• como al leon por sus garras - Jose Manuel Sanchez Ron

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    <>, la expresion que utilizo el matematico Johann Bernoulli cuando reconocio un texto de Newton sin firma, abre esta interesantisima recopilacion de textos de grandes cientificos. Una gran oportunidad para conocer a los maestros de la ciencia mediante una cuidada seleccion de escritos en los que explican sus descubrimientos.

  • Como al león por sus garras - José Manuel Sánchez Ron

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    11 jun 2019 — «Como se reconoce al león por sus garras», la expresión que utilizó el matemático Johann Bernoulli cuando reconoció un texto de Newton sin ...

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  • COMO AL LEON POR SUS GARRAS | Diego Marín

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  • Vosotros sereis mi vida (Corazones heridos 3) de Towanda Richardson

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    Alex y Emma llevan juntos toda una vida. Enamorados casi desde ninos, cumplen en San Francisco todos sus suenos. Hasta que, pocas horas despues de graduarse en la universidad, y con todo listo para empezar su nueva vida, Alex le rompe el corazon a Emma. Ella solo encuentra consuelo en los brazos de Sam, un buen amigo de ambos, al que acude porque el dolor es tan fuerte que no puede soportarlo sola.

  • Metodo Bravo de Monica Galan Bravo

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    Este libro pretende ser un manual de ayuda gracias al que cualquier persona obtenga las claves practicas, tecnicas y herramientas imprescindibles para triunfar hablando en publico, pasando del miedo al placer escenico.

  • Rebelde & Real 1 de M. J. Maravend

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    Adriana Mora esta en problemas: ha perdido su trabajo y su “peor es nada” no le presta la debida atencion. Guiada por el aburrimiento y el insomnio, entra a un chat para practicar ingles sin sospechar lo mucho que cambiara su vida. Alli conocera a Harvey, un hombre que no es quien dice ser. En realidad, se llama Henry y es, nada menos, que un principe.
    Acostumbrado a recibir cumplidos y reverencias debido a su origen real, el nuevo amor de Adriana es caprichoso y rebelde. Pero el verdadero obstaculo que ella debera sortear no sera solamente su caracter: la exnovia y el padre de Henry, e incluso la opinion publica se pondran en contra de Adriana, quien tendra que demostrarle a todos que, a pesar de las diferencias de status, son el uno para el otro.
    Rebelde & Real es una comedia romantica que te hara reir hasta las lagrimas y emocionar, ademas de conocer desde la perspectiva de una mujer latina, criada en un barrio de clase media de Buenos Aires, el contraste de las costumbres, lujos, labores beneficas y dogmas de una de las casas reales con mas glamour del mundo entero.

  • El maestro y las magas de Alejandro Jodorowsky

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    En este libro que completa su autobiografia La danza de la realidad (Siruela, 2001), Alejandro Jodorowsky cuenta como conocio al maestro japones Ejo Takata, que lo inicio en la meditacion, en el budismo zen y en la ensenanza que transmiten los koans. Sin embargo, la aplicacion de estos conocimientos en la vida lo aprendio de un reducido grupo de mujeres (<>) que nada tenian que ver con el budismo. Aunque era el propio Takata quien le mostraba la esencia del zen y de los koans, la experiencia de dichas ensenanzas solo la aprendia a traves de estas mujeres. En este libro nos habla de la escritora y pintora surrealista Leonora Carrington; de Dona Magdalena, que le enseno el masaje iniciatico; de la poderosa actriz mexicana la Tigresa; y de Reyna D'Assia, hija del ocultista G. I. Gurdjieff. Pero en la vida del autor hubo otras magas: la sacerdotisa de los hongos Maria Sabina, la curandera Pachita o la cantante chilena Violeta Parra, de quienes ya escribio en La danza de la realidad y Psicomagia (Siruela, 2004).

  • Juegos de una Dominatriz de Lady H. Wilde

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    Soy una mujer real, normal y corriente, con sus cualidades y sus defectos.

  • El Inicio de Dahiana J. Vasquez S

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    Era inmortal, pero a que precio. Su vida era solitaria. Estaba cansado y se sentia infeliz. Sabia que podia saciar su sed en el bosque, con animales, pero luchar a diario contra su naturaleza lo atormentaba. Por eso estaba ahi, frente esa cabana abandonada. La puerta se abrio sin tocar, sabia que lo esperaba. El hechicero lo recibio con una sonrisa y tomo en sus manos una botella de color azul.--?Estas seguro de que quieres hacerlo? --pregunto, mirandolo dudoso. La mirada que le devolvio lo dijo todo. Los dhampir eran criados para cazar vampiros, pero el habia fallado. Luego de ingerir la sustancia que sabia a jarabe para la tos, salio sin rumbo fijo hasta llegar a un edificio. Se sentia alterado y tenso, su cabello oscuro se erizo y su rostro poco a poco se transformo. Al escuchar los gritos los vecinos empezaron a salir de sus apartamentos. Cuando quisieron ocultarse, ya era muy tarde. El aparecido paso sobre ellos, sin dejar rastros hasta llegar a la ultima puerta del pasillo. Escucho el sonido de tres corazones acelerados. Eran jovenes estudiantes. El aparecido escucho sus sollozos detras de la puerta. Se encontraban agachadas, abrazadas unas a otras. No pudieron evitar que la puerta se estrellara contra el piso. Se acerco a paso lento, una de ellas intento salir corriendo, pero el la halo por sus trenzas rubias y la empujo. Las demas no pudieron mas que quedarse estaticas observando como la levanto para luego tirar el cuerpo sin vida. Fue entonces cuando la mas baja, de cabello castano y corto, tomo una lampara y se la lanzo con toda su fuerza. Las dos muchachas aprovecharon su distraccion para correr a la puerta, pero el tobillo de una quedo atrapado entre las manos del dhampir. La que quedo, salio del apartamento saltando por la puerta pero ya era muy tarde. El estaba detras. Se volteo, cerrando los punos y lo miro a los ojos. El la observo. Era una joven de mediana estatura, de cabellos negros que sobresalian de los hombros y piel clara. Pero sus ojos, su mirada lo hizo paralizarse. No fue hasta que escucho su voz que reacciono. --?Por que hace esto? --dijo sin gritar, sin alterarse. El no contesto--. Si me va a matar, !hagalo! --dijo resignada a lo peor--. ?Que espera? La tomo del cuello, dispuesto a hacerla sufrir. Sin embargo, se detuvo al notar que una lagrima salia de aquellos ojos tan profundos. ?Que le pasaba? ?Por que se conmovia ante una lagrima? --!Vamos! !Termina con esto! --dijo desafiante. Pero el no hizo mas que observarla con una expresion contrariada en su rostro. No dijo nada, le solto el cuello y dio un paso hacia atras. Ella cayo al suelo tocandose la garganta. Cuando pudo recobrar el aire, volvio a mirarlo, mientras el seguia paralizado, tratando de entender lo que estaba sucediendo. Ella lloro, pero aun asi no dejo de mirarlo. El se arrodillo y con su mano la tomo de la barbilla, ella reacciono moviendose hacia atras, chocando con la pared. Por un momento estuvo tentado a mostrar su forma humana, pero la mirada de terror que la joven le expresaba lo hizo desistir de esa idea. Le acaricio el rostro y la beso sin malicia en la comisura de los labios. Desde ese momento su vida seria diferente. Con ese beso se alejo de ella y, escuchando las sirenas de las patrullas policiacas, se retiro llevando en su memoria los ojos de aquella joven. Capitulo Dos La historia del Angel 452 dias habia pasado desde los sucesos de San Luis --como lo nombraron los periodicos--, Fey regreso a su rutina. Por un ano se trato con psiquiatras a causa del trauma. Cambio de escuela y de carrera, se mudo con su hermano y empezo a cultivar cierta aficion por las leyendas y los mitos. Muchos dirian que mas que un interes curioso, estaba obsesionada con lo sobrenatural. Al escuchar las sirenas, salio del edificio aturdido. Camino sin rumbo por varias horas, hasta que la luz del dia empezo a asomarse por el horizonte. Despues de tanto caminar, se recosto bajo un arbol, no sintio la presencia del hechicero hasta que estuvo frente a el. Lo ayudo a ponerse de pie y se dirigieron a su cabana. Una vez en su interior, le paso una toalla humeda para que se limpiara el cuerpo, mientras el hojeaba unos libros de las estanterias. --No lo entiendo. Debio haber funcionado --dijo. Estaba confundido. --Si. Bueno, algo hiciste mal porque no funciono. Al menos no del todo --comento. --?Puedes decirme lo que paso otra vez? ?Como fue eso de que ibas a morder a esta chica y entonces...? --Y entonces no pude --dijo, cortandole los ojos con mirada inquisidora. --!Lo tengo! --exclamo el hechicero, saco un libro del estante emocionado. Lo coloco encima de la mesa y lo abrio. El se acerco. Al fin se detuvo en una de las paginas la cual poseia una imagen de un dhampir con el titulo de <>. De inmediato supo que se trataba de su biografia. El hechicero empezo a leer en voz alta: <>. --?Quien escribe estas cosas? --le pregunto al hechicero cuando termino de leer. --?No hay otra pagina? Esto es algo que ya sabia --exclamo sorprendido. --Bien, hemos aprendido que no todo esta en los libros --dijo en tono ironico. --Tiene que haber algo aqui --senalo mientras ubicaba el libro frente a la luz. --Bueno, ahi no dice como el senor Kafka me encontro y me obligo a matar a esas personas -- dijo al tiempo en que volvia a sentarse en la silla. --Cierto... espera, !eso es! !Eres un dhampir! !Estas destinado a ser un cazador, no un asesino! --exclamo una vez mas el hechicero mientras cerraba el libro y sacaba otro del mismo lugar. --Pero no soy un cazador, y eso no explica mis deseos de…ya sabes…--dijo sin entender a donde queria llegar el anciano. --Tienes que entrenarte para serlo, y la pocion esta supuesta a actuar a favor de tu naturaleza, no en contra. Y tu naturaleza no es matar humanos, sino vampiros. --?Y que tiene que ver la joven con eso? --Tengo la ligera sensacion de que no es una humana normal --respondio con una ligera sonrisa en el rostro. --?Y como lo vamos a averiguar? --respondio adivinando sus intenciones. --Facil, acercate a ella y conocela. Quiero ver que otro efecto tiene en ti --respondio acercandose a el. --?Y como esperas que haga eso? --dijo pensando que su amigo estaba loco. --Se me ocurren una o dos ideas... Al siguiente dia, la muchacha, como era su costumbre, estaba sentada en una de las mesas de la biblioteca publica, con la cabeza hundida en libros. Solia acaparar toda una mesa para si sola y dejar encima varios tomos abiertos. Se encontraba tan concentrada que apenas se dio cuenta cuando su telefono celular empezo a vibrar. --?Donde estas? --oyo una voz aguda del otro lado del auricular. --En la biblioteca --contesto como si la pregunta estuviera de mas. --?Otra vez? !Fey! !Ya olvidalo! !Eso sucedio hace mucho tiempo! --452 dias --le corto. --!Mas de un ano! --respondio--. ?Por que no dejas eso y vienes a casa, comemos algo, vemos una pelicula... te distraes --dijo casi rogando. --No, gracias, prefiero terminar esto antes de que sea mas tarde --respondio cansada. --Cinco minutos para cerrar --anuncio la bibliotecaria apagando las luces de los pasillos. --Te hablo luego --dijo mientras recogia sus cosas. --Esperare por ti para cenar, mas te vale que llegues si no quieres que muera de hambre --la amenazo risuena. Capitulo Tres El ataque en el parqueo Roxan no entendia por que su mejor amiga seguia obsesionada con los recuerdos de esa noche. Se conocian de toda la vida, habian crecido juntas y Roxan fue testigo de los cambios de Fey. Fey crecio con su abuela y su hermano mayor, Ted. Ellos eran su unica familia tras la muerte de sus padres. Apenas tenia seis anos cuando fueron asaltados en medio de la carretera y los ladrones les dispararon sin querer. La noticia se publico en los diarios, por lo que la mirada condescendiente de todos a su alrededor era parte de su dia a dia. Su abuela le habia ensenado que todo ocurria por una razon. Incluso, aquellas cosas horribles sin explicacion. A la larga, sus padres estaban en un mejor lugar desde donde podian protegerla y velar por ella. Siempre le decia que era especial, que de sus manos siempre emanaba luz, aunque ella no lo entendia. Esta idea le permitio crecer tranquila y en paz, al lado de sus seres queridos, aunque no podia negar que sentia cierto rencor hacia cualquier delincuente o ladron. A pesar de ese sentir, todos decian que era alguien especial: agradable, servicial, atenta... Pero, tras el incidente se habia encerrado en si misma, casi no hablaba y evitaba que cualquiera le dirigiera la palabra. Envuelta en esos pensamientos, no se habia dado cuenta de la hora hasta que la empleada anuncio el cierre de la biblioteca. Tras cerrar el telefono, camino distraida a la parada de autobuses pensando en el ultimo texto que habia leido sobre los demonios terrestres. De pronto, escucho un grito que la paralizo. Apenas empezaba a respirar de nuevo, cuando volvio a escucharlo. Dejo caer sus libros y miro a su alrededor. Alguien estaba siendo atacado cerca del estacionamiento. Ella debia de hacer algo. Pero, ?que? Una vez mas se escucho el grito desesperado. Salio corriendo en direccion a los gritos que parecian ahogarse poco a poco, cuando llego al lugar de los hechos. Se quedo paralizada al ver como una muchacha no mayor que ella parecia haber sido atacada por algun animal. Y lo vio. Era una especie de perro de gran tamano, de un color negro azabache. De su labio inferior brotaba la sangre de la joven que acababa de atacar, de su hocico salia espuma como si estuviera sufriendo algun ataque de rabia. Fey estaba petrificada, no tenia como defenderse y mucho menos con que hacerlo, respiro hondo y se armo de valor para hablar. --?Es... estas bien? --Duele...duele... --dijo con la voz apagada. --Tran...tranquila. No te muevas --dijo mirando a aquel perro que empezaba a verla --. Dios, ?que hago? Si esta chica no va a un hospital se va a desangrar y si este perro ataca, seremos dos las muertas --penso mientras ideaba alguna manera de salir de ese aprieto. La muchacha volvio a gemir. Ella tenia que hacer algo. Para llamar la atencion uso los sonidos de su celular. Busco en su carpeta de musica y coloco una pieza que al escucharla, el animal se le acerco. De pronto, la bateria del celular empezo a fallarle y el aparato se apago, la bestia empezo a salir de su trance. Movio la cabeza de un lado a otro, tomo impulso y se abalanzo hacia ella,

  • La travesia de las anguilas de Albert Llado

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    Cada ciudad tiene barrios olvidados. Tambien la Barcelona olimpica, a la hora de transformarse con el impulso de los Juegos, ignoro algunos de los suyos. La travesia de las anguilas retrata el despertar a la vida de un grupo de adolescentes a principios de los noventa, en uno de esos no lugares nacidos en el tardofranquismo, fruto de la falta de escrupulos de los especuladores inmobiliarios y la indiferencia de las autoridades. Eran barrios sin servicios y sin ley, donde para un adolescente la comprension del mundo se moldeaba a base de desahucios, redadas policiales, delincuentes de bajo vuelo, mujeres maltratadas y hombres que se autodestruian en los bares. Pero tambien ahi los adolescentes eran capaces de construir un universo con sentido, con sus propias reglas y su propio lenguaje, alzar amistades indestructibles, iniciarse en la lectura en la unica papeleria y elaborar una epica de la resistencia que no les abandonaria jamas. Albert Llado se plantea en este libro como podemos narrar e interpretar los margenes sin resignarnos a la marginalidad. Y logra hacer visible la humanidad que malvive en la realidad desconocida, aspera y nada fotogenica de esos barrios que mas que periferia son cuneta.

  • Nayeli. El regalo del duque de Mercedes Gallego

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    Nayeli, mucho mas que una promesa.

  • Poseida 3, Lisa Swann de Lisa Swann

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    Una increible sorpresa le espera a Liz: !Sasha la invita a Hong Kong para trabajar en un caso de varios millones de dolares! ?Sabra estar a la altura del desafio que le propone su querido y tierno millonario? Entre su amor inquebrantable por el y las discusiones que no parecen terminar nunca, Liz comienza a vislumbrar las grietas del alma que torturan a su bello amante.

  • Joaquin (Attitude 2) de Marion Olharan

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    Joaquin es bailarin principal en el Ballet de Nueva York desde hace diez anos; un artista reconocido, exigente y tambien un orgulloso donjuan. La cara amable y encantadora del seductor esconde, sin embargo, a un hombre distante que nadie conoce bien. Su vida profesional lo acerca a Alice, una joven singular y acomplejada que se oculta tras unas enormes gafas vintage y un gran sentido del humor. Ella acaba de salir de una larga relacion y necesita ganar confianza; el solo piensa en una nueva aventura. Pero a veces las cosas mas impensables ocurren, y solo al lado de Alice Joaquin parece mas sensible, mas vulnerable, incluso el mismo. ?Se convertira por fin una de sus historias de cama en historia de amor?

  • Hechos poco fieles de Lena Andersson

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    Vuelve el fenomeno escandinavo:
    Lena Andersson y la afilada secuela de Apropiacion indebida.

