• cynthia huerta attorney houston - Cinthya Huerta

    https://gigalibros.com/decidete-margarita-margarita-1.html

    ?Estarias dispuesta a enamorarte de alguien diez anos menor que tu, luego de un fracaso amoroso?

  • Cynthia Huerta - Attorney - Schechter McElwee Shaffer & Harris

    https://www.linkedin.com/in/cynthia-huerta-8b0b016

    Houston, Texas, United States · Attorney · Schechter McElwee Shaffer & Harris

  • Schechter, Shaffer & Harris, LLP – Accident & Injury Attorneys

    https://birdeye.com/schechter-shaffer-harris-llp-accident-injury-attorneys-148467717320436?page=2

    3200 Travis St, #300, Houston, TX 77006 ... My attorney, Cynthia Huerta gave special attention to my case. She believed in me and my results of the injury.

  • About Cynthia Huerta - Schechter, Shaffer & Harris, LLP ...

    https://www.smslegal.com/cynthia-huerta/

    Learn about Houston personal injury attorney Cynthia Huerta and her work for personal injury clients at Schechter, Shaffer & Harris.

  • Lawyers for Literacy - Houston Bar Association

    https://www.hba.org/?pg=lawyers-for-literacy

    This committee coordinates the annual HBA book drive among law firms, corporations and individuals and conducts readings to Harris County elementary schools ...

  • Cynthia Huerta - a Houston, Texas (TX) Defense Lawyer

    https://lawyers.findlaw.com/profile/view/3385633_1

    Cynthia Huerta, a Houston, Texas (TX) Lawyer, Attorney - Defense, General Civil, Insurance Law.

  • Cynthia Huerta

    https://houstontxautoaccidents.com/364-2/

    The lawyers of SMSH maintain their certification largely through their active and aggressive personal injury trial practice involving a variety of cases. Award ...

  • Navegando por los caminos de los ZARRAGA by Javier ...

    https://issuu.com/javierzarraga/docs/zarraga

    17 Juan Manuel Zarraga Artaza es de los primeros en el primer libro de ... como por el montañesJuan Velez de Huerta o por el vízcaíno Ortuño de Zárraga.

  • Anexo:Fallecidos en enero de 2021 - Wikipedia

    https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Fallecidos_en_enero_de_2021

    Arsenio Lope Huerta (77), economista, político y abogado español (n. 1943). ... Norman Houston (62), diplomático norirlandés (n. 1958).

  • Shooting Stardust de Cinthya Huerta

    https://gigalibros.com/shooting-stardust.html

    <>

  • Aprendiendo de ti de Carol Martin

    https://gigalibros.com/aprendiendo-de-ti.html

    Cuando te tienes que hacer cargo de una hermana adolescente que solo te da problemas…

  • Patas de alambre de Isabel Keats

    https://gigalibros.com/patas-de-alambre.html

    Este relato forma parte del libro “Tiempo de estrellas”, publicado en papel junto a las autoras Nora Roberts, Anna Casanovas y Erika Fiorucci.

  • No eres tu, soy yo (Tal para cual 1) de Daniel De La Pena

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    -Adopta un pinguino, ?digame? -respondi al telefono con jovialidad. -Buenos dias, ?podria hablar con la senorita Mimi Olmos? -pregunto una voz masculina. -Si. Soy yo. ?Quien es? -Le llamo de su entidad financiera… ?Podria acercarse a nuestra oficina para hablar con usted? -?Sucede algo? -quise saber. -Senorita Olmos… es mejor que venga y le comentamos. -?Para que? No sera porque quieren ofrecerme alguno de sus seguros, !ya le dije que no estaba interesada! -Puse los ojos en blanco y suspire-. Todo lo que se puede asegurar ya lo tengo asegurado: el coche, el movil, el local de la oficina… !solo me falta por asegurar mi ropa interior! ?Eso se puede asegurar? Supongo que si… porque Jennifer Lopez aseguro su trasero, ?lo sabia usted? !Da igual! !No me lie! ?Para que quiero un seguro si no tengo nada mas que asegurar? ?No querra adoptar a un pinguino? -No, senorita Olmos. No quiero adoptar a un pinguino e ignoro lo del culo de Jennifer Lopez – resoplo el hombre. -?Y para que llama? -Para citarla y ver cuando nos podemos reunir con usted. -?Para que? -insisti. -Para informarle de que esta en la quiebra… Tiene usted una deuda superior a tres mil euros. -!No me diga! -Me quede callada durante unos segundos. Escuche preguntar a mi interlocutor si seguia al telefono-. Ahora voy -respondi con la voz entrecortada. -Estamos abiertos hasta las dos y media. -OK. Por cierto… ?no tendran algun seguro que cubra la deuda? Capitulo 1 Somos companeras Dos semanas despues de la dichosa llamada que me informaba que estaba en la mas absoluta ruina, me mudaba a casa de mi mejor amiga. Tuve que cerrar mi negocio, dejar el apartamento que habia alquilado y llevar mis pocas pertenencias al piso de Daniela. !Menos mal que ella me adopto! Deje la empresa de adopcion de pinguinos para que me adoptaran a mi. Si ella no se hubiese apiadado, me veia a mis treinta y un anos regresando con mis bartulos a casa de mis padres. !No queria ni pensarlo! Adoraba a mis padres y nos llevabamos estupendamente, pero pasar mas de veinticuatro horas seguidas con ellos era como vivir en La casa de la pradera. Mi madre era una mujer energica, rebosante de buen rollo y con un toque hippie que intentaba impregnar en los demas. Mi padre estaba locamente enamorado de ella y juntos formaban un peculiar tandem capaz de saturar hasta al mas romantico, cursi o nono. !Eran geniales! Los admiraba. Me encantaria encontrar a alguien y formar una pareja tan compenetrada como la de mis padres, pero en ese momento mi moral estaba por los suelos y un exceso de sensibleria causaria un dano irreversible a mi autoestima. No se si os pasara a vosotras, pero cuando estaba triste, lo que menos necesitaba eran palabras piadosas o compasivas, !era mas practico que me motivaran y picaran criticando mis fallos y despues comer litros y litros de helado de chocolate! Siempre he encajado fatal los piropos y nunca me los creia cuando me los decian. Sin embargo, cuando alguien comentaba alguno de mis defectos, le daba fuerza a su discurso y prestaba atencion. No lo hacia porque fuera masoquista, sino para aprender de mis errores e intentar mejorar. Y uno de mis grandes errores fue montarme la empresa para adoptar pinguinos. Todo el mundo me lo dijo: mis padres, que sentian debilidad por aquellos animalejos con pico; Daniela; mis amigos de la universidad… !Todos! Menos Marin, que me apoyo en mi descabellado plan e incluso adopto a uno. Fue el unico que lo hizo. Yo pase de las opiniones ajenas, me deje seducir por la atractiva web de la franquicia Adopta un pinguino y crei que era el negocio del siglo. Pague las tasas impuestas por la franquicia, alquile un local, me di de alta en autonomos… gaste, gaste y gaste dinero para no ganar nada. Nadie queria adoptar un pinguino, !con lo cucos que son! Y yo comprobe que era una emprendedora con poca vision empresarial. <>, me reprendi. <>. Con las maletas en las manos, accedi a mi nueva vivienda. Aquella casa no me era extrana. Habia estado cientos de veces desde que Daniela y yo comenzamos nuestra amistad. Nunca sospeche que compartiria piso con ella, aunque la idea no me desagradaba en absoluto e intente ver aquella situacion mas como una nueva y emocionante oportunidad que como un fracaso empresarial. !El buen rollo de mi madre era contagioso! Y, a veces, el mejor salvavidas. -!Bienvenida a tu nuevo hogar! -exclamo mi amiga, abriendo los brazos. -No se como agradecertelo. -Mis ojos se volvieron vidriosos y corri a abrazarla. -Cuando encuentres trabajo y ganes algo de dinero, me invitas a cenar y despues nos cogemos una buena cogorza -susurro, haciendose la dura. Siempre se hacia la dura, aunque tenia un corazon de oro-. Deja de abrazarme y de ser tan cursi, que me recuerdas a tu bendita progenitora. Le hice caso. No sin antes darle un ultimo achuchon. Senti una corriente de adrenalina sacudirme de arriba abajo y contuve un grito de emocion. -?Que te pasa? -Se cruzo de brazos y arqueo una ceja. -Pensaras que estoy loca, pero me entusiasma la idea de compartir vivienda con mi mejor amiga y sentirme libre para comenzar una nueva carrera laboral. -Crei que estabas loca cuando te montaste la agencia para adoptar flamencos… -!Pinguinos! -la corregi. -!Aun peor! -suspiro-. Por lo menos los flamencos estan de moda. Ahora opino que eres muy valiente al caerte y levantarte. -Me lanzo uno de los pocos piropos que suelen salir por su preciosa boca. Abri los ojos como platos y la mire incredula. -?En serio? -Quise asegurarme de que la habia escuchado bien. -Cualquiera en tu lugar se habria sumida en una depresion. Tu, sin embargo, has decidido no hundirte, has sido inteligente aceptando la ayuda que te brinda tu mejor amiga. -Se senalo con los pulgares-. Y te has apuntado a un curso para aprender a crear apps. Eres un ejemplo a seguir, salvo por lo de los flamencos. -Hizo un ademan con la mano. -No podria haberlo hecho sin ti -asegure-. Manana tengo una entrevista en un supermercado porque creo que quieren contratar a alguien para publicidad, y tengo muy buenas vibraciones. !Seguro que me cogen! Se que, si no fuera por tu apoyo, no lo habria conseguido. -Si seguimos asi de empalagosas voy a vomitar. -Y con ese desagradable comentario asesino de cuajo nuestro momento especial-. Deja las maletas en tu cuarto, date una ducha, vistete elegante y nos vamos de copas. Invito yo. Mire mi reloj. -Son las cuatro de la tarde… -pronuncie confusa. A esas horas estaba mas acostumbrada a tomar un cafe o una infusion.

  • Solo si es contigo de Maria Garel

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    Devastada por la traicion de su recien esposo, Nuria decide subirse en un crucero que la llevara a reencontrarse con Matias, el amor de su vida. Durante quince dias, viviran encuentros apasionados y aventuras que la haran creer nuevamente en el amor. Pero los secretos del pasado les pasaran factura, y junto con un tormentoso divorcio, las mentiras, abusos y chantajes de Roberto y Raquel, pondran a prueba este amor por el cual tendran que luchar contra viento y marea.

  • Los cuatro reinos de Paula Ramos

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    Siempre se ha creido en la magia.
    Sin embargo la realidad es muy distinta a lo que creen que saben algunos: hadas, brujas, vampiros. todos son absurdos cuentos de ninos.
    Si conocieran la verdad oculta y protegida tras esas invenciones, huirian sin dilaciones.
    Este libro ha caido en tus manos. Con el se te abriran las puertas a un mundo totalmente desconocido.
    ?Seras lo suficientemente valiente para conocer la verdad?
    ?O seras sensato y lo dejaras atras?
    Si finalmente te atreves, ?Que lado escogeras: el bien o mal?

