• Bruja Urbana de Daniel Santos

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    Agatha era una Bruja Moderna del Siglo XXI.
    Descendiente del honorable linaje de Salem.
    Y una universitaria en Nueva York.
    Una combinacion peligrosa hoy dia.

  • Cuatro dias contigo (Amores imprevistos 1) de Emma Colt

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    Despues de ser testigo de un asesinato, Laura acepta regresar al lugar de los hechos con dos policias de incognito para intentar localizar a los asesinos. Mientras no los detengan, su vida no podra volver del todo a la normalidad. Lo que no podia imaginar era que el inspector Hugo Casas removeria algo en su interior de manera explosiva.

  • El Idioma Del Corazon de Sherryl Woods

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    Sacar a Allie Mathews de las ruinas de su casa deberia haber sido una tarea mas en el cumplimiento de su deber, pero los inocentes ojos azules de Allie provocaron en Ricky un irreprimible deseo de protegerla, asi que la invito a que se quedara con el mientras encontraba un lugar donde vivir. Al cabo de poco tiempo, Ricky ya se estaba replanteando su intencion de permanecer soltero, pero ?como podia demostrar su amor a Allie si ni siquiera era capaz de encontrar las palabras adecuadas? Allie se sentia tan vulnerable que queria una vida sin riesgos… hasta que aparecio Ricky para protegerla y sacarla de su aburrido mundo. Vivir con el era un autentico torbellino de emociones, pero ella temia no poder seguir a un hombre que estaba acostumbrado a vivir siempre al limite.

  • Dale la vuelta de Gema Samaro

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    Patricia se sento en su asiento de ventanilla, despues de dejar dos maletones en las estanterias de la entrada del vagon. A pesar de que el camion de mudanzas se habia llevado dias antes todo lo acumulado durante tres anos de ilusiones, promesas y suenos, todavia le quedaban las cosas que acababa de arrastrar exhausta. Eran las ocho de la noche, de un jueves 21 de diciembre, y quedaban diez minutos para que el tren partiera hacia su vida sin Carlos, aunque ya llevara un tiempo sin el. Agotada, cerro los ojos dispuesta a dormir las siguientes dos horas y algo que duraba el trayecto desde Alicante a Madrid en un tren de alta velocidad. Sin embargo, cuando apenas llevaba unos instantes esperando a que le entrara el sueno, un carraspeo insistente la hizo abrir los ojos: --Ejem, ejem, ejem... Patricia abrio un ojo y comprobo que el carraspeador era un tio buenorro, moreno, alto, de pelos revueltos y sonrisa encantadora. Una pena que ella solo tuviera ganas de dormir... --?Quieres algo? --pregunto con toda la amabilidad de la que pudo hacer acopio, dado el estado de abulia en el que se encontraba. --Voy a subir la maleta y no quiero que te asustes con el ruido. --A no ser que lo acompanes con un solo de corneta, creo que lo resistire. Pero gracias por avisar... Patricia forzo una sonrisa, se cruzo de brazos y volvio a cerrar los ojos, mientras Leo, porque el carraspeador se llamaba Leo, pensaba en la gran suerte que habia tenido con su companera de viaje. Habia reservado la plaza en el ultimo momento y le podia haber tocado el tio desagradable del bigote que acababa de pisarle el pie con los ruedines de la maleta, si bien el destino le tenia deparado esa chica del flequillo, de ojazos almendrados, boca gruesa y cuello larguisimo, que ademas olia de maravilla. --!Que bien! !Que delicia! --exclamo en cuanto se sento a su lado y aspiro ese aroma a mora, margaritas, jazmin, glicinias y mas cosas mas que todavia no identificaba, pero que le retrotrajeron a las escapadas felices y primaverales, a los jardines de Keukenhof. Y es que esa chica, penso, olia a sol, a cielo limpio, a primavera loca... --?El que? --inquirio Patricia, porque no sabia que tenia de deliciosa esa situacion. El tren se habia llenado, la gente parecia amargada y agotada, afuera hacia un frio tremendo, y apenas quedaban unos dias para que empezara la temporada de hipocresia, consumo y comilonas. Leo, aun a riesgo de quedar como un idiota o segun el tal vez porque lo era, respondio: --Todo, asi en general. Patricia por supuesto que ni se molesto en replicar al carraspeador entusiasta, tan solo se limito a apoyar la cabeza sobre el frio cristal y esperar a que el maldito sueno la venciera. Con todo, el carraspeador volvio a la carga: --Parece que salimos ya. Patricia medio abrio los ojos y le pidio en un tono que intentaba ser amable, si bien tenia tambien su punto borde: --Me gustaria dormir. No te lo tomes como algo personal, pero me importa un bledo si salimos, si empieza la pelicula, si llegamos a Albacete o si el cielo se llena de estrellas. Leo se quedo mirandola fascinado porque tenia razon, lo unico que importaba, lo unico que destacaba por encima de todo era ella. Pero no se lo dijo, obviamente... --Vale, entiendo --musito. Y a Patricia esas palabras le sonaron tan dulces y tan tiernas que hasta sintio algo de culpa por haber estado tan cortante. Ademas, el chico era tan mono... Que mono, estaba buenisimo. Sin embargo, era lo que habia... Era triste, si, pero no habia mas… Lo mejor era dormir, claro que llevaba tanta ansiedad y noches en vela encima, que se le habia olvidado que era eso de cerrar los ojos y caer en un profundo sueno, como si acabara de darle la orden un hipnotizador. Con todo lo intento, cerro los ojos y se esforzo por no pensar en nada, si bien como siempre la invadio una nube de basura mental que deseo que la empujara hacia un sopor infinito. No obstante, no paso nada de eso, porque su cabrona mente nerviosa empezo a enredarse en cientos de absurdidades que cesaron en cuanto escucho llegar a la azafata con el carrito de la prensa, y no pudo evitar caer en la tentacion del Marca. Le gustaba demasiado el futbol... --?Quiere algun periodico mas? Este es el ultimo tren del dia y nos han sobrado algunos --le informo la azafata. --No, gracias, con este esta bien... --contesto Patricia, llevandose el periodico al regazo. Leo que habia pedido los tres periodicos nacionales mas el economico, le ofrecio en cuanto la azafata se marcho: --Ya se que quieres dormir, pero si cambias de opinion puedo dejarte alguno... Patricia en un arranque de sinceridad que definio como de lo mas tonto, de repente se vio confesando a ese desconocido: --No tengo cuerpo para malas noticias. --Con la prensa deportiva tambien puedes llevarte disgustos. --Estos los soporto... --comento Patricia bajando la bandeja donde dejo el periodico. Leo sonrio y confeso con los ojos chispeantes: --De cualquier forma me alegro de que no seas la version ferroviaria del cuento de El avion de la bella durmiente, de Garcia Marquez. Patricia le miro extranada y, frunciendo el ceno, repuso: --No, desde luego que no. Yo mas bien soy La amargada insomne del tren. --?Has leido el cuento? ?En Doce cuentos peregrinos? --Patricia nego con la cabeza y entonces Leo explico--: cuenta un enamoramiento loco un avion. El protagonista se queda fascinado con una mujer que aparece en el vestibulo del aeropuerto y luego tiene la suerte de compartir vuelo y asiento con ella. La bella se pasa el viaje durmiendo y el es feliz velando su sueno... Patricia que era sumamente impaciente cuando escuchaba una historia le interrumpio ansiosa, temiendose lo peor: --?Y como acaba mal o remal? --Se marchan sin despedirse y no vuelven a verse nunca mas. Patricia resoplo y luego dijo, encogiendose de hombros: --Que deprimente. Pero asi es la realidad. --A mi me encanta la parte en la que el protagonista pregunta a una empleada del aeropuerto si cree en los amores a primera vista y responde que claro que si, que los imposibles son los otros. --Ahi discrepo, los imposibles son todos. No se como enganan a la gente con esa milonga --replico Patricia, dando un manotazo al aire. --Yo lo que siento es que estes tan desencantada. --Me pillas en un mal momento. Pero quien sabe, a lo mejor dentro de veinte anos vuelvo a creer en el cuento

