• apostando todo daniel habif - Gabriele Foncis

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    Las maquinas de cafe expres estaban listas, y la clientela seguia formandose para entrar. Los pedidos de capuchinos, lattes y la famosa crema de coco mokaccino salian cada minuto. Los miercoles por la tarde siempre se hacian muy atareados, y ese en particular lo estaba, porque era la ultima semana de agosto; coincidiendo con el comienzo del periodo academico. La cafeteria era el lugar favorito de muchos geeks, lectores implacables y todo tipo de estudiante universitario que buscaba socializar. CafeLivre fue el primer sitio hipster que visite cuando me matricule en la Universidad de California. Ademas, el dia que vi el anuncio en el que buscaban a alguien para trabajar tomando los pedidos en la caja registradora, no vacile en solicitar la vacante; y por suerte me quede con el empleo. Desde entonces, trabajaba medio tiempo cada tarde despues de asistir a mis clases de ingenieria. De ahi que, sino no estaba en la facultad, lo mas habitual es que me encontrara sentado frente al mostrador de la cafeteria. Temprano esa manana, recibi una llamada de mi madre recordandome que debia ir al aeropuerto de Santa Monica a recoger a mi hermano. Por supuesto, no lo habia olvidado. Tenia la fecha de su llegada apuntada en el calendario sobre la pared de mi dormitorio, y cada dia que transcurria mientras se acercaba la fecha lo iba tachando. Lo que sabia de su visita a la ciudad, era que el entrenador de la Universidad Internacional de Florida lo enviaba para realizar pruebas en el club de futbol profesional Los Angeles Spark, y Ansel mostraba muchas ilusiones de quedar fichado en el equipo. Debo admitir que la alegria que me causaba el que mis amigos conocieran a mi gemelo, me mantuvo con un animo elevado durante todo ese mes. Ansel estaba haciendo un gran trabajo en el club de futbol de la UIF, y por esa razon, habia recibido ofertas de muchos clubes profesionales en todo el pais. Debido a sus logros en el campo, se hizo con el titulo de capitan y delantero, y al mismo tiempo, mantenia un promedio academico sobresaliente. El siempre se destaco mucho mas que yo en los deportes, ademas, en la escuela secundaria fue la estrella del equipo por ser el mejor anotador durante dos temporadas seguidas. Despues de la graduacion, Ansel se fue a Miami y yo me mude a Los Angeles, y el dia que nos despedimos en el aeropuerto de Ohio, fue la primera vez que estariamos en extremos opuestos del pais. No se como explicar que se siente separarse de alguien con quien has pasado tanto tiempo, ya que incluso antes de que nacieramos, estabamos juntos. Lo que si puedo decirte es que, sin lugar a dudas, me resulto raro quedarme sin el complemento que era mi hermano en mi vida. Sin embargo, supongo que con el tiempo ambos nos acostumbramos a las llamadas de larga distancia. Por lo general, mis dias pasaban entre mis clases, el CafeLivre y los viajes al centro con mis amigos. Aunque ese lunes por reves, pase todo el dia abrumado. Ser el chico detras de la caja registradora a veces era muy agotador, y mucho mas cuando las filas para entrar se extendian por toda la cuadra. Sin embargo, dejando eso de lado, mi empleo tambien tenia sus pequenas y particulares ventajas. Una centena de bebidas cafeinadas totalmente gratis a mi disposicion, y un tarro de granos recien tostados traidos desde Colombia en los que me gustaba meter la mano para revolverlos. Lo que acepto habia dejado un olor inmortal a cafe en todos mis dedos. Mientras terminaba de facturar una orden de capuchinos, mi companera de cuarto Nancy entro a la cafeteria con nuestra amiga Abigail. Ambas tambien eran estudiantes de la UCLA y tenian la costumbre de tomar cafe todos los dias por la tarde. Las dos habian llegado en el momento perfecto, la hora exacta marcaba las cinco y media, y como no habia mas personas en fila, crei que era una buena ocasion para conversar. Estaba sonando New Rules de Dua Lipa. Los murmullos por los cotilleos se sobreponian uno sobre otro. Sin duda alguna el estilo de la cafeteria era unico, la decoracion hipster atrapaba a cualquiera, y lo mejor de todo era el cafe que servimos todos los dias. Me corri por debajo del mostrador sin que mi jefa Darcy lo notara, odiaba que los empleados dejaramos nuestro lugar, pero Nancy me hizo senas cuando vio que se habia distraido. --?Como estan las chicas mas guapas de la facultad de periodismo? -- Coloque la bandeja sobre la mesa. --Como siempre mas bellas. --afirmo Abigail tomando su taza. Nancy prosiguio. --?Que tal ha ido tu dia guapo? --Es lunes, como siempre ajetreado. --mire hacia la caja para ver si habia alguien--Pero nos las sabemos arreglar. --CafeLivre siempre esta a punto. --senalo Nancy. --Saturada querras decir. --manifesto Abigail. Reimos luego de ese comentario, y a pesar de que no estaba equivocada, siempre era nuestro sitio favorito para trabar conversacion. En mi opinion, creo que no hay mejor momento que una tarde despues de un dia dinamico, para quedar y tomar algo con tus amigos. --?Iras hoy por tu hermano? --pregunto Nancy. --!Si! Debo pasar por el a las ocho. --?Y cuanto tiempo planea quedarse? --siguio Abigail. --Supongo que un par de semanas, viene por un fichaje de futbol. --Debe ser genial que tu hermano sea un deportista destacado--opino Nancy--?Has dicho que juega en Miami no? --Si, --afirme --Es el delantero del equipo de la Universidad Internacional de Florida. --?Y tambien es gay? --solto Abigail mientras se quitaba la crema del bozo. --!ABIGAIL! --destrabo Nancy. --?QUE? Es solo curiosidad. --replico. --No, no es gay. --Me cubri la cara con la mano y crei ver que los chicos de la mesa de al lado me miraban sorprendidos. Suponer que el hermano gemelo de un chico gay, tambien es gay. Es casi dar por hecho que serlo se debe a la mala crianza de los padres o a un gen hereditario, pero no hay nada mas alejado de la realidad. Cuando Ansel y yo dejamos de ser ninos y usar la misma ropa, el siempre estuvo en lo suyo, y yo en lo mio, y al final el unico que llevaba novias a casa era el. --Al menos espero que sea guapo como tu. --salvo Nancy. Bufe. --!No esperes que nos parezcamos! -- Me dio un fofo empujon por el hombro. --?Y podemos ir a verlo a los entrenamientos? --curioseo Abigail. --No lo se, --de verdad no tenia idea--. Pero espero que podamos ir. --Que su hermano gemelo vaya a verlo en compania de las chicas mas guapas de la UCLA, seguro lo motiva a jugar mejor. --Lo has dicho Amiga. --apunto Abigail. --O quiza puede distraerse y fracasar. --dije sonriendo. --Que aguafiestas eres Aiden. --aporto Nancy. --Lo se. Eran las siete y cuarto cuando concluyo mi turno. Insolita cuenta la que se habia facturado. En seguida cuando llego Tom, mi relevo, le pase el reporte diario y brinque de prisa del asiento. Fui en marcha al area de casilleros, y Darcy la gerente, me dirigio una mirada reparona desde su sillon reclinable. Me habia pillado hablando con mis amigas y me planto una amonestacion. Se trataba de la segunda que me colocaba, aunque era Tom quien tenia el record de haber acumulado siete en un ano. Si no fuera porque Darcy pasaba la mitad de su tiempo de trabajo comiendo en su oficina, no la aguantaria. Abri el casillero de trancazo sacando mi mochila de golpe. Debia estar a las ocho en el aeropuerto para recoger a Ansel, asi que lo llame un par de veces, pero la llamada se desviaba al buzon. Los cordones del tenis en mi pie izquierdo estaban sueltos, y casi tropiezo al cruzar la calle cuando el semaforo cambio la luz. El reloj en mi muneca me indicaba que iba atrasado, mientras que todos los taxis en la avenida estaban ocupados. Me cargue de estres, pero no podia detenerme. El sermon de Darcy me habia hecho perder veinte preciados minutos, y quiza a Ansel le hubiese tocado dar vueltas en la terminal mientras me esperaba. Me subi a un vehiculo a tres cuadras del Bulevar de Westwood, y le solicite que me trasladara lo mas rapido posible al aeropuerto. Como era mitad de semana, las calles y avenidas hacia esa ruta estaban llenas de turistas. Me encantaba Los Angeles, pero en ultima instancia, ese trayecto era uno que en definitiva hubiera preferido evitar. Mientras iba en el taxi rumbo al aeropuerto, el conductor me comento que era de Venezuela. Me tomo un tiempo ubicar el pais en mi mapamundi mental, y logre recordar que esa manana habia visto en CNN las noticias sobre las manifestaciones en su capital. Transmitian un informe sobre las protestas, las calles llenas de personas y la crueldad de la dictadura no tenia escrupulos para reprimir a las masas. Senti pena por el cuando me dijo que habia emigrado a los Estados Unidos dejando a toda su familia atras. Sin embargo, durante todo el viaje que nos llevo de Westwood a la terminal, mantuvo una sonrisa en su rostro --La mas sincera que habia visto. Baje en el estacionamiento del Aeropuerto e ingrese a la sala de espera. Habia perdido el aliento tras correr por el pasillo ancho de la terminal, y cuando llegue trate de buscar a Ansel entre la multitud. Eche un vistazo a la pantalla de arribo para comprobar si su vuelo estaba retrasado, pero hacia diez minutos desde que los pasajeros habian descendido. - ?Acaso Ansel se habia marchado del aeropuerto? - Mi madre fue muy obstinada recordandome que yo tenia que pasar por el, y no creia que hubiese insistido tanto, si Ansel no estuviera al corriente de que yo iria por el. Todos los gemelos tenemos una antena imaginaria sobre nuestras cabezas, por lo que, si a uno se le ocurria una idea, de manera sobrenatural el otro la solia recibir directo desde su conexion inalambrica; y el vinculo que Ansel y yo teniamos era poderoso. Fue en ese momento que espabile que tenia mi telefono celular, y lo mas viable es que el ya hubiese encendido sus datos moviles. WS: Hey Ansel, estoy en la sala de espera, ?donde estas? WS: ????? WS: ANSEL???? Me preguntaba si habria perdido su vuelo. Ansel (Hermano) WS: Estoy en la cafeteria, moriamos de hambre. Ansel (Hermano) WS: ?Pedimos una hamburguesa para ti? WS: No tengo hambre. ?Estas con alguien? Ansel (Hermano) WS: !Si! Estamos al fondo en la cafeteria. WS: Vale, voy para alla. Ansel (Hermano) WS: !Genial! te espero aqui. Lo vi desde lejos cuando entre, el cabello rubio erizado y la camiseta del equipo de futbol universitario me hicieron saber de inmediato que se trataba de mi hermano. Ansel se encontraba conversando con un joven sentados en una de las mesas. El tipo estaba de espaldas a mi, por lo que apenas alcanzaba a distinguir su pelo negro. Me parecia curioso que hubiese llegado acompanado por alguien, pero especule que tal vez podria tratarse de algun companero de equipo. Ansel advirtio que me dirigia hacia ellos, y el sujeto que se hallaba con el volteo clavandome la mirada. Tan pronto cuando lo hizo, aparte los ojos de mi hermano, y estos quedaron fijados en los de aquel muchacho. Dos conjuntos grises con atisbos rasgados de azul que me dejaron con la boca abierta. De topetazo me precipite contra su mesa. --Oye ten cuidado. --el habia evitado mi colosal caida. Una sonrisa torcida se delineo en mi rostro. --!Estoy bien descuida! --intente reponerme irguiendome de golpe. --?Es tu hermano? --pregunto. Ansel se levanto y me abrazo con entusiasmo --Si, por supuesto que es el. --Rodeandome con sus brazos. --?Estas mas Alto o es idea mia? ?Y que es ese olor? ?Cafe? --Olfateandome. --!Auxilio! --grito mi subconsciente. Mi cara no podia ponerse mas colorada. --!Si, lo es! Ten un poco de cuidado Ansel. Con el rabillo del ojo alcanzaba un vistazo sostenido del suave y agraciado niveo perfil del muchacho frente a nosotros. Sus mejillas parecian oprimirse en el borde de su boca, como si estuviese tratando de contener un gesto; y sus ojos danzaban de Ansel hacia mi con una peculiar oscilacion. --Lo siento, --dijo Ansel. --el es James --seguido de --y este es mi hermano Aiden. El chico me estrecho la mano, --Un gusto, soy James. --con tono gracil. Lance mi mano en caza de la suya y la inquietud me hizo cerrar el apreton justo a la mitad de sus nudillos. --Que tal, soy Aiden. --mi voz rechino aguda. Su rostro se mantuvo apacible cuando acogio mi pesimo agarre, dandome un fuerte apreton. --Es un placer Aiden. --Me observaba directo a los ojos. --No esperaba que fuesen tan similares. Me encogi de hombros - Tambien es un placer. El se quedo estoico observandome. -- James y yo nos hemos conocido en Miami. --dijo Ansel. --Ah ?si? ?tambien eres jugado? Ambos rieron jocosos. --!No! --dijo James-- En lo absoluto. La menuda sombra de una barba se marcaba alrededor de su mandibula, y sus pomulos eran angularmente muy masculinos. Sus cejas gruesas y perfiladas enmarcaban sus refulgentes ojos. Ademas, en su contextura se podia notar que tenia un porte definido, y sobre todo en su aspecto resaltaba una exagerada sofisticacion. Entonces su celular sono. Cuando se alejo de nosotros para atender la llamada, no pude evitar llenarme curiosidad. La mirada de Ansel sobre el me parecia extrana, en especial porque lo estaba observando con un brillo especial en sus ojos. Un destello que me resultaba poco usual. Pero lo que me daba mas intriga era que mientras hablaba por telefono, James nos miraba fijo desde la distancia. --?Y que haces con el? --pregunte. La atencion de Ansel salto hacia mi. --?Con James? Es un tipo muy genial. --?Genial? --Disimule mi interes frunciendo el ceno. --!Si! Ha ido hasta Miami solo para recogerme, --Las expresiones de Ansel me hicieron pensar que el intuia que yo entendia lo que decia--ha viajado desde Inglaterra y me ha dicho que estan muy interesados en mi fichaje en Los Angeles Spark. --?De verdad? --mire a James confundido. --!Ah claro! --exclamo--es el nuevo dueno de los Spark. Quede impresionado, --?el dueno del equipo? --lo dije casi susurrando. --Ha vuelto a los Estados Unidos porque su padre ha muerto. Mire a Ansel con inquietud. --Si, Jhon Spiegel... --Ansel alcanzo un folleto de los Spark de su mochila que tenia la foto del hombre en cuestion. Lo reconoci casi de inmediato. Jhon Spiegel era un acaudalado empresario de Los Angeles, propietario de la corporacion deportiva mas grande de la metropoli, y un destacado filantropo. Sin embargo, una semana atras lo habian encontraron muerto en su oficina en el centro de la ciudad. Su muerte fue la bomba de chismes que corrio en el CafeLivre todo el fin de semana. Segun el parte oficial, el hombre se habria suicidado disparandose a si mismo en la cien, y las primeras opiniones sugirieron que el motivo del hecho era debido a problemas financieros. Pero despues de las exhaustivas investigaciones del departamento de policia, salio a la luz publica que su esposa, la modelo Andrea Piper, resolveria matarlo para quedarse con su fortuna. Su compania SPIEGEL COMPANY LCC habia estado creciendo de manera exponencial en todos los mercados financieros durante todo el ano. Ademas, el hombre era un gran inversor y propietario de muchos otros negocios exitosos en todo el condado de Los Angeles. Sin embargo, la manana en que encontraron su cuerpo, todos los noticieros locales hablaban sobre el presunto hecho. Pero tres dias despues de que lo encontraran, el periodico local dedico dos paginas enteras al homicidio, donde detallaba que su mujer lo habria matado dentro del auto y luego llevaria su cadaver a su oficina para simular el suicidio. --?Y no te parece todo esto inoportuno? --?Que cosa? --Ansel estaba distraido. --Bueno... --pense algunos segundos--Que haya decidido ir en persona por ti a Miami. --Te he dicho que ahora es el dueno del equipo --habia tomado sus audifonos. --!Ansel! --sone increpante. --Relajate, solo ha estado de paso por la ciudad y se entero que el equipo habia solicitado que yo viajara a Los Angeles. -- encendio su reproductor y continuo-- Solo me ha hecho un favor trayendome en primera clase. No sabria explicar si en ese momento lo que pasaba por mi mente era curiosidad, o que era muy raro que el hijo de un millonario que habria sido asesinado hacia pocos dias, se hubiese tomado el tiempo de ir por Ansel hasta Miami. Pero preferi creer que, al ocupar el lugar de su padre en la gerencia de sus negocios, el fichaje de Ansel era pertinente para ellos en ese momento. --Entonces, ?nos vamos? --interrumpio James. Ansel me arrojo una de las maletas que traia consigo --!Claro! Quede desconcertado --?A donde? --James nos llevara en su auto. --?Nos? --Si. Luego Ansel se fue andando con James, y no tuve mas opcion que seguir tras ellos. Un hombre alto de tez oscura, calvo y corpulento nos esperaba junto a una camioneta negra sin matricula. Por un instante me resulto sospechoso que el vehiculo careciera de placas, pero cuando el sujeto abrio el maletero, salte a toda prisa para meter el equipaje. James se dirigio a el como Conrad y nos dejo ver que este era su chofer. --Lamento lo que le ha sucedido a su padre--musito el hombre. --Todos lo lamentamos. --enuncio James con un aparente desapego en sus palabras. --?Y ya la esposa esta en prision? --Sonsaco Ansel. --!Ansel por favor--me escandalice. --Pero si ha sido ella. --replico. --Por favor, no te preocupes. --dijo James--Ya le he contado a Ansel lo que ha sucedido con mi padre. Lo mire con afliccion--De verdad ha sido una pena lo que ha pasado con el senor Spiegel. --Si, de alguna forma lo ha sido. --dijo James, su voz sonaba serena. --Por favor suban al vehiculo. --insto Conrad. Me sente junto a Ansel en la parte de atras, y le golpee un par de veces con el codo. Miraba con reserva a James en el asiento de copiloto, y al mismo tiempo trataba de hacerles muecas disimuladas a mi hermano. Habia subido a una camioneta sin placas, y que ademas habia pertenecido a un hombre que fue asesinado por su esposa. Me fastidiaba el hecho de que Ansel estuviese teniendo tanta confianza con esos hombres. En el fondo estaba muy contento de que Ansel hubiese ido hasta Los Angeles, y sobre todo de que fuese sido propuesto como fichaje para uno de los mejores equipos de futbol profesional del estado. Yo era un torpe con el balon de futbol, pero Ansel habia heredado todas las cualidades deportivas de nuestra familia, y particularmente en el futbol era el tipo mas diestro que habia conocido. Que Ansel y yo fuesemos gemelos no era lo mejor de todo, por el contrario, lo mejor que teniamos era lo diferente que resultabamos ser. --?Es el fichaje de Los Angeles Spark? --pregunto el chofer mirandome con duda por el retrovisor. --Es Ansel, --dijo James. -- el que tiene la sudadera. --?Que tal? -- Ansel levanto la mano --Aunque todavia no he sido fichado, solo he venido por las pruebas. Conrad nos observaba con detenimiento por el espejo. --Si... Son gemelos identicos. --dijo James. --Puedo imaginar lo que diria su padre en este momento senor. --manifesto Conrad, negando con la cabeza. --El ya no esta aqui--exteriorizo James. Despues de ese comentario se dio una atmosfera tensa dentro de la camioneta. Conrad lucia como un tipo frio, y a pesar de aparentar estar en sus treinta y tantos, se veia muy tosco. Cuando James dijo aquello, el lo miro con reprobacion, sin embargo, no emitio ningun comentario al respecto, pero aseguraria que pude percibir que en torno a ellos dos se daba cierta tension, pero quiza solo habria sido mi imaginacion. --?Y a donde llevamos a estos caballeros? --rompio el silencio. Entonces fue Ansel quien me golpeo con el codo. --Mi departamento esta en Westwood, --mire a Ansel--en la calle doce del cruce con la UCLA. --Perfecto, --dijo James --llevemoslos a Westwood. --proporcionandome una sonrisa. James se apreciaba tranquilo y radiante conversando con Ansel, y el chofer junto a el permanecia indiferente conduciendo sin quitar la vista del camino. Sin duda estaba por completo seguro que, si mi companera de cuarto Nancy se llegaba a enterar siquiera que estuve sentado en el automovil que habia pertenecido al hombre mas rico de la ciudad, no titubearia en pedirme a mi o a Ansel, que intercedieramos por ella para obtener una entrevista personal con James para el blog de noticias de la universidad. Solo imaginar su insistencia para conseguir una primicia de la propia voz del hijo desconocido de la victima, me hizo querer dar de baja esos pensamientos. - Entonces, ?me decias que comienzas los entrenamientos manana? - inquirio James. --Si, --respondio Ansel--Debo presentarme a las ocho en el campo. -- ?Y cuantos dias estaras entrenando? -- pregunte. --No lo se, todo depende del entrenador Harrison. -- ?Peter Harrison? --Consulto Conrad. --Si, el entrenador Peter Harrison. --afirmo Ansel. --Senor, ?sabe de quien se trata? --dirigiendose a James. --Si, por supuesto. --confirmo James --Peter Harrison es socio de mi padre. Entonces el rostro de Ansel se alumbro, y desde nuestra conexion inalambrica invisible me llego a la mente lo que estaba pasando por la suya. Sin embargo, no podia consentir que Ansel si quiera considerara insinuarle que mediara por el con el entrenador. Sobre todo, porque estaba convencido de que el talento de mi hermano era lo suficientemente bueno como para quedar fichado en cualquier equipo por sus propios meritos. --?Entonces ahora es tu socio? --Le lance a James. Se quedo en silencio unos segundos. --Si, supongo que ahora lo es. --No todos gozamos la suerte de tener esas conexiones. --remate. Ansel carraspeo la garganta --!claro! !claro! --profirio --no todos. James permanecio impasible. --Aiden, las conexiones nunca dependen de la suerte. --Su voz sonaba disconforme. <<Aiden...>> James habia pronunciado mi nombre, y a pesar de la impavidez con la que lo habia hecho, cada letra de <> las senti como si fueran sido susurradas a mi oido con su tersa voz. Ese hombre comenzaba a causarme un chocante apremio que no sabria explicar. Pero sin duda desde el momento en que lo vi me dejo deslumbrado, pero al mismo tiempo, me llenaba de desconfianza. Era algo obvio que apenas estaba enterandome de que el senor Spiegel tenia un hijo, y me parecio curioso que en ninguna de las notas de prensa que habia leido sobre el despues de su muerte, se le hubiese hecho referencia a James. Ni siquiera en la columna donde habian lanzado la bomba del asesinato, figuraba alguna mencion de su descendencia. No obstante, aqui estaba el, un joven que acababa de aterrizar con mi hermano, y que quitando las arrugas y el sobrepeso que tenia Jhon Spiegel, era su viva imagen. --Hemos llegado caballeros. --anuncio Conrad. --?Aca esta tu departamento? --pregunto James. --Si, esta es la calle. --afirme, intentando alar la manija para abrir la puerta. Conrad desbloqueo los seguros y baje del vehiculo. La exaltacion y la verguenza me inundaron y mi mente me gritaba que saliera corriendo llevandome a rastras a Ansel conmigo. Cogi la pesada maleta que habia dejado en el maletero y Conrad le entrego la otra a Ansel. Aunque el todavia se encontraba conversando con James. --?Entonces, vendras a ver los entrenamientos? --Intentare estar alli. --indico. --Senor ya debemos irnos, --Conrad los interrumpio--recuerde que debe reunirse con los acreedores manana. --Tienes razon, --dijo James --espero verlos pronto. --James le estrecho la mano a Ansel y luego me miro --ha sido un gusto Aiden. Me puse nervioso cuando le aprete de nuevo la mano, y el no dejo de mirarme como si tuviese algo en la cara. Pense que tal vez lo hacia porque aun se sorprendia del parecido que teniamos Ansel y yo, pero crei poco probable que resultaramos ser los primeros gemelos identicos que el conociera en su vida. La camioneta cruzo la manzana y desaparecio en la oscuridad de la noche. Despues de que se fueran, Ansel y yo entramos en el edificio y tomamos el elevador. Mientras subiamos el indicador punteaba poco a poco cada piso que ibamos traspasando y una atmosfera cargante se formaba alrededor de nosotros. --?Te ha gustado James? --Ansel rompio el silencio. --!?QUE?! --Exclame -- Que boberias estas diciendo Ansel. En ese instante las puertas se abrieron en el sexto piso y sali de prisa. --Creo que te comportabas demasiado extrano. --Ansel iba apresurado detras de mi. Bufe--no se de que hablas. --- intente ignorarlo. --Ademas...--me alcanzo mientras sacaba las llaves--no creo que sea porque acabas de conocerlo. --Es guapo, lo admito--divague --pero decir que me ha gustado seria exagerar. -- quise cortar la conversacion. --!En serio! --manifesto--no tengo problema si te ha gustado. --Estas alucinando, --puse los ojos en blanco--debes estar cansado. --No me evadas Aiden. --!NANCY! --Anuncie al tiempo que abria la puerta.

