• carrie weaver er - Carrie Weaver

    https://gigalibros.com/esposa-oculta-elit.html

  • Kerry Weaver - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Kerry_Weaver

    Kerry Weaver es un personaje de ficción del drama médico ER, interpretado por Laura Innes de ... La etiqueta con su nombre aparece en los episodios The Book of Abby y ...

  • Libros y Ebooks de Carrie Weaver - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Carrie-Weaver/e/B001HOIG0O%3Fref=dbs_a_mng_rwt_scns_share

    Home For Christmas (Suddenly a Parent, Book 4) (English Edition) Versión. 2,63 €. Versión Kindle ... Libros de Carrie Weaver ...

  • Carrie Weaver: Tienda Kindle - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Tienda-Kindle-Carrie-Weaver/s?rh=n%3A818936031%2Cp_27%3ACarrie+Weaver

    The Second Sister (Hometown U.S.A. Book 8) (English Edition). Edición en Inglés | de Carrie Weaver | Vendido por: Amazon Media EU S.à r.l..

  • Kerry Weaver - wikiwebzone.com

    https://es.wikiwebzone.com/920947-kerry-weaver-YKTGVZ

    Dr. Kerry Weaver, interpretado por Laura Innes, es un personaje ficticio de la serie de televisión NBC ER; apareció por primera vez como un personaje ...

  • VirtueMart Category View CARRIE WEAVER - HarperCollins ...

    https://fguhuj.stratiom2m.com/component/virtuemart/manufacturer/carrie-weaver?Itemid=0

    CARRIE WEAVER. 12, 15 · 30 · 60 · 150. Resultados 1 - 1 de 1. Ordenar por. Fecha de creación de libro -/+ · COM_VIRTUEMART_ORDERING_PRODUCT_NAME.

  • "ER" Just as I Am (TV Episode 2005) - Trivia - IMDb

    https://www.imdb.com/title/tt0568023/trivia

    Frances Fisher, who plays Kerry Weaver's mother, is only 5 years older than ... The title is based on the book 'Just as I Am', the 1997 autobiography of the ...

  • 12 sucesos inolvidables de la serie: Kerry Weaver, la doctora ...

    https://www.sensacine.com.mx/album/album-18561537/?page=10

    ER es una de las series médicas de televisión más longevas que han existido hasta la fecha: se emitió por primera vez en Estados Unidos en 1994 y, ...

  • Kerry Weaver - hit counter script

    https://it.knowledgr.com/01261748/KerryWeaver

    Kerry Weaver, ritratto da Laura Innes, è stato un carattere immaginario sulla serie ... 15esima e finale di ER, alla fine dell'episodio "Il Libro di Abby", ...

  • Laberinto griego de Philip Kerr

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    1957. El destino ha llevado a Bernie Gunther a trabajar en una compania de seguros de Munich, donde hace lo que mejor sabe: investigar. Desde alli, le destinan a Atenas para comprobar una reclamacion por un barco hundido, propiedad de un ciudadano aleman. Cuando descubre que la embarcacion pertenecio a un judio que fue deportado a Auschwitz, a Gunther ya no le cabe duda de que el naufragio no fue un accidente.

  • Fidelidad de Marco Missiroli

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    Carlo y Margherita son una pareja joven a la que se podria considerar feliz. Una pareja como muchas. Hasta <>. Asi es como empiezan a llamar a un atisbo de duda que poco a poco va erosionando su matrimonio. Alguien vio, alguien aviso, los colegas hablaron, y la supuesta traicion acaba por convertirse en una poderosa coartada que abre la puerta a las fantasias. ?Somos capaces de no caer en la tentacion de ser infieles a nuestros propios sentimientos? Marco Missiroli lo cuenta con un estilo punzante y envolvente, dirigiendose al corazon de sus personajes: el, ella, la otra, el otro. Nosotros mismos. Preparate para leer tu propia historia.

  • Escrito en las estrellas de Raquel Silva

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    Despues de ocho anos en Londres, aun no me habia acostumbrado al cielo gris que solia cubrir la ciudad. Estabamos en pleno agosto y habia amanecido surcado de pequenas nubes de tormenta, que amenazaban con dejar caer un pequeno chubasco veraniego. Un atisbo de nostalgia cruzo mi mente al recordar el agradable clima que el verano ofrecia en New Bern y las refrescantes playas cercanas a mi antiguo hogar. Si bien era cierto que, en mi pueblo natal, los meses de verano eran de los mas lluviosos, el clima era humedo y las nubes solian cubrir el cielo durante la mayor parte del ano, extranaba sentir el calor de Carolina del Norte en mi piel. Guarde el paraguas en el bolso con la esperanza puesta en que el cielo se despejara y diera paso al sol sin derramar una sola gota de lluvia, pero ?a quien queria enganar? Lo primero que aprendi al llegar a Londres fue que siempre debes llevar un paraguas contigo. Yo lo aprendi de la peor manera posible, y mira que me lo advirtieron. Nunca sabes cuando las nubes grises que cubren la ciudad de Peter Pan pueden dejar caer alguna llovizna. Aquella tarde quise salir a explorar el barrio, necesitaba despejar mi mente y pense que un poco de aire fresco era lo que necesitaba. Mi padre me recomendo que llevara un paraguas, pero el sol estaba fuera y, aunque algunas nubes poblaban el cielo, no veia la necesidad de cargar con el. Definitivamente, fue un error. El sol dio paso a la lluvia a los diez minutos, calandome hasta los huesos, y tuve que regresar a casa a la carrera, tratando de evitar resbalar y caer en los charcos, aunque ?podria haber acabado mas mojada aun? Mi padre se paso una semana completa recordandome el pequeno incidente mientras yo no paraba de estornudar. Un escalofrio recorrio mi cuerpo rememorando ese dia, aun asi, no pude evitar sonreir al recordar lo ingenua que fui al pensar que el clima londinense seria como el tipico del Mediterraneo, del cual tanto habia oido hablar. --Adios, Floppy. Portate bien. Nos vemos a la hora de la cena --me despedi de mi pequeno companero de piso antes de cerrar la puerta de mi acogedor apartamento de Knightsbridge. Trece minutos mas tarde subia las escalinatas del Museo de Historia Natural, donde el senor Thompson me esperaba con el programa en la mano. --Hoy es el gran dia. ?Estas preparada? --me dijo mientras me tendia el folleto con la enorme sonrisa que lo caracterizaba surcando su rostro. Claro que lo estaba, o tal vez no. Aunque llevase esperando ese dia mucho tiempo, ponerme a hablar delante de tantas personas nunca habia sido mi fuerte. En cambio, habiamos trabajado mucho para que la exposicion saliera adelante, asi que tendria que reunir todo el valor que pudiese para enfrentarme a aquellas personas. Habia practicado mucho con Floppy, no tenia motivo alguno por el cual ponerme nerviosa. Mientras caminabamos hacia el interior del museo, no pude evitar sonreir, a pesar de los nervios que recorrian mi cuerpo. El senor Thompson habia dejado en casa su habitual look al mas puro estilo de Indiana Jones para sustituirlo por un esmoquin con pajarita, dandole el aspecto de una persona seria, tan alejado de su caracter real, cercano y jocoso. La gente no tardo en llegar. Personas de todas las edades estaban alli para ver aquello por lo que tanto habia luchado. Camine hacia el atril que habian preparado para mi y me pare frente a la multitud. Iba a ser mas duro de lo que esperaba. Cientos de ojos mirandome fijamente. --Buenos dias a todos --comence--. En primer lugar, me gustaria agradecerles que nos acompanen en un dia tan importante como es este para todos los que, de un modo u otro, hemos dado lo mejor de nosotros para hacer que esta exposicion pueda ver la luz en nuestra ciudad. Dentro de esta sala se encuentra el resultado de anos de duro trabajo y esperanza de muchos de mis companeros de profesion. Un trabajo del que me enorgullece haber formado parte durante mas de tres anos y, a dia de hoy, poder compartirlo con todos ustedes. >>Hoy podran disfrutar de uno de los mayores depredadores que ha habido sobre nuestro planeta, contemplar el primer fosil completo hallado hasta la fecha de este fantastico dinosaurio y conocer el trabajo realizado por el equipo de paleontologos a traves de bocetos y fotografias tomadas durante los procesos de campo y laboratorio. >>Rogamos que no toquen nada ni se apoyen en las vitrinas. Si hacen fotografias, por favor, no usen el flash. >>Sin mas dilacion, entren y disfruten de una experiencia que, esperemos, les haga viajar millones de anos en el tiempo. Corte la cinta que nos separaba de la sala de la exposicion y esta cayo al suelo. Las luces se encendieron, dejando al descubierto el resultado de un sueno hecho realidad con esfuerzo, sudor y lagrimas. Eche un vistazo a mi alrededor, vislumbrando cada detalle de aquella habitacion, que comenzaba a llenarse de gente. Junto a las paredes, alrededor de la galeria, se encontraban expuestas cientos de fotografias de la expedicion, asi como diversos fosiles encontrados en la zona dentro de sus correspondientes vitrinas. En el centro de la estancia, rodeado de un cordon de seguridad, se encontraba el esqueleto completo de uno de los depredadores mas letales y veloces que existieron en el planeta: el velocirraptor. Me perdi en mis recuerdos, en todo el esfuerzo que dedique a sacarme la carrera de Paleontologia. El incondicional apoyo de mis padres y de Lara, la esposa de mi padre, cuando mi animo decaia y pensaba que jamas lo conseguiria, ayudandome siempre a seguir hacia delante y nunca rendirme. Mi incredulidad al graduarme con honores. Y el llanto que me entro tras recibir la llamada del senor Thompson, con la que mi padre penso que habia muerto alguien, pues no era capaz de articular palabra cuando me propuso acompanarlo a Corea por primera vez para formar parte del equipo de excavacion, en el yacimiento paleontologico cerca de Gyeonggi, durante tres meses. Un torbellino me saco de mis pensamientos con un gran abrazo trayendome de vuelta al presente. --!Oh, Dios mio! !Esto es fantastico, Kiara! --Maddison <> Wood atacaba de nuevo --. Me alegro tanto por ti. Te dije que lo conseguirias. ?Te lo dije o no te lo dije? --Tranquila, Maddy. Si sigues hablando asi de rapido, comenzaras a balbucear en tu particular idioma y no entendere ni una palabra de lo que dices. --Muy graciosa --espeto, sacandome la lengua. Maddison era mi antitesis, pero juntas formabamos la armonia perfecta. Nos conocimos un par de semanas despues de mi llegada a Londres, cuando me sentia perdida, buscando encontrarme a mi misma en una ciudad que en aquellos momentos, aunque habia pasado varios veranos en ella, aun no podia ver como mi hogar. Jamas podre olvidar aquella tarde en la que se acerco a mi, sin conocerme de nada, y me hizo olvidar mis preocupaciones. Ese dia estaba hecha un mar de lagrimas. Me encontraba sentada en uno de los bancos de Hyde Park, alimentando a una pequena ardilla que pasaba por alli y sintiendo lastima por mi misma, cuando decidio sentarse a mi lado. Obviando las lagrimas que caian de mis ojos, comenzo a decirme que debia tener cuidado con esos pequenos roedores, ya que un dia fue atacada por un grupo mientras disfrutaba de un picnic romantico con su novio. Basicamente, exagero lo que sucedio en realidad, pero su intento por hacer sentir mejor a una desconocida fue el principio de una gran amistad. --Kiara, la exposicion esta siento todo un exito --nos interrumpio el senor Thompson. --Trabajo en equipo, senor Thompson. Jamas podre dejar de agradecerle el haberme permitido ir con usted a Gyeonggi para unirme a su equipo de excavacion. --Las cosas en la vida no se regalan, sino que hay que luchar duro por ellas. En mis anos de docencia --continuo--, jamas habia conocido a una estudiante tan luchadora, comprometida y competente como tu en los estudios. Incluso ahora, trabajando juntos, me has demostrado que no me equivocaba al proponerte formar parte del equipo. Asi pues, si tienes que dar las gracias a alguien, agradecetelo a ti misma. Ahora bien, hay alguien a quien le gustaria conocerte. Maddison se despidio de nosotros, no sin antes recordarme nuestra noche de chicas del dia siguiente, alegando que tenia una gran noticia que darme, y se alejo dando pequenos saltitos mientras tarareaba una melodia inventada, haciendo que varias cabezas se giraran hacia ella con expresiones de poker. El senor Thompson me presento a un empresario coreano llamado Park Dae Hoon, que tenia varias galerias de arte repartidas por el mundo en ciudades como Seul, Washington y Sidney. Estaba tan maravillado con mi trabajo fotografico y artistico realizado para la exposicion que me pidio que le mostrase otros y, aunque le dije que la fotografia y la pintura eran solo hobbies, insistio en ello. CAPITULO 2 Cuando desperte, eran casi las cuatro de la tarde y mi despertador, que debio sonar a la hora programada, se encontraba hecho anicos junto a la puerta. Al finalizar la exposicion, mis companeros me convencieron para salir a celebrar la acogida que esta habia tenido entre los asistentes. Entre unas cosas y otras, termine llegando a casa a las seis de la manana. El cansancio se habia hecho dueno de mi cuerpo, me quite los zapatos y me tire sobre la cama, sin deshacerla y con la ropa puesta, quedandome dormida en cuestion de segundos. Me mire en el espejo y mis ojos pardos me devolvieron una cansada mirada. Necesitaba una ducha de agua bien fria que despertara mi cuerpo por completo e hiciese desaparecer las ojeras marcadas en mi blanca piel, que me daban un aspecto de no muerto digno de las peliculas de zombis mas terrorificas de la historia. La ducha fue un soplo de vida que me dio la energia necesaria para cantar y bailar al ritmo de Beautiful Goodbye, de Maroon 5, mientras arreglaba un poco mi apartamento para dejarlo todo a punto para la clasica noche de chicas que Maddison y yo celebrabamos cada semana. El plan era sencillo. Maddy habia convocado una pequena reunion porque tenia algo muy importante que contarme y la ocasion merecia una de nuestras quedadas especiales en las que encargabamos comida para la cena, teniamos una exhaustiva charla, nos contabamos las novedades que merecian la ocasion o cotilleabamos, y veiamos peliculas hasta que el sueno podia con nosotras. Estaba observando como Floppy trataba de meter la cabeza por un tubo de carton cuando llamaron al telefonillo, por lo que fue mi acompanante para abrirle la puerta a Maddy, que venia cargada de Cheetos y palomitas para cuando llegara el momento de nuestra sesion de cine. --?Donde esta el erizo mas bonito de este mundo? --dijo mientras acariciaba la nariz de Floppy, algo que le volvia loco, ignorandome completamente. --Hola a ti tambien --comente con una expresion de indignacion fingida--. Ya veo que, mientras Floppy esta cerca, es como si yo no existiera. --Eres toda <>, Kiara. --Si, yo sere <>, pero estoy segura de que algun dia, cuando me descuide, secuestraras al pequenin pinchudo y no os volvere a ver en la vida --dije mientras ibamos al salon y dejaba a Floppy en su casita. Maddy solto una de sus sonoras carcajadas y me dio un gran abrazo, aun con las bolsas en la mano. Cuando se separo de mi, puso cara de circunstancias y una picara sonrisa se dibujo en su rostro.--Toma las bolsas, Kiara. Llevo dos dias en los que la mano me pesa mucho --me dijo mientras me tendia la mano con la que sujetaba las bolsas delante de mi cara--. No creo ser capaz de aguantar el peso mucho mas tiempo. En ese momento vi el anillo en su dedo. Era realmente precioso y le sentaba de maravilla. --!Madre mia! !Madre mia! No puedo creermelo. Bueno, si que puedo. Enhorabuena, Maddy --exclame dando pequenos grititos y lanzandome a sus brazos. Ella dejo caer las bolsas al suelo y las dos saltamos, dando vueltas en circulos, como dos adolescentes a las que les habian pedido ir al baile de fin de curso los chicos de los que llevaban enamoradas meses en secreto. Cuando el mareo de dar tantas vueltas pudo con nosotras, decidimos que era hora de pedir la cena. Esa noche tocaba comida hindu, por lo que pedimos varios platos, entre los que no falto vindaloo. La comida picante era de nuestras favoritas y ese plato de pollo al curry con patatas superextrapicantes era toda una delicia para nosotras. --Tienes que contarmelo todo. ?Como fue? --Te prometo que queria llamarte en cuanto Connor me lo pidio --la velocidad con la que hablaba era increible y desconocia como era capaz de respirar entre frase y frase, ya que sus palabras se atropellaban las unas a las otras--, pero no podia hacerlo. No podia llamarte,

  • En casa, al amanecer de Alexis Harrington

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    Octubre de 1918. Mientras viaja de Nueva York a Seattle, la doctora Jessica Layton hace una parada en su pequeno pueblo natal de Oregon, donde se reencuentra cara a cara con Cole Braddock, el primer y unico amor de su vida.

  • Nunca dije que fuera cierto de Sheina Lee Leoni Handel

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    ?Cuantas oportunidades puede ofrecerte la vida en cuestiones de amor? Una, dos, varias....ninguna...
    Eso se pregunto Fabian Molina cuando creyo estar enamorado nuevamente muchos anos despues de perder a su inolvidable companero Lazaro Ansureno, al cual habia querido con todo su corazon.
    -Nunca podre olvidarte, fuiste todo para mi, ?Como pretendi que podria siquiera fijarme en otra persona? -sollozaba el hombre sin encontrar consuelo entre las diferentes personas que intentaban convencerlo de que tenia derecho a probar un nuevo camino.
    Pero lo que este ignoraba, era que el Senador Raul Viller nunca cejaria en sus intentos de conquistarlo, porque sabia que Fabian y el se merecian una segunda oportunidad.
    -Soy muy terco-insistia el hombre llamando a su enamorado sin darse por vencido. Y voy a demostrarte que podemos comenzar una historia diferente, sin olvidar ni menospreciar la que un dia vivimos… Soy yo otra vez-afirmo Raul escuchando a su gran amor del otro lado del telefono-Y necesito que me prestes atencion.

  • Elly. parajes sangrientos de Javier Enrique Quintana

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    Los copos de nieve caian lentamente sobre el tejado de chapa que tenia la casa de la familia Rosiak, ubicada en las inmediaciones del paraje Camion Cue de 25 de Mayo. Ellos se dedicaban a la plantacion de tabaco para luego acopiarlo y venderlo. El crudo frio habia golpeado con fuerza hasta el momento y se veia reflejado en los terrenos que tenia la familia dentro de su propiedad, la nieve cubria en su totalidad todo el campo donde Emilio realizaba las plantaciones. Parte de su casa estaba construida con madera y en el interior tenian una cocina a lena que le servia para calentarse del intenso viento gelido que entraba por las rendijas de las puertas. Al lado de la cocina se encontraba su hijo Adrian acostado en su cama, cerca del fuego para que le brindase calor. Su madre, Deborah, estaba a su lado llorando mientras el empezaba a tener convulsiones, moviendo su cuerpo de un lado a otro tratando de agarrarse al colchon para evitar estos sobresaltos. Emilio entro sacandose las botas llenas de barro y nieve, mirando otra vez aquella situacion que padecia su hijo. Adrian volvio a moverse, pero esta vez lo hizo levantando su cuerpo de arriba abajo y golpeando con fuerza su cabeza contra la almohada. Deborah trato de tocarle la frente para ver si su fiebre disminuia, pero el la sostuvo con fuerza, agarrando su muneca. --No me toques --grito Adrian con una voz tan grave y gutural que hizo retroceder a su madre. Ella logro zafarse y miro a su marido. Emilio hizo lo mismo, diciendo para sus adentros <>, y rapidamente fue en busca de una estaca de madera y un martillo. Deborah, llorando, salio del lugar y se encerro en su cuarto. Emilio se acerco a su hijo sin mostrar las herramientas que llevaba y fugazmente coloco la pieza de madera sobre el pecho de Adrian y de un martillazo seco se la incrusto para sacar la dolencia que padecia su hijo. Adrian, luego del hecho, miro a su padre y le dijo: --Gracias Tata, no te angusties que termino todo. --Luego exhalo profundamente, cerrando sus ojos para siempre. Su padre se sento junto a el llorando y llamo a su esposa para que hiciera lo mismo, ella lo abrazo y juntos dejaron correr todo ese dolor y padecimiento que habian tenido durante meses. --Esa maldita ciudad --mascullo Emilio. --Si no se hubiese ido a esa perversa y maldita ciudad --termino diciendo y se abrazaron aun mas. Seras parte de mi cena Dentro del local la musica hacia doler los timpanos a cualquiera que no estuviera acostumbrado a la vida nocturna de Posadas. La gente estaba agolpada por todos los lugares que tenia Dosier a esas alturas de la noche, sencillamente no se podia transitar por los pasillos que tenia el sitio sin ser pisoteado o recibir un codazo en pleno rostro. La pista de baile ubicada a escasos metros de la entrada principal tambien desbordaba de personas que danzaban al compas de la musica I like the way you move del grupo Body Rockers que hacian explotar los parlantes incrustados en las paredes. La gente bailaba de diferentes formas, pero en ese mismo lugar habia una mujer exorbitante, con un cuerpo tan armonioso y perfecto que los hombres no paraban de mirarla. Ella se movia de una manera diferente, como si estuviera danzando una musica egipcia. Tenia el pelo rubio, era de mediana estatura y vestia un conjunto entero de color rojo transparente, haciendo traslucir su corpino y su tanga de tal manera que George queria abrazarla por completo y ella lo frenaba colocando sus manos en los antebrazos de el y diciendole <>. Se habian conocido esa misma noche y ella habia tomado la iniciativa, produciendo en el un impacto profundo, puesto que George no era muy apuesto y este accionar lo habia tomado por sorpresa. Al llegar casi las seis de la manana, una voz en el parlante anuncio que la fiesta ya habia terminado y los concurrentes comenzaron a salir despacio por las puertas de Dosier; entre ellos, los dos enamorados que bajaban por calle La Rioja e iban directamente a la casa de ella. Iban abrazados, caminando despacio, el un poco borracho por la cantidad de Rutini que habia ingerido; ella sobria, como si el alcohol no produjera efectos en su organismo. Ya habian caminado varias cuadras cuando un viento suave muy apacible llego a los oidos de ella levantandole un poco el pelo lacio y rubio que tenia. Se dio vuelta por completo, empujando a George a un lado de la vereda y empezo a escrutar con sus ojos todos los lugares de la zona. No encontro nada. --?Como puede ser? --pregunto en voz alta la rubia y continuo mirando para todos los rincones, los techos y las partes altas que tenian los edificios del barrio. --?Como pude ser que, carinnnnooo? --respondio George, queriendo abrazarla de nuevo. Ella extendio su brazo derecho y empujo al hombre, quien volo a unos treinta metros, cayendo boca arriba sobre la vereda. Al cabo de unos minutos empezo a calmarse, sus brazos volvieron a pegarse contra su cuerpo y miro al hombre que estaba tirado sobre un charco de sangre, corrio hasta el y lo levanto como si fuera un muneco, lo sujeto de su cintura y empezaron a caminar lentamente, llevandolo a cuestas. Cuando estaban a escasos metros de su casa, el silencio se interrumpio cuando la voz de un muchacho exclamo: --!Mira, es la rubia que estaba en el boliche! --Si, es ella, la de la tanga --menciono el amigo y juntos empezaron a correr hacia ellos. Ella comenzo a arrastrar a George mas rapido, hizo mover los pies como si estuviera casi volando y con la otra mano bajo su mini, que le estaba subiendo hasta las caderas. Los otros empezaron a seguirla, corriendo velozmente, pero no lograban acercarse. Siempre les llevaba mucha distancia, como si fuese empujada por un motor a reaccion. Finalmente llego a su casa, ubicada en calle La Rioja y 3 de Febrero, era una vivienda desvencijada, corroida por el tiempo. Tenia un porton de hierro herrumbrado y el inmueble tenia el formato de las viviendas hechas antiguamente. La entrada principal tenia la forma de una U, pero al reves, y toda su puerta era de madera solida. Rapidamente la abrio y entraron, encendio la luz y arrojo a George en uno de sus sillones e inmediatamente se pego a la puerta. Los dos jovenes llegaron a la casa, abrieron el porton y, sin saberlo, ella los estaba esperando con la puerta abierta. Uno de ellos no dudo en ingresar, pero el otro desconfiando le dijo en voz alta: --Ven Ruben, vamonos porque esta situacion me parece muy extrana. --No tengas miedo, ahora seras parte de mi cena --respondio la rubia, quien tomandolo del brazo lo arrojo a la oscuridad, similar a la boca de un lobo.

  • La insurreccion anhelada: Guerrilla y violencia en la Venezuela de los sesenta de Edgardo Mondolfi Gudat

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    En estos confusos tiempos de la Revolucion Bolivariana, resulta facil advertir una marcada propension a enaltecer y rendir culto a la dinamica insurgente de la decada de 1960, todo ello con un doble proposito: poner en tela de juicio la actuacion de las autoridades democraticas y buscar en la llamada <> la cuna genesica para vincular las tesis insurreccionales de un pasado no tan remoto con los avatares revolucionarios del presente.

  • Dieciocho meses y un dia de Paz Castello

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    Dieciocho meses y un dia es el tiempo que Sabina Lamer, una afamada pintora afincada en Peniscola, lleva encerrada en el atico donde vive. Sufre de una grave agorafobia, fruto del estres postraumatico que desarrollo tras ser la unica testigo del asesinato de su mejor amiga, en plena calle, a manos de su ex marido. Desde aquel momento, Sabina es incapaz de cruzar el umbral de la puerta de su casa, que tambien es su estudio, desde donde contempla el mar y las calles del casco antiguo de Peniscola, ciudad que eligio para desarrollar su carrera profesional.Esta convencida de que cuando el asesino de su amiga, en prision provisional a la espera de juicio, este encerrado para siempre, sera capaz de superar su angustia y podra salir de casa, por fin, para volver a pintar el mar Mediterraneo que tanto ama y retomar su tranquila vida en aquel paraiso de la costa mediterranea. Sin embargo, el presunto asesino queda en libertad y Sabina enloquece aun mas entre las cuatro paredes de su estudio. A partir de ese momento, la obsesiva y recurrente idea de Sabina, es la de hacer justicia, desamparada como se siente por el sistema judicial, buscando la forma de vengar la muerte de su amiga, con la dificultad anadida de no poder salir de casa. Para conseguirlo tendra que enfrentarse a si misma, a sus miedos, y a los condicionamientos que su encierro le plantean, convirtiendo su claustrofobica vida en un medio para escapar de si misma.

