Ver todos los libros de: Emma M. Green
Harry ha desaparecido. No se cuantos segundos pasaron entre la desgarradora confesion de Tristan y la reaccion de su madre, Diez, o tal vez hasta veinte. Veinte largos segundos de silencio incredulo. Luego Sienna se desvanecio, en la entrada, como en camara lenta. Se derrumbo sin hacer ni un sonido. No se desmayo realmente, sino que simplemente estaba demasiado impresionada como para mantenerse de pie, pronunciar una sola palabra o soltar un grito. Mi padre corrio para levantar su cuerpo amorfo, desprovisto de toda energia y de toda emocion, y recostarlo sobre el sillon de la sala. Mientras que mi madrastra recupera la conciencia, la villa se ve literalmente invadida. Por policias, socorristas, algunos hombres uniformados y otros con traje y corbata, mujeres, jovenes, viejos, como si toda la ciudad hubiera decidido reunirse en nuestra casa, en medio de la noche. Sin saber como llego hasta ahi, una cobija me rodea los hombros. La que alguien debe haber intentado ponerle a Tristan yace a sus pies. Todos sus musculos estan tensos, sus punos apretados, sus mandibulas contraidas, y unos faros giratorios reflejan una luz azul en sus ojos, que nunca me han parecido tan obscuros. Desde lejos, escucho a mi padre respondiendo a las preguntas, intentando controlar la situacion, aparentemente tan calmado como siempre. Pero puedo ver todo su desasosiego en su voz inquieta y casi ahogada. Y en su economia de palabras, como si ya no supiera que mas decir, no como decirlo. - Harrison Quinn. Tiene 3 anos. No, no es mi hijo. Es de Sienna Lombardi, mi… Mi esposa. Si, su padre esta muerto. Antes de que el naciera. No… nunca lo adopte. Nunca hablamos de eso. Tristan aparece entre mi padre y el hombre que toma notas en su pequeno bloc, sin duda un detective, que solo deja de escribir para sacar un panuelo del bolsillo de su pantalon y secarse la frente con el. - Escuche, no se quien es usted y no me importa. - El oficial Boyle. - Lo unico que tiene que hacer es encontrar a mi hermano, continua Tristan ignorandolo. !Esta perdiendo su tiempo! - No, joven. Estoy siguiendo el procedimiento en caso de la desaparicion de un menor. - Ya veo a lo que quiere llegar, con sus preguntas y sus cejas que no se conforman con las respuestas. !Craig no tienen nada que ver con todo esto! El ni siquiera estaba en la casa. Y adora a Harry. Que lo haya adoptado o no, no cambia nada. No comience a convertir a todos en sospechosos. Mi hermano menor desaparecio. Simplemente desaparecio. Y usted deberia encontrarlo. Encontrarlo vivo. !Nada mas! !Ese es su maldito trabajo! La voz grave de Tristan cede y me acerco lentamente a el para impedir que diga mas groserias o se meta en problemas. El oficial se seca de nuevo la frente respirando ruidosamente. Tiene un ligero sobrepeso, concentrado unicamente encima de su cintura, a la que le cuesta mantener a su pantalon de traje beige. Pero mas que el calor de este principio del mes de mayo, aunque sea la 1 de la manana, es la tension en la casa lo que parece darle calor. Varias gotas finas de sudor corren bajo sus lentes sin montura. - ?No dicen que cada segundo cuenta cuando un nino desaparece? pregunto en voz baja. - Mis hombres ya estan trabajando en eso, senorita… - Sawyer. Liv Sawyer, soy su hija, digo senalando a mi padre con el menton. - La hermanastra del desaparecido, entonces, concluye el detective garabateando en su bloc. - Si asi lo quiere ver. La expresion me hiela. No se que es peor, que se refiera a Harry como el << desaparecido>> o que todo esto de los hermanastros vuelva a relucir en una situacion asi. - !Fergus! grita de repente Tristan. !Fergus O'Reilly estuvo aqui esta noche! ?Hablaron con el? Tal vez… - El fue llevado a la estacion de policia, donde esta siendo interrogado en este mismo momento, lo interrumpe el detective. - ?Que fue lo que dijo? ?Vio algo? Ese imbecil… - No tengo permitido decirle nada sobre el tema. El Sr. O’Reilly esta en calidad de testigo. Por ahora, necesito una descripcion precisa del desaparecido: estatura, peso, color de cabello y de ojos, ropa que traia puesta. Lo mas detallada posible. Las lagrimas se acumulan en mis ojos mientras que Tristan describe a Harrison, su corte de cabello, sus ojos azules, su pequena pijama de cuadros, unas bermudas y una camisa de botones, y su cocodrilo. - !Alfred desaparecio tambien! dice poniendo su mano sobre mi nuca, con un brillo de esperanza al fondo de sus ojos azules. - Harry no se separa nunca de el… - !Ya se! Pero entonces eso quiere decir que se fue con el. !Se lo llevo, Liv! !Si hubiera sido secuestrado, no habria tenido tiempo de tomar su peluche! !Penso en Alfred! !Tal vez solo se fue a pasear, masticando su pata como siempre lo hace! Con un intento de sonrisa sobre los labios, Tristan me abraza, como si tuviera la prueba de que nada pudo pasarle a Harry. El oficial nos mira mas de lo que nos escucha. Sus pequenos ojos sorprendidos siguen los dedos de Tristan alrededor de mi cuello, observan nuestro abrazo. El debe ser uno de los pocos habitantes de Key West que no sabe nada del escandalo. O bien ya lo olvido. O es del tipo de hombres a los que no le interesa los rumores o las historias de amor de adolescentes. Ruego en secreto por que sea la ultima opcion. Mi padre regresa de la sala con varias fotos de Harry, completas o de retrato, solo o rodeado. El detective se las pasa una a una a la mujer al lado de el, una castana con el cabello peinado hacia atras y la piel bronceada, y le murmura que lance una Alerta de Secuestro – aparentemente no con la discrecion suficiente. - !Pero lo digo que sin duda no fue secuestrado! se enoja Tristan. Su peluche… - U
General
Para leer y descargar el libro "Juegos prohibidos 6 " puedes hacerlo gratis aquí.
juegos prohibidos capitulo 6