• daily b complex - Dayli B

    https://gigalibros.com/me-enamore-de-mi-sumisa.html

    Una historia de amor donde el mensaje y la intencion de la obra te llevaran a comprender lo que implica realmente una relacion bedesemera sin necesidad de ir a los extremos como la mayoria de las personas suponen. No te prives de nuevas experiencias por falta de conocimiento…
    ?Estas listo para dejar el mundo vainilla? Tendras una relacion intensa, satisfaccion 100% garantizada.
    Estimada sumisa: no deposites tu confianza en cualquier persona…
    Espero no caigas en manos de cualquiera.
    Estimado dominante: tratarla y conocerla como persona mucho antes de ser tu sumisa es fundamental, conquista a tu sumisa, respetala, es tu bien mas preciado…

  • 365 Daily Value, Stress B Complex con Vitamina C, 60 ct

    https://www.amazon.com/-/es/Daily-Value-Stress-Complex-Vitamina/dp/B074MGJ6HT

    Amazon.com: 365 Daily Value, Stress B Complex con Vitamina C, 60 ct : Salud y Hogar.

  • Vitamin B Complex - an overview ... - Science Direct

    https://www.sciencedirect.com/topics/medicine-and-dentistry/vitamin-b-complex

    B complex vitamins function as coenzymes themselves or form part of the ... 5% to 10% of the 14 mg of iron found in the average daily Western diet.

  • Vitamin B Complex - an overview ... - Science Direct

    https://www.sciencedirect.com/topics/pharmacology-toxicology-and-pharmaceutical-science/vitamin-b-complex

    Deficiencies of B complex vitamins may be present, leading to a red tongue, ... Daily intake of B-complex vitamins is recommended to combat high level of ...

  • Vitamin B Complex | Side Effects | Dosage | Precautions

    https://www.medicoverhospitals.in/medicine/vitamin-b-complex

    17 feb 2021 — Vitamin B is a group of nutrients which plays a very important role in the body. Typically, Vitamin B-complex supplements pack all eight ...

  • Health Benefits of B Complex - WebMD

    https://www.webmd.com/diet/health-benefits-b-complex

    19 sept 2020 — Amounts and Dosage. The recommended daily allowance (RDA) of B complex vitamins varies by age, gender, and condition. Check supplement ...

  • La casa natural de Beth Greer

    https://gigalibros.com/la-casa-natural.html

    Beth Greer seguia un estilo de vida ecologico, o al menos eso creia ella, desde que llego a la edad adulta. Eso fue antes de que un problema de salud la llevase a replantearse su estilo de vida y su entorno, a identificar y eliminar las toxinas a las que nunca habia sospechado que se encontraba expuesta.

  • La madre de los carabineros de Alessio Puleo

    https://gigalibros.com/la-madre-de-los-carabineros.html

    Alessio Puleo decidio en el ano 2001 prestar servicio en la quinta del Arma de Carabineros[1]. Algunos dias despues de su traslado desde Benevento a Palermo fue asignado al servicio de vigilancia de la casa de Paolo Borsellino. Y fue alli donde tuvo lugar el primer encuentro con la senora Lupo, la <>. La senora vivia sola en un antiguo edificio situado justo enfrente de la casa del juez. Alessio, dentro del XII Batallon de los Carabineros de Sicilia, habia oido hablar a menudo de ella, pero cuando por primera vez se encontro delante de aquella <> mujer con el sombrero del Arma en la cabeza y los galones cosidos en la chaqueta, entendio que se trataba de una persona muy especial. Mama Mimma lo escruto de pies a cabeza para asegurarse de que el uniforme estuviera en orden, que los zapatos estuvieran relucientes, el nudo de la corbata perfecto... !y la cara bien afeitada! Se comportaba como un verdadero oficial y todos (desde los mas bajos cargos a los oficiales) la querian y respetaban. Transcurria todo el dia en compania de aquellos jovenes carabineros que, alejados del carino de sus familias, encontraban en ella el amor de una verdadera madre. Les daba consejo y compraba todo tipo de cosas: bocadillos, croissants, te, cafe... Y muchisimo mas. Todos la habian rebautizado como <>. Alessio cogio un afecto especial a aquella mujer y, pasando muchas de las horas de servicio en su compania, intento entender que la llevaba a hacer lo que hacia. Asi, dia tras dia, reconstruyo su vida, descubriendo un pasado lleno de emociones hermosas y horribles en las que residia el porque de todas aquellas buenas acciones con los carabineros. No, aquella historia no podia, un dia, desvanecerse en la nada junto a mama Mimma, asi que decidio transcribir toda la informacion acumulada y, recopilando tambien informacion del Museo Historico del Arma, reconstruyo el contexto social de aquel periodo. Despues de casi cuatro anos de trabajo, consiguio escribir su guion cinematografico. El proyecto atrajo la atencion de una productora, pero el excesivo coste hizo que lo dejaran a un lado. Alessio, convencido del interes que la historia podria suscitar, decidio darle forma editorial. Asi, en el ano 2006, transformo el guion en novela y nacio La madre de los carabineros. 1 Domenica Lupo, <>, vive desde hace muchos anos en una pequena casa, un chalet estilo modernista de principios del siglo XX. Vive sola, rodeada de vecinos carinosos. Frecuenta la casa de los Borsellino desde hace mucho tiempo y, tras la muerte del juez, su amistad con la viuda del difunto magistrado se ha vuelto incluso mas intima, tanto que para la senora Borsellino es casi <>, una anciana tia a la que pedir consejos. La casa de tia Mimma esta enfrente de la vivienda de los Borsellino, y por eso lo primero que ella ve por la manana al abrir las ventanas es a los carabineros que, desde la muerte del magistrado, montan guardia para proteger a su familia. Pero volvamos con tia Mimma. Es una calurosa manana de julio. Son las diez y la canicula ya oprime, molesta, causada por el siroco que azota Sicilia desde hace dos dias. Palermo sucumbe bajo el ardiente sol, pero la vida en la ciudad continua. Tia Mimma abre la pequena verja peatonal. Viste sencilla, pero tambien con cierta elegancia: un vestido de tela ligera color beige moteado con pequenos lunares de tono tierra de Siena, tono sobre tono; un sencillo cinturon le cine la cintura. Es una mujer menuda, con una silueta todavia juvenil... !para sus casi noventa anos! Cierra de nuevo la verja, comprueba el bolso para asegurarse de que estan las llaves, el portamonedas, la pequena corona del rosario y el panuelito bordado. Perfecto, !no falta nada! Ahora puede irse. El mercado esta a pocos cientos de metros, !caminar un poco siempre va bien! Echa un vistazo a los dos carabineros de la calle con una media sonrisa digna de la Gioconda y se va. Son las diez y veinte. El mercado del barrio es todo un vocerio, un coro de reclamos, una alabanza a las propias mercancias. El puesto de la pescaderia parece una paleta de pintor con tonos plateados, el de las hortalizas, un centelleo de verde y rojo por la verdura fresca y los tomates maduros. Tia Mimma hoy esta ahi por la fruta; pide en el mostrador un kilo de jugosos melocotones amarillos y uno de cerezas rojo rubi. Un chico a su lado mira la mercaderia y vacila: no parece convencido. Tia Mimma lo observa durante unos segundos: cuerpo atletico, tejanos y polo blanco, una extrana bolsa de piel con lineas en la mano, un poco como aquellas de los pieles rojas que recuerda haber visto en las peliculas western de la television. Mientras paga, nota que el chico tambien compra melocotones al mozo; tia Mimma abandona el puesto y se va. El calor es sofocante. Despues de pocos pasos se apoya en un poste de la luz, con la cabeza dandole vueltas vertiginosamente, y resbala lentamente hasta el borde de la acera mientras escucha al frutero que le pregunta: <>. Es una mujer dura, con una voluntad de hierro, asi que se apoya sobre sus delgadas piernas. <>, responde levantandose fatigosamente y retomando el camino a casa. Unos pocos pasos mas y esta vez le falta el aire, la cabeza le vuelve a dar vueltas y acaba tendida en el asfalto. Abre los ojos y, tras algunos segundos, ve el rostro del chico del polo blanco. Una senora da al joven un vaso de agua y este se lo acerca a los labios a tia Mimma tras acomodarla en una silla. Pasan los minutos, el chico aleja a los curiosos con educada firmeza, quedandose con tia Mimma y la senora que ha traido la silla y el agua. Tia Mimma lo observa ahora atentamente: sobre los treinta, metro setenta y cinco, en muy buena forma, constitucion media, ochenta kilos mas o menos, rostro afeitado, cabello corto, cara de buen muchacho. !Que extrano, habla un italiano perfecto, no tiene el acento o la cadencia siciliana!, piensa. Tia Mimma presumia siempre de saber <> a una persona a primera vista. ?Y este que <> puede tener?, se pregunta. Despues se oyen las cuestiones de rigor: <>, <>, y asi... El joven se ofrece a acompanarla a casa. Coge el bolso y se lo devuelve. <>, se dice. Empiezan a caminar despacio. El joven abre la verja del pequeno jardin. Querria seguir ayudando a tia Mimma, pero esta se retira asegurandole que todo ha pasado ya y se lo agradece de corazon. Ya que estamos aqui, podria ofrecerle un cafe, piensa. Pero no esta convencida. ?Quien es este?... ?Y si fuera un maniaco que asesina a las viejecitas? Pero, mirandole bien, y recordando la buena accion que ha realizado, desecha el mal pensamiento y lo invita a casa a tomar algo. El joven se mantiene educadamente en el exterior de la cancela, rechaza la oferta sintiendose un poco incomodo y, empujado por la curiosidad, pregunta a la pequena anciana si vive sola. Si tiene marido o hijos. La respuesta es extrana, muy extrana, y su curiosidad crece aun mas: <>. ?Que habra querido decir? ?Por que una respuesta tan vaga?, piensa el chico. Se quedaria encantado para escuchar lo que tiene que decir aquella anciana mujer que, con pocas palabras, ha despertado su interes, pero no puede. Asi que, por el momento, rechaza la invitacion por obligaciones laborales que le esperan, le promete volver y se va. Tia Mimma entra en casa, corre hacia la ventana y sigue con la mirada al joven, que se dirige hacia los carabineros que aparcan como cada dia delante de la casa de los Borsellino.

  • Callame con un Beso de Blue Jeans

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    El tiempo pasa en la vida de Paula. Nuevas experiencias, nuevos amigos, nuevas dificultades... la distancia es mal rival para el amor. Tendra que tomar decisiones importantes, pero ninguna de ellas sera facil. Y menos despues de todo lo que pasa en Londres... Alex esta empenado en convertirse en un gran escritor, aunque tiene otras cosas en su mente que le preocupan. Diana y Mario, por su parte, se veran envueltos en situaciones al limite donde deberan elegir cual es la mejor opcion. Las Sugus se han distanciado, pero... ?algun dia podrian volver a unirse? En aquellos dias de diciembre, parece muy complicado...

  • Sin compromiso de Cara Lockwood

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    Emma Allaire no tenia aventuras de una noche. Hasta que conocio al senor X, un hombre increiblemente atractivo, a traves de una aplicacion anonima de contactos y sus fantasias mas sexys se hicieron realidad. ?Quien era ese hombre enigmatico que la esperaba en la cama de su habitacion de hotel? Un amante misterioso, el hombre de sus suenos o un embustero. ?salvaria su corazon o se lo romperia para siempre?

  • Amores contra el tiempo de Dolores Conquero

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    Oposicion familiar, criticas --a veces implacables-- del entorno, conflictos laborales.
    Son muchos los problemas a los que estas mujeres tuvieron que hacer frente, en diversos momentos historicos, por saltarse uno de los prejuicios mas firmemente instalados en la sociedad: que una mujer no puede (o no debe) enamorarse de un hombre mas joven que ella. Con un estilo ameno y riguroso, lleno de ritmo, la autora intenta ir mas alla de los lugares comunes y a la vez ser escrupulosamente fiel a sus heroinas para contarnos sus historias de deseo, aventuras, amor, lagrimas, inevitables catastrofes y finales felices.

  • La tragedia del girasol de Benito Olmo

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    Benito Olmo, el nuevo talento del genero negro y criminal, presenta una brutal aventura protagonizada por el irreverente inspector Manuel Bianquetti.