  • Dile si al amor… de Vanessa Lorrenz

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    N Capitulo 1 uevamente estaba sentada en el colorido consultorio de su psicologa, era algo ilogico, ella la abogada mas temida en los tribunales de justicia, tenia que recurrir a un especialista para que la ayudara a resolver sus problemas. Se sobresalto cuando escucho que se abria la puerta del consultorio, despues de todo lo que habia pasado, no era raro que estuviera alerta por cualquier situacion. --Hola Zoe, veo que has llegado pronto. ?Como te encuentras? Observo detenidamente a su psicologa Yuli, era una joven de unos treinta anos, con el cabello cortado a la altura de los hombros en color castano, liso como una plancha, ese dia llevaba un vestido casual color azul, con una chaquetilla a juego en color perla. Zoe por un momento vio como iba vestida y se sintio incomoda, algo que nunca le pasaba. Hubo un tiempo que ella a pesar de ser muy menuda, habia despertado envidias por lo fantastico que lucia sus trajes para asistir a la corte, pero ahora vestida con un chandal amplio y unos vaqueros desgastados casi no se reconocia. --Esta semana ha sido especialmente dificil--se quedo en silencio rememorando, lo que habia pasado, se perdio en sus pensamientos, recordando y recordando sin que Yuli la interrumpiera. No sabia cuanto tiempo habia transcurrido, solo reacciono hasta que sintio que una lagrima resbalaba por su mejilla. --Hay algo que quieras compartir Zoe, recuerda que es bueno hablar de lo que te preocupa, de tus miedos, deja salir todo lo que tienes guardado. --Decirlo es mas facil que hacerlo. --sabia que habia sonado muy cortante, pero era lo que sentia. --Llevas tomando terapia conmigo desde hace un mes, y aun no te has atrevido a contarme nada de lo sucedido ?recuerdas como sucedio todo? Esa era la gran incognita, como habia sucedido todo, ?desde donde empezaria a contar? Poco a poco fue relajandose, y recordando cual habia sido el detonante de todas sus desgracias. Cerro los ojos recordando aquel dia de abril, por primera vez en la vida, el despertador no funciono, tal vez la culpa la tenia la tormenta que habia caido por la noche, aun asi por instinto se desperto justo a tiempo para llegar al bufete juridico donde trabajaba, se ducho a prisa para salir lo antes posible, busco un traje formal en color azul a juego con su blusa verde agua, ese dia tenia varias entrevistas con posibles clientes, tenia que estar lo mas presentable posible. De camino al bufete tenia que pasar a comprar un cafe bien cargado, si no lo tomaba andaria de mal humor todo el dia. Estaba a punto de entrar el imponente edificio donde trabajaba cuando casi choca con su jefe, por suerte logro no derramarle encima el contenido de su cafe. Derek, su jefe era un hombre impresionante, en todos los sentidos de la palabra. Era un guapo como el mismo demonio, con el cabello rubio rizado, ojos color azul, un cuerpo de infarto que le quitaba el aliento, ese dia llevaba un traje color gris con una camisa negra y una corbata plateada, el muy cretino sabia que ese traje la derretia por completo, solo hacia dos meses que habian empezado a tener relaciones sexuales, sin ningun compromiso de por medio, ambos establecieron eso, no querian sentirse atados a ninguna pareja, asi que de algun modo a ella le convenia ese trato, nadie sufria, nadie se enamoraba y todos felices como siempre. Derek siempre tenia una sonrisa encantadora, que la dejaba deslumbrada, como si fuera una colegiala tonta con las hormonas alborotadas, y eso no le pasaba ni siquiera cuando estaba en el instituto, siempre fue la alumna mas centrada y aplicada, por lo tanto nunca tuvo tiempo de andar viendo a los chicos, claro todo eso despues su primer fracaso amoroso. -- ?Ha tenido una mala manana abogada?--por toda respuesta Zoe le gruno, al tiempo que bebia de su cafe, caminando apresurada para llegar cuanto antes al ascensor. Sintio su presencia detras de ella, y para su sorpresa el muy idiota estaba conteniendo la risa. -- ?Que es lo gracioso abogado?--cuando sintio que le dio una nalgada en el trasero, casi grita de la impresion, habian acordado ser lo mas discretos posible y obviamente eso no era para nada discreto. --Derek te has vuelto loco que parte de ser discretos no entendiste. --Dijo entre dientes fulminandolo con la mirada. -- ?Acaso quieres estar en boca de todos? --Con estar en la tuya me conformo--escucho una risilla nerviosa detras de ellos y se dio cuenta de que su amiga Marian estaba detras mirandolos picaramente. --Marian ?pero que haces aqui?--su amiga avanzo para saludarla conteniendo la risa. --Solo queria comprobar que estabas bien, nos has tenido un poco abandonadas, pero ahora ya me di cuenta del motivo--y para colmo de males su amiga ni corta, ni perezosa, le hizo un escaneo al musculoso cuerpo de su jefe, provocando que se sonrojara hasta la raiz del pelo. --aunque por lo que veo, esta justificada tu falta a nuestra reunion, la verdad es que yo tampoco saldria de la cama, si fuera con un galan como este, ?no tienes ningun hermano perdido por ahi guapo? Zoe no sabia donde meterse, su amiga nunca era imprudente, pero ultimamente no la reconocia. Aun no se quitaba de la mente aquella borrachera en la que fue y se beso a un hombre en la barra de un bar, pero es que no solo lo beso, sino que lo devoro. --Marian sera mejor que dejes de molestar a mi jefe, vamos a mi despacho. --Esta bien grunona, adios guapo--dijo dirigiendose a su jefe--mi amiga y yo nos iremos por las escaleras, le hara bien ejercitar esas piernas que tiene. Su jefe estaba a punto de partirse de la risa, comenzo a caminar en direccion a las escaleras cuando sintio que Marian le daba una palmada en el trasero. --Marian que demonios te sucede, es que te has vuelto loca. --Oh perdona pero crei que todo el que iba detras de ti tenia derecho a pegarte en el trasero. --ahora si las carcajadas de Derek las acompanaron hasta que subieron al primer piso. Ya se las pagaria el muy cretino, ahora tenia algo mas importante que hacer, como exprimirle el pescuezo a su amiga hasta que se pusiera morada.

  • Mi otra mitad de Andrea Izquierdo

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    Emily comienza una nueva vida lejos de su pasado marcado por la desaparicion de su hermana gemela: Aria. Desde entonces, la tranquilidad ha desaparecido de su dia a dia. Mirarse al espejo se convierte en una pesadilla y ya es imposible caminar por la calle sin que todo el mundo confunda su rostro por el de la otra chica que aparece en los telediarios. Pero en Crescent City un nuevo futuro parece estar cada vez mas cerca. Este tambien lleva el nombre de Liam, un chico con un pasado al igual que el de Emily, lleno de dolor. Pero mientras los secretos de Liam y los suyos comienzan a ser los mismos, la verdad esta cada vez mas cerca…

  • Siempre te amare, pequena (Clan Sloan 2) de Jess Gr

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    Dicen que es mejor haber amado y sufrido, que nunca haber amado. Y que donde hubo fuego, siempre quedaran cenizas...
    Valerie no cree en esos "dichos", no cree en el amor, y solo ella conoce los motivos que la han llevado a convertirse en una persona fria y distante.
    Su corazon se ha endurecido creyendose enganada por Sebas, el amor de su vida y mejor amigo de su hermano, aquel por el que suspiraba cuando era nina. Ahora ha vuelto a Nueva York, pero ya no es la misma chica dulce y carinosa de antes de partir.
    Los secretos del pasado, tarde o temprano acabaran saliendo a la luz para ensenarnos que una mala decision, puede cambiar toda nuestra vida.
    ?Lograra Sebas encender el maltrecho corazon de su pequena Valerie?
    ?Resurgira el fuego de entre las cenizas?

  • Amanecer (La guerra de las dos rosas 4) de Conn Iggulden

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    Un futuro incierto y nebuloso se cierne sobre Eduardo IV. La Casa de York ha sido derrotada y el rey se ha exiliado en Flandes, aunque no por mucho tiempo. El empeno por defender aquello que considera suyo lleva a Eduardo a zarpar junto a su hermano hacia Ravenspur, el lugar donde se jara su destino. Un ejercito diezmado y exhausto llega a la costa, a casa. Las fuerzas escasean, y en el horizonte solo se dibuja una opcion: atacar. Sin embargo, nuevos vientos soplan no lejos de alli y el joven Enrique Tudor, convertido ya en un hombre, sera llamado a entrar en el tumultuoso curso de la historia, la historia de la guerra de las Dos Rosas.

  • La bruja de near de Victoria Schwab

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    SI EL VIENTO TE LLAMA POR LA NOCHE, NO DEBES ESCUCHARLO.

  • A contraluz (Baltimore 2) de Claudia Cardozo

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    Logan llego al edificio principal de la Escuela de Arte de Maryland quince minutos antes de que iniciara la clase de Retrato y figura humana a la que llevaba asistiendo cada sabado desde los ultimos tres meses. Su premura no estaba relacionada con el hecho de que era escrupulosamente puntual, que tambien. En realidad, y le habia costado reconocerlo en tanto hacia el camino de ida, se sentia un poco nervioso. Hasta entonces, la clase habia sido netamente teorica; incluso, habian llevado un interesante seminario de Anatomia Artistica en que aprendio todo lo relacionado con el estudio de las articulaciones, las proporciones humanas y las perspectivas de movimiento. Ahora, sin embargo, tocaba llevar todo ese conocimiento a la practica. Como un artista aficionado que llevaba dibujando desde que tenia uso de razon, a Logan le gustaba pensar que tenia ya una base solida sobre la cual trabajar y no era tan modesto como para no reconocer que era bastante bueno. Pero nunca habia trabajado con modelos vivos y la idea no dejaba de ser un poco extrana. Dibujar algo que se le ocurria de la nada o recordar a algo o a alguien que deseara perpetuar en el papel no era en absoluto lo mismo que contemplar a un ser humano cuyo unico fin era posar durante horas ante un auditorio que podia analizar cada detalle de su cuerpo para plasmarlo en un block de dibujo. Tal vez se inquietara por nada de cualquier forma, se dijo segun ascendia las escalinatas de marmol que conducian al salon principal. Quiza el fuera un principiante en todo aquello, pero sin duda los modelos no lo eran, y tampoco la extraordinaria maestra que impartia el curso. Casi como si la hubiera conjurado, oyo una voz pronunciando su nombre y giro a su izquierda para encontrarse con la avida mirada de Lisa Vossler. La claraboya en lo alto del vestibulo arranco destellos de su cabello de un rubio dorado que caia en lisas cascadas hasta los hombros y que ella despejo con un movimiento elegante. Iba de negro, como acostumbraba, con un vestido cenido hasta debajo de la rodilla; Logan suponia que era muy consciente de lo bien que le quedaba el color y de la forma en que resaltaba sus curvas, y procuraba sacar al mejor partido a aquello. Cuando un conocido le hablo de ese taller no dudo dos veces en inscribirse. Seguia la obra de Lisa desde que descubrio su trabajo en una galeria de Baltimore y creyo que seria fascinante conocerla y aprender de ella. Y asi habia sido, reconocio componiendo una sonrisa al verla llegar a su lado y ponerse de puntillas para depositar un par de besos sobre sus mejillas, una costumbre a la que no creia que fuera a acostumbrarse. Apoyo las manos sobre sus codos para apartarla con delicadeza y dio un paso hacia atras de forma casi inconsciente. Habia algo en ella, en la forma en que lo veia y la postura que asumia cada vez que se encontraban, que no dejaba de hacerlo sentir incomodo. Se trataba de una mujer muy atractiva, sin duda; voluptuosa y con una sensualidad casi palpable; era, en suma, totalmente su tipo. Y era evidente, ademas, que ella lo encontraba tambien muy atractivo. Sin embargo, Logan no podia evitar el mantener la guardia en alto cuando se encontraba cerca. Deformacion profesional, lo habria llamado su madre. --Has llegado justo a tiempo para acompanarme al salon --Lisa le sonrio y se hizo a un lado la melena con un movimiento delicado; tenia una voz aspera y extranamente musical--. Nos espera una buena clase. --Precisamente pensaba en eso al llegar. Logan la siguio por las escalinatas camino al segundo nivel y, en tanto, desvio la mirada de su rostro para admirar el vestibulo desde lo alto antes de girar en un recodo en direccion al ala destinada a las clases de arte y diseno. Nunca dejaria de estremecerse al contemplar la belleza del edificio; era, de lejos, su favorito en la ciudad. --?Nervioso? Logan parpadeo y llevo su atencion a Lisa, que lo observaba a su vez con una pequena sonrisa sardonica. --Algo, supongo --reconocio el con sencillez encogiendose de hombros--. Nunca he trabajado con modelos vivos; sera un reto. --Lo haras bien. Eres bueno, Logan; mejor de lo que piensas --ella lo sondeo con la mirada y sus tacones resonaron sobre el marmol del corredor--. No entiendo como no te dedicas al arte en exclusiva. --Bueno, eso se debe a que no soy tan bueno como crees; estas siendo demasiado generosa. No soy un artista de verdad, no como tu. Lisa entorno los parpados y lo observo con interes. --Nunca he creido que la modestia sea una virtud tan atractiva como algunos piensan --senalo ella--. Aunque debo reconocer que en ti resulta encantadora. Logan sonrio, sin responder, y dio una mirada hacia adelante, agradecido al reconocer la puerta que conducia al auditorio destinado a la clase, y donde un pequeno grupo aguardaba la llegada de la maestra. Esta, al notar su mirada, hizo un pequeno mohin y simulo una expresion animada de bienvenida que engano a todos, excepto a el. ?Por que no?, se pregunto Logan tras ingresar al salon en tanto ella se ocupaba de saludar a los otros estudiantes. Estaba claro que cualquier avance suyo seria bien recibido y, considerando que aquel era un curso libre, no tenia que enfrentarse a ningun problema de etica por involucrarse con la maestra que lo impartia. Lisa era preciosa, inteligente, y una artista renombrada; la consumacion de sus suenos humedos. Estaba claro, ademas, que lo mismo que el, no estaba interesada en una relacion seria, lo que la hacia practicamente perfecta. Podria invitarla al final de esa clase, llevarla a cenar y algo le dijo que no encontraria muchos obstaculos para pasar una noche estupenda a su lado. ?Por que no, ciertamente?, se repitio al dar un rodeo a las sillas dispuestas alrededor de la plataforma en que se ubicaria el modelo. Eligio el lugar mas apartado a la izquierda en primera fila y rebusco en su mochila para sacar el block de dibujo y los utiles que tendria que utilizar durante la clase para disponerlos en el caballete situado a su derecha. Los otros estudiantes empezaron a entrar tambien y a ocupar sus lugares y dio una nueva mirada a la mujer que se ubico en el centro de la clase. Su mirada se detuvo un segundo en su rostro afilado y ella, al notarlo, le dirigio una pequena sonrisa que termino por convencerlo de que se estaba portando como un idiota. Tan pronto como terminara esa clase le propondria una salida, se prometio, aliviado en parte de haber tomado una decision. Lisa cerro la puerta a la hora exacta en que iniciaba la clase y atenuo las luces del salon hasta que quedaron sumidos en una semi penumbra; pero mantuvo una potente lampara encendida sobre la plataforma. Logan dio una mirada alrededor y comprobo que los otros estudiantes parecian encontrarse en su misma posicion: expectantes y un poco nerviosos. Supuso que todos esperaban que en cualquier momento se abrieran las puertas tras la plataforma y un hombre con el tipo de Apolo reencarnado apareciera para empezar la clase. El auditorio estaba compuesto por hombres y mujeres en similar proporcion: todos artistas aficionados, como el, aunque Logan pudo reconocer a un par de expositores que conocia de sus recorridos por las galerias de la ciudad. Ellos captaron su mirada y le sonrieron alzando las manos; Logan hizo un gesto discreto de saludo y volvio su atencion a la plataforma precisamente en el momento en que las puertas batientes tras ella se abrieron y una figura alta y espigada se abrio paso. Lo primero que Logan penso al mirarla con atencion fue que se habia equivocado de plano con la idea de Apolo reencarnado. Era Artemisa. Sus dedos sujetaron el lapiz que acababa de afilar y lo sostuvo de forma casi inconsciente ante su rostro en tanto analizaba los rasgos de la modelo. Ella vestia una bata blanca que la cubria del cuello a los tobillos y por un momento se permitio admirar su rostro. Tenia una fisonomia realmente extrana, se dijo el; pero en el buen sentido. Unas cejas bien perfiladas enmarcaban unos ojos grandes y de un tono cafe con matices de verde que destellaban bajo la luz; sus pomulos pronunciados y una nariz aquilina remataban en una barbilla puntiaguda que lo llevo a pensar irremisiblemente en un ser sobrenatural. Un duende, tal vez. Y su boca... labios de proporcion perfecta que mantenia entreabiertos en tanto veia a la nada. La vio intercambiar un rapido gesto con Lisa, que se habia puesto un metro a su lado, y una marana espesa de cabello castano corto hasta la barbilla refulgio en el momento en que se puso de espaldas y dejo caer la bata a sus pies. Logan estaba seguro de que no imagino el suspiro colectivo que emitio la clase por el asombro al observar la piel expuesta bajo la luz de la lampara. Hasta entonces habia creido que se sentiria incomodo al encontrarse ante una persona que se desnudaba con el fin de que un grupo de gente estudiara sus formas y la plasmara en el papel; pero en ese momento comprendio que se sentia demasiado fascinado como para hacer nada que no fuera admirarla. Habia visto mujeres desnudas antes. Varias y en distintas circunstancias, y definitivamente estaba lejos de ser un mojigato. Asi que no vio nada que no hubiera contemplado antes; sin embargo, recorrer el cuerpo de la mujer en la plataforma le hizo pensar que nunca se habia detenido a apreciar los muchos matices de la naturaleza humana. Tal vez las ultimas clases tuvieran algo que ver con eso, supuso al tomar el lapiz con mayor fuerza y asentarlo sobre el papel sin ser muy consciente de lo que hacia. Las lineas del cuerpo de la mujer le parecieron perfectas bajo la luz; tenia una figura delgada pero atletica; los musculos de los hombros y los brazos estaban bien definidos y hacian un conjunto armonioso con la linea de los omoplatos y su estrecha cintura. Sus caderas delgadas se unian a unas piernas que le parecieron interminables. --El modelo es una de las armas primordiales del arte. La voz de Lisa lo volvio a la realidad y aparto la mirada de la joven para fijarla en ella, que alternaba sus ojos azulados alrededor de la clase con una expresion levemente sardonica. --Es importante no olvidar esa frase; me la dijo mi maestro de anatomia durante mi primera clase de dibujo humano y la repito ahora --continuo ella iniciando un lento paseo alrededor de la modelo--. Admiren la perfeccion humana e intenten replicarla lo mejor que puedan. Ya hemos estudiado la teoria y ahora es momento de llevarla a la practica; hoy nos centraremos en el contorno. Recuerden la importancia del analisis, la atencion al detalle y dejen que su imaginacion fluya. No se preocupen si tienen problemas esta primera vez y no se encuentran satisfechos con su trabajo al final de la clase; lo intentaremos de nuevo en la siguiente. Lisa apenas habia terminado de decir la ultima frase cuando el sonido de los blocks de dibujo y los lapices siendo afilados reemplazaron a su voz. Logan, que tenia todo ya listo y en las manos, le presto atencion a medias; todos sus sentidos estaban puestos en la modelo y en la forma en que permanecia de pie sobre la plataforma sin mover un solo musculo y sin que pareciera como si le afectara que la maestra se refiriera a ella como un cuerpo sin emociones. Claro que no podia verle el rostro, concluyo Logan; tal vez estuviera lejos de sentirse tan serena como aparentaba. Trazo unas lineas sobre el papel con los ojos entrecerrados; alternaba la mirada de la modelo a sus manos e iba bosquejando el contorno con expresion concentrada. Fue mas sencillo de lo que habia pensado que seria y al mismo tiempo lo mas complejo a lo que se habia enfrentado en su vida; al menos en lo que a su inclinacion artistica se referia. El tiempo paso de una forma extrana, lo que le ocurria siempre que se hallaba embebido en su trabajo. Dibujo sin pausa excepto para beber un trago de agua de la botella que llevara consigo y para tender un borrador al hombre ubicado a su derecha y que por algun motivo parecia haber olvidado algo tan importante. Cuando su mirada se encontro con la suya luego de que le diera las gracias en un murmullo, lo reconocio como uno de sus conocidos de las galerias. Este le sonrio y senalo a la modelo con una cabezada y un guino lascivo que, por algun motivo que no se vio capaz de analizar en ese momento, le provoco estampar su rostro contra el caballete. Tal vez se debiera a que no soportaba a la gente que no podia controlar sus instintos, se dijo luego desviando la mirada con una mueca de desagrado y retomando su trabajo. Se perdio de nuevo en lo suyo y no se detuvo hasta que una campanilla marco el final de la clase. El sonido de los lapices rasgunando el papel se detuvieron de golpe y el dejo caer el suyo con un suspiro y un molesto adormecimiento en la muneca. Al mirar en direccion a la modelo, advirtio que ella se inclinaba para tomar su bata y se vestia con ella con movimientos calmados; luego, se perdio por las puertas por la que habia llegado en un parpadeo. Por un momento, Logan se pregunto si no la habria imaginado, pero al mirar a su caballete y encontrarse con el contorno de su figura y la linea de su espalda que habia dibujado y vuelto a dibujar una y otra vez, se dijo que no, que desde luego que habia sido muy real. Lisa dio otro breve discurso entonces antes de dar una mirada a los trabajos de la clase; senalo errores y alabo avances. Al detenerse ante el suyo, arqueo las cejas y le dirigio una mirada entendida, sin decir una palabra; tal vez quisiera implicar con eso que estaba impresionada, Logan no lo tenia muy seguro, pero no se quedo a averiguarlo. Sus companeros comenzaron a despedirse y el hizo otro tanto, pero cuando llego a la puerta del auditorio recordo que se habia prometido invitar a Lisa al salir. Sin embargo, cuando la vio en medio del salon, reuniendo sus cosas, y sus miradas se encontraron un segundo, la suya expectante, tan solo atino a elevar una mano en senal de despedida y se dirigio a la salida del edificio sin pensarlo dos veces. De alguna forma, la idea de pasar el tiempo con ella le parecio menos tentadora que antes. Estaba cansado, se dijo al encaminarse al estacionamiento en busca de su auto. Habia tenido una semana dificil y le esperaba una mas dura aun. Quiza el sabado siguiente, decidio al iniciar el regreso a casa. Entonces estaria bien. Tara olisqueo el aire y emitio un corto gemido de anhelo al tiempo que su estomago empezaba a rugir. Estaba mucho mas hambrienta de lo que habia pensado y el delicioso aroma proveniente de la cocina que le salio al paso tan pronto como puso un pie en casa solo incremento la sensacion. Pasta. En salsa bolonesa, si su olfato no la enganaba. --?Papa? --llamo en voz alta. --!Lavate las manos primero! Tara sonrio y se encogio de hombros, dirigiendose al bano bajo la escalera para hacer lo que su padre ordenara. No importaba la edad que tuviera, los habitos de higiene del senor Duncan permanecian inalterables. Cuando fue a la cocina, lo encontro afanandose ante la estufa; la pequena mesa bajo la ventana que acostumbraban compartir cuando coincidian a la hora de las comidas se encontraba puesta y Tara se acerco a darle un beso en la mejilla antes de llevar unos vasos y el agua que saco de la nevera. --?Que tal el trabajo? --Pregunto su padre. Tara se encogio de hombros y doblo unas servilletas con expresion concentrada antes de responder. --Aburrido. Como siempre --dijo ella al fin observandolo servir el contenido de la cacerola en una fuente--. Pero esta bien. --Bueno, es una suerte que lo tengas y que sea solo los sabados. No podrias hacerlo entre semana con la escuela y todo lo demas. --Me las arreglaria. Su padre arqueo una ceja rojiza y le tendio la fuente que ella se apresuro a sostener en tanto el cogia el baston que dejara apoyado contra la encimera de la cocina. --Si, claro --comento el-- ?Y cuando dormirias? --En clase, claro. ?Donde mas? El senor Duncan se dejo caer sobre la silla con un suspiro ahogado y sostuvo su plato para que Tara lo rellenara luego de ocupar el asiento frente a el. --Mas te vale estar bromeando --dijo el senalandola con el tenedor. Tara no respondio. No hacia falta; el sabia que bromeaba. Comieron en un silencio armonioso, roto apenas para que ella respondiera las preguntas acerca de como habia ido su dia y si la semana siguiente tendria que salir tambien tan temprano como lo hizo en esa ocasion. Tara respondio con monosilabos, y no solo porque se encontrara encantada con el almuerzo; nunca se sentia comoda respondiendo a las preguntas de su padre referidas a su empleo de fin de semana. --En serio. No es nada interesante; de no ser por lo bien que pagan ni siquiera me lo plantearia --comento ella ante su insistencia. El senor Duncan se limpio la comisura de los labios con una servilleta y la observo por encima de su vaso con el ceno fruncido. --No deberias de hablar asi --la reprendio el--. Y vaya que te pagan bien; en especial considerando que es solo por unas horas. ?Que clase de dibujos dijiste que hace esa gente? Tara bajo la mirada a su plato.