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    Nadie consiguió mucho, apostando poco - Daniel Habif. May 31st, 2021. 9:17. Ve y provoca las oportunidades. Dejando a un lado las hipocresías a todos nos ...

  • El pintor de Cracovia de Joseph Bau

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    El pintor de Cracovia, una de las memorias mas increibles que nos ha deparado el Holocausto.

  • Joyce Y Las Gallinas de Anna Ballbona

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    Ha podido sentarse en la direccion del tren, lado paisaje y sol. Apoya un brazo en el estrecho alfeizar de la ventana que no sirve para apoyar el brazo, piernas cruzadas y cabeza inclinada hacia El oficio de vivir de Cesare Pavese. Lo ha abierto ceremoniosamente, con el gustillo de complacencia y mirada alrededor que la obra merece, como diciendo al resto del vagon: ?veis lo que me dispongo a leer? Incluso ha puesto un punto de libro de los que quedan aparentes, para anadir mitica y pomposidad al acto personal. En un bloque de asientos a mano derecha, observa a cinco personas, ni mayores ni jovenes, que hablan de manera animada. No son estudiantes. Quiza es gente de una misma empresa que va a hacer un curso. Quiza vuelven de una asamblea de trabajadores para evitar despidos. O simplemente son viejos amigos… -?Como te ha ido hoy la sesion? -Bien, ahora tengo una buena epoca, a ver… -Pero ?tu que tenias? -Yo, paranoia y depresion. Sobre todo mas de lo primero. ?Y tu? -A mi me dijeron que tenia brotes de esquizofrenia. Pavese todavia no ha pasado del portal. No ha podido llegar ni a la segunda pagina. El tren, sin embargo, ha dejado atras un par de estaciones, camino de Barcelona. Entre una mirada a la extension de poligonos y cemento, y otra a los paramos sin cultivar, al circuito de Montmelo y a los contenedores abandonados, Dora ha intentado volver a la intemperie del diario de Pavese. Por ahora, una lectura imposible. En concreto, es una impresion de desmantelamiento directo y sincero, desvestido de cualquier disfraz social, lo que la empuja hacia la conversacion que ha cazado al vuelo. -Casi hace dos anos que me trato aqui. Una chica del grupo, mas deteriorada de lo que debiera, escucha a los demas con una expresion de estar en Babia, sin llegar a verbalizar que hace ella en aquel grupo. Tiene los ojos inertes, como los que vio una vez en una anciana que padecia un alzheimer avanzado, en el hospital. Dora habia ido a ver a su abuela. Pero la otra senora de la habitacion, Merce, no paraba de moverse, inquieta, a pesar de que estaba sujeta a la silla. A ratos intentaba coger el cojin que sobresalia de la silla de su abuela, a ratos tiraba de las sabanas hasta que caian al suelo. Dora se acerco para apartarla un poco, pero justo cuando se disponia a mover suavemente la silla, Merce la agarro de los brazos con fuerza, mirandola fijamente, sin decir nada. Era como si la acribillara con la mirada. Dora se asusto pero se esforzo en disimularlo. La mujer parecia salida de una pelicula de ciudadanos hipnotizados, de esas en que los ninos van de aqui para alla con los ojos vidriosos y fieros. Por un momento, viendo que no cambiaba la cara, temio que aquella anciana estuviese a punto de soltarle un mamporro. Pero con un movimiento rapido se escabullo de sus brazos, movio la silla y se aparto a tiempo. La chica del tren que estaba en Babia continua en Babia. Cuando buena parte del grupo ya ha repasado de la manera mas natural sus cuadros medicos, uno, algo inquieto, toma la voz cantante. Actua como si se tuviesen mucha confianza y ya lo hubiesen dicho todo; el da por acabados los informes medicos y plantea otra cuestion: -Y… ?vosotros habeis pensado alguna vez en suicidaros? El oficio de vivir se cierra de un respingo. No queda mas remedio. -Si, claro, muchas veces -contesta uno de ellos con una vehemencia que no es impostada. Otro anade, timidamente, que lo intento una vez, pero no lo consiguio. <>, afirma entre murmullos, muy bajito. A partir de aqui se lanzan con toda sinceridad a recolectar diversos suicidios ejemplares, <>, <>. Llama la atencion la espontaneidad y las pocas manias con que hablan de una cuestion que es todavia tabu y a menudo se despacha con algun topico. El grupo que Dora ha encontrado en el tren no pretende formular ninguna teoria elaborada sobre el final de la existencia, sus miembros, simplemente, relatan algunos hechos que han oido, pero ahorrandose un detalle demasiado significativo: el eufemismo. A su pesar, hasta la estacion de Parets del Valles, El oficio de vivir de Pavese mas bien la ha hecho bostezar. Por el contrario, a su alrededor parece que alguien ha organizado una concentracion de energias singulares, como un encuentro de coches antiguos, biscuters o motos vintage. Si, motos antiguas, de esas que permiten soltar, con una pose interesante, en mitad de una conversacion: <>, <>, o bien <>. Son energias singulares y ajenas pero que le provocan un cosquilleo de preguntas: ?quien es el extrano? ?O quien el enajenado? ?Quien observa, quien habla, quien escucha, quien escribe y levanta acta? Pavese, ?de que oficio habla? -Pepe lo hizo delante de su abuela. La mujer estaba preparando la cena. Parece que los ultimos dias no habian sido demasiado tranquilos. Pero nadie se lo podia imaginar. En un momento en que ella estaba en la cocina enfrascada en el sofrito, que debia de hacer ruido, ya sabes, como cuando echas la cebolla… Chhhh -imita el ruido-. Pepe salto por la ventana y se acabo. -Yo se que Salomon puso la cabeza en la via. Si, es un poco asqueroso. Y claro, paso el tren y quedo todo por alli despachurrado. Mas de lo normal. Pero no se por que quiso poner la cabeza en la via y ya esta. A la ex lectora de El oficio de vivir le da la impresion de que comienza a marearse. Quiza si abre el libro otra vez… ?Y si se cambia de sitio? La chica que esta en Babia continua en Babia. En la escena de la cabeza en la via ha fruncido un poco los labios, aunque, de todas las palabras y lindezas que ha oido, <> ha sido la que le ha causado una alteracion mas profunda. -Despues ese que entro en la tienda de lamparas. ?Como se llamaba? Que tambien habia estado con nosotros un tiempo… ?Paco? Si, Paco se llamaba. Entro en la tienda de lamparas y tuvo que esperar mucho rato. Paco solo queria una lamparita de noche porque la de la habitacion se habia descuajeringado y no podia leer bien. Parece que le gustaban mucho las novelas romanticas, si, si, era un romantico, el tio. Mira que no tenia pinta, pero por la noche, en cuanto podia, hala, novela romantica al canto. -?Y que paso? -pregunto una chica del grupo, viendo que el narrador empezaba a tener un gusto excesivo por el florilegio. -?Que que paso? Que la tia de la tienda no se enrollo demasiado, le hizo esperar, le decia que fuera mirando, y alli habia tanto para elegir, tantas lamparas que no necesitaba, tantas cosas que no valian una puta mierda… Bueno, eso decia el. -El grupo escuchaba con una atencion inaudita; Dora tambien. -Pero, claro, quiza al final hasta yo me habria enfadado, y eso que soy tranquilo de verdad. ?Por que cono le plantaban delante de los morros las jodidas lamparas de comedor, aquellas aranas del ano de la pera o aquellas lamparas de pergamino que apenas dan luz? Es que la pena se complica la vida, macho. Para postre, atendieron antes a un representante, el tipico representante todo sudado, al que todavia se le nota el aliento del huevo frito que se ha zampado. Y eso Paco no lo pudo soportar. Los huevos fritos le daban mucho asco. Lo se porque en el patio me lo habia contado muchas veces. Soy bueno escuchando, siempre me lo dice la doctora. Yo a Paco lo entiendo, pero claro, tampoco hacia falta que rompiese aquella lampara de 2.600 euros. Si, macho, hay lamparas de comedor que valen 2.600 del ala. Total, para acabar agarrando el cable y yendo hacia la dependienta… Suerte que al final la pudieron salvar. -Miriam le asesto una cuchillada a su marido, de un dia para otro -sentencia la que estaba en Babia. Pero la parroquia no se inmuta. Ni un poco. MONTCADA BIFURCA. DESOLACION El grupo que venia de terapia se ha bajado en Montcada-Bifurcacion, quiza para cambiar a otro tren que los llevara a Sabadell, Terrassa o Manresa. Esta estacion produce en Dora una fascinacion especial. Esteticamente es horrorosa, un vomito de vias sin orden ni concierto, la nada entre una autovia y un barrio de periferia, un no-lugar, como se dice ahora. Aquello de alla arriba debe ser Vallbona, ?no? Un dia ira alli, piensa a veces. Para ver los bares, las tiendas, como camina la gente… Por la noche la estacion en penumbras da un poco de miedo. Durante el dia es sobre todo un mero agujero de intercambios de trenes que cubren la rutina practica de conectar con otras lineas. Es de una desnudez sin compasion, sin paliativos: en los dias soleados, el sol cae como una avalancha de piedras; cuando llueve, parece una tempestad que te arrastrara por las vias hasta el mar. Su nombre, de connotaciones borgianas, responde a una realidad inapelable: la estacion es la puerta entre una Barcelona y otra, entre el escaparate y la trastienda, entre el centro y el suburbio; ?que hay en un lado del tunel y que al salir de el? A este lado del tunel, donde se apea el grupo terapeutico, no caben los romances metaforicos. Con la infalibilidad de un reloj Casio de plastico, se completa la cruda rutina del que baja del tren, atraviesa el entramado de vias deterioradas y se va caminando bajo las farolas de un amarillo deprimente hacia alguno de los pisos coloreados, de tan mal gusto que parece que se burlen de los que viven alli. Deberia haber una cancion punk que proclamase: <> Dora hasta se imagina el concierto: el publico disperso y ella desganitandose con el grito de guerra: <> Solo que Dora no tiene ni idea de musica y presiente que canta todavia peor que si tocara un instrumento. La flauta no cuenta. Intuye el motivo por el cual le da pereza admitir la derrota, todavia siente aquella punzada que vuelve: de pequena no la admitieron en el coro de la escuela. Eso, y el hecho de haber tenido que representar siempre el papel de arbol o de <> en las obras de teatro de primaria, da como resultado un potaje demasiado espeso. En una ocasion, no se acuerda en que tipo de obra, tuvo que actuar disfrazada de gallina. <> Quiza por culpa de la escena del grupo que volvia de hacer terapia, ha evocado la remora de festivales de la ninez, que tienen, aunque no lo parezca, un vinculo insufrible y estrecho con las vias de escape punk. Esta convencida de ello. Las gallinas cuentan tantas cosas… Ponerse en el papel de gallina era como si, en el patio, te eligiesen la ultima para el partido de futbol. O que solo te quisieran de portero. En Montcada Bifurca suele bajar un matrimonio que siempre se esta peleando. Menudos, cincuentones, ambos demacrados por el tabaco, y quiza tambien por el alcohol. Para ser mas precisos, ella siempre le echa los perros a su marido. Vocifera y lo trata como a un inutil. El suele ir cabizbajo, arrastrando los pies, a veces dibuja en el aire un gesto intentando hacerse entender, pero sin exito. Ella, mas vigorosa, esta todo el rato pinchando, diciendo que no hace falta que se explique, que no tiene razon, que siempre hace lo mismo y que esta muy harta. <>, refunfuna. Todos los dias se apean en Montcada Bifurca. Como si esa estacion fuese la argolla que los mantiene unidos. Para que no haga mas ruido, en el anden se agachan y cargan la bola presidiaria que no se sabe quien les ha mandado arrastrar. RUEDA DE PRENSA Ha llegado a la plaza de Catalunya obsesionada con la conversacion del grupo que hacia terapia. A partir de ahora, lo llamara asi. Cualquier escritor con garra y salero habria anotado todo lo que decian y los habria seguido cuando se bajaron en Montcada Bifurca. !Ellos solitos te escriben una historia! Pero Dora tenia que llegar puntual a una rueda de prensa en el ayuntamiento. Hoy le tocaba sustituir a un companero enfermo, aunque su trabajo habitual era cerrar la agenda cultural que salia todos los viernes con el periodico, un suplemento sin pena ni gloria, el !Vamos! Si, se llama asi… La crisis se ha llevado por delante, entre otras muchas cosas, la creatividad y la originalidad en las redacciones. En todo caso, era bastante peor el trabajo que tenia antes de llegar aqui. Ahora le toca recomendar gintonics, horchatas, locales de ambiente, sitios donde comprar hormigas y lagartos para comer, bares con ambiente parisino, con ambiente literario, con ambiente oriental, con ambiente de ir a follar pero sin que se note, tiendas de segunda mano donde comprar alguna mancha accidental con pretensiones artisticas, o donde comprar la alimentacion necesaria para ser un buen vegano y no caer en la tentacion de la carne… ?Existe todo eso en Barcelona? Si sale en el !Vamos!, debe de existir. Aparte, ya se sabe que con estos ambientes y su correspondiente descripcion no hay por que hilar fino. A veces algun barman la ha invitado a tomarse un gintonic, pero en general le toca hablar y poner por los cielos propuestas que no llegara a probar nunca. Todos estos manjares quedan para los otros, para quien dispone de suficiente tiempo y dinero, y alberga un tipo de veleidades que podrian concebirse, hablando lisa y llanamente, como magnificas gilipolleces. Tambien pertenece a los otros el cotizado territorio de los hoteles, las pasarelas de moda, los estrenos teatrales y los pases previos de cine. A pesar de que, ante este panorama, Dora siente el mantra del tapon generacional que le cierra la trampilla encima como una bota que aplasta al escarabajo que chillaba <>, puede asegurar que antes era peor: le tocaba escuchar los informativos de las radios y transcribir todas las noticias con rapidez insospechada. Habia depurado la tecnica para memorizar frases enteras y no tener que parar tan frecuentemente la grabacion. En concreto, lo que hacia era seguir los informativos del mediodia de las dos grandes cadenas. Recogia todo lo que tuviese huella, trazo, brazo o directriz gubernamental, fuese bien o fuese mal para el pais. Era un trabajo para el Departamento de Presidencia del gobierno. Como era joven y la ultima en incorporarse al gabinete, a Dora le encargaban tareas ingratas como esta. En este pais eres joven hasta que eres demasiado mayor y dejas de serlo cuando te han jodido bien jodido. Durante el tiempo que estuvo alli, en aquellos cafes revolucionarios de media manana que no arreglarian nunca nada, Dora se preguntaba y preguntaba a algun companero: -?Que sentido tiene hacer el trabajo dos veces y taquigrafiar los informativos de la radio publica que algun otro trabajador publico ya ha escrito antes? -Los caminos del despues-de-un-dia-viene-otro son verdaderamente inescrutables -le habria podido responder el interlocutor, si no fuese porque lo unico que hacia era encogerse de hombros. Ahora tambien se pregunta adonde habra ido a parar toda aquella pila de informativos transcritos y entregados a un capitoste. ?De verdad los lee alguien? ?Alguien se pone cachondo con las transcripciones de informaciones parlamentarias, bienaventuranzas vacuas del gobierno, declaraciones sincopadas y aburridas? ?Puede alguien captar el sentido de las cosas, como minimo de la cosa publica, con ese sinfin de declaraciones que responden a un nulo sentido comun? Ese alguien, lector de estiercol, suponiendo que todavia este vivo y no haya sido sepultado por el tedio y la mediocridad, ?a que conclusiones llega? ?Como procesa estas deducciones y como repercuten -si es que repercutensobre la poblacion? Afortunadamente para su equilibrio mental todo aquello se acabo, aunque su equilibrio monetario salio perdiendo. En realidad, solo era una sustitucion por baja maternal bien pagada. Ahora escribe sobre hormigas domesticas, tapas de nombre impronunciable y combinados vomitivos. Pero hoy, como el periodico anda corto de personal por bajas encadenadas de gripes, le toca ir a una rueda de prensa al Ayuntamiento de Barcelona. Es una de esas ruedas de prensa convocadas el mismo dia, deprisa y corriendo (un deprisa y corriendo simulado), que solo sirve para que el politico -en este caso, una teniente de alcalde- haga su declaracion, estrictamente la que quiere hacer, cuatro preguntas de rigor en que echara pelotas fuera porque no le da la gana de decir nada mas, que reproduzca todo el mundo la frase que ha querido endilgar y fin de la historia. Ademas, como los periodicos, escasos de papel y de prioridades periodisticas, ahora tienen espacio para muy poca cosa, lo que deberia ser un tema menor que encabeza la pagina acabara convertido en un breve de media columna. Dora llega al Ayuntamiento de Barcelona, a la sala anexa a la de Lluis Companys, cuando todo el mundo ya esta en su sitio. Solo queda libre la silla al lado de donde se sentara la teniente de alcalde. Un momento, ?por que esta apartada esta silla? <>, apunta una periodista. Menuda tonteria. <>, ha exclamado Dora. Parece que el jefe de prensa ha venido y la ha retirado. El personal de las teles lo comenta. Este plano televisivo estrafalario no les va nada bien por cuestion de imagen. Alguien se arma de valor y pone la silla de nuevo en su sitio. Seria bastante absurda una declaracion de una politica de pie como un cirio, hieratica delante de una mesa de periodistas sentados y por debajo de su campo de vision. Pero da igual: la imagen que se quiere dar es que de ninguna manera, ni por casualidad, el gobierno municipal de CiU esta pactando con el PP. De hecho, casi no se pacta nada. Pero por una de esas cosas de la vida las cuentas del ayuntamiento, la columna vertebral del mandato, tampoco hay que exagerar, seran aprobadas con el voto favorable de… Bueno, si -cuchicheando- <>. Un tramite como cualquier otro. Es cuestion tambien de pasar por alto que por la manana <>, el PP, ya han dado su rueda de prensa explicando con todo lujo de detalles los <> que han arrancado del gobierno municipal para los ciudadanos de Barcelona. Una comparecencia que se podria resumir asi: gracias a la accion heroica del PP (<>, gritando), los ciudadanos de Barcelona viviran mucho mejor; que digo mejor, daran un salto cualitativo extraordinario y definitivo hacia la prosperidad. Sea como fuere, la imagen que ahora quiere transmitir el jefe de prensa del gobierno de CiU, obsesionado con la posicion de la silla, es que la teniente de alcalde convergente viene del gimnasio, por el camino ha aprovechado para hacer unos encargos y comprar cuatro cosas, y mientras deja el capazo y el bolso sobre la mesa, unos periodistas le preguntan por los excelentes resultados que gracias a Dios tendra Barcelona (no habria que obviar que la teniente de alcalde de CiU es democristiana). Entra la teniente de alcalde sin el capazo ni la cinta en el pelo y como ve la silla colocada en su sitio para sentarse, en un acto de coherencia politica, se sienta. El jefe de prensa llega demasiado tarde para evitar el desacato involuntario a su estrategia comunicativa. El jefe de prensa resopla. Mira con desconfianza acusatoria alrededor, se enfurruna. La teniente de alcalde se sienta sin acabar de entender que ha hecho mal. Habia una silla y se ha sentado. El jefe de prensa murmura algo y chasquea con desaprobacion la lengua; se quedara alli de pie, rompiendo si puede el plano televisivo, y no dejara pasar ni una. La teniente de alcalde piensa que no es para tanto, ni para la irritacion del jefe de prensa ni para el gentio de periodistas que han acudido a esta simple declaracion de <>. Y no se apartara ni un apice de este guion: pero ?y las inversiones? ?Y el acuerdo con el PP? ?Y las concesiones a este socio no oficial pero socio al fin y al cabo? Nada, no hay manera de sacarla de ahi. Por lo que Dora sabe a traves de sus companeros, por lo que ha comprobado las veces que le ha tocado ir alli en sustitucion de alguien, las ruedas de prensa pueden llegar a ser una tortura de guiones masticados: es como si un animal rumiara durante horas un mensaje para despues expulsarlo en forma de bola, un detritus que sera presentado a los periodistas con los elementos justos -o justisimospara que la bola no se desintegre. Y si por aquellas cosas de la vida se produce alguna pregunta incomoda, siempre esta el recurso de esquivarla educadamente (<>) o de tirar por la via de la mentira piadosa o de la declaracion archipasota. Sea por lo que explican algunos redactores al volver de las ruedas de prensa, sea por las pruebas cientificas que ha ido recogiendo puntualmente ella misma, alinadas con propuestas deslavazadas de agenda cultural, estas constataciones provocan que Dora se sienta atrapada, sin escapatoria, reventada de tanta previsibilidad y tanto aburrimiento admitidos como noticia. Es como si esta convocatoria para los medios tuviese lugar en una caja raquitica y estrecha y, una vez dentro, uno se convirtiera en un ratoncito de feria encaramado en una rueda que solo da vueltas y no lleva a ningun sitio. En cuanto acaba el numero circense, Dora vuelve al periodico pensando que tendria que escribir un articulo contando el numerito de la silla, ya que tiene mas sentido y contenido que reproducir las cuatro declaraciones desaboridas. El hecho habla por si mismo y habla mucho mas que el breve pusilanime de columna que, efectivamente, acaba realizando. Al final del dia, lo mas sustancioso, y particularmente menos absurdo, habra sido la conversacion del grupo de terapia. Al menos ellos, hoy, han hablado claro.

