• acero y gloria libro - Alvaro van den Brule

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  • acero y gloria: las grandes batallas de los tercios españoles

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  • Acero y gloria - La Esfera de los Libros

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  • Libro: Acero y gloria - 9788491645948 - Van den Brule, Álvaro

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  • Ciencia - Crítica de Acero y gloria, de Álvaro van den Brule

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    24 jun 2019 — Ciencia - Crítica de Crítica de Acero y gloria, un libro que ofrece un recorrido por las grandes batallas de los Tercios españoles, ...

  • las grandes batallas de los tercios españoles - Popular Libros

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  • La herencia de Agneta de Corina Bomann

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    Una esplendida finca en el sur de Suecia se convierte en el escenario de los acontecimientos del vertiginoso siglo XX, protagonizados por varias mujeres de una misma familia.

  • Cara de pan de Sara Mesa

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    <> El encuentro se produce en un parque. Ella es Casi, una adolescente de <> catorce anos; el, el Viejo, tiene muchos mas.
    El primer contacto es casual, pero volveran a verse en mas ocasiones. Ella huye de las imposiciones de la escuela y tiene difi cultades para relacionarse. A el le gusta contemplar los pajaros y escuchar a Nina Simone, no trabaja y arrastra un pasado problematico.
    Estos dos personajes escurridizos y heridos estableceran una relacion impropia, intolerable, sospechosa, que provocara incomprension y rechazo y en la que no necesariamente coincide lo que sucede, lo que se cuenta que sucede y lo que se interpreta que sucede.
    Una historia elusiva, obsesiva, inquietante y hasta incomoda, pero al mismo tiempo extranamente magnetica, en la que palpitan el tabu, el miedo al salto al vacio de la vida adulta y la dificultad de ajustarse a las convenciones sociales… La ambiciosa carrera literaria de Sara Mesa da un nuevo paso adelante con esta novela sobre dos seres desarraigados cuyos destinos se entrecruzan en un parque, una defensa de la inadaptacion y la diferencia.

  • Empezando a sentir de Astrid Fiore

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    Cuando tu mejor amiga tiene una idea de lo mas loca ?Tu le seguirias lo corriente? Eso mismo hice yo y asi es como me di cuenta de que mi organizada vida se iba al traste y lo peor de todo que lo estaba disfrutando…

  • Una app para estar juntos de Helena Moran-hayes

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    Ese dia decidi tomarmelo para mi. Tome mi silla de playa y meti en mi bolso una botella de agua, unas frutas, mi libro, un sueter y sali. El verano en North Berwick era particular como todo verano en el Reino Unido. El cielo estaba nublado, aunque de vez en vez se podian ver algunos rayos de sol que escapaban rebeldes reclamando que era verano y ellos tenian derecho a salir, a pesar de eso la temperatura estaba agradable. Me quedaban cuatro dias para ir a cumplir mi sueno. Empezaba mi master en restauracion de obras de arte en la Universidad de Dublin. Mi master que tanto me habia costado para que me aceptaran. Pero cuando entre lo hicieron, me ofrecieron una beca para la matricula y no habia nada en el mundo que me detuviera. Sentia que mi vida al fin tenia sentido. No solo cumplia mi sueno, sino que lo hacia con mis propias manos. Habia ahorrado por casi cuatro anos hasta el ultimo centavo y sobrevivido gracias a la caridad de Day-day. Mi amiga de la infancia, Daisy habia heredado un piso y me habia ofrecido mudarme con ella sin tener que pagarle, con la unica condicion de que por lo menos una vez a la semana le hiciera la deliciosa lasana de mi abuela, lo que me parecio un precio mas que justo. Cuatro anos despues, cada domingo las dos nos sentabamos en la mesa -a veces con acompanantes, a veces solas-, a disfrutar de la lasana. Busque un punto tranquilo de la playa, ese dia queria que fuese mio, el menos en el dia, en la noche saldria con mi mama y la tia Sage a comer y al otro dia me quedaban las despedidas. Una cena que me habia ofrecido mi mama con sus amigas de su club de lectura, lo que yo sabia se convertiria en la discusion monumental del ano con mi mama aun pidiendome que le explicara como era mas importante un master en restauracion, que casarme y tener familia, y con la tia Sage defendiendome y diciendole a mi mama que se buscara su vida y dejara de vivir a traves de la mia. A esas alturas, ya las discusiones me divertian, a diferencia de unos anos atras cuando acababa de recibir mi grado en Artes donde mi mama empezo su campana de "voy a morir sin ser abuela". Cabia acotar que mi mama solo tenia 55 anos. Pero luego de unos anos me habia reconciliado con su manera de pensar y hasta la entendia. Ella, hija unica de una hija unica, y con una hija unica, a mi mama le atormentaba la idea de quedarse sin familia y aun mas con su unica hija sin las mas minimas intenciones de formar una, es mas, de tener pareja… estable al menos. Desde hacia unos anos atras habia adoptado la estrategia de algunos hombres, mejor tener aventuras divertidas que una relacion estable con preocupaciones. Infidelidad, rutina, aburrimiento, tristezas… no, no, no. Eso no era para mi, lo mio era la libertad y mi unica preocupacion era ser contratada como restauradora en algun museo importante, en Edimburgo preferiblemente para no estar tan lejos de mi mama y dentro de todo, de la playa, asi fuese helada y gris. El olor a mar y la brisa me sabian a libertad sin contar con que a mi me gustaba mi pequena ciudad, ella me habia dado mi pequena familia, a mis amigos y muchas, pero muchas alegrias. Senti los rayos de sol rebelarse otra vez en contra de las nubes. Tome un sorbo de agua, saque una manzana y mi libro. Nada como una novela romantica para relajarse frente al mar. El sonido de mi telefono me saco de concentracion despues de no se cuantas paginas. Mire la pantalla. Sonrei. Mi madre. La pobre queria compartir conmigo cada segundo de mis ultimos dias en el pueblo, conmigo. *?Eli, donde estas? *Estoy en la playa ma, y antes de que me lo preguntes, si, tengo puesto un sueter, -no tenia por que explicarle que era un sueter ligero-, y tambien traje una manta. Escribiendo… Escribiendo… Escribiendo… Con mi mama era siempre igual, el movil podia senalarme por media hora que estaba escribiendo para luego contestarme con un monosilabo. Podia tomar una siesta, despertarme, ver la pantalla y me mostraria el mismo mensaje. *?Exactamente? Voila. No era un monosilabo, pero… *Al frente del restaurante de fish and ships del Sr. McKinean. Escribiendo… Escribiendo… Escribiendo… *Ok. Monosilabo. Rei. No iba a decir que iba a extranar los mensajes porque conociendola, los primeros dias me iba a escribir varias veces por dia. Mire a mi derecha. Un grupo de chicas y chicos jugaban voleibol a unos metros de distancia, tenian mantas en la arena con comidas y bebidas. Sus gritos y risas se escuchaban a los lejos como un susurro. De repente a mi izquierda vi un movimiento por el rabillo del ojo, alguien se acercaba. Baje mi mirada y me di cuenta de que un balon de futbol venia a toda velocidad en mi direccion. No me iba a pegar, pero estaba bastante cerca. Estire mi pierna y atraje el balon hacia mi, la figura de un hombre se hizo nitida. --Elina ?quien iba a creerlo? --su rostro era de sorpresa, incredulidad y picardia. Miro a sus espaldas como buscando a alguien, pero en dos segundos me miraba de nuevo y sonreia. La voz pertenecia a Tim Kerr, mi viejo amigo de la infancia, habiamos sido los mejores amigos toda la vida, pero por circunstancias que preferia olvidar, nos habiamos alejado, nos veiamos en las reuniones de amigos pero ya no eramos los amigos que fuimos hasta unos anos atras. A veces lo extranaba y lamentaba haberme alejado de el, Tim siempre andaba de buen humor y siempre fue un amigo leal. Su cabello rubio alborotado no habia cambiado en nada y su sonrisa divertida tampoco. --!Tim, que gusto verte! ?Aprovechando los pocos rayos de Sol? --hice el ademan de levantarme, pero el se acerco y me dio un beso en cada mejilla y un corto pero calido abrazo. Tuve la suerte de contar con unos amigos increibles, estudiamos juntos desde el preescolar hasta finalizar el bachillerato. En el ultimo ano en nuestro curso habia mas chicos que chicas y ellos nos cuidaban mejor que a sus hermanas, nunca nos faltaron el respeto y fuimos de los afortunados que no conociamos el acoso escolar, de hecho, eramos como una hermandad. Yo me aleje un poco cuando me fui a Edimburgo a estudiar, pero cuando visitaba a mi mama, aprovechabamos todo el tiempo posible para reunirnos y recordar viejos tiempos. --Cruzando los dedos para que este verano tenga mas dias como este --sonrio-- ?Y que haces aqui sola? Ven con nosotros, estamos celebrando el aniversario de mis padres y tenemos una barbacoa en la vieja posada Berwick y presiento que la vas a disfrutar. No es como las que haciamos en casa de Oliver pero creeme que te vas a divertir. ?Te acuerdas de las barbacoas en su casa? --Por supuesto que las recuerdo y su casa tambien --ambos reimos, la casa de Oliver era el centro de operaciones de nuestro curso cuando queriamos armar buenas fiestas porque sus padres siempre estaban viajando y porque la casa de 500m2 con la terraza gigante y la piscina, eran inolvidables--, pero me temo que tengo que rechazar tu oferta, hoy estoy tratando que sea un dia "Zen", dentro de cuatro dias me voy a Dublin y tendre pocos dias como este para disfrutar en paz. --Ya sabia lo de tu viaje, felicitaciones por ese master, por cierto --me respondio sincero y rio cuando vio mi ceno fruncido--, !Ah, querida Eli! Esto es un pueblo y tiene chismes de pueblo, aunque por todas las cosas que pasaron, nos hayamos alejado, no significa que no me interesa tu vida y no me alegre de tus triunfos. Suspire derrotada. No solo porque en North Berwick era imposible mantener un secreto, sino porque extranaba poder compartir mis logros con Tim y que no se tuviera que enterar por chismes de pueblo de mis cosas. --Te voy a dejar un rato sola pero no creas que voy a desistir, en poco tiempo te envio a la caballeria a buscarte. Solte una carcajada y mire detras de el, estaba segura de que con el estaban como minimo con Bob, ademas que donde hubiera alcohol y carne, Bob estaba presente. Rei. Recorde la ultima vez que Tim dijo que enviaria la caballeria y estuve una semana durmiendo solo dos horas, y bueno, a veces ni dormia. Su ultima "caballeria" me habia marcado de por vida. --No, no, no. Yo conozco sus planes y la ultima vez fue un desastre. --Eli, la ultima vez fue hace unos anos cuando regresaste de Edimburgo despues de graduarte y no digas que no fue la semana mas divertida de tu vida. Solte una carcajada. --Lo fue, por eso me da panico tu propuesta. Me quedo con los recuerdos de esos cuatro anos atras y con mi tarde tranquila de hoy. Unas voces se escucharon al fondo llamandolo. --Vete que tienes el juego detenido por estar tentandome. Tim empezo a correr hacia su grupo, se giro sin detenerse. --Disfruta el poco momento de paz que en un rato te llega la caballeria. --!Alejate mensajero del diablo! --le dije sonriendo. Hacia falta un milagro para que me sacaran de la comodidad de mi silla de playa y mi libro. Mire al mar. Luego mire como Tim se alejaba, mas para asegurarme de que se fuera y no volviera con sus ideas locas. Recorde la ultima vez que me habia amenazado con enviarme la caballeria. Cerre los ojos por unos segundos. Recorde ese verano. No lo iba a admitir, pero en realidad si fue una de las mejores semanas de vida. Ese verano la artilleria pesada de Tim llego con unos cabellos rojos alborotados, una sonrisa encantadora, los ojos azules mas hermosos del mundo, los brazos mas firmes de toda Escocia !Ah! Y los besos mas dulces de la isla. Evan Scott era el primo de Tim, par de anos mayor que nosotros que habia llegado ese verano a visitar a Tim porque siempre era el el que viajaba a Edimburgo. La situacion no fue muy diferente a esa tarde, solo que en ese momento, cuatro anos atras, yo estaba con Daisy y Megan poniendome al dia con los ultimos chismes del pueblo. Ese ano no habia podido verlas en Navidad porque estaba en finales, mi madre tuvo que ir a Edimburgo y ahi pasamos las dos juntas las fiestas. Asi que era mucho lo que tenian que contarme. Entre otras cosas que Megan estaba saliendo con Luca. --Imaginate --dijo Daisy en una carcajada--, despues de estudiar toda la vida con el tonto de Moretti, espero cuatro anos mas en darse cuenta de que le gustaba y empezar a salir con el. La dos nos volvimos a reir. --No tarde todos estos anos en darme cuenta, que iba a saber yo que Luca practicaria rugby y su trasero se iba desarrollar como la obra de arte que es ahora. Mas carcajadas. --Estas mas enamorada de su trasero que de el. --Pues si --se encogio de hombros y saco su movil--, por cierto, me dijo que le avisara donde ibamos a estar para acercarse, te quiere dar un abrazo Eli, no te ha podido ver desde que llegaste.--Y yo a el, en especial a su trasero. Daisy escupio la cerveza que se estaba tomando. --Su trasero es mio ?Ok? Tu abrazalo de la cintura para arriba. Megan le escribio mientras seguian las bromas sobre el trasero de Luca. En media hora, Luca, Oliver, Tim, Bob y Dylane estaban llegando con un par de chicas y un monumento de pelo rojo y ojos azules.

