• daily b complex - Dayli B

    https://gigalibros.com/me-enamore-de-mi-sumisa.html

    Una historia de amor donde el mensaje y la intencion de la obra te llevaran a comprender lo que implica realmente una relacion bedesemera sin necesidad de ir a los extremos como la mayoria de las personas suponen. No te prives de nuevas experiencias por falta de conocimiento…
    ?Estas listo para dejar el mundo vainilla? Tendras una relacion intensa, satisfaccion 100% garantizada.
    Estimada sumisa: no deposites tu confianza en cualquier persona…
    Espero no caigas en manos de cualquiera.
    Estimado dominante: tratarla y conocerla como persona mucho antes de ser tu sumisa es fundamental, conquista a tu sumisa, respetala, es tu bien mas preciado…

  • 365 Daily Value, Stress B Complex con Vitamina C, 60 ct

    https://www.amazon.com/-/es/Daily-Value-Stress-Complex-Vitamina/dp/B074MGJ6HT

    Amazon.com: 365 Daily Value, Stress B Complex con Vitamina C, 60 ct : Salud y Hogar.

  • Vitamin B Complex - an overview ... - Science Direct

    https://www.sciencedirect.com/topics/medicine-and-dentistry/vitamin-b-complex

    B complex vitamins function as coenzymes themselves or form part of the ... 5% to 10% of the 14 mg of iron found in the average daily Western diet.

  • Vitamin B Complex - an overview ... - Science Direct

    https://www.sciencedirect.com/topics/pharmacology-toxicology-and-pharmaceutical-science/vitamin-b-complex

    Deficiencies of B complex vitamins may be present, leading to a red tongue, ... Daily intake of B-complex vitamins is recommended to combat high level of ...

  • Vitamin B Complex | Side Effects | Dosage | Precautions

    https://www.medicoverhospitals.in/medicine/vitamin-b-complex

    17 feb 2021 — Vitamin B is a group of nutrients which plays a very important role in the body. Typically, Vitamin B-complex supplements pack all eight ...

  • Health Benefits of B Complex - WebMD

    https://www.webmd.com/diet/health-benefits-b-complex

    19 sept 2020 — Amounts and Dosage. The recommended daily allowance (RDA) of B complex vitamins varies by age, gender, and condition. Check supplement ...

  • El Demonio de Brooklyn de M.j. Fernandez

    https://gigalibros.com/el-demonio-de-brooklyn.html

    Josh Bradbury, detective en el Estado de Florida, atraviesa por una crisis cuando por coincidencia descubre una verdad desconcertante que lo afecta en forma directa. Solicita traslado a Nueva York, donde se encuentra con la mayor sorpresa de su vida. Ademas, el mismo dia de su llegada descubren el cuerpo de una joven que ha sido violada y asesinada en un parque. Es el primero de una serie de homicidios que sembraran el miedo en la ciudad. La relacion entre las victimas es desconocida, salvo que se trata de mujeres jovenes violadas y asesinadas por asfixia y que todas han sido encontradas en parques de Nueva York. Josh se ocupa del caso junto con Cody Ryan, un respetado detective de Brooklyn. Al mismo tiempo, debe convencer a su companero de investigar un suceso acaecido mucho tiempo atras que les concierne a ambos, mientras un poderoso criminal pone precio a sus cabezas.
    Una historia que mantiene la tension desde el principio aumentando segun se acerca a un desenlace inesperado.

  • Derrida en 90 Minutos de Paul Strathern

    https://gigalibros.com/derrida-en-90-minutos.html

    El desconstructivismo de Derrida es nada menos que un intento de destruir toda escritura demostrando su inevitable falsedad. El escritor escribe con una mano, pero ?que hace con la otra? Todo escrito, todo texto, insiste Derrida, contiene su propia agenda escondida, sus propias suposiciones metafisicas. El propio lenguaje del escritor distorsiona inevitablemente lo que piensa y escribe. Se socava asi la verdad de todo conocimiento; llega el posestructuralismo. En Derrida en 90 minutos, Paul Strathern presenta un recuento preciso y experto de la vida e ideas de Derrida, y explica su influencia en la lucha del hombre por comprender su existencia en el mundo. El libro incluye una seleccion de escritos de Derrida, una breve lista de lecturas sugeridas para aquellos que deseen profundizar en su pensamiento, asi como cronologias que situan a Derrida en su epoca y en una sinopsis mas amplia de la filosofia.

  • Esposa a la fuerza de Erina Alcala

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    ?Como? ?Que esta diciendo? ?Estan todos locos? Tiene que haber un error --decia Chad (levantandose como un rayo de la mesa), al notario y a los abogados que estaban sentados alrededor de la mesa de la empresa de decoracion BURTON ENTERPRISES. --?Que? --dijo Mara Gomez que estaba alli, con el pantalon y la bata de limpieza azul, sin maquillar, con la coleta recogida, algunos mechones salidos, por la prisa de llegar a la empresa y los zapatos blancos de agujeritos de trabajo. Mara, una chica normal, de cabello liso y castano oscuro por media espalda, vivia en Brooklyn, en un apartamento con su amiga Viola y Leo, que era gay y vivia con ellos. Mara vivio en el mismo barrio con su madre Lourdes, desde que se mudaron desde Espana a Nueva York. Su madre, era tambien limpiadora y se dedicaban a limpiar edificios en Manhattan para una gran empresa de limpieza. Pero tres anos atras su madre decidio volver a Espana, a Jaen de donde era y Mara quiso quedarse, y busco un apartamento compartido. Encontro a Viola y a Leo y fue muy feliz con ellos esos tres anos que llevaban viviendo juntos. No tenian problemas entre ellos de ninguna clase. Ponian un fondo comun y pagaban todos los gastos y la comida y aun podia ahorrar un poquito, no mucho porque su sueldo era bajo, aunque si habia alguna solicitud extra en el trabajo, ella siempre se apuntaba para sacarse un dinero que le venia bien, para salir algun fin de semana, ropa o ahorrarlo. O incluso por si algun mes llegaba a duras penas. El piso donde vivia Mara estaba situado en una buena zona, no muy cara, pero con accesos a Manhattan: autobuses, metro, etc. Era un piso de tres dormitorios, un salon mediano, un bano y una cocina, pequena, pero que Viola y Leo decoradores de interiores, por poco dinero, lo tenian precioso y limpio. Su amiga Viola era decoradora de interiores, pero tanto ella como Leo, trabajaban en una gran tienda de decoracion. Mara, al no haber estudiado sino hasta el instituto, no tenia otro trabajo que el de la misma empresa de limpieza y porque su madre consiguio que entrara en ella. Y llevaba desde los dieciocho anos trabajando, cinco anos ya. No hubo dinero para la Universidad. La noche anterior, al volver del trabajo, su amiga le dijo que le habian dejado un sobre blanco y ella lo leyo. --Mira. --Ensenandole el documento --tengo que ir a un despacho de una empresa de decoracion en Manhattan, no lo entiendo… --?Y eso? --No se, no he echado ningun Curriculum, habla de herencia. --?En serio?, a ver... --Y Viola le quito el folio. --Vas a heredar algo, seguro, si no, no te llamarian. --Anda mujer, si en la vida somos mi madre y yo, y esta lejos. No tengo padre, mi padre murio en Jaen, por eso nos vinimos. Yo, ni lo conoci. --Pues algo es, que extrano. Bueno tu presentate a ver. --No me dara tiempo de cambiarme, salgo tarde, tendre que ir directamente con la ropa de trabajo. --?Bueno y que? --Dijo Leo entrando en la conversacion--. Tu vas a ver que es. Eres una trabajadora y... ?BURTON ENTERPRISES?, pero esa es una empresa importante, una de las mejores en decoracion. Decoran hoteles de lujo, apartamentos, edificios enteros, hasta cines, y salas de arte. --!Que raro!, yo no tengo nada que ver con ellos. --?Sabes quien es el director o dueno? --No, no tengo la menor idea. --Espera que te lo miro en el movil. Y ella miro... --!Madre mia! --?A que esta bueno? Es un pedazo de tio... --suspiro Leo --!Joder que bueno!, pero mira la tipa que lleva al lado, tan alta como el y parece una maniqui --dijo Viola. --Ahora no podre dormir hasta manana. Estoy nerviosa. --En cuanto acabes, te vienes corriendo a casa, tengo ganas de saber que es. Mara paso la noche pensando, sobre todo, abrio su movil y miro a ese hombre. Nunca habia visto uno igual, estaba serio y parecia un tipo duro, pero estaba tan bueno... Ella nunca habia conocido a ninguno de ese tipo, ni de ese tipo ni de ninguno. Mientras vivio con su madre no salio con ningun chico y cuando su madre se fue, tampoco encontro a ninguno interesante. Y ya iba a cumplir en medio ano, veinticuatro anos. Y poco a poco fue quedandose dormida. Al dia siguiente por la tarde, tuvo que correr para llegar a la cita a las seis de la tarde. Se habia llevado la carta y cuando llego a la empresa, inmensa, de tres plantas, la esperaban. Era la unica que faltaba. Subio a la planta veinte y todos estaban sentados ya alrededor de una mesa ovalada de pino brillante e impecable. Se le habian salido algunos mechones de la cola e intento meterselos como pudo para estar presentable al menos. --Buenas tardes. Dijo al entrar. Perdon, no he podido llegar antes, el trabajo y el trafico... Todos permanecian callados. --Sientese senorita Gomez --y ella se sento donde le indicaron. El senor trajeado que hablo le fue presentando a todo el personal que alli habia: dos abogados, uno de la empresa, otro del hombre alto de ojos grises y guapo, el notario y una senora mayor y ella. Al final, no recordaba sino el nombre del guapo, Chad. --Bueno, senorita Gomez, demos comienzo a la sesion si estamos todos. Primero me dirigire a la senorita Gomez que parece ser que no sabe por que esta aqui. --Desde luego--, dijo ella timida. --Bien, para ello le explicare el tema a todos, y luego leeremos el testamento. Ella permanecia callada y atenta. La senora Diane Burton, abuela de Chad Burton, se caso en segundas nupcias con el senor Jack Burton, dueno de esta empresa, antes de que se casara con la senora Diane. Al fallecer los padres de Chad en un accidente de coche, se hizo cargo de la empresa junto con su abuelo politico, que se retiro a descansar hace tres anos, dejando a Chad al cargo de la empresa. La senora Lourdes Gomez... --Esa es mi madre, ?que tiene que ver mi madre? --Espere, vayamos por partes. --Antes de casarse Jack Burton con la senora Diane tuvo un affaire con una de las limpiadoras de la empresa, su madre Lourdes y la tuvo a usted. No se casaron, ni nunca la ayudo, pero siempre estuvo al tanto de sus vidas. --?Mi padre es el senor Burton? --dijo asombrada Mara. --Era. Murio la semana pasada. Y Mara permanecio muda. Ahora todo encajaba. El hombre de los ojos grises, era nieto de la mujer de su padre. --Su madre tuvo un desliz con un hombre que le llevaba veinticinco anos. Joder, llamaria a su madre y le pediria explicaciones. Cada vez estaba mas irritada. Ella creia que su padre murio en Jaen. --Teniendo todo esto en cuenta, pasamos a la lectura del testamento. --Continuo el notario. O sea que su padre al final le iba a dejar algo... Penso Mara. Nunca se preocupo de ellas hasta que iba a morir. Se habia arrepentido y queria compensarla. --Queridos amigos y familia, esta son mis ultimas voluntades: 1. --Querida Diane, a la que tanto he querido, te dejo la casa donde vivimos en Florida y dos millones de dolares que espero que lo sepas administrar bien, el resto de tu vida. Parecia no haberle hecho demasiada gracia. ?Le parecia poco? 2.-A mi hija Mara Gomez, le pido perdon como a su madre. Su madre fue un amor loco, que no pudo darse por circunstancias personales y que son nuestras, pero no puedo ver como mi hija trabaja limpiando como su madre toda la vida, teniendo yo lo que tengo. Y no tengo mas hijos que ella. A ella le dejo, toda la empresa, todo el dinero de la empresa y el apartamento que la empresa tiene y en la que vive Chad, todo es de la empresa y pasara a ser suya y estoy convencido de que lo hara muy bien. Y dirigira bien la empresa. Pasara a ser tuya. Chad se quedo con la boca abierta y fue cuando se levanto como un toro diciendo que eso no podia ser. Le quitaban todo por lo que habia trabajado durante tres anos dirigiendo la empresa y antes ayudando al abuelo. Y Mara fue consciente de ello cuando se levanto como un desesperado loco. --No hemos acabado Chad. --Y este se sento. 3. --A ti Chad, se que a estas alturas estaras enfadado, pero te tengo algo preparado. No te voy a dejar sin nada. Has trabajado duro y bien y por eso, la mitad de la empresa sera tuya dentro de dos anos, siempre que cumplas dos condiciones. Mara te devolvera tu mitad y el notario estara al tanto, la mitad de la empresa y del dinero que tenga la empresa, no asi el apartamento, siempre que te cases con mi hija en el plazo de un mes a contar a partir de hoy, y tengas un hijo en el plazo de los dos anos estipulados. Para tener la mitad de lo que tenias, debes tener un hijo, y vivir juntos en el apartamento de la empresa que sera siempre de mi hija. Yeso es todo. Se que mi hija te hara feliz. Es una buena chica. --Esto es una locura --y Chad la miro y Mara, lo miro a su vez y se sintio como si le hubieran dirigido su vida hacia un lugar lejano lleno de incertidumbre. --Pero eso no puede ser. Dijo ella susurrando. --Claro que no puede ser--, le contesto mas alto de lo debido ese Chad orgulloso y altanero, soberbio como nadie, intimidandola. La miro bien haciendo una pausa en la que todos permanecian callados. --?De donde has salido tu?, ?de donde?, ?Crees que voy a casarme contigo? Mirate --y a ella se le saltaron las lagrimas. El notario se dio cuenta. --Escucha Chad si no te casas con ella en un mes, tienes el mismo tiempo para dejar la empresa y el apartamento de Manhattan, es mi deber, velar por los intereses de Mara, ahora mismo.

