Mariano F Urresti - TODOS SUS LIBROS
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Un angel vestido de escarlata de Paulina Maggi
https://gigalibros.com/un-angel-vestido-de-escarlata.htmlUn angel vestido de escarlata narra la historia de superacion de una mujer que se creia una cascara vacia.
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El Gran Sol de Mercurio de Isaac Asimov
https://gigalibros.com/el-gran-sol-de-mercurio.htmlEl sistema solar ha sido colonizado por la Tierra, unificada bajo el gobierno del Consejo de Ciencias. En Mercurio, el planeta mas proximo al Sol, unas importantisimas instalaciones destinadas a aprovechar la energia solar y custodiadas por robots sufren constantes y misteriosos sabotajes.
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La desafiante prometida del jeque (Atracciones innegable 1), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox
https://gigalibros.com/la-desafiante-prometida-del-jeque-atracciones-innegable-1-elizabeth-lennox.html -
El vals de los malditos de Ivan Lopez Pardo
https://gigalibros.com/el-vals-de-los-malditos.htmlUn terrible asesinato tiene lugar en Santander en plena transicion postfranquista, que recuerda a otro fatal suceso que aterrorizo la ciudad en el pasado. Al igual que su padre entonces, el inspector Marcos Marquez es enviado a investigarlo. Al mismo tiempo en otro punto de la ciudad, su hermana Estela despierta sobresaltada, envuelta en oscuras pesadillas que enmascaran un terrible presentimiento que va a cambiar sus vidas para siempre. En su sueno, ve retornar de entre los olvidados a un hombre herido de nostalgia y anhelo que no parara hasta conseguir su objetivo. Mientras, escondida entre las sombras, una oscura figura continua tramando un maligno plan que el mundo ignora y que sera crucial para su devenir. Unidos por el horrible crimen, padre e hijo investigaran este nuevo caso, luchando juntos por superar las numerosas adversidades y trabas que, desde el principio, se encontraran para resolverlo.
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Black de Nessa Odalys
https://gigalibros.com/black.htmlAntia necesita romper una maldicion para seguir con su vida. Black tiene el objeto que la ayudara a conseguirlo,pero solo hay una manera de obtenerlo: darle lo que el desea. Aunque no siempre las cosas salen como se planean.
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El don de la sensibilidad de Elaine Aron
https://gigalibros.com/el-don-de-la-sensibilidad.htmlMuchos de los grandes artistas y pensadores de la historia de todos los tiempos fueron personas altamente sensibles (PAS). En la actualidad una de cada cinco personas nace con una elevada sensibilidad. Este es el primer libro que le ayudara a descubrir y comprender este don de la personalidad en usted mismo y que le mostrara como obtener el maximo partido de el. Combinando una solida investigacion con la experiencia clinica acumulada durante muchos anos, la doctora Aron ofrece tests de autoevaluacion, estudios de casos reales, testimonios, consejos practicos y reflexiones sobre el universo de las personas altamente sensibles y su contribucion al desarrollo humano y tecnologico de la humanidad.
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Nada que no sepas de Maria Tena
https://gigalibros.com/nada-que-no-sepas.htmlMi padre dijo que ese dia no iriamos al colegio. Bajo a mi cuarto, se sento en mi cama, llamo a Tomas y nos conto que al dia siguiente teniamos que volver a Espana. Fue justo antes de aquel primer tiron de pelo. Porque yo de pequena habia tenido trenzas. Siempre estaban demasiado apretadas, tanto que al cambiar de gesto a veces me dolia la cabeza. Entonces, con trece anos, tenia el sindrome del miembro fantasma. Llevaba el pelo suelto pero las trenzas seguian haciendome dano. Cuando me ponia nerviosa no apretaba los dientes, ni movia las piernas, ni siquiera me mordia las unas. Pero la raiz del pelo empezaba a dolerme. Ese dia, cuando Papa volvio al piso de arriba, note algo. Un tiron digno del peine de Felisa. Y ella tambien se dio cuenta, porque, cuando entramos en la cocina, habia olvidado la leche hirviendo sobre el fuego, tiro mi taza sobre el mantel, y a cada paso parecia que iba a ponerse a llorar. Fue la primera vez que la vi distinta, rara, como si de repente se hubiera hecho vieja. Volvi a la epoca en la que era ella la que me peinaba. Aquella raya por detras, aquel flequillo estricto, la tirantez de las trenzas. En ese momento la cabeza me dolia sin que nada ni nadie la hubiera tocado. Por la manana no habiamos visto a Mama, pero no nos preocupo. Ya nos habia advertido que se iba de excursion. Tambien Papa habia pasado el dia anterior fuera de casa. Su vida, la de los dos, era un sinvivir de entradas y salidas. Juntos o separados, vestidos o de trapillo, contentos o mustios, todo servia de excusa para largarse a ver mundo. Y su mundo era grande en ese pais pequeno. Los amigos, con el tiempo, eran casi familia, mas que familia. Cuando por fin Papa bajo a la cocina, me percate de que tampoco el iria a la empresa. No llevaba corbata y la camisa se le salia del pantalon. Los pelos de la nuca mostraban que no se habia peinado. O que le habian despertado de repente. Debio de suceder unas horas antes, y mientras lo digo me doy cuenta de que nunca he sabido bien el dia exacto del aniversario de mi madre. Pero recuerdo con nitidez la cara de el, aquella confusion mientras sacaba nuestras maletas del altillo. Ese viaje inesperado, tan sin planear. Felisa intentando obedecerle mientras el pobre no daba pie con bola. Y enseguida, aquella sorpresa. Su irrupcion, la tia Blanca, que llego a las doce de la manana desde Madrid. Tambien despeinada, con vaqueros, una camiseta vieja y una bolsa de viaje diminuta. Empece a preocuparme cuando dijo: --Justo a tiempo para el proximo avion. Y luego ese abrazarnos tan fuerte cuando llego, y ese no abrazar a Papa. Aquella noche durmio en mi cuarto, pero ni siquiera deshizo el equipaje. Su boca quebrada, sus suspiros entrecortados cuando creyo que me habia dormido. El primer indicio de lo de Mama…, un accidente, un infarto, supimos luego. Pero eso fue mucho tiempo despues. Recuerdo que esa noche, unas horas antes, cuando el telefono empezo a sonar, era como si no se diesen cuenta de que mi hermano y yo estabamos delante. Cenabamos en la cocina, y los adultos, Papa y la tia Blanca, estaban sentados a nuestra mesa con un cafe, hablaban en voz baja, con largos silencios. Felisa no se acababa de sentar aunque Papa le insistia. Iba a ser una noche larga. Cada vez que sonaba el telefono los dos se estremecian. Entonces Papa corria hacia el principio de la escalera, donde habia un receptor, una pequena mesa y un sillon. Su tono, el que en ese momento intentaba usar, era el de un dia normal en que alguno de los amigos de siempre llamaba para salir. Como si en un rato fueran a venir a tomar un whisky y la tortilla de patata o las croquetas que en nuestra casa se improvisaban siempre con tanta facilidad. Como una noche mas. Luego volvia a la cocina, decia el nombre del que habia llamado y se quedaba quieto restregandose los ojos. Pero sin volver a decir una palabra. Porque a nosotros no acababan de contarnoslo. Era como si quisieran seguir creyendo que todavia nada irremediable habia sucedido, que podia retrasarse ese disgusto que estaban a punto de darnos y que nos cambiaria la vida. --No, no quiero verla --fue lo unico que entendi de lo que le dijo la tia Blanca a mi padre antes de sacarnos de alli. No lo vi entonces. Y vuelve de nuevo el tiron de pelo. Tampoco Tomas y yo volvimos a ver a Mama. Su ultima imagen, la que recuerdo o la que me he inventado, es la de la manana anterior, a la hora del desayuno. Ese dia tenia un examen de matematicas, que mal se me daban. Asi que, mientras tomaba la taza de leche, apenas levante la mirada del libro. Cuando oi el claxon del autobus sali corriendo, ni la mire. --!Eh! ?Adonde vais? --dijo, y nos dio a Tomas y a mi un par de besos apretujados con una sonrisa que brillo como cuando se abre una ventana. Eran las ocho y cuarto, justo la hora a la que siempre saliamos a la esquina para ir al colegio. --Es que… --Que te salga bien. --Y mientras me daba la vuelta anadio--: Papa se va dentro de un rato a Buenos Aires, y yo a Punta con Ulla. Manana nos vemos. Entonces, cuando ya corriamos hacia la puerta, se levanto de nuevo, se acerco y nos dio otro beso. Pero esta vez estaba casi seria. Me asombra recordarlo ahora, pero fue asi. Ese segundo abrazo produjo un leve cambio en su sonrisa. Fue lo ultimo que supe de ella. Al dia siguiente salimos hacia el aeropuerto a toda prisa, como si la casa ardiese. Fue al ver nuestras bicis cuando Tomas y yo nos pusimos a llorar. Pero tambien nos volvimos a mirar el sauce, el aguacate…, y vimos la cara de Felisa. Ya sabiamos lo de Mama. En casa el telefono no habia dejado de sonar toda la noche. Nadie nos lo conto, pero cada vez que llamaban, Tomas y yo nos ibamos concienciando de que no volveriamos a verla. Aunque no preguntaramos nada. --Vamos justos de tiempo --dijo Papa mientras encendia el motor--. En unos dias nos vemos. --Y, al anticipar la despedida, se emociono. Pero no miro a la tia Blanca. Tuve en ese momento el primer atisbo de que toda mi vida iba a cambiar. Nunca he acabado de entender por que mi padre no se dio cuenta de que no era el momento para enviarnos tan lejos ni dejarnos tan solos. No se lo perdone nunca, aunque el estuviese destrozado. Mire hacia atras, y volvi a ver el aguacate. Por primera vez tenia fruto. Como si las paltas, todavia pequenas y duras, hubieran crecido por la noche. Aquella larga noche en la que no dormimos. Que bien que Mama se quede aun unos dias, pense, con lo que le gustan. Me negaba a creer lo que habia pasado. Cuando ya en el aeropuerto, justo antes de subir al avion, volvimos la mirada por ultima vez, nuestro padre, con lo alto que era, parecia pequeno. Una silueta negra contra el blanco brillante detras de las enormes cristaleras. Me quede con la imagen de aquella sala enorme forrada de marmol que, ahora me doy cuenta, parecia mas un tanatorio que la zona de salidas del aeropuerto. Todavia me duele. Todo aquello sucedio hace mas de cuarenta anos. Mama era muy joven. Llevabamos casi cuatro anos en Montevideo. Nunca supimos bien como sucedio todo. Pero a los pequenos nos quitaron de en medio, y nos la robaron. La recuerdo dulce, a veces triste. Esos dias que se metia en la cama al mediodia y ya no la volviamos a ver. Las persianas eran la senal. Cuando no las subia muy temprano, la casa se quedaba en silencio. Como si se apagase todo lo demas. Como si la oscuridad la acompanase. --Esta leyendo --decia Papa. Pero no siempre fue asi. Recuerdo un dia, era un mes despues de la llegada al Uruguay, cuando empezamos a abrir las cajas de la mudanza. Su alegria al recuperar sus cosas. Como si las estrenara. La ilusion de colgar las cortinas de aquella casa tan grande. Con que energia se subia a la escalera. Las risas al llenar los armarios. La ropa que nos habia comprado antes de emprender el viaje. Los zapatos de cordones, que enseguida se me quedaron pequenos y me apretaban y, como eran nuevos, preferi no contarselo. Me los quitaba en cuanto volvia del colegio. Siempre andaba descalza por aquella casa. Felisa iba detras y ayudaba sin decir una palabra. Habia empezado a trabajar en casa cuando nacio mi hermano y no dudo en venirse con nosotros a Montevideo. --Quiero ver mundo --creo que dijo el dia que Mama le conto que nos ibamos al Uruguay. Era de un pequeno pueblo de Rioja. Siempre fue muy callada, aunque cuando mis padres salian y nos quedabamos a solas con ella, se ponia a hablar sin freno de su tierra. Nos contaba historias de la posguerra, los odios entre los hermanos, las denuncias que, en su pueblo, eran mas por envidia que por ideas politicas. La vez que el amo de los campos quemo la bodega de un vecino y como las llamas estuvieron a punto de acabar con la aldea. Todo seguia vivo en su memoria a pesar del paso de los anos. Y no dejaba de hablarnos de la suerte que teniamos nosotros comparada con el hambre que paso ella antes de venirse a Madrid, y el frio; en su casa no habia agua caliente. Aunque a veces no se notara, Felisa siempre estaba alli. Mi madre, esos primeros meses, parecia duena de la situacion. Recuerdo, tambien de aquel dia, su risa cuando abrimos la caja inmensa que rebosaba de papel de seda y que traia la vajilla de la abuela. Intacta. La luz de las ventanas de la casa de Carrasco sobre aquella porcelana blanca. Esa noche hasta los ninos comimos en el comedor y con mantel de hilo. Parecia Navidad. Ella salio con Felisa a comprar un pescado enorme y limones, esparragos, paltas, almendras, lechuga… Cuando llego Papa encendio las velas y empezamos a comer en esa vajilla impecable, aunque todavia no era noche cerrada. Que raro recordar esa felicidad, y con tantos detalles. Fue su pena de despues lo que la hizo diferente, porque ahora me doy cuenta de que Mama murio joven. No la vi envejecer. Pero en cambio aquella manana ultima, en el desayuno, su sonrisa cantaba de nuevo. En los anos que siguieron nunca regrese a Montevideo. Debi de preferir cerrar esa parte de mi vida, no volver a tocarla. La felicidad y el dolor de aquel tiempo se mezclan en mis recuerdos, es dificil ahora distinguir los extremos. Hoy he recibido un email. Los Brandi son los unicos uruguayos de aquella epoca que vienen a menudo a Espana y que, nada mas llegar, me llaman para que nos veamos. Son ricos y les encanta Madrid, les gustan los toros, los museos, las tiendas del barrio de Salamanca. Desde que volvimos a encontrarnos, cada vez que aparecen me invitan a cenar al Ritz. Pero tiene que ser a solas. Que nadie nos interrumpa. Lo de que yo tenga un marido les importa un bledo. Recuperan su juventud hablandome de aquellos tiempos. Pero jamas la mencionan. Es mi padre antes, durante y despues de Montevideo. Son sus aventuras lo que les llena la boca. Los escucho con gusto porque siempre anaden algun ladrillo de luz al edificio de lo que no recuerdo. Tambien yo he vivido fascinada por ese padre alto y risueno, carinoso, tan distinto de Mama. Hoy me da pereza volver a la terraza del Ritz. Aunque apenas se estrene el mes de junio, haga mucho calor y sea domingo. Preferiria quedarme en casa. Desde que tengo este trabajo agobiante en la agencia, me he vuelto solitaria y rara. Y a Alvaro le molesta que salga sola por las noches. No son celos, es que no le apetece cambiar su rutina. --Siempre he pensado en volver, pero nunca me he decidido. Me gustaria, si. Tal vez este julio o agosto… --les digo cuando empezamos a tomar el gazpacho. --En invierno no. Espera a la primavera --dice Clara. --Pero si alli nunca hace frio. --Hace viento, es inhospito. El rio trae esa humedad que te lame los huesos. --Me da igual, si me decidiera no seria para ir de veraneo. --Tu madre decia que duraba solo un mes, pero que ese viento humedo y frio la dejaba sola ante el mundo. No podia soportarlo. A Roberto se le ha escapado. Por fin la nombra. Nunca habiamos hablado de ella desde que vinieron a Madrid y me llamaron aquella primera vez. --Y murio en invierno. Que casualidad. --Tu pobre madre. Que lastima --anade Clara. --No pude despedirme de nadie. Ni siquiera de ella. Nunca habiamos sacado el tema, pero hoy les cuento como llego mi tia. Que aquel dia, tan lejano ya, nos despertamos con el tiempo justo y que mi padre fumaba un pitillo tras otro. Que sus amigas Ulla, Claudia e Isabel llamaron temprano porque querian ir al aeropuerto. Luego supe que el, la noche anterior, les habia prohibido aparecer por casa. Asi que debio de ser una excusa. Mas para verlo que para despedirse de nosotros. Ana, Ines, mis dos amigas intimas, no vinieron, pero nada mas llegar a Madrid les escribi. Aquel dia Felisa no conseguia cerrar las maletas por mucho que se sentase encima y saltase sobre ellas. Ni siquiera nos lavamos la cara. Mi padre conto anos despues que ibamos confundidos, la ropa sin abrochar, sin habernos peinado y muy serios. Incluso recuerdo que pense: <
>. Tan perfeccionista como era y nosotros con toda la ropa arrugada, revuelta. Me habia puesto unos vaqueros de Tomas que se me caian. El se habia equivocado de sandalias. Pero no nos dejaron verla, ni despedirnos. Ni siquiera pudimos ir a su funeral. --?Ustedes la vieron? --les pregunto. --Tu padre estaba destrozado --dice Clara, sin contestarme--. Nunca lo habia visto asi. --Pero eso no provoca un infarto. Mientras lo digo soy consciente de que tendria que haberme callado. --Es igual, el se sentia culpable. --Mientras lo dice a Roberto se le cambia el gesto, y las manos se le van a la copa de vino. --?Culpable de que? --digo, y levanto la voz sin darme cuenta. Alrededor de las mesas cubiertas de manteles blancos del comedor noto cierta tension. Los hombres de corbata y sus mujeres enjoyadas y con un punto excesivo de maquillaje me miran molestos. Como si mi voz, tan alta, hubiera interrumpido una cena intima o esa conversacion importante que siempre les sucede a los demas. --De estar contento, parecia feliz. Yo que se… --dice Roberto, y por primera vez rehuye mis ojos. Y mientras lo escucho, veo la sonrisa de Papa. Esa impresion que daba de que le gustaba la vida. Su mirada siempre curiosa, divertida. Sus abrazos enormes. Pero no, no es esa manera de escaparse los dos de mis preguntas. Es la mirada siguiente, esa que intercambia con Clara. Un gesto que concentra la duda, el miedo, la sensacion de haber metido la pata. O quiza, pienso, es solo una muestra mas de esos comportamientos sutiles de los matrimonios que han pasado muchos anos juntos y que los demas sienten como un agravio. Intercambios que duran un segundo, pero que te dejan fuera de juego sin remedio. Pienso entonces que mi matrimonio todavia no ha durado lo suficiente. Ella reacciona enseguida. Aunque se quita el anillo y la servilleta se le cae al suelo, dice: --Che, ?y si te venis a Punta? Seguimos teniendo la casita en Pinares, ahora esta rodeada de casas enormes, hay millonarios de todas partes del mundo. Pero el jardin, la piscina, los pinos siguen ahi. Y todos los amigos. Cuando es verano aqui, alla te congelas. -
Maldita Sarah de Eva M. Soler
https://gigalibros.com/maldita-sarah.htmlCosas que haces cuando tu novia te deja:
1) Odiar a su nuevo novio, como corresponde.
2) Evitar coincidir con ella.
3) Refugiarte en tu familia y tus amigos.
4) Pensar que de buena te has librado.
5) Plantearte si quieres seguir trabajando para su padre.
6) Tragar bilis cuando se dedica a restregarte a ese punetero musculitos.
7) Buscar a una chica que te deba un favor y hacerla pasar por tu pareja, aunque tengas que refinarla antes.
8) Espera. borra eso.
En los planes de Liam no entra que su novia actual, Sarah, le abandone tras enamorarse de otro durante sus vacaciones en Australia. Tampoco que peligre su posible ascenso en el bufete donde trabaja, que su hermana se ponga a salir con un guaperas que a todas luces le partira el corazon, y mucho menos que su atractiva, aunque plebeya vecina, Summer, le destroce el coche durante un accidente en el aparcamiento.
Harto de que Sarah se dedique a amargarle la vida paseando a su nuevo ligue ante sus ojos, este abogado estirado decide seguir un consejo poco sensato: convencer a Summer de que se haga pasar por su novia ante ciertos eventos del bufete. Para que todo salga bien solo necesita refinarla un poco, pero lo que en principio parecia algo sencillo acaba derivando en un giro inesperado.