  • Un abismo infinito de Larru

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    ?Era o no era Urko? A veces, creia que el verdadero Urko se habia quedado en aquel accidente de coche, atrapado en aquel cuerpo inerte. O en realidad, Urko era ese holograma de la persona que antano fue, lo que comunmente se denominaba fantasma. Urko sabia la respuesta de sobra. Tenia claro que habia muerto y que ya no pertenecia al mundo de los vivos pero no podia creer que hubiera sido tan temprano, apenas con treinta y dos anos. Siempre habia pensado que, con el paso de los anos, se convertiria en un tipo desgrenado, decrepito y malhumorado, aunque reconocia que si hubiera envejecido con Vega, le facilitaria la existencia. Cuando la conocio, tenian la mayoria de edad recien cumplida. Coincidieron en una fiesta universitaria, se la presentaron unas chicas de su barrio. Nada mas verla, comprendio que se le habia atravesado en su camino. No podia dejar de mirarla, ella hablaba y entretenida como estaba, no se percataba de lo embobado que el la observaba. Urko se decia: "Chaval, no tienes nada que hacer, nunca se va a fijar en ti, olvidate". Algo que nunca le habia preocupado, gustarle a nadie, en ese momento se volvio prioridad. Se encontro cruzando los dedos, para que enganarse a si mismo, deseando que ella se fijara en el, se conformaba con la mitad de lo que el lo hacia en ella. Pero, Vega, era una estrella de otro cielo, no del suyo. Y entonces ella le hablo, le pregunto a que facultad iba. Le contesto que estudiar no era mas que una perdida de tiempo, que el queria trabajar y ella le contesto con una sonrisa, que era una pasada que tuviera las cosas tan claras, cuando ella ni siquiera sabia si estudiar medicina o fisioterapia. "Ojala yo tuviera esa certeza" anadio. Lo que Vega desconocia era que, eso precisamente era lo unico que sabia en su vida. Pero en esos instantes, todo el peso del mundo que llevaba a sus espaldas, se hizo mas ligero. Ella fue capaz de hacerle olvidar las discusiones con sus padres, el no encontrar trabajo, la vida a la que no encontraba el verdadero sentido. Solo ella con mirarle, hablarle y reirse habia transformado su amargor. Lo que comenzo sin ningun tipo de expectativa para Urko, porque el creia que cualquier otra chica hubiera pensado que no tenia ningun tipo de formalidad, ella le dio a entender que veia lo que habia detras de su fachada de quinqui. Urko se encargo de demostrarle que era un macarrilla con encanto y sobre todo, con sentimientos, que ella habia creado, ella sola. Porque Vega, era su mano derecha, izquierda, sus piernas, su cabeza, su corazon. Se convirtio en su todo. Vega, su amor, su companera, la que le entendia a la perfeccion. La persona que logro que por su boca salieran palabras como "te quiero" que parecian tan perdidas en su existencia. El quinqui, el que iba a su bola, el que salia unicamente con los amigos, no daba un duro por conocer a una chica asi. Vega era una estrella, su nombre lo decia todo, su propia Vega del firmamento. Cuando con horror, se dio cuenta que habia muerto, la rabia le mato de nuevo, pero el alma. No solo la habia perdido, es que ni siquiera se habia despedido de ella. El accidente de coche le habia hecho fallecer en el acto. Desde ese lugar en el que se encontraba, podia verla y sentir tambien el dolor que ella emitia y que a su vez, le hacia vibrar a el. Urko nunca hubiera sospechado que en ese estado en el que se habia convertido, pudiera suceder. Ni eso ni nada. Asi se encontraba, perdido, confuso, torturado, hasta que de repente una presencia anonima, sin forma, le hablo y le dijo que podia regresar a arreglar lo que le consumia: --?Puedo volver? --pregunto Urko incredulo y miraba a su alrededor para tratar de descubrir el origen de la voz. --Si pero por un tiempo, el necesario para solucionar lo que esta ocurriendo entre ella y tu. Ve y despidete. --?Voy a resucitar? --No, volveras como fantasma, la forma que corresponde para llevar a cabo lo que has de hacer. Tal vez te cueste, suele ocurrir no desesperes. Eso si, recuerda que solo es un regreso circunstancial. --?De cuanto tiempo me hablas? Urko no obtuvo repuesta, la presencia anonima habia desaparecido. Tenia un monton de incognitas y una mision desoladora pero iba a volver con Vega y de momento, eso era lo que le importaba y se aferro a esa ultima oportunidad. Capitulo 1 Se dio cuenta en ese preciso instante de que, los ultimos acontecimientos dejaban de ser meras coincidencias, los sucesos extranos ocurrian cada vez, con mas frecuencia. De los altavoces distribuidos por el pequeno salon, habia empezado a escuchar unos acordes y una voz masculina cantaba unas letras en ingles: Going back to the corner where I first saw you Going to camp in my sleeping bag I’m not going to move Got some words on cardboard Got your picture in my hand Saying:’if you see this girl Can you tell her where I am? [1] Vega no habia puesto en marcha el reproductor de musica, ni siquiera sabia que cd era ese, es mas, no tenia ni idea de la cancion que estaba sonando. Miro con atencion el aparato, se dijo que debiera estar asustada pero no, no sentia nada de eso. Ni tan siquiera pensaba, la musica repentina pareciera haberla obnubilado por completo. Su cuerpo comenzo a vibrar, le dio la sensacion de elevarse y miro hacia sus pies que permanecian firmes en el suelo de la habitacion. Sin embargo, sentia todo lo contrario, notaba ligereza, como si flotara y eso tampoco le dio miedo porque aquello le resultaba placentero, la embargaba, la empujaba, aquello traspasaba todos los puntos de su piel. Algo asi como una especie de descanso, el cuerpo desconectado, en un estado suspendido de conciencia. Olvidar las exigencias de la realidad. Sintio como una caricia en la cara y cerro los ojos. Sintio la sensacion de un abrazo alrededor de su cuerpo y ella se acomodo en esa invisibilidad como un ronroneo embargador. Su pecho latia fuerte, penso que podia llegar a reventarse y eso, por un momento, la llego a perturbar. "Suenas despierta, Vega" se dijo sin hacer amago de resistirse a la sensacion que le abrumaba. Penso que aquello ya lo habia vivido antes, pero de forma real, en los brazos de el, pero esto otro que tipo de situacion era, ?una sensacion genuina? Cuando el silencio regreso, volvio en si, con la impresion de haber vuelto de un espacio en el que el tiempo habia estado en pausa. En su mente resonaba el estribillo: I’m not moving, I’m not moving, I’m not moving, I’m not moving,... [2] Al cabo de unos segundos, reacciono y se fue hasta la habitacion en la que tenia el ordenador portatil. Tecleo en el buscador las palabras pronunciadas que continuaban como eco en su interior y anadio el termino "cancion". En primera instancia, salio un tema de Phil Collins pero la voz masculina que habia escuchado no pertenecia a ese cantante. Unos resultados mas abajo, encontro un video de Youtube titulado "The Script, The man who can't be moved", hizo clic en el. Habia resuelto la incognita, bendito internet. Sonaba de nuevo la musica. Mientras, leyo la informacion sobre lo que escuchaba y recordo una ocasion en la que el, no podia pronunciar su nombre sin que algo le punzara por dentro, habia hablado de una banda irlandesa que comenzaba a gustarle. --He estado escuchando algunas de sus temas y son buenos, suenan genial. Seguro que a ti tambien te gustarian Vega. --Lo dudo, ya sabes que no coincidimos en gustos musicales. --En esta ocasion, si, estoy convencido. Ya les oiras y me daras la razon, seguro. Ella habia asentido mientras pensaba que la proxima vez que fuera a Fnac buscaria algun cd del grupo para comprarselo y le daria la sorpresa. Sin embargo, el destino le arrebato la oportunidad. La melodia continuo y sin embargo, el encantamiento que habia sentido hacia unos momentos no resurgio, espero pero los acordes terminaron y no habia notado nada mas. Ahi mismo reconocio que la cadena de sucesos fortuitos y raros tenian el mismo punto en comun, que aunque las circunstancias se repitieran, dicho encantamiento en el que se veia sumergida, no se volvia a dar del mismo modo. Como lo ocurrido dos meses atras, cuando despues del trabajo agotador como fisioterapeuta en una clinica en el centro de la ciudad, fue al establecimiento de estetica de Daniela a realizarse el tratamiento corporal de cada mes. A pesar de que en los ultimos tiempos se habia volcado de manera exclusiva en su profesion, a esa cita nunca faltaba, era de las pocas cosas junto con las clases de yoga que aun le hacian sentir bien. El horario de trabajo era de nueve de la manana hasta las tres de la tarde pero Vega iba una hora antes y salia cerca de las seis. Un dia, cuando se despedia de su jefe hasta la jornada siguiente, este le hizo un comentario al respecto de que no era necesario que se quedara mas tiempo todos los dias. Ella contesto que la lista de espera de pacientes era mucha y que los problemas que sufrian no podian esperar tanto. --Por mucho que tu te esfuerces y por muchas horas que metas, tu solita no lo vas a lograr, en todo caso es asunto mio que soy el responsable de todo esto, que tu vas a acabar como uno de los que tu tratas. --A mi no me importa quedarme mas tiempo. --Te estoy apuntando las horas no te creas, ya te las cogeras o si quieres, te las pago. --Vale Manu, no te preocupes, hasta vas a ser un jefe fuera de lo normal. --Jajaja, ya sabes que si, rompieron el molde conmigo, el de los jefes, claro. --Que vacilon eres.

  • Sizigia ( Los Lagos 3) – Juani Hernandez de Juani Hernandez

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    La Sizigia es el momento magico en el que la Luna, en su fase de Plenilunio, esta directamente en linea con la Tierra y el Sol, entrando en perfecta conjuncion, oposicion y armonia todos los orbes. el eclipse perfecto. Fue senalado desde tiempos inmemoriales en la Profecia del Fin de los Dias, anunciando un apocalipsis cuyo inicio vendra marcado por el nacimiento de un nino justo en el momento de la Sizigia: Ilsik de Los Lagos y Asbath. Desde entonces, los Reyes de Hae, con ayuda de Hrodgar y Moira, acechan tras los muros de Adamon, a la espera del momento idoneo para evitar que se cumpla esta profecia. Y, para ello, no dudaran en arrasar Los Lagos, en un intento de que su dios, el Astro Sol, reine para siempre. Sin embargo, nadie en Los Lagos es consciente de la letal amenaza que pende sobre ellos. ?Como defenderse entonces? ?Como evitar que el Reino de Hae lleve a cabo sus planes de destruccion si ignoran que el peor de los enemigos ha traspasado sus murallas hasta lo mas profundo del reino? Amor, pasion, traicion y un desafio mortal… Se acerca la Sizigia. la lucha entre las Fuerzas del Bien y del Mal.

  • Amor vidente de Elizabeth Pineda

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    Por fin ha llegado el dia que tanto he esperado. Estoy sentado en la cama de mi habitacion esperando a que Elyon me llame y me diga a quien ha elegido para ser mi companera. En la vida de todo vidente llega el punto donde no puede continuar solo y Elyon le obsequia a la mejor persona para que este a su lado. Ese dia ha llegado para mi. De pronto las luces parpadean, todo se pone borroso y luego, El aparece. --Has aguardado mucho tiempo para esto --dice. --Asi es --contesto emocionado. --Me fue dificil encontrar a alguien para ti, pero finalmente he hallado a la mujer perfecta. Lo mejor de Elyon es que nunca se anda con rodeos y dice las cosas directas. Una imagen comienza a titilar delante de mis ojos y poco a poco aparece la imagen de una joven mujer. La observo con detenimiento, sin perderme un detalle de su identidad, pero... algo anda mal, ella no puede ser la mujer que ha escogido para mi. --Debe ser una broma --comento. --No, jamas bromearia con algo asi. --No me pidas eso por favor --suplico--. He sido leal a ti. Jamas he hecho nada malo. --Asi es como deben ser las cosas hijo mio --responde inflexible. --No, tu... no me puedes hacer esto. Toda mi vida he sonado con conocer a una hermosa chica y enamorarme de ella. --Ella es la chica que elegi para ti. --Te he dedicado mi vida entera, lo menos que podria esperar por eso es una buena esposa. --Sabes bien que mi decision ya esta tomada. --Tu me odias ?cierto? --Claro que no, hijo yo te a... --!Es una prostituta! --Lo interrumpi--. ?Donde esta el amor en eso? --Es suficiente, hablare contigo despues. --!No, no! --grite esperando que se quedara un momento mas, pero unos segundo mas tarde, el extasis termino. 1 Keren Levanto la cabeza hacia el balcon con la esperanza de que Dario no se encuentre ahi, si ve que me siento un segundo, se enfadara; pero lo necesito, necesito quitarme los malditos tacones que estan matandome. Llevo toda la noche trabajando sin parar, creo que merezco un descanso. Por fortuna, el balcon esta vacio, quiza ya esta en su oficina contando sus ganancias de la noche. Me dirijo discreta hacia el bano, donde nadie me molestara. Una agradable sensacion recorre mis piernas cuando el primer tacon cae. Suspiro de alivio y luego masajeo mis pies. Se que la vida que llevo no es la mejor. Cuando me ven, muchos me llaman mujer perdida, otros me llaman zorra o prostituta, pero la mayoria prefiere decirme dama de compania, tal vez sienten que asi me ofenden menos. Honestamente, no me interesa lo que piensen, me gano bien la vida; y por lo menos no estoy robando como hacen otros. Tan solo desearia que los turnos no fueran tan largos. --?Keren? --La voz de mi amiga Talita suena dentro del bano--. ?Estas aqui? --Aqui estoy Talita --respondo con cansancio--. ?Que necesitas? --Amiga, Dario te busca. Acaba de entrar un nuevo cliente, quiere que lo atiendas. "Dios ?es enserio?" pienso, esto tal vez retrase mi salida. Tomo mis tacones en las manos y salgo del bano. --?Por que debo atenderlo yo? --pregunto molesta --Casi es mi hora de salida. --Lo se Keren, pero Dario dice que este es un cliente nuevo, y quiere mostrarle lo mejor para que regrese mas adelante. --?Asi que yo soy de lo mejor? --pregunto con sarcasmo. Talita solo se encoge de hombros--. Bien, ire, pero no prometo nada. --Keren, espera --dice y me toma de un brazo--, retoca un poco tu maquillaje, esta terrible y ponte los tacones. Por lo que vi, este cliente es de los dificiles. --?A que te refieres? --Ya lo veras cuando salgas. Sigo el consejo de mi amiga, y retoco un poco mi maquillaje, ella tiene razon, esta terrible. Cuando salgo minutos despues, todo esta vacio, excepto por un joven sentado en la barra. Esta de espaldas a mi, pero aun asi puedo percibir que es atractivo. Tiene hombros anchos, cabello corto y ademas es alto, quiero decir, muy alto. Lleva una chaqueta de piel negra y unos vaqueros desgastados que le vienen muy bien. Me acerco hacia el con la sonrisa mas provocadora que puedo fabricar. --Hola guapo --saludo mientras rozo su espalda con mis dedos. Aunque el ni se inmuta--. Nunca te habia visto por aqui. Cuando me siento a su lado, el joven levanta la vista de la barra y me mira con aburrimiento, ahora veo a lo que Talita se referia. --?Como te llamas? --pregunto para no dejar morir la conversacion. A pesar de mi pronunciado escote, sus ojos se mantienen fijos en los mios, me doy cuenta que detras de sus gafas, hay unos increibles ojos azul electrico. --Ezequiel --responde casi a la fuerza. --Bueno, Ezequiel, dime ?por que eres tan callado? El se rie cuando pregunto eso, quise darle una bofetada por cretino, pero Dario me observaba desde el balcon. --?Que es tan divertido? --le pregunto poniendo mi mano en su pierna, una tactica que nunca me ha fallado, pero el la aparta de inmediato. --Ustedes las prostitutas son todas iguales --dice con arrogancia. Me parece que alguien mas se esta dando cuenta de las dificultades que este cliente representa para mi. Poco a poco escucho como la musica comienza a subir de nivel y eso me da una idea. --Tal vez no --comento--, ven a bailar conmigo, te mostrare algunos pasos. De nuevo, cuando intento tomar su mano para sacarlo a bailar, el la retira y la esconde en la bolsa de su chaqueta. --?Por que no mejor te vas por ahi a saquear el armario de tu hija? --dice fastidiado. Ese comentario es el colmo para mi, ya no me interesa que Dario este cerca y me levanto furiosa. --Escucha cretino infeliz, si tanto te molestan las prostitutas ?Por que no regresas al monasterio de donde saliste? El ni siquiera se molesta en mirarme, tan solo toma su ridiculo vaso con agua y le da un sorbo. En segundos aparece Talita a mi lado. --Keren, tranquila --me dice y luego me toma de los hombros para alejarme de el. Se que quiere evitar que haga un escandalo mayor y Dario termine por correrme. --!Espera! --grita Ezequiel cuando ya nos hemos alejado algunos pasos-- ?tu nombre es Keren? --!Que te importa! --le respondo furiosa y luego me alejo con Talita hacia las habitaciones. Talita empuja la puerta de la habitacion mas proxima y nos metemos en ella. --Amiga, tienes que calmarte --dice--, te has molestado con tres clientes esta semana. Dario no te agradecera que hayas perdido a este ultimo. --Es un completo cretino --digo en tono cansino. --Todos los que vienen a este lugar son unos cretinos --apunta. --Si pues... este se lleva el premio mayor. --Piensa en Esteban, tu necesitas este empleo para darle sus estudios. Me siento en la cama para quitarme los tacones y volver a masajear mis pies. Esteban es mi pequeno de cinco anos, lleva meses diciendome que quiere entrar a la escuela para tener amigos, pero no puedo pagar una escuela, apenas si puedo mantenernos a los dos, y si pierdo este empleo con toda seguridad ni eso podre hacer. --?Como esta por cierto? --pregunta Talita. --No lo se --suspiro--, siempre llego directo a dormir. Cuando despierto, el solo se limita a mirar television. --Tienes que hacer algo por ese nino Keren, el esta creciendo y tu lo estas perdiendo. --?Crees que no lo se? --suelto de pronto--. Se que no soy la madre del ano pero... no puedo yo sola. --Esta bien, tranquila, se que es dificil. Talita estaba a punto de sentarse a mi lado cuando Dario entro en la habitacion. Miro a mi amiga y le hizo una sena para que saliera, Talita obedecio de inmediato.

  • Cuando acabe el invierno de Angela Drei

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    Alex bajo del taxi frente al portal de la casa de Marie. Volvio a mirar el ramo de flores que habia comprado. Siete rosas rojas, una por cada mes. Recordaba el primer dia en que ella aparecio en su cafeteria con su gran bolso azul y sus gafas de sol. Habia cambiado mucho desde entonces. Ya no se escondia tras unos cristales oscuros, no tenia ojeras y su vestuario se habia llenado de color. Hasta su pelo era diferente. Sonrio como el bobo enamorado que era y toco el boton del videoportero mientras escondia las flores a su espalda. Marie le esperaba en la puerta, y el la siguio al interior con una sonrisa traviesa. En cuanto estuvieron dentro, Alex le entrego el ramo de flores. Ella las observo sorprendida. Siete rosas de un vivaz color rojo. Fruncio el ceno sin entender y lo miro en espera de una explicacion. --Hoy hace siete meses que apareciste en mi cafeteria. ?No te acuerdas? Alex disfruto al ver como ella se ruborizaba. No, estaba claro que no se acordaba. Pero el no se enfado, al contrario. Se sintio orgulloso y feliz de haberla sorprendido. --Vaya, asi que te has olvidado. --Lo siento, de verdad. No recordaba la fecha. --Pues algo tendras que hacer para que te perdone. Marie sonrio con coqueteria al ver como el le guinaba un ojo ladeando su sonrisa. Habia vuelto a ser el hombre sexi y atrevido de siempre. No quedaba ni rastro de aquella mirada triste, la que aparecia cuando los recuerdos del pasado llegaban si avisar. --No se que puedo hacer. Podemos salir y comer algo fuera..., o tal vez podemos quedarnos... El no la dejo continuar. Con un beso interrumpio lo que fuera que iba a decir y las rosas acabaron aplastadas entre ellos. --Las flores, deja que las coloque. Marie trato de apartarse un poco, pero el la tenia sujeta por la cintura con firmeza. --Te comprare mas. Te comprare flores cada dia --dijo sin separarse de ella--. Celebraremos el primer dia que te hice el desayuno, nuestra primera cita, la primera vez que te lleve en mi moto. Mientras hablaba, iba dejando besos desde su cuello hasta su hombro, y desabrocho el primer boton de su camisa para poder tener mas piel cerca de sus labios. Ella rio cuando sintio sus dedos cosquillear en su cintura subiendo la tela y entonces Alex se aparto lo suficiente para mirarla. --Me encanta escucharte reir. Adoro tu risa. --Y era cierto, la habia visto llorar incluso antes de saber su nombre y habia odiado cada lagrima que oscurecia su preciosa mirada de chocolate. Ahora tenia entre sus brazos a una Marie muy distinta, ligera y sonriente, vibrante como esas zapatillas con rayas doradas que se habia comprado el fin de semana anterior. Marie aprovecho ese momento para escabullirse y fue a la cocina. Antes de que las rosas estuvieran en un jarron con agua, Alex ya habia llegado y la envolvia entre sus brazos. --No te escapes --le rino mientras se colocaba tras ella. --Deja que las ponga en agua. --Solo si me prometes hoy no salimos de casa. --Esta bien, no salimos --acepto ella mientras colocaba las flores en un sencillo jarron de plastico junto a la ventana de la cocina--. ?Que quieres comer? ?Comida china, pizza, sushi? ?Que pedimos? --Tengo delante lo que quiero comer. Marie abrio mucho los ojos y fue a decir algo mas, pero el la cogio en brazos y cargo con ella hasta el dormitorio. --Vamos, galletita, me muero de hambre. --?Galletita? --Si, galletita. Estoy pensando que quiza con un poco de chocolate... ?Tienes sirope? ?Nata? Marie sintio como sus mejillas ardian y oculto el rostro con las manos. --No tengo de nada. Intento hacer dieta. --?Dieta? ?Para que? Mientras esperaba una respuesta, Alex no se quedo quieto. Fue desabrochando el resto de los botones de la camisa que ella llevaba y bajando por la linea de su esternon hasta descubrir su ombligo. --Pues veras, por culpa de alguien que conoces, los pantalones me quedan tan estrechos que no puedo casi abrocharmelos. --?Que pantalones? ?Estos? Alex se puso de rodillas entre sus piernas y desabrocho el boton de los vaqueros que ella llevaba puestos. --Tengo una solucion mejor: tira estos pantalones a la basura. Se inclino hasta dejar un beso en su estomago y ella intento incorporarse. --No es gracioso --dijo fingiendo mas enfado del que sentia. --No. No es gracioso. --Alex, deja de hacer el tonto y escucha. --Esta bien, te escucho --acepto y volvio a sentarse en la cama, aunque en lugar de mirarla a los ojos se quedo prendado del sujetador gris oscuro que resaltaba sobre su piel, tan palida como el azucar. --!Mirame a los ojos! --No puedo --dijo echandose a reir. Marie cogio la almohada y le golpeo, pero el era mucho mas grande y con un solo movimiento la tuvo inmovilizada bajo su cuerpo. --Estas preciosa. A mi me gustas. --?Te gusto gorda? --No estas gorda, Marie. Pero es que aunque lo estuvieras me daria igual. --Ya, seguro. --No estas gorda --repitio muy serio--. Y quitate los vaqueros. --?Que me quite los vaqueros? --?No te quedan estrechos? Pues quitatelos. O mejor, te los quito yo. Alex la sujeto de los tobillos y bajo los pantalones hasta conseguir deshacerse de ellos. Cogio uno de sus pies y beso con cuidado sus dedos. Llevaba las unas pintadas de rojo oscuro. Le encantaba que fuera tan coqueta: a Marie le gustaba llevar las unas de colores, aunque no llevara sandalias y nadie las viera. Eso era perfecto, porque sabia que ahora ella se ponia guapa para sentirse bien, no para agradar a los demas. --Eres tan suave… --susurro pasando los labios por su tobillo. Marie sintio un escalofrio cuando el aliento de el le hizo cosquillas. Su boca iba subiendo muy despacio dejando un camino de besos por el interior de su pierna. --?Sabes? Conozco una forma de quemar calorias. Alex dio un pequeno mordisco en su muslo antes de mirarla. --?Si? ?Cual? --pregunto Marie con un jadeo. --Primero tienes que quitarte toda la ropa. Mientras ella se dejaba desnudar, el no dejaba ni un trozo por besar. Era su plato preferido, su dulce Marie, la que habia conseguido atraparle y llenar su corazon. Siete meses. Todavia le costaba pensar que no estaba solo. Como su hermano le habia dicho, ella habia llegado para dinamitar los muros que habia construido, y ahora tenia que volver a aprender a vivir sin miedo a sentir. Podia ser feliz. Era como lanzarse del trampolin a diez metros. Daba miedo, pero sabia que merecia la pena esa sensacion de zambullirse y sentir cada musculo del cuerpo cargado de energia. Marie sintio sus manos, sus besos, que recorrian su piel hasta que todo fue calor. Su corazon latia cada vez mas rapido. No solo era sexo. Con Alex se convertia en una experiencia divertida donde ella podia devolverle cada caricia. El nunca ponia mala cara, nunca fruncia el ceno, ni siquiera cuando ella se echaba a reir de forma escandalosa porque le hacia cosquillas al besar su cadera. El sexo era genial con Alex. Vivir a su lado era genial. Se sentia segura y querida. No se avergonzaba si no llevaba la ropa interior conjuntada, si habia escogido un sujetador demasiado sexi o si ese dia estaba cansada y queria pasar la tarde viendo la tele con una vieja camiseta. Con el podia ser libre. --!Alex! --se le escapo un grito y rodeo sus caderas con las piernas para atraerle mas cerca, tanto que no habia ni un centimetro entre sus cuerpos. El tenia el cabello revuelto, respiraba agitado y en cada movimiento mezclaba sus jadeos. La beso largo y despacio. Su ritmo era lento, saboreaba cada gemido de ella. Terminaron temblando y sin aliento. --Dios, Marie, creo que no deberia haber ido a la piscina hoy. Si muevo cualquier musculo, voy a terminar desmayado. --Ha sido culpa tuya. Yo solo queria quedar a comer --repuso Marie. Alex habia terminado tumbado boca arriba en la cama, sin preocuparse por cubrirse con las sabanas, y su abdomen todavia subia y bajaba muy rapido. --?No te ha gustado? --pregunto mientras se ponia de lado para poder atraparla y volver a tenerla cerca. --No he dicho eso. El unico que te has quejado eres tu. --Llevas razon. Me quejo --dijo y la beso--. Me quejo de que eres tan suave que no puedo quitarte las manos de encima. Me quejo de que desde que te veo tengo ganas de desnudarte y hacer mil flexiones contigo. Y sobre todo me quejo --anadio mientras golpeaba con el dedo indice su nariz--, de que eres una cabezota que no quiere vivir conmigo y me hace ir todo el dia de aca para alla perdiendo un tiempo precioso que podriamos gastar en otras cosas, cosas interesantes como estar en la cama, en la ducha o sobre la alfombra del salon

  • Todo lo oye, todo lo ve, todo lo sabe de Jose Luis Ibanez

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    Todo lo oye, todo lo ve, todo la sabe es un magistral ensayo que aborda la emocionante vida de los primeros detectives privados. Ademas, nos propone un viaje apasionante en el tiempo: asistiremos al nacimiento de la profesion, a principios del siglo XIX, en Francia y Estados Unidos, constataremos su compleja implantacion en Espana, un pais con un modelo policial inestable y una violencia politica que no cesaba, recorreremos la historia de nuestras primeras agencias y conoceremos su forma de trabajar y su ambigua relacion con la policia oficial, sin descuidar algunos de sus casos mas relevantes.

