al lado tuyo, cuando nos dieron las ordenes. Pero no te preocupes, esta isla es pequena, no nos perdemos. Y si lo hacemos, por muy pendejos que podamos estar, el chiste es caminar derecho para ubicar en que lado de la isla estamos -- frente a ellos estaba la trifurcacion del sendero, el camino de en medio parecia subir, el de la derecha recorrer por el barranco de la isla y el izquierdo conducia por el mismo espacio que la playa abarcaba -- ?cual tomamos? -- Derecha --contesto Santiago sin pensarlo -- una vez lei que para salir de un laberinto siempre hay que tomar el camino de la derecha. -- ?A poco si muy lector? -- Solo a veces, cuando nos tienen encerrados en la base. Mientras los otros se masturban entre ellos prefiero hacer cosas menos homosexuales, y leer es lo poco que nos queda. Tambien investigue esta isla y se que por el camino de la derecha llegas a una playa oculta donde nadie te veria desde alguno de los buques o desde la base... -- ?Traes? --pregunto Leonardo con una sonrisa. -- Nunca salgo sin ella. Caminaron por el sendero de la derecha, solo hojas cafes tiradas por todos lados. El sendero era estrecho, por lo que caminaron uno delante de otro; el de enfrente con la M16 sujeta, apuntando al suelo; el de atras con el arma colgada en la espalda. Cuando sintieron dar la vuelta a la isla al seguir ese camino, pensaron que era interminable y que, aunque el paisaje cambiaba constantemente de su lado derecho (arboles en diagonal colgando hacia las rocas del mar, luego mar sin rocas y luego rocas con mar pero sin arboles), no parecia haber ninguna novedad del lado izquierdo, solo rocas y plantas, nada mas. -- No encontre mucho. --dijo Santiago -- Lo que se de la playa me lo dijeron unos companeros que ya habian venido. Y a pesar de que la gente si la visita, pareciera ser una isla abandonada. -- Una isla maldita... -- Abandonada, dije. Eso si. Se cree que vivia gente aqui antes de que la Marina se encargara de ella. Se dice que estos caminos de concreto fueron hechos sobre los caminos naturales, hechos con los pies, de los antiguos pobladores del lugar, a los que nadie sabe que les paso. -- Algo los habra hecho desaparecer. -- Tal vez --dijo Santiago -- solo fueron pescadores que frecuenten estas aguas, o contrabandistas que esconden cosas aqui o piratas, tambien; recuerda que este puerto es muy viejo, esto no tiene por que ser una historia encontrada en un libro. El camino se separa de la costa y sube y se adentra en la selva, al llegar a este punto, ellos tambien lo hicieron y se sintieron aliviados de caminar hombro con hombro. En lo que subian, vieron un camino de tierra. El viento soplaba fuerte aun en esa profundidad de la selva y, sin embargo, el camino de tierra no se lleno de hojas como si lo estaba el sendero de concreto. Los dos marinos solo lo miraron. Mas adentro, ya con las copas de los arboles como techos protectores del sol y el calor, encontraron otro camino de tierra que subia una ladera y parecia que regresaba por donde el camino de cemento los habia traido. -- ?A donde crees que lleve? --pregunto Leonardo. -- De regreso. Parece --contesto Santiago. -- ?De verdad me estas diciendo que te lleva al mismo lugar a donde te lleva este mismo camino? -- ?Y por que no? -- Escuchate. Dices que la gente que hizo ese camino con sus pies, llego a este punto, quiso regresarse y, en lugar de darse una media vuelta y bajar por donde habia venido, decidio dar una vuelta en U y regresar por otro camino al mismo punto de donde partio. ?Te parece logico? -- Lo que me parece logico --dijo Santiago -- es lo que nos ordeno el comandante. Que siguieramos solo el camino de cemento. No te distraigas con eso, por favor, si te pierdes tendre que buscarte y sabes que soy malo con los ambientes naturales. Seguro me perdere yo tambien y tendre que reportar tu desaparicion con el comandante. Ven, hay que apurarnos que ya quiero llegar. Cuando empezaron el descenso, Leonardo estaba seguro de que ya habian encontrado la playa; el sabia distinguir el ruido del oleaje, el olor a sal y lo fresco del aire, pero fue Santiago el que se emociono al escuchar el comentario de que estaban a punto de llegar. Bajaron por un camino que zigzagueaba como una serpiente y Leonardo recordo estar alerta de que ningun animal se les acercara. -- ?Sabes como le decian antes a esta isla? El grifo, por el animal con alas de aguila, cuerpo de leon y quien sabe cuanta madre mas. -- A lo mejor en otro tiempo si vivia un animal asi por estos lados. -- O vivian varios animales parecidos, de los que se componia el grifo ese... o viven... mantente alerta. Bajaron lo suficiente como para ver, por fin, una ola rompiendo en las rocas y llegando sin fuerza hasta la playa. "Playa palmitas. Por favor, no ensucie la playa ni corte ninguna planta. Area protegida por la Marina Armada", decia el letrero colocado un escalon antes de tocar la arena. -- Mira --dijo Santiago -- somos nosotros. -- Y venimos a cuidar --sentencio Leonardo. Los marinos estaban por quitarse los uniformes cuando Leonardo recordo que debia echar un vistazo al mar para cerciorarse de que no habia buques que pudieran verlos. Santiago, por su parte y en lo que su companero regresaba, busco entre sus multiples bolsas el cigarro de mariguana que habia traido para esa ocasion. Cuando Leonardo, desde las piedras mas cercanas al mar, dio la senal de todo en orden, Santiago dejo el cigarro acomodado en una piedra, se quito el uniforme y desnudo entro al agua. De aquel lado el oleaje era mas intenso que en la primera playa que visitaron. El marino que se encontraba desnudo y dentro del agua tenia dificultades para mantenerse estable ya que las olas lo arrastraban con violencia y, si se descuidaba lo azotaban contra rocas atoradas en la arena. -- Con cuidado, no te vaya llevar. -- La que me llevo fue la chingada --respondio Santiago -- pero eso hace mucho tiempo. ?Tu ya has zarpado? -- Si, cuando estaba en la escuela. ?Tu no? Pense que eso era lo primero que le hacian a los grumetes cuando entran. -- Alla no. De donde yo soy lo primero que haces el lavar banos y cambiar jabon. Esta es la primera vez que vengo al mar desde que entre. Leonardo prendio el cigarro de mariguana y comenzo a inhalar. Reposo su espalda en la arena, bajo un arbol, concentrado en los sonidos: el agua golpeando contra las rocas, los pajaros que, creia, estaban justo arriba de su cabeza, otros animales, los gritos que hacia su companero mientras luchaba contra la corriente y de repente, el ruido de un animal extrano que nunca habia escuchado y que olvido al poco rato de haberlo oido. El tiempo para Leonardo se habia detenido, se sentia suave, como un insecto mas de la isla y los arboles giraban alrededor suyo. Enterraba los dedos en la arena, sentia cada grano entre sus unas, como para contarlos todos. Leonardo estaba en paz, y fue por eso que el agua salpicandolo se sintio en cada parte de su cuerpo. Al principio penso que era Santiago saliendo del agua el que le estaba jugando una broma, sin embargo, al incorporarse y recuperar la atencion hacia el exterior, se dio cuenta de que el oleaje habia crecido peligrosamente, tanto, como para salpicarlo hasta donde el estaba. Lo primero que hizo fue ponerse de pie y buscar a su companero. A primera vista no lo encontro. El agua estaba agitada, asi que la espuma y la arena revuelta le impedian ver lo que estaba sumergido. Grito el nombre de Santiago mientras lo buscaba en las rocas. Fue por su M16 gritando por su companero. Quito el seguro y apunto. Una mano se coloco sobre la empunadura de su arma. -- ?Y luego que? --dijo Santiago -- ?Ibas a dispararle a las rocas? No se malviaje, marino. La corriente esta muy fuerte y el sol se esta tapando por las nubes, es mejor que nos vayamos. Cuando Santiago se puso el uniforme prendio de nuevo el cigarro de mariguana e inhalo tres veces. Luego se nego a darle a su companero, lo apago y tiro los restos en la tierra una vez que subieron a la selva. -- El plan ahora es seguir los otros caminos --dijo Santiago -- ?te parece si vamos al faro hasta que se te pase el efecto? No quiero que por casualidad vuelvas a hacer otra pendejada y alguien, por casualidad nos este viendo. Leonardo no dijo nada. Solo asento con la cabeza. Regresaron a la trifurcacion, esta vez tomaron el camino de la izquierda. Recorrieron toda la franja de la playa por entre los arboles y, cuando termino la playa, el sitio por el que no habian podido subir por entre las rocas del mar. Sintieron, otra vez, que daban la vuelta a la isla pero ahora del otro lado y llegaron a una especie de plaza hecha quiza por la naturaleza o por el hombre, era dificil saberlo. En ella, la vista era espectacular. La naturaleza cubria una especie de cuadro que semejaba a una pantalla, la vision era de tierra firme, las dos puntas de la bahia: la vista de siempre pero al reves. -- ?Ya viste eso? --dijo Santiago senalando una roca enorme, casi redonda, colocada como con las manos en una superficie de rocas ultradelgada, de donde no se entendia como era posible que la roca grande se mantuviera inmovil sobre esa base tan inestable -- No entiendo como es que esa roca grande se mantiene inmovil sobre esa base tan pequena. Leonardo no dijo nada. Ambos se quedaron mirando la roca. Santiago tomo tres piedras del suelo, del tamano de un puno y las arrojo contra la roca, creyendo que con un leve movimiento iba a poder desestabilizar aquello. Pero nada paso y los dos marinos continuaron el recorrido. Regresaron a la trifurcacion. La nube gris ahora estaba encima de la isla pero todavia no llegaba a tierra firma. Parecia mas grande cada vez. Ahora tomaron el camino de en medio, el que subia, y subieron. Eran escaleras pequenas que parecian no tener fin aunque no provocaban cansancio. Cuando por fin llegaron a una planicie, se encontraron frente a un puente como de unos 3 metros de alto y 5 de largo, estaba hecho de madera pero no se veia peligroso, solo un poco viejo, pero nada que hiciera pensar en peligro. -- ?Escuchaste al teniente mencionar esto?

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    Cuando nuestro protagonista conozca a la chica de los anuncios, no sera consciente del juego al que ha sido arrastrado sin proponerselo. Ella acaba de aterrizar en la ciudad y se ha topado con un secreto sobre su hermana que no deberia estar a su alcance. Lejos de ignorarlo, decide indagar por su cuenta y enredarse; lo que la llevara a aprender dos lecciones importantes: que las mentiras te envuelven hasta formar una burbuja de la que cuesta escapar; y que los asuntos en los que se hurga sin invitacion previa, pueden explotarte en la cara de la forma mas inesperada.

  • El Hitita de David Lopez

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    Criado en la fabulosa ciudad de Taruisa, terreno disputado entre aqueos e hititas, el joven Muwassili pronto descubrira el significado de la guerra, del destierro, de la soledad y del amargo fruto del favor y el desden de los mismos dioses. En su periplo habra de conocer reyes a los que no respeta, usurpadores a los que ama como a hermanos, camaradas de armas, enemigos acerrimos y toda suerte de personajes en la convulsa Anatolia antes del colapso de los reinos de la Edad del Bronce.

  • Amor con H de Aida Del Pozo

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    <> deberia haberse escrito con H, porque el Hamor no es redondo ni perfecto>>.
    <>.
    Mi vida cambio por una carta. Mil ciento cincuenta palabras. Viaja conmigo donde quiera que vaya. La conservo en mi corazon me sirvio de guia para hallar la felicidad.
    Me llamo Cristina y soy psicologa. En este momento me preocupan dos de mis pacientes, Gloria y Alicia. Gloria no sabe lo que quiere y aun no ha descubierto que todos tenemos todas las respuestas en nuestro interior y que solo hay que desear encontrarlas. Espero ser sus mil ciento cincuenta palabras para que encuentre lo que esta buscando.
    En cuanto a Alicia, me preocupa que regresen sus fantasmas. Esta tan cerca de llegar a su meta y ahora.
    Tengo miedo de no poder ayudarlas, tengo miedo al fracaso.
    Si pudiera conseguir que encontraran al Alvaro que todos llevamos dentro.

  • Desaparecido, C. L. Taylor de C. L. Taylor

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    Cuando Billy Wilkinson, de 15 anos, desaparece en mitad de la noche, su madre, Claire, se culpa a si misma. No es la unica en hacerlo. No hay un solo miembro de su familia que no se sienta culpable, y los Wilkinson estan tan acostumbrados a guardar secretos entre ellos que la verdad no empieza a salir a la superficie hasta seis meses despues. Claire esta segura de que sus amigos y su familia no tienen nada que ver con la desaparicion. El instinto de una madre nunca se equivoca… ?O si?

  • Te deseo de Katee Robert

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    Roman Bassani haria cualquier cosa por cerrar un trato. Incluso perseguir a Allie Landers al Caribe para hacerle una oferta por su empresa. Se esperaba un reto, no una atraccion inmediata e irresistible. Despues de una aventura de una noche, acordaron dejar al margen los negocios… por el momento. La isla los incitaba a que fuesen unas torridas vacaciones sexuales, pero ?que pasaria con los intereses de cada uno cuando volvieran del paraiso?

  • La cueva del ciclope de Arturo Perez Reverte

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  • Un escoces despistado para la chica de al lado (Adonis tours 4) de Sandra Bree

