• Tu sueno hecho realidad de Chris Guillebeau

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    Al igual que los heroes de antano se lanzaban a realizar sus suenos y a lomos de un caballo se adentraban en bosques encantados, muchos hombres y mujeres siguen recorriendo un camino para <> a si mismos. Como descubrio don Quijote hace muchos anos, una mision no siempre resulta ser como se habia planeado. Los viajeros sufren contratiempos inesperados o se pierden porque alguien les ha orientado mal, y algunas situaciones que han de afrontar son un autentico reto. Sin embargo, por extrano que parezca, las desventuras (y a veces hasta los desastres) generan confianza. Este libro trata sobre esta oportunidad de aprender. Vas a estar en compania de hombres y mujeres que iniciaron grandes aventuras y dieron un proposito a sus vidas trabajando en pos de algo que para ellos tenia un profundo sentido. Encontraras aqui sus relatos y las lecciones que aprendieron. Sabras lo que les sucedio por el camino, pero, sobre todo, sabras por que ocurrio y por que importa. Fabuloso… Bien escrito, entretenido e inspirador. HUFFINGTON POST. Las increibles aventuras a las que Chris Guillebeau nos remite en Tu sueno hecho realidad, incluida la suya propia de viajar a todos los paises del mundo, me dejaron exhausto.

  • Nadie mas que tu (Para toda la eternidad 1) de E. L. Todd

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    La primera entrega de la serie Para toda la eternidad.

  • Mientes tan bien de Audrey Ferrer

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    Matias, con su descaro, su sonrisa turbia y ese puntito canalla que lo delata, llega a una aldea casi deshabitada. Necesita alejarse de uno de sus desastres. Ya ha asumido que alli va a catapultarlo el aburrimiento, pero se equivoca: ese diminuto universo con habitantes singulares parece hecho a medida para sus calamidades. Entre los nuevos vecinos le espera ella…Tessa es dureza, vehemencia, desafio, irreverencia, pasion. La chica con gasolina en vena que uno desearia inflamar. Ella luchara para alejarlo. El batallara para conquistarla con sus versos teatrales y su ingenio. Pero no sera sencillo... Ambos deberan aceptar que las guerras contra las mentiras que uno se cuenta estan abocadas a rendirse en los labios ajenos. ?Que verdades y que mentiras les pertenecen?

  • Working Girl. Una semana para enamorarte de Shana Gray

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    Siete dias para enamorarte. ?Quien sera el hombre de la semana?

  • Chloe (Divas 1) de Emma Madden

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    Chloe Miller es una conocida estrella de Hollywood que a los veintiocho anos, recien divorciada y con una larga y prestigiosa carrera, tiene que cambiar sus habitos y contratar un equipo de escoltas de primer nivel para cuidar de su seguridad.
    Una experiencia incomoda al principio, que acabara por transformar su existencia y que le regalara la historia de amor mas importante, inesperada y trascendental de su vida, con el unico hombre del que no se podia enamorar.
    Chloe Miller y Kenan Yaman se conocen, se rechazan y mantienen las distancias, hasta que el amor y la pasion se abren paso en toda su plenitud, sin que ninguno de los dos pueda controlarlo.
    “CHLOE” es el primer libro de la Serie Divas, de la escritora Emma Madden, dedicada a esas mujeres fuertes, famosas y con un exito esplendoroso, que viven el amor a su manera y con una tremenda pasion.

  • Como matar a una booktuber de Maria Laso

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    Se echo a llorar, de rabia y de verguenza por haber sido humillado. Sintio la necesidad imperiosa de destrozar todo lo que habia a su alrededor, de coger cualquier objeto punzante y clavarselo en los muslos. Apreto los punos, le hormigueaba la piel y se le inflamaba el cuello. Oyo la voz. Escuchame, idiota. !Ponte delante del ordenador y escribe! Como un automata obedecio. Corrio al despacho y encendio el portatil. Se sintio exhausto, mareado, el combustible del odio le hizo rechinar los dientes. Aparecieron los iconos del escritorio de su Acer Nitro 5. Puso el cursor encima de la imagen del procesador de textos Microsoft Word y dio un toque. Una pantalla en blanco se desplego ante el. !Escribe! --le volvio a ordenar la voz. Cerro los ojos unos instantes. Los abrio, puso los dedos en el teclado y empezo a teclear. El corazon le martilleo en el pecho y el cuerpo se le derritio en un sudor febril. Como matarla. Como matar a Laura. Como matar a una booktuber. Diez minutos mas tarde caminaba rapido por una de las grandes avenidas de la ciudad, intentando parecer alguien normal que tenia prisa, tal vez porque llegaba tarde a una cita o porque se acercaba la hora de recoger a los ninos del colegio. Tenia que ir esquivando a hombres y mujeres que se le cruzaban en el camino. Durante unos segundos dudo de adonde se dirigia. Finalmente, recordo que iba camino de la libreria El Lobo Encantador. El dueno era amigo suyo y la unica libreria de la ciudad donde le dedicaban buena parte del escaparate cuando salia a la venta alguno de sus libros. <>, penso. En aquellos instantes, hablar de literatura, hablar de sus libros, era lo unico que podia mitigar el odio que sentia hacia esa maldita puta anormal que le queria arruinar la vida. 2 Desayunaba en su pequeno apartamento cuando recibio la llamada angustiada de Aaminah. Estuvo a punto de volcar la taza de te al estirar el brazo para alcanzar el movil. Houda no era de las que se conformaban con una sola taza, sino de las que se bebian una tetera entera. Eso, cuando no tenia que ir pitando al trabajo o, como aquella manana, cuando no rompia su rutina matinal el tono de llamada del telefono. En seguida se dio cuenta de que la voz de su madre sonaba extrana, y la preocupacion se apodero de ella. --?Houda, desde cuando no ves a Houriya? La noche anterior habia estado a punto de llamarla unas cuantas veces, pero no lo hizo. Le parecio mejor plan preparar una cena ligera y ver un capitulo de Juego de Tronos. Ultimamente, esporadicos mensajes de movil eran la unica manera de contactar con sus hermanas. <>, penso exculpandose. --No se, desde el cumpleanos de papa, ?por que? Silencio. --!A tu hermana le pasa algo! --?Por que piensas eso? Escucho un hipido. Sintio que le faltaba el aliento ante la idea de que algo no marchara bien, su madre no era de las que se venian abajo con facilidad. Algo se le empezo a mover en el pecho. Algo que no le gusto reconocer. Instinto policial. --No me deja ver a los ninos --contesto murmurando--. Hace una eternidad que no los acompano al colegio por la manana ni los llevo al parque por la tarde; no me abre la puerta cuando voy a visitarla a su casa, !y se que esta dentro escuchando como aporreo la puerta! Lleva semanas sin ser la Houriya que conocemos. Se comporta de forma iracunda y alocada. Estoy muy preocupada. !Ni siquiera me coge el telefono! --Mama, por favor, tranquilizate. ?Desde cuando no contesta el telefono? --Mmm, un par de dias --dudo--. Houriya es muy suya, tiene su genio, pero, ?como puede hacerme esto? --?Habeis discutido? --Si, !no...! --la confusion que sentia Aaminah se hizo patente en su voz--. Puede que hayamos tenido un par de encontronazos, malentendidos... --?Que clase de malentendidos? --Ya sabes... --No, yo no se nada, explicamelo tu --Houda se impacientaba. --Por los ninos, por como los educa, pero... --Mama, !son sus hijos!, deja que los eduque como le de la gana. Si no estuvieras siempre dandole la tabarra con todo lo que hace bien o mal... --!He criado a tres hijas y soy abuela, por Allah! ?Tan malo es que la aconseje, que quiera ayudar? Cuando los ninos eran mas pequenos, le venia muy bien lo que ahora menosprecia, la ayuda que la azizati Aaminah le ofrecia tan desinteresadamente, y, ahora, parece que le estorbara. No he pegado ojo en toda la noche. --!Mama, ?te estas escuchando?! !Tranquilizate, por favor! ?No estaras haciendo una montana de un grano de arena? --dijo frotandose la palma de la mano libre en la pernera del pantalon del pijama. --!Eres tu la que tiene que enterarse! !A tu hermana le pasa algo! !Se comporta de forma rara desde hace meses! Asi que, deja de decirme que me tranquilice, que todo esta bien, !porque no es asi! ?No eres policia? !Pues a ver si eso sirve de algo para esta familia! !Enterate de lo que le ocurre a tu hermana! --?Quieres que pase por su casa? --Eso o llamala por telefono, lo que quieras, !pero haz algo! Llamame esta noche y me cuentas que tal --exigio angustiada la madre. --Vale, te llamare. Aaminah colgo, Houda se apoyo en el respaldo de la silla, con la mirada perdida al frente y solto un fuerte suspiro. 3 El timbre de la puerta siempre le causaba una ansiedad tremenda. Se aferro con las dos manos a la taza de te e intento ignorar el sonido. Cuando volvio a escucharlo, se resigno a soltar la taza sobre la encimera y en ir a ver quien era la persona que estaba interrumpiendo su desayuno. Entreabrio la puerta, solo una rendija para poder ver al intruso, con la cara que siempre ponia cuando estaba contrariada, como si se mordiera el labio inferior y sacara la lengua por debajo. Era el cartero del pueblo, un dia mas. --Perdona, ?podria dejarte este paquete? Es para Gabina, la vecina del dieciocho. Gimio. Tendria que quedarselo. Podria armarse de valor y decir que no. Seria una verdadera hazana hacerlo, un esfuerzo que no creia capaz de llevar a cabo. No, despues de haberse hecho cargo, durante los dos ultimos anos, de cientos de paquetes dirigidos a sus vecinos. Justo el tiempo en el que se habian disparado las compras on-line en el vecindario. Varias familias de la urbanizacion se habian acostumbrado, si el cartero no los encontraba en casa, a que Laura recibiera sus nuevas adquisiciones. Solia ser lo mas recurrente, pues la mayoria trabajaba en la ciudad o en los pueblos circundantes; comian en sus puestos de trabajo menus recalentados en el microondas, preparados la noche anterior o por la manana mientras desayunaban, los que pedian a restaurantes cercanos a sus empresas o fabricas, y no regresan hasta al anochecer. <>, penso. En una de sus escenas favoritas, en la sobremesa de una comida, el anfitrion le pregunto a Sara Noren si queria la receta de lo que habia cenado y ella le respondio: <>. Le gustaba mucho la serie y el personaje, se identificaba con la inspectora de policia. Ambas sufrian el sindrome de Asperger, una forma de autismo. A las dos les costaba interactuar con los demas, hacerles saber como se sentian en segun que situaciones. Laura creia que solo se diferenciaban por el miedo, su miedo, el que oscurecia un tanto el fragil mundo que habia logrado construirse. El que la hacia sentirse como una impostora de su propia existencia cuando salia de las cuatro paredes de su casa o cuando interactuaba con sus semejantes. --Si --respondio al cartero avergonzada. Abrio un poco mas la puerta para coger el paquete. Se contorsiono de forma rara, intentando que sus manos no rozasen las del hombre. Se relajo un poco al conseguirlo, pero le resulto toda una proeza. Lo dejo en el suelo con rapidez, a sus pies, y se seco las manos sudorosas en el pantalon del pijama. Estaba temblando. --Su DNI, por favor. Laura hizo un esfuerzo titanico y se lo dicto. Despues llego lo peor. --Firme aqui --le requirio. El cartero le alargo la PDA para que garabateara con el puntero su rubrica. Fue obvio que no iba a ser uno de sus mejores dias, no coordino bien los movimientos y estuvo a punto de tirar el aparato al suelo. El hombre le lanzo una mirada que dolio, de esas que ella no sabia muy bien como interpretar: <>. Aparto la mirada, volvio la cabeza hacia el pequeno buzon azul que habia en la pared de su izquierda y, al hacerlo, su pensamiento se disperso en la mezcla de colores: el blanco de la pared y el azul del buzon. Forzo una sonrisa e hizo lo que le habian pedido, firmo. --Gracias, y que pase un buen dia --se despidio el cartero. Laura se apresuro a cerrar la puerta. Apoyo la frente en la calida madera y se permitio unos minutos para acompasar el repiqueteo de su corazon.

  • Los dias perdidos de Valentina, A.P. Hernandez de A.p. Hernandez

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    Valentina: una adolescente que puso fin a su vida con un cuter.
    Marta: una madre que no admite el atroz acto de su hija.
    Ismael: un estudiante universitario que comienza a perder sus miedos.
    Lazaro del Rio: ex Inspector Jefe de Policia, expulsado e inhabilitado de por vida.

  • Un hombre de verdad de Thomas Page Mcbee

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    Thomas Page McBee fue el primer boxeador transexual en combatir en el Madison Square Garden, pero este libro no va de eso. McBee nacio con cuerpo de mujer, siempre se supo hombre, se opero a los treinta anos y entendio que el mundo no volveria a ser igual. Porque cambiar de genero lo cambia todo. Y de eso si que trata este libro.

  • La bruja de los zapatos rojos de Helen C. Rogue

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    Ari es la supervisora de una cadena de restaurantes. En uno de ellos, conoce a Marcos, el gerente. Desde el primer momento se sienten atraidos el uno hacia el otro. Pero una serie de circunstancias hace que se distancien. Cuando vuelven a encontrarse, estalla la bomba de relojeria… Un relato donde la tension sexual es patente desde el minuto uno, y donde lo peor es enfrentarse a unos sentimientos ocultos pero que estan a flor de piel.

