• ani palacios - Ani Palacios

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    Novela – Viuda a temprana edad y sin gran experiencia personal o profesional en la vida, Belen Cuevas es rescatada por su mejor amiga de la juventud, Pachuli Brown, de una depresion inmovilizante por la muerte de su esposo. En viaje de reinvencion, Belen se descubre como mujer madura, lista para empezar una carrera y, tal vez, encontrar un nuevo amor. Pero la vida decide tirarle nuevas, enredadas y hasta comicas experiencias antes de permitirle dar un verdadero nuevo paso.

  • Ani Palacios - Literatura y ficci�n / Er�tica: Libros ...

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  • Noche de penas Versi�n Kindle - Libros - Amazon.es

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    Mirar en el interior de este libro. Noche de penas de [Ani Palacios]. Sigue al autor.

  • Ani Palacios | Penguin Libros ES

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  • Ani Palacios: libros y biograf�a autora - Lecturalia

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    Periodista y escritora peruana, Ani Palacios reside en Estados Unidos donde ha trabajado para diversas multinacionales y ha destacado por su activismo en ...

  • ani palacios - Iberlibro

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    De una a siete de Ani Palacios, FAlix Quevedo, Enrique Infante, Patricia Gabela, ... Angeles Casasola, Marisol RodrAguez y una gran selecci�n de libros, ...

  • Perfil de Escritora: Ani Palacios

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    Ha ganado doce International Latino Book Awards, tres de ellos primer puesto por mejor novela. Es fundadora de la Sociedad de Escritores de Columbus (Ohio), y ...

  • Ani Palacios - Pukiyari Mundo

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    Ani Palacios es una escritora y periodista peruana que emigr� a los Estados Unidos en ... Contacto Latino Libros y 2013 Penguin Random House/Alfaguara), ...

  • Todos los libros del autor Palacios Ani

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  • plumbago torres y el sue�o americano (ebook) - Casa del ...

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  • nos vemos en purgatorio (ebook) - Casa del Libro

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  • El arte de la fuga de Vicente Valero

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    En verdad ninguno de los frailes apinados en aquella celdilla fria y oscura consiguio ver que el alma saliera de su boca, solo puntos amarillos de saliva expulsados de la lengua llagada, cuando el estertor se transformo en un suspiro ultimo, negro como el crujido de un alamo en la noche de invierno. Asi pues, pensaron todos entonces, el alma de los santos enamorados tambien era invisible; es decir, que se escurria como cualquier otra entre los labios resecos, casi azules, sin ser vista ni oida, para buscar inmediatamente despues, ansiosa, la frente ungida con los oleos y poder de esta manera tomar impulso hacia lo mas alto, deslizarse por fin hacia una paz definitiva. Hubieran dado todo cuanto poseian --aunque esto es, por supuesto, solo un decir, pues nada poseian aquellos pobres rezadores-- por contemplar el cuerpo moreno y entregado de la Amada, incluso sospechando que aquel deseo pudiera ser impuro, como tantos otros deseos del hombre, si bien las sagradas escrituras nada decian sobre aquel asunto. Pero Juan acababa de morir, se trataba ya de un hecho indiscutible, y en aquella covacha desnuda ni los descalzos de Ubeda ni aquellos otros llegados de Baeza y La Penuela habian conseguido vislumbrar el vuelo ultimo del alma, aunque Dios ya andaba por todas partes en aquella hora nocturna, nadie podia dudarlo, Dios era un olor bendito que emanaba de la carne podrida y de sus vapores todavia calidos, una luz humeda, casi irrespirable. Hacinados e inquietos, aquellos hombres flacos y devotos de la Virgen del Carmen se habian asomado a la boca del moribundo con la esperanza de ver. Alli buscaron, con los ojos bien abiertos, emocionados, unidos en el mirar, un ultimo rescoldo, una sombra palpitante, la mariposa de la fe. El poeta, el santo, el mistico, aquel fraile distraido y un poco loco --?cual de todos ellos era entonces o a cual se le esperaba mas alla de la vida y la muerte?-- se habia consumido entre estertores, despues de haber escuchado una vez mas las preciosas margaritas de Salomon, el canto perfecto del amor perfecto, y sus ojos empezaban a divisar una oscuridad nueva, todas las llagas de su cuerpo ardian como antorchas en la noche --?a que esperaba entonces el Amado?--, mientras los frailes besaban sus manos y sus pies, esperaban la salida fulgurante de la esposa. Dejaremos dicho aqui para empezar que durante aquel largo otono andaluz del ano 1591 hubo sol y hubo tormentas, despues de los ultimos sudores empezaron a caer las hojas de los arboles, llego por fin un dia la nieve a las cimas serranas, el cielo se lleno de nubes grises. Nadie sabe como seran sus ultimos dias, si hara frio o calor, si llovera y los rios inundaran calles y sembrados, si habra sequia y enfermaran los animales, o si la luz del sol, como una mano de madre imperecedera, acariciara una a una todas las palabras de la despedida. Puede que Juan supiera, sin embargo, cuando escogio Ubeda y no quiso ir a Baeza ni a Linares, como le suplicaron los frailes campesinos de La Penuela --aquel lugar silvestre donde comenzaron sus heridas--, que en su morir habria cielos de otono cada vez mas frios y solitarios, como los que su alma deseaba, pero el abrazo tambien de los hermanos descalzos y la fe no menos calida de los vecinos que nada sabian de el, que nunca habian oido hablar de sus canciones, y que su cuerpo imploraba tal vez como el de un nino desamparado. Durante aquellos casi ochenta dias ultimos que paso Juan en el convento ubetense, las noches fueron haciendose cada vez mas largas y oscuras, como el dolor de la carne y la soledad del sacrificio, pero no por ello la dulzura del otono estuvo ausente en aquella celdilla con su plenitud de estacion profunda y generosa. Asi, durante aquellos dias, hubo pajaros tambien en la ciudad, estorninos y petirrojos, grullas de paso, zorzales y codornices. Hubo un repetido runrun de aguas sobre las piedras de las murallas y de las iglesias, que Juan podia oir tendido en su camastro, tal vez con cierto placer, o al menos con el alivio que la lluvia concede siempre a los sedientos, y un viento que soplaba y batia las ramas de chopos y naranjos. Pudo beber el zumo rojo de la granada, morder la carne amarga del membrillo. Y por el estrecho ventanuco es posible que entraran alguna vez tambien el aroma de los limoneros y la rafaga candente del relampago. Que al padre Crisostomo, prior del convento, no le viniera nadie con monsergas de milagros ni de versos, el era un hombre de pulpito y de tratados gruesos. No habia visto nunca a un santo, pero si a muchos extraviados que se decian poetas, incluso a algunos herejes alumbrados que habian merecido el castigo riguroso pero justo de Roma. Lo mejor era hablar poco con el enfermo y, a ser posible, que nadie supiera que estaba alli con ellos. No era este prior, a decir verdad, un hombre envidioso, pero si un fraile asustadizo, cumplidor y obediente, que maldecia la hora en la que a Juan se le habia ocurrido ir a morirse a su convento. Cuando lo vio llegar, aquel anochecer caluroso de septiembre, a lomos de un burro fatigado, ya se temio lo peor. Y lo peor era entonces solamente que aquel hombre a quien su propia orden habia perseguido, encarcelado y ahora tambien desterrado, cuyas cartas habian sembrado las clausuras de palabras dudosas y de sofocos misticos, llegara ahora a Ubeda para repartir rimas y milagros. Se prometio entonces a si mismo, mientras Juan se bajaba con dificultad del pollino, que no se lo permitiria y, sobre todo, que no se dejaria enganar por el, por su habito raido y sucio, por su ya celebre jerigonza de nadas y desiertos, y menos aun por sus jaculatorias contra incendios y tormentas. Que habia venido a buscar exactamente el perseguido, sin embargo, lo sabria el prior muy pronto, cuando Juan cayo desmayado en la puerta del convento, con sus llagas y sus calenturas, porque aquella debilidad tan cierta --con aquel rostro suplicante y famelico, con aquel temblor de piernas-- le dio a entender que el enfermo lo habia elegido precisamente a el para que guiara su alma por el sendero ultimo de la noche y se compadeciera de su cuerpo en los dolores terribles, y con ello tal vez para ser seducido tambien, oh Virgen piadosa, por aquellas metricas italianas del demonio. Para los hermanos aquellas heridas inmensas y aquel morir en la celda mas oscura del convento pronto se transformaron en pura alegria, una gracia especial del Amado, la musica presentida y tantas veces solicitada. Se lloraba por los pasillos y, a hurtadillas del prior, cantaban las canciones de Juan, se abrazaban y se besaban; la felicidad era entonces aquello, un ir y venir entre lagrimas incontenibles, traer las vendas limpias y dar a lavar las sucias, lamer las sucias por el camino, llevarse a la boca el pus, la sangre negra, la saliva del poeta, agradecerle a Dios aquellos liquidos, aquel enfermo unico. Una y otra vez por los pasillos se oian las canciones del alma y el esposo, que tan bien se sabian todos, aprendidas en otros conventos lugubres --tan oscuros y frios como aquella mazmorra toledana donde habian sido compuestas casi quince anos atras--, dichas y repetidas muchas veces, calladas tambien otras muchas, segun soplara el viento de la regla o del prior, favorable u hostil a la musica amatoria y al cantor de Avila, pero siempre luminosas en el corazon secreto de los humildes. Ah, el coro de descalzos, voces olvidadas por el mundo, rezadores de la vieja ciudad de Ubeda: Bartolome de San Basilio, dulce y generoso, antiguo discipulo de Juan; Alonso de la Madre de Dios, inteligente y agradecido, lector de salmos y profecias; Bernardo de la Virgen, hermano lego, de dia y de noche a los pies del moribundo, siempre el perro mas fiel; Diego Pablo de Jesus, modesto y pequeno como un jilguero de la vega, bondadoso; Pedro de San Jose, mundano y alegre como un vino nuevo de aldea. Coro insospechado de servidores, adoradores de llagas putrefactas, moscas benditas. Todo empezo en aquel solitario retiro de La Penuela, lleno de olivos y de vinas, entre ermitanos labradores, adonde Juan habia llegado a principios de agosto, en plena canicula, para cumplir nuevo destierro, sin oficio, solo como un descalzo mas. La brisa de Sierra Morena invadia todas las mananas aquellas celdillas blancas con su olor a tomillo y a encinar humedo, con su musica de currucas tempraneras. Una docena de hermanos barbudos y penitentes regaban las coles en silencio, sembraban el ajo y la cebolla, o recogian la aceituna. Habia en aquel lugar tan puro una alegria de uva andaluza y de amor a la Virgen, unos cielos azules sobre los roquedales altos, una fe felicisima. Por fin el poeta que amaba las soledades y la luz podia tambien gozar de ellas, despues de tantos anos de disputas capitulares y de vicarias nomadas, despues de interminables andaduras. Por fin el fraile que amaba la obediencia podia tambien gozar de ella como un imberbe novicio castellano. Se dijo despues que, en aquellos dias soleados, iba a rezar todas las tardes junto a una vieja fuente de montana, rodeada de laureles y lentiscos, por donde saltaban las liebres, susurraban las tortolas y vigilaban los cernicalos. De rodillas y con las manos unidas en el pecho, como era habitual en el, aspirando siempre a lo mas alto, a veces levitaba, esto tambien se dijo despues. De su boca brotaba entonces la palabra como el agua de la fuente, fresca y natural, transparente y solitaria. Era Juan en La Penuela, a solas con la esposa que llevaba dentro, en coloquio verdadero, con ella y con su Dios enamorado. No habia amargura en su corazon ni recuerdo alguno de sus perseguidores que, sin embargo, no cejaban y aun dilataban sus discursos difamatorios por las extensas comarcas del carmelo. O tal vez si, puede que hubiera cierta amargura todavia, esto lo decimos nosotros ahora, algun resentimiento, pues fue aqui mismo tambien donde escribio que mejor se estaba en compania de piedras y garbanzos que de apostoles locuaces, de criaturas mudas que de hombres envidiosos. Comia entonces pan de habas con hierbas cocidas y era feliz. Ya de noche, dormia sobre unos manojos de romero tejidos y de sarmientos a modo de zarzo y era feliz. Encendia la llama de amor viva, una y otra vez, reescribiendo pasajes inconclusos, penetrando en honduras incandescentes, dejandose iluminar por ella. Hasta que un dia de aquellos de verano llegaron tambien las fiebres, y con ellas el cansancio y el sueno, la mirada vidriosa, aquella sed.

  • Mi pequena de Luis Barrena Ugaz

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    Jean es un joven universitario, comun como cualquier otro. Trata de disfrutar cosas tan sutiles del mundo como un amanecer o un anochecer solitario, pero todo se ve perturbado cuando conoce a Sofia, una chica menor que el. En el trayecto de la historia el va aprendiendo que el amor es una eleccion que el decide vivir y experimentar; tambien aprende las diferencias del sexo con un cuerpo que amas y uno que solo sirve para saciar las ganas.

  • Un Duque Inaccesible de Lily Cerda

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    Lady Sophia Headfott, estaba en Londres disfrutando su primera temporada, pero como era una dama peculiar, y con una dote no muy sustanciosa, no era muy popular, y sumado a eso, estaba tambien la reputacion de su tio Roger, el Vizconde de Laughton, de caballero fuerte y sin ningun respeto por las normas, cuando se trataba de que algo o alguien le hiciera dano a el, o a su familia.

  • Icaria de Uwe Timm

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    Alemania, finales de abril de 1945. Michael Hansen, de veinticinco anos, regresa a su pais natal como oficial estadounidense y acepta un encargo del servicio secreto: debe averiguar que papel ha tenido un importante cientifico en el regimen nazi. Mientras aun se estan librando batallas regionales, Hansen sale de Frankfurt en direccion a Baviera y se instala a orillas del lago Ammer. En un anticuario de Munich conoce a Wagner, un disidente y antiguo companero de aventuras del profesor Ploetz, teorico de la eugenesia. Este le relata la historia de una amistad que nacio a finales del siglo XIX en Breslavia y que condujo a ambos estudiantes a Zurich y mas adelante a America, y que los enfrento en un debate acerca del mejor orden social: por un lado, el socialismo segun Marx, y por otro, el proyecto utopico de la comunidad <>, fundada en Estados Unidos por el revolucionario frances Etienne Cabet. La confesion vital de Wagner pone a Hansen tras la pista del pacto con el diablo que firmo Ploetz con los nazis, asi como del destino radicalmente distinto al que se enfrento el anticuario debido a su oposicion ideologica.

  • Rojo (Fundacion 2) de Carlos Sisi

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    America no responde. Ya nadie esta a los mandos. En el resto del mundo, los medios evitan usar la palabra “vampiro”. Los llaman El Enemigo, la Marea Roja, o metahumanos, pero se les llame como se les llame, estan llegando a Europa. Son cada vez mas fuertes. Las mentes sincronizadas de Elexia y Alkibiades estan despertando a los Nueve, y sus planes de venganza son imparables.

  • GIROS INESPERADOS (Dive Bar 2) de Kylie Scott

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    Lo que empezo siendo una relacion por Internet…?Podra convertirse en algo mas?
    Su hermano pequeno ha perdido el interes por ligar usando Internet asi que un dia Joe Collins, un barman atractivo y extraordinario, decide entrar en su cuenta y cerrarla… Hasta que lee sobre ella.
    Alex Parks es divertida, amable y bonita, todo lo que el ha estado buscando siempre en una mujer. En poco tiempo, ambos inician una relacion por email durante la que se cuentan incluso sus secretos mas oscuros… Y es que, cuando se trata de amor, lo mejor es ir al grano en lugar de dar rodeos.