  • La Historia de Jameela (Hermanas Sfeir 2) de Bella Hayes

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    Jameela, de dieciseis anos, es obligada a tomar el lugar de su hermana Nahla, en el matrimonio de conveniencia que su padre habia pactado con un importante jeque arabe, cuarenta anos mayor que ellas. Durante anos, aun sabiendo que es imposible, ha sonado con convertirse en la esposa de Kazim, el hijo mayor del jeque, ahora debe casarse con el padre.
    Desde la sombra Kazim siempre ha tratado de cuidar a Jameela. Viudo y con un hijo pequeno, se apoya en ella para criarlo, sin saber que el amor pudiera estar tocando a su corazon, sin importarle las leyes y los prejuicios que trataran de separarlos.

  • Bitna bajo el cielo de Seul de Jean-marie Gustave Le Clezio

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    El Premio Nobel de Literatura sorprende y cautiva con una fabula urbana en el corazon de Seul.

  • B de bestias (Alfabeto del crimen 1) de Sue Grafton

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    La investigadora privada Kinsey Millhone tiene problemas para llegar a fin de mes el dia en que no tiene mas remedio que aceptar el rutinario encargo de buscar a la hermana de Mrs. Danziger, Elaine. Ahora bien, cuando llega al apartamento de esta y se encuentra con que lo ocupa otra enigmatica mujer, cuando Mrs. Danziger le pide de pronto que abandone el caso, cuando se entera de que, pocos dias antes de la desaparicion de Elaine, su vecina y companera de bridge ha sido brutalmente asesinada y su casa ha desaparecido bajo las llamas, cuando el sobrino drogadicto de esta sabe mas de lo que dice, cuando se producen misteriosos registros, extranas injerencias y, finalmente, otro asesinato, a la obstinada y meticulosa Kinsey Millhone el asunto le va pareciendo todo menos rutinario.

  • La luz entre los oceanos de M.l. Stedman

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    Una manana de abril de 1926, un bote encalla en la costa rocosa de una remota isla australiana. En su interior yacen un hombre muerto y un bebe que llora con desesperacion. A su encuentro salen Tom Sherbourne, el farero, y su joven esposa, Isabel. Se han instalado en la isla para dejar atras los horrores de la Primera Guerra Mundial, y lo unico que ensombrece su felicidad es la incapacidad de tener hijos. Ante la impresion que les causa un ser tan fragil e indefenso, Tom e Isabel deciden seguir el dictado de sus corazones y adoptar a la criatura, sin notificar el hallazgo a las autoridades.
    Un par de anos despues, cuando llega a su conocimiento que la madre de la nina esta viva y mantiene la esperanza de encontrar a su hija, las tensiones se desatan en la pareja. Isabel ya no concibe la vida sin la pequena Lucy, pero la decision que han de tomar y el sufrimiento de la madre biologica haran que los hechos se precipiten en una cadena de consecuencias imprevisibles.

  • El caso Emily Dumont de Dylan Martins

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    La hija de una adinerada familia parisina ha desaparecido. El inspector Cloutier, nuevo en el departamento, sera el encargado de llevar el caso junto a la subinspectora Bellamy, una mujer que, ademas de convertirse en su companera, sera tambien quien le demuestre que el amor siempre nos da una segunda oportunidad.
    La desaparicion de la joven y todo lo que provocara se convertira en una obsesion para ambos, uniendolos mas alla de una amistad laboral por un fin comun: encontrar a Emily y descubrir toda la verdad.

  • La tentacion de tu piel de Dina Reed

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    Aunque Kelly habia escuchado perfectamente las palabras del senor Sullivan, replico pestaneando muy deprisa: --?Ha dicho las Bermudas? El senor Sullivan asintio, se ajusto las gafas de pasta de carey y respondio con su seriedad y rigor habitual: --Llevas cuatro anos trabajando muy duro en esta compania y te mereces con creces el ascenso. Kelly agradecio el halago de su jefe con una sonrisa, mientras solo podia pensar en que no queria dejar Nueva York. Porque ?que iba a hacer ella sin los atascos de las mananas, los paseos por Central Park o las cenitas de los sabados con sus amigos en el Soho? Ella era una chica de ciudad, que vivia feliz en su pequeno apartamento, y que estaba muy a gusto trabajando como adjunta de direccion en una multinacional de los seguros. No le pedia nada mas a la vida... Preferia quedarse como estaba. Tranquila. Segura. Comoda. Ademas, ?que pintaba ella en las Bermudas? Ella no era de playa, ni de sol, ni de diversion, ni de nada de nada. Por no hablar de lo mas importante: el reto que suponia asumir la direccion de unas oficinas. Y no era que no creyera en ella misma, ni que pensara que no estaba preparada para el puesto, pero es que la alta direccion implicaba tanta responsabilidad y tanta exigencia que le estaba entrando un agobio tremendo. Porque ella solo queria estar en paz... Por eso, trago saliva y, con un nudo en el estomago, le confeso a su jefe: --Le agradezco la confianza, senor Sullivan, pero... El senor Sullivan la noto tan preocupada que en seguida le aclaro: --Vamos a cuidar hasta el ultimo detalle para que te sientas como en casa. El presidente de la compania posee una mansion en Tucker's Town, una de las zonas mas exclusivas de Bermudas, y la pone a tu disposicion para que te alojes en ella. Por el alquiler de tu apartamento no te preocupes, la compania correra con los gastos. --?Pero cuanto tiempo estaria fuera? --El tiempo que aguantes... --?Que? --Tu prueba, de momento la compania te ira pagando el alquiler, hasta que des el si definitivo. Y en cuanto a tus honorarios, los triplicaremos. Asi que, echa un vistazo al contrato, y ya solo queda que firmes y que manana mismo vueles para ese paraiso, en el que estamos convencidos de que cosecharas grandes exitos. El senor Sullivan le paso el contrato, que Kelly ojeo abrumada por la rapidez con la que estaba transcurriendo todo. Por eso, tras leerlo no le quedo mas remedio que decir: --Senor Sullivan, es un honor que la compania haya pensado en mi para el puesto, la propuesta no puede ser mas generosa; pero necesito tiempo... Kelly le devolvio el contrato, que el senor Sullivan guardo en la carpeta de firmas, luego le clavo la mirada y le pregunto con el ceno fruncido: --?Tiempo para que? Las buenas oportunidades hay que cazarlas al vuelo y esta lo es, senorita Taylor. Confia en mi. --Por supuesto que confio en usted. Y le estare eternamente agradecida por creer en mi cuando no tenia mas credenciales que unos anos de trabajo a tiempo parcial en una hamburgueseria. El senor Sullivan, un hombre de sesenta anos, pelo canoso, mirada franca, porte distinguido, semblante recio y maneras decididas, nego con la cabeza y preciso: --Cuando vi que ademas de tener un expediente excelente en Yale, sabias lo que era el trabajo duro: supe que estaba ante la candidata ideal. Y no me equivoque. Como ahora tampoco me equivoco al aconsejarte que aceptes el puesto. Tu etapa en las oficinas de Nueva York ha llegado a su fin... Y tu lo sabes. Tu talento esta pidiendo a gritos nuevos retos y esta es una gran oportunidad para crecer y potenciar tu curriculum. Kelly sabia que el senor Sullivan tenia razon, su punto de vista era el mas sensato y racional, pero su orden de prioridades era otro y asi se lo hizo saber: --Ya se que las cosas mas emocionantes suceden fuera de la zona de confort, pero es que yo me siento muy a gusto aqui. Y puedo asegurarle que en este momento de mi vida antepongo mi tranquilidad a todo. El dinero no es algo que me mueva, soy una chica de gustos sencillos. No me atraen los lujos ni las sofisticaciones, nunca he tenido el sueno de vivir en una mansion, ni tampoco aspiro a puestos de alta direccion. Yo aspiro a una vida como la que tengo, con mi trabajo que me gusta, con mi coqueto apartamento, mi familia, mis amigos, mi ciudad, mis aficiones... No quiero irme de Nueva York, senor Sullivan, ni dejar estas oficinas donde he encontrado a buenos amigos, ni renunciar a los almuerzos con mi familia cada domingo. Usted no sabe como es la tarta de queso con arandanos de mi madre... El senor Sullivan, a pesar de que era un hombre muy serio, se echo a reir, porque con Kelly era dificil no hacerlo. Era un encanto de chica, a la que apreciaba tanto que queria lo mejor para ella, por eso insistio: --Nueva York y todas sus maravillas siempre van a estar, senorita Taylor. Ademas, no te estamos ofreciendo un puesto en la otra punta del mundo. Las Bermudas estan a hora y pico de avion... --Ya, pero... --Y te recuerdo que yo no me jubilo hasta dentro de cinco anos --dijo el senor Sullivan con ironia. Pero Kelly, que estaba muy nerviosa, se lo tomo al pie de la letra: --!Por Dios, senor Sullivan, yo no quiero su puesto! El senor Sullivan se revolvio en el asiento y exclamo batiendo las manos: --!Pues muy mal hecho! !Deberias aspirar a el, porque tienes talento y formacion de sobra para hacerlo! !Y hacerlo mejor que yo, ademas! Pero de momento, yo tengo que seguir dando guerra... Y tu curtirte bien en ese maldito paraiso para prepararte a conciencia para dar el gran salto. El senor Pinkerton, tu predecesor, ha estado tres anos en el puesto y solo habla maravillas. Ahora se nos casa y ha pedido el traslado a Londres, de donde es su prometida. Asi que deja de rezongar y firma de una vez. !Cree y confia! !No hay otra! --No creo que se trate de una cuestion de confianza, sino que para mi es muy importante la familia, los amigos, trabajar en algo que me gusta... Y asi me siento segura. Ahora tengo una paz y un equilibrio que no quiero perder, senor Sullivan. Las aventuras y los retos estan muy bien, pero no se si tanto como la seguridad de tenerlo todo bajo control. Y yo ahora mismo tengo el control de mi vida... El senor Sullivan nego con la cabeza, se llevo la mano a la barbilla y le hablo como si lo hiciera con su propia hija: --Nunca se tienen las cosas bajo control, es una falsa percepcion, es un engano de la mente. Porque la vida es impredecible, lo unico que tenemos seguro es el cambio y es que, aunque nos resistamos, no van a dejar de pasarnos cosas. Y unas seran buenas, otras no tanto... Pero que mas da. Lo importante es la actitud con la que afrontamos las cosas. Y ese es el reto y eso es lo apasionante: enfrentarse al caos, a la incertidumbre, a los miedos y descubrir que puedes con eso y con mucho mas. Asi que no te conformes, senorita Taylor, nunca te conformes... Entiendo que tienes apegos, afectos, rutinas y... los exquisitos postres de tu madre, pero el mundo no se acaba ahi. Hay tantas cosas bonitas esperandote ahi fuera que seria una autentica pena que te las perdieras. Aparte de que te recuerdo que estudiaste bien duro, que te endeudaste hasta las cejas para estudiar en la mejor universidad, para tener el mejor de los futuros, para aprender, para crecer, para dar lo maximo de ti. ?Me equivoco? A Kelly las palabras del senor Sullivan, un hombre al que admiraba y respetaba como nadie, le estaban calando tan hondo que reconocio: --Mi familia es humilde, usted lo sabe. Mi padre es conserje y mi madre es limpiadora en un colegio. Por circunstancias de la vida no pudieron estudiar, pero se han matado para que mi hermana Elsa y yo podamos hacerlo. Y les estamos muy agradecidas por habernos permitido la oportunidad de tener una vida mejor... Y si, estudie muy duro, para tener un buen futuro... Quiero desarrollarme, crecer, dar lo mejor de mi... Pero... Kelly se callo porque no iba a contarle que desde hacia tres anos, cuando John la dejo, su orden de prioridades habia cambiado y ya solo queria estar tranquila y vivir sin sobresaltos. Y le dio mucha rabia y mucha pena, tanta que sus ojos se humedecieron, su gesto se tenso y el senor Sullivan tuvo que decirle para que se serenara: --Mi abuela solia decirme: "no hay pero que valga". Y no conozco mayor verdad. Olvidate de ese pero, y centrate en lo que quieres... ?Quieres desarrollarte, crecer y darlo todo? Kelly asintio, mordiendose los labios para no romper a llorar como una boba... --Por supuesto que quiero, senor Sullivan... Pero.... Kelly se mordio los labios otra vez, al tiempo que sentia una frustracion tremenda por tener siempre esa jodida palabra en los labios. No obstante, el senor Sullivan no dijo nada, tan solo se limito a tenderle su estilografica y asegurarle convencido: --Yo tambien tuve una epoca en que no podia parar de decir: "pero". Menos mal que una mujer muy sabia hizo que abriera los ojos... --Su abuela. --Exacto. Mi abuela Alana... Yo tenia el corazon roto, un mal de amores, que me dejo tan destrozado que llegue a creer que nada tenia sentido... Kelly alucino porque en la vida habria pensado que un hombre tan racional, tan logico y tan sensato como el senor Sullivan, hubiera sufrido hasta ese punto por amor... --Lo siento mucho, porque se lo que duele... --Duele tanto que parece que te arrancan la vida. Y yo perdi todo, la esperanza, la ilusion, las ganas, todo... Y eso que apenas acababa de terminar la carrera y se suponia que tenia un brillante porvenir. Trabajaba en un prestigioso bufete de abogados en Chicago, lo tenia todo para ser feliz. Pero perdi la ilusion de tal modo que cuando me salio una oferta de trabajo formidable en Nueva York, estuve a punto de rechazarla si no llega a ser por mi abuela, una irlandesa corajuda y luchadora que me obligo a que dejara Chicago... Y gracias a ella, no solo creci profesionalmente, sino que a los tres meses conoci, a Jane, mi esposa, el verdadero amor de mi vida, y la madre de mis tres maravillosos hijos... Kelly al escuchar el relato sincero y sentido de su jefe, no pudo evitar que dos lagrimones enormes recorrieran su rostro y sin pensarlo mas, agarro la estilografica y musito: --Yo tambien tuve una abuela irlandesa que, seguro que desde el cielo ahora mismo, me esta gritando que no sea tonta, y que firme de una maldita vez. El senor Sullivan asintio, sonrio emocionado y replico con absoluta seguridad: --Asi es. Kelly respiro hondo, se retiro las lagrimas del rostro con el dorso de la mano, estampo su firma en el contrato y luego susurro: --A las abuelas siempre hay que hacerlas caso... --Siempre. Y no me cabe duda de que la tuya tiene que estar orgullosisima de ti... Kelly sonrio agradecida y solo pudo susurrar muy emocionada: --Ojala, senor Sullivan, ojala...

