• andar es saludable - Jose Antonio Sanchez

    https://gigalibros.com/andar-es-salud.html

    Jose Antonio Sanchez Verona, instructor de Nordic Walking en la escuela de Guadarrama y creador de la web Global Nordic Walking, uno de los portales mas activos de la popular marcha nordica, nos relata en su libro todos los beneficios que nos aporta andar y nos ensena a disfrutar de uno de los deportes mas faciles
    y al alcance de todos. Ademas de la importancia que tiene andar para la salud, este libro nos ensena a disfrutarlo.

  • Andar Sano | José Antonio Pérez González - Bubok

    https://www.bubok.es/libros/227505/Andar-Sano

    Comprar Libro en papel por 9.35€ · Comprar eBook en PDF por 4.11€ ...

  • Los beneficios de caminar, recogidos en un libro | Hoy

    https://www.hoy.es/sociedad/salud/vida-sana/201503/26/beneficios-caminar-recogidos-libro-20150326222651-rc.html

    27 mar 2015 — El doctor Iñaki Ferrando publica 'Se hace salud al andar', un libro donde recoge no solo las virtudes de esta actividad física, ...

  • La saludable costumbre de caminar - EL BLOG DE JOSÉ ...

    https://elblogdefarina.blogspot.com/2021/05/la-saludable-costumbre-de-caminar.html

    3 may 2021 — En su libro Physiologie du flâneur, su autor Louis Huart escribe: “El verdadero flâneur camina en un sentido hasta que un coche que pasa delante ...

  • Andar descalzo: Un acto saludable Tapa blanda – 1 enero 1985

    https://www.amazon.es/Andar-descalzo-Dr-Pablo-Peiro/dp/B00OQIROLU

    Andar descalzo: Un acto saludable : Dr. Pablo Saz Peiro, Medicina y Salud: Amazon.es: Libros.

  • Andar es salud - José Antonio Sánchez | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-andar-es-salud/259299

    27 feb 2018 — Andar es salud, de José Antonio Sánchez. ... nos relata en su libro todos los beneficios que nos aporta andar y nos enseña a disfrutar de ...

  • Los beneficios de caminar para la mente: 3 libros que nos ...

    https://ecolec.es/greenblog/actualidad/beneficios-caminar-mente/

    4 nov 2020 — El desarrollo de la tecnología ha traído innumerables beneficios, pero también ha propiciado que se olvide esta práctica tan saludable, ...

  • Libros que nos iluminan el camino del bienestar físico y mental

    https://www.lavanguardia.com/magazine/buena-vida/20200816/27203/vida-mas-anada-cuantos-adjetivos-positivos-guste-andas.html

    16 ago 2020 — La importancia de echar a andar: libros que nos iluminan el camino ... de entender la práctica de caminar como hábito saludable o fuente de ...

  • Andar es salud - Jose Antonio Sanchez - Debeleer.com

    https://www.debeleer.com/andar-es-salud-jose-antonio-sanchez/

    Y andar nos conviene a todos. Caminar es un hábito saludable y, por lo tanto, nos aporta con el paso del tiempo calidad de vida. Es indudable que debemos ...

  • Caminar: reduce la cintura y mejora tu salud - Mayo Clinic

    https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/fitness/in-depth/walking/art-20046261

    Por ejemplo, caminar a paso ligero con regularidad puede ayudarte a:Mantener un peso saludable y perder grasa corporalPrevenir o controlar diversas afecciones, ...

  • Kiki de Dona Ter

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    Me llamo Victoria, aunque todos me conocen como Kiki.
    El plan era sencillo: aprovecharse de una despedida de soltera de alto standing, porque la novia rusa al final no se iba a presentar. Ademas, quien lo proponia era Angie, la mas sensata de las cuatro, eso nos era garantia suficiente. Cogi un vuelo a Mallorca para fingir ser la novia y asi empezo un fin de semana que recordare toda mi vida.
    ?Te vienes de despedida de soltera?

  • Jovenes promesas de Juanjo Diaz Polo

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    Corre el ano 1920 y el comite olimpico espanol va a enviar por primera vez en su historia una seleccion de futbol a un campeonato internacional. Pero la tarea no sera nada facil: las diferentes federaciones regionales recelan unas de otras y cada una quiere que sus jugadores tengan protagonismo.
    Con tal escenario, los responsables de la expedicion no guardan grandes esperanzas, pero no cuentan que, sobre el terreno de juego, estaran los Zamora, Pichichi,
    Pagaza, Belauste o Samitier, componentes de un equipo de leyenda. Inspirada en hechos reales, Jovenes promesas se desarrolla en los inicios del futbol y el olimpismo y narra, a traves de la voz de Elena Diaz, la idealista hija de un veterano cronista deportivo, la gesta historica de un equipo inolvidable, en el que nadie creia y que alcanzo la gloria.

  • El ultimo sacrificio de Sandra Galan Corvillo

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    El mes de agosto esta siendo mas caluroso de lo esperado. La inspectora Sara Torres disfruta de un merecido dia de descanso; ha pasado parte de la tarde inmersa entre las paginas del ultimo thriller de su autora favorita. Sin embargo, la agradable brisa del aire acondicionado la ha sumido en un placentero sueno. De repente, un estrepitoso sonido --que no logra identificar--, la devuelve a la realidad. Tras unos instantes, es consciente de que su telefono esta sonando insistentemente. --Inspectora Torres --contesta. --Sara, soy Salgado. --Torres nota que su superior esta euforico--. Lo tenemos. La inspectora Torres se levanta del sofa y corre hacia el cuarto de bano, donde recoge su larga melena color caramelo en una cola de caballo. Se viste a toda prisa con ropa comoda, se calza unas deportivas y se cuelga al cuello su placa de inspectora. Coge las llaves y se sube en su coche para tomar la carretera que lleva al Montseny. Sara Torres lleva seis meses detras de un criminal satanico, el cual ha asesinado a dos personas. Las escenas de los crimenes le han producido las peores pesadillas de su vida, pero ha llegado el final. Solo espera que las chicas desaparecidas --Claudia y Ana-- se encuentren con vida; hacia dos meses que las dos amigas desaparecieron mientras practicaban senderismo por la montana del Montseny. Tras media hora de camino, Torres llega a su destino. El lugar esta repleto de policias. No pierde el tiempo y se dirige directamente hacia el comisario Salgado. El comisario Salgado era amigo de los padres de Sara y, tras quedar huerfana a la edad de diez anos, la crio como si fuera su propia hija. Fue una sorpresa para Salgado cuando, recien salida de la academia, la destinaron a su comisaria. El resto de agentes, al enterarse de la noticia, no les gusto demasiado la idea de trabajar codo con codo junto a la hija del comisario. Sin embargo, Torres nunca se comporto como su hija en comisaria, sino como un agente mas; esforzandose incluso mas que los demas, y asi llego a inspectora. --Salgado, ?que esta pasando? --pregunta--. ?Donde esta el asesino?, ?y las chicas? --Torres, el asesino esta rodeado --informa--. Los chicos del distrito 13 lo han seguido hasta el Camping Les Piscines del Montseny. En esta epoca del ano, esta lo suficientemente lleno como para esconderse sin despertar sospechas. --Hace una pausa--. Todavia no sabemos nada de las chicas. --Y, ?a que estamos esperando? --pregunta, alarmada--. Cada minuto que pasa, es uno menos para ellas. --Torres, tranquilizate, los agentes lo tienen controlado. --Salgado, no me vengas con idioteces --bufa, indignada--. Sabes que son incapaces de detener a un carterista... !imagina a un asesino en serie! Sara no piensa perder mas tiempo discutiendo con Salgado, tiene que actuar ya. Deja a su superior hablando solo mientras ella corre hacia el camping. --Inspectora Torres, !vuelve aqui ahora mismo! La inspectora ignora la llamada de su superior. Continua corriendo hacia el interior del camping. Es su caso y, por lo tanto, es su deber atrapar al asesino. Se lo prometio a la familia de la segunda victima. Al llegar a la puerta del camping, se encuentra a varios policias dando vueltas por los alrededores, sin saber como actuar. <>, piensa Sara. --Soy la inspectora Torres --dice--. ?Quien esta al mando? Un hombre de unos cincuenta anos, bajito y bastante robusto, se acerca a ella desafiante. --Inspectora Torres --saluda--. Soy el inspector Garcia, la persona al mando, ?Que hace usted aqui? Esta en medio de mi dispositivo. <>, piensa Torres, <>. --Inspector Garcia, yo soy la persona que lleva este caso, es usted el que esta en medio de mi dispositivo. --La inspectora coge aire para tranquilizarse--. Por favor, pongame al tanto de lo que esta ocurriendo. --Mira a los agentes, quienes continuan sin hacer nada--. Y, a partir de este momento, digales a sus hombres que yo dare las ordenes. Esa orden, al inspector Garcia, le sienta como si le echaran un cubo de agua fria. Sin embargo, baja la cabeza y la pone al dia. <>, piensa el inspector Garcia. --Hemos seguido al sospechoso hasta el camping, pero hace un rato que le hemos perdido la pista --admite--. Debemos tener mucho cuidado, hay demasiados civiles y no queremos que intuyan que pasa algo y generemos un caos absoluto. --La inspectora Torres asiente con la cabeza--. Creemos que el sospechoso se ha escondido, pero no lo encontramos. --Necesito que me asigne a dos agentes y que me acompanen --dice, convencida--. Vamos a coger a ese desgraciado. La inspectora Torres se dirige hacia el camping junto a los agentes Ramirez y Gonzalez. Durante varias horas, lo recorren sin levantar sospechas; no quieren alarmar a los veraneantes que disfrutan de sus barbacoas y sus chapuzones en la piscina. Sin embargo, la inspectora se esta quedando sin tiempo, pues esta empezando a anochecer y no hay rastro del sospechoso. Cuando la inspectora Torres esta a punto de darse por vencida, ve algo que brilla en el suelo junto a la valla que delimita el camping y el parque nacional de Montseny. Al acercarse, observa que la valla ha sido cortada y que, gracias al reflejo de la luna, algo capta su atencion; aunque a simple vista no lo logra identificar. Esta a unos pocos metros de la valla. Sara se acerca sigilosa y ve que se trata de una argolla escondida en el suelo, entre varias ramas secas y tierra esparcida. Se gira para buscar a los agentes que la acompanan, quienes no estan a la vista. Para la inspectora Torres, la opcion de esperarlos o ir a buscarlos, esta descartada. Cada minuto cuenta. Sara no se lo piensa, tira de la argolla y abre una puerta metalica. Al mirar dentro, recibe un hedor insoportable a heces, vomito, sangre y putrefaccion. <>, piensa. Entre la oscuridad que habita en el hoyo, descubre unas escaleras pegadas a la pared. Son metalicas y parecen estar en muy mal estado. La inspectora esta segura de que por alli no ha pasado nadie en mucho tiempo. Mientras baja por las escaleras, es consciente que esta dentro de una especie de bunker que, por el deterioro que presenta, hace siglos que se olvidaron que estaba alli. Una vez abajo, el aire es espeso y no se puede respirar con normalidad; y, por si fuera poco, no hay ningun tipo de luz. Sara esta en una absoluta oscuridad, solo puede escuchar los latidos de su corazon y su respiracion a un ritmo trepidante. Esta hiperventilando. <>, piensa Sara. Respira varias veces y busca su movil para activar la linterna. Mira a su alrededor, se encuentra en un tunel estrecho; solo cabe una persona. Las paredes de piedra gotean debido a la humedad. A pesar del calor que hace en el exterior, alli dentro el un frio es tan profundo que se cala en los huesos. Sigue avanzando, despacio y en alerta. A pocos metros, ve una luz tenue que apenas es perceptible. Se esta acercando al final del tunel. Por su seguridad, saca su arma reglamentaria y avanza en un silencio absoluto. Cada vez esta mas cerca de la luz; su corazon golpea en su pecho una y otra vez. <>, se repite una y otra vez. La luz empieza a ser mas y mas visible. Cuando llega al final del tunel, se encuentra con una sala pequena. Esta llena de velas rojas y negras --apagadas o consumidas-- y, en el centro, hay un altar formado por una cruz invertida hecha con varias ramas. La cruz esta salpicada de manchas, posiblemente sangre. En las ramas de la cruz, hay simbolos tallados. Al lado de la cruz, hay una sabana negra --de seda o raso, por el brillo que desprende-- y acostada se encuentra una chica. Es imposible saber si se trata de Claudia o de Ana por el estado del cuerpo: le han arrancado los ojos; en su lugar, hay dos trozos de madera con simbolos parecidos a los que hay en las ramas de la cruz invertida; las munecas y los tobillos tienen marcas de cuerdas, signo de que ha pasado mucho tiempo atada; el pecho esta abierto y le falta el corazon. Alrededor de la marca --donde falta el organo--, hay mas de esos simbolos que estan por todas partes. Sin embargo, a Sara algo le llama la atencion: la boca del cadaver esta exageradamente abierta. Se acerca y ve que tiene algo dentro de la garganta, introduce los dedos y saca un trozo de papel. Tras abrirlo, se puede leer una unica frase. <>. Siente un movimiento detras de ella, apenas ha sido perceptible, pero se acaba de dar cuenta de que no esta sola. Se gira y, en el fondo de la sala, entre la oscuridad, hay alguien agazapado. No le da tiempo a reaccionar cuando un hombre se abalanza sobre ella. No logra verle la cara, pues lleva puesta una mascara de madera tallada con esos dichosos simbolos. La inspectora intenta escapar de su atacante, lucha con el, pero es mucho mas fuerte que ella. La unica opcion que le queda es dispararle. Lo hace, una y otra vez, hasta que uno de los disparos lo alcanza y cae a peso muerto sobre ella. Quiere salir de ese maldito lugar y avisar a algun agente. Se arrastra hacia atras con todas sus fuerzas hasta sacarselo de encima y se dirige a la salida. Sin embargo, el asesino se pone en pie y corre hacia Sara. De un golpe, la tira al suelo y su arma cae desplazandose varios metros. El asesino la golpea repetidas veces, mientras ella intenta alargar la mano para recuperar el arma. Si se estira un poco mas, podra recuperarla. Cuando casi la esta rozando, el asesino saca un cuchillo y se lo clava en un costado. Aun asi, consigue recuperar su arma y le dispara a bocajarro. En esta ocasion, no falla. El asesino cae muerto sobre ella y un grotesco grito de dolor sale de su garganta. El cadaver de ese psicopata le presiona la herida y el dolor es insoportable. La inspectora se encuentra demasiado debil para sacarselo de encima. Todo da vueltas a su alrededor y sus ojos empiezan a cerrarse hasta que se hunde en la oscuridad. Capitulo 1 5 anos despues Sara se para en un banco del parque para estirar los musculos. Hace varios kilometros que ha dejado a sus amigas atras. Siempre sale a correr sola pero, desde hace unas semanas, sus amigas le dijeron que se querian poner en forma y entrenar con ella. A pesar de que llevaban anos sin hacer ningun tipo de deporte y que los ultimos dias habian sido duros, no han faltado ni una sola vez a sus carreras matutinas. Sara baja el volumen de sus auriculares y bebe agua de una fuente cercana. Le encanta correr por el Parc de la Ciutadella, sobre todo a primera hora de la manana; se respira tranquilidad por la escasez de gente. Como todavia no ve a sus amigas, se acerca al lago y se sienta en uno de los bancos. Observa a los trabajadores que ponen a punto las barcas en las que, mas tarde --tanto ninos como mayores--, disfrutaran de un paseo por el lago. El sonido de unos pies que se arrastran por el suelo en su direccion, hacen que Sara se gire. Son sus amigas, rojas como un tomate debido al esfuerzo, quienes se sientan a su lado hiperventilando. Cuando logran recuperar la respiracion, se miran y empiezan a reir. --Chicas, ?que os pasa? --pregunta Sara, divertida. --Sara, no te ofendas --dice Belinda--, pero creo que esta es la ultima vez que te acompanamos. !Nos vas a matar de un infarto! --Sois unas exageradas. --Se echa a reir--. ?Vosotras no queriais entrenar para estar en forma?--Si, pero hemos cambiado de opinion --dice Laura, con una sonrisa--. A partir de ahora, quedamos para desayunar. ?Que os parece si nos damos una ducha y nos vemos en el centro para un brunch? --Que buena idea --contesta Sara--. Nos vemos en una hora en el centro. Hasta luego, chicas. *** El apartamento de Sara esta situado en el Barrio Gotico de Barcelona, fue la herencia que le dejaron sus padres al morir. Durante muchos anos, Salgado --como tutor legal-- lo tuvo en alquiler para evitar que nadie se colara en el. Sara, en cuanto salio de la academia y le dieron destino, lo primero que hizo fue mudarse alli. Al llegar a la porteria, busca sus llaves en el pantalon de deporte y abre la puerta. Comienza a subir hasta la cuarta planta. Esa es la unica pega de su maravilloso apartamento: una cuarta planta sin ascensor. El resto, le encanta. Es pequenito, pero acogedor. Hace unos anos, lo reformo y le dio un toque mas moderno. Abre la puerta de casa y deja las llaves y el movil en la mesita auxiliar del comedor. Entra directa hacia el cuarto de bano. Es todo blanco, con suelo de parque y una enorme banera con patas antiguas y de epoca; fue una ganga que le consiguio uno de sus mejores amigos --Pedro--, un estilista con muy buen gusto. Se desprende de la ropa mientras decide sustituir su ducha por un relajante bano. Se acerca al espejo y observa la cicatriz que le dejo su encuentro con el Asesino del Ritual, nombre con el que la prensa lo apodo cuando la pesadilla termino. Pero, cada vez que Sara se mira en el espejo, se acuerda de el. Aquel dia, si los agentes Ramirez y Gonzalez no llegan a aparecer, no lo habria contado. La punalada le costo varias operaciones quirurgicas y una recuperacion lenta; incluso estuvo en tratamiento psicologico durante dos anos. Sin embargo, lo peor de todo fue la impotencia por no averiguar que movio a aquel hombre, Sebastian Gutierrez, el Asesino del Ritual, para cometer aquellos crimenes. Durante un tiempo, sospecharon que formaba parte de una secta, pero nunca se pudo comprobar. Tras morir, la policia solo quiso cerrar el caso y quedaron demasiadas preguntas abiertas. La chica que encontraron fallecida en aquel altar, era Claudia; una de las chicas desaparecidas. Por otro lado, a dia de hoy, Ana sigue desaparecida. Sara sigue preguntandose por que aquella puesta en escena y por que todos esos simbolos. No le permitieron que continuara con el caso. Al poco tiempo, el comisario Salgado fue invitado a jubilarse de muy malas maneras, no querian que continuase en comisaria reprochandoles a los jefes lo mal que habian cerrado la investigacion. A ella, en cambio, la suspendieron por estres postraumatico; tuvo que hacer terapia durante dos anos para volver al cuerpo con la condicion de no hacer mas preguntas y dejar el caso como estaba: cerrado. Sumida en sus pensamientos, escucha el sonido del telefono que la devuelve a la realidad. Sale de la banera, se pone el albornoz --que tiene colgado detras de la puerta-- y se dirige hacia el salon para coger el telefono. --Torres --contesta. --Torres, soy el inspector Garcia. Necesitamos que vengas a comisaria urgentemente -- dice nervioso--. El jefe quiere verte ya, se trata de un asunto de maxima urgencia. --Dame diez minutos y salgo para alli.

  • Los Wadlow I: ?Azar, destino… o premeditacion? de Marisa Maverick

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    “?AZAR, DESTINO… O PREMEDITACION?” es la historia de Kathy y Adam, primer volumen de la Saga Los Wadlow y con FINAL CERRADO. La segunda entrega se titulara “?Atraccion, amor… o gratitud?”, donde conoceremos como es la vida de Johan y del resto de la familia Wadlow. ?Me acompanas?
    <>
    Celebrar el buen fin de su ultimo caso en los tribunales fue la razon que llevo a Kathy a entrar en ese afamado local. Aceptar, y solo por esa vez, la insistente invitacion de su companera de trabajo para tomar una copa, el motivo de Adam.
    El amor surgira entre ellos de forma arrolladora, con una pasion que marcara sus propios tiempos. Y esa sera la fuerza que los ayude a enfrentarse tanto a personas que quedaron en el olvido como a miedos y traumas del pasado.
    Sin embargo, un estricto sentido del deber, unido al imperioso deseo de hacer justicia, llevara a un miembro de la familia Wadlow a remover acontecimientos del ayer. Pero toda accion conlleva una reaccion, que afectara de forma implacable a sus seres mas queridos y empujara a la joven pareja hacia un letal peligro que decidira su futuro.
    ?Quizas el azar, caprichoso, les jugo una mala pasada?
    ?Tal vez estaban marcados por el destino?
    ?O el que sus caminos se cruzaran solo fue premeditacion?...
    Como cita Norbert Wadlow: Omnia vincit amor, et nos cedamus amori.

  • El coleccionista de sonrisas de Raquel Rodrein

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    Una tranquila localidad del condado de Fife, Escocia, se convierte en el escenario de una triste tragedia que sacude a todo el pais. Dos anos mas tarde, Sam Hamilton continua sumido en una profunda depresion, ha abandonado su trabajo y logra encontrar cierto alivio a su pena a traves de la pintura. Hasta que una manana recibe una llamada que vuelve a derrumbar su mundo.
    Olivia Muriel viaja a Edimburgo con motivo de una oferta laboral y con el objetivo de cerrar un capitulo de su vida. La ruptura con Duncan Murray, el hombre por el que estuvo dispuesta a cambiarlo todo, le ha dejado un inconsolable vacio y muchas preguntas. En busqueda de respuestas empieza a escarbar en los recuerdos y descubre un pasado del hombre a quien amaba que desconocia. Frustrada ante tantas incognitas, esta dispuesta a llegar hasta el final con todo el dolor que ello conlleva.
    ?Y si la persona que amas no es quien dice ser?
    Olivia tendra que remontarse muchos anos atras para desenterrar secretos que Duncan jamas le revelo.
    Un conmovedor relato sobre esas personas que dejaron una huella en nuestras vidas y la verdad que nunca nos contaron.

  • No se supone. Roberta de Claudia A. Perez R

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    Es una mujer madura, independiente, "responsable" y sus prioridades en la vida distan del "Se casaron, y vivieron felices para siempre". Ahora se permite hacer cosas que anos atras no haria ni de broma; como el sexo en la primera cita.
    Claro que ha dejado de hacer otras; irse de parranda tres dias seguidos, ni de broma...
    Le advirtieron que al llegar a los treintas, tendria que comenzar a usar cremas antiarrugas, su metabolismo se alentaria, la resaca duraria dos dias, y tendria que lidiar con el terrible “senora”, pero nadie le advirtio que un Pollito, le erizaria la piel...
    Ella es Roberta, acompanala en esta divertida y "madura" historia.

  • El libro de las parabolas de Per Olov Enquist

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    El libro de las parabolas es una obra singular de uno de los grandes de la literatura mundial en la que narra la torrida historia de amor entre un adolescente y una mujer madura, con tintes autobiograficos. Prometio no contarlo nunca a nadie. Era solo un chiquillo, pero ahora, al acercarse a la orilla del rio que ya ha llamado a tantos amigos, perseguido por las preguntas que se quedaron sin respuesta, Enquist entiende que la mujer a la que conocio en el verano de 1949 es el corazon de la novela que nunca se atrevio a escribir.

  • La guerra perdida de Jordi Soler

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    Este volumen reune tres novelas donde Jordi Soler indaga en hechos historicos y en la forma en que estos inciden en la vida de una familia de exiliados, la suya, que trata de sobrevivir en el corazon de la selva.

  • Ojos de caramelo de Mar Deneb

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    Candela llego a sus vidas y se las desmorono.
    A cada uno los despiezo en su esencia y los encaro a su metamorfosis, solo con el infinito de su mirada de caramelo.
    Y uno de ellos fue Roberto.
    Esta es, brevemente, su historia, vivida y sentida por el...