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Papa secreto de Stephanie Foss
https://gigalibros.com/papa-secreto.html-?P uedo ayudarlo, Senor? --pregunte exhausta mientras un mechon de cabello salio volando de mi mono bajando por mi cara--. ?Le gustaria que le leyera los especiales? El toco su nariz y me miro como si no fuera mas que un pedazo de suciedad de perro en su zapato. Aunque he estado trabajando como mesera los ultimos ocho meses y he recibido esa mirada en muchas oportunidades, nunca me acostumbre a ella. Odiaba ser juzgada, me enloquecia. Ninguna de estas personas sabia algo de mi, asi que, ?como se atreven a presumir que sus vidas eran mucho mejores que la mia? --?No me escuchaste la primera vez? --dijo--. Dije que aun no estoy listo. Pero eso fue hace diez minutos, quise gritar, y me estoy cansando de tu fuerte e insoportable voz retumbando en mi seccion. Pero por supuesto no podia decir nada de eso porque el cliente siempre tiene la razon. Aun si yo estaba cansada, con once a doce horas de turno, y el estuviera siendo un idiota. --Por supuesto, Senor --dije entre dientes--. Por favor, aviseme cuando este listo para ordenar algo de beber. Di la vuelta con mis tacones y me aleje. Desafortunadamente, no fui lo suficientemente rapida como para no escuchar el ultimo comentario sarcastico que se dijo adrede lo suficientemente fuerte como para que lo oyera. --Honestamente, estas aspirantes a actrices son tan estupidas. Creen que son muy hermosas y que valen mucho, pero la mayoria de ellas vienen a Nueva York y se dan cuenta de que no son nada. --Pendejo --murmure para mi, moviendo la cabeza con disgusto. Si, vine a Nueva York de un pueblo pequeno en Pennsylvania, pero no porque tuviera ningun sueno en particular de actuar o modelar. En realidad, lo que realmente queria era convertirme en una abogada, y tenia el cerebro para hacerlo, tambien. Solo que no tuve la educacion necesaria y eso fue por una sorpresa inesperada que surgio en mi vientre cuando solo tenia dieciocho anos de edad, y justo cuando sali de la escuela secundaria, lo cual cambio absolutamente todo. Una vez que me di cuenta del milagro que crecia dentro de mi, Yale no parecio tan importante despues de todo. Cuando le dije a mis padres que estaba embarazada, del hombre mayor que no aprobaban, despues de solo cuatro meses, mi padre enloquecio. Grito y maldijo e insistio en que necesitaba deshacerme del 'pequeno problema' antes de que se interpusiera en mi carrera de alto vuelo. Sin embargo, no lo escuche, no pude hacerlo. Ya amaba mi paquete de alegria cuando era solo una pequena semilla. La ame tanto que renuncie a mi lugar en la universidad, sacrifique mi carrera, y escape de casa. Por supuesto, en mi infantil determinacion de poner a mi bebe como prioridad, nunca le dije al padre de Leah que ella llegaria al mundo, pero al comienzo estaba tan enfocada en obtener un empleo y algun lugar donde vivir que no pense mucho en el. Entonces, una vez que estuve en un buen lugar para decirle, me tope con la dura realidad de que no habia estado buscandome... ?y por que lo haria? Solo estuvimos juntos por un corto tiempo. Seguro, fue intenso y me enamore rapidamente, pero eso no significaba que fuera lo mismo para el. El era ambicioso tambien, e intentaba ferozmente establecerse en el mundo de los negocios. Si eso lo tenia muy ocupado para buscarme, entonces seguramente lo tendria muy ocupado para Leah. Ya ella habia sido rechazada por mi padre, y no queria que nadie mas la alejara; asi que me enfoque en hacer una vida para nosotras sin mirar atras. Ahora, cinco anos mas tarde, teniamos un apartamento de una habitacion, el cual no era el peor lugar del mundo para vivir, y tenia este trabajo como mesera. Quizas lo odiaba, pero eran horas fijas y pagaba las facturas, ademas cubria los gastos de cuidado infantil cuando Leah no estaba en la escuela. Quizas no era la vida ideal, pero lo haciamos funcionar. En realidad, me sentia orgullosa de lo que habia alcanzado. No fue facil, fue un camino solitario, pero al menos lo habia hecho sola. --?Que sucede? --me grito Thomas, el malhumorado jefe de la cocina. Era bien conocido por sus cejas anudadas y expresion furiosa, sabia bien que no debia tomar sus comentarios de manera personal, pero no estaba de humor--. Tienes una cara de trasero abofeteado --Tu tambien la tendrias si tuvieras que lidiar con todos los idiotas que soporto a diario. No sabes lo facil que es para ti escondiendote aqui, sin tener que ver a nadie. --Oh si, seguro, asegurandome de que cada una de las comidas este cocida a la perfeccion... incluso cuando llegan decenas a la vez. Muy facil, Ava -- nego con su cabeza y se sacudio ruidosamente--. Saca tu cabeza de tu trasero, nina. De verdad. Solo una hora mas... una hora mas y puedo escapar de este infierno. Por lo menos hasta manana cuando todo comience de nuevo. --Como sea, saldre de nuevo. Quiero ver si el bocon esta listo para ordenar. El vapor de la cocina me siguio mientras salia al restaurant, probablemente haciendome lucir aun mas aterradora de lo normal. Mi cabello, largo y oscuro nunca se quedaba donde lo colocaba por mucho tiempo, y pude sentir la transpiracion humedeciendo mi frente y espalda. No tenia dudas de que mi maquillaje ya se habia desvanecido desde hace tiempo, pero estaba muy cerca del final como para preocuparme por eso ahora. Solo queria sobrevivir los ultimos minutos de mi turno aqui. --Ava, ?puedo hablar contigo, por favor? --La voz agria de Stella, la jefa de las meseras, interrumpio mis pensamientos--. Parece que tenemos un problema. --Seguro --suspire, sin pensar mucho en su tono estresado. Stella siempre estaba estresada, era una de sus cualidades menos atractivas--. ?Que sucede, Stella? --El Sr. Michaels, de quien estoy segura que sabes que es un hombre muy importante. --Me encogi de hombros, no lo sabia--. Bueno, ha presentado una queja sobre ti, y ahora necesito hacer algo al respecto. --Espera, ?te refieres al tipo realmente ruidoso sentado en mi seccion? --me rei con amargura y cruce mis brazos defensivamente sobre mi pecho--. !Quiero presentar una queja sobre el!
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La chica del sombrero azul vive enfrente de Ana Maria Draghia
https://gigalibros.com/la-chica-del-sombrero-azul-vive-enfrente.htmlMencion especial del VI Premio Internacional HQN
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Mi hermanastro es un highlander de Olivia Kiss
https://gigalibros.com/mi-hermanastro-es-un-highlander.htmlSamantha resoplo --por octava vez aquella tarde-- cuando por la megafonia del avion informaron de que estaban a punto de atravesar una zona de turbulencias. Aun no entendia que diablos estaba haciendo en aquel avion. Como se habia dejado convencer para atravesar el Atlantico para asistir a la enesima locura de su madre en los ultimos siete anos. Mas en concreto... a la tercera boda de su madre en los ultimos siete anos. A Samantha le costaba identificar a la mujer que ocupaba el asiento contiguo al suyo con la madre que la habia criado durante los primeros dieciseis anos de su vida. Connie Ross habia sido una mama de pelicula. Literalmente. De esas que se utilizan como topico en el cine y las series de television. Horneaba galletas para las fiestas escolares, era la presidenta de la Asociacion de Padres, llevaba a Samantha tres dias a la semana al entrenamiento de gimnasia ritmica y estaba, ademas, siempre de buen humor. Y guapa. Muy guapa, tambien. Cuando a Samantha le quedaban un par de anos para acabar el instituto y matricularse de Arquitectura en Harvard, su madre dio la sorpresa. Se habia enamorado de su profesor de salsa y queria el divorcio. Samantha y su padre se quedaron tan impactados que tardaron algunas horas en darse cuenta de que no era una broma. Y si a Samantha alguien le hubiera preguntado si preferia quedarse a vivir con su padre o marcharse con su madre... estaba segura de que habria elegido permanecer en la vivienda familiar, en la que habia crecido, junto a su padre, que era un hombre formal pero divertido, un arquitecto de prestigio cuyos pasos sonaba seguir su unica hija. Pero es que nadie le dio opcion. Connie, segun sus propias palabras, queria <
>. Seguramente su intencion no era mala al decir aquello, incluso Samantha entendia en parte a que se referia, pero... tardo anos en perdonarla. Irse a la universidad fue una liberacion. Su padre habia quedado destrozado despues del divorcio, perdido sin la presencia del amor de su vida. Ademas de que ni siquiera sabia donde guardaba los calcetines. Cuando Samantha comprobaba su inutilidad domestica, a veces tenia tentaciones de comprender a su madre. Pero se le pasaban pronto. Ella se convirtio en la sustituta de su madre al frente de la casa, a pesar de que solo era una adolescente cuando aquella responsabilidad le cayo sobre los hombros. Pero todo compenso cuando se fue a Harvard. Alli vivio un ano en una residencia de estudiantes, donde conocio a Amy y Lisa, que a partir del segundo curso se convirtieron en sus companeras de piso. En Harvard estudio mucho, pero tambien disfruto, aprendio bastante sobre la vida y acabo de definir lo que queria hacer con su futuro: regresar a Nueva York, entrar a trabajar en el estudio de su padre y utilizar el fideicomiso de su abuela para comprarse un apartamento bonito en Manhattan. Acababa de cumplir los veintitres, pero nadie podia negarle que el resto de su vida estaba perfectamente planificado. --?De verdad no quieres una copa de champan? --Connie la distrajo de sus pensamientos --. !Es gratis! Edward se ha portado fenomenal pagandonos el pasaje en primera clase, ?no crees? --De maravilla --le respondio, con una mueca sarcastica. Sus dos maridos anteriores tambien habian sido < > hasta que dejaron de serlo--. Pero no bebo, mama, no se cuantas veces tengo que decirtelo. --?Ni siquiera cuando es gratis? Samantha miro a su madre durante unos segundos. Retuvo en la punta de su lengua una respuesta mordaz y se limito a contestar con un resoplido, coger la almohada que la azafata le habia dado al entrar en el avion y recostarse contra la ventanilla. Sabia que no dormiria --nunca lo lograba en los aviones--, pero fingiria si hacia falta durante las seis horas que aun restaban para aterrizar en Edimburgo. Samantha habia asistido a la segunda boda de su madre, la primera despues de dejar a la familia. Habia sido con aquel bailarin cubano y la celebracion no habia estado mal, pero el matrimonio duro exactamente diecisiete dias. Asi, al modo de las famosas que se casan en Las Vegas en una locura de amor. Cuando, dos anos despues, le comunico que volvia a casarse, Samantha alego un examen importantisimo en la facultad y se salto el trance de volver a ver a su madre haciendo el ridiculo. Y aun no sabia como habia logrado convencerla para asistir a esa tercera boda. Desde luego, si hubiera sabido antes de aceptar que la boda se celebraria al otro lado del mundo, su respuesta habria sido un rotundo < >. Que se le habia perdido a ella en Edimburgo, se preguntaba Samantha mientras aquel avion se meneaba de un lado a otro en su vuelo sobre el Atlantico. A ella ni siquiera le gustaba Europa. Samantha era cuadriculada, en todos los sentidos posibles del termino. Le gustaban las cosas ordenadas, las ciudades como Manhattan, que componen una cuadricula perfecta sobre el suelo. Ella misma aseguraba que era capaz de atravesar las doce avenidas con los ojos cerrados, sabiendo los pasos exactos que separaban una manzana de otra. Habia viajado en sus anos de estudiante y no habia logrado enamorarse de Paris, Londres ni Roma como lo habian hecho sus amigas. No le gustaban sus callejuelas estrechas, los incomodos adoquines, la piedra envejecida. Ella habria construido el mundo entero en madera clara, acero y cristal. En blanco, negro y gris. Habia leido algo sobre Edimburgo cuando se habia enterado de que la boda se celebraria alli. Se habia emocionado un poco al saber que la ciudad se dividia en la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva, pero su gozo habia caido directo al pozo de la desilusion europea al descubrir que la Ciudad Nueva databa del siglo XVIII. ?Pero de cuando era la Vieja, entonces? ?De la Prehistoria? --?Sabes en que barrio esta nuestro hotel? --le pregunto a su madre en cuanto su iPad consiguio conectarse a la wifi del avion. No tenia sentido seguir fingiendo que dormia si podia dedicar un rato a navegar por internet. --?Hotel? --Su madre estallo en una carcajada--. ?Que hotel? --El hotel en el que nos alojaremos, mama. ?Que hotel va a ser? --?Pero tu te crees que Edward va a permitir que nos alojemos en un hotel? !Nos quedaremos en su casa! --No, no, no, no. --Una migrana. Eso estaba naciendo en las sienes de Samantha mientras iba recibiendo nuevas informaciones sobre el viaje. La entrega de su proyecto final de master la habia tenido demasiado distraida en las semanas anteriores y no habia podido supervisar todos los detalles con el celo habitual en ella--. Yo no me voy a alojar en casa de un hombre al que apenas conozco. Dime ahora mismo la zona en la que esta su casa y busco un hotel cercano. --Espera que lo busco. --Connie abrio su agenda y leyo--: Clashindarroc. --?Clashindarroc? ?Eso es la calle? --Debe de ser. Samantha hizo una busqueda en su tablet. Y despues otra. Y otra mas. A la cuarta se convencio de que no fallaba Google, sino la informacion que le habia proporcionado su madre. --Segun Google, Clashindarroc es un pueblo a unas tres horas en coche de Edimburgo. --Ah, si, claro. Donde esta el castillo. --?Que castillo? --A Samantha le costaba dilucidar si su madre se habia pasado con el champan o, simplemente, era asi. --El castillo donde se celebrara la boda. --??Vais a casaros a tres horas de donde nos alojamos?? ?Pero a que hora vamos a tener que levantarnos? --No entiendes nada. --Connie puso los ojos en blanco, como si no fuera ella la de la informacion deficiente, sino Samantha a la que le costaba pillarlo--. El castillo es la casa de Edward. Bueno, no la de el exactamente, sino la de su familia, desde hace algo asi como tres o cuatro siglos. El ahora vive en Edimburgo en un apartamento, pero quiso que la boda se celebrara alli porque... --Mama, para. --Samantha no queria gritar. Ella nunca gritaba. Mucho menos, en un avion --. ?Me estas diciendo que Edward y tu os casais en un castillo en las Highlands, y que es alli donde habiais pensado que nos alojaramos? --!Claro! ?Que no has entendido? Samantha se nego a contestar. Si las ciudades europeas no eran su fuerte, desde luego, los pueblos perdidos en medio del campo eran algo parecido a su idea del infierno. Cogio su iPad de nuevo y tecleo con tanta furia que tuvo miedo a cargarse la pantalla con una de sus unas de manicura perfecta. Esa si seria una desgracia dificil de soportar. --?Y que estas haciendo ahora? --Buscar un hotel en Clashinro... Clashdan... Clashindarroc. O como cono se llame ese lugar perdido del mundo. --Buena suerte. El tono ironico y la carcajada seca de Connie podrian haberle dado una pista a Samantha de que su busqueda no iba a ser tan sencilla, pero ni siquiera le estaba prestando atencion, en medio de su frenesi de busqueda de alojamiento. --Mierda de wifi... --Samantha no solia decir palabrotas; esa era una de las muchas normas que se autoimponia, pero no pudo evitarlo cuando actualizo por cuarta vez la pagina de busqueda de hoteles y los resultados seguian saliendo en blanco. --?Que pasa? --No me carga los hoteles del pueblo ese. --Es que no hay hoteles --dijo Connie, como si tal cosa. --?Que? --Que no hay ningun hotel en Clashindarroc. --?Como no va a haber...? --Es un pueblo de unos sesenta habitantes. El hotel mas proximo esta a un buen trecho en coche y es en realidad un bed and breakfast sin bano en la habitacion siquiera. Creeme, Edward se informo de todo para alojar a los invitados de la mejor manera posible. Los mas cercanos se alojaran con nosotros en el castillo y algunos otros en Inverness y llegaran en un autobus a primera hora de la manana del dia de la boda. --Pues... --Y no, no quedan plazas ni en ese hotel ni en el autobus. --Maldita sea... Samantha dijo < > como resumen. Lo que en realidad habria querido decir era la version completa: < >. La habia enternecido su madre en una visita que le hizo al campus. Llevaba ya dos anos de relacion con Edward cuando el le pidio matrimonio y, por una vez, parecia que aquello iba en serio. Hasta Samantha tenia que reconocer que no se podia comparar a las dos anteriores experiencias matrimoniales de Connie. Incluso Edward habia aparecido por sorpresa al dia siguiente para entregarle en persona el precioso tarjeton --color marfil, tipografia clasica, letras doradas, un elegante filo de estampado de tartan-- a traves del cual la invitaban a acompanarlos en el dia mas importante de sus vidas. Asi lo habia dicho el. Y alli estaba, en aquel maldito avion que no dejaba pasar ni una sola turbulencia. No le sonaba apetecible cuando creia que estaba volando a Edimburgo. Empeoraba bastante si pensaba en un pueblo de las Highlands, un castillo lleno de desconocidos y una boda que solo podia cruzar los dedos para que fuera la ultima a la que asistiera. Al menos, con su madre como protagonista. Sabia que no iba a dormir, pero Samantha se acurruco de nuevo en su almohada de viaje. De repente, volvia a sentirse como una nina pequena, enfurrunada, triste y con unas ganas enormes de estar de vuelta en su cama, rodeada de sus cosas. En el medio de su zona de confort, su lugar favorito del mundo. -
Reclamada por su Alfa de T.n. Hawke
https://gigalibros.com/reclamada-por-su-alfa.htmlSheila:
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La prometida y el duque de Kate L. Morgan
https://gigalibros.com/la-prometida-y-el-duque.htmlCharles Evans Beaufort, sexto duque de Goldfinch, es uno de los hombres mas ricos y poderosos de Inglaterra. Tambien es el hombre que ha perdido a su hermano menor por culpa del marques de Tilney, lo que le ha convertido en un hombre severo y vengativo que nada quiere saber de la sociedad, y mucho menos de un matrimonio. Sin embargo, su padrino y la Corona se han confabulado contra el y han decidido que debe casarse con lady Elizabeth Mortimer, la hija del hombre que ha jurado destruir.
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En estado salvaje de Charlotte
https://gigalibros.com/en-estado-salvaje.htmlTe preguntas donde estas,
pero lo que de verdad importa
es saber que eres. -
El corazon de Joe Byers 2 de Christian Martins
https://gigalibros.com/el-corazon-de-joe-byers-2.htmlEL CORAZON DE JOE BYERS
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Renunciare al principe azul de Olivia Saint
https://gigalibros.com/renunciare-al-principe-azul.htmlLos zapatos de mujer son un arma mortal que le facilita la conquista del mundo, destilan sensualidad y glamour, sin ninguna duda la pasion de una mujer se refleja en el calzado que usa. Esto lo sabe Helga, que es una mujer profesional, duena de una empresa de calzado para damas. Ella, entiende a las mujeres, sabe que buscan y a donde debe dirigir el estilo y el diseno de sus colecciones para poder siempre dar un toque de clase y glamour a sus modelos que hacen lucir sexy a todas las clientes que usan sus zapatos. Es la distincion de su marca.
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Vikingo de Daniel Santos
https://gigalibros.com/vikingo.htmlLos Vikingos eran barbaros.
O eso me decia mi padre.
Entonces llegaron.
Y lo tomaron todo. -
El Juego del Angel de Carlos Ruiz Zafon
https://gigalibros.com/el-juego-del-angel.html -
Proxima estacion de Monica Gutierrez
https://gigalibros.com/proxima-estacion.htmlEl trueno hizo vibrar los techos acristalados de la estacion. Los cielos de Paris se derramaban y habia anochecido precipitadamente. La primera vez que las luces de la estacion parpadearon, cruzaba apresurada el vestibulo hacia el anden cinco con la maleta en una mano y el trasportin de Houdini en la otra. Empece a correr cuando Angela, que para ser experta en cruasanes y odiar las deportivas se le daba bien volar sobre sus tacones, grito algo incomprensible tres metros por delante. Nos las habiamos apanado para empaparnos el pelo, el abrigo y los zapatos al salir del taxi que nos habia traido desde el aeropuerto Charles de Gaulle. Las escaleras mecanicas estaban a punto a dejarnos a pie de anden cuando la iluminacion volvio a parpadear y finalmente se rindio. Una vez, mi abuela me dijo que no tuviese miedo si a mi alrededor de pronto se hacia la oscuridad porque quien lleva tanta luz en su interior no necesita focos. Si lo hubiese recordado en esos momentos quizas me hubiese sentido menos agobiada, pero la humedad, el exceso de equipaje y los golpes de un cabreadisimo Houdini dentro del trasportin no me hacian sentir exactamente resplandeciente. --Paciencia Houdini, ya llegamos. --?Por que te has traido a la bestia peluda? --Angela tuvo el detalle de parecer humana, despeinada y enrojecida, por la carrera. --Es un conejo enano, no puede quedarse solo mas de veinticuatro horas y no tenia con quien dejarlo. --Aprecias de verdad a todos tus amigos y familiares, ?eh? A oscuras, muerta de frio, de sueno, de hambre y del cansancio de los aeropuertos, me pregunte por enesima vez por que me gustaba viajar. Conocer mundo estaba bien, contemplar el patrimonio artistico de otras culturas era un privilegio, pero trasladarse hasta el interesante destino resultaba, en el mejor de los casos, incomodo. A punto de expresar en voz alta mis dudas sobre la buena intencion de Angela de invitarme a acompanarla, se encendieron las anaranjadas luces de emergencia y me quede boquiabierta y sin palabras. Comprobe en el panel informativo que aquello no fuese el anden nueve y tres cuartos, y respire con alivio --no habia metido tunica ni varita en el equipaje-- al recordar que los vagones del Hogwarts Express no eran azules, de un brillante azul profundo. El emblema dorado, que representaba a dos leones rampantes de largas lenguas y colas, relucia incluso bajo la deficiente luz. --Cie Internationale des Wagons-lits et des Grands Express Europeens --lei en voz baja. --Bienvenida al Belmond Venice-Simplon Orient Express, mademoiselle --Angela habia desaparecido y un hombrecillo vestido con casaca y pantalones azules ribeteados de amarillo y una gorra de plato demasiado grande para su cabecita intentaba arrebatarme la maleta. --Sigrid Merlo --me presente sin soltar mi equipaje--, de Moonlight Hoteles. --Mademoiselle Merlo, la estabamos esperando --Pese al disimulado forcejeo con la maleta, su sonrisa de dientes impecables, bajo un bigotito estilo hormigas-en-fila, no menguo ni un solo milimetro--. Gilberto, Agente de Acompanamiento. A su servicio. Obvie la rima, recupere el control de mi maleta con una firme sacudida y retrocedi un par de pasos para admirar aquella fabulosa maquina de otros tiempos. La semana anterior, Angela me habia entregado un sobre con toda la documentacion del viaje y me habia dado la enhorabuena. --El presidente me ha escogido para representar a Moonlight en el Summit de este ano. --?Que es eso? --Nadie sabe exactamente lo que significa Summit y llevamos tantos anos llamandolo asi que tampoco nos atrevemos a preguntar sin arriesgarnos a que nos tilden de borregos. Aproximadamente es como una convencion anual del sector a la que asisten directores de las principales cadenas hoteleras para debatir y reflexionar sobre cuestiones comunes. Tambien se hace un poquito de promocion y marketing. Que te inviten es muy buena senal para tu imagen de marca y que el presidente te escoja para representar a la cadena, es Bien, con mayusculas, para tu futuro profesional. Este ano, el Summit corre a cargo de los Belmond, se celebra en un viaje promocional de inauguracion de la temporada del Orient Express y tu te vienes conmigo. --?Nadie mas queria ir? Angela era licenciada en Derecho y habia ejercido algunos anos la abogacia hasta que su bufete la escogio para asesorar legalmente a Moonlight Hoteles y ella se quedo prendada de ese complejo ecosistema que era un hotel. Curso un master en direccion de empresas, trabajo un tiempo mano a mano con uno de los directores de Moonlight y encajo en aquella familia corporativa como si siempre se hubiese dedicado a la hoteleria. Me habia explicado alguna vez como habia progresado hasta llegar a directora de area, pero confieso que me aburria tanto cuando se ponia en plan mira-hasta-donde-puedes-llegar-si-te-aplicas-como-yo que solia aparentar que la escuchaba mientras pensaba en cualquier otra cosa. Angela, que quizas en aquellos momentos se vengaba de mi falta de interes en su carrera profesional, ignoro mi intervencion y tuvo la paciencia de explicarme que el legendario tren iniciaba su trigesima quinta temporada desde que se habia terminado de restaurar, en 1982, y la cadena Belmond, a la que pertenecia, habia propuesto celebrarlo con la organizacion del Summit de 2019. El gancho era el propio tren, la excusa la convencion anual y las veladas intenciones del consejo de direccion de los Belmond, la caza y captura de un acuerdo comercial beneficioso para las dayrooms de lujo en las principales capitales en las que efectuaba parada. Los propietarios hoteleros convocados al Summit se habian apresurado a confirmar asistencia y a enviar a sus mas encantadores directores y a sus gerentes o adjuntos--una pareja por firma, como en el Arca de Noe--, sabedores de que conocer el tren mas lujoso del mundo y sus servicios era una fuente de inspiracion a la que resultaba muy dificil resistirse. La cuestion moral consistia en que, aunque tecnicamente yo era la adjunta de Angela, me quedaban dos telediarios en Moonlight Hoteles. La semana anterior habia avisado de que, en quince dias laborables, dejaba el lujoso establecimiento de cinco estrellas que la prestigiosa cadena poseia en la avenida mas elegante de Barcelona porque habia aceptado el puesto de conservadora en el departamento de arte funerario griego y romano del Museu d'Historia. El actual senor Casalet --cuarta generacion familiar de hoteleros--, propietario de la cadena Moonlight, era un aficionado coleccionista de arte y quizas por eso pidio a recursos humanos que hiciese la vista gorda con mi doctorado en Historia cuando solicite un puesto de asistente a direccion en uno de sus hoteles. Concretamente, en el Moonlight Falls de Passeig de Gracia, la joya de la corona de los Casalet en el sur de Europa, supervisado por la indestructible abogada y directora general Angela Llorente, tormento de los recepcionistas, azote de los maitre, guardiana del hall e infierno de los subdirectores y demas gerentes. Mi amiga. --No voy a cambiar de idea --le adverti sospechando alguna ladina maniobra por su parte. Desde que le habia informado de mi marcha no habia dudado en chantajearme, emocional y financieramente, para que cambiase de idea y me quedase en Moonlight con ella--. Ya he firmado contrato con el Museu d'Historia. --?Eso que me contaste sobre expoliar los collares de los muertos? --Arte funerario griego y romano. Voy a imaginarme que has preguntado por las momias y sus ajuares rituales. --Tendras tiempo de sobra para imaginar lo que quieras mientras finges escuchar las conferencias durante el viaje. --?Es un chantaje para que no me marche de Moonlight? --Tomalo como un regalo de despedida. --El puesto de conservadora en el MdH es lo que siempre he deseado hacer, no puedo dejar escapar esta oportunidad. El trabajo de mi vida. --Bla bla bla. No te escucho, historiadora. --Deberias llevarte a Mauro, el director de Torremolinos, que debe ser muy duro pasar todo el invierno tropezandote con todas esas sillas de ruedas electricas de los abueletes britanicos cargando baterias en cada uno de los enchufes del vestibulo de su hotel. O a cualquiera de los nuevos que ascendieron a directores el ano pasado. No es que no te lo agradezca, pero me parece injusto para ellos. Me van a odiar. --Callate, santurrona. Que mas te da que te odien si nos abandonas. Seguro que te odian precisamente por eso --Entonces Angela hizo algo tan natural en ella como el vuelo en los arboles: dejo traslucir un poquito de emocion--. Ademas de mi adjunta, eres mi amiga, desde que te conozco no te has tomado unas vacaciones, y me apetece mucho disfrutar de este viaje contigo. El presidente me dio carta blanca para escoger acompanante y tu eres una de las empleadas mejor valoradas este ano. --Porque nadie contesta esos cuestionarios --deduje--. Pensaba que era un viaje de trabajo. --Una palabra mas y te sustituyo por Mauro y te mando tu ultima semana a cargar baterias electricas de abueletes britanicos en Torremolinos. --Voy a echarte de menos. --El sarcasmo no te favorece nada.