  • Escrito en las estrellas de Raquel Silva

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    Despues de ocho anos en Londres, aun no me habia acostumbrado al cielo gris que solia cubrir la ciudad. Estabamos en pleno agosto y habia amanecido surcado de pequenas nubes de tormenta, que amenazaban con dejar caer un pequeno chubasco veraniego. Un atisbo de nostalgia cruzo mi mente al recordar el agradable clima que el verano ofrecia en New Bern y las refrescantes playas cercanas a mi antiguo hogar. Si bien era cierto que, en mi pueblo natal, los meses de verano eran de los mas lluviosos, el clima era humedo y las nubes solian cubrir el cielo durante la mayor parte del ano, extranaba sentir el calor de Carolina del Norte en mi piel. Guarde el paraguas en el bolso con la esperanza puesta en que el cielo se despejara y diera paso al sol sin derramar una sola gota de lluvia, pero ?a quien queria enganar? Lo primero que aprendi al llegar a Londres fue que siempre debes llevar un paraguas contigo. Yo lo aprendi de la peor manera posible, y mira que me lo advirtieron. Nunca sabes cuando las nubes grises que cubren la ciudad de Peter Pan pueden dejar caer alguna llovizna. Aquella tarde quise salir a explorar el barrio, necesitaba despejar mi mente y pense que un poco de aire fresco era lo que necesitaba. Mi padre me recomendo que llevara un paraguas, pero el sol estaba fuera y, aunque algunas nubes poblaban el cielo, no veia la necesidad de cargar con el. Definitivamente, fue un error. El sol dio paso a la lluvia a los diez minutos, calandome hasta los huesos, y tuve que regresar a casa a la carrera, tratando de evitar resbalar y caer en los charcos, aunque ?podria haber acabado mas mojada aun? Mi padre se paso una semana completa recordandome el pequeno incidente mientras yo no paraba de estornudar. Un escalofrio recorrio mi cuerpo rememorando ese dia, aun asi, no pude evitar sonreir al recordar lo ingenua que fui al pensar que el clima londinense seria como el tipico del Mediterraneo, del cual tanto habia oido hablar. --Adios, Floppy. Portate bien. Nos vemos a la hora de la cena --me despedi de mi pequeno companero de piso antes de cerrar la puerta de mi acogedor apartamento de Knightsbridge. Trece minutos mas tarde subia las escalinatas del Museo de Historia Natural, donde el senor Thompson me esperaba con el programa en la mano. --Hoy es el gran dia. ?Estas preparada? --me dijo mientras me tendia el folleto con la enorme sonrisa que lo caracterizaba surcando su rostro. Claro que lo estaba, o tal vez no. Aunque llevase esperando ese dia mucho tiempo, ponerme a hablar delante de tantas personas nunca habia sido mi fuerte. En cambio, habiamos trabajado mucho para que la exposicion saliera adelante, asi que tendria que reunir todo el valor que pudiese para enfrentarme a aquellas personas. Habia practicado mucho con Floppy, no tenia motivo alguno por el cual ponerme nerviosa. Mientras caminabamos hacia el interior del museo, no pude evitar sonreir, a pesar de los nervios que recorrian mi cuerpo. El senor Thompson habia dejado en casa su habitual look al mas puro estilo de Indiana Jones para sustituirlo por un esmoquin con pajarita, dandole el aspecto de una persona seria, tan alejado de su caracter real, cercano y jocoso. La gente no tardo en llegar. Personas de todas las edades estaban alli para ver aquello por lo que tanto habia luchado. Camine hacia el atril que habian preparado para mi y me pare frente a la multitud. Iba a ser mas duro de lo que esperaba. Cientos de ojos mirandome fijamente. --Buenos dias a todos --comence--. En primer lugar, me gustaria agradecerles que nos acompanen en un dia tan importante como es este para todos los que, de un modo u otro, hemos dado lo mejor de nosotros para hacer que esta exposicion pueda ver la luz en nuestra ciudad. Dentro de esta sala se encuentra el resultado de anos de duro trabajo y esperanza de muchos de mis companeros de profesion. Un trabajo del que me enorgullece haber formado parte durante mas de tres anos y, a dia de hoy, poder compartirlo con todos ustedes. >>Hoy podran disfrutar de uno de los mayores depredadores que ha habido sobre nuestro planeta, contemplar el primer fosil completo hallado hasta la fecha de este fantastico dinosaurio y conocer el trabajo realizado por el equipo de paleontologos a traves de bocetos y fotografias tomadas durante los procesos de campo y laboratorio. >>Rogamos que no toquen nada ni se apoyen en las vitrinas. Si hacen fotografias, por favor, no usen el flash. >>Sin mas dilacion, entren y disfruten de una experiencia que, esperemos, les haga viajar millones de anos en el tiempo. Corte la cinta que nos separaba de la sala de la exposicion y esta cayo al suelo. Las luces se encendieron, dejando al descubierto el resultado de un sueno hecho realidad con esfuerzo, sudor y lagrimas. Eche un vistazo a mi alrededor, vislumbrando cada detalle de aquella habitacion, que comenzaba a llenarse de gente. Junto a las paredes, alrededor de la galeria, se encontraban expuestas cientos de fotografias de la expedicion, asi como diversos fosiles encontrados en la zona dentro de sus correspondientes vitrinas. En el centro de la estancia, rodeado de un cordon de seguridad, se encontraba el esqueleto completo de uno de los depredadores mas letales y veloces que existieron en el planeta: el velocirraptor. Me perdi en mis recuerdos, en todo el esfuerzo que dedique a sacarme la carrera de Paleontologia. El incondicional apoyo de mis padres y de Lara, la esposa de mi padre, cuando mi animo decaia y pensaba que jamas lo conseguiria, ayudandome siempre a seguir hacia delante y nunca rendirme. Mi incredulidad al graduarme con honores. Y el llanto que me entro tras recibir la llamada del senor Thompson, con la que mi padre penso que habia muerto alguien, pues no era capaz de articular palabra cuando me propuso acompanarlo a Corea por primera vez para formar parte del equipo de excavacion, en el yacimiento paleontologico cerca de Gyeonggi, durante tres meses. Un torbellino me saco de mis pensamientos con un gran abrazo trayendome de vuelta al presente. --!Oh, Dios mio! !Esto es fantastico, Kiara! --Maddison <> Wood atacaba de nuevo --. Me alegro tanto por ti. Te dije que lo conseguirias. ?Te lo dije o no te lo dije? --Tranquila, Maddy. Si sigues hablando asi de rapido, comenzaras a balbucear en tu particular idioma y no entendere ni una palabra de lo que dices. --Muy graciosa --espeto, sacandome la lengua. Maddison era mi antitesis, pero juntas formabamos la armonia perfecta. Nos conocimos un par de semanas despues de mi llegada a Londres, cuando me sentia perdida, buscando encontrarme a mi misma en una ciudad que en aquellos momentos, aunque habia pasado varios veranos en ella, aun no podia ver como mi hogar. Jamas podre olvidar aquella tarde en la que se acerco a mi, sin conocerme de nada, y me hizo olvidar mis preocupaciones. Ese dia estaba hecha un mar de lagrimas. Me encontraba sentada en uno de los bancos de Hyde Park, alimentando a una pequena ardilla que pasaba por alli y sintiendo lastima por mi misma, cuando decidio sentarse a mi lado. Obviando las lagrimas que caian de mis ojos, comenzo a decirme que debia tener cuidado con esos pequenos roedores, ya que un dia fue atacada por un grupo mientras disfrutaba de un picnic romantico con su novio. Basicamente, exagero lo que sucedio en realidad, pero su intento por hacer sentir mejor a una desconocida fue el principio de una gran amistad. --Kiara, la exposicion esta siento todo un exito --nos interrumpio el senor Thompson. --Trabajo en equipo, senor Thompson. Jamas podre dejar de agradecerle el haberme permitido ir con usted a Gyeonggi para unirme a su equipo de excavacion. --Las cosas en la vida no se regalan, sino que hay que luchar duro por ellas. En mis anos de docencia --continuo--, jamas habia conocido a una estudiante tan luchadora, comprometida y competente como tu en los estudios. Incluso ahora, trabajando juntos, me has demostrado que no me equivocaba al proponerte formar parte del equipo. Asi pues, si tienes que dar las gracias a alguien, agradecetelo a ti misma. Ahora bien, hay alguien a quien le gustaria conocerte. Maddison se despidio de nosotros, no sin antes recordarme nuestra noche de chicas del dia siguiente, alegando que tenia una gran noticia que darme, y se alejo dando pequenos saltitos mientras tarareaba una melodia inventada, haciendo que varias cabezas se giraran hacia ella con expresiones de poker. El senor Thompson me presento a un empresario coreano llamado Park Dae Hoon, que tenia varias galerias de arte repartidas por el mundo en ciudades como Seul, Washington y Sidney. Estaba tan maravillado con mi trabajo fotografico y artistico realizado para la exposicion que me pidio que le mostrase otros y, aunque le dije que la fotografia y la pintura eran solo hobbies, insistio en ello. CAPITULO 2 Cuando desperte, eran casi las cuatro de la tarde y mi despertador, que debio sonar a la hora programada, se encontraba hecho anicos junto a la puerta. Al finalizar la exposicion, mis companeros me convencieron para salir a celebrar la acogida que esta habia tenido entre los asistentes. Entre unas cosas y otras, termine llegando a casa a las seis de la manana. El cansancio se habia hecho dueno de mi cuerpo, me quite los zapatos y me tire sobre la cama, sin deshacerla y con la ropa puesta, quedandome dormida en cuestion de segundos. Me mire en el espejo y mis ojos pardos me devolvieron una cansada mirada. Necesitaba una ducha de agua bien fria que despertara mi cuerpo por completo e hiciese desaparecer las ojeras marcadas en mi blanca piel, que me daban un aspecto de no muerto digno de las peliculas de zombis mas terrorificas de la historia. La ducha fue un soplo de vida que me dio la energia necesaria para cantar y bailar al ritmo de Beautiful Goodbye, de Maroon 5, mientras arreglaba un poco mi apartamento para dejarlo todo a punto para la clasica noche de chicas que Maddison y yo celebrabamos cada semana. El plan era sencillo. Maddy habia convocado una pequena reunion porque tenia algo muy importante que contarme y la ocasion merecia una de nuestras quedadas especiales en las que encargabamos comida para la cena, teniamos una exhaustiva charla, nos contabamos las novedades que merecian la ocasion o cotilleabamos, y veiamos peliculas hasta que el sueno podia con nosotras. Estaba observando como Floppy trataba de meter la cabeza por un tubo de carton cuando llamaron al telefonillo, por lo que fue mi acompanante para abrirle la puerta a Maddy, que venia cargada de Cheetos y palomitas para cuando llegara el momento de nuestra sesion de cine. --?Donde esta el erizo mas bonito de este mundo? --dijo mientras acariciaba la nariz de Floppy, algo que le volvia loco, ignorandome completamente. --Hola a ti tambien --comente con una expresion de indignacion fingida--. Ya veo que, mientras Floppy esta cerca, es como si yo no existiera. --Eres toda <>, Kiara. --Si, yo sere <>, pero estoy segura de que algun dia, cuando me descuide, secuestraras al pequenin pinchudo y no os volvere a ver en la vida --dije mientras ibamos al salon y dejaba a Floppy en su casita. Maddy solto una de sus sonoras carcajadas y me dio un gran abrazo, aun con las bolsas en la mano. Cuando se separo de mi, puso cara de circunstancias y una picara sonrisa se dibujo en su rostro.--Toma las bolsas, Kiara. Llevo dos dias en los que la mano me pesa mucho --me dijo mientras me tendia la mano con la que sujetaba las bolsas delante de mi cara--. No creo ser capaz de aguantar el peso mucho mas tiempo. En ese momento vi el anillo en su dedo. Era realmente precioso y le sentaba de maravilla. --!Madre mia! !Madre mia! No puedo creermelo. Bueno, si que puedo. Enhorabuena, Maddy --exclame dando pequenos grititos y lanzandome a sus brazos. Ella dejo caer las bolsas al suelo y las dos saltamos, dando vueltas en circulos, como dos adolescentes a las que les habian pedido ir al baile de fin de curso los chicos de los que llevaban enamoradas meses en secreto. Cuando el mareo de dar tantas vueltas pudo con nosotras, decidimos que era hora de pedir la cena. Esa noche tocaba comida hindu, por lo que pedimos varios platos, entre los que no falto vindaloo. La comida picante era de nuestras favoritas y ese plato de pollo al curry con patatas superextrapicantes era toda una delicia para nosotras. --Tienes que contarmelo todo. ?Como fue? --Te prometo que queria llamarte en cuanto Connor me lo pidio --la velocidad con la que hablaba era increible y desconocia como era capaz de respirar entre frase y frase, ya que sus palabras se atropellaban las unas a las otras--, pero no podia hacerlo. No podia llamarte,

  • Te Amo, My Valentine, Ellen Simon de Ellen Simon

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    Un trabajo deprimente y con pocas perspectivas, una familia lejana, unas amigas que compiten por encontrarle marido, una gata negra traviesa che destroza todo, un pequeno apartamento en un barrio pobre y un secreto, oculto a plena vista. Esta es la vida de Jeny, recien llegada a los treinta, casi licenciada en Literatura, claramente al borde de una crisis existencial.
    Un encuentro inesperado con su escritor favorito la obligara a fingir ser lo que no es. ?Durante cuanto tiempo podra llevar adelante esta compleja farsa, sobre todo si termina por enamorarse?, ?Encontrara el valor de confiarle ese pequeno, gran secreto?

  • Amor danino de Ivonne Vivier

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    Cuando tu madre te roba la dignidad y lo unico que te queda es un futuro idealizado, ?buscas el amor o juegas a enamorarte?
    Emma cambio de trabajo, pero sus objetivos siguen firmes: olvidarse de su corazon vacio y su placer negado para encontrar a un hombre con una cuenta bancaria abultada. Nada va a interponerse en su camino. Ni nadie…
    Pero el amor llega sin avisar.
    Cuando conoce a Alan, ese hombre capaz de adorar todas sus imperfecciones y ensenarle el placer del cuerpo que sus experiencias le negaron, debera decidir.
    ?Se arriesgara o dejara un corazon roto a cambio de lujos?

  • Comprando esposo de B. E. Raya

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    Cuando era joven, Edward tuvo, expectativas y esperanzas, tuvo suenos y proyectos, era una persona alegre, positiva y... un idiota. Su vida fue de mal en peor hasta que llego a tocar fondo. Estaba resignado a sobrevivir en el mundo sin llamar demasiado la atencion y al final morir solo. Hasta que el destino vuelve a intervenir y por asares de la vida termina en las garras del hombre al cual amo en su juventud.
    Maxwell Hamond ya no era el principe azul que visualizo en sus suenos. Era un hombre oscuro, peligroso y no dudaba en obtener lo que deseaba, hasta el grado de obligarlo a casarse con el y someterlo a su voluntad a cambio de ayudar a su familia. Edward no tenia eleccion, por lo que accedio a someterse a todas sus demandas...pero resulto que la obligacion tenia sus momentos de placer.

  • Cual menguando de Chantal Maillard

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    Este nuevo libro de Chantal Maillard, a caballo entre los generos, funde poesia, prosa y teatro, insertandose en la mejor tradicion de Samuel Beckett y sus piezas antologicas, su teatro o sus peliculas.
    Despojado como los personajes de Beckett, adelgazado como los seres filiformes de Francis Ponge o los de Henri Michaux, Cual es, en esa estela, un personaje que la acompana, que la contradice y se convierte en el reverso de quienes fuesen protagonistas de los poemas tragicos o las indagaciones metafisicas. Este libro inaugura un nuevo tono, una nueva conquista de Chantal Maillard.