  • Irene (Un caso del comandante Camille Verhoeven 1) de Pierre Lemaitre

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    La novela negra mas original y poderosa de los ultimos anos.

  • Cuando comiences a brillar de Keren Verna

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    ?Que existe arriba si solo hay abajo? ?Que vive mas alla de la ultima puerta si solo hay un adentro? ?Puedo comprender lo que nunca he visto? ?Como sabre su nombre?
    Anos despues de la Ultima Guerra, las dudas empujan a un joven nacido en una de las colonias especializadas, Colonia Neon, convertidas en refugio de la humanidad, a los territorios prohibidos luego de hallar un objeto extrano. Con la ayuda de un hombre, que nunca se muestra en publico, marcado como un afectado por el encierro, intentara descubrir de que se trata para comprender.
    ?Puede algo tan pequeno como una semilla destruir un mundo?

  • Universidad para asesinos de Petros Markaris

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    Despues de unas entretenidas y merecidas vacaciones en el Epido, la region del norte de Grecia, de donde el matrimonio Jaritos es originario, el comisario regresa a la rutina para encontrarse con una sorpresa: el director Guikas se jubila. La plaza quedara de momento vacante, y el ya ex director propone al ministro que sea Kostas quien ocupe el cargo de manera interina, con la secreta esperanza de que este sepa jugar sus cartas y acabe siendo el el elegido. En estas, un ministro, antiguo profesor universitario de Derecho, es hallado muerto en su piso; al parecer, ha ingerido una tarta envenenada entregada por un desconocido. El ministro tenia muchas virtudes, pero tambien algun defecto, entre otros su pasion por los dulces. Y las investigaciones parecen conducir al mundo universitario, mas que al politico. Kostas Jaritos tendra que resolver este caso si quiere convertirse en <>.

  • El camino que me lleva hacia ti de Francisca Herraiz

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    Iba de compras con su madre, necesitaba ropa de invierno nueva para comenzar las clases en septiembre. A diferencia de otros chicos, a el le gustaba ir de compras con su madre, le gustaba pasar tiempo con ella y le gustaba probarse cosas nuevas. La unica pega era que su madre siempre decidia por el, nunca podia elegir su propia ropa y ella siempre compraba la misma ropa aburrida, de cuellos altos, tonos grises o marrones y pantalones azul oscuro. A el le gustaba el color, sobre todo el violeta, o el rosa, pero sabia que no eran colores apropiados para un chico, asi que no decia nada. Pero, aun asi, disfrutaba yendo de tiendas. Por aquel entonces tenia unos once anos y su vida no era complicada, solo debia obedecer a sus padres, estudiar y jugar, no tenia preocupaciones. Su madre se detuvo un momento en la iglesia, a ella le gustaba entrar y encender alguna vela por sus padres, que habian fallecido hacia poco. El les echaba de menos, fueron unos buenos abuelos. No tenia muchos recuerdos de ellos, pero los que tenia eran felices. Recordaba ir los domingos a comer a su pequeno piso de alquiler, donde se reunia toda la familia. Recordaba como su abuela siempre le daba una propina antes de irse y que siempre tenia chocolate en la nevera para sus nietos. A su abuelo le gustaba pasear y siempre le llevaba con el para que jugara en el parque. Al volver le compraba alguna golosina. Su madre se enfadaba, pero sus abuelos siempre le decian: <>. Y asunto zanjado. A el le gustaba recordarles, pero no entendia por que debia hacerlo en una iglesia, podia hacerlo en cualquier momento. A el no le gustaban las iglesias, eran frias y aburridas, aun asi, tenia que asistir cada domingo a misa. Estaba obligado a ir, pero no a entrar para poner velas a sus abuelos, asi que la espero fuera. Mientras esperaba se acerco a la libreria jugueteria que habia justo en frente de la iglesia. Le gustaba pararse a mirar el escaparate, siempre tenia un monton de munecas expuestas. Habia una en especial que le gustaba mucho, era preciosa. Sus cabellos eran largos y rubios, tenia una diadema rosa con una flor en el lateral, un vestido largo, de falta ancha, tambien de color rosa y unos delicados zapatos de tacon. Era muy bonita. Le encantaria poder tener una, pero no se lo podia decir a su madre, ella no lo veria bien. Sus padres siempre le compraban camiones, o coches para navidad y en su cumpleanos, soldados o libros de aventuras. Al menos los libros estaban bien, el resto lo guardaba en el armario, le aburria jugar siempre con coches y soldados. Su madre salio con una sonrisa, le encantaba la iglesia, decia que siempre se sentia mejor despues de asistir a misa o simplemente entrar y mirar la cruz. Segun ella era un lugar sagrado, donde sentia cerca a Dios. El no podia entenderlo, solo veia un bonito edificio con unas campanas escandalosas. Su madre se puso a su lado y continuaron el camino. No tenia hermanos, pero si una prima con la que se llevaba muy bien. Solian venir a visitarlos cada semana, comer juntos los domingos y, mientras los mayores tomaban cafe, fumaban y jugaban a las cartas, ellos dos se iban a jugar al cuarto. Le encantaban los domingos, cuando terminaba la misa de la manana. Despues eran divertido y pasar tiempo con su prima era de lo mejor, porque sentia que ella le entendia. En casa era como si fuera invisible, nadie le escuchaba y solo podia hablar de deberes y de tareas en casa. Con su prima era diferente, nunca le juzgaba, hablaban de cualquier cosa, se reian, lo pasaban bien juntos. Y le encantaba cuando hablaba de cosas de chicas, vestidos, amigas, chicos guapos, era entretenido. Aquel dia, Andrea, su prima, trajo sus munecas Barbie. Cuando el las vio le parecieron una preciosidad. Cogio una y la miro como si fuera el primer juguete que le hubiesen regalado nunca. Por fin tenia una en las manos, era tan delicada, tan bonita y ese vestido... --?A que son bonitas? --le dijo su prima. El asintio. --Vamos a jugar, venga, tu puedes ser esa misma que tienes en la mano, eres la amiga de esta que tengo yo, se llama Julia y la tuya es Sonia. Han quedado para ir a comprar ropa y alli se encontraran con Kevin, que es este chico tan guapo de aqui que, en realidad, es un principe. Su prima continuo hablando, Felipe asentia y se sentia de lo mas feliz. Ir de compras, encontrarse a un apuesto joven, todo le parecia ideal. Entonces su prima se detuvo y le miro. --Ahora que lo pienso, tu deberias ser el principe, sera lo mas normal, ?no crees? Le acerco al muneco. --No, me gusta Sonia, quiero ser Sonia. Andrea se encogio de hombros y continuo. --Esta bien, es normal, porque esa muneca es la mas bonita que tengo. El sonrio, le encantaba poder ser tan natural con ella y que no le mirara raro o se cuestionara nada. Los padres de Andrea la llamaron para volver a casa. --Oh, que fastidio --dijo ella-- ?te parece si continuamos la historia el domingo que viene? El asintio mientras le decia: --?Me dejas tu muneca esta semana? El domingo te la devuelvo, yo no tengo juguetes asi. --Claro, quedatela, igual le digo a mi madre que me compre otra, te puedes quedar a Sonia. Ademas, eres un chico, no creo que tus padres te compren una muneca. --No, ni pensarlo. --Bueno, nos vemos el domingo. Cuida bien a Sonia. Se dieron un abrazo y Andrea salio del cuarto. De forma instintiva, Felipe guardo la muneca bajo la almohada, no queria que la vieran sus padres. Salio a despedirse y despues volvio a su cuarto. Corrio hacia la cama y cogio la muneca, le acaricio el pelo y sonrio. Le gustaria poder tener otra para jugar con ellas, se quedo pensativo. No habia otra, sacaria los soldados y jugaria con ellos, podian rescatar a Sonia que, como diria su prima, era, en realidad, una princesa. Cogio los munecos y se sento en el suelo. Nunca le habia apetecido tanto jugar. Se invento una preciosa historia donde un soldado debia rescatar a la princesa, que se habia escapado de palacio porque no era feliz. Buscaba su amor verdadero, su padre, el rey, queria que se casara con alguien que ella no amaba... --?Se puede saber que haces? Felipe miro hacia la puerta, estaba tan concentrado en el juego que no le escucho entrar. ?Cuanto tiempo llevaria en la puerta? ?Le habria escuchado poner voz de chica? Su corazon latio deprisa y se quedo sin habla, no sabia que decir. Sintio que sus mejillas se ruborizaban, avergonzado. Se sintio culpable, ?de que? No estaba seguro, solo estaba jugando, pasandolo bien, sin molestar a nadie. Su padre se acerco a el y le quito la muneca de las manos. Se le veia enfadado. Al poco aparecio su madre. --?Que son esos gritos? --pregunto desde la puerta. Felipe seguia sentado en el suelo, sin moverse por miedo a la reaccion de su padre. --?Que hacias con esta muneca? --pregunto su padre con seriedad, zarandeando la muneca delante de el. --Es de Andrea, se la ha dejado. --?Y por eso tienes que jugar con ella? --Se giro para mirar a su madre--. Te dije que no era bueno que jugara tanto con Andrea, es una mala influencia, necesita jugar con otros chicos. Manana mismo te apunto al equipo de futbol del colegio. --Miro a su hijo, mostrandole la muneca--. ?Y esto? Si te vuelvo a ver con una muneca, de la paliza que te doy no te levantas en una semana, ?me oyes? --grito. --Solo estaba jugando. --Intento defenderle su madre. --?Con una muneca? Sabes tan bien como yo que eso no conduce a nada bueno, cuanto antes le queden las cosas claras, mejor. --Le volvio a mirar--. Eres un chico y juegas con juguetes de chicos, esto es una mariconada y no quiero volver a verte con una de estas, ?queda claro? Felipe asintio. Su padre salio del cuarto, entregandole la muneca a su madre. Ella le miro entristecida. --No te preocupes, ya sabes como es, guardare la muneca y se la devolvere a Andrea el domingo. Tu sigue jugando con tus soldados, eso estara bien, ?si? El asintio, seguia sin saber que decir. --Tranquilo, veras como jugar al futbol te gusta. Te llamo cuando este la cena. La vio cerrar la puerta con cuidado y llevarse la muneca con ella. Felipe siguio en el suelo, miro los aburridos soldados, la historia ya no tenia sentido. ?Jugar al futbol? Era un deporte absurdo, lo odiaba. Su padre siempre veia los partidos y el no entendia como podia gustarle. Ver a un monton de hombres corriendo detras de un balon. ?Y eso era muy masculino? No entendia a su padre, no se parecian en nada y tampoco queria parecerse. Era un hombre frio, hurano, siempre de mal humor, se enfadaba por cualquier cosa, nunca hacia reir a su madre y siempre la veia triste, sola. Y el ni se daba cuenta ni le importaba. Despues del trabajo solia irse a tomar alguna cerveza con sus companeros. Los sabados se iba al bar a jugar al domino y a seguir bebiendo. A veces venia algo borracho, lo que acentuaba su mal humor. Nunca le veia ir a pasear con su madre, nunca le traia ningun detalle, solia olvidarse de los cumpleanos y, sobre todo, del aniversario. Y su madre callaba, consentia y se refugiaba en la Biblia, que siempre llevaba encima. A veces la escuchaba llorar, pero ella siempre se escondia o fingia si Felipe la descubria diciendole que recordaba a sus padres. Felipe sabia que no era feliz en su matrimonio, pero el solo era un crio y ella no queria preocuparle. Si, era un crio, pero se enteraba de las cosas y sabia cuando su madre estaba triste o decepcionada, o enfadada, o se daba cuenta que sus padres no eran como los padres de Andrea. Sus tios se cogian de la mano, se besaban alguna vez, reian y parecian llevarse bien. Nunca vio a sus padres mirandose como lo hacian sus tios. Nunca los veia cogerse de la mano o besarse en la mejilla. Su madre se pasaba los dias en casa, sola, limpiando, cocinando y cuidando de ellos. Segun ella era lo que debia hacer una buena esposa y madre, cuidar de los suyos. Pero ella tambien era algo mas, era una mujer y deberia dedicarse tiempo a si misma. Por eso a Felipe le gustaba tanto pasar tiempo con ella los dias de compra, al menos la veia mas alegre. Ella se merecia algo mas, pero nunca le escucharia, era su hijo y era un nino, no tenia ninguna autoridad, solo debia obedecer y callar. Cogio los soldados y volvio a guardarlos en el armario. Ya no tenia ganas de jugar. Se tumbo en la cama y se puso a leer, al menos en los libros podia ser quien quisiera, sin miedo.