  • Un grave error de Erina Alcala

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    -?Que pasa mama? -Pregunto Ana. La madre bajo la cabeza. -?Es grave?, papa dime que pasa. La familia Solis, estaba compuesta por el padre, Francisco Solis de 50 anos y su madre Berta de 48 y ella misma, Ana Solis como hija unica. Era una familia acomodada de Marbella, pues el padre trabajaba para la empresa de Floros Michelakis, un armador griego que tenia una de sus bases en Marbella. Vivian en una gran villa, desde que ella tenia uso de razon. Su padre era gerente de la empresa naviera. Llevaba ya trabajando tiempo con Floros, al tanto de los astilleros de Cadiz y de la flota de yates de recreo que se vendian en Marbella. Ahora, Floros se habia jubilado y su hijo Dimitri habia tomado el mando de todas las propiedades que la familia Michelakis tenian en Grecia, en Marbella, en Cadiz y algunos astilleros italianos e Inglaterra tambien. Su padre habia hecho un buen trabajo y Dimitri a sus treinta anos, era el dueno de una inmensa fortuna, un yate de lujo enorme y caro, un jet privado, una casa en la isla de Santorini, lejos del turismo, pero no menos preciosa, rodeada de un terreno de vinedos de los que estaba orgulloso, crecian en esa tierra volcanica que era la isla, y la casa estaba situada en una pequena colina. Abajo, por un sendero de unos trescientos metros, se bajaba a la playa, de arena blanca. Una playa privada de kilometro y medio con un embarcadero al final de la misma. Aunque no toda la isla tenia arena blanca, la otra parte de la isla, era arena negra, tan maravillosa como la blanca. Dimitri, se compro esa casa a seis kilometros de la civilizacion para estar tranquilo, cuando viajaba, era su remanso de paz, de descanso entre viajes. Tenia un balcon con piscina natural, como las casitas turisticas de la isla, una gran casa con una decoracion en tonos azules, gimnasio, piscina cubierta y otra en el jardin desde la que se veia el mar, y todo cuanto podia necesitar. Tres trabajadores se encargaban de la casa, dos mujeres, una de la cocina Cora, mujer de Cosmos que se encargaba de la vigilancia, del jardin y las piscinas, asi como de cerrar por la noche la verja que llevaba a la playa. Su mujer Cora, se encargaba de las compras y la cocina, dormian en una casita de invitados en el jardin, a una cierta distancia de la casa y Delia se encargaba de la limpieza de la casa. A dos kilometros, habia un almacen y una bodega, con todo lo indispensable para criar su propio vino. Un vino seco y de gran acidez debido al terreno volcanico de la isla. Estaba orgulloso de su bodega. Tenia para ello a tres trabajadores. Marco, era el supervisor y el encargado. En Atenas, donde tenia su trabajo, su oficina, habia adquirido un gran apartamento en el centro de la ciudad, y el resto del tiempo, o cuando viajaba lo hacia en el jet privado y el yate lo tenia de recreo para ir al resto de las islas, y se quedaba en hoteles cuando iba a otros paises. No queria mas propiedades, salvo las que su padre le habia dejado, a cambio, su padre recibia anualmente una buena cantidad de dinero para vivir bien con su madre, un yate y una casa en las afueras de Atenas. Su padre le decia que ya era hora de enamorarse y formar una familia, pero el decia que posiblemente lo segundo, lo primero impensable, Dimitri no era de esos, ni queria hijos. Ninguno. No tenia tiempo de atenderlos. No se veia como su padre. Le encantaba su trabajo y viajaba demasiado como para hacerse cargo de una familia al uso. Si queria una mujer, se la llevaba algunos viajes, si eran cortos. Habia salido con Anika, una griega hija de un banquero importante, pero le puso los cuernos con otra persona y no queria saber nada de mujeres. Tampoco es que tuviesen una relacion formal ni seria. Asi que no le dolio lo mas minimo cortar con ella. -Hijo, ?y a quien dejaras todo esto? Al menos nosotros te lo hemos dejado a ti. Tu padre ha creado un imperio y se que tu doblaras ese trabajo. Eres inteligente, pero una mujer buena a tu lado... -Quiza mas adelante te de una sorpresa, mama. tranquila soy joven aun, -Si, piensalo, tu padre me tenia a mi cuando volvia de sus viajes, y hemos sido felices treinta y cinco anos. -Ya veremos. Ahora viajo mucho y trabajo mucho mas. Papa se ha dado a la buena vida y estoy haciendo auditorias en todas las empresas antes de tomar decisiones importantes. -Tu padre ya ha trabajado bastante, viajado y quiere tranquilidad. -Es cierto, yo puedo ocuparme de todo. No os preocupeis. Te quiero, mama. -Y nosotros a ti hijo -Dijo abrazandolo. En Marbella, Ana estaba muy preocupada. -?Bueno, me vais a decir que pasa? -El senor Floros se ha jubilado y ha venido el hijo, que es el que se ha hecho cargo de todas las empresas de su padre. Es un joven duro, no es como su padre. -Bueno ?Y que pasa? -Ha hecho una auditoria en la empresa. Las esta haciendo en todas las empresas que su padre le ha dejado. -Y bien, es normal ?no? -No hija. Tuve que sacar dinero para la casa y la buena vida que llevamos. Iba a reponerlo, pero nunca reunia suficiente. -Pero papa... ?Has robado a la empresa? -Solo lo he cogido, pero no tengo el suficiente para reponerlo todo. Lo perderemos todo, e ire a la carcel. Su hijo es duro. -?Como? -Fue para que tu madre y tu vivierais bien y fueras a la universidad de Harvard a hacer Derecho y Administracion de empresas. -Pero papa, vamos a ver, tengo 23 anos. Acabo de terminar la carrera y por supuesto no ire a hacer ningun master, podia haber estudiado en Malaga, ?cuanto debes? -No puedo decirtelo, eran pequenas cantidades para que no se notara. -?Te ha echado? Por Dios papa, ?que has hecho?... -Me ha dicho que vaya manana a verlo a las 12 de la manana. Eso significara que si y que tendra alli a sus abogados. -Bueno, buscamos un piso pequeno de alquiler en Malaga y le das la casa o la vendes, y le das el dinero, y el dinero que tengas ahorrado tambien, vendes los coches, no necesitas esos dos coches. -No tengo nada hija, y la casa no es suficiente. -?Por Dios papa, ?que has hecho? -No se hija, se me ha ido la mano y ya no pude parar. -?Por que has llevado una vida que no te correspondia? Nos has mentido. Y tu mama ?lo sabias? -y su madre bajo la cabeza. -!Por Dios! Esto es lo mas, aparte de este calor infernal de agosto. -Deja hija, a ver si manana lo puedo convencer de que me siga dando trabajo y le doy la casa a cambio, o la vendo y le doy el dinero. -Si le das la casa ?cuanto le sigues debiendo? -Dos millones de euros. -?Dos millones? ?Estais locos? Eso no lo ganaremos en la vida ni trabajando los tres con un buen sueldo, ?que has hecho? Coches de lujo, ?creias que no te pillarian? -Ha hecho una auditoria en cuanto su padre se ha ido y ha tomado el mando. -Normal. Uff. Me voy a acostar, a ver que te dice manana. Si no, recogemos las cosas y nos vamos a trabajar en lo que sea los tres y le pagamos todos los meses algo hasta pagar la deuda, aunque tengamos que trabajar toda la vida para pagarsela. Y se fue a su cuarto temblando, cabreada con su padre, muy enfadada. Y llorando. Ella nunca les habia pedido nada a sus padres, a pesar de todo, no era una chica mimada, sino trabajadora y estudiosa. Tenia el pelo largo, y era morena y bajita como su madre, de ojos verdes y nariz con pecas respingona, tenia caracter y estudios, pero nada de experiencia. Y mientras pensaba en la cama en todo, se le ocurrio ir a ver a ese tal Dimitri, hijo del ex jefe de su padre, sin cita ni nada y hablar con el del tema de su padre – Si podia llegar a un acuerdo... No sabia como era ese senor, y aunque ella era joven, 23 anos, intentaria por todos los medios que sus padres salieran bien parados. Se iria a las nueve de la manana. Y esperaria lo que hiciera falta. A las ocho y media le pidio a su madre el coche, desayuno cerca del trabajo de su padre e iba con una carpeta y un boligrafo en el bolso, puso el movil en modo avion para que no la molestara nadie. Se habia puesto una falda de verano, una blusa de maga corta, sandalias altas y se habia recogido el pelo en una cola alta. Se maquillo lo justo y entro en el edificio de oficinas del puerto donde estaba ubicado el trabajo de su padre hasta hoy. Iba nerviosa, no sabia si la recibiria, ni con quien iba a encontrarse. Y, sobre todo, como la recibiria En la recepcion pregunto por el. -No esta, -le dijo la recepcionista -ha salido a desayunar. -?Tardara mucho?, le pregunto Ana. -Una media hora, como el resto de los dias, es muy puntual. -Quisiera hablar con el. -?Tiene cita? -No, pero soy hija de Francisco Solis. -!Ah bueno! Intentare que la atienda en cuanto venga. Si quiere espere en la planta quinta. Hay sillas. Al lado de la puerta, a la derecha, frente a la puerta del director. -Gracias. Lo espero arriba. Y espero media hora justa. Ya estaba temblando de los nervios, las piernas hechas un flan y hasta la barbilla le temblaba, cuando sintio unas pisadas seguras y el corazon le latia a mil por hora. Cuando ese hombre gigante, elegante donde los hubiera, de pelo negro y ojos verdes y barba de un par de dias, se paro junto a ella... -?Es usted hija de Francisco Solis? -Si, senor... -Michelakis. -Senor Michelakis, queria hablar con usted -y Dimitri sonrio con una sonrisa lobuna. -?Que edad tienes? -?Es importante? -Si no, no se lo preguntaria. -Veintitres. He terminado la universidad, si quiere saber mas. -Si un buen dinero mio invertido y en Harvard, nada menos -Y se puso roja -Vamos pase -Y la dejo pasar primero. Y a ella le parecio ir al matadero delante de ESE hombre tan grande, y tuvo un muy mal presentimiento. Hablaba muy bien castellano. -Bueno, a ver, saco unos documentos -sientese por favor -Y ella se sento frente a el en un sillon. -Francisco solo tiene una hija, Ana.

  • Desde ese momento de Julia Nieman

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    Confianza, amor y honestidad. ?sera suficiente para esta pareja?

  • Un ano y un dia de Grace Marie March

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    Valerie esta agobiada con las deudas, el banco ya no puede prestarle mas dinero y ella no sabe como podra seguir haciendole frente a su cada vez peor situacion economica.
    Jamie no quiere sentirse agobiado en las proximas reuniones familiares, donde se va a estar preparando la boda de su hermano y mas desde que su familia le quiere imponer a quienes ellos consideran que es su pareja adecuada.
    Sus amigos comunes creen que la solucion a todos sus problemas esta, en que ellos sean pareja durante un tiempo, pero ellos no tuvieron una primera impresion muy favorable el uno del otro, y no estan muy seguros de si podran estar juntos o no durante un ano y un dia, que es el plazo acordado

  • Renunciare a Amarte de Sophie Kiss

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    Ahora es su turno. Esta es una historia que me conto mi amiga, lo ha mantenido en secreto durante todos estos anos. No sabia como habia conocido a su esposo que tambien es mi amigo, hasta que en una conversacion me conto como llegaron a estar juntos me impacto. Mi amiga tuvo que pasar por muchos problemas antes de que el destino lo juntara con su esposo. Era demasiado lo que le hizo su ex esposo, ella eligio dejar de ser una espectadora y tomar cartas en el asunto. A mi amiga no le gusta hablar sobre este tema pero creo que esta historia merece ser conocida.

  • DESTINO IMPREVISTO de Anny Word

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    Estaban perdidos despues de un accidente de aviacion.
    Habia perdido la memoria y no le fue dificil creer que el hombre que la acompanaba era su marido.
    El viaje de vuelta a la civilizacion fue la mejor luna de miel que una mujer pudiera sonar.
    No tardo en conocer la verdad: se habia enamorado perdidamente
    de un hombre al que ni siquiera conocia.