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Diez dias de junio de Jordi Sierra I Fabra
https://gigalibros.com/diez-dias-de-junio.htmlNovena entrega de la serie del Inspector Mascarell, Diez dias de junio nos devuelve a un pasado no muy lejano, a la cruel realidad de los internados franquistas, con el hambre y las humillaciones de los hijos e hijas de los derrotados, apartados de sus padres <
> y convertidos, en muchos casos, en carne de canon de la peor de las barbaries. -
Lecciones privadas de Linda Howard
https://gigalibros.com/lecciones-privadas.htmlEl pequeno pueblo de Ruth, Wyoming, esta a punto de recibir una leccion de manos de una profesora recien llegada dispuesta a ganarse el corazon de un hombre que creia no tener ya nada que ofrecer. Mary Elizabeth Potter es una solterona por eleccion que no se hace ilusiones respecto al amor. Pero es tambien una buena profesora… y quiere que el hijo de Wolf Mackenzie vuelva al colegio. Para conseguirlo, se enfrentara al padre del chico y a partir de ese instante padre e hijo entraran en su vida, cambiandola para siempre. Sobre Wolf Mackenkie pesa todavia el estigma de un crimen que no cometio, pero para la pudorosa Mary Elizabeth Potter no es ese salvaje medio indio al que todo el mundo mira con recelo. Para ella, es un hombre bueno y decente. Un hombre capaz de amar. Wolf, sin embargo, no esta seguro de que el pueblo o el mismo esten preparados para aceptarlo. Necesitaba una mujer. Urgentemente. Wolf Mackenzie no podia dormir. La luna, llena y brillante, lanzaba su luz plateada sobre la almohada vacia, junto a el. Su cuerpo palpitaba dolorosamente de deseo, el deseo sexual de un hombre en la flor de la vida, y el paso de las horas solo intensificaba su frustracion. Por fin se levanto y se acerco desnudo a la ventana; su cuerpo, fornido y poderoso, se movia con fluidez. Notaba el suelo de madera helado bajo los pies descalzos, pero agradecia aquella leve molestia, que enfriaba su sangre enardecida por un ansia sin cauce. La luz incolora de la luna labraba las lineas y angulos de su cara, testimonio vivo de su legado ancestral. Su cara, mas aun que la densa cabellera negra que tocaba sus hombros o que los ojos negros de pesados parpados, delataba su origen indio, visible en sus pomulos altos y salientes y en su frente despejada, en sus labios finos y en su nariz aguilena. Menos evidente pero igual de intensa era la herencia celta que habia recibido de su padre, al que tan solo una generacion separaba de las Tierras Altas de Escocia. El legado paterno habia suavizado los rasgos indios heredados de su madre, dotando a Wolf de un rostro afilado como una espada, tan depurado y cortante como recio. Por sus venas corria la sangre de dos de los pueblos mas belicosos de la historia: los comanches y los celtas. Era un guerrero nato, y en el ejercito se dieron cuenta de ello nada mas alistarse. Pero era tambien un hombre sensual. Conocia bien su naturaleza y a pesar de que la dominaba, habia veces en que necesitaba una mujer. Cuando eso sucedia, solia hacerle una visita a Julie Oakes. Julie era una divorciada, varios anos mayor que el, que vivia en un pueblecito a treinta kilometros de alli. Sus relaciones duraban ya cinco anos; ninguno de los dos queria casarse, pero tenian necesidades, y se gustaban. Wolf procuraba espaciar sus visitas a Julie, y tenia cuidado de que nadie lo viera entrar en su casa. Aceptaba desapasionadamente el hecho de que los vecinos se escandalizarian si descubrian que Julie se acostaba con un indio. Y no con un indio cualquiera. Una condena por violacion marcaba a un hombre de por vida. Al dia siguiente era sabado. Lo esperaban sus tareas cotidianas, y tenia que ir a recoger un cargamento de tablones para el cercado a Ruth, el pueblecito situado al pie de su montana. Pero las noches de los sabados habian sido siempre para desmadrarse. El no se desmadraria, pero iria a hacerle una visita a Julie y se desfogaria en su cama. La noche se iba haciendo cada vez mas fria, y unas nubes densas y bajas se acercaban. Wolf se quedo mirandolas hasta que taparon la luna. Sabia que anunciaban otra nevada. No queria regresar a su cama vacia. Su rostro permanecia impasible, pero su sexo palpitaba dolorosamente. Necesitaba una mujer. Mary Elizabeth Potter tenia un sinfin de pequenas tareas de las que ocuparse aquella manana de sabado, pero su conciencia no le permitiria descansar hasta que hablara con Joe Mackenzie. El chico habia dejado la escuela hacia dos meses, uno antes de que ella llegara a ocupar el puesto de una profesora que se habia marchado inesperadamente. Nadie le habia hablado del chico, pero Mary se habia tropezado con su expediente y lo habia leido por curiosidad. En el pueblecito de Ruth, Wyoming, no habia muchos alumnos, y Mary creia conocerlos a todos. Habia, en realidad, menos de sesenta estudiantes, pero el indice de los que llegaban a graduarse era casi del cien por cien, de modo que cualquier desercion resultaba extrana. Al leer el expediente de Joe Mackenzie, se habia quedado de piedra. Aquel chico era el mejor de su clase. Sacaba sobresalientes en todas las materias. Los alumnos que iban mal se desanimaban y dejaban los estudios, pero la vocacion docente de Mary se rebelaba ante la idea de que un alumno tan excepcional abandonara el colegio asi como asi. Tenia que hablar con el, hacerle comprender lo importante que era para su futuro que siguiera estudiando. Dieciseis anos eran muy pocos para cometer un error que lo perseguiria de por vida. Ella no podria pegar ojo hasta que hubiera hecho cuanto estuviera en su mano para convencer a aquel chico de que volviera a la escuela. Por la noche habia vuelto a nevar y hacia un frio que pelaba. El gato maullaba lastimosamente mientras olfateaba alrededor de los tobillos de Mary, como si tambien el se quejara del tiempo. --Lo se, Woodrow --consolo al animal--. El suelo tiene que estar frio para tus patitas. No le costaba trabajo ponerse en el lugar del gato. Le parecia que no habia tenido los pies calientes desde que habia llegado a Wyoming. Se habia prometido que, antes de que llegara el siguiente invierno, se compraria un par de botas fuertes y calientes, forradas de piel y resistentes al agua, y andaria por la nieve como si llevara haciendolo todo la vida, como una lugarena. Las botas le hacian falta ya, en realidad, pero los gastos de la mudanza habian agotado sus magros ahorros, y las ensenanzas que le habia inculcado su ahorrativa tia Ardith le impedian comprarlas a credito. Woodrow maullo otra vez cuando se puso los zapatos mas calentitos y juiciosos que tenia, los que ella llamaba sus <
>. Se detuvo para acariciar a Woodrow detras de las orejas, y el gato se arqueo, extasiado. Mary habia heredado a Woodrow junto con la casa que le habia proporcionado la junta educativa. El gato, igual que la casa, no era gran cosa. Mary ignoraba cuantos anos tenia, pero tanto el como la casa parecian un poco avejentados. Ella siempre se habia resistido a comprarse un gato (aquello le parecia el colmo de la vida de una solterona), pero finalmente su sino le habia pasado factura. Era una solterona. Ahora tenia un gato. Y llevaba serios zapatos de solterona. El cuadro estaba completo. --El agua busca sola su nivel --le dijo al gato, que la contemplaba con su impavida mirada-- Pero ?a ti que mas te da? A ti no te importa que mi nivel parezca detenerse en gatos y zapatos serios. Suspiro al mirarse en el espejo para asegurarse de que estaba bien peinada. Su estilo eran los zapatos serios y los gatos, y el ser palida, flacucha e insignificante. < > era un buen termino para describirla. Mary Elizabeth Potter habia nacido para solterona. Iba todo lo abrigada que podia ir, a no ser que se pusiera calcetines con aquellos zapatos tan serios, pero hasta ahi no llegaba. Ponerse unos lindos calcetines blancos de los que llegaban justo por encima de los tobillos con una falda larga de vuelo era una cosa, y ponerse calcetines hasta la rodilla con un vestido de punto, otra bien distinta. Estaba dispuesta a prescindir de la elegancia con tal de ir abrigada; pero no estaba dispuesta a ir hecha un adefesio. En fin, no tenia sentido posponerlo; de todos modos, el tiempo no mejoraria hasta la primavera. Se preparo para aguantar la embestida del aire frio contra su cuerpo, todavia acostumbrado al calor de Savannah. Habia dejado su pulcro nidito de Georgia por el desafio de una pulcra escuela en Wyoming, por la ilusion de una forma distinta de vida; incluso reconocia en si misma una leve ansia de aventura, un ansia que, naturalmente, jamas permitia que aflorara. Pero, por alguna razon, no habia tenido en cuenta la cuestion del clima. Habia dado por supuesta la nieve, pero no las asperas temperaturas. No era de extranar que hubiera tan pocos alumnos, penso al abrir la puerta, y dejo escapar un gemido cuando el viento le lanzo un latigazo. Hacia tanto frio que los adultos no podian desvestirse para engendrar ninos. -
El recuerdo del viento (Aire y viento 2) de Marta Marquez
https://gigalibros.com/el-recuerdo-del-viento-aire-y-viento-2.htmlEl recuerdo del pasado es mucho mas profundo que lo que ninguno de los dos imagina.
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Candela de Juan Del Val
https://gigalibros.com/candela.html<
>. -
Siete inviernos despues de Francisco Villegas Rodriguez
https://gigalibros.com/siete-inviernos-despues.htmlLa doctora paseaba con calma entre el ajetreo del final de la tarde hacia la parada del autobus. La brisa, algo mas fresca a esa hora, se colaba entre las casas del residencial saturada de aroma a brotes verdes. Se hizo a un lado, sin llegar a detenerse, para esquivar a dos chavales que se perseguian entre carcajadas, y contemplo con agrado los tonos rojizos y azules del anochecer mientras las farolas de la calle ganaban en intensidad. Inspiro un par de veces para disfrutar de la sensacion. Procedente de alguna casa cercana una musica violenta ponia la nota discordante, pero cuando el volumen comenzaba a resultar molesto se desvanecio de repente. En el silencio, le parecio escuchar un grito que pedia auxilio. Se detuvo atenta. El grito se repitio desesperado: <>. Por encima de la valla, a su izquierda, un hombre junto a un ventanal abierto se agarraba la cabeza y volvia a gritar. Sin pensarlo demasiado empujo la cancela y recorrio a toda prisa el camino de grava que ascendia por el cesped. --Soy medico --dijo al llegar junto al hombre--, ?que le pasa? --Lo sujeto por los brazos. --!Es mi hijo! --exclamo espantado, la mirada vuelta hacia el salon. --!Calmese! --Tuvo que zarandearlo un poco--. ?Donde esta su hijo? El hombre senalo tras el ventanal y cuando ella entro, a la tenue luz de un par de lamparas pudo ver dos cuerpos tendidos en el suelo. Uno de mujer, con el vestido subido hasta el pecho dejando a la vista la ropa interior, la cara congestionada vuelta hacia ella y los ojos demasiado abiertos pero sin ver. A un par de metros, un muchacho tumbado boca arriba con un charco de sangre que se extendia bajo su cabeza respiraba con dificultad. Se arrodillo a su lado y le cogio la muneca; habia pulso, aunque debil. Se volvio hacia la puerta. Junto al padre habia un par de vecinos mas. --Avisen al enfermero del centro de salud --ordeno--, que venga con la mochila de parada, y a emergencias, digan que hemos comenzado la reanimacion. !Y a la policia! --grito cuando los otros dos ya se alejaban hacia la calle. El padre se acuclillo a su lado. Lloraba. --Dios mio, no, no dejes que muera. --!Digame como se llama su hijo! --Leandro, se llama Leandro. La respiracion del chaval sonaba a burbujas. Le abrio la boca y le limpio los restos de algo espeso. Mientras actuaba no cesaba de repetir como un mantra el nombre del nino. El pulso seguia debil y cuando paso una mano por detras de la cabeza una parte del craneo cedio bajo sus dedos; al retirarla estaba cubierta de sangre. Mando al padre a por una toalla limpia y se la coloco con cuidado bajo la cabeza. --No lo vamos a mover hasta que lleguen los sanitarios --dijo mientras con disimulo se limpiaba la mano en el pantalon. Se acerco a la mujer para asegurarse y regreso junto al nino. Un policia local muy joven se asomo por la hoja abierta del ventanal. --?Que ocurre...? --comenzo con voz segura, aunque al ver el cadaver se interrumpio en seco con una mano en la boca y la cara tan palida que la doctora temio que se fuera a desmayar. --Oiga --le dijo--. !Oiga! --Consiguio que apartara los ojos de la muerta. --?Que ha pasado? --volvio a preguntar con voz temblorosa y la mano aferrada al marco. --Alguien los ha atacado --explico ella--. La mujer ha muerto. --Por el padre, evito decir que el nino estaba muy mal--. ?Puede confirmar que se ha dado el aviso a emergencias? El policia parecio agradecer la sugerencia y salio. Al instante la sirena de una ambulancia se escucho cada vez mas cercana hasta detenerse frente a la casa y el equipo de emergencias entro escoltado por el mismo policia, seguidos por el enfermero de su consulta. Ella les resumio la situacion y comenzaron a estabilizar al nino. Se aparto unos pasos hacia el padre, que desde cierta distancia contemplaba al muchacho mientras los de emergencias se ocupaban de el. Las lagrimas brotaban mansas, mezcladas en la mejilla derecha con la sangre que goteaba de cuatro aranazos paralelos bastante profundos. Quiso saber como se los habia hecho, pero el, absorto en su hijo, no parecio escucharla. --?Se pondra bien? --pregunto sin desviar la mirada. Ella lo miro de lado sin saber que responder. Fuera ya habia oscurecido; el reflejo anaranjado de las luces de la ambulancia iluminaba intermitente el techo del salon y entrecortaba los movimientos de los presentes, como si la alarma de incendios se hubiese disparado en mitad de una representacion. Miro a su alrededor mientras una angustiosa sensacion de futilidad le oprimia la garganta y tuvo la acuciante necesidad de curar los aranazos de la cara de aquel hombre. --Esta en buenas manos, seguro que si --mintio mientras empapaba una gasa. Martes, 6 de mayo de 2008 * 21:50 h Empujado por la calida brisa, el visillo proyectaba una inquieta mancha de luz con un vaiven como el de las olas en una orilla lejana. La pantalla de un telefono olvidado sobre la mesilla de noche refulgia con la cadencia irregular de un faro averiado cada vez que la mancha de luz lo salpicaba. La cortina se apaciguo y el telefono, contagiado por la urgencia de la llamada, desperto con exigente zumbido y emprendio un insensato viaje por encima del tablero. A tres dedos del filo, la vibracion se detuvo y dejo en el ambiente la calma de un mal presagio. Un instante despues, resuelto, el movil reanudo su danza. El tono de llamada se interrumpio con un chasquido. --Si. --?Ernesto...? --Un hilo de voz temblorosa. De fondo, otras voces; en la distancia, una sirena. --?Estefano? --Preocupado--. ?Eres tu, Estefano? ?Estas bien? --Han matado a Blanca. --Una pausa--. Leandro esta malherido. --Otra pausa, un sollozo--. Lo llevan al hospital. --!Dios mio! Pero, ?que os ha pasado? --Yo... no lo se. --Una voz distante le ordenaba poner fin a la llamada--. Ahora no puedo hablar. ?Puedes ir al hospital hasta que yo llegue? Viernes, 13 de enero de 2017 * 21:30 h Ernesto Perez Quiroga se despidio de su ultimo paciente de la tarde. Cerro la libreta, desconecto el ordenador y salio al recibidor con la bufanda en el cuello y su abrigo largo y negro sobre el brazo. --Que tenga un buen fin de semana, doctor Quiroga --dijo la secretaria con una sonrisa. --Igualmente, Carolina --respondio el tirando de la puerta--. Hasta el lunes. Hacia mucho frio esa noche, y el contraste de las calles ahora vacias y en penumbra con el bullicio y la iluminacion de la recien terminada Navidad acentuaba la gelida sensacion. Para el frio del invierno, Ernesto se calzo los guantes y se ajusto el cuello del abrigo; para mitigar el de dentro, sin pararse a pensarlo, decidio que era el momento de comprar un teleobjetivo que acechaba desde hacia meses. Con esa idea consiguio hacer a un lado la anoranza de otras Navidades y disfrutar del paseo. Le gustaba el frio; le gustaba pasear bien abrigado por las calles de Granada en invierno y volver despues al calor de un buen fuego en la chimenea, un te negro bien caliente y una buena novela. En algunas ocasiones, de rodillas frente al toril de sus recuerdos, se atrevia a abrir el porton y reconocer, al compas de las cornadas, que todo aquello no eran mas que los sustitutos de un hogar y una familia. Tiempo atras, poco despues de la muerte de Estefano y su propio divorcio, pensar en eso le resultaba demasiado doloroso. Aun asi, mas a menudo de lo saludable, se deslizaba con cruel determinacion hacia ese espinoso paisaje, forastero entre las lapidas de su pasado, como si hurgar en ese dolor y paladear su sabor amargo fuese un perverso antidoto contra el olvido. Pasaron los anos, las llagas cicatrizaron y el pesar por sus perdidas, igual que la punzada de un hueso roto en dias de lluvia, quedo reservado solo para fechas senaladas, como un recordatorio en el almanaque de la cocina o una pregunta sin responder. Y asi, excepcion hecha de esos aniversarios de venerada melancolia, su vida transcurria placida y previsible con la tranquilidad de quien, por fin, ha aceptado que algunos lugares no son para el. Cruzaba Trinidad en diagonal hacia calle Duquesa cuando noto la vibracion del movil en el bolsillo de su camisa. El aire helado se le colo hasta el pecho al desabrochar el abrigo para alcanzar el telefono.
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El estilo Virgin de Richard Branson
https://gigalibros.com/el-estilo-virgin.htmlCon el estilo descomplicado, directo y fresco que lo caracteriza, Richard Branson comparte los secretos que lo convirtieron en uno de los empresarios de mayor reconocimiento y en un icono para los emprendedores. Para el, autonomia, libertad, apoyo y flexibilidad son claves para lograr que cada una de las personas en su organizacion, sin importar el cargo, ponga todo su empeno en lograr metas extraordinarias al tiempo que gozan cada minuto de sus actividades. Su filosofia de vida ha sido divertirse mientras persigue sus retos (asi parezcan disparates para los demas), no rendirse si fracasa ni dormirse en los laureles: un espiritu que ha contagiado a los cerca de 50 000 colaboradores de Virgin en todo el mundo y que lo ha convertido en un lider unico y admirado.
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Pasion en Norfolk de Camila Winter
https://gigalibros.com/pasion-en-norfolk.htmlAmbos temian padecer ese amor enfermizo que se habia cobrado muchas vidas en el pais y en el continente: un amor atormentado sin esperanzas que arrojaba a sus victimas al suicidio.
Kenth Derrigham era un joven heredero del condado de Norfolk: guapo, orgulloso y reacio al matrimonio. Victoria Winston, una joven mimada que habia vivido recluida en su mansion de Hampshire hasta ese momento. El destino y los planes casamenteros de la tia del joven los unieron una tarde frente al lago de la mansion Richmond. Un cuento sobre el amor y el miedo a amar en los tiempos del romanticismo.