  • Nada es para siempre de Noe Casado

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    El hedor procedente de la sangre, orines y otros desechos humanos hacia el aire irrespirable y se adheria a la basta tela del habito. La ventilacion de las celdas era insuficiente y la paja, que debia cambiarse cada diez dias, se hacia cada treinta, porque el alguacil y los carceleros estaban conchabados con el paisano que debia ocuparse de que las condiciones de los reos fueran aceptables. Un negocio fraudulento que daba beneficios a quienes cobraban una miseria por trabajar; no era el unico negocio en el que se falseaban las cuentas. Todos en aquella prision tenian algun que otro chanchullo para meterse unas monedas extra en la bolsa. A pesar de que las ventanas de las celdas no disponian de cristal ni de ningun otro elemento que las cubriera y de que el aire atravesaba los barrotes, jamas se respiraba aire limpio. Ni siquiera en invierno, cuando soplaba el cierzo. Aquel olor tan nauseabundo no se iba nunca. Un olor que, por mucho que las lavanderas se empenaran y dejaran durante dias las prendas oreandose, nunca terminaba de eliminarse de la ropa. Aunque era superado por otro quiza menos habitual, el de la desesperacion de los que iban a morir tras sufrir tormento, pues, culpables o no, su destino estaba sellado desde que se habia formulado la acusacion. El ultimo interrogatorio al que me habia visto obligado a asistir como inquisidor fue el de un hombre acusado de judaizante, porque una vecina aseguraba que no lo veia echar tocino en el puchero. Acusaciones como esa eran comunes y la razon esgrimida por el reo era que no disponia de recursos para comprar tocino. Lo facil hubiera sido hacer las comprobaciones, sin embargo, resultaba mas ejemplarizante detenerlo y arrancarle una confesion bajo tormento. Y ahi lo habia dejado, desangrandose, con una pierna rota, esperando ser ejecutado, aunque, dado su estado, lo mas probable es que fuera una ejecucion en efigie. * * * Bip… bip… bip… El maldito zumbido avisando que entraba un mensaje hizo que se sobresaltara. Por poco el movil no acabo estampado contra la pared. Odiaba los adelantos tecnologicos, porque, a pesar de que hacian la vida mas facil a muchas personas, para el eran sin duda sinonimo de esclavitud. Incluso los avances medicos, que tantas vidas salvaban, no eran de su agrado, pues mucho hijo de puta se beneficiaba de ellos. Ya nada quedaba al azar, todo estaba contaminado. LM se incorporo maldiciendo. Se noto sudado y puso cara de desagrado. Tenia la espalda dolorida, ya que llevaba unos dias durmiendo sobre un delgado colchon. Por alguna razon que preferia no analizar, se habia impuesto un castigo que consistia en prescindir de ciertas comodidades. Intentaba que los malditos suenos no regresaran. Eran como una enfermedad que no se ha curado bien. De vez en cuando lo atormentaban impidiendole dormir o, peor aun, haciendo que su humor, ya de por si agriado, se agriara todavia mas. Aparto la aspera sabana de un manotazo y se levanto para ir al bano. Ni siquiera se molesto en encender la lamparita que habia colocado a un lado del colchon para leer de noche. Que mania tenia la gente de abusar de la luz. Por la claraboya se filtraba la suficiente como para no tropezar con nada. Siempre que finalizaba una mision, buscaba un lugar apartado en el campo, donde por la noche la unica luz fuese la del reflejo de la luna; y hasta esta descansaba algunos dias, proporcionandole oscuridad total. Tras orinar, regreso al desvan que utilizaba como dormitorio y miro la hora. Apenas eran las cinco. Maitines, algo a lo que por mucho que pasaran los anos seguia acostumbrado. Desecho la idea de volver a dormir, asi que busco algo con lo que cubrirse. En ese aspecto los avances si le gustaban, con un pantalon y una camiseta estaba listo y la comodidad del algodon era muy de agradecer. Llevaba en esa vivienda poco mas de un mes, lo justo para preparar la mision que le habian encomendado. Una de tantas. Ya no le importaban nada ni el motivo ni el posible beneficio, nada. Le daba todo igual, solo cumplia con su parte del trato. Le habian enviado un maldito artefacto, tableta lo llamaban, en el que encontraria toda la informacion, sin embargo, el habia insistido en que hubiese tambien documentos impresos. La tableta era otro cacharro que, igual que el telefono movil, evitaba. Lo primero que miro fueron los datos del companero que le habian asignado y arqueo una ceja al ver la fecha de nacimiento, 1905. Eso no tenia sentido segun las normas. Unas normas que todos, incluido el, habian aceptado sin cuestionarlas cuando se les ofrecio una forma de redimirse. Cuando estaba a punto de morir, una mujer a la que no pudo ponerle rostro ni edad, le hablo de la posibilidad de vivir para siempre a cambio de servirla. Cuando la acuso de bruja, sufrio unos dolores infernales, mucho mas insufribles que las heridas que llenaban su cuerpo. Desde entonces, habia sido tan necio y tan cobarde que nunca planteo la pregunta que se formulaba desde hacia siglos: ?aquello acabaria alguna vez? No, no acabaria nunca. Sus misiones habian sido numerosas. Solo cambiaba el pais, la gente, las costumbres. El tiempo avanzaba, pero el no, el seguia siendo el mismo, eso si, mimetizado con el ambiente para no llamar la atencion. Debio cerrar los ojos, aguantar el dolor producido por aquellas cuchilladas que lo desangraban poco a poco y esperar la muerte en aquel camino embarrado a la salida de Medina del Campo. No lo hizo y ahora estaba harto, aunque resignado, y a punto de empezar otra mision con un <>. Segun la norma, tras aceptar servir indefinidamente a cambio de salvar la vida, cualquiera de ellos debia pasar oculto en un monasterio al menos cien anos desde su <>, para que nadie pudiera reconocerlo. LM tuvo que sobrellevar los primeros anos de su obligado retiro en la abadia de Hautecombe. No podian correr riesgos y por eso, cada pocos anos, diez a lo sumo, se trasladaban a otro monasterio, siempre antes de que alguien se percatara de que no envejecian y comenzaran las preguntas incomodas. Por ese motivo se sorprendio al leer el expediente de quien iba a ser su companero en aquella mision, porque el tal Bastien von Hayek, solo llevaba setenta y cinco anos recluido. Su ultima estancia habia sido en el priorato de Silverstream, en Irlanda. LM fruncio el cejo al seguir leyendo; no le hacia mucha gracia aguantar a un novato nacido en Hallstatt, Austria, y que en el momento de su <> tenia cuarenta anos. El ninato, como lo llamaba ya mentalmente, habia sido piloto de la Luftwaffe y, tras ser derribado, habia conseguido escapar, pero debido a sus lesiones ya no le permitieron volver a pilotar, asi que lo premiaron con un buen destino: el gueto de Terezin, en Checoslovaquia, con un alto rango dentro de las SS. Bueno, iban a formar una pareja sin igual, un inquisidor y un nazi. Tendrian mucho de que hablar, sin duda, penso LM no sin cierta ironia. La mision consistia en acceder a los archivos de la familia Alcazar de Virrey. Era el primer paso para averiguar que paso con los cuadros expoliados en Austria a una importante familia judia tras la invasion nazi de 1938 y que, por diferentes motivos, acabaron en manos de un militar espanol. No se trataba del primer encargo de esa indole. Por desgracia, a lo largo de la historia habian sido innumerables los casos de arte robado, por lo que no suponia ninguna novedad. Ademas, casi siempre, por desgracia, se repetia el mismo patron. O por suerte para el, porque asi la tarea se simplificaba. Aunque ya hacia mucho que nada lo emocionaba, a veces agradecia que se complicaran las cosas, de esa forma se aburria un poco menos. LM llevaba ya un rato concentrado en la lectura y el dia clareaba. Miro de reojo y con desconfianza la moderna cafetera. Odiaba ese brebaje traido de las Indias, que la humanidad tomaba cada dia. El preferia un sencillo cuenco de avena con miel, aunque los cereales de ahora sabian a tierra y la miel era una mierda adulterada. Como no disponia de avena, busco algo de pan ya duro del dia anterior, calento leche en un cazo y lo fue partiendo en trozos irregulares. Echo una cucharada de azucar y espero a que el pan absorbiera la leche, mientras lo removia a fuego lento.

  • Arte y Venganza (Arte y placer 2) de Kris Buendia

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    Eva no sabia que tenia que pagar un precio tan caro cuando se enamoro de Miller. Y Miller no sabia que tenia que ajustar cuentas cuando su peor enemigo regresara a acecharlos. Ahora tendria que trazar el plan perfecto para mantener a Eva a salvo, aunque eso le cueste su relacion con Eva y hasta su propia vida.

  • Tu me ensenaste a amar de Claudia Velasco

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    Heredero directo del Alto Rey de Irlanda Brian Boru, Brian Dunboyne, llevaba en la sangre la guerra y un espiritu de rebeldia inflexible que lo habia convertido desde nino en un luchador excepcional. Hijo de un lord rico y poderoso, Brian nacio el ano 1532 en medio de una familia de senores, guerreros y comerciantes que vieron en su nacimiento una esperanza en el futuro. Fue el primer varon tras cuatro hembras y su padre lloro de felicidad al comprobar su sexo. Una condicion que le otorgo muchisimos privilegios desde su mas tierna infancia. Brian Dunboyne crecio feliz y libremente, oyendo historias sobre los antiguos senores de Irlanda, fuertes, aguerridos y valientes caballeros que habian convertido la isla Esmeralda en el mejor lugar del mundo para vivir. Una certeza de la que el jamas dudo, mas aun, despues de visitar Francia, los Paises Bajos, Espana o Inglaterra de la mano de su padre, que se habia convertido en un comerciarte respetado de sedas, hilos y pano irlandes, reclamado por las damas y las cortes de media Europa. Se educo como un erudito. A los catorce anos conocia mas tierras que la mayoria de sus iguales, y era despierto, agil de mente, un negociante de primera y un chiquillo trabajador y responsable, al que su padre confiaba las decisiones de su negocio y del cual escuchaba sus ideas y proyectos. El era feliz trabajando, le gustaba el dinero mas que la espada, aunque sabia usar cualquier arma con destreza y su envergadura fisica le facilitaba imponerse ante cualquier adversario sin mayor esfuerzo, ademas era simpatico, abierto, listo como el demonio, decia su madre, y el mas seductor de los caballeros. A los 16 anos Brian habia roto corazones y virtudes sin demasiado esfuerzo y a los 18 se caso, como mandaba la tradicion de su familia, con una de sus primas, la jovencisima Keira de apenas dieciseis anos, con la que pretendia tener una vida larga, apacible y llena de hijos. Una intencion muy loable que sin embargo se vio rota con la muerte de la joven al dar a luz a su primogenito, el pequeno Kevin, hecho que sumiria al joven Brian Dunboyne en un ostracismo del que tardaria anos en salir. De este modo, diez anos despues de la muerte de su esposa, Brian seguia volcando su energia en su hijo, sus negocios y su gente, dejando de lado la idea de casarse nuevamente o de formar esa gran familia de la que todo el mundo le hablaba, dolido como estaba aun por la injusta perdida de Keira, a la que no habia llegado a amar como correspondia a un buen esposo, pero a la que habia respetado y cuidado con todo su corazon. --Padre, la abuela dice que esta vez me traeras una madre. --?Como? --Una madre, la abuela dice que ya es hora de que traigas una madre para mi. --!Santa madre de Dios! --exclamo Brian sin mirar a su hijo de diez anos, suspiro y siguio cargando los fardos de pano sin hablar. --?Es verdad o no? --No Kevin, no es verdad ?para que quieres una madre?, tu madre esta en el cielo y eso es mas que suficiente. --Bien. --Bien --repitio y se giro para clavarle los ojos claros-- ?por que no ayudas a tu tio Seamus a subir aquellas cajas al barco? --Si, padre. Kevin salto al pantalan y busco a su tio favorito que en ese momento organizaba el cargamento de sedas y encajes, y se entretuvo en ayudarle. Brian lo miro durante un rato y se concentro en su trabajo, el chiquillo se estaba haciendo un hombre, era fuerte, listo y ya no necesitaba de una madre, decidio mentalmente, aunque quizas el ya necesitara de una mujer. * * * Una semana despues entraba en la ciudad de Londres decidido a cobrar una deuda pendiente con Harold Boyle, el comerciante de la avenida Strand que hacia meses se escabullia con los pagos, cuando una mano fuerte y amistosa lo detuvo en su carrera por las calles atestadas de gente. Brian sujeto aquel brazo con fuerza antes de comprobar que se trataba de su amigo Albert Fitzgerald. --Albert, maldito seas, ?quieres que te maten? --Lo siento, Dumboyne, ?que haces por aqui? --Trabajo ?y tu? --Algo asi, te invito a una cerveza, tu trabajo seguro que puede esperar y tu milagrosa aparicion me viene como anillo al dedo, !venga!, concedeme diez minutos. --?En que andas metido? --Brian se desplomo en la banqueta de madera de la taberna y estiro sus largas piernas, miro a Albert y comprobo el semblante serio en la cara de su siempre apacible amigo-- ?que ocurre?, ?va todo bien? --Es por un asunto familiar, en realidad un asunto que atane mas a mi mujer que a mi, Brian, pero estoy metido hasta el cuello. --?Necesitas dinero? --No, ?Cuando dejas Londres? --Manana. --?Y donde vas? --Amberes. --?Espana? --Dentro de unas semanas ?por que?, dime de una maldita vez que ocurre. --Una prima espanola de mi mujer esta encerrada aqui en Londres, su tutor la ha traido para comprometerla con el mejor postor, ya sabes, la chica tiene diecisiete anos y varios titulos a su espalda, tierras, dinero… en fin, el tutor no puede desposarla porque es un religioso, pero pretende negociar con su virtud y sus posesiones… --suspiro-- la chica me ha pagado una fortuna por liberarla y ayudarla a regresar a Espana. --?Que dices? --Brian solto una carcajada grave y sincera-- solo tu eres capaz de meterte en algo asi, Albert. --El tipo ese se hizo con su tutela de forma ilegal, Isabel solo quiere regresar a Madrid y poner una denuncia ante el rey, desenmascarar al individuo y recuperar su autonomia, es lo justo. --Y paga bien, claro. --Eso no tiene nada que ver, es una muchacha increible, Brian, no podemos dejarla sola, mi esposa me ha presionado hasta lo indecible y creo que podre sacarla esta noche de la legacion espanola, solo me faltaba el transporte para mandarla a Espana y milagrosamente apareces tu, bribon, me has caido del cielo. --?Legacion espanola?, ?esta en la embajada? --Si. --Te meteras en un lio. --No, ?puedes llevarla contigo, Brian?, por favor, por los viejos tiempos. --Albert… --Brian Dumboyne miro largamente a su amigo ingles, lo conocia desde hacia mas de una decada, el padre de Albert habia nacido en Irlanda y habia hecho un estupendo matrimonio con una dama inglesa que lo habia llevado a vivir en Inglaterra como un senorito, Albert habia estudiado con Brian en Oxford un curso entero de leyes y se habian hecho muy amigos, se veian poco, pero Brian lo apreciaba-- ?quieres que suba a una fugitiva en mis barcos? --No es una fugitiva, ese hombre la rapto practicamente, ha intentado abusar de ella, la quiere casar con quien mejor pague… es un secuestrador y un delincuente, amigo, solo estamos intentando hacer justicia.