  • Mi curvilineo fraude de Carla Tristan

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    Una luz roja parpadeaba odiosamente mientras me ponia los auriculares en la cabeza. El diminuto eco del estudio se silencio por un breve momento, antes de estirar mi brazo, y presionar con mi dedo el boton de la pequena luz. --Hola, llamador --mi propia voz me fue devuelta a traves de los auriculares. Cuando empece ese trabajo, me habia desanimado. Todo el mundo odiaba el sonido de su propia voz. Y anade eso a la ansiedad paralizante que me embargaba antes de salir al aire en vivo, y ahi lo tienes, la receta perfecta para el desastre y torbellinos de palabras epicas. Por suerte para mi, mis productores pensaron que era demasiado encantadora para rendirse conmigo tan facilmente--. Ya sabes como funciona este espacio. Empecemos con tu nombre y la razon por la que llamas, y hare lo que pueda para ayudar a curar tu corazon --las palabras salieron de mi en la misma secuencia de siempre. --?Annie? ?Eres realmente tu? --un largo suspiro femenino lleno mis oidos. --La unica e irrepetible --literalmente. Una y solo una. Un poco de culpa me invadio. No, tal vez no era culpa, pero si algo un poco mas dificil de precisar que eso. Era una nueva sensacion que no habia experimentado antes, pero que en las ultimas semanas, me habia hecho sentir como un fraude. Durante un diligente desplazamiento nocturno por Internet con una copa de vino y una vela de sandalo ambientando mi habitacion, descubri que estaba sufriendo una dolencia profesional muy comun: El Sindrome del Impostor. --Hola. Vaya. No puedo creer que me haya comunicado contigo. Um. Bien. Aqui va --hubo una pausa seguido de un respiro en el otro extremo mientras mi interlocutor organizaba sus pensamientos. Estaba acostumbrada a eso. Los que llamaban no esperaban realmente comunicarse conmigo. Al principio, hace anos... Claro. Pero ahora las lineas se inundaban de llamadas cada noche y ella sabia lo afortunada que era de estar al aire con su servidora. Se aclaro la garganta--. Me llamo Margaret. He estado tratando de comunicarme contigo durante semanas. Otra pausa lleno la linea entre nosotras, y me di cuenta de que era mi turno de hablar. --Dime lo que estas experimentando en tu relacion, Margaret --anadi una suavidad a mi voz que habia estado practicando durante anos y me preguntaba si mis oyentes alguna vez sentian que estaba demasiado ensayado. Definitivamente me sentia asi a veces. Y agregando eso a mi Sindrome del Impostor, sin duda era toda una estafa ambulante y parlanchina. Margaret dejo escapar un suspiro de derrota. --Mi novio no quiere casarse. Tiene fobia al compromiso. Me preguntaba si Margaret querria mi consejo si supiera el sindrome que estaba padeciendo. Yo era un guru del romance ridiculamente popular cuya propia vida romantica era inexistente. Mi vagina no habia sido tocada por otra cosa que no fuera mi vibrador color lila. --Es un mal que muchos sufren --me incline hacia adelante y cruce los brazos sobre el escritorio. Intente ignorar la media docena de luces rojas que parpadeaban constantemente y que eran todos gritos de ayuda de personas desesperadas. Esta misma llamada habia llegado una y otra vez--. ?Cuanto tiempo llevan juntos? --Unos doce anos. ?Doce anos? !Madre mia! --Eso es genial. No, no lo era. ?Doce anos y ninguna promesa de que haya algo mas en el futuro? Vaya. Capte la expresion de perplejidad de Doug a traves del grueso cristal que tenia adelante. Mi manager levanto una ceja, sonrio, y paso sus dedos por su cabello canoso. Habia trabajado con el el tiempo suficiente para saber que estaba pensando exactamente lo mismo que yo: es hora de soltar y marcharse, Margaret. --Supongo --respondio la chica. Habia un claro tono de tristeza en su voz. Claramente tenia anos de practica y habilidades para disfrazar su decepcion, pero como profesional que veia este tipo de cosas todo el tiempo, tenia un oido atento a la tristeza de las relaciones. --Y supongo que le has hablado a tu pareja sobre los beneficios de estar casada --me puse mis gafas de marco negro, al puro estilo de Lisa Loeb. Una calma se apodero de mi al caer completamente en mi personalidad de la radio de Noches con Annie. Los hombros de Doug se movian de arriba a abajo con risas al otro lado del cristal. Me di la vuelta para no verlo mas. Nadie entendia mis rarezas en el estudio. --Si, pero el me ignora cada vez. Siempre hay algo super importante que tiene que hacer cuando surge el tema del matrimonio. Como apretar un fregadero que gotea o ayudar a su amigo que acaba de pinchar un neumatico. Es tan frustrante. Todas mis amigas dicen que estoy perdiendo el tiempo, pero ?como puedo dejar algo en lo que he invertido doce anos? Tenemos una vida juntos. Quiero decir, he criado a medias al tipo. Me moje mis labios. --?Me llamas para que te diga que tus amigas estan equivocadas o que tienen la razon? --No lo se. Se que se preocupan por mi. Se que no estan tratando de arruinar mi relacion. Estan... estan tratando de salvarme de eso. --Entonces parece que tienes buenas amigas. --Lo son. --Margaret, creo que sabes lo que tienes que hacer. Esto es sobre ti. No sobre el. Tienes que ponerte a ti misma primero y decidir que quieres de la vida. ?Seras feliz dentro de cinco anos si estas en el mismo lugar y no estas casada? ?Impactara esto otros aspectos de tu vida, como tener hijos? Margaret se resoplo. --Creo que se acabo. Realmente se acabo hace mucho tiempo. --Yo tambien lo creo. Y creo que sabias lo que querias hacer antes de llamarme. Es hora de pensar en ti, en lo que quieres para tu vida y soltar lo que no te haga crecer. A veces, cuando sabia que una persona estaba lista para oirlo, la verdad podia ser tan aguda como un punetazo en el estomago. Y Margaret ciertamente necesitaba oirla. Mentir todas las noches a mis oyentes se habia vuelto cada vez mas dificil durante las ultimas semanas y meses, pero ayudar a alguien como Margaret lo hacia un poco mas agridulce. Claro, todavia me sentia como una impostora hablando con ella sobre dejar a un hombre que amaba cuando no sabia lo que se sentia, pero alguien tenia que hacer el trabajo sucio. Me decia a mi misma que mi falta de experiencia me hacia la persona perfecta para este papel. No era parcial. No tenia un bagaje que nublara mi juicio. No tenia nada. La chica solto una risa temblorosa para disimular su dolor. --Creo que tienes razon, Annie. Le gusta demasiado su libertad para establecerse en la vida que siempre he querido. Debi haber tirado la toalla en cuanto menciono el tema de la pina. Esa ultima frase fue un pensamiento de ultimo momento, pero me llamo la atencion. --?Cosa de pinas? --me enderece en mi asiento y le sonrei a Doug. Nunca habia un momento aburrido en este trabajo. Sus suspiros se estaban convirtiendo en el prefacio de sus proximas palabras. --En nuestro vecindario... --suspiro y se quedo en silencio. --?Donde esta ubicado tu vecindario? --pregunte para animarla a seguir con la conversacion. Mi Mountain Dew estaba al alcance de la mano y todavia estaba frio. Las rosquillas que siempre me dejaban antes de cada show, con una variedad de glaseado blanco y espolvoreado de arco iris o banadas en chocolate, ya se habian acabado. Mire las migajas en el plato mientras inclinaba la cabeza hacia atras y sorbia mi bebida. --Es un vecindario de ricos. La mayoria de los millonarios retirados viven alli --casi la podia sentir encogiendose de hombros mientras hablaba--. Mi novio gana mucho dinero en la construccion y sabia que yo siempre sone con una vida de comunidad cerrada. --Continua --retorci la tapa de mi refresco para cerrarlo. Al menos Margaret tenia la casa de sus suenos. Yo, sin embargo, tenia fotos tomadas de Pinterest llenas de inspiracion para mi casa ideal, brillante y aireada, con una gran chimenea y un comedor de techo alto. Era una amante del lujo tanto como de las donas. --Bueno, hay un acuerdo en el vecindario donde los miembros del club de intercambio de parejas ponen una pina en su porche o en su patio. Es una especie de tarjeta de visita. --?Son ustedes swingers? --pregunte con una voz monotona. No habia necesidad de hacerla sentir algo que no estaba sintiendo ya. --!No! Cielos, no --dejo escapar una risa temblorosa. Tome un largo trago de mi bebida. --?Tu novio es un swinger? --No... Bueno, si --gimio en una exasperacion dramatica. Le mostre una sonrisa a Doug, que movia la cabeza con alegria. Ambos sabiamos que nuestros oyentes estaban disfrutando de este segmento mientras conducian a casa desde sus turnos de noche o se sentaban en sus mesas de la cocina--. No lo se. Parece como si tratara de decirme que esta interesado en probarlo, y con "eso" me refiero a otras mujeres. Lleva a casa cosas de pina todo el tiempo, siendo tonto al respecto, pero no es gracioso. Es... no lo se. Como que estropea cualquier confianza que me pueda quedar. Lo cual, debo anadir, no es mucho cuando el hombre con el que has estado durante una docena de anos no quiere casarse contigo. Me dolia el corazon por ella. Nadie deberia tener que sufrir ese tipo de incertidumbre en una relacion. El amor deberia mejorar las cosas, no empeorarlas. Tenia que ayudarla, y tenia que hacerlo rapido. Ella estaba luchando alli, y por un breve segundo, estuve agradecida de que no hubiera un hombre en mi vida que me hiciera sentir tan indigna. --Esto es lo que yo haria, Margaret. Acercalo al club de los swingers. Preguntale si esta interesado en involucrarse. Haz que conteste. Es un chico grande. Lo menos que puede hacer es ofrecerte un honesto si o no. Si dice que si y tu estas tan horrorizada como pareces estarlo, entonces pateale el trasero y vete. De lo contrario, deja las llaves en el bol y disfruta. Casi podia sentir el resoplido de Doug desde la otra habitacion. Siendo un seguidor incondicional de las reglas, no entenderia la diversion de un poco de promiscuidad en pareja. --Va a decir que quiere probarlo, estoy casi segura de eso. Y yo no. --Entonces dejalo ir. Es hora de descubrir la verdad, aceptarla y disfrutarla, y seguir adelante. Ambos estan en paginas diferentes. Y es perfectamente normal que dos personas se separen. No hay que avergonzarse por ello. Lo que seria una verguenza es continuar forzando algo que ya no les sirve a ninguno de los dos. Llamame e informame de lo que decidas, ?si? --Bien. Gracias, Annie.

  • El final del hombre de Antonio Mercero

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    Antonio Mercero irrumpe con fuerza en la novela negra espanola con una trama brillante que no da tregua al lector y con unos personajes que se graban a fuego en la memoria.

  • Una rosa en la batalla de Brenda Joyce

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    Alana le Latimer era hija bastarda de un noble y, por esa causa, su poderosa familia, los Comyn, la habia olvidado y abandonado. Su abuela la habia criado en soledad, y siempre habian vivido a cierta distancia de la guerra de Escocia. Sin embargo, cuando la batalla se acerco a su hogar y se vio obligada a salvar de la muerte a un guerrero enemigo, su vida empezo a correr peligro.

  • El pacto Churchill – Hitler de Carlos De Napoli

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  • 1000 recetas de oro de Karlos Arguinano

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    Tras siete decadas de vida y medio siglo cocinando, Karlos Arguinano nos brinda un amplio recetario que configura el mejor testimonio de su experiencia y amor por la gastronomia.
    Mil recetas que son un homenaje a todos los elementos que le han llevado a convertirse en el cocinero de referencia de millones de hogares. Un cuidado y amor unicos por la materia prima, elaboraciones sencillas aptas para todo tipo de cocineros, consejos que dan al plato el toque especial y una propuesta amplia para todo tipo de paladares y ocasiones.
    Arroz caldoso con tempura de borraja, canutillos de pastel de pescado, bloody mary con berberechos o crema de calabaza con cigalita y beicon… Recetas de elaboracion propia, para disfrutar en familia o con amigos, y de las que emana esa alegria contagiosa que tan bien define su cocina.

  • Seguiremos viviendo de Elisabet Pedrosa I Domenech

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    Vete, Gina, no tengas miedo, te queremos. Te damos las gracias por todo lo que nos has dado y hemos aprendido. Has sido inspiracion y maestra. Gina, bonita, perdoname si alguna vez no he estado a la altura de la situacion. Y perdona a aquellos que no te han descubierto debido al miedo a la diferencia, a la enfermedad o al dolor. Tu me has ensenado a no tener miedo, a entender lo importante en la vida: el amor con mayusculas. Vete, Gina, no tengas miedo, ?no ves la luz de las almas? Seras libre de este cuerpo tan bonito que te ha encarcelado. Canta, baila, salta, juega, porque por fin seras libre para hacerlo. No tengas miedo, alli encontraras a gente buena que te espera y te quiere. Ya te puedo imaginar con tu carcajada sonora haciendoles felices. Vete, guapa; ve, hija, seguiremos adelante, te lo prometo; honraremos tu memoria. Nos dejas un legado inmortal de once anos de vida. Vete, muneca dulce, ve, Gina, no tengas miedo. Yo ya no tengo miedo y te puedo acompanar y mirar a la muerte de cara y aceptarla como una celebracion de la vida. !Gracias! Esto tambien te lo debo a ti. Sueltate, bonita, yo te acompanare, ahora ya puedo… Gracias por todas las personas de corazon generoso a quien nos has acercado. Ya queda menos, hija, no sufras, no sufras mas. Estamos a tu lado, estaremos siempre. Tu estaras en nuestro corazon, en mis manos, con tu perfume de muneca de porcelana. Tus hermanos te abrazan, te dicen adios. Tambien lo saben hacer. Desfilan familia y amigos de corazon y te dicen adios; como el abuelo, que te queria curar -- pues eras su primera nieta-- y ha tenido que aceptar que te morias. Y tu dudas si irte o no, porque tambien ha sido bonita la vida, y cada minuto de tu vida ha valido la pena, hasta el ultimo. Pero ya no te queda energia, lo se, hija, lo se, y lo siento en el alma. Esta vez no te puedo pedir que te quedes, no lo puedo hacer. Tengo que dejarte marchar. Prometi un dia --hace ya tiempo-- que respetaria tu decision y que no te impondria una vida sin sentido ni conciencia. Y ahora, por fin, puedo cumplir mi promesa. Ve, Gina. Adios. Plegaria en la muerte de Gina. 18 de enero de 2014. Tanatorio Les Corts, Barcelona. Introduccion 18 de enero de 2014. Hacia dos dias que habia muerto nuestra hija Gina, de once anos, y estabamos a primera hora de la manana al lado de su feretro, de cuerpo presente, en el tanatorio Les Corts de Barcelona. Entonces llego Sergi, el medico de paliativos, para darnos el pesame. Gina entro en paliativos en mayo de 2013. Cuando el medico se fue ya tenia muy clara la idea de escribir. Inspirada por la larga fila de gente que se acerco para acompanarnos, y despues de escuchar muchas historias de muerte y de vida, me di cuenta de que debia compartir alguna cosa con relacion a lo que habiamos vivido. Tanto dolor y sufrimiento a causa de una larga, cruel e invalidante enfermedad, y tantas perdidas constantes tenian que tener algun sentido. Y a medida que pasaban las horas crecia con fuerza en mi cabeza un proyecto que iba tomando forma de libro y que se llenaba de significado, y que ha culminado en el que teneis en las manos. Este texto nace de la desesperacion de una madre a quien se le ha muerto una hija, de la necesidad de explicar y compartir. Soy madre de dos hijos mas, Pol y Jan, y estoy casada con un indio catalan (mediador y emprendedor); soy guionista de profesion y escribo libros, pero solo cuando me suceden cosas, y esta era muy excepcional. La perdida de un hijo o una hija nos situa en el peor de los escenarios; no obstante, si aprovechamos esta crisis para indagar en nosotros mismos, resulta tremendamente reveladora. Este libro ha sido cien por cien terapeutico, y me gustaria que tambien lo fuera para vosotros: tanto si estais pasando por un proceso de duelo, como para cuando os encontreis en esta situacion, o simplemente para girar vuestra vida del reves -- zarandearla-- y darle una nueva dimension. Todos tenemos perdidas, grandes y pequenas. Estamos todos en el mismo barco y, por el camino, inevitablemente, vamos sufriendo perdidas personales, emocionales y materiales, y un dia tambien perderemos lo que consideramos mas fundamental, nuestra vida. Moriremos, y mas nos vale ir aprendiendo. Este no es un libro politicamente correcto, pues lo que sentimos no siempre es agradable de escuchar. Es un libro que habla de la muerte pura y dura, sin eufemismos y mirandola a la cara con aceptacion y naturalidad. La proximidad de la muerte transmite una lucidez que, sin duda, nos puede ayudar a vivir con mas conciencia. Despues de la muerte de Gina he entendido que no debemos temer a la muerte, porque esta no borra, solo transforma. No se trata de un punto final, solo es un punto y aparte en el que cada cual descubre en que lugar coloca a sus difuntos mas queridos, pues estan ahi y seguiran estando ahi de otra manera, en el mundo sin formas. Este viaje de dolor y perdida empezo con el diagnostico de la enfermedad de Gina cuando solo tenia un ano de vida. Y despues hemos asistido a la perdida progresiva de sus capacidades hasta el dia de su muerte. Os aseguro que ha sido una autentica crueldad. Asi pues, fuimos familiarizandonos con la perdida con los anos. Sus fuertes crisis eran anuncios aterradores de que un dia la vida de Gina se podia acabar. Gracias a los anos de psicoanalisis pude empezar a hablar de la posibilidad de que se muriera, aunque con solo imaginarlo podia sentir que enloquecia de dolor. El disparo de salida fue cuando hicieron entrar a mi hija en el programa de paliativos. A pesar de que entrar en paliativos no es una sentencia de muerte --de hecho nosotros estabamos convencidos de que le quedaban unos cuantos anos mas de vida--, al cabo de nueve meses Gina se moria. Seguramente, la intuicion, nuestro sexto sentido, ya lo sabia. Nuestra fortuna fue que llegamos al final de la vida de Gina con el privilegio de habernos podido despedir de ella y de haber podido celebrar cada instante a su lado como si fuera el ultimo. Cada muerte es una historia, y cada duelo tambien; no pretendo dar lecciones de como se tiene que llevar, se hace como se puede. Se necesitan herramientas, ayuda, carino, coraje. Espero que nuestro testimonio sea inspirador, util y balsamico, aunque para conseguirlo hay que estar dispuesto a cruzar la puerta del dolor. Pero es que sin dolor ni sin final tampoco hay vida autentica. Ahora ya no tengo ninguna duda de que la muerte nos puede hacer mas sabios. La voluntad de este libro no es herir sensibilidades. Si lo hace, perdonadme. Estoy convencida de que todas las personas que teneis a Gina en el corazon (padres, abuelos, hermanos, tios, primos, amigos o conocidos) expresais el amor que sentis por ella y la recordais, a vuestra manera; yo lo he hecho con este libro. Es la narracion en primera persona del amor profundo entre una madre y una hija a traves del dialogo intimo, en el imprescindible ejercicio de evocar. Pero teneis que saber que nunca estuve sola en este periplo. Lo que teneis en las manos es tambien el relato de una familia que ha asistido en directo a la muerte de una nina a traves de los anos, los meses, las semanas, los dias, los minutos y los segundos. Tras ella nos encontramos en el dia siguiente de la muerte, que es mas insoportable todavia, y que nos llevo por una montana rusa de recuerdos y sentimientos dolorosos en la que, cuando creiamos que nos recuperabamos, volviamos a caer. Asi es el duelo, imprevisible y tortuoso; sin embargo, se tiene que transitar. Sobre todo, los primeros dias sin nuestra hija Gina fueron tremendamente desoladores. Despues de tantos anos de luchar por su vida y que todo girara a su alrededor, estabamos perdidos. En mi caso, me di cuenta de que, o bien me ponia a escribir, o bien me moriria de tristeza o enloqueceria. Y escribi, tal y como ya lo habia hecho en otras ocasiones, para procesar, para digerir, para expulsar. El objetivo era explicar la muerte de Gina, pero entonces entendimos que no era solo de muerte de lo que necesitabamos hablar, sino tambien de las vivencias enriquecedoras y dolorosas de los ultimos anos al lado de nuestra hija. Por esta razon, la narracion del libro no es lineal: es un ir y volver del presente al pasado, con un retorno continuo al escenario del sofa del comedor de nuestra casa donde nos despedimos de Gina. Siento que este libro es la tercera parte de una trilogia que la vida misma ha creado. La primera parte fue Criaturas de otro planeta, la presentacion en sociedad de Gina y de su enfermedad, y que sirvio para dar a conocer el sindrome de Rett y para recoger bastante dinero -- gracias en buena parte a Dolors, la abuela de Gina, y al periodista Marc Serena-- para empezar y dar continuidad a la investigacion. La segunda parte fue El meu amor sikh, en el que contaba en forma novelada como se transformaron nuestras vidas con la aparicion del amor con mayusculas, Kewal, que ha hecho de padre de Pol y de Gina; el nacimiento de mi tercer hijo, Jan, y la terrible evolucion de la enfermedad de Gina. Y ahora desgraciadamente ha llegado la tercera parte, Gina, la muerte y la despedida de nuestra hija. Es una trilogia que habla de la vida tal cual es --sin disfrazarla-- y del deseo de vivirla a pesar de las peores circunstancias, porque podemos aprender a ser resilientes, superar las crisis y salir reforzados de ellas.