  • Te quiero, pero solo un poco de Olga Salar

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    Estaba de vuelta en su hogar, penso Blair. Lo habia sentido asi en el instante en el que el taxi paso por Lombard Street mientras los llevaba hasta Grove Street, en Alamo Square, el barrio en el que vivian sus padres. Mientras habia estado lejos de casa, habia echado de menos el aire perfumado de San Francisco, mezcla de especias de los diversos restaurantes que poblaban la ciudad, el aire salado del oceano y el dulce de la bahia; el constante ruido del cable car, su clima impredecible, y la familia que habia dejado alli dos anos atras, cuando decidio retomar en Boston la vida que, hasta ese momento, habia dejado en suspenso. Marcharse a la otra punta del pais habia sido necesario por su salud mental, pero no por eso habia sido mas facil hacerlo. Regresar, contra todo lo esperado, estaba siendo igual de complicado. No obstante, a pesar de llevar ya dos horas en la ciudad desde que se bajo del avion en el International Airport of San Francisco, no habia sido hasta ese instante, en el que las viviendas de colores le dieron la bienvenida, que se sintio verdaderamente en casa. --?Necesitas ayuda con las maletas? --pregunto Mike saliendo del taxi junto con el propio conductor, quien silenciosamente se dedico a sacar las pertenecias de Blair del maletero--. Te las dejare en la puerta antes de marcharme. --Ofrecio al tiempo que trataba de adivinar su estado mental mirandola con intensidad. --No es necesario. Pero, espera, ?no vas a entrar conmigo? Su mejor amigo nego con la cabeza. --Tus padres tienen ganas de verte y yo solo seria un estorbo. --Mis padres te quieren como a un hijo. Estaran encantados de verte y alimentarte. El sonrio sabiendo que era cierto. --Saludales de mi parte --y anadio con un suspiro resignado--, yo tambien he de ir a ver a mi madre. El gesto no paso desapercibido para Blair. La madre de Mike, quien, a la muerte de su esposo, habia tratado de sacar a su hijo adelante regentando un pequeno restaurante italiano en Little Italy, habia terminado siendo la duena de una franquicia de exito. Y su dedicacion la habia llevado a estar menos tiempo en casa, a pesar de que habia contado con la ayuda de su mejor amiga, la madre de Blair, quien desde el primer momento se ocupo de Mike como si de su propio hijo se tratara. Summer y Gina habian sido amigas inseparables desde el instante en que esta ultima se mudo a la casa de al lado de la que vivia Summer cuando ambas contaban con seis anos. --!Es cierto! Dile que en cuanto pueda pasare a verla. Mike asintio sonriendo. --!Se lo dire! Estoy seguro de que mi madre estara mas feliz de verte a ti que a mi. --No digas tonterias, Michele --lo regano usando su nombre en italiano tal y como hacia Gina. Mike la miro molesto, pero no protesto. --Recuerda que manana a las nueve pasare a recogerte. Si no desayunas antes podemos pasar por el Spiro y ponernos ciegos de waf les. Blair fruncio el ceno confundida. ?Por que debia de pasar a recogerla tan temprano? Adivinando sus pensamientos, Mike explico: --El agente inmobiliario, ?lo has olvidado? Tenemos una cita con el para encontrar el local que buscamos. Asintio muy seria tratando de disimular su despiste. --Aprovechare para buscar un apartamento. Deberias hacer lo mismo --recomendo sabiendo que por mucho que Mike y su madre se quisieran, era imposible que vivieran juntos sin que aquello terminara en tragedia. De hecho, ella misma habia compartido hogar con el en Boston, mientras los dos terminaban sus estudios, tras dejar Stanford, y, de no ser porque era su mejor amigo, practicamente desde que nacio, habria acabado asesinandolo. Mike era una persona descuidada y desordenada, mientras que ella era meticulosa hasta la obsesion. --!Lo hare! --Mike se acerco a ella y le dio un beso en la mejilla--. !Hasta manana! Se dio la vuelta y entro en el taxi que lo esperaba. Blair se quedo alli parada con las dos enormes maletas a su lado. No se movio hasta que el vehiculo se perdio por la pendiente. Despues de dejar de verlo, tomo su equipaje y se acerco hasta la casa con la fachada y la puerta pintadas de azul celeste. Una vez alli, se tomo unos segundos para asimilar que estaba de vuelta, con todo lo que ello comportaba. Saco las llaves de su bolso y, sin mas excusas, abrio la puerta y entro, poniendo una voz jovial: --Papa, mama, estoy en casa. Capitulo 1 Cuatro anos despues... --Ezra, necesito que te hagas cargo del caso Walton --pidio George al tiempo que abria la puerta del despacho de su socio sin siquiera anunciarse. Ezra vio a Alice, su secretaria, detras del intruso con la cara descompuesta. Sabia lo mucho que su jefe odiaba que se invadiera su espacio privado de improviso. No obstante, no habia tenido tiempo para detener a George, ya que este habia pasado como una exhalacion por delante de su mesa. Sabiendo lo que le preocupaba, Ezra la miro con una sonrisa serena y agito levemente la cabeza para tranquilizarla. Despues centro su atencion en el culpable de aquel pequeno caos. --Creia que el caso Walton era un divorcio --musito con el ceno fruncido por la confusion. Vio como Alice salia del despacho visiblemente mas relajada, lo que le permitio volver a centrarse en la conversacion--. ?De que se trata? ?Asesinato? ?Malversacion? ?Acoso sexual? Peter Walton era un conocido productor musical que manejaba mucho dinero y se codeaba con grandes estrellas tanto del cine como de la musica. En esos ambientes cualquier cosa era posible. --No, es un divorcio. Ezra arqueo una ceja. --Buscate a otro. Los divorcios no son lo mio --zanjo volviendo a centrar su interes en los documentos que habia estado revisando antes de ser tan descortesmente interrumpido por su socio. --Tienes que hacerlo tu. La esposa de Walton ha conseguido a la mejor abogada de divorcios de todo San Francisco. --?Y que tiene eso que ver conmigo? George lo miro con enfado mal disimulado. --?Aparte de que eres socio principal del bufete, quieres decir? Ezra ni siquiera levanto la mirada de los documentos. --Eres el unico que tiene alguna posibilidad de ganarle. Las infidelidades de Walton son vox populi. Ademas, no hay contrato prematrimonial. Estoy seguro de que su esposa planea usar sus aventuras para sacarle toda la sangre. --Habla con James, es el mejor abogado matrimonialista del bufete. Lo contratamos para eso, ?no?--No, debes de hacerlo tu. Ezra estaba comenzando a molestarse. George podia ser su mejor amigo y la unica persona que se habia atrevido a arriesgarse con el para fundar el bufete, pero eso no restaba que su insistencia comenzara a ser molesta. Desde el instante en que fundaron el bufete, habia dejado claro que aceptaria cualquier caso o cliente, que no haria distinciones por su estatus o necesidades. Lo unico que no estaba dispuesto a representar era a sus clientes en divorcios. Y de algun modo, en el bufete no entro ningun tipo de trabajo de ese tipo hasta que conscientemente, tanto George como el decidieron ampliar horizontes y contrataron a James para que se hiciera cargo de esa parte del trabajo. Por lo que la peticion de George no solo era inesperada, sino que tambien era desconsiderada, sabiendo como sabia que Ezra se negaba a intervenir en nada que oliera remotamente a disolucion matrimonial. --!No! --Este caso es muy importante y... --!No! --repitio cortandole para evitar que siguiera insistiendo. --!Dejame terminar! Consciente de que no se marcharia hasta que hubiera dicho todo lo que tenia previsto decir, se armo de valor y lo miro, mostrandole lo poco interesado que estaba en sus argumentos. --La abogada de la senora Walton se llama Blair Miller. Ezra no dijo nada durante unos segundos eternos. --Es un nombre bastante comun --opino finalmente. --Es ella. --?Estas seguro? George asintio. --?Finalmente termino la carrera? --?De que te sorprendes? Era una estudiante impresionante, su beca en Stanford era buena prueba de ello. --?Desde cuando lo sabes? --?Que se dedica a la abogacia? Ezra asintio. --Hace un tiempo. --?Cuanto? --Un tiempo. No insistio. No era necesario. El que no quisiera ser mas especifico ya era un dato importante. --?Cuando regreso a San Francisco? --!No lo se! --?Entonces que sabes? --Como te he dicho, estoy al tanto de que es la mejor abogada de divorcios de la ciudad -- insistio su amigo. --?Se ha especializado en divorcios? George suspiro. --Eso parece. --?Esta casada? --No lo se. No la he investigado. --?Por que? --?Que por que no la he investigado? Pues no se, seguramente porque no sabia que tuviera que hacerlo. Es una abogada matrimonialista, no era competencia para el bufete. Nosotros raramente nos ocupamos de este tipo de casos. Solo hace un par de meses que contratamos a James. --Tal vez ha llegado el momento de que eso cambie. --?Te refieres a que vas a hacerte cargo del divorcio de los Walton o a que esperas que le pida a Daniel que la investigue? --Las dos cosas. --?Estas seguro? --!Por supuesto! ?Quien mejor para enfrentarse a ella en un divorcio? Despues de todo, ambos tenemos experiencia en el tema.

  • La chica que vivio dos veces de David Lagercrantz

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    Lisbeth Salander esta preparada para la batalla final contra la unica persona que, siendo identica a ella, es su opuesta en todo: su hermana Camilla. Pero esta vez, Lisbeth tomara la iniciativa.

  • El rompecabezas de los gatos blancos de Vlad Strange

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    Despues de dos anos, Arturo regresa a Mexico para asistir al funeral de Andrea, una companera de preparatoria. Ahi se reencuentra con Blanca, su exnovia y hermana gemela de su mejor amigo. Ella, totalmente destrozada, le comenta a Arturo sus sospechas sobre el supuesto suicidio de Andrea. Llevado por los sentimientos que Arturo aun tiene por Blanca, el accede a ayudarla a resolver el misterio tras la muerte de Andrea, sin prever que en su investigacion no solo descubriran las incognitas de un posible crimen, sino que tambien se destaparan los secretos de todos los que los rodean.

  • La capital de Robert Menasse

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    Bruselas es el corazon de la UE y tambien de esta novela. Esta obra es un viaje a las interioridades de la vida politica europea a traves de cinco historias conectadas que corren paralelas, cada una con un protagonista diferente, y que se centran en la vida diaria de la capital europea desde diversas perspectivas. La capital sigue de cerca el destino de sus personajes en sus frecuentes encuentros, ofreciendo una vision de sus vidas profesionales asi como de sus coloridas vidas privadas, alejadas de las oficinas y congresos. La mirada penetrante de Menasse, cargada de humor e ironia, hace de esta novela una lectura tan irresistible como importante en los tiempos actuales de nacionalismos, desde el Brexit hasta la independencia de Cataluna.

  • Entregame tu corazon de Maribel Martin

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    William era el hombre perfecto, al menos lo era para su amiga y Kristine estaba convencida a hacer cualquier cosa con tal de que empiecen a salir pero ?que ocurriria si ella comienza a enamorarse de el?

  • Reikiavik de Pablo Sebastia Tirado

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    Despues de haber sido durante anos los capos de la mafia en Barcelona, los Ferrutti, duenos de locales de juego clandestino, reyes del trafico de drogas y de la trata de blancas yacen inertes en uno de sus antros. Parecian ejercer el control sobre toda la ciudad y tener a la policia a su servicio, pero Hannu se confirma como el mejor para eliminar escoria humana de la faz de la tierra y nunca deja un cabo suelto. Esta vez, sin embargo, una joven y su bebe se cruzan en su camino y en el de su fiel companero, un rottweiler gigantesco de color azabache. Juntos deben huir del resto del clan de los Ferrutti y de una Barcelona corrupta y sumida en el odio... Pablo Sebastia Tirado nos sumerge en los bajos fondos barceloneses, pero tambien nos lleva de viaje hasta Islandia, Sicilia e, incluso, al futuro...

  • Los limoneros tambien resisten las heladas de Sara Cantador

    https://gigalibros.com/los-limoneros-tambien-resisten-las-heladas.html

    Lluvia tiene tres secretos y un sueno

  • Que vaya Meneses de Fernando Schwartz

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    En un pais del Africa Ecuatorial, Mazambezi, se produce un sangriento golpe de Estado durante el cual un hospital en plena selva es destruido y sus dos medicos, cuatro enfermeras y cinco monjas, todos espanoles, pasados a cuchillo. En un ataque de dignidad ofendida, el Gobierno espanol rompe con Mazambezi.

  • Un mal negocio de Paula Daly

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    Una historia vertiginosa e inolvidable en la que el sexo, el chantaje y el asesinato suceden en el espacio mas cotidiano. Paula Daly vuelve a desplegar la maestria que ya mostro en ?Y tu, que clase de madre eres?

  • Tu eres mi lugar favorito en el mundo de Pilar Pinero

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    Eso es lo que piensa Lucia la primera vez que ve a Gaby. Ella vive por y para su hija, y trata, ademas, de mantener a flote un matrimonio que la asfixia y la anula.

  • Elevacion de Stephen King

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    King vuelve a Castle Rock con un mensaje para nuestros tiempos.

