• La sombra dorada de Luis M. Nunez

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    Tiempo atras, en el momento mas oscuro de la humanidad, el dios de la luz de oro fue derrotado y su nombre quedo en el olvido para todos, excepto para aquellos que siguieron siendole fieles.
    Pero ahora ha regresado y se cierne sobre un mundo que no es capaz de imaginar la marea de muerte que esta a punto de desatar, pues es el enemigo de todo lo vivo y desea reinar sobre huesos blanqueados.
    Esta es la historia de la batalla desesperada contra Abaven.
    Esta es la historia de quienes se alzaron contra el.

  • Mas alla del orgullo de Sarah M. Anderson

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    Era su obligacion proteger a la honorable jueza, pero ?como iba a proteger su corazon?

  • Russell en 90 Minutos de Paul Strathern

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    Russell afirmo que fueron tres las pasiones que le dominaron un anhelo de amor, la busqueda de conocimiento y una angustiosa compasion por el sufrimiento humano. Guiaron tanto su vida personal como su quehacer intelectual. Su punto de vista filosofico, profundamente imbuido de la ciencia de su tiempo, estuvo, no obstante, enraizado en la logica y en el empirismo, dedico sus mayores esfuerzos a la epistemologia --la indagacion por el ultimo fundamento de nuestro saber acerca del mundo-- ?Como podemos tener la certeza de que es verdadero lo que pretendemos saber? ?Donde radica la certidumbre en nuestra experiencia del mundo? En Russell en 90 minutos, Paul Strathern presenta un repaso conciso y experto de la vida e ideas de Russell, y explica su influencia en la lucha del hombre por comprender su existencia en el mundo. El libro incluye una seleccion de escritos de Russell, una breve lista de lecturas sugeridas para aquellos que deseen profundizar en su pensamiento, y cronologias que situan a Russell en su epoca y en una sinopsis mas amplia de la filosofia.

  • Voces en las sombras de Luis Zaragoza

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    En este libro hay ocho decadas de revoluciones y contrarrevoluciones, de luchas por la independencia, de guerras civiles, de resistencias a dictaduras. En este libro hay ocho decadas de mensajes cruzados, de verdades ocultas y de mentiras evidentes, de informaciones sin censura y de manipulaciones descaradas. En este libro hay ocho decadas de intuiciones geniales, de operaciones tan costosas como inutiles, de gritos desesperados y de discursos monotonos, de rabia y de ironia, de esperanza, de triunfos y decepciones… En este libro hay ocho decadas de radio.

  • El arte de no amargarse la vida de Rafael Santandreu

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    La presente edicion actualizada por Rafael Santandreu, contiene un nuevo prologo e incorpora cinco testimonios de cambio de expacientes del autor que vienen a ratificar la eficacia y el exito de El arte de no amargarse la vida y del metodo en el que esta basado.

  • Rendida al Destino de Clare Connelly

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  • Intimando con el diablo de J. M. Guilengo

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    Un poderoso demonio expulsado del infierno al mundo de los humanos y convertido en mortal, una dulce y devota joven a la que la vida no ha hecho mas que torturar, y un veterano y arisco detective sumergido en el ultimo y mas oscuro caso de toda su carrera. Los caminos de tan distintos personajes se cruzaran en la ciudad de Barcelona y cambiaran el curso de la historia. Intriga, amor, fantasia y traiciones de la mano de "Intimando con el Diablo".

  • La cinica, el guapo y el socorrista de Lisa Aidan

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    No hay mejor epoca para enamorarse que el verano y en el hotel Pacific hay tiempo para todo: el entretenimiento, la diversion, el descanso… y tambien para el amor.

  • Tan sutil como la brisa (Boreal Rois 1) de Rosa Alcantara Menendez

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    Cualquier lugar es bueno para encontrar el amor y en cualquier lugar pueden ocultarse secretos. Gabriel Drake tiene treinta y cinco anos, una situacion economica desahogada, un matrimonio herido de muerte y un desafio: negociar en Terranova la inversion de una petrolera para el banco en el que trabaja.
    El clima, la frustracion y el azar jugaran un papel decisivo cuando se tope de frente con Claire Merritt, tan fascinante como misteriosa. A partir de ahi, su vida quedara atrapada por el pasado de la mujer, por saber que secretos guarda en su interior y en su casa. Esa que todos llaman La Rosa de los Vientos, la mansion roja o el caseron de la esquina, pero nadie por su verdadero nombre: Boreal Rois.

  • Su Amante Inesperada (Los Hermanos Thorpe 2), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • Soros. Rompiendo Espana de Juan A. De Castro

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    La tarde del 5 de abril de 2018 los autores de este libro hacian llegar a la UDEF y al juez Pablo Llarena el resultado de una investigacion que evidenciaba las conexiones de George Soros con el proceso separatista catalan. Dos meses despues, la Policia Nacional registraria varias de las empresas apuntadas por el trabajo de Juan Antonio de Castro y Aurora Ferrer. Este libro es la adaptacion didactica de ese valiente trabajo. En el los autores destapan el entramado politico, empresarial y de falsa sociedad civil que, financiado por Soros, ha dado cobertura a la fractura independentista.

  • Juegos Salvajes 3. John de Lena Wolf

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    Hasta ese momento, John habia tenido una vida apacible y sin sobresaltos. Estaba siguiendo al pie de la letra su plan: vivir, divertirse y terminar siendo un gran medico. Puede que dicho de este modo no parezca muy emocionante, pero a el le bastaba con eso.

  • La verdad no termina nunca de Sergi Doria

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    Alfredo es un joven en la Barcelona de los anos 50, huerfano de padre, y con una madre que vive sumida en un silencio vital y su dedicacion a la costura. Alfredo poco o nada conoce de como se conocieron sus padres y todavia menos del porque ella no quiere regresar a aquel entonces para explicarle quien fue. Muchos son los secretos que envuelven el rostro triste de esta mujer.
    Pero la curiosidad por conocer las raices es imparable y el destino llevara a Alfredo por un lado a investigar una serie de personajes que vivieron en los anos 30, la misma epoca en que sus padres se conocieron, y, por otro lado, a entablar relacion con la hija de una de las familias mas acomodadas de la ciudad. La familia Queralt le descubrira la figura valiente y comprometida de su madre en unos tiempos en los que las mujeres de clase trabajadora eran figuras invisibles para la sociedad, y le ayudaran a entender por que lo ha protegido hasta ahora de la verdad.