  • El otro ingles de Ilsa Madden-mills

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    Un britanico ardiente.
    Una americana despechada.
    Una noche que se olvidaron de quienes eran.

  • La marca del inquisidor de Marcello Simoni

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    Roma, 1624.
    Se descubre el cadaver de un hombre aplastado en una prensa tipografica. Un investigador cuyo pasado es un misterio, que utiliza metodos cientificos y es experto en demonologia y brujeria, se hace cargo de la investigacion.

  • En tus caricias (Serendipity) de Moruena Estringana

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  • Mas rojo sangre de Katarzyna Puzynska

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  • La ultima duquesa de Laura Powell

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    Una original historia de amistad con una galeria de personajes asombrosos, pinceladas de magia, misterio y giros inesperados.
    Con apenas trece anos, Pattern ya destaca entre las estudiantes de la prestigiosa Academia de Servicio Domestico de la senorita Minchin y va a trabajar como primera doncella de la gran duquesa de Elfinburgo, que se ha quedado huerfana.
    La joven duquesa de este pequeno y misterioso lugar es nerviosa y paranoica, !y con razon!, pues aunque parezca idilico, el ducado de Elfinburgo oculta un secreto oscuro y mortal… Poco a poco, y a pesar de sus diferencias, las protagonistas forjaran una amistad que pronto las llevara a luchar por su supervivencia. Asi, Pattern empleara todo su ingenio para enfrentarse a las conspiraciones y a las intrigas de quienes menos se imaginan, y a los peligros que acechan en cada rincon, dentro y fuera del castillo.

  • Pescando salmones en Alaska de Caridad Bernal Perez

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  • En un rincon de Irlanda de Sarah Rusell

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    El dia que un mensajero me trajo una orquidea, mi vida cambio. No tenia a nadie en este mundo y el, de repente, se convirtio en alguien indispensable.
    El amor nos dio de lleno, pero la vida quiso arrebatarmelo tambien a el.
    Un amor verdadero y una lucha por la felicidad que te hara sonar que la mas tonta casualidad puede cambiar tu destino para siempre.

  • Liebres de Sonora de Rafael R. Costa

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  • Desafio Homicida de Raul Garbantes

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    De madrugada, en el comedor del restaurante Felicia, aparecen dos hombres destrozados a cuchillazos. Aunque Vicente Chiarello, propietario del restaurante, afirma con desesperacion no ser el culpable, el arma homicida tiene sus huellas, y solo el se encontraba en el lugar del hecho.

  • Quedaos en la trinchera y luego corred de John Boyne

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    El 28 de julio de 1914, Alfie celebra la fiesta de su quinto cumpleanos que coincide con el estallido de la primera guerra mundial. El padre de Alfie, Georgie, decide alistarse inmediatamente porque cree que es su obligacion de ciudadano y, ademas, esta convencido de que todo acabara antes de que lleguen las Navidades. Despues de cuatro anos y enfrentado a un panorama desolador, Alfie descubre que el padre al que ya daba por muerto no regresa porque esta internado en un hospital militar, asi que decide coger un tren e ir a buscarlo para traerlo de vuelta.

  • La ceguera del cangrejo de Alexis Ravelo

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    JAVIER VALENZUELA, Infolibre Oficialmente, la historiadora del arte Olga Herrera fallecio en un absurdo accidente en Lanzarote mientras ultimaba una biografia del mas famoso artista de la isla: Cesar Manrique. Pero para Angel Fuentes, militar de profesion destinado en el Libano y companero sentimental de la victima, la verdad de su muerte tuvo que ser otra, aunque nadie salvo a el le interese averiguarla. Recien aterrizado en suelo canario, el sargento Fuentes ira reproduciendo a traves del volcanico paisaje lanzaroteno el itinerario que realizo su pareja para documentarse.

  • Indomable de Arwen Mclane

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    Raquel es una mujer fuerte y valiente, sargento del ejercito espanol y piloto de cazas. Una mujer todo terreno del siglo XXI.
    A causa de un terrible accidente aereo, viaja en el tiempo y aterriza en una epoca donde las mujeres no son valoradas, donde solo sirven para criar hijos y ocuparse de su casa, o eso piensan ellos. Pero Raquel no se deja dominar por ningun hombre.

  • Encerrados de Sibila Freijo

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    ?Que pasa cuando las cosas que nunca imaginaste que vivirias te estallan en la cara un dia cualquiera para hacer realidad tus peores peores pesadillas? ?Y si eramos felices y no lo sabiamos? ?nos hara este encierro ser mejores personas?
    Estos trece relatos sobre el confinamiento en tiempos del Coronavirus, reflejan, a veces con ironia y humor, otras con nostalgia y desesperanza, nuestra “nueva vida” de aislamiento: como han cambiado drasticamente nuestras relaciones, vida cotidiana, suenos y esperanzas y como podria ser tambien el futuro.
    Hay relatos que muestran la cara mas cotidiana y benevola del aislamiento: parejas que se odian condenadas a entenderse, locales clandestinos para que los amantes burlen la ley de confinamiento, perreras que se quedan sin perros, vecinos que se ofrecen como gigolos en los banos del supermercado...
    Pero tambien otros que reflejan el lado mas amargo y dramatico de esta cuarentena: el del dolor, la enfermedad, la soledad... o relatos que "imaginan" como podria ser un futuro inquietante: ciudadanos que, tras recuperar su libertad, se encierran voluntariamente, vecinos que se convierten en policias, empresas que patrocinan aplausos....