  • El amor no es como lo pintan de Erina Alcala

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    Juan Carlos Y Rebeca, eran del mismo pueblo andaluz. El, de una familia rica y ella de una pobre. Se enamoraron un verano, y solo duro su amor, eso, un verano. Ninguno de los dos, penso jamas encontrarse en la gran manzana al cabo de los anos. Rebeca no habia podido olvidar a su primer hombre y el tampoco la habia olvidado en cuanto la vio de nuevo. Pero no era el mismo Juan Carlos que ella conocio. Entro a trabajar en su empresa y conocio a Charly y su vida empezo a ser tan feliz como infeliz la de Juan Carlos.
    ?Les daria la vida una tercera oportunidad?, ?Volveria Rebeca a amarlo despues de tantos anos y amar a otro hombre?

  • ?Suave como la seda? (Amigos del barrio 3) de Noelia Amarillo

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    El esplendido principe azul vencio al fiero dragon, desafio a la malvada bruja y rescato a la hermosa princesa. Con los primeros rayos de sol, montaron sobre el blanco corcel y emprendieron viaje hacia un castillo de cuento de hadas...

  • !Devuelveme mis besos! de Priscila S.

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    No podia explicar con palabras como me sentia, pues me era imposible. El haber terminado con Martin me estaba matando, pero no podia evitar las ganas que tenia de patearle el culo por "cabron". Enganada, si. Cornuda, tambien, pero gilipollas, eso nunca. Me encontraba metida en un autobus, uno que me llevaba de vuelta a donde no queria volver, pero eran tan pocas las ganas de no ver jamas a Martin, que he preferido agachar la cabeza y volver con el rabo entre las piernas. Yo, provenia de una familia un poco estirada, por no decir pijos, pero yo no era asi y me fui de casa con dieciocho anos. Los motivos eran claros, querian planear mi vida, querian que me casara con el hijo de uno de los socios de mi padre. Por eso, siempre crei las palabras de Ruben, porque sabia exactamente lo que el estaba sintiendo. El ser manipulado por tus padres, no era plato de buen gusto para nadie. Y ahora me tocaba volver. El movil no habia parado de sonar. Llamadas, mensajes y todos de la misma persona, el. El hombre que amo, y que amare por el resto de mi vida, pero tambien el que me engano y humillo a su antojo como si yo fuera su muneca. Gracias a ese engano, la boda se fue al traste y con ello todo mi corazon, pues estaba segura de que iba a ser feliz siendo la senora Molina, pero no, eso tampoco era asi. El camino no era tan largo, demasiado corto para mi gusto, pues estaba a punto de llegar a mi perdicion. Lo unico que pense al ver esas fotos, esas malditas fotos que tanto deteste. Era ?Como? No me salia otra cosa. Martin y yo llevabamos juntos bastante tiempo, anos de novios y por eso no podia creer que me enganara asi, con Yolanda. !Joder!, me hubiera encantado ir a cogerla de los pelos y ensenarle que no se buscan los hombres que estas comprometidos, pero hasta para eso era tarde. Ya era tarde para todo, ya lo nuestro termino y no habia marcha atras. Llegue a la estacion de Barcelona, mi ciudad natal, donde naci, creci y fui infeliz. Por eso llegar aqui, no era de las mejores decisiones que habia tomado, pero era la unica y no me quedaba otra que aceptar de una vez que mi vida habia cambiado y que no seria la misma nunca mas. Cogi un taxi, pero en vez de darle la direccion de casa de mis papis, le di la de mi hermano Jorge, el cual, llevaba sin ver nueve anos. Sabia que vivia en esa direccion porque mas de una vez me invito a su casa, junto con Martin para conocerle, pero jamas vinimos y ahora me presentaba compuesta y sin novio. Baje del taxi y entre en el edificio, por consiguiente, en el ascensor. Al llegar a la planta quince, me acerque a la puerta. Me sudaban las manos, no sabia si mi visita, iba a molestar a mi hermano, pues nunca hablabamos por telefono. Suspire como unas cinco veces y di unos toques a la puerta con mis nudillos. Minutos despues, escuche unos pasos acercandose, hasta que la puerta se abrio y aparecio ante mi, mi hermano Jorge. -- !Sorpresa! Mi hermano no se lo podia creer. Al verme tenia la mirada perdida, como si fuera un espejismo, tuve que entrar y darle una bofetada para que despertara. Al pasar a su apartamento, me di cuenta que habia fotos de el, con una mujer muy guapa y en otra de ellas, una nina rubia de ojos verdes que me cautivo. Cogi la foto temblorosa y me puse delante de el. -- ?Tengo, una sobrina? --pregunte confundida y mi hermano asintio con lagrimas en los ojos. ?Que le pasaba? No entendia esa reaccion, pues deberia ser un hombre feliz y no lo era. Me acerque a el, y lo abrace como hacia anos que no lo hacia. Mi hermano lloro en mi hombro, lo acune como si fuera un bebe perdido, ?que habia pasado en mi familia? ?Por que mi hermano no era feliz? Muchas preguntas a la cuales, debia encontrarle las respuestas.

  • Hermana de Sue Fortin

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    Muchas familias tienen secretos y estan dispuestas a lo que sea por mantenerlos, pero ?donde esta el limite?

  • Pasion en la Habana de Louise Fuller

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    Un torrido encuentro en el calor caribeno la dejo embarazada de su jefe...

  • Viernes 23 de julio de Alfonso Sierra Garrido

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    Nos creiamos dioses; seres capaces de lograr cualquier cosa gracias a los avances tecnologicos conseguidos desde la Revolucion Industrial. Sin embargo, una manana de verano, un fenomeno desconocido y poderoso devolvio a la humanidad a su olvidada lucha por la supervivencia.
    El viernes 23 de julio de 2027 la luz se apago, tambien dejaron de funcionar los aparatos electronicos. El caos se extendio por la ciudad atentando contra las normas de convivencia que regian nuestra sociedad organizada y moderna.
    El escrito de Andres Caviedes quedo como cronica de los acontecimientos que transformaron este mundo en un lugar hostil y despiadado con los mas debiles. Un viaje lleno de traiciones, miserias e injusticias en el que compartiremos, a traves de la joven mirada de su protagonista, una apasionante aventura por sobrevivir.

  • Yo no soy de nadie de Tamara Marin

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    Alba ha tenido una infancia muy dura que le ha hecho no creer en el amor y no querer comprometerse con nadie, bajo ningun concepto. Ella no es de nadie. Tiene suficiente con su floristeria, sus amigas y algun ligue de vez en cuando.

  • Amor En Cuarentena (Todo Saldra Bien 3) de Alissa Bronte

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    --!Abuela, abuela! --Escucho unos gritos que me encantan llenar el vacio jardin de la casa. --Hola, mi pequena gatita, !te echaba de menos! Miro a mi nieta y no puedo evitar que una gran sonrisa se dibuje en mi viejo rostro. Puedo sentir como las arrugas se pronuncian y tiran de la piel de las mejillas; estoy vieja, lo se. Son ya setenta anos los que soportan mis huesos. --Yo tambien, abuela. ?Me has preparado mi bizcocho? --pregunta con recelo. !Como si pudiera olvidarme de algo asi! --Si, te lo he preparado. Estaba esperando que llegaras para merendar. --Mama --nos interrumpe mi hija--, te la dejo un rato. Voy a aprovechar para hacer unas... compras --me informa, aunque se adonde va, hace tiempo que trata de volver a quedarse en estado. --Vale, estaremos bien, no te preocupes --afirmo con una sonrisa. Se aleja unos pasos, pero enseguida se da la vuelta y regresa para dejar un humedo beso en mi mejilla. --Gracias, mama, te quiero --susurra. --Y yo a ti, hija, y yo a ti... --?Y a mi nadie me quiere o que? La expresion de Silvia, mi nieta de ocho anos, es enternecedora. ?De verdad pasara por su mente la idea de que no la queremos? --A ti mas que a nadie --decimos al unisono su madre y yo. --Vale, vamos, abuela. Tengo hambre. Asiento y sonrio cuando su mano se agarra a la mia. Caminamos a mi ritmo, yo no puedo seguir el suyo y me doy cuenta de cuanto se parece a su madre. Entramos hasta la cocina y se sienta en uno de los taburetes altos de la isla. Me mira con fijeza mientras pongo la tetera a hervir. Mi mirada se desvia en un acto reflejo hasta un retrato que conservo de nosotros, sobre la chimenea de la cocina. No puedo dejar de mirarlo cada vez que entro, somos nosotros, despues de haber sobrevivido a aquella gran tormenta. --Abuela, querias mucho al abuelo, ?verdad? --interroga al darse cuenta de que estoy mirando. --Si, lo queria hasta el infinito y mas alla... --confieso. --?Sabes, abuela? Tengo ganas de cumplir ya trece anos. --?Trece anos? ?Para que? Ademas, te falta mucho. Solo tienes ocho. Silvia tuerce la cabeza a un lado y su melena larga y dorada roza la encimera. Esta pensativa, me pregunto lo que pasa por esa cabecita inquieta. --Me faltan cinco todavia... --susurra--. Abuela, a los trece ya se es adolescente, ?no? --Si, asi es. --Pues eso, que quiero ser ya una adolescente. --?Para que? No tengas tanta prisa que antes de que te des cuenta, estaras tan arrugada como yo. --?Como una pasa? Papa dice que estas mas arrugada que una pasa... --Que gracioso tu padre... --Quiero ser adolescente porque tengo muchas ganas de enamorarme por primera vez y dar un beso de amor verdadero. Casi me muero. No tengo el corazon para estos asuntos. --?Que? --pregunto para asegurarme, aunque no puedo evitar sonreir ante sus ocurrencias. --Cuentame como conociste al abuelo --demanda con los ojos iluminados. Bajo la cabeza, mi mente se ha marchado varios anos atras, a aquellos dias en los que el maldito coronavirus hizo estragos, nos dejo atrapados en casa, solos, con miedo y nos robo la libertad por la que tanto habiamos luchado decadas atras. El pitido de la tetera me arrastra al presente y la aparto del fuego. Sirvo un trozo de bizcocho a mi nieta y le pongo un vaso de leche, para mi corto otro pedazo y pongo, en una gran taza, un buen chorro de te al que anado azucar y leche. Me siento frente a ella que espera con la boca llena de dulce. --Te lo he contado mil veces, gatita, debes de saberte la historia de memoria... --refunfuno, aunque la verdad es que estoy encantada con volver a contarla. Es una forma de traerlo de nuevo a la vida. De sacarlo de los recuerdos donde sigue vivo. Para mi. En mi. --Si, lo se --afirma sonriendo y al hacerlo me ensena los huecos de algunos dientes y trozos de bizcocho que nadan, alegres, dentro de su boca--. Fue cuando aquel virus, ?verdad? Cuando todo el mundo de todo el planeta tuvo que quedarse encerrado en sus casas, ?verdad, abuela? ?Verdad? --Si, asi fue. --Vamos, sigue... --Hace muchos anos, cuando era el ano 2020, hubo una pandemia que afecto a todo el mundo. Una enfermedad desconocida nos atacaba y la gente se contagiaba muy deprisa. --Si, abuela, porque era muy contagiosa, ?verdad? Y se infecto mucha gente, ?verdad? -- interroga sin dejar de comer. --Si, gatita, se infecto mucha gente, y lo peor no era eso, sino lo rapido que la enfermedad se propagaba. --?Que es popragar, abuela? --Propagar es... que la enfermedad corria muy deprisa por todos lados y aunque comenzo en una ciudad de la lejana China, pronto todos los paises del mundo estaban enfermos. --Por eso os encerraron en las casas, ?verdad? --Si, por eso, para combatir al virus, nos pidieron que no salieramos de casa. --Y teniais que lavaros las manos mil veces al dia, ?verdad? Y la gente acabo con el papel del vater y hasta hicieron una cancion, ?a que si, abuela? Sonrio al recordar aquello, las medidas preventivas en las que se incluian lavarse las manos varias veces al dia, el alcohol y la lejia para desinfectar, como la gente arraso con el papel higienico, la cancion que se bailaba para paliar las largas horas confinados... --Si, todo eso que has dicho es verdad. Incluidas las miles de veces que nos teniamos que lavar las manos. --Y tu te quemaste --suelta resuelta. Eso hace que de nuevo sonria. No puedo evitarlo, ella es la prueba de que, a pesar de todo lo malo que sucedio aquellos dias, tambien hubo brotes de esperanza. --Cierto. Me queme, tenia las manos vendadas hasta los codos porque... --Porque te tiraste los espaguetis encima. --Si, me tropece con la olla con agua hirviendo de haber cocido los espaguetis y me cayo en los brazos. Asi que estaba sola en mi piso, sin poder salir y sin poder hacer nada porque tenia los brazos quemados. --Y llego el abuelo. --?Quieres contarlo tu? Estoy segura de que conoces la historia mejor que yo --bromeo. --!No! !Cuentamelo tu! Yo no estuve alli, abuela --se queja a la vez que rueda los ojos. --Vale, vale... --acepto sin dejar de sonreir--. Bueno, pues estabamos en casa, encerrados, no podiamos salir para casi nada. Solo para hacer la compra, ir a la farmacia y poco mas. Asi que pensando en como iba a apanarmelas asi durante dias, vi un anuncio de un chico que se ofrecia a ayudar a las personas que no podian salir. --El abuelo. --Si, tu abuelo. --Que era policia. --Que era policia --repito. --Y en sus ratos libres ayudaba a los que no podian salir, ?verdad? --Verdad, en sus ratos libres en vez de descansar, ayudaba a los que no podian valerse por si mismos. --Iba en bicicleta. Rio de nuevo, es pura energia. --Iba en bicicleta. Y, como no podia salir, le escribi para que me trajera algo para comer. --Claro porque no podias comprar ni cocinar y estabas a punto de morirte de hambre -- afirma categorica--. Tampoco tenias papel higienico porque habia desaparecido. --Si, supongo que estaba a punto de morirme de hambre --le doy la razon sin dejar de carcajearme--, y tampoco tenia papel, aunque eso ya era un problema de por si con las manos vendadas... Recuerdo aquellos dias con algo de aprension, si era complicado estar en cuarentena, mas lo era sin poder valerme bien por mi misma. Las noticias resuenan en mi cabeza: pandemia, curva de infeccion, numero de fallecidos... --Y llego y te vio y... cuentalo, abuela, que vas muy lenta --exige. --Voy todo lo deprisa que puedo, Silvia. Es que ya estoy mayor. --Es verdad, y arrugada como una pasa. --Creo que voy a tener alguna que otra palabra con tu padre... Pues le escribi y le explique lo que me pasaba y que, por favor, me trajese algo de comer. Asi que, al leer que no podia salir por prescripcion medica, acepto. Lo estaba esperando con nervios, tenia la despensa casi vacia, pero, ademas, iba a tener que pedirle otro favor. --Pero eso no se lo habia dicho para que no fuera a decir que no. ?Verdad? --No se lo habia escrito porque no queria que me dijera que no, ya que lo que le iba a pedir era un poco comprometido. Asi que esperaba que llegara y cuando el timbre sono mi estomago dio un vuelco. --Claro, te morias de hambre. --Claro, me moria de hambre --afirmo--. Asi que cuando estaba llegando a la puerta abri como pude y cuando me vio... --!Te tiro la bolsa a la cara! --exclama sin dejar de reir a carcajada limpia. --Me tiro la bolsa encima porque se asusto al ver a alguien abrir con las manos arriba vendadas. Y la bolsa llevaba... --!Huevos! Y te pusiste perdida, !como si fueras una tortilla humana! --Rie de nuevo. Yo lo hago con ella, es un momento muy feliz. Fue la primera vez que lo vi. --Si, la bolsa llevaba huevos y al soltarla de golpe por el susto, me dio en la cara y luego cayo al suelo. Asi que terminamos llenos de huevo la puerta, el suelo y yo. Cuando se dio cuenta, se disculpo muchas veces, pero no podia acercarse mucho porque debiamos mantener la distancia de seguridad. <>, repetia una y otra vez. Y yo me eche hacia atras llorando y llena de huevo. --Llorabas porque no podias hacer nada con las manos asi, ni lavarte ni nada. --Si, me costaba mucho trabajo hacer algo tan sencillo en aquellos dias. --Y el abuelo te dijo que no lloraras. --Si, el abuelo recogio todo, lo limpio y me pidio disculpas. <>, se presento. --Y tu le dijiste que te llamabas Elena, porque te llamas Elena, ?verdad, abuela? --Verdad. Asi que alli estaba, llorando alejada de el mientras limpiaba el desastre y el huevo goteando por mi pelo, mi cara, mi ropa... <>, le explique a tu abuelo: <>. --Y volviste a llorar --me interrumpe de nuevo. --Si, lo hice porque aquellos dias estaba muy sensible, como muchas de las personas que pasabamos por unos momentos tan dificiles. Asi que tu abuelo se compadecio de mi: <>, repetia en voz baja. Y, entonces, sucedio. Sin tener que pedirle yo el favor de que cocinara algo para mi, tu abuelo entro en mi casa, se quito la chaqueta y los zapatos que dejo fuera porque, si no, podria infectar con el virus la vivienda y me ayudo. Coloco la compra, cocino para mi y me ayudo a lavarme el pelo. No deberia haberlo hecho, pero lo hizo. Eran momentos complicados para todos, sobre todo para los que se veian obligados a seguir ahi, al pie del canon. --Y cuando se quito la chaqueta, te enamoraste de el. --No, pero casi. Cuando se quito la chaqueta me parecio el hombre mas guapo del mundo, pero, despues, cuando lo conoci, fue cuando me enamore mas de el, porque tu abuelo era guapo a rabiar, pero lo mejor que tenia era su corazon. Era inmenso. Siempre dispuesto a ayudar. --Y luego volvio --afirma con los ojos llenos de corazones. Con toda seguridad son los mismos ojos que se me ponen cuando hablo de el. --Si, ese dia se quedo a cenar. Cocino para los dos. Una hamburguesa que estaba riquisima y me conto que en los ratos que no estaba de servicio, ayudaba a los vecinos que mas lo necesitaban, sobre todo a personas mayores... --Como tu --me interrumpe de nuevo. --Como yo, pero en aquel entonces no era mayor. --Ni estabas arrugada como una pasa. Cierro los ojos, mi yerno me las va a pagar... --Era joven y muy guapa --afirmo. --Pero no tanto como yo, porque mama y tu decis siempre que soy la nina mas guapa del mundo. --Me lo recuerda con tal seriedad que no me atrevo a rebatirle, aunque, no podria; es la verdad. --No, no tanto como tu, pero no estaba mal. Bueno, tu abuelo ayudaba a los mas mayores. Habia muchos de ellos que estaban solos en sus casas sin nadie de su familia para cuidarlos, otros no podian caminar bien, o no tenian vehiculos para hacer la compra o ir a la farmacia. Asi que tu abuelo tenia un listado y se daba una vuelta por cada una de las casas para echarles una mano y para asegurarse de que ninguno enfermaba. --Y siempre iba en bici. --Si, siempre iba en bici. --Repartiendo amor, como Cupido. --Algo asi --sonrio de nuevo--, en aquellos dias hacia falta gente como tu abuelo, y muchas personas hicieron cosas por los demas muy hermosas, aunque no los conocieran. Tu abuelo fue uno de ellos, arriesgaba su propia salud por los demas y nunca nunca, se quejo. --Quiero que mi novio se parezca al abuelo --afirma colocando su pequena cara entre sus manos y suspirando. --No te deseo otra cosa, gatita, ojala encuentres un hombre como tu abuelo. --?Y que paso despues? Volvio, ?a que si? --Volvio y me ayudo a cocinar. Pero esa segunda vez dejo algo mas de comida porque al dia siguiente no podria ayudarme, ni el dia de despues. Estaban demasiado ocupados tratando de controlar a las personas que no hacian caso. --Las que se escapaban de sus casas. Si, las que se escapaban de sus casas sin permiso. Asi que durante dos dias no lo vi, pero, me envio un mensaje al movil para preguntarme como estaba. Y ese fue el primero de muchos otros. --Millones, ?verdad? --Millones, tienes razon. Cada mensaje que me enviaba me hacia feliz, y mi estomago se llenaba de mariposas, cada vez habia mas y... --Y ya no podias comer porque estabas empachada de mariposas. --!Bingo! --exclamo sin dejar de reir. Es curioso como, desde la distancia, se puede quitar hierro a un asunto que fue tan grave. Pero supongo que el tiempo lo cura todo, si no del todo, al menos hace que la cicatriz se convierta en parte de ti y que lo sobrelleves mejor. Asi fueron aquellos dias. Dias de expectacion, de miedo, de tristeza por todas las vidas que se perdieron... Dias que nos ensenaron que cuando nos uniamos eramos mas fuertes, que se podia ser feliz con muy poco, que mucho de lo que teniamos no era necesario en caso de enfermar, que el virus nos igualaba a todos... --Y asi fue como, poco a poco, tu abuelo y yo empezamos a tener una relacion. Al principio solo eramos amigos, pero, con el paso de los dias, nuestros sentimientos empezaron a cambiar. Y nuestros mensajes tambien, aunque no podiamos tocarnos y nuestros encuentros siempre eran en la distancia, estabamos ahi el uno para el otro. --!Cuentame cuando te dio el beso! --El beso... --repito dejandome llevar a ese momento, ese que recuerdo como si fuera ayer, como si no hubieran pasado cuarenta largos anos--. Habian sido semanas muy duras, la gente no dejaba de infectarse y los hospitales estaban a rebosar. Incluso habian usado hoteles y otros recintos para poner camas para acoger a los enfermos. Llevabamos ya un mes entero encerrados en casa, y la cosa era seria. Ibamos a pasar muchas semanas mas sin poder salir. La gente empezaba a desesperarse, muchos temian por sus trabajos, otros no sabian como iban a superar tantos dias sin poder trabajar y empezaban a temer que iban a verse obligados a cerrar sus negocios. Esos dias, la television, la prensa, las redes sociales, todo estaba lleno de noticias del coronavirus que no dejaba pais sin conquistar. Era una guerra del mundo contra ese bicho que se cebaba entre los mas debiles... Cada dia, a las ocho de la tarde, todo el mundo salia a aplaudir a sus ventanas, a los balcones, a los patios... para dar animos y fuerzas a todos los que peleaban contra ese bicho. --Tu no, abuela, no podias con las manos quemadas. --No, hija, yo no podia aplaudir, pero silbaba --aclaro--, ese dia, habia recibido en casa la visita de un medico y me habia quitado las vendas. La quemadura estaba lo bastante bien como para no llevarlas y no habia infeccion, asi que me dejo unas cremas para ponerme y me pidio que fuera usando las manos con cuidado de no hacerme mas dano. Ese mismo dia fue cuando sucedio. Mas tarde, entrada la noche, tu abuelo llamo al timbre. No lo esperaba, fue toda una sorpresa, pero me alegraba de verlo asi que le abri con una gran sonrisa ensenandole que ya no llevaba vendas, pero su rostro estaba triste. Mucho. --Pobre abuelo, lloraba, ?a que si? --Lloraba, si, porque habia perdido a un amigo, muy querido, por el bicho. --Y te beso. --Lo hizo, sabia que no estaba bien, no debiamos estar cerca, <>, nos aconsejaban, pero el dolor le nublo la mente unos segundos y cuando me vio se acerco a mi, puso sus manos en mi cuello y me beso... La cara de mi nieta no tiene precio, puedo ver los corazones saltando de sus ojos y de los mios. No digo nada mas, no puedo, la emocion me llena el pecho y los cansados latidos de mi corazon han cobrado fuerza. Es como si de nuevo estuviera aqui, conmigo, siento la aspereza de sus manos, su boca sobre la mia, el calor de nuestros cuerpos al estar uno junto al otro, la rabia, el miedo, el dolor y la tristeza del momento. Mis manos aun debiles posandose con cuidado sobre sus antebrazos. Noto las lagrimas de el cayendo sobre mis mejillas, su necesidad. El desconsuelo. El vacio de un hombre que lo daba todo tratando de llenar esos huecos. Recuerdo sus manos sobre mi cuerpo, la ropa despareciendo de nuestros cuerpos como por arte de magia, los jadeos que llenaban de vida una casa rota, llena de soledad y desesperacion, al igual que lo estabamos nosotros. Recuerdo aquella primera vez en la que me hizo suya y yo le deje aduenarse de mi, por completo. De aquella vez en la que no solo entregamos nuestros cuerpos, tambien dimos lo poco que quedaba de nosotros... Siento un leve mareo, parpadeo y limpio mis lagrimas. --Abuela, lo siento, no llores. No debi preguntarte por el abuelo. --No es nada, gatita, no es nada. Solo necesito un poco de aire. Un aire que nada me podra devolver porque el se lo llevo consigo el dia que me dejo. Me acompana hasta el jardin, una vez alli nos sentamos. Ella en el columpio de madera, yo en la mecedora que he usado desde siempre. Parece que me encuentro mejor. El aire es mas respirable o tal vez es que la presion en mi pecho ha dejado de ser tan fuerte. --Abuela, ?estas bien? --interroga con la voz preocupada. La miro y me enternece ver la preocupacion en su rostro. Ellas son lo unico que me mantienen unida a esta vida. Ellas son lo unico real que me queda de el. Lo que hicimos entre los dos, nuestro legado. --Estoy bien, gatita, es que echo de menos al abuelo. --Yo tambien --susurra seria. Tengo que distraernos, asi que me decanto por terminar el relato. Necesito ponerle fin, necesito recordarle toda la historia por si algun dia se vuelve a repetir. --Despues de ese dia, dejamos de ser solo amigos --continuo con la voz mas serena--. Todavia tuvieron que pasar varias semanas para que, por fin, vencieramos al bicho. Las personas estaban felices porque podriamos empezar a tener una vida como la de antes..., no, no como la de antes. Despues de aquello todo cambio. Las personas se volvieron mas solidarias, los vecinos, de repente, tenian nombres reales y habian dejado de ser el del <> o el del <>, las personas que vivian solas se dieron cuenta de que no lo estaban tanto, porque habia personas como tu abuelo que se preocupaban de ellas. Y asi, aportando todos nuestro pequeno grano de arena, llego el dia en el que nos dijeron que el virus habia desaparecido, aunque solo de momento. --Y no hubo fiestas ni vacaciones ese ano, ?verdad? --No, no hubo. Todo se paralizo, aunque a pesar de todo, hubo cosas buenas tambien, la gente no dejo de amar ni de tener esperanza. Dieron con una vacuna efectiva y con un medicamento. Muchas personas se salvaron, otras, por desgracia, no. Las personas de todo el mundo cambiaron un poco su forma de ver la vida y empezaron a cuidar mas su entorno, su familia, el medio ambiente... todo. Y, al final, la luz gano a la oscuridad y ese tiempo de sombras nos dejo una valiosa leccion. --?Cual, abuela? --Nos enseno a valorar mas las epocas en las que hay luz porque las sombras y la oscuridad acechan y atacan cuando menos te lo esperas. --Y el abuelo y tu os casasteis y tuvisteis a mama, y comprasteis esta casa con un gran jardin por si teniais que volver a quedaros encerrados, ?verdad? --Si, decidimos comprar una casa con un gran jardin por si llegaba algo similar, tener espacio para salir, caminar, que nuestros hijos jugaran. --Y el abuelo te dijo que queria casarse contigo en cuanto pudiera. Cierro los ojos, inclino mi cuerpo hacia atras y dejo que la mecedora me balancee. Puedo sentir su olor como si estuviera aqui, ver su mirada limpia y sincera cuando me decia que queria pasar el resto de su vida conmigo. Que no queria esperar ni perder un tiempo que solo era real en nuestra cabeza, porque nadie sabia a ciencia cierta cuanto le quedaba... Nos habia quedado claro a todos, que la vida cambiaba de un dia para otro y que habia que aprovechar cada instante. --Si, el abuelo me dijo que no queria esperar, porque no hay nada que garantice el manana. El silencio aparece de pronto. Solo escucho el vaiven del columpio de madera y el ruido agonico que produce la mecedora cada vez que me balanceo. Tal vez no fue el momento ideal, quizas no fue la situacion apropiada ni la que seria digna de aparecer en un cuento o una historia, pero fue real. Un amor que nacio en cuarentena. Un amor que cuarenta anos despues sigue vivo, aunque uno de nosotros ya no este. Abro los ojos y miro a mi alrededor. Mi preciosa gatita esta tranquila, su rostro es una copia mejorada del de su madre, del mio. Espero que no tenga que pasar por nada parecido, pero si llegara el caso, al menos espero que sepa afrontarlo con entereza y que esta vieja arrugada como una pasa le haya ensenado una leccion importante: siempre hay luz al final del tunel. --Y fuisteis muy felices, ?verdad? --dice de repente, rompiendo la quietud. Dejo escapar un suspiro que lleva ahi, guardado en mi pecho, muchos anos. --Si, gatita, el abuelo y yo fuimos muy felices a pesar de que nuestro amor nacio en cuarentena.