  • Entre brumas de Raquel R. Gallagher

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  • Lo que arriesgue por ti de Marisa Sicilia

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    ?Cuanto arriesgarias por algo que no es mas que sexo? ?Y si fuese amor? ?Tu seguridad? ?Tu trabajo? ?Tu futuro? ?Tu vida?

Dmitry ha dejado atras Paris. Ha perdido su negocio, a sus amigos, a la mujer a la que amaba. Los integristas han puesto precio a su cabeza y solo la proteccion de los servicios de inteligencia ha impedido que cumpla condena en prision. Pero no a cambio de nada. Si quiere recuperar su libertad, tendra que encargarse del trabajo sucio, la clase de misiones solo aptas para hombres sin escrupulos, hombres de los que prescindir cuando dejan de ser utiles. Por eso no es buena idea enfrentarse a Antje, su supervisora en Berlin y la mujer que con una sola palabra puede hacer que sea expulsado del programa o que su vida carezca de valor. No, no deberian mezclar sexo y trabajo ni llevar su relacion al limite. No pueden confiar el uno en el otro, ella esta acostumbrada a ejercer el control, se aferra a los protocolos y las normas, ha llegado alto y se ha vuelto dura por el camino. Ademas, la prioridad es la amenaza terrorista que se cierne sobre toda Europa y pone en jaque a Berlin.
No, no encajan, ya salio mal otras veces, pertenecen a mundos muy distintos, no pueden permitirse que las emociones pongan en peligro todo lo demas, pero ?y si se arriesgan?

  • Un novio millonario por Navidad de Ella Valentine

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    Molly cogio una caja vacia de la sala de fotocopias, la llevo hasta su despacho y coloco dentro todas sus pertenencias con la ansiedad convertida en bola en su estomago. Hacia meses que un rumor sobre una posible reduccion de plantilla corria por la oficina. La agencia de publicidad en la que trabajaba llevaba tiempo perdiendo clientes importantes y no estaba pasando por su mejor momento, pero Molly creyo que la situacion no era para tanto. No hasta que el senor Sanders la llamo a su despacho, le ofrecio un bastoncito navideno a rallas blancas y rojas del tarro que tenia sobre su mesa y, con cierta afliccion, la despidio porque, a pesar de ser una buena profesional, habia sido la ultima persona en incorporarse en la empresa. Se mordio el labio sintiendo un torrente de frustracion recorrer sus venas. Hacia 24 horas tenia todo lo que una mujer de 27 anos podia desear: un novio que la queria y un trabajo que le entusiasmaba. 24 horas habian bastado para que esa vida perfecta se desplomara como un castillo de naipes tras un golpe de viento. Cuadro los hombros y salio del despacho intentando ignorar las miradas llenas de compasion que le dirigieron sus companeros desde sus puestos. Quizas aquella escena hubiera sido menos dramatica si la decoracion navidena no ocupara cada centimetro de aquella oficina con suelos de linoleo azul, sin apenas luz natural, o si Frank Sinatra no cantara White Christmas con un entusiasmo desbordante desde el hilo musical, o si un Santa Claus diminuto no saltara sobre su muelle sobresaliendo de la caja que sostenia entre las manos. En aquel momento se maldijo por haberlo comprado en uno de esos mercadillos navidenos que tanto le gustaban pensando en lo bien que quedaria en su escritorio. Faltaban diez dias para Navidad y su vida estaba patas arriba. Subio en el ascensor, bajo hasta la planta baja y salio por la puerta rotatoria del edificio de oficinas en el que se ubicaba la agencia sintiendo como el frio le calaba los huesos. Se ajusto el gorro rosa que llevaba sobre el cabello color chocolate y dio una vuelta mas a la bufanda alrededor del cuello fijandose en la explosion de luces y color de las calles de Nueva York. La agencia estaba emplazada en la Quinta Avenida, una ubicacion muy privilegiada y agradecida para trabajar. Para alguien originario de Nueva Jersey y enamorada de la Gran Manzana como Molly, pasear a diario por esa zona era una gozada. Decidio acercarse a ver el arbol de Navidad del Rockefeller Center. Contemplarlo siempre la animaba y en aquellos momentos necesitaba grandes dosis de animo. Mientras caminaba hacia alli, no dejaba de pensar en la desgracia que se cernia sobre ella. Si quedarse sin trabajo ya era un desastre de por si, hacerlo el dia despues de que tu novio te de la patada, lo era aun mas. Penso en John y lo odio mas que nunca por haberla plantado con la patetica excusa de necesitar tiempo para estar solo y encontrarse a si mismo. No eres tu, soy yo, le habia dicho. Eso es lo que Molly se merecia despues de tres anos de relacion y uno de convivencia: que la dejaran usando la frase mas trillada de la historia. Ahora, sin trabajo y sin nadie con el que compartir los gastos del piso de alquiler, no tenia la menor idea de como iba a llegar a fin de mes. Haciendo cuentas podria sobrevivir sola dos meses como mucho. Y dudaba que encontrase un nuevo trabajo en tan poco tiempo. Cuando llego al Rockefeller Center los pies le dolian horrores. En aquel momento haberse gastado trescientos dolares en aquellas botas preciosas pero incomodas a mas no poder, le parecio la peor idea de la historia. Observo el arbol, hermoso e iluminado, frente a la pista de patinaje sobre hielo, pero en aquella ocasion no la recorrio por dentro el torrente de bienestar habitual. La situacion era demasiado deprimente como para que un arbol navideno fuera suficiente para levantar su moral. El movil vibro dentro de su bolso. Lo saco y comprobo que se trataba de uno de los mensajes de audio de su madre. Imagino que seria uno de sus monologos interminables de siempre, pero esta vez se equivoco. --Hola, cielo, soy yo, mama --Molly puso los ojos en blanco, por mucho que le dijera que no hacia falta que se presentara cada vez, lo seguia haciendo--: Veras, tengo que contarte una cosita, !tu padre y yo hemos cometido una locura! --La escucho reir tontamente y se le pusieron los pelos de la nuca de punta, porque cuando sus padres cometian una locura lo hacian a lo grande--. Acabamos de subirnos a un avion rumbo a Hawai. Nuestras primeras Navidades fuera de casa, ?no es maravilloso? Como nos dijiste que este ano el dia de Navidad cenarias con los padres de John, hemos decidido darnos este capricho. Bueno, Molly, te dejo, que esto esta a punto de despegar y nos obligan a poner los moviles en modo avion. Un beso. Muaaaa. Molly miro el aparato, perpleja. Aquello no podia ser verdad. Hizo el intento de llamar al movil de su madre, pero el numero estaba apagado o fuera de cobertura. Ya no habia vuelta atras; iba a pasar sola la noche de Navidad. Resoplo, lamentandose una vez mas por su mala suerte. Tenia que haberla llamado por la manana para explicarle la nueva situacion, pero no lo hizo porque... porque sabia que su madre adoraba a John y que la noticia de su ruptura seria un duro golpe para ella. Y una decepcion. Y Molly odiaba decepcionar a su madre por encima de todas las cosas. Entonces, empezo a nevar. Pequenos copos de nieve danzaron en el aire hasta posarse en el suelo y desaparecer. Frente a ella, decenas de personas patinaban en la famosa pista de hielo con la nieve cayendo a su alrededor en una imagen tan bucolica que, de no haberse encontrado en la tesitura que se encontraba, hubiera sacado una foto y la hubiera subido a Instagram con el hashtag "#magia". Molly subio su mirada al cielo, donde los copos de nieve se deslizaban sin parar, y se dijo que era hora de regresar a casa. Tenia muchas cosas que hacer si pretendia seguir viviendo en Nueva York: actualizar su curriculum, darse de alta en los directorios digitales de busqueda de empleo, buscar un piso mas barato para reducir gastos... Empezo a andar con la cabeza hecha un hervidero cuando, al girar en una esquina, se fijo en un Santa Claus sentado en el suelo. Al acercarse comprendio que habia errado en su apreciacion y que no se trataba de un Santa Claus, sino de un mendigo de barriga prominente, barba blanca y chandal rojo que sostenia entre las manos un cartel en el que podia leerse: “Deseos a 3 dolares”. Frente a el, habia un vaso de plastico vacio. Se dijo que por muy mala que fuera su situacion, siempre habria alguien peor que ella, y llevada por ese pensamiento saco tres dolares de su monedero y los deposito dentro del vaso. Hizo ademan de reemprender su camino cuando el senor barbudo la interpelo: --Senorita, ?y su deseo? Molly lo miro con una mezcla de lastima y escepticismo. --No tengo mucha fe en los deseos, senor --dijo con un encogimiento de hombros y una media sonrisa. --Pero no pierde nada por intentarlo, ?verdad? --Emmm... Bueno... Supongo que no. --Entonces, ?que desea? --El falso Santa movio sus manos regordetas en un gesto de apremio. --No se... --Molly se mordio el labio pensando en una respuesta. Su vida estaba patas arriba, con un deseo no tenia ni para empezar, asi que echo mano de su sarcasmo--: ?La verdad? Lo unico que podria mejorar mi situacion en este momento seria un novio millonario. Se dijo que si, que un novio millonario seria la solucion a todos sus problemas. No es que fuera la clase de mujer que espera ser salvada por un principe azul subido sobre un corcel blanco, nunca habia querido vivir a costa de un hombre, era una mujer independiente y autosuficiente, pero puestos a sonar… El hombre, frente a ella, sonrio enigmatico, cogio una campanilla que habia sobre la manta donde estaba sentado y la hizo sonar. --Ho, ho, ho. !Deseo concedido! !Feliz Navidad! Molly movio la mano a modo de despedida y siguio caminando calle abajo. Vivia bastante cerca de alli, en un mini apartamento que ella y John consiguieron alquilar por un buen precio pese a la zona, asi que acelero el paso con ganas de llegar a casa y darse una ducha calentita. La nieve caia cada vez con mas intensidad y no llevaba paraguas, por lo que la humedad le estaba calando la ropa. Iba tan concentrada en llegar a casa que, al cruzar, no se fijo en la alcantarilla que habia en medio de la calle, con tan mala suerte que, al pisarla, uno de sus tacones se hundio en uno de sus agujeros. --!Mierda! --exclamo Molly intentando en vano sacar el tacon del agujero. Parecia haberse quedado atascado--. Oh, venga, no me fastidies. ?Es que hoy no puede salirme nada bien? Los focos de un coche acercandose a gran velocidad la deslumbraron y, presa del panico, solto la caja con todas sus cosas que se esparcieron por el pavimento mientras intentaba desencajar el dichoso tacon de aquel sitio. El Santa Claus diminuto se activo y una melodia navidena empezo a sonar de repente poniendola aun mas nerviosa. Dios, iba a morir. El coche estaba a punto de arrollarla y en lo primero que Molly penso ante su inminente muerte fue que, por suerte, aquella manana se habia puesto su mejor vestido. Ya que iba a morir, que menos que hacerlo con clase. Con el panico paralizando su sistema nervioso, cerro los ojos y espero. 2 Molly 15 de diciembre Faltan 10 dias para Navidad --!Oh, Dios mio! ?Estas bien? Molly parpadeo, completamente aturdida, y por un momento se pregunto donde estaba. Le llevo un tiempo darse cuenta de que estaba tirada en el asfalto. !Genial! Era simplemente genial. Habia perdido el novio, el trabajo y casi muere atropellada por un... un... Miro al hombre que casi la manda al mundo eterno y abrio la boca de par en par. Molly no tenia muchas prendas de marca, pero sabia perfectamente cuando algo era caro. Aquel chico vestia un pantalon y un jersey de cuello alto que debian costar una fortuna, a juzgar por como le sentaba el conjunto, incluso estando encorvado sobre ella. Ademas, olia a dinero. Esas cosas se notaban. Era moreno y tan guapo que quitaba el aliento. Su pelo encrespado por arriba daba un aire informal a su aspecto y... !y casi la mata! Molly se solto de un tiron cuando el quiso ayudarla a levantarse. Lo hizo por sus propios medios, y aunque su pie protesto un poco, se cercioro pronto de que no tenia nada, salvo el aturdimiento propio por el susto y la caida. Al menos habia conseguido desatascar el tacon del maldito agujero. --Es increible --mascullo--. De verdad que esto es increible. --Perdona ?que? Miro a su lado, al chico que seguia pendiente de ella mientras el trafico los esquivaba y varios claxones sonaban al mismo tiempo. --!He dicho que es increible! !Justo lo que me faltaba en un dia tan malo como hoy! !Un ricachon que casi me mata! --Ah... --?Eso es todo lo que tienes que decir? Oye, para ti la vida de los demas probablemente no valga mas que ese reloj tan caro que llevas, pero mi vida es valiosa. !Aunque ahora mismo no lo parezca!