  • Venganza o pasion (Deseo Deseos Prohibidos) de Maxine Sullivan

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    Gemma Watkins se detuvo en seco mientras salia de la sala de espera del hospital. Un hombre alto avanzaba a grandes zancadas por el pasillo. Sus anchos hombros, su andar decidido le recordaban a... <>. En ese instante, el la vio. Dudo un instante y luego apreto el paso hasta que llego junto a ella. -Gemma... La voz de Tate se le deslizo por la piel provocandole un temblor de aprension. Aquel hombre habia sido su amante. El hombre del que habia estado enamorada. El hombre que le habia roto el corazon hacia casi dos anos. No se podia creer que fuera el. Tate Chandler era un empresario australiano que habia llevado el negocio familiar de relojes de lujo a un nivel nunca conocido hasta entonces y le habia dado un gran prestigio internacional. Era un hombre con una presencia imponente fuera cual fuera el lugar en el que se encontraba, tanto si se trataba de su despacho en una de las calles mas prestigiosas de Melbourne, su atico de lujo en uno de las zonas mas ricas de la ciudad o en los pasillos de aquel hospital. Era un multimillonario cuya poderosa apariencia iba mas alla de su increible atractivo. Todo lo que tocaba se convertia en oro y sus caricias tambien lo eran. Gemma lo sabia de primera mano. Trago el panico que se le formo en la garganta. -Hola, Tate. Los ojos azules de el recorrieron la larga melena rubia que cubria delicadamente los hombros de Gemma. Observo el rubor que tenia las mejillas y, entonces, entorno la mirada. -Espero que el hecho de que estes aqui sea una mera coincidencia. -No se a que te refieres. -Mi familia ha inaugurado hoy el nuevo pabellon de pediatria en memoria de mi abuelo. ?No te habias enterado? Ha salido en todos los medios de comunicacion. -No, no me habia enterado -replico ella. Habia estado demasiado ocupada trabajando y tratando de mantener la cabeza fuera del agua-. ?Significa eso que tu abuelo ha... muerto? -Hace tres meses. -Lo siento mucho. Bueno, tengo... -?Que es lo que estas haciendo aqui? -Estoy con... una persona. -?Se trata de un hombre? -Mmm... si. -Por supuesto que se trata de un hombre -se mofo el-. Nada ha cambiado en ese aspecto, ?verdad? -Esto no tiene nada que ver contigo, Tate. Adios. Hizo ademan de pasar al lado de el, pero Tate le agarro el brazo y la obligo a detenerse. -?Sabe ese pobre infeliz que es tan solo uno de muchos? -Yo... -?Tu que? ?Que no te importa? Creeme si te digo que se eso mejor que nadie. Aquellas palabras escocieron a Gemma. Se habia entregado de buen grado a Tate el dia en el que lo conocio en una fiesta celebrada por el arquitecto para el que ella trabajaba. Se habia enamorado instantaneamente de Tate. Despues de lo ocurrido con el, solo podia dar gracias a Dios por no haberle dicho lo que sentia. Por alguna razon, se habia reservado aquel secreto y habia conseguido mantener su orgullo intacto en parte cuando el le dio la espalda despues de llevar un mes de relacion. Durante las breves semanas que pasaron juntos, apenas salieron del atico de Tate. El mejor amigo de Tate era el unico que conocia su relacion. El recuerdo de todo lo ocurrido le hizo echarse a temblar. Aquel inesperado encuentro resultaba muy injusto, pero, a pesar de todo, no podia decirle a Tate la verdad. No podia. Podria ser que el decidiera... -Ah, ahi estas, Gemma -dijo una voz femenina a pocos metros de distancia. Gemma contuvo el aliento y se volvio a mirar a la enfermera que salia de la sala de reanimacion-. Esta bien, cielo -anadio, Deirdre, la enfermera, antes de que ella pudiera preguntar-. Y ya se ha despertado. -!Gracias a Dios! -exclamo. Gemma se olvido de Tate cuando un intenso alivio se apodero de ella. Era una operacion sin importancia, pero, como toda cirugia, no estaba exenta de riesgos. Deirdre observo a Tate y vio que el tenia agarrada a Gemma por el brazo. Entonces, fruncio el ceno. Gemma comprendio que tenia que actuar con rapidez. Se sobrepuso a lo que se sentia y esbozo una sonrisa tranquilizadora. No queria tener que dar explicaciones de nada. Por eso, cuanto antes se alejara de Tate, mejor. -Ya voy, Deirdre. Muchas gracias. La enfermera permanecio inmovil un instante antes de que pareciera que aceptaba que no habia ningun problema. -En ese caso, voy a decirle a Nathan que mama va a ir a verlo enseguida. Con eso, la enfermera regreso a la sala de reanimacion. -?Tienes un hijo? -Si -respondio. No podia negarlo. De repente, la expresion de Tate reflejo una cierta dosis de sospecha. -?Y se llama Nathan? Gemma asintio. -El nombre de mi abuelo era Nathaniel. -Es un nombre bastante comun -repuso ella mientras se maldecia en silencio por haberse permitido aquella unica debilidad. De repente, el lanzo una maldicion. Entonces, solto el brazo de Gemma y se le adelanto. Ella, como una fiera, se coloco delante de Tate y se interpuso entre la puerta y el. -Solo tiene diez meses, Tate -mintio. -?Es de Drake? -!No! Tate nunca la habia considerado inocente en lo que se referia a lo ocurrido con su amigo. Drake Fulton siempre la habia puesto nerviosa dado que se mostraba demasiado amistoso cuando Tate los dejaba a solas juntos, dejando bien claro que la deseaba. Al final, no la habia conseguido, pero se habia asegurado de que Tate tampoco se quedara con ella. -Por lo tanto, tu hijo es de otro hombre. -Si. De el. Rezo para que Tate se diera la vuelta y se marchara. Por el contrario, el la sorprendio y siguio avanzando. Ella lo alcanzo rapidamente. Estaba muy preocupada. -?A... adonde vas? Tate siguio andando en direccion a la sala de reanimacion. -Bueno, me has mentido antes. -No te menti. Yo... Gemma tuvo que esquivar a una joven pareja que andaba por medio del pasillo y luego volvio a alcanzar a Tate. El la ignoro y apreto el boton que habia en el exterior de la sala de reanimacion para abrir las puertas. Gemma entro con el. Deirdre estaba atendiendo a uno de los pacientes. Ella vio como examinaba la sala y como su mirada reparaba en una cuna que estaba mas alla del puesto de enfermeras, apartada del resto de las camas. En ese momento, practicamente con un movimiento sincronizado, los dos echaron a andar. Se detuvieron cuando llegaron junto a la cuna, en la que un nino muy pequeno de cabello rubio jugaba con un osito de peluche. Nathan levanto la mirada y Gemma contuvo el aliento. Tate no podia saberlo. Simplemente no podia... Entonces, Tate se volvio para mirarla. Tenia el rostro muy palido, pero parecia querer asesinarla con la mirada. Ella iba a pagar muy caro por lo que habia hecho. *** Tate sintio que la respiracion se le cortaba en el momento en el que el nino levanto la mirada y le atrapo el corazon para siempre. Durante un instante, Tate estuvo a punto de desear que el nino no fuera suyo, que pudiera darse la vuelta, salir huyendo y no tener que ver a Gemma nunca mas. No queria que ella volviera a formar parte de su vida. Sin embargo, con una mirada habia sido suficiente. Aquel nino era su hijo. El no iba a irse a ninguna parte. Justo en aquel momento, el nino vio a su madre. Dejo el osito y le ofrecio los brazos mientras empezaba a llorar. Gemma empezo a sollozar y echo a correr hacia la cuna para tomarlo en brazos. -Calla, carino. Mama esta aqui -murmuro mientras lo abrazaba carinosamente para tranquilizarlo. -?Que es lo que le ocurre? -pregunto Tate. -Han tenido que ponerle una especie de drenaje en los oidos. Tenia una otitis detras de otra y los antibioticos ya no funcionaban. Sin el drenaje, podria sufrir perdida de audicion y eso podria afectarle al lenguaje y al desarrollo en general. A pesar de que parecia ser algo muy serio, Tate sintio que la tension desaparecia. Dio gracias a Dios porque no fuera nada grave. Entonces, recordo las mentiras de Gemma y la tension volvio a aduenarse de el. -?No se te ocurrio decirmelo? -le espeto en voz baja, consciente del resto de personas que habia en la sala. -?Y por que iba a hacerlo? -Porque este nino es mio, maldita sea. Gemma abrazo con fuerza a su hijo. -No. No es tuyo. -No me mientas, Gemma. Tiene mis ojos. El miedo se apodero de ella. -No. Tiene el cabello rubio como yo. Se parece a mi. No se parece a ti en absoluto. Y, ademas, solo tiene diez meses. Efectivamente, Nathan se parecia a ella... a excepcion de los ojos. -Es mio. Y tiene un ano. Yo lo se y tu tambien. -Tate, por favor... -susurro ella-. No creo que este sea el lugar o el momento apropiado para hablar de esto. -Gemma... -insistio el. Tenia que saberlo. Tenia que estar seguro. Ella se echo a temblar. Entonces, suspiro profundamente. -Esta bien. Si, es tuyo. Al oir aquellas palabras en voz alta, Tate se sintio como si estuviera siendo engullido por una ola. Durante un instante, no pudo respirar. Entonces, miro a su hijo. Queria tomarlo en brazos y sentir el momento, pero, por mucho que lo deseara, se imagino que habia que tomarse con calma la situacion. Gemma parecia estar aterrorizada. -?Que... que es lo que vas a hacer ahora? -En primer lugar, haremos una prueba de paternidad. Ella lo miro asombrada. -?Pero no estabas tan seguro de que es hijo tuyo? -Lo estoy, pero quiero que no quede duda alguna al respecto. Ademas, no seria la primera vez que me has enganado, ?verdad?

  • La banda de los Sacco de Andrea Camilleri

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    La historia real de una injusticia cometida sobre la familia Sacco por parte del sistema
    mafioso.
    Raffadali, Sicilia, anos veinte. Los hermanos Sacco son hombres libres, de ideas socialistas;
    son hombres hechos a si mismos a quienes su padre Luigi inculco la cultura del
    trabajo y el respeto a los demas. La vida cambia de repente cuando, una manana, el mayor
    de ellos recibe una carta anonima, luego otra, y luego sufre un intento de robo. Luigi
    Sacco lo denuncia a los carabinieri, pero estos se encuentran totalmente desorientados:
    nadie antes se ha atrevido a denunciar a la Mafi a. A los Sacco no les queda mas remedio
    que defenderse ellos mismos. De la mafi a y de la policia, de sus paisanos complices de
    los traidores y de las autoridades.

  • El caso del linaje amenazado de Raul Garbantes

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    El empresario Stephen Fairfax aparece asesinado en una casa que estaba construyendo, justamente, para su proteccion. Tom y Nadine encuentran una misteriosa frase en el lugar del crimen, y se entrevistan con el hijo y la viuda de Fairfax, cada uno con sus propios problemas y sus propios secretos.

  • Guardian 1 de Nesa Costas

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    Ciudades, poblados y aldeas ecologicas cohabitan sin mezclarse.
    Una inesperada infeccion pondra fin a la distancia al amenazar toda vida. Clara es debil e inutil, y su supervivencia se debe a sus companias. Sin embargo, una dolorosa traicion la cambiara por completo. Tras un accidentado itinerario, Clara al fin llega a una fortaleza donde pasado, presente y futuro convergen.
    En un parpadeo, Tarik se ve relegado de guerrero a siervo. Un error lo convierte en guardian a las ordenes de una desconocida. Su mundo se reduce y lo unico que importa es ella. La Clara que el conoce representa todo lo que odia. Lo ultimo que quiere es protegerla, lo ultimo que espera es enamorarse de ella.

  • El Secreto de las Fiestas de Francisco Casavella

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    <>, confiesa en la primera frase de la novela Daniel Basanta, tambien conocido como Danielucho, o Lucho a secas. <> Daniel es un marciano que no acaba de encajar en el mundo. ?O acaso es el mundo el que es raro de narices?