  • La tierra de la luna roja de Mikel Iturbe Garcia

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    Sara es una estudiante de periodismo que vive inmersa en su rutina academica. Tras comenzar la segunda mitad del curso, recibe un extrano mensaje pidiendole ayuda: alguien necesita que le lleven un pequeno objeto a la estacion de tren de madrugada. La parte aventurera adormecida de la muchacha despierta, y se presenta alli a las tres de la manana, esperando encontrar respuestas.
    Sin previo aviso, Sara se ve arrastrada a una guerra ancestral entre dos razas.

  • La joven que aprendio (A Kind of Magic 2) de S.s.g. Danvers

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    El viaje fue solo el principio.

  • Aniquilacion de Mariah Evans

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    Tras la llegada de los vampiros al tranquilo pueblo de Banff y la invocacion de la bestia, Christopher se infiltra en la comisaria como agente de policia, con el objetivo de ocultar las pruebas que ponen de manifiesto la guerra iniciada por lobos y vampiros por la conquista del territorio.

  • Un hombre al mando de Laurelin Paige

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    Tenia el brazo levantado y el movil en la mano mientras buscaba cobertura cuando lo oi. Un maullido leve. El tipico sonido de un gatito en apuros. Aguce el oido y examine a mi alrededor. Detras de mi, cuatro estructuras con forma de silo se erigian apinadas. Abajo, el bar de la azotea bullia de actividad. Enfrente, el Empire State atraia todas las miradas, resplandeciente con los colores del arcoiris (en honor a la manifestacion en favor del colectivo LGBTQ, convocada para ese fin de semana), pero el exceso de luces centelleantes de discoteca del local hacia palidecer la atraccion turistica. Habia mucho barullo, una de las razones por las que me habia escabullido a la parte mas alta del edificio: queria hacer una llamada. El otro motivo que me habia empujado a subir a la azotea era que todavia no habia conseguido que en mi pantalla apareciera mas de una raya de cobertura. Los maullidos, conclui, debian de proceder de los depositos, sirvieran para lo que sirvieran. Imagine que hacian las veces de trastero para guardar objetos mecanicos para el edificio: para el sistema electrico, el aire acondicionado y vete a saber que mas. Algun arquitecto de esos de prestigio habia decidido, por alguna razon, que unas torres cilindricas de un tono bronce con tapas que parecian un sombrero conico asiatico eran el mejor modo de hacer que el material industrial quedara mas bonito. De verdad, la ultima moda en diseno de la ciudad de Nueva York escapaba a mi entendimiento. Para mi, tenian una pinta rarisima. Ademas, los habian colocado en la parte mas alta de un edificio de sesenta plantas, de modo que la probabilidad de que hubiera oido a un gatito extraviado era bastante infima. De todas formas, el ruidito habia cesado. Es probable que hubiera sido el chirrido de un generador o que me lo hubiese imaginado. Volvi a centrarme en el movil. Dos rayas si me situaba en esa direccion. Termine de subir los tres escalones que faltaban para llegar por fin a la planta superior. !Tres rayas! Con eso bastaria. Pero... volvi a oir al gatito. Otra vez. Y otra. Quedaba descartado que fuera algo mecanico. Baje la mano con la que sostenia el telefono y empece a rodear uno de los depositos. Si no se trataba de un gato (porque tan arriba no podia ser, ?no?), ?que era entonces? ?Esos ruidos los podian hacer las ratas? Solo de pensarlo me puse a temblar. Lo cierto es que no tenia ningun motivo para ponerme a buscar de donde procedia el sonido. Pero ?y si era un gatito? Quiza los del bar hipster de abajo tenian uno aqui en la azotea para que mantuviera a raya a los ratones. No era una idea tan descabellada y me empezo a picar la curiosidad, asi que, en contra de lo que me dictaba el instinto, segui rodeando el segundo deposito. De pronto, me quede petrificada. Aquel ruidito no lo emitia un animal, sino una mujer. Se encontraba a unos cinco metros y apoyaba la espalda en la pared de ladrillos de una chimenea al otro lado de los depositos. Tenia los ojos cerrados, llevaba un vestido de fiesta remangado por la cadera y los sonidos que emitia eran gemidos de placer, no de sufrimiento. Segun parecia, se los estaba provocando el hombre situado delante de ella. En concreto, su mano, que se movia entre sus piernas. Y !uf!, a juzgar por la expresion de la mujer, el hombre sabia lo que hacia. Retrocedi con sigilo y a toda velocidad mientras rodeaba el deposito y solte el aire despacio. No sabia si echarme a reir o... bueno. ?Es que que otra reaccion iba a tener, si no? Desde luego, el cosquilleo instantaneo de excitacion que se me habia despertado entre los muslos no era la respuesta adecuada. Vamos, que lo mejor era reirse. Me rei en silencio, para no molestar a los <>. Sin embargo, cuando el impulso de tomarmelo con humor se desvanecio, el cosquilleo seguia ahi. Hacia mucho tiempo desde la ultima vez que habia echado un polvo. La ultima relacion seria que habia tenido termino en verano, y luego busque un clavo que sacara a otro calvo durante el fin de semana de Halloween, pero, desde entonces, nada... y estabamos a principios de septiembre. !Madre mia, pero si ya casi hacia un ano! No me extranaba que sintiera tanta curiosidad por aquel par de desconocidos que se metian mano en un rincon apartado de la juerga en la azotea. La excitacion indirecta era demasiado tentadora. Sin hacer ruido, rodee el deposito de puntillas con el cuerpo pegado al edificio. Solo queria... echar una miradita. Guau. Esta segunda vez, la escena era tan sensual como la primera. Mas incluso ahora, que la mujer empujaba las caderas hacia la mano de el. La forma en que el hombre le sostenia las manos por encima de la cabeza, el hecho de que no se estuvieran besando, que los unicos puntos de union entre sus cuerpos fueran la mano de el que le agarraba las munecas y la otra metida entre sus piernas, constituian un espectaculo obsceno, lisa y llanamente. Y cuando ella solto otro gemido, por poco no se me escapo uno a mi tambien. Tome nota mental: <>. Tanto, que habia olvidado por completo la razon por la que habia subido a la azotea. Tanto, que me palpitaba la entrepierna. Tanto, que ni se me ocurrio esconderme cuando la mujer profirio un ultimo grito ahogado y se estremecio al llegar al orgasmo. Era evidente que aquel era el preciso instante en que deberia haberme ido. Bueno, vale, deberia haberme ido antes, pero como no lo habia hecho, el momento era ese. Sin embargo, me quede ahi, pasmada por la actitud indiferente con la que el hombre se saco un panuelo de un bolsillo interior del esmoquin y se limpio la mano antes de metersela en el bolsillo. Ni siquiera se lo ofrecio a la mujer. No fui la unica que se dio cuenta. Ella puso mala cara mientras se recolocaba el vestido, pero enseguida recupero la sonrisa. Se echo la melena castana por encima del hombro (oscura, pero no tanto como la mia), se acerco a el y le toco la entrepierna. --Va, Eden, que tu ya has terminado... --Aunque no alcanzaba a oirlo todo desde mi escondite privilegiado, si que vi con claridad que el le apartaba la mano. --Pero tu no --dijo ella entre susurros. El la miro fijamente unos segundos. Ojala hubiera estado de cara a mi para poder ver su expresion. Oye, que complicado era espiar a gente que no cooperaba. --No te esfuerces --repuso al final. Una negativa, clara como el agua. No necesite verle el rostro para saberlo--. La unica razon por la que he hecho que te corrieras ha sido para que me dejes en paz. <>. !Menudo imbecil, el tio! Bueno, o quiza no. Habia que tener en cuenta que, antes de rechazarla, le habia provocado lo que, a todas luces, habia sido un orgasmo de calidad excepcional. Claro que carecia de la informacion necesaria para formarme una opinion a partir de lo que habia visto. Pero era dificil no figurarme los detalles de la situacion mientras observaba la escena como quien come palomitas, y, en mi imaginacion, al tipo se le daba tan bien follar como tener los modales de un autentico imbecil. La experiencia me habia ensenado que ambas caracteristicas iban de la mano. Eden se aclaro la garganta, pero parecia que sabia cuando retirarse: --Tu te lo pierdes. Sabes perfectamente que te trato muy bien. --Si, exacto. Ese es el problema. Madre mia, menudo cabron. Era el tipico tio que necesitaba poner distancia. El tipico que solo se enrollaba contigo una vez y si te he visto no me acuerdo. Recorde que habia alquilado el bar de abajo entero, en la azotea, para celebrar una fiesta con invitados de clase alta, y lo cale: un ricachon arrogante que se creia que tenia privilegios. Todo un casanova, vamos. Lo mejor que Eden podia hacer era salir disparada en direccion contraria. Se le borro la sonrisa. Irguio la espalda y lo fulmino con la mirada. --Eres un imbecil. <>. El casanova se encogio de hombros. --Ya te lo adverti. --Me avisaste, pero sabias que, al hacerlo, darias ni mas ni menos que la imagen contraria. Mira, ?sabes que? Te mereces estar tan amargado. Parecia que estaba a punto de irse, lo que significaba que yo debia salir por patas, pero vacile al ver que el alargaba la mano y la agarraba del brazo. --Espera, Eden. La expresion de esta se suavizo, aliviada, como si hubiera deseado que el la detuviera. Yo tambien sabia lo que era albergar esa esperanza. Ademas, estaba bastante segura de que Eden sabia donde se metia cuando se habia enrollado con este cabron, pero, aun asi, me costaba no empatizar. Le solto el brazo y le acaricio el rostro. Y, justo cuando creia que el casanova quiza no estaba tan mal, espeto: --Limpiate antes de bajar. Se te ha corrido el rimel. Eden se aparto de golpe y, sin mediar palabra, se fue echa una furia. Una furia que venia derechita hacia mi. <>. Sali disparada y rodee el deposito lo suficiente para que no me viera cuando bajara las escaleras, pero no tanto como para que don imbecil me viera desde el otro lado. Entonces, espere mientras trataba de oir sus pisadas para saber cuando podria salir de mi escondite. Por lo visto, el cabron caminaba de forma muy silenciosa, porque no se oia ni una mosca. Asi que me puse a contar hasta doscientos, solo para estar segura de que habia pasado el tiempo suficiente. Y me pase de los doscientos tambien, porque perdi la cuenta un par de veces cuando me asalto una imagen de la escena tan sensual con la que me habia encontrado. Sin duda, en la lista de pendientes debia anadir <>. No podia seguir asi. Al fin, asome la cabeza por donde lo habia visto la ultima vez. No habia nadie. Avance unos pasos para asegurarme. No estaba en ninguna parte. Suspire, aliviada. --?Buscas a alguien? Di un bote al oir la voz a mi espalda. Gire sobre los talones y lo vi de pie, entre las sombras, donde habia estado escondida hacia tan solo unos segundos. Era imposible que supiera que yo estaba alli. Imposible. Igual de imposible que que supiera que los habia visto. Llegue a esas conclusiones en un instante, de modo que me hice la inocente: --Me habia parecido oir a un animal. Un gatito atrapado. Solo estaba echando un vistazo. <>. --Un gato. En la azotea de un edificio de sesenta plantas. --No se lo creyo, como era logico. --Ya, a mi tambien me parecia raro. Por eso estaba echando un vistazo. --Aja. Estaba tan nerviosa que me habia puesto a sudar. Tenia muy presente que habia venido a la fiesta haciendome pasar por quien no era y, aunque no habia ninguna razon para que este tipo lo pusiera en duda, la posibilidad habia hecho que me pusiera en guardia. Pero eso no tenia por que ser positivo per se. Porque deberia haber defendido mi version (era la verdad, al fin y al cabo) y haberme largado. El seguia entre las sombras, con el rostro oculto en la oscuridad. Tampoco es que fuera a tratar de impedirmelo. Con todo, esas dos silabas encerraban una provocacion, un reto implicito, y quien me conocia sabia que yo no era de las que salian corriendo ante un desafio. Di un paso adelante para acercarme. --?Aja? ?Aja, que? ?Que quieres decir con eso? ?No me crees? Se encogio de hombros con la misma indiferencia que le habia demostrado a Eden. --Aja solo quiere decir aja. --Ah. --Quiza me lo habia imaginado. Toda esta odisea habia sido un error. ?Por que habia creido que seria capaz de hacerlo sin perder los papeles? Tal vez era el tipo de persona que no se achicaba ante un desafio, pero tampoco era estupida, y haber venido a esta fiesta habia sido una absoluta insensatez. Ademas, estaba imaginando conflictos donde no los habia--. Bueno, pues... --dije y me di la vuelta para alejarme de ese hombre misterioso. Del mismo modo que habia alargado la mano para detener a Eden, elevo la voz para detenerme a mi. --?Sabes? Creo que has venido a echar un vistazo porque has oido algo y luego te has topado con otra cosa. Y en vez de irte..., has preferido quedarte. Gire sobre mis talones de nuevo. --No me he... --perdi el hilo de golpe. Habia salido de las sombras y ahora, por primera vez, le vi la cara. Y era impresionante. Impresionante nivel: te quedabas sin respiracion. Impresionante nivel: braguitas chorreando. No me extranaba que Eden se hubiera muerto del gusto con el. Los hombres normales y corrientes no eran asi. Este era como un modelo de portada de revista. Si me hubiesen obligado a describirlo, no habria sido capaz de decir que lo hacia tan atractivo. Todo. La forma en la que encajaban sus rasgos. Los pomulos marcados. La mandibula cincelada y manifiesta bajo una barba castana, cuidada y corta. Los ojos... (habia demasiada poca luz para identificar el color, pero estaban colocados en el lugar perfecto). Y, aunque su apariencia por detras se disimulaba bastante, el traje confeccionado a medida que llevaba revelaba lo suficiente de la parte frontal para apreciar que tenia un cuerpo muy bien definido como quien no solo tiene un gimnasio en casa, sino que tambien se pasa horas en el. Me sorprendio tanto, me pillo tan desprevenida, que vomite las palabras antes de tener la oportunidad de refrenarlas: --Ostras, menudo pibon. La verguenza me subio por el cuello hasta el rostro. Mi piel olivacea no se sonrojaba con facilidad, pero la sangre todavia se me acumulaba en la cara cada vez que hacia el ridiculo. Y acababa de hacer un ridiculo monumental. Era imposible arreglarlo. Mientras me mosqueaba conmigo misma y me moria por el bochorno, el metio cucharada como si nada: --Justo estaba pensando lo mismo de ti. Me acababa de tirar los tejos. Y hacia nada que le habia provocado un orgasmo a otra mujer. Pero que bien lo habia calado. Era un donjuan de manual. Me eche a reir, en parte por los nervios y tambien porque no me lo podia creer. --Eh... no. Eso no. No vamos... No. Gracias, pero creo que me voy a ir. Estaba tan nerviosa que no habia acabado de dar la media vuelta cuando me detuvo de nuevo. --No, espera. Lo siento. No queria pasarme de la raya. Como lo has dicho tu primero, creia que podia responderte en los mismos terminos. Reflexione unos segundos antes de contestar (algo que sabia que deberia hacer mas a menudo). Bueno, vale. Habia decidido que no era mas que un ligon, pero no tenia pruebas de ello. Y luego habia sido yo quien le habia soltado aquello a un completo desconocido. Sin duda, era yo quien se habia pasado de la raya. --Si que lo he hecho --admiti--. Lo siento, me ha salido solo. --No hace falta que te disculpes. --Su sonrisa brillaba como el oro. Resultaba hipnotica. Capaz de convencer a muchas mujeres para cometer estupideces con tan solo exhibirla. Desee que ese <> no me incluyera a mi. Pero tambien era realista, asi que me puse en guardia porque lo mas probable era que yo tambien formara parte de dicho grupo. Y todavia estaba alli parada. --Tambien se aplica a que te hayas quedado aqui arriba despues de presenciar lo que te has encontrado. --Estaba decidido a obligarme a admitir lo que habia visto. Eran meras suposiciones. Solo tanteaba el terreno. Sin embargo, ?habia alguna razon de peso para negarlo? Sentia curiosidad por saber hacia donde queria llevar la conversacion, de modo que me limite a preguntar: --?Y? --Y eso, combinado con el comentario que has hecho sobre mi fisico, me ha dado a entender que esta conversacion podria terminar de una forma muy distinta. --Avanzo hacia mi al acecho, como un depredador. Lo juro. Como un depredador. Que locura lo sensual que podia resultar un hombre con tan solo dar un par de pasos. Y una locura todavia mayor era lo mucho que me estaba afectando. Y, ay, la madre, me habia costado unos segundos procesarlo, pero ?de verdad acababa de soltarme eso? --Por favor --dije, con un grunido de irritacion que iba tan dirigido a mi como a el--. Solo porque te he pillado en plena faena por casualidad, ?crees que ahora yo tambien voy a querer? --No, claro que no. --Se volvio a encoger de hombros con indiferencia--. Solo porque te hayas quedado mirando... Otra oleada de sangre me incendio las mejillas. El habia estado de espaldas a mi durante todo el rato. Eden ni siquiera me habia visto y era ella quien estaba de cara a mi. ?Me habia equivocado? Quiza en la pared de ladrillo habia algo reflectante. Me gire para examinar el lugar donde habia estado el. Volvi la vista atras hacia el punto donde habia estado yo. No, para nada. Imposible. No me habia visto. Me gire para enfrentarme a el con una sonrisa de satisfaccion. --Es imposible que lo sepas. Entonces, me devolvio la misma sonrisa, porque acababa de confesar que, en efecto, me habia quedado mirando. --Estaba evaluando si habia sido consentido --anadi, en un arranque. --Claro, te preocupaba la seguridad de otra mujer. --Exacto. --La mentira me hizo sentir honrada. Como si, en realidad, me hubiera comportado como una heroina en vez de una mirona, motivada por la preocupacion de si Eden estaba sufriendo una violacion o no. Su sonrisita de autosuficiencia me decia que no lo enganaba, pero me siguio el juego: --Espero que hayas llegado a la conclusion de que era consentido. --Al menos por parte de ella. --Lo dije porque pense que seria una pulla, pero, al oirlo, me di cuenta de que parecia que estuviera tonteando. Joder. Quiza si que tonteaba. Su expresion reflejaba la misma duda. --No me he visto obligado a hacer nada que no quisiera. Pero si, razon no te falta. Estaba un poco distraido. En cambio, tu tienes toda mi atencion. --Dudara o no, tenia un descaro impresionante. Y a mi me encantaban los ligones atractivos y descarados. Pero enrollarme con uno no formaba parte del plan de esa noche, asi que tenia que irme. --Ah, muy bien --continue, echa un lio y atontada--. Vale. Si. Me... Bueno. Gracias, pero no. Solo habia subido para hacer una llamada, asi que voy a ello. --Tuve la sensatez de largarme, pero fui incluso mas sensata al decirle mientras me iba--: Por favor, no me sigas. Bueno, quiza no habia sido la sensatez lo que me habia impulsado a echar un ultimo vistazo en su direccion. Queria saber si estaba mirando como me iba. Y, quiza soy una idiota, pero me encanto saber que, efectivamente, lo hacia. Capitulo 2 Teyana respondio tras el primer tono de llamada. --Cuentamelo todo. Yo seguia con la cabeza perdida entre los depositos, en ese desconocido tan atractivo y exasperante. Seguramente, deberia haberme esperado a que me bajara el sofoco antes de llamar, pero me moria por ponerme al telefono para que pareciera que estaba haciendo algo, por si se le ocurria seguirme. No obstante, no habia sido el caso y ahora estaba condenada a hacer un esfuerzo por hablar. Solte algo a medio camino entre un grunido y un suspiro. --Todo iria mejor si estuvieras aqui --asegure, y era la verdad, pero no lo habria expresado como una quejica si hubiese estado centrada. Al instante, trate de suavizar mi comentario--. Quiero decir, se que no seria lo mejor para ti, pero lo seria para mi, y no trato de hacer que te sientas mal, pero es que me gusta que me acompane mi amiga. Joder, que insensible. Mira que centrarme en como me sentia yo y lo mierda que era tener que estar sin ella en vez de preocuparme porque Teyana si que sufria a nivel fisico. Sabia comportarme como una buena amiga para alguien que padecia una enfermedad cronica y agotadora, pero, de vez en cuando, metia la pata hasta el fondo. --Lo siento --anadi, mientras desee haber comenzado por ahi. --Eh, va, no empieces... --Como solia pasar, Tey termino por consolarme a mi--. Soy muy consciente de que mis brotes no solo son una molestia para mi. --Pero es que ahi esta el problema: que solo para mi son una molestia. Para ti, son algo mucho peor. --Si --reconocio--. Son una absoluta mierda. Ojala pudiera estar contigo, de verdad. Ese habia sido el plan original: venir juntas. De hecho, cuando habia visto la invitacion entre la correspondencia de mi jefa, mi idea habia sido tirarla a la basura y no darle mas vueltas, pero Tey me la habia quitado de las manos y los ojos se le habian iluminado con un plan. <>, le habia senalado yo. <>. <>. <>. Fue entonces cuando me lo plantee en serio. Kendra nos habia prestado ropa a Teyana y a mi millones de veces desde que las tres nos conocimos y nos hicimos amigas cuando cursabamos el master en la Universidad de Georgetown. Aunque ya no eramos tan intimas como entonces (convertirse en mi jefa tras la graduacion habia cambiado las dinamicas de la relacion), sin duda me habria prestado algo de haber estado alli. Claro que, si hubiera estado alli, yo no habria fisgado entre su correspondencia y no habria descubierto que se celebraba esta fiesta. Tey debio de darse cuenta de que mi conformidad se abria paso: <>. Los Sebastian pertenecian a la realeza estadounidense. Tenian dinero invertido en todo, desde el acero y el petroleo hasta medios de comunicacion y tecnologia, de modo que, practicamente, la ciudad entera les pertenecia. Su apellido figuraba en tantos edificios como el de los Rockefeller, entre los que se contaba el Sebastian Center, la sede principal de la mayor parte de sus negocios en Nueva York. Y una fiesta con estos fabulosos millonarios como anfitriones resultaba, sin duda, tentadora. <>, habia insistido Tey. <>. Y como razon no le habia faltado en ese sentido, y dado que ultimamente estaba un tanto resentida con Kendra, yo habia accedido. Pero entonces, Teyana sufrio un brote que la mando derechita a la cama y en posicion fetal. Solo habia aceptado acudir a la fiesta para que ella pudiera vivirla de forma indirecta a traves de mi. Hacia tanto tiempo que eramos amigas que era consciente de que, a veces, lo unico que podia hacer para aliviar su enfermedad era vivir mi propia vida al maximo. En muchos sentidos, el hecho de que Teyana padeciera esta enfermedad me habia impulsado a ir mas lejos de lo que habria ido yo sola. Y eso me hacia sentir incluso mas culpable. --?Como te encuentras? --le pregunte esta vez. --Mareada, y es como si alguien no dejara de clavarme un cuchillo de sierra entre las costillas. Pero, sobre todo, estoy aburrida, asi que distraeme y cuentame como va la fiesta. --Bueno... --Lo cierto era que apenas habia pisado la fiesta. Me habia paseado de una punta a la otra de la azotea, habia pillado unos cuantos aperitivos exoticos de las bandejas que se paseaban por el local y, por fin, habia subido por la escalerilla para buscar cobertura y llamarla. Sin embargo, esta version de la noche no iba a distraerla, asi que trate de echarle mas miga: --Todo el mundo va muy elegante, por supuesto. Ropa exclusiva, de diseno. De hecho, me da la sensacion de que no voy todo lo arreglada que deberia, y mira que llevo un Dolce & Gabbana. --He visto la foto. Encajas a la perfeccion, te lo aseguro. Baje la mirada en direccion a la falda de tul rosado. --Parezco una bailarina. --Pareces la primera bailarina del ballet de Nueva York, en todo caso, y eres un pibonazo. Y punto. ?Que mas? Venga, cuenta.