  • El chico de la eterna sonrisa de Brianna Wild

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    Noah es un chico guapo que ha sufrido y Laura es esa amiga a la que nunca deberia haber besado. Un hecho que pone patas arriba sus vidas y a prueba su amistad. Ambos tienen algo que perder, pero pueden ganar mucho mas. ?Seran capaces de olvidarlo y seguir adelante? ?O se lanzaran al fuego sin mirar atras?

  • La promesa de una dama de Trixie George

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    La piedra era alta y lisa y proyectaba su sombra sobre la hierba, convirtiendo aquel rincon apacible en un lugar sombrio donde ni siquiera se oia el canto de los pajaros. Aquel era el punto mas alejado del jardin, casi en el limite del bosque, y ni siquiera el jardinero se aventuraba por alli tal y como demostraban las malas hierbas que crecian en libertad. Era el lugar ideal para evitar miradas y preguntas indiscretas. Jocelyn se sento sobre la hierba sin prestar atencion a la humedad que brotaba del suelo y empapaba sus faldas hasta llegar a su piel. Sus ojos recorrieron la piedra con avidez, a pesar de que con el paso de los meses habia llegado a saberse de memoria cada irregularidad en la roca, cada diminuta mancha. No habia ningun tipo de inscripcion. Ella lo preferia asi y, de todos modos, las palabras de duelo estaban grabadas a fuego en su corazon, tan hondas como hechas con un cuchillo afilado. Sintio que los ojos le escocian y se los froto con rabia, dejando un rastro de lagrimas sobre sus mejillas. Era tan injusto. Sus dedos no tendrian que estar acariciando aquella fria piedra sino a el, sus manos deberian estar recorriendo su mandibula cuadrada y su ancha espalda. Y deberia estar escuchando su voz, esa voz profunda y refinada que la habia encandilado, en lugar de estar hablando a solas ante una lapida bajo la cual no habia nada mas que tierra, pues su cuerpo yacia en algun lugar en el fondo del oceano, irrecuperable para siempre. Daniel. Daniel Redfern. Su primer y unico amor. El hombre que habia amado con todas sus fuerzas y al que le habia hecho una promesa: que le esperaria pasase lo que pasase. Una promesa que no habia sido capaz de cumplir. Penso con tristeza en los acontecimientos de los ultimos meses. El dia que habia despedido a Daniel antes de su viaje habia sido el ultimo dia feliz de su vida. Despues, los dias y las noches se habian vuelto grises, llenos de anoranza, hasta que la peor de las noticias habia llegado para agitar la placida vida de los nobles londinenses: el Marie Therese, el barco de la Corona Britanica en el que viajaba Daniel, habia sido atacado por piratas frente a las costas de Tortuga. Toda la tripulacion habia sido pasada a cuchillo. Nadie habia sobrevivido. Esa noticia habia supuesto para Jocelyn el fin de su alegria. Durante las semanas siguientes habia vivido en una especie de neblina en la que el llanto y la tristeza habian sido los protagonistas. Puesto que habia mantenido en secreto su relacion con Daniel casi en secreto, no podia desahogarse con nadie y su palidez, su desanimo y las enormes ojeras que lucio durante semanas fueron achacados por todos a un virus estomacal. Lo cierto es que Jocelyn se sentia fisicamente enferma, con nauseas y cansancio, y si bien al principio ella misma atribuyo estos sintomas a su infinita tristeza, pronto la verdad se impuso: una nueva vida habia comenzado a formarse en su interior: su hijo, el hijo de Daniel. Un hijo que ya jamas podria conocer a su padre. Un bebe que, en cuanto naciese, condenaria a Jocelyn al desarraigo social, puesto que los miembros de la aristocracia londinense jamas aceptarian un hijo fuera del matrimonio y se apresurarian a condenarla al ostracismo. A partir de ahi, todo habia ido de mal en peor. Desesperada, habia tomado una de las peores decisiones de su vida: aceptar la proposicion de matrimonio de Edward Balfour, un hombre vil que le prometio que se haria pasar por el padre de la criatura a cambio de adquirir el control sobre su dote. Los pocos meses que duro su matrimonio con Balfour habian sido un infierno para Jocelyn. El era un hombre cruel y sin escrupulos que no dudaba en humillarla y despreciarla a cada instante, recordandole el vergonzoso secreto que llevaba en sus entranas. Cuando Jocelyn desperto una manana en una cama empapada de sangre comprendio que todo habia terminado: la naturaleza habia seguido su curso y el hijo de Daniel Redfern jamas llegaria a nacer. Durante meses, se arrastro por los pasillos de su mansion como un alma en pena, sintiendose anclada a una vida sin sentido. Su esposo murio poco despues en una pelea y aunque su muerte la libero de sus insultos y maltratos, Jocelyn ni siquiera sintio alivio. Regreso a la casa de sus padres convertida en una viuda joven y triste que ya solo deseaba vivir el resto de sus dias a solas y en paz. El silencio del jardin se vio alterado de repente por un lejano tanido de campanas. Jocelyn se estremecio. Era un sonido hondo, triste y no anunciaba una boda o un bautizo sino algo mucho mas tenebroso: una ejecucion. No era un dia cualquiera: Jack el Rojo, el pirata cuya tripulacion habia atacado el Marie Therese, habia sido apresado al fin frente a las costas de Francia e iba a ser ajusticiado publicamente junto con todos sus hombres. Ese era el motivo por el que Jocelyn habia acudido tan temprano a ese rincon del jardin: deseaba hallarse en ese lugar exacto cuando la horca se cinese por fin en torno al cuello de aquel que le habia robado la alegria. La ejecucion de esos criminales era para ella un recordatorio de que no habia vuelta atras, de que el destino de Daniel hacia tiempo que habia sido sellado. Jocelyn saco de entre los pliegues de su falda una cajita de nacar que contenia un diminuto jubon hecho a mano, con una hilera de minusculos botones de perlas. Lo habia tejido ella misma cuando se entero de su embarazo y era la primera y unica ropita que jamas tendria aquel bebe que nunca llego a nacer. Tragandose las lagrimas, coloco la caja al pie de la lapida, tapandola con varios punados de musgo para que nadie la encontrase. Alli estaban, para siempre juntos, los dos recuerdos de los dos amores que habia tenido y perdido y la habian dejado hueca y vacia. Ahogando un gemido, se puso en pie y comenzo a caminar hacia la casa con la cabeza gacha. CAPITULO 1 Londres, un ano antes Gregory Redfern, cuarto vizconde de Dunnam, miro a su hijo Daniel con los ojos entornados y exhalo un suspiro de frustracion. Llevaban horas discutiendo y ambos estaban agotados y se habian quedado sin voz ni argumentos. --?Estas decidido a hacerlo? --Lo estoy. No pienso cambiar de idea. El viejo vizconde sirvio un vaso de brandy para cada uno y meneo la cabeza con pesar. Daniel era terco y obstinado, por sus venas corria la ferrea determinacion de los Redfern. Eso era algo que los dos tenian en comun. --?Acaso no tienes aqui en Londres todo cuanto puedas desear? Muchos matarian por estar en tu posicion. Tienes un titulo, fortuna, buenos amigos. Las puertas de los mejores clubs de la ciudad se abren de par en par para ti. ?Por que ese empeno en viajar de un lado a otro como un vagabundo? Si tu hermano estuviera aqui... --Pero el ya no esta aqui --interrumpio Daniel con expresion de dolor--. John jamas volvera y los dos lo sabemos. Padre e hijo volvieron a sumirse en un silencio triste, contemplando las llamas que crepitaban en la chimenea. Daniel sintio que el corazon se le hacia pesado en el pecho ante el recuerdo de John, su hermano mayor, que habia muerto el ano anterior victima de unas fiebres. John era el heredero, habia nacido para ostentar el titulo de vizconde y se movia con desenvoltura entre las cadenas de favores e intrigas politicas de la vida cortesana. Daniel era muy diferente. Odiaba el concepto de superioridad innata de la nobleza y los anejos titulos que pasaban de familia en familia, cargados de pompa y obligaciones, le repelian. La muerte de John, ademas de sumirlo en una honda tristeza, lo habia situado a el como nuevo heredero y lo habia condenado a una vida de apariencias y tedio. El no queria ser vizconde. Odiaba Londres, la politica de salon le abrumaba y los bailes y partidas de caza le resultaban asfixiantes. El sonaba con espacios abiertos, con un mar infinito extendiendose ante el y con tierras exoticas e inexploradas. Envidiaba a hombres como Thomas Cook o Daniel Solander, cartografos y exploradores de la Corona que tenian libertad para viajar a las Indias Orientales o al Nuevo Mundo, lugares lejanos y vibrantes, tan diferentes de la gris Inglaterra. En lugar de asistir a los clubs privados de caballeros, el preferia frecuentar las conferencias y reuniones que los exploradores y naturalistas celebraban para los curiosos en la Royal Society. Sentando entre el publico, bebia sus palabras como un sediento hartandose del agua mas pura. Hubiera dado la mitad de su fortuna por estar en su lugar. Durante una de esas reuniones habia conocido a Adam Montgomery, un empleado de la Compania Britanica de las Islas Orientales que habia hecho fortuna llevando a Inglaterra cargamentos de canela de Ceilan, nuez moscada y todo tipo de especias exoticas. Sentados los dos ante una botella de brandy, con el humo de los cigarros humeando entre ellos y la lluvia inglesa arreciando tras las ventanas, Daniel habia escuchado con atencion sus historias sobre los atiborrados mercados de Calcuta y Goa y los barcos que surcaban los mares desde la India llevando cargamentos de corteza de casia. Era una vida dura, plagada de libertad; una vida que Daniel hubiera querido vivir el mismo. Tras sus aventuras en las Islas Orientales, Montgomery estaba ahora decidido a explorar nuevas rutas de comercio. El Caribe se habia convertido en un emplazamiento prospero para la Corona Britanica y las plantaciones de azucar o tabaco en islas como Tortuga, Nueva Providencia o Barbados eran fuente de grandes riquezas para los hombres que sabian aprovechar su potencial. --Los ingenios azucareros son el futuro --decia Montgomery con gran excitacion--. Asi les llaman a esas grandes extensiones de tierra que son ideales para extraer melaza. Las destilerias de ron pagan muy bien por ella. !Cualquier hombre puede hacerse rico si sabe como! Contagiado por su entusiasmo, Daniel habia aprovechado sus contactos como hijo de un vizconde para ayudarle a obtener la concesion real necesaria y Montgomery, en agradecimiento, le habia ofrecido una participacion en las acciones de la plantacion, ademas de un pasaje en el Marie Therese, uno de los barcos de su compania naviera. Sin consultarlo con nadie, Daniel tomo una decision: partiria en ese viaje. Seria como el canto del cisne; su ultimo coqueteo con la libertad y la aventura antes de asentarse en Londres y hacerse cargo de las obligaciones de su titulo. Y ahi estaba ahora, enfrentandose al mal trago de comunicarle sus intenciones a su padre. El viejo vizconde era un hombre discreto que durante toda su vida habia tenido que callar mucho y sonreir todavia mas para hacerse un hueco en la corte del rey Jorge [1], llena de alimanas y mentiras. La muerte de su primogenito lo habia sumido en la melancolia y su unica esperanza era que Daniel hiciese honor a su apellido y caminase por la senda que John no habia podido recorrer. --Se que no aprueba mi decision, padre --repitio Daniel--. Se que lo considera una locura. El anciano lo miro entornando los ojos. --!Cualquiera con un minimo de seso convendria conmigo en que te has vuelto loco! Ademas, ?que hay de esa muchacha, la hija de Berkeley? Se que te has fijado en ella. ?Le has dicho ya que te marchas? Daniel dio un respingo tan violento que los hielos de su vaso tintinearon. Le asombraba la astucia de su padre. El vizconde habia tocado deliberadamente su fibra mas sensible, ya que dejar atras a Jocelyn, la joven que le habia robado el corazon y poblaba todos sus suenos, era la unica mancha negra en su decision. Si existian unas manos capaces de atarlo a tierra firme, esas eran las de Jocelyn Berkeley. --Ella lo comprendera --dijo rechinando los dientes. --?Estas seguro? Las mujeres tienen su corazon puesto en un unico objetivo: casarse y tener hijos. La muchacha estara deseando que pidas su mano formalmente y en lugar de eso pretendes anunciarle tu partida. ?Y si no te espera? ?Y si en tu ausencia se compromete con otro? Daniel apreto tanto los punos que estuvo a punto de hacer estallar el vaso. Imaginarse a Jocelyn en brazos de otro hombre le hacia hervir la sangre. Ella era suya, tan suya como la piel que recubria sus huesos. Amaba a Jocelyn Berkeley con todas sus fuerzas, a pesar de que antes de conocerla estaba convencido de que las mujeres, en especial las insulsas debutantes educadas por y para el matrimonio, eran molestos estorbos que uno debia evitar a toda costa si queria conservar su libertad. Ella le habia hecho cambiar de opinion. La imagen de su rostro palido y cremoso inundo su mente y experimento una mezcla extrana de frio y calor, de alegria y miedo. Su padre tenia razon. ?Como reaccionaria Jocelyn al enterarse? --Tengo que irme. --dijo poniendose en pie bruscamente--. Padre, intente comprender que mis suenos no son peores que los suyos, aunque sean distintos. Y si no puede comprenderme, al menos intente perdonarme. El anciano no contesto. Se giro hacia la chimenea encendida con la cabeza gacha, evitando la mirada de su hijo. Intentando no fijarse en la curva derrotada de sus hombros, Daniel llamo a un criado y le ordeno que preparase un carruaje. --A la mansion de los Berkeley. Deprisa --ordeno en cuanto el cochero estuvo instalado en el pescante.

