• amor proximos - Clara Voghan

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    Bautista, con ayuda de su madre y aislandola de sus amigos y familiares, ha logrado dominar a Luisina, su esposa, hasta convertirla en una sombra de la persona vital y exitosa que era.

  • AMOR PRÓXIMO Versión Kindle - Voghan, Clara ...

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    AMOR PRÓXIMO eBook : Voghan, Clara: Amazon.es: Libros.

  • Próximos lanzamientos de novela romántica - Fnac

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  • Próximos lanzamientos de libros 2022 | PlanetadeLibros

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    Descubre los libros que van a salir en los próximos días y mantente al día de las mejores novedades literarias del momento. Filtrar. Próximas publicaciones en ...

  • AMOR PROXIMO (EBOOK) - LUCAS NUNES - Agapea

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  • Próximos lanzamientos en libros en 2022 - Agapea

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    «Llamé durante mucho tiempo "amor" a lugares que no lo eran, engañándome con la complacencia y el falso sentido de pertenencia; convencido de que el callo que ...

  • amor próximo (ebook) - lucas nunes - Casa del Libro

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  • Próximos lanzamientos en libros

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    Descubre los libros que se publicarán en los próximos días y resérvalos en tu librería antes que nadie. Los lanzamientos más esperados.

  • Inapropiadamente hermosa (Confesiones en la noche 1) de Marion Marquez

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    Incapaz de regirse a las normas de la sociedad de Londres de 1835, Lady Emmeline Laughton estaba lejos de ser la dama apacible y docil que todos esperaban, pero con su caracter dulce y atrevido era capaz de entrar hasta en el corazon mas duro. Con su constante ceno fruncido y sus modales perfectos, Joseph Whitemore, Marques de Thornehill, era el hombre mas enigmatico que ella hubiese conocido. Emmeline se ve inmediatamente tentada a averiguar quien es el hombre que se esconde detras de todo el misterio, sin saber que en el proceso, podria terminar develando el secreto de su propio pasado.

  • Una moneda por tu corazon de Sophie Saint Rose

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    June estaba lavando en el rio su otro vestido, despues de que el nino del herrero le hubiera tirado un punado de estiercol. Se mordio el labio inferior de la impotencia y reprimio las lagrimas cerrando sus preciosos ojos azules, mientras apretaba con fuerza la desgastada tela de su vestido. No sirve de nada llorar, dijo para si abriendo los ojos y tomando aire. Habia aprendido cuando murio su padre, que nunca recibiria la ayuda de nadie en ese pueblo. A la temprana edad de diez anos habia visto como ningun vecino se acercaba a su ruinosa casita a las afueras para darle el pesame y como el reverendo tuvo que exigir ayuda para llevar el cadaver de su amado padre hasta el cementerio. Fue despues de sepultar a su padre tras un breve sermon, que el reverendo Mathews la llevo de regreso a su casa y fue muy claro con ella. Todavia le recordaba sentado ante ella en la mesa de madera que usaban para comer y le decia-- Nina, deberias irte del pueblo. ?Tienes mas familia? --No, reverendo. Creo que no. -- susurro asustada apretandose sus manitas. El reverendo apreto los labios-- Pues aqui no puedes quedarte. Las gentes de esta aldea te odian y solo te toleraban porque temian a tu padre. Era un hombre fornido y no se atrevian con el, pero a ti... --?Por que nos odian? No hemos hecho nada. El reverendo suspiro y miro hacia la ventanita por donde se veia que estaba oscureciendo-- Tu madre hizo algo que no pueden tolerar y tu eres el fruto de esa traicion. Ella no entendia lo que queria decir --?Me esta diciendo que no soy hija de mi padre? --En su lecho de muerte despues de darte a luz, dijo unas palabras que aun me ponen los pelos de punta, nina. No puedo revelarlas por ser secreto de confesion, pero lo que todo el mundo sabe es que no eres hija de tu padre. El hizo la vista gorda porque adoraba a tu madre, pero en el pueblo no lo olvidan y te odian. Ahora entendia que los otros ninos la llamaran bastarda. Cuando se lo habian dicho la primera vez, ella habia ido llorando hasta su padre que trabajaba en el huerto y se lo habia contado entre lagrimas. El habia sonreido y se habia agachado a su lado tocandole la punta de su nariz sonrojada-- Son unos envidiosos porque nadie en el pueblo se quiere como nosotros. Por supuesto que eres mi ninita bonita. La mas hermosa del contorno. No hagas caso a las habladurias, ?me oyes? Nunca les hagas caso. Recordando esas palabras miro al reverendo y levanto la barbilla--Mi padre era Steven Miller y usted es un mentiroso. El reverendo la miro asombrado y vio como iba hasta la puerta de su casita y la abria indicandole que no era bien recibido-- !Nina! !No seas grosera! -- le habia gritado el reverendo-- !Eres hija de Lord Craig Pemberton y eso lo sabe todo el mundo! --!Miente! -- grito June furiosa y desgarrada de dolor-- !Mi padre es Steven Miller! --Oh, eres imposible. -- el reverendo se levanto tocandose su enorme barriga-- ?Quieres saber por que te odian? !Porque es el peor arrendador de la historia de Inglaterra y se mueren de hambre! !Por eso te odian! --!Siga mintiendo reverendo e ira al infierno! --!Tu madre me lo dijo en su lecho de muerte! -- grito rojo de furia. June dio un paso atras impresionada-- !La violo en sus establos un dia que fue a la casa grande! !La deshonro y tu padre hizo la vista gorda! !Pero todo el mundo sabe la verdad, porque lo vieron los lacayos del establo! !Lo hizo ante ellos para demostrar su poder! La ninita palida miro los ojos del reverendo y susurro-- Soy hija de Steven Miller. El reverendo se calmo al ver su dolor y apreto los labios arrepintiendose de sus palabras. -- ?Quieres que hable con el Conde para que te mantenga? Eres su descendiente y debe hacerse cargo de ti. Asustada porque tenia un miedo atroz a ese hombre, nego con la cabeza-- No, por favor. --Entonces hablare con la Condesa. Le dire que hay una nina huerfana que necesita manutencion. Siempre ha sido muy generosa con los huerfanos. --No quiero nada de ellos. --?Y como te vas a mantener, nina? --Tengo mi huerto. El reverendo la miro de arriba abajo y al ver su viejo vestido y sus pies descalzos se sintio impotente. --Al menos tendras para comer. June forzo una sonrisa-- Si. No se preocupe mas por mi. --Ven a hablar conmigo si necesitas algo. --Gracias, reverendo. Pero nunca habia ido a hablar con el. Por muy mal que lo hubiera pasado, nunca habia pedido nada a nadie. Y eso que despues de fallecer su padre lo habia pasado realmente mal. Aunque tenia para comer, era una nina y ver que nadie queria hablar con ella, habia sido muy duro. El primer ano lloro mucho. Muchisimo. En su pequena casita ante la chimenea habia estado desesperada por que alguien le mostrara un poco de carino. Acostumbrada a la compania de su padre, estar completamente sola habia sido un shock. Pero el segundo ano fue algo mejor y el tercero mejor aun. Ahora no necesitaba a nadie, pero no podia evitar que a veces la sorprendieran con la guardia baja. Como esa manana con el hijo del herrero, que apenas tenia cuatro anos. Cuando pasaba delante de la herreria la habia llamado escoria ante su padre, tirandole el estiercol al vestido. El hombre ni la miro dos veces antes de seguir con su trabajo y ella como siempre que ocurria algo asi, agacho la cabeza y salio corriendo hacia su casa. Nunca respondia a los ataques, porque una vez que lo habia hecho, unos ninos del pueblo le habian pegado una paliza que la habia tumbado en la cama una semana. Y ahora que tenia diecisiete anos era aun peor, porque la trataban como a una zorra, insultandola a su paso. Los mozos le decian cosas lascivas cada vez que la veian y solo fue por la intervencion del reverendo que la cosa no fue a mas. Una manana pasaba ante la Iglesia y uno de los mozos la llamo zorra y le pregunto si queria abrirse de piernas para el y sus amigos. El reverendo, que salia en ese momento y vio la escena, palidecio gritando a los cuatro vientos que como se atrevieran a tocarle un solo cabello de su melena, les excomulgaria a todos. El rumor corrio por el pueblo y los insultos seguian, pero no se atrevian a tocarla por miedo al reverendo, que era muy respetado en el contorno. Eso fue un verdadero alivio para June y para agradecerselo, le dejo en la puerta de su casa una caja con todo tipo de hortalizas que ella misma habia cultivado. Las mejores del contorno segun el. La habia detenido otro dia para darle las gracias diciendo que sus tomates eran un autentico majar. Eso era lo que le daba para vivir, pues se las vendia a la casa grande para las finas comidas de los lores que les visitaban. Les odiaba, pero su dinero le venia muy bien para sus pequenos gastos, asi que no podia rechazarlo. Sospechaba que el reverendo habia hablado con la cocinera para que se las comprara a ella, pero no podia asegurarlo porque la senora Reynolds nunca habia abierto la boca al respecto. La trataba correctamente pero tampoco le daba confianza. Recordando todas esas cosas siguio frotando el vestido y al levantarlo del agua vio que la mancha habia desaparecido. El olor a jabon llego a su nariz y sonrio antes de sumergirlo de nuevo cuando vio a varios ninos del pueblo correr por el puente en direccion a los pastos de lord Pemberton. Entrecerro los ojos y aparto un mechon rubio de su frente al ver como varios vecinos tambien corrian hacia alli riendo encantados. ?Que ocurriria? Con curiosidad se levanto retorciendo el vestido y cruzo el rio saltando sobre las piedras para llegar al otro lado. Alejada de sus vecinos, camino entre los arboles tomando la misma direccion y cuando escucho la excitacion de los ninos, miro hacia la enorme pradera donde vio gran cantidad de carretas que tenian grandes carteles pintados con brillantes colores. No sabia lo que ponia en esos carteles, pero eran muy bonitos. Fascinada se subio a un arbol para ver mejor y lo que vieron sus ojos la dejo maravillada. Un hombre estaba subido a un animal que nunca habia visto. Era enorme. Tenia patas gordas como troncos y una nariz que le llegaba hasta el suelo. Los ninos no lo veian porque estaba detras de las carretas, que haciendo un circulo protegian lo que se hacia en el interior. La sorprendio ver una tela enorme extendida en el suelo en forma de circulo y a varios hombres colocando troncos de manera vertical a su alrededor. Varias mujeres, vestidas con maravillosos vestidos de colores, reian hablando con los vecinos que parecian entusiasmados y un nino grito la palabra circo. A June se le corto el aliento. Era un circo. Habia oido a su padre hablar de ellos. Hacian espectaculos por las ferias y los pueblos. El habia ido a uno una vez y le habia entusiasmado. Sonrio sin perder detalle y vio los hermosos caballos blancos, que una muchacha morena dirigia con una fusta, montada en el que iba delante. Estaban tan bien entrenados, que siguieron al que iba a la cabeza, hasta donde la chica queria. Habia varias jaulas al otro lado del circulo. Un grunido le puso los pelos de punta y se pregunto que seria. Entonces se abrio la puerta de atras de una de las carretas y salto al exterior un chico de unos diecisiete anos, que llevaba puesto un fino traje de color violeta. Sonrio porque estaba muy guapo y con soltura fue hasta las mujeres gritando a los parroquianos que debian irse para dejarles trabajar. Los vecinos le miraron sorprendidos antes de echarse a reir, aunque el chico parecia que hablaba en serio. No supo lo que les dijo despues, pero tenia una sonrisa maliciosa que le hizo gracia y al parecer a los vecinos tambien, porque se echaron a reir de nuevo empezando a dispersarse. Una de las mujeres le dijo algo al oido y el chico asintio antes de ir hacia una carreta mas grande y llamar a la puerta. Se pregunto de quien seria esa carreta, porque era mucho mas grande que las demas y no llevaba cartel.

  • Reparar a los vivos de Maylis De Kerangal

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    Le Havre. Simon Limbres regresa con sus amigos de una adrenalinica sesion de surf. La camioneta en la que viaja choca contra un arbol. Poco despues de ser ingresado en el hospital, el joven muere, pero su corazon sigue latiendo. Thomas Remige, un especialista en trasplantes, debe convencer a unos padres en estado de shock de que ese corazon podria seguir viviendo en otro cuerpo. Y salvar, tal vez, una vida. Este es el contundente arranque de la novela, que mantiene al lector en vilo hasta las ultimas lineas.

  • Nadie es lo que parece (Los casos de Marina Altamirano 1) de Mar P. Zabala

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    Primera entrega de esta serie trepidante, que no podras dejar de leer.

  • Feminismo para torpes de Nerea Perez De Las Heras

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    Partiendo de escenas cotidianas, planteadas desde el humor, y desde su propia experiencia, Nerea Perez de las Heras analiza de manera critica todos los aspectos relacionados con el feminismo: el patriarcado y la manera de estar en el mundo de los hombres, los hitos de la historia del feminismo, los cliches del negacionismo machista, los mensajes que la sociedad envia a las mujeres sobre como deben comportarse, cosas que parecen feministas pero no lo son. Todo ello desgajado en escenas cotidianas cargadas de humor que sirven como punto de partida y a la vez como toque de atencion de la presencia del machismo en el dia a dia.

