• cassidy ostergren - Cassidy Ostergren

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    Lacey es una adolescente normal y corriente. Va a clase, intenta sacar un aprobado en Quimica y pasa los viernes por la noche observando loq que hace el chico que le gusta en Facebook. Es tan normal como cualquier otra adolescente, solo que ella puede cambiar el futuro.

  • La Chica Que Podría Cambiar el Destino Versión Kindle

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    de Cassidy Ostergren y Anabel González Rodríguez | 1 febrero 2020 ... The Girl Who Could Change Fate: Pocket Book Edition (Fate Changers).

  • La chica que podría cambiar el destino - Cassidy Ostergren

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    Apreté los puños y golpeé mi copia de Macbeth suavemente. Eso no me gustó, Macbeth era mi libro favorito porque me hacía recordar cómo el protagonista está ...

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    Auteur: Cassidy Ostergren ... E-book is direct beschikbaar na aankoop; E-books lezen is voordelig ... Spaanstalig; E-book; 9781547522026; januari 2020 ...

  • El regalo Perfecto (La Profesional 4) de Kris Buendia

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    No soy un hombre alegre que le guste compartir con los demas. Y mucho menos compartir a mi familia con tanta gente aun asi sea nuestra propia familia. Mientras veo dormir a mi mujer, me pregunto lo siguiente: ?Podria ser mas feliz? Pense que esta clase de gloria no existia, o que yo era una persona que estaba muy lejos de serla. Lo unico que se es que cada dia soy feliz con ella y mi hijo. Son mios, es mi imperio, por lo que respiro cada dia. Muy pronto sera noche buena y se cual es el regalo perfecto, mi esposa me ha estado insistiendo sobre una cosa desde que nuestro hijo cumplio tres. Eso fue hace dos anos, pero es porque he estado evadiendo el tema porque me rehuso a negociar sobre ello. Hablando de regalos. ?Que le regalarian a alguien que lo tiene todo? Creo que mi mujer y yo estamos metidos en un grave problema. La amo y quiero hacerla feliz siempre; como lo soy yo desde que la escuche cantar y me atrapo con su valentia y belleza de mujer. Es una promesa que le hice a ella y a la vida misma: Toda una vida. En todas las posiciones posibles.

  • Supervivientes del fin del mundo de Fernando Neira

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    Cuando desgraciadamente las predicciones de unos cientificos indios se hicieron realidad en las que la tierra iba a ser asolada por una tormenta solar y el mundo que conociamos se habia ido a la mierda, por suerte, !Lucas Giordano estaba preparado! Poco antes de que los paises se hundieran en el caos, Irene Sotelo tuvo la valentia de comentarselo a su jefe y por raro que parezca, este la hizo caso y comprendio que no se podia hacer oidos sordos a lo que se avecinaba. Juntos, el millonario y su fiel asistente decidieron olvidarse de las normas vigentes hasta ese momento y disenaron una sociedad donde las mujeres fueran mayoria para asegurar que pudiese sobrevivir al desastre … sin importar que eso supusiera que cada hombre tocara a cinco mujeres….

  • Tu alteras mi mundo de

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  • Irresistible 5 de Robyn Hill

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    Un sensacion de peligro inminente flotaba en la atmosfera de la prision. Morgan y sus secuaces me lanzaban miradas de acero cada vez que aparecia por el pabellon de reclusos. Deseaban vengarse de la paliza sufrida en las duchas, por eso debia permanecer en alerta todo el tiempo. Era evidente que mi vida corria grave peligro, pero ?me hubiera comportado de distinta forma de saber que trataba con el mafioso de la carcel? La respuesta a todas luces era no. Mi actitud podia considerarse como irresponsable, sin embargo, creo que es el deber de cada uno a contribuir para que el mundo sea mejor. ?Hubiera sido capaz de mirar a los ojos a la mujer de mi vida si llego a actuar como un cobarde? Con toda probabilidad, no. El amor de Amanda me dejaba ser fiel a mi mismo, autentico por los cuatro costados. Y entre rejas el tener la certeza de que ella estaria orgulloso de mi, era como un soplo de aire fresco dentro del arido entorno de la carcel. Recorde lo mucho que la extrane aquellos dias que viaje a Nueva York, sufriendo un anhelo constante por volverla a ver, pero en la prision el sentimiento resultaba mas agudo. A esa terrible y profunda nostalgia por Amanda se le sumaba la melancolia, la frustracion y una sensacion de vacio. En otras palabras, me sentia desesperado porque entre ella y yo se levantaba un bloque de hormigon impidiendo estrecharla entre mis brazos. ?Existe mayor castigo que el privarte de la mujer de las que estas perdidamente enamorado? Estaba tumbado en mi camastro cuando se acerco Ferguson andando con parsimonia, como si se encontrara en el jardin de su casa. --Cassel, en pie --dijo con un gesto de la mano--. Vamonos a dar un paseo. --?Que ocurre? --pregunte con el ceno fruncido mientras me colocaba de pie. Mi reunion con Brian habia sido esa misma manana y, por desgracia, no era domingo, asi que no contaba con ninguna visita. --Se te dira en su momento --dijo Ferguson esposandome. Cualquier novedad que me distrajera de la rutina era mas que bienvenida. En la carcel el tiempo transcurria mucho mas lento, y lo peor era que ese ritmo monotono te afectaba al cuerpo y a la mente. Ferguson y yo caminos a traves de los pasillos largos y austeros del modulo de prisioneros. A veces me gustaba aguzar el oido para escuchar los sonidos de la carcel. Para mi sorpresa, emisoras de todo el mundo reverberaban por las paredes. Resultaba ironico que un mundo tan tecnologico, la radio continuara siendo un instrumento tan utilizado. --?Como estas, bien? --pregunto Ferguson mientras saliamos del modulo de reclusos. Aun desconocia el proposito de mi improvisado paseo. Me encogi de hombros. ?Que se suponia debia contestar? Estaba en la carcel, jodido. Ferguson sonrio de una forma paternal. No pude evitar sentir una corriente de simpatia hacia el, a pesar de que jamas daria su vida por defenderme de Morgan. Lo comprendia. No le pagaban para arriesgarse. --?Adonde vamos? --pregunte. --El alcaide quiere verte --respondio alzando las cejas, como si hablase del presidente de los Estados Unidos. --?A mi? ?Para que? --Ya lo veras, Cassel. No seas impaciente --dijo con el rostro serio. Despues de pasar por un sendero de piedra bajo un cielo encapotado, cruzamos el umbral de una puerta. Al entrar me sorprendio ver a una mujer detras de un escritorio. Dentro de una carcel de hombres parece logico esperarse a hombres en todos los puestos de trabajo, pero estaba equivocado. --Hola, Susan --dijo Ferguson--. Nos esta esperando. La tal Susan asintio con la cabeza y ambos entramos en el despacho del alcaide. Lo primero que vi fue la espalda de un hombre que pintaba sobre un lienzo. En una mano sostenia el pincel y en la otra, la paleta con un surtido de colores. Llevaba puesto un mono blanco lleno de manchas de varios colores, sin duda, se trataba de un pasatiempo al que dedicaba muchas horas. --Sr. Orison... --dijo Ferguson. El alcaide se tomo la tranquilidad para soltar la ultima pincelada antes de girarse hacia nosotros. Me fije en el cuadro: una playa paradisiaca de arena blanca y mar de color turquesa. Supuse que su trabajo le ocasionaria una multitud de horas muertas que debia rellenar de alguna manera. --Oh, Eric, buenos dias --dijo el Sr. Orison sonriendo--. Tome asiento, por favor. Se trataba de un hombre que rondaba los sesenta anos, de aspecto afable, con la espalda ligeramente encorvada y una mirada astuta. Me fije en su anillo de casado. Algo en el me recordaba a un sacerdote o un medico. Con un gesto de la cabeza ordeno a Ferguson que me quitara las esposas. El Sr. Orison me examino de arriba a abajo, seguramente calibrando que tipo de preso era. Tome asiento mientras me acariciaba mis doloridas munecas. ?Que querra este hombre de mi?, me pregunte. --Me encanta pintar, me relaja --dijo al fin. Guarde silencio,y el Sr. Orison, al no obtener respuesta a su comentario, continuo pintando con pequenas pinceladas aqui y alla. A veces sacaba la la lengua, como si estuviera afinando su talento. Mire a Ferguson, desconcertado, pero mantenia una expresion imperturbable. --Fue muy valiente por su parte ayudar a ese pobre portugues. No hay muchos presos que se presten a socorrer a los demas. Le felicito --dijo concentrado en el lienzo. --Gracias --dije laconicamente. --Es usted diferente al resto. De vez en cuando aparece alguien que rompe el estereotipo del preso. Sin duda, ahora ese privilegio recae sobre sus hombros --dijo mientras se agachaba y entornaba los ojos con la mano en el pincel--. Usted no pertenece a este sitio. --?Me va a ayudar a salir de aqui? Soy inocente. El Sr. Orison dejo de pintar y esbozo una gran sonrisa mientras me miraba. --Me temo, hijo, que es algo que esta fuera de mi control. Yo solo gobierno esta institucion. --?Para que me ha llamado? --pregunte, cansado de sus enigmaticos comentarios. --Le he llamado porque se encuentra en una posicion complicada. Usted y yo sabemos de que se trata --dijo refiriendose a la mas que probable represalia de Morgan y sus secuaces--. ?Sabe? Quiero ayudarle... Le voy a transferir a otro modulo mucho mas sosegado, con presos de absoluta confianza... E incluso con un gimnasio a su disposicion si lo necesita. Una cierta desconfianza empezo a invadirme. No comprendia el por que de esa generosidad tan repentina. Si a todos los presos se les tratase asi al involucrarse en peleas, sin duda que se amanarian unas cuantas con el fin de ser trasladados. --?A cambio de que? --dije cruzandome de brazos. El Sr. Orison solto una pequena risita. --Ya veo que es inteligente --dijo mientras firmaba la obra en una esquina del lienzo--. Eso me gusta. El alcaide dio un paso hacia atras y examino su cuadro. Asintio con la cabeza, satisfecho. --Firme una declaracion en la que cuente como Morgan agredia a Varejao. Estoy deseando que disfrute de una larga temporada en nuestra celda de castigo pero, por desgracia, no puedo mandarlo a mi antojo. Necesito un testigo de cargo, y ahi es donde entra usted --dijo despojandose de su bata. A continuacion se abotono los punos de la camisa mientras Ferguson le sujetaba la chaqueta del traje. La oferta del alcaide era tentadora, sin embargo, contenia una trampa. Me convertia en un soplon de por vida y eso era algo que trascenderia de la prision. Aliarme con el Sr. Orison suponia ser amenazado de por vida. Mi respuesta estaba clara. --No cuente conmigo --dije apretando las mandibulas, y lamentando que mi decision acabaria tambien por enemistarme con el. --?Estas seguro de lo que haces, idiota? --pregunto Ferguson. El alcaide le lanzo una mirada de reproche por hablar sin permiso. Ferguson bajo la mirada y se sonrojo. --No le haga caso, Eric --dijo colocandose la chaqueta y tomando asiento a su escritorio. --Mi decision es firme. Tendra que buscar a otro que le ayude -- dije mirandole fijamente. --No me gusta insistir, se lo advierto --dijo entrelazando las manos sobre la mesa--. Pienselo bien. Valore lo que esta en juego. --Le he dicho que no. Se creo un silencio incomodo. --Muy bien --dijo y con un gesto de desprecio con la mano dio por finalizada la reunion. Ferguson me ordeno que me pusiera de pie y me esposo de nuevo. Lance una ultima mirada al alcaide, que tecleaba un numero en el telefono fijo con el auricular en la mano. Mientras me dirigia a la salida escoltado por Ferguson, escuche su ultimo comentario. --Lo lamentara. *** Al regresar al pabellon, me tumbe de nuevo en mi camastro. No dejaba de pensar en la propuesta del alcaide y en la sensacion de que me encontraba solo frente al peligro. Ni siquiera las autoridades serian capaces de echarme una mano. Dentro de la carcel existia otra ley, la ley de los presos. Si humillabas alguien, su unica manera de restituir el honor mancillado pasaba por asesinar. De nada me servia una cuenta corriente abultada para comprar proteccion. A la hora de la verdad, cuando mi vida estaba en juego, el dinero quedaba relegado a un segundo plano. A lo lejos observe como Morgan se aproximaba a mi litera. Mi cuerpo se puso en maxima tension. Me quise fijar en sus manos por si portaba un arma, pero las mantenia ocultas tras la espalda. Me costaba determinar su edad, aunque deduje que oscilaria entre los veinte y los veinticinco anos. Era mas alto que yo, unos diez centimetros; y su cuello estaba adornado por un tatuaje en forma de anillas entrelazadas. Enseguida palpe en el ambiente la tension de lo que se avecinaba. Los demas presos me miraban con descaro, esperando el momento cumbre entre Morgan y yo. De reojo, observe que un par de guardas se encontraban dentro del pabellon. ?Se atreveria Morgan a agredirme en frente de ellos? Si retrocedia o mostraba senales de debilidad, podia considerarme muerto, pues me convertia en una presa demasiado facil para todos. Confieso que senti preocupacion al observar al corpulento Morgan acercarse hasta mi, pero me obligue a aparentar una calma arrogante, como si fuera un hombre endurecido por la estancia en prision. Fingi que leia mensajes del movil barato proporcionado por Ferguson, aunque estaba en permanente vigilancia de Morgan. A menos de cinco metros, aprete el puno derecho. Ya estaba a punto de pasar a mi lado. El corazon me latia a mil por hora. Morgan se detuvo a mi altura y lentamente se agacho. Su mirada destilaba un brillo de locura que lo hacia aun mas peligroso. --Tu y yo aun tenemos una conversacion pendiente... Antes de que me pudiera dar cuenta, uno de los secuaces que se habia acercado por el otro lado de la litera, me arrebato el telefono de la mano. Inmediatamente se lo lanzo a su jefe. A continuacion, dejo caer el telefono al suelo y de una simple patada lo chafo como si fuera una colilla. Me fastidio perder la comunicacion directa con Amanda, pero continue con mi estrategia de mostrarme por encima de todo, sosegado. --!Eh, Morgan! !Vuelve a tu sitio! --exclamo unos de los guardas desde la puerta. Morgan le lanzo una mirada de desprecio acompanado de un grunido. --Veremos si la proxima vez tienes tanta suerte --dijo mostrando una dentadura blanca e inmaculada--. Estaremos tu y yo, a solas. --Cuando quieras, viejo amigo --dije mostrandome impasible, aunque sentia el estomago oprimido--. Si quieres concertamos una cita. Morgan se alejo con la mirada enganchada en la mia. Su compinche solto una carcajada aguda, como de hiena.

  • El lado oscuro del adios de Michael Connelly

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    Harry Bosch es el ultimo investigador privado de California. No se anuncia, no tiene oficina y es quisquilloso con la gente para la que trabaja, pero no importa. Su talento de treinta anos en el Departamento de Policia de Los Angeles habla por si solo. Pronto, uno de los mayores magnates del sur de California acude a buscarlo. El hurano multimillonario se acerca al final de su vida y se siente atormentado por un remordimiento. En su juventud tuvo una relacion con una joven mexicana, su gran amor. Poco despues de quedar embarazada, ella desaparecio. ?Tuvo el bebe? Y en ese caso ?que ocurrio con el?
    Desesperado por saber si tiene un heredero, el multimillonario moribundo contrata a Bosch, la unica persona en la que puede confiar. Con una fortuna tan enorme en juego, Harry se da cuenta de que su mision podria ser arriesgada no solo para el, sino tambien para la persona a la que esta buscando. Sin embargo, cuando empieza a descubrir la obsesionante historia, y a hallar sorprendentes vinculos con su propio pasado, sabe que no podra descansar hasta que encuentre la verdad.

  • Corre de Celinda Labrousse

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    El juego

  • Las tres pasiones de Elif Shafak

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    La nueva novela de la autora de La bastarda de Estambul y El arquitecto del universo transcurre a caballo entre Estambul e Inglaterra, entre la tradicion y el afan por descubrir otras maneras de ver la vida.

  • Correspondencia 1946 de Albert Camus

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    Rene Char a Albert Camus,
    3 de noviembre de 1951

  • Con aroma a madera de Luz Barreras

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    Una historia que nos recuerda que cada dia tiene mil cuatrocientos cuarenta minutos para vivirlos, que las cosas sencillas de la vida pueden obrar magia y que hay muchos caminos para llegar al hogar.

