• El jardin de las mariposas de Dot Hutchison

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    Cerca de una aislada mansion existe un jardin donde se cultivan delicadas flores y en el, abrigada por frondosos arboles, habita una exquisita y peculiar coleccion de mariposas que es resguardada por el Jardinero, un hombre que desconoce los limites de su obsesion por preservar la belleza.
    Maya es una sobreviviente del jardin y ahora tendra que narrar a los agentes del FBI los horrores que vivio mientras permanecia en cautiverio junto con otras chicas que ni siquiera habian alcanzado la mayoria de edad. En su memoria viven las peores pesadillas. En su espalda, como en las de todas las jovenes mariposas, un tatuaje le recordara por siempre un crimen imperdonable.

  • Las lunas de Jupiter de Alice Munro

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    Una coleccion de relatos de la autora que actualmente esta considerada la maestra mundial en el genero.

  • Que fue de los Mulvaney de Joyce Carol Oates

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    Una de las mayores novelas de la gran escritora americana, <> (Elena Hevia, El Periodico de Catalunya).

  • Quien se atreve, gana 1 de Yunnuen Gonzalez

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    Caleb “Eagle” McGregor es un soldado del SAS que ha estado mas tiempo detras de las lineas enemigas en el extranjero, que en casa.
    Tras los atentados del 2005 en Londres, ha protegido a la reina y a su patria. Se convirtio en el arma bien entrenada para mantener al enemigo lejos de Inglaterra.
    A pesar de haber visto los horrores de la guerra, ha logrado conservar su humanidad. Hasta que un evento en combate lo obliga a regresar a Londres, con miedo a enfrentar la verdad que ha tratado de silenciar.
    Los errores, la vida mundana y su abismo interno lo llevan a la mujer que da muestras de ser su salvacion desde el primer dia. Pero la felicidad no esta en el contrato de un soldado de fuerzas especiales, y tendra que decidir que es lo mejor para el y su carrera militar: el amor o la lealtad a la corona.

  • Por que los ricos se vuelven mas ricos de Robert T. Kiyosaki

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    Hace mucho tiempo los ahorradores eran ganadores.
    Hace mucho tiempo el ahorrador podia ahorrar y enriquecerse.

  • El Codigo de Willyam Thums

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    ?Alguna vez te has preguntado que hay detras de cada click que haces en internet? ?Que si los datos de tu vida online fueran usados para cambiar tu propio futuro?Asi como el internet da forma a una nueva era, tres corporaciones se vuelven las gobernantes de un mundo virtual llamado Etherea. El senor Davis, directivo de Apollo Corporations, tiene que luchar contra dos enemigos sin precedentes que buscan la supremacia del universo. Mientras la historia espera que escojas un bando, el mundo fisico presencia la carrera espacial entre Estados Unidos y China.

  • El escondite de Grisha de Ismael Martinez Biurrun

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    Dos veces huerfano con apenas diez anos, Grisha ha aprendido a protegerse por si solo y a esconder sus secretos. Todas las tardes se refugia en la biblioteca y escribe con los ojos cerrados lo que parece el diario de otro nino que vive a miles de kilometros y a quien no conoce. ?Quien es el otro Grisha? ?Es posible robar la vida de otra persona? Olmo no es un bibliotecario como los demas. Incapaz de poner nombre a sus propios sentimientos, huye de un pasado siniestro y busca consuelo en los brazos de la mujer policia que siguio su rastro. Cree que por fin ha puesto orden en su vida, hasta que se tropieza con Grisha. Olmo no contaba con volver a verse reflejado en los ojos de un nino malherido. Con atravesar un infierno ajeno para regresar al suyo. Este es el relato del insolito encuentro de Grisha y Olmo, del asesinato que cometieron juntos y del viaje que emprendieron en busca de respuestas y de redencion. Con el talento que la critica le ha reconocido para la combinacion de generos desde el thriller policial al fantastico, Ismael Martinez Biurrun ha construido un relato sobrecogedor, a un tiempo hermoso y terrible.

  • El misterio de Ardlamont de Daniel Smith

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  • Todo lo que se sobre el amor de Dolly Alderton

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    Tan salvajemente divertido y conmovedor como la vida de cualquier veinteanero que crece navegando entre desenganos amorosos y relaciones desastrosas.
    La periodista Dolly Alderton se propuso dar cuenta de sus locos veinte anos en este divertido libro trufado de amores y desamores, relaciones intensas por Messenger que fracasan en el cara a cara, trabajos precarios y amigos que siempre estan ahi. Un novio que acaba saliendo del armario, borracheras que te llevan a cruzar el pais en taxis que no puedes pagar, chicos sin redes sociales que se creen Sartre., escenas todas ellas de nuestra lucha por entender que el amor mas intenso e importante es el que sentimos por nuestros amigos y nosotros mismos.

  • Una Flor en el Oeste de Sandra Bree

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    Jessica Sconner esta indignada porque su familia le ha concertado una boda con un hombre al que no conoce. Por eso, cuando conoce la noticia de que Edward, el hermano de su amiga Lara Hamilton, ha sido asesinado en Cheyenne, decide alejarse de todo y viajar con ella para descubrir que ha pasado.
    El mestizo Craven Logan, mas conocido como Alce Gris, es un hombre enigmatico y peligroso cuya vida nunca ha sido facil. Cuando Jessica se entera de que es el encargado del caso, se niega a aceptarlo, pero hay algo en el que la impresiona y atrae demasiado.
    Por su parte, Craven jamas hubiera imaginado que una joven distinguida despertaria en el tal torbellino de emociones. Por el bien de la investigacion, Jessica y Logan deciden trabajar juntos, pero no cuentan con que la pasion se desate y se vean en medio de una relacion prohibida y peligrosa a la que seran incapaces de resistirse.

  • Juegos prohibidos 4 de Emma M. Green

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    Mama dice que esta mal hace eso. Esta pohibido. ?Ustedes si tienen delecho? Un aire glacial se expande en la habitacion de Tristan. Sin embrago, mis mejillas estan escarlata. Mi corazon se detiene un segundo. Dos. Tres. La voz aguda pasa una y otra vez por mi mente en ebullicion. Tengo la garganta seca, mis manos tiemblan, los escenarios chocan en mi cabeza. Tristan y yo acabamos de ser sorprendidos con las manos en la masa y nuestro ultimo beso podria arruinarlo todo si ninguno de los dos reacciona rapidamente. Me seco las lagrimas y le lanzo una mirada de desesperacion a Tristan, quien se levanto de un salto. A juzgar por su actitud aturdida, el no parece controlar la situacion mejor que yo. - Los besos en la boca estan pohibidos. El pequeno nos observa a uno y despues al otro, cada vez mas intensamente. Totalmente aterrada pero decidida a salir de esta, me obligo a sonreir y le tiendo la mano. - Ven a sentarte conmigo. El nino duda un segundo, luego toma su peluche y logra subir a la cama despues de dos intentos. Sintiendo la mirada de Tristan sobre mi, me volteo y le lanzo senales de angustia para que encuentre una excusa valida. Lograr manipular a un nino de 3 anos no deberia ser tan complicado. Sobre todo cuando este admira tanto a su hermano mayor y confia ciegamente en el… Solo que ahora se trata de Harrison, un pequeno nino con problemas, que parece un bebe, pero que ya sabe suficiente sobre el mundo de los adultos… Y solo que se trata de Tristan, un chico tan apegado a sus principios y a su hermano que esta dudando: ?enganarlo o explicarle la verdad? - ?Puedes guardar un secreto, Harry? le pregunta de pronto su hermano. La voz de Tristan es relajada, casi jovial. Suspiro, dandome cuenta de que ha retomado su aplomo. Tristan avanza hacia nosotros y se arrodilla para estar a la altura de su hermano. Uno de sus grandes hombros roza mi pierna. De paso, me lanza una sonrisa tierna, de complicidad, que me calienta por dentro. No es momento para ponerme a dibujar corazones rosas. En verdad no es el momento. En respuesta a esta pregunta, el nino asiente pero abraza su cocodrilo con mas fuerza, como si la perspectiva de enterarse de la verdad lo angustiara un poco. Mi corazon se rompe un poco mas frente a ese nino que ha crecido demasiado rapido. - Liv y yo estabamos ensayando una obra de teatro, le explica Tristan. Solo era para entrenar, nada mas. ?Comprendes? - ?Entonces no se van a casal? - ?Casarme? ?Con Sawyer? !Antes muerto! Sus ojos brillantes se pierden por un instante en los mios, luego Tristan suelta un grunido de diversion y se voltea para despeinar a su hermano. Respondo con una sonrisa en los labios: - ?Casarme con eso? !Tendria que estar drogada! !No, lobotomizada! - ?Que es dlogal? El hermano mayor estalla de risa y atrae al pequeno a sus brazos. Contrario a lo que temia, Harry no parece bloquearse con nuestro beso. La voz ronca de Tristan atraviesa de nuevo el aire: - Entonces, ?este sera nuestro secreto? ?De los tres? El nino hace una sena para decir que si. - ?No le diras a nadie? Es muy importante, Harry, insiste Tristan. - !Alfled quiele hacel teatlo! exclama el pequeno dandole una beso a su peluche en el hocico. Como un rayo, este se escapa de los musculosos brazos y pasa a otra cosa, corriendo hacia su habitacion para ir a hojear algun libro – demasiado complicado para el. Tristan y yo estamos nuevamente solos, frente a frente, mirandonos a los ojos. Yo suspiro. El se muerde el labio. - Todo esto pudo haber terminado mal, murmura. !Odio mentirle! - Harry lo tomo bien. Supo bien como reaccionar. Para nuestro bien… - Si. De hecho, bravo por tu elocuencia, sonrie burlon. - !Sin mi, seguirias observando la pared como si hubieras visto un fantasma! - Sin ti, no estaria en estos problemas… Su tono no tiene nada de agresivo, al contrario. Mientras se levanta, el se pasa la mano por la nuca y no deja de verme, como si esperara una respuesta de mi parte. La cual no tarda en atravesar mis labios. - Es mas fuerte que yo, Tristan. - Mas fuerte que nosotros. - ?Entonces que hacemos? - Vamos a pelearnos, a provocarnos, a fingir que nos odiamos, como siempre lo hemos hecho. Y asi evitaremos dar un espectaculo, como lo hicimos esta noche… - ?Que te hace creer que voy a fingir, Quinn? sonrio estudiandolo. Su sonrisa se amplia, se ve demasiado apuesto cuando se burla suavemente y luego me responde, mas insolente que nunca: - Nunca me has odiado, Sawyer. Siempre has sentido una inmensa admiracion por mi… Y una atraccion incontrolable. - !Ah, es cierto! !Olvidaba tus problemas psicologicos! !Es hora de tus pastillas rojas y blancas! - Si tan solo sirvieran para poner orden en mi mente… - ?Tu mente esta en desorden por mi culpa? - ?De quien mas? Le lanzo mi bloc de notas que se encuentra por alli, pero no le atino. Tristan esta pasando ya por la puerta avisandole a Harry que va para alla para construirle un castillo. A lo lejos, escucho al pequeno gritar de emocion y ordenarle que se ponga una corona, como el. El rey de los idiotas. Eso me lo confirma. *** El incidente del beso sucedio hace poco mas de una semana y, hasta ahora, Harry ha cumplido con su palabra. Nadie en la villa esta al corriente. Tristan no ha cambiado con su pequeno protegido, sigue pasando la misma cantidad de tiempo ocupandose de el. Por mi parte, evito encontrarme sola con ellos, temiendo que el tema tabu regrese. Tal vez Harry haya pasado a otra cosa, pero no lo ha olvidado. Lo conozco lo suficiente para saberlo.

  • El arte de no desesperar cuando no estas esperando de Belle Boggs

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    En El arte de no desesperar cuando no estas esperando, Boggs desmenuza con destreza su tiempo de espera en una extensa contemplacion de la fertilidad, las elecciones y los multiples caminos que puedes tomar para construir tu vida y formar una familia. Y narra, con gran empatia, historias complicadas de parejas que deciden adoptar, o consideraron la reproduccion asistida o los vientres de alquiler, frente a otras historias de hombres y mujeres que escogen tener una vida sin hijos.
    Esta brillante y personal exploracion narra de forma elocuente las diferentes facetas de la fertilidad a traves de ejemplos de ambitos muy diversos, como el reino animal, la literatura, el cine, la medicina, la ciencia o la cultura popular. Belle Boggs ha recibido el elogio de la critica (<>, The New York Times) con este ensayo cuyo origen fue un articulo de la autora en la revista Orion que tuvo una increible repercusion y se publico en otros medios como Harper’s Bazaar.

  • Los chicos malos apuestan, las chicas listas ganan de Cristina Prada

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    Me llamo Daniela y soy una chica normal y corriente. Tengo amigas de las buenas y un novio, Hernan. Hernan tiene una exmujer, Andrea, y Andrea tiene un novio, Rico Leon. Y Rico Leon no es un chico corriente. Es guapo, con un culito pollo de escandalo y una innata capacidad para estar mezquinamente atractivo sin esforzarse. Categoria de Rico Leon en los libros: chico malo.