  • La corsaria de Madeira de Karina Graciela Salazar

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    La mansion que Edward Chamberlain poseia en la ciudad de Londres prometia brillar nuevamente, como de costumbre, luego de las Navidades y demas fiestas de guardar. Una multitud de criados entraba y salia cargando canastos llenos de provisiones: frutas, hortalizas, flores frescas y de las otras, para desecar, e infinidad de arcones cerrados. El alboroto de la mudanza, sumado a los carruajes parados en fila en la calle, despertaban la atencion de los transeuntes; quienes se paraban atonitos, buscando informacion certera de alguna criada holgazana, tal vez, dispuesta mas a conversar que a trabajar: --?Quien se esta mudando? --!Nadie se muda! Es la casa del senor Chamberlain, quien llega en unos dias, junto a su hermosa hija, lady Elizabeth. --Ya veo --decian unas comadres, mientras se miraban la una a la otra. --!Dejate de chismorrear y vuelve a tus quehaceres! --grito una voz de mando desde lejos. La muchacha escucho el reto y obedecio ipso facto; sin saludar, partio raudamente hacia la casa. Primero paso por un largo pasillo, pues la servidumbre no usaba, bajo ningun concepto, la entrada principal de la casa. Luego camino en direccion al murmullo de voces, cuyo sonido se tornaba mas fuerte a medida que se iba acercando, asi que se paro frente a la puerta del salon para recibir visitas y vio como sus companeras se encontraban en plena tarea de quitar las sabanas blancas de los muebles. Sin pensarlo dos veces, se dirigio a ayudarlas y comenzo a doblarlas con cuidado, para no desparramar el polvo. Luego de muchas horas de trabajo, el sol yacia en el poniente. Fue en ese mismo momento cuando los lacayos subieron, con mucho esfuerzo, el imponente y majestuoso candelabro de cristal. Todos sabian que no habia otro ejemplar como ese en Londres: lord Chamberlain lo habia mandado a traer de Venecia el ano anterior para la presentacion en sociedad de su amada hija: que nadie dudara de que quien se llevara semejante perla se aseguraria tambien su cuantiosa dote. Asi, los dias pasaron y lord Chamberlain no defraudo con su promesa y llego a Londres; pero no llego solo, su hija Elizabeth lo acompanaba. Se aseguro de arribar a la hora de cena, para que las miradas de la chusma no pudieran descubrir cualquier rasgo de cansancio de el o de su hija, aunque esta, debido a su juventud, rara vez demostraba cualquier senal de agotamiento en su cuerpo y, mucho menos, en su espiritu. Descansaron toda la noche y, al siguiente dia, su padre se levanto temprano y espero a alguien para probar el primer bocado. Sin embargo, habia mandado a sus criados a llamar a su hija, con la advertencia de que pusieran especial esmero en su vestimenta y peinado, pues esperaban visitas. Fiel a su decoro y como buena hija obediente, momentos mas tarde, Elizabeth no se hizo esperar y se presento en el comedor, bajo la atenta y deslumbrada mirada de tres senores, uno de ellos, su padre, quienes abandonaron sus sillas ni bien vieron a la dama. --!Elizabeth, querida! --Su padre salio a recibirla con una alegria demasiado desbordante para su costumbre matinal. Elizabeth sintio una corazonada muy fuerte, pero prefirio callar y ver como se desencadenaban las cosas. --Padre... --saludo mientras hacia una reverencia, debido a la presencia de visitas en su casa.--Elizabeth, estos son el marques de Bloombery y su hijo, Robert. --Encantada --dijo con un leve asentimiento de cabeza, mientras espiaba por el rabillo del ojo al hombre mas joven. De pronto, Elizabeth se percibio insegura frente a esos extranos, se sintio torpe en su vestido y en sus maneras. Esa sensacion le era ajena, desconocida. Elizabeth era la joven mas segura de Londres. Su simpatia y belleza la tornaban inmediatamente popular por doquier. Sin embargo, Robert era el hombre mas apuesto que habia conocido hasta ahora. Empero, no lo habia visto en su baile de presentacion en sociedad. De eso estaba segura. Semejante ejemplar no hubiera pasado desapercibido para nadie... y menos para ella. --Querida, me gustaria que supieras que hemos mantenido diferentes conversaciones por varios meses... --interrumpio sus pensamientos su padre. --Perdon, padre --se excuso, perdida en sus cuitas. --Como te estabamos diciendo... --continuo Edward--, el marques de Bloombery y yo hemos determinado que una union entre nuestras familias seria una excelente oportunidad para afianzar ambas fortunas y, ademas, que obtuvieras al menos un titulo nobiliario, ya que, con la muerte de tu madre, poco hemos podido hacer. --Estoy mas que convencido de que Elizabeth es la mujer ideal para representar en sociedad a la perfeccion dos fortunas --dijo el marques, sin poder contener su alegria. Elizabeth miraba una vez mas, de reojo, a su prometido en silencio. Sabia cual era su lugar en este entuerto y que se esperaba de ella... o, mejor dicho, que no se esperaba. Asi que opto por lo primero: asentir y callar. Ya tendria tiempo para azotar a su padre con preguntas. O no tanto. Al menos, su progenitor habia tenido el decoro y la atencion de elegir a un candidato joven, rico, con titulo nobiliario y, ademas, apuesto. Seria una necia si le reclamara algo. Empero, algo la impulso a actuar en contra del recato, aunque en forma timida: --?Cuando les parece oportuno anunciar el compromiso? Los caballeros, al oir la pregunta, rieron de aprobacion mientras se miraban... Eran hombres y la fecha era solamente un tramite de algo que ya habian sellado entre caballeros. --?Cuando te parece apropiado? --pregunto Robert. Elizabeth se sonrojo y lo supo. Sus mejillas ardian... y sus otras partes tambien. Sin dejar de mirar el mantel de bordado primoroso, color blanco, pronuncio: --Creo que podriamos anunciar el compromiso con una fiesta... que sea la primera de la temporada, despues de Pascua, para que nadie se nos adelante,. --!Te dije que elegir a esta chica era beneficioso para nosotros! --exclamo el marques mirando a su hijo--. Te dije que... --Y con respecto al casamiento, hagamoslo justo antes de Glorious Twelfth [1] --continuo ella, sin percatarse de que acababa de interrumpir a su futuro suegro--. De esta manera, estaremos en boca de todos al comienzo y al final de la temporada. Su suegro espeto una carcajada mezclada con sorpresa; no parecio importarle que ella le hubiera quitado su derecho divino a hablar. --Con esta joven, nos aseguraremos de siempre estar bien representados ante la sociedad... --Y continuo--: Dios mio, Robert, desde la muerte de tu madre que no sentia la necesidad de tener a una criatura del sexo opuesto permanentemente a mi lado... Elizabeth rio de satisfaccion por lo bajo, pero oculto por completo su sorna. No necesitaba la aprobacion de ningun marques para saber que ella era muy buena en protocolo y ceremonial. Bueno, tal vez si fuera un duque, entonces, se hubiera sentido mas aliviada de saber que el legado materno y su ducado estaban bien representados. Aunque su titulo hubiera pasado, hacia muchos anos ya, de manos de su familia a un extrano que nada tenia que ver con ellos. --Edward, !tenemos mucho que hacer en America! --!Eso ni lo menciones! !No veo la hora de comenzar a hacer negocios prosperos con quien quiera comprar nuestros productos! --!Exactamente! --exclamo el marques--. Estaba pensando que... si quieres adelantarnos parte de la dote..., tenemos un navio que zarpa en exactamente una semana del puerto de Boston... Podriamos llenarlo de mercaderia. Inmediatamente, el marques se interrumpio, al darse cuenta de que Elizabeth estaba con ellos.--Por favor, adelante, hagan de cuenta que no estoy... --dijo la muchacha al sentirse un estorbo. --Robert, ?por que no recorren la casa un poco? --pregunto su padre. --Elizabeth, lleva a Robert al salon de tertulias y deleitalo con el clavicordio --acoto Edward. Sin pestanear, Elizabeth se puso de pie, mientras que, de forma automatica, los caballeros hacian lo mismo. Una vez en el salon de entretenimientos, Elizabeth se acerco al clavicordio y se dispuso a tocar los primeros acordes; sin embargo, su curiosidad pudo mas... Despues de todo, el caballero seria muy pronto su marido. --No lo habia visto anteriormente --comento con suavidad mientras tocaba los acordes de V'adoro pupille, de Handel. --Es verdad --reconocio, casi avergonzado, mirando al piso. Elizabeth seguia tocando la introduccion del aria y sabiendo que, muy pronto, tendria que cantar. Le pregunto, rompiendo el protocolo: --?Le ofende que le pregunte donde se encontraba? Robert rio y dijo: --En absoluto. Puedes preguntarme lo que quieras... y puedes tutearme tambien. Despues de todo, seremos marido y mujer muy pronto. Me encontraba en las Americas. Fue una pena haberme perdido tu baile de presentacion en sociedad. Mas me alegro el buen tino de tu padre al haberte preservado para el mejor candidato... --O sea, tu. --Rio con ganas Elizabeth, completando la frase. --O sea, yo --asintio el mientras se sonrojaba, sin darse cuenta. Dos dias despues del lunes de Pascua, desde distintos puntos de la ciudad donde los mas ricos vivian, aristocratas y acaudalados comerciantes --muchos de ellos, terratenientes--, se podia escuchar el trote de carruajes, que cesaba justo frente a la casona de Edward Chamberlain. La fiesta era un exito. El champan, el vino frances, los escargots, [2] tan en boga en Francia, ahora estarian a la moda en la alta sociedad londinense, pues Lizzie Chamberlain los habia servido en su fiesta. Elizabeth era una eximia bailarina y, junto a su prometido Robert, bailaba de una manera perfecta, como una gacela. Su padre conversaba con todos los aristocratas que podia. No siempre concurrian a sus fiestas. Pero ahora que el marques de Bloombery estaba involucrado, nadie se hubiera atrevido a rechazar el convite. Todo iba bien, bajo el escrutinio del senor Chamberlain, hasta que, de repente, quedo parado sin moverse, como petrificado, y con un gesto de cabeza ordeno a su mayordomo Antony seguirlo. Sin preambulos, ordeno: --Lleva a ese par de malnacidos que estan escondidos detras de la columna a mi despacho. Y cerciorate de que no se queden con las joyas de nadie. El sirviente vio a dos hombres que, a pesar de su esfuerzo por estar a la altura de la fiesta, a todas luces se notaba que no pertenecian a la clase que se encontraba bailando y disfrutando el agape. Uno era mas pequeno y otro le llevaba una cabeza en altura. A los pocos minutos, Edward hizo una entrada intempestiva en su escritorio. --?Como se atreven a entrar asi en este dia tan especial? El hombre de estatura menor, pero con apariencia mas malefica, giro su torso y esbozo la primera palabra: --Eddie, Eddie, Eddie --saludo con total parsimonia--. Estabamos preocupados por ti. Es que, desde que ese barco partio, no sabemos que le ha acaecido. --Por el barco no tienen que preocuparse --contesto con tono apurado--. De eso me ocupo yo mismo. Ahora salgan inmediatamente de mi casa. Cuando el barco llegue, los hare llamar para pagarles. Asi que... El hombre de mayor contextura no vacilo y lo tomo del cuello, dejandolo colgado en el aire. El pequeno se acerco y, desde abajo, comenzo a murmurar: --No me tomes por idiota. Podria estar en tu lugar, comprar un titulo nobiliario y que me besen el trasero, pero simplemente a mi, esta gente... no me cae bien. Asi que mi odio se calma prestando dinero a ti y a los tuyos, los de tu clase, y que no puedan devolverlo. Edward estaba ya blanco y sin poder respirar. --Sueltalo... --ordeno el hombre, mientras se dirigia a la salida. Se escucho el ruido de un peso muerto desplomado en el piso e, inmediatamente, arcadas en busca de bocanadas de aire. El pequeno malhechor se volvio y dijo: --Tienes dos meses... para pagarme. Como pudo, Edward se reincorporo y, por fin, balbuceo una mentira: --El barco no llegara hasta dentro de tres meses. --No me tomes por imbecil... Si el barco llega en dos o en tres meses, eso lo sabre antes que tu... Asi que preocupate por que llegue con mercancias que paguen mi prestamo. Dicho sea de paso, habia olvidado lo hermosas que pueden ser las fiestas cuando hay dinero contante y sonante, especialmente cuando es el mio... --Hizo una pausa, como pensativo--. Una pena que no halle placer en los agapes... --concluyo el malviviente antes de abrir la puerta e irse.

  • Mensaje equivocado de Antonio Arteaga

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    ATENCION: EL 100% DE LOS BENEFICIOS DE ESTE LIBRO SE ENTREGARA A LA ASOCIACION ESPANOLA CONTRA EL CANCER Eduardo, un oficinista cuarenton de vida monotona y aburrida, recibe por error un mensaje en su movil en el que se comenta un encuentro sexual con una mujer y se sugiere la idea de realizar un trio. No le da mayor importancia hasta que, al dia siguiente, descubre en el periodico que ese hombre ha sido asesinado de forma violenta la tarde anterior. En lugar de ponerlo en conocimiento de la policia decide incluir algo de emocion y aventura en su rutina diaria jugando a detectives y tratando de averiguar mas detalles por su cuenta. Pero lo que comienza como un juego se complica inesperadamente… Mensaje equivocado es un thriller para adultos sobre asesinatos en serie que tiene como trasfondo el mundo de las redes sociales, las webs de contactos y los ambientes liberales. Con una trama agil y tremendamente adictiva, incorpora elementos de novela de suspense, elevadas dosis de erotismo y un fino humor negro que dan a la historia un ritmo frenetico que desemboca en un final intenso y sorprendente.

  • Martyrium de Vicente Garrido, Nieves Abarca

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    Roma Via Giulia, iglesia de Santa Maria de la Oracion y de la Muerte, 1 de noviembre de 2011. Angelica Marforio paro un momento delante de la fuente cubierta de hiedra y sumergio su mano dentro del agua helada que manaba de la boca abierta del <>. Le fascinaba contemplar los ojos de porfido de aquel ser medieval que la miraba sin verla, eternamente congelado en su destino de aguador en la fuente de via Giulia. Angelica noto el frio del agua en la muneca y sintio un escalofrio. Luego se la paso por la frente. Estaba sofocada de andar tan rapido. Desde el convento de las Oblatas de Santa Francisca Romana hasta la iglesia eran veinte minutos andando a buen paso, y el calor habia conseguido sofocarla. El calor y los pesados habitos blancos de novicia a los que no era capaz de acostumbrarse. Un largo velo blanco tapaba sus largos cabellos rubios que aun no habia cortado la tijera. Lo haria cuando entrase en clausura, tres meses despues. Era dia de Todos los Santos. La tarde habia refrescado y amenazaba tormenta. El sol habia lucido esplendido durante casi toda la jornada, pero el cambiante otono romano lleno el cielo de nubes oscuras y espesas que lanzaban sus sombrias bendiciones sobre Angelica. Nada mas salir del convento lamento no haber cogido un paraguas. Pero ya era tarde para lamentaciones, propias de su vida anterior. Ahora cualquier contratiempo vano seria dedicado a fortalecer su alma, no a alimentar su ego. Angelica no pudo evitar pensar un fugaz instante en su hermano, el todopoderoso Alessandro. Hacia dos dias que se habia plantado delante del convento para exigir su <>. ?Que sabia el de vocaciones o del amor a Jesus? Alessandro solo pensaba en sus negocios y en amasar mas y mas dinero... Desde la muerte de su padre, el manejaba la fortuna familiar con mano de hierro, y nunca habia aprobado que su hermana pequena tuviese una ferrea vocacion de tomar los habitos. Ella ya tenia veintidos anos y habia vivido lo suficiente como para saber al fin que Dios la habia llamado. Habia dudado mucho los ultimos meses. Para ella reconocer su vocacion fue una especie de calvario, agravado por sentimientos que la confundian por completo. Aquellos sentimientos que tendrian que acabar el dia de Todos los Santos, sepultados en la cripta mas honda, y cementados con la argamasa mas dura. Camino unos metros embebida en sus cavilaciones. Cuando se dio cuenta, estaba ya delante de la puerta de la iglesia. Las calaveras aladas que guardaban la puerta la saludaron desde lo alto con sus vacios ojos y sus craneos laureados, amedrentandola, como hacian siempre que entraba en aquel lugar sombrio. Abrio la puerta, que chirrio levemente. Hasta que se acostumbro a la oscuridad, Angelica no pudo ver el recargado interior de la iglesia, envuelto en la penumbra. Solamente unas lamparas doradas y las velas encendidas iluminaban la crucifixion tras el altar. Entro con cautela, sus pasos apenas sonaron en el suelo de marmol. La iglesia estaba vacia. Camino hasta el centro, mirando a su alrededor. Habia quedado con alguien, pero no parecia haber llegado. Avanzo un poco mas, acercandose al altar mayor. Aquel lugar era muy hermoso, pero a la vez transmitia una sensacion dramatica, macabra. Bajo la nave, se hallaba una cripta que guardaba los huesos de los muertos anonimos encontrados en el rio Tiber, que discurria justo al lado. Angelica habia leido que en sus tiempos llego a albergar mas de ocho mil cadaveres, aunque la reforma hizo que la mayoria fuesen trasladados. Ella nunca habia querido bajar alli. Los esqueletos, las criptas y los memento mori que tanto abundaban en Roma le producian un miedo cerval. Aspiro el aroma a incienso con placer. Un rubicundo arcangel San Miguel la llamo desde su marco, dispuesto a encadenar al diablo entre llamas. Pudo reconocerlo como copia del Guido Reni de la iglesia de los Capuchinos. Sonrio levemente: sin duda San Miguel era todavia mas bello y terrible que el joven rubio de aquella pintura en la que el ser alado vencia al Maligno y lo sometia con cadenas, arrojandolo fuera del Cielo y de la gracia divina. Los repentinos acordes del organo atronaron la nave, la llenaron de notas poderosas y sobresaltaron a Angelica, que se llevo la mano a la boca. Reconocio la <> de Messiaen casi al momento y se calmo al recordar que el padre Bruno habia sido tambien organista de su iglesia en Genova, antes de que lo destinasen al Vaticano. Era el, entonces. Sintio todo el peso de la culpa sobre sus fragiles hombros mientras la imponente musica ascendia hacia los cielos en un crescendo infinito. Las notas cesaron de repente, sus ecos resonaron en las elegantes curvas de la iglesia con un deje monacal. Pronto escucho unos pasos en la sacristia. Se sento en el banco delantero, con el corazon encogido por la angustia y saco el rosario del amplio bolsillo. No sabia como iba a tomarse Bruno su inminente entrada en el convento. Durante la semana anterior habia conseguido evitarlo, pero habia llegado la hora de la verdad. La hora de decirle que habia tomado una decision inquebrantable, y que nada ni nadie en el mundo iba a poder convencerla de lo contrario. Bruno habia confiado en que Angelica se daria cuenta de que la vida monacal era demasiado dura para la hija de un magnate de la industria de la moda y el cuero italianos, pero a ella entrar en el convento le abrio los ojos de manera definitiva. Eso y la confesion a fondo que tuvo con un anciano cura lleno de sabiduria que la habia aconsejado en sus momentos de duda. El la habia ayudado a encontrar el camino, asi como a liberarse de sus terribles pecados, pecados mortales que ella habia considerado imperdonables y que ponia siempre como disculpa para llegar a la clausura. Pero ?como Jesus, en su infinita bondad, podia considerar el amor que le profesaba como un pecado mortal? * * * El padre Bruno Barberini salio de la sacristia y la vio, alli sentada, vestida de blanco. Su piel nivea, veneciana, sus ojos azules como cuentas de lapislazuli. Era como ser testigo de una aparicion, una santa iluminada por la gracia divina. El habito de novicia la convertia en una humilde Santa Ines, de belleza inexpugnable, y al presentir el futuro, noto como si un hierro al rojo calcinase su pecho. Se apoyo en la puerta unos instantes, para sobreponerse. Ella dejo el rosario sobre el regazo. Sonrio con pena, o eso le parecio a Bruno, y se levanto para ir a su encuentro. Miro el habito blanco con expresion de culpa. --Bruno... yo... El padre Bruno nego con la cabeza con una expresion indefinida. Luego le hizo un gesto y despues apuro hacia la salida, saco unas gruesas llaves de la sotana y cerro la puerta de la iglesia. El sonido de la llave retumbo en el eco de la boveda. Volvio rapidamente al banco en que ella estaba y la agarro con ambas manos. --Angelica, aun estas a tiempo de rectificar. Escuchame. Si entras en el convento no vamos a vernos mas. Nunca mas. ?No te das cuenta? ?No has escuchado todo lo que te he dicho durante estos meses? No hace falta que profeses para estar cerca de Dios. Tu naturaleza no va a permitirte estar mucho tiempo en clausura. Encerrada. Rodeada de mujeres amargadas, viejas, que no conocen nada del mundo, como tu... --Apreto con sus dedos, convertidos en tentaculos de hierro, la blanda carne de los brazos de Angelica, que intento desasirse en vano--. No sabes como es la vida en un convento de monjas, Angelica, te ciega la devocion estupida y desmesurada. Languideceras alli dentro como un gorrion abandonado... La fuerza de las manos del padre Bruno clavadas en ella la asustaron. Pero mas la asusto el brillo extrano e insondable de sus ojos negros. Lo miro con determinacion y empezo a musitar: --<>. --No vengas ahora con San Agustin, Angelica. --Bruno emitio un sonido de fastidio--. Sabes que te amo, no puedo vivir sin ti. Angelica empezo a llorar en silencio. Luego volvio a repasar las cuentas de su rosario. Lo miro con las pestanas humedecidas por las lagrimas. --He estado pensando mucho en lo nuestro, Bruno. No va a ninguna parte. Hemos renegado de nuestro Dios, Bruno. Hemos... Tu has renegado de tus votos, y yo de mi verdadero destino. No... No se como puedes atreverte a dar misa despues de lo que hemos hecho. Hemos sucumbido a una pasion carnal, y esto se ha de terminar, ?no te das cuenta? El padre Clemente dice que... El la solto. La taladro con los ojos inyectados en ira. --El padre Clemente. ?Quien es el padre Clemente? Te dije, te exigi que no dijeras nada a nadie... !Quedamos una y mil veces en que no dirias nada a nadie! --!No podia entrar en el convento sin confesion, Bruno! !Tuve que decirlo todo! ?No te das cuenta? !Ya no estas en disposicion de exigirme nada! !Estaba en pecado mortal! Tu estas en pecado mortal... !Lo peor es que no parece importarte! !Nada parece importarte, salvo tu lujuria! --!Tu me importas! !Eres lo mas importante del mundo! !Te amo con todo mi corazon, Angelica! ?Donde ha quedado todo lo que nos prometimos? ?No recuerdas aquel dia en el ponte Mivio? --El tono desesperado de Bruno era cada vez mas patente--. !Te jure amor eterno, tan eterno como el mismo cielo! Ella lo miro con reprobacion. --?Estas loco? Mirate. Eres despreciable, padre Bruno. Proclamando tu amor con la sotana puesta. ?Por que no renuncias a tu vocacion, a tus votos, por mi? ?Pretendes vivir todo el tiempo una mentira absurda? Claro... como ahora estas residiendo en el Vaticano y estas muy bien considerado... ?verdad? Solo piensas en trepar como una hiedra, Bruno. En trepar y en satisfacer ese deseo carnal que te puede... Angelica se detuvo. Sabia que habia ido demasiado lejos. Estaba siendo muy dura con el, cuyo unico pecado al fin y al cabo era amarla, un error al que ella contribuyo cuando dejo que la poseyera una noche calida del pasado verano. Pero sabia que no podia ceder, que su vida ya estaba trazada en el libro del Senor, y cuanto antes lo comprendiera Bruno, mas facil seria todo. Intento suavizar la conversacion, siguiendo tambien un instinto que la avisaba de que tuviera cuidado. --Escuchame, Bruno. Perdoname. Esto no lo he dicho de corazon. Yo no soy mejor que tu, solo que he decidido ser fiel a mis sentimientos y a mi destino. Debes comprenderlo y aceptarlo: nuestra relacion se ha terminado. De lo contrario, ?estarias dispuesto a vivir una doble vida, mancillando la comunion, mintiendo a tus superiores y a los feligreses, y al mismisimo Jesucrist...? Pero ese intento de apaciguamiento de la muchacha habia sido en vano. El primer golpe llego por sorpresa. Angelica se llevo la mano a la cara: su boca estaba sangrando profusamente y gruesas gotas cayeron sobre su habito, tinendolo de rojo. Y entonces, el espiritu de lucha de Angelica, su condicion de miembro de la familia Marforio que durante incontables generaciones habia regido villas y comercios, cargos publicos y voluntades, estallo en su pecho: --Eres un despreciable maltratador, Bruno. Nunca pense... --Angelica se levanto, la ira la estaba ahogando hasta el punto de hacerla tartamudear--. Abre la puerta, Bruno. No quiero estar junto a ti ni un segundo mas de mi vida. Abre la puerta ahora mismo, o cuando salga ire directamente a ver a tus amigos del Vaticano a contarle a todo el mundo que eres un cobarde que pega a las mujeres. Y tu sabes que a una Marforio la escucharan muy bien. Hundire tu carrera. Te mandaran a una oscura parroquia en algun pueblo perdido lejos de Roma... El padre Bruno se sintio invadido por algo brutal e inexplicable que subia por su pecho. Era como si todo su amor se estuviese convirtiendo primero en impotencia ante lo injusto, luego en colera, ante aquella encarnacion angelical que lo acusaba con su espada en llamas. Intento calmarse, clavandose las unas en las palmas de las manos. Sereno su voz. --Te abrire la puerta si me dices quien te confeso, Angelica. ?Quien? ?A quien le contaste lo nuestro? ?Quien es ese padre Clemente? Quiero saberlo. !Exijo saberlo! --No te voy a decir nada que no te incumba. Pero no te preocupes por tu futuro brillante. El padre Clemente respeta el secreto de confesion. !No como tu, que no sabes ni siquiera respetarte a ti mismo! Bruno no pudo mas. Agarro su velo blanco y se lo quito, dejando el rubio y largo cabello al descubierto. La sujeto con sana mientras tiraba del pelo y la cogia en volandas. Angelica grito, pero el le tapo la boca con la mano, ahogandola. Pronto acabo la desigual lucha, Angelica no era enemigo para el sacerdote. Su voz sono a los oidos de la novicia como habia imaginado de nina la voz del demonio. --Ahora te voy a ensenar algo, Angelica. Algo que no vas a olvidar nunca. * * * La condujo a la cripta en brazos, atravesando un largo pasillo pobremente iluminado, lleno de tumbas antiguas, de calaveras y femures, de humeros, de vertebras cubiertas de polvo y cera. Ella se quejaba, medio desmayada. Notaba su cuerpo languido, calido, entre sus brazos. Aspiro el aroma limpio de su largo cabello sedoso y rubio, que se enredaba en todas partes, como los tentaculos de un pulpo que intentara impedir su avance hacia las profundidades. Bajo las escaleras empinadas con cuidado. Dos esqueletos de marmol incrustados en la cal custodiaban la puerta, riendose de su martirio, ofreciendo el agua bendita y mostrandole la clepsidra con un gesto que al padre Bruno se le antojo burlon. Otro esqueleto alado, grabado en la pared, le enseno al pasar una leyenda: <>. Hoy yo, manana tu. Bruno dejo en el suelo ajedrezado de la cripta a su cautiva. Encendio las lamparas formadas de huesos humanos calcificados, blanquecinos. Luego, los enormes cirios que acompanaban la imponente cruz de calaveras sujeta al muro, que parecian reirse de el en la penumbra. Arranco el habito de Angelica con la fuerza que le otorgaba un deseo irrefrenable. Luego la desnudo por completo dejando el esplendido cuerpo aristocratico a su vista. Era la primera vez que la veia desnuda en su plenitud. La vez que la poseyo fue casi a hurtadillas, ella un poco embriagada y en el interior de un coche. Se sintio enloquecer. La arrastro por los cabellos hasta el altar. En la pared, una cruz llameante de luces presidia la escena, flanqueada por esqueletos y guadanas oxidadas. Ato sus cabellos al comulgatorio de piedra que separaba el altar del resto del osario. Luego empezo a recorrer el cuerpo inerte con sus labios y sus manos, apretando los senos con dulzura, lamiendo el vientre y el suave vello que se escondia entre sus piernas. Le beso los ojos cerrados, la boca con fuerza, abriendola para hacerse paso con la lengua. Luego, poseido por una pasion devastadora, la penetro, gritando y jadeando como un animal. * * * Los ojos azules de Angelica se abrieron por fin. Se dio cuenta de que estaba desnuda al notar el helado pavimento bajo su cuerpo. Noto un dolor insoportable en el vientre y entre las nalgas. Vio al padre Bruno arrodillado en el suelo, delante del altar, la cabeza gacha. Parecia rezar. Intento levantar la cabeza, pero su cabello estaba sujeto con fuerza a la piedra. Llevo las manos hacia atras y trato de liberarse, pero la voz amenazadora de su captor detuvo el gesto. --No te muevas, Angelica.