  • Escribiendole un verano a Sofia, Christian Martins de Christian Martins

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    Alex y Sofia solo tienen una cosa en comun: ninguno de los dos cree en el amor.
    Sofia es una joven alocada que busca vivir la vida, salir adelante con pequenos trabajos que le proporcionen lo justo y necesario y, sobre todo, disfrutar. Piensa que la vida es demasiado corta como para ser desperdiciada...
    Alex hace un ano que se ha divorciado y siente que ha perdido todo lo que tenia. Sin saber como continuar, centra todos sus esfuerzos en rescatar su carrera como escritor, sin exito...
    Descubre en estas paginas lo que el destino les deparara mientras Sofia te enamora y Alex te escribe un verano que, te aseguro, jamas podras olvidar.

  • Fortunata y Jacinta de Benito Perez Galdos

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    La tormentosa relacion amorosa entre los dos protagonistas, Juanito Santa Cruz y Fortunata, incapaces de superar las dificultades que su diferencia de estatus social les impone, se desarrolla en el ambiente castizo de finales del siglo xix, presentandose, ademas, un panorama completisimo de la vida y actividades de la clase media espanola.
    Asimismo, el libro retrata de forma magistral el papel de la mujer en la sociedad, con Fortunata y Jacinta como maximas exponentes, y la hipocresia dominante en una burguesia que intenta superar su anquilosamiento, impregnada de una religiosidad asfixiante y de unas costumbres firmemente arraigadas.

  • Huye, Jane, huye de Joy Fielding

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    *Umbriel recupera este clasico de Joy Fielding, autora bestseller del New York Times y reina indiscutible del thriller.

  • El coraje de la senorita Redfield de Ana R. Canil

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    Una fria manana de enero de 1962 llega a la casa de dona Lily, duquesa de Penalara y uno de los puntales de la sociedad madrilena, Elsa Redfield, una joven inglesa que ha sido contratada como nanny para el mas pequeno de los nietos de la aristocrata.

  • La princesa del bosque de Miriam Formenti

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    NOVELA DIECIOCHESCA
    1784
    El marques Tristan de Latour, rebelde americano y heredero de una noble familia francesa, ha combatido por la independencia de su pais, y por ese ideal ha visto morir a su padre y arder su casa.
    Al tomar posesion de su herencia podria ser feliz, pues tiene todo lo que un hombre puede desear, pero Francia no es la tierra en la que ha nacido y su prometida no es la compania que le gustaria.
    Durante una tarde de lluvia socorre a una joven mujer, unica superviviente de la emboscada de unos bandoleros. Esta gravemente herida, pero antes de perder la conciencia dice que es una princesa y que se llama Malpighi. Tristan no tiene motivos para dudar de ello, ya que las credenciales que se encontraban en la carroza saqueada la probaban en parte. Sin embargo, la princesa no recuerda nada de lo acontecido y en la mente solo tiene imagenes fragmentadas de una vida que no es capaz de reconocer como suya.
    ?Es de verdad la princesa Malpighi?
    Nada es tan simple como parece, y entre intrigas, rencores y mentiras nacera un amor pasional. Un amor que, al final, tendra un solo nombre.

  • Livia Lone, Barry Eisler de Barry Eisler

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    Nadie mejor que Livia Lone conoce al monstruo al que acecha. Vendidas como vulgar mercancia, ella y la pequena Nason sufrieron los abusos de sus traficantes. Cuando las separaron, Livia, de 13 anos, paso la adolescencia convertida en esclava sexual de un prominente empresario. Solo la mantuvo viva la determinacion de encontrar a su hermana.

  • Sombras nocturnas de Laura Morales

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    Jennifer Hunter forma parte de los Venatori Noctis, clan encargado de acabar con las criaturas malignas que amenazan el equilibrio entre el mundo terrenal y el de los espectros. Sin embargo, cuando acepta vincularse al poderoso demonio Karesh con el objetivo de usarle para derrotar a Lucifer, no imagina que el destino que le aguarda pondra a prueba no solo su valia como cazadora, sino tambien la verdad que late en su corazon.

  • Alguien Como Yo (Mi eleccion 3) de Elisabet Benavent

    https://gigalibros.com/alguien-como-yo-mi-eleccion-3.html

    Ultima entrega de <> de @BetaCoqueta, un final de infarto que embriaga y seduce, una experiencia de lectura sugerente y adictiva que cambiara tu manera de ver el amor para siempre.

  • Caraval, Stephanie Garber de Stephanie Garber

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    Recuerda, solo es un juego. Scarlett Dragna nunca ha abandonado la pequena isla en la que ella y su hermana Tella viven bajo la vigilancia de su estricto y cruel padre. Desde hace anos Scar suena con asistir a la celebracion anual de Caraval, unos legendarios juegos que duran una semana y en los que la audiencia participa para ganar el Gran Premio. Caraval es magia, misterio y aventura. Y para Scarlett y su hermana representa la libertad y poder huir de su padre. Ahora que esta a punto de casarse con un hombre al que nunca ha visto, Scar cree que su sueno nunca se cumplira. Pero justo dos semanas antes de la boda recibe las tan ansiadas invitaciones a los juegos. Sin embargo, una vez alli nada sale como espera: Legend, el Maestro de Caraval, secuestra a Tella y Scarlett se vera obligada a entrar en un peligroso juego de amor, suenos, medias verdades y magia en el que nada es lo que parece. Real o no, solo dispone de cinco noches para descifrar todas las pistas que conducen hacia su hermana, o esta desaparecera para siempre.

  • Mitologia Griega de Neil Matt Hamilton

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    Los mitos y leyendas griegos han inspirado a hombres y mujeres de todo el mundo durante cientos de anos. Las historias de Apolo, Perseo, Aquiles y otros han mantenido la imaginacion de viejos y jovenes por igual, incluso en el presente. De hecho, los personajes del mito y la leyenda griegos han llegado a la cultura dominante en forma de personajes populares de television y cine. La mitologia griega fue tan influyente que incluso formo la base del mito romano. En la mitologia griega: mitos y leyendas fascinantes de dioses, heroes y monstruos griegos, estaras expuesto a las emocionantes historias de dioses y heroes que formaron el canon de la religion griega antigua.

  • A la caza de un sueno imposible (Cazadoras 3) de Alexia Mars

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    Tercera entrega de la serie <>.

  • Miradas azucaradas de Zela Brambille

    https://gigalibros.com/miradas-azucaradas.html

  • Seremos recuerdos (Canciones y recuerdos 2) de Elisabet Benavent

    https://gigalibros.com/seremos-recuerdos-canciones-y-recuerdos-2.html

  • La salvaje de Boston de Gloria V. Casanas

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    Boston 1880. Livia Canumil, discipula de las maestras que llegaron al pais de la mano del presidente Sarmiento, decide viajar a Norteamerica. Alli conocera a Jeremias Robinson, un ex boxeador irlandes atormentado por su pasado. La sociedad de Nueva Inglaterra catapulta a Livia hacia un tumulto de ideas novedosas y arroja a Jeremias a un tenebroso mundo de espiritus vengativos. Ambos viviran una gran historia de amor en un marco historico emblematico.