  • El ladron de penas de Antonio Jodar Calpe

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    Metio la llave en la cerradura despues de varios intentos, dos veces se le habia caido al suelo tratando de abrir la puerta; veia el pasillo muy a duras penas. El atardecer se oscurecio mas de lo previsto y un viento inoportuno hizo que las hojas de los arboles susurrasen a manera de cantos de reproche. Hacia rato que el tiempo se notaba denso y especialmente humedo. Las nubes ennegrecidas amenazaban con una tormenta brutal. En sus primeros indicios, las ventanas del edificio no dejaban ver mas que algun relampago todavia lejano. Por los cristales se distinguia la luz palida que cubria el cielo. Trato de hacer girar la llave pero no pudo, la mano le temblaba; estaba transido de frio y los ojos cargados por las noches de insomnio, y esta seria la siguiente. Giro otra vez la llave y cedio al final. Al traspasar la puerta encendio la luz y miro el reloj que se hallaba en la mesilla de noche, vio que eran las tres de la madrugada. Iba bebido y se dejo caer sobre la cama boca abajo. En el instante de caer dio un gemido y se quedo inconsciente sin que nada, excepto un leve tic-tac del despertador, alterase el silencio. La luz se quedo encendida y tenia una palidez facial estremecedora. Nadie sabia que estaba alli completamente solo y tal vez fuese a morir en esa condicion. Los que lo juzgaban no habrian podido leer sus sentimientos reales, pero el tampoco. Ahora yacia en un sopor que fue breve. Se desperto de repente y al mirar de nuevo el reloj vio que habian pasado treinta minutos, solamente treinta. Los truenos se oian ahora con mas fuerza, los cristales de la ventana empezaban a albergar las primeras gotas de agua, las cuales resbalaban por el cristal igual que el sudor por su frente y las lagrimas que brotaban de sus ojos por las mejillas, tan descoloridas, bajo unos ojos de mirada doliente tras el verde claro. Abrio el minibar, cogio una botella de whisky y se lleno un vaso a la mitad. Recorrio la habitacion del hotel como un oso enjaulado, con el vaso de Whisky en la mano, dando pequenos sorbos, temblando de pies a cabeza. Tenia el pelo castano con restos de gomina y algo desgrenado, llevaba una chaqueta y un pantalon azul oscuro manchado, tambien los zapatos por restos de vomito. La camisa era blanca, estaba sucia y le faltaban varios botones, del cuello le colgaba una corbata desanudada, un extremo por cada lado. De repente estampo el vaso contra la pared encolerizado y el estruendo lo encolerizo todavia mas. Dio un fuerte punetazo con el puno derecho a la mancha de Whisky que habia tenido la pared hiriendose los nudillos que acabaron ensangrentados. Gritando de dolor se restrego frenetico los nudillos por la camisa, anadiendole tonos rojizos, lo que no hizo mas que aumentar su colera hasta romper a llorar. Hablaba entre sollozos profiriendo frases incoherentes a la vez que se arrollaba un panuelo en los nudillos. Se dejo caer sentado en el suelo con las piernas estiradas, jadeando, llorando con cara de asustado; se quedo como extraviado mirando la puerta de la habitacion. Se llamaba Hector y ni siquiera eso tenia claro, la vida lo estaba ahogando, creia. Cerro los ojos y los abrio de nuevo arrugando el ceno. Lo repitio tres veces mas deseando que un espiritu nocturno velase por el, aunque mas bien seria el mismo monstruo que habitaba debajo de su cama cuando era un nino. Proyectaba una sombra fantastica sobre la pared que no era mas que una caja de carton agujereada. Los anos habian volado y ahora el mismo era una figura prisionera del resplandor de algunos relampagos. Abrio la puerta de la habitacion, la 708, dejandola entornada; se precipito hacia la escalera con pasos vacilantes aferrando la botella de whisky que habia cogido. Subio medio a tientas el primer escalon para no dar la luz y que alguien lo descubriese, pero se encendio automaticamente. Continuo subiendo a grandes zancadas lo mas rapido que pudo hasta alcanzar la azotea. La puerta tendria que haber estado cerrada pero no tenia cerradura, parecia como si estuviera arrancada y habia manchas de yeso alrededor. Como pudo empujo la puerta, la traspaso hasta notar un viento de tormenta, el que antes hubo susurrado en los arboles. La tormenta la tenia encima y el viento le daba en la cara, tambien el reflejo parpadeante de los relampagos que resonaban con toda su fuerza como una maravilla de la naturaleza que no transigia con la maleza de antenas wifi, las cuales ondulaban en un angulo pronunciado, viendose amenazada su endeble verticalidad. Hacia gestos con una cara de enloquecido, como drogado, contrayendo las mejillas sin poderlas controlar; en sus ojos se reflejaba un profundo deseo de enloquecer todavia mas. <>. Avanzo hacia el centro de la azotea, la lluvia caia ahora abundante, empapandole por completo, la sangre seguia brotando de sus nudillos y la que tenia en la camisa se diluia emborronandola. Su cara empapada disimulaba el lloriqueo que no podia cortar, sintio frio y se levanto las solapas de la chaqueta inutilmente. Sus infortunios pasaron del llanto al lamento cuando cruzo hasta llegar al antepecho de la cornisa. Era una altura de doce pisos mas la azotea trece. A Hector le temblaban las piernas con mayor violencia y su jadear coreaba cada trueno, su cara seguia resplandeciendo en el relampaguear cada vez menos intermitente, sus ojos resaltaban desorbitados. Se quito la chaqueta y la lanzo al vacio quedandose en el antepecho. Completamente empapado salto a la cornisa pero no miro hacia abajo, no se atrevio. La desesperacion lo acometio sin ninguna clase de misericordia, sintiendose paralizado pero decididamente dispuesto a terminar con ese pesar etereo. Sintio vertigo y nauseas, panico, pero tambien una ira desmandada y una tristeza penetrante. En un arrebato decisivo extendio los brazos como si fuese a saltar de un trampolin y cerro los ojos. --?Me dejas ver como lo haces? --sono una voz que clamaba a su espalda y que lo interrogo en japones. --?Quien anda ahi? --pregunto Hector en un idioma que no dominaba mucho. Bajo los brazos y se dio la vuelta. --Alguien que esta de paso --le contesto la figura de un hombre cuya cara no se veia por la penumbra y la lluvia insistente. --?Que hace usted aqui? --quiso saber Hector tratando de ver al hombre aquel; se quitaba el agua de la cara dandose zarpazos como un gato. --Nada, solo quiero mirar --dijo el hombre. La lluvia caia torrencial, una rafaga de agua le impidio decir nada a Hector y le chorreo por el pelo, las orejas, la nariz, y finalmente por el cuello de la camisa. Dio un traspie que casi lo hizo caer de espaldas. El retumbar de los truenos iba en aumento. --!Maldita sea! --grito Hector. --?Vas a hacerlo o no? --la voz de aquel hombre sono impertinente. Hector grito y volvio a gritar que se marchara de alli, que lo dejara en paz. Aun sentia la adrenalina en su cuerpo y le aumento porque alguien, un chiflado que no podia ver bien, lo estaba provocando. Pero no tenia ningun sentido que alguien pudiera estar en la azotea en medio de una tormenta y menos justo cuando iba a… poner fin a todo. --Mi jodida borrachera, si, eso es, !desaparece de mi vista! --Hector se cogio de las sienes, cerro los ojos y los abrio por reiterada vez. El viento gimio provocando mas rafagas de agua, mientras el hombre salia de la oscuridad. Iba tan empapado como Hector, debia de tener mas de cincuenta, aunque no se le veia bien, de mediana estatura, vestido con unos vaqueros y un chubasquero rojo, con la capucha puesta; lo estaba mirando y su mirada era penetrante, no la apartaba para nada, ni siquiera parpadeaba a pesar de la lluvia. --Desde luego que estas bebido, pero quiero verlo --dijo el hombre. --?Ver, que? !Dejame en paz! --Como lo haces, simplemente. --Pero ?que dices? !Que te largues! --Hector levanto el puno amenazante; era el derecho, se le cayo el panuelo al suelo deshaciendose los coagulos de las heridas en los nudillos. Sangro de nuevo. --No importa lo que yo diga --dijo el hombre. Hector no sabia que responder, unicamente se lamia el bigote como si quisiera escurrirlo. Bajo el puno. El hombre se le acerco y anadio: --!Acaba de una vez! --!Largate! !Largate de aqui! !Dejame! --No esta bien que me hagas perder el tiempo. --Estas completamente loco, seas quien seas, !completamente loco! El hombre guardo silencio, pero no dejaba de mirarlo y se le acerco aun mas. --!Quedate donde estas! --grito Hector, la voz le temblaba. El hombre no le hizo caso, sorteo el antepecho situandose junto a Hector. --Seguro que no has mirado abajo --le dijo el hombre. Era cierto que no habia mirado abajo, como si la decision no la hubiese tomado de verdad. Miro al rostro de aquel hombre y se le antojo sereno, sin que hiciese muecas por el viento y la lluvia que vapuleaba sus rostros sin piedad, ni tan siquiera pestaneaba. No era como el que constrenia la frente, los ojos y ambas mejillas, dando la impresion de estar ahogandose en un vaso de agua. --No vas a poder ayudarme --conjeturo Hector. Seguia sin mirar abajo. --?Ayudarte? No, no tengo esa intencion. --Debes ser… de seguridad… si, del hotel --dijo Hector--. Si, claro, has venido a impedirlo -- senalo a la calle--, pero tu que sabras… !No te metas donde no te llaman! Hablaba como si estuviera constatando un hecho, decia lo que pensaba como si fuera verdad. De fondo, la tormenta seguia estremeciendo el lugar. Hector veia como los relampagos se reflejaban en la cara del hombre. Pero la suya reflejaba un miedo terrible, miedo a decidir, a caer, a ser rescatado, o tal vez a ser ignorado por aquel extrano, quien se echo a reir a carcajadas. Sin dejar de reir cogio a Hector por los hombros y lo obligo a darse la vuelta hacia la calle. Casi se cae de espaldas por la sorpresa antes de que lo cogiera. --!Mira! --le dijo, sin soltarle los hombros. Hector quiso retroceder pero el hombre se lo impidio; tenia mucha fuerza. --Mira abajo --le insistio

  • Siempre te mirare (Mirame 3) de Marissa Cazpri

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    ?Quieres saber mas sobre Paul, Marina y el hijo de ambos? Aqui teneis un pequeno retazo de su vida en Londres.

  • Mi mundo imperfecto de Nuria Pariente Nogueras

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    BIENVENIDA A MI MUNDO IMPERFECTOUna comedia-romantica desternillante

  • La Prueba de Hierro: Magisterium 1, Cassandra Clare de Cassandra Clare

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  • Quien viene a cenar esta noche de Merche Diolch

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    --Buenos dias, senor Manuel. El anciano, sentado en el descansillo del edificio antiguo de viviendas, miro al chico que le habia saludado. --Buenos dias. --?Se encuentra bien? Asintio dubitativo. --Si... El joven se acuclillo y le agarro las heladas manos. --?Podemos ayudarle en algo? --pregunto. Fue en ese momento cuando el anciano se dio cuenta de que no estaban solos. Dos hombres de uniforme azul le observaban. --No. Estoy esperando a mi hija. Un sollozo ahogado reverbero en la escalera, atrayendo su atencion. Miro a la mujer que lloraba desde la puerta del corredor pero no la reconocio. --?Quiere que le llevemos a su casa? --Estoy... Pero no termino lo que fuera a decir. Se encontraba en el descansillo, sentado en los escalones de fria piedra, en pijama y con las pantuflas como calzado. El pelo lo tenia revuelto, indicio claro de que acababa de salir de la cama y... No sabia por que estaba alli. Capitulo 1 --Buenos dias, papa. --La mujer se acerco hasta el anciano, le dio un beso y le robo la taza de cafe. --Daniela, te he dicho miles de veces que si no te levantaras tan justa de tiempo podrias desayunar en condiciones --la reprendio al mismo tiempo que se dirigia a la cocina para ponerse otro cafe. --Ya lo hago --senalo, arrancandole una carcajada a su padre, mientras bebia el liquido negro y dejaba escapar un suspiro de satisfaccion. La mujer se sento en una de las sillas que habia alrededor de la gran mesa de madera del salon e intento prestar atencion a lo que en la television se decia. En realidad, mas de lo mismo. El paro seguia subiendo, los desahucios se sucedian y la gente cada vez tenia menos para sobrevivir. Lo sabia por propia experiencia. Llevaba sin trabajar casi dos anos y tras luchar lo que pudo, por mantener su independencia, no pudo hacer frente a ningun alquiler mas y tuvo que volver al hogar familiar, junto a su padre. --?Cuentan algo nuevo? --se intereso el hombre en cuanto regreso a la habitacion. Ella se encogio de hombros y bufo. --Lo mismo de siempre. Su padre le revolvio el largo cabello, como si todavia tuviera diez anos, y se sento frente a ella. --Ya veras como todo se soluciona --dijo--. Este pais lo ha pasado peor en otras ocasiones y miranos... --Pero papa, llevamos casi diez anos inmersos en esto --senalo la pantalla donde aparecia uno de los multiples graficos que ya no eran extranos para el comun de la poblacion--, y seguimos sin ver la luz detras del tunel. --Hija, no seas tan pesimista --el anciano la regano sin despegar los ojos de la television--. Hazme caso. Pronto encontraras trabajo. Daniela se levanto arrastrando su asiento hacia atras, estiro la blusa para quitar las posibles arrugas que pudieran haber aparecido y miro con amor a su padre. --Ojala tengas razon. El hombre bebio de la taza y siguio absorto en las noticias. No la habia escuchado y ella no esperaba respuesta alguna. Era la misma conversacion que mantenian desde que se habia mudado a esa casa, hacia casi dos anos. Recogio su bolso, donde guardo el movil, tomo las llaves y se despidio de su padre con dos besos, quien la sujeto de la mano para retenerla. --?A que hora volveras? --le pregunto centrando la cansada mirada en la de ella. Daniela se deshizo de su agarre y le acaricio la arrugada mejilla donde ya se apreciaba algo de barba. Dentro de poco tendria que afeitarle de nuevo. --No lo se. Tengo que pasar por la farmacia a recoger tus medicamentos y quiero ir donde Pepi, por si tiene noticias de algun posible trabajo. Su padre asintio y sonrio. --No te retrases. Hoy hay huevos fritos con patatas y se lo que te gustan. Ella le dio un beso en la frente, donde habia vuelto a salir la incansable herida de siempre, y le prometio que no se retrasaria. Paro en la cocina para hacerse con una manzana y salio al pasillo comunitario, acallando el sonido de las noticias al cerrar la puerta. Se apoyo en la lisa superficie y cerro los ojos. Necesitaba unos segundos, unos pocos segundos para reponerse. Su padre envejecia a pasos agigantados delante de ella. La vida se le escapaba de las manos y solo podia observar como se marchaba. Manuel habia conducido los autobuses de la EMT 1 hasta que tuvo que jubilarse. Habia luchado por sacar a su hija hacia adelante tras la muerte de su mujer, inculcandole los principios que la vida le habia ensenado desde nino, y habia conseguido una nota inmejorable en su educacion. De gran atractivo desde joven, atraia todas las miradas, hasta que la madre de Daniela le cazo, obligandole a asentar cabeza como a su padre le gustaba decir con una sonrisa en el rostro y un brillo especial en la mirada. Pero el reloj del tiempo no se detenia ante nadie y Daniela podia asegurar que, desde que habia vuelto al hogar familiar, la caida del grano de arena en el reloj de la vida se habia acelerado. El porte recio de su padre se habia encorvado, como si llevara todo el peso del mundo sobre sus hombros, a la par que se debilitaba su pulso. Hacia tiempo que la cabellera castana se habia sustituido por el blanco que otorgaba la sabiduria de la experiencia y en sus ojos, la luz que presagiaba alguna travesura habia desaparecido dando paso a una mirada cansada. --Buenos dias, Daniela. La voz de una mujer mayor le devolvio al presente. --?Que tal esta hoy, Remedios? --le pregunto a su vecina con interes, al mismo tiempo que apreciaba su vestido ajado y el perfume a naftalina. --Muy bien, hija. Con los tipicos achaques de la edad --indico llevandose una mano teatral al corazon, donde las puntillas amarillas predominaban--. ?Esta tu padre? Ella afirmo con la cabeza. --Ahi dentro esta. --Senalo la puerta--. Viendo las noticias. La mujer gruno mientras se atusaba el cabello que evidenciaba que habia pasado por la peluqueria. --Nada bueno sale de esa caja tonta --dijo, haciendola reir--. Voy a ver si quiere algunos de los calabacines que me ha traido mi hija del pueblo, para la cena de esta noche. Daniela le abrio la puerta mientras le agradecia el gesto con un beso en la mejilla. La conocia desde que era pequena, vecina pared contra pared, habia crecido con sus hijas, jugando en el parque de enfrente o correteando en el pasillo que comunicaba el resto de viviendas. --De seguro que si los querra --afirmo--. Pase y tome un cafe con el. La anciana se rio. --Creo que mejor un te, este corazon mio no soportaria mas excitante. Recomendaciones del doctor: solo un cafe por dia, descafeinado a ser posible y ya llevo dos. --Pues entonces un te, aunque recuerde que tambien es una bebida excitante --le senalo con una sonrisa. --Pero el medico solo hablo de cafe. Daniela se rio, le abrio la puerta de la casa y se despidio de ella y de su padre que, como buen anfitrion, ya se levantaba para recibir a su invitada. Los engranajes del ascensor le acompanaron en su descenso mientras se observaba en el gran espejo. Sentimientos encontrados tenia respecto a esa superficie lisa, donde cualquier imperfeccion, arruga o granito era visible y aunque la consideraba una herramienta <>, no podia evitar mirar su reflejo e intentar asimilar que por ella tambien pasaban los anos. Llevaba su larga melena oscura recogida en una cola de caballo, dejando visible su rostro moreno, donde el protagonismo lo tenian sus grandes ojos negros. De estatura baja y con curvas, Daniela no consideraba que tuviera un cuerpo que entrara dentro del canon de belleza actual pero estaba a gusto con el, y si exceptuaba las canas, los anos, las arrugas, las patas de gallo, y un largo etcetera, todavia atraia alguna que otra mirada. Esa manana se habia puesto la blusa azul, un color que sus allegados le decian que le sentaba bastante bien, junto a unos vaqueros comodos y sus deportivas moradas favoritas. Si se iba a recorrer el barrio, a la caza y captura de un trabajo, de nada le servirian los zapatos de tacon de aguja y las faldas estrechas que guardaba en su armario desde que la habian despedido del colegio donde ensenaba. Ropa que la quedaba bien --mas de un hombre y alguna que otra mujer habia seguido el vaiven de sus caderas con ella--, pero lo consideraba un <> de obligado uso que llevaba cuando ensenaba en la institucion elitista a la que acudia cada manana, desde que termino la carrera de Magisterio. --Quien iba a decirte que los ricos tambien sufren la crisis --se dijo en voz alta con ironia, cuando llego a la planta baja.