  • Otra oportunidad para el amor de Robyn Grady

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    Jack Prescott salio de la habitacion del hospital con una desagradable sensacion de aturdimiento. Habia recibido la llamada a las diez de la manana. De inmediato se habia subido a su bimotor y habia volado a Sydney con el corazon en la garganta. Hacia anos que Dahlia y el no hablaban y ahora ya no tendria oportunidad de decirle adios. Ni de pedirle perdon. Echo a caminar por el pasillo. Le escocian los ojos. El aire olia a detergente y a muerte. A partir de aquel dia, era el unico superviviente de los Prescott y no habia nadie a quien culpar excepto a si mismo. En ese momento se cruzo con un medico que iba tan absorto en la conversacion que se choco contra el sin darse cuenta. Jack se tambaleo un instante, luego se miro las manos y se pregunto cuanto tiempo tardaria en venirse abajo, en asimilar la verdadera dimension de aquella pesadilla y maldecir aquel mundo despiadado. Dahlia solo tenia veintitres anos. Una mujer que habia sentada en la abarrotada sala de espera atrajo su atencion por algun motivo. El cabello claro le caia por los hombros. Llevaba un nino entre los brazos. Jack se froto los ojos y volvio a mirarla. Tenia los ojos llenos de lagrimas y estaba mirandolo. Jack se pregunto si se conocian y, cuando la vio esbozar una sonrisa de condolencia, se le encogio el estomago. Era amiga de Dahlia. No estaba seguro de poder hablar aun. No se sentia con fuerzas para darle las gracias por estar alli o por darle el pesame y luego excusarse lo mas rapido posible. La mujer siguio esperando mientras le sujetaba la cabecita al pequeno y Jack se dio cuenta de que no podia huir. Dio un paso, luego otro y finalmente acabo frente a ella. --Eres el hermano de Dahlia, ?verdad? --le pregunto ella--. Eres Jack --tenia las mejillas sonrojadas y manchadas de lagrimas, las unas mordidas y los ojos... Sus ojos eran de un azul intenso. Jack se sorprendio a si mismo. Hacia siglos que no se fijaba en los ojos de una mujer. Ni siquiera estaba seguro de saber de que color tenia los ojos Tara. Quiza deberia fijarse cuando volviera. Claro que el suyo no iba a ser esa clase de matrimonio, al menos para el. Tras la muerte de su esposa hacia tres anos, Tara Anderson habia pasado cada vez mas tiempo en Leadeebrook, la explotacion ganadera de Queensland en la que vivia Jack. Habia tardado en apreciar la compania de Tara; seguramente porque en los ultimos tiempos, a Jack no le gustaba mucho hablar. Pero poco a poco Tara y el se habian hecho casi tan amigos como lo habian sido su mujer y ella. Y entonces, la semana anterior, Tara le habia ofrecido algo mas. Jack habia sido muy claro con ella. Jamas se enamoraria de otra mujer. Llevaba la alianza de boda colgada de una cadenita que jamas se quitaba del cuello, mientras que la de su mujer descansaba junto a una foto suya que tenia en el dormitorio. Sin embargo Tara le habia explicado que creia que necesitaba una relacion estable, y que ella necesitaba alguien que le ayudara a dirigir su propiedad. Aquello habia dado que pensar a Jack. Veinte anos antes su padre se habia visto obligado a vender la mitad de sus tierras a un vecino, el tio abuelo de Tara. Despues habia intentado volver a comprar la tierra, pero a Dwight Anderson no le habia interesado vendersela. Despues de la muerte de Sue, Jack habia tenido la sensacion de que su vida no tenia sentido. Ya no disfrutaba de actividades que en otro tiempo le habian apasionado, como montar a caballo por las extensas llanuras de Leadeebrook. Sin embargo la idea de cumplir el sueno de su padre de recuperar aquellas tierras le habia hecho albergar una nueva ilusion. Tara era una buena persona y cualquier hombre la consideraria atractiva. Quiza si que pudiesen ayudarse mutuamente. Pero antes de casarse con ella, debia resolver algo. La raza humana dependia en gran parte del poder del instinto maternal; las mujeres deseaban tener hijos y sin duda Tara seria una madre estupenda. Pero el no tenia el menor deseo de ser padre. Ya habia cometido suficientes errores, uno de ellos imperdonable. Pensaba en ello a menudo y no solo cuando visitaba la tumba diminuta que habia junto a la de su esposa en Leadeebrook. Ningun hombre podria soportar que le desgarrasen el corazon una segunda vez. No pensaba tentar al destino engendrando otro hijo. Si Tara queria un matrimonio de conveniencia, tendria que renunciar a la idea de tener familia. Habia asentido cuando Jack se lo habia explicado, pero el brillo de sus ojos hacia pensar que esperaba que algun dia el cambiara de opinion. Pero eso no ocurriria. Jack estaba completamente convencido de ello. Jack tenia la mirada clavada en el pequeno cuando la mujer del vestido rojo volvio a hablar. --Dahlia y yo eramos amigas --murmuro con voz debil--. Muy buenas amigas. El respiro hondo, se paso la mano por el pelo y trato de ordenar sus pensamientos. --El medico dice que el que la atropello se dio a la fuga. La habian atropellado en un paso de peatones y habia muerto solo unos minutos despues de ingresar en el hospital. Jack le habia tocado la mano, aun caliente, y se habia acordado de cuando la habia ensenado a montar a Jasper, su primer caballo, y de cuando la habia consolado tras la muerte de su corderito. Cuando ella le habia suplicado que lo comprendiera... cuando mas lo habia necesitado... --Recobro el conocimiento solo un momento. Aquellas palabras agarraron desprevenido a Jack. Sintio tal debilidad en las rodillas que tuvo que sentarse, pero enseguida se arrepintio de haberlo hecho porque eso implicaba que queria hablar, cuando lo que queria era quitarse las botas, beberse un whisky y... Levanto la mirada y sintio que se le nublaba la vista. ?Que le esperaba ahora? ?Documentacion, la funeraria, elegir el ataud? --Hablo conmigo antes... antes de irse --a la mujer le temblaba el labio inferior al hablar--. Me llamo Madison Tyler --se coloco al bebe en el regazo y se sento junto a Jack--. Mis amigos me llaman Maddy. Jack trago saliva. --Ha dicho que recobro el conocimiento... que hablo con usted. Pero seguramente no habria sido sobre el. Dahlia se habia quedado destrozada tras la muerte de sus padres. Ni siquiera la paciencia y el apoyo de su mujer habian servido para anidarla. Aquella ultima noche Dahlia habia dicho gritando que no queria tener nada que ver con su hermano, con sus estupidas reglas ni con Leadeebrook. Despues habia acudido al funeral de Sue, pero Jack habia estado demasiado aturdido como para hablar con ella. En los siguientes anos, habia recibido sus felicitaciones de Navidad, pero todas ellas habian llegado sin direccion del remitente. Apreto los punos con rabia. Dios, deberia haber dejado a un lado su orgullo y haber tratado de encontrarla. Deberia haber cuidado de ella y haberla llevado de vuelta a casa. Un movimiento del bebe hizo que Jack se fijara en su carita, en sus mejillas regordetas. Un rostro lleno de salud y de promesas. Lleno de vida. Respiro hondo, se puso en pie y trato de recuperar el control. --Podremos hablar en el funeral, senorita... --Maddy. Jack se saco una tarjeta de visita de la cartera. --Si necesita cualquier cosa, puede ponerse en contacto conmigo en este numero. Ella tambien se puso en pie y lo miro a los ojos. --Jack, necesito hablar contigo ahora --miro un segundo al bebe--. Yo no sabia... Dahlia nunca me habia hablado de ti. Cuando volvio a mirarlo, lo hizo con los ojos suplicantes, como si buscase una explicacion. Parecia amable y estaba comprensiblemente afectada por la muerte de su hermana, pero no importaba lo que Dahlia le hubiese dicho, Jack no iba a justificarse ante una completa desconocida. Ni ante nadie. --La verdad es que tengo que irme. --Me dijo que te queria mucho --solto ella, acercandose un poco mas--. Y que te perdonaba. Jack se detuvo en seco despues de dejar la tarjeta sobre la silla. Cerro los ojos con fuerza y trato de acallar el zumbido que sentia en los oidos. Queria que pasase el tiempo. Queria volver a casa, a lo que conocia, a aquello que no podian arrebatarle. El bebe estaba moviendose, parecia inquieto. Jack sintio la tentacion de mirarlo, pero por otra parte solo deseaba taparse los oidos y salir corriendo. Lo ultimo que le faltaba era oir el llanto de un nino. --Aqui no puede hacer nada --dijo por fin--. Deberia llevar a ese nino a su casa. --Eso intento --respondio ella y lo miro fijamente. --Lo siento, pero no comprendo. La mujer se limito a morderse el labio inferior, tenia los ojos abiertos de par en par. ?Estaba asustada? Jack la observo detenidamente. Tenia la piel del color de la porcelana, unos rasgos perfectos y, a pesar de todo, Jack sintio una ligera excitacion. ?Estaba tratandole de decir que el hijo era suyo? Un tiempo despues de la muerte de su mujer, muchos amigos suyos habian intentado sacarlo de su encierro, lo habian convencido para que fuera a verlos a Sydney y conociera a algunas mujeres de su circulo social y, aunque tenia un muro de acero alrededor del corazon, en un par de ocasiones habia pasado la noche con alguna de esas mujeres. ?Seria por eso por lo que le resultaba familiar el rostro de aquella mujer? La miro de nuevo. No. Habria recordado aquellos labios. --Escuche, senorita... --Maddy. Jack esbozo una tensa sonrisa. --Maddy. Creo que ninguno de los dos estamos de humor para juegos. Sea lo que sea lo que quieres decirme, te agradeceria que lo soltases cuanto antes. Ella no se inmuto ante tal brusquedad, mas bien adopto un aire mas firme. --Este bebe no es hijo mio --dijo por fin--. Dahlia me lo ha dejado hoy. Es tu sobrino. Pasaron varios segundos antes de que Jack asimilara el significado de aquellas palabras, y entonces fue como un golpe en la cabeza. Parpadeo varias veces. Debia de haber oido mal. --No... no es posible. De los ojos de Maddy cayo una lagrima. --El ultimo deseo de tu hermana ha sido que os presentara el uno al otro. Jack, Dahlia queria que te quedases con su hijo. Que lo llevases contigo a Leadeebrook. Capitulo 2 Quince minutos despues, sentada frente a Jack Prescott, Maddy se llevo la taza a los labios, convencida de que nunca habia visto a nadie tan demacrado. Ni tan guapo. Con una mirada cada vez mas oscura, tanto como su gesto, el movia su cafe con la cucharilla. La megafonia reclamo la presencia del doctor Grant en la sala diez. Una anciana que habia sentada en una mesa cercana sonrio al bebe antes de tomar un bocado. Junto a la caja, a una enfermera se le cayo un plato; el estruendo retumbo en toda la cafeteria y sin embargo Jack parecia ajeno a todo. Su mirada parecia centrada en su propio interior. Maddy analizo con discrecion su rostro de estrella de cine; la mandibula marcada, la nariz recta y orgullosa. Era curioso, pero resultaba apasionado y distante al mismo tiempo. Percibia en el, bajo su mascara, una intensa energia que casi daba miedo. Era el tipo de hombre que podria enfrentarse a un incendio el solo y evitar que aquello y aquellos que le importaban sufrieran el menor dano. La pregunta del millon era: ?que era lo que le importaba a Jack Prescott? Apenas habia mirado al bebe, su sobrino huerfano al que acababa de conocer. Parecia de piedra, todo un enigma. Quiza Maddy nunca se enterase del motivo por el que Dahlia habia apartado de su vida a su hermano. Y si no fuera por el pequeno Beau, tampoco habria querido saberlo. Jack dejo la taza sobre el plato y miro al bebe, que habia vuelto a quedarse dormido en el cochecito. Habia sido Jack el que habia sugerido que tomaran un cafe, pero despues de un silencio tan largo, Maddy ya no aguantaba mas aquella fria calma. Tenia una mision, una promesa que debia cumplir... y un tiempo limitado para hacerlo. --Dahlia era una madre magnifica --le dijo ella--. Termino la carrera de Marketing despues de que naciera el nino. Ahora se habia tomado un ano libre antes de ponerse a buscar un buen trabajo --Maddy bajo la mirada mientras algo se le rompia por dentro. Era el momento de decirlo. El momento de confesar--. Dahlia apenas habia salido de su casa desde que llego con el pequeno --continuo--. Yo la convenci para que fuera a la peluqueria, que se hiciera la manicura... Maddy sintio que se le encogia el estomago y se le hundian los hombros bajo el peso de la culpa

  • Clave Matisse de Reyes Calderon

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    La juez Lola MacHor y su marido Jaime, medico investigador del CSIC, llevan mas de treinta anos juntos. Una noche, Jaime invita a cenar a dos amigos, JJ, un medico americano, y a Rafael Scott, asesor de un senador de Texas de origen argentino. Ambos han trabajado duro para conseguir que el prestigioso premio Wolf a la investigacion medica recaiga este ano en Jaime.
    Durante la cena, en la que Lola luce una pulsera que habia pertenecido a su suegra, JJ muestra vivo interes por la joya y tambien por un cuadro, regalo de los padres de Jaime y que segun ellos es una horrible copia de un Matisse. La pulsera desaparece despues de la cena y el cuadro unos dias despues, cuando se produce un robo en casa de la familia.
    A dos voces, desde la perspectiva de Lola y por primera vez, dando voz a Jaime, acompanaremos a la pareja en una investigacion que en esta ocasion involucra directamente a la juez y a su familia. Clave Matisse es un thriller absorbente que ahonda en temas como la confianza, las relaciones de pareja y las dificiles fronteras entre la mentira, la verdad y el dolor.

  • Venganza de amor de Vanessa Lorrenz

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    Londres 1845 Las manos comenzaban a dolerle de tanto tallar el piso, dejo de fregar las baldosas para levantarse y estirar el cuerpo. Casi lloro al ver que su vestido se habia mojado con el agua del cubo, estaba destrozado. No es que fuera un buen vestido, pero por lo menos cubria su cuerpo proporcionandole el calor que necesitaba. Maldijo al ver que se le estaban empezando a formar ampulas de tanto fregar. Esa era la tonica de todos los dias desde que habia llegado a ese orfanato. Bueno, tal vez no siempre, pero si desde que las demas ninas se encargaban de hacerle la vida imposible, siempre salia reganada y con un castigo tras otro. Suspiro pensando que aun le faltaba lavar las sabanas de las camas y, gimio pensando que las tenia que pasar por el agua caliente para que quedaran pulcramente limpias. Sophie no comprendia a sus once anos de edad como la vida daba tantas vueltas. Vivia en una pequena casita junto a sus padres, que eran campesinos. Mientras ambos vivieron, ella tuvo la mejor infancia que una nina puede tener, aunque no tenian muchas pertenecias, por lo menos si todo el amor de sus progenitores. Hasta que la desgracia toco a su puerta: las fuertes tormentas subieron la creciente del rio, sus padres, al percatarse de que su pequena parcela se destruiria, salieron para tratar de salvar lo poco que les permitiera el clima, sin saber que la corriente los arrastraria a los dos dejandola en el abandono. Esa fue la historia que le dijeron a ella cuando le dieron la amarga noticia. No tenia ningun familiar al cual le pudieran dar su custodia, realmente fue una suerte que alguien se preocupara por ella, y no la dejara desamparada. Claro que ahora que sufria todo ese maltrato por parte de las huerfanas del orfanato, deseaba que nadie la hubiera ayudado, aunque se quedara en la indigencia. Termino de fregar el suelo, y para cuando tiro el ultimo cubo de agua, sus manos estaban practicamente en carne viva. En cuanto llego a la habitacion que compartia con otras quince ninas, saco un saquito de tela que guardaba de debajo de la cama y contenia un unguento que le habia dado una senora en el mercado al ver el estado de sus manos. La buena mujer se habia quedado horrorizada al ver las llagas que habia en ella, y en un gesto de compasion le regalo el unguento para que se lo aplicara por las noches. Tal vez funcionaria con mayor eficacia si no tuviera que estar todo el dia fregando pisos y cacharros. Las demas companeras ya estaban en sus camas mientras ella lloraba curandose las manos. Sintio unos brazos rodeandola y se limpio las lagrimas antes de darse la vuelta y fundirse en un abrazo con Lidia, otra de las huerfanas que habian llegado tambien tras perder a sus padres. --Te duele mucho, Sophie. Te prometo que manana te ayudare a fregar los pisos. --No es necesario, Lidia. --Miro su amiga con sus ojos marrones; tenia una melena castana trenzada de manera que no se le soltara ningun cabello--. Ahora me pondre este unguento y se me calmara el dolor. --Dejame ayudarte a trenzarte el pelo. Dejo que su amiga la ayudara, mientras ella terminaba de curar sus heridas, despues se puso su bata de dormir de tela rigida que le habia dado la madre superiora, y se acostaron juntas en la misma cama. --?Sabes, Lidia? Algun dia saldremos de aqui, y haremos lo imposible por no tener ninguna carencia. Te lo prometo. Entraremos en sociedad y tendremos hermosos vestidos que seran la envidia de todas las debutantes-- dijo mientras acariciaba el cabello de su amiga. --Si, y nos casaremos con un conde, nos llevara a vivir a su castillo. --Si, nos llevara a vivir a un castillo. Sonrio pensando que esperaba encontrar la fuerza para cumplir con esa promesa, porque no pensaba seguir viviendo en la miseria. Eso lo juraba. Capitulo 1 Londres 1853 El corazon amenazaba con salirsele del pecho, solo tenia unas semanas para buscar un lugar donde irse a vivir junto con Lidia. La madre superiora habia sido muy clara: se tenian que ir de ahi porque ya pasaban de la edad aceptada dentro del orfanato. --Por suerte he pedido algunos favores para no dejarlas en la indigencia. Una modista las estara esperando para que la sirvan. Deben de ayudarla en todas las labores que ella les pida. A cambio tendran techo y comida. Pero ya se arreglaran con ella en cuanto lleguen. Tienen una semana para prepararlo todo, en cuanto llegue la carreta con las provisiones, se marcharan con ellos. Te dare una carta para Madame Rosset. Ahora toma esto. --La madre superiora le tendio un pequeno bolsito de tela mugriento--: eran las pocas cosas de valor que encontraron en tu choza. Al escuchar esas palabras, miles de sentimientos se agolparon en su pecho. Su infancia estaba atrapada en ese pequeno bolsillo. Lo tomo con las manos temblorosas, sabiendo que ahi estaba su vida. --?Sabe si aun esta disponible la casa donde vivian mis padres? --No, desafortunadamente la casa solo era arrendada; como todas las de la zona, le pertenece al conde de Kent. La dio en alquiler en cuanto saliste de ahi. Lo siento. Sabia que no le quedaba nada, pero por un segundo guardo la esperanza de darle una visita al que en algun momento fue su hogar. Acaricio el lacito con el que estaba amarrado el pequeno bolsito, ahi estaba todo lo que significaba su pasado. --Gracias, madre superiora. Estaremos preparadas para partir. Salio del despacho de la mujer que habia sido para ellas la unica figura materna en los anos que estuvieron ahi. Lidia estaba sentada en el banquillo donde se cepillaban el cabello. Su amiga miraba al vacio, sumida en sus pensamientos, ajena a la preocupacion que embargaba a Sophie. En cuanto las dos pusieran un pie fuera del orfanato, nada seria igual; unicamente se tendrian la una a la otra para protegerse. --?Que sucede Sophie? No me digas que se entero la madre superiora de que hemos metido otro gatito al orfanato. Debemos convencerla de que las ninas pequenas se han encarinado tanto con el que no podemos dejarlo en la calle. --No, de hecho, me mando llamar para decirme que tenemos que tener nuestras pertenencias listas, saldremos de aqui en cuanto llegue la carreta con las provisiones. Al parecer, una modista nos estara esperando para que comencemos a servir para ella. --!?Nos estan echando de aqui?! No pueden hacernos esto, ?como vamos a sobrevivir? Las demas huerfanas... ?Que pasara con ellas? ?Quien las cuidara ahora? --Tenemos que irnos, es hora de comenzar una nueva vida fuera de estas paredes, las hermanas de la caridad ya no pueden mantenernos. Tenernos aqui genera gastos. Y sabes que las donaciones de las damas de sociedad cada vez son menos. --?Y adonde vamos a ir? No conocemos nada mas alla de estas paredes. --Lidia parecia realmente afectada. --Ya veras como nos ira mejor --dijo tratando de infundirle algo de animo. --Tengo miedo de lo que vamos a encontrar alla afuera. Quiero seguir aqui. --Sabes que la unica forma de que te quedes aqui es tomando los habitos y consagrando tu vida a Dios. ?Tu has sentido el llamado del Senor? Porque yo definitivamente no lo he sentido. Necesito saber que nos depara la vida fuera de aqui. Por mucho que la nueva experiencia le diera miedo, tambien sentia un cierto nerviosismo por descubrir cosas venideras. --Tampoco lo he sentido, pero me aterra pensar que andaremos las dos solas por el mundo. Recuerda lo que le paso a Emily, no supimos nada de ella hasta que la encontraron tirada en un callejon oscuro del puerto. Solo Dios sabe lo que tuvo que pasar. Pero su muerte fue horrible. --Ay, Lidia, no debemos pensar que nos pasara algo asi. Ademas, nosotras trabajaremos para una modista. No creo que nos suceda nada malo, simplemente no debemos acercarnos al puerto. Sabes que esa zona es peligrosa. Trabajaremos todo lo que podamos para comenzar una vida. --Tengo miedo, Sophie, miedo de no saber como vivir. ?Acaso tu no tienes miedo? --Si, claro que tengo miedo, pero tambien una deuda pendiente que cobrar y, para eso necesito salir de estas paredes. --No entiendo de que estas hablando.