  • Cristina en las Highlands (Julia y amigas 3) de Kate Dawson

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    Cristina descubre una traicion que hara saltar por los aires la confianza y la seguridad de su presencia en YouTube. A raiz de ese bano de realidad decidira que su vida debe cambiar de rumbo y para ello se deja convencer para pasar una temporada con Julia, Evan, Leod y Rosario en Escocia.

  • Imperiofobia y la leyenda negra de Maria Elvira Roca Barea

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    Maria Elvira Roca Barea acomete con rigor en este volumen la cuestion de delimitar las ideas de imperio, leyenda negra e imperiofobia. De esta manera podemos entender que tienen en comun los imperios y las leyendas negras que irremediablemente van unidas a ellos, como surgen creadas por intelectuales ligados a poderes locales y como los mismos imperios la asumen. El orgullo, la hybris, la envidia no son ajenos a la dinamica imperial. La autora se ocupa de la imperiofobia en los casos de Roma, los Estados Unidos y Rusia para analizar con mas profundidad y mejor perspectiva el Imperio espanol. El lector descubrira como el relato actual de la historia de Espana y de Europa se sustenta en ideas basadas mas en sentimientos nacidos de la propaganda que en hechos reales.

  • Que grande eres, pequena de Marta Marin

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    Su expresion risuena y su mirada timida. Su pelo ahora es rubio pero es el de siempre, largo, liso, suave y con olor a hierbabuena. Lleva un vestido azul con la espalda descubierta que le queda estupendamente a conjunto con unas sandalias de tacon alto y, aunque esta mas delgada, me sigue pareciendo un pecado llevar tres anos sin poder deleitarme con todo su cuerpo, tan perfecto para mi, tan hecho a mi medida. No puedo salir de aqui esta noche sin haberla tocado, sin haberla besado, sin haberla hablado al menos.

  • Un vodka para Vero y que la ayude el del tercero de Ana Alvarez

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    Me llamo Veronica Ramirez y esta noche de Halloween, mientras todos se divierten a mi alrededor, yo me he sentado en un parque abatida y sola. Y sin un euro. Hace una noche esplendida, la gente se ha echado a la calle, por lo que pocas pizzas he tenido que repartir. A pesar del ridiculo disfraz de bruja que mi jefa me ha obligado a ponerme, nadie me ha dado una misera propina. Son las once y no tengo con quien ir de fiesta, de modo que despues de terminar el reparto me he sentado en un banco a mirar como se divierten los demas. He tenido un dia nefasto y no me apetece ir a casa. Aquella manana fui, por enesima vez en mi vida, a una entrevista de trabajo y, como todas las demas, sin ningun resultado. Porque desde hace anos tengo un problema con los hombres. Cuando debo hablar con alguno, a los pocos minutos lo veo sin ropa. Sin ninguna ropa. Entonces mi lengua se traba, tartamudeo, sudo, y parezco la mayor gilipollas del mundo. En esta ocasion habia hecho una de las peores entrevistas de trabajo de mi vida y os aseguro que he hecho muchas y malas. Desde el primer momento imagine en pelotas a aquel senor que, no se muy bien por que, mi mente decidio ver como una bolita redonda cubierta de pelo espeso desde el cuello a los talones. Eso me hizo tartamudear mas de la cuenta. Mi posible jefe, aunque ya tenia claro desde el primer momento que no iba a serlo, me pregunto algo sobre que programas informaticos dominaba y yo solo podia pensar en sus pelotas velludas. Y en si tambien tendria pelo entre los dedos de los pies. Respondi con el nombre de una crema depilatoria, los nervios me hicieron cometer un lapsus por la asociacion de ideas. Lo arregle anadiendo: <>. Incapaz de soportar el bochorno de mi nueva metedura de pata, me levante disculpandome lo mejor que pude, para salir corriendo a continuacion como alma que lleva el diablo. Por eso sobrevivo a duras penas repartiendo pizzas a domicilio los fines de semana, cuidando ninos cuando surge la ocasion y probando juguetes eroticos para una conocida marca de venta online. ?Que como llegue a eso? Muy facil. A pesar de que mi contacto carnal con hombres es nulo, soy apasionada y me gusta el sexo. Empece a usar consoladores y otros artilugios semejantes a los veinticinco anos, cuando me vine a Madrid buscando el empleo de mi vida. Despues solia dejar un comentario en la web y al parecer eran tan detallados que me contactaron para ofrecerme probar sus nuevos aparatos antes de ponerlos a la venta, a cambio de una cantidad de dinero bastante aceptable. Consegui matar dos pajaros de un tiro: ganar un sobresueldo y que los juguetes me salieran gratis. En consecuencia, no hay cacharrito que haya salido al mercado en el ultimo ano que no haya pasado por mis manos... ejem... y otras partes. Esa es mi desastrosa vida, la que me ha llevado esta noche de Halloween a sentarme en un banco, mas sola que la una. De pronto unas voces alteradas a mi alrededor me sacaron de mis negros pensamientos. Alce la mirada y vi a tres senoras disfrazadas en el interior de un comercio chino, de esos en los que venden de todo, desde pilas para la linterna hasta alcohol de diversa graduacion. Una vestida de angelito, con sus alitas y todo desplegadas en la espalda, un traje mas apropiado para Navidad que para la noche mas terrorifica del ano. Otra de Annabelle, con el vestido blanco arrugado y cubierto de maquillaje y algo que parecia... ?vomito? Una tercera llevaba un minidisfraz ajustadisimo de bombera sexi. Parecia que mas que apagar fuegos, los quisiera encender. Las tres discutian justo en la puerta de salida del comercio, agarradas a una botella de algo que tenia una etiqueta con un dragon. El dueno del comercio, un chino de mediana edad, trataba de poner paz entre ellas. --Vodka Ming siete euros. Ultima botella --dijo a las tres mujeres que forcejeaban agarrando la bebida. --Yo la vi primero --grito Annabelle con voz estridente y un poco histerica mientras sujetaba el gollete con una mano y con la otra balanceaba una bolsa de esas reutilizables que se compran en los supermercados por cincuenta centimos y cuyo contenido no llegaba a vislumbrar. --Yo la necesito mas --respondio el angelito. --Chino Juan es mi amigo y mi vecino. El vodka es para mi. --La bombera incendiaria tiro de la botella con el consiguiente riesgo de que acabara en el suelo. El angelito se tambaleo para no soltarla y engancho una de las alas en una estanteria llena de cacerolas, que cayeron con un ruido metalico. --Suficiente para tres. No pelea. Bolsa plastico cinco centimos --afirmo el dependiente mostrando una bolsa blanca y anodina con la esperanza de que se fueran antes de que le destrozaran la tienda--. ?Quiere bolsa? Las mujeres se miraron. --?Y si la compartimos? Yo necesito un trago con urgencia y no hay nada mas abierto --dijo Annabelle --Vale. --O sea, ?pensais que yo voy a beber de la misma botella que unas desconocidas? --Angelito puso cara de asco--. Ni muerta. --Chino Juan tiene vasos de chupito desechables --respondio la bombera--. ?Verdad? --Chino Juan tiene todo. Bolsa de seis, un euro. --De acuerdo, traelos. --Todo ocho euros cinco centimos. Dos setenta por senora. --Yo no traigo dinero --se excuso la bombera alzando las manos--. ?Donde quieres que lo guarde? Te pago mi parte manana, que hay confianza. En efecto, una simple moneda se notaria bajo el vestido. --Yo tampoco llevo efectivo. ?La Visa oro vale? --Yo si tengo --exclamo Annabelle sacando un monedero de un bolsillo escondido en el lateral de la falda. --Vodka para senora que paga --sentencio el chino Juan imperterrito. Las voces se alzaron de nuevo y mantuvieron mi atencion. La bombera golpeo con el trasero unas alfombras que tambien rodaron de la estanteria. Aquello era mucho mas divertido que el truco o trato. Tres manos tirando de una botella a punto de estrellarse contra el suelo. El dependiente oriental, con filosofia, sujetando la bolsa de plastico y yo tratando de no reirme. A mi lado en el banco se sento una chica disfrazada de unicornio y se sumo al espectaculo. --?Quien crees que ganara? --me pregunto. --El chino, que cobrara su botella, aunque este rota. Annabelle tendio un billete de diez euros y agarro la bebida. --La compartire con vosotras. Esta noche necesito hablar con alguien y si es desconocida y esta borracha, mucho mejor. Salieron a la plaza y se sentaron en un banco frente al mio, que ahora compartia con un unicornio. Ambas seguimos atentamente la conversacion de las tres mujeres, que abrieron la botella y llenaron los pequenos vasos de plastico hasta el borde. --!Ufff! Esto debe tener dos grados menos que el aguarras --dijo el angelito con una mueca, olfateando el liquido incoloro. Pero trago. --No seas exquisita, es alcohol y, al menos yo, lo necesito. --Annabelle se bebio medio vaso de golpe. A juzgar por la mueca, debio quemarse hasta el higado. --Por muy malo que sea lo que te ocurre no sera peor que lo mio --dijo la bombera. --Yo os gano, seguro --afirmo el angelito terminando de un trago el contenido de su vaso--. Estaba en la fiesta de Halloween del coro... --?Un coro? --pregunto la bombera con una mueca--. ?De esos que hacen gorgoritos? --Uno de la parroquia, de canto gregoriano, en el que participo desde hace anos. Y me ha llamado mi madre. Me lo estaba pasando genial, con los chicos y eso, cantando el Ave Maria. --?El Ave Maria en la noche de los muertos? --El Miserere me da como grima. Suena a... difunto. --Y te llamo tu mami para decirte que se habia muerto --insinuo Annabelle. --!Ojala! Solo me dijo que se habia roto un tobillo. --?Los muertos hablan por telefono, zumbada? ?Cuantas copas llevas ya, tronca? --Solo unos vasitos de anis del mono. Si, es lo que suelo beber, guapi, ?que pasa? --Nada, aqui cada una que beba lo que quiera.

  • Vil tentacion de Lionel Torres

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    Una mujer sin limites irresistible para cualquier ser humano. Por momentos luce sensible, amiga, carinosa, decente, respetuosa, fiel, afectuosa y en otros es fria, despiadada, malevola, calculadora que esconde un secreto generando cambios en la vida de las personas que giran a su alrededor. No hay barreras a la hora de conseguir sus caprichos y en ocasiones las leyes universales juegan a su favor.

  • La batalla por el paraiso de Naomi Klein

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    Entre los escombros del huracan Maria, los puertorriquenos y los <> multimillonarios estan atrapados en una batalla campal para decidir como reconstruir la isla. En esta vital y asombrosa investigacion, Naomi Klein revela como las fuerzas de las politicas del shock y del capitalismo del desastre buscan minar la vision radical y resiliente de una recuperacion justa.

  • Sin pretenderlo (Bolonia 4) de Laimie Scott

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  • Princesa La Hija Prometida de de Alena Garcia

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    Los pasos de Eva sobre la nieve hacian a esta crujir como si fueran cristales aplastados. Una vez, un amigo de su padre, un ruso de origen cosaco, del Don, le dijo que aprenderia a conocer la intensidad del frio en cuanto diese dos pasos por la nieve. Y asi era. Cuando la nieve cruje mucho, es que el frio se acerca o pasa de los veinte grados bajo cero. Hacia veintiseis grados bajo cero aquella tarde de febrero en Moscu. Eva caminaba ensimismada, hipnotizada por el sonido de cada uno de sus pasos sobre la durisima y crujiente nieve. Tras una caminata de mas de veinte minutos, entro en un cafe para calentarse un poco y descansar. La cafeteria era pequena, coqueta y acogedora. Habia entrado alli sin saber muy bien por que; algo atrajo su atencion. Se sento en una mesa de la esquina, la mas alejada de la puerta. De inmediato aparecio un camarero para preguntarle que deseaba. El chico era alto, rubio, de grandes ojos verdes un tanto rasgados, con salientes pomulos casi mongoles. El tremendo atractivo fisico del muchacho no pudo pasar desapercibido a Eva, a la que le subio un leve rubor a las mejillas. Una cara como aquella era mas apropiada para el teatro o para el cine que para estar en aquel diminuto cafe de Barvija, a las afueras de Moscu. El joven le entrego a Eva la carta, pero ella la rechazo con un gesto de la mano. --No hace falta, gracias. Solo quiero te, te negro. Que este ardiendo, por favor. He entrado solo para calentar un poco el estomago y la garganta -- dijo ella elevando imperceptiblemente las comisuras de sus labios en un intento, vano, de sonreir. --Ahora mismo se lo traigo, senorita -- dijo el amable camarero con una franca y preciosa sonrisa que dejo ver las dos filas de dientes perfectos y blancos. Eva se sentia a gusto en ese lugar, como no se habia sentido desde hacia anos. No queria irse. Pidio otro te y un trozo de pastel casero que le recomendo el guapisimo camarero. Algun ingrediente no identificable por su paladar la traslado a su infancia. Recordo las fiestas en su casa de Marbella, en el sur de Espana, en la luminosa y sin par Andalucia, su amada tierra de adopcion. Su padre le preparaba unas fiestas de cumpleanos que eran la envidia de todos los ninos ricos de la zona de San Pedro de Alcantara, casi todos ellos hijos de extranjeros de todas las partes del mundo afincados en ese paraiso natural que es la Costa del Sol. Tantos recuerdos provocaron que Eva perdiera la nocion del tiempo. Se quedo alli sentada, como un barco anclado en alta mar, con el tenedor en la mano derecha y el ultimo trozo de pastel pinchado, pero sin terminar de llevarselo a la boca. El camarero noto que algo le ocurria a aquella extrana chica. No pudo dejar de percibir que era millonaria. El abrigo de pieles y el anillo de diamantes que lucia bastaban. --Senorita, ?se encuentra usted bien? ?Necesita que le llame un taxi? --Si, si, estoy bien, gracias -- contesto ella saliendo del letargico bucle de recuerdos que se habia apoderado de su mente. --Es que tengo que cerrar. Hace tiempo que dieron las once. No queria interrumpirla, lo siento, pero he de cerrar y marcharme a casa, es tarde. Son casi las doce. --Oh, perdoneme. ?Por que no me dijo nada? Estoy tan bien aqui, tan a gusto… Se me ha pasado el tiempo volando. Eva se levanto de la silla con apresuramiento. Rebusco en su bolso, saco la cartera y dejo un billete de cinco mil rublos sobre la mesa. La cuenta de los dos tes y el pastel no pasaban de los setecientos rublos, por lo que el camarero se apresuro a ir a la caja para darle el cambio. Cuando volvio a la mesa, Eva ya salia, diciendole buenas noches y dejandole alli con una propina de mas de cuatro mil rublos. Sasha salio a la calle. --Senorita, oiga, el cambio, se deja el cambio -- grito el. Eva estaba a punto de entrar en un Mercedes negro, de lunas tintadas, con un hombre de mas de dos metros que le abria la puerta. Ella se giro y le dijo, con una sonrisa: --Por las molestias. Sasha se quedo mirando, con la boca abierta, como desaparecia la berlina de lujo a toda velocidad, pero sin hacer un solo ruido. Se habia quedado con las ganas de decirle algo mas. Eva le parecio la mujer mas bonita que habia visto nunca. Y tambien la mas triste. * * * * --Me habeis seguido, ?verdad? – inquirio Eva tanto al chofer que conducia como al copiloto. --Esta zona, de noche y con esta helada, no es apropiada para una mujer joven -- contesto severo y frio Andrei, el copiloto. --Solo he salido a estirar un poco las piernas, a pasear. Os lo he dicho. Que salia a pasear. Me habria gustado volver andando a casa. --Tenemos ordenes, Eva Valerievna -- respondio Andrei con el tratamiento formal de nombre mas patronimico. --Si, lo se, lo se. Soy su esclava. No hace falta que me lo recordeis a cada paso. Yo misma renuncie a mi libertad -- le corto Eva, apretando los labios mientras intentaba contener una lagrima que pugnaba por precipitarse por la mejilla. * * * * El Mercedes llego al palacio de Viktor Sokolov, tras pasar tres controles de seguridad donde, en cada uno de ellos, salieron dos hombres con chalecos antibala y armados con fusiles de ultima generacion. Eva salio del vehiculo, entro en la casa y se dirigio a su habitacion, subiendo por las escaleras de madera. Una voz la interrumpio en su ascension. --!Eva! --Si, Viktor, dime… --?Por que has vuelto tan tarde? Hace mucho frio, te puedes resfriar. No estas acostumbrada a estos inviernos. --Solo he salido a estirar un poco las piernas. Queria andar. Finalmente he entrado en un pequeno cafe que hay a veinte minutos de aqui, en la carretera. Alli he perdido la nocion del tiempo. No me diras ahora que estabas preocupado por mi. Viktor subio unos pocos escalones y se quedo a dos metros por debajo de ella. La miro a los ojos, con intensidad, con una mirada que Eva aun no era capaz de descifrar. No sabia si la mataria algun dia o la forzaria como un salvaje cualquiera, amparado en su poder y su "trato". Pero Eva no bajo su mirada y se la sostuvo con firmeza. Finalmente, Viktor dijo: --Esta bien, haz lo que quieras. Despues, bajo las escaleras y se introdujo en su despacho, un cuarto al que Eva tenia prohibido el acceso. Ella entro en su dormitorio, una estancia de casi cien metros cuadrados, con bano propio y muebles italianos de lujo. La habitacion estaba demasiado recargada para su gusto. No se podia decir que fuera hortera, como sucedia en muchas casas de nuevos rusos (nuevos ricos), pero con menos de la mitad, se decia Eva, habria quedado mas elegante y espaciosa. Se tumbo en la cama sin quitarse la ropa y cogio el libro que estaba leyendo desde hacia unos dias. Doctor Zhivago, de Boris Pasternak. La pasion por los libros de Eva le venia de su madre, Natalia, poetisa y critica de arte, especialista en el Siglo de Plata de la literatura rusa, con varios ensayos publicados sobre el tema. Pero Natalia se caso con Valeri Novikov, un inteligente hombre de negocios que acabo metido en asuntos sucios de mafias. Se trasladaron a vivir a Espana y alli nacieron sus dos hijas: Yevguenia y Eva. Natalia dejo de escribir ensayos, mas nunca abandono la lectura, un habito que lego a la menor de sus hijas: Eva. Eva leia y leia. La lectura de los clasicos rusos suponia su unico consuelo y un eficaz antidoto contra la depresion y la amargura que amenazaban con instaurarse para siempre en su alma. Pensaba en el camarero que habia conocido esa tarde, y en el acogedor cafe donde se sintio libre por unas horas. Manana volveria a ir, se dijo, mientras recorria con la mirada las peripecias que les sucedian a Yuri y a Larisa. Al dia siguiente, hacia las cinco de la tarde, se disponia a salir de la mansion para tomar te en la pequena cafeteria que habia descubierto. Cuando cogia del perchero su abrigo de vison blanco, Viktor salio de su despacho para interesarse por su repentina salida. --?Adonde vas ahora? – inquirio groseramente. --A dar un paseo y a tomar un te. Llevo aqui todo el dia sin estirar las piernas, me duele la cabeza y necesito aire -- contesto Eva. Esta tarde vienen unos amigos a cenar y quiero que estes en casa. La cena es a las ocho en punto. No vengas mas tarde de las siete y media. --Podrias haberme avisado -- senalo ella. --Si, podria haberlo hecho. Pero ya ves que no ha sido asi -- zanjo el entrando en su despacho. Eva agarro el abrigo con rabia y salio al frio exterior donde la helada le golpeo en la cara nada mas abrir la puerta. Seguia haciendo veintiseis grados bajo cero, y ademas habia una leve brisa que metia el frio por el cuerpo a traves de los ojos. A Eva, de todas formas, le gustaba respirar la helada, sintiendo como el aire descendia hasta sus pulmones, siendo por vez primera consciente de tener esos organos