  • El temerario (Los hermanos Walker 4) de Amanda Adams

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    Derek Walker esta en Las Vegas para la boda de su hermano. Una despedida de soltero. Un poco de juego. Una semana de diversion con sus hermanos. ?Que podria salir mal? ?Podria enamorarse? Puede que encuentre su pareja… pero cuando el pasado lo llame, desafiara todo lo que cree saber sobre la familia, la lealtad y el amor.

  • Un don un tanto molesto (+qav 2) de M. N. Mera

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    Segunda parte de la saga familiar "Mas q. un amor de verano (+qav)"
    Maria
    De una manera u otra, y aunque no lo hubiera buscado, siempre habia estado unida a la muerte, por ello desde hacia un par de anos trabajaba en una funeraria. Mis companeros de trabajo enseguida se habian dado cuenta de los beneficios de tener una licenciada en bellas artes trabajando con ellos; yo era capaz de llevar a cabo cosas que ellos no sabian hacer y que ni siquiera les gustaban, por eso siempre me reservaban los casos mas complejos. Como el que tenia en ese momento entre manos. Aunque... ?Que estaba sucediendo? ?Seria otra sorpresa de mi don?

  • Tu por mi de Raquel Moreno

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    Dos extranos, cada uno arrastrando las consecuencias de su propio pasado se encuentran una noche como resultado de un error fatal. Emma se recluye en lo mas profundo del bosque huyendo de todo contacto humano. Jacob solo puede pensar en la venganza de su familia. Pero la terrible historia de odio, traicion y muerte que les rodea les va a atrapar a los dos de tal manera que su unica opcion sera depositar su confianza en el otro.

  • Un matrimonio a la fuerza de Alicia Hertz

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    Alexandra Leichmann esta dentro de una espiral de alcohol, drogas y sexo de la que no quiere salir. Esto cambia cuando su padre la obliga a casarse con un hombre al que ni siquiera conoce. ?Que pasaria si ese hombre tiene un gemelo y este la atrae? ?Y si le atraen los dos hermanos? ?Podra dejarse llevar por la situacion y aceptarla? Una historia que tiene sexo, amor, romanticismo, misterio y una trama muy interesante. ?Te atreves a descubrir a Alexandra, Luc y Liam?

  • Jazmines en el pelo de Amanda Sanh

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    Lo malo que tiene el pasado es que no lo puedes negar.

  • De Prada a Prana de Maria Jose Marrufo

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    La autora te invita a unirte a un viaje de aventuras, en donde te comparte su transicion de ser una chica superficial y vacia a emprender un camino en el despertar espiritual para cambiar su vida positivamente.Te proporciona las herramientas que le ayudaron a trabajar a nivel personal para de esta forma vivir una vida mas plena, llena de armonia y amor. Ademas te comparte una serie de ejercicios de re programacion, para borrar viejas memorias atoradas en el subconsciente, meditaciones, dietas des-intoxicantes y multiples aventuras de una forma muy simpatica, acerca de su camino por este recorrido, que te haran como a ella, tomar las riendas de tu vida y crear una realidad de tanta satisfaccion, que no necesitaras mas buscar la felicidad fuera de ti, pues sabras que esta y siempre estuvo dentro de ti.

  • Blody de Monika Bennett

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    A Blody la vida parece sonreirle. Ha conseguido plaza en la prestigiosa universidad de California y esta ansiosa por empezar su primer ano de psicologia.Todo parece irle bien a Blody, pero la felicidad de esta joven universitaria se vera truncada por un asesino en serie que ha puesto todas sus miras en ella.Un thriller psicologico banado de sangre que hara las delicias de los amantes del genero.Ten cuidado o te atrapara.

  • La chica que queria ser princesa (Chicas Magazine 5) de Olivia Kiss

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    Olivia Miller es la hija pequena de una familia adinerada, asi que esta acostumbrada a lograr todo lo que quiere. Y en esos momentos desea un caballo, un coche nuevo, mas credito en su tarjeta y... que su familia deje de pensar que es una chica tonta, aunque eso nunca lo admitira en voz alta porque es demasiado orgullosa. De modo que, cuando su hermano y director de la revista Golden Miller le da otra oportunidad para demostrar su valia, ella esta dispuesta a conseguir entrevistar a ese famoso cantante de rock llamado Liam Carter.

  • El planeta inhospito de David Wallace-wells

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    Una vez hemos reconocido que nuestro mundo llega a su fin, ?que podemos hacer?

  • Eso que tu haces de Valeriam Emar

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    Amy Klarson es una escritora que no logra conectarse con la protagonista de su novela: Emily, una atrevida prostituta. Y su agente literario le propone ponerse en sus zapatos. Vivir la vida de Emily le traera muchos problemas. Como ayudar a un sicario a encontrar a las personas que los quiere ver muertos a los dos.
    Greg Adams es un sicario que pretende retirarse, pero el sabe demasiado y no le sera tan facil abandonar su profesion. Siempre habia trabajado solo, hasta que en su vida aparecio: Amy Klarson. La mujer que le hara romper todas las reglas.
    Amy tendra una relacion peligrosamente adictiva con el seductor asesino.

  • La casa del nazi de Xabier Quiroga

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    Una novela negra deslumbrante sobre el misterioso destino de los nazis desaparecidos al termino de la Segunda Guerra Mundial. Una historia que te dejara sin aliento y con la sensacion de haber leido una obra maestra.

  • Saber comer de Michael Pollan

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  • No te quiero mas de Ines Fernandez Moreno

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    Con el estilo excepcional que ya tiene acostumbrados a sus lectores y una lucidez tan descarnada como profunda, Ines Fernandez Moreno ofrece en esta nueva novela una historia potente sobre la relacion entre una hija y su padre, que conjuga amor absoluto y un grito de rebeldia.