  • El camino de Miguel Delibes

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    LAS cosas podian haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron asi. Daniel, el Mochuelo, desde el fondo de sus once anos, lamentaba el curso de los acontecimientos, aunque lo acatara como una realidad inevitable y fatal. Despues de todo, que su padre aspirara a hacer de el algo mas que un quesero era un hecho que honraba a su padre. Pero por lo que a el afectaba... Su padre entendia que esto era progresar; Daniel, el Mochuelo, no lo sabia exactamente. El que el estudiase el Bachillerato en la ciudad podia ser, a la larga, efectivamente, un progreso. Ramon, el hijo del boticario, estudiaba ya para abogado en la ciudad, y cuando les visitaba, durante las vacaciones, venia empingorotado como un pavo real y les miraba a todos por encima del hombro; incluso al salir de misa los domingos y fiestas de guardar, se permitia corregir las palabras que don Jose, el cura, que era un gran santo, pronunciara desde el pulpito. Si esto era progresar, el marcharse a la ciudad a iniciar el Bachillerato, constituia, sin duda, la base de este progreso. Pero a Daniel, el Mochuelo, le bullian muchas dudas en la cabeza a este respecto. El creia saber cuanto puede saber un hombre. Leia de corrido, escribia para entenderse y conocia y sabia aplicar las cuatro reglas. Bien mirado, pocas cosas mas cabian en un cerebro normalmente desarrollado. No obstante, en la ciudad, los estudios de Bachillerato constaban, segun decian, de siete anos y, despues, los estudios superiores, en la Universidad, de otros tantos anos, por lo menos. ?Podria existir algo en el mundo cuyo conocimiento exigiera catorce anos de esfuerzo, tres mas de los que ahora contaba Daniel? Seguramente, en la ciudad se pierde mucho el tiempo --pensaba el Mochuelo-- y, a fin de cuentas, habra quien, al cabo de catorce anos de estudio, no acierte a distinguir un rendajo de un jilguero o una boniga de un cagajon. La vida era asi de rara, absurda y caprichosa. El caso era trabajar y afanarse en las cosas inutiles o poco practicas. Daniel, el Mochuelo, se revolvio en el lecho y los muelles de su camastro de hierro chirriaron desagradablemente. Que el recordase, era esta la primera vez que no se dormia tan pronto caia en la cama. Pero esta noche tenia muchas cosas en que pensar. Manana, tal vez, no fuese ya tiempo. Por la manana, a las nueve en punto, tomaria el rapido ascendente y se despediria del pueblo hasta las Navidades. Tres meses encerrado en un colegio. A Daniel, el Mochuelo, le parecio que le faltaba aire y respiro con ansia dos o tres veces. Presintio la escena de la partida y penso que no sabria contener las lagrimas, por mas que su amigo Roque, el Monigo, le dijese que un hombre bien hombre no debe llorar aunque se le muera el padre. Y el Monigo tampoco era cualquier cosa, aunque contase dos anos mas que el y aun no hubiera empezado el Bachillerato. Ni lo empezaria nunca, tampoco. Paco, el herrero, no aspiraba a que su hijo progresase; se conformaba con que fuera herrero como el y tuviese suficiente habilidad para someter el hierro a su capricho. !Ese si que era un oficio bonito! Y para ser herrero no hacia falta estudiar catorce anos, ni trece, ni doce, ni diez, ni nueve, ni ninguno. Y se podia ser un hombre membrudo y gigantesco, como lo era el padre del Monigo. Daniel, el Mochuelo, no se cansaba nunca de ver a Paco, el herrero, dominando el hierro en la fragua. Le embelesaban aquellos antebrazos gruesos como troncos de arboles, cubiertos de un vello espeso y rojizo, erizados de musculos y de nervios. Seguramente Paco, el herrero, levantaria la comoda de su habitacion con uno solo de sus imponentes brazos y sin resentirse. Y de su torax, ?que? Con frecuencia el herrero trabajaba en camiseta y su pecho herculeo subia y bajaba, al respirar, como si fuera el de un elefante herido. Esto era un hombre. Y no Ramon, el hijo del boticario, emperejilado y tieso y palido como una muchacha morbida y presumida. Si esto era progreso, el, decididamente, no queria progresar. Por su parte, se conformaba con tener una pareja de vacas, una pequena queseria y el insignificante huerto de la trasera de su casa. No pedia mas. Los dias laborables fabricaria quesos, como su padre, y los domingos se entretendria con la escopeta, o se iria al rio a pescar truchas o a echar una partida al corro de bolos. La idea de la marcha desazonaba a Daniel, el Mochuelo. Por la grieta del suelo se filtraba la luz de la planta baja y el haz luminoso se posaba en el techo con una fijeza obsesiva. Habrian de pasar tres meses sin ver aquel hilo fosforescente y sin oir los movimientos quedos de su madre en las faenas domesticas; o los grunidos asperos y secos de su padre, siempre malhumorado; o sin respirar aquella atmosfera densa, que se adentraba ahora por la ventana abierta, hecha de aromas de heno recien segado y de resecas bonigas. Dios mio, !que largos eran tres meses! Pudo haberse rebelado contra la idea de la marcha, pero ahora era ya tarde. Su madre lloriqueaba unas horas antes al hacer, junto a el, el inventario de sus ropas. --Mira, Danielin, hijo, estas son las sabanas tuyas. Van marcadas con tus iniciales. Y estas tus camisetas. Y estos tus calzoncillos. Y tus calcetines. Todo va marcado con tus letras. En el colegio sereis muchos chicos y de otro modo es posible que se extraviaran. Daniel, el Mochuelo, notaba en la garganta un volumen inusitado, como si se tratara de un cuerpo extrano. Su madre se paso el enves de la mano por la punta de la nariz remangada y sorbio una moquita. <>, penso el Mochuelo. Y sintio unos sinceros y apremiantes deseos de llorar. La madre prosiguio: --Cuidate y cuida la ropa, hijo. Bien sabes lo que a tu padre le ha costado todo esto. Somos pobres. Pero tu padre quiere que seas algo en la vida. No quiere que trabajes y padezcas como el. Tu --le miro un momento como enajenada-- puedes ser algo grande, algo muy grande en la vida, Danielin; tu padre y yo hemos querido que por nosotros no quede. Volvio a sorber la moquita y quedo en silencio. El Mochuelo se repitio: <>, y movio convulsivamente la cabeza. No acertaba a comprender como podria llegar a ser algo muy grande en la vida. Y se esforzaba, tesoneramente, en comprenderlo. Para el, algo muy grande era Paco, el herrero, con su torax inabarcable, con sus espaldas macizas y su pelo hispido y rojo; con su aspecto salvaje y duro de dios primitivo. Y algo grande era tambien su padre, que tres veranos atras abatio un milano de dos metros de envergadura... Pero su madre no se referia a esta clase de grandeza cuando le hablaba. Quiza su madre deseaba una grandeza al estilo de la de don Moises, el maestro, o tal vez como la de don Ramon, el boticario, a quien hacia unos meses habian hecho alcalde. Seguramente a algo de esto aspiraban sus padres para el. Mas, a Daniel, el Mochuelo, no le fascinaban estas grandezas. En todo caso, preferia no ser grande, ni progresar. Dio vuelta en el lecho y se coloco boca abajo, tratando de amortiguar la sensacion de ansiedad que desde hacia un rato le mordia en el estomago. Asi se hallaba mejor; dominaba, en cierto modo, su desazon. De todas formas, boca arriba o boca abajo, resultaba inevitable que a las nueve de la manana tomase el rapido para la ciudad. Y adios todo, entonces. Si es caso... Pero ya era tarde, hacia muchos anos que su padre acariciaba aquel proyecto y el no podia arriesgarse a destruirlo todo en un momento, de un caprichoso papirotazo. Lo que su padre no logro haber sido, queria ahora serlo en el. Cuestion de capricho. Los mayores tenian, a veces, caprichos mas tozudos y absurdos que los de los ninos. Ocurria que a Daniel, el Mochuelo, le habia agradado, meses atras, la idea de cambiar de vida. Y sin embargo, ahora, esta idea le atormentaba. Hacia casi seis anos que conocio las aspiraciones de su padre respecto a el. Don Jose, el cura, que era un gran santo, decia, a menudo, que era un pecado sorprender las conversaciones de los demas. No obstante, Daniel, el Mochuelo, escuchaba con frecuencia las conversaciones de sus padres en la planta baja, durante la noche, cuando el se acostaba. Por la grieta del entarimado divisaba el hogar, la mesa de pino, las banquetas, el entremijo y todos los utiles de la queseria. Daniel, el Mochuelo, agazapado contra el suelo, espiaba las conversaciones desde alli. Era en el una costumbre. Con el murmullo de las conversaciones, ascendia del piso bajo el agrio olor de la cuajada y las esterillas sucias. Le placia aquel olor a leche fermentada, punzante y casi humano. Su padre se recostaba en el entremijo aquella noche, mientras su madre recogia los restos de la cena. Hacia ya casi seis anos que Daniel, el Mochuelo, sorprendiera esta escena, pero estaba tan solidamente vinculada a su vida que la recordaba ahora con todos los pormenores. --No, el chico sera otra cosa. No lo dudes --decia su padre--. No pasara la vida amarrado a este banco como un esclavo. Bueno, como un esclavo y como yo. Y, al decir esto, solto una palabrota y golpeo en el entremijo con el puno crispado. Aparentaba estar enfadado con alguien, aunque Daniel, el Mochuelo, no acertaba a discernir con quien. Entonces Daniel no sabia que los hombres se enfurecen a veces con la vida y contra un orden de cosas que consideran irritante y desigual. A Daniel, el Mochuelo, le gustaba ver airado a su padre porque sus ojos echaban chiribitas y los musculos del rostro se le endurecian y, entonces, detentaba una cierta similitud con Paco, el herrero. --Pero no podemos separarnos de el --dijo la madre--. Es nuestro unico hijo. Si siquiera tuvieramos una nina. Pero mi vientre esta seco, tu lo sabes. No podremos tener una hija ya. Don Ricardo dijo, la ultima vez, que he quedado esteril despues del aborto. Su padre juro otra vez, entre dientes. Luego, sin moverse de su postura, anadio: --Dejalo; eso ya no tiene remedio. No escarbes en las cosas que ya no tienen remedio. La madre gimoteo, mientras recogia en un bote oxidado las migas de pan abandonadas encima de la mesa. Aun insistio debilmente: --A lo mejor el chico no vale para estudiar. Todo esto es prematuro. Y un chico en la ciudad es muy costoso. Eso puede hacerlo Ramon, el boticario, o el senor juez. Nosotros no podemos hacerlo. No tenemos dinero. Su padre empezo a dar vueltas nerviosas a una adobadera entre las manos. Daniel, el Mochuelo, comprendio que su padre se dominaba para no exacerbar el dolor de su mujer. Al cabo de un rato anadio: --Eso quedalo de mi cuenta. En cuanto a si el chico vale o no vale para estudiar depende de si tiene cuartos o si no los tiene. Tu me comprendes. Se puso en pie y con el gancho de la lumbre desparramo las ascuas que aun relucian en el hogar. Su madre se habia sentado, con las bastas manos desmayadas en el regazo. Repentinamente se sentia extenuada y nula, absurdamente vacua e indefensa. El padre se dirigia de nuevo a ella: --Es cosa decidida. No me hagas hablar mas de esto. En cuanto el chico cumpla once anos marchara a la ciudad a empezar el grado. La madre suspiro, rendida. No dijo nada. Daniel, el Mochuelo, se acosto y se durmio haciendo conjeturas sobre lo que querria decir su madre, con aquello de que tenia el vientre seco y que se habia quedado esteril despues del aborto.

  • La chica que oia canciones de Kurt Cobain de Miguel Aguerralde

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    Comedia romantica ambientada decada de los 90.

  • Bajo cero de David Koepp

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    Una aventura salvaje y aterradora sobre tres desconocidos que deben trabajar juntos para contener un organismo altamente contagioso y mortal. Con una accion trepidante, un agudo sentido del humor y una brillante muestra de personajes y destreza narrativa, Bajo cero es un thriller unico de lectura altamente disfrutable y adictiva.
    Hace treinta y dos anos Robert Diaz, que formaba parte de un equipo secreto del Pentagono, viajo al desierto australiano para investigar un posible ataque bioquimico. Lo que encontro era mucho peor: un organismo similar a un hongo con altas capacidades para mutar y un poder destructor epidemico. Entonces se las arreglo para contenerlo en una camara de frio subterranea en el interior de unas instalaciones militares altamente protegidas.

  • Un Lord Con Wifi (Tecleame te quiero 4) de Isabel Jenner

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    Vuelve la serie <>, de Isabel Jenner, con esta cuarta y esperada entrega.