  • Una noche y nada mas, Whitney G de Whitney G

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  • Cual es tu historia de Ana Paula Benitez

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    Al desnudo, esta historia comenzo asi. Desperte aquella manana con casi la mitad del cuerpo sobre el escritorio. Me habia quedado escribiendo hasta muy tarde y, como siempre, me habia dormido frente a la laptop. Mire la pantalla por un momento y note que al menos no habia arruinado la escritura. Si habia babeado el escritorio de manera descomunal… Buen trabajo. Mire hacia la ventana y la luz del sol me cego por unos segundos. Me cubri los ojos con una mano y me apoye en el escritorio con la otra. Me levante y camine lentamente hacia la ventana. Sin antes bostezar y estirarme, corri las cortinas blancas y abri un poco la ventana para que el viento de la manana refrescara la habitacion. Me voltee y camine hacia la cocina con la idea de prepararme un cafe, pero no pude ni siquiera completar medio trayecto cuando fui atacada por una pieza de Lego. Si, leyeron bien. --!Ah! !Tony! !Deja de robar las cosas de los vecinos! --Con furia me dirigi hacia la cuna del gato y como de costumbre me encontre con nadie--. Desagradecido, te compro una cuna hermosa y sigues durmiendo en cualquier otro lado. !?Sabes cuanto cuesta una cuna como esa?! Calle al darme cuenta de lo inutil que era quejarme. Aun asi, se sentia muy bien. Escuche un estruendo en el patio trasero del edificio y al fin supe hacia donde debia gritar. Corri hacia la ventana y sali al balcon cargada de colera y autoridad. Asi es, soy duena de un gato y lo trato como tal... o algo asi. --!Tony! !Te voy a matar! Mire hacia el patio y note que el causante de tal estrepito no habia sido Tony. Despegue los labios para hablar, pero lo unico que salio fue un balbuceo bastante incoherente. --Hola. Al desnudo, asi comenzo. Un hombre de tez palida y ojos azules y profundos estaba parado detras de una reposera. Se veia muy nervioso y apresurado. Y lo unico que traia puesto era un reloj de oro. ?Quien era el? ?Por que estaba desnudo? ?Donde estaba Tony? Frunci el ceno y abri la boca de nuevo, pero segui sin hablar. --Tuve una mala noche --bromeo el--. ?Podrias ayudarme? --Am... --!Vivo en el noveno piso! --aclaro repentinamente--. No soy un extrano. Tu eres la duena del gato cleptomano, ?verdad? --S-Si. Mi Tony es popular entre los vecinos. --Entonces... ?me ayudas? --!E-Espera alli! Me voltee y corri hacia el dormitorio. Resbale con un calcetin y cai de espalda. Oh, bendita habitacion la cual no habia ordenado desde la ultima visita de mi madre... Tome una toalla y corri hacia el balcon de nuevo procurando no pisar otro calcetin asesino. Arroje la toalla por el balcon y le indique a mi desvestido vecino del noveno piso que esperara en la puerta. Me coloque las pantuflas y baje por el ascensor hasta la planta baja. Estaba nerviosa, avergonzada, como siempre cuando tenia que socializar con alguien. Abri la puerta y mi vecino entro con una sonrisa y una expresion de alivio en el rostro. --Gracias. --De nada. Hice una mueca nervuda con los labios y me mire los pies. --Necesitaria otro favor --mi vecino se rasco la nuca al hablar. Luego bufo, pero no dejo de sonreir ni por un segundo. --Claro. --?Me prestarias tu telefono? Necesito llamar al cerrajero para que abra la puerta, no tengo las llaves encima y, bueno... Hizo un ademan y al fin deje escapar una risilla. --No hay problema. Subimos por el ascensor en silencio, ni siquiera me atrevi a verlo. Escuche alguna que otra risa suelta en el aire por parte de el, pero no me atrevi a mirar ni una sola vez. !Adios, manana cuasi tranquila! --Soy Benjamin. --Cara. --?Cara? --Si. --Ya veo. Benjamin apreto los labios y contuvo la risa. Lo ignore por completo. Habia sido el centro de bromas en la escuela primaria y secundaria, ya estaba acostumbrada. Entramos al departamento y me dirigi a la mesa del comedor en busca del telefono celular. Escuche que la puerta de la entrada se cerro con suma delicadeza y supuse que aquel hombre envuelto en la toalla era bien educado. --Ten. --Le entregue el telefono y me aleje mientras el marcaba el numero--. Tony --murmure --. Tony, ?donde te metiste? Me incline un poco para mirar debajo de la mesa, pero no encontre nada. Junte el bloque y lo sacudi de arriba abajo por unos segundos, en silencio trate de especular donde podria estar husmeando mi felino amigo. --?Tony? --la voz de Benjamin me hizo voltear. --Mi gato --respondi mientras me sumergia en aquellos orbes llenos de curiosidad--. Sientate... donde quieras. Lo siento. Educacion Cara. Se educada tambien. --Estoy bien --contesto sin dejar de mirar los cuadros--. Bonita decoracion. --Gracias... --En especial las tazas sucias y los paquetes vacios en el escritorio --menciono y apunto el escritorio con el dedo indice. --Es mi zona de trabajo --trate de defender injustificable. --Oh, claro, necesitas ese paquete para... ?En que trabajas? --Con una ceja arqueada hacia arriba me miro. --Soy... escritora. --!?Escribes?! !Eso es fantastico! --?Eso es ironia? --pregunte con desconfianza. --?Que? !No! ?Por que haria algo como eso? Am... ?Porque la mayoria del tiempo las personas que conozco piensan que no es un trabajo real? ?Porque ni siquiera mi madre esta conforme con lo que hago? --No lo se --bufe y oculte la verdad en tres palabras. Note un brillo especial en los ojos de Benjamin. Aquel hombre con clase paso a comportarse como un nino en cuestion de segundos. --?En serio crees que es fantastico? --!Por supuesto! --Benjamin alzo las manos en el aire y me miro como si fuera una ingenua--. Me encantan los libros --comento--. Quiero decir, los buenos libros --esclarecio--. Cuando era pequeno no tenia muchos amigos. --?En serio? Con esa increible apariencia era dificil de creer. Lindos ojos, lindos labios, lindos modales... --Oye --Benjamin murmuro ofendido--. Me enfermaba mucho, tenia un sistema inmunologico deplorable. --Alli iba el y sus complejas y elegantes palabras. Benjamin se rasco la nuca por unos segundos, suficientes como para permitirme memorizar los detalles de su sonrisa--. Leia muchos libros --conto el--, Julio Verne, Edgar Allan Poe, Mark Twain, ?los conoces? --No personalmente --bromee--. Pero si, los he leido. --Lo que hacen con las palabras --hablo inmerso en su mundo--. !Son artistas! ?No crees? -- Asenti con la cabeza y el me senalo--. Los escritores son artistas, nobles artistas que viven haciendo lo que aman y que no son tan valorados como deberian. --Supongo --murmure. No supe que decir, senti las mejillas calidas y me rasque la nariz para tratar de ocultar el notorio rubor que probablemente tenia en el rostro. --!Claro que si! --reafirmo--. Crean mundos, personas, historias... --Benjamin miro el escritorio--. Pero tu casa es un desastre, si me permites decir. Benjamin tenia un modo bonito de insultar a las personas. Te ofendia, pero con cierto respeto que te provocaba mas frustracion que enojo. Benjamin se coloco las manos en la cintura, pero segundos despues cambio de postura y se puso en accion. Mi vecino tomo algunas tazas de sopa instantanea sin esperar un segundo mas y las tiro en el tacho de basura. Luego camino hacia el escritorio, arrugo los paquetes vacios e hizo lo mismo que antes. Yo solo admire la espalda de Benjamin en silencio por unos segundos. --Oye, no hagas eso. Excelente reaccion, Cara, verdaderamente apresurada y certera. --?Acaso los necesitabas? --pregunto con ironia. --N-No, pero... --?Pero...? --Es mi casa. --Y se nota --bromeo Benjamin. --!Oye! --No creo que sea una buena idea tener tantas cosas tiradas, al menos que estes construyendo una granja de cucarachas en tu propia sala. --Tal vez lo este haciendo. --?Si? --Son populares en los paises asiaticos. Benjamin dejo escapar una risilla y miro el polvo de los estantes con cierto pudor. --Oh, ya entiendo --susurre. --?Que tienes un gran problema? --No --respondi--, eres un obsesivo compulsivo por la limpieza. Benjamin me miro con la boca abierta y sonrojado, aun mas sonrojado que yo. !Touche! --!El cerrajero! --cante con felicidad al oir el timbre del departamento. Ignore los reproches de Benjamin y atendi al cerrajero con una sonrisa de oreja a oreja. Cuando al fin el cerrajero pudo abrir la puerta, Benjamin me agradecio una vez mas y se despidio. Y asi, la tortura comenzo. 1 Drama innecesario ?Por que tortura? Porque al dia siguiente de aquel encuentro no tan maravilloso decidi salir al mundo por uno de los objetos mas preciados por el ser humano y al volver a mi dulce hogar me encontre con que Benjamin estaba esperando frente a la puerta. --Es un chiste --dije con la bolsa de arena para gato aun en brazos. --No --respondio con seguridad--. No puedo dejar que esa cosa nos consuma a todos. --?Cosa? --Solo abre. --De acuerdo. --?Y tu gato? --Todavia no volvio. --Tal vez este muerto debajo de toda esa basura. --!No bromees con eso! --No era una broma. Tony no estaba muerto. Volvio horas despues con la ropa interior de la vecina del quinto piso. Un gato cleptomano y un vecino obsesivo compulsivo, fantastico. --Tu casa no se ve tan mal cuando esta limpia. --Benjamin dejo la escoba por un momento y suspiro cansado. --Tienes razon. Mire a Benjamin y comence a reir sin poder evitarlo. El me miro con cierta incredulidad y curiosidad. --Esperaba un agradecimiento. --!Lo siento! Me cubri el rostro para que no me viera reir. Benjamin se veia muy gracioso con el delantal puesto, y los guantes, y el panuelo en la cabeza, y las mejillas rosadas de tanto trapear. Eso si, conste que yo no lo habia obligado a nada. El se ofrecio solo. Bueno, “ofrecer”, mas bien, se metio en mi departamento y lo considero parte de su habitad natural, pulcro y refinado. --Grosera. Me compuse segundos despues y lo mire con cierta pena, pero me di cuenta que el solo estaba bromeando. Benjamin sonrio un poco y se saco el panuelo de la cabeza. Se sento en el sofa y Tony se acerco a el. --?Tienes agua al menos? --Si. Fui a la heladera a buscar la botella y el aprovecho la oportunidad para mirar mi trabajo en la laptop. Ignoro el interrogatorio realizado por los maullidos extranos de Tony, se saco los guantes y enseno el reloj de oro. Se sento en la silla del escritorio y en silencio leyo algunas oraciones. Observe como los labios de Bejamin se movian mientras el pronunciaba de manera inaudible cada palabra. Note que reaccionaba con cada palabra, que las sentia, y que sus ojos brillaban con cada uno de esos sentimientos. Trague saliva al ver que estaba sucediendo. Me estaba enamorando. --Escribes muy bien. --Supongo. --Algo detallista. --?Lo crees? --Si, es como si observaras demasiado las cosas. --Mi madre siempre dice eso --comente mientras dejaba un vaso de agua fresca en el escritorio--. Que observo mucho, que pienso mucho. --?Lo haces? --Eso creo. --?Tienes portavaso? Tome un papel lleno de garabatos y se lo di. Benjamin tomo el papel y bufo por la nariz. Mi vecino del noveno piso bebio un poco de agua y dejo el vaso encima del papel. --Di algo de mi. --?Sobre ti? Aquella pregunta me tomo por sorpresa. --Si, algo. Note que los labios de Benjamin estaban humedecidos por el agua y sonrei un poco. Entrecerre los ojos y mire hacia la ventana, luego volvi a mirar a Benjamin y deje escapar aire por la boca. --Cuanta concentracion --bromeo el. Benjamin sonrio un poco y el foco imaginario se encendio encima de mi. --?Que tal tu sonrisa? --?Mi sonrisa? Benjamin amplio mas aquella mueca de felicidad cuando escucho mis palabras. --Si... por ejemplo, cuando te ries, tus labios se estiran junto con tus fosas nasales --le explique. El se toco la nariz, curioso--. Tienen una perfecta armonia, y se hacen unas pequenas muecas en los costados, como unos hoyuelos casi perfectos... casi. --Arrugas, malo para mi edad. Rei un poco y negue con la cabeza. --Pero cuando sonries con tranquilidad no se notan las muecas y los labios se vuelven mas finos y delicados, como si supieran que era el momento perfecto para moverse de aquella manera. --Por algun motivo habia bajado el tono de voz al hablar. Note que me habia inclinado para verlo mejor y que estaba demasiado cerca de el--. !Sin mencionar que parecen bien cuidados! --Me separe casi un metro de el. Lo se, a veces exagero demasiado--. ?Usas manteca de cacao? --Solo en invierno --dijo con una sonrisa burlona. --Y esa sonrisa burlona de costado es muy diferente a la ganadora o a la nerviosa. --?Existen mas sonrisas? --Si --respondi. Hice un ademan para que se moviera. Benjamin se levanto de la silla y se paro al lado del escritorio. Yo me sente en la silla y respire hondo para tratar de concentrarme y volver al trabajo. --Eres muy buena --murmuro Benjamin--. Pero no sabes nada de los detalles del hogar. Puse los ojos en blanco y deje escapar un quejido. Quise enojarme, quise sentirme ofendida. Pero no pude hacerlo ni un poquito. Tampoco pude evitar enamorarme de el. Aprendi cada detalle de el como si fuesen parte de una pintura. Desde el lunar debajo de su barbilla hasta la profundidad de su voz. El dia que nos conocimos, el habia salido con una chica por segunda vez. Una chica a la que jamas habia llamado de nuevo, a la que creyo jamas haberla visto o invitado a una cena y con la que aprendio una gran leccion. La dulce venganza de una mujer resentida. La mujer lo dejo en un cuarto de hotel, desnudo, atado a la cama y solo con el reloj para que se preparara cuando la mucama entrara y lo viera alli con una camara a un lado, una nota, y una foto de el desnudo. Rei lo suficiente como para que el tambien se riera de la desgracia que le habia pasado. Odie eso, odie caerle tan bien. Odie aquella sonrisa y aquellos gestos. Y los ame, ame todo de el. Odie que me abrazara cada vez que queria y que se parara tan cerca para leer la pantalla. Odie que me ayudara a escribir porque me resultaba cada vez mas dificil ser independiente. Depender de alguien de aquella manera... pateticamente romantico. Y ame los abrazos, calidos y llenos de afecto. Ame los juegos y las palabras aburridas que salian de su boca. Ame el orgullo que le salia por los poros cada vez que hablaba del trabajo, de alguna mujer o de un buen dia. Ame cuando bromeaba con sinonimos absurdos e inexistentes. Ame aquella sonrisa variante, aquellos ojos brillantes y aquella actitud deslumbrante. Amar y odiar al mismo tiempo las mismas cosas solo me hacian sentir confundida y nerviosa. Era una tortura eterna. Una tortura que yo misma cree.

  • Cada vez que sus besos dibujaban un te quiero de Cristina Prada

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    Livy Sutton tiene veintiseis anos y acaba de casarse con el senor Fisher despues de tan solo cuarenta y dos dias de relacion, pero esas seis semanas han sido las mas intensas de sus vidas.

  • En busca de Anastasia de Irene Adler

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    Londres, 1919. Una pequena multitud se ha reunido para el funeral del doctor Watson. Entre quienes rinden homenaje al ayudante del gran detective esta Irene Adler, que casi cincuenta anos despues ha regresado para buscar a sus viejos amigos. Solo con ayuda de ellos podra defender a Mila, su hija adoptiva, de las intenciones de un enemigo muy poderoso. ?Conseguira convencer al arisco e infalible Sherlock Holmes y a Arsene Lupin, el fascinante y poco fiable bandido, para recomponer el extraordinario trio de otros tiempos?

  • Megapack La esencia del destino de C. J. Benito

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    En este megapack podras seguir la historia completa de “La esencia del destino”

  • Enganar a la muerte de Maryse Riviere

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    No hay suficiente agua para ahogar a un hombre, ni madera para una horca, ni tierra para enterrarlo. Oculto en la dura Irlanda, un librero de Montmartre intenta escapar a su destino. En realidad, se trata de un asesino en serie perseguido por las policias francesa --que le habia dado por muerto-- e irlandesa, que se escabulle como los espectros en el fondo de los pantanos, se fusiona con la niebla, languidece en los bares. Sombras y luces de leyendas celtas, misterios del alma irlandesa, el corazon de la accion policial…

  • Ciega, sorda y muda de

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    En nuestra vida nos topamos con personas que no quieren escuchar, otras que no quieren hablar y otras que no quieren ver. Sordas, mudas y ciegas, en cualquier orden, no interesa cual. Lo importante es saber llevarlas, seguirles la corriente, ir para donde disparen; o podemos contradecirlas, esquivarlas... o mejor aun, tenerlas de amigas.
    Asi son ellas. Pilar, la sorda. Catalina, la muda. Malena, la ciega. Tres amigas que se complementan, inseparables, casi hermanas, por poco almas gemelas. "Somos nuestro tercio de la naranja", si, porque a veces la media naranja no existe, solo a veces, la naranja tambien se parte en tres pedazos iguales.
    Tres caminos, tres historias que, a pesar de todo, luchan por el amor. Porque ese sentimiento se hace, se construye, se vive, se siente y a la vez se odia.
    ?Podran aprender a escuchar, ver y hablar mientras tratan de conseguir que todo a su alrededor funcione? ?Se puede cambiar por amor?

  • Hijos de la sombra de Graciela Ramos

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    Era una pequena comunidad olvidada por las lineas cartograficas. No quedaba de paso para ningun lugar. Cada vez tenia menos habitantes. Los jovenes huian, los viejos morian. La vida de todos circulaba por las calles empolvadas alrededor de la unica plaza coronada por la comuna, la comisaria, la iglesia, la escuela primaria y el club social. Los grifos incrustados en lapidas eran los proveedores de agua potable. Rosalinda Espinosa era la curandera para todos los males. Era curioso ver como las personas salian del unico dispensario y caminaban hasta la casa de Rosalinda. Lo que les decia el doctor tenia que estar avalado por ella. El club social, un respiro para las almas cansadas. Y la iglesia, con todos sus dones, era la que gobernaba en el pueblo. "?Por que habre nacido aca? ?Tendre el valor para irme algun dia de este pueblo?", rezaba Agustin. 2 Los huevos, amontonados en la canasta de mimbre, marrones, gordos, fanfarrones, esperaban. Agustin, apurado, los vio, se detuvo y les clavo la mirada. Su pecho comenzo a palpitar y su respiracion a acelerarse. Comenzo a largar aire por la nariz como un bufalo. Estaba enojado. Tenia ganas de correr al gallinero, apresar una por una las ponedoras y acogotarlas. Y ahora, con la llegada de Eusebio, el gallo nuevo, estaban como locas. No paraban de poner y poner huevos. "Espero que esta vez no me toque a mi. Por favor. Ella no entiende que me averguenza salir con esa canasta por el pueblo. Me la paso esquivando a los conocidos y escondiendome de las chicas. ?Tanto le cuesta entender que un chico no puede andar vendiendo huevos? Esas son cosas de viejas, o bien, de mujeres", pensaba Agustin, cruzando los dedos. Tratando de escabullirse antes de que lo vieran. --Hoy va la Rosana a vender los huevos --dijo Erna, su madre, como si hubiera escuchado su pensamiento--, y uste vaya a arreglar el alambrado del gallinero antes de irse a la escuela. !Dios bendiga mis gallinas! Esos zorros me los manda el mismisimo diablo. A la Pepa le mataron el Quique. No se puede reponer la pobre. Un pavo como ese… El pavito lo esta criando en la cocina. Es hijo del Quique. Erna era el motor de la familia, a su manera, porque todo lo sometia a la voluntad de Dios. Luis, su padre, trabajaba en el aserradero de los Salvatierra, como casi la mitad del pueblo. Y Rosana, su hermanita, se pasaba la mayor parte del tiempo haciendo munecas de trapo con los retazos de tela que quedaban en el costurero de su madre. Luego, a escondidas, las vendia en la feria que eventualmente se hacia en la escuela. Con ese dinero Agustin le traia del pueblo vecino, Las Chunas, pinturas de labios, de unas, revistas. Las tenia escondidas en una caja con candado debajo de la cama. Era su tesoro. --Pobre dona Pepa. Si, lo queria al pavo. Voy a arreglar el gallinero -- contesto Agustin y salio rapido. A ver si todavia se arrepentia y le enchufaba la canasta. Era extrano ver como funcionaban las cosas en su familia, su padre era el hombre de la casa, pero todo se hacia como lo mandaba su madre. Rosana se acomodo el sombrero de tela gastado, tomo la canasta con los huevos y camino hacia la calle. A ella no le importaba, pero, claro, no era tan eficiente como Agustin, recorria la mitad de las calles y nunca se acordaba de cobrar las deudas de la semana anterior. --!Pase a cobrarle a dona Pepa, que se viene haciendo la sota y me debe dos docenas ya! --grito Erna desde la cocina. Y asi las cosas se acomodaron para Agustin. Silbando y con las herramientas de la precaria cajita de madera de su padre, fue a visitar la casa de las gallinas. "Cuando me vaya de este pueblo, voy a ser medico", rumio. 3 Acariciaba sus crines, revisaba sus patas, la llamo Lola. La yegua no era suya, era de Cosme, un vecino. Se la prestaba los dias habiles para que pudieran ir a la escuela en Las Chunas. A cambio, lo ayudaban a mantener su huerta, que ocupaba el potrero donde antes, cuando era joven, tenia caballos. Rastrillar, limpiar, poner las semillas. El ano pasado habian cosechado mas de cien zapallos y doscientas zanahorias. Las habia contado, si, no podia controlar esa mania de contar las cosas. No lo hacia feliz, lo cansaba, pero hasta que no llegaba al ultimo numero no podia parar. Erna sacudia la cabeza y observaba desde la ventana de la cocina. --!Cuantas veces le tengo que decir que primero ensilla el sulky, luego se pone el guardapolvo! --grito. --!No voy en sulky! --contesto y ajusto las correas de cinchar. Hacia calor y no tenia ganas de ir a la escuela. Pero sabia que, si queria una oportunidad para progresar en la vida, debia estudiar. Eran muy pocas las familias que podian enviar a sus hijos pupilos a diferentes ciudades para cursar el secundario. --!Mejor que vaya solo, esos dos burros no son buena compania para uste! -- contesto Erna y siguio con sus cosas. Se referia a sus amigos. Marcos habia repetido tres veces primer ano. Y Diego, dos. Salio como un rayo montado sobre Lola mientras conjugaba los verbos. Tenia leccion. Le faltaba poco para terminar el secundario. No le costaba tanto estudiar, pero no le gustaba ir solo a la escuela, era como ir desnudo. Sentia que todo el mundo lo escrutaba, el extrano, el raro… Cuando estaban los tres juntos, era diferente. Enfrentaban con heroismo las miradas inquisidoras

  • Las aventuras de Ulises de Giovanni Nucci

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    ?Como se puede conseguir que todos los ninos conozcan un gran clasico como la Odisea? Giovanni Nucci lo logra de forma magistral. Es esta la historia de Ulises, un personaje conocidisimo. Es la historia del amor de Ulises y Penelope, del rapto de Helena, de la guerra de Troya, del famoso caballo, de Polifemo, de la maga Circe, de Nausicaa, de la larga espera de Penelope, que tejia y tejia, del perro Argo, el unico que reconoce a Ulises, su amo, de la competicion entre los pretendientes de Penelope, y de como, despues de tan largo viaje, Ulises pudo por fin descansar en las costas de Itaca, con la mirada perdida en el mar color vino

  • Puerta de noche (Sombra de vampiro 6) de Bella Forrest

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    Derek y Sofia por fin disfrutan de un merecido descanso. Alojados en un complejo de vacaciones con buena comida, sol y mar, Sofia esta encantada de presenciar la reintroduccion de Derek en el mundo de los humanos.