  • Recoge la luz del sol con las manos de Toyo Shibata

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    El sensacional exito llegado de Japon: 2 millones de ejemplares vendidos.

  • Sex Club del Demonio de Magela Gracia

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    Fue el primero en estampar su nombre en el contrato cuando dije que teniamos superpoblacion. Podria decirse que era del tipo de tio -o de demonio- que se dejaba la piel para ayudar a otros. pero no nos ibamos a enganar. Angel no era asi.
    – Tenemos que sacrificarnos por el bien comun, camaradas -les dije, en una de esas super reuniones que riete tu de las de las comunidades de vecinos-. El infierno se esta masificado y esto no hay alma torturada que lo resista.
    Y claro, ya que el lugar al que los mandaba era la Tierra. pues con sus pecadillos de nada, sus vicios tranquilos y su cero nivel de violencia -?estoy siendo muy sarcastico?- ?como iban a negarse?
    El eligio, precisamente, Madrid.
    Llego una noche de verano en la que todo el mundo regresaba a sus casas de vacaciones, o precisamente salian de alli rumbo al descanso prometido, con el consiguiente atasco de narices. “!Esto es un infierno!”, gritaba la gente, acompanando las palabras con pitidos de claxon.

  • Dejaria todo por ti de Alison Mingot

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  • La flor del azafran de Vanesa Puig

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    La memoria, el corazon y la razon. Que dificil es a veces vivir con los tres… A la primera le voy a pegar un tiro. Un tiro certero entre ceja y ceja mirandola a la cara mientras le arranco los recuerdos. Pienso utilizar instrumentacion quirurgica y extirparle cada uno de ellos de manera minuciosa y con tecnicas de cirujano. Me ensanare para que sepa que se siente. No habra misericordia. Estaremos solas ella y yo. No busco una muerte rapida ni limpia. Va a sufrir. Me suplicara clemencia y le recordare por que no la merece. Acude a mi mente sin cita, sin previo aviso. Se ensana con recuerdos que yo tanto me esmero en borrar o disfrazar con pocas verdades y muchas mentiras. Actua cual ladron, con nocturnidad y armada de alevosia. Se sirve de impunidad para robarme la calma y agredir contra la parte mas debil de mi… eso que llaman corazon. Yo opto por cuidarlo y evitarle mas sufrimientos, pocas veces le cuento mis cosas, porque se que se implica demasiado y nunca sale airoso. Desde que mi padre nos abandono a mi madre y a mi, decidi que de mis sentimientos se ocuparia la razon, bloqueandolos, ninguneandolos, obviandolos y siempre esquivando con maestria. Una maestria forjada a base de indiferencia y apatia que adquiri con los anos. No fue facil. Los principios fueron duros. Mi padre ni siquiera fumaba, no se fue a comprar tabaco. El salio decidido a olvidar los lamentos y reproches de mi madre, y para ello echo mano de una senora de pagares en la cama. No podia haberse ido con una de lejos o una que no supieramos de donde habia salido. No. El queria que todo quedara cerca de casa. Asi que la invito a abandonar su sueldo convenido en el club de carretera donde trabajaba. Ese lugar adornaba con luces de neon la unica via comarcal que nos unia con la autovia y por la que teniamos que pasar, si o si, si queriamos ir a casa de mis abuelos, al centro comercial, al cine o a cualquier otro sitio. Esa maldita carretera nos unia con el resto de la civilizacion y la atravesabamos casi a diario. Cada vez que pasabamos por ahi, se que mi madre hacia como quien ve llover desde su ventana: <>. Pero no paso. Mi padre se enamoro, o mas bien se obsesiono, con la idea de ser el unico que se quedara a dormir con aquella mujer. La que empezo su carrera en la esquina del bolso y llenaba sus bolsillos con billetes en una cama con precios de liquidacion por pronto cierre. La que no fue lluvia de la que pasaria. La mujer que negociaba con las virtudes de su cuerpo fue un tsunami que destrozo la poca alegria que alguna vez se habia atrevido a asomar por algun rincon de mi casa. Svetlana, ese era el nombre de la ola gigantesca que arraso con todo. Deslucia sobre sus amplios hombros una melena rubia y larga con extensiones que escandalizarian al mismisimo Sydney Guilaroff, el peluquero de la epoca dorada de Hollywood y amigo de las actrices que doraron aquel distrito de Los Angeles: Marilyn Monroe, Marlene Dietrich, Judy Garland, Greta Garbo, Bette Davis, Grace Kelly o Liz Taylor. Puedo dar y dare fe, de que este genio nunca le toco un pelo a la obsesion destenida de mi padre. Guilaroff murio en el ano 1997 y no sabria yo como rendirle tributo a quien hablo con las grandes. Esas si han sido grandes. Grandiosas. Bellezas sempiternas que han vencido a la muerte disfrazadas de eternidad omnipresente. Hoy rindo tributo a la dignidad que ofrece el silencio a gritos callados y me niego a dejar caer de mis ojos una sola lagrima. Por mucho que yo rabie de dolor, el amor de mi padre es de ella. Las mujeres como esa se han convertido en mi enemigo a abatir. Estas senoras, idolos de masas, siempre pasan varias veces por debajo de cualquier obra. Pasan una vez, pasan otra vez. Pasan y se dejan piropear con las palabras que vocean entre mondadientes y bocadillos de calamares en su tinta, los bautizados a si mismos, entre pilas de cemento y hormigon como los obreros del amor. Les gusta. Les gusta y se nota. Y son estas, las que se embuten en vestidos que las hacen parecer envasadas al vacio, las que se sienten hechas para que el mundo las disfrute y piensan que seria de egoistas no ensenar sus voluptuosas y poco discretas curvas. Entranable todo. Y luego no se permite la venta de alcohol a menores de dieciocho anos. Esta cortina de humo esta bien, pero tambien habria que legislar sobre los posibles traumas y secuelas que en la adolescencia pueden dejar semejantes estampas que nos brindan las maravillosas y pintorescas senoras envasadas al vacio. Mira en tu portal, seguro que tienes una. Soy Alicia. Alicia Maldonado Milan. MIS AMIGAS Alicia esta en el sofa de casa viendo un programa de television de esos que pagan a gente para que cuente sus cosas personales en modo desenfadado o de manera tragica, depende del dia y de la cotizacion en el IBEX-35. Hoy han llevado a una mujer que anos atras conquisto el Olimpo de los cielos todopoderosos de la mano de rancios gobernantes que disimulan sus grises y debilitados bigotes con tintes de farmacias sin parabenos. La entrevista es sutil y preciosa, la primera media hora la SGAE ha pedido los derechos de autor de la palabra coito y durante los veinte minutos siguientes, la productora de contenidos audiovisuales que respalda todo el show ha iniciado su salida a bolsa. Suena el timbre. Son Lucia y Maria. Las mejores amigas de Alicia desde el colegio. Hoy en dia siguen siendo companeras, no de pupitre, ahora de vida. Maria sale desde hace seis anos con Daniel. Daniel es un pesado. Enamorado de si mismo. Que mal gusto tiene el pobre. Le gusta la musica clasica y quedarse en casa escribiendo partituras que ni el mismo sabe interpretar, pero que amor se tiene… es tan egocentrico y vanidoso que siempre que me viene a la cabeza lo imagino mirandose en el espejo y repitiendo aquello de: << ?Es a mi, me hablas a mi>>? mientras pone caras y el pobre espejo las sufre. --!Dame un vaso de algo que me deshidrato viva! !Cuanto odio que vivas en un quinto sin ascensor! Si yo no se para que vengo a verte. !Malditos vecinos tuyos, racanos, tacanos…! ?Pero que os cuesta poner un ascensor y evitar muertes gratuitas? Cada vez que vengo a verte me quitas tres anos de vida -- exclama Maria, entre los ahogos propios de la falta de respiracion que provoca subir los cinco pisos valiendose solo de las extremidades inferiores, esas que nuestros antepasados usaban para andar y hoy ya solo sirven para estirarlas cinco minutos porque te fumas encima. Lucia, en cambio, esta como una rosa. Se le notan las horas que pasa en el gimnasio y su pasion por el deporte. Alicia y Maria creen que se esta viendo con alguien, pero ni confirma ni desmiente. Tampoco lo presenta pese a que ellas insisten de forma directa y cada vez son mas pesadas. Siendo el caso conocido de que pueden llegar a ser muy pesadas. Saben que hace poco quedo con un antiguo companero de clase, Jorge se llama. Pero hasta ahi llegan sus datos. Segun ella quedaron, pero no paso nada <> les dijo y eso es lo que mas les preocupa. Ellas, dada su falta de informacion miran el muro de Facebook de Jorge a todas horas para ver si pone algo, pero nada tampoco. Cuanto misterio y cuanta tonteria. Pues no hay manera. No suelta prenda. ?La soltaria cuando quedo con ese? Quien sabe… Ellas nos mantendran informados del estado de ambos por si hubiera algun cambio en el muro de alguno de los dos. Esta acepcion de muro, aunque frivola y banal, la prefiero como paradigma de lo que puede ser un muro para las nuevas generaciones. Que una parte de nuestro pasado solo sirva para aprender de sus errores y no volver a caer en los mismos. Que los unicos muros que se levanten sean los que se derriban con palabras.

  • Mi rancho sera tuyo de Erina Alcala

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    Un ano antes en el Hospital HCA Houston Healthecare de Texas... Se encontraba Michael Morris, de veintinueve anos, haciendose todo tipo de pruebas. Habia tardado en ir, por cabezota. Su capataz, Set, del rancho Morris en Olmos Park, a cuatro kilometros de San Antonio Texas, ya llevaba tiempo diciendole que tenia que ir al hospital o, al menos, al medico. Todo comenzo casi ocho meses antes con veintisiete anos. Se caia del caballo, tropezaba demasiado, se caia al suelo en pleno rancho y a veces no se sostenia. Pero el decia que seria cansancio. Lo cierto era que desde que su madre murio de cancer, se quedaron los dos hermanos solos con el padre. Su hermano mayor, dos anos mayor que el, Robert, habia tenido un ano despues de la muerte de su madre una gran bronca con su padre, porque este queria que se hiciera cargo del rancho con su hermano, y Robert dijo que no, que queria ir a la universidad antes para estudiar Derecho, tener una carrera universitaria como sus companeros de instituto, y asi poder llevar las cuentas y demas. Siempre habia querido tener un titulo universitario, era inteligente y solo serian cuatro anos, no haria master para no perder un ano mas, pero su padre, un gran trabajador y que era un tipo rudo, le dijo que no; Robert le comento que su hermano podia ocuparse esos anos mientras el volvia. Michael sabia llevar el rancho, y aunque tambien queria ir a la universidad, no dijo nada. Si dejaba a Robert, cuando este volviera pediria ir el, y le gustaba el rancho, aun asi, el padre se negaba. Por mas que los queria convencer de que los dos llevarian el rancho junto a el, no dio su brazo a torcer. --Si te vas, te iras sin un dolar, no voy a pagarte la universidad --decia el padre. La cosa casi llega a mayores, si no es porque medio el menor de los hermanos, Michael, que habia sido mas de su madre y aun sufria por no tenerla. Robert preparo una maleta con algo de ropa y se fue del rancho. --Cuidalo, es un testarudo --le decia Robert. --Hermano, no te vayas. --Tengo que irme, Michael, tu sabes llevar esto, volvere dentro de cuatro anos. --Por aqui no vengas, nada sera tuyo, manana voy al notario. Jamas vengas a mi rancho --dijo el padre--. Nada sera tuyo a partir de que salgas por esa puerta. Pero Robert salio y se fue. Ya habian pasado trece anos y Michael se quedo solo, porque el padre con rabia, se marcho a la manana siguiente a San Antonio a hacer un nuevo testamento, con tan mala fortuna de que tuvo un accidente antes de llegar y murio en el acto. Y Michael se quedo solo a los diecisiete anos en ese rancho, sin nadie, salvo Set, su capataz, que fue su padre, Nat, su mujer, su madre y los chicos que trabajaban en el rancho Morris. Fue un gran golpe porque apenas era un adolescente para hacerse cargo de ese rancho sin su hermano y este no contesto a las miles de llamadas que le hizo ni el ni Set. Y se dieron por vencidos. --Esperemos que Robert se entere y vuelva, Michael, no te preocupes. Pero el tiempo pasaba y no volvio. El se hizo con el rancho, que ya de por si era grande con mas de 10000 cabezas de ganado. Y trabajo siendo un adolescente; lo dio todo por ese rancho, perdiendo parte de su juventud, porque el tambien hubiese querido ir a la universidad. Y a veces se preguntaba donde estaria su hermano, lo echaba de menos, habian sido mas amigos que hermanos y Robert siempre lo cuidaba, pero ni una carta, ni ninguna llamada hizo al rancho jamas en esos anos. Y alli estaba ahora, sin casi movimientos en sus musculos y sin saber que le pasaba. Se quedo dos dias con Set en el hospital. Este daba instrucciones a los chicos por telefono y a su mujer Nat desde el hospital y les dijo que volverian al dia siguiente. Michael se habia dedicado al rancho descuidando un poco las casas y el barracon de los chicos y Set se lo decia. <>, decia siempre. Estaban sentados, Michael en una silla de ruedas y Set detras de el en la consulta del doctor; este llevaba todos los informes medicos. --Digame, doctor, ?que me pasa? --Lo siento, Michael, tienes una distrofia muscular rara que avanza a pasos agigantados. --?Es grave? --Me temo que si. --?Con veintinueve anos? --Lo siento, muchacho. --?Voy a morirme? --Tienes un ano por delante, poco mas, si te cuidas, haz lo que siempre has querido, pero si, te queda un ano de vida. No voy a mentirte. Te dare para el dolor medicinas, ahi las llevas, pero esta enfermedad no tiene aun solucion, los dolores se paliara al final con morfina, porque tus musculos van a estar rigidos cada vez mas y al final sera la circulacion, la que no podra hacer su funcion. Sera como si tu cuerpo te atrapara. --Un ano solo... --Si, ahora estas bien, en menos de ocho meses vendra lo peor. Lo siento. --?Tengo que venir? --No, no hace falta, el doctor de Olmos Park puede llevar tu caso, hablare con el para que te vaya recetando los medicamentos a medida que te vayan haciendo falta y le contare tu caso, te aconsejo que contrates a un quiromasajista para alargar la atrofia muscular. Si fuese a diario, mejor. Y le enseno fotos de la enfermedad. --Asi es como vas a verte, lo siento. Si, Michael, no voy a mentirte. No me gusta mentir a mis pacientes. No somos ninos ya. --!Joder! --Lo siento, muchacho. --Medicinas, morfina, y al final, cuidados paliativos. --Gracias, doctor. Set salio llorando y el sin poder creerlo. --Mi hermano, tengo que verlo, Set. --Intentaremos encontrarlo, Michael. --A mi padre no le dio tiempo de cambiar el testamento. --Buscaremos en dos meses a ver si damos con el. Y se fueron a casa. --Set, ?estas bien? --Si, llama a un contratista y a un investigador privado. --!Esta bien! --Y encargate del rancho. --Vale, pero deberias quitar esa sala de abajo y poner ahi tu dormitorio. --Eso pienso hacer. Y una lista de lo que me gustaria hacer antes de morir, entre ellas, casarme y tener un hijo. --?Como? --Que voy a tener un hijo. El doctor me dijo que me quedaba un ano de vida, pero alargaremos al menos para tenerlo. Prepara la maleta, nos vamos a Las Vegas. --Pero, Michael, ?estas loco? --Nos vamos, mientras hacen la obra. --?Que obra? --Todo lo que he dejado pasar estos anos, para mi mujer. --?Que mujer, Michael? ?Estas loco? --Voy a casarme en Las Vegas. Pero, haz lo que te digo. Al dia siguiente tenia al investigador privado alli. Le dio fotos antiguas y toda la documentacion necesaria para encontrar a su hermano. Le pago la mitad y este quedo en ir llamandole. Despues tuvo al constructor de San Antonio. Y le dijo que queria. --La casa, nueva, preciosa y moderna, lo mas moderno, con decoracion incluida, la casa de Set, los barracones de los muchachos y un repaso a todo. Los utiles, tractor y camionetas, los he comprado nuevos el ano anterior. Vallas blancas y altas y una nueva entrada preciosa, quiero un rancho bonito, tiene tres millones de dolares y esta Nat, que se ocupa de lo que sea. Lo quiero antes de dos meses todo. --Lo tendra. --Empiece por todo y cuando me vaya, la casa.

  • Tres cuentos magicos de Alejandro Jodorowsky

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    Tres cuentos que nos hablan de libertad y muerte, de represion y pureza, de espiritualidad y transformacion dirigidos al <> de cada lector.
    <>, historia de un nino que desea ser bombero, es mas la historia de un aprendizaje: la de aprender a ser uno mismo.
    La sabia dona Filovera hace comprender al joven que <>. Las ideas fijas del padre chocaran con la voluntad del nino, que tendra que enfrentarse a el y a los demas para poder alcanzar su objetivo.
    <> cuenta la relacion que -durante la dictadura del loco y perverso Horzatt- mantienen un hombre mayor y Loie, una nina que <> y que quiza vino del cielo.
    <> es una reflexion que narra la metamorfosis que realiza una mosca en ser humano, poniendo en evidencia la huida que las personas hacemos para no ser quienes en realidad somos, huyendo de nuestra propia espiritualidad.

  • La ultima casa en la montana de Xavier M. Sotelo

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  • Mas alla del mar de las Tinieblas de Antonio Alamo

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    Una apasionante novela que nos sumerge en la magica historia de la escritura.

  • Esposa oculta (eLit) de Carrie Weaver

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  • Ojos de gata de Erina Alcala

