• carlos salem - Carlos Salem

    https://gigalibros.com/el-ultimo-caso-de-johnny-bourbon-pero-sigo-siendo-el-rey-2.html

    Siempre llego demasiado tarde o demasiado temprano a los lugares donde ya nadie me espera. Me niego a consultar el reloj de plastico en mi muneca para conocer la hora. Seria un insulto a la placidez de los gatos que reinan en el cementerio y saben que el tiempo, como suele decir un casi amigo mio, era otra cosa. En todo caso el sol, que tiene algo de gato recostado alli arriba, dice que es mediodia. La hora sin sombra. El momento en el que Peter Pan descansa y el capitan Garfio suena con hacerse unas botas de piel de cocodrilo para pisar sus propios miedos. El mediodia tiene algo de frontera. Si miras hacia delante o hacia atras, no adviertes diferencias. Y siempre hay diferencias. Yo estoy vivo, aunque desorientado. Tu estas muerta. 1/ La Dalia Roja La mitologia de la novela negra y el cine del mismo tono llevan decadas convenciendonos de que las rubias son portadoras de lios y las pelirrojas llevan la tragedia enredada en sus melenas. Se equivocan. Las verdaderamente peligrosas son las muchachas de pelo verde. La primera vez era lunes, y la vi venir a tiempo. Yo asomaba por la puerta de mi despacho y un taconeo demasiado festivo me detuvo. Entorne la hoja de cristal traslucido y la vi doblar el pasillo que viene desde la recepcion de la agencia. Delgada pero con curvas. Piernas largas y el paso inexacto de quien va pensando en otra cosa. En demasiadas cosas. Llevaba una minigabardina de vinilo rojo, un bolso muy pesado para sus hombros y una boina negra y ladeada, que le afrancesaba el rostro y le quitaba unos cinco anos a sus casi treinta. Tenia el pelo verde. Retrocedi, cerre la puerta y me pegue a la pared. Su silueta se recorto borrosa contra el cristal y el punito golpeo con timidez. --?Senor Arregui? --dijo la voz pequena, propia de quien llama a un lobo del mismo modo que a un cachorrito--. Necesito hablar con usted, por favor. Es un asunto de vida o muerte. En mi oficio, cuando alguien te dice eso, por lo general se trata de localizar a un marido que no quiere ser localizado, recabar datos para la disputa de una herencia dudosa, o un prosaico caso de cuernos. Odio los casos de cuernos. Si el cliente (o la clienta) acierta con sus sospechas y se las confirmas, te mira como si fuera culpa tuya. Y si le aportas pruebas de que su pareja no tiene ninguna relacion clandestina, creen que no has hecho bien tu trabajo, cuando, si hicieran bien su propio trabajo sentimental, no tendrian de que preocuparse. --?Senor Arregui? --repitio la vocecilla. Yo calle, como un cobarde, mientras repetia mentalmente: pelo verde, pelo verde, pelo verde, pelo verde, pelo verde. Estudie los rodapies del despacho, en busca de una hormiga. En un tiempo, sembraba los rincones de migas de pan empapadas en agua y azucar, para convocarlas. Pero desde que en verano hicieron la desinfeccion anual de las oficinas, me siento un poco mas solo. --Me voy, senor Arregui --se dio por vencida--. Pero volvere. Y yo senti lo que habran sentido los japoneses cuando MacArthur pronuncio esa misma frase en 1942. El tozudo general yanqui cumplio su amenaza. Y la chica del pelo verde tambien lo haria. Como corresponde a un hombre de mi historial, habituado al peligro, espere una hora y media antes de salir de mi escondite. Mariana, la secretaria, se habia marchado a comer y me ahorro el trabajo de reganarle por dejar pasar a un cliente a mi despacho sin avisar. Tampoco le habria dicho nada. Desde hace seis anos mantiene una relacion sentimental con Maximo Legrand, mi socio, y aunque ella se sigue comportando como siempre, yo no acabo de hallar la manera de tratarla. Supongo que no me incomoda tanto que Legrand le doble la edad, como el hecho de que estan enamorados. Los enamorados creen que solo ellos respiran de verdad y en todo encuentran motivo para la maravilla. Resultan agotadores. Max y Mariana mantienen el tipo en la agencia, pero fuera no se sueltan de la mano ni para rascarse la nariz. No exagero. Solemos quedar a tomar una copas en el Malone y los he visto, a el mover apenas la nariz, y a ella, alzar las manos entrelazadas para rascarsela sin soltarse. Empalagan. Y me provocan cierta envidia. Mucha. Yo queria ser asi con Claudia, pero no podia. No sabia. Cuando a uno le cuesta expresar sus sentimientos, en lugar de hacer algo al respecto, se dedica a lamentarlo como si dijera <> y lo sigue haciendo hasta que es demasiado tarde. Despues de que Claudia muriera, hace ya casi once anos, he pensado muchas veces en todas las tonterias que me hubiera gustado compartir con ella. Pero ya no podia. Siempre llego demasiado tarde o demasiado temprano. Como el dia en que la mataron. Pero eso es otra historia. Siempre es otra historia. 2 / El viaje de su vida Fue una semana rara. De llamadas raras y visitas inesperadas. Ya casi me habia acostumbrado al trabajo rutinario del despacho, y la inminencia de mi cincuenta cumpleanos me tenia bloqueado. Hubiera sido inutil hablar del asunto con mi socio. Maximo Legrand me hubiera dicho, como siempre, que yo estaba hecho un chaval, que ya quisiera uno de treinta y cinco estar tan en forma, y que lo que tenia que hacer era dejarme de ligues y volver a enamorarme, que lo de Olivia (el tambien la seguia llamando asi) no habia sido del todo culpa mia. Asi que llevaba dias tratando de evitarlo a el y a Mariana, aunque nada me salvaria de la comida de cumpleanos del viernes. Despues de comer, me sorprendio la llamada al telefono fijo de casa. No era domingo, sino lunes. Solo una persona usa ese numero y solo llama en domingo.

  • CARLOS SALEM | Casa del Libro

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    Nuevos libros de CARLOS SALEM · POPESIA · LOS QUE MERECEN MORIR · LA DERNIÈRE AFFAIRE DE JOHNNY BOURBON: JE RESTE ROI (ÉMÉRITE) D ESPAGNE · DONDE EL TIEMPO YA NO ...

  • Todos los libros del autor Carlos Salem Sola

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    16 títulos para "Carlos Salem Sola" · Follamantes · El amor es el crimen perfecto · Mujeres con gato · Minerva Watson 2: EL EXTRAÑO CASO DEL FANTASMA QUE NO ERA.

  • Carlos Salem: Libros - Amazon.es

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    1-16 de 121 resultados · Follamantes (Prosa Poética) · Hilvanar un puño con un beso · Los que merecen morir (2ªED): 111 (NOVELA NEGRA) · Besos hambrientos entre ...

  • Carlos Salem: libros y biografía autor - Lecturalia

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    Libros de Carlos Salem · Madrid me mata. 2022 · Los que merecen morir. 2021 · Donde el tiempo ya no duele. 2019 · Lo que la noche sabe. 2019 · La isla de los niños ...

  • Selección Libros Carlos Salem y opinión | Fnac

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    #Follamantes. Carlos Salem - Normal en español (Libro) ; Los que merecen morir. Carlos Salem - Normal en español (Libro) Publicado en 03/2021 ; Memorias ...

  • Carlos Salem | PlanetadeLibros

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  • Carlos Salem Libros y Talleres

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    Nuevo libro,esta vez de humor. › https://editorial-adarve.com/carlos-salem-publica-con-editorial-adarve/ El afamado autor de novela negra —entre otras— ...

  • Carlos Salem Sola - Babelio

    https://es.babelio.com/auteur/Carlos-Salem-Sola/55119

    Biografía, bibliografía, lectores y citas de Carlos Salem Sola. ... y los libros de relatos "Yo también puedo escribir una jodida historia de amor" (2008) y ...

  • Los que merecen morir - Carlos Salem | Alrevés Editorial

    https://alreveseditorial.com/libros/los-que-merecen-morir

    Carlos Salem. «Me llamo Nadie» será lo último que escuchen las víctimas de este asesino sin rostro antes de su último suspiro. Su misión, ejecutar a ...

  • La Venus de las Pieles de Leopold Von Sacher-masoch

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    En La Venus de las pieles el lector descubrira en Severino al sujeto que busca una dominadora a la cual esclavizarse, acudiendo inclusive a obligarse formalmente mediante un contrato que consagrara con detalle su deber, voluntariamente consentido, de someterse a las mas diversas situaciones humillantes y a las sofisticadas torturas que ofrece la imaginacion depravada de los dos firmantes, con el fin de provocarse la ansiada excitacion sexual, al tiempo que el sujeto pasivo que recibe el beneficio del sufrimiento es puesto en el centro de un ritual de dolor, humillacion y sumision, de desdenosa frialdad y de castigos fisicos y morales, que entre mas insufribles le resulten, le propiciaran el extasis buscado. No olvidemos que es Severino quien fuerza a Wanda, contra la voluntad de ella, a adoptar el papel de ama y a aceptarlo a el como esclavo, para lo cual la obliga incluso a firmar un contrato, una de cuyas clausulas estipula que debera ir envuelta en pieles tan a menudo como pueda y, en particular, cuando se muestre cruel con su esclavo. Asi que ya saben: sumerjanse en la lectura de esta novela que con tanta agudeza profundiza en la imposible igualdad de las relaciones amorosas y quizas hallen aqui esas alegrias verdaderas que la vida tan cruelmente nos niega.

  • El sistema de Ricardo Menendez Salmon

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  • Entre las arenas del tiempo (Maktub 1) de Kristel Ralston

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    Adara es una mujer que rechaza la idea de reprimir sus opiniones y reflexiones; no ha leido tantos libros para quedarse callada. Tampoco tiene reparo en expresar lo primero que se le cruza por la cabeza, en especial al principe heredero del Reino de Azhat, jeque Bashah Al-Muhabitti, quien parece atraido por la quimica sensual que se fragua entre ambos a medida que crecen. Al cumplir los dieciocho anos de edad, el hombre que ella habia considerado su amigo, la traiciona y humilla publicamente. Adara abandona el pais y se lleva el corazon roto, pero tambien las ganas de rehacer su vida en libertad y olvidar para siempre al sensual principe de ojos negros.

  • La probabilidad del unicornio de Elena Castillo Castro

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    *Una novela que demuestra la probabilidad del amor entre dos personas tan distintas y lejanas como dos estrellas de distintas constelaciones.
    *El estilo sencillo, dulce y efectivo de Elena Castillo vuelve a seducirnos y a conquistarnos una vez mas. Imposible no adorarla.
    *Un ejemplo mas de la buena salud de la romantica New Adult en nuestro pais. Elena Castillo posee la calidad de autoras best sellers internacionales como Colleen Hoover o Leah Raeder.

  • Relatos de amor para jueves con lluvia de Alfonso Reyes

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    El amor duele. A veces tanto, que abre puertas a la locura, a la muerte, incluso… al crimen.
    De amor, y solo de amor, tratan estos 13 relatos.

  • El metodo Sakuma de Kenichi Sakuma

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    El fenomeno que ha vendido mas de 2.000.000 de ejemplares en Japon y ha puesto en forma a medio mundo ?Piensas que nunca podras conseguir una figura de ensueno? El entrenador personal de supermodelos Kenichi Sakuma te demostrara que, gracias a su innovador y efectivo metodo, puedes alcanzar tus objetivos y remodelar tu cuerpo en tan solo dos semanas. Con El metodo Sakuma aprenderas a utilizar correctamente los musculos del torso y transformaras tu silueta con solo 5 minutos de ejercicio al dia y no tendras que preocuparte por el efecto rebote. !Conseguir la figura que siempre has querido solo te llevara cinco minutos al dia!