  • Amor enmascarado de Ruth M. Lerga

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    Londres, finales de abril de 1800 Conforme la conversacion avanzaba, la desesperacion de Sebastian iba en aumento. Se habia reunido con su abogado para tratar el espinoso tema de lady Genoveva Sinclair, la joven dama a la que tutelaba. Pocos caballeros tenian, contando solo veintidos anos, una pupila de dieciocho a su cargo. Tampoco era frecuente, despues de todo, heredar un condado prospero tan temprano, pero la muerte de sus padres, tres anos antes, lo habia precipitado a la vida adulta sin estar preparado, forzandolo a dejar la universidad aun sin completar sus materias y encerrarse en Lancanshire para aprender a ser un noble con un amplio patrimonio y responsabilidades politicas y familiares. --Es unas situacion complicada, Hentley --le decia el licenciado--. Los Sinclair eligieron al anterior conde como padrino de lady Genoveva y el marques explicito en su testamento, ademas, que, en caso de que algo les ocurriese, fuera el quien se hiciera cargo de la joven hasta que esta contrajese matrimonio. Al morir los cuatro juntos en aquel terrible incidente en... --dudo. --Sierra Morena, Cordoba --acabo Sebastian por el, con voz hueca--. La marquesa era espanola e iban a pasar el invierno en la finca de su familia, buscando un clima mas calido dado el reuma que mi madre padecia. Los atracaron en uno de los desfiladeros. --Exacto. La cuestion es que todos ellos perecieron a la vez. El heredero de Sinclair quedo, desde luego, encantado: heredaba un marquesado de un pariente lejano al que apenas conocia y se deshacia, al mismo tiempo, de la responsabilidad de la chiquilla. --En realidad no era una chiquilla, tenia quince anos entonces, pero el conde se abstuvo de hacerselo notar--. Asi que no impugno la tutoria y te la cedio a ti, como legado de tu padre. Dado que tu no opusiste resistencia alguna, se entendio que aceptabas y asi quedo acordado. La dote ya estaba consignada, se te cedio y... Se permitio dejar de escuchar durante unos segundos. La notica de la muerte de sus padres lo devasto; todavia recordaba la sensacion de desgracia que se cernio sobre el durante meses y que tuvo que ocultar a todos. Se encontro solo, al frente de muchisimos compromisos para los que apenas lo habian instruido y con varias mujeres a su cargo, dos de ellas bajo su mismo techo: su hermana Helena, que tenia entonces diez anos, y Veva. Recordaba el momento en que la joven llego a la finca. La esperaba, junto con todo el servicio, en la entrada principal; deseaba que sintiera que llegaba al que iba a ser su hogar, no queria que se creyera una carga. La conocia desde siempre y, aunque en los ultimos anos apenas la habia visto, recordaba bien a aquella joven alegre de cabellos negros y ojos grises de caracter alegre y bullicioso que lo perseguia a todas partes cada verano. Sin embargo, del carruaje bajo una dama triste, apagada, tan delgada que parecia enferma. Veva no tenia una gran relacion con su padre, Sinclair era un hombre estricto, pero si con su madre, una dama carinosa y muy atenta. Si para Sebastian la muerte de sus padres habia significado un antes y un despues en su existencia, la sensacion que se llevo fue que, para Veva, la vida habia acabado entonces. Costo un ano que se recuperara y volviera a ser ella, !y vaya si regreso! La casa se lleno de jubilo, las cuadras de una magnifica yeguada y en el condado todos hablaban de la traviesa espanola. Durante dos anos fue viendola hacerse mujer y sus sentimientos comenzaron a cambiar, asi que diez meses antes de debutar la habia enviado a un internado en Suiza para que la pulieran, alejandola de si, y se habia dedicado a alternar el de cama en cama, tratando de olvidar la risa de Veva. Pero habia vuelto de Ginebra transformada. Su cuerpo habia acabado de formarse, y sus modales, de perfilarse. Todos los hombres iban a quedar cautivados, tanto como el lo estaba ya. Genoveva Sinclair se habia convertido de manera definitiva en su infierno personal. --?Milord? Levanto la vista. El letrado le estaba inquiriendo algo. --?Que? --la pregunta sono a disculpa. --Le decia que he hecho efectivas las inversiones que componen la dote de lady Genoveva, una cifra que supera las diez mil libras, y he mandado preparar la casa que su madre le cedio en Cordoba, por si desea acudir alli en su viaje de novios. <>. Veva iba a casarse y tendria que dejarla marchar. Sintio que las paredes se cernian sobre el y que el techo se le caia encima. --?Hay alguna estipulacion sobre el tipo de esposo que su padre tenia en mente? --Ninguna. --Me dan ganas de casarme yo con ella y evitar toda esta situacion. Podia parecer una queja, pero era una frase calculada, una que habia preparado durante dias, desde que pidiera cita en la oficina de sus abogados. --!Eso no es posible, milord! --se solivianto el jurista. Lo miro con fingida extraneza. --Crei que no habia ninguna limitacion en su matrimonio. --Y no la hay, la joven podra casarse con quien quiera siempre que vos deis vuestra bendicion. Por eso mismo no podeis ser el novio, porque os erigieron para protegerla y, por tanto, quien tendra la ultima palabra sobre sus nupcias. Se diria que os estais apropiando de su dote. A efectos legales seria casi como casaros con vuestra hija, ademas. Magnifico, no solo era un excentrico por desearla, sino que se convertiria en un ladron de fortunas ajenas y en una especie de perturbado. --Solo bromeaba --zanjo el tema. --No me cabe duda, como se tambien que elegireis para ella al mejor de los candidatos. --Asi sera. Y cuanto antes lo hiciera y mas lejos la enviase, mejor. *** Aquella noche Veva era incapaz de dormir, asi que, cansada de dar vueltas en la cama, subio hasta la buhardilla, abrio la claraboya del techo y, ayudada por las estanterias, trepo hasta el tragaluz y de alli salio al tejado. Le encantaban las alturas, la hacian sentirse duena de lo que veia, por encima de todo. Habia pasado mucho tiempo en las ramas de un tejo centenario en Lancaster, en la finca de los Hentley, tras la muerte de sus padres, hasta que sintio que recuperaba el control de su vida. Esa noche habian vuelto a robarselo. Sebastian la habia llamado a su despacho para explicarle los terminos de su debut y de su dote y para hablar de sus expectativas. Era una boba, una boba que se merecia tener el corazon hecho anicos por enamorarse de un idiota como el. Cuando habia comenzado a hablarle de la necesidad de casarse, creyo que se referia a el mas que a ella y que se arrodillaria alli mismo y le pediria que fuera su esposa. Tanto, que se habia sentido mareada y su corazon casi le rompe una costilla, tan fuerte y rapido habia comenzado a latir. Pero no; era ella, claro, quien habia de desposarse. Le habia hecho una lista de los lores mas convenientes y, con voz hastiada, le habia aconsejado como manejarse con ellos. Una lagrima cayo por su mejilla. Por una vez, la dejo rodar. Detestaba llorar, pero esa noche volveria a quedarse sola. Tal vez no de facto, pero era cuestion de semanas que fuera entregada a un desconocido para el resto de su vida. Cuando murieron sus padres, al menos, se mudo a un lugar conocido, con personas que la consideraban parte de la familia y que la hicieron sentirse bienvenida. Ahora, en cambio, quien sabia donde recalaria. Pero solo podia responsabilizarse a si misma de su dolor. Sebastian nunca dio senales de compartir sus sentimientos. Si, la trataba con afecto, pero no mas que a Helena, la hermana pequena del conde, de la que Veva se habia vuelto intima a pesar de la diferencia de edad. Si ella habia querido ver mas de lo que habia, ahora tendria que pagar las consecuencias. Cuando, horas despues, bajo del tejado, dejo alli arriba sus suenos de nina y decidio ser practica. Su madre habia sido casada con un ingles de caracter serio y estricto y, a su manera, habia sido feliz. Ella buscaria la misma suerte y, como hiciera la marquesa de Sinclair, lo haria lo mas lejos de alli que le fuera posible. *** Dos meses despues se casaba en la iglesia de San Jorge con el duque de Rachome, monsieur Francois, y se iba a Paris para siempre.

  • Atormentado deseo de Ana Coello

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  • Zorro de Dubravka Ugresic

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    El zorro es un bastardo: un ser salvaje y ladron, una criatura que no respeta las normas ni los limites; como el escritor. Y tambien como la voz de esta historia, fragmentada y multilingue, que quiza podamos llamar <>. Solo hay una pregunta: ?como se crean los cuentos? La narradora, en su busqueda de respuesta, ira desde Estados Unidos hasta Japon pasando por Rusia, Italia y Croacia, y nos hablara de escritores con autobiografias secretas, de artistas laureados gracias a sus viudas, de romances marcados por la irrupcion de la guerra y de ninas que convocan con unas pocas palabras todo el poder de la literatura. Conferencias, clases y entrevistas. Y, sobre todo, juego, en un brillante rompecabezas que nos invita a explorar la enganosa frontera que existe entre realidad y ficcion.

  • Superwoman de Begona Ameztoy

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    La protagonista de esta historia, Almudena Cortazar, vive la ficcion de un mundo imaginario construido a su imagen y semejanza. Se cree una heroina, un icono de belleza y elegancia, una triunfadora temida y envidiada por la fauna de mediocres que la rodea. Pero, en realidad, es un bluf, y aun no lo sabe. Lo descubriras tu misma en cada linea y en cada pagina de esta historia divertida y original.
    Superwoman es un prototipo de nuestro tiempo, el mito erotico y robotico que esta sociedad de mierda merece. Un hibrido aberrante de progre implacable, liberada y canalla con toques del marujeo mas cutre y ramplon.
    Dinero, poder, amor, sexo. Solo son salidas de emergencia que ella utiliza para escapar de sus frustraciones y complejos.
    Como no podia ser de otra manera, el final de su recorrido es tan catastrofico y sorprendente como la vida misma. Y tan impredecible que no hay dios que te haga un spoiler.

  • Un episodio nacional de Carlos Mayoral

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    El conocido periodista cultural Carlos Mayoral, especialista en la literatura decimononica espanola, recupera en su primera novela un episodio poco conocido de nuestro pasado literario: los amores secretos entre dos de las principales figuras de nuestra narrativa, Benito Perez Galdos y Emilia Pardo Bazan.

  • La mirada de una bruja 2 de Antonia J. Corrales

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    La mirada de una bruja, segunda parte de la trilogia Historia de una bruja contemporanea.

  • En el huracan catalan de Sandrine Morel

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    A lo largo del convulso otono politico de 2017, los corresponsales en Espana han gozado de una privilegiada mirada sobre los acontecimientos que se produjeron antes, durante y despues del referendum catalan del 1 de octubre. En primer lugar, porque el propio
    Ejecutivo catalan les dio un protagonismo importante de cara a internacionalizar el conflicto. Y, en segundo lugar, porque contemplaban los hechos desde la perspectiva unica que da la falta de vinculacion emocional.
    Sandrine Morel, corresponsal de Le Monde en Espana, nos cuenta en este libro su version de lo acontecido con informacion de primera mano y con un resultado sorprendente. En la obra se reproducen declaraciones de los protagonistas desconocidas hasta ahora. Aunque no es este un analisis aseptico. La vision de Sandrine es critica y mordaz, y pone en evidencia las estrategias de manipulacion y movilizacion llevadas a cabo por las partes, a la vez que da su propia version de los hechos sobre los verdaderos motivos -historicos, politicos y economicos- que confluyeron en el proces.
    Un relato que pone luz a unos acontecimientos que forman ya parte de la historia de este pais y que siguen muy abiertos en nuestras propias vidas cotidianas.

  • Ni un paso atras de Pilar Pinero

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    La autora de la novela Voy a volverte loco vuelve con esta nueva y atrevida historia.

  • Te juro que me amaras de Fabiola Arellano

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    Otra fantastica novela romantica de Fabiola Arellano que hara las delicias de las lectoras.

  • Abre tu corazon (Mafia 2) de Barbara Padron Santana

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    Giulia Maccini era feliz al lado de su marido Lucio Belgeri, pero cuando los problemas de pareja dan comienzo y el se retrasa el dia que se iban a ir de crucero, ella comete el peor error de su vida. Y ese error tenia nombre: Salvatore Fabreschi.
    Salvatore es un forense con un humor bastante acido que al ver a Guilia sufriendo, decide ayudarla, pero la atraccion es tal que ambos acaban acostandose.
    Desde ese mismo instante los problemas se suceden uno tras otro. Alguien quiere acabar con la vida de Giulia sin que esta sepa la razon.
    Ambos deberan enfrentar demonios no solo del pasado, sino del presente y proteger lo que mas quieren luchando por sus sentimientos.

  • Si amaestras una cabra, llevas mucho adelantado de Jose Luis Cuerda

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  • Cuando la sociedad es el tirano de Javier Marias

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    Cuando la sociedad es el tirano reune los noventa y seis articulos publicados por Javier Marias en el suplemento dominical El Pais Semanal entre el 5 de febrero de 2017 y el 27 de enero de 2019.

  • Como ser un estoico de Massimo Pigliucci

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    Pese a lo que se suele pensar, el estoicismo no consiste en suprimir u ocultar nuestras emociones, sino en reconocerlas, reflexionar sobre lo que las causa y reconducirlas para nuestro propio bien. Lo que lo convierte claramente en una filosofia practica.

  • Alas Rotas de David Aleman

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  • TAREK (Genesis 2) de Maricela Gutierrez

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    Cada libro perteneciente a esta serie es autoconclusivo y se podra leer de manera independiente.

  • Todo mi otono 2 de Victoria Vilchez

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    Sean Donaldson tiene un gemelo que no podria ser mas diferente a el, una vida en la que no faltan chicas y su puesto como titular en el equipo de futbol de la universidad de California. Mucha diversion y pocas complicaciones. Hasta que una desconocida se cuela en su piso y se atrinchera en su dormitorio huyendo de quien sabe que.
    Desde ese momento, la chica aparece y desaparece a su antojo, metiendole en un lio diferente cada vez que se presenta por sorpresa.

  • La venganza de Pam (security ward 4) de N. Q. Palm

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    Para Pam, ser mujer y alcanzar un alto rango en la Marina, era algo de lo que estaba inmensamente orgullosa. En su familia habia una larga lista de Marines, todos hombres, entre tios, hermanos y padre. Cuando en una peligrosa mision su propia unidad se volvio contra ella, todo se vino abajo y tuvo que abandonar el ejercito por la puerta de atras. La rabia y la impotencia se aduenaron de su vida, y de su alma.
    Entrar a formar parte del equipo de Slade Ward no era ni de lejos lo que ella anhelaba, pero defender las injusticias y tener a los companeros que tenia, hizo que cambiara de opinion. Aun asi, no olvidaria su venganza. Jamas.
    Solamente una persona le importaba, alguien que podia haber perdido la vida por defenderla, alguien a quien debia lealtad.
    ?Se puede amar sin ser consciente de ello? Descubrelo en esta estremecedora historia de superacion.

  • Lady Morgan de Emma G. Fraser

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    Lady Morgan es una joven inglesa rebelde que, tras presenciar el asesinato de su madre, jura encontrar al responsable y hacerle pagar por sus actos. Despues de dos anos de intensa busqueda por toda Escocia, Morgan se cruza con Ray Logan, un atractivo escoces a quien acusa de ser el asesino.
    Tras esto, Ray huye y secuestra a Morgan hasta aclarar el malentendido que los llevara por una intensa busqueda en la que no solo encontraran al verdadero asesino, sino tambien el amor.

  • Los ecos del pantano de Elly Griffiths

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    Las humedas marismas senalan el limite entre la vida y la muerte. Adentrate en sus turbias aguas de la mano de la arqueologa forense Ruth Galloway.

  • Prestame a tu hermano de Iris Boo

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    Angie ha tenido que renunciar a muchas cosas por su familia; aplazo sus estudios de enfermeria por cuidar de su abuelo enfermo, no se independizo para poder cuidar de su abuela… Y ahora ni siquiera tiene suficiente dinero para arreglar el tejado de su casa en plena temporada de tormentas. Pero no todo esta perdido. Ha hecho nuevas amigas, y estas estan dispuestas a ayudarla a superar este bache. Entre ellas Maria, que no dudara en prestarle a su hermano Alex para solucionar su problema.

  • La Esencia – Mila Martinez de Mila Martinez

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    Durante la estancia de fin de semana en un complejo enologico, el grupo formado por cinco amigas muy dispares se ve envuelto en una peligrosa trama, que da comienzo cuando desaparece repentinamente una de ellas.