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    !Hola Fatima! ?Que pasa? --Le dijo su hermana Daniela mientras iba andando por la calle buscando su coche aparcado, a la salida del trabajo. --Acabo de salir del estudio, no he podido contestarte antes. Estaba con un cliente. Estamos haciendo un nuevo complejo de casas. --Tu siempre igual Daniela. No paras carino. --Tengo que ganarme el sueldo y pagar mis facturas, vivir en Carolina del Norte es barato, en comparacion con otros lugares, pero entre el apartamento y los gastos, se lleva casi la mitad del sueldo, bueno menos, la verdad. --Porque siempre has sido presumida. --Si, Almeria es mas barata. Tienes mas suerte. --No creas tienes una sobrina que pide por la boca sin parar --y Daniela se reia. --Consientela mujer, solo tienes una hija. !Ah! echo de menos las tapas y todo es mas barato alli sobre todo cuando sales a tomarte una cervecita. --Te hubieses quedado, aqui tambien se necesitan arquitectas. --Bueno, pero vi esa oportunidad y quise aprovecharla. No me arrepiento. Vivo bien aqui. --Pero vives sola hermana y lejos y hace tres anos que te fuiste y no vienes. --Lo se, ire estas vacaciones si puedo, pero no te quejes, Fatima, tu no estas sola, tienes a Rafa, tu marido y tu pequena Sofia, mi sobrina preferida. --No tienes otra. --Lo se, Bueno, ?Que tal? --Tengo que decirte que la tia abuela Celia ha muerto. --?En serio? --Si, hace un mes. --?Y no me has dicho nada, mujer? Asi no me contestaba. La llamo todos los meses, pero las dos ultimas veces que la he llamado este mes, pense que habia ido a algun sitio porque no recibia respuesta. Pobrecita. --No queria darte malas noticias, pero hoy he recibido carta del notario, estamos las dos citadas, la semana que viene. Tienes que venir. --Pero hermana, si la tia no tenia nada mas que su casa en la playa... --Pues no se que tenia, pero somos sus herederas y tienes que venir. --?Desde Charlotte?, ahora no puedo, hermana, tenemos mucho trabajo. --Solo sera una semana o diez dias, pidelos como anticipo de tus vacaciones. --No me dejara mi jefe. Es demasiado serio. Ya veras. --Pideselo y dile por que razon es. --Esta bien, lo intentare manana. Y trabajare para dejar esto al menos preparado. --Y no te busques hotel, te quedas en casa, que te conozco. Es nuestra casa de toda la vida --Vamos, es tuya Fatima, me compraste tu parte. --Nos seas boba. Te vienes y punto. --!Esta bien! Te llamo en cuanto tenga los billetes y te cuento cuando voy, ya veras que sera una tonteria. --Tu ven y asi nos vemos y descansas. Nos habra dejado la casa, como no tenia hijos... --Sera eso. Bueno, dale besos a Rafa y a mi sobrina, voy a coger el coche y me voy a casa. --Un besito, cuidate y me llamas en cuanto tengas el billete. --Lo hare. Te quiero. --Y yo a ti Daniela Alonso, tenia veintiocho anos y era arquitecta. Habia trabajado al terminar la carrera un par de anos en un estudio como arquitecta en practicas en Almeria, pero no ganaba nada y ya estaba harta de trabajar gratis para las empresas, y cuando su padre murio, tres anos y medio atras, se fue a Carolina del Norte con un contrato de trabajo. Habia visto trabajo en America y ella hubiese preferido la gran manzana, pero tuvo suerte en Carolina. Asi, que se mudo a Charlotte, la ciudad mas poblada de Carolina del Norte. Alquilo un apartamento y se compro un coche con el dinero que su hermana Fatima le dio por la casa de sus padres, donde habia vivido toda la vida y que le habia vendido su mitad al irse. Su madre murio cuando eran pequenas, pero su padre murio tres anos y medio atras, cuando ya Fatima estaba casada y tenia una hija de cinco anos. Como Daniela se fue a Carolina, le compro la parte de la casa familiar y se quedaron su marido y ella en la casa, la renovaron y dejaron el piso de alquiler que tenian. Para ello tuvieron que pedir un prestamo hipotecario, pero la casa quedo nueva. Y ella, alquilo un apartamento en Charlotte, mas menos centrico, a unos veinte minutos del centro, la zona Uptown, la zona centrica de negocios por excelencia. Ganaba un buen sueldo, pero era mas una ayudante que una arquitecta en si. Esperaria un ano mas para subir de categoria o se cambiaria de estudio. Estaba mas que preparada para llevar el trabajo complicado, es mas, lo llevaba mejor que el arquitecto y ganaba la mitad y hacia casi todo el trabajo. Daniela media uno sesenta y cinco, tenia los ojos de gata, como le decian desde pequena, no se sabian si eran azules o verdes. Un color raro, precioso, como su padre, el pelo por media espalda, se habia hecho unas mechas rubias y tenia un buen cuerpo y una sonrisa siempre para todo el mundo. Vivia muy bien, casi ahorraba mas de la mitad de su sueldo. Ganaba unos seis mil dolares porque le echaba muchas horas al trabajo, pero no tenia libertad pada disenar ella por su cuenta. Era una simple ayudante. Su hermana Fatima, era igual que ella, un poco mas alta, pero se parecian mucho incluso en el caracter. Era educadora social y trabajaba en un centro de Menores en Almeria. Su marido Rafa era policia local y estaban muy enamorados. Daniela estaba lejos, pero llamaba a su hermana todas las semanas. Y habian tenido mucho contacto con su tia abuela Celia, y ella sintio mucha pena, pero era ya demasiado mayor y estaba enferma del corazon, cuando ella se vino. Tambien la llamaba al menos una vez al mes. Ahora supo por que le extranaba que no contestara a sus ultimas llamadas. No tenian mas familia que ella. Su tia nunca se habia casado. Era hermana de su abuela por parte de padre y las habia querido mucho. Siempre, en todas las reuniones familiares estuvo su tia. Seguro que queria dejarles la casa. Otra cosa no sabia que tuviese. En fin haria todo lo que estuviera en su mano para ir la semana siguiente a Almeria. Llego cansada a casa con un maletin de trabajo, pero iba a ir a andar un rato y se daria una ducha y se pondria con ello hasta la cena. Su apartamento estaba en un complejo de apartamentos preciosos. El suyo era maravilloso y muy bien decorado. Ella mando pintarlo y amueblarlo al llegar. Tenia un dormitorio y un despacho, una cocina y un salon suficiente para ella. Un aseo con cuarto de lavado y en su dormitorio que era grande, dos vestidores y un bano con banera de patas y lavabo doble. Era feliz. Tenia un coche bonito, no demasiado caro y una plaza de garaje en el parking de los apartamentos. No necesitaba mas. Tenia ademas, mas de ochenta mil dolares en el banco. !Que mas queria a su edad, veintiocho anos! Brad Hill, era el unico nieto de James Hill, y era la unica familia que tenia, ese nieto y Brad a su abuelo materno. Tenia una empresa de ingenieria aeronautica importante en el centro de Charlotte, desde que el abuelo era joven. Y habian hecho entre ambos, un buen trabajo en la empresa, desde que Brad termino ingenieria en la Universidad y se unio a el en el conglomerado que el abuelo dirigia solo. HILL AERONAUTICS, Era una sucursal que trabajaba para un par de aerolineas importantes del pais. Fabricaban las piezas de los aviones, se reparaban, y todo el proceso hasta ponerlos en marcha. Tenian hangares a las afueras de Charlotte, con un aeropuerto propio. El terreno era inmenso, sin embargo la administracion, la llevaba ya Brad en el centro de Charlotte, en un edificio de cinco plantas y su subdirector estaba en los hangares donde estaban las piezas, los mecanicos, los verificadores, montadores y demas personal. Era una gran empresa aeronautica. Brad, era un hombre imponente y alto como su abuelo, era moreno de ojos grises, un presumido de cuidado y un vanidoso con las mujeres. Media uno ochenta y ocho y era guapo como el solo. Sin embargo, en el trabajo era impecable, duro y exigente. Para ir a la oficina vestia trajes impecables, y cuando iba a los hangares, se ponia ropa de sport o llevaba traje tambien, dependia de que fuese a hacer. Para ello tenia un vestidor en su despacho y poder cambiarse. Tenia una casa grande a las afueras de Charlotte, al lado de la del abuelo, para estar cerca de el, tres coches y cinco dormitorios. Una piscina y un gran jardin. Una verja en la entrada y piscina con cascada maravillosa. Era de estilo espanol. Tenia un jardinero una vez a la semana y una mujer para la limpieza y el resto de la casa y comida, todos los dias excepto el sabado y el domingo, que le apetecia estar solo en su casa. Salia a comer o pedia o se hacia algo sencillo. Su abuelo se habia retirado hacia unos anos del trabajo. Se habia jubilado dejando a Brad, la direccion de toda la empresa. Y ahora habia muerto hacia un mes. Y se encontraba, en la empresa con el notario y su abogado y los abogados de su abuelo en su despacho. --?Que no puedo ser dueno de la empresa si no me caso? --dijo Brad indignado. --Exacto, y por cinco anos minimo. --Dijeron los abogados de su abuelo. --Si no se casa en unos meses, dos para ser exactos, solo tendra una decima parte de la empresa, el resto de dividira entre los jefes del resto de los departamentos. --Pero eso no puede ser... --Puede ser, Brad --le dijo su abogado revisando el testamento. --La casa tambien sera suya, si se casa, de otra manera sera donada a una ONG para ninos sin hogar. --Pero... ?Como puede hacerme eso? Me fui a las afueras para estar tranquilo y a su lado, tengo mucho trabajo. No podria tener una cola de ninos chillando al lado. --Pues eso no es todo. El dinero que tenia, son cien millones que tambien van con la casa a la ONG. --!Maldita sea! --Tienes dos meses. No podemos hacer nada, era su ultima voluntad. --Pero eso no puede ser... No dejare que se pierda la empresa ni que se divida. Si tengo que casarme, me casare. Cuando los abogados salieron de su despacho, y el suyo tambien, se echo las manos a la cabeza dando vueltas por el despacho y maldiciendo la suerte que habia tenido. --?Pero que habia hecho su abuelo? Creia que bromeaba cuando se lo decia dia tras dia machaconamente que se casara, pero ahora comprobaba que no era una broma. Salia con algunas mujeres, pero ninguna podia meterla en su casa, salvo en una cama. --!Joder abuelo, la has hecho buena esta vez! el dinero y el de la casa vendrian muy bien como inversion de la empresa, el tenia su propio dinero, ganancias anuales, pero... !Joder! Al final Daniela consiguio permiso de diez dias para ir a Espana, pero estaria lo menos posible. Lo suficiente para tratar los temas del abogado y el notario y volver. El trabajo la esperaba y no queria perderlo. Se quedo en casa de su hermana y le llevo juguetes a su sobrina y regalos a su hermana y cunado.

  • La leyenda del lipizano de M. F. Masvil

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    De las cenizas de la guerra nacera una leyenda…

    La lipizana, una de las mas bellas y finas razas de caballos que existe en el mundo… Sus ejemplares son los favoritos de las principales escuelas ecuestres del planeta.
    Son animales muy agiles, dotados de movimientos graciles, mucha inteligencia y agudos sentidos.
    Desarrollan, con sus jinetes, fuertes lazos que solo pueden equipararse con el de los hermanos entre si…
    Estos caballos tienen, ademas, una particularidad que los hace unicos: nacen con su pelaje de color negro o muy oscuro y al crecer, se les vuelve blanco, el por que ocurre este cambio es todo un misterio.
    Toda raza tiene una historia y las mejores merecen su leyenda…
    He aqui un relato que se remonta a antes del principio y cuenta cual fue el origen de todo lo que hace a estos caballos tan especiales.
    Una historia de amor y sacrificio, donde el valor y la mas pura lealtad daran origen a una magica y conmovedora leyenda que sera, simplemente… inolvidable.

  • No necesito un vizconde (Cornwall 1) de Olympia Russell

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    Jeremy, Vizconde de los Arribes, tiene un encuentro inesperado con Gadea, su vecina de la infancia. Y tambien su amor no correspondido. Pero ahora el es un noble muy atractivo, deseado por todas las mujeres. Gadea ya no le atrae nada. Sigue siendo igual de cabezota y energica, pero es una joven insignificante y no tiene intencion de perder tiempo con ella, asi que se despide sin contemplaciones.

  • La amante del marques de A. R. Cid

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    Poco tenia que opinar al respeto, pero eso no importaba, no al hombre que tozudamente continuaba con su perorata. El marques tenia ganas de arrancarle la cabeza, aunque ambos sabian que no lo haria y, precisamente por eso, iba mas pendiente de lo que acontecia en las calles que recorrian. -- ?No tiene nada que decir? ?No comprende la situacion en la que se encuentra? - inquirio el baron Camoys, golpeando el techo del carruaje con su baston con fuerza. -- ?Ya hemos llegado? -- Debe tomar una decision - insistio el baron -. Amenaza con delatarlo si no lo hace. -- ?Paseamos? - le sugirio, al tiempo que abria la portezuela con rapidez y se lanzaba fuera. El frio no le importaba, no tras toda una vida soportandolo, en cambio, las nubes negras que se desplazaban sobre su cabeza ya no le hacian tanta gracia. Se llevo la mano instintivamente hasta la chistera, sabiendo que no serviria de mucho si el aguacero que se avecinaba era tan fuerte como podia oler en el ambiente. El baron Camoys toco su hombro, el marques ni siquiera se giro para mirarlo. No, sus ojos se habian detenido en un joven de hermosos ojos grises. Sus movimientos suaves, su forma de moverse, se acerco a el sin comprender el motivo. Se detuvo a unos metros, el marques llamo su atencion alzando la mano. Paso por alto el barro que cubria su piel, la ropa raida y los zapatos agujereados que dejaban pasar el frio y la humedad. Lo paso todo por alto, concentrandose solo en su tersa piel, en sus labios rojos y carnosos. No, a el no le gustaban los hombres y, o mucho se equivocaba o, bajo tan burdo disfraz, no se escondia un muchacho. -- Milord, ?desea una? - se atrevio a preguntar el "joven", estirando sus finos dedos, en los que una rosa rosa se mecia. -- ?Cuantas tiene? - pregunto el marques de Carisbrooke llegando hasta ella y torciendo la nariz. No era su olor el que lo llamaba, era lo que intuia bajo la superficie. El color de sus ojos invitaba a perderse en ellos, su forma de morderse el labio era mucho mas sensual que los estudiados movimientos de las amantes que habia tomado los ultimos anos. -- Doce, milord - replico el "joven" bajando la cabeza, encogiendose ante el escrutinio. Maximilian se acerco y rozo la mano de la pordiosera que queria aparentar lo que no era. El marques quiso descubrir lo que ocultaba, jugar con la ratoncita que fruncio el morro. Todo tenia un precio y sobre todo cuando no se tenia nada. -- Deberiamos regresar. Debe tomar una decision para que podamos actuar. - El baron se detuvo al comprender que ni siquiera lo escuchaba. No, el marques estaba perdido en la "interesante" conversacion que mantenia con uno de los muchos vagabundos que alli se congregaban para poder ganar unas cuantas monedas. -- ?Las traeria a mi casa? - pregunto con voz ronca el marques, dejando que sus cuerdas vocales extendieran las silabas mientras se imaginaba desnudandola, observandola al limpiar su cuerpo e impregnarlo con el sutil aroma de las rosas. Era imposible que bajo tanta mugre no se escondiese una beldad, solo una autentica beldad podria ser hermosa incluso cuando trataba de evitarlo. -- Milord, no seria conveniente. Yo... no debo alejarme tanto - replico la joven mirandose los pies, sintiendo que mancharia el hogar del hombre que, plantado ante ella, no se daba por vencido. Tambien temia sus intenciones, no lo reconoceria. -- Podria ofrecerle una buena recompensa por el camino. No me haga perder el tiempo, ambos sabemos que precisa cuanto pueda obtener de mi y yo estaria mas que contento de darselo. - Alzo las cejas y fijo sus ojos azules en los diminutos, casi imperceptibles, bultos que su holgada y sucia camisa trataba de ocultar. ?Por que la joven que tenia ante el habia logrado detener su caminata? ?Que tenia el gris de sus iris que era capaz de hacer que olvidase las palabras que tenia en la punta de la lengua? Quiso vestirla de sedas, cubrir su esbelto cuello con joyas y observarla sonreir, no preciso mas que una acuosa mirada de unos ojos que parecian suplicar por atencion, consuelo y carino. -- Si asi lo quiere... - susurro la joven Noemille, Noemille sin mas. No tuvo que decirle el precio, pues eso habria sido de mal gusto cuando solo tenia que observar el abrigo del marques, su chistera, la cadena dorada del reloj de bolsillo que acababa en su pantalon. Max habria querido acercarse, rozar la palida piel de la joven, provocar, quizas, que se sonrojase, pero estaban en medio de una autentica multitud y no era el lugar, no cuando preparaba planes de boda. Bufo ante la idea de contraer matrimonio con una dama aburrida que nunca podria calentarlo por dentro, que no conseguiria que sus entranas ardieran y desease atarla al lecho. No, la damita era un mal necesario que no lograria evitar que buscase lo que necesitaba, que no tendria de el mas que su titulo, ni siquiera un heredero le regalaria. -- Venga antes de cenar, es cuando mas benevolo soy - gruno, acercandose a Noemille hasta que sus pechos se rozaron. Ella no logro retroceder, sus piernas no le respondieron. El poder que el transmitia la ato, impidiendole reaccionar. No tomo todas las rosas, solo una. La recogio y arrastro con pereza desde la mano femenina, se la llevo a la nariz sin dejar de observarla, memorizando cada uno de sus gestos. -- Huele a belleza, a la pureza mas absoluta - dejo caer el marques con la indiferencia de quien esta acostumbrado a que sus palabras sean tomadas como la ley mas absoluta. -- Gracias milord. - Y acaricio las rosas que quedaban en sus manos, soltando una sonrisa sonadora que la hizo volar lejos y no paso desapercibida a ninguno de los dos. -- No me referia a las rosas. -- ?Y a que se refe...? - Noemille no pudo terminar, no cuando el marques se inclino y anadio sobre su oido: -- Se lo dire a la noche, se lo prometo. - El calido aliento del marques rozo su oreja, su cuello, convirtio sus palabras en una caricia maliciosa que sabia como hacer temblar a una joven inexperta, que sabia crear imagenes en la mente de quien nunca habia hecho el amor. Noemille lo vio marchar con las piernas debiles y la mente embotada, boqueo al comprender que ya no tenia mas que hacer en todo el dia, no cuando ya no le quedaban flores que vender. Se habria alegrado si las horas muertas no fueran el escenario perfecto para que se recrease en el hambre que carcomia sus entranas. La joven tardo mas de media hora en irse, el marques ya estaba muy lejos entonces. Llevo la mano al pantalon y apreto la unica moneda que le quedaba con una sonrisa triste, mientras se colocaba la mascara que siempre portaba cuando regresaba al unico hogar que conocia. -- Hermanito, he llegado. Hoy he tenido suerte, hoy cenaremos como reyes, pero por ahora has de conformarte - solto la joven del tiron, mientras llegaba hasta un nino de tres anos que temblaba sobre un monton de paja diseminada por el suelo. Era dos cucarachas que se escondian en las grietas de una ciudad que no tenia corazon con quienes no contaban con quien los defendiera. Lo recogio en su regazo, lo acuno con la pena de no poder darle mas, no tener mas que ofrecer. El era su vida, lo unico que tenia para no dejarse morir, caer ante cualquier carruaje y permitir que las ruedas la aplastasen. -- ?Por que callas? ?Estas triste? - Su vocecilla tremula, acompanada con un fuerte ataque de tos, consiguio que las lagrimas pendieran de las pestanas femeninas y no tuviera otra opcion que negar con la cabeza -. Deberias dejarme, las mujeres lo dicen. -- ?Por que habria de hacer eso? - consiguio preguntar ella. -- Morire... - jadeo el diminuto y escualido Marcus, sonriendo sin ganas. -- No lo haras. Te lo prometo.

  • El largo camino a casa de Alan Hlad

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    En septiembre de 1940, mientras las bombas alemanas caen sobre Gran Bretana, la joven Susan y su abuelo Bertie hallan consuelo criando y entrenando palomas mensajeras que el Ejercito usara para transmitir informacion sobre los movimientos de los nazis en la Francia ocupada.

  • El secreto de Xein (Guardianes de la Ciudadela 2) de Laura Gallego

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  • La mano que te da de comer de A. J. Rich

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    La conferencia habia tratado sobre victimologia. ?Hay en el cerebro del maltratador una anomalia simbiotica que exista tambien en la conformacion emocional de la victima? El profesor habia usado como modelo el sindrome de la mujer maltratada, senalando que este no aparece en el DSM-5, el Manual diagnostico y estadistico de los trastornos mentales, pero si en los codigos penales. ?Por que? Yo creia tener la respuesta. Habia sido una manana electrizante. No veia la hora de llegar a casa y seguir con mi investigacion. Como me sentia un poco culpable por querer tener el apartamento otra vez para mi sola, pase por Fortunato Brothers y compre una bolsa de galletas de pinones para Bennett. Mi apartamento estaba en el ultimo piso de un edificio entre medianeras de Williamsburg, Brooklyn, uno de esos con fachada de listones. No convivia con hipsters, sino con el vecindario de toda la vida; italianas que se pasaban el dia barriendo la acera y jubilados chistosos que jugaban al ajedrez en Fortunato. A una manzana habia una tienda de lapidas donde ademas vendian pan. Bennett la llamaba Pan-Teon. Se rumoreaba que el dueno habia trabajado para una de las grandes familias de la mafia. El personal, de ochenta anos para arriba, sacaba sus sillas de plastico a la calle y se dedicaba a fumar puros. El camion de los helados ponia la musica de El padrino. <>. A mi puerta se llegaba por una espiral de sesenta y ocho peldanos. Atravese una mezcolanza etnica de olores: ajo rehogado en el primer rellano, col hervida en el segundo, chorizo frito a continuacion…, y por ultimo mi piso, donde yo nunca cocinaba nada. La puerta estaba abierta. Bennett debia de haber salido sin acordarse de sacudir un poco el pomo roto, como le habia dicho que hiciera. Podrian haberse escapado los perros. Tenia tres: Cloud, una gran pirineo a la que llamaba Gran Lienzo en Blanco, y Chester y George, dos pitbulls cruzados, patosos y dependientes, a los que habia tomado en adopcion. Los perros eran el unico motivo de discordia entre Bennett y yo. El no queria que yo tratara de rescatar a cuanto chucho callejero se cruzara en mi camino a expensas de mi trabajo, aunque yo sospechaba que lo que en realidad no soportaba era encontrar pelos de perro en sus jerseys. Bennett siempre tenia frio, incluso en verano. Segun el, sufria el sindrome de Raynaud, un estrechamiento de las venas en las extremidades que hace que se enfrien manos y pies. Le daba miedo la forma avanzada en la que se pueden atrofiar los dedos de unas y otros. Ahora bien, sus manos nunca estaban frias cuando tocaban mi piel… En cambio, yo siempre tenia calor. En primavera me ponia sandalias antes que nadie, nunca llevaba bufanda y jamas me resfriaba por culpa del aire acondicionado. Y no era porque fuera robusta, ni mucho menos. Empuje la puerta con el hombro, contrarrestando el delirio de colas agitadas que me recibia al otro lado, y me fije en que habia petalos de rosa en el recibidor. ?Seria cosa de Bennett? Parecia demasiado cursi, impropio de el. A los hombres que se acuerdan de todo lo que dices no les hace falta recurrir a topicos. Nadie me habia visto y entendido nunca como lo hacia Bennett. Era algo mas que simple atencion: sabia incluso antes que yo lo que querria, tanto en las cartas de los restaurantes como en una pantalla o en un disco. Conocimiento que, por descontado, se extendia a la cama. Cuando me agache para recoger algunos petalos, repare en que eran huellas de patas. Asi que no se trataba de un detalle romantico manido. Lo que se presentaba ahora como un patron floral abstracto en el suelo de madera noble conducia al dormitorio. ?Habrian reventado la bolsa de basura Chester y George? Sobras de salsa putanesca arrastradas a lo largo y ancho del apartamento por los perros: otro topico que me resistia a aceptar. Esos perros adoptados eran unos caballeros, por mucho que irritasen a Bennett los huesos a medio roer que dejaban tirados por la casa. Ir tropezando a todas horas con ellos, y pisando juguetes de esos que hacen ruido cuando uno los aprieta, era otra de las razones por las que me pedia que buscase un hogar definitivo para los perros, o que los devolviera al centro de acogida de animales de East Harlem de donde los habia rescatado. El donativo que habia aportado a una organizacion de rescate de animales de la zona debia de haberme incorporado a una lista masiva de correo electronico, porque desde entonces recibia casi a diario fotos y perfiles de perros a los que, sin mi intervencion, apenas les quedarian unas horas de vida. A los pitbulls, Chester y George, los habian tenido en el corredor de la muerte para practicarles la eutanasia. En la foto salian apoyados el uno en el otro, saludando ambos con la patita en alto. Eso superaba mis fuerzas. Cuando fui a la perrera, vi que en sus tarjetas se leia <>. Uno de los empleados me explico que eso significaba el mejor caracter posible. Jamas habian dado a los demas otra cosa que amor, y eso era lo que querian a cambio: amor. Rellene los formularios y pague por duplicado la tarifa de adopcion, pensando que solo los acogeria por un tiempo. Al dia siguiente fui a buscarlos en compania de Cloud en un vehiculo de una empresa de coches compartidos. Bennett no soportaba el caos constante de tres perros grandes metidos en un apartamento pequeno, y es posible que tuviera razon: eran el centro de mi vida. ?Me hacia cargo de ellos por algun tipo de altruismo patologico? Esa era justamente la base de mi investigacion: un test para identificar a las victimas cuyo interes e hiperempatia fueran tan extremos que llegaran a atraer a los depredadores. Bennett necesitaba orden para funcionar, mientras que yo necesitaba tenerlo todo patas arriba; un desorden demencial, pero hogareno. El, siempre que venia de Montreal, dejaba bien colgadas sus camisas Oxford y sus chinos. En cambio, yo solia dejar arrugados encima de la cama mis leggings, mi chaleco de cuero vegano y mis capas y capas de tops. Bennett sacaba los platos del lavavajillas que habia cargado y encendido el mismo. Yo, por el contrario, dejaba los cacharros sucios en el fregadero. Lo mas dificil para mi era que Bennett se opusiera a que los perros durmiesen con nosotros en la cama. No le gustaban los perros, y ellos lo percibian. Siempre lo hacen. Obedecian, pero Bennett daba las ordenes con una dureza innecesaria. Ya se lo habia dicho mas de una vez. ?Como nos las arreglariamos para convivir todos juntos? La primera en llegar fue Cloud, que se valio de su tamano de oso para ganarles a los chicos la partida de la fuerza. No solo no me saludo con la efusividad de siempre, apoyando sus enormes patas sobre mis hombros, sino que la vi nerviosa, asustada. Daba vueltas alrededor de mis pies con las orejas pegadas a la cabeza. Tenia todo un lado del cuerpo manchado, como si se hubiera apoyado en una pared recien pintada. Pero yo no habia pintado. Y jamas habria elegido el color rojo. De rodillas, aparte su pelo mojado para ver si tenia heridas punzantes en la piel, pero no vi ninguna. Ademas, el color no atravesaba del todo su pelaje. Pedi perdon a Chester y George por mis sospechas infundadas. Suerte que ya estaba de rodillas, porque podria haberme caido con el primer ataque de vertigo. Examine a los pitbulls en busca del origen de la sangre. Mi corazon latia muy deprisa. Sufri otro ataque de vertigo. Tampoco encontre heridas en ninguno de los dos. Baje la cabeza para no desmayarme. -?Bennett? -dije en voz alta. Aparte a Chester, que me lamia la sangre de las manos. Vi que mi sofa nuevo (regalo de Steven, mi hermano mayor, por haber dejado atras la veintena y alcanzado la edad adulta) estaba manchado. Intente reunir a los perros, pero ellos no paraban de dar vueltas a mi alrededor, lo que dificultaba mi llegada al dormitorio. Mi apartamento era alargado, con un pasillo al que daban todas las habitaciones. Se habria podido disparar una bala sin que esta chocase con ninguna pared. Desde donde me encontraba, en la sala de estar, veia la mitad inferior de la cama. Y la pierna de Bennett. -?Que les ha pasado a los perros? -pregunte. A medida que avanzaba por el pasillo, las manchas rojas se alargaban. Bennett estaba boca abajo en el suelo del dormitorio, con una pierna encima de la cama. De repente vi que las dos partes no estaban conectadas. Lo primero que se me ocurrio fue salvarlo de que se ahogara con su propia sangre, pero una vez de rodillas vi que no estaba boca abajo, sino mirando hacia arriba. Bueno, mirando no, porque ya no tenia ojos. Por un momento, contra toda logica, me aferre a la esperanza de que no fuera Bennett. Tal vez alguien habia entrado a la fuerza y los perros lo habian atacado. A pesar de la conmocion, tenia los conocimientos necesarios como para saber que el asesino no era humano. Las salpicaduras de sangre carecian de cualquier componente emocional. Mi experiencia forense bastaba para comprender lo que veia. El analisis de las manchas de sangre ofrece una sorprendente exactitud. Indica el tipo de lesion, el orden en que se recibieron las heridas y si la victima se movia o estaba quieta en el momento en que se las infligieron. En aquel caso, las lesiones eran heridas punzantes y desgarros. Las manos de Bennett estaban desolladas, lo que significaba que al intentar resistirse le habian arrancado la piel. Le habian arrancado la pierna derecha a la altura de la rodilla. El <> habian sido uno o varios animales. Las heridas presentaban un perfil irregular, no lineal como las producidas por arma blanca. Faltaban trozos enteros de carne. Las manchas de sangre indicaban que habia sido arrastrado por el suelo del dormitorio. El pie y la pantorrilla derechos debian de haber sido llevados a la cama despues del ataque. Por todo el cabezal, y en la pared trasera, habia salpicaduras de sangre arterial, probablemente de la carotida. Oi a mis espaldas el jadeo de los perros, que esperaban alguna indicacion sobre lo que ibamos a hacer. Trate de mitigar su miedo. Adoptando el tono mas calmado del que fui capaz, les dije que no se movieran. Hice que se echaran. Luego note que del olor a sangre se iba diferenciando otro que parecia emanar de mi. Me levante despacio y rodee a los perros a camara lenta. Cloud se levanto, y, si no le hubiera ordenado quedarse echada, me habria seguido. Chester y George me dedicaban toda su atencion, aunque no se movieron mientras yo seguia andando hacia el cuarto de bano. Por fin llegue, cerre con un portazo y me apoye con todo mi peso en la puerta, por si los perros se lanzaban en mi persecucion. Oi ganidos al otro lado. Aun no estaba en estado de shock. Pronto lo estaria. Seguia en el estado inferior de llorar de gratitud por haber sobrevivido. Lo curioso es que sentia vertigo, como el que experimentaria de haber ganado un gran premio. Y lo habia ganado: mi vida. La borrachera, sin embargo, duro apenas unos segundos. Saliendo del extrano trance, comprendi que tenia que pedir una ambulancia. Bennett no podia estar vivo, pero ?y si me equivocaba? ?Y si estaba sufriendo? Mi movil estaba en el bolso, que habia dejado en la repisa junto a las llaves. Oi un ruido de papel desgarrado y me acorde de la bolsa de galletas. Seguro que se habian caido y las habian encontrado los perros. Abri la puerta lentamente y fui a buscar el bolso sin entrar en el dormitorio. ?Cuanto tardarian en zamparse las galletas? Dominada por la adrenalina, contuve el impulso de correr para ponerme a salvo. En lugar de eso, aferre el bolso sin apartar la vista de los perros. Finalmente, volvi al cuarto de bano y me encerre echando el pestillo. Luego me meti en la banera vacia, como si la antigua banera de hierro con patas pudiera protegerme, y marque el numero de emergencias. Tuve que hacerlo dos veces. Cuando me preguntaron por que urgencia llamaba, no fui capaz de contestar. Ni siquiera podia gritar. -?Corre usted peligro en este momento? -Era una voz de mujer, me parecio que de cierta edad. Asenti con la cabeza como una loca. -Interpreto su silencio afirmativamente. ?Puede decirme donde esta? -En el cuarto de bano. A continuacion di mi direccion en voz baja. -Ahora mismo va para alla la Policia. No cuelgue. ?Hay algun intruso dentro de la casa? Oia a los perros al otro lado de la puerta del cuarto de bano. Los ganidos de antes eran ahora mas fuertes. Lloriqueaban, golpeando la puerta con las patas para que les dejara entrar. No conteste. -Si hay un intruso en su casa, de un solo golpe con el dedo en el auricular. Golpee el auricular tres veces. -?Algun arma? De un golpe. Di uno. -?Mas de un arma? Otro golpe. -?Armas de fuego? Sacudi la cabeza y deje el telefono en la banera vacia. La telefonista seguia hablando, pero lejos. Sacudir la cabeza (no, no, no) me habia reconfortado, como si me columpiasen. Cuando se empezo a oir la sirena, uno de los perros aullo. Cloud. Siempre me habia hecho reir su participacion en la version urbana de la manada de lobos, como si aquella perra tan mimada, cuyos dientes cepillaba yo cada semana, tuviera aun algun vestigio de animal en su interior. En esta ocasion, su aullido me erizo la piel. -Ya ha llegado la patrulla -dijo la vocecita que salia del telefono al fondo de la banera-. Si los agresores aun estan dentro, de un golpe. Los pasos que se acercaban hicieron ladrar a los perros, como lo hizo la mano que probo si la puerta estaba cerrada con llave. -!Policia! !Abran! Intente decir algo en voz alta, pero apenas me salio un gemido infinitesimal, mas debil que la voz que seguia preguntandome si los agresores permanecian dentro de la casa. Por unica respuesta, los policias no oyeron otra cosa que ladridos. -!Policia! !Abran la puerta! Mas ladridos. -!Llamad a Control de Animales! -oi que gritaba uno de los agentes. El siguiente ruido fue el de echar la puerta abajo, seguido por un unico disparo ensordecedor. El gemido que siguio contenia toda la congoja de un llanto humano. Los otros perros dejaron de ladrar. -Asi me gusta. Bien, perritos -dijo uno de los policias. -Creo que este esta muerto. Los pasos se acercaron con cautela. -Dios mio… Mierda -dijo el otro. Oi una arcada. De golpe se abrio la puerta del cuarto de bano, y un policia joven me encontro encogida en la banera sin agua. El agente se puso en cuclillas a mi lado. Note el olor agrio de su aliento, causado por la arcada. -?Esta herida? Yo tenia las piernas encogidas, la cara contra las rodillas, y me tapaba la cabeza con las manos. -Enseguida llegara una ambulancia. Perdone…, tenemos que ver si sangra por alguna parte. El policia me puso una mano en la espalda con suavidad. Grite. -Tranquila, tranquila -dijo el-. Nadie va a hacerle nada. Permaneci en la misma postura, la que adoptaban los alumnos en los simulacros escolares de explosion nuclear. Mas tarde me entere de que uno de los sintomas del trastorno por estres agudo es una rigida inmovilidad. -Ya estan aqui los de Control de Animales -dijo el otro policia. La ambulancia debio de llegar al mismo tiempo, porque un sanitario me tomo el pulso mientras una mujer buscaba heridas en mi cuerpo. Me quede encogida en la banera. -No creo que la sangre sea suya, pero no veo el abdomen - dijo ella-. Voy a ponerle una via. Ahora notaras un pinchazo, carino. Me clavaron una aguja de hacer punto en la mano izquierda. Grite tanto que los perros se pusieron a ladrar otra vez, aunque ahora solo eran dos. -Te vamos a dar algo que te ayudara a relajarte. Asi podremos comprobar si tienes alguna herida. Un calor negro empezo a extenderse por mi brazo, como si me hubieran puesto un guante caliente en la mano. A partir de cierto momento, la oscuridad se hizo tan grande que pude introducirme en ella. Una clemente bolsa negra en la que desaparecer. -Tenemos que hacerle algunas preguntas. ?Puede hablar? -quiso saber uno de los policias. -Esta en estado de shock. -?Se llama usted Morgan Prager? Intente decir que si con la cabeza, pero la bolsa negra me oprimia demasiado. -?Puede decirnos quien estaba con usted en el apartamento? No hemos podido encontrar ninguna identificacion del difunto. -?Nos oye? -pregunto el otro policia.