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    Vengo de Inverness, en Escocia. Bueno, mas bien de un sitio muy cercano que ni siquiera aparece en los mapas. De hecho, el senor Google, cuando le pregunto mi direccion --porque si, lo he hecho en alguna ocasion, me gusta charlar con Google y a veces hasta discutimos-- me dice que no existe. Me llamo Sean McArthur, y en otro tiempo mi clan fue muy poderoso. <>. En cambio, ahora estamos todos muy desperdigados. Tanto que no se ni donde viven mas de la mitad de mis parientes. !Pero para el caso que nos hacemos...! Tenemos un grupo de WhatsApp --?que familia no lo tiene?-- y ahi cada uno ve los mensajes cuando le sale de la gaita. Y hablando de gaitas, ahora que he sacado el tema, soy fan, muy fan de tocarla. Si hay algo que tengo muy claro en esta vida, es que la mujer que me quiera a mi debe de querer a mi gaita. ?Por que digo esto? Pues porque a la ultima que le dije --me habia enamorado de verdad-- que la amaba tanto como a mi gaita, se enfado y no volvio a hablarme nunca mas. Supongo que se puso celosa y por eso no quiso saber nada mas de mi. Reconozco que lo pase muy muy muy mal cuando se marcho. Fueron un par de horas bastantes jodidas. Pero, como dice mi abuelo, el laird de los McArthur --titulo que le otorgamos los nietos para hacerle ver que es un dictador--, <>. No es que sea una frase de grandes y poderosos sabios, pero hay que admitir que tiene su verdad. Tras mi desengano amoroso, decidi que tenia que salir de mi fortaleza --que quede claro que no exagero. Vivo en un castillo que necesita mas reparaciones que la ciudad de Nueva York despues de ser atacada por los alienigenas de la pelicula de Independence Day--. Mi abuelo y mis padres estan empenados en restaurarlo para convertirlo en algo parecido a un museo. De momento han permitido que rodasen alli algunas escenas de peliculas. Por casualidad cayo en mis manos una oferta de trabajo en Espana. Cumplia con los dos requisitos mas importantes: hablar perfectamente el castellano y medir mas de 1,80. Mido 1,93 y el idioma lo domino fenomenal. Siempre me ha llamado mucho la atencion ese pais, que encima presumia de sus mujeres morenas de ojos oscuros y cuerpos de guitarra. Unas verdaderas bellezas. La agencia Adonis Tours me acepto y, aunque no sabia muy bien de que iba aquel trabajo, con mi maleta en una mano y mi gaita colgada del hombro, sali de Escocia. El viaje no se me hizo muy largo. Fue vuelo directo a Madrid. Sin embargo, reunirme con mi jefe, Anthony --un tio que, sin exagerar, su cabeza me llegaba por el torso-- y con los otros Adonis que, como yo, llegaban en diferentes vuelos, fue una completa odisea. Todo gracias a mi gran facilidad para perderme, porque hay dos cosas que me definen muy bien: mi sentido de orientacion funciona como el culo, y tengo panico a todas las cosas que sean paranormales. Si alguien quisiera torturarme, no tendria mas que hacerme ver una pelicula de terror con espiritus o regalarme una guija. Durante un buen rato estuve deambulando por la terminal, hasta que escuche por los altavoces que me llamaban y me daban un punto de encuentro. Sin embargo, yo no encontre ni punto de encuentro ni nada. De hecho, casi estuve a punto de embarcarme otra vez --por error. Se me ocurrio que, si me escuchaban tocar la gaita, ellos me encontrarian a mi. Y no solo me encontraron, sino que la gente, muy amable, me regalo dinero por haberlos deleitado con tan bonitas canciones regionales. Ese dia conoci a los Adonis. Eramos un grupo de lo mas variopinto y, por que no decirlo, de lo mas sorprendente. La gente nos miraba con curiosidad, y no era para menos. Los cinco teniamos una altura considerable. De los que no necesitamos subir a una escalera para cambiar una bombilla. Aunque obvio, en mi fortaleza usabamos andamios para hacerlo, por eso dejabamos que se fundiesen unas cuantas antes de reponerlas. De los cinco Adonis, se encontraba Dase, un etiope tan negro como el ebano y, aunque este mal admitirlo por eso de ser tio y esas cosas, tengo que reconocer que era un joven muy atractivo, de boca ancha y expresivos ojos negros. Vestia de manera muy elegante y costosa. Despues estaba Erik, el noruego, un tipo que me recordaba a algun dios nordico, todo rubio de melena larga y que llevaba ropas de lenadores --en las peliculas suelen vestir asi--: camisa de franela de cuadros y jeans con botas altas, de esas que tienen un doblez superior y se ven forradas de lana de cordero. Y luego Tane, el surfero maori, una mole de tio que media al menos dos metros, con un cuerpo capaz de ocupar tres plazas en un autobus. Por ultimo estaba Stefano, el italiano. Era de Verona. Al principio pense de el que era un hombre con mala memoria. Apuntaba en una libreta todo cuanto ocurria a nuestro alrededor, sin embargo, luego supe que era escritor de novela romantica, conocido en el gremio por Steve Norton, su seudonimo. Desde el aeropuerto, nos trasladamos todos juntos en la furgoneta de la empresa hacia nuestra residencia, situada en el barrio de La Latina. Durante el viaje me habia hecho a la idea -- supongo que al igual que mis companeros-- de que se trataria de un sitio chulo y luminoso, con ventanales enormes en el dormitorio y bano tipo spa. Con piscina y solarium, eso venia escrito en el contrato ?O era en el mismo folleto? El caso es que, cuando llegamos, todo fue muy diferente. El lujo y el glamour que habia esperado eran inexistentes. De hecho, la piscina era de esas desmontables situada en la terraza, y antes de entrar en ella debiamos ducharnos con una manguera verde, que tambien servia para regar las macetas. Luego estaba el tema de la lavanderia. Ahora me atrevo a entrar con un poco mas de seguridad, pero los primeros meses era capaz de dar dinero para que me hicieran la colada. Es mas, alguna vez se la habia dado a Dase para que la llevase a la lavanderia a la que el solia acudir. Y es que Dase era un poco especial con la ropa --ya lo he dicho antes--, siempre va que parece un maniqui de escaparate. O como se dice aqui en Espana, como un pincel. La lavanderia o, para no andarme por las ramas, el lugar donde se encuentra la lavadora, es un sotano lugubre y humedo que me recordaba a un deposito de cadaveres. La luz del techo parpadeaba cada vez que la encendiamos, y la lavadora, cuando centrifugaba, se desplazaba unos metros hacia cualquier lado. Por si eso fuera poco, el ascensor subia y bajaba cuando le daba la gana. Mi dormitorio estaba en frente del de Tane --en realidad su nombre es Tangaroa Evaristo Waititi Lopez. Desde luego, sus padres se vengaron de el al nacer--. Ambos eramos los unicos que teniamos balcones al exterior. A mi porque me toco, en cambio, Tane lo pidio porque es un poco... curioso. Se siente mas cerca de la gente asomado a la calle con los brazos cruzados sobre la balaustrada. Y es que le encanta estar al aire libre y, como no, oler el aroma a queso que ascendia del local que habia abajo. Una tienda donde se podia encontrar cualquier clase de queso, desde un cabrales, pasando por la burrata, hasta un buen roquefort. Y Tane perdia el sentido por este alimento y por la duena de la boutique, por supuesto. Su novia Olivia. Stefano, por eso de que necesitaba escribir en silencio, se habia quedado con la alcoba que estaba mas cerca de la escalera y cuya ventana daba a un cochambroso patio interior. Dase y Erik se habian pillado los que quedaban en medio. A pesar de que la residencia no era lo esperado, muy pronto los cinco nos adaptamos a ella. Y de ser simples companeros de trabajo, nos convertimos en grandes amigos --ahora no me refiero a nuestra altura. Me daba cosilla pensar que era lo que iba a pasar una vez que se nos acabara el contrato, aunque aun quedaba tiempo, y quiza, solo quiza, algunos querriamos prorrogar. Capitulo 1 Finales de octubre Siempre me despertaba antes de que sonase el despertador. Me gustaba levantarme temprano y ser uno de los primeros en meterme debajo de la ducha, aunque la goma que la sostenia soltaba mas chorros que la propia alcachofa. Tambien me levantaba pronto porque, al dormir en una habitacion exterior, escuchaba todas las mananas como subian los cierres de los negocios y los saludos exagerados de los porteros que limpiaban sus portales. Eran tan escandalosos como los Celtic de Glasgow cuando el equipo ganaba. Ahora ya estaba acostumbrado a estas cosas pero, al principio, me daba la sensacion de que subian hasta mi dormitorio para dar voces. Por otro lado, es que yo tengo un oido muy fino. El laird decia que yo dormia con un ojo cerrado y otro abierto como los conejos, y debia de ser verdad, porque gracias a ese oido portentoso habia ayudado a descubrir que, en la residencia, entre nosotros, habia un okupa. Y cuando digo okupa, ni me equivoco ni exagero. En varias ocasiones he tenido que sacarlo de mi cama cuando alguna noche he llegado algo tarde. Se trata de un antiguo Adonis llamado Arnold que, en mas de una ocasion, nos robo la comida. Aunque eso habia sido lo de menos, lo importante es que me tenia acojonado. Habia pensado que una presencia extrana y sobrenatural convivia entre nosotros; abria y cerraba grifos, el ascensor se movia solo, se zampaba nuestra comida, dejaba fria el agua de la ducha, movia cosas de un lado a otro... Fruto de esa obsesion habia llegado a colgar una ristra de ajos junto a la puerta. Stefano decia que los ajos eran para ahuyentar a los vampiros pero, por si acaso, no pensaba quitarlos. El caso es que ahuyentaran a algo. De todas maneras, ya le habia advertido al tipo en cuestion que, como volviese a coger algo sin permiso, le iba a arrancar la piel a tiras. De momento no habia vuelto a meter sus zarpas en mis natillas de chocolate. Ni sus pudorosas partes en mi cama. Abri la persiana y me asome al balcon. Estuve a punto de tragarme a un sujeto que estaba enganchando las luces de Navidad en la fachada del edificio. El hombre tuvo la suerte de reaccionar con rapidez, cual Spiderman, y de la impresion se aferro a la barandilla de hierro. Se quedo colgando en el vacio, con los pies en el aire. Observe que llevaba unos guantes de lana, de esos que si coges nieve --que no habia todavia-- se empapan, o si se agarran a una barandilla de hierro, resbalan. --Buenos dias --le dije, amable. El alzo la vista hasta la mia. Era la misma mirada que la de mi primo cuando necesitaba pasar al bano e iba diciendo que tenia la tortuguita fuera del caparazon--. ?Necesita ayuda? El sacudio la cabeza. Bueno, en realidad sacudio todo su cuerpo. !Era increible la fuerza que hacia el hombre para sostenerse sin caer en el abismo! --?Y que? ?Estan poniendo las luces de Navidad? --pregunte para entablar conversacion. Uno no se encontraba todos los dias a alguien dentro de su casa. --?Que pasa? Buenos dias. --La voz de Tane llego desde su balcon. Con seguridad habia escuchado ruidos tambien y habia salido a ver que estaba ocurriendo--. ?Has visto que tienes a un tio colgando de la barandilla? --Si, estan adornando las calles. Espero que estas luces no vengan acompanadas de esa musiquilla que entonan villancicos a todas horas. --Le ensene el brazo--. Mira, tengo los pelos como escarpias. Estoy emocionado, van a ser mis primeras Navidades en Espana. --Oye --Tane senalo al operario--, creo que te esta diciendo algo. Era verdad, el tipo me miraba fijo y susurraba. Agitaba las piernas y el tronco de un modo convulso. --No le escucho bien --le dije acercandome un poco mas e inclinandome hacia el. Lei en sus labios que formaba la palabra <>. --!Por todos los demonios del infierno! !Se esta electrocutando! --mire a Tane--. ?Que hago? ?Lo suelto para que caiga abajo? --!No! !Si lo tocas a ti tambien te dara un tabardillo! --me grito haciendome dar un ligero brinco. No sabia que era un tabardillo, pero me sonaba a mosquito gigante. Me puse nervioso. El hombre era capaz de morirse delante de mis narices. ?Y si lo empujaba con el pie? Era probable que se rompiese las piernas, las costillas, los brazos... pero quiza le salvaba la vida. Por suerte para ese pobre hombre, se fue de repente la luz de todo el distrito. Por suerte para el y para mi, que ya habia llevado el pie hasta los dedos de su mano. Esa situacion era menos graciosa que estornudar con cagalera. En ese momento, Tane llego corriendo para ayudarme a subirlo y meterlo en mi dormitorio. Lo tumbamos sobre mi cama. Yo di un paso atras cuando vi que el operario tenia todo el pelo revolucionado y, aunque me parecia increible --porque crei que solo pasaba en los dibujos animados--, su cara estaba manchada de negro como si le hubiese explotado una bombilla en la cara. --?Estas viendo eso, Tane? --Creo que voy a llamar a una ambulancia --dijo sacando su movil. Mientras el llamaba a emergencias, yo palmee el rostro del hombre. Tenia los ojos abiertos y me miraba como si yo hubiese tenido la culpa de aquello. --Me quiero marchar de aqui --dijo con voz ronca. --Tranquilo, no pasa nada --lo veia tan asustado que me hice el gracioso--, nadie te obliga a estar aqui conmigo. Si te quieres ir, ahi tienes la puerta, rompe el candado, saca las cadenas, cruza la fosa con cocodrilos, salta la reja electrica y... --!Sean! --Tane fruncio el ceno--. Electrica no, macho. El hombre gimio. De repente, mi dormitorio se empezo a llenar de gente. Entraron los companeros de luces del afectado; Marisa, encargada de la oficina de los Adonis; Duscha, una rusa que se dedicaba a la limpieza y el mantenimiento de la residencia; Dase, que miraba a todos con una toalla colocada en sus hombros, y por fin, los del Suma. --?Que ha pasado? --pregunto Dase. Tane se encogio de hombros. --Que se ha ido la luz. --Pero ?usted lleva mucho tiempo trabajando en esto? --le pregunto uno del Suma al paciente. --Unos meses --susurro con voz temblorosa. --Ay, ya lo dice el laird --solte sin pensar--: <>. --Salgan de la habitacion todos --ordeno un enfermero. Todos le hicieron caso y yo me senti muy aliviado, con tanta gente en mi espacio vital empezaba agobiarme. --Usted tambien --me senalo con el dedo. Sacudi la cabeza. Soy escoces, pero no gilipollas. --Este es mi dormitorio y aqui estan todas mis cosas, no les voy a dejar solos. --Para demostrarles que hablaba en serio, me cruce de brazos con las piernas ligeramente abiertas, a ver si tenian lo que debian tener para sacarme de alli. Era como el juego aquel del rey de la montana, en el que, si me querian desterrar, debia ser empujandome a la fuerza. Ellos se lo pensaron mejor y dijeron: --De acuerdo, puede quedarse, pero guarde silencio. --No van a saber que estoy aqui. Vi que colocaban al operario una via en el brazo, mientras otro le tomaba la tension. Rece para que no le pasase nada, sobre todo para que no muriese en mi dormitorio. Habia oido decir que las almas se adherian al lugar donde el individuo fallecia, y no estaba dispuesto a compartir cama con un fantasma. *** Carolina cruzo los brazos sobre el pecho. Suspiro con disimulo, cansada de escuchar a sus amigas que no dejaban de hablar de hombres de ciencia ficcion. Tal vez ellas no se daban cuenta, pero segun los describian, parecia que se trataba de superhombres con poderes. Que si. Que Carolina comprendia que les pudiesen gustar las novelas romanticas y, sobre todo, eso que ellas decian, los highlanders. Al principio tardo en descubrir que esos hombres eran escoceses. El nombre highlander le sonaba a marca de robot de cocina. Pero, obviando ese hecho, los escoceses que ella habia visto en television eran tipos normales y corrientes, puede que mas blanquitos de piel de lo acostumbrado y que abundasen sus cabelleras color zanahoria --aqui, en Espana, los hombres tenian fama de morenos, bajitos y regordetes--. Y luego los cuerpos, pues eso, habia de todas clases: altos, bajos, gordos y delgados. Pero highlander como tal, como ellas los describian, eran todos musculados, duros, altos, atractivos, fuertes, de piel bronceada que daba ganas de lamer, chupar, morder y succionar. !Vamos, que no! Que Carolina no tenia ningun interes en ver a un tipo con falda por muy buenas piernas que tuviese. De hecho, nunca se habia fijado en las piernas de un tio. Preferia un buen torso y un culo firme. Marta la observo frunciendo el ceno. --?Te estamos aburriendo, Carol? --Mas que ver una carrera de berberechos. --Sacudio la cabeza arrepentida--. Quiero decir, no, repasaba en mi cabeza la lista de la compra. Beatriz sonrio, divertida --Yo creo que, para que nos entiendas, deberias leerte un libro de highlanders. Vas a fliparlo. Los labios de Carolina compusieron un gesto hastiado. Leer no era uno de sus hobbies favoritos. --O puedes ver una pelicula --anadio Marta. --Ya vi una hace tiempo. Braveheart, y lo que mas recuerdo de todo es que los hombres se ponen a ensenar culos, ademas, que Mel Gibson puede que fuese un galan en su epoca, pero a mi... --Carolina chasqueo la lengua-- no me va mucho. --Intenta leerte un libro --le suplico Beatriz buscando algo dentro de su bolso. Carolina tenia que haber imaginado que aquellas dos forofas de la lectura llevaban siempre libros consigo--. Ten. Es Tierra audaz. Si esta novela no te engancha, no lo hara ninguna otra. Carolina cogio el libro y le echo un vistazo por encima. --!?Trescientas treinta y ocho paginas?! --Se leen en nada --insistio Beatriz--. Lo intentas, y si ves que no puedes, me lo devuelves. Carolina se rindio. --De acuerdo. Beatriz saco una libreta pequena, busco el boligrafo y, a medida que anotaba, iba diciendolo en alto. --Dejo la novela de Jude Deveraux, serie de Los Audaces, a Carol. --?Por que hace eso? --le pregunto Carolina a Marta. --Yo tambien lo hago. La gente tiende a devolver cualquier cosa que pide, excepto libros. No se por que, pero a mi me han desaparecido unos cuantos, y me duelen no por el gasto que conlleva, sino por lo hermosa que es la historia. --?No me digas que te lees los libros mas de una vez? --!Hombre, claro que si! Carolina deslizo los ojos sobre la portada de la novela. Un hombre rubio sobre un caballo blanco estaba inclinado para besar a una mujer de larga capa roja que parecia que le agarraba la pierna con desesperacion. Leyo: <>. Volvio a suspirar, esta vez de forma audible.