  • La cupula del cielo de Sebastian Fleming

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    La Roma del Renacimiento es una ciudad gobernada por papas tan belicosos como enamoradizos, y donde el dinero carece de importancia. Julio II encargara al rudo e impulsivo Donato Bramante que construya una nueva basilica sobre las ruinas de San Pedro, la mas impresionante que se haya visto hasta entonces: la edificacion mas grande de occidente sera un simbolo del poder de la Iglesia.

  • Un juego para toda la familia de Sophie Hannah

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    Tras el exito de Los crimenes del monograma, vuelve Sophie Hannah, quien, en la linea de Patricia Highsmith y Ruth Rendell, explora la delicada linea que separa la bondad de la maldad, convirtiendo el espacio domestico en el territorio del miedo.
    Justine creia conocerse bien, hasta que una llamada anonima hace que se de cuenta de que quien esta detras del telefono parece conocerla mucho mejor.
    Cuando revisa los deberes que ha realizado su hija Ellen, Justine se encuentra leyendo una historia escalofriante articulada en torno a una serie de asesinatos siniestros cometidos en la nueva casa a la que la familia se acaba de trasladar.

  • El arte de la entrevista de Rosa Montero

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    Una seleccion de las entrevistas mas emblematicas de una de las grandes del periodismo.

  • Falso nueve de Philip Kerr

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    Que el futbol sea un deporte no implica que haya que jugar limpio. Scott Manson, entrenador de futbol, esta buscando trabajo, pero en el actual mundo del futbol, plagado de estrellas, no le va a resultar facil encontrarlo. El puesto de entrenador que le ofrecen en Shanghai resulta no ser sino un elaborado timo, y los del F. C. Barcelona no quieren contratarle como entrenador, sino como detective. Por lo visto, una de las estrellas del Barca ha desaparecido y Scott tiene un mes para dar con ella. Mientras sigue el rastro del futbolista desde Paris a Antigua, Scott se topa con hombres corruptos y con mujeres retorcidas, y descubre lo podrido que esta el corazon de tan bello deporte.

  • Eres mi armonia (Ironias del destino 2) de Minerva Mcarn

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    Susana Suarez ha peleado con unas y dientes para conseguir labrarse una carrera en el mundo de la opera. Cuando, por culpa de un bochornoso incidente, se ve obligada a dejar aparcado su sueno, decide volver a casa para reponerse y decidir que hacer con el resto de su vida.
    Tomas ha sido su vecino, amigo y confidente durante gran parte de su ninez. Sus destinos se han separado en los ultimos anos y cada uno ha seguido con su vida. Ahora Susana ha vuelto e, ironias del destino, sus caminos se cruzaran y les llevaran a transitar por senderos paralelos.

  • El dia que naciste. Granada, 1996 de Jaime Garcia Simon

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    Granada, 4 de mayo de 1996 En una fresca noche de principios de mayo de 1996, en la vieja Granada, el agua se precipitaba sobre la ciudad con la misma fuerza que lo hace el sol sobre el arido desierto al mediodia. Entre las callejuelas del barrio del Albaicin --origen primigenio de la ciudad de Granada-- y rodeados por un mar de fachadas pulcramente blancas sin orden ni concierto, una pareja corria despavorida y agotada. La mujer portaba en brazos un tremendo tesoro envuelto en un par de mantas mientras trataban de esquivar los torrentes de agua que bajaban por las empinadas cuestas de aquella irregular composicion urbanistica. Con ojos temerosos --almendrados en el caso de ella, algo caidos en el de el--, ambos echaban la vista atras reiteradamente al tiempo que doblaban por una u otra esquina, o placeta laberintica de tan singular lugar, tomando precauciones para no resbalar al pisar las desgastadas y deslizantes piedras que conformaban los escalones que salvaban aquellas incesantes pendientes. Creian haber dado esquinazo a sus perseguidores, pero la intuitiva mujer sabia que su anhelo era infundado, puesto que, de pronto y para su mas hondo pesar, los encontraron de cara a unos pocos metros, corriendo en su direccion. El hombre, desesperado, les lanzo un contenedor de basura que encontro a su lado, ayudandose de la leve pendiente que jugaba a su favor y la estrechez de la zona en la que se encontraban. El primero de los perseguidores lo esquivo sin mayores problemas --no asi los que venian detras--, para enzarzarse con su objetivo en una pelea que acabaria en unos pocos segundos al recibir un certero punetazo en la mandibula y dar con sus huesos en el suelo. La mujer, mientras tanto, aprovechaba para huir con toda la presteza que le permitian sus temblorosas y extenuadas piernas, pero, entre el rumor de la lluvia que la acompanaba en su carrera desesperada por aquel precioso y bohemio barrio, fue capaz de escuchar a mas esbirros acercandose por un callejon colindante al que ella misma recorria. Por eso urdio un plan improvisado sobre la marcha, a la vista de lo complicado de salir indemne de aquella peliaguda situacion. Se detuvo nerviosa y jadeante. Giro sobre si misma y comenzo a mirar las casas que tenia alrededor. La mayoria eran plantas bajas muy modestas. Continuo caminando unos cuatro o cinco metros. Exhausta y muerta de miedo, miraba hacia atras porque oia a sus perseguidores en las cercanias. En un recodo oscuro a su derecha, casi imperceptible y sin salida aparente, hallo la austera entrada a una casa cueva, de la que se intuia una familia tremendamente humilde. Aporreo el porton que la resguardaba del exterior con violencia. Espero unos cuantos segundos, en los que a cada poco miraba a su espalda horrorizada. Cuando observo la luz encenderse por debajo de la puerta y sintio unos pasos que se acercaban a ella desde el interior, la mujer se agacho con los ojos completamente anegados de pena y deposito con ternura infinita a esa preciosa bebe indefensa en el suelo. Estaba envuelta con una calida sabana de franela sobre su delicada piel y otra manta gruesa, empapada por el exterior, al cobijo del diminuto y viejo alero de teja de la entrada a esa casa cueva que desaguaba tras de si. Le quito la manta mojada, deshizo el nudo de un colgante que portaba al cuello y lo poso entre sus manos. Despues cogio una botella vacia de plastico que encontro por el suelo y la envolvio en la manta. Tan solo se permitio una ultima mirada antes de marchar y se fue corriendo, destrozada. Al girar en la siguiente esquina, se topo de frente con su companero, lo que provoco un chillido espontaneo por su parte, por lo inesperado del encuentro. El hombre la abrazo con fuerza mientras se calmaba y, mirando el artificial interior de la manta que llevaba en los brazos, junto con su rostro entumecido por el dolor de su corazon, entendio lo que acababa de hacer. Sus ojos se volvieron vidriosos al instante, pero el rumor de las numerosas pisadas que se acercaban chapoteando en su direccion le hicieron tragar saliva amarga y echar a correr de nuevo, junto a la mujer, para continuar con su dificultoso plan de escape, perdiendose por el incomprensible entramado del Albaicin. Cuando por fin consiguieron llegar a su apartamento, alguien los estaba esperando. La explosion fue de tal magnitud que el edificio de dos plantas fue reducido a escombros e incluso dano la estructura de los inmuebles colindantes. Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada. Francisco de Asis de Icaza CAPITULO I Granada, 24 de abril de 2019 Un grupo de unas veinte personas caminaba por los pasillos del antiguo edificio de la Diputacion de Granada en semioscuridad --actualmente el edificio del catastro--, en la centrica calle Mesones, donde por alla por el siglo xv, en tiempos nazaries, se emplazaron, extramuros, gran cantidad de tabernas y mesones, bien frecuentados por los visitantes de la ciudad en busca de comida, bebida y aseo. La noche habia caido en el exterior y apenas unos resquicios de iluminacion procedentes de las farolas se colaban por los treinta y nueve balcones de ese lugar con popular tradicion inquietante. --Como os comentaba, aqui se ubico una gran mezquita en periodo nazari, mas tarde la iglesia de la Magdalena y despues unos depositos con el mismo nombre que, posteriormente, fueron comprados por la importante cadena de almacenes americana Wolworth, hasta quedar clausurados --decia Africa, la joven guia de turismo al cargo de aquel grupo de aventureros visitantes--. En todas y cada una de estas etapas se registraron tragedias, accidentes, sucesos inexplicables y suicidios, asi como hallazgos de huesos humanos en algunas remodelaciones, seguramente de ninos --explicaba concienzudamente la joven. >>En 1984, el inmueble pasa a manos de la Diputacion de Granada. Por estos pasillos y entre estas paredes se contabilizan innumerables casos de sucesos sin explicacion logica alguna, al menos desde el punto de vista humano --aseguraba la chica que caminaba delante del grupo muy lentamente y, a cada poco tiempo, se volvia hacia sus clientes para contarles, con voz susurrante y gesticulando mucho con las manos, algunos de los sucesos, supuestamente paranormales, mas famosos que habian tenido lugar en segun que estancia del insigne inmueble--. Cual seria la presion y el grado de alarma de las personas que aqui trabajaban que incluso los responsables de la diputacion accedieron a que se llevase a cabo un estudio por parte de expertos en casos paranormales en diciembre de 1986. Se trataba del conocido Grupo Omega --resenaba mientras comenzaba a descender por unas escaleras, seguida de los sugestionados turistas. >>Los miembros del Grupo Omega fueron autorizados para investigar durante tres jornadas en este misterioso enclave, con Juan Burgos a la cabeza. El mismo que afirmo haber sentido un dolor agudo en una de sus manos cuando se encontraba bajando por unas escaleras --dijo deteniendose en mitad del descenso y mirando con semblante solemne a los amedrentados visitantes de lo oculto--. El medico del equipo le explicaria mas tarde que las marcas halladas en su mano, en el lugar donde previamente habia experimentado dicho dolor, parecian producidas por la mordedura de un nino. ?Adivinais de que escaleras se trataba? --pregunto retoricamente con perverso regocijo para volverse y seguir bajando con una amplia sonrisa de satisfaccion al observar el embrujo de Granada dibujado en las fascinadas caras de sus clientes, que murmuraban acongojados tras de si. >>Al margen de esta evidencia fisica indiscutible, los investigadores obtuvieron pruebas de gran calidad, tales como luces inexplicables de colores, escalofriantes psicofonias de una voz gutural que resultaba verdaderamente amenazante y la aparicion de una figura fantasmal, a la que mas tarde un dibujante granadino daria forma en un retrato --dijo Africa girandose cuando llego al vestibulo del edificio; mientras, veia como las personas contratantes de esa ruta de la Granada mas misteriosa bajaban en cascada y casi a la carrera para abandonar cuanto antes la supuesta escalera encantada. Todos se arremolinaban junto a ella con premura, deseosos de escuchar sus ultimas y eruditas explicaciones para, de esa manera, dar por concluida la sobrecogedora visita al edificio de la antigua Diputacion de Granada y poder salir de alli de una vez por todas.

  • Algo mas que un sueno de Rocio Perez

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    ?Cambiarias de pais asi sin mas? ?Que harias si tuvieras la oportunidad de tener algo mas?
    Eso le paso a Lidia, una joven que lucha dia a dia por sacar a su hija adelante, sola desde hace unos anos. Por un momento, su mundo cambia. Poniendo frente a ella a un hombre que lo uno que quiere es hacerla sonar y delirar.
    ?Que pasara cuando sus ojos se abran y vea que ese hombre le robo algo mas que un sueno?