  • Siempre un caballero (HQN), Delilah Marvelle de Delilah Marvelle

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  • Con vistas al mar de Sherryl Woods

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    Hannah Matthews estaba orgullosa de su capacidad para solucionar cualquier crisis. Sin embargo, con la negativa de su abuela a irse a una residencia, el inesperado embarazo de su hija y la repentina vuelta de un antiguo amor a su vida, tenia que enfrentarse a unas cuantas crisis. Y el hecho de haber tenido que volver a la casa de su infancia, en Seaview Key, era otro motivo de estres.

  • Esclavos del honor de Raul Borras San Leon

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    La epopeya de los heroes del sitio de Baler.

  • Los que corren contra el viento de Maria Correa Luna

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    Un hombre que lo tiene todo, una mujer que se sabe capaz de todo corren contra el viento.?Que es eso a lo que se enfrentan?Un viento quiere arrasarlos, impedirles avanzar hacia lo que buscan: el pasado los desafia, un misterio de ese pasado que se extiende sobre ellosy sobre el mundo.

  • Una semana de lujo de C. J. Benito

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    Clark esta desolado, su tio ha muerto y con el se va su unica familia. Roto por el dolor, se ve obligado a cumplir la absurda ultima voluntad de este, durante una semana disfrutara de unas vacaciones llenas de lujo y de excesos en Hawai.
    Por casualidad conocera a Charlize Spence, una mujer de negocios e hija de un poderoso magnate. Las diferencias de clases pronto provocaran la atraccion por lo prohibido. Lo que comenzo como un juego, acabara convirtiendose en un romance tormentoso, apasionado e ilogico.
    Cuando todo parece prometer una vida llena de ilusiones y esperanzas, Clark conocera a un excentrico millonario que le revelara su oscuro pasado familiar.
    Romance, erotismo, suspense, conspiracion y lujo.

  • Los dias de Alejandria de Dimitris Stefanakis

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    Saga familiar ambientada en Alejandria durante la primera parte del siglo XX.

  • Solo hasta medianoche de Laure Ever

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    A veces, el pasado vuelve para sorprendernos. Nos recuerda que no todo esta perdido, y que todos merecemos segundas oportunidades.

  • Lo que quiero de ti (Contrato II) de Aryam Shields

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    Ama sin esperar nada a cambio, vive dando y muere recibiendo. Esta deberia ser una premisa de vida…
    ?Como hacer cuando el lado egoista desea algo mas.?
    Katheryne y Alessandro han pasado seis meses, el siendo dominante y ella sumisa, pero el castigo injustificado lleva a Kath a abrir los ojos y a reconsiderar el contrato que habia firmado con Alessandro, instaurando un nuevo acuerdo entre los dos que traera nuevas condiciones que los llevara a profundizar su relacion.
    ?Podra Alessandro aceptar las condiciones que Katheryne le exige a cambio de permanecer juntos?

  • Principe y Felino (Lover Tygrain Al de Kelly Dreams

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  • Soy una mama divorciada, alocada y de nuevo enamorada de Megan Maxwell

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    He retomado mi vida.