  • La Chica Que Queria Una Aventura de Olivia Saint

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    Deja que el te lleve en una aventura de amor y placer, para que descubras un nuevo mundo.
    Jess decide realizar un intercambio, yendo a otro pais con su mejor amiga, pero todo cambia cuando conoce a un chico malo que le produce sensaciones que nunca jamas habia experimentado antes. El la llevara; por una montana rusa de sensaciones extremas en donde el placer es el principal protagonista.

  • Belleza Animal de C. M. Rose

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    No podia creer lo que mis ojos estaban viendo era una casa gigantesca de dos plantas, habia espacio para mas de seis automoviles, parecia una mansion; me dio algo de nostalgia al ver esa casa y recordar mi hogar; parecia mas bien una casa de una familia muy adinerada que de seis personas como me habia comentado la senora Montes, revise varias veces las direccion que me anoto en un pedazo de papel, si era exactamente la misma pero no podia creer que en ese lugar solo vivieran seis personas y todos hombres, debia existir algun error para ello; estaba reconsiderando la idea de buscar otro lugar, pero no tenia mucho dinero para seguir viviendo en un hotel o en cualquier parte necesitaba estar en un lugar fijo; solo era unos dias que podia probar si me gustaria quedarme o si me queria marchar, lo peor que podia perder era mi tiempo. Agarre muy fuerte la llave contra mi pecho, odiaba que la senora Montes no me haya dado mucha informacion de mis companeros, iba ser un poco extrano compartir vivienda con seis hombres, pero la propuesta que ella me dio era tentadora y no me queria rehusar, era algo que me beneficiaba demasiado. Tome una gran bocanada de aire y segui adelante, abri la pequena reja; todo se veia muy limpio en la parte de afuera, el pasto estaba tan verde y parecia recien cortado, arrastrando mi gran maleta me acerque a la puerta y la toque varias veces, nadie abrio la puerta me enoje un poco. No me sentia muy comoda entrando a una casa sin que las personas que vivian alli no supieran que alguien iba a estar cuando regresaran, pero me encontraba muy cansada y lo que mas deseaba en ese momento era poder sentarme, tomar un vaso de agua y dormir un buen rato; no pude soportarlo y entre. – !Buenas tardes! – Grite muy fuerte esperando que alguien me escuchara. – !Buenas tardes soy el nuevo huesped la senora Montes me envio! – Segui gritando tal vez a la nada, pero igual continue esperando que alguien me escuchara. – Perdon la intromision y por haber entrado de esa manera… – Conclui que la casa estaba vacia se encontraba en silencio absoluto; era algo incomodo, era mejor dar media vuelta y marcharme; tal vez esperar en el pequeno portico a que alguien llegara, podria estar allanando una propiedad privada y en vez de estar en la casa podria terminar presa. Me senti aterrorizada y un escalofrio recorrio mi espalda en tan solo pensar en que llegaria estar en prision y la unica llamada tendria que hacerla a mi madre y me mataria por todo esto. Estaba algo perturbada, estar en un lugar que no conocia y que nadie me podria recibir y mucho menos sin saber con quien iba a vivir; ya habia entrado y debia afrontar que estaba en una casa que no era mia, sin permiso. Deje mis cosas en la entrada, pude notar que toda la casa estaba pintada con un tono blanco, el color de los muebles contrastaba de una manera muy estetica; tal vez tendrian a alguien que les limpiara todo estaba impecable, me daba mucha verguenza ensuciarla o arruinarla. No podia ser que seis hombres fueran tan limpios, podrian ser gais y parejas todos; y yo podria incomodarlos, o todos podrian ser hermanos, muchas ideas comenzaron a rondar mi cabeza de que serian estos seis chicos, o que relacion tendrian entre ellos. Me quite los zapatos y me adentre mas a la casa. – ?Hola? – Dije asomandome a la cocina, me sorprendio muchisimo al verla, era muy hermosa, la decoracion era muy sencilla, pero me gustaba; estaba segura que en esa cocina cabian mas de diez personas sin ningun problema; me acerque al frigorifico, se que no estaria bien pero no pude evitar abrirlo, para ver que comian estos hombres. Al verlo de arriba abajo me sorprendio muchisimo que tuvieran carne cruda congelada como para alimentar a un batallon. Menos mal no era vegetariana sino seria un karma para mi vivir con seis carnivoros; toda la estanteria de la cocina estaba de comida enlatada, frituras y caramelos. Parecia que estos chicos comian como animales, nunca habia visto tanta comida y estaba acostumbrada a ver mucha comida al tener una familia tan grande, pero ellos me estaban sorprendiendo sin ni siquiera conocerlos. Sali de la cocina, pero la curiosidad pudo conmigo, revise cada rincon de la casa, el primer piso tenia una habitacion muy grande, pero parecia que nadie la estaba usando, la cama estaba solo con el colchon, y parecia que hace mucho tiempo nadie entraba en ese gran lugar. Me sente en la cama, el colchon parecia comodo no me recoste; si lo hacia me quedaria dormida y eso seria el peor problema porque el que pudiera suceder en este lugar; pase mi dedo por la pequena mesita de noche, la linea por donde pase mi dedo quedo marcada demostrando que habia una gran gruesa capa de polvo e. Si esa llegase a ser mi habitacion tendria mucho que limpiar antes de poder dormir, tenia su propio bano, que tambien se notaba que estaba sin usar desde hace un buen tiempo. Termine de revisar el primer piso y no habia muchas cosas interesantes, sabia que no debia subir, pero no pude residirteme; para mi mala suerte todas las habitaciones estaban cerradas con llave, habia seis habitaciones cerradas y un bano. Baje desanimada las escaleras por no saber ni siquiera como eran, camine hasta el gran salon, habia un sofa de color blanco; me sente un rato mientras me imaginaba como serian mis companeros, a que se dedicarian o que harian de sus vidas, el sofa era demasiado como, me recoste un momento, estaba demasiado agotada para luchar con el cansancio, por mi cabeza comenzaron a pasar imagenes de leones tigres, lobos y zorros, no entendia muy bien el porque; cerre un momento los ojos y me quede profundamente dormida. Capitulo 1 Buscando donde vivir Me comenzaba a arrepentir de haber dejado mi casa, la comodidad de la que estaba acostumbrada, arrastrando la maleta por la calle y muy desanimada, no sabia que iba hacer, o para donde debia irme; aun no tenia amigos y no conocia a nadie, pero aunque estuviera mal por todo lo que habia pasado aun pensaba en iniciar mis clases en la universidad y me lograba animar un poco, habia trabajado tanto para lograrlo y no podia rendirme; pero las cosas no estaban marchando muy bien, pero no podia vivir en una casa compartida donde a todas horas hay personas gritandose groserias o cosas muy obscenas; la ropa sucia de cualquiera terminaba dentro del frigorifico, o alguien dormido encima de la mesa de la cocina desnudo pero creo que lo peor que todas las cosas que sucedian en esa casa eran las cucarachas, creo que hubiera pasado los gritos, la ropa sucia o una que otra vez a alguien dormido completamente desnudo, pero ese animalito no lo tolero, me habia quedado literal en la calle, pero ahora era mi responsabilidad y mi problema ver que hacia para salir de esta horrible situacion. Mi paciencia tenia su limite y estaba por acabarse me comenzaba a desesperar, mis clases estaban por comenzar, necesitaba un lugar lo antes posible para instalarme. Una parte de mi pensaba y se replanteaba en dejar todo botado y regresar al pueblo, despues de la lucha que tuve con mis padres esa idea no me entraba en la cabeza, al dejar la casa estaba segura que mi habitacion, debia estar transformada por uno de mis hermanos. – Hola – Dije atendiendo mi celular. – ?Como que hola no sabes quien soy? – Mama lo siento, estoy caminando y no pude ver quien era. – ?Que estas haciendo tan temprano un sabado en la calle? La ciudad es peligrosa ?No quieres regresar? – No mama – <> pense mientras se me ocurria que inventarle a mi progenitora. – Estoy conociendo la ruta que debo tomar todos los dias para ir a la universidad. – Menti. – Bueno tu sabras como hacer las cosas, no me hagas caso mas bien dame el numero del telefono de donde estas viviendo. – !?Que?! – Me exalte – ?Para que lo necesitas? – Si no atiendes ese aparato puedo llamar a esa casa para que me digan que estas haciendo. – Era increible por lo que estaba pasando. – Mama no tienen telefono ahi. – no se si estaba mintiendo o siendo honesta. – !?Como que no?! – mi mama estaba histerica, comenzo a gritar y no se por cuanto tiempo lo estuvo haciendo, segui caminando con mi maleta y mi celular alejado de mi oido, estaba segura que no queria quedarme sorda por los gritos de ella. – Mama no lo se, la verdad no he pregunte. – Pregunta de una buena vez – Necesitaba decirle algo para tranquilizarla. – Esta noche te llamare y te dire si hay o no hay telefono ?Te parece? – No muy convencida acepto; se que no estaba de muy buen genio, pero necesitaba que se tranquilizara, entre en panico. – !Dios iluminame! – Grite de la desesperacion que ese momento me consumio. Las personas me miraron como si estuvieran viendo a una loca. No estaba tan lejos de enloquecerme entonces no me molestaba que miraran de esa manera. Los dias pasaron y mi primer de clase llego, odiaba tener que dormir en hostales, era muy incomodo, teniendo una maleta gigante. Llegue a la facultad con una mi fiel compania que era la maleta morada que mis padres me habian regalado, los demas estudiantes me observaban de una manera extrana, no los puedo culpar nadie va a una universidad con una maleta llena de cosas y tan grande; estaba segura que este dia iba a ser demasiado largo. No podian seguir asi, esa semana debia pagar un hotel por lo menos para poder dejar mis cosas en un lugar seguro. Ojala ese fuera mi unico problema, todos los dias tenia a mi madre llamandome a preguntarme como eran mis companeros y que se los pasara para poder hablar con ellos. Todo se empezaba a complicar cada dia mas, el dinero que mis padres me enviaban, mas el que habia ahorrado desde la secundaria se estaba agotando con los dias. Necesitaba encontrar un trabajo de medio tiempo al igual que un lugar bueno, bonito y no muy costoso para vivir. Despues de la tormenta por fin llego la calma y las cosas comenzaron a mejorar, aunque no tuviera un lugar donde vivir, encontre un trabajo de medio tiempo, lo cual me venia como anillo al dedo, teniendo ya una entrada economica, me sentia un poco mas tranquila. Pero me gustaria encontrar un lugar donde pudiera vivir mas tranquila y sentirme mas comoda, aunque el hotel era bueno no era lo mismo que estar viviendo en una casa con companeros, o en un departamento sola. Un dia escuche a unos companeros hablando de que en la cartelera de nuestra facultad publicaban, lugares que alquilaban desde habitaciones, casas compartidas hasta departamentos para uno solo. Las cosas estaban mejorando y era algo que me alegraba muchisimo. Estaba muy enojada, llame a cada lugar de los que habia visto en la cartelera, ya estaban alquilados o pedian demasiado dinero y era el momento que no tenia tanto como para pagar, cada dia iba a revisar la cartelera, para ver si habia algo nuevo, o quizas disponible. Posiblemente fue cosa del destino o suerte no estaba segura, pero era la direccion de una mujer Emma Montes duena de una empresa de bienes raices; ya habia desgastado todas mis ideas asi que no perdia nada en intentar hablar con ella. En mi ultima clase de ese dia estaba demasiado ansiosa, queria ir a ver a la senora Montes, queria salir de la situacion tan horrenda en la que me encontraba; estaba contenta de que ese dia no trabajara, fue un alivio poder estar tranquila en mi busqueda; no fui al hotel aun tenia un par de horas para la guardar mis cosas, antes de que me cobraran otra noche. Tome el metro, con cada estacion menos sentia que estaba mas cerca de una solucion que me beneficiaria, me puse a ver por la ventana pensando en que conseguiria algo muy bueno. Por fin despues de unos minutos por fin llegue a mi destino, sali del vagon como si me estuvieran persiguiendo, segui la ruta que habia encontrado; camine un par de calles hasta que por fin encontre el lugar que tanto ansiaba, un letrero gigante con el nombre de Emma Montes me hizo sentir la persona mas dichosa del mundo. – !Buenas tardes! – entre saludando, esperando que alguien apareciera. – Bienvenida buenas tardes. – A los pocos segundos aparecio una mujer vestida con un perfecto vestido blanco y una chaqueta roja; con una pequena placa dorada con su nombre. – Busco a la senora Montes. – Dije, mirando a la mujer que me sonreia, parecia una modelo de pasarela, aunque ya pasara los cuarenta se veia demasiado bien; tenia unos tacones negros que eran bastante altos; su cabello tan negro como el carbon le llegaba un poco mas abajo de los hombros, detras de esas curiosas gafas amarillas escondia unos espectaculares ojos azules. – ?Que necesitas linda? – Me pregunto mirando sobre las gafas. – Es que … necesito un lugar donde vivir… – Titubee por un momento – ?Usted me puede ayudar? – La mire esperando respuesta ella se limito a sonreir. – Claro que te puedo ayudar, acompaname a mi oficina. – Ella camino por un pasillo, donde habia mas personas, algunas hablando por telefono, otros mirando una especie de folletos y otros escribiendo sin darse cuenta de la presencia de la senora Montes o mia, se encontraban muy concentrados en sus trabajos, todos los cubiculos estaban ocupados, se escuchaba el bullicio de todos hablando. – Sigue por favor. – Antes de que la puerta se abriera pude leer la inscripcion “Emma Montes Gerente General” – ?Como te llamas? – Me pregunto rodeando el escritorio que ocupaba gran espacio de la oficina. – Jessica. – Me sente en una de las sillas de cuero blanco frente a la Senora Montes, por la decoracion de su oficina pude notar que ella amaba el blanco, todas las paredes tenian el mismo color, al igual que la alfombra peluda. Tambien parecia que le gustaba muchos los gatos, tenia cuadros con gatos pintados al igual que una pequena estatua y otras cosas con la tierna forma. – Bueno Jess. – <> La senora Montes era un poco confianzuda conmigo. – Yo soy Emma Montes, por favor dime Emma. – Me miro fijamente con una sonrisa de oreja a oreja. – Cuentame que es exactamente lo que deseas. – Llegue a la ciudad hace un mes y estaba en una casa compartida con mas personas, pero las cosas se descontrolaban, fue terrible, despues de eso he vivido en hostales y ahora me encuentro en hotel. – ?Estas en un hotel ahora? – asenti. – Un hotel en esta ciudad es muy costoso, necesitamos encontrar algo para ti y pronto. – ella comenzo a buscar algo en su computadora que no podia faltar que fuera de un blanco mate muy hermoso.

  • Todo lo que nunca te dije de Chris Razo

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    Ano 2009. Me llamo Chelsea, tengo diecisiete anos, estoy a tan solo unos meses de cumplir los dieciocho. Vivo en San Francisco, en el distrito de Richmond, aunque naci y creci hasta los cinco anos en Santa Barbara. A mi padre le salio una oportunidad de trabajo, y aqui estamos. Me siento afortunada, tengo buenos amigos y me encanta el barrio donde resido. Justo en la casa de al lado vive mi amiga Arizona con su hermano Matt --suspiro poniendo los ojos en blanco--. Si, lo admito, estoy loca por el, a pesar de que no sea un amor correspondido. Para Matt, dos anos mayor que nosotras, no soy mas que la amiga de su hermana, y la hermana de uno de sus mejores amigos. Es alto, con el pelo algo revuelto y rubio, unos ojos azules que tienen el poder de dejarte hipnotizada. Mi amiga, por supuesto, sabe que suspiro por su hermano, y ambas creemos que es algo imposible. Matt se esta tomando un ano sabatico para reflexionar sobre si quiere ir a la universidad. Mientras tanto, da clases de refuerzo a los alumnos del instituto. Si, no solo es el chico mas guapo, tambien es inteligente, a lo cual, de momento, no le saca partido. Nosotras, por el contrario, ya tenemos pensado a que universidad iremos, a Standford; en realidad, cabe la posibilidad de que sea a Berkeley. Lo que tenemos claro es que no queremos separarnos. Tenemos un grupo de amigas increibles, en el que Arizona es mi apoyo incondicional: Kenisha, Baby, Blue, Lyn, Cady y nosotras dos formamos una pina desde que empezamos en el colegio. Por desgracia, el ano que viene nuestros caminos tomaran rumbos diferentes. Nos hemos hecho una promesa: mantener el contacto, a pesar de que nuestros caminos vayan a separarse. 1 La noche que lo cambio todo Esta misma tarde es la fiesta de fin de curso, Arizona y yo hemos quedado en su casa para prepararnos. Ella esta obsesionada con dejarme uno de sus increibles vestidos, maquillarme y dejarme preciosa. Algo que, por supuesto, no me apetece. Al final, me decanto por un modelo de color azul oscuro y tirantes, nada llamativo. En un principio decidimos que iriamos solo chicas, lo cual no tardamos en romper. Cuando me quiero dar cuenta todas estamos emparejadas, hasta yo. Me han buscado acompanante: Dorian, un chico con el que apenas he cruzado dos palabras y con el que seguramente no tenga nada en comun. Ir a ese baile no me apetece en absoluto, no es mi ambiente, no es mi sitio, aun asi, quiero estar con mis amigas. Los chicos vienen a buscarnos, nos vamos los cuatro en el coche. No puedo evitar estar nerviosa. Ari me coge la mano en varias ocasiones sonriendome. Sabe perfectamente como me siento. Al llegar, todas estamos juntas, pero, conforme avanza la noche, cada una va con su chico, excepto yo, porque Dorian ha desaparecido nada mas entrar, ha encontrado a otra con la que divertirse, lo cual no me parece raro. Me acerco a beber algo, mirando la hora una y otra vez. Observo lo que sucede alli, todo el mundo con sus parejas, bailando, riendo, divirtiendose. Me siento estupida aqui. No tenia que haber venido. Trato de contener las lagrimas, pero las malditas acarician mis mejillas sin poderlo remediar. Salgo de alli despavorida, mientras camino, pongo un mensaje en el grupo de las chicas: The Babies. Chelsea Hola, chicas. Lo siento, no me encontraba muy bien y he decidido marcharme. Nos vemos manana. Un beso. Media hora despues estoy sentada en el jardin de mi casa sin ganas de entrar. Contemplo las estrellas, desde pequena me ha encantado y me aporta tranquilidad. Cuando estoy metida en mis pensamientos, alguien se acerca por detras. --!Eh! ?Ya habeis vuelto? Si que ha durado poco el baile. Es Matt. Va vestido con una chupa de cuero, unos vaqueros ajustados y su pelo revuelto. Tan guapo como siempre. Tan especial... --Bueno, para mi si. Estaba cansada. --?Has vuelto sola? ?Y tu acompanante? --Se sienta a mi lado, me mira esperando una respuesta. Coloco mis gafas y respondo con sinceridad, como siempre. --Ese no es mi sitio, Matt, todos lo sabemos. He ido por las chicas, pero cada una estaba con su pareja --lo digo con tristeza, a pesar de que tendria que tener asumido que eso iba a pasar. --?Y la tuya? --A la mia no le he parecido una buena compania. Suele pasar, para ninguno lo soy. No pasa nada. --Matt me observa desconcertado, acaricia mi brazo y mi vista va directa a sus ojos. Esos en los que nunca me tendria que haber fijado o no de esa manera. --?Por que dices eso, Chelsea? Eres una chica estupenda. El chico que no sea capaz de verlo es un idiota. --Consigue sacarme una sonrisa. --Ya, pero a las chicas simpaticas nunca las besan, solo a las guapas. Me rio porque en realidad tampoco me afecta. No soy fea, si bien tampoco llamo la atencion, y cuando lo hago es por mis gafas y mi poco estilo con la ropa. --Chelsea, no se quien te habra metido todas esas tonterias en la cabeza... Estas muy equivocada. Matt se acerca lentamente a mi, juntando sus labios con los mios. Yo lo recibo con torpeza. Las mariposas revolotean por mi estomago. Nunca hubiera imaginado que Matt fuera a darme mi primer beso, tantas veces lo he sonado..., por fin se ha hecho realidad. No se cuanto dura, lo que si se es todas las emociones que despierta en mi. Nos separamos, lo miro con una sonrisa idiota, y el acaricia mi pelo. --Los chicos besamos a las chicas simpaticas, pero, ademas, es que tu eres preciosa, Chelsea, que nadie te diga lo contrario, por favor. --Me acurruco entre sus brazos y cierro los ojos disfrutando de este instante que se que acabara--. A pesar de que estoy muy a gusto contigo, es tarde y te vas a quedar helada aqui fuera. --?Quieres entrar? --Ni siquiera lo pienso--. No hay nadie en casa en todo el fin de semana. --Al ver su gesto desconcertado, me doy cuenta de que he metido la pata--. Olvidalo, es tarde, tienes razon. Hablamos. --Me levanto y comienzo a andar, el coge mi brazo. --Si quiero, pero no debo. No estoy seguro de ser capaz de parar de besarte, Chelsea. No quiero darte problemas. --No pasa nada. Lo entiendo. Cuando abro la puerta, el vuelve a estar detras de mi. Me coge de la cintura y entramos en casa. Cuando cierro, el me coge la mano, acaricia mi mejilla, y yo, tras cerrar los ojos, tiemblo al sentir de nuevo su roce. Sigo pensando que estoy en un sueno. Matt me quita la chaqueta despacio, vuelve a poner sus labios en los mios, un beso calido, delicado. Una faceta que dista mucho de la que yo conocia de Matt. --?Estas nerviosa? --!Claro que lo estoy! ?Como no estarlo? Estoy con el chico que me gusta, me esta besando, no hay nadie mas que pueda interrumpirnos. Asiento--. Chelsea, no quiero que te sientas obligada a nada. Me gusta mucho todo esto, aun asi, no tiene por que pasar de aqui. --No me siento asi. Es mas, estoy en una nube. Hace muchos anos que nos conocemos, Matt, y tu nunca... --No hablemos de eso ahora. No lo hacemos. Cojo su mano, subimos la escalera y abro la puerta de la habitacion. El se queda embobado observandolo todo. Solo las chicas han entrado aqui hasta ahora. Es mi pequeno rincon. Un sitio muy mio al que no dejo pasar a nadie. Se acerca a los cuadros. --?Esto lo has hecho tu? !Es impresionante! --Si --anado algo avergonzada. --No tenia ni idea de que te gustara la pintura. Siempre pense que tu vida eran los libros. --En cierto modo tambien lo son, pero la pintura es como una via de escape. Me siento feliz cuando cojo los pinceles, solo es un hobby. --?No piensas dedicarte a eso? --?Que? !Claro que no! --Es evidente que mi respuesta lo defrauda. --No lo puedo creer. !Tienes mucho talento! Podrias ganarte la vida con esto. --Gracias por los animos, Matt, en realidad, no creo que eso sucediera. No tengo tanto talento. --?Por que siempre tienes esa desconfianza en ti? --Agacho la cabeza. No entiendo como es capaz de leer en mi todos mis miedos. --Solo tienes que mirarme. --Lo hago. Siempre lo he hecho. --Sus palabras vuelven a ponerme nerviosa. ?Por que me dice eso? El nunca se ha fijado en mi. Para el siempre he sido la amiga de su hermana, nada mas. Me acaricia de nuevo, erizando mi piel--. Chelsea, eres muy especial