  • Otro amor para Julie (Bilogia Julie 1) de Carlota Manzano

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    Julie es una asesora laboral que vive felizmente, o al menos eso cree, en su duplex de Manhattan, que comparte con su pareja, un prestigioso abogado neoyorkino llamado Frank.

  • Esposa de resaca (Los peligros del amor 1) de Peter Albert

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    Siempre es agradable despertar junto a una bella mujer. ?Siempre? No, no lo es cuando dice ser tu esposa, no habla tu idioma y no estas en tu pais. Y no, no estoy en Las Vegas. Estoy en Turquia, junto a una bailarina llamada Havva. ?Tendra que venirse conmigo? ?A mi casa? ?Y luego que? ?Es solamente una bailarina…?

  • Pretende Que Eres Mia de Hailey Smoke

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    Siempre pense que era una persona llena de vidrio. Mis amigos a menudo se burlaban de mi que incluso diria que un vaso vacio podria volver a estar lleno. La vida parecia mucho mejor si intentabas mirar el lado bueno. Tuve problemas para sentirme de esa manera al hacer clic en el boton del ascensor unas treinta veces como lo era para una maquina grua y sabia que estaria agarrando ese osito de peluche. Desearia que lo que me esperaba en el ultimo piso fuera a ser igual de emocionante. No, tuve que llegar tarde con todo mi negocio en juego. La maquina iba a temblar, y yo iba a perder mi premio. Las puertas finalmente se deslizo abierto, basicamente salte en el interior, y slammed mi palma en el boton para el piso superior. Revise mi lapiz labial de pomelo en el reflejo del techo de metal, agrietando mi cuello para atrapar cualquier mancha. Mis piernas empezaron a tambalearse a medida que el ascensor subia. Gracias a Dios que nadie mas parecia estar saliendo y adelante para que pudiera entrar en panico en paz. Alise mi falda de lapiz azul marino, revise los botones de nuevo en mi boton de color amarillo palido hacia arriba, y enrolle mi blazer azul marino de gran tamano a mis codos. Me veia presentable y de tendencia, pero ?eso me salvaria? ?Que diablos le iba a decir al senor Hirano? Llege tarde por la razon mas estupida posible, y tenia la sensacion de que el tipo de compania que habia existido mientras Hirano Enterprises no veia el vaso medio lleno. Los veian como transacciones para rechazar o aceptar. El viaje en ascensor fue demasiado rapido. Me escabulli tan pronto como las puertas se abrieron lo suficiente, y me dirigi a la sala de juntas de la que me hablo la recepcionista. Abri las puertas y en lugar de un comite vi a un hombre sentado a la cabeza de la mesa. Lo reconoci como el hombre al que luche para llamar para fijar una hora. “Sr. Hirano.” “Sr. Maxwell.” Dijo bruscamente. Se puso de pie y tomo mi apreton de manos. Siempre me dijeron que podias decir mucho sobre alguien con su apreton de manos: el suyo era firme y rapido, como si lo quisiera lo antes posible. Su boca estaba presionada en una linea delgada, sus ojos marrones oscuros escudrinando cada uno de mis movimientos mientras trataba de decidir en que silla sentarse. ?Me sente al otro lado del camino? ?Seria incomodo? El medio se sentia seguro, pero demasiado lejos. ?Por que esta reunion fue en un espacio tan grande? Saque una silla y me sente a unas tres sillas de distancia y puse mi maletin sobre la mesa. “Puedes llamarme Lydia”, le ofreci, y le sonrei. Se agacho las cejas un poco y de alguna manera parecia aburrido. “El Sr. Hirano esta bien.” “Oh. Bien” Trate de jugar con mi intimidacion con una pequena risa. “Bueno, gracias por reunirse conmigo hoy. Aprecio tu interes en mi negocio--” se despejo la garganta. “Disculpe?” Trate de preguntar brillantemente. “Usted es tarde.” Sus ojos marrones frios me miraban fijamente. “Oh. Si. Claro. !Lo soy!” Trate de convertir mi mueca en algo asi como una sonrisa. “Me disculpo profundamente por mi retraso. Tuve un problema que tenia que resolver. Me asegure de llamar a su recepcionista tan pronto como supe que iba a ser un problema. Sin embargo, se que no es muy profesional, asi que lo siento profundamente, pero espero que esta vez disculpe el error y prometo mantener citas en el futuro”. Habia practicado esas lineas una y otra vez en mi cabeza mientras corria por las calles de Chicago hasta su oficina. Pense que era razonable y demostro lo profesional que era a pesar de mi lapso. “?Que problema?” “?Que?” Que no habia planeado. “?Cual era el problema que tenias que resolver?” “Era uno de caracter personal”, se festebo. Me encontre agarrando mi cabello, pero rapidamente me meti las manos de vuelta a la mesa. Era un habito nervioso, y solo me haria ver mas sospechoso. Se inclino sobre la mesa de reuniones. A pesar de que estaba a unos asientos de distancia, senti que estaba flotando sobre mi. “Como profesional, tienes que ser dueno de tus errores, en su totalidad.” Era lo mas que me habia dicho hasta ahora. Supire y mire hacia abajo a mis manos. Estaba mal mentir, pero la fuerza de su mirada me hizo sentir que tenia que decirselo. “Habia un perro.” “Un perro.” Me encogi en su tono. Sonabacomo si estuviera a punto dereganarme, como si fuera un nino que habia hecho algo malo. “Vi a un perro en un cafe. El dueno me dejo acariciarlo y nos ponemos a hablar. Honestamente, no me di cuenta de cuanto tiempo pasaba. Lo siento. Realmente lo soy.” Era un Shiba inu, los amo. Era la razon mas tonta para llegar tarde y ojala no hubiera estado tan distraido, pero siempre habia tenido problemas para concentrarme. Lo mire con la esperanza de encontrar simpatia en su cara. Tenia una cara afilada, todos los angulos, ligeramente bronceado y una cantidad apropiada para el negocio de rastrojos. La unica suavidad que encontre fue la forma en que su cabello negro corto y limpio cayo ordenadamente, sin embargo, me di cuenta de que era ondulado. Solto un largo aliento y luego se sento en su silla. “Ahora, ya que tenemos todo eso aclarado, dime tu propuesta. ” Trate de no dejar que mi shock apareciera en mi cara. Su expresion era todavia tan severa, pero al menos no me habia echado. No es que lo hubiera culpado. Senti que mi confianza regresaba, una sensacion calida que se extendia a traves de mi pecho. “Por supuesto, senor Hirano.” Encontre mi sonrisa facilmente y comence a sacar papeles de mi maletin. Yo era un profesional. Yo podria hacer esto. “La escena de la moda de Chicago es cada vez mas grande, y con la sexta semana anual de la moda de Chicago siendo un gran exito el ano pasado, puedo ver a Chicago cada vez mas grande como Nueva York”. Asintio con la mano que vi como un positivo. Me deslize sobre unas fotos brillantes. “Creo que, dado que el nombre Hirano esta en tantas industrias, la moda podria ser la siguiente. Mi empresa, Sew Fit, es una marca de ropa masculina de diseno que ha aparecido en la pasarela y en varias revistas de primer lugar”. Hice un gesto a las fotos y el se volco a traves de ellas. “Solo necesitamos un inversor para hacer crecer nuestra marca y sacar nuestro nombre aun mas”. “?Que harias con nuestro dinero?” ?Por que tuvo que hacer preguntas tan contundentes? Por supuesto, tenia un plan elaborado, pero queria entrar en el lentamente, espero que una vez que el Sr. Hirano haya mostrado un interes un poco mas positivo. “El dinero se utilizaria principalmente para contratar y pagar a un grupo mas grande de disenadores. En este momento, nuestra empresa tiene solo diez personas, pero queremos expandirnos”. “?Que haces?” “Yo?” ?Que tenia que ver eso con el dinero? “Yo tambien soy disenador. Pero paso la mayor parte de mi tiempo dirigiendo la empresa: planeando rodajes, coordinando con revistas. Por lo tanto, no diseno tanto como solia hacerlo”. No tenia ninguna pregunta de seguimiento. Supongo que me descontrole. Solo necesitaba concentrarme y volver al terreno de juego. “Ademas de los rendimientos que producira nuestra asociacion, tenemos algunos beneficios inesperados y unicos”. “Tal como?” ?No podria estar un poco mas emocionado, al menos fingir? “Tu y el CEO, tu abuelo, ?verdad? Podrias lucir nuestros esmoquines y chaquetas en eventos”. “?Crees que soy modelo?” “Bueno.” Lo mire, llevaba una chaqueta de traje, adaptada lo suficiente. Sabia que a mi gente le vendria bien. Era un poco demasiado pequeno para el, pude ver la forma en que sus brazos se tensaron en las mangas cuando se movia. O tal vez su sastre sabia lo que estaban haciendo; Me di cuenta incluso tan vestido como el que habia musculo alli abajo. “Creo que se veria muy bien en uno de nuestros trajes, senor.” “Eso no es lo que quise decir.” Me empujo las fotos. “?Que te hace pensar que me gustaria modelar tu trabajo?” “Tener un estilo personal puede ayudar a construir tu marca, y podemos ofrecer solo eso. Hirano, es probable que se haga cargo de la compania en cualquier ano. Una vez que eso suceda, vas a necesitar crear una imagen para ti mismo para venderte a ti mismo y a tu empresa al mundo. Hirano Enterprises es vista como una empresa mas antigua y anticuada. Podemos ayudarle a ser visto como de moda, para recrear la imagen de la empresa al mundo moderno”. “Creo que hemos terminado aqui.” Se levanto abruptamente de su asiento y comenzo a salir, ni siquiera mirando hacia mi mientras pasaba. “Disculpe?” Empece a recoger mis fotos en mis brazos, dejando caer algunas mientras lo seguia. “Lo siento, ?que pasa?” Vi su cabeza temblar y se volvio hacia mi. “?Siempre insultas a tus inversores antes de pedirles dinero?” Yo saltee. Pense que iba bien, incluso despues de mi tardanza, ?como salio tan mal tan rapido? “No quise insinuar nada--” “Yo te creo”, dijo. “Yo aconsejaria ver sus palabras con mas cuidado la proxima vez.” Se dio la vuelta, dirigiendose al ascensor, que se abrio inmediatamente para el, y luego se fue. *** “Suena como una polla.” Mi mejor amigo, companero de cuarto y copropietario de Sew Fit, Michael escogio su envoltura vegana. Reconocimos los talentos del otro mientras obteniamos nuestros titulos y descubrimos que, cuando colaboramos, la magia sucedio. Tambien estaba lo suficientemente loco como para empezar una compania conmigo. Era el que impedia que mis ideas mas, podria decir, desenfrenadas explotaran de la mala manera. Era como un camaleon, siempre con un aspecto ligeramente diferente cada vez que lo veia, a pesar de que vivia con el. Hoy tenia el pelo blanco blanqueado de corte corto y llevaba una gran tapa de cultivo lila, el color estaba muy adentro. “Era tan estupido”, murmuro, memeti las palmas de las manos en los ojos. Mire hacia atras hacia el, y le senalo, estrechando los ojos, “Tu.” “Yo?” “Me dijiste que seria mejor que fuera solo”, acuse. “Estaba seguro de que su encanto se aferraria a nosotros: pense que todos los multimillonarios calientes eran sexistas.” “Mike. ” “Puede ser caliente y una polla al mismo tiempo.” Michael rodo los ojos. “Mi ultima novia era a la vez caliente y una polla.” “No es un idiota”, le dije frunciendo el ceno. “Tal vez necesite repasar sus habilidades con la gente, y tal vez sea demasiado timido para hablar mucho”. “Oh, vamos Lydia, se una perra por una vez en tu vida, estamos en el mundo de la moda.” Su sonrisa se volvio mas suave. “He terminado de burlarme. Dije que debias ir porque eres la cara de la compania, y siempre has sido mejor hablando en publico que yo. Habria acabado siendo expulsado por el mucho mas rapido que tu. De todos modos, eso fue solo una oportunidad. Habra mas, y obtendras el siguiente, lo se. “Esa fue la mejor oportunidad que tuvimos. Y llege tarde, y lo ofendi, y tal vez su abuelo tambien? Deberias despedirme.” “Eso seria como despedirte de nuestra amistad. De ninguna manera Lyds; o nos elevaremos a la cima con Cow Fit o nos estrellaremos y quemaremos en un naufragio ardiente juntos”. “Supongo que eso me hace sentir mejor.” Estaba tortifiando, pero.lo hizo. No iba a dejar que esto acabara con todos mis suenos. Superaria esto y todas las Empresas Hirano. “Ahora, trate de conseguir algo de comer. No mas de esto demasiado triste para comer mierda. Luego podemos ir a Millennium Park y me burlare de los turistas en The Bean y usted puede senalarme las palomas mas tontas.” “Seguro que sabes como animarme”, le dije. Busque mi maletin y encontre aire en su lugar. Jure que mi corazon se detuvo entonces. “?Que pasa Lyds? Tienes tu cara asustada.” “Corri aqui tan rapido despues de la reunion que ni siquiera me di cuenta de que deje mi maletin alli. Estaba tan nervioso. Estaba hablando tan rapido que me estaba quedando sin aire. Me agarre el pelo frustrado, los rizos apretados torciendo en mis dedos. “Puedo volver por el, por lo que no tiene que ver a ese idiota de nuevo.” “No.” Respire hondo y trate de centrarme. “Esto es bueno.” “Lo es?” “Si.” No estaba seguro de si lo estaba convenciendo a el o a mi mismo. “Queria enviar un correo electronico de disculpa sin querer mas tarde, pero ahora puedo hacerlo en persona. No nos atrapara al inversor, pero tal vez no intente matar nuestro negocio si soy lo suficientemente amable. Le enviare un correo electronico a su recepcionista y lo recogere manana”. “Y si usted pasa a vagar en su oficina mientras estas alli?” “Seria la oportunidad perfecta para disculparse.” “Perfecto” “Si te parece bien, creo que deberiamos ir al parque algun otro dia. Me siento energizado, quiero trabajar”. “Me encanta cuando te vuelves asi Lydia. Mientras pidas algo de comer una vez que lleguemos, volvamos a la oficina. Tengo que ver con que estamos trabajando para Pre-Fall de todos modos. Te juro que si es tinte de corbata de nuevo voy a gritar. “Michael, eres el mas grande. Nunca. ” Esa noche comenzamos a planear para la proxima temporada, y habia enviado tantos correos electronicos a los nuevos inversores mis globos oculares todavia picaban cuando finalmente cerre los ojos esa noche para ir a dormir. Manana, solo tenia que disculparme, conseguir mi maletin, y entonces podria terminar oficialmente con Hirano Enterprises. Capitulo 2: Taylor Me desplace a traves de mis mensajes de voz en mi telefono, eliminando cada uno sin escucharlos. Habia salido de la oficina temprano ese dia, despues de ese lio de una reunion. Estaba sentado en un taburete de bar junto al mostrador de la cocina de marmol, mi computadora portatil sentado frente a mi con mi correo electronico detenido. Todavia estaba trabajando a pesar de mi partida. Ya no queria estar alli. Segui pensando en esa mujer. ?Honestamente penso que llamar a la compania de mi familia fuera obsoleta iba a funcionar a su favor? Me enrolle los ojos sin nadie alli para verlo. Yo habia querido darle el beneficio de la duda, despues de lo que dijo acerca de llegar tarde. ?Un perro? Me rei pensando en ello. Queria ver adonde iba despues de eso, solo alguien interesante seria dueno de algo asi. Lastima que termino siendo aburrida despues de todo. Supire, como si estuviera tratando de empujar los pensamientos de la reunion fuera de mi cabeza para poder volver a mi trabajo. Estaba a punto de hacerlo, cuando el timbre sono por toda la casa. Me veia menos profesional ahora que estaba en casa, quienquiera que fuera tendria que lidiar con ello. Mi chaqueta y corbata fueron arrojadas sobre la barandilla en el pasillo, zapatos abandonados en la puerta principal, mis punos desabrochados, las mangas arrugadas en mis codos, y los tres botones superiores deshechos para que pudiera respirar. Maxwell tenia razon sobre la necesidad de un armario nuevo. Mi ultimo estilista parecia arruinar los tamanos de todos mis trajes profesionales: todo era un poco demasiado pequeno. Tambien habia estado entrenando mas recientemente. Pero no demasiado. Sobretrabajar a si mismo en el gimnasio es solo otra manera de hacerse danoa timismo. Podia oir la voz de mi terapeuta parejo, pero agudo, flotar a traves de mis pensamientos. De cualquier manera, estaba ganando los musculos de mis veinte anos de vuelta no es que sea tan viejo, que tenga treinta anos, y necesitaba ropa nueva para acomodar eso. Me preguntaba si los sastres de la Sra. Maxwell eran mejores que los mios. ?Por que seguia pensando en ella? Bueno, una reunion tan mala estaba destinada a dejar una impresion,supuse. Me dirigi a la puerta y mire mis camaras de seguridad frente a la puerta en mi camino. Afuera estaba mi abuelo, y CEO de Hirano Enterprises, Ikari Hirano. “Jiji”,lo salude cuando lo deje entrar en mi casa. Mi abuelo emigro de Japon en 1950 cuando tenia veinte anos y construyo Hirano Enterprises desde cero. Era un hombre rudo, con la piel bronceada oscura, y arrugas doblando la cara. Recibi mis ojos marrones de el. Lo idolatraba cuando era nino y habia trabajado para el desde que me gradue de la universidad. Sin embargo, era muy tradicional, y era raro recibir afecto de el. Cuando entro en mi sala miro a su alrededor y en el saludo dijo: “?Aun no hay portero?” “Tengo una limpiadora que esta aqui todos los dias de la semana Jiji”,le recorde. “Podrias tener muchos trabajadores aqui Taylor”, me recordo mientras se dirigia a una de mis salas de estar. “Tu casa es demasiado grande para estar tan vacia. Compra un apartamento si no lo vas a usar.” Luche para seguir lela. Mantuve mi cara neutral mientras respondia: “Te lo dije antes, me gusta mi privacidad”. Agito la mano de una manera que supe que significaba que encontro mi respuesta ridicula. Cambio el tema independientemente, “?Como estuvo tu reunion de hoy?” “No espero que sigamos comunicando con esa empresa de moda”, le explique. “Hm.” Continuo a traves de mi casa, como si estuviera de gira conmigo siendolo. Hemos detectado un problema desconocido. Sus ojos finalmente cayeron sobre mi. “?Cuando te vas a casar?” No a menudo no me pillan desprevenido, sin embargo, en esa pregunta deje de respirar. Me miraba y tosi para que el aire volviera a mis pulmones. “Disculpe?” “Usted es casi treinta y uno”, dijo como si eso lo explicara. “Se que te casaste cuando tenias dieciocho anos, pero eso es porque conociste a Sobo en la secundaria”. Le recorde, manteniendo mi voz profunda firme a pesar de que mi corazon palpitaba en mi pecho. “Y he respetado su decision tanto tiempo.” Dijo que era el razonable. “Pero usted va a convertirse en CEO.” “No por un tiempo, sin embargo.” “No.” Dijo con firmeza. “Se convertira en CEO a finales de este ano.” Era julio, asi que seria CEO en menos de seis meses. “Pero Jiji--” “No lo oire Taylor. Soy viejo.” Lo dijo claramente, sin vacilacion en su voz. “Siempre ibas a ser mi sucesor.” Me puso una mano en el hombro, me estremeci por el tacto, no lo esperaba. “Usted esta listo para tomar el control. Comenzaremos la transicion ahora y por Ano Nuevo estaras a cargo”. “Gracias.” Dije mirando al suelo. No pense que escucharia esta noticia durante anos. Aunque sabia que llegaria con el tiempo, no se sentia real. Sin embargo, fue una gran noticia. “Quiero que mi compania se mantenga en buenas manos.” “Lo prometo.” “Pero, ?que pasa cuando te retiras?” “Eso es hasta ahora en el futuro.” Mire hacia atras en su expresion seria, mantuve la emocion fuera de mis palabras, pero tenia un indicio hacia donde iba esta conversacion. “Quiero que la compania se quede en la familia, para que el nombre Hirano viva.” Lo sabia. Continuo: “Quiero que tengas un hijo que te cuide”. El recuerdo de la Sra. Maxwell diciendo, mayor, anticuado company, brillo en mi cabeza. “No se puede ser serio.” Incluso cuando lo decia, vi que estaba en su cara. “Si no puedes confiar tu negocio a tus hijos, ?por que deberia confiarte el mio?” Asi que ese era su plan. No me iba a dar la compania a menos que me casara y produjera herederos como si fuera la epoca medieval. Sabia que tendia a ser mas tradicional, ?pero esto? Esto fue demasiado, incluso para el. Queria discutir. Queria decirle lo terrible que fue sostener eso sobre mi. Especialmente con todo lo que me paso. “Voy a pensar en ello. ” He dicho. Mi mandibula se mantuvo rigida mientras hablaba. “Muy buena” Sonrio, que para el era un pequeno repunte de la esquina izquierda de su boca. Me dio unapalmas en el hombro una vez antes de soltarme. Estuve retenido mi estremecerme esa vez. “Te vere en la oficina manana.” Lo acompane a la puerta sin decir nada mas. Se inclino un poco antes de salir, casi me olvido de inclinarse a cambio. Regrese a la cocina, pero me quede de pie en el medio en lugar de volver al trabajo como mi cerebro me decia. Estaba respirando demasiado. No podia moverme. ?Que hacemos primero? Mi terapeuta bromeo que sonaba como un raton de dibujos animados: lo hizo y al principio hacia dificil concentrarse, pero ahora estaba acostumbrada a que ella me mantuviera calmada. “Respiramos.” Dije en voz alta, y se hizo eco contra los gabinetes. ?Que sientes? La firmeza del suelo de baldosas bajo mis pies, el aire acondicionado soplando suavemente contra mi. ?Que oyes? Mi casa era una mas antigua en el suburbio de Glencoe de Chicago, asi que pude oir que se acomoda a mi alrededor en el calor de julio. El refrigerador tarareo cerca, y los fans de mi computadora portatil se desbordo por ser dejado en. ?Que es lo que ves? No me di cuenta de que habia cerrado los ojos hasta que los abri para mirar a mi alrededor en la cocina, exactamente como lo deje, aunque recien limpiado de la cena de anoche por la ama de llaves que me asegure de perder.