  • El rey del Honka-Monka de Tomas Gonzalez

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    Despues de la tragedia se quedaron todavia por un tiempo en Bogota. Pasadas las molestias del entierro, las palmadas en el hombro, la piedad de gente que apenas conocia, el perdio la fortaleza que se le habia visto despues de la noticia y durante las ceremonias que siguieron. Y entonces a ella, que habia sufrido de desmayos primero y luego habia sido sacudida por crisis nerviosas que debieron ser calmadas con enormes dosis de Valium, le toco oirlo llorar a altas horas de la noche, encerrado en el bano, con gemidos contenidos de persona corpulenta. No volvio a tocar un pincel y amontono los cuadros, sin mirarlos, en una especie de bodega que habia bajo la escalera. Y aunque seguia siendo una persona silenciosa y afable, se le podia notar cierto desgano, cierta agresividad refrenada. Todavia andaba con muchos amigos, pero ahora se quedaba alelado mientras los otros hablaban, mirando al vacio con ojos desolados. A veces bebia demasiado y terminaba dejando su pesado corpachon colgado de la silla. Los amigos lo cargaban entonces y Lucia los veia entrar, sudando, los tragos pasmados por el esfuerzo de bajarlo del carro y subirlo hasta la alcoba. Lucia les servia un trago, les ponia un disco, conversaba un poco, los besaba en la mejilla y los echaba. Despues de un ano de verlo como roto e inmovilizado, ella empezo a preocuparse. Con los cuadros terminados se habia logrado montar una exposicion que resulto ser un relativo exito, tratandose de un pintor todavia joven y poco conocido. Pero si en condiciones normales el exito le producia cierta desconfiada curiosidad, ahora lo dejaba indiferente. Lucia tuvo que disfrutar sola con las resenas donde se alababa su extrema habilidad y se le auguraba un futuro promisorio; y solo ella pudo alegrarse por la rapida venta de los cuadros y recibir unos dineros que llegaban bien, aunque en el fondo no los necesitaran. Entonces metieron los muebles en un deposito, alquilaron la casa y se fueron. Volaron a Los Angeles. Alquilaron un carro. Al principio el parecio aliviado con el cambio, y por momentos se le pudo ver alegre con aquel vagabundeo que los metia veloces entre naranjales infinitos y despues los hacia entrar a los deslumbrantes paisajes resecos de Nuevo Mexico y Arizona. Vieron soles enormes desaparecer entre piedras y cactus; vieron camiones lejanos titilando en la distancia requemada. Se quedaban un par de dias en algun motel o cabana y despues volvian a meterse en los paisajes gigantescos, donde podia sentirse al mismo tiempo la sensacion de la inmovilidad y del vertigo. Y si viajaban de noche, el incluso podia poner musica, subir el volumen y dejar que el sonido de mandolinas saliera por las ventanillas y se fuera como chispeando contra la enorme oscuridad. Pero fue un entusiasmo fugaz. Antes de llegar a Nueva Orleans su mal genio volvio a acentuarse. Se quejaba de la monotonia de hoteles y autopistas, hacia comentarios sarcasticos sobre la pulpa insipida en que los gringos convertian todo lo que tocaban y se burlaba de los cuadros de Picasso que colgaban sobre los inodoros de los hoteles. Cuando llegaban a algun hotel, se quedaba esperando a que ella saliera de la oficina con la llave, y entonces estacionaba el carro, entraba al cuarto y se tiraba a la cama sin ayudar a bajar nada, sin lavarse los dientes, sin desvestirse siquiera. Y al dia siguiente Lucia debia cargar maletas y maletines, y entregar la llave en la oficina. En Nueva Orleans se alojaron en el barrio frances en un apartamento bello y polvoriento que les alquilo una senora que tenia los dientes podridos y parecia la bruja de Hansel y Gretel. Salieron de dia a pasear por las aguas lodosas del Misisipi en un pequeno vapor de aspas rojas, cargado de turistas, que navegaba bien aunque pareciera de confite y caramelo; por la noche recorrieron Bourbon Street, mezclados con los demas turistas a medio emborrachar que recorrian la calle de arriba abajo oyendo musica y mirandose los unos a los otros. Y aquella primera noche, rematada en un bar donde un pianista musculoso que tenia nariz quebrada de boxeador le dedico a Lucia una version algo desvencijada de Farolito, el parecio divertirse. Durmio mal, sin embargo. A las cuatro de la manana, sentado en el balcon frente a un cenicero repleto de colillas, miraba pasar los ultimos borrachos. Y a las diez miraba su desayuno con cara cenuda y cenicienta. Ella le recordo, en el tono mas severo del que era capaz, que no era solo el quien habia sido golpeado por la desgracia. Se quedaron cuatro dias en Nueva Orleans. A pesar de los comentarios sarcasticos que debia oir de tiempo en tiempo, Lucia se sintio fascinada por esa ciudad alegre, un poco sucia y un poco fermentada, tan parecida a las ciudades del Caribe. Como pasa a veces con la gente silenciosa, el parecia certero cuando hablaba; pero si alguien se hubiera puesto exigente, lo del Disney World para borrachos o lo de los prostaticos tocando clarinete habrian resultado apenas intentos debiles de hacerle dano a un sitio que resultaba dificil dejar de querer. Lucia se quedaba un rato callada, mirandose las manos, y despues de darle la razon volvia a dejarse llevar por un bullicio y un movimiento que la deslumbraban. En Nueva Orleans entregaron el carro, que con su olor a resinas sinteticas, sus blanduras plasticas y sus peluches a base de petroleo habia empezado a asquearlo a fondo, y se fueron para el norte en el camarote-litera de un enorme tren expreso. Por la noche, mientras pasaban postes y fabricas sombrias, mientras el dormia o fingia dormir en la litera, Lucia miraba la eternidad que cada cierto tiempo abrian hacia el este los relampagos de una tormenta cercana. Horas despues se acosto y lo sintio llegar, innecesariamente brutal -- dulce y carinosa, ella nunca se le habia negado--, arrancandole la ropa a manotazos y penetrandola, rasgando y magullando, mientras el tren pitaba feroz, metido ahora en la tormenta masiva que azotaba las ventanillas y revolcaba los arboles vertiginosos y relumbrados. El climax fue rapido y aterrador, y parecio venirles desde el corazon mismo de las tinieblas. Dias despues, sin camisa, el miraba llover por la ventana. Aunque estuvieran todavia en plena primavera, sobre la ciudad habia caido una ola de calor y lluvia que la oscurecia y la hacia aun mas densa. Frente al hotel un hombre despatarrado dormia aferrando una botella de vino en la mano derecha. Lucia habia salido temprano y esta vez ni se habia tomado el trabajo de invitarlo. Cuando lo llamo a mediodia para decirle que todavia se demoraba otro par de horas, el le contesto que podia demorarse lo que quisiera; cuando regreso, a eso de las cuatro de la tarde, lo encontro sin camisa, mirando llover por la ventana. El hombre despatarrado se habia despertado y, sin levantarse, sin soltar la botella ni quitarle la cara barbuda a la lluvia, le pedia plata a la gente que pasaba. Dejo de llover. Visitaron a un amigo pintor que se vestia de negro, llevaba el pelo muy corto y usaba una gotera de oro en una oreja pulcra y rosada como un caracol. Tenia un estudio grande, donde producia cantidades abrumadoras de animales como electrizados sobre fondos de colores primarios. Despues de dos tragos empezaron a recorrer el estudio mirando esa serie infinita de imagenes -- vendidas, ciertamente, mucho antes de que empezaran a ser pintadas--. <>, dijo el, y Lucia lo miro con ojos muy abiertos. El amigo no parecia ofendido, pero tampoco encontraba que decir. Sonrisa cordial y ojos helados, menciono los tiempos, que cambiaban. Lo de la puta fabrica fue lo unico que dijo hasta el final de la visita. Para salvar las apariencias, ella tuvo que sostener la conversacion con su ingles precario mientras un macaco endemoniado la miraba desde uno de los oleos. El cielo se habia cerrado otra vez y habia tomado el color del cemento. De regreso al hotel, Lucia sintio ganas de llorar. El domingo siguiente miraban a un maromero chino que con dos palos lograba mantener otro en el aire, golpeandolo constantemente hasta dar la sensacion de que flotaba. La pequena plaza era un caos de prestidigitadores, equilibristas y musicos. Jovenes de pelo verde y pantalones de cuero fosforecian de palidez bajo el sol. Despues de hacer flotar el palo, el maromero chino empezo a escupir candela, pero solo Lucia pudo verla, porque el estaba sentado en una banca, encorvado bajo sus grandes espaldas, mirandose los zapatos. De regreso al hotel vieron a una viejita en patines, con la cabeza canosa llena de flores plasticas de colores. Cruzo frente a Lucia y le sonrio, afectuosa y feliz. --?La viste? --pregunto ella. El no contesto. Lucia dijo que habia visto a una viejita en patines con el pelo lleno de flores plasticas de colores. --?Y que queres? --pregunto el. Y entonces pregunto que si ella queria que el se orinara de la risa. Para la primavera siguiente el pellejo le colgaria de los huesos como a un buey enfermo. Despues de la partida de Lucia --lo dejo, por supuesto, incapaz de aguantar por mas tiempo esa mezcolanza de apatia y crueldad-- se sintio aliviado, como si le hubieran quitado un morral de encima. Camino liviano por las calles, sin rumbo. Entraba a los bares, salia de los bares, disfrutaba de una inmediatez que por su intensidad abolia el pasado por completo. A la senora que le alquilo el cuarto, unas roidas, joyas baratas y una actitud impersonal algo ingenua, le dijo que se llamaba Boris y se dedicaba a la reparacion de instrumentos. Adorno la mentira con algunos detalles y dejo aparecer el gesto mas parecido a una sonrisa que habia tenido o iba a tener en mucho tiempo. Y se instalo en un cuarto que olia a humedad y a estiercol de palomas. Las palomas venian de todas partes y anidaban en el alfeizar de las ventanas. La primera manana fue despertado por su arrullo desapacible y por el aleteo sordido que producian cuando llegaban o se iban del alfeizar. No sin esfuerzo abrio la ventana, que habia sido pintada muchas veces sin nunca abrirse y estaba soldada al marco, y vio dos nidos, cada uno con un par de pichones implumes y ciegos. Blandos reptiles del Apocalipsis, gargolas repugnantes, abrieron sus desmesurados picos con avidez primordial y cayeron al vacio como pequenos demonios, para estrellarse y desaparecer tres pisos mas abajo, entre pedazos de ladrillo, pedazos de alambre, sillas desbaratadas y colchones sucios, todos desperdigados en el patio que correspondia al edificio. Dos edificios vecinos estaban abandonados: uno tenia las ventanas tapiadas y parecia un enorme nicho funerario, del otro entraban y salian las palomas. Y del reguero de ladrillos del patio brotaban pequenos arboles, muy proporcionados, frescos y de un verdor absurdo para aquellos lugares donde no llegaba nunca el sol. Durante el verano durmio de dia y camino sin rumbo por las noches. Tal como se habia anunciado desde la primavera, el verano llego especialmente caliente y sofocante: llovia mucho y antes de cada aguacero el aire se ponia espeso y aplastaba. Metido en una penumbra de persianas bajadas el sudaba en pantaloncillos, durmiendo o mirando girar un ventilador de aspas metalicas que sonaba como si alguien estuviera sacudiendo una bolsa con clavos o monedas. Por la noche se ponia la ropa sobre el cuerpo todavia encharcado de sudor y salia a la calle despues de sacar un par de billetes del sobre donde Lucia le habia dejado una suma grande, tan grande al menos como irian a ser sus necesidades durante el verano, dinero que el ni habia pedido ni habia rehusado. Despues de caminar un rato se metia a cualquier bar, pedia una cerveza y se sentaba a mirar la television. En las tinieblas del bar alumbraba el verde del pasto en estadios donde hombres de mandibula cuadrada escupian y rasgaban el aire con miradas diamantinas. Senoras de ojos azules abrazaban con amor cajas de detergente mientras maridos vestidos con camisas impecables las miraban complacidos. Una pareja de novios se arrebataba una galleta de chocolate y se reia. La espuma de su cerveza se desvencijaba poco a poco, regresando de una elaborada e ilusoria estructura a la sencilla repugnancia del liquido plano y ahora tibio, que el bebia sin asco y casi sin pensarlo. En la pared de los banos, vulvas humilladas recibian falos en los que el orgullo masculino se sumaba a la propia torpeza del dibujo para plasmar una vanagloria atroz que alcanzaba los ultimos limites posibles de la fealdad. Cuando algun fanatico del beisbol le palmoteaba la espalda, sin sospechar que no se trataba de un camarada sino de alguien que solo miraba el verde puro, abstracto e irreal de los prados lejanos, el encogia sus hombros anchos, cada vez mas huesudos, de modo que el fanatico dejaba congelar un poco la sonrisa, enfriar sus ojos entusiastas, y retiraba el brazo, consciente de que habia tocado un territorio profundo y prohibido. Despues de mantener por horas el codo sobre la barra y la mandibula apoyada en la palma de la mano, salia del bar a la hora de cerrar con el hombro derecho cubierto por la ceniza de los incontables cigarrillos que habian ardido entre sus dedos mientras miraba a los novios que se disputaban las galletas de chocolate. Caminaba por calles que olian a orines, llenas de periodicos y paraguas desmembrados, y se dirigia hacia los parques del rio. En las bancas dormian los hombres desplomados. El movil reflejo de un aviso de Pepsi-Cola flotaba sobre las aguas oscuras. A veces dormia en una banca, como los otros, a veces se amanecia viendo bajar las aguas sucias hacia el mar. Cuando llegaba al cuarto se tomaba un trago grande, para escapar del aleteo de las palomas, y se tiraba en la cama a sudar y a sonar con un pasado que regresaba en imagenes descoyuntadas y revolcadas, como si por su memoria acabara de pasar un viento furibundo. Sin hablar casi con nadie, sin lavar su ropa, sin preocuparse por su creciente mal olor, se le fue pasando el verano. El pintor de animales endemoniados lo invito un dia a una fiesta a la que irian amigos comunes, pero el no fue, por supuesto. Ni siquiera penso que resultaria dificil entenderse con gente demasiado inteligente, que el buen gusto de una rebeldia aparente iba a hastiarlo o que las minimas formas convencionales de trato irian a resultarle insoportables. En un tono neutro dijo, sin mas, que no queria ir; miro con sencillez al pintor de animales electrizados, como se mira y entiende un cactus o una rosa, le dio la espalda y lo olvido por completo. El clima todavia no empezaba a refrescarse. Los hidrantes elevaban de dia chorros de agua en los que se banaban los ninos como pajaros; de noche caian contra el espejo del asfalto como si arrastraran carros y edificios, sirenas y neones, y los aniquilaran en un cataclismo espectacular contra la tierra. El recorria las noches del verano metiendose por sitios profundos, recovecos turbios, pero casi siempre buscando terminar la noche bajo cielo abierto. Por algun tiempo anduvo con una mujer morena que tenia el tatuaje de una culebra en el estomago. Con ella entro y salio de bares, con ella paso dias en cuartos de hoteles desastrados, que tenian baneras negras y cortinas espesas y raidas, y que parecian estar mas hondo que los trenes subterraneos cuyo ruido los calaba por completo. Envuelta en la luz de mecheros de alcohol, la vio hacer brillar jeringas, la vio casi desaparecer de placidez en el fluido de su propia sangre como quien se deja llevar por un ancho rio hacia el olvido. Aparte de que se hacia llamar Boris, ella no supo ni quiso saber nada de su vida. Se poseian con lujuria y sin ternura. Se encontraban al azar, sin alegria y de un modo fatal, como si dioses desganados hubieran tenido el momentaneo capricho de arrimarlos. Se despedian sin darse cuenta, desapareciendo el uno del otro como desaparecen las personas en los suenos. Cada cierto tiempo recibia cartas con estampillas de animales, plantas tropicales, proceres. Las dejaba sin abrir hasta que llegaba una nueva y entonces leia las dos con desatencion, chismes lejanos, historias de amigos que ya habia olvidado, formas afectivas que de lo puro marchitas ya ni tristeza producian. A veces se quedaba largos ratos mirando el azul intenso de las grandes mariposas, y a duras penas leia la letra abierta, pulcra, femenina, que le hablaba de gente que para el ya estaba muerta. Las orquideas, las mariposas de Muzo, los heroes de mirada ingenua, en la barra de un bar, en su propio cuarto, en los hoteles, eran despojos minimos y nitidos de un inmenso naufragio que a estas alturas ya ni centro tenia, ni periferia. En un sobre le llegaron las paginas dobladas de un periodico, donde se hablaba de el y se reproducia uno de sus cuadros. Las miro y volvio a doblarlas como si fueran un documento amarillo y apolillado, un poco repugnante, que hablaba de gente remota, desde hacia mucho tiempo convertida en polvo. Para entonces el pelo le habia crecido demasiado y se lo habia agarrado atras con un caucho. Su frente se veia muy amplia, sus ojeras muy grandes. Los vientos empezaron a soplar mas frescos. Las camisas de pana que habia traido de Bogota le colgaban abundantes y le daban una apariencia mistica. Se afeitaba cuando el roce de la barba con la almohada empezaba a fastidiarlo, cada tres o cuatro dias, sin espejo, rapido y sin preocuparse por los parches de barba que quedaran. Una vez, ya casi de madrugada, lo sorprendio un aguacero mientras miraba bajar el agua del rio para el mar. Camino despacio bajo la lluvia y sintio que uno de sus zapatos estaba roto. La noche siguiente, en un baratillo que abria las veinticuatro horas, compro unos tenis que al principio casi cegaban de blancura en contraste con su ropa oscura, pero que rapidamente se fueron curtiendo con el polvo de calles y bares hasta ponerse casi negros, y que serian usados sin lavarse nunca y de un modo continuo hasta su disolucion total. Otra noche un hombre tan flaco y grande como el mismo le pidio cuarenta y tres centavos que le faltaban para una botella de vino. Con uno de los billetes que le dejara Lucia compraron una botella de conac caro y se sentaron a beber frente al rio. Un pequeno velero, con solo una luz verde en lo alto del mastil y las velas desplegadas, paso remontando la corriente en la oscuridad, como una mariposa nocturna. El hombre dijo ser sueco. Durante la noche dijo ser exmarino mercante, exingeniero, exgeologo. Tambien era aleman, y el entonces lo dejo hablar, sin creer ni dejar de creer, como el que se deja acompanar por el ruido del agua que baja entre las piedras. La noche era limpia y las luces de los aviones se movian muy nitidas contra la negrura compacta del cielo. Una rata larga paso en la oscuridad y desaparecio en un bote de basura volcado. El sueco, ya borracho, termino una historia que lo habia conmovido y agitaba los hombros bajo el peso de sollozos vigorosos. Se bebio un trago grande. Parecio aliviado de la angustia que le habia producido su propia ficcion y siguio hablando sin parar, como saltando un abismo a cada instante, creyendose por turnos extopografo, finlandes, exgeologo, exmarino, holandes, unas veces arruinado por los viajes, otras por las mujeres, el juego y el alcohol. Como esa noche pasaron muchas. Las personas desaparecian y volvian a aparecer. A traves del sueco conocio mucha gente. Habia ajedrecistas fetidos, borrachos y caballerosos, muy raidos, que jugaban partidos a veces insensatos, a veces brillantes; habia hombres abstraidos que garrapateaban incansablemente cosas en cuadernos sucios; habia gente que con el alcohol comenzaba a discutir minucias a grandes voces y con gestos ampulosos y violentos, como si estuvieran en juego los destinos ultimos. Noches largas durante las cuales probo por primera vez vinos dulces que llevaban nombres como Rosa Salvaje de Irlanda, o Pajaro del Trueno, los mas baratos tal vez sobre la Tierra; noches que terminaban en un reguero de papeles y botellas quebradas que chispeaban despues con el sol mientras los hombres que las bebieron, desperdigados ahora, quedaban caidos en bancas, donde respiraban apenas entre su propia sombra, o intrincadamente ocultos en las grietas del cemento, como si fueran cucarachas o murcielagos. Las hojas empezaron a caer copiosas y a acumularse junto a las basuras de los parques. El caminaba metido en una gabardina demasiado larga, aunque corta de mangas, como las de los espantapajaros de las tiras comicas. La habia comprado por dos dolares a un amigo que ofrecia mercancia vieja, casi basura, en la plazoleta donde habia una escultura que representaba un dado gigantesco. Por algunos dias alcanzo a sentir el espeso olor acumulado de anteriores propietarios, sedimento oscuro que se perdia en los origenes de la raza humana, pero ahora su propio olor habia tomado posesion, o se habia tal vez integrado al antiguo, y ya no lo sentia. Y como la caldera del edificio aun no habia sido encendida, muchas veces el llegaba y se tiraba a la cama con la gabardina puesta, mientras afuera arrullaban las horripilantes palomas, a sonar con un pasado que cada vez le llegaba mas trocado y equivoco. A finales de septiembre recibio una carta donde se anunciaba la llegada de un pariente para principios de octubre. La carta decia que ellos estaban muy preocupados por la falta de noticias, y el tuvo que hacer un esfuerzo para recordar de cuales <> se trataba. A la duena del cuarto todo en la vida, al parecer, le importaba un bledo, y se encogio de hombros cuando el le dijo que se iba. Recibio la llave sin mirarlo y no se tomo siquiera el trabajo de levantar los ojos para verlo salir con su pequeno maletin en la mano y perderse en una noche excepcionalmente calida, aunque llena de bruma. Horas despues la mujer entraria al cuarto y meteria medias rotas, tubos de papel higienico y colillas en una bolsa de plastico negro. Lo haria con gestos mecanicos, sin siquiera odiar, sin recordar siquiera a la persona que habia dejado tras de si semejante basural. Se metio en un hotel pequeno, al frente de una avenida que cruzaba la ciudad de este a oeste, apretujado entre un almacen de almohadas y colchones demencialmente desordenado y una ferreteria polvorienta. Alquilaban cuartos por horas, dias, semanas, anos, tal vez siglos. Al otro lado de la avenida habia un parque con columpios y balancines oxidados, donde alumbraban por la noche los botes de basura a los que hombres oscuros metian fuego y despues rodeaban para calentarse. Su cuarto tenia un inodoro rajado minuciosamente, como una cascara de huevo, y un lavamanos mugroso. No habia ni ducha ni ropero. Ni el ni las demas personas que entraban y salian parecian ya necesitarlos. Se salia del hotel por corredores y escaleras iluminados por debiles lamparas de neon que soltaban luz nebulosa. Todas las noches, al lado de las canecas de basura y de la escalera que bajaba del hotel a la acera, habia un viejo que se acurrucaba para dormir protegido del viento. Mantenia la cabeza metida en una bolsa de plastico negro a la que le habia hecho orificios para respirar. Una vez el le ofrecio dinero, pero el hombre no quiso recibirlo; dejo en cambio oir una voz aspera y gruesa que venia de las profundidades de su cerrada noche de plastico, y le dijo que se llevara su dinero para otra parte, que nadie le estaba mendigando. Por entonces habia empezado a dibujar con carboncillo a la gente de los bares. Una noche quisieron comprarle el dibujo que habia hecho de modo mecanico sobre una servilleta, y que mostraba a un hombre pequeno sentado en una banca alta, encorvado sobre la barra del bar, a la vez envuelto en si mismo y echado para adelante, como un ave de rapina o un demonio. Esa vez no quiso recibir dinero, aunque no tuvo inconveniente en dejarse invitar a un par de tragos que, como siempre, le duraron hasta que cerraron el sitio. Pero despues decidio comprar un revolver que le ofrecian por ahi, conto lo del sobre y vio que le alcanzaba para el arma y solo le sobraba algun ripio. Entonces comenzo a dibujar a la gente y a recibir lo que quisieran dar por los dibujos. Los retratos eran tan oscuros como los bares, y las personas, aunque todavia identificables, aparecian a medio tragar por las tinieblas. Pero el limite de la oscuridad no se adivinaba en el bar (esquinas que, aunque invisibles, estuvieran alli; estructuras que, sin ser vistas, llenaran el alma con la luz de su logica, tranquilizandola), sino que se perdia sin remedio en un abismo sin fondo. El reflejo de unas gafas, una mano cundida de anillos de plata, eran creados con la nitidez necesaria para que todo lo demas cayera en el vientre horroroso de lo oscuro. Sin embargo, la gente, metida en su sopor de alcohol y cigarrillo, rara vez se horrorizaba; miraba el dibujo con interes, sorprendida por la evidente habilidad del dibujante, hablaba un rato con el, le ponia las manos en el hombro y se mostraba casi siempre generosa. Tan pronto recogia lo necesario para pagarse la noche de hotel, la comida y los tragos, el dejaba de dibujar y se quedaba otra vez en la barra, inmovil y en silencio. Pagaba el hotel cada madrugada. Llegaba poco antes de que saliera el sol y le daba el dinero al empleado sonoliento, que le entregaba una llave atada a una lamina metalica de apariencia carcelaria y le devolvia el maletin repleto de ropa sucia que habia dejado en la oficina al salir. Caminaba por escaleras inundadas de luz lechosa --el revolver, helado, subia metido en una media entre la ropa-- y entraba a un cuarto que cada noche era distinto. Todos tenian espejos desportillados y borrosos e inodoros rajados, pero unos daban a la avenida y otros a pasadizos oscuros donde las ratas hacian sonar las latas en las basuras. A el todos le daban lo mismo. Por las delgadas paredes llegaban sonidos que a veces eran vagos, sollozos lejanos que se fundian con los ruidos del vapor en los tubos de la calefaccion, disputas deshilachadas; pero a veces eran demasiado nitidos, bofetadas en cuartos adyacentes, gemidos sexuales, carcajadas crueles.