  • Un verano en tu corazon de Norah Carter

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    Hacia un mes que se habia marchado Lucas, yo estaba afrontando una pequena depresion y no habia tenido ningun tipo de noticias por parte de el; eso era predecible, pero pasarlo dia tras dia, era algo dificil de asumir y hacia que me encontrase en ese estado. Los primeros dias fueron los mas dificiles de mi vida, me acostaba y me levantaba llorando como una enana, tenia la sensacion de que me faltaba el aire para respirar, habia momentos que pensaba que habia tocado fondo y que no queria seguir viviendo. Mi hermana me llamaba y notaba que me estaba pasando algo, estaba realmente preocupada e incluso decia que queria venir pronto a verme. La Semana Santa la pase metida en casa y no sali ni para comprar el pan, luego me incorpore al trabajo y era para lo unico que salia de mi hogar, por lo demas me apetecia refugiarme y vivir mi pena sola. Habia adelgazado varios kilos y estaba animicamente por los suelos, precisamente ese jueves tenia cita con mi medico para que valorarse un poco mi estado. Algo me decia que debia de tener una anemia de ordago. Tenia la sensacion de estar mas sola que nunca y en esos momentos fue cuando realmente me partia el alma no tener a mis padres ahi, desde que murieron los habia echado muchisimo de menos, ademas de haberlo pasado francamente mal, pero esa vez estaba que se me iba el alma de no tenerlos. Tras terminar de tomar el cafe, sali hacia el instituto para afrontar la flojera que traia el comenzar la semana, todo el camino me pase recordando, como siempre, cuando Lucas me acompanaba hasta el trabajo; ahora, el hacerlo sola, hacia que fuese todo con mucho desanimo. A la salida me fui a comer con mi companera Patricia, ultimamente habiamos coincidido poco y no habiamos tenido posibilidad de hablar tranquilamente, aunque en los cafes Express que nos tomabamos diariamente la mantenia informada de todo. Gracias a Dios que hablar con ella de vez en cuando hacia que me desahogara al menos un poco y que no me llegase a sentir tan sola, aunque evidentemente cada una teniamos nuestras vidas. -- ?Que tal estas, mi nina? -- Bueno, ahi vamos, sera cuestion de tiempo --dije mientras ibamos andando hacia el restaurante asiatico. -- Deberias de apuntarte a alguna actividad por las tardes, necesitas evadir un poco la cabeza --dijo mientras me agarraba el brazo y lo acariciaba. -- Ahora mismo no estoy para esas cosas, solo me apetece estar tirada en el sofa y no escuchar nada, imagino que todo sera cuestion de tiempo. -- Ese estado en el que te encuentras es el principio de depresion, como ya te dije, y debes rapidamente tratarla, no vayas a faltar el jueves a tu cita con el doctor, pero sobre todo debes de sacar fuerzas y hacer algo mas que estar encerrada en tu casa. -- Claro que ire al medico, imagino que tendran que hacerme pruebas ya que estoy muy debil y no tengo absolutamente nada de fuerzas, el tema de la ansiedad y de la depresion me imagino que comenzaran a tratarlo. -- Me duele tanto verte asi, imagino que cuando pase el tiempo recordaras esta historia como algo dulce que dejara de causar dolor. -- Ese es el problema, que fue tan dulce y bonito que es incomprensible que algo asi tuviese que terminar, jamas pense que el amor tuviese una fecha de caducidad.

  • Donde desaparecen las estrellas de Monica Banos

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    Si hay algo que caracteriza al pequeno pueblo costero de Melia es la creencia popular de que las estrellas pueden influir en la
    vida de sus habitantes. Alli vive Gala, una joven que pasa los dias trabajando en una floristeria. Todo cambiara con el regreso de Nestor, uno de sus mejores amigos de la infancia. Pero Gala ya no es la misma: una serie de acontecimientos que tuvieron lugar en el ultimo ano la han vuelto solitaria y algo hurana.
    Cuando se le presenta la oportunidad de trabajar para el periodico local y disipar asi los malos recuerdos que la acechan, se cruza en su camino Constanza, una elegante anciana que sacara a la luz secretos de la familia de Gala tenidos de dolor, pero, sobre todo, de esperanza.
    Gala debera aprender a perdonar a los fantasmas de su pasado, mientras encuentra la manera de perdonarse a si misma.

  • Castillos en el aire de Ana Castellar

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    Una apasionante novela de amor, pasion y reencuentros.

  • Roza, tumba, quema de Claudia Hernandez

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    Ella sobrevivio a la guerra, dejo las armas, pero conservo el vertigo. Cuidar a sus hijas continua siendo su lucha. Aunque roza, tumba, quema es una forma de agricultura itinerante, ella debe quedarse en el mismo lugar para que sus hijas sepan a donde regresar.

  • Estrellas Perdidas de Thanya Castro

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    Porque es tan sencillo esconderse bajo la mascara de personajes ficticios sin tener la necesidad de exponer tu propio corazon. Esta es la historia de una chica en alguna pequena ciudad en algun pais. Como tambien puede ser la mia, la tuya y la de todos. Una historia de la vida real, de lo que se queda en las calles de un pequeno suburbio, donde encuentras en lo mas ordinario, una gran mina de belleza, todo a partir de un corazon roto.