  • Un amigo seductor de Alina Covalschi

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    Letras, palabras, frases gritan y forman en mi imaginacion historias. Se puede decir que vivo dentro de mi mente, buscando y creando un mundo perfecto para mis lectores. No tengo limites para sonar… Me siento viva cuando rio y lloro con los personajes que manejo con la magia de mis dedos. Tarde en escribir este libro, pero con la ayuda de mi familia y mis amigos, el camino se hizo mas corto. Muchas fueron las personas que de forma directa o indirecta y aun sin saberlo, me ayudaron a desarrollar esta hermosa historia de amor. Empece a escribir en una conocida plataforma y con el apoyo de mis lectores, este libro tomo forma. Estuvieron presentes en la evolucion y desarrollo total de la historia, les agradezco con creces. Los quiero. A mi amiga, Bea Gutierrez quiero darle las gracias por su apoyo y compresion. Has plantado una semilla de amistad y hemos recogido juntas un ramo de felicidad. Estoy muy agradecida por su paciencia, su disponibilidad y su capacidad para guiar mis ideas. Y por ultimo agradezco a todos ustedes que invierten su tiempo en leer esta novela. C PREAMBULO elia se mueve entre lo que es correcto y lo que su corazon le dicta. Un tutor que ha intentado llevarla por el buen camino y un amigo o mas bien un hermano, son todo lo que tiene en la vida. Un viaje inesperado cambiara su rutina para siempre. El Polo Norte la espera para realizar una investigacion junto a Lucas, su mejor amigo. Pero algo cambia. ?Es normal desear vorazmente al que deberias ver como un hermano y nada mas? ?Por quien se dejara llevar: el corazon o la cabeza? Un amigo seductor la hara elegir de la forma mas inesperada. L UN VIAJE POR LOS RECUERDOS a luz del sol hacia resplandecer la nieve que reposaba sobre los delgados troncos creando un mundo en el cual habia mucho que pensar. Unos ligeros copos rozaban los cristales del coche, acompanando el paisaje con una lluvia de infinitas plumas. Celia se hallaba flotando en el medio de un sueno intentando encontrar la definicion exacta de sus sentimientos. Siempre terminaba por decir algo que ni siquiera sentia, algo que ponia a prueba su paciencia. A veces se sentia como esos copos de nieve; fragiles, perdidos, que desaparecian facilmente sin dejar rastro. Su vida pasaba igual que el viento por el paisaje. Era monotona, silenciosa y no habia nada que la hiciera destacar. Nada, salvo sus pensamientos mas ocultos a los que ni siquiera ella se atrevia a acceder muy a menudo. Pero era incapaz de abandonar ese viento y esos copos de nieve que le atormentaban la vida. Cuanto mas lo pensaba, mas cuenta se daba de que debia asumir la realidad y enfrentarse exactamente a eso, lo que mas temia: sus sentimientos y fantasmas. Fantasmas con cuerpo y mente humanas. Recordaba muchos episodios desde su ninez; algunos buenos, otros malos... Pero en los que mas feliz habia sido; aparecia el con su sentido del humor, carinoso, inteligente, leal y caballeroso. Era el unico que la hacia sentirse segura y con los pies en el suelo. Fue su guia durante toda su vida y no podia imaginarse como seria vivir sin el. La suave musica que surgia de los altavoces del coche la habia hecho cerrar los ojos durante un rato y no los abrio de nuevo, hasta que escucho la voz de Lucas. --Celia... --?Si? --contesto a la vez que miraba por el parabrisas--. ?Que ocurre? --Casi hemos llegado --dijo el a modo de explicacion. --No entiendo que es lo que quiere ahora Angel. --Ella se irguio en el asiento y miro a su amigo con curiosidad. --No tengo ni idea, pero sabes que sus ideas son retorcidas. La semana pasada me dijo que esta con un proyecto importante y supongo que tiene que ver con eso. El departamento cientifico en el que trabajamos le puede servir como ayuda. --Si, pero tenemos mucho trabajo. No quiero que me complique otra vez la vida. Siempre acabamos haciendo lo que el quiere --dijo ella pensativa. --El viejo lleva mas de quince anos metiendo su nariz en nuestras vidas. No consigo tener una relacion estable, no para de llamarme y pedirme favores todos los dias. --Giro el volante a la izquierda y Celia observo como la casa aparecia delante de sus ojos. --?Crees que para mi ha sido facil? Espanta y critica a todos mis novios, deje de tener relaciones serias, esta ahogandome con sus visitas y esto pasa desde que hemos decidido ir por nuestra cuenta, desde que nos fuimos de su casa --dijo mientras miraba la casa con nostalgia. Angel fue para ellos como un padre, un mentor que los habia ensenado como era tener un hogar feliz, tener una familia. Celia tenia solo cinco anos cuando Angel entro por primera vez en ese orfanato, ella acababa de perder a sus padres en un accidente de coche. Estaba tan asustada que cuando Angel se le acerco para hablarle, sus miedos desaparecieron al instante. --Hola, pequena. ?Cual es tu nombre y por que lloras? Eres muy bonita y esas lagrimas asustan a los angelitos que estan sentados en tu hombro. --?Angelitos? --Si, pequena, los angelitos que te cuidan. --Yo no los veo, ?donde estan ahora? --Ahora estan sentados en tu hombro derecho, pero no mires, se pueden caer. --?Cuantos son? ?Sabes como se llaman? --Son dos y los nombres los tienes que elegir tu. --Mmm, vale, y si me dices tu nombre yo tambien te dire el mio. --Mi nombre es Angel, pequena. --El mio es Celia, ?que haces aqui? --He venido a por ti. Vas a venir conmigo a mi casa, ?te gusta la idea? --No lo se, ?es bonita tu casa? --Si, pequena. Es muy bonita y no vas a estar sola, tendras un hermano. --?Un hermano? Y, ?como se llama? --Se llama Lucas y el ya esta en casa esperandonos. ?Nos vamos? Al ver la casa de nuevo, Celia recordo cuando la vio por primera vez. --Wow --exclamo--. Esta casa es enorme, ?tienes mucho dinero, Angel? --Mmm…, ?tu que piensas pequena? --Que si. --Pues ahi tienes tu respuesta. --Lucas, ?puedes venir un momento? Ha llegado tu hermana, ven a saludarla. --Hola, yo soy Lucas. --Hola… soy Celia. --Celia, ?vas a bajar? --pregunto Lucas rompiendo sus recuerdos. --Si, estaba recordando el primer dia que llegue aqui. Lucas cerro la puerta del coche y miro la casa. El tambien recordaba el primer dia que llego alli, estaba nevando y el paisaje era como sacado de un cuento de hadas. --?Te gusta la casa, Lucas? --Si, supongo. ?Vives solo? --Desde ahora en adelante, no. Vivire con mis dos hijos. --?Dos? --Si, vas a tener una hermana. La semana que viene la voy a traer. Perdio a sus padres en un accidente de coche y se quedo sin la gente que mas queria. Nosotros vamos a ser su nueva familia. --Ah, bueno. Estara triste, como yo... --?Sabes? Tu madre te queria mucho, Lucas. --Si, claro. Y por eso se suicido, ?no? --No hables asi, ella cometio un error. --Si, dejadme solo. --No vas a estar solo nunca mas, te lo prometo. Y asi fue, desde ese dia nunca estuvo solo. Tener a Angel y a Celia fue lo mejor que le habia pasado en la vida. --T UN VIAJE INESPERADO odo sigue igual. El viejo no cambio nada en la casa --hablo Celia mientras caminaba por el pasillo, observando cada detalle de aquel lugar tan familiar para ella. Alli seguia el espejo que siempre la asustaba por la noche, las fotos y algunos dibujos suyos del colegio. Tambien estaba el florero ese tan feo que, a menudo, tiraba al suelo cuando jugaba con Lucas mientras corrian como locos por toda la casa. El juego preferido de los dos hermanos era imaginarse que las lamparas eran aviones de combate y ellos, los pilotos. --Si, todo sigue igual. Mira esta foto, ?recuerdas ese dia? Estabas manchada de tarta de chocolate por toda la cara. --Sonrio melancolico. --Fue por tu culpa. Me dijiste que si no me la comia rapido, se la ibas a regalar a nuestra nana. --Se acerco y le golpeo el hombro con su puno carinosamente. --Me gustaba molestarte y me sigue gustando. Tu cara se convierte en un cuadro de colores vivos y eso, carino, es una vista que muchos hombres desean ver. --Dejo la foto de golpe en el mueble al darse cuenta de que habia admitido algo que tenia escondido en el fondo de su corazon. --Lucas, deja de bromear. Cuando me enfado soy fea y lo sabes. Venga, vamos a ver al viejo. --Empezo a caminar y el sonido de sus tacones retumbo en toda la casa. El escuchar a su amigo hablar asi de ella y verlo despues de unos meses, la hizo sentir un suave escalofrio. No podia negar que el era muy atractivo y que siempre habia comparado a sus novios con Lucas. Era alto, delgado y contaba con una sonrisa seductora. Tenia el pelo oscuro y desprendia una masculinidad que causaba un cosquilleo inesperado para el cuerpo de Celia. Para ella, era el hombre perfecto, sin contar ese miedo suyo de comprometerse. Tenia novias, eso si, y siempre muy guapas, pero en cuanto las cosas se volvian mas serias, las dejaba. Asi de simple. La puerta de la biblioteca se abrio dejando a la vista a un hombre todavia imponente a pesar de su edad. Se notaba que en su juventud habia roto el corazon de alguna que otra chica. --Hola, hijos mios. --Una sonrisa llena de alegria y felicidad marco el rostro de Angel al ver a esos dos juntos delante de sus ojos. Para el, ellos habian sido la razon por la que siguio vivo despues de la muerte de su mujer. No habian tenido hijos porque no podian y cuando ella murio de leucemia, para el, el mundo dejo de existir. Lo unico que lo habia mantenido con vida era el trabajo, llegar a ser un reconocido cientifico fue su mayor meta, y cuando lo consiguio, se encerro en un laboratorio y no salio hasta ese dia en el que cambio su vida, cuando habia ido a recoger a sus dos amores. El dia que su companero de trabajo, Diego, le dijo que una amiga suya se suicido y dejo atras a un nino de nueve anos, el no dudo en llamar a los servicios sociales para ver si tenia mas familiares. Fue el dia mas feliz de su vida cuando le dijeron que no y que aceptaban que el fuera el tutor de ese pobre nino. Ese nino que ahora no es ni mas ni menos que un hombre con una carrera exitosa, igual que su otro amor, Celia. --Hola, Angel. ?Como estas? --pregunto Celia mientras lo abrazaba. --Contento de ver lo hermosa que eres. Cada vez que pasan los dias me pregunto por que no encuentras a un buen chico --dijo mientras miraba de reojo a Lucas para ver su reaccion. --?Por que? Sera porque a ti no te conviene ninguno y, ?sabes? He tomado una decision. No voy a presentarte a ninguno mas. No paras de asustarlos. -- Meneo la cabeza molesta y Angel empezo a reir. --Es porque ninguno es digno de ti --afirmo Angel mientras aprovechaba para abrazar a Lucas. --?Como esta mi chico? ?Sigues con Laura? --dijo el viejo conteniendo una sonrisa. --Gracias a ti, no. Tus llamadas de madrugada la volvieron loca y me dejo. Por eso decidi irme estos meses, lejos de ti. --Gruno el mientras su tutor comenzaba a reir de nuevo. --Venga chico, no me puedes echar la culpa por eso. Te dejo porque no le has pedido matrimonio, eso seguro. --Celia agarro a Angel por el brazo para cortar la conversacion y empezo a caminar. --Quiero saber por que nos has llamado un sabado, mi dia libre. ?Que es lo que pasa? --Lucas empezo a caminar detras de ellos y a escuchar con atencion la conversacion. Entraron en el salon y despues de servirles una copa de vino, el viejo se sento comodo en su sillon preferido mientras miraba con orgullo a sus dos amores. --Sentaos. Os he llamado para deciros que teneis hasta manana para preparar una maleta con ropa de invierno. --Ellos lo miraron sorprendidos--. Como sabeis, para mi el Polo Norte es un gran misterio meteorologico y ahora por fin he conseguido una autorizacion para hacer mis investigaciones. Lo malo es que yo soy muy mayor y mi salud no me permite viajar. Lo vais a tener que hacer vosotros. --?Que? --gritaron en unisono los dos. --Vamos Angel, no me puedes hacer esto. Tengo un proyecto empezado y... --Y todo esta preparado. --Corto Angel a su hijo mayor--. Vuestros datos y todo el equipamiento ha sido enviado alli. Un equipo formado por dos chicos y una chica os espera. Sabeis que puedo hacer esto, trabajais para mi y este es mi ultimo deseo antes de morir. Quiero terminar esa investigacion, por favor. Celia contemplo la escena que tenia delante. Lucas, en cambio, no paraba de caminar por la habitacion mientras Angel seguia insistiendo en lo mismo. --Celia, di algo, por favor. Tu tampoco te quieres ir, ?no es asi? --Ella miro a su amigo sin saber que contestarle. --Yo… No me quiero ir tampoco, pero esta es una gran oportunidad para nosotros. ?Te imaginas como seria si los resultados salen favorables? -- pregunto mientras su hermano negaba con la cabeza. --No puedo estar encerrado en un solo lugar. Y, ?para cuanto tiempo tiene que ser? --le pregunto molesto a su tutor. --Dado que vosotros sois cientificos, los dos chicos meteorologos y la otra chica biologa, vais a poder cubrir un area bastante grande. Podeis realizar mediciones del magnetismo terrestre imposible de hacer en otro sitio y el campo magnetico ofrece peculiares condiciones. Vais a poder observar tambien las auroras polares, lo que es increible --dijo Angel con entusiasmo. --No lo dudo Angel pero, ?cuanto tiempo? --insistio Lucas. El viejo se levanto de su sillon. --Solo seran cinco meses y aun asi, pienso que es poco tiempo. --Lucas paro de dar vueltas para clavarle una mirada asesina al viejo. --?Cinco meses? Estas loco si piensas que yo voy a ir --exclamo. Celia se levanto de su asiento para interponerse entre los dos, por si acaso. --Angel… Lucas tiene razon, es mucho tiempo. Yo tampoco pienso ir -- dijo. Su tutor se paso las manos por el pelo mostrando exasperacion