  • Un Romance Inoportuno de Mary Balogh

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    Lady Catherine Winters vive en un pequeno pueblo rural, donde todos la conocen como una joven y atractiva viuda y donde siente que puede, por fin, escapar de su terrible pasado. Hasta que, en una fiesta, le dedica una sonrisa inocente a Rex Adams, vizconde Rawleigh, confundiendolo con su hermano Claude. De inmediato, Rex intenta por todos los medios seducir a esa misteriosa mujer, aunque debe enfrentarse a su cunada, quien planeaba desposarlo con su hermana menor. Mientras crecen las intrigas y se desatan las pasiones, una intensa y dificil atraccion surge entre Catherine y Rex, aunque ella sabe que el vizconde es un canalla poco dispuesto al compromiso. Lo que no sabe es que quiza la joven viuda ha despertado algo dormido en el duro corazon del vizconde, y que el esta dispuesto a todo para conquistarla, incluso dejar su secreto al descubierto.

  • El senor Origami de Jean-marc Ceci

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    A los veinte anos Kurogiku se enamora de una desconocida y deja atras Japon para encontrarla. Cuarenta anos mas tarde vive como un ermitano en la Toscana, dedicado al arte del washi, el papel artesanal japones con el que se practica el origami. Un dia, un relojero llamado Casparo llega hasta alli con la intencion de crear un reloj que contenga todas las medidas del tiempo. Su presencia alterara la tranquilidad del lugar y el alma de Kurogiku, quien debera, por fin, hacer frente a su pasado. Bella y sobria, El senor Origami es una novela que nos hace ver aquello que no se muestra y comprender aquello que no se pronuncia, y que se apoya en una premisa esencial: <>.

  • La chica que susurraba a las vacas (y no estaba loca), Dara Meier de Dara Meier

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    Estimados lectores/as:
    Es muy dificil dar una descripcion medianamente comprensible -y cuerda- de un libro donde coinciden una chica que habla con vacas, un jugador de futbol americano con demasiado ego y al que le encanta gritar, una sexagenaria de armas tomar, un rancho texano donde la cordura brilla por su ausencia, unas vacas que actuan como cualquier cosa menos como lo que son…
    Entre tanta locura tambien hay amor de todos los tipos, fraternal, amistoso, pasional, irracional, bovino, equino-bovino, humano-bovino… A gusto del lector, senoras y senores. Ah, sin olvidar tampoco los desenganos de toda indole, las segundas oportunidades, la lucha por conseguir lo que queremos, la superacion de las duras situaciones que nos encontramos a lo largo de la vida…
    Si nada de esto te ha terminado de convencer o, al contrario, te mueres de ganas de saber que demonios escribi, prueba a leer la historia de Candela y King. Si te convence, bienvenido/a al club de los Meierianos, y si no es asi… !A Dios pongo por testigo que un dia lo conseguire! (como comprendereis hago las cosas a conciencia y esto lo digo con brazo en alto y boligrafo en ristre, que la zanahoria que me quedaba la puse en la ensalada)

  • Tierra de mujeres de Maria Sanchez

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    Hija y nieta de veterinarios, la ultima de varias generaciones vinculadas desde hace anos a la tierra y a los animales, Maria Sanchez (Cordoba, 1989) es la primera mujer en su familia en dedicarse a un oficio desempenado tradicionalmente por hombres. Su dia a dia como veterinaria de campo pasa por recorrer Espana en una furgoneta y esquivar las miradas en un entorno predominantemente masculino como es el mundo rural. En este personalisimo ensayo, la escritora se propone servir de altavoz y dar espacio a todas las mujeres silenciadas en los campos espanoles, a todas aquellas que tuvieron que renunciar a una educacion y a una independencia para trabajar la tierra con las manos y cuidar de sus familias.
    A partir de historias familiares, de reflexiones sobre ciencia y literatura fruto de sus lecturas y de algunos de los conflictos que asolan al medio rural en Espana (la despoblacion y el olvido de los pueblos, la explotacion de los recursos naturales, el incumplimiento de politicas ambientales o las condiciones laborales en el campo), Tierra de mujeres viene a llenar un hueco en el debate sobre feminismo y literatura rural. Busca, ademas, ofrecer una vision de la vida en campo realista, alejada de las postales bucolicas dadas desde las grandes ciudades, y subrayar el peligro de perder para siempre un conocimiento hasta ahora transmitido de generacion en generacion.

  • El llanto que no cesa de Varios Autores

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    El llanto que no cesa es la primera antologia de terror y fantasia con el sello de Cruce de Caminos.

  • Un Golpe Inesperado de Mariana Torres

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    Cansada de la rutina, Dolly anhela algo de emocion en su vida. Colton, cansado de los giros sorpresivos de la vida, empieza a plantearse terminar de una vez por todas con su existencia. La unica testigo del intento de suicidio no puede ser mas que Dolly. ?Que sera de estos desconocidos cuando el destino los ponga en el mismo camino?

  • Una candidata inesperada (Inesperada 3) de Veronica Mengual

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    La senorita Delila Robinson estaba asfixiada. Londres suponia, para ella, una jaula. La joven se sentia como un pajaro libre, pero el problema residia en que todos a su alrededor se empenaban en poner limites. No solo a su conducta, sino tambien a su identidad como mujer salvaje. Salvaje. Ese era el apelativo por el que la familia se referia a ella, y lejos de sentirse ofendida, una sonrisa asomaba en su rostro cuando alguien se referia a ella como la <>. Un animal libre no deberia tener restricciones. Ella tampoco. Animal o persona humana, sentia que todo su mundo estaba patas arriba. Con apenas veinte anos nadie parecia entenderla. Incluso Blair, su hermana gemela, habia cambiado su actitud para no molestar demasiado al esposo de su hermana Megan, el duque de Dash, mas conocido como el Leon Dash. La vida no era la misma desde que sus dos hermanas mayores, Kalsie y Megan, se habian casado con sus dos maravillosos partidos. Este pensamiento hizo que Delila hiciera una mueca, que vino acompanada por una patada que no consiguio resonar sobre el colchon de plumas sobre el que descansaba. El sol habia salido ya y la manana se presentaba aburrida, tediosa y mortalmente irritante. Otro dia mas en la insipida e insustancial vida de la senorita Delila Robinson. La joven suspiro con fuerza. Miro a su alrededor y comprobo que la estancia que lord Dash le habia asignado, desde que se traslado del campo a la ciudad hacia un tiempo --que parecia una eternidad-- seguia siendo la misma. Ricos cortinajes caian de las suntuosas ventanas, elegantes muebles contribuian a crear una habitacion en tonos plateados y rosas, que bien podria ser la de la reina Victoria. Al menos la jaula en la que vivia era sublime. Este hecho no le inspiraba mayor consuelo. No, de ninguna manera lo hacia. Echaba de menos el campo. Salir a pasear sin carabina, nadar en el estanque sin ropa, montar a horcajadas y lanzarle barro a Blair mientras daban de comer a los cerdos. Delila volvio a componer otro gesto en su rostro, esta vez de lastima. Desde que los senores Robinson murieron en aquel terrible accidente, hacia casi cuatro anos, la vida de Delila y sus tres hermanas se habia trastocado por completo. La libertad de la finca campestre ayudo a la joven a sobrellevar el dolor por la perdida. Pero todo se complico cuando Megan decidio que su hermana mayor, Kalsie, se quedase a custodiarla a ella y a Blair en el campo, para ir a Londres a buscar al tutor de las cuatro hermanas. Fue despues de tres anos cuando trascendio que el buen senor Robinson, su padre, habia nombrado a lord Dash como el tutor de las cuatro jovenes y por lo visto Megan llego para recordarselo... y algo mas. Ese algo mas fue que la senorita Robinson se agencio el titulo de duquesa y las obligo a trasladarse a Londres para comenzar largas, agotadoras y aburridas temporadas sociales. Matrimonio. El fiero leon Dash las queria casar de inmediato, decia que ya no lo soportaba mas. El muy bribon habia amenazado con regalarlas, a Blair y a ella misma, al primero que pusiera sus ojos en las gemelas. Desde que Kalsie se convirtio en la nueva marquesa de Wyatt, tanto ella como Blair perdieron el escudo protector de la mayor de las hermanas. Megan se habia convertido en una tirana que siempre andaba dandole la razon a su marido. !Puaj! Era vomitivo ver a la duquesa mirar embelesada y con la boca abierta a su esposo a todas horas. Cuando Blair y Delila comentaban que era asqueroso verla siempre babear por el leon, Megan les decia que algun dia les llegaria la hora a ambas de enamorarse. Falso. Incorrecto. Estupido. Las gemelas no se casarian jamas. Habian decidido que se convertirian en unas solteronas, que vivirian juntas en la finca campestre y que serian inseparables. Era un plan magnifico que, su tutor, el duque de Dash, parecia estar poniendo en peligro al hacerlas desfilar por delante de tantos inutiles dandis. Suspiro con mas fuerza y un grunido salio de su garganta. A las gemelas nunca las habian considerado bonitas. Cierto que compartia con Blair unos ojos azules muy llamativos, pero el pelo oscuro, en contraste con su piel lechosa parecia echar a perder lo que la moda dictaba que era correcto, puesto que no eran rubias. Estaban contentas por no ser como Kalsie, porque su hermana mayor era la que estaba considerada toda una gran beldad. Incluso Megan era hermosa a pesar de su fuerte temperamento, un caracter que parecia haberse adormilado con las caricias del leon. Oh, si. Los duques de Dash eran poco discretos cuando se profesaban muestras de carino. Y eso era mucho peor que verlos observarse con devocion. Si Delila pudiera hacer algo para que no la encontrasen deseable... Lo habia intentado en su momento. En el primer baile de la temporada se mancho el vestido con ratafia para que nadie la mirase, porque las sedas, muselinas y encajes con los que el duque deseaba envolverlas, a Blair y a ella, las hacian demasiado tentadoras. Esa palabra dicha, incluso cuando se mancho el vestido a proposito, por un caballero maduro que contaba con las bendiciones de Dash, fue lo que necesito Delila oir para comprender que no debia ponerse mas ropa bonita para acrecentar su supuesta belleza. Pero el tirano Dash se empenaba en que debian arreglarse de la mejor forma posible para captar la atencion de un hombre. Dios del cielo, !como deseaba regresar al campo! --?Estas ahi? --fue la pregunta que lanzo su hermana Blair mientras se dirigia a su cama corriendo. Su gemela se subio al lecho y comenzo a saltar con el unico fin de despertarla por si la otra joven estaba todavia dormida. --?No eres ya mayorcita para saltar en la cama? --observo Blair desde su posicion. Era un milagro que su hermana no la hubiese pisado todavia con tanto salto. --Nunca se es demasiado mayor para disfrutar de la diversion, hermana. Comienzo a pensar que el duque te esta quitando tu toque. --?Mi toque? --Delila se incorporo y la obligo a caer sobre el colchon de plumas--. Yo diria que mas bien estamos acortando su vida con tantos disgustos. --Lo dicho era una clara muestra de que Delila no estaba dispuesta a cambiar por mas que un arrogante y fiero duque la llamase al orden dia si y dia tambien. --Ahora has sonado como lo haria Megan --rebatio su hermana mientras trataba de salir de la inmovilizacion de Delila sobre el lecho. Esa observacion le valio un ligero pellizco en el brazo de Blair. --!Ouch! --se quejo Blair. En ese momento Delila la dejo libre y ambas se sentaron en la cama pacificamente. --?Te he hecho dano? --quiso averiguar Delila cuando vio a su hermana frotarse el punto donde ella pellizco. --Desde luego que no. Un gran cerdo me arrollo en el campo, el si me hizo dano. Lo tuyo ha sido tan nimio que ni tan siquiera es digno de mencion. --Delila se sonrio. Blair siempre deseaba parecer mas dura de lo que en realidad era. Igual si le habia dado un apreton en el brazo mas fuerte de lo que quiso. --?Has podido deshacerte de el finalmente? --?De quien? --Blair habia perdido el hilo de la conversacion. --Ese vizconde... ?Como se llamaba? --Delila se dio unos toques en la cabeza--. Ah, si, Dereham. ?Has hecho todo lo posible por desanimarlo? --Desde luego que si --dijo con cierta ofensa impregnada en las palabras--. La duda me corroe. --Ese hombre es demasiado insistente. Tan atento, tan apuesto, de tan buena cuna --Delila resoplo--. Aburrido. Como el resto. --Ese vizconde era del todo un hombre inadecuado para ella y puesto que la joven se habia cansado de ahuyentarlo, decidio que tal vez Blair lo conseguiria mas rapido, porque a ella ya se le habia acabado la paciencia. Asi fue como decidieron intercambiarse los papeles, una vez mas. Lo solian hacer a menudo cuando eran mas pequenas, pero desde que llegaron a la ciudad, no habian tenido mayor necesidad. Ese vizconde pesado, hizo que ellas volvieran a jugar esa baza. --Dereham no es tan malo como lo haces ver. Te aseguro que podria haber hombres mucho peores que el. --?Mas aburridos? Dudo que algo como eso sea posible. --Bien, probablemente sea muy correcto en su cortesia y educacion, pero recuerda mis palabras, porque si agotamos la paciencia de Dash, y el nos hace casarnos con un hombre sin dientes o que no cuide su aseo personal... Puede que ahi echemos de menos a los caballeros como el vizconde Dereham. Delila abrio los ojos como platos por la sorpresa. --?De verdad he escuchado lo que acabo de oir? ?Pretendes casarte? ?Olvidarte de lo que establecimos que hariamos cuando fuesemos dos interesantes solteronas que se reirian de la sociedad desde su hogar en el campo? ?Me vas a dejar sola para unirte a un hombre que podria hacer de tu vida un infierno? Blair movio la mano para restar importancia a las acusaciones que acababa de verter su gemela. --No seas dramatica. No tengo ni un solo pretendiente que me agrade. Delila la miro acusadora. --Pero... ?si tuvieses uno te interesaria casarte? --La sondeo con curiosidad. --No lo se, hermana. No puedo saber lo que ocurrira manana. Tan solo soy consciente de que tanto Dash como Wyatt parecen haber mitigado el dolor del corazon de nuestras hermanas por la perdida de nuestros padres, y sinceramente me gustaria que el agujero que todavia siento se cerrase un poco. Delila la miro con panico. --?Y crees que la solucion a eso es un sencillo mortal al que tendras que obedecer en todos sus caprichos, a pesar de que no desees hacerlo? ?Serias el adorno bonito de un aburrido lord para el que sera mas importante la apariencia y la escala social? --Delila no podia creer la conversacion que estaba manteniendo con su hermana. --?Te parece que Megan o Kalsie esten siendo muy desgraciadas en sus matrimonios, hermana? --inquirio con molestia Blair. La conversacion se estaba yendo a un terreno peligroso, porque Delila era demasiado temperamental, incluso a veces podia ser mas vehemente que Megan y Kalsie juntas, y eso era todo un peligro. --No te reconozco, Blair. --Delila abrio la boca por completo con la ocurrencia que le sobrevino. Luego la cerro y comenzo a examinar con detenimiento a su gemela. Algo habia cambiado en ella y esperaba que no... --Me siento uno de esos animales del zoo cuando me miras de esa forma, Delila --se quejo la otra. --?Como se llama el? --?Disculpa? --La pregunta no la entendia. --Un hombre. Sospecho que hay alguien que te ha... --!No! --grito indignada su hermana--. No siempre todo lo bueno que sucede en la vida tiene que ver con un hombre, Delila. --Desde luego que no. Esos seres carentes de inteligencia solo lo complican todo. Si de mi dependiera me meteria en algun tipo de recipiente para que no pudiesen ni verme, ni olerme, y por supuesto, tocarme. --!Ay, Delila! Suenas como si alguien te hubiese hecho mucho dano. --Claro que si --apunto en tono neutro la joven. --?Te han hecho dano? --pregunto con alarma Blair. --Dash. Ese hombre se ha empenado en convertir mi vida en un autentico drama. Y lo que mas me fastidia es que lo hace con el beneplacito de Megan. Desde que Kalsie no vive con nosotras siento que estoy a su merced. Temo que cualquier dia me envuelva en seda roja, me coloque un precioso lazo azul y me deje depositada en la casa de un perfecto y rico caballero para que yo pase a ser problema de otro. Blair comenzo a reirse sin control por la ocurrencia de su gemela. Eso le valio para que una mirada cenuda le cayese encima como un jarro de agua helada. La diversion se termino en ese punto. --Delila, yo creo que Dash se preocupa mucho por nosotras. Lo ha explicado en innumerables ocasiones. Una dama sin la perspectiva de matrimonio no tiene... --Eso son sandeces --la interrumpio al instante--. Con nuestro hermano desaparecido y con la finca de campo sin reclamar por nadie, tu y yo lo tenemos mejor que nunca para retirarnos alli y vivir una apacible vida sin las complicaciones de los hombres y sus estupideces. --Cielo santo, hermana. Dash no te obligara a casarte si no quieres. Tampoco a mi. --?No lo hara? --La muchacha chasqueo la lengua--. Dos hermanas pequenas a las que acusa de hacer de su vida un infierno y que evitan que el pueda vivir un precioso matrimonio con Megan... ?Cuanto crees que tardara el leon en organizar una subasta publica para que pujen por nuestra mano? --Delila se imaginaba el acontecimiento muy claro en su mente. El leon estaria con un mazo, como si fuese a presidir un juicio, Megan a su lado con una brillante sonrisa mientras examinaba a los pujantes. Y ella estaria en el centro de la sala portando un sugerente camison, de esos desvergonzados que le habia visto a la duquesa, obligada por el duque, a fin de mostrar bien la mercancia y que se la quitasen de las manos rapidamente. No hubo tiempo para mas, porque la puerta de su habitacion se abrio sin demasiada ceremonia. La duquesa de Dash, sobria y solemne, aparecio en la habitacion de Delila. El labio inferior de la muchacha se movio de forma involuntaria al recordar a una Megan jovial y despreocupada echando de comer a los cerdos, mientras Delila y Blair hacian guerra en el fango. Atras quedaron los dias en los que la libertad era algo completamente diferente a bailar con caballeros danzas tan inapropiadas como cotillones, minues o el indecoroso vals. --Buenos dias. --Las saludo Megan con el rostro imperturbable. --Hermana --dijeron al unisono las dos tambien a modo de saludo. --Vestios, id al comedor a desayunar y luego, por favor, Delila, reunete con urgencia en el despacho conmigo y con Dash. La duquesa entro, saludo, ordeno y cerro la puerta. Delila no tuvo tiempo de preguntar por el problema existente. Oh, si. Desde luego que si que habia alguna afrenta por la que ella debiese pedir sentidas disculpas. Solo que habia tantas fechorias en su cabeza, que la joven no alcanzaba a imaginar cual de todas seria. ?Podria ser que lord Dalthon le hubiese dicho al duque que ella le piso diez veces mientras bailaban ayer? ?O tal vez fue el senor Roth, quien informo a Dash de sus ideas liberales sobre la conveniencia de que una mujer pudiera valerse por si misma sin depender de un hombre? Aunque probablemente fue el joven marques Richmore quien pudo haber dicho que ella dejo escapar un gas de su garganta cuando termino de beber su limonada, y que despues de haber hecho esto, ella se sirvio un segundo vaso y lo derramo con alevosia sobre el cuando le espeto que era una dama sin modales... Bueno. La verdad es que si era una mujer con una gran educacion, solo que no le apetecia exhibirla ante petimetres insensibles que solo la buscaban para entablar una relacion familiar con el Leon Dash o el marques de Wyatt. Ahuyentar pretendientes se habia convertido en una mision del todo placentera y esperaba que fuese muy efectiva. --?Que has hecho ahora, Deli? --Pretendio averiguar Blair mientras se ponia en pie. Su gemela acortaba su nombre cuando sentia compasion de ella. Delila se encogio de hombros. --?Yo? Nada en absoluto. Bien sabes que soy todo un candor sin macula de perdicion. --Si. Exactamente igual que yo. Las dos comenzaron a reir. Blair lo hizo con gozo, pero su hermana no lo disfruto tanto. Que el leon la convocase en su guarida y que ademas su hermana hubiese estado tan seria... Delila estaba en dificultades, y esperaba que las sonrisas y miradas de inocencia que le regalaba al duque cuando se metia en problemas pudieran volver a ser un salvoconducto para salir indemne de la afrenta de la que la responsabilizaban. *** Delila llego hasta el despacho del duque de Dash y se retorcio las manos. Estaba nerviosa. Tenia que reconocerlo. Le habia dicho a Blair que no hacia falta que la acompanase en la improvisada reunion, pero si que necesitaba el apoyo que suponia su gemela. Mas porque entre los crimenes que se le podian achacar, contaba con unos cuantos a su espalda que...