  • El hombre invisible de Salem de Christoffer Carlsson

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    Leo Junker es un policia de asuntos internos que no atraviesa sus mejores momentos, lo que intenta superar con absenta y antidepresivos. Cuando aun no ha logrado recuperarse de la ruptura con su pareja tras la tragica muerte de su hijo, se ha visto apartado del servicio al fracasar en una envenenada operacion en la que resulto muerto otro policia.
    Una noche le desvelan los destellos luminosos de los coches patrulla. Una mujer acaba de ser asesinada de un disparo certero en el albergue para indigentes que hay en el bajo de su casa. Pese a estar suspendido, Junker no puede evitar inspeccionar la escena del crimen en la que observa que la joven muerta aprieta en su mano un objeto que le resulta familiar. Cuando se descubre que dicho objeto tiene sus huellas, lo que le convierte en sospechoso, no le queda mas remedio que implicarse en el caso de forma extraoficial. Con la sensacion continua de que le andan siguiendo, la investigacion se va a convertir para Junker en mas complicada y sorprendente de lo que esperaba, ya que va a resucitar viejos fantasmas y viejas heridas aun sin cicatrizar de su pasado.
    Christoffer Carlsson, uno de los mas destacados escritores actuales de la novela negra escandinava, nos presenta en <> una narracion tan apasionante como estremecedora y adictiva. A traves de la atormentada vida de Leo Junker, y de los fascinantes personajes que la secundan en el pasado y en el presente, Carlsson recrea de forma sin igual el ambiente de penumbras, frio y lacerante, de los suburbios humildes y de los bajos fondos de Estocolmo. Un ambiente de profundas tensiones sociales, muy alejado de la idea comun del bienestar sueco.

  • Camila. Creando Ilusiones. Bilogia Completa. de Sara M. James

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    Me ganaba la vida como podia, vendiendo telas en un mercado y nunca habia ansiado otra vida, hasta que Rodrigo aparecio y todo mi mundo cambio.
    Yo, al contrario de lo que el pensaba, no era la mujer adinerada que creia conocer. Y cuando mi mundo se desmorono por completo, el amor parecia no ser suficiente.
    Cuando el corazon manda, las locuras toman las riendas de la razon. Pero las verdades siempre acaban saliendo a la luz y tenemos que pagar las consecuencias. No obstante, siempre hay que luchar. Hasta el final. Tal vez, entonces, puede que lo que comenzo como una locura, se convierta en realidad.

  • Te ayudare siempre de Corin Tellado

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    Te ayudare siempre:
    “-Estamos arruinadas -dijo Romy subitamente, con gran firmeza.
    Yo me estremeci, pero aun no me atrevia a mirar a Romy. Oia su voz diferente, firme, escueta, casi ronca.
    No preguntaba. De repente se diria que un presentimiento la asaltaba y no queria huir de el.
    -Si, Romy. Asi es. Hace mucho tiempo que veniamos tu madre y yo haciendo muchos equilibrios para ocultaros la situacion economica. Cuando hace anos fallecio tu padre, yo le sugeri a tu madre, que en paz descanse, la formula para evitar el terrible desenlace. Vender la gran casona aneja, llena de gratos e intimos recuerdos y esplendores pasados. Alguna tierra, para hacer frente a la situacion critica. Tu madre se nego.”

  • El ultimo susurro de Gema Tacon

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    Conocer a Gema Tacon ha supuesto en mi vida personal algo asi como una <>. Admito que antes de coincidir con ella en Sevilla, en el evento Literalia, no la conocia; sin embargo, es de esas personas que no pasan desapercibidas alla donde aparece. Supongo que se debe a ese factor que tenemos en comun, ser piscis, que nos impulsa a mostrarnos afectuosas y abiertas cuando nos sentimos a gusto con la gente. Ese dia armonizamos a la primera, reimos muchisimo y prometimos leernos. De Gema he de decir, ante todo, que es muy buena persona; pero lo que nos trae aqui es su faceta como escritora. Ya, si la he leido, y no solo en esta novela, El ultimo susurro, sino en otras obras suyas de tematica juvenil, con seres fantasticos, el de los heroes y heroinas de humor acido y accion rapida. Gema es versatil por naturaleza y ha demostrado que puede adentrarse en otros generos. Aqui nos trae una novela policiaca, con un mundo supercurioso y absolutamente desconocido para mi, el de los ASMR (!incluso crei que se lo habia inventado hasta que vi los agradecimientos al personal que la ha asesorado!); pero sobre todo me encanta su particular mania de jugar con las identidades de los protagonistas. No os podeis perder el glosario final porque en el descubrireis que nuestra amiga ha tomado prestado los nombres e incluso las profesiones de personajes reales para integrarlos en su historia. !Imaginacion y documentacion no le falta! La novela, su primera incursion en este genero, le ha quedado bastante digna y si a ello le sumamos la magnifica portada de Monica Gallart, no podeis dejar de leerla. Para mi, ha sido un honor que me solicitara escribir el prologo de su historia. No tengo ni idea de si era esto lo que queria, pero es lo que me ha salido (!fijo que ya no me lo pide mas!) Igual que ella es novata en las lides policiales, yo lo soy en las prologueras. De todos modos, contamos con vuestra benevolencia y vuestras ganas de seguir compartiendo el universo de Gema, ese que te hace reir, porque es para lo que ella ha nacido; para poner una sonrisa en nuestros semblantes y alegria en los corazones. Mucha suerte en tu trayectoria, Gema. Un fuerte abrazo. Mercedes Gallego. Uno Arroje contra la pared algo que estaba penetrandome los timpanos como si quisiese devorarme por dentro. Me di la vuelta, me escondi bajo la manta y continue durmiendo mi muy merecida resaca de la noche anterior. Definitivamente, no debi haber tomado esa ultima copa, tampoco tenia a nadie esperandome para echarme la bronca por llegar en el estado en el que lo hice, y no me importaba en absoluto lo que los vecinos cuchicheasen a mis espaldas. Con vaciarles por la ventana del patio los ceniceros llenos de colillas sobre sus blanquisimas y monisimas sabanas ya tenia mi venganza mas que solventada, y como resulta que soy policia, no tenian huevos de subir hasta mi mugriento atico a decirme a la cara lo que realmente opinaban sobre mis salidas nocturnas y mis llegadas al amanecer cada dia, con un hombre o mujer diferente, seguido de los politicamente incorrectos gemidos y jadeos. Tocaron el timbre con insistencia logrando que me despertara de peor humor del que me levantaba a diario. Me dirigi hasta la puerta principal, abri y alli estaba la pobre y temblorosa Clea, mirandome bajo sus enormes gafas y cubriendose el resto de la cara con un monumental dosier lleno de papeles que, de seguro, pretendia que me leyese. Me di la vuelta, la deje de pie en la entrada y corri por el pasillo para introducirme de nuevo en mi deshecha y alborotada cama. --Kate, la jefa esta como loca buscandote. Te ha llamado al movil cientos de veces. Se quedo gritando que o aparecias de inmediato o te quedarias sin empleo y sueldo hasta el dia del juicio final --me advirtio a la vez que levantaba las persianas. Me destrozo las retinas con ello. --!Dile que no me encuentro bien! --grite lanzandole un cojin a la cabeza, con la esperanza de impedir que siguiese abriendo mas ventanas. --Tenemos un caso, Kate --me informo haciendo que le prestase atencion por primera vez desde que llego--. Ha muerto una mujer de mucho dinero y hay que investigarlo antes de que se filtre a la prensa. Eso ya me gustaba un poco mas. Ultimamente, la zorra de la jefa de policia lo unico que me habia asignado era un punado de casos de ladrones de tres al cuarto. --Y ?como es que tu vanagloriada superiora quiere contar conmigo para este asunto tan importante? --pregunte ironica. --Te han asignado un companero nuevo --me respondio, temerosa por mi reaccion. --!He dicho mil millones de veces que no quiero a nadie! !Yo trabajo sola! -- conclui enfurrunada y me fui al bano a darme una ducha de agua fria para intentar despejarme un poco, antes de soportar la cara de mujer diez de la senorita Pato. Desde la ducha pude escuchar como Clea recogia la casa y fregaba los platos. Si no la quisiera tanto me casaria con ella, el problema era que mis relaciones, ya fuesen con personas de mi mismo sexo o del contrario, nunca terminaban bien. Entre de nuevo en el dormitorio tal y como mi madre me trajo al mundo, haciendo que Clea se ruborizase y tuviese que mirar hacia otro lado, a la vez que mi amiga me acercaba una humeante taza de cafe recien hecho. Me embuti unos vaqueros y me coloque la camiseta que menos arrugas tenia de todo mi desastroso armario. Me mire en el espejo para intentar peinarme; habia empapado la camisa con las puntas de mis todavia mojados rizos. Hice el amago de cogerme una coleta, pero en el reparto de miembros, algun gracioso me doto de unas orejas bastante considerables y al final siempre terminaba por dejarmelo suelto para asi poder ocultarlas. Unas enormes ojeras dibujaban el contorno de mis marrones y grandes ojos. Me encogi de hombros resignada, abri el bolso, saque un paquete de tabaco y encendi el que seria mi primer cigarrillo del dia. El maldito timbre del telefono sono de nuevo desde donde quisiera que hubiese caido. Clea lo rescato debajo de una montana de ropa sucia que habia apilada a los pies de la cama y me lo entrego, suplicandome con la mirada. --Senora Pato --lei en alto justo antes de descolgar y tras encender el altavoz, para poder ponerme los zapatos mientras hablaba--. Buenos dias, jefa. --!Buenas tardes, detective Warne! --saludo ironica--. Me preguntaba si tenia pensado aparecer hoy por el trabajo. --Se me ha pinchado la rueda del coche. Estoy de camino --menti. --No tarde demasiado, la estamos esperando --se despidio. Habia creido lo del coche--. Por cierto, Warne. --?Si, jefa Dick? --Cuando venga acerquese tambien por la zona de vehiculos. Anoche se llevo la grua el suyo. --Un pi, pi, pi, pi, pi... fue lo ultimo que escuche. --!Mierda! --?Que? --quiso saber Clea. --Odio a la Pato --asegure mientras saliamos de mi apartamento. Cuando bajamos las escaleras nos cruzamos con la metiche y puritana vecina del tercero, quien regresaba de sacar a pasear a su malcriado Coton de Tulear1, y nos miraba de reojo, escandalizada. Pare a Clea justo frente a la puerta de la chismosa vecina, la abrace y le di un beso en los labios introduciendole la lengua hasta la campanilla, lo que provoco que a la vieja se le cayesen las llaves de las manos al intentar entrar rapido en su casa, para asi dejar de contemplar la escena infernal que tenia ante sus narices. --Tienes que dejar de hacer eso --se quejo Clea, limpiandose mis babas. --?Besarte? --pregunte, divertida, al mismo tiempo que tapaba la mirilla de la puerta de la buena senora con el pulgar y la escuchaba resoplar detras. --Aparte, tienes que dejar de llamarla asi. Cualquier dia se te escapara delante de ella --advirtio. --?La has visto andar? Y ademas se apellida Dick --recorde. --!Pato es duck, Kate! --corrigio. --Es lo mismo --respondi saliendo del bloque y pidiendole las llaves de su coche. --Todavia hueles a alcohol, no creo que debas conducir --nego, pero yo sabia de sobra como conseguir cualquier cosa de Clea. Le puse cara de perrito abandonado y me dirigi hasta ella con gesto de nina juguetona. Coloque mis heladas manos bajo su delicada blusa de seda, a lo que ella respondio con un respingo. La rodee con mis brazos y le robe el mando del coche del bolso en menos de un segundo sin que se diese cuenta. Se lo ensene, le guine un ojo y me sente en el asiento del conductor. Baje la ventanilla y le sonrei. --?Te llevo, rubia? --!Eres horrible! --me amonesto resignada. A veces me sentia como una completa zorra por jugar con sus sentimientos, sabia que ella estaba coladita por mi, lo malo era que al minuto se me olvidaba. Es lo que tiene poseer memoria fotografica, recuerdo cosas insignificantes y deshecho las que seguramente si valen la pena. Clea era la tipica pueblerina asustadiza y empollona que habia venido a la gran ciudad tras sacar las mejores notas en la universidad y poner kilometros de por medio para ocultar un gran y terrible secreto a su muy entranable familia. Era la mujer mas femenina, dulce y atractiva que habia visto en mi vida. Todos los hombres de la comisaria suspiraban por sus huesos, cosa que teniendo en cuenta que era la forense tenia bastante gracia. Era rubia, de piel blanca como la nieve, con una larga melena lacia, unos preciosos ojillos azules, unos estupendos labios carnosos y unas larguisimas piernas de vertigo. Por mucho que intentase mimetizarse con el armario, una servidora sabia de sobra que lo que le atraian a Clea no eran los hombres sudorosos, precisamente. Al llegar a la comisaria ni la Pato ni el equipo que trabajaba de modo habitual con Clea estaban en el edificio

  • Clarent House (Los Huntington 2) de Charlotte Bennet

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    Sintiendose nuevamente enganado y defraudado por su hermano Fred, el duque de Clarent inicia una busqueda para encontrarlo antes de que Fitzwilliams, con el que tiene mas de un desencuentro, lo haga. En dicha busqueda Graig se adentra en los ambientes mas peligrosos y turbios de la ciudad. Ahi se topa con gente de dudosa reputacion, y sin escrupulos, que se atreven a chantajearle ya que poseen informacion comprometida sobre Fred.
    Por otro lado, las constantes ausencias del duque abren un nuevo frente en su relacion con Victoria que, a duras penas, intenta sobrellevar el distanciamiento que existe entre ambos. Para ello cuenta con la comprension de su suegra, Eleanor, y el amor incondicional de su madre, Melisa, a la que perdona finalmente. Sin embargo, un repentino contratiempo hace que Victoria se plantee seriamente su matrimonio con Graig.
    El destino vuelve a poner a prueba la fortaleza de uno de los hombres mas poderosos e influyentes de Inglaterra. Pero ?lograra este encontrar a su hermano? ?Solucionara sus problemas, finalmente?