  • Cuadernos De Rusia. Diario 1941 de Dionisio Ridruejo

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    Estos Cuadernos de Rusia, la obra cumbre de la literatura memorialistica sobre la Division Azul, los redacto Dionisio Ridruejo entre otono de 1942 y primavera de 1943, desde el confinamiento en Ronda, a su vuelta del frente ruso. Editados de forma postuma a finales de los anos 70 del siglo pasado, ahora cobran nueva luz en esta edicion critica y definitiva, a cargo del historiador Xose M. Nunez Seixas, cuando su figura ha quedado ya situada sin vacilaciones en la historia intelectual y politica espanola del siglo xx.

  • Que gane el mejor de Sophie Saint Rose

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    Melissa se deja convencer por su mejor amiga de que necesita unas vacaciones. Pero lo que menos se imagina es que la metera en una caravana de mujeres que va rumbo a un rancho de Australia y menos aun que su dueno, un despota autoritario ha decidido quedarse con ella.

  • Amor en el desierto de Maribel Roa

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    Samira Leibe es una mujer como la mayoria de las mujeres de la faz de la tierra, luchadora, segura y enamorada. Sin embargo, un dia todo salta por los aires. Un matrimonio que se esfuma, una inseguridad que se apodera de ella y una batalla de sentimientos que la deja devastada.
    Un dia, su confidente y mi mejor amiga, Cayetana, le propone embarcarse en una aventura, ir a visitar el pais vecino de vacaciones y hacer una ruta por las kasbahs. Sin saber muy bien por que, acepta.

  • Apasionante verano de Adrian Blake , Brianne Miller

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    ?Que pasaria si tras pasarte el ano entero ahorrando para tus vacaciones al llegar encontrases que el dueno del chalet que has alquilado tambien se lo ha alquilado a otras personas? Miriam y Hugo se encuentran en esa situacion. Tienen dos opciones: o pasarse el tiempo intentando solucionarlo… o pasar unas vacaciones ardientes y divertidas. ?Que elegirias tu?

  • Galeon de Jesus Sanchez Adalid

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    Jesus Sanchez Adalid, en este libro a caballo entre la ficcion y la historia, nos acerca, con sencillez y amenidad, a los viajes de la flota de Indias desde su partida del puerto de Sevilla a su llegada a las costas de America. A la manera de un memorial escrito en un pergamino envejecido por un joven viajero extremeno, Galeon descubre los secretos del arriesgado periplo atlantico que emprendian los navegantes del siglo XVII. Cuales eran los motivos que les llevaban a emprender tan larga travesia, quiza sin retorno; como se preparaba la partida; la vida a bordo; las leyes de ultramar; las creencias religiosas; el sentido del honor; los peligros del oceano y de la pirateria. Y, al fin, la llegada a los exoticos paisajes del Nuevo Mundo.

  • La noche mas linda, Lorena Fuentes de Lorena Fuentes

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    Huyendo del mito de que su pais es la cuna de las mujeres mas bellas, Alejandra llega a Milan para cambiar su vida, y en la ciudad de la moda se convierte, ironicamente, en una famosa modelo de talla grande. Sin embargo, aunque su nombre se cotizaba en sumas desorbitantes, ella no logra ser feliz.
    Andrea es un empresario exitoso que esta decidido a dejar atras toda una vida de frivolidades y a llenar el vacio que lo ahoga.
    El representaba todo lo que Alejandra odia, pero tambien es lo que mas desea.
    Ella es todo lo contrario a lo que Andrea acostumbra, pero, al mismo tiempo, lo unico que necesita.
    La noche mas linda de Milan sellara el destino de ambos y sus vidas cambiaran para siempre.
    Juntos viajaran por el Infierno, el Purgatorio y el Cielo, mientras el amor sera el guia para las almas atormentadas.
    Lorena Fuentes nos trae una novela llena de romance y drama, en la cual se aprecia el poder sanador del amor y el valor del perdon.

  • La granja de Joanne Ramos

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    Una distopia feminista que visibiliza la otredad y hara tambalear los cimientos del hiperpatriarcado.

  • Tu, Despues De Mis Suenos de Noah Evans

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    Ya habia pasado mas de mes y medio desde que acabo con Angel. Habia perdido la cuenta de las veces que el habia intentado contactar con ella. Lo intento de varias maneras, hasta a traves de sus amigos. Pero Blanca siempre se negaba. Le conto que habia hablado con una companera, la asistente social del hospital donde trabajaba, para buscar una solucion a su problema. La respuesta de Blanca siempre era la misma, "Olvidalo", "Olvidame", "Alejate de mi". Asi que Angel concluyo la relacion con un "Aqui me tienes si lo necesitas". Y al fin se habia hecho el silencio desde hacia unas dos semanas. Pero no he tenido mas remedio que escribirle. La esquina de un mueble en una de sus discusiones con Paco, habian sido la causa. Angel no sabia nada, solo le habia escrito un mensaje preguntandole si estaba en el trabajo o en casa. Y al responderle que "en casa", le pidio un favor enorme. No tengo a quien mas acudir. Llevaba su maleta trolley. Habia salido huyendo de casa, el Cari ya lo sabia. Estaban a miercoles y le ofrecio el dormitorio de su hermano, ya casado, para que se quedara al menos hasta el domingo. Tambien Blanca llamo a su jefe para decirle que estaba enferma y que ese fin de semana no podria trabajar, corriendo el riesgo de que la despidieran, puesto que habia mas chicas que puestos en ese oficio. No queria meter a Angel en el asunto, solo iba a llegar a su casa, estar alli diez minutos y marcharse a casa del Cari. Ese era el plan. Supuso que a Angel le habria extranado que despues de mes y medio sin querer cruzar mas de una o dos palabras, y de no responderle a la mitad de sus mensajes, Blanca acudiera a el. Pense que me mandaria a la mierda. Algo totalmente comprensible si lo hiciera. Es lo que merezco. Pero no fue asi. No hizo preguntas, solo le respondio, "Lo que necesites, estare aqui toda la tarde". Corria por la estacion de metro mientras las ruedas de su maleta esquivaban los pies de otros pasajeros. Hacia frio, acababa de pasar la Navidad, estaba nublado, nevaba en toda Espana. Blanca llevaba un abrigo marron claro de ante con el interior de pelo, de cuello alto, una bufanda gruesa, un gorro de lana, y unas enormes gafas de sol. Era ese complemento el que llamaba la atencion entre los transeuntes que se cruzaban con ella. Estaba nerviosa, le costaba respirar con la carrera y notaba como hasta las manos le temblaban. Su madre la llamaba sin parar, dudaba si era por saber donde se habria metido o si iba a cometer lo mas sensato que deberia, que seria acudir a poner una denuncia de una vez por todas. "Donde estas. Vuelve a casa" "No voy a volver en unos dias. Dejame en paz". "Yo tambien quiero volver a Cadiz". "Volveremos a Cadiz, te lo prometo. Dejame tiempo, volveremos". No sabia el como, ni el cuando. Pero estaba segura de que al menos haria lo posible para que su madre pudiera regresar a Cadiz junto a su abuela y tia. "Tres mujeres que solo han conocido el ninguneo y el desprecio de los hombres, sean padres o maridos". Le dolia el cuello, supuso que seria del propio golpe. Fue una mala suerte chocar contra el mueble. El golpe se hubiese quedado en poco si no se hubiera estampado contra la esquina. Pero al rato se asusto tanto que no tuvo mas remedio que llamar a Angel por mas que se habia prometido no hacerlo. Subio las escaleras de la estacion. Jadeaba. Oliver le habia escrito tambien unos dias atras. En cuanto alguien le dijo que Blanca volvia a estar sola. Con el fue tan breve como con Angel, o mas si cabe. Ni loca pensaba retomar el contacto con Oliver, era peligroso y embaucador hasta el limite que pudiera imaginar, tenia que mantenerlo alejado de ella todo lo posible, y mas cuando volvia a ponerlo como escudo contra Angel. Sin embargo, el escudo habia sido en vano. Tenia que pasar el duelo de su corta relacion con Angel, no le quedaba otra. A ver si esto de hoy no lo empeora. Llego hasta el portal, llamo, el no tardo en abrirle. Tomo el ascensor y cuando llego hasta su puerta, esta ya estaba abierta. En cuanto vio la silueta de Angel su estomago se encogio para dar paso a aquella sensacion que daban las montanas rusas cuando bajan la rampa a gran velocidad. Vio la alegria en la expresion de Angel pero algo cambio en su rostro cuando se percato de la maleta de Blanca. A ver si se va a pensar que me vengo con todo el equipo para quedarme. Que verguenza, yo no se para que vengo. [?]Pasa [?]le invito el, ahora serio. Blanca entro con la cabeza baja. No tenia que haber venido. Siento que no tenia que haber venido. [?]?Que ha pasado?[?]le pregunto acercandose a ella. Blanca aun tenia puestas las gafas de sol. [?]Lo siento, pero necesito que lo veas. No puedo ir a otro sitio [?]comenzo Blanca. Se desenlio la bufanda del cuello. [?]Bienvenido a mi realidad [?]se quito las gafas. No se atrevio a mirarlo directamente, miraba hacia un lado. Los ojos se le llenaron de lagrimas. Angel se acerco a ella en seguida, le vio las intenciones de abrazarla, pero lo detuvo con la mano. [?]Solo va a ser un momento [?]le dijo ella con la voz ronca de aguantar las lagrimas[?]. Dime que esto es normal y que volvere a ver bien en unos dias y me marcho. [?]Blanca...[?]la cogio por la barbilla. [?]Es la primera vez que me pasa [?]le explicaba ella mientras el la miraba[?] el golpe fue demasiado cerca del ojo. [?]?Como ha sido?[?]pregunto moviendole la cara a un lado y a otro. [?]Con la esquina de un mueble[?]Angel se detuvo de nuevo en su ojo derecho, en la protuberancia que habia junto a el y en el golpe que habia al otro lado, en la mejilla izquierda. [?]?Por que no has ido a que te lo vieran a un hospital? [?]le renia, Blanca sabia que estaba completamente sorprendido, enojado y muchas mas cosas que no podia reflejar para no hacerle a ella pasar peor el momento. [?]He venido a que me lo veas tu [?]se defendio, la respiracion la tenia demasiado acelerada. [?]Tendria que vertelo un oculista[?]le respondio Angel. Blanca se miro en el espejo del mueble del recibidor de Angel. Su ojo iba a peor, y no era por el moreteado que tenia junto a el, sino por el propio ojo. El iris verde agua que solia tener era ahora una isla brillante y vidriosa en medio de un mar de lava roja. Hasta el lagrimal estaba rojo. Le molestaba, el parpado le pesaba demasiado pero lo que mas le habia asustado era la vision borrosa. [?]No puedo ir a urgencias[?]le respondio ella. Sabia que si iba le harian preguntas, y que por muy bien que ella inventara las respuestas, acabaria en el despacho de la asistente social o de un psicologo, y el miserable de su padrastro en un cuartelillo. Tomo aire de manera profunda , pero el aire se encogio en sus pulmones en un rebote para luego salir. Angel estaba muy serio, negaba con la cabeza sin dejar de mirarle el ojo. El escozor de la garganta de Blanca aumento. Quizas si que habia sido un error acudir a el. No queria reconocerlo, pero ahora que estaba alli necesitaba aun mas consuelo, el consuelo de el. Lo necesito en cuanto Paco le dio el golpe. Ya lo habia sentido con Oliver tiempo atras, esa sensacion de no estar sola, de que habia alguien, en otro lugar, que estaria a su lado, que la abrazaria luego y le curaria los golpes, tanto los de fuera como los de dentro. Es mentira eso de que no necesito a nadie. En cuanto comprobo en su casa que no podia ver bien, sintio que tenia que ir con Angel. Pero la necesidad de estar con el habia llegado antes, siempre la tuvo, desde el mismo momento en que su relacion termino. No podia aguantar mas las lagrimas. Tenia que salir corriendo de alli. De forma instintiva agarro el picaporte de la puerta de entrada para salir corriendo, pero Angel se acerco a ella y la abrazo. El le puso una mano en la cabeza y se la inclino hacia el pecho. En cuanto la mejilla de Blanca reposo en el calido pecho de Angel, en su respirar sereno, en su agradable olor, el escozor de su garganta aumento y su llanto le aviso que estaba a punto de estallar. Lo abrazo por la cintura, rompio a llorar. Algo que no solia hacer con el Cari, ni con Alba, ni con Noelia, ni siquiera con Regina. Sus amigos nunca la veian llorar asi por nada. Nunca le gusto mostrar debilidad, Raquel era la unica conocedora de su verdadero sentir. Angel no dejaba de abrazarla y le daba besos en la cabeza. Madre mia, que situacion le traigo al pobre. Despues de haberlo rechazado durante un mes. [?]Vamos dentro [?]le pedia el, aun estaban en el recibidor[?]. Voy a mirarte mejor eso. Blanca se quito el abrigo y el gorro y lo dejo en el perchero del recibidor. Echo su maleta a un lado. Se prometio estar alli solo unos minutos, los justos para que el la mirara. Pero en el fondo no queria ir a ninguna parte hasta que no se calmara. [?]Ven [?]la invito a sentarse en el sofa. El sofa de Angel era sumamente comodo. La calefaccion estaba puesta lo suficientemente alta como para que se le fuera quitando el frio de la calle. [?]?Quieres algo?[?]le pregunto y Blanca nego con la cabeza. Angel le trajo una manta de pelo y se la echo en las piernas. Se sento junto a ella. [?]Si tienes algo que hacer...[?]Blanca estaba tan abochornada que no sabia que decir[?].No voy a quedarme mucho tiempo. Solo necesitaba que lo vieras. Angel nego con la cabeza. [?]No te preocupes por eso [?]le respondio[?]. Te dije que aqui estaria si me necesitabas. Y casi me alegro de haber venido. Lo miro de reojo, a punto estuvo de inclinarse hacia el y volver a dejarse caer en su pecho, pero se contuvo. Ya la escenita de la entrada habia sido suficiente. Angel acerco su mano a la mejilla de Blanca y se la acaricio, luego le levanto el parpado para ver mejor el mar rojo en el que se banaba su iris derecho. [?]Es un derrame[?]la ojera tambien se estaba moreteando[?]. De todos modos voy a consultarlo con un amigo. [?]No pienso ir al hospital[?]le dijo Blanca firme. [?]Es lo que deberias de hacer pero no te puedo obligar [?]cogio su movil[?]. Espera un momento. Angel se levanto y se dirigio hacia la cocina, Blanca lo oia hablar con alguien, explicandole lo de su ojo. Tardo unos minutos en volver. [?]Puede verte pero a ultima hora de la tarde[?]le explico. [?]Te he dicho que no voy a... Angel nego con la cabeza. [?]Tiene una consulta privada [?]le explico[?]. Iremos a ultima hora, cuando ya este cerrada. Toda la tarde aqui entonces. Si lo mejor es que no hubiese venido. Blanca suspiro. [?]?A donde ibas?[?]le pregunto mirando la maleta. [?]A casa del Cari[?]aun se le encogia el pecho al hablar[?]. Me quedo con el hasta el domingo. Angel entorno los ojos. [?]?Quieres quedarte aqui? [?]No [?]la respuesta fue rapida. Como me voy a quedar aqui. [?]Puedes quedarte, no..., hay una habitacion de invitados. Blanca negaba con la cabeza. [?]Esta noche tendras que despertarte cada pocas horas, despues de un golpe asi y...pienso que seria lo mejor. Y yo tambien pienso que lo mejor para mi, por muchos motivos, seria quedarme. Pero seria egoista por mi parte, porque en cuanto este bien no volveras a saber de mi. [?] Al menos esta noche, manana te llevo a casa de Alvaro [?]le dijo[?]. De todas formas no sabemos a que hora volveremos del oftalmologo. Blanca nego de nuevo, esta vez sin tanto convencimiento. [?]Manana tengo turno de manana[?]hizo una mueca[?]cogio su movil de nuevo[?]. Pero con las horas que me deben... [?]No [?]ella intento detenerlo pero Angel habia vuelto a la cocina. Blanca agudizo su oido. Que no puede volver hasta el lunes, dice. Este quiere que me quede aqui hasta el domingo. Madre mia, que cabezota es. Por una parte estaba apenada por Angel, por traerle el problema hasta su casa, pero por otra vio que a el no le importaba en absoluto, hasta se veia orgulloso, dentro de lo que cabia, de que hubiese recurrido a el. Quizas lo veia como un filon para retomar lo suyo. De eso nada, maldita sea. Que otra vez me voy a meter en el lio. Angel regreso de la cocina. [?]Esta noche te quedas aqui, manana haces lo que te apetezca[?]le dijo sentandose a su lado. Blanca se incorporo enseguida del sofa y sin mirarlo salio corriendo al bano. Cerro la puerta, rompio en vomitos. No eran los primeros del dia. Cogio papel y limpio el WC de salpicaduras. Es para matarme, encima vengo a dar por saco y ensuciarle el piso inmaculado. Luego busco en el mueble donde sabia que Angel guardaba la pasta de dientes. Con el dedo y la pasta, se limpio lo mejor que pudo. Salio del bano, Angel estaba esperando en el pasillo. [?]?Bien?[?]le pregunto. [?]He cogido... El hizo un gesto con la mano. No importa, ok. [?]?Cuantas veces has vomitado desde el golpe?[?]le pregunto. [?]Tres[?]respondio ella. Angel le acaricio la nuca en cuanto se sento en el sofa y a Blanca se le erizo el vello de toda la espalda. Cerro los ojos. Entre la vista borrosa, los vomitos y el lote de llorar, le pesaban los parpados y lo unico que deseaba era tumbarse en el sofa, con aquella manta de pelo tan gruesa, y dormir. Miro a traves de la ventana. El cielo estaba oscuro, lloveria de un momento a otro. Hacia viento, las hojas de las palmeras se movian con fuerza. Esta vez no se contuvo, se dejo caer en el pecho de Angel y este reposo la espalda en el sofa. Lo miraba de reojo, el sonreia. Esta feliz y no se como puede estarlo. Yo misma me hubiese mandado a la mierda. Le acariciaba la espalda y la beso en la frente. Ya vale, ya se esta pasando. Blanca cerro los ojos. Pero la verdad es que me encanta.