  • Reinos de Sangre de Oscar Eimil

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    Idus de noviembre del ano del Senor de 1065. Una gran nevada cae sobre el campamento. Fernando, rey de Galicia, de Leon y de Castilla, moribundo, viejo y decrepito, viaja de regreso a casa con sus mesnadas tras su ultima batalla. Torturado por su conciencia, se pregunta por que, habiendo podido dejar a su primogenito un unico reino que, fuerte, extendiera su poder por toda la Hispania cristiana, decidio repartir en vida Castilla, Leon y Navarra entre sus tres hijos varones que, a esta hora, preparan sus huestes y afilan sus espadas para la guerra fratricida que se avecina para despues de su muerte.
    Supremacia y poder, intriga y ambicion, lealtad, traicion, guerra, amor y muerte. Ocurrio hace mil anos, cuando judios, moros y cristianos campaban a sus anchas por estos pagos. Una historia verdadera por cuyas paginas entran y salen reyes y nobles, caballeros y prelados, mancebas y juglares, guerreros, monjes y abades, y que discurre fiel a los terribles acontecimientos historicos que sucedieron poco despues del final del primer milenio en lo que, cuatro siglos mas tarde, seria Espana.

  • En cuestion de segundos de Abraham Stern

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    ?Hasta que punto puede una mala decision cambiar el destino de nuestras vidas?

  • Un oceano entre los dos, Mariah Evans de Mariah Evans

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    Beatriz Ibanez cursa el Doctorado en Historia de Espana del siglo XVIII en Las Bahamas. En una de sus travesias con su tutor se ven sorprendidos por una extrana tormenta. Beatriz logra sobrevivir y llega a una isla. Alli, encuentra a un grupo de hombres dirigido por Duncan, a los que pide ayuda. Tras pensar que son traficantes intenta huir siendo finalmente apresada. Su sorpresa es mayuscula al ser consciente de que ha viajado al pasado y de que es prisionera de los piratas ingleses, enemigos del Imperio espanol. Tras ser rescatada por los franceses, aliados del Imperio, Bastian la acoge en su barco, el cual no solo transporta telas y manufacturas, sino tambien esclavos. Mientras Beatriz los ayuda e intenta buscar una tormenta para regresar a su epoca, Bastian se enamora de ella. Esta placida calma se ve turbada cuando los piratas ingleses, los mismos que la apresaron en la isla, la hacen de nuevo su cautiva.
    Vive una romantica historia y descubre un secreto que te transportara hasta el siglo XVIII, donde la lucha por la conquista de Las Bahamas sera el detonante de un amor que perdurara mas alla de los tiempos.

  • La maldicion del ganador (Trilogia del ganador), Marie Rutkoski de Marie Rutkoski

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  • Nunca digas siempre (Latidos), Jennifer Armentrout de Jennifer L. Armentrout

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  • la sombra del secreto. El arcano de Beatriz Caceres

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    ” El Rey es asesinado en circunstancias muy extranas. Su cadaver es descubierto desnudo y atado a una silla Luis XV en su dormitorio en Palacio. Todo indica que hay una mujer involucrada.”

  • Movie Star 2 de Alex Cartier

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    Ophelie dejo a su novio ideal el dia en que Michael, el actor mas sexy del mundo, le propuso irse de crucero en su yate, el Pleasure is mine, anclado frente a las costas de Corcega. Las vacaciones de Ophelie incluyen champan, lujo y amor en los brazos del hombre de sus suenos, en compania de su mejor amiga.

  • Carreteras de otono de Lou Berney

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    A Frank Guidry se le ha acabado la suerte. Fiel empleado del capo de la mafia de Nueva Orleans Marcello, Guidry sabe que todo el mundo es prescindible. Pero ahora le toca a el; sabe demasiado sobre el crimen del siglo: el asesinato de JFK. Sin apenas opciones, Guidry se echa a la carretera camino de Las Vegas para ver a un antiguo socio.

  • El principe de los prodigios de Victoria Alvarez

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    Continuacion de LA CIUDAD DE LAS SOMBRAS Cuando en 1924 Helena Lennox se presenta con sus padres en Napoles por una colaboracion arqueologica con las excavaciones pompeyanas, una desconocida le entrega un amuleto de proteccion con una advertencia: “La ciudad no es segura, los angeles ya no velan por nosotros”. Durante los siguientes dias, los Lennox se codean con una princesa solitaria, un pariente inesperado y un viejo amigo perseguido por la mala suerte mientras el cerco de los crimenes que estan atemorizando a la ciudad se estrecha a su alrededor. Las victimas son chicas jovenes sin ningun elemento en comun; el culpable a ojos de todos, alguien muy conveniente para las autoridades. Y sobre ese misterio se alarga la sombra del Principe de los Prodigios, un intrigante alquimista cuyos inventos siguen en boca de todos. Segun cuenta la leyenda, ideo una carroza que se desplazaba sobre el agua, un carbon que no se consumia… y un brebaje capaz de despertar a aquellos atrapados en un sueno profundo.

  • Fuera de juego – Chus Iglesias de Chus Iglesias

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    El desahogo de Alba despues de aquel partido, en el que habia insultado al arbitro a placer, no tenia comparacion con la verguenza que empezaba a sentir y mas cuando descubrio que David seria el nuevo tecnico de prevencion de riesgos y abogado de la asesoria en la que ella trabaja en Santiago de Compostela. Lo que esta claro es que el no ha llegado en son de paz precisamente, cuando ha comprobado que era la misma ninata del campo de futbol.
    Este hombre es un ligon empedernido que no esta dispuesto a atarse a nadie, aunque las cosas siempre pueden cambiar si te encuentras con alguien mas terco que tu, dispuesto a fastidiar lo que sea necesario.
    Despues de numerosas discusiones por temas de trabajo, que han llevado a su jefe a preocuparse por su relacion, este los enviara a Suiza en un viaje de negocios, alli quizas el le cuente ese secreto que tanto lo atormenta y por lo que muchos de sus amigos le han dado la espalda, y hace que por veces tenga ese humor de perros. Tambien podras descubrir lo bonito que es este pais y su sabrosa gastronomia, asi como la vida de los numerosos emigrantes que alli viven. Si te intriga su historia tambien descubriras con ellos esos amaneceres que tanto le gustan a David y por que ha aprendido a valorar tanto esas pequenas cosas que nos da la vida.
    Y ese local que es frecuentado por Yago el fiscal y Valeria la policia. Todos hablan de el y nadie sabe quienes son los duenos, otra grata sorpresa.
    En este libro descubriras los amorios de los protagonistas y sus amigos, un caso de acoso escolar y otro de violencia de genero por parte de la companera de trabajo de Alba, asi como bonitos amaneceres que dan nombre a esta saga.

  • Dos veces Carmen, Catalina Conde de Catalina Conde

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  • Sociedad Literaria Tolbooth de Margarita Garcia Gallardo

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    En Edimburgo, en 1859, cinco amigos unidos por su amor al arte y a la literatura forman la Sociedad Literaria Tolbooth. De manera inesperada, se ven envueltos en la investigacion del robo de un reloj chino que, desgraciadamente, ha acabado con la muerte de Lord Greenwich. Sera la misma Lady Maximilienne Greenwich, una excentrica dama, tia abuela de uno de los miembros de la sociedad literaria, quien les pida su ayuda para dar con los criminales.

  • Tormenta en Summerville (Policias 2) de Elizabeth Betancourt

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    Rick Johnson acaba de llegar a Summerville. Hacia anos que no volvia a su ciudad natal, donde habia pasado toda su infancia.
    En la encantadora y sosegada ciudad esta pasando algo muy turbio. Al principio desaparecian animales y se les encontraba degollados. Ahora, sin embargo, ha ocurrido un asesinato y todos los habitantes de la ciudad estan atemorizados. Una rubia de armas a tomar se implicara en la investigacion. Rick sencillamente no aguanta respirar el mismo aire que la mocosa de Jenny Collins. Su actividad favorita hacia anos era molestarla por su fealdad, pero ahora la muy maldita se habia convertido en una de las mujeres mas hermosas del condado. Ya no era la flacucha y desgarbada nina con aparatos de dientes. No, ahora tenia unas formas en el cuerpo que Rick no paraba de sonar.