  • Nadie es perfecto de Lisa Harper

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    A que es precioso?--pregunto Juliette muy ilusionada mientras le agarraba del brazo y depositaba tiernamente la cabeza sobre su hombro contemplando la fachada del nuevo restaurante --. -- Si... si que lo es...--contesto Pierre, claramente menos emocionado que su novia con el nuevo local y con la cabeza y sus pensamientos a miles de kilometros de alli --. -- "Pierre & Juliette Bistro". !!El sueno de nuestra vida!! ?No estas contento? --dijo Juliette algo alarmada, mirandole inquisidoramente al contemplar la frialdad su novio ante el magnifico regalo de bodas que les habia realizado su padre--. -- Si, si, estoy contento Juliette, como no voy a estarlo mujer... -- !Pues hijo, no lo parece!--contesto la chica bastante enfadada mientras se soltaba del brazo de Pierre--. Nos regala mi padre un maravilloso restaurante completamente montado en la mejor zona de Paris y estas con la misma cara que si nos hubiera dado dos bonos de metro para todo el mes. Sinceramente no te entiendo Pierre. !Es que no te entiendo! -- Pero si no he dicho nada...--contesto Pierre acercandose a la chica con la intencion de abrazarla y disimular su absoluta falta de interes en el regalo de su futuro suegro--. Pues claro que estoy contento. Y muy agradecido a tu padre. Solo que me parece que poner este nuevo proyecto en marcha ya va a ser demasiado trabajo... -- Tu con tal de poner pegas nunca sabes que hacer... -- No es poner pegas Juliette. Es que en cuanto que mi padre y el tuyo firmen la fusion de sus dos empresas dentro de un mes tendre a mi cargo un total de catorce locales en Paris. Y con este ahora ya no seran catorce sino quince. Mas o menos las mismas horas que trabajo todos los dias de lunes a domingo... -- Tonterias Pierre, tonterias. Ahora somos jovenes, tenemos poco mas de treinta anos, ahora nos toca trabajar mucho, tenemos que pensar en el futuro... -- "?Tenemos?"--pregunto Pierre repitiendo las palabras de su novia con una mueca burlona--. Perdona, pero que yo sepa aqui el unico que trabaja soy yo... -- ?No pretenderas que me ponga ahora a trabajar a estas alturas, no?-- pregunto Juliette escandalizada ante la posibilidad de tener que dar un palo al agua por primera vez en toda su vida --. -- Bueno, tampoco pasaria nada... ?No dices que estamos en edad de trabajar y hacernos un futuro? Podrias hacerte cargo tu de poner en marcha este nuevo restaurante, ya que te veo tan ilusionada con el tema... -- ??Estas loco?? ??Yo?? !!Pero si yo no tengo ni idea de hosteleria Pierre!! !!Ademas ya hemos hablado de este tema mas de cien veces y hemos acordado que yo me ocuparia de la casa y de los ninos y tu de traer el dinero a casa!! -- Perdona Juliette, pero nunca hemos "acordado" nada. Tu te has limitado a dar por hecho las cosas y ya esta. De momento no tenemos hijos y tampoco pasaria nada por esperar un par de anos, no creo que debamos tener ninguna prisa... -- ??Pero... pero que estas diciendo Pierre?? ??Como puedes decirme eso a cinco dias de nuestra boda??--contesto Juliette gimoteando, a punto de iniciar uno de sus numeritos con los que solia manipular a su novio con gran exito en la mayoria de los casos--. -- Pues porque sin consultarme nada en absoluto tu padre nos hace de regalo de bodas un nuevo restaurante que hay que poner en marcha y el que tendra que hacer ese trabajo sere yo y... -- !Eres un desagradecido Pierre! !Eso es lo que eres, un desagradecido! -- De desagradecido nada, perdona. Simplemente que estoy harto de trabajar quince horas al dia y no tener un solo minuto libre para mi. Y creo que tu padre tendria que haber hablado conmigo antes de tomar la decision de cargarme con un local mas al que tendre que entregarme en cuerpo y alma durante los dos proximos anos para sacarlo adelante... -- Pero Pierre...--dijo Juliette ya llorando abiertamente-- ?Es que no te interesa nuestro futuro ni el futuro de nuestros hijos? ?Eh? ?No te interesa? -- Y dale con nuestros hijos Juliette, y dale con nuestros hijos... !!Pues claro que me interesa mujer, pero cuando los tengamos!! -- Pero Pierre... -- Anda ven aqui, so boba...--dijo Pierre abrazandola, derrotado nuevamente por las lagrimas de su futura esposa--. El futuro no te debe preocupar tanto Juliette, hay que pensar mas en el presente... -- Pero Pierre... --dijo Juliette dejandose abrazar y apoyando la cara en el pecho de su novio para que este no pudiera ver su malefica sonrisa al saberse ganadora con una nueva victoria --. -- Y sobre el futuro, sinceramente, no creo que debas preocuparte en absoluto. Digo yo que con quince restaurantes en Paris podremos pagar las facturas y el colegio de los ninos... -- Si, claro que si mi amor--contesto la chica ya mas tranquila--. Pero no es solo eso y lo sabes perfectamente igual que yo. Tenemos que recoger el legado que nos van a entregar nuestros padres y multiplicarlo para nuestros hijos... -- Si, claro que si. !!Pero no a costa de que me de un infarto a los cuarenta y te acabes convirtiendo en una de las viudas mas ricas de Paris!!--exclamo Pierre con una sonrisa dando por finalizada la discusion e intentando disimular para que su novia no sospechara sobre el verdadero asunto que ocupaba su cabeza--. No te preocupes anda. Son los nervios de la boda... -- Supongo que si... -- Ya no queda nada mujer. !!El sabado es el gran dia!! -- !!Si, mi amor!! !!Me hace tan feliz casarnos por fin!! -- !!Y a mi tambien mi amor, y a mi tambien!!--mintio Pierre intentando interpretar a la perfeccion su papel--. Y no te preocupes por el "Pierre & Juliette Bistro". !!Lo vamos a convertir en el Bistro de moda en Paris en menos de un ano!! !!Ya lo veras!! -- ??Lo ves tonto?? !!Si ya me dijo mi padre que te iba a hacer mucha ilusion!! --dijo Juliette muy contenta--. Mi padre no se equivoca nunca, tienes que dejarte asesorar mas por el... -- Hablando de padres...--dijo Pierre mirando la pantalla de su telefono movil que acababa de empezar a sonar--. !Hola papa! ?Como andas? Si, todo bien. ?Es urgente? Estoy con Juliette en Avenue Matignon viendo el nuevo restaurante... ?Muy urgente? ?No me puedes adelantar nada por telefono? Es que tengo otra reunion en una hora y luego tengo que pasar por el "Baltazar Cafe", hoy se incorpora el nuevo cocinero y... bien, bien, no te preocupes, si es tan urgente salgo ahora mismo para alla. Estoy en la oficina en quince o veinte minutos, depende de como ande el trafico. Si, si, no te preocupes. Hasta ahora. -- ?Que sucede?--pregunto Juliette algo asustada por el tono de la conversacion de Pierre con su padre mientras contemplaba la cara de preocupacion de su novio--. -- Mi padre, que dice que necesita verme urgentemente por un tema grave... -- ?No te ha dicho de que se trata? -- No, no me ha dicho nada, ya has visto que he intentado sonsacarle pero me ha dicho que quiere que lo hablemos en persona... -- ?Tienes idea de lo que puede ser? -- Te confieso que no...--mintio Pierre mientras le daba vueltas a la cabeza intentando deducir si su padre pudiera haberse enterado del tema de alguna manera. --No te preocupes, seguro que al final es alguna chorrada... -- ?Quieres que vaya contigo?--pregunto Juliette mas por cortesia que porque tuviera la mas minima intencion de ayudar a Pierre, fuese lo que fuese lo que tuviera que decirle su padre.-- -- No, no te preocupes, sera algo de trabajo, ya sabes que se lo toma todo siempre a la tremenda--dijo besando a su novia en los labios a modo de despedida--. Tu ocupate esta tarde del tema de confirmar la lista de los invitados, te llamo esta noche en cuanto me libere un poco de la lista de mi cargada agenda. -- Ok--contesto Juliette muy risuena--. No se te olvide que te amo... -- Y yo a ti Juliette. Yo tambien te amo, ya lo sabes--dijo Pierre mintiendo por quinta vez en los ultimos cinco minutos. 2 Pierre tomo un taxi y dio la direccion de destino al conductor. Mientras atravesaba la Rue de Colisee camino del Boulevard Haussmann, no paraba de darle vueltas en su cabeza a la urgente y repentina cita a la que le habia convocado su padre. Pierre solo tenia un secreto que guardar y le parecia materialmente imposible que su padre pudiera estar al tanto de dichos acontecimientos. Quince minutos despues el taxi le dejaba en el 125 del Boulevard Maurice Barres, frente al Bois de Boulogne, sede de las oficinas de la empresa familiar de los Haenel. Saludo amablemente a Jerome, el conserje del edificio al que conocia desde nino y subio directamente por las escaleras saltandolas de dos en dos hasta alcanzar la tercera planta. Entro en la oficina y se dirigio directamente al despacho de su padre. -- Et voila, ya estoy aqui, te dije que no tardaria mas de veinte minutos en llegar--dijo Pierre tomando asiento frente a su padre con tono desenfadado, intentando disimular todo lo posible su verdadero estado de preocupacion--. A ver, ?Cual es ese tema tan grave y tan urgente que no podias contarme por telefono? Me tienes en ascuas... -- ?Te importa cerrar la puerta?--contesto en un tono muy serio Olivier Haenel, el padre de Pierre--. -- No, claro que no--contesto Pierre mientras se levantaba a cerrar la puerta y tomaba de nuevo asiento--. Me estas empezando a preocupar. ?Que es lo que pasa, papa? ?Te encuentras bien? -- No hijo, no me encuentro bien--respondio el Senor Haenel con gesto de gravedad--. ?Tienes algo que contarme Pierre? Solo voy a preguntartelo una vez, o sea que medita bien tu respuesta, porque solo vas a tener una oportunidad. -- ?Pero, a que te...?

  • Mas alla del bien y del mal de Virginia Barber

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    La doctora Barber nos descubre que el mal tiene un rostro dolorosamente humano.

  • Como hacer un coche de Adrian Newey

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    En este emocionante libro descubriremos de manera exhaustiva, fascinante y extraordinariamente entretenida como funciona un coche de carreras, mientras recorremos la trayectoria de Adrian Newey, el mas grande disenador de automoviles de la historia, desde sus comienzos en la IndyCar hasta alcanzar un exito inigualado en la Formula 1 disenando coches para pilotos como Mario Andretti, Nigel Mansell, Alain Prost, Mika Hakkinen, Mark Webber o Sebastian Vettel entre otros, siempre con un objetivo inquebrantable: conseguir el coche mas rapido.

  • La batalla de Kursk de Dennis E. Showalter

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    Aunque la batalla de Kursk ha cautivado durante mucho tiempo a los aficionados a la Segunda Guerra Mundial, esta ha sido injustamente pasada por alto por los historiadores. Basandose en la gran cantidad de documentos desclasificados gracias a la apertura de los archivos militares rusos, Dennis Showalter corrige por fin ese error. Esta terrible batalla fue el punto de inflexion critico en el Frente Oriental durante la Segunda Guerra Mundial. Tras el brutal rechazo del Ejercito Rojo a los alemanes en Stalingrado, la apuesta no podia ser mas elevada. Mas de tres millones de hombres y ocho mil tanques se dieron cita en el corazon de la Union Sovietica, a unos seiscientos kilometros al sur de Moscu, en un encuentro que ambas partes sabian cambiaria el destino de la guerra. Los rivales estaban en la cumbre de sus respectivos poderes. En los dos bandos, los generales y dictadores a los que servian estaban de acuerdo sobre donde, por que y como luchar. El resultado fue una furiosa lucha a muerte entre dos de las fuerzas de combate mas formidables de la historia, un combate que posiblemente seria el mas grande de todos los tiempos.

  • Un cafe a medianoche de Santana M. Hernandez

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    Alana regenta un bar con terraza junto al mar. Su vida transcurre con tranquilidad en un pueblo costero, con su activa abuela y su querida amiga y socia Candela. Pero esa tranquilidad se rompe cuando una noche aparece en la terraza un atractivo desconocido que le dedica una nota:

  • Te amare toda la vida de Susana Oro

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    Cuando Sami Ferguson se enamoro era demasiado joven. A pesar de su corta edad ella estaba segura que seria para toda la vida. Lo que no se imagino fue lo doloroso e injusto que podia ser el amor, ni las dificultades que tendria que soportar porque los dos eran de clases sociales diferentes. Sami era la hija de Rosi, la empleada domestica de la familia Arias, y Magda Arias no iba a permitir que su hijo Alvaro perdiera la cabeza y el brillante futuro que tenia por delante por culpa de sus ridiculos sentimientos por la hija de su sirvienta.
    Alvaro Arias se enamoro de Sami cuando ella era demasiado ingenua e inocente. El sabia que tendria que esperar que ella creciera para concretar ese amor que les llego demasiado pronto.
    Cinco anos despues los dos se reencuentran, y Alvaro esta convencido que ese es su momento con Sami. Pero nada salio como el se lo habia imaginado.
    Odios, culpas, resentimientos del pasado y celos seran los obstaculos que se interpondran en la vida de los dos.
    ?Podran Sami y Alvaro sortear tantos escollos, olvidar las culpas y perdonar los errores? ?Podra el amor superar tantas pruebas?

  • Heridas de Guerra de Elena Romero

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    Ese dia lo perdi todo.
    El dia que dieron a mi marido por muerto.
    El era mi mundo. y todo se volvio negro.
    Llore durante meses. Me deprimi anos.

  • A la caza de un sueno imposible (Cazadoras 3) de Alexia Mars

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    Tercera entrega de la serie <>.

  • ?Donde descansan las almas?: Ethan Bush regresa a Kansas – Enrique Laso de Enrique Laso

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    El detective Jim Worth ha sido ascendido y ahora trabaja en el Departamento de Policia de Topeka. Desesperado, tras cinco meses de investigacion sin resultados recurre a su amigo Ethan Bush, agente especial de la Unidad de Analisis de Conducta del FBI; el asesinato de una joven, de un modo horrible, se ha convertido en algo personal.
    Ethan regresa a Kansas para colaborar con Worth, pero tambien para enfrentarse a los fantasmas del pasado. Aunque ha madurado, el joven agente del FBI sigue sin atenerse a las normas convencionales.
    UN CASO DE HOMICIDIO QUE PONDRA A PRUEBA LAS HABILIDADES DE BUSH
    Una sustancia paralizante, Leonardo da Vinci, celos, envidias, secretos y la imposibilidad de obtener pruebas solidas dificultaran el trabajo del equipo de investigacion.
    QUINTA ENTREGA DE UNA SAGA POLICIACA QUE SE HA CONVERTIDO EN UN CLASICO Y QUE HA TRIUNFADO EN TODO EL MUNDO
    Enrique Laso es un autor de novela negra, thriller, terror y suspenso que ya ha vendido mas de 850.000 copias de sus libros y ha sido traducido a 14 idiomas. Una de sus obras ha sido adaptada al cine en Espana y otras dos tienen los derechos cinematograficos comprometidos con Hollywood.
    La saga protagonizada por el agente especial del FBI Ethan Bush ha sido todo un fenomeno literario, logrando un exito fabuloso tanto de ventas como de critica en castellano, ingles, frances e italiano. Decenas de miles de fans de todo el planeta esperan cada nueva entrega.

  • La esencia de la lluvia de Carina Vernet

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    La guerra de Cuba esta causando estragos en los negocios. Mientras desde el jardin de su recien estrenada mansion modernista Isidro rememora cuanto le ha costado llegar donde esta, su hija Carmeta ve trastabillar su mundo entregado a la astronomia: si su padre se arruina, se vera obligada a casarse.

  • Confia en el amor de Sophie Saint Rose

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    Reba no busca enamorarse. Ni siquiera busca tener una aventura con nadie y lo que siente por Hank no entra en sus planes por mucho que el empene. Las relaciones que han tenido las mujeres de su familia han sido un desastre y ella no quiere ser la siguiente. Pero es que…

  • Perdida de Raul Garbantes

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    Parece que fue ayer cuando la pequena Jenny fue encontrada sin vida a la orilla del rio St. Marcus. Pero, en realidad, han pasado diez anos. El caso ha vuelto a ganar notoriedad luego de que Brenda Bracken, una periodista en ascenso, iniciase una serie de entrevistas radiofonicas con viejos testigos de aquel atroz crimen. Y el detective David Hensley quiere saber por que.

  • Traicion y furia (Miniserie Bianca), Caitlin Crews de Caitlin Crews

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  • Todos mis futuros son contigo de Marwan

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    Todos mis futuros son contigo es una autopsia emocional en toda regla, el diario sorprendido de alguien que tropieza con sus sentimientos y, asombrado, los comprende de inmediato. En ocasiones puede que dudes de si es poesia, prosa poetica o frases lanzadas desde el fondo del corazon. No queda claro. Lo que esta claro es que no te va a quedar ningun sentido intacto tras su lectura.

  • Area 81 de Stephen King

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    Area 81 es un area de servicio abandonada y cerrada desde hace tiempo. Pete Simmons, un curioso nino de 10 anos, decide ir con su bici hasta esta area abandonada donde sabe que los chicos mayores van para fumar, colocarse y montarselo con sus chicas. Y alli se encuentra una botella de vodka medio llena que decide probar. Pete acaba emborrachandose y cuando se despierta, descubre un coche aparcado alli, un coche sin matricula y cubierto de barro. La puerta esta medio abierta, pero no se ve a nadie dentro... Un coche que, sin duda, recordara a los que ya aparecieron en anteriores novelas como Christine o Buick 8. Un guino a sus lectores que han clasificado esta novela corta como <> Mile 81, la edicion inglesa de Area 81, se publico en septiembre de 2011, convirtiendose en un best seller a las pocas horas de ponerse a la venta.

  • La rosa escondida de Reyes Monforte

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    Una nueva historia basada en la tormentosa vida de una inmigrante que llega a Espana huyendo de la guerra de Bosnia.

  • Variaciones enigma de Andre Aciman

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    La nueva y mejor novela del autor de Llamame por tu nombre.