  • Hasta que el camino se acabe (Bilogia Amame 1) de Priscila S

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    Peter llego como cada dia a su instituto. Este se llamaba Instituto Puente Marco. Estaba cruzando el puente que separaba Espana de Portugal a unos pocos kilometros. Al llegar vio a su mejor amigo Carlos, este estaba con su novia Alba. Era una chica delgada y bajita, pero con una cara muy linda. Carlos vivia en Espana y Peter en Portugal, pero eran amigos desde la infancia, casi hermanos. --Hola, chicos --saludo Peter al llegar. Carlos se separo de Alba y saludo a su amigo. --Hola, ?que te paso ayer? Me dejaste tirado en la fiesta de Arturo --exclamo Carlos. Peter sonrio con picardia. El dia anterior estuvieron en una fiesta que dio su amigo Arturo. La fiesta la hizo sin motivo aparente, el lema de Arturo era que si tenias ganas de fiesta ?por que no hacer una? Peter dejo tirado a Carlos porque se fue con una chica. Estuvo con ella toda la noche. Asi se divertia el, no tenia compromiso con ninguna, si le gustaba alguna iba a por ella sin mas. --Me fui con Melody --respondio alzando las cejas. -- ?Me dejaste tirado por esa? Estas perdiendo facultades hermano. --Anda callate y vamos a entrar, que ya falta poco para terminar la tortura del instituto. Les faltaba poco para terminar y coger vacaciones. Aunque en realidad ya se graduaban. Segundo de bachillerato habia sido muy duro para ambos. Entraron en la primera clase de Fisica. Al entrar lo primero que dijo la profesora es que tenian un examen. Peter bufo, se olvido por completo del examen que tenian, menos mal que era un chico que atendia en clase y pocas veces le hacia falta estudiar. Despues de una hora haciendo el examen, salieron de clase y se fueron a la cafeteria. Se sentaron en una de las mesas que habia cerca de la ventana. Carlos y Alba estaban todo el rato besandose y no hablaban con Peter, este llegaba a tal punto de levantarse e irse, no los aguantaba. Se levanto como cada dia para dejarlos tirados. Fue hasta la salida y, al llegar, choco con una chica rubia, jamas la habia visto. --Lo siento --se disculpo ella. Peter la miro y se quedo sin habla. Era una chica preciosa, tenian el pelo largo y sedoso, los ojos verdes mas bonitos que habia visto y una boca tan perfecta como ella misma. --No, lo siento yo --respondio Peter. La chica lo miro y le sonrio. A Peter casi le da un micro infarto al ver esa sonrisa. --No por favor, iba distraida, todavia no conozco bien el edificio. -- ?Eres nueva? --pregunto Peter. Ella asintio sonriendo. <<Joder, espabila Peter>>, penso. --Perdon, ni siquiera me he presentado. Me llamo Bibiana --se presento extendiendo la mano. --Encantado. Soy Peter. --Cogio la mano, encantado. Escucharon una tos que provenia de detras de ella. Eran unos chicos que querian entrar en la cafeteria y como ellos estaban en medio no podian pasar. Bibiana se aparto y los dos rieron al darse cuenta. Peter le dijo a Bibiana que fuera con el, le iba a presentar a sus amigos, asi por lo menos conoceria a alguien mas. Llegaron hasta donde estaba Carlos y Alba y estos dos seguian en la misma postura de minutos atras cuando Peter los dejo. --Carlos, para de una vez que te la vas a tragar --hablo Peter haciendo reir a Bibiana. Peter inconscientemente se quedo mirandola embobado como reia. Carlos paro de besar a Alba y miro a Peter para luego pasar la mirada a Bibiana. Carlos se quedo mudo al ver a Bibiana. --Carlos esta es Bibiana, es nueva --le presento Peter. Este se levanto y le dio dos besos a Bibiana. Eso a Alba no le hizo mucha gracia. --Ella es Alba la novia de Carlos --dijo Peter al darse cuenta como Carlos miraba a Bibiana. Queria marcar territorio, el la vio primero. Bibiana no borraba la sonrisa de la cara. Era una chica muy simpatica y risuena y tenia a los dos amigos completamente hipnotizados. Cuando acabaron las clases Peter se ofrecio a acompanar a Bibiana a su casa y ella acepto. Por el camino iban hablando de sus familias y conociendose. Ella era andaluza, concretamente de Cadiz, pero por motivos de trabajo de su padre se mudaron a Badajoz y ahi estaba. La vida de los dos era muy parecida, puesto que Peter era de Francia y por motivos del trabajo de su padre se mudaron a Portugal. Se les hizo el camino muy corto para seguir hablando, pues ya habian llegado a la casa de Bibiana. -- ?Te gustaria salir conmigo? --pregunto Peter. Bibiana asintio nerviosa. --Claro estaria bien --acepto nerviosa. Se despidieron y quedaron para salir. Por la tarde la recogeria Peter para llevarla a una cafeteria del centro de Portugal donde hacian las mejores tortitas del mundo, segun Peter. Al llegar la tarde Peter llego a casa de Bibiana sobre las seis. Bibiana salio de su casa y nada mas ver a Peter se le ilumino la cara. El le sonrio marcando los hoyuelos que le salian en la cara y haciendo que Bibiana se derritiera por completo. Se montaron en el coche y emprendieron camino hacia la cafeteria. Despues de unos cuarenta minutos de camino llegaron a su destino. La cafeteria por fuera se veia moderna, pero luego al entrar era rustica y antigua. A Bibiana le encanto la decoracion. Todo era de madera oscura lo unico que resaltaba eran las cortinas de color azul claro. Era muy acogedora. Pasaron la tarde comiendo tortitas y tomando batidos de chocolate. Lo estaban pasando genial. Peter se sentia raro, el jamas hizo eso con una chica, pero con ella era diferente. No sabia el motivo, lo unico que sentia era que con ella debia de ir despacio, con ella queria ir despacio. Le gustaba mucho. Se dio cuenta nada mas verla sonreir. Porque al ver esa sonrisa sabia que queria verla por el resto de su vida. Capitulo 1 Ano 1990 Dos semanas despues. Ya habian terminado el instituto. Peter se graduo con honores, en cambio a Bibiana le quedaba un ultimo ano para acabar. Peter y Bibiana cada vez estaban mas unidos, aun no eran nada solo eran amigos, de echo ella, Peter y Carlos se habian convertido en los mejores amigos a todos lados iban juntos. Carlos llevaba una semana de solteria su novia Alba lo habia dejado porque al graduarse se fue a Nueva York con sus abuelos, ella siempre quiso estudiar periodismo y alli tendria mas oportunidades que en Europa. Peter iba a estudiar arquitectura y Carlos queria ser piloto y la manera mas facil para conseguir eso era metiendose en las fuerzas armadas. Ya lo tenia mas que decidido, en unos meses Carlos se iria. Bibiana estaba metida en el conservatorio, ella queria ser bailarina y cuando terminara el instituto se meteria de lleno en lo que era su pasion. La tercera semana habia pasado muy rapido y en un pueblo que habia cerca de Badajoz empezarian las fiestas, las que los chicos no se perdian por nada del mundo y esta vez llevaban a Bibiana que estaba como loca por ir. *** Peter estaba en la cocina, comeria algo antes de ir a recoger a Carlos y Bibiana. En ese momento entro su padre. --Hola hijo, ?como estas? Hace dias que no hablamos --expuso su padre sentandose al lado de el. Su padre era un hombre muy estricto que estaba chapado a la antigua. El era arquitecto de ahi que Peter estudiara eso. --No digas eso papa, ya sabes que estamos en vacaciones y comienzan las fiestas. Y sabes que pronto se me acabara la libertad y no podre disfrutar tanto. --Su padre asintio, Peter tenia razon, pronto tendria que ir a la universidad y se le acabaria todo. -- ?Iras a la universidad de Francia? --pregunto su padre. Su hijo se quedo mudo, el no queria ir a la universidad de Francia, queria quedarse en Portugal, no iba a dejar de ver a Bibiana. --Estudiare aqui --respondio muy seguro. Su padre le echo una mala mirada, no estaba de acuerdo, segun el tenia que ir a la misma universidad que el, pero Peter habia cambiado de parecer. En un primer momento si penso ir a Francia, pero despues de conocer a Bibiana, todo eso cambio y ya no estaba seguro de querer irse. --De eso nada, iras a Francia y no hay mas que hablar --sentencio su padre levantandose para irse. --Lo siento, papa, pero no voy a ir a Francia, ya soy mayorcito para poder decidir por mi mismo, ?no crees? --Se levanto y se fue, dejando con la palabra en la boca a su padre. Estaba harto de tener que hacer lo que su padre queria. -- !Esta conversacion no ha acabado, Peter! --grito antes de que este saliera por la puerta. Miro a su padre y nego con la cabeza. Salio de casa con un cabreo monumental. Se metio en su coche y fue primero a por Bibiana. Al llegar le dio al claxon para que supiera que habia llegado. Bibiana no se hizo esperar y salio de la casa directa hasta su coche. Cuando la vio con ese vestido verde que llevaba se le cayo la baba. Estaba preciosa. Entro en el coche y Bibiana fue a darle un beso en la mejilla, pero la necesitaba tanto que le viro la cara para que el beso llegara hasta sus labios, conectando todos sus sentimientos, haciendo que sus corazones latieran a un ritmo infernal. Bibiana al principio se quedo estatica no sabia que hacer no se lo esperaba, pero despues no pudo mas que corresponder ese beso que habia deseado tanto desde el dia que se conocieron. Al separarse ella estaba roja como un tomate y Peter le sonrio y acaricio su mejilla. --Estas preciosa --expuso con su mano aun en su mejilla. --Gracias, tu tambien estas muy guapo --respondio echa un manojo de nervios. Estaba tan nerviosa que pronto se desmayaria. Peter lo noto y le cogio la mano para luego besarle los nudillos. -- ?Preparada para pasarlo bien? --pregunto Peter. Ella asintio y este arranco. Fueron a recoger a Carlos. Este al llegar ya los esperaba en la puerta con cara de cabreo. --Joder, ?por que habeis tardado tanto? --pregunto Carlos. --Por nada --contestaron los dos a la vez. Se miraron y soltaron una carcajada. Carlos los miro y fruncio el ceno.

  • La decision de Elaine de Mar Fernandez

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    La vida de Elaine no es facil tras la truculenta guerra que le ha robado a su esposo y dejado huerfana a Faith, una nina de apenas seis anos que no ha conocido a su padre. Mantener la esperanza o la ilusion era todo un reto. El rancho que posee esta al borde de ruina y apenas puede hacerse cargo del lugar.

  • Juegos entre jefes (Los jefes 7) de Victoria Quinn

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    Recordaba el dia en que murio mi madre con gran claridad. Fue el peor dia de mi vida. Por entonces estaba estudiando. Acababa de terminar mi ultimo examen final y estaba de camino a casa cuando recibi la llamada de telefono. Mi padre me comunico la noticia. Apenas dijo nada por telefono y su silencio estaba tan cargado de tristeza que pude sentirlo a traves de la linea. Recordaba lo frio que me senti y lo vacia que me parecio la vida. Siempre habia estado unido a mi madre, subestimando lo maravillosa que era. Sencillamente habia supuesto que ella siempre estaria alli. Hasta el dia en que dejo de estarlo. Ahora estaba reviviendo aquella pesadilla, pero este dia era mucho peor... porque Titan era el amor de mi vida. La unica mujer a la que habia amado. No habiamos pasado juntos el tiempo suficiente. Era demasiado pronto. Se suponia que yo iba a morir primero, de viejo. Yo no tendria por que vivir sin ella. Ella era la fuerte y la que debia vivir sin mi. No seria capaz de hacerlo. Mi chofer nos llevo a Thorn y a mi al hospital, pero no intercambiamos ni una sola palabra en el asiento trasero. Las calles seguian cubiertas de nieve, que formaba parches en las alcantarillas. La gente recorria las aceras envuelta en gruesos abrigos. La vida en la ciudad continuaba pacificamente mientras el caos reinaba en mi corazon. Thorn miraba por la ventana. Todavia le temblaban las manos, igual que a mi. El coche no avanzaba lo bastante deprisa. El tiempo pasaba demasiado despacio. Titan estaba en estado critico con una bala en el pecho. Habia perdido gran cantidad de sangre y no nos habian informado sobre su estado desde que se la llevaron a toda velocidad al hospital. Me sentia como si yo tambien tuviese una bala en el pecho. Una eternidad despues, el chofer paro delante del hospital. Thorn y yo recorrimos el interior, llegamos a la UCI y le preguntamos a la enfermera de la recepcion. Al mirar a la enfermera con su pijama verde, olvide casi por completo como hablar como un ser humano. Era incapaz de pensar correctamente, asi que me limite a decir lo que pude: --Tatum Titan... Soy su prometido. La enfermera me reconocio seguro, porque me dedico una mirada de lastima. Se volvio hacia el ordenador, tecleo el nombre de Titan y abrio su informe. Thorn se habia quedado en la parte de atras y todavia respiraba descontroladamente. No se habia tranquilizado desde que habia leido los titulares en su telefono. No hacia mas que pasarse la mano por la cara o por el pelo. Se estaba tomando la noticia tan mal como yo, guardando el mismo silencio. --Esta... --Nunca habia tenido problemas con las palabras. Me hacia con el control de cualquier situacion y verbalizaba mis pensamientos en cuanto me venian a la mente. Pero ahora mi elocuencia habia desaparecido. Habia quedado reducido a un hombre afligido... y apenas conseguia funcionar--. Esta viva, ?verdad? --Senor Hunt, no conozco ningun detalle sobre su estado. --Tenia la mirada fija en la pantalla--. Aqui dice que se la han llevado a quirofano a toda prisa en cuanto ha llegado. La bala ha alcanzado una de las grandes arterias del pecho. Los cirujanos estan haciendo todo lo posible para detener la hemorragia y extraer la bala de manera segura. Eso es todo lo que se. --Se giro hacia mi, dejando claro con su expresion que se sentia todavia peor por mi. Me agarre al mostrador mientras recibia cada una de aquellas palabras como si fueran balas. --?Se va a poner bien? --Era una estupidez de pregunta porque sabia que no iba a obtener respuesta. Pero necesitaba saber si iba a salir de aquella. Ella era mi vida entera. Sin ella, yo no era nada. Ninguno de mis logros podia compararse con la importancia de haber obtenido su amor. --No se lo puedo decir, senor Hunt. En cuanto me den mas informacion se lo hare saber. Me quede clavado en el sitio, aferrandome al mostrador para no perder el equilibrio. Mi padre tenia que haber venido con mis hermanos, porque aparecio a mi lado. Su gran mano se acerco a mi espalda y tiro de mi con suavidad, apartandome del mostrador. --Vamos a sentarnos, Diesel. En cuanto sepan algo mas nos lo diran. No dije nada, pero le permiti conducirme hasta uno de los sofas de la sala de espera. Habia mas familias sentadas en los rincones viendo las televisiones que habia en las paredes. El sonido estaba apagado y estaban poniendo las noticias locales. En aquel momento, nadie hablaba de otra cosa que no fuese el tiroteo que se acababa de producir. Reprodujeron el video de las camaras del vestibulo. No lo mire. Mi cuerpo se hundio en el almohadon y me agarre al reposabrazos de madera. Mi padre se sento a mi lado. Thorn se sento a mi otro lado. Y nos limitamos a esperar alli. Tenia los ojos fijos en mis manos, sobre el regazo, y la espalda encorvada. Justo la noche anterior estaba tumbada debajo de mi y me pedia que me casara con ella. No queria esperar. Le importaba un pito lo que pudiera pensar nadie de nuestra aventura romantica. Me queria en todo momento y para siempre. Le habia dado mi anillo y le habia declarado el amor eterno que sentia por ella. Habia sido la mejor noche de mi vida. Ahora estaba sentado en la sala de espera del hospital, ansioso por que hubiera buenas noticias. Todo habia cambiado en un instante. Mi felicidad habia desaparecido. Por completo. Todavia no conocia todos los detalles del tiroteo. Lo unico de lo que habia conseguido enterarme era de que Bruce se habia abalanzado sobre Titan cuando ella salia del ascensor. La habia abatido de un tiro en el portal de su edificio. No sabia lo que le habia pasado a el. En cuanto supe que habian disparado a Titan, no me importo nada mas. Tan solo con haberla esperado podria haberla protegido. Ahora podria ser yo al que estuvieran operando. Y ella estaria sentada en mi lugar. ?Por que cojones no habia esperado y ya esta? Era de lo que mas me arrepentia. Mi padre me puso la mano en el centro de la espalda. No me dijo que todo iba a salir bien ni intento distraerme de mis pensamientos, pero me recordaba que estaba alli, con todos los demas de la habitacion. Thorn desvio la vista hacia la television y vio el video. Yo seguia sin poder mirar. No podia presenciar como disparaban a mi pequena. Mi pequena... Haria cualquier cosa por volver a llamarla asi. Thorn exhalo profundamente antes de volverse nuevamente hacia delante con la mandibula tensa. --Lo ha matado. Esa es mi chica... Yo segui sin mirar. --?Eso ha hecho? --Si --respondio Thorn--. Le quito la pistola y le dio un tiro en la cara y otro en el cuello. Aquella era la unica buena noticia que me habian dado hasta el momento. --Me alegro. --El iba a darle otro tiro, pero ella lo detuvo --continuo Thorn--. Es una luchadora... se que ahora mismo esta luchando. --Se le quebro la voz al final de la frase, asi que dejo de hablar. --Es una luchadora --susurre. Titan se esforzaria al maximo por volver a mi lado. Era joven, fuerte y saludable. Si alguien podia superar aquello, esa era ella. Habia recibido un disparo, pero se las habia arreglado para quitarle la pistola a Bruce y acabar con el. Todavia quedaban esperanzas. Todavia habia esperanzas de recuperar a mi pequena. Por favor, Dios. Me incline hacia delante y meti el rostro entre las manos, aislandome por completo de la habitacion. Queria que el tiempo pasara deprisa, queria escuchar al medico decir que la cirugia habia sido un exito. Queria saber que todavia teniamos nuestra vida juntos, que todavia tenia algo por lo que vivir. Mi padre me froto la espalda con la mano. --Lo conseguira, hijo. Siempre lo hace. Asenti. --Lo se, papa.