  • Amor es una historia de dos de Esther Llull

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    A medida que el cielo clarea se forma una raya roja en el horizonte en la ciudad de Portland. Aquella manana en la revista cultural "Estilo de vida", los trabajadores se cruzan por el gran vestibulo sobre el que hay una gran pantalla digital, y van yendo a sus oficinas o saliendo o simplemente hablan unos con otros. Vanessa se encuentra sentada en la sala de descanso, teniendo su pausa de la manana, mientras esta leyendo un libro de Martin Clayborne "Evidencia circunstancial". Siempre lleva consigo una libreta, donde realiza sus apuntes de periodista, y donde en su primera pagina se encuentra escrito un consejo que le sirve a modo de leitmotiv: "Ve con valentia en la direccion de tus suenos. !Vive la vida que imaginas para ti!" Vanessa no parece darle gran importancia a lo que dice. Es como una gran nina con unos ojos marrones muy grandes, un poco felinos y llenos de la inquisitiva mirada de un aguila. Esto le aporta una luz intuitiva y profunda. Luego vuelve a su mesa de trabajo y su jefe llega con un anuncio para ella. --Oye, Vanessa, ?tienes un minuto? --Por supuesto. Ella se acerca a la oficina de el. --Estoy dejando espacio para el proximo numero. ?Tienes suficiente como para llenar cuatro columnas? --Si, eso creo. No deberia ser un problema. --?Y cuanto deberia esperar para tener un borrador? --Um, estoy poniendo los toques finales, probablemente al final del dia de manana. --Estupendo. Temprano como de costumbre. Recuerdame el angulo de nuevo. --Si, es un articulo de estilo de vida sobre la industria del yoga en auge, el yoga caliente, el yoga frio, el yoga de la cabra. Pero realmente es un examen de las comunidades transitorias en la cultura moderna. --Mantenlo simple, recuerda, tu audiencia quiere conocer las tendencias y donde encontrarlas. Nuestro trabajo es informar sobre la cultura pop o crearla. --Entendido. --Aprecio tu impulso, Vanessa, por eso queria hablar contigo. Nancy se va a mudar a Los Angeles para abrir una oficina en California y vamos a necesitar a alguien que se haga cargo de su puesto como editora senior de estilo. --Oh bien, resulta que conozco a la persona perfecta. --Estamos considerando a varias personas en la empresa, pero solo queria hacerte saber que tu estas en la bolsa. --Estupendo. --Se le dara mucha importancia al trabajo de cada candidato en este proximo tema, asi que esperemos que lo del yoga sorprenda a todos. --Bueno me siento mas que preparada para el desafio, gracias. Ella se levanta y se dispone a marcharse, pero todavia su jefe le dice algo mas desde la puerta. --Yoga de la cabra, eso es realmente una cosa. --Si, es como el yoga normal, pero las cabras se suben a ti como a los arboles. --Eso puede ser bueno. Oh, casi me olvido de decirte, Stacy y yo vamos a tener una pequena reunion este fin de semana, ?por que no os pasais tu y Jack? --Jack y yo ya no estamos juntos… Esta bien, es para mejor… Gracias. Ahora en clases de yoga Vanessa ha quedado con su amiga, Amber. Ambas se conocen muy bien y lo comparten todo entre ellas. --Lo que quiero decir es que ?simplemente eliges a alguien y lo haces funcionar? Quiero decir, ?puedes hacerlo funcionar si no es la persona adecuada? --Vanessa confiesa a su amiga su preocupacion por hacer funcionar las relaciones. --Ahora alcanza el cielo --dice la profesora de yoga--. Aguanta, sigue sosteniendo… Y suelta... Se tumban en sus colchonetas y descansan aliviadas. --?Por que hacemos esto de nuevo, esta investigacion? --Vanessa se vuelca en el articulo que esta preparando. --Vamos a investigar las hamburguesas --dice Amber arqueando una ceja. Y Vanessa abre mucho los ojos y no puede reprimir mirar a su amiga con una tabla de salvacion. Luego se chocan la mano en senal de acuerdo. --Si, estoy hambrienta. En la clase entra alguien conocido para Vanessa, pero ella no se percata sino es Amber quien lo reconoce primero. --?Es esto una broma? --?Que? --Esta bien, no te des la vuelta --le previene Amber. Es justo Jack, el ex de Vanessa, y Amber trata de protegerla, pero Vanessa ahora puede ver que el entra en la clase y se acerca a una de las alumnas y la besa en los labios. Ella hace por coger fuerzas y por salir, pero sin pensarlo mira hacia el y levanta la mano y lo saluda. --Hola, Jack. --Vanessa, ?que estas haciendo...? Uh, dejame presentarte. --Si, si, nosotras nos conocemos, no oficialmente, pero es una gran clase... --se explica Vanessa. --Si, hablando de un mundo pequeno... --objeta Jack. --Si, ?como se conocen ustedes? --pregunta la actual novia de Jack. --Esta es Vanessa... --dice el. --Nosotros salimos por un tiempo --dice Vanessa. --Si. --?Que hay de vosotros, llevais mucho tiempo viendoos? --Unos pocos meses. --Oh. --Bueno, que tengas una buena tarde --dice Jack reprimiendo un suspiro. --Tu tambien. --Adios. --Esta bien, adios. Ellas estan en un bar tomando unas jugosas hamburguesas y bebiendo batidos de frutas. --Ahora, bueno, al menos ya no tenemos que hacer yoga nunca mas --Amber le dice a Vanessa. --Quiero decir que rompimos hace un tiempo, ya no me molesta, pero si, simplemente no estaba lista para verlo con otra persona. --La persona adecuada esta ahi a la vuelta de la esquina, solo tienes que seguir haciendo lo que estas haciendo y concentrarte un poco mas en ti... --Si, solo Dios sabe que ya tengo suficiente en que concentrarme con mi trabajo --le responde Vanessa, elevando los ojos al cielo. --?Como va el trabajo, por cierto? !Hmm! --Si, queria decirtelo, me han asignado para una gran promocion que esta a la vista. Ambas se alegran y se sonrien. --Felicidades. --Gracias, bueno, aun no la he conseguido. --Bien, ?de que va el trabajo? --Es "editor senior" de Estilo de vida. Tendria mucha mas responsabilidad, mucha mas autonomia, tengo la oportunidad de escribir articulos que tengan mas contenido. Eso es exactamente lo que necesito. --Seria una tonteria no aceptarte, pero ?quieres saber que es lo que realmente creo que necesitas? --le pregunta Amber con una sonrisa. --Si. --Unas vacaciones. Pues, ?cuando fue la ultima vez que te tomaste un tiempo para relajarte y recargar energias? --?Cuando he tenido tiempo? --Bien, me voy este fin de semana con mis padres, ellos tienen un Bed & Breakfast en el pueblo de Thompson Lake. Esta en este adorable pueblecito en el norte del estado de Washington y es tan hermoso en esta epoca del ano y la temporada para ellos no comienza hasta el "Dia del fundador", que es su festejo, por lo que no tienen huespedes hasta entonces. Es simple pero es el encaje perfecto para relajarse. Y solo seriamos tu y yo y el aire fresco de primavera. Sera divertido -- Amber pone los ojos brillantes sin reprimir una sonrisa. --Realmente no estoy segura de que deba despegar ahora mismo. --Todo lo que haces es trabajar, trabajas todo el tiempo. --Lo se, pero es un mal momento justo ahora. --Y tu dices eso todo el tiempo... --Realmente tengo que trabajar para esta promocion --Vanessa dice con un tono serio. --Solo estaras fuera el fin de semana y volveras el lunes. --Bueno, le dije a mi jefe que terminaria de escribir manana al final del dia, entonces estaria bien. --?Esta bien? Pues hagamoslo asi --determina Amber. --Justo solo por el fin de semana --Vanessa pone una condicion. --Solo por el fin de semana, un viaje divertido de chicas… Ahora ella esta feliz y sorbe de su batido de frutas.

  • Lo que tomo de ti (Suspense Romantico 4) de Lorraine Coco

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    Los planes de Duff, todo lo que creyo seguro en su vida, se rompio la noche que descubrio que su novio y su mejor amiga la habian traicionado. Decidida a empezar de cero sin ambos en su camino, deja su apartamento y su trabajo como psicologa en una clinica, para convertirse en cazarrecompensas. Pero su nuevo y excitante empleo trae consigo un nuevo y aun mas excitante companero que no solo estara dispuesto a ponerle las cosas muy dificiles sino a poner en riesgo su corazon.

  • Viajes de Fu de Fuen Campos

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    Un avion cargado con un ataud. Unos chorizos viajeros. Guardias civiles pesados. Un diente que no se encuentra..Fu, es una chica que nunca ha salido del pueblo, pero ademas cada vez que sale, le pasan cosas que a la gente normal no suelen pasarle.Olvidate por un momento del mundo y sonrie. Todos tenemos historias que contar divertidas. Estoy segura que con estas vas a reir.La risa es la distancia mas corta entre dos personas.Ademas la alegria te lleva de vuelta a la salud.Para cuatro dias que vamos a vivir !Sonrie ! .

  • Enamorame si puedes de Mia Del Valle

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    Toda la vida mi madre dijo que a los hombres " hay que conquistarlos por el estomago". Frase que jamas abandono mi cabeza a lo largo de mis jovenes veintinueve anos. Solo que anos mas tarde aprendi, que a un hombre se lo conquista con una formula de dos componentes: sexo y buena comida. Asi es queridas amigas !sexo y comida! Receta magica que me funciono a la perfeccion... << Por un par de anos>> pero que fue un exito, al menos por un tiempo. Digamos que siempre fui una mujercita en miniatura, cada vez que alguien me preguntaba que queria ser de grande, mi respuesta era " casarme y tener muchos bebes", lo se... !patetico! Gran parte de mis dibujos consistian en una casa con techo a dos aguas, chimenea y un jardin de flores. Frente a ella me encontraba yo, mi esposo y mis cuatro hijos... leyeron bien << cuatro>> A los siete ya me gustaba entrar a la cocina y tras poner un banquito frente a la mesada, jugaba que tenia un programa de reposteria, miraba al frente y le hablaba al cucharon de sopa que descansaba colgado en un gancho en la pared, pues el era mi camarografo. En mi programa, saludaba al publico y luego detallaba a la perfeccion como era el proceso de picar en rodajas los platanos y espolvorearlos con azucar. De mas esta aclarar, que esa era la unica tarea que me permitian hacer mi madre y mis tias. Abuela, madre, tias y hermanas... como veran los plurales femeninos abundan en este parrafo, y es pues... que en casa !todas eramos mujeres! todas XX, ningun XY. Seguramente ningun espermatozoide se animo a cortar con tan ferrea tradicion y continuaron aportando prolijamente su X sin chistar. Fui la quinta en nacer. Tras cuatro hijas mujeres, mis padres habian puesto todas las fichas en que yo seria el ninito de papa. !Error! Cinco ninas... gritaba mi abuela tomandose la cabeza con ambas manos " Madre de Dios... cinco mujeres... tendras que hacer otro bano en la casa Alberto" Alberto era mi padre, el hombre mas bueno y complaciente que haya existido en la faz de la tierra << segun mama>> Murio cuando yo tenia 2 anos y fuemi hermana mayor<< Karina>> quien tuvo el privilegio de pasar mayor parte de su vida con el, tenia veinte anos cuando papa se marcho y la pobre tuvo que buscar trabajo de la noche a la manana para ayudar a mama con los gastos de la casa. Segun cuenta la leyenda, el septimo hijo varon de una familia se convertira en lobizon en su adolescencia... pues en mi casa la quinta hija mujer se convertiria en cocinera. Asi es... co-ci-ne-ra. Naci y creci en una casa italiana, en donde el comer une, el comer cura, el comer soluciona problemas y tambien !enamora! Si a la casa italiana, le sumamos seis mujeres hablando, riendo y cocinando a la vez, el resultado sera un hermoso y ruidoso !caos! Cuando cumpli once anos, sabia cocinar galletas con chispas y en verdad me quedaban muy ricas. Fue en ese entonces que mi tia Nuria me regalo una cuponera de clases de reposteria a la vez que predicaba " no pierdas el tiempo jugando a la cocinerita Val, mejor ponte a estudiar nina" En cambio, mama... << Otra sonadora como yo>> , tenia la conviccion que,si uno no hace lo que ama en la vida,seguro sera un fracaso. " Debemos estar de novios con la vida ninas, << pregonaba>> ... o sino la desdicha nos carcomera desde lo mas profundo y no lograremos la felicidad absoluta" Una gran verdad << en parte>> y luego les contare porque. A los quince era la encargada de preparar el pastel de cumpleanos de quien tuviera el privilegio y la suerte de cumplirlos... porque como bien gritaba tia Martha a mi abuela Yaya, quien se quitaba anos cada pocos meses y se hacia la cruz cuando estaba a dias del aniversario de su nacimiento, " Mami... o los cumples o te mueres" Sabias palabras las de la tia, porque por mas positiva que sea, no hay plan " C" en esa simple ecuacion. A medida que pasaban los anos, mi arte se fue perfeccionando y mi vida tomo el rumbo que siempre desee... !estudiar cocina! Al terminar el secundario entre en una reconocida escuela de cocina, la cual pertenecia a un carismatico y prestigioso chef. Mi amor siempre fue la reposteria, por lo cual me especialice en " Le patisserie" cocina dulce y pasteleria francesa. En el dia estudiaba y en la noche cocinaba exoticos pasteles para vender en una serie de tiendas de las que me habia convertido en proveedor, y de esa forma costeaba mis estudios sin afectar la economia de mi pobre madre. Los gustos de mis pasteles pasaban desde los mas simples como el de chocolate y vainilla, hasta sabores muy particulares creados para paladares mas aventureros como el brownie de cafe con queso azul y caramelo. En casa siempre reinaba un armonioso caos. Con tantas mujeres era practicamente imposible hablar una a la vez y cada una elevaba unos decibeles su tono de voz para hacerse escuchar... realmente no entiendo como mi progenitora sobrevivio a nuestra adolescencia. Todo el tiempo alguna de nosotras perdia algo, otra peleaba con el noviecito de turno, discutiamos entre nosotras para evitar ser la encargada de turno en doblar calcetines, o simplemente escuchabamos musica a todo volumen. Estabamos convencidas que en casa existia un agujero negro que comia calcetines << a esa conclusion llegamos entre risas>> porque por mayor cuidado que tuvieramos,siempre,siempre... !pero siempre! Perdiamos medias luego de cada lavado. Mama era una maestra de primaria sumamente alegre y positiva, si bien nuestra vida era dificil por momentos, mami siempre le encontraba el lado dulce a todo. Segun ella eramos muy afortunadas, el dinero podia faltar, pero el tenernos las unas a las otras era el mejor tesoro del que podiamos gozar. Luego que papa muriera, nunca se volvio a casar ni a tener citas… !nada de nada! Y es que ellos eran de esas parejas que se ven cada cierto tiempo... almas gemelas sin duda, novios desde los doce anos y matrimonio por el resto de los dias que papa nos acompano. De esa forma los anos fueron pasando rapidamente, nosotras fuimos creciendo y los muchachos aparecieron de la noche a la manana. Las mayores se fueron poniendo de novias, luego Karina se caso, mas tarde la siguieron Mariana y Macarena; Natalia en cambio se dedico a estudiar y decidio viajar a Paris para perfeccionar sus estudios en Bellas Artes. Yo... la mas " pequena de la casa" << por asi decirlo>> me encontraba muy ocupada perfeccionando el arte de la dulzura en mi amada escuela, como para pensar en hombres. Salvo uno o dos " noviecitos" en el secundario, nunca lleve un muchacho a casa. Sinceramente ninguno cumplia con mis expectativas. Eran monos y tiernos, pero siempre faltaba algo. Llegue a la conclusion de... o que mis expectativas eran muy altas, o los hombres de mi edad cada dia eran mas inmaduros. Pero fue en ese mismo lugar, en el templo del sabor... << en mi escuela>> donde todo cambio. Porque fue alli que conoci a mis dos amores... los cupcakes y al que seria mi marido. Ricardo << mi esposo>> , no sabia cocinar ni un huevo frito, pero de todas formas era uno de los socios en la escuela del chef. Ricardo era muy habil en los negocios. Tanto es asi, que cuando anos atras se graduo de su carrera de abogacia, obtuvo una beneficiosa propuesta laboral en un gran estudio juridico. Y con tan solo veintiun anos de edad, Ricardo Dalmao fue contratado como parte del selecto bufete de abogados, en el que anos mas tarde seria socio accionista. Yo... cinco anos menor, tan inocente y estupida, y el tan masculino, elegante y bello fue una bomba de lo mas atractiva. Y si a eso le sumamos su autoritaria personalidad, lo que tenemos es un coctel de lo mas atractivo, de esos que disfrutas en una noche de fiesta, pero que, al despertar al siguiente dia, te deja un fuerte dolor de cabeza y gusto a gato muerto en la boca. Me sedujo al instante y obnubilo mi razon. Cuatro meses mas tarde y en contra de lo que mi madre, tias y hermanas comentaban... !decidi casarme! Una ceremonia sencilla,seguida de un brindis en casa de sus padres, y una bella luna de miel en Cancun fue el comienzo de mi vida de casada. De mi sueno. De acercarme al dibujo que hacia de pequena... mi casa a dos aguas, chimenea, esposo perfecto y muchos hijos. Hoy... diez anos despues, con veintinueve anos de edad y mayor madurez, puedo decir que si bien el balance fue positivo no soy una mujer ciento por ciento feliz. En lugar de una casa como la que yo queria, vivimos en el piso 15 de un gran edificio. Una zona muy elegante y costosa, por cierto, pero no es mi casa sonada !no! lejos de eso, es minimalista y fria, abunda el acero en la cocina y falta la madera. Los cuatro bebes que queria tener, brillan por su ausencia, en cambio tenemos un gato. !Un salvaje! que lejos de ser un carinoso minino, es una satanica fiera que adora esconderse debajo de mi cama para aranar mis pies cuando me levanto, tambien disfruta mucho romper mis cortinas y orinar mi almohada. << Tan lindo>> Me gusta llamarlo apestoso cuando Ricardo no esta, porque ellos si se entienden bien, creo que la que sobra en este triangulo amoroso !soy yo!

  • Falsa Identidad de Pablo Poveda

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    Una agente novata, un despiadado criminal y cientos de vidas en juego.

  • Atlas de los lugares literarios de Cris F. Oliver

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  • El accidente de mi vida de Marta Lobo

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    ?Que ocurre si se mezcla en una misma historia una madre odiosa, una boda, unas amigas locas, un amor de adolescencia, un secreto de familia y una protagonista un poco zorra?
    Pues que tienes mi historia.