  • Dulce Sincronia de Claudia Zamora

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    El 27 de agosto habia caido en dia sabado. Un sabado muy parecido al anterior, con el mismo paisaje de todos los dias, el mismo cielo azul sin nombre, humedo del Atlantico, que nos traia noticias de cuanto sucedia al otro lado, a la salida del sol. Las nubes eran las nubes del dia anterior, las mismas nubes huerfanas que son empujadas por la brisa; los mismos arboles que nunca conseguira arrancar el viento, firmes, silenciosos, con la savia templada de otros huracanes y de otras torridas tormentas. Una direccion del viento, de las circunstancias, del destino o de la casualidad, siempre marca nuestro rumbo. Sea hacia al Norte, sea al Sur; la misma engendra un impulso irresistible que acomoda nuestras vidas, en alineacion con las fuerzas del azar y nuestra eventual designacion terrestre. En este caso, el Este habia engullido el destino de la familia Lopez. ?Cual es el mensaje que la Providencia enuncia con sus fuertes vientos? – Se preguntaba Amanda Lopez, mientras miraba el cielo de Simpson Village; una pequena poblacion de escasos doscientos habitantes, a unas 150 millas de la costa atlantica. – No pasara nada!, se decia una y otra vez, intentando atisbar algo diferente, en los filamentos blancos de las nubes mas lejanas. ?Que podia saber ella? Absolutamente nada. Era una recien llegada a estas tierras y nadie le habia hablado jamas de huracanes en Simpson Village. Esta seria la primera vez que podria presenciar un huracan en vivo y en directo. Y no sentia ningun placer por sobrevivir una nueva temporada de tormentas tropicales. Ella no habia nacido para vivir la vida en lugares donde Dios traza una linea con los vientos. Amanda Lopez, era una mujer positiva y valiente, pero por sobre todo, tenia mucha fe y amor en su corazon. Desde pequena habia aprendido a comunicarse con el lenguaje de la naturaleza. Su abuela Cecilia, le habia ensenado a mirar y observar el mundo con otros ojos. Con los ojos del amor hacia todo lo creado. Dona Cecilia, que escondia su cabello gris canoso con panuelos aprovechar su de vivos colores, habia sabido vida, acumulando una serie de grandes conocimientos; que transmitia con carino a algunos de sus descendientes. No creia en dogmas ni doctrinas; pero apreciaba la obra del buen Dios manifestada en todo cuanto la rodeaba y a menudo, se conectaba con sus guias espirituales, con un profundo sentimiento de respeto hacia los animales y seres vivos. Habia heredado de su madre, el don de curar con plantas y hierbas medicinales y muchos en su comarca la llamaban 'curandera' porque arreglaba milagrosamente esguinces, torceduras y huesos rotos, ademas de curar el empacho y el temido mal de ojos. A pesar de la perfida fama que la escoltaba, como suele ocurrir en los pequenos pueblos; Dona Cecilia poseia un mundo personal muy autentico con sus valores, los cuales transmitia con su nobleza ante la vida. Insistia en que para poder hacer "la paz" habia que tenerla interiormente y cultivarla cada dia con el santo ceremonial de agradecimiento a la bendita tierra que pisamos. Abuela Checha, como solia llamarla Amanda carinosamente, le habia ensenado el arte de meditar y de escuchar el sonido del silencio, como asi tambien, comulgar con los genios del universo mediante ciertas invocaciones magicas. Amanda habia crecido observando estos extraordinarios rituales, que dona Cecilia denominaba "energeticos" y que reforzaban aquella profunda fe que la guiaba, y tenia por costumbre, sin importar el sitio donde se encontrase, agradecer cada dia, por todo cuanto tiene vida en la tierra. Desde los coloridos y fuertes robles, que enmarcan el lote de su casa, las inanimadas piedras que conservan el espiritu del tiempo en sus entranas, como asi tambien la vida de las mujeres y hombres que habitan nuestro fertil planeta. Todo parecia estar tranquilo, a pesar de que la vibracion en su calle, se sentia diferente; un sintoma que Amanda percibia desde hacia un par de dias, y que la llevaba a estar mas pendiente y conectada con sus percepciones. Cerro sus candidos ojos, y respiro profundamente, cargando sus pulmones y exhalando nuevamente, en el intento de sentir el pulso de la coyuntura inmediata. Recordo que una vez, cuando tenia alrededor de once anos, la abuela le habia ensenado, 'casualmente' a hacer un ritual para los vientos. De pronto, su rostro se ilumino con fe, y su piel se estremecio sintiendo tambien la presencia de Abu Checha cerquita de ella, guiandola. Pasaron veintiocho anos y miles de kilometros de distancia, desde aquel ritual magico en casa de Dona Cecilia. Ahora, con sus dedos, apoyados sobre la tierra, en este pequeno pueblo Amanda dibujaba un de Carolina del Norte, enorme circulo blanco dividido en cuatro partes de azucar, simbolizando las cuatro esquinas del mundo. Con magistral ritmo sacro, en su centro, colocaba una velita, representando los cuatro puntos cardinales asociados con las fuerzas de la naturaleza. Blanco hacia el Norte, codificando la sabiduria y purificacion del espiritu. Amarillo hacia el Sur, lugar de vida y florecimiento de las semillas de expansion de luz. El Azul hacia el Oeste, donde todo se transforma y renace, y por fin, la vela Roja hacia el Este, representando nuestras emociones y pasiones y por donde la tierra recibiria la sacudida de los vientos mas fuertes, ahora de la mano de un huracan bautizado con nombre de mujer: "Irene". Una vez armado el circulo de poder, encenderia cada uno de los fuegos en las cuatro direcciones, y en voz alta y resonante, elevaria sus peticiones al cielo y a sus angeles auxiliadores: "Que la Tierra resista en perfecto equilibrio, la fuerza de los vientos. Que Dios, los angeles y los espiritus guias, nos protejan. Que asi sea!". Dio por finalizado su ritual magico, que la habia sumergido en la atemporalidad del espacio exterior y con su mirada humedecida de emocion, miro hacia el cielo, el movimiento rapido de las nubes, y delicadamente suspiro con confianza renovada y su alma serena. Las ramas de los arces se columpiaban incesantemente y el aire que venia viajando desde el Atlantico, traia bocanadas saladas cargadas de misterio y de mar. Cerro las puertas y ventanas del patio y encendio el televisor. Greg Fishel, comentarista meteorologico, de la cadena de television local WRAL, comentaba con voz honda y penetrante: "En la region metropolitana de Washington como en la Costa Este, comenzaron las preparaciones. El posible paso del huracan Irene, podria causar inundaciones y cortes de energia electrica. El gobierno aconseja a la poblacion tomar los recaudos necesarios para surtirse de alimentos de primera necesidad, agua, comida enlatada, linternas con baterias y velas, asi tambien, como llenar los tanques de los automoviles con gasolina y tener dinero en efectivo suficiente para al menos unos cuantos dias." - Tambien explicaba el funcionamiento del sistema de emergencias 'weather call', que monitorea permanentemente el paso de las tormentas y avisa telefonicamente, a los residentes que se encuentran viviendo en la 'linea de fuego' - como ellos le llaman, o sobre el peligro. Siendo casi todo el Este, una zona afectada regularmente por tornados y fuertes tempestades, este sistema de pre-aviso de desastres, habia demostrado ser muy eficaz. Pero a pesar de ello, ?funcionaria este sistema en casa de los Lopez? Amanda confiaba en los metodos americanos, pero sabia que no era suficiente amparo. Subio al atico en la parte superior de la casa, y despacito observo cada viga de la estructura de madera. ?Resistirian la fuerza implacable de Irene? Michelle Brown, que vivia dos casas, calle arriba; alarmada, revisaba presurosa un par de linternas, asegurandose que ambas tuviesen baterias nuevas y funcionasen correctamente. Michelle tenia una voz preciosa y sonaba con ser cantante algun dia. Lamentablemente, habia suspendido aquellos suenos de manera abrupta e inesperada al perder a sus padres en un fatal accidente automovilistico, del cual su hija, Katie de ocho anos, se habia salvado milagrosamente. La vida le habia ensenado a ser fuerte ante la adversidad, pero aun asi, estaba asustada por lo que este huracan podria traer entre manos. Luego que su esposo se marchase, hacia ya un par de meses, ella y Amanda solian conversar por las tardes, mientras sus hijas andaban en bicicleta por la cuadra o hacian juntas las tareas de la escuela. Ahora sentada en el escalon de la entrada de la casa de los Lopez, con reflexionaba con tristeza: -Como nuestras vidas voz entrecortada pueden cambiar vertiginosamente y sin previo aviso, en un abrir y cerrar de ojos! - -Ya lo creo Michelle! A veces el destino nos da vuelta como una tortilla - Amanda le decia, mientas Carol Baker, su vecina de enfrente, a golpe de martillo, intentaba clavar unas maderas que sirvieran de proteccion adicional a sus ventanas. Tanto Carol como Michelle, habian acordado con Amanda, mantenerse informadas de todo movimiento en caso de sufrir la interrupcion del servicio electrico. Incluso se habian puesto de acuerdo en que llegado el caso que Irene se convirtiera en un huracan de categoria 3 o superior, todos se resguardarian en casa de Amanda, que era una de las pocas casas del barrio que contaba con un sotano. Intuitivamente, y por casualidad, cuando los Lopez compraron aquella propiedad, les resulto atractivo el hecho que contase con un sotano adicional, que ademas de estar debajo la estructura de la casa, estaba construido con concreto macizo y podria eventualmente servir de refugio. Hasta ese momento, Amanda Lopez gozaba de vivir una vida en armonia y tranquilidad. Su mundo giraba en torno al cuidado de sus pequenas hijas, las fragantes y coloridas flores de su jardin y sus curiosas mascotas. Disfrutaba la sencillez de vivir en una ciudad pequena cercana a la Costa Este de los Estados Unidos. La mayor parte del tiempo, lo utilizaba, escribiendo emails y cartas amorosas a su esposo Ramiro, quien era soldado y ahora estaba cumpliendo servicios militares en Medio Oriente; tambien, detallando fragmentos de su vida cotidiana, y tomando apuntes en su libro diario, ahora en forma de documento digital en su computadora. Luego de vivir en Europa algunos anos, habia llegado el momento domicilio fijo donde de por fin, consolidar un educar a sus dos ninas, Victoria y Emily, ambas cursando los primeros anos de la escuela primaria. Carolina del Norte, parecia tener las cualidades pertinentes para establecer una familia y gozar de una vida buena y pacifica. Lejos de los ruidos bulliciosos y calles malolientes de barrios urbanos; este sitio gozaba de bellos y verdes bosques, rios cristalinos y escuelas donde educar a las ninas. Siempre y cuando no hubiese huracanes, como en este caso. prestigiosas amenaza de Imprevisto, que puso en tela de juicio la seguridad de Simpson Village y la de la propia vida de Amanda, que ahora se encontraba sola con sus pequenas, ante la posibilidad de perderlo todo con un solo soplo de viento huracanado. A pesar del corto tiempo que vivian en este lugar, ella y las ninas, habian creado lazos de amistad con la mayoria de sus vecinas, que tambien casualmente, por hache o por be, se encontraban sin la compania de sus esposos. Por las tardes, a veces se reunian las mujeres de la cuadra, a tomar te en casa de Martha Sullivan; que tenia cinco ninos en escalera y estaba estudiando para Chef en Le Cordon Bleu; por lo que, habitualmente, los deleitaba con sus decorados y apetitosos pastelitos. Aquella manana, se habia cruzado con Martha, que afligida y apurada, daba marcha atras con su camioneta Explorer llena de ninos, y le habia comentado que pensaba manejar a casa de sus padres y que sentia mucho miedo por el huracan. Le dejo el numero telefonico donde se encontraria, por si acaso, hacia falta, y se despidio con un apretado abrazo, suplicandole a Amanda, que por favor estuviera pendiente de 'Tyson', un veterano Bullmastiff que custodiaba vigilante su casona enrejada. La alcaldesa, Beverly Perdue, habia hecho su aparicion en el canal de noticias, alertando a la poblacion, a evacuar las zonas costeras, inmediatamente, y previniendo tambien, que por el tamano y la fuerza del huracan "Irene", seria el evento mas importante, quizas en los ultimos veinte anos desde un sistema tropical, que mereceria toda la atencion juiciosa de los habitantes de esa nacion. Amanda, presurosa, cerro todas las ventanas y se aseguro que no quedasen fuera maceteros y elementos que pudieran transformarse en nocivos proyectiles en caso de ser soplados por los fuertes ventarrones. Junto con Victoria, su hija mayor, aprovecho para hacer un corto video clip dedicado a su familia. Quizas para calmar sus propias ansiedades o como legado prematuro lacerante enigma de servilmente, su recuerdo. obituario, que ante el

  • Faithful Place de Tana French

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    Frank y Rosie, dos adolescentes enamorados. Cansados de sus familias y de la vida que llevaban, planearon fugarse juntos. El acudio a la cita, pero ella nunca aparecio. Han pasado mas de veinte anos desde aquella noche. Ahora Frank es policia y Rosie tan solo un recurdo lejano… hasta que un dia descubren su maleta en una casa abandonada.

  • Canalla, Prisionera, Princesa de Morgan Rice

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    "!Ceres! !Ceres! !Ceres!" Ceres sentia el canto de la multitud con la misma claridad que el ruido seco del latido de su corazon. Levanto su espada en agradecimiento, agarrandola con fuerza al hacerlo para examinar la piel. No le importaba que quizas supieran su nombre desde hacia solo unos instantes. Le bastaba que lo conocieran y que resonara en su interior, de manera que podia sentirlo casi como una fuerza fisica. Al otro lado del Stade, mirandola, su contrincante, un combatiente enorme, caminaba de un lado a otro por la arena. Ceres trago saliva al verlo, mientras el miedo crecia en su interior por mucho que quisiera reprimirlo. Sabia que esta podria muy bien ser la ultima lucha de su vida. El combatiente daba vueltas de un lado a otro como un leon enjaulado, blandiendo su espada en el aire dibujando arcos que parecian estar disenados para exhibir sus protuberantes musculos. Con su coraza y su casco con visera parecia que hubiera sido esculpido en piedra. A Ceres le costaba creer que fuera solo de carne y hueso. Ceres cerro los ojos y se armo de valor. Puedes hacerlo, se dijo a si misma. Puede que no ganes, pero debes enfrentarte a el con valor. Si tienes que morir, muere con honor. Un toque de trompeta sono en los oidos de Ceres, que se oyo por encima incluso del aullido de la multitud. Lleno la arena y, de repente, su contrincante se lanzo al ataque. Era mas rapido de lo que ella pensaba que un hombre tan grande podria serlo, llego hasta ella antes de que tuviera ocasion de reaccionar. Lo unico que Ceres pudo hacer para esquivarlo fue levantar el polvo mientras se apartaba del camino del guerrero. El combatiente blandio su espada con las dos manos y Ceres se agacho, sintiendo la rafaga de aire al pasar. Parecia estar derribando algo a hachazos, como un carnicero empunando su cuchillo y cuando ella giro y paro el golpe, el impacto del metal contra el metal resono en sus brazos. No pensaba que fuera posible que un guerrero pudiera ser asi de fuerte. Se alejo dando circulos y su contrincante la siguio con una desalentadora inevitabilidad. Ceres escuchaba como su nombre se mezclaba con los gritos y los abucheos de la multitud. Se obligaba a concentrarse; mantenia los ojos fijos en su contrincante e intentaba recordar sus entrenamientos, pensando en todas las cosas que podian pasar a continuacion. Intento dar cuchilladas y despues hizo rodar su muneca para bloquear con su espada. Pero el combatiente apenas refunfuno cuando la espada le corto un trozo de antebrazo. Sonrio como si le hubiera gustado. "Pagaras por esto", la alerto. Su acento era marcado, de alguno de los rincones lejanos del Imperio. De nuevo estaba sobre ella, obligandola a bloquear y esquivar y ella sabia que no podia arriesgarse a un choque frontal, no con alguien asi de fuerte. Ceres sintio que el suelo cedia bajo su pie derecho, una sensacion de vacio donde deberia haber un apoyo solido. Bajo la vista y vio que la arena se vertia en un hoyo que habia alla abajo. Por un instante, su pie colgo en el vacio y ella movia su espada a ciegas mientras luchaba por mantener el equilibrio. El bloqueo del combatiente fue casi despectivo. Por un instante, Ceres estuvo segura de que iba a morir porque no habia manera de detener completamente el golpe de vuelta. Sintio la sacudida del golpe contra su espada. Sin embargo, eso hizo que redujera la velocidad al impactar contra su armadura. Su coraza presiono su carne con una fuerza violenta mientras que, al detenerse, ella sintio un dolor ardiente cuando la espada paso rapidamente por su clavicula. Tropezo hacia atras y, al hacerlo, vio que se abrian mas hoyos por el suelo de la arena, como bocas de bestias hambrientas. Y entonces, desesperada, tuvo una idea: quizas podria usarlos a su favor. Ceres rodeaba los bordes de los hoyos, con la esperanza de retrasar el momento en el que el se acercara. "!Ceres!" llamo Paulo. Se giro y su armero arrojo una lanza corta en su direccion. La vara dio un golpe seco en su resbaladiza mano, la madera tenia un tacto aspero. La lanza era mas corta que las que se hubieran usado en una batalla real, pero aun asi era lo suficientemente larga para abrirse camino con su punta en forma de hoja a traves de los hoyos. "Te cortare a rodajas una a una", prometio el combatiente, acercandose lentamente. Ceres penso que con un combatiente tan fuerte lo mejor seria agotarlo. ?Cuanto tiempo podria aguantar luchando alguien tan enorme? Ceres sentia que sus musculos ya le ardian y que el sudor caia por su cara. ?Se sentiria igual de mal el combatiente al que se enfrentaba? Era imposible de saber con certeza, pero era lo que le daba mas esperanza. Asi que ella esquivaba y golpeaba, usando la longitud de la lanza lo mejor que podia. Consiguio escurrirse entre las defensas del gigante guerrero pero, sin embargo, su espada tan solo conseguia repiquetear en su armadura. El combatiente levanto polvo hacia los ojos de Ceres, pero esta se giro a tiempo. Se dio la vuelta de nuevo e hizo movimientos circulares con la espada por lo bajo, hacia sus desprotegidas piernas. El esquivo aquel barrido de un salto, pero ella consiguio hacerle otro corte en el antebrazo al retirar la espada. Ceres golpeaba por arriba y por abajo ahora, apuntando hacia las extremidades de su oponente. Aquel hombre grande esquivaba y paraba los golpes, intentando encontrar el modo de hacer algo mas que tanteos, pero Ceres continuaba moviendose. Apunto hacia su cara, con la esperanza de por lo menos desviar su atencion. El combatiente cogio la lanza. La agarro detras de su cabeza, tirandola hacia delante mientras daba un paso al lado. Ceres tuvo que soltarla, porque no queria arriesgarse a que aquel hombreton tirara de ella hacia su espada. Su contrincante partio la lanza en su rodilla con la misma facilidad con la que hubiera roto una ramita. La multitud rugio. Ceres sintio un sudor frio en la espalda. Por un instante, visualizo a aquel gigante rompiendo su cuerpo con la misma facilidad. Trago saliva al pensarlo y preparo de nuevo su espada. Agarraba la empunadura con ambas manos cuando vinieron los siguientes golpes, pues era el unico modo de absorber algo del poder de los ataques del combatiente. Aun asi, era increiblemente dificil. A cada golpe parecia que ella era una campana golpeada por un martillo. Con cada uno de ellos parecia que un movimiento sismico corria por sus brazos. Ceres ya se sentia cansada por el ataque. Cada respiracion le costaba, como si respirara a la fuerza. No tenia sentido intentar contraatacar ahora o hacer otra cosa que no fuera retroceder y esperar. Y entonces sucedio. Lentamente, Ceres sintio que el poder brotaba dentro de ella. Vino con un calor, como las primeras brasas de una quema de maleza. Se quedo en la boca de su estomago, a la espera, y Ceres fue a por el. La energia la inundaba. El mundo iba a menor velocidad, a paso de tortuga, y ella sintio de repente que tenia todo el tiempo del mundo para parar el siguiente ataque. Tambien tenia toda la fuerza. Lo bloqueo con facilidad y, a continuacion, blandio su espada e hizo un corte en el brazo del combatiente en una nebulosa de luz y velocidad. "!Ceres! !Ceres!" rugio la multitud. Ella vio como la ira del combatiente crecia a medida que el cantico de la multitud continuaba. Ella podia entender el por que. Se suponia que debian cantar el nombre de el, proclamar su victoria y disfrutar la muerte de ella.

  • Por las trincheras de Navid Kermani

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    Al este de Alemania comienza una region, resquebrajada por varias guerras y catastrofes, que a los europeos sigue resultandonos ajena. Por ese territorio que atraviesa Rusia y llega a Oriente, y por las trincheras politicas y humanas que se abren a traves de el, nos guia Navid Kermani. Desde Colonia -su ciudad- hacia el oeste hasta el Baltico, y luego en direccion sur, cruzando el Caucaso, de camino a Isfahan -de donde proceden sus padres-, el viaje lo lleva por la zona de asentamiento judia de la epoca zarista, por las tierras de sangre de la Segunda Guerra Mundial y por la grieta que existe entre este y oeste, alli donde la Guerra Fria no ha terminado.

  • Como los pajaros aman el aire de Martin Casariego

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    En el barrio algunos nos llamaban el fotografo y la modelo. Es cierto que le hice bastantes fotografias, y que la mayoria fueron de la clase que imaginaban quienes apenas nos conocian mas que de vista, pero las que verdaderamente me interesaron no eran asi. Escogi vivir en aquella zona deteriorada y multicolor no solo por el precio de los alquileres, sino tambien por cortar en seco con mi pasado. Habia llevado durante mucho tiempo una vida de plastico. Ahora, de querer ser lo que parecia, habia pasado a preferir parecer lo que era; de hablar a los demas, a hablarme a mi mismo. Alli no me encontraria jamas a mi antigua esposa, ni a mis antiguos amigos (por llamarlos de alguna manera), ni, desde luego, a los companeros de mi anterior trabajo, que habia cambiado por uno mas tranquilo, aunque mucho peor pagado. El apartamento tenia unos treinta metros cuadrados, mas el dormitorio de la planta alta, abuhardillado. En el, cuando terminaba de subir la escalera, debia agacharme. Un ojo de buey, en la pared a la que estaba arrimada la cama, proporcionaba una amplia vista de una parte de Madrid, un Madrid sin rascacielos que semejaba un inmenso pueblo cubierto por una lluvia de tejas y vigilado por un ejercito de antenas. Lo que le daba vida a mi pequeno piso era una terracita rectangular abierta en el tejado. Si me encaramaba al borde de este, la vista de Madrid se perdia en el horizonte. Nunca habia estado en Argel, pero la primera vez que me sente alli pense, sin saber realmente por que, en aquella ciudad. Quiza me recordara alguna imagen de La batalla de Argel, que habia visto en el Griffith. Veia las tejas, la ropa tendida, una bandera pirata en el tejado de enfrente, a la que la brisa hacia flamear, las plantas y macetas, y me sentia en paz. En el tiempo de dolor y soledad comprendido entre mi separacion y la enfermedad y muerte de Gafas habia aprendido a querer mi barrio. Una noche me entretuve, callejeando hacia casa, en hacer una relacion de lo que iba distinguiendo en el suelo, desde vomitos y latas hasta preservativos y excrementos, y lo encontre casi arqueologicamente instructivo, en lugar de asqueroso, sin mas. Me gustaban sus calles, una libreria-cafe, atestada de libros, en la que a veces compraba una novela y tomaba algo en una mesa a la entrada, ciertos bares y cafes, como el Nuevo Cafe Barbieri, con sus espejos y mesas de marmol y sillas de madera y columnas de hierro fundido y canapes de terciopelo rojo, en la esquina de Primavera y Ave Maria. Ya ni siquiera me repugnaba tanto el hedor a orines de la calle Primavera, apreciaba tener tan a mano la Filmoteca, o encontrarme en la calle Salitre con el club de fumadores de marihuana con la hoja de marihuana de metal colgada de la fachada, a modo de reclamo o anuncio medieval. Ademas de espanol, se oia hablar chino, indio, arabe, rumano, diversas lenguas africanas que no identificaba. Habia mudanzas y pequenas obras constantemente, negocios que abrian y cerraban, y a todo lo envolvia un pano de provisionalidad. De unos anos para aca los robos proliferaban, aunque ultimamente habian descendido gracias, en parte, a las camaras instaladas en muchas esquinas. Salia del metro y bajaba hacia la plaza por la calle del Ave Maria, donde, fantaseaba, mas de uno habia rezado sus ultimas oraciones, o por la del Olivar, si tenia ganas de variar un poco, entre restaurantes asiaticos, tiendas de chinos, locutorios, verdulerias con especias y frutas exoticas, y a menudo me cruzaba con algun borracho que insultaba a voces a alguien, real o imaginario, o con un loco que pregonaba su suerte por haber conocido en persona a Dios. Pensaba entonces que estaba donde debia estar. Lo cual no era, sin embargo, ni un consuelo ni una alegria.