  • Encierrate Conmigo (Todo Saldra Bien 12) de Laura Lopez Alfranca

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    Tras un buen rato de espera en soledad, Thelma habia llegado a la conclusion de que la muerte era mucho mejor que su vida. Incluso en aquella extrana sala con una mesa enorme, con silla negra a juego y ese extrano cuadro saliendo de esta; sin ser el cielo prometido por las Sagradas Escrituras, le parecia mucho mejor que la vida terrenal. Preferia aburrirse y sentir un terrible sueno mientras esperaba, que tener... No, no iba a pensar en su vida anterior. Es mas, si iba a tener una nueva vida en el Paraiso tras demostrar su modestia y temor de Dios, ya no necesitaba preocuparse por su curiosidad. Ya nadie la azotaria por ella y eso le hizo sentirse como nunca. Nadie la castigaria por... por existir, mucho menos tras ascender. Decidido: iba a ser quien siempre habia deseado. Eso le hizo resplandecer de felicidad, literalmente. Le gusto tener un arcoiris en el corazon y verlo brillar. Al final, a pesar del sufrimiento, tenia la sensacion de que podria ser feliz de verdad. Se estremecio y no pudo evitar un gritito de alegria. Se levanto, se sento en la gran silla de enfrente y toco el cuadro, que era completamente negro. Al hacerlo, de pronto le mostro algo... No creia que fuera arte, porque eran formas geometricas con nombres abajo. --Oh, brujeria --se dijo sin miedo. Eso era extrano, hasta no hacia mucho, la palabra le hacia temblar. Siguio tocando hasta que aparecio un rectangulo gris, que contenia varios chiquititos. Habia cuatro ceros rojos separados y una cara amarilla; no debia de tener muy buena salud. Pulso y de pronto aparecieron numeros de diferentes colores. Volvio a presionar y aparecio un cuadrado rojo con un punto negro, el rostro tenia mala cara. Pobre criatura. Iba a llorar por el, pero aguanto. --Lo siento, amigo. Lo acaricio para consolarlo y, de pronto, todo volvio a estar como al principio, incluso la cara amarilla sonrio otra vez. --La verdadera brujeria es muy extrana, pero no parece especialmente diabolica --se dijo no muy convencida, y volvio a apretar con el dedo. Tras unas cuantas pruebas, entendio que aquello debia de ser una especie de juego pernicioso a la par que divertido. No supo cuanto estuvo asi hasta que sintio una barbilla en su hombro, ni se sobresalto. Debia reconocer que le gustaba esa nueva faceta. --?Sabes? Tambien me aficione al buscaminas cuando llegue aqui --aseguro la mujer con una sonrisa--. Incluso tras tener tantas consolas, sigue siendo mi videojuego favorito. La miro; era una mujer hermosa de piel tostada, cabellos negros, ojos verdes y rasgos afilados. Sus ropas eran extranas, un tanto impudicas y comodas. Empezaba a temer que todos hubieran tenido razon con ella y hubiera acabado en el infierno. Incluso asi, la perspectiva no la asustaba. --?Consola? ?Es otro invento malvado? --pregunto Thelma con curiosidad. --Espera... --pidio la mujer y reviso dentro de lo que parecia papel amarillo, largo y doblado para contener papeles mas pequenos. Debia ser rica si podia permitirse semejante lujo--. Segun las notas, te hemos rescatado en plena epoca de colonizacion estadounidense y durante la caza de brujas. --He entendido la caza de brujas, pero todo lo demas me confunde. Thelma torcio el gesto, lo habia dicho con mucha ligereza. --La muerte nos quita el miedo. Se llama cerebro reptiliano, ?sabes? --aseguro la otra mujer y con un movimiento, la invito a sentarse--. Por lo que no debes temer, has llegado al lugar adecuado para ti. Entonces eso explicaba todo: no habia reptiles del miedo en su cabeza. ?Los reptiles se podian considerar demonios tambien? Nego con la cabeza. Debia ir poco a poco para descubrir lo que realmente ocurria. Por suerte, su interlocutora parecia dispuesta a hablarle. --Esto no parece el paraiso de las Sagradas Escrituras. --La reto con una sonrisa. Era una amiga, no una jueza y la trataria en consonancia. --No, es la antesala y podras ir alli una vez que acabemos, si quieres. ?Te parece bien escucharme? ?Deseas descansar un poco y cuando despiertes te explico? --inquirio la mujer. Thelma nego con la cabeza--. Entonces, lo primero que debo hacer es presentarme: mi nombre es Safo. --Encantada, lady Safo. --Solo Safo, por favor. Lady es para la intimidad --pidio la mujer con un guino. No la comprendio, pero le gustaba--. Lo segundo, es que no eres una bruja. --Al fin alguien me escucha. Era como quitarse un peso de encima. --Sin embargo, tampoco podemos catalogarte como una persona mundana. La miro sin comprender. ?Eso era bueno? Madre siempre decia que habia que tener cuidado con la soberbia, sobre todo las mujeres. --Eres una persona que jamas llego a desarrollar un talento maravilloso destinado a inspirar a las generaciones venideras. En tu caso, deberias haber sido una virtuosa de la musica --explico la mujer--. Aunque se les dieron diferentes senales a tus padres, estos no solo las ignoraron, sino que actuaron con miedo. ?Lo recuerdas? Thelma nego, no recordaba ningun caso en concreto y su familia siempre habia temido al mundo. El pastor y su mujer veian al maligno en cada esquina, incluso en su simiente. Casi podia escuchar a su madre llamandola perezosa porque estaba a punto de quedarse dormida, para luego citar algunos pasajes de la Biblia y golpearla para asegurarse de que escuchaba. --Asi que tenemos dos opciones: puedes ir a descansar en el paraiso de la religion de la que provienes --comento-- o convertirte en un espiritu y musa. --?Espiritu? ?Me convertire en un ser malvado? --pregunto y eso le disgusto porque no deseaba causar dano a nadie. --No, no, no. Volveras al mundo terrenal con tus recuerdos y moralidad, no vas a volverte malvada tras la muerte, solo faltaba. -- La calmo y ayudo Safo --. Se te mandara a un edificio sensible por concentrar a musicos y deberas inspirarlos para que sigan sus caminos, tanto para desarrollar su potencial, como su bondad y felicidad. Ya sea presentandote ante ellos o en sus pensamientos con las tecnicas que consideres oportunas. --?Que considere oportunas? --Exacto, eres tu quien escoge la forma y a quien dar tus dones y tu ayuda. Eso sonaba mucho mejor, sin duda alguna. Bostezo. No sabia si deseaba volver a la vida tras la suya; pero tener un proposito tras la muerte, y tan noble, poco apropiado para alguien como ella... era tentador. --Cuanto mas poder vayas obteniendo, mas amplio sera tu rango de influencia y podras trabajar con otras como tu. Le explico datos sobre movilidad, poderes como espiritu y otros como musa, conocimientos y habilidades que se le concederian cuando aceptase; ademas de que despertaria sin el dolor pasado y cualquier trauma que cargase. Sonaba muy bien, pero no podia pensar. Lo que mas deseaba era descansar durante una eternidad. Le vino a la cabeza algo que decia la comadrona del pueblo: <>. Debia ser igual de cansado salir de la misma. --?Debo decidir ahora? Desearia poder descansar un poco y orar para encontrar la mejor solucion. --Con dormir sera suficiente. La oracion aqui se hace redundante --aseguro Safo--. En cuanto sientas que recuperas las fuerzas tras tu vida y te decidas a un nivel emocional, apareceras alli donde corresponde. Habria deseado preguntarle mucho mas, pero volvio a abrir la boca y la mujer la tapo con una manta pesada, mullida y tan agradable como el fuego del hogar. Cerro los ojos y se dejo descansar. Cuando los volvio a abrir, oyo un ruido muy alto y a alguien gritando. Se preocupo, ?era el infierno? Miro alrededor y se golpeo la cabeza con una lampara; siseo, ya podria haber aterrizado en otro lugar que no fuera el techo. Por suerte, eso hizo que los conocimientos vinieran a su cabeza con suavidad, como cuando la niebla se despliega por encima de la hierba y la cubre. Escucho con mas atencion e identifico que eso no era un grito infernal, sino un tipo de musica llamada heavy metal. Siguio atendiendo y en su cabeza pudo ver la partitura especialmente compleja de esa cancion. Sonrio con orgullo sobre sus nuevos conocimientos; le gustaban mucho. Aunque no estaba satisfecha con solo eso, sentia hambre de mas. Ojala pudiera encontrar la forma de anadir mas sabiduria a su cabeza. Estaba permitido y aplaudido, como su cabeza le dijo en sus recuerdos. Estaba bien que tuviera forma de consultar sus dudas mentalmente. Miro hacia abajo y reconocio que se encontraba en un cuarto de estar. Se concentro: Espana, Madrid, un edificio antiguo --por las paredes y el ladrillo que vislumbro por sus nuevos poderes--. La decoracion del cuarto de estar era mas bien clasica, pero la television era de ese ano. De pronto, sintio en su corazon la musica del mundo y lloro conmovida por su indescriptible belleza. Era otro idioma que comprendia a la perfeccion, uno que hablaba directamente al corazon y ella debia traducirlo para llevar felicidad a otras personas. Suspiro y dejo de mirar con su vista, su alma podia ver las melodias y las historias que las acompanaban: podia percibir personas ancianas con talento sin explotar, gente mas joven perdida en sus caminos y pequenos que no habian florecido. No solo humanos, sino criaturas que en vida habia considerado perversas y las habria temido. Suspiro, aliviada de poder aprender de nuevo y mejor de aquel mundo que, de pronto, se le antojo inmenso aunque estuviera limitado a varias casas. Podria descubrir de primera mano la evolucion de las sociedades, los nuevos inventos... Conocer. Conocer sin que nadie decidiera que debia ser quemada. Iba a dar las gracias a Dios, cuando de pronto alguien empezo a golpearla con fuerza con una escoba por el costado. La musica habia cesado, la del mundo y la de la casa. --!Lo que me faltaba, un fantasma malvado para encantar el piso! --exclamo una anciana de voz rasposa sin dejar de atizarla. --!No soy malvada! --Nina, no mientas, seguro que te ha mandado la del tercero. Voy a quejarme de ella en la junta de vecinos del viernes, !su, su, su... fantasma! --insistio--. !Vete antes de que te exorcice y te duela mas!

  • La astronauta de S.k. Vaughn

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    La astronauta May Knox flota en el espacio, va a la deriva. Solo una persona puede salvarla: el hombre al que rompio el corazon. Pero esta a un millon de kilometros.

  • Peregrinos en la Ciudad de Issa Chelsrodt

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    Tras las puertas de otra dimension, en la ciudad de New York se cruzaron dos almas divagantes por sus frias calles a la espera que un soplo de vida los regresase a la tierra que les fue robada. Robert Dylan Evans y Emily McAdams viajaran por los sitios en los que cualquier terrestre caminaria, entre chanzas y dramas, irreverencias y formalidades, musicalidad y lamentos, se uniran para enfrentar la soledad de estar al borde de la muerte; descubriran asi habilidades del mas alla y conoceran lo inhospito que puede llegar a ser la vida, y quiza encontraran un lazo mas fuerte entre los dos, si es que la senora vida decide darles una nueva oportunidad en retornar al mundo tangible, y asi cumplir juntos todo lo que se plantearon forjar mientras sus horas de vida se quedaban en un hospital, esperando por su despertar.

  • Seduceme, idiota de Meghan Reed

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    Una divertida y loca comedia romantica que cambiara vuestro aburrido dia.

  • Fuera de combate de Anna Garcia

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    Kai O’Sullivan ha demostrado sobradamente que es mucho mas que el hermano mayor de Connor. Es arrogante, aprovechado, caradura, descarado, apasionado, cabezota y mujeriego… Pero acaba enamorado perdidamente de Sarah.
    ?Os quedasteis con ganas de saber algo mas sobre uno de los secundarios de lujo de la historia “Esta sonando nuestra cancion”? ?Os apetece saber como acabo el cazador cazado? ?Quereis saber algo mas acerca de su infancia? ?Conocer a su primer amor? ?Saber quien le rompio el corazon por primera vez?

  • Mi mejor medicina de T. Rubio

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    Adam y Alice eran unos ninos cuando se conocieron en la habitacion de un hospital. Alice abandono el hospital y nunca mas recibio noticias de Adam. Diez anos despues, al tener que volver de nuevo al hospital, Alice, descubre algo que la deja impactada. A los pocos dias recibe una misteriosa llamada de alguien que dice ser Adam, sin dar explicaciones de donde ha estado todo este tiempo…

  • Pelea de gallos de Maria Fernanda Ampuero

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    Pelea de gallos narra desde diferentes voces el hogar, ese espacio que construye -o destruye- a las personas, aborda los vinculos familiares y sus codigos secretos, las relaciones de poder, el afecto, los silencios, la solidaridad, el abuso… Es decir, todos los horrores y maravillas que se encierran entre las cuatro paredes de una casa: el espanto y la gloria de nuestras vidas cotidianas.

  • La casa de hojas de Mark Z. Danielewski

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    Will Navidson, un famoso fotoperiodista premiado con el Pulitzer, se traslada con su familia a una casa en el entorno rural de Virginia en un intento de salvar su matrimonio, seriamente perjudicado por sus viajes continuos y su adiccion al trabajo. Ademas de Navidson, la familia esta compuesta por la hermosa ex-modelo Karen Green y los dos hijos pequenos de ambos. Muy pronto, Will descubre que la casa presenta una anomalia arquitectonica singular: su espacio interior es ligeramente mas grande que el que deberia ocupar segun sus dimensiones exteriores. Este es el arranque de El expediente Navidson, un fascinante documento que narra los sucesos acaecidos en la casa de Ash Tree Lane, es decir La casa de hojas. Will Navidson tratara de averiguar que secreto esconde La casa de hojas, al mismo tiempo que procurara poner a salvo a su familia. Un viaje para el que recabara la ayuda de todos los medios a su alcance, incluida la de su hermano gemelo Tom, un profesor universitario y hasta toda una expedicion de espeleologos. Mientras Will y sus seres queridos se enfrentan a los peligros de esa casa encantada, un joven tatuador de Los Angeles, el carismatico y tierno Johnny Truant, malvive y quema las noches a una velocidad vertiginosa de la mano de su inseparable escudero, Lude. Las historias de Truant y Navidson se entrelazaran gracias a un hallazgo que cambiara la vida de todos los personajes inolvidables que atraviesan esta monumental novela.

