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Lawrence Cronwell elevo los ojos y los fijo en el rostro tirante de Clint Smith. Hubo como un destello en los ojos de ambos. Sono un golpe en la puerta. La voz de Clint sono rara, casi cortante, como si afilara el aire. --No dejes entrar a nadie. Lawrence se agito. Dentro de su bata blanca, daba la sensacion de que su inmensa altura no menguaba. --?Y si es el doctor Manley? --Ese... si. En el lecho de la silenciosa policlinica, continuaba moviendose aquella cosa que era una venda en su totalidad. La voz que salia de aquella cosa, producia en Clint una amargura inmensa. --No puedo. ?Que culpa tengo yo? Dios mio... mama... mama... ?Por que habras muerto? ?Y por que papa no quiso escucharme? Cary ha muerto, papa. Cary ha muerto... Pensabamos casarnos, papa. ?Oyes, papa? Maggie, dejame entrar. Papa tiene que oirme. Yo... Lawrence se tapo los oidos y fue hacia la puerta. Dudo antes de abrirla. La voz de la muchacha se oia insistente, debil, cada vez mas debil y machacona. Abrio la puerta. --Ah, es usted, doctor. Pase, pase. Le estabamos esperando. --No pude venir antes. Me dieron el aviso cuando me hallaba en una fiesta --hablaba acercandose al lecho. Al ver a Clint le toco en el hombro--. ?Lo has hecho todo bien, Clint? --Lo mejor que pude. La enferma seguia hablando a media voz. --Un segundo, Maggie. Solo un segundo. Dejame ver a papa. Tiene que escucharme. Tiene que comprender. ?Su honor? ?No es suyo mi honor? Yo te prometo... Maggie, por el amor de Dios. Maggie, dejame ver a papa --sin dejar de gritar trataba de incorporarse, pero la mano de Clint la sujeto. --Quieta, por favor. Estese quieta. Entre las vendas, el doctor Manley le busco el pulso. --Salgamos un segundo, Clint. --No puedo permitir que venga nadie. --Una enfermera no, por supuesto. Law ya me explico el caso por telefono. Pero una hermana... Llamemos a una monja. --Le ruego... --Vamos, vamos, Clint --se volvio hacia el otro doctor--. Law, llame a la hermana Sonia. --Si, senor. --Digale que venga sola --miro rapidamente a Clint--. Ponle un calmante. Que hable lo menos posible. ?Diste parte a la policia? --No tiene documentacion. --?No la encontraron en el auto? --No lo se. La policia estuvo aqui y volvio al lugar del accidente. Es posible que encuentren su documentacion en el auto. Volveran pronto. La enferma, tras un breve silencio, volvio a gritar con voz desgarradora. --Cary ha muerto. ?No sabias que Cary iba a casarse conmigo? ?No lo sabias tu, Maggie? Por Dios, dile a papa que... que... que si no me recibe me matare. Dile a papa... --Por favor --corto el doctor Manley--. Ponle un calmante. Que se duerma y se calle. ?Cuanto tiempo lleva asi? --Varias horas. --Eso es una barbaridad. ?Has averiguado, por lo que dice, que tragedia es la suya? --En tantas horas... es obvio. --De acuerdo. Venid los dos conmigo al despacho. --?Donde estan los otros? --Abajo, en la cafeteria. Hemos operado y la hemos traido aqui. Los otros no saben nada de esto... La hermana Sonia entro en aquel instante. --Hermana, no se mueva de aqui. Acabamos de darle un calmante. Aun hablara un rato --decia el jefe de equipo, recien llegado--. No permita que entren ni visitas ni enfermeras. Ah, si viene algun familiar a reclamarla, no permita que la muevan. Estare en mi despacho con el doctor Smith y el doctor Cronwell. --Si, senor. El doctor Manley miro a sus dos ayudantes. --Vamos --dijo. Y el mismo abrio la puerta. Mudamente, los tres medicos avanzaron por el pasillo. Clint y Lawrence vestidos de blanco. El doctor Manley aun con su impecable traje de calle. --Se dormira una o dos horas --decidio el doctor Manley, penetrando en su despacho--. ?Como esta, Clint? --Muriendo. --?Tan grave ha sido? Clint no respondio. Hizo un gesto muy significativo. --Mucho --contesto Law por el--. Hemos operado durante tres horas, a vida o muerte. El equipo entero, exceptuandole a usted, estamos de acuerdo en que su muerte es inminente. El doctor Manley miro a sus dos ayudantes con expresion aguda. --?Por que no me llamaron antes? --No hemos podido localizarlo, y la muchacha accidentada no podia esperar, senor --contesto Clint--. O la operabamos, o se moria hecha un guinapo. --De acuerdo. Tomemos asiento. Cuentenme lo que ocurrio. Todo lo que sepan de esa muchacha, y que ha dicho la policia del accidente. Y, sobre todo, que tragedia la agita tanto. --Law --ordeno--, antes de sentarte, sirvenos algo. Dispongo de tiempo suficiente para escucharles un buen rato. Deseo saberlo todo. --Law busco tres vasos y una botella en un estante de la enorme libreria que presidia toda una fachada del despacho--. Mi esposa regresara a casa sola, de la fiesta. Mi hijo Ted se reunira con ella dentro de una hora --consulto el reloj--. Veamos que ocurrio. ?Quien habla de los dos? --miro a Clint, siempre tan silencioso y reservado, y despues a Law--. Habla tu, Law. --Si, senor --le sirvio un whisky--. ?Con soda, senor? --Lo prefiero solo. --Tu, Clint. --Con agua. --Yo con soda --dijo para si. Y despues de servir a sus dos companeros, se sirvio a si mismo, y con el vaso entre los dedos, ocupo un lugar en una comoda butaca forrada de piel negra, ante la mesa, tras la cual se hallaba su jefe de equipo. --Veamos si lo sabemos todo. Si podemos hilvanarlo. Si me equivoco en algo, o tu has visto u oido mas que yo, rectificame, Clint...
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