  • Cafeina y Nicotina de G. A. Picota

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    11. Si pudiera redactar instantes y volverlos versos en este pedazo de papel me acabaria la tinta del mundo solo describiendo tu sonrisa calmando mis miedos al amanecer. Y si fuera capaz de ser adictiva buscaria en tus labios volverme cocaina. Si hubiera un cielo tan inmenso, capaz de cubrir nuestros suenos, Dieramos vueltas entre las nubes, burlandonos de los deseos ajenos y me besas la mano, entrelazando nuestros dedos. Y si escribir me diera mil significados, ya yo dejaria de hacer poesia, porque confieso que lo que me satisface es pensar que paraiso es sol, playa, arena y tu corazon latiendo sobre mi pecho, haciendome tuya, haciendome mia. 12. No es que tu nombre me recuerde cosas; es que todas las cosas llevan tu nombre. No es que quiera quererte y tenerte; es que quiero quererte y tenerme, encontrarme. "Mi vida tambien fue una mancha negra en un lienzo blanco, pero luego alguien me llevo al museo y me llamo Arte. Quizas solo se trate de encontrar a quien te siga mirando cuando tu cierras los ojos" -Elvira Sastre 13. Si las paredes hablaran, ?Que dirian? Tal vez conversarian sobre como el amor esta extinto pero que lo han visto en tus ojos y los mios. Si las almohadas escucharan, ?Que oirian? Seria el silencio de mis lagrimas derramadas por las noches o los sonidos de los gemidos regalados por el dia. Si las camas sintieran ?Que sentirian? Seguramente las palmas de tus manos y su forma de sudar junto a las mias o los latidos de nuestros corazones cuando por tu boca me venia Si las luces degustaran ?Que probarian? Quizas pedirian permiso para lamer nuestros besos y apagarse en agonia al saborear lo agridulce que es tu lengua sobre la mia. 14. ?Como se ven mis ojos desde los tuyos? ?Brillan cuando veo la libertad en lo natural? ?O son solo dos mas que ignoras al pasar? ?Que te dice mi sonrisa? ?Acaso habla de lo que siento cuando soy yo ilimitada? ?O te conformas mejor con las hipocritas y falsas? ?A que te saben mis palabras al leerme? ?Escuchas tu nombre entre lineas? ?En serio me oyes bien? ?O solo vas pasando paginas olvidando lo que lees? ?Como me veo cuando pienso? ?Soy capaz de transmitir los universos habitando mi cabeza? ?O solo te fijaste en la mirada vacia y hueca? ?Se nota el mundo que cargo en mis hombros al caminar? Ese mundo que me da la capacidad de cerrar los ojos y volar ?O solo se ve la pesadez en mi nuca, mi inhabilidad para respirar? ?Demuestro en mis acciones que el amor se me esta desbordando? Es que tengo tanto que juro que me estoy ahogando Pero justo antes del colapso encuentro el placer de todo lo que estoy entregando. ?He sido suficientemente clara? Yo siento que no. Asi que continuare escribiendo, hasta que muera el amor. 15. Yo no rimo, solo escribo pocas veces mido lo que digo. No por eso el arte esta perdido No por eso quedare en el olvido. Yo no pienso, solo siento Unicamente se vivir de momentos. Se perderme indefinidamente en el tiempo Se encontrarme mejor cuando no me tengo. Yo no beso, hago versos Capaces de hacer que nos perdamos en el universo Para encontrarnos al final, en el comienzo, y besarnos, perdernos y hacer versos de nuevo. Yo no amo, solo entrego No se arder sin prenderme en fuego Y si en algun momento vuelvo a decir que no amo te estoy mintiendo, si lo hago. "Si la vida a mi me hizo arte, entonces a ti yo te hago inmortal" -Gigi Picota 21. Es de esos dias que te das cuenta que puedes tener el dia mas triste en el mas hermoso dia de verano como te pueden doler los labios de tanto reirte en una tarde lluviosa y oscura de mayo. Aquellos dias en los que nada importa Y tu vida pareciera poder disolverse con ron le has quitado el nombre a tus tormentas y las unicas reglas que sigues son las del viento Ya no existen los problemas Hoy ha sido el dia en que realizo que el sol no dejara de ocultarse para alumbrar mi corazon lleno de insomnios y tampoco dejara de salir para poder ocultarme en la soledad de mi cama De esos en los que he sentido que estoy mejor sin ti y no respiro por tus caricias que me ayudan a existir no me siento asfixiada al pensar de que estas mejor sin mi y vuelvo a ver brillar mi luz, realzando mi alma sin necesidad a que estes aqui. Hoy es uno de esos dias, donde te das cuenta que nada importa, y realizo que estoy mejor sin ti. 24. Te lo agradezco. Seguro mis palabras te sorprendan ya que tu mejor que nadie sabes el dolor que haz causado en mi corazon pero mis pocos anos de experiencia me han ensenado que no existe dolor en el corazon que no venga acompanado de una valiosa leccion y yo no he sido mas que otra alumna de las clases crueles que dictas tu. Me ensenaste que, en el amor, soy capaz de entregarlo todo a pesar de no recibir nada a cambio pero que nadie que no de algo se merece recibirlo todo. Me ensenaste que soy capaz de confiar ciegamente aun pudiendo ver claramente las falsedades. Me demostraste mi propia capacidad de aceptar sin negar, pero negar cuando no me aceptan. Me ensenaste que la esperanza aguanta, hasta donde el corazon apriete. 26. Porque sin haber sido mio haz sido mas mio que de nadie porque sin haber nunca sido tuya soy solo tuya. "De eso se trata, de coincidir con gente que te haga ver cosas que tu no ves. Que te ensene a mirar con otros ojos" -Mario Benedetti 27. "?Por que yo?" me pregunta... Por que no mejor se cuestiona la razon por la cual el viento decidio ir en esa direccion haciendo que aquella nube gris quedara justo arriba de nosotros esperando para hacer caer las primeras gotas en su pelo en medio de una sonrisa y un beso. Por que no se pregunta Como es posible que mi piel se erice completamente cuando su boca susurra poemas desatando nudos que apretaban el pulso de mi pecho, de mi corazon... Por que no se pregunta de que manera nos encontramos asi de facil, sin buscarnos el cayendo, yo volando como si de pronto nos miramos y nos agarramos de la mano pudiendo confiar mi alma en sus brazos ambos olvidando la direccion perdidos en el cielo en la caida solos... pero a nuestro lado.

  • Semihumana, Jennifer L. Armentrout de Jennifer L. Armentrout

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    Dividida entre el deber y la supervivencia, ya nada puede ser igual.
    Todo lo que creia saber Ivy Morgan se ha venido abajo. Tras ser traicionada y estar a punto de morir a manos del Principe de los Faes, ha de guardar a toda costa un secreto perturbador. Porque, si la Orden lo descubre, la matara.

  • Traicion de Walter Mosley

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    Novela ganadora de la XII edicion del Premio RBA de Novela Policiaca.
    Joe King Oliver era un honesto agente de policia de Nueva York hasta que alguien le tendio una trampa que arruino su carrera y, durante unos meses, le llevo a la carcel. Una decada mas tarde, Oliver se gana la vida como investigador privado. La llegada inesperada de una carta le va a dar la oportunidad de averiguar quien le traiciono y de hacer las paces con su pasado. Paralelamente, se le presenta otro caso conflictivo: la defensa de un activista negro acusado de haber matado a dos policias.

  • Como ser famosa de Caitlin Moran

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    A Johanna Morrigan, que firma sus cronicas musicales con el seudonimo de Dolly Wilde, la conocimos en Como se hace una chica, donde fuimos testigos de los ultimos coletazos de su adolescencia y sus primeros pasos en el mundo adulto y el mundillo musical. Aqui nos la encontramos ejerciendo de columnista en pleno estallido del britpop de los anos noventa.
    Con esta banda sonora de lujo, Como ser famosa relata los amorios de la protagonista con John Kite, que ahora se ha convertido en un cantante famoso con una apretada agenda; su amistad con la irreverente y ocurrente Suzanne, cantante del grupo femenino The Branks, y tambien su escarceo o encontronazo con un famoso comediante mas bien impresentable que responde al nombre de Jerry Sharp. Acaban en la cama y el graba el acontecimiento, para despues hacer correr entre sus colegas el video, que terminara en boca de medio Londres y obligara a Johanna a tomar una decision valiente y provocadora para atajar el bochorno…

  • Me arriesgo a dormir contigo de Lidia Paez

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    Ariadna Leon es joven, decidida, impulsiva, amiga de sus amigos, brutalmente sincera, segura de si misma y sin filtro al hablar (o eso dicen los que la conocen).

  • Dr Jekill y Mr Seek de Anthony O'neill

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  • Todo mi otono 2 de Victoria Vilchez

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    Sean Donaldson tiene un gemelo que no podria ser mas diferente a el, una vida en la que no faltan chicas y su puesto como titular en el equipo de futbol de la universidad de California. Mucha diversion y pocas complicaciones. Hasta que una desconocida se cuela en su piso y se atrinchera en su dormitorio huyendo de quien sabe que.
    Desde ese momento, la chica aparece y desaparece a su antojo, metiendole en un lio diferente cada vez que se presenta por sorpresa.

  • Perdiendo el juicio de Patricia Hervias de

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    <> ?Por que, en cuanto fui consciente de que ya no estaba durmiendo, me dije eso? Porque el martilleo, constante e in crescendo, iba a acabar matandome definitivamente y sin ningun tipo de remordimientos. Acerque el reloj a lo que intentaba que fuera lo mas cerca de cualquiera de los dos ojos, el que reaccionara primero. <> Fue el mas pegado a la almohada el que, despues de un pequeno esfuerzo, se abrio por completo. --!Joder! --solte a la par que intentaba incorporarme en la cama. Era tardisimo y a primera hora tenia que estar en el juzgado para revisar una documentacion relativa a uno de los juicios que estaba a punto de cerrar; ni siquiera tenia redactada la mitad de la sentencia. Bostece intentando desperezarme mientras me preguntaba como era posible que sintiera una ligera comezon en la entrepierna... como si alguien hubiera estado rozando alli su barba cual lija de pulir madera de cedro. --Buenos dias, nena. Creo que pegue el grito mas grande que nunca antes se habia oido. Ni en una pelicula de Wes Craven, vamos. No queria mirar; no, no, no... Me prometi, aunque sabia que se trataba de otra mentira mas, que eso tampoco volveria a pasarme. Otra noche mas en la cama de alguien y sin acordarme de nada recien levantada. Voy a explicarme, porque, si no lo hago, esto puede interpretarse como algo que no es. El tema esta en que, cuando duermo, lo hago de verdad. Reseteo de tal manera mi cerebro que no me centro hasta que no pasan unos minutos despues de tener el ojo abierto. ?Que quiere decir esto? Que no me voy borracha a la cama y luego no me acuerdo de con quien he estado, no. Simplemente tengo muy mal despertar, lento, y eso es lo que me estaba pasando en ese instante. No era consciente de donde estaba, pero, por lo visto, no era en mi cama. Asi que tenia dos salidas: una, esperar a recordar, y ya lo estaba haciendo; dos, darme la vuelta para ver con quien y donde habia pasado la noche. Sin malgastar un segundo mas, pues no estaba para perder tiempo, me incorpore definitivamente y, al girar el rostro, me encontre con la mirada de un tipo con carita de perrito desvalido. Y si, tenia barba, por ello entendi lo de mi entrepierna. Me sonreia con aspecto somnoliento. No estaba mal, pero que nada mal... y de pronto mi memoria funciono a la perfeccion. La noche anterior habia salido de fiesta con las chicas; teniamos pendiente celebrar que, despues de mucho estudiar, hacia ya un tiempo que habia conseguido aprobar la oposicion para ser jueza. Lucia habia venido a pasar unos dias a Madrid, y esa noche habia dejado a su pequeno con Rodrigo en casa de sus padres. Lourdes habia regresado de Mexico por unas semanas, para visitar a sus familiares, y Nuria aprovecho la conjuncion para aparcar a su marido. Llevabamos sin vernos casi un ano, el tiempo que hacia que Lourdes se habia casado, y por eso la celebracion habia quedado pospuesta hasta ese momento. Fue una noche memorable y, claro, cuando ellas decidieron retirarse a sus reales aposentos, a mi me estaba tirando la cana un hombre que estaba de toma pan y moja. Por supuesto, soy la unica soltera del grupo y he de aprovechar las oportunidades que la madre naturaleza pone frente a mis ojos. He de dar rienda suelta al calentamiento global humano que mi cuerpo desprende. --Alfonso... --Lo mire timoratamente, temiendo que me hubiera equivocado al recordar su nombre. --Eso es --asintio a la vez que se acercaba con la rapidez de un halcon a colocarse en posicion de cucharita y situaba una mano en uno de mis pechos, para ser exactos, a excitar un pezon, y la otra se entretenia en mi sexo... <> --Buenos dias, rubita juguetona. --Se dirigio a mi con suavidad, mientras ponia sus manos en mi cintura, levantandome para colocarme a cuatro patas. Asi me penetraba con mas fuerza, mientras sentia como una de sus manos me apretaba un pecho y acariciaba con la otra mi clitoris con destreza. Ni dolor de cabeza, ni naranjas de la China. <>, como diria Mafalda. <> A ver, esto si que no lo diria ella. !Mi madre!, no sabia lo que ese tio estaba haciendo exactamente con su cuerpo y el mio, pero, en menos de cinco minutos, un orgasmo intenso recorrio todas y cada una de mis terminaciones nerviosas. Grite mucho y aprete con fuerza las sabanas, que acabaron enrolladas entre mis manos. Poco despues se corrio el y se dejo caer sobre mi espalda. Fue uno de esos polvos mananeros arrolladores que hacen que no se te quite esa sonrisa de gilipollas que se te pone despues de follar. Si, porque eso era lo que habia hecho, y en ese momento lo recordaba... pasar toda la noche follando sin parar con ese tio, y acababamos de rematarlo con una de las posiciones que habiamos probado un par de veces. Lo aparte de mi con brusquedad, para que mentir, y lo mire a los ojos. La verdad era que el tio estaba bueno a rabiar.

  • Una propuesta arriesgada de Vega Manhattan

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    Daniela era una adicta al trabajo y los hombres le huian.
    Marcos era un ligon de primera y el mejor amigo del hermano de ella.
    Se conocian desde siempre, pero hacia anos que no se veian. Hasta que Daniela acepta el consejo de su hermano y llama a Marcos, pero por otros motivos diferentes a los que su hermano espera.
    Daniela le hara a Marcos una proposicion un tanto arriesgada, sin imaginar que no solo pondra en riesgo su amistad, sino tambien sus corazones.
    Una propuesta donde las reglas, la pasion y los sentimientos seran los ingredientes principales.

  • Despues de caer de Melanie Harlow

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    “No necesito ser su primer amor, pero ojala me dejara ser el ultimo.”
    Jack no es el tipo de Margot. En absoluto. Es granjero y, aunque las peliculas de cowboys estan bien, ella prefiere un hombre elegante, con traje y corbata.
    Jack es muy atractivo, pero tambien tosco y grosero.
    No obstante, pronto empezaran a saltar chispas entre los dos y Margot descubrira que Jack esconde un duro pasado y necesita que lo salven.

  • Lagrimas de dolor de Barbara Bouzas

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    Las cartas estan sobre la mesa. La verdad ha salido a la luz. El muro de hielo se ha derretido. Dabria no podia vivir con una carga tan pesada, no podia llevar a cabo su mision. Antepuso el amor que sentia por el a cualquier otro sentimiento racional, creyendo que juntos podrian superarlo todo. Arriesgo y perdio. La verdad ha devastado a Miki, lo ha dejado hecho pedazos. El amor que sentia por Babette se ha transformado en un creciente odio hacia Dabria. Todos saben lo que tienen que hacer. El precio que le corresponde pagar es el mismo que a cualquier otro traidor o, incluso, peor; sin embargo, la necesitan.

  • Vencer o aprender de John Kavanagh

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  • Estacion Sol de Gregorio Leon

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    Julia es una joven fotografa que empieza a trabajar en El Universal. Con su camara a cuestas, capta la imagen de Alfonso XIII entrando en un chale de la mano de una mujer que no es la reina, Victoria Eugenia de Battenberg, sino una amante. El director del periodico se niega a publicar esa foto, y encomienda a Julia un reportaje sobre las obras de construccion de un modernisimo medio de transporte que va a alterar la vida de Madrid: el Metropolitano; y mas aun cuando poco despues aparece el cadaver del capataz de las obras.

  • El submayordomo Minor de Patrick Dewitt

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    Lucy Minor, un joven que esta dejando atras la adolescencia y adentrandose en el mundo adulto, se marcha del pueblo entre montanas del que no ha salido jamas. Lo hace despues de sufrir un desengano amoroso y constatar que en ese lugar en el que abundan los rudos gigantones sera siempre un marginado. Lleva en el bolsillo una carta con una oferta de trabajo: un puesto de ayudante de mayordomo en el castillo Von Aux.

  • El Colmillo del Diablo (Infernum 1) de Lorena R. Jeffers

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    El Infierno esta reservado para los pecadores, de los cuales tu eres el peor.

  • Nuestro amor no fue casualidad de Rose B. Loren

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    Inma es una joven disenadora madrilena cuyo unico objetivo es alcanzar la fama en el mundo de la moda, por lo que se traslada a Nueva York en busca de un futuro mas prometedor, dejando a sus padres desilusionados por su decision.
    Con su duro trabajo y tras anos de dedicacion casi en exclusiva, consigue que sus disenos desfilen por una de las pasarelas de moda mas importantes del mundo, pero un fatal accidente hara que tenga que dejarlo todo y regresar a Espana. Alli conocera a Lucas, inspector jefe de policia y mano derecha de su padre.
    Durante semanas, ambos conviviran juntos, mientras el amor comienza a florecer sin que ellos se percaten mas que de una fuerte atraccion.
    Sus vidas se complicaran, una trama se cierne detras del accidente de sus padres, aunque siempre estara presente el amor que ambos se profesan y lucharan contra todos los obstaculos que la vida les depara.

  • Segunda oportunidad (El corazon del multimillonario 2) de Sierra Rose

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    Este es el libro 2.

  • El club de la escalera de Sergio Vila-sanjuan

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    Teatro contra el bullying

  • El Palacio de la Medianoche de Carlos Ruiz Zafon

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    Calcuta, 1932: El corazon de las tinieblas. Un tren en llamas atraviesa la ciudad. Un espectro de fuego siembra el terror en las sombras de la noche. Pero eso no es mas que el principio. En la vispera de cumplir 16 anos, Ben, Sheere y sus amigos deberan enfrentarse al mas terrible y mortifero enigma de la historia de la ciudad de los palacios.