  • Las flores perdidas de Alice Hart de Holly Ringland

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    Galardonada en 2019 con el prestigioso premio ABIA al mejor libro del ano en la categoria de ficcion, Las flores perdidas de Alice Hart se ha convertido desde su salida reciente en un bestseller internacional cuyos derechos de traduccion se han vendido a veintiocho paises. Holly Ringland ha conquistado el favor del publico y el aplauso de la critica con esta novela emocionante sobre una joven australiana que tiene que romper con los patrones que tejieron su infancia y tomar las riendas de su vida.

  • Un pequeno error de Noa Xireau

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  • Con mucho amor y mucho limon de Irene Mendoza

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  • Antes de que digas te quiero de Victoria Vilchez

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    Lucia no habia vuelto a pensar en Asher, el vecino que le robo su primer beso cuando vivia en Londres con su familia, pero cuando viaja hasta alli para visitar a sus padres y se lo encuentra frente a su antigua casa, los recuerdos no tardan en regresar.
    Sin embargo, Lucia va a darse cuenta muy pronto de que Asher oculta mucho mas de lo que muestra, y que puede que no quede nada del chico timido y de mirada triste que conocio tiempo atras.
    Entre canciones y cuentos de hadas, ambos se veran arrastrados por una complicidad que creian olvidada y por mas pasion de la jamas hayan llegado a sentir por nadie.
    Pero, en ocasiones, volver al pasado trae consigo recuerdos demasiado dolorosos. ?Quien se arriesgaria a enamorarse si todo lo que te ha traido el amor hasta ahora ha sido sufrimiento?

  • Solo tu me conoces de David Levithan , Nina Lacour

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    ?Quien te conoce realmente? ?Tu mejor amigo? ?Tu novio o tu novia? ?O un desconocido con quien te has cruzado en una noche loca? ?O nadie, en realidad?
    Mark y Katie, de 16 anos, se conocen en una discoteca gay durante la Semana del Orgullo Gay en San Francisco. Mark acaba de ser abandonado por Ryan, de quien esta enamorado, y Katie le da planton a Violet por miedo escenico. Compartiendo sus dilemas sentimentales, la fuerza de la amistad les unira y acabaran conociendose como nadie: porque un amigo puede ser el gran amor de tu vida

  • Martes (Atemporal 2) de E. L. Todd

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    Superar lo de Hawke es lo mas dificil que he tenido que hacer en mi vida.

  • Voltaire contraataca de Andre Glucksmann

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    Polemico, controvertido, amado y odiado a partes iguales, Andre Glucksmann ha sido sin duda uno de los mas influyentes pensadores europeos de los ultimos cincuenta anos. Y este es el ultimo libro que escribio. Como si hubiera querido dejar un testamento a sus conciudadanos europeos, Glucksmann invoca la figura de Voltaire como faro para una Europa erratica y asaltada por peligros que no sabe ni identificar. Con Voltaire contraataca, Glucksmann ha escrito un canto a la libertad cosmopolita y llama a releer Candido, uno de los mas hilarantes himnos a la tolerancia y una oda a la libertad, ante tantos aprendices de dictador, ante el aumento de nacionalismos identitarios y xenofobos, ante tantas infamias, fanatismos y nihilismo. Candido, el heroe que no posee mas que el “vertigo de la lucidez”. Como dice Josep Ramoneda en el prologo, “Glucksmann cierra asi un ciclo vital ligado a la filosofia que se abrio cuando era un nino y descubrio el valor de “la audacia de decir en publico, costara lo que costase, lo que el ciudadano consideraba cierto””. Y esa actitud sigue siendo imprescindible en la actualidad.

  • Los Santos Inocentes de Miguel Delibes

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    En la Extremadura profunda de los anos sesenta, la humilde familia de Paco, <>, sirve en un cortijo sometida a un regimen de explotacion casi feudal que parece haberse detenido en el tiempo pero sobre el que soplan ya, timidamente, algunos aires nuevos. Es epoca de caza y Paco se ha tronzado el perone. Las presiones del senorito Ivan para que lo acompane en las batidas a pesar de su estado sirven para retratar la crueldad, los abusos y la ceguera moral de una clase instalada en unos privilegios ancestrales que considera inalienables y que los protagonistas soportan con una dignidad ejemplar.

  • Regalame un sueno de Maria Beatobe

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  • El jardin de los enigmas de Antonio Garrido

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    En el Londres industrial de mediados del siglo xix, Rick Hunter es un <> que sobrevive vendiendose al mejor postor y al que acompana un oscuro deseo de venganza.

  • Caliban (Infierno 1) de Aurora Reglero

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    Caminaba en silencio por las largas dependencias de su pequeno reino. Alli era el rey, el amo del mas selecto club de fantasias sexuales e intercambio de parejas del pais. Un club con socios que pagaban una altisima cuota con el fin de controlar lo que alli sucedia, pero donde todo podia suceder en materia sexual. Pero eso si, bajo sus reglas, porque el nunca hubiera permitido que en su reino alguien rompiera sus normas. Era un sitio de calidad, donde los seres humanos que traspasaban sus lindes cumplian a rajatabla cada una de esas reglas. Sobre todo, la de la libertad. Nadie era coaccionado a hacer nada que no quisiera. Y nadie entraba a la fuerza o sobornado de alguna manera. Y precisamente, alli estaba, cabreado hasta la medula, porque ahora le tocaba lidiar con un tocapelotas que habia roto una de sus normas: intentar forzar a una de las camareras. Y encima era uno de los porteros del local. Habia mananas que simplemente le tocaban las pelotas, y esta era una. Todos sabian que las chicas no se tocaban, si ellas no querian que las tocasen. Todas eras espectacularmente bellas, todas de al menos metro setenta y largas y estilizadas piernas. Todas tenian un tipo estupendo, pues iban vestidas con corpino, ligueros y medias de rejilla. Ese era el uniforme del local para las camareras y las chicas que atendian las necesidades de los clientes. Pero no las sexuales. Porque en aquel club la mayoria de los que entraban lo hacian con alguna pareja, ocasional o fija, o senoritas que eran socias y querian un sexo libre y sin complicaciones. Y por eso las trabajadoras no se tocaban. Nunca. A no ser que ellas quisieran. Todas tenian largas melenas leoninas, cada una de un color diferente. Las habia morenas, rubias, pelirrojas e incluso una tenia el pelo de color rosa chicle. Habia una oriental y una mulata brasilena espectacular. Y todas tenian generosas curvas y pecho exuberante. Porque era lo que a el le gustaba. Las mujeres voluptuosas de generosas proporciones. Nunca le habian gustado delgadas, aunque en su cama habia habido mujeres de todas las clases. Tantas que ya habia perdido la cuenta. Cuando habia atravesado las puertas de "El Purgatorio", el nombre de su reino ya sabia lo que habia sucedido pues por algo tenia ciertos poderes que iban intrinsecos a su rango. No, el no era un hombre como todos los demas. El era un demonio de un alto rango. Y aunque a ojos de la humanidad tenia que adoptar una forma humana normalizada, en privado tenia otros atributos tipicos de un demonio de su estirpe. Porque el, Caliban el Grande, o Caliban Insignu, Caliban el Distinguido, era un demonio del fuego y la batalla, con cinco legiones de demonios a su cargo, y se habia distinguido siempre, desde tiempos ancestrales en multitud de batallas contra el bien. Hasta que se canso, hacia ya unos anos, y se gano a pulso su relativa libertad para hacer lo que le diera la gana. Un retiro al mundo de los humanos en forma de empresario de un club de sexo pervertido, lascivo y divertido. Pero libre. Una cosa era la seduccion siempre divertida, intentar llevar a alguien al lado oscuro del pecado y del placer, y otra cosa era forzar. Eso no podia soportarlo. Tenia muchos anos, era demasiado viejo para consentir ciertas cosas. No en su reino. Siguio caminando por las largas dependencias, cada vez con mas cabreo, hacia su despacho, vestido con unos vaqueros que le quedaban ajustados, mostrando un perfecto trasero y una camisa de seda negra semi abrochada que mostraba un pecho bien torneado, sublime. Tenia la piel color canela, de una tonalidad algo mas fuerte que la media. Y era alto, un metro noventa y cinco de pura fibra y musculos bien definidos. Una larga melena que siempre recogia en una coleta, un mono e incluso dos trenzas que no le restaban ni un apice de virilidad, y una barba de tres o cuatro dias que le quedaba perfecta en aquel rostro bello, varonil y anguloso. Y unos ojos del color del ambar, que cuando se excitaba o enfadaba podian llegar a parecer amarillos brillantes. Como ahora. Hoy se habia cogido dos trenzas, y las dos, del color del chocolate caliente reposaban sobre sus hombros, dispuestas como el, para la batalla. Pero esta batalla seria muy facil de ganar. Entro en su despacho, una habitacion amplia con un sofa cama, aunque rara vez se quedaba alli a dormir, pues en el propio local tenia su habitacion privada, exclusivamente para el, un armario con algo de ropa, una amplia mesa con sillas ergonomicas y un ordenador, asi como material de oficina. Tambien un mueble bar con botellas y vasos. Su refugio. Cuando entro Saura estaba alli. Su amiga, su companera en miles de batallas durante mas de dos mil anos, su mano derecha, la sucubo a la que confiaria toda su vida, todo cuanto el era, la unica que le habia seguido como habia hecho siempre cuando el habia decidido marcharse, abandonar el averno para empezar una nueva aventura, la unica que logicamente conocia su verdadera condicion. Nadie mas sabia quienes eran ellos. Lo unico que veian era una pareja muy atractiva y exotica. Ella era muy bonita, con una piel color avellana y unos grandes ojos color violeta. Era alta, no tanto como el, pero mucho mas que la media, y sus formas bien definidas. Cuando le vio entrar ya sabia que venia encendido. Le conocia bien para adivinar sus emociones, y la de hoy era caliente, muy caliente. --Buenos dias --le dijo Saura. --Hola. Y se sento en su despacho, mirando a la sucubo con atencion. Ella enseguida supo que le estaba dando margen para que le contara como se habian desarrollado los hechos. --Se excedio, esta claro. Entro cuando estaban recogiendo todo al final de la noche. Pillo a Laura en los vestuarios, cuando se estaba cambiando de ropa para marcharse. Ella tuvo la mala suerte de estar sola, siempre es la ultima que termina...y la intento forzar. Los gritos alertaron a Saul y a mi, que nos dirigimos hacia los vestuarios. Cuando llegamos el estaba encima de ella en el suelo, intentando besarla. Laura tenia la blusa desgarrada y un golpe en un ojo. Le habia dado un punetazo para que se callara. Le apartamos enseguida de ella y le encerramos en la mazmorra. A ella intentamos calmarla y llamamos a nuestro medico de confianza para que le inyectara un calmante. Le habia dado una crisis de ansiedad. Saul la llevo a casa y la cuido Jennifer, ya sabes que la camarera y ella comparten piso. A Laura le he dicho que se tome unos dias libres, los que necesite, que no se le van a descontar del sueldo, y que ya nos encargabamos de el. No ha preguntado como. Eso es todo a grandes rasgos. Saura espero a que el hablase, pero parecia sumido en sus propios pensamientos. Pasaron unos largos segundos que a ella se le habian hecho eternos. Parecia una estatua de sal, fija la mirada en algun lugar lejano. Ella sabia que se estaba intentando controlar. --Ha roto las reglas. --dijo al fin. --Y debe pagar por ello --concluyo Saura. --?Donde esta esa rata? ?En la mazmorra? --Si. --Pues vamos. Se levanto con la agilidad de un felino y camino hasta las escaleras que le llevaban a su particular inframundo, seguido de cerca por la sucubo. Descendieron hasta el pasillo donde estaban las mazmorras, lugar que utilizaban para algunos clientes exigentes que necesitaban un espacio que reprodujese las antiguas carceles medievales. Cuando abrieron con su llave la puerta se encontraron con el individuo hecho un ovillo sobre si mismo, atado a una columna de pies y manos. Ya no quedaba nada de la soberbia de antano en el. Ahora parecia mas bien un animal acorralado y temeroso que sabia lo que le esperaba. --Yo...lo siento, Caliban. No queria... --No hables --y le dijo estas dos palabras con tal determinacion en la voz que el deshecho se callo inmediatamente--. No se te ocurra hablar al menos de que yo te lo exija. Tu ya no puedes decir nada. El deshecho se echo a llorar y a Caliban aquello le parecio la gota que colmo el vaso. No soportaba la cobardia, era superior a sus fuerzas. --!Ten al menos un poco de dignidad! --grito atronando las cuatro paredes con su profunda y grave voz. --Levantate --le exigio ahora Saura. Se levanto a duras penas y los miro con mirada suplicante. --?Tienes una ligera idea de lo que te va a pasar? --Le pregunto poniendose mas cerca de el. --No. Yo... --!Silencio! No lo repetire mas... En un momento vas a freirte como una sardina y despues te enviare con mi padre, donde arderas por toda la eternidad. ?Que te parece el plan? El individuo se le quedo mirando sin entender muy bien, pero entonces tanto Saura como Caliban abandonaron su forma humana y los dos mostraron sus verdaderos atributos. Crecieron sus musculos y sus estaturas y unos cuernos en forma de espiral como los de los machos cabrios les asomaron por las sienes retorciendose hacia abajo. Una larga cola terminada en una uve les asomo chasqueando el aire, como un perfecto latigo. Su piel adquirio una tonalidad mas cercana al granate y antiguos y extranos tatuajes les recorrio todo el cuerpo. La ropa quedo hecha jirones a sus pies. El deshecho se meo en sus pantalones. --Ahora si... ?tienes algo que decir? --Pregunto Caliban. Pero el deshecho no podia hablar. Se habia quedado en shock.