  • Opus 77 de Alexis Ragougneau

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    Pero los minutos de silencio, como bien saben ustedes, nunca duran sesenta segundos enteros, ni siquiera en el recogimiento de una basilica ginebrina un dia de funeral. La impaciencia no tarda en despuntar, por mucho que el grueso de los asistentes sean musicos de la OSR que, por definicion, respetan el tempo que les impone su director. Esta vez, Claessens no esta en el podio. Esta tumbado en el ataud, delante del altar, bajo la afanosa mirada de un cura imbuido de su mision. Ensalzar al artista. Dejar caer un par de palabras sobre una posible inspiracion divina; nunca se sabe, tampoco cuesta nada y, al difunto, un poco de proselitismo dano no le va a hacer. Y lo que es su hija, sentada al piano unos metros mas alla, seguramente no dira nada, de lo ensimismada que parece. Por encima del teclado, anidada en la piedra, hay una Virgen con el Nino. En su rostro, vuelto hacia la vidriera, se queda prendida la luz del dia. Jesus, un angelote mofletudo de pelo rizado, me mira fijamente con sus ojos de alabastro. No hay forma de saber lo que esta pensando; debajo de la Madre y el Hijo, con el vestido de seda negro demasiado escotado para la ocasion y la melena cobriza colgando sobre las teclas de marfil, debo de quedar fatal, como una autentica Maria Magdalena. He venido a tocar una pieza en el entierro de mi padre. No se me ha ocurrido nada mejor para ponerme que el primer vestido de concierto que he encontrado en el fondo de un armario. Alli, en la segunda fila, hay alguien sorbiendo por la nariz y llorando que empieza a sacarme de quicio. Me siento rarisima, casi extranjera, como si estuviera dando un concierto al otro lado del mundo, en Sidney o en Tokio, aun atontada por el desfase horario. Esta manana temprano, cuando la iglesia aun estaba vacia de espectadores, vino un afinador para poner a punto el Bosendorfer (o, al menos, eso me ha asegurado el sacerdote). Me hubiese gustado cruzar unas palabras con el, charlar de ajustes y de mecanica (me encanta hablar con los artifices de instrumentos, tecnicos, afinadores...). No pude: me estaban esperando en el tanatorio. Que arrugado estaba Claessens. Que viejo, metido en el ataud. Ya era una momia. Como si todos los esfuerzos que se habia consentido para preservar la juventud, las cremas, los implantes capilares y el bisturi se hubiesen quedado en nada por la muerte y la enfermedad. Justo antes de que cerraran el feretro, meti dentro la batuta, pensando que se quedaria mas tranquilo teniendola, para poder marcar el compas alla donde va, a dos metros bajo tierra y a ningun otro lugar. En la nave, los musicos de la orquesta se han sentado espontaneamente en formacion de concierto. <>, asi los llamaba Claessens: <>. No lo olvido, papa. Noche tras noche, cuando tengo que tocar un concierto de Rajmaninov, de Beethoven o de Mozart, jamas lo olvido. La cuerda en las primeras filas. Violines a la izquierda y violas en el centro; a la derecha, los de mayor cilindrada, violonchelos y contrabajos. Mas alla, la <>, clarinetes y fagots, flautas y oboes, trompas, trompetas, trombones y tubas. Y por ultimo, al fondo del todo, los que pasan inadvertidos o casi, los percusionistas, que son mi picoteo favorito para despues del concierto y los autografos, para despues de los actos mundanos, en Nueva York, Milan o Berlin, cuando llega la hora de volver al hotel. Entre los lobos que aullan siempre escojo al mas sumiso, al mas insignificante, y lo invito a tomar la ultima, para que los machos alfa se vuelvan locos, de celos y de ira. Aqui, en esta basilica, veo que varios musicos de la Orquesta de la Suisse Romande, sobre quienes reinaba mi padre, se han puesto el frac de las noches importantes. El minuto de silencio aun no ha concluido, pero ya quieren acelerar el tempo, pasar a la ceremonia religiosa propiamente dicha. Los veo desde el teclado, veo como rebullen en la silla, cruzan y descruzan la piernas; oigo como carraspean, se chascan las articulaciones y se suenan de forma mas o menos discreta (hay que decir que estamos en invierno: fria, fria y humeda Ginebra). No saben que hacer sin un instrumento entre las manos. El silencio les resulta insoportable. Pero antes, todavia les queda escucharme. Anoche me dejaron claro (quien, ya no lo se, un tio con traje oscuro de raya diplomatica, ?el administrador de la OSR, tal vez?) que estaria bien que yo interpretase una obra en la iglesia, en memoria de mi padre. Me pillo desprevenida. Yo, Ariane Claessens, no sabia que tocar. Estos ultimos dias, en el centro de cuidados paliativos, me habia convertido en la espectadora de su muerte inminente. Ni me acordaba de los conciertos. Intentaba alimentarlo con cucharilla, darle de beber, pero siempre se negaba. Me quedaba observando a las auxiliares de enfermeria cambiarle los panales y arreglarle la cama, y una en concreto, tambien pelirroja, pero de mentira, no paraba de decir: <> (cito sus palabras), y yo: <>. Solo que no me movia del rincon. Primero, me van a tener que escuchar, queridos espectadores vestidos de negro. Cuando llegue aqui, tenia pensado tocar Funerailles, de Liszt. Un programa de circunstancia. Y ademas me gusta tocar los pasajes forte, ensanandome con el teclado hasta la extenuacion. Algo para desfogarme con el instrumento en un dia y un ambiente como estos. Pero antes de la ceremonia tuve que recibir los pesames en la escalinata de la iglesia, delante de un punado de periodistas aferrados al paraguas (fuera esta lloviendo a cantaros; fria, fria y lluviosa Ginebra). Estaba predestinada, ?comprenden?, a recibir las sentidas condolencias de la profesion. Yo, la ultima superviviente, o casi; la ultima mohicana o, mas bien, la ultima Claessens. Ariane, un cuarto de siglo bien colmado. Detras del cutis de melocoton y el pelo de fuego, debo de tener por lo menos cien anos. El primer apreton de manos me lo dio un percusionista. Uno de esos tios del fondo, junto al radiador: <>. Este, por muy percusionista que sea, obviamente nunca me ha tocado. La OSR es familia. No te llevas a tu madrina de copas a las dos de la madrugada pasadas, tendria algo de incestuoso; mas tarde les contare el asunto ese del amadrinamiento. Desfilaron todos delante de mi, en la escalinata de Nuestra Senora de Ginebra, a unos cientos de metros de la estacion; todos me dieron un apreton de manos siguiendo, por asi decirlo, el orden protocolario o, mejor aun, siguiendo la formacion de una orquesta sinfonica. Hasta el violin al que mi padre degradara muchos anos antes (de primero a segundo) se acerco con todos los dientes fuera, sin que me quedara muy claro si era para sonreir o para hincarmelos en las carnes. <> Y luego hace ademan de entrar en la basilica, donde el organo se mantiene mudo porque soy yo quien, dentro de un rato, va a aporrear el Bosendorfer a modo de marcha funebre; pero, en el ultimo momento, parece que se lo piensa mejor; ahora solo quedamos fuera el y yo, mientras sigue lloviendo a mas y mejor (fria, fria y siniestra Ginebra), y el segundo violin me susurra al oido, pianissimo : <>. Entonces le digo: <>. Y el dice: <>. Yo me quede imperterrita, que es algo que se me da muy bien, mientras por dentro me inundaban la tristeza y la ira. Entonces supe que no iba a tocar las Funerailles de Liszt, sino una obra mucho mas larga, de cuatro movimientos, sin contar la cadencia del solista. Una composicion para violin y orquesta, cuya transcripcion para piano me sabia de memoria por haberla ensayado mil veces con mi hermano. El Opus 77. Ya ha pasado el minuto de silencio, mas o menos, y me llega el turno de tocar. Me desnudan con la mirada, me clavan en el ataud de madera negra que lleva el marchamo de Bosendorfer. <> Como veran, dicho sea de paso, siempre hay alguien esperandome a la vuelta de la esquina; incluso cuando levanto la tapa de un teclado en el entierro de mi padre, los criticos presentes en la sala tienen que sacar el boligrafo y la libreta. Oigo silbar desde aqui su lengua viperina. <> De todas formas, para esa gente solo soy un fenomeno de feria. Inspiro hondo antes de empezar. Es como zambullirse en las profundidades a pulmon libre. Cierro los parpados y echo la melena hacia atras para darles a todos la oportunidad de verme brevemente el hermoso rostro salpicado de pecas. Mis dedos acarician las teclas (la fa mi la, la bemol sol fa do, si mi do la, sol la fa sostenido re). Tardan cinco segundos en reconocer el opus ruso. <> Si, senoras. Si, senores. Exactamente eso. Yo solita sere una orquesta al servicio del etereo de mi hermano. Ha habido que esperar a que David se quedara en silencio para que yo volviera a tomar la palabra al fin. Les ruego que se comporten con un minimo de dignidad delante de los despojos de mi padre. Creanme si les digo que ser pacientes tiene su recompensa. Ahora, escuchen atentamente, escuchen nuestra historia; la de mi madre, la de mi hermano y la de Ariane Claessens, que toca para ustedes de memoria; esta vez, se lo garantizo, me veran desnuda como el dia en que naci. * * * Uno de mis recuerdos mas lejanos es un recuerdo que no me pertenece. Debo de tener cuatro anos y David, seis. Desde hace dos o tres meses, en cualquier caso, desde que llegamos a Ginebra, todas las mananas mi hermano toquetea el Steinway del salon, despues de comerse el cuenco de cereales y antes de irse al colegio, ante los ojos arrobados de Claessens. Mi madre, por su parte, ya ha empezado a encerrarse en su habitacion en cuanto alguien abre la tapa del instrumento.

  • La chica de Kyushu de Seicho Matsumoto

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    Kiriko Yanagida, una joven humilde, viaja desde la isla de Kyushu a Tokio para solicitar la ayuda del famoso abogado Kinzo Otsuka. Su hermano ha sido acusado de asesinato pero Kiriko esta convencida de que es inocente: ella cree que la unica manera que tiene de librarle de la pena de muerte es lograr que Otsuka, el mejor penalista del pais, se encargue de su defensa. Pero cuando este decide no aceptar el caso, pone en marcha una serie de sucesos que tendran consecuencias imprevisibles.

  • Caza a la mentirosa de Kayla Leiz

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    o 1 [?] Estupendo Chloe, esta vez te has lucido. – Se dijo a si misma mientras se lamentaba por trigesima vez desde que habia entrado en el pub. – Ahora apechuga y carga con las consecuencias. Chloe Summers, de veinticinco anos, estaba en un problema. En un problema grave. Llevaba en el pub una hora esperando que su cita llegara. Solo que su cita no sabia que ella estaba alli. O mejor dicho, no sabia que "ella" era su cita. entirosa Abrio el pequeno bolso y saco la hoja arrugada de haber estado manoseandola durante demasiado tiempo en el trayecto en taxi hasta alli y leyo de nuevo. Hola Storm. Soy Sunny, ya se que no es lo que esperabas pero esta soy yo y, como no pensaba que tu fueras asi - en el caso de que sea igual que en la foto que me envio, en otro caso mejor pasar del tema porque no es cuestion de poner tambien en juego la Caza a la M desconfianza aparte de la mentira - pues te mande una foto que encontre por internet. Espero que me disculpes y… [?] !Como demonios le voy a decir eso! – Exclamo sobresaltando al camarero de la barra quien la miro como si hubiera bebido de mas y no la cola con lima que le habia servido hacia tres cuartos de hora. Agacho la cabeza y cerro los ojos. Vale, no tenia pensado mandarle ninguna foto pero habia insistido tanto… Y cuando ella le pidio la suya y la tuvo al dia siguiente no pudo apartar los ojos de el. ?De verdad era asi Storm? No podia Encarni Arcoya Alvarez - 4 Esc s rirto t r o as sExc x om o u m lgad a a d s s ser, en serio, un hombre de ese calibre no podia seguir soltero en la vida; ni siquiera podia existir de verdad pero el le aseguro que era una foto de verdad. En ella, un hombre enfundado en unos pantalones de cuero negro ajustados a sus piernas y comprimiendo, estaba segura, su contorno y el paquete, que sobresalia peligrosamente, hasta llegar a una cintura estrecha. Lo siguiente era una cazadora negra que llevaba con la cremallera subida pero solo hasta medio pecho y, debajo de la misma, no tenia nada. Podia verse el torso al descubierto con el vello oscuro en un triangulo invertido que se perdia por dentro de esa cazadora. Era musculoso sin llegar al exceso y poseia unos amplios hombros para entirosa albergar a semejante hombre. Debia ser bastante alto por lo que habia visto y estaba apoyado sobre una Harley, como si a ella no le fascinaran las motos de por si. Encima una Harley-Davidson FLH e Hydra Glide de los anos 60. Tuvo que tomar varias respiraciones antes de poder seguir inspeccionando la fotografia. Caza a la M Su rostro ya de por si la dejo impactada la primera vez que vio la foto, un menton cuadrado, rasgos suaves pero endurecidos al mismo tiempo, una nariz con presencia que enmarcaba su cara y le daba mas poder para dirigir a los demas. Sus ojos eran de color ambar que llamaban la atencion envueltos en unas pestanas largas de color oscuro como sus cejas y su pelo, corto y de punta por delante pero de largo hasta la nuca. Sus labios eran gruesos pero no en demasia, el inferior mas que el superior. !Ese hombre exudaba peligro y poder por partes iguales! Habia dedicado las siguientes horas a buscar por internet montones de imagenes para ver si daba

  • El mar de Wolfram Fleischhauer

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    El mar es la historia de tres hombres desesperados por encontrar a dos mujeres en peligro. Un magnifico relato sobre la brutal maquinaria de la mafia pesquera y el devastador efecto de la avaricia del hombre sobre el oceano.

  • Numero equivocado, hombre perfecto (Bourbon Street Boys 1) de Elle Casey

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    Dicen que el amor siempre se encuentra en los lugares mas insospechados

  • As de corazones (Vegas Clandestina 3) de Renee Rose

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    P C A P I TULO U NO epper SABES que tu carrera llego a un limite aun mas bajo cuando te contratan por ocho semanas para trabajar en Las Vegas. Miro fijo a la gigante marquesina con mi nombre en luces de neon mientras la limusina estaciona frente al Casino Hotel Bellissimo. No me importa si el Bellissimo es el lugar mas lujoso y a la moda de La ciudad del pecado, sigue siendo Las Vegas. El antro donde caen los artistas por su bajo nivel de estres y dinero facil. Usualmente despues de que se termine su fama. ?Asi que por que carajo estoy aqui a veinte meses de lanzar un album y ni catorce horas despues de mi ultima presentacion en una gira agotadora? Por culpa de Hugh; el pendejo de mi representante que me vendio. Y ahora mis padres, Hugh y yo tenemos un millon de problemas que solo yo puedo solucionar. Anton, mi guardaespaldas, sale primero y luego me ofrece su mano para ayudarme. La ignoro porque, si, tengo veintitres anos, asi que soy del todo capaz de salir yo misma de un auto y no soy tan superficial como para querer ayuda, aunque aprecio el gesto. Me bajo y muevo hacia abajo la falda de mi vestido baby doll con tiras que combine con un par de Doc Martens destartalados color rojo ladrillo, y me quito los auriculares mientras todavia suena el album de RadioHead. Una mujer de cuarenta y pico en un vestido azul y tacos cruza la puerta y se dirige directo a Hugh. Detras de ella, un hombre enorme con hombros amplios mira, parado justo afuera de la puerta decorada con oro. Me mira a mi. Eso no es poco comun. Soy estrella de pop despues de todo, pero es la manera en la que me mira lo que envia senales de alerta disparadas por mis venas. Su manera de observar muestra poco asombro y es callada y su exquisito traje italiano lo delata. Es Tony Brando, el tipo que ahora es mi dueno. Lo reconozco. Estuvo en mi recital en Vancouver, y luego otra vez en Denver. Es la razon por la que estamos aqui aunque este a tres horas de un colapso total, cerca de perder la voz y realmente desesperada por estar a solas un rato. Por supuesto, aunque la mafia no me persiguiera por casi un millon de dolares, es probable que Hugh igual me tuviera reservada hasta el proximo siglo. Sus planes o los de mis padres nunca consideraron mi bienestar cuando se trata de mi carrera. Hace dos anos le dije a Hugh que necesitaba un descanso. Algo de tiempo para encontrar mi inspiracion de nuevo y componer la musica que me llevo directo a la fama en primer lugar. Queria refugiarme en un estudio para grabar mi proximo album, lo que solucionaria los problemas de dinero en los que se metieron mis padres el ano pasado por unas malas inversiones. Pero Hugh tenia un plan infalible. Un plan idiota y peligroso que mis padres y yo confiamos a ciegas en que ejecute. --Bienvenida, senorita Heart. Soy Angela Torrino, directora de eventos. El Bellissimo se entusiasma mucho por tenerla aqui, como puede ver. --Ella hace un gesto al cartel de neon de treinta metros que tiene mi nombre en luces y se ubica sobre la franja. Muevo la cabeza e intento forzar una sonrisa. Trato de no mirar el traje a rayas que acecha detras de ella. Hugh la rodea y se pone al mando, como siempre. --Gracias por hacer los arreglos, senorita Torrino. --Le aprieta la mano--. Ahora si pudiera darnos acceso al escenario, comenzaremos a descargar para que Pepper pueda ensayar antes de su presentacion esta noche. Claro. Ensayar. Ahora. Porque Dios sabe que en serio seria un sacrilegio tener un dia de descanso despues de viajar y antes de tener que actuar. O siquiera una hora. Sigo a Hugh y a la senorita Torrino hasta las puertas del casino/hotel con Anton detras de mi y un poco a la izquierda. La senorita Torrino se detiene y le presenta el hombre grande de la puerta a Hugh. Brando la ignora y da un paso al frente. Sus movimientos son elegantes para un hombre de por lo menos dos metros. Es claro que su mirada se enfoca en mi rostro y no en la forma guau-conocere-a-lafamosa-joven-estrella-de-rock-Pepper-Heart. No, es mas como un gran lobo malo que mide a su presa. Su mirada pasa por encima de mi boca, luego mas abajo, hacia mis senos sin sosten y hasta mis piernas descubiertas. Luego sube una vez mas a un ritmo mas placentero, y al final se queda en mis ojos. Estoy bastante segura de que le gusta lo que ve, pero no tiene una mirada lasciva. La sonrisa burlona sobre su boca es mas de satisfaccion, como si yo fuera un vino exquisito que le acaban de entregar y estuviera saboreando mi buque. Mi estomago se hace un nudo. --Senorita Heart, este es Antonio Brando, uno de los directores de funcionamiento aqui en el Bellissimo, --dice de forma alegre la senorita Torrino detras de el. Me gustaria decir que su rostro grande y tenebroso lo hace feo, pero seria una mentira. Incluso con las lineas de cicatrices que danan su mandibula robusta, su frente y su mejilla izquierda es hermoso. Como alguna especie de semidios romano que enviaron a la Tierra para destrozar a los hombres y conquistar a las mujeres hasta que todos los humanos inferiores estuvieran domesticados. No me ofrece su mano. Yo tampoco lo hago. De hecho, le dedico mi mejor mirada de vete a la mierda; la que suelo reservar para Hugh. --Estoy ansioso por ver tu presentacion esta noche. --Su baritono se mueve por mi interior; vibra justo entre mis muslos. En serio desearia que mi cuerpo no tuviera esta reaccion ante su cercania porque preferiria odiar a este hombre y que no me excitara. Pero es puro poder masculino; irradia seguridad y control silenciosos. Y amenaza. Si, hay un trasfondo de violencia en el que me da escalofrios. Junto los labios con fuerza porque no puedo pensar en algo que decirle que no haga que quiera romperme las rodillas. Y estoy bastante segura de que esas cosas suceden aqui. La familia del crimen Tacone es la duena y la que dirige el Bellissimo. Ademas, y lo que es incluso mas importante, no quiero que escuche el estado de mi voz. Casi no tengo. Llevo enferma varias semanas, y para ser honesta no se si pueda sobrevivir este ultimo tramo en Las Vegas. Hugh se acerca rapido a mi lado y me toma del codo de esa forma posesiva que tiene. --Vamos, te llevaremos al escenario para que puedas ensayar. Esta noche no quiero metidas de pata. Agacho la cabeza y lo sigo, no porque este de acuerdo con que necesite el tiempo de ensayo, sino porque quiero escaparme de la mirada ardiente de Brando. Tan pronto como pueda. Hugh me toma mas fuerte del codo mientras nos movemos por el casino. --?Quieres hacer que nos maten a todos? --me dice entre dientes en el oido; su aliento apesta a cafe amargo. --Crei que ya te habias encargado de eso, --digo de forma rasposa en mi tono mas seco y aburrido; el que hace que se vuelva loco. Luego dejo de escuchar el sermon mientras los invitados del Bellissimo gritan mi nombre y comienzan a tomarme fotografias. Sonrio y les hago el gesto de la paz mientras caminamos por el casino en un largo desfile desde la puerta principal hasta el auditorio donde el autobus de mi gira esta estacionado en la salida de atras. Claro que podriamos haber entrado por ahi desde un comienzo, pero esta es la estrategia de Hugh para asegurarse de que todos sepan que hay alguien famoso en el edificio, para publicitar el espectaculo. Los miembros de la banda y los encargados del equipo tienen el lujo de quedarse tranquilos en la parte de atras. Aunque para ser honesta no me molesta. Amo a mis seguidores. Son la razon por la que escribo musica. La razon por la que canto. Un revoltoso grupo de chicos de fraternidad empuja muy cerca y se mete en mi espacio para sacarse selfis conmigo. Anton les ladra para que se vayan hacia atras, protege mi cuerpo con el suyo, pero de repente la seguridad del casino nos envuelve y forma una burbuja protectora. --No lo se, solo tiene un guardaespaldas, --dice uno de ellos mientras habla por una unidad de comunicaciones, y luego--, entendido, Tony. Nos quedaremos con ella en todo momento. Tony. Me giro para mirar a mi gran protector. Camina de forma casual detras de nosotros; sus labios se mueven mientras le da ordenes al personal. Nuestras miradas se encuentran y se quedan asi; la suya es oscura, prometedora. Mi corazon se acelera. Quiero ir hacia atras y decirle las cosas que me contuve cuando estabamos afuera, pero es como si la Tierra se derrumbara bajo mis pies. Las placas tectonicas se desplazan y se mueven, se reacomodan. Puedo haber pensado que podia manejar Las Vegas. Manejar mis obligaciones en el Bellissimo. Entrar, salir; contener mi colapso nervioso hasta que todo acabara. Pero ahora que conoci a Tony Brando, se que esto es demasiado. Es dificil imaginar sobrevivir este trabajo con el alma intacta. TONY. MERDA. Pepper Heart no es para nada como lo que esperaba. Me imagine que seria una chica fiestera; una joven estrella de rock malcriada que habia tirado su dinero por la ventana. Eso o una nina que necesitaba madurar, quizas con padres o un representante que habian manejado muy mal su carrera y sus finanzas. Y todavia puede que la ultima opcion sea la correcta, pero Pepper no es una nina y tampoco una estrellita insulsa.