  • Solo un beso para encontrarte (Besos 3) – Olivia Kiss de Olivia Kiss

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    Cuando Hollie Stinger era una nina, tuvo que soportar las burlas constantes de sus companeros de clase porque era timida, ademas de llevar gafas y aparato. Logan Quinn era uno de los cabecillas del grupo que siempre se metia con ella y, por desgracia, ha decidido volver a Sound River, el pequeno pueblo donde ambos crecieron.
    Logan, el chico malo por excelencia, esta de vuelta. Y una de las ultimas cosas que esperaba al pisar de nuevo aquel lugar era descubrir que, durante su ausencia, Hollie habia dejado de ser un patito feo para convertirse en un cisne. Broma del destino o no, sus caminos parecen cruzarse. ?Conseguira Logan conquistar el corazon de Hollie? ?Puede ella fiarse de el.?

  • Secretos inconfesables de Emma Colt

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    Un policia de moral intachable. Una sospechosa tan tentadora como misteriosa.

  • ?No te lo habia dicho, carino? Los polos opuestos se atraen, Claire Phillips de Claire Phillips

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  • Vikingo de Daniel Santos

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    Los Vikingos eran barbaros.
    O eso me decia mi padre.
    Entonces llegaron.
    Y lo tomaron todo.

  • Vikingo Dominante de Rocio Verdejo

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    Auron era un hombre cuya planificacion siempre iba a un paso adelante, mas alla de la naturaleza, y cualquier adversidad que pudiese presentarse en sus viajes y travesias. Era un vikingo que habia nacido en un barco, y alli, habia crecido rodeado de hombres feroces, fuertes, guerreros y luchadores. No habia tenido una infancia normal, no habia tenido la oportunidad de disfrutar de la diversion y la inocencia de ser nino, siempre habia tenido que sujetar una lanza, un espada o un escudo entre sus manos para poder sobrevivir. Asi era la vida de los vikingos, el no lo habia elegido, no tuvo opcion, para el, simplemente era una condicion de la vida que tenia que asumir con la mayor fuerza, ya que, a medida que iban pasando los anos, mayores eran las responsabilidades que tenia que afrontar. Cuando apenas habia cumplido los 17 anos de edad, ya tenia una contextura corpulenta que lo hacia ser bastante intimidante y atemorizante. Ninguno de los companeros de tripulacion, podia vencerlo, era un vikingo con la sangre guerrera corriendo por sus venas, la cual, alimentaba un espiritu que era imbatible. Con 19 anos de edad, habia visto morir a su padre en medio de una invasion, aquel hombre que le habia ensenado absolutamente todo, habia sido traspasado con un espada en su abdomen. Auron, sin pensarlo, habia corrido en su ayuda, pero lo unico que habia conseguido, era decapitar al enemigo, pero no salvar a la vida de su padre. Tendido alli en el suelo, en medio de un charco de sangre, ambos se habian despedido, y el padre de Auron, le habia pasado el liderazgo en ese momento, una gran responsabilidad, ya que, liberaria a un ejercito de vikingos, los cuales, generalmente se trasladaban en tres barcos diferentes. Aquello no habia sido una opcion, no fue una alternativa o una eleccion por parte de Auron, simplemente habia sido lo que le habia tocado vivir, y aunque no se arrepentia, en ocasiones mientras navegaban de noche, se sentaba en el borde de aquel barco, con sus pies suspendidos sobre las aguas mientras se movian sobre el oceano, observando las estrellas y tratando de conseguir respuestas de los dioses, los cuales, parecian ignorarlo por su naturaleza. En ocasiones, este dudaba de la existencia de un poder divino, dudaba de la existencia de esos dioses que muchos alababan, inclusive, aquellos que navegaban junto a el. Su constante desafio a las deidades sagradas, hacian temblar a quienes los rodeaban, ya que, decian que enfrentar a Odin o a Zeus, seria una completa estupidez, ya que, cuando estos desataban su furia o lograban escuchar este tipo de desafios, no tenia ningun tipo de tregua. Navegaron sin rumbo durante algunos dias, Auron y su tripulacion, la cual, estaba comprendida por mas de 200 hombres y algunas mujeres, entre las cuales se encontraba Eyra, su amante, y su prima Lena, la cual, era la segunda al mando. Lena habia sido entrenada directamente por Auron, por lo que, esta tenia una forma de pelear muy similar a la de el. Era aguerrida, feroz, rapida, y tenia a su favor una personalidad encantadora, que podria ser utilizada como caballo de Troya al momento de atacar a sus enemigos. Nadie podria esperarse un ataque tan feroz proveniente de una mujer tan delicada como Lena, la cual, admiraba enormemente a su primo, el cual, era el lider de aquel batallon vikingo, el cual, se movia por los mares amenazando con saquear, robar, matar y despojar de todas sus pertenencias, a aquellos desgraciados que recibian la visita de aquella trinidad de desgracias que conformaban estas embarcaciones. Si algo habia quedado completamente claro en el grupo de asesinos, es que no habia reglas, en el momento en que podian desembarcar en un lugar, tenian carta abierta para tomar lo que quisieran, asi era la ley vikinga. Pero en esta oportunidad, las cosas estaban a punto de cambiar, ya que, por primera vez, Auron estaba enfrentandose a la furia de los dioses, ya que, los habia retado tanto, que habia obtenido su respuesta. --!Ajusten las velas! No podemos ir por el mar de Hades, tenemos que cambiar de direccion. !Todos a sus puestos! --Exclamo Auron, mientras la lluvia comenzaba a arreciar. Tanto tiempo navegando por los mares, le habian permitido tener una clara idea del comportamiento de la naturaleza, podia predecir cambios de viento, cuando debian tomar una direccion o no, cuando debia navegar en contra de la marea. Pero en esta oportunidad, la mente de Auron habia sufrido una confusion, parecia haber sido enganado, emboscado por los propios dioses. En busca de nuevas tierras para conquistar, habia tomado una ruta incorrecta, algo que lo habia llevado directamente a uno de los sectores mas peligrosos, ya que, alli habia naufragado una gran cantidad de barcos en el pasado. Ese viaje, se habia convertido en la peor experiencia de toda la tripulacion, ya que, aquel navio se sacudia de un lado al otro como si se tratara de un simple pergamino. El viento arreciaba, las velocidades impactaban contra las velas amenazando con romperlas como si se tratara de simples hojas secas. Auron habia vivido muchas cosas, habia tenido que atravesar por momentos realmente dificiles que habian forjado una personalidad aguerrida, feroz, potente, y el miedo, rara vez se manifestaba en su interior. Pero habia cosas que simplemente lo superaban, por ejemplo, la naturaleza, no podia controlarla, no habia gritos, no habia espada ni escudo que pudiese contener la furia del entorno, cuando la tierra se expresaba no habia forma de silenciarla. Era la peor tormenta que habian visto los ojos de aquellos vikingos, los cielos habian tornado tan negros, que ni siquiera las nubes podian verse, era como si hubiesen quedado atrapados en las fauces de un gran demonio. Por momentos, en los cielos se iluminaban brutalmente con los rayos que caian sobre las aguas, casi a unos cuantos metros de los barcos. Parecian estar bajo ataque, pero no era un enfrentamiento justo, ya que, ellos no podian tener una contraofensiva para este tipo de situaciones. --!Tenemos que buscar la manera de regresar, Auron! !Vamos hacia la catastrofe! Nos acercamos al mar de Hades. --Dijo Lena, quien conocia tambien los mares como su primo. --Si entramos en esa zona, solo dependeremos de la suerte. El lugar esta repleto de rocas, y la marea es brutal. No podemos llegar alli. --Dijo Auron, mientras le hablaba a su prima y al resto de la tripulacion. --Todos ajusten las velas, nadie puede ocultarse, se que tienen miedo, pero sostengan esas velas y apuntenlas en la direccion contraria. --Dijo Lena, mientras asumia su posicion como segunda al mando. Auron corria de un lugar al otro, estaba atento a las embarcaciones que lo seguian, ya que, la de el era la que lideraba la ruta. Los otros barcos simplemente seguian, no tenian la posibilidad de discernir o pronosticar absolutamente nada de lo que estaba pasando, asi que, todos debian seguir las instrucciones de Auron, o de lo contrario, naufragarian. Era una situacion realmente complicada, ya que, a pesar de que hacian lo posible por ir en contra del viento, tratar de evadir los obstaculos, mantenerse tranquilos y serenos en medio de una situacion como esta, era practicamente imposible. El miedo los consume, ya que, estan en medio de la tormenta mas feroz vista jamas. Pero todo empeoro mucho mas, cuando Auron vio como uno de los navios que le pertenecian, y que se habia quedado hasta atras en medio de aquel recorrido, fue capturado por un remolino, el cual, se habia formado desde lo mas interno del oceano. Era una especie de vortice que podia tragarse cualquier cosa que estuviese cercano a el, asi que, pudo ver como aquel barco fue engullido por el oceano, y entendio, que la situacion era mucho mas grave de lo que imaginaba. Al menos uno 70 hombres se encontraban en el interior de aquella barca que fue tragada por el oceano, no pudo verla nuevamente, aquel navio tenia que haber terminado en el fondo de aquella gran masa de agua, la cual, parecia estar dispuesta acabar con ese grupo de vikingos aquella noche. Era muy probable que Poseidon estuviese involucrado en esto, parecia que el mar habia cobrado vida y queria erradicarlos, borrarlos del mapa, pero Auron era mucho mas fuerte que esto, y no permitiria que los dioses lo sometieran. Su segundo barco, comenzo a moverse en una direccion totalmente opuesta a la de el, nuevamente, penso en que la naturaleza estaba actuando de manera inteligente y simplemente queria separarlos para derrotarlos. Este, veia con ojos de asombro la manera en que aquel barco se alejaba tan rapidamente, era imposible, pero tenia que mantener el liderazgo y salvar a quienes lo rodeaban. No habia forma de que pudiese controlar lo que estaba ocurriendo en el otro barco, asi que, su mision es salvar el que es comandado por el en ese momento. Era posible que hubiese realizado un mal calculo, lo que era muy poco probable, pero finalmente habian terminado en el lugar que no deseaban. Estaban entrando en el mar de Hades, este lugar, era una tumba para los barcos, ya que, una gran cantidad de embarcaciones habian desaparecido alli, habian chocado contra las rocas, habian sido devastadas por las mareas, y ni siquiera los cuerpos de los tripulantes eran encontrados. Despues de largas horas de lucha, Auron simplemente decidio rendirse, ya que, no habia posibilidad de poder controlar una situacion como esta. Se despidio de su tripulacion y les pidio que se pusieran a salvo, se abrazo a Eyra, su amante, mientras Lena, trataba de asegurar algunas de las provisiones, ya que, en caso de que sobreviviran, las necesitarian para poder vivir algunos dias en el destino desconocido que tomarian. De manera casi milagrosa, cuando el sol salio a la manana siguiente, muchos de los tripulantes, habian quedado inconsciente es debido a las fuertes sacudidas dentro del barco. Algunos habian golpeado sus cabezas contra la coraza y el armazon del barco, otros simplemente se habian quedado dormidos ante el agotamiento, ya que, habian tenido que lidiar mucho para poder sobrevivir. Los ojos de Auron se abrieron, y al ver la luz del sol golpeando incesantemente contra su rostro, penso que estaba muerto. Entre sus brazos, aun tenia a Eyra, levanto su cabeza lentamente y dio una mirada alrededor, su barco estaba completamente deshecho, pero aun se encontraba alli, imponente sobre las aguas, la naturaleza no habia logrado hundirlos. Aquella ruta que absolutamente nadie podia tomar, debido a la letalidad que esta representaba, lo habia llevado hacia un lugar completamente desconocido e inexplorado, unas tierras que probablemente estaban inhabitadas. --!Eyra, despierta! Parece que lo hemos logrado. --Dijo Auron, mientras sacudia suavemente a la chica de cabello rojo y trenzas que tenia a su lado. Esta, era tan letal y aguerrida como Lena, aunque esta, estaba perdidamente enamorada de Auron. --No lo puedo creer, ?en donde estamos? --Pregunto Eyra. --No tengo la menor idea de que es este lugar y hacia donde vamos. Parece que los dioses nos han dado una segunda oportunidad, aparentemente, si existen. --Dijo Auron. --Claro que existen, y debes dejar de desafiarlos, esto ha sido un castigo por tu insolencia. -- Dijo Eyra, mientras golpeaba fuertemente en el rostro a Auron, algo que mas alla de desagradarle, parecia excitarlo. --Ven aqui, lo logramos. !Estamos vivos, Eyra! --Dijo Auron, mientras la tomaba de la cintura y la abrazaba, dandole un beso profundo, apasionado donde sus lenguas jugaron apasionadamente, algo un poco fuera de lugar para la situacion en la que se encontraban. La incertidumbre los consume, ya que, no saben en donde estan, no saben a donde ir, y el camino de retorno, es absolutamente imposible. No pueden regresar por el mar de Hades, ya que, posiblemente no tengan la misma suerte dos veces. --Auron, lo logramos, estamos vivos, primo. --Dijo Lena, mientras corria rapidamente a abrazarse con su admirado capitan. --Si, somos imbatibles, prima. Alista a toda la tripulacion, tenemos que prepararnos, aun no sabemos hacia donde vamos ni lo que nos espera. Perdimos dos barcos, y tenemos que defender lo poco que nos queda. --Dijo el capitan. Esta actitud de liderazgo, fuerza, y ese impetu, calentaba enormemente a Eyra, la cual, como premio y celebracion, habia invitado a Auron a una escena mucho mas intima, ya que, la muerte les habia respirado en el rostro, les habia sonreido, casi habia tomado sus vidas. Pero por alguna razon, los habia dejado salir sanos y salvos, aunque, con muchas perdidas materiales y vidas sacrificadas en el trayecto. --Ven conmigo, casi morimos la ultima noche, pero ahora, quiero disfrutar de la vida. Vamos, necesito de ti. --Dijo Eyra, mientras tomaba de la mano a Auron. Esta mujer era muy caliente, y por esto, precisamente por esto, era que este la habia seleccionado como su amante principal. Auron es un hombre lider de un campamento vikingo, puede tener a la mujer que quiera, pero por alguna razon, ha elegido a Eyra como la unica. Esta, parece llenar el vacio de cualquier tipo de chica, ya que, es apasionada, lujuriosa, caliente, comprensiva y muy apasionada. Ingresaron a la habitacion privada de Auron, la cual, se mantuvieron a puertas cerradas durante al menos una hora mientras en la tripulacion era organizada por Lena. Cuando estos dos follaban, podia escucharse practicamente en todo el barco, ya que, no eran nada discretos.

  • Lo que el hielo oculto de Gabriela Montilla

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    Roger Bernard es un hombre atento y tranquilo, que para sorpresa de Lauren, vive casi al frente de la nueva casa en la que ella y su mama se mudaron.

  • Mi sol, mi luna de Calista Sweet

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  • Seis anos que cambiaron el mundo de Helene Carrere D Encausse

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    La primera gran obra de corte historico sobre la caida de la Union Sovietica, una cronica tejida de guerras, catastrofes nucleares, luchas de poder e intereses economicos.

  • El cementerio de la vida de Juan Pablo Pascual Casanova

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    Samuel puede parecer que lo tenga todo, dinero, un buen trabajo y una familia que lo quiere. A pesar de todo, una sensacion de vacio permanente convive con el a diario.Un dia, huyendo de esa sensacion, camina sin rumbo hasta que sus pasos lo llevan al cementerio de su ciudad. Alli conoce a una enigmatica joven que le propone un trato. El debe decirles a todos lo que realmente piensa y al cabo de cinco dias ella le dira el verdadero sentido de la vida.