  • Danielle (Y llegaste tu 12) de Merche Diolch

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    Un ano despues --Jaime regresa hoy --comento Monica mientras jugaba con Bruno. Se encontraban en el jardin trasero de su casa, mientras esperaban a que Raquel llegara junto al resto de las chicas. Habian pensado en organizarle una fiesta al pequeno para celebrar que ya decia mas de una palabra seguida. En realidad, no es que fuera un motivo especial, porque el hijo de Danielle ya hablaba, palabras sueltas, desde hacia un tiempo; pero con el calor, el verano y que hacia una temporada que no se reunian todas para hablar, a la novia de Lucas se le habia ocurrido y habian estado de acuerdo. --Si, ya me lo dijo tu prima --senalo Danielle con aire distraido. Ninguno de sus amigos sabia de las postales que Jaime le habia escrito..., que habia escrito a su hijo, por lo que, aunque ya sabia que regresaba, se hizo la ignorante. --Tony e Isra van a buscarlo al aeropuerto. La joven francesa movio la cabeza de manera afirmativa, se tiro en el cesped y comenzo a jugar con su hijo. --Algo he oido... --No viene solo --anuncio como si no fuera importante. Danielle tomo una pelota y se la lanzo a Bruno. --No lo sabia... ?Y quien lo acompana? --pregunto como si no le importara la noticia. Monica se sento a su lado y agarro la pelota con la que jugaba. La lanzo al aire un par de veces y luego al nino, quien grito de alegria cuando se le escapo de entre las manos y fue tras ella corriendo. Danielle observo a su amiga esperando que le contestara, a sabiendas de que era adrede la tardanza de su respuesta. --Monica... --No pudo evitar reclamar su atencion. La chica se tumbo de lado sobre la hierba y la miro con una sonrisa traviesa. --?Que? Ella la empujo tumbandola del todo, arrancandole una carcajada. Bruno, al ver a su tia postiza en esa posicion, se lanzo a por ella sin parar de reir. Danielle aparto a su hijo de encima de su amiga y le dio un beso en la mejilla. --Un segundo, Bruno. Estamos hablando de cosas serias... Monica se incorporo levemente y sonrio. --Pense que no querias saber nada. Danielle se encogio de hombros y se levanto. --Y no quiero. Has empezado tu la conversacion. --Agarro la manita de su hijo y comenzo a andar, alejandose de su amiga. Monica nego con la cabeza, pero, lejos de olvidar el tema de conversacion que mantenian, decidio ir tras ella. --Esta bien. Si eres tan convincente, te lo contare... Danielle se aparto de la cara el cabello, donde los largos tirabuzones volvian a estar presentes, y miro a su amiga, apoyando una de sus manos en la cadera. --Desembucha, demonio. Monica se carcajeo. --Con una chica... La madre de Bruno la miro asombrada. --?Una chica? --Monica asintio--. ?Su novia? Monica se encogio de hombros y tomo en brazos a Bruno. --Nadie lo sabe --respondio--. Ya sabes como es Jaime... No le gusta mucho hablar de si mismo. Danielle movio la cabeza de manera afirmativa y penso que tenia razon. Su amigo..., su antiguo amigo, se guardaba todo para el, y le costaba un mundo hablar de sus cosas, de todo lo relacionado con su vida, de sus sentimientos... Ella lo sabia muy bien. Capitulo 1 El motor de un coche acercandose a la casa interrumpio la conversacion de las dos jovenes. Monica miro el movil para comprobar la hora. --Es pronto... Danielle tomo en brazos a su hijo, que acababa de caerse de culo sobre la hierba, y se aparto el pelo de la cara con un suspiro. Comenzaba a hacer demasiado calor y, mientras los meteorologos auguraban un verano de altas temperaturas, en su mente no dejaba de darle vueltas al tema. Odiaba el calor. Habia vestido a Bruno con un pantalon corto y una camiseta con un dibujo de Pocoyo, pero, en cuanto llego a la casa de Raquel, le quito toda la ropa, dejandolo solo con el panal. Hasta los zapatos y los calcetines habian acabado encima de la mesa, dejandolo disfrutar del tacto del cesped en la planta de los pies, como ella... Era la unica licencia que se habia permitido, descalzarse en cuanto llego, aunque si hubiera podido, se habria quedado tambien en ropa interior. Agarro con la mano que le quedaba libre una de las botellas de agua que habian sacado de la casa y que ya se habia recalentado, y bebio intentando sin suerte mitigar la sed. --Quizas es Elsa, ya sabes que le gusta llegar con tiempo de sobra --comento al mismo tiempo que se echaba algo del liquido por el cuello y mojaba a su hijo, haciendolo reir. Su amiga arrugo el ceno y se rasco la cabeza. Llevaba el cabello rubio recogido en un mono alto para evitar que le diera calor, y nego al mismo tiempo. Dudaba de que fuera la hermana de Lucia la que acababa de llegar. Era demasiado temprano incluso para ella. --No creo, pero por si acaso... --Se alejo de madre e hijo y senalo el camino que conducia hacia la entrada de la vivienda--. Me voy a acercar por si necesita ayuda. Danielle asintio y se dejo caer otra vez sobre la hierba, mientras Bruno se reia de nuevo. --De acuerdo. Silba si necesitais algo. Monica movio la mano en un gesto de conformidad y le dio la espalda, desapareciendo al poco de su vista. La francesa no tardo en prestar atencion a su hijo, haciendole cosquillas y carantonas, disfrutando de su inocencia mientras rezaba por que no creciera tan rapido, por que pudiera disfrutar cada segundo de el, memorizando sus gestos, su sonrisa... A pesar del mazazo que le supuso descubrir que su ex, el padre de Bruno, no quiso saber nada de ella ni de su hijo en cuanto le dio la noticia de su embarazo..., abandonandolos..., dejandola sola en una ciudad extrana..., nunca se arrepintio del camino trazado. Para ella Bruno era un don, un regalo que la vida le habia puesto delante y, aunque no podia negar que durante un segundo creyo que su mundo se derrumbaria sobre su cabeza cuando se vio sola, siempre supo que seguiria hacia delante. Por ella... Por el. Podria haber llamado a sus padres... Podria haberles contado lo de su embarazo, que tenian un nieto, y ellos habrian acudido en su ayuda como en tantas otras ocasiones hicieron. Podria haberles dicho tantas cosas, pero no lo hizo. Se sentia avergonzada por su comportamiento, por haberlos tratado como la nina malcriada que siempre habia sido y que no fue consciente de ello hasta que se encontro sola. Los trato mal... Fue egoista, pensando solo en ella, en sus propios intereses sin preocuparse de que sus actos, sus palabras, podrian herirlos; y hasta que no sucedio lo de Londres, hasta que no llego Bruno a su vida, no supo todo lo que habian dado por ella y como les habia respondido. La realidad la habia golpeado con fuerza y, en algun momento de lo que habia experimentado desde el abandono de Antoine, pudo asumir un sentimiento de agradecimiento hacia su ex. Gracias a el habia conocido a Raquel y al resto de la pandilla, con quienes se sentia arropada y querida; Bruno habia llegado a su vida..., al igual que Jaime. Su hijo tiro de su cabello con fuerza devolviendola al presente. Le dio un beso en la mano y el se rio, hasta que capto su atencion con rapidez una pequena mariquita que habia sobre una brizna de hierba cercana. Danielle le acaricio los rubios rizos y sonrio con ternura, imaginando el momento en el que sus padres conocieran a su nieto. De seguro que lo querrian con locura, pero antes... Antes debia aprender a cuidarse por si misma. Debia comenzar a forjarse una vida sin la ayuda de nadie. Sentirse orgullosa de lo que habia conseguido por si sola. Pero hasta que eso sucediera, no hablaria con ellos. --Te adoraran --le dijo a su hijo, tras hacerle una pedorreta en la barriga, arrancandole una carcajada. Lo levanto en el aire y apoyo su espalda en el suelo, provocandole nuevas risas. --Danielle... Ella se quedo quieta en cuanto escucho su nombre, sintiendo como esa voz, que conocia tan bien, se le anclaba a los huesos y hacia que su corazon latiera a gran velocidad. Se incorporo con cuidado de no hacer dano a Bruno y miro al chico que estaba delante de ellos. Iba vestido con un vaquero negro ancho, muy lejos de los ajustados que se habian puesto de moda ultimamente, unas deportivas clasicas negras, amarillas y blancas, y una camiseta azul donde la silueta de la ciudad de Nueva York destacaba en otro color. El cabello lo tenia mas largo que la ultima vez que se vieron, y los ojos verdes la miraban desde detras de sus perennes gafas de pasta. --Jaime... No has cambiado nada

  • Springfield Confidencial de Mike Reiss

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    Se cumplen treinta anos de Los Simpson, esta es la guia definitiva para los fieles seguidores del show animado mas popular del mundo entero.

  • El secreto de la Tritona de Manuel Pinomontano

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  • La dontante – Isela reyes de Isela Reyes

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    Un mundo futurista, una sociedad formada por dos grupos de criaturas: humanos y vampiros.
    Una chica dispuesta a todo por proteger a su familia.
    Un misterioso vampiro y una conexion que rompera los prejuicios y los llevara a enfrentarse a los de su misma especie. ?Casualidad o destino?

  • Abraza mi oscuridad, Isabel Keats de Isabel Keats

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  • Tu maldita sonrisa (Sin Mar 3) de Cherry Chic

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    La vida de Alex es justo lo que el ha querido siempre. Vive en Sin Mar, una urbanizacion tranquila a las afueras de la ciudad, y comparte sus dias con su padre, la mujer de este, sus tres hermanas, a las que adora, aunque le vuelvan loco, sus cunados, sus sobrinos, sus amigos y hasta un perro comunitario. Tiene el trabajo que siempre sono y tantas mujeres dispuestas a pasar un buen rato como dias tiene el ano, o casi. No le falta nada. De verdad que no. Todo es perfecto tal y como esta... hasta que llega ella. Y arrasa. Y lo vuelve del reves. Y lo descoloca. Y lo enciende, para bien y para mal. Ella, que no busca nada, salvo una vida tranquila. Ella, que lo ultimo que quiere es una relacion con alguien como el. Ella, que no corre hacia sus brazos, sino en direccion contraria.
    Ella. Solo ella. Siempre ella.
    Ella y su maldita sonrisa.