  • La sombra del pasado de Patricia Hortiguela

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    Cuando me levante esa manana no me imaginaba que iba a ser un dia tan extrano. Ahora me encontraba en un atasco sin saber bien a donde dirigirme. Solo buscaba huir rapidamente. Habia conseguido guardar algunas cosas en una pequena maleta, lo imprescindible. El atasco estaba consiguiendo ponerme muy nerviosa. Cuando estaba quieta, mi cabeza no paraba de dar vueltas y eso no era bueno, ya que podia arrepentirme y regresar. Habia decidido irme y no queria ni debia regresar. Esta ultima vez habia sido la gota que habia colmado el vaso. No iba a permitirle que volviera a tratarme asi, no me lo merecia. Deseaba escapar de ese circulo vicioso y malicioso en el que me encontraba. Los coches de delante no avanzaban debido a algun suceso que desde mi posicion no llegaba a distinguir. El tiempo iba empeorando, habia empezado a nevar con fuerza y si no nos moviamos pronto la carretera iba a estar intransitable. Ademas, los coches no paraban de tocar el claxon y eso me desquiciaba. Busque en la guantera, recordaba tener un mapa de carreteras. Despues de sacar los papeles del coche, un paquete de clinex y unos cedes antiguos encontre el libro de mapas. Hubiera preferido usar el GPS del movil, pero tenia poca bateria y queria mantenerla, por si acaso. Me costo un poco situarme en el mapa, indague hasta encontrar una carretera alternativa. Habia decidido ir hacia el norte porque siempre me habia gustado el mar y me parecia un buen lugar donde empezar de nuevo, ademas de que estaba lejos de mi anterior residencia. Solo queria alejarme de el todo lo que pudiera y lo mas rapidamente posible. Tuve que hacer unas cuantas maniobras y hasta cometer alguna infraccion para conseguir llegar a la carretera que queria. Se trataba de una carretera comarcal poco transitada y mal asfaltada, pero por lo menos me estaba moviendo de nuevo. Continue por ella atravesando pequenos pueblos cada vez mas aislados los unos de los otros. El paisaje era hermoso incluso cubierto por la nieve. No estaba muy acostumbrada a conducir con nieve. En Madrid, de donde era, el clima era muy bueno y pocas veces nevaba. Ojeaba de vez en cuando el mapa para orientarme un poco, pero no estaba muy segura de que fuera por buen camino. Me estaba dejando guiar por la carretera. Conduje por lo que parecia un puerto, tuve que reducir para subir lentamente. El tiempo iba empeorando. La carretera era cada vez mas empinada pero ya no podia hacer otra cosa, no habia sitio para dar la vuelta. Corone y empezo el descenso. El coche se aceleraba por su propio peso y tenia que frenar lentamente para evitar que me derrapara por la nieve cuajandose en el asfalto. Tuve miedo, debia ir con cuidado si no queria salirme y caer por el desfiladero. Iba concentrada en la carretera, en las curvas y en frenar el coche para no embalarme demasiado, cuando el sonido del movil me sobresalto. Por la melodia, sabia de sobra quien me llamaba; era el. Habia regresado a casa y se habia dado cuenta de que no estaba. Un gran miedo me invadio porque estaria furioso. El estomago se me encogio como otras muchas veces me habia sucedido cuando el se enfadaba conmigo. Con el tiempo habia empezado a conocerlo muy bien y cuando se enfurecia se volvia peligroso, irascible y violento. Cualquier cosa, por nimia que fuera, era suficiente para que saltara y empezara una discusion, en las cuales yo siempre salia perdiendo por mas que me disculpara. El movil no paraba de sonar, estaba empezando a dudar si cogerlo o no, pero no debia hacerlo porque el me convenceria para regresar y ya estaba harta de esa relacion tan danina. Subi la musica para asi dejar de escuchar el movil, pero era imposible; en cuanto acaba la melodia, volvia a empezar. Se notaba que estaba desesperado por hablar conmigo. Un sonido de mensaje me indico que habia dejado algo en el buzon de voz. Al rato, otro mensaje mas. Como pude, toque la tecla para oir los mensajes: <>. Otro mensaje: <>. Y luego, mas mensajes, cada uno mas subido de tono: <>. Un escalofrio me sacudio el cuerpo. Si me cogia, me lo haria pagar; de eso estaba segura. Sabia que debia dejar de escuchar esos mensajes del buzon de voz, pero no podia. <>. Empezaron a temblarme las manos solo de imaginarme lo que me haria si volvia o si me encontraba. La sola idea me dejaba sin respiracion. Rompi a llorar de puro miedo. Las lagrimas me brotaban sin control. Me costaba ver bien la carretera entre la nieve y el llanto. Decidi dejar de oir sus mensajes o no conseguiria calmarme. Al dejar el movil, cogi sin querer una llamada suya. En cuanto me di cuenta de lo que habia hecho, empece a temblar, me faltaban las fuerzas. No era capaz de colgarle, por lo que le escuche decir a gritos: --?Por que te has ido? Mas te vale que vuelvas. ?Donde esta mi cena? Te voy a tener que dejar las cosas claras sobre quien manda en esta casa. ?Por que no me hablas, maldita estupida? --Yo... --fue lo unico que consegui que me saliera por la boca. Queria decirle tantas cosas, pero no me salia la voz como en las otras veces me habia sucedido cuando hablaba o intentaba hablar con el. El miedo me paralizaba. --Yo, yo... ?solo sabes decir eso? Si es que eres tan idiota que no vales para nada. Si no fuera por mi, nadie estaria contigo --ataco. Mi voz interior intentaba coger fuerzas y gritarle que no iba a regresar, que no queria volver a verlo y que me estaba yendo muy lejos de su lado, pero no salia nada de mi boca. --Mas te vale que estes viniendo para aca --amenazo. No respondi. --No encontraras a nadie que te soporte y menos que te quiera, asi que deja de hacer el idiota y vuelve a casa --ordeno. --No --consegui decir muy bajito. --?Acaso has dicho algo? Como tenga que ir a buscarte te rompere todos los huesos del cuerpo --amenazo. Su amenaza me hizo estremecer hasta el punto de que movi el volante sin querer y perdi el control del coche. Hice una maniobra un poco brusca al intentar recuperarlo y consegui lo opuesto, perdi la adherencia a la calzada y derrape. Perdi el control. El coche patinaba en la calzada llena de nieve y se embalaba sin poder impedirlo. Frene fuertemente en un intento por detenerlo, pero las ruedas resbalaron y provocaron que el coche se fuera de culo hacia la derecha. Di un volantazo en la otra direccion para evitar que se cruzara en la carretera. Comence a ir de un lado a otro sin conseguir controlarlo, ni parar. Una curva cerrada aparecio delante de mi y supe que no podria tomarla. Seguia deslizandome por la calzada sin adherencia y a bastante velocidad. Cuando llegue a la curva, intente girar dando otro volantazo, pero el coche torcio sin control, girandose y cambiando de sentido, ahora iba de culo descendiendo. Golpee el quitamiedos y despues cai marcha atras por la ladera. No podia ver por donde iba, solo notaba los golpes, los envites y el ruido de ramas chocando con la carroceria. Veia como la carretera por donde me habia caido se alejaba de mi y como los arboles me rodeaban en mi descontrolada caida. Estaba asustadisima, pense que me iba a matar. Que triste final para mi vida, era la unica idea que me surcaba la cabeza. Moriria en esa carretera y nadie me encontraria ni me echaria en falta. Cerre los ojos esperando el triste desenlace. No puedo asegurar cuanto tiempo estuve cayendo puesto que a mi me parecio una eternidad. Un fuerte golpe detuvo el coche, oi ruidos de cristales rotos y la carroceria abollandose. El cinturon me agarro fuertemente al asiento y salto el airbag que me golpeo duramente en la cara y los brazos. La luna del coche se desquebrajo y todo se volvio oscuridad. --Es la ultima vez que se repite esto, no te pueden volver a expulsar -- recrimino Joaquin. --No ha sido culpa mia, estaban pegando a Juan y yo solo lo defendi -- respondio Tomy, su sobrino. --Sabes que no me gusta que te metas en peleas, debias haber intentado ayudarle sin violencia. --Te prometo que para la proxima lo tendre en cuenta--respondio Tomy, sonriendo. --Alguien iba demasiado rapido en la curva --comento Joaquin al llegar a la curva de la carretera. Se veia que el quitamiedos habia sido arrancado. --Se habran llevado un gran susto --opino Tomy. --Parece que las marcas de las ruedas son recientes, voy a parar y asegurarme que no hay nadie herido. Tu quedate en el coche y ten el telefono a mano por si hay que llamar a emergencias --manifesto. --Pero puedo ayudarte --suplico Tomy. --Quedate en el coche y obedece --ordeno Joaquin. --Vale. Joaquin salio del coche y se acerco a la curva, tuvo que inclinarse bastante para ver bien por la linde. Le parecio distinguir un coche entre la maleza y los arboles. Rapidamente busco el mejor sitio por donde descender con cuidado, ya que la pendiente era pronunciada y resbaladiza debido a la nieve. Fue bajando hasta llegar a un abollado Opel Corsa negro. El coche estaba de morros, por lo que habia caido hacia atras. Joaquin penso que eso podia haber salvado a los ocupantes. La luna del coche estaba desquebrajada, asi que se acerco a la puerta del piloto para poder comprobar si habia alguien en el interior. Entonces vio a una chica que parecia estar inconsciente, golpeo el cristal para ver si reaccionaba, pero no hubo respuesta. Joaquin se imagino lo peor. Intento abrir la puerta, pero estaba atascada; por ahi era imposible. Se dirigio a la puerta del copiloto y esta si se abrio, aunque con dificultad. Echo un rapido vistazo al interior y pudo comprobar que dentro del vehiculo solo estaba la chica. Tenia que sacarla de alli. Antes de entrar en el coche, Joaquin comprobo que el vehiculo estaba atascado y que no iba a seguir descendiendo por la ladera porque un gran arbol lo habia detenido. Se acerco a la joven y la llamo suavemente para ver si se despertaba, pero no hubo respuesta. Se sento en el asiento del copiloto y reviso por encima sus heridas. Tenia un golpe en la cabeza por el que sangraba y algunos cortes superficiales, pero no parecia algo grave; seguramente gracias a que llevaba puesto el cinturon de seguridad. Se lo desabrocho y suavemente la saco del asiento colocandosela en su regazo. No pesaba gran cosa, asi que le fue facil moverla. Al tenerla tan cerca, aprovecho para observarla detenidamente. Tenia el cabello castano claro y por los hombros, unos labios carnosos y la tez con un color rosado. Era una joven hermosa, no le cabia duda de ello. Con la mano la limpio unos pequenos trozos de cristal que tenia en la cara y cuando lo estaba haciendo la joven abrio los ojos. Unos ojos verdes impresionantes lo miraron. Al ver a ese hombre tan cerca de mi me asuste, aunque al tiempo su dulce mirada me tranquilizo. No sabia muy bien por que, pero sentia que no iba a hacerme dano. Intente moverme y el dolor me paralizo. Entonces cai en la cuenta de que habia tenido un accidente y que ese hombre me estaba ayudando. --Por favor, no me lleves a un hospital --suplique. Si iba a uno mirarian mis contactos y lo llamarian a el. Entonces sabria donde encontrarme y nada habria valido la pena. --Tendria que ir a que le revisaran --opino el. --No hace falta --lloriquee. Creo que el percibio mi desesperacion y aunque yo sabia que no lo comprendia no insistio mas. --Esta bien, no iremos al hospital --acepto Joaquin. --Gracias --respondi aliviada. --Sera mejor que salgamos del coche --sugirio. La idea de salir del coche me parecio bien, todo dentro de el me recordaba al accidente. Lo unico bueno es que no me encontraba tan mal. Tenia el cuerpo dolorido, pero no tenia nada roto. Ademas, estando en los brazos de ese hombre incluso me sentia a gusto. Su cercania en vez de ponerme nerviosa me provocaba el efecto contrario. La verdad es que si hubiera podido me habria quedado asi un rato largo. Me imaginaba que esa satisfaccion tambien se debia a estar lejos de Mateo y de su asfixiante control; hacia mucho tiempo que no me sentia un poco libre. Joaquin salio con cuidado del coche conmigo en brazos. Una vez fuera, me dejo suavemente. Cuando pose los pies en el suelo perdi un poco el equilibrio, pero el me sujeto para que no me callera. Sus manos agarrandome fuertemente desprendian una seguridad que me hacian sentir muy rara y a la vez tranquila. No me sujetaban de forma posesiva ni intentaban hacerme dano; al contrario, lo hacian para ayudarme. Era tan diferente a la forma como me agarraba Mateo. --?Se encuentra bien? --me pregunto preocupado. Asenti con la cabeza. Vi entontes como estaba el coche o mejor dicho lo que quedaba de el. Estaba destrozado, parecia mentira que hubiera sobrevivido al accidente puesto que estaba irreconocible. La parte de atras estaba hundida y no se distinguian los asientos traseros porque habian desaparecido en un amasijo de hierros. Si en vez de caer hacia atras hubiera caido con el morro por delante, no lo estaria contando. Un horrible escalofrio me sacudio, podia haber muerto. Habia huido para vivir y casi me mato yo sola. La asimilacion de ese hecho me conmociono y explote. No pude aguantar mas toda la tension, el miedo y la adrenalina que tenia. Rompi a llorar como una nina y no podia parar, mi cuerpo se agitaba con cada lloro. Joaquin al verme tan desconsolada creo que hizo lo unico que se le ocurrio para calmarme. Me abrazo. Un abrazo fuerte e intenso hasta que mis lloros empezaron a menguar. Cuando me agarro senti toda su fuerza y su calor. Escuche el latido de su corazon y senti su suave respiracion que me acariciaba la cabeza. Ese dulce abrazo hizo que mi miedo desapareciera y poco a poco consegui calmarme. Una vez que me recompuse, el olor de su fragancia me penetro. Olia a hombre, junto a algo que parecia animal, pero lejos de desagradarme me encanto, era reconfortante y muy varonil. El calor que su cercania desprendia me hizo dejar de temblar, ya no tenia frio ni tampoco miedo, aunque debia tenerlo, no solo por el accidente sino porque era un desconocido el que me abrazaba, pero no lo tenia. Ese hombre me hacia sentir bien incluso despues de un accidente y no sabia como lo conseguia. Habia dejado de llorar y me sentia totalmente recompuesta. --Tio Joaquin, ?llamo a emergencias? --pregunto alguien desde arriba. Levante la mirada hacia donde venia la voz y pude ver lo lejos que se encontraba la carretera y por donde habia caido. Me estremeci solo al recordarlo y entonces el me apreto mas fuertemente para tranquilizarme y sirvio. --No hace falta Tomy, esta bien. Ahora subimos --respondio. Su voz era tan viril, lo mire a la cara. Entonces me di cuenta de lo guapo que era. Tenia el cabello corto y de color castano oscuro. Unos grandes ojos marrones y unas bonitas facciones, su nariz y sus labios tenian el tamano perfecto y eran muy masculinas. Como seguia abrazandome, pude comprobar que su cuerpo estaba musculado y que tenia un porte atletico; ademas, era mas alto que yo. Fui entonces consciente de la cercania de su cuerpo con el mio y empece a acalorarme solo de pensar en ello. No habia estado tan cerca de ningun hombre a excepcion de Mateo y el no me hacia sentir nada de eso. Jamas me habia agarrado con tanto carino. --?Cree que sera capaz de subir por la ladera? --pregunto mientras me separaba de su dulce abrazo. Sali de mi ensimismamiento y mire la cuesta; dije si con la cabeza. --De todas formas, la ayudare --manifesto. Me coloco la mano en la espalda y me empujo suavemente para que iniciara el ascenso. Poco a poco fuimos subiendo por la resbaladiza ladera. Era muy empinada y nos costaba ascender. Mis zapatillas casi sin suela no eran el mejor calzado para esa tarea y provocaban que me resbalara continuamente. Aunque el siempre me ayudaba para que no me cayera, sujetandome por la espalda. Nos agarrabamos a las ramas para ir subiendo. Nos toco un tramo que era muy empinado y complicado. El se adelanto y una vez que estuvo bien sujeto me dijo: --Agarrese a esas ramas e intente llegar hasta mi mano. Asenti y cogi las ramas que me indicaba. Con la otra mano agarre otra rama que estaba mas arriba y, al soltarme para intentar ascender, el pie derecho me resbalo y cai al suelo. Para frenar el golpe puse la mano derecha y me hice dano en la muneca. Ademas, por culpa de la acumulacion de la nieve descendi un buen trozo de ladera. --!Mierda! --blasfemo el. Me levante todo lo rapido que pude y me disculpe por la torpeza: --Lo siento mucho. Joaquin no pudo evitar que la joven se cayera, no pudo agarrarla desde su posicion y solo vio como se resbalaba. Bajo rapidamente hasta ella, que ya estaba levantandose del suelo. --?Esta bien? --pregunto preocupado. --Si, es que soy muy torpe, perdona --me justifique de nuevo. --No tiene por que disculparse, es culpa mia por no haberle ayudado mejor. Soy yo el que lo siente --se disculpo Joaquin. Me sorprendio su respuesta y no supe que contestar. Mateo jamas me habria dicho eso, me habria chillado e insultado por mi torpeza. Ese hombre a todas luces era muy diferente. --Deme la mano y no la soltare --prometio mirandome fijamente a los ojos. Yo lo mire atonita y supe que lo decia de verdad, la honestidad de sus ojos me lo dejaba claro. No lo dude ni un instante, podia fiarme de el. Asi que le di mi mano izquierda y me deje guiar, a sabiendas de que no me soltaria. Ya no hubo mas incidentes y subimos hasta la carretera. Al llegar arriba, vi a un muchacho joven que estaba al lado de un coche. --Dices que esta bien, pero tiene muy mal aspecto --opino al verme. --No seas desagradable, Tomas --contesto enfadado, al tiempo que me soltaba la mano y se dirigia a su coche--. Perdon --se disculpo mirandome. --Seguramente tengas razon y tenga una pinta horrible --dije para quitar miga al asunto. El joven asintio y me sonrio. Era un muchacho guapo tenia el pelo negro y la tez morena. Tendria unos 12 anos mas o menos y una mirada vivaz. Me revisaba de arriba a abajo inspeccionandome. Yo me mire y pude darme cuenta de por que me observaba asi: tenia la ropa manchada y empapada debido a la caida. Solo llevaba puesta una camisa de manga larga y unos vaqueros azules que dificilmente podrian verse con tanta suciedad y barro. Mis manos estaban sucias y me imaginaba que tambien tendria la cara igual. Debia de tener un aspecto espantoso. Me sacudi un poco la suciedad de la ropa y de las manos, pero fue inutil. Empece a sentir frio, habia anochecido y la nieve era ya muy compacta. No estaba segura de cuanto tiempo habia estado en el coche puesto que era de dia cuando estaba conduciendo, pero la verdad es que tampoco me importaba demasiado. --Juraria que llevaba una manta en el maletero --dijo el hombre. --Apuesto lo que quieras a que la usaste con algun animal --indico el muchacho. --!Mierda! Es cierto --respondio. Se quito su cazadora, se acerco a mi situandose delante y me la coloco en los hombros. Se aseguro de que no se me cayera y me dijo: --Asi entrara en calor. Su mirada era tan intensa y a la vez tan tranquila que me embelesaba. --Gracias, pero tu tendras frio --opine. --No se preocupe por mi, usted necesita entrar en calor mas que yo -- contesto. Le sonrei como agradecimiento. Que hombre tan detallista, pense. Mateo jamas hubiera hecho eso por mi. --Habra que llamar a la Guardia Civil -comento mientras buscaba el movil en sus pantalones vaqueros. --Preferiria que no --intervine. Me miro extranado y entrecerro los ojos frunciendo las cejas de una forma encantadora. --Es lo normal en estos casos, se da parte y si pueden sacaran el coche. --No me importa el coche. --Seguramente tampoco te iba a servir de mucho despues del accidente -- intervino el muchacho. El hombre me observada sorprendido por mi negativa de avisar a la Guardia Civil. La verdad es que no queria dar parte alguno, pero por como me miraba intuia que ese hombre no lo iba a dejar pasar. Lo que menos queria era que Mateo se enterara de mi accidente y de donde me encontraba porque me haria regresar. Un escalofrio de miedo me recorrio todo el cuerpo. Me abrigue mas con la cazadora que me habia prestado, intentando entrar en calor y que el miedo desapareciera. No queria volver a ver a Mateo, la sola idea me aterrorizaba. Cerre los ojos para coger fuerzas. Existia la posibilidad de que, como el coche era mio, igual no tendria por que enterarse de nada. Rogaba a Dios que asi fuera porque si el hombre insistia mucho o llamaba a la Guardia Civil, no me quedaria mas remedio que dar parte. --Podemos dejarlo para otro momento, no me veo con ganas --dije intentando que dejara el tema. --Esta bien --acepto. Le sonrei con gratitud. --?Quiere que la llevemos a algun sitio o que llamemos a alguien para que venga a buscarla? --me pregunto. --No, gracias --respondi. --Pero ?que va a hacer? No se puede quedar aqui. Y si no quiere que llamemos a alguien, diganos a donde acercarla -insistio. --Puede tutearme, me sentiria mejor --intente cambiar de tema. --Esta bien --contesto. --?A donde quieres que te llevemos? --volvio a formular la misma pregunta. --No iba a ningun sitio en concreto --respondi sinceramente.

  • Nuestro amor no fue casualidad de Rose B. Loren

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    Inma es una joven disenadora madrilena cuyo unico objetivo es alcanzar la fama en el mundo de la moda, por lo que se traslada a Nueva York en busca de un futuro mas prometedor, dejando a sus padres desilusionados por su decision.
    Con su duro trabajo y tras anos de dedicacion casi en exclusiva, consigue que sus disenos desfilen por una de las pasarelas de moda mas importantes del mundo, pero un fatal accidente hara que tenga que dejarlo todo y regresar a Espana. Alli conocera a Lucas, inspector jefe de policia y mano derecha de su padre.
    Durante semanas, ambos conviviran juntos, mientras el amor comienza a florecer sin que ellos se percaten mas que de una fuerte atraccion.
    Sus vidas se complicaran, una trama se cierne detras del accidente de sus padres, aunque siempre estara presente el amor que ambos se profesan y lucharan contra todos los obstaculos que la vida les depara.

  • Otra luna enterrada de Guillermo Estiballes

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    Otra luna enterrada constituye una atmosfera de fabula donde la naturaleza tiene voz propia y donde los antiguos hechizos cobran vida en la voz y la presteza de un joven descendiente de sefardies.

