• camino hacia el silencio - Esteve Humet

    https://gigalibros.com/camino-hacia-el-silencio.html

    Partiendo de su experiencia en la practica terapeutica y de su trabajo con grupos de meditacion, Esteve Humet ha decidido poner por escrito este camino hacia el descubrimiento del Silencio interior. El objetivo del texto es ayudar no tanto a quienes ya estan iniciados en la meditacion o practican asiduamente alguna forma de oracion, sino sobre todo a aquellos que oyen hablar del tema y desean entrar vivencialmente en el, pero no encuentran a nadie que les ayude en esta exploracion.

  • Camino hacia el Silencio: Pedagogía del despertar interior...

    https://www.amazon.es/Camino-Hacia-Silencio-Espiritualidad-Herder/dp/8425429536

    Camino hacia el Silencio: Pedagogía del despertar interior (Espiritualidad Herder) : Humet, Esteve: Amazon.es: Libros.

  • Camino hacia el Silencio - Herder Editorial

    https://www.herdereditorial.com/camino-hacia-el-silencio_1

    Herder Editorial ofrece libros, eBooks y revistas especializadas para descargar o leer con un sistema avanzado de lectura en la nube.

  • camino hacia el silencio: pedagogia del despertar interior

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    18 mar 2013 — El libro CAMINO HACIA EL SILENCIO: PEDAGOGIA DEL DESPERTAR INTERIOR de ESTEVE HUMET en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y ...

  • esteve humet - camino hacia el silencio (ebook) - Casa del Libro

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    El eBook CAMINO HACIA EL SILENCIO EBOOK del autor ESTEVE HUMET en PDF al MEJOR PRECIO en Casa del Libro.

  • CAMINO HACIA EL SILENCIO - ESTEVE HUMET - Agapea

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    CAMINO HACIA EL SILENCIO. PEDAGOGÍA DEL DESPERTAR INTERIOR, HUMET, ESTEVE, 17,80€. Partiendo de su experiencia en la práctica terapéutica y de su trabajo ...

  • Camino hacia el silencio | Librotea

    https://librotea.com/libros/camino-hacia-el-silencio/

    Ficha del libro ; Título: Camino hacia el silencio ; Autor: Esteve Humet ; Editorial: Herder ; ISBN: 9788425429538 ...

  • Camino hacia el silencio, de Esteve Humet | El Correo del Sol

    https://elcorreodelsol.com/articulo/camino-hacia-el-silencio-de-esteve-humet

    A lo largo del libro, el autor ofrece una serie de ejercicios, algunos relacionados con la forma que tenemos de "visualizar" o "escuchar" y otros con la forma ...

  • Mi hijo, mi maestro de Isabel Gemio

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  • No soy un angel de Sandra Somera

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    Un ardiente encuentro en una fiesta de mascaras. Un secreto revelado. Un desengano. Traicion y venganza.

  • La memoria donde ardia de Socorro Venegas

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    Imaginemos una nina que debe hacer un camino en busca de un padre que bebe sin coartadas. Imaginemos tambien una madre cuyo embarazo es ensimismamiento y hueco despues del alumbramiento. Imaginemos finalmente una mujer que se diluye en una memoria entregada al amor que nunca mas volvera.

  • La senora Stendhal, Rafel Nadal de Rafel Nadal

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    Cuando el ultimo dia de la guerra una bala se lleva la vida de una joven madre en un tiroteo en la plaza de Sant Pere de Girona, el destino de Lluc queda para siempre atado al de la senora Stendhal, que lo criara como si fuera hijo suyo. La fuerza de la madre adoptiva, la rebeldia del joven Dani y la sabiduria del abuelo Didac acompanaran la mirada inocente del nino por un paisaje cargado de emociones y promesas. Hasta que choque con el ansia de venganza de los ganadores, decididos a saldar cuentas. Despues del exito internacional de La maldicion de los Palmisano, Rafel Nadal vuelve a la posguerra con su obra mas madura; una novela, entre realidad y ficcion, que cierra el ciclo del autor sobre los bandos, el destino y la libertad individual.

  • Eres mi salvavidas de Mia Jf

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    Es la primera parte del libro que estoy escribiendo. ADVERTENCIA: Es un manuscrito

  • Trilogia completa El escoces errante de Sophie West

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    !Las trilogia completa en un solo volumen!
    Tres novelas que narran tres historias de amor y pasion en una Escocia magica y oscura, cuando los antiguos dioses todavia no habian desaparecido de la faz de la Tierra, y los demonios eran combatidos por valientes guerreros.
    Tres historias con un nexo en comun, Kenneth Allaban, un soldado mercenario y vagabundo que alquila su espada al mejor postor.
    Kenneth viaja de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad, ofreciendo sus servicios a quien pueda pagarlos, sin importarle si son de noble cuna o simples vasallos. En sus correrias seduce y es seducido, ahogando el dolor que lo esta consumiendo en el sexo, el alcohol y las peleas. Pero la unica verdad es que despues de cinco anos aun no ha podido olvidar a Seelie, su unico y verdadero amor, que murio en sus brazos, y de cuya muerte se culpa.
    ?Quieres conocer su historia, la de Blake y Maisi, y la de Gavin y Rosslyn?

  • Una novia para el jeque de Lynne Graham

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    Paso de ser una mujer en apuros… a una princesa por conveniencia.

  • Nix (Los Luth 1) de Tamara Marin

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    La vida de Nix es como la de cualquier otra persona hasta que, despues de un accidente de coche, todo cambia.
    Diego es el jefe de una de las casas de El Circulo, una organizacion que la adentrara en un mundo totalmente nuevo para ella. Alli convivira con Aurea, Tyr y Eros, entre otros.
    Junto a ellos penetrara en el oscuro mundo de los luth y vera por primera vez a Ares, quien cambiara su vida para siempre.
    Pero lo mas importante es que gracias a sus companeros y a El Circulo conseguira conocerse a ella misma, sabra cuales son sus limites y hasta donde pueden llegar sus <>.
    ?Quienes son los luth?
    ?Podra Nix derrotarlos?
    ?Seran capaces Nix y Ares de compartir su amor sin salir heridos?
    ?O preferira Nix el amor de Eros?

  • Fuego irlandes (Corazones irlandeses 1) de Nora Roberts

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    Adelia Cunnane permanecia asomada a la ventanilla, sin ver el magico manto de nubes que se extendian mas abajo. Algunas formaban montanas, otras glaciares, estrechandose y alisandose en lo que semejaba un lago cubierto de hielo. Sin embargo, pese a tratarse de su primer viaje en avion, Adelia no encontraba el panorama nada inspirador. Su mente estaba plagada de dudas e incertidumbres, unidas a una intensa punzada de nostalgia por su pequena granja de Irlanda. No obstante, tanto la granja como Irlanda estaban ya muy lejos, y cada minuto transcurrido acercaba mas a Adelia a America y a personas desconocidas. Penso, con un suspiro de resignacion, que no se hallaba adecuadamente preparada para hacer frente ni a una cosa ni a la otra. Sus padres habian muerto en un accidente de camion, dejandola huerfana a la tierna edad de diez anos. En las semanas siguientes al fallecimiento de sus padres, Adelia habia flotado a la deriva en la niebla de la conmocion, refugiandose en si misma para resistir la agonia de la separacion; para soportar la sensacion, extrana y aterradora, de abandono. Poco a poco, fue erigiendo un muro en torno a su dolor, y se consagro al trabajo de la granja con la dedicacion de un adulto. Lettie Cunnane, su tia paterna, se habia hecho cargo de la nina y de la granja, cuidando de ambas con mano firme. Tenia buen fondo, pero era poco carinosa; por anadidura, carecia de la paciencia o el talante comprensivo necesarios para sobrellevar a una chiquilla imprevisible y, a menudo, tempestuosa. La granja habia sido lo unico que tenian en comun, y la mujer y la nina habian construido su relacion a partir de la fertil tierra y las horas de trabajo que esta requeria. Habian vivido y trabajado juntas durante casi trece anos; posteriormente, Lettie sufrio una paralisis, y Adelia se vio obligada a repartir su tiempo entre las tareas de la granja y el cuidado de una invalida. Adelia habia pasado los dias y las noches librando una decidida batalla para hacer frente a unas responsabilidades cada vez mayores. Sus enemigos habian sido la escasez de tiempo y de dinero. Cuando, al cabo de seis largos meses, volvio a quedarse sola, Adelia bordeaba la desesperacion. Su tia habia muerto y, a pesar de que ella habia trabajado incesantemente, la granja tuvo que ser vendida para sufragar los impuestos. Adelia habia escrito a su unico pariente vivo, Padrick, el hermano mayor de su padre, que habia emigrado a America veinte anos antes, para informarlo de la muerte de su hermana. Su respuesta habia sido inmediata. En una carta afectuosa y llena de carino, habia pedido a Adelia que se fuera a vivir con el. La ultima frase de la misiva era una orden escueta y amable: <>. De modo que Adelia habia empacado sus pertenencias, vendiendo o regalando lo que no podia llevarse consigo, y se habia despedido de Skibbereen y del unico hogar que habia conocido... Un subito movimiento del avion saco a Adelia de sus recuerdos. Se recosto en el respaldo acolchado del asiento, recorriendo con los dedos la pequena cruz de oro que siempre llevaba al cuello. No le quedaba nada en Irlanda, se dijo, combatiendo el hormigueo de su estomago. Todo lo que amaba habia muerto, y Padrick Cunnane era su unico pariente vivo, el unico nexo de union con lo que antano habia tenido. Adelia reprimio una subita oleada de miedo. America, Irlanda... ?que diferencia habia? Movio los hombros con inquietud. Se las arreglaria. ?No lo habia hecho siempre? Estaba decidida a no ser una carga para su tio, aquel hombre impreciso y lejano a quien solo conocia de sus cartas, pues lo habia visto por ultima vez cuando tenia apenas tres anos. En America encontraria trabajo, se dijo, quiza en la granja de caballos que su tio habia mencionado a menudo en su correspondencia. Adelia poseia una habilidad innata para trabajar con animales, y habia asimilado vastos conocimientos de veterinaria en sus anos de experiencia. Su pericia era tal, que a menudo solian requerir su ayuda en partos dificiles o para coser alguna herida. Era fuerte, a pesar de su baja estatura; ademas, recordo cuadrando los hombros inconscientemente, era una Cunnane. Seguramente, se dijo con mas confianza, habria un lugar para ella en Royal Meadows, donde su tio trabajaba como adiestrador de caballos purasangre de carreras. No habria campos que arar ni vacas que ordenar, pero se ganaria el pan aunque fuese fregando suelos. Una vez que el avion hubo tomado tierra, Adelia desembarco y se adentro en la terminal de Dulles, Virginia, donde se quedo boquiabierta ante el caos reinante, fascinada por la escena, confusa por el chapurreo de idiomas extranjeros y la abigarrada mezcla de gente. Se fijo en una familia de indios del Este, ataviados con sus indumentarias nativas. Luego se giro para observar a dos quinceaneros, con vaqueros desgastados, que paseaban de la mano, seguidos de un ejecutivo de mediana edad con un maletin de piel en la mano. Luego, en el vestibulo, miro alrededor con la esperanza de ver alguna cara conocida. Todo el mundo parecia tener prisa, penso. Un cuerpo podia perderse bajo los pies de aquella multitud frenetica y no aparecer nunca mas... --!Dee! !Pequena Dee! --Un hombre se acerco presuroso a ella. Era fornido y compacto, con una rizada mata de cabello gris, y Adelia atisbo brevemente unos ojos azules como los de su padre, antes de verse envuelta en un calido y fuerte abrazo. Se le ocurrio que hacia siglos que nadie la abrazaba asi. --Pequena Dee, te habria reconocido en cualquier parte --el hombre se retiro para mirarle la cara, con los ojos empanados y una sonrisa tierna--. Es como estar viendo de nuevo a Kate. Eres la viva imagen de tu madre. Siguio contemplandola mientras ella trataba de recuperar la voz, su mirada posandose en el lustroso cabello castano rojizo que caia en relucientes ondas sobre sus hombros; en los grandes y profundos ojos verdes de largas pestanas; en la nariz respingona y la boca de labios carnosos que tia Lettie habia descrito como <>. --Eres una autentica belleza --dijo el por fin, con un suspiro de puro placer. --?Tio Padrick? --inquirio Adelia, sintiendo que una multitud de preguntas y de emociones se agolpaban en su interior. --?Y quien voy a ser, si no? --Padrick la miro con ojos llenos de amor y de alegria, y las dudas, los miedos y los interrogantes de ella se desvanecieron en una oleada de jubilo. --Tio Padrick --susurro al tiempo que le rodeaba el cuello con los brazos. Mientras viajaban por la autopista, tras salir del aeropuerto, Adelia miro en torno con asombro. Nunca habia visto tantos coches, todos ellos corriendo a una velocidad vertiginosa. Todo se movia muy deprisa, y el ruido, se maravillo Adelia en silencio, era suficiente para despertar a los muertos. Moviendo la cabeza, empezo a bombardear a su tio con preguntas. ?Estaba muy lejos el lugar adonde iban? ?Todo el mundo conducia tan deprisa en America? ?Cuantos caballos habia en Royal Meadows? ?Cuando podria verlos? Las preguntas relampagueaban en su mente y a traves de sus labios, y Paddy las respondio pacientemente, antojandosele el sonido de su voz dulce como una brisa estival. --?Y en que voy a trabajar? El aparto los ojos de la carretera un momento para mirarla. --No hara falta que trabajes, Dee. --Pero, tio Paddy, tengo que hacerlo --discrepo Adelia girandose hacia el--. Puedo trabajar con los caballos; se me dan bien los animales. Las cejas espesas de Paddy se unieron, formando un dubitativo ceno. --No te pedi que vinieras para trabajar --antes de que ella pudiera protestar, siguio diciendo --: y no se que pensaria Travis si contrato a mi propia sobrina. --Hare cualquier cosa --Adelia se retiro su cabello castano--. Cepillar los caballos, limpiar los establos, acarrear heno... Lo que sea. Por favor, tio Paddy. Me volveria loca en una semana si no tuviera nada que hacer. Su mirada gano la batalla, y Paddy le apreto la mano. --Bueno, ya veremos. Tan absorta habia estado en la conversacion y en el fascinante flujo del trafico, que perdio la nocion del tiempo. Cuando Paddy tomo un camino particular y detuvo el coche, Adelia contemplo los alrededores con una nueva sensacion de maravilla. --Royal Meadows, Dee --anuncio Paddy con un gesto--. Tu nuevo hogar. La entrada del largo y sinuoso camino estaba flanqueada por dos grandes pilares de piedra, y arbustos tachonados de incipientes flores se extendian a lo largo del sendero, hasta donde Adelia alcanzaba a ver. Un verde manto de hierba alfombraba las suaves colinas, y los caballos pacian perezosamente a lo lejos

  • La justicia de los invisibles 1 de Joaquin Euler

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    La Justicia de los invisibles. Sin Salida (Libro I)

  • Ginger de Tierra Salvaje

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    Hoy es sabado, no tengo ningun plan mas alla de ver una pelicula en casa y descansar. La semana se me hizo cuesta arriba con tanto trabajo, y estoy cansado. Un dia de relax no viene mal. Cuando estaba en Netflix buscando algo medio decente para ver llaman a mi puerta. Voy al teleportero, veo que Hugo esta abajo y le abro. Hugo es mi mejor amigo. Es la persona a la que le puedo contar cualquier cosa y consigue hacerme reir siempre que nos vemos. Le abro la puerta en calzoncillos, pero que cono, el es mi amigo. Con el no tengo que recoger los platos sucios de la cocina ni la ropa del viernes todavia tirada en un sillon. Es Hugo, hay confianza. --Joder, tio, ?que haces de esa guisa? -- ?Que pasa? Iba a ver una peli tranquilo --No me digas que ya te has olvidado del cumple de Ruth. No puedes ser mas capullo ni intentandolo. --Dijo mientras empezaba a reirse. --Menos mal que vine a buscarte temprano. Vete a la ducha y yo te espero por aqui. Y rapidito que nos esperan en media hora para cenar. --Pero... --Pero nada, hace dos semanas que nos aviso, ?asi que te vas duchando o tengo que ensenarte yo a hacerlo? --Dijo mientras me amenazaba con la jarra de agua que habia en la encimera. --Ademas hasta puede que pilles, pero eso si, no la traigas aqui. ?Cuanto hace que no lavas los platos? --No me seas cabron que tu eres peor que yo. --Dije ya desde el pasillo hacia el bano. Esta claro que no iba a sacar nada de discutir, y, lo peor de todo, el tenia razon. Ruth nos habia avisado hace dos semanas, y hace una semana nos lo habia recordado. Gracias a los benditos regalos en comun no tenia que preocuparme de comprarle algo, pero no me apetecia nada salir. Ya me habia hecho a la idea de pasar el fin de semana sin rascarla y aqui estoy yo ahora, pensando que cojones me voy a poner. Creo que tengo la camisa negra planchada y los vaqueros que me regalo Ruth por mi cumpleanos en la secadora. Seguro que le gusta el detalle de llevarlos, y, bueno, los vaqueros no se planchan ?No? Le di vueltas a lo que Hugo dijo de pillar. ?Deberia recortar un poco el vello alrededor de mi polla? Dicen que parece mas grande si no hay tanta selva. Hombre, yo no me quejo, pero nunca esta de mas. Mire el reloj y decidi que no tardaria mucho. Tras terminar de esquilar me meti en la ducha e intente quitar todos los pelillos pegados a mis piernas. Afeitarse, desodorante, colonia... Tras 20 minutos de reloj estaba yo como un pincel entrando en mi salon. Cuando vi a Hugo comiendose los espaguetis con albondigas que me habia traido mi madre ayer y que iban a ser mi comida de manana casi lo mato. --No me mires con esa cara. Da igual a donde vayamos a cenar, nada va a estar tan bueno como los espaguetis de tu madre y lo sabes. --Me dijo mientras me miraba con cara de cordero degollado. --Era mi comida de manana, cabronazo. --Pues pide una pizza. Ademas, tu disfrutas de los tuppers de tu madre a menudo, y sabes que yo no como tuppers de mi madre ni, aunque me pagaran. Que suerte tienes con la madre que te pario. Ademas, te hago un favor, tantos hidratos se te estan empezando a notar. --Se que es la envidia la que habla y no pienso contestarte. --Lo dije con mucha mas confianza de la que sentia. Ultimamente no habia tenido tiempo para nada mas que el trabajo, lo cual excluia tambien el gimnasio. Cuando pasamos por el espejo de la entrada, mientras Hugo cogia la cazadora, aproveche para echar un vistazo. Yo no notaba diferencia, pero ya se sabe que uno no nota nada hasta que de repente no te cabe ni un punetero pantalon. Supe que Hugo me la habia jugado cuando dijo que vino en moto y mi casco seguia casualmente en su casa. Lo cual era un eufemismo de "vamos en coche y tu no bebes". Que majo por su parte. En fin, no soy de los que echa de menos el alcohol, con lo que no me importo. Lo cual no quiere decir que no fuera insultandolo hasta el restaurante. No tengo pensado reconocerlo ante nadie, pero me vino genial cenar fuera y hablar de cosas que no tuvieran nada que ver con trabajo. Consegui desconectar al cien por cien, reirme, hablar con gente que llevaba tiempo sin ver, todo iba genial, y cuando nos dimos cuenta la cena habia terminado y yo estaba por retirarme cuando Hugo me dijo que fuera con el a por una cosa que se habia dejado en el coche. -- ?Desde cuando necesitas que te acompane al coche, ?que pasa? --Es que hoy es el cumple de Ruth, y, bueno, la noto mas receptiva de lo normal, ademas le compre un regalo solo mio para ella y queria darselo cuando venga con nosotros a la disco, venga tio, necesito que me ayudes. Por un instante no me gusto que me hubiera metido en un embolado asi, pero yo sabia que el estaba mas colado por Ruth de lo que reconocia y si podia hacer algo para poder sacarlo de la friendzone lo haria. Cuando volvimos un par de parejas se habian marchado y el resto ya habian decidido a donde ibamos. Nos repartimos en los coches y consegui que la cumpleanera fuera en el mio. Nada mas llegar al coche me di cuenta de que me habia "olvidado el movil en el restaurante" y fui a ver si todavia no me lo habia robado alguien. Les di diez minutos hasta que "casualmente" descubri que lo tenia en el bolsillo trasero del vaquero. Cuando llegue estaban los dos sentados en los asientos traseros muy juntitos. Ella con la cara roja y el con una sonrisa de oreja a oreja. Parecia que las cosas habian salido bien asi que me sente y conduje en silencio hasta la discoteca mientras ellos se decian cosas al oido y se reian. Senti una punzada de celos cuando los vi tan complices. No celos de Ruth, para nada, y de Hugo menos, yo quiero que sea feliz. pero yo nunca he conseguido conectar tanto con una tia. Es decir, no soy un santo, y he tenido sexo increible, pero ese vinculo, ese no poder sacar los ojos de una tia, esa sonrisilla tonta, ese aleteo de mariposas nunca lo he sentido. Quizas no todos estamos destinados al amor. O igual tengo unas expectativas muy altas. Igual la tia de mis suenos ha pasado por delante de mis narices y no me he dado cuenta. Llegamos al local y todos estaban en la puerta esperandonos. Sali del coche para explicar el retraso y todos miraron sin ningun disimulo a los dos tortolos que salian de los asientos de atras. No hicieron ningun comentario, pero sabia que cuando las chicas se fueran al bano o a bailar a Hugo le caeria un puteo de aupa, probablemente alguna palmadita en la espalda tambien. Pero sobretodo un puteo generoso. Asi que fui a por bebidas a la barra y los deje que fueran a escoger sitio. Con las manos llenas de bebidas me gire para buscarlos con la vista, y vi que habian juntado varias mesas bajas y sillones en una esquina de la pista de baile, en penumbra. Como llegamos directamente de cenar era temprano y no habia demasiada gente, pero hicimos acopio de sillones con cazadoras para los que faltaban por llegar, porque en una hora el local estaria de bote en bote. No pude evitar sonreir al ver a Ruth sentada en el brazo del sillon de Hugo y como disimuladamente "resbalo" hasta quedar totalmente sentada encima de las piernas de el. No paraban de hablar al oido e incluso en un momento me parecio ver que ella le mordia el lobulo de la oreja. Yo estaba sentado al lado, por eso podia ver el espectaculo de primera mano. Pude ver como ella aprovechaba que se colocaba la falda para pasar la mano por encima del paquete de mi amigo y se sentaba justo encima de el. Tambien vi como el habia aprovechado tambien para apretarle una nalga, desapareciendo sus dedos en las profundidades de su falda. Y cualquiera podia ver como el top de saten de ella marcaba sus pezones como si no llevara ropa, casi se podia distinguir la aureola de lo excitada que estaba. Yo no era el unico que me fijaba en el espectaculo que estaban dando y que habia conseguido que mi polla se pusiera morcillona. Uno no es de piedra y esos dos como no pararan pronto iban a acabar follando alli mismo. De hecho, si las miradas contaran, esos dos ya habrian consumado un par de veces.