  • Irresistible 1 de Robyn Hill

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    Aunque siempre me he sentido un privilegiado en la vida, el dia que aterrice en Las Vegas maldije mi mala suerte. Despues de dos meses en Nueva York, en un centro de desintoxicacion por consumo de cocaina, habia decidido trasladarme a la ciudad del pecado. Alli me aguardaba un productor musical con un contrato para cantar en un casino y publicar un disco. Estaba entusiasmado, deseando empezar cuanto antes. Por desgracia, todo eso se habia evaporado de repente, pero empezare por el principio. Para quienes no me conozcais, mi nombre es Eric Cassel, naci en Paris, tengo treinta anos y fui un jugador de futbol muy reconocido durante ocho anos, e incluso llegue a ser internacional en cien partidos. El futbol para mi no fue mas que un medio para lograr mi independencia economica, si, me gustaba, sin embargo, no era mi autentica pasion. Aquello que siempre me ha hecho sentir vivo es cantar. Desde pequeno me gustaba coger el mando a distancia del televisor e imaginar que cantaba como Frank Sinatra, mi idolo, frente a miles de personas. Pero casi sin darme cuenta, el futbol se cruzo en mi camino y devoro todo mi tiempo libre, aunque yo sabia dentro de mi que, tarde o temprano, acabaria cumpliendo mi destino. Cuando festejabamos en cualquier discoteca la consecucion de algun titulo con mi equipo, el Paris Saint Germain, me encantaba apoderarme del microfono y cantar <>. !Que bien lo pasaba! Magnifique! Aun asi, en aquellos tiempos cantar lo hacia solo de vez en cuando, por diversion. Una lesion me obligo a retirarme del futbol hace dos anos y, sin la necesidad de trabajar en la vida, el cine me pico la curiosidad, ya que siempre me habian ofrecido papeles para protagonizar peliculas debido a mi agraciado fisico y a mi fama. Fue una etapa muy divertida, pero cuando me llamaron de un festival de cine de Nueva York para ser jurado a ultima hora sustituyendo a un importante director frances, entendi que era una senal del destino. En cuanto pise la ciudad, me deje contagiar por la electrizante energia que desprende cada rincon y supe que habia llegado el momento de probar un nuevo desafio empezando de cero. La suerte quiso que despues de cantar, por casualidad, en un bar de moda de Manhattan, un productor se acercase para ofrecerme cantar en Las Vegas en un casino de su propiedad y, si triunfaba, publicar un disco. No me sorprendio que esto ocurriera en Estados Unidos, la tierra de las oportunidades, asi que le dije que si inmediatamente. Por desgracia, una noche loca que disfrutaba de la compania de dos amigas, me arrestaron en plena calle con dos gramos de cocaina. Despues de arduas negociaciones con la fiscalia, mis abogados lograron un excelente trato: una fuerte multa economica de cuatro ceros, dos meses en una clinica de desintoxicacion y continuar en posesion de mi visado de turista. Asi pues, en junio aterrizaba por primera vez en Las Vegas. Despues de registrarme en una suite en el MGM, alquile un Ferrari para acudir a la oficina del productor, en el centro comercial Fashion Show. Me encontraba entusiasmado, con mariposas en el estomago, imaginandome en un gran escenario ante miles de personas. En cuanto sali de las escaleras mecanicas, me quede con la boca abierta. Se habia formado un tumulto de gente, y de ahi, de repente, salieron dos policias escoltando a un hombre corpulento y calvo: el productor que habia conocido en Nueva York. Merde! Pregunte a una mujer y me comento que, al parecer, lo habian detenido por estafa. Toda mi ilusion se vino de abajo de pronto. Sintiendo una profunda decepcion, decidi pensar en mi siguiente paso mientras regresaba conduciendo por El Strip, la avenida principal de Las Vegas. Podia regresar a Paris, pero alli los medios me verian como el exfutbolista millonario que canta por capricho. Tambien podia permanecer en Las Vegas y encontrar un sitio donde cantar, si, seria divertido seguir los pasos de Frank Sinatra. Ademas, a cada paso me cruzaba con bellisimas mujeres buscando amour. Me resultaba imposible vivir tiempos prolongados sin la calidez y el aroma femenino. Conquistar a una mujer es un manantial de fuertes sensaciones, y algo a lo que nunca podria renunciar. Necesitaba el placer suculento de su piel, por eso queria estrenar cuanto antes la cama matrimonial con una noche eterna de lujuria y desenfreno. En cuanto llegue a la suite, encendi el televisor. Odio el silencio y siempre necesito bullicio a mi alrededor. Ordene que el servicio de habitaciones me trajera una botella de Dom Perignon, mi champana favorito, y la puse a enfriar en la nevera. En ese momento llamo mi madre al telefono del dormitorio. --?Cuando te vas a casar, Eric? --fue lo primero que dijo--. Quiero que me des nietos de una vez. Estoy cansada de esperar, no quiero morirme sin nietos. Suspire. Mi madre siempre con la misma cancion. Esposa, hijos, hogar... --Mama, acabo de llegar a Las Vegas. Aun no he encontrado a la mujer ideal, ya te lo he dicho --dije mientras me sentaba sobre la cama y me quitaba los zapatos. --!Ya no quiero que me presentes mas a tus novias! --dijo con enfado--. La proxima mujer que conozca sera mi futura nuera, que ya me queda poco para pasar a mejor vida. --Mama, que solo tienes sesenta anos... --dije negando con la cabeza. A mi madre le encantaba el drama. --Hijo, nunca se sabe. --Mama, te quiero muchisimo y te echo mucho de menos, pero primero he de encontrar a esa mujer que haga sonar mi corazon. Ahora tu eres la mujer mas importante de mi vida --dije con una sonrisa, sabiendo como agradarla. --Oh, callate --dijo mi madre riendo--. Siempre consigues que se pase mi enfado. --?Cuando vendras a visitarme? --En cuanto me tome unas vacaciones... --Deja el trabajo de una vez, yo te mantendre. Sabes que el dinero no es problema, mama. En ese momento llamaron a la puerta. Sin duda, seria room service con mi Dom Perignon. --Me gusta mi trabajo, Eric. En casa me aburriria, echaria de menos a mis pacientes. Ser enfermera es mi vocacion. --Esta bien, como quieras --dije sabiendo que seria imposible convencerla--. Te dejo, que llaman a la puerta. Luego hablamos. Un beso. --Un beso, hijo. Cuidate. *** Despues de almorzar en el hotel, decidi pasear por el casino del MGM. Mi plan era hablar con la gente y descubrir un bar donde pudiera cantar, aunque fuese en modo karaoke. Me era indiferente si me pagaban un salario o no, con acudir todas las noches y disponer de un publico entregado, me daba por satisfecho. Yo solo queria hacer aquello que de verdad me complacia. Muy cerca de la entrada me llamo la atencion la jaula de cristal habitada por leones reales. Los turistas se fotografiaban sin cesar; a todos les parecia divertido encontrarse animales salvajes al lado de las slot machines. Enfrente se situaba una pared con decenas de televisores y, en cada uno, se retransmitia un acontecimiento deportivo distinto. Los empleados atendian a los jugadores que formaban una fila india esperando con resignacion su turno para apostar. Rios de gente iban y venian en medio de luces y sonidos hipnoticos. Las mujeres me miraban sin disimulo, y yo les saludaba con un guino o un movimiento educado de cabeza. Oh, femmes... Estableci contacto visual con una bella camarera de ojos verdes, que se acerco cimbreando las caderas y bandeja en mano. --Hola, guapo, ?quieres algo para beber? --me pregunto con una sonrisa seductora. --Si, un kamikaze, por favor. Era mi coctel favorito para empezar las fiestas. Se trataba de una racion generosa de vodka, zumo de limon, jarabe natural y escarchado con azucar. Mmm... sensationnel. Pero no solo habia llamado a la atractiva para ordenar una bebida, si trabajaba en Las Vegas debia conocer bien la ciudad del pecado. --Me encantan tus ojos, ?como te llamas? --pregunte cogiendola de la mano y mirandola fijamente. Observe como sus pupilas se dilataban, lo que solo podia significar que le atraia. --Pamela --dijo inclinandose hacia mi. --Pamela --repeti lentamente su nombre--. Dime un bar donde pueda cantar y pasarlo bien. La camarera se quedo pensativa durante unos segundos mientras yo la desnudaba con la mirada. De su preciosa boca salio finalmente una direccion. --En Town Square hay un bar que se llama Yesterday. Una vez fui con mis amigos y pasamos una noche muy divertida con la musica de los noventa --dijo apoyando su mano sobre mi pecho. --Genial. Gracias, Pamela --dije mostrando mi mejor sonrisa. --No te vayas muy lejos, ahora te traigo tu bebida... Pamela me dio la espalda y observe de nuevo su sexy contoneo. Sus gluteos eran firmes y se movian con una gracia que embrujaba. Suspire de amor. Mi interes en Las Vegas no era precisamente el juego, pero pisar la ciudad y no apostar, era como ir a Paris y no visitar la Torre Eiffel. Me acerque a una mesa donde un grupo de gente enfervorizada jugaba a la ruleta. Pedi cambiar cien dolares en fichas, y fui dejando montoncitos sobre el tapete, algunos en la frontera entre dos numeros. Lo ideal hubiese sido entablar conversacion solo con mujeres, pero en ese momento me parecio que una pareja se lo estaba pasando de maravilla. Decidi acercarme primero a hablar con el hombre, ya que si abordaba primero a la mujer, como es logico, se hubiese creado una tension innecesaria. --?De donde sois? --pregunte al joven, cuya edad rondaria los veinticinco anos. --De California. ?Y tu? --De Paris. ?Has estado alguna vez? --No, pero a mi y a mi mujer nos encantaria --dijo y despues se giro hacia ella--. Carino, te presento a un frances. Ella me saludo con una bonita sonrisa. --Ella es Michelle, y yo soy Sam. --Yo me llamo Eric Cassel. Michelle era un bellezon con un cuerpo escultural. Me incline a Sam y le susurre: <>. Sam me tendio la mano para que chocara las palmas, lo que los americanos llaman high five. En ese momento regreso Pamela con mi coctel kamikaze. --?Donde estabas? Pense que te habia perdido --dijo poniendo una mano sobre su cadera, como si estuviera enfadada. Sin pensarmelo dos veces, le di un beso en la mejilla, lo que le causo extraneza al principio, pero despues le parecio un gesto divertido. --En Francia solemos dar un beso en la mejilla cuando acabamos de conocer a una mujer --dije para excusarme. --Me gusta el estilo frances --dijo Pamela sin dejar de mirarme mientras me deslizaba una nota en mi chaqueta. Seguramente su numero de telefono. --?Que bebida es esa? --pregunto Michelle. --Kamizake. Pamela, por favor, trae una ronda de kamikazes para mis nuevos amigos. Yo invito --dije. Sam y Michelle vitorearon mi generosidad. Ya habia empezado a granjear amistades a las pocas horas de llegar. La decepcion por el arresto del productor estaba mas que olvidaba. La vida sigue. --?Que os parece si despues nos vamos a un bar que me ha recomendado Pamela para cantar? --pregunte rodeando por los hombros al matrimonio. --!Si! !Me apetece cantar! !Sera genial! --exclamo Michelle pegando saltitos de ilusion. Al cabo de un rato, con el alcohol de los kamikazes fluyendo por nuestras venas nos apeamos del Ferrari en frente del Yesterday. Senti un cosquilleo en el estomago, como el que sufren los artistas antes de salir al escenario. Entre el primero y me quede unos segundos mirando el bar, procurando que todos reparasen en mi presencia. Era tambien otro truco del manual del seductor: hacerse notar, por eso habia decidido acudir con gente, para no entrar solo, lo cual me hubiera ocasionado la perdida de valor. El Yesterday era un bar no demasiado grande, con paredes decoradas con fotografias de los muchos clientes que lo habian visitado. La luz era calida y acogedora, y todos parecian disfrutar de un rato formidable. La barra se disponia en forma de u, y varios camareros se afanaban en preparar cocteles y servir nachos con queso. Al fondo, un pequeno y simple escenario para debutar en Las Vegas. No estaba mal. Michelle, Sam y yo nos sentamos en una mesa, y ordenamos las bebidas. Ellos, cervezas; yo, un Dirty Monkey, que consiste en vodka, licor de cafe, un poco de crema de whiskey, leche y platano. Enseguida pedi mi cancion: <>, del maestro Frank Sinatra. Michelle se decanto por <> de Natalie Imbruglia, y Sam decidio tomarselo con calma. Mientras llegaba nuestro turno les pregunte cuanto tiempo llevaban casados. --Un ano --dijo Sam mirando a su esposa. Michelle asintio con la cabeza. --Nos conocimos a traves de unos amigos. Fue un flechazo, en cuanto lo vi supe que era el hombre de mi vida. --Y yo la mujer de mi vida --dijo cogiendola de la mano. Se dieron un beso rapido y carinoso en los labios. De repente, me llamaron al escenario, me sentia pletorico de energia, como un nino el dia de Navidad. Sabia que los dejaria a todos asombrados con mi voz. Los primeros compases de la cancion empezaron a sonar mientras disfrutaba del escenario. Yo era el centro de atencion en ese momento y eso me encantaba. Ahora empezaba lo mas bonito, seducir al publico, amarlos y llevarlos a la cama... Mi voz empezo a llenar el bar a la vez que observaba la reaccion entusiasmada de todo el bar. A mitad de la cancion, salte del escenario a las mesas, me arrodille delante de un grupo de mujeres... Asi debia sentirse Frank Sinatra en sus inicios. Pero esto no fue lo mas increible, cuando termine la actuacion me despedi entre apasionados aplausos. En cuanto regrese a la mesa, un hombre bajito y rechoncho se me acerco y me dijo: --Me llamo Lou Wagner. Acabo de abrir un nuevo restaurante espectaculo, y quiero contrarte. ?Que me dices? Sonrei de oreja a oreja. Esto solo podia suceder en America.