  • El Vientre de Alquiler del Multimillonario Irlandes de Ciara Cole

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    Era el mayor paso que habia dado Logan en sus treinta y pocos anos de vida. Por lo que no era de extranar que, a pesar de toda la investigacion que requeria, adoptara un enfoque bastante practico. No queria dejar ningun cabo suelto en todo lo relacionado con su decision de convertirse en padre. Cientos de mujeres habian contestado al anuncio y, despues de varias semanas de criba, su equipo habia elaborado una lista de las 10 mejores candidatas. Todas las mujeres tenian sus encantos y sus virtudes. Sin embargo, para Logan, la mayoria de ellas parecian hermosas munecas de plastico a tamano real - rubias o morenas, de largas piernas y, algunas, atributos quirurgicamente realzados. Pero una destacaba de una forma que Logan no sabia definir. ?Tendria que ver con lo sana que parecia su aura? Se acaricio el labio superior mientras observaba las fotos y los videos de la candidata llamada Cara. Era una de mujeres que habian llegado al top ten. Y la unica de aspecto natural, sin maquillaje, aires refinados ni ostentosos ropajes. No parecia que le preocupara mucho ser sofisticada. Tenia la piel bronceada, ojos castanos y hoyuelos. Era perfecta. *** Dos semanas antes de aquello, Cara estaba en un cafe mirando el tablon de anuncios. La noche anterior habia dormido en el autobus, preocupada por cuanto le iba a durar el dinero. Necesitaba trabajo y un sitio para dormir – poco se imaginaba lo facil que se lo iba a poner el destino. Uno de los anuncios capto su interes: Se busca aspirante a actriz. Edad 25-28 anos, sana, que no consuma drogas ni alcohol. Dispuesta a hacer escenas peligrosas. Que pueda comprometerse a una produccion de un ano de duracion. Discrecion absoluta. Enviar email para recibir instrucciones. Cara no sabia nada sobre actuar. Su principal talento era la pintura, y llevaba consigo unos cuantos cuadros que esperaba vender, pero sin un lugar en el que trabajar, no podria producir mas. Por eso necesitaba saber mas sobre aquel enigmatico anuncio; era su unica esperanza. Aquel mismo dia respondio y fue invitada a una mansion que parecia sacada de una pelicula. Era alucinante. Cara perdio la cuenta de las mujeres que entraron mientras esperaba en un enorme vestibulo. Habia camaras por todas partes, y la gente que parecia estar a cargo iba vestida con un maximo de elegancia corporativa. Cara observo a las otras candidatas, pero ninguna parecia interesada en hablar con ella – tal vez porque tenia pinta de vagabunda y ellas parecian recien salidas de una sesion fotografica. Habia estado huyendo durante el ultimo mes, por lo que apenas se habia preocupado de su apariencia. Pero deseaba poder contar al menos con el beneficio de un brillo de labios o incluso un poco de talco. Cara suspiro y se encogio de hombros. No tenia expectativa alguna, pero se sintio animada observando toda aquella actividad a su alrededor. ?Seria algun tipo de reality show? La impresionante casa, las camaras y los ocupados asistentes pululando por todas partes – y, por supuesto, las hermosas mujeres que esperaban su turno. Cara habia visto bastante television como para poder alimentar su imaginacion, y se pregunto si seria uno de esos programas cursis en los que un famoso buscaba novia. Sofoco una risa ante aquella idea. Si, claro. En ese caso ya se podia ir marchando porque nadie la iba a elegir para algo asi. Pero quizas estaba de suerte. Cuando llego, le habian pedido que rellenara un formulario, y pronto escucho su nombre. Cuando, cinco minutos mas tarde, salio, lucia una enorme sonrisa en el rostro. !La habian elegido! Bueno, habia sido preseleccionada. Y en aquellos momentos, una sonriente azafata la acompanaba a lo que iba a ser su habitacion. -La prueba de seleccion es continua, por lo que necesitamos que este aqui durante los proximos dias, para hacer ensayos y otras comprobaciones – explico la simpatica ayudante, que se presento como Jessie. Jessie acompano a Cara al ascensor y subieron al tercer piso. -Se alojara en este piso con las otras veinticuatro candidatas. Va a compartir la habitacion con otras dos mujeres, ?tiene algun inconveniente? Cara parpadeo. -Oh, no, ninguno. ?Ha dicho que me alojare aqui durante los proximos dias? -Puede que hasta una semana, con todos los gastos pagados, por supuesto- anadio Jessie, sonriendo. Cara tuvo que sofocar un grito. Aquello tenia que ser un sueno; se pellizco para asegurarse. Ay. No, no estaba sonando. Solo tenia que averiguar de que iba todo aquello y hasta donde estaba dispuesta a llegar. Trato de preguntar tentativamente a Jessie por todo aquel misterio. -No se preocupe, si llega al final, se le proporcionaran todos los detalles. Hasta entonces, la mayor parte de la informacion se mantendra en secreto para garantizar una mayor privacidad. Espero que lo entienda. Sonaba un poco raro, pero no estaba en condiciones de ser quisquillosa. Y, sin embargo, ni en sus suenos mas salvajes se habria imaginado en lo que se acababa de meter. En dos semanas, no solo formaria parte del top ten, sino que llegaria a ser la elegida de entre todas aquellas preciosas y atractivas mujeres. ?Quien lo hubiera pensado? Aun no podia creer que no se tratara de una broma, ni siquiera cuando volo en primera clase para conocer a su jefe. Una limusina le esperaba en el aeropuerto y, cuando llegaron a una inmaculada finca bordeada de arboles y cesped con una preciosa mansion en medio, estaba completamente alucinada. Vaya, otra mansion. Que bonito. Necesitaba un lugar seguro para que no la encontrara el chiflado de su ex novio, y no podia haber escogido un sitio mejor, penso. Pero, ?como podia saberse segura si aun no sabia lo que le esperaba? No sabia por que habia sido elegida. Habia visto el tipo de mujeres que se presentaron para el mismo puesto, y ella no podia competir con ninguna. Entonces, ?por que estaba alli? ?Por que ella? Pronto tendria la oportunidad de formular esa misma pregunta al hombre responsable de todo aquello, cuando lo viera cara a cara unos minutos despues de su llegada. La condujeron a una oficina tipo biblioteca senorial. Detras de un enorme escritorio se encontraba una figura que se puso en pie cuando ella entro acompanada de un silencioso secretario. Para entonces, Cara se sentia muy lejos de estar tranquila, pero al mirar al hombre que tenia enfrente, olvido sus nervios. Parpadeo varias veces para asegurarse de lo que estaba viendo. Guau. ?Quien demonios era aquel hombre? Era guapisimo. De aproximadamente un metro ochenta, hombros anchos y un cuerpo compacto que quedaba muy bien enfundado en su impecable traje a medida. Ojos verdes, cabello castano claro, y una atractiva barba que decoraba su admirable menton. Parecia una estrella de cine, con un toque rustico en los pomulos y barbilla. Sus labios, sin embargo, solo podian calificarse de exuberantes. Cara se quedo mirando y sintio los primeros indicios de atraccion fisica desde hacia un par de anos. Ni siquiera la reciente historia con su ex le habia provocado tantas mariposas en el estomago. El se presento y le pregunto si estaba lista para escuchar su proposicion. Cara penso que no le importaba escuchar cualquier cosa que saliese de aquella sensual boca, y menos con aquel seductor acento irlandes. Le pillo por sorpresa, pero solo se sumo al misterio que constituia aquel hombre. Quien era y que hacia alli en aquella apartada mansion. Y que demonios queria con alguien como ella. -Bueno, veamos de que se trata- dijo despreocupadamente, acomodandose en la silla mas cercana. -Me puedes llamar Logan. Ella asintio. -De acuerdo, Logan. -?Que truco hay? Se que no tiene nada que ver con el cine. No he hecho ninguna prueba de actuacion, pero me han sometido a todo tipo de examenes medicos y me han preguntado por mis antecedentes. ?De que se trata? Teniendo en cuenta que aun no he firmado nada... El dejo que continuara con su chachara y, cuando estuvo seguro de que se habia quedado sin cuerda y le dejaria hablar, hizo una pausa para crear efecto. Y a continuacion dijo: -Necesito un vientre de alquiler para que tenga a mi hijo. *** Era lo ultimo que esperaba Cara. -Sabes lo que es un vientre de alquiler, ?verdad?- pregunto Logan cuando ella lo miro con la boca abierta. -Claro que si- respondio, intentando recuperarse del shock. Volvia a estar nerviosa y comenzo a agitarse en su asiento. No podia creer que hubiese viajado tan lejos para aquella broma. -Si se trata de eso, creo que ambos hemos malgastando el tiempo- dijo Cara con tanta tranquilidad como pudo, deseando salir corriendo de aquella estancia y de la casa. !Tenia que estar loco! Poseia un aire tosco, como una especie de Jason Statham pero mas joven y sexy, aunque si debia ser sincera, no parecia que estuviera loco. -?Por que no me dejas explicartelo todo y luego decides?- pregunto Logan, sentandose en un elegante sillon a la izquierda de Cara. Ella se estremecio, apreto los punos y relajo las rodillas, obligandose a actuar de forma razonable. Forzando una risa, dijo: -Estoy tratando de decidir si realmente tengo curiosidad para oirlo. -Entonces, permiteme que despierte tu interes: un ano, dos millones de dolares, tres reglas. Cara se quedo prendada de su acento y de la forma en que sus palabras consiguieron despertar su curiosidad. -Te escucho- anadio, con un nudo en la garganta. -Durante un ano, viviras en mi casa, con todos los gastos pagados mas una prestacion hasta que nazca el bebe. Al final de ese ano, recibiras dos millones de dolares. A cambio de todo eso, deberas acatar tres estipulaciones: abstenerte de alcohol y drogas, someterte a una adecuada atencion medica y personal durante todo el embarazo, y mantener el acuerdo en absoluta confidencialidad, sin excepciones. Cara lo miraba fijamente y sin pestanear, pero el no parecia sentirse molesto por aquel escrutinio, ni por su siguiente pregunta. -?Hay alguna razon especial por la que deseas hacer esto? y ?por que me has elegido a mi? -?Por que lo hago?- Una pequena sonrisa aparecio en sus labios – por primera vez. -Porque me gusta tener el control. Cara se lo habia imaginado. Aquel hombre transmitia un aire de seguridad y daba la sensacion de estar acostumbrado a salirse con la suya. Pero se abstuvo de hacer ningun comentario. -Estoy en una etapa de mi vida en la que quiero planear mi futuro, y eso incluye un heredero. Nunca he mantenido una relacion romantica a largo plazo y, en cuanto al matrimonio, digamos que no soy fan de esa institucion. Me resulta dificil relacionarme con mujeres en general, y he decidido que un vientre de alquiler se ajusta perfectamente a mis necesidades. Se levanto de forma subita y sus ropajes parecieron moverse con el, como si estuviesen fusionados a su fortaleza. Se paseo por el elegante suelo de madera sin apartar ni un momento los ojos de Cara

  • Jonas, el marido que no podia volver a desposarse de Veronica Mengual

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    Jonas Maximilian Lacrose se habia levantado satisfecho esta manana. Hoy cumplia cuarenta anos y el dia estaba a su gusto. Ni demasiado caluroso, ni demasiado frio, con una brisa que permitia a los arboles mover sus ramas sin alterar el paisaje que contemplaba por la gran cristalera del comedor sentado al frente de la gran mesa de madera maciza. Miro su reloj para ver que efectivamente iban a dar las nueve de la manana. Faltaba un minuto exacto para que se terminase el plazo que tenia su hija Loren para presentarse a desayunar. Las normas estaban para cumplirlas y el, el duque de Mildre, y su familia estaban obligados por nacimiento a ser los mas respetables y un modelo de rectitud. Habian pasado cinco anos desde que su esposa lo abandono dejandole con sus dos hijos. Una nota fue lo que encontro en la habitacion de ella cuando tras tres dias de no presentarse a comer ni a cenar se intereso por su localizacion. Habia sido un matrimonio de conveniencia desavenido. Ella no lo satisfacia a el y el tampoco a ella. Se largo con algun hombre, de eso Jonas estaba seguro. Pero le daba exactamente igual, habia dejado a sus hijos, lo malo era que el duque no tenia ni idea de como criarlos o que hacer con ellos. Con su heredero, Gabriel, conde de Malzard, la cosa fue facil porque lo envio al mejor internado que el buen dinero pudo pagar. Lo veia en vacaciones y evaluaba satisfecho los progresos de su heredero. El problema era lady Loren Lacrose. Su hija, que fue traida al mundo con el unico fin de asegurar el titulo con un nuevo reemplazo, resulto ser inutil para el cometido que se le habia asignado antes de nacer. Lady Loren era una nina que jamas habia contrariado a su padre. Si el decia salta, la pequena preguntaba ?a que altura padre? No era a causa de que su progenitor fuese un duque, al que todos mostraban respeto y temor porque en la escala social estaba en la cuspide, no. Loren, al igual que el resto de quienes eran participes de la vida de Jonas, sabia, tanto como lo sabia el mismo, que era un hombre que estaba en posesion de la verdad y su palabra era la ley. El pedia; el resto sabia que era lo correcto hacer su voluntad. Desde la cuna habia intentado que sus vastagos comprendiesen que su titulo debia ser respetado y que sus actos eran el reflejo de la esencia de su familia. Ni los mocos se habian sonado ambos hijos en presencia del criado mas humilde, cuando ya no les tocaba a otros limpiarlos. Su refinamiento, su educacion, sus maneras eran dignas de la realeza. Nadie diria que Loren no era hija de un rey y que su hijo no pareceria un principe. Ademas, desde que Megan, su esposa, se marcho por problemas de salud --segun la version oficial porque nadie sabia que lo habia abandonado y el no iba a armar un escandalo--, era importante hacer desaparecer de su hija ciertos comportamientos que le recordaban a aquella perdida. Loren se convertiria en una gran duquesa como minimo, y en su mano estaba erradicar los comportamientos inapropiados que podian aflorar por el mero hecho de ser hija de Megan. La senorita Miles, la institutriz que habia decidido que se haria cargo de su hija de nueve anos fue una de las veinticinco aspirantes al puesto. La mujer tenia unas referencias excelentes, las mejores de todas las candidatas a las que habia tenido intencion de entrevistar. En su decision de asalariarla no habia influido que la senorita Miles fuese bonita y todo lo contrario a lo que representaba la madre de sus dos hijos, dado que era morena, alta, algo entrada en carnes y con los ojos casi negros. Eso fue un plus anadido que era mas que bien recibido. Cierto que anulo las diez citas que tenia concertadas con el resto de posibles empleadas tras verla, pero eso fue porque, si ella presentaba las mejores referencias, y el era un hombre que se consideraba practico, habria sido un desperdicio seguir buscando cuando ya tenia a la mejor. Ademas que tener que tratar con la senorita Miles era un suplicio. Si le preguntasen diria que ella no le gustaba... cosa que tampoco le impedia llamarla para consultarle cualquier cosa sobre la educacion de su hija, por minucia que fuese y a cualquier hora del dia o la noche. Loren necesitaba mucha mano dura. Mildre se vanagloriaba de ser un buen padre, un excelente padre, el mejor que hubiese en el mundo. Se vigilaba bien lo que la joven debia o no comer para estar saludable y mantener una figura acorde con la moda. El duque tambien esperaba de Loren que fuese alta, por lo que habia dado instrucciones para que cada manana ella permaneciera durante diez minutos delante de la puerta donde era medida estirando la cabeza a fin de alcanzar una medida justa que no la hiciera ni tan alta como la senorita Miles, ni tan baja como lo era su madre. Estos ejercicios finalizarian cuando su excelencia asi lo dispusiera, ni antes ni despues. No unicamente se ocupaba y supervisaba todo lo concerniente a lady Loren, sino que habia dispuesto una dote mas que suculenta que habia sido prevista en el mayor de los secretismos, porque el duque de Mildre no estaba dispuesto a atraer la atencion de los cazafortunas. --Buenos dias, excelencia. --La nina hizo una perfecta reverencia que fue juzgada por el padre como de mejorable. --Hija mia, ?has realizado los ejercicios de esta manana? --He comenzado con los estiramientos de cuello como cada dia, luego he aclarado la voz con zumo de limon como recomendo la senorita Mails. --Muy bien. ?Que mas? --Me han cepillado el pelo las cien veces que la institutriz ordeno. --Estupendo. ?Y...? --la animo a seguir. --Me he puesto el unguento para evitar la aparicion de mas pecas, y ahora, tras el desayuno comenzare con las pautas para que el tono de mi voz sea ni muy agudo ni muy grave. --Entonces desayuna rapido, hija, porque la lista de tareas de hoy es larga. --El hombre se habia esmerado mucho en conseguir traer al campo al mejor escritor para que su pequena tuviese una caligrafia exquisita, al mas valorado instructor de baile y canto para seguir dotandola de gracia artistica. --?Puedo probar hoy un bollito, padre? --?Que marca el menu que confecciono el galeno que vino a determinar sobre tu futura figura? --Gachas --explico con repugnancia pero sin dar a entender su disgusto, porque su padre no consentia que nada fuese salido de todo. La voz debia tener el volumen exacto para no trasmitir ni felicidad ni congoja. Los sentimientos estaban sobrevalorados y desde que su madre se marcho, Loren no sabia muy bien donde, dejandolos a ella, a su hermano mayor y a su progenitor, las muestras de afecto habian sido anuladas. --Entonces no debes. --Por supuesto. --La nina miro el bollito y salivo mas de lo debido en su boca, y pese a que el duque no podia advertir la cantidad de saliva que se estaba formando en el interior de la cavidad, Loren temio que el lo adivinase y la reprendiera por ser excesiva. Se apresuro a tragarla por si el se daba cuenta. --Loren, dispones de cinco minutos para que comience la clase pintura. Te aconsejo que no te demores. La puntualidad es indispensable para una persona bien educada y de tu posicion. --Si, padre. --La pequena comenzo a llevar la cuchara de sus gachas algo mas ligera hacia su boca. --Ah, ah, ah. No lo estas haciendo bien. --Lo siento, padre. --Coge la cuchara asi, como yo. --Puso los dedos que eran los correctos para sostenerla a fin de ilustrar a su hija. Ella lo imito. --Muy bien. Ahora come, pero no lo hagas ni muy despacio ni muy rapido. Hazlo correctamente como la hija de un duque, lady Loren. --?Mama lo hacia correctamente, padre? --Mal Loren, muy mal. --Ademas de que hacia el mismo ruido que su madre al tragar, ella sabia que estaba prohibido hablar de ese tema. Su hija no estaba centrada. Deberia hablar con la institutriz de nuevo. Esa manana, a las siete, nada mas levantarse y sin cambiarse, habia solicitado al personal que le advirtieran a la senorita Miles que deseaba hablarle por un asunto urgente. Habia visto toser a su hija la noche anterior y el modo en el que lo habia hecho no era correcto, y tras la cena olvido por completo solicitar una reunion con la senorita Miles y este era un tema fundamental que tratar con ella. Mas importante incluso que revisar el contrato sobre sus inversiones en un proyecto industrial que habia decidido llevar a cabo con el duque de Trade. A las ocho se presento la mujer ante el y acordaron que la tos y estornudos de lady Loren serian mejorados a la mayor brevedad posible. Esa mujer, que no le gustaba demasiado porque... bien no sabia el motivo de este hecho, pero al menos ella parecia entender completamente la gravedad de todo lo que el exponia. Sonrio satisfecho al pensar que habia realizado la mejor eleccion en cuanto a una institutriz se referia porque la institutriz era eficiente. Su hija seria la mejor de las futuras duquesas. Jonas no dudaba ni por instante de que asi sucediese. --Lo siento de nuevo. --Bien. Suelta la chuchara, milady. Es hora de comenzar con tus deberes. --Que tenga un buen dia, padre. --Mildre evaluo la frase, era correcta en cuanto a su entonacion, diccion y oportunidad. --Lo mismo digo, milady. La nina se levanto de su silla y repitio una nueva reverencia antes de salir de la habitacion. --No lo estas haciendo bien. Esa reverencia no es excelente. Volvere a hablar con tu institutriz --dijo molesto. Esperaba no tener que hacer llamar a la institutriz tan pronto, pero esto ya era demasiado grave como para dejarlo correr. Era de vital importancia entrevistarse con la senorita Miles para... para... tratar con ella sobre su hija, por supuesto. Asi que ordeno al servicio que la mujer se personase ante el de inmediato. --Buenos dias, excelencia. --Senorita Miles, ?ha desayunado? --Si, milord.