  • El juego del multimillonario de J. S. Scott

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    Kade Harrison siempre le habia gustado juegos. Incluso podria tener que decir que vivio y respiro solo para participar en casi cualquier tipo de evento deportivo. Era la unica cosa que era bueno en la unica cosa en la que el sobresalio, y que no le gustaba perder. Por desgracia, habia ido perdiendo en los ultimos dos meses, y estaba realmente empezando a molestarlo. ?Donde diablos esta? La localizacion de Asha Paritala casi se habia convertido en un deporte de competicion. Kade habia estado trabajando en arrinconar a Asha durante dos meses, viajando de un lado del pais al otro, solo para volver con las manos vacias cada vez. Estaba perdiendo este concurso en particular, y no le gusta. La mujer era inteligente, abandonandolo antes de que pudiera ponerse al dia con ella. Kade no tenia ninguna duda de que el y Asha estaban jugando un juego del gato y el raton, y ella estaba evitandolo. Dios sabia que habia dejado suficientes mensajes en varios lugares y ella debe haber obtenido al menos uno de ellos. Ella lo estaba evadiendo por alguna razon desconocida, pero el gato iba a atacar. Tan pronto como pudo atrapar el pequeno raton astuto. Entrando en su habitacion del hotel de Nashville, Kade se quito la gorra de beisbol y se desplomo en la cama tamano King con un suspiro. Tendria que llamar a su hermano de ley, Max, y le hizo saber que habia fallado… otra vez. Asha acababa de salir del refugio para desamparados unos pocos minutos antes de que el llegara, y nadie habia tenido idea de a donde se dirigia. Ella habia dejado sus escasas pertenencias detras, por lo que Kade tenia alguna esperanza de que volveria, pero nadie en el refugio la conocia bien a ella, y nadie parecia bastante seguro de donde estaba o si ella iba a volver. Todo vale en el seguimiento y ganar este juego. Noticia de ultima hora, pequeno raton: Puedo pelear sucio. Sabe donde estan sus pertenencias… que venga a por ellas. Sonriendo, Kade se dio la vuelta en la cama y cogio la bolsa con las pertenencias de Asha, solo lucha con su conciencia por un momento acerca de tomar sus cosas y salir, dejando un mensaje de donde podrian ser recogidas. Se las daria de nuevo siempre y cuando se presente. Mientras tanto, usaria cualquier pista que pudiera encontrar para averiguar exactamente quien era y si habia alguna posibilidad de que ella era una hermana perdida de Max. Habia desperdiciado dos meses tratar de hacer este favor. La localizacion de una mujer que no conocia, una mujer que posiblemente podria estar relacionada con Max, e iba a llevarlo a su fin. A pesar de su gemelo, Travis, hizo la mayor parte de la obra en Tampa para la Harris Corporation, Kade tenia algunas responsabilidades que el habia insistido en tomar mas de una vez, su carrera en el futbol habia terminado, y finalmente tenia que volver a Tampa. Hizo una mueca mientras estiraba su cuerpo sobre la cama. Su pierna coja, la derecha, le dolia a partir de dos meses de busqueda sin parar de una mujer que estaba empezando a pensar que no era mas que un fantasma, una ilusion. Pero sabia que existia Asha Paritala, que ella era real, y estaba decidido a encontrarla. Maddie y Max merecen saber si esta mujer era su hermana. No importa que ni siquiera hubiera conseguido una pequena vision de Asha. Lo haria. Pronto. En cierto modo, casi no queria que la busqueda finalice. Se habia sentido mas vivo en los ultimos dos meses de lo que habia sentido desde su accidente. Coincidir con el ingenio de la mujer desconocida fue un reto, y no habia nada Kade quisiera mas que ganar un juego dificil. El instinto le dijo que ella sabia que el la estaba buscando. La pregunta era… ?por que estaba huyendo? No era como si quisiera nada excepto informacion de ella, y que podria ganar dos hermanos que nunca habia sabido que existia. No habia muchas personas que no quisieran estar relacionado con Max y Maddie, ya que eran dos de las personas mas ricas del mundo- ademas de ser dos de las personas mas amables que Kade conocia. “No estoy seguro de por que estoy tan impaciente. No es como si tuviera otra cosa que hacer hasta que Travis me necesite”, se dijo con gravedad, admitiendo que su gemelo rara vez lo llamo para nada, y Travis nunca necesito a nadie. Y habia dejado a Kade sentirse inutil, inquieto. Sus dias como un jugador de futbol profesional se habian acabado. Su paso como un quarterback estrella de los pumas de Florida no era mas que un recuerdo, lo unico que amaba le habia sido arrancado hace casi dos anos, cuando un conductor borracho no habia visto su motocicleta. Su pierna habia sido destrozada cuando el idiota embriagado se habia instalado en su carril y atrapo la pierna de Kade entre su camion y la moto de Kade. No recordaba mucho del accidente. Pero una de las primeras cosas que recordaba con claridad cristalina era el despertar en la UCI, su novia, Amy, el ceno fruncido, como si la hubiera decepcionado. Y, obviamente… lo hacia. Ella lo habia dejado en ese mismo momento, dejandole claro a Kade que se negaba a estar con un lisiado y no con una celebridad. Tratando de cerrar de golpe su mente por los recuerdos desagradables y dolorosos de su accidente, se centro en las pertenencias que habia dejado en la cama: algunos articulos de ropa desgastada, un cepillo para el pelo, un cepillo de dientes que habia visto dias mejores, una gran bloc de papel y algunos blocs y lapices de carbon bien utilizado. Empujo los otros articulos a un lado, abrio la libreta de papel, hipnotizado mientras lentamente paso las paginas, estudio cada dibujo antes de ir al siguiente. Cada imagen casi salio de la pagina, tan real que casi parecia como si pudieran saltar del papel y volver a la vida frente a el. Los dibujos eran de fantasia – muchos de ellos como criaturas o animales mitologicos- en la primera parte de la coleccion. Ella es una artista. Una maldita artista increible. -“Maldita sea” susurro con voz impresionada cuando se salto algunas paginas en blanco y llego a otra seccion, dejando al descubierto sus retratos. No reconocio ninguna de las personas que habia dibujado. Obviamente, ellos fueron personas comunes en sus actividades diarias, pero podia sentir todas las emociones en un dibujo de la cara de una mujer de edad, una mujer que se parecia a ella estaba sentada en un banco en una parada de autobus, y casi se podian compartir la alegria de un grupo de ninos jugando en un parque infantil. Al hojear el resto de los cuadros de la gente, estaba estupefacto por el talento de Asha. No era un artista, pero los dibujos podian tocar sus emociones, y no era un tipo particularmente emocional. Kade sintio que se le secaba la boca y el estomago se sacudio cuando revelo la ultima imagen, un hombre y una mujer a punto de participar en un apasionado abrazo. El rostro del varon fue sombreado, con la cabeza vuelta hacia un lado, pero el deseo de la mujer estaba tan potentemente dibujado que podia sentir su anhelo desnudo, su desesperacion mientras esperaba a que el hombre que estaba abrazando fuera a besarla. El pelo largo, sedoso en cascada por su espalda, con la cabeza inclinada durante su beso, su rostro revela necesidad. Las palabras escritas debajo del dibujo golpearon Kade con una reaccion visceral: !Alguien! !Algun dia! !En algun lugar

  • Amor con fecha de entrega de Silvia Garcia Ruiz

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    ?Que pasaria si la editora de un importante grupo editorial prometiera a una chica comun y corriente leer su manuscrito a cambio de que ella ayude a Miss Dorothy, una afamada escritora de novela romantica, a terminar ese libro que tanto se le resiste?

  • Todas las madres del mundo de Gustavo Martin Garzo

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    Edicion ilustrada de uno de los libros mas preciosos que jamas haya escrito Gustavo Martin Garzo.
    Con su habilidad y pasion para contarnos historias siempre distintas del mundo de la infancia, el de los recuerdos, el de la nostalgia, esta vez nos regala un viaje fantastico y unico a las mas de sesenta maternidades posibles que existen, vistas desde su imaginacion. A traves de brevisimas historias, recrea como si fueran fabulas, sesenta adjetivaciones que pueden aplicarse a la maternidad. Todas ellas forman un mundo que todos conocemos muy de cerca, ya sea por nuestra propia madre, por las madres que nos rodean, o por si somos madres, lo seremos algun dia o no lo seremos nunca.

  • Ecos de amor de Mimi Romanz

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    Cuando Carla menos lo espera, su hermana le anunciara la sorpresa de su pronto matrimonio, y toda la estabilidad emocional que habia conseguido tras dejar atras el instituto en Cartes, se derrumbara al llegar a Madrid. El pasado volvera a su presente, y el perdon que guardaron sus labios por tantos anos por fin podra ser expresado. Sin embargo, conseguirlo sera mas dificil de lo que cree.
    La medicina era la pasion de Julio, pero jamas creyo que la cardiologia iba a ser la especialidad que elegiria, aunque estaba convencido de que la decision de haber optado por esta se debia a la mujer que le habia destrozado el corazon en la adolescencia. Y el destino, como fiel seguidor en su vida, la volvera a poner en su camino.
    Nada sera facil cuando Carla y Julio vuelvan a encontrarse. El rencor y los celos haran mella en el, mientras que el dolor anidara en el corazon de ella, haciendo que el perdon sea aun mas dificil de conseguir.

  • Mil besos tuyos de Tillie Cole

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    Poppy es una nina risuena y una prodigiosa violonchelista. Rune es misterioso y amante de la fotografia. Su hitoria juntos comenzo desde que eran muy pequenos, cuando se convirtieron en complices de aventuras, secretos y de un amor inquebrantable. Los anos han pasado y, tras la muerte de su abuela, Poppy tiene la mision de llenar un frasco con mil besos de la persona que haga a su corazon estallar de amor, y sabe que solo con Rune podra iniciar esa gran aventura.

  • Tu ley es mi oscuridad de Alexandra Granados

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    Dispare a bocajarro al mejor amigo del hombre que amo. Atente contra su familia. Le menti y abuse de su confianza. Y ahora estoy sola, inmersa en la oscuridad luchando contra mis demonios. Ya no tengo nada por lo que luchar. ?Y que hace un animal cuando se siente herido y acorralado? !Ataca! Me llaman la psicopata de Carson City, ?no? Pues ahora veran cuan acertado es ese apodo”.

  • El Protector Elegido de Checko Martinez

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    La ciudad de Terrance Mullen esta siendo atacada por seres sobrenaturales. Solo el Protector Elegido y sus amigos podran ponerla a salvo.

  • Seras mi luz siempre de Luna Duenas Jaut

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    Apasionante romance que apasionara a sus lectoras, con unos personajes maravillosos y una prosa fantastica.

  • Cielo, Noche y Estrellas de Daniel Santos

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    F*lla como un Angel: El Divino Haren de la Elegida
    Sonia Escobar era una joven soltera "corriente".
    Agente de policia, adicta al gimnasio...
    Inocente, dulce, buena, carinosa...
    Y un caso lo cambio todo, para siempre.

  • Mi error fue buscarte en otros brazos. Parte 2 de Moruena Estringana

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  • Septiembre del 94 de Lola Kabuki

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    Si piensas que ya lo has leido todo y que nada puede sorprenderte, debes leer “Septiembre del 94”. Es un interesante y visual ejercicio literario, ejecutado como si fuera un puzle, que puede ser entendido a diferentes niveles, y en el que todas las piezas terminan encajando.?Que pueden tener en comun, un adolescente rebelde que siempre lo ha tenido todo, un suicida vocacional, una chica bipolar que no se ha enamorado nunca, una millonaria indigente, un fan de Dumbo, un bikini plateado, y un aprendiz de asesino? ?Nada?La historia transcurre al mismo tiempo en diferentes ciudades.

  • La primavera ausente (El Trastorno de Elaranne 1) de Ruben H. Ernand

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    Hace siete anos una devastadora epidemia, conocida como la Plaga, asolo los cinco reinos de Balaeron. Kirius, superviviente de la terrible enfermedad, vive en una prospera ciudad del reino de Merethia junto a su abuelo, bibliotecario de la ciudad. El joven arrastra unas extranas secuelas que perturban su mente y lo apartan de los demas. Un ser imaginario, al que el llama el Ausente, le habla haciendo que su cordura este siempre en peligro. Kirius intenta combatir su propia oscuridad interior confiando en que los suenos de seguir los pasos de su padre, a quien nunca conocio, se conviertan en realidad.

  • Una navidad inolvidable (Las Wallflowers 5) de Lisa Kleypas

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    Cuando las <> se reunen, la aventura esta servida.

  • El pecado de la condesa de Malibran de Alfonso Vazquez Herrera

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    Alla por el principio de los 80’s, en una epoca donde no habia telefonia celular, ni Internet, el sistema de comunicaciones mas rapido y efectivo era el telefono y el correo ordinario el mas lento pero funcional, y cuando las estadisticas de poblacion indicaban que habia 7 mujeres por cada hombre en el mundo, se desarrolla esta historia llena de mitos y antiguas leyendas populares, todas del area conurbada con el historico puerto de Veracruz en Mexico, la historia pretende ser de terror paranormal, pero tiene su toque de comicidad, donde 3 chicas estudiantes de la preparatoria que vivian en una pension para senoritas, por accidente liberan el maligno espiritu de la condesa de Malibran, una de las leyendas populares mas antiguas de Veracruz, quien llena de furia, pugna por llevarselas al infierno de donde la habian despertado, para poder volverse a dormir y dejar de sufrir por el perdon que nadie sabe en que consiste, pero la poderosa Condesa tiene un punto debil, un enemigo acerrimo, al cual no puede vencer y ni siquiera puede pelear con el, el conde de Malibran, que regresa por ella cada vez que lo invocan para asesinarla, como la asesino en vida, y entre los gritos desesperados de perdon de la maligna Condesa que huye para escapar de su verdugo, y los gritos clamando venganza del conde de Malibran, se desarrolla esta historia que amenaza con terminar en un apocalipsis, pero no un apocalipsis zombie, ni nuclear, ni por la caida de un cuerpo celeste, ni mucho menos biblico, sino un apocalipsis provocado por el pecado de la condesa de la Malibran, que al final de toda la historia nos demuestra que todo esta bien asi como esta, en perfecto balance, porque si tan solo llegara a faltar tan siquiera uno de los pecados mas comunes, seria el fin de la humanidad y de la sociedad como la conocemos.

  • Candidato de Antonio J. Rodriguez

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    La novela que destripa la nueva politica a traves de una mirada generacional sobre los candidatos recien llegados y sobre la frivolidad de la ambicion.

  • Muerte de un rey pirata 4 de Josh Lanyon

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    La carrera como escritor del librero gay y, muy a su pesar, detective aficionado Adrien English de repente comienza a despegar. El actor de Hollywood Paul Kane, cuya fama es de sobra conocida, ha comprado la opcion por los derechos de su primera novela, El crimen siempre es descubierto.

  • El ultimo cacique de Paco Bellver

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    Justina es una desafortunada joven que, tras perder a su padre, es acogida en una casa noble como sirvienta. Es humilde, audaz, valiente y con principios e ideologias basados en la igualdad y la justicia, pero no podra evitar ser victima de una sociedad donde prevalecen la aristocracia y el clero. Tendra que luchar contra todo ello en una epoca convulsa de constantes revueltas. A traves de las paginas de esta historia conoceremos el lado oscuro que presentaba la sociedad desde finales del siglo XIII a principios del XIX..