  • Una noche nada mas de Tessa Dare

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    Una batalla de sexos divertida y agil. ?Que sucede en Cala Espinada?

  • Y si fueramos nosotros [LGBT] de Becky Albertalli

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    Arthur esta en Nueva York solo por el verano, pero si Broadway le ha ensenado algo es que el universo te puede enviar un impresionante romance cuando menos te lo esperas.
    Ben piensa que el universo debe ocuparse de sus propios asuntos. Si el universo lo apoyara, no estaria en camino a la oficina del correo llevando una caja con las pertenencias de su exnovio.
    Pero cuando Ben y Arthur se encuentran en el correo, ?que es exactamente lo que el universo les tiene reservado?
    Tal vez nada. Al fin y al cabo, se separan.
    Tal vez todo. Al fin y al cabo, se reunen.
    Pero ?que sucede si no pueden lograr una primera cita exitosa. o una segunda. o una tercera?
    ?Que sucede si Arthur se esfuerza demasiado para hacerlo funcionar. y Ben no se esfuerza lo suficiente?
    ?Que sucede si la vida no es realmente como una obra de Broadway?
    Pero ?y si lo es?

  • Mariposas en tu estomago (Octava entrega) de Natalie Convers de

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    <<... de pronto un conejo blanco con grandes ojos rosados se cruzo ante ella. En realidad no habia nada de extrano en ello y Alicia no se sorprendio ni siquiera cuando le oyo decir: !Ay, Dios mio, que tarde se me esta haciendo! Y aunque mas tarde, al recordarlo, le choco que no le hubiera sorprendido, lo cierto es que en aquel momento le parecio de lo mas natural. Y fue entonces cuando el conejo saco un reloj de bolsillo de su chaleco para consultar la hora, antes de echar a correr de nuevo, y solo entonces se dio cuenta la nina de que nunca en su vida habia visto un conejo con chaleco ni, mucho menos, con reloj de bolsillo. Alicia se levanto de un brinco y, muerta de la curiosidad, corrio por la pradera hacia el lugar donde se encontraba el conejo, y llego justo a tiempo de verle desaparecer por una gran madriguera que se abria al pie de un seto. Y no tardo Alicia en seguirle...>> Alicia en el Pais de las Maravillas. LEWIS CARROLL Cuarenta y cinco minutos antes... Hay alguien parado frente al estudio de Alex. Su pose relajada, aunque firme en los puntos precisos del cuerpo, parece indicar un fuerte dominio de si mismo y del mundo que lo rodea, una actitud de la que solo pueden presumir los senores de la alta aristocracia del siglo XVIII en las novelas romanticas. Pero no es solo eso lo que me lleva a no delatar mi presencia todavia, no... Su vestimenta impecable e incluso un poco excentrica posee un aire como de dandi ingles moderno de quien busca la sofisticacion hasta el extremo de destacar. Todo esto y lo anterior hace que opte por ser precavida. Continuo mi escrutinio y observo sus hombros, que no dejan de resultar masculinos, a pesar de no ser muy amplios. Una linea ancha y en diagonal de color granate recorre la camisa azul claro en la parte superior de su espalda, como un tajo hecho en la piel, hasta donde llega peinado en una coleta su lustroso cabello, tan oscuro como las alas de un cuervo. Un escalofrio viaja por mi espina dorsal. Trago saliva. Ajeno a mi examen, el hombre se mantiene con una expresion neutra mientras se apoya en lo que al principio me parece un baston, pero que al entrecerrar los ojos comprendo que es, en realidad, un paraguas de color cafe. Su extravagante comportamiento y la postura que adopta le confieren un aura de misterio y peligro que me produce una oleada de desconfianza. De repente, el hombre alza la vista al cielo; la mano libre le hace las veces de visera sobre los ojos, a pesar de que el sol esta cubierto. Hipnotizada por ese gesto que parece tan natural, sigo su mirada. El techo terraqueo parece casi euforico con sus irregulares jirones de nubes cada vez mas oscuros en movimiento, como si danzaran algun tipo de baile exotico y secreto que nadie mas, excepto sus grises nubarrones, igual que amantes, puede ejecutar. El corazon me palpita mas fuerte ante la expectativa de que pronto caera una encomiable tormenta, y no puedo evitar contagiarme de ese despliegue de animosidad, porque a pesar de que los dias de lluvia no siempre han gozado de buena reputacion entre la gente de la ciudad, para mi hay una pequena metafora en las tormentas. Son senal de que algo importante va a ocurrir en cualquier momento, pero tambien de que algo esta a punto de acabar. De forma inesperada, el hombre se vuelve, aun con la cabeza inclinada, de modo que no me ve. No obstante, me sobresalto un poco al reconocer su nariz aguilena, la cual podria hacerle pasar casi por el mismisimo Adrien Brody de ser unos centimetros mas alto... --!Cara de rata! --digo en voz alta de manera descuidada. No me quedo para comprobar si me ha oido. De inmediato me llevo las manos a la boca, me muerdo con los incisivos superiores el labio inferior como si no fuera suficiente y salgo corriendo avergonzada hasta refugiarme detras de dos contenedores de basura cercanos. Una vez que me he dejado caer poco a poco y sin hacer ruido sobre uno de los lados del segundo contenedor, los ojos se me cierran y trato de captar el sonido de pasos, de respiracion; en resumen, de cualquier cosa que pueda delatar que el me ha seguido. Pero los segundos transcurren mientras siento cada latido de mi corazon, que bombea sangre con fuerza por mis munecas, por mi pecho e incluso por mi boca, y nada sucede. Hago acopio de una valentia que no siento, inclino la cabeza hacia el lado derecho y me obligo a echar un vistazo. Hugh, el antiguo galerista de Alex, continua alli plantado frente al estudio. Un repentino sudor frio hace que me hormiguee la piel en la nuca. Ha faltado poco... Suspiro de alivio, aunque no demasiado fuerte. Por algun motivo, mi instinto me dice que el me reconocera si me ve, porque no fui precisamente un alarde de elegancia y decoro la primera vez que nos cruzamos en Londres durante la exposicion de Alex. Con solo recordarlo, noto calor en las mejillas. Por suerte, esta misma manana Alex ha salido temprano de mi casa y, en lugar de dirigirse al estudio como de costumbre, ha ido directo a reunirse con su madre con la promesa de que intentaria por fin hablar sin mas mentiras con ella. Esbozo una sonrisa sarcastica al recordar nuestra ultima conversacion. --!Eh, mi musa! Si mi madre te ve, enloquecera antes de que yo pueda decir la primera palabra. Solo seras una distraccion --me explico Alex en tono condescendiente, y luego se acerco para acariciarme la cabeza dado que yo no respondia, pero me aparte: no estaba de humor para ser lisonjeada como un gato ni para corresponderle. Aquellas palabras con las que Alex habia puesto fin a nuestra discusion me dolieron, y provocaron un extrano y frio distanciamiento entre los dos que aun no puedo quitarme de la cabeza. Y si bien accedi a no acompanarlo, todavia me preocupa el modo como Alex pueda manejar la situacion. Con su caracter a veces ironico, en otras ocasiones apasionado, pero tambien obstinado y versatil, imagino que puede estar ocurriendo en estos momentos cualquier cosa. No obstante, una parte de mi, resentida por todos los rechazos de la madre de Alex, se retuerce de jubilo. Por una vez dejo que todas mis emociones se liberen y me atrevo a pensar que quiza ella se lo merezca. De repente, un ruido peculiar, del tipo que produce una puerta oxidada al abrirse, me devuelve a la realidad. Centro mi atencion en la figura inmovil del agente de arte con curiosidad. Dado que Alex me comento que Hugh, nada mas llegar a Espana, ha tratado todo el tiempo de contactar con el, y Alex no ha respondido a ninguna de sus llamadas o mensajes, ni siquiera me resulta raro ver que al fin Hugh ha decidido ir a buscarlo directamente a su estudio. Pero me fijo en que todavia no se ha movido ni un poco de su sitio, y empiezo a dudar si ese ruido que he oido solo ha sido parte de mi imaginacion. De pronto, Hugh vuelve la cabeza a ambos lados con la mirada en alerta al igual que un halcon, lo que me obliga a esconderme de nuevo. Pero cuando me asomo otra vez, el ya no esta. Reprimo un gemido de sorpresa. !Oh, Dios mio! ?Donde ha podido meterse? Todavia sin entender que ha sucedido, me arriesgo a salir de mi refugio para localizarlo. No obstante, es como si una sombra se lo hubiera tragado. Y ahora que no esta, toda la calle parece permanecer bajo el hechizo de un silencio que engulle a otro silencio mucho mayor, mas profundo e inquietante, porque en estos momentos no hay coches u otras personas que circulen por la acera, ni gorriones y palomas que peleen por migajas de pan en el suelo, solo yo.

  • No puedo dormir contigo, carino (Los peligros de enamorarse de un libertino 2) de Raquel Mingo

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    Llega la segunda entrega de la serie <> con la historia de Helailla y Keylan.

  • Ningun tiempo es pasado de Juan Esteban Constain

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  • Senales del destino (Edentown 6) de Annabeth Berkley