  • Rendida al Destino de Clare Connelly

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  • El lenguaje de los bosques de Hasier Larretxea

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    Este libro quiere ser el sendero que escojas cuando te adentres en un bosque. Este libro quiere que crezca un arbol en tu palma de la mano desplegada. Este libro quiere mostrar el aliento y la respiracion de los pasos pendiente arriba. El sonido del rastro sobre el manto de hojas del otono. Este libro quisiera ser guia, brujula y esencia de todo aquello que rodea al arbol. Este libro es tierra, raiz, corteza, rama, hoja y fruto. Es nudo y temblor. La esencia espolvoreada de una vida curtida entre la espesura de la naturaleza. A este libro le gustaria sortear la niebla que lo cubre todo para amanecer en un rincon del paisaje en el que los pajaros le cantan al nuevo clarear del dia. Este libro es la semilla de una vida que florece en los reencuentros y en la busqueda de la hoja de ruta de la infancia que curte miradas y esencias. Este libro quisiera representar la ramificacion que se eleva hacia el cielo claro, donde se reencuentran las generaciones, el mundo rural y la vida en la ciudad. Este libro quiere ser indagacion y reflexion, ruta y cobijo.

  • !Aparta, que no me veo de Ana Belen Canete Jimenez

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    Pasiones, celos, infidelidades, divina juventud, oportunidades de trabajo, enamoramientos… Todo ello se da cita en !APARTA, QUE NO ME VEO!, la novela romantica a la cordobesa que nos hace viajar hasta las Islas Baleares y vivir la transformacion de Ines tras su ruptura sentimental.
    La autora de Cordoba nos hace sentir, vivir y amar como lo hace la protagonista de esta novela romantica: INES.
    Ines es una joven cordobesa que lleva una vida tranquila y estable hasta que un dia de Navidad recibe un regalo en forma de foto que hace que Inesastra, su alter ego, despierte de su letargo y presa de la rabia, el dolor y la gripe acompanada de fiebre toma una decision un tanto precipitada.

  • Ataduras de Domenico Starnone

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  • La institutriz y el escoces de Julia London

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    Bernadette Holly, una institutriz inglesa, habia cometido el error de fugarse con su amante, y ese error le habia costado su reputacion. Ya no tenia miedo de nada; ni siquiera del sombrio y peligrosamente atractivo escoces que se debia casar con la joven que estaba a su cargo, la inocente Avaline Kent.

  • Templo de sangre de Eugenio Aguirre

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  • La promesa del escoces: romantica regencia, Camila Winter [PDF] de Camila Winter

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  • No quiero odiarte de Valeria Rose

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    La lealtad, la pasion, la ternura y la valentia son la clave para poder seguir adelante en una Escocia de ensueno. Moderna y romantica.
    Pero el camino siempre es escabroso. El odio, el dolor y la venganza formaran parte de este viaje.
    ?Sera el amor mas fuerte que el odio que se han jurado mantener?

  • La camara verde de Martine Desjardins

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    Todas las casas tienen sus pequenos secretos, pero algunas los protegen con mas ahinco que otras. Durante anos, los enganos y vilezas de la familia Delorme han sido celosamente custodiados por las robustas paredes de su hogar, una mansion gotica situada en Mont-Royal, a las afueras de Montreal. Tras sus sesenta y siete cerraduras, el edificio ha ocultado las historias mas perturbadoras de sus habitantes. Sin embargo, todas ellas saldran a la luz con la irrupcion de la intrigante y hermosa Penny Sterling. Con su llegada se desvelaran los pecados de los Delorme, incluyendo los cometidos en la habitacion abovedada conocida como <>, donde se esconde el espeluznante cuerpo de una mujer momificada que sujeta entre los dientes un ladrillo con una moneda de plata. Una obra maestra del gotico canadiense, deudora del mejor Robertson Davies, y que bien podrian haber firmado Shirley Jackson o Margaret Atwood. Una de las mas divertidas y mordaces sagas familiares de los ultimos anos, galardonada con el premio Jacques-Brossard.

  • ?No me crees? de Elva Martinez Medina

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    Agosto 2016, Maria, Colibri para su padre, vuela rumbo a Escocia para asistir a la boda de una de las personas mas importantes en su vida: su padre. Gracias a esa boda, conocera a Javier, companero y amigo de su padre; ambos se sentiran atraidos nada mas conocerse, viviendo cinco dias inolvidables. Agosto termina, Maria ha de regresar a San Francisco y continuar su vida junto a su <>, Rob y Caroline; sin embargo, ahora ya nada sera lo mismo.