  • La biblia de los Caidos. Tomo 1 del Testamento de Gris de Fernando Trujillo Sanz

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    Bruno movia la cabeza y olfateaba, mientras arrugaba la nariz involuntariamente. Un olor agresivo y penetrante, capaz de asfixiar a un hombreadulto, seextendia por todalaestancia. Suspiro con resignacion. --!Tenemos unaemergencia, nena! --grito. --Tetocaati--contesto Tamaraentrando en elsalon. Tamara llevaba la cena sobre una bandeja roja con el estampado de Mickey Mouse. Esquivo al pequeno David, que gateaba en la alfombraentreelarsenal dejuguetes ymetralla de piezas descolocadasalos queapenas prestabaatencion, y sesento en elsofa. --?Como es posible que no te molesteeste pestazo? --Se acostumbra una --dijo ella. Cambio de canalcon el mando a distancia--. Cuanto mas tardes peor sera. Yno te libraras esta vez. Empieza miseriefavorita. --Esta bien. Alla voy --dijo Bruno recabando fuerzas--. Ven aqui, pequeno marrano. --Cogio al bebe por las axilas y le alzo hasta que sus ojos quedaron ala mismaaltura. El olor leenvolvio deinmediato--. ?Quien eselmocoso mascochino detodos? --Le dio una vueltaen el aire--.?Yquien eselmas guapo? Apreto sus labioscon suavidad sobre elcuello de su hijo y soplo. El bebe le devolvio una sonrisa deliciosa. Bruno no tenia claro siera por eltacto delos labios y elcalor desu aliento, o porelsonido que producia, pero la pedorretafuncionaba. Al nino leencantaba y aelselecaiala babaal verlesonreir. Pero nisiquieralasonrisa desu hijo detrece meses leayudabaasoportarel olor. --No me dejais ver latele --protesto Tamara--. Echaosa un lado. --Vamosa dejara mama que veasu serieromantica --dijo Bruno haciendo una muecaal bebe--, quesi no, yasabescomo se pone. Llevaba al nino boca abajo como siestuviera volando. Silbaba, imitando sinmucho exito elsonido del viento. El bebe sonreia, agitaba los brazos y pataleaba. Bruno se detuvo en la puerta delsalon. --Ylos panalesestan... --En elsegundo cajon delacomoda --recito Tamarasin despegar los ojos dela pantalla. --Yalo sabia. Por fin se quedo sola. Unos minutos de paz. Elcapitulo de hoy era apasionante. La protagonista acababa de descubrir que su marido la enganaba con la nueva y joven abogada que habia contratado la firma en la que trabajaba, bastante tipico, pero igualmente emocionante. Tamara queria vercualibaaser su reaccion. Esperaba quele mandaraalinfierno y se quedaracon todo. !Porcerdo! Si no... La television se apago en ese momento. Tamara bufo. Se levanto para ver si se habia soltado elcable. El televisor volvio a encenderse, aunque no mostraba ningunaimagen, solo una nube de puntos negros y blancos y elsonido delaestatica. Se volvio aapagar. Elcableestaba bien, no se habiasoltado. Tamaraapreto elmando a distancia varias veces, pulso los botones delatelevisionmanualmente. Nada. Solo restaba unacosa por hacer. --!Bruno!?Has terminado decambiaral nino?!Latelese ha vuelto aestropear! No obtuvo respuesta. Cruzo el pasillo andando deprisa, no queria perderse el resto del episodio. La puerta de la habitacion del bebe estabacerrada, pero lellegabala voz desumarido hablando con el pequeno. Por lo visto, leestabarelatando una peleaentre Spiderman y otro superheroe queella no conocia. Seguramente poreso no le habia oido cuando lellamo. --Echa un vistazo alatele,anda. Yo me ocupo de... Lafrase murio en su bocacon un gorgoteo.Alabrir la puerta, habiaentrado de nuevo en elsalon, no en la habitacion del bebe. Aquello no teniasentido. Miro asu alrededor, toco loscojines delsofa, elespejo quecolgaba dela pared, latelevision quecontinuabaapagada. Todo era real, solido,como debiaser.?Seestaria volviendo loca? Debia de haberse desorientado dealguna manera. Volvio a salir al pasillo. Esta vez avanzo despacio, asegurandose de que no se giraba sin darse cuenta, lo que le hizo sentirse estupida. Entonces reparo en que ya no escuchabaa Bruno nial bebe y seleacelero elcorazon. --!Bruno!?Dondeestas?!Bruno! La puerta dela habitacion del pequeno David seabrio. Bruno salio al pasillo como unaexhalacion. --?Que pasa? --dijo muy preocupado--. Me hasasustado. ATamaraletemblaban las manos. --Yo... No lo se... Me he mareado... Ellaabrazo. --?Teencuentras mal??Tellevo almedico? --No,estoy bien. Hasido algo momentaneo, no me hagascaso. No seatreviaacontarlelo quecreia haber vivido. Yno mereciala pena, pronto lo olvidariaellatambien. No era mas que una bobada. --!Dios mio! El nino.?Le has dejado solo? --Tranquila. Estaen lacuna.Yale habiacambiado. Estabamosa punto de derrotaralmalvado Doctor Octopus. Vamosa porel pequeno Spiderm... Lacunaestaba vacia. --Dijiste queestabaen lacuna. Por Dios no pongasesacara. !Meestasasustando!?Dondeesta David? --!Estabaen lacuna! !Lo juro! --!Pues ya no esta! Ambos temblaban y gritaban. Sus respiracionesestaban casitan aceleradascomo suscorazones. --Tiene queestar poraqui--dijo Bruno al borde dela histeria. Tamara ya estaba abriendo el armario. Gritaba el nombre de su hijo sin cesar, arrojaba la ropa y los juguetes a un lado, sin contemplaciones. --!Malditasea!?Como es posible? --Tiene que haber salido mientras hablabamosen el pasillo --dijo Bruno. --Pero si no anda, solo gatea. No puedesalir delacuna. !Es solo un bebe! Bruno vio un fuego en los ojos desumujer que nunca habia visto antes. --Telo juro por lo mas sagrado. Le deje dentro delacuna. --Registremos lacasa --rugio Tamarasaliendo dela habitacion. No descansaria hastarepasar hastael ultimo centimetro delacasa. Entro en la habitacion de matrimonio, queerala mascercana. David no estaba debajo delacama, nien losarmarios, ni detras dela puerta, nientrelasalmohadas, ni... La desesperacion se estaba apoderando de ella. Tenia miedo. Un miedo tan intenso que le dolia. Un miedo que la estaba haciendo enloquecer. Por sumente desfilo todaclase deimagenesaterradoras. Lesiones de bebes, secuestros y cosas mucho peores. --!Tamara! !Ven, deprisa! La voz de Bruno provenia delsalon. --?Le hasencontrado? --pregunto casisin respiracion trasabrir de un portazo--.?Dondeestaba?!Dime quele hasencontrado! Pero sabia que no. --Mas o menos --balbuceo el. No fue lo extrano de esa respuesta lo que paralizo completamente a Tamara. Fue la expresion de sumarido, el tono de voztan irreal que habiaempleado. --?Como que mas o menos? Bruno levanto un pie y lo mantuvo en elaire unos segundos. Luego lo poso un poco a la derecha, lo volvio a levantar. Despues dio un pequeno salto a un lado,con lacara palida de miedo. Miro alsuelo con unaexpresion indescriptible y levanto la vista de nuevo. --E-Estaahi...,aqui..., no esta. --Bruno, meestas preocupando de verdad.?Que demonios...? --!No! !Para! !No te muevas! --Tamarase quedo quietasin entender una palabra--. !Retrocede o le pisaras! Sumarido habia perdido completamenteeljuicio. Teniaelrostro desencajado, su voz vibraba y seentrecortaba,confundialas palabras. --Bruno no se quete pasa, pero tienes quecalmarte. Tenemos que buscara David. --M-Mira. Era obvio que Bruno no eracapaz de hablar. Senalo con el dedo. Ella miro, y cuando lo vio, secayo alsuelo. En laimagen delespejo estaba David, su hijo detrece meses, gateando, justo entreellos dos. Tamara miro alsuelo y no vio nada. Volvio a mirarelespejo. Alliestaba. Erael, su pequeno, pareciaasustado pero no lloraba. --!Cielo santo!?Queesesto? Paso la mano por el lugar que ocupaba su hijo en la imagen delespejo. No noto absolutamente nada. Ahora todo daba vueltas. Estaba perdiendo larazon, lo sabia, no podriasoportarlo. Solo quedo unaideaen su cabeza. --Tengo que sacarle de ahi --dijo mientras se levantaba. Bruno estaba completamente petrificado contemplando la imagen de espejo--. !Ya voy, David,cielo! !Mama vaa buscarte! Solo pudo dar un paso. Elespejo revento en pedazos mucho antes de que lo alcanzara. Los fragmentos volaron, se esparcieron por elsuelo, rebotaron contra las paredes y elsuelo. Tamarase desmayo.

  • Principe oscuro de Angelique Mut

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    Algunos principe son tan oscuro que cuesta creer que tiene un alma llena de luz…

  • Tengo un Secreto: El Diario de Meri de Blue Jeans

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    Tengo un secreto: el diario de Meri es la novela basada en el blog personal que escribe la intrigante Incomprendida en la pelicula El Club de los Incomprendidos. Basada en el besteller de Blue Jeans !Buenos dias, princesa!, la cinta, que se estrenara el proximo 25 de diciembre de 2014, esta producida por Bambu y Atresmedia y ya ha despertado una gran expectacion en las redes sociales. En la nueva novela, que arrasara entre todos sus fans, veremos como y por que empezo todo, seremos complices de las dudas, miedos e inseguridades de todos los Incomprendidos y, por fin, sabremos como siguen sus vidas despues del sorprendente final de ?Puedo sonar contigo? Una lectura imprescindible para comprender todo el universo de El Club de los Incomprendidos.

  • Noches furtivas, Mina Vera de Mina Vera

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    Londres, 1872
    Tres anos despues de volver a Espana por dictado de su padre, Ursula Olivan regresa a Londres, donde habian quedado aparcados todos sus suenos: estudiar en la universidad, convertirse en una gran perfumista. y compartir su vida con Edward Green, el unico hombre al que ha llegado a amar. Un encuentro fortuito entre ambos propicia que sus sentimientos renazcan con solo mirarse. Sin embargo, una vez mas Ricardo Olivan impondra su voluntad, prometiendo a su hija en matrimonio con lord Nathan Miller.
    Viendo que negarse a esa union es imposible si no quiere arruinar la reputacion de su padre, Ursula se vera obligada a conseguir que el propio Nathan se retracte de su proposicion. Desinteresarlo sera una ardua tarea, sobre todo porque su afecto por el crece dia a dia, si bien de noche continua viendose con Edward y disfrutando de furtivos y ardientes momentos de pasion.
    No obstante, Ursula no es la unica que guarda secretos. Tanto Nathan como Edward comparten un oscuro pasado que ninguno revelara a Ursula pero que lo cambiara todo cuando la verdad salga a la luz.

  • El amargo sabor de los recuerdos de Maria Gonzalez Pineda

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    Erika Gerig es una joven dulce y amable que adora la musica latina. Vive en Madrid con sus dos amigas y cada sabado se deja llevar por la magia y el ritmo en la discoteca de turno. Los hombres nunca han tenido mucho peso en su vida, hasta que, por el azar del destino, su coche se estropea en medio de la nada. Un apuesto mecanico, que vive en un pueblo cercano, sera su salvacion.

  • Heroe Anti de Jorge Borges

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    Mi nombre es Helio.
    Pero todos me llaman “Hero”.
    No se lo digas a nadie: Soy un superheroe

  • Pasion Indomita (Kavanagh 1) de Emily Blayton

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    Sophia Carrington parecia destinada a la solteria. Sus escasos talentos para el flirteo, su dote escasa y una madre recalcitrante y enfermiza que trata de convencerla de que ella no esta hecha para el matrimonio, todo parece conspirar para que se convierta en la solterona de la familia.
    Hasta que conoce a Ephraim Kavanagh, el irlandes. Un caballero guapo y fascinante pero con un oscuro pasado.
    Los lugarenos huyen de ese hombre y se santiguan a su paso. Aseguran que tiene una pesima reputacion y que en verdad esta maldito.
    Todos le advierten que es muy mala idea tener amistad con ese irlandes, pero ella esta harta de hacer siempre lo correcto…

  • El Despertar de Monica Tinoco Vazquez

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    El mundo que conoce Sara, una joven incomprendida, condenada a vivir en un lugar llamado Eron, comenzara a cambiar al descubrir secretos escondidos en el que es su hogar.

  • Glossy Look de Rosario Vila

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    Despues de una cena de empresa algo desmadrada, la despistada y romantica Lola se despierta con una resaca monumental y unas pintas horribles en la cama de un completo extrano. Avergonzada por los embarazosos detalles que el desconocido le revela sobre la noche anterior, huye de su casa sin resolver el misterio que envuelve este confuso encuentro amoroso. Pero no tardara en descubrir que se trata del hombre al que quiere cazar Miss Ladilla Trepadora, la temible y odiosa directora de recursos humanos de la empresa en la que trabaja: Glossy Look.

  • Un vaquero con pasado de Erina Alcala

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    --Hija, ?estas segura? --le decia su madre a Carmen. Estaba preocupada, porque la queria de vuelta y asi poder cuidarla en casa, lo antes posible, despues de lo que habia pasado un par de meses antes. A pesar de todo, no lograba convencerla de que se volviera a Espana desde Nueva York. --Bueno, mama, voy a probar por ultima vez. Y si al fin no consigo nada de lo que me gusta, me vuelvo a casa. Es lo que me ha recomendado el psicologo. --?Eso es lo que quieres? --le pregunto--. Estoy preocupada, carino. --Te prometo que, si ninguna de esas oportunidades me salen bien, regreso. No quiero darme por vencida y volver como una fracasada, quiero luchar e intentar salir adelante sin sentirme derrotada. --Y lo decia muy convencida--. Ya estoy de nuevo preparada para ello. Estoy animada, contenta y con ganas de empezar de nuevo otras oportunidades, y esta, creo, que sera buena. --Estas tan lejos, mi nina... Te queremos --dijo con sentimiento--. Antonio y yo te cuidaremos bien en casa y aqui podras buscar tambien un trabajo o montar tu propio negocio. Antonio puede ayudarte y te prestaremos dinero para abrir tu propia tienda, si eso es lo que tu quieres. --Mama, quiero hacer las cosas por mi cuenta. Os lo agradezco de todas maneras. Ademas, estoy a siete horas en avion. Pero quiero darme una nueva oportunidad. --Pero ?que vas a hacer tu en un rancho en Montana? Su madre no lo veia nada claro. --Mama... --Eso no es lo tuyo. --Y no le faltaba razon--. Tu restauras y ademas eres una chica de ciudad, carino. No te veo yo en el campo en medio de la nada. --?Que voy a hacer? Descansar. Liberarme. Trabajar. En el anuncio de trabajo solo ponia encargarse de una casa pequena en un rancho. <>, penso. --Pero, hija... --He visto la zona y es preciosa. El pueblo se llama Lewistown y tiene cinco mil habitantes y el rancho esta a siete kilometros mas o menos del pueblo. Creo que estare muy bien alli, y si no me va bien o no es lo que espero, me vuelto, ya te lo he dicho. No te preocupes tanto. --?Pero ya te han contratado? --Si, claro --dijo muy resuelta--, ya he hablado con el dueno, me da el tiempo necesario para llegar. Tengo que llevarme la camioneta. Por lo visto, ha heredado el rancho familiar y lo esta reformando. Y eso es lo mio. Restaurar y reformar. --Bueno, hija, al menos alli puedes tener paz y descansar... --No te preocupes, tambien se limpiar y hacer de comer, por si lo dudabas. --Yo solo quiero que estes bien despues de lo que te hizo ese maldito cabr... --!Mama! A veces su madre se preocupaba en exceso, pero todo eso era porque la queria. --!Oh! Hija... --Mama, el mundo esta lleno de cabrones. A mi me toco uno, pero al menos he tenido buena ayuda para salir adelante --dijo, esperando que ella supiera que estaba entre esas personas que tanto la habian ayudado--. Y he sido fuerte, asi que no te preocupes. --Pareces tu la madre. Carmen rio. --Si, lo he pasado muy mal, pero al menos me he liberado. !No iba a acostarme con ese viejo por mantener un trabajo! --!Desde luego que no! --Mama, voy a terminar de arreglarlo todo y terminar las maletas, quiero salir temprano manana. Tengo cuatro dias para llegar y quiero estar alli para el fin de semana, porque el lunes de la siguiente semana... !Empiezo a trabajar! Su madre suspiro, a sabiendas de que su hija no regresaria a Espana por una buena temporada. --?Ya sabes que sueldo vas a tener? --Eso es lo de menos. --Aunque su madre no pudiera verla, Carmen hizo un gesto con la mano--. Tengo ahorrado bastante dinero de mis dos anos aqui, unos cincuenta mil dolares. Sabes que estaba ahorrando para abrir mi propio negocio, pero necesito mucho mas para no quedarme sin nada. Y montar un negocio en Nueva York, requiere mucho mas de lo que tengo. --Mientras te pague algo... --El dueno me va a pagar al principio unos dos mil dolares, pero tengo comida y cama. Asi que los ahorrare enteros, que es mas de lo que ahorro aqui. Y ademas estare en el campo y lejos de todo. Creo que estare bien en ese lugar, lo presiento. Al menos, por un tiempo. --Si no, vuelves a casa --dijo su madre--. Llamame todos los dias, carino, hasta que llegues, para que sepa que has llegado bien. --Lo hare, mama, te quiero. Dale besos a Antonio. --Se los dare de tu parte. Y yo tambien te quiero a ti, hija. Cuidate. Carmen Valle era una chica inquieta e imparable trabajando, ya desde pequena, lo era. No paraba quieta un momento, empezaba algo y ya estaba pensando en hacer otra cosa en cuanto terminaba. Era de Sevilla capital, alli vivia su madre, Inma Ortiz, viuda desde hacia unos anos de su marido Eduardo Valle, padre de Carmen y de su hermano mayor, Raul. Su padre habia sido militar del ejercito del aire y murio accidentalmente en unas maniobras militares cuando ella tenia doce anos y su hermano Raul, quince. Eso, le peso a ella, porque era la princesa de su padre. Lo queria mucho y no pudo disfrutar de el todo lo que hubiese querido. Le hacia falta muchas veces como ahora. Aunque su madre siempre estuvo ahi, su padre le habia dejado un hueco enorme de infelicidad y melancolia, un vacio dificil de llenar. Su padre habia sido un hombre recto y serio, pero en casa con ellos era el mejor padre del mundo. Aun lo recordaba son su uniforme azul. Tan alto y guapo. Su madre no se volvio a casar, eran un matrimonio muy unido y tuvo que sacar adelante a sus dos hijos, y se dedico a cuidarlos hasta que estos se hicieron mayores, terminaron sus carreras, y se independizaron. Esa fue la mision y el objetivo que se impuso y lo habia conseguido con los dos, lo cual no queria decir que no se preocupara por ellos despues. Ahora que tenia a sus hijos lejos de ella, salia con un buen hombre, Antonio. Abogado de cincuenta anos y sus hijos estaban encantados de que no estuviera sola y hubiese encontrado un buen hombre, porque era joven aun y tenia derecho a ser feliz. Antonio tenia un bufete de abogados en Los Remedios, un barrio de Sevilla, donde habian vivido ellos y su madre. Aun tenian la casa familiar, y conocio a Antonio en la cafeteria donde iba a desayunar todas las mananas. Y al final decidieron vivir juntos en la casa de su madre. Su hermano Raul era militar como su padre, habia seguido sus pasos y estaba destinado en el ejercito del aire en Madrid, en Moncloa. Alli llevaba ya unos anos, y ella quiso estudiar Bellas Artes en Sevilla y hacer varios cursos de restauracion que era lo que le gustaba. Todo lo que pasaba por sus manos, ella lo restauraba. Se le daba bien y era creativa y trabajadora y conseguia restauraciones maravillosas. Le encantaba todo lo vintage que ademas estaba de moda ahora. Pero podia hacer otro tipo de restauraciones e incluso tapizaba, hacia marcos para cuadros, sillas, sofas. Compraba jarrones y los modificaba y pintaba. Le daba igual lo que fuese, lo restauraba todo. Pintaba y le daba a todo la vuelta. Le encantaba la madera, los muebles antiguos, esa era su predileccion y en un intercambio que hizo a Nueva York cuando estaba en la Universidad, se enamoro de la ciudad y supo que se iria al terminar la carrera. Alli tenia mas oportunidades. Y con veintidos anos, su carrera terminada y algunos cursos, hizo las maletas y con una amiga, Paula, que conocio en la Universidad, emprendieron rumbo a la Gran Manzana, a la aventura. Tuvieron muy buena suerte, pues en menos de un mes, encontraron ambas facilmente trabajo en una empresa de muebles antiguos y las contrataron como restauradoras. Alquilaron un apartamento de dos dormitorios en Brooklyn, en una zona tranquila, y durante un ano vivieron y conocieron Nueva York perfectamente. Salian los fines de semana a divertirse como dos jovenes de su edad y eran felices con su vida. Tenian un buen sueldo, pues aparte del salario cobraban una comision y a veces lograban ganar hasta ocho mil dolares al mes, porque eran muy buenas y las restauraciones se pagaban bien y resultaban costosas. Y Carmen logro ahorrar en un ano casi cincuenta mil dolares. Paula conocio a Dan, un abogado de Boston y se fue a vivir con el de la noche a la manana, y termino casandose con el. Carmen se quedo sola, sin creerselo apenas, pues lo de su amiga habia sido un flechazo autentico en toda regla con Dan, en cuatro meses ocurrio todo. Cuando se quedo sola, tuvo que cambiarse a un estudio para poder mantenerse, ya que si seguia en el apartamento no podria ahorrar nada. El estudio era apenas una sala con una cocina y un bano pequeno con ducha, lavadora y secadora. En el salon tenia un sofa cama, una mesa para dos de comedor y una pequena mesita con un mueble para la television, pero no podia permitirse mas, si queria ahorrar algo. Y ella queria hacerlo para montar su propia tienda de restauracion. Al irse su amiga, empezo su calvario. El dueno de la empresa empezo a acosarla, la molestaba constantemente con palabras casi obscenas y sibilinas, pero que parecia lo que no era. Se arrimaba por delante de ella y por detras frotandose a veces, sin parecer que fuera acoso. Y como ella no hizo caso a sus pretensiones, le quitaba clientes, no le dejaba contestar al telefono, la ninguneaba o renia delante de los clientes y companeros de la tienda, le decia que si es que ya no le gustaba trabajar en la tienda, hasta que ella se encontro encerrada en ese circulo de la noche a la manana sin poder hacer nada, porque se sentia debil y enferma, no salia y fue encerrandose en si misma y deprimiendose, y al ano, ella ya no aguanto mas.