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    Bronwyn Evans fruncio su bonita nariz cuando empezo a oler a quemado. Supuso que seria el olor de las ruedas de su jaguar al contacto con el asfalto en ese caluroso dia de verano. Llevaba conduciendo varios dias, sin rumbo, sin prisa, sin dar vueltas a nada mas que a desaparecer y huir de la vida que llevaba en Los Angeles. Penso en que deberia encontrar pronto alguna idea sobre que hacer con su futuro, porque se habia recorrido casi todo el pais, sin llegar a ninguna conclusion o sin tener una direccion clara de hacia donde dirigir sus pasos. Habia metido parte de su ropa en tres maletas enormes, cerrado su piso y empezado a conducir. Su intencion era establecerse en algun lugar, y que le enviaran alli el resto de sus pertenencias, pero aun no habia encontrado ningun sitio que le gustara lo suficiente. En un principio habia pensado en encontrar alguna senal que le indicara donde parar, pero hacia tiempo que habia dejado de pensar en ello. El olor a quemado se intensifico. Eso empezo a no gustarle demasiado. Quiza debia parar en alguna gasolinera o encontrar algun taller mecanico. Sin detener el coche busco en su movil un asistente de viaje para pedirle la direccion de la gasolinera mas cercana y dirigirse a ella. Poco despues y siguiendo las indicaciones que habia recibido, paso por un cartel de bienvenida a un pueblo. ?Edentown? ?A que le sonaba ese nombre? Llego a duras penas hasta la gasolinera. Notaba como su coche iba disminuyendo la velocidad hasta finalmente pararse junto a un surtidor. Dexter Campbell se estaba secando el sudor de su frente cuando el Jaguar blanco descapotable de los anos 90, con el que llevaba sonando desde que recordaba paro en su gasolinera y empezo a echar humo escandalosamente. ?Quien podia hacer eso con semejante reliquia? Se enfado. Ese coche era un clasico, se merecia un respeto. Salio del taller mecanico que habia junto a la gasolinera, tambien de su propiedad, visiblemente molesto. Ese tipo lo iba a escuchar. Otro ricachon despreocupado, penso dirigiendose a el. Bronwyn salio algo asustada del coche en cuanto empezo a ver el humo. --No explotara, ?verdad? --pregunto al mecanico que iba hacia ella con cara de pocos amigos. Agradecio la suerte de que hubiera un taller mecanico junto a la gasolinera, pero no podia dejar de pensar en el humo que salia del coche con todo su equipaje dentro. --No, senorita, no explotara --le dijo enfadado abriendo el capo para que todo el humo terminara de salir. No vio a nadie mas acompanandola y se percato de las tres enormes maletas de color dorado que habia en su interior. Otra turista con la cabeza vacia. La miro para decirle lo que pensaba sobre la imprudencia de no controlar el agua del coche, pero se quedo sin palabras. Era preciosa. Su largo y ondulado cabello castano recogido en una coleta, sus bonitos ojos azules de oscuras pestanas, su boca carnosa y sugerente, su escultural figura de largas piernas apenas cubiertas por un vaquero corto de color claro. Su discreto escote que apenas disimulaba lo que ocultaba... Abrio y cerro los ojos varias veces. ?Se podia ser tan guapa? Debia de ser un sueno. --?Que le ocurre al coche? ?Tiene arreglo? --le pregunto preocupada sin dejar de mirar a su inseparable companero desde hacia diez anos. Dexter se obligo a dejar de mirarla para volver a mirar el coche. --?Cuanto hace que reviso el agua del motor? Bronwyn se encogio de hombros ?Cuando habia sido la ultima revision? --No lo recuerdo --le dijo sincera. Miro al hombre de musculosos brazos cruzados sobre la camiseta gris que llevaba con mas de una mancha de grasa. Lo que sintio al verlo hizo que todos sus sentidos se pusieran alerta. Era muy guapo, de cabello castano y ojos verdes. Alto y realmente atractivo. El mono de mecanico del que se habia quitado la parte superior y anudado a la cintura no hacia mas que estimular su imaginacion. Aunque recordaba haber hecho alguna sesion de fotos en algun taller mecanico en sus primeros trabajos como modelo, ese hombre no tenia nada que envidiar a sus companeros de trabajo. No. Se obligo a dejar de mirarlo. Todos los hombres eran unos egoistas, y ella habia decidido no volver a saber nada de ellos. --?Es grave? --le pregunto volviendo la atencion al coche. Dexter la miro con paciencia. --Espero que no tenga prisa, senorita... --Bronwyn --le respondio ella. Dexter sonrio atractivo. --?Tienes nombre de bizcocho de chocolate con nueces? Bronwyn levanto la ceja sorprendida. --?Brownie? No --le dijo seria--. Me llamo Bronwyn. Dexter volvio a mirarla. Tambien era preciosa cuando estaba molesta. Podria perdonarle haber tratado tan mal a esa reliquia de cuatro ruedas. --?No nos hemos visto antes? --No --le dijo cortante--. Es la primera vez que vengo por aqui. --?Y desde donde vienes, Brownie? --le pregunto sacando las maletas del coche sin darle explicaciones. --Bronwyn --insistio ella--. Vengo desde Los Angeles. --?Conduciendo? --le pregunto asomandose sobre el motor del coche que habia dejado de humear. --Si --le explico ella acercandose tambien a mirar las tripas de su coche sin saber que estaba viendo, o que tenia que mirar. --Pues el viaje se te ha acabado de momento --le explico Dexter notando su presencia junto a el. La miro a los ojos, haciendo un gran esfuerzo para no mirarle dos palmos mas abajo. --?De verdad? ?No puedes hacer algo? Dexter le sonrio atractivo. Le habia parecido musica celestial para sus oidos. --Podria hacer muchas cosas contigo, pero no con tu coche --le dijo seductor--. El --senalo acto seguido al coche sin darle opcion a la replica airada que le iba a dar a juzgar por la expresion de su cara-- va a tener que pasar calculo que unos tres dias en el taller. Te has cargado el radiador y el motor, bonita ?Cuanto tiempo has pasado conduciendo sin agua? Bronwyn se encogio de hombros. --?No tenias parpadeando una luz roja? Bronwyn no lo recordaba. Apenas le gustaba conducir, pero ese coche se lo habian regalado en uno de sus primeros trabajos y le habia hecho sentirse muy orgullosa de ella y del dineral que le habian pagado. Le parecia logico largarse de Los Angeles con el y recordarse que podia conseguir cualquier cosa que se propusiera. Dexter evito mirarla. Bastante calor sentia ya. ?Como se podia mal tratar asi a un clasico como era aquel coche? Sus maravillosas y largas piernas la iban a librar de la bronca que le hubiera echado y del precio que le hubiera cobrado a un hombre cualquiera. --Puedes esperar a quien quieras alli dentro --le senalo una pequena dependencia de la gasolinera. --?A que te refieres? --le pregunto ella confundida. Aun le estaba dando vueltas a eso de que el coche tardaria tres dias en estar arreglado. --Si algun amigo viene a buscarte --le dijo--. Te podria acercar esta maravilla a donde me dijeras --le sonrio atractivo. Bronwyn desvio su mirada. Ese hombre era increiblemente atractivo y lo sabia. Ese tipo de hombres siempre habian sido su debilidad, pero sabia por experiencia que eran egoistas, prepotentes y manipuladores, y tenia mas que claro que no queria volver a hablar siquiera con alguien asi. --?Y aqui hay algun sitio donde quedarse? No tengo prisa --le pregunto encogiendose de hombros. Nadie la esperaba, nadie iba a echarla de menos. Dexter sintio que le faltaba el aire. ?Iba a quedarse en Edentown? ?Y el era el primero en saberlo? Algo debia haber hecho muy bien en otra vida para que una oportunidad asi se presentara. --Tienes un hotel cerca del lago, el Eden's Star, pero me extranaria que hubiera alguna habitacion libre. Estamos en temporada alta... --?Entonces? Dexter se le acerco un poco mas. Lo suficiente para que ella se diera cuenta de que el estaba mas que dispuesto a estar con ella. Bronwyn lo miro altiva. Dexter dio un paso atras extranado. --?Seguro que no nos hemos visto antes? --Si, estoy muy segura --le dijo ella muy seria. Lo recordaria sin duda. Era demasiado guapo. Y ella hacia mucho tiempo que solo se codeaba con modelos, empresarios millonarios y personas consideradas V.I. P. por lo que, aunque hubieran coincidido en algun sitio, ella no se habria fijado en alguien que no fuera de su entorno. --?Que otras opciones tengo? --?Para tres o cuatro dias? Puedes venirte a mi casa. --Eso te gustaria, ?verdad? --le pregunto Bronwyn empezando a enfurecerse. --No te lo voy a negar --le contesto el. Bronwyn resoplo antes de darle la espalda y agarrar sus enormes maletas. --?Por lo menos me podrias indicar como llegar a algun sitio? --le pregunto molesta. Dexter la siguio con una mueca. --Deja aqui tus maletas. Cuando sepas donde ir llamame y te las llevare. La posibilidad de mi casa sigue en pie --le cogio el movil que llevaba en la mano y le grabo su telefono movil--. Me llamo Dexter Campbell y --volvio a sonreirle--. Si vienes conmigo no pasaria nada que tu no quisieras. Bronwyn le cogio el movil de la mano. --Ni lo suenes --le respondio--. Antes dormiria en un banco del parque. --Eso es porque no me conoces --le sonrio sintiendose ligeramente frustrado. Volvio a coger su telefono y se llamo a si mismo.

  • Algo va mal de Fermin Bocos

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    <>, dijo el comisario encargado del caso senalando uno de los dos cuerpos que aparecian en la foto con el rostro desfigurado por el impacto de una bala.

  • ?Bailamos? de Noni Garcia

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    Alejandra no podia creer que aquel coche se hubiera saltado la senal, que tuviera que estar de baja algunos meses, que no pudiera bailar y, mucho menos, que su medico y cirujano fuera Salvador, el insoportable hermano de Ivan, su mejor amigo y pareja de baile.
    Salvador siempre habia mantenido lejos de el a Alejandra, alguien que le atrajo desde el dia que la conocio, una nina de papa ante la que no pensaba sucumbir, ya que con una tuvo suficiente.
    Pero ni Alejandra es lo que aparenta, ni Salvador es el hombre insufrible que parece ser.
    Un accidente, una mujer valiente, un hombre con miedo a sufrir, una recuperacion que los une sin remedio y.
    ?Podra un baile unirlos para siempre?

  • No dejes de creer en mi de Ariadna Baker

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    Resople. Por los pelos habia llegado al cole. Que vida la mia, siempre corriendo de alla para aca. Y luego Vicente, el padre de Daniela, me diria que el se implicaba tanto como yo en el cuidado de la pequena. Y un cuerno. Veinticinco anitos, un tesoro de seis, fruto de una relacion con el primer malandrin que se cruzo por mi camino, un trabajo de limpiadora que no estaba mal pagado, sino lo siguiente, y mil ilusiones por cumplir. Sin embargo, me sentia rematadamente feliz. Aunque este mal que yo lo diga, no todas las personas son iguales de guerreras ni tienen la suerte de haber superado una enfermedad tan cruda como la que yo padeci en mi adolescencia; la leucemia. Desde el dia que recibi el alta, me prometi a mi misma que no dejaria de sentirme dichosa en ningun momento; y por muy mal dadas que vinieran, pensaba cumplir con mi promesa. Daniela era el motor de mi vida, que duda cabia. Y tambien de la de mi madre, que la adoraba. Ella me habia echado un gran cable con la nina desde que nacio, y ahora me iba a tocar echarla extraordinariamente en falta. Por fortuna, la mujer habia pasado a mejor vida y no quiero decir con eso que hubiera que lamentar ninguna desgracia, todo lo contrario. --Tania, ?y tu madre? --me pregunto mi vecina Vicky, que llevaba a su nieta al mismo cole que Daniela. --Esta mejor que quiere, pero no veas si la echo de menos. Y al piso tambien. Ya no viviamos donde siempre. Mi madre tenia un alquiler de esos antiguos, de los anos de Maria Castana, y cuando el casero se entero de que ella se marchaba y pretendia dejarmelo a mi, aprovecho para decir que tururu me iba yo a beneficiar de la renta antigua. Y me quede compuesta y sin piso. --?Y te las vas a poder agenciar sin mi? --me pregunto mirando a su nieta Daniela, a la que adoraba. --Mama, ?no eres tu la que me ha dicho siempre que voy a poder lograr todo aquello que quiera? Pues eso. Todo porque la "abuela Mina", como siempre la ha llamado carinosamente mi nina, no se sintiera triste por su marcha de Avila, la ciudad donde vivimos. Y es que resulta que un buen dia sus amigas la llevaron por sorpresa a un programa de esos de la television en los que las personas prueban suerte en el amor y debio ser su alma transparente la que hizo que saliera de alli con novio, pues Rafael entro por telefono en directo y poco menos que dijo que se la envolvieran para regalo. De eso habia pasado un ano, tiempo que ambos estuvieron viendose los fines de semana, pues el vivia en San Fernando de Henares, en Madrid. Una vez transcurrido ese tiempo, y dado que los dos se querian mucho, como la trucha al trucho, mi madre acepto su oferta de ir a vivir con el, aunque con dolor de su corazon por tener que dejarnos. Para lograr que lo hiciera, tuve que compincharme con Rafael y darle un buen empujoncito, pero al final lo logramos. --Eso si, tengo unos ahorritos y quiero que la nina y tu vayais a vivir a un sitio bonito, te lo digo desde ya Tania, o no me muevo de Avila--me advirtio. --Pero mami, si a nosotras nos vale con una cajita de cerillas en cualquier ladito--replique. --Pues va a ser que no. Estan terminando de construir una urbanizacion a las afueras que es una monada. Con lo que me voy a ahorrar de alquiler y otro poquito que tu pongas, podemos cogerte un pisito de dos dormitorios, un alquiler de esos con opcion a compra. Y ya veras como en dos o tres anitos te lo puedes comprar. --Ella lo tenia todo pensado. --Pero mama, si hay que tener un buen dinero ahorrado para meterse en una compra. --?Y que? Ya en ese tiempo hare yo por ahorrar, que entre mi pension de viuda y los trapitos que sabes que coso para la calle reunire un dinerito, ya lo veras. Mi madre tenia unas manos de oro para la costura y una determinacion ferrea; ella haria cualquier cosa por no dejarnos "en la estacada" como decia. Vaya, ni que yo fuera una nina... Total, que cualquiera la contradecia. Y alla que fuimos a parar mi Daniela y yo a una urbanizacion que era mas pija que hecha de encargo. Mi nina se sintio desde el primer momento alli como vez en el agua (que para eso tenia su buena piscina jaja). No, es que ya se sabe que ellos se adaptan a lo que sea, pero a mi me estaba costando un poco mas. En el fondo, yo echaba mucho de menos el sencillo ambiente en el que me crie, que era el que mi hija habia conocido tambien hasta el momento. En aquella urbanizacion, en la que habia desde pisos pequenos como el mio hasta aticos con doscientos metros cuadrados, se respiraban pamplinas por los cuatro costados, y eso no era algo a lo que yo estuviese acostumbrada. Ahora bien, lo cortes no quita lo valiente y mi pisito era un dulce, ni mas ni menos. Cada vez que entraba en el y respiraba ese olorcito a nuevo, se me alegraba el alma. La decoracion tambien habia corrido de la mano de mi madre y hasta Rafael habia puesto su granito de arena. Un sabadito de los que el vino a visitarnos, ya teniendo la llave del piso, nos fuimos a Ikea con los planos y alli lo encargamos todo. Como resultado de tanta buena voluntad, tenia un hogar a estrenar y precioso, todo en tonos claritos que me transmitian una enorme calma, salvo el dormitorio de mi nina, que era una explosion de color. Las primeras calidades del piso tambien ayudaban lo suyo, para que voy a decir lo contrario. No se a cual de las dos, si a Daniela o a mi, nos gustaba mas pisar en el suelo de tarima con los pies descalzos o disfrutar del sistema de calefaccion tan moderno y confortable que nos permitia estar tan calentitas, pues la primavera se resistia a venir acompanada de sol. En lo relativo al vecindario, y aunque habia de todo como en botica, lo dicho; la mayoria del personal era mas tonto que una caida de espaldas... Se salvaban unos pocos como mi vecina Gloria, un encanto de mujer, duena de varias peluquerias en la ciudad. Tambien habia una chica, Camila, que era abogada y con la que hice muy buenas migas. Ella, poco mayor que yo, era de lo poco que se podia salvar alli. En el otro lado de la moneda estaba Esteban, un sieso de mucho cuidado. Debia tener unos sesenta y cinco anos y la cara de tomarse una racion de ostras en mal estado como piscolabis cada dia... Una bendicion de hombre, lo mirara como lo mirase.

  • Arden las redes de Juan Soto Ivars

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    El clima de irritacion constante y masiva en las redes sociales ha generado un nuevo tipo de censura que aplica sus prohibiciones de manera organica, imprevisible y caotica. Los usuarios participamos de todas las polemicas empujados por la sed del reconocimiento, mareados por la sobreinformacion y confundidos por el relativismo de la verdad, mientas que determinadas voces desaparecen por miedo a la humillacion.

  • Premonicion de Mariano Gambin

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    La vispera de los carnavales de Rio de Janeiro es un momento en el que solo cabe pensar en divertirse. Luis Ariosto se reune con Antoinette de Montparnasse en la ciudad carioca para disfrutar de unas vacaciones merecidas. Pero sus planes se ven interrumpidos inesperadamente durante la recepcion al presidente de Rusia de visita en Brasil. Un peligro inconcebible es descubierto por la francesa.Ariosto y Antoinette se convierten en poseedores de un secreto vital por el que los servicios secretos de varios paises estan dispuestos a matar.

  • Otra vida por vivir de Theodor Kallifatides

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    Nadie deberia escribir despues de los setenta y cinco anos, habia dicho un amigo. A los setenta y siete, bloqueado como escritor, Theodor Kallifatides toma la dificil decision de vender el estudio de Estocolmo, donde trabajo diligentemente durante decadas, y retirarse. Incapaz de escribir y, sin embargo, incapaz de no escribir, viaja a su Grecia natal con la esperanza de redescubrir la fluidez perdida del lenguaje. En este bellisimo texto, Kallifatides explora la relacion entre una vida con sentido y un trabajo con sentido, y como reconciliarse con el envejecimiento. Pero tambien se ocupa de las tendencias preocupantes en la Europa contemporanea, desde la intolerancia religiosa y los prejuicios contra los inmigrantes hasta la crisis de la vivienda y su tristeza por el maltratado estado de su amada Grecia. Kallifatides ofrece una meditacion profunda, sensible y cautivadora sobre la escritura y el lugar de cada uno de nosotros en un mundo cambiante.

  • Prosa completa de Alejandra Pizarnik

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    Reunidos, por primera vez, todos los textos en prosa de la mitica poeta argentina Alejandra Pizarnik.