  • Body Art de Don Delillo

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    El tiempo parece transcurrir. El mundo sucede, se desdobla en instantes sucesivos, y uno se detiene a contemplar a una arana aplastada contra su tela. Se advierte una inmediatez en la luz y un sentido de cosas delimitadas con precision y de fugaces destellos que relucen en la bahia. Sabemos mejor quienes somos en esos dias brillantes y poderosos en que, tras la tormenta, hasta las mas pequenas hojas secas caen imbuidas de identidad propia. El viento susurra entre los pinos y el mundo nace, irreversible, y la arana cabalga sobre su tela oscilante bajo la brisa. Ocurrio esta ultima manana. Coincidieron en la cocina, esquivandose el uno al otro mientras sacaban cosas de las alacenas y los cajones y luego esperandose mutuamente junto a la pila o el refrigerador, aun algo humedos de sueno derretido. Ella dejo correr el agua del grifo sobre los arandanos que portaba en el hueco de la mano y cerro los ojos para disfrutar del aroma que ascendia. El, sentado frente al periodico, removia el cafe. Se trataba de su cafe, de su taza. Compartian el periodico, pero el periodico, en realidad, le pertenecia tacitamente a ella. --Quiero decir algo, pero que. Ella dejo correr el agua del grifo y parecio notarlo. Era la primera vez que lo hacia ante algo asi. --Es sobre la casa. Eso es lo que es --dijo el--. Algo que queria contarte. Ella observo como el agua del grifo se tornaba opaca en cuestion de segundos. Brotaba transparente y cristalina y luego, en cuestion de segundos, se tornaba opaca. Que curioso le parecia que durante todos aquellos meses, y al cabo de tantas veces como habia abierto el grifo de la cocina, nunca hubiera reparado en como el agua brotaba transparente al principio para luego volverse quiza no exactamente lobrega sino mas bien opaca, o es que tal vez no habia sucedido antes, o acaso lo habia advertido para luego olvidarlo. Se dirigio a la alacena con los arandanos aun humedos en una mano, alargo la otra para coger el paquete de cereales y llevo la caja hasta la encimera, la caja de tonos mayoritariamente marrones y blancos, y entonces el cacharro de tostar salto y ella volvio a conectarlo porque tenias que esperar a que saltara dos veces para que el pan se dorara, y el asintio distraidamente porque eran sus tostadas y su mantequilla, y a continuacion conecto la radio y sintonizo la prevision meteorologica. Los gorriones se apelotonaban en el comedero, aleteando y luchando por un espacio en sus perchas curvadas. Ella abrio la alacena mas proxima para coger un cuenco, sacudio un punado de cereales en su interior y, finalmente, esparcio los arandanos por encima. Se seco la mano en los vaqueros, experimentando en alguna parte la incierta sensacion de un color azul desvaido y acuoso. Como se dice, la palanca. Oprimio la palanca para que se terminaran de hacer sus tostadas. Las tostadas eran de el; el boletin meteorologico, de ella. Escuchaba los boletines, llamaba con frecuencia al numero de informacion del tiempo y a veces se asomaba a la puerta principal y escrutaba el firmamento costero, saboreando la brisa en busca de implicaciones latentes. --Si, exacto. Ya se lo que es --dijo el. Ella se dirigio a la nevera, abrio la puerta y se detuvo, intentando recordar algo. Dijo ella: --?Que? --queriendo decir que has dicho, no que era lo que querias decirme. Recordo las semillas de soja. Cruzo la cocina en direccion a la alacena y cogio la caja y luego atrapo la puerta del refrigerador antes de que se cerrara. Alargo la mano para coger la leche, y al hacerlo recordo las palabras que no le habia oido pronunciar a el ocho segundos atras. Cada vez que tenia que inclinarse para rebuscar en las remotas zonas inferiores de la nevera dejaba escapar un gemido --aunque tampoco siempre-- que era mas parecido a un lamento vital. Era demasiado elegante y flexible como para acusar el esfuerzo, y no hacia con ello sino remedar a Rey inequivocamente, gimiendo su gemido, pero de un modo tan ininterrumpido, tan profundo, que tambien expresaba su propio malestar. El, ahora que ya habia recordado lo que tenia que decirle, parecio perder interes. No le hizo falta ver su rostro para saberlo. Se percibia en el aire. Se percibia en la pausa que arrastraba su observacion de ocho, diez, doce segundos atras. Algo insignificante. Algo tan trivial que si se refiriera a ello el lo consideraria como una especie de autodesprecio. Se aproximo a la encimera y vertio soja sobre los cereales y las frutas. La palanca salto o resalto y el se levanto y se llevo la tostada a la mesa y luego fue en busca de la mantequilla y ella, sin soltar el carton de leche que sostenia en el aire, tuvo que apartarse ligeramente de la encimera cuando le vio acercarse para que el pudiera abrir el cajon y coger un cuchillo para la mantequilla. La radio emitia voces como en hindi, o asi sonaban. Ella vertio leche en el cuenco y el se sento y se levanto. Se dirigio a la nevera y cogio el zumo de naranja y se detuvo en medio de la estancia agitando el envase para reflotar la pulpa y espesar el zumo. Nunca se acordaba del zumo hasta que las tostadas estaban listas. Agito el envase, y luego escancio el zumo y observo la burbujeante cinta de espuma que se depositaba a lo largo del borde del vaso. Ella se quito un pelo que llevaba pegado a los labios y se detuvo junto a la encimera, contemplandolo, un pequeno cabello de tono palido que ni era suyo ni era de el. El seguia agitando el envase. Lo agitaba mas de lo necesario porque no estaba prestandole atencion, penso ella, y porque en cierto modo absurdo e inofensivo le resultaba gratificante, por lo infantil del acto, por la sacudida y el chapoteo y aroma a naranja acartonada. Dijo el: --?Quieres un poco de esto? Ella seguia examinando el cabello. --Dimelo porque no estoy seguro. ?Bebes zumo, tu? --dijo el sin dejar de agitar el condenado trasto, pinzando el pico con dos dedos. Ella se raspo la lengua con los dientes superiores para liberar a su organismo del complicado recuerdo sensorial de aquel cabello ajeno. Dijo: --?Que? Nunca bebo de eso. Lo sabes. ?Cuanto tiempo llevamos viviendo juntos? --No mucho --dijo el. Cogio un vaso, vertio el zumo y observo la presencia de la espuma. A continuacion, se acomodo algo dolorosamente en su asiento. --No lo bastante como para reparar en esos detalles --dijo. --Siempre pienso que estas cosas no deberian pasar aqui. En cualquier sitio menos aqui, pienso. Dijo el: --?Que? --Un pelo en la boca. De la cabeza de otra persona. El se unto la tostada de mantequilla. --?Acaso piensas que solo pasa en grandes ciudades con gran diversidad de poblacion? --En cualquier sitio menos aqui. --Sostuvo el cabello entre el indice y el pulgar, contemplandolo con fingida repugnancia, o con autentica repugnancia forzada hasta limites artisticos, con los labios torcidos, paralizados--. Eso pienso. --Igual llevas con el desde que eras nina. --Regreso a su periodico--. ?Tenias perro? --Eh. ?Ahora te despiertas? --dijo. El periodico era de ella. El telefono era de el, excepto cuando ella llamaba para enterarse del tiempo. El ordenador lo utilizaban los dos, pero espiritualmente era de ella. Siguio alli, junto a la encimera, observando el cabello hasta que, por fin, lo dejo caer al suelo. Se volvio hacia la pila, se lavo la mano con agua caliente y a continuacion llevo el cuenco de cereales hasta la mesa. Su paso junto a la ventana hizo desperdigarse a los pajaros. --Te he visto beber litros de zumo, algo tremendo, no se como decirte --dijo el. Ella aun conservaba el rictus resultante de la experiencia de haber compartido la existencia desconocida de algun manipulador de alimentos o de haberse enfrentado a una realidad mucho mas desusada y serpenteante, el intimo transito del cabello de persona a persona y, de algun modo, de boca a boca a traves de anos y de ciudades y de enfermedades y alimentos contaminados y numerosos fluidos corporales de indole perniciosa. --?Como? Lo dudo mucho --dijo ella. De acuerdo, deposito el cuenco sobre la mesa. Se encamino al fogon, recogio la tetera y la lleno de agua del grifo. El cambio la emisora de la radio y dijo algo que no alcanzo a entender. Devolvio la tetera al fuego porque asi es como uno vive la vida incluso si no lo sabe y a continuacion volvio a rasparse la lengua con los dientes, insistiendo, mientras observaba el azulado chorro de la llama que brotaba del quemador. Casi tuvo que dar un brinco para separarse de la encimera cuando el se acerco en busca del cuchillo de la mantequilla. Se desplazo en direccion a la mesa y los pajaros huyeron una vez mas del comedero. Dejaron atras la sombra de los aleros y volaron hacia el sol y el silencio, en una accion que ella diviso tan solo en parte, elusiva y mudamente hermosa, las aves tan refulgentes bajo la luz que se veian consumidas por ella, incorporeas, transformadas en algo puro y fugaz y dispersamente brillante. Se sento y hojeo diversas secciones del periodico y advirtio que no tenia cuchara. No tenia cuchara. Le miro y vio que llevaba una tirita a un lado de la mandibula. Habia optado por la vieja tetera abollada en lugar de la nueva que acababa de comprar porque… ignoraba por que. Vivian en una vieja casa de madera con numerosas habitaciones y chimeneas utilizables y animales en las paredes y moho por todas partes, un lugar que habian alquilado sin verlo antes, una reliquia de los anos gloriosos de las madereras y las navieras, exageradamente grande, y tenia tarimas que crujian y diversos utensilios deformados desde Dios sabe cuando. Se dejo medio caer de la silla en un gesto de autodesprecio y se dirigio a la encimera en busca de una cuchara. Aprovecho para devolver tambien a la mesa las semillas de soja. La soja poseia un olor que no parecia corresponderse con la arenosa sustancia contenida en la caja. Era un leve tufo a trigo mezclado con pies. Lo olia cada vez que utilizaba la soja. Lo olisqueo dos o tres veces.--Te has cortado otra vez. --?Que? --Se llevo la mano a la mandibula, hundida aun la cabeza en el diario--. Solo es un rasguno. Ella comenzo a leer un articulo de la parte que tenia del periodico. Era un periodico viejo, del domingo, comprado en el centro porque hasta alli no llegaban las entregas a domicilio. --Te pasa ultimamente, no se, quiza no deberias afeitarte enseguida. Espera a despertarte. ?Y para que afeitarte? Vuelve a dejarte el bigote. Dejate barba. --?Para que afeitarme? Debe de existir un motivo --dijo el--. Quiero que Dios pueda verme la cara. Alzo la mirada del periodico y dejo escapar una de esas carcajadas vacuas que tanto le disgustaban a ella, se llevo a la boca una cucharada de cereales y comenzo a leer otro articulo. Ultimamente tendia a situarse, a insertarse en ciertos relatos de los periodicos. Era como una especie de ensonacion divagadora. Lo hacia y luego advertia que estaba haciendolo y a veces volvia a hacerlo pocos minutos despues con esa misma historia u otra diferente y luego volvia a darse cuenta. Alargo la mano hacia el paquete de soja sin alzar la mirada del papel y escancio unas cuantas semillas en el cuenco mientras en la radio se oian el trafico y las tertulias. Al parecer, la idea era que tendria que agotar la capacidad de uso de la vieja tetera, usarla y volver a usarla hasta que le salieran burbujas de oxido, y entonces y solo entonces podria sustituirla tranquilamente por la que acababa de comprar. --?Tienes necesariamente que escuchar la radio? --No --dijo ella, y siguio leyendo el periodico--. ?Que? --Que mierda tan increible. Su modo de acentuar la m de mierda, dignificando la palabra. --Yo no encendi la radio. Tu encendiste la radio --dijo ella. El se encamino a la nevera y luego regreso con un higo oscuro y enorme y apago la radio. --Dame un poco de eso --dijo ella, leyendo el periodico. --No estaba echando culpas. Quien la encendio, quien la apago. Andamos un poco susceptibles esta manana. Que digo, yo soy el que deberia estar a la defensiva. No la jovencita que se dedica a comer y a dormir y a vivir sin hacer otra cosa. --?Como? Anda, Rey, callate. El arranco el tallo de un mordisco y lo arrojo en direccion a la pila. Luego, abrio el higo con las unas y le arrebato la cuchara de entre los dedos y la lamio para limpiarla y la utilizo para extraer una porcion de pulpa rosada del pellejo abierto del fruto. La deposito sobre su tostada -- la masa, la papilla, la pulpa-- y a continuacion la extendio con el dorso de la cuchara, formando untuosos remolinos sanguinolentos rebosantes de semillas. --Yo soy el que tiene que estar susceptible por las mananas. El que tiene que quejarse. El terror de otro dia cualquiera… --dijo maliciosamente--. Tu aun no sabes lo que es eso. --Dejanos en paz un ratito --le dijo ella. Se inclino, y el le alargo el pan. En los arboles proximos a la casa, los cuervos entonaban su estridente reclamo. Ella asesto un nuevo bocado y cerro los ojos para poder pensar en el sabor. El le devolvio la cuchara. Luego, encendio la radio y recordo que acababa de apagarla y volvio a apagarla de nuevo. Ella vertio unas semillas en el cuenco. El olor de la soja era algo a caballo entre el olor corporal, si, de las extremidades inferiores y cierta vida germinativa y real de la tierra, una vida sembrada y profunda. Pero eso no lograba describirlo. Leyo en el periodico un articulo sobre un nino que habian abandonado quien sabe donde. Nada lo describia. Era olor en estado puro. Era lo que es el olor, independientemente de sus fuentes. Era como, y a punto estuvo de decir algo en este sentido, porque a el tal vez le habria divertido, pero lo dejo pasar, era como si un, tal vez un escolastico medieval hubiera intentado clasificar todos los olores conocidos y hubiera descubierto algo que no encajaba con su sistema y lo hubiera llamado soja, lo que facilmente podia formar parte de algun sublime termino latino, pero no, era imposible, y siguio alli, pensando en algo, no estaba segura de en que, con la cuchara a unos centimetros de la boca. Dijo el:

  • Solo tuya y para siempre (La fuerza de amar 2) de Barbara Crespo

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    Seis meses han pasado desde que Sindy firmo el papel que la ha llevado a vivir un calvario en vida, sin saber nada de Ian y preguntandose, porque todavia no ha dado senales de vida, subsiste a las humillaciones, palizas y degradaciones con las que Dago, se propone doblegar su fuerza y entereza. Cuando Ian por fin aparece, una pequena luz de esperanza nace en su corazon, siendo destruida poco despues por el hombre que ama, resultando ser el mayor enemigo. Sindy tendra que luchar contra el demonio con el que convive, encontrar la manera de escapar y liberarse del hombre que se ha empecinado en amargar su existencia. ?Sera verdad que Ian ha dejado de amarla? ?Podra perdonarle Sindy, cuando descubra que clase de hombre es en realidad Ian? ?Que la haya abandonado?