  • La increible y triste historia de la candida Erendira y de su abuela desalmada de Gabriel Garcia Marquez

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    Novela corta o cuento largo escrito por Gabriel Garcia Marquez en 1972, no fue publicado sino hasta 1978. La candida Erendira y su abuela desalmada personifican la inocencia y la maldad, el amor y su perversion, y el relato recuerda al mismo tiempo las gestas medievales y los cantos provenzales o trovadorescos, aunque, como siempre, inmersos en ese mundo denso y frutal del Caribe americano. Otra obra maestra de este premio Nobel de literatura.

  • Mansur. El legado de Mariah Evans

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    En 1869, en una excavacion arqueologica en Irak, se hallaron miles de tablillas de arcilla. El hallazgo, con una Antiguedad de casi 10 000 anos, narra unos acontecimientos que, de ser ciertos, cambiarian nuestra concepcion sobre cual fue el origen de la humanidad. Durante la guerra de Irak muchas de esas tablillas se destruyeron, perdidos para siempre sus antiguas ensenanzas. Solo algunas de ellas lograron salvar se. Las tablillas de Sumeria albergan el mayor secreto de la humanidad, un secreto que muchos han intentado silenciar a lo largo del tiempo. Un secreto que sera revelado llegado el momento. En la actualidad, El equipo de karan se prepara para librar la batalla mas crucial jamas conocida, cuyo resultado determinar el destino final de la humanidad.

  • Menina del Louvre de Mavi Tome

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    Intrigas palaciegas, luchas de espada y romance en la Corte de Luis XIII.

  • Marea roja de Jose Manuel Del Rio

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    La gran novela sobre el narcotrafico gallego que nunca nadie se habia atrevido a escribir.

  • Junio 18 de Alison Oropeza

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    Jaz y Olivia se conocieron durante la fiesta por los dulces 16 de Romina Bianchini. Las copas de mas y el calor de la pista de baile las llevaron a vivir el gran y tormentoso primer amor de la adolescencia.

  • Herejes e idiotas de Marta Roussel Perla

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    La lucha casi inmemorial entre la Iglesia de la Muerte y la Academia de Nigromantes transcurre sobre lo que queda de una tierra desolada, en la que ambas se disputan la poca civilizacion que todavia sobrevive.Es en este panorama que Aatami, un experimentado nigromante de la Academia, y su amiga Zoe, una legendaria guerrera de la Iglesia, descubren la historia olvidada que une a las dos sagradas instituciones, comprendiendo que tal vez aun haya esperanza para ese mundo devastado con el paso de los eones.Desafortunadamente, por sus caracteristicas, Zoe y Aatami no encajan demasiado bien con el entorno, de modo que su viaje para salvar el mundo implicara evitar conflictos mediante una estudiada distancia respecto a cualquier ser humano y, sobre todo, en tratar de no morir. El pronostico, por supuesto, no es bueno para ninguno de los implicados.

  • La seduccion de Elliot McBride de Jennifer Ashley

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    Cuando Juliana St. John es plantada ante el altar por su novio, propone a Elliot McBride, el alto escoces que fue su primer amor, que ocupe el puesto vacante y se convierta en su marido.
    Elliot acaba de regresar de las Indias Orientales, donde fue capturado por una tribu nativa y retenido durante meses. Durante su cautiverio se vio sometido a crueles torturas, que han dejado en el una profunda huella y que todavia provocan que sufra horribles pesadillas. Sin embargo, no duda en ofrecer su ayuda a Juliana.
    Tras contraer matrimonio se trasladan a las Highlands. Alli, Juliana debera restaurar una mansion casi en ruinas mientras trata de reparar el corazon herido de un hombre al que muchos tildan de loco. ?Seran suficientes la voluntad y el amor para ofrecer una segunda oportunidad a sus corazones?

  • Muneca Bonita y Rota de Magenta Perales

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    Grayce tenia una vida normal.
    24 anos. Un marido normal.
    Una casa normal. Un trabajo normal.
    Y un secreto bien escondido.

  • Oculta tras su mirada de

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    La vida de Paola transcurria con normalidad hasta que, sin motivo aparente, es retenida y conducida hasta un fastuoso palacete arabe situado en un recondito lugar de Costa de Marfil. En su afan de descubrir las oscuras intenciones de sus captores, conoce a un enigmatico arabe por el que siente una irresistible atraccion. Dispuestos a localizar a Paola, sus amigos se veran envueltos en un torbellino de intriga y peligro del que tendran que salir con la unica ayuda del inspector Damien Allard. ?Que esconde la desaparicion de Paola? ?Dinero, amor, sexo, venganza? O tal vez… La respuesta la da esta absorbente novela de suspense romantico ambientada en Africa cuya lectura no da tregua.

  • Se aceptan cheques, flores y mentiras de Luis Alberto De Cuenca

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    Una seleccion de poemas amorosos, a veces traicioneros, siempre divertidos y causticos, del poeta de culto y Premio Nacional de Poesia Luis Alberto de Cuenca.

  • Mi felicidad en tus latidos de Conde Valko

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    1-Tristezas Una gota, quizas una lagrima en la piel vegetal que recorre, o recuerdos de un tiempo mejor. Un suspiro. O aire que escapa de un cuerpo cansado, castigado. Un silencio. Por la pureza ensuciada, inocencia olvidada, la oportunidad perdida. Frio y dolor. Disfraces de algo peor: temores, miedos, certezas… Ausencias. 2-Horizontes De un recuerdo, de un verano, de unos versos regalados, de una barca, de una costa abandonada... memorias. De una historia sin errores de una entrega sin reservas de un amor irrepetible, inolvidable... nostalgias. De un futuro luminoso de una tierra que alcanzar, suenos, ilusiones... esperanzas. 3-Trofeo Tu mirada guardada en mi camara secreta con tus besos nunca dados, y el olvido. Mis deseos vidriosos y mil pedazos, desencuentros, absurdos anhelos. Y escondido entre mis trofeos tu desden, amistad de hielo, nada de nada y aun asi, mucho mas de lo que merezco. 4-De tus labios La voz quebrada, la voz amable, la voz que ya no sale; esencias desvanecidas. Notas, acordes, susurros, lamentos, remotos recuerdos. Sabiendo con amarga certeza que de tus labios sellados no brotaran mis deseos. 5-Pendulo Vuelo y me sumerjo triunfo y dudo, sueno y muero. Voy y vuelvo. No hay territorio habitable con medianas realidades sin festejos, sin punales, solo con banalidades. Y en mis incertidumbres o en mis certezas, solo constato tu ausencia. ?Indiferencia? 6-Exposicion Rie, rie, rie. Llora, llora, llora. Rie, llora, rie, llora, grita musicas secretas del alma. No reprimas, no postergues, no lo ocultes, no bloquees. No te blindes, no te cierres, no te pudras, no te veles. !Exponte! 7-Reconstruccion Fuego condensado, amor de hielo; corazones envenenados por pecados de otro tiempo. Como llama vacilante con la amenaza del aire, tu pasion ha desbordado mi cordura conquistada. Reconstruyo, y ya no encuentro de tus restos los que encajan en mis pedazos de suenos. 8-Cuerpo y mente Piel sobre piel, sudor compartido, alientos encadenados, y pensamientos nunca alcanzados. Lenguas que exploran labios mordidos, sabores entremezclados, y mentes distantes que no llegan a encontrarse. Tacto intuido, compas de latidos, cuerpos conjuntos, y deseos insospechados. 9-La mala semilla Bajo un barniz, tras un disfraz aparentes capas de normalidad. Una semilla en tu interior. Late muy dentro, resiste el invierno, parece que muere o ignoras si crece. En lo mas profundo, en lo mas oscuro, algo dormido o algo podrido. Tu sonrisa alcanza, tu mirada dana. Nuestra felicidad… inocencia amenazada. 10-Profundidad Si en tus ojos vislumbrara los retazos de mis suenos, si tus labios ofrecieran mil sabores que no encuentro. En los pozos del recuerdo no veo ya tu reflejo. Ni en lo profundo, ni en lo mas oscuro, ni en lo mas hondo del vacio inmenso. Fluye el agua de la misma tierra. Desde las entranas, beberte quiero. Pero no te hallo, pero no te veo, y ya no te anoro, y ya no te siento. 11-Vidas separadas Esparcidos en los cielos, separados por el tiempo o quizas por la distancia. No hay lamento. Estamos cerca. Estamos lejos. Estamos donde queremos, y nos echamos de menos. Si pudiera, me acercaria y te diria al oido todo lo que no me atrevo, todo lo que ya sabemos. Esperaremos. A alejarnos, a olvidarnos, a no querernos; a borrar cualquier recuerdo. 12-La ruina del cuerpo Primeros dias: alimento y sustento, materia nueva. Tiempo y vida: Batalla, lucha, exceso, dolor; materia enferma. Despiertas, respiras. Sientes; deseas un cuerpo renovado, regenerado. Y ya no es posible. Es un dano irreversible. 13-Gestacion Crece de ti, crece de mi. Nos sucede, nos mejora. Late, respira, se alimenta. En tu interior se gesta un milagro. A Mar y a Natalia 14-Perversidad Frutos jugosos, verde en las hojas, savia que fluye de unas raices podridas. Los pajaros anidan en sus ramas retorcidas, los amantes se besan bajo sus copas sombrias. Corteza enferma, corteza muerta. En el bosque de silencios los animales aguardan. Presienten, intuyen, perciben el mal que avanza. 15-Horror En sus pupilas grabadas imagenes de violencia: sangre, destrozos, horrores, un infierno sin olvido. Con el peso de los anos la nitidez se ha perdido. El pavor aun permanece, un infierno sin olvido. Veo el dolor cuando mira, concentrado, corrompido. Siento el hedor de la muerte, instalado, nunca ausente. Quiero lavar sus heridas, reconfortar sufrimientos, eliminar los recuerdos, poner fin a su agonia.