  • La sustancia del mal, Luca D’Andrea de Luca D'andrea

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  • Temas de conversacion de Miranda Popkey

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    Desde la orilla, el mar se ve en tres pedazos, como una pintura abstracta que se mueve suavemente. Junto a la arena es un liquido color verde palido de un lago fertil. Luego viene una franja aguamarina, el color que una imagina al leer la palabra: agua marina, agua del mar. Finalmente, un azul intenso, el color de un pigmento, como pintura fresca que brota de un tubo metalico. Sylvia Plath escribio en su diario el mes que conocio a Ted Hughes, ese mismo dia, no, el dia antes: <>. Pasemos por alto la nieve, los arboles negros. El mar estaba de ese color, el color de que palabra azul. Aquel verano estaba leyendo los diarios de Plath porque tenia veintiun anos y las sensaciones me tenian loca, estaba ebria de ellas. Y, para la clase de persona que va derecha de una licenciatura en Literatura Inglesa a un posgrado de esa misma materia (o sea, para mi), los Diarios de Sylvia Plath, 1950-1962, reeditados aquel ano en su version integra, cuentan como lectura placentera. Se conocieron, me refiero a Sylvia y Ted, en febrero, y se casaron en junio, el 16, el Bloomsday, el dia del Leopold Bloom de Joyce. Fue premeditado. Premeditado y los delato bastante; me refiero a que revelaba que no deberian haberlo hecho, lo de casarse. No era mas que simbolismo juvenil. O uno de ellos, al menos. Una de las cosas que te delatan en la vida. Eso pasaba en Otranto, yo estaba alli, en agosto. El mar se veia de tres tonos de lo que podria llamarse azul y yo estaba de vacaciones y no lo estaba. Los padres de Camila eran psicoanalistas argentinos y yo estaba de vacaciones en el sentido de que habian pagado mi vuelo de Nueva York a Londres y de Londres a Roma y de Roma a Brindisi y el tren de Brindisi a Otranto y tambien el complejo turistico en el que nos alojabamos, desparramado por una ladera en terrazas y bancales, con muros de ladrillo y todo incluido, de modo que en teoria yo podia pedir, desde las tumbonas de listones de madera pintadas de blanco, cuantas bebidas quisiera. Aunque en la practica no podia hacer eso porque la razon por la que me habian pagado los vuelos, el tren y la habitacion, la razon por la que estaba siquiera con Camila y sus padres, era que Camila tenia unos hermanos gemelos de siete anos y era tarea mia ocuparme de ellos. Matteo y Tomas: Tomas era mas menudo y rubio, y a Matteo, con su torso bronceado y el pelo oscuro y rizado, lo confundian todo el rato con un lugareno. Por el nombre tambien, claro; el padre de Artemisia era italiano, de ahi que lo pronunciaran asi. Vivian en el Upper West Side, y Artemisia y los ninos y el marido, Pablo, eran de <> argentino. Camila y yo eramos amigas, un punto mas en la columna de las vacaciones. Las primeras dos semanas fueron las mas duras. Los gemelos tenian una ninera en Nueva York, tambien argentina, y coincidia que agosto era su mes de vacaciones, y conmigo, al principio, se habian amotinado, como suelen hacer los ninos cuando se les somete a una nueva autoridad. No podrian haber sabido con exactitud por que era reacia a salir corriendo de su habitacion hacia la de sus padres, para comprobar una vez mas que era lo que supuestamente debian o no debian comer y ver en la tele, hasta que hora se suponia que podian quedarse levantados o no, pero sin duda captaron esa reticencia mia, la enormidad de mi aprension. Artemisia solo me habia dado unas pautas generales (que no se pasen con las golosinas, y no le quites ojo a tu vino, porque intentaran echarse un poco en su Coca-Cola), y una mujer que no fuera yo lo habria entendido como una licencia, una mujer distinta habria sabido, por como se maquillaba los ojos Artemisia, por los vestidos largos y sueltos, sin mangas, que llevaba, por las pulseras que acumulaba en su brazo delgado y bronceado, por las gafas de sol y los panuelos, por el hecho de que Pablo solo me hubiera hablado directamente en tres ocasiones y nunca sobre los ninos, que poner normas era cosa mia. Pero yo era una chica insegura, andaba corta de determinacion y autoestima, y deseaba gustarles a Artemisia y Pablo, a Artemisia en particular, porque enseguida me resulto evidente, por los vestidos sueltos y las pulseras y tambien por la forma en que Pablo inclinaba la cabeza cuando hablaba conmigo, de modo que sus ojos, porque ya era bajo de por si, no miraban exactamente mi cara, que la aprobacion de ella seria la mas dificil de conseguir. Aquellas primeras semanas las pase con el temor de que Tomas y Matteo, al que llamabamos Teo, de modo que eran Tom y Teo, con la <> de Tom cerrada para que no sonase en absoluto como una abreviatura del Thomas americano, fueran corriendo a sus padres con el cuento de que la nueva ninera era horrorosa y pidieran que la echaran. Como si estuviera en alguna imitacion de una novela de Henry James, algun remedo de adaptacion hecha por la productora Merchant Ivory. Y asi transcurrio la primera semana, en la que yo trataba de negarles una golosina por aqui o un privilegio por alla y ellos se quejaban y yo cedia de inmediato, en la que les compraba bomboloni por la manana y cornetti por la tarde y conseguia que no tuviesen apetito para la cena a las ocho y ellos pedian quedarse levantados hasta la pelicula de las once y cuarto de la noche en Retequattro, y se quejaban diciendo <>, y fue asi como Tom y Teo se quedaron dormidos viendo Instinto basico y yo pense que, bueno, seguro que la habian recortado para esa emision y que por supuesto estaba doblada y que en realidad hasta que punto entendian ellos el italiano, por mucho que tuvieran un abuelo y parientes maternos que lo hablaran fluido. Como si el problema fuera la lengua. Eso si, no le quite ojo al vino. La segunda semana fue peor porque ya estaban cansados de conseguir lo que quisieran, y el deseo, en esos casos, no consiste tan solo en conseguir lo que uno quiere sino en sentir que te has salido con la tuya al conseguir lo que querias, de modo que entonces empezaron a dar problemas de verdad, problemas del tipo <>, motivo por el cual, en la velada de la decima noche, me encontre chillando, gritandole realmente por primera vez a Teo para que dejara de usar el cuchillo dentado de la cena con el fin de sacarle las plumas a un cojin. Respondio de maravilla: dejo de hacerlo al instante y solo lloro un poquito, se comio sus frutti di mare en silencio, no pidio despues un helado ni profiteroles con chocolate. Y todo el tiempo tenia los ojos muy abiertos y una leve sonrisa en los labios rosados y humedos, con la esperanza de recibir a cambio tambien una sonrisa, un gesto de aprobacion con la cabeza. Es cierto lo que dicen algunos: los ninos ansian en realidad que les pongan limites. Con ese <> me refiero a Artemisia. El dia anterior al incidente del cuchillo dentado, a primera hora de la tarde, cuando los ninos, ebrios de sol tras la manana en la playa, dormian con los diminutos banadores Speedo llenos de arena, espatarrados, respirando profundamente y babeando, yo habia llamado a la puerta de Artemisia. Pasa, dijo, y abri la puerta y me la encontre en biquini. Pasa, repitio, porque yo todavia no habia cruzado el umbral. Entre en la habitacion y Artemisia se volvio de espaldas a mi y se inclino para desatarse los nudos de tela en la nuca y la columna vertebral que sujetaban la parte de arriba. Cierra la puerta, me dijo. Eso hice, y cuando me di la vuelta, estaba frente a mi. Tenia los pechos grandes y algo caidos, llenos de pecas, con los pezones del color de las nueces, tostados y arrugados como ellas, y que sugerian una textura similar. No digo estas cosas con animo de criticar. Sus pezones no senalaban hacia abajo sino al frente. Todo eso lo capte en un segundo, o medio, y luego mis ojos se clavaron en los suyos. Le dije que tenia dudas acerca de la disciplina, queria saber como solia ella imponer disciplina a los ninos. Los gemelos, dijo Artemisia, ansian que les pongan limites. Les pasa a todos los ninos. Los limites concretos importan menos que el hecho de que existan. Diles lo que no deben hacer, continuo Artemisia, y cuando lo hagan de todas formas --y aqui se encogio de hombros--, castigalos. Al encogerse de hombros, sus pechos se elevaron y luego volvieron a bajar. Tenia las manos en las caderas y sus dedos enmarcaban una suave plenitud, que no acababa de ser redondez sino una especie de exhalacion, la unica prueba manifiesta en su cuerpo de que habia estado embarazada y dado a luz dos veces. Tenia los pies separados a la misma distancia que los hombros, y los muslos, tambien pecosos, no llegaban a tocarse. ?Castigarlos?, pregunte. La miraba solo a la cara. Si, dijo, un <>, dejarlos sin postre, esa clase de escarmientos. Volvio a encogerse de hombros. Aunque sospecho que no tendras que llegar tan lejos si levantas la voz. Sonrio. Son unos chicos medrosos. Tienen muchas ganas de complacer. Se inclino y vi que empezaba a quitarse tambien la parte de abajo del biquini, asi que asenti deprisa con la cabeza, me di la vuelta, sali y cerre la puerta, olvidando darle las gracias por el consejo que me habia dado, olvidando incluso darme por enterada. Y asi llego la tercera semana y los ninos se habian acostumbrado a mi y yo a ellos, como ejercitos enemigos que la manana de Navidad firman un armisticio e intercambian regalos: un cono alla vaniglia a cambio de tres cuartos de hora jugando en la arena, y nada de nadar, que vuestra ninera quiere leer un poco. Los vigilaba desde mi tumbona, un par de dias despues, cuando una sombra me cruzo las piernas. Has puesto limites, ?no? La voz pertenecia a Artemisia. Les dices que pueden jugar en la orilla, pero no nadar, y hacen justo lo que tu quieres. Asenti con la cabeza. Teo estaba salpicando a Tom, y este se daba la vuelta para echar a correr. Que vuestros pies pisen la arena, les habia dicho. Quedaos donde pueda veros. Artemisia se inclino y su sombra recorrio mi cuerpo. Sylvia Plath, dijo, leyendo el lomo del libro que yo habia dejado boca abajo sobre mis rodillas. No es muy buena poeta, comento, pero si una persona interesante.

  • La Daga Espartana – Nicholas Guild de Nicholas Guild

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    Primera mitad del siglo IV a. C.
    Una fria noche, a las afueras de una tranquila aldea ilota, dos jovenes hermanos espartanos, Eurito y Teleclo, esperan agazapados para llevar a cabo su Krypteia, el antiguo rito de iniciacion a la sangre. Una familia -padre, madre e hijo- se aproxima; estan desarmados y no pueden defenderse. Los espartanos salen a la luz de la luna y completan el ritual matando al matrimonio. Pero el hijo, Protos, logra escapar primero y acabar con Teleclo despues.
    Rapidamente Esparta manda una partida de guerreros para acabar con el chico. Pero este, cuyo nombre significa <>, y que tiene una astucia y una habilidad para las armas fuera de lo normal, acaba con el grupo.

  • La Mujer Trofeo de Laura Lago

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    El compro una esposa. Ella compro una vida de lujos. El desea poseerla a toda costa. Ella no puede verlo ni en pintura. literalmente. Javier Vazquez es un millonario arrogante, como todos los futbolistas de futbol retirados que no saben que hacer con su dinero. A dia de hoy tiene una mansion de ensueno en una urbanizacion de lujo, mas ceros en su cuenta corriente de los que puede derrochar, y aunque en su movil tiene una bochornosa cantidad fotos explicitas de diversas mujeres, ha comprado a una esposa. Belen. Belen: Algunas amigas dicen que he vendido mi alma al diablo, pero, ?que hubieras hecho en mi lugar? He trabajado en supermercados, tiendas de ropa, restaurantes y otros empleo basura de los que no quiero ni hablar. Y todo porque nadie me explico que eso de ir a la universidad y graduarse como psicologa era una idea brillante. si quieres morirte de hambre porque no hay trabajo. Asi que, si. Cuando, como el mas pesimo de los cliches, un tio bueno se me acerca en una discoteca y me doy una alegria – para variar -, lo ultimo que hago cuando me entero de que ha metido no-se-que gol de final-de-la-champions-league es rechazarlo. No cuando me ofrece un anillo con una piedra mas grande que mis ojos, una mansion que quita el hipo y, si, una vida de ensueno. Bueno, todo lo de ensueno que puede ser una vida donde, conforme entras por los portones de tu casa, ademas de “la sirvienta” te encuentras con un cuadro de el pateando un balon. En serio, Javier Vazquez es el hombre mas narcisista, vanidoso y creido que conozco. Pero no me extrana teniendo en cuenta que es mas rico que el presidente del gobierno. Creo. Si, somos tal para cual. La pareja perfecta. El sigue acostandose con quien quiere, y yo a cambio puedo dedicarme a tomar martinis en la piscina. Que le jodan a el, al mundo, y a su gigantesco. ego. Javier: La idea era muy buena, no me entiendas mal. Yo me agenciaba una esposa con un cuerpo escultural, y a cambio los medios de television dejaban de prestar tanta atencion a con quien me acostaba o dejaba de acostar. No solo ganaba una tapadera para mis amantes, sino una mujer 10 en mi cama cada noche que quisiera. Esa era la idea. La lastima fue no haber firmado ningun contrato diciendo que tenia que acostarse conmigo. Se me quedo una cara de tonto preciosa cuando me dijo que no tenia pensado tener sexo conmigo, pero que la dejase tomar martinis y sonreir ante la prensa o se plantaba en television a contar todos mis trapos sucios. Pero no va a quedar asi, por supuesto. Belen no tiene ni idea de con quien esta tratando. Si tengo que salir desnudo mientras toma el sol, lo hare. No puede ser de piedra. Le caiga mejor o peor, es imposible que sea la unica mujer del universo que no se rinde ante un cuerpo definido con abdominales para rallar queso y sexo de lujo, tanto por la calidad como por el ambiente. Esa chica va a saber que Javier Vazquez, a la hora de la verdad, siempre la mete. Nota: Una novela romantica con fuertes dosis de erotica explicita y humor. No pide perdon por decir las cosas sin pelos en la lengua, por elevar la temperatura de la habitacion ni por suponer una irreverencia maleducada al convencionalismo social. Recordamos que la novela empieza con un matrimonio de conveniencia y punales en la espalda.

  • Seis hermanas. Los anos de la inocencia de Rebeca Tabales

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    Elisa Torrealba llega a Madrid la primavera de 1880. Ella y su hermana quedan huerfanas y se instalan en la sombria casa solariega de sus tios, un matrimonio severo. Elisa mira con curiosidad y espiritu critico todo cuanto ocurre a su alrededor, le cuesta mantener las formas y comportarse como una senorita, pero quiere hacerse un sitio en ese nuevo y complicado mundo, y sabe ser encantadora, cuando quiere. Las Torrealba son un misterio para la aristocracia madrilena, su dote, su caracter y su reputacion preocupan e interesan a los cotillas, y tambien a algunos hombres. Fernando y Ricardo Silva, herederos de la fabrica de Tejidos
    Silva, jovenes, nuevos ricos y solteros deseados, representan lo mejor y lo peor del Madrid del fi n de siglo en todas sus formas. La tradicion y la transgresion, la ciencia y el juego, la razon y el instinto, la prudencia y la pasion son los escenarios en que compiten. Elisa entrara en sus vidas y forzara una lucha aun mas grande. Por primera vez Ricardo se aburre de su vida nocturna de calavera y suena con encontrar un amor que de verdad lo cambie, mientras que Fernando duda de su compromiso con la hermosa y convencional Catalina Hinojosa. De fondo estan las vidas de los criados, los pequenos empleados y la burguesia emergente de la revolucion industrial, la aristocracia madrilena con sus tertulias, sus paseos en carretela por el Retiro, los bailes, las verbenas, la elegancia y la decadencia de un tiempo de inocencia que nunca volvera.