  • El ultimo caso de Johnny Bourbon (Pero sigo siendo el rey 2) de Carlos Salem

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    Siempre llego demasiado tarde o demasiado temprano a los lugares donde ya nadie me espera. Me niego a consultar el reloj de plastico en mi muneca para conocer la hora. Seria un insulto a la placidez de los gatos que reinan en el cementerio y saben que el tiempo, como suele decir un casi amigo mio, era otra cosa. En todo caso el sol, que tiene algo de gato recostado alli arriba, dice que es mediodia. La hora sin sombra. El momento en el que Peter Pan descansa y el capitan Garfio suena con hacerse unas botas de piel de cocodrilo para pisar sus propios miedos. El mediodia tiene algo de frontera. Si miras hacia delante o hacia atras, no adviertes diferencias. Y siempre hay diferencias. Yo estoy vivo, aunque desorientado. Tu estas muerta. 1/ La Dalia Roja La mitologia de la novela negra y el cine del mismo tono llevan decadas convenciendonos de que las rubias son portadoras de lios y las pelirrojas llevan la tragedia enredada en sus melenas. Se equivocan. Las verdaderamente peligrosas son las muchachas de pelo verde. La primera vez era lunes, y la vi venir a tiempo. Yo asomaba por la puerta de mi despacho y un taconeo demasiado festivo me detuvo. Entorne la hoja de cristal traslucido y la vi doblar el pasillo que viene desde la recepcion de la agencia. Delgada pero con curvas. Piernas largas y el paso inexacto de quien va pensando en otra cosa. En demasiadas cosas. Llevaba una minigabardina de vinilo rojo, un bolso muy pesado para sus hombros y una boina negra y ladeada, que le afrancesaba el rostro y le quitaba unos cinco anos a sus casi treinta. Tenia el pelo verde. Retrocedi, cerre la puerta y me pegue a la pared. Su silueta se recorto borrosa contra el cristal y el punito golpeo con timidez. --?Senor Arregui? --dijo la voz pequena, propia de quien llama a un lobo del mismo modo que a un cachorrito--. Necesito hablar con usted, por favor. Es un asunto de vida o muerte. En mi oficio, cuando alguien te dice eso, por lo general se trata de localizar a un marido que no quiere ser localizado, recabar datos para la disputa de una herencia dudosa, o un prosaico caso de cuernos. Odio los casos de cuernos. Si el cliente (o la clienta) acierta con sus sospechas y se las confirmas, te mira como si fuera culpa tuya. Y si le aportas pruebas de que su pareja no tiene ninguna relacion clandestina, creen que no has hecho bien tu trabajo, cuando, si hicieran bien su propio trabajo sentimental, no tendrian de que preocuparse. --?Senor Arregui? --repitio la vocecilla. Yo calle, como un cobarde, mientras repetia mentalmente: pelo verde, pelo verde, pelo verde, pelo verde, pelo verde. Estudie los rodapies del despacho, en busca de una hormiga. En un tiempo, sembraba los rincones de migas de pan empapadas en agua y azucar, para convocarlas. Pero desde que en verano hicieron la desinfeccion anual de las oficinas, me siento un poco mas solo. --Me voy, senor Arregui --se dio por vencida--. Pero volvere. Y yo senti lo que habran sentido los japoneses cuando MacArthur pronuncio esa misma frase en 1942. El tozudo general yanqui cumplio su amenaza. Y la chica del pelo verde tambien lo haria. Como corresponde a un hombre de mi historial, habituado al peligro, espere una hora y media antes de salir de mi escondite. Mariana, la secretaria, se habia marchado a comer y me ahorro el trabajo de reganarle por dejar pasar a un cliente a mi despacho sin avisar. Tampoco le habria dicho nada. Desde hace seis anos mantiene una relacion sentimental con Maximo Legrand, mi socio, y aunque ella se sigue comportando como siempre, yo no acabo de hallar la manera de tratarla. Supongo que no me incomoda tanto que Legrand le doble la edad, como el hecho de que estan enamorados. Los enamorados creen que solo ellos respiran de verdad y en todo encuentran motivo para la maravilla. Resultan agotadores. Max y Mariana mantienen el tipo en la agencia, pero fuera no se sueltan de la mano ni para rascarse la nariz. No exagero. Solemos quedar a tomar una copas en el Malone y los he visto, a el mover apenas la nariz, y a ella, alzar las manos entrelazadas para rascarsela sin soltarse. Empalagan. Y me provocan cierta envidia. Mucha. Yo queria ser asi con Claudia, pero no podia. No sabia. Cuando a uno le cuesta expresar sus sentimientos, en lugar de hacer algo al respecto, se dedica a lamentarlo como si dijera <> y lo sigue haciendo hasta que es demasiado tarde. Despues de que Claudia muriera, hace ya casi once anos, he pensado muchas veces en todas las tonterias que me hubiera gustado compartir con ella. Pero ya no podia. Siempre llego demasiado tarde o demasiado temprano. Como el dia en que la mataron. Pero eso es otra historia. Siempre es otra historia. 2 / El viaje de su vida Fue una semana rara. De llamadas raras y visitas inesperadas. Ya casi me habia acostumbrado al trabajo rutinario del despacho, y la inminencia de mi cincuenta cumpleanos me tenia bloqueado. Hubiera sido inutil hablar del asunto con mi socio. Maximo Legrand me hubiera dicho, como siempre, que yo estaba hecho un chaval, que ya quisiera uno de treinta y cinco estar tan en forma, y que lo que tenia que hacer era dejarme de ligues y volver a enamorarme, que lo de Olivia (el tambien la seguia llamando asi) no habia sido del todo culpa mia. Asi que llevaba dias tratando de evitarlo a el y a Mariana, aunque nada me salvaria de la comida de cumpleanos del viernes. Despues de comer, me sorprendio la llamada al telefono fijo de casa. No era domingo, sino lunes. Solo una persona usa ese numero y solo llama en domingo.