  • Alimenta tu cerebro de David Perlmutter

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    Con simples recomendaciones dieteticas y un practico programa de seis pasos para mejorar la ecologia del intestino, Alimenta tu cerebro, un libro divulgativo a la par que riguroso, nos abre la puerta a la adquisicion de una salud cerebral sin precedentes.

  • Papeles falsos de Valeria Luiselli

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    A diferencia de muchos cementerios en Europa, San Micheleno es un destino tan frecuente para el turismo necrologico intelectual y por eso no existen guias ni mapas precisos, ni mucho menos una lista con las coordenadas de sus muertos celebres, como los que hay a la entrada de cementerios como Montparnasse o el Pere Lachaise. En San Michele se encuentran otros personajes conocidos --Ezra Pound, Luchino Visconti, Igor Stravinsky, Sergei Diaghilev-- y sus tumbas estan senaladas, pero en un letrero apenas visible, frente a la pequena seccion apartada donde reposan sus restos. Si uno no sabe que los extranjeros notables estan separados de los venecianos comunes --como si en una necropolis tambien fueran inevitables los ghettosartisticos--, puede pasar horas deambulando entre los Antoninos, Marcelinos y Francescos, sin saber que nunca encontrara ahi ecos de Los cantos ni reverberaciones de La consagracion de la primavera. San Michele es una isla rectangular, aislada de Venecia por un brazo de agua y una muralla. Vista desde un avion, la isla del cementerio podria parecer un enorme libro de tapa dura: uno de esos diccionarios robustos, pesados, donde descansan eternamente las palabras como esqueletos en descomposicion. Hay algo de ironico en el hecho de que Joseph Brodsky este enterrado ahi, frente a la ciudad en la que siempre estuvo y siempre quiso estar solo de paso. Tal vez el poeta hubiera preferido una sepultura lejos de Venecia. A fin de cuentas, la ciudad era para el como un <> o, si se quiere una metafora mas literaria, una Itaca cuya fuerza atractiva consistia en estar siempre lejana, en ser siempre un lugar efimero, imaginado. Se suma a esto que Brodsky declaro durante una entrevista que queria ser sepultado en los bosques de Massachusetts, o que quizas hubiese sido correcto que el cadaver regresara a su natal San Petersburgo. Pero supongo que no tiene sentido especular sobre los deseos postumos de una persona. Si la voluntad y la vida son dos cosas imposibles de separar, la muerte y el azar lo son tambien. SERGEI DIAGHILEV (1877-1979) Despues de buscar la tumba de Brodsky durante varias horas y no haber encontrado siquiera la de Ezra Pound, estuve a punto de tirar la toalla. En lo que reunia fuerzas para encaminarme a la salida del cementerio, me sente a la sombra de un arbol y me fume un cigarro. En su ensayo Correr tras el propio sombrero, Chesterton decia que de encontrarse frente a una vaca en una caminata por el campo, solo un verdadero artista podria pintarla; mientras que el, no sabiendo copiar las piernas traseras de los cuadrupedos, preferia pintar el alma misma de la vaca. Yo, que ni soy artista ni soy Chesterton, no sabria como hacer ninguna de las dos cosas. Nunca he sido como esa clase de personas --a las que envidio profundamente-- que son capaces de perderse en la meditabunda contemplacion del vuelo de un pajaro, en el trabajoso ir y venir de las hormigas, en la suspension beatifica de una arana que cuelga en sus propias viscosidades. Soy, desafortunadamente, demasiado impaciente para encontrar poesia en los ritmos suaves de la naturaleza. Pero en un cementerio no hace falta tener una sensibilidad especial hacia los reinos animal y vegetal: basta permanecer sentado en silencio lo que dura un cigarro prendido, para dejarse poseer por la vitalidad que florece entre las tumbas. Bajo los cipreses, como manecillas de gigantescos relojes de sol, el tiempo se ensancha y fluye. Quiza sea el silencio mismo el que magnifique los aleteos freneticos de los insectos; tanta calma, la que trastorne el languido reptar de los lagartos; tanta muerte, la responsable de animar las hojas morbidas de los chopos. Bien dice un sabio desconocido: <>. Estaba por apagar mi cigarro cuando estallo una algarabia de graznidos. Primero unos pocos, y luego decenas, tal vez centenares --como si el graznido, al igual que la risa, fuera algo contagioso entre las aves. Henri Bergson aseguraba que la risa solo puede surgir si su objeto es, o se asemeja, a lo propiamente humano; que un gato o un sombrero no pueden provocarnos risa, al menos que veamos en ellos una expresion, una forma, o una actitud humana. Puede ser. Puede que, al menos de lejos, esos graznidos de pajaro fueran como las carcajadas de viejos tuberculosos, y que solo por eso yo estallara tambien en una carcajada en medio del silencio. En todo caso, si no me di por vencida en el empeno de encontrar la tumba de Brodsky, fue por el buen humor que me provoco de subito esa tertulia de gaviotas broncas. Si no encontraba al poeta, podia al menos averiguar si si eran graznidos o mas bien viejos venezianos al borde de la muerte. Ademas, ?por que no correr tras una tumba o tras unos pajaros si Chesterton, tan gordo, tan digno y tan inteligente, era capaz de correr tras un sombrero? EZRA POUND (1885-1977) Las tumbas de los extranjeros celebres del cementerio no solo se encuentran en un recinto apartado de los venecianos comunes (no vaya a ser que un gondolero se acueste junto a la mujer de Stravinsky), sino que incluso entre los extranjeros hay divisiones. Los rusos que frecuentaban Venecia, por un lado; los demas, por otro. Lo extrano e ironico es que Joseph Brodsky no descansa con la intelligentsia moscovita ni leningradense, sino en un recinto diferente, a un lado de su gran enemigo Ezra Pound. La tumba del ruso, a diferencia de las demas, no esta senalada en un cartel oficial del cementerio a la entrada del recinto, sino que algun alma benevolente escribio su nombre con liquid paper entre el nombre del poeta de Los cantos y la flecha que indica la direccion de ambas tumbas: RecintoEvangelicoEzraPound(IosifBrodskji) Imagine que encontraria al menos un punado de groupies afanados en dejar un amuleto o un beso sobre la tumba de Brodsky. Pero quizas Brodsky sea menos celebre que Julio Cortazar o que Jim Morrison, y yo simplemente guardaba el mal sabor de boca que me habian dejado tiempo atras los cementerios franceses. Pero en el Recinto Evangelico no habia nadie. Nadie, salvo una anciana, cargada con todo tipo de bolsas de mercado llenas de bartulos, parada frente a la tumba de Ezra Pound. No preste mucha atencion y me encamine directamente hacia el ruso, como si marcara mi bando: tu con Pound, pues yo con Brodsky. JOSEPH BRODSKY (1940-1996) Sobre la tumba de Brodsky, inscrita con las fechas 1940-1996 y su nombre en cirilico, habia chocolates, plumas y flores. Pero sobre todo, chocolates. No habia, como suele haber en casitodas las tumbas de los cementerios italianos, un retrato del difunto incrustado en la lapida. Habia esperado con ansiedad ver el ultimo rostro de Joseph Brodsky. En su libro sobre Venecia, Marca de agua, Brodsky escribe: <>. De una forma laxamente paradojica, el anonimato es una caracteristica de la ausencia: es la ausencia de caracteristicas. Un rostro joven es anonimo; esta vacio de expresiones y de rasgos que lo identifican y nombran. A medida que envejece, adquiere las huellas que lo distinguen de los demas. Una cara que se va arrugando es cada vez menos anonima. Pero mientras un rostro envejece y adquiere mayor definicion, se expone, al mismo tiempo, a mas y mas miradas de desconocidos --o, para seguir con la imagen de Brodsky, a mas espejos de cuartos de hotel por donde han pasado tantos reflejos que todos devuelven el mismo semblante, deshecho como sus camas deshechas. Asi, un rostro tambien va perdiendo la definicion que ha ido tomando con los anos, como si a fuerza de ser visto tantas veces a traves de ojos ajenos, tendiera a volver a su principio informe. De esta manera, el exceso de definicion que adquiere un semblante con el tiempo, y que culminaria tal vez en un monstruoso exceso de identidad --en una mueca--, se contrarresta con la simultanea perdida de esa identidad. Es quiza por ese motivo que todos los bebes y todos los ancianos se parecen entre si sin parecerse a nadie en particular. En el principio y en el trecho final los rostros son anonimos. Es logico, entonces, que un muerto ya no tenga rostro alguno. Las caras de los muertos deben ser, en todo caso, como las que vislumbro Ezra Pound en el metro de Paris: <>. Sobre la lapida de Brodsky no habia ningun retrato. Era justo que no existiera ese sello definitivo de identidad; era mas honesto el gris liso y opaco de la piedra --reflejo del anonimato de un hotelmensch por excelencia, hombre de muchos cuartos de hotel, muchos espejos, muchas caras. Mejor detenerse frente a la tumba y tratar de recordar alguna fotografia deBrodsky sentado en una banca de Brooklyn, o traer a la memoria una de esas grabaciones de su voz, al mismo tiempo poderosa y quebradiza, como de quien ha pasado muchas horas en soledad y ha adquirido contundencia a base de dudar: Un arbol. Su sombra, y la tierra; las raices que la penetran y se aferran. Monogramas entretejidos. Barro y piedras firmes. Las raices se entretejen y mezclan. Las piedras tienen una masa propia que las libra de la atadura de un arraigo normal. Esta piedra se sujeta firmemente. Uno no puede moverla ni desenterrarla. Las sombras de un arbol atrapan al hombre, como las redes a los peces. El resultado de un encuentro largamente esperado con un desconocido suele ser decepcionante. Lo mismo con un difunto, solo que en este ultimo caso no hace falta disimular nuestra decepcion: un muerto, en ese sentido, es siempre mas agradable que un vivo. Si al llegar frente a el nos damos cuenta de que en realidad no teniamos nada que hacer ahi, que lo entretenido era buscar su tumba y lo de menos era encontrarla --?que cosa dirian las piedras de Venecia que no le hayan dicho ya a Ruskin hace mas de un siglo y medio?--, podemos darnos la media vuelta a los pocos minutos y el muerto no nos lo reprochara. Con los muertos no hace falta ser bien educados, aunque la religion haya intentado inculcarnos siempre un comportamiento absurdamente decoroso en las misas y en los cementerios. Guardar silencio, rezar y caminar despacio con la cabeza gacha, las manos dobladas a la altura del vientre, son costumbres que poco le importan a quien reposa bajo tierra. Por eso resulto tan oportuna la anciana que habia estado parada junto a la tumba de Pound -- segun me parecia hasta ese momento, en una meditacion profunda. La mujer se arrimo a la sombra del arbol donde estabamos Brodsky y yo en un silencio ya incomodo, y se empezo a rascar las piernas como si tuviera pulgas o lepra. Despues de rascarse se acerco un poco mas y se detuvo frente a la sepultura de Brodsky. Con toda tranquilidad, como quien efectua labores domesticas de rutina, empezo a guardarse los chocolates que le habian dejado al poeta. Cuando habia terminado con estos, se guardo tambien las plumas y los lapices. Despues, como para no quedar mal, le dejo una flor que, supongo, se habia robado de la tumba de Pound. Imagine, por la familiaridad con la que se movia entre las dos tumbas, que era una vieja amiga de los poetas, o quiza la duena de la pension donde Brodsky se hospedo en algunos de sus viajes a Venecia. Le pregunte, timida y balbettando en mi italiano fracturado, si habia conocido a Joseph Brodsky, y si lo habia venido a visitar. <>. La anciana suspiro y se agacho para rascarse otra vez las piernas; recogio las bolsas pesadas, llenas de souvenirs necrologicos, y salio del Recinto Evangelico, como los venados del poema de W. H. Auden que Brodsky siempre citaba: silently and very fast.