  • Nick de Inma Chacon

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    Artemisa era la diosa griega de la caza. Nacio unos minutos antes que Apolo. Los antiguos griegos la adoraban como a una diosa lunar, errante como la Luna y merodeadora de los valles y las montanas donde esperaba a sus presas. Como contrapunto, a su hermano Apolo se le tenia por un dios solar, aquel que atravesaba los cielos en un carro deslumbrante, el que no encontraba el equilibrio mas que en las cumbres. Por este motivo, se convirtio en simbolo de superacion, de la capacidad de subir hacia lo mas alto. Y asi fue como un dia, al salir del colegio, vio Dafne a Roberto por primera vez, como un dios que aparecia ante sus ojos con el carisma de lo inalcanzable. Todavia no conocia su nombre. Todas las tardes, despues de clase, algunos chicos y chicas, que estudiaban en los colegios e institutos cercanos al suyo, quedaban en un lugar que todos conocian como <>. Tambien llamaban asi a un establecimiento regentado por un oriental que se encontraba en la esquina en la que se reunian. Nadie sabia si el dueno de aquella tienda era chino, coreano, vietnamita o japones, pero el hecho es que, en toda la zona, acabo por conocerse aquella esquina por el gentilicio del gigante asiatico. Ir al Chino significaba ir a encontrarse con los amigos. La tarde en que conocieron a Roberto, Dafne y su prima Paula se acercaron al Chino, como de costumbre, y se unieron a sus companeros de curso, que en ese momento se dedicaban a pasarse canciones de unos telefonos moviles a otros. La mayoria no habia cumplido los trece anos. Roberto formaba parte de un grupo de chicos mayores, de entre dieciseis y diecisiete, procedentes de un instituto proximo. A pesar de que Dafne conocia de vista a todos los chicos y chicas que se reunian en el Chino, a Roberto no le habia visto nunca. Aquel dia, Dafne charlaba con sus amigos sin mostrar interes por los mayores, quienes, por otro lado, tampoco les hacian caso a ellos, como era habitual. Los dos grupos solian ignorarse, salvo cuando los mayores necesitaban demostrarles a los pequenos que la diferencia de edad era una barrera infranqueable, un muro que les separaba, hasta el punto de que nadie diria que solo se llevaban dos o tres anos. --!Estos son unos pipas! --solian decir los mayores cuando se referian a los chicos del grupo de Dafne y a los de un grupo de edades intermedias que tambien se reunian en la zona. Aquella tarde, cuando llevaba alli unos minutos, Dafne se acerco a la tienda para comprarse un bollo para merendar. En el momento en que ella se disponia a entrar en el Chino, Roberto abria la puerta desde dentro para salir. Llevaba un donuts de chocolate en la mano y vestia una sudadera azul con el numero siete estampado en la espalda y en la manga. Apenas la miro mientras la dejaba pasar por debajo del brazo con el que sujetaba la puerta. Probablemente, el ni siquiera la reconoceria si volviera a verla, pero a ella le parecio descubrir en sus labios una media sonrisa, un gesto que le infundia ese aire despreocupado de los chicos que se saben interesantes. Cuando Dafne cruzo el umbral del establecimiento, el solto la puerta, se dirigio hacia el banco en el que sus amigos le esperaban sentados sobre el respaldo, y se enfrasco con ellos en una discusion sobre las ultimas goleadas de su equipo. Ella trato de aparentar que no le habia impresionado el encuentro. Miro algunos articulos de la tienda como si no se hubiera puesto nerviosa, se compro, como el, un donuts de chocolate, pese a que no le gustaban, y salio de alli tratando de que nadie se diera cuenta de que su corazon corria como si se hubiera vuelto loco. No se habian dirigido la palabra, y el no volvio a mirarla en toda la tarde, pero desde ese dia se colo en su pensamiento como un ciclon capaz de arrasar todo lo que, hasta ese instante, habia en su mente. Ya nada tuvo importancia para ella mas que aquel chico que la habia dejado pasar por debajo del brazo, como su madre hacia con su hermana pequena cuando salian o entraban de alguna tienda del centro. Antes de irse, escucho a sus amigos hablando de el como de <>. Y con el Rata se quedo tambien para ella, mientras sonaba con volver a verle todas las noches, todos los dias y todas las tardes que le espero en el Chino desde entonces. -oOoDafne no durmio aquella noche, ni la siguiente, ni la otra. Sus parpados se negaban a cerrarse mientras recordaba el momento en que pasaba bajo el arco que el habia dibujado para ella con su brazo. Olia a pelea. A chulito con el que nadie es capaz de enfrentarse. A malo. A suspensos. A chicas rendidas a sus pies. A guapo. A dulce. A tardes de futbol. Y, mas que a ninguna otra cosa, olia a chico mayor, a un chaval de dieciseis anos que nunca se fijaria en una pipa que todavia no habia cumplido los trece. Ella tampoco habria querido fijarse en el. En realidad, no le gustaba. Gesticulaba mucho al hablar, e imponia su presencia a los demas con una actitud agresiva con la que ella no hubiese congeniado nunca. No. No le gustaba. Pero no podia dormir. Capitulo 2 A Dafne le hubiera encantado llamarse asi, !Dafne!, como la ninfa que enamoro al dios Apolo y se convirtio en un laurel despues de haberle rechazado. Pero, en realidad, Dafne solo es un nick detras del que resulta facil ocultarse. Y ella ni siquiera conoce la historia de la ninfa de la que ha tomado prestado su nombre. A Dafne tambien le habria gustado tener los ojos azules, la melena larga y la estatura de la modelo por la que se hace pasar en el facebook. Pero sus ojos son negros y rasgados, como los de una de sus tres hermanas, la mayor, y su pelo encrespado solo le llega a la altura de los hombros, a pesar de que, cuando se lo moja, consigue estirarlo tanto que casi le roza la cintura. Podria haber heredado los ojos de su padre, verdes, como los de su hermana pequena. Pero, para su desgracia, aunque ella pretende corregirse, solo ha heredado de el su tendencia a inclinar la cabeza al andar y la inevitable chepa en que se convierte su espalda en cuanto se descuida un momento. Desde que tiene recuerdos, la persigue una orden que nunca consigue cumplir, por mas que se esfuerce: --!Ponte derecha! Su madre, sus hermanas mayores, sus abuelos, los tutores del colegio y cualquiera que la vea caminar, todo el mundo le dice que se enderece. Pero por mucho empeno que ella le ponga, y es verdad que lo pone, sus hombros tienden a caerse hacia delante sin que pueda remediarlo y, antes de que llegue a darse cuenta, inevitablemente aparece la chepa que le amarga la existencia. Pero Dafne es asi, y asi hay que quererla. Nada mas diferente a la imagen de la ninfa que aparece en los libros sobre mitologia. La que rechazaba cualquier tipo de amor masculino y se negaba a casarse. Tan alta, tan hermosa, tan segura, tan proporcionada, !tan recta! Segun le han contado, su padre tambien sobrellevo desde nino la misma letania del ponte derecho, y la rabia de que le llamasen cheposo. Pero, en su caso, se debia a un doble motivo. El primero, porque lo era y, el segundo, porque asi apodan a los habitantes de la ciudad donde nacio, porque dicen que caminan encorvados a causa del viento, que sopla helado desde el norte con frecuencia. En ocasiones, su madre tambien llama cheposa a Dafne, y la compara con su padre para que se corrija. Pero ella siempre responde que a mucha honra, y se encorva aun mas, simulando que se cierra el abrigo para protegerse del frio. Ojala todos los cheposos lo fuesen como su padre, por haber nacido en una de las ciudades mas acogedoras del mundo. Por mucho frio y por mucho viento que hiciera. -oOoCuando Apolo vencio a la serpiente Piton, presumio de tal manera delante de los otros dioses que Eros decidio darle una leccion y le disparo una de sus flechas de oro, aquellas que infundian amor. Al mismo tiempo, lanzaba una de plomo sobre Dafne para provocarle desden y desprecio hacia Apolo, hermano de Artemisa, diosa de la caza a la que Dafne estaba consagrada desde su nacimiento. Dafne aun no lo sabe, pero algun dia querra parecerse a la ninfa que rechazo al dios de la musica, porque este acabara coronandose con las hojas del arbol que simbolizara para siempre la victoria. Ella no conoce aun el significado de su nombre, ni que la ninfa era una gran cazadora, capaz de atraer a sus presas con sencillas artimanas para que cayeran en sus trampas, tal y como ella es capaz de atraer a las suyas en internet.

  • Antes de Perderte (Solteronas 3) de Amaya Evans

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    Adalind Payton estaba sentada con sus protuberantes 6 meses y medio de embarazo, comiendo pastelillos mientras su hermana Alexandra cargaba a su bebe Theo de un ano y jugaba con el. -Adam debe estar feliz con un heredero. -Oh si, lo esta. Pero el no mira esas cosas, para el habria sido lo mismo nina o nino. Solo queria ser padre. Aunque bueno…tampoco se queja de que sea un varoncito. -En todo caso, mi sobrino es muy guapo-dijo observando al nino de hermosos ojos claros, con cachetes rechonchos, que reia en brazos de su madre. – ?Y que hay de Damien? Me imagino que no ve la hora de tener a su hijo o hija en brazos. -Si fuera solo eso, me reiria de la vida. Pero desde que supo que estoy embrazada, todo le parece peligroso. Insiste en que para bajar las escaleras debe haber una criada y una doncella conmigo para ayudarme. Me ha dicho que no quiere que vaya a las caballerizas a ver a mi yegua, porque considera peligroso que pueda acercarse mucho. No se que es lo que se imagina, tal vez cree que va a patearme o algo asi, aunque tu conoces a mi yegua, tiene el caracter mas dulce -elevo su mirada al cielo-juro que si no doy a luz pronto, enloquecere. Alexandra, se echo a reir. No creas que Adam se quedaba atras. Hacia lo mismo, hasta que le hice saber que me estaba volviendo loca y eso parecio hacerlo caer en cuenta. -Le dio una mirada picara a su hermana-sin embargo es poco de lo que me quejo con el. Es muy atento y amoroso. -Me da tanto gusto, hermana. Te lo mereces, y el tambien merece ser feliz. Y aproposito de felicidad conyugal ?Has visto el rostro de Anne? Alexandra asintio-me preocupa mucho. Hace tanto tiempo no la veo reir, que hasta se me ha olvidado como se ve feliz. -Debemos hacer algo-dijo Adalind con tristeza. No es justo que ella que era la mas alegre y sonadora de las tres, haya terminado decepcionada y odiando a todos los hombres. -No es facil pasar por lo que a ella le toco. Ese desgraciado de Emerett, le hizo dano. -Pudo hacerle mucho mas, Alex-dijo Addie levantandose con trabajo del sillon- Si tu no hubieras estado aquel dia, habria sido una desgracia para ella. -Lo se, pero ya es hora de que olvide todo aquello-Alexandra fue hasta donde estaba Addie para ayudarla y miro por todos lados- ?esta cerca?-dijo susurrando. -No, creo que esta recogiendo flores en el jardin. -Bueno… ?Y que podemos hacer?-se acerco a la ventana para mirar cuando entrara su hermana. -No lo se, yo no quiero verla sola el resto de su vida, y la veo tan resignada que hasta miedo me da el asunto. -La verdad es que no permite que nadie se le acerque y tampoco da muestras de estar interesada en alguien. – !Ya se!!-Exclamo Adalind emocionada- ?Que tal si la llevo en estos dias a una feria que llego al pueblo hace poco? Alex la miro extranada- ?y eso como va a ayudarla? ?Acaso van muchos prospectos alli? Adalind rodo los ojos-por supuesto que no. Va todo tipo de personas, pero lo que nos incumbe, es que hay una gitana. Y es muy buena, en verdad. Yo fui hace dias y me dijo muchas cosas ciertas. -Ay por Dios, Adalind ?Cuando dejaras de creer en gitanas, brujas y astros? -Pues aunque tu no creas en ellos, son cosas muy ciertas-ella se molesto-ademas no tenemos nada que perder. -Bueno…eso si. Ademas no se me ocurre nada. Tal vez si le dice algo bueno de su futuro, si le habla de alguien especial, ella se entusiasme. -El problema es que no sea asi. Me preocupa que le diga que no habra nadie en su vida. – ?Y si hablas con la mujer primero? Tal vez si le pagas una buena cantidad porque diga cosas buenas, ya no nos preocuparemos si la mujer es una charlatana o si dice algo que no convenga. -No lo se…-Adalind parecia dudosa de hacer eso. -Lo pensare y te dire que resuelvo ?bueno? -Bien, pero por favor mantenme al tanto. ***** Anne estaba incomoda en aquel lugar. Su hermana habia insistido en que la acompanara a una feria porque queria comprar unos dulces que solo vendian alli. Ella no era tonta y sabia que algo tramaba Adalind, pero tambien era cierto que con el embarazo se le habia despertado el gusto por los dulces y no queria negarle nada. -Mira-senalo una carreta-es por ahi. – ?Alli venden los dulces? -Si…alli es donde los venden. -parecia nerviosa y cuando llegaron una mujer las hizo pasar. Anne miro furiosa a su hermana-este fue tu plan todo el tiempo ?verdad? Adalind la miro avergonzada-hermana, por favor. Ya hemos venido hasta aqui, y yo tengo muchas ganas de que ella te adivine el futuro. La mujer las miraba como aburrida. -No me gustan estas cosas, nunca he creido en ellas-dijo molesta. -Entonces nina, no tienes nada que perder-comento la anciana. ?Que dano te puede hacer que te diga cosas en las que no vas a creer? -Milady, por favor, vaya. -Dijo su doncella con entusiasmo-le aseguro que la mujer es buena. Yo tambien me lei la fortuna con ella y me hablo de cosas que no tenia como saber. -Otra pobre alma que cree en esas cosas-miro a su hermana Adalind con reproche porque sabia que de seguro, ella tenia mucho que ver en eso. – ?Anne entraras o no?-insistio su hermana, vendo como la mujer pasaba de cara de aburrimiento a desespero. -Esta bien, pero he de aclarar que no comparto estas ideas tuyas. -Ya me lo has dejado muy claro, querida. Anne entro a la tienda de la gitana y cuando estuvo alli, vio que dicha tienda estaba construida como una extension del carromato de la mujer. De esa manera era muy facil desarmarla cuando ya se fueran. -Sientate, muchacha. Anne tomo asiento en la pequena silla de madera frente a una mesa, que tenia una bola de cristal. – ?como te llamas? -Lady Anne Payton -Muy bien, lady Anne. Quiero que mires fijamente esta bola de cristal y coloques una mano sobre la mia, solo un momento. Anne tomo la mano que la mujer le ofrecia y miro la esfera de cristal que para ella no mostraba nada. La mujer en cambio la veia como si mil cosas distintas pasaran por ella. Veo que buscas el amor. -Oh no, yo… -Silencio-la mujer la mando a callar de forma inmediata. -No trates de negarlo. Quieres tener un amor, pero te han herido y ahora temes que eso vuelva a suceder. Sin embargo…veo en tu futuro que llega un hombre muy apuesto. Anne quiso echarse a reir. Seguramente era lo que decia a todo el mundo, o por lo menos a muchachas incautas. -Veo que no me crees. Pero te digo que pronto habra luna llena y cuando esta pase, los astros se alinearan de manera perfecta para que tu puedas encontrarte con tu destino. Te acordaras de mi cuando tengas al amor frente a ti. El es un caballero gentil, de buen humor a pesar de que su vida no ha sido facil. Es trabajador y debido a eso tiene una gran fortuna. Anne la miro horrorizada- ?Oh por Dios, el hombre trabaja? – ?Y eso que tiene de malo? Pues que si trabaja sencillamente no puede ser un noble. – ?Y eso te importa mucho?-los ojos negros como la noche de la mujer, la observaron de una forma extrana.

  • Que sea la ultima vez… de Maxim Huerta

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  • Crisalida de Andres Alonso Castillo

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    Octubre de 2015. Obras de dragado en el embalse de Sobron.