  • Lago negro de tus ojos de Guillem Lopez

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    por todo el mundo. La periodista Carla Babiloni regresa a El Clot, donde esta la mas grande de todas ellas, para investigar la desaparicion de una actriz. Pero el regreso es un ajuste de cuentas con el pasado, un reencuentro con todo aquello que creia haber dejado atras de forma definitiva. Debera enfrentarse a policias corruptos, militares de una agencia de seguridad mundial y sectarios fanaticos, ademas de a sus propios miedos y temores, atrapada en un torbellino de recuerdos y profecias funestas.

  • Fuego, hierro y sangre de Theodore Brun

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  • Una sombra sobre Madrid de Claudio Hernandez

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    El asesino busca a un mendigo. Sus cuellos rajados y un clavo antiguo atravesando sus bocas, son la marca de identidad de un psicopata que siembra una sombra sobre Madrid. Pablo Manrique, el nuevo inspector de policia sera el encargado de llevar las investigaciones de esta siembra de asesinatos.

  • Ante el dolor de los demas de Susan Sontag

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    En junio de 1938 Virginia Woolf publico Tres guineas, sus reflexiones valientes e importunas sobre las raices de la guerra. Escrito durante los dos anos precedentes, cuando ella y casi todos sus amigos intimos y colegas estaban absortos en el avance de la insurreccion fascista en Espana, el libro se encuadro como una muy tardia respuesta a la carta de un eminente abogado de Londres que le habia preguntado <>. Woolf comienza advirtiendo con aspereza que acaso un dialogo verdadero entre ellos sea imposible. Pues si bien pertenecen a la misma clase, <>, una amplia brecha los separa: el abogado es hombre y ella mujer. Los hombres emprenden la guerra. A los hombres (a la mayoria) les gusta la guerra, pues para ellos hay <> que las mujeres (la mayoria) no siente ni disfruta. ?Que sabe una mujer instruida --lease privilegiada, acomodada-- de la guerra? Cuando ella rehuye su encanto ?sus actitudes son acaso iguales? Pongamos a prueba esta <>, propone Woolf, mirando juntos imagenes de la guerra. Las imagenes son algunas de las fotografias que el asediado Gobierno espanol ha estado enviando dos veces por semana; anota al pie: <>. Veamos, escribe Woolf, <>. Y anade: En el monton de esta manana, hay una fotografia de lo que puede ser el cuerpo de un hombre, o de una mujer: esta tan mutilado que tambien pudiera ser el cuerpo de un cerdo. Pero estos son ciertamente ninos muertos, y esto otro, sin duda, la seccion vertical de una casa. Una bomba ha derribado un lado; todavia hay una jaula de pajaro colgando en lo que probablemente fue la sala de estar... La manera mas resuelta y escueta de transmitir la conmocion interior que producen estas fotografias consiste en senalar que no siempre es posible distinguir el tema: asi de absoluta es la ruina de la carne y la piedra representadas. Y de alli Woolf se apresura a concluir: respondemos de igual modo, <>, senala al abogado. La prueba: tanto nosotras --y aqui <> somos las mujeres-- como usted bien podriamos responder con identicas palabras. Usted, senor, dice que producen <>. Tambien nosotras decimos horror y repulsion... La guerra, dice usted, es una abominacion, una barbaridad, la guerra ha de evitarse a toda costa. Yrepetimos sus palabras. La guerra es abominable, una barbaridad, la guerra ha de evitarse. ?Quien cree en la actualidad que se puede abolir la guerra? Nadie, ni siquiera los pacifistas. Solo aspiramos (en vano hasta ahora) a impedir el genocidio, a presentar ante la justicia a los que violan gravemente las leyes de la guerra (pues la guerra tiene sus leyes, y los combatientes deberian atenerse a ellas), y a ser capaces de impedir guerras especificas imponiendo alternativas negociadas al conflicto armado. Acaso sea dificil dar credito a la determinacion desesperada que produjo la convulsion de la Primera Guerra Mundial, cuando se comprendio del todo que Europa se habia arruinado a si misma. La condena general a la guerra no parecio tan futil e irrelevante a causa de las fantasias de papel del Pacto Kellogg y Briand de 1928, en el que quince naciones importantes, entre ellas Estados Unidos, Francia, Gran Bretana, Alemania, Italia y Japon, renunciaron solemnemente a la guerra como instrumento de su politica nacional; incluso Freud y Einstein fueron atraidos al debate en 1932 con un intercambio publico de cartas titulado <>. Tres guineas de Woolf, publicado hacia el final de casi dos decenios de planideras denuncias de la guerra, propuso un original enfoque (lo cual lo convirtio en el menos bien recibido de todos sus libros) sobre algo que se tenia por demasiado evidente o inoportuno para ser mencionado y mucho menos cavilado: que la guerra es un juego de hombres; que la maquina de matar tiene sexo, y es masculino. Sin embargo, la temeraria version de Woolf de <> no hace que su rechazo sea menos convencional en su retorica, en sus recapitulaciones, plenas de frases reiterativas. Y las fotografias de las victimas de la guerra son en si mismas una suerte de retorica. Reiteran. Simplifican. Agitan. Crean la ilusion de consenso. Cuando invoca esta hipotetica vivencia compartida (<>), Woolf profesa la creencia de que la conmocion creada por semejantes fotos no puede sino unir a la gente de buena voluntad. ?Es cierto? Desde luego, Woolf y el anonimo destinatario de esta extensa carta-libro no son dos personas cualesquiera. Si bien los separan las anejas afinidades sentimentales y practicas de sus respectivos sexos, como Woolf le ha recordado, el abogado no es en absoluto el estereotipo del macho belicista. No estan mas en entredicho sus opiniones contra la guerra que las de ella. Pues en definitiva la pregunta no fue ?Que reflexion le merece a usted evitar la guerra?, sino, ?como hemos de impedir la guerra en su opinion? Este <> es lo que Woolf recusa al comienzo de su libro: se niega a conceder que su interlocutor lo de por supuesto. Pero acaba sumiendose, tras las paginas dedicadas a la cuestion feminista, en este <>. No deberia suponerse un <> cuando el tema es la mirada al dolor de los demas. * ?Quienes son el <> al que se dirigen esas fotos conmocionantes? Ese <> incluiria no unicamente a los simpatizantes de una nacion mas bien pequena o a un pueblo apatrida que lucha por su vida, sino a quienes estan solo en apariencia preocupados --un colectivo mucho mayor-- por alguna guerra execrable que tiene lugar en otro pais. Las fotografias son un medio que dota de <> (o de <>) a asuntos que los privilegiados o los meramente indemnes acaso prefieren ignorar. <>, escribe Woolf del experimento mental que le propone al lector y al espectral abogado, el cual es ya bastante eminente, como senala, para ostentar tras su nombre las iniciales J. R., Jurisconsulto Real, y podria o no tratarse de una persona verdadera. Imaginese entonces extendidas las fotografias sueltas sacadas de un sobre que llego en el correo matutino. Muestran los cuerpos mutilados de ninos y adultos. Muestran como la guerra expulsa, destruye, rompe y allana el mundo construido. <>, escribe Woolf de la casa en una de las fotos. El paisaje urbano, sin duda, no esta hecho de carne. Con todo, los edificios cercenados son casi tan elocuentes como los cuerpos en la calle. (Kabul, Sarajevo, Mostar Oriental, Grozny, seis hectareas del sur de Manhattan despues del 11 de septiembre de 2001, el campo de refugiados de Yenin...). Mira, dicen las fotografias, asi es. Esto es lo que hace la guerra. Y aquello es lo que hace, tambien. La guerra rasga, desgarra. La guerra rompe, destripa. La guerra abrasa. La guerra desmembra. La guerra arruina. No condolerse con estas fotos, no retraerse ante ellas, no afanarse en abolir lo que causa semejante estrago, carniceria semejante: para Woolf esas serian las reacciones de un monstruo moral. Y afirma: no somos monstruos, somos integrantes de la clase instruida. Nuestro fallo es de imaginacion, de empatia: no hemos sido capaces de tener presente esa realidad. Pero ?es cierto que estas fotografias, las cuales documentan mas la matanza de los que permanecieron ajenos al combate que el choque de los ejercitos, no podrian sino fomentar el repudio a la guerra? Sin duda tambien podrian impulsar un mayor activismo en pro de la Republica. ?No era ese su proposito? El acuerdo entre Woolf y el abogado parece solo una mera presuncion, pues las espeluznantes fotografias confirman una opinion ya compartida. Si la pregunta hubiese sido ?Como podemos contribuir del mejor modo a la defensa de la Republica espanola frente a las fuerzas del fascismo militarista y clerical?, las fotografias acaso habrian fortalecido, en cambio, la conviccion de que aquella lucha era justa. Las imagenes que Woolf ha evocado no muestran de hecho lo que hace la guerra, la guerra propiamente dicha. Muestran un modo especifico de emprenderla, un modo que en esa epoca se calificaba rutinariamente de <>, y en la cual el blanco son los ciudadanos. El general Franco estaba usando en los bombardeos, masacres y torturas, y en el asesinato y mutilacion de prisioneros, tacticas identicas a las que habia perfeccionado como comandante en Marruecos en los anos veinte. En aquel entonces sus victimas habian sido los subditos coloniales de Espana de piel mas morena e infieles por anadidura, lo cual fue mas grato para los poderes imperantes; ahora las victimas eran sus compatriotas. Atribuir a las imagenes, como hace Woolf, solo lo que confirma la general repugnancia a la guerra es apartarse de un vinculo con Espana en cuanto pais con historia. Es descartar la politica

  • Tres Maestros de Stefan Zweig

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    <>.

  • La ultima bala de plata de Arwen Grey

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    En Fort Worth solo hay dos tipos de personas: los Kavanagh y los que osan enfrentarse a ellos.
    A Gereon Meier le robaron su vida, su rancho y su futuro, ahora volvera para descubrir lo que ocurrio hace cinco anos y vengarse de los que se lo arrebataron todo.
    Arabella DuPont solo quiere una nueva vida, sin importarle quien se interponga en su camino.
    Cuando las barreras entre enemigos y amigos son tan difusas como la niebla, solo puedes fiarte de tu instinto.
    La libertad y la verdad solo estan a cinco balas de plata de distancia.

  • El Demonio de Brooklyn de M.j. Fernandez

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    Josh Bradbury, detective en el Estado de Florida, atraviesa por una crisis cuando por coincidencia descubre una verdad desconcertante que lo afecta en forma directa. Solicita traslado a Nueva York, donde se encuentra con la mayor sorpresa de su vida. Ademas, el mismo dia de su llegada descubren el cuerpo de una joven que ha sido violada y asesinada en un parque. Es el primero de una serie de homicidios que sembraran el miedo en la ciudad. La relacion entre las victimas es desconocida, salvo que se trata de mujeres jovenes violadas y asesinadas por asfixia y que todas han sido encontradas en parques de Nueva York. Josh se ocupa del caso junto con Cody Ryan, un respetado detective de Brooklyn. Al mismo tiempo, debe convencer a su companero de investigar un suceso acaecido mucho tiempo atras que les concierne a ambos, mientras un poderoso criminal pone precio a sus cabezas.
    Una historia que mantiene la tension desde el principio aumentando segun se acerca a un desenlace inesperado.