  • Te Tengo de Victory Storm

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    --No lo se, Maya. Quizas es mejor si lo dejamos asi --susurre, intentado calmar la ansiedad que me estaba asaltando. --Ginebra, vamos, dejate llevar por una vez! No estas cansada de tener que someterte a las reglas de tu familia? No me digas que una parte de ti no desea otra cosa que salir del seminario y divertirse, como hacen todas las muchachas de nuestra edad! --resoplo mi amiga, quejandose. Claro que lo queria! Pero no era tan facil para quien tenia sangre italiana de los Rinaldi en las venas. Ser la hija de un jefe de la mafia, significaba tener una vida prestablecida, dentro de un conjunto de reglas y de limitaciones, impuestas por un padre jefe. Incluso si era la hija mas pequena, esto no me hacia mas libre y, cada error o transgresion, era siempre castigado con severidad. Por ello habia aprendido muy pronto a respetar los deseos de mi familia. Me habia siempre comportado de manera impecable, pero en los ultimos anos, desde que habia comenzado la universidad, habia empezado a sufrir por la rigidez tipica de mi padre y por la perfeccion de mi madre. Me sentia cambiada desde que habia entrado en contacto con una realidad tan vasta como la universidad, con sus estudiantes que no eran seleccionados y evaluados de la forma en que lo hacia la escuela catolica femenina en la que habia estudiado hasta ahora. Habia aprendido que existian distintos estilos de vida y que, sin la presencia de mi padre en el consejo del instituto, a nadie le importaba que yo fuera una Rinaldi. Por primera vez en mi vida me habia concedido ser yo misma y abrazar nuevos ideales que mi padre aborrecia. En los ultimos dos anos me habia vuelto la oveja negra de la familia, a quien evitar o tratar como a una pobre desadaptada, pero la verdad era que nunca antes me habia sentido tan viva. Habia roto lentamente las pequenas cadenas que me anclaban a la familia, pero todavia estaba muy lejos de la libertad y de hacer aquello que queria, como tomar una decision clara sobre mi futuro sentimental o profesional. Hasta ese momento me habia limitado a mirar a Maya, la hija del contador del patrimonio de los Rinaldi y mi unica amiga, mientras transgredia las reglas de su familia, que seguia servilmente las leyes de mi padre. Habia envidiado a Maya cada vez que me llamaba por telefono, pidiendome que la cubriera con sus padres cuando queria encontrarse con sus amigos, que no agradaban a sus padres o, cuando salia con un muchacho. Siempre habia admirado la valentia con la que desafiaba los deseos de su familia. Muchas veces habia deseado ser como ella, pero el peso de mi apellido, siempre me habia bloqueado. Sin embargo, Maya tenia razon: no podia continuar asi. Apenas habia terminado mi ultimo ano de universidad y todavia no habia experimentado la emocion de una pequena escapada, de un encuentro secreto con un muchacho o de una pequena locura, como una noche de paseo con personas que no conocia. --Ok, hagamoslo! --exclame entusiasmada, pero con la voz aun cargada de temor. --Veras que ira todo bien. Lo hice cientos de veces y te puedo asegurar que nunca he tenido problemas --me aseguro Maya. --Solo tengo miedo que alguien me reconozca o que mi padre lo descubra. --He tomado todas las precauciones del caso. Mira aqui --me dijo, dandome una peluca rubia con rulos. --Estas bromeando, verdad? --dije horrorizada. --Tesoro, eres la hija del propietario de la mitad de Rockart City. No puedes considerar ir de paseo sin llamar la atencion. --Ya nadie sabe quien soy. Pasaron dos anos desde que mi padre no me incluye mas en sus entrevistas y no me invita ni siquiera a sus ceremonias de inauguraciones. De todas formas, la gente cree que el tiene dos hijos. No tres. Mis apariciones a su lado se redujeron al minimo desde que me hice vegetariana y empece a hablar de derechos civiles. --Todavia no te ha perdonado por ser vegetariana? --se rio Maya. --No, cuando como con el, siempre me hace poner en el plato un bistec, que yo rechazo, lo que hace que se vuelva loco. De todas formas, como casi siempre sola en las dependencias donde me han relegado --conte triste. Era dificil no sentirse aceptada por la propia familia. --Que guay! Alli estas sola y puedes hacer lo que quieres! --Ojala! Recuerda que en mi casa hay tele- camaras por todas partes y la vigilancia siempre esta presente. No existe la privacidad y me pregunto a menudo si podre alguna vez separarme de mi familia y vivir mi vida. Quisiera encontrar un trabajo, casarme con un hombre que ame... --Mientras te quedes en Rockart City, sera imposible. Al este del rio Safe River no se mueve una hoja sin que tu padre lo autorice... Tu unica esperanza es irte muy lejos de aqui, a un lugar donde tu padre no pueda llegar, sabes muy bien, que el no te dejara nunca hacer lo que quieres. Hara de todo para impedirte que trabajes, para asegurarse que no puedas mantenerte y cortar ese cordon umbilical con el que te encadena todavia con veintitres anos! --Y seguro que no me permitiria casarme con quien yo quiera. --Olvidalo! Ginebra, te alcanza con pensar en todas las relaciones amorosas que has tenido hasta ahora. --He tenido solo una. Duro tres dias, en mi ultimo ano de escuela. --Daniel Spencer, verdad? --Si. Apenas pude darle mi primer beso, antes de saber que el y toda su familia habian sido exiliados para siempre de Rockart City. --Todo por un beso... Piensa si hubieras ido a la cama. --Hubiera terminado en las mazmorras del castillo como los prisioneros de guerra --rei debilmente, aunque en realidad siempre habia pensado que lo habria hecho en serio. Todavia no habia olvidado la furia y la cachetada de mi padre, cuando habia descubierto que estaba enamorada del hijo de David Spencer, el hombre que le habia hecho perder un negocio dos anos atras. Edoardo Rinaldi era un hombre que guardaba rencor de por vida. --Bien, te puedo garantizar que esta vez no te pasara nada y tu padre nunca lo sabra --me alento Maya, poniendome la peluca rubia sobre el cabello castano, que me llegaba hasta la espalda. Me mire en el espejo. Me dio ganas de reir porque estaba irreconocible con el eyeliner negro y el cabello largo hasta la cintura. Ademas, el vestido que me habia hecho poner Maya, era lo opuesto de mi look clasico convencional. Ese vestido rojo sin hombros y ese abrigo de piel negro, con mangas tres cuartos me daban un aire de mujer cosmopolita, emprendedora y transgresiva. Todo lo que no era. --Como es posible que tu padre no te haya dicho nada respecto a todas estas compras? -- exclame sorprendida. --Mi padre no es desconfiado como el tuyo, pero me controla cada compra que hago con la tarjeta de credito y mi madre se mete en mi vestidor una vez al mes, si mi padre se queja del extracto bancario. --Tu madre es igual a la mia. Como haces para que no te reganen por este tipo de compras? --Mi madre no sabe nada de esta segunda vida mia. Tengo un acuerdo con la empleada del negocio. Ella me deja probar estos vestidos en casa por un dia y, yo se los devuelvo intactos la tarde siguiente, cuando voy a cambiarlos por algo que se parezca mas a los gustos de mi madre --me revelo, mostrandome la etiqueta todavia adherida al vestido, antes de esconderla dentro del escote, debajo de la axila derecha. --Eres genial! --Lo se, pero recuerda tratar a este vestido con cuidado, porque manana debo llevarlo de nuevo al negocio y debe estar en perfectas condiciones. --Prometido! --Bien, ahora salgamos. La empleada me ha dejado las llaves del coche que usa para hacer las compras y, asi bronceadas, nadie nos reconocera cuando nos dirijamos hacia la salida. Ni siquiera el guardaespaldas que te trajo hasta aqui y que te controla desde el aparcamiento fuera del porton. --Asi lo espero, de lo contrario estoy muerta. --Por precaucion, dejaremos los celulares aqui, de manera que la senal GPS del telefono no nos descubra. Ademas, en la cartera llevaremos solo dinero en efectivo y el documento falso que te consegui. Recuerda que por esta noche yo no sere Maya Gerber, sino Chelsea Faye y tu no seras Ginebra Rinaldi sino Mia Madison, de Los Angeles. --Has pensado en todo, eh? --Ginebra, despues de cinco anos de fugas secretas, podria evadirme incluso de una prision --rio Maya, aliviando la tension. 2 GINEBRA Tenia el corazon latiendome como loco. Era la primera vez que hacia alguna locura y estaba aterrorizada a morir. Silenciosamente, a pesar de los tacos altos, segui a Maya. De todas formas, todos se habian ido a dormir y la casa estaba desierta. Salimos por la puerta trasera y nos acercamos al coche aparcado delante, como habia dicho mi amiga. Entramos en un viejo Toyota Corolla y rapidamente, partimos. Cuando el coche paso el porton, me escondi para no dejarme ver por el conductor del coche que estaba estacionado en la salida. Era el, quien me habia llevado hasta alli y sabia que no se hubiera ido hasta que no me hubiera llevado de vuelta a casa. Odiaba ese control permanente, pero no tenia idea de como hacer para liberarme de esa prision sin barrotes. Ser una Rinaldi seria una cruz que habria llevado hasta la muerte. Solo cuando nos dirigimos hacia la autopista, empece a relajarme, pero apenas pude ver Safe River, senti que me faltaba el aire. Era la primera vez que lo veia en vivo. De repente, senti el miedo que me corria por todo el cuerpo. --Maya, adonde vamos? --me agite viendo a mi amiga pasar el puente que unia la zona este de Rockart City con la oeste. --Vamos donde tu familia no podra encontrarte nunca. --Te has vuelto loca?! Esta prohibido a los Rinaldi, incluso acercarse a este rio! Si un Orlando descubre mi presencia en su parte de la ciudad, me mata! --grite aterrorizada. Odiaba los limites y las reglas que me imponia mi padre, pero esa de no ir jamas mas alla del rio, habia prometido no infringirla nunca sino queria arriesgar morir prematuramente. --Lo se muy bien. Por eso tenemos los documentos falsos. --Eso no me tranquiliza, Maya. --Chelsea! Recuerda que aqui soy Chelsea y tu eres Mia! No te equivoques o estamos perdidas! Continue el viaje, aplastada contra el asiento, con el sonido de mi corazon latiendo en mis orejas e incapaz de disfrutar el panorama de esa parte de la ciudad que nunca habia visto. --Va a estar todo bien, veras --continuaba a repetirme Maya, pero yo estaba lista para escapar y volver atras, prometiendo no volver a hacer algo asi. Apenas me di cuenta, que Maya habia apagado el coche al lado de otro, que tambien estaba aparcado y que tenia a dos muchachos guapos sentados adelante. --El que esta al volante es Lucky Molan. Es el por quien he perdido la cabeza y de quien te he hablado tanto ultimamente. Lo conoci en Clasesparticulares.com. Es el quien me da clases de economia online, a escondidas de mi madre, que esta convencida que soy un genio. Desde hace dos anos que muero por el y solo ahora que me he graduado, ha aceptado salir conmigo. Pero lamentablemente, cuando me propuso salir de a cuatro con su hermano que se ha dejado con la novia, no pude decirle que no. --Por eso estoy aqui, verdad? Para entretener al pobre hermanito, mientras te diviertes con el amor de tu vida. --Yo no lo diria asi, pero... Si, es asi. Te lo ruego, Gin... Mia, es importante que todo salga bien, porque no quiero conformarme con una noche de a cuatro. --Solo hay una cosa que no he entendido. El sabe que eres Maya Gerber? --Claro que no. Sabes que no me gusta revelar mi verdadera identidad. No quiero que alguien descubra que tomo clases privadas. --Entonces su relacion se basa en mentiras. Como crees que puedes construir algo solido y duradero de esta forma? --Por ahora pienso en divertirme, ok? Quiero salir con Lucky y quizas ir a la cama. Tampoco dije que quiero casarme con el!

  • La duquesa de Danielle Steel

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    Traicionada. Abandonada. Invencible. Angelique Latham no es realmente duquesa, aunque tras perder a su madre cuando era muy pequena, se ha criado en el majestuoso castillo de Belgrave junto a su padre, el duque de Westerfield, que siempre la quiso con locura. Pero ahora su padre ha muerto, y sus hermanastros han decidido desheredarla. Esta sola en el mundo. A sus dieciocho anos, Angelique es lista y muy hermosa, pero tiene mala suerte, pues, aunque consigue colocarse como ninera de una familia acomodada, un suceso desagradable e injusto la deja otra vez en la calle. Sin hogar, sin referencias ni contactos, viajara a Paris. Alli, despues de rescatar a una joven de una situacion horrible, tendra la clave de su futuro. Un negocio insolito y una ocupacion al borde del escandalo marcaran la inesperada vida de la hija de un duque.

  • La cocinera de Himmler de Franz-olivier Giesbert

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  • La tentacion del perdon de Donna Leon

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    Mientras se enfrenta a un problema de posibles filtraciones dentro de la Questura, Brunetti recibe por sorpresa a una amiga de Paola, su mujer, muy preocupada por la extrana actitud de su hijo adolescente. Cuando a medianoche el marido de la amiga aparece inconsciente y con graves danos cerebrales a los pies de un puente de Venecia, Brunetti empieza a pensar que el caso tiene que ver con el comportamiento de su hijo. Pero el camino hacia la verdad, como sabe por experiencia Brunetti, no suele ser una linea recta: un registro minucioso del despacho de Gasparini revela una cantidad inusual de cupones de descuento propiedad de una tia anciana, lo que termina revelando una estafa dirigida al sistema sanitario veneciano.
    En la nueva entrega de Brunetti, el famoso comisario investigara sobre una mujer dividida entre el deber a su familia, el deber a la sociedad, las consecuencias imprevistas de las malas decisiones y la tentacion de perdonar un crimen que nace del corazon.