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?Te gusta el postre? --pregunto acercandome demasiado a ella. --Si...Ejem... --Disimula para separarse un poco de mi. El gesto me molesta, pero decido no darle importancia, hoy es mi noche. Es la gran noche. Agarro su silla y la arrastro hacia mi. El estridente ruido hace eco en el salon. La gente nos mira pero no me preocupa en absoluto. --Max...Nos esta mirando todo el mundo. --?Y que mas da? Pongo mi mano encima de su muslo, lo que hace que ella se sonroje de momento. --!Vamos Marian! ?Ahora te da verguenza? Aparta mi mano y me mira de malas formas por mi elevado tono de voz. --Max, no es el momento ni el lugar. !Por Dios comportate! Vuelvo a poner la mano encima de su muslo e igualmente se aparta disimuladamente. Es toda una actriz, y piensa que no me dado cuenta. Lo vuelvo a intentar. --!Para! --Me regana. --Eres una seca --digo amargamente. Coge su copa de champan y posa sus finos labios en ella. Bebe un pequeno sorbo sin apartar los ojos de mi. Me esta provocando, para nada... --Lo que se hace de rogar es lo mejor Max... --Y las cosas improvisadas algunas veces tambien. Cojo un poco de nata del postre y le doy un toquecito en la nariz manchandola. Se alarma, demasiado para mi gusto. --?!Pero que haces!? --Grita histerica dando un pequeno bote en la silla. Baja el tono y se sienta de nuevo al ver que todo el mundo la mira. --Tranquilizate Marian, que solo es nata...--Intento calmarla. --!Me has estropeado el maquillaje! !De verdad que no entiendo por que haces estas estupideces! Hace una mueca de disgusto con los labios y seguidamente fija sus ojos castanos en mi intensa-mente. --?Me compraste esa pulsera que vimos ayer? --pregunta coqueta. Suspiro y recuesto mi musculoso cuerpo en el respaldo de la silla. !La chaqueta me aprieta bastante! Tengo que dejar de hacer tanto ejercicio. !Mujeres! Siempre quieren regalos y de los caros. Saco la caja de terciopelo azul del bolsillo de mi chaqueta, en ella hay una fina pulsera de diamantes con forma ovalada, la pongo encima de la mesa, Marian la coge inmediata-mente y muestra su cara de satisfaccion. --Me ha costado una fortuna. --!Oh vamos Max! Tienes dinero de sobra --dice sin importancia y sin mirarme, esta completamente perdida en la pulsera. Se la pone encima de la mano y asiente alegre --, he visto unos pendientes a juego, manana pasaremos para que me los compres. --Claro carino --suspiro agotado. Llamo al camarero y le pido la cuenta. Cuando llega como siempre, Marian la coge y le echa un vistazo sin preocupacion. Me pasa la factura a mi y sonrie. --Toma --dice extendiendo la factura --, vas a gastarte un poquito mas de tu fortuna. --No me molesta gastarme dinero en ti, creo que eso ya te lo he demostrado en varias ocasiones. --Hombre, que minimo. Yo tambien tengo que aguantar lo mio con tus cosas --dice con desprecio. Niego con la cabeza, no tiene remedio. Pago y salimos del restaurante. Antes de cruzar la calle hacia el coche, me reajusto mi chaqueta y cojo sus manos. --Marian... Se gira en sus tacones de diez centimetros y me echa como de costumbre el humo de su cigarrillo en la cara. Me molesta, pero no le doy importancia. Como siempre. Nunca le doy importancia. Me quedo embelesado con su bonita figura, esta demasiado delgada pero aun asi, me tiene completamente hechizado. --?Que pasa? ?Vamos a ir al local de Eduard? --Sabes que no es santo de mi devocion, pero si quieres ir, iremos. El local esta lleno de gente podrida de dinero, son todos unos estirados. No me gusta nada estar en ese ambiente, se me hace pesado y aburrido a la misma vez. Solo se acercan a ti por interes. --Aunque si lo piensas, podemos ir a cualquier otro sitio de copas. Por ejemplo donde vamos Bryan y yo. Pone cara de asco de inmediato. --!Por favor! Eso si que es cutre. Me gustan los gin tonics que ponen en el local de Eduard. Asiento de mala gana. En fin, no se puede luchar contra un imposible. --De acuerdo, iremos entonces. Se gira para ir de nuevo al coche y le cojo de la mano. Me mira sin entender nada. No se porque me cuesta tanto hablar, estoy un poco incomodo, nervioso, no se, todo a la misma vez. --?Que pasa? --Pues... --!Max! Arranca de una vez, ?nos vamos o que? --dice exasperada. Remango un poco mi pantalon y pongo mi rodilla en el suelo. Ella me mira con cara de horror. No se mueve, solo me mira. --?Que haces? --pregunta arrogante. --Marian, creo que ya es hora de que demos el paso. Me tienes completamente enamorado y... --!Por favor Max! --Dramatiza --?No se te ocurrira pedirme matrimonio aqui? ?En medio de la calle? !No seas tan miserable! --Pero... No me deja terminar de hablar, me interrumpe. --Ni peros ni nada. Me lo tendras que pedir ante mi familia, mis amigos y mas gente !ya se! Organizaremos una fiesta por todo lo alto este fin de semana... Se da la vuelta en direccion al coche hablando como un loro de la fiesta. --Llamaremos a un catering !el mas caro de todo Londres! Haremos una fiesta por todo lo alto y entonces, solo entonces, podras pedirme matrimonio. Ahora si, espero que adquieras