  • Suspirandote de Manu Ponce

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    Alexandra Me he pasado los ultimos cinco anos viviendo la misma vida monotona. Cuando una se divorcia de su marido despues de mas de diez anos casados, no es para echar cohetes, pero era lo mejor. ?Sabes cuando teneis una seta por marido, que en la cama es como una estrella de mar que quiere que se lo den todo hecho y solo se tumban estirados en el colchon? Pues asi era mi marido. Esos que la limpieza les da alergia y les repele el simple hecho de coger un trapo para limpiar la mancha de la cerveza que se les acaba de caer en la mesa frente al sofa, donde se pasa las horas, mirando el televisor. A ese que podriamos llamar hombre cojin. Ese era mi marido, el que me lo cargaba todo a mi y ni siquiera me echaba una mano con nuestra pequena, de ocho anos. La verdad es que no se lo tomo muy bien cuando le dije que habiamos terminado. Era uno de esos hombres a los que miras y ya no vuelves a ser la misma. El tipico modelo de cuerpo de infarto, y eso que bebia que parecia una esponja. Me imagino que la constitucion genetica ayuda y mucho. Hace cinco anos que se me separe y vivo con mi nina, Rebeca, en un piso en el centro de Barcelona. Trabajo en una empresa de seguridad informatica. Soy la supervisora de todos y cada uno de los informaticos que hacen posible que la empresa este en el numero uno de su campo. --Buenos dias, Chloe, ?como se ha levantado hoy la princesa del deseo? --Pues la verdad es que estoy muy muy bien, y eso que no he comido arroz. --?Eing? --?No has visto el anuncio? --No. --Vale, no importa. --?Que planes tienes para el viernes? --Ninguno, ?has pensado en algo en particular? --?Que se te ha pasado por esa cabecita? Te lo veo en la cara, tienes algo en mente. --Me han invitado a una fiesta y la verdad es que pensaba ir, seria bueno que pudieras venir conmigo. --Es de esas de las tuyas, ?no? --Si. --Entonces no se yo. --Espabila ya, tienes casi cuarenta anos y tienes mas telaranas en la seta que mi altillo. --Esta bien, pero a mi no me metas en cosas raras, ?eh? Vamos, nos tomamos algo, bailamos y volvemos a casa. --Si, si, lo que tu digas, Sor Alexandra. --Te recogere el viernes a las diez. Dejale la nina a tu hermano, te lo debe. --Esta bien. --Genial. Nos vemos, y por cierto, hay que ir un poco decente a la fiesta. Quema tus chandales a lo profesora de gimnasia y ponte algo que resalte esos melones que tu madre te ha dado. --Vale. Ciao, puti. --Ciao, zorri. No tengo mas que tres amigas de verdad, y Chloe es una de ellas. Me cuesta dar mi corazon, sobre todo despues de lo que me paso con mi exmarido, por eso soy muy selectiva en mis amistades. Ojala pudiera cambiar, pero estoy demasiado dolida. Me imagino que necesito tiempo para sanar mis heridas, aunque realmente nunca me he permitido hacerlo y tampoco he querido, supongo. * Hoy es mi primer dia libre en anos y pienso saborearlo. Es viernes y me he podido levantar cuando me ha dado la gana, que ha sido sobre las once de la manana. Abro un ojo y veo a mi Rebeca con esa cara de angel relajada por completo, dormida como la Bella durmiente. Me levanto y hago del desayuno en silencio para no despertarla. La verdad es que estoy pletorica. Es festividad nacional y tengo todo el dia para mi, excepto la noche, que he quedado con Chloe para ir a esa fiesta suya del pecado en la que hacer orgias es como comer pipas en el parque, lo habitual. --Buenos dias zorri, zorri --miro al loco, que vuela por donde le da la gana de casa y niego con la cabeza. --Cierra el pico de una vez. No digas eso o esta noche comeremos pollo al horno, ?lo captas? --No pollo, zorri, zorri. Maldito loro. La culpa es de Chloe, que le ha ensenado a llamarme asi, la muy zorra. Antes era un animal tierno, carinoso, amable, y ahora si no me llama zorri revienta. --Te has quedado sin pipas, por listo. --Dame pipas, zorri, zorri. Coloco los ojos en blanco y entonces veo como mi estrella aparece restregandose los ojos con el dorso de la mano. La miro con ternura mientras le dejo el bol de leche con cereales y la cuchara en la mesa. --?Como ha dormido mi estrellita? --Muy bien mami, he dormido como un osito. --Me alegra carino. Y anda que no, hoy no tienes que ir al colegio, ?eh? Tienes que estar pletorica. --Si, hoy voy a pintar mis dibujos. --Bien, me alegra oir eso. La verdad es que tengo que hablar contigo carino. Esta noche he quedado con Chloe para ir a dar una vuelta y salir un poco, que no lo hago desde que papa no esta. ?Te importa si te dejo en casa del tito por esta vez? --!Siiiiii! Me encanta estar con el tito. --Genial. Ayer le mande un mensaje y tiene muchas ganas de verte. --Vale, mami. Me llevare al senor Potato para que lo montemos y las cartas para darle una paliza. --Genial. Ahora a desayunar