  • Superinteligencia de Nick Bostrom

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    El cerebro humano tiene unas capacidades de las que carecen otros cerebros animales. Es debido a estas capacidades distintivas que nuestra especie ocupa una posicion dominante. Otros animales tienen musculos mas fuertes o garras mas afiladas, pero nosotros tenemos cerebros mas inteligentes. Si los cerebros artificiales llegaran algun dia a superar a los cerebros humanos en inteligencia general, entonces esta nueva inteligencia llegaria a ser muy poderosa.

  • El hijo del capitan de Nedim Gursel

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    Un viejo periodista, aquejado por la edad y los desenganos de la vida, rememora los acontecimientos decisivos que han marcado su existencia. Siguiendo los consejos de su hija, los recoge en su magnetofono. Sus recuerdos de infancia y adolescencia estan marcados por la ausencia de la madre, muerta cuando era nino; y por la tirania, y en ocasiones la brutalidad, del padre, un militar despotico que va a destacar por su crueldad en el golpe de Estado de 1960.
    Criado por su abuela paterna, pasara gran parte de sus anos escolares becado en el liceo de Galatasaray, donde los companeros, las bromas estudiantiles, y el despertar del amor y la sexualidad vuelven un poco menos penoso el regimen de internado. Los estudios posteriores en Paris seran una liberacion, pero Estambul seguira en sus recuerdos reclamando su vuelta.

  • Abigail de Lidia Castro Navas

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    ?Has sentido alguna vez una fuerte conexion con un desconocido? ?Una conexion que va mas alla de lo fisico y que el solo cruce de miradas te paraliza?

  • La accidentada boda de lord Mersett (Minstrel Valley 8) de Alexandra Black

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    Continua la rompedora serie de <>, creada por trece autoras de Selecta. Ambientada en la Inglaterra de la Regencia en un pequeno pueblo de Hertfordshire, descubriras una historia llena de amor, aventuras y pasion.

  • Un poco de odio de Joe Abercrombie

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    “Un poco de odio”, la esperada nueva novela de Joe Abercrombie, que da inicio a la trilogia “La era de la locura”, nos lleva de nuevo al mundo de “La Primera Ley”.

  • El amor te encuentra (Hermanas McVee 2) de Annabeth Berkley

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    Tess McVee resoplo cuando llego frente al hotel rural que su hermana le habia recomendado, en un pueblo perdido de la region vinicola de Georgia. Creia que no iba a llegar nunca. Se habia perdido dos veces intentando encontrar la carretera que le llevaria a Dahlonega y sentia un enfado tan grande que no se aguantaba ni ella. Quito la llave del coche y su cuerpo se estremecio por la baja temperatura. Hacia frio y solo queria meterse bajo la ducha para entrar en calor y librarse del cansancio de tantos kilometros en el cuerpo y mas de seis horas al volante. Intento calmar su frustracion como le habian aconsejado en la terapia para aprender a gestionar sus emociones de la que acababa de salir. Esperaba ver los resultados en breve. Respiro profundamente un par de veces y trato de comprender <>. ?Que querian decirle? Tess no encontraba otra explicacion: Que eso le pasaba por confiar en su hermana, resoplo de nuevo. Penso en Sharon. Siempre estaba sonriendo, siempre parecia feliz... y, por lo visto, para ella, tomarse un tiempo para replantearse la vida se reducia a aislarse de la civilizacion. ?Por que habia hecho caso a su sugerencia? Salio del coche dando un portazo. Se tenia que haber recluido en un resort de cinco estrellas en Hawai, penso. Alli no sabia si hubiera podido reflexionar mucho, pero hubiera contado con mas comodidades y el clima seguro que seria mas calido. Ya era tarde para eso. Murmuro entre dientes unos cuantos improperios malsonantes, maldiciendo la idea que habia tenido su hermana. Ahi estaba y ahi se iba a quedar hasta que supiera que hacer con su vida. No iba a volver a casa hasta que no tuviera una idea clara sobre hacia donde dirigir sus pasos. Bastante humillada se habia sentido ante su familia como para regresar igual de avergonzada que se habia ido. Saco su equipaje del maletero antes de dirigirse a la puerta. Era un pintoresco hotel de tres plantas pintado en color claro, rodeado por un pequeno jardin, vacio de flores, por la epoca en la que estaban. Supuso que no tardaria en llenarse de calabazas de Halloween, que se celebraria en un par de semanas. ?A quien le gustaba Halloween?, murmuro molesta. Volvio a resoplar. Asi, quejandose por todo, no podia seguir, se recrimino. Se obligo a dejar ir la frustracion y el enfado que sentia. Cogio aire con intencion de encontrar el lado positivo y disfrutar de su estancia, como sabia que tenia que hacer para empezar a sentirse mejor. La teoria del curso al que habia asistido se la sabia de memoria y parecia ser momento de aplicarla. Seguro que todo iria bien y una ducha caliente la estaba esperando para acabar de llevarse toda la decepcion y la apatia que sentia, se animo. El calor del acogedor hotel la abrazo nada mas entrar la puerta y Tess lo agradecio. Parecia que las cosas se arreglaban. Un pequeno recibidor le daba la bienvenida, aunque habia delante de ella media docena de personas de diferentes edades. Todos parecian estar esperando la llave y ninguno parecia tener prisa. Tess resoplo de nuevo, molesta. Miro hacia la sencilla recepcion. Un hombre con camisa vaquera parecia que estaba intentando organizarse revisando varios papeles de diferentes tamanos a la vez, mientras cogia las llaves de las habitaciones. Miro a su alrededor. Una pequena salita en color crema, con estampados florales en los sillones y una pequena mesa de madera de caoba, se abria a uno de los lados. Habia que reconocer que daba la sensacion de que el hotel era agradable, aunque la espera no lo resultara tanto. Cuando despues de un rato esperando, fue su turno, la poca paciencia que le quedaba y que, de por si, tenia, se habia agotado. --?Su nombre? --le pregunto sin mirarla el hombre que tenia sentado tras el desordenado mostrador. --Tess McVee --le respondio seria. Nathan Murray asintio buscando entre los papeles que habia sobre la mesa. La recepcionista se habia puesto de parto hacia dos dias, dos meses antes de lo esperado, sorprendiendoles a todos. No habian tenido tiempo de contratar a nadie ni formarlo para el puesto, asi que el habia asumido el cargo, suponiendo que no seria tan dificil. Y, probablemente no lo era, si no hubiera sido porque no le gustaban en absoluto las gestiones administrativas, y mucho menos las informaticas. Despues de dos frustrados intentos de trabajar con el ordenador y entender el programa instalado para las reservas, habia optado por la solucion mas tradicional y la mas sencilla para el. El papel y el boligrafo. Cuando Lucy volviera ya se encargaria de pasar al ordenador lo que hiciera falta. Lo malo era que no terminaba de aclararse con sus propias notas ni con un intento de cuadrante que habia improvisado para asegurarse de no colocar a nadie en una habitacion equivocada. --Aqui esta --exclamo aliviado cogiendo la llave asignada --. Es la habitacion 211. Levanto la vista para darsela y se sorprendio de ver ante el a una mujer preciosa y parecia que muy enfadada. Su cabello largo y castano enmarcaba un rostro alargado de nariz pequena y expresivos ojos de color avellana. Tess no se esperaba que el hombre que le tendia la llave y que se habia levantado al mirarla fuera tan alto y atractivo. Ojos claros, cabello corto castano, mandibula cuadrada y nariz recta. Le sorprendio gratamente. Era mas alto que ella, ancho de hombros, parecia delgado, aunque la camisa vaquera no le daba demasiada informacion. Por lo menos, era agradable de mirar, algo que agradecer despues de un largo viaje. Le cogio la llave, ridiculamente grande, que no parecia tener intencion de soltar. --Nathan Murray --se le presento soltando finalmente la llave--. Aviseme si necesita cualquier cosa. --Lo tendre en cuenta --le respondio firme. No estaba alli para hacer amigos, se recordo. --Bienvenida a Dahlonega --le dijo con una sonrisa que casi le quito el aire. Tess asintio obligandose a dejar de mirarlo. No queria saber nada de ningun hombre por muy guapo que fuera. La ultima relacion que habia tenido habia supuesto una experiencia muy desagradable y casi habia terminado con sus relaciones familiares. El muy cretino la habia utilizado para conseguir informacion de su propia empresa y robarle clientes. Se habia sentido tan estupida... A eso habia que anadir que su padre solo contaba con su hermana para la direccion del negocio familiar. Esos dos golpes simultaneos habian sido demasiado para ella y su escasa paciencia y confianza. Se habia despedido por orgullo y ahora estaba alli, en mitad de Georgia, sin trabajo, sin pareja y sus expectativas se reducian a una ducha con agua caliente. Nathan la vio dirigirse al unico ascensor que tenia el hotel. Era alta y estilizada, y tenia bastante caracter a juzgar por la rabia que escondian sus ojos y que, esperaba no se la hubiera producido el tiempo de espera frente a la recepcion. Una mujer asi podria hacer lo que quisiera con un hombre, penso. La vio llamar impaciente al ascensor. Nathan se le acerco para apretar el boton por ella. --Quiza alguien se haya dejado la puerta abierta --le comento despreocupado. Tess le miro. De cerca era mas alto de lo que le habia parecido y tambien mas atractivo. Por su estatura, Tess pocas veces encontraba a hombres con los que necesitara levantar la mirada para hablar. Ademas, percibio que olia a algun perfume caro. --Vamos --le dijo el cogiendole la maleta grande sin esfuerzo--. La acompanare a su habitacion. Empezo a subir por las escaleras que habia junto al ascensor. Tess resoplo mas alto de lo que esperaba sin soltar su maleta de mano, y Nathan se giro para mirarla divertido. --?Ha sido un largo viaje? Aqui descansara bien --le aseguro antes de seguir subiendo. Tess le siguio bastante molesta. No le apetecia nada subir escaleras. Si hubiera querido hacer ejercicio se habria quedado en su casa, con el gimnasio, al que iba a diario, a cinco minutos. Menos mal que las vistas no estaban mal, penso fijandose en los pantalones vaqueros del hombre que subia delante de ella. Cuando llegaron a la segunda y ultima planta del hotel, Nathan cerro la puerta del ascensor que se habia quedado medio abierta inutilizandolo. --Problema resuelto --le dijo antes de mirarla y darle opcion de caminar delante de el por el acogedor pasillo que terminaba en la puerta de su habitacion. Nathan sonrio cuando ella paso por delante de el. Ahora era su turno de apreciar sin disimulo su bonito cuerpo enfundado en un abrigo oscuro. No le habia visto alianza en el dedo ni senal de ella, y aunque hacia mucho tiempo que no tenia ninguna relacion, desde su desagradable divorcio, no le importaria cenar con ella algun dia... aunque para eso, tendria que encontrar a alguien que se encargara de la recepcion. Tess abrio la puerta de su bonita y calida habitacion y cuando fue a girarse para cogerle el equipaje a Nathan, el la esquivo para entrar y llevar la maleta junto a la cama de matrimonio. --Espero que disfrute de su estancia aqui, senora McVee. --Senorita --le corrigio ella dandose cuenta inmediatamente despues, a juzgar por la sonrisa de el, que habia sido un gesto intencionado para enterarse de su estado civil. Nathan le sonrio abiertamente y de una manera muy atractiva.