  • El Amor Entre Una Chica de Mano Book

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    En un chale suburbano, en el gran dormitorio de estilo azul oscuro se estaba mostrando una imagen sexual, y toda la habitacion estaba llena de una atmosfera carnal. Marina Lopez acababa de volver del extranjero, al salir del aeropuerto llamo a un taxi. Sentada en el coche, Marina sonrio al contemplar los paisajes de la ciudad a traves de la ventana. En este momento, ella estaba nerviosa pero al mismo tiempo impaciente, ya que pronto podria ver al hombre que habia estado amando durante mucho tiempo. Marina saco una llave de repuesto que le dio Pedro Franco para abrir la puerta del chale. Al entrar, Marina oyo un sonido extrano, era como la voz de una mujer. Camino hacia el dormitorio y abrio la puerta de la habitacion. Sorprendidamente, encontro a su hermana Maria Lopez tumbada entre los brazos de Pedro. -?Que cono pasa aqui? Mi novio esta teniendo un polvo con mi hermana? Marina se cabreo de repente, senalando a las dos personas desnudas en la cama y grito: -!Pedro! !Maria! La alta voz de Marina hizo que Pedro y Marina dejaron de sus actos. Pedro al ver la cara bonita de Marina cabrearse, se puso nervioso, cogio la ropa rapidamente y se vistio. Maria cogio la manta y se tapo su cuerpo, insultando a Marina en su interior ya que habia intenrrumpido el momento perfecto. Tras ponerse las ropas Pedro se acerco a Marina nerviosamente y dijo: -Marina, no es lo que parece, puedo… Pedro no pudo terminar la frase, una bofetada le llego a su cara. -Pedro, asi que si no te dejo tocar, tocas a otra chica verdad? !Escuchame bien, ya hemos acabado! - Al terminar las palabras Marina se dio la vuelta para irse, las lagrimas le comienzan a caer. Este ataque tan repentino y el dolor que acababa de sufrir era inexplicable. Pedro sintio el mismo dolor que Marina, porque el amaba realmente a Marina, pero no pudo resistir la seduccion de otra mujer. A medianoche, las luces de neon iluminaban todo el bar. En frente de la barra, Marina estaba sentada en una silla, tomando el licor que le paso su mejor amiga Emily Velazque. Emily se sentia mal al ver a Marina asi, pero no sabia como consolarla. Cuando eran estudiantes, Pedro podia arrodillarse delante de Marina para declararse el amor, pero ahora, tal vez hubiera cambiado con el paso del tiempo. Ademas, su hermana mayor Maria Lopez, tenia mucha envidia de Marina, nunca la habia tratado como una hermana. Marina practicamente borracha, mirando el licor de su vaso y dijo: -?Emily, piensas que debo a este mundo? ?Por que la persona que estaba con Pedro tiene que ser mi hermana? !Dime por que! Emily movio los labios, pero no dijo nada. -Jajaja, -Marina sonrio, en sus ojos solo habia dolor, odio y furia. -!Pedro, hijo de puta, Maria, te odio! Comenzo a beber de nuevo cuando termino sus palabras. Ya era la madrugada, Emily al ver a Marina que ya estaba borracha tirada en la barra del bar decidio llevarla al hotel que estaba en frente del bar. Debido a que tenia que trabajar a esa hora, Emily llamo a su companera de trabajo para que la llevara al hotel. La companera de Emily la llevo al hotel, pero en el ascensor, Marina saco la tarjeta de la habitacion, insistiendo que podia encontrar la habitacion ella sola. Tras echar a la companera de Emily ella se fue a buscar su habitacion. Al salir del ascensor, Marina empezo a buscar la habitacion 522, pero cuando ella llego a la habitacion 521, vio que la puerta estaba semi abierta. Sin pensar nada dijo: -!Esta es! El camarero me ha abierto incluso la puerta. Sin pensar mas, abrio la puerta y entro directamente. Marina camino hacia el centro de la habitacion, al ver la cama gigante con una manta blanca le dio una sensacion de cansancio. Sin prestar atencion al ruido de ducha en el bano, se tiro directamente a la cama. Ella cerro los ojos y comenzo a dormir. El hombre del bano era musculoso y fuerte. Estaba claro que habia recibido algun entrenamiento duro, asi que podia obtener tan buena figura. El agua de la ducha caia por su cuerpo sexy y su cara fria, parecia que era un hombre guapo. Federico Carrasco apago el grifo de la ducha, cogio la toalla que estaba a su lado. Se seco el pelo, tapo su cuerpo con la toalla y salio del bano. Justo cuando quiso subir a la cama, se asombro de repente al ver a la persona tumbada en su habitacion. -?Como que ha aparecido una mujer de repente? ?Es porque soy VIP de este hotel de 5 estrellas y por eso me regalan una mujer?, -pensado Fede. Fede no se alejo, sino que se acerco lentamente para ver a la mujer tumbada en la cama. La mujer que expulsaba el olor al alcohol, tenia la cara palida. Su pelo desordenado transmitia una belleza natural y su rostro, no era tan hermoso, pero se contaba entre las guapas mujeres. Fede comenzo a observar a esta mujer de la cama, se sintio atraido por su belleza natural. Se quedaba mirando de pie a la mujer, de repente recordo una imagen en su mente. -Aquel ano, ella tambien era asi de natural, tenia una sonrisa dulce y un rostro listo. Pero donde esta ahora? ?Como se lo esta pasando? Aparecio numerosas preguntas en la mente de Fede. Viendo a la mujer de la cama, se sintio mal porque no esperaba que podria estar atraido por otra mujer que no fuera la chica de su memoria. Fede no paraba de recordarse a si mismo que la mujer que ahora estaba en la cama no era nadie, e incluso apenas tenia una cara bonita, tampoco tenia un cuerpo sexy. Pero por fin no habia conseguido controlarse y empezo una noche especial y larga. Capitulo 2 No hace caso a la familia Lopez Un dolor fuerte desperto a Marina, entonces ella abrio sus ojos involuntariemente. No obstante, se quedaba atontada cuando vio lo que estaba pasando. No se podia distinguir muy claramente la cara del hombre, pero le daba una sensacion de que seria muy guapo. Marina saco la conclusion de que este hombre tambien seria muy fuerte a traves de su piel de color de bronce y los hombros anchos. Cuando Marina por fin entendio lo que estaba pasando, el dolor ya le habia quitado la consciencia. Aunque sabia que era su primera vez, no estaba en condiciones de resistir lo que el hombre le estaba haciendo, porque ahora ya no tenia fuerza. Por la manana, los dos todavia estaban dormidos en la cama. De repente se oyo un ruido, Fede, quien siempre estaba alerta, al escucharlo abrio los ojos enseguida y se volvio para mirar hacia la direcion de la entrada. Cristian Melgar entro a la habitacion de Fede alegremente, queria despertarlo, ya que hoy ellos tenian que volver al ejercito para asistir a una reunion. Pero cuando llego a la puerta y vio a las dos personas en la cama, se sorprendio mucho. Despues de un buen rato, Cristian se recupero de la sorpresa y pregunto: -Fede, tu…tu…tu… El tenia muchas preguntas pero estaba tan sorprendido que no sabia como preguntarle. Al ver que la persona que entro en la habitacion era Cristian, Fede no le hizo caso. El tiro de la manta para arropar a la mujer en la cama, y luego se levanto de la cama para vestirse rapidamente. Cristian, con una sonrisa maliciosa, se dirigio hacia Fede y le pregunto: -?Que tal? ?Has pasado una noche muy romantica? -Vete. -Fede lo dijo furiosamente. Pero a Cristian no le importaban sus palabras, seguia riendose con malicia: -No pensaba que a nuestro jefe tambien le gustan las mujeres. ?Quien es ella? -No lo se. -Al contestar su pregunta, Federico ya se habia vestido bien y salio del dormitorio. -Di, para que has venido. -Fede pregunto. Cristian se apresuro para contestar. -Voy a llevarte al ejercito para asistir a la reunion y esta tarde tambien tienes que volver a la Casa Militar. Es orden del senor. Fede se mantenia callado, y despues de ordenar bien su ropa, dio una vuelta para salir de la habitacion. Al ver salir Fede, Cristian salto una mirada al dormitorio y luego siguio el paso de el. Cuando se desperto Marina ya era al mediodia. Ella abrio sus ojos, y miraba el techo, sintiendose un poco mareada. Luego observo las circunstancias, a ella todo le parecia muy raro. Se acordaba de que anoche estaba borracha despues de beber mucho, y Emily pidio a su companera que la llevara al hotel. Entonces, ahora debia estar en un hotel. En su mente aparecio la imagen de un hombre. Marina no recordaba su cara, pero sabia que anoche un hombre aparecio ante ella. Sintiendose confundida, Marina tiro de su pelo al azar. Quiso levantarse, porque parecia que se habia tumbado en la cama durante mucho tiempo. Pero cuando se movio un poco su cuerpo, sintio un dolor fuerte, lo que hizo que ella frunciera el ceno. Casi grito por el dolor de su cuerpo. En este momento, Marina se acordaba de que anoche cuando vio a esa hombre, tambien le dio un dolor insoportable. Bajo su cabeza y destapo la manta, sorpendidamente descubrio que ella estaba desnuda, y en su piel blanca se quedaban muchos chupetones. Al ver la mancha roja en la cama, las lagrimas brotaron de sus ojos. Despues de perder a la persona mas amada, ahora tambien perdio su virginidad. Lo peor era que incluso no sabia quien le habia quitado la virginidad. ?Seria un bastardo mas asqueroso que Pedro? Marina se quedaba totalmente pasmada, mirando al techo sin pensar en nada. Perdio todas esperanzas de la vida, ya que le habian quitado las cosas mas importantes para ella. Despues de un tiempo, Marina, soportando el dolor, se levanto de la cama. Recogio sus ropas tiradas por el suelo y entro en el bano. Media hora despues, ella salio del hotel. Se detuvo en la calle, mirando los coches y diciendose que aunque su corazon ya habia muerto, pero su cuerpo no. Entonces ella debia seguir su vida perseverantemente. Decidio volver a su casa. Al entrar, vio a su padre Miguel Lopez y su llamda tia Jenny Lara, asi como su llamada hermana Maria Lopez, quien le habia soplado el novio. Los tres estaban sentados en el salon discutiendo algo alegremente. La criada al ver que Marina entro, dio una sonrisa a ella y saludo a ella: -Hola, senorita Marina. Al oir la voz de la criada, las tres personas en el salon se volvieron hacia la direccion de Marina. -Puta zorra, para que vuelves ahora? Si ya no te da ganas de volver a esta casa, entonces no vuelvas. Sin ti, estamos todos mas felices. -Jenny Lara insulto a Marina de una manera muy grosera, ya que no era su propia hija, entonces no hacia falta hablar con ella educadamente. Marina no hizo caso a lo que dijo Jenny, porque ya se habia acostumbrado a su actitud. Durante estos veinte anos, esta tia casi la insultaba todos los dias. Marina se recordaba a si misma lo malo que era esa mujer. En aquellos tiempos, esta mujer se aprovecho de tener relaciones sexuales con su padre y amenazo a su padre con el matrimonio de negocios, e incluso echo a la madre de Marina fuera de esta familia. Estaba claro de que Marina nunca olvidaria todos los hechos Mirando a su padre, que no estaba muy lejos de ella, Marina dijo: -Padre, he vuelto. -Bueno, sientate. Estamos hablando sobre la boda de tu hermana. -Su tono era ordinario, aunque Miguel no queria mucho a Maria pero tampoco la odiaba. -?Quien es ella? Es indigna de enterarse de mi boda. -Maria miro a Marina con desden, seguia hablando: -Marina, debes entender bien que ahora soy la novia de Pedro. La tia Franco me ha prometido que sin duda alguna sere la nuera de la familia Franco. Capitulo 3 Casarla con un hombre rico Marina al pensar en Pedro y en Maria, le empezo a doler el corazon, aun que ella quiso olvidarse de todo eso pero, no era facil, los danos seguian estando ahi. -Estoy bien, por cierto felicidades. -Aguantando el dolor, Marina respondio con una voz suave. Maria ni si quiera quiso hablar con ella. -La hija de una zorra, por eso tiene tanta cara. Jenny Lara dijo enseguida: -?Ya ves, por que no te mueres con la puta de tu madre? ?Por que tienes que estar aqui? Si no era porque sedujiste a Pedro, mi hija ya se habria casado con el. -Tia, yo tambien pertenezco a la familia Lopez, y en aquel entonces era papa quien no me dejo ir con mi madre. Ademas Pedro y yo eramos companeros de clase por eso… -No termino de hablar, una bofetada le llego al rostro. Despues de darla la bofetada, Maria grito. -!Marina, escuchame bien, solo hay una hija en la familia Lopez y esa persona soy yo, Maria Lopez! Soy la vicepresidenta del la compania LOP. ?Y tu quien eres? Solo eres un lider de equipo del departamento de negocios en la compania. ?No tienes nada que comparar conmigo. No tienes nada que competir conmigo. Marina al recibir la bofetada, se agacho la cabeza sin decir nada. De repente los insultos de Jenny volvieron a llegar a los oidos de Marina . -Marina, te deje vivir en este chale porque me dabas pena, la puta de tu madre sedujo a tu padre y tu nacimiento ha sido un error. Si no era porque eche a tu madre a la calle, tal vez hoy sea la puta de tu madre la duena del chale. -Tia, mi padre y mi madre en aquel entonces ya se habian estado enamorados desde hace mucho tiempo, utilizaste a Maria para obligar a mi padre a casarse contigo. -Marina explico en voz alta, que podia aguantar todos los insultos hacia ella misma, pero nunca iba a dejar a los demas ofender a su madre. -!Puta zorra asquerosa! - Jenny se levanto de repente con la intencion de pegar a Marina, sin embargo, Miguel la impidio el paso. Como no podia acercarse a Marina, Jenny se detenia y la miro con odio, echando los insultos: -?Quien te ha dicho esto, la puta de tu madre? !Marina, si te digo la verdad! Soy yo quien habia concebido primero, la puta de tu madre no tuvo la misma suerte como yo. Ademas, la familia Lara habia ayudado tanto en los negocios de la familia Lopez, entonces era natural que contrajeramos matrimonio. Eres una perra mentirosa, deja de decir chorradas. Jenny apenas termino sus insultos. Cuando Marina estaba a punto de decir algo, Maria la interrumpio. -Papa, mama, parece que es mejor casar a ella lo antes posible. Temo que se vuelva a seducir a mi Pedro, porque es tan frivola. Si eso ocurre, a lo mejor perdere la posicion de la mujer del alcalde. -Maria lo dijo preocupadamente ya que siempre habia odiado a Marina. -De acuerdo, cualquiera que perjudique la felicidad de mi Maria es imperdonable, no dejare que eso ocurra. -Jenny mirando a Marina, hablaba con Miguel que estaba a su lado, -Manana prepara unas citas a ciegas para ella. El hombre debe ser rico y tenemos que cobrar mucha donacion esponsalicia para cubrir los gastos de ella durante estos anos. Miguel Lopez al mirar a Marina y a Jenny, no se atrevio a decir nada. En esta familia siempre mandaba Jenny, el no tenia derecho a tomar decisiones. Marina dejo de resistir su destino, porque habia perdido todas las cosas mas importantes para ella durante estos dos dias, ahora ya no le importaba nada. En la Casa Militar. Un anciano con uniforme militar estaba sentado en el asiento principal del salon. Fede y Cristian se ponian de pie a su lado, mateniendose callados y esperando la orden del anciano. Antonio Carrasco miro a los dos chicos de su lado contentamente. Los dos, creciendose juntos, eran ambos excelentes en el ejercito. Sobre todo estaba satisfecho con su nieto, Siendo tan joven, ya habia sido general de todo el ejercito. En toda la Casa Militar, casi todos envidiaban y admiraban a su nieto, debido a eso Antonio estaba muy contento con el Pero no se algro con una cosa, la que creia que era mas importante para la familia. -Cristian - Antonio rompio el silencio, y su voz era bastante imponente. Era el ex general principal del ejercito, y ahora todavia mantenia su dignidad. -Si, senor. -Cristian contesto enseguida. -?Ultimamente Fede todavia esta en el ejercito? ?Ha ido a las citas preparadas para el? - Antonio lo pregunto seriamente, mostrando la importancia de este asunto. -Eh… -Cristian no supo como contestarlo, porque no se atrevio a revelar que el mismo fue a las citas por Fede. Aunque no quiso hacerlo, Fede lo obligo. Si decia la verdad, tanto Antonio como Fede iban a enfadarse con el. -?Que pasa? - Antonio echo la misma pregunta otra vez. Al ver que las palabras de su abuelo lo pusieron en situacion violenta a Cristian, Fede dijo directamente: -Abuelo, recientemente he tenido en total ocho citas preparadas, pero solo he ido tres veces. Es una pena que no me gusten ningunas. Fede lo dijo sencillamente, pero en realidad no habia asistido a las citas ni una sola vez. Su respuesta era solo para satisfacer a su abuelo, si no lo decia de esta manera, envolveria a Cristian en este asunto. -?No te gusta ninguna de ellas? Esas senoritas son de las familias ricas y nobles en esta ciudad, todas estan bien educadas. ?De verdad no te gusta ninguna? Antonio estaba un poco enfadado, ya que no pensaba que su nieto era tan exigente. Fede no hablaba. A su lado Cristian tambien se mantenia callado, sabiendo que Fede estaba en condiciones de conllevar a su abuelo y no hacia falta preocuparse por el. Despues de un buen rato, Antonio lo ordeno severamente. -Continue las citas hasta que obtenga un certificado de matrimonio. Esta orden no intimido a Fede, porque no paraba de pensar en la mujer de anoche. En este momento, no pudo menos que extranar a la mujer y la sensacion fantastica de aquella noche. Al oirlo, Cristian de repente comenzo a reir. -?Continuar las citas hasta obtener un certificado de matrimonio? ?Esto esta empujando a este general frio a un callejon sin salida? El general indiferente ahora tiene que asistir a las citas a ciegas para buscar su pareja. Si los companeros de las tropas se enteran de esto, a lo mejor van a morirse de risa. Al escuchar la risa de Cristian, Fede inmediatamente se recupero de sus ilusiones. Miro a el fijamente con enojo y Cristian se puso serio de inmediato.

  • Las manos de Hollywood de Lara Talens

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    Las manos de Hollywood es un libro de relatos cortos sobre el amor, el poder y el destino.

  • No fue pecado de Vanesa Serna Martinez

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    Lynn no es ni la sombra de lo que solia ser cuando tenia quince anos. Su semblante es frio, duro, y poco cree en las personas, inclusive su padre le ha dicho tener un corazon de piedra, algo que definitivamente la preocupa. No obstante, tiene un motivo para seguir adelante y dar lo mejor de si misma, para demostrar que, a pesar de tener el corazon roto, si es posible volver a creer, a sentir, pero, sobre todo, a amar.Dan es preso de los secretos y negocios familiares. Lo unico que desea es tener una vida normal, una donde pueda liberarse de aquella penumbra que tanto dolor le ha causado, para disfrutar de los placeres ocultos y necesarios que tanto tiempo se privo por culpa del plomo.Estas dos almas cruzan caminos en una fiesta donde la seduccion y atraccion gobierna entre ambos. Sin embargo, tienen miedo de meter la pata y equivocarse como tantas veces lo han hecho, pero eso no sera un obstaculo para que el deseo, la pasion y la necesidad de sentir sus cuerpos unidos cese.Dos desconocidos. Un lugar. Unos besos curativos que sanaran hasta la mas profunda herida.

  • Diosa Cosmica de Gema Perez

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    Las fertiles. aun mas.
    Y Cassandra. es unica.
    Disenada para ello.

  • Con B de Beatriz de Begona Salvador Ros

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    Beatriz acaba de cumplir 35 anos. Tiene su vida organizada. Su trabajo fijo en un banco, su piso y a su novio, Carlos. Un buen chico que por fin ha aprobado la oposicion a Notario. Pero ella siente que le falta algo. Que la vida tiene que ser algo mas y no se quiere conformar. La noche de su cumpleanos, volviendo de fiesta, tiene una revelacion de las gordas. De las que te ensenan los pasos para ser feliz y tu solo tienes que seguirlos. Aunque eso signifique romper con tu vida anterior y empezar de cero.

  • Lugar equivocado, momento justo (Bourbon Street Boys 2) de Elle Casey

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  • La buena nutricion de Victoria Lozada

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    “Ya no se puede comer nada”; “Todo lo bueno engorda”; “?Por que los nutricionistas no se ponen de acuerdo?”; “?Por que se contradicen los estudios cientificos?”.
    Estas son algunas de las inquietudes que nos surgen cuando hacemos la compra. Cada dia, tareas como ir al super, distinguir la informacion importante de un etiquetado o diferenciar entre procesados “buenos” o “malos” se han convertido en labores complejas y dispendiosas.
    En La buena nutricion, la nutricionista Victoria Lozada nos demuestra que llevar un estilo de vida sano es posible, y que es mucho mas simple de lo que parece. Hay vida mas alla del recuento de calorias y de comer lechuga todo el dia. Este libro nos ayudara a hacer frente a la publicidad enganosa, a repensar la lista de la compra y a mantener una alimentacion positiva y coherente.
    Una obra que nos acerca de forma sencilla y accesible a una nutricion saludable, consciente e informada.

  • Cuando te falte mi piel de Mabel Diaz

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    Una joven universitaria aparece brutalmente asesinada en un piso de Barcelona. La inspectora Aroa Martinez sera la encargada de dirigir el caso mientras lucha contra los demonios de su oscuro pasado. Las investigaciones la llevaran a Delirium, propiedad del exitoso empresario Gabriel Serna, un hombre hecho a si mismo que no permitira que su imperio se desmorone por los secretos que puedan salir a la luz.
    Breixo y Kenia llevan una doble vida como escorts. ?Pueden dos personas que se dedican al negocio del sexo enamorarse? Ella cree que no, pero el intentara hacerla cambiar de opinion.
    Un homicidio, la prostitucion de lujo y una pasion salvaje se mezclan en este thriller erotico que te mantendra pegado a las paginas hasta que lo acabes.

  • Siempre tuya (Secuestrada 3) de Anna Zaires

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    Tercer libro de la trilogia de romance oscuro Secuestrada, exito de ventas por el New York Timesy USA Today

  • Magia Salvaje de Lucia Herrero

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    Morgan tiene un secreto: no es un hada comun, y su mayor miedo es que su verdadera naturaleza salga a la luz. Lance teme no ser lo bastante bueno para tomar el relevo de su maestro. Y, sobre todo, teme perder el control con esa hada temeraria que lo saca de quicio.
    Una boda rodeada de funestos presagios los hara emprender juntos un viaje que cambiara sus vidas para siempre. Mientras sin darse apenas cuenta se descubren el uno al otro, sus enemigos se multiplican, especialmente cuando alguien decide sacar provecho de una vieja afrenta que cayo en el olvido pero nunca fue perdonada.
    ?Y si la unica forma de salir victoriosos fuera enfrentarse a sus propios miedos y aceptarse a si mismos? ?Presentaran batalla a su propio orgullo para superarse y encontrar la felicidad?

  • Fortunata y Jacinta de Benito Perez Galdos

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    La tormentosa relacion amorosa entre los dos protagonistas, Juanito Santa Cruz y Fortunata, incapaces de superar las dificultades que su diferencia de estatus social les impone, se desarrolla en el ambiente castizo de finales del siglo xix, presentandose, ademas, un panorama completisimo de la vida y actividades de la clase media espanola.
    Asimismo, el libro retrata de forma magistral el papel de la mujer en la sociedad, con Fortunata y Jacinta como maximas exponentes, y la hipocresia dominante en una burguesia que intenta superar su anquilosamiento, impregnada de una religiosidad asfixiante y de unas costumbres firmemente arraigadas.

  • Camino al este de Javier Sinay

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    Para Javier Sinay viajar no era una aspiracion prioritaria. Sin embargo, un dia de 2017 metio unas pocas cosas en una mochila y emprendio una travesia desmesurada. ?El motivo? Una mujer llamada Higashi, su pareja, que pasaria todo ese ano en Kioto dedicada a estudiar la ceremonia del te. Si el era capaz de ir a buscar a una mujer al otro extremo del mundo, ?que cosas --atroces, magnificas, inesperadas-- son capaces de hacer las personas por amor?