  • Amor contracorriente de Annabeth Berkley

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    La joven lady Allyson Connelly se miraba en el espejo con cierta inseguridad. Estaba en el salon de la modista a la que solian acudir al inicio de cada temporada. Podria decirse que le gustaba lo que veia. Su cabello rubio perfectamente recogido, el precioso vestido celeste que resaltaba el azul de sus ojos, los bonitos y comodos botines que le permitirian bailar toda la noche... Estaba satisfecha del resultado, sin embargo... sentia que le faltaba el aire. Madame Leonard, la solicitada modista francesa a la que la mayoria de la nobleza de Londres encargaba sus vestidos desde que se habia instalado alli hacia unos anos, la miraba extranada con varios alfileres sujetos entre sus finos labios. Era alta, delgada y su demostrada experiencia y los altos precios que cobraba daban la razon a la soberbia con la que se conducia. Miro la estrecha cintura de la joven. Estaba segura de que el corpino no estaba tan apretado como para no dejarle respirar, asi que no le presto mayor atencion. Allyson sintio como sus mejillas perdian el color y un sudor frio le recorria el cuerpo. Intento distraerse mirando a su alrededor. Las paredes forradas con papel en tonos claros, las lujosas telas de diferentes colores sobre una mesa alargada, varios espejos diseminados por la habitacion, estanterias con diferentes tocados que sobresalian de sus cajas, cajones a medio cerrar con vistosas plumas, abalorios y delicados encajes... --Crei que ya tenia pretendiente --comento Madame Leonard mientras se alejaba para dar el visto bueno a su diseno desde la distancia. --Y lo tiene --afirmo altiva y satisfecha lady Josephine Connelly, la elegante matriarca de la familia--. Esta temporada, Christine causara la misma sensacion que su hermana en la anterior. No tengo duda de ello. Josephine miraba a su hija mayor con el ceno fruncido, molesta porque aun no hubieran fijado la fecha de la boda. Si la modista sabia que tenia pretendiente, pero aun no se habia casado, lo sabria, sin duda, el resto de la alta sociedad. No comprendia el porque de su reticencia cuando el conde de Nokfolk era tan buen partido para cualquier joven casadera. --El delicado vestido de color petalo que han escogido, sin duda, hara que encuentre pretendiente tan rapido como su hermana --comento la modista sonriendo friamente a la joven morena de ojos azules a la que acababa de quitarle el elegante y decoroso vestido encargado para la fiesta. Allyson miro a Christine, su hermana un ano menor, que la miraba con los ojos brillantes, emocionada por su inminente presentacion en sociedad. Sin duda, estaria preciosa y mas que preparada para encontrar esposo. La mas pequena, Laura, rubia como ella y de ojos verdes, estaba sentada indiferente junto a su madre. Ella aun tendria que esperar un ano mas para su presentacion en sociedad, y no parecia que tuviera mucho interes al respecto. Allyson volvio a mirarse en el espejo. A ella se le acababa el tiempo. La falta de aire era cada vez mas acuciante. El conde de Nokfolk, el afortunado pretendiente al que sus padres habian aprobado, ademas de pertenecer a su clase social y ser correcto y educado, habia sido muy paciente con sus caprichos de retrasar la boda entre ambos. Ese ano la acompanaria en los bailes para confirmar la union matrimonial que todos esperaban que se fuera a producir en breve. Era un buen hombre y seria un buen marido, se dijo tratando de convencerse. --Allyson, por Dios, ?que te ocurre? --le pregunto alarmada su madre, notando su palidez y angustia, cada vez mas visible. Allyson cogio aire y lo solto con rapidez varias veces mientras se doblaba sobre sus rodillas. Christine y Laura fueron preocupadas hasta ella. Madame Leonard se acerco agitando un abanico de color crudo con su mano. Solo Josephine la miraba seria, levantado una ceja con frialdad. --Se... me pasara pronto.... --les tranquilizo Allyson con un hilo de voz mientras la modista le soltaba los lazos del vestido para quitarselo. --No creo que sea necesario arreglarlo --les comento Madame Leonard con firmeza--. Quiza la joven esta nerviosa. Josephine apreto los labios con fuerza, mirando cenuda a la mayor de sus hijas. --Probablemente --murmuro entre dientes. Allyson miro de reojo a su madre antes de desaparecer tras la cortina que servia de biombo para vestirse con su ropa de paseo. --Al ano que viene me tocara a mi ponerme otro de estos vestidos --comento la joven Laura pasando la mano por el vestido que Christine iba a llevar. Christine asintio, mirando risuena su bonito vestido. Sabia que todos la compararian con su bonita hermana mayor, pero afortunadamente ella no seria rival puesto que a su boda con el conde solo le faltaba establecer la fecha. Josephine no se movio de donde estaba hasta que no vio salir a Allyson vestida con su traje de paseo de colores crudos y visiblemente mas recuperada. Christine y Laura fueron hasta ella preocupadas. Allyson les sonrio evitando la mirada de su madre. --Muy bien, Madame Leonard --le comento Josephine a la modista mientras se dirigia a la puerta--. Espero que envie estos vestidos manana mismo, y el resto de los que le hemos encargado, en una semana. La mujer asintio satisfecha. Poco antes de empezar la temporada en Londres, recibia cientos de encargos que le permitian vivir muy holgadamente el resto del ano, cuando la alta sociedad solia retirarse a pasar la temporada de caza a sus segundas viviendas alejadas de la vida social de la ciudad. Justo antes de salir, se encontraron con lady Flanigan, una vieja conocida de la familia, que entraba con su hija, probablemente con la misma intencion con las que ellas habian ido. Era alta y ligeramente corpulenta, y llevaba un moderno sombrero sobre su cabello oscuro. Su hija, con el cabello un poco mas claro, parecia su joven reflejo. Las madres se saludaron con una afectuosa sonrisa. Las jovenes se miraron con curiosidad. No solian relacionarse entre ellas. --Supongo que nos veremos en la fiesta de lord Bondshire --comento lady Flanigan. Josephine asintio complacida. --Si, Helen, aunque tenia entendido que Josselyn ya habia encontrado pretendiente el ano pasado. La mujer sonrio asintiendo y manteniendo la mirada a su interlocutora. --Asi es, pero parece ser que tiene la misma prisa que Allyson por contraer matrimonio. Las dos jovenes aludidas se miraron y se sonrieron con amabilidad. Aunque recordaban haberse visto en alguna ocasion, apenas habian hablado entre ellas. Josephine miro al cielo, como si pidiera la paciencia que necesitaba para la incomodidad que le producia la situacion de su hija mayor. --Este ano debuta Christine. Ya lo tenemos todo preparado, y estamos seguras de que todo ira... mejor. Helen asintio con una sonrisa educada. --Te deseo la mejor de las suertes, Christine --miro a la ilusionada joven--. Mucho gusto en saludarlas. Josephine y sus hijas volvieron al carruaje que les estaba esperando al otro lado de la calle. Allyson se distrajo mirando a su alrededor. Las calles de la ciudad eran amplias y estaban limpias. Habia varias personas paseando distraidas. Todo le parecia que estuviera dentro de la normalidad a la que estaba acostumbrada... y de la que habia empezado a dudar. --Allyson, ?por que te detienes? Allyson miro a su madre sonrojada. Bajo la cabeza y fue hacia el carruaje justo cuando otro carruaje similar paro frente al de ellas. Un joven apuesto de cabello castano y ojos del mismo color bajo de el para saludarlas. --Lady Connelly, Christine, Laura, Allyson. Todas sonrieron y devolvieron el saludo al prometido de Allyson. --Es un placer haberlas encontrado. Ahora iba a ver a su esposo --les explico mientras Allyson se acercaba a el. --Madre, ?puedo irme con Robert? --pregunto la joven tratando de aparentar indiferencia. --No es buena idea, Allyson. Cualquiera puede veros... --Aun no es mediodia, madre --insistio Allyson. --Voy a una de las fabricas --le explico Robert, el conde de Nokfolk, serio--. Nada me gustaria mas que compartir el tiempo contigo, Allyson, pero quiza no sea buena idea... Allyson fruncio el ceno mientras hacia un entrenado mohin con los labios que le dedico a Robert y a su madre. --Siempre os quejais de que no pasamos tiempo juntos... Josephine entrecerro los ojos mirando a su hija mayor con desconfianza. Allyson evito su mirada fijandola en su guapo pretendiente, que miraba a su madre esperando un permiso. --Puedo quedarme esperando en el carruaje... --insistio Allyson con dulzura. --Yo cuidare de ella, lady Connelly, y en cuanto termine la diligencia que me lleva hasta alli, la acompanare a casa. Josephine asintio con un gesto serio, visiblemente molesta con su hija mayor. Allyson se despidio de su madre y sus hermanas sin perder mas tiempo y dedico a Robert una bonita sonrisa mientras subia al elegante carruaje con asientos de terciopelo en color verde oscuro. El joven la siguio al interior, sentandose frente a ella. La miro detenidamente mientras golpeaba con su baston el techo para indicar al cochero que se pusiera en marcha. Pocas veces conseguian estar a solas. --No esperaba que quisieras venir conmigo --le comento Robert, con mucha calma, casi arrastrando las palabras. Allyson se encogio de hombros, sintiendose ligeramente incomoda con su tono de voz. Sentia su mirada condescendiente sobre ella, como si todavia la estuviera evaluando para saber si seria o no una buena esposa, o como si estuviera dispuesto a reganarla si no hacia lo que el consideraba correcto. --Apenas nos vemos... --le contesto ella, suponiendo que era logico que pasaran algun momento a solas. --Tu madre ya no esta. No tienes que fingir delante de mi --le indico serio mirandola a los ojos. --No estaba... --?A quien trataba de enganar? Quiza Robert habia empezado a conocerla--. Nunca he visto una fabrica --le respondio compartiendo la verdadera razon por la que habia querido acompanarle. --Ni tienes por que verla --le explico con cierta frialdad, manteniendole la mirada. Allyson lo miro por unos segundos. Habia creido que Robert apoyaria sus inquietudes o le permitiria dirigirse con mas libertad que la que tenia en casa de sus padres. Quiza fueran imaginaciones suyas, pero en determinadas ocasiones, el le hacia sentir insegura y no era nada agradable sentirse asi. --?Por que no? ?Que habria de malo? --le pregunto mirando hacia la ventana para disimular su decepcion. --Ese no es un sitio para una dama --insistio Robert mientras el carruaje iniciaba un incomodo traqueteo debido al desgastado suelo de las calles por las que habian empezado a transitar. --Oh, vamos... --Allyson le miro impaciente. --Ademas, has dicho que te quedarias en el carruaje. Allyson le miro seria. Cierta tension se palpaba en el ambiente. Ella sabia que no debia llevarle la contraria, que debia mostrarse sonriente y sumisa, pero cada vez le costaba mas comportarse asi con el. --Allyson... --le recrimino molesto--. No se que esperas encontrar alli, pero no es como te lo imaginas. Las fabricas... --entorno los ojos con una mueca--. ?Que has estado leyendo? Allyson se sonrojo, pero no le respondio. Se limito a mirar por la ventana, dandose cuenta de que habian dejado muy atras el centro londinense. --?Donde vamos exactamente? --A una parte del East End... barrios obreros... tu padre se encuentra en una de las fabricas --Allyson se asomo por la ventana sin ningun reparo--. Allyson, esto no es un viaje de placer. Vuelve dentro. Allyson lo miro molesta. --Nunca he estado en un barrio obrero. --Y no vas a estarlo --le respondio serio--. Te repito que no es sitio para una dama. Pasaremos por el barrio, pero no nos detendremos. Allyson le mantuvo la mirada, pero cedio separandose de la ventana. De nada iba a servir enfrentarse con el, ademas de que seria algo imperdonable por su parte. --?Por que no? --susurro a reganadientes. --Allyson, no hay nada que quieras ver, creeme. Allyson lo miro extranada y molesta. Ella queria asomarse por la ventana. Por eso habia ido con el. Era algo que no se podia quitar de la cabeza desde que habia leido a escondida los ultimos libros de Charles Dickens. Le costaba creer que la ciudad que el describia fuera donde ella residia. Robert decidio cambiar el rumbo de la conversacion. Tenia claro que discutir con Allyson no llevaba a nada, ademas de que no tenia por que hacerlo. Sin duda seria una esposa perfecta cuando se acostumbrara a su verdadera posicion como condesa. La acaricio con la mirada. Era preciosa, quiza demasiado transparente en sus expresiones. --Crei que querias estar conmigo... a solas. Allyson se sonrojo consciente de la intimidad del momento. Estiro su espalda pegandose aun mas al asiento en el que estaba, como si pudiera poner mas distancia entre ellos. --Si, claro... --le respondio visiblemente incomoda mientras el carruaje se movia de manera mas abrupta al dejar totalmente atras las cuidadas calles de la ciudad. Miro a Robert. Era un buen hombre, guapo, distinguido, educado. Estaba casi convencida de que seria un buen esposo, pero no sabia por que le estaba costando tanto fijar una fecha para su boda. Sabia que era lo que un marido podia exigir a su esposa. La habian educado para ello. Estaba dispuesta a ser una esposa sumisa y obediente, aunque solo pensarlo le causaba cierta ansiedad. Los pocos y robados besos que el le habia dado en contadas ocasiones no la conmovian lo mas minimo ni mucho menos le interesaba repetirlos. Su madre le habia explicado, sin muchos detalles, lo que pasaba en la intimidad del dormitorio entre un hombre y una mujer, y no tenia ningun interes en experimentar el molesto momento. Lo peor era saber que no habia manera de evitarlo. Desvio su mirada sonrojandose ante sus pensamientos. Parecia que entraba un olor fuerte y desagradable por la ventana y Allyson saco un panuelo del pequeno bolsito que llevaba colgado de la muneca y se lo llevo a la nariz. Robert la seguia mirando detenidamente. --Allyson... ?buscabas estar a solas conmigo? Allyson lo miro ruborizada. Cierto desasosiego la invadio ?Por que insistia? Los ojos de Robert habian empezado a brillar. Realmente estaban los dos a solas. ?Lo veria como una oportunidad de acercarse a ella y besarla? No le apetecia en absoluto. --No digas esas cosas, Robert. Soy una mujer decente. Robert sonrio con arrogancia. Por fin parecia que Allyson se habia dado cuenta de que estaba en sus manos, de que dependia de el. --No dudo de que lo seas... --?Donde estamos? --le interrumpio con curiosidad acercandose a la ventana al ver que pasaban junto a unos edificios que no conocia. Robert le impidio que lo hiciera sujetandola por el brazo. --Allyson, no tienes por que ver esto. Se mantuvieron la mirada por unos segundos. La tension entre ambos fue mas que visible y parecia que ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder. Robert se incorporo ligeramente sobre ella. Allyson se rindio. Lo tenia demasiado cerca. Bajo la mirada, sumisa y volvio a apoyarse en su asiento. --Si no querias estar conmigo a solas, ?Que pretendias con este viaje? --No lo se. Pense que podria ver a mi padre... --?Ahora? ?Tienes algo urgente que decirle? Una fabrica no es lugar para una mujer de tu clase. Te ruego que no bajes del carruaje cuando lleguemos. Puede ser peligroso. Allyson lo miro con cierta desconfianza. Sus palabras parecian sinceras y su tono de voz amenazador. --?Peligroso? ?Y por que mi padre viene todos los dias? ?Por que vienes tu? --Peligroso para una mujer como tu, querida --le respondio protector sin dejar de mirarla. Allyson asintio antes de girar la cabeza hacia la ventana. Estaba deseando ver lo que habia en las calles. Siempre habia vivido protegida, entre sedas y algodones, pero ultimamente tenia muchas dudas acerca de si su vida era real o era un espejismo en el que solo unos cuantos afortunados podian vivir. Robert se sento de repente a su lado buscando su contacto. Allyson se sobresalto y con rapidez se levanto de su asiento para ocupar el que el habia dejado libre. --!Robert, por favor! Robert hizo una mueca de autosuficiencia.

  • El anillo del millonario de Lynne Graham

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    La boda del magnate Zac con Freddie, una inocente camarera, fue de conveniencia. Zac, un hombre de corazon sombrio, ayudaria a que la familia de Freddie no se separara si ella le daba un hijo. Tenia la seguridad de que su insaciable pasion pronto se apagaria. Pero, cuando Freddie se quedo embarazada, el se dio cuenta de que ansiaba algo mas que un heredero: !deseaba que Freddie se quedara en su lecho para siempre!

  • In love (Almost 2) de Adriana Ls Swift

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    No todo es como parecia ser.

  • Manhattan Wolf (American Wolf 1) de Kelly Dreams

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    Cuando Shane Pears entro en aquel hotel buscando a su prima Carly, lo ultimo que esperaba era que la confundiesen con una de las empleadas y la enviasen a la habitacion del todo poderoso Luke Evans.
    A solas con el hombre mas explosivo de Manhattan, comprendio que lo que comenzo siendo un tremendo error estaba a punto de convertirse en la mas irreal y excitante de las aventuras.

  • Una rosa para May de R. Cherry

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    Un halo de misterio tomo el control de la vida de Victoria en: Una fotografia para Victoria. Pero ?conseguira descubrir lo que se esconde tras el personaje de Samuel?
    May es una apasionada de las flores que posee una floristeria a la vez que intenta descubrir lo que realmente esconde Larry, pero el caprichoso destino decide que debe aparecer en su vida Drew, un joven hombre apuesto y seductor a quien acudira cuando menos se lo espere.
    Un robo, sensualidad, amenazas, pistas, amor y dos apasionados hombres se cruzaran en su camino para tomar direcciones muy distintas. ?Se decidira por Drew o se dejara encandilar por la rudeza y la bondad de Carter? ?Podra salir del lio en el que esta a punto de meterse?
    !Descubrelo en Una rosa para May!

  • Jefe por Sorpresa de Carmen Gracia

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    Un sobresalto, remuevo el antifaz antiarrugas de mis ojos y miro a mi alrededor. Las persianas de mi habitacion ya iluminadas por los suaves rayos de luz que penetraban, avisando que la hora ya era la justa. Mis ojos entrecerrados adormecidos y atormentados por la radiante iluminacion. Tomo mi movil y miro la hora. Son las 7:30, la misma hora de siempre. Me levanto de la cama y voy al bano. Deslizo por mis piernas mi short de pijama de seda para poder orinar. Contemplo un poco el desorden del lugar y en mi mente vuelvo a repetirme debo limpiarlo lo antes posible, como me lo he estado repitiendo desde hace ya dos semanas y como me recordaba a mi misma todas las demas cosas que debia hacer: la lavanderia, las compras, llamar a mi madre y reparar la luz de la sala. Era mi lista mental de las cosas que tenia que hacer y olvidaba hacerlas. Revise de nuevo mi telefono, llevaba una lista de los eventos a los que debia asistir cada dia, tarea que se supone que deberia hacer mi agente, pero mi contrato con mi agencia acababa de vencerse y estaba en espera para viajar y firmar uno nuevo, asi que por los momentos debia hacer el trabajo yo misma. Bostece un poco, habia dormido bien, unas solidas 9 horas, lo cual era casi un record Guinness en horas de descanso para mi, pero me sentia cansada. Eso es lo que sucede despues de cinco sesiones de fotos y tres castings. La verdad es que el mundo del modelaje no era todo color de rosas. Tenia cuatro anos en esta industria y se sentian como veinte. Comence a trabajar como modelo desde los dieciocho anos de edad. Naci en Mexico y en Latinoamerica, si una chica quiere ser modelo o actriz puede ser solo un cliche mas, pero si no trabajas lo suficientemente duro tu destino esta predeterminado a las novelas del mediodia, los programas de historias de la vida real con moralejas babosas o a las portadas de un catalogo de Avon, trabajos que no son horribles, claro esta, pero siempre supe que no eran lo que buscaba. Desde nina veia las pasarelas europeas, me encantaba la moda, los disenos, el caminar de las modelos, sabia que queria ser una modelo desde siempre y no solo me inspiraba la television, mi madre era una ex supermodelo muy famosa en mi pais, llego a aparecer en las mejores revistas y portadas del mundo entero. Hasta que quedo embarazada de mi a los 21 anos y tuvo que retirarse, sus amigos de la industria siempre me decian que triunfaria igual que ella o mas. Mi padre siempre ignoro mi existencia, mi mama dice que era un fotografo muy famoso con el que tuvo una alocada historia de amor, pero estaba casado con la editora de una revista muy conocida, lo cual a mi madre no le importo en lo mas minimo, claro esta. Al enterarse que ella estaba embarazada consiguio milagrosamente un trabajo en Moscu y se mudo alla. Cuando cumpli 8 anos me envio una carta diciendome que lo sentia y que queria conocerme para "disculparse personalmente por todo lo que habia sucedido", me visito por tres dias, me compro un pez y nunca mas volvi a verlo. Mi madre decia que todo estaba destinado a pasar y que ese hombre era un ser que Dios habia puesto en su camino para concebirme, mi madre tambien estaba un poco loca y atribuia razones de sucesos a posiciones astrales y energias cosmicas, asi que yo solo le seguia el juego. El punto es que estuve inmersa en el mundo del modelaje desde que tengo uso de razon. Desde los dos anos acompanaba a mi madre a sus sesiones de foto, las pocas que tuvo luego de tenerme, incluso modelo mientras estaba embarazada, viajamos por todo el pais, solo mi madre y yo, mientras ella perseguia su sueno de aun ser modelo incluso luego de tener un bebe. Durante la busqueda del exito mi madre conocio a Jorge, un veterano americano que estaba de vacaciones en Cancun, se enamoraron perdidamente, se casaron y cuando tenia 10 anos nos mudamos a Florida a vivir con el. Jorge era realmente dulce, amaba a mi madre y eso me hacia feliz, tambien me trataba como su hija y era realmente una figura paterna para mi. Nos habia adoptado como su familia y eso habiamos construido, una pequena familia, mas de mi madre que mia, pero igual la disfrutaba. Termine la escuela en Florida decidi irme a la capital de la moda: Nueva York. Trabaje desde los 16 anos ahorrando para mi proximamente vida sonada y al cumplir los dieciocho me mude a mi propio piso alli, era pequeno y estrecho pero para mi era justo lo suficientemente hermoso. Mi primer mes fue doloroso, mis expectativas se redujeron a menos cien y mis trabajos eran bastante escasos. Para cubrir con los gastos de la renta tuve que conseguir un trabajo como cajera en un cafe cercano. Luego de casi seis meses en la ciudad lo unico que habia logrado era aprender a hacer un macchiato delicioso y a sonreirle gentilmente a cualquiera que me dirigiera la palabra. Siempre que estaba a punto de rendirme y regresar a casa llamaba a mi madre. Ella habia pasado por lo mismo y siempre sabia las cosas correctas que decir. Mis animos subian un poco y volvia al ruedo, mi madre tenia un punto: mi apariencia era diferente a la de las demas chicas. Por ser latina, mi tono de piel era bronceado y mis facciones eran exoticas: labios gruesos, ojos verdes grandes, nariz fina y cabello castano oscuro que desde los quince llevaba con un flequillo desordenado cubriendo mi frente, media 1.80 y era delgada, pero con curvas y buenas proporciones. Definitivamente habia heredado la apariencia de mi madre y ser modelo aparentaba estar en mis genes. Muchos podrian pensar que incluso ella me impulsaba o me obligaba a lograr este sueno porque sentia que lo estaba logrando ella, que vivia a traves de mi, pero esa no era la historia. Tuve muchas oportunidades para negarme a entrar al mundo del modelaje, a comer lo que me provocase, a no ejercitarme y ser como cualquier chica que puede lucir como le plazca, pero eso no era lo que queria. Yo veia mucho mas, veia el arte, veia la gracia, veia el usar mi cuerpo para comunicar emociones, para vender a masas, para hacerme notar. Independientemente de lo que mi madre quisiese, yo siempre habia querido ser una modelo y mi madre fue solo una inspiracion que lo hizo todo mucho mas sencillo. Sin embargo casi ninguna de las personas que estuvo en la industria al mismo tiempo que ella seguia estando y sus llamadas para conseguirme contactos exitosos eran un fracaso. Ademas, tampoco queria ser esa chica que triunfaba a rastros del exito de su madre, queria triunfar por mi sola. Queria que la gente conociese a Carmela Varon, no a la hija de Mariana Varon. Una tarde, mientras me resignaba a mi futuro como cajera/barista/mujer sonrisa, conoci a Emma. Era una delgada rubia de Boston, que resulto estar viviendo en la ciudad persiguiendo el mismo sueno que yo, solo que ella ya tenia un ano en esto. Charlamos unos minutos mientras su pedido estaba listo y me comento que venia de un casting en el que la habian rechazado pues su apariencia era "demasiado casual" y buscaban algo mas diferente. Mientras conversabamos la rubia me miro de pies a cabeza y sugirio que quizas yo pudiese ser el tipo de modelo que buscaban. Minutos despues y con un turno de trabajo abandonado, me dirigi al lugar en el que era el casting. Para mi sorpresa el resultado fue excelente, me seleccionaron entre 80 chicas y consegui un contrato en una agencia muy buena. Mas sesiones fueron surgiendo y mas contratos fueron llegando, a mis 22 anos ya habia sido portada de diez revistas, lo que era considerada una gran hazana. Estaba en el punto maximo de mi carrera y parecia solo crecer mas. Viajaba cada semana a locaciones distintas. Vestia los mejores disenadores y mi pequeno piso de Nueva York se convirtio en un mucho mas comodo y espacioso loft. En cuatro anos habia logrado muchas cosas. Con el tiempo uno pensaria que se vuelve todo mas facil, pero la verdad es que es todo lo contrario. Es dificil obtener el exito, pero aun mas dificil mantenerlo. Mi rutina diaria era intacta: me despertaba a las 7:30 am maximo, me vestia e iba al gimnasio hasta aproximadamente las 10:00, regresaba a mi apartamento, me banaba, vestia y salia a cualquier trabajo que tuviese. Esta rutina se repetia aproximadamente 6 dias de la semana, a veces los 7 dias completos, dependiendo de la temporada. Comia entre sesiones, dormia en autos, y mis compromisos sociales eran nulos, sin embargo estaba feliz y eso era lo que me importaba. Habia conocido lugares hermosos y mi agencia era una de las mejores del mercado, mi nombre pertenecia a la lista de modelos mas exitosas del ano. Grabe algunos papeles extras para peliculas y, por supuesto, estuve en los tabloides por mis supuestos "romances" con uno que otro actor los cuales ni conocia o ni siquiera habia hablado con ellos alguna vez en mi vida. Sin embargo no era muy conocida fuera de Estados Unidos y esto me hacia querer expandirme un poco. Cualquiera podria pensar que ya era una persona famosa, pero ese no era el caso. Era famosa en el mundo del modelaje, pero no era ninguna celebridad. Vivia de la misma manera, hacia mis cosas de la misma manera, no habia paparazzis siguiendome por todos lados ni fanaticos que gritaran mi nombre, seguia viajando en clase comercial y mis habitaciones de hotel seguian siendo reservadas como las mas sencillas, yo era solo una modelo mas.

