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Resople. Por los pelos habia llegado al cole. Que vida la mia, siempre corriendo de alla para aca. Y luego Vicente, el padre de Daniela, me diria que el se implicaba tanto como yo en el cuidado de la pequena. Y un cuerno. Veinticinco anitos, un tesoro de seis, fruto de una relacion con el primer malandrin que se cruzo por mi camino, un trabajo de limpiadora que no estaba mal pagado, sino lo siguiente, y mil ilusiones por cumplir. Sin embargo, me sentia rematadamente feliz. Aunque este mal que yo lo diga, no todas las personas son iguales de guerreras ni tienen la suerte de haber superado una enfermedad tan cruda como la que yo padeci en mi adolescencia; la leucemia. Desde el dia que recibi el alta, me prometi a mi misma que no dejaria de sentirme dichosa en ningun momento; y por muy mal dadas que vinieran, pensaba cumplir con mi promesa. Daniela era el motor de mi vida, que duda cabia. Y tambien de la de mi madre, que la adoraba. Ella me habia echado un gran cable con la nina desde que nacio, y ahora me iba a tocar echarla extraordinariamente en falta. Por fortuna, la mujer habia pasado a mejor vida y no quiero decir con eso que hubiera que lamentar ninguna desgracia, todo lo contrario. --Tania, ?y tu madre? --me pregunto mi vecina Vicky, que llevaba a su nieta al mismo cole que Daniela. --Esta mejor que quiere, pero no veas si la echo de menos. Y al piso tambien. Ya no viviamos donde siempre. Mi madre tenia un alquiler de esos antiguos, de los anos de Maria Castana, y cuando el casero se entero de que ella se marchaba y pretendia dejarmelo a mi, aprovecho para decir que tururu me iba yo a beneficiar de la renta antigua. Y me quede compuesta y sin piso. --?Y te las vas a poder agenciar sin mi? --me pregunto mirando a su nieta Daniela, a la que adoraba. --Mama, ?no eres tu la que me ha dicho siempre que voy a poder lograr todo aquello que quiera? Pues eso. Todo porque la "abuela Mina", como siempre la ha llamado carinosamente mi nina, no se sintiera triste por su marcha de Avila, la ciudad donde vivimos. Y es que resulta que un buen dia sus amigas la llevaron por sorpresa a un programa de esos de la television en los que las personas prueban suerte en el amor y debio ser su alma transparente la que hizo que saliera de alli con novio, pues Rafael entro por telefono en directo y poco menos que dijo que se la envolvieran para regalo. De eso habia pasado un ano, tiempo que ambos estuvieron viendose los fines de semana, pues el vivia en San Fernando de Henares, en Madrid. Una vez transcurrido ese tiempo, y dado que los dos se querian mucho, como la trucha al trucho, mi madre acepto su oferta de ir a vivir con el, aunque con dolor de su corazon por tener que dejarnos. Para lograr que lo hiciera, tuve que compincharme con Rafael y darle un buen empujoncito, pero al final lo logramos. --Eso si, tengo unos ahorritos y quiero que la nina y tu vayais a vivir a un sitio bonito, te lo digo desde ya Tania, o no me muevo de Avila--me advirtio. --Pero mami, si a nosotras nos vale con una cajita de cerillas en cualquier ladito--replique. --Pues va a ser que no. Estan terminando de construir una urbanizacion a las afueras que es una monada. Con lo que me voy a ahorrar de alquiler y otro poquito que tu pongas, podemos cogerte un pisito de dos dormitorios, un alquiler de esos con opcion a compra. Y ya veras como en dos o tres anitos te lo puedes comprar. --Ella lo tenia todo pensado. --Pero mama, si hay que tener un buen dinero ahorrado para meterse en una compra. --?Y que? Ya en ese tiempo hare yo por ahorrar, que entre mi pension de viuda y los trapitos que sabes que coso para la calle reunire un dinerito, ya lo veras. Mi madre tenia unas manos de oro para la costura y una determinacion ferrea; ella haria cualquier cosa por no dejarnos "en la estacada" como decia. Vaya, ni que yo fuera una nina... Total, que cualquiera la contradecia. Y alla que fuimos a parar mi Daniela y yo a una urbanizacion que era mas pija que hecha de encargo. Mi nina se sintio desde el primer momento alli como vez en el agua (que para eso tenia su buena piscina jaja). No, es que ya se sabe que ellos se adaptan a lo que sea, pero a mi me estaba costando un poco mas. En el fondo, yo echaba mucho de menos el sencillo ambiente en el que me crie, que era el que mi hija habia conocido tambien hasta el momento. En aquella urbanizacion, en la que habia desde pisos pequenos como el mio hasta aticos con doscientos metros cuadrados, se respiraban pamplinas por los cuatro costados, y eso no era algo a lo que yo estuviese acostumbrada. Ahora bien, lo cortes no quita lo valiente y mi pisito era un dulce, ni mas ni menos. Cada vez que entraba en el y respiraba ese olorcito a nuevo, se me alegraba el alma. La decoracion tambien habia corrido de la mano de mi madre y hasta Rafael habia puesto su granito de arena. Un sabadito de los que el vino a visitarnos, ya teniendo la llave del piso, nos fuimos a Ikea con los planos y alli lo encargamos todo. Como resultado de tanta buena voluntad, tenia un hogar a estrenar y precioso, todo en tonos claritos que me transmitian una enorme calma, salvo el dormitorio de mi nina, que era una explosion de color. Las primeras calidades del piso tambien ayudaban lo suyo, para que voy a decir lo contrario. No se a cual de las dos, si a Daniela o a mi, nos gustaba mas pisar en el suelo de tarima con los pies descalzos o disfrutar del sistema de calefaccion tan moderno y confortable que nos permitia estar tan calentitas, pues la primavera se resistia a venir acompanada de sol. En lo relativo al vecindario, y aunque habia de todo como en botica, lo dicho; la mayoria del personal era mas tonto que una caida de espaldas... Se salvaban unos pocos como mi vecina Gloria, un encanto de mujer, duena de varias peluquerias en la ciudad. Tambien habia una chica, Camila, que era abogada y con la que hice muy buenas migas. Ella, poco mayor que yo, era de lo poco que se podia salvar alli. En el otro lado de la moneda estaba Esteban, un sieso de mucho cuidado. Debia tener unos sesenta y cinco anos y la cara de tomarse una racion de ostras en mal estado como piscolabis cada dia... Una bendicion de hombre, lo mirara como lo mirase.
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