  • Sombras rusas de Liliana Villanueva

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    Los pasos retumban sobre la madera, alguien sube, de dos en dos, los escalones de la empinada escalera. El unico que sube asi, corriendo, apurado, como si la velocidad con la que viaja cada dia en bicicleta de vuelta del trabajo lo empujara acelerando su llegada a casa, es Jan. La llave gira en la cerradura, la puerta de entrada se abre y se cierra de un portazo. Dos, tres, cuatro pasos rapidos. Y antes de verlo aparecer en el marco de la puerta, alcanzo a divisar un movimiento, como en esas fotografias antiguas de tiempo de exposicion largo, cuando alguien se mueve y el negativo registra una sombra transparente que dura solo un instante, un fantasma que se queda suspendido en el aire. Lo veo, aun fuera de foco, pero no lo veo entero, solo veo su cara iluminada por la luz amarilla de la cocina contra el fondo oscuro del pasillo; veo su cara aislada y con expresion de asombro, como si su cara hubiera llegado antes que su cuerpo, sola. Como un patinador sobre una pista de hielo o como los chicos que no saben frenar su cuerpo a tiempo, Jan apoya una mano en el marco de la puerta para no caerse. Ahora veo la otra mano, de la que cuelga la cartera de cuero negra como un pendulo. Es raro que la lleve encima, contra su habito tan establecido de dejarla olvidada hasta la manana siguiente sobre la mesita de marmol bajo el espejo de la entrada, como si ahi adentro se conservara el tiempo, todas esas horas que el pasa en la agencia de noticias que le roba la vida y gran parte de sus ganas. Cada dia le pregunto que paso en el mundo y el, cansado, abrumado por tantas noticias que pasan por su pantalla como las interminables aguas de un rio, me contesta: --No se. Todo. Nada. Tampoco colgo su campera en los ganchos del pasillo, sigue vestido de calle, abrigado contra los frios de octubre: las medias de lana sobre el jean para que el pantalon no moleste al pedalear, la campera con el cierre y los botones de gancho totalmente cerrados, la bufanda verde de lana suave hecha un nudo alrededor del cuello. Veo cada una de sus partes: su cara, sus manos, los jeans, la campera, las veo de forma aislada, como si llegaran de a poco en un tiempo diferente, mas lento que el habitual. La imagen de Jan tarda en revelarse en la oscuridad liquida del pasillo. Y es recien cuando entra a la cocina cuando lo veo entero, de una pieza. Me mira sin decirme nada, me mira sin verme. Se que tiene algo que contarme, una noticia importante. Lo conozco, conozco esa forma del asombro que se le mete en el cuerpo y que le saca el habla. No quiero apurarlo, le doy tiempo, a el le gustan las ceremonias. Jan recuerda los sucesos trascendentes de su vida desde chiquito, como cuando a los cuatro anos llego corriendo hasta la cocina, donde su madre preparaba el almuerzo frente a la ventana empanada. Llego corriendo y seguramente se habra sostenido contra la mesada de la cocina para frenar el impulso de su cuerpo, mientras afuera, en el jardin, nevaba y el viento del Norte hacia temblar los vidrios de la ventana. La cocina era un lugar protegido, caliente, familiar. Un nido. Jan se subio al ultimo cajon de la cajonera, le dio un tiron a la pollera de su madre y le dijo: --Mama, queria decirte que estoy muy contento con mi vida hasta ahora. Lo dijo muy seriamente, con conviccion, despues de haberlo pensado mucho. El recuerda ese momento cuando fue consciente de su vida y de su lugar en el mundo. Esa primera frase es la mas importante, la que lo define, de alguna manera. Veo la imagen de ese chico de cachetes llenos, colorados, como si la hubiera vivido, aunque yo en esa epoca ni siquiera habia nacido. El recuerda ese momento y muchos otros mas. Me encanta que me cuente y me repita esas historias que ya son mias. Jan relaciona lo que ocurrio en el mundo con los sucesos de su vida. Como cuando recien nos conocimos y fue a visitarme a la Argentina. Viviamos separados: Jan en Hamburgo, yo en Buenos Aires. Ahorro durante medio ano, paso hambre hasta que pudo comprar el pasaje de avion mas barato. Se escapo por un mes, falto a las clases de abogacia, no le conto nada a nadie. Una manana de abril de 1986 sono el telefono y atendi. Era Hilge, una de sus hermanas. Con voz muy preocupada me pregunto por el, si sabia donde estaba. Me explico que lo estaban buscando por todos lados: una nube toxica se acercaba desde Ucrania y Bielorrusia hasta el Norte de Alemania, donde vive la familia. Le pase enseguida el tubo a Jan, imaginando la sorpresa y el alivio de su hermana, que no penso que el estuviera ahi, tan lejos. Asi nos enteramos de que habia explotado una central atomica en un lugar llamado Chernobil. Tres anos mas tarde, yo estaba trabajando en un estudio de arquitectura en Berlin cuando Jan me llamo por telefono. Era tarde y lo primero que me dijo, con un tono vertiginoso de voz: "Cayo el muro". Y despues me pidio: --?Podrias ir por mi a la Puerta de Brandemburgo? Observa bien todo lo que pasa y despues contame. !Como me gustaria estar ahora en Berlin! El 25 de diciembre de 1991, Jan estaba de guardia en la agencia cuando llego un cable urgente de ITARTASS. Despues de que el 8 del mismo mes Gorbachov habia firmado el Tratado de Belavesha, que reemplazaba a la URSS por una Union de Comunidades Independientes, en la noche de navidad la Union Sovietica dejo de existir formalmente: soldados del Ejercito Rojo habian bajado la bandera sovietica de las torres del Kremlin y la reemplazaron por otra de la Federacion Rusa, un simple cambio de banderas que Jan tradujo al lenguaje periodistico como *****NOTICIA URGENTE*****, en mayusculas y con todas las estrellitas posibles, un texto corto que anunciaba el fin de una era. La mesa de la cocina de nuestro departamento de Hamburgo esta llena con mis libros y apuntes. Como cada dia desde que me mude de Berlin estoy leyendo y tomando notas, tratando de encontrar un orden en mi tesis. Dejo la birome sobre el cuaderno y apoyo la espalda contra la pared dura y repentinamente fria. Espanto una sombra que pasa por mi cabeza y espero lo que tenga para decirme. Jan respira hondo, me mira a los ojos y, con una mezcla de fascinacion y algo parecido al miedo, me dice: --Me ofrecieron el puesto en Moscu. Lo primero que siento es alivio: no tuvo un accidente con la bicicleta, sus padres, sus tres hermanas y sus siete sobrinos estan sanos y siguen vivos, no exploto ninguna central nuclear, su mama puede seguir cocinando ricas salsas de champinones que crecen salvaje en el jardin. Jan tampoco se enamoro de la secretaria, que podria ser su madre, por suerte en Alemania no hay golpes de Estado, ni estallan nuevas guerras, ni Berlin fue ocupada por los rusos. Aqui todo es mas o menos calculable, como las estaciones, como el otono en la ventana. Jan y yo nos miramos directamente a los ojos, en silencio. MOSCU. Asi como hace unos instantes sus pasos retumbaban en la escalera, la palabra MOSCU retumba ahora en mi cabeza. Escucho el eco que llega, desde algun cuarto oscuro de mi conciencia, hasta el lugar en mi cerebro que recibe la informacion, la traduce y la procesa. MOSCU, el eco es un golpe de martillo, fuerte y repetido, la palabra, nueva, queda en el vacio como si nunca antes la hubiera escuchado. Suena diferente. Suena fuerte. Jan se sienta, mas bien se deja caer en la silla. Me mira desde el otro lado de la mesa y en su mirada tambien hay un vacio. Es un vacio que depende de mi llenar. Hace ya nueve anos que vivo en Alemania. Desde el principio sabiamos que por su trabajo en algun momento hariamos las valijas y seguiriamos viaje. Pero ?Moscu? En nuestros planes estaban Madrid, Londres, Paris y Tel Aviv. Buenos Aires todavia no: el puesto de corresponsal acaba de ocuparse y no estara libre hasta dentro de tres o cuatro anos. Jan espera una respuesta. Desde que llego no abri la boca. Todo ocurre en mi cabeza, donde todavia escucho el eco de MOSCU. La palabra suena indefinida, desconocida, peligrosa, fuerte. Me gusta que suene asi. Y es por eso que digo: --No digas que no. --No hay que decidirlo ahora -me dice Jan-. Tenemos dos semanas para dar una respuesta. Claro que cuanto antes tomemos la decision, mejor. Jan me propuso hacer un viaje a Moscu, para ver si nos gustaba. No nos gusto. Y sin embargo, aceptamos. MOSCU ES OTRO MUNDO Igor maneja malhumorado por una avenida llena de autos. Hace giros nerviosos, toca bocina y se queja del transito de Moscu. Pero el es parte de ese transito. Algunos conductores lo miran con fastidio, otros le contestan con mas bocinazos o con gestos poco amistosos de las manos. La mayoria lo ignora, aunque sus miradas dicen todo. Hace frio, la nieve que alguna vez fue blanca ahora es una sopa espesa y gris oscura arrollada por las ruedas de los autos. Los camiones avanzan por la derecha y por la izquierda e impiden ver hacia adelante. Los vehiculos se salpican entre si, sin piedad ni benevolencia. Bajo los paraguas, los valientes peatones que intentan cruzar la avenida de diez carriles se cuidan para no mojarse con el aguanieve escupida por el transito y no ensuciarse con el caldo helado de la calle. No parece tarea facil ser peaton en Moscu, ni conductor, ni ruso en general. Me digo a mi misma que debo evitar mi tendencia a llegar a conclusiones precipitadas o desarrollar teorias disparatadas y me detengo en los detalles. Los carteles de transito estan escritos en cirilico y eso produce un primer extranamiento. Todo es extrano sin llegar a ser exotico. Se ven pocos carteles de propaganda en esta ciudad gris, fria y humeda. Acostumbrada desde chica a la presencia permanente de publicidad, a los avisos de Coca Cola y a guiarme por los carteles de los negocios, a primera vista Moscu se me aparece muda. Cuando viajo a la URSS, Garcia Marquez escribio una cronica titulada: "22.400.000 kilometros cuadrados y ni un aviso de Coca-Cola". Pero esto ya no es la Union Sovietica, el pais esta empezando a cambiar de forma definitiva y los carteles de propaganda -termino que en ruso esta asociado a la propaganda politica- seran suplantados por las publicidades de los objetos de consumo mas insolitos. Pero en este primer viaje todavia estoy en blanco, no se nada de lo que me espera, ni siquiera se si esta visita sera la ultima, o la definitiva. Estoy encandilada en una ciudad que no se muestra, me gusta la diferencia y observo cosas que normalmente no llamarian mi atencion: como esta vestida la gente, edificios grises, detalles de autos y camiones, ruidos y olores. El auto vibra, hace ruidos mecanicos y aunque las ventanas estan completamente cerradas se escucha el traqueteo, el zumbido y el arrastre de las ruedas de los otros autos sobre el asfalto cubierto de aguanieve. Como en un campo donde nunca va a crecer nada, las ruedas van arando surcos en la masa helada. Es tan profunda la huella que dejan los autos que Igor se ve obligado a mantenerse en su carril para evitar volcar el auto entre los montones de hielo acumulado. Habituada al transito silencioso de Alemania, viajar en auto en Moscu es como meterse en una maquina industrial de gran tamano, en algo que parece funcionar automaticamente por alguna orden superior sin que uno pueda decidir o hacer nada, salvo dejarse llevar y entregarse. Jan esta fascinado: le encantan los autos viejos, raros. Mira hacia todos lados y le pregunta a Igor el nombre de los modelos de autos y camiones, cuadrados y remachados, como recauchutados con restos de laton de tanques o aviones de guerra, sin publicidad alguna, salvo algunos inquietantes numeros sopleteados sobre el metal que no explican mucho. --Ese es un GAZ -dice Igor-. Fabrica de automoviles Gorki. El camion que nos paso es un KAMAZ, la fabrica de camiones mas grande del mundo, ubicada a 900 kilometros al Este de Moscu, en los margenes del rio Kama. Ahi va un KrAZ, de Krasnoyarsk. El Lada lo conocen, ?verdad? Y ahi adelante, el negro, es un Volga. Tambien son producidos en Gorki. Los Aparatchniks -Igor levanta la cabeza haciendo una venia- viajan en Volgas negros. Pero ya se estan haciendo de autos importados de Alemania. !Oh! Miren esa limusina que adelanta por el carril del medio. Es un Ziv, copia del Lincoln norteamericano. Antes lo usaban miembros del Politburo, los nachalstvo. Aunque ahora, nunca se sabe, seguramente es un nuevo rico. Y ese inutil que no acelera ahi adelante es un Moskvitch. !Imbecil! ?Que esperas? ?La carroza de la princesita del otono? --!Increible! -dice Jan-. Son de coleccion. !Tantas marcas que no tengo!

  • Los trillizos Bradley, Noelle Stephanie de Noelle Stephanie

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    Cuando Naly decide apuntarse al programa de familias de acogida en la universidad, lo ultimo que espera es que el desorden ocupe su nueva vivienda. Los Bradley son de lo mas peculiar. Con unos padres empresarios que pasan sus dias de viaje, los tres hermanos identicos han tirado la casa por la ventana. No solo por su edad, sino tambien por su personalidad; Hal, Edward y Welsey, son de lo mas opuestos. Mientras Hal es totalmente coqueto, estupido, mujeriego y engreido; su hermano Edward es la persona mas misteriosa, callada y malhumorada que Naly ha podido conocer. Pero, en toda familia hay uno bueno: Welsey, el mayor de los trillizos es simpatico, confidencial y buen amigo. El chico perfecto, ?no? No obstante, su aspecto hace pensar que se acaba de escapar de una pelicula de los anos cuarenta. Naly, lejos de la oportunidad de irse, solo puede optar por solucionar la relacion. ?Podra ayudar a lo hermanos a solucionar sus diferencias? Y, si no es asi, ?se dejara arrastrar? Una historia de amor en la que todas las direcciones pareceran igual de correctas. La perfecta descripcion de la lucha de un amor dividido en tres partes. Porque, ?que hay mejor que vivir con un chico guapo? Vivir con tres.

  • La borde y dulce Lai 1 (LGBT) de Monica Benitez

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    Despues de seis anos de relacion, Lai se ve obligada a dejar a Vero tras enterarse de que esta la engana. A partir de ahi entra en un ciclo autodestructivo hasta que su mejor amiga, Lore, decide que ha llegado el momento de que Lai abra los ojos y vuelva a encaminar su vida.

  • El Secreto de Ivanova de Clara Ann Simons

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    ?Es posible enamorarse de dos personas al mismo tiempo?
    ?Enamorarse de verdad?
    La vida de Lucia da un giro inesperado cuando debe asistir con Carlos a un viaje de trabajo en Rusia, su pais natal.
    Alli descubrira a una Lucia muy diferente de la que ella misma pensaba ser. Y a un Carlos, tambien muy diferente a lo que imaginaba al principio.
    En apenas una semana, ambos viviran pasion, dudas, culpabilidad y celos.
    Una llama incontenible se encendera en su interior.
    Una llama que puede consumirles a ambos.
    Los dos quedan ahora unidos por un secreto. Un pacto que han jurado no romper.
    El secreto de Ivanova.
    Nota. La obra describe algunas escenas de sexo explicito por lo que no es apta para menores de 18 anos o la edad legal del pais del lector, o bien si las leyes del pais del lector no lo permiten.

  • El ultimo regalo de Paulina Hoffmann de Carmen Romero Dorr

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    Paulina Hoffmann crece en el infierno del Berlin nazi, pero el horror invade del todo su vida cuando el ejercito ruso ocupa la ciudad al final de la guerra. En esos dias, su madre toma una decision que marcara para siempre la historia de Paulina: su huida desesperada al Madrid de la posguerra, su apasionada juventud en Espana, su inesperado matrimonio y, sobre todo, el gran amor hacia sus hijos y su unica nieta, Alicia.
    Sera Alicia la que, muchos anos mas tarde y tras la muerte de Paulina, decida viajar sola a Berlin para sumergirse en el pasado de la mujer de la que tanto aprendio y comprender el ultimo secreto de su abuela, una autentica superviviente que logro decidir su propio destino a pesar de los recuerdos y el silencio.

  • Sweet Symphony de Ginny Bennet

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    Hacia un tiempo que Monica Coleman habia perdido el Norte, pero el unico que se habia dado cuenta de ello era Miguel, su amigo de la infancia y medico de cabecera. --Monica estas agotada fisica- y mentalmente, necesitas romper con todo por algun tiempo. --Pues yo no noto nada de nada. Es mas, estoy super relajada --comentaba mientras quitaba malas hierbas de su jardin vertical. Ambos estaban tomandose un vino en la terraza del atico que poseia Monica en pleno barrio de Salamanca, en Madrid. --Hay dos cosas que me indican que eres muy optimista respecto a tu valoracion. Una, que estas como loca quitando malas hierbas en vez de estar aqui sentada conmigo. Y otra, que no hayas tenido ni un minuto para pasarte por mi consulta y haya tenido que venir yo a tu casa para poder explicarte un simple analisis de sangre. --Pero, ?que dices? !Si vives en el mismo edificio! No te cuesta nada --dijo Monica volviendo a la mesa y cogiendo su copa de vino. --Ya, pero esa no es la cuestion, ademas yo tambien tengo otras cosas que hacer, ?sabes? --No te quejes, que te encanta venir a mi casa. --Eso es porque tu terraza es mas grande que mi piso entero --dijo Miguel mirando a su alrededor. Y ambos se echaron a reir. Monica Coleman era espanola de padre americano. De esas que tiene la suerte de poder tener doble nacionalidad y estudiar donde le plazca. Su familia generaba dinero y mas dinero a medida que pasaban de generacion en generacion. Monica quiso estudiar ingenieria informatica y lo hizo viajando. Unos anos estudiaba en una universidad de Inglaterra, otros, estudiaba en otra de Estados Unidos… Hacia tres anos que habia montado su propia empresa. Como ocurria con el resto de su familia, ella tambien tenia suerte y capacidad innata para los negocios, asi que su empresa en poco tiempo ya le reportaba grandes dividendos a cambio de muchos dias sin dormir, por supuesto. Pero eso a Monica, de momento, no le importaba, ya que era su vida profesional la que mas le reconfortaba. Del resto era mejor no hablar. Siempre habia vivido rodeada de lujo y dinero y esta epoca tampoco era una excepcion. No tenia mayordomo en casa ya que le gustaba mucho su independencia, pero si tenia un jardinero, Julio, y una cocinera, Nora, que le hacia la comida y se la dejaba en el congelador para que luego Monica solo tuviese que calentarla. !Ah! Y de paso, limpiaba la casa. Miguel Ramirez era su vecino de la infancia y con el que empezo a jugar y a tontear hasta que se dio cuenta de que eso de las chicas no iba con el. Pero eso no impidio que su amistad se hiciese cada vez mayor. Miguel estudio medicina y en la actualidad es el jefe de medicina general de un hospital privado en Madrid. Ambos se perdieron la pista en la universidad y posteriores masters, pero cuando Monica se compro el atico en la calle Velazquez se encontraron en el ascensor. Fue como si esos anos vividos separadamente no hubiesen existido. En pocas semanas, volvian a ser intimos amigos. Desde que se encontraron, la vida privada de Monica se enriquecio, pues dos solteros en la noche madrilena daban para mucho. En esos momentos, como era lo mas habitual, ninguno de los dos tenia pareja, asi que se veian mas a menudo. En realidad, Monica hacia varios anos que no tenia pareja, la ultima ruptura le habia hecho concentrarse en su empresa y no tenia tiempo para pensar en nada mas. --En serio, Moni, necesitas un descanso mental y ya, de paso, fisico. Creo que deberias irte unos dias de vacaciones --seguia diciendo Miguel. --!Tu estas loco! ?Como quieres que me vaya ahora de vacaciones? !Si tengo todo a medias! Por ejemplo, el lunes viene el horticultor para empezar a crear mi huerto vertical --dijo toda ufana mientras daba un sorbo a su copa. --?Huerto vertical? No lo habia oido en la vida. --Jajajaja ?A que es original? Se me ha ocurrido que si puedo tener un jardin vertical seguro que puedo encontrar productos de huerta que crezcan en vertical, tambien. ?No seria magnifico? --Me suena a que la gravedad va a hacer de la suyas, pero siempre has ido por delante, asi que estoy seguro de que lo intentaras hasta el final. De todas formas, lo que te estoy proponiendo no es para irnos hoy o este fin de semana. Lo que quiero es que lo vayas pensando y te organices unos dias libres para hacer que tu mente descanse un poco. Porque me imagino que puedes dejar a alguien a cargo de tu empresa, ?no? --Por supuesto que puedo hacer eso, pero justamente estos dias estoy con un desarrollo muy importante. Si yo no estoy encima, la calidad del trabajo varia y no me lo puedo permitir con este cliente. Hubo otro silencio provocado por Miguel. Sabia perfectamente que si Monica no decia un no a la primera, siempre habia mas posibilidades de que hubiese un si. Solo necesitaba que la idea germinase en su mente. Continuaron tomando el vinito en la terraza. Esa noche era muy agradable, de vez en cuando se notaba un vientecito suave, sintoma de que el verano andaba cerca. En Madrid pocas veces puedes ver las estrellas, pero si miras detenidamente hacia el cielo en un entorno oscuro, consigues vislumbrar alguna de las mas potentes. Esa noche la luna era llena y preciosa, iluminaba algunos de los tejados cercanos que componian el skyline de Madrid. Habria sido una gran velada romantica si no fuera porque no estaban interesados el uno en el otro de esa forma. Ellos eran familia. Aceptacion Un dia cualquiera en la vida de Monica comenzaba con un despertador a las 6:30 de la manana. Antes de saltar de la cama repasaba las cuentas de e-mail y contestaba los mensajes. Creaba o alteraba la agenda del dia para que su asistente ya tuviese las modificaciones a su llegada a la oficina y acto seguido se subia a la eliptica. Mientras hacia 45 minutos de ejercicio, veia las noticias desde su Smart TV, que estaba colocada estrategicamente delante de la maquina eliptica. Al terminar, hacia unos cuantos estiramientos de pilates para relajar los musculos tensos. Si, fue un mes a Pilates, se aprendio las tablas y ahora las practica en casa para hacerlas cuando a ella le va bien, no cuando otros programen las clases. Asi es Monica Coleman. Al terminar se da una buena ducha y se bebe un batido cuyos ingredientes dependen de la ultima moda en batidos. En esos dias, era un batido de un color verde bastante repugnante porque tenia col rizada y menta entre otras cosas. Monica se lo tomaba como si fuera una medicina, sin pararse a saborearlo, de lo contrario no seria capaz de tragarselo. Siempre vestia en tonos grises combinados con blanco para ir a la oficina. Para el resto de actividades, le gustaba ir a la moda y meter algo mas de color a su vestuario. A las 8:30 ya estaba camino de la oficina. No tenia que andar mucho pues la empresa de Monica estaba ubicada en la planta baja del edificio donde vivia. Muy conveniente para ella, por supuesto, por eso estaba alli. Los dias de Monica eran casi todos iguales. Sentada y pegada a un ordenador. Reuniones online, algo de programacion para arreglar algun estropicio hecho por alguno de sus empleados y muchas llamadas por telefono y mensajes por WhatsApp. Al acabar el dia no sabia ni como habia llegado a las 6 de la tarde. Habia dias que ni recordaba si habia comido o no. Al finalizar la jornada laboral subia de nuevo a su casa. Normalmente abria una botella de vino, mientras su comida se calentaba en el microondas, salia a la terraza a sentarse si hacia buen tiempo, saboreando su copita de vino y sin dejar de mirar el movil para ver los mensajes de ultima hora. Entre esos mensajes, Monica siempre se encontraba uno de su padre que le instaba, por no decir le obligaba, a hacerle un resumen de que tal iba su empresa. Esos eran los mensajes que mas le costaba contestar, pues tratar con su padre la hacia sentirse como una nina pequena y sin experiencia. Monica odiaba ese sentimiento, pero tampoco hacia nada para que su padre no se metiese en sus asuntos. El padre de Monica era una persona de exito, por lo que era muy controlador. Si no lo hacia el, no estaba bien hecho. Y aunque ella ya llevaba muchos anos viviendo de sus propios beneficios, su padre tenia que comprobar que su ninita era una triunfadora, para continuar asegurando el exito de la estirpe Coleman. Ese lunes por la manana su rutina cambio ligeramente, pues venia el horticultor a ver el terreno. Cuando ambos salieron a la terraza y Monica le dijo donde queria la huerta urbana, Antonio, que era como se llama el horticultor, puso los ojos en blanco y se llevo las manos a la cabeza. --?Esta segura de lo que me esta pidiendo? --?No cree que sea posible? He pensado que para que la tierra aguante podemos poner algunas jaulas o a lo mejor usted sabe de algo.