  • La invencion de la soledad de Paul Auster

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    Auster comenzo a escribir La invencion de la soledad cuando murio su padre repentinamente. Este es un homenaje a la figura paterna, una reflexion sobre su influencia, sobre el papel de hijo y sobre su propia paternidad. Consta de dos textos: en <>, Auster analiza un hecho misterioso del pasado familiar y las consecuencias en el caracter del padre; sobre <>, Enrique Vila-Matas escribio que es <>.

    La invencion de la soledad
    es un libro autobiografico en el mismo tono que su ultimo y exitoso libro Diario de invierno.

  • DISTRITO 1011 de Mary Ferre

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    El peso de su cuerpo cae deliberadamente sobre mis hombros, su brazo afianzandose a mi como si pensara en huir premiando a mis instintos. Ondeo el alcohol de una copa sucia en un movimiento circular que me resulta relajante, podria permanecer en esta misma postura durante toda una vida; sentado en la barra de la taberna, ignorando la compania cercana, pensando en mi rubia... Trago saliva negando mientras recapacito discretamente en soledad. En este asqueroso y absurdo silencio aterrador. Mi familia sigue acompanandome en el Oeste, en casa, en mi verdadero hogar. Todos han desalojado el punto de encuentro para proseguir disfrutando de su fiesta y sus reuniones por los alrededores. El vaiven de la gente es abundante aunque no preste atencion a las sombras que se mueven cerca preguntandome, animandome o tocandome. Pero a excepcion de mi desinteres por cualquiera que no sea ella, trato de concentrarme en el apoyo que me brinda una mujer que no me ha abandonado desde que nos conocimos. Sadie es lo mas parecido que tengo a una hermana; es mi mejor amiga, mi alma gemela, mi companera de batalla y fue una princesa muy hermosa cuando salimos juntos. Ahora, incapaz de tocarla como un hombre sediento de sexo, de reganarla, gritarla o siquiera hacer un movimiento sin su aprobacion, consigo reunir lo mejor de mi para apartar su delgado brazo de mis hombros. Ella gimotea bebiendo de su copa, acariciandome el brazo por ultima vez antes de soltar y repetir nuevamente la charla del "ya te lo dije". Me volteo consciente de la bronca que me caera por no haberla escuchado cuando trataba de sugerirme que me anduviera con cuidado. Nadie, ni los mellizos ni ella consiguieron detenerme cuando me enamore de mi rubia. Era un hombre que ya se habia enamorado profundamente de una chica cuando ellos me advirtieron que abriera los ojos, que una chica procedente del Este nunca nos traeria nada bueno. Y no se equivocaban. Saboreo el liquido y escupo a su vez el pequeno cubito de hielo que Sadie siempre vierte en mi copa desde que tomo su primera ronda de alcohol. Recuerdo que tenia doce anos, yo unos dieciseis, y no podia parar de reir. Ella metio su mano en el vaso, saco el hielo, lo coloco en mi copa y entonces trago el whiskey rapidamente. Desde entonces espera a que se derrita y procede a deshacerse del cubito, si estoy cerca sere el unico que recibira la pieza congelada. Una especie de promesa que le hizo a mi madre. --Anoche hubo una reyerta. Owen se ha enterado que fueron los chinos, drogas. Los Law estuvieron alli. --Sadie, no te lo vuelvo a repetir, dejame solo. --La mayoria de los chinos murieron y la droga desaparecio. No dejaron rastro de la rina. --Sadie. --Intento enderezarte. Mantener tu mente ocupada. --Lo haces como el culo. Unete a la fiesta y desaparece. --Eres un antipatico. No se acaba el mundo porque ella te haya traicionado. Ademas, estoy esperando el cargamento de las piezas. Si Ewan consigue hacer funcionar ese trasto valdra una millonada en el mercado. Nos forraremos. --Los calentadores del valle van primero. --Yo quiero mi parte. Necesito viajar a Nueva York. --Tu idea de malgastar el dinero en ropa no nos beneficia, Sadie. Piensa en los demas. El Oeste se esta congelando de frio. --?Y porque pasemos frio no puedo ir a Nueva York para gastar mi dinero en mi? ?Quien piensa en mi? --Preston, deberias venir. --Owen es mi hermano mas alocado. Su voz seria me obliga a ponerme el disfraz de hombre de negocios, de lider del Oeste que mantiene a todos vivos. --?Visita? No esperamos a los holandeses hasta el viernes. ?Se han adelantado? --Visita. Pero no son los holandeses. Date prisa. Sadie pone un pie en las tablas de madera que pisamos en la taberna pero la detengo. Soy el que manda aqui y la quiero fuera de las reuniones, ella me ha refunfunado negandome con la cabeza. --Ve con las demas mujeres, --acaricio su rostro --y gracias por estar a mi lado. --Preston, no me apartes ahora. --Dame tiempo, ?vale? Estoy bien. Despues de besarla en la frente ella emprende el camino hacia la puerta delantera. Cuando la veo salir oigo a Owen cantando. Solemos recibir las visitas cerca del quemadero, aunque si no son los holandeses supongo que el interes en los gansteres que han venido a comprarnos los coches de lujo es negociable. Nos harian falta un par de millones para la instalacion del tanque de agua caliente en el valle. Paso por la cocina vacia que mantiene aun los olores de la carne asada y procuro no hacer un drama personal al mirar la puerta de madera donde aun esta la moto que le regale a mi ex... a Armony. Con el dolor retorciendose en mis entranas me acerco a la voz cantarina del Biker mas gracioso del Oeste y me preparo para reganarle por hacer el ridiculo delante de posibles clientes. El ridiculo lo hago yo al atravesar el porton de madera que da al cobertizo trasero. Siento que mi vida ha vuelto a cobrar sentido, que si andaba perdido en el abismo de la decepcion y el de la tristeza la presencia de dos hermosas ninas que se abrazan entre si ha tocado la fibra de mi corazon. Esa ligera capa que lo envuelve y de la que era duena la hermana mayor de este par de preciosidades. La mas pequena me reconoce pero se esconde detras de su hermana, ambas lucen como si hubieran salido de un pozo de cenizas. Aparto a Owen que trataba de captar la atencion de la mayor y ocupo su lugar temblando, arrodillandome, sincerandome con una mirada que no consiguen entender. --Ewan ha salido a revisar la zona con los chicos. Las he encontrado en el cementerio, y estaban recostadas cerca de una tumba. La mas alta ha preguntado por ti. --Hola. --!Soy un idiota! ?Hola? ?Podria haberlo hecho peor? !Joder, las asustare! Ellas no reaccionan como me hubiera gustado; brincando, sonrientes, felices, cotilleando sobre su hermana mayor... El dolor apuntala mis entranas, soy incapaz de vivir con ello. --?Te acuerdas de mi? --Increpo sutilmente a la nina ofreciendole lo mejor de mi. No se que he hecho mal. Se ha asustado. La conocia. Nos vimos una vez, era risuena y traviesa, ella se colgo de mi y fui el maldito hombre mas feliz del puto mundo. Pense que era la hija de mi chica, pero me equivoque. Las hermanas son tan hermosas como Armony. --No hablan. Les he ofrecido leche, agua, sal, galletas. --?Sal? --?Que mierda se lo que comen los putos crios? Imaginarme enterrando a mi mejor amigo por su estupido comentario me excitaria tanto como volver a ver a mi ex. Pero me centro en las ninas, extiendo mi brazo acariciando la mejilla de la mas pequena hasta que la mayor me lo impide escondiendola detras de ella. Me retiro poco a poco alzando las manos para demostrarles que jamas se me ocurriria tocarlas si no lo desean. Mi instinto paternal acaba de aparecer en este preciso instante y jamas me hubiera sentido tan completo como ahora. Sin embargo hinco la rodilla en el suelo ladeando la cabeza, memorizando sus rostros con toda la anoranza de mi corazon. Estoy perdido en esto. Muy perdido. Carraspeo la garganta buscando una solucion a mi voz, podrian tenerme miedo por culpa de la gravedad de esta. --Habeis preguntado por Preston. ?Cierto? --Bien, la mas alta ha asentido con la cabeza. La quiero abrazar tan fuerte que me odiara. --Yo soy Preston

  • Abrazando la tormenta de Mar Fernandez

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    La vida de Kane Sullivan no ha sido facil. A cargo de su hermano menor, Chad, y creciendo en uno de los peores barrios de Chicago, no le ha quedado mas remedio que abrirse camino con dignidad y aprender a crecerse ante las adversidades. Pero todo eso cambiara cuando Chad se enamora de Jenna, una joven de buena familia. Kane y Candance, la hermana de Jenna, se alian para separarlos, pero todo acaba tragicamente.Varios anos despues, el destino volvera a unirlos a ambos y, a pesar de los fantasmas del pasado, ninguno de los dos podra resistirse a la atraccion que ambos sienten el uno por el otro. Aunque creen que son mas las cosas que les separan que las que los unen, Kane y Candance se veran enfrentados a sentimientos y emociones mas fuertes que ellos mismos. ?Seran capaces de vencer la tentacion, o acabaran abrazando la tormenta que anida en sus corazones?