  • Vecinos de Danielle Steel

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    Dentro de la impresionante mansion de piedra hacia calor incluso en el sotano, donde Debbie Speck se afanaba en la amplia y eficiente cocina guardando la compra que su marido, Jack, acababa de traer. El hombre sudaba copiosamente. Tenia algo mas de cuarenta anos, y un poco de sobrepeso. El pelo oscuro le empezaba a clarear y siempre olia a la locion para el afeitado con la que trataba de disimular el olor al whisky barato que bebia por las noches y que guardaba en su habitacion. Al dia siguiente, cuando hacia algun esfuerzo, exudaba el alcohol por los poros. Debbie solia unirsele para tomar una copa o dos. Ella preferia el gin-tonic o el vodka, que mantenia frio en la nevera del apartamento del sotano, al que su senora, Meredith White, nunca bajaba. Respetaba su privacidad, algo que les parecia perfecto a los dos. Debbie tambien era un tanto corpulenta y se tenia ella misma de rubio. Jack y Debbie llevaban quince anos trabajando como interinos cuidando de la casa de Meredith White, celebre estrella de cine que habia escogido una vida de reclusion. Cuando les contrato todavia estaba en activo, rodando una pelicula tras otra, a menudo fuera de la ciudad, y su marido, el actor y productor Scott Price, hacia lo mismo. En ocasiones pasaban meses separados trabajando en rodajes distintos. Era el empleo ideal para Jack y Debbie: una inmensa y lujosa mansion cuyos senores estaban fuera casi todo el tiempo y, cuando se encontraban en casa, siempre se hallaban muy ocupados. No tenian tiempo para controlarlos estrechamente y confiaban en ellos. Cuando entraron a trabajar eran jovenes, apenas tenian veintinueve anos, pero ya conocian las ventajas y los beneficios ocultos que conllevaba ese tipo de empleo. Era como recoger fruta madura de los arboles. Las tiendas en las que compraban o los trabajadores a los que contrataban les ofrecian sustanciosas comisiones o les proporcionaban servicios que a ellos les salian gratis pero que sus jefes pagaban sin saberlo, ya que los proveedores poco honrados inflaban las facturas de manera considerable. Y habia mucha gente que se apuntaba al juego. A los pocos meses, ya habian establecido toda una red de fructiferas relaciones comerciales. Era una practica habitual, y ellos no tenian ningun reparo en aprovecharse de sus senores. Ya lo habian hecho antes. Seleccionaban a la gente para la que trabajaban en funcion de lo ocupados, distraidos o ausentes que estaban. Cuando les contrato, Meredith era una de las actrices mejor pagadas de la industria del cine y fue muy generosa con ellos. Al principio, de vez en cuando hacian de chofer para su hijo Justin, de trece anos, pero siempre habia tutores para supervisarlo, y tambien un joven universitario que se alojaba en la mansion y lo llevaba a la escuela cuando ambos padres se encontraban fuera rodando. Pero cuando estaban en casa, se encargaban de hacerlo ellos mismos. Tenian tambien una hija, Kendall, que a los dieciocho anos se habia marchado a la universidad en Nueva York y ya no habia vuelto a vivir en San Francisco. Cuando Jack y Debbie entraron a trabajar, Kendall tenia ya veinticinco anos, se habia casado y era madre de una nina, Julia, y solo regresaba por Navidad. Y Meredith y Scott estaban tan atareados con sus carreras que casi nunca disponian de tiempo libre y no podian ir a verlas tanto como querrian. Era el trabajo ideal para Jack y Debbie. Tenian su propio apartamento dentro de la residencia, que contaba con una entrada independiente y estaba amueblado con muy buen gusto. La mansion, la mas grande de todo San Francisco, se encontraba en Pacific Heights, el mejor barrio residencial de la ciudad. Trabajar para dos grandes estrellas de cine no solo les conferia prestigio, sino que tambien resultaba muy provechoso para ambos. Meredith y Scott se habian trasladado cuando Justin nacio y Kendall tenia ya doce anos. No querian criar a otro hijo en Los Angeles, les habia explicado Meredith. San Francisco era una ciudad mas pequena y conservadora, con un ambiente mas saludable, excelentes escuelas para los ninos y buen tiempo todo el ano. El terreno en el que se alzaba la mansion les proporcionaba el espacio y la privacidad que necesitaban, sobre todo gracias al altisimo seto que mandaron plantar cuando se mudaron. Con el tiempo, Debbie y Jack habian sacado grandes beneficios de las ventajas que conllevaba su empleo. Despues de muchos anos de comisiones bajo mano, habian logrado un importante colchon economico. Tambien se habian hecho con algunos tesoros procedentes de la casa principal, en especial dos pequenas pinturas francesas muy valiosas que desde hacia mas de una decada estaban colgadas en su dormitorio. Meredith nunca habia reparado en su desaparicion. A Debbie le gustaban tanto que habia decidido <> en sus aposentos. Meredith tenia ademas una cuenta bancaria destinada al pago de los gastos de la casa. Unos anos antes, Debbie se habia ofrecido a encargarse del pago de esas facturas para aliviarla de ese tedio. Y de vez en cuando desviaba pequenas cantidades a su propia cuenta, tan exiguas que ni siquiera el contable de Meredith las habia cuestionado. Debbie y Jack eran unos ladrones muy astutos. Pero tambien sabian que debian permanecer muy atentos a las necesidades de sus senores, y catorce anos atras se mostraron de lo mas compasivos y afectuosos cuando la vida de Meredith se derrumbo por completo. Solo un ano despues de que entraran a trabajar en la casa, el mundo dorado de la actriz se desmorono de repente, dejando solamente cenizas a sus pies. Y eso hizo que Meredith se volviera todavia menos cautelosa con las cuentas y pudieran enganarla con mayor facilidad. Catorce anos antes, Scott mantuvo un romance muy sonado con una joven actriz italiana con la que habia rodado una pelicula. Ella tenia veintisiete anos, y el, a sus cincuenta y cinco, le doblaba con creces la edad. Cuando Jack y Debbie entraron a trabajar en la casa, el matrimonio parecia muy solido y estable, algo poco habitual en el mundo del espectaculo. Por lo que observaron, estaban enamorados y sentian devocion por sus hijos. Pero entonces Scott se marcho a rodar a Bangkok y, cuando volvio, el matrimonio ya estaba hecho pedazos. En cuanto llego a casa, dejo a Meredith por Silvana Rossi y se fue a vivir con ella a Nueva York. Meredith se sintio profundamente herida por la traicion, pero mantuvo el tipo ante sus hijos. A los encargados de la casa les sorprendio que nunca hablara mal a Justin de su padre, pero Debbie la encontro mas de una vez llorando a solas en su habitacion y la consolo abrazandola con carino. Humillada por las noticias sobre la nueva pareja que aparecian en los tabloides, Meredith corto de raiz todo tipo de vida social. Apenas salia de casa y centro toda su atencion en Justin. Lo llevaba a la escuela y a los entrenamientos, pasaba tiempo con el y cenaban juntos todas las noches. Debbie la oyo rechazar una pelicula que le habian ofrecido. Meredith queria quedarse en casa con su hijo hasta que amainara la tormenta provocada por el escandalo de la separacion. Justin estaba muy afectado y viajo en varias ocasiones a Nueva York para visitar a su padre. Cuando volvia, siempre decia lo mucho que odiaba a su futura madrastra. Scott planeaba casarse con ella en cuanto consiguiera el divorcio. A los catorce anos, Justin habia llamado <> a Silvana cuando hablaba en confianza con Jack, que a su vez se lo habia contado a Debbie. El chico le habia confesado que a su hermana, a la que Jack y Debbie apenas conocian, tampoco le gustaba aquella mujer. Meredith nunca hablaba de Silvana con Debbie. Era una mujer muy digna, discreta y respetuosa, aunque no cabia duda de que debia odiar a la joven estrella italiana. Y Scott estaba empecinado en conseguir el divorcio cuanto antes. Su matrimonio, aparentemente feliz, habia saltado por los aires. Meredith aparco su impresionante carrera para pasar mas tiempo con su hijo, y aunque por entonces aun no la conocia mucho, Debbie la admiro por ello. Jack y Debbie no tenian hijos. Tiempo atras habian trabajado en Palm Springs para una pareja de ancianos, que murieron con escasos meses de diferencia. Se habian conocido en un programa de rehabilitacion en San Diego dos anos antes de conseguir ese empleo. Aunque ambos habian crecido en el sur de California, no habian coincidido hasta entonces. A Jack lo habian arrestado varias veces por delitos menores, sobre todo fraude con tarjetas de credito para costear su drogadiccion. Debbie habia sido acusada de hurto menor, sustraccion de tarjetas y posesion de marihuana con fines de trafico. El juez les habia enviado al mismo programa de rehabilitacion. Ambos tenian veintidos anos y pasaron seis meses alli. Durante ese tiempo urdieron un plan para trabajar juntos, lo cual acabo convirtiendose en amor, o auno sus ambiciones en un proyecto de vida comun. Se casaron porque asi podrian conseguir mejores empleos, como encargados en casas de familias ricas. Jack habia sugerido que trabajar para los ricos podria ser muy lucrativo y una buena oportunidad para maquinar planes mas ambiciosos para el futuro. Debbie se mostro bastante reacia, pues no queria ser una criada, limpiar lavabos ni llevar uniforme, pero Jack la convencio diciendole que podrian hacer lo que quisieran. Contratarian a otra gente para que se ocupara del mantenimiento y el trabajo sucio, mientras ellos se llevaban la mejor parte. Incluso podrian afanar dinero o algunos objetos valiosos mientras sus jefes estaban fuera, culpando a otros de los robos, al tiempo que ganaban un buen sueldo y vivian a sus anchas en casa ajena. Jack logro que el plan sonara tan atractivo que, cuando salieron de rehabilitacion, decidieron llevarlo a la practica. Fueron a una respetable agencia de empleo en Los Angeles. Presentaron referencias escritas por el mismo Jack en un papel de correspondencia tambien falsificado, y que supuestamente habian sido escritas por una pareja mayor que habia fallecido sin dejar herederos que pudieran confirmar su historia. La agencia ni siquiera se molesto en comprobar las referencias ni tampoco sus antecedentes penales, algo que solo hacia si lo solicitaba el cliente. Les despidieron de su primer empleo por incompetencia general, por no tener ni idea de lo que hacian. Pronto aprendieron lo que se esperaba de ellos, y entonces entraron a trabajar para la pareja de ancianos de Palm Springs, la que acabo muriendo de verdad. Eran tan mayores que apenas prestaban atencion a lo que hacian sus empleados. Los hijos de la pareja se mostraron agradecidos de que sus padres estuvieran tan bien cuidados por gente afectuosa y responsable, y la pareja incluso les dejo una pequena suma al morir. Mas adelante, cuando entraron a trabajar para Scott y Meredith en San Francisco, sus referencias eran autenticas. Los actores estaban buscando a alguien para ocuparse de su casa a traves de una agencia de confianza de Los Angeles. Jack y Debbie no tenian ninguna prisa, pues podian ir tirando con el dinero que les habia dejado la pareja de ancianos. Sin embargo, cuando les ofrecieron trabajar para Scott y Meredith, no pudieron resistirse. Supondria un gran avance en su carrera, y para entonces ya sabian lo que se esperaba de ellos, lo serviciales y obsequiosos que debian mostrarse para adaptarse sin problemas a la vida de sus senores. A Scott no le gusto mucho la pareja. Le dijo a Meredith que creia que eran demasiado serviles, pero al final sus recelos no importaron, ya que al cabo de un ano se fue a rodar a Bangkok y, a su regreso, se marcho para siempre. Meredith no mostro tantos reparos a la hora de confiar en ellos. Tras quince anos trabajando para la actriz, esta habia llegado a depender por completo de ellos para protegerla del mundo exterior y atender todas sus necesidades, que eran minimas. No era una persona exigente, y se pasaba la mayor parte del tiempo leyendo en el estudio que habia junto a su dormitorio o sentada en el jardin. Ya no recibia a nadie en casa. Durante los ultimos catorce anos, se habia retirado del mundo y preferia llevar una vida mas tranquila que la que habia llevado como estrella de cine. Sin embargo, el mundo no se habia olvidado de ella, y su reclusion voluntaria la habia convertido en una leyenda. Seis meses despues de que Scott se marchara a Nueva York con Silvana, y de que solicitara el divorcio para poder casarse con ella, Justin fue a visitarles a la casa que la pareja habia alquilado en Maine durante el mes de agosto. Kendall, su marido y su hija Julia tambien irian a pasar las dos ultimas semanas alli. A Kendall, como a Justin, no le gustaba nada Silvana, pero adoraba a su padre y a su hermano pequeno. No estaba feliz por la separacion, pero se sentia mas unida a Scott que a Meredith y se alegraba de que su padre viviera cerca de ella. Kendall estaba casada con un prospero banquero de inversiones y disfrutaban de una vida magnifica en Nueva York. En la casa de Maine habia una lancha motora que Scott estaba deseando usar, y tambien un pequeno velero que sabia que a Justin le encantaria, ya que los dos ultimos veranos habia ido a un campamento nautico en el estado de Washington. Con solo catorce anos, era un entusiasta de la navegacion. Meredith habia advertido a Scott de que no queria que su hijo saliera a navegar solo en las aguas desconocidas e impredecibles de la costa de Maine. Scott la tranquilizo diciendole que siempre le acompanaria, aunque anadio que Justin era mejor patron que muchos hombres que le doblaban la edad. Era un deporte que le fascinaba y siempre decia que de mayor se compraria un velero y navegaria por todo el mundo. Acordaron que Justin pasaria el mes de agosto con su padre, asi que el muchacho lo estaba deseando. El divorcio tambien le habia afectado mucho y echaba de menos a su padre. Le encantaba la idea de pasar un mes entero con el, y tambien compartir un par de semanas con su hermana mayor, a la que idolatraba, pese a la presencia de Silvana. Decia que era muy tonta y que siempre se estaba enroscando alrededor del cuerpo de su padre como si fuera una serpiente, lo cual le hacia sentir verguenza. Justin hacia todo lo posible por ignorarla. Y como el ingles de Silvana no era muy bueno, tenia una excusa para no hablar con ella. Diez dias despues de que Justin llegara a Maine, Scott se desperto una soleada manana de domingo con una resaca espantosa. La noche anterior habian ido a una fiesta en casa de unos nuevos amigos que habian hecho por la zona. Tenia un terrible dolor de cabeza y no queria levantarse de la cama, asi que dio permiso a Justin para que saliera a navegar solo en el pequeno velero. Era poco mas que un bote, y el chico le prometio que no se alejaria de la orilla y que volveria para la hora del almuerzo. Una hora despues se desato una fuerte tempestad y el oceano se encabrito inesperadamente. El velero de Justin se alejo de la costa mas de lo previsto, arrastrado por las corrientes y zarandeado por las enormes olas. Cuando Scott se desperto a mediodia, al ver el fuerte oleaje que se habia levantado y descubrir que Justin aun no habia regresado, llamo a la Guardia Costera. Bajo al muelle con un nudo en el estomago que se iba haciendo cada vez mas grande: su hijo seguia sin aparecer y era demasiado peligroso salir con la lancha motora para intentar buscarlo. Por la tarde, la Guardia Costera encontro el bote volcado. No habia ni rastro de Justin. Dos dias despues, su cuerpo aparecio varado en la playa de una de las islitas cercanas. Para entonces Kendall ya habia volado a Maine para esperar noticias junto a su padre, mientras que Meredith se habia quedado en San Francisco, sentada junto al telefono, rezando. Sus peores temores se hicieron realidad. Scott la habia llamado llorando el dia que desaparecio, y tambien cuando encontraron su cuerpo. Kendall estaba destrozada cuando hablo con su madre. Todos lo estaban. Scott se veia totalmente desolado cuando Kendall y el volaron a San Francisco con el cuerpo de Justin para el funeral que Meredith habia preparado para su hijo. Kendall estuvo en todo momento pendiente de su padre, pues sabia lo culpable que se sentia. Creia que su madre era mas fuerte y que podria sobrellevarlo mejor. Catorce anos mas tarde, aquellos borrosos recuerdos seguian atormentandolos a todos. Despues de la tragedia, Meredith apenas habia vuelto a hablar con Scott. Kendall sentia mucha lastima por su padre y eso la unio mas a el. Tras la muerte de Justin, fue a visitar diligentemente a su madre una o dos veces al ano, pero la culpaba por lo dura que se habia mostrado con Scott, algo que habia acabado pasandole una terrible factura: el sentimiento de culpa estuvo a punto de destruirle. Durante un par de anos, Scott se sumio en una espiral de drogas y alcohol de la que solo logro salir gracias a la ayuda de Kendall y de Silvana. Meredith le habia echado toda la culpa de la muerte de Justin, algo que a Kendall le parecia cruel. Habia sido un accidente. El no lo habia matado. Sin embargo, habia actuado de forma estupida y negligente, y habia faltado a la promesa que le hizo a Meredith, y como resultado Justin habia muerto. Ella no tardo en firmar los papeles del divorcio. Scott y Silvana se casaron finalmente. En aquellos momentos la necesitaba mas que nunca. Y dos anos despues de la muerte de Justin, de nuevo sobrio, retomo su carrera. En esos momentos, con sesenta y nueve anos, apenas actuaba y se dedicaba sobre todo a dirigir y a producir, con mas exito que antes si cabia. La incipiente carrera de Silvana fracaso de manera estrepitosa y cayo en el olvido antes incluso de que Scott volviera a trabajar. Ya tenia cuarenta y un anos, y llevaba la vida de la esposa de una celebridad de Hollywood, lo cual ya le iba bien. Ya no quedaba rastro de su belleza, habia ganado peso y se habia convertido en una persona cargante, sin talento ni personalidad. Era una de esas mujeres que habian sido deslumbrantes en su juventud y que se esforzaban por continuar pareciendolo a golpe de botox y bisturi, aunque lo unico que conseguian era resultar vulgares. Pero despues de trece anos de matrimonio continuaban juntos, y ella estaba encantada con su papel de esposa de un actor y productor famoso. Seguian viviendo en Nueva York, donde Scott podia pasar mas tiempo con su hija y con su nieta. Meredith dudaba de que le fuera fiel a Silvana, aunque lo que hiciera con su vida le traia sin cuidado. Kendall habia crecido y Justin ya no estaba, de modo que no tenian razon alguna para hablarse. No habian vuelto a verse desde el funeral de Justin, un recuerdo que resultaba desgarrador para todos. Scott nunca se habia perdonado por su muerte y no habia tenido mas hijos con Silvana. Ella tampoco queria tenerlos. Era veintiocho anos mas joven que el y se contentaba con seguir siendo su nina. Continuaba comportandose como si fuera su munequita, aunque ya no lo pareciera en absoluto. Kendall nunca habia perdonado a su madre por lo dura que habia sido con su padre a causa del accidente, y rara vez iba a visitarla a San Francisco, algo que a Meredith le causaba una enorme afliccion. La deprimia ver la casa donde ella y su hermano habian crecido. Su madre mantenia la habitacion de Justin intacta, como si fuera un santuario, y ella misma se habia recluido y vivia como un espectro. Los dos encargados de la casa, Jack y Debbie, le producian escalofrios. Se comportaban como si fueran los duenos del lugar, algo de lo que su madre ni siquiera parecia darse cuenta. Y, como resultado de su distanciamiento con Kendall, Meredith habia llegado a tratar a Debbie casi como a una hija. Solo era cuatro anos mayor que Kendall, y Meredith podria haber sido perfectamente su madre. Ademas, vivian en la misma casa y se veian a diario. La exitosa carrera cinematografica de Meredith llego a su fin cuando Justin murio. Tras su muerte se paso dos anos encerrada en la mansion, llorando la perdida de su hijo. Le costo otros tres anos volver a sentirse remotamente ella misma. Tuvo pesadillas durante anos, hasta que por fin, de forma lenta y dolorosa, llego a aceptarlo. Para entonces, rodar peliculas ya no le interesaba. Ella y Scott habian invertido su dinero de forma inteligente. Meredith no tenia grandes gastos y no necesitaba trabajar. Intentar recuperar su categoria de estrella le parecia una farsa absurda despues de la perdida de su hijo, asi que, sin siquiera pretenderlo, se recluyo en la mansion. Se pasaba dias sin hablar con nadie, salvo unas pocas palabras con sus empleados, quienes de manera eficiente, tal como ella les habia ordenado, mantenian el mundo exterior a raya. Ellos la protegian de una vida publica de la que ya no queria formar parte. Durante aquellos cinco primeros anos tras la muerte de Justin, Meredith permanecio ajena por completo a cuanto la rodeaba. No se dio cuenta de que habian desaparecido cuadros de las paredes del salon, ya que rara vez entraba en la estancia y no prestaba atencion a lo que contenia. Cuando Debbie le conto que una sirvienta a la que habia contratado habia robado algunos abrigos de pieles, ella no le dio ninguna importancia y dejo que la despidiera. No se imaginaba volviendo a lucir nada tan glamuroso. En esa etapa de su vida se vestia con vaqueros, y con parkas viejas cuando hacia frio, y se limitaba a sentarse en el jardin. Llevaba zapatillas deportivas o botas de jardineria. Cuando salia a dar sus largos paseos, nadie la reconocia. La gente de la zona solo sabia que la legendaria actriz vivia en aquella mansion. Sabia lo que le habia sucedido y que casi nunca salia de su propiedad. Era una de aquellas tragedias que ocurren en la vida y de la que algunas personas jamas se recuperan. Al parecer, Meredith era una de ellas. Su carrera cinematografica habia llegado a un abrupto final cuando tenia cuarenta y nueve anos. Y, con ella, el resto de su vida. Meredith dejo de ver a todas sus amistades. No le quedaba mas familia que Kendall, que vivia a cinco mil kilometros con su marido y su hija, tenia su propia vida y casi nunca iba a San Francisco. Kendall habia permanecido unida a su padre y la habia excluido a ella de su vida. La traicion de su marido, la muerte de su hijo y el hecho de que su hija se pusiera de parte de su padre y la abandonara habian sido unos mazazos terribles que habian sumido a Meredith en la soledad. Catorce anos despues de la muerte de Justin, a la edad de sesenta y tres, Meredith llevaba una vida tranquila. Durante todo ese tiempo se habia negado a recibir a su agente, que habia fallecido antes de que llegaran a hablar siquiera. No tenia el menor interes en retomar su carrera o volver a convertirse en la gran estrella que habia sido. Ya no se sentia atormentada por la perdida de su hijo. Habia aprendido a vivir con ello, a aceptarlo, y creia firmemente que volveria a encontrarse con el algun dia. Tampoco viajaba. No le gustaba salir de San Francisco, preferia quedarse en la casa donde Justin habia vivido toda su corta vida. Su habitacion, en la planta superior, permanecia intacta. Ya apenas entraba, salvo para buscar una fotografia o algun objeto suyo. Se conformaba con saber que estaba alli y que seguia igual que cuando el vivia. Nada habia cambiado en la casa desde hacia catorce anos. Eso le hacia sentir que, despues de la muerte de Justin, el tiempo se habia detenido. Pero los anos siguieron pasando… Jack y Debbie se habian convertido en los guardianes de Meredith, su escudo contra las miradas indiscretas del mundo exterior, y se aprovechaban de la situacion a su antojo sin que ella cuestionara ni reparara siquiera en lo que hacian. Habian dejado que el seto creciera aun mas para que nadie viera lo que se ocultaba tras aquellos muros. Durante los primeros cinco anos, Meredith habia sufrido una depresion enfermiza. Para entonces su vida podria definirse como apacible, era una mujer con un pasado conocido y una historia tragica, que se conformaba con pasear por el jardin o, en los dias tempestuosos, conducir hasta la playa para plantarse frente al mar y dejar que el viento le azotara la cara. No sentia necesidad de compania ni le apetecia volver a ver a sus viejas amistades. Sus vidas eran muy diferentes de la suya. Meredith habia visto algunas de las peliculas que Scott habia dirigido ultimamente. Le sorprendio lo buenas que eran y la alivio que el no saliera en ellas. No tenia ganas de volver a verle la cara. Hacia tiempo que todas sus fotografias habian desaparecido de la casa. En cambio, habia retratos de Justin por todas partes, en todas las etapas de su corta vida, y tambien de Kendall, aunque bastantes menos. Debbie hablaba a Meredith de su hijo en tono reverente y supo convertirse en alguien esencial a la hora de reconfortarla. Sabia que le apetecia comer y cuando y como le gustaba que le sirvieran. Sabia el tipo de libros que le gustaba leer y se encargaba de conseguirselos. Le dio a conocer algunas series nuevas de television y las veian juntas. Debbie se convirtio en una especie de filtro para ella, evitandole todo aquello con lo que no queria lidiar y haciendole la vida mas facil. Por su parte, Jack la tranquilizaba diciendole que el la mantenia a salvo, y ella le creia. El mundo exterior se le antojaba extrano y peligroso, y, casi sin darse cuenta, Meredith se volvio dependiente de la pareja. Ellos le facilitaban la existencia, y ella les estaba agradecida por ello. No la habian abandonado, como habian hecho Scott y Kendall. Incluso habian colocado una malla tupida entre los barrotes de la verja principal para que los curiosos no pudieran atisbar en el interior de la propiedad. Meredith era una especie de leyenda en el vecindario, la famosa estrella de cine cuyo hijo habia muerto y que se habia retirado del mundo.