  • Algun dia nos lo contaremos todo de Daniela Krien

    https://gigalibros.com/algun-dia-nos-lo-contaremos-todo.html

    Es verano, un verano caluroso, esplendido. La finca consta de tres edificaciones. En el centro, una casa alargada e independiente, de dos plantas y un gran desvan. A la izquierda, el granero anejo; se entra por un porton de madera en el frente y se sale por otro en la parte posterior. Detras, a unos metros de distancia, una construccion ancha y plana, de madera: el aserradero. Campos y prados se extienden hasta el rio. Un trecho rio arriba, poco antes de llegar a una vieja presa, hay un cobertizo medio en ruinas. En la otra orilla se yergue una pronunciada colina poblada de arboles. La construccion de la derecha da cobijo a las vacas y las gallinas. Detras, en una casita de madera elevada del terreno y con suelo cubierto de viruta y paja, se alojan los gansos. En un anejo que amplia en diez metros los mas de treinta que mide el establo estan los vehiculos. Tambien aqui, igual que en el granero y el establo, se accede por un porton y se sale por otro igual en la pared posterior. Mirando a la izquierda, desde alli se divisa el redil, junto al huerto; al frente se ven campos cercados y el terraplen de la via ferrea y, tras los railes, a cierta distancia pero claramente reconocible, la finca de Henner. La granja de los Brendel y la de Henner son las mayores del lugar. Dicen que en esta ultima todo sigue como antes de la guerra: los muebles, las estufas, los suelos, los ventanucos que no cierran bien. En invierno probablemente hace frio. En este aspecto los Brendel son mas modernos, cuentan incluso con calefaccion central. Al entrar en la casa se accede a un pequeno recibidor. A izquierda y derecha se abren puertas que dan a la cocina y las habitaciones; todo recto, una escalera conduce arriba; tras la escalera estan la puerta por la que se sale al huerto y la entrada al sotano. Los cuartos de abajo los ocupan Siegfried, Marianne y Lukas; los de arriba, Frieda y Alfred; la buhardilla es nuestra, de Johannes y mia. En la cocina, que es la estancia mas grande, se conserva la vieja cocina economica, que aun puede usarse, pero la abuela Frieda se acostumbro hace tiempo a la electrica. Los asientos tienen mas anos que ella, al igual que la gran mesa de comedor y la solida alacena. Solo los armarios colgados de la pared y una encimera datan de los tiempos de la RDA. Todo esta limpio y ordenado, aunque siempre a oscuras. Ahora, en verano, las ventanas suelen permanecer abiertas. Son ventanas antiguas, con manija giratoria; de los marcos se desprende pintura blanca cuarteada. El techo, bajo, resulta opresivo y protector a la vez. Siegfried, el padre, esta sentado a la mesa. Dada la imponente sombra que desde fuera proyecta el castano, por las ventanas solo entran pequenos jirones de luz vespertina. Nadie habla; los rostros de la familia estan tan poco iluminados que apenas los distingo. Poco a poco van sentandose los otros. Marianne, la madre; Frieda, la abuela; el viejo Alfred, al que antes habrian llamado mozo; Johannes y Lukas, los hermanos. Siegfried corta una gruesa rebanada de consistente pan y la unta con mantequilla. Encima pone unos trozos de pimiento rojo que su mujer ha partido. Come despacio, sin decir palabra. --Me alegro de que ahora podamos comprar pimientos, son muy sanos, ?lo sabiais? -- comenta luego, sonriendo. Y mira hacia arriba sin levantar la cabeza. Los hijos no responden. --Pronto habra muchas mas cosas --afirma su mujer asintiendo. Siegfried coge el plato del pimiento y se lo ofrece a Frieda: --Toma, madre --dice, animandola. Yo miro alrededor, intento entender las normas que rigen en esta casa; no llevo mucho tiempo aqui. Un domingo por la manana, en mayo, Johannes me dijo: <> Y me quede, ya no me fui. Ahora estamos en junio. Comemos en silencio. Escucho los ruidos de los demas al masticar. Al que mas se oye es a Alfred, que farfulla sin mirar a Siegfried: – Liese parira esta noche. Tiene toda la pinta. Siegfried asiente y mira por la ventana hacia el establo. Johannes se levanta pesadamente con la mirada baja. --Me voy. He quedado con unos amigos en la ciudad. --?En moto? --pregunta Marianne, que tambien se pone de pie. --Sentaos. La voz del padre tiene ahora ese deje bajo, amenazador, que me gusta e infunde cierto miedo. A los demas no los asusta. --?No me llevas contigo, Johannes? --le pregunto, clavando la mirada en su cabeza gacha. Sin embargo, el no me mira. Ni responde. Continua de pie y luego sale de la habitacion. En silencio. Una carretera pasa por delante de las dos granjas y dos estrechos caminos conducen hasta las casas. Al otro lado de la carretera, a unos trescientos metros de las fincas, se encuentra el pueblo. La carretera del pueblo esta flanqueada de tilos, que ahora, en junio, exhalan una intensa fragancia. Cerca del puente que cruza el rio se halla el bar, el Linden. Detras se alinean las casas y granjas de menor tamano, correos, el economato y la iglesia dispuestos en circulo alrededor del pequeno lago. Angostas callejuelas serpentean entre las casas y llevan hasta otras casas y granjas. Uno de esos caminos que arrancan del centro del pueblo en forma de haz conduce directamente hasta dos construcciones de cemento alargadas que parecen estar en el campo por error: las oficinas de la cooperativa de produccion agricola local. Y detras, orgullosa, la gran porqueriza comunitaria. Es un pueblo especial. Ni la guerra ni la RDA pudieron con el, como le gusta decir a Frieda. Aparte de algunas casas y la cooperativa no hay muchas cosas nuevas. Algo asi ya no se encuentra a menudo, y los fines de semana viene gente de la ciudad a dar una vuelta. Las gallinas corretean por fuera. Marianne se ha olvidado de encerrarlas en el establo. Frieda se asoma a una de las ventanas de arriba y grita: --!Marianne, vendra el zorro por las gallinas! Despues de veinte anos sigues sin enterarte. Cuando oscurece, hay que meterlas en el establo. El viejo castano proyecta sombras sobre la casa entera pero, segun ha anunciado Siegfried, pronto lo talaran. Quiere plantar uno nuevo; este ha crecido demasiado. Marianne se acerca al final del granero y sigue con la mirada a su hijo, que se marcha estrepitosamente en su MZ negra. Le he cogido una panoleta del armario y me la he echado por los hombros. La observo desde la puerta de casa. --Te queda bien --dice ella cuando vuelve, y anade--: No le pasara nada. Yo no me preocupo. Es ella quien no pegara ojo hasta que su hijo haya regresado. Ultimamente ha habido varios accidentes mortales en la carretera. En uno de ellos murio un amigo de Johannes. Yo estoy tranquila, fumando y echando el humo al aire fresco del campo; despues la ayudo a encerrar las gallinas. Casi es medianoche cuando oigo el petardeo de la moto y luego el motor que se apaga. Las habitaciones de la buhardilla acumulan el calor diurno; me he quitado el vestido de verano y llevo un camison blanco que encontre en uno de los numerosos arcones que hay aqui arriba. Seguro que antes lo usaba Frieda. Si miro por la ventana trasera, ante mis ojos se extienden el paisaje ondulado y el susurrante rio; veo los bosques y el ganado en los pastos. Por la parte delantera diviso la granja y la fronda del castano, que se llena de pajaros; y por el tragaluz, los campos, el redil y la via ferrea hasta la finca de Henner. Hasta que vine aqui no sabia lo bonito que es este paraje. Por el momento, no puedo imaginar un lugar mejor. Sin embargo, ahora es de noche, asi que solo veo a Johannes, que mete la moto en el cobertizo, sale, enciende un cigarrillo y mira hacia arriba. No puede verme. He apagado la luz para no tener que aguantar las aranas que se descuelgan del techo por hilos transparentes. Me dan asco, pero se que a el le parece ridiculo ese miedo infantil mio. Ha estado en la ciudad, con los artistas. Cuando entra en la habitacion, finjo dormir. Se desviste y tira la ropa al suelo de cualquier manera, se cepilla los dientes lo justo, como siempre. Es tarde y manana tendriamos que salir temprano. Volvere a mentir, dire que no tengo clase hasta tercera hora, y asi me quedare en la cama hasta que el vuelva. Johannes esta en ultimo curso; vamos al mismo instituto, el a duodecimo y yo a decimo. Cuando aun vivia con mi madre y mis abuelos, tenia que bajar a diario del monte a la pequena ciudad --tres cuartos de hora de caminata-- y despues coger el autobus para llegar a la capital del distrito. En total tardaba alrededor de una hora y cuarto. La vuelta no era tan rapida, pues era monte arriba.

  • Juego de conquista (Hermanas Withler 02), Silvia Garcia Ruiz de Silvia Garcia Ruiz

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  • Luz de Abril. Un viaje a la India. Un viaje hacia el amor de Clara Fuertes

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    Dos mujeres.
    Un diario que habla de lo mas triste, el abandono.
    Un viaje a la India.
    El destino.
    Un viaje hacia el amor.

  • Yo no soy de nadie de Tamara Marin

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    Alba ha tenido una infancia muy dura que le ha hecho no creer en el amor y no querer comprometerse con nadie, bajo ningun concepto. Ella no es de nadie. Tiene suficiente con su floristeria, sus amigas y algun ligue de vez en cuando.

  • El vals de la bruja de Belen Martinez

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    Cuando los encontre en la habitacion, me miraron como si nada hubiese ocurrido. Hasta sus uniformes se encontraban impecables. Ni una sola arruga en la camisa, ni el nudo de la corbata torcido. Dos imagenes perfectas y bellas que podrian ser retratadas con oleo. Sus Centinelas no estaban. Tampoco el mio, al que habia dejado atras. Esto era algo demasiado intimo en lo que solo debiamos estar los tres. Marcus se incorporo con una calma fria. Incluso perdio el tiempo en apartarse un grueso mechon de cabello azabache de la frente. Sybil, por otro lado, permanecio sentada en la cama hecha, con las manos pulcramente unidas sobre su amplia falda oscura. Siempre a su sombra. Sin pronunciarse, pero respaldandolo. La oscuridad lo tiznaba todo de negro. Solo el candelabro encendido de la comoda de caoba regalaba algo de luz. Pero esta no ayudaba. Solo conseguia que las sombras fueran mas profundas. --Aleister --comenzo Marcus. --?Como habeis podido hacerlo? --pregunte. La voz que brotaba de mi garganta no era mia. Estaba rota, herida, y sangraba mas de lo que podia soportar. --?Como has podido hacerlo tu? --replico el--. Nos abandonaste. Los labios me temblaron. Sabia a lo que se referia, por supuesto que lo sabia. Pero ?como era capaz de responderme con una pregunta asi? Siempre me habia gustado lo desalmado que parecia a veces Marcus Kyteler, incluso me habia fascinado. Ahora solo sentia asco. Y rabia. --No sabes lo decepcionados que nos sentimos --anadio Sybil. La unica muestra de descontrol en todo su cuerpo eran sus mejillas blancas--. Jamas lo hubiesemos esperado de ti. Di un giro. Solte el aire de golpe. Me pase las manos por mi pelo empapado de sudor y humedad. Despues, volvi a clavar mis ojos en ellos. --Os matare --sisee. Y esas dos palabras liberaron de tal forma mis pulmones que fui capaz de respirar con normalidad despues de horas--. Os matare a los dos. Marcus permanecio inmutable. Ni siquiera me dedico un parpadeo. Sybil, sin embargo, miro en mi direccion. Pero no a mi. Adivine lo que ocurria antes de que una decena de cuerpos se materializaran a mi alrededor. Y, aunque separe los labios para soltar la primera maldicion que paso por mi cabeza, de ellos solo escaparon una exclamacion ahogada cuando hechizos y encantamientos me golpearon y me dejaron inmovilizado. Eramos demasiados en el dormitorio, a pesar de que era uno de los mas grandes de la Academia Covenant. Habia profesores y Centinelas y guardias del Aquelarre. Casi senti satisfaccion de que hubiesen enviado a tanta gente para un solo Sangre Negra. --Aleister Vale, le informo que esta detenido por el asesinato de... Gire la cabeza, habia tantas voces que no sabia de donde provenia esta. Aunque tampoco me importaba, la verdad. Volvi a centrar mis ojos en mis dos antiguos amigos y se me escapo una risa larga, incontrolable, cuando atisbe en sus regios rostros algo que parecia agrado. --Creeis que no lo habiais conseguido, pero si lo habeis hecho -- grite, entre carcajadas. Mi risa se volvio aun mas histerica cuando vi como palidecian--. Oh, ?como no ibais a lograrlo? Sois Marcus Kyteler y Sybil Saint Germain. Deje de ver sus expresiones cuando me alejaron de la habitacion y me arrastraron por la galeria. Rei todavia mas cuando las puertas se abrieron a mi paso y mis companeros se asomaron, y las carcajadas me destrozaron el pecho cuando a lo lejos comprobe que tambien habian atrapado a mi Centinela. Reia tanto, que comence a llorar. Primera parte Hija de leyendas septiembre. ano 1895. Academia Covenant Septiembre, hace veintisiete anos Baje del carruaje de un salto y mis botas se hundieron en los guijarros. Eran nuevas, pero la tunica que me cubria no, y el uniforme tampoco, aunque el ano anterior habia tenido mucho cuidado en no estropearlo demasiado. Por desgracia, habia crecido varios centimetros ese verano y los pantalones negros me quedaban algo cortos. Y aunque eso habia hecho grunir a mi padre entre dientes (como si mi crecimiento fuera algo que yo controlase), a mi no me molestaba. Al menos, no ese dia. Una masa de alumnos atravesaba las inmensas puertas de madera de la Academia Covenant; sobre sus cabezas, flotando, otra fila interminable, esta vez de baules, se internaba en el interior del gigantesco edificio de tejado negro. Sus ventanas eran cuchilladas oscuras y vidriosas entre las piedras blancas. A un lado, pero sin seguir la corriente, estaban las tres personas del mundo que mas deseaba ver. Mi Centinela solto un largo maullido y se adelanto para encontrarse con los otros dos que esperaban junto a mi pequeno grupo de amigos. Yo segui su camino con los ojos brillantes y una sonrisa ladeada. --Estas preciosa, Sybil. Como siempre --anadi, mientras ella ponia los ojos en blanco y se abanicaba con sus manos enguantadas. El otono estaba a la vuelta de la esquina, pero todavia hacia calor. --Guardate esas palabras para Hester. Ordeno a la criada que le hiciera un nuevo peinado que supuestamente lleva la reina Victoria. --Sus labios se curvaron en una sonrisa ladina--. La pobre esta desesperada por captar su atencion. -- Ladeo la cabeza hacia el joven que se encontraba a su izquierda--. No soporta el hecho de que se vaya a graduar antes que el. Me ha dicho que lo echara terriblemente de menos. Leo, a su derecha, apoyado en la fachada con los brazos cruzados, inclino la cabeza hacia atras y se echo a reir. --Se supone que son las hermanas mayores las que se comportan con crueldad. Y tu eres la menor --dijo, antes de lanzarme una mirada divertida. Yo le correspondi con otra, pero antes de que mis mejillas se calentaran, me volvi hacia el joven que todavia no habia pronunciado ni una palabra. Su pelo negro y liso bajo el sol despedia destellos azulados. Sus ojos eran mas verdes que los prados de la academia. Un par de alumnas lo observaron de soslayo cuando pasaron por su lado. --Te veo bien, Vale --dijo, como si no hubiera pasado la mitad del verano en su mansion de campo, donde su familia vivia durante los meses mas calurosos. --Yo a ti tambien, Kyteler --respondi. Y entonces, los dos nos echamos a reir. Y todos nos miraron. Porque siempre nos miraban. 1 Las animas de Seven Sisters Despertar a los muertos no era una buena idea. Daba igual cual fuera el proposito. Nunca servia de nada. Lo unico que se conseguia era aterrorizar a muchos Sangre Roja, volver dementes a los mas sensibles y provocar dolores de cabeza. Aunque esa era mi idea cuando coloque mi mano fria sobre la boca de Kate y la arrastre fuera de la cama. --Ya hay muchos fantasmas en la Academia --dijo, alzando la voz para que el sonido del viento y de las olas al romper contra los acantilados no la ahogara. --Son viejos y estan aburridos. Ni siquiera asustan a los de primer curso --replique--. Sabes muy bien que los que son arrancados de la muerte no se comportan igual. Yo misma lo habia visto cuando era una nina y espiaba a traves de las inmensas puertas de Shadow Hill, la mansion de campo de la tia Hester. Me apretujaba junto a Liroy y a Kate, mis primos, y nos turnabamos para observar a traves de las cerraduras. Todavia ninguno de los tres era capaz de encantar las puertas para que se volvieran transparentes o de preparar alguna pocion alquimica que acentuara nuestros sentidos, asi que esa era la unica manera de ver las reuniones que se llevaban a cabo en el salon de te. Solian ser reducidas, casi nadie hablaba, pero eran mucho mas interesantes que los grandes bailes que celebraban mis tios durante la Temporada, en los meses de marzo a julio o agosto, cuando se celebraban los mayores eventos sociales en Londres. En esas reuniones intimas la mayoria de los que acudian eran Sangre Roja. Nuestras leyes nos permitian relacionarnos con ellos, tener amistades, incluso intimas (Kate habia visto una vez a la senora Holford muy entretenida con un vizconde sin una sola gota de magia corriendo por sus venas), pero nos impedian casarnos con ellos, tener descendencia y mostrar nuestros poderes. Las sesiones de espiritismo que se llevaban a cabo en el pequeno salon de te de mi tia Hester tanteaban un terreno peligroso, pero nunca llegaban a sobrepasar la linea de lo prohibido. Al fin y al cabo, los invitados nunca sabian que era mi tia la que convocaba a los muertos, creian que la culpable era la medium estafadora que habian contratado esa vez y que siempre terminaba tanto o mas asustada que el resto de los Sangre Roja.