  • La musa intrusa de Gonzalo Suarez

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    Reflexiones biograficas y ficticias de un cineasta mitico.

  • Ciudad Princesa de Marina Garces

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    Ciudad Princesa es un relato en primera persona en el que se cuentan una serie de vivencias politicas entre octubre de 1996 y octubre de 2017, desde el desalojo del Cine Princesa en Barcelona hasta el referendum del 1 de octubre. El hilo del relato es: ?que hemos aprendido? Por eso habla desde el singular de quien vive y se transforma con cada una de las situaciones recogidas y desde el plural de los nosotros que le dan sentido. Ciudad Princesa es una cronica de ciudad que recoge una vision de lo que han sido los movimientos sociales que despertaron en la Barcelona postolimpica y en otras ciudades europeas y que se conectaron con las protestas y los movimientos del mundo global hasta hoy. De la ciudad-marca a la globalizacion neoliberal y sus crisis: ?cuales son los mapas vividos de las resistencias? Ciudad Princesa es un ensayo de pensamiento en el que los problemas filosoficos y politicos, asi como las ideas que los atraviesan, van al encuentro de las vivencias concretas en las que se enraizan y de las que provienen. El problema del nosotros, la cuestion del compromiso, la relacion entre vida politica y ciudad, la crisis de los horizontes revolucionarios, etc., son elaborados aqui desde la evolucion de una vida que descubre la complicidad, la experiencia colectiva y la amistad.

  • Traicion. Un Secreto Peligroso de Mary Martin

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    Despues de un doloroso trayecto
    nuevamente la vida junta a los
    enamorados, lo que hace que
    compartan un cruel destino.

  • La roca de tanios de Amin Maalouf

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    Ambientada en el siglo XIX, en un Libano dividido por el enfrentamiento
    entre Egipto y el Imperio Otomano, LA ROCA DE TANIOS hecho real< gira en torno a la muerte violenta de un patriarca, cuyo
    asesino, refugiado en Chipre, es devuelto con enganos a su tierra para ser
    castigado. La reconstruccion de la historia va dibujando la figura de
    Tanios, convertido por obra del destino en heroe legendario y liberador de
    su pueblo. El amor, la venganza y la muerte sirven a Amin Maalouf para tejer
    la trama de este relato lleno de peripecias que es, a la vez, una deliciosa
    cronica de la vida cotidiana en un pueblo en el cual la tolerancia se ve
    amenazada por unos acontecimientos que presagian un futuro de violento
    antagonismo.

  • Cuando menos lo esperaba de Loren Gray

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    Denis solo queria hacer bien su trabajo, demostrarle a su padre que era un hijo digno y demostrarse a si mismo que era capaz…

  • Las lagrimas de Deirdre de Marisa Grey

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    En el apacible valle de Alon, en la isla de Stronghein, el tiempo transcurre sin sobresaltos, hasta que en el horizonte aparecen el temido <>, Dumbar Rhos, y sus mercenarios. El clan de los Murhag se sentira amenazado por la presencia de los hombres mas temidos del reino. Sin embargo, la llegada del <> no sera como esperan y el jefe de los Murhag se vera obligado a acoger al mercenario bajo su techo, sin saber que con su decision estara a punto de cambiar el destino de su familia y de su clan.

  • Purgatorio (Todos mis demonios 2), Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich

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    Segunda parte de la saga “Todos mis demonios”.
    Despues de conocer a Vicente, Eliza se interna todavia mas en este mundo repletos de demonios los cuales guardan demasiados secretos.
    Ella espera una eternidad a su lado pero ?se la dara el? ?Que esconde Vicente, que misterios se ocultan detras del alma de Eliza?
    La vida se complica y lo que se inicio como una simple transaccion humano demonio, se descubre en un camino se complica cada vez mas.
    Enganos, silencios, demonios con poderes increibles…
    ?Que vale mas, tu amor, tu alma, tu vida? ?Que prevalecera al final de esta segunda entrega?

  • El lazo invisible de Claudia Barzana

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    Cuatro mujeres unidas con la sutileza de un zurcido que hilvana lo que cada una percibe, lo que cada una anhela. Cuatro mujeres entrelazadas por la fuerza de eso que las vincula, que las hace amigas, que las hermana. Cuando el mundo vea por primera vez una guerra fuera de toda escala, el tejido que las une comenzara a rasgarse. Emma y Rose son amigas desde la infancia. Deciden instalar una casa de modas en Buenos Aires. Rose dibuja los modelos, disena, cose. Cada pieza es tambien una historia para contar, un universo en si mismo. Emma es quien se ocupa de seducir a las clientas, de invitarlas. Martina es hermana de Emma y una de las pocas mujeres cirujanas de la epoca. Acaba de recibir una invitacion para hacer una residencia en Paris, algo que, emocionada, quiere compartir con Sofia. Sofia es pianista, toca con las orquestas de tango en lugares de mala muerte en los que se siente feliz de que la escuchen sin que nadie la vea de verdad. Compone canciones en secreto para el hombre que la desvela.
    Cada una tiene un anhelo, cada una esta ligada a la otra por un lazo que amenaza con romperse cuando la Primera Guerra Mundial estalle. Emma y Rose deberan lidiar con revueltas sindicales, con un amor que va mas alla de las traiciones de la sangre. Martina elegira quedarse en un hospital de guerra a ayudar a los heridos y vivir el amor como si no hubiera un manana. Sofia buscara su pasado irlandes y a su amor, aunque eso la deposite en el ojo de la tormenta.
    Cuatro mujeres en tiempos de una guerra que iba a cambiarlo todo, cuatro amigas que se resisten a la distancia que se les impone. Claudia Barzana ha escrito una novela que es muchas a la vez, coral, intensa, que enhebra una trama sin fisuras.

  • Lady Anne de Lydia C. Ramirez

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    En el Londres del siglo XIX, lady Anne Phillips, ha conseguido dejar atras su tortuoso pasado y desea decidir su propio destino. Ha visto sufrir a sus hermanas por amor y no ansia pasar por lo mismo. Todo dara un giro inesperado cuando un americano muy rico llamado Alexander Richmond altere todos sus planes y suenos. ?Sera Anne capaz de aceptar su destino? ?O debera revelarse contra el? “Era una especie de batalla en la que no habia un vencedor, sino un par de tontos”

  • Al destino no le gustan los curiosos (Tokio 1) de Altea Morgan

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    Lucia cree que ha encontrado su sitio.
    Akira tiene su futuro planificado por otros.
    Pero el destino tiene planes para ellos.

  • El golpe posmoderno de Daniel Gascon

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    Del lenguaje a la politica de la identidad, pasando por los mitos fundacionales del independentismo, sus utopias contradictorias o la dureza del encontronazo con la realidad, Daniel Gascon analiza un fenomeno que ha traido de regreso amenazas que creiamos superadas -la discusion por las fronteras, el conflicto etnico, la posibilidad de la violencia-, y que muestra las fragilidades y fortalezas de nuestra democracia.

  • Asi comienza de Rachel Abbott

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    ?Quien creera tu historia si el unico testigo ha muerto?
    El thriller que no querras que nadie te cuente.

  • El laberinto en llamas (Las pruebas de Apolo 3) de Rick Riordan

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    Antes era el glorioso dios Apolo.
    Ahora es Lester, un simple mortal.

  • 4EVER 3A de Pat Casala

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    Brenda Ortiz lleva desde los trece anos deseando estudiar en el MIT y ahora que por fin lo ha logrado no puede creerse su mala suerte al encontraste con la obligacion de compartir habitacion con Dylan McLaren, un estudiante de informatica muy pagado de si mismo, egocentrico y con una clara tendencia a dejarse llevar por el gran concepto que tiene de el.
    Es una chica de un pueblo de Andalucia que apenas ha salido de ahi. Tiene principios, es centrada, estudiosa, un genio de las matematicas y con una personalidad claramente definida. Y sabe muy bien que no quiere. Por eso le molesta tanto la presencia impuesta de Dylan en su vida, y mas cuando empieza a jugarle malas pasadas para luego reirse de ella.
    Pero el no deja de insistir.
    A veces no se pueden prever los designios del destino. Porque, ?hay algo mas detras de ese chico? ?Puede Brenda adentrarse en su corazon? ?O acabara sufriendo?