  • Travels Without a Donkey de Barbara Newhall Follett

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    In the summer of 1932, eighteen year-old Barbara Follett and her "semiplatonic" friend Nickerson Rogers quit New York City and headed to Maine with the plan of following (or semi-following) the nascent Appalachian Trail from its northern terminus at Katahdin as far south as they could get before winter set in. To make matters tricky, the AT had not yet been cut in Maine, so bush-whacking and guesswork were in order. Travels Without a Donkey recounts their adventures from Katahdin to Lake Umbagog on the New Hampshire border. They then continued their walk over the White Mountains and down Vermont's Long Trail to western Massachusetts. They had been planning to hitch-hike to Tennessee to continue their AT adventure, but something changed their minds and they sailed to Majorca instead, spending the winter of 1932 and most of 1933 exploring southern Europe.

  • Lo imprevisible de Marta Garcia Aller

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    Este libro no esta aqui. No ha podido llegar al lector porque este libro esta confinado. Acabe de escribirlo en febrero de 2020, a tiempo de convertirse en una de las novedades de la primavera. O eso creia yo. Brinde por ello con amigos nada mas entregarlo. No sabia por entonces que aquella iba a ser la ultima vez que pisariamos un bar en mucho tiempo. Ni que este ano nos ibamos a quedar sin primavera. De eso iban, al fin y al cabo, las paginas que acabaron confinadas. Advertian de que habia que ir acostumbrandose a convivir con todo aquello que no se puede prever. A principios de marzo, Lo imprevisible ya estaba impreso y empaquetado, listo para llegar a las librerias. Y ahi se quedo. Atrapado por sorpresa en las cajas de una imprenta de Igualada, el primer municipio espanol en decretar el confinamiento total por el brote de coronavirus. Igualada sonaba entonces, igual que Bergamo, como si fuera el reactor 4 de Chernobil. No se podia salir ni entrar de alli por el alto riesgo de contagio. Mi editora me llamo para avisarme de que la publicacion del libro se retrasaria. La semana siguiente se decreto el estado de alarma que puso a Espana en cuarentena. Y luego la COVID-19 fue paralizando el resto del planeta. Mas de tres mil millones de personas nos quedamos encerradas en casa durante semanas para tratar de frenar el virus que cambiaria el mundo. Asi que este libro no es exactamente el mismo que en febrero. De alguna manera, ninguno lo somos. Tampoco el lector. Ya no me va a costar convencerle de que un espejismo tecnologico nos ha hecho creer que tenemos bajo control mas cosas de las que en realidad estan a nuestro alcance. Eso ha quedado claro ahora que el mundo esta patas arriba. Mientras reescribo estas lineas, aprovechando mi propia clausura, aun no sabemos cuanto durara el estado de alarma. Ni cuando podremos volver a salir de casa para ir a trabajar o abrazar a la familia. Tampoco cuando volveran a abrir las librerias para que estas paginas, estas si, lleguen por fin a sus manos. De pronto, ya no sabemos nada del futuro. Ni de lo que hay a la vuelta de la esquina. Solo hay algo seguro: nunca ha sido tan imprevisible. De pequena me fascinaba un libro que fantaseaba sobre como seria el ano 2020 y del que solo recuerdo esa fecha y el dibujo de una banera robotica. He olvidado tambien el titulo, pero no aquel cuarto de bano. De el salian todo tipo de brazos que lavaban, peinaban y secaban el pelo de un nino sumergido en espuma sin mover un dedo. Todavia me da algo de envidia cuando lo pienso. Tal vez por eso siempre habia imaginado 2020 como un ano futurista. Y, por supuesto, que a estas alturas ya tendriamos banos con robots. Antes de que esta devastadora pandemia que me tiene recluida en casa mientras escribo provocase la peor crisis economica y sanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, los nuevos anos veinte se preveian de otra manera. Iba a ser la decada dorada del progreso tecnologico y la robotizacion. De la medicina personalizada y la inteligencia artificial. Y ahora resulta que 2020 es el ano en el que Occidente descubrio que no tenia suficientes camas, ni medicos, ni mascarillas para atender a sus enfermos en caso de emergencia. Y mientras la inteligencia artificial y la genetica van dando forma a la medicina del futuro, en nuestros hospitales del presente los medicos improvisan batas con bolsas de basura para protegerse. A principios de ano todavia viviamos ajenos a lo que se avecinaba. Las ferias tecnologicas prometian grandes avances que ahora parecen frivolos (conste que antes del coronavirus, tambien). En enero se presento en Las Vegas un minirrobot rodante que se controlaba desde el movil, pensado para acercar un rollo de papel higienico alla donde alguien lo necesitara. Tambien se anuncio un sensor para avisar con un mensaje al movil si el bano huele mal antes de tener que asomarse a comprobarlo.1 No es esto lo que de nina entendia por un bano robotizado, ni tampoco por lo que pasara a la historia el papel higienico en 2020. En enero, mientras en la feria tecnologica mas importante del mundo se presentaban estos inventos para el supuesto vater del futuro, ya habia un nuevo coronavirus extendiendose por China que pronto llegaria al resto del planeta. En las semanas siguientes, a medida que la amenaza avanzaba, la gente reacciono, para sorpresa de Gobiernos y reponedores de supermercados, almacenando compulsivamente montanas de papel higienico. Por inutil que fuera comprar decenas de rollos, el acaparamiento irracional transmitia una paz a la poblacion que ningun robot podria prever. El miedo a lo desconocido entra dentro de eso que a los humanos nos vuelve imprevisibles. Una epidemia de incertidumbre La escritura de este libro ha pasado por una mocion de censura, dos elecciones generales y una pandemia mundial. La rutina iba desapareciendo mientras andaba yo buscando eso que nos vuelve imprevisibles. Para encontrarlo, he mantenido entrevistas con un centenar de expertos en cuestiones muy diversas: matematicos, astrofisicos y psicologos; con filosofos, abogadas e ingenieras; antropologos, linguistas y policias; con una nina de tres anos, varias empresarias de exito y un ligon de Tinder; en estas paginas hay tambien genetistas, meteorologos y hasta un excombatiente de Irak que ahora reparte burritos a domicilio. No faltan las opiniones --ultimamente, nunca lo hacen-- de politologos, epidemiologos y periodistas, ademas de las charlas con un par de neurologos, varios humoristas famosos y algun que otro robot. Nos hemos ido acostumbrando a los sistemas de inteligencia artificial que calculan por nosotros que carretera escoger para evitar los atascos y predicen que tiempo va a hacer. Al fin y al cabo, hay algoritmos para todo. Los hay que generan noticias falsas, invierten en bolsa y anticipan a quien vamos a votar. Otros prometen predecir los delitos, el amor y hasta el orgasmo. Incluso hay robots que conducen, componen musica y pintan cuadros como los de Rembrandt. Se automatizan los despachos de abogados, las consultas de los medicos y los templos budistas.2 La inteligencia artificial aspira a automatizarlo todo. ?Todo? No, todo no. Al computo del algoritmo siempre se le escapara lo imprevisible. Y, mas alla de las pandemias, la vida esta llena de situaciones cotidianas que lo van a seguir siendo. Al final, los dilemas humanos son los mismos de siempre, solo que nunca habiamos tenido como especie tanta informacion disponible. Por eso nos desconcierta tanto descubrir lo vulnerables que somos en realidad. Por una parte, nos hemos vuelto, en cierto modo, mas previsibles que nunca gracias al mayor procesamiento de datos de la historia. Por otra, el mundo esta transformandose a tal velocidad que desconocemos las nuevas reglas de juego. No es casualidad que tanto desconcierto coincida con un profundo cambio tecnologico. La nueva era de la predictibilidad tecnica se caracteriza, paradojicamente, por una epidemia de incertidumbre. En 2016, nadie vio venir el brexit ni la victoria de Trump.3 A partir de entonces, la cronica geopolitica ha sido una sucesion de acontecimientos inesperados. Tanto cambio constante llevaba tiempo desconcertandonos, mucho antes de que llegara el coronavirus. La sensacion de estar entrando en territorio desconocido ya se habia generalizado en un Occidente a medio repensar. El exceso de informacion puede tener mucho que ver con ello. Alvin Toffler ya advertia en El shock del futuro que la saturacion informativa podia crear mecanismos de defensa en la gente, que necesitaria simplificar tanto el mundo para comprenderlo que acabaria reafirmando sus prejuicios. Era 1970.4 La sobrecarga de informacion tambien provoco un aumento de la incertidumbre en los tiempos de Gutenberg. En cierto modo, la llegada de la imprenta tambien trajo consigo una acentuacion del sectarismo.5 Acceder a mas informacion de diferentes concepciones religiosas no genero mas tolerancia, sino la conviccion de que la unica vision verdadera del mundo era la propia. La imprenta supuso un enorme progreso tecnologico para la humanidad que inauguro la Edad Moderna. Sin ella, no se entenderian las guerras de religion de los siglos XVI y XVII que causaron millones de muertos en Europa. La manera en la que accedemos a la informacion (y a la desinformacion) transforma a las sociedades, como veremos en el capitulo dedicado a como la verdad y la mentira se vuelven mas imprevisibles con los algoritmos. Cuando los cambios tecnologicos se aceleran tanto, aumenta la sensacion de vertigo. ?De donde viene tanta incertidumbre, teniendo como tenemos un acceso a la informacion y unos avances cientificos y tecnologicos con los que nuestros padres y abuelos solo podian sonar leyendo a Julio Verne? En menos de un siglo, hemos visto llegar la penicilina y el 5G, los viajes a Marte y la secuenciacion del genoma. Y en el momento mas algido de las promesas tecnologicas, cuando el futuro parecia capaz de automatizarlo todo, el mundo, de pronto, se paraliza de golpe por un virus. Una cuarentena no deja de ser, al fin y al cabo, una tecnica medieval para la prevencion de los contagios. Tanto algoritmo y tanto big data,6 y cuando llega la gran pandemia nos tenemos que encerrar todos en casa como en tiempos de Boccaccio, pero con wifi. Antes de la llegada de la COVID-19, se me ocurrio consultar con un experto en la estructura del universo. ?Quien mejor para darle un poco de perspectiva al asunto? Pregunte a Martin Rees, astrofisico y astronomo real, si veia relacion entre la incertidumbre y la era de los algoritmos: <>. A diferencia de lo que les ocurrio a nuestros antepasados, para nosotros el proximo siglo sera drasticamente diferente al actual. Por no saber, no sabemos ni en que planeta viviremos para entonces.7