  • El ritual de Alejandro Crespo Anton

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    Una manana mas, amanecia en la casa de los Robinson. El sol ya deslumbraba en la habitacion de Miles, y le daba asi unos especiales buenos dias. Miles Robinson cumplia 15 anos. Asi que, al abrir los ojos, se le dibujo una sonrisa. Sabia que iba a ser un dia de llamadas de felicitacion por su cumpleanos, y tambien de muchos regalos. Seria un dia muy especial para el. Miles era un chico con el pelo pelirrojo oscuro, delgado, alegre y de estatura media. Era muy buen estudiante, pero con el tipico caracter estudiantil y rebelde de esas edades. --No es dia de Santa Claus --pensaba Miles--, pero da igual, tendre regalos. El dia en el que llegaba Papa Noel, Miles siempre recibia muchos regalos, aunque no tuviera mucha familia. Pero eso no era un aspecto que le impidiese recibir una gran cantidad de juguetes y regalos con los que disfrutar. La ciudad estaba rodeada de barrios con rascacielos y lugares en los que vivia la gente adinerada. Y luego, existian otros barrios mas humildes y un poco separados de la civilizacion en si. Entre ellos, estaba Conroad, lugar en el que vivian los Robinson. El verano ya se notaba en Chicago. Era pleno mes de julio, y hacia bastante calor. Sobre todo, en este tipo de barrios pequenos. Se encontraban rodeados de zonas montanosas y boscosas que estaban a pocos kilometros y que se observaban a simple vista Bajo las escaleras rapidamente, con muchas ganas encontrar esos regalos que tanto esperaba. Sin embargo, lo primero que encontro al bajar fueron unas maletas de viaje. Ademas, la casa tenia bastantes menos cosas de lo habitual. Antes de poder preguntar o reaccionar, se vio atrapado por los brazos de su madre. Lo abrazo como nunca lo habia hecho y le dio tantos besos que hasta Miles se sorprendio por tanta efusividad. Tina Robinson era una mujer alta, delgada, de pelo castano y con unos ojos que bien podrian ser una mezcla de color miel y gris. Era una mujer llamativa. Asi mismo, trabajaba de camarera en un bar del barrio desde hacia 10 anos. Su padre, James, trabajaba en una inmobiliaria. Miraba a Miles con una sonrisa de oreja a oreja, y lo felicito por su decimoquinto cumpleanos. Lo agarro con sus delgados brazos, y le dio un gran abrazo y un beso fuerte en la mejilla. Era una persona que parecia mas joven lo que era en realidad. Bien podria ser un hermano mayor. --Muchas felicidades, hijo mio -- le dijo, y le volvio a dar un beso en la mejilla. Miles observo que tenia tres paquetes en la mesa del salon. Pero, antes de abalanzarse sobre ellos, su madre volvio a cogerlo para darle un achuchon y un beso que casi lo hizo caerse hacia atras. <>, penso Miles despues de darles las gracias otra vez y dirigirse a por los regalos. Como es normal en estos casos, siempre se suele ir primero a por el regalo mas grande de todos, y luego ya a coger el mas pequeno. El tamano grande solia causar siempre una mayor impresion a la gente, como si fuera algo mas significativo solo por el simple hecho de ser mas grande. Y, en este caso, volveria a ser asi. O eso era lo que creia el. Miles se dispuso a abrir el primer regalo, y se encontro con un balon de la NBA y la indumentaria del equipo que tanto le gustaba (y del que era mayor fan), los Chicago Bulls. La indumentaria traia una camiseta, un pantalon, unos calcetines, unas zapatillas, una gorra del equipo y el balon con los colores del equipo, rojo y blanco. Era el regalo ideal para ese momento, ya que estaban viviendo una de sus mejores epocas en terminos deportivos. La ciudad acababa de ver triunfar a los miticos Chicago Bulls de Michael Jordan al ganar el sexto campeonato ante los Jazz de Utah. Al abrir el regalo, su padre le conto que a su abuelo le gustaba el baloncesto, y que el hermano de su abuelo seguia a los Bulls. Pero Miles ya habia ido a por otro regalo, y no le interesaba mucho lo que le estaba diciendo su padre. Es mas, al pensarlo unos segundos despues, le era indiferente. Solo queria abrir mas regalos. El segundo paquete era una coleccion de camisetas y pantalones. Algunas camisetas eran de manga corta, otras de manga larga y de varios colores. Unas tenian unos dibujos un poco raros, con una especie de animales tipo cabras, toros, y con palos unidos entre si con formas que parecian arboles en llamas (parecian un poco diabolicos). Otras venian sin dibujos. Vamos, que tendria una renovacion en cuanto a vestimenta se refiere. Y, el ultimo regalo, era un libro: El viaje. --Pues muchas gracias --le dijo Miles a sus padres --, me voy a mi cuarto a comprobar si me cabe la poca ropa que me habeis comprado-- concluyo en tono sarcastico, con una sonrisa en los labios. No obstante, antes de subir a su habitacion, su madre Tina lo agarro del brazo y le dijo que esperara un momento. --Espera Miles, tenemos otro regalo para ti --. Miles se sorprendio y les pregunto: --?Ah si? ?Que es? ?Mas ropa? Su madre no hizo ningun gesto al comentario sarcastico de Miles, y saco algo de su bolsillo. --?Anda y esto? --. Miles cogio una especie de paquete pequeno, tanto, que le cabia en la palma de la mano. Estaba envuelto con un papel de regalo de cumpleanos, y con un lazo azul claro. Abrio ansioso el paquete. Dentro, habia una especie de bolsita parecida a las tipicas en las que se guardaban objetos relacionados con joyeria o similares. Es decir, pulseras, anillos, pendientes, etc. Miles abrio la bolsita. Era un colgante. --!Que chulo! --. A Miles no le iban mucho los colgantes, pulseras, ni mucho menos pendientes o piercings. Es mas, era la primera vez que tendria algo asi, pero tuvo que fingir que le encantaba, ya que vio que a sus padres les hacia especial ilusion darle este regalo. --Miles --su padre tomo la palabra--, es un regalo que tu madre y yo queremos que guardes y lleves contigo siempre. Es algo que te ayudara y te dara fuerzas para conseguir lo que esta por venir en tu vida. Miles miro el colgante, y penso que era ese tipo de objeto que la gente lleva consigo porque les da fuerzas y los ayuda a afrontar diversas situaciones cotidianas de la vida de la mejor manera. Por ejemplo, tener salud, buena suerte en el amor, en el trabajo, etc. Es decir, todo lo relacionado con tener una mejor <>. El colgante, cuyo material parecia plata de primera ley, era un circulo con tonos negros alrededor. Ademas, tenia una especie de estrella invertida entrelazada entre si. Quiza, era demasiado grande para su gusto, pero sin lugar a dudas, era llamativo. Miles lo miraba, ?lo habia visto antes? Era como si ya conociera ese tipo de colgante, o como si lo hubiera visto en otro sitio. Le sonaba, pero tampoco le dio mucha importancia. Miles, ahora si, decidio subir a su habitacion a guardar todos sus regalos. Eso si, no sin antes preguntar con sorna si tenian otro regalo mas para darle. Sus padres, sonrientes, le dijeron que ya podia subir a su habitacion. 2. Mudanza Miles estaba feliz. Tener su habitacion llena de cosas nuevas le encantaba. Lo primero que hizo al subir fue ponerse toda la indumentaria de baloncesto, como si fuera a disputar un partido ese mismo dia. Se sentia poderoso. Despues de ver lo bien que le quedaba, y no sin antes mandarle una foto a su amigo Lucas para darle un poco de envidia, decidio guardarlo en su armario. Se probo las camisetas y los pantalones... --Este bien, este no esta mal, este me queda bien, este me queda un poco justo... El estilo vaquero en los anos 90 era tendencia y no podian faltar en cualquier compra de regalo de cumpleanos o Navidad. De cuatro pantalones, Miles tenia dos de estilo vaquero. Penso que su madre le podria haber comprado unos un poco rasgados, que tambien estaba de moda, pero se tuvo que conformar con dos practicamente iguales. Dio gracias de que no le regalara los famosos petos con tirantes de estilo, como no, vaquero. Los odiaba. Mientras seguia en plena faena, sonaba Disturbed, una de las mejores bandas de heavy metal de la ciudad y del momento. Para Miles, el heavy metal solo era para <>. Sin embargo, en ese momento, hasta a el le gustaba escucharlo. Estaba terminando de colocar las cosas en su armario, cuando escucho que alguien llamaba a su puerta. Era su madre, seguida por su padre, que venia justo detras. --Miles tenemos que contarte una cosa... Sabemos que es tu cumple, pero es algo que tienes que saber lo antes posible --hablo su padre en un tono serio. Miles se quedo sin saber que decir mientras esperaba una respuesta--. Nos mudamos, estamos teniendo problemas economicos y no podemos pagar la casa. Asi que decidimos ponerla en venta en una inmobiliaria que hay cerca de aqui, y han aceptado la oferta. Mientras su padre hablaba, Miles recordo lo que habia visto nada mas bajar al salon. Aquello a lo que no le dio tiempo a reaccionar con tantos abrazos y besos y que, al ver tantos regalos, se le fue el santo al cielo. Recordo que la casa estaba mucho mas vacia de lo normal, y que habia unas maletas al lado de la puerta de salida. Al ver que su padre habia terminado, Miles lo miro atonito y luego miro a su madre... --?Por que?, ?asi de repente?, ?por que no me habias dicho nada antes? ?Y tenia que ser hoy? --Miles se estaba poniendo nervioso--. Yo no voy a ningun sitio, ?y mis amigos?, ?a donde vamos? James lo corto. --Miles, no te dijimos nada porque sabiamos que ibas a reaccionar mal y queriamos contartelo en el momento adecuado. Queriamos tenerlo todo claro y listo antes de decirte algo. Miles estaba intentando controlar sus emociones... --A tu madre no le va bien en el restaurante. Desde hace mucho tiempo, tiene muchos problemas con su jefe y le debe mucho dinero. Y tampoco encuentra trabajo en otro sitio. Ya sabes lo pequeno que es este pueblo, hijo, y yo no cobro lo suficiente, tenemos muchas deudas... Su madre, con gesto preocupado y pensativo anadio: --En tres dias, vendran a ver la casa, y tenemos que irnos manana. O, como muy tarde pasado manana. En situaciones que no podia controlar Miles, era una persona inquieta e intranquila. Se refugiaba en si mismo y entraba en un estado de estres que lo hacia sentirse invalido ante cualquier cosa que ocurriese a su alrededor. Le gustaba mucho vivir alli. Tenia unos amigos a los que conocia desde que era pequeno. Y le gustaba jugar, todos los dias, sus partidos de baloncesto en las canchas antiguas que estaban al lado de la casa de Lucas. Le encantaba cuando iban, en verano, al rio a banarse, cuando el colegio salia de excursion varias veces al ano por la montana, etc. Recibir de repente esa noticia lo hizo llorar. Se llevo las manos a la cabeza y salio de su habitacion para bajar al salon a prepararse un zumo de naranja. No habia desayunado todavia, aunque por suerte para el, ya lo tenia preparado en la mesa. Se sento, y mientras se bebia el zumo recien hecho y se comia los donuts que tanto le gustaban, como si los hubiera visto desde un principio, apenas se percataba del sabor. Por mucho que le encantaran esos bizcochos redondos con su famoso agujero en el medio, no podia dejar de pensar en la mudanza. Por momentos, se le olvidaba que era su cumpleanos. Dejo el desayuno sobre la mesa, ya que queria seguir mostrando su desacuerdo y su enfado. Miles era muy responsable, sabia que tenia que recoger la mesa en cualquiera de las comidas principales, pero esta vez, ni lo hizo. --?Desde cuando teneis la idea de que nos mudemos? --Miles se vio obligado a seguir preguntando. --Hace tiempo, queriamos esperar al momento adecuado... --?Y ese momento era en mi cumpleanos? Muy inteligentes. --Ya lo entenderas, tu vida va a cambiar a mejor. Ya lo entenderas. --Ya lo entendere, claro... --Miles se disponia a subir las escaleras y cortar la conversacion --. Aqui siempre haceis lo que os da la gana, y luego me llevo la sorpresa. Sois asi, ?que sera lo siguiente?, ?que me va a adoptar otra gente? --Miles, cuidado con ese tono...

  • Solo un dia 1 de Gayle Forman

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  • Estas loca de Kaera Nox

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    Dos encuentros, (nada agradables), un beso, muchas salidas de tono, una mujer sin filtro, un bombero con miedo al fuego, un mastin, una amiga duena de un sex-shop y otra mistica con una tia medio bruja y. !Ah! !Se me olvidaba! Tambien hay un jefe buenorro y una jefa bastante golfa, ?que mas se puede pedir?
    La historia de Ivan y Lia es algo complicada, !y eso sin contar con Mateo y Tesa! Porque. ?Que no harias por tu hermana pequena? ?Y por tu mejor amigo?
    Dos personas totalmente opuestas, huyendo de sus propias vidas, que se encuentran en un pequeno pueblo costero y oscilan entre el amor y el odio.
    ?Que puede salir mal?

  • El principe de los prodigios de Victoria Alvarez

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    Continuacion de LA CIUDAD DE LAS SOMBRAS Cuando en 1924 Helena Lennox se presenta con sus padres en Napoles por una colaboracion arqueologica con las excavaciones pompeyanas, una desconocida le entrega un amuleto de proteccion con una advertencia: “La ciudad no es segura, los angeles ya no velan por nosotros”. Durante los siguientes dias, los Lennox se codean con una princesa solitaria, un pariente inesperado y un viejo amigo perseguido por la mala suerte mientras el cerco de los crimenes que estan atemorizando a la ciudad se estrecha a su alrededor. Las victimas son chicas jovenes sin ningun elemento en comun; el culpable a ojos de todos, alguien muy conveniente para las autoridades. Y sobre ese misterio se alarga la sombra del Principe de los Prodigios, un intrigante alquimista cuyos inventos siguen en boca de todos. Segun cuenta la leyenda, ideo una carroza que se desplazaba sobre el agua, un carbon que no se consumia… y un brebaje capaz de despertar a aquellos atrapados en un sueno profundo.

  • Mi Amante (El ceo 2) de Lisa Blanc

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    El “Todo lo que necesitas es amor” de los Beatles se escucho a traves de los altavoces estereo en el estudio de Tobias, como si la radio supiera de su situacion amorosa actual . Habian pasado cuatro meses y 11 dias y, para sorpresa de casi todos, todavia iba todo bien . Habia leido por ahi lo que decian sobre como Tobias me estaba usando para ser mas agradable o como yo lo estaba usando por dinero. Por supuesto, las historias no habian terminado alli, pero habia aprendido a no prestar atencion a las palabras de personas que ni siquiera nos conocian. Mire a Tobias que se estaba enfocando en su pantalla, trabajando en algo importante. Era increiblemente bueno en su trabajo, un hecho por el que muchos no le daban suficiente credito. Lejos de aprovecharse del trabajo de su padre, habia trabajado duro y continuaba trabajando duro. Era una de las razones por las que lo amaba. Su dedicacion era admirable. Volvi a mirar mi libro y lei algunas lineas mas antes de que las palabras comenzaran a empanarse. Doble la esquina de la pagina y cerre el libro antes de mirar mi movil . Era casi medianoche. “Me voy a la cama. Tengo trabajo en la manana "murmure poniendome de pie. “Y tengo un tirano de jefe, realmente me molesta”. Reprimi una carcajada. Tobias dejo de escribir y se volvio para mirarme. Sus ojos azules brillaban con intensa diversion mientras sus labios se curvaban en una sonrisa juguetona. “Eres una mujer diabolica “. Respondio. “?Como rayos voy a poner concentrarme ahora?” “No es tu culpa .” Sonrei. “Es parte de mi malvado, malvado plan para seducirte”. Tobias fruncio el ceno y extendio sus manos, meti las mias dentro y el las apreto suavemente. “Tengo que terminar esto antes de la reunion de manana”. Gimio el . Sonrei. “Y dijiste que nunca seriamos aburridos”. Bromee Tobias fruncio el ceno y casi pude ver que la culpa lo invadia. Me acerque y presione mis labios contra los suyos. "Estaba bromeando. Se lo importante que es este acuerdo para Clarke Industries ". "Aun asi, te pedi que te quedaras sabiendo que tenia que concentrarme en esto. Supongo que queria tener mi bizcochito cerca y comerlo tambien “. “No te compliques “. Me rei. “Tobias, relajate, prefiero sentarme aqui en tu compania mientras trabajas que en mi piso sola de todos modos”. Tobias se lamio los labios y se mordio el labio inferior antes de dejar escapar un suspiro estrangulado. Algo lo estaba molestando, pero no pude averiguar que. Senti mi sonrisa caer, sus ojos se abrieron y sacudio la cabeza. “Estoy bien.” murmuro el. “Estaba pensando … que preferirias estar aqui, y preferiria que estuvieras aqui”. Hizo una pausa y sonrio ampliamente. “Tiene sentido que te mudes aqui”. Por un momento el mundo dejo de girar, el tiempo se detuvo y la oferta de Tobias silencio cualquier otro pensamiento en mi mente. A pesar de nuestro amor, a pesar del hecho de que nuestra relacion estaban funcionando mejor que nunca … Me sorprendio. “?Quieres que me mude contigo?” Susurre. “Si.” El exhalo. “Ruby . Quiero que te mudes conmigo. No podia hablar, mi voz estaba atrapada en mi garganta y por mucho que intente vocalizar mis sentimientos simplemente no pude. Mis ojos comenzaron a llorar y asenti como una idiota. Tobias sonrio, soltando mis manos para abrazarme. Tobias acaricio mi cuello y sus manos comenzaron a vagar. Me aparte y sacudi la cabeza, moviendo el dedo indice. “Uh uh” dije frunciendo el ceno. “Tienes trabajo que hacer”. Tobias suspiro y volvio a mirar la pantalla de su ordenador portatil. La propuesta a medio terminar debia completarse por la manana. Paso los dedos sobre el teclado y escribio Lo que sea que quieras para ser mi cliente, te lo dare. Fin . “Listo. Hecho. ” Respondio el , extendiendome la mano otra vez. “Tobias”. Yo frunci el ceno. “Necesitas terminar eso … correctamente”. “Ahora mira quien es el aburrido”. Comento Tobias con una sonrisa ironica antes de soltarme. “Si ser aburrida te consigue este trato, creo que puedo vivir con eso”. Respondi. “Dios, te amo Ruby”. “Y yo te amo tambien, Tobias”. Le respondi de pie. ** ** Me desnude, agarrando una de las camisas de Tobias de sus cajones antes de caminar hacia un lado de la cama que habia reclamado como mio . Tenia mi propio cajon con mi propia ropa, pero dormir con sus camisetas se habia convertido en algo habitual para mi. Retire las mantas y me meti en la cama, agarrando el ipad del cajon de la mesilla de noche. Una vez que Tobias y yo hicimos publica nuestra relacion, aprendi muy rapidamente a no buscar en Google. De hecho, evite los tabloides por completo. Excepto esta noche. Recibi un correo electronico de un remitente anonimo. Debe consultar la seccion de entretenimiento de la revista en linea Masque. Gran noticia sobre ti. Que lo disfrutes. Deberia haberlo borrado al instante . Mi instinto ya me decia que no podia venir nada bueno de esse remitente anonimo. Quien estaba detras estaba revolviendo una olla, esperando un bocado … y se lo di. Abri una nueva pestana y escribi el nombre de la revista y mi nombre. Una foto mia, fuertemente retocada hasta el punto en que me veia con un atuendo de mujer fatal que nunca habia visto y mucho menos habia usado El encabezado gritaba en brillante fuente de color rojo. De dulce nina de pueblo pequeno o Hiedra Venenosa: la verdad detras de la chica que atrapo lo inalcanzable . Lei un poco el articulo , ya que decia detalles bastante correctos sobre mis primeros anos de vida. Pero tan pronto como la esperanza de que esto no fuera horrible comenzaba a invadirme, el temor me sobrecogio. Dado que sus padres murieron casi tan juntos, la pregunta tienen que hacerse es ?Ruby tuvo algo que ver con eso? Atrapada bajo el control de sus estrictos padres mayores a lo mejor para ella no era suficiente . ?Se enfurecio asesinando a su padre, solo para descubrir que nada habia cambiado porque su madre la seguia controlando ? Las nauseas me agarraron. Suponian que habia matado a mis padres. Cuyos certificados de defuncion indicaban claramente las enfermedades que les habian quitado la vida. A quienes amaba y extranaba todos los dias de mi vida, cuyos recuerdos nunca estuvieron lejos de mi mente. Trague saliva y me desplace por la pagina. Un ex novio, Benjamin Riley, que estudiaba en el Ivy league college cayo bajo el hechizo de Ruby solo para que ella rompiera su corazon y huyera. Despues de mudarse a Worthington para declararle su amor, Ruby lo hizo arrestar por asalto a pesar de que las fuentes dicen que ni siquiera sucedio nada.