  • La guerra de los pobres de Eric Vuillard

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    A su padre lo habian ahorcado. Habia caido al vacio como un saco de grano. Tuvieron que cargarlo a hombros por la noche, y despues enmudecio, la boca llena de tierra. Entonces todo ardio. Los robles, los prados, los rios, los galios de los taludes, la tierra pobre, la iglesia, todo. El tenia once anos. A los quince anos de edad, habia fundado una liga secreta contra el arzobispo de Magdeburgo y la Iglesia de Roma. Leia las Epistolas de san Clemente, el Martirio de Policarpo, los Fragmentos de Papias. El y algunos camaradas cantaban las maravillas de Dios, atravesaban el Jordan en batin y, trazando con tiza en el suelo el circulo cosmico, signo de union, se tumbaban dentro por turnos, y estiraban los brazos en cruz para que descendiese el Cielo en la Tierra. Y entonces el se acordaba del cadaver de su padre, de su lengua enorme como una palabra que se hubiese secado. <> Eso creia el. Cuentan que, en Stolberg, un tal Barthol Munzer habia sido vinador; se habla tambien de otro tal Monczer Berld y de un Monczers Merth, pero nada se sabe de ellos. Esta tambien Thomas Miinzer, muerto en una trifulca en una taberna. No se sabe si le habian sacudido un mamporro o le habian roto la crisma, tampoco se sabe si fue o no pariente del otro Thomas Muntzer, aquel cuyo padre, hacia 1500, por motivos desconocidos, fue ejecutado por orden del conde de Stolberg, unos dicen que ahorcado, otros que en la hoguera. * Cincuenta anos antes, una pasta ardiente habia fluido desde Maguncia hasta el resto de Europa, habia fluido entre las colinas de cada ciudad, entre las letras de cada nombre, en los canalones, en los recovecos de cada pensamiento, y cada letra, cada pedazo de idea, cada signo de puntuacion, habia quedado apresado en un trocito de metal. Esos trocitos los habian repartido en un cajon de madera. Las manos habian elegido uno, luego otro, y habian compuesto palabras, lineas, paginas. Los habian mojado con tinta y una fuerza prodigiosa habia presionado lentamente las letras sobre el papel. Repitieron la operacion decenas y decenas de veces, antes de doblar las hojas en cuatro, en ocho, en dieciseis. Las fueron colocando las unas a continuacion de las otras, las pegaron entre si, las cosieron, las envolvieron en cuero. De ese modo se formo un libro. La Biblia. Asi, en tres anos, confeccionaron mas de ciento ochenta ejemplares, cuando un solo monje no habria copiado mas que una. Y los libros se multiplicaron como los gusanos en un cadaver. Con lo cual, el pequeno Thomas Muntzer podia leer la Biblia, crecio con Ezequiel, Oseas y Daniel, pero era el Ezequiel de Gutenberg, el Oseas de Gutenberg y su Daniel; y tras abrir la cancela podrida y desvencijada que rascaba el suelo, permanecia largo rato abajo, en la vieja cocina, frotandose los ojos. No sabia lo que veia ni lo que debia ver. Estaba solo como un ladron, y era inocente. Paso el tiempo; vivio con su madre, sin duda en la estrechez. Padecia del corazon. Bajo los robles, los abetos, en la tierra pobre del Harz, mientras corria tras los cerdos con otros crios, tenia que detenerse, atontado de pronto, y rompia a llorar. Si, me lo imagino al borde de un rio de guijarros negros, el Wupper o el Krebsbach, eso poco importa, o en las laderas de pequenas lomas tristes, de caos rocosos, colinas erosionadas, miseras turberas, en el valle del Bode o del Oker, asfixiandose en medio de una mezcla de amargura y amor. Finalmente, curso estudios, en Leipzig, luego se hizo cura en Halberstadt, en Brunswick, despues preboste aqui y alla, hasta que, tras sufrir numerosas tribulaciones entre la horda de los partidarios de Lutero, salio de su agujero, en 1520, cuando fue nombrado predicador en Zwickau. Zwickau Mas alla de las fronteras de Sajonia, Zwickau es poco conocida. Es un simple villorrio. Zwicker quiere decir quevedos, Zwickel, bolsillo de chaleco, Zwiebel, cebolla, y zwiebeln, atormentar, vejar. Pero Zwickau no quiere decir nada, o bien significa mondaduras, fulanos, buenos negocios, si, eso quiere decir Zwickau: fulanos y buenos negocios. Porque en Zwickau se teje, se teje muchisimo, se teje para todo el mundo, para la gente de Frankfurt y de Dresde; incluso en Paris se cuenta que antano algunos dormian en sabanas de Zwickau. Y tambien se excava en la tierra, se explotan minas. Y asi, inmediatamente despues de los Welser y los Fugger, vienen los burgueses de Zwickau. Los burgueses oyeron predicar a Muntzer, en la iglesia de Santa Maria; pero, al regresar Egranus, a quien habia sustituido, nombraron a Muntzer predicador en la iglesia de Santa Catalina, parroquia de los tejedores y de los mineros. Alli, Muntzer debio de codearse con el grupo de los profetas de Zwickau: Storch, Stubner, Drechsel. Aquellas tres sombras se agitaban con todas sus fuerzas, inmersas en el extasis, las visiones y los suenos, pendientes del momento en que Dios les hablaba directamente . La gran controversia la suscitaba predicar un bautismo voluntario y consciente. Bueno, es que resulta un tanto anticuada esa idea de bautismo, ese racionalismo de locos furiosos, ese Aufklarung del copon. Pero en realidad es una reaccion a la corrupcion de la Iglesia, a la irracionalidad de la doctrina y de los sacramentos. Porque los locos furiosos de Zwickau no leen a Agustin y a Tomas de Aquino, no, ellos leen a Erasmo y a Nicolas de Cusa, leen a Raimundo Lulio y a Jan Hus, polemizan, argumentan, quieren mantenerse desnudos en la verdad. Asi, la ciudad esta dividida en dos. Por un lado, los patricios, en Santa Maria, por el otro la plebe, en Santa Catalina. La razon y la pureza se la llevaran los pobres; ante ellos comienza a agitarse Muntzer, ahi se aviva la herida. El habla. Se le escucha. Cita los Evangelios: <>. Cree que los textos pueden leerse sencillamente, al pie de la letra; cree en una cristiandad autentica y pura. Cree que todo aparece es- crito con pelos y senales en san Pablo, que en los Evangelios se encuentra todo lo que es menester. Eso cree. Y eso es lo que predicara a los pobres tejedores, a los mineros, a sus mujeres, a todos los menesterosos de Zwickau. Cita el Evangelio anadiendo signos de exclamacion. Y le escuchan. Y se remueven las pasiones, porque los tejedores son conscientes de que, si se tira del hilo, detras ira todo el tapiz, y los mineros, de que, si se excava demasiado, se desmoronara toda la galeria. Entonces comienzan a decirse que les han mentido. Desde hacia tiempo los asaltaba una impresion perturbadora, desasosegante, habia un monton de cosas que no se entendian. No se entendia por que Dios, el dios de los mendigos, crucificado entre dos ladrones, necesitaba tanta pompa, por que sus ministros necesitaban tanto lujo, a veces eso les hacia sentirse incomodos. ?Por que el dios de los pobres se situaba tan extranamente junto a los ricos, con los ricos, sin cesar? ?Por que hablaba de abandonarlo todo por boca de quienes se habian apoderado de todo?

  • Los Narcisos. Han tomado el poder de Marie-france Hirigoyen

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    Marie-France Hirigoyen propone un estudio rompedor basado en su experiencia clinica. Denuncia la confusion entre el narcisismo sano, que permite tener la suficiente seguridad en uno mismo para autoafirmarse, y el narcisismo patologico que consiste en querer apabullar a los demas. Este libro es fundamental en una sociedad en la que cada vez son mas los individuos centrados en si mismos, pegados a sus pantallas, adictos a las redes sociales para valorizarse y existir unicamente en la mirada del otro. LOS NARCISOS Han tomado el poder Marie-France Hirigoyen Traduccion de Nuria Petit La edicion de esta obra ha ido a cargo de Francois Geze. Para las referencias en nota de los documentos citados disponibles en linea, las direcciones URL correspondientes figuran en su version abreviada gracias a la valiosisima pagina gratuita <https://frama.link>. Introduccion Los Narcisos al poder En un mundo cada vez mas complejo y competitivo, tanto en la politica como en los negocios y en la comunicacion, los Narcisos llevan hoy la voz cantante. Esos hombres (y mas raras veces, esas mujeres), que suelen ser seductores, dominantes y aficionados a exhibir su superioridad, ocupan una gran parte de los puestos directivos. Sin duda, a raiz de diversos escandalos o como consecuencia del caso Weinstein, algunos se han caido del pedestal, pero no todos sus abusos de poder se denuncian y, en realidad, seguimos siendo increiblemente indulgentes con ellos. Desde la decada de 2000, el tema del narcisismo esta de moda, suscita muchos articulos en los medios y despierta un interes que va mas alla del circulo de los especialistas. Pero en el uso corriente y popular del termino se tiende, por una especie de juicio moral, a ver unicamente su aspecto peyorativo, es decir, la megalomania, el egocentrismo y la indiferencia respecto a los demas. Los profesionales tienen unos puntos de vista muy diferentes en lo relativo a esta problematica: muchos psiquiatras y psicologos denuncian el narcisismo ambiental y sus consecuencias desastrosas para los pacientes. Tratan de comprender el malestar contemporaneo, la soledad, el sufrimiento en el trabajo, los conflictos amorosos y sobre todo la falta de sentido y de esperanza, especialmente entre los jovenes. En la decada de 1970, los psiquiatras solian recibir a neuroticos que acudian buscando comprender su funcionamiento psiquico; ahora, en cambio, recibimos a personas que se quejan de lo dura que es su vida cotidiana, porque en todas partes hay que rendir mucho y no siempre se ven capacitados. Son padres que piden ayuda porque tienen un hijo adolescente adicto a internet, son parejas que se pelean en el momento de la separacion y que estan dispuestas a todas las manipulaciones posibles para obtener la custodia de los hijos, o trabajadores maltratados en su puesto de trabajo que simplemente tratan de <>. Pero hay otros especialistas que, confundiendo narcisismo y autoconfianza, ven la cuestion desde el punto de vista de la adaptacion de los individuos a la sociedad y celebran el narcisismo como una forma de ser uno mismo. Sostienen que los males actuales son debidos a una falta de confianza en nosotros mismos y propugnan que todo el mundo refuerce su narcisismo. Asi pues, nuestra epoca usa el narcisismo para cualquier cosa, sin distinguir el narcisismo sano, positivo, que permite tener la suficiente confianza en uno mismo como para afirmarse, del narcisismo patologico, que consiste en querer ser protagonista de forma arrogante y a menudo a expensas de los demas. Estos debates no son nuevos, puesto que el narcisismo es una nocion compleja que desde Freud ha sido objeto de numerosas investigaciones en diferentes campos del conocimiento. Y aunque durante mucho tiempo esos estudios se han enfrentado unos a otros, veremos que al fin y al cabo son mas bien complementarios. Intentemos primero comprender que es el narcisismo patologico para ver de que forma ese trastorno de la personalidad influye en nuestra epoca. Para ilustrar el tema y describir de forma precisa los diferentes sintomas que lo caracterizan, analizaremos el caso, sin duda caricaturesco, de Donald Trump, ya que parece ser un ejemplo flagrante y, al haber accedido a los puestos mas prominentes, encarna el sueno de cualquier Narciso (capitulo 1). Su jactancia, su conducta extravertida, su desinhibicion y su falta completa de empatia lo convierten en un caso paradigmatico, en el que podemos ver todos los criterios que definen el <>. Totalmente desacomplejado, no duda en decir lo que sea para promocionarse. La dimension mas visible de su narcisismo es la arrogancia. Una altisima opinion de si mismo, un egocentrismo excepcional y una absoluta falta de verguenza. Sin embargo, veremos que su caso no es tan simple, y eso nos llevara a preguntarnos por el lugar que ocupa el narcisismo en los dirigentes y en las sociedades actuales, tanto en el norte como en el sur de nuestro planeta. La llegada de un Narciso a la presidencia de Estados Unidos, ?no es acaso el reflejo, caricaturesco, sin duda, de las derivas de nuestro mundo moderno, en el que cada vez son mas los individuos centrados en si mismos, adictos a las redes sociales, que fanfarronean sin cesar para demostrar que son los mejores? Todos conocemos Narcisos y, por lo tanto, podemos preguntarnos en que se distingue una persona simplemente un poco jactanciosa de un Narciso patologico. ?Como distinguir entre unos rasgos narcisistas y el trastorno de la personalidad narcisista? Para responder a esta pregunta y salir de la confusion, es util repasar la genesis del concepto en el psicoanalisis freudiano y seguir su evolucion en el psicoanalisis estadounidense, que al poner el acento en el self lo transformo (capitulo 2). Todos esos psicoanalistas realizaron un analisis muy fino del narcisismo patologico, describiendo una sintomatologia que sigue siendo valida en la medicina clinica de hoy. Freud fue el primero en emplear el termino narcisismo para dar cuenta de la <> por parte de los hombres homosexuales (la eleccion de un companero sexual). Posteriormente, su pensamiento evoluciono e introdujo esa nocion como una etapa en su teoria del desarrollo psicosexual, distinguiendo el narcisismo primario del narcisismo secundario. Los escritos de Freud sobre el narcisismo abrieron la puerta a numerosos trabajos teoricos, pero, mientras que el empleaba el termino unicamente para hablar del amor hacia uno mismo, los psicoanalistas estadounidenses a partir de la decada de 1970 empezaran a hablar de <> para llegar al yo a la americana, un yo fuerte adaptado a las dificultades de la realidad. Muy pronto, las diferentes corrientes del psicoanalisis estadounidenses se vieron influidas por la idea del bienestar y la adaptacion a la sociedad, la cual era contraria a la concepcion freudiana. Pero las cosas se fueron haciendo mas complejas, pues el concepto de <> empezo a referirse no solo a un problema clinico o psiquiatrico; tambien se estudio relacionandolo con las mutaciones de los valores propios de la sociedad contemporanea, y en particular con el individualismo. Las investigaciones se extendieron, por tanto, a la sociologia, que veia en el narcisismo un fenomeno social generalizado digno de analizarse. Segun uno se coloque en el plano clinico y psiquiatrico o en un registro psicosocial, hallara definiciones de narcisismo muy distintas. Los psiquiatras, psicologos, sociologos o filosofos desarrollan sus propias teorias y sus herramientas, lo cual no hace mas que aumentar la confusion. No es facil hacer coexistir un enfoque psicologico, a partir de la clinica y del sufrimiento de los individuos, con un enfoque sociologico o filosofico, que estudia los cambios de la sociedad. Pero los distintos campos conceptuales no son incompatibles. El tema del narcisismo sigue estando de actualidad, pero se ha banalizado y ha sido <> por los estudios sobre el bienestar y la felicidad, hasta convertirse en una especie de cajon de sastre que cada cual puede describir a su manera, ignorando su complejidad. Como veremos, el narcisismo en si no es ninguna patologia y hasta desempena un papel esencial en la construccion de nuestra identidad. Es lo que nos permite desarrollar una autoestima lo bastante solida como para creer en nuestro propio talento, y atrevernos a vivir y a actuar sin depender solo de la mirada del otro. Es tener la suficiente conciencia del propio valor como para mantener la autoestima frente a la critica y los fracasos; es estimarse uno mismo de forma positiva, reconociendo al mismo tiempo los propios fallos, es decir, sin proyectar la parte negativa en los demas. El narcisismo solo se convierte en patologico cuando un individuo esta tan centrado en si mismo que el otro no existe mas que como un espejo destinado a reflejar una imagen grandiosa de el. En el campo de los trastornos de la personalidad narcisista (TPN), los Narcisos grandiosos son arrogantes y parecen seguros de si mismos, mientras que los Narcisos vulnerables disimulan su deseo de omnipotencia tras una fachada de humildad (capitulo 3 y 4). Existen ademas diferentes grados de narcisismo, ya que algunas personas presentan unos rasgos narcisistas relativamente benignos que les permiten estar comodas en sociedad, en tanto que otras parecen autenticos psicopatas. En Francia, el interes del gran publico se ha focalizado en una forma especial de patologia: la perversion narcisista. Como veremos, se trata de un TPN extremo y peligroso, ya que presenta tintes de perversion moral. Muchos estudios estadounidenses han demostrado que el narcisismo ha ido aumentando constantemente en Estados Unidos desde la decada de 1970, sobre todo entre los jovenes, lo cual ha llevado a los investigadores a preguntarse por el origen de una mutacion tan rapida de la sociedad y de los individuos que la componen. Para comprender las distintas facetas de esta problematica y analizar sus consecuencias, el eminente especialista en narcisismo W. Keith Campbell y su colega Joshua D. Miller reunieron en 2011 los trabajos y observaciones de sesenta y ocho investigadores que habian trabajado sobre el tema.1 Si el fenomeno es flagrante en Estados Unidos, en Europa ha sido menos estudiado, probablemente porque esta problematica se manifiesta de forma mas sutil, pero tambien porque las escalas de evaluacion estadounidenses no parecen muy apropiadas para medir un fenomeno que aqui se revela de forma distinta. Lo cual no obsta para que los europeos esten igual de implicados. Es preciso comprender el narcisismo contemporaneo de manera global, como un fenomeno social y cultural que influye en lo que somos. Tanto si se aborda desde el punto de visto psicologico como sociologico, debemos constatar que el advenimiento de la globalizacion ha significado una transformacion profunda de los individuos (capitulo 5). Hemos pasado de una cultura paternalista, basada en unas renuncias necesarias que favorecian la aparicion de neurosis, a una cultura basada en la libertad del individuo y la intolerancia a la frustracion que facilita las descompensaciones de las fragilidades narcisistas. La psicopatologia de los individuos refleja los cambios de la sociedad. Y si asistimos actualmente a un claro aumento de las patologias narcisistas es porque ese tipo de personalidad se adapta muy bien al mundo moderno, pero tambien porque el creciente narcisismo de los individuos provoca cambios en la sociedad (por ejemplo, la eleccion de Donald Trump). Nuestra sociedad neoliberal fabrica Narcisos, y algunos de ellos se convertiran en Narcisos patologicos megalomanos.