  • La ultima cita de Arlette Geneve

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    Dante es un psicologo de reconocido prestigio que no se habla con su familia. Problemas del pasado entre su padre y el se alzan como un muro infranqueable entre lo dos. Yago, que es el hermano menor y discolo de Dante, lo espia para informar al resto de la familia sobre sus andanzas.

  • Preston y Lisa: el futuro presente (Hermanos Sullivan 3), Abril Camino de Abril Camino

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  • Devuelveme la sonrisa de Marcos A. C

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    Poco podia imaginarse mi padre que, el dia que naci hacia ya cuarenta anos, iba a tener que hacerse cargo de mi el solo. A sus treinta y cinco anos, el gran Arturo Duarte, dueno de diversos edificios de viviendas, asi como de oficinas, se convertia en padre por primera vez, y se quedaba viudo de la unica mujer a la que habia amado de verdad. Mi madre, Christina, murio aquella noche en el parto. Hubo complicaciones y se le fue la vida, mientras me la daba a mi. Tenia treinta anos, toda la vida por delante y, segun me contaba mi padre, la ilusion de mi llegada y verme crecer. No pudo ser, ni siquiera supo que habia tenido un nino. Cuando le dijeron que podian decirle el sexo del bebe, ella se negaba a saberlo, queria que fuera sorpresa. Ni un nombre tenian pensado para mi, o para una nina, asi que hasta eso tuvo que elegirlo mi padre. Segun me dijo, me llamo Chris, ese diminutivo del nombre de mi madre, porque al mirarme a los ojos, le recordaba a ella. Me saco adelante completamente solo, y es que, tanto los padres de el, como los de mi madre, murieron anos antes de que ellos se conocieran. Y nunca se caso, tuvo algunas novias, amigas y ligues, pero jamas volvio a tener una pareja estable con la que querer compartir su vida. Decia que con mi madre murio el amor para el. Poco a poco, fue vendiendo algunos de los edificios que tenia, de modo que se hizo con un buen dinero que invirtio en construir un edificio de apartamentos a pie de playa, que alquilaba, y con esas rentas viviamos los dos. Hasta que me dejo solo cuando yo tenia treinta y cinco anos, creo que ese fue plazo de tiempo que quiso quedarse a mi lado y ver que me convertia en un hombre de provecho, antes de reencontrarse con mi madre. Se le fue la vida una noche mientras dormia, su corazon dejo de latir y ni siquiera pude despedirme. Aquella noche, tras una cena en la que reimos y volvio a contarme como conocio a mi madre y el flechazo que sintio al verla, nos dimos las buenas noches como siempre, sin saber que no habria un nuevo amanecer para el. En herencia me dejo el edificio y la casa en la que viviamos, por lo que yo seguia manteniendome de esas rentas que generaban mensualmente los apartamentos. Y, como lo fuera mi padre, soy soltero por eleccion, no quiero atarme a nadie, no quiero enamorarme, eso no va conmigo. Soy hombre de una sola mujer cuando mantengo uno de esos lios de amigos con derecho a roce, pero cuando se acaba, se acaba. No hay promesas, no hay palabras que las lleven a creer que habra un felices para siempre, una bonita casa con jardin donde construiremos un parque para nuestros dos o tres hijos. Desde el primer momento todas saben que nunca las llevare al altar, que no pondre un anillo en su mano y me arrodillare para pedirle que se case conmigo. Voy directo a lo que quiero, dar y recibir placer, tener una noche de sexo de esas memorables, tal vez dos, quizas una semana o un mes, pero nada mas. No hay amor, y nunca lo habra. Diran que soy frio, sin sentimientos, que juego con las mujeres, pero no, no es asi. Voy de frente, dejo claro lo que quiero y cuando lo quiero. Todas saben que cuando estan conmigo, hay fecha de caducidad, no miento, no las hago creer que seran las princesas de un cuento y se convertiran en mi reina. Mi padre decia que algun dia apareceria la mujer que conseguiria romper el muro que yo mismo habia construido alrededor de mi corazon, que pondria mi mundo y mi vida patas arriba y ni siquiera me daria cuenta de que estaba enamorado, hasta que la dejara marchar. El creia que, al haber perdido a mi madre y verlo a el, pasar el resto de su vida solo y sin enamorarse, era el motivo por el que yo no queria tener una pareja estable. Yo reia al escucharlo decirme que no es que no quisiera enamorarme, encontrar esa mujer que me hiciera gritar al mundo que la amaba, sino que tenia miedo a hacerlo y perderla tan pronto como el perdio a mi madre. No era asi, no tenia miedo a nada, aunque hay algo que si debo reconocer, y es que, siempre habia temido que, si algun dia esa mujer que decia mi padre, llegara para cruzarse en mi camino se quedara embarazada, me mortificaria que pudiera dejarnos a los dos durante el parto. Fueron muchas las veces que le pregunte a mi padre si yo tenia algo mal y por eso mi madre murio la noche de mi nacimiento, tal vez era algo que yo llevara en la sangre y no fuera compatible con ella, que se yo, no era medico a los diez ni a los doce anos, y creia que, si tenia descendencia, podria heredar ese mismo mal y perder a su madre, a mi esposa. Desvarios de un nino que vivia con el recuerdo de la mujer mas buena, bonita y carinosa del mundo, de ver esas fotos que se habia ido haciendo cada semana durante los nueve meses de embarazo. Un viaje, eso necesitaba en el momento en el que me encontraba, en el quinto aniversario de la muerte de mi padre, tan solo dos meses despues de celebrar mi cuarenta cumpleanos. Esa fecha deberia ser feliz, para cualquier nino lo era, igual que para muchos adultos, pero no para mi, porque el que debia ser el dia mas feliz de la vida de mi madre, se convirtio en el peor de la vida de mi padre y, por ende, de la mia. Dejaba la ciudad por un tiempo, esa en la que habia nacido, en la que creci y me hice el hombre del que, estaba seguro, mi madre estaria orgullosa. Lo dejaba para respirar otro ambiente, conocer otra ciudad, y, quien sabia, si en aquel destino acabaria encontrando algo de compania. Capitulo 1 --Hola, disculpe... --sonrei senalando el asiento de ventanilla que me pertenecia. --Hola, claro --me devolvio la sonrisa y se levanto. apartandose para dejarme paso. --Estos aviones cada vez dejan menos espacios, me llamo Chris. --Si --sonreia --. Soy Lara. --Casi pierdo el avion, vaya caravana habia en la autovia hacia el aeropuerto. --Ni idea, llegue hace tres horas. --Chica precavida. --Bastante, ya perdi una vez un vuelo y no me pasa mas. --?Vas a Roma por trabajo? --No, voy a pasar unos dias, realmente iba a venir con mi amiga, pero le fallecio un familiar en Paris y tuvo que cambiar el rumbo. --Vaya, asi que te vas a perder por la ciudad italiana sola. --Si, tengo muchas ganas de conocer Roma. --Es preciosa, no es la primera vez que vengo y se que repetire muchas veces. --?Vienes por trabajo? --No, vengo a desconectar un poco, me hacia falta perderme por el mundo. --El trabajo... --No, bueno, muchas historias, el trabajo es lo que menos lata me da y lo que menos hago. --?Lo que menos haces? --Vivo de la renta de un edificio a pie de playa que herede de mi padre. --Joder, ?y necesitas desconectar de vivir de la renta? --se echo a reir. --Hace cinco anos que murio mi padre y la verdad que me afecta mucho esta clase de aniversarios. --Lo siento... --Tranquila, unas pizzas, unos paseos y todo se sobrellevara. --Claro, dicen que Roma tiene magia. --Y sin truco, es una ciudad que es para dejarse llevar. --Lo primero que hare sera tirar unas monedas en la Fontana di Trevi, quiero ver si es verdad que se cumplen los deseos. --Lo unico que es verdad es que pierdes el dinero que tiras. --Bueno, tampoco me voy a arruinar, no es que tenga un edificio en alquiler, pero al menos trabajo tengo.

  • La catedral del mar, Ildefonso Falcones de Ildefonso Falcones

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    Una catedral construida por el pueblo y para el pueblo en la Barcelona medieval es el escenario de una apasionante historia de intriga, violencia y pasion.

  • Un habito sangriento de Eleanor Bourg Nicholson

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    Londres, primeros meses del siglo XX. Cuando John Kemp, un joven y esceptico abogado, conoce en un tren a un fraile dominico de aspecto apacible, no puede imaginar que bajo el habito blanco y negro se esconde un implacable cazador de vampiros. Pronto necesitara de su ayuda: una serie de sanguinarios asesinatos sacude el Londres victoriano y obliga a la improbable pareja a combatir juntos la amenaza de los no muertos.
    Aderezada con una dosis generosa de reflexion teologica y de humor, esta novela de terror se aproxima al abismo del mal sin mojigaterias y con una vision netamente catolica. La trama, en un curioso juego literario, dialoga con el Dracula de Bram Stoker y, siempre desde la admiracion, se atreve a corregir algunos de sus planteamientos..

  • Abre tu corazon (Mafia 2) de Barbara Padron Santana

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    Giulia Maccini era feliz al lado de su marido Lucio Belgeri, pero cuando los problemas de pareja dan comienzo y el se retrasa el dia que se iban a ir de crucero, ella comete el peor error de su vida. Y ese error tenia nombre: Salvatore Fabreschi.
    Salvatore es un forense con un humor bastante acido que al ver a Guilia sufriendo, decide ayudarla, pero la atraccion es tal que ambos acaban acostandose.
    Desde ese mismo instante los problemas se suceden uno tras otro. Alguien quiere acabar con la vida de Giulia sin que esta sepa la razon.
    Ambos deberan enfrentar demonios no solo del pasado, sino del presente y proteger lo que mas quieren luchando por sus sentimientos.

  • Mi torturador de Sophie Saint Rose

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    Hope esta mas que harta de su jefe, pero no le queda mas remedio que aguantarlo hasta que su padre vuelva a encontrar trabajo. Pero Clark se ha pasado de la raya…

  • Destino imperfecto de Paulina Maggi

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    Cuando los suenos pueden cambiar tu pasado, tambien lo haran con tu presente. Solo ten en cuenta la pieza clave para que el primero sea por el bien del segundo.

  • La pandilla UFO de Israel Moreno

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    Roswell, Nuevo Mexico, verano de 2018. Todo esta listo para el Festival del OVNI de este ano. Hace ya mas de medio siglo, el supuesto choque de una nave extraterrestre en una granja cercana convirtio a esta poblacion en una referencia para los amantes del misterio de todo el mundo. Nacido y criado a la sombra del incidente, Israel, un muchacho hispano de 18 anos, comparte con su hermana Adriana, el pequeno Currito y un par de amigos su fascinacion por todo lo que venga del espacio exterior. Juntos se hacen llamar la Pandilla UFO, y estan a punto de hacer el descubrimiento del siglo. Algo tan extraordinario que todos quieren poseerlo, desde el conocido autor de una serie de libros sobre ufologia al poderoso ejercito de los EE. UU. ?Sospecharan los miles de personas que acuden a la celebracion lo cerca que estan de la verdad que hay tras los platillos volantes? En su nueva obra, Israel Moreno nos trae una aventura de ciencia ficcion con el sabor de aquellas peliculas que fascinaban al publico de los ochenta. Sin dejar de lado el estilo personal de novelas anteriores como Detras de mi musica y Manana es Halloween (mas de 100.000 copias vendidas) y su secuela, La Pandilla UFO propone algo diferente: ofrecer una historia capaz de entretener a grandes y pequenos por igual, para que padres e hijos puedan participar juntos de la experiencia. “.Sipnosis: Roswell, Nuevo Mexico, verano de 2018. Todo esta listo para el Festival del OVNI de este ano. Hace ya mas de medio siglo, el supuesto choque de una nave extraterrestre en una granja cercana convirtio a esta poblacion en una referencia para los amantes del misterio de todo el mundo. Nacido y criado a la sombra del incidente, Israel, un muchacho hispano de 18 anos, comparte con su hermana Adriana, el pequeno Currito y un par de amigos su fascinacion por todo lo que venga del espacio exterior. Juntos se hacen llamar la Pandilla UFO, y estan a punto de hacer el descubrimiento del siglo. Algo tan extraordinario que todos quieren poseerlo, desde el conocido autor de una serie de libros sobre ufologia al poderoso ejercito de los EE. UU. ?Sospecharan los miles de personas que acuden a la celebracion lo cerca que estan de la verdad que hay tras los platillos volantes? En su nueva obra, Israel Moreno nos trae una aventura de ciencia ficcion con el sabor de aquellas peliculas que fascinaban al publico de los ochenta. Sin dejar de lado el estilo personal de novelas anteriores como Detras de mi musica y Manana es Halloween (mas de 100.000 copias vendidas) y su secuela, La Pandilla UFO propone algo diferente: ofrecer una historia capaz de entretener a grandes y pequenos por igual, para que padres e hijos puedan participar juntos de la experiencia.

  • Rebeldes de Pedro Santamaria

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    Ano 88 a. C. Tarde de teatro en Roma. Un hombre corpulento, tuerto y vestido con atuendo militar, acaba de llegar al lugar donde se representara la tragedia griega Prometeo encadenado. Los asistentes le ovacionan. Es Quinto Sertorio, el sabino, heroe de las guerras contra cimbrios y teutones, comandante de una de las legiones de Cayo Mario en las guerras sociales que asolan Italia y que enfrentan a la ciudad del Tiber con sus aliados latinos. Esa sera la primera vez que Cneo Placidio Mutio, un muchacho de catorce anos, vea a Quinto Sertorio. No sera la ultima.