Ellos temian padecer “la locura amorosa”, una plaga entre los mas jovenes y la causa de muchos suicidios, pero descubrieron que era demasiado tarde para poder escapar. -
Tomada por sus companeros (Programa de novias interestelares 6) de Grace Goodwin
https://gigalibros.com/tomada-por-sus-companeros-programa-de-novias-interestelares-6.htmlTras haber caido en una trampa y ser acusada de un crimen que no cometio, Jessica se ofrece voluntariamente para participar en el Programa de Novias Interestelares con el fin de evitar una larga condena en prision. La asignan a un principe, el heredero al trono del poderoso planeta Prillon, pero su futuro se vuelve incierto cuando el rey de Prillon rechaza la union.
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La llamada de la selva de Jack London
https://gigalibros.com/la-llamada-de-la-selva.htmlEsta historia tiene como protagonista a un perro llamado Buck que en el otono de 1894, cuando el descubrimiento de los yacimientos auriferos de Klondike arrastra hacia los hielos de Alaska a hombres de todas partes del globo, Buck es productivamente vendido y enviado al Norte. Sin ser ya acariciado ni respetado, en un pais salvaje y hostil, se ve obligado a doblegarse a la ley primitiva del baston y el latigo,
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!Y tenia que ser mi entrenador!, Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter , Patrick Norton
https://gigalibros.com/y-tenia-que-ser-mi-entrenador-norah-carter.html -
La bruja de los zapatos rojos de Helen C. Rogue
https://gigalibros.com/la-bruja-de-los-zapatos-rojos.htmlAri es la supervisora de una cadena de restaurantes. En uno de ellos, conoce a Marcos, el gerente. Desde el primer momento se sienten atraidos el uno hacia el otro. Pero una serie de circunstancias hace que se distancien. Cuando vuelven a encontrarse, estalla la bomba de relojeria… Un relato donde la tension sexual es patente desde el minuto uno, y donde lo peor es enfrentarse a unos sentimientos ocultos pero que estan a flor de piel.
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En la arena de Gijon de Gabriela Exilart
https://gigalibros.com/en-la-arena-de-gijon.htmlUna Espana dividida por sus ideas. Dos hermanos enfrentados por la misma mujer.
?Quien ganara la guerra? ?Quien triunfara en el amor? -
Rompiendo con el pasado de Lori Foster
https://gigalibros.com/rompiendo-con-el-pasado.htmlRowdy Yates, propietario de un bar, no era la clase de hombre al que una mujer pudiera resistirse. Por eso, cuando se insinuo a la camarera Avery Mullins, lo hizo convencido de que podria llegar a conocerla a fondo. Pero aquella esquiva belleza tenia sus razones para guardar las distancias… Entre ellas, un pasado que podia volver para perseguirlos a los dos.
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Las cenizas y las cosas de Naief Yehya
https://gigalibros.com/las-cenizas-y-las-cosas.html -
Espadas de deseo (Templarios 2) de Kaera Nox
https://gigalibros.com/espadas-de-deseo-templarios-2.htmlEste libro, para mi, ha sido especialmente dificil de escribir. No por la trama (que tambien), sino porque la vida a veces se empena en ponerte la zancadilla una y otra vez. Lo cierto es que Espadas de Deseo deberia haber visto la luz hace mucho, mas de un ano, de hecho. Pero, como suele decirse: <
>. Se que no ha sido un ano facil para casi nadie, la COVID-19 se ha encargado de hacernos ver que nunca se puede dar nada por supuesto. Pero para mi ha sido la gota. Mi ano ya se habia torcido mucho antes. Esperaba que despues de un ultimo trimestre del 2019 nefasto, el 2020 me trajera algo mejor. Se me olvidaba que las cosas siempre pueden ir a peor. Perder a mi padre de una forma tan inesperada por culpa del maldito virus sin poder acompanarlo ni despedirnos de el ha sido duro, mucho. Pero el me enseno que la vida sigue, aunque duela, y que hay que seguir luchando. ?Por que os cuento todo esto? Por dos razones. La primera, porque quiero pediros disculpas por la espera. Se que sois muchos los que esperabais con ganas esta segunda entrega de templarios y lamento que se haya alargado tanto. De verdad. La segunda es daros las gracias. Por seguir ahi, por vuestra comprension, por el apoyo y por no dejar de leerme. GRACIAS, de corazon, porque sin vosotros probablemente me habria resultado aun mas dificil sentarme a escribir para terminar esta historia. Y sin mas, os dejo con ellos. Con mis templarios. Esos a los que llevais tanto esperando. Espero que disfruteis de la historia de Jacques y Eva tanto como de la anterior y hare lo posible porque la espera para el siguiente no sea demasiado larga. Deseo Oculto Jacques bajo de un salto del helicoptero. Podia sentir la sangre palpitando en sus venas al ritmo de las aspas. El estres y la emocion de la lucha aun bullian en su interior como si no hubiera dejado todavia el campo de batalla. Y todo por su culpa. Podia llamarlo cabreo o quizas fuera preocupacion, pero la imagen de Dalman, con una herida en su costado de la que manaba sangre a borbotones, rechazando su ayuda y desapareciendo del lugar acompanado de Barthelemy no le ayudaba precisamente a calmarse. Aquello ya habia ido demasiado lejos. --Bajad al salon, curare vuestras heridas por orden de gravedad --gruno sin mirar a ninguno de sus companeros. Engullo la distancia que lo separaba de la puerta de acceso a la mansion en rapidas zancadas, mientras en su cabeza iba construyendose el enorme rapapolvo que planeaba soltarle al joven. El era su superior, el segundo al mando y, como tal, sus ordenes debian ser obedecidas. Vale que quizas la relacion que mantenia con Dalman no era la mas... ?que? ?Cordial?, ?sana? Bufo ante sus propios pensamientos mientras bajaba las escaleras metalicas que le llevarian al tercer piso de la mansion. Ni siquiera sabia que era el para Dalman. Probablemente no le consideraba un amigo, de hecho, estaba seguro de eso. Despues de todo, el se habia encargado de mantener las distancias entre ambos. Rechazo cada contacto, cada intento de aproximacion, cada instante de cercania con el joven y ahora, todas esas decisiones habian vuelto para morderle el trasero. Era cierto que durante el viaje la mayoria de sus heridas habian comenzado a sanar a un ritmo bastante rapido y suponia que con la de Dalman habria pasado lo mismo, pero estaba sangrando tanto... !Joder! El recuerdo de cada una de las veces que habia intentado ayudarle cuando estaba herido volvio a su mente. Aquello no era nuevo. Tal vez ahora curasen mas rapido y fueran mas fuertes y resistentes, pero, ahora que lo pensaba, ni siquiera cuando fue herido en batalla luchando contra los infieles permitio que nadie le atendiera. Ese pensamiento le calmo durante dos segundos completos, hasta que recordo que un par de dias atras habia necesitado ayuda y no habia acudido a el. Su hermano de armas, su superior. Prefirio ir en busca de Aby, una mujer, alguien a quien acababa de conocer, antes que a el. !Que era medico, joder! --!Te he dicho que te sientes y te estes quieto de una puta vez! El exabrupto que llego a sus oidos en cuanto puso un pie en el salon lo saco de golpe de sus pensamientos. Chloe manoteaba sobre el pecho de Bart intentando retirarle la camiseta, mientras el templario se resistia como podia. --!Que me quites las manos de encima, bruja! !No permitire que uses ninguno de tus hechizos sobre mi! --?Hechizos? !Pero seras alcornoque! --Chloe bufo audiblemente y clavo el dedo indice en el pecho de Bart--. Te lo voy a repetir una vez mas, capullo: Soy medico y necesito ver la herida de tu pecho para valorarla y saber si necesita puntos. Te aseguro que si no fuera por eso no te tocaria ni con un palo, pedazo de gilipollas. La ultima afirmacion debio aturdir un poco a Bart, porque la chica empujo una vez mas y el templario cayo sentado en el sofa a su espalda. --Ahora, quitate la camiseta de una puta vez. --?Que esta pasando aqui? --La voz de Philippe hizo que tanto Chloe como Bart se giraran hacia ellos arruinando su diversion. --!Jacques! !Bien! Dile a esta loca que me quite las manos de encima. No necesito que nadie me revise ninguna herida. --Vamos, hermano, no me diras que no eres capaz de librarte de una pequena mujer tu solo. --Philippe no pudo evitar bromear al ver el rostro enfadado de su hermano mayor. --No dano a mujeres --respondio sin apartar la vista de la chica frente a el--, por mucho que lo esten pidiendo a gritos. --!Solo intento ayudarte, maldito capullo! Asi que soy lo bastante buena para salvarle la vida a Dalman, pero no para curarte un aranazo a ti, ?no? --Chloe fulminaba a Bart con la mirada. Sus ojos destilaban furia. Hacia menos de una hora que habia tenido que curar una herida mortal del pecho de Dalman con un botiquin basico y el muy capullo seguia sin fiarse de ella. Mantuvo los brazos cruzados en su pecho y su pie golpeo repetidamente contra el suelo de marmol del salon--. !Eres un jodido cabron! ?Salvarle la vida a Dalman? ?Su vida habia corrido peligro? Jacques decidio que necesitaba algunas explicaciones. Urgentemente. --Explicate. --Clavo sus ojos en los de la rubia con un rictus serio--. ?Que le has hecho a Dalman? --?Que que le he...? !Salvarle la vida! ?Te parece poco? --Chloe se obligo a respirar hondo y calmarse. Aquellos hombres eran imposibles--. Aqui el capullo mayor del reino --explico senalando a Bart que la miraba atonito-- y Dalman aparecieron en el museo. El listo este empezo a insultarme que, si fuera vosotros, en mi opinion profesional, lo enviaria a un curso de control de la ira o a uno de "Como no ser un capullo en tres pasos". Aunque no se si con tres pasos tendra suficiente... --Me encanta esta chica --dijo Rodrigo entre risas ganandose la mirada furiosa de Philippe y Bart--. ?Que? Verla poner a Bart en su sitio es lo mas divertido que he visto en semanas. --Al grano, Chloe, por favor. ?Dalman? --pregunto Jacques intentando mantener la calma, mientras apretaba los punos y se recordaba a si mismo que a Guillaume no le gustaria que danase a la mejor amiga de Aby. --Si dejais de interrumpirme... --Si, la chica estaba tentando su suerte--. Como iba diciendo, este me distrajo y cuando me di cuenta, Dalman estaba a punto de desmayarse. Tenia una herida muy fea en el costado derecho, debajo del pecho. Insisti en llamar a una ambulancia, pero aqui los dos zoquetes se negaron a ello. Asi que le atendi con el botiquin que guardo en el despacho. Limpie la herida, era profunda, pero no parecia haber afectado a ningun organo interno, asi que la cosi y le puse un vendaje. Volvi a insistir en que fueran a un hospital. Tengo la carrera de medicina, pero no rayos x en los ojos --anadio mirando de nuevo a Bart con furia--. El caso es que Dalman parecio estabilizarse, no tiene fiebre y sus constantes son buenas, asi que lo dejamos durmiendo en su habitacion. --?Eres medico? --Jacques la miro incredulo--. Pense que trabajabas con Aby. --Tambien tengo la carrera de Historia --repuso con un encogimiento de hombros--. Y ahora... ?alguien va a decirme de que guerra habeis salido? Por la cantidad de sangre que estais dejando en el suelo cualquiera diria que os habeis peleado con una manada de osos salvajes. Jacques siguio la mirada de Chloe, que recorria uno a uno a sus ensangrentados companeros, y se percato de que ya era hora de ponerse en marcha. Pero antes... --Quiero un informe completo del estado de Dalman, puedes echarme una mano mientras me lo das --exigio al tiempo que ayudaba a Prax a sentarse. --Vaya, no se si darte las gracias por darme permiso o mandarte a la mierda --repuso la chica entre dientes antes de acercarse al sofa en el que estaban dejando al herido. El brazo derecho de Prax colgaba peligrosamente de su hombro. Habia recibido un buen tajo que a punto estuvo de amputarle el miembro y, aunque durante el viaje empezo a curarse, su aspecto aun era preocupante. --Deberiamos llevarlo a un hospital --insistio Chloe mientras ayudaba a Jacques a retirar trozos de tela y limpiar la zona. --Nada de hospitales --gruno Prax. --Ya lo has oido --anadio Jacques--. Ayuda o apartate, tu decides. --Hombres --bufo resignada antes de empezar a preparar lo necesario para volver a unirle el brazo. Si se pensaban que iban a conseguir amilanarla iban listos. Su padre era el rey de los hombres prepotentes, mandones y egocentricos y no habia podido con ella. El hombre que consiguiera hacer que Chloe Favre diera un paso atras aun no habia nacido. La adrenalina comenzaba a abandonar su cuerpo dando paso al cansancio. La mayoria de las heridas ya estaban curadas. Chloe se habia encargado de ellas una vez que Prax estuvo lo bastante estable como para que Jacques pudiera hacerse cargo solo. Bart habia continuado negandose a permitir que la chica le atendiera, insistiendo en que podia esperar a que el terminara. Al menos hasta que Rodrigo, con una sonrisa picara, se bajo los pantalones dejando a la vista una herida cerca de su ingle y se ofrecio voluntario para recibir las atenciones de la < >. Sus palabras. El grunido de Barthelemy resono en el salon y mas de uno, incluido Jacques, tuvo que esforzarse en reprimir la carcajada. Rodrigo ni siquiera intento disimularla y dejo que Martha, el ama de llaves, se encargara de su herida sin parar de reirse mientras Chloe, por fin, atendia la que Bart tenia en su pecho. Eran como ninos. Y cuanto los habia echado de menos sin siquiera saberlo. Acababa de terminar de coser un tajo bastante feo en el otro brazo de Prax, cuando las puertas que daban al jardin se abrieron de golpe. Un hombre de aspecto femenino cruzo a traves de ellas y corrio hacia Rodrigo, que acababa de volver de ducharse, lanzandose a sus brazos. El templario lo miro sorprendido y solto la toalla con la que se estaba secando el pelo, justo a tiempo para agarrar al chico cuando este salto en el aire y envolvio las piernas alrededor de sus caderas. --!Hola, amor! ?Me echabas de menos? --exclamo con voz chillona, mientras se aferraba a su cuerpo con brazos y piernas. --?Que haces aqui, Ben? --Rodrigo intento deshacerse del apretado agarre del chico sin mucho exito--. Pense que te habia dejado claro que no queria volver a verte. --!Oh, vamos, amor! !Se que no hablabas en serio! El chico ataco la boca de Rodrigo ignorando los intentos de este de alejarlo de su cuerpo y, en aquel momento, viendo como su companero era devorado con pasion por los labios de otro hombre, los pensamientos de Jacques vagaron hacia Dalman. ?Como se sentiria su boca? ?A que sabrian sus besos? No era un mojigato. Estaban en el siglo XXI. Las relaciones entre personas del mismo sexo ya no eran un tabu. Nunca debieron serlo. ?Cual era el problema? Tal vez el hecho de que nunca, jamas, en sus mas de setecientos anos de vida se habia sentido atraido por otro hombre. Salvo por el. Dalman. ?Y que mas daba? Habian pasado mas de siete siglos y aquel muchacho seguia hechizandolo del mismo modo que lo hacia cuando se conocieron. Le atraia irremediablemente, como un canto de sirena. Entonces tenia sentido que mantuvieran las distancias. Eran otros tiempos, otra epoca, su vida estaba dedicada a la fe. Tenian voto de pobreza, obediencia y castidad y, por si eso no fuera suficiente, la sodomia era causa de excomunion. Habia nacido para ser templario. Le educaron y criaron para ello. Su unico objetivo en la vida, la razon de su existencia, el destino hacia el que se encaminaron cada uno de sus pasos desde su nacimiento. Era todo lo que tenia, todo lo que conocia, todo lo que alguna vez habia querido. Hasta que llego Dalman. Pero en los siglos en los que habia estado vagando, sin memoria, sin recuerdos, olvido todo lo que se suponia que debio ser y, con la mente abierta y una eternidad por delante, descubrio, conocio, aprendio y vivio lo suficiente como para ser capaz de poner las cosas en perspectiva. Entonces... ?por que habia seguido apartandolo cuando se volvieron a encontrar? La respuesta era tan simple como patetica. Miedo. Uno que no iba a permitir que siguiera interponiendose. Como un automata, abandono la habitacion y subio las escaleras. Ni siquiera habia podido ir a verlo desde que habian llegado. Tuvo que resistir sus ganas de saber en que estado se encontraba y conformarse con recibir un informe detallado por parte de Chloe. Fue una sorpresa descubrir que tenia conocimientos medicos y tambien un alivio que hubiera estado alli para encargarse de Dalman. Aunque, una vez mas, algo parecido a los celos o, tal vez, a una envidia malsana, asomo a su mente. De nuevo, habia preferido ser atendido por una mujer extrana, una desconocida, antes de permitir que fuera Jacques quien pusiera sus manos sobre el. Llamo a la puerta sin obtener respuesta. La preocupacion por si su estado habia empeorado se mezclo con la rabia que bullia en su interior por sentirse rechazado; ambas hicieron que entrara en la habitacion y el sonido del agua lo llevo hasta el bano. Nada lo habia preparado para lo que encontro alli. -
Lluvia de Yolanda Quiralte