  • Amores de Club de Karin Neveu

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    --!Gracias a todos por venir! --digo sobre el microfono, arrastrando las palabras por el alcohol--. Despues de otro fantastico trimestre, todos merecen divertirse gracias a su duro trabajo en Industrias Soler… Por esa razon, he comprado el champan mas caro. Una ovacion irrumpe por toda la sala, terminando efectivamente mi discurso por mi. Estoy muy contento, la compania lo esta haciendo tan bien que tenemos muchos de estos eventos de agradecimiento. Hay un numero limitado de maneras de decirle "bien hecho" a todo el mundo. Y a mi me encanta cada miembro de mi empresa, pero ellos ya lo saben, no necesitan oirlo cada minuto de cada dia. En vez de hacer eso, levanto mi copa y todos aplauden. Mientras me tambaleo por el escenario, me rodea la multitud. No solo los gerentes de cada departamento de mi compania financiera, sino tambien el personal de la planta baja. Es por ello que este tipo de eventos son una buena idea, les da a todos un poco de acceso a mi. Con el tiempo, he aprendido que dejar que la gente se sienta conectada a mi significa que tambien trabajaran mucho mas duro para mi. Ademas, significa que solo tengo que hacerlo de vez en cuando. Soy un hombre ocupado, no puedo hablar con todo el mundo todo el tiempo. Ellos lo saben, estoy seguro de que lo saben. --Gracias a todos --les digo tratando de poner mi mejor sonrisa--. Todo el duro trabajo que han hecho ultimamente ha sido fantastico. Me sumerjo en los cumplidos que recibo a cambio como una esponja. No soy diferente a los demas, necesito un empujon para seguir adelante. --Todos ustedes son increibles. Por favor, disfruten de la fiesta. --Hola, guapo --Mientras esa empalagosa voz suena en mi oido, lucho por evitar que mis ojos giren hacia la parte posterior de mi cabeza. Se a quien pertenece sin siquiera dar la vuelta, pero tambien se por experiencias pasadas que ignorarla conduce a mayores problemas que hablar con ella--. Ese fue un gran discurso, senor Alejandro Soler. --Muchas gracias, Irene --Muestro una sonrisa falsa y amplia en la cara, aprieto mis dientes de una manera antinatural--. No sabia que vendrias esta noche. Lo que quiero decir, es que no le envie una invitacion, pero no puedo ser directo con ella. No a menos que quiera otra escena. Nadie ha olvidado la fiesta de navidad de hace dos anos en la que Irene me grito y rompio una botella de vino, esta ensucio toda la pista de baile arruinando la noche de los demas. Y pensar que era tan dulce e inocente cuando la conoci… Quien sabe, quizas fue mi influencia la que la arruino. --Oh, bueno, vi que estaba pasando y supe que tenia que venir --Ella agita su mano despectivamente--. De todas formas, tengo un vestido nuevo que realmente necesitaba presumir. ?Que te parece? Mis ojos automaticamente viajan por su cuerpo y desafortunadamente mis ganas de mantenerme alejado de esta mujer, se van por la ventana. Irene puede ser una loca, pero su cuerpo esta lo suficientemente bien proporcionado para lograr lo que quiere. Con su delgada cintura, sus perfectas curvas y una altura envidiable para la mayoria de chicas aspirantes a ser modelos de la ciudad. Tiene un cuerpo de fantasia al estilo de las munecas de plastico, y una mente algo retorcida que se de primera mano, la hace estar dispuesta a todo. El vestido rojo que esta usando trata de cubrir su piel, pero falla terriblemente. Lo poco que no deja ver, se ve opacado por como se le cine al cuerpo, no me es dificil imaginarla sin ese pedazo de tela que, justo ahora, creo que solo estorba a mi vista. Quiero ignorar lo que esta mujer me esta haciendo, pero no soy capaz. Ella puede verlo en mis ojos tan pronto como los arrastro de vuelta para mirar a los suyos. Irene sonrie coqueta, pues sabe todos los pensamientos que rondan por mi mente, se da cuenta de todo lo que me gustaria hacerle. Ella sabe que cuando estoy sobrio y en mi estado de animo correcto, no la soporto, su personalidad me molesta muchisimo, pero cuando he estado bebiendo, simplemente no pienso con claridad. Dejo de ser el Alejandro serio y profesional que siempre la ignora, y me convierto en un ser cuyo cuerpo se deja controlar por sus instintos mas primitivos. Y esta persona solo busca una cosa; satisfacer sus deseos. --?Que me estas haciendo, Irene? --susurro con los ojos cerrados--. ?Por que tienes que venir aqui vestida asi? --Porque claramente te deseo, Alejandro. --Con maestria serpentea sus dedos a traves de los mios y me tira hacia ella. Se que deberia resistirme, se que este es el momento perfecto para hacerlo, pero le permito que me lleve con ella, porque estoy ebrio y no me importa nada mas. Y porque despues de todo el trabajo duro que he hecho recientemente, y despues de todos los gastos que he invertido en este evento, siento que me merezco un poco de diversion. --Vamos, vayamos a algun lado --susurra en mi oido. Me tiene enganchado, y lo sabe muy bien. Me arrastra a traves de la fiesta, lo hace con una fanfarroneria en su paso como si pensara que me posee. Probablemente le guste la idea de que tiene control sobre el rico y poderoso Alejandro Soler, pero no parece darse cuenta de que la verdad, la estoy dejando pensar eso solo por un momento. Hasta que nos encontremos a solas. Se que no esta bien usar a Irene, pero cuando se me tira encima, es dificil no hacerlo. Sabe que puedo tener a cualquier mujer en esta habitacion, y es consciente de que podria terminar yendo a casa con otra persona despues de estar con ella. Pero, ?que sentido tiene ser deseable, y tener una empresa exitosa si no voy a aprovecharme de eso? Despues de todo, solo soy un ser humano. Cualquiera en mi posicion haria lo mismo. --?Adonde iremos? --pregunta Irene en cuanto salimos al pasillo. Ella gira y engancha su mano posesivamente alrededor de mi cuello, pero no quiero que me bese aqui. En realidad, no quiero que me bese--. A menos que no te importe la idea de ser atrapado aqui por algunos de tus empleados, podria ser divertido, ?verdad? No. Por supuesto que eso no seria divertido, no quiero que me relacionen con ella, a pesar de lo que estamos a punto de hacer. Miro detras de Irene y emano un suspiro de alivio cuando veo el armario de abrigos detras de ella. Ya se que ese pequeno espacio es mas que suficiente para lo que quiero de esta mujer. Sin decir nada, le tomo la mano y nos meto ahi. Una vez que la puerta se cierra, Irene se convierte en una fiera. Se abalanza con urgencia sobre mi y extiende sus labios por todo mi cuello, pues sabe que no quiero que me bese en la boca. Entonces me transformo en el hombre que ya describi antes. Tomo el control de la situacion y de una manera nada amable ni caballerosa, me pongo a darle ordenes a Irene. Si, el control que ella creia tener sobre mi, era solo una ilusion, algo falso. Yo estoy a cargo ahora. Mantengo mis ojos cerrados durante la mayor parte del tiempo que estamos dentro del armario. ?La razon? No es nada romantico obviamente, tampoco es para concentrarme en las sensaciones que experimento, sino que asi me es mas facil olvidar que se trata de ella. Irene siempre ha sabido lo que me gusta. A lo largo de todos los encuentros de este tipo que hemos tenido, aprendio como complacerme, y es muy buena en lo que hace. Pero no por eso deja de ser la persona odiosa que no soporto, y a ella este detalle parece no importarle en realidad. Pobre y tonta mujer. Puede ser que por eso no me siento mal por expresarme asi de ella, porque a la Irene misma no le molesta, y porque en realidad lo que tenemos nos funciona a los dos. Puede ser que ella se vea con otros hombres, quiza mayores que yo, pero eso me tiene sin cuidado, de hecho, si lo pienso mejor, puede aprender cosas nuevas para mi. Estamos haciendo tanto ruido aqui que por un momento pienso que alguien ahi afuera nos escuchara. Y se que ya dije que preferiria que nadie me viera cerca de ella, pero, ?que no lo saben ya todos? Mi reputacion es bien conocida porque muchas de las mujeres con las que paso el tiempo son muy conocidas. No una lista de celebridades, pero si algo importantes, y tampoco es como que me meta con ellas todo el tiempo, solo algunas veces. Si, este soy yo excusandome estupidamente ante mi comportamiento de mujeriego. Pero es mas facil asi, ?no? Sin ningun compromiso de por medio, sin complicaciones, llamadas al dia siguiente, mensajes de buenos dias, regalos por aniversarios, cenas costosas y muchas otras cosas mas en las que no me quiero involucrar. Me encanta mi estilo de vida a mis veintinueve anos, no creo que exista mujer capaz de hacerme cambiar esto. Lo que estabamos haciendo Irene y yo aqui dentro se acaba de la misma forma que inicio; con una urgencia exagerada. Pero ahora es la urgencia de alejarme de ella. Me subo los pantalones y comienzo a arreglar mi ropa, porque ahora quiero regresar a mi fiesta, mi mente ya esta ahi, asi de poco me interesa la horrible mujer que se esta acomodando el vestido, a un lado de mi. --?Que estas haciendo, Alejandro? --me pregunta Irene con las mejillas sonrojadas mientras tira de su vestido, yo ya estoy presentable y listo para salir--. ?De verdad vas a regresar a la fiesta? Crei que podriamos... Oh, querida, esta empezando a ser necesario que te vayas. --Tengo que volver a salir, Irene, esta es mi fiesta--No queria hablarle tan secamente, pero mi tono de voz sale demasiado gelido sin que lo pueda evitar--. Pero, ya sabes… fue divertido. --Oh, claro --Se le cae la cara. Me siento un poco mal, pero ella sabia que esto pasaria--. De acuerdo. Bueno, entonces supongo que te vere en la algun otro evento de tu empresa. --Si, nos vemos la proxima vez... probablemente. Adios, Irene. Asiento con la cabeza y abro la puerta antes de que terminemos en una conversacion profunda y muy personal. Todavia tengo tantas fiestas que hacer, y con la forma en la que me siento puede que encuentre a alguien mas para llevar a casa. Si, me queda algo de fuerza para hacer eso, pero quiero a alguien nuevo, alguien que no haya tenido antes, alguien que me ensene algunos trucos novedosos para mi o que me pueda sorprender. ?Por que elegir a una mujer para toda la vida cuando puedo tenerlas a todas? Y realmente estoy hablando de todas. Capitulo 2 Un trabajo estimulante Natalia --Hoy fue el dia mas horrible de toda mi vida --declaro cansada mientras me tumbo en el sofa junto a mi companera de cuarto, Eva Diaz--. Odio los trabajos temporales, son horribles. --?Donde estuviste hoy? --Ella hace estallar su chicle y ni siquiera quita los ojos de la tele mientras me formula esa pregunta. No puedo culparla. Probablemente esta tan harta de escuchar mis dramas laborales como yo de experimentarlos--. ?La oficina con el respirador bucal otra vez? ?El que siempre te llama Valdivia, aunque tu apellido sea Zaldivar? --No, una fabrica que produce piezas de trenes. Fue horrible. No solo era sucia, apestosa e increiblemente aburrida, sino que tambien tenia a un tipo a mi lado que ha estado trabajando alli durante anos diciendome que estaba haciendo todo mal. Era insoportable --Mis ojos se cierran mientras el cansancio se apodera de mi--. Solo empece a hacer esto con la esperanza de que uno de los trabajos resultara ser un puesto permanente, pero esa estrategia no ha funcionado. Tal vez es hora de dejarlo todo y empezar de nuevo desde el principio. Nunca le habia dicho esto a Eva, ni a ninguno de los amigos que he hecho desde que me mude a la ciudad, pero cuando deje mi pequeno pueblo en busca de una vida mas grande y mejor, hace algunos anos, tenia esta nocion en mi corazon. Siempre me aferre a este sueno de que una vida mejor y mas emocionante me esperaba a la vuelta de la esquina, que pronto me pondria de pie y que la vieja y aburrida vida que habia tenido antes seria un recuerdo lejano… Se que no engano a nadie, todavia me siento de esa manera. Pero tener esa sensacion no significa que vaya a suceder. Solicite en linea un apartamento y me conecte con Eva, lo cual fue una bendicion. Luego, me mude a la ciudad con los ojos muy abiertos y una personalidad salvaje y de ensueno. No podia esperar que mi vida real comenzara… Pero aqui estoy aun, esperando que eso pase. ?Que tan patetico es ese sueno? Ahora tengo veinticuatro anos, y todo mi ser me grita que es hora de dejar de sonar despierta. --?Empezar de nuevo? --Eva se sienta mas derecha y se da la vuelta para mirarme--. ?Te refieres a deshacerte de la agencia de empleo temporal de una vez por todas, o a rendirte y volver a casa? Lo ultimo que quiero es volver a esa pequena ciudad aburrida, pero puede que tenga que hacerlo. Me estoy quedando sin dinero y tambien me estoy quedando sin paciencia. Mi vida sonada no esta funcionando realmente, puede que necesite rendirme. --No lo se --admito encogiendome de hombros--. He pensado tantas cosas ultimamente, que siento como si mi cabeza fuera a explotar. Ya no se que quiero hacer, Eva. "?Donde esta mi vida emocionante? ?Donde esta mi principe azul? ?Donde estan las cientos de aventuras que se suponia iba a vivir?" No se que es lo interesante que me espera a la vuelta de la esquina, pero quiero que llegue ahora. Estoy desesperada, a punto de salir de mi piel para empezar de nuevo. --No puedes dejarme --Eva sacude la cabeza tan violentamente que su largo cabello rubio se mece de un lado a otro alrededor de su cara, lo que la hace parecer un poco comica--. No puedes, no te dejare irte. Busca otras opciones, por ejemplo, siempre estan buscando chicas nuevas en el club, ?por que no lo intentas? Ella se aferra a mis brazos y me mira con una profunda desesperacion en ellos. --?En el club? --Trato de no mostrar en mi cara cuan desagradable es su idea--. No lo se, no creo que sea de las que trabajan en un lugar asi. --No hacemos nada malo, nuestro uniforme es algo corto y provocativo, pero es muy bonito y moderno --exclama Eva, casi como si estuviera conmocionada por mi acusacion, que se oyo mal. Se que no lo son, no quise decir eso--. Y solo nos contratan para repartir tragos y caminar alrededor de hombres ricos, solo hacemos eso. --Pero siempre te estas quejando de que esos hombres se meten contigo. --Claro, aunque nunca me quejare de las propinas --Saca un fajo de billetes de su bolsillo que hace que se me haga agua la boca--. Siempre me pagan bien en el trabajo. ?Por que no vienes y lo haces por un tiempo, te estabilizas financieramente y luego buscas otro trabajo? Lo que pasa con Eva es que nunca le falta dinero. Siempre paga el alquiler y las cuentas a tiempo, y tambien puede permitirse ropa y comidas deliciosas. Incluso ha estado de vacaciones un par de veces el ultimo ano, lo que me causo muchos celos. Ella tambien trabaja mucho menos horas que yo y nunca esta tan estresada. Me ofrece el trabajo ideal, pero no se si estoy hecha para ello. --No lo se, es decir, mirate, eres muy guapa--le digo, y hago pucheros--. Tienes un cuerpo que muchas envidian, tu cabello es increiblemente suave y tus piernas son larguisimas. Ahora mirame a mi, yo no tengo nada de eso. --?Que no te has visto al espejo? --insiste Eva--. Tu eres una belleza de pelo negro con unos labios increibles. Y esos ojos verdes tuyos son fenomenales. Tu tambien tienes un buen cuerpo, solo te mantienes incomoda no se por que y siempre estas tratando de cubrirlo. Creo que deberias intentarlo, solo por una noche, ver como te sientes. No le discuto mas porque tiene razon; me siento incomoda en mi propio cuerpo, simplemente siento que nunca soy lo suficientemente atractiva. Suspiro y asiento lentamente. --Si, tal vez deberia intentarlo --No me gusta mucho la idea, pero se que tengo que hacer algo a menos que quiera rendirme e irme a casa. La idea de volver a la granja de mis padres con todos mis amigos de la vieja escuela, me llena de un intenso sentimiento de horror--. ?Cuando puedo comenzar? --Puedo llamar a mi jefe, y llevarte a hacer un turno manana por la noche. Se que necesitaras dormir, asi que descansa esta noche, yo tengo que ir alli de todos modos para poder recogerte un uniforme si dicen que si. ?Que opinas tu? ?Quieres hacerlo? Por favor, di que si. --?Sabes que?, si --Me levanto lista para caer en la cama. Espero que despues de un par de horas de siesta este lista--. Tengo que hacer algo diferente para evitar volverme loca. --Genial. Lo arreglare --Eva parece demasiado contenta, me esta poniendo ansiosa porque se que posiblemente no me guste su trabajo. Tal vez haga el ridiculo y lo odie, pero al menos entonces lo sabre. Todavia puedo mantener mi busqueda en la agencia de empleo temporal hasta que este segura de todos modos--. !Esto va a ser muy divertido! No le respondo, solo le brindo una sonrisa debil y voy a mi habitacion. Mi habitacion blanca y vacia que no tiene nada porque no puedo pagar nada. Necesito hacer algo con mi vida, no puedo seguir por este camino. Tal vez ser una chica de los tragos no es algo emocionante y drastico que me esta pasando, pero quizas solo me ponga en el camino correcto por un tiempo. Todo lo que necesito es suficiente dinero para seguir adelante, hasta que decida que hacer posteriormente. Algunas horas despues, me despierto en mi cama y se en automatico que dormi demasiado, ya es de dia, y por la luz del sol, puedo decir que bastante tarde. Me enderezo en la cama.

  • Los que no mueren solos de Clara Sanchez Picout

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    Samanta, una joven de dieciseis anos, desaparece en extranas circunstancias. Su madre, Isola, se sumerge en un proceso de busqueda repleto de enigmas, durante el cual conoce al detective Max, quien influira en ella de un modo decisivo.
    Los acontecimientos sufren un giro inesperado cuando un hombre con un misterioso pasado irrumpe en la vida de Isola. La historia de este hombre apunta a un posible vinculo entre las desapariciones de su esposo ocho anos antes, de Samanta y de tantas personas que durante siglos han desaparecido de forma tambien inexplicable.
    Estos hallazgos transportan a Isola a un mundo de experiencias sobrenaturales y al descubrimiento de los poderes ilimitados de la mente.
    Con un arranque demoledor, una mirada nostalgica y giros vertiginosos en el tiempo, la autora nos invita a una profunda reflexion sobre nuestro potencial, la fragilidad del alma humana y sobre lo que nos espera al final del camino. ?Comprendera Isola la razon de su propia existencia?, ?Les dara una oportunidad a la esperanza y al amor?

  • El manual de instrucciones de Mar (Las senales existen 2) de Yanira Garcia

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    Me llamo Mar Villareal Castro, tengo treinta y ocho anos y una vida perfectamente organizada. Trabajo en Radio Station desde hace mucho tiempo y dirijo un programa que me encanta. En noviembre, decidieron enviarme a Ibiza, a la famosa reunion que la Cadena organiza todos los anos y ese... ese fue el comienzo del caos. Mi mundo dejo de ser estructurado y comenzo a ser un completo desastre. Volvi a Tenerife con un punado de motivos para no dejarme llevar nunca mas. Lo mas facil es seguir las reglas, lastima que el destino me tenga preparado otros planes.

  • Prestame tu fuerza de Iris Boo

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    Nick Vasiliev mantiene viva la leyenda del Ruso Negro, como lo hizo en su momento su hermano mayor. Sabe muy bien cual es su responsabilidad con la familia, sus obligaciones, pero eso no quiere decir que no se divierta tambien. Ser el hijo pequeno del gran patriarca de la mafia rusa en Las Vegas tiene sus ventajas, pero eso no le libra de trabajar en los negocios que posee su familia; aqui no se regala nada, y el lo sabe. Como tambien es consciente de que no hay nada mas importante que la familia, y que si es necesario, se sacrificaria por los suyos sin dudar.

  • Las piedras del frio de Nuria Pagratis

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    Violeta viaja a Praga para visitar a su amiga Flor. Ambas acaban envueltas en un asunto turbio de robos y asesinatos relacionados con unas piedras muy especiales.