  • O calle para siempre de J. M. Guelbenzu

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    Un mensaje anonimo enviado al parroco que ha de oficiar una boda de postin y el asesinato de un chantajista de medio pelo en mitad de la ceremonia, involucrara a la juez Mariana de Marco y a su pareja, el periodista Javier Goitia, que asistian como invitados. Mariana esta convencida de que alguien de una de las familias de los contrayentes trato de impedir la boda, y que otro de los asistentes fue el asesino del maleante contratado para sabotearla.

  • Corazones negros de Noelia Lorenzo Pino

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    Anna Karlatos es una mujer joven, valiente y guapa que lo unico que ansia es recuperar la vida que le han robado. El calvario en el que se ha convertido su existencia solo le deja dos alternativas: huir o morir.La agente Eider Chassereau y el suboficial Jon Ander Macua se veran envueltos en el caso mas oscuro que han investigado hasta el momento, descubriendo hasta donde puede llegar la bajeza del ser humano.Una trama agil y con unos personajes bien definidos, tanto en el caso de los investigadores como en el de las victimas, que la autora termina de dibujar haciendonos participes de sus vivencias personales y familiares.

  • El secreto que cambio mi vida de Soledad Palao Sires

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    Marisol es una nina de nueve anos curiosa e imaginativa. La pension que dirige su abuela en una conocida calle de Madrid es el centro de su atencion desde donde deja volar esa intuicion con la que esta dotada. Trata de descubrir una historia que la conduce hasta uno de los multiples inquilinos, que llegados de pueblos reconditos llegaron a Madrid en los anos 60 para labrarse un futuro mejor.

  • Donde duerme tu nombre de Ana Maria Draghia

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    Abril tiene veintiseis anos y trabaja en un estudio de animacion. Aunque parece ser feliz, solo piensa en averiguar quien es su padre. Y, por si esto fuera poco, cuando Eric reaparece, todo su mundo se pone del reves. Queriendo alejarse de el, se acerca a su jefe, Christopher, envuelto en mas secretos de los que ella espera.

  • Prejuicios rotos de Elia Santos

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    El espejo estaba algo opaco, no se distinguia claramente mi sexy figura, asi que tome un pedazo de periodico mojado y lo limpie bruscamente. Observe claramente mi imagen. --Demasiada mosquita muerta --musite con desenfado, ante la imagen de una mujer con vestido falda campana a la mitad del muslo. Asi que tome un top rojo y un pantalon negro de cuero, observe mi figura con satisfaccion, lucia tan sexy que me hacia sentir segura. --!Falta algo! --exclame, abri el armario y saque un par de tacones negros, automaticamente sobrepase la altura de mi espejo, pero podia observar todo mi cuerpo, ensenaba algo de mi abdomen, y el top no dejaba nada a la especulacion, me di la vuelta, note que mi trasero se notaba tan exuberantemente resaltado, arrastre una silla para sentarme y retocar mi maquillaje, hice la linea alrededor de mis labios los rellene de un rojo vivo, me delinee mas profundamente los ojos, y puse mascara en mis pestanas. Me detuve por unos momentos para apreciarme claramente, vi mi rostro, aunque no era el mas hermoso, con este maquillaje resultaba demasiado atrayente, en el fondo sabia que solo era maquillaje, suspire profundo al recordar las palabras de mi prima Eloisa: <> La realidad era que sonaba con encontrarme un hombre y casarme, y ser feliz para siempre. Pero me encantaba vestirme asi, que todos los hombres me vieran, ser el centro del chisme. Pero al llegar a casa siempre me dolian algunos comentarios de chicas <>. 12 Realmente era fea, y lo sabia, provenia de una familia muy pobre, me crie en una pequena aldea en la cual para ir a una escuela tenia que caminar veinte minutos, mi pelo era rizado y seco, mi tez triguena, y mi facie era demasiado tosca, pero algo no podia negar, era que poseia un cuerpo espectacular. La bocina de un auto me hizo agarrar mi bolso y salir corriendo, era mi buena amiga Margo, teniamos planeado esta salida desde la semana pasada, pero por motivos de estudio la habiamos retrasado. Estudiabamos ambas en la Universidad autonoma el ultimo ano de periodismo, y nos iba muy bien, es decir, eramos excelentes alumnas. Y como Margo es esa persona que no es familia de sangre si no una familia con lazos mucho mas fuertes como el de la amistad, les contare acerca de ella. Margo tiene veintitres anos, tan solo un ano menos que yo, es una chica dulce, alocada, vista muy similar a mi, recientemente tuvo un aborto, los motivos todo el mundo los desconoce, algunos dicen que se metio algo para ocasionar el aborto ya que era de un hombre casado, pero solo yo se el motivo exacto, hace algunos meses en nuestras salidas nocturnas, conocimos a un joven espanol quien nos invito a salir, mi amiga Margo estaba feliz porque este hombre al parecer se interesaba en ella, bromeabamos acerca de que la iria a visitar a Espana, pero resulta que era un simple turista que solo busca divertirse, asi que se fue sin previo aviso, dejando a mi amiga tan enamorada y tan embarazada, paso horas llorando, y yo noches enteras consolandola, me dolia tanto como a ella, y una noche de la nada amanecio en un charco de sangre, y asi fue como paso todo. Nada de hombres casados, nada de andar zorreando por ahi, mucho menos meterse pastillas para botarlo. --Luces genial Margo, siempre me ha encantado tus piernas --le dije al admirar el minishort un tanto ajustado. --Gracias Sara, pero jamas se comparan con tu cuerpo, eres una morena exuberante y sexy. --Lo se, asi que por eso vamos a embriagarnos a <>, me parece que ahi estaran los de la facultad. --Asi es amiga, y ya hice contacto con un amigo del bar que nos dara tequilas gratis. --!Estupendo! --exclame. Fue una noche como las otras tantas, alcohol, hombres, baile, musica, cigarros, me sentia ya mareada, deberia dejar de beber. Pense, al notar que Margo estaba que no se ponia ni de pie, alguien tenia que manejar, me dirigi hacia ella y la arrastre a la salida, me siguieron un monton de obscenidades de los hombres, trate de no escucharlas, meti mi mano en el minishort de Margo para encontrar las llaves del auto, cuando se acerco David, el chico mas guapo y popular de la facultad. --?Que quieres? --le pregunte gritandole al notar que se estaba aproximando demasiado a mi y tenia el aliento con olor a alcohol. --Tranquila, tranquila --me dijo, no suelo acosar putas. --!Quitate! --le grite realmente molesta, abri la puerta y meti a Margo como pude en la parte de atras del auto, y David se metio a la fuerza tambien. --?Que es lo que te pasa? !Baja!... --Solo quiero un favor --me interrumpio gritando. --No hago favores --le grite. El se rio con desden. --No ese tipo de favores, pero si quieres te pagare --dijo lanzandome un billete. Intente bajarlo del auto, pero no lo logre. --?Sabes? --deberias calmarte, estoy demasiado borracho, mis amigos se fueron y no tengo como irme, llevame a mi casa, a tu casa, a un hotel, donde sea, solo quiero largarme de aqui. --!Perfecto! pero quedate con tu billete --dije lanzandoselo. --Perfecto --grito tambaleandose. Conduje a toda velocidad, pensando en todo lo sucedido. --?Donde quieres que te lleve David? Nadie contesto. --?David? Silencio. Mire por el retrovisor y vi a Margo y David totalmente dormidos. --!Diablos! --exclame. Llegue a mi apartamento, trate de despertar a Margo y a David, pero no lo logre. Asi que, de arrastras me lleve a Margo la tire en el unico sofa de mi apartamento, David se quedara ahi, era un hombre alto y no iba a poder con el, asi que solo baje las ventanas del auto. Me dirigi a mi cuarto y me tire en la cama con todo y ropa, estaba realmente exhausta, resultado de los ultimos acontecimientos. * --Margo, ?tu viste a David cuando te despertaste? --le pregunte el lunes al solo verla en la facultad. --?David? ?Estas loca? --Si, David, el sabado lo traje en el auto junto contigo porque estaba algo ebrio, lo deje adentro del coche fuera de mi apartamento. --Creo que en verdad tomaste de mas tu tambien Sara, David jamas nos ha dirigido la palabra, su novia lo mataria, ademas es demasiada engreida para mezclarse con nosotras. --Seguramente se fue antes de que amaneciera. --Ya dejate de bobadas y mejor ven a terminar el ensayo, que manana tenemos que presentarlo. --!Uf! cierto el ensayo, ?por que todo lo dejamos para ultimo momento? --Porque somos haraganas y masoquistas, asumo. --Cierto --le dije riendome. Nos sentamos en la biblioteca a trabajar, en la mesa mas retirada y menos visible, al otro lado de la biblioteca, estaba sentada Eileen, la novia de David, la chica que mas envidiaba en la vida. No porque estuviese con David, para nada, no era del tipo de chica que ponia mis ojos en el hombre de otra, si no que la envidiaba a ella por como era. Tenia la cara mas hermosa y angelical que hubiese visto, era delgada, y caminaba con una delicadeza, que daban ganas de cuidarla para no estropearla, usaba vestidos no muy cortos, holgados, elegantes, toda una dama y cuando hablaba lo hacia de cierto modo, que atraia la atencion de todos, claro ella nunca le hablaria a una chica como yo, al menos eso creia, hasta que un dia se acerco para preguntarme si estaba de acuerdo en posponer el examen de redaccion, su voz me cautivo y no supe que responder, ella me miro extranada, y me dijo: --Algunos quieren posponerlo y otros no, asi que estamos haciendo una votacion. --Me da igual --le dije, dandole el chance de que escogiera por mi a su conveniencia. --Perfecto --me dijo con una suave sonrisa. Despues de ese dia pense que la habia juzgado mal, despues de todo, ella no me hablaba porque no teniamos nada en comun, solo bastaba en vernos. Siempre andaba con cuatro amigas, Ana, Zaida, Vinny y Karen. Zaida si era una perra, me tiraba indirectas, y me quedaba viendo de pie a cabeza, Karen era otra igual o peor, y Ana, ella era dulce, y no se metia en problemas con nadie, Vinny aun no definia si era buena o mala. Era el grupo de cinca chicas que todas ambicionaban. A pesar de que no eran populares ni nada de eso, solo se mantenia al margen. Note como David se acerco a ellas, beso en la frente a Eileen, luego me lanzo una mirada, y supe en sus ojos que me decia; no le digas a nadie lo de la noche del sabado. La verdad solo se lo habia dicho a Margo, y ella no me creia, asi que nadie lo sabria, despues de todo el chico no habia hecho nada malo. Frecuentemente recordaba, como fue que me converti en la persona que soy ahora, para que quede claro me ire unos tres anos atras, a mitad de primer ano de universidad, estaba sentada en una banca fuera del apartamento donde vivia, esperaba que mi novio pasara por mi, el no era nadie importante, ni guapo, era un cajero de banco, pero me hacia feliz, recuerdo que yo vestia unos jeans descoloridos, mi madre me los habia comprado en una tienda de segunda, no eran de mi talla por lo tanto me quedaban flojos, y una camiseta de rayas, unos tenis pasados de moda, mi pelo lo andaba sin alisar atado a un mono, en mi cara no habia ni una gota de maquillaje, para todos en la Universidad, yo era nadie, era totalmente insignificante, pero eso no me importaba, ya que para alguien yo era todo, y ese alguien era mi novio, dire su nombre aunque me resulte doloroso, Roger, el era extremadamente puntual y correcto, asi que se me hacia extrano que pasaban los quince minutos y no llegara, tanto que me habia puesto ansiosa, habia cerrado el apartamento y le esperaba afuera. Paso una hora y no llegaba, tome mi celular y le mande un texto ya que no tenia saldo para llamadas y mi celular no tenia servicio de internet, el no respondio, preocupada me meti a mi apartamento, mande todos los mensajes que pude hasta que se me vencieron, y de nuevo no obtuve respuesta. Encendi la TV para divagar un rato, abri mi computadora, con la esperanza de robar wifi de mis vecinos, y por suerte logre conectarme, abri mi Facebook para distraerme, mi sorpresa fue grande, al ver a Roger en varias fotos con unos amigos en el cine, me fije en la hora de publicacion era de hace cuarenta y cinco minutos, trate de tranquilizarme pensando que las fotos quiza eran de hace dias, y que hasta hoy subian la publicacion. A las dos horas Roger me llamo, peleamos terriblemente, el alegaba que no habia compromiso conmigo hoy, si no, que hasta manana, que yo era la confundida, pero yo estaba cien por ciento segura de que si habia compromiso para hoy, recorde con detalle nuestro motivo de encuentro, yo tenia un examen en dos dias y necesitaba un libro, una amiga me lo prestaria para sacarle copia, asi que Roger se habia ofrecido a llevarme, para que pudiera estudiar, al regreso cenariamos ambos en mi apartamento hasta me habia persuadido en que le hiciera su omelette favorito, y que pasaramos la noche juntos, habia accedido porque lo amaba, aunque me desvelara al dia siguiente estudiando. Pasaron los dias y su comportamiento era rarisimo, alegando que yo solo estudiando queria pasar, que no le dedicaba tiempo, que siempre que nos veiamos era para resolver algun asunto de la universidad, aquello se volvio tan insoportable que decidi terminar, esperando que el recapacitara al ver que me estaba perdiendo, ese dia fue terrible para mi, pero tenia que pasar asi. Una noche revise mi Facebook, y vi fotos de el y sus amigos, pero esta vez habia una chica involucrada en las fotos, ella se mostraba sugerente y el feliz, senti como que mi mundo se venia abajo, el feliz y yo aca sufriendo, esa noche llore amargamente. Al dia siguiente me fui al banco a esperarlo a la salida, perdi dos de mis clases, estaba sentada enfrente de donde trabajaba cuando lo vi salir, con la misma chica de las fotos, venian agarrados de la mano, felices, yo me acerque con el corazon latiendo en mi garganta. --!Hola! Quisiera hablar contigo --alcance a decir. El se puso nervioso, palido. Yo observe a la chica, esta me miraba con desconfianza, ella no sabia nada de mi. --Dame un minuto cielo --le dijo a la chica. Yo me rompi por dentro, cielo era como el solia llamarme. --?Que pasa? --le pregunte al borde del llanto. --Nada, solo que decidi seguir adelante, y la verdad Sara, no quiero nada contigo. --Pero llevamos tres anos juntos Roger, hasta hace una semana me decias que me amabas, ?que pasa? ?Es una broma? --No, por supuesto que no, te lo dije Sara, ya no te soportaba, te estabas convirtiendo en una pesadilla para mi, asi que por favor no me busques, no me llames. Me regrese a mi apartamento sintiendo tan miserable, no recuerdo cuanto llore, pasaban los dias y miraba como subian fotos abrazados mostrandole al mundo su aparente amor, el le comentaba; te amo mi cielo o eres mi vida, sin importarle lo que yo sufria, jamas me amo pensaba constantemente. El era el amor de mi vida, ?como podria olvidarlo? Habian pasado varios anos y aun me dolia. Llegue a temerle a las noches, las noches donde ya no hay nada que hacer, solo llorar, lloraba hasta quedarme dormida, me preguntaba una y otra vez; que fue lo que salio mal, una y mil veces repasaba todo, para llegar a una simple conclusion, jamas me amo. Luego aparecio en mi vida Margo, yo estaba tan vulnerable que me abri completamente a ella, y como toda buena amiga me introdujo a su mundo, como ella me decia, tenia que anestesiarme. Bote toda mi ropa insignificante y fea, usaba la ropa de Margo, y vaya que me iba bien, a todos les resultaba interesante, bailaba hasta el amanecer, llegaba a casa tan cansada que no habia chance para llorar, conoci a unos hombre con no muy buena reputacion, pero me invitaban y pagaban todo, al principio me costo aceptarlos ya que el unico hombre en mi vida era Roger, pero por fin rompi las cadenas de mi prejuicio, no con todos me acoste, si con algunos, con los que me resultaba interesante, era la unica forma de borrar a Roger de mi vida, y a cambio me daban sus tarjetas para ir de compra, cosa que note que disfrutaba tanto, ahora era la chica con ropa a la moda, pero de una manera no muy halagadora, fue asi como cree mi fama de <>. Y Roger lo supo, un dia me llamo para decirme que superara lo nuestro que en verdad me apreciaba, pero que daba asco lo que hacia,

  • Los olvidados de David Baldacci

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    Tenia el aspecto de un hombre temeroso de que esa noche fuese la ultima que pasara en este mundo. Y razones no le faltaban para pensar asi. Las probabilidades eran de un cincuenta por ciento, un porcentaje que podia variar segun como saliesen las cosas durante la siguiente hora. Asi de pequeno era el margen de error. El rugido de los motores de la embarcacion que avanzaba casi al maximo de potencia se apodero del silencio nocturno que reinaba en las tranquilas aguas del Golfo. En aquella epoca del ano, el golfo de Mexico no solia estar tan apacible: era el periodo mas activo de la temporada de huracanes. Aunque en el Atlantico se estaban gestando varias tormentas, ninguna habia formado todavia un centro fuerte ni penetrado en el Golfo. Los habitantes de la costa cruzaban los dedos y rezaban para que la situacion continuara asi. El casco de fibra de vidrio surcaba limpiamente las saladas y densas aguas. Aquella embarcacion tenia capacidad para llevar a bordo comodamente unas veinte personas, pero en esta ocasion eran treinta. Los pasajeros se aferraban con ansiedad a cuanto podian para no salir despedidos por la borda. A pesar de que el mar estaba en calma, una embarcacion que transporta demasiada gente y se mueve a gran velocidad nunca es estable. Al capitan no le preocupaba la comodidad de sus pasajeros; su prioridad era que siguiesen con vida. Con una mano apoyada en la rueda del timon y la otra en las dos palancas de potencia del motor, observo el indicador de velocidad con gesto de preocupacion. <>. Cuarenta millas por hora. Empujo las palancas hacia delante e incremento la velocidad hasta las cuarenta y cinco. Ya casi habia alcanzado el maximo. Los dos motores de popa no iban a conseguir mas velocidad sin un gasto excesivo de combustible. Y en las inmediaciones no habia ningun puerto deportivo donde repostar. Incluso con la brisa que creaba el avance de la embarcacion seguia haciendo mucho calor. Por lo menos, navegando a aquella velocidad y tan lejos de tierra, no habia que preocuparse por los mosquitos. El capitan fue observando a los pasajeros uno por uno; no era un gesto ocioso: estaba contando las cabezas, aunque ya sabia cuantas habia. Ademas, llevaba cuatro tripulantes, armados y encargados de vigilar a los pasajeros. En caso de que estallase un motin, seria una proporcion de cinco contra uno. Pero los pasajeros no tenian subfusiles. Un solo cargador bastaria para acabar con todos, y aun sobrarian balas. Por otra parte, la mayoria eran mujeres y ninos, porque aquello era lo que se demandaba. No, al capitan no le preocupaba un posible motin, sino la hora. Consulto la esfera luminosa de su reloj. Iban a llegar por los pelos. Habian salido con retraso del ultimo puesto de avanzadilla. Y luego se les habia averiado el plotter de navegacion, que durante media hora los llevo por un rumbo erroneo. Aquello era el ancho mar. Exactamente igual por todas partes. No habia la minima porcion de tierra que sirviera para orientarse. No surcaban ningun canal senalizado. Sin las ayudas electronicas a la navegacion estaban bien jodidos, como pilotar un avion en la niebla sin contar con ningun instrumento. El unico desenlace posible era el peor. Sin embargo, habian logrado arreglar el plotter y corregido el rumbo, de modo que el capitan forzo los motores a maxima potencia. Y despues los forzo otro poco mas. Continuo con la mirada fija en el velocimetro, los niveles de aceite y de combustible y la temperatura del motor. Si en ese momento sufrian una averia, seria desastroso; no podrian llamar precisamente a los guardacostas para que acudieran en su rescate. Aun cuando sabia que era inutil, miro al cielo en busca de algun ojo que estuviera observandolos, un ojo no tripulado que los detectase y alertara digitalmente a las autoridades. Si pasaba eso, enseguida tendrian encima las patrulleras de la Guardia Costera. Abordarian su embarcacion, sabrian de inmediato que estaba sucediendo alli y lo meterian en el talego durante una buena temporada, quiza para el resto de su vida. Sin embargo, el miedo a los guardacostas no era tanto como el que le causaban ciertas personas. Forzo la velocidad hasta las cuarenta y siete millas y rogo en silencio que no reventara ninguna pieza vital del motor. Consulto otra vez el reloj y fue contando los minutos mentalmente, sin apartar la vista del mar. --Joder, me van a echar de cena para los tiburones --mascullo. No era la primera vez que se arrepentia de haber aceptado aquel arriesgado negocio, pero estaba tan bien pagado que no podia rechazarlo, pese a los peligros que entranaba. Ya llevaba quince <> como la presente, y calculaba que si hacia otras tantas podria jubilarse en algun lugar agradable y tranquilo de los cayos de Florida y vivir a cuerpo de rey. Aquel trabajo era mucho mejor que dedicarse a llevar palidos turistas nortenos que anhelaban avistar un atun o un pez espada, aunque lo que hacian mas a menudo era terminar vomitando en la cubierta cuando habia mala mar. <>. Observo las luces de navegacion verde y roja de la proa. Proyectaban un extrano resplandor en aquella noche sin luna. Conto mentalmente mas minutos, al tiempo que vigilaba los indicadores del salpicadero.

  • El amor en el Jardin de las Fieras de Juan Eslava Galan

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    Octubre de 1940: durante la visita de Himmler a Espana, una bella mujer perteneciente a la agencia racial Ahnenerbe, que lo acompana, descubre entre los trabajadores forzados de una excavacion arqueologica a un obrero rubio, Herminio Caiser: un joven de ojos azules y magnifica constitucion que podria demostrar la pervivencia en Espana de una cepa pura de la raza aria.

  • La Hija Maldita (Pueblos Perdidos 1) de Cristina Pujadas

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    Invisible. Su piel era dorada y sus ojos tenian el tono ambarino correcto de su raza, pero ningun dorado la miraria como a un igual si miraba su cuello. Maldita. La Diosa Aurum la habia condenado al nacer, al no marcar su piel con la runa de los dorados, quizas por un pecado cometido por su difunta madre, quizas por un mero capricho. Condenada a no ser una dorada en derecho pleno, habia vivido encerrada dentro del Oraculo del Desierto sirviendo a las Vidente, protegida del mundo que habia fuera. De los salvajes y de aquellos que podian despreciarla por no haber sido marcada.

  • Sin vuelta atras de Jordi Sierra I Fabra

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    Jacinto Quesada, un chico de catorce anos, aparece muerto en el fondo de un acantilado. Todo el pueblo se pregunta la causa de su muerte, pero solo Cecilia y Miguel Angel, sus dos mejores amigos, saben que ha sido una decision voluntaria. El trasfondo del fallecimiento del chico se situa en su instituto, donde era acosado sin piedad por cuatro matones. Una novela en la que se pone de manifiesto la culpabilidad de todo el entorno en la situaciones de acoso escolar.

  • Un millonario despiadado de Yvonne Lindsay

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    La venganza lo habia movido durante mas de una decada y, ahora que por fin tenia su objetivo al alcance, Josh Tremont se descubrio deseando mas. Su nueva asistente, Callie Lee, era guapa, sensual y aparentemente inocente. Sin embargo, se la habia ganado al enemigo… ?podia fiarse de ella por completo?Acostarse con un millonario no estaba entre los planes de Callie, pero Josh Tremont era sencillamente irresistible. Se habia metido en aquello sabiendo que traicionaria a su jefe, pero no habia esperado enganar al hombre de quien se habia acabado enamorando.

  • Por el. Un amor que doblega el orgullo de Daniel Richards

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    Basil siempre amo Jason Lakis y egoistamente se quedo con su hijo cuando este, por azares del destino llego hasta el. Despues de todo, Lakis no sabia que tenia un hijo y el podia quedarse aquellos hermosos ojos identicos a los del padre solo para el.

    ?Que sucedera cuando con el tiempo Lakis se entere de la existencia de su hijo?

    Despues de todo, nadie le quita nada a un Lakis. El hecho de recuperar a su hijo no esta en discusion y menos cuando el ex-perro callejero que despierta mas de un oscuro deseo en el moreno viene en el paquete.