https://gigalibros.com/lluvia.htmlLa miro desconcertado y suspiro. Jamas hubiera podido llegar a imaginar, ni siquiera por un breve instante de tiempo, que aquella mujer, a la que siempre habia deseado de una manera sobrenatural, iba a dejar de satisfacer esa parcela tan importante de su vida. No era el, ni mucho menos, un sonador, o uno de aquellos hombres que se dejaba enamoriscar y engatusar por cualquier mujer; no, mas bien era todo lo contrario. Oscar se enorgullecia de ser uno de esos tipos duros y poco romanticos que hasta la fecha se dejaba llevar mas por impulsos sexuales que por verdaderos sentimientos. No es que no creyese en el amor, pero habia decidido no compartir su vida con nadie, al menos por el momento. Solo tenia veintiocho anos y aun le quedaba un largo camino por recorrer en el terreno de las conquistas. Volvio a mirar a su acompanante de cama. Ella dormia. Sus cabellos rubios se desparramaban por las almohadas y brillaban bajo aquel sol de primavera que entraba casi a escondidas por la ventana. Las sabanas, de un verde claro, formaban extranas formas mientras cubrian el esbelto e impresionante cuerpo de la mujer que descansaba a su lado. Ella tenia la maravillosa cualidad de poseer la piel mas tersa y suave del mundo, y el lo sabia muy bien, pues la habia recorrido con sus manos mas de mil veces. !En cuantas ocasiones habia temblado con solo imaginar en su cama que rozaba esa exquisita piel! !Cuantas! Y sin embargo... No es que la muchacha no tuviera otras facultades. Era de una belleza deslumbrante, con sus ojos azul cobalto y su boca, algo grande, pero bien formada. Podria considerarse que era toda una belleza. Conquistarla le habia costado lo suyo. No habia sido cosa de uno ni dos dias, ni siquiera semanas, y eso para el encantador ego de Oscar Quintana, habia supuesto todo un reto a vencer, incrementando sus ganas de hacer frente a aquella batalla con forma de cuerpo femenino. Y sin embargo... Sin embargo alli estaba, tendido junto a ella en aquel enorme lecho, exhausto tras haber gozado de ella una tarde mas. Una vulgar tarde mas. Al mismo Oscar le sorprendio la frialdad con la que describio lo que un buen observador hubiera denominado como la escena mas torrida jamas contada. Si, era cierto, sus cuerpos se entendian a la perfeccion. Cada vez que el rozaba con sus manos los lustrosos pechos, ella disfrutaba, al igual que lo hacia cuando, minuto tras minuto, la penetraba con fuerza una y otra vez hasta conseguir llevarla al mas profundo abismo. Y ella, !ay, ella!, era capaz de volverle loco con tan solo acariciarle el torso desnudo o besar su abdomen. Su virilidad siempre respondia con entusiasta satisfaccion a los masajes que aquella mujer, hecha para el placer, le proporcionaba. Y sin embargo... Sin embargo, lo supo. Lo supo tras haber derramado su semen una vez mas. Tras aquella explosion multicolor que lleno su cuerpo de temblores, descubrio que aquello ya no le producia la misma sensacion de placidez que en ocasiones anteriores. Algo habia cambiado. Fisicamente estaba claro,seguia disfrutando, pero en su alma empezaba a abrirse paso un vacio preocupante y nada comun. Volvio a mirarla. Quizas si la poseyera una vez mas, eliminaria todos esos pensamientos ridiculos que le martilleaban el cerebro. Y no porque se hubiera cansado de su amante, sino porque si era franco con sus emociones, siempre habia pensado que aquella mujer seria la amante definitiva, no su mujer, eso estaba claro. Nunca hubiese afirmado tal cosa. Martina conocia a la perfeccion el arte del sexo, pero no tenia las cualidades suficientes como para pedirle que se casara con el algun dia. Era una cortesana, muy habil, pero cortesana. Ella suspiro, y quizas eso fue lo que le distrajo de sus pensamientos. Decidio volver a poseerla a pesar de que aun dormia. Oscar deslizo sus manos despacio entre las sabanas hasta alcanzarle el trasero. Aquello fue la senal. Ella rodo en el lecho hasta ponerse con la espalda tocando el mullido colchon de plumas y abrio las piernas. El hecho de que durmiera, no importaba. Hasta en suenos sabia distinguir cuando Oscar estaba excitado. Y lo estaba, vaya si lo estaba. El se coloco entre sus piernas, y sin ni siquiera despertarla, la penetro con fuerza. Ante tal invasion, ella, adormilada, sonrio y fue abriendo los ojos a medida que el la embestia una y otra vez. La poseyo con dureza durante un buen rato, y solo tras lograr que ella obtuviera su orgasmo, se derramo en ella, volviendo a temblar con la misma intensidad de siempre, sin miedos, porque como ella decia siempre, no habia posibilidad alguna de quedar embarazada. Nunca habia sucedido a lo largo de sus muchos anos de matrimonio con el difunto conde. A pesar de todo, antes de dormirse, Oscar penso que aquello ya no tenia remedio. No le quedaba otra opcion que dejar de visitar a aquella diosa del sexo. Ya no le bastaba. Capitulo 1 Oscar Quintana era guapo, irremediablemente guapo, y lo peor de todo es que era consciente de ello. No es que se aprovechara de la situacion, pero su belleza, unida a una muy bien modelada educacion, hacian de el el perfecto prototipo de caballero. Los rumores que volaban por la ciudad susurraban que era un conquistador empedernido, un coleccionista de amantes. Se decia que por sus brazos habian pasado tantas mujeres que no cabian juntas en un gran salon de baile. La fama le precedia, y alla donde iba, antes de que el senor Oscar Quintana hubiera hecho su aparicion, podia verse a todas las mujeres, incluidas las casadas, expectantes y esperanzadas ante la posibilidad de lograr un buen beso de tan deseado caballero. Y todas las mujeres estaban satisfechas con el hasta entonces. Todas excepto quizas una,su madre Valeria. --Habladurias, mama --rio antes de preguntar--: ?Desde cuando has hecho caso a los rumores? --dijo Oscar besuqueando mimoso a su madre, una dama de la alta sociedad, bien situada y muy hermosa. --Oscar, es cierto. En esta ciudad los cotilleos se engrandecen pero, Dios mio, estos rumores empiezan a martillear mi conciencia. Hablan ahora de una condesa... --!Mama, por Dios! No es algo que deba preocuparte, puedo asegurartelo... --exclamo Oscar con la intencion de calmar a su madre, mientras la miraba con recelo--. La mitad de las conquistas que me adjudican son falsas. Cierto es que como soltero me permito algunas licencias mas... --Querido, ? algunas licencias? Desde que volviste de la universidad hasta ahora no hay semana en la que no me lleve algun sobresalto. Oscar miro a su madre de soslayo. ?Que sucederia si llegara si quiera a imaginar como fueron sus anos universitarios? Fue el despertar a la sexualidad. Alli descubrio el genero femenino. Alli comenzaron sus andanzas. --No dejo de escuchar rumores sobre el hecho de que hayas coleccionado << amistades>> una tras otra, sin tan siquiera plantearte la posibilidad de encontrar una mujer adecuada y casarte --concluyo su madre, mientras se ahuecaba las faldas color berenjena. << Maldicion>> , penso Oscar. !Ya estaba alli el dichoso tema! Sabia que a su madre le preocupaba que ninguno de sus hijos, cuatro para ser exactos, dos varones y dos damas, hubieran contraido matrimonio. Oscar, el primogenito; y Pablo, con quien tan solo se llevaba un ano de diferencia, ya estaban en edades de analizar la situacion. Lorena, de diecinueve; y Amelia, de catorce, aun podian sin embargo retrasar tan magna decision por un tiempo, aunque no demasiado,si se regian por los canones de la epoca. --Madre --comenzo a replicar con voz severa, tono que cambio cuando vio la tristeza que asomaba en sus ojos verdes y que se reflejaba en todo su rostro--. Mama, aunque considero razonables tus preocupaciones al respecto --dijo con un tono mucho mas dulce--, no deseo que ellas te impidan disfrutar de tu tiempo. Admito que quizas tengas un punto de razon en algunos de tus comentarios, pero te ruego dejes esa eleccion en mis manos. Confieso --anadio de forma silenciosa y un tanto apesadumbrado por los recuerdos-- no haber encontrado aun una mujer con la que poder vivir una historia de amor. --En tiempos anteriores, hijo --alego Valeria--, el amor era algo secundario. Bien sabes que cuando tu padre y yo nos casamos no habia entre nosotros ningun sentimiento romantico y, si te fijas, el destino hizo que nos enamorasemos. --Quizas sea por ello, madre --empezaba a agotarse su paciencia--, puesto que he sido testigo durante anos del amor que padre y tu os profesais, puedo aspirar a disfrutar de algo semejante, ?no? Jaque mate. Sabia que acababa de dejar a su madre sin palabras. --Bien, bien, Oscar, prometo concederte una tregua, puesto que he observado que este tema te produce cierta desazon. --Sonrio la dama, ahuecandose de nuevo las faldas para sentarse, con el mayor decoro posible, en el sillon de estilo romantico que presidia aquel cuartito de estar--. Lamento haber sacado tan espinoso asunto --y dicho esto procedio a ojear la nueva revista de moda que le habian facilitado zanjando asi el tema... De momento. La gran casa familiar presidia una de las principales calles de la ciudad. Tenia una gran balconada desde la cual se podia divisar el enrevesado e imponente parque, El Olmedar. Se decia de el que habia sido testigo silencioso de los principales romances de la ciudad, guiados, quizas los enamorados por el bucolico entorno de aquellos parajes centenarios, donde los caminos cubiertos de bellos olmos evocaban en la imaginacion escenas de amor furtivo, ese que aprovecha la oscuridad y la penumbra del follaje para dar rienda suelta a la pasion mas absoluta. La Mansion Quintana, como era conocida la finca, era descrita por Oscar como un gran cuartel de caballeria, salvando las distancias, por supuesto. Llena de alegria y luz, era de todo menos silenciosa. Alli se habian criado numerosas generaciones de Quintana, entre ellas, el ultimo batallon, como decia su padre, Alonso Quintana. La decoracion era impecable, cinendose a los canones actuales, desde luego, pero dotada tambien de cierta comodidad y bienestar, algo poco comun entre las casas aristocraticas de la zona. Abundaban los amplios sillones de terciopelo amarillento, cuyas almohadas cobijaban recuerdos de conversaciones secretas. Cabia destacar tambien la presencia de la amplia biblioteca, que hacia las delicias de toda la familia, desde el primero hasta el ultimo, incluyendo al numeroso personal domestico que ayudaba a mantener la mansion en perfecto estado. Estos ultimos constituian sin duda alguna un gran grupo de personas de confianza, ganada a pulso gracias a los numerosos anos de servicio a la familia, logrando con ello que los vinculos que se habian establecido entre senores y trabajadores se hallaran marcados por el afecto y la cordialidad, hecho que dotaba al servicio de ciertos privilegios, como el acceso a la biblioteca y a los libros, la participacion en tertulias familiares y la satisfaccion de ser tratados como autenticos miembros de la familia Quintana. El ama de llaves, Maria, llamada en la intimidad familiar con el diminutivo Marita, era una inflexible y organizada mujer que habia ayudado a traer al mundo a todos los actuales Quintana. Su mano firme y su capacidad de decision ferrea y autoritaria desaparecia por completo cuando ante ella se posaba cualquier par de ojos que perteneciera a un Quintana, especialmente el joven Oscar, puesto que el la habia salvado sin duda de una gran catastrofe. Marita estaba casada con Victor, tutor de estudios de todos los hermanos Quintana. Juntos vivian en una casita cubierta de jazmin amarillo que se encontraba en el jardin de gran la finca senorial. Formaban una estupenda y maravillosa pareja, que aun todavia, de vez en cuando, a pesar de los muchos anos que llevaban casados, eran sorprendidos por alguno de los hermanos dandose algun beso furtivo o alguna caricia sofocada. Tenian una hija, pequena aun, la traviesa y escurridiza Victoria, a la que todos llamaban Lluvia, en recuerdo de la magica noche en que fue hallada. Casi todos los miembros de aquella familia habian olvidado por completo que Lluvia en realidad no era hija de Marita y Victor. La nina aparecio de repente en sus vidas como un torbellino de fuerza y alegria. Sucedio una noche de tormenta. Todos los hermanos Quintana adoraban las tormentas. Les encantaba permanecer durante horas apoyados contra las enormes cristaleras de la mansion mientras disfrutaban de << la gran batalla>> , nombre popular con el que la familia solia llamar a las tan temidas, por otros, tormentas. La idea surgio de Alonso, el padre de familia, hombre dotado de una gran imaginacion y aficionado a escribir en sus ratos libres. Habia desarrollado toda una serie de fantasticas historias que entretenian a su numerosa familia durante las horas que duraban las descargas electricas. Una de esas noches, toda la familia al completo, incluyendo a Marita y a Victor, los Quintana se hallaban reunidos, acurrucados en torno a los ventanales, escuchando una de las maravillosas historias que Alonso solia narrar. Merecia sin duda la pena ver las caras de los ninos, mientras el patriarca gesticulaba, gritaba,susurraba y saltaba, a la vez que contaba su ultimo cuento. En aquellos dias, Oscar ya tenia 16 anos, y pronto comenzaria la universidad en una prestigiosa institucion donde habian estudiado todos los miembros varones de su familia. Pablo, con 15 anos, terminaba la escuela superior mientras comenzaba a convertirse en un alocado joven que traia de cabeza a sus padres con sus incesantes y constantes aventuras, pues era un enamorado de las piedras y las rocas, razon por la cual siempre andaba metido en alguna cueva buscando material geologico. Lorena, la mayor de las muchachas, con siete anos y una cara llena de pintorescas pecas, ademas de a sus obligaciones escolares, se dedicaba, no con demasiada fortuna, a tocar el piano; y Amelia, la benjamina de la familia, con solo tres anos, hacia las delicias de toda la familia, ahora que ya habia dejado de ser un bebe regordete y jugueton, mas bien dado a romper todo lo que encontraba a su paso. --... De pronto,se abrio de forma repentina el baul que con tanto esfuerzo habia llevado Baltasar al desvan y... ?Sabeis que encontro? --pregunto Alonso misterioso. Siete caras expectantes se movieron con rapidez a la vez que negaban con la cabeza... --!Pues encontro el viejo mapa del tesoro familiar que se habia perdido durante el viaje del tatarabuelo a las colonias! --!Oh, papa, es sin duda una de tus mejores historias! --Si, querido, hacia tiempo que no disfrutaba con tanta intriga. --?Crees que publicaras tambien este cuento? --?Lo haras bajo tu nombre secreto? Todas estas preguntas salian con atropello de las gargantas de los Quintana mientras hablaban a voz en grito preguntando al compas de los truenos y relampagos que sacudian con fuerza las hermosas ramas de los arboles que poblaban el jardin. --Tranquilos, hijos, tranquilos... Si, es probable que esta sea una mas de las increibles historias del legendario escritor Augusto Sancho --rio el padre con esa risa profunda y gutural a la que tan acostumbrada estaba ya su prole. De repente, un gran relampago ilumino la estancia, acompanado de un estruendo tan ensordecedor que por un instante ninguno de los Quintana oyo el grito desgarrador que bramo en medio de aquella salvaje tempestad. --?No habeis oido gritar a alguien?
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La pasion de Heronimo de Cristo Alcala
https://gigalibros.com/la-pasion-de-heronimo.htmlHeronimo Mon.El senor oscuro.Dueno de una de las metalurgicas, mas grande del mundo. El rey del acero.El jefe de los jefes, segun la Mercantil Commers.Millonario.Egolatra.Dominante.Catalogado por tres anos consecutivos por la Forbes y la Time, como entre las cien personas mas influyentes y mas sexis del planeta.
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A tres pasos de ti de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/a-tres-pasos-de-ti.htmlShaba levanto la caja de carton del suelo del ascensor, gimiendo por lo que pesaba. Soplo sobre un mechon rubio platino que le cayo sobre la cara y salio del ascensor caminando rapidamente porque temia que la caja se rompiera. Tenia que haber contratado a una empresa de mudanzas, pero no es que le sobrara el dinero precisamente despues de comprar su piso. Cuando llego a la puerta, dejo la caja al lado de las otras y suspiro agotada. Oyo el clinck del ascensor y miro hacia atras viendo como las puertas doradas se cerraban.-No, no, no...- echo a correr hasta el ascensor mientras las puertas se cerraban - !Mierda!- exclamo cuando se cerraron del todo justo cuando llego. Habia dejado dentro cuatro cajas.- mordiendose el labio inferior, miro con sus ojos azules hacia las luces y se dio cuenta que bajaba al hall. Pulso el boton impaciente y se estiro sus pantaloncitos cortos negros. -Venga....- el ascensor empezo a subir y sonrio.-Estupendo. Escucho que se habria la otra puerta de esa planta y se volvio distraida. Una chica con un top rojo y unos shorts del mismo color salio del piso. - !Hasta luego, carino!- grito antes de cerrar la puerta sin esperar respuesta. Shaba sonrio y dijo mirando a la despampanante morena- Hola. -Hola- respondio con cara de borde para luego ignorarla y volver a pulsar el boton. -?Vives aqui?- pregunto intentando ser amable. La morena la miro de arriba abajo, desde su coleta pasando por su camiseta de tirantes rosa, hasta llegar a sus deportivas negras. Cuando volvio a subir la mirada, la taladro con sus ojos negros y pregunto- ?Y a ti que te importa? Se sonrojo intensamente y farfullo- No, sino me importa -?Entonces para que preguntas? -la mujer puso los ojos en blanco y volvio a mirar a la puerta- ?Que diablos le ocurre a este ascensor? Justo en ese momento se abrio y esa antipatica miro las cajas-Genial. -?Puedes sujetar la puerta un momento? Cogio la primera caja y la saco del ascensor. Cuando iba a por la siguiente, apreto los labios al ver que no habia sujetado la puerta. Esa tia era una desagradable de primera. Pobre del novio. Saco las cajas rapidamente y sonrio forzadamente antes de decir con ironia- Gracias. La chica volvio a chasquear la lengua justo antes de que se cerraran las puertas del ascensor- Sera estupida. Dos minutos despues estaba metiendo las cajas en el piso, porque preferia ir guardandolas antes de buscar las siguientes a su antiguo piso, cuando llego el ascensor a la planta y se bajo una pelirroja impresionante con un vestido ajustado verde. -Hola- dijo radiante antes de ir hacia la puerta de al lado. -Hola- respondio con una sonrisa viendola llamar a la puerta mientras recogia la ultima caja. Desde el interior del piso la voz de un hombre grito- !Esta abierto! La pelirroja solto una risita antes de entrar diciendole al hombre- Mi amor, no deberias dejar la puerta abierta. Puede entrar cualquiera. Shaba se quedo con la boca abierta mientras cerraba tras ella. Ese tio debia ser un hacha. En menos de quince minutos habia visto salir a una y entrar a otra. Y las dos preciosas. Hizo una mueca entrando en la casa. Su hermano era un ligon pero aquello era demasiado. Dos horas despues llevaba un paraguero y un perchero en las manos, cuando salio del ascensor y casi le mete un brazo del perchero en el ojo a un hombre que entraba en ese momento- Oh , lo siento. - dijo apartando aquel trasto para verle la cara. El hombre la miro con aburrimiento, pero Shaba se habia quedado demasiado impresionada para que sus neuronas actuaran. Era el hombre mas atractivo que habia visto en su vida. Moreno de ojos verdes, era el macizo mas impresionante de su triste existencia. !Y ella con esas pintas! -?Sales del ascensor o me acompanas al hall?- pregunto el observando su paraguero. -Oh, si. - salio del ascensor y el se tuvo que apartar para que no le volviera a golpear con el perchero. - Claro- solto una risita estupida que ni ella se creia y le observo entrar. Los vaqueros le sentaban de miedo. Dios mio, que trasero. -Por cierto, soy tu vecina. El tio la miro de arriba abajo y dijo- Muy bien. Te vere por aqui... -Shaba. Me llamo Shaba...- sonrio radiante mientras las puertas se cerraban esperando su nombre sin dejar de comerselo con los ojos. -Eso. Hasta luego, Sara. Fruncio el ceno cuando se giro lentamente- ?Sara? ?Estara sordo? Le he dicho mi nombre dos veces. - dijo para si preocupada yendo hacia su puerta. Estaba abriendo cuando una chica de unos quince anos salio del piso. Tenia el pelo castano cortado por la barbilla y un vestido de flores precioso con unas manoletinas blancas- Hola, ?eres la nueva vecina? -Si- respondio confusa pensando que aquel piso parecia el camarote de los hermanos Marx.- ?Tu vives aqui? -Si, soy Leticia. La sobrina de Cameron- extendio la mano con una agradable sonrisa.- Solo estare aqui el mes de julio porque mis padres estan de vacaciones. Una vuelta al mundo. -Yo soy Shaba- dejo el paraguero en el suelo para estrecharle la mano- Encantada de tenerte por aqui. Si necesitas algo… -Lo mismo digo. Bueno, me voy que he quedado con mis amigas para ir a dar una vuelta. -Pasatelo bien- dijo sacando las llaves. La chica la observo atentamente- Si quieres, luego puedo ayudarte con eso. -Oh, gracias. Pero dentro de dos horas me voy a trabajar. Tengo turno de noche. -?En que trabajas? -Estoy en mi ultimo ano de residencia. -?Eres medico?- pregunto sorprendida -Si- metio la llave en la cerradura. La chica se mordio el labio inferior- ?No habras comprado el piso? Esa pregunta la extrano un poco y se volvio - ?Si por? ?No pasara algo raro, no?