  • Salvaje y libre de Veronica A. Fleitas Solich

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    Cada ser humano debe librar distintas batallas.

  • Luz de luna de Daniel Valcarcel De Miguel

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    Luz de luna narra diferentes sucesos que acontecen a un pintor de nombre desconocido, de como tiene relaciones con diversas mujeres, entabla conversaciones profundas con distintas personas y experimenta una vida equilibrada y sin demasiados problemas.
    El libro desafia lo habitual, la realidad cotidiana, para aportar una percepcion peculiar, una nueva manera de construir lazos interpersonales que puede, de algun modo, servir y dar resultado al lector.
    Una obra original, cuanto menos.

  • Palmira Blues de Lorenzo Silva

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    En el septimo volumen de la serie Vidas.zip, Lorenzo Silva vuelve a presentar su particular vision de la actualidad en forma de cuentos cortos, a menudo narrados desde el punto de vista de los protagonistas de las noticias o de los ciudadanos anonimos que sufren su impacto. Palmira blues. Vidas.zip. Ano VII es una recopilacion de las mas de cincuenta historias que Silva escribio por septimo ano consecutivo para la edicion digital del diario El Mundo, en los meses que van desde la primavera del ano 2015 hasta la del 2016. En estos articulos, el autor reflexiona sobre los grandes titulares con su habitual sintesis y las observaciones afiladas a las que nos tiene acostumbrados. La masacre de Paris que conmociono al mundo; la foto viral e insoportable de Aylan, el nino sirio tendido inerte sobre la arena de una playa griega; y el atasco democratico que sucedio a las elecciones espanolas del 26 de diciembre de 2016 son algunas de las noticias que el autor trata en este volumen. Eso si, sin dejar de cuestionar las lacras, injusticias e irregularidades que arrastra nuestra sociedad: desde la violencia de genero hasta la baja presion fiscal que se aplica a los millonarios futbolistas de elite en contraposicion a las declaraciones de gente humilde que <>. Como el propio Lorenzo Silva explica, <

  • Susurramelo al oido de Patricia Geller

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  • El poder de confiar en ti de Curro Canete

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    El acto de generosidad mas grande que puedes hacer por ti y por los que te rodean es ser feliz

  • La bruja del mar de Sarah Henning

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    Todo el mundo sabe lo que pasa al final. Una sirena, un principe, un beso de amor verdadero. Pero antes de la historia de esa joven sirena, existieron tres amigos. Uno temido, uno real y uno que ya estaba muerto. Desde que su mejor amiga, Anna, se ahogo, Evie ha sido marginada en su pequeno pueblo de pescadores. Una anormal. Una maldicion. Una bruja. Una chica con un extrano parecido con Anna aparece en la costa y, aunque ella lo niega, Evie esta convencida de que su mejor amiga sobrevivio y que su propia magia no era tan ineficaz despues de todo. Cuando las chicas captan los ojos y los corazones de dos encantadores principes, Evie cree que por fin podria tener su <>. Pero su nueva amiga tiene sus propios secretos. No puede quedarse en Havnestad, o mantenerse en dos piernas, a menos que Evie encuentre una manera de ayudarla. Ahora, Evie hara cualquier cosa para salvar la humanidad de su amiga y el corazon de su principe, aprovechando el poder de su magia, su oceano y su amor, hasta que descubra, demasiado tarde, a lo que en realidad ha renunciado. Wicked se cruza con La sirenita en esta cautivante historia sobre el origen de la villana mas iconica del oceano, perfecta para los fans de Sin corazon y Dorothy debe morir.

  • El color purpura de Alice Walker

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    Un clasico del feminismo y la lucha contra el racismo del siglo XX.

  • Lealtad y sangre de Raul Garbantes

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    LO UNICO QUE Linda Amatista escuchaba, despues del ruido del agua fria estrellandose contra su cuerpo y el suelo, era el sonido del viento corriendo entre los arboles. Por un instante, eso era todo lo que existia, como un hechizo. Se aferro lo mas que pudo a ese sonido que era un oasis en el infierno que estaba viviendo, por un tiempo que empezaba a parecerle inconmensurable. Solamente entendia que ahora la unica realidad era el dolor. A medida que volvia en si, cada parte de su cuerpo daba fe de vida a traves del suplicio que le hacia padecer. Ya el mundo de afuera se habia vuelto borroso, sonidos, formas y colores vagos; pero su mundo interno era un enjambre de senales de dolor vertiginoso que hacia parecer su cuerpo mas extenso de lo que en realidad era. Mas que un cuerpo humano, un continente de sufrimiento. --Ya es hora --escucho decir. Sintio el resplandor de una luz a traves de los parpados hinchados. Trato de taparse la cara un poco con uno de sus brazos. Ambos se alzaban sobre su cabeza inclinada, pendiendo de las munecas esposadas, estas, a su vez, entrelazadas con una cadena que se elevaba hasta un liston de madera en el techo. Las rodillas tocaban el suelo, pero ya casi no sostenian todo el peso de su cuerpo, los tobillos atados tambien. Trato de abrir los ojos. Era como si su rostro hubiera mutado a una mascara tallada por los golpes. Ahora podia escuchar hasta el zumbido de la unica bombilla de aquel pequeno lugar, una que colgaba desnuda de un cable; tambien escucho el rechinar de la madera con los pasos del torturador. Apenas podia ver su vaga silueta del otro lado del cobertizo, tomando algo entre las manos, quiza una soga. --Todo va a terminar pronto --dijo el hombre. <>, penso ella, desconcertada; como si no la hubiera abusado ya lo suficiente, como si de esa forma no la hubiera despojado ya de cada parte de su persona: treinta y tres anos, Linda Amatista, oficial de Policia condecorada del distrito de Olivares. El orgullo de su madre y de sus amigas. El hombre se acerco y libero las esposas de la cadena. Ella dejo caer todo su cuerpo al suelo, sintiendo la madera rugosa y el frio de la noche que erizaba su piel, el viento ahora golpeaba con mas fuerza que antes, produciendo un silbido cuando chocaba con el cobertizo. Por fin podia respirar hondo, por fin sus musculos se distendian, y aquel alivio mitigo un poco el calvario que atravesaba. Vio la silueta del hombre acercarse, sus contornos difusos por la luz de la bombilla, pero, sobre todo, por la mezcla de sangre y sudor que se acumulaban entre los parpados de ella. Sintio una sombra cubrirla por completo y luego un ardor cuando el retiro la cinta adhesiva de su boca, removiendo luego el panuelo del interior de esta. El frio, el miedo y el dolor le sacaban sonidos involuntarios que no lograba reprimir por mas esfuerzo que pusiera. Lo escucho reir para si y sintio ira, quiso hacer sufrir a cada hombre que conocio alguna vez, quiso hacerlos suplicar por la muerte que ella ahora deseaba para si. Sintio toda la saliva y sangre acumuladas en su boca y trato de decir algo. Su garganta estaba tan seca que apenas dejaba salir aire. --?Que? --pregunto el hombre, acercando el rostro. Enseguida se cubrio de una sustancia rojiza y viscosa al recibir un escupitajo de su victima. En el silencio que siguio, ella supo percibir la rabia acumulandose en su abusador. Esta era la unica victoria que podia permitirse, asi que sonrio como pudo, esperando que el regocijo la acompane hasta el ultimo momento. --Eres una guerrera --escucho decir al hombre--. Para nada como las otras. <>, penso Linda. Mientras, ella se obligo con todo su ser a no darle esa satisfaccion, la de verla quebrarse mentalmente. Entonces recordo las palabras de su mejor amiga, Aneth Castillo, cuando estaban en la academia de Policia. Cuanto le hubiera gustado verla una ultima vez. Quiso permanecer un poco mas en aquel recuerdo, pero su captor habia comenzado a golpearla de nuevo. Tomo algo de tiempo para que el hombre se percatara del propio frenesi en el que habia caido. Se sorprendio a si mismo con el rostro desencajado por una mueca que mezclaba rabia y placer. Estaba jadeando cuando se detuvo y la vio ante si, casi inconsciente otra vez. Bajo los brazos y subio el rostro, cerrando los ojos, como si alguna sustancia invisible lo estuviera banando. Su respiracion se volvio a calmar. Trato de penetrar lo mas profundo que podia en aquella calma, instalarse alli, en la satisfaccion y el alivio que no era capaz de experimentar de otra forma y que solo era superado por lo que pensaba hacer despues. Volvio a esposar a la mujer con los brazos atras. La vio moverse cuando ajusto el nudo de la soga en su cuello. Tomo un extremo y lo avento por encima del liston. Dio unas vueltas a la soga por su antebrazo para lograr un mejor agarre, tomandola luego con ambas manos. Despues de una respiracion profunda, comenzo a tirar de la soga. Lo hacia de forma lenta para observar a su victima contorsionarse mientras agonizaba. Y, con cada tiron de la soga, se sumergia de a pocos en un extasis unico. Para cuando la mujer ya habia dejado de moverse, ahorcada, estaba consumido por una euforia total que se concentraba en su entrepierna. Mantuvo la escena congelada un momento. Cuando sintio que ya la habia absorbido lo suficiente, solto la soga. El sonido grave del cuerpo golpeando contra la madera le disgusto. Quiza le parecio que rompia con la solemnidad que estaba experimentando. No se dejo consumir por el hecho, pues el mal humor lo sacaria por completo de la atmosfera que habia creado para si. Entonces volteo el cuerpo para que mirara hacia el techo y se comenzo a desvestir. 1 UN CASO PELIGROSO PARA LOS QUE aun no me conocen soy Goya. La primera vez que fume un cigarrillo ya estaba separado de mi mujer y mi hija me odiaba. Recuerdo que salia de un bar en la madrugada, con el aliento a licor. Estaba en camino a convertirme en un alcoholico; mejor dicho, en un adicto. El cerebro de un adicto es muy particular, saben. Es una persona compulsiva. Si logra superar una adiccion, siempre existe el riesgo de que alguna otra cosa pase a llenar ese vacio. Trato de no pensar mucho en esto. Pero la realidad no siempre colabora con los propositos de nuestra voluntad. Por el contrario, pareciera colocarle obstaculos. Esta ha sido una manana inusual en mas de un sentido. El mas evidente: el sol radiante brillando en medio de un cielo despejado. Cosa que detesto. No por aborrecer de lo que el comun de la gente disfruta, sino por el calor que produce un sol radiante por la manana en Sancare. En la comisaria todo parece brillar exageradamente, iluminado casi sin dejar sombra alguna. Siento la pelicula de sudor con la que me cubre el calor y la humedad de la ciudad, casi como una segunda piel. Siento las gotas cayendo por mi nuca, mi camisa adhiriendose a mi cuerpo incomodo y ansioso. Sobre mi escritorio hay pilas de papeles esperando por mi. Cierro los ojos y escucho el bullicio de la comisaria, manotazos sobre mesas, golpes metalicos, voces, ordenes, carcajadas, correteos por los pasillos. Cada elemento, hasta el mas insignificante, exaspera mi paciencia. Este es el dia en que se supone debemos traer a alguien de la familia para compartir un rato y que vean lo que hacemos. Una idea ridicula donde las haya. Pero mas ridiculo es que yo haya imaginado siquiera que mi hija Laura contestaria mis llamadas para invitarla. --Goya --escucho decir a Valeria desde un escritorio cercano. Tras ella esta su madre, Aneth Castillo, mi companera que sonrie e intercambia palabras con Hilario Cota, otro miembro del equipo de Homicidios. Quiza se burlan de mi porque saben cuanto detesto este lugar ahora mismo. Sin embargo, le sonrio a la nina. Me recuerda a Laura cuando tenia su edad. La alegria que veo en mi companera tambien me recuerda a mis propios animos cuando comence a trabajar con la Policia. Esta idea me refresca un poco el pesimo humor que tengo y, mientras, trato de no pensar en ciertas cosas. Escucho la puerta del comandante Sotomayor abrirse con la premura usual, que poco tiene que ver con la urgencia de lo que va a comunicar. Lo miro. Me hace un gesto con la mano. Por la cara que tiene, no debe de ser nada grave. Entro a la oficina y veo al comandante de pie, alargandome el telefono, como quien se lava las manos de una tarea fastidiosa. --?Inspector Goya? --escucho preguntar del otro lado del receptor, es la agradable voz de una mujer quiza entrando en la cuarentena. --El habla. --Es un gusto hablar con usted --dice--. Soy la fiscal Vera Simmons, del distrito de Villablanca. --?En que la puedo ayudar fiscal? --Vera, estoy manejando un caso delicado y he dado con uno de los sospechosos principales, al cual pienso interrogar en las proximas horas. Creo saber a donde se dirige la conversacion. Y no me disgusta el pronostico. --Su don de gentes --continua--, si me permite la expresion, es famoso entre algunos de nosotros, y su ayuda me pareceria invaluable. --?Quiere que interrogue a su sospechoso? --No --dice con cierta risa--. Eso lo haria yo. Pero me encantaria su asesoria, saber sus impresiones sobre el sujeto durante el interrogatorio. Solo quiero saber si deberia seguir cavando este hoyo. Le digo que con mucho gusto podria ayudarla con eso. Nada mas oportuna que una excusa para dejar la comisaria en este momento. --Goya --dijo el comandante Sotomayor, reteniendome, cuando ya cruzaba la puerta--. Recuerda que hoy es la cena del alcalde con las nuevas autoridades. Te espero alli. Un embotellamiento inesperado me mantiene en el centro de la ciudad, entre humo, bocinas de autobuses y vendedores ambulantes. Ha empezado a correr el viento, arrastrando nubes con lentitud, volviendo benevolo el calor. La luz de esta manana da a los colores y a las texturas de los edificios una nitidez particular. Un hombre mayor de piel tostada pasa por la ventana de mi auto vendiendo diarios. Le pregunto si sabe que ocasiona el trafico. --Es una manifestacion de obreros --me dice con una voz ronca--. Pero ya se estan retirando. Le compro una copia y le agradezco. Reviso por encima los titulares. <>. <>. <>. El ajetreo de siempre. Por fin los autos comienzan a avanzar. Veo un grupo de hombres con cascos de proteccion dispersarse. Al rato ya he dejado el caos del Centro y las vias se tornan mas acomodadas, los edificios mas modernos, cobran mas presencia las areas verdes con caminerias y personas haciendo ejercicios o paseando a sus mascotas: todo ocurre como si se tratara de otro mundo, uno desentendido de las noticias en la prensa y de las intenciones mezquinas de quienes abusan del poder. Asi, como en una ciudad paralela, entro al distrito de Villablanca. Sigo la direccion que me proporciono la fiscal Simmons. No demoro en llegar y, despues de anunciarme en la recepcion, la chica que me atiende me informa que la misma fiscal bajara a recibirme. No pasa mucho hasta que veo salir de un ascensor a una mujer muy atractiva y elegante. Viste un pantalon de punto grueso y corte cenido de color gris con rayas delgadas y claras, una chaqueta que hace juego con el pantalon y una blusa de tonalidad crema. Lleva tacones bajos, pero de punta fina. Tiene el pelo suelto, largo, oscuro y abundante. Ya cerca, la veo sonreir levemente, una sonrisa muy expresiva sin ser exagerada. Diria que esta entusiasmada de verme, aunque no nos conocemos. Despues de haber destruido mi matrimonio con Silvia, al punto de no dirigirme la palabra hasta el sol de hoy, nunca me vi realmente cautivado por otra mujer. Pero la fiscal Simmons ha logrado causar una impresion en mi, aunque me cueste reconocerlo. --Inspector Goya, que gusto --me dice, su voz es todavia mas agradable de escuchar en persona. Le extiendo la mano sin saber en verdad que decir o hacer, excepto un sonido vago. --Debo decir que esperaba con anticipacion nuestro encuentro --afirma mientras caminamos al ascensor. --Dejame adivinar --replico algo incomodo--, algun profesor trasnochado te hizo estudiar uno de mis casos viejos. --Espero que excuse mi cursileria. Pero es famoso, entre los de mi generacion al menos. Segui su carrera hasta que, bueno... --Hasta que lo mande todo al demonio --la interrumpo. --Exacto. A medida que subimos, el paisaje de Villablanca cobra perspectiva a traves de los cristales, sus cuadriculas perfectamente planeadas, sus espacios publicos, otros en construccion. Salimos a un piso limpio y aclimatado, de techo alto, con varios pasillos, varias oficinas y salas.

  • Suenos cumplidos de Elena De La Cruz

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    Tres mujeres, Eva, Mai y Gina, amigas desde la infancia y periodistas vocacionales, consiguen cumplir su sueno trabajando en la cadena de television Media30TV, aunque cada una tiene una meta distinta al resto. Eva consigue presentar su ansiado concurso de maxima audiencia, Mai espera con paciencia, un destino como reportera en zonas de conflicto y Gina, un mejor programa de entrevistas, donde desnudar metaforicamente a los invitados. Todo se complica, cuando a Eva empieza a recibir correos y notas anonimas amenazantes que consiguen asustarla, lo que la obliga a soportar a Pol, un detective privado y guardaespaldas, amigo del jefe de la cadena. Mai es enviada junto a su amigo y fotografo Alvaro, a El Cairo, donde tiene lugar un incidente con repercusion a nivel mundial. Gina entrevista en su nuevo programa a Lucas Molina, un famoso modelo, convertido en actor, que la arrastra a un viaje por el Caribe, sucumbiendo a los dictados de la prensa amarilla y a la presion de las audiencias. Sus suenos de la infancia, no eran exactamente lo que habian imaginado, pero las experiencias vividas, les haran apreciar aun mas, el valor de su amistad.

  • 30 dias para ser la mujer correcta de Marcela Balluri

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    Solo hay una cosa a la que Kris nunca renuncia… !una apuesta!
    No importa que sea una chica del monton, que odie los vestidos, que no sepa como seducir y que tenga el cabello hecho un desastre; le va a demostrar a su mejor amigo que es capaz de conseguir una propuesta de matrimonio en tan solo 30 dias.
    Y, de paso, ganarle por primera vez en la vida.

  • Entre las arenas del tiempo (Maktub 1) de Kristel Ralston

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    Adara es una mujer que rechaza la idea de reprimir sus opiniones y reflexiones; no ha leido tantos libros para quedarse callada. Tampoco tiene reparo en expresar lo primero que se le cruza por la cabeza, en especial al principe heredero del Reino de Azhat, jeque Bashah Al-Muhabitti, quien parece atraido por la quimica sensual que se fragua entre ambos a medida que crecen. Al cumplir los dieciocho anos de edad, el hombre que ella habia considerado su amigo, la traiciona y humilla publicamente. Adara abandona el pais y se lleva el corazon roto, pero tambien las ganas de rehacer su vida en libertad y olvidar para siempre al sensual principe de ojos negros.