  • Aitana de Ugo Moriano

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    Cuatro dias habian pasado desde su llegada en Italia cuando el Cardinal Rafael Torres Velasquez, procediendo con precaucion debido a su avanzada edad, bajo las escaleras de cemento que, bordeada de una alta pared de contencion que conectaba la carretera con la playa de abajo. Despues de solo nueve escalones, un ataque repentino y muy doloroso a la rodilla izquierda lo obligo a apretar su agarre en la barandilla de hierro que rodeaba la escalera, recordandole, si es necesario, que mas alla de cierta edad el privilegio de vivir es frecuentemente compensado con una serie abundantes de tembladera. – Monsenor, ?necesita ayuda? – No Aitana, todo esta bien. Gracias a este hermoso dia, me enfrente al bajr con demasiada calvicie, olvidando que ya no era un nino. Respondio el cardinal dirigiendose a la monja que lo observaba preocupada. – Ahora voy a ser mas cuidadoso y todo va a estar bien. – Talvez debimos haber elegido otra playa. -La religiosa unio sus manos como si estubiera orando. – una mas accesible, como la que pasamos hace diez minutos. – No, esta bien. !Mira que hermosas rocas emergen del mar!. El alto prelado, despues de una dispensada sonrisa tranquilizadora a la monja, retomo el descenso hacia la extencion de guijarros grises que descendieron a la costa. De hecho, no estaba completamente seguro de que estaba haciendo lo correcto. De hecho, si se hubiera encontrado en el papel de Aitana, habria reiterado sus dudas con mas behemencia. “Si despues no puedo subir, ya que no hay rampas de acceso, solo escaleras, usted se veria obligado a pedir ayuda" A pesar de ese pensamiento, no se detuvo, simplemente precedio con mas cuidado y su agarre, en la barrandilla gastada por el tiempo y la sal, se volvio mas firme. En los dias anteriores junto con su inseparable asistente habian seguido algunos servicios religiosos en la catedral de los Santos Mauricio y Companeros Martires, que se encuentran en el Parasio de Porto Maurizio, pero esa manana se habian mudado al otro lado de la ciudad. Habian asistido a la misa de las diez en la basilica colegial de San Juan Bautista en Oneglia y al final, de la conversacion cordial con el parroco, habian ido a dar un paseo cerca al muelle portual. Hablando con un pescador, el cardenal se habia enterado de esta playa, en el que estaba a punto de descender, situado en la solapa mas oriental de Imperia. Cuando llego al ultimo escalon, se paro y respiro el olor salado que impregnaba el aire. Un aroma no desconocido, pero raro para un hombre que habia pasado sus ultimas decadas en el soleado Toledo. Aunque era el 20 de marzo, en ese momento la arena estaba desierta y esto lo complacio porque habia ido alli a buscar la presencia de Dios que solo podia sentir en soledad. Como si estuviera apunto de hacer un gesto de epoca, extendio su pie derecho y lentamente lo inclino sobre las piedras en la base de la escalera. Despues de asegurarse de tener una base solida, casi de impulso, dio tres pasos hacia adelante. “Fue bien" penso cuando se dio cuenta de que no tendria equilibrio. “Si hubiera terminado tirado en el suelo, las monjas del convento, aunque sintiendolo mucho, seguramente habrian expresado dudas sobre mi sofisticacion" Aseguro sus habilidades y entro en la playa, dejando que su mirada vague por el agua azul y transparente, y luego a llevarlo a los infinitos tonos de gris de la multitud se piedras oscuras y redondeadas que bordean las olas. A unos cuarenta metros a su derecha, una hebra de rocas bajas salieron de la pared y despues cortaban la arena perpendicularmente, se lanzaban al mar para resurgir a unos metros mas adelante. No se atrevio a sentarse en el suelo porque estaba seguro de que ya no seria capaz de levantarse de nuevo, se dirigio hacia una parte rialzata y la uso como silla. Antes de continuar, levanto su mirada hacia la parte superior de las escaleras y trato de tomar una expresion segura, luego levanto la mano en un gesto de saludo que fue correspondido por Aitana, aunque si el rostro de la monja continuo mostrando perplejidad. Procediendo sin prisa, Rafael entro tratando de evitar las piedras que le parecian mas inestables, luego a mitad de camino para disfrutar de la vista de la famosa roca galeazza. “Mas que la vela de un buque de guerra veneciano del siglo XVI, considero contemplar la estructura rocosa que, estrechas y alta, emergio de las olas y luego se extendio hacia el mar mas profundo" para mi parece la aleta de algun focil antiguo que data de epocas distantes que, como una broma del destino, se mantuvo un unico signo obvio de los enorme pescado enterrado en este rincon de La Liguria. La sensacion mientras reanudaba su viaje seguia su camino y finalmente llego a sentarse, era que ese ser no podia ser asimilado a un delfin jugueton, sino a un tiburon feroz, tal vez todavia listo para despertar si las condiciones habian sido favorables. El sol que brillaba en el cielo, el aire calido y una ligera brisa que venia del oeste le daban una sensacion de relajacion, lo que lo llevo a cerrar los ojos, como si se encontrase en el lugar solo por razones de ocio. Todo eso sugirio que 2017 seria el enesimo ano con temperaturas por encima de la media. “!No estoy aqui por vacaiones!" dijo descartando ese sentimiento. “Etolo esta muriendo y he venido a Italia para acompanarlo en este ultimo viaje. La razon por la que Rafael y su asistente inseparable estaban en esa parte del puente de Liguria estaba estrechamente ligada a la gran relacion de estima y amistad que lo unia a Etolo Sciorato, un cardenal originario de Imperia Porto Maurizio que, hasta su jubilacion, habia sido un eminente miembro de la Curia Vaticana. Gravemente enfermo durante un par de anos, un mes antes, al presagio de acercamiento de su proprio viaje, habia decidido enfrentarse a sus ultimos dias regresando a las tierras donde nacio. “Es unos de los pocos amigos de verdad con los que siempre he sabido que puedo contar. Cuando se haya ido, estare mas solo, pero ahora mi tiempo tambien esta llegando a su fin, asi que pronto estaremos juntos de nuevo". Con un esfuerzo libero su mente de esas consideraciones entonces, como era su costumbre cuando llego a las orillas del Tajo, habiendo segurado una vez mas que no habia nadie en el vecindario, descanso los codos sobre sus piernas y menton en las manos de la articulacion, finalmente entrecerro los ojos hasta que se redujo a una simple rendija. Su mirada miraba a la inmensa extension de agua y su alma se abrio al Senor. El don de la fe siempre lo acompano. Cuando regreso con su memoria, no podia recordar ni un solo momento de su vida en el que habia sentido el amor de Cristo y nada habia vacilado en su firme convinccion de que tenia que cumplir con una mision: dedicarse a los demas revelando la piedad y la esperanza que Dios nos ofrece. Desde el comienzo de su viaje religioso siempre se habia comprometido. Para llevar a cabo su servicio y la carrera eclesiastica que habia realizado habia sido solo la consecuencia logica. Durante decadas habia celebrado el misterio de la Eucaristia sin dudar nunca de la transusencia de ese gofre de pan sin levadura que tenia en sus manos, pero la verdadera comunion con el Senor nunca le habia encontrado entre las paredes, a menudo suntuosas de las iglesias sino en lugares menos ortodoxos como en las orillas del Tajo. Ahora en ausencia de un rio real lo estaba buscando en esa playa en la frontera entre Imperia y Diano Marina. Un par de gaviotas despues de girar entre la tierra y el mar descendieron sobre el agua y se desplacaron por el ligero oleaje. Poco despues llego otra media docena que a su vez recayo en la compania de los dos primeros. Finalmente llego un ultimo rezago que tal vez para no conformarse con el resto del rebano, descansaba sobre la roca ocupada por el cardenal y despues de estirar y doblar las alas blancas y grises permanecio para mirarlo sin mostrar un interes real. Rafael decidio ignorar al recien llegado y como siempre en estas ocasiones comenzo a recitar con un filo de voz el acto de fe -"Dios mio porque eres verdad infalible creo en todo lo que has revelado y de la Santa Iglesia nos propone creer. Y expresamente en ti, el Unico Dios verdadero en tres personas iguales y distintas. "

  • Antologia de relatos romanticos de

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  • Con mi tanga no se juega, !bruja! (Brujas 1) – Monica Garub de Monica Garub

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    “Dicen que las brujas debemos estar escondidas, que nuestro don ha sido otorgado por un ser de la oscuridad y que ante todo no sabemos amar sin utilizar nuestra magia.

  • El poquer del mentiroso de Michael Lewis

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    Yo fui un vendedor de bonos en Wall Street y en Londres. Trabajar con los operadores financieros de Salomon Brothers me situo, creo yo, en el epicentro de uno de esos acontecimientos que contribuyen a definir una epoca. Esos operadores son los maestros de las muertes subitas, y muchas de las muertes acaecidas en los ultimos diez anos han sido fulminantes. Y Salomon Brothers era indiscutiblemente el rey del mercado de bonos. Lo que he tratado de hacer aqui, como si no hubiera dejado mi puesto en la sala de negociaciones de Salomon, lo que en realidad ha sido el caso, es descubrir y explicar los sucesos y las actitudes que caracterizaron la epoca; la historia se aleja de mi de vez en cuando, aunque, sin lugar a dudas, es mi propia historia de principio a fin. Soy muy consciente del dinero que no llegue a ganar y de las mentiras que no llegue a decir debido a mi posicion en ese mundo. Y esa posicion era muy proxima al meollo mismo de la actual fiebre del oro. Hasta entonces, jamas tantos jovenes ejecutivos inexpertos habian ganado tanto dinero y en tan poco tiempo como nosotros en aquella decada en Nueva York y Londres. Anteriormente jamas habia existido tan fantastica excepcion a la regla del mercado que dice que no se puede ganar mas de lo que se ha invertido. No es que yo ponga reparos al dinero. En general, prefiero tener mas que menos. Pero no vivo conteniendo la respiracion a la espera de otro golpe de suerte llovido del cielo. Lo que entonces sucedio fue un hecho extrano y asombroso en la moderadamente predecible historia del ganar y el perder. De acuerdo con los criterios con los que solemos valorarnos a nosotros mismos, se puede decir que yo triunfe. Gane un monton de dinero. Los maximos responsables de la compania me decian que un dia me reuniria con ellos en la cumbre. Pero prefiero no alardear antes de tiempo. El lector debe saber que no he tenido razon alguna para albergar amargura o rencor hacia mi antiguo patron. Me propuse escribir este libro tan solo porque pense que seria mejor explicar la historia que continuar viviendola. Capitulo 1 El poquer del mentiroso <>. Esto es muy acertado, aunque incompleto. No menciona que tambien hay un parvulario en medio. FREDERICK SCHWED, JR., Where Are the Customers'Yatchs? Era un dia cualquiera a principios de 1986, el primer ano del declive de mi empresa, Salomon Brothers. Nuestro presidente, John Gutfreund, abandono su mesa en la parte principal de la sala de negociaciones y salio a dar una vuelta por el lugar. Alli los vendedores de bonos arriesgaban miles de millones de dolares en cualquier momento. Gutfreund comprobaba el ritmo de las operaciones simplemente dando una vuelta y haciendo algunas preguntas a los operadores. Un misterioso sexto sentido le guiaba hacia cualquier punto donde pudiera revelarse una crisis. Gutfreund parecia capaz de oler las perdidas de dinero. El era la ultima persona que deseaba ver un operador con los nervios destrozados. A Gutfreund (pronunciese: Good friend) le encantaba asomarse furtivamente por encima de la espalda de la gente y sorprenderla, lo cual resultaba divertido para el, pero no para los demas. Mientras uno hablaba por dos telefonos a la vez, tratando de evitar algun desastre, no tenia tiempo de darse la vuelta para mirar. Tampoco habia ninguna necesidad. Se lo podia presentir. El espacio que te rodeaba empezaba a convulsionarse como un epileptico. Todo el mundo fingia trabajar con frenesi y al mismo tiempo observaba con fijeza y atencion un punto justo encima de tu cabeza. Se sentia un escalofrio que recorria el cuerpo, lo cual supongo pertenece a la misma clase de inteligencia que la contraccion nerviosa de una pequena alimana ante la proximidad silenciosa de un oso pardo. Una alarma se te disparaba en el interior de la cabeza: !Gutfreund! !Gutfreund! !Gutfreund! Con menor frecuencia, el presidente se limitaba a rondar en silencio durante un rato y luego se retiraba. Incluso se podia llegar a no verle. El unico rastro de su paso que halle en dos de estas ocasiones fue un montoncito de ceniza en el suelo junto a mi silla, que supongo dejo como tarjeta de visita. Las huellas del cigarro de Gutfreund eran mas grandes y estaban mejor formadas que las del directivo medio de Salomon. Yo siempre pense que fumaba una marca mas cara que los demas, adquirida con una pequena parte de los 40 millones de dolares que le habian correspondido en la venta de Salomon Brothers en 1981 (o con unos pocos de los 3,1 millones de dolares que se pago a si mismo en 1986, una cantidad superior a la percibida por cualquier otro presidente de Wall Street). De cualquier forma, aquel dia de 1986, Gutfreund hizo algo extrano. En lugar de aterrorizarnos a todos, se dirigio directamente a la mesa de John Meriwether, miembro del consejo de Salomon Inc., y tambien uno de los mejores colocadores de obligaciones de la firma, y le susurro unas palabras. Los operadores que se hallaban proximos trataron de escuchar con la mayor indiscrecion. Lo que dijo Gutfreund se convirtio en una leyenda en Salomon Brothers y en una parte visceral de su identidad colectiva. Dijo: <>. Una partida, un millon de dolares, sin lagrimas. Meriwether capto su significado al instante. El Rey de Wall Street, como el Business Week habia apodado a Gutfreund, deseaba jugar una sola partida de un juego llamado poquer del mentiroso por un millon de dolares. Jugaba a ese juego casi todas las tardes con Meriwether y seis jovenes arbitrajistas de bonos que trabajaban para Meriwether, quienes normalmente le desplumaban vivo. Algunos operadores decian que se le ganaba con gran facilidad. Otros, que no podian imaginar sino a un John Gutfreund omnipotente -- y estos eran muchos--, decian que perdia porque se dejaba ganar, aunque constituia un misterio cual podia ser exactamente su proposito. Lo mas curioso del reto de Gutfreund en esta ocasion era la magnitud de la apuesta. Normalmente, las cantidades en lidia no excedian unos pocos cientos de dolares. Un millon era algo de lo que jamas se habia oido hablar. Las dos ultimas palabras de su desafio, <>, significaban que era obvio que el perdedor sufriria un dano grave, pero que no tenia derecho a lloriquear, protestar o lamentarse. Solo podia agachar la cabeza y aguantar el sufrimiento. Pero ?por que? Uno podria haberselo preguntado a alguien que no fuera el Rey de Wall Street. En primer lugar, ?por que hacerlo? ?Por que desafiar concretamente a Meriwether en lugar de a cualquier otro directivo de menor importancia? Parecia un acto de locura extrema. Meriwether era el Rey del Juego, el campeon del poquer del mentiroso de la sala de negociaciones de Salomon Brothers. Por otra parte, una de las cosas que se aprenden en una sala de negociaciones es que los triunfadores como Gutfreund siempre tienen alguna razon para hacer lo que hacen; puede que no sea la mejor de las razones, pero al menos se puede estar seguro de que tienen una idea en la cabeza. Yo no estaba al corriente de los pensamientos mas intimos de Gutfreund, pero sabia que todos en la sala de negociaciones jugaban y que el deseaba ardientemente participar. Creo que la idea de Gutfreund en aquella ocasion fue un deseo de demostrar su valor, como el nino que salta del trampolin mas alto. Y ?quien mejor que Meriwether para su proposito? Ademas, con toda probabilidad, Meriwether era el unico operador que contaba con el dinero y los nervios necesarios para la partida. Esta absurda situacion necesita enmarcarse en un contexto. En el curso de su carrera, John Meriwether habia ganado cientos de millones de dolares para Salomon Brothers. Poseia un talento raro en el comun de las gentes y altamente apreciado por los operadores: sabia ocultar su estado de animo. La mayoria de los operadores revelan con su modo de hablar o de moverse si estan ganando o perdiendo dinero. Se muestran demasiado relajados, o demasiado crispados. Con Meriwether uno jamas sabia a que atenerse. Ganara o perdiese, su rostro siempre parecia entre tenso e inexpresivo. Creo que poseia una fantastica capacidad para controlar las dos emociones que normalmente pierden a los operadores --el temor y la codicia-- y eso le convertia en un ser tan noble como lo puede ser quien persigue denodadamente su propio interes. En Salomon muchos le consideraban el mejor vendedor de obligaciones de Wall Street. Cuando se hablaba de el en la compania no se empleaba otro tono que el admirativo. La gente decia: <>, <>, o <>.