  • Hecho en Saturno de Rita Indiana

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    Luz de oficina, de consultorio. Luz aguada en una capota de nubes pareja que hundia los hombros del horizonte. Luz blanda, como los zapatos ortopedicos del doctor Bengoa. Blando tambien el folder en el que el doctor habia escrito el nombre de su nuevo paciente, Argenis Luna, quien bajaba de un avion de Cubana de Aviacion chorreando un sudor pastoso y frio. Bengoa lo esperaba en la pista, en su arrugada guayabera color champan, con ambas manos en el letrero de tipos bold que habia rellenado impecablemente. Al identificar a Argenis se acerco a tomarle el pulso a la vez que miraba su reloj de pulsera, y mientras caminaban por la pista para ir a buscar las maletas se lo presento a un joven militar que los escoltaba como <>. Contra el fondo gris de la nublazon las palmas retaban al rayo y la centella, a pesar del malestar Argenis penso que era hermoso. El aire estaba cargado y respiraba con dificultad, la nariz le goteaba como una llave abierta. Ya frente a la correa del equipaje, Bengoa anadio, dirigiendose al militar, <>. Las maletas se asomaron por el redondel de la correa al mismo tiempo que Bosch en la conversacion y dieron una vuelta completa sin que Argenis se animara a identificarlas, sin que se animara a interrumpir a Bengoa. Los atributos heroicos que el doctor Bengoa enumeraba orbitaban desde siempre en torno a la leyenda de su padre, y Argenis con ellos, otro satelite mas, como las maletas de tela roja en la correa. No tenia fuerzas para cogerlas, repletas como estaban con las cosas que su madre habia comprado para equipar su desintoxicacion en Cuba. Las senalo con el dedo y se subio la capucha del jaquet para combatir el aire acondicionado y la verguenza que le daba su obvia debilidad. Llevaba meses viviendo en los sofas de los amigos que todavia lo toleraban, su unica propiedad era una mochila Eastpak verde donde llevaba las jeringuillas, la cuchara y un Caselogic con sus cedes. Su madre habia echado toda la parafernalia a la basura, excepto los cedes y la mochila en la que ahora llevaba una botella de Ron Barcelo Imperial de regalo para el doctor Bengoa y una caja grande de Zucaritas. El joven militar los ayudo con las maletas hasta el carro. Los musculos de sus antebrazos apenas se contraian por el peso del equipaje. Fingia entusiasmo por el tema que Bengoa desarrollaba y miraba a Argenis de reojo, como si intentara hallar algo del heroico padre en las ciento veinte libras que aquella primavera sumaban los pellejos del hijo. De lejos, el lada color ladrillo del doctor Bengoa parecia nuevo; ya dentro, y presa de un escalofrio de los que preceden a la diarrea, Argenis calculo la verdadera edad del carro en las grietas del tablero. Llevaba cuarenta y ocho horas sin heroina y habia vomitado en el avion, las azafatas cubanas, con sus uniformes y peinados anacronicos, lucian tan absurdas como las tabletas de Alka-Seltzer que le ofrecian para aliviarlo. El doctor Bengoa abrio la guantera del carro con un golpecito y de alli extrajo una jeringuilla desechable, algodon, un pedazo de goma y una tira de ampolletas color ambar que decian <>. La tira cayo sobre el regazo de Argenis y este noto por primera vez el sucio acumulado en sus jeans. Eran los mismos que llevaba cuando, hacia poco menos de un mes, se mudara a la casa de Rambo, su pusher. Mientras amarraba la goma en el brazo izquierdo de Argenis para hacer saltar la vena, el doctor Bengoa le explico los detalles de su estadia, y luego, al meter la jeringuilla en la ampolleta le dijo <>. Lo inyecto alli mismo, en el estacionamiento del aeropuerto Jose Marti, con la tranquilidad y legalidad que su profesion le permitia y Argenis se dejo hacer como una enamorada mientras taxistas en Cadillacs de otra era iban y venian con turistas de la nostalgia. Argenis habia intuido que su cura seria de dolor y abstinencia; sin embargo, alli estaba, aliviado por completo de sus sintomas, sintiendo como el quimico hacia que las ideas y las cosas perdieran sus aristas, sus filos incomodos, rumbo a La Pradera, una clinica para los turistas de la salud que llegaban a Cuba de todas partes del mundo. El complejo lucia, por lo menos desde fuera, como un economico resort todo incluido, de esos que se llenan de familias de clase media en Semana Santa en Puerto Plata. Las paredes del camino hacia la recepcion estaban decoradas con afiches de solidaridad comunista, Argenis trato sin exito de imaginar un hotel como este en Dominicana. Coloridas serigrafias con mapas y banderas de distintos pueblos del mundo homenajeaban el trabajo medico como un baluarte de la revolucion. En uno, el liquido de una inmensa inyeccion anaranjada entraba en un mapa de Latinoamerica, Haiti era la afortunada vena; en otro momento Argenis hubiera hecho un chiste. Frente al afiche de la inyeccion, una senora mayor con acento argentino pedia informacion a una enfermera sobre la heladeria Coppelia y, a su lado, otra mujer mas joven, en silla de ruedas, que se le parecia, intentaba ocultar bajo una gorrita de Mickey Mouse la calvicie provocada por la quimioterapia. Haydee, como decia el carnet que la enfermera llevaba pinchado en la camisa, no iba uniformada, pero tenia puestos esos zapatos de goma que solo llevan los jardineros y los profesionales de la salud. Unos mocasines a prueba de todo que habian venido de fuera, producto de una noche con un europeo o del agradecimiento de un paciente satisfecho. La enfermera miraba con complicidad sonriente a Bengoa mientras ofrecia detalles historicos de la famosa heladeria a las mujeres. Se saco un pesado llavero de madera del bolsillo con el numero diecinueve pintado y se lo extendio al doctor diciendole <> antes de acompanar a las argentinas a abordar un taxi. El nuevo quimico entraba en Argenis al atropellado ritmo de la conversacion de Bengoa; un torrente de fechas emblematicas de la lucha antiimperialista, recetas para batidas profilacticas, trozos de canciones de Silvio, Amaury Perez y Los Guaraguaos, economia china y estadisticas de beisbol. Tenia la boca seca y las pupilas tan dilatadas que todo a su alrededor lucia como una foto en alto contraste. Se aferro al brazo del doctor para caminar y bordearon la piscina hasta la habitacion 19. La habitacion, que Bengoa habia llamado <>, tenia vista a la piscina y una puerta corrediza de cristal, frente a la cual, en una mesita de hierro adornada con flores de plastico, dos hombres descalzos, uno en pijama y el otro en traje de bano, jugaban a las cartas. El doctor lucho con la cerradura sin dar con el truco que Haydee les habia anunciado mientras Argenis, a traves del cristal, hacia un inventario del mobiliario de su nueva habitacion. Un abanico de techo, una cama twin y una mesita de noche. La puerta de Rambo, su pusher, tambien tenia su truco, para abrirla habia que halar al mismo tiempo que se metia la llave. <>, pidio a Bengoa, y este se hizo a un lado satisfecho con la notable mejoria de su nuevo paciente. Argenis intento una, dos veces, meneando la llave en el bombin como el rabo de un perro alegre hasta que la puerta cedio y el olor a cloro de las sabanas limpias les dio de frente. Privilegio; sentia la palabra en su boca, que hacia los mismos movimientos para la ele y la ge que para saborear y tragar una cucharada de frosting. La decia cada manana tras lavarse los dientes y la cara mientras se ponia el pequeno traje de bano Speedo que su madre habia elegido. Luego nadaba un poco, sin mucho atletismo, y daba un par de vueltas en estilo pecho. Bengoa se lo habia indicado para estimular el apetito y estaba dando resultados. Hacia las ocho Haydee le traia una bandeja con huevos fritos, pan tostado y cafe que engullia en su habitacion sin poder evitar pensar que fuera de la clinica la mayoria de la gente desayunaba un cafe aguado hecho de chicharos y borra vieja. <>, le pedia Haydee con ternura, y se llevaba la bolsa llena de papeles del zafacon del bano para botarla. Argenis se preguntaba si Haydee vivia en La Pradera o si por la noche se llevaba las sobras de los pacientes a su casa. Sus zapatos de goma eran tan higienicos como discretos y no dejaban ver mucho mas alla de la labor que facilitaban. Jamas iban a revelarle lo que Haydee pensaba de los extranjeros con dolares con acceso a lugares y atenciones con los que los cubanos no podian ni sonar. Segun Bengoa, Argenis no estaba en La Pradera por los dolares que su papa le habia hecho llegar en una de sus valijas en el vuelo de Cubana, sino por los meritos revolucionarios de su padre, la carrera politica de su padre, la orbita en expansion de sus atributos. Tras el desayuno leia un poco, sentado a la mesita de hierro, de una copia sin portada de Fundacion e Imperio de Asimov que Bengoa le habia traido y media hora mas tarde estaba de nuevo en el agua. Con los brazos en cruz, de espaldas al borde de la piscina, hacia la bicicleta con las piernas y veia como, poco a poco, el hospital se despertaba, como los enfermos surgian de sus habitaciones con pies perezosos. Solia divertirse pensando que aquel hotel era una vieja pelicula que el proyectaba con el movimiento de sus piernas bajo el agua y desaceleraba la bicicleta como si de una manivela se tratara para que las escenas fluyesen a camara lenta. Siempre lograba el efecto deseado, todos en La Pradera se movian despacio. Si hacia buen sol, para las diez de la manana la piscina estaba llena y Argenis se salia con miedo a contagiarse de alguna extrana enfermedad, otra enfermedad, porque Bengoa le habia hecho ver que estaba enfermo, que la adiccion era una condicion y que estaba alli para curarse. Iba a curarse del consumo, porque la adiccion como tal no tenia cura. <>, le habia dicho entregandole una cajetilla de cigarrillos. Almorzaban juntos todos los dias y fumaban antes y despues de la comida, en la mesita de hierro, mientras veian como a esa hora le daban terapia acuatica a un muchacho rubio con sindrome de Down. Discutian sobre los sintomas de Argenis y luego el doctor regresaba al centro gravitacional de todas sus conversaciones, la Revolucion cubana. Bengoa habia estado en la sierra con Fidel y habia conocido al padre de Argenis durante la Conferencia Latinoamericana de Solidaridad, en el 67. Hablaba de estos eventos con la solemnidad de un predicador, haciendo hincapie en fechas y nombres de parajes perdidos en los que habia curado las heridas, las fiebres, las infecciones y el asma de la carne revolucionaria. Cada dia, Bengoa extraia una muestra del saco sin fondo de sus anecdotas. La porcion de estas memorias era tan precisa como la dosis de Buprenorfina de Argenis, y era evidente que lo llenaban del mismo sosiego que a su paciente su medicina. El recuerdo de aquellos eventos y el recuerdo que de ellos tenian sus sentidos le dilataban las pupilas, le aceleraban el pulso; luego venia el inevitable bajon, que le hacia mirar el agua de la piscina y tirar una ultima linea, por lo general tragica, con la que disminuir lo forzoso de su aterrizaje. <>. Argenis imaginaba la palabra inmolacion latiendo en las venas de Caamano y de sus companeros, la oscura euforia que los habia hecho desembarcar en un lodazal playero del norte de Republica Dominicana a tumbar el gobierno de Balaguer en el 73 con solo nueve hombres. Tremenda nota. Tras el desahogo historico diario de Bengoa solian faltar minutos para las cuatro en punto de la tarde, hora en que sin falta inyectaba a Argenis en su habitacion. Podia hacerlo frente a la piscina pero este preferia relajarse en la cama un rato, mirar el abanico de techo o fijar la vista en una calcomania con la bandera argentina que alguien habia pegado en la puerta corrediza de vidrio. Argenis pensaba que la bandera aludia al Che Guevara, pero Bengoa le explico orgulloso que Maradona habia estado en aquella clinica y le mostro la calcomania como prueba fehaciente de la pasada presencia del astro. La calcomania se habia empezado a despegar y los bordes transparentes habian adquirido, gracias a la suciedad del ambiente, el mismo color ambarino de las ampolletas de Temgesic.

  • Los medicos no pagan ni el cafe de Paco Albano

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    fruterias en cada esquina. No se si me jode mas no entregarlo a tiempo y escuchar los gritos de mi jefe, o los comentarios ironicos de mis hermanos sobre mi alto nivel periodistico y la cancion de mi padre sobre que he de cambiar de medio si quiero ser alguien en el mundo de la prensa. Si no voy a la cena mi madre se enfadara. Si no entrego el articulo, mas que gritos quizas me envien a la oficina de empleo y no precisamente para escribir un articulo sobre el paro. Si no voy a la cena no vere ni a Monica ni a Patricia. !Fruterias!, ?pero a quien hostias le importan las fruterias? Yo estudie periodismo porque en las peliculas siempre descubren conspiraciones y llevan una vida un tanto canalla. Bueno… un poco canalla si lo soy; o eso me dice Monica cuando la trabajo entre las piernas y le comento si cree que Patricia se apuntaria a un juego a tres. Pero periodismo de investigacion no, eso no lo toco. Las ocho, aun he de ducharme y no se por donde empezar el articulo de las narices. Tenia previsto entrevistar tres o cuatro propietarios y solo he podido hablar con una dependienta que hacia un par de semanas que habia descubierto la fruta. !A la mierda!, intentare no volver tarde y manana me invento algunas entrevistas. Total, por un articulo que no leeran ni los amantes de los citricos, mejor cenar con la familia donde seguro que cato un buen vino, que uno de mis hermanos, importantes como son, habran descubierto esta semana en una de las muchas cenas de trabajo que tienen a menudo. De hermanos tengo dos: Javier, que es el mayor, es medico endocrinologo, esta casado y tiene dos hijos; y Alberto, que es el segundo, estudio biologia, pero trabaja en la industria farmaceutica persiguiendo medicos como Javier, tambien esta casado y tiene una hija. Yo soy el pequeno, me llamo Paco Albano y no tengo mujer ni hijos. Llego a casa de mis padres en moto, justo cuando la lluvia empieza a bajar con fuerza y entro al portal sin sacarme el casco para evitar mojarme el cabello. Ayer fui a la peluqueria y Ana me dejo la media melena como hacia anos perseguia. “Esta media melena te queda muy bien, pero debes cuidarla mucho”, me dijo. --Hola guapeton --dice mi madre al abrir la puerta. --Hola mama, ?soy el ultimo? --Pues claro que eres el ultimo, como siempre --dice Javier alargando la mano para encajar mientras mi madre me besa. Es cierto, estan todos, en una perfecta imagen de familia perfecta y divina. Doy dos besos a mi padre, Alberto me da uno de sus abrazos que no soporto, los ninos se me acercan para darme besos que me agobian, y yo me acerco a mis cunadas para darles besos que si me gustan. Primero Patricia, la mujer de Javier, elegante y preciosa como siempre; y dejo a Monica, la mujer de Alberto para el final; la beso y le paso el brazo por detras tocando ligeramente el culo que intuyo libre bajo el vestido, y la ereccion es instantanea. Mi padre me sirve una Voll-Damm, la unica que sabe que tomo, y me acerco al corro que forman mis hermanos y sus mujeres. Para variar, hablan de trabajo y ruego que no me pregunten en que estoy trabajando. --Y pues Paco, ?en que estas trabajando, ahora? --pregunta mi padre que ha aparecido por detras apoyando una mano sobre mi hombro. --Estoy preparando un reportaje sobre negocios emergentes en el sector de la alimentacion. --Parece muy interesante… --dice Patricia intuyendo que dira su marido. --Caramba hermanito… tal vez si que haremos de ti un periodista importante -- dice Javier --?Aun trabajas en el periodico gratuito? --pregunta Alberto. --Si… ya lo sabes… --sera hijo de puta, como si no lo supiera. --Deberias de buscar algo en uno de los grandes periodicos, ?ya mandas curriculums?; nunca haras nada en estas cuatro hojas que solo leen los que van en autobus o metro. --?Hemos venido a cenar o a juzgar al mas guapo de los hermanos Albano? -- dice Monica para salvarme. --Uy, uy, ?que no era yo el mas guapo? --se rie Alberto. --No, tu eres mi marido, pero eso no te convierte en el mas atractivo. No es solo su belleza deslumbrante y la sensualidad que desprende, es su seguridad y capacidad para poner a mi hermano en su lugar lo que provoca que esta mujer tenga acciones de mi cuerpo. --!Venga, ninos y ninas!, todos a la mesa, que la cena esta lista --grita mi madre desde la cocina. No se como me lo hago, pero siempre termino sentado al lado de los ninos. Para mi madre sigo siendo el pequeno y con los pequenos me coloca. La culpa de todo la tiene que llegue a este mundo con un espacio exageradamente grande desde que nacieron mis hermanos. Este ano cumplire los veintiocho anos, Javier celebro los cuarenta el ano pasado, y Alberto tiene justo diez mas que yo. Y si a esto le sumamos que los dos hermanos mayores tienen un fisico parecido, con el pelo canoso, con rasgos tanto del padre como de la madre, y que yo tengo un fisico mas suave -- femenino dicen algunas amigas-- y no me parezco a nadie de casa, me hace sospechar que me intercambiaron en la maternidad. --Tio Paco, ?que hacen los periodistas? --Explicamos las noticias. --?Que son las noticias? --Las cosas que pasan en el mundo. --!Ah!, papa manda mucho y da libretas y boligrafos a los medicos como el tio Javier para que usen las pastillas que fabrica. --Si, tiene un trabajo envidiable tu padre --y me levanto de la mesa con la excusa de ir al bano agotado de la charla con mi sobrina que, desgraciadamente, ha salido a padre y poco a madre. Monica me sigue con la mirada, y la idea que me siga hasta el bano y poder descubrir si hay algo o no bajo el vestido, me pasa por la cabeza. Entro en el bano, saco el movil del bolsillo delantero de mis vaqueros, y envio un mensaje a David y a Peter, mis colegas mas intimos: Stoy cena fmili, kdamos? David me contesta que alrededor de las doce estaran en el Masterium y que tiene una hierba de puta madre. Le contesto que alli estare en cuanto pueda escaparme. En la mesa, la conversacion es llevada por mis hermanos que hablan, como siempre, de medicina, congresos y estas hostias que llevo media vida escuchando. Mis cunadas, ahora si, me dan conversacion y hablamos un poco de todo, riendonos y haciendo broma. Como siempre, mi madre se ha superado con una cena excelente, y el vino, que hoy ha traido Javier, obsequio de no se que laboratorio farmaceutico, un capricho de los dioses. La noche acaba como ha empezado, con besos y abrazos, y me voy con las ganas de saber si bajo el vestido de Monica hay nada o no. Se lo digo al oido al darle un beso de despedida y ella sonrie agobiada. Justo al llegar al Masterium y bajar de la moto me llega un mensaje que imagino es de mis amigos, pero no... es de Monica: absolutamente nada… Entro rapido al Masterium a tomarme una cerveza y con ganas de fumarme la hierba de David para superar el dolor de huevos que me ha provocado la perversa de mi cunada. El local aun esta bastante vacio y no tardo en divisar a David y Peter en la barra de arriba acompanados de una rubia que no conozco. Encajamos y me presentan la chica, se llama Jennifer, habla un castellano muy distinto del que hablan los de la zona alta, y tiene unos pechos que con la noche que llevo no me ayudan a calmar mi estado de ansiedad sexual. Maika, la camarera, me pasa una Voll-Damm, y David el peta que acaba de encender a pesar que se supone que esta prohibido fumar. --Buenisima, me la ha pasado Manu, ?te acuerdas? --Si, era aquel colgado que vino a medio curso de Bachillerato, ?verdad? David y yo hace mil anos que nos conocemos, empezamos en P3 y hasta acabar el bachillerato, siempre juntos. El prefirio no seguir estudiando y trabaja en el negocio familiar, una parada en el mercado en la que se ha pasado media vida, y en donde cuando lo ves trabajar parece el hombre mas formal del mundo. --Escucha, David… tengo que escribir cuatro cosas sobre fruterias, tu que eres de mercado, ?sabes algo? --Yo conozco a los del mercado, ven el lunes y te los presento. --Manana tengo que tenerlo a punto. --Joder, Paco, ?y ahora me lo dices? --Ahora he recordado que trabajas en el mercado. Peter, que aun no habia abierto la boca, se descojona de risa y me dice que no cambiare nunca. --?Eres periodista? --pregunta Jennifer. --Si, guapa, es periodista, pero si no espabila pronto dejara de serlo. --!Vete a la mierda! Que quereis, cuando no me hacen escribir los horoscopos, me hacen escribir de sandeces. --Y pues, ?tu te crees que todos empiezan con una columna en el New York Times?

  • El club de los mentirosos de Mary Karr

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    Despues de Tu no eres como otras madres y Regreso a Berlin, otro gran descubrimiento con la marca de la joven edicion independiente de calidad. Cuando se publico por primera vez, en Estados Unidos, El club de los mentirosos fue un exito arrollador y elevo el arte de la narrativa memorialistica a un nivel completamente nuevo.