  • Justicia de sangre de Franc Murcia

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    Jairo observo el color de la sangre. Despues de un rato de analisis, concluyo que el tono no se parecia a ningun otro. Presiono la herida para que el flujo se incrementase y sonrio al ver la densidad del liquido vital. No entendia como alguien podia desmayarse al ver la sangre. A el le parecia algo hermoso. Suave y seductor. Escucho el grito que venia de arriba. Levanto la cabeza y escucho a aquel energumeno, que le increpaba y le prometia que la proxima vez que no le diera el bocadillo seria mucho peor. Jairo no pudo reprimir una sonrisa y penso que escupirle un gargajo sanguinolento era la mejor respuesta que podia ofrecerle en aquella situacion. Con un poco de suerte, ganaria tiempo y podria reaccionar. Si le atacaba directamente a el, sus secuaces no reaccionarian. Al menos, eso era lo que esperaba. Contaba con que los otros se acojonarian. Si no era asi, seria hombre muerto. <>, se dijo. Otra voz le susurro que se estuviese quieto e hiciese todo lo que le pedia aquel grandullon que disfrutaba con su reinado del terror. --?Vas a quedarte ahi llorando como un bebe? --increpo el grandullon mientras acompanaba las palabras con una patada en el cuerpo ovillado del muchacho, que yacia en el suelo--. Dile a tu madre que deje de ponerte sardinas de lata. Todos sabemos que se gana bien la vida chupando pollas. El comentario le hizo a Jairo mas dano que la patada. Las habladurias sobre su madre estaban en boca de todo el barrio, y a el no le pasaba desapercibido como la miraban cuando entraba en el bar a comprar un sifon o cigarrillos. Pero lo que peor llevaba la gente es que ella se enfrentara a aquellas miradas y las combatiese con comentarios hirientes. A finales de los sesenta, una mujer soltera, resultona, a la que se veia con diferentes companias masculinas y que, ademas, bebia, fumaba y no tenia pelos en la lengua era carne de las criticas mas causticas. Pero su madre aseguraba que era envidia por vivir como le apetecia. Siempre refrendaba su opinion sobre el tema con el comentario de que ya tuvo bastante represion con un padre falangista al que le gustaba utilizar el cinturon al menor atisbo de modernidad. Jairo dirigio su mirada glacial atrapada entre aquellos largos barrotes negros que, en una contorsion imposible, oscurecian el color verde de los ojos y los convertian en una puerta al mismisimo infierno. --A tu padre no se la chupa. Se escarba los dientes con el palillo que tiene entre las piernas --escupio Jairo. El grandullon se puso rojo de rabia y comenzo a patear el cuerpo enjuto del muchacho, que se cubrio como pudo del ataque del gigante sin cabeza. Los secuaces se miraron entre ellos, y uno se atrevio a parar la furia del cabecilla. --Dejalo. Ya ha recibido suficiente. La afirmacion parecio contentar al maton, que se calmo y, senalando el cuerpo que estaba a su merced, grito: --La proxima vez eres hombre muerto, !maldito retrasado! Jairo aguardaba otra lluvia de patadas que no llego. Uno de los satelites del grandullon, asustado, se dispuso a comprobar que el muchacho no necesitase ayuda medica. Al intuir su intencion, el cabecilla le dio una colleja y solto: --Si quieres ayudarle, manana te pongo en su lugar y te llueven hostias del cielo. El resto estallo en risas nerviosas. El reinado del terror que imponia aquel muchacho, al que no se le conocian razones para ser un mal bicho, era terrible. Si no obtenia el reconocimiento de su plebe, se mostraba proclive al desanimo y a paranoias conspiratorias que arrastraban a una espiral de turbas dogmaticas y pruebas de compromiso con el lider. --Suspendes lengua, ?verdad? --dijo Jairo desde el suelo--. Llover implica que sea desde el cielo, mendrugo. El comentario hizo gracia a uno de los secuaces, que se esforzo mucho por no soltar una carcajada. El grandullon barrio con su mirada estrabica a su horda de titeres antes de volver a dar una patada brutal a Jairo. Iba dirigida a las costillas, pero el muchacho consiguio atenuar el golpe interponiendo un brazo. --Te voy a dar tal paliza que la zorra de tu madre no te va a reconocer, hijo de la gran puta. El ultimo insulto proferido por el grandullon floto por el lugar durante unos instantes antes de esfumarse. Pero rebotaba en los oidos de Jairo. --Agarradle los brazos --ordeno el grandullon. Dos muchachos corrieron a cumplir el cometido. Uno tenia un tic en el ojo y el otro estaba rapado casi al cero. Ambos sabian que debian ser ellos quienes agarraran a Jairo, que parecia un cristo crucificado en un suelo que olia a orines y cobardia. El grandullon se sento a horcajadas en el abdomen de Jairo. Luego, deleitandose, se inclino y puso sus rodillas encima de los brazos del muchacho. --Ayudadme a abrirle la boca --mando de nuevo. Los mismos crios que antes le sujetaban los brazos corrieron en su ayuda sin rechistar. --Necesita que le lavemos la boca --dijo apretando los carrillos de Jairo--. Tiene una lengua muy sucia. Los otros dos se aplicaron en su nueva mision. Cuando entre los tres tuvieron la boca de Jairo abierta, el grandullon hizo el sonido desagradable del que produce un gargajo asqueroso. La mucosidad que producen las carencias se aglomero en la boca del maton. Macero la mezcla de fluidos y, en el momento en que estaba dispuesto a dejar caer el chorro vomitivo en la boca de Jairo, este consiguio morder los dedos laxos de un secuaz que previamente estiraba sus labios. En un movimiento raudo, el muchacho se deshizo de lo que le oprimia y lanzo un escupitajo sanguinolento al rostro del grandullon, que no se esperaba aquella reaccion. La sorpresa paralizo al resto de rivales. El maton, con horror, se paso el dorso de la mano por la cara y, sin abrir demasiado los ojos para que no se le metiese el liquido espeso que cubria su rostro, solto un punetazo. Jairo consiguio apartar la cabeza con un movimiento felino, y el puno del grandullon se estrello en el suelo. El maton solto un grito de dolor y sus secuaces se quedaron clavados. No sabian lo que tenian que hacer. Jairo aprovecho la indecision. Se levanto impulsado por el odio y el afan de revancha y se lanzo a las espaldas del grandullon para cogerlo con fuerza del cuello. Luego, con un movimiento rapido, saco su afilado lapiz Staedtler Noris del numero 2 y lo paso con fuerza y rapidez por la mejilla del maton, que ya no parecia tan fiero y que grito muerto de miedo. Jairo amenazo con clavarle el lapiz en la garganta mientras la brecha del carrillo comenzaba a sangrar. El muchacho miro con atencion la sangre. Se calmo al momento. Penso que la suya era mas atractiva y se levanto sin dejar de amenazar al grandullon con el lapiz ante la atenta mirada de los secuaces, que no iban a mover un dedo. --?Ves lo que sucede cuando te pasas de listo? --dijo Jairo como si estuviese sentado en el sillon de su casa--. Voy a tener que darte un correctivo --anadio simulando la voz del sadico profesor de religion. El grandullon lloraba muerto de miedo. No conseguia ver cual era la gravedad de la herida que no paraba de sangrar y que abrasaba su cara. Con las manos manchadas de sangre, reclamaba ayuda a gritos y pedia clemencia a un Jairo frio como el hielo. --!No, por favor! !Llamad a un medico! !Este loco me ha rajado la cara! --Todavia no he acabado contigo --dijo con una sonrisa agridulce. Sus ojos se entornaron y el verde del iris fulminaba y le hacia parecer de otro planeta. La cadencia y la calma con que pronuncio las palabras hizo que el ambiente se cargara de terror. Y de mas orines. Jairo disfrutaba de su protagonismo. Para dar mas tension, cogio el sacapuntas y se dispuso a afilar el lapiz. --?Que vas a hacer? --pregunto el grandullon, sumiso y sin apartar la mano de su moflete abierto. --Ahora lo veras --prometio con la misma sonrisa. El grandullon retrocedio hasta la pared oscura devorada de moho y suciedad. Sus pantalones cortos se tineron con un tono mas profundo. --Por favor, por favor, deja que vengan a curarme. Me duele mucho la cara y no para de sangrar --consiguio decir entre sollozos. --Te prometo que ese va a ser el menor de tus problemas --dijo Jairo, que caminaba hacia el y daba la espalda a los secuaces del grandullon. Estaba seguro de que no iban hacer nada por ayudarle. Jairo empunaba el lapicero como si de una varita magica se tratase. Cuando llego donde se hallaba el grandullon, se arrodillo a su lado y dijo: --Estate quieto o sera peor. El terror inmovilizo al maton. Quiza era cierto que aquel chico era el mismisimo demonio. Jairo puso el lapiz frente a la cara del grandullon. --?Izquierda o derecha? --?Que? Jairo chasqueo los labios y comenzo a cantar el <>. Lo hizo clavando la mirada irredenta en los ojos del maton y sin borrar la sutil sonrisa cinica. La concurrencia estaba extasiada, incapaz de mover un musculo, y pendiente del zigzag agorero que dibujaba el lapiz. Jairo pronuncio el conocido <>. Hizo un gesto de <> sin apartar el lapiz convertido en arma blanca. Espero unos instantes que al maton se le hicieron eternos. Parecia que el muchacho meditara en dejar marchar a su cazador convertido en presa. La sonrisa muto y ahora parecia angelical. La de un nino que nunca hubiese roto un plato. Algo en la cabeza de Jairo le dijo que el muchacho que tenia ante si ya habia tenido suficiente y parecia que ganaba el duelo a la otra voz. Jairo relajo la fuerza con la que sujetaba el lapiz. El maton con la cara rajada buscaba una respuesta en los ojos de su captor. Un atisbo de esperanza crecia entre tanta oscuridad y, cuando parecia que iba a desaparecer, lo inundo todo. Jairo realizo un movimiento de vertigo y le clavo el lapiz en el ojo. El ataque arranco un grito salvaje del que segundos antes fuese el maton mas temido del colegio. Fue un movimiento rapido y preciso. Como si Jairo fuese un experto cirujano. Los alaridos de dolor y panico que emitia el grandullon no evitaron que contemplara con interes la herida y el liquido que manaba de ella. Antes de apartarse de su victima, se metio la parte percutora del lapiz en la boca y sonrio de satisfaccion. J 2 Pajaros caidos airo observaba como los vocales, uno era fiscal de la audiencia; el juez de menores, que tambien lo era de adultos, y el resto de funcionarios devoraban a su madre. Se les intuia el deseo en la mirada y en la entrepierna. Sin ningun atisbo de verguenza al sentirse por encima del resto de mortales y amparados por un poder exclusivo que apostaba por la represion y el miedo y se regia por el legado de la sangre. Penso que, de un momento a otro, el juez, como aquel maton al que le dibujo otra pupila en un ojo, mandaria a sus esbirros sujetar a su madre, reclinarla sobre la mesa, levantarle la falda, arrancarle las bragas y obligarla a abrir las piernas para que el fiscal, como si de un mamporrero se tratase, sujetara el miembro erecto del juez y lo introdujera en el interior de su madre para que los otros dos funcionarios lo ayudasen con los movimientos invasivos del delito que no existia en sus codigos: violacion. Fue entonces cuando le hicieron la pregunta: --?Estas arrepentido, chico? Jairo observo las verrugas que poblaban el rostro del hombre que se habia dirigido a el. Miro a su madre, que asentia con la cabeza y mostraba su sonrisa mas tierna, antes de que el respondiera: --Si --mintio. El tipo parecio quedar complacido por la respuesta de Jairo y volvio a desnudar a la persona de la sala que ocupaba sus pensamientos libidinosos. --?Prometes que no volveras a obrar de esa manera? --insistio el hombre. Jairo lo miro sin entender nada de lo que significaba <>. Clavo la mirada en el suelo. Volvio a contar las piedras negras de la baldosa de terrazo que pisaba antes de contestar. Intuyo que debia responder que si y asi lo hizo. --Bien --contesto el hombre de las verrugas a punto de perder la paciencia--. Porque, si te volvemos a ver por aqui, iras de cabeza a un reformatorio --concluyo. A partir de ahi desconecto. No le volvieron a preguntar. Para no ver como atosigaban a su madre con la mirada, prefirio contar todas las piedras blancas que habia incrustadas en el terrazo de la sala. Luego conto los lunares del juez y las verrugas del hombre de las verrugas. Se imagino como serian sus vidas de individuos importantes, pero le parecieron tan aburridas que se canso enseguida. Si en algun lugar se depositaban los remordimientos, supuso que era en las bolsas que colgaban, como carunculas, bajo los ojos de aquellos cuervos cargados de testosterona. Se imagino que, tal como le explico Gines, todos tendrian el pecho, ahora oculto por la camisa y la corbata, muy colorado por culpa de abusar de la practica sexual. Cuando acabo la vista, Jairo tuvo que esperar en un banco a que su madre saliera de firmar los papeles en el despacho del juez. No habia nadie en aquella antesala y escucho los gritos de indignacion de su madre y como el magistrado la amenazaba con retirarle la patria potestad. Luego se hizo el silencio y, tras un tiempo indeterminado, escucho los grititos que emitia el juez con la eyaculacion. Jairo no supo que sucedia dentro de la habitacion y penso que los sonidos agudos y pateticos que emitia el juez eran como el de los gorrinos cuando se les clavaba el cuchillo en el cuello. La mujer abandono la oficina con el rostro poblado por el rubor que causa la injusticia. Se limpiaba la mano con un panuelo. El juez aparecio detras, ajustandose el paquete entre los pantalones sostenidos por tirantes con los colores de la bandera, se apoyo en el marco de la puerta y dijo: --No se te olvide. Recuerda quien soy y lo que puedo hacer para que tu vida se convierta en un infierno. No eres una decorosa esposa y nadie te creeria. Si quieres a tu hijo, que no se te olvide. Jairo noto la mirada de odio que su madre le lanzo al juez y el deseo agazapado en aquel cuerpo orondo. El rostro jadeante y sudoroso amenazaba con engullir los ojos miopes cargados de lascivia.

  • Todo vale en la guerra, en Hollywood y en el amor de Olivia Kiss

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    Cuando Sarah consigue el papel de su vida como actriz protagonista en una pelicula, lo ultimo que espera es tener que lidiar con Kevin Larson, su companero de rodaje. No solo es caprichoso, egocentrico y poco profesional, sino que ademas parece dispuesto a arruinar el proyecto en el que ambos estan trabajando, algo que desde luego Sarah no piensa consentir.
    Sin embargo, entre las luces de Hollywood, las fiestas y la fama, ella empieza a darse cuenta de que quizas las apariencias enganen, porque descubre que Kevin no es solo un tipo superficial, sino tambien un hombre acostumbrado a esconder sus sentimientos. Ahora bien, ?esta Sarah dispuesta a poner en peligro su sueno para poder conocerlo de verdad?