  • Todos los naufragios de Laura Castanon

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    Gregorio y Onel son dos amigos que han crecido juntos en Nozaleda, pueblo que recrea una villa vecina a Gijon en las primeras decadas del siglo XX. Pertenecientes a dos familias (Santaclara y Los Forquetos) que encarnan dos modos diferentes de entender el orden de las cosas, la vida les llevara a cada uno por su camino sin que nunca se separen del todo. La llegada de la Guerra Civil y la victoria del fascismo marcara su destino y supondra el fin de su mundo.

  • Y si fueramos nosotros [LGBT] de Becky Albertalli

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    Arthur esta en Nueva York solo por el verano, pero si Broadway le ha ensenado algo es que el universo te puede enviar un impresionante romance cuando menos te lo esperas.
    Ben piensa que el universo debe ocuparse de sus propios asuntos. Si el universo lo apoyara, no estaria en camino a la oficina del correo llevando una caja con las pertenencias de su exnovio.
    Pero cuando Ben y Arthur se encuentran en el correo, ?que es exactamente lo que el universo les tiene reservado?
    Tal vez nada. Al fin y al cabo, se separan.
    Tal vez todo. Al fin y al cabo, se reunen.
    Pero ?que sucede si no pueden lograr una primera cita exitosa. o una segunda. o una tercera?
    ?Que sucede si Arthur se esfuerza demasiado para hacerlo funcionar. y Ben no se esfuerza lo suficiente?
    ?Que sucede si la vida no es realmente como una obra de Broadway?
    Pero ?y si lo es?