  • Zona prohibida de Clare Connelly

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  • Varron de Amasilys Palencia Ruiz

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    Puedes leer este libro entero en una sentada, preparate para una intensa experiencia…

  • Caliban (Infierno 1) de Aurora Reglero

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    Caminaba en silencio por las largas dependencias de su pequeno reino. Alli era el rey, el amo del mas selecto club de fantasias sexuales e intercambio de parejas del pais. Un club con socios que pagaban una altisima cuota con el fin de controlar lo que alli sucedia, pero donde todo podia suceder en materia sexual. Pero eso si, bajo sus reglas, porque el nunca hubiera permitido que en su reino alguien rompiera sus normas. Era un sitio de calidad, donde los seres humanos que traspasaban sus lindes cumplian a rajatabla cada una de esas reglas. Sobre todo, la de la libertad. Nadie era coaccionado a hacer nada que no quisiera. Y nadie entraba a la fuerza o sobornado de alguna manera. Y precisamente, alli estaba, cabreado hasta la medula, porque ahora le tocaba lidiar con un tocapelotas que habia roto una de sus normas: intentar forzar a una de las camareras. Y encima era uno de los porteros del local. Habia mananas que simplemente le tocaban las pelotas, y esta era una. Todos sabian que las chicas no se tocaban, si ellas no querian que las tocasen. Todas eras espectacularmente bellas, todas de al menos metro setenta y largas y estilizadas piernas. Todas tenian un tipo estupendo, pues iban vestidas con corpino, ligueros y medias de rejilla. Ese era el uniforme del local para las camareras y las chicas que atendian las necesidades de los clientes. Pero no las sexuales. Porque en aquel club la mayoria de los que entraban lo hacian con alguna pareja, ocasional o fija, o senoritas que eran socias y querian un sexo libre y sin complicaciones. Y por eso las trabajadoras no se tocaban. Nunca. A no ser que ellas quisieran. Todas tenian largas melenas leoninas, cada una de un color diferente. Las habia morenas, rubias, pelirrojas e incluso una tenia el pelo de color rosa chicle. Habia una oriental y una mulata brasilena espectacular. Y todas tenian generosas curvas y pecho exuberante. Porque era lo que a el le gustaba. Las mujeres voluptuosas de generosas proporciones. Nunca le habian gustado delgadas, aunque en su cama habia habido mujeres de todas las clases. Tantas que ya habia perdido la cuenta. Cuando habia atravesado las puertas de "El Purgatorio", el nombre de su reino ya sabia lo que habia sucedido pues por algo tenia ciertos poderes que iban intrinsecos a su rango. No, el no era un hombre como todos los demas. El era un demonio de un alto rango. Y aunque a ojos de la humanidad tenia que adoptar una forma humana normalizada, en privado tenia otros atributos tipicos de un demonio de su estirpe. Porque el, Caliban el Grande, o Caliban Insignu, Caliban el Distinguido, era un demonio del fuego y la batalla, con cinco legiones de demonios a su cargo, y se habia distinguido siempre, desde tiempos ancestrales en multitud de batallas contra el bien. Hasta que se canso, hacia ya unos anos, y se gano a pulso su relativa libertad para hacer lo que le diera la gana. Un retiro al mundo de los humanos en forma de empresario de un club de sexo pervertido, lascivo y divertido. Pero libre. Una cosa era la seduccion siempre divertida, intentar llevar a alguien al lado oscuro del pecado y del placer, y otra cosa era forzar. Eso no podia soportarlo. Tenia muchos anos, era demasiado viejo para consentir ciertas cosas. No en su reino. Siguio caminando por las largas dependencias, cada vez con mas cabreo, hacia su despacho, vestido con unos vaqueros que le quedaban ajustados, mostrando un perfecto trasero y una camisa de seda negra semi abrochada que mostraba un pecho bien torneado, sublime. Tenia la piel color canela, de una tonalidad algo mas fuerte que la media. Y era alto, un metro noventa y cinco de pura fibra y musculos bien definidos. Una larga melena que siempre recogia en una coleta, un mono e incluso dos trenzas que no le restaban ni un apice de virilidad, y una barba de tres o cuatro dias que le quedaba perfecta en aquel rostro bello, varonil y anguloso. Y unos ojos del color del ambar, que cuando se excitaba o enfadaba podian llegar a parecer amarillos brillantes. Como ahora. Hoy se habia cogido dos trenzas, y las dos, del color del chocolate caliente reposaban sobre sus hombros, dispuestas como el, para la batalla. Pero esta batalla seria muy facil de ganar. Entro en su despacho, una habitacion amplia con un sofa cama, aunque rara vez se quedaba alli a dormir, pues en el propio local tenia su habitacion privada, exclusivamente para el, un armario con algo de ropa, una amplia mesa con sillas ergonomicas y un ordenador, asi como material de oficina. Tambien un mueble bar con botellas y vasos. Su refugio. Cuando entro Saura estaba alli. Su amiga, su companera en miles de batallas durante mas de dos mil anos, su mano derecha, la sucubo a la que confiaria toda su vida, todo cuanto el era, la unica que le habia seguido como habia hecho siempre cuando el habia decidido marcharse, abandonar el averno para empezar una nueva aventura, la unica que logicamente conocia su verdadera condicion. Nadie mas sabia quienes eran ellos. Lo unico que veian era una pareja muy atractiva y exotica. Ella era muy bonita, con una piel color avellana y unos grandes ojos color violeta. Era alta, no tanto como el, pero mucho mas que la media, y sus formas bien definidas. Cuando le vio entrar ya sabia que venia encendido. Le conocia bien para adivinar sus emociones, y la de hoy era caliente, muy caliente. --Buenos dias --le dijo Saura. --Hola. Y se sento en su despacho, mirando a la sucubo con atencion. Ella enseguida supo que le estaba dando margen para que le contara como se habian desarrollado los hechos. --Se excedio, esta claro. Entro cuando estaban recogiendo todo al final de la noche. Pillo a Laura en los vestuarios, cuando se estaba cambiando de ropa para marcharse. Ella tuvo la mala suerte de estar sola, siempre es la ultima que termina...y la intento forzar. Los gritos alertaron a Saul y a mi, que nos dirigimos hacia los vestuarios. Cuando llegamos el estaba encima de ella en el suelo, intentando besarla. Laura tenia la blusa desgarrada y un golpe en un ojo. Le habia dado un punetazo para que se callara. Le apartamos enseguida de ella y le encerramos en la mazmorra. A ella intentamos calmarla y llamamos a nuestro medico de confianza para que le inyectara un calmante. Le habia dado una crisis de ansiedad. Saul la llevo a casa y la cuido Jennifer, ya sabes que la camarera y ella comparten piso. A Laura le he dicho que se tome unos dias libres, los que necesite, que no se le van a descontar del sueldo, y que ya nos encargabamos de el. No ha preguntado como. Eso es todo a grandes rasgos. Saura espero a que el hablase, pero parecia sumido en sus propios pensamientos. Pasaron unos largos segundos que a ella se le habian hecho eternos. Parecia una estatua de sal, fija la mirada en algun lugar lejano. Ella sabia que se estaba intentando controlar. --Ha roto las reglas. --dijo al fin. --Y debe pagar por ello --concluyo Saura. --?Donde esta esa rata? ?En la mazmorra? --Si. --Pues vamos. Se levanto con la agilidad de un felino y camino hasta las escaleras que le llevaban a su particular inframundo, seguido de cerca por la sucubo. Descendieron hasta el pasillo donde estaban las mazmorras, lugar que utilizaban para algunos clientes exigentes que necesitaban un espacio que reprodujese las antiguas carceles medievales. Cuando abrieron con su llave la puerta se encontraron con el individuo hecho un ovillo sobre si mismo, atado a una columna de pies y manos. Ya no quedaba nada de la soberbia de antano en el. Ahora parecia mas bien un animal acorralado y temeroso que sabia lo que le esperaba. --Yo...lo siento, Caliban. No queria... --No hables --y le dijo estas dos palabras con tal determinacion en la voz que el deshecho se callo inmediatamente--. No se te ocurra hablar al menos de que yo te lo exija. Tu ya no puedes decir nada. El deshecho se echo a llorar y a Caliban aquello le parecio la gota que colmo el vaso. No soportaba la cobardia, era superior a sus fuerzas. --!Ten al menos un poco de dignidad! --grito atronando las cuatro paredes con su profunda y grave voz. --Levantate --le exigio ahora Saura. Se levanto a duras penas y los miro con mirada suplicante. --?Tienes una ligera idea de lo que te va a pasar? --Le pregunto poniendose mas cerca de el. --No. Yo... --!Silencio! No lo repetire mas... En un momento vas a freirte como una sardina y despues te enviare con mi padre, donde arderas por toda la eternidad. ?Que te parece el plan? El individuo se le quedo mirando sin entender muy bien, pero entonces tanto Saura como Caliban abandonaron su forma humana y los dos mostraron sus verdaderos atributos. Crecieron sus musculos y sus estaturas y unos cuernos en forma de espiral como los de los machos cabrios les asomaron por las sienes retorciendose hacia abajo. Una larga cola terminada en una uve les asomo chasqueando el aire, como un perfecto latigo. Su piel adquirio una tonalidad mas cercana al granate y antiguos y extranos tatuajes les recorrio todo el cuerpo. La ropa quedo hecha jirones a sus pies. El deshecho se meo en sus pantalones. --Ahora si... ?tienes algo que decir? --Pregunto Caliban. Pero el deshecho no podia hablar. Se habia quedado en shock.

  • Ensename a dibujar sonrisas de Cherry Chic

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    A veces una sonrisa puede con todo.
    A veces, no.
    A veces el amor puede con todo.
    A veces, no.
    A veces a nuestras vidas llegan personas con el unico proposito de ensenarnos algo.
    A veces aprendemos.
    A veces, no.
    Esta es la historia de dos personas que intentan adaptarse a la vida que les ha tocado y, en el camino, se cruzan.
    Esta es la historia de una chica que sonrie por inercia y un chico que no sabe ver la vida de otra forma.
    Esta es la historia de Carmen y Gabriel, pero podria ser la historia de cualquiera que a veces sienta que se ahoga y otras que la vida es demasiado bonita.
    Podria decirte mas, pero ?por que no entras y eres testigo de primera mano de todo lo que ellos estan deseando contar?

  • El secreto de la felicidad autentica de Sharon Salzberg

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    El secreto de la felicidad autentica es un programa completo para aprender meditacion en 28 dias, que presenta desde los principios basicos relacionados con la postura, la respiracion y el programa diario de practica, hasta los temas mas complejos que tienen que ver con aquietar la mente, evitar la distraccion y alcanzar la compasion y la plena conciencia.

  • Mi divan de A.r. Morena

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    A veces necesitamos un duro golpe para ser conscientes, de una manera psicofisica, de en lo que se esta convirtiendo nuestra vida y si de paso, ese golpe nos manda a kilometros de la mierda autocompasiva en la que nos estamos rebozando desde hace unos meses, pues mucho mejor.
    No siempre lo mejor es lo mas aparente, muy por el contrario, lo completamente opuesto suele ser lo que mas nos atrae.

  • Mariposas en tu estomago (Septima entrega) de Natalie Convers

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    No hay nadie mas experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 anos no solo es la mayor de cuatro hermanos, tambien es la companera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante a la vez que estudia muy duro para las clases. Despues de que su padre se marcharse sin ninguna explicacion cuando ella tenia solo 16 anos, aprendio una gran leccion: no te fies de ningun tipo con sonrisa arrolladora y un iman natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmatico y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer magicamente mariposas en su estomago y que irremediablemente cambiara su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.
    Una historia de amor autentico, un amor que no tiene fin, un amor de dos caras que solo es el principio. La novela New Adult que marca la diferencia

  • La piramide de fango de Andrea Camilleri

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    Profundamente afectado por la muerte del joven Francois, y mientras intenta asimilar lo que esta perdida significa para Livia y para el, Salvo Montalbano tiene que sobreponerse al cansancio y al desanimo antes de enfrentarse a un caso ligado a esa lacra que, por desgracia, tanto abunda en el mundo de hoy: la corrupcion politica en las adjudicaciones de obra publica.

  • No fue solo un beso de Maria Cuadrado Villadiego

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    Tras la muerte de su abuelo, Elizabeth una joven emprendedora se muda a la capital en busca de nuevas oportunidades. En esta nueva ciudad, conoce a un grupo de chicas y aunque todas son muy diferentes, la union y la hermandad crece entre ellas volviendose una familia; estas tratan de que Elizabeth sea un poco mas liberal y a pesar de su caracter nunca cesan en su intento.

  • Elektrika de Cristina Pujadas

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    Me gustaria decir que mi vida es de lo mas normal. Y de hecho, lo era. Fantasticamente normal, vamos. Nunca me habia quejado al respecto. Trabajaba a jornada parcial y el resto me lo pasaba entre el sofa, mis amigas y mi novio. El que seria mi exnovio en breve, cosas de la vida. Sin mas. Y con la depresion pre-ruptura a mis amigas no se les ocurrio nada mas que llevarme de fiesta.

  • El origen de los clanes (Catarsis 1) de Beatriz Curi Chercoles

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    Es una novela que se mueve entre los generos de aventura, intriga y romance, tres ingredientes fundamentales en un relato dirigido a un publico juvenil. De facil comprension de lectura, muy dinamica y divertida, y es el primer libro de una trilogia.

  • La tristeza tiene el sueno ligero de Lorenzo Marone

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  • El rescate de un rey de Edith Stewart

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    Inglaterra S. XII
    La bella Lady Aelis ha sido prometida por su padre a Sir Brian de Monfort. Sin demora debe viajar a Inglaterra cuyo rey Ricardo se encuentra retenido en Alemania.
    Hereward, hijo del noble sajon Eadric, esta mas que dispuesto conseguir la cantidad de oro necesaria para pagar el rescate del rey Ricardo, retenido en Alemania. Espera sin duda, que el prometido de Lady Aelis aporte la gran parte de la suma, pera ello no dudara en secuestrar a la joven dama.
    ?Que ocurrira cuando el baron se niegue a pagar el rescate de su prometida? ?Y cuando Lady Aelis se se cuenta de que el sajon que la ha secuestrado no es como ella esperaba?
    Sumergete de la mano de Edith Stewart en la lucha de sajones y normandos. Una historia de amor que florece entre dos personas que poco o nada tienen en comun.