una buena joya para mi precioso dedo porque si no... !te dejare plantado delante de todos! --Parece que lo dice de broma, pero se de sobra que seria capaz si no le llevo un anillo que la encandile. Por un momento pienso en que estoy haciendo el gilipollas en medio de la calle. La gente me mira, creo que con cara de pena, no es para menos. Se para en la puerta del coche y me mira, aun viendome que sigo con una rodilla en el suelo. --?Se puede saber que haces? !Vamos abre Max! No tengo todo el dia--chilla desde lejos. Pulso el boton para que el coche se abra y me levanto. --Ahora te has manchado el traje, vas a poner el coche perdido !si es que no haces nada bien! No digo ni una palabra mas. Me subo en el coche y me mira. --?Te pasa algo? --?Me deberia pasar algo? --pregunto con sorna. --Pues no, creo que no te he hecho nada asi que, ya puedes ir cambiando la cara !pareces enfadado! Suspiro fuertemente. --Siempre con los suspiritos, arranca ya !quiero mi copa! Por cierto... ?Te ha quedado claro como lo haremos? Hago lo que me dice y me dirijo hacia el club. --Si me ha quedado muy claro Marian. Fiesta a lo grande, catering, champan y pedida delante de trescientas personas. Me ha quedado clarisi-mo--ironizo. --!Asi me gusta! Que hagas las cosas bien de una vez por todas. Seis meses despues... Llego el gran dia… Ato la corbata, pongo los zapatos negros de charol hechos a medida en mis pies, porque claro hoy en dia no hay muchos numeros del cuarenta y ocho tan exquisitos como a mi me gustan. Cojo la chaqueta negra de pinguino y me la paso por los brazos hasta que la ajusto a la perfeccion en mi moldeado cuerpazo. Si, pensareis que soy un creido pero es la realidad. Mi cuerpo desarma a las nenas. Aunque la unica que me importa es a la que voy a esperar en el altar, Marian. Llevamos tres anos juntos y creo que ya ha llegado el momento de dar un importante paso en nuestras vidas y que mejor manera de hacerlo que candandonos. Toc, toc. --?Se puede? Aqui esta, otro monumento andante como yo. Mi fiel y unico amigo, Bryan. Y cuando digo unico es porque verdaderamente, lo es. No he conocido a un tio en todos estos anos como el y dudo que a estas alturas vaya a hacerlo. Siempre esta cuando se le necesita y aunque tiene sus cosas, es un hermano para mi. --Claro, pasa. Me mira de los pies a la cabeza. --Esto... ?Estas seguro de lo que vas a hacer? Arqueo una ceja y niego con la cabeza mientras me termino de atar el ultimo boton de la chaqueta. --?Eres tu el que me lo pregunta? Porque te recuerdo que tu, te casaste hace poco con Dona porcelana. Bryan suelta una estridente carcajada. Si, la llamo Dona porcelana porque me da la gana. La mujer de mi mejor amigo, Abigail, es repelente, maleducada y consentida. Es pronunciar su nombre y la expresion de mi cara es de asco, inevitable. --No se como has podido casarte con esa mujer... --La tuya no se queda atras...--Contraataca. Lo observo durante un segundo. --Lo siento. No queria recordarte cosas indebidas el dia de tu boda. Pero eso te pasa por tirarme de la lengua. Niego con la cabeza. --No lo sientas, puede que el idiota aqui sea yo. Pero me consuela saber que tu estaras conmigo. Me rio y el hace una mueca graciosa. --Abigail esta embarazada. Ahora si que mi cara es un poema. --?Como? --Pues eso, que esta embarazada. Inspecciono a mi amigo e intento descifrar la cara que tiene. --?Cual es el problema? ?Ambos lo buscabais no? Se limita a asentir. --?Entonces? --No se, Creo que ella no es feliz. --Quieres decir que ella no quiere ninos. Estoy seguro. No querra estropear su figura de Barbie. --Sabes lo que me ha costado convencerla. Al principio estaba muy reacia pero luego parecio aceptarlo sin mas. No se... --Mira que me extrana que esa mujer quiera a alguien mas que a si misma. Bryan entrecierra los ojos un poco. --?Quieres ir con un ojo morado el dia de tu boda? Ahora el que suelta una estridente carcajada soy yo. --No me pegarias por ella, lo se --afirmo chulesca-mente. --Llevas razon, no lo haria. Pero echa el freno un rato, la estas avasallando siempre. Niego con la cabeza. No sabe a quien tiene por mujer todavia. --?Quieres que te maquille un poco? --pregunta con sorna. --No gracias, yo no uso esas mierdas. Le devuelvo una sonrisa ironica. --Vamos deja de mirarte Max. !Vas a llegar mas tarde tu que la novia! --Bueno estaria bien que por una vez en la vida el novio llegue mas tarde, ?no crees? --Mi madre moriria de un infarto y te mataria antes. Asi que, mejor llega el primero. Giselle. Es la madre de Bryan y la mia en cierto modo. La madre que nunca tuve. --Tu familia es la unica que tengo en la boda. --Mi familia es tu familia desde hace mucho tiempo, no lo olvides. Asientos y mis ojos se entristecen un poco. No se porque motivo, llevo toda la vida luchando solo, excepto cuando Anthony, el padre de Bryan, me encontro. Pero aun asi, el dia de tu boda parece que necesitas a la familia mas que nunca. Doy gracias por tenerlos a ellos. --!Max vamonos! --Ya no me los esta insinuando, me lo esta exigiendo.
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