  • A Sexy Berling Valentine (Sexy Berling 4), Maya Blair de Maya Blair

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  • En la oscuridad o en tu corazon de Luz Guillen

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    Maria Costa Berenguer, guia turistico en Barcelona, acaba de cumplir veintiocho anos. Como <> recibe el encargo de acompanar durante una semana a Sean McLoud, un escoces muy especial que la retara a ensenarle la Ciudad Condal desde los sentidos, olvidandose por completo de lo que muestran los folletos publicitarios. La atraccion entre ellos nace sin buscarla y, tras un tiempo, Maria decide que merece la pena arriesgarse y cambiar su lugar de residencia, su gente y su forma de vida por un nuevo comienzo en Glasgow. Alli la espera Sean, su perro Dark y un clan de amigos y familia, que enseguida la acogeran con carino. Pero no todo puede ser perfecto. Claudia, la exnovia de Sean que lo abandono en el peor momento de su vida, reaparece para amargar la existencia de la pareja en mas de un sentido.

  • Pasion Legal de Lisa Childs

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  • El pecado y la carne de Rafael Salcedo Ramirez

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    ?Un psicopata nace o se hace? La respuesta tal vez no este entre las lineas de esta obra, aunque si una propuesta que pudiese conducir a ella. Sirve a esta cuestion la descripcion tanto de la ninez como la adolescencia y juventud de Nathaniel Waterhouse, que ocupa buena parte de la historia ambientada en Ludlow -un pintoresco pueblo al norte del Estado norteamericano de Maine- en la que se ponen de manifiesto su precocidad, su instinto depredador, asi como sus actos presididos por una insana tendencia a la crueldad; los cuales ejecuta con una frialdad que hiela la sangre de cuantos forman su circulo intimo y ante los que se vanagloria de su capacidad de persuasion, que constituye su letal arma manipuladora de la realidad a la que retuerce hasta adaptarla a sus espurios intereses.

  • Muy ingles de Ilsa Madden-mills

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    Se hace llamar Spider y es una estrella del rock ingles.
    Cuando le conoci, solo era el tio bueno con cuerpo de infarto y ojos ardientes que el destino sento a mi lado en el avion.
    No sabia quien era.
    Primero resulto ser una estrella del rock. Y, mas tarde, el hijo de.
    Me beso porque penso que nunca volveriamos a vernos. Pero lo hicimos.
    Todo el mundo intento prevenirme contra el.
    Me dijeron que era frio y calculador, un rompecorazones.
    Me dijeron que iba a dejarme con el corazon hecho pedazos.
    Debi haberles escuchado.
    Debi haberme construido una fortaleza para mantenerle lejos de mi.
    Pero me derreti.
    Hay quien dice que hay un hilo irrompible que conecta a aquellos que estan destinados a encontrarse. Si eso es cierto, entonces desde el momento en que el se sento a mi lado quedamos unidos para siempre.
    Lo unico es que el debio verlo tambien antes de que fuera demasiado tarde.

  • Un libro de martires americanos de Joyce Carol Oates

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    La monumental y polemica nueva novela de <> (Elena Hevia, El Periodico de Catalunya) es una profunda reflexion sobre el aborto y la pena de muerte, pero tambien sobre los problemas esenciales de nuestras sociedades y de nuestras propias vidas.

  • El misterio de la creacion artistica de Stefan Zweig

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    De todos los misterios del universo, ninguno mas profundo que el de la creacion. Nuestro espiritu humano es capaz de comprender cualquier desarrollo o transformacion de la materia. Pero cada vez que surge algo que antes no habia existido -cuando nace un nino o, de la noche a la manana, germina una plantita entre grumos de tierra- nos vence la sensacion de que ha acontecido algo sobrenatural, de que ha estado obrando una fuerza sobrehumana, divina.

  • Sexy, Yogi, Sandwich 3 de Coco Duval

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    Me llamo Johanna Mayer, tengo 36 anos y estoy decidida a recuperar mi vida. Estoy harta de persecuciones y asesinatos. Y harta de que nadie entienda la relacion que tenemos Bruno, Alexander y yo. Porque si, lo digo en voz alta: me gusta tener dos maridos, y si, me gusta mi nueva vida de espia improvisada. Voy a descubrir la verdad, voy acabar con esta locura.

  • Baile en El Aire (La isla de las Tres Hermanas 1), Nora Roberts de Nora Roberts

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  • El desarrollo emocional de tu hijo de Rafael Guerrero

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    oterapeutas por igual, el desarrollo fisico y mental de los ninos y ninas es el pilar del trabajo de crianza. No solo para que transcurran su infancia en el mayor bienestar posible, sino para que lleguen a ser adultos con las capacidades necesarias para adaptarse con exito a un mundo cada vez mas exigente. Para ello, es esencial que los ensenemos a desarrollar las capacidades emocionales esenciales: que los guiemos para que aprendan a frustrarse, esforzarse, aburrirse, entender sus emociones y gestionarlas; a valorar sus fortalezas y reconocer sus debilidades; a tener ilusiones, pasiones y metas; a sentirse seguros, quererse a si mismos y amar sanamente en las relaciones afectivas.

  • Tiempo de siega de Guillermo Galvan

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    Madrid, 1941: Carlos Lombardi, expolicia criminalista y ahora preso politico por lealtad a la Republica, cumple redencion de pena en Cuelgamuros trabajando en las obras para el mausoleo del Valle de los Caidos. Pocos dias antes de Navidad Lombardi es liberado inesperadamente y trasladado a las dependencias de la Policia, donde le recibe su antiguo jefe Balbino Ulloa, a quien anos atras ayudo a no ser expulsado del cuerpo facilitandole un improvisado carne del Frente Popular. La policia del Nuevo Regimen le necesita para resolver un caso que a pesar de lo escandaloso no se ha filtrado a la prensa: el asesinato de un sacerdote que ha sido degollado, torturado y castrado. El horrendo crimen parece haber sido cometido por el mismo asesino al que Lombardi pisaba los talones en 1936, antes de la Guerra. Ulloa le insta a hacerse cargo de la investigacion como una “comision de servicio” y la promesa de un posible indulto en el futuro…

  • Colin (Sin reglas ni principios 3) de Alina Covalschi

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    Todas las posibilidades de ser feliz desaparecen para Colin cuando se ve obligado a dejar ir al amor de su vida. Un trato y su mal comportamiento son los culpables de su nueva situacion.
    Pero como el bien sabe, la vida da muchas vueltas. Dos anos despues, alguien le hace saber que la persona que mas quiere necesita su ayuda mas que nunca.
    Un territorio desconocido, una banda de moteros mas que peligrosa, drogas y armas son las cosas que le esperan en su nuevo viaje.
    Esta dispuesto a hacer lo que sea necesario para que Freya vuelva a casa.
    ?Lo conseguira? ?Freya podra perdonarlo? ?Sera suficiente el amor para vencer todos los obstaculos que les tiene preparado el destino?

  • Amor, me ahogo de Carlota Manzano

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    Estaba deseando llegar a aquel pequeno pueblecito. Se lo decia a "mi pastelito" como llamaba a mi Fiat 500 color rosa. Me lo habia comprado seis meses antes y ahora, hasta el pago de sus cuotas estaba en peligro. --Tu no te preocupes, cielo, que a ti y a mi no ha nacido quien nos separe. Ya veras como Kayra sale adelante, por mi vida que lo hago. Poco podia imaginarme el dia que lo saque del concesionario que a la senora Engracia, mi jefa en el restaurante, le quedaban dos telediarios. Y no lo digo de manera metaforica, que menudo numerito habiamos tenido. Aquel aciago domingo el restaurante estaba de bote en bote y ella, como la polvorilla que era, no podia menearse con mas gracia y garbo por el. Engracia era una manchega con todas las de la ley y a sus ochenta anos, decia que no la jubilaba ni Dios. Yo siempre pense que se iba a morir con las botas puestas, pero no en ese momento ni de aquella forma. Salia de la cocina con un buen plato de queso recien cortado cuando escuche su caida, sorda que, paradojicamente, nos dejo mudos a todos los presentes. Nada pudo hacerse por ella, que salio de alli con los pies por delante. Y ninguno de los que alli trabajamos pudimos convencer al buitre de su hijo Santi para seguir adelante con el bar. Para mi, sin querer ser mala, que la muerte de su madre le vino como anillo al dedo, pues ese debia tener ya apalabrada la venta del bar, que tiraron en las siguientes semanas, para levantar aquel edificio de pisos de lujo. Ahi comenzaron mis penurias economicas y, como mi pueblo en Albacete no es que fuera precisamente Nueva York, me quede con una mano delante y con otra detras. Mi amiga Vero fue la primera en localizar por Internet aquel anuncio de trabajo en el que pedian una chica para trabajar en la cocina de un club social perteneciente a una urbanizacion de lujo. Habia varias maneras de contactar con la persona que ofrecia el puesto, pero a mi la que me mas me convencio fue la de llamarla por telefono. No voy a decir que Nuria, que asi se llamaba me cayera nada bien. Mas bien lo hizo como un tiro de mierda, pero yo no aspiraba a conquistar su corazon sino, simple y llanamente, a que me diera el puesto. --?Estas segura de que tienes experiencia acreditada y ganas de trabajar? Porque si no es asi, te digo desde ya que puedes ahorrarte el viaje. En mi club solo quiero a gente competente, tenlo en cuenta. Era de lo mas simpatica y me daba la impresion de que confiaba en las personas de antemano, dicho sea con toda la ironia del mundo, que la tia debia tener timba. Ganas no me faltaron de mandarla a tomar vientos, pero yo el curro lo necesitaba. Desde que mi padre, Rodolfo, se quedo en paro, en casa nos habiamos quedado a la cuarta pregunta. Bastante tenian el y mi madre, Manuela, con mantenerse y mantener a mi hermanito, David, que tenia quince anos, once menos que yo. Total, que en casa no es que estuvieramos nadando en la abundancia precisamente y, hasta entonces, mi sueldo habia caido como agua de mayo. Imposible que yo me convirtiera en una boca mas que alimentar que encima no aportara nada, antes muerta. Sin mas, me puse como loca a echar curriculums y a buscar trabajo, y este del que me hablo Vero se perfilo como el principal candidato. Cerca de casa no es que estuviera, pero, al tratarse del club social de una lujosa urbanizacion, contaba con unos pequenos apartamentos en los que alojaban a los currantes. Eso suponia para mi una bendicion porque mi sueldo pasaria integro a mis manos, habida cuenta de que tambien podria comer en el restaurante del club. ?Que mas daba si mi jefa era una amargada? Lo importante seria que me adaptara bien al puesto, como una garrapata pensaba hacerlo. A mi no me echaban de alli ni con agua caliente. Fui escuchando musica por todo el camino, necesitaba animarme, ya que era la primera vez que salia de casa para trabajar y la idea me daba un poco de vertigo. Por suerte, eso si, no dejaba ningun amor a mis espaldas. Desde que un ano antes Julian y yo habiamos roto, yo andaba libre como el viento. Mejor, asi no tenia mas perdidas que lamentar y podia desplazarme de lugar libre como el viento. --Dios, pastelito, otra gasolinera que me paso de largo. ?Como puedo ser tan desastre? Apura, ?eh? No me vayas a dejar tirada, por lo que mas quieras... Al pobre solo le faltaba hablar, y no seria porque yo no hiciera encajes de bolillos para que asi fuera, que me pasaba el rato dirigiendome a el como si fuera una persona. El wasap no paraba de sonarme y, como lo tenia personalizado, sabia que era de Vero. No podia estar mas pendiente de mi. La de horas que nos habiamos pasado sonando juntas en los ultimos dias con la posibilidad de que pudiera venir a verme en cuanto yo le hubiera cogido el tranquillo a mi curro... Con el verano a la vuelta de la esquina, Valencia seria digna de ver, estaria de no caber un alfiler. Pese a ello, mi trabajo no solo seria de temporada estival, sino para el ano completo. Y es que, en aquella urbanizacion de lujo, aunque cerraran la piscina cuando los termometros tiraran a la baja, el club social seguia a tope el ano entero. Si algo podia decir que me tenia nerviosa, eso si, era el talante de la que iba a ser mi jefa, la engreida de Nuria, pero a mi me sobraban redanos para pasar de ella como de comer mierda llegado el momento. Lo tenia muy claro; yo iria a lo mio. Mi idea era subsistir, quedarme con algo de dinero y, con lo que me sobrara, aprovechando que no tenia que pagar alojamiento ni manutencion, echar una manita en casa. La carita que pondria David cuando le llegaran esas botas de futbol con las que llevaba meses sonando, bien valdria cualquier esfuerzo por mi parte. Mi pastelito llego al pueblo en cuestion, que era turistico a mas no poder, con el combustible justo para que no tuvieran que empujarme. Me pare en una gasolinera que habia a las afueras y un chaval encantador me atendio. --?Vienes de turismo? --No, vengo a trabajar a la urbanizacion "Las Acacias", ?la conoces? --Nos ha jodido, pues claro que la conozco, la de los pijos. --Si, eso me han dicho, que alli hay mucho nivel. --Y mucha tonteria, y muchos cuentos y, ya de paso, muchos cuernos. --El chaval hizo el gesto con la cabeza, como si fuera un toro y yo me eche a reir. --?Muchos cuernos? Mira que si acabo yo sentada en el "Salvame" dandole a la lengua--bromee. --Pues no lo descartes del todo, que ahi alquila de vez en cuando hasta algun famosete. --No me digas, mira, espero que no sea Mario Casas porque me puedo quedar muerta en la piedra, aunque tampoco su hermano pequeno esta para hacerle ascos, que vaya dos maromos que echo ahi su madre al mundo. --Yo de eso no entiendo mucho, de maromos digo, aunque mi hermana Lucia opina exactamente igual que tu, asi que supongo que algo tendran. --Si, algo tienen, ?me pones tambien estos caramelos? --Eche mano de unos de propoleo porque, de tanto cantar por el camino, llevaba la garganta un tanto perjudicada. --De acuerdo, pero a esos invita la casa, no te preocupes. --Que majo, espero tener suerte con el resto de la gente que me encuentre en el pueblo.