  • Preston y Lisa (Hermanos Sullivan 3) de Abril Camino

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    --?Que voy a hacer sin ti, mi pequena Lisa Simpson? Lisa sonrio ante el comentario de Emily. Desde que tenian uso de razon, su mejor amiga la habia torturado con el apodo de la celebre empollona de los dibujos animados amarillos. En aquella calida tarde de primavera, sentadas en el sofa del apartamento que habian compartido durante casi siete meses, habria permitido que Emily le llamara como quisiera. Estaban celebrando una pequena fiesta de despedida. Despedida, porque hacia ya algunos dias que Emily se habia mudado a vivir con su flamante novio, Travis Sullivan. Y pequena, porque ambas se habian negado a invitar a nadie mas. Con casi una botella de vodka compartida, varias bolsas de patatas fritas de diferentes sabores a medio comer y un par de cigarrillos que Lisa guardaba para emergencias festivas, parecia que habia llegado el turno de ponerse sentimental. --?Que que vas a hacer? Follar como una loca con el chulazo de tu novio y acabar la carrera cuanto antes para darme un sobrino. Eso es lo que vas a hacer. --?No vas un poco deprisa? --?Yo? Te recuerdo que te has ido a vivir con el despues de tres semanas de relacion. --?Crees que me estoy equivocando? ?O que te estoy dejando colgada? --!No! !Claro que no! A ninguna de las dos cosas. Travis es fantastico, te va a tratar como a una reina. Y yo no creo que tarde demasiado en encontrar a otra companera de piso. --Pero tu dejaste toda tu vida en Boston para venir aqui a vivir conmigo, y ahora yo me marcho. --!Deja de torturarte, Emily, por Dios! Nos vamos a ver casi a diario. No pienso permitir que Travis Sullivan te acapare, tonta. --?De verdad no estas molesta? --Que noooo... Em, ?tu sabes lo que me alegro de que hayas encontrado a un hombre que te hace feliz? ?Es que te olvidas de todo lo que hemos pasado juntas? -- La voz de Lisa se quebro un poco. El alcohol y los recuerdos eran los claros culpables. --?Y tu que, Lis? ?Cuando vas a encontrar tu a alguien que te haga feliz? --!Aaaah, no! !Esto si que no! No voy a aguantar un sermon en tu fiesta de despedida. --Ya esta bien de tomartelo a broma, Lisa. Tienes que dejar de disfrazarte. --Emily... No quiero que nos peleemos en tu ultimo dia aqui. --Ni yo. Pero no soporto ver como te escondes del mundo. --No me escondo del mundo, Em, no me cabrees. Tengo un monton de amigos en la facultad, salgo con las chicas de vez en cuando... Hasta he socializado con los Sullivan, pese a que queria matar a dos de ellos hace menos de un mes. --Tienes que buscar ayuda, Lisa. Esto ya no tiene gracia. Mirate. Por Dios santo, !si estas buenisima! --se burlo Emily, senalando a su amiga. El aire acondicionado de su apartamento llevaba semanas estropeado, asi que habian tenido que aligerarse de ropa para celebrar aquella pequena reunion. Con un short blanco de algodon y una camiseta a juego atada bajo su pecho, el cuerpo de Lisa presentaba una version que nadie mas que Emily conocia. O, al menos, que nadie habia visto en los ultimos cinco anos. Lisa se apresuro a soltar el nudo de su camiseta, dejando que le cayera languida hasta las caderas, mientras emitia un sonoro bufido que habria asustado a cualquiera. A cualquiera menos a Emily, claro, que no solo la conocia lo suficiente como para saber que era inofensiva, sino que no cejaba jamas en su empeno de hacerla entrar en razon. --?Es que nunca vas a entender que lo ultimo que quiero en este mundo es estar buena? --Lisa, por favor. Aquello ya paso. Han pasado cinco anos, joder. --Emily... --Lisa reunio fuerzas para hablar; los nervios se le habian quedado atravesados en la garganta--. Aquello nunca pasara. || Una semana despues del traslado definitivo de Emily, Lisa se encontraba ante el tablon de anuncios de la escuela de Leyes de Columbia, tratando de hacer un hueco a su cartel. Mas le valia que apareciera alguien pronto o tendria que buscarse un trabajo para pagar la parte del alquiler de la que Emily se habia hecho cargo hasta entonces. Sus padres se habian ofrecido a aumentar el dinero mensual que le pasaban, pero Lisa preferia solucionar el problema de la companera de piso cuanto antes. Cuando empezo a recular para comprobar el efecto que producia su cartel en medio de aquella marana de anuncios, sintio que su talon se clavaba con fuerza en el pie de otra persona. --!!Ah, joder!! --chillo a su espalda una voz que le resulto conocida. Cuando se giro, se encontro cara a cara con Preston Sullivan, el hermano gemelo de Travis. --Lo siento, lo siento, lo siento --se disculpo, acalorada. Ella no era alumna de aquella universidad, pero no podia evitar morirse de verguenza tras su involuntario ataque a uno de los profesores. --?Laura? --Lisa. --?Que? --Que me llamo Lisa. --?No eres Laura, la amiga de Emily? --No. --Le sonrio--. Soy Lisa, la amiga de Emily. --Vaya. Mierda, perdona. No soy muy bueno con los nombres. --Ya veo. --Lisa senalo el pie de Preston--. ?Te he hecho dano? --No, que va. No te preocupes. --Pues gritaste como una nina. --?Eh? Ah... ya, ya. Es solo que me pillaste por sorpresa. --Vale. --?Estudias aqui? --No, estudio Informatica en la Universidad de Nueva York[1]. He venido a Columbia a colgar los carteles porque es la facultad mas cercana al piso. --?Estas buscando companero de piso? --Companera. --Ah, ya. --Si supieras de alguien interesado, ?podrias comentarselo a Emily, por favor? --!Claro! --Bueno, Peter, ya nos veremos por ahi --se despidio Lisa, guardando el resto de carteles en su maletin de cuero de forma apresurada. --Preston. --?Que? --Que me llamo Preston --respondio el con una gran sonrisa. --Lo siento. Yo tampoco soy muy buena con los nombres. --Le devolvio la sonrisa y se marcho por donde habia venido. Ya llegaba bastante tarde a la cita para comer con Emily en el restaurante de comida organica favorito de su amiga. Lisa cruzo la seccion de Broadway que atraviesa el campus de Columbia a toda la velocidad que le permitia el peso de su maletin. La parte incomoda de estudiar una carrera que le apasionaba era cargar con el portatil como un apendice mas del propio cuerpo. Echo un vistazo por el enorme ventanal del restaurante y arrugo la nariz con un poco de fastidio al divisar a Travis sentado junto a Emily. Se sintio asquerosamente egoista por un instante. Emily era su mejor amiga desde que tenia uso de razon. Habia sufrido una adolescencia horrible, postrada primero en una cama, y despues en una silla de ruedas. Habia superado todos sus complejos y miedos -algo cuya dificultad Lisa comprendia mejor que nadie- y se habia enamorado de un hombre encantador, que la trataba tan bien que ni siquiera Lisa tenia nada que objetar. Pero no podia evitar echar de menos las comidas de chicas a solas. Egoista, si, sin duda. --Perdon, perdon, perdon. Llego tardisimo, lo se. He tenido una manana de locos. --No te preocupes, nosotros acabamos de llegar --la disculpo Emily. --!Cono, Peter! --espeto Lisa en cuanto levanto la vista y se encontro de frente con el gemelo de Travis, del que se habia despedido apenas un cuarto de hora antes. --Laura... Travis y Emily se miraron con incomprension, justo antes de que a Lisa y a Preston les diera un pequeno ataque de risa. --No voy a preguntar --dijo Travis, entornando los ojos hacia su hermano. --Mejor. || Preston y Travis se pelearon por compartir la parte de los postres a la que renunciaron Lisa y Emily. Por mucho que las chicas hablaran maravillas de aquel restaurante tan moderno, los gemelos Sullivan seguian siendo unos buenos chicos del oeste que solo quedaban satisfechos despues de comer unas cuantas libras de proteina animal. Preston se repantigo lo mejor que pudo en aquella incomoda silla de diseno y analizo de arriba abajo a Lisa. No es que estuviera interesado en ella - !Dios lo librara!-, pero habia costumbres que iban ligadas al ADN de cada uno y la de repasar a cualquier mujer que se le pusiera delante era intrinseca a el. El aspecto de la amiga de Emily era terrorifico. Era bastante alta, mas que la propia Emily, pero no podria adivinarse su cuerpo ni con la vision de un superheroe, ya que siempre lo escondia tras capas y capas de ropa deportiva. Y ropa deportiva no eran, ni por asomo, tops de licra y mallas ajustadas. No. Eran chandales informes y sudaderas masculinas. Llevaba el pelo, de un color indeterminado entre el marron y el negro, mas corto que el propio Preston. No prestaba especial atencion a la depilacion, ya que siempre tenia sobre el labio superior una sombra de vello que, incomprensiblemente, parecia ser pelirrojo. Tenia los ojos claros, verde azulados, pero jamas la habia visto sin unas espantosas gafas redondas de montura metalica. Completaban el conjunto unos brackets metalicos que serian la pesadilla de cualquier adolescente y una cadena al cuello de la que colgaba una llave USB con forma de pinguino. Si todas las mujeres fueran asi, seria sencillisimo para Preston cumplir la promesa que habia hecho semanas atras a su asesor de campana de no volver a meterse en lios de faldas. Por desgracia, no lo eran, y el sabia que aquella promesa iba a ser muy dificil de cumplir. II --Una mas y me marcho, Preston. Emily va a matarme. --Por Dios santo, Trav, no seas calzonazos. Empiezas a parecerte a Parker... --No digas tonterias --rebatio Travis, como si le hubiese mentado al diablo--. ?Vas a ir a casa en las vacaciones de primavera? --No creo. Me apetece hacer una escapada a Londres para ver a mis amigos. La vuelta a Nueva York fue tan precipitada que de algunos ni siquiera pude despedirme. Ni de algunas... --Preston sonrio, al tiempo que indicaba a la camarera con un gesto de su mano que les sirviera otras dos copas y, con una sonrisa, que estaria disponible para lo que ella dispusiera. --No vas a cambiar nunca, ?no? --!Ojala! Me va a tocar cambiar dentro de poco. Mi asesor de campana me obliga a portarme bien. --Preston, ?tu estas seguro del paso que vas a dar? ?No seria mejor que siguieras dando clase y meterte en politica dentro de unos anos? --Es que el momento es ahora. Todo el partido quiere hacer una campana para modernizarse, sobre todo en la costa este. Y yo parezco la persona adecuada. Les gusta el hecho de que haya vivido en Europa, que tenga experiencia en derecho internacional, tambien una cuestion de imagen... --O sea, que te quieren por guapito --se burlo Travis. --No es eso, listo. Es por la edad, mas que nada. Quieren venderme como el futuro congresista mas joven del pais. --?Y como vas a llevar lo de portarte bien? --Pues mal. Lo que peor llevare, seguro. --Preston exhalo un suspiro resignado--. Asi que tendre que aprovechar el tiempo hasta que mi cara empiece a salir en la prensa. Travis se distrajo consultando el movil lo que a el le parecieron cinco segundos. Suficientes para que Preston invitara a sentarse con ellos a dos amigas que debian de ser, como minimo, modelos de Victoria's Secret . Cuando volvio en si de la sorpresa, la mano de una de ellas reptaba por su muslo, dejando muy claras sus intenciones. La cara de Emily se represento en su cabeza como si se hubiese hecho corporea alli mismo, lo que le hizo sonreir. Se levanto, le guino un ojo a su hermano y empezo a despedirse. --Senoritas, las dejo en buena compania. Yo tengo que irme. --!Oh! !Que pena! --dijo una de ellas, con tono tan impostado que hizo que Travis deseara estar ya en el taxi. --Mi querido hermano gemelo es un hombre emparejado. Vais a tener que conformaros conmigo. --Preston fingio un puchero. Travis puso los ojos en blanco y trato, sin exito, de contener la risa, cuando escucho aquella tecnica tan burda, incluso para Preston. --Adios, Preston. Nos vemos manana. A las ocho, ?de acuerdo? --?Manana? --Cena en Harlem. ?Recuerdas? --Pues, si no me lo llegas a recordar, ni de cona... Nos vemos alli. --Choco un puno con su hermano y, a continuacion, se dirigio a sus dos companeras de mesa--. Bueno, senoritas, ?sabeis que tengo un piso en Brooklyn con unas vistas fantasticas de la ciudad? Las risas de Travis aun se escuchaban mientras se subia al taxi camino del apartamento que compartia con Emily en Hell's Kitchen. || --Dios mio, esto esta increible, Amy --comento Lisa, con la boca medio llena. Los tres hermanos Sullivan, junto a Emily, Amy y la propia Lisa llevaban ya mas de una hora degustando las delicias de la cocina afroamericana. --?Verdad que si? El restaurante es de un amigo de mi madre. Han abierto hace poco tiempo. --?Y tu madre trabaja aqui? --pregunto Emily. --Si. Ahora que Katie vive ya con nosotros de forma casi definitiva, puede permitirse los horarios. --?Todo listo para la boda? ?No te has arrepentido aun de casarte con este imbecil? --se burlo Preston, ganandose un punetazo de Parker en el hombro. --Iremos a Arizona en las vacaciones de primavera para dejarlo todo cerrado --los informo Amy, riendose todavia de la indignacion de su novio. --Estais completamente locos. --Dejalos en paz, Preston. Que tu le tengas aversion al amor, no significa que ellos esten locos por casarse. --?Quien mas opina que hay que estar mal de la cabeza para casarse antes de los veinticinco? --pregunto Preston, medio en broma, medio en serio, al tiempo que levantaba la mano para emitir su voto. Todos se rieron, entre otras cosas porque Preston tenia, desde nino, la capacidad para reirse de todo y de todos sin que nadie se ofendiera. Solo Lisa alzo su mano tambien, ganandose una sonrisa radiante de Preston y un pequeno vuelco interior al ver que el le lanzaba un beso y un guino desde el otro lado de la mesa. La proxima boda de Parker y Amy monopolizo la conversacion de las chicas, y los planes de despedida de soltero, la de los chicos, pero la cabeza de Lisa estaba muy lejos de aquella mesa. ?Por que le habia afectado ese beso de broma de Preston? Hacia cinco anos que no recibia ningun tipo de atencion por parte de un hombre, y eso era justo lo que deseaba. Que nadie la mirara, que nadie se sintiera atraido por ella, pasar inadvertida. Y, ahora, ante la primera muestra de afecto, incluso en aquel tono frivolo, se estremecia por dentro. Parker y Travis debian de estar muy interesados en la despedida de soltero para no darse cuenta de que Preston tenia la mente en otro lugar. Sabia que el coqueteo era inherente a su comportamiento, pero no tenia ningun sentido haberse puesto tonto con Lisa. Llevaban cerca de un mes coincidiendo con frecuencia, y cada vez le caia mejor aquella chica. Sus hermanos siempre habian bromeado con que era imposible que Preston tuviera una amiga, porque tardaria apenas unas horas en llevarsela a la cama. Lisa parecia desafiar aquella afirmacion, por mucho que Preston se avergonzara de que el motivo fuera su aspecto fisico. Y, ahora, de repente, le lanzaba un beso, le guinaba un ojo y se comportaba como si de verdad estuviera intentando acostarse con ella. --Entonces, ?Las Vegas? --escucho, como a lo lejos, a su hermano Travis. --Las Vegas. Sin duda. --Preston retomo el contacto con el mundo real, y se le hizo la boca agua al pensar en lo que Las Vegas podria ofrecerles en esa despedida de soltero. --Por cierto, Preston, ?te tiraste ayer a las dos rubias del bar? --Pseeee... Un caballero no habla de esas cosas. --O sea, que si. --Parker se echo a reir, al tiempo que alcanzaba un paquete de cigarrillos del bolsillo de su cazadora y le hacia un gesto a Preston para que lo acompanara fuera. Hacia una noche excelente, asi que salieron a la calle en manga corta. Los seis ojos femeninos siguieron cada uno de sus movimientos, desde los tatuajes de Parker tensandose sobre los musculos de sus brazos hasta las largas piernas de Preston enfundadas en unos vaqueros que le quedaban como un guante. --Hola, chicas... Sigo aqui --protesto Travis entre risas--. !Emily! !Al menos tu, mirame a mi! --No seas bobo, no estabamos mirandolos a ellos --se defendio su novia, apoyando, carinosa, la cabeza sobre su hombro. Lisa y Amy ni siquiera hicieron amago de justificarse. En la calle, Preston trataba de convencer a Parker para salir esa noche. --No puedo. Es la primera vez que dejamos a Katie con una canguro, y quiero ver que tal le ha ido. --Eres todo un padre de familia --se burlo Preston, encendiendo el cigarrillo que le habia ofrecido su hermano. --Si, no te lo voy a negar. Tu puedes reirte, pero yo estoy encantado. --Ya lo se. Sabes que te lo digo de broma, ?verdad? --Claro que si. --Parker le sonrio--. Y tu, ?que rollo te traes con Lisa? --?Yo? ?Con Lisa? --?Era cosa suya o su voz se habia agudizado unos cuantos tonos?--. Nada, joder. Hemos coincidido un monton de veces con Travis y Emily, y me cae muy bien, pero nada mas.