estrellita, quiero que vayamos a dar una vuelta. --?Vamos a ir al parque? Porfa, mami. --Ya veremos. Aprovecho para limpiar toda la casa a fondo, cosa que no puedo hacer entre semana mientras Rebeca hace puzles, pinta y recorta figuras de papel con un molde que le compre. Acabo a las dos de la tarde y tras darme una ducha y hacer unos spaghetti, acabo llevandola al parque, asi tengo tiempo para organizarme la agenda de la semana que viene mientras ella se divierte. Tengo siete reuniones con inversores, empresas que quieren que trabajemos para ellos, otras que necesitan nuestra seguridad y un banco que precisa un programa encriptado para los datos de sus clientes. Me las organizo y mando un correo a cada uno de los representantes de las empresas para que se presenten el dia y la hora que les marco en el email. Una vez estoy lista, juego un rato con mi nina en el tobogan, empujandola en el columbio y cientos de cosas mas. A las siete, volvemos a casa para que podamos cambiarnos y hacer la pequena maleta con una muda, el neceser y el pijama de mi chica para que pueda ir a casa de mi hermano y pase alli la noche. Nos subimos en mi Range Rover Velar y pronto nos encontramos en casa de mi hermano Cristian. Bajamos del coche y Rebeca corre hasta la puerta de su tio, al que ama con locura y pulsa el timbre. El abre la puerta y cuando la ve, sonrie de oreja a oreja y la toma de la cintura para girar con ella haciendola volar. Yo sonrio al verlos. La verdad es que Cristian se ha convertido como un segundo padre para mi hija y le agradezco que este ahi cuando mas lo necesito. Cuando deja a mi pequena en el suelo esta viene corriendo hacia mi y la achucho antes de besarla. Es sencillamente preciosa. Jamas he visto algo tan bello en mi vida y no es porque sea mi hija.--Portate bien, no le des mucho la lata a tu tio. --Lo prometo mami. Portate tu bien tambien. Te quiero, mami. --Y yo a ti, mi princesa. Le tiro un beso a mi hermano y le doy las gracias gritando demasiado fuerte, creo que me han escuchado hasta los vecinos de la otra punta de la ciudad. Me subo en el coche y vuelvo a casa, tengo que prepararme para la fiesta de Chloe, bueno, en la que han invitado a Chloe. Cuando estoy ya en casa, abro el armario para ver que me pongo y solo encuentro trajes de ejecutiva, pero que el sexy se pierde entre los ribetes. No tengo nada que no diga: "hola, soy madre, casi tengo los cuarenta y no he echado un polvo desde que Jesus perdio la zapatilla. Tengo eso mas reseco que un estropajo" . Llamo a Chloe, porque la verdad es que estoy mas perdida que un pulpo en una cacharreria. Ya no me da tiempo a salir a comprar un vestido, asi que solo me queda pedirselo a mi mejor amiga, que tiene la misma talla que yo. --Hola puti, te necesito urgente. --?Que pasa? ?Necesitas tampones? ?Pruebas de embarazo? ?Un hombro en el que llorar? --No, solo un vestido. No tengo nada que no sea para llevar a la oficina y no creo que un traje sea lo mas apropiado para una fiesta. --Esta bien, te llevare en quince minutos un vestido de puton verbenero, pero despues no te quejes si ensena mas de lo que cubre. --Miedo me das. Aprovecho para maquillarme y escojo unos zapatos con un tacon de infarto mientras llega Chloe con el vestido. Me plancho el pelo y me coloco algun que otro tirabuzon que resalte antes de que el timbre suene y al abrir aparezca una Chloe demasiado emperifollada. --?Como esta la zorri mas sexy del mundo? --Pues desnuda y saliendole canas de esperar. --Anda, anda, no seas exagerada. ?Esa es la ropa interior mas sexy que tienes? La verdad es que da pena, parece la de una octogenaria con menos sexo que un caracol. --Tengo algo que una vez use con mi exmarido, pero es demasiado provocativo. Ruborizaria a un muerto. --Pues ese, ese, ese es el que tienes que ponerte. Te recuerdo que vamos al club de la lujuria, no al de las monjas de caridad. --Esta bien, aunque mi intencion es pasarlo bien, no exhibir mi ropa interior. --Bueno, ya veremos. Ahora ponte esto y esto y nos vamos pitando, que al final llegamos tarde. Me tira el vestido y una especie de mascara. Ahora parece que tambien hay que llevar mascaras, como si fuera esto una fiesta a lo Romeo y Julieta. Me pongo el vestido lo mas rapido posible sin estropear el peinado ni el maquillaje y cuando esta completamente ajustado a mi cuerpo, me coloco la mascara. No es que sea perfecta, pero estoy bastante mona. --No hacia falta que te pusieras la mascara aun, pero bueno. La verdad es que te queda muy bien, aunque no tanto como a mi. Es mia, pero te la regalo. --Gracias, Chloe. --?Nos vamos? --Claro. Vamos a salir por la puerta cuando el integrante de la familia que queda dentro y que me odia profundamente desde que me separe de su dueno, nos da su despedida particular. --Adios, zorri, zorri --dice el loro.