  • Lady V. no quiere casarse de Veronica Mengual

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    Lady V. ha resuelto ser una mujer sofisticada, sin ataduras, desdenosa de los compromisos. No le importan, incluso, las maledicencias y las murmuraciones que se hacen sobre su nombre. La libertad en su vida cotidiana, la liberalidad en el amor, la espontaneidad de sus decisiones la guian hasta que optar se le haga ineludible: hasta que su deseo la obligue a elegir.

  • Tras tu apariencia (Serendipity 5) de Moruena Estringana

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  • La quinta montana de Paulo Coelho

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    En mi libro El Alquimista, la tesis central esta en una frase que el rey Melquisedec dice al pastor Santiago: <>. Creo absolutamente en esto. No obstante, el acto de vivir el propio destino incluye una serie de etapas que exceden en mucho a nuestra comprension, y cuyo objetivo es siempre reconducirnos al camino de nuestra Leyenda Personal; o hacer que aprendamos las lecciones necesarias para cumplir el propio destino. Pienso que puedo ilustrar mejor lo que digo contando un episodio de mi vida. El dia 12 de agosto de 1979 me fui a dormir con una unica certeza: a los treinta anos de edad estaba consiguiendo llegar a la cumbre de mi carrera como ejecutivo de una firma discografica. Trabajaba como director artistico de la CBS de Brasil, acababa de ser invitado a ir a los Estados Unidos a hablar con los duenos de la empresa discografica y, seguramente, ellos pensaban darme todas las posibilidades para realizar todo lo que deseaba hacer en mi area. Claro que mi gran sueno --ser un escritor-- habia sido dejado de lado, pero ?que importaba eso? Al fin y al cabo, la vida real era muy diferente de lo que yo habia imaginado; no habia lugar para vivir de la literatura en el Brasil. Aquella noche tome una decision, y abandone mi sueno: era preciso adaptarme a las circunstancias y aprovechar las oportunidades. Si mi corazon protestara, yo podria enganarlo, haciendo letras de canciones siempre que deseara y, de vez en cuando, escribiendo en algun periodico. Por otro lado, estaba convencido de que mi vida habia tomado un rumbo diferente, pero no por esto menos excitante: un futuro brillante me esperaba en las multinacionales de la musica. Cuando me desperte, recibi una llamada telefonica del presidente de la empresa discografica: acababa de ser despedido, sin mayores explicaciones. Aunque llame a varias puertas durante los dos anos siguientes, nunca mas consegui un empleo en ese campo. Al terminar de escribir La Quinta Montana, me acorde de este episodio, asi como de otras manifestaciones de lo inevitable en mi vida. Siempre que me sentia absolutamente dueno de la situacion, pasaba algo queme derribaba. Yo me preguntaba: ?por que? ?Estare siempre condenado a acercarme, pero jamas a cruzar la linea de llegada? ?Sera que Dios es tan cruel como para hacerme ver las palmeras en el horizonte, solo para matarme de sed en medio del desierto? Tarde mucho tiempo en entender que no era exactamente asi. Hay cosas que son colocadas en nuestras vidas para reconducimos al verdadero camino de nuestra Leyenda Personal. Otras surgen para que podamos aplicar todo aquello que aprendimos. Y, finalmente, algunas llegan para ensenarnos. En mi libro Diario de un mago procure mostrar que estas ensenanzas no estan necesariamente unidas al dolor ni al sufrimiento; bastan disciplina y atencion. Aun cuando esta comprension ha significado una importante bendicion en mi vida, me quedaron sin entender algunos momentos dificiles por los que pase, incluso con la mayor disciplina y atencion. Uno de los ejemplos es el caso antes citado; yo era un buen profesional, me esforzaba al maximo para dar lo mejor de mi, y tenia ideas que hasta hoy considero buenas. Pero lo inevitable sucedio justamente en el momento en que yo me sentia mas seguro y confiado. Pienso que no estoy solo en esta experiencia; lo inevitable ya rozo la vida de todo ser humano en la faz de la Tierra. Algunos se recuperaron, otros cedieron, pero todos nosotros hemos experimentado el roce de las alas de la tragedia. ?Por que? Para responderme esta pregunta, deje que Elias me condujese por los dias y noches de Akbar. PAULO COELHO Y prosiguio: y puedo aseguraros que ningun profeta es bien recibido en su propia tierra. En verdad os digo que habia muchas viudas en Israel en tiempos de Elias, cuando el cielo se cerro por tres anos y seis meses, reinando la gran hambruna en toda la Tierra; y a ninguna de ellas fue Elias enviado, sino a una viuda de Sarepta, de Sidon. Lucas, 4, 24-26 PROLOGO A comienzos del ano 870 a. J.C., una nacion conocida como Fenicia --a la que los israelitas llamaban Libano-- conmemoraba casi tres siglos de paz. Sus habitantes podian enorgullecerse de sus logros; como no eran politicamente fuertes, se vieron obligados a desarrollar una envidiable capacidad de negociacion, unica manera de garantizar la supervivencia en un mundo asolado por constantes guerras. Una alianza hecha alrededor del ano 1000 a. J.C. con el rey Salomon de Israel habia permitido la modernizacion de su flota mercante y su expansion comercial. Desde entonces, Fenicia no habia dejado de crecer. Sus naves ya habian llegado a lugares tan distantes como Espana y el oceano Atlantico, y hay teorias --aun no confirmadas-- de que habrian dejado inscripciones en el nordeste y sur del Brasil. Transportaban vidrio, cedro, armas, hierro y marfil. Los habitantes de las grandes ciudades, como Sidon, Tiro y Biblos, conocian los numeros, los calculos astronomicos, la fabricacion del vino, y usaban, desde casi doscientos anos atras, un conjunto de caracteres para escribir que los griegos conocian como alfabeto. A comienzos del ano 870 a. J.C., un consejo de guerra reuniase en un lugar distante, llamado Ninive. Un grupo de generales asirios habia decidido enviar sus tropas para conquistar las naciones situadas a lo largo de la costa, en el mar Mediterraneo. Fue Fenicia el pais elegido para ser invadido en primer termino. A comienzos del ano 870 a. J.C., dos hombres, escondidos en un establo de Gileade, en Israel, esperaban morir en las proximas horas.

  • las pelirrojas tambien se enamoran de Jossy Loes

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    Escuchaba hablar a su amiga con una enorme sonrisa y una taza de cafe humeante en la mano, sin prestarle mucha atencion a lo que decia, ya que estaba mas atenta a sus pensamientos y esa sensacion que percibia cada momento y que podia comparar con ese cosquilleo que recorre el cuerpo en esos instantes que la emocion invade. Era la misma sensacion que tuvo el primer dia que piso el colegio, la universidad o su primer puesto de trabajo. Incluso comenzaba afirmar que la sensacion que experimentaba era mucho mas fuerte que en las ocasiones anteriores. Y es que cada ilusion estaba puesta en el compromiso que habia aceptado, su relacion de pareja pasaba a otra etapa. Una etapa donde los cimientos de un futuro en comun comenzaban a asentarse. No habia sido facil, pero tanto ella como Duncan lo habian logrado y es por lo que se sentia aun mas orgullosa. Podia afirmar que las relaciones a distancias funcionaban, solo con paciencia y una buena organizacion alcanzaria su meta trazada. Dos anos con pequenos obstaculos, le impulsaron a tomar la decision que la llevaba ese dia a celebrar que iban a vivir juntos como una verdadera pareja. Y es que desde que conocio a Duncan, supo que seria distinto, a pesar de las discrepancias e indirectas que su hermano solia decirle. Para Charles, ningun hombre era digno de su hermana y Caris, acostumbrada a esa estupida actitud, ignoro por completo sus advertencias. De momento se centraria en ese dia y todo lo que le esperaria en los siguientes. --Cuento cada minuto para a esa cita con el chico de la inmobiliaria y ver los pisos que hemos escogido--dijo bebiendo un poco de cafe. Eva dejo de hablar, suspiro y dejo su taza en el fregadero--. Duncan se ha dado cuenta de que su casa nos queda pequena y tu, mas que nadie, sabes lo que me costo que lo entendiera. --Encontraras el apropiado --respondio su amiga--. Lo importante es que al fin decidiste trasladarte, ya era hora, no es bueno dejar solos tanto tiempo a los hombres-- hizo un mohin para contradecirla, pero Eva se le adelanto, conocia de antemano su opinion. --Ve y preguntales a esos gandules si seguiran atados al futbol o podemos dar una vuelta. --Hablando de ellos, ?que ocurre?--pregunto Caris--. Desde que llegue he visto malhumorado a Sam.--Eva evito mirarla concentrandose en la ropa que sacaba de la lavadora. --Cosas de hombres--indico--. Sabes como son. --Caris no quedo muy convencida con la respuesta. En cuanto volviera a casa de Duncan se lo sonsacaria en medio de una buena sesion de sexo, Eva se dio cuenta de que seguiria dandole vueltas al asunto y decidio cambiar el tema. --Olvida sus tontas peleas--pidio--. Los hombres son como ninos, apresurate a levantarlos del sillon, me apetece salir un rato. --Tienes razon, me gustaria ir a ese nuevo lugar del que me hablaste --Eva levanto una ceja. --No comprendo como puedes estar tan delgada y siempre tener ganas de comer -- Caris, guasona, sonrio. --?Sera la genetica? --Eva la miro de arriba. --!Dichosos algunos con la genetica! Caris volvio a sonreir, abrio la puerta de la cocina para ir al salon por el diminuto pasillo de paredes blancas que separaba ambas habitaciones con alguna que otra foto de recuerdos, y por unos segundos llego a pensar que algun dia las paredes de su futura casa tambien se cubririan de recuerdos. Dio dos pasos mas y antes de abrir la puerta escucho las carcajadas de Duncan y la voz profunda de Sam algo enfadado. --No voy a decirlo otra vez, por tu bien espero que hayas cortado con esa chica-- advirtio Sam, y Caris no pudo mover ningun musculo, deseando que fuese una broma. --Lo intento, pero sus dos… -- respondio Duncan y un silencio invadio el salon. Ella sintio como su piel se helaba y al no escuchar a su novio reirse supo la mas cruda verdad. --!Eres un cabron!-- reprocho en alto Sam denotando su indignacion. --Deja de dartelas de hombre fiel--se defendio Duncan--. Ahora me diras que nunca te has fijado en sus enormes pechos y, sabes que te digo, no lo creere, te aseguro que son increibles. --!Te estas pasando!--advirtio Sam-- Caris es mi amiga, esta a dos puertas de nosotros y como vuelvas a faltarle el respeto de esa forma, te juro que te rompere las costillas. --!Venga, Sam!-- respondio Duncan quitandole hierro al asunto--. No pensarias que iba a esperar a Caris como un monje, son mis ultimos cartuchos de solteria y aqui, entre los dos, me he planteado en un par de ocasiones pagarle una operacion y asi no que tener recordar a la rubita. Caris sintio una y otra vez como su corazon era apunalado. Cinco anos de lo que ella creia que era una verdadera relacion, y estaba basada en mentiras. Decidio dejar su vida en Edimburgo por Duncan y es que, al cumplir el ano de relacion, acordaron pasar dos fines de semana al mes juntos en Glasgow y los restantes Duncan iria a Edimburgo. Acababa de darse cuenta que el tenia tiempo de sobra para relaciones paralelas. Era una humillacion dolorosa y no conforme con eso iba a sugerirle que se agrandara los pechos. La ira poco a poco se apodero de su cuerpo apartando el dolor que cubria su corazon. --Estas a punto de que te eche a patadas de mi casa-- alzo de nuevo la voz Sam--. Por ser tan hijo de p…--Sam no pudo terminar su advertencia, vio en camara lenta a Caris acercarse con una mirada gelida, percibida por Duncan, que se levanto con una gran sonrisa para abrazarla y a cambio de eso recibio una gran patada en sus partes nobles. --!Eres un maldito miserable! !Quedate con tu furcia de pechos grandes, jamas en la vida volveras a ver mi cara! --Se giro furibunda para recoger su bolso, dispuesta a irse y Eva la retuvo. Eva habia escuchado a su marido alzar la voz y a toda prisa fue hasta el salon. La escena que vio no era nada alentadora. Duncan estaba doblado del dolor en el piso y Sam de pie enmudecido sin saber que hacer o decir. --No puedes irte de esa manera--rogo Eva enseguida--. Todo tiene solucion --creyo que podia calmar a su amiga--. No puedes tirar por la borda una relacion de tanto tiempo. -- Caris ladeo su cabeza para enfrentarse. --?Lo sabias? -- Su amiga no respondio. Caris cerro los ojos por unos segundos buscando un poco de cordura en su mente, que no encontro, y abrio los ojos con un solo fin--. Hasta ahora no sabia que daban pases gratis… Eva se mantuvo en silencio ante lo que vendria por parte de su amiga. Era normal que estuviera tan herida, pero estaba segura de que Duncan dejaria a esa mujer en cuanto Caris se instalara definitivamente en Glasgow. La pelirroja elevo la comisura derecha de sus labios y fijo sus ojos en ella. --Los amigos como vosotros podeis iros a la mierda.--Abrio la puerta y salio, dejando entrever la furia que sentia. Volvio a la casa de Duncan, recogio lo poco que pudo sin saber a donde podria ir o, si lo sabia, el solo hecho de tocar su puerta invitaria a que su padre le dijera: <>. No tenia otra salida, era otro mas de su larga lista de fracasos sentimentales. Termino de recoger sus cosas metiendolas en la maleta y tiro las llaves en el suelo sin importarle donde llegarian a parar, cerrando con un golpe seco la puerta. Detuvo un taxi e indico a donde ir. Diez minutos despues, escuchaba a su padre decir lo que habia predicho, se mordio el labio evitando que la rabia la consumiera, se sentia muy humillada y decepcionada. Habia dicho si a una vida en pareja y lo que no cabia en su mente era que seria la cornuda de Glasgow, la que sustituian de vez en cuando por una mujer de pechos grandes. Bajo los ojos a los pechos se cercioro de su tamano y maldijo una y otra vez a Duncan y lloro hasta quedarse dormida. *** A primera hora del dia siguiente se levanto del sillon cama que tenia su padre en el salon y fijo sus ojos en las maletas que estaban al lado del mueble de la tele y las lagrimas de decepcion y pena aparecieron. Su padre aparecio con una taza de cafe bien cargado y sin decirle nada la abrazo, los siguiente minutos ella dejo que sus sentimientos afloraran, luego se limpio la cara con el reves de su mano y se levanto para ir al bano, despejarse y una vez vestida su padre la llevo a la estacion de trenes. Se despidio con un abrazo y un consejo de los que solia darle, amaba a sus padres y siempre lamento su divorcio, el motivo que le dieron a ella y a Charles fue que se habia acabado su amor, y con esa conclusion su padre se exilio en Glasgow y su madre se quedo en la capital. El dia que le presento a Duncan, su padre lo observo largamente y luego a ella, suspiro y esbozo una pequena sonrisa, durante el camino a la estacion de tren su padre confeso que no lo aprobaba, nunca le habia gustado y creyo una vez verlo con otra chica. Pero la ilusion que ella reflejaba hizo que le diera una oportunidad y la apoyase, a su vez comenzo a pensar que tendria a uno de sus hijos cerca de el. Caris no quiso confesarle los verdaderos motivos de esa ruptura, era demasiado vergonzoso. -- Ha sido lo mejor --volvio a decir su padre--. No importa la distancia que separe a un hombre y a una mujer siempre y cuando la honestidad sea lo primero en una relacion.--Caris asintio y lo abrazo. --En cuanto a ese McGregor, se arrepentira toda su vida, no sabe la joya que ha perdido.-- Sonrio con tristeza y se despidio de su padre con un beso. Una vez sentada en el tren, viendo como la gente terminaba de acomodar su equipaje y sentarse en sus asientos, encendio su movil y llamo a su hermano. Si Charles se enteraba de lo que habia pasado antes que ella se lo explicara, tomaria represalias. --Algo muy malo ha debido de pasar para que llames un domingo, que es mi dia de descanso, a las ocho de la manana. --Siempre tan carinoso. --?Caris? --Ehh… bueno, vuelvo a casa. -- ?Que ha hecho esta vez el McGregor de pacotilla que tienes por novio? --?Puedes pasar por mi, cuando llegue?-- Charles gruno y ella escucho la voz de una mujer. <> exclamo para si. Acababa de aguarle la fiesta a su hermano. Charles tapo el movil y a pesar de eso, escucho un murmullo y la risa de la mujer. --Ire, llamare a Julieta para que me acompane. --?Julieta esta en Escocia? --Si, llego el mismo dia que dijiste que tardaria en volver a ver tu cara. Y estoy preguntandome si deberian contratarte para extra de alguna pelicula con poderes sobrenaturales. --No estoy para sarcasmos, Charles-- el bufo. -- Y yo tengo la ligera sospecha de que me voy a cabrear mucho cuando me cuentes que demonios paso. --Charles, nos vemos luego. --Voy a matar a ese malnacido, estoy seguro de que...--Caris colgo evitando que su hermano terminara la frase. No queria volver a llorar de nuevo, si lo pensaba friamente, le ahorraria a Charles las ganas de estrangular a Duncan, ya que lo haria ella con sus propias manos. Frustrada como estaba, se dejo llevar por la rabia y hablo un poco mas alto de lo normal. --!Maldito Duncan McGregor! Un hombre que acababa de sentarse a su lado y estaba hojeando el periodico lo bajo y la miro. --?Que ha dicho? --Nada que a usted le importe-- respondio escueta. No estaba de humor para contarle a un desconocido su historia y que sintiera lastima por ella, era una hora de viaje, pero no lo suficiente para contar sus penurias. No, era muy humillante saber que mientras se esforzaba ahorrando dinero para meterse en una hipoteca, Duncan se metia en la cama de otra, el hombre la miro cenudo y respondio de inmediato. --Si que me importa, dado que tengo un sobrino que se llama asi y dudo que sea casualidad, ademas, una joven no deberia estar maldiciendo. Caris lo miro y miro perpleja. De todos los lugares del mundo, tendria que tocarle un companero de viaje que tuviera un sobrino que se llamaba exactamente igual que su ex. El hombre vio que habia captado su atencion y prosiguio su discurso de valores. --Se ve una chica juiciosa. Escocia esta llena de muchos jovenes solteros en los que puede fijarse. --Contuvo todo el aire y quiso cerciorarse de que no podia estar viviendo ese instante. --?Y usted asegura que hablamos del mismo Duncan? --Solo verla, se que debe de ser mi sobrino.--Caris solto un bufido, la vida queria seguir lanzandole esas clases de sorpresas de una manera muy cruel. --!Tenia que ser McGregor!--ironizo--. Todos os creeis unicos en el mundo y no senor, usted y su maldita familia son unos simples mortales, a excepcion de sir Ewan. El hombre la miro horrorizado y se mantuvo en silencio, Caris creyo que la dejaria tranquila, le dio la espalda y se dispuso a mirar el paisaje entre las capas de nieves que dejaba a su paso y algun que otro espacio verdoso que le indicaba que la primavera no estaba cerca y en vez de ayudar a mejorar su estado de animo, lo empeoraba. Necesitaba poner en orden sus ideas para saber como enfrentarse a su hermano, pero no seria en ese momento, el hombre se levanto y la senalo. --No acepto que ofenda a mi familia.-- Caris, que llevaba horas soportando las ganas de gritar y lanzar cosas, tambien se levanto. --Su familia me importa un comino --grito--. Duncan es un hijo de puta que no respeta a ninguna mujer. --Mi sobrino no es capaz de faltar a una mujer, deje de estar persiguiendo a hombres comprometidos.--Caris abrio la boca sorprendida. --!Sera imbecil!--volvio a gritar, enfrentandose a un hombre del doble de su estatura. --Pero usted quien demonios es para insultarme --respondio el hombre con el ceno fruncido. Los gritos de ambos advirtieron a un vigilante del tren que paseaba de vagon a vagon y se apresuro para evitar un enfrentamiento mayor. --Les agradezco que detengan la discusion o me vere obligado a bajarlos en la siguiente estacion. --Disculpe-- dijo el hombre alterado--. La culpa la tiene la joven, si podemos llamarla asi, se ha atrevido a insultar a mi familia al no aceptar que mi sobrino mantenga una relacion estable. La rabia nublo la cabeza de Caris al escuchar al hombre sacar conclusiones. Su comportamiento llegaria a lo mas bajo y Duncan tomaria esa actitud como un despecho en toda regla, pero necesitaba desahogar su pena y que todos supieran que ella no era la tonta del bote que creian. --Es usted un canalla, al igual que su maldito sobrino, ese que llama honrado.--Escupio sus palabras llenas de resentimiento--. Soy Caris Cameron MacArthur.--El hombre abrio los ojos y su cara se enrojecio. --Ahora no soy la cualquiera que pensaba, tranquilo don honorable, me gusta ver en sus ojos terror. No sabe las ganas que tengo de darle un derechazo, pero ya me he rebajado suficiente con gentuza como usted y su sobrino. Puede decirle a ese mequetrefe que manana me reunire con un abogado y mas le vale que no saque ni un centimo de la cuenta que tenemos en comun y otra cosa, que pague la operacion de pechos a su abuela. --No permito que se meta con mi madre. Repuso el hombre acercandose con la amenaza reflejada en su cara. El vigilante, temiendose que podia escaparse la situacion de sus manos, hablo por radio y aferro su mano a la porra. Sin embargo, Caris no se amedrento. --Usted va a permitir que diga lo que me venga en gana, en la vida volvera a verme y juro que hare que la reputacion de su dichoso sobrino caiga por los suelos, empezando justo ahora. Sabia que los chismes corrian como el agua y que su hermano Charles se enteraria y le reprocharia por haberse rebajado a ese nivel, pero sintio la necesidad de terminar con broche de oro su lamentable espectaculo, miro a la gente que estaba sentada y con valentia se dirigio a ellos.