  • La chica de guantes negros (Saga completa) de Juan De Haro

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    Teddy Benson, un chico solitario de dieciseis anos, conoce a su nueva vecina cuya enfermedad le obliga a usar guantes. Mientras nace entre ellos una oscura amistad capaz de producir cambios en el comportamiento del muchacho, un cadaver tras otro son encontrados en Silverston con extranas manchas rosas. Ken Parker, ayudante de jefe de policia y reacio a los problemas, comienza a investigar los hechos y descubre que las manchas rosas estan relacionadas con el caso que le obligo a abandonar Chicago anos antes y que regresa para torturarle. ?Podra cerrar el caso que marco su vida de una vez por todas? ?Que relacion existe entre el pasado de Parker y los seis cadaveres?

  • Implicate (Mac 3) de Sonia Lopez Souto

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    Con un duro pasado del que no logra olvidarse, las noches de Rory MacBay estan plagadas de pesadillas, fruto del recuerdo de las barbaridades que tuvo que acometer durante su estadia en el ejercito. Aunque disfruta de la vida sin ataduras de ningun tipo y jactandose de ser un espiritu libre, la cruda realidad es que teme arrastrar a su mundo de oscuridad a quien se acerque demasiado a el.

  • Una Odisea de Daniel Mendelsohn

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  • En la boca del lobo de Michael Morpurgo

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    Una historia real y estremecedora de dos hermanos y la guerra que lo cambio todo.
    Francis y Pieter siempre han sido muy distintos. Se acerca otra gran guerra y eligen caminos diferentes: Pieter se alista para combatir mientras Francis, feroz pacifista, rehusa tomar las armas. Lo que ocurre a partir de ese momento cambiara la vida de Francis para siempre y lo arrojara directo a la boca del lobo.
    Intensa y conmovedora, considerada por Morpurgo como una de sus obras mas personales, En la boca del lobo nos cuenta la epica historia real de los tios del autor durante la Segunda Guerra Mundial.

  • Trece fantasias (STEEL 2) de Rose Gate

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    Laura esta viviendo una pasion arrolladora junto a Marco, poco a poco todas sus fantasias se van haciendo realidad. Pero un nuevo sentimiento esta comenzando a nacer en Laura, la pasion que siente por el Genio de sus deseos se esta convirtiendo en algo nuevo y diferente para ella ?sentira Marco lo mismo? Marco ha descubierto una mujer llena de pasion que ha desequilibrado su mundo, le ha hecho revivir experiencias que le marcaron en el pasado pero de un modo totalmente diferente. Un sentimiento de posesion y algo mas inunda su pecho cada vez que esta con ella. ?Podra acabar Laura con los fantasmas del pasado de Marco? ?Sera Laura una catarsis para curar su alma? ?Se le puede llamar amor cuando siempre ha sido sexo?

  • Help Me! de Marianne Power

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    EL FENOMENO EDITORIAL DE LA TEMPORADA LLEGA POR FIN A NUESTRAS LIBRERIAS

  • Las redes de poder en Espana de Andres Villena

    https://gigalibros.com/las-redes-de-poder-en-espana.html

    ?Quien manda en Espana?

  • Quedate (Viaje in solidario 1) Ana Garcia de Ana Garcia

    https://gigalibros.com/quedate-viaje-in-solidario-1-ana-garcia.html

    Ya hace tiempo que Julian dejo de ser el vecino favorito de Marta para convertirse en el hombre que mas admira. Por eso, cuando Marta recibe su ultima carta y se entera de que este quiere quedarse a vivir en Camboya, sus planes de futuro junto a el se van al traste. Su unica alternativa: acompanar a Julian en su nuevo proyecto solidario y aprovechar la ocasion para declararse. A la desesperada, Marta hara lo que haga falta para desplazarse hasta el pais, aunque no tenga dinero para costearse el billete de avion y, para comprarlo, deba recurrir a los favores del tipo que mas detesta en la faz de la Tierra, Alexander Xifre.