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Suave como la lluvia de Miguel Rubio
https://gigalibros.com/suave-como-la-lluvia.htmlAlli seguia, sentado en el borde de la silla, sin creerme del todo lo que acababan de anunciarme. Aquello no podia ir conmigo, tenia que ser un error o simplemente no estaba pasando. El medico se habia puesto de pie y me mostraba las radiografias senalando con un boli las manchas blancas. Parecia el tipo que anuncia el tiempo en la television despues de las noticias. Solo que las tormentas se extendian desde el centro de mi craneo. --Como le digo, desgraciadamente no esta encapsulado, lo que facilitaria las cosas. Se encuentra disperso y su propagacion parece rapida --me miro un instante y volvio a apuntar con el boli--. Lo previsible es que se extienda desplazando el cerebro, comprimiendolo poco a poco, y me temo que ya no hay forma de frenarlo. En este sentido, la resonancia es clara. Aunque, desde luego, me gustaria realizarle una biopsia. La realidad es que hay una gran variedad de tumores de esta clase y generalmente son muy agresivos. Lo siento mucho, pero como le he dicho no es operable. No hay gran cosa ya que podamos hacer. Quiza, si hubiera venido antes... En estos casos, la deteccion precoz es fundamental, desafortunadamente no siempre es factible. <>. Nunca me habian gustado los medicos y jamas solia ir a consulta, pero supongo que la larga enfermedad de mi madre me metio el miedo en el cuerpo. Mal asunto. Cuando uno teme a los medicos, no puede esperar que estos traigan buenas noticias. Este era el caso. Yo siempre habia sufrido jaquecas de manera esporadica y, un dia, al final del verano, me maree en casa y me cai al suelo. Pense que seria agotamiento, que estaba bajo de defensas, algun virus. Mi madre siempre se empeno en que conservaramos aquel seguro medico que yo nunca usaba y que a ella no sirvio para salvarle. El caso es que esta vez decidi hacerme un chequeo completo. Al parecer, demasiado tarde. Finalmente, a mi tampoco me iba a servir. --Lo que me resulta extrano --continuo casi para si-- es que no tuviese ningun sintoma hasta el mareo de aquel dia. Salvo las jaquecas, claro. Bueno, tambien es cierto que no en todas las personas se manifiesta del mismo modo. La ciencia aun tiene mucho camino que recorrer en este sentido. --Justo el que yo no tengo --murmure. --?Perdon? --se guardo el boligrafo en el bolsillo superior de la bata y me miro como si no me hubiera visto antes. Respire hondo. --?Cuanto me queda, doctor? --pregunte intentando que no se me quebrase la voz. El medico, que tenia una cabeza enorme pero sana, apreto los labios y su boca se curvo hacia abajo. Igual que un preso que se niega a confesar algo. Se dejo caer en la silla como si fuese el el derrotado. Volvio a coger el boli y lo sostuvo agarrandolo por los extremos con dos dedos de cada mano. Me fije, otra vez, en su cabeza y luego mire la radiografia de mi craneo. --Bueno --balbuceo--, de todos modos, vamos a ir controlando la presion sobre el cerebro, de manera que podamos... --?Cuanto me queda? --repeti. Todos hemos oido historias de gente a la que le cae de pronto una enfermedad y se acabo. Pero siempre son los demas: ese al que una maceta le revienta la cabeza camino del trabajo, otro al que un camion le pasa por encima cuando corre por la calle escuchando musica por los auriculares del movil, o aquel al que lo fulmina un rayo mientras pasea ensimismado en sus cosas, quiza haciendo planes para el fin de semana. Eso nunca nos pasa a nosotros. --Bueno, es dificil precisar con exactitud, tenga en cuenta que... --?Cuanto? --insisti--. Si no es mucho, no quisiera desperdiciarlo aqui repitiendole la misma pregunta una y otra vez. El doctor se volvio a guardar el boligrafo en el bolsillo de la bata, como si le hubiera dolido mi falta de interes en sus explicaciones. O puede que lo que le molestase era no poder seguir haciendo de hombre del tiempo con la radiografia de mi craneo. --Yo diria que dos, tres, cuatro meses a lo sumo --arqueo las cejas para anadir--. Lo siento, lo siento de veras. Un par de frases que derrumban una vida entera. Asi estaban las cosas. Un sujeto con una bata blanca, una cabeza enorme y un boli en la mano, te senala unas manchas en una radiografia y empieza la cuenta atras. Tu vida se ha acabado. Tarde un momento en reaccionar, hasta pense que no sentia nada, que todo era muy extrano, que quiza no me importaba. Pasados unos segundos note un frio humedo deslizarse por la columna vertebral. Me estremeci. --?Se encuentra bien? <
>. Me agarre las manos con fuerza, como si eso pudiera sostenerme. --?Que me va a pasar a partir de ahora? --quise saber. El medico miro un momento hacia algun punto por encima de mi y recupero su tono monocorde. A veces las palabras son cuchillos afilados con ganas de cortar, de hacer sangre. --Es muy probable que la motricidad se vea afectada. Mas adelante podria tener dificultades para expresarse verbalmente, ademas de esto, la gestualidad puede verse comprometida, y, evidentemente, es mas que previsible que termine afectando tambien a las funciones cerebrales. Me mire las manos, tenia los dedos y los nudillos blancos. Afloje la presion. Baje la vista hasta la punta de los zapatos, me apoye sobre las rodillas, cogi aire como si fuera a echar a correr y me levante con cierta dificultad. Es curioso, pero de repente parecia que me habian caido treinta anos encima. Ese era el resultado que las palabras de aquel hombre habian tenido sobre mi. Como una maldicion de efectos inmediatos. Me sentia sin fuerzas, y me pregunte si no seria que mis musculos habian captado el mensaje y decidian rendirse sin presentar batalla. Si el horizonte era ya inalcanzable, ?para que seguir persiguiendolo? --De todos modos, le propongo iniciar un tratamiento cuanto antes --continuo--. Podemos probar con radio y quimio... --?Tratamiento? --pregunte cargado de agresividad--. ?Ese que no va a servir para salvarme? --solte un bufido y anadi--: Olvidelo. --Escuche, es normal su reaccion, pero creo que deberiamos empezar por... Cogi mi chaqueta, le di la espalda y sali de alli arrastrando los pies. Sin escucharle, sin despedirme y sin molestarme en cerrar la puerta. Me encamine por el pasillo esforzandome en respirar. Notaba plomo en los zapatos y arena en los pulmones. Me parecio que la chica de recepcion me miraba sabiendo que tenia delante a un condenado. Un hombre al que se le acababa el tiempo. Como el pobre diablo que espera su turno en el corredor de la muerte. Al entrar en el ascensor choque contra un individuo de unos treinta y pocos anos, e hice que se le cayera el movil. Ni siquiera me disculpe, le mire a los ojos y me parecio extranamente familiar; bajo la mirada y le vi agacharse para recuperar su telefono mientras se cerraban las puertas. El ascensor empezo a descender y yo notaba que en mi interior crecia algo que era mucho mas que un enfado. Tambien habia tristeza. Pero, sobre todo, me atrapo una rabia desconocida, irracional, salvaje. Una especie de odio incontrolado que no supe si iba dirigido hacia aquel medico, hacia el hombre contra el que habia chocado, hacia el mundo entero o, sencillamente, hacia mi mismo. No recuerdo el camino de vuelta a casa. Mis zapatos debieron decidir por mi. La rabia habia dejado paso a un profundo vacio en mi pecho, como si me hubiera atravesado una bala y por el agujero penetrase un viento helado. Cerre la puerta, deje las llaves sobre la repisa, me quite la chaqueta y encendi la radio, desde hacia tiempo mi habitual y unica compania. Marc Cohn cantaba para mi. Saints preserve us, We're all going down, Saints preserve us, Wherever we might fall [1] . Abri el mueble y cogi una botella de conac que estaba casi entera, y ni siquiera recordaba como ni cuando habia llegado alli. Supongo que era de alguna cesta navidena, de los viejos tiempos, cuando en la empresa nos hacian estos regalos para justificar los sueldos de mierda. Luego ya no les preocupo, todo el mundo pagaba una mierda similar. Se acabaron las cestas. Despues tambien se acabaria el empleo. El caso es que me tumbe en el sofa escuchando aquella cancion y, envuelto en una asfixiante tristeza, me bebi el maldito conac hasta perder el conocimiento. A la manana siguiente tenia una horrible resaca. Me dolia tanto la cabeza que pense que el tumor se habia acelerado y acabaria conmigo ese mismo dia. Tome las pastillas que utilizaba para las jaquecas, aunque sabia que no eran muy efectivas, y me invadio el panico. Me plantee ir al hospital y suplicar que me dieran algo que me hiciera dormir para siempre. Sentia terror ante la perspectiva de una larga agonia y sabia que seria mejor quitarme cuanto antes de en medio. Me arrastre hasta el bano, vomite y, entonces si, entonces la rabia, la pena y la autocompasion se apoderaron de mi en forma de un torbellino confuso, y me derrumbe por completo. Llore como no recordaba haberlo hecho nunca. Llore por saber que me estaba muriendo. Por mi madre, que habia fallecido hacia seis meses y a la que aun le debia esas lagrimas. Pero tambien por la vida vulgar que habia llevado, por ser un hombre pusilanime que no habia sido capaz de hacer realidad ninguno de sus suenos, ni tampoco encontrar nunca la felicidad. Llore por no haberme casado con Carmen, que tanto me quiso y a la que no supe corresponder y preferi dejar atras. Por los anos que perdi trabajando en un sucio almacen, creyendome seguro, hasta que me echaron para contratar a otro tipo mas joven cuyo sueldo era aun mas bajo que el mio. Por no haber conseguido materializar mi secreta ambicion: escribir una novela. Llore por no haber viajado mas, no haber leido mas, no haber reido mas, no haber follado mas. Y entonces, toque fondo y llore por Eva, claro, por no haberla mantenido a mi lado, por no haber podido olvidarla, por haberla buscado en todas las mujeres que conoci despues y, sobre todo, por lo patetico que resultaba que siguiese pensando en una chica con la que habia salido cuando tenia 17 anos. Asi era yo: cobarde y patetico. Y sobre todo, llore por eso -
El secreto de Amanda de Sarah Rusell
https://gigalibros.com/el-secreto-de-amanda.htmlEl dia amanecio gris y lluvioso pero, con independencia del tiempo que hiciera, mis mananas se habian tenido de color, desde hacia unas semanas. --Cristina, carino, un dia te dejas la cabeza se ve venir, !toma la mochila! --le dije, mientras corria tras ella. --Mama, yo lo llevo todo, no te preocupes --dijo el pequeno Pablo. --No tengo ninguna duda de eso, amor. Un beso y suerte con el examen --dije. --Hoy no vengo a comer, Amanda, recuerda que tengo reunion con los de la nueva campana. La cercania de las Navidades es la misma locura de todos los anos --me dijo Javier, mi marido, dandome un beso y saliendo por la puerta de modo precipitado. Por fin estaba sola y en 30 minutos llegaria el momento mas esperado del dia. Esa era el tiempo prudencial que Mario y yo habiamos establecido despues de que saliera Javier de casa, por si acaso algun olvido le hacia volver alguna de las mananas. Media hora despues de salir, ya estaria en el trabajo y era improbable que pudiese volver. Asi que, todas las mananas, justo a las 9:00, iniciaba mi sesion de Skype y Mario estaba esperandome al otro lado de la pantalla. Eso si, solo chat escrito... --Buenos dias, preciosa. ?Como has dormido hoy? --Mucho mejor pero te vuelvo a preguntar lo de todos los dias, ?por que crees que soy preciosa? --Lo intuyo, preciosa, lo intuyo. ?Sabes? Me gusta cerrar los ojos y ponerte cara. --Pero esa es la cara que tu me pones, no la real... --Pues algo me dice que debes ser todavia mas guapa... --Creo que me subestimas, yo no me veo... --Tu tienes la moral baja carino, no estas pasando por tu mejor momento, pero pronto vas a sacar la mejor version de ti misma...Una renovada que supere a la anterior, si es que eso es posible... --Vuelves a subestimarme, yo no creo merecer... --Tu eres una mujer de bandera y yo me voy a dejar la piel en que tomes conciencia de ello... --Eres muy bueno pero Mario...No te he contestado antes. Ya descanso mucho mejor y, desde que has aparecido en mi vida, los suenos se han normalizado, no he vuelto a tener pesadillas... Aquellas pesadillas a las que me referia eran el motivo de que, por primera vez en la vida, viera salir a mi familia por la manana, rumbo a cumplir con sus obligaciones, mientras yo me quedaba en casa. Soy policia nacional y, un incidente fortuito hizo que mi companero perdiera la vida justo a mi lado, hacia unos meses. Medite y llegue a la conclusion de que necesitaba un tiempo para mi por lo que, despues de consultarlo con la almohada y con Javier, decidi pedir una baja medica. Las primeras semanas no fueron faciles porque pronto me di cuenta de no estaba acostumbrada a la rutina del hogar, pero en el fondo sabia que debia darme un respiro y que era mejor asi. Y ahora, Mario habia aparecido en mi vida, via pantalla de Skype. Una invitacion inesperada, que resulto ser para alguien que se llamaba igual que yo y, una conversacion que se inicio de esa improvisada manera y que ninguno de los dos queriamos dar por finalizada. Desde entonces no habiamos dejado de hablar de lunes a viernes. Los fines de semana no nos era posible y esa era la razon de que hubiera comenzado a odiarlos. --Todavia alucino y lo sabes. No se como he podido contarte tantas cosas en tan poco tiempo y sin conocerte de absolutamente nada... --Porque estamos hechos el uno para el otro y tu tambien lo sabes... --Pero me siento culpable Mario... Javier no lo merece. Siempre ha sido muy bueno conmigo y todo se le hace poco para nosotros... Trabaja mucho, es solo... --Es solo que te ha descuidado, Amanda. Si no lo hubiera hecho, yo no tendria cabida en tu vida. Si me estas haciendo hueco en tu corazon es porque ya lo tenias medio vacio... --Lo hemos hablado antes, la rutina no es buena companera Mario... Y yo tampoco le puse las cosas faciles. Trabajaba mucho y me costaba desconectar. Y el lo mismo. Cuando llegaron los ninos pillabamos turnos contrarios para poder cuidarlos. Nos veiamos muy poco y siempre estabamos cansados... --?Y el sexo? --El sexo fue decayendo. Se fue esfumando por las grietas de la monotonia y, cuando quisimos darnos cuenta... --Entiendo, amor. No tienes que darme mas explicaciones. Y dime, ?en que momento sexual te encuentras ahora mismo? --Activando el modo "on" … Esta noche he sonado que lo haciamos y reconozco que me he despertado muy humeda y alterada... Es la primera vez en mucho tiempo que tengo unas ganas tremendas de... --?De que, Amanda? --de tener un asalto sexual de lo mas intenso, Mario. --?Y tengo yo algo que ver con eso? --Algo no, tienes todo bandido... Nunca hubiera imaginado un giro tan inesperado y emocionante para mi vida en tan pocos dias... Es mas, por fin vuelvo a sentirme fuerte y creo que no tardare mucho en volver a incorporarme al trabajo. --Eso me alegra y me pone a partes iguales, carino. --?Te pone? La parte de que te alegre la entiendo pero que te ponga... --?Tu que crees? Solo de imaginarte vestida de poli, con las esposas a la cintura dispara mis instintos mas salvajes... --Si no fueras tan estricto con las normas del juego, podrias verme ahora mismo. --Es una oferta muy tentadora pero hemos hecho un pacto y lo vamos a cumplir hasta el final. Si soy capaz de enamorarte hasta decidir comenzar una nueva vida juntos, tendremos un encuentro cara a cara. Si por alguna razon esto queda en agua de borrajas, preferire no haberte visto nunca en persona, mi nina. --Pero Mario, yo soy partidaria de que una no se puede enamorar sin haber visto a la otra persona. Creo que solo puedes enamorarte del conjunto, del interior, del exterior, de como huele y de como se mueve, asi como de todas y cada una de sus imperfecciones... --?Tu confias en mi, Amanda? --Sabes que si, Mario. --Pues entonces, date por enamorada... --?Y tu, piensas en mi por las noches? --?Tu que crees? Cuento las horas para hablar contigo... --Este rato de por la manana se nos va a hacer muy corto, se nos hace ya muy corto, mejor dicho... --Es complicado. Sabes que es lo unico que puedo sacar durante mi jornada laboral. Es el que paso solo en mi despacho antes de empezar la primera clase y luego, por la tarde, coincido con Elsa en casa, no es facil... --?Tu no te sientes culpable por ella, Mario? --Yo prefiero no pensar... --Cuentame alguna anecdota divertida como esa de ayer, por favor... --?De esas de cuando era un pieza de joven? Me quedan ya muy lejos, ?eh? Con el tiempo me reforme, cuando ya tuve novia y tal... Espero que no te asuste por nada de aquello, que tu eres la autoridad y pareces muy formalita... --Oye, que yo tampoco he sido la madre Teresa de Calcuta, !Tambien he hecho alguna que otra! ?Que te crees? --Una tuya por otra mia, venga... --?Cual es la trastada mas grande que has hecho en tu vida? --Me da corte contarlo, yo tambien tengo mis limitaciones... --Venga porfi, que sabes que me parto de risa con tus cosas... --Pues yo creo que la mas gorda que hice fue liarme con la madre de un amigo cuando tenia dieciocho anos. --?En serio? --Y tan en serio...A ver, que no fue premeditado pero que estaba de muy buen ver... no vayas a creer que me lie con un carcamal... --Cuenta mas, venga, !quiero detalles! --Seras morbosilla, !solo si luego me respondes a lo que te pregunte! --Trato hecho... --Pues nada, fue una tarde que mi amigo no estaba en su casa, !claro, faltaria mas! Llegue por equivocacion, teniamos que hacer un trabajo y el habia salido. Por lo visto tenia partido de futbol. Total que una cosa llevo a la otra y, en vez de hacer un trabajo, !pues nada que hice otro! --Tu eres un caso... --Era, era, !que ya estoy reformado! --?Cuanto de reformado? --Pues lo suficiente para solo tenerte en mi mente a ti. Me ha dado muy fuerte y no puedo ni quiero evitarlo. Deseo que todo fluya... --Yo no puedo prometerte nada Mario, esto me excita y me asusta a partes iguales. Reconozco que me esta viniendo fenomenal porque, en el peor de los casos, me estas ayudando mucho y, en el mejor, puedo ganar al hombre de mi vida pero, ?y tu? --?Cuantas veces tengo que decirte que no te preocupes por mi, Amanda? Conozco el riesgo. Esto es un juego fascinante, pero que no deja de ser peligroso. En cualquier caso, si me quemo, es cosa mia... --No digas eso, Mario. Me afecta. --?Te afecta? Me gusta escucharlo... --Si y es mas... --?Es mas...? --Te diria que me duele, pensar que pueda hacerte dano es una idea que no soporto... --Supongo que he de tomarlo como un cumplido y no imaginas lo que me ilusiona pero no sufras, amor... --?Te he dicho ya lo que me gusta escuchar ese "amor"? --No, no me lo has dicho, pero estas a tiempo, soy todo oidos. Y, por cierto, aprovecho para decirte que tambien me encantan los mimos. --Lo se. Me cuesta mas. Lo siento. No quiero que me tomes por una mujer fria. Es solo que la situacion me descoloca. Eso si, ?me crees si te digo que no hay hora en el dia en la que no piense en ti?--?Me crees si te digo que no hay palabras que puedan entusiasmarme mas que esas? Y por cierto, bonita sonrisa. --?Como? --Un escalofrio me recorrio el cuerpo. Mario, ?me has visto? --Ya quisiera yo, Amanda. No te he visto, pero me lo acabas de confirmar. Es lo que buscaba. Creo firmemente en eso de que "quien bien te quiere, te hara reir" ... --Entonces debes quererme mucho porque contigo me parto... --Por cierto, todavia no me has contado lo que llevas puesto hoy... --?Y quien te dice que llevo puesto algo? --guauuuuu...solo de pensarlo, !ardo! ?En serio? Haz los honores, please... --Digamos que llevo puesto uno de esos minusculos tangas negros de los que me dijiste que te pierden y, !un complemento mas! !A ver si lo aciertas! --?Un balconette a juego? --No... --?Un corse? --Va a ser que tampoco... --?Un liguero?… --Frio, frio... --Unas medias de esas de red que... --Mas frio, todavia... --Ok, ok... --Vuelvo a subir, pues... --!Cielos! Uno de esas gargantillas tan seductoras... --Caliente, caliente... --No sabes cuanto...Sueltalo ya, anda...Me estoy poniendo a tope... --Llevo una pequena corbata finita, de esas negras femeninas… Con el nudo ligeramente desabrochado y el resto cayendo sobre mis senos desnudos... --Ponte en el filo de la silla, por favor... --Ummm, chico travieso... --Acercate a la pantalla...Puedo sentirte Amanda, es como si percibiera tu olor, notara tu presencia... ?Que sonaste? Cuentame al detalle... --Pues sone que estaba tendida boca arriba en una cama con sabanas de saten blanco, totalmente desnuda, con un antifaz negro en los ojos. Tu llegabas y comenzabas a desvestirte lentamente. Cuando le toco el turno a tu cinturon, escuche la forma en la que se deslizaba por tus presillas y... --Creo que tengo un caballo al galope en el pecho, cielo. ?Sabes eso de que hace mucho tiempo que tienes dormidas ciertas sensaciones y de repente...? --Se, se... --Sigue, por favor, no nos queda mucho tiempo... --Pues que note que pasabas la correa entre mis munecas y, me atabas a los barrotes del cabecero... --?Te gusto? --Me erizo de arriba abajo, Mario... --?Y? --Tan pronto te acercaste y comenzaste a besarme, senti que me derretia... Mientras lo hacias bajaste tu mano y notaste mi extrema humedad...Tus dedos se deslizaban hacia el interior y ahogaste mis gemidos con mas besos. Llevaste mis manos hacia tu miembro y, lo erecto que estaba me encendio todavia mas... --Sigue por favor... --Al contacto con el y mientras seguias tocandome, note un intensisimo orgasmo y....me desperte con la certeza de que, pese a ser un sueno, el orgasmo habia sido real...Ademas, creeme que tuve que disimular. Tengo la sospecha de que mis gemidos nocturnos han sido tan reales como el orgasmo, !y se han escuchado! --Jaja, no puedo creerlo. No hago mas que meterte en lios... --No digas eso y, de ser asi, !vivan los lios! No soy la misma desde que has aparecido... --Amor, mucho me temo que tengo que comenzar a trabajar. --Ok, Mario. Manana mas y mejor. Te deseo un buen dia. --Y yo a ti otro, tan precioso como tu... Mi sensacion al dar por finalizada la llamada era la misma todas las mananas. Me sentia vacia. Aun no llegaba a entender como, alguien que habia aparecido hacia tan poco tiempo, podia llenarme tanto. !Menos mal que tenia trabajo para dar y regalar en casa y eso me mantendria distraida! Habia proyectado que ese dia terminaria de sacar toda la ropa de invierno de los armarios de los ninos, seleccionaria, veria a que prendas tenia que "darle el pasaporte" y haria un listado con lo que necesitaba cada uno de ellos para ir de compras. Cristina era la mayor, tenia diez anos y era un autentico torbellino, con una personalidad arrolladora. El pequenin Pablo, de siete, era mucho mas formal y tranquilo y en aquellos momentos exhibia una divertidisima mella. En cuanto a mi, habia cumplido los treinta y cinco y sentia que tenia todavia mucho camino por recorrer. Otra cosa es, de la mano de quien lo hiciera... La labor de los armarios empezo a agotarme. Eran las doce de la manana. Faltaban veintiuna horas para volver a hablar con Mario. Sonrei pensando en las casualidades de la vida. Aquel nombre me habia gustado de siempre, tanto que llegue a dudar en si llamar asi a mi hijo, aunque finalmente peso el gusto de Javier por Pablo, en honor a su escritor favorito, Pablo Coelho. Alli, con la ropa de los ninos en la mano, volvi a tomar conciencia de que el tiempo pasaba demasiado deprisa. ?Seria capaz de abandonar todo lo que hasta ahora habia sido mi mundo y salir de eso que llaman "la zona de confort"? Evidentemente tal decision no implicaba dejar a los ninos pero sabia que Javier lucharia por una custodia compartida. Los adoraba. El temor empezo a apoderarse de mi. Necesitaba un cafe. Y una llamada de telefono. --!Hola, Paty! ?Puedes hablar? Paty era mi mejor amiga desde que nos conocimos, con seis anos y estudiamos juntas hasta que yo ingrese en la Academia de Policia y ella en la Escuela de Enfermeria. Me conocia a la perfeccion, igual que yo a ella y, si de algo podiamos presumir, es de que entre nosotras no habia secretos. --Puedo, puedo. Te dije que estaria saliente de guardia pero ya sabes que soy incapaz de descansar cuando llego a casa. Ya me echare despues del almuerzo. Contesta, ?ha aparecido ya Don Juan? Aunque a juzgar por lo animado de tu voz no tengo ninguna duda... --Si, si, claro. Estuvimos hablando a la hora acordada, como cada dia... --?Y?… --Y cada vez mas enganchada. No tiene nada que ver con los primeros dias, que mas que una cita virtual, parecia una terapia. Ahora es... !saltan chispas! --No hace falta que lo jures. Puedo percibirlo en tu voz Mandy (asi es como me llamaba carinosamente), ?sabes que te estas metiendo en la boca del lobo, verdad? Que yo soy quien para decir nada, !menudo referente! Pero tu estas hecha de otra pasta... --?De que pasta, Paty? --Bueno, digamos (y sin ofender) que en tu vida personal lo mas emocionante que has hecho ha sido ganar una partida de parchis... --!Yo tambien te quiero, jodida! Me vas a deprimir... --No es eso, pero piensa que tu vida es muy convencional. En el fondo siempre te he admirado por eso. La has ido disenando, como si se tratara de encajar las piezas de un puzle y, ahora que... --Sigue por favor. Me conoces mejor que yo misma, jaja... --Pues que ahora que las tienes todas encajadas, estas cogiendo carrerilla para darle una patada. Y me asombra, eso seria mas propio de mi... --?Y si te dijera que en ese perfecto puzle la pieza que me falto por incluir fue el oxigeno? Me estoy ahogando Paty, necesito aire fresco y Mario...Bueno el no es como una bocanada de aire frio, es mas bien como todo un vendaval y, de hecho, si termino apostando por el, arrasara con todo lo que ha sido mi vida hasta ahora... --?Y estas preparada para eso? --?En serio me lo preguntas? Sabes que no tengo ni idea. Solo se que... --?Que sabes, Mandy? --Que me hace sentir viva y hacia mucho, mucho tiempo que no me sentia asi. --?Y entonces? Bueno, entonces esta Javier, al que quiero mucho, pero a quien miro ya con otros ojos y luego estan los ninos que... --Y luego esta que tienes miedo y te estas escondiendo detras de todos los que te rodean, Mandy. Por el amor de Dios, mirate, eres una policia condecorada, te has visto en jaranas en las que los demas nos hubieramos ido por la patilla y ahora... --Pero esto es distinto, Paty. Sabes que la cuestion de los sentimientos no es mi fuerte y con Javier lo tuve siempre todo muy facil. Lo estudio para que, cuando quisiera darme cuenta ya estuvieramos saliendo, me pidio casarnos como quien no quiere la cosa... Eramos un equipo... Realmente no se lo que paso. El caso es que ya lo veo como historia... --Pues te digo yo lo que paso, Mandy. Es muy sencillo: que cuando la rutina entro por la puerta, el amor salto por la ventana. Te lo adverti, a los treinta pareciais una pareja de cincuenta, !Solo os falto un viajecito del INSERSO! Y ahora Mario ha venido a recordarte que estas viva y tu, quieres recuperar el tiempo perdido... Nos despedimos con la promesa de pasarle "el parte del dia" a la manana siguiente. Volvi a mis cosas mientras puse a Dani Martin de fondo con su "Que bonita la vida" y, a la par que canturreaba, solo pensaba en una cosa: cada minuto que pasaba quedaba menos para volver a hablar con mi misterioso Mario.
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El coral y las aguas de Juan Eduardo Zuniga
https://gigalibros.com/el-coral-y-las-aguas.htmlJuan Eduardo Zuniga (Madrid, 1919) es un escritor fundamental en la literatura espanola de los siglos XX y XXI. Vinculado a la narrativa social de la generacion del medio siglo, opto por un simbolismo a la vez realista y magico para renovar el lenguaje de la novela y el cuento. En este volumen recogemos las dos novelas que ha publicado: “Inutiles totales” (1951) y “El coral y las aguas” (1962), en las que ya anticipa su personalidad literaria. En 2003 obtuvo el premio de la Critica y en 2016 el Premio Nacional de las Letras Espanolas.
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Romper con la rutina de Sabina Rogado
https://gigalibros.com/romper-con-la-rutina.html?Que sucede cuando decides ROMPER CON LA RUTINA de siete anos y coges un camino diferente para llegar a tu puesto de trabajo?