  • Las mentiras de Amalia (Amalia 2) de Puta Cordura

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    !Quien no apoya no folla! La musica estaba demasiado alta para que ninguna pudieramos escuchar lo que decia Triana, pero la conociamos tan bien que no hacia falta oirla para adivinar sus palabras. Ella nunca bebia sin apoyar antes, era una de sus normas. Como la de no permitir a sus ligues dormir en su casa o la de no acudir nunca a una cita si no era subida a unos tacones de infarto. Las cuatro pusimos cara rara mientras mordiamos el limon. --?De quien ha sido la idea de pedir chupitos de tequila? --pregunte a gritos mientras hacia un gran esfuerzo porque no me saltaran las lagrimas, me habia esmerado con mis smoked eyes y no queria estropearlos. --!Culpa mia! --reconocio Irene sacudiendo las caderas al ritmo de la cancion que sonaba a todo volumen haciendo vibrar nuestros timpanos. La mire sin dejar de preguntarme como podia ser que todo lo que se hacia en el pelo le quedara bien. En su ultimo arrebato habia renunciado al naranja valenciana y se lo habia tenido de un fucsia chillon que me recordaba vagamente a los chandales noventeros con parches que vestia Triana cuando la conoci. Menudo equipo, pense. Estaba acostumbrada a que Triana insistiera en transformar nuestras cenas de chicas en una partida de caza (en busca de una buena pieza de macho de la especie humana, se entiende) pero es que desde que Irene habia plantado a Leo, se habia vuelto igual... o incluso peor. En ese momento las dos joyas de la corona habian abierto hueco en medio de la pista y bailaban culo con culo, haciendo un movimiento de twerking que podia ser muy sexi... o muy bochornoso, segun se mirase. --A estas dos no hay quien las controle --me grito Laura al oido. --!No sere yo la que lo intente! --respondi levantando las palmas de las manos entre risas. Laura y yo nos habiamos quedado rezagadas en la barra del Marmarela. Triana e Irene nos habian arrastrado hasta alli despues de nuestra ya tradicional cena de viernes en El Portal. A pesar de que yo hubiera preferido estar durmiendo a esas horas, tuve que reconocer que en una discoteca de diseno con decoracion ibicenca junto al puerto y al aire libre estaba, al menos, mas fresquita que en el zulo. Exacto, ahora yo vivia en el zulo. Irene se habia mudado a su nuevo apartamento hacia poco mas de un mes, justo el mismo dia que firmo las escrituras y el que despacho a Leo por ser un cabron casado, mentiroso y aprovechado (todo un derroche de virtudes, ?verdad?). Desde entonces yo me habia proclamado como la reina y senora de aquel vasto imperio de treinta y cinco metros cuadrados. Por supuesto, y a pesar de que su piso seguia siendo pareciendose mas a unas oficinas desvalijadas que a una casa, Irene me ofrecio que me fuera con ella. Pero yo sabia cuanto habia deseado ese momento de tener algo que fuera suyo, y preferi dejar que disfrutara de empezar su nueva vida en su nueva casa a solas. Como al contrato de alquiler del zulo le quedaban tres meses para su vencimiento, acordamos que yo seguiria alli mientras buscaba otro lugar mejor... lo cual no seria dificil. Estabamos a finales de junio, el verano no habia hecho mas que empezar y aquel micropiso, con su unica ventana dando a un estrecho callejon, era el agujero mas asfixiante de la Tierra. Bien mirado, por dimensiones y temperatura, hubiera sido una fantastica sauna finlandesa. --?Tu crees que si me marcho se daran cuenta? --me pregunto Laura dejando escapar un suspiro y cambiando el peso de un pie al otro. Esa noche estaba espectacular (lo cual no era ninguna novedad) con su falda negra con vuelo y un bodi claro con escote corazon. No me explico como no teniamos un corro de tios empalmados a nuestro alrededor. Supuse que seria su mirada lo que les disuadia de acercarse. Algo en Laura gritaba alto y claro que no estaba alli buscando tema, y que cualquier valiente dispuesto a arriesgarse a pesar de sus inequivocas senales acabaria llevandose un buen rapapolvo. Es que Laura se habia tomado muy en serio su intento de arreglar las cosas con Ismael. Durante la cena en nuestra mesa de la esquina le habiamos preguntado al respecto, pero a ella siempre le ha costado hablar de sus cosas (y mas si tienen que ver con lo que ocurre entre las sabanas de su dormitorio), asi que debimos conformarnos con un timido: <>. Todas podiamos imaginar que levantar un matrimonio despues de una infidelidad no debia ser sencillo. Laura seguia sintiendose culpable por el dano que habia causado a Ismael, y no entraba en sus planes volver a poner lo suyo en peligro por un flirteo con un tio cualquiera en aquella discoteca. Nuestra Sherezade habia descubierto que era debil, mas de lo que hubiera creido, asi que las tentaciones cuanto mas lejos... mejor. --?Serias capaz de abandonarme aqui con estas dos? --proteste haciendo como que no me percataba de lo que pasaba por su preciosa cabecita para no agobiarla, e hice un gesto con la mano hacia la pista. Alli estaban Triana e Irene dandolo todo, como si hubiera salido la luna llena y de pronto se hubieran convertido en lobas en celo. Solo les faltaba aullar. Lo cual visto lo visto tampoco parecia ser imprescindible. Intui que debian estar lanzando otro tipo de senales mas discretas que los aullidos pero igual de efectivas, porque ellas si que tenian un par de tios restregandose a saco mientras hacian como que bailaban. Nos habiamos acostumbrado a ver asi a Triana, pero lo de Irene estaba siendo todo un descubrimiento. Mientras que la primera tenia mucha experiencia en la materia a sus espaldas, la segunda se habia convertido en una alumna con prisa por ponerse a la altura de su maestra. De hecho, el nuevo pelo fucsia de Irene estaba demostrando tener el poder de fascinar a un maromo y mantenerlo revoloteando en torno a ella como una polilla atraida por la luz. Resultaba evidente que Irene se estaba esforzando por olvidarse de Leo, y yo hubiera dicho que lo estaba consiguiendo. Sobre todo cuando la polilla le metio la lengua hasta las amigdalas. Aunque hay que reconocerle que era una polilla muy atractiva, eso si. Triana, por su parte, estaba arrimando la cebolleta con un tio que parecia recien salido de Mujeres y hombres y viceversa. No le faltaban los vaqueros tobilleros rotos por las rodillas tan ajustados que eran casi una segunda piel, ni el tupe descomunal que desafiaba las leyes de gravedad con ayuda de kilo y medio de gomina. Era evidente que el cerebro de Triana, afectado por una incipiente intoxicacion etilica, hizo una relacion de las suyas y le entro la curiosidad por averiguar si lo tenia todo tan empinado como el flequillo. En ese momento tuve clarisimo que no les importaria que Laura y yo nos marcharamos. Probablemente ni siquiera se dieran cuenta. Y respire aliviada. Yo tampoco queria estar alli. La verdad era que solo tenia ganas de hacerme un ovillo y acurrucarme para lamerme las heridas que seguian abiertas. De vez en cuando sangraban y escocian, como recordatorio de lo estupida que puedo llegar a ser cuando me lo propongo. Hasta entonces mis heridas eran dos, y tenian nombre propio. Aquel no era mi lugar. Yo no era mas que una treintanera despechada (por partida doble, para mas inri) que desentonaba bastante mas que el pelo fucsia de Irene. Joder, como me seguia fastidiando eso de haber cumplido los treinta. Me sentia mas vieja que nunca. Y tonta, eso tambien. Al parecer mi mayor talento en la vida era el de escoger mal a los hombres. Menuda mierda, ?verdad? Ya podria haberme tocado el carisma de Triana, la alegria de Irene, o la serenidad de Laura. Me hubiera conformado con cualquiera de esas cualidades, pero no, la mia era la de elegir siempre mal. Fatal, para ser honesta. Al menos estaba decidida a aprender de mis errores, a no dejarme enganar... otra vez. Aunque sabia que una cosa era decirlo y otra muy distinta hacerlo. Nada es tan facil como parece, y mucho menos eso de no enamorarme del hombre equivocado. Asi fue como me convenci de que la mejor manera de no volver a cagarla seria no permitir que ningun tio se me acercara. Sin oportunidad no habria error. Esa era la clave: blindarme por fuera para que no me hicieran dano por dentro. Resople. ?Seria capaz? Mi unica certeza era que estaba decidida a que asi fuera... y pondria todo mi empeno en conseguirlo.