  • Con la proxima lluvia de estrellas de Fanny Ramirez

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    --?Y Lorena? Paula aparta la mirada de su helado y alza los ojos hacia mi al mismo tiempo que se mete una gran cucharada en la boca. Su gemido de placer hace que algunas personas nos miren y sienta la necesidad de esconderme bajo la mesa. Odio ser el centro de atencion. --Dijo que ya venia... estara por llegar, supongo --se encoge de hombros. Vuelve a tomar otra cucharada y se la come con verdadero deleite. Yo disfruto igualmente de mi insipido te. Las campanillas de la puerta me hacen mirar hacia esa direccion, donde la cabellera negra de Lorena aparece, dejando la taza a medio camino de mi boca. Esta radiante, alegre como siempre y desprendiendo su desparpajo natural viene a nuestra mesa al final del local. --Buenos tardes, nenas --saluda repartiendo besos a Paula y a mi. Miro sus manos como si una fuerza sobrehumana me obligara a hacerlo y no es para menos. --?Que es eso? --pregunto, sin necesitar verdaderamente una respuesta a esa estupida pregunta. --Lo traje para ti --declara ella entregandome aquella maravilla al mismo tiempo que se sienta junto a mi y alza mano llamando a la camarera. --"Te desafio a enamorarme" --leo sintiendo el familiar cosquilleo recorriendome de pies a cabeza. --Te va a encantar, Clau --la escucho decir. Pero estoy tan atrapada leyendo la sinopsis, que no puedo contestar ni agradecerle aquel gesto. --Cierto --comenta Paula con la boca llena. Traga y asiente efusivamente hacia mi--. Es una verdadera maravilla ese libro. Me enamore del sexy Sebastian, incluso fue durante unas semanas, mi fantasia favorita para mis noches de soledad. --Sus cejas se mueven sugestivamente y Lorena suelta una risotada. Yo simplemente niego con la cabeza y deseo no parecer una bombilla incandescente. No es de extranar que Lorena me deje libros con los que satisfacer mi vicio, y es que con lo poco que gano en mi trabajo, no puedo permitirme el lujo de comprar todos los que quiero. Si por mi fuera, en vez de paredes, tendria libros. Romanticos a ser posible. Soy una amante sin remedio y para que enganar: tambien me gustan las novelas con un toque erotico. Pero siempre con una historia previa, cabe destacar. A mi eso de ponerse a... chuscar como conejos en cuanto se conocen y seguir asi toda la novela... bueno, esta bien para esas noches en vela, a falta de un buen... revolcon como diria mi amiga. Poco despues, viendo que no estoy muy por la labor de entablar conversacion, teniendo aquel magnifico regalo en mis manos, nos despedimos y pongo rumbo a mi apartamento con paso apresurado. Escuchando el taconeo de mis botas en el acerado, como los coches y taxis van y vienen por las calles y sintiendo los segundos pasar a mi alrededor, no veo el momento de llegar para ponerme a leer como una loca. Menos mal, desde hace unos anos, cumpli mi sueno de poder irme a vivir sola. Y no es que estuviera mal viviendo con mis padres y mis siete hermanos, pero... necesitaba espacio. No es facil lidiar con tanto hombre por ahi suelto. No me dejaban respirar tranquila ni mucho menos leer a gusto. Siempre estaba aquella ley estupida que seguro les cedio mi madre nada mas nacer: hacer rabiar a vuestra hermanita. Aun hoy, tengo que tratar con ellos incordiandome por telefono. Es un suplicio. Aunque una cosa no quita a la otra. Los echo mucho de menos. Eso de estar en otra ciudad tiene sus ventajas pero tambien las desventajas de no verlos cuando quiero. Aunque mi apartamento no es mas que un salon-cocina-comedor, una habitacion y un bano pequeno pero muy cuco, estoy lamar de feliz por poder tan siquiera permitirme eso. Trabajo por horas en la biblioteca y aunque cobro una miseria, lo minimo para poder subsistir, no me quejo en absoluto. Me encanta estar rodeada de letras e historias. Lo que no me encanta tanto: que mi jefa no me deja ni ojear el titulo de ninguna de ellas. Abro el pesado porton del bloque de apartamentos, casi desencajandome los brazos por el esfuerzo y profiriendo un largo suspiro entro y me dirijo al ascensor que me llevaria al cuarto piso. Las puertas metalicas un poco oxidadas, hacen de reflejo a mi aspecto. No puedo reprimir la mueca que me sale al ver mi atuendo y odio tener que dar la razon a mis amigas. No es que vista mal, si no que a diferencia de ellas, no puedo estar gastando en ropa lo que puedo ahorrarme para comprar comida. Me conformo con lo que tengo, aunque sea de la temporada pasada. Hoy sin ir mas lejos: mis rizos castanos se esconden bajo un gorro azul, regalo de mi mama por navidad, que mas tarde me entere que fue de mi prima que segun ella ya no se llevaba. Mi jersey verde, hace resaltar mis ojos casi del mismo color y no esta tan mal si no miras la manga derecha deshilachada o el minusculo agujero justo debajo del pecho. Mis vaqueros son casi nuevos, los compre hace unas semanas en el mercado. Fue una autentica ganga. Solo por tener una pernera un poco mas larga que la otra, me rebajo tres euros de su precio. ?Genial, verdad? solo tengo que doblar la otra, para que quede igual y listo. Si ya lo dijo mi padre: "Para todo tiene salida, esta nina" Vuelvo a suspirar en cuanto las puertas se abren por fin, abrazando el libro con una mano y sacando las llaves con la otra, entro en mi hogar. <> Nada mas dar un paso, estoy en el salon que a su vez hace de cocina y comedor, una gran estanteria con montones de libros, le dan color a las blancas paredes y un pequeno sofa a juego con la alfombra y las cortinas, dan lugar a mi espacio perfecto. Me encanta sentarme y escuchar la lluvia mientras leo y bebo un te caliente. Amo el invierno, la lluvia y el frio... todo lo que signifique estar encerrada y poder leer a gusto, esta bien para mi. Cosa que si mi madre se entera, me manda de cabeza a un manicomio. Dejo el libro encima de la pequena mesa de cafe junto al sillon y me dirijo a mi habitacion para ponerme comoda. Una camiseta de tirantes, pantalones largos de pijama y una manta de pelos, son mi atuendo preferido y por el que opto. Ya comoda y dispuesta, coloco el libro en mi regazo y empiezo a leer. *** "Y me mira a los ojos, con aquellos orbes azules, tan oscuros como el manto de la noche. Me ama. Soy la mujer mas dichosa del planeta. Y cuando sus labios tocan los mios, me siento desfallecer. Sus manos me despojan de mis ropas al mismo tiempo que yo le despojo de las suyas. Nos amamos... y no puedo ser mas feliz." --Definitivamente eres mi nuevo amor, Sebastian Mateo --sollozo entre lagrimas abrazando el libro contra mi pecho y cerrando los ojos--. Ojala existieras... !yo te invoco! --me rio histericamente por la locura que acabo de decir. Definitivamente, demasiada lectura por esta noche. Lo bueno: Que solo me queda el capitulo final de la historia; lo malo: que no quiero que acabe. *** A la manana siguiente con el mal humor mananero que me caracteriza, salgo de mi cama y entro a la ducha a un tiempo record. Siempre me pasa igual cuando me acuesto a las tantas de la noche, teniendome que levantar temprano al dia siguiente para ir a trabajar. Y es que apenas creo que he dormido tres horas por no dejar la novela a medias y por raro que parezca me di por satisfecha justo en la cuspide. O como diria Paula, en pleno orgasmo. En cuanto estoy limpia y seca, sin entretenerme siquiera en tapar mi cuerpo, abro la puerta para salir. Total, estoy sola y las cortinas aun estan echadas. Y de todas maneras, ?quien va a estar observando ventanas de cuartos pisos a las siete de la manana? En cuanto cierro la puerta detras de mi, un movimiento que vislumbro a traves de mis pestanas, me hace alzar la mirada para encontrarme con un hombre. Un completo desconocido observa mi cuerpo de abajo a arriba y de vuelta a mis pies descalzos. --!Aaaaahhhhhhhh! --!La virgen! --murmura el tapandose los oidos. Pero claro, sus ojos estan aun entretenidos mirandome sin ningun tipo de tapujos. Atrapo el cojin del sofa tapandome como puedo mis partes intimas. Cosa totalmente imposible porque el cojin puede medir como una de mis tetas. --!?Quien demonios eres?! --chillo haciendo malabares con dos cojines esta vez--. !Y deja de mirarme! El hombre alza las manos en signo de paz y cuando me mira por fin a la cara, desvia la mirada avergonzado. !A buenas horas! --Lo siento... --musita dandose la vuelta dejandome ver cual ancha es su espalda. Mi respiracion es jadeante y ahogada, como si en vez de haberme estado duchando, hubiera llegado de correr una maraton. No es para menos, otra en mi lugar seguro lo agarraria a palos. Pero yo no lo hago por una simple razon: Aquel hombre se me hace malditamente familiar, por no hablar de su voz malditamente conocida. Todo de el me recuerda a alguien, pero... ?a quien? Estoy tan ensimismada en buscar en lo mas hondo de mi mente, que me sobresalto en cuanto lo escucho hablar. --?Puedes vestirte, por favor? --pide alzando su cabeza hacia el techo y poniendo sus brazos en jarra. --Oh... claro --digo para luego echarme a correr hacia mi habitacion. Echo el pestillo en cuanto encajo la puerta de un portazo. Cosa inutil ya que me ha visto como dios me trajo al mundo. ?Que mas va a ver? Ademas si aquel hombre es un violador, una puerta mas fina que mi dedo, no lo va a parar. Desecho aquella idea, en cuanto pienso que si realmente viene a hacerme dano, ya lo hubiera hecho. Por lo que despues de soltar un suspiro, me visto con lo primero que encuentro y salgo para pedirle una larga explicacion. --Ya me estas diciendo: quien eres, que haces en mi casa y lo mas importante: ?Eres peligroso? --el hombre, tremendamente atractivo, por cierto, abre su boca para hablar, pero sin esperarnoslo ninguno de los dos, sigo con mi diarrea verbal. Suele pasar cuando me veo en situaciones como esta en la que estoy de los nervios--. Obviamente si lo eres no vas a decirmelo, pero te ordeno que me lo digas. Si no, te arrepentiras... --Mi voz amenazante junto con mis manos echas puno y mi ceno fruncido lo hacen sonreir. Y hasta ahi llego mi vida. --No voy hacerte dano... no se que hago aqui ni como he llegado. Solo se que en un parpadeo, estaba en otro lugar en vez de en mi casa. Siento haberte... --senala la puerta del bano y se rasca la nuca luciendo de nuevo un poco avergonzado--... asustado antes. No fue mi intencion. Se acerca unos pasos hasta quedar en toda su altura frente a mi. Sus ojos son oscuros haciendolos parecer negros pero con una leve chispa azul intenso. Como una noche estrellada. Su pelo moreno acaricia su frente y casi tengo el impulso de apartarselo. Su ceno esta fruncido por la preocupacion. Sus ropas arrugadas y parece no haber dormido. --?Quien eres? --pregunto en un hilo de voz. --Me llamo Sebastian. Sebastian Mateo. Y ahi si que mi mundo se derrumba a mis pies. O soy yo cayendo al suelo desmayada. *** --?Estas jodidamente insinuando que me crea lo que estas insinuando? --chilla Paula al otro lado. Llame a Lorena, la cual es la duena de aquel libro del demonio, pero no me cogio el telefono. Entonces pense que quizas esta en el trabajo, cosa que yo hoy no fui a hacer. Suerte tengo si manana sigo teniendolo. Pero el maldito punto es el siguiente: !Tengo al mismisimo Sebastian Mateo en mi salon! !En carne y hueso! !Y que carne! Madre mia... estoy demente y encima Lorena, la cual fue mi segunda opcion, no para de darme la razon en eso. No se lo cree, obviamente. Por mas que le digo lo que me ocurre, ella salta con cualquier chillido histerico o me pone de loca para arriba. --Joder, es en serio... --lloriqueo sentandome en la cama de cara a la puerta. Un rato antes, Sebas, digo... Sebastian, ha cuidado de mi hasta que desperte. Y no es que lo recuerde, ya que cai inconsciente. Pero lo primero que vi al abrir los ojos fue su rostro inundado por la preocupacion y sus manos acariciando mi cara. Justo despues, entro en la cocina para prepararme algo para comer. Segun el: eso me pasa por la falta de nutrientes de no haber desayunado. Estuve a punto de soltar una carcajada en cuanto lo dijo. Cosa que reprimi al ver que realmente estaba asustado por mi salud. --?Te has tomado la temperatura? --sigue diciendo mi amiga por la otra linea. Y harta de esperar apoyo moral, aunque sea minimo de su parte, cuelgo y me dejo caer en la cama para a continuacion cerrar los ojos. --Oye... ?Como tomas el cafe? Su voz tan atrayente como canto de sirena, en este caso sireno o como se diga el macho de la sirena, casi me hace babear. Por otro lado opto por erguirme, planchando mi fino vestido en un intento de parecer formal. --Con leche condensada casi hasta la mitad y dos de azucar. Su cara se arruga en una mueca. --Eso parece mas un postre que un cafe. --No me gusta el cafe --digo riendome de su semblante descolocado. --?Entonces quieres que prepare un te, leche con cacao...? --Estara bien el cafe no te preocupes. Creo que hay un bote guardado en el armario de "para las visitas". --Vale... --se da la vuelta para salir, con el ceno levemente fruncido y una sonrisilla jugandole en los labios, pero cambia de idea y se vuelve de nuevo hacia mi--, ?Como te llamas? --Me llamo Claudia. Me regala una sonrisa megavatios y sin mas, se va fuera de la habitacion. Suspiro y me armo de valor para salir y afrontar aquello. No se siquiera si el es consciente de que se trata de un personaje de libro ni si quiera si recuerda algo de su vida. Tambien me puedo encontrar con que el quiera volver a su mundo ?y como hago yo eso? No tengo idea de como salio, en primer lugar. <> --No puedo estar pensando en ello... no puede ser... ?que se supone que soy? ?Una bruja? -- cuando me voy a dar cuenta, estoy andando de un lado para otro en el reducido espacio de mi habitacion y lo que me falta es tirarme de los pelos para parecer una completa desquiciada. Pero de nuevo la voz de Sebastian llamandome hace que la cordura, vease la ironia, regrese a mi. Voy hacia la cocina donde el trastea en la despensa sacando el pan y los cereales. Veo tan extrano tener a alguien tan... masculino, varonil, grande y atractivo, en mi espacio, que casi estoy por llorar. Estoy hecha un mar de hormonas revolucionadas. --?Quieres cereal o tostada con mantequilla? No tienes mucho donde elegir --pregunta divertido haciendo que mi corazon se estruje. Estoy un poco harta de que la gente me reproche la falta de fondos en la cual me encuentro. --Por lo menos tengo donde vivir --suelto dolida y haciendo que las lagrimas salgan de mis ojos sin control--. Por lo menos no me muero de hambre aunque tenga que comer todos los dias lo mismo. Sus ojos escrutan mi cara con temor y sin saber que hacer conmigo. No lo culpo. Soy yo la inestable en este momento. Pero estoy tan, tan harta. Seguro se aproximan mis dias del mes... --Clau... yo no... Lloro mas en cuanto escucho su apodo para mi. No nos conocemos mas que de unas horas y ya me ha puesto un diminutivo carinoso. Sus brazos me rodean cual calmante, relajando mi cuerpo, mas no mis lagrimas. Los temblores del llanto poco a poco cesan quedando solo la humedad en mis ojos. Su mano sube y baja por mi pelo y espalda. Maravillandome con lo que es sentir la cercania de un hombre despues de tanto tiempo. Su voz susurrando palabras de calma en mi oido… Podia quedarme dormida en este momento, pero su olor y embriagante cercania hacen todo lo contrario. --No queria hacerte sentir mal, no se como llegue aqui ni tampoco quien eres y me tiene hecho mierda esta incertidumbre. Echo de menos a Lisa y... Alzo la cabeza en cuanto lo escucho hablar de su novia, a la cual en el libro prometio amor eterno. Y como si me quemase, me aparto de el todo lo que puedo sin parecer descortes. --Tienes razon, yo... --me siento tremendamente avergonzada por mi comportamiento siendo consciente de que el esta mucho peor que yo. ?Que haria si un dia despertara en otro lugar, desconocido para mi y con gente que no conozco? --Lo siento --me disculpo esquivando su mirada--, no tuve en consideracion de que debes de sentirte impotente por todo lo ocurrido. Ayer estabas en un libro y hoy... --?Que? --su pregunta risuena me hace mirarlo a los ojos. Esta partiendose de la risa por lo que acabo de decir y mucho me temo que aquella risa se le ira de un momento a otro en cuanto sepa que estoy hablando totalmente en serio. Cosa que tarda como tres segundos en ocurrir. Su risa remite al ver mi cara seria y aun sin creerselo del todo, vuelve a preguntar: --?Que estas diciendo? --Si. Eres un personaje ficticio, el cual, una mujer invento. Tu creadora se debe de estar forrando ahora mismo con los ejemplares vendidos. Numero uno en Espana y Latinoamerica, segun tengo entendido. --Esto debe ser una broma... --vuelve a soltar una risa corta y se da la vuelta con la intencion de seguir haciendo el desayuno. Aunque puedo ver claramente, mientras vierte la leche en la taza, como su cara cambia en cuanto el entendimiento llega a el cual mazazo--. ?Quieres decir que soy una fantasia? ?Que no... existo? ?Que mi vida es un puto culebron en boca de todo el mundo? --Sebas...

  • Cervantes & compania de Ignacio Padilla

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    Ignacio Padilla nos entrega un libro de ensayos escrito a lo largo de los ultimos 15 anos con pasion, erudicion y enorme sentido del humor. ?Cuales fueron las principales aportaciones de Shakespeare y Cervantes? ?Que pasaria si nos atrevieramos a comparar los alcances de cada uno? ?Como construirian a sus personajes, por ejemplo, y cuantas de esas tecnicas siguen vigentes en nuestros dias, influenciando incluso a la cultura popular? Y sobre todo, ?en que medida hemos reducido a un cliche nuestro conocimiento de ambas obras, indispensables para comprender cabalmente lo humano? Haciendo hincapie en su devocion hacia Cervantes, Ignacio Padilla nos invita a examinar la obra de este autor espanol y cuanto perdemos si evitamos el contacto con ella.