  • Todas mis estrellas de Diana Boswell

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    Cuando Aden y Darya cruzaron sus miradas, ninguno de los dos pudo imaginar que un lazo invisible uniria sus corazones para siempre en una historia de amor inolvidable.
    Aden es un hombre hecho a si mismo, atormentado por todos los secretos que guarda. Ha sacrificado tanto de si mismo que esta convencido que sonar con un futuro que escoja es sonar un imposible.
    Darya es una muchacha que puede ver el interior del alma de las personas, y la de Aden esta marcada por las cicatrices. Su unico impulso es entenderle, arreglarlo. Sobrepasar sus barreras para ayudarle. Para salvarlo.
    Asi es como le demuestra que si tiene un futuro, una luz: ella.

  • Vacaciones en el infierno de Catherine Rosell

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    Evan, un policia experimentado, despierta de un terrible sueno solo para enterarse del regreso de su Nemesis.
    El Agape, un despiadado asesino que reaparece 20 anos despues, complicara aun mas su vida.
    La oscuridad aparecio de nuevo en las calles de Ravenville y la lucha sera dura para todos.

  • Cartas desde la prision de Nelson Mandela

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  • La llamada de la tribu de Mario Vargas Llosa

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  • Tu te lo buscaste! 2 de Emma Green

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    Valentine Seguramente tengo la autoestima muy alta (o al menos pienso que mi sistema reproductivo es muy inteligente) ya que llegue a pensar que la pildora del dia siguiente no funcionaria conmigo y que yo seria parte del 5 % de las mujeres con hormonas invencibles. Lastima. Pense que una diosa de la fertilidad se acoplaria bien con un vikingo sobrehumano con trenzas. A pesar de los problemas infinitos que pudieron haber sucedido con el, me habria gustado verme como Artemisa, con el cabello corto, mi aljaba, mis flechas y con un vientre grande, defendiendo la vida cueste lo que cueste; o quiza verme como Juno, con esos senos tan grandes que se salen de su toga romana, sola, dando a luz a un semi-dios, mientras su infiel Jupiter se divierte haciendo del cielo y de la tierra lo que le viene en gana. En una de mis crisis de necedad extrema, incluso busque cual es el nombre de la diosa fertil en la mitologia escandinava: Frigg. ?Suena hermoso, no? Es un nombre muy dulce, muy calido. No es para nada un nombre frigido. No, en verdad, la cultura nordica no esta hecha para mi. Seguire llamandome Valentine y guardare mis suenos de tener pequenos Nils en un rincon (bien escondido) dentro de mi cabeza, dentro del cajon que dice << deseos que nunca se deben saciar >>. Desde hace seis meses me alegro cada dia por no haber repetido la historia familiar; por no haberme embarazado del hombre equivocado, demasiado guapo para ser real, demasiado estupido para quedarse (y sobre todo demasiado extraordinario como para conformarse con una morenita con la que se acosto en la parte trasera de una pick-up en la selva de Madagascar). Seguramente, para Nils Eriksen, esa solo fue una noche como cualquier otra. La prueba de ello es que ya me reemplazo por una putita pelirroja de senos tan saludables que se desbordan y que son capaces de alimentar a una familia numerosa, incluso a pequenos vikingos hambrientos. Entre Nils y esa famosa Rita, las cosas pudieron no haber durado. Jamas debi haberme enterado de su relacion. Sin embargo, ella tenia que hacer un poco de teatro, sus caprichos de actriz joven y mostrar fotos un tanto escandalosas para que la gente hablara de ella. Y, por consiguiente, de el. Una de esas fotos llamo mi atencion, una bella manana, por coincidencia, mientras yo hojeaba con verguenza una revista de espectaculos en la sala de espera del dentista. Cuando el doctor Wong me llama, justo estoy leyendo la nota de una maldita foto: La monumental Rita Shank no le teme a nada... ni siquiera a los resfriados. Estas lineas estaban escritas debajo de un cliche donde la actriz baja de un automovil y donde se veia que al parecer habia olvidado ponerse pantaletas. Cuando el doctor Wong repite: << ?Valentine Laine? >> con un tono interrogativo y un poco impaciente, acepto quitar los ojos de la revista barata y cruzo la mirada con el unico paciente que esta en la sala. Se trata de una persona de sexo masculino y de edad avanzada que levanta las manos para convencer al dentista de que el no se llama Valentine. Yo, muy amablemente, dejo que aquel viejo inocente pase antes que yo a la silla de tortura para asi poder terminar mi lectura. El articulo dedicado a Nils y a Rita no pasa de las seis lineas y termina con esta frase: << Aparentemente, este guapo rubio de porte sueco, que le abre la puerta, esta acostumbrado a las corrientes de aire fuertes. !No parece tenerles miedo! >> !Es noruego, bola de idiotas! No, no le tiene miedo a nada. Y, efectivamente, puede darle calor a quien sea... Cierro secamente la revista, como si el golpe de las paginas pudiera convertirse en una bofetada directa, de mi parte, sobre la mejilla de Rita Shank. Despues espero nerviosa mi turno, mientras pienso que voy a llegar tarde a la oficina; que no debi haber dejado pasar antes que yo al << Senor Valentine >>; y que incluso la sensacion de la fresa de acero en mis dientes sera una tortura insignificante comparada con esta maldita foto que se quedo grabada en mi mente. La imagen de Nils con su traje gris obscuro; Nils con su cuerpo de gladiador; Nils y su cabello rubio casi blanco, que le ha crecido desde la ultima vez que lo vi; Nils y su mano inmensa abierta hacia arriba, tomando elegantemente los dedos barnizados de Rita; Nils con sus hermosos ojos grises entrecerrados, quiza porque admiran el espectaculo de la actriz exhibicionista, o quiza porque les molesta el flash del fotografo. El zumbido metalico que se escucha del otro lado de la pared me pone un poco mas tensa y mi interior sadico se divierte torturandome una vez mas, al revelarme los recuerdos invisibles sobre la foto: los sublimes tatuajes tribales que danzan en sus grandes hombros; el contraste de los dibujos negros y misteriosos sobre su piel blanca, casi angelical; su cabello largo y sedoso de aquel entonces, que se escurria entre mis dedos; la fuerza delicada de sus mano, siempre suaves y viriles, sobre mi cuerpo; la marca de mi mordida de placer en la palma de su mano, prueba de nuestra noche ardiente que seguramente ya se le borro. ?Por que estas imagenes me atormentan aun? ?Por que todas mis sensaciones parecen estar muertas despues de todas las que el me provoco? !Dr. Wong, venga a buscarme! !Y provoqueme dolor, por favor, para que pueda olvidarlo! *** Despues de una limpieza bucal indolora (y completamente incapaz de completar su << mision de sensaciones >>), llego justo a tiempo a la torre Cox a la reunion de las diez de la manana. Me dirijo directamente hacia la pieza principal, con mi saco y mi bolso todavia sobre los hombros. - ?Te tomaste la manana? - me pregunta mi padre que ya esta sentado a la cabeza de la gran mesa en forma de U, con Lana a su lado-. No se si este comentario es una broma tonta de oficina, una tentativa de complicidad entre padre e hija, o solo una de sus observaciones de control freak adicto al trabajo que nunca pensaria en comenzar su jornada laboral despues de las siete y media de la manana. - Gracias por preocuparte por mis horarios, Darren - contesto completamente seria -. La proxima vez te pedire un permiso para ausentarme antes de hacer cita para mi Papanicolaou anual. Tranquilo, no hay nada que temer. No hay descendencia a la vista. No tendras que agregar a otro hijo no deseado en tu testamento. A menos de que alguien mas quiera darte ese regalo voluntariamente... Sin que yo tenga siquiera que mirarla, Lana (que es el brazo derecho de mi padre y su amante favorita) se sonroja y esconde la cara entre los documentos que tiene cerca. Parece que no se da cuenta de que esta mirando un monton de hojas escritas al reves y que evidentemente olvido voltear antes de intentar guardar la compostura. Mi padre se conforma con aclararse la garganta, ajustarse el nudo de la corbata que estaba perfectamente bien colocado y con sonreir falsamente a Faith y a Lewis que apenas acaban de llegar. Inmediatamente despues vienen Becca, Jeff y Rory, los tres jefes de servicio que faltaban. - Ya estamos todos. Podemos comenzar - anuncia rapidamente Darren para romper el silencio incomodo, mientras frota ruidosamente sus manos secas una contra otra-. Ignoro su tic de impaciencia y empiezo la reunion diciendo que nuestro nuevo servicio de trueque va a poder lanzarse en version beta. Evidentemente se espera que el servicio tenga exito e incluso que revolucione el mercado de ventas en linea. Exceptuando a mi padre, todos alrededor de la mesa muestran una sonrisa orgullosa, victoriosa... y cansada. Apenas han pasado seis meses desde que estamos llevando a cabo esta idea para ganarle terreno a nuestra competencia directa. Junto con Faith, mi nueva asistente, los equipos de innovacion y desarrollo, el personal creativo y los agentes de ventas, trabajamos sin descanso en esta carrera contrarreloj. En toda la historia del grupo Cox, nunca se habia pensado, concebido y producido un servicio en tan poco tiempo. Darren, al igual que cualquier gran directivo, deberia estar maravillado. Sin embargo, solo asiente con la cabeza, agitando su cabello blanco (que se deja un poco largo para verse joven). Sus pequenos ojos negros y serios no demuestran ningun tipo de expresion (pero traicionan mucho sus 64 anos). Hay cosas que ni siquiera una fortuna de diez billones de dolares puede pagar... Cansada de su indiferencia, le doy la palabra a Lewis Cole para los detalles tecnicos y, sobre todo, para las cifras que deberian interesar un poco mas al gran directivo Cox. Con su voz monocorde, Lewis me aburre mas rapido de lo que pense. Aprovecho esto para dejar que mi mente se distraiga discretamente. Mi cabeza se divierte resumiendo la situacion: yo, Valentine Laine, me acoste con el hombre que contrato mi padre para traerme sana y salva de un secuestro violento en Madagascar. Por cierto, lo contrato, no para proteger a su unica hija sino para asegurar el futuro de su grupo adorado. Esto podria ser un poco triste y, evidentemente patetico, pero, visto desde este angulo, la situacion casi me hace reir. El dinero del mismisimo Darren Cox pago mi noche de sexo demente a la luz de las estrellas. Es la primera vez que me dan ganas de decir sinceramente << !gracias, papa! >>. ?Y si hago que me secuestren de nuevo...? Pienso en esta idea tonta mientras garabateo sin pensar en la esquina de una hoja, hasta que me doy cuenta de que dibuje figuras misteriosas y tribales que rellene de color negro y que Faith intenta descifrar mientras mira sobre mi hombro. [Al menos finge que estas poniendo atencion a la reunion... !No como yo!] escribo con pequenas letras para que Faith lo lea, y despues agrego una carita que le guina el ojo. ?Como puedo perder todo mi prestigio profesional en menos de diez segundos por un maldito rubio colosal y tatuado que me olvido tan rapido como me sedujo? Yo deberia hacer lo mismo que el. Deberia borrarlo de mi memoria. De mi piel. Ya pasaron seis meses y estoy segura de que mi cerebro hizo mas bellos los recuerdos que tengo de esa noche. Que patetico. !Nils Eriksen, sal de este cuerpo! !Ahora mismo! Si no, regresa a quedarte dentro, suavemente, profunda y locamente, como bien sabes hacerlo... !No! !Alto! Cierro la boca que tenia estupidamente entreabierta, volteo mi hoja garabateada y vuelvo a tomar una postura mas pro, con los ojos fijos en el buen viejo Lewis Cole. Mientras recita sin ninguna modulacion todos esos datos, que sin embargo son interesantes, su camisa se tensa sobre su gran barriga y la tela se separa peligrosamente entre dos botones, justo a la altura del ombligo. No sabia que alguien podia estar tan velludo en esa zona. Por cierto, ?como era el vientre de Nils? Musculoso, si, pero ?imberbe o no? !Dijimos alto!