  • Nunca Te Olvidare de Natalia Lee

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    Parecia un dia soleado de verano. Algunos ninos ruidosos jugaban en el cesped, mientras que otros paseaban en bicicleta con sus padres por el parque. Habia mucho verde por todas partes, y Mel se apoyaba contra el tronco de un arbol, aprovechando la sombra fresca que ofrecia. Inesperadamente, la figura de una mujer aparecio a pocos metros de la nina. La luz brillante que emanaba de ella eclipso los hermosos ojos azules de Melissa durante unos minutos, hasta que finalmente se detuvo. Frente a ella, descalza y con un vestido blanco que cubria la mayor parte de su cuerpo, estaba Helena, su madre. Aunque Mel queria abrazarla y besarla, debido al anhelo que sentia, la bella mujer no dejo que su hija se acercara. -Solo escuchame, Melissa, tenemos poco tiempo. – declaro. -Pero mama … -No, no hables, por favor. Se todo lo que estas sintiendo, querida. Se de tu angustia, tu tristeza, el miedo a volver a Nueva York … Es normal que tengas miedo. Todos tenemos miedo cuando tenemos que enfrentar cosas mas grandes que nosotros. Pero se necesita fuerza, hija, especialmente ahora que conoceras a muchas personas. Algunos no son lo que parecen, de hecho, son falsos, egoistas, pero puedes estar segura de que tambien encontraras otros que son justos, verdaderos y que te han estado esperando durante mucho tiempo. Simplemente no se han dado cuenta todavia. Se que lo que te estoy diciendo ahora no parece tener sentido, pero lo importante es que sabes que siempre estare a tu lado para protegerte. Confia en mi, carino, todo estara bien, no te preocupes. Por unos momentos Mel guardo silencio, totalmente paralizada . Su cerebro habia articulado una serie de frases y preguntas para la madre, pero ninguna palabra podia salir de su boca. Helena, por su parte, tampoco dijo nada mas. Solo miro a Melissa con ternura y sonrio. La suave luz de antes comenzo a envolver su cuerpo nuevamente, hasta que se volvio tan intensa que Melissa tuvo que apartar la cara para proteger sus ojos de la luz exasperante . -Senorita? !Senorita, despierta, por favor! "Dijo una voz desconocida, que ahora sonaba cada vez mas cerca de la luz cegadora. Desconcertada, Mel abrio los ojos bruscamente, al mismo tiempo que daba un pequeno golpe en la silla gracias al susto. Las gafas en sus manos rodaron directamente al piso del avion, uniendose a una revista que se habia caido alli desde que se durmio. -Disculpe las molestias, senorita, pero vamos a aterrizar. Por favor, abrochense los cinturones. Aun bajo la influencia del extrano sueno, Melissa solo sacudio la cabeza. La joven azafata sonrio mostrando su llamativo lapiz labial rojo y continuo recorriendo el pasillo del avion, despertando a las pocas personas que todavia estaban dormidas . “Fue un sueno, solo un sueno”, penso Mel, mientras buscaba sus gafas en el suelo. Pero aunque trato de convencerse de que todo era solo un gran desastre debido a su cerebro cansado, el encuentro con su madre parecia tan real como el hecho de que ella estaba alli, en ese avion, rumbo a los Estados Unidos. Cuando finalmente encontro las odiadas gafas con lentes gruesos, Mel se los puso en la cara de todos modos y se ajusto el cinturon como lo habia ordenado la azafata. Mirando por la pequena ventana a su izquierda, pudo ver un enorme lago brillando bajo el sol de la tarde, y su avion que se acercaba cada vez mas a la pista del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy. -Si, bienvenida de nuevo a America, dijo Melissa. , respirando profundamente mientras se ajustaba las gafas, y se miro a si misma en el claro reflejo del cristal. – Finalmente llegaste a casa … * * * * * A pocos kilometros de distancia, en el corazon verde de Manhattan, Aaron Stonewell estaba distraido. Sentado en el cesped brillante de Central Park a la sombra de un arbol, no parecio notar a las dos ciclistas que pasaban por tercera vez (y a proposito, por cierto) frente a el. No es que no fueran bonitas, por el contrario, eran dos chicas impresionantes. Pero la atencion y los ojos de Aaron ahora estaban completamente pegados a la pantalla de su MacBook que mostraba en pequenos intervalos las innumerables fotos tomadas en el ultimo show de su banda de punk rock, Nonsense . Por mucho que ya las habia visto millones de veces solo esa tarde, era imposible para el no admirar toda la vibracion de la audiencia que parecia desbordarse a traves de la pequena pantalla del ordenador. Aunque ese era solo el decimo espectaculo de su banda inexperta, se habian conmocionado y eso valia mas para el que la pequena tarifa ofrecida por el propietario del pequeno club en Brooklyn donde tocaban. Aprovechando la distraccion de Aaron, una figura se escabullo a sus espaldas y, teniendo cuidado de no llamar su atencion, camino de puntillas hasta que estuvo muy cerca del nino. Sin embargo, la persona no contaba con el revelador crack de una rama de arbol seca que termino pisoteando por simple descuido. – Buen intento, Marvin James! se burlo Aaron, volviendose hacia su amigo. – Como ladron, soy un gran bajista, ?no? – Pregunto el chico de ojos negros, depositando su bajo en el suelo y sentandose justo al lado de Aaron. -Di, ?que estas viendo en ese cuaderno que te alegra tanto ? -Son las fotos de nuestro ultimo show. – respondio Aaron con cierto orgullo. – Disfrutan demasiado, ?no? Mira la emocion de la multitud! -Si Total! – Marvin estuvo de acuerdo, estirando el cuello para verlos. – Lastima que Sophie, tu nueva musa inspiradora, no fuera. -!Y Chloe , tu pequena pasion eterna , tampoco aparecio alli! espeto Aaron bruscamente. -Oye, solo soy el hijo del conserje de la escuela. !No tengo oportunidad con esa chica! Tu, hombre … Ah … !Puedes tenerla en cualquier momento! ?Olvidaste que te llaman a ti y a Oliver “Los hermanos perfectos”? Todas las chicas de la Academia Eugenne Sinclair babean por vosotros , incluso las mas veteranas … – Ah, esta bien … !Deja de exagerar , MJ! La mayoria solo sabe mi nombre por mi hermano. Y ademas, la unica chica que realmente me importa no se preocupa por mi ", suspiro Aaron, bajando la cabeza. El hecho de que Aaron Stonewell fuera adorado por gran parte del ala femenina de la escuela no era nada nuevo para nadie. El otro “Hermano Perfecto”, como las chicas comenzaron a llamarlo al final del sexto grado, tenia una belleza inusual. Era alto, delgado, con penetrantes ojos verdes, como los que no puedes dejar de mirar, y cabello negro corto e intenso, un poco desarreglado en el frente. Como si eso no fuera suficiente, ademas tenia una cara hermosa y una sonrisa brillante que hacia que todos a su alrededor sonrieran tambien. Su unico defecto real era que estaba enamorado de la ahora ex novia de su hermano Oliver. Y por mucho que Marvin le mostraba a su amigo la gran cantidad de chicas que se derretian por el en los pasillos de la escuela y en los espectaculos, era Sophie la que le gustaba y Aaron sufria debido a su increible indiferencia. -Olvidate de esa chica , sabes que todavia le gusta Oliver. Manana deberian comenzar a salir de nuevo. Lo hicieron tanto … No es la primera vez que pelean. – dijo MJ, ahora colocando el ordenador de grafito de Aaron en su regazo para ver mejor las fotos. -Pero esta vez fue grave, el idiota de mi hermano estaba con otra chica y Sophie lo vio. !Esta podria ser mi oportunidad! Creeme, no hay chica como ella en esta ciudad. Marvin, quien hasta entonces parecia no estar de acuerdo con su amigo, comenzo a sonreir. De hecho, Sophie debia ser la unica criatura en Manhattan, o quizas en todo el planeta, capaz de ser tan hermosa y tan egoista al mismo tiempo. Simplemente no se comparaba en maldad con Darth Vader de Star Wars, porque era de otra galaxia muy, muy lejana y la disputa se limitaba solo al espacio terrestre. -Estoy de acuerdo, ella es muy bonita. Pero no se, creo que le falta algo … – respondio Marvin, presionando las teclas del MacBook para que las fotos pasaran a una velocidad mas rapida. “?Le falta algo?”, Repitio Aaron, frunciendo el ceno como si su amigo hubiera dicho algo increible. -?Que puede faltar en una chica completamente perfecta? Aunque la respuesta de MJ era “corazon”, algo lo hizo detenerse repentinamente y reir en voz alta senalando la pantalla del ordenador . Alli, en una foto que parecia muy antigua, habia dos ninos sonrientes y abrazados, que no recordaba en absoluto haber visto en el ultimo espectaculo de la banda. -Oye! ?Quienes son la rellenita y el chico que tiene aparatos en los dientes? -Le pregunto Marvin al amigo, aun riendose. Cuando Aaron miro el MacBook, no pudo entender como esa foto que debia haberse perdido por los innumerables archivos que tenia su ordenador, habia parecido alli, junto con los registros del concierto, no tenia sentido . -Bueno, el de los aparatos soy yo. – Aaron comenzo a explicar un poco avergonzado. – Y la rellenita es Melissa, la hermana de Sophie que regresa a Nueva York. -?De verdad? ?Este feo eres tu? – se burlo Marvin, pareciendo no creerlo. – Wow … Has mejorado mucho eh, hombre! Y que cosa mas absurda, la nina llega hoy y esta foto de ella aparece asi, de la nada … Oye, pero ?por que la tienes en tu ordenador ? Pasion infantil, ?verdad? Es? Pregunto, alzando las cejas maliciosamente y golpeando ligeramente a su amigo. Aaron puso los ojos en blanco y volvio a llevar el ordenador a su regazo. -No inventes , Marvin. Melissa y yo jugabamos juntos cuando eramos ninos y eso es todo. Despues de que ella se fue con su madre a Brasil, nunca volvimos a hablar. Quiero decir, incluso nos enviamos correos electronicos al principio, pero luego la comunicacion se volvio mas rara. La zona horaria diferente tampoco ayudo y ella siempre estaba ocupada ayudando con la ONG de su tia. Entonces, ya sabes, la amistad se extinguio gradualmente. – explico Aaron, mientras cerraba el cuaderno. Habia un toque de tristeza en su voz, pero sabia como disfrazarlo. La verdad es que el y Melissa eran grandes amigos. “!Los mejores del mundo!”, Como Aaron incluso se llenaba la boca para decir cuando hablaba de su amistad con la pequena Mel. Se habian conocido en Central Park, mientras jugaban a los columpios bajo la supervision de sus nineras, y desde ese dia se mantuvieron unidos de tal manera que no pudieron hacer nada mas el uno sin el otro. Tenian una especie de hermosa amistad, una que todavia era demasiado pura para ser sacudida por las hormonas de la pubertad, cuando la linea divisoria entre ninos y ninas se fortalece y los hace parecer seres de planetas totalmente diferentes. Pero el destino decidio ser implacable con los dos amigos, y cuando Melissa menos lo esperaba, ya estaba en un avion que se dirigia a Sudamerica con su madre, dejando a Aaron solo y lloroso en Nueva York. Hoy en dia, incluso despues de que hayan pasado cuatro largos anos, el nino todavia recordaba tristemente la separacion forzada de su mejor amiga . Era una herida ya curada, que a veces dolia cuando veia algo que le recordaba a Mel, pero eso ya no importaba demasiado. El pasado estaba detras de ellos y ahora no serian mas que simples extranos el uno para el otro. – Bueno, y hablando de Melissa … – dijo Aaron con un suspiro, volviendose hacia MJ -… Creo que es hora de ir al hotel Meditteranean para empacar las cosas para la presentacion. Hoy la tarifa vale la pena y nos pagaran por adelantado. -Oh, ni me digas! Despues de esa bagatela que ganamos en el ultimo show, incluso pense en renunciar a mi carrera. – se burlo el bajista, saltando. Aunque llegarian un poco mas tarde de lo acordado con el dueno del hotel, Aaron y Marvin caminaron en silencio hacia la salida oeste de Central Park, cada uno pensando en lo que mas le importaba. El bajista de los altos salarios y Aaron en ver a Sophie de nuevo, hasta que sus pensamientos derivaron sin querer al recuerdo infantil de Mel. Por unos momentos recordo las travesuras que los dos habian hecho juntos cuando eran ninos y esto lo hizo sonreir, pero pronto la imagen infantil de la amiga se perdio y Sophie volvio a dominar su mente haciendo que su corazon volviera a dolerle. * * * * * El vestibulo de la Terminal Tres estaba lleno cuando Melissa aterrizo en el aeropuerto JFK. Parecia que todos los ninos estadounidenses habian decidido viajar en la primera semana de sus vacaciones escolares, a juzgar por la cantidad exorbitante de ninos y ninas que jugaban con los carritos de equipaje bajo la mirada impaciente de sus padres. Llevando sus dos pesadas maletas, Mel miro a su alrededor en medio de toda esa agitacion cuando reconocio a su padre, a pocos pasos de ella, con un elegante traje gris que lo hacia verse serio, un alto ejecutivo. Albert, al parecer, no habia cambiado tanto como ella habia pensado. Aunque su cabello ahora tenia algunos mechones blancos en las sienes, aun conservaba la forma encantadora que hacia que la madre de la nina muriera de celos cuando aun estaban casados. -Hola papa. – Mel lo saludo, luego de caminar torpemente hacia el. -Melissa?! Dios, no puede ser! !Carino, como has crecido ! Albert se sobresalto mirandola de pies a cabeza. – !Estas muy alta y hermosa ! Mel sonrio levemente y se sonrojo, bajando la cabeza para mirar al suelo. No estaba acostumbrada a escuchar cumplidos y, como no estaba satisfecha con su apariencia, tenia una imagen muy distorsionada de si misma. -Oh, no te pases, papa! Alta si, pero hermosa ? ?Esta chica miope? – bromeo, abrazandolo con timidez, sin acercarse demasiado. Despues de tanto tiempo fuera y un sujetador finalmente (y muy bien) lleno, Mel no sabia como comportarse con Albert. No eran como dos extranos, pero tampoco tenian la tipica intimidad de padre e hija. Ademas, ya no era esa nina de diez anos, y la falta de contacto habia abierto un profundo abismo entre los dos que solo el tiempo podia salvar. -Es bueno tenerte por aqui otra vez. No te puedes imaginar como tu hermana y yo te hemos extranado todos estos anos. Dijo, con la voz rebosante de emocion. Cuando acurruco a su hija en ese abrazo timido, pero lleno de anhelo, Albert cerro los ojos e inmediatamente su mente lo transporto al pasado a cuatro anos atras, cuando habia abrazado a Melissa por ultima vez en ese mismo aeropuerto. Fue una separacion dolorosa y los anos que siguieron fueron aun mas tristes, ya que gracias a la terquedad de Helena, su ex esposa, que se nego a darle la direccion donde vivia, nunca puedo visitarlos en Brasil y mucho menos enviar los regalos de cumpleanos y Navidad que compro todos los anos a Mel. Ni siquiera la pension que depositaba regularmente en el banco todos los meses para pagar la educacion de su hija, su ex esposa la toco. -Espera, dejame mirarte de nuevo. dijo Albert, liberandose de los brazos de Mel. – !No puedo creer que mi pequena nina ahora sea una adolescente de catorce anos ! 14 -Es asi padre, si lo soy. – Mel murmuro, un poco incomoda con toda esa atencion. -Pero ya es suficiente, esta conversacion se esta volviendo demasiado dificil. Siempre dijiste estas mismas cosas por telefono despues de que te envie mis fotos por correo electronico, ?recuerdas? A pesar de la alegria que sentia, Albert decidio no molestar mas a Melissa con esos comentarios sobre el crecimiento, tipicos de las tias solteronas en las reuniones familiares. Queria que se sintiera bien por haber regresado y, sobre todo, que se olvidara de la muerte de su madre que habia sucedido meses atras. Luego, volviendose hacia el guardia de seguridad del traje negro que esperaba inmovil como un soldado ingles a pocos metros de distancia, Albert hizo un leve gesto con la mano para que se acercara el empleado. -Toma hija, creo que esto es tuyo. dijo, tomando algo de las manos del empleado y colocandolo justo despues de la cabeza de Mel. Al instante reconocio su vieja gorra azul para mascotas de los Yankees de Nueva York , el equipo de beisbol que amaba de nina. Ya ni siquiera recordaba las reglas del juego, ya que en Brasil el deporte popular era el futbol, pero no podia contenerse ante algo que le recordaba tanto a su infancia. -Wow! Pense que lo habia perdido durante el traslado a Brasil. Muchas gracias papa! – le agradecio Melissa, mientras ajustaba la gorra en su cabeza. -No, hija, no me lo agradezcas todavia. Tengo otra pequena sorpresa para ti y creo que te complacera mucho mas que esta. Incluso sin fuerzas debido al viaje y su cuerpo pidiendo a gritos una cama, la apariencia cansada de Melissa se animo repentinamente . Tenia curiosidad por saber de que hablaba Albert. ?Sorpresa? Dijo Mel , frunciendo el ceno. – Ah, padre, dime … por favor. -No puedo. Tendras que ser paciente. Por ahora, creo que sera mejor que caminemos a la limusina. Aunque parte de la ciudad esta pasando las vacaciones de verano en los Hamptons , el trafico de Manhattan puede no ser muy bueno a esta hora. dijo, senalando el equipaje de Melissa para que lo llevara el guardia de seguridad. Aunque no le pagaban por eso , sin embargo, lo hizo de todos modos, sin lugar a dudas. – Vamos! No he estado en una limusina en mucho tiempo. Creo que ni siquiera recuerdo como es por dentro … Mel exagero, recordando sus dias de infancia, cuando todavia iba y venia por Manhattan, llevada a donde quisiera por el chofer de su padre. Un coche como ese estaba muy lejos de la realidad que ella vivia en el interior de Brasil. Como su madre y su tia Veronica habian abrazado la causa ambiental, siempre preferian usar bicicletas o transporte publico para ir a algun lado. Obviamente, no eran las formas mas faciles y rapidas de moverse, sino formas politicamente correctas para evitar que se arroje innecesariamente mas dioxido de carbono al aire y se agote la capa de ozono. ?Que dirian las dos si vieran a Mel entrar en una limusina que gastara tanto combustible ? La chica ni siquiera se lo queria imaginar … Pero tambien, ?que podia hacer ella? Su padre estaba en la lista de los 100 hombres mas ricos de los Estados Unidos segun la revista Forbes. Si no tuviese una limusina, ?que utilizaria ? Autobus? Metro? Coches compartidos? En realidad no … Eso era para los mortales pobres, no para el poderoso propietario de la cadena hotelera The Meditterranean . Y, como hija del dueno, Melissa tendria que acostumbrarse nuevamente, voluntaria o involuntariamente, a esta vida llena de mimos y privilegios. Albert cruzo rapidamente el vestibulo, feliz de tener a su hija de regreso a su lado y, cruzando la puerta automatica que conducia a la calle, se dirigio hacia la magnifica limusina que se detuvo ante ellos con precision cronologica. -Entonces? ?Lista para tu primera vuelta? pregunto, mientras el chofer abria la puerta del lujoso coche para que la chica entrara. Al ver la limusina justo delante de sus ojos, Mel trago, totalmente deslumbrada. Era dificil pensar en los casquetes polares que se derretian a miles de kilometros de distancia gracias a las emisiones de CO2, cuando algo tan hermoso, brillante y lujoso estaba parado frente a ti. -Disfruta, querida . Es del hotel y solo atiende a clientes VIP , pero hoy ordene que estuviera completamente a tu disposicion. – Una limusina? ?Solo para mi? Vamos , papa, a esto llamas una pequena sorpresa? – Mel se admiraba a si misma mientras se acomodaba en el suave asiento del auto. Albert se sento a su lado riendo y despues de cerrar la puerta de la limusina, fue al frigorifico y tomo una botella de agua mineral Glaceau para calmar su sed. -Pero no dije que esta sea la sorpresa. continuo, recordando lo que les esperaba en el restaurante del hotel. – Aun no has visto nada, hija. Y para ser sincero, las emociones de esta noche apenas comienzan. Capitulo 2- PIMIENTA Y DIENTES Despues de tantas retenciones tipicas de Manhattan, la limusina entro en Park West Street, donde se encontraba el famoso y admirado hotel The Meditteranean . Con sus ojos atentos al continuo movimiento de personas caminando por las aceras esa tarde, Mel pronto reconocio el maravilloso verde de Central Park que aparecia en el lado derecho de la calle. – ?Estamos ahi? pregunto ella, ajustando sus odiadas gafas que insistian en deslizarse casi hasta la mitad de la nariz. -No creo que no estes reconociendo el hotel, hija. A pesar de que se sometio a algunas renovaciones, no esta tan diferente. dijo Albert, saliendo del coche . Cuando Mel salio de la limusina y miro la imponente fachada del Mediterraneo , le era imposible no admirar, como si fuera la primera vez, el majestuoso hotel frente a ella. Es cierto que habia crecido en esos pasillos y conocia incluso los detalles mas pequenos del lugar, sin embargo, despues de tantos anos de distancia, regresar y mirar todas esas pequenas ventanas blancas, las banderas estadounidenses ondeando en el viento y los pisos que casi se perdian de vista. Fue emocionante para ella. ” Wow, no puedo creer que este aqui de nuevo ” , penso Mel mientras entraba en el gran salon de The Meditteranean con su padre. Cuando pisaron la lujosa alfombra que completo la sofisticacion del lugar, Melissa pronto fue reconocida por el gerente del hotel, y tambien por el imbecil encargado del hotel de su padre, Pierre Le Blanc. Al mismo tiempo, dejo el mostrador donde estaba supervisando al personal que registraba a los huespedes , para sonreir y encontrarse con ella y Albert. -Mademoiselle Fenner , que honrra los terrmes aqui! Pero, maldito mon Dieu , !como creciste y adelgazaste ! ?Cuando fue emborra dificilmente podria olharr porr el balcon y agorra es mi tamano. Oh! Me estoy haciendo viejo. Dijo dramaticamente, con su acento frances divertido que se nego a perder. -Es bueno verlo tambien, senor. dijo la chica, todavia un poco timida. Mel sabia que habia cambiado mucho, despues de todo, habia perdido varios kilos y era mucho mas alta, pero estar alli escuchando ese bla bla bla acerca de cuanto pero habia perdido y crecido era casi una tortura. No le gustaba recordar sus dias de “peso pesado” como algunos companeros de escuela la llamaban en ese momento. "Si , es verdad. Era una bola de manteca que tenia un trasero mas grande que la luna y del tamano de un enano. Satisfecho? “Fue la respuesta grosera que tenia en la punta de la lengua, pero que no se atreveria a decir Era demasiado educada y no le gustaba herir los sentimientos de los demas. Afortunadamente, uno de los empleados del hotel arrojo torpemente el equipaje de un huesped importante del carrito del equipaje y Pierre dejo la conversacion para ir y reganarlo con toda la autoridad que el trabajo del gerente le garantizaba. Solo despues de deshacerse de Le Blanc, Melissa puede notar realmente el impresionante entorno a su alrededor. El vestibulo del hotel parecia mucho mas lujoso ahora que en su infancia. En el centro estaba la gran recepcion flanqueada a la derecha y a la izquierda por dos escaleras de marmol gigantes, por las que siempre se deslizaba por la barandilla para desesperacion del gerente Le Blanc. Ahora habia un pequeno salon luego de la entrada, para la comodidad de los huespedes y visitantes, asi como muchas plantas, flores y obras de arte que se extendian a traves de las diversas paredes del lugar decoradas exactamente en estilo europeo. En el techo, ademas de una pintura inspiradora con angeles y nubes, estaba el costoso candelabro de cristal, con un diseno firmado por Tiffany, que era dificil de no notar debido a su intenso brillo. A pesar del poco tiempo que paso en el Salon, Mel quedo impresionada por lo sumamente sofisticado que era ahora The Mediterranean . -Es maravilloso, lo se. – dijo Albert en el elevador , mientras miraba a la nina a traves del reflejo del espejo lleno de arabescos florales. – Hoy somos el segundo mejor hotel de Manhattan. Solo estamos detras del Plaza. Pero ya estamos haciendo mejoras para resolver esta situacion. -Dios, papa, no pense que The Mediterranean estuviera asi. Parece mas un palacio que un hotel. – exagero Melissa. -Si, pero ahora es tu palacio, querida. – Anadio sonriendo, saliendo por la puerta de metal que acababa de abrir. En el pasillo bien iluminado lleno de pequenas estatuas de marmol, Mel y su padre caminaron hacia la puerta de madera y vidrio del Chateau D’ore. A pesar del silencio pedregoso que dominaba el lugar y la ausencia de personas que entraban y salian del restaurante, lo que seria normal en ese momento, la chica no se dio cuenta de la misteriosa atmosfera que se cernia alli. -Tu primero, hija. – ordeno Albert enigmatico, empujandola ligeramente por la espalda. Cuando Mel entro en el restaurante, todavia vacilante, se vio sumida en la oscuridad. Al no ver nada frente a ella , penso en retroceder unos pasos hacia la puerta, pero de repente se encendieron las luces y cayo una lluvia de globos de colores y mucho papel picado. Varias personas, en su mayoria adolescentes que estaban dentro del restaurante, la recibieron dandole la bienvenida. -Es un placer tenerla con nosotros, senorita Fenner . Sea bienvenida. – dijo una mujer con cabello rojo, apareciendo justo frente a ella . Parecia haber pasado la treintena recientemente y tenia ojos en forma de almendra que la hacian sentir envidia. Mel abrio la boca, pero todavia estaba demasiado sorprendida para responder algo. ?Quienes eran todas esas personas? ?Y por que demonios tu padre no te advirtio sobre eso? Al menos podria haberse puesto ropa mas presentable que la que llevaba puesta. -Querida, esta es Rebeca Pitty, mi secretaria personal. Ella fue quien me ayudo a planear toda esta fiesta para ti. dijo Albert, senalando a la mujer. -?Ah, si? Gracias , senorita Pitty. – saludo Mel, todavia un poco confundida , pero devolviendo la sonrisa amistosa a la secretaria. Sophie, que estaba a solo unos metros de distancia, se acerco a los tres, seguida de cerca por Chloe y Vicky , sus inseparables amigas que se parecian mas a un par de guardaespaldas que la perseguian. Cuando las hermanas finalmente se encontraron cara a cara, Mel tuvo la ligera impresion de que Sophie no estaba muy entusiasmada con su regreso. La miro de arriba abajo como si la ropa de Melissa fuera una ofensa en ese lugar, y respiro hondo, como lo haces cuando vas a tomar una medicina horrible. -Bienvenida, Melissa. – dijo la hermana entre dientes, abrazandola con cuidado para no arrugar su top de Marc Jacobs . Gracias a Mel, Sophie se estaba perdiendo el lanzamiento de la nueva coleccion de Rihanna en una galeria super moderna en Soho , la meca de la moda de Nueva York, y no estaba contenta con eso. Su presencia alli era obra de Albert, que le habia ordenado que asistiera a la fiesta de bienvenida de su hermana bajo la pena de cancelarle todas las tarjetas de credito si no se presentaba. -Es bueno verte de nuevo, Sophie. – l respondio Mel, un poco timida . – Ha pasado tanto tiempo, ?no? -Sabes que ni siquiera me di cuenta? – respondio la hermana, con un timbre seco en su voz. -Wow! Pense que eran gemelas como Mary Kate y Ashley Olsen, pero al mirar a ambas ahora, se puede ver que tienen muy pocas cosas en comun. – Comento Vicky , analizando a Mel como si fuera un animal exotico en exhibicion. De hecho, las hermanas no eran muy parecidas. Despues de todo, no eran identicas , y el tiempo habia colaborado aun mas para acentuar estas diferencias. Sophie era hermosa como una pintura. Tenia el pelo rubio liso y la piel blanca que la hacia parecer una muneca de porcelana, ademas de tentadores ojos azules y finos labios rosados. Aunque Mel tenia el mismo color que los ojos y el cabello de su hermana, al mirarla se sentia fea. En realidad no lo era, pero cuando se comparo con Sophie, descubrio que su cabello ondulado y opaco no se comparaba con el de ella . Si solo Albert le hubiera contado sobre la fiesta antes, tal vez habria logrado vestirse un poco para no verse tan sin sal frente a todas las personas elegantes y bien arregladas. !Oh, como queria salir de alli y volver a Brasil! “?Tienes alguna preferencia musical, querida ?”, Pregunto Albert de repente. – No tenia idea de lo que te gustaba, asi que contrate una banda y un DJ especialmente para tu fiesta de bienvenida. Que quieres escuchar -Bueno, hmm … Dejame ver … Realmente me gusta esa cantante, Pink, ?sabes? – dijo Mel, fingiendo no darse cuenta de que Sophie miraba sus zapatillas grises All Star y arrugaba su nariz. Aunque no tenia idea de a quien era esa “Pink” que mencionaba su hija, Albert fue inmediatamente a un rincon de la habitacion para responder a su solicitud. Alli, apretujados entre el bar y la puerta del balcon debido a la cantidad de invitados a la fiesta, estaban Aaron, Marvin y Doug, ya en posesion de sus instrumentos, esperando que Albert pasara su repertorio para comenzar otro espectaculo sin sentido. -Bueno, ya que Sophie no nos presenta, soy Victoria McQueen. dijo Vicky , extendiendo la mano para estrechar la mano de Melissa. -Hola, bienvenida . Ya me conoces, soy Chloe Von Bondenburg . – saludo a la otra chica con cabello castano, flequillo corto y ojos color miel. – Chloe ” Dumbo “? ?La que estudiaste conmigo en la Academia Sinclair ? !No puede ser! !Tenias orejas enormes! Mel disparo, sin querer. Sophie y Vicky se miraron con miedo, esperando que Chloe explotara. Melissa habia tocado inadvertidamente un tema delicado para la chica y eso era sinonimo de detonacion, pero en lugar de una respuesta grosera, Chloe se sonrojo.