Asi empieza la historia de Patrick, un hombre metodico y organizado que vera como su vida se vuelve del reves.
Un atropello…
Una casualidad entre un millon…
La idea descabellada de actuar como un buen samaritano…
Y la persecucion, a contrarreloj, con una mujer que esconde un sorprendente enigma…
Accion, pasion, intriga, sorpresas y amor te estan esperando.
?Te atreves a ROMPER CON LA RUTINA? -
Construye tu destino de Wayne W. Dyer
https://gigalibros.com/construye-tu-destino.htmlEste libro te brinda nueve principios espirituales para lograr todo aquello a lo que aspiras.
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El Ano del Frio de Jane Kelder
https://gigalibros.com/el-ano-del-frio.htmlHay ofensas que congelan el alma.
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Amenazada de Raul Garbantes
https://gigalibros.com/amenazada.html -
En lo mas oscuro de mi de O. M. Courtly
https://gigalibros.com/en-lo-mas-oscuro-de-mi.htmlDespertar y encontrar que tu mundo ha cambiado; la vida que conocias ha dejado de existir.
?Que serias capaz de hacer para reponer la realidad? Por lograr lo que tanto suenas y no herir a nadie en el trayecto.
Deberas sacar lo mas oscuro de ti.
Un misterio por resolver, un secreto por revelar, una mision que cumplir. -
La mafia que nos une (La mafia 1) de Anny Peterson
https://gigalibros.com/la-mafia-que-nos-une-la-mafia-1.html -
Quien mato a Laura Coves de Pablo Poveda
https://gigalibros.com/quien-mato-a-laura-coves.htmlQuinientos metros mas y habria terminado su entrenamiento diario. La manana comenzaba a ser calurosa en la ciudad de Alicante. El sol repicaba en la playa del Postiguet a medida que se acercaba el mediodia y la abundante masa de turistas transitaba en sendas direcciones por el paseo. El sudor empapaba su pecho, notaba la humedad en los brazos y la boca reseca tras una hora sin pausa. Correr le ayudaba a sentirse mejor, a silenciar la mente, aunque no era una aficionada a los deportes. No le gustaba el yoga, ni la meditacion. Lo habia probado todo y aquello era lo unico que le funcionaba. Marta Agullo se movia rapido, a un ritmo que superaba el de la mayoria de los corredores que encontraba por el camino. Para ella era lo habitual. Las pruebas de acceso al Cuerpo no le habian resultado complicadas. Atraveso el paseo de la playa, acompanada por el ritmo machacon de la musica electronica que salia por sus auriculares y continuo por el bulevar del puerto. A la altura del cruce que llevaba a la Explanada, vislumbro un grupo de extranjeros que esperaban a que el semaforo cambiara de color. Todo sucedio en cuestion de segundos. De pronto, sus sentidos se agudizaron y vio como la mano de un carterista accedia al bolso de una mujer de cabello rubio. La turista no noto su presencia hasta que sintio el tiron en su cuerpo. El grito de la victima provoco la confusion. 1 a en la playa del as transitaba en ca tras una hora aficionada a los ello era lo unico s corredores que rpo no le habian sica electronica a del cruce que que el semaforo edia al bolso de El circulo del paso de cebra se deshizo y los transeuntes que cruzaban desde el otro lado formaron una masa heterogenea. Agullo no lo penso dos veces. Cuando el ladron pego el primer tiron, echo a correr por el paseo maritimo, en direccion a la antigua lonja de pescado. Su padre siempre le decia que un agente no descansaba, incluso cuando no estaba de servicio. Agullo salio disparada tras el ladron, aumentando la velocidad y tambien el ritmo cardiaco. La fatiga se hacia presente en su cuerpo. Empezaba a sentir la deshidratacion despues de una hora corriendo. Ignoro las senales de su organismo y se concentro en el objetivo. El delincuente era un varon delgado, de baja estatura, moreno y con el pelo rizado. Por su apariencia, ella penso que no pasaria los veinticinco anos y tambien que no tardaria en agotarse. Poco a poco, recortaba la distancia con el, pero aun estaba lejos de alcanzarlo. El ladron giro el rumbo, bordeando el Club de Regatas y adentrandose en la peatonal que llevaba al centro comercial Panoramis. Ella debia apresurarse. Si el sujeto entraba en los grandes almacenes, lo perderia de vista. Cuando el muchacho parecia dirigirse hacia la puerta principal, un grupo de jovenes le obstruyeron el paso y le obligaron a cambiar de direccion. Agullo apreto los punos, lleno los pulmones doloridos por la carrera y aumento el ritmo, a pesar del cansancio. Cada zancada era mas larga y tambien mas sufrida, pero lo tenia acorralado. La muchedumbre de la entrada, que parecia formar parte de una visita guiada, entorpecia el camino de la agente. --!Policia! !Apartense! --grito a viva voz. Las palabras disuadieron a los viandantes, que abrieron un pasillo. La presencia de ambos llamo la atencion de los guardias de seguridad del recinto. El chico corrio hacia un espigon y entendio que no habia salida. Ella rebajo la velocidad y vio su expresion de impotencia. Era joven y el bolso valia lo suficiente para detenerlo. Los ojos del ladron buscaban una salida. --!Alto, Policia! --exclamo ella, acercandose a el. No iba armada, ni estaba de servicio, y penso que lo mas probable era que el delincuente si tuviera con que defenderse--. !No puedes huir! !Entregate y no lo compliques mas! Era la primera vez que se enfrentaba a una situacion como esa. En comisaria le habian advertido de las consecuencias, pero ella se dejo llevar por el instinto y ahora comenzaba a arrepentirse por ello. Debia ser precavida, penso. El muchacho no respondio, quiza porque no entendia el idioma, o porque seguia buscando una escapatoria. Agullo se acerco unos metros mas, pero el no parecia tenerle miedo. Cada vez estaba mas cerca del limite que separaba el muelle del agua. --!Entregate! El la miraba desafiante y nervioso. Con una mano sujetaba el bolso que habia robado y con la otra se preparaba para golpear. --No seas tonto, dame el bolso y entregate. Los pies del chico estaban cerca del borde de la superficie. Ella estudio su lenguaje fisico y entendio que, si avanzaba un centimetro, no dudaria en sde el otro lado n direccion a la aba de servicio. ritmo cardiaco. despues de una o rizado. Por su aria en agotarse. la peatonal que a en los grandes o de jovenes le punos, lleno los ada zancada era da, entorpecia el encia de ambos a de servicio, y e--. !No puedes ar por el instinto eguia buscando no dudaria en golpearla. Sin embargo, en su cabeza tambien existia una segunda posibilidad, sin que saliera herida. Con cada respiracion, el muchacho se recuperaba de la carrera que habia efectuado. --!Por ultima vez, dame el maldito bolso! No te lo voy a repetir. El mozo sonrio y saco una navaja del bolsillo. Abrio la hoja y la levanto para que ella la viera. La agente sintio un escalofrio que la puso en alerta. La situacion se complicaba, penso, pero no iba a permitir que se escapara. Calculo rapido y tomo una decision. Cuando el caco extendio el brazo para disuadirla, Agullo lo esquivo y despues fingio abalanzarse sobre el. El chico no espero el contraataque y retrocedio, olvidando que estaba tan cerca del agua. Un fallo, un error que le saldria mas caro que el bolso. Perdio el equilibrio, cambio de expresion y movio los brazos con torpeza. Agullo se acerco, le arrebato el objeto de las manos y lo dejo caer al muelle. El ladron se sumergio en las densas aguas del Club de Regatas, banadas en combustibles y aceites. La agente echo un vistazo al objeto y calculo que valdria mas de mil euros. <
>. Los guardias de seguridad se acercaron a ella para socorrerla. --A mi, no, !a el! --explico, mientras el chico intentaba nadar hacia la salida. A lo lejos, la victima del robo y su marido se acercaban a las puertas del centro comercial. --!Llamen a la Policia para que lo detengan! --ordeno y se giro para senalar a la propietaria del Louis Vuitton--. Esto pertenece a aquella mujer. --Pero usted es policia --dijo el guardia jurado, desconcertado por la situacion. Agullo lo miro, sudando a borbotones, y suspiro. --?Por que hoy nadie me escucha cuando hablo? golpearla. Sin embargo, en su cabeza tambien existia una segunda posibilidad, sin que saliera herida. Con cada respiracion, el muchacho se recuperaba de la carrera que habia efectuado. --!Por ultima vez, dame el maldito bolso! No te lo voy a repetir. El mozo sonrio y saco una navaja del bolsillo. Abrio la hoja y la levanto para que ella la viera. La agente sintio un escalofrio que la puso en alerta. La situacion se complicaba, penso, pero no iba a permitir que se escapara. Calculo rapido y tomo una decision. Cuando el caco extendio el brazo para disuadirla, Agullo lo esquivo y despues fingio abalanzarse sobre el. El chico no espero el contraataque y retrocedio, olvidando que estaba tan cerca del agua. Un fallo, un error que le saldria mas caro que el bolso. Perdio el equilibrio, cambio de expresion y movio los brazos con torpeza. Agullo se acerco, le arrebato el objeto de las manos y lo dejo caer al muelle. El ladron se sumergio en las densas aguas del Club de Regatas, banadas en combustibles y aceites. La agente echo un vistazo al objeto y calculo que valdria mas de mil euros. < >. Los guardias de seguridad se acercaron a ella para socorrerla. --A mi, no, !a el! --explico, mientras el chico intentaba nadar hacia la salida. A lo lejos, la victima del robo y su marido se acercaban a las puertas del centro comercial. --!Llamen a la Policia para que lo detengan! --ordeno y se giro para senalar a la propietaria del Louis Vuitton--. Esto pertenece a aquella mujer. --Pero usted es policia --dijo el guardia jurado, desconcertado por la situacion. Agullo lo miro, sudando a borbotones, y suspiro. --?Por que hoy nadie me escucha cuando hablo? Viernes, 7 de agosto de 2008. Sant Vicent del Raspeig, Alicante. Su padre no aguanto lo suficiente para cumplir su ultima voluntad. La vida no siempre era justa y en su caso se lo llevo antes de hora. Ante la presencia del agente inmobiliario, Marta Agullo dio un ultimo vistazo a la modesta casa familiar de Sant Vicent del Raspeig, una vivienda de dos plantas con patio interior en la que se habia criado. Entre esas paredes se quedarian todos sus recuerdos, los momentos de una infancia atipica pero feliz. Sin embargo, penso que lo mejor que podia hacer, dado que no tenia mas familia cercana, era ponerla en venta y deshacerse de ella. Ahora ya no existia ningun motivo para estar alli. --Aqui tiene --dijo y le entrego las llaves al agente, quitandose una gran carga emocional de encima--. Es toda suya. El hombre llevaba un traje de color plateado y el cabello tieso por la gomina. --Estupendo. Le preparare una copia del contrato, con todo el papeleo. --Por supuesto, no hay ninguna prisa. --No la hay para usted, claro --respondio con un tono jocoso. Ella no reacciono. El hombre rio nervioso, cruzo los brazos y miro al salon--. Esta casa se vendera sola. Ya lo creo. < >. Marta Agullo abandono la propiedad con un casco de motocicleta en el codo y la esperanza de regresar para firmar la venta. Se despidio del agente y camino hacia su Vespa Primavera de color azul celeste para regresar a Alicante. La calma de las calles del pueblo le recordaba a su ninez, a su padre y a las tardes que habia pasado sola entre libros, mientras el se encargaba de cazar a los malos, como solia decirle. Ella tambien se convirtio en policia, una decision que nunca le gusto al padre, pero que termino aceptando con orgullo. Por desgracia, el inspector Agullo habia fallecido dos anos antes a causa de un infarto. Una muerte rapida, subita como la que provoca un balazo en el centro del corazon. Una despedida dulce, o quiza entretenida, frente a la pantalla de la television mientras veia una serie espanola. Un suceso tragico, triste, pero esperado por su hija. 2 zo a la modesta nterior en la que infancia atipica nia mas familia ga emocional de ono. El hombre o y la esperanza pa Primavera de ardes que habia padre, pero que un infarto. Una Una despedida serie espanola. Tenia depresion, aunque nunca asistio a un medico. El conac y el tabaco lo acompanaron durante diez anos, despues de que un cancer se llevara a su esposa. La ultima voluntad del padre era la de poder presenciar algun dia, como su hija se convertia en inspectora del Cuerpo Nacional de Policia. Marta le prometio que asi seria, pero solo si cortaba con sus vicios. Ella cumplio con su parte del trato. Las pruebas eran duras, pero ella era inteligente y tenia buena forma fisica. Estudio, oposito y consiguio el ascenso. El no lo vio. No aguanto lo suficiente. Por suerte, tampoco para escuchar como la vida de su hija se habia convertido en un infierno tras el ascenso. Habia pasado casi un ano desde su incorporacion a la Comisaria Provincial, casi dos desde la marcha de su padre. Algunas cosas habian mejorado, como su punteria. En la galeria de tiro de Javea era una habitual. Disparar en frio no era un problema. Sin embargo, otras, seguian igual que el primer dia. El cuerpo se le paralizaba cada vez que la idea de apuntar a una persona asomaba en su cabeza. El porque de esa reaccion seguia siendo el mismo que la habia llevado a empunar una pistola. Una noche primaveral de sabado, de camino a una discoteca junto a una amiga, la atracaron en plena calle. Sintio impotencia, miedo y rabia por tener que entregar sus pertenencias bajo coaccion. Uno de los maleantes se insinuo, rozando su rostro con la hoja de la navaja. Las piernas le temblaron tanto, que estuvo a punto de perder el equilibrio. La Policia llego tarde y los cacos desaparecieron. Paso dos noches sin dormir, aterrada por la cara de esos hombres y preguntandose cuantas mujeres tendrian que sufrir sus ataques hasta que los detuvieran. Ni el consuelo de su padre ni las palabras de los policias la calmaron. Pensaba que no solo era injusto, sino que nadie debia pasar por aquello. Y entonces descubrio que hacer con su vida. Cuando abrio la taquilla de los vestuarios, vio que alguien se habia molestado en dejarle una nota de papel con un recordatorio escrito en rotulador rojo: < >. Ese era su seudonimo. Un molesto juego de palabras. < >, se repetia recordando a su padre, cada vez que le gastaban una broma. Tomo la nota, miro a su alrededor en busca de complices, la arrugo en una bola de papel y la lanzo a una papelera. o acompanaron hija se convertia eligente y tenia o en un infierno asi dos desde la asomaba en su nar una pistola. ga, la atracaron tandose cuantas e su padre ni las adie debia pasar o en dejarle una recordando a su ola de papel y la < >. Esa era la leccion que le habia ensenado su padre a lo largo de la vida. < >. Un consejo que llego tarde y tal vez seria util para el, un lobo de vieja escuela, pero no para ella. La Comisaria Provincial de Alicante habia pasado de ser un lugar de trabajo ameno y tranquilo, a convertirse en una fortaleza hostil en su dia a dia. Una subida de sueldo tambien implicaba un aumento de responsabilidades, de criticas y de zancadillas que evitar. A muchos de sus companeros, sobre todo los que estaban por encima de ella, todavia les costaba aceptar la posicion que habia adquirido. No les sentaba nada bien que Agullo se saltara la cola del ascenso con un examen. Se licencio en Derecho por exigencias familiares. La madre queria un titulo para su hija y los abogados estaban bien considerados y ganaban un buen salario. El padre pensaba que una carrera como aquella la ayudaria a tener orden y solvencia en el futuro, pero Marta no estaba de acuerdo con esa forma de ver la vida. Con los anos, su padre tuvo razon. En lugar de discutir, Agullo entendio que podria salir con titulo antes de tiempo, y los cinco anos de carrera se convirtieron en cuatro, debido a su capacidad para memorizar los extensos y aburridos temarios por los que nunca mostro interes. Despues ingreso en la Academia de Avila. Media un metro sesenta y cinco, cumplia con las exigencias de altura y tambien se manejaba por el ingles, gracias a una relacion amorosa que habia tenido anos atras con un chico irlandes afincado en Alicante. Debido a su pasion por el deporte desde nina, destaco en las pruebas fisicas con unos tiempos envidiables. Marta Agullo iba a encaminada a ser una agente ejemplar. Era obediente, metodica, agil y resolutiva, cualidades que no tardaron en levantar ampollas entre el resto de personal. Pasaron algunos anos, gano experiencia y comprendio como funcionaba aquello. Sabia que podia dar mas de si y aspiraba a convertirse en una de esas mujeres duras y sin miedo que veia en la comisaria durante los turnos de noche. Pero optar a inspectora no era sencillo: ni por el camino viejo, ni por el alternativo. Las oposiciones para acceder a la Escala Ejecutiva eran duras y exigentes. Y ella no era una conformista. Dejo las pertenencias en la taquilla y salio al exterior del edificio para tomar un cafe antes de comenzar la jornada laboral. Algunos dias sabia cuando entraba, pero no cuando saldria. Esa manana tuvo una extrana sensacion al respecto. Cruzo la calle y entro en la cafeteria que habia frente a la comisaria, un bar espanol como los de siempre, con su barra alargada de zinc, la pata de jamon en un extremo, la vitrina cargada de ensaladilla rusa, boquerones, magra frita con tomate y una television en lo alto. Uno de esos bares que huele a cafe torrefacto, a bocadillo de calamares y a anis. Un lugar en el que la vida se detiene mientras se esta en el. Pero la suya no se detuvo. Mas bien, la siguio recordando el calvario que sufria. Al entrar, encontro a varios companeros desayunando en la barra. Su presencia no paso respeto de los la, pero no para abajo ameno y sueldo tambien ella, todavia les Agullo se saltara ara su hija y los que una carrera taba de acuerdo mpo, y los cinco r los extensos y ien se manejaba n chico irlandes s pruebas fisicas vantar ampollas uello. Sabia que iedo que veia en un cafe antes de ndo saldria. Esa spanol como los trina cargada de o. Uno de esos el que la vida se esencia no paso desapercibida. --!Buenos dias! --dijo, con el semblante serio. Un hombre y una mujer la miraron, le devolvieron el saludo y se desplazaron al otro extremo de la barra. La inspectora pidio media tostada con tomate rallado y aceite y un cafe cortado. Podia sentir los ojos punzantes. La miraban como los buitres, desde la distancia. <>, se dijo, asumiendo que la unica manera de rehacer su vida seria pidiendo un traslado. Y no lo descartaba. Era lo unico que podia salvarla en el futuro de una baja psicologica. Vender la casa de su padre habia sido el primer paso. Mientras esperaba al desayuno, alzo la vista y puso atencion a la television para distraerse. < >. Elche, penso, la eterna ciudad vecina que existia en un mundo aparte y a la que habia visitado dos veces en su vida. El resto eran comentarios y prejuicios del colectivo popular. <>, se pregunto, observando la pantalla. < >, se dijo. < >, penso y se rio. Dio un bocado a la tostada y se limpio el aceite de la barbilla. Las palmeras, las fiestas y los fuegos artificiales aparecian en la pantalla. Se volteo a mirar a los otros policias. ?Hasta cuando duraria aquello?, se cuestiono. ?Realmente merecia la pena todo lo que habia sacrificado por llegar hasta alli? < >. desapercibida. --!Buenos dias! --dijo, con el semblante serio. Un hombre y una mujer la miraron, le devolvieron el saludo y se desplazaron al otro extremo de la barra. La inspectora pidio media tostada con tomate rallado y aceite y un cafe cortado. Podia sentir los ojos punzantes. La miraban como los buitres, desde la distancia. <>, se dijo, asumiendo que la unica manera de rehacer su vida seria pidiendo un traslado. Y no lo descartaba. Era lo unico que podia salvarla en el futuro de una baja psicologica. Vender la casa de su padre habia sido el primer paso. Mientras esperaba al desayuno, alzo la vista y puso atencion a la television para distraerse. < >. Elche, penso, la eterna ciudad vecina que existia en un mundo aparte y a la que habia visitado dos veces en su vida. El resto eran comentarios y prejuicios del colectivo popular. <>, se pregunto, observando la pantalla. < >, se dijo. < >, penso y se rio. Dio un bocado a la tostada y se limpio el aceite de la barbilla. Las palmeras, las fiestas y los fuegos artificiales aparecian en la pantalla. Se volteo a mirar a los otros policias. ?Hasta cuando duraria aquello?, se cuestiono. ?Realmente merecia la pena todo lo que habia sacrificado por llegar hasta alli? < >. -
Hijas del castillo Deverill de Santa Montefiore
https://gigalibros.com/hijas-del-castillo-deverill.htmlOtros referentes podrian ser Diana Gabaldon o Florencia Bonelli.