  • Cinco dias que estremecieron al mundo de Nicholas Best

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    Pocos episodios han conmocionado mas al mundo que los cinco dias que, a finales de abril de 1945, se iniciaron con el asesinato de Mussolini y terminaron con la noticia de que Hitler se habia suicidado en su bunker de Berlin. Toda clase de personas, algunas famosas en aquel momento, otras, en un futuro, han recordado exactamente donde estaban y que hacian esos dias: el futuro papa Benedicto habia desertado de la Wehrmacht, Audrey Hepburn estaba en Holanda, feliz por haber escapado a su encierro en un burdel de la Wehrmacht, Roman Polanski vivia practicamente como un nino salvaje por las calles de Cracovia,

  • Amor en la Frontera (Western 2) de Lee Vincent

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    Amor en la Frontera 2

  • Cuando el me amo de Susana Oro

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    Isabela Brandal es una importante ejecutiva de una reconocida empresa constructora, pero en un parpadear pierde todo lo que ha logrado y no tiene mas remedio que aceptar la invitacion que, a traves de una carta, le ha hecho llegar su desconocida tia Ernestina para que vaya a pasar una temporada a sus campos. Nunca se imagino que ella, una elegante mujer de ciudad que combina las prendas a la perfeccion, terminaria dando ordenes en el huerto de verduras de su tia; y mucho menos que tendria que lidiar con un empleado arrogante, descarado, holgazan y encima mal vestido, que no sabe nada de huertos; aunque segun tia Ernestina, que lo adora, es el mas noble de los vecinos del pueblo.

  • Alguien esta mintiendo de Karen M. Mcmanus

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    Todo el mundo tiene secretos, ?verdad? Pero, ?que serian capaces de hacer para protegerlos?

  • La tumba en llamas: Hasta los Huesos IV, Lena Valenti de Lena Valenti

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  • Ni en suenos de Brenda Simmons

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    Elisabeth Benedict es una chica acomplejada que no ha dudado en instalarse en Espana para seguir cuidando de su madre mientras esta cumple condena en una carcel espanola. No se mira en los espejos, esta obsesionada con su estatura y no tiene amigos de verdad. Beth no deja entrar a nadie en su pequena burbuja. Sin embargo, un tipo absolutamente arrollador ha entrado en su vida y no porque ella lo haya dejado; se ha colado el solito.
    La empresa de Jack Noyce ha adquirido la Corporacion britanica en la que trabaja Elisabeth. El ejecutivo esta sorprendido, es la primera vez que una mujer permanece indiferente a su lado y que ademas lo considera imbecil o algo por el estilo. Por si fuera poco, la encuentra endemoniadamente fea y canija. Lo unico que salva de ella es su sonrisa...
    Ella es fea, invisible y solitaria; el es guapo, seductor y multimillonario. Sin embargo, tienen algo en comun: un pasado que los condiciona y al que deberan hacer frente.
    ?Seran capaces de luchar por un amor que no tiene la apariencia que ninguno de los dos esperaba?

  • Acero y miel de Ana R. Vivo

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    Karen Preston se ve obligada a viajar a Funchal, Madeira, para tratar de convencer al despiadado J. W. Bernades de que ella y su hermano, Robert, son buena gente. Sin embargo, nada mas llegar a la isla, Karen sentira que los problemas crecen en proporcion a sus miedos y fobias. El susodicho no aparece, todo el mundo se pone en su contra y, por si fuera poco, conoce a un atractivo isleno que la seduce nada mas aterrizar en la capital provocando que olvide a menudo el motivo de su visita, y haciendola vivir situaciones de los mas descabelladas en su, hasta ahora, ordenada y pulcra vida.
    Poco a poco, Karen, se vera involucrada en la vida de los Bernades y su propio pasado le pasara cuenta, obligandola a tomar decisiones muy drasticas.
    ?Conseguira Karen su proposito? ?O se vera envuelta sin remedio, en los lios que le depara esta increible isla del atlantico?

  • Tocando el cielo de Manhattan de Andrea Golden

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    … CUANDO PERDISTE LA ESPERANZA DE VOLVER A ENAMORARTE…
    La escritora nos sumerge candidamente en una bonita historia de amor que transcurre en dos escenarios totalmente opuestos, uno lleno de opulencia, y otro, devastado por la pobreza y en un entorno similar al de Memorias de Africa. Contada en primera persona por ambos personajes desde dos perspectivas distintas.

  • Dias de lluvia de Angeles Ibirika

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    Tras la muerte de su mujer, Kaiet decide regresar, junto a su pequeno hijo, a la casa de su padre en Bermeo, despues de diecisiete anos de ausencia. Desde el primer instante se siente extrano, en un lugar al que ya no pertenece. Pero si su futuro se le presenta oscuro, retomar el pasado que dejo a medias tampoco le sera facil. Debera resolver todo lo que quedo pendiente con su precipitada marcha, explicar muchos de sus actos, enfrentarse a sus dudas, sus temores y sus prejuicios. y perdonar. Aunque lo que no imagina es que durante ese proceso se reencontrara con la dulce Maddi y que junto a ella la vida tratara de darle una segunda oportunidad. ?La dejara escapar de nuevo?

  • La Prueba de Hierro: Magisterium 1, Cassandra Clare de Cassandra Clare

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  • No solo amigos (Hermanos St. James 1) de Jamie Beck

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    Escapando de una infancia solitaria y convulsa, Vivi ha crecido junto a los St. James, la familia de su mejor amiga, y desde hace trece anos vive enamorada de David, el introvertido hermano mayor. Hace tiempo que cada uno tiene su vida, pero Vivi no puede evitar seguir esperando que David se fije en ella durante las proximas vacaciones familiares en Block Island. El acude a la isla con su nueva novia, una chica con las miras puestas en el compromiso, pero pronto se da cuenta de que en su corazon va creciendo despacio y sin remedio una incipiente atraccion por Vivi. ?Es posible que la este empezando a ver como algo mas que una amiga?

  • En busqueda del asesino de Melina Sten

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    Nueva novela de romance, intriga, suspenso y misterio, donde los protagonistas deben seguir las pistas para encontrar al asesino.
    Todo comienza en la libreria que Eloise hereda y de la que se hace cargo luego de la muerte de su madre. Ella en realidad es una chef y su sueno esta lejos de la literatura, mas bien tiene relacion con abrir su propio restoran. Sin embargo, ocurre un asesinato dentro de la libreria y ella se ve inmersa en este huracan de enredos del que salen nuevas y enigmaticas huellas pero tambien salen a relucir sucesos e incluso articulos de gran valor que su madre ha dejado escondidos y que hacen que esta trama te deje una atractiva sensacion de no querer parar de leer...
    Y claro, el sheriff, que fue un antiguo amor que le rompio el corazon, es quien la ayuda... pero no es el unico y si todo esta complejo, esta historia te ensenara que siempre se puede complicar un poco mas cuando el deseo y el amor se ponen en juego.
    Presta atencion a las pistas que se desarrollan en los capitulos y juntos descubramos al asesino y veamos si esta hermosa historia de amor tiene su final feliz....

  • No me comas el coco de Manu Ponce

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    Un buen dia te levantas y te encuentras que en el trabajo que tienes desde hace seis anos ya no te necesitan, entonces te entran los peores temores, te cuesta hasta respirar y dejan de sonar todas esas melodias que cada dia te acompanaban. Mire a mi jefe que rara vez estaba ahi, ese dia se habia encargado de aparecer para ponerme el despido sobre la mesa, el finiquito y una excusa de lo mas absurda, todo por no reconocer que mi puesto de encargada se lo iba a dar a su amante, esa chica que llevaba en la tienda un ano, que era su ojito derecho y encima no me tragaba, blanco y en botella, para mi casa de vuelta... --Seguro que pronto encontraras un lugar para trabajar... --Senor Lucas. ?Ve el pasillo de alli, al fondo? --Claro... --Pues por ahi se puede ir a la mierda usted y ella --senale a la chica con la que enganaba a su mujer. Agarre mis papeles, el cheque y sali de alli maldiciendolos. --Eres una desagradecida --murmuro mientras me alejaba. Ni me gire, simplemente le saque el dedo por encima de mi hombro y sali de alli, era lo unico que deseaba, coger aire. Un apartamento de alquiler, un coche viejo y unos pequenos ahorros de mucho tiempo que iba guardando como una hormiguita, mas el finiquito ?Que se supone que debia hacer ahora? No tenia a nadie aqui, mi familia me abandono cuando naci y fui criada por unas monjas hasta mi mayoria de edad que ellas fueron las que me buscaron este trabajo para comenzar a volar por mi misma. Luego estaba mi mejor amiga Esther, nos criamos juntas ya que ella tambien fue abandonada... Trabajo cinco anos en un restaurante, cogio todos sus ahorros y se fue a Australia de empleada en un chiringuito en una de esas playas paradisiacas. El dueno era el hermano de un amigo suyo, un catalan que termino en aquel pais con el bar y una escuela de surf. Esther tenia una de las cabanas de madera de la playa, rosa, era su rincon favorito para tirarse mil fotos y subirlas a las redes. La llame y le comente lo que me habia pasado, lo primero que me dijo: !Vente ya, es la tuya! Me daba terror irme, pero tambien quedarme, la cosa estaba mal para encontrar trabajo y el alquiler lo debia de seguir pagando sola, asi que le dije que me lo pensaria y que le diria algo en breve. Lo bueno es que alli me aseguraba que tendria trabajo. Esa noche me costo conciliar el sueno, pero me dormi convencida de que lo mejor era vender el coche, entregar la casa e irme. Por la manana me levante con otra actitud, incluso con una sonrisa de oreja a oreja, asi que cogi el toro por los cuernos, hable con el propietario que me dijo que no habia problema y que me devolveria los dos meses en fondo que deje, me fui a una compraventa de coches y negocie un precio justo. Me puse a buscar vuelos y encontre uno que salia en unos dias con escala en Bangkok, donde estaria veinticuatro horas y otro vuelo me llevaria a mi destino. Me deshice de muchas cosas personales que done a una familia, solo me iba a llevar mis objetos mas preciados, mi ropa y los complementos. Nada, no le dije nada a Esther, tenia los billetes, las maletas preparadas y unas ganas inmensas de comenzar ese viaje. La verdad es que me iba a lucir, de no haberme subido en un avion en mi vida, ahora me iba a comer trece horas hasta Tailandia y diez hasta Sidney... Estuve los nervios hasta que llego el dia, por fin estaba sentada en ese avion que me llevaria directa al continente asiatico. A mi lado iba un hombre con el que entable rapidamente conversacion y me conto que iba de viaje de negocios. Se llamaba Ricardo, me recordaba a los hermanos Matamoros, frecuentes de los programas de television, asi todo rapado, con un buen fisico y con talante de tipo duro, pero resultaba que era un encanto, ademas necesitaba mantener la mente distraida mientras... --Me cago toda --murmure en alto cuando el avion comenzo a ascender y mi barriga noto un revuelo de esos que te dejan sin saber que decir o hacer. --Tranquila, es uno de lo medios mas seguros del mundo --sonrio y le dio dos toques a mi mano con afectividad, esa que tenia agarrada al reposabrazos como si lo fuera a partir. --Yo quiero que esto pare, me quiero bajar --volvi a murmurar en alto notando como hasta la tension se me venia abajo. --Bueno, creo que eso ahora mismo va a ser un tanto imposible --reia flojito intentando calmarme--. Ya mismo esto se estabiliza y veras que no notas nada. --?Cuanto queda para llegar? --pregunte intentando olvidar esas trece horas que se me harian eternas. --Un poquito, ya quedan diez minutos menos --reia. --No tendras una tableta entera de pastillas de esas para dormir, ?no? Se le escapo una carcajada y nego con la cabeza, ya sabia yo que ni aunque las tuviera me las iba a dar, en todo caso una dosis, pero no me iba a mandar directamente al suicidio. --?Te cuento un truco? --Trato, trato --bromee un tanto nerviosa. --Tomate dos copas de vino y seguramente te mandara a dormir placidamente. --?Y una botella? Puede que me haga dormir las trece horas --lo mire apretando los dientes. --No mujer, puede ser peor el remedio que la enfermedad. --No se, pero yo quiero bajarme de aqui !Si lo se no vengo! --exclame ansiosa perdida. --Ya se estabilizo, no seas exagerada --sonreia. --Yo me quedo en Bangkok, paso de coger al dia siguiente un avion para Sidney, ni de broma. Ni una vez mas !Santo Tomas! --?Y que vas a hacer en Bangkok el dia que tienes libre? --Pues no lo se, la verdad, pasarlo en la habitacion del hotel o irme a conocer un poco de la ciudad. --Si quieres te puedo hacer un recorrido rapido por lo mas importante y que te lleves la esencia del pais. --!Adjudicado! Te contrato de guia, pero te recuerdo que soy pobre, por si no lo sabias, me han despedido del trabajo y nada de ir a sitios caros --adverti riendo. --Tranquila, no tendras que pagar por nada. --No soy prostituta, por si acaso... --Le senale bromeando. --Ni se me ocurriria, podrias ser mi hija... --Mejor no, si me entero de que eres mi padre, sales por la ventanilla del avion, por abandonarme, por dejarme huerfana... --Entonces prefiero no ser tu padre --apreto los dientes. --Ya te digo... --rei un poco mas calmada al comprobar que ya el avion estaba firme, sin seguir subiendo, ya era otra cosa, pero seguia con el mojon apretado en el culo. El vuelo paso de aquella manera, entre intentos de dormir, largas charlas con ese senor que tenia una vida de lo mas interesante, pero resoplo de ver que a veces parecia que las horas no pasaban. Y por fin, a las seis de la manana, hora local de Bangkok... !Aterrizamos! Ricardo salio conmigo y me ayudo en todo, hasta cogimos un taxi que me llevo a mi hotel para descansar y luego quedo en pasar a recogerme antes de la hora del almuerzo, lo ibamos a hacer juntos, al igual que de esa manera pasariamos el dia. Me choco mucho la primera visual de aquel pais donde habia personas por todos lados. Me quede un buen rato en la ventana de la habitacion mientras tomaba un cafe que pedi que me trajeran. Me encantaba la idea de irme con Ricardo a explorar la ciudad, me habia caido genial y, sobre todo, era una persona que transmitia paz. Era como esa figura paternal que tanto habia faltado en mi vida, una persona que se notaba que le gustaba proteger, que da lo mejor de el con esa sonrisa constante que no se le borro en ningun momento de la cara. Me eche a dormir y fue el despertador quien me levanto a la una de la tarde, asi que me duche, me vesti y baje al encuentro de Ricardo. --Estas muy guapa, Carmina --dijo cogiendo mis manos y mirandome, pero sin maldad, desde el carino, se le veia de lo mas respetuoso. --Gracias, Ricardo. Tu tambien estas muy guapo. --Bueno, bueno, gracias por el cumplido --abrio la puerta de un taxi que nos esperaba para que entrara. El se sento delante y fuimos directos a las afueras de la ciudad, un poco lejos, pero decia que ibamos al corazon de lo que mas anoran conocer los millones de turistas que vienen a este pais. Y fue todo un acierto, al corazon del mercado flotante mas impresionante de Tailandia "Damnoen Saduak". Nos montamos en una barca a solas, nosotros y el chico que la iba a llevar. Comenzo a navegar por ese lugar lleno de puestos flotantes y barcas que se nos acercaban ofreciendo frutas, refrescos y cervezas. Ricardo me iba contando la historia de aquel lugar mientras no paraba de agasajarme con lo que iba pillando. Para empezar, una cerveza bien fria, luego frutas y frutos secos tipicos de alli. Me hice mil fotos para ensenarselas a Esther, iba emocionada contemplando toda la belleza de aquel lugar y lo bien que Ricardo me lo relataba todo, se notaba que tenia mucha cultura y, sobre todo, de aquel pais que comenzaba a llamar mi atencion de manera estrepitosa. De ahi nos fuimos a comer a un restaurante a pie de carretera, luego volvimos a Bangkok, directos a ver sus palacios, el Gran Buda, impresionante aquello, me tuve que tapar hasta debajo de los codos con una especie de tul de gasa que me compre antes de entrar, era una de las condiciones para visitar un lugar tan sagrado como ese. Cuando comenzo a atardecer me llevo a la joya de todos los mochileros y visitantes del mundo: Khaosan Road. El ambiente era de lo mas pintoresco, lleno de comidas callejeras, insectos fritos que vendian como si fueran caramelos y demas, hasta me atrevi a probarlos incitada por Ricardo, que los comio conmigo. Aunque me conto que lo habia hecho en numerosas ocasiones y oye, no tenia mal sabor, me daba la sensacion de estar comiendo frutos secos o pipas, estaban muy bien fritos. Me estuvo contando su vida. Se habia quedado viudo hacia un par de anos y nunca tuvo hijos, su mujer lo fue todo para el, habian estado veinte anos juntos y su perdida lo habia hecho sentir que ya no queria mas amores en la vida, solo esperaba un dia a reunirse con ella y tener una vida eterna. Hasta me hizo llorar contando su historia llena de amor, gratitud y mucho respeto por ambas partes, un matrimonio que habia sido plenamente feliz. Nos despedimos esa noche intercambiando telefonos y demas, ademas prometio que, si me quedaba a vivir en Australia, iria un dia a visitarme, cosa que le dije que ojala asi fuera. Ricardo se habia convertido en un amigo en muy poco tiempo, pero se lo habia ganado a pulso. Ese dia me habia pagado todo, no permitio que sacara ni un centimo y no escatimo en gastos, se le notaba que era generoso ademas de una increible persona.