  • La red oscura, Eduardo Casas Herrer de Eduardo Casas Herrer

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    ?Que es la web profunda (deep web) o red oscura (dark net)? ?Hay que tenerles miedo? ?Es, acaso, como pasear por los bajos fondos de una ciudad? ?Hemos de cuidar nuestra confianza en la red? No solemos pararnos a pensar como funciona un motor de busqueda de Internet, y es precisamente en su manera de actuar donde se encuentra su punto debil: la arana. Por mucho que se esfuerce el robot, hay lugares a los que no es capaz de llegar porque no esta disenado para ello. Y de esa red oscura a la que no puede acceder solo es visible el uno por ciento, el resto esta escondido, como si de un iceberg se tratara. Negocios ilegales, trafico de armas y de productos, muertes retransmitidas, pornografia infantil… conforman el lado negativo de Internet; un pozo sin fondo que se abre desde nuestras pantallas. El autor de este libro, miembro del Cuerpo Nacional de Policia, que lleva desde 2004 trabajando en la Unidad de Investigacion Tecnologica (UIT), nos explica con notable claridad como persiguen sin tregua y sacan a la luz los delitos de ese universo desconocido de la red

  • El vicio espanol del magnicidio de Francisco Perez Abellan

    https://gigalibros.com/el-vicio-espanol-del-magnicidio.html

    Un denominador comun une los magnicidios y los grandes atentados que cambiaron al menos cinco veces la historia de la Espana contemporanea. Prim, Canalejas, Canovas, Dato y Carrero Blanco, todos ellos presidentes del Gobierno, fueron asesinados en circunstancias escandalosamente extranas. Francisco Perez Abellan, el hombre que revelo la verdad sobre la muerte de Prim, desmonta todas las versiones
    oficiales.

  • Secreto Profesional de Ursula Llanos

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    Los asesinatos perpetrados en el Museo del Prado por el viejo barbudo, cuya imagen han captado las camaras de seguridad existentes en el mismo, mantienen en vilo a la Policia y constituyen una incognita que se desvela en esta intrigante novela de misterio, con un sorprendente desenlace.

  • Guinea de Fernando Gamboa

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    LO QUE OPINAN LOS LECTORES

  • Infiltrada (Agente especial Alicia Walker 1) de Clara Ann Simons

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    ALICIA El jeep vuela por una polvorienta carretera del desierto hacia nuestra base, dejando atras los disparos. Presiono la herida con la mano y mis ojos se llenan de lagrimas mientras, sobre mi regazo, siento como la vida de Cat se escapa sin que yo pueda hacer nada por evitarlo. La sangre brota a borbotones de su pecho, sus ojos fijos en mi suplicando que no la deje marchar, no de esta manera. Agitada, me despierto y permanezco sentada en la cama desorientada, tratando de recordar donde me encuentro. Ya han pasado tres anos y no consigo sacar de mi cabeza esa puta pesadilla, supongo que no llegare a hacerlo nunca. Joder, parece tan real, el panico en sus ojos es tan autentico, que miro frente a frente a la muerte casi todas las noches. Cat, la unica mujer que ha llenado mi vida se marcho ese dia entre mis brazos de la manera mas tonta. Juro que si algun dia me entero de quien fue la persona que no comprobo los parametros de la mision, le deguello. --?Te encuentras bien?--pregunta la mujer que duerme a mi lado abriendo con pereza los ojos. Asiento con la cabeza y una especie de grunido, buscando torpemente en el cajon de la mesita de noche la caja de Trankimazin y engullendo una de las pastillas con un sorbo del whisky que sobro de la noche anterior a falta de agua. Las jodidas pastillas consiguen que esos recuerdos no regresen a mis suenos, pero me vuelven mas torpe. Banada en un sudor frio, me recuesto junto al cuerpo desnudo de Carrie, o Katie, o como quiera que se llame mi acompanante de la ultima noche, no recuerdo bien su nombre. Besaba bien y follaba mejor, aunque dudo que la vuelva a ver. No se si algun dia podre olvidar a Cat. *** --Llegas tarde, Walker, una vez mas. A mi despacho--ladra Bill en cuanto me asomo por la puerta de la oficina. Lo ultimo que necesito en estos momentos es una bronca, pero tiene toda la razon, estamos a viernes y es la tercera vez que llego tarde esta semana. Entro en el despacho de mi superior, el agente especial al mando Bill McGrath, esperando solamente que no se alargue demasiado, necesito un cafe doble bien cargado para empezar a funcionar. --Bill, lo siento, no se lo que ha pasado, no se repetira--me disculpo intentando adelantarme a sus palabras. --Cierra la puerta--responde con sequedad. Hago lo que me ordena y me dejo caer sobre una de las sillas que hay frente a su mesa, masajeando mis sienes para intentar olvidarme del dolor de cabeza que me atenaza. --Alicia, no se que cono te pasa. Es como si fueses dos personas diferentes al mismo tiempo; en las misiones de campo eres la mejor agente con la que he trabajado, en cambio, en la oficina, eres un jodido desastre, practicamente un zombi--recrimina mirandome fijamente a los ojos. Antes de que pueda empezar a contestar, vuelve a tomar la palabra con el rostro serio, cargado de preocupacion. --No es eso para lo que te he pedido que vengas, aunque de cara a tus companeros es necesario que lo parezca--expone mirandome por encima de sus gafas. --Tu diras. --Tengo una mision para ti, ordenes directas del director adjunto Smith, pero, por algun motivo no acabo de verlo y podria ser peligroso si se tuerce. Tendras que trabajar sin companero --explica abriendo una carpeta marron que se encuentra sobre su mesa. --Sabes que no me importa el peligro y, aunque os guste trabajar por parejas, prefiero hacerlo sola. ?De que se trata?--inquiero con ganas de volver al trabajo de campo y abandonar la jodida oficina que me aprisiona como una jaula. --Se que no temes al peligro, a veces, es como si no le dieses ningun valor a tu vida, aunque espero que tengas cuidado--insiste el agente McGrath. --No soy facil de matar, puedes creerme. ?De que se trata la mision? --Una desaparicion, una chica de veinticinco anos, Sofia Bartow. No saben nada de ella desde hace dos dias, su madre ha sido quien la ha denunciado--expone mi superior con calma sacando algunos papeles de la carpeta marron. --?Una desaparicion? No me jodas, Bill. ?Por que entra el FBI en ese caso?--pregunto confusa. --?Te dice algo el apellido Bartow?--inquiere arqueando las cejas. --?La farmaceutica? --Exacto, es la hija del difunto Paul Bartow, y su tio Julius Bartow dirige Bartow Pharma Inc. Su madre es Melinda Mastoris, retomo el apellido de soltera tras morir su marido, la hermana del senador Mastoris, quien ha llamado directamente al director adjunto para que nos ocupemos del caso--explica Bill extendiendo los papeles sobre su mesa de despacho. --Joder, Bill, seguramente se habra marchado con su novio y ahora mismo estara follando en alguna isla del Caribe, no llamara hasta que se le acabe el dinero--refunfuno negando con la cabeza sin poder creer que nos tengamos que ocupar de un caso asi. Haciendo uno de sus caracteristicos largos silencios, Bill McGrath me sirve una taza de cafe antes de seguir hablando. --Hay testigos que la situan en el Colmillo negro la noche de la desaparicion junto a Marco Saavedra, a quien se relaciona, como sabes, con la gente de Sinaloa y parecia muy nerviosa-- anade mi superior senalando una foto del tal Marco Saavedra. El Colmillo negro es un local de lujo del que se cuenta que sirve como tapadera para facilitar tratos entre las distintas organizaciones criminales que operan en Chicago y, en general, toda la zona del Medio Oeste del pais. Sin embargo, que se reunan alli capos de distintas organizaciones sobre los que no pesa ninguna orden de detencion no constituye delito alguno, aunque no deje de ser sospechoso. El departamento de policia ha solicitado en mas de una ocasion poder efectuar una redada, pero el local esta hasta la bandera de la gente guapa de la ciudad, todos los jovenes herederos de las mayores fortunas del estado lo frecuentan con asiduidad y eso complica una intervencion que llame la atencion. --?Crees que se trata de un secuestro para financiar sus operaciones?--pregunto extranada. --Eso es lo que pensamos al principio, sin embargo, nadie se ha puesto en contacto con la familia para pedir un rescate, por lo que se baraja incluso una operacion de trata de blancas-- masculla Bill con preocupacion. --No da el perfil--replico negando con la cabeza--. Seria complicarse la vida de manera innecesaria, no se van a arriesgar llevandose a una chica cuya familia esta dispuesta a remover cielo y tierra para encontrarla y, ademas, tienen los medios para hacerlo. --Eso mismo es lo que le he dicho al jefe--reconoce mi superior acariciandose el menton-- pero debemos mantener todas las lineas de investigacion abiertas. El director adjunto quiere que frecuentes ese bar de incognito y te mezcles con la gente a ver si puedes sacar algo en claro. No hace falta que te diga que si los de Sinaloa estan detras de esto, lo ultimo que necesitas es que alguien te relacione con el FBI. --Por lo que cuentan de ese local, no solo me tengo que preocupar de los de Sinaloa, tambien lo frecuentan los italianos, gente del Este de Europa, incluso grupos del sudeste asiatico-- puntualizo haciendole ver que no creo que merezca la pena la linea de trabajo que hemos elegido. Tras dejarme bien claro que no tenemos eleccion porque las ordenes vienen de arriba, Bill me asegura que soy la persona mejor preparada para hacerme cargo del caso y, a continuacion, indica algunos de los peligros que conlleva trabajar de incognito, que van mas alla del riesgo obvio de que te identifiquen. --Si la mision se alarga, existen riesgos psicologicos asociados a trabajar infiltrado--me explica con su tipico gesto de mirar por encima de las gafas--. Te obligara a estar un tiempo separada de tu trabajo, de tu familia o de tus amigos y no podras discutir el caso nada mas que conmigo o con el director adjunto, y eso muy de vez en cuando. --Lo entiendo--le aseguro. --?Has trabajado alguna vez infiltrada?--inquiere con curiosidad.