  • Enojar a un marques malvado (Segundas Hijas) de Veronica Mengual

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    La noche fue tormentosa. Los relampagos no habian dejado que Margot, de apellido Kidder, pegase ojo. Habia estado buena parte del tiempo de descanso mirando por la ventana. Era un espectaculo fascinante ver los dibujos inesperados que se formaban en el cielo. Era la naturaleza en su maxima expresion rugiendo furiosa, despues de tenir el horizonte. Le apasionaba estar en su alcoba, con la chimenea prendida, observando una intempestiva tormenta nocturna. Desde pequena supo que no era una persona demasiado comun. Las diferencias con su hermana mayor, Bernice, eran del todo evidentes. A Bernice le gustaba jugar con munecas, a Margot con las plantas. Bernice deseaba salir a pasear, ella preferia leer un libro. Su hermana pintaba de modo fascinante, ella podia cocinar un rico bizcocho de chocolate. Por descontado que todo lo que Bernice hacia, era elogiado y aceptado por sus padres, los condes de Burst. No asi lo que Margot llevaba a cabo. Se sentia extrana en su casa, con su propia familia. No encajaba. Esas diferencias tan manifiestas que ambas hermanas tenian, la colocaban a ella, a Margot, en una posicion delicada. Mas, cuando la belleza que una dama debia tener para conseguir a un buen partido, habia recaido casi por completo en Bernice. Se habia conformado con ser <>. En efecto, todo en Margot era un problema de proporciones biblicas. No sabia como lo hacia, pero siempre conseguia estar en el momento menos oportuno y en el lugar poco adecuado. Su caracter tierno y docil la ayudaba a sobrellevar ciertas cosas que desde un punto de vista exterior eran bastante injustas. Se consideraba a si misma bastante confiada. Con dieciocho anos recien cumplidos, Margot no tenia miedo mas que a una cosa: la ira de su hermana. Bernice era demasiado... demasiado... demasiado... !todo! Ademas de ser perfecta, su hermana mayor siempre buscaba molestarla. No entendia muy bien el motivo. Tal vez la disputa viniese por aquella muneca que le regalo tia Theodora. Bernice considero que la de Margot era mas bonita y a partir de ahi, las cosas cambiaron. Margot sacudio la cabeza para negar. No creia que aquella muneca comenzase la historia compleja que se producia entre las hermanas. Bueno. Si, era cierto que Theodora solia tener una especial inclinacion por Margot, pero en cuanto Bernice supo ganarse a la tia, la cosa cambio por completo. Tanto mudaron los afectos de la tia solterona Theodora, que el viaje por Europa que le habia prometido a Margot, le fue concedido a Bernice. No importaba. Margot estaba mas que satisfecha por la tranquilidad sosegada que reinaba en la finca de campo. Bernice llevaba fuera cerca de ocho meses y, aunque estaba feo decirlo, habian sido los mejores de toda su existencia. Y no solo por este motivo. Su felicidad era plena porque, aunque refunfuno un poco por ese viaje del que finalmente habia gozado su hermana, !ella iba a casarse! Margot estaba entusiasmada. Bernice contaba sobre sus espaldas dos temporadas y pese a ser toda una beldad, no habia conseguido una propuesta aceptable. Tambien era cierto que su perfecta hermana, con sus medidas adecuadas, sus preciosos ojos azules y ese cabello del color del oro mas claro, rechazo a todos y cada uno de los pretendientes que llegaron hasta su puerta porque no los consideraba apropiados. Bien. Por una vez ganaria a Bernice en ese juego de competencia que su hermana mayor instauro entre ellas. Margot se casaba con un hombre sin haber disfrutado de ninguna temporada y sin haber salido del campo para encontrarlo. La joven se miro al espejo. Fuera de la sombra que proyectaba su hermana, parecia que habia florecido timidamente. Compuso una sonrisa triunfal llena de ilusion y esperanza. Coloco un mechon de pelo rebelde que se habia salido de su lugar. Su cabello no era tan ostentoso como el de Bernice, pero era del color adecuado: dorado como los rayos del sol. Sus ojos no tenian tampoco el tono tan claro como el de la hija mayor del conde de Burst, pero eran azulados, mas bien grises, como un dia nublado. El mayor de los problemas era su alzada. Con apenas un metro cincuenta y siete de estatura era bastante baja, pero deseaba pensar que su intelecto, ese que nutria con una buena lectura, compensaba con creces su talla. Bernice le sacaba casi cabeza y media... La fortuna dio gran parte de la belleza de la familia a su hermana, a ella la bendijo con bastantes pecas en buena parte de su cuerpo. No estaba bien visto que las manchas echasen a perder el tono lechoso de piel. Habia probado todo tipo de remedios para aplicarse: como los tonicos con limon, banarse en leche de burra como hacia Cleopatra... Sus pecas no deseaban marcharse y a ella ya no le importaba porque el hombre que le habia preguntado si deseaba casarse con el decia que eran encantadoras. Margot suspiro de plena felicidad. Estaba completamente enamorada de el. Era sencillamente maravilloso, ideal, perfecto, atento, apuesto, con buenos modales, rico, con titulo y su padre lo aprobaba por completo. David Clarke, conde de Luxor, tenia veinticuatro anos y la adoraba al igual que hacia ella. Era el vecino que habia comprado la propiedad adyacente a la de lord Burst y cuando David llego a casa para presentarse... fue un cuento de hadas, se miraron a los ojos y saltaron chispas. Margot nunca fue muy dada a creer en enamoramientos, pero lo que sintio al principio por el, no fue nada en comparacion con lo que siguio tras esos seis meses en los que se habian conocido y hecho grandes amigos. Y entonces llego un contacto que ella consideraba divino. Los labios de el la rozaron un momento con timidez y todo su cuerpo temblo. Habian salido a montar y cuando la ayudo a bajar del caballo a mitad de la cabalgata, el no pudo resistirse, segun le habia dicho. Estaban prometidos en secreto, porque solo faltaba que David hablase con su padre y la cosa quedaria lista para sentencia. Nunca creyo que encontrar el amor resultase tan sumamente facil. !Ni siquiera lo habia buscado! Pero era deliciosamente perturbador imaginarse viviendo la nueva vida que pronto iniciaria. Tendria un esposo, es decir, todo con lo que una joven dama casadera suena desde que deja de hacerse las trenzas. Dirigiria su casa y seria amable con sus sirvientes porque eso iba con el caracter dulce que Margot tenia. Le daria muchos hijos, tantos como Dios quisiera enviarles y seria la mejor esposa de todo Londres. No, de todo el planeta. Colmaria a su esposo con tanto amor que nunca dejaria de sentirse querido. Si. Eso haria. Seria la perfecta esposa para el conde de Luxor. David. Todavia recordaba el instante en el que el la invito a usar su nombre de pila. Le parecio un acercamiento tan intimo que no supo como reaccionar. Se puso tan colorada que sus mofletes hablaron por ella ante esa invitacion. El le acaricio la mejilla y le dijo que la encontraba adorable. Antes de salir de la habitacion, cogio un sencillo sombrero de paja y se marcho en direccion al riachuelo. David deseaba hablar con ella de manera privada y la habia citado alli despues del desayuno. El lugar al que se dirigia estaba a unos veinte minutos de la casa y ese tiempo le sirvio para sentir una expectacion increible. Conforme se acercaba hasta el punto de encuentro, lo veia cada vez de forma mas nitida. El se habia quitado el sombrero y lo portaba entre las manos. El cabello negro se movia por el ligero viento que se habia levantado. En cuanto la diviso, le otorgo una brillante sonrisa que la deslumbro con la blancura de sus perfectos dientes. Sus ojos eran tan verdes, como la hierba mas fresca. !Era tan apuesto! --Margot... --Cada vez que el pronunciaba su nombre su corazon se estremecia. ?Se podia morir de puro amor? La joven comenzaba a pensar que si. --David... --Consiguio decir antes de que el se abalanzase para abrazarla. Las rodillas le temblaron. El se obligo a despegarse de ella. La miro con verdadera adoracion. Los ojos de ambos estaban en sintonia. Se sonrieron como dos jovenes absolutamente embelesados. --Te amo, Margot. Mas de lo que imagine que amaria a cualquier mujer. Eres perfecta para ser mi esposa. ?Lo seras, verdad? --El conde le acaricio la mejilla en un gesto muy tentativo lleno de nerviosismo. Ella sintio mil mariposas revolotear en su estomago. Era la primera vez que el le confesaba sus sentimientos de forma tan efusiva. --Por supuesto que si --respondio la rubia, sin apice de duda. Era el hombre mas apuesto, atento y perfecto que jamas penso que podria tener. --Margot... --La volvio a abrazar con intensidad--, me vuelves loco. Cuando no estoy contigo pienso en ti a todas horas. No se que tienes, pero me haces sentir como un animal... David la solto de improviso como si quemase. El se giro de pronto. --?Que te sucede? --inquirio ella sorprendida por el supuesto rechazo. --Tu me sucedes. Te deseo tanto que me duele --dijo de un modo agonico. --?Como puedo hacer eso? --Margot se acerco para tocar su hombro a fin de que el se diera la vuelta. La mirada de ambos estuvo nuevamente conectada. El le acaricio la mejilla una vez mas.--Debo marcharme. Mi tio esta enfermo y no se cuando regresare. --!Oh! Lo siento mucho. ?Cuando te marchas? --La noticia le habia sentado como un jarro de agua fria, pero comprendia que era necesario que el atendiera sus asuntos familiares. --Esta tarde. Deseaba hablar con tu padre antes de marcharme, pero cuando he ido en su busca, el mayordomo me ha informado que ha partido a Londres. --En verdad esto habia sido un contratiempo a sus planes. --Si, el conde se ha marchado. ?Has estado en casa esta manana? --pregunto con extraneza, pues no le dijo nada de su visita. El cabeceo afirmativamente. --He ido con la unica idea de cerrar nuestro compromiso lo antes posible... --Su tono de voz sono extrano. Con un deje de tristeza. Margot le sonrio. --En mi corazon no hay lugar para otro que no seas tu --trato de tranquilizarlo--. Por lo que a mi respecta, eres mi prometido. David le devolvio la sonrisa y ella percibio que el se tranquilizaba. --?Tu padre me aceptara? --inquirio con nerviosismo contenido. Ella se rio con ligereza. --?Un conde, joven, apuesto, rico y que declara su amor por su hija? Estoy segura de que padre te aceptara por completo. --Al menos asi lo esperaba, porque lord Burst no podia poner ningun impedimento. --Es un hombre muy serio. Parece inaccesible. --A David no le gustaba demasiado la actitud de ese hombre, en especial, con relacion a su hija. --Lo es con todo el mundo. No solo contigo. Le preocupa el condado, su titulo y sus negocios --puntualizo. Margot era su propia sangre y creia que, si la hija de la cocinera se hiciera pasar por ella, ni lord ni lady Burst se darian cuenta del engano. --Yo... deseaba haber hablado con tu padre antes de irme y pedirle sus bendiciones porque... --La frase quedo suspendida en el aire. Margot lo vio excesivamente inquieto, y por norma general, David era un hombre muy civilizado y tranquilo. --Sea lo que sea que ocurra, puedes contar conmigo siempre. --En un gesto de audacia, Margot se puso de puntillas y le dio un ligero y suave beso en los labios. David la sostuvo un instante entre sus brazos. --Te deseo, Margot. Se mia --pidio, mientras acercaba su entrepierna al cuerpo femenino para dejar claro lo que en verdad estaba demandando. Margot sintio el pinchazo de su hombria. Se sofoco, pues sabia que el estaba en un estado que antes nunca habia sido tan patente. Su zona intima se sentia dura y ella diria que incluso palpitante. Trago saliva con fuerza y lo miro con intensidad a los ojos. Vio el deseo de el ahi reflejado. --Yo... yo soy tuya... --dijo sin ser demasiado consciente de las implicaciones de su aseveracion. --No. No lo entiendes. Yo deseaba hablar con tu padre para poder sellar nuestro compromiso y poder... Yo... --Le toco el turno a el de tragar saliva--. Margot, deseo tomarte como mi mujer. Aqui y ahora. Te deseo y no puedo esperar mas. Si no te tengo, me volvere loco. He tratado de contenerme. Ya no lo soporto mas. Saber que estare unas semanas lejos de ti... Deseo llevar conmigo tu recuerdo siendo mia para que nada nos separe jamas. Margot bajo la mirada al suelo. Estaba azorada. Si. En estos instantes comprendia perfectamente lo que el estaba demandando. Una joven solo tenia su reputacion. Era la leyenda que la condesa le recitaba casi a diario, mas cuando David comenzo a dar muestras de interes por ella. Una joven mancillada fuera del matrimonio no sobrevivia al ostracismo. --David... yo no... --comenzo a titubear. --No. No digas nada. Lo se. Estoy siendo demasiado egoista. No tengo derecho a pedirte nada. No contestes. Podre esperar... --Margot lo vio totalmente desesperado en su explicacion. Se sintio miserable por haberlo hecho sufrir con su intento de negativa. --David, comprendo que tu... En fin, eres un hombre y que yo... Yo sere tu esposa. Creo que mi deber... Es decir, yo... Te amo. --Consiguio decir entre los balbuceos. --?Me amas? --Abrio los ojos lleno de jubilo por la declaracion. Esa muchacha era pura luz y el deseaba quedarse ciego por su mirada. --Con todo mi ser. Creo que eres el mejor hombre que conoci, conozco y conocere. Estoy muy agradecida de que te interesases por mi. --?Como no iba a hacerlo? Eres todo candor, inocencia. Ademas, posees una inteligencia excepcional. Todo ello, sin olvidar esos preciosos ojos que tanto me impresionaron cuando te conoci. Creo que eres la mujer perfecta. --El coloco su nariz pegada a la femenina--. Puedo esperar si es lo que deseas. Lo hare, aunque ello me cueste horrores. --Emitio una carcajada carente de humor--. Solo es que necesitaba hacerte el amor de modo desesperado. Lo siento, Margot. No debi haberlo pedido. Me disculpo. Cuando estemos casados... Margot inhalo una bocanada de aire fresco. --Deseo que me hagas el amor, David... Ahora --susurro la ultima palabra por lo bajo mientras su mirada caia al suelo. --Margot... --David sintio que el cielo se habia abierto ante sus ojos. Desde que la habia visto, solo fantaseaba con tumbarla sobre su espalda y... Y eso fue justo lo que hizo en cuanto obtuvo la aprobacion de esa maravillosa mujer. Le acaricio unos breves minutos los incipientes senos, y a continuacion la ayudo a acomodarse sobre la mullida hierba. David se coloco sobre ella mientras se desabrochaba la presilla del pantalon. Le subio la falda y hurgo entre su ropa interior. --Mi amor. Mi amor... me has hecho el hombre mas feliz del mundo --le dijo al tiempo que llevaba su miembro hasta el interior de ella. Le costo atinar el tiro, pero al tercer intento, una vez que su virilidad se apoyo en su abertura, consiguio meterse de una embestida hasta el final de su cueva. Margot no grito. Pudo contener la furia del dolor que nacio en su ser. No asi, consiguio refrenar sus lagrimas. El siguio embistiendo sin saber la laceracion que habia provocado. La rubia cerro los ojos. Sabia que dolia. Su hermana habia hablado de ello en alguna ocasion con sus amigas casadas y la habia escuchado decir que cuando un hombre yacia con una mujer el dolor era insoportable. Ya tenia la confirmacion. Deseaba gritar, pero no podia. No debia hacerlo. El seria su esposo y ella le serviria en todo cuanto precisase. La labor de una mujer era mantener satisfecho, feliz y contento a su marido. Ella habia aceptado la proposicion de el y comenzaria de inmediato a demostrarle su valia. En lo que fueron tres minutos, un rugido profundo acallo el canto de los pajaros. Margot percibio unas palpitaciones en su interior al tiempo que algo calido se vertia dentro. David se quedo laxo sobre el cuerpo de ella. Su cabeza se apoyo sobre su clavicula un momento. Margot no se atrevia a decir nada. Tan solo queria que el se retirase. Y parecio leerle la mente, porque David se movio de inmediato y se incorporo. Vio la sangre de la mujer a la que pretendia desposar en su virilidad y sonrio. --Eres mia, Margot. Mia para siempre. --Se acomodo sus partes y la ayudo a incorporarse. Se fijo en la humedad que todavia tenia en sus mejillas--. No llores, preciosa mia. Has perdido tu virginidad, pero no has de temer nada. Te he prometido que me casare contigo y lo haremos pronto. ?Podras esperar, Margot? Ante las palabras de promesa, ella sintio que su herida intima se acallaba. La esperanza renacio de nuevo. Habia obrado correctamente. --Si. Lo hare. Te amo, David. Entonces el le dio otro beso calido y la abrazo con fuerza. --Esperame, Margot. Pronto seras mi esposa. Con el juramento de un amor que acaba de sellarse, el conde de Luxor se marcho de alli mirando atras a cada rato. Margot era dulce, era sensata, era todo cuanto podia desear un hombre que buscase una buena esposa. Y con el corazon lleno de amor y rebosante de felicidad, la joven Margot llego a su casa sobre un monton de nubes que le indicaban que seguia sonando. Pero no todos los suenos eran dulces. Habia pesadillas que comenzaban de la manera mas natural. Margot en su ingenuidad y falta de lecciones sobre la vida y los hombres, no se ocupo de esconder la prueba de su delito. La doncella encontro sangre en sus enaguas y de inmediato dio parte a la condesa. Y todo comenzo a ir de mal en peor... Asi fue como su hermana Bernice amanecio en casa a la semana siguiente y tia Theodora se llevo con ella a Margot, a la espera de saber si lo que la joven habia hecho, presumiblemente con algun trabajador de la casa, daba sus frutos. Para suerte de Margot, su hermana no llego a enterarse del motivo de su precipitada marcha de la finca familiar. Pese a que la segunda hija de lord y lady Burst imploro un poco de tiempo para explicar la situacion, nadie le hizo caso. Para sus padres, ella habia cometido el peor de los delitos y no merecia mas que una reclusion en un lugar donde no pudiera hacer gala de su caracter licencioso y reprochable. Y los dias se convirtieron en semanas, estas en meses y cuando cumplio los veintidos anos, al fin tuvo las ansiadas noticias que nunca llegaron mientras residia con su tia lejos de sus padres. Cuatro anos de soledad, donde las penas habian sido mas que las alegrias. Pero habia llegado el momento de respirar libertad. Sentia retirarse el yugo que anos atras colocaron sobre su cuello. David al fin la habia encontrado. Libre. Seria libre al fin y con el hombre que tanto habia amado. Su cuento de hadas comenzaba una vez mas y esta vez, nadie podria evitar que Margot Kidder alcanzase la felicidad que le habian robado durante cuatro largos anos. Y con ese pensamiento en la mente, nada mas llego a Londres se dio cuenta de que la pesadilla no habia hecho mas que comenzar.

  • Quedate con mi alma (Las senales existen 1) – Yanira Garcia de Yanira Garcia

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    Alma Flores: la chica perfecta con su vida perfecta.
    Jaime Alcantara: el hombre correcto con su mundo correcto.
    Pero. ?que pasaria si sus vidas dieran un giro de ciento ochenta grados, provocado por una voz y un cruce de miradas? ?Que sucederia si resultara que la perfeccion no existe y que el ser correcto no siempre lleva a la felicidad? ?Cual seria el resultado, si a todo esto, le sumamos unas amigas un tanto particulares?
    Adentrate en esta romantica historia, donde los personajes tienen mucho que contar, pero, sobre todo, mucho amor para dar.
    Tenerife, Malaga, Madrid y Toledo son testigos de que el amor mas puro, se encuentra donde menos te los esperas, y que, las senales y el destino, tienen un papel importante en nuestras vidas.
    Porque las senales existen, solo estan ahi, esperando a ser vistas e interpretadas.

  • No cerramos en agosto de Eduard Palomares

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    Jordi Viassolo consigue un trabajo de becario -temporal y mal pagado- en una agencia de detectives de Barcelona. La mision que le encargan es simple: mantener el despacho abierto durante el verano sin meterse en lios. Todo cambia cuando aparece un cliente desesperado asegurando que su mujer ha desaparecido. Se trata de una investigacion aparentemente sencilla, perfecta para que el timido e inexperto Viassolo comience a foguearse en la calle. Sin embargo, el caso se complica y el aprendiz de detective debera alejarse de la burbuja en la que ha vivido como estudiante y empezar a poner en practica lo que hasta ahora solo conocia de oidas.

  • Doce millas de Ray Bolivar

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    La ciudad de Ginburk esta situada al este de Pigeon Forge, entre Laurel y Gatlinburg, en el condado de Sevier, Tennese. En 1978 constaba de treinta mil habitantes y la principal actividad economica era la agricultura. Por aquel entonces el PIB per capita ascendia a doce mil dolares. Si tenemos en cuenta que el PIB per capita nacional era de ocho mil trescientos dolares, no es dificil llegar a la conclusion de que la ciudad atravesaba un periodo de esplendor, que se mantuvo durante varios anos. Hasta finales de los anos ochenta, los pobladores de Ginburk se dedicaban principalmente al cultivo de trigo y la explotacion ganadera, pero la sobreexplotacion del suelo y el abuso de fertilizantes industriales, provocaron el deterioro de las tierras mas fertiles de la region, con el subsiguiente perjuicio. Hacia el ano mil novecientos noventa la mayoria de las tierras eran improductivas, y los agricultores, incapaces de devolver sus creditos, quebraron. Al menos un ocho por ciento de ellos decidieron probar suerte en sectores productivos mas rentables. Incluso, hubo quienes emigraron a otras regiones. Pero la mayoria sufrio un duro varapalo. No querian abandonar sus tierras. Estos agricultores fueron los que sufrieron con mayor dureza la crisis que sobrevino durante los siguientes anos. No fue hasta finales de la decada de los noventa, con la llegada al poder del alcalde M. C. Foster, cuando la economia de la ciudad volvio a dinamizarse. Foster era un hombre inteligente y con estudios que propuso realizar prospecciones a gran escala en toda la region, con la esperanza de encontrar recursos que permitieran un desarrollo sostenible y, al mismo tiempo, les sacara de la pobreza. Era una decision desesperada que ni siquiera fue necesario consultar con los votantes. De hecho, nadie esperaba que bajo el suelo hubiera algo con valor. Pero se equivocaban. A mediados de ano, un grupo empresarial chino interesado en realizar prospecciones en la zona contacto con la oficina de Foster. Una semana despues tuvieron una reunion a puerta cerrada y, al cabo de quince dias, firmaban un acuerdo de concesion por un periodo de cien anos. Siete meses, dos semanas y un dia mas tarde, Foster recibio un fax de Unix Industrias en el que se confirmaba la existencia de Grafeno, un mineral utilizado para crear componentes electronicos. La carta era escueta. Indicaba que las reservas eran abundantes. Pedia, ademas, la tramitacion acelerada de los permisos pertinentes para el inicio de la explotacion a gran escala, y valoraba en unos tres mil los puestos de trabajo que se crearian durante su mandato. Aquella noche Foster no durmio.

  • Dos amores para Cassie 1 de Mark Miller

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    El jarron se estrello contra el suelo con fuerza, rompiendose en pedazos y sacandome de mis ensonaciones matutinas. -Maldicion... Me lo habia regalado Patrick, y podia apostar lo que fuese a que no le iba a gustar ni un pelo ver las decenas de pedazos de porcelana esparcidos por el suelo de mi sala de estar cuando llegara. Empece a recoger los pedazos mas grandes y a arrojarlos a la basura, lo que el no supiera... no lo haria enojar. Y de verdad no queria enojarlo, no despues de lo de la semana anterior. *** -?Por que carajos saliste con ese chico? -Lo siento, no es como crees, Pat. Solo es mi vecino. – !No me mientas! Su mano se movio con tanta rapidez hacia mi rostro que no fui capaz de reaccionar. Tampoco es que hubiera sido mucha la diferencia. Mi labio dejo escurrir un fino hilillo de sangre carmesi antes de abultarse como si de una mala inyeccion de Botox se tratase. Me quede petrificada sin ni siquiera atreverme a mirar a mi novio. Habia cruzado la linea. -Nena... Lo siento, lo siento. No quise hacerlo... Rapidamente me rodeo con sus brazos y empezo a besar mi frente, como si con solo eso pudiera remediar sus acciones. El dano estaba hecho. Nuestra relacion estaba tan rota como el maldito jarron de porcelana china que me encontraba recogiendo. No me malentiendan, jamas me considere una victima, ni mucho menos una martir. Habian pasado veintitres anos de mi vida sin haberme topado con un patan de tal calibre como Patrick. Pero siempre habia una primera vez para todo: para enamorarte de un imbecil, para darte cuenta de tus errores y hasta para que te rompieran el corazon. Algo que por experiencia puedo decir es mucho mas doloroso que un golpe en el labio. Recogi los trozos mas pequenos que aun quedaban esparcidos por el suelo y los deposite en la basura, en un abrir y cerrar de ojos me deshice de ella a traves de la puerta del patio trasero. Cuando termine de esconder el cuerpo del delito, me tumbe pesadamente en uno de los escalones de piedra que daban acceso a la puerta. Me habia levantado hacia apenas veinte minutos, por lo que aun vestia mi gruesa y larga bata de dormir. Mi cabello estaba hecho un desastre total, por ni siquiera mencionar las enormes bolsas que dibujaban bajo mis ojos, prueba irrefutable de una muy pesima noche de sueno. Ultimamente no podia conciliar el sueno, era una odisea descansar en las noches, principalmente por el hecho de que la mayoria del tiempo lloraba como una magdalena. Suspire pesadamente y cruce los brazos para darme un poco de calor. Las mananas en Newark eran increiblemente frias. Meti la cabeza entre el recoveco de mis brazos y el pecho y rememore, por decima vez, lo que le diria a Patrick cuando llegara. "Eres un idiota y ya no quiero que seamos pareja, tus celos han escalado a un nuevo nivel y no puedo permitir que sigan sucediendo cosas como lo de la semana pasada". Refunfune y busque la manera de convencerme, no me cabia duda alguna de que era exactamente la decision correcta. Pero incluso haciendole frente a los hechos, era incapaz de cortar con Patrick. Una parte de mi aun lo amaba. Amaba al sujeto tierno y gracioso que habia conocido hacia tres anos. Amaba a ese hombre agradable y respetuoso que solo me colocaba sus manos encima cuando haciamos el amor o nos fundiamos en un abrazo. Amaba al chico dulce, lindo y romantico que habia llenado una vez mi habitacion con un monton de rosas. Amaba al hombre a quien creia conocer. Pero ese no era el Patrick de la actualidad. Ni de cerca. Desde hacia ya un par de meses, su comportamiento habia degenerado en una espiral de celos, intrigas y pesimo caracter. Todo habia tenido comienzo con su expulsion de la universidad por pelearse con uno de los profesores. Sus padres lo habian echado de casa y habia tenido que mudarse con su tio, un ex convicto de muy mala reputacion, quien, en mi opinion, no le aportaba a Patrick nada bueno. Desde ese entonces mi novio habia cambiado drasticamente, ya casi no compartiamos nada y en las pocas ocasiones en las que estabamos juntos, solo se dedicaba a achacarme sus infortunios y a intentar hacerme sentir culpable por cosas que yo no hacia.