  • Momentos estelares de la humanidad de Stefan Zweig

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    Este es probablemente el libro mas famoso de Stefan Zweig. En el lleva a su cima el arte de la miniatura historica y literaria. Muy variados son los acontecimientos que reune bajo el titulo de ?Momentos estelares?: el ocaso del imperio de Oriente, en el que la caida de Constantinopla a manos de los turcos en 1453 adquiere su signo mas visible; el nacimiento de ?El Mesias? de Handel en 1741; la derrota de Napoleon en 1815; el indulto de Dostoievski momentos antes de su ejecucion en 1849; el viaje de Lenin hacia Rusia en 1917… <>, de manera que podemos ver en ellos unos puntos clave de inflexion de la historia, que leemos en estas catorce miniaturas historicas con la fascinacion que siempre nos produce Zweig.

  • Leon Kamikaze de Alvaro Garcia Hernandez

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    Me llamo Leon, Leon Kamikaze. Nunca tuve una familia ni siquiera unos amigos. Me enamore una vez… He tenido tres vidas. En la primera, el mundo me rechazo. En la segunda, todos me odiaron. En la tercera, aun no se quien soy. Me llamo Leon, Leon Kamikaze, y este es el rastro que me ha traido hasta AQUI. Libro ganador del Premio Gran Angular 2016

  • La leyenda del guerrero de Emma G. Fraser

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    Amy Campbell, una joven que acaba de perder su trabajo y su novio, decide embarcarse en un viaje a Escocia para conocer a su familia paterna y la historia de su clan junto a una amiga, Bonnie. Tras ver una representacion del final de la guerra entre los Campbell y MacDonald, las jovenes deciden visitar las ruinas del castillo MacDonald, pero un fuerte tornado las sorprende, llevandolas al ano 1615, en medio de la guerra de los clanes.
    Iain MacDonald, tras heredar el titulo de laird de su clan, rechaza la oferta de matrimonio de Reid Campbell con su hija, por lo que este le vuelve a declarar la guerra. Tras numerosas muertes de inocentes, Iain jura vengarse de todos los Campbell, incluidas las mujeres de ese clan. Pero cuando Amy se cruza en su camino, su valentia y belleza lo atraen de tal manera que no podra dejarla escapar facilmente.
    Pero cuando los Campbell los atacan, Amy tendra que hacer frente a su destino para cambiar el curso de la historia.

  • Solo si es contigo de Maria Garel

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    Devastada por la traicion de su recien esposo, Nuria decide subirse en un crucero que la llevara a reencontrarse con Matias, el amor de su vida. Durante quince dias, viviran encuentros apasionados y aventuras que la haran creer nuevamente en el amor. Pero los secretos del pasado les pasaran factura, y junto con un tormentoso divorcio, las mentiras, abusos y chantajes de Roberto y Raquel, pondran a prueba este amor por el cual tendran que luchar contra viento y marea.

  • El chico del calendario de Candela Rios

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    Doce meses, una chica, miles de motivos por los que no debe enamorarse de ella.

  • Una mentira de alto Standing de Ariadna Baker

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    !Ya voy, Eric, amor! ?Te estas quemando? --No, mama. --Se rio como solo el sabia hacerlo, con esa sonrisa de oreja a oreja que me recordaba cada dia por que debia sentirme la mujer mas afortunada del mundo. --?Quien es el bichito mas impaciente del globo? --Le hice cosquillas y volvi a pensar que aquella risa bien valia cualquier esfuerzo que yo tuviera que hacer, por mucho que a veces mi dia a dia me pareciera titanico. Cualquiera que mirase a mi alrededor no lo entenderia. Aquel maravilloso atico de 300 metros cuadrados en uno de los edificios mas modernos de Madrid valia una pasta gansa. Suerte que ese si que lo pagamos durante mi matrimonio con Edu, que ya era agua pasada. Edu, o Eduardo Manostijeras, como yo solia referirme a el cuando estaba de chachara con mi amiga Sofia (dado que todo lo que tocaba terminaba hecho jirones), habia sido mi marido hasta un ano antes. Un buen dia, despues de volver de un viaje de negocios a Nueva York, me comento que su secretaria y el mantenian una relacion "un poco mas estrecha" de lo que podria considerarse meramente profesional, lo que se tradujo en que a mi me fueran dando, mas o menos, por donde amargan los pepinos. Me quede petrificada porque yo estaba enamorada de Edu como el primer dia y jamas habia sospechado que una cosa asi me pudiera suceder a mi. De hecho, a ojos de todas nuestras amistades, eramos la pareja perfecta; tan monos y amorosos. Lo que yo no sabia entonces era que hasta las "parejas perfectas" podian irse al garete de la noche a la manana, con tal que soplara un aire un poco mas fuerte del habitual. Llore a mares ante aquella confesion que no tardo demasiado en hacerme. Marga, que asi se llamaba su secretaria, lo esperaba ya en su casa, pues lo suyo estaba mas avanzado de lo que parecia; como un tumor que se extendia a mi alrededor sin que mis ojos hubieran podido detectarlo. La nueva parejita de moda se instalo en plena Moraleja poco despues y yo maldije mi suerte; una decada perdida a su lado, de los dieciocho a los veintiocho... Bueno, decir perdida seria escupir al cielo, que para eso tenia a mi pequena joya de la corona; mi Eric, que contaba con seis anitos. No hace falta calcular demasiado para comprobar que lo tuve muy joven, a los veintidos. Probablemente fue engendrado en la noche de mi graduacion en Derecho cuando Edu y yo caimos en aquel hotel, borrachos como piojos. Digamos que mi padre, que era diplomatico y que vivia un tanto de cara a la galeria, no tomo aquello nada bien. Y no porque el chico no fuera de lo que llaman "de buena familia", que era hijo de uno de los principales asesores de una de las companias de electricidad mas celebres del pais, sino porque ya apuntaba maneras, segun el. Yo no veia aquellas maneras por ninguna parte, sino solo a un joven enamorado que puso el mundo a mis pies. De hecho, cuando me quede embarazada, no tardo en pedirme matrimonio. Nos casamos antes de que Eric naciera, asi de fuerte, aunque de mi padre no hubo rastro en aquella boda. Meses antes habiamos tenido una fortisima discusion y ambos nos retiramos la palabra. Tan orgullosos fuimos que ni el volvio a dar senales de vida en los siguientes anos ni yo tampoco. Hubiera esperado una llamada por su parte cuando nacio Eric, pero en mi telefono no se registro y no creo que lo hiciera a traves de un vaso de yogur con un hilo, como solian hacer los ninos antiguamente. Desde entonces mi padre estaba desaparecido en combate pues, al jubilarse, dado que ya me tuvo con cuarenta anos, se habia marchado a vivir a Suiza. Por aquel entonces me entere de que habia rehecho su vida con una marquesa llamada Agueda y que les iba bastante bien. De aquello si que me alegre mucho, pues el hombre apenas habia tenido ninguna relacion seria desde que mi madre murio, cuando yo contaba con dos anitos. Ya era hora de que fuera feliz como una perdiz y de que me dejara serlo a mi. Mi vida con Edu, en ese instante podia por fin verlo, habia sido un enganabobos como otro cualquiera. Para mi que todo iba sensacional, pero, cuando nos separamos, algunos de esos "amigos" de nuestro circulo empezaron a darle al pico y me dijeron que yo habia tenido mas cuernos que un ciervo. Entrecomillo lo de amigos porque ese tipo de personas siempre me han parecido correveidiles al uso. Mi verdadera amiga era Sofia, una especie de hermana a la que conoci en mi epoca del instituto, que se convirtio en mi tabla de salvacion desde que me separe. El verdadero problema fue que mi ex establecio una contienda legal de categoria a raiz de nuestra separacion. Por lo que pude saber, Marga era la ambicion en persona y le apreto bien las tuercas. --Yo he sido una tonta, siempre crei en tu palabra de que debia dedicarme en cuerpo y alma al nino durante sus primeros anos y que no nos faltaria de nada, ?y ahora que? --le pregunte cuando puso sobre la mesa de mi abogado aquella propuesta de convenio que no podia ser mas penosa para mi. --Tendrias que haber espabilado antes, Dafne, el mundo es como una jungla, ahora lo comprobaras... Si el mundo era una jungla, el era el rey de las hienas. Su unico proposito era sacar la maxima tajada de aquel divorcio a costa de cortarnos el grifo a tope a Eric y a mi. No quiero que se me malinterprete. Cierto que fui una incauta al creer en su palabra y al dedicarme a nuestro matrimonio y al nino, pero siempre tuve en mente volver a trabajar pronto. El caso es que cada vez que lo intentaba, Edu me decia que esperara un poco mas, a que Eric fuera algo mayor y entonces podria incorporarme con el en la compania en la que tambien ocupaba un altisimo cargo ya por aquel entonces, tras la jubilacion de su padre. Tonta de mi, porque lo que no queria mi marido bajo ningun concepto era que yo metiera las narices en sus asuntos. Y, como dinero era precisamente lo que le sobraba, preferia tenerme en una jaula de oro a salvo de comentarios...

  • Polos opuestos (Baile 1) de Monica Garcia

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    --Nos vemos manana, chicas --dije. Una a una mis alumnas fueron saliendo del aula en donde impartia clases de baile a ninas de entre seis y diez anos. Suspire mientras avanzaba hacia la parte trasera de la sala. Alli habia dejado mi bolsa y una fina chaqueta por si el dia se torcia. Abri la mochila y saque la botella de agua que siempre llevaba al estudio. La destape y di un gran trago. --Maddie --oi a mis espaldas. Me gire para encontrarme con Hayley, mi alumna mas joven --, tengo una duda. --Muestrame. --No se si he pillado bien el ultimo ejercicio de la coreografia. Le pedi que repitiera el rol rueda y asi lo hizo. Se tumbo en el suelo boca abajo y alzo las piernas a la vez que tenia la barbilla apoyada en el suelo. Poco a poco fue bajando las piernas hasta apoyarlas en el suelo delante de su barbilla, arqueando el cuerpo. La observe con detenimiento mientras ejecutaba el ejercicio. --Lo haces bien, pero debes tener cuidado a la hora de arquear la espalda. Ademas, debes alzar mas las piernas. No se si me he explicado bien --la fui corrigiendo. Ella asintio y repitio el ejercicio tal y como le habia dicho. --Bien hecho. Te veo manana, ?vale? La pequena afirmo con la cabeza con entusiasmo y salio disparada por la puerta hacia los vestuarios. Recogi mis cosas y sali de la sala que Hannah Brown, la directora de todo el estudio, me habia asignado para dar mis clases. Tenia que recorrer medio edificio para llegar al aula veintiseis, en donde ella nos daba clase a mis companeras de grupo y a mi. Diez minutos despues entre en los vestuarios. En ellos solo se encontraba Sarah, una de mis mejores amigas. Cada aula tenia el suyo adherido a ella. Se podia entrar a la clase por alli o por la puerta de entrada, aunque nosotras lo haciamos a traves del vestuario. --Buenas tardes, Maddie --me saludo. --Hola. --?Que tal la clase? Empece a cambiarme de ropa. Cambie mis gastados vaqueros por unas mallas ajustadas y mi camiseta de manga francesa por una camiseta verde sin mangas. --Bien. Creo que ya estan preparadas para competir. --?Se lo has dicho a Hannah? --pregunto. --Todavia no he tenido tiempo de hablar con ella. Me puse las punteras y despues me recogi el cabello en una trenza que me llegaba por debajo de los hombros. A mi lado, Sarah se hizo una coleta. Poco despues de terminar de prepararnos, Samantha, Emma, Tamara y Susana entraron en los vestuarios, todas ellas charlando entre si. --Muy buenas, chicas --nos saludaron, alegres. --Hola. Esperamos a que ellas terminaran de vestirse para ir juntas al aula. Esta era muy espaciosa, con los suelos revestidos en madera. El lado contrario a la puerta principal estaba ocupado por un gran espejo que terminaba un poco antes de donde se situaba la puerta de los vestuarios. Las paredes eran de un blanco impoluto y algunas zonas estaban tapadas por gigantescos posters de bailarines famosos que habian estudiado en ese mismo estudio. Practicabamos baile de lunes a viernes y algunos fines de semana. Empezabamos a las cinco de la tarde y terminabamos a las nueve, aunque habia algunos dias que las sesiones se alargaban o que, debido a algun concurso importante, nos veiamos obligadas a faltar al instituto. Concursabamos todos los fines de semana, los sabados para ser mas exactos. Como era de esperar, llegamos antes que Hannah, quien seguramente estaria entretenida dando clase o analizando concienzudamente algunos papeles. Ella se tomaba muy enserio su trabajo y, por ende, era muy dura con nosotras. Queria sacarnos el maximo partido a todas. Sarah y yo fuimos hacia una esquina y nos pusimos a estirar los musculos mientras charlabamos sobre asuntos triviales. Minutos mas adelante, mientras me tocaba la punta de los dedos de los pies teniendo las piernas completamente estiradas, Hannah Brown irrumpio en la estancia. El cabello lo llevaba recogido en un apretado mono del que se le escapaban un par de mechones castanos. Observo con seriedad el espacio, comprobando que todas estuvieramos alli. --Siento el retraso, chicas. La clase que he tenido a las cuatro se ha alargado considerablemente. --No pasa nada, Hannah --la tranquilizo Tamara, sonriendole. Todas nos acercamos a ella, formando un circulo a su alrededor. Como ya estabamos a mediados de semana sabiamos cual era nuestro papel en la competencia de este fin de semana; en mi caso, solo actuaria en el baile grupal. Estabamos esperando instrucciones. --Bien, chicas. Como sabeis, la competicion de este fin de semana es bastante importante. En ella bailaran los mejores estudios de la zona, asi que debeis ir a por todas. <<Empezaremos por el baile grupal. Despues, Tamara ensayara su solo. Cuando termine con ella, Samantha hara el suyo. Por ultimo, volvereis a practicar lo primero que he dicho --nos explico mirandonos a cada una--, ?entendido? Asentimos con la cabeza, sin decir ni una sola palabra. --Bien, en ese caso podemos comenzar. *** Volvi al Moonlight completamente reventada. El ensayo habia sido agotador, tanto que apenas podia mantenerme en pie. Hannah se habia esmerado con la clase de hoy. Segun ella, todo debia salir a la perfeccion. Sonrei al ver la enorme verja de hierro forjado y los setos que rodeaban los terrenos del orfanato. Saque las llaves de la bolsa y meti la mas pequena en la abertura de la cerradura. La gire hasta que se abrio con un clic. Entre cerrando la verja a mis espaldas y avance por el jardin delantero, plagado de flores y arbustos, hasta llegar a la entrada principal del Moonlight. Repeti el mismo gesto y entre. --Maddie --dijeron Maya y Owen, levantandose del sofa y viniendo corriendo hacia mi. Abri mis brazos y los abrace con fuerza, besando sus coloradas mejillas. --?Que tal estais, preciosos? --pregunte sin soltarles, poniendo la voz mas grave, tal y como se les habla a los ninos pequenos. Despues, avance por el salon hasta sentarme en uno de los numerosos sofas con ellos encima de mi regazo. Maya y Owen eran los mas pequenos que vivian en el Moonlight. Ambos tenian seis anos y eran adorables. Siempre estaban juntos, a todas horas, y nunca se peleaban; es mas, Owen siempre defendia a Maya en el colegio cuando alguien se metia con ella. --Muy bien. Hemos empezado a aprender a escribir palabras largas --dijo con orgullo Owen. --Tambien nos han ensenado a escribir varios numeros --agrego Maya sonriendo. Ambos me miraban con la emocion reflejada en sus rostros infantiles. --!Que mayores os estais haciendo! Que rapido pasaba el tiempo. Todavia recuerdo el dia en que empezaron a ir a preescolar, lo asustados que estaban ambos. Sonrei al recordarlo. Los dos rieron por mi comentario. --Todavia somos ninos, por si eso te consuela --hablo Owen en cuanto paro de reirse. Sonrei con dulzura y, acto seguido, les hice cosquillas. Unos pasos resonaron por toda la estancia, provocando que parara de torturarles. En el salon entro Kara, la directora del Moonlight, seguida de Alvaro, su marido, con quien compartia el cargo. Los dos discutian sobre algo. --...Te digo que no podemos permitirnoslo --decia ella frunciendo el ceno. --Y yo te digo que si. Podriamos... --Alvaro callo al vernos. A pesar de haber pocos internos en el hogar, los gastos eran excesivos. Entre el colegio, el instituto, las extraescolares y los gastos que generaba el Moonlight andaban justos de dinero. Es por eso que yo habia decido dar clases de baile, para ayudarles con los gastos, ya que la academia de baile a la que asistia era muy cara. Como las clases privadas eran las mas costosas, habia decidido pagarmelas. --La cena esta lista, chicos --comento Kara intentando que olvidaramos lo que habiamos oido. En cuanto esas palabras salieron de su boca, los ninos salieron disparados hacia el comedor, dandoles un beso en la mejilla a ambos antes de marcharse por la puerta. --?Tan mal esta la cosa? --pregunte cuando estuve segura de que nadie mas nos oia. Kara se toco el puente de la nariz con frustracion y Alvaro suspiro con pesadez. Las ojeras eran notables en ellos. Parecian agotados y estresados a la vez. --Hablaremos de ello luego. Ve a cenar --me ordeno Alvaro. Asenti con la cabeza. Subi las escaleras de caracol y camine por el largo pasillo hasta llegar a la habitacion que compartia con Lea. En total habia siete dormitorios: tres para las chicas y cuatro para los chicos. Si a eso se le sumaban la habitacion de los directores mas las de las cuidadoras y la de la cocinera... Ademas, por cada habitacion habia dos personas, salvo en el caso de las ninas mas pequenas, quienes dormian juntas. El caso es que entre y fui hasta el fondo de la estancia. Deje mi mochila de baile en mi cama, bajo una de las ventanas del gran dormitorio. Habia tres camas, aunque la habitacion solo estaba ocupada por Lea y por mi. Habia espejos aqui y alla y tres grandes armarios. Las paredes eran de un tono rosa pastel y el suelo estaba cubierto con una gran alfombra morada. Cuando baje al comedor, todos estaban alli, esperandome. Me sente entre Lea y Maya y, despues, me servi un buen plato de ensalada de pasta. --?Que tal las clases? --pregunto Lea mientras pinchaba una espiral con el tenedor. --Muy bien, la verdad. Cada vez ejecutamos mejor el baile grupal. Hoy, sin ir mas lejos, Hannah nos ha felicitado y nos ha dicho que si lo hacemos con la pasion con la que ensayamos, seguramente ganaremos el concurso del sabado. --?Sabes donde va a celebrarse o todavia no os ha revelado el lugar? Sonrei. --Va a ser aqui, en Portland. Mi amiga, quien habia estado bebiendo un sorbo de agua, casi se atraganto. Empezo a toser, dandose suaves palmadas en el pecho. --?En Portland? --pregunto en cuanto se hubo calmado. Asenti con la cabeza. --!Eso es estupendo! !Podre verte sin tener que salir de la ciudad! Rei al notar el entusiasmo que destilaba su voz. Normalmente los concursos solian ser en ciudades cercanas; por eso estaba tan emocionada Lea, porque se ahorraria el viaje. --?Que pasa en Portland? --pregunto Kara, mirandonos a ambas con el ceno fruncido. Seguro que estaria preguntandose en que andariamos metidas. --El concurso de Maddie --contesto Maya antes de que pudiesemos hacerlo nosotras. Nos la quedamos mirando sorprendidas--. ?Que? --pregunto la pequena--. Hablabais muy alto. --Asi que es en la ciudad... --dijo Alvaro pensativo--. ?Sabes ya la hora? --Empezara a eso de las cinco, mas o menos. Pero yo debo estar dos horas antes para prepararme --explique. --Estaremos ahi para animarte --me dijo Owen. --En primera fila --agrego Amber. Despues de eso, el comedor se quedo en silencio. Solo se oia el ruido que producian los cubiertos al chocar con los platos. Pocos minutos mas tarde, Lea me pregunto por las clases que daba y yo le conte lo orgullosa que estaba de mis ninas. Estaba completamente segura de que estaban preparadas para competir y asi se lo habia dicho Hannah, quien habia quedado conmigo en ver la clase de manana para determinar si estaban preparadas o no para asistir a concursos de baile. --Ojala estes en lo cierto y puedan participar --dijo Lea sonriendo--. Estoy segura de que eres una gran profesora. Me sonroje ante su comentario. Ni siquiera habia pensado en eso. Si mis alumnas tenian el nivel suficiente como para competir, eso significaria que mis clases habian dado sus frutos. --Yo tambien lo espero. Capitulo 2 Eric El maldito despertador casi me provoco un infarto. Maldiciendo, le di un manotazo, tirandolo al suelo. Di media vuelta en la cama, tapandome de nuevo con la sabana. --!Eric, es hora de levantarse! --grito mama desde la puerta de la habitacion pasados unos minutos, tocandola con fuerza. --Cinco minutos mas... --murmure adormilado. Oi como la puerta se abria con fuerza y enseguida empece a escuchar las pisadas de mama. Maldicion, habia entrado en mi dormitorio. --!Vamos o llegaras tarde! --Me zarandeo con fuerza. Me levante a reganadientes. Odiaba madrugar. Maldito instituto que nos obligaba a levantarnos temprano. Mi madre salio de mi territorio y pocos minutos despues fui al bano para darme una ducha de agua fria, a ver si asi lograba despejarme del todo. Cinco minutos despues, sali con una toalla enrollada en mi cintura. Seque mi cuerpo con rapidez y me puse una muda. Acto seguido, cogi del armario unos pantalones vaqueros y una camiseta gris, y me vesti. Cuando baje a desayunar, todos se encontraban en la mesa de la cocina. Papa leia el periodico mientras fruncia el ceno debido a alguna noticia que le desagradaba; mama preparaba el desayuno entonando en voz baja una cancion; Dylan y Andrew discutian tal y como lo hacian todas y cada una de las mananas; y Hayley tomaba en silencio su desayuno. --Buenos dias, familia. --Buenos dias, hijo --dijeron mama y papa a la vez, como si estuvieran sincronizados. Me acerque a mi madre, que seguia preparando el desayuno, y deposite un beso en su mejilla. Repeti el gesto con papa y con Hayley. Dylan y Andrew se creian demasiado mayores como para recibir besos. Me sente al lado de mi hermanita menor y cuando mama deposito mi desayuno en la mesa, lo devore. --Papi, recuerda que debes llevarme a clase de baile --le recordo Hayley. Todas las tardes ella daba clases de baile en la mejor academia de Portland, el Hannah Brown Studio. La que normalmente la llevaba era mama, aunque ese dia no podia porque le habian adelantado una operacion. Mama era cirujana y papa, periodista. --Tranquila, pequena, no lo olvidare. --Dejo el periodico sobre la mesa y sonrio con ternura. Termine mi desayuno y una vez deje mis cosas en el fregadero, subi a mi habitacion. Alli cogi la mochila con los libros. A continuacion, sali de mi habitacion y baje corriendo las escaleras. --!Me voy! --grite para que todos me oyeran. --!Ten un buen dia! --oi que decia mama desde la cocina. Sali de casa cerrando la puerta con un ruido seco. Camine hasta la acera, en donde estaba aparcado mi deportivo negro, regalo de cumpleanos de mis padres. Subi en el dejando la mochila en el asiento del copiloto, meti las llaves de contacto y las gire, provocando que el motor rugiera con fuerza. Sonrei, me encantaba ese coche. Conduje por varias manzanas hasta llegar a la casa en donde vivia mi mejor amigo, John. Ambos habiamos ido a la misma escuela primaria y desde el primer momento estuvimos juntos. Le vi sentado sobre el pavimento, mirando su telefono movil con interes. Toque el claxon antes de parar a unos metros de el. John alzo la cabeza, sobresaltado por el estridente sonido, pero cuando vio que era yo, sonrio burlonamente. --Ya te ha costado llegar --dijo a modo de saludo, rodeando el coche y ocupando el asiento del copiloto, aunque primero tuvo que quitar mis cosas de ahi. --Yo tambien me alegro de verte. Una vez mi amigo estuvo asegurado, arranque de nuevo el coche. --Odio las clases de hoy --comento John mientras miraba por la ventana. --Yo tambien las detesto. Ademas, hoy tenemos dos horas seguidas de matematicas. --Buf, ni me lo recuerdes. Solo de pensarlo me da dolor de cabeza. --Se llevo las manos a la cabeza exageradamente provocando que se me escapara una sonora carcajada. --!Que dramatico eres! ?Por que no te apuntas al club de teatro en vez de a baloncesto? --me burle. John me miro con total seriedad. --Ni de cona. Todos sabemos que ese club esta plagado de inadaptados sociales. Los siguientes cinco minutos transcurrieron en silencio, sin contar el hecho de que mi amigo se puso a buscar una emisora de radio que al final no encontro, ya que cuando llegamos al aparcamiento del instituto todavia seguia canaleando. Aparque el coche en donde solia dejarlo, cerca de la salida. --?Que tal te fue ayer con Tessa? --me pregunto a la vez que avanzabamos por el mar de gente. Hice una mueca. Ayer habia ido a su casa con la excusa de que me explicara un ejercicio. Habia intentado por todos los medios acostarme con ella, en vano. Esa chica no se enteraba de mis indirectas. --Ha sido horrible. Pese a que lo he intentado con todo, no captaba nada. Estaba empenada en explicarme las malditas derivadas. --Y eso ha sido un duro golpe para tu ego, ?verdad? --se burlo el haciendo una mueca. --No hablemos de mi ego --resople mientras entrabamos. Cuando estabamos lo suficientemente cerca de nuestras taquillas, divise a Jack, a Ethan y a Caden. Los tres estaban rodeados de chicas que iban ligeras de ropa y que coqueteaban con ellos sin parar. --?Que pasa, chicos? --nos saludaron mientras se apartaban de las chicas. Chocamos los punos a modo de saludo y fuimos directamente a nuestras taquillas. Puse la combinacion y la abri. Deje la mochila y saque los libros de las materias que tenia a la manana, en este caso tendria dos horas seguidas de matematicas. Tuve que esperar a que los lentos de mis amigos cogieran sus cosas, ya que de vez en cuando se paraban a hablar como marujas en un mercado. Sonrei ante esa idea. No me los imaginaba en un mercado chismorreando con senoras mayores. El timbre me devolvio a la realidad, y parece ser que les dio el empujon que necesitaban para terminar de coger lo necesario de las taquillas, ya que pocos segundos despues los tenia a mi lado. Los cinco nos pusimos en marcha. Andabamos con tranquilidad, total la clase no se moveria de sitio. De vez en cuando, la gente se giraba para lanzarnos miradas; muchas de ellas eran de admiracion o deseo, y otras, de pura envidia. Nosotros eramos los chicos mas deseados de la escuela. Todas las chicas suspiraban por nuestros pies. Yo nunca habia tenido una relacion duradera; lo mio era rollo de una sola noche. No me gustaba comprometerme y eso las chicas lo tenian claro. Cuando llegamos al aula, esta estaba ya repleta de companeros. En la primera fila ya se encontraban sentadas las empollonas de clase, dos chicas inadaptadas que siempre sacaban buenas notas. Charlaban animadamente sobre un tema que desconocia y que me importaba mas bien poco. A su lado tambien estaban sentados los que querian sacar buenas notas, aunque no lo eran tanto como las de ellas. En las filas centrales se sentaban los alumnos que no sacaban ni buenas notas ni malas notas. Y en las ultimas filas nos sentabamos nosotros, a los que menos nos importaba la asignatura. Nos acomodamos en nuestros sitios y nos pusimos a hablar hasta que el profesor nos mando callar. Las dos horas se me hicieron eternas. No entendia nada de lo que el profesor explicaba, por lo que los ejercicios los hacia de pena. Mis amigos intentaron ayudarme, sin exito. Era un zoquete. Al final de la clase el profesor me pidio que me quedara unos minutos porque queria hablar conmigo. Asi que me despedi de mis amigos y espere a que todos hubieran salido. --Senor Woods --me saludo--, ?sabe por que esta aqui? --No, senor. ?Por que razon querria hablar conmigo ese senor bajito, calvo, gordo y sudoroso? El profesor de matematicas era un tipo peculiar. Sudaba a mares todos los dias del ano y normalmente vestia con unos trajes que realzaban su descomunal barriga, ademas de ser totalmente espantosos. Pero lo peor de todo era su rostro arrugado, cuya guinda del pastel era su horrible uniceja. --Esta a punto de suspender mi asignatura. Palideci. !No podia ser posible! Pese a que se me daban muy mal las matematicas, siempre aprobaba esa maldita asignatura. Ademas, necesitaba aprobar todas para poder jugar en los partidos de baloncesto. --Es imposible --me negue a creerlo. --Mirelo usted mismo. Todos y cada uno de los ejercicios que ha hecho han estado mal. No solo eso, no se esfuerza en mi asignatura. Asi que como suspenda el examen, no aprobara--. Se paso un panuelo por el cuello y por la cara para secarse el notorio sudor. Reprimi una mueca de repulsion. --!No puedo suspender! --La rabia me consumia. No queria creerlo. Necesitaba con urgencia aprobar esa asignatura. --Creame, yo tampoco. Es por eso que se me ha ocurrido ponerle un tutor particular que pueda darle clases por la tarde. ?Que le parece? Lo sopese. Su oferta era muy tentadora. Pero no sabia si serviria de algo o no, teniendo en cuenta que no se me daban bien las mates. Ademas, ?quien sabia quien seria la persona encargada de ayudarme? Lo que menos queria era un friki a mi alrededor, dandome ordenes. Pero, por otro lado, lo necesitaba. Si no, suspenderia. --Esta bien. ?Cuando podria empezar con esas clases y con quien las haria? --pregunte. Sonrio. --Manana mismo puede empezar cuando le presente a su tutor. *** --?Profesor particular? --John no se lo creia. Abria mucho los ojos, tanto que parecia que se le iban a salir de sus orbitas. Hice un movimiento afirmativo con la cabeza. --?Como es eso de que vas a suspender? --Jack estaba estupefacto--. No puedes suspender. --?Crees que no lo se? --exclame pinchando un trozo de carne con el tenedor. Nos encontrabamos en el comedor del instituto, rodeados de gente que hablaba. La intensidad de las voces era tal que teniamos que alzar mucho la voz para oirnos entre nosotros. --?Y quien va a ser el afortunado de aguantarte? --pregunto Ethan. --?Aguantarme? Yo voy a ser el que tenga que aguantarle --dije molesto. La idea de que alguien tuviese que ayudarme no me gustaba ni un pelo--. Ademas --anadi--, el muy canalla del profesor no me ha dicho quien es. --Seguro que es uno de los empollones de clase --comento Caden mirando la mesa en la que estaban sentados un grupo de ellos, charlando animadamente, ajenos a nuestra conversacion. Suspire pesadamente. Lo que menos queria era que fuera uno de los sabelotodos de la clase, pero, bueno, no estaba en mis manos decidirlo. Terminamos el almuerzo y depositamos nuestras bandejas en su sitio. Estabamos avanzando por el pasillo, camino hacia las taquillas para coger las mochilas, ya que por la tarde no teniamos clase, cuando, de pronto, choque contra alguien, quien cayo redondo al suelo. Mis amigos y yo reimos por su torpeza. --Mira por donde vas, friki --dije.