  • Todo lo que puedas desear de Jackie Collins

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    La bella y atractiva Cameron Paradise ha decidido abandonar su casa en Hawai y a su marido Gregg, un maltratador, para comenzar una nueva vida en Los Angeles. Alta, rubia y con un cuerpo de escandalo, no tardara mucho en encontrar empleo como entrenadora personal, su gran vocacion, en uno de los centros deportivos mas inn de Los Angeles. Pronto, su trabajo le permitira entablar amistad con los hombres mas influyentes de la zona, que, rendidos ante su personalidad y atractivo, no dudaran en proponerle algo mas. Pero en la mente de Cameron solo hay cabida para su sueno: abrir su propio gimnasio y convertirlo en el mejor y mas exclusivo de Hollywood. Sin embargo, sus planes se veran truncados cuando conozca a Ryan Lambert, un fascinante director de cine independiente casado con Mandy, hija del magnate de Hollywood J. Hamilton Heckerling. Sin darse cuenta, Cameron se vera inmersa en una espiral de sexo e intrigas que la conduciran a una sordida historia con letales consecuencias…

  • Body Art de Don Delillo

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    El tiempo parece transcurrir. El mundo sucede, se desdobla en instantes sucesivos, y uno se detiene a contemplar a una arana aplastada contra su tela. Se advierte una inmediatez en la luz y un sentido de cosas delimitadas con precision y de fugaces destellos que relucen en la bahia. Sabemos mejor quienes somos en esos dias brillantes y poderosos en que, tras la tormenta, hasta las mas pequenas hojas secas caen imbuidas de identidad propia. El viento susurra entre los pinos y el mundo nace, irreversible, y la arana cabalga sobre su tela oscilante bajo la brisa. Ocurrio esta ultima manana. Coincidieron en la cocina, esquivandose el uno al otro mientras sacaban cosas de las alacenas y los cajones y luego esperandose mutuamente junto a la pila o el refrigerador, aun algo humedos de sueno derretido. Ella dejo correr el agua del grifo sobre los arandanos que portaba en el hueco de la mano y cerro los ojos para disfrutar del aroma que ascendia. El, sentado frente al periodico, removia el cafe. Se trataba de su cafe, de su taza. Compartian el periodico, pero el periodico, en realidad, le pertenecia tacitamente a ella. --Quiero decir algo, pero que. Ella dejo correr el agua del grifo y parecio notarlo. Era la primera vez que lo hacia ante algo asi. --Es sobre la casa. Eso es lo que es --dijo el--. Algo que queria contarte. Ella observo como el agua del grifo se tornaba opaca en cuestion de segundos. Brotaba transparente y cristalina y luego, en cuestion de segundos, se tornaba opaca. Que curioso le parecia que durante todos aquellos meses, y al cabo de tantas veces como habia abierto el grifo de la cocina, nunca hubiera reparado en como el agua brotaba transparente al principio para luego volverse quiza no exactamente lobrega sino mas bien opaca, o es que tal vez no habia sucedido antes, o acaso lo habia advertido para luego olvidarlo. Se dirigio a la alacena con los arandanos aun humedos en una mano, alargo la otra para coger el paquete de cereales y llevo la caja hasta la encimera, la caja de tonos mayoritariamente marrones y blancos, y entonces el cacharro de tostar salto y ella volvio a conectarlo porque tenias que esperar a que saltara dos veces para que el pan se dorara, y el asintio distraidamente porque eran sus tostadas y su mantequilla, y a continuacion conecto la radio y sintonizo la prevision meteorologica. Los gorriones se apelotonaban en el comedero, aleteando y luchando por un espacio en sus perchas curvadas. Ella abrio la alacena mas proxima para coger un cuenco, sacudio un punado de cereales en su interior y, finalmente, esparcio los arandanos por encima. Se seco la mano en los vaqueros, experimentando en alguna parte la incierta sensacion de un color azul desvaido y acuoso. Como se dice, la palanca. Oprimio la palanca para que se terminaran de hacer sus tostadas. Las tostadas eran de el; el boletin meteorologico, de ella. Escuchaba los boletines, llamaba con frecuencia al numero de informacion del tiempo y a veces se asomaba a la puerta principal y escrutaba el firmamento costero, saboreando la brisa en busca de implicaciones latentes. --Si, exacto. Ya se lo que es --dijo el. Ella se dirigio a la nevera, abrio la puerta y se detuvo, intentando recordar algo. Dijo ella: --?Que? --queriendo decir que has dicho, no que era lo que querias decirme. Recordo las semillas de soja. Cruzo la cocina en direccion a la alacena y cogio la caja y luego atrapo la puerta del refrigerador antes de que se cerrara. Alargo la mano para coger la leche, y al hacerlo recordo las palabras que no le habia oido pronunciar a el ocho segundos atras. Cada vez que tenia que inclinarse para rebuscar en las remotas zonas inferiores de la nevera dejaba escapar un gemido --aunque tampoco siempre-- que era mas parecido a un lamento vital. Era demasiado elegante y flexible como para acusar el esfuerzo, y no hacia con ello sino remedar a Rey inequivocamente, gimiendo su gemido, pero de un modo tan ininterrumpido, tan profundo, que tambien expresaba su propio malestar. El, ahora que ya habia recordado lo que tenia que decirle, parecio perder interes. No le hizo falta ver su rostro para saberlo. Se percibia en el aire. Se percibia en la pausa que arrastraba su observacion de ocho, diez, doce segundos atras. Algo insignificante. Algo tan trivial que si se refiriera a ello el lo consideraria como una especie de autodesprecio. Se aproximo a la encimera y vertio soja sobre los cereales y las frutas. La palanca salto o resalto y el se levanto y se llevo la tostada a la mesa y luego fue en busca de la mantequilla y ella, sin soltar el carton de leche que sostenia en el aire, tuvo que apartarse ligeramente de la encimera cuando le vio acercarse para que el pudiera abrir el cajon y coger un cuchillo para la mantequilla. La radio emitia voces como en hindi, o asi sonaban. Ella vertio leche en el cuenco y el se sento y se levanto. Se dirigio a la nevera y cogio el zumo de naranja y se detuvo en medio de la estancia agitando el envase para reflotar la pulpa y espesar el zumo. Nunca se acordaba del zumo hasta que las tostadas estaban listas. Agito el envase, y luego escancio el zumo y observo la burbujeante cinta de espuma que se depositaba a lo largo del borde del vaso. Ella se quito un pelo que llevaba pegado a los labios y se detuvo junto a la encimera, contemplandolo, un pequeno cabello de tono palido que ni era suyo ni era de el. El seguia agitando el envase. Lo agitaba mas de lo necesario porque no estaba prestandole atencion, penso ella, y porque en cierto modo absurdo e inofensivo le resultaba gratificante, por lo infantil del acto, por la sacudida y el chapoteo y aroma a naranja acartonada. Dijo el: --?Quieres un poco de esto? Ella seguia examinando el cabello. --Dimelo porque no estoy seguro. ?Bebes zumo, tu? --dijo el sin dejar de agitar el condenado trasto, pinzando el pico con dos dedos. Ella se raspo la lengua con los dientes superiores para liberar a su organismo del complicado recuerdo sensorial de aquel cabello ajeno. Dijo: --?Que? Nunca bebo de eso. Lo sabes. ?Cuanto tiempo llevamos viviendo juntos? --No mucho --dijo el. Cogio un vaso, vertio el zumo y observo la presencia de la espuma. A continuacion, se acomodo algo dolorosamente en su asiento. --No lo bastante como para reparar en esos detalles --dijo. --Siempre pienso que estas cosas no deberian pasar aqui. En cualquier sitio menos aqui, pienso. Dijo el: --?Que? --Un pelo en la boca. De la cabeza de otra persona. El se unto la tostada de mantequilla. --?Acaso piensas que solo pasa en grandes ciudades con gran diversidad de poblacion? --En cualquier sitio menos aqui. --Sostuvo el cabello entre el indice y el pulgar, contemplandolo con fingida repugnancia, o con autentica repugnancia forzada hasta limites artisticos, con los labios torcidos, paralizados--. Eso pienso. --Igual llevas con el desde que eras nina. --Regreso a su periodico--. ?Tenias perro? --Eh. ?Ahora te despiertas? --dijo. El periodico era de ella. El telefono era de el, excepto cuando ella llamaba para enterarse del tiempo. El ordenador lo utilizaban los dos, pero espiritualmente era de ella. Siguio alli, junto a la encimera, observando el cabello hasta que, por fin, lo dejo caer al suelo. Se volvio hacia la pila, se lavo la mano con agua caliente y a continuacion llevo el cuenco de cereales hasta la mesa. Su paso junto a la ventana hizo desperdigarse a los pajaros. --Te he visto beber litros de zumo, algo tremendo, no se como decirte --dijo el. Ella aun conservaba el rictus resultante de la experiencia de haber compartido la existencia desconocida de algun manipulador de alimentos o de haberse enfrentado a una realidad mucho mas desusada y serpenteante, el intimo transito del cabello de persona a persona y, de algun modo, de boca a boca a traves de anos y de ciudades y de enfermedades y alimentos contaminados y numerosos fluidos corporales de indole perniciosa. --?Como? Lo dudo mucho --dijo ella. De acuerdo, deposito el cuenco sobre la mesa. Se encamino al fogon, recogio la tetera y la lleno de agua del grifo. El cambio la emisora de la radio y dijo algo que no alcanzo a entender. Devolvio la tetera al fuego porque asi es como uno vive la vida incluso si no lo sabe y a continuacion volvio a rasparse la lengua con los dientes, insistiendo, mientras observaba el azulado chorro de la llama que brotaba del quemador. Casi tuvo que dar un brinco para separarse de la encimera cuando el se acerco en busca del cuchillo de la mantequilla. Se desplazo en direccion a la mesa y los pajaros huyeron una vez mas del comedero. Dejaron atras la sombra de los aleros y volaron hacia el sol y el silencio, en una accion que ella diviso tan solo en parte, elusiva y mudamente hermosa, las aves tan refulgentes bajo la luz que se veian consumidas por ella, incorporeas, transformadas en algo puro y fugaz y dispersamente brillante. Se sento y hojeo diversas secciones del periodico y advirtio que no tenia cuchara. No tenia cuchara. Le miro y vio que llevaba una tirita a un lado de la mandibula. Habia optado por la vieja tetera abollada en lugar de la nueva que acababa de comprar porque… ignoraba por que. Vivian en una vieja casa de madera con numerosas habitaciones y chimeneas utilizables y animales en las paredes y moho por todas partes, un lugar que habian alquilado sin verlo antes, una reliquia de los anos gloriosos de las madereras y las navieras, exageradamente grande, y tenia tarimas que crujian y diversos utensilios deformados desde Dios sabe cuando. Se dejo medio caer de la silla en un gesto de autodesprecio y se dirigio a la encimera en busca de una cuchara. Aprovecho para devolver tambien a la mesa las semillas de soja. La soja poseia un olor que no parecia corresponderse con la arenosa sustancia contenida en la caja. Era un leve tufo a trigo mezclado con pies. Lo olia cada vez que utilizaba la soja. Lo olisqueo dos o tres veces.--Te has cortado otra vez. --?Que? --Se llevo la mano a la mandibula, hundida aun la cabeza en el diario--. Solo es un rasguno. Ella comenzo a leer un articulo de la parte que tenia del periodico. Era un periodico viejo, del domingo, comprado en el centro porque hasta alli no llegaban las entregas a domicilio. --Te pasa ultimamente, no se, quiza no deberias afeitarte enseguida. Espera a despertarte. ?Y para que afeitarte? Vuelve a dejarte el bigote. Dejate barba. --?Para que afeitarme? Debe de existir un motivo --dijo el--. Quiero que Dios pueda verme la cara. Alzo la mirada del periodico y dejo escapar una de esas carcajadas vacuas que tanto le disgustaban a ella, se llevo a la boca una cucharada de cereales y comenzo a leer otro articulo. Ultimamente tendia a situarse, a insertarse en ciertos relatos de los periodicos. Era como una especie de ensonacion divagadora. Lo hacia y luego advertia que estaba haciendolo y a veces volvia a hacerlo pocos minutos despues con esa misma historia u otra diferente y luego volvia a darse cuenta. Alargo la mano hacia el paquete de soja sin alzar la mirada del papel y escancio unas cuantas semillas en el cuenco mientras en la radio se oian el trafico y las tertulias. Al parecer, la idea era que tendria que agotar la capacidad de uso de la vieja tetera, usarla y volver a usarla hasta que le salieran burbujas de oxido, y entonces y solo entonces podria sustituirla tranquilamente por la que acababa de comprar. --?Tienes necesariamente que escuchar la radio? --No --dijo ella, y siguio leyendo el periodico--. ?Que? --Que mierda tan increible. Su modo de acentuar la m de mierda, dignificando la palabra. --Yo no encendi la radio. Tu encendiste la radio --dijo ella. El se encamino a la nevera y luego regreso con un higo oscuro y enorme y apago la radio. --Dame un poco de eso --dijo ella, leyendo el periodico. --No estaba echando culpas. Quien la encendio, quien la apago. Andamos un poco susceptibles esta manana. Que digo, yo soy el que deberia estar a la defensiva. No la jovencita que se dedica a comer y a dormir y a vivir sin hacer otra cosa. --?Como? Anda, Rey, callate. El arranco el tallo de un mordisco y lo arrojo en direccion a la pila. Luego, abrio el higo con las unas y le arrebato la cuchara de entre los dedos y la lamio para limpiarla y la utilizo para extraer una porcion de pulpa rosada del pellejo abierto del fruto. La deposito sobre su tostada -- la masa, la papilla, la pulpa-- y a continuacion la extendio con el dorso de la cuchara, formando untuosos remolinos sanguinolentos rebosantes de semillas. --Yo soy el que tiene que estar susceptible por las mananas. El que tiene que quejarse. El terror de otro dia cualquiera… --dijo maliciosamente--. Tu aun no sabes lo que es eso. --Dejanos en paz un ratito --le dijo ella. Se inclino, y el le alargo el pan. En los arboles proximos a la casa, los cuervos entonaban su estridente reclamo. Ella asesto un nuevo bocado y cerro los ojos para poder pensar en el sabor. El le devolvio la cuchara. Luego, encendio la radio y recordo que acababa de apagarla y volvio a apagarla de nuevo. Ella vertio unas semillas en el cuenco. El olor de la soja era algo a caballo entre el olor corporal, si, de las extremidades inferiores y cierta vida germinativa y real de la tierra, una vida sembrada y profunda. Pero eso no lograba describirlo. Leyo en el periodico un articulo sobre un nino que habian abandonado quien sabe donde. Nada lo describia. Era olor en estado puro. Era lo que es el olor, independientemente de sus fuentes. Era como, y a punto estuvo de decir algo en este sentido, porque a el tal vez le habria divertido, pero lo dejo pasar, era como si un, tal vez un escolastico medieval hubiera intentado clasificar todos los olores conocidos y hubiera descubierto algo que no encajaba con su sistema y lo hubiera llamado soja, lo que facilmente podia formar parte de algun sublime termino latino, pero no, era imposible, y siguio alli, pensando en algo, no estaba segura de en que, con la cuchara a unos centimetros de la boca. Dijo el:

  • Tentacion al amanecer de Kristel Ralston

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    Despues de seis anos, el efecto que Rohan Carter ejerce en Mitsy Hammonds continua siendo devastador. No se trata solo de la innegable quimica que electrifica el aire cuando ambos estan en el mismo espacio fisico, sino de las cicatrices del pasado que comparten.