  • Las posibilidades de enamorarse de Dawn Brower

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    Katherine y Bennett continuan cruzando caminos y palabras entre ellos. Las chispas vuelan y en poco tiempo la pasion comienza a gestarse entre ellos. Esto podria llevarlos a encontrar el amor o podria terminar siendo su ruina.

  • Cuentos de la Guerra Civil de Ambrose Bierce

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    Los cuentos que invadiran la cabeza del lector no fueron escritos por un general avido de medallas, un profeta del pacifismo o un escritor esperanzado en la humanidad. Fueron creados por un soldado que vivio la Guerra de Secesion en carne propia y supo, pese a todo, desentenderse del patriotismo ciego y el discurso oficial del Norte, que a la postre gano la guerra y se autoerigio como el bando <> y redentor de los esclavos negros. Bierce desecha de cuajo ese facilismo binario y detalla las contraluces propias de una guerra fratricida: pondera miedos y valentias, explica atrocidades, ilumina las sombras de personajes esculpidos por una epoca feroz de la cual solo queda una leyenda. Una leyenda que aun divide a Estados Unidos y provoca odios mutuos. Con todo, esa equidistancia (oscura, a veces desgarradora) es lo que diferencia a Bierce de la mayoria de los narradores y corresponsales belicos, quienes muchas veces buscan asentar la culpa del conflicto en un bando. Leyendo estos relatos se adivina que el soldado promedio de los dos ejercitos era el mismo prototipo, que muchas veces se trataba de un hermano luchando por el Sur y otro por el Norte, que los generales casi nunca tragaban barro y que la muerte vivia al acecho. Ademas, para quien recien se adentra en la tematica, es posible detenerse en ciertas frases racistas o analizar la perspectiva que los blancos, incluso los yanquis, tenian de los negros. Y eso lleva a sospechar que Bierce, quiza inconscientemente, ya sugeria lo que el grueso de los gringos sigue ignorando: que la Guerra Civil norteamericana no se libro con el mero proposito de liberar a los esclavos negros y adaptarlos en un plano de igualdad ciudadana a la sociedad, sino que mas bien se trato de un choque entre elites y sistemas economico-productivos. Por un lado, el Norte de la Union Federal, lleno de industrias que requerian mano de obra libre y asalariada, la cual se podia despedir a placer y no exigia la manutencion del obrero; por el otro lado, el Sur Confederado, atrasado, agricola y cuasi feudal, que veia a las plantaciones de algodon y a la esclavitud como un asunto medular e irrenunciable de su identidad. Pero dejemos la vastedad de este topico a economistas e historiadores sociales. Calculemos, por un instante, la interpelacion que generan estos cuentos en nosotros como latinoamericanos. No hay nexo aparente. Los gringos estan locos, la esclavitud tuvo otros ribetes en Latinoamerica y acaso el unico suceso comparable, en cantidad de muertos, sea la revolucion mexicana. No obstante, al palear unos centimetros de tierra, aparecen osamentas para refutarnos. Y no me refiero a las guerras civiles del siglo diecinueve ni a las montoneras que siguieron a la independencia del dominio espanol. Me refiero a muertos mas recientes; aquellos que les toco vivir una epoca donde un vecino era un potencial delator o un amigo de la infancia podia transformarse en verdugo. Probablemente el adolescente Ambrose Bierce jamas sospecho que le dispararia a muchachos de Alabama o Texas. Y muchos ninos latinoamericanos de la decada de 1960 tampoco pensaron ser asesinados por sus ideas politicas o convertirse en torturadores. El devenir, sin embargo, dictamino otra cosa. Sirvan estos relatos como advertencia a los horrores fratricidas. Sirvan como un oscuro testamento a favor de la paz. No despertemos a la bestia. Es un monstruo que duerme a la sombra de la paz. Lo que vi de Shiloh I Esta es la sencilla historia de una batalla; una historia contada tal como puede narrarla un soldado que no es escritor a un lector que no es soldado. La manana del domingo seis de abril de 1862 fue clara y tibia. El toque de diana resono algo tarde, ya que las tropas tendrian un dia de descanso tras una larga marcha. Los hombres haraganeaban en torno a las brasas del vivac; unos preparaban sus desayunos, otros examinaban con descuido la condicion de sus armas y pertrechos, aguardando la inevitable inspeccion, y algunos otros hablaban con indolente dogmatismo acerca del tema infalible: el final y el proposito de la campana. Los centinelas deambulaban el confuso frente con una libertad de paso y maneras que no hubiesen sido toleradas en otro momento. Un punado de ellos cojeaba, sin parecer soldados, a causa de sus pies ampollados. A escasa distancia, en la retaguardia de las armas apiladas, se veian unas pocas tiendas de campana; ocasionalmente, desde su interior, asomaban oficiales despeinados. Languidamente daban ordenes a sus sirvientes para que les llenasen una palangana con agua, desempolvaran un abrigo o puliesen una vaina. Jovenes y esbeltos ordenanzas, cargados de mensajes evidentemente insignificantes, espoloneaban a sus caballos viejos y se abrian paso entre los hombres, soportando con desden sus burlas y humoradas, ese castigo por ostentar un puesto superior. Pequenos negros de estatus y funciones imprecisas se revolcaban sobre sus estomagos, golpeando el suelo con sus talones largos y desnudos bajo el brillo del sol, o bien dormitaban pacificamente, inconscientes de las bromas aleccionadoras, preparadas por manos blancas para enmendar su perdicion. De pronto, la bandera que colgaba floja y sin vida en los cuarteles parecio levantarse vivamente en el asta. En el mismo instante, se escucho un sonido amortiguado y distante, semejante a la pesada respiracion de un animal gigante bajo el horizonte. La bandera alzo su cabeza para oir. Hubo una pausa momentanea en el zumbido del enjambre humano. Entonces, mientras la bandera caia, el silencio se fue. Pero ya habia cientos de hombres de pie, miles de corazones latiendo a un pulso alborotado. Otra vez la bandera hizo una senal de advertencia, y nuevamente la brisa trajo hasta nuestras orejas el sonido largo y profundo de unos pulmones de acero. Como si hubiese recibido una orden ferrea, la division se puso de pie y se conformo en grupos de atencion. Incluso los negritos se irguieron. Despues de esto he vuelto a ver conmociones similares, provocadas por terremotos, pero creo que en ese momento no temblaba. Los cocineros, sabios de su generacion, sacaron los calderos humeantes del fuego y se prepararon para correr. Los ordenanzas montados se esfumaron. Los oficiales se arrastraron a punta y codo desde sus tiendas de campana y se aunaron en grupos. Los cuarteles se habian transformado en una bullente colmena. El sonido de la metralla ahora llegaba en rafagas regulares. Era el latido fuerte y constante de la fiebre de guerra. La bandera ondeaba entusiasmada, remeciendo su escuderia de estrellas y bandas con una especie de feroz placer. Un ayudante de campo montado corrio hacia la sombra del circulo de los oficiales; parecia haber brotado del suelo en una nube de polvo y al instante se oyeron las notas claras y agudas de un clarin. Las notas se repitieron y fueron replicadas por otros clarines hasta alcanzar los campos marrones, esparcidas por las filas de los bosques, transportadas hasta lejanas colinas; hasta en los valles nunca vistos se reprodujeron esas notas. Los acordes mas leves y remotos casi se ahogaban entre vitores, mientras los hombres corrian a agruparse torno a las bayonetas. Porque esta llamada no era el tedioso clarin "general" ante el cual se desarman las carpas. Este era el emocionante llamado de "asamblea", que llega al corazon como el vino y revuelve la sangre como los besos de una mujer bella. Habiendolo escuchado, sobre los rugidos de los canones, ?quien seria capaz de olvidar la intoxicacion salvaje de su musica? II Las fuerzas confederadas de Kentucky y Tennessee habian sufrido numerosos reveses que culminaron en la perdida de Nashville. El golpe fue severo: cantidades inmensas de material de guerra quedaron en manos de los vencedores, junto con todos los puntos estrategicos importantes. El general Johnston reculo el ejercito de Beauregard hacia Corinth, al norte de Mississippi, donde esperaba conseguir mas reclutas y equiparse hasta ser capaz de asumir la ofensiva y recuperar los territorios perdidos. El pueblo de Corinth era un lugar miserable, la capital de un pantano. Esta a dos dias de marcha hacia el oeste del rio Tennessee. Alli, y por el curso de ciento cincuenta millas, el rio fluye casi hacia el norte, hasta desembocar en el Ohio, en Paducah. Es navegable hasta este punto, es decir, hasta el embarcadero de Pittsburg, al cual se llega desde Corinth mediante un camino erosionado que cruza una region boscosa y tupida y que corre hacia el rio bajo arcos selvaticos cubiertos de musgo espanol. En algunos lugares la via yace obstruida por arboles caidos. El camino a Corinth se convertia, en ciertas estaciones, en un brazo del rio Tennessee. Su boca era el embarcadero de Pittsburg. Aqui, en 1862, habia algunos campos y una o dos casas. Ahora existen un cementerio nacional y otros progresos. El general Grant emplazo su ejercito en el embarcadero de Pittsburg, con un rio a su retaguardia y dos lanchas a vapor como medio de comunicacion con el lado Este, adonde llegaria el general Buell desde Nashville, acompanado de treinta mil hombres. La pregunta ha sido formulada: ?por que el general Grant ocupo la ribera enemiga del rio, encarando a una fuerza superior antes del arribo del general Buell? Buell tenia un largo trecho que recorrer; acaso Grant estaba cansado de esperar. Seguramente Johnston lo estaba, pues durante la plomiza manana del seis de abril, cuando la division de vanguardia de Buell estaba vivaqueando cerca del pueblito de Savannah, ocho o diez millas mas abajo, las fuerzas confederadas -habiendo abandonado Corinth dos dias antes- cayeron sobre las brigadas avanzadas de Grant y las masacraron. Grant estaba en Savanah, pero se apresuro hacia el embarcadero, justo a tiempo para encontrar sus campamentos en las garras del enemigo y los rastrojos de su ejercito derrotado, acorralado por un rio a sus espaldas como apoyo moral. He relatado las noticias de este asunto tal como nos llegaron a Savannah. Vinieron a grupas del viento, un mensajero que no transporta detalles copiosos. III En la ribera opuesta al embarcadero Pittsburg existen algunas colinas bajas y ralas, parcialmente rodeadas por un bosque. Visto desde el otro lado del rio Tennessee, durante el crepusculo del seis de abril, este espacio abierto (esta ribera, de hecho, fue angustiosamente contemplada por miles de ojos, muchos de los cuales se oscurecieron antes del ocaso) hubiese dado la impresion de estar veteado por franjas largas y oscuras, con nuevas franjas que surcaban constantemente el horizonte. Esas franjas eran los regimientos de la division de vanguardia de Buell. Habiendose desplazado desde Savannah a traves de un territorio que no era mas que pantanos y bajios sin senderos, con repentinas irrupciones de exuberante selva, la vanguardia arribaba al campo de batalla exhausta, con los pies doloridos y muerta de hambre. Habia sido una carrera terrible; algunos regimientos perdieron un tercio de sus hombres por fatiga, los soldados caian abatidos como si les hubiesen disparado, y alli los dejaban en el suelo para que se recuperasen o fallecieran a su gusto. La escena a la que les habian invitado tampoco inspiraba la confianza moral capaz de curar la fatiga. El aire estaba colmado de truenos y la tierra temblaba bajo sus pies. Y si hay algo de verdad en la teoria de la conversion de la fuerza, estos hombres almacenaban energia por cada shock que lanzaba ondas sobre sus cuerpos. Quizas esta teoria explique mejor que otras el tremendo aguante de los hombres en la batalla. Pero los ojos solo constataban materia idonea para la desesperacion.