  • Volver a empezar (Segundas Oportunidades 2) de Esteffany Florian Mariano

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    Narra Tereza --Senora Roberts, el senor Paterson se encuentra aqui --dice Johanna al entrar en mi oficina --. ?Desea que lo haga pasar? --me pregunta. --No. Enseguida salgo. Iremos a almorzar --informo mientras apago el computador. --Ya le aviso --musita para luego retirarse. Termino de recoger unos papeles que se encuentran esparcidos sobre mi escritorio, me levanto de la silla y tomo mi bolso para dirigirme hacia la puerta. Al salir al pasillo me encuentro a William en una de las sillas de la recepcion, ojea una revista con aires de aburrimiento. --Nos vamos. --Hago que levante la vista de la revista que observaba y me dedica una calida sonrisa--. !Tengo tanta hambre que seria capaz de comerme un restaurante entero! --exclamo, no dudo en llevar mi mano hacia mi enorme panza. El solo se limita a reir con fuerza. --Con lo que te he visto comer estos ultimos meses, no lo dudaria --ironiza acercandose a mi, para luego besar mi mejilla--. ?Como estan? De manera inconsciente acaricio mi barriga con una sonrisa embobada. Ocho meses han pasado desde que el doctor me comento lo del embarazo. Al principio las cosas no fueron para nada faciles. La noticia me tomo por sorpresa, me aterre como nunca lo hubiera hecho en mi vida. Un miedo indescriptible se apodero de mi. Un bebe. Un bebe que naceria sin su padre. !Edward! No existia un solo momento en el que lograra sacarlo de mi cabeza, simplemente no podia, no queria. Suena masoquista de mi parte y se que lo es, pero cada vez que recuerdo aquel momento en mi oficina, la decepcion en su rostro, la desilusion, me siento desfallecer, no puedo evitar llorar al ser consciente del dano que le provoque. Solo deseo que sea feliz y que algun dia pueda volver encontrarlo, que me pueda perdonar, sobre todo que pueda conocer a su hija, a ese ser maravilloso que crece dentro de mi, y que no tiene culpa de los errores y malas decisiones de sus padres. Tengo la esperanza de que algun dia Edward pueda escuchar a su hija llamarlo papa. Quiza se pregunten, ?por que no lo busco para decirle que va a ser padre? La respuesta es mucho mas facil de lo que se imaginan. Hay dos razones simples, la primera: que ya lo intente. Cuando me entere de lo del embarazo entre en una depresion profunda. Clara, como buena amiga y excelente consejera, una vez mas me ayudo a salir adelante, claro que en esta ocasion con refuerzos. Bertha y William. De eso les cuento mas adelante. Aun recuerdo aquel dia especifico en el que me hizo abrir los ojos. <<-Ya estoy cansada de esta situacion. --Me arranca la sabana del cuerpo. Estamos en mi habitacion de la que no habia salido desde que supe del embarazo, es decir, aproximadamente dos semanas--. Creeme que, si fuera por ti, no te estaria insistiendo para que te levantes de esa cama. Te estas comportando como una nina, Tereza. --Pues entonces vete y dejame en paz --grito de vuelta. --Ganas no me hacen falta. Estas siendo muy egoista. --Hace que me enoje mas. --Egoista. Dice que estoy siendo egoista. --Rio sin ganas--. Estoy en esta situacion por pensar en alguien mas, y tu me dices egoista. --Primero, te me calmas que eso no le hace bien al bebe --me regana--. Segundo, si lo dices por lo de Edward, si, fuiste egoista, porque decidiste por el sin tomar en cuenta su opinion. Eso es ser egoista y lo estas volviendo hacer, !es que no te das cuenta! !Estas esperando un bebe! Y en vez de estar cuidandote para que nazca sano y fuerte, !estas aqui encerrada! No te estas alimentando bien, no te has tomado las pastillas que el medico indico, y te pasas todo el dia llorando. No se lo que para ti eso signifique, pero para mi, !eso es egoismo! Porque solo estas pensando en ti, en tu dolor, olvidandote de todo, incluso de un nino que no tiene la culpa de haber sido concebido en medio de una gran tormenta>>. Despues de ese episodio comprendi que mi vida debe volver a su cauce, girar en torno a una sola cosa, en este caso a una sola persona. A mi bebe. Mi mision consistiria en que fuera feliz. Es por eso que luego de que me entere que iba a tener una nina, busque la forma de comunicarme con su padre, porque tanto ella como el merecian conocerse, merecian ser feliz. Lamentablemente, con la unica persona que pude comunicarme fue con Ross; al contestar el telefono, me pidio que me alejara de su hermano, que no lo llamara, que el encontro con quien sustituirme. ?Dolio? Por supuesto que dolio. Es por eso que al principio pense que tal vez era una forma de vengarse de mi por lo que yo le hice a su hermano. Entendi su enojo, pero tambien lo sufri. Sin embargo, al parecer, si era cierto. Es lo que William me confirmo. ?Como William sabia aquello? Su hijo decidio irse a Inglaterra a estudiar, no queria separarse de Ross. Fue asi como se entero, su hijo le informo. La unica tranquilidad que me queda es saber que al menos la pequena Ross es feliz con la persona que ama, al igual que Edward, aunque esa persona no sea yo. La segunda razon por la que no segui insistiendo es la misma que me llevo a separarme de el. No queria que en un futuro proximo Edward me culpara de haber arruinado sus suenos, pero tampoco que me odiara. Fue por eso que insisti. No obstante, sin ningun resultado favorable. --?En serio piensas comerte todo eso? --pregunta William al escuchar todo lo que le he pedido al camarero. --Aun no se por que te sorprendes, sabes que lo hare, me has visto comer mas de lo que he ordenado ahora --respondo con una gigantesca sonrisa. En estos meses William ha estado presente cada vez que me he atragantado con cantidades enormes de comida sin poder evitarlo, tambien ha estado en cada momento importante brindandome su apoyo incondicional. La verdad es que nunca pense que el se convertiria en el gran amigo que hoy es para mi; sabe respetarme, cuidarme y ha comprendido que entre el y yo no podria desarrollarse ninguna relacion que no sea la amistad. Gracias a el, a Bertha y a Clara, he podido sobrellevar todo lo pasado en estos ultimos meses. Desde mi separacion con Edward, el enterarme de mi embarazo y la muerte de Luisa, mi madre. Dos meses despues de la partida de Edward y la informacion de mi embarazo, mi madre fallecio al entrar en la parte decisiva de su enfermedad; el saber que iba a ser madre me llevo a reconciliarme con la mia antes de perderla por segunda vez. Los medicos no pudieron hacer nada a pesar que puse en sus manos todos mis recursos. Recuerdo aquel dia como si hubiera sido ayer. La fui a visitar como Tania me pidio, no lo hice por ella, lo hice por mi, por mi bebe. Necesitaba cerrar ese capitulo de mi vida, queria que, cuando mi hijo o hija naciera, y me preguntara por su abuela, tener un buen recuerdo de ella. La perdone y senti como una carga pesada desaparecia de mis hombros, de mi alma. Si digo que no dolio, mentiria, porque a pesar de todo lo que me hizo, seguia siendo mi madre y eso no se puede borrar por mas que quisiera. Lo mas duro de esa etapa fue ver a una joven de quince anos derrumbarse por la muerte de una madre. Ver a Tania deprimida, sin ganas de vivir… Fue la parte mas dolorosa del proceso. Al parecer, Luisa si fue una buena madre para ella y le estoy agradecida por eso. Despues de todo, si tengo algo que agradecerle a Luisa: mi hermana, esa jovencita que vino a llenar un espacio de mi corazon que hace tiempo estaba desocupado, y eso se lo agradecere el resto de mi vida. Despues de la muerte de Luisa, El departamento de ninos y familia, intento llevarse a Tania a un lugar de acogida, pues aun era menor de edad. De inmediato, junto con Clara y los abogados de William, nos pusimos en el proceso de papeleo para que Tania se quedara conmigo. No fue facil, pero lo logramos, claro que la prueba de ADN fue determinante en ese caso. Hoy por hoy Tania vive conmigo. --Tienes razon. --Rie--. Espero que no te quejes por las libras de mas adquiridas despues del embarazo. --Es que no lo puedo evitar. --Hago un puchero, a lo que William vuelve a sonreir--. Es como si tuviera un dragon en mi estomago que me exige ser alimentado en vez de un bebe. --Lo bueno de esto es que al menos ya puedes retener los alimentos dentro de tu estomago. -- Toma un poco de vino del que el camarero dejo en nuestra mesa. --!Gracias al cielo! --digo de manera exagerada. Los primeros cinco meses de embarazo fueron toda una tortura, no paraba de vomitar, no habia nada que comiera que no lo devolviera. Segun el medico, no es comun, pero si normal que algunas mujeres les dure mas los sintomas, incluso se dan casos en los cuales algunas mujeres se pasan los nueve meses sintiendo nauseas y vomitando. Ese era mi caso. Gracias al cielo solo duraron cinco meses, los peores de mi vida. Mi consuelo es que pronto tendre a mi bebe entre mis brazos. --?Ya has pensado en el nombre? --Aun no… --En eso llega el camarero con lo ordenado--. No me decido --respondo de manera distraida al introducir el tenedor en mi boca. Desde que me informaron el sexo del bebe, Clara, William, Bertha y Tania han estado insistiendo con el nombre; sera una hermosa nina. Una nina que nacera sin su padre. --!Tereza! --me llama al ver que me he quedado ausente. --Es que… me hubiera gustado que el estuviera aqui, conmigo, que juntos pudieramos elegir el nombre de nuestra nina --suelto con melancolia. --Tereza, mirame. --Levanto mi rostro hacia el--. No puedes seguir asi, eso no le hace bien al bebe. --Sostiene mi mano por encima de la mesa. --Lo se, pero… --Nada de peros. Tranquila, se que entre todos elegiremos un hermoso nombre para la bebe. -- Me mira con ternura. --Gracias, William, eres un gran hombre. --Lo se. --Me hace reir, como lo ha venido haciendo todo este tiempo.

  • Crimen perfecto de Brenda Novak

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    Esos tipos que mataban a sus esposas no tenian la menor idea de como hacer las cosas bien, de como liquidarlas y salir despues de rositas. Malcolm Turner fruncio el ceno disgustado mientras aparecian los creditos que senalaban el final de un programa basado en crimenes reales que acababa de ver en la television. El de aquel dia habia tratado el caso de un enfermero que habia asesinado a su esposa, una mujer rubia y respondona. Por lo que a Malcolm concernia, se merecia la muerte, porque se habia comportado como una autentica perra. ?Pero que clase de estupido hablaba con nadie de cloruro de succinilcolina justo antes de utilizarlo para poner fin a una vida? --Que estupidez --musito Malcolm. Miro de nuevo a su esposa, que dormia a su lado. Cuando el matara a su mujer y a su hijastro, nadie se haria ni una sola pregunta. Creerian exactamente lo que queria que creyeran, porque el sabia lo que se hacia. No podia ser de otra manera. Al fin y al cabo, llevaba quince anos trabajando como policia. Capitulo 1 Mary tenia muy buen aspecto. Mejor que cuando estaba en el instituto. Habian aumentado sus curvas, su rostro mostraba una nueva sofisticacion y parecian ocultarse muchas cosas tras su sonrisa. Pero se mostraba recelosa. El divorcio le habia pasado factura. Y estaba completamente entregada a sus dos hijos. Malcolm, que estaba parcialmente oculto tras un alamo, cambio de postura y se agacho al oir el ruido de un motor. A juzgar por el volumen de la musica de lo que parecia ser un potente automovil, el conductor del coche que se acercaba debia de ser un adolescente tan ensimismado y despistado como todos los de su edad. Pero aun asi, no queria que le viera mirando por la ventana de Mary. El coche, con los bajos atronando a traves de los altavoces, paso sin reducir la velocidad. El sonido de la musica y del motor se fueron desvaneciendo y el vecindario volvio a quedar envuelto en el silencio de la noche. Aquella era la hora en la que a Malcolm le gustaba contemplar a Mary. Pero a veces, si pensaba que habria vuelto ya del trabajo, tambien se acercaba de dia. Desde que se habia quedado sin trabajo le resultaba dificil llenar las veinticuatro horas del dia. Su nueva vida no se parecia en absoluto a lo que habia imaginado cuando habia comenzado a planificarla. Echaba de menos a sus viejos conocidos, se moria de ganas de ponerse en contacto con alguno de ellos, pero todos le daban por muerto y el preferia que asi fuera. A lo mejor esa era la razon por la que, al cabo de tantos anos, se habia decidido a localizar a su primer amor y le habia seguido hasta California. De otro modo, no tendria ningun sentido aquel impulso de reencontrarse con el pasado. Veinte anos atras, se habia alejado de su lado sin preocuparse si quiera. Se habia casado dos veces, se habia divorciado una y… No queria pensar en lo que le habia hecho a su segunda esposa. No se arrepentia de haberla matado, ni de haber matado a su hijastro. Se lo merecian. Pero desde que se habia jugado la mayor parte del dinero del seguro que se habia llevado de Jersey, se veia obligado a vivir en casas miserables que alquilaba en areas rurales, en las que el olor a estiercol era tan fuerte que a veces se sentia como si estuviera rodeado de excrementos de animales. Era dificil conseguir algo mejor cuando solo tenia acceso a trabajos en companias de seguros de segunda categoria por los que le pagaban poco mas que el salario minimo. Maldijo en silencio al recordar su ultimo empleo. No le molestaba tanto lo exiguo del salario como la falta de respeto. Despues de haber sido un autentico policia, no lo soportaba. Rebusco en la bolsa que llevaba siempre con el y se sento cerca de la ventana para poder disfrutar de una mejor vista de Mary mientras esta consultaba su ordenador. Probablemente esperaba tener noticias suyas. Diciendo ser alguien a quien Mary una vez habia conocido brevemente, se habia puesto en contacto con ella a traves de la web en la que Mary publicitaba sus joyas y habia conseguido mantener una relacion con ella. Pero aquella noche no le bastaba con esconderse tras un alias y un ordenador. Estaba aburrido, inquieto. Despues de pasar unos cuantos minutos frente al ordenador, Mary se levanto y comenzo a apagar las luces de la casa. Tenia dos hijos en edad escolar y trabajaba como enfermera, de modo que sus horarios eran extraordinariamente predecibles. Malcolm sabia que de alli iria al dormitorio, bajaria las persianas y el espectaculo habria terminado. A no ser que no se molestara en bajar las persianas. Durante los meses que llevaba observandola, solo se habia olvidado de bajar las persianas en una ocasion, pero eso le hacia albergar esperanzas. Se dirigio a escondidas hacia el otro lado de la casa, se agacho detras de un seto y espero a que entrara en el dormitorio. La vio llegar, encender la television, apartar la ropa que antes habia doblado y sentarse en una butaca. Despues se acerco a la ventana. Estaban a solo unos centimetros de distancia, tan cerca, de hecho, que podia apreciar que se le habia corrido la mascara de ojos, lo que queria decir que se los habia estado frotando. Y entonces bajo las persianas. Mierda. Malcolm se agacho todavia mas. ?Que podia hacer? ?Deberia dirigirse al casino y esperar alli durante unas horas? No. Necesitaba algo mas visceral, mas emocionante. Algo que le recordara el poder del que en otro tiempo habia disfrutado. Jugo con la idea de meterse en la casa, explorar las habitaciones vacias, acariciar los objetos de Mary y robarle una prenda de ropa interior. Quiza incluso de observarla mientras dormia. La tentacion de hacer algo asi era mas fuerte cada dia. Pensaba mucho en ello. Pero temia que pudiera descubrirle y arruinar de esa forma la posibilidad de mantener una verdadera relacion cuando reuniera el valor suficiente como para revelar su autentica identidad. Habia ido demasiado lejos como para echar todo a perder por culpa de su impaciencia. Tenia que marcharse. Pero es no significaba que tuviera que renunciar a la noche. Al pensar en la sirena que conservaba en la furgoneta mejoro su humor. Hacerse pasar por policia no le iba a llevar a la cama de Mary, pero le proporcionaria la adrenalina que tanto ansiaba… y quiza tambien algunos favores sexuales. Tres semanas despues… Jane Burke era capaz de reconocer una oportunidad cuando la veia. Desde que habia empezado a trabajar en El Ultimo Reducto, habia estado esperando que se presentara algun caso que le permitiera demostrar su valia. Y estaba segura de que ese caso acababa de cruzar la puerta de la organizacion.

  • Heredaras nuestros pecados (Almas rotas 1) de Alejandro Riera Guignet

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    Heredaras nuestros pecados es una intensa novela de suspense psicologico que muestra la terrible encrucijada entre la razon y la locura.
    ?Determinan los pecados de los adultos el futuro de los ninos?
    A traves de los ojos de una mujer enamorada descubriremos el enigma de uno de esos ninos maltratados.
    Pero ?existe una salida para un laberinto que se halla en la propia mente?
    Dos jovenes enamorados se adentraran en un mundo inquietante donde los pecados del ayer han regresado para amenazar su felicidad. Con la ayuda de una pareja de psicologos y con su amor como unico amparo descenderan al infierno de la violencia de genero y del maltrato infantil.
    Primera novela de la serie "Almas rotas" que desciende a los misterios mas ocultos de la mente humana.

  • La historia universal de Ali Smith

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    La historia universal reune doce historias que recorren un ano completo.
    Ali Smith es una de las mejores escritoras del Reino Unido. Este libro, en el que nos encontramos con algunos de sus mejores textos, contiene doce cuentos en los que el amor, la tristeza y, muy especialmente, los libros y los libreros son los protagonistas. Doce cuentos que recorren un ano completo, comenzando en febrero, el mes en que transcurre el primero, “La historia universal”, y terminando en enero, con el relato “El principio de las cosas”.
    En algunos cuentos se menciona el mes especificamente, en otros solo se hace una referencia a la estacion. Las estaciones son una imagen recurrente en los cuentos, como tambien lo son los libros y las plantas, sobre todo, los arboles. Historias unicas que se entrelazan en un laberinto de coincidencias, oportunidades, conexiones perdidas y reencontradas.