  • La nina de maiz de Joan Llensa

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    Llevandose una tostada untada con mantequilla y azucar a la boca, la pequena Martina dejo que el crujido eliminase cualquier sonido. Sentir los trozos de pan mezclandose con la deliciosa mantequilla que se derretia en su paladar era algo que percibia como una maravilla. Y cuando el azucar con su edulcorado sabor le impregnaba la lengua, miles de cristalitos brillantes la convertian en un hada de los bosques. Asi lo apreciaba ella. Y ese pequeno detalle, que al parecer de muchos pudiera ser considerado insignificante, para ella tenia un significado especial. Magico. --Abuela --la llamo con los labios untados--, ?ya se han ido todos? --Claro, chiquilla. Hoy hay reunion de ultima hora en el ayuntamiento para la Feria y han salido pronto para que tengamos el mejor sitio posible. Ya sabes que a quien madruga, Dios le ayuda y, si veneramos a las Virgenes y los Santos como merecen, nos bendeciran con un ano lleno de buena prosperidad. Martina dio un gran bocado y desvio la mirada hacia la ventana. La claridad del cielo era de ese color pastel que cuesta definir. Cuando el sol se apresura a tenir con trazos largos y gruesos la oscuridad con sus pinceles de luz. --Creo que hara un buen dia, abuela. --Asi lo quiera Dios --sentencio. Tras terminarse el desayuno, la pequena Martina recogio las migajas que quedaron en la mesa y ayudo a la abuela a fregar los platos. Las dos salieron al exterior por la puerta de la cocina. Vivian en un antiguo molino que era el sustento de la familia. En total, eran siete miembros; la abuela era la mas mayor, despues estaba Valentina, su hija, y Pancracio, el marido de esta. Casados desde hacia anos y tocados por la mano del senor, como decian ellos, por el fruto de su amor: sus cuatro hijas. Josefina, la mayor y mas seria a quien todos llamaban Fina; Jacinta, la rebelde; Maria, la buena; y la pequena Martina. El viejo molino consistia en una construccion de dos plantas. En la primera, se distribuia una amplia sala que hacia a la vez de comedor y cocina, todo junto con una gran mesa de madera maciza y sus sillas, con frondosos y mollencos cojines que ellas mismas se habian encargado de hacer. En uno de los rincones, un gran fuego a tierra daba el calor necesario a las frias noches de la comarca. De la estancia, aparecian en el rincon contrario las escaleras. Unas ascendian hasta la primera planta, donde se encontraba una sala comun con un sillon desvencijado de color crema y una mesa con cuatro sillas. Esta sala se comunicaba con tres puertas que comunicaban con los respectivo dormitorios. Uno, de los padres; otro, de las tres hijas mayores; y un tercero que compartian Martina y la abuela. Por otro lado, y debajo de la planta inferior, la sala del molino con las grandes piedras de moler y todos los engranajes que aprovechaban la corriente del rio para las harinas y demas. En el exterior, el viejo molino tenia el aspecto de una casa normal y corriente, con una construccion que recordaba a las casas de la zona; sus paredes de piedra y cemento, sus ventanas de un tamano mas bien pequeno y las tejas marrones con tenedores de barro colocados en las esquinas. <>, segun decia la abuela. --Abuela --llamo la nina al salir de la casa, tirandole de la falda de cuadros negros y grises--, ?has visto? Uno de los tenedores se ha roto. La abuela alzo la vista y se cercioro de que Martina tenia razon. Una de las horquillas se habia caido. --?Significa eso que las brujas podran entrar en casa? -- pregunto la pequena con evidente cara de susto. --Ni hablar --le puso la mano en la cabeza y la zarandeo de un lado a otro--, aun quedan mas. Ademas, antes de que esas hijas del mal se den cuenta de ello, tu padre lo habra arreglado. --?Y como lo va a hacer si no esta aqui? --Debe de estar al caer. El pueblo de Camprodon no esta muy lejos y sabe que para la Feria es necesario que este aqui. Mientras, le pediremos a tu hermana que vaya a la iglesia a bendecir el barro con el que haremos la nueva pieza y asi cuando tu padre haya vuelto podra solucionarlo. --Tengo muchas ganas de verle... --Pero recuerda que llegara muy agotado. El viaje en carro agota hasta al hombre mas fuerte. --Lo cuidare como a un rey. --No tengo la menor duda de ello, cielo. --La abuela puso una mano en la cabeza de la nina y le revolvio el pelo--. Pero antes ven, una doncella debe estar siempre presentable, y con esa melena al viento pareces una salvaje. Martina se rio a carcajadas y, mientras la abuela le recogia la melena en una trenza, ella se imagino recorriendo los bosques de la comarca y descubriendo tesoros de valor incalculable. En cuanto acabaron, abuela y nieta siguieron el caminito que ascendia al lado del molino hasta un monticulo. En el, la familia habia adecuado el terreno con un huerto bastante grande. Se podian ver los surcos en los que hortalizas y verduras crecian esplendorosas, dando sus mejores frutos. A un lado, dos grandes bidones de color azul oscuro almacenaban el agua de la lluvia que recogian las canaletas situadas estrategicamente y les servia para poder regar las plantas cuando era necesario. Asi se ahorraban traerla del rio, cosa que agradecian sus articulaciones. A unos pasos de alli, un terreno mas grande con plantaciones mas generosas cubria la mayor parte del prado. Alli sembraban maiz, colza y demas segun la temporada. --Vamos, pequena. Queda mucho por hacer y el tiempo no se detiene por nadie, excepto por los muertos. A Martina le dio un escalofrio. <>, habia dicho. Enseguida, recordo aquella chica que se le aparecia entre los campos. ?Era posible que se tratara de una muerta? Y, si asi era, ?que queria de ella? Capitulo 2 Jacinta se relamio los labios al ver al mozo apoyado en la columna de madera del pajar. Oteo a ambos lados asegurandose de que nadie se fijaba en ella mientras daba unos pasos en direccion a el y se mordia el labio inferior. El joven sonrio y le guino un ojo, dio un brinco, se puso a la carrera y se perdio entre las callejuelas de la ciudad. Jacinta se levanto la larga falda plisada hasta las rodillas y emprendio la persecucion. Cada esquina le permitia ver durante el tiempo justo la direccion que tomaba el joven. Aunque podia ver que el aguardaba el tiempo justo para estar seguro que ella veia la direccion que tomar y el brillo de su sonrisa picara y luminosa. Aunque si le hubiera perdido, los rastros le permitirian seguir sus pasos con certeza. No tenia la menor duda. Con cada paso, su respiracion se agitaba, se aceleraba y le hacia sonreir un poco mas. En cada esquina, le aguardaba la senal. Como si se tratara de migajas de pan como en el cuento de Hansel y Gretel, la joven doncella iba encontrado las suyas. La flores talladas de un color lila brillante destacaban en los alfeizares oscuros y las paredes humedas. Ella las recogia y se las llevaba a la nariz aspirando su aroma dulzon. Era un tesoro. Se habia alejado del centro y una enorme puerta de madera entreabierta aguardaba ante ella. En la cerradura, un pequeno ramillete colgaba de el. Jacinta lo cogio entre sus manos y lo junto con las flores que ya tenia. Dio la espalda a la puerta apoyandose en ella como quien no quiere la cosa. Sus ojos repasaron la calle, las ventanas y las sombras dando un rapido vistazo al exterior y, en lo que dura un parpadeo, camino hacia atras, dejandose engullir por la oscuridad. El establo estaba a oscuras. Los ojos de la joven tardaron unos segundos en acostumbrarse a la penumbra y las sombras que, poco a poco, dieron paso a perfiles mas definidos del lugar donde se encontraba. Aunque no le hacia falta ver mucho, ya que conocia aquel sitio a la perfeccion, Jacinta agradecia tener las referencias visuales bien presentes. El suelo blando, las columnas de madera, los cercados paralelos a estas y los movimientos de los animales al otro lado. La primera vez que entro en el establo se asusto cuando los caballos relincharon y profirio un grito que retumbo en el vacio, devolviendole un eco sordo seguido del consiguiente estruendo de patadas de los animales. Aquel dia, Jacinta tuvo que salir por patas --y nunca mejor dicho-- del establo. Imagino los rostros asustados de los vecinos pensando que un demonio les habria hecho una visita a los animales. O que las brujas querian llevarselos. Incluso ella misma tuvo pesadillas durante semanas en las que se repetia una y otra vez. Ahora, Jacinta tanteo las escaleras de madera que la llevaban a la parte superior, en un altillo desvencijado. Peldano a peldano, su cuerpo esbelto ascendia al tiempo que su corazon palpitaba con mas fuerza y teson. Cuando su cabeza supero el limite, las balas de paja esparcidas por alli le hicieron resoplar. <>, se pregunto sin hacer ruido recorriendo con la mirada las porciones doradas.

  • Al escondite ingles de Reina Gonzalez Rubio

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  • ?Un futuro sin sindicatos? – Unai Sordo de Unai Sordo

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    ?Son la digitalizacion y la globalizacion las causas de la perdida de puestos de trabajo? Aunque algunos gurus apuntan en esta direccion, las verdaderas razones no son tecnologicas ni meramente comerciales, sino politicas, derivadas de las medidas adoptadas desde los anos ochenta para debilitar a los sindicatos. Unai Sordo da respuesta en este libro a muchos de los retos del sindicalismo en el siglo XXI: la afiliacion y la negociacion colectiva; la implicacion de los jovenes en la defensa de sus derechos; los vinculos del sindicato con el feminismo; su relacion con los partidos politicos; sus fuentes de financiacion; la amenaza, real o ficticia, que suponen la robotizacion y la digitalizacion; la influencia de los mercados globales en el futuro del trabajo… Pero el desafio de los sindicatos no se limita a recuperar la capacidad de negociacion perdida, sino a afrontar una profunda modernizacion de las relaciones laborales que democratice las empresas y establezca marcos de negociacion colectiva internacionales. Porque, como muestra el epilogo de este libro, imaginar un futuro sin sindicatos es una de las mayores distopias con las que podria encontrarse la humanidad.