  • Macho Alfa de Mariel Ruggieri

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  • La coleccionista de noches vacias de Lorraine Coco

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    Cuando Madeline Hart llego a la desvencijada propiedad de sus abuelos, en Luisiana, despues de que su vida se quebrase en mil pedazos, toda la casa se le manifestaba; aquellos escalones, el goteo incesante del grifo de laton de la antigua banera, las vigas del desvan que parecian retorcerse al llegar la noche. Aquella casa estaba agotada, sola y quejumbrosa, como ella. Y tenia algo que decir, pero al principio no estaba dispuesta a escucharlo, hasta que descubrio el poder que ejercia en las personas que pasaban la noche bajo su techo.
    Cuatro meses despues abria las puertas de la nueva casa de huespedes, “Noches vacias”.
    Pero si pensaba que las cosas a partir de ese momento iban a ser sencillas, estaba muy equivocada. Alli todo el que se alojaba iba perseguido por sus demonios, fantasmas que quedaban apartados al menos durante la noche, pero que al alba volvian a despertar.

  • Paris para uno y otras historias, Jojo Moyes de Jojo Moyes

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    De la autora de Yo antes de ti, una sensacional coleccion de relatos llenos de romanticismo, humor y emocion.

  • El paso de las Devotas, Carlos Calvera de Carlos Calvera

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    UN VIAJERO, UN MONASTERIO PERDIDO EN LAS MONTANAS, UNA MALDICION MILENARIA…

  • Cambio mundo por universo de Beatriz M. De Lagos

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    YO
    Me llamo Eva, tengo treinta y seis anos, estoy casada y tengo dos hijas. La relacion con mis padres es buena y aunque soy hija unica, mi amiga Paula ha sido desde el colegio como una hermana para mi. Soy coordinadora en una empresa que organiza fiestas y eventos sociales. Me encanta mi trabajo, hace que me sienta activa y me da la oportunidad de conocer a mucha gente. Vivo en una ciudad comoda para vivir y pequena para esconderse.
    Soy infiel y estoy enamorada.

  • Agatha Raisin y el mago de Evesham de M.c. Beaton

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    Agatha Raisin parece haber encontrado a su hombre ideal en John, el peluquero de Evesham, al que acude cuando aparecen las primeras y alarmantes canas en su cabello. Pero todos sus planes se tuercen cuando alguien envenena al atractivo peluquero.

  • El chico nuevo de Tracy Chevalier

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    La nueva novela de la autora de La joven de la perla, inspirada en Otelo.

  • Hasta que llegaste a mi vida de Beatriz Manrique

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    La historia de dos corazones empujados por el orgullo a separar sus caminos.

  • La cadena trofica de Rafael Reig

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    La cadena trofica es tal vez el primer libro con el que el lector logra aprender literatura riendo. O rie y descubre que ha repasado la historia literaria hispanoamericana reciente. Un manual en forma de novela, o una novela en forma de manual, que acaba reproduciendo la historia de los Belinchones, y sus bandos enfrentados, como si fueran los Buendia de Cien anos de soledad.

  • Los gozos y las sombras de Gonzalo Torrente Ballester

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    20 anos sin Gonzalo Torrente Ballester (1910-1999).

  • El viaje del amor de Brianne Miller

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    Tayler es una enamorada de los dramas coreanos y decide terminar sus estudios de medicina en Seul. Se enfrentara a un nuevo pais, una nueva lengua y una nueva cultura a la que tendra que adaptarse, con nuevos amigos y por supuesto el tipico chico que parece sacado de la portada de una revista... ?Vivira Tayler su propio drama coreano?

  • Paciente 0. El origen de Cesar Albarracin

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    El sabor metalico en la boca le recordaba su ninez, cuando jugaba en el columpio de la pequena plaza cerca de la casa de padre. Las ninas mas grandes siempre ocupaban los lugares, y habia que esperar a que alguna se cansara para poder subir un rato, y hacer esperar a las ninas mas pequenas, siempre y cuando, claro, una mayor no reclame el juego, o madre le dijera: "hija, dejale el columpio a la pequena, que es menor que tu". Siempre esa mierda de madre de querer guardar las apariencias y quedar bien con todos, incluso con padres desconocidos de ninas aun mas desconocidas. Y asi, no quedaba mas que esperar. No era muy sociable, asi que se apoyaba en uno de los canos metalicos del costado y, casi como en un tic nervioso para manejar la ansiedad, pasaba la lengua lentamente por el cano, en las partes que ya se habian despintado de tantas manos que se alguna vez se posaron en el travesano. Esa costumbre se mantuvo cuando crecio, y en la secundaria y los primeros anos de la universidad, todavia sintiendo esa necesidad de tener un objeto metalico en la boca, el cano paso a ser el juego de llaves. Cuando estudiaba y se concentraba demasiado, inconscientemente metia su mano al bolsillo buscando una llave, y se la llevaba a la boca. Le gustaba sentir la arandela metalica del llavero entre los dientes y juguetear con los labios en ella. Algun companero, enamorado, comenzo a burlarse por eso. En realidad, al joven, ella le parecia hermosa, y utilizaba la burla como una forma de acercarse, de hacerla reir, tocarla en los hombros... Algo inutil, por que las obsesiones de madre por ser un puto referente de buena educacion, habian hecho que la nina, ahora un hermoso especimen de hembra humana, sea bastante reacia a las relaciones con companeros. Pero ahora el sabor metalico en la boca no era ni el cano del columpio, ni sus llaves. Y eso eran dos problemas. Primero, el sabor metalico en la boca esta vez era sangre, liquida, tibia y abundante. Segundo, no sabia en donde estaban sus llaves, y ella siempre sabia donde estaban las llaves. Habia perdido completamente el control sobre si misma. No sabia donde estaba. La venda en los ojos le impedia ver, y algo de tela, quizas un panuelo, estaba dentro de su boca, apretado con una mordaza, para evitar que lo escupiera. Ella no podia saber el si la sangre en su boca era de los labios, o de algun diente. Solo sabia que el objeto de tela se empapaba de sangre, y en los esfuerzos por gritar, lo presionaba con el paladar, y la sangre se escurria entre algun que otro orificio de la cavidad bucal. No recordaba nada, solo que habia decidido desobedecer a su correcta madre, y salir con una de sus companeras de la facultad. La excusa fue quedarse a estudiar con Fany. Si su mama conociera bien a Fany y sus historias, diria que esa chica era una puta por la cantidad de relaciones amorosas que tenia. Probablemente media facultad de lenguas extranjeras habian pasado por sus piernas, sin distincion de sexo. Pero habia cuidado mucho que Fany solo fuera una nina bien ante los ojos de madre. Por la noche unos amigos les escribieron, siempre habia chicos escribiendole a Fany, quizas debido a sus fotos sensuales que amaba cargar en las redes sociales. Las invitaban a salir a un bar a tomar unos tragos, y luego a bailar. Ella no tenia ropa como para salir, pero Fany era mas o menos de su talla, asi que luego de una divertida sesion de prueba de ropas, ambas parecian modelos de Instagram. Entre la ropa de Fany estaba su consolador, se llamaba "Pepe", a Fany le encantaba ponerle nombres a esas cosas. Ella, en cambio, nunca habia visto uno, y dijo parecerle un espanto mientras su rubia amiga se lo acercaba a la boca y le ensenaba la manera correcta de usar la lengua con maestria en un objeto de ese porte. Salieron, se encontraron con los chavales, tomaron quizas un par de copas de mas en el bar, fueron a bailar, y luego la nada. Ella no recordaba absolutamente nada. Solo flashes. Luces, gente riendo, y la oscuridad. Primero penso que sonaba, como cuando era adolescente y se despertaba sin poder moverse, ni gritar... paralisis nocturna que le llaman algunos, "espiritus de atadura", decia el parroco de la iglesia a la que iban con madre luego de la separacion de padre. Pero nunca en un sueno habia sentido sus manos atadas con algo que parecia ser un precinto de plastico, por que era fuerte, delgado, y le cortaba las munecas al moverse. Las piernas tambien estaban atadas. No podia ver, ni gritar, ni soltarse. Solo podia oir. -Tranquila...-Se dijo-!Trata de pensar! Si sigues lloriqueando no vas a poder hacer nada. Siempre fue metodica. Los metodos la habian llevado a ser lo que era. Tenia que volver a sus metodos y reglas para ser, de nuevo, ella. Empezo a usar el panuelo en su boca como una forma de tranquilizar su mente. La sangre tiene sabor metalico, pues bien, el metal en su boca era su forma de retomar el control. -?Donde estoy? Estaba en un lugar cerrado y pequeno, por que no podia estirar las piernas del todo, y estaba en movimiento. Era la cajuela de un automovil. El motor... sentia el ruido del motor... parecia un coche relativamente nuevo. No habia olor a humedad, sino a alfombra limpia. El andar era suave. Era un vehiculo de alta gama. Por afuera se escuchaban algunos autos, pero ninguna moto. No se habia frenado en ninguna esquina. Entonces quizas no habia esquina, era una autopista. -?Puedes mover tus manos?- Se pregunto. Podia, pero de forma limitada. Las tenia detras de su espalda. Intento pasarlas por detras de sus piernas, pero los precintos de las munecas estaban muy presionados, no era posible. El vehiculo bajo la velocidad, y entro en una calle pedregosa. -?Que sabemos?-se dijo-Que me drogaron y me secuestraron... que Fany no esta aqui conmigo, pero si se encuentra bien no se va a dar cuenta de lo que paso, por que sus resacas duran mucho... Que el auto esta llegando a donde sea que me llevan... ?que hago?… Este auto es nuevo, es gente de dinero... No me han violado... tengo la ropa puesta... ?Habra algo en el baul para defenderme? Comenzo a tantear con las manos, pero no parecia ser un vehiculo que tuviera herramientas o cosas parecidas. Sin embargo, algo aparecio. Un tornillo. Por alguna razon habia un largo tornillo para madera que entraba en su puno. Quizas ese tornillo era su salvacion. Lo aferro con su mano izquierda.