  • El caso de las japonesas muertas de Antonio Mercero

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  • Elevacion de Stephen King

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    King vuelve a Castle Rock con un mensaje para nuestros tiempos.

  • Y si fuera cierto de Antonia J. Corrales

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    No recordaba haber viajado nunca en un tren tan arcaico. Era lento y destartalado, con asientos de madera vieja y eskay marron decolorado, sucio y aplastado por el uso. Aquel vehiculo parecia quejarse en cada tramo del recorrido. Al circular emitia un ruido metalico, constante y monotono que se asemejaba a un quejido. En cada curva que tomaba aparentaba partirse en dos, como si hubiese perdido algun anclaje y con el la posibilidad de seguir su curso por aquellas vias tan primitivas como el. Durante el viaje, a pesar de los traqueteos que dejaron mi espalda maltrecha, consegui dormitar. Aquel duermevela siempre desembocaba en una pesadilla que me llevaba una y otra vez a nuestro ultimo encuentro. A la imagen surrealista de las hojas de arce girando en el aire; rojas, de un rojo tan intenso como irreal. Y de ellas a su copa y a la mia. A la mirada de el, a nuestro silencio, a sus manos soltando las de ella. Al dolor que senti, al dolor que se tambien sintio el cuando nuestras miradas se cruzaron. Al abismo por el que se precipito nuestra vida en comun; al barranco por el que fue resbalando nuestra relacion hasta hacerse girones. A nuestras mentiras, a nuestros enganos, a sus sonrisas y mis lagrimas, al luto que acompano nuestras ultimas veladas. A aquellas noches marchitas, adornadas con rosas de petalos desprendidos y secos que se dejaban caer sobre el mantel blanco, junto a las copas de aquel vino tinto de reserva que dejamos de compartir. Los recuerdos de aquellos dias, los ultimos de nuestra relacion de pareja, se sucedian uno tras otro sin orden ni concierto, componiendo aquella pesadilla hasta que el tren brincaba sobre algun riel ligeramente dilatado y el salto me devolvia al interior de aquel vagon que olia a suenos rotos. Alli todos dormian. Lo hacian como yo, a intervalos cortos. Entreabrian los ojos y quejumbrosos intentaban adoptar una nueva posicion. Con la mirada perdida y desorientados volvian a cerrarlos a los pocos segundos, bamboleados por el traqueteo constante y molesto del vagon, al que acompanaba un chirrido que, a veces, se asemejaba a los acordes producidos por las cuerdas de un violin desafinado. Dentro de aquel vagon el presente parecia no existir, al menos esa fue mi sensacion, que todos estabamos inmersos en una extrana pausa que no terminaria hasta que el tren llegara a su destino. Antes de subir a aquel artilugio, que parecia haber regresado del pasado, me percate de que no llevaba mi ordenador, pero ya era demasiado tarde para regresar. Habia esperado mas de una hora sentada en uno de los bancos de aquel apeadero que, por su austeridad y decoracion decadente, parecia pertenecer a otro siglo. Cuando a traves de los altavoces indicaron la llegada del tren y fui a echar mano de mi equipaje comprobe que solo llevaba el trolley. No habia cogido el maletin con el ordenador portatil, ni la maleta con mi ropa. Arrecida y sola en aquel paraje que se me antojo inhospito, gelido, silencioso y demasiado solitario, me recrimine el despiste, las prisas con las que habia abandonado mi lugar de residencia. Me reproche haber permitido que mis sentimientos se antepusieran a la razon. Ser tan visceral siempre me habia dado problemas y dejar mi ordenador y la maleta con la mayor parte de mi vestuario en casa, era uno mas para anadir a la lista. Apenas recordaba lo sucedido la noche anterior, despues de salir del restaurante. Tampoco lo que hablamos Torcuato y yo. Sin embargo, estando segura de que hablamos, no conseguia recordar ni tan siquiera un gesto suyo, ni una palabra que apuntar; nada. Su ausencia era extrana, demasiado inusual y ello me llevo a suponer que, tal vez, le hubiese molestado mi marcha apresurada. Pero lo deseche porque le habia manifestado mi deseo de aceptar el trabajo y el se mostro receptivo; me apoyo. Entonces, ?por que no se habia despedido de mi?, me cuestione varias veces sin encontrar una respuesta. Todo parecia haber perdido sentido, como si aquello, lo sucedido en el restaurante, no hubiera ocurrido jamas. Sin embargo, la hoja de arce permanecia en mis manos, roja, brillante y esclarecedora; demostrandome que todo era real. Me marche de forma precipitada. Senti la necesidad de escapar, de huir. Aquel detalle era lo unico que recordaba con mayor claridad. La prisa; la necesidad casi vital de perderme, de no regresar a la casa, de no volver a verle, de no enfrentarme a una realidad que nos perseguia hacia tiempo y que ambos nos negabamos a aceptar. Mi falta de valentia ante aquella situacion inesperada, tan infrecuente como posible, permanecia fresca en mis pensamientos aranandome por dentro, haciendo que me sintiera mal. Recordaba una y otra vez sus ojos fijos en los mios y una inusual sensacion de ahogo. Aquella presion en el pecho que me impedia hablar y el sonido seco de la puerta de casa al cerrarse tras de mi, parecian adheridos a todos mis pensamientos. --Estas loca, como te vas a marchar a un lugar al que no llega ni la senal de la telefonia movil. No sabes quien es ese hombre, que tipo de vida lleva, ni tan siquiera si su identidad es real. Es una irresponsabilidad. Puede ser un paranoico, un perturbado o vete tu a saber--me dijo mi marido una semana antes, cuando le mostre el anuncio que habia recortado de la pagina de ofertas de trabajo de un diario nacional. --Imagino que habra algun pueblo cerca desde el que pueda comunicarme. Hoy en dia no existe ningun lugar tan alejado de la civilizacion, tan incomunicado. No dramatices, igual hasta te sientes mejor sin mi. Total, casi que va a ser lo mismo que ahora. No creo que me eches mucho en falta..., ni yo a ti -le respondi en un tono ironico al que no se enfrento. Nunca se enfrentaba a mis palabras si estas eran recriminatorias. Le dijese lo que le dijese el simulaba no escuchar si hacerlo le iba a suponer una discusion. Algo que a mi me ponia empirica y que tambien contribuyo a que nuestro distanciamiento fuese cada vez mayor. --No te das cuenta de que hasta el anuncio es, cuando menos, un poco raro. No hay ningun dato, ni direccion, solo un numero de telefono movil. Deberias cerciorarte de que todo es veraz antes de aceptar el trabajo. Tendrias que hacerlo, aunque solo fuese por responsabilidad. --Tu siempre has dicho que hay que arriesgar, arriesgar para ganar. Pues eso precisamente es lo que voy a hacer. Ademas, ?que tengo que perder?, mi vida es como un juguete roto, un puzle al que cada dia le faltan mas piezas... La llegada a la estacion fue tan brusca como los baches y desniveles que durante el viaje truncaban mis continuos intentos por descansar. El tren paro en seco. Fue como si sus ruedas metalicas y viejas se hubieran clavado en el suelo de golpe. El sonido que produjo, ferreo y estridente, parecio convertirlas en unas de hierro que se aferraron a las viejas vias, incrustandose en ellas y parandolo contra su voluntad. A pesar de aquel frenazo brusco e inesperado, del ruido agudo que invadio el vagon, nadie se movio de sus asientos, ni hizo un solo gesto de extraneza; solo me levante yo. En el apeadero me esperaba el, el hombre que me habia contratado para que escribiese su vida. Era alto, de complexion fuerte y cojeaba ligeramente de su pierna derecha. Vestia abrigo de pano gris. Sus manos estaban cubiertas por unos guantes negros de cuero. Llevaba la solapa del abrigo alzada y rodeandola una bufanda de lana negra. Su rictus era severo, como su planta, de aire castrense. Si no fuese por aquella sonrisa que me dio la bienvenida antes que sus palabras, habria pensado que no solo su vestimenta y sus ojos eran grises, su interior tambien. Me resulto intranquilizador comprobar que nadie mas que yo se apeaba en la estacion, tambien la aparente desolacion que rodeaba el lugar. Tal vez estuviera equivocada, quiza aquel viaje era una locura, un riesgo que no debia correr, pense mirando desconcertada hacia el vagon del que terminaba de bajarme. El tren comenzo a moverse paulatinamente, demasiado lento, como si quisiera y no pudiese coger velocidad. Una de las ventanas de mi vagon se abrio y la mujer que habia viajado frente a mi se asomo por ella. Saco su mano y dejo caer una hoja de arce que, llevada por el viento, llego hasta mis pies. Instintivamente busque en mi agenda la hoja de arce, la hoja roja del restaurante, pero no estaba. Debio caerseme dentro del vagon, pense. El se agacho, la recogio y con una expresion calida y entranable dijo: --Aqui hay muchos arces --senalo las montanas y el valle--, pero ninguno tiene unas hojas tan rojas como esta, parece de terciopelo. Puedo plastificarsela..., si quiere. La convertiriamos en un marca paginas perfecto-- afirmo ofreciendomela. >>Soy Santos, y usted debe ser mi biografa, Fabiola, ?me equivoco?...

  • Las mil caras de la Luna de Eva Villaver

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    No tenemos que regresar a la Luna, porque siempre hemos estado alli.

  • La ultima cancion de Mara de Abigail Villalba Sanchez

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    Oscar se estremecio cuando la brisa marina, llena de salitre y secretos, le revolvio el pelo y le recordo que, muy a su pesar, era invierno. Su piel desnuda se erizo desagradablemente y le arranco una sonrisa resignada. —Sabes que esto podriamos haberlo hecho en cualquier otro sitio, ?verdad? —pregunto, divertido, mientras se incorporaba de la arena en la que estaba tumbado y se frotaba los delgados brazos—. En uno en el que no me estuviera helando, por ejemplo. La figura masculina que estaba junto a el, completamente estirado y tan desnudo como el mismo, sonrio con suavidad y se encogio de hombros. Sus ojos, oscuros y enormes, continuaron fijos en el cielo nocturno. —Desde aqui se la oye mejor —contesto, un momento despues. —Me pregunto como sabras tu eso. Al escuchar el tono de chanza de Oscar, Samuel rio entre dientes y se giro hacia el, con una sonrisa divertida dibujada en los labios. —?Crees que no me he asegurado de buscar el mejor sitio? —Se incorporo lentamente, se acomodo junto a el hasta que sus hombros se tocaron y doblo las rodillas para apoyar los brazos en ellas. Despues, le dio un suave empujon y continuo hablando, casi en un susurro—. Se donde quiero hacer el amor contigo. Oscar enrojecio. Despues se echo a reir de puro nerviosismo y se paso las manos por el pelo, de brillante cobre y suaves ondas que caian hasta sus hombros. —Eres encantador cuando quieres algo —le pico, sin perder ni un apice de la acidez que le caracterizaba. Sin embargo, fue en ese momento cuando, por fin, los primeros rayos de luna surgieron de detras de las montanas, asi que toda su atencion se vertio en esa direccion—. Hacia tantisimo que no veia la luna brillar asi… A su lado, Samuel sonrio con tristeza y se abstuvo de decirle lo que pensaba acerca de su exilio voluntario a tierras humanas. En otro momento, quiza, si hubiera contestado de manera diferente. Pero esa noche… la que simbolizaba el fin de ano, no era una noche para las disputas. Y mucho menos con el. El joven suspiro y miro de reojo a su companero, que aun parecia absorto en la contemplacion del satelite, para atesorar esa imagen para siempre: la luna que brillaba en su lento ascenso y que iluminaba con sus rayos la bahia en la que estaban sentados, las finas lineas anaranjadas que surgian, poco a poco, en la piel de Oscar y que revelaban su origen magico y, por ultimo, la sonrisa nostalgica de su companero, esa que hablaba de anos lejos de las profundidades marinas. —?Sabes? —pregunto, finalmente, mientras acariciaba su mejilla con los nudillos—. Cuando te escribi y te propuse venir aqui… bueno, hubo un momento en el que pense que no querrias acompanarme. Oscar aparto la mirada de la luz plateada y la clavo de nuevo en el. Sus ojos, inteligentes y siempre atentos, no tardaron en repasar las espirales violetas de sus mejillas y las lineas rectas, de identico color, que bajaban a lo largo de sus brazos. Tardo un momento en darse cuenta de a que se referia, pero cuando entendio la inseguridad de Samuel, suspiro. —Lo dices por Mara, ?verdad? —Sonrio con resignacion y nego con la cabeza, tranquilizadoramente—. No tengo nada en contra de ella, aunque todos os empeneis en decir lo contrario. Si —admitio—, he decidido abandonar las corrientes en pos de una vida humana. ?Y que? Que ahora viva en tierra, Sam, no significa que no me preocupe por ella. De hecho —anadio y se inclino hacia el, mientras bajaba la voz y acariciaba sus labios con los suyos—, si estoy aqui es para cuidarla mejor. Samuel se estremecio de placer a medida que el beso crecia. El roce de su lengua contra la suya resultaba embriagador, como si aquella fuera la primera vez que lo hacian… o quiza la ultima, pues su relacion siempre habia sido muy tormentosa e inestable y si seguian juntos era, simplemente, porque no podian estar el uno sin el otro. Por eso estaban alli, despues de meses de silencio y rabia, despues del dolor de la ultima separacion. —Te quiero —farfullo entonces Samuel, con premura, entre beso y beso, entre aceleradas y freneticas caricias—. Pase lo que pase. Estemos donde estemos. No lo olvides nunca, joder. —No podria hacerlo. Sabes que yo nunca olvido nada—contesto Oscar, jadeante, con los labios apretados contra su cuello y la excitacion a flor de piel. Ni siquiera la fuerza que la luna ejercia sobre ellos fue capaz de separarles. Sus labios se buscaban segundo a segundo, mientras sus manos se perdian en los rincones mas ocultos y placenteros de su cuerpo humano con una lentitud inhumana, como si no tuvieran prisa alguna. De hecho asi era, pues Samuel se habia encargado de buscar la cala mas escondida e inaccesible de las costas gallegas. Le habia costado un tiempo dar con aquella, pero ahora que tenia a Oscar a horcajadas sobre el se daba cuenta de que su sacrificio habia merecido la pena. Y mientras el cielo estallaba en luces artificiales de brillantes colores y la luna les acariciaba con su fria plata, ambos jovenes se perdieron en una danza tan antigua como el propio tiempo. Una danza tenida de jadeos y gemidos al principio, y poco despues, con la luna llena inmovil sobre el oceano, de una melodia dulce y tierna que procedia de algun lugar entre las oscuras aguas. —Escuchala —susurro Samuel entonces, con las manos aferradas al delgado cuerpo de Oscar y sus labios rozando su oido—. ?No es lo mas hermoso que has oido nunca? —No —farfullo el joven en contestacion, mientras le sujetaba de las mejillas y se perdia innegablemente en el fondo de sus ojos, mientras luchaba por no dejarse llevar por todos los estimulos que le asaltaban: el placer de sentir a Samuel en su interior, la magia de la luna, que le recordaba lo que verdaderamente era, y de fondo esa cancion sirenea que siempre le tocaba el corazon…—. Tu voz es lo mas bonito que he oido nunca. Ambos sonrieron, perdidos el uno en la mirada de otro, inmoviles y acunados por aquella lejana melodia que a ambos les hacia temblar de emocion, quisieran… o no. Y asi, frente contra frente, labios sobre labios, la medianoche llego y se marcho, mecida por el oceano y por las dos criaturas que se amaban sobre la arena, ajenos a que un ano habia muerto y otro habia nacido. Solo se detuvieron, cuando, agotados, se dejaron caer sobre la fria arena, abrazados el uno al otro. Permanecieron asi, en silencio, durante todo el tiempo que duro la cancion de la llamada Mara. Aquella vieja sonata, pese a pertenecer a tiempos preteritos, seguia siendo limpia y tibia y aunaba sus corazones incluso mas de lo que lo estaban en aquellos momentos. Y cuando el sol despunto en dorado, moribunda ya la noche, y la voz de Mara se quebro dando paso a la brisa, ambos hombres se incorporaron y contemplaron la calida belleza de un amanecer invernal. —?Volveremos a vernos? La voz de Samuel interrumpio el silencio. A su lado, Oscar suspiro y se encogio de hombros. —Supongo que no vas a cambiar de opinion, ?verdad? —pregunto este, con suavidad, a pesar de que sabia la respuesta—. Vas a seguir combatiendo por tu lado. No vas a hacerme caso en absoluto. Samuel fruncio el ceno y sacudio la cabeza negativamente, pues lo ultimo que queria despues de aquel encuentro era hablar de politica y de contaminacion. Por eso, apreto los dientes con fuerza y se encogio de hombros. —Te buscare —aseguro entonces, mientras se levantaba y dejaba su atletico cuerpo banarse en la luz rosada del amanecer—. Encontrare la manera de contactar contigo. —Samuel… El joven se detuvo, de espaldas a Oscar. Sus ojos se clavaron en las suaves olas que rompian en la orilla y que le recordaban lo lejos que estaba de casa. Suspiro. —Feliz ano, mi vida —murmuro entonces, sin girarse—. Ten cuidado. Oscar sintio un pellizco en el corazon que hizo que sus palabras se quedaran atascadas en la garganta. Por un lado queria ir con el, olvidarse de lo que estaban haciendo los humanos con Mara y combatirles como Samuel queria que hiciese pero, por otro… Sacudio la cabeza e hizo de tripas corazon, como cada vez que se separaban. Se levanto, beso su hombro con infinita ternura y despues camino en direccion al agua. —Aun puedo cogerme el dia libre —informo Oscar, en contestacion, mientras dejaba que el agua cada vez le arrastrara mas adentro—. Aun podemos regalarnos un dia antes de volver… a lo que cono sea que tengamos. Un dia —rogo—, en el agua, como tu quieres. En casa. —?Estas seguro de eso? ?No prefieres volver a esa… oficina y a tus companias humanas? —Un dia, Sam —repitio, mientras se dejaba caer hacia atras y el agua salada le recibia con agrado, como una madre a un hijo descarriado—. Solos tu y yo. Y mientras sus piernas olvidaban su forma humana y su cuerpo se liberaba del disfraz, una segunda figura se zambullo a su lado y tambien se transformo: sus extremidades dieron paso a una cola firme, fuerte, de brillante color violeta. Las agallas de su cuello se abrieron y bebieron del oxigeno del metodo acuatico y sus ojos, oscuros en la tierra, brillaron con intensidad mientras buceaba en busca de mas profundidad. —!Vamos, Oscar! —lo llamo, en su idioma natal, mientras giraba sobre si mismo y disfrutaba del liquido elemento—. !Que no se diga que se te ha olvidado quien eres! Al escuchar la mofa, el joven sonrio y movio con elegancia la cola anaranjada que le senalaba como triton. Dio un coletazo con fuerza, paso a su lado… y sonrio, antes de guinarle un ojo con descaro y perderse en las susurrantes corrientes de su reino oceanico.