  • Pellizcos de Navidad de Lara Rivendel

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    Dejo el movil en la mesa, aparto la cortina y me asomo a la ventana. La misma estampa de cada ano por estas fechas, desde hace... <> Las luces de Navidad de la Gran Via brillan creando una serpiente azulada que baila alegre sobre los transeuntes. Yo, desde luego, este ano no estoy para bailes ni para fiestas. --Seguire empaquetando --me digo. Suspirando, dejo caer la cortina y vuelvo al trabajo. Mientras espero a que los posibles compradores --una pareja con los suenos intactos y toda la vida por delante-- vengan a ver el piso, voy guardando en cajas los objetos de los que no soy capaz de desprenderme. No me cunde nada porque, en realidad, no quiero acabar de empaquetar las cosas que Enrique y yo hemos acumulado a lo largo de estos veinte anos. Bueno, las que el no se ha llevado, que son casi todas. El doctor Enrique Guerra, mi aun marido aunque por poco tiempo, se llevo lo que le cupo en dos maletas y no parece tener prisa por llevarse el resto. Tomo el volumen de Guerra y Paz que me regalo durante nuestra primera cita y sonrio. Aunque me resisto, no puedo evitar abrirlo y leer la dedicatoria. <> Suspiro. Enrique es el hombre menos romantico que he conocido, pero en la primera cita se lucio. A mis veintiun anos, con mi titulo de enfermera recien estrenado bajo el brazo, que el medico mas guapo del hospital me invitara a cenar fue un sueno hecho realidad. Tan embobada estaba que, cuando poco despues descubri que estaba embarazada, no entendi las caras de horror de mis amigas. Por supuesto no quise escuchar a las que me aconsejaron que me esperara un tiempo antes de ser madre. Me decian que antes de sentar la cabeza tenia que disfrutar de la vida, viajar, salir de noche... Otras me decian que Enrique me dejaria cuando se enterara; que lo mejor que podia hacer era librarme del bebe y no decirle nada. Pero, aunque era muy joven, cuando la vida me puso ante una encrucijada, tuve muy claro lo que tenia que hacer. 7 Dos dias mas tarde compartia guardia con Enrique. Aguarde a un momento de tranquilidad; le dije que lo esperaba en el dormitorio del personal y cuando el llego, ilusionado ante la idea de un revolcon a medianoche, le comunique que estaba embarazada y que pensaba traer a ese nino al mundo. Le dije que el bebe era suyo, pero que si no habia sitio para el en su vida, no lo forzaria a aceptarlo. Eso si, si no tenia sitio para nuestro hijo, evidentemente tampoco lo tenia para mi. Enrique tardo unos segundos en asimilarlo. Aunque es seis anos mayor que yo, todavia no se habia planteado formar una familia, pero reacciono mucho mejor de lo que me habia imaginado. Me dijo que no estaba enamorado de mi, pero que yo le gustaba mucho y que no podria vivir tranquilo sabiendo que un hijo suyo crecia sin padre. Si tenia suficiente con esa base, me ofrecia su nombre y su proteccion para mi y para el bebe. En aquel momento, me parecio lo mas romantico que me habia pasado en la vida; una declaracion propia de una novela de Jane Austen. Estaba segura de que, con el tiempo, Enrique se enamoraria de mi como yo lo estaba de el y que, una vez que el bebe llegara al mundo, nuestra felicidad seria completa. El embarazo fue bueno y el pequeno Enrique, un regalo del cielo. Fue el bebe mas bonito que ha pasado por el hospital. Siempre que puedo, me paso por la nursery para ver a los recien nacidos y hasta ahora ninguno lo ha superado. Y no es amor de madre, ?eh? Es que mi Quique es guapo a rabiar. <>. Dejo el libro en la caja y voy al dormitorio de Quique, pero los recuerdos me persiguen alla donde vaya. Cuando se me termino el permiso por maternidad y volvi al hospital, note que algunas companeras cuchicheaban a mis espaldas. Mi amiga Lola me conto que una enfermera que habia entrado a trabajar durante mi ausencia iba presumiendo por ahi de acostarse con Enrique durante las guardias. Aquella noche se lo pregunte a el directamente. Aunque lo nego, su cara me dijo que algo habia habido. Segui adelante por nuestro hijo y, vale, si, porque seguia loca por mi marido. Enrique ha sido el unico hombre de mi vida; no me puedo imaginar la vida sin el. ?Que sentido tiene ahora la Navidad? Y luego vendra mi cumpleanos, y luego el suyo, y en verano... ?que hare durante un mes entero de vacaciones? Noto que empieza a faltarme el aire y, siguiendo las instrucciones de la psicologa del hospital, me siento en la cama y respiro hondo. 8 <>, me dijo. <> --!Que facil es decir eso cuando se esta bien! ?Como voy a disfrutar de esto? !Mi vida es una mierda, estoy sola y acabada! Tengo mas desconchones que la pared del lavadero. Y dentro de dos meses me caen los cuarenta; solo me faltaba eso, ya nadie me va a querer. Noto que las dichosas lagrimas vuelven a aparecer. ?Es que no se cansan nunca? Estoy harta de llorar, estoy harta de mi. No me extrana que Enrique y Quique se hayan marchado; si yo pudiera, tambien me abandonaria. Me seco los ojos, me levanto y me acerco a la estanteria. Cojo una foto enmarcada de mi hijo celebrando un triunfo deportivo y le doy un beso. Siempre ha sido muy deportista, como su padre. El momento en que nos anuncio que le habian concedido una beca para estudiar Medicina en Canada fue el principio del fin. Enrique lo felicito dandole palmadas en la espalda. Hacia tiempo que no lo veia tan contento. Me imagine que seria orgullo de padre al ver que su unico hijo seguia sus pasos. Yo lo felicite, claro, que iba a hacer, !se le veia tan ilusionado! Pero mi alma empezo a gritar en silencio y, desde entonces, no ha parado. Queria gritar que no, que no se llevaran a mi pollo, que aun era muy pequeno para saltar del nido y que !como iba a vivir en Canada con lo frios que tiene siempre los pies en invierno! Vuelvo al comedor, monto un par de cajas de carton mas con ayuda de cinta de embalar y vuelvo a la habitacion de Quique para guardar los albumes de fotos. <> El anuncio de Quique fue solo el primer capitulo de la novela El otono en que Paz perdio la paz. Cuando Enrique y yo dejamos a nuestro pequeno --ya no tan pequeno-- en el control de seguridad del aeropuerto, el me invito a tomar algo en la cafeteria. Me extrano que no esperara a llegar a casa para comer, pero pense que los nervios le habrian dado hambre. Cuando nos sentamos, me dio un panuelo y me solto a bocajarro que queria el divorcio. No fui capaz de hablar; el shock me dejo muda. Enrique tendra sus cosas, pero de tonto no tiene un pelo. Lo habia planeado todo perfectamente. Sabia que el disgusto por la marcha de Quique me dejaria en K.O. emocional y que no me quedarian fuerzas para montarle un numerito en publico.

  • El Idioma Del Corazon de Sherryl Woods

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    Sacar a Allie Mathews de las ruinas de su casa deberia haber sido una tarea mas en el cumplimiento de su deber, pero los inocentes ojos azules de Allie provocaron en Ricky un irreprimible deseo de protegerla, asi que la invito a que se quedara con el mientras encontraba un lugar donde vivir. Al cabo de poco tiempo, Ricky ya se estaba replanteando su intencion de permanecer soltero, pero ?como podia demostrar su amor a Allie si ni siquiera era capaz de encontrar las palabras adecuadas? Allie se sentia tan vulnerable que queria una vida sin riesgos… hasta que aparecio Ricky para protegerla y sacarla de su aburrido mundo. Vivir con el era un autentico torbellino de emociones, pero ella temia no poder seguir a un hombre que estaba acostumbrado a vivir siempre al limite.

  • El emperador goblin de Katherine Addison

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    Maia, el hijo menor y mitad goblin del emperador, ha pasado toda su vida en el exilio, lejos de la corte imperial y de las mortiferas intrigas que la envuelven. Sin embargo, cuando su padre y sus tres hermanos sucesores al trono mueren en un <>, no le queda mas remedio que aceptar su cargo de unico heredero legitimo. Carece por completo de formacion en la politica de la corte, ademas de no tener amigos ni consejeros, pero si alberga la certeza de que quien quiera que asesinara a su padre y a sus hermanos podria intentarlo con el en cualquier momento. Rodeado de aduladores ansiosos por conseguir el favor del nuevo e ingenuo emperador, y abrumado por las responsabilidades de su nueva vida, Maia no puede confiar en nadie.

  • Una sentencia al corazon de Hugo Sanz

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    Lucia es una inspectora de policia, joven y con un futuro prometedor. Asier es un juez capaz de hacer derretir a cualquier mujer a su paso. Tras coincidir una noche, entre ellos estalla algo que va mas alla del amor que sienten hacia sus respectivas profesiones. Sin embargo, el lio que genera un capitulo no cerrado de la vida de uno de ellos los envolvera sin remedio.

  • Leo quiere a Aries (Signos de amor 1) de Anyta Sunday

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    Alguien nuevo entrara en tu vida a principios de ano, Leo. Puede que te sientas frustrado, pero tendras que ser positivo y reirte, porque este podria ser el comienzo de una bonita amistad.

  • Corona de trueno (Bestias de la noche 2) de Tochi Onyebuchi

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    Taj ha logrado escapar de Kos, pero la reina Karima hara hasta lo imposible por cazarlo. Pronto Taj se dara cuenta que debe volver, no solo porque sera imposible huir por siempre, sino porque el pueblo de Kos sucumbira ante el terror de Karima. El necesita un plan, y pronto. Con la ayuda de Arzu, Taj y Aliya llegaran al pueblo de sus ancestros, hogar de los tastahlik, los devoradores de pecado, donde descubrira que todo bien tiene sus trazos de mal, y que no existe un hogar terrenal sino personas que lo hacen posible. Y Bo, su antiguo hermano de armas y mejor amigo pondra a prueba todo lo que conoce sobre la humanidad. Tochi Onyebuchi vive en Connecticut, donde ademas de presumir cuatro titulos universitarios en espectros del conocimiento tan distantes como las artes, la escritura, la economia y la jurisprudencia, trabaja en la industria tecnologica. Sus escritos han aparecido en importantes revistas de ficcion cientifica como Asimov’s e Ideomancer.

  • Magena de Christian Martins

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    Despues de muchos anos fuera de su pueblo, Magena decide regresar al caluroso lugar en el que se crio; el desierto de Arizona. Espera pasar desapercibida durante su breve estancia en Cave Creek, pero todo se complicara cuando un guapo indio apache se cruce con ella en su camino. La seduccion, la pasion y el peligro haran de esta historia un fascinante coctel para el lector.

  • Los cuerpos del verano de Martin Felipe Castagnet

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    Los estadisticos afirman que hacia 2020, por primera vez en la historia humana, habra mas gente mayor de 65 anos que menor de cinco. Sera un efecto de las mejoras en la salud publica y en las tecnologias de la longevidad. Desde 1990 --si uno se deja llevar por los titulares, como hacemos todos-- la muerte esta dejando de ser un problema metafisico para convertirse en un reto tecnico. La prolongacion artificial de la vida siempre parece estar a la vuelta de la esquina. Prominentes cientificos[1] han intentado hacer durar mas los cuerpos, mientras que inventores, tecnologos y visionarios se han ocupado de las posibilidades del upload[2], la subida <> de una mente humana. O de su combinacion, como en los quemados (en el sentido de quien quema un CD) de Los cuerpos del verano (2012), novela del argentino Martin Felipe Castagnet, que aqui reedita Pesopluma. Desde su distante origen en el mito, la literatura siempre ha estado cargada de fantasia. No es raro que una humanidad que entendia poco lo que pasaba a su alrededor se inclinara al chismorreo de explicaciones plausibles, a cual mas fantastica[3]. Tampoco extrana ver que todo genero literario se maneje segun (o desde) una retorica de lo irreal que le resulta caracteristica --si bien no siempre exclusiva--. La novela de Castagnet, arguiblemente, ejerce una retorica especifica: al hacerlo se inscribe en el genero de la ciencia ficcion. Su historia nos habla sobre la prolongacion artificial de la vida humana en cadaveres que se compran y queman con una nueva identidad; y, si bien aborda apenas los aspectos tecnicos de esas transferencias, si se extiende en los factores sociales (ciencia ficcion <>, que le dicen). Es corta, aguda y, aunque parte de una premisa sencilla, las vueltas de tuerca finales la complejizan al grado de suscitar interpretaciones enfrentadas y suculentas. Me propongo en estas paginas menos aclarar estas caracteristicas --o dotarlas de un contexto historico-- que exacerbar las posibilidades de la perplejidad educada que me suscita su lectura, empezando por discutir si acaso esto es ciencia ficcion o no. Pero !esto no es ciencia ficcion! El critico y autor peruano Daniel Salvo ha protestado que la critica se resista a calificar de ciencia ficcion a obras que tocan temas como la inteligencia artificial o el futuro posible, y que surjan <>. Creo que esos especialistas que denuncia Salvo estan del mismo lado que aquellos que prefieren no ver una solucion de continuidad entre la muy antigua tradicion literaria de ficcion imaginativa y la ciencia ficcion. En otras palabras, que la historia del genero empieza con la Odisea o, ya que estamos en eso, con la Liturgia de Nintud. Asi, la Historia verdadera de Luciano de Samosata no solo seria el hito (que es) en la historia de la filosofia especulativa (!y de la satira!), sino pura y dura ciencia ficcion. No es asi. Si cabe senalar una diferencia entre la ciencia ficcion y la literatura tradicional, incluso la fantastica, es que la ciencia ficcion permite a sus personajes echar a andar en direcciones diferentes a las determinadas por Dioses, Magias o Destinos. Es verdad que los personajes no siempre toman esas oportunidades, pero las tienen, las fabrican, las hacen ostensibles. Tambien es caracteristica del genero cierto repertorio de temas --lo sugiere Salvo--, pero con un anadido: la ciencia ficcion es como una espiral creciente. Cada tema nuevo expande su ambito, en la siguiente vuelta se convierte en un topico usual, y en la subsiguiente es casi normativo, mientras que temas ineditos son sucesivamente absorbidos desde la periferia. Esta figura, animada por la retorica de lo irreal, representa el parametro formal dentro del cual juega la imaginacion del autor. Armado de respeto y talento, Castagnet ha aprovechado esta friccion a su favor. ?Por que <>? La ciencia ficcion se escribe en una suerte de codigo, que a su vez se conoce y domina poco a poco, primero mediante la lectura y con la imitacion como paso siguiente. Entre los autores favorecidos por las musas electricas, el acceso a dicho codigo suele estar dado por la inmersion en lo que se conoce como <>. Este fue originalmente escrito y relativamente sofisticado, y luego mas cinematografico, superficial y agil. Piensese en los mundos narrativo/iconicos, cada vez mas traslapados, de Star Trek, Star Wars, el universo Marvel y el de DC Comics; o en las series filmicas Terminator, Transformers y X-Men. Se trata de megatextos, aunque degradados respecto del viejo y respetable universo de la ciencia ficcion clasica y sus topicos primordiales: la nave espacial, los extraterrestres, los viajes en el tiempo, los planetas misteriosos, las escalas extraordinarias de lo grande y lo pequeno. Para que un relato de ciencia ficcion sea efectivo no basta que invoque estos varios elementos, sino que tiene que hacerlo inmerso en el megatexto, mirando su tratamiento y desarrollo en el pasado del genero. Y aun asi, a pesar de los linderos arbitrarios o imaginados, cada vez es mas dificil reconocer la ciencia ficcion o discernirla de lo que no lo es. El mismo Castagnet afirma --no en esta novela--: <>. En la complejidad posmoderna abundan tanto los prestamos como los guinos entre las tiendas; las grandes mudanzas, los saltos discontinuos, el transfuguismo de ida y vuelta... Porque autores de la supuesta Gran Literatura entran y salen del genero ciencia ficcion, como Kingsley, Amis, Murakami o Houellebecq (maltratando, digamos, la linea limitrofe). Otros --Stephen King, Don DeLillo-- tienen sus raices en el genero. En America Latina vivimos en lo que parece el final de un transito: acerca del rechazo a la ciencia ficcion, el peruano Jose Guich afirma que hay (?hubo?) un <> dominado por el realismo urbano y los sellos multinacionales. De cualquier manera, senala el mismo Guich, cada vez mas parece que <>. Pero, !esto es ciencia ficcion! Empece estas lineas hablando de 2020, una fecha que aun no sucede, pero que tenemos estupendas razones para creer que sucedera. La anticipacion del futuro ha sabido mantenernos vivos durante dos millones de anos, y ha ayudado durante periodos aun mas largos a otras especies animales. En cualquiera de los casos esta anticipacion del futuro consiste en la extrapolacion lineal del pasado. Creemos que la futura existencia de 2020 es una apuesta muy segura; creemos que <> sera muy parecido a <>, y obramos en consecuencia. Asi proceden delfines, chimpances, lobos y elefantes, y toda nuestra estirpe desde los australopitecinos hasta Donald Trump. Pero, ahora que nos entrometimos con la creacion de herramientas para la expansion de la inteligencia, hemos saltado fuera de la logica evolutiva originaria. El viejo ritmo esta hecho anicos: los cambios que vendran a continuacion se sucederan en una cascada exponencial, no lineal. Y nada en nuestra historia genetica nos ha preparado para anticipar lo exponencial. Por esa razon nos resulta tan dificil admitir la alarmante proximidad de algunos avances. Contamos con una clara imagen del pasado y lo extrapolamos linealmente... En consecuencia, nos incapacitamos para admitir una idea habil o funcional de nuestro futuro mas probable en el siglo XXI. La expresion <> es nuestra manera de silbar al atravesar el cementerio de noche.