  • Natalie no perdona de Erina Alcala

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    -!Eres una nina tonta! Nadie quiere jugar contigo. -No soy una nina tonta... -Si que lo eres, tonta y gorda -Y Natalie Parker se iba llorando a la casa grande. -Llorona, llorona - le decia haciendole burla Daniel, de doce anos, el hijo de los capataces. Y se reia cuando la pequena nina, se iba llorando con su vestidito y sus trenzas rubias como el trigo en verano. Daniel Cooper, era un nino larguirucho de doce anos. Era hijo de los capataces de los vinedos de los padres de Natalie, Luke y Madison Parker. El matrimonio, se encargaba de las grandes hectareas de terreno de vinedos que tenian los Parker en Dallas, Texas, desde que recien casados se mudaron a los vinedos para trabajar como capataz, el padre de Daniel, Mason y Lucy. La madre, se ocupaba de la casa grande. Llevaban casi toda una vida alli y eran felices. Alli nacio su hijo Daniel y vieron nacer a la hija de Luke y Madison Parker. Luke y Madison Parker, eran un matrimonio adinerado que, ademas, habian heredado de los abuelos unas hectareas de terreno de vinedos en Dallas, Texas, y con la ayuda de Mason Cooper, como buen capataz, habian ampliado el negocio y ahora, eran propietarios de unas de las plantaciones mas grandes y prosperas de la region, tras ir comprando mas vinedos. Los padres de Daniel y el mismo, vivian en una casita de dos dormitorios, separada de la casa grande unos quinientos metros. Era pequena, pero disponian de todo lo necesario. Para Luke Parker, su capataz, Mason, era mas un amigo que un trabajador. Tenian edades similares, ademas de ser el mejor trabajador que tenia. Los capataces, tenian un hijo de doce anos, Daniel y los duenos, Luke y Madison Parker, tenian una hija, que era su princesa mimada y consentida de ocho anos: Natalie. Natalie, siempre estaba incordiando a Daniel, claro que la chica no tenia con quien jugar. Cuando salia del colegio privado en el que la tenian sus padres, se aburria soberanamente en la propiedad. Ambos eran hijos unicos y se llevaban cuatro anos de diferencia. Daniel por otro lado, asistia a un colegio publico y ya con esa edad, ayudaba a sus padres en algunas labores en el vinedo por las tardes, despues de hacer los deberes, pues su padre, se lo llevaba un rato para que aprendiera las labores del campo, porque siempre habia pensado que seria un buen capataz cuando el se retirara. Pero desde pequeno, ya Daniel, tenia sus propias ideas de que queria hacer en la vida. Era un buen hijo, educado y atento, muy inteligente, pero no soportaba a esa nina insufrible con sus vestiditos pomposos por la rodilla y sus dos trenzas rubias, con esos lazos que le ponia su madre en las trenzas, que parecia una muneca pepona y rechoncha. Era una nina guapa, de trenzas rubias y ojos verdes, gordita. Daniel, por el contrario, era moreno de ojos azules muy claros, como su padre, delgado y muy alto para su edad. Asi que cuando Natalie, aparecia por la casa de los capataces, buscando jugar con Daniel, la echaba a patadas, porque se sentia molesto e incordiado. Le decia gorda y rechoncha y fea, que nadie queria jugar con ella. Todo para que se fuese y lo dejase tranquilo. A el le gustaba leer cuando tenia tiempo todo tipo de libros de aviones, y jugar con su avion. Uno que su padre le regalo por Navidad y que habia descuartizado y recompuesto miles de veces. Se sabia las piezas de memoria. Su madre le decia, cuando venia casi de noche de la casa grande: -?Para que rompes el avion y luego lo compones, hijo? -Mama quiero saber que tiene dentro. Sere ingeniero de aviones cuando sea mayor. Su madre, lo miraba con tristeza, porque les resultaria imposible pagarle a su hijo una carrera de ese tipo con los sueldos que tenian. Aunque solo tuviesen ese hijo. Pero durante muchos anos, pidio como regalo de Navidad un avion. Y recibia un avion distinto cada ano. Cuando a los catorce anos, aparecio Daniel una tarde del colegio con una solicitud de una beca para estudiar en un instituto interno, venia contentisimo. Y sus padres, no podian por menos que solicitarle la beca. Era un gran ahorro y al menos era tambien lo que el queria. Como sacaba buenas notas, le dieron una beca para hacer los estudios del instituto en Austin, la capital del estado. Era un buen Instituto interno y alli iban los que sacaban muy buenas notas. El director, cuando fue a inscribir a Daniel se lo dijo a sus padres. Y alli permaneceria hasta los dieciocho anos. Iria a casa en vacaciones y en Navidad. Y Daniel no podia estar mas contento ni ser mas feliz. Era feliz sin la nina incordio de trenzas rubias y gorda y se adapto muy bien al instituto cuando le concedieron la beca. Podia respirar. Alli hizo dos buenos amigos y se hicieron los tres inseparables: Lucas Harper de Randolph y Nick Adams de Austin. Los tres eran altos y larguiruchos y a los tres, les gustaban los aviones, sobre todo a Lucas, que tenia una base aerea en su ciudad. Y les contaba historias a los otros dos y estos lo escuchaban embobados. Lucas era el mas parlanchin y extrovertido. Tenia el pelo castano claro y unos ojos verdes muy grandes. Nick, sin embargo, era moreno como Daniel y de ojos grises preciosos. Nick, era el mas introvertido de los tres, pero era ironico. Tan inseparables se hicieron que a veces, se iban en vacaciones unos a casa de los otros en esos cuatro anos que permanecieron alli en el instituto. Eran muy estudiosos, eso si, y se graduaron con honores. Hasta el dia de la graduacion, los padres de ellos, tuvieron que ir a comer todos juntos, como una gran familia. Se dejaron los telefonos y se hicieron amigos hasta los padres, ya que los tres formaban una pina, como si fuesen hermanos. Tenian dieciocho anos, cuando se graduaron y ya habian solicitado los tres, la misma beca, para estudiar ingenieria aeronautica, en la universidad de Austin. No querian separarse. Ese verano, mientras esperaba la beca con ansiedad, Daniel, ayudaba a su padre en los vinedos. -Si te dan la beca, no podre estar mas orgulloso de ti, hijo. Siempre pense que serias el siguiente capataz, pero parece que no me voy a salir con la mia. Te prefiero ingeniero. No sabes lo contenta que esta tu madre. -Espero que me concedan la beca, papa, si no, tendre que quedarme aqui. -Bueno, ya veremos, ya veremos, has sacado muy buenas notas. -!Jo! !Ahora viene la gordita! Le dijo a su padre cuando de lejos vio a Natalie que venia hacia ellos. -Daniel. Tienes dieciocho anos. Ten paciencia. Es la hija del jefe. Y ya no esta tan gordita. Por favor, se bueno y educado como te hemos ensenado. Es una buena chica, agradable, educada y solitaria. No ha tenido a nadie con quien jugar aqui. -Vale, papa, pero es que me pone de los nervios. Natalie, venia andando por el camino, vestida con un top y unos vaqueros y el pelo rubio largo. Ya no llevaba trenzas. Debia tener catorce anos- penso Daniel- habia cambiado, si. Ya no era la nina gordita, sino una jovencita de incipientes pechos, amaneciendo a la adolescencia. Pero seguro seria el mismo incordio. -!Hola Daniel! -!Hola Natalie! ?Que tal estas? -sentandose ella, en una de las grandes piedras que separaba la casa de los capataces del vinedo, mientras el permanecia de pie. -Bien, me voy al instituto el ano que viene. ?Tu entras en la Universidad? -Si me dan beca, si. Si no, tendre que quedarme aqui a trabajar. -Espero que te la den. ?Que vas a estudiar? -Ingenieria aeronautica. -Siempre te han gustado los aviones. -?Como lo sabes? -pregunto desconfiando de ella. -Tenias uno y lo rompias y lo componias mil veces. Te veia. -!Vaya memoria que tienes! Y tu, ?Que vas estudiar cuando termines el instituto? -Me gustaria ser ginecologa. -Nunca lo hubiese adivinado, ?Que hacias, rompias las munecas, y le metias trapos dentro? -Algo asi -contesto ella con una cierta tristeza. -Perdona. Ha sido una groseria. -No importa, la verdad es que recuerdo ser un incordio de pequena para ti. Todo el dia detras, pero no tenia a nadie mas con quien jugar. -!Estas muy guapa! Y has crecido. -Gracias, tu tambien. Durante ese verano, ellos tuvieron algunas conversaciones, sobre todo del pasado, de la vida en el instituto que a ella tanto le interesaba, de sus amigos Lucas y Nick. Lo cierto, es que la nina se habia convertido en una mujercita que sabia escuchar. Era mas tranquila y serena, pero era pequena. Sabia que ella lo miraba con la misma adoracion de siempre, pero el era un chico de dieciocho anos y le gustaban las chicas mayores y ella no pasaba de los catorce. Y llego el dia en que le vino la carta de la Universidad y la abrio todo excitado y nervioso. Habia logrado su objetivo. Tenia una beca en la Universidad de Austin para estudiar aeronautica. La vida le sonreia. Llamo inmediatamente a sus amigos y a ellos, tambien se la habian concedido. No podia desear nada en el mundo mas que pasara rapido el verano y estar con sus amigos en la Universidad y estudiar lo que siempre habia sonado. Su vida iba por fases. Cuando terminara, solicitaria entrar en el ejercito y ser Formador y aprender todo de los aviones militares y de guerra y dar clases. Pero de momento, estaba la Universidad. Sus padres estaban muy orgullosos de su hijo. La noche antes de irse a la Universidad y Natalie al Instituto, ella, fue a despedirlo y cuando nadie la vio, beso en los labios a Daniel. Fue un beso ingenuo y adolescente. A este lo pillo desprevenido y ella salio corriendo hacia la casa grande. Daniel no habia besado nunca a ninguna chica, ni siquiera en la fiesta de graduacion que, salvo Lucas, su amigo Nick y el no habian invitado al baile ninguna chica, y los labios de Natalie, se quedaron en los suyos con un sabor dulce. Y sonrio. No volvio a ver a Natalie hasta cuatro anos despues. El verano en que el termino la Universidad y ella termino el Instituto. El tenia veintidos anos y ella dieciocho. Cada verano que habia vuelto a casa, a ella, la habian mandado al extranjero a aprender idiomas, a Francia, a Espana, a Italia y a Alemania. Dijeron que, para completar su educacion, con lo cual, ella hablaba perfectamente cinco idiomas. La primera vez que Daniel la vio, se quedo pasmado. Era una belleza de un metro setenta, de pelo rubio y largo y grandes ojos verdes. Estaba delgada. Ya no era la nina rechoncha, ni la adolescente timida. Tenia dieciocho anos y era toda una mujer. El habia tenido unas cuantas relaciones sexuales en la universidad. No habia tenido novia como alguno de sus amigos, pero nada especial. Se habia convertido en un chico formado y con algun musculo debido al ejercicio y media uno ochenta y siete. A ella cuando lo vio, le parecio altisimo y guapo como siempre le habia parecido desde nina. Su pelo moreno y esos ojos azules y transparentes. Habia estado enamorada de el desde siempre, desde nina y ahora era una chica y aun le afectaba verlo. Mas, desde que hace cuatro anos lo beso en los labios de forma impulsiva. Ese verano pasaron muchos ratos juntos, incluso salieron por Dallas a tomar algo y ver alguna pelicula. La relacion que habian tenido desde pequenos habia cambiado con el tiempo, para mejor. A el, le gustaba ella, pero era la hija del jefe de su padre. Las cosas habian cambiado. Ya no le parecia mas joven que el. -?Que vas hacer ahora que has terminado la Universidad? -He solicitado entrar en el mando de Formacion y Educacion Aerea (AETC) del cuartel general de la base aerea de Randolph. -Eso es el ejercito. -Si, mis amigos y yo queremos ir al ejercito de las fuerzas aereas. Quiero aprender todo y formar y educar. Me gusta la formacion. -?Y tienen que admitirte? -Estoy esperando la respuesta. Si me la dan, me voy. -?En cuanto tiempo puedes ser instructor?

  • Retorno a Cumbres Borrascosas de Ana Moon

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    Una novela de las de toda la vida, escrita en un estilo clasico y atemporal, con nuevos personajes, que revisita y revive la historia original.
    Un joven enamorado y despechado huye en mitad de la noche, lejos de su amada, tras ser despreciado por ella. Todo cambiara a partir de entonces, excepto su pasion, que solo puede crecer en una espiral interminable, como la tormenta que acompana al corazon del pobre amante.
    Cumbres borrascosas es una obra unica del genero romantico, ademas de un clasico inmortal de estilo inconfundible e inclasificable. Si no la has leido, no es imprescindible para leer mi libro, aunque si recomendable. En esta continuacion trato de cubrir los espacios en blanco que dejo la autora en la historia, por ejemplo, ?que ocurrio con Heathcliff en los anos que estuvo huido de la casa tras saber que su amada se iba a casar con otro? ?Por que Heathcliff tiene esa personalidad? Aparte de rellenar las "paginas en blanco" de la novela original, en las que echaba de menos la version de primera mano por parte de los protagonistas, he dado una continuacion y otro final a la misma, porque creo que entre el amor salvaje y tormentoso de la primera parte y el amor resignado del final del libro, cabe otra opcion sin explorar, otro camino que devuelve la pasion vibrante a un escenario que ha provocado tanto fascinacion como escandalo entre los lectores de todos los tiempos.

  • Una mujer en tu camino (Inspector Sejer 5) de Karin Fossum

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    Quinta entrega de la serie de novela negra escandinava protagonizada por el inspector Sejer.

  • La Division Azul. De 1941 a la actualidad de Carlos Caballero Jurado

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    La Division Azul es, sin duda alguna, una de las unidades militares que mas interes ha despertado entre los historiadores y estudiosos de la Segunda Guerra Mundial.

  • Regalo Inesperado: Un Amor Para Compartir, Ruby Martinez de Ruby Martinez

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    Hay diferentes tipos de amor, el que les vengo a presentar es uno de los mas puros y verdaderos que pueda existir.
    Todo fue tan inesperado, y aunque los acontecimientos en cierta forma avisaban, nadie lo vio venir. La muerte de Christina Gracia nadie la vio venir. Pero no estaba sola, dentro de ella habitaba una vida que cambiaria por completo el mundo de Eralda, su sobrina.
    Eralda, una joven universitaria apasionada por las letras y la poesia, se ve en la necesidad de truncar sus estudios, pues su fallecida tia la deja como heredera y, sobre todo, encargada de su recien nacida hija Becky.

  • Los moteros del MidWay 1 (Extras Serie Moteros 1) de Patricia Sutherland

    https://gigalibros.com/los-moteros-del-midway-1-extras-serie-moteros-1.html

    !Las historias de la serie Moteros que siempre has querido leer!

  • Dieciocho meses y un dia de Paz Castello

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    Dieciocho meses y un dia es el tiempo que Sabina Lamer, una afamada pintora afincada en Peniscola, lleva encerrada en el atico donde vive. Sufre de una grave agorafobia, fruto del estres postraumatico que desarrollo tras ser la unica testigo del asesinato de su mejor amiga, en plena calle, a manos de su ex marido. Desde aquel momento, Sabina es incapaz de cruzar el umbral de la puerta de su casa, que tambien es su estudio, desde donde contempla el mar y las calles del casco antiguo de Peniscola, ciudad que eligio para desarrollar su carrera profesional.Esta convencida de que cuando el asesino de su amiga, en prision provisional a la espera de juicio, este encerrado para siempre, sera capaz de superar su angustia y podra salir de casa, por fin, para volver a pintar el mar Mediterraneo que tanto ama y retomar su tranquila vida en aquel paraiso de la costa mediterranea. Sin embargo, el presunto asesino queda en libertad y Sabina enloquece aun mas entre las cuatro paredes de su estudio. A partir de ese momento, la obsesiva y recurrente idea de Sabina, es la de hacer justicia, desamparada como se siente por el sistema judicial, buscando la forma de vengar la muerte de su amiga, con la dificultad anadida de no poder salir de casa. Para conseguirlo tendra que enfrentarse a si misma, a sus miedos, y a los condicionamientos que su encierro le plantean, convirtiendo su claustrofobica vida en un medio para escapar de si misma.

  • Distintas formas de mirar el agua de Julio Llamazares

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