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Quien invento el dulce de leche de Leonardo Castagnino
https://gigalibros.com/quien-invento-el-dulce-de-leche.htmlDistintas comunidades se adjudican ser los inventores del dulce de leche. La cuestion no esta dilucidada, y al respecto presentan los mas variados argumentos, pruebas y razonamientos. Muchos argentinos adjudican la paternidad del invento a su propio pais, incluyendo distintas epocas y circunstancias. Tambien lo hacen otros, como uruguayos, chilenos, peruanos etc. aunque con distinta denominacion que "dulce de leche" pero con la misma composicion basica: leche y azucar cocinada, con algun ingrediente adicional. Otros en cambio dicen que el famoso dulce fue traido por los espanoles, que a su vez heredaron de los moros que ocuparon la peninsula durante siglos. Algunos incluso remontan su origen a la cocina persa, rica y variada en dulces y golosinas. Pero el origen no esta aun determinado fehacientemente. En el "Foro" trascripto, se dan opiniones de distintos participantes o "foristas", que a modo de "debate historico", mezclando la historia verdadera con la ficcion picarezca, tratan de dilucidar el misterio, tal vez sin conseguirlo. Cualquier parecido con la verdadera historia es pura coincidencia, o no. ?QUIEN INVENTO EL DULCE DE LECHE? (Debate historico) ————————- Autor Mensaje: HT Ingresado: Enero 09, 2012, 0:57 Titulo del ingreso: ?Quien invento del "dulceleche"? Hay pruebas fehacientes de que los argentinos han inventado, entre otras cosas, la birome, el colectivo, las huellas dactiloscopicas, el truco, "la mano de Dios", el tango, el lampazo, etc. Pero ?quien invento el "dulceleche"? Muchos atribuyen el invento del "dulceleche" a los argentinos. Sin embargo esta teoria es cuestionada por nuestros hermanos orientales, tal vez basandose en teorias y escritos de ciertos historiadores que indicarian que el "dulceleche" se invento en la Banda Oriental, mas precisamente durante el sitio de Montevideo por parte de la Confederacion. Segun parece, los montevideanos acosados por el hambre del sitio, habrian recurrido a la leche que a duras penas le mandaba Fructuoso Rivera, procedente de las vacas que les birlaba a los "macacos brasileros" (como el los apodaba) de Rio Grande do Sul. Esta leche, que era introducida subrepticiamente a Montevideo por la flota francesa, era mezclada con azucar que les contrabandeaba Urquiza desde el litoral, y cocida con algunos restos de empalizadas y hasta con bosta de la caballeria sitiada. Algunos afirman haber descubierto, en excavaciones realizadas en fechas recientes, restos de las vasijas, ollas y cucharas de madera que se usaron para dichos menesteres. Inclusive algunos atribuyen el invento a la frondosa imaginacion de ciertos unitarios emigrados en Montevideo, como Florencio Varela, Valentin Alsina o Rivera Indarte, en cuyo caso la autoria del invento deberia ser compartida por las dos nacionalidades. Esta hipotesis oriental se contradice con la tesis que atribuye el invento del "dulceleche" en forma exclusiva a los argentinos. Afirman algunos que, aunque sin patentar, el invento fue realizado en la Confederacion durante la epoca de Rosas, porque al parecer, en excavaciones realizadas en cercanias de la estancia Del Pino, partido de La Matanza, y que perteneciera al Restaurador, se encontraron algunos envases de ceramica, vidrio, buche de avestruz o panza de burro, que al parecer trajo de regreso Rosas despues de la campana del desierto. La teoria tiene cierta logica si pensamos que los gauchos de la Campana a los Desiertos del Sud de 1833, galoparon hasta la isla de Choele Choel, ida y vuelta, y seguramente debieron llevar, ademas de vacas para el consumo de la tropa, algun postre para endulzar las tardes o las noches junto a los fogones, siendo que en aquella epoca, mas alla del Salado no habia ninguna pulperia donde abastecerse. Ciertos estudiosos de la historia afirman que el "dulceleche" se invento en ocasion del encuentro de Rosas y Lavalle en Canuelas, cuando el unitario llego al campamento de Rosas. Como se sabe, Juan Manuel lo encontro durmiendo la siesta en su propia cama y gentilmente espero a que Lavalle despertara para cebarle unos mates. Algunos historiadores sostienen que Rosas tomaba mate de leche, y en esa ocasion una china encargada de prepararle mates al Restaurador, alborotada con los personajes presentes, dejo la leche en el fuego y alli se cocino el primer "dulceleche". Sin embargo esto no resiste un analisis serio; hay un cumulo de detalles que niegan o al menos ponen en duda el episodio, a saber: * Por las memorias de Mansilla se sabe que a Rosas le gustaba el mate amargo y el arroz con leche. Sin embargo Mansilla no hace referencia a que su tio tomara mate de leche o mate dulce. Segun el relato que Mansilla hace en sus memorias sobre la visita a su tio el Restaurador en la residencia de San Benito de Palermo, en esa ocasion, por compromiso de no despreciar a su tio Juan Manuel, se comio siete platos de arroz con leche que lo dejaron pipon. Pero Mansilla en sus memorias no hace ninguna referencia a que el arroz fuera con dulceleche. * Tampoco se puede soslayar el relato que hace el profesor de piano de Manuelita cuando en Palermo, por no despreciar los mates que le ofrecia el Restaurador, se vio obligado a tomar veinticinco mates seguidos, recibiendo luego un peso por cada mate que pudo tomar, en pago por las clases de piano a su hija Manuelita. Pero a pesar de estos y otros testimonios, en ningun documento publico o privado se encuentra referencia a que Rosas tomara mate de leche, y menos con azucar. * Aun suponiendo que el Restaurador tomase mate de leche y prefiriese que le cebasen el mate ya con el azucar puesto, es poco probable que el senor de la pampa lo prefiriese tan dulce. * Cualquiera que alguna vez en su vida haya hecho "dulceleche" sabra que si no se revuelve continuamente, este se pega al fondo de la olla y queda como "pa'tirarlo". No parece razonable que la china olvidadiza y alborotada por semejante ocasion se haya puesto a revolver la olla constantemente. * Como se sabe, para hacer "dulceleche" se requieren al menos dos o tres litros de leche y un kilo de azucar, y no es razonable que se ponga en el fuego tanta leche por unos mates. En esa epoca la leche no era muy abundante en estos pagos, ya que las vacas pampas eran bastante ariscas y pudorosas, y no se dejaban tocar ciertas partes con la facilidad que lo hacen las vacas holandesas, moralmente mas liberales. Queda abierto entonces este debate historico, y esperamos que los senores foristas hagan los aportes serios necesarios para dilucidar el origen de este trascendental invento: el "dulceleche". Saludos. HT. ————————- Yemo Ingresado: Enero 09, 2012, 1:22 Me parecen razonables las dudas planteadas por HT respecto a que el "dulceleche" se haya desarrollado a partir de una china olvidadiza en ocasion de la entrevista de Rosas con Lavalle. Aun considerando cierto el improbable hecho de que Rosas fuera aficionado al mate de leche dulce, este no lleva ciertos ingredientes que si lleva un buen dulceleche que se precie de tal. Como sabemos, para hacer un buen dulce de leche, ademas de litro y medio de leche y medio kilogramo de azucar, se necesita vainilla y una pizca de bicarbonato de sodio, lo que no seria probable que la china usara para prepararle los mates al Restaurador. Por otra parte, la preparacion y coccion del dulce de leche requiere cierta tecnica, mucha dedicacion y atencion, que no puede ser fruto de la casualidad ni de la distraccion de una china. Vemos los pasos a seguir para preparar un buen dulce de leche son: * Se pone la leche, con la vainilla abierta, sobre fuego medio. Lo ideal o tradicional seria en una paila de cobre. Se mezcla ocasionalmente con cuchara de madera. * Cuando hierve se echa el azucar con el bicarbonato. Se revuelve mas seguido. * La mezcla se reduce notablemente y toma un lindo color casi canela. Despues de alrededor de una hora y media se comienza a espesar. El movimiento de la superficie es distinto y se siente el perfume de la leche como caramelizada. En este punto hay que estar mas atentos y girar continuamente. * Cuando comenzamos a ver el fondo de la olla, esta casi listo. El punto dependera de la consistencia deseada. Se puede ver retirando un poco en un platito frio.
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Elijo el Arcoiris de Lucy Chibimundo
https://gigalibros.com/elijo-el-arcoiris.htmlNo me di cuenta. Ocurrio todo tan despacio que, hasta que me encontre dentro, no me di cuenta de donde estaba. Inicie mi paseo por la playa, saboreando la brisa, con el sol apoyado sobre mis hombros y la suavidad de la arena caliente bajo mis pies. Segun avanzaba, esta se iba convirtiendo poco a poco en arenilla. De forma apenas perceptible en un principio, de vez en cuando una concha partida aparece y te pica. Las pequenas piedras me aranaban los talones, pero segui caminando. En algun momento, la arenilla desaparecio. Cada vez habia menos de esta y mas piedras, pero ya me habia acostumbrado al tacto. Segui avanzando, como siempre he hecho. Las piedras se volvieron cada vez mas grandes. Casi fue un alivio, porque molestaban al andar, pero no me rasgunaban. Ahora necesitaba algo mas de equilibrio al continuar; por suerte, siempre he sido buena en buscarlo. Primero, era facil: reposicionar un pie, retroceder un pequeno paso. No me habia dado cuenta, pero se hacia de noche y el sol se estaba poniendo. Entonces, empezo a refrescar, un alivio en la caminata, que cada vez se me antojaba mas dura. Parecia que la playa, en vez de plana, fuera cuesta arriba. Tenia que esforzarme para mantener el equilibrio sobre las piedras. Me costaba avanzar. Sudaba del esfuerzo, pero segui caminando. Apenas veia bien mis pasos, el sol se habia ocultado por completo y solo me quedaba la luna. El frio, al contacto con el sudor, me hacia temblar. El paseo habia dejado de ser agradable. Quiza ya no se podia llamar asi a eso de trepar entre las rocas. Pero continue adelante. Entonces, descubri que no lograria avanzar mas. Habia una gran pared delante de mi. Habia entrado en una cueva. Me gire y vi la entrada, reluciendo con la luz de la luna. Quise dar un paso hacia ella para salir, pero mis pies estaban atrapados entre las rocas. Entonces, comprendi que era tarde. Quiero crear recuerdos contigo Llevo mucho tiempo dandole vueltas. Quiero ser mama y vivir la experiencia de criar a una pequena personita, jugar con ella, hacer manualidades... y disfrutar de la infancia desde un punto de vista adulto. Pienso en mi ninez y me divido entre una tristeza nostalgica y una felicidad intensa. Tengo muchos recuerdos de mi infancia, algunos muy buenos y otros no tanto. En la mayoria, esta mi hermana, por supuesto; ella forma una gran parte de mi vida y constituye una piedra angular para mi maternidad. Cuando echo la vista atras, puedo recordar incluso la emocion exacta en muchas de esas ocasiones. Me encantaria traspasartelas. Quiero regalarte ese tipo de momentos, en los que tu corazon late rapido y, al respirar, notas como el aire llena tus pulmones. Parece que no te cabe mas en el pecho y vas a estallar de anticipacion. Sonries de oreja a oreja y te duelen los mofletes, porque llevas mucho rato con esa misma cara de ilusion. Te ries, te ries y te sigues riendo, como si alguien te estuviera haciendo cosquillas sin parar. Entonces, expulsas todo el aire que tenias dentro, te quedas sin aliento y notas el vacio interior. Pero es uno bueno, de esos que estas deseando llenar con el siguiente segundo de vida. Se que crearemos la mayoria de nuestros grandes momentos con la rutina del dia a dia. Los momentos especiales para realizar actividades unicas no lo serian si fueran costumbre. El dia a dia tiene una magia distinta, un sabor pausado, como la comida de puchero. Conservo recuerdos rutinarios muy buenos de mi infancia y espero repetir contigo esas pequenas cosas magicas que mis padres hacian conmigo. Quiero arroparte, igual que mi madre me arropaba a mi, sobre todo, en invierno. Me daba las buenas noches y me tapaba tan fuerte que parecia que no iba a poder moverme hasta el amanecer. Remetia las sabanas o el nordico por ambos lados para que estuviera bien apretadita y no me entrara el frio por ningun lado. Luego, me regalaba un beso en la frente y su calor se quedaba conmigo toda la noche. Su amor se grababa en mi piel hasta el dia siguiente, como si fuera un hechizo que ahuyentara los malos suenos. Recuerdo que esa tecnica adquirio incluso un nombre: <
>, por la forma de envolver. La rutina de cada noche se ha convertido en un gran recuerdo, sin necesidad de realizar nada grandioso ni especial. Solo el carino y el amor de una madre que te arropa, te desea las buenas noches y te besa para despedirse hasta el siguiente dia. Y aun asi, en mi mente me transporto a esa nina y me reconforta. Tambien estan las costumbres menos habituales, las de los fines de semana. Por una temporada, nos dio por cocinar pizza casera desde cero. La masa era muy divertida de preparar y nos podiamos pasar un buen rato con ella. Supongo que entretener forma una parte muy importante de ser madre. Luego, habia que elegir lo que ibamos a poner encima. Siempre escogiamos un monton de ingredientes diferentes, los picabamos todos y, al colocarlos sobre la masa, cada semana, descubriamos lo mismo. Nos habiamos pasado de cantidad. Quedaba una pizza de casi dos dedos de grosor; una vez horneada, costaba comerla. Pero nos daba igual, aunque tuvieramos que abrir la boca como si fueramos anacondas para poder meterle un mordisco. Creo que cocinar es una fuente de union familiar muy importante, al menos asi lo percibo en mis recuerdos. Para mi, implica mas que preparar la comida que, de hecho, no se me da especialmente bien. Significa crear, mancharse, disfrutar, reir... Al final, te comes esa creacion, la limpias o acaba en la basura... Pero los momentos al crearla van a quedarse por siempre grabados en la memoria, a pesar de lo que ocurra con ella. Espero que a ti te guste estar con las manos en la masa en la cocina. Para mi ya lo eres todo Acaricio mi barriga incipiente con suavidad, como si pudieras notarlo a traves de la piel, y con miedo a despertarte, por si estuvieras durmiendo, y perturbar tu sueno. Se que estas ahi porque me lo han dicho los medicos. He visto fotos en blanco y negro de un puntito blanco. Tambien he escuchado una especie de galope de caballo extrano, que sale de tu interior. Es tu latido. Aun no tienes un corazon formado y parece que corras hacia la vida. Suspiro y miro por la ventana. Hace frio y los cristales se han empanado. La ciudad se ha envuelto en la lentitud del invierno. Parece que ocurriera al reves que contigo. Yo me he cubierto con una mantita, porque estoy helada. Desde que te tengo dentro de mi, parece que absorbieras todo mi calor para reunir energia y crecer. Duermo mas que antes y estoy mas cansada, asi que diria que te estas llevando mi vigor. Crece con salud. Crece y vive. Una pequena lagrima se me escapa y se despena por mi mejilla. Aun no eres nada y, para mi, ya significas todo. No posees manos ni pies, ni siquiera pareces una persona. Me da absolutamente igual. Solo quiero constituir un buen lugar para que crezcas. Espero mantenerte con seguridad dentro de mi durante las proximas semanas. Tu solo crece, poco a poco, a tu ritmo. Me inundan tanto miedo y tanta ilusion. Quiero gritar a los cuatro vientos que estas dentro de mi, que por fin lo hemos conseguido y has decidido venir a ayudarnos a crear una familia. Pero debo tener cuidado, porque eres muy fragil y no hay nada seguro. En la vida, nada es seguro nunca. Me costo aprenderlo de la peor de las maneras: perdiendo a alguien que pense que estaria por siempre a mi lado, que me acompanaria mientras envejeciamos juntas, quien lloraria conmigo a nuestros padres cuando se fueran: mi hermana, tu tia. Ella se fue demasiado pronto. Por eso, tu debes quedarte conmigo, por favor. Crece con salud. Crece y vive. Sigo acariciando mi barriga con suavidad. No se en que lugar de ella estas descansando ahora mismo, asi que la recorro por todas partes. Quiero pensar que el amor que siento por ti te llega de alguna manera, te hace mas fuerte y te ayuda a crecer. Quiza notas que estoy triste a la vez que te mando todo este amor. Se trata de la tristeza que acompana al miedo. Miedo por tu fragilidad, a pesar de que tu latido suene raudo y fuerte. Es tan pequeno (aun mas que tu) que necesitamos el ecografo para poder oirlo. Tu eres tan grande que llenas mis pensamientos constantemente. No paro de pensar que estoy embarazada. Se asemeja a una cancion que suena siempre, mientras hago las cosas normales: cuando me ducho, cuando voy al trabajo, mientras tecleo en el ordenador… No tiene palabras y, en realidad, tampoco ningun sonido particular. Es un sentimiento que se mueve por todo mi cuerpo; lo recorre desde ti, pasando por mi corazon, hasta mi cabeza, como si me estuvieras enviando algun tipo de mensaje que no puedo entender. Quizas esa es tu forma de decirme de vuelta que me quieres, aunque deberias esperar a salir y verme. No se que tal madre sere. Crece con salud. Crece y vive para comprobar en que tipo de madre me convertire. Me limpio la lagrima solitaria con el dorso de la mano y me pregunto cuando confirmare que soy madre. ?Ahora que estas dentro de mi, cuando ya parezcas una mini persona, cuando capte tus patadas, cuando se me note la barriga, cuando salgas, cuando te tenga en brazos? No se en cual de todos esos momentos me habre transformado en madre. Albergo la sensacion de serlo ya; a pesar de que tu parezcas un puntito, para mi lo eres todo. -
Flor de arrabal de Carmen Santos
https://gigalibros.com/flor-de-arrabal.htmlMi madre solia jactarse de que asome la cabeza a la vida el 1 de enero de 1900, mientras las campanas del Pilar tanian con entusiasmo desde su torre. Me pusieron Florencia, Adoracion, Juliana y Silvestra. Unida la retahila a los apellidos Lacasa Gracia, al parroco que me bautizo se le debio de quedar la boca seca como el esparto. En el barrio me llamaban Florica, Flori o Flor, sin mas. Entre los recuerdos de mi infancia destaca el hambre que me mordia las tripas con la sana de un perro resabiado. Dice el refran que el hambre es lista. Yo creo que solo es cruel y nos empuja a hacer lo que jamas se nos ocurriria con el estomago lleno. Por las noches, los ruidos de mi barriga vacia competian con los resoplidos que daban mis cinco hermanos entre sus suenos inquietos y algun ronquido que otro. Dormiamos los seis en un cuarto no mayor que el vestidor donde ahora guardo los recuerdos de mis anos de aplausos, flores y champan. Los chicos se repartian en tres camastros. Jorge disponia de uno para el solo por ser el mayor. A mi me correspondia un colchon de lana humeda, encajado en la pared bajo el ventanuco que daba al patio trasero. Viviamos en una minuscula planta baja del Arrabal. Nuestro cubil era parte de una casucha agobiada por la humedad del Ebro, convertida por el dueno en viviendas infimas donde nos hacinabamos varias familias. A primeros de mes, don Roque recorria el barrio para cobrar sus alquileres. Hiciera frio o calor, siempre llevaba un traje prieto, a punto de reventar por la contundencia de su cuerpo de maton. Bajo la levita asomaba un chaleco, de cuyo bolsillo derecho colgaba la leontina de un fastuoso reloj que fingia consultar con cualquier pretexto. Los bolsillos tambien le servian para introducir los pulgares y tamborilear sobre la tela con los demas dedos, a la vez que separaba los codos del cuerpo para resultar mas amenazante. Como si no infundiera bastante miedo verle contar el dinero en mitad de nuestra parca y oscura cocina, sabiendo que, en cuanto se marchara, padre intentaria ahogar en vino su resentimiento con la perra vida que tantos zarpazos le habia dado, incluido el de haberle endosado una prole hambrienta que se comia los pocos reales que entraban en casa. Pero los rencores y las penas se crecen con el alcohol. El desafio concluia con padre asomado a una botella vacia y zurrando al primero que se cruzara en su camino. Su modo de ganar el sustento de la familia era alquilarse para descargar las mercancias de los comerciantes que abrian sus puestos en el imponente Mercado Central, construido sobre el terreno donde antes se expandian los tenderetes entoldados del mercado de Lanuza. De madrugada, cruzaba el rio a pie por el Puente de Piedra y caminaba un trecho a lo largo de la ribera, bordeando la basilica del Pilar hasta el mercado. Pasar a la otra orilla en la barcaza le habria ahorrado la caminata, pero era demasiado caro para sus bolsillos famelicos. En cuanto entraba en casa, sabiamos si habia trabajado para los carniceros porque llevaba la ropa sembrada de manchas parduzcas y la cocina se llenaba de olor a sangre y sudor. Si padre veia poco movimiento en el mercado, volvia a la margen izquierda y probaba suerte con los viajeros que bajaban del tren en la estacion del Norte. Durante la construccion de los edificios de la Exposicion Hispanofrancesa, que se inauguro en 1908, compagino sus actividades de mozo con las de albanil ocasional. Eso nos regalo un tiempo de tregua, pues acababa tan cansado que no le quedaban fuerzas para beber ni pegarnos. Cuando estaba de buenas nos contaba, con incongruente orgullo, como iba tomando forma el edificio palaciego donde ahora esta la Escuela de Artes y Oficios, en cuya obra trabajaba acarreando ladrillos. Por las noches, apenas oiamos chirriar los vetustos muelles de la cama donde el y madre se dedicaban a <
>, segun definia el bruto de Jorge el trajin de nuestros progenitores. De aquella famosa exposicion solo vimos la multitud de palomas que soltaron para inaugurarla una manana de primavera y que oscurecieron el cielo del Arrabal hasta que se perdieron en la lejania. Nuestra madre se consumio entre embarazos, partos malogrados, crianzas, los lavaderos donde hacia la colada para senoras ricas de la calle Alfonso y los cuartos de plancha en los que, segun me contaba, habrian cabido nuestro cubil y el de la familia vecina. Recuerdo su mono de canas precoces, el cuerpo dilatado cual saco viejo y los moratones que los golpes de padre le marcaban en la piel. Su rostro se ha convertido con los anos en una imagen desvaida que me cuesta evocar. El rio atravesaba la ciudad tan cerca del barrio que moldeaba nuestras vidas. Al no obligarnos nadie a ir a la escuela, los ninos del Arrabal escapabamos a jugar a la arboleda de Macanaz, a orillas del Ebro. Desde el otro lado nos vigilaba la basilica del Pilar. Jorge se llevaba a Amador, el hermano que le seguia en edad, a fumar y hacer fechorias en las callejas del Arrabal. A mi me tocaba cuidar de Tino, Ruben y Perico, mis hermanos pequenos. Perico era el benjamin. Tenia tres anos y apenas levantaba un palmo del suelo. Ruben, de cinco, era algo mas robusto, tambien mas tranquilo. Agustin, de seis y medio, justo un ano menor que yo, al que llamabamos Tino o Tinico, se entretenia observando a escarabajos, hormigas, ratones y todo bicho que se moviera cerca de el. Cuando la niebla cabalgaba sobre el rio en invierno y desdibujaba los contornos de la basilica, sus dos torres asomaban espigadas entre los jirones vaporosos y yo imaginaba que pertenecian a un castillo lleno de muebles hermosos, vestidos nuevos y comida en abundancia. En lo mas torrido del verano, los ninos nos arrancabamos las ropas mil veces zurcidas y chapoteabamos en panos menores sin alejarnos de la orilla. Ninguno de nosotros sabia nadar. Mientras nos secabamos al sol como lagartijas, los mayores contemplabamos la basilica del Pilar, solemne mas alla de la presurosa franja de agua, y sonabamos con cruzar algun dia el Puente de Piedra hacia el mundo de los ricos. Aquella magia se apagaba cuando a Montse, la hija pequena del zapatero remendon, la zarandeaba el diablo. Su hermano Andres nunca se asustaba como los demas al verla convulsionarse. Sacaba un palo del bolsillo, se lo encajaba entre los dientes, la alzaba en brazos y se la llevaba a casa. Andres tenia solo un ano mas que yo. Una tarde de verano, me susurro al oido que algun dia se casaria conmigo y nos iriamos a vivir a la otra orilla. Yo le di un bofeton que le marco los dedos en la mejilla. -
La novia del vikingo de Esmeralda Lynn
https://gigalibros.com/la-novia-del-vikingo.html-Para mi no es ningun logro obligarte a nada – dijo, y adelanto su cara hasta que sus labios estaban casi rozando los mios -Te fo****e cuando tu lo desees, y esa sera mi verdadera victoria. Hacer que una princesita hermosa como tu desee a un vikingo salvaje como yo.