  • Navidad. y algo mas de Priscila Serrano

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    Erase una vez una noche estrellada, una noche repleta de luces de colores... En cada esquina, la gente cantaba la misma cancion: Navidad, Navidad, dulce Navidad. ?En serio? O sea, ?no hay mas repertorio? A veces pienso que se quedaron anclados en esa cancion. Menos mal que en mi casa se saben mas. Me encuentro en un atasco con el coche, esperando pasar el maldito semaforo que se ha puesto en verde cuatro veces y todavia sigo aqui, sin poder avanzar por la cantidad de vehiculos que hay a esta hora. A este paso, me comere las uvas aqui y eso que aun estamos a veintitres de diciembre. Mi mania de dejarlo todo para ultima hora... Todavia me faltan por comprar algunos regalos de Papa Noel para mis sobrinos, unos sobrinos que piden demasiadas cosas y encima muy caras. Creo que al final comprare lo que me salga de las narices y santas pascuas. Cuando por fin cruzo el semaforo, estoy a solo cinco minutos del centro comercial. Aunque claro, ahora la cola para entrar sera incluso mas larga. Dios mio, el ano que viene empiezo a comprar los regalos en verano. Casi una hora despues, consigo aparcar el coche y me bajo con la clara intencion de correr como si se me fuera la vida en ello. Voy tan rapido que parece que estoy en una maraton. Miro el reloj de mi muneca justo cuando entro en el centro comercial y compruebo que son casi las nueve de la noche. Pronto cerraran asi que tengo muy poco tiempo. Encima aqui hay mucha gente. Me estoy agobiando. Camino sorteando a las personas y me dirijo hacia la tienda de juguetes. Espero tener suerte y encontrar algo que les guste a Paula y Julia. Mis sobrinas han sido muy claras en su carta a Papa Noel, quieren la misma muneca. Exactamente la misma y su madre, es decir, mi hermana, no la ha encontrado. Suerte que mi amiga Susana me ha dicho que esta manana habia visto cinco munecas aqui. Comienzo con la busqueda loca y tras sortear a muchas personas en el camino, veo a lo lejos la estanteria donde se suponia que debian estar las cinco munecas, pero solo quedan tres. Entonces veo a camara lenta como una senora coge una. Me quedo expectante, rezando para que no coja ninguna mas y la veo marcharse con la munequita de los... <>, me digo a mi misma justo cuando emprendo camino hasta esas perfectas munecas que parecen sonreirme desde sus cajas rosadas y llenas de brillos. No pueden ser mas feas pero claro, si mis ninas las quieren, la tita Julia se las consigue. Cojo la primera y me la llevo al pecho como si hubiese conseguido el premio a la mejor tia del ano y justo cuando toco la segunda, alguien agarra el otro lado de la caja y mis manos comienzan a temblar. Miro a la persona que esta quitandome lo que llevo buscando mas de diez minutos y nos quedamos congelados. <>, pienso. --?Julia? --Su voz me pone la piel de gallina. Es esa misma voz que tantas veces me susurraron palabras bonitas hace mas de un ano. --David... Hola --titubeo, nerviosa--. Cuanto tiempo. ?Que tal? Sonrie al percatarse de mi nerviosismo y no le culpo, se me nota tanto que hasta siento como arden mis mejillas. --Bien, muy bien. No sabia que estuvieras en Madrid --dice sin soltar la muneca, cosa que yo tampoco hago. Me quedo pensativa unos segundos, los mismos en los que el no me quita la vista de encima. Es mas, incluso me ha repasado de arriba abajo, aunque no haya mucho que ver con tanta ropa. El polar que llevo me llega hasta las rodillas y ni que decir de lo gordo que es; hasta podria pasar por una embarazada. Dios me libre, ya tengo suficiente con mis sobrinas. --Eh, si. Llevo viviendo aqui cinco meses, pense que era buena idea volver a casa. --Agacho la cabeza un poco avergonzada. Nuestra historia de amor fue la mas bonita que he vivido en toda mi vida. No hay dia que no recuerde todos los momentos que pasamos juntos en Canarias. Nos fuimos a vivir alli tras dos anos de novios porque me habia salido un trabajo. El trabajo de mi vida, en realidad. Eramos felices, el tambien habia conseguido un buen empleo, pero no fue suficiente. Al menos no para el. Entonces, una noche decidio por los dos y se marcho dejandome alli sola, sin familia ni amigos. No llevabamos tanto tiempo en Canarias como para tener un vinculo con otras personas y me dolio que me dejase tirada cuando teniamos tantos planes. --Me alegro de que hayas vuelto --responde sincero. --Gracias, yo tambien. Nos quedamos un momento en silencio y tiro de la muneca, pensando que la va a soltar pero no lo hace. Es mas, el tira tambien. Alzo una ceja incredula, pues de verdad pensaba que iba a dejar que me la llevara. No, por lo visto no sera asi. --Eh... Necesito esa muneca --le digo con calma. --Yo tambien y mucho --replica aferrandose a ella. --No lo entiendes, necesito las dos munecas. Ya sabes que tengo dos sobrinas y las dos quieren la misma muneca. Y no hay mas en ninguna parte. --Yo tambien tengo una sobrina a la que no veo desde hace mas de cinco meses y es la unica que queda. Vamos, no seas egoista, ya tienes una. Comienzo a negar, poniendome mas roja aunque no por verguenza sino por el cabreo que esta creciendo en mi interior, lenta y dolorosamente. Creo que David no recuerda como me pongo cuando me enfado y hoy va a ver la peor parte de mi como no suelte la dichosa muneca. --Espera, pensemos con claridad, por favor --refiere pasandose la mano que tiene libre por su precioso y sedoso cabello negro. No puedo dejar de observarle--. Echemoslo a cara o cruz. ?Te parece? --Alzo una ceja con altaneria y a la misma vez enseno mi preciosa mueca de desconcierto que tanta gracia suele hacer pero que a el, por increible que parezca, le resulta tierno. --Sigues siendo la misma --murmura de pronto. Abro los ojos desorbitadamente y me muerdo el labio inferior justo cuando se acerca unos milimetros. Ha sido un leve movimiento que he notado al oler mas de cerca su colonia. <>, pienso mirandole a los ojos. David sonrie dulcemente y yo creo que pronto caere al suelo hecha gelatina. Es tan guapo, siempre lo ha sido. Niego desechando cualquier pensamiento sobre el hombre que me dejo tirada solo por no ser capaz de vivir con su novia en otro lugar y crear su propio hogar. No fue capaz de luchar. --?Sabes? Dejare la muneca con una condicion --propone. --?Que condicion? --Que cenes conmigo esta noche. --Trago saliva nerviosa, muy nerviosa y me quedo sopesando su propuesta. Como si fuera posible aceptarla como si nada... --Lo siento pero no puedo --respondo sin titubear. --Entonces, dame la muneca que tengo que irme. --No te la vas a llevar, yo la he visto antes. No es justo que vengas ahora y me la quites, asi como... --?Asi como que? ?Que ibas a decir, Julia? --Me interrumpe, sabiendo que si no llega a hacerlo, podria haber dicho algo de lo que despues me arrepentiria. Y la verdad es que necesito gritarle algunas cosas que tengo atascadas en la garganta desde que lo vi marcharse, desde que salio por la puerta aquella noche en la que creia que me esperaba con una cena romantica. Era nuestro aniversario y al final fue nuestro ultimo dia juntos. Es todo tan surrealista. --Nada, sera mejor que me vaya. --Me giro, dejandole la muneca. Ya buscare otra. Camino con la unica muneca que he conseguido entre los brazos, como si quisiera llenarlos de algo que no sea soledad. Luego la pego a mi pecho, ahi donde aun sigue doliendo. Donde, a pesar del tiempo, sigue latiendo por la unica persona que he amado en mi vida. Pero fue tan cobarde, tan egoista. Llego hasta la caja y pongo la muneca sobre la cinta para pagarla y asi irme de una maldita vez para volver a mi casa, de donde no saldre hasta manana a las nueve de la noche. Tengo el dia libre asi que me hundire en mi miseria con el fin de que algun dia pueda volver a salir del pozo con una sonrisa y gritando que lo he superado. Lo mas gracioso de todo es que pensaba que asi era, que habia superado la ruptura, el abandono, pero ahora que he vuelto a verle, me siento incluso peor que antes. Sobre las once de la noche, llego a mi apartamento y tras dejar la muneca y mi bolso en la entrada, me quito el polar para dejarlo sobre la silla de comedor. En seguida enciendo la calefaccion y las luces del arbol de navidad. No es que me guste, en realidad creo que es mas por costumbre que otra cosa; mis padres siempre me han ensenado lo valioso de esta epoca, lo bonito que es pasarlo con la familia y amigos, con el amor... No tengo de eso, no hay amor por ninguna parte. Voy hasta la cocina y me preparo un chocolate caliente para despues sentarme en el sofa con la manta que me regalo mi hermana el ano pasado, es de borrego y muy calentita. Aqui en Madrid hace demasiado frio, tanto que no soy capaz de desnudarme para ponerme el pijama hasta que la casa este caldeada. Enciendo la tele y busco una pelicula en Netflix, justo cuando escucho unos toques en la puerta. Me pongo nerviosa, no suelo recibir visitas a esta hora. En realidad, no suelo recibir visitas, soy algo solitaria. Me levanto y arrastro los pies hasta la puerta. --?Quien es? --Pregunto asustada. --Soy David. ?Me abres la puerta? Apino los labios y frunzo el ceno. ?Que hace aqui? Me pongo de espaldas a la puerta y echo la cabeza sobre ella. Me quedo asi unos segundos, pensando si abrir o no. Suspiro un par de veces cuando vuelvo a escuchar su voz. --Julia, por favor. Necesito hablar contigo --suplica y escuchar asi su voz, no hace mas que hacerme mas dano. Se lo que quiere decirme, como tambien se lo que puedo llegar a sentir cuando lo escuche. Tambien se que sigo enamorada y que mi vuelta ha sido por el y nada mas que el. Eso no lo sabe, no he llegado a decirselo porque cuando llegue, David no estaba. Estuvo fuera un tiempo, segun su madre necesitaba pensar y este no era el lugar. La verdad es que no sabia que tambien habia regresado a Madrid. --Yo, sigo queriendo... --Lo escucho suspirar--. Te he traido una cosa. --Dejalo en la puerta y vete, David. No es el momento de hablar algo que podrias haberme dicho en otra ocasion, en otro lugar --esto ultimo lo digo mas para mi que para el, aunque estoy segura de que me ha escuchado. --No pienso irme hasta que me abras y me dejes hablar contigo. Solo cinco minutos y si despues de eso sigues sin querer verme, me ire y no te molestare mas. Sin mas, abro la puerta y me mira. --Solo cinco minutos, es lo maximo que te doy. Tu a mi no me diste ni un minuto para poder hacer que... No termino la frase cuando sus labios chocan con los mios. Siento la calidez de sus manos cogiendo mis mejillas para apresarme mas a su boca, para no dejarme ir. Por un momento intento escapar de el, de este beso que hara estragos en mi, que hara que vuelva a caer en sus brazos como si no me hubiesen soltado nunca. Nos separamos unos milimetros con la respiracion agitada. David pega nuestras frentes para despues clavar sus ojos verdes en los mios y suspira. --No sabes lo que he necesitado este beso, lo que he sonado con este momento --declara con la voz cargada de agonia. --Si no me hubieras dejado alli, no habria sido un sueno --respondo, demostrandole cuan dolida estoy. --Perdoname, no tenia que haberte dejado. No sabes lo que me arrepiento. --Se separa de mi --. Pense que yo seria una piedra en tu camino, en esa vida que tanto te habia costado conseguir. Ser la jefa de recursos humanos en esa empresa fue siempre tu sueno y yo no queria que lo dejaras por mi, porque yo no era feliz alli. Crei que hacia lo mejor para ti... --Pero no fue asi, rompiste mi corazon en mil pedazos y me convertiste en lo que ves ahora; una mujer dolida que no es capaz de ser feliz y mucho menos confiar en nadie --le interrumpo dandome la vuelta para ir hasta el sofa y volver a sentarme. Hundo la cara entre mis manos a la vez que siento las suyas cogerlas para hacer que lo mire. Esta de rodillas frente a mi y creo que esta noche sera mi fin, lo estoy viendo venir. --?Que era lo que me traias? --Intento relajar el ambiente con una pregunta que no viene al caso. Sonrie de lado y coge la bolsa que traia en las manos y que no habia visto hasta ahora. Saca la muneca y yo alzo ambas cejas, sorprendida. Me la tiende para que la coja. --Es tuya. --?Por que? --Porque no tengo nada. Todo lo que soy, lo que tengo... lo que ves, es tuyo Julia y quiero que siempre sea asi. --Vuelve a agacharse frente a mi--. Te quiero mucho mas que aquella noche en la que me equivoque, la noche que no logro olvidar porque no soy capaz de sacarte de mi mente. Te quiero mucho mas que cuando te vi la primera vez en esa gasolinera. --Me regala una sonrisa sincera y tierna--. Te quiero incluso mas que cuando me tiraste aquel vaso de agua en la cara cuando intente pedirte una cita. Pero es que estaba tan loco por ti que no era capaz... No puedo seguir escuchando sus palabras porque ya han calado hondo en mi pecho, mucho mas hondo que cuando comenzamos con este amor que no morira jamas. Lo beso con todo el amor que soy capaz de sentir por el, con el mismo amor que he intentado esconder y no he podido. David me abraza, me encierra entre sus brazos a la vez que me levanto para poder abrazarle. Subo mis manos hasta su cuello y entrelazo mis dedos en su nuca, buscando mas profundidad en este beso que marcara un antes y un despues en nuestra historia. Estamos tan absortos en nosotros mismos que no nos damos cuenta de que un movil comienza a sonar hasta pasados unos segundos. No es el mio, como va a serlo si yo odio ese villancico: Navidad, Navidad, dulce Navidad. Que alegria en este dia hay que celebrar. Me separo de el y alzo una ceja para despues mirarle a los ojos. Reprimo la carcajada porque se que no es el momento. --?En serio? --Pregunto. Mas el no responde--. Odio esa cancion. --Lo se, por eso mismo la he puesto de tono de llamada. --Arrugo la frente--. Me recordaba a ti. Estallo en una estruendosa carcajada que hace que el se una a mi. Ambos nos reimos sin motivo aparente y sin embargo, no podemos parar. --Feliz Navidad, dulce Navidad, Julia --murmura cerca de mi boca. --Feliz Navidad, dulce Navidad, David. Nos besamos para sellar nuestro amor, para demostrar que ni el tiempo y mucho menos la distancia es capaz de acabar con algo tan poderoso como es el amor verdadero. Despues de esto, amare el villancico y lo cantare todas las Navidades que pase junto a el porque se que esta vez, sera para siempre.

  • Tazas de caldo de Vicente Verdu

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    Cada vez es mas amplio el consenso acerca de que el aforismo es el genero mas ajustado y representativo de nuestra epoca. Ajustado por su brevedad aprendida de la comunicacion en las redes, por su necesidad de condensar incisivamente el pensamiento al modo del lenguaje publicitario, y representativo del momento en que la lectura debe copiar los tiempos breves que impone el imperio de la imagen.
    Todo en la forma y proposito del aforismo parece coincidente con esta nueva naturaleza de la comunicacion. Pero hay un factor mas. Y es que, a pesar de todo, no es corriente que los jovenes cultiven el aforismo y si que lo hagan los autores en los que se han acumulado la vida y sus peripecias.
    En el caso de estos ultimos, cada sentencia aforistica condensaria la esencia fundamental del pensamiento y caeria sobre el papel, o la pantalla, como gotas depuradas por la experiencia. De hecho el aforismo recibio su primera influencia de la tradicion gnostica que reflejaron escritores como Esquilo o Pindaro, aparte del presocratico Heraclito de Efeso. De modo que, curiosamente, en aparente paradoja, el aforismo o el proverbio vienen de muy lejos y son hoy, a todas luces, lo que mas se aproxima a la manera expresiva de la epoca. Vicente Verdu, uno de los mejores ensayistas europeos a la hora de senalar las tendencias sociales y explorar El estilo del mundo (Anagrama, 2003), viene a ser con este libro el testimonio directo de lo que se lleva y adonde nos llevan las nuevas tendencias de la literatura.
    Con su lucidez proverbial y la belleza de su estilo, Tazas de caldo es, asi, de una parte, la obra mas personal de su autor, y, de otra, una muestra de pensamiento filosofico y sociologico propagado mediante pildoras. O, en el mejor de los casos, mediante balas de plata. ?Balas de plata que dan en el blanco y sosiegan como un caldo? ?Tazas de caldo para consumir el texto a sorbos y no ya de un grosero tiron, como los bestsellers baratos? Efectivamente, cualquier acierto en la diana de la verdad, la emocion o el deseo procuran paz y compania de espiritu. Pero tambien, como sin humor no se llega a ninguna parte, la <> evoca la <>. Marx regresa asi desde el capital ardiente y pesado de una vieja siderurgia a la irradiacion correspondiente al presente <>, que seduce con el artero fulgor de una chispa.

  • Un animal diferente de Robert Boyd

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    Los seres humanos somos un tipo muy especial de animales. Hemos evolucionado hasta convertirnos en la especie dominante de la Tierra. Ocupamos mas espacios y procesamos mas energia que cualquier otra criatura viva. Esta asombrosa transformacion normalmente se suele explicar hablando de habilidades cognitivas (las personas simplemente serian mas listas que el resto). Pero en este fascinante libro, Robert Boyd explica cual es la autentica diferencia entre humanos y el resto de animales: la cultura.

  • La espia que te amo de Elsa Tablac

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    Emma trabaja en una agencia de detectives. Y las cosas no le van nada mal, si no fuera por su desastrosa vida sentimental y en especial por ese cantamananas de Mateo, que no le trae mas que quebraderos de cabeza. Asi que lo mejor es, hasta que amaine el temporal, pasar de los hombres. Centrarse en el trabajo, el yoga, el gato, las amigas. Hasta que un buen dia cae en sus manos el misterioso caso de Lloyd Cooper, un guapisimo britanico que va y viene por la ciudad desde hace unos meses, con una turbia historia familiar a sus espaldas y al que Emma debera investigar.
    Hasta aqui todo bien.
    Siempre y cuando no te enamores del hombre al que has de seguir.
    Ni el de ti.

  • La decision de Jacob (Security Ward 5) de N. Q. Palm

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    La vida de Jacob Hawk es un verdadero misterio para sus companeros, a duras penas conocen a su familia y el es tan reservado que es un milagro que se hayan enterado de que Sasha, su mujer, le acaba de pedir el divorcio. Algo que lo destroza.
    Aprovechando un descanso en el trabajo decide ir a visitar a sus hijos a Paris, aunque eso signifique volver a tratar con ella. Pero un encuentro fortuito y una mision, en la que no debia estar, le llevan a descubrir que las cosas no son lo que parecen, y que ciertas personas aparentan ser lo que no son.
    Doc se siente abrumado por sentimientos contradictorios, tiene que recuperar a su familia, pero su corazon esta dividido.
    La decision de Jacob; seguramente el final que no esperas. ?Te atreves a descubrirlo?

  • Mendel el de los libros de Stefan Zweig

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    De vuelta en Viena tras una visita a los barrios de la periferia, me vi inmerso de improviso en un chaparron que, con humedo latigo, perseguia a la gente obligandola a correr hasta los portales de las casas y otros refugios. Yo mismo busque tambien, a toda velocidad, un techo que me amparara. Por fortuna, en Viena le espera a uno en cada esquina un cafe. De modo que hui al que se encontraba mas proximo, con el sombrero que ya goteaba y los hombros empapados. Una vez en el interior, se revelo como el tipico cafe de arrabal, con ese estilo casi esquematico, burgues, de los de la antigua Viena, lleno a rebosar de gente normal que consumia mas periodicos que bolleria, y sin los artificios tan de ultima moda en los cafes cantantes que en el centro de la ciudad imitan a los alemanes. En aquel momento --estaba empezando a oscurecer--, la atmosfera ya de por si sofocante se veia jaspeada por espesos anillos de humo azul. Y, sin embargo, aquel cafe daba la impresion de estar limpio, con sus sofas de terciopelo visiblemente nuevo y su caja registradora de aluminio reluciente. Con las prisas no me habia molestado en leer el nombre que ponia por fuera. Por otro lado, ?para que? De modo que me sente en aquel lugar calido, mirando impaciente a traves de los ventanales cubiertos de chorros azules a la espera de que la lluvia, inoportuna, tuviera a bien alejarse un par de kilometros. De modo que alli estaba yo, sentado sin hacer nada; a punto de caer en esa pasividad indolente que, como un narcotico, irradia todo autentico cafe vienes. Con aquella sensacion de vacio, me dedique a contemplar a las distintas personas que se encontraban a mi alrededor. La luz artificial de aquel espacio lleno de humo marcaba unas sombras de un gris muy poco saludable en torno a sus ojos. Observe a la senorita de la caja, que con movimientos mecanicos alcanzaba al camarero el azucar y las cucharillas para cada taza de cafe. Medio dormido, de manera involuntaria, lei los carteles del todo anodinos que colgaban de las paredes. Aquella especie de letargo casi me sento bien. Pero, subitamente, una extrana tension me saco de mi somnolencia. Una imprecisa inquietud despertaba en mi interior, como lo hace un pequeno dolor de muelas del que aun no sabe uno si procede de la parte izquierda o de la derecha, de la mandibula inferior o de la superior. Tan solo senti una sorda impaciencia, una intranquilidad espiritual, pues de pronto --no sabria decir por que-- fui consciente de que ya debia de haber estado alli en alguna ocasion, hacia anos, y de que algun recuerdo debia de unirme a aquellas paredes, a aquellas sillas, a aquellas mesas, a aquel espacio envuelto en humo. Pero cuanto mas me esforzaba por alcanzar aquel recuerdo, con mayor malicia y de modo mas escurridizo se me escapaba, como una medusa, brillando incierto en el estrato mas profundo de la conciencia y, sin embargo, imposible de atrapar. En vano fije la mirada en cada objeto que habia en aquel local. Es cierto que algunas cosas no las conocia, como la caja registradora con su resorte tintineante. O el revestimiento marron de las paredes de falsa madera de palisandro. Todo aquello debian de haberlo colocado mas tarde. Pero, si, sin duda. Yo habia estado alli en alguna ocasion, hacia veinte anos o mas. Alli perduraba, oculto en lo invisible como el clavo en la madera, una parte de mi propio yo hace tiempo soterrada. Haciendo un esfuerzo, dilate y empuje todos mis sentidos por aquel espacio, y al mismo tiempo por mi interior. Y, sin embargo... !Maldita sea! No lograba alcanzar aquel recuerdo desaparecido, ahogado en mi mismo. Me enfade, como se enfada uno siempre que un fallo le hace ser consciente de la insuficiencia e imperfeccion de las fuerzas mentales, pero no perdi la esperanza de recuperar aquel recuerdo. Tenia claro que tan solo necesitaba un minusculo gancho al que poder aferrarme, pues mi memoria es de una indole particular, buena y mala al mismo tiempo. Por un lado, obstinada y tenaz, pero por otro tambien increiblemente fiel. Se traga lo mas importante, tanto en lo que respecta a los acontecimientos como a los rostros, tanto lo leido como lo vivido, dejandolo con frecuencia en lo mas hondo, en la oscuridad, y no devuelve nada de ese mundo subterraneo sin que uno ejerza presion, solo porque asi lo requiere la voluntad. Sin embargo, me basta el mas fugaz asidero, una postal, los trazos de una caligrafia en el sobre de una carta, una hoja de periodico amarilla por el tiempo, y enseguida lo olvidado, como el pez en el anzuelo, resurge de un brinco de la fluida y oscura superficie, vivo y coleando. Entonces reconozco cada detalle de una persona: su boca y, en su boca, el hueco de un diente, a la izquierda, cuando se rie. Y el tono ronco de su risa, y como al reirse se le contrae el bigote. Y como con esa risa surge otro rostro, diferente. Todo esto lo veo entonces de inmediato, en una panoramica completa, y anos despues recuerdo cada palabra que aquella persona me dijo en cierta ocasion. Pero, para percibir con los sentidos algo ocurrido en el pasado, necesito siempre un estimulo sensorial, una minima ayuda de la realidad. Asi que cerre los ojos para poder reflexionar de modo mas intenso, para dar forma a aquel anzuelo misterioso y asirlo. Pero, !nada! Otra vez, !nada! Estaba enterrado y olvidado. Y tanto me irrite por lo chapucero y caprichoso del aparato retentivo que tengo entre las sienes, que habria podido golpearme la frente con los punos, tal y como se sacude una maquina tragaperras estropeada que, desleal, retiene lo que le pedimos. No, no podia seguir por mas tiempo sentado tranquilamente. Hasta tal punto me excitaba aquel fracaso intimo. Y de puro enojado me levante para despejarme. Pero, es curioso, apenas habia dado los primeros pasos por el local, cuando en mi interior se produjo, reverberando y centelleante, un primer resplandor fosforescente. A la derecha de la caja registradora, recorde, debia de haber una habitacion sin ventanas, iluminada tan solo con luz artificial. En efecto. Asi era. Y alli estaba, empapelada de un modo distinto y, sin embargo, exacta en sus proporciones, aquella habitacion interior cuadrada, de contornos imprecisos: la sala de juego. De manera instintiva, mire en derredor los diferentes objetos, con los nervios que ya vibraban de alegria. Enseguida lo sabria todo, senti. Dos mesas de billar holgazaneaban alli como verdes cienagas en silencio. En las esquinas habia mesas de juego agazapadas, a una de las cuales estaban sentados dos consejeros o catedraticos jugando al ajedrez. Y en un rincon, justo al lado de la estufa de hierro, por donde se iba a la cabina de telefonos, una pequena mesa cuadrada. Y de improviso me vino a la memoria como un relampago. Lo supe de inmediato, al instante, c

  • La fuerza y el viento de Oscar Lobato

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    Una apasionante novela de piratas del siglo XXI, capaces de robar a banqueros estafadores, nazis escondidos o capos de la droga.