  • El Azul del Cielo de Georges Bataille

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    A pesar de la luminosidad del titulo, esta obra se inspira en la transgresion de una moral prudente, en una busqueda peligrosa: el aprendizaje de la muerte, la profundidad <> de ese cielo azul que nos atrae y repele al mismo tiempo. Londres, Paris, Barcelona, dibujan una topografia de la perdicion, un marco en el cual Troppmann, a traves de borracheras, noches en blanco y extranas celebraciones, se va acercando hacia esa nueva forma de pureza, la comunion con la muerte gracias al descubrimiento iluminador de lo sordido.

  • Amar una sola vez (El corazon de un libertino 2) de Kathia Iblis

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    Llega la segunda entrega de <>. Una historia ambientada en inglaterra de la epoca victoriana que comenzo con Un amor inesperado.

  • Carpe diem (Tu me ves 2) de Gemma Herrero Virto

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    El tranquilo pueblo de Rockport se despierta con la noticia de la desaparicion de uno de sus habitantes mas ancianos. Varias patrullas ciudadanas rastrean el pueblo en su busca, pero no consiguen encontrar una sola pista. Al amanecer de la manana siguiente, el cadaver mutilado y desangrado de un joven desconocido aparece en la playa. Comienza a extenderse el rumor de que no existe ser humano ni animal conocido que sea capaz de un ataque tan brutal.
    Mes tras mes, las desapariciones y asesinatos se siguen sucediendo, sin que la policia consiga ningun avance en sus investigaciones. En el pueblo se habla de asesinos en serie, trafico de organos y rituales satanicos, mientras la paranoia va extendiendose entre sus habitantes.
    John Campbell, antiguo investigador psiquico del Grupo Alpha de Boston, empieza a sospechar que algo sobrenatural se esconde tras esos hechos, por lo que acude a Aleister McNeal y Eloise Carter, los jovenes investigadores que terminaron con la maldicion de la casa Cavendish.
    ?Conseguiran descubrir que peligro acecha a los habitantes de Rockport?

  • La aventura de tu cerebro de Maria Jose Mas Salguero

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    Ya conoces el final de esta historia: el final eres tu. Un resultado unico e irrepetible entre los millones de variantes posibles, una casualidad extraordinaria. Desde aquella celula inicial formada por los gametos de tus padres, son muchos los acontecimientos biologicos y biograficos que te han convertido en el adulto que eres ahora. Este largo proceso se
    conoce como “neurodesarrollo”, y en este libro se desgranan sus claves.
    Dirigido a todos los publicos, se explican los conocimientos actuales de esta ciencia, ilustrados con historias reales que nos permiten entender los procesos por los que pasa el cerebro desde que se forma durante la gestacion hasta que adquiere su plena madurez.
    Descubriremos como crece y se capacita para regular el movimiento corporal, dominar el lenguaje, aprender su entorno, y concretar con su progreso la identidad personal de cada uno de nosotros. Un libro que nos ayuda a conocer mejor el desarrollo del nino, y facilita a los padres, docentes y profesionales dela salud su acompanamiento a traves de este maravilloso recorrido que lo convertira en un adulto independiente.

  • Cual es tu historia de Ana Paula Benitez

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    Al desnudo, esta historia comenzo asi. Desperte aquella manana con casi la mitad del cuerpo sobre el escritorio. Me habia quedado escribiendo hasta muy tarde y, como siempre, me habia dormido frente a la laptop. Mire la pantalla por un momento y note que al menos no habia arruinado la escritura. Si habia babeado el escritorio de manera descomunal… Buen trabajo. Mire hacia la ventana y la luz del sol me cego por unos segundos. Me cubri los ojos con una mano y me apoye en el escritorio con la otra. Me levante y camine lentamente hacia la ventana. Sin antes bostezar y estirarme, corri las cortinas blancas y abri un poco la ventana para que el viento de la manana refrescara la habitacion. Me voltee y camine hacia la cocina con la idea de prepararme un cafe, pero no pude ni siquiera completar medio trayecto cuando fui atacada por una pieza de Lego. Si, leyeron bien. --!Ah! !Tony! !Deja de robar las cosas de los vecinos! --Con furia me dirigi hacia la cuna del gato y como de costumbre me encontre con nadie--. Desagradecido, te compro una cuna hermosa y sigues durmiendo en cualquier otro lado. !?Sabes cuanto cuesta una cuna como esa?! Calle al darme cuenta de lo inutil que era quejarme. Aun asi, se sentia muy bien. Escuche un estruendo en el patio trasero del edificio y al fin supe hacia donde debia gritar. Corri hacia la ventana y sali al balcon cargada de colera y autoridad. Asi es, soy duena de un gato y lo trato como tal... o algo asi. --!Tony! !Te voy a matar! Mire hacia el patio y note que el causante de tal estrepito no habia sido Tony. Despegue los labios para hablar, pero lo unico que salio fue un balbuceo bastante incoherente. --Hola. Al desnudo, asi comenzo. Un hombre de tez palida y ojos azules y profundos estaba parado detras de una reposera. Se veia muy nervioso y apresurado. Y lo unico que traia puesto era un reloj de oro. ?Quien era el? ?Por que estaba desnudo? ?Donde estaba Tony? Frunci el ceno y abri la boca de nuevo, pero segui sin hablar. --Tuve una mala noche --bromeo el--. ?Podrias ayudarme? --Am... --!Vivo en el noveno piso! --aclaro repentinamente--. No soy un extrano. Tu eres la duena del gato cleptomano, ?verdad? --S-Si. Mi Tony es popular entre los vecinos. --Entonces... ?me ayudas? --!E-Espera alli! Me voltee y corri hacia el dormitorio. Resbale con un calcetin y cai de espalda. Oh, bendita habitacion la cual no habia ordenado desde la ultima visita de mi madre... Tome una toalla y corri hacia el balcon de nuevo procurando no pisar otro calcetin asesino. Arroje la toalla por el balcon y le indique a mi desvestido vecino del noveno piso que esperara en la puerta. Me coloque las pantuflas y baje por el ascensor hasta la planta baja. Estaba nerviosa, avergonzada, como siempre cuando tenia que socializar con alguien. Abri la puerta y mi vecino entro con una sonrisa y una expresion de alivio en el rostro. --Gracias. --De nada. Hice una mueca nervuda con los labios y me mire los pies. --Necesitaria otro favor --mi vecino se rasco la nuca al hablar. Luego bufo, pero no dejo de sonreir ni por un segundo. --Claro. --?Me prestarias tu telefono? Necesito llamar al cerrajero para que abra la puerta, no tengo las llaves encima y, bueno... Hizo un ademan y al fin deje escapar una risilla. --No hay problema. Subimos por el ascensor en silencio, ni siquiera me atrevi a verlo. Escuche alguna que otra risa suelta en el aire por parte de el, pero no me atrevi a mirar ni una sola vez. !Adios, manana cuasi tranquila! --Soy Benjamin. --Cara. --?Cara? --Si. --Ya veo. Benjamin apreto los labios y contuvo la risa. Lo ignore por completo. Habia sido el centro de bromas en la escuela primaria y secundaria, ya estaba acostumbrada. Entramos al departamento y me dirigi a la mesa del comedor en busca del telefono celular. Escuche que la puerta de la entrada se cerro con suma delicadeza y supuse que aquel hombre envuelto en la toalla era bien educado. --Ten. --Le entregue el telefono y me aleje mientras el marcaba el numero--. Tony --murmure --. Tony, ?donde te metiste? Me incline un poco para mirar debajo de la mesa, pero no encontre nada. Junte el bloque y lo sacudi de arriba abajo por unos segundos, en silencio trate de especular donde podria estar husmeando mi felino amigo. --?Tony? --la voz de Benjamin me hizo voltear. --Mi gato --respondi mientras me sumergia en aquellos orbes llenos de curiosidad--. Sientate... donde quieras. Lo siento. Educacion Cara. Se educada tambien. --Estoy bien --contesto sin dejar de mirar los cuadros--. Bonita decoracion. --Gracias... --En especial las tazas sucias y los paquetes vacios en el escritorio --menciono y apunto el escritorio con el dedo indice. --Es mi zona de trabajo --trate de defender injustificable. --Oh, claro, necesitas ese paquete para... ?En que trabajas? --Con una ceja arqueada hacia arriba me miro. --Soy... escritora. --!?Escribes?! !Eso es fantastico! --?Eso es ironia? --pregunte con desconfianza. --?Que? !No! ?Por que haria algo como eso? Am... ?Porque la mayoria del tiempo las personas que conozco piensan que no es un trabajo real? ?Porque ni siquiera mi madre esta conforme con lo que hago? --No lo se --bufe y oculte la verdad en tres palabras. Note un brillo especial en los ojos de Benjamin. Aquel hombre con clase paso a comportarse como un nino en cuestion de segundos. --?En serio crees que es fantastico? --!Por supuesto! --Benjamin alzo las manos en el aire y me miro como si fuera una ingenua--. Me encantan los libros --comento--. Quiero decir, los buenos libros --esclarecio--. Cuando era pequeno no tenia muchos amigos. --?En serio? Con esa increible apariencia era dificil de creer. Lindos ojos, lindos labios, lindos modales... --Oye --Benjamin murmuro ofendido--. Me enfermaba mucho, tenia un sistema inmunologico deplorable. --Alli iba el y sus complejas y elegantes palabras. Benjamin se rasco la nuca por unos segundos, suficientes como para permitirme memorizar los detalles de su sonrisa--. Leia muchos libros --conto el--, Julio Verne, Edgar Allan Poe, Mark Twain, ?los conoces? --No personalmente --bromee--. Pero si, los he leido. --Lo que hacen con las palabras --hablo inmerso en su mundo--. !Son artistas! ?No crees? -- Asenti con la cabeza y el me senalo--. Los escritores son artistas, nobles artistas que viven haciendo lo que aman y que no son tan valorados como deberian. --Supongo --murmure. No supe que decir, senti las mejillas calidas y me rasque la nariz para tratar de ocultar el notorio rubor que probablemente tenia en el rostro. --!Claro que si! --reafirmo--. Crean mundos, personas, historias... --Benjamin miro el escritorio--. Pero tu casa es un desastre, si me permites decir. Benjamin tenia un modo bonito de insultar a las personas. Te ofendia, pero con cierto respeto que te provocaba mas frustracion que enojo. Benjamin se coloco las manos en la cintura, pero segundos despues cambio de postura y se puso en accion. Mi vecino tomo algunas tazas de sopa instantanea sin esperar un segundo mas y las tiro en el tacho de basura. Luego camino hacia el escritorio, arrugo los paquetes vacios e hizo lo mismo que antes. Yo solo admire la espalda de Benjamin en silencio por unos segundos. --Oye, no hagas eso. Excelente reaccion, Cara, verdaderamente apresurada y certera. --?Acaso los necesitabas? --pregunto con ironia. --N-No, pero... --?Pero...? --Es mi casa. --Y se nota --bromeo Benjamin. --!Oye! --No creo que sea una buena idea tener tantas cosas tiradas, al menos que estes construyendo una granja de cucarachas en tu propia sala. --Tal vez lo este haciendo. --?Si? --Son populares en los paises asiaticos. Benjamin dejo escapar una risilla y miro el polvo de los estantes con cierto pudor. --Oh, ya entiendo --susurre. --?Que tienes un gran problema? --No --respondi--, eres un obsesivo compulsivo por la limpieza. Benjamin me miro con la boca abierta y sonrojado, aun mas sonrojado que yo. !Touche! --!El cerrajero! --cante con felicidad al oir el timbre del departamento. Ignore los reproches de Benjamin y atendi al cerrajero con una sonrisa de oreja a oreja. Cuando al fin el cerrajero pudo abrir la puerta, Benjamin me agradecio una vez mas y se despidio. Y asi, la tortura comenzo. 1 Drama innecesario ?Por que tortura? Porque al dia siguiente de aquel encuentro no tan maravilloso decidi salir al mundo por uno de los objetos mas preciados por el ser humano y al volver a mi dulce hogar me encontre con que Benjamin estaba esperando frente a la puerta. --Es un chiste --dije con la bolsa de arena para gato aun en brazos. --No --respondio con seguridad--. No puedo dejar que esa cosa nos consuma a todos. --?Cosa? --Solo abre. --De acuerdo. --?Y tu gato? --Todavia no volvio. --Tal vez este muerto debajo de toda esa basura. --!No bromees con eso! --No era una broma. Tony no estaba muerto. Volvio horas despues con la ropa interior de la vecina del quinto piso. Un gato cleptomano y un vecino obsesivo compulsivo, fantastico. --Tu casa no se ve tan mal cuando esta limpia. --Benjamin dejo la escoba por un momento y suspiro cansado. --Tienes razon. Mire a Benjamin y comence a reir sin poder evitarlo. El me miro con cierta incredulidad y curiosidad. --Esperaba un agradecimiento. --!Lo siento! Me cubri el rostro para que no me viera reir. Benjamin se veia muy gracioso con el delantal puesto, y los guantes, y el panuelo en la cabeza, y las mejillas rosadas de tanto trapear. Eso si, conste que yo no lo habia obligado a nada. El se ofrecio solo. Bueno, “ofrecer”, mas bien, se metio en mi departamento y lo considero parte de su habitad natural, pulcro y refinado. --Grosera. Me compuse segundos despues y lo mire con cierta pena, pero me di cuenta que el solo estaba bromeando. Benjamin sonrio un poco y se saco el panuelo de la cabeza. Se sento en el sofa y Tony se acerco a el. --?Tienes agua al menos? --Si. Fui a la heladera a buscar la botella y el aprovecho la oportunidad para mirar mi trabajo en la laptop. Ignoro el interrogatorio realizado por los maullidos extranos de Tony, se saco los guantes y enseno el reloj de oro. Se sento en la silla del escritorio y en silencio leyo algunas oraciones. Observe como los labios de Bejamin se movian mientras el pronunciaba de manera inaudible cada palabra. Note que reaccionaba con cada palabra, que las sentia, y que sus ojos brillaban con cada uno de esos sentimientos. Trague saliva al ver que estaba sucediendo. Me estaba enamorando. --Escribes muy bien. --Supongo. --Algo detallista. --?Lo crees? --Si, es como si observaras demasiado las cosas. --Mi madre siempre dice eso --comente mientras dejaba un vaso de agua fresca en el escritorio--. Que observo mucho, que pienso mucho. --?Lo haces? --Eso creo. --?Tienes portavaso? Tome un papel lleno de garabatos y se lo di. Benjamin tomo el papel y bufo por la nariz. Mi vecino del noveno piso bebio un poco de agua y dejo el vaso encima del papel. --Di algo de mi. --?Sobre ti? Aquella pregunta me tomo por sorpresa. --Si, algo. Note que los labios de Benjamin estaban humedecidos por el agua y sonrei un poco. Entrecerre los ojos y mire hacia la ventana, luego volvi a mirar a Benjamin y deje escapar aire por la boca. --Cuanta concentracion --bromeo el. Benjamin sonrio un poco y el foco imaginario se encendio encima de mi. --?Que tal tu sonrisa? --?Mi sonrisa? Benjamin amplio mas aquella mueca de felicidad cuando escucho mis palabras. --Si... por ejemplo, cuando te ries, tus labios se estiran junto con tus fosas nasales --le explique. El se toco la nariz, curioso--. Tienen una perfecta armonia, y se hacen unas pequenas muecas en los costados, como unos hoyuelos casi perfectos... casi. --Arrugas, malo para mi edad. Rei un poco y negue con la cabeza. --Pero cuando sonries con tranquilidad no se notan las muecas y los labios se vuelven mas finos y delicados, como si supieran que era el momento perfecto para moverse de aquella manera. --Por algun motivo habia bajado el tono de voz al hablar. Note que me habia inclinado para verlo mejor y que estaba demasiado cerca de el--. !Sin mencionar que parecen bien cuidados! --Me separe casi un metro de el. Lo se, a veces exagero demasiado--. ?Usas manteca de cacao? --Solo en invierno --dijo con una sonrisa burlona. --Y esa sonrisa burlona de costado es muy diferente a la ganadora o a la nerviosa. --?Existen mas sonrisas? --Si --respondi. Hice un ademan para que se moviera. Benjamin se levanto de la silla y se paro al lado del escritorio. Yo me sente en la silla y respire hondo para tratar de concentrarme y volver al trabajo. --Eres muy buena --murmuro Benjamin--. Pero no sabes nada de los detalles del hogar. Puse los ojos en blanco y deje escapar un quejido. Quise enojarme, quise sentirme ofendida. Pero no pude hacerlo ni un poquito. Tampoco pude evitar enamorarme de el. Aprendi cada detalle de el como si fuesen parte de una pintura. Desde el lunar debajo de su barbilla hasta la profundidad de su voz. El dia que nos conocimos, el habia salido con una chica por segunda vez. Una chica a la que jamas habia llamado de nuevo, a la que creyo jamas haberla visto o invitado a una cena y con la que aprendio una gran leccion. La dulce venganza de una mujer resentida. La mujer lo dejo en un cuarto de hotel, desnudo, atado a la cama y solo con el reloj para que se preparara cuando la mucama entrara y lo viera alli con una camara a un lado, una nota, y una foto de el desnudo. Rei lo suficiente como para que el tambien se riera de la desgracia que le habia pasado. Odie eso, odie caerle tan bien. Odie aquella sonrisa y aquellos gestos. Y los ame, ame todo de el. Odie que me abrazara cada vez que queria y que se parara tan cerca para leer la pantalla. Odie que me ayudara a escribir porque me resultaba cada vez mas dificil ser independiente. Depender de alguien de aquella manera... pateticamente romantico. Y ame los abrazos, calidos y llenos de afecto. Ame los juegos y las palabras aburridas que salian de su boca. Ame el orgullo que le salia por los poros cada vez que hablaba del trabajo, de alguna mujer o de un buen dia. Ame cuando bromeaba con sinonimos absurdos e inexistentes. Ame aquella sonrisa variante, aquellos ojos brillantes y aquella actitud deslumbrante. Amar y odiar al mismo tiempo las mismas cosas solo me hacian sentir confundida y nerviosa. Era una tortura eterna. Una tortura que yo misma cree.