  • Un viernes cualquiera de Luis A. Santamaria

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    --!Vaya dia de mierda! En un pequeno estudio de alquiler situado en el centro de Madrid, una muchacha se acababa de quemar las manos en su intento fallido de sacar un bizcocho del horno. Si el bizcocho quedo como para que se lo comiera Rafiki --un simpatico conejo domestico--, las manos de la joven no salieron mejor paradas. Corrio hacia el cuarto de bano y coloco las palmas enrojecidas bajo el chorro de agua fria. No era una solucion, seguian en carne viva. <>, procuro adivinar mientras se retorcia de dolor. Desecho la idea de la crema dental por parecerle estupida, y termino untandose crema para la piel. Las manos aun le temblaban del dolor, pero el alivio fue el suficiente como para que dejase de llorar. De pronto, algo sucedio en el estudio. La muchacha detecto con el rabillo del ojo como algo se deslizaba a traves del parque del pasillo. ?Una carta? Con el ceno arrugado, salto a ver que era. Fue al agacharse cuando descubrio que no se trataba de una carta, sino de una sencilla hoja de libreta. Sin comprender, dirigio su mirada hacia la puerta principal. Permanecia cerrada. <> Subitamente le vinieron algunas historias de atracadores nocturnos que en los ultimos meses habian estado sembrando el panico en la capital. Con una cautela algo impropia en ella, desplego el papel con dificultad (las manos le temblaban ahora incluso mas que antes). Venia escrito a lapiz, con una caligrafia torcida y alocada. Acuclillada contra la pared del pasillo, comenzo a leer: <> ?Asi que se trataba de una broma? Sus ojos enfurecieron. Lo que menos necesitaba ahora era a un adolescente enamorado que se plantara frente a su casa como un personaje salido del cerebro de Shakespeare. Restandole importancia al asunto, se incorporo y se dirigio a la cocina, donde el Rafiki habia empezado su particular banquete a base de bizcocho chamuscado. La muchacha casi estrujo el papel con sus manos hasta convertirlo en una bola, pero cambio de opinion en el ultimo momento. En su lugar, abrio el cajon destinado a la propaganda de comida basura y lo guardo en su interior. <>, penso. <> Segundo viernes Lo normal hubiera sido que se sintiera relajada, que era el estado que adoptaba cada vez que se tumbaba en el sofa con uno de sus libros de aventuras. Sin embargo, ese viernes, algo le estaba obligando a ladear su cabeza cada pocos segundos para comprobar que todo seguia en orden en la zona del pasillo. Habia transcurrido justo una semana desde que recibiera aquella extrana declaracion por la rendija de la puerta. No es que en verdad pensara que el acosador anonimo regresaria como habia prometido en su escrito, pero esa noche no saldria de casa, por si acaso. Se le helo la sangre cuando, en uno de sus fugaces vistazos, descubrio un nuevo trozo de papel, de igual aspecto que el anterior, resbalando por el suelo. Trago saliva y examino su propia puerta con recelo, como si alguien estuviera forzando la cerradura y pudiera entrar en ese preciso momento con un machete. Conto hasta cinco y se calmo un poco. Dudo. ?Deberia leer el contenido del papel? Estaba segura de que, dijera lo que dijera la dichosa nota, rondaria su cabeza durante el resto de la semana. Y eso no era sano. Finalmente, se aproximo a la hoja y la leyo con el miedo de quien saca una bandeja de bizcochos sobrequemados del horno. <> Completamente fuera de si, la muchacha corrio hacia el salon, donde cogio un papel y un lapiz y escribio algo entre jadeos. Despues regreso hacia el pasillo y deslizo su papel hacia el descansillo. <> Detras de su apariencia enclenque, se escondia una mujer de armas tomar que no estaba dispuesta a que un chiflado le amargara con sus jueguecitos cada tarde de viernes. Justamente su dia preferido de la semana. !No lo iba a tolerar! Contra todo pronostico, su amenaza recibio respuesta, como no, en forma de papel. <> ?A que demonios estaria jugando aquel hombre? Tercer viernes Viernes otra vez. Dichoso viernes. Lo unico que se escuchaba por encima del opresivo silencio era el segundero del reloj de la cocina martilleandole el cerebro. El tiempo parecia transcurrir increiblemente despacio mientras Angie esperaba la nueva nota de su admirador. ?Que podia hacer, dadas las circunstancias? Una opcion era salir a dar un paseo y no volver hasta la noche. De esa forma, no se enteraria de nada. El admirador vendria, ella no estaria en casa, y el mundo seguiria girando como si nada. Sin embargo, al regresar, veria el papel en el suelo, de modo que su plan no habria servido de nada. No hubo dia en la semana en que no pensara en llamar a la policia. Pero, ?que iba a decirles? ?Que un chico habia venido, se habia parado en el descansillo y habia dejado una carta? ?Quien habria sido la loca entonces? Ademas, a decir verdad, aquel chico --hombre, o lo que fuera-- no parecia peligroso. Y en el caso que lo fuera, como medida desesperada, siempre podria utilizar a Rafiki como perro guardian... Angie se encontraba en medio de este dilema emocional cuando, !voila!, aparecio la nueva carta: <> La muchacha se quedo petrificada con el papel en las manos. <> ?Que se suponia que debia hacer? Se disgusto consigo misma por pensar siquiera en seguir el juego del misterioso individuo, y se alejo de la puerta. Luego, en un ataque de insensatez, y guiada por un impulso surgido de un punto recondito de su cerebro, se giro y corrio para abrir la puerta de golpe. El descansillo estaba desierto. Seguramente habia transcurrido mas de un minuto desde que leyera la carta, por lo que el tiempo establecido por el se habia agotado. Angie suspiro. --Esto es ridiculo --farfullo. Despues cerro la puerta con rabia. Una cosa era clara: aquel hombre seguia las reglas del juego, sus propias reglas, al pie de la letra. Un juego en cuya partida ella acababa de entrar. Cuarto viernes Angie estaba de pie, frente a la puerta, ansiosa como una nina el dia de reyes. Tenia un plan. Despues de sopesar diferentes opciones, habia decidido que lo mas sensato era obtener cierta informacion antes de actuar precipitadamente. El plan era sencillo. Habia escrito, en letras grandes, una pregunta en un folio. ?DE QUE ME CONOCES? Cuando el visitante misterioso apareciera, la filtraria por debajo de la puerta. La primera parte del plan, que consistia obviamente en que el desconocido hiciera acto de presencia, no se hizo esperar. La carta del especimen anonimo enseguida surgio por la rendija. Puntual como un reloj, a las ocho en punto de la tarde, como siempre. Angie se agacho para leerla haciendo el menor ruido posible, y supo por primera vez que el sabia que ella estaba alli y, mas aun, el sabia que ella sabia que el estaba alli. Un embrollo de narices que le hizo sentirse especial por un momento. Leyo la nueva carta: <> Angie se mordio el labio inferior y rapidamente envio su nota hacia el otro lado. Espero en silencio. Decidio pegar la oreja a la madera de la puerta con la intencion de escuchar algo, como si el sonido que pudiera hacer una persona con un lapiz y un papel sirviera para determinar si es buena persona o, quiza, un psicopata. No se apreciaba el mas minimo sonido. Casi se le escapo un gemido al comprobar que su nota habia recibido contestacion. Aun mas excitada, la desplego: <>

  • Inteligencia emocional en la empresa de Daniel Goleman

    https://gigalibros.com/inteligencia-emocional-en-la-empresa.html

    Inteligencia emocional en la empresa de Daniel Goleman es un volumen de la coleccion <> de Conecta, que reune las ideas esenciales para el profesional y la empresa de hoy por los autores de referencia.

  • Dreamers de Ana Idam

    https://gigalibros.com/dreamers.html

    Ane ha vuelto a su ciudad de origen y ha hecho realidad su sueno.Martin lleva anos tatuando pieles, pero sigue sonando despierto.Martin cree que afronta su pasado con fortaleza.Ane tiene miedo, pero trata de buscar su esencia.Un cafe, un rastro de tinta en su piel. Musica y libros, desayunos que se convierten en un lugar de encuentro.Escudos que les protegen, mentiras demasiado usadas; hay vidas que pesan.Pero a pesar de todo, poco a poco, entre Ane y Martin ira creciendo algo mas que una simple atraccion. ?Podran superar los pesados obstaculos sin que se tambaleen sus vidas?Entra y suena con ellos, con esta historia narrada a dos voces, se testigo de como mojan sus suenos en cafe y los hacen realidad.

  • Una Vez Tomado (Un Misterio de Riley Paige 2) de Blake Pierce

    https://gigalibros.com/una-vez-tomado-un-misterio-de-riley-paige-2.html

    Mujeres estan siendo asesinadas en el norte del estado de Nueva York, sus cuerpos encontrados misteriosamente colgando en cadenas. El FBI esta en el caso. Dada la naturaleza bizarra de los asesinatos y la falta de pistas, solo hay una agente a la que pueden recurrir-la Agente Especial Riley Paige.

  • Los 3 suicidios de Marcos Ruiz de Julio Marin Garcia

    https://gigalibros.com/los-3-suicidios-de-marcos-ruiz.html

    ?Si pudieras dar un paso atras cambiarias algo de tu vida? ?Si hubieras hecho algo malo, tan malo, que pudiera repercutir en que una persona quisiera quitarse la vida, podrias dormir por la noche?
    <<-Marcos, deja de jugar -dijo la voz de Sarita>>.