  • Lo que esta en juego es la moral de G. B Tatian

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    La luz naranja de las farolas iluminaba las calles aquella oscura madrugada de invierno. Benicio San Emeterio caminaba erguido por la acera de aquella larga calle sujetando las asas de una bolsa de deporte negra y rectangular. Con la otra mano agarraba un tetrabrik de leche. Su rostro reflejaba seriedad y el sonido que provocaba al caminar era casi imperceptible a pesar del silencio de la noche y de sus 109 kilogramos de peso de puro musculo. Su figura era intimidante y robusta incluso desde lejos. Media casi un metro noventa y hacia parecer que su bolsa de deporte era pequena a su lado, aunque no lo era. Se detuvo un momento para dar el ultimo sorbo al tetrabrik de leche e inclino la cabeza hacia atras para beber. Vio una pequena parte de la luna sobresaliendo por encima de la azotea de un edificio. La calle completamente vacia. Los cristales de los coches aparcados reflejaban la luz de las farolas. Deposito el carton de leche en la papelera y siguio caminando. Al cabo de unos metros empezo a sentir los golpes de la punta de sus cordones contra sus zapatillas. Se detuvo de nuevo y se agacho posando una rodilla contra el suelo. Solto la bolsa de deporte y al caer hizo un breve pero tremendo ruido pesado de objetos metalicos chocando unos con otros. Se ato los cordones y se puso en pie enseguida, agarro su bolsa y la levanto del suelo como si no pesara nada. Siguio caminando por aquella calle y a la altura de un callejon a pocos metros empezo a escuchar ruidos extranos, como de un animal sollozando. Empezo a caminar mas despacio y a medida que se acercaba el sonido era mas perceptible. Siguio hasta la entrada del callejon y se detuvo en medio. Dentro habia alguien, y vio como la enorme figura de Benicio aparecia de la nada y se detenia a la entrada. De pronto aquel sonido desaparecio de golpe. Benicio permanecio parado unos segundos mirando hacia el fondo, pero no pudo ver nada, la escasez de luz y la lejania no lo permitian. Desde dentro vieron como su oscura figura empezaba a moverse y desaparecia tras la esquina. Tras unos escasos segundos un sonido leve y suave salio del interior del callejon. El sonido que hace alguien cuando pide silencio: -- Shhh... Entonces vieron desde el interior la enorme y oscura figura de Benicio retrocediendo sobre sus pasos hasta situarse en el centro de la entrada de nuevo. Hubo unos segundos de completo silencio. De pronto Benicio comenzo a caminar hacia el interior del callejon. Se escuchaba el sonido de la cremallera de su bolsa de deporte abriendose. La luz era insuficiente y solo podia ver a unos escasos metros a su alrededor a medida que se adentraba. Los muros, el suelo y el fondo oscuro. Camino hasta el final y se detuvo cuando se le hizo visible. Habia una mujer con el torso inclinado y apoyado sobre una mesa de madera al lado de la basura. Tenia los pantalones bajados y sollozaba, cayendo lagrimas de sus ojos. Tras ella, un hombre sujetando una navaja sobre su nuca. El hombre se aparto de ella y sujeto con fuerza la navaja. Benicio se hizo a un lado y la joven salio corriendo y volvio a situarse en el medio frente al hombre. Hubo un breve instante de silencio. Rebuscaba en su bolsa y el choque de piezas metalicas emitia un leve sonido. El hombre se mantenia estatico en la distancia. De pronto Benicio saco una escopeta corta de aspecto antiguo, la amartillo y empezo a alzarla hasta colocarla a la altura del pecho y justo cuando el hombre abrio la boca para decir algo, abrio fuego y cayo derribado. El estruendo fue enorme y camuflo el fuerte gemido del hombre cuando la violencia del disparo vacio el aire de sus pulmones. Se acerco hasta el y se quedo alli de pie hasta que se aseguro de que habia dejado de respirar. Despues siguio caminando por la calle hasta el pequeno hotel de la esquina, subio a la habitacion y se sento en la cama. La bolsa estaba a sus pies, se inclino y abrio la cremallera del compartimento lateral y saco un boligrafo negro. Saco un billete de cincuenta euros de su bolsillo y lo sujeto con las dos manos frente a el. Habia algo escrito a lo largo del billete, en la parte baja. Samanta T. Cruz – (Asesinato) Le quito la capucha al boligrafo y lo tacho hasta que quedo ilegible. Encima de el habia mas nombres tachados. Le dio la vuelta al billete y vio que por la otra cara tambien estaban todos tachados. Entonces se levanto de la cama y fue hasta la ventana y la abrio, saco de su bolsillo una caja de cerillas y encendio una, coloco el billete en la repisa exterior y puso la cerilla sobre el billete y cerro la ventana. Se tumbo en la cama y extendio su brazo y agarro la delgada cuerda de la lampara, tiro de ella y se apago. 2 Andres levanto la cabeza de la almohada y le vio sentado en el extremo de la cama de al lado con la cabeza entre sus manos, sobre su gorro. Tiro de la cuerda de la lampara y la luz fragil ilumino solo una parte de la habitacion. Miro el reloj que estaba al lado de la lampara en la mesita de noche con los ojos entrecerrados por culpa de la luz. Las 03:33 de la noche. Se levanto de la cama y se sento en el borde frente a el y le agarro del brazo. La pequena ventana era un agujero oscuro hacia la madrugada. Se desplazo por la cama hacia la mesita de noche y agarro la pequena libreta y el boligrafo que estaban encima y volvio a sentarse en el mismo lugar. Con la mano que sujetaba el boligrafo le acaricio su hombro y luego puso las dos entre sus brazos para que pudiera coger las cosas. -- Antonio, ?Que te pasa? Antonio levanto la cabeza y le miro a los ojos. Cogio la libreta y el boligrafo y comenzo a escribir. Le entrego la libreta y el la oriento hacia la luz para poder leer. -- No puedo seguir haciendo esto. Andres se quedo mirandole pensativo. -- ?Es por lo que paso ayer? Antonio asintio con la cabeza mientras Andres le devolvia la libreta. El volvio a empezar a escribir. -- No puedo seguir haciendo como que no he visto nada. Eso no es lo que hace un hombre justo. Ellos eran mas y ese hombre no podia defenderse, pero nadie nunca hace nada. Todo el mundo mira para otro lado y hace como que no lo ha visto, y esperan que la injusticia se resuelva sola. Eso es exactamente lo que hacen los cobardes y yo no quiero serlo, pero el miedo me detiene y para entonces ya es tarde. La injusticia ha sucedido y despues llega la noche, y no puedo dormir, porque es imposible dormir cuando estas decepcionado contigo mismo. Andres leia mientras Antonio agachaba la cabeza y miraba al suelo. Cuando acabo de leer le agarro de la mano. -- Se muy bien como te sientes, pero no tiene sentido atormentarse. No puedes volver atras y cambiarlo. Asi que todo lo que puedes hacer es comprender que eres un hombre justo y bueno, pero que te equivocaste, y rectificar la proxima vez. Antonio no levanto la mirada del suelo, pero asintio con la cabeza. Andres se levanto sin soltarle la mano y tiro de el para que se pusiera de pie. Le abrazo y le paso la mano por la espalda para consolarle, luego le solto. -- ?Vuelves a la cama? Antonio miro el reloj y luego nego con la cabeza. -- No te atormentes tio, no lo hagas. -- Andres se metio en la cama y Antonio le tapo con el edredon y apago la luz, luego salio de la habitacion y se sento en el sillon a mirar por la ventana. Miraba el arbol que habia enfrente. El unico arbol que habia. Era grande y no tenia ni una sola hoja. Todas las ramas estaban desnudas. 3 Antonio abrocho su abrigo y metio las manos en los bolsillos. Lo unico que llevaba al descubierto era la cara. Llevaba puesto su gorro negro y el abrigo le cubria el cuello hasta la barbilla. De largo era casi hasta las rodillas. Andres cerraba la puerta de la casa, la de abajo, mientras acariciaba su barba corta y despejaba sus ojos del sueno. Empezaron a caminar a las seis de la manana, cuando todavia el Sol no habia salido. A lo lejos se veian en el cielo los primeros hilos de luz. La calle tenia un muro a cada lado y los dos estaban completamente llenos de grafitis iluminados por la luz blanca de los faroles de pared. Los muros eran muy extensos, pero no habia sitio para un solo grafiti mas, por lo que, cada cierto tiempo, algunos habian desaparecido y se habia pintado otro encima. Antonio y Andres caminaban atentos para ver los nuevos y cuando pasaron por al lado de los cubos de basura, varios gatos salieron corriendo y se metieron debajo de los coches. Despues de los muros habia una zona abierta. A la derecha habia un parque a media distancia, oscuro por la madrugada, y un bloque de edificios con soportales. En el interior de un portal de los soportales se veian las piernas de un sintecho, y del interior del portal salio una revista rotando en el aire que fue a parar justo en el centro de la fogata que habia a sus pies. A la izquierda habia un puente a lo lejos, por donde pasaba el rio cuando habia agua. Ahora habia un grupo de jovenes debajo y desde la distancia se veia el punto rojo diminuto de sus cigarrillos. Ahi se reunian para drogarse. Despues de pasar por ahi, pasaron por el parque en el que habia un hombre sentado en un banco, tapado con una manta vieja y hablando y riendose solo. De vez en cuando guardaba silencio y luego se giraba para gritar a alguien que el creia que le perseguia, pero detras no habia nadie. Siguieron caminando hasta la calle que corta las vias del tren y giraron. Tenian que cruzar las vias para ir al trabajo. Debajo de las escaleras del puente que cruza las vias habia una chica. Andres no la vio, pero Antonio la senalo y fueron hasta ahi. La chica estaba recogida sobre si misma y lloraba. -- ?Que te pasa? -- Pregunto Andres. La chica levanto la cabeza. -- Tengo frio. -- Dijo ella temblando. Lloraba y le temblaban mucho las manos. Llevaba puesta solo una camisa. Los chicos se miraron. No hicieron preguntas. Antonio desabrocho la cremallera de su abrigo y se lo quito y levanto a la chica. Se lo paso por la espalda y la ayudo a meter los brazos en las mangas, se lo abrocho y le metio las manos en los bolsillos, le puso la capucha y luego metio las manos dentro para limpiarle las lagrimas. La chica habia parado de llorar y le miraba a los ojos. Era un poco mas joven que ellos. Todavia menor de edad. Antonio saco del bolsillo de su pantalon la libreta y el boligrafo. Escribio y se la enseno. -- ?Tienes a donde ir? La chica asintio ligeramente con la cabeza. Entonces los chicos se giraron y se fueron.

  • Russell en 90 Minutos de Paul Strathern

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    Russell afirmo que fueron tres las pasiones que le dominaron un anhelo de amor, la busqueda de conocimiento y una angustiosa compasion por el sufrimiento humano. Guiaron tanto su vida personal como su quehacer intelectual. Su punto de vista filosofico, profundamente imbuido de la ciencia de su tiempo, estuvo, no obstante, enraizado en la logica y en el empirismo, dedico sus mayores esfuerzos a la epistemologia --la indagacion por el ultimo fundamento de nuestro saber acerca del mundo-- ?Como podemos tener la certeza de que es verdadero lo que pretendemos saber? ?Donde radica la certidumbre en nuestra experiencia del mundo? En Russell en 90 minutos, Paul Strathern presenta un repaso conciso y experto de la vida e ideas de Russell, y explica su influencia en la lucha del hombre por comprender su existencia en el mundo. El libro incluye una seleccion de escritos de Russell, una breve lista de lecturas sugeridas para aquellos que deseen profundizar en su pensamiento, y cronologias que situan a Russell en su epoca y en una sinopsis mas amplia de la filosofia.

  • Deseo Pedido Trilogia Mi Vikingo 2 de Norah Carter de

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    Me queria morir, no podia creer lo que habia leido en ese mensaje, no podia ser cierto, fui corriendo hacia la cocina y estaba mi padre en la mesa. --Papa, se que es una locura, pero necesito salir pitando para Amsterdam. --No me asustes ?Que ha pasado ahora? --Se la verdad de lo que ha sucedio con Alan, lo hizo para protegerme, esta en silla de ruedas, tengo que ir a verlo. --No me lo puedo creer -- dijo asombrado. -- ?Pero el sabe que vas? --No, me ha mandado un mensaje, no se lo he contestado, si lo hago no lo permitira. --No estoy de acuerdo, pero no te voy a frenar a que lo hagas ?De cuanto dinero dispones para los vuelos y para estar alli? --Papa, tengo la beca entera, me pagaste toda la estancia en Amsterdam, no me hace falta dinero, solo coger un vuelo. Se levanto y cogio la tablet, mientras me prepare un cafe. --Hija... ?Para manana? --Mira para hoy, papa, por favor. Vi como ni levantaba la cabeza, se puso a buscar. --Hay uno para las 3 de la tarde, creo que nos puede dar tiempo -- dijo mientras aparecia Eric por la cocina y venia a abrazarnos, detras lo hacia mi madre. Mi padre le conto rapido toda la odisea, ella nego con la cabeza, pero me abrazo y me dijo que ese no es el tipo de vida que habia sonado para mi, pero si me hacia feliz, que me apoyarian. Prepare la maleta, ya tenia el vuelo de ida, mi padre insistio en que cogiese hotel, yo me negue, ya buscaria alrededor de Alan. Me despedi del pequeno que me miraba apenado, seguidamente de mi madre y me fui con mi padre pitando al aeropuerto. Llegue a la terminal y facture la maleta, habia metido muchas cosas por si me quedaba mas tiempo de la cuenta, me despedi de mi padre antes de pasar el cordon policial y una vez cerca de la puerta de embarque, me meti en una cafeteria y me compre un refresco con un sandwich. Estaba nerviosa, no me podia creer que no me hubiese dado cuenta de lo que le pasaba, me reprochaba el haberme ido y no haberme quedado a su lado, pero me lo puso realmente dificil, no sabia como me iba a recibir, pero de que lo haria, lo haria... En el vuelo me toco un chico al lado, me recordaba a Pablo Alboran, estuve a punto de preguntarle si era el, pero estaba casi segura que no lo era, rapidamente entablamos conversacion, iba para Amsterdam a ver a la novia, que era holandesa, el se llamaba Pablo, ya ahi solte una carcajada, supo rapido de que se trataba, no era la primera vez que lo confundian, encima por llevar igual, llevaban hasta el nombre. Le conte mi historia, estaba flipando, no podia creerselo, ni yo el haberlo hecho, pero el no paraba de reflexionar sobre todo y me gustaba esa conversacion que teniamos, necesitaba la opinion de alguien que no fuese de mi entorno, me hizo apuntar su telefono por si me veia sola en la ciudad que lo avisase, me dijo que no temiese por la novia que era muy docil, rompi a llorar de la risa, mientras intercambiabamos los telefonos. Bajamos del avion y me dijo que me llevarian, su novia lo estaba esperando, le dije que por favor que no, pero no les valieron mis excusas de nada. Salimos del aeropuerto y alli estaba ella, una preciosa rubia con una sonrisa en los labios, nos presento y le dijo que me habia conocido en el vuelo, ella corriendo agarro mi maleta para meterla en su coche, yo me quede flipando, me aparece mi novio con otra y lo harto a hostias a los dos, pense. Me dejaron frente a la casa de Alan, me despedi de ellos mientras sacaba mi equipaje del maletero, prometi llamarlos para tomar un cafe.

  • Revolucionarios de Joshua Furst

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    Freedom (Fred) es el unico hijo del Lenny Snyder, legendario activista e icono de la contracultura americana. Ahora frisa la mediana edad y no puede hacer como si su psicodelica infancia nunca hubiera existido: el caos, las manifestaciones, los cambios de ciudad con la familia a cuestas huyendo de la pasma. Lenny fue un tipo de personalidad magnetica, un iluminado capaz de hipnotizar a las masas con sus esloganes, pero no supo conseguir el carino de su hijo y su mujer, a los que trataba con crueldad. Revolucionarios es un viaje cautivador por los feroces anos sesenta, que nos descubre el fin de una decada a traves de los ojos de un nino. Una saga caleidoscopica, una alegoria de Estados Unidos y un retrato profundamente intimo de la relacion de admiracion y rencor entre un padre y un hijo.

  • Canto yo y la montana baila de Irene Sola

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    Primero llegan la tormenta y el rayo y la muerte de Domenec, el campesino poeta. Luego, Dolceta, que no puede parar de reir mientras cuenta las historias de las cuatro mujeres a las que colgaron por brujas. Sio, que tiene que criar sola a Mia e Hilari ahi arriba en Matavaques. Y las trompetas de los muertos, que, con su sombrero negro y apetitoso, anuncian la inmutabilidad del ciclo de la vida.
    Canto yo y la montana baila es una novela en la que toman la palabra mujeres y hombres, fantasmas y mujeres de agua, nubes y setas, perros y corzos que habitan entre Camprodon y Prats de Mollo, en los Pirineos.

  • Vuelves en cada cancion, Anna Garcia de Anna Garcia

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    A veces nos olvidamos de que, aunque este nublado y llueva, termina saliendo el sol.

  • Cupido por una vez de Yami Krismiya

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    Cuando Elizabeth descubre que el hombre del cual estaba profundamente enamorada sera su futuro cunado, se aferra a su mejor amigo: el alcohol.En una noche de desenfreno, en la que se pasa de mas con las copas, ofende a voz en grito al dios griego del amor. Cuando este desciende de sus dominios para atender al llamado, pidiendo explicaciones por la ofensa, no puede evitar iniciar un peligroso juego.Elizabeth debera unir a tres parejas de un solo flechazo. Todas deberan ser perfectas, amor verdadero. Asi, y solo asi, podra olvidar los sentimientos que alberga por el novio de su hermana, Jane.

  • Las catastrofes de Alicia de Lighling Tucker

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    ?Crees que has tenido un mal dia? Seguro que no supera el de Alicia.
    Dejando Espana lejos se traslada a Manhattan para vivir su nueva vida, pero no empieza como ella espera.
    La empresa que iba a contratarla ha sido cerrada a causa de una investigacion policial. El piso que iba a compartir esta en un edificio que apenas se mantiene en pie y, como postre, el coche que alquila y en el que mete sus cosas, pisa un clavo deshinchando una de sus ruedas.
    Con el poco aire que queda en el neumatico logra llegar al taller mas cercano que encuentra por internet y esta cerrado.
    ?Que mas puede salir mal?
    Justin contempla a la mujer que llega a su taller, la pobre parece haber sobrevivido a una catastrofe. Decide escuchar lo que tiene que decirle al mundo y le genera ternura su desesperacion.
    <<--Entra, te arreglare la rueda --dijo Justin apiadandose de ella.
    --?Eres el mecanico? ?Y por que has dejado que te explicase mi miserable vida?
    --Mera curiosidad --contesto sonriente.
    --Eres cruel>>.
    ?Que opinas? ?Esta historia puede mejorar?

  • Pensandolo mejor de Kristan Higgins

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    Una hermana a la que hace siete anos que no ve…?Las circunstancias de la vida haran que sea su mayor apoyo?
    Ainsley O’Leary esta preparada para casarse, preparadisima: incluso ha encontrado el anillo de compromiso que su novio guardaba escondido. Lo que no se esperaba es que Eric le diera planton sin miramientos y lo publicara en un blog que, como no podia ser de otra manera, acaba por hacerse viral. Destrozada y humillada, decide acercarse a su media hermana, Kate, que lucha ella misma para recuperarse tras la perdida de su marido.

  • En busqueda del asesino de Melina Sten

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    Nueva novela de romance, intriga, suspenso y misterio, donde los protagonistas deben seguir las pistas para encontrar al asesino.
    Todo comienza en la libreria que Eloise hereda y de la que se hace cargo luego de la muerte de su madre. Ella en realidad es una chef y su sueno esta lejos de la literatura, mas bien tiene relacion con abrir su propio restoran. Sin embargo, ocurre un asesinato dentro de la libreria y ella se ve inmersa en este huracan de enredos del que salen nuevas y enigmaticas huellas pero tambien salen a relucir sucesos e incluso articulos de gran valor que su madre ha dejado escondidos y que hacen que esta trama te deje una atractiva sensacion de no querer parar de leer...
    Y claro, el sheriff, que fue un antiguo amor que le rompio el corazon, es quien la ayuda... pero no es el unico y si todo esta complejo, esta historia te ensenara que siempre se puede complicar un poco mas cuando el deseo y el amor se ponen en juego.
    Presta atencion a las pistas que se desarrollan en los capitulos y juntos descubramos al asesino y veamos si esta hermosa historia de amor tiene su final feliz....