  • La cabeza decapitada de Cecilia Magana

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    Habian pasado Marcelino pan y vino unos dias antes. Esa si la vi completa, pero la biografia de Benito no. Creo que me quede en la parte cuando entra al seminario. Supongo que de ahi vino la confusion; en la cabeza de un nino las cosas tienen sentido de una manera distinta. Para nosotros se trataba de la imagen de un santo: san Benito. <>, dije, pensando en una estampita que tenia mi abuela, en la que aparecia san Pablo despues de que lo decapitaran: los ojos borrados y un circulo amarillo alrededor de las canas. Aidee me miraba con la boca abierta, sacando el aire por el espacio entre la lengua y los dientes, inclinados hacia fuera como si tambien ellos quisieran escaparsele de las encias. Me gustaba Aidee, aunque caminara torcida hacia delante, y lo poco que dijera pareciera venir de un lugar por debajo de su garganta cargada de flemas. A pesar de que mi hermano insistiera en que era mi novia: <>. Benito nos miraba fijamente desde su fondo naranja, con el pelo muy peinado. Lo habiamos descubierto gracias a Aidee. Cuando subimos a la azotea de mi edificio, el Guadalupe Victoria, senalo el cuadrado blanco rodeado de mugre en el cuarto piso y dijo: <>. A mi me urgia esconder el trapeador que le habiamos robado a Evelia en alguna de las jaulas y crei que hablaba de ella. <>, conteste, nervioso. No fuera a ser que la conserje terminara de barrer el patio y se diera cuenta de lo que le faltaba mientras nosotros seguiamos arriba. <>, insistio Aidee. Abri la puerta de metal y corri a encerrar el mechudo, agitando su melena. <>, le dije corriendo el cerrojo que nadie usaba. Pero mi complice seguia en el pasillo preguntando casi a gritos: <>. Asi que nos perdimos del espectaculo de Evelia y terminamos frente al retrato en su torre de departamentos. <>, pregunto. No supe que contestarle. Me acorde de lo que dijo mi abuela sobre san Antonio: como ella y sus hermanas le quitaban al nino Jesus para pedirle deseos y no se lo regresaban hasta que cumpliera. A lo mejor alguien habia robado el cuadro de mi edificio. En todo caso, si nadie lo habia regresado significaba que era malo para hacer favores. Decidimos revisar las otras tres torres, pero solo encontramos marcas de polvo sobre la pared: el santo de Aidee era unico. <>, escuche mi nombre estirandose por los barandales de cemento; era Evelia. Nos pegamos a la puerta del departamento ocho, haciendonos flaquitos para que el marco nos tapara. <>. Venia por las escaleras. Escuchamos el chicote de sus sandalias cada vez mas cerca. <>. Aprete la mano de Aidee y cerre lo ojos, imaginando al santo: <>. Ella repitio junto a mi, a su manera, y nos escuche diciendo: <>. Como si de verdad fueramos uno solo, nuestra voz rogo: <>. El sonido de la ese parecia el de una serpiente que subia a cada paso de Evelia. <>. Y seguimos con la letania, quietos, hasta que oimos el derrapon de su chancla y despues los golpes, los quejidos suaves rodando hacia abajo. Aidee me solto. Senti la mano adolorida. Nos quedamos ahi, en silencio. Evelia se quejaba. La senora Munoz salio de su departamento y llamo a gritos a su marido. Dijeron algo asi como que el pie se le habia volteado. Seguimos acurrucados en la puerta del numero ocho hasta que la llevaron al hospital. El pasillo fue oscureciendo y al llegar la hora de que las luces se prendieran, el foco sobre nosotros zumbo sin encenderse. Abri la puerta despacio, casi sin hacer ruido. Tuve miedo de encontrarme a mama sentada en la sala: el telefono en la mano, llamando al portero del condominio. Pero solo estaba Josue, iluminado por las luces amarillas en la tele. <>, dijo sin soltar la palanca. <>. Giro la silla para verme. <>. Levanto las cejas, esperando que le respondiera. <>. Sonrio y regreso a cazar fantasmas que corrian de regreso a su base con los ojos muy abiertos. <>. No le conteste, no tenia ganas de discutir. Tampoco tenia hambre. <>, murmure, pero los fantasmas ya se habian recuperado y comenzaban a perseguir a Pac-man. En la cama estuve dando vueltas sin dejar de pensar en el santo. Habia sido efectivo, sin duda, pero el milagro que habia hecho estaba mal. Cada vez que cerraba los ojos lo veia, con su fondo naranja, como de fuego, y su cara de enojo. Sone al trapeador muerto de sed en la azotea y al pie de Evelia, torcido hacia arriba, llamandolo. Me desperto el ruido de la puerta cuando mama salio a trabajar. Me cubri con la sabana. Tal vez habia sido solo una casualidad y Benito Juarez no tuvo nada que ver con la caida de Evelia; esas cosas pasan. Mi abuela se resbalo alguna vez en el piso humedo a pesar de que traia zapatos de plastico. La unica manera de saber si el cuadro en el edificio de Aidee habia sido responsable del accidente era hacer una prueba. Aidee toco el timbre a las diez de la manana. Supe que era ella porque dejaba el dedo pegado al boton. Josue, reinstalandose frente a la tele, me grito: <>. No me habia atrevido a contarle lo de Benito. La voz ronca de Aidee atraveso la puerta preguntando, como todos los dias durante ese verano, si yo seguia de vacaciones. <>. Cerre la puerta de golpe para no escucharlo gritar silabas sueltas como tarado, imitando a mi amiga. En el patio tuve que explicarle varias veces a Aidee lo del experimento. Pense que se me quedaba viendo y soltaba la carcajada porque no tenia idea: que iba a saber de milagros, si no asistia a la escuela ni al catecismo. <>. Y ella se reia otra vez y jalaba mi brazo. El problema era que no se me ocurria nada que cumpliera los requisitos. ?Aventar al gato de la senora Munoz desde arriba y pedir que cayera parado? No. ?Revivir alguna de las plantas que tenia mama en su ventana? A lo mejor, aunque la resurreccion era mucho pedir. Aidee tiraba fuerte de mi, doblando las piernas como si estuviera a punto de hacerse pipi. Quise sacudirla y hablar como lo haria Josue: <>, pero no pude. Ella siguio risa y risa con esa lengua gorda, chorreante de saliva, que hizo una mancha redonda en el cuello de su blusa. <>... <>, repitio, abriendo la boca tan grande que pude verle hasta las muelas. Parecia tan tonta. Decidi no cerrar los ojos, sino fijar la vista en la mirada oscura de Benito Juarez. No tenia tiempo para explicarle. Solo le pedi que repitiera conmigo: <>, que rogara como cuando lo de Evelia. Empezamos en voz baja, siguiendo el ritmo de nuestras palabras con las manos: <>, subiendo de volumen hasta decirlo fuerte, fuerte como un martillo: <>. La senora Munoz abrio la puerta de su departamento y se asomo chitando: <>. Y entonces Aidee hablo a mi lado, pronunciando cada palabra: <>. La senora Munoz se quedo parada sobre su tapete de bienvenida, sin decir nada, mientras Aidee y yo pasamos junto a ella: yo con la impresion de que los escalones del edificio tenian un color distinto; Aidee saltandolos de a dos en dos. No me solto de la mano hasta que llegamos a la planta baja y su cuerpo se torcio de nuevo hacia delante. A veces todavia sueno con la cabeza de Benito sobre sus hombros.

  • Asi es como la conoci de Luciana V. Suarez

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