  • Webcamer Chantajeada de Francisco Correa

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    En muchas oportunidades habia escuchado la frase de que "la belleza todo lo puede", pero en su caso, parecia no da resultados. Laura habia tenido una vida exitosa en la universidad, pero hasta el momento, alcanzar su verdadero sueno habia costado cada gota de sudor, y todo estaba en riesgo en cada semestre. Su ultimo ano de universidad habia sido completamente caotico, la separacion de sus padres, la ruptura con su exnovio y el aumento de la dificultad de sus estudios, habian generado que esta joven chica de la ciudad de Nueva York estuviese a punto de colapsar. Era demasiado estres para una simple joven de 22 anos de edad, quien habia ingresado a la universidad gracias a todo el esfuerzo que habian proporcionado sus padres, quienes habian invertido cada centavo de sus ahorros en darle la entrada a la mejor universidad del pais. Proyectandose como la mejor medico cirujano en el futuro, Laura habia dejado atras absolutamente todos los vicios, hobbies o pasatiempos para dedicarse unica y exclusivamente a convertirse en una de las estudiantes mas relevantes de su promocion. Pero los problemas que habia tenido que afrontar en los ultimos meses habian hecho que su enfoque se desconfigurara totalmente, creando un declive en sus calificaciones, lo que la llevo automaticamente a perder la beca que subsidiaba el 60% de sus estudios. Aquella tarde, mientras se encontraba afuera de la oficina del director, sabia perfectamente que algo no andaba bien. Un comunicado habia llegado hasta su residencia de estudiante, mientras esta, sentada frente al ordenador, hacia algunos ajustes al ultimo trabajo de investigacion que venia realizando. Un sobre se habia deslizado debajo de la puerta, algo que llamo su atencion instantaneamente. Corrio hacia el lugar, abrio la puerta y no pudo ver quien habia entregado dicho sobre. El anuncio de que su beca seria removida debido a la disminucion masiva de sus calificaciones, habia dejado a la chica sin palabras. Era como si un gran iceberg de hielo subiese derretido sobre su cabeza, ya que, su temperatura bajo repentinamente, comenzo a temblar, y no pude evitar moverse hacia la cama para evitar caer al suelo. Los estudios conformaban la totalidad de su vida, era por todo lo que habia luchado y no tenia intenciones de desviar su atencion hacia nada mas. Queria convertirse en el orgulloso de sus padres, que sus amigos la vieran con admiracion, que su nombre estuviese en el gafete de alguna bata del mejor hospital del pais o del mundo, eran suenos que mantenian su vida avanzando, pero al parecer, sus planes comenzaban a desmoronarse. En ocasiones, las cosas no salian como se planeaban, asi que, en esta era una de estas oportunidades en que la vida ponia a prueba la capacidad de improvisacion de las personas. Laura tenia una opcion, y tenia que decidir rapido, ya que, facilmente podria perder su cupo en la universidad y quedarse en la calle, convirtiendose en todo lo contrario a lo que realmente habia sonado convertirse hasta el momento. Sus padres habian invertido todo su dinero para proporcionarle a la chica la posibilidad de ingresar a esta universidad, ya no habia ahorros, no habia soporte, asi que, todo dependia de su enfoque en los estudios y mantener el alto nivel academico. Se traducia como una beca que le daba la posibilidad de mantenerse dentro de aquel lugar y viviendo en una residencia de estudiantes sin ningun coste. Pero al enfrentar esta cruda posibilidad, la chica siente como si todo comenzara a desvanecerse, si todas esas ilusiones comienzan a desaparecer de su vida, perdera cualquier argumento para seguir avanzando. No era una advertencia, era un hecho, y aquella beca que habia estado recibiendo durante el ultimo ano, ya habria desaparecido para el momento en que aquella carta, redactada sobre un trozo de papel blanco, era arrugada y lanzada directamente hacia el espejo. Laura sentia verguenza de si misma, no podia creer que despues de tanto esfuerzo, ahora estaba a punto de enfrentar una realidad realmente nefasta, donde unicamente tendria la opcion de regresar a casa con el fracaso en sus espaldas, contando a sus padres la decepcionante noticia. Con un empleo de medio tiempo, jamas podria costear lo que los estudios de mandaban, era una beca realmente valiosa para ella, y ver como se alejaba, se ha convertido en la peor sensacion que ha experimentado la chica. Asi sabia el fracaso, un sabor amargo en la boca, una garganta seca, un corazon que palpitaba a una velocidad increible con una fuerza amenazante que parecia que romperia su pecho en pedazos. Sus manos habian sudado de una manera exagerada, mientras ella se veia en el espejo cuando flojos estaban a punto de reventar en lagrimas. Habia tratado de ser fuerte, respiraba profundamente, y podia escuchar como aspiraba mientras en su entorno, un completo silencio la ahogaba. Muchas veces habia hecho ejercicios de visualizacion, y esta era la oportunidad perfecta para poner en practica todo lo que habia aprendido en las clases de psicologia. Trato de visualizarse en el exito, en un futuro, pero esto, se veia opacado por toda la desesperacion que comenzaba crecer en su pecho. Sentia algo de impotencia, y corrio directamente a su ordenador para tratar de verificar si aun se encontraba en el sistema. Solo se encontraba a un par de dias de pagar la cuota semestral, y si no conseguia el dinero, tendria que recoger sus cosas y abandonar el lugar lo antes posible. No sabia que hacer, sus manos temblaban mientras escribe las letras para poder acceder a la pagina web de la universidad. Cuando escribio su nombre y presiono la tecla de entrar, sintio una decepcion terrible al ver este aviso rojo que decia que su acceso estaba denegado. Hasta ese punto, sintio que quiza todo habia sido un error, pero ya su nombre habia sido excluido del sistema, asi que, ya no habia demasiado que hacer. Quiza una buena opcion habria sido llamar a su ex novio, un chico millonario que posiblemente no tendria problemas con prestarle ese dinero, pero el verdadero problema es que no tendria como pagarlo, y despues de haberle roto el corazon a este chico, posiblemente ya no habia mucho de que hablar. Seria algo bastante humillante, pero Laura comenzaba a quedarse sin opciones, la desesperacion la invade, la adrenalina corriendo por su pecho, y todos los planes por los que habia luchado en los ultimos tiempos, habian comenzado a caerse como una muralla que afronta las fuertes embestidas de proyectiles masivos. Tomo su telefono movil, y con un poco de verguenza, marco el numero de Thomas, su mas reciente amor, y con quien habia tenido una relacion realmente caotica, quiza no era la mejor alternativa, pero los procesos de desesperacion, suelen llevar a este tipo de escenarios. El telefono habia sonado durante algunos segundos, pero la llamada no habia sido contestada. Quiza habia bloqueado su numero, o quiza habia cambiado de telefono, muchas posibilidades comenzaron a transcurrir por la mente de Laura, quien simplemente rogaba a los cielos que por favor este joven contestara, ya que, era la unica alternativa que tenia entre sus manos. Cuando penso que ya no tendria oportunidad de hablar con el, finalmente la llamada fue respondida. Los segundos comenzaron a transcurrir en la pantalla de su telefono, la llamada estaba en linea, y esto era una buena senal. Pero la voz no se escucho al otro lado del telefono, simplemente una respiracion fuerte, asi que, Laura sabia que Thomas estaba alli. --Se que debes estar molesto, lamento llamarte para molestarte, pero estoy pasando por algo muy horrible. --Dijo Laura. El silencio parecia ser muchisimo mas crudo que cualquier frase que hubiese pasado por la mente de Thomas decirle a la chica. Le habia hecho algo realmente desagradable, y al no haber superado la ruptura, este habia quedado profundamente enamorado, siendo simplemente un amigo que pasaria a la coleccion de exnovio ver el catalogo personal de Laura. Su personalidad era inestable, era una chica que solia tratar de compensar el vacio interior de su vida con compania de amistades vacias y relaciones poco fructiferas, algo que la fue llevando poco a poco hacia un abismo de soledad donde unicamente estaria dedicada a su carrera universitaria y rodeada de personas que parecian estar unicamente enfocadas en lo mismo. Solo una buena amiga era la que habia logrado cosechar en la universidad, y para ese momento, esta se encontraba asistiendo a clases de anatomia. La unica persona con la cual podria desahogarse, no estaba disponible, por lo que, mientras sostiene el telefono movil en su oreja, trata de entablar una conversacion con el chico a quien ha hecho pedazos con sus actitudes inmaduras y poco corteses. --Se que quizas no quieres hablar absolutamente nada conmigo. Necesito verte, por favor, dame la oportunidad de escucharme. -- Dijo Laura. --Debe ser muy grave lo que estas pasando para romper con tu orgullo y llamarme. No creo que yo sea el adecuado para ayudarte. --Dijo Thomas. --!Por favor, no cuelgues! Se que las cosas no terminaron bien entre nosotros, pero hasta el momento eres la unica persona con la que puedo contar. --En ese momento, cuando me destrozaste el alma, tambien pense que eras la unica persona con la que podia contar, y poco te importo. El silencio de Laura simplemente podia evidenciar que este chico tenia toda la razon. Habia escogido las palabras correctas durante su silencio, y hasta parecia que habia esperado esta llamada durante mucho tiempo y sabia que estaria en una posicion de ventaja. El hecho de que Laura hubiese desechado a este joven de una forma tan cruda e injusta, le habia dado la posibilidad de madurar y crecer, pero el rencor no habia cedido, asi que, era la oportunidad de vengarse. --Cualquier insulto sera poco para lo que me merezco, pero por favor, no termines la llamada, necesito que hablemos. --Dijo la chica mientras comenzaba a llorar desesperadamente. Habia cosas que podrian evitarse, quiza podria haber terminado con la llamada y su corazon no habria sucumbido ante la necesidad de la chica de poder regresar a el otra vez. Falsas esperanzas crecian como demonios en el interior de Thomas, quien sentia que nuevamente estaba haciendo envuelto por un manto de mentiras y manipulacion, algo que era habitual en la personalidad de Laura. Esta, solia utilizar sus talentos para controlar, manejar, utilizar a las personas, pero esto, tarde o temprano se revertiria como un precioso karma que se desplomaria sobre ella convirtiendola en la victima del destino. Para Thomas, era dificil soportar esa cantidad de curiosidad que crecia en su mente tratando de entender que era lo que estaba ocurriendo. La chica habia asegurado que estaba atravesando por un periodo realmente dificil, y este, dentro de su morbo, queria entender que tan grave podria llegar a ser tu situacion como para humillarse a llamarlo a el. Dificilmente estaria dispuesto ayudarla, ya que, cuando este necesito mas de ella, Laura simplemente le dio la espalda. Era un joven realmente tranquilo, silencioso y muy inteligente, quiza el novio perfecto, pero Laura lo habia dejado pasar, convirtiendolo simplemente era un despojo de hombre que habia tenido que atravesar el mismo infierno descalzo para poder salir de aquella situacion. La indiferencia, el corazon de piedra, y la poca empatia que habia demostrado Laura para con Thomas despues del termino de aquella relacion, le habia dado todos los argumentos a este chico para poder desarrollar ese sentimiento de querer verla en la miseria, afrontando la desesperacion, rogando por ayuda, pero esto, podria quebrantarse facilmente con solo escuchar la voz de Laura. --Tu llanto parece genuino, pero realmente no tengo intenciones de verte, Laura. Creo que deberias llamar a alguien mas. A menos que no conozcas a alguien que pueda ayudarte con tus problemas financieros. --Dijo Thomas. Laura se sintio sorprendida al ver ese de alguna u otra forma expuestas, ya que, en ningun momento habia hablado sobre sus problemas economicos. Parecia que Thomas se habia adelantado significativamente a los acontecimientos y habia logrado determinar cuales eran sus verdaderas intenciones, algo que la dejo completamente desconcertada. --?De que hablas? ?Como puedes decir que solo te llamo para que arregles mis problemas financieros? --Es lo unico que te llevaria a llamarme. Creo que no podria solucionar absolutamente nada mas en tu vida, mas que la necesidad de dinero. Pero estas en libertad de hablar sin enganos... ?Cuanto es lo que necesitas?

  • Besame, Princesa, Cathryn de Bourgh de Cathryn De Bourgh

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    Novela romantica contemporanea.