  • El bote de espinas (RNR) de Carolina Paneda

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    El cielo estaba despejado, asi que pude disfrutar de la vista aerea de Madrid cuando el avion comenzo el descenso. No fue hasta ese momento cuando me di cuenta de cuanto la habia echado de menos. Fue curioso. Era la misma sensacion que me producian mis piernas despues de haberlas tenido encogidas durante horas mientras estaba sentaba en la butaca de mi salita corrigiendo redacciones. Mis piernas no se quejaban entonces, solo lo hacian cuando me levantaba. Cuando por fin me movia, sentia un dolor agudo y necesitaba algunos minutos para reponerme. Eso es lo que me habia ocurrido con Madrid y con mi antigua vida. Los habia ignorado completamente, ocultandolos bajo la rutina del dia a dia, y, en ese momento en el que los necesitaba de vuelta, cuando faltaban veinte minutos escasos para poner los pies de nuevo alli, todos los sentimientos, dudas y vivencias que un dia enterre resurgieron a la superficie. El problema era que, por supuesto, nada iba a estar como lo deje. Ni respecto a Madrid, ni respecto a mi vida. Habian pasado dieciocho anos, de modo que era ingenuo, por no decir estupido, esperar que alguno de mis amigos siguiera teniendo mi nombre en su agenda. Aparte la vista de la ventanilla, cerre los ojos y respire profundamente en un intento de aplacar los nervios y proveerme de coraje al mismo tiempo. No queria que Sahra se percatase de que no habia plan B, ni tampoco plan A, de que todo el plan se reducia a salir de alli y refugiarnos en Madrid. Ella siempre habia confiado en mi y me tenia por una especie de hada madrina salvadora; y yo queria, necesitaba, que ella siguiera creyendo que yo tenia el mundo bajo control, que podia encarar cualquier adversidad y que todo nos iria bien. Necesitaba que, al menos, una de las dos lo creyese. Cuando volvi a abrir los ojos, Sahra estaba inclinada hacia delante, escudrinando la ciudad desde el aire con su mirada curiosa e inquieta. Le sonrei porque, a pesar de todo, o quiza a causa de todo, estabamos las dos alli, juntas. Pero ella no me devolvio la sonrisa. Me respondio con una mirada de total incomprension y me formulo la pregunta que llevaba esperando que me hiciera desde hacia dieciocho anos. --?Por que? No lo entiendo, ?por que te fuiste de aqui? Primera parte Capitulo 1 Era imposible estudiar con aquel calor. El aire acondicionado de la biblioteca de la Complutense, facultad de letras, estaba estropeado por enesima vez. Como contrapartida, el murmullo monotono de decenas de folios siendo agitados para levantar aire me era muy propicio para concentrarme. Era junio, los examenes finales estaban a la vuelta de la esquina, y, como siempre por estas fechas, mis amigos y yo haciamos jornada intensiva de estudio en la biblioteca de la universidad. Era mi ultimo ano de carrera, me lo estaba tomando muy en serio, no queria, ni por asomo, tener que volver a pisar aquel edificio en septiembre, aunque saber que existia esa segunda convocatoria siempre era tranquilizador. A pesar de que yo estaba metida en mi burbuja, intentando que mis neuronas asimilasen el contexto historico en el que malvivian los autores del siglo XVIII, era consciente de que mis dos eternos companeros, Ana y Miguel, ya habian rebasado su limite de saturacion y que su tiempo se iba mas en cuchichear, darse codazos y mirar en derredor que en estudiar. No me sorprendio que me propusieran adelantar el descanso habitual de media tarde, aunque eso afearia la grafica de Miguel. Mi companero llevaba un registro meticuloso de las horas a las que empezabamos cada dia a estudiar, cuando terminabamos, a que hora haciamos los descansos y su duracion. Despues, reflejaba estos datos en graficos y, sin duda, el adelanto de ese dia iba a provocar una columna demasiado baja. No me pregunteis porque lo hacia, nunca lo supe. Y no, el no estudiaba estadistica, estudiaba filologia, como yo, pero inglesa en lugar de hispanica. Acepte la propuesta del descanso porque un cafe no me venia nada mal. El hecho de que, en terminos relativos, la cafeteria estuviera mas concurrida que la biblioteca no era algo inesperado. Pedimos nuestros cafes para llevar, salimos al exterior y nos dirigimos a la fachada este de la universidad en busca de sombra. Ana y yo nos sentamos en el bordillo de la acera, mientras que Miguel se quedo de pie frente a nosotras. --?Que tal lo llevas? --me pregunto Miguel. --Todavia no he mirado nada de la parte de poesia. No se si me va a dar tiempo. Aguirre se suele portar en los examenes, pero como pregunte algo de la Edad Media, no apruebo ni de cona. --Bueno, todavia quedan diez dias hasta que empiecen --dijo Ana--. Si vas a mantener el nivel de concentracion que tienes hoy, si te dara tiempo. Ni te has enterado de que el tio que esta en la mesa de enfrente no te ha quitado ojo. --?Que? Mire a Miguel para que me corroborara si aquellas palabras tenian un minimo de respaldo por parte de la realidad. Si hubiera dado credito a Ana cada vez que decia algo asi, mas me habria valido crear un club para mis fans, de modo que resultara manejable administrar todo su interes por mi. Claro que tal cosa solo existia en la imaginacion de mi amiga. Miguel reacciono con un leve encogimiento de hombros, palmas de las manos hacia arriba, labios apretados y estirados y un ligero levantamiento de cejas. Eso significaba que la historia tenia su base de realidad y que no se hacia responsable de los adornos que Ana pudiese anadir. Con movimientos pausados, extraje un paquete de chicles del bolso y les ofreci con un gesto. Ambos aceptaron y, mientras tanto, yo hacia una bolita con el envoltorio del mio, fijando mi vista totalmente en esa tarea para hacer creer que la respuesta a la pregunta que estaba a punto de formular no me importaba nada en absoluto. --?Quien es? --Me suena de haberlo visto por la universidad, pero no lo conozco. Creo que es un Erasmus, lo vi en la fiesta de enfermeria --explico Miguel. Me extrano la respuesta de Miguel porque la fiesta de enfermeria habia tenido lugar a principios de enero, y la memoria de mi amigo tenia una fiabilidad de tres dias y un margen todavia menor si consideramos las circunstancias: una fiesta y que lo que estaba recordando era un chico en particular. Si estuvieramos hablando de que se acordaba de una estudiante sueca, rubia, de metro ochenta, le podria haber dado algun credito, pero no en este caso. --?Pero esta en filologia? --inquiri. --No. Hemos visto que esta estudiando algo de ciencias. Enfermeria o medicina, ?veterinaria tal vez? --Entonces, ?que hace en nuestra facultad? Mi pregunta estaba lejos de ser retorica, pero no obtuvo respuesta, al menos, no verbal. Mis companeros sostuvieron bandejas imaginarias y me sonrieron, dandome a entender que si aquel chico extrano del que nunca habia oido hablar ni en el cual habia reparado estaba estudiando en tal horno infernal que era la biblioteca de la facultad de letras, era por mi. Su teoria me provoco una sonora carcajada. Por eso eran mis amigos, porque siempre me reia con ellos. Nos olvidamos del asunto y continuamos hablando de otros temas, pero cuando volvimos a entrar en la sala de estudio, no pude evitar fijarme en la gente que trabajaba en las mesas que rodeaban la nuestra en un intento de identificar al que no me habia quitado ojo. En esa epoca, la biblioteca estaba a rebosar, habia mucha gente, y no pude detectar a nadie especialmente interesado en mi mientras cruzaba aquel particular mar. Me sente en mi sitio, puse en orden mis apuntes y cuando levante la vista un momento, supe a que se referian mis amigos. Mis ojos se cruzaron con otro par de ojos oscuros que estaban puestos en mi. El chico en cuestion ocupaba el sitio opuesto al mio, en la mesa de enfrente. No mantuve la mirada, la baje enseguida, pero tuve el tiempo suficiente para adquirir bastante informacion. Chico moreno, pelo cortado a cepillo, barba perfectamente arreglada, ojos oscuros, espalda ancha, manos grandes y francas, algo mayor que yo, o quiza me equivocase, dado que tenia tendencia a pensar que todo el mundo era mayor que yo, y un autentico demente. Debia de estarlo para llevar camisa y no estar asfixiado. Ana presencio toda la escena (si es que podemos considerar que llegaba a la categoria de escena) y me dio un codazo, mostrandome una sonrisa de oreja a oreja. Yo me volvi hacia ella esperando que el chico no siguiera con su atencion puesta en nosotras. Si Ana estuviera leyendo esto, me tacharia de modesta y corregiria ese <> por un <>. Me di cuenta de que, en realidad, mi companera no queria decirme nada, solo que reconociera que lo que me habia dicho durante el descanso era cierto. En aquel momento, aterrizo delante de nosotras un folio de los apuntes de Miguel. Leimos a la vez la nota que nos habia escrito. Nos decia que, tal vez, el chico no paraba de mirarme porque, a lo mejor, habia confundido mi cara con alguna fugitiva internacional o porque era la viva imagen de su pariente muerta tragicamente en un misterioso incendio en la vivienda familiar diez anos atras. Lo habia visto montones de veces en peliculas y le parecia perfectamente factible. Miguel y sus peliculas. Cuando acabamos de leer sus teorias de la conspiracion, le dirigimos nuestra mirada de <>, en este caso de <>, y le devolvimos su folio de malos modos. Ana me susurro con un tono complice: --?Has visto el gesto que tiene cuando muerde el boli?

  • Beautiful Bastard. Un tipo odioso (Beautiful 1) de Christina Lauren

    https://gigalibros.com/beautiful-bastard-un-tipo-odioso-beautiful-1.html

    Primera entrega de la saga <>.

  • La ultima revelacion de Dani Padilla

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    Miranda Cardona, periodista de investigacion de afamado prestigio, ha desaparecido en extranas circunstancias.
    Reclutados por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), los detectives Olivia Giralt y Aitor Cruz viajaran hasta la ciudad de Paris, lugar en el que se desvanece el rastro de la reportera y en el que deberan cenirse a una unica pista: el hallazgo de un antiguo libro relacionado con el misterioso simbolo Omega.
    Durante siglos, su significado ha suscitado la incomprension de filosofos, historiadores y expertos en simbologia, pero tras el descubrimiento del enigmatico volumen, una serie de acontecimientos amenazan con revelar una terrible verdad que se creia olvidada.
    Conscientes de que dicho escrito puede resultar la ultima esperanza de hallar con vida a la desaparecida, ambos investigadores desconocen que estan a punto de introducirse en la destructiva espiral de una leyenda oculta muy capaz de cambiar la percepcion que todos tenemos de nuestra propia humanidad.

  • Ultima noche en el fuego de Ana Maria Draghia

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    Cuando Lara Aguirre, una editora afincada en Madrid, recibe la noticia de la muerte de Raul, el unico hombre del que ha estado enamorada, decide, devastada, aceptar un proyecto editorial que la llevara hasta Santa Fe, Mexico. A su regreso, su vida se entrecruzara con la de Rafael Bernabeu, un abogado catalan -amigo de su hermano-, que habia estado viviendo en su casa durante su ausencia sin que ella lo supiera. Aun siendo consciente de que volvera a Barcelona, para ella, conocer a Rafael sera un recordatorio de sensaciones pasadas, aunque tambien de una noche a muchos kilometros de ahi, una noche que tiene otro nombre, Lucas Santamaria, y otra ciudad, Melbourne.

  • Amor en la fila 27 de Eithne Shorthall

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    ?Que pasa cuando Cupido juega a ser copiloto? Todavia recuperandose de una ruptura, Cora Hendricks ha renunciado a encontrar el amor. Para ella, en realidad. Para pasar el tiempo, mientras trabaja en el mostrador de check-in de Aer Lingus en Heathrow, Cora empieza a jugar a ser cupido con parejas solteras durante el vuelo. Utilizando solo su intuicion, Internet y la afable asistente complice, Nancy, la fila 27 se convierte en el laboratorio del amor de Cora. En lugar de sentarse al azar, dos pasajeros, de forma involuntaria, se sentaran junto a la persona de sus suenos, o no. Cora asegura que la fila 27 es solo algo de diversion, pero mientras ella esta ocupada haciendo que salte la chispa a gran altura, el amor que habia abandonado para si misma podria haber aterrizado justo en frente.

  • Proteger a una dama (Baile de mascaras 2) de Alexia Seris

    https://gigalibros.com/proteger-a-una-dama-baile-de-mascaras-2.html

    William Carmichael, octavo conde de Tillshire, es un hombre que se siente culpable por sus errores del pasado y que ha sido traicionado mas veces de las que le gustaria admitir. Ha perdido todo el interes por la vida tal y como la conoce. Por eso es el primer sorprendido cuando se erige como paladin de una dama que claramente esta en serios apuros.

  • La Alfa es mia de Iris Montes Meseguer

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    CUANDO LA PASION LLEGA…NADIE PUEDE ESCAPAR DE ELLA
    (De la autora de Indomable pero mia con mas de 1 millon de lecturas en Wattpad):

  • Siete dias de locura (Cala Espinada 2) de Tessa Dare

    https://gigalibros.com/siete-dias-de-locura-cala-espinada-2.html

    Cuando un picaro sinverguenza y una sabelotodo engreida intentan ponerse de acuerdo…, no siempre sale como ellos imaginan.