  • Si Un Dia Me Besaras (Besos En Richmond 2) de Ana Alvarez

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    Olivia se toco una vez mas, nerviosa, el largo cabello rubio, y sintio de nuevo crecer su irritacion hacia Scott. Los ojos grises, en general tan claros que parecian traslucidos, refulgieron de rabia y se oscurecieron mientras apretaba los labios para no expresar su enfado. El reloj de la cocina marcaba las seis y diez de la tarde y la celebracion del sesenta cumpleanos de Andrew, su padre, se retrasaba en espera del invitado que aun no habia hecho acto de presencia. Si por ella hubiera sido, haria rato que habrian comenzado a tomar la merienda, preparada de antemano para agasajar el cambio de decada. Pero el homenajeado queria demasiado a Scott, el hijo de su gran amigo de la infancia y al que consideraba un miembro de su familia tambien, para no esperarle. Y lo que la irritaba mas, le disculpaba por la tardanza. Como siempre. Su padre, conocedor de su desagrado, le hizo una caricia para que suavizara el gesto. --No seas tan dura con el, carino. Seguro que tiene un buen motivo para llegar tarde. --Seguro que si --mascullo entre dientes. Se apostaba el sueldo del mes a que el retraso tenia nombre de mujer. Y ella sabia ese nombre: Stefany. No es que le importase, pero tenia veinticuatro horas al dia para estar con su vecinita, mientras que Andrew solo cumplia los sesenta anos una vez en la vida. Ella habia cambiado su turno para estar presente en el acontecimiento y, junto con su madre, habian elaborado una merienda en la que no faltaban los emparedados preferidos del hombre ni la tarta casera que reposaba sobre la mesa. --Si en cinco minutos no ha llegado, comenzamos sin el --advirtio a los padres del culpable, que guardaban silencio, rogando para que su vastago llegase pronto y evitar otro enfrentamiento. Rara era la reunion familiar en que ambos jovenes no se lanzaran pullas y miradas asesinas. Desde pequenos era evidente que no se soportaban, y si aceptaban estar bajo el mismo techo era por el gran carino que los dos sentian hacia Andrew. Al fin, el timbre de la puerta les hizo a todos exhalar el aire que estaban conteniendo, y a Olivia apretar los labios con fuerza, mientras su madre abria al recien llegado. Tendria que contenerse, una vez mas, para no estropear la fiesta. Scott Howard, el hijo del mejor amigo de su padre, hizo su aparicion en la estancia, llenandola con su presencia. Era un hombre corpulento, de ojos marron oscuro y cabello negro peinado hacia atras, lo que permitia ver unas facciones regulares y agradables. Vestia una camisa a cuadros sobre un pantalon negro, signo de que asistia a una celebracion, en lugar de sus habituales sudaderas y camisetas. Se dirigio hacia Andrew con paso decidido y le beso con carino, tras encerrarlo en un abrazo afectuoso. --!Felicidades, tio! A pesar de no ser parientes carnales, siempre le habia llamado asi. Hasta los siete anos Scott fue el hijo que Andrew y Melissa no habian tenido en una decada de matrimonio y lo consideraban un sobrino. Pero entonces llego Olivia, adoptada a la edad de cuatro anos. para cambiarlo todo. Aunque el carino que sentian hacia Scott no mermo, este tuvo que compartirlo y no lo acepto demasiado bien. Tras felicitar a Andrew, continuo besando al resto de la familia. Al llegar a ella, esta se limito a poner la mejilla sin devolver el gesto, algo que no parecio sorprenderlo en absoluto. --Espero que tengas una buena excusa para hacernos esperar casi media hora --mascullo en su oido. --Por muy valida que sea, a ti no te convencera. --La puntualidad es importante para mi. Scott se mordio la lengua para no decirle que, si no fuera el retraso ya buscaria alguna otra cosa que recriminarle. No tenia intencion de entrar en la provocacion, esa tarde no. De todas formas, no era a Olivia a quien debia pedir disculpas. --Siento llegar tarde --se excuso, dirigiendose a Andrew--, tenia que resolver un asunto que se ha alargado mas de lo previsto. La mirada de Olivia se elevo hacia el techo en un gesto de incredulidad. A continuacion, se perdio en la cocina para coger la comida preparada. --No importa, ya estas aqui y no es tan tarde --afirmo Andrew con una sonrisa. Dudaba mucho que ella pensara lo mismo, pero decidio dejar el asunto. De todas formas, estaba seguro de que a lo largo de la tarde se las arreglaria para continuar con sus recriminaciones. Su prima no dejaba escapar una ocasion de hacerle reproches, sobre todo si habia un delito y habia llegado tarde, eso era indiscutible. Una vez servida la merienda, todos se sentaron alrededor de la mesa a disfrutar de la celebracion. Como siempre, la comida estaba exquisita. Las mujeres Wood eran excelentes cocineras y el gozaba de un apetito envidiable. Mientras disfrutaba de las delicias que habia sobre el mantel, trataba de ignorar la aviesa mirada que le dirigia Olivia, sentada al otro extremo de la mesa. Llevaba mas de veinte anos viviendo situaciones parecidas, pero nunca terminaba de acostumbrarse. De pequenos habian tenido sus diferencias y rencillas, propias de crios que luchaban por la atencion de los mayores o por un juguete. Pero aquellas peleas infantiles, en vez de cesar con el tiempo, como hubiera sido natural, dieron paso a una rivalidad que no tenia mucha logica en la edad adulta. Al principio, Scott se habia sentido celoso de aquella nina rubia y encantadora, porque de pequena lo fue: buena, docil y maravillosa, la hija perfecta que cualquiera desea tener. Su llegada le robo la atencion absoluta de su tio Andrew a la edad de siete anos y le hizo sentirse desplazado, pero ya era lo bastante adulto para saber que este le seguia queriendo tanto como siempre. Su resentimiento hacia Olivia se hubiera suavizado si ella no continuase tratandole con desprecio y haciendole victima de sus pullas y mal humor. No sabia donde habia ido a parar la nina dulce que llego a Richmond muchos anos atras, porque ahora era una autentica arpia, al menos siempre que el estaba presente. Desde su puesto en la mesa, podia verla comer con frugalidad. Olivia cuidaba con ferrea voluntad cada caloria que se llevaba a la boca, aunque no necesitara vigilar la linea. Poseia un cuerpo esbelto, demasiado delgado para su gusto, pero muy elegante. Ello le facilito la entrada en las aerolineas donde trabajaba como azafata de vuelo. Su fisico se habia sumado a unas calificaciones extraordinarias que la habian llevado a cumplir su sueno. Al tipo se unia una cara bonita, de facciones regulares y agradables, pero eran sin duda los preciosos ojos, de un gris muy claro, lo que mas llamaba la atencion en su rostro. Ojos que se oscurecian cuando estaba enfadada, y el los habia visto pocas veces en su tono natural. Tampoco en aquellos momentos lo estaban y sabia quien era el causante de su irritacion. El, como siempre. Tras la merienda llego el momento de entregar el regalo que, junto con sus padres, habia preparado para Andrew: un viaje al Caribe para que lo disfrutara con Melissa. Siempre fue el sueno de ambos y nunca habian logrado materializarlo. La emocion en los ojos de Andrew logro enternecer lo suficiente a Olivia para hacer que abandonara su expresion adusta y esbozara una tenue sonrisa. Tras los besos y abrazos de agradecimiento por el presente, llego la hora de que la chica entregara el suyo. Observo como Olivia le obsequiaba con un libro de arte, descatalogado hacia anos y que su padre habia buscado con ahinco. No le debia haber resultado facil conseguirlo, ni barato, pero la expresion de felicidad de su tio y la forma en que acariciaba la cubierta le hacia saber que el esfuerzo habia valido la pena. La vio abrazar al hombre que habia llenado de felicidad su vida, desde el momento en que el y Melissa decidieron adoptarla, y como lagrimas de emocion inundaran sus ojos haciendo que parecieran transparentes. Ella parpadeo con fuerza para evitarlas al percatarse de que la miraba. --Gracias, carino. Me lo llevare al viaje y le ire echando un vistazo en los ratos libres. --!Ni se te ocurra! --protesto su mujer--. El viaje es para disfrutarlo conmigo y no tengo intencion de dejarte ningun tiempo libre. Ademas, no quiero pensar en lo que le habra costado a Livvy conseguirlo, y podria deteriorarse. El libro se quedara en casa y ya lo leeras cuando volvamos. --?Cuando volvamos? Esta misma noche. La mujer alzo una ceja para evidenciar que tenia otros planes y todos sonrieron con benevolencia. Scott observo como Olivia, tras separarse de su padre, se limpiaba con disimulo una lagrima que habia logrado escapar de su ferreo control. Al sentirse observada, se giro con rapidez para huir de su mirada y salio en direccion a la cocina musitando una excusa. La siguio con decision dispuesto a hacerle saber que habia descubierto su momento de debilidad. Silencioso como un gato, se situo a su lado junto a la encimera y le tendio un paquete de panuelos de papel. Olivia se volvio con expresion irritada y los ojos humedos. --Ten --ofrecio. La chica extrajo uno del envoltorio de plastico y se enjugo el lagrimal con una esquina. --Se me ha metido algo en el ojo --aclaro. --!Seguro! --dijo sarcastico--. Estas llorando como una nina sensiblera, pero no es algo de lo que te debas avergonzar. No es malo tener sentimientos aparte del enfado y la irritacion. --!Que sabras tu de mis sentimientos! --Salvo de los que he mencionado, nada. Pero acabo de ver que eres capaz de tenerlos, de emocionarte y de llorar. --Por mi padre, por supuesto. Y por mi madre. Tambien aprecio mucho a Diane y a Conrad. -- La alusion a sus propios progenitores le hizo sonreir --Y ahi acaba todo. No hace falta que mientas y me incluyas en el lote, ya se que a mi no me soportas. --Es mutuo, ?no? --Lo es. --En ese caso, vuelve al salon y dejame sola con mi mota en el ojo --exclamo adusta--. Y si se te ocurre mencionar algo de esto... --Me sacaras las tripas con tus unas afiladas y las serviras como colofon de la merienda. --Se me indigestarian. --Seguro que si. Apenas has probado una pequena muestra de todas las exquisiteces que hay sobre la mesa. --No como mucho. --No comes nada. Deberias ir a un psicologo que trate tu anorexia. --No soy anorexica. Me alimento bien, a base de comida sana. Los dulces y las grasas los mantengo muy controlados. --?Hay algo que no mantengas muy controlado? Come, bebe, rie, sacate el palo que tienes metido en el culo, Olivia... Ya has demostrado lo buena chica que eres, ahora se tu misma. --No pretendo demostrar nada. --Si tu lo dices... --Suspiro y se aparto de ella--. Me vuelvo al salon a seguir comiendo. Seria una ofensa a la cocinera no hacer los honores a tan deliciosa merienda. Tu sigue intentando ser perfecta, ya te daras cuenta algun dia del error que cometes. A Olivia le vino una frase malsonante a la boca, pero se contuvo a tiempo. No entraria en la provocacion ni caeria en la trampa que sin duda Scott le habia tendido. Ella no era tan vulgar como el. No decia tacos, no perdia el control ni se comportaba de forma soez. Era una mujer correcta y educada, por mucho que le costara si el estaba presente. Cuando salio de la cocina dejandola sola, abrio el frigorifico y se sirvio un vaso de agua fria, que no calmo la irritacion que le habia provocado. Despues, regreso junto a su familia, que bromeaba alrededor de la mesa, y se unio a ellos. El sesenta cumpleanos de su padre y la felicidad de este por compartirlo con las personas que amaba bien merecia el esfuerzo de soportar a Scott. Capitulo 2 Olivia llego a casa con la firme determinacion de hablar con sus padres de un asunto que llevaba posponiendo durante un par de semanas. Era consciente de que les daria un disgusto, pero no deseaba retrasarlo mas. Habia esperado a que regresaran de su viaje al Caribe y despues dejo pasar unos dias mas, consciente de la cara de felicidad que mostraban a su vuelta. No dudaba de que habian disfrutado de una segunda luna de miel durante el tiempo que estuvieron fuera. Pero no podia, ni queria, continuar retardandolo mas tiempo. Tras una ducha rapida, se reunio con ellos en el salon, donde solian pasar las tardes y se preparo para abordar el tema que la inquietaba. Se sento frente a ellos en una silla, en lugar de ocupar su butacon habitual, y lo abordo sin mas dilacion. Siempre habia sido partidaria de afrontar las situaciones dificiles cuanto antes y de forma directa. --Me gustaria comentaros un asunto --dijo resuelta. La pareja, que miraba la television, clavo la vista en ella ante la seriedad de su tono. --?Que ocurre, carino? --pregunto Melissa, preocupada. --Si tienes algun problema, sabes que estamos aqui para lo que sea. --No tengo ningun problema, es solo... --?Que? --Que tengo veintinueve anos y aun vivo con vosotros. --Lo solto de golpe. Habia planeado decirlo con mas suavidad, pero le resulto imposible. La cara de sus padres se suavizo. --Quieres independizarte. --No fue una pregunta. --Si --admitio. A continuacion, trato de exponer sus argumentos, de hacerles comprender que no era nada contra ellos--. No penseis que no me siento a gusto aqui, con vosotros. --En ningun momento hemos pensado eso, pequena. De hecho, tu madre y yo, hace tiempo que lo estamos esperando. Sintio que el corazon se le aligeraba al oir la frase de Andrew. --?Lo esperabais? --Pues claro, Livvy, es lo normal. Tienes tu trabajo, eres una mujer adulta, y quieres tener tu casa. ?Pensabas acaso que no lo entenderiamos? --Me preocupaba un poco, si. No quiero que penseis que tengo algun problema con vosotros. --Ya lo se. Se trata del ciclo normal de la vida. Tambien algun dia nos diras que has encontrado un hombre, que quieres formar una familia, y nos haras abuelos. --!Quita, quita! No hay nada de eso. No me apetece en absoluto tener un hombre en mi vida. --Ya te llegara el momento, nadie se libra del amor. --Pues que tarde mucho, entonces --anadio con una mueca. --?Tienes ya algun plan sobre lo que quieres? Me refiero a tu traslado. --He pensado alquilar algo con una companera en una zona cercana al aeropuerto. Eso me ahorrara mucho tiempo y kilometros, ya sabes los horarios que tengo a veces. --?Algo amueblado? --Prefeririamos que estuviera vacio, y escoger nosotras los muebles a nuestro gusto. --Me parece una idea excelente. La mayoria de los pisos amueblados son horribles. --Puedes pedirle a Scott que os eche una mano con la decoracion. La empresa de diseno para la que trabaja hizo una labor fantastica en la casa de sus padres. Quedo preciosa. Reconocio que tenia razon, pero no le apetecia en absoluto tener a Scott cerca y tampoco a su odiosa vecina. No obstante, no se sentia capaz de rechazar la propuesta de su padre despues de lo bien que se habian tomado su marcha. Andrew no parecia darse cuenta de que entre ella y el hijo de su amigo no fluia ningun tipo de afinidad. --No creo que sea buena idea, papa. --Dale una oportunidad al chico, mujer. Es hora de que enterreis el hacha de guerra. --No hay ninguna guerra entre Scott y yo, simplemente no nos caemos bien. --De todas formas, yo me quedaria mas tranquilo si el revisara la instalacion electrica y te colgara las cortinas. Suspiro sin poder evitarlo. Sentia sobre ella los ojos de su madre, que no se habia pronunciado, pero evito mirarla a su vez. --De acuerdo --admitio--. Lo hablare con Patty, no estoy sola en esto. Tal vez ella desee decorar el apartamento por si misma. --Dile que yo pagare los honorarios, asi seguro que la convenceras. --!Como si el fuera a cobrarte! Si algo tenia claro respecto a Scott, era que haria cualquier cosa que su padre le pidiese, y gratis. El carino que le profesaba era incuestionable. Esperaba que en aquella ocasion rechazara el encargo, aunque no confiaba demasiado en ello. Su presencia le resultaba soportable de tarde en tarde y en pequenos lapsus de tiempo. De todas formas, era incapaz de negarle nada a sus padres, de modo que se mentalizo para soportarlo durante el periodo que durase la instalacion de su nuevo hogar. --De acuerdo. --Se rindio con un gesto teatral--. Tratare de convencer a Patty y, si Dios no lo remedia, Scott colgara las cortinas. --Solo las colgara, carino, no tiene porque escogerlas por ti --aseguro Andrew.

  • Un hombre con atributos de David Lodge

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    Encerrado en su casa de Regent’s Park, en pleno blitz, el escritor Herbert George Wells, <> para los amigos, intuye que se esta muriendo. Una vez fue el novelista mas famoso del mundo, <>; ahora se siente como un viejo anclado al pasado. Una voz en su interior lo obliga a rememorar: su rapido ascenso a la fama como escritor; sus primeros escarceos politicos como lider fabiano, su creencia en el amor libre. Sus dos esposas y a sus muchas amantes. David Lodge nos presenta a un personaje tan contradictorio como talentoso: un socialista que disfruto de su riqueza, un aclamado escritor que se revolvio contra la novela literaria, un mujeriego feminista; sensual y romantico, irresistible y exasperante segun soplara el viento, pero siempre vitalmente humano.

  • El laberinto de Aragon, Diana C. Acosta de Diana C. Acosta

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  • Los numeros nos hicieron como somos de Caleb Everett

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    Los numeros han formado la mayoria de las culturas. Transformaron los patrones humanos de subsistencia, dieron una posibilidad de expansion y de dominio sobre nuestro entorno a la vez que permitieron el impulso de otras tecnicas como la agricultura, la astronomia y posteriormente la arquitectura (babilonios, sumerios, egipcios…), esenciales del saber humano e inconcebibles sin la especulacion numerica. Por todo ello, Everett defiende que los numeros han cambiado directa o indirectamente las culturas y el saber humano, tanto en su vertiente social como espiritual.

  • Trilogia Oli de Luis A. Santamaria

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    EL SECRETO DE OLI:
    OS CONTARE LA HISTORIA DE COMO FUI ENGANADO POR LA HISTORIA QUE MAS QUERIA.
    Asi comienza Alfonso Morales el relato sobre como, hace 23 anos, se vio sumergido en una atipica historia con una joven ambarena que le cambio la vida.
    En la actualidad, Oli, un entrometido nino de diez anos, descubre que una enfermedad letal amenaza la vida de su madre. Inmediatamente construye en su peculiar imaginacion un plan para salvar a su familia. Para ello cuenta con la ayuda del ‘Yayo’, sarcastico cirujano retirado, conocido por los inmorales tratos utilizados con sus discipulos y que tiene buenas razones para no preocuparse por las consecuencias del manana. Juntos se adentraran en los oscuros misterios de la familia y en una trama en la que saldran a la luz algunos turbulentos sucesos ocurridos en el pueblo pesquero de Ambar: venganzas, corrupciones, traiciones... y un secreto que cambiara el destino de todos para siempre.

  • La primera vez que mate de Gonzalo Jerez

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    <>. Verano en Madrid. Un adolescente sale a pasear de madrugada para intentar calmar el calor sofocante que derrite la ciudad cuando, sentado en un parque, se encuentra en una situacion que le hace reaccionar de una forma inesperada. Esa noche sera el pistoletazo de salida para una doble vida en la que se dedicara a dar rienda suelta a su imaginacion, creando obras de arte a la par que imparte justicia contra aquellos que, segun el, merman de un modo u otro la sociedad, haciendoles formar parte de sus creaciones.

  • Otra vuelta de tuerca de Henry James

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    Un clasico del terror gotico, que marco un hito en la literatura universal, reinterpretado a traves del estilo perturbador e inconfundible de Ana Juan. Una lectura a la que volver una y otra vez para descubrir lo que se esconde entre las lineas del texto y los trazos de los dibujos, ya que en esta historia inmortal todo asombra y nada es lo que parece.

  • La mirada de los Mahuad de Berta Vias Mahou

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    Elba, la protagonista de este libro, es en si misma un misterio; la evocacion de su vida, de su infancia, de su familia y del que fue su amor platonico, nos lo ira velando y desvelando poco a poco.

  • Tan lejos, tan cerca de Monica Benitez

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    Despues de un ano viviendo en Madrid, ciudad a la que se traslado para dejarlo todo atras y comenzar de cero, Alexa decide retomar sus estudios universitarios donde los dejo anos atras tras conocer a la que ahora era su ex. Su vida es estable y sencilla, tiene un trabajo que le gusta y esta encantada de estar soltera y poder disfrutar de la tranquilidad de una vida sin compromisos. Todo eso cambia cuando el primer dia de curso conoce a Minerva, una de sus profesoras de la que se enamora de forma inmediata. Tras indagar un poco descubre que Minerva solo tiene una unica norma: nada de lios con alumnas. Aun asi decide no rendirse y lanzarse a la conquista de la profesora que no se lo pondra nada facil.