  • Irresistible y desconocido de Melissa James

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  • Suenos de Bunker Hill de John Fante

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    Arturo Bandini, huyendo de la nieve y el hastio de Colorado, se instala en Bunker Hill, la colina que domina el centro de Los Angeles, donde empieza a trabajar como camarero y escribe relatos. En esta novela, considerada como una de las mejores de John Fante, este nos cuenta los inicios de Bandini como guionista y sus amores y lios sucesivos, y como consigue finalmente no hacer carrera en Hollywood, donde un productor lo tiene todo el dia sentado sin dejarle escribir una linea, un empleo tan bien pagado como frustrante y que termina abruptamente. Tras otros episodios en los que nos cruzamos con otros escritores empleados en los estudios, como Ben Hecht, Dalton Trumbo o Nathanael West, o con el mismisimo Sinclair Lewis, el idolo de Bandini, o un intento fracasado de colaboracion con una reputada y terrible guionista, Bandini se toma un breve respiro en Colorado, antes de regresar de nuevo al campo de batalla. En el corazon del libro nos encontramos con una imposible historia de amor, como es habitual en Fante, esta vez con una casera, que podria ser su madre. En Suenos de Bunker Hill, una novela dictada por Fante, ciego y en sus anos finales, a su esposa, se nos muestra la otra cara de Hollywood, una vision inmisericorde y sardonica. <> (Michele Grazier, Telerama).

  • Tendras que quererme de Olga Hermon

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    Una historia de amor desarrollada entre campos verdes, crepusculos inolvidables y aroma a heno y tierra mojada.

  • Al final de la calle 118 de Clara Cortes

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    La calle que lleva al motel donde vivo es larga y ancha, y una acera no tiene nada que ver con la otra. Es como si una barrera invisible separara ambos lados. Por supuesto, siempre que quieras puedes cruzar al otro lado, pero eso no significa que la gente lo haga. Es como la valla que rodea un instituto: aunque muchos querrian y podrian saltarla, eso no significa que la salten de verdad. Porque saben que su lugar esta dentro. Cuanto mas camino de la derecha recorro, mas grietas me encuentro. Y mas suciedad. Y menos casas. En la otra acera, sin embargo, la fila de chalets de color amarillo y naranja sigue hasta mas alla del motel, hasta alcanzar la carretera del norte. Aunque pueda sonar a mentira, me gusta mucho mas la acera de la derecha que la de la izquierda. Es mucho mas real. La vida es asi, rota, con hierba seca entre los huecos que deja la piedra de los adoquines. Si conoces a alguien con una vida-chalet, probablemente todo se quede en esa fachada amarilla, tan igual a lo largo de toda la fila. Probablemente su sitio tambien este en este lado, nuestro lado, pero no quieran aceptarlo. Antes de llegar al motel, en la acera de la derecha, la calle esta flanqueada por la verja de un orfanato. Es el que cubre la zona norte de la ciudad, adonde se sabe que llegan muchos ninos todos los meses. A veces lloran tanto y tantos a la vez que puedo oir sus sollozos sincronizados desde mi habitacion, y eso que no tiene ninguna ventana que pueda cerrar para acallarlos. Son gritos desgarradores. Cuando pasa me pregunto si habra alguna nina especial ahi dentro, alguien que se parezca a mi y que llore mas fuerte que todos los demas. Tambien me pregunto si la habre visto alguna vez cuando he pasado por delante y todos los ninos estaban jugando fuera, aunque me desespera pensar que he podido hacerlo y que no la he reconocido. Normalmente me gusta pasar la mano por la verja de rombos metalicos mientras camino. El sonido que hacen los anillos de mis dedos contra los alambres es musical y, si lo cuento en mi cabeza, sigue cierto ritmo que puede llegar a ser agradable. Siempre logro encontrarlo, aunque cada vez es diferente, pero eso es lo que mas me gusta. Sin embargo, ahora paro de hacerlo, porque, como todos los dias, tengo que mirar. Siempre me obligo a hacerlo al menos una vez, porque seria una persona horrible si no me molestara en dedicarle unos segundos al dia; busco un par de coletas desiguales que yo podria haber conocido, a esa nina que deberia tener mi nariz, o mis ojos, o los de Raven... Como de costumbre, no veo nada -porque no hay nada, ni siquiera suerte-, asi que tengo que seguir andando para volver a casa. Solo que, esta vez, si que hay algo cuando me pongo a andar otra vez. No lo habia visto porque mi mente habia elegido omitirlo y concentrarse en buscar, como cada dia; es curioso como nuestro cerebro es capaz de aislarnos hasta el punto de no dejarnos ver cosas tan obviamente claras. Porque, cuando vuelvo a andar, hay ahi otro sonido que esta vez no es mio. No rozo la verja con la yema de los dedos, pero, aun asi, en alguna parte hay musica. Y son notas. Notas de verdad, quiero decir, no solo en mi cabeza. Sol. Do. Re. La. No es metalico. Es una guitarra, y creo que viene de dentro. Vuelvo a mirar hacia alli sin dejar de andar. Ahi esta. No tardo demasiado en localizarla. La guitarra. Obviamente, alguien la esta tocando. Es un chico. Esta al fondo, encorvado y sentado sobre un banco. A pesar de todos los ninos que hay a su alrededor, parece estar muy solo. El chico es larguirucho y grande, o eso es lo que parece desde aqui. Tiene los dedos agiles, pero, a pesar de eso, se mueve como si no se sintiera seguro; vacila cuando hace amago de levantar la cabeza y al final nunca aparta la vista del movimiento de sus dedos sobre las cuerdas, como si de verdad temiera perderse o equivocarse. Esta cantando y lo que oigo en la distancia es grave y fuerte, pero a la vez suave y agradable. Cuando han pasado unos segundos y creo haber escuchado lo suficiente, decido que me gusta su voz. No parece que el este muy de acuerdo en eso, sin embargo. Tiene el ceno levemente fruncido y los hombros tensos. Las gafas de pasta negra que lleva juegan a ser equilibristas sobre la punta de su nariz, y me pregunto por que no puede, simplemente, hacer algun tipo de movimiento para subirselas. Siempre me ha puesto nerviosa la gente que mira el mundo por encima de la montura de sus gafas, como la senora que se encarga de la biblioteca del centro, aunque no se exactamente por que me molesta. Cuando acaba la cancion se queda un momento mirando la vibracion de las cuerdas antes de subir la cabeza y sonreirles a los ninos, un publico realmente desagradecido. Si, han estado tranquilos, pero no escuchandole. Gritan, saltan y rien mientras se persiguen los unos a los otros, y el baile sigue para ellos aunque ya no haya musica para acompanarlo. Me sobresalto al darme cuenta de que he estado parada tarareando todo el rato, aunque ni siquiera se como se llama la cancion. He debido de oirla en la radio alguna vez, o en el centro comercial, o en alguna sesion de fotos. No era consciente de habermela aprendido. Me doy la vuelta y sigo mi camino justo despues de que el chico se suba las gafas con un gesto despreocupado. El no me ve. No reanudo el sonido de mis anillos, simplemente meto las manos en los bolsillos y ando mas rapido, porque quiero llegar ya al motel. Solo unos treinta y cinco o cuarenta metros lo separan del orfanato. Cuando subo las escaleras metalicas que llevan al segundo piso y entro en el apartamento 36, la sensacion tan rara que se me habia puesto en el estomago tras escuchar esa cancion es sustituida por la colonia postsexo de Raven. Tengo que aguantar la respiracion y pasar directamente a la cocina. Y aunque alli no es mejor, porque ella esta fumando, al menos no es ese tufo a fruta, sudor y suciedad. -Ah, hola -dice, tranquila-. No he oido la llave. -Hola. Vacio mi mochila en la mesa blanca donde comemos. El tablero esta lleno de quemaduras y manchas marrones que no se pueden quitar. Caen las llaves, un libro, una camiseta sucia y un sobre. Justo antes de venir he pasado por el banco para sacar lo que me han pagado hoy. Raven apaga el cigarrillo dentro de una lata de cerveza arrugada y se acerca a mi con curiosidad. -?Cuanto? -Cincuenta pavos. -La ultima sesion fueron mas. -Porque me pase seis horas en ese estudio sin parar ni para mear, Raven. Por eso fueron mas. Mi hermana agarra el sobre antes de que yo pueda alcanzarlo y sale de la cocina contoneandose. Me dan ganas de gritarle que no hay nadie mirando, que no hace falta que haga eso, pero no quiero discutir. Necesita montar un espectaculo todo el tiempo. Ademas, suele estar de muy mal humor despues de estar con un cliente, por eso me callo. Se agacha junto a su cama y mete la mano debajo. Saca una caja de metal rosa que tiene un pequeno candado. Ahi es donde guardamos todo nuestro dinero. Esta llena de polvo y tiene un par de pelusas enganchadas en las esquinas. Muchas veces pienso en que pasaria si alguien entrara a robar, porque no seria nada dificil hacerlo. No seria dificil encontrar la caja bajo la cama y que alguien rompiera ese estupido candado y nos robara todo lo que tenemos. De hecho, yo misma podria hacerlo si quisiera. Podria agarrar una piedra de fuera, acercarme, golpearlo hasta que se partiese... Y luego irme lejos de aqui con el dinero. Pero Raven abre la caja y me quedo a medias preguntandome adonde iria. A un lado, los billetes estan sucios, algo rotos y arrugados. Al otro lado, el monton de mi dinero, es decir, el dinero que yo gano y que sale directamente del banco, descansa en pilas mas o menos agrupadas por su valor. Mis billetes estan limpios, en todos los sentidos posibles. En total no hay demasiado dinero, pero si mucha diferencia entre ambos lados. <>, pienso. Es como si cada monton saliera de un mundo completamente distinto, o viniera de una cara diferente de la luna, y en parte, si lo piensas, es un poco asi. -Bueno, supongo que esta vez, cuando venga ese baboso del casero, podre pagarle en condiciones. No soporto tener que tocarlo cuando vamos un poco justas. Doy la vuelta a su cama para ir hacia mi habitacion. -No necesitaba saber eso. -C'est la vie, Valeria. No puedes ser tan tiquismiquis. Las cosas son como son, a ver si lo aprendes de una vez. <>, dice siempre Raven. Raven, la que esta hecha de piedra. La que es dura y fria como el hielo. La que tiene muchos problemas y muchas responsabilidades que siempre prefiere evitar. Es Raven, es casi una extrana

  • Una noche contigo de Christian Martins

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  • El cerebro matematico de Stanislas Dehaene

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    ?De donde vienen realmente los numeros y como llegan a nuestra mente? ?Por que algunas personas tienen facilidad para lidiar con ellos y a muchas otras les resulta tan dificil dominarlos? Este libro ofrece respuestas a estas y otras apasionantes preguntas que delinean lo que Stanislas Dehaene llama "el sentido del numero": nuestra capacidad para representar cantidades y, con un poco de esfuerzo y otro de educacion, para entender esos simbolos abstractos, relacionarlos, sumarlos y, con un esfuerzo mas, multiplicarlos o dividirlos. Al igual que la percepcion del color o el reconocimiento de la ubicacion de objetos en el espacio, este sentido !esta instalado en nuestro cerebro!

  • El grito de la gaviota de Emmanuelle Laborit

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    El grito de la gaviota es el testimonio de una joven que, a los veintidos anos, ha conocido
    ya la soledad absoluta, la duda y la desesperacion, pero tambien la dicha, la solidaridad y la gloria. La adolescencia y la primera juventud de Emmanuelle Laborit son la historia de una lucha por subsistir en un mundo <> y por el reconocimiento de los derechos de los tres millones
    de sordos franceses, hasta conseguir que, en 1991, se ensenara por fin en los centros de educacion para sordos el lenguaje de signos. Con este triunfo colectivo y el personal, pero no menos emblematico, de su exito como actriz teatral, El grito de la gaviota cierra significativamente un itinerario personal tan breve como intenso.

  • La torre de la encrucijada de David Pulido

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    Una oferta dificil de creer. Una aventura imposible de imaginar.

  • Becaria y sumisa de un abogado maduro de Fernando Neira

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    Julia, una joven estudiante de derecho, se entera que el mas prestigioso bufete de abogados de Barcelona anda contratando becarios. Decidida a no perder esa oportunidad, se presenta en sus oficinas y gracias al escote que lucia, consigue que Albert Roser, el fundador de ese despacho, la contrate como su asistente.
    La muchacha es consciente de las miradas nada profesionales de ese maduro, pero eso no la hace cambiar de opinion porque en su interior se siente halagada y excitada. No en vano, desde nina, se ha visto atraida por los hombres entrados en anos y con corbata.

  • Cuando los cerezos florezcan de Andres Sandemetrio

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    Cuando los cerezos florezcan es una historia de espionaje en la que, como no podia ser de otra manera, nada es lo que parece. Empezamos a conocer un pellizco del pasado de los protagonistas para dejarnos entrever su caracter, pero sin mostrarnos mas de lo que necesitamos saber de momento. Asi, el recorrido se hace mas interesante, puesto que disfrutamos creciendo con los protagonistas y descubriendo poco a poco las razones que los han llevado hasta el punto en el que se encuentran. Las tramas amorosas quedan en un segundo plano, aunque no por ello quedan descolgadas ni son anodinas, sino que se erigen como un desencadenante de todo lo que esta por venir. Durante el recorrido, permanecemos flotando en el aire, condensando la informacion hasta que se entremezcla de forma exquisita con las tramas desarrolladas entre los servicios de inteligencia y los terroristas.
    -Tregolam-

  • Heridas de amor y de guerra de Meg Ferrero

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    El 21 de octubre de 1854, treinta y ocho mujeres partieron directas a una guerra para cuidar a miles de soldados ingleses heridos, cambiando asi el curso de la enfermeria moderna. Anna St. James formaba parte de esa expedicion de valerosas enfermeras; una mujer indomita contraria a cualquier guerra que cometio una terrible negligencia al atender a un soldado indebido.