  • Mentiras consentidas (Bergman 6) de Hans Rosenfeldt , Michael Hjorth

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    Los dias de Sebastian Bergman en la Unidad de Homicidios han terminado y ahora dedica su tiempo a impartir conferencias y a escribir libros. Tras los acontecimientos vividos en Castigos justificados, lleva meses sin noticias de Vanja y la unica persona del equipo con quien tiene contacto esporadico es Ursula.

  • Detras de las Ruedas de Adrian Ponce

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    ?Como vivirias sin poder utilizar una mano? ?Sin las dos? ?Que tal depender de otras personas hasta para los aspectos mas basicos e intimos? Esta novela llena de romance, amistad y humor, te dara un buen vistazo a lo que es vivir dentro de un cuerpo que no responde como quisieras.
    Comenzando desde la noche anterior a su boda, el protagonista, un chico que nacio con una discapacidad, nos cuenta de manera regresiva algunos de los momentos mas importantes de la relacion con la chica que esta a punto de ser su esposa, llevandonos a conocer la vida a traves de sus ojos.

  • El Capitan Correa (Cronicas del Caribe 2) de Roberto Gonzalez Rivera

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    Esta es una obra de ficcion. He cambiado algunos de los personajes y las situaciones historicas con propositos dramaticos. Algunos son totalmente producto de mi febril imaginacion. La historia nos cuenta los hechos esenciales. En las horas previas al amanecer del 5 de agosto de 1702, dos barcos del Reino de Inglaterra y Gales atacaron el pueblo de Arecibo, Puerto Rico. Los detalles son inciertos. En su libro, La historia de Puerto Rico, R.A. Van Middeldyk afirma: “Sin embargo, es cierto que el 5 de agosto de 1702, un bergantin y un balandro ingleses llegaron a Arecibo y desembarcaron a 30 hombres, que se vieron obligados a volver a embarcar con perdidas considerables, aunque los detalles de este asunto, como los presenta [Fray Inigo Abad y Lasierra] … evidentemente son producto de la imaginacion “. (Van Middeldyk, R. A., The History of Puerto Rico. 2018. Bremen. Salzwasser-Verlag Gmbh. Publicado por primera vez en 1903). En su carta al gobernador de la isla despues del evento, citada aqui, Felipe V de Espana repasa la historia. Sin embargo, esta claro que solo esta reiterando lo que ha supo a traves del gobernador. El gobernador, a su vez, recibio la informacion de segunda mano. El ataque ocurrio en el contexto de la Guerra de Sucesion Espanola, o la Guerra de la Reina Ana, como tambien se la conoce en America del Norte. Aunque el teatro principal de la guerra fue en Europa, tuvo repercusiones en el Nuevo Mundo. Se realizaron algunas acciones en America del Norte y las Antillas, incluido Puerto Rico. Carlos II de Espana no tenia heredero propio. Lego su reino a su sobrino nieto Philip d'Anjou, miembro de la Casa de Borbon. Felipe, que tambien resultaba ser el nieto de Luis XIV de Francia, se convirtio en rey de Espana en 1700. Esto amenazaba el equilibrio de poder en Europa. Los borbones controlarian a Francia y al vasto imperio espanol. Inglaterra, la Republica Holandesa y el Archiducado de Austria formaron una Gran Alianza para desafiar a los Borbones. Favorecian a Carlos VI, el hijo menor de Leopoldo I, emperador del Sacro Imperio Romano, para convertirse en rey. Este fue el comienzo de la guerra, que duraria trece anos. Asi fue que, lejos de los centros de poder europeos, el pueblo de Arecibo se encontro en medio de un conflicto entre Espana y Francia por un lado y la Gran Alianza por el otro. La defensa de Arecibo recayo en Antonio de los Reyes Correa, para entonces teniente (Teheniente de Guerra) y a su mal equipada milicia. Correa habia sido alcalde temporal de la ciudad desde 1700 hasta 1701 y se habia convertido en alcalde oficial en 1701. Los eventos que llevaron a esta batalla y las consecuencias inmediatas de la misma son el tema de esta historia. 1702 CHAPTER ONE Soplo el viento. Levanto las anchas hojas verdes del yagrumo para mostrar sus partes inferiores plateadas. Volo suavemente cuesta abajo desde la oscura, humeda y aromatica jungla montanosa, a lo largo de rios y arroyos cristalinos, sobre acantilados blancos y cataratas veladas, bajando colinas de faciles pendientes y sobre valles de rico verdor hasta llegar a la ondulada llanura costera y, mas alla, a la rocosa y traicionera costa atlantica, no sin antes revolver la melena ondulada del teniente Antonio de los Reyes Correa, comandante militar y administrador civil de la villa de San Felipe de Arecibo, un pueblo escasamente poblado en la isla de Puerto Rico, en el Mar Caribe. Correa se aparto de la fosa abierta que tenia delante, se puso el sombrero de tres picos y clavo la vista en el mar gris plomo, brillante con sus puntas blancas bajo un cielo gris plomo. El cementerio estaba asentado sobre una colina. Desde aqui, Correa podia ver la Roca de los Suspiros, contra la cual el bergantin espanol Victor habia encallado el dia anterior. Sus restos aun se aferraban a la roca, a pesar de las olas que se estrellaban contra el. Nicolas Serrano, el ayudante de Correa, camino con cautela alrededor de la tumba. Se estaba asegurando de no resbalar sobre la resbaladiza arcilla roja mientras el sepulturero llenaba el hueco en el suelo. Un punado de dolientes se alejo, mirando por encima de sus hombros a los dos hombres. Una vez que llego a Correa, Serrano se puso de pie junto a su superior. Lanzo una mirada de reojo a Correa, tratando de pararse de la misma manera. Correa fingio no darse cuenta, pero no pudo evitar sonreir. Ambos llevaban las chaquetas azules decoradas propias de un oficial espanol. Llevaban doblados los grandes punos rojos, pantalones azules y medias rojas. --Parece que va a llover --dijo Serrano. Correa asintio con la cabeza. --El cielo se esta nublando. Correa se volvio y camino hacia su caballo. Acaricio la cara blanca del animal y lo monto sin esfuerzo, en un solo movimiento. Con un susurro de Vamos, Centella, le dio la vuelta al caballo y partio cuesta abajo, hacia el pueblo. Serrano hizo lo mismo, aunque no con tanta gracia. El padre Francisco Fernandez de Cosgallo, el vicario parroquial, se despidio cuando los hombres lo pasaron. --Que tenga usted buen dia, padre --dijo Correa sin mirarlo. --Buenos dias nos de el Senor --dijo el sacerdote, con los ojos en la tumba. Todavia podian escuchar el sepulturero palear cuando sintieron las primeras gotas de lluvia. --Pobre Ramirez --dijo Serrano, cabalgando junto a Correa. --Todos tenemos que irnos algun dia --respondio Correa. --Claro, claro --dijo Serrano.-- Es solo que era muy joven. --?Que se supone que significa eso? --Oh, nada, nada. Es una pena, eso es todo. Correa suspiro. --Si, --dijo--. Es una pena. Deberia haber sido mas cuidadoso. --Si, --dijo Serrano--. Deberia haber sido mas cuidadoso”. Los dos cabalgaron en silencio por un rato. La lluvia suave pronto convirtio el camino de tierra en barro rojo que manchaba las piernas blancas de Centella. La brisa olia a hierba y al mar. Serrano se inclino hacia Correa. --?Cree que vendran? Correa se volvio para mirarlo. --?Los ingleses? --Los ingleses, si, --respondio Serrano--. Con la guerra en Europa… --Que vengan --dijo Correa--. Hare una hoguera con sus naves. --?En serio? ?Cree que podemos vencerlos? --?Por que no? Son solo hombres, igual que nosotros, Nico. --Bueno, son solo hombres, como usted y yo, --dijo Serrano --y el sargento hace todo lo posible para entrenar bien a los muchachos, pero… Correa se volvio en su silla de montar. --?Pero que? --Bueno, solo tenemos dos fusiles entre todos nosotros. La mayoria de los muchachos solo tienen picas y machetes. Con un cambio de peso casi imperceptible, Correa espoleo a Centella. --Eso es porque el gobernador no ha aprobado nuestro presupuesto --dijo Correa--. Pero las cosas cambiaran ahora que estamos en guerra. Veras. --?Incluso para nosotros? No creo que el gobernador pueda colocarnos en un mapa. --Reforzara la capital, por supuesto. Pero no nos dejara indefensos. Seria un tonto si hiciera eso. Serrano miro a Correa con una sonrisa en su rostro. Finalmente, Correa tambien sonrio. --Vamos, Nico! Serrano rio. Ahora podian escuchar el ruido de las olas en la distancia. --?Sabes lo que necesitamos? --pregunto Correa--. Necesitamos construir un fuerte. Justo donde el rio se encuentra con el mar. Necesitamos fortalecer todo ese area y construir tuneles tambien. --?Tuneles? --Claro, entonces podemos movernos bajo tierra. Por supuesto, llevara tiempo, asi que cuanto antes comencemos, mejor. --Tiene fe en Gutierrez.

  • Realidad de Raquel Attard

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    El miedo me seguia a todas partes, como ese lobo que acecha a la gacela en la oscuridad. Ella no lo ve, pero sabe que esta ahi. Siempre habia alguien observando, preparado para dar el punto y final a la aventura. --?Que quieres de mi? --Le pregunte. --No lo pienses --me dijo--. Solo salta. Y salte. ?Que otra cosa podia hacer? Todo parecia diferente y, de repente, me di cuenta. Como salida de la nada estaba la niebla con forma de sombras en la noche. Lo percibia, lo sentia en la piel, todo iba a ser distinto. Era el principio del fin de mi vida tal y como la conocia. Alex tambien seguia alli. Me tocaba como si empezara a conocerme y me miraba como si me estuviera viendo con otros ojos. Unos que nunca me habian observado antes. Los ojos de la muerte. No era yo, no era la misma. Y pensar que todo esto habia empezado hacia solo dos semanas… Capitulo 1. El comienzo del fin BLAKE Estaba atascada estudiando para los examenes finales. Aqui era donde se decidia mi futuro. Si sacaba la carrera o tenia que repetir otro ano con alguna asignatura que me hubiera quedado pendiente. “No puedo fallar, no puedo fallar”, me repetia esa frase como un mantra, a ver si me entraba en la cabeza y, por arte de magia, no fallaba. Mi familia contaba conmigo y tenia que ser mejor por ellos. Por eso estudiaba derecho y gestion de empresas. Sabian que tenia intuicion para el negocio y que podia llevarlo al siguiente nivel. Mire mi telefono. John me habia llamado pero yo no se lo habia cogido. Hacia tiempo que queria romper con el porque estaba aburrida. Le tenia carino, nuestras familias eran amigas desde antes de que nacieramos y ambos estabamos destinados a dirigirlas cuando nuestros padres dejaran el negocio. Era tan natural que resultaba poco emocionante y yo necesitaba mas. De donde viniera ese mas, ahora mismo ni me lo planteaba, pero debia dejarlo si queria avanzar. Me iba a centrar en mi trabajo despues de los estudios. Si todo salia bien, acabaria con unas notas que me permitirian acceder a la especialidad que yo queria, por delante de otros alumnos. Me habia esforzado mucho para ello. Era capitana del grupo de debate, pues queria aprender todo lo necesario sobre negociacion, y hacia practicas con la profesora Johnson para iniciar mi tesis y poder doctorarme en derecho empresarial. Para preparar los examenes, habia contado con la ayuda de Fiorella Gulio, que era una de mis mejores amigas, junto a Lucrezia Lorenzzo, a la que todos llamabamos Zia. --No le gustaba que la llamaran por su nombre completo, aunque a mi siempre me habia parecido muy bonito--. Las tres estudiabamos la misma carrera, que esperabamos terminar con los examenes de manana. El caso es que John ya no encajaba en mi vida. Hacia tiempo que lo veia con otros ojos, como si ya no me conquistara cada vez que sonreia o se dirigia a mi. Cuando eramos pequenos, me bastaba, era lo que se esperaba de nosotros, pero ahora no. A veces me parecia que seguiamos juntos por costumbre o por comodidad y eso se tenia que acabar. De una forma u otra. Llegue a la Facultad y me fije en que habia varios estudiantes de primero ayudando a preparar la gala de graduacion, colgando pancartas y haciendo carteles para indicar a los invitados donde debian sentarse. Esa tarde teniamos un ensayo general con todos los estudiantes de la promocion. El acto de graduacion seria el viernes e iba a venir toda mi familia. Mis padres, Lena y Roberto. Mis abuelos, Annetta y Domenico. Mis tios, Bianca y Agostino, y mis primos, Giordano y Cosomo, que eran como hermanos para mi. Sabia que teniamos mas familia en Italia, pero desde que los padres de mi padre emigraron a America, no habiamos vuelto. De hecho, yo nunca habia estado alli. Arriba, abajo, recoge el diploma, pasa el birrete de un extremo al otro… Una vez terminado diligentemente el ensayo, fui al despacho de la profesora Johnson, que me felicito por haber concluido mi trabajo en su departamento y me prometio hablar con el profesor Williams para que me aceptara como alumna y poder empezar el doctorado en septiembre. Luego me encamine hacia el vestibulo, buscando un momento para hablar a solas con Zia y contarle mi inquietud. La encontre con su novio, Matteo Inchenza. Llevaban tres anos juntos, se conocieron en la universidad y desde entonces eran inseparables. Los cuatro, junto con Fiorella y su novio Carrick, formabamos uno de los grupos mas populares de la facultad. Siempre que los chicos venian a vernos, nuestros companeros se quedaban mirandonos, queriendo formar parte de lo que sea que estuvieramos organizando, aunque nadie sabia en realidad de que hablabamos cuando estabamos juntos. La familia de Zia, la de John, la de Fiorella, la de Matteo y la mia, eran las cinco familias mas poderosas de Nueva York. Nuestros negocios estaban hermanados y se podia decir que trabajabamos juntos y que nos apoyabamos siempre. El unico que no pertenecia a nuestro “submundo” era Carrick, pero cuando su relacion con Fiorella se hizo seria, decidimos contarselo todo. Eso si, el sabia que su vida dependia de que nos guardara el secreto y que no era ninguna broma. --Zia, te necesito. --Le dije arrancandola de los brazos de Matteo--. !Ahora te la devuelvo! --Le saque la lengua y me la lleve a un aparte. --?Que te pasa? --Me dijo divertida. A mi amiga no le preocupaba absolutamente nada. Aunque por su apariencia nadie lo diria, era una de las personas mas frias que conocia cuando debia serlo. --Voy a hacerlo. Voy a dejarle. --Le dije decidida. --?Otra vez con el tema de John? --Me pregunto desesperada, pero sabia que era solo una pose. Me conocia mejor que nadie y sabia lo mal que lo estaba pasando con este asunto. --Tengo que hacerlo. No puedo retrasarlo mas. Levanto las cejas y suspiro. --Lo entiendo, pero antes de la graduacion me parece cruel. Yo suspire tambien. Estaba cansada. --Si no lo hago ahora, no lo hare nunca. Ya sabes que nuestras familias tienen planes para nosotros despues de la graduacion. Asi era. Nuestras familias querian que nos casaramos para dejarnos como cabezas del negocio. “Por separado somos fuertes, pero juntos somos invencibles”, nos decian siempre. Mi padre era un lider nato y me habia ensenado a ser como el. Sabia que yo podria seguir sus pasos sin problemas y que no necesitaba a ningun hombre a mi lado para hacerlo, pero los Marconni habian hecho un pacto con los Ricco, la familia de John, para ampliar el negocio y se sellaba con el matrimonio. De todas formas, hablaria con el y buscariamos la forma de continuar con el pacto sin pasar por el altar. Estaba segura. El nunca me obligaria a hacer algo que no quisiera. No en el terreno personal. En los negocios, si, desde luego. Mi primera pistola la dispare con diez anos. Me dijo que tenia que saber defenderme. Me apunto a clases de karate y me hizo seguirlas hasta que fui cinturon negro. Lo acompanaba a todas las negociaciones desde los doce y me dejaba participar activamente en ellas desde los dieciseis. Siempre fui muy espabilada y el contribuyo a ello. Cuando cumpli los dieciocho, puso a un grupo de cuatro hombres a mis ordenes y no habia perdido a ninguno. Nuestro negocio estrella era la cadena de hoteles De Lucchi, apellido de soltera de mi madre, que estaba administrada por una junta directiva de la que mis padres eran accionistas mayoritarios. Yo me encargaba de dirigir el resto de empresas legales, que sobre todo se dedicaban a la intermediacion. Si un negocio tenia una necesidad, yo se la cubria. Pero tambien controlaba todo lo que habia que saber sobre extorsion, blanqueo, enganos, chantajes, contrabando, falsificaciones… Lo llevaba en la sangre. --Bueno, pues hazlo. Miralo, por ahi viene. --Senalo hacia la puerta de la entrada de la facultad y yo fui a su encuentro. Cuando llegue hasta donde estaba John, me cogio en volandas y me beso. Le devolvi el beso. Iba a ser el ultimo. --Hola preciosa. --Me dijo con una sonrisa encantadora. John era rubio, musculoso, un poco mas alto que yo, atletico. Era la clase de chico que hacia que te volvieras para mirarlo y yo iba a dejarlo. --Hola cielo, tenemos que hablar. --Yo nunca decia apelativos carinosos, pero a John si. Con el siempre habia tenido esa complicidad. Le cogi de la mano y tire de el hasta un banco--. A ver, esto no es facil, John. --No sigas. --Me corto antes de que pudiera siquiera comenzar--. Ya se lo que vas a decir. Lo he estado esperando durante anos. ?Lo sabia? ?Tan obvio era? ?Y por que nunca me habia dicho nada? --?Lo sabes? --Le pregunte timida. --Se que hace mucho tiempo que no eres feliz conmigo. He intentado remediarlo, he hecho de todo, pero nada parece nunca suficiente. --Se paso una mano por el pelo. No me miraba. Estaba dolido. --Lo siento, John. No queria hacerte dano. --Le puse una mano en la mejilla y le obligue a mirarme a los ojos--. Sabes que te quiero, pero mas como amigo que como pareja. Hemos pasado por muchas cosas juntos y siempre estare a tu lado para lo que necesites. --Le asegure. --Y yo al tuyo, Blake. --Me dijo levantandose--. Pero me llevara un tiempo. --Se quedo parado un segundo y me hablo sin mirarme--. Cuando rechazas a alguien, aunque quieras arreglarlo y decir algo que le de otro sentido, el dano ya esta hecho y no lo puedes reparar con palabras. Me quede sentada en el banco mientras veia como se alejaba. Al fin y al cabo, era lo que yo queria, dejarle. No podia ir tras el y no habia nada que pudiera decir para mejorar la situacion. Ademas, estaba segura de que retomariamos la conversacion en algun momento. Despues de haber estado toda la vida juntos, habia resultado sorprendentemente facil. John fue mi primer beso, mi primera vez, mi mejor amigo. Habiamos pasado por muchas cosas juntos, nos complementabamos. Es muy dificil encontrar a alguien asi y mucho mas dificil dejarlo escapar.