  • Epilogo (La Trilogia Oscura 3) de C.j. Roberts

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    Estoy escribiendo esto porque suplicasteis. Ya sabeis cuanto amo las suplicas. De hecho, probablemente sabeis demasiadas cosas y las sabeis demasiado bien.

  • Singular de Amy Realto

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    Murcia. Seis anos antes. --Papa, tengo que irme. No puedo seguir en Espana. En Murcia y en Madrid, todo, absolutamente todo, me recuerda a ella. --Edu escondio el rostro entre las piernas, los codos apoyados sobre las rodillas y las manos entrelazadas detras de la nuca, intentando hacerse pequeno. Intentando desaparecer--. Necesito un cambio. Vivir mi vida. Dedicarme solo a mi. No quiero que pienses que soy un egoista por largarme justo en este momento. Entiendeme…, por favor --pidio mirando a su padre de nuevo. --Lo hago --respondio este--. Se que ahora lo ves todo negro. Tu vida ha girado en torno a ella desde que eras un nino. Aqui y luego en Madrid. Las elecciones que has hecho han sido siempre contando con ella. Teniais trece anos cuando empezasteis. --Deseo que sentirse comprendido aliviara su angustia. --No solo contaba con ella, papa. Tambien con vosotros. Con mama, con mis hermanos, contigo y con la empresa. Tenia mis suenos. Eran simples… Solo queria acabar la carrera y ganar lo suficiente para formar una familia, como la nuestra. Y quiza… Quiza, si la cosa me iba bien, comprar una casa en alguna zona bonita con vistas al mar para vivir con ella. Parecia facil, pero… Todo se complico. --Los ojos color miel de Edu habian dejado de brillar. Cada linea de su rostro, cada sombra, era una triste prueba de su desolacion. Su padre no pudo sostenerle la mirada y la dirigio al mar. --La vida es asi, no siempre vienen las olas como queremos. A veces tenemos que saber navegarlas, corregir el rumbo e intentar llegar a nuestro puerto --dijo, y acaricio con carino la espalda de su hijo--. Cuando te fuiste a Madrid eras aun un nino, hoy tengo ante mi a un hombre. El mundo de los adultos es muy complicado. Ahora lo sabes. Lo sufres. No pierdas el tiempo buscando razones por que no las hay. --Ya tengo el billete a Tegel --dijo con resolucion. Habia tomado una decision y nada ni nadie iban a cambiarla--. Empiezo en septiembre, pero quiero llegar a Berlin antes para organizarme. Cuando vi que aun estaba a tiempo para solicitar plaza lo hice, me daba igual el destino, solo queria que fuera lejos de mi vida --explico--. Es la unica forma que he encontrado para seguir adelante, papa. No creo que pueda resistir un verano aqui. Recordando todos los anteriores. ?Me ayudaras con mama? --Tu vida forma parte de ti. Nunca vas a poder alejarte de ella ni de tus recuerdos, vas a tener que aprender a convivir con ellos, aunque lejos probablemente te resulte mas sencillo. -- Esperaba que asi fuera--. Por mama no te preocupes, aunque no lo creas, ella esta mas preparada que yo para dejarte ir. Los dos hombres dejaron pasar el tiempo, callados, sintiendo en su rostro la brisa, todavia fresca de la manana. --Papa, ?nunca has tenido miedo a perder lo que quieres? --pregunto el chico. --Tengo miedo de ello cada dia. --?Y merece la pena? --Aunque solo hubiera podido vivir un minuto al lado de tu madre… Si, es algo de lo que estoy seguro. Merece la pena vivir la vida con aquellos a los que quieres, aunque sea corta --respondio tras pensarlo unos segundos. --Yo no lo estoy, duele demasiado perder a alguien que amas con toda tu alma. Angel, no supo que responder, imagino una vida sin Africa o sin sus hijos y comprendio perfectamente el dolor desgarrador que sentia Eduardo. Miro al horizonte, al inmenso y brillante mar que tenian delante, y como siempre que lo hacia se sintio pequeno en un mundo muy injusto. ?Que le dices a tu hijo cuando ha perdido al amor de su vida? Sobraban las palabras, los dos quedaron sumidos en sus pensamientos. Un silencio roto unicamente por el melodico rumor de las olas al llegar a la costa. Y en ese momento, acompanado por la tranquilizadora presencia de su padre, Eduardo se juro, que solo sufriria por las cinco personas en el mundo que mas queria, su familia. No permitiria a nadie mas acceder a su corazon y de ese modo, quedaria protegido contra el dolor. Capitulo 2 Madrid. En la actualidad. Eduardo observaba la acogedora vivienda mientras hablaba por telefono. Habian estado en la nueva casa de Daniela viendo como queria distribuir el espacio, que tipo de muebles pretendia instalar y eligiendo los colores que, mas adelante, sus pintores darian a las paredes. Finalizaba septiembre, pero hacia un calor de mil demonios. Seguramente por eso, o por ser amable, ella le habia invitado a tomar algo en la casa en la que vivia con su amiga. Habia tenido que organizar su apretada agenda para poder atender la llamada de Daniela. Todavia queria acercarse a la reforma del restaurante. Tenia que ver como habia quedado el remate de las columnas, que no habian podido quitar para ampliar el comedor como era la idea inicial, y comprobar si, por lo menos, habia suficiente sitio para un par de mesas junto a ellas. Si lo habia serviria como reservado o zona romantica, lo que daria un valor anadido a la reforma. Pero estaba sediento, asi que acepto. Daniela fue a la cocina y el aprovecho para concretar el trabajo con la cuadrilla de pintura. Le habia sorprendido su llamada esa manana. No habian vuelto a verse desde que la conocio, solo habian intercambiado algun que otro mensaje cordial. Y no esperaba hacerlo tan pronto, aunque hacia unos dias no habia podido resistir la tentacion de comprar un peluche para su futura sobrina y estaba esperando el momento para darselo. El dia que les conto lo del embarazo a Leo y a el, no pudo evitar sentir pena por ella, porque de entre todos los hermanos Cano habia ido a acabar con el mas jodido. Bueno, quiza ese era el, pero pensaba que hasta el momento lo habia disimulado bien. Su personalidad sociable le permitia esconder sus fantasmas con mayor facilidad que a Angel, ya que este al ser de trato mas arisco y aspero, suscitaba de primeras, un caracter atormentado. Aquel dia, con la explicacion que ella les dio y su razonamiento, Eduardo quedo completamente convencido de sus buenas intenciones, y sabiendo como iba a reaccionar Angel ante la noticia, y siendo consciente del enfado que Leo intentaba disimular, decidio romper sus reglas. Dejandose llevar, cosa que no hacia desde hacia anos, permitio que esa chica y su futura sobrina entraran en su vida, independientemente de lo que pensara su familia. Les abrio la puerta del selecto y reducido grupo de personas a las que consideraba importantes y por las que se permitia preocuparse, dandole su telefono y su apoyo. Al recordarlo, aun se sorprendia de su reaccion. Mientras hablaba se fijo en los bonitos paisajes que adornaban las paredes. Hermosas fotografias en las que la luz existente en el momento de ser capturadas les conferia un efecto especial. Se pregunto si las habria hecho ella. Habia imagenes tambien con otra chica en distintas situaciones y en distintos momentos. En algunas se veian demasiado jovenes. Le atrajo la evidente complicidad entre las chicas, pero, sobre todo, la radiante sonrisa de su amiga en muchas de ellas. En cuanto al salon, este era muy acogedor, con unos muebles practicos y una decoracion nada sobrecargada. Le gustaba como habian aprovechado el espacio, consiguiendo un lugar agradable para vivir. Tras despedirse de su interlocutor, Eduardo se dirigio a la cocina. --Los pintores vendran pasado manana. Van a tenerlo listo enseguida. Con la casa vacia como esta y todo despejado, no deben tardar mas de dos dias --dijo mientras entraba--. La proxima semana podremos empezar con los muebles. Le sorprendio la reaccion de la chica que tras dar un pequeno saltito se lanzo a sus brazos. Le resulto extrano devolverle el abrazo, pero consiguio hacerlo de forma casi natural. Eduardo, no tenia ese tipo de relaciones con nadie. No se permitia muestras de afecto mas alla del tipico trato cordial. Era experto en mantener las distancias sin resultar maleducado. Solo era afectuoso con su familia, formada ya solo por su madre y sus tres hermanos. Pero con Daniela se comportaba de forma diferente, y no sabia la razon. Sol llego a casa, cansada y cargada con la comida para llevar que habia comprado en el chino de la esquina. Dejo las llaves en el mueble de la entrada y el bolso sobre el sofa; con una mano libre, ya pudo repartir el peso de las bolsas. Habia sido un dia duro en el hospital, un no parar de urgencias de aqui para alla, y se sentia agotada. Tambien estaba molesta con Eva que de nuevo habia anulado los planes para cenar juntas, esta vez, por un guapo portorriqueno que habia conocido ese dia. Asi que Daniela y ella tendrian que reventar o congelar las sobras, y con toda la comida que les habia dejado Juana, apenas tenian espacio en el frigo. Juana habia sido su vecina hasta que unos dias antes se habia mudado a una residencia dejando el piso de enfrente libre. Piso que pronto iba a ocupar Dani con su hija. <>, penso. Se percato de que habia una chaqueta de traje masculino apoyada en el respaldo del sofa, no parecia del padre de Daniela. Ademas, Pedro no solia usar americana, y menos con ese calor. Curiosa siguio el sonido de las voces que procedian de la cocina. Desde la puerta pudo ver como Daniela abrazaba a un desconocido. Analizo al guapo receptor del abrazo. Alto, bastante mas que su amiga, y delgado. Pese a su delgadez el hombre tenia la espalda ancha y su complexion parecia fibrosa. Los pantalones del traje se ajustaban perfectamente a su cuerpo sin cenirse demasiado, y la tela caia con gracia permitiendo vislumbrar el contorno de un bonito trasero. Llevaba la camisa remangada, lo que dejaba a la vista unos fuertes y morenos antebrazos. El pelo castano --que en algun momento habia sido domado con fijador--, estaba despeinado y un mechon rebelde le caia sobre la frente, confiriendole el aspecto de chico malo que tanto le gustaba a ella.

  • GIROS INESPERADOS (Dive Bar 2) de Kylie Scott

    https://gigalibros.com/giros-inesperados-dive-bar-2.html

    Lo que empezo siendo una relacion por Internet…?Podra convertirse en algo mas?
    Su hermano pequeno ha perdido el interes por ligar usando Internet asi que un dia Joe Collins, un barman atractivo y extraordinario, decide entrar en su cuenta y cerrarla… Hasta que lee sobre ella.
    Alex Parks es divertida, amable y bonita, todo lo que el ha estado buscando siempre en una mujer. En poco tiempo, ambos inician una relacion por email durante la que se cuentan incluso sus secretos mas oscuros… Y es que, cuando se trata de amor, lo mejor es ir al grano en lugar de dar rodeos.

  • En manos humanas de Richard C. Francis

    https://gigalibros.com/en-manos-humanas.html

    ?Sabias que el perro pekines procede del lobo? Esto fue posible en un parpadeo evolutivo. Algunos de los animales que hoy son nuestras queridas mascotas o nuestro alimento fueron no hace tanto tiempo animales salvajes que no nos necesitaban para su supervivencia. A causa del desarrollo humano, de la tecnica y de su dominio del entorno, algunas especies animales actuales difieren tanto de sus ancestros originales que resulta increible pensar que puedan siquiera ser parientes.
    La domesticacion conlleva una de las transformaciones mas espectaculares, importantes y fascinantes de la historia de la vida animal. En esta obra, el neurobiologo Richard C. Francis narra la historia de como el ser humano ha conseguido doblegar a naturaleza y modificar bajo su influencia al resto de los companeros mamiferos que habitan la Tierra.

  • Prisionera (En los brazos del Highlander 2) de Iris Vermeil

    https://gigalibros.com/prisionera-en-los-brazos-del-highlander-2.html

    Iona MacKinnon espera con ansia que regrese con vida su estimado Gared Sutherland de la fria batalla. El guerrero, guarda un huracan de sentimientos contradictorios en su corazon pero en el fondo de su alma, ama a la doncella en silencio. Ella siente morir al saber que el va a desposarse con otra mujer para sellar un pacto entre los clanes enemistados. Entre idas y venidas, los amantes apuestan por su amor y deciden tomar una decision muy importante juntos para evitar ese casamiento. ?Podran vivir libremente su romance sin que nadie se entrometa en su relacion? ?Triunfara el amor entre ellos despues de un largo sufrimiento?
    Sientete prisionera como Iona de un amor apasionado, real y puro. Descubre la segunda entrega de la serie En los Brazos del Highlander.