  • Rodo & Mel (mon 8) de Cristo Alcala

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    Siempre la gente normal, se pregunta si hay vida despues de la muerte.
    Pero, yo no soy normal.
    No.
    Y por eso, yo me preguntaba.
    ?Si hay vida, despues de la vida?
    ?Dificil, de entender?
    Las entiendo y siento sus miradas raras.
    Pero, facil de explicar, en mi mundo paralelo.
    Si.
    Porque asi, soy yo y aunque ya me conocen, permitan que me presente para las que no.
    Soy el guapo.
    Simpatico.
    El de la sonrisa super encantadora.
    Rodrigo Montero.
    Rodo, para ustedes.
    Y sin olvidar, mejor amigo de mi jefe.
    Si, ese mismo y el que estan pensando.
    El rarito.
    Caprichoso.
    El de las anginas y que se desmaya de la emocion, porque es un blandito.
    Y se porta como crio de cinco casi siempre, si no se hace lo que el dice.
    Mi gran amigo Heronimo Mon.
    Pero, me estoy adelantando a esos hechos.
    Y rebobino a nuestros principios.
    Nuestra Amistad y a donde reitero, esa pregunta con la respuesta.
    ?Si hay vida, despues de la vida?
    Y yo les digo, que si.
    Porque, puede ocurrir en ustedes que hay un despues de su vida, cuando alguien que llega a ella.
    Una que, creian perfecta en su monotonia o no en su dia a dia.
    O tras recibir duros golpes en esta y a lo largo de ella como creer de esta, su enemiga.
    Aparece esa claridad, despejando tu camino.
    Mi caso.
    Comenzando como un dolor de trasero esa claridad.
    Pero, dandome cuenta que dicho dolor.
    Poco manejable, pelo revuelto tipo Bob Esponja y caracter de lo mil demonios.
    Te ensena.
    Que hay mas vida, despues de mi vida.
    Mi Mel.
    Nuestra historia..

  • Introduccion a Teresa de Jesus de Cristina Morales

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    Corre 1562 y Teresa de Jesus, a sus cuarenta y siete anos, esta alojada en el palacio de Luisa de la Cerda en Toledo. Consuela a su anfitriona de la melancolia provocada por la muerte de su esposo, espera a que prospere la fundacion de su nuevo convento y se dedica a escribir un texto destinado a convertirse en una obra decisiva en el nacimiento del genero autobiografico, El libro de la Vida, que debera complacer a sus superiores eclesiasticos y defenderla ante sus detractores.
    Pero… ?y si la santa hubiera redactado en paralelo otro manuscrito, un diario mas intimo, no destinado a complacer ni a defenderla ante nadie, sino a evocar su vida pasada y tratar de explicarse como ser humano? Eso es lo que imagina Cristina Morales, dando voz a una Teresa, si no libre de ataduras y compromisos, si consciente de ellos y contra ellos luchando. Una Teresa que se busca en sus recuerdos y se autoexplora en su escritura: evoca su infancia con juegos de romanos y martires, los padecimientos y humillaciones de su madre en sus multiples embarazos, su vida entre la disciplina y la rebeldia, su destino como mujer en una sociedad pensada por y para los hombres…
    <>
    El resultado es la sugestiva reinvencion de una figura imprescindible de la literatura universal, escrita desde la libertad y la radicalidad que la propia Teresa de Jesus represento.

  • El fin del fin de la tierra de Jonathan Franzen

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    Autor de relevantes novelas como Las correcciones, Libertad y Pureza, Jonathan Franzen esta considerado uno de los mas destacados narradores de habla inglesa de hoy. Espiritu independiente, sin ataduras con las corrientes de pensamiento en boga, Franzen rara vez se ha inhibido a la hora de divulgar sus ideas sobre los problemas y conflictos del mundo actual, exponiendo periodicamente sus reflexiones y su vision del futuro que nos aguarda.

  • El hilo rojo del destino (Un mundo para Hector 2), Estefania Yepes de Estefania Yepes

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    Hector ha cruzado una barrera invisible, demostrando una vez mas el alcance del amor incondicional de una madre por un hijo. Sin embargo, su pequeno mundo ahora se tambalea de nuevo, mientras trata de recomponerse de un pasado que todavia le persigue.

  • Sol poniente de Antonio Fontana Gallego

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    Aunque hayan pasado miles de anos, sigue siendo el olor de las higueras de las tardes de mi infancia lo que me desvela en las negras madrugadas, como si durante mi sueno hubieran echado raices al otro lado de la puerta, en el pasillo, en la cocina, por todas partes, el dormitorio de repente un revuelo de insectos, de recuerdos que hay que espantar a manotazos hasta que se posan de nuevo sobre el polvo de los muebles o en la bruma del espejo donde estamos todos vivos: si apoyo la frente en el azogue, mi padre un puntito que se aleja entre las olas; si retrocedo unos pasos, mi madre asomada al balcon diciendo adios, adios; si fuerzo la vista, yo una noche de terral, dormido en el autobus que me trae de vuelta a casa desde el Pico de las Animas, el vaho en el cristal de la ventanilla confundiendose con el vapor de la olla que mi abuela se enorgullecia de no haber fregado nunca, <>, una manera como otra cualquiera de decir que si se habia pasado la vida haciendo potaje en aquella olla, y esa semana tambien iba a hacer potaje, y potaje haria, seguro, la proxima semana, ?por que perder el tiempo fregandola? No habia que ser Einstein para deducir que el poso del potaje de las semanas y meses y anos anteriores se mezclaria con el potaje de esa semana, y que la combinacion de toda aquella grasa potenciaria el sabor del potaje de la semana entrante, y asi potaje tras potaje, hasta que un dia, aunque se le olvidara echarle, no se, garbanzos, nadie se daria cuenta, pues el potaje seguiria sabiendo a potaje y a garbanzos gracias a que la olla tenia lo que mi abuela llamaba sustancia; y yo nos imaginaba a ella, a mis padres, a mis hermanos y a mi sentados a la mesa del comedor, los siete masticando garbanzos inexistentes que se desharian en la boca como los de verdad. Lo mismo que con el potaje ocurria con el cafe de cada desayuno, mas concentrado que el cafe del desayuno anterior. La cafetera, cada manana, con mas rona que la manana anterior. Por dentro, las paredes de la cafetera ya no lisas; por dentro, las paredes de la cafetera, grumosas. Mugrientas. Posos, capas, estratos de cafe en el interior de la cafetera de la casa de mi infancia, que mi abuela tambien se negaba a fregar. Si hubieran decidido someter la costra de suciedad de nuestra cafetera a la prueba del carbono-14, sabe Dios a que conclusiones habrian llegado los cientificos. A que epoca. A que era. El holoceno. El pleistoceno. El plioceno. El cafe de la casa de mi infancia, un cafe atomico. Te tomabas una taza, y fuego por las venas. Te tomabas dos tazas, y un subidon de adrenalina. Te tomabas tres, y taquicardia. ?Seria por eso por lo que nadie venia a vernos? Principios Cuando, con un ano de diferencia, nacieron mi hermano Sebas y mi hermano Bruno, nuestra casa se lleno de parientes, de amigos de la familia y de eso tan antiguo que llamabamos <>; tambien de risas y de ramos de flores. Cuando nacio mi hermano Curro, recuerdo a los parientes, a los amigos y a las visitas, pero de las risas y los ramos de flores no consigo acordarme. Nadie nos dio la enhorabuena. Nuestra casa se poblo como de sombras. Espectros que se asomaban al precipicio de la cuna y suspiraban. Mas que de sombras, de lo que se lleno nuestra casa fue de suspiros. <> <> <> Hasta que, poco a poco, las sombras desaparecieron. Los parientes, los amigos, las visitas. No, no fue el cafe de mi abuela el culpable de que ya nadie viniera a vernos. <> Mi abuela, ahora, sonrie en blanco y negro. Mi abuela ya no mi abuela: mi abuela, las cenizas de mi abuela. Un nicho entre cientos de nichos, un bucaro, unas flores de plastico. Descanse en paz. Mis visitas al cementerio son tan escasas que siempre se me olvida cual es el nicho de mi abuela y como llegar hasta el, asi que siempre -siempre- tengo que pedirle un plano al sepulturero. Como es cojo y se apana mal con las muletas, el sepulturero prefiere moverse lo menos posible y guarda los planos fotocopiados en un cajon, de donde los va sacando para marcar con una equis el pariente que buscas. Entonces, plano en mano, busco a mi abuela como si buscara un tesoro. Mi abuela diciendo: <>. Mi abuela, encantada de que tuvieras mala cara, aunque lo tuyo no fuera nada, absolutamente nada, comparado con lo suyo. Lo suyo siempre era peor, muchisimo peor. Peor, incluso, que lo de mi hermano Curro. Un analisis de orina acababa de demostrar que se estaba muriendo a chorros, por eso mi abuela sonrie en la foto con la que decidimos decorar su pequena <> del columbario, como la llamaba mama. <>, la llamaba mi padre con sorna: <>. Que sonrisa la de mi abuela mientras agitaba el informe del ambulatorio y nos lo restregaba por las narices: -Tengo velocidad en la sangre, ?lo veis? -Y volvia a leer-: <>, aqui lo pone bien clarito. O sea, que la sangre me circula por las venas a mil por hora, lo mismito que un Ferrari. !Podria darme un jamacuco en cualquier momento! -Le brillaban los ojos, ?seria de orgullo?-. Y vosotros os creiais que eran imaginaciones mias… Y yo: -Pero abuela, si todos tenemos velocidad en sangre. -Que sabras tu. ?Acaso eres medico? No, ?verdad? Pues a callar. El resto del dia lucio aquella sonrisa con la que nos desafiaba en la hora de su muerte. Por eso la inmortalice con la Kodak de mi Primera Comunion, para recordarla despues; como tambien recuerdo, no se me olvida, la que me dedico cuando rescate para ella la vieja postalita del Pico de las Animas. Mi abuela tan poco dada a la felicidad desde que mama le obligo a abandonar su casa en aquellas calles en cuesta y a venirse a vivir con nosotros; quiza no haga falta puntualizar: sin consultarselo a papa. Cada manana mi abuela amanecia con una enfermedad nueva. ?Que el dolor de espalda le habia impedido dormir? <> ?Que por culpa de un flemon no habia pegado ojo? <> ?Que durante la comida habia rebanado el tuetano de los huesos del cocido? <> Como minimo.

  • El metodo Lean Startup de Eric Ries

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    El metodo Lean Startup supone un nuevo enfoque que se esta adoptando en todo el mundo para cambiar la forma en que las empresas crean y lanzan sus productos.

  • Dulce enemiga de Vanessa Lorrenz

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    Londres 1838 Las ruedas del carruaje parecia que se saldrian de su eje en cualquier momento, la velocidad con la que se dirigian no era la normal. Los duques de Brentwood no sabian lo que estaba ocurriendo, habian intentado llamar al cochero, pero nunca recibieron respuesta. Venian rogando por no encontrarse con algun asaltante de caminos, pero parecia que la suerte no les habia sonreido. La duquesa sabia que ese viaje desde que habia comenzado fue una completa locura, pero ahora que estaban en camino de regreso a su casa, no esperaba que los fueran a atracar. Se lamentaba haber sido tan imprudente. --Edward, ?que esta sucediendo? --la voz de alarma de la duquesa no paso desapercibida para el duque, sobre todo teniendo en cuenta que entre sus brazos llevaba a su pequena hija que tenia una semana de nacida, una nina hermosa que habia heredado el mismo color de cabello que su esposo, los ojos redondos del mismo color de la miel lucian en ese instante cerrados, mientras dormia ajena a la preocupacion de sus padres. Se sobresaltaron al sentir que el carruaje giraba de manera desenfrenada, provocando que casi se voltearan, las ruedas aumentaron la velocidad, aunque eso parecia imposible, mientras el duque golpeaba de nuevo la ventanilla de comunicacion sin obtener respuesta alguna. No se escuchaban mas que el ruido de los cascos de los caballos galopando a una velocidad fuera de lo normal. Su esposa volvio a llamar su atencion preguntando que sucedia, pero en ese instante no tenia la menor idea, mucho se temia que nada bueno estaba pasando. No sabian que era mejor; si detenerse y enfrentar a los asaltantes, terminar en medio de un lago, o en el mejor de los casos volteados en medio del camino. --Pase lo que pase, Charlotte, necesito que mantengas la calma --dijo el duque tratando de parecer sereno, cuando no lo estaba en absoluto. Sus vidas estaban en peligro y si algo le pasaba a su esposa o a su hija jamas se lo podria perdonar. --Me estas asustando, Edward --le contesto la duquesa, mientras aferraba a su hija contra su pecho en un gesto de proteccion. --Cielo, no debe de ser nada, solo te lo digo para que estes prevenida por si nos llegamos a topar con forajidos. Un jadeo escapo de los labios de la duquesa por el temor que la recorrio, eran bien conocidas las historias sobre los asaltantes; solian ser despiadados sino conseguian hacerse con el botin, de manera inconsciente se llevo la mano al collar que habia pertenecido a su familia, su valor sentimental era incuantificable, pero ella daria todo lo que poseia porque los tres lograran salir de ese peligro sin un solo rasguno. Cerro los ojos rogando para que todo se tratara de una simple equivocacion. Bajo la mirada al regordete rostro de su hija y lo acaricio con ternura mientras veia el brillo destellante del camafeo que llevaba ese dia colgado en su pequeno pecho; el carruaje fue perdiendo velocidad y en cuestion de minutos se detenia poniendolos mas nerviosos. El duque busco el arma que estaba siempre guardada debajo del asiento; en un compartimiento secreto, pero no la encontro. Ambos se sobresaltaron al escuchar el estruendo con el que se abrio la puerta dejando ver a un hombre corpulento con la cara cubierta, apuntandolos directamente con un arma. No les dio tiempo de decir una sola palabra, dos disparos se escucharon en aquel camino desolado, mientras el llanto de un bebe se alejaba al igual que los pasos de los forajidos. CAPITULO 1 Londres 1855 El agua cristalina del lago reflejaba los intensos rayos del sol. Marian sonrio cubriendose los ojos para contar hasta diez mientras Olivia corria a esconderse. Solo tenian una hora de juego dentro del convento que, hacia la funcion de orfanato, ya que despues tenian que regresar para hacer sus labores. Asi que trataban de disfrutar al maximo de esos momentos. --!!Diez, listos o no, alla voy!! --Encontrar a Olivia no fue dificil, ya que nunca lograba estarse quieta en un solo lugar, aunque Marian trato de fingir que no la veia caminando alrededor del campo, buscando por todas partes, aunque el tenue sonido de su cantarina risa la delato, asi fue como la encontro de manera rapida detras de un arbol frondoso de manzanas, su mejor amiga estaba en cuclillas tratando de sofocar una carcajada--. !!Te atrape!! Ahora tenemos que regresar antes de que nos den unos azotes por no ayudar en la cocina. Ese era el pan de cada dia, acababan de cumplir diecisiete anos, y habian llegado al convento cuando tenian unos dias de nacidas, con la unica diferencia que Marian llego unas horas antes que Olivia; de ahi que todas dijeran que eran hermanas. Nadie sabia el paradero de sus padres, ni siquiera si tenian algun familiar lejano. Las hermanas del convento las recogieron dandoles la bienvenida a las dos pequenas que se sumarian a los mas de cincuenta que ya atendian. Como Marian fue la primera en llegar decidieron llamarla con el nombre de la madre superiora y, a la otra pequena la nombraron Olivia, ya que era el nombre que traia el santoral. --Apresurate, Olivia, tenemos que llegar a tiempo. --Su amiga resoplo, mientras ella se sacudia una mancha de tierra que se habia adherido a su vestido color gris, odiaba esa vestimenta, pero no tenian mas ropa que esa, y la verdad es que deberian estar muy agradecidas con las hermanas que las adoptaron pues les debian todo, les habian dado lo mas parecido a un hogar. Camino lo mas rapido que pudo, pero sus botines de cuero que eran un numero mas grande se le atoraron en una piedra provocando que trastabillara. Por suerte, su amiga la sostuvo del brazo evitando que cayera. --!?Por que siempre sois tan torpe, Marian?! --dijo su amiga con el ceno fruncido como si estuviera enojada--, deberian de ponerte un cartel de peligro. --Lo siento, es culpa de estos zapatos, me quedan grandes --dijo tratando de acomodarse el botin que se habia salido de su pie. --?Sabes?, cuando salga de este lugar, voy a buscar a un duque que me lleve a vivir a su castillo. --Los duques no viven en castillos --dijo sonriendo, porque su amiga siempre decia lo mismo, repetia mil veces que estaba harta de vivir en ese lugar y que algun dia saldria de ahi para conquistar a un caballero de armadura dorada que la rescatara de la pobreza donde estaban sumergidas. --Pues conquistare a un principe, no importa, lo unico que quiero es no tener que utilizar estos vestidos tan horrendos. --Marian miro a su amiga con enfado, no le gustaba la manera en la que se expresaba de lo que les daban en ese lugar, pero las hermanas no podian hacer gran cosa por ellas, ya que vivian de la caridad de la buena sociedad londinense. --Sabes que la madre superiora hace todo lo posible por darnos ropa y calzado, debemos estar agradecidas --dijo Marian reprendiendola. --Marian, pero ?es que no has visto cuando la duquesa ha venido a dejar los viveres de este mes? --dijo Olivia refiriendose a la duquesa de Brentwood, que cada mes se dedicaba a llevar en persona todos los apoyos del comite de beneficencia. Esa era una de las funciones de las damas de sociedad, bueno, tal vez solo de las damas mas respetadas, porque habia tambien las que se dedicaban unicamente a asistir a los bailes hasta caer el amanecer y dormir hasta que el atardecer les despertaba para asistir de nuevo a otra velada. --Debes dejar de sonar con esas ideas, aunque encontraras a un duque dispuesto a enamorarse de ti, solo te utilizara y te dejara por no tener sangre noble. --Tal vez si muestro el camafeo que me regalaste, pueda aspirar a tener un buen marido. Me niego a ser una criada en casa de esos ricos. --Doncella, Olivia --la reprendio porque su amiga siempre hablaba con desprecio de las personas que servian en la casa grande--. La duquesa aun no ha mencionado a quien se llevara a su casa para que se integre al servicio, pero seria un honor que nos eligiera, nuestra vida cambiaria por completo. ?No te ilusiona?, estariamos todo el dia trabajando, siendo parte del mundo que los rodea. --Pues espero que no me elija a mi, yo naci para bailar a la luz de las velas, entre los brazos de un apuesto caballero --dijo Olivia, simulando que tomaba entre sus manos la tela de un vestido de fiesta y daba vueltas por el patio trasero del convento. --Estas mas loca que una cabra --dijo, mientras sonreia y comenzaba a caminar mas deprisa. En cuanto pusieron un pie dentro del convento la actividad no ceso hasta que todas las huerfanas estuvieran en sus camas.