  • Di que eres mia de Elena Romero

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    El humo de un cigarrillo abandona el coche a traves de la ventanilla, el espeso humo se desvanece rapidamente en el ambiente debido a la velocidad considerable a la que se desplaza el vehiculo. Un par de caladas mas tarde, es lanzado hacia la nada, ya que, siempre habia sido una mala idea fumar antes del desayuno. Acto seguido, sosteniendo un vaso desechable con el logo de una reconocida marca de cafeterias, Derek es victima de los espasmos involuntarios que le generan una tos incontrolable y que no le permite continuar avanzando. Se ve obligado a detener el vehiculo por unos segundos a la orilla de la carretera, maldice una vez mas y toma un sorbo de cafe. Habia dos cosas que Derek detestaba enormemente, una de ellas era el cafe frio, y la otra, una sesion de sexo mediocre. La vida de Derek no ha sido sencilla, ha tenido que afrontar algunas duras pruebas que lo han convertido en el hombre actual, no se siente orgulloso de nada de lo que ha logrado, ya que, todo parece haber sido una serie de fracasos desde hacia seis anos atras. Ahora, con 25 anos, Derek tiene mas historias que contar que cualquiera de las personas que conoce, se ha visto obligado a abandonar su ciudad natal para poder conseguir oportunidades en la ciudad de Nueva York, que ha sido la unica que le ha dado un voto de confianza al joven conductor de una furgoneta de entregas a domicilio. De hecho, es lo unico que tiene, y lo que considera de valor en su vida. Vive en un pequeno departamento sobre un bar nocturno que opera durante toda la noche y raras veces le permiten dormir por el volumen elevado de la musica. Aunque sabe que su vida es un completo desastre, Derek sabe perfectamente como compensar la desgracia, ya que, no duda ni un solo segundo cuando tiene una oportunidad de divertirse. Aquella manana, es evidente en sus ojos el agotamiento de no haber cerrado y sus parpados en toda la noche. Siendo un lunes por la manana, debe asumir sus responsabilidades para poder tener algunas monedas al final de mes. Hubiese deseado quedarse en la cama, pero las responsabilidades matutinas del inicio de semana lo han impulsado a salir de su departamento con la misma ropa con la que ha pasado todo el dia del domingo. Solo le ha dado tiempo de tomar la chaqueta de la compania de entregas para la cual trabaja y tras subir a su camioneta, condujo rapidamente para recoger la encomienda y entregarla en el destino indicado. Su vida ha sido automatica desde su llegada a Nueva York, una rutina muy bien definida por el trabajo durante el dia y el placer durante la noche. Necesita un escape efectivo de la realidad en la cual se encuentra, y a pesar de que, ha tenido muchos vicios rodeandolo constantemente, el unico ante el cual ha sucumbido de manera inevitable ha sido el placer que le puede proporcionar el sexo. Nunca es suficiente para Derek, quien, despues de haber tenido una vida bastante agitada durante sus dias de adolescente, ha retomado esta vida despues de volver a las calles una vez mas. Si, Derek ha estado ausente de las calles durante cuatro anos, despues de que, con tan solo 20 anos ingresara a la penitenciaria estatal al haber estado vinculado con multiples estafas. Es un hombre sumamente inteligente, pero esta inteligencia no ha sido utilizada para los fines correctos. Siendo un genio de la computacion y un maestro de los numeros, Derek se habia vinculado con las personas equivocadas. A traves de las practicas ilicitas, habia logrado conseguir una importante fortuna que aseguraria su futuro, pero nunca habia contemplado la posibilidad de ser atrapado. La mente de un criminal siempre evade esta posibilidad, deshaciendose del miedo ante la posibilidad de vivir encerrado durante el resto de su vida, y asi poder efectuar sus crimenes de manera impecable y exitosa. Una equivocacion minima le habia costado la libertad a Derek, quien fue rapidamente rastreado por los federales, quienes estaban tras su pista despues de haber conseguido enganar a uno de los empresarios mas importantes de la ciudad de Nueva York. Miles de dolares ingresaron a su cuenta personal en solo unos segundos, siendo un exito tanto para el como para sus companeros, quienes confiaban en las habilidades de este genio, quien aseguraba en todo momento que nunca podrian atraparlo. Tan solo un par de horas despues, los federales estaban rompiendo sus puertas para ingresar y llevarlos a todos detenidos. Al parecer, este seria el final de la vida de crimenes de Derek, quien tuvo suficiente tiempo para recapacitar mientras estuvo encerrado. Tras este suceso, sabia perfectamente que no contaria con absolutamente nadie a partir de ese momento. Sus padres, llenos de decepcion, le dieron la espalda para siempre, dejando a Derek por su cuenta durante los siguientes anos. Su buen comportamiento le habia permitido salir antes de que se cumpliera la condena de los cinco anos. Fue asi como, despues de cuatro anos encerrado en aquella penitenciaria, finalmente saldria a las calles llevando a cuestas una pequena mochila con algunas de sus pertenencias, un corazon lleno de esperanzas y una gran necesidad de llenar el vacio que habia sentido durante los ultimos cuatro anos. La adolescencia de Derek que habia sido un completo desastre, llena de locuras y accion debido al exito que tenia con las chicas. Estatura de 1.90 m, piel blanca, ojos cafes y personalidad particular, siempre le han permitido tener acceso a la chica que deseara, por lo que, no seria dificil poder conseguir a alguien con quien divertirse desde aquella primera noche en las calles de Nueva York. Cada centavo del dinero que habia conseguido estafando habia sido confiscado, por lo que, todos asumian que Derek estaba completamente quebrado. Pero, un joven tan inteligente y habil con la tecnologia, habia conseguido guardar algunos dolares en una cuenta que no habia sido rastreada. Este seria su fondo de retiro, el cual pensaba que utilizaria muchos anos despues, el cambio en los planes de manera tan drastica lo habia obligado a disponer de este dinero para poder comprar un pequeno departamento en la ciudad de Nueva York y una furgoneta. No habia sido demasiado meticuloso a la hora de escoger su departamento, entrando al primer lugar que se le presento y cerrando el negocio casi instantaneamente. Era un lugar tranquilo durante el dia, pero durante las horas nocturnas era un completo caos. El bar que funcionaba en la parte de abajo, generalmente tenia niveles insoportables en el volumen de la musica, algo con lo que no contaba Derek aquella tarde cuando cerro el negocio para comenzar a vivir en aquel lugar. Esto lo obligaba a compartir el festejo y bajar hacia el bar a disfrutar de unas cervezas y buena compania. Esta era una apuesta segura, ya que, cada vez que acudia completamente solo al bar, generalmente terminaba en la habitacion principal de su apartamento follando con cualquiera de las chicas que sucumbieran ante sus encantos. Era un hombre misterioso, siempre tenia una buena conversacion para compartir. Su talento con las mujeres era algo innato, no era algo que practicara o premeditara antes de llevar a cabo, con solo sentarse al lado de una de las chicas y proporcionarle una cerveza, ya tenia la mitad del trabajo realizado. Pocas habian sido las que se habian rehusado a compartir un trago con este caballero, muchas de ellas por su preferencia sexual y otras por estar acompanadas de su pareja, quienes aparecian segundos despues para quitar del medio al joven conquistador. Despues de continuos intentos por conseguir un empleo, se le estaba acabando el dinero, hasta que finalmente habia logrado ser contratado por esta compania de entregas a domicilio, la cual requeria de un joven con vehiculo propio que le permitiera realizar las entregas de paquetes de diferentes dimensiones. Aunque aquel viejo hombre no estaba demasiado convencido de darle la oportunidad a un exconvicto, finalmente logro sucumbir ante la insistencia de Derek. Fue asi como consiguio aquel empleo que le obligaba a salir muy temprano de casa en la manana para pasar todo el dia conduciendo su furgoneta de un lugar a otro para realizar las entregas asignadas por la secretaria de la compania.

  • La boda de mi hermana de Dylan Martins

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    Coge aire, sonrie y disimula todo lo mal que te cae. --Buenos dias, senor Moretti --sonrio fingiendo con la misma frialdad. --Buenos dias, Rebeca -- le devolvi la sonrisa, la llame como siempre por su nombre y no por su apellido como ella se dirigia a mi -- Te queda muy bien esa coleta -- le hice un guino tan falso como lo que le habia acabado de decir. Segui sin pararme ante ella, como cada manana, no la aguantaba, pero era la hermana de mi socio Julian y me la tuve que comer con patatas, ni mas ni menos. Procuraba llevarlo lo mejor posible, !que se le iba a hacer! Otras cosas peores o al menos eso queria pensar yo para sobrellevar aquella pequena cruz. Por suerte, mi talante no es malo y soy de los que se lo echan todo a la espalda, razon por lo que veia mi relacion con ella como un reto. Dia que pasaba, dia logrado... Entre en mi despacho y encontre un monton de expedientes autorizados sobre mi mesa, se veia que el dia anterior el equipo financiero habia visto viabilidad en muchos de ellos; ahora me tocaba a mi decidir cuales si y cuales no. Mire por la ventana y me encantaba esa sensacion de paz que se respiraba tras los amplios cristales, el mar... Mi trabajo me fascinaba, tenia con Julian una empresa financiera a gran escala. Llevabamos con ella cinco anos, pero nos habiamos afianzado a pasos agigantados, encontrandonos ya entre las mas importantes del pais. Vivia solo en un atico de doscientos metros y cien de terraza frente al mar ?Que mas podia pedir? Aquel atico habia supuesto para mi la consecucion de un reto y podia decir que habia logrado la casa de mis suenos, como si del programa televisivo del mismo nombre se tratara, en un tiempo record. Una novia, queria una novia, pero yo en ese sentido era una bala perdida; tan pronto me enamoraba como me desenamoraba, tan pronto amaba como me ahogaba, asi que lo mio debia ser algo como una alergia a largo tiempo con una mujer. No podia negar que era un seductor y un mujeriego. Creo que ahi esta la clave, el juego de la seduccion me podia... Pero cuando la presa caia en mis garras, como que empezaba a perder interes a marchas forzadas. ?Culpa de ellas? No, indiscutiblemente mia, pero esas cosas no se fuerzan y era mi condicion. Ese dia solo vine a dejar listo el trabajo y me iba para casa a preparar equipaje de mano, ya que a la manana siguiente salia rumbo a Cracovia. Mi hermana Lis se habia enamorado de un polaco llamado Kiev y se casaba alli el fin de semana, no se pudo haber buscado uno de Cadiz, no; ella de Polonia. En fin, tocaba ir a cumplir, en el fondo la adoraba y como no teniamos padres, debia llevarla yo al altar, por supuesto orgulloso de cumplir ese papel. Se trataba del gran acontecimiento del ano, que digo del ano, del siglo... Que mi hermana fuera feliz era una de las grandes prioridades de mi vida, y si su felicidad estaba en Cracovia, como si estaba en la Conchinchina, yo la apoyaba a muerte. Valore los expedientes y me fui directo para casa, tambien queria descansar. --?Donde vas tan rapidito? Vale que seas una bala, pero que salgas como una de ellas, a eso ya estoy menos acostumbrado--me pregunto Julian con el que me cruce y a punto estuve de arrollarlo. --No querras que llegue con mala cara a la boda de mi hermana. Alli habra cantidad de macizas avidas de un seductor como yo y uno tiene una reputacion que mantener--bromee. --No, no vaya a ser que la alta sociedad de Cracovia se pierda la oportunidad de conocer a una prenda como tu, tira para alla, hombre y no olvides brindar a mi salud. --Eso siempre... --Si, porque brindar, brindaras, pero anda que te has acordado de mi para llevarme, granuja.... --Alguien tiene que quedarse al frente del negocio, amigo, fuiste tu quien lo dijo; no me fastidies, yo por mi te hubiera llevado--le di una palmadita en el hombro y me marche de alli al galope. Sali saludando con una sonrisa a Rebeca, en el fondo iba pensando que ahi se quedaba y que la iba a perder de vista unos dias. Bien mirado, seguramente ella pensaria lo mismo. Pues nada, los dos felices, al final iba a resultar que se nos contentaba con poco. Lo mio con ella fue como los amores a primera vista, pero al reves; desde el primer momento nos caiamos mal y no hubo forma de remediarlo. De vez en cuando lo intentabamos, pero nada, ni poniendo de nuestra parte. Por respeto a Julian lo soportabamos estoicamente y procurabamos no darle mayor importancia, pero que me caia como el culo, me caia como el culo. Y apostaba un brazo y no lo perdia a que a ella le sucedia lo mismo. Llegue a mi casa y me sente a comer. Lola, la mujer de servicio me habia puesto la mesa. Aquel mediodia cocino para mi un pescado en salsa que estaba delicioso, pues tenia una mano en la cocina increible y la casa me la mantenia como los chorros del oro; no podia haber escogido una senora mejor. Ademas era toda amabilidad, tenia cincuenta y cinco anos, pero aparentaba diez menos, con una vitalidad fuera de serie. --Tu hermana Lis estara bellisima vestida de novia. Por favor mandale recuerdos de mi parte, quiero que sepa que la tengo presente. --Por supuesto que lo hare y ella te estara muy agradecida. Sabes que te consideramos como de la familia. --Y yo a vosotros. Me he tomado la libertad de confeccionarle yo misma una liga para que la lleve puesta ese dia. ?Se la daras? --Ni que decir tiene que se la dare. Eres un amor, Lola. Muchas gracias en su nombre, aunque ya te llamara ella para dartelas. Ya sabes, es mas cumplida que un luto--bromee. --Un torbellino es lo que es esa nina y con que sea la mitad de feliz que yo le deseo, ya va servida--suspiro. --Pues tranquila, que esa con su Kiev es feliz un rato largo. Yo no se lo que le ha dado el polaco, pero le ha sorbido el seso--rei. --Que cosas tienes--me imito riendo con ganas. Ella se iba a las cuatro. Una hora despues de que yo llegara y comiera, recogia la cocina y se marchaba hasta el dia siguiente, que llegaba a las ocho de la manana.

  • Madera de savia azul de Jose Luis Gil Soto

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    Una gran novela, llena de emociones y aventura, que nos traslada hasta un mundo medieval legendario para mostrarnos las grandes pasiones que, desde el principio de los tiempos, mueven al ser humano.

  • Mas alla del orgullo de Sarah M. Anderson

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    Era su obligacion proteger a la honorable jueza, pero ?como iba a proteger su corazon?

  • Nunca juegues con fuego(Insaciable 1) de Isabella Marin

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    Una chica rota. Una sencilla norma: prohibido amar. Un hermoso desconocido empenado en cambiarlo todo.

    Robert Black : Abogado. Playboy. Acostumbrado a ganar siempre, por la sencilla razon de que se le da muy mal perder. Un hombre intimidante, aunque no lo bastante como para cohibirla a ella.

  • La rosa del viento de Corina Bomann

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    Una historia de amor, libertad y coraje y una antigua embarcacion que encierra muchos secretos.