  • El cuentahilos de Jacinta Ramirez De Rodrigo

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    Tres acontecimientos historicos transformaran a Rafael Bernal. El primero, el incendio del Tribunal Supremo en Madrid, este sera la causa por la que deba abandonar, siendo un adolescente, su comoda y aburguesada existencia en la capital espanola y emigrar a Argentina. El segundo, el espectacular vuelo del zepelin sobre Buenos Aires, ese dia conocera a la mujer que cambiara su futuro y por la que arriesgara la vida. El tercero, la Segunda Guerra Mundial, sus viajes por la Europa ocupada le convertiran en otra persona. A la vez que se narra la azarosa historia del protagonista, la novela nos cuenta la investigacion de unos extranos asesinatos cometidos en la capital bonaerense despues de la guerra. Dos policias se ocupan de esos crimenes sin sospechar que sus pesquisas les llevaran a descubrir, ademas de una trama criminal, una conspiracion politica.

  • Que fue de los Mulvaney de Joyce Carol Oates

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    Una de las mayores novelas de la gran escritora americana, <> (Elena Hevia, El Periodico de Catalunya).

  • La psicologa de Helene Flood

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    Una manana, despues de dejarle un mensaje en el contestador, el marido de Sara desaparece sin dejar rastro. Ella creia que Sigurd habia quedado con unos amigos, pero ellos tampoco saben donde esta. Para Sara, Sigurd miente; para la policia, la experiencia de Sara como psicologa la convierte en sospechosa. Pero, cuando los detectives descubren que la vida de Sara esta siendo vigilada mediante camaras y microfonos ocultos, se dan cuenta de que ni la verdad es tan obvia, ni la mente tan poderosa.

  • El Senor de la Obscuridad (Cronicas del Horizonte 4) de Kim Richardson

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    A LEXA ASERRO la bisagra de la puerta superior de su celda con a pedazo de roca irregular que habia logrado soltar de la pared hacia varias semanas. El fragmento se resbalo entre sus dedos mojados y gimio al sentir el dolor punzante de los bordes afilados cortandole la piel. Se limpio los dedos pegajosos en sus pantalones y resumio el trabajo. Se las arreglo para cortar tres milimetros a traves de la bisagra de acero despues de trabajar casi cada minuto de cada hora, tomando descansos cortos unicamente para dejar que sus manos se repararan a si mismas antes de volver al trabajo. Su piel se volvia a unir, dejando desagradables cicatrices blancas que ahora se habian abierto de nuevo despues de solo un par de horas de trabajo. A este ritmo, seguramente terminare en diez anos , penso. No tenia diez anos. Milo no tenia diez anos . Alexa maldijo. Sus oidos retumbaban y podia sentir el sabor del terror en su boca como metal amargo. "Sigue adelante, Alexa “, insto, tratando de calmarse. “Nunca te detengas. Tu siempre sigues adelante, esa es tu actitud siempre. No puedes detenerte". Suave luz blanca emanaba de un globo flotante, iluminando la piedra negra en calidos tonos dorados. Habia brillado mas cuando Alexa llego por primera vez a su celda, dentro de la prision para angeles el Tartaro, pero ahora parecia que su unica fuente de luz se estaba volviendo mas debil cada dia, reflejando sus esperanzas de salir. El globo parpadeaba, su luz se atenuaba. Pronto se quemaria, dejandola en una oscuridad impenetrable. Alexa aparto la idea. Aunque el tiempo tenia un significado totalmente diferente en Horizonte, continuo marcando el suelo con una linea delgada cada vez que sentia que habia pasado un dia. Si sus calculos eran exactos, habia estado en su celda por un mes, pero se sentia como si hubiesen sido varios anos. No habia tenido visitas. Ni una sola alma vino a verla. Ni siquiera los propios guardias de la prision, las aguilas gigantes, se molestaron en comprobar si estaba aun ahi. Durante la primera semana de su confinamiento, Alexa se levantaba cada vez que oia un rasguno o el sonido de las unas raspando en una superficie dura, con la esperanza de ver a un pastor aleman blanco irrumpiendo en la puerta. Pero Lance nunca llego. Nadie llego. Estaba completamente sola . Los gemidos y lamentos de los otros prisioneros eran sus unicos companeros, y la mayoria de las veces tarareaba y cantaba solo para evitar que sus gritos desesperados interfirieran con su trabajo. Sabia que, si se detenia, si no se mantenia ocupada, caeria en la desesperacion, sucumbiendo a sus gritos como los miles de angeles encerrados con ella. “Maldita sea”. Un dolor intenso repercutio en su brazo. El pedazo de roca rota, cubierto de liquido blanco, cayo al suelo junto a los pies de Alexa. Examino su palma derecha. La esencia blanca se vertia de un corte grande y goteaba por su muneca hacia el suelo. El olor citrico se elevo hasta su nariz, muy diferente del olor metalico de la sangre de su vida mortal. “?Cual es el punto de ser sobrenatural si nuestras manos son completamente inutiles? ” Alexa volvio a maldecir mientras recogia la roca con su mano izquierda y cortaba dos largas tiras de tela de su chaqueta. Luego los envolvio firmemente alrededor de ambas munecas. “No tengo tiempo para esperar a que estas estupidas manos sanen”, susurro y comenzo a cortar la bisagra de nuevo. “Milo no tiene tiempo.” Milo era todo en lo que podia pensar desde su encarcelamiento, especialmente su beso. Habia sido un beso tan apasionado y desesperado y la habia tomado por sorpresa, llenandola de calidez y una abrumadora sensacion de alegria . Alegria. Era extrano sentir una sensacion de este tipo cuando estas encerrado en una celda verde. Pero cada vez que pensaba en sus labios, su cercania, la mirada de nostalgia en sus ojos, las mariposas revoloteaban dentro de ella. Milo se preocupaba por ella. Eso era obvio. Ella nunca se habia dado cuenta de lo mucho que se preocupaba por el hasta que lo vio desaparecer a traves de la niebla negra. Era un dolor terrible, un dolor abrasador que se sentia como ser apunalado por una espada de la muerte en el intestino. La unica manera que podia describirlo era como un vinculo inquebrantable, un vinculo que iba mas alla del reino de la muerte y de los angeles. Al principio de su entrenamiento, Alexa habia aprendido que el amor estaba prohibido en Horizonte. Las relaciones que iban mas alla de la amistad eran motivo de una visita a Tartaro. Los angeles eran soldados, y los soldados no tenian sentimientos intimos. Ellos obedecian ordenes. Obedecian el codigo del angel. “Al diablo con el codigo”, silbo Alexa mientras cavaba mas fuerte. “No soy un robot sin sentido. Tengo sentimientos, me importan las cosas”. Milo era su companero, y ella no lo abandonaria. Ella lo volveria a ver. Ella cavo mas fuerte. Pero el aleteo del miedo se quedo en ella, justo debajo de su caja toracica, junto con una inesperada punzada de dolor. ?Y si ella nunca salia? No. Ella derribaria la puerta de alguna manera. Sin importar como fuera, un dia seria libre . Estaba sola, y ahora en la oscuridad completa. Alexa tambien estaba en la oscuridad sobre los acontecimientos en Horizonte y el mundo mortal. Lo unico que sabia lo que habia dicho la Legion. Lucifer estaba libre. En su estupidez, ella lo habia liberado. No era la primera vez que Alexa habia metido la pata, pero esta era la peor metida de pata de todos los tiempos. Habia liberado al mal, al Senor de las Tinieblas, a la Estrella de la Manana--Satanas. La habia enganado, y como una tonta, ella habia caido en su trampa. Esa noche en Londres, en la Victoria Gate de Hyde Park, Alexa habia sido testigo de primera mano de lo que Lucifer era capaz de hacer. Habia visto arcangeles y angeles en el suelo, azotados por el dolor mientras sus entranas se quemaban. Lo recordaba bien porque ella tambien habia sentido su poder, su mente tragada por la oscuridad. Milo los habia salvado a todos con un acto desinteresado, noble, uno que no creia que hubiera podido lograr. El dolor que Milo sentia al dejarla era evidente en sus ojos, pero ella tambien reconocio otro dolor. Estaba a punto de unirse a su padre querido, el diablo. Alexa no sabia mucho sobre Lucifer, aparte de lo que habia leido y estudiado en Demonologia 101. Era cruel con los mortales y los angeles, pero ?que pasaba con sus hijos? ?Haria dano a su hijo favorito? Ella habia conocido brevemente a los hermanos de Milo en otra realidad en el purgatorio, y solo por esa experiencia, habia reconocido el amor de Lucifer por sus hijos. Pero ?y si el purgatorio lo cambiaba? ?Y si su odio a la Legion iba mas alla del amor paternal? Milo se habia unido a la Legion de angeles, la misma organizacion que Lucifer despreciaba y odiaba por encima de todo. Si Lucifer mataba a Milo por rencor, seria su culpa. Peor incluso era la idea de que ella nunca podria saberlo. Podria vivir sus dias en este agujero humedo y nunca saber lo que le habia sucedido a Milo, su guerrero, su angel de oro. Luego estaba el caos y el apocalipsis que pronto seguirian a Lucifer. Alexa estaba segura de que Lucifer no solo seguiria su camino y viviria su vida inmortal en algun lugar alejado de la Legion. Ella habia visto la furia en sus ojos, la ira a la Legion por ser encarcelado en el purgatorio. Habia dicho que dejaria vivir a los angeles, por ahora. Y eso significaba que su venganza seguiria pronto. Alexa estaba segura de ello. Aun peor, Alexa no sabia si Lucifer y su ejercito de angeles caidos ya habian atacado a la Legion. No habia forma de saber lo que estaba pasando fuera de las paredes de su celda. ?Y si la Legion habia caido y ella y el resto de los prisioneros se podrian en Tartaro por toda la eternidad? Si Lucifer aun no se habia vengado de la Legion, se acercaba. Con la desercion de tantos angeles, la Legion necesitaria todas las almas restantes para luchar. Pero la habian encarcelado, y con razon. Si no fuera por ella, Lucifer seguiria en el purgatorio . Todavia podia ver la cara del arcangel Sabrielle mientras les mentia sobre la llamada espada de hueso. Si hubiera escuchado a Milo cuando el habia intentado advertirle, nada de esto habria pasado. Alexa golpeo la roca contra la bisagra, fingiendo que era la cara de Sabrielle. “Soy una idiota.” Rechinando sus dientes, ella golpeo en la bisagra con toda su fuerza, creando una abolladura minuscula, apenas perceptible. Era demasiado tarde y completamente inutil para revolcarse en la autocompasion. Lo peor habia pasado. Todo lo que necesitaba ahora era hacer las cosas bien de nuevo, rectificar su colosal error. Alexa tambien habia recuperado sus recuerdos mientras estaba encarcelada. Las imagenes se alzaron repentinamente en el ojo de su mente, como fuentes de agua que derramaban visiones de su vida mortal. Recordo a una chica normal y sin perspectivas reales, que tenia un padre ausente y una madre borracha. Al principio, cuando el panico comenzo a apoderarse de ella, trato de medir sus respiraciones, pero luego se dio cuenta de que su cuerpo de angel no tenia necesidad de ellas. Una vez que dejo de medirse, el llanto comenzo. Cuando dejo de llorar, el dolor se asento profundamente en su alma. Kilos de dolor. Hasta que se derrumbo sobre el suelo de piedra fria, tiritando. Por muy loco que sonara, incluso para ella, extranaba a su madre. Y lo que es mas importante, temia que su madre no comiera bien y no se cuidara sola . Alexa se habia ido mucho tiempo. Y una vez que los recuerdos volvieron a su mente, tuvo un deseo abrumador de ver a su madre, aunque solo fuera para asegurarse de que estaba bien. La Alexa mortal no habia sido mucho en la vida. Habia sido ordinaria. Pero en la muerte, seria extraordinaria. Con la muerte de Hades, la conexion entre ellos tambien habia muerto, al igual que sus habilidades de canalizacion de almas. Despues de que su rafaga de emociones paso, Alexa habia sentido que su don especial se habia borrado. Era como si hubiera botado una capa de si misma, una capa de piel, como tirar un viejo abrigo para ponerse uno nuevo. Ella se habia levantado en shock al principio, tratando de volver a casa, a esa luz familiar, el pulso del poder escondido dentro de su alma, pero no encontro nada. No pudo evitar sentirse enojada porque habia perdido la parte de ella que la hacia diferente. La habia hecho especial, mas fuerte que los otros angeles. Por mucho que la hubiera asustado al principio, habia llegado a entender su don y habia llegado a admirarlo e incluso disfrutarlo un poco. La habia hecho sentir unica en un mar gigante de angeles. Pero ahora se habia ido. Una parte de ella tambien habia pensado que su regalo podria haber sido la unica manera de salir de su celda. Ella no lo habia descubierto todavia, ya que no habia almas aqui mas que la suya, pero todavia habia sido una falsa sensacion de seguridad. Sin sus habilidades ni la ayuda de nadie mas, Alexa tenia que depender unicamente de su ingenio. Fue entonces cuando decidio que la unica salida era a traves de esa puerta. Si podia quitar las bisagras, podria abandonar su celda. Pero ?como iba a salir de Tartaro? Era un cubo negro flotante gigante en medio del cielo. La unica salida era saltar y morir o dar un paseo en las garras de un aguila, que habia jurado que era una experiencia que nunca mas queria experimentar. “?Como diablos voy a salir de este cubo?” Un sonido partio el aire, y la mano de Alexa se congelo en el aire. Era un grito agudo, un sonido de pura emocion, no como los gritos y lamentos de terror a los que se habia acostumbrado. Era un grito feliz, casi demasiado feliz. Polvo y guijarros cayeron sobre Alexa. Miro a la puerta de su celda mientras el suelo temblaba por debajo de sus pies. “Vaya, esto nunca ha pasado.” Y justo cuando quiso echar un vistazo a traves de la pequena ventana por encima de la puerta de su celda, hubo un boom ensordecedor … y luego la puerta volo de sus bisagras.

  • Pon un fantasma en tu vida de Rosa Grau

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    La vida de Wilhelmina Josefina Frances Nelson, Willi para los amigos, cambiara por completo cuando pierde lo que nadie deberia perder, su cuerpo.

  • Mi querida Espana de Luis Del Val

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    El periodista y escritor Luis del Val hace un recorrido costumbrista de Espana con las peculiaridades, usos y practicas de sus habitantes [?]a veces contradictorias, a veces exageradas[?], que caracteriza la personalidad de nuestro pais.

  • Cherry de Susie Harris

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    El poderoso multimillonario Daniel Marshall, vestido de hombres y codiciado por mujeres, tiene su orgullo herido cuando dos amigos y el novio de su insoportable hermana atribuyen su gran exito con las mujeres a tener mucho dinero. Para probar lo contrario, para ellos y para si mismo, Daniel se embarca en una loca aventura: asume la identidad de un simple empleado de alimentos, cuya mision se reduce a conquistar el amor de una mujer interesante.
    La modesta esposa de su nuevo jefe seria el trofeo perfecto para visualizar en el curso de esta trayectoria, despues de que una mujer casada intercambiando un hombre rico por un pobre representara un logro notable, sin embargo, convencerla de mirar a otro hombre, no al esposo, mientras que aprender a lidiar con emociones desconocidas sera tu mayor desafio.

  • El club de los lectores criminales de Carlos Garcia Miranda

    https://gigalibros.com/el-club-de-los-lectores-criminales.html

    Cuando Angela acepto participar en el club de lectura de novelas de Stephen King, no imaginaba que su vida daria un vuelco terrorifico. Enredados en una tragica muerte en plena Universidad Complutense de Madrid, todos los participantes del club deberan enfrentarse a sus mas profundos secretos y a la peor de las amenazas: cualquiera de ellos puede morir en la siguiente pagina, y cualquiera de ellos puede ser el asesino.

  • El libro negro de Dross

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    “La vida puede ser una verdadera mierda para algunas, que no la mayoria de las personas. Sin embargo, por lo menos un par de veces, a lo largo y ancho de esa vida, esta elige un dia para demostrarnos que tanto asco puede dar. Esto les pasa a todos y cada uno de los seres humanos que habitan en este mundo, caprichosos o no, malos o buenos, simples o excentricos: todos tienen una probada de que tan mal pueden salir las cosas durante veinticuatro horas.
    Y para mi, ese dia parece que va a ser hoy.”
    En los cuatro cuentos reunidos en este libro escabroso, David Angel Revilla, alias Dross, nos revela detalles perturbadores de la deep web y que la vida jamas es lo que parece y que la existencia humana no es mas que un recorte fugaz y lastimoso del universo.

  • La mano del diablo (Inspector Pendergast 5) de Douglas Preston , Lincoln Child

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    La huella de una garra quemada en la pared… El hedor inaguantable de azufre.

  • Fuera de combate de Anna Garcia

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    Kai O’Sullivan ha demostrado sobradamente que es mucho mas que el hermano mayor de Connor. Es arrogante, aprovechado, caradura, descarado, apasionado, cabezota y mujeriego… Pero acaba enamorado perdidamente de Sarah.
    ?Os quedasteis con ganas de saber algo mas sobre uno de los secundarios de lujo de la historia “Esta sonando nuestra cancion”? ?Os apetece saber como acabo el cazador cazado? ?Quereis saber algo mas acerca de su infancia? ?Conocer a su primer amor? ?Saber quien le rompio el corazon por primera vez?