  • Los hombres de verda. no mienten de Victoria Dahl

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    Hacia casi medio ano que Beth Cantrell no habia pensado en el. Bueno, eso no era del todo cierto. Beth carraspeo y se removio nerviosa, mirando a su alrededor como si todos los clientes de la cerveceria pudieran percibir la mentira que se estaba contando a si misma. La verdad era que habia pensado en Jamie Donovan muchas veces. Habia recordado la hora o dos que habian compartido, habia fantaseado con lo que habria podido suceder si se hubiera quedado toda la noche en aquella habitacion de hotel. Pero, durante los seis ultimos meses, ni una sola vez se habia permitido pensar en la posibilidad de volver a verlo. No habia pensado ni en llamarlo ni en contactar con el de manera alguna. Al fin y al cabo, en eso consistia el trato que habian hecho. Una sola noche. Una unica ocasion. Nada de ataduras ni de expectativas. Y ella habia tenido que atenerse a esa regla, porque de lo contrario nunca habria accedido a verse con el ni en aquella habitacion de hotel ni en ningun otro lugar. El no era su tipo. No formaba parte de su circulo social. Y ella, definitivamente, tampoco formaba parte del de el. Beth Cantrell dirigia The White Orchid, la primera boutique erotica de Boulder. Sus empleadas eran sus amigas: mujeres a las que queria como a hermanas. Eran valientes y atrevidas, muy liberales en el terreno sexual. Y salian con tipos que eran como ellas mismas: gente culta, tatuada, con piercings. Gente cool. Si, absolutamente cool, aunque ello les costara comportarse de una manera increiblemente torpe. Beth, por el contrario, no era asi. Ella era simplemente... Beth. Lo cual estaba bien, sin embargo, porque era su jefa y las queria, mientras que ellas hacian todo lo posible por incorporarla a su circulo. Le organizaban citas con hombres. Amigos suyos. Conocidos que les gustaban. Hombres a la moda, hipsters, liberados. Pero ninguno de aquellos hombres le habia producido la impresion que si le habia causado Jamie. Todavia se ruborizaba cuando pensaba en el, con su polo impoluto y sus caquis. Con su gran sonrisa blanca y sus hombros anchos. Vestido de ejecutivo, habia estado todavia mejor. La encarnacion perfecta del pijo guaperas de clase media. Y Beth lo habia deseado hasta la locura. No se habian conocido hasta entonces, pese a vivir en una poblacion tan pequena. Pero en aquella habitacion de hotel, con la promesa de que su aventura solo sucederia una vez... el secretismo que habia rodeado su encuentro habia hecho que se sintiera segura. El problema era que, desde entonces, no habia podido dejar de pensar en el. Todo lo cual habia sucedido precisamente con la primera gran cita que habia tenido en anos. -Hey -le dijo en aquel momento su pareja en la fiesta, agitando una mano delante de su cara-. ?Estas bien? -le sonrio, quitando toda critica a sus palabras. -Lo siento. Antes de que ella se hubiera puesto a pensar en Jamie, su acompanante le habia estado hablando de... algo. Se estrujo el cerebro. Algo artistico e importante sobre los primeros anos de la carrera de Robert Mapplethorpe. -De verdad que lo siento -insistio-. No me habia dado cuenta de lo cansada que estaba hasta que he bebido el primer trago de cerveza. Por lo general no soy tan grosera. El sonrio de una manera que vino a confirmarle que no se habia sentido ofendido. -Me alegro de que no te molestara venir a la fiesta conmigo. Faron y yo somos amigos desde hace anos. No queria perdermela. Y me figure que tu tambien la conocias. -Si, tenemos amistades comunes -repuso. La fiesta no era el problema. Como tampoco lo era su acompanante. El problema era que Beth no habia tenido la menor idea de que la fiesta estaba convocada en la cerveceria Donovan Brothers. No lo habia sabido hasta que su acompanante metio el coche en el aparcamiento, y para entonces el alma se le habia caido a los pies. No era culpa de aquel tipo que la fiesta a la que habia pensado llevarla hubiera tenido lugar precisamente en el local de los hermanos Donovan. Desde que llego, habia pasado los primeros cuarenta y cinco minutos escaneando con la mirada la fila de camareros y clientes de la barra, pero Jamie no estaba alli. Un golpe de pura suerte por su parte. Jamie Donovan era copropietario de la cerveceria, pero tambien un barman famoso por su simpatia. O al menos eso habia oido ella. Porque cuando estuvo con el, la habia impresionado lo serio y concentrado de su caracter. No queria volver a verlo de aquella forma. Como tampoco queria que el pensara que se habia llevado a otro hombre a su cerveceria. Seguia esperando a que Jamie apareciera por alli en cualquier momento, y dudaba de que pudiera superar la tortura que ello supondria. -Voy al servicio -le espeto. Vio que su acompanante recibia una cerveza de manos de la camarera, sonriendo de oreja a oreja mientras se lo agradecia. -?Quieres que te pida otra cerveza mientras tanto? -le pregunto el de pronto. -No, gracias... -por un momento, se quedo boquiabierta de sorpresa. Oh, Dios, se habia olvidado hasta del nombre de su acompanante. Cierto que aquella era la primera vez que salian juntos, pero se habia mostrado tan amable con ella... -No, gracias -repitio, aferrando su bolso y levantandose tan rapidamente de la silla que a punto estuvo de caerse-. Vuelvo ahora mismo. Desafortunadamente, tenia que pasar por delante de la barra para llegar hasta el bano, y le fallaron las rodillas como si fueran a doblarse bajo su peso. Contemplo la barra, descubriendo que el tipo que estaba detras del grifo de cerveza era el mismo joven delgado que habia visto antes. A continuacion volvio a escrutar la zona entera del pub, con el corazon latiendo a un ritmo aterrador. No estaba alli, gracias a Dios. Para cuando alcanzo el corto pasillo que llevaba al bano, estuvo a punto de echar a correr. Empujo la puerta, rezo una silenciosa plegaria de agradecimiento al ver el servicio vacio y se paso una mano por los ojos. -Menos mal. Una vez que su corazon dejo de galopar como un loco, dejo el bolso a un lado y se lavo las manos. La sensacion del agua helada la hizo sentirse mejor. -Todo va a salir bien -musito, intentando convencerse a si misma de que estaba lista para volver a salir. Pero cuando descubrio su mirada desorbitada en el espejo y descubrio lo muy palida que estaba, comprendio que iba a necesitar algunos minutos mas. Apoyandose con ambas manos en el lavabo, se inclino hacia delante. -Todo va a salir bien -se repitio. Dos minutos mas, y se marcharia con la cabeza bien alta y el corazon en su justo lugar. Y ya no volveria a pensar en Jamie Donovan por esa noche. Que Dios lo librara de las mujeres sexualmente liberadas. Eric Donovan se cruzo de brazos y miro cenudo sus zapatos, mientras intentaba procesar lo que acababa de oir de su maestro cervecero. -Wallace, no te entiendo. Faron esta aqui con su marido. Su marido. ?Como puede molestarte eso? !Si esta casada con ese hombre! -!Ese tipo es un canalla donjuanesco! -grito Wallace, alzando el puno y blandiendolo en direccion a la zona del pub con el rostro rojo de rabia. ?Un canalla? Eric se paso una mano por el pelo. -Perdona, pero no lo entiendo. Esos dos son una pareja abierta, liberal. De hecho, tu mismo estas saliendo con Faron, asi que... ?como puedes decir que su marido la esta enganando?

  • Confesiones de un editor de Walter Hines Page

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    Walter Hines Page relato de forma anonima en ‘Confesiones de un editor’ (1905) los defectos de la profesion al mismo tiempo que desvelo sus opiniones con respecto al mundo de la edicion. Los criticos del New York Times le reprocharon que hubiera titulado el libro de una manera enganosa, pues implicaba que Page estaba confesando sus propias malas conductas. El libro, sin embargo, fue elogiado por informar al publico general acerca de la corrupcion que impregnaba la industria editorial en aquel momento. Page analiza en esta coleccion de articulos las razones que subyacen al exito de unas publicaciones sobre otras. Tambien senala los efectos que la comercializacion de la literatura ejerce sobre la calidad de los contenidos. El libro supone toda una declaracion de intenciones para cualquiera que deseara convertirse en editor en los albores del siglo xx y un texto del todo relevante para el nuevo milenio.

  • Un Marques y muchos fantasmas de Olympia Russell

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    El canto del gallo le desperto, como todas las mananas. Apenas unos minutos antes, el sol habia empezado a limpiar las tinieblas de la noche y una luz, muy tenue aun, se colaba a traves de las ventanas del palacio. Ese dia Viola cumplia veintitres anos y sus hermanas habian organizado una comida en su honor. Nada exagerado, a ninguna de ellas le gustaban los grandes eventos (bueno, excepto a Katerina), asi que se iba tratar tan solo de una comida juntas. La novedad frente al resto de los dias era que iban a estar todas, las siete, algo que no ocurria desde las pasadas navidades, y ya habian pasado cuatro meses desde entonces. Al mediodia llegarian Cassandra y su marido Michael, y un poco mas tarde lo harian Silvania, Aidan y su hijito Darren, que acababa de cumplir nueve meses. Desde que dos de sus hermanas se habian casado, eran pocas las veces que coincidian todas juntas, asi que ese solo hecho era ya una fiesta y excepcional. Lo cierto es que Viola estaba deseando volver a ver a Silvania y Cassandra, pero, al mismo tiempo, lo que habian organizado le abrumaba un poco. Ella era especialmente sensible, la mas sensible de todas de hecho (muy seguida de la pequena, India), y los grandes grupos le alteraban un poco. Por eso, cuando todas se juntaban, con el bullicio que creaban, charlando sin parar, discutiendo, riendose y, sobre todo, quitandose la palabra unas a otras, ella acababa agotada. Aunque el problema, en realidad, no eran sus hermanas, sino el resto del bullicio que habia siempre a su alrededor. Un bullicio que solo ella podia escuchar. Porque Viola vivia en un mundo diferente al resto. Diferente y mucho mas poblado que el del resto de los mortales. Y esa ultima palabra, mortales, estaba muy bien escogida para explicar lo que le ocurria, porque Viola no veia y escuchaba solo a sus hermanas y cunados, a los criados y criadas y a los escasos visitantes que acudian al palacio, sino que estaba siempre rodeada de multitud de fantasmas. Si, fantasmas. O seres sobrenaturales. Fallecidos. Angeles... A ella le daba igual el nombre que les pusieran, lo que tenia claro era que no eran de este mundo. Todo habia comenzado al dia siguiente de morir su madre, cuando ella tenia seis anos apenas. Hasta entonces habia sido una nina sonadora, mas metida en su mundo que en el exterior, con "una gran imaginacion", decia su padre siempre. Viola sospechaba que su vision de seres del otro mundo ya existia desde siempre y que esa "gran imaginacion" eran ya sus visiones desde que habia tenido uso de razon, pero era cierto que se habian intensificado y cambiado a partir de la muerte de su madre. Cuando su madre estaba al final del embarazo de India, la que iba a ser su septima hermana, las cuatro mayores, que ya eran conscientes de lo que ocurria, habian estado expectantes y deseosas de conocer al nuevo hermanito (es lo que esperaban sus padres y ellas: un varon por fin). Una noche de noviembre su madre se habia despedido de ella dandole un beso de buenas noches, como hacia todos los dias con cada una de sus hijas, y Viola se habia dormido feliz y despreocupada. Pero a las seis de la manana se habia despertado de golpe y se habia sentado sobre la cama, alarmada, pero sin saber muy bien por que. Le habia costado un minuto darse cuenta de lo que habia ocurrido: en la entrada de su habitacion estaba su madre, con el precioso camison de noche aun puesto y su pelo, rubio, rizado y sedoso, suelto. Viola se calmo inmediatamente porque su madre le transmitia siempre paz y sensacion de proteccion. Ademas, le sonreia abiertamente, como hacia casi siempre, ya que era una mujer dulce y bondadosa y rara vez se enfadaba con ella. Pero era extrano que estuviera alli esas horas, asi que Viola, sin alarmarse, pero intrigada, le pregunto: --Mami, ?que haces aqui tan temprano? Su madre sonrio ampliamente y le dijo: --He venido a decirte que todo ira bien, cielito mio. Y ahora duermete de nuevo --y le mando un beso con la mano desde la distancia y cerro la puerta con cuidado. Viola sonrio y envuelta en el ambiente protector que habia dejado su madre, volvio a dormirse. Pero cuando un par de horas mas tarde la doncella que se ocupaba de ella vino a despertarla, descubrio la terrible realidad: su madre habia muerto durante el parto de su septima hija, India, unos minutos antes de las doce de la noche. Vinieron unos meses oscuros de tristeza y lagrimas diarias. Las ninas se tuvieron que hacer a la idea de la perdida de la madre, cada una reacciono como pudo, pero fueron saliendo hacia adelante. Pero quien mas cambio con la experiencia, al menos a ojos de los demas, fue Viola. --Yo vi a mama a las seis de la manana. --No puede ser hija, te equivocas de hora o fue un sueno. --No papa, ya estaba amaneciendo, y no fue un sueno, vino a decirme que todo iria bien. Esta conversacion se repitio durante muchos meses entre padre e hija, con sus hermanas como testigo, pero Viola no consiguio convencer, ni al padre ni a sus hermanas, de lo que ella no tenia ni una duda: que su madre se le habia aparecido en espiritu para darle un consuelo por su perdida. La explicacion familiar a aquel fenomeno que Viola se empenaba en afirmar era la que daba el padre: equivocacion con la hora o sueno. Su hermana Livia, que tomo el papel de la madre (no por voluntad propia, sino por insistencia del padre, ya que era la hermana mayor), era la mas insistente con la version paterna. Anadia, ademas, que Viola siempre habia sido muy sensible -- cierto-- y fantasiosa --no tan cierto segun la propia Viola. Y tambien que la muerte de la madre no habia hecho mas que exacerbar aquella sensibilidad y fantasia. Al cabo de un tiempo, Viola dejo de hablarles del espiritu de la madre, porque no se le volvio a aparecer, pero si les hablo de todos los espiritus que empezaron a rodearle a diario, y que, a diferencia del de la madre, no se dirigian a ella, sino que hablaban entre ellos, pero ninguna de sus hermanas le creyo. En cualquier caso, sus hermanas continuaron siendo carinosas con ella y no le dieron mucha importancia a aquella "rareza" suya, asi que con el paso de los anos Viola se acostumbro a vivir rodeada de fantasmas, pero a no hablar demasiado de ellos. Y tambien a buscar la soledad, porque, aunque nadie la creyera, los fantasmas existian, ella los veia y, lo mas llamativo de todo, los escuchaba constantemente. Normalmente no se dirigian a ella, como habia ocurrido con su madre. Era como si ella hubiera logrado introducirse en su mundo como espectadora, pero no tuviera la posibilidad de relacionarse con ellos. Andaban a su alrededor y no paraban de hablar entre ellos, pero a ella no le decian nada. En cualquier caso, los veia y los escuchaba y aquel murmullo permanente se mezclaba con el de la vida real y la algarabia en la que andaba envuelta era excesiva. Esa era una de las razones por la que se levantaba siempre tan temprano: le gustaba aprovechar las primeras horas de soledad y de silencio de su vida real. Al amanecer sus hermanas aun dormian y la mayoria de los criados tambien. Siempre habia algun fantasma a su alrededor, pero su murmullo era mucho mas soportable al ser el unico que tenia que escuchar. Y habia otra razon tambien para levantarse tan temprano: que podia acudir al lugar que mas amaba en este mundo: la capilla del palacio. La capilla estaba situada en el lateral mas alejado de la parte principal del palacio y se accedia a ella tras un paseo por un caminito encantador, al aire libre y rodeado de macizos de flores que iban cambiando de color a medida que cambiaban las estaciones. Para Viola, el mejor momento del dia era cuando daba ese pequeno paseo, de ida y vuelta, y el rato que pasaba en la capilla: era lo mas cercano que tenia a estar en soledad. No sabia muy bien por que, los fantasmas no entraban en la capilla, y durante el paseo de ida y vuelta aparecian muchos menos de lo habitual, uno o dos a lo sumo, asi que ese paseo y la estancia en la capilla se habian convertido en sus unicos momentos de casi soledad. Y eso, para una persona que jamas estaba sola, era casi vital. En cualquier caso, sola del todo no estaba jamas, ya que la capilla estaba todo el dia cerrada excepto media hora, la que duraban los oficios religiosos que celebraba todos los dias el pastor Adams, la unica persona que tenia llaves para abrirla. Se trataba de un anciano encantador (y un poco sordo) pastor de la iglesia del pueblo mas cercano, pero que se ocupaba tambien de los oficios del palacio del Duque de Rochester, padre de Viola y dueno de la propiedad. Llevaba haciendolo desde la epoca en la que vivia la Duquesa, pero en aquella epoca habia oficio solo los domingos, que era cuando acudia toda la familia. Habia sido Viola la que habia provocado que el anciano hiciera un oficio todos los dias, a las siete de la manana, solo para ella, ya que sus hermanas continuaban acudiendo solo los domingos. Lo cierto es que el hombre sabia lo que le ocurria a la joven Viola, pero no porque ella se lo hubiera contado. Habia sido el padre de Viola, el Duque de Rochester, quien habia informado al pastor de la peculiaridad de su hija (aunque el Duque estaba practicamente todo el ano ausente, se preocupaba por sus hija y trataba de que estuvieran protegidas siempre) y el pastor, que era anciano y sordo, pero muy bondadoso, habia decidido abrir la capilla para ella todos los dias. Aquello habia empezado diez anos atras, cuando Viola tenia trece anos, y desde entonces el hombre solo habia fallado dos veces: un dia que cayo una nevada como nunca antes y otro dia que se habia levantado indispuesto. No solian hablar mucho. Cuando Viola llegaba, el ya estaba dentro de la capilla, ella entraba, le sonreia, se sentaba y escuchaba el oficio. Luego, al terminar, se acercaba donde el anciano, y le saludaba y ahi es donde el hombre le preguntaba que tal estaba. Ella siempre contestaba que bien, el sonreia, le decia "me alegro, jovencita" y eso era todo. Pero para Viola era como un oasis de paz. Media hora en la que solo escuchaba una unica voz y durante algunos ratos, cuando el pastor callaba, nada. Los unicos momentos de silencio durante toda su vida. Aquel dia, mientras se acercaba a la capilla, hizo una recopilacion de aquellos diez anos: su cumpleanos le ponia siempre un poco nostalgica. Penso tambien que el pastor, si la vida seguia su curso natural, moriria antes que ella y entonces acabarian aquello momentos de tranquilidad. Y se empezo a angustiar un poco. Pero enseguida paro esos pensamientos y se dijo que el hombre gozaba de muy buena salud y aun faltaba tiempo para que aquello ocurriera. Asi que abrio la puerta con un poco mas energia de lo habitual: despues de lo que acababa de pensar, estaba deseando ver al pastor. Asi que la sorpresa fue mayuscula. Porque el pastor no estaba y, en su lugar, se encontro de frente con el hombre mas apuesto que habia visto en su vida. Capitulo 2 Tenia los ojos negros, al igual que el pelo, que llevaba muy corto. La piel, bronceada, como si pasara mucho tiempo al aire libre, o como si tuviera ancestros meridionales. Era muy alto y tenia los hombros anchos y unos brazos fuertes, hechos para proteger. Para protegerla. Este ultimo pensamiento hizo que Viola se asombrara aun mas. Jamas habia pensado nada parecido acerca de ningun hombre, y habia varios en su vida que podian encajar en una idea asi: su propio padre o Lord Atkinson, el hombre al que su padre le habia encargado vigilarlas. Pero lo mas asombroso de todo era que aquel hombre en concreto, ademas de producirle ese tipo de pensamientos, llevaba puesta una casulla de pastor. Era, evidentemente, un nuevo pastor. Y para que no quedara ninguna duda, en ese momento, el nuevo pastor dio comienzo al oficio. Como si fuera lo normal, como si no fuera todo extrano y nuevo. Viola se sento y se dispuso a escucharlo. No podia hacer otra cosa, pero en cuanto vio que el pastor nuevo hacia lo mismo que el otro, se volvio de nuevo a su interior y a sus pensamientos. ?No sera un fantasma?, se le ocurrio, aunque enseguida desecho la idea. Sabia distinguir perfectamente a los seres de otro mundo de los de este, y aquel pastor nuevo estaba bien vivo y era bien carnal. Viola se concentro de nuevo en observarlo. Estaba haciendo exactamente lo mismo que hacia el pastor Adams, actuaban como dos gotas identicas respecto a los oficios, pero solo eran iguales en eso. De hecho, mientras el nuevo pastor realizaba la lectura de las escrituras, Viola cerro un poco los ojos para escuchar su voz. Y era tan impactante y maravillosa como su fisico. Era una voz grave y varonil, con un ligero tono ronco que, a pesar de que estaba leyendo un pasaje de las escrituras, a Viola le hizo pensar de nuevo en sus brazos varoniles y fuertes protegiendola. ?Que le estaba ocurriendo?, ?quiza lo mismo que a sus hermanas Silvania y Cassandra quienes, contra todo pronostico, se habian enamorado a pesar de haber mantenido siempre que no querian saber nada de hombres? No aquello no le podia estar pasando a ella, tenia que haber otra explicacion a lo que le estaba ocurriendo, porque ella era diferente a sus hermanas: tampoco habia pensado nunca en tener un hombre cerca ni en casarse, pero en su caso no se trataba de una eleccion consciente y largamente reivindicada, era, simplemente, que en su vida no entraba nadie mas porque estaba demasiado llena de gente. Pero precisamente en el unico lugar en el que se sentia casi sola, aparecia aquel pastor nuevo y empezaba a pensar y sentir cosas que jamas hubiera imaginado. Justo en ese momento, el pastor termino el oficio. Y se la quedo mirando. Fijamente. Y tras un momento que a ella se le hizo eterno, empezo a moverse hacia ella. Viola se quedo paralizada, hasta que comprendio lo que debia hacer. El nuevo pastor estaba repitiendo el ultimo paso que daba todos los dias el pastor Adams: acercarse a la salida de la capilla para tener unas breves, pero siempre afectuosas, palabras con ella y luego despedirse los dos hasta el dia siguiente, yendose el hacia el pueblo y ella al palacio. En cuanto se dio cuenta de que, dentro de lo extrano y absurdo que estaba siendo todo, habia una logica y una cotidianidad, repitio los pasos que daba todos los dias y se dirigio a la salida de la capilla por delante de el. De todas formas, cuando le dio la espalda, siguio notandolo. Estaba segura de que el la seguia mirando con la misma intensidad que hacia un momento, que estaba fijandose en su forma de andar, en la forma que le quedaba el vestido…y Viola noto como se estaba poniendo roja por culpa de aquellos pensamientos que no podian ser menos apropiados en un lugar como aquel. Quiza por eso, nada mas salir al exterior y colocarse junto al arco de la puerta de salida, como hacia siempre, no espero a que el tomara la palabra y lo hizo ella. De una manera brusca y cortante como no habia hecho jamas con nadie: --?Quien es usted? ?Donde esta el pastor Adams?. Justo antes de que ella le espetara la pregunta de aquella manera, rayando la mala educacion, el nuevo pastor la habia sonreido sin mostrar sus dientes pero si dandole una luz increible a sus ojos negros. Aquello habia provocado que el corazon de Viola se pusiera a batir aun mas aceleradamente y seguramente habia provocado tambien su brusquedad. Pero el nuevo pastor no bajo un apice la intensidad de su sonrisa ni parecio ofenderse por su brusquedad. El unico gesto que denoto que le habia sorprendido la forma en que ella se habia dirigido a el fue el gesto de levantar su ceja izquierda. Un gesto que no hizo mas que acrecentar su atractivo, para terminar de alterar a Viola. Ademas, espero mirandola asi, entre divertido y asombrado, mas tiempo de lo correcto. Finalmente, lo que le contesto despues tampoco sirvio para aclararle nada: --Viola, ?verdad?. Y Viola volvio a perder la paciencia: --Eso ya lo se, no ha contestado usted a mi pregunta. En ese momento el pastor, ajeno al enfado que iba apoderandose de ella, amplio su sonrisa y esta vez, si, le enseno la dentadura, que era perfecta y blanca: --Disculpe ,senorita Arlington, debe usted perdonarme, pero pensaba que ya sabia usted quien era yo, ?el pastor Adams no le ha avisado? Con aquella respuesta Viola se tranquilizo un poco: al parecer todo tenia explicacion, aunque no se la habian comunicado. --Estuve ayer con el y no me dijo nada. --Seguramente no le quiso importunar --continuo el, formal, pero sin dejar de mirarla con aquella sonrisa que hacia que sus piernas flojearan. --Seguramente saber la verdad me habria importunado menos que encontrarle a usted hoy aqui. Viola siempre habia sido docil y tranquila, nada que ver con la mayoria de sus hermanas, que eran guerreras y luchadoras, pero, por alguna razon que se le escapaba, aquel pastor estaba sacando de ella comportamientos totalmente inusuales.

  • Conjuro de luz de V.e. Schwab

    https://gigalibros.com/conjuro-de-luz.html

    Vivi lo que el destino les depara a tus amados heroes. y enemigos.
    El equilibrio de poder finalmente se ha roto. La precaria estabilidad entre los Londres finalmente ha llegado a su punto de quiebre. La oscuridad ha proyectado sus sombras sobre el Imperio Maresh, alguna vez vibrante con la vivacidad roja de la magia. ?Aprovechara otro Londres para resurgir?
    ?Quien caera? Kell, que creyo ser el ultimo Antari vivo, comienza a flaquear bajo la presion de lealtades rivales. Frente a la tragedia, ?podra sobrevivir Arnes?
    ?Quien se alzara? Lila Bard, alguna vez una ladrona comun -pero jamas corriente-, ha sobrevivido y se ha vuelto cada vez mas fuerte al atravesar una serie de combates magicos. Pero ahora debera aprender a controlar la magia, antes de que esta pueda consumirla. Mientras tanto, el desprestigiado capitan del Aguja Nocturna, Alucard Emery, reune a su tripulacion y juntos emprenden una carrera contra el tiempo para conseguir lo imposible.
    ?Quien tomara el control? Ademas, un viejo enemigo regresa a reclamar la corona, mientras un heroe caido intenta salvar a un mundo de la descomposicion.

  • El control de tu estado de animo de Dennis Greenberger

    https://gigalibros.com/el-control-de-tu-estado-de-animo.html

  • Beauty, Susana Rubio Girona de Susana Rubio Girona

    https://gigalibros.com/beauty-susana-rubio-girona.html