  • Desconocidos en un anden, Noa Pascual de Noa Pascual

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  • La vacuna de Alberto Vazquez-figueroa

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    Los meses que siguieron fueron tranquilos, como si el mero hecho de deponer las armas negandose a continuar defendiendo la granja a tiros hubiera propiciado que el virus decidiera tomarse un descanso, o tal vez --y eso era lo mas probable--, que estuviera aprovechando el alto al fuego para mutar hacia una nueva estructura aun mas danina. Retirado momentaneamente a sus cuarteles de invierno, el infernal ejercito invisible recuperaba fuerzas, decidido a lanzar un definitivo asalto destinado a liberar para siempre al planeta de su mas enconado enemigo. Ya habia conseguido que incontables fabricas cerraran, miriadas de vehiculos se detuvieran, bandadas de rugientes aviones se posaran definitivamente e incluso que algunas centrales nucleares dejasen de proporcionar energia porque los que sabian manejarlas estaban muertos o faltaba el material de mantenimiento apropiado. Los seres humanos habian construido un mundo exclusivo para seres humanos, a imagen y semejanza de los seres humanos y dirigido por seres humanos, por lo que cuando esos seres humanos fallaban todo se desmoronaba. El golpe habia sido tan duro que ni siquiera el corto periodo de supuesto armisticio les habia servido para tomar aliento y disponerse a reanudar la lucha o buscar nuevas armas. Se limitaban a rezar y confiar en que todo hubiera acabado. A veces rezar es bueno. Y confiar tambien. Pero solo a veces. Una tibia manana, cuando en la atribulada familia nadie estaba aun muy seguro de que podria ocurrir de alli en adelante, un muchacho que casi parecia un cadaver viviente hizo su aparicion por el sendero. Se le advertia agotado, con aire ausente, como drogado, borracho o inmerso en un universo propio. No prestaba atencion a las flores, ni a los arboles, ni a los pajaros, y apenas reacciono en el momento de cruzar un charco que le empapo los zapatos. Corrieron hacia el. --?Que te ocurre? ?Estas enfermo? --Solo agotado. --?Tienes hambre? --Mucha. Le ayudaron a entrar en la casa. --?Que te apetece? --Cualquier cosa. --?Patatas con chorizo o perdiz escabechada? Tambien podemos prepararte un conejo a la brasa, pero tardara un poco mas. Hay que matarlo. Les observo como si le costara un inaudito esfuerzo aceptar tan absurda pregunta. --?Hablan en serio? --Totalmente. Se decanto por la perdiz acompanada de pan fresco y un vaso de leche, y al terminar observo a las tres mujeres y a los dos hombres que le observaban a su vez. Una de las mujeres, la que le daba el pecho a un nino, inquirio: --?Como te llamas? --Victor. --?Y a donde vas? --Aun no lo se. Mis padres murieron el mes pasado y todavia no lo he decidido. --Puedes quedarte el tiempo que quieras. --No tengo dinero. --Ni admitimos dinero, ni son estos tiempos de cobrar a quienes mas lo necesitan --intervino Samuel. --Pero la comida... --Comida sobra. Las cosechas estan siendo increibles, los rios se han llenado de peces y los campos de conejos, ciervos y perdices. --?Y eso por que? --Suponemos que puede deberse a que al disminuir la contaminacion, la naturaleza ha reaccionado, pero no estamos seguros. Costaba trabajo aceptarlo, pero asi era. El virus que mataba a millones de personas no se mostraba inhumano, sino mas bien <> y parecia dispuesto a conceder el control del planeta a unos animales que hasta esos momentos se habian limitado a ser victimas de los hombres. Ningun gobierno habia querido --o se habia atrevido-- a dar una cifra exacta del numero de fallecidos, pero cabia suponer que la poblacion mundial estaba siendo diezmada a marchas forzadas. Y a medida que los habitantes supuestamente mas inteligentes del planeta tendian a desaparecer, ese planeta se fortalecia y cedia el testigo de la supremacia a quienes nunca habian deseado ser supremacistas. --!De acuerdo! --admitio el muchacho, que aun se mostraba confundido--. Les sobran alimentos. ?pero que ocurre con la enfermedad? ?No les asusta? --Naturalmente que nos asusta --admitio Saul--. Durante un tiempo convertimos la granja en una fortaleza pero llego un momento en que nos dimos cuenta de que vivir en un eterno estado de terror es peor que no vivir. --Algo se de eso. Pase un mes en una unidad de cuidados intensivos con temblores en todo el cuerpo. Crei que nunca mas podria volver a trabajar. --?A que te dedicas? --Soy dibujante. --?Pintor...? --Pintor es decir demasiado. Quizas algun dia lo sea, pero de momento me limito a los comics. --?Que clase de comics? --se intereso Laura, a la que como siempre le interesaba todo. --De aventuras, pero ahora quiero empezar una serie sobre la epidemia; un reflejo del tiempo que nos ha tocado vivir, con ciudades vacias, violencia, miedo y familias rotas. --Pues aqui no vas a encontrar ciudades vacias ni familias rotas, pero podras trabajar tranquilo --le hizo notar Saul--. Si quieres puedes instalarte en una de las cabanas del bosque. --?Y como les voy a pagar? --!Que pesadez! Echaras una mano en la granja. --No me parece suficiente. --?Y que te parece un porcentaje sobre tus futuras ganancias? Probablemente alguien estara escribiendo un libro sobre la epidemia, pero en estos momentos nadie puede hacer una pelicula y el testimonio de un comic seria muy interesante. --A condicion de que fuera bueno... --puntualizo Anabel--. ?Eres bueno? El recien llegado pidio una hoja de papel y un lapiz y apenas necesito un par de minutos para demostrar que era muy bueno plasmando con todo lujo de detalles la desolacion de una gran ciudad de enormes rascacielos por cuya avenida principal tan solo se distinguia una jirafa. --Eres bueno... --aceptaron de comun acuerdo--. ?Pero, por que una jirafa? --Porque en ese entorno resulta insolita, y cuanto estamos viviendo se me antoja insolito. --De pequena me encantaba pintar jirafas... --senalo Aurelia. --Pero tenian cabeza de jirafa y patas de cocodrilo --le recordo su tio--. Eran horribles. --Odio a los cocodrilos... --reconocio Victor. --Todo el mundo odia a los cocodrilos. --Los egipcios no. Sobek era el dios de la abundancia y la fertilidad, creador del Nilo. --Es que los egipcios eran muy raros. Siempre andaban de costado y con la mano extendida, como pidiendo una comision o una limosna. Como no era cuestion de pasarse la tarde diciendo sandeces, las mujeres decidieron acompanar al nuevo miembro de la comunidad a la mayor de las cabanas del bosquecillo, y en cuanto hubieron desaparecido, Samuel, al que Anabel habia dejado al cuidado del nino, comento, mientras comenzaba a cambiar los panales: --Esto me huele mal. --?Que esperabas? --senalo su hermano--. Siempre ha sido un cagon. --No me refiero al nino; me refiero a que ese chico nos puede traer problemas. --?Anabel...? --aventuro Saul. --Y Aurelia. Tu eres su padre y la sigues viendo como a una nina, pero ya no es ninguna nina y ese es el primer muchacho que ha visto en mucho tiempo. --Ya lo se. --Y es muy agradable. --Ya me habia dado cuenta. --?Y que podemos hacer? --?Hacer? --le replico su hermano como si acabara de decir una herejia--. No puedo hacer nada. Durante la mayor parte de mi vida me considere dueno y responsable de mis actos, pero ya no soy su dueno, y por lo tanto tampoco soy responsable. Es el punetero virus el que marca la pauta. --No en este caso. Se trata de tu familia. --Se trata de <>, y si tienes alguna idea de como encarar este problema te agradeceria que la expresaras porque mas vale equivocarse juntos que por separado. --Pedirle que siga su camino. --?Por que razon? ?Porque no confiamos en nuestra hermana o porque tu no confias en tu sobrina ni yo en mi hija? --!Visto asi...! --Visto como lo has expuesto. Los dos sabemos que Anabel siempre hace lo que le da la gana, incluido tocar el acordeon, pero ya no es la misma y espero que a estas alturas tenga un cierto sentido de la responsabilidad. Samuel tambien hubiera deseado que lo tuviese pero no podia olvidar que su hermana menor habia sido siempre una de las criaturas mas liberales disparatadas y desinhibidas del planeta.

  • Historias para sonar de Maika Sanchez

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    Era una noche fria y me movia inquieta por el salon de mi casa, estaba nerviosa, asustada, cansada, triste... Todos los sentimientos que podiamos experimentar una persona humana, los tenia yo en este instante, como si de un coctel molotov se tratara. Era fuerte para muchos, pero en realidad ahora mismo solo era una mujer vulnerable, desvalida por todos los sentimientos que tenia hacia el. <>. Yo que siempre habia sido fuerte, de las mujeres que no perdian las bragas por ningun hombre, de las que sabian darse su lugar. Pero todo habia cambiado en mi vida al conocer a Cristian, mi mundo se habia vuelto del reves, todas las personas que me conocian intimamente me decian: <>. Pero, ?que mas podia hacer si lo amaba con locura? No concebia mi vida, si mi chico no estaba en ella. Y ahora lo estaba esperando como una tonta enamorada, mientras mi marido estaba con la otra en los Goya, fingiendo algo que no eran, mientras yo su verdadera mujer me quedaba en casa esperando a que el llegara. <>, me repetia a mi misma una y otra vez. En ese momento se escucho un sonido de llaves al otro lado de la puerta, lo que hizo que mi cuerpo se congelara. Un escalofrio recorrio todo mi ser, poniendome mas nerviosa de lo que ya estaba, Cristian habia llegado y no sabia que hacer, no sabia como recibirle, si con un beso, un abrazo, un no puedo aguantar mas, o con un se acabo. Otra vez mi cabeza y mi corazon volvian a tener una lucha interna, que se estaba llevando a cabo desde hacia ya dos anos y medio. Todo comenzo en el verano del 2012. Yo triunfaba en las pasarelas de toda Espana y tambien estaba rodando "Deseos Cumplidos", la nueva serie que preparaba Telecinco, cadena con la que iba a hacer mi primera aparicion televisiva. La verdad que no me podia quejar, todo me iba muy bien profesionalmente, y emocionalmente me iba mucho mejor, porque mantenia una relacion desde hacia ya casi un ano con el actor por el que todas las chicas suspiraban, Cristian Rodriguez, al que conoci en la "Fashion Week" de Madrid, donde yo desfilaba, aunque era una relacion secreta, ya que para todos solo eramos buenos amigos, aunque yo ya me estaba cansando de esta situacion, ya que queria dar un paso mas en nuestra relacion. Queria gritar a los 4 vientos que estaba locamente enamorada de Cristian, que eramos novios y que eramos muy felices, no podia guardar mas esta confidencia que me estaba matando, necesitaba decirla. Asi que prepare una preciosa velada para convencer al amor de mi vida.

  • La balada de Tom el Negro de Victor Lavalle

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    Los que se mudan a Nueva York siempre cometen el mismo error: no son capaces de verla. Es lo que sucede con Manhattan, aunque tambien con los barrios de la periferia, ya sean Flushing Meadows en Queens o Red Hook en Brooklyn. Llegan buscando magia, del tipo que sea, y no hay nada que los convenza de que no existe. No obstante, no es algo necesariamente malo. Algunos neoyorquinos habian aprendido a ganarse la vida gracias a este error de juicio. Charles Thomas Tester era uno de ellos. La manana que nos incumbe dio comienzo con la salida de Charles de su piso en Harlem. Lo habian contratado para realizar una entrega en una casa de Queens. Charles compartia vivienda con su padre enfermo, Otis, un hombre que llevaba en proceso de abandonar este mundo desde el fallecimiento de su esposa tras veintiun anos de matrimonio. Habian tenido un unico hijo, Charles Thomas, y aunque ya tenia veinte anos, la edad indicada para independizarse, representaba el papel de hijo responsable. Charles trabajaba para cuidar de su padre moribundo. Trapicheaba para proporcionarle comida, techo y un dinerito extra para apostar de vez en cuando a un numero. Sabe Dios que no ganaba para mucho mas. Salio de casa algo despues de las ocho de la manana, vestido con su traje de franela gris; los pantalones estaban impolutos pero gastados, y las mangas eran visiblemente cortas. Buena tela, aunque deshilachada. El conjunto otorgaba a Charles un aspecto concreto: el de un caballero sin la cuenta corriente de un caballero. Escogio los zapatos de cuero calado marrones con las puntas rozadas y el gorro con orejeras marron chocolate, en vez del sombrero de fieltro. La visera del gorro evidenciaba tanto su edad como su uso, cosa que tambien era buena para sus trapicheos. Por ultimo, se llevo la funda de la guitarra, esencial para completar el disfraz. La guitarra la dejo en casa con su padre postrado en cama. Lo que transportaba dentro de la funda era un libro amarillo, no mucho mayor que una baraja. Cuando Charles Thomas Tester salio del piso sito en la calle 144 Oeste, oyo a su padre rasguear las cuerdas en el dormitorio de atras. El anciano podia pasarse la mitad del dia tocando el instrumento mientras cantaba al ritmo de la radio que tenia al lado de la cama. Charles esperaba llegar a casa antes del mediodia con la funda de la guitarra vacia y la cartera llena. Pagina 7 --Who's that writing? --canto su padre con voz ronca pero, precisamente por ello, encantadora--. I said who's that writing? Antes de marcharse, Charles le respondio con la ultima linea del estribillo: --John the Revelator. Se avergonzaba de su voz, nada melodiosa, al menos si se comparaba con la de su padre. En el piso, a Charles Thomas Tester lo llamaban Charles, pero en la calle todos lo conocian como Tommy. Tommy Tester, siempre con su funda de guitarra. No era porque aspirara a ser musico; de hecho, apenas era capaz de recordar un punado de canciones, y su voz bien podria describirse, siendo amable, como temblorosa. Su padre, que se habia ganado la vida como paleta, y su madre, que se dedicaba al servicio domestico, adoraban la musica. El tocaba la guitarra y ella tenia un don para el piano. Aunque lo mas natural habria sido que Tommy Tester acabara dedicandose al espectaculo, la pega era que le faltaba talento. Se consideraba un actor. Otros dirian que era un timador, un estafador, un defraudador, por mucho que el no lo viera de ese modo. Ningun embaucador que se precie se veria asi. Lo cierto es que, con la ropa que habia elegido, tenia todo el aspecto de un deslumbrante musico vagabundo. Era de esos hombres que llamaban la atencion, y eso le gustaba. Se dirigio a la estacion de ferrocarril como si fuera de camino a tocar en una fiesta privada con Willie <> Smith. Y, efectivamente, Tommy una vez toco con la banda de Willie, salvo que, tras una unica cancion, Willie lo habia echado. Aun asi, el llevaba aquella funda de guitarra como si fuera un orgulloso hombre de negocios que cargara con su maletin al trabajo. Las calles de Harlem se habian sumido en el caos en 1924, cuando los negros empezaron a llegar de las Indias Occidentales y meridionales. Una parte de la ciudad ya abarrotada de por si se encontro con que tenia que alojar a mas gente aun. A Tommy Tester le parecia muy bien. Pasear por Harlem a primera hora de la manana era como convertirse en una gota de sangre dentro de un cuerpo enorme que se desperezaba. Ladrillos y argamasa, las vias elevadas del tren y kilometros de tuberias subterraneas; la ciudad estaba viva. Dia y noche, medraba. Tommy ocupaba mas espacio que la mayoria por culpa de su funda. En la entrada de la calle 143 tuvo que levantarla por encima de la cabeza para subir las escaleras que daban a las vias elevadas. El librito amarillo del interior daba tumbos, aunque no pesaba demasiado. Fue en tren hasta la calle 57 y alli hizo transbordo para coger la linea Corona de la BMT hasta la avenida Pagina 8 Roosevelt. Era la segunda vez que se desplazaba a Queens; la primera habia sido cuando acepto el trabajo especial que estaba a punto de cerrar. Cuanto mas se adentraba Tommy Tester en Queens, mas destacaba. En Flushing vivian muchos menos negros que en Harlem. Tommy se calo un poco mas el gorro. El conductor entro dos veces en su vagon y ambas se detuvo para hablar con el. Una vez le pregunto si era musico y acompano la pregunta con un golpecito en la funda de la guitarra, como si fuera suya, y en la segunda ocasion le pregunto si se habia saltado su parada. Los demas pasajeros fingieron desinteres, aunque Tommy los veia pendientes de sus respuestas, que el procuro no complicar: <> y <>. Hacerse invisible, camuflarse, obedecer: eran trucos utiles para un hombre de piel negra en un barrio blanco. Tecnicas de supervivencia. En la ultima parada, Main Street, Tommy Tester salio con todos los demas --en su mayoria inmigrantes irlandeses y alemanes -- y bajo al nivel de la calle. Desde alli le quedaba un largo paseo. Durante todo el camino, se maravillo de la amplitud de las calles y de las casitas adosadas. Aunque el barrio habia crecido y se habia modernizado mucho desde sus primeros tiempos, en los que no habia mas que granjas holandesas y britanicas, para un chaval como Tommy, criado en Harlem, todo aquello era rustico, un desconcertante campo al aire libre. Los brazos abiertos del mundo natural le preocupaban tanto como los blancos, puesto que ambas cosas eran un misterio para el. Cuando se cruzaba con algun blanco por la calle mantenia la vista clavada en el suelo y los hombros caidos. Los hombres de Harlem eran famosos por sus andares, por sus zancadas de leon, pero alli los oculto. Asi no lo detenian, por mucho que no dejaran de observarlo. Su disfraz y el arrastrar de pies funcionaban. Por fin, tras muchas manzanas de casas adosadas recien construidas, Tommy Tester llego a su destino. Se trataba de una vivienda privada, pequena y casi perdida en una arboleda, ya que el resto de la manzana la ocupaba una funeraria. Aquel lugar crecia como un tumor en la casa de los muertos. Tommy Tester se metio en el camino de entrada y ni siquiera tuvo que llamar: antes de subir los escalones, la puerta principal se entreabrio. Una mujer alta y delgada ocupaba el umbral, medio oculta entre las sombras. Ma Att. Ese era el nombre que le habia dado, el unico al que ella respondia. Lo habia contratado de aquel mismo modo: en el umbral, a traves de una puerta entreabierta. Hasta Harlem habia llegado el rumor de que la mujer necesitaba ayuda, y el era el tipo de hombre que le podia proporcionar lo que buscaba. Citado en su puerta para recibir un encargo sin que lo invitaran a entrar. Lo mismo sucederia en aquel momento. Pagina 9 El lo entendia o, al menos, intuia la razon: ?que iban a pensar los vecinos si la mujer dejaba que los negros entraran tranquilamente en su casa?

  • Los herederos de Wulf Dorn

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    Laura Schrader despierta rodeada de sirenas de ambulancia completamente perturbada y herida. Esta embarazada, y acaba de sufrir un accidente cuando circulaba por una carretera montanosa entre la niebla y la lluvia. En el maletero del coche, la policia descubre el cadaver de una nina con evidentes signos de violencia y ninguna pista coherente.

  • Regreso a Waterly Inn de Patty Love

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    A April Chase le hubiera gustado ser una chica como cualquier otra de su edad, pero no pudo ser. La vida le puso a Olivia en los brazos cuando solo era una adolescente y tuvo que renunciar a muchas cosas, entre ellas a Grace, su madre.
    Quince anos despues, Grace esta gravemente enferma y April se plantea regresar a Waterly Inn, su hogar, la casa azul mas bonita del mundo.