  • El momento perfecto de Kate Dawson

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    Lexie Quennell tenia una vida perfecta: un marido que la ama, dos hijas maravillosas y un trabajo que le gustaba. Un terrible e inesperado accidente hara saltar por los aires toda esa falsa estabilidad y la llevara de vuelta a River Place, el lugar del que escapo doce anos atras. Ante ella se presenta una nueva oportunidad de amar… si es capaz de arriesgarse.

  • Te ame sin pensar de Erina Alcala

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    Luna Aguado, siempre habia sido desde nina una chica independiente. Hija unica. Sus padres, Javier Aguado, era celador del hospital de Sevilla Virgen Macarena, y su madre Rocio Hernandez, era limpiadora en el mismo hospital. Alli se conocieron de jovenes, se enamoraron y se compraron un piso cerca del hospital en unas de las bocacalles cercanas, un piso humilde de tres dormitorios. Pero al menos tenian dos sueldos no demasiado grandes para pagarlo. Cuando Luna entro a la universidad de Sevilla, ya lo habian pagado. No les faltaba, pero tampoco les sobraba. Y lo que tenian, querian utilizarlo en los estudios de su hija. Luna quiso ser odontologa, y le llevo cinco anos terminar la carrera. Con tanta suerte, que una clinica americana, se implanto en el centro de Sevilla, justo al acabar la carrera y la contrataron, primero como ayudante, y el segundo ano paso a tener su propia sala con su ayudante para ejercer de odontologa con todas las consecuencias. Era la chica mas feliz del mundo. La clinica NY Dental & Medical Management, era un mundo. Y tenia sucursales en Nueva York, Manhattan, en Francia, Inglaterra, Canada y repartidas por Estados Unidos, era un holding, de un gran empresario americano. Pero ella era feliz. Se habia comprado un coche de segunda mano y aun vivia con sus padres, aunque pensaba que en cuanto pasara ese segundo ano, despues de vacaciones, se independizaria. Ganaba lo suficiente como para estar en un piso pequeno en el centro, cerca de la clinica o en Triana, ya que la clinica estaba en la Avenida de la Constitucion. Al volver de las vacaciones veria. Iba a cogerlas en agosto, y queria ir a los Alpes suizos. Y lo mejor era ir con un grupo, luego ella haria las excursiones que decidiera. Iban en avion hasta Berna y en tren hasta subir al hotel donde se quedaria el grupo. Cuando fue a sacar los billetes, le informaron que saldrian de Sevilla un grupo de 10 personas. Estaba deseando de que llegara agosto, ya quedaba apenas un mes. Y el calor era sofocante. Una tarde se fue a las rebajas y se compro alguna ropa de abrigo porque se lo habian aconsejado por el clima. -Hija ?tan lejos te vas? -Mama voy con un grupo de gente. -Es que eres tan joven... -Mama por favor tengo 25 anos y cuando venga voy a buscar un piso. Asi que te vas a preocupar mas aun. -!Ay, Dios mio! mira Javier, la nina quiere irse de casa. -Ya es hora, deja a la nina. -Claro, tu le das todos los caprichos... -No es un capricho, tiene que aprender a valerse por si misma, de todas formas, aqui tiene su casa. Iba en el avion con el grupo de personas que iban a los Alpes, se conocieron en el aeropuerto, la mayoria eran parejas jovenes y un matrimonio mayor, la unica soltera era ella, pero no le importaba. Iba a descansar y a ver esos paisajes suizos preciosos que habia visto en Google. Por fin, llegaron a Berna y tomaron el tren que los dejaria en la estacion de esqui y en el hotel donde habia rutas y excursiones y aquello era un hervidero de gente y era agosto. No habia mucha nieve en ese mes. Tiro de su maleta y su bolso. Y entro en el hotel. -?Como?- le dijo a la recepcionista. -Que no hay habitaciones. -Tengo mi habitacion aqui. – No figura. -Tome.- Dijo enfadada Luna que se veia en la calle. -Ya a todo el mundo lo estaba ubicando y ella estaba enojada. ?Como no encontraban su habitacion? -Senorita, lo siento, debe haber un error. -?Que error? He pagado una habitacion durante una semana entera. Tengo la factura. Y en ese momento un chico alto, se puso a su lado con un jersey de lana, rubio de ojos azules, le sonrio, pero ella estaba muy cabreada. -Senor Mars- le dijo la recepcionista. -Digame, -le contesto en ingles. Y ella se enteraba de la conversacion porque sabia ingles. Para eso trabajaba en una clinica americana, y cuando entro en ella, debia saber ingles perfectamente y ella lo hablaba con total normalidad. -Hay un error. -?Que error? -La senorita tiene la misma habitacion que usted. Y la miro de nuevo. -A ver... Y le dieron la factura. -Nunca nos habia pasado esto. -Llevo ya tres dias aqui, es imposible. -Debe ser un error informatico. -Quiero mi habitacion, he pagado por ella.-seguia Luna erre que erre. -Bueno, dijo Brayan, es una suite, tiene dos dormitorios independientes. Cuando la reserve no quedaba otra. -Si no le importa y quiere compartirla... Y ella seguia irritada. -Pero yo he pedido una sola para mi. -Pero no hay y los demas hoteles estan al completo. -No la molestare y puede salir por la otra puerta. Y cerrar la que da a la mia. Son independientes.- le ofrecio Brayan. -Si.- dijo la recepcionista para quitarsela de en medio y solucionar el problema. -Bueno, si no me queda otro remedio... -Venga, la acompano, voy a la habitacion. -Le dieron otra llave, y el le cogio la maleta y el bolso. -No hace falta que... Pero el siguio hacia adelante. Cuando entraron en el ascensor... -Te va a gustar, es el atico, digamos, bueno, tiene el tejado, pero las vistas son maravillosas, las mejores. -?Eres inglesa? -No, espanola. -!Ah bien!, Luna, encantada. -Brayan, americano encantado.- le sonrio con una sonrisa blanca y perfecta, como la suya. -?Has venido desde america? -Si, desde Manhattan. ?Has estado en Nueva York? -No, pero trabajo en Sevilla para una clinica odontologica de alli. -!En serio?, dental NY. -Si, ?como lo sabes? -Trabajo en ella, de hecho, soy el subdirector en la gran manzana. -!No me puedo creer! Yo soy odontologa en la de Sevilla. -?Que tal es la clinica en Espana? -Grande y bonita, y tenemos mucha carga de trabajo. -?Cuanto llevas alli Luna?... -Aguado, Luna Aguado. Dos anos, cuando acabe la carrera. La verdad, tuve mucha suerte. -Tienes entonces... -25 anos ?y tu? -28. -?Tan joven eres subdirector? -Es que el director es mi padre. -?Enchufado? -Exacto, pero soy bueno. -No lo dudo. -Ya llegamos, es aqui. -Mira, puedes entrar por aqui, yo por esta, tengo mis cosas en ella. -?Y los banos? -Hay dos, no te preocupes. -!Ah vale! Y entraron por la puerta de Brayan. -Esta es la mia. -!Que bonita!, !y que grande! Se asomo a la ventana y lo miro encantada. -!Que vistas! -?La mia tiene las mismas? -Las mismas. -Ven. Y pasaron con la maleta a la otra, te dejo las maletas. Aqui cierras el pestillo y ya esta. -Yo no necesito sino esta. -Espera, me llevo estas cosas mias. -Brayan gracias. -De nada, te dejo que te instales. -La comida es a las dos, voy a descansar, ?te llamo y bajamos juntos? -Bueno, te doy un toque en la puerta. -Vale, gracias. Cerro con el pestillo. !Ay, Dios! !que tio mas bueno!, y trabajaba en su empresa, por Dios !que alto!, habia sido un flechazo, estaba enamorada. !Joder...que pedazo de tio bueno! Ya podia ser espanol y ella mas guapa y alta. Tenia Brayan los ojos azules y el pelo rubio y una barbita preciosa, la nariz recta no muy grande y un entusiasmo que ya quisiera ella. Era energico y sonriente, educado. Y ella no pasaba el metro sesenta, la melena larga y castana clara, los ojos verdes y una nariz pequena y respingona. Bueno, era lo que habia, no era muy guapa ni fea tampoco. Tenia su encanto y era ironica por naturaleza. Ese tipazo seguro tenia mas mujeres que moscas en la miel. Y ella solo habia tenido dos hombres, instituto y universidad. No era un Curriculum largo. Ni la experiencia necesaria para satisfacer a un tipo como ese. Tenia que olvidarse de el, habia ido a pasarlo bien. Si habia algun chico, no pensaba perder la oportunidad, eso seguro, pero venia a ver los paisajes. Deshizo las maletas y le dio con la plancha que habia en el armario a lo que necesitaba un repaso. Luego se dio una ducha y miro por la ventana, la abrio y sintio el aire fresco. !Que maravilla! !Que belleza! A Brayan le gusto esa muneca desde que la vio cabreada en la recepcion. Le gustaban las mujeres pequenas, no sabia porque le llamaban mas la atencion. De hecho, no tenia una relacion al uso con Loren, salia a veces con ella y se acostaban, como amigos, sin compromiso ninguno. Pero Luna, era distinta. Le gusto su enfado con la habitacion y a el no le importaba compartir la suite. Al contrario, le hizo gracia, a pesar de lo pequena, su fuerza, ese pelo y los ojos grandes y verdes, esa naricilla respingona. La oyo banarse y e imagino su cuerpo bajo el agua, sus pechos, !joder! Se iba a poner duro y todo solo con pensarlo. El, que controlaba, le habia gustado mucho Luna. Era su prototipo de chica y trabajaba en su empresa, Lastima que no estuviera en Nueva York, porque de lo contrario iba a tener un problema. Un problema satisfactorio claro. La oia por la habitacion de un lado a otro y abrir la ventana. Estaba haciendo un trabajo en el ordenador, pero iba a enterarse en el almuerzo que planes tenia, para poder cambiar los suyos o los de ella, queria pasar esas vacaciones con ella, asi de simple. Cuando acabo el trabajo, la llamo a la puerta por la que se comunicaban. Luna cerro la ventana y abrio la puerta. -?Que hora es? -La del almuerzo, si no nos lo queremos perder vamos, si quieres. -Vale, cojo el bolso. -Te espero en la puerta de fuera. -Vale, cierro por alli. -Tomo el ascensor... -?Que tienes pensado hacer esta tarde? -Pues iba a montar en el teleferico y ver el pasaje desde arriba ?y tu? -Pues lo mismo, pero me llevo los esquis y me tiro, bajo esquiando, ?te atreves? -?A que? ?A matarme? Y Brayan se reia. -?Mujer no sabes esquiar? -No, no se. -Tendre que darte una clase manana. -Si te atreves... -Ya veras. -Si, parecere un pato. – M uj e r ... a n d a a l l i e s t a e l c o m e d o r, v a m o s a v e r q u e t i e n e d e b u e n o ...

  • La puerta de arena de Jesus Fernandez

    https://gigalibros.com/la-puerta-de-arena.html

    < Muchos nombres nos habeis impuesto cuando jamas hemos deseado alguno. Quisimos pasar desapercibidos pero todo fue en vano.
    Hemos visto caer imperios, fuimos testigos de la masacre del Pueblo Gris y conocemos las palabras que abren La Puerta de Arena en el reino de Lum.
    El mundo no tiene secretos para nosotros pues hemos vivido en cada uno de sus dias y sus noches. Si olvidais vuestra esencia, tendremos que intervenir.>>

  • Bajo tu toque de Rebeca B

    https://gigalibros.com/bajo-tu-toque.html

  • El aliado de Ivan Repila

    https://gigalibros.com/el-aliado.html

    Al conocer a una importante activista del movimiento feminista, el protagonista de esta novela, un hombre contemporaneo que se considera igualitario, se da cuenta de que el mundo aun no esta donde deberia en cuestiones de igualdad. Convencido de que toda conquista social ha requerido una revolucion violenta para llegar a ser efectiva, decide emprender una campana anonima de machismo extremo para provocar un cambio radical. Poco a poco desarrollara una doble vida, como cabecilla de un grupo anonimo y violento ferozmente machista que actua en varios niveles de la sociedad, y como
    pareja de la lider del movimiento feminista que le da replica en las calles. El precio a pagar para <>, convertirse en el ser que mas odia la mujer que ama.

  • Construyendo Millones 1 de

    https://gigalibros.com/construyendo-millones-1.html

    Una aventura amorosa de una noche

  • El Caballero Dorado (Destinos Cruzados 2) de Anabel Bzex

    https://gigalibros.com/el-caballero-dorado-destinos-cruzados-2.html

    ?Que harias si tu peor enemigo es tu propio cuerpo?