  • Bajo el arbol de los toraya de Philippe Claudel

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    Los toraya viven en la isla Celebes. Son un pueblo cuya existencia esta obsesivamente marcada por la muerte. Cuando fallece un toraya, la organizacion de su funeral se prolonga durante semanas, meses, a veces anos. Lo deseable es que asistan a la ceremonia todos los parientes del difunto, lo que puede suponer miles de personas desperdigadas por el archipielago indonesio, o incluso fuera de el. El viaje, el alojamiento y la alimentacion corren a cargo de sus familiares, que con frecuencia deben contraer fuertes deudas para poder respetar la tradicion. Para hospedar a los invitados se construyen casas de madera finas y graciles como barcas. En prevision de los banquetes se compra ganado. Se sacrificaran cerdos y bufalos para acompanar al difunto. Durante todo ese tiempo se conserva el cuerpo de quien aun no es considerado un muerto, sino un enfermo, un to masaki, en la lengua de los toraya. La tumba en la que sera inhumado se excava directamente en la roca de ciertos acantilados sagrados. En esos sepulcros en forma de nicho descansan los restos de los miembros de una misma familia, custodiados por idolos de madera. Al cabo de un tiempo, los ataudes se pudren y se abren. Los huesos quedan esparcidos por el suelo, mezclados con la tierra y las hojas. En la primavera de 2012 recorri la tierra de los toraya. En su isla, que aun no conocia, volvi a encontrar lo que siempre me ha gustado de Indonesia: sus gentes tranquilas y risuenas; sus paisajes ondulantes, a veces escarpados, con su muestrario infinito de verdes, desde el mas claro hasta el mas mate; su cielo, que puede ser amplio y azul y volverse vertical al dia siguiente, un collage de altas nubes de plomo que revientan de pronto para dejar caer una lluvia calida sobre bosques, caminos y arrozales; sus noches, que llegan temprano, repentinamente, y desencadenan un aquelarre de insectos y lagartos; el placer de tomarse una cerveza helada mientras saboreas un nasi goreng o unos sates de cabra en una acera, sentado en una silla de plastico pensada para un gnomo, o el de fumarse un kretek con aroma a nuez moscada y canela. Cerca de un pueblo toraya situado en un claro, me mostraron un arbol peculiar. Imponente y majestuoso, se alza en una pendiente del bosque, a unos cientos de metros de las casas. Es una sepultura reservada a los ninos de muy corta edad, fallecidos durante los primeros meses de vida. En el tronco del arbol se excava un hoyo. En su interior se deposita el pequeno cadaver envuelto en una sabana. El sepulcro lenoso se cierra con un entramado de ramas y tela. Lentamente, con el paso de los anos, la madera del arbol vuelve a cerrarse y guarda el cuerpo del nino en su propio y enorme cuerpo, bajo su corteza soldada de nuevo. Comienza entonces el viaje que lo elevara poco a poco al cielo, segun el pausado ritmo del crecimiento del arbol. Nosotros enterramos a nuestros muertos. O los quemamos. Nunca se nos habria ocurrido confiarselos a los arboles, aunque no nos faltan bosques ni imaginacion. Pero nuestras creencias se han vuelto vacias, carentes de eco. Perpetuamos rituales que a la mayoria nos costaria mucho explicar. Nuestro mundo vive de espaldas a la muerte. Los toraya la han convertido en el centro del suyo. ?Quien tiene razon? Esa misma noche, mientras bebia cervezas y fumaba kreteks en el balconcito de mi habitacion del hotel, volvi a pensar en el arbol, en su madera, alimentada por huesos fragiles y carne desaparecida. Abajo, unas ancianas estadounidenses reian a carcajadas mientras acababan de cenar en la terraza del restaurante. Me habia cruzado con ellas al regresar al hotel. Iban calzadas con deportivas rosa y vestian pantalones caqui de explorador llenos de bolsillos, camisas de algodon y chalecos de reportero de guerra. Sus cabezas estaban coronadas por cabellos blancos, malva y, en algun caso, violeta. Todas tenian la misma nariz rehecha, los mismos ojos estirados, los mismos labios rellenados. Habian alcanzado el tramo final de sus vidas, pero sus rostros exhibian los rasgos abstractos y esquematicos caracteristicos de las jovenes artificiales, todas identicas. Parecian munecas escapadas de una tienda que vendiera articulos monstruosos a no se sabe que clientela. Pense en todas las estrategias inutiles que aplicamos a nuestros cuerpos para enganar al tiempo y a nuestros miedos. Frente a mi, en la noche indonesia, mientras disfrutaba del aroma de los cigarrillos, adivinaba las siluetas mas claras de los bufalos que, de pie en medio de los arrozales, dormitaban con la cabeza inclinada hacia el barro. La llovizna y una tenue bruma caian sobre sus cuerpos inmoviles. Parecian de otra epoca. Los sentia medio borrados. Pense en la desaparicion. En la llegada al mundo. En esa danza incoherente, unas veces hermosa y otras grotesca, que es nuestra vida. Tambien en nuestro fin. Los sapos parloteaban. Unos murcielagos enormes libraban un duelo silencioso por encima de mi cabeza. Habia cumplido cincuenta anos tres meses antes. ?Significaba eso algo? Como de costumbre, tenia un libro al lado. Esa noche era El viaje nupcial, de Ismail Kadare, que releo al menos cada dos anos. Es una historia muy hermosa de promesas, muerte, fantasmas y cabalgadas. Y de invierno, la estacion del ano en la que siempre he sentido que me convierto en quien soy realmente. Tenia un cuaderno y una pluma --comprada mas de diez anos atras en un mercado de Saigon-- que hace honor a su nombre, porque es muy ligera. Ya no recuerdo si tome notas mientras pensaba en el arbol y su corteza cerrada sobre los cuerpecillos invisibles. No estoy seguro: a veces, donde mejor se escribe es en la propia cabeza. Estaba entre dos peliculas, en ese dificil momento en que uno se cuestiona lo que hace y se pregunta si merece la pena hacerlo, si tiene algun sentido. Cuando uno esta aun menos seguro de si debe continuar. Mi ultimo largometraje habia obtenido una tibia acogida. El publico no habia abarrotado las salas. Habia corrido mejor suerte en el extranjero, en la decena de paises en los que se habia estrenado y a los que yo lo habia acompanado para responder una y otra vez las mismas preguntas, exhibir la misma sonrisa para los fotografos y encontrarme solo por la noche en la habitacion del hotel, contemplando las botellitas del minibar como si fueran companeras de infortunio. Tras la gira, habia decidido olvidarme de esa pelicula que se habia tragado dos anos de mi vida, pasar pagina en mi interior y marcharme a la isla Celebes con un renovado deseo de imagenes que empezaba a apuntar, todavia vago y borroso, a la espera de una concrecion que pensaba perfilar sin ninguna prisa. Hace mucho tiempo ya que comprendi que no <> las peliculas, sino que son ellas las que nacen de nosotros y toman forma como y cuando les parece. Las ancianas estadounidenses se habian callado. Debian de haber vuelto a sus habitaciones. Me las imagine solas ante el espejo del cuarto de bano, contemplando sus rostros falsos y leyendo su verdadera edad en el fondo de sus ojos tristes. Toda mentira conlleva su amarga caida. Tres dias despues volvi a Francia. En cuanto entre en casa, deje la maleta en el suelo y me bebi un vaso de agua del grifo mirando a mi alrededor. Tenia la sensacion de haber llegado a un pais extranjero. Por supuesto, los olores eran conocidos, pero pertenecian a una estacion y una ciudad de las que me habia ausentado y en las que aun no habia vuelto a encontrar mi sitio. El parquet crujia bajo mis pies. En los alfeizares de las ventanas, las moscas muertas terminaban de apergaminarse colectivamente, con las patas estiradas hacia el techo. Seguia considerandome alguien corriente y a la vez exotico. Seguia teniendo en la boca el peculiar sabor de los kreteks. Sin embargo, oia en lo alto sonidos familiares, en especial el piano desafinado del senor Bellagar, el vecino del octavo, un anciano medio ciego cuyo rostro y encorbatada elegancia me recuerdan un poco a Jorge Luis Borges y que se pasa horas tocando melancolicas melodias de la Europa central. Di una vuelta por las habitaciones, lo que se hace pronto, porque solo son tres, y escuche los mensajes acumulados en el contestador, que parpadeaba en una mesita del salon, al lado de la fotografia de Florence, mi ex mujer, que me sonreia. Entre ellos descubri el

  • Sonambulos de Christopher Clark

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    Sonambulos es el relato fascinante del historiador Christopher Clark de los inicios explosivos de la Primera Guerra Mundial.Sobre la base de nuevos estudios, Clark ofrece una nueva mirada a la Primera Guerra Mundial, centrandose no solo en las batallas y las atrocidades de la guerra en si, sino en la complejidad de los acontecimientos y relaciones que llevaron a un grupo de lideres bien intencionados a un conflicto brutal.Clark traza los caminos a la guerra minuto a minuto, en una narrativa llena de accion que nos lleva a los centros de decision clave en Viena, Berlin, San Petersburgo, Paris, Londres y Belgrado, y examina las decadas de la historia que nos condujeron a la acontecimientos de 1914; los detalles de los malentendidos mutuos y las senales no deseadas que llevaron a la crisis hacia adelante en unas pocas semanas.Meticulosamente documentado y magistralmente escrito, Sonambulos es una cronica dramatica de como Europa entro en una guerra que desgarro el mundo existente para siempre.

  • Crimenes sin resolver de Patricia Lopez Lucio , Vicente Garrido Genoves

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    En 1997, Cristina Bergua, una adolescente de Cornella, desaparecio sin dejar rastro. Aquel caso supuso un antes y un despues en la investigacion criminal en Espana, que desde entonces ha cambiado sus protocolos de actuacion y ha hecho uso de los importantes avances acaecidos en la ciencia forense. Sin embargo, a lo largo

  • Despues del deshielo de Adrienne Young

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    Eelyn, de 17 anos, lucha junto a los miembros de su clan Aska en una antigua rivalidad contra el clan Riki. Su vida es brutal pero simple: lucha y sobrevive. Hasta el dia en que ve lo imposible en el campo de batalla: ?su hermano, luchando con el enemigo? El hermano que ella vio morir hace cinco anos.

  • Dedicado a ti, mi amor de Chris De Witt

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    El no se dara por vencido hasta que consiga lo que quiere de ella.
    Ella no se dejara cautivar tan facilmente…

  • !SOS! Secuestrados Por El Nacionalismo de Dolores Agenjo

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    El 9 de noviembre de 2014, dia en el que se habia convocado la consulta ilegal sobre el futuro de Cataluna, la autora de este libro, entonces directora de un instituto en Hospitalet de Llobregat (Barcelona), se nego a entregar las llaves del centro para que alli se colocaran las urnas, enfrentandose de esta manera a las directrices de la Consejeria de Educacion. Esta valiente decision es el punto de partida de un libro sin mordaza en el que Dolores Agenjo denuncia la situacion de muchos catalanes que se sienten espanoles y los resultados de una educacion en el odio, un autentico lavado de cerebro que ha hecho que ser espanol en Cataluna se convierta en un acto heroico. !SOS! Secuestrados por el nacionalismo es un grito de ayuda para una gran mayoria silenciosa que quiere recuperar la libertad. Un lucido testimonio acerca de una realidad que no puede, ni debe, pasar desapercibida.

  • Medianoche en Damasco – Maha Akhtar de Maha Akhtar

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    Una novela llena de aventuras, amor, heroismo y traiciones, que nos permite entender la situacion actual de Siria, firmada por Maha Akhtar, autora best seller por La nieta de la maharani.

  • Con otra mirada de Anabel Saiz Ripoll

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    Raul es un joven adolescente que vive en una gran ciudad y al que, de repente, la vida se lo pone del reves. Su padre sufre un infarto y, para recuperarse con calma, han de ir al pueblo de la familia materna. El pueblo es pequeno, parece que no ofrezca ningun atractivo, pero alla estan los abuelos de Raul y otros personajes entranables, como Veva, la maestra o Ursula, la contadora de cuentos o Beatriz. Poco a poco Raul se sentira captado por el embrujo del pueblo, por la emocion de las historias que aprende acerca de la familia y otros personajes y por la magia del lugar. Al fin, aprendera a observarlo todo con otra mirada y valorara lo que tiene de una forma muy especial. Raul crecera, sin duda, en las paginas de la novela.

  • El hombre que intuia de David Castells

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    Meritxell Egger, tambien llamada Blue, es una chica de padre suizo y madre catalana que acaba de terminar la carrera de economicas. Cuando su padre muere, ella hereda el 60% de las acciones de unos laboratorios suizos.

  • Dias temibles de A. M. Homes

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    Tensiones familiares; crisis de pareja; personajes desnortados; el apasionado encuentro de una novelista transgresora y un corresponsal de guerra en un congreso sobre genocidios; un chat en el que asoma una historia de abusos sexuales a una menor; una jornada de compras en un supermercado que acaba con una candidatura a la presidencia de Estados Unidos; un encuentro en Disneylandia, donde el protagonista estuvo de nino en un ultimo viaje familiar antes de que todo se desmoronase.

  • Te quiero, baby (HQN), Isabel Keats de Isabel Keats

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  • Bajo la Estrella Polar de Stef Penney

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    Bajo la Estrella Polar es una nueva epopeya historica de la premiada autora de La ternura de los lobos, especialmente recomendada para fans de Donna Tartt, Sarah Waters o Jessie Burton

  • No estabas en mi agenda de Dina Reed

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    Despues de una decepcion amorosa y profesional, Jessica Cooper regresa a Manhattan y necesita trabajar como sea. Asi que acepta sin pensarlo el puesto de secretaria en la compania de Chris Swift, mas conocido como el Lobo, a pesar de que todo el mundo le advierte de que hasta el momento ninguna secretaria ha aguantado mucho en el puesto.Y es que el Lobo es insufrible, por su ambicion sin limites, su alto nivel de exigencia y su caracter implacable y duro: siempre va derecho a la yugular y no se conforma con nada que no sea ganar.Nadie quiere tenerlo de enemigo y casi todas suspiran por el, no en vano es un multimillonario irresistible, guapo, sexy y carismatico.

  • Dudo si te quiero de Sophie Saint Rose

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    Hellen creia que tenia claro lo que queria. Su jefe estaba para comerselo y era todo lo que siempre habia sonado para su futuro marido, aunque tenia un poco de mal humor cuando no comia. Va, pero eso podia pasarlo por alto.
    Cuando su familia le abrio los ojos respecto a como habia llevado su vida en los ultimos anos, se dio cuenta de que igual le habia idealizado y las dudas la asaltaron. ?Le queria a su lado el resto de su vida? Deberia pensarlo un poco antes de meter la pata. ?Pero como se lo tomaria el?

  • Te llamare muerto de Jose De Cora

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    Ano 1900. En una casa de la costa gallega dos mujeres sufren ataques de fuerzas que no atienden a las leyes fisicas. El ruido de cien tormentas antecede al vuelo de los objetos mientras un gorila espalda plateada trata de ejercer con ellas su papel de semental. Nadie se explica que motiva las aberraciones de la Casa de los Muertos..., porque su terrible secreto hay que buscarlo dieciocho anos antes. Tres peculiares personajes coinciden alli para disputar el descubrimiento al arzobispado de Santiago. Son el medico y espiritista Manuel Otero Acevedo, el escritor de esperpentos Ramon Maria del Valle-Inclan y el abogado y periodista Prudencio Landin Tobio. Sin saberlo, cada uno de ellos representa una faceta de esta fabulosa historia basada en hechos reales que enfrenta supersticiones a vanguardia cientifica, carne a espiritu, vivos a muertos.
    Esta es la nueva y sorprendente novela que nos presenta Jose de Cora, autor de “El estornudo de la mariposa”.

  • Identidad Desconocida de Patricia Cornwell

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    Scarpetta pasa por uno de los peores momentos de su vida tras la muerte de su amante, Benton Wesley. Ademas, desde hace algun tiempo Kay es victima del juego sucio de un desconocido que pretende arruinar su carrera. A pesar de todo, Kay no esta dispuesta a que nada ni nadie se interponga en la resolucion del complejo caso que investiga. El examen de los restos de un hombre hallados en un barco procedente de Belgica revela cicatrices profundas y en su ropa aparecen unos pelos extranos, semejantes a los de un animal. Unas coincidencias con otros casos en Francia, obligaran a Scarpetta a seguir con su investigacion en ese pais. En el cuartel general de la Interpol en Lyon, recibira ordenes de recoger una informacion secreta en el deposito de cadaveres de Paris y volver con ella a Virginia.

  • La heredera 2 de Jana Westwood

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    Septiembre de 1860. Sunset Bayou, Oakville.