  • Andrew (Escoceses 1) de Emma Madden

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    -Las Highlands no son toda Escocia, ni todos los hombres escoceses son highlanders, ni son como Jamie Fraser de la serie "Outlander", que por cierto esta inspirada en los libros de Diana Gabaldon, que deberia ser lo importante para nosotros... estoy harta de que medio mundo hable de highlanders y escoceses como si todo mi pais fuera un territorio de tios cachas con falditas escocesas, que se llaman Kilt, ya que estamos... es muy triste que nadie sepa de verdad nada de Escocia, cuando encima esta tan de moda. -Solo fue un comentario, Fiona, no es para que te pongas asi. -Esto es la universidad de Columbia, no estamos en el patio de un colegio, Kim, ni en la peluqueria, me gustaria que al menos aqui, en esta aula de literatura escocesa, hablaramos con algo de propiedad. -?O sea que el profesor McAllen no es un highlander? -pregunto con cara de tonta una de las chicas del fondo de la clase, que esa manana estaba hasta los topes, y Fiona Murray bufo entornando los ojos. -?Lo unico que te importa es si es un highlander?. Es una eminencia, un especialista... -Esta muy bueno y si viniese con la faldita... el kilt... seria la bomba. Toda la clase se echo a reir y Fiona, que estaba hasta el mono de intentar aclarar que sus paisanos no eran ni tan guapos, ni tan aguerridos, ni unos trozos de carne con faldas escocesas, como solian aparecer en algun tipo de novelas y en la tele, respiro hondo y se concentro en ordenar la mesa de Andrew McAllen, el profesor visitante de la Universidad de Edimburgo, que iba a pasar un curso en Nueva York dando clases en el departamento de literatura escocesa de la Universidad de Columbia, y del que le tocaba ser ayudante. El profesor McAllen, doctor McAllen, porque tenia un doctorado, era un tio al que presidia una fama de serio y muy estricto, sobre todo despues de pasar por un escandalo apoteosico en su pais hacia pocos meses, asi que queria ahorrarle chorradas con sus alumnos (sobre todo alumnas) que estaban alli a ver si podian vislumbrar algo debajo de su kilt, porque estaba segura de que las muy ilusas seguian creyendo que apareceria con la falda escocesa. -?Donde estan exactamente las Highlands, Fiona? -pregunto un chico de la primera fila, Jim Wang, una de las lumbreras de la clase y ella lo miro por encima de las gafas-. No quiero equivocarme con el doctor McAllen, yo no soy como esta panda de salidas. -Vete a la mierda, Jim -gritaron varias y Fiona respiro hondo. -El territorio de las Tierras Altas esta formado por distintas regiones. La comarca de las Highlands representa solo un 40% de toda la zona real considerada de las Tierras Altas, el resto de la region lo forman los concejos de Aberdeenshire, Angus, Argyll y Bute, Moray, Perth and Kinross y Stirling. Ya sabeis que estan al norte del pais y su capital es Inverness. -Google dice que Andrew James McAllen es de Inverness, por lo tanto, es un highlander ?no? -apunto otra alumna y ella asintio-. No estabamos tan equivocadas y no necesitabamos de tu bronca, Fiona. -Es de Inverness, pero se crio y formo en Edimburgo, sin embargo, es igual. No es solo por el doctor McAllen, es en general, solo intentaba iluminar un poco vuestras cabezas y dejar de oir estereotipos estupidos sobre los escoceses que, repito, no son todos highlanders y menos aun unos galanes de telenovela... -Estoy de acuerdo. Oir el acento y la voz de McAllen a su espalda la hizo saltar, y antes de girarse para mirarlo a la cara, vio los ojos brillantes de las chicas, y de algun chico, que dejaron de hablar y de moverse para prestarle atencion con la boca literalmente abierta. Respiro hondo, se dio la vuelta y lo miro a los ojos, esos enormes ojos color turquesa o verdes, o algo asi, que la estaban observando con curiosidad. -Doctor McAllen, bienvenido al aula de Literatura Escocesa 2 -le ofrecio la mano y el se la estrecho con energia-. Me llamo Fiona Murray. -Senora Murray, encantado. Ahora vamos a empezar, buenos dias a todas y a todos, damas y caballeros. -Buenos dias. Respondieron al unisono y Fiona no pudo evitar fijarse en la camisa blanca y perfecta que llevaba ese hombre, en sus pantalones de pitillo y en los zapatos bien lustrados. Tenia una pintaza, era alto y muy atractivo, con manos grandes y sonrisa impoluta, asi que tuvo que admitir que acababa de derribar de un plumazo sus argumentos contra el estereotipo de escoces igual a tio bueno, y a punto estuvo de echarse a reir, pero se contuvo y camino hacia su mesa mirando de reojo como el abria su maletin de cuero destartalado y sacaba un libro para tirarlo con energia sobre su escritorio, antes de mirar a los alumnos y decir con su voz ronca y varonil: -Robert Burns, "Caledonia y otros poemas". ?Quien quiere leer el primero? 1 -?Que tal el apartamento? -?Apartamento?, esto es un piso de lujo, Ewan, muchas gracias por dejarmelo. -Es propiedad de mi empresa, te lo deja ella. Me alegra que te guste. -Tu empresa, tu, da igual, al final es lo mismo. ?Donde estas? -Desayunando en Singapur, ?te llego la invitacion para la boda de mi hermano?, es en Ibiza, tio. Me pidio dinero para comprar el anillo de compromiso porque no tenia un duro, y resulta que ahora se casan en Ibiza porque a Mimi le hace mucha ilusion casarse en la playa, no entiendo nada. -Igual paga la familia de ella. -No creo, no lo se, solo se que una bonita boda en Edimburgo seria perfecta, si hasta esta de moda casarse en Escocia, podria conseguirle un castillo en cualquier largo de las Highlands, macho. Mi hermano esta pirado y mis padres que trinan. -Creo que acabaremos todos en Ibiza, que tampoco esta nada mal. -Duncan dice que se apunta y que le contratara un DJ como regalo de bodas. -Genial, lo pasaremos bien -miro a traves de los ventanales la noche cayendo sobre Manhattan y suspiro. -?Todo lo demas bien, Andy? -Si, el primer dia de clase ha ido bien, he conocido a muchos companeros y alumnos y mi ayudante, que es una institucion en el departamento de literatura escocesa, es una senora muy eficiente. No me puedo quejar. -Me refiero a "lo demas", colega, ya me entiendes. -Estoy en Nueva York y no quiero pensar en "lo demas", estoy bien. -Ok, si tu lo dices -respiro hondo y Andrew se fue a la cocina para servirse la comida china que habia comprado para la cena-. Ya sabes que tengo un monton de amigos en Nueva York que quieren conocerte, promete que los llamaras o aceptaras alguna invitacion y te lo pasaras bien. -Claro, en cuanto me instale mejor, acabo de llegar y tengo que organizarme un poco. -La madre que te pario, tio... bueno, te dejo, tengo una reunion, si necesitas lo que sea me llamas. Adios. -Adios. Le colgo, se sirvio la comida china y volvio al salon, se sento en el suelo, delante de las ventanas que rodeaban todo ese espectacular atico, y tomo un primer bocado cerrando los ojos, pensando en Andrea, su mujer, o su exmujer segun ella, deseando que al abrirlos estuviera alli, a su lado, para compartir con el la cena, las vistas y su paso por Nueva York. Un sueno cumplido para los dos que lamentablemente tendria que superar solo. Tenia treinta y ocho anos y una vida destrozada, o asi se sentia despues de que su chica, la mujer de sus suenos, su esposa, lo abandonara en Edimburgo hacia ya ocho meses. La culpa era toda suya, porque el la habia cagado, el habia mandado al garete su idilica historia de amor el dia que, contra todo pronostico, habia decidido ir a la fiesta de inauguracion del club nocturno de su amigo Duncan en George Street. Duncan, que ademas de ser una estrella de la musica internacional, era uno de sus dos mejores amigos, inauguraba su espectacular club en la mejor zona de Edimburgo y no habia podido evitar asistir. No habia podido. Aunque Andrea estaba en Madrid con su familia celebrando la Noche de Reyes y a el no le apetecia nada ir sin ella, al final se habia animado y habia aparecido alli y ya de madrugada habia estado lo suficientemente borracho como para liarse con una exalumna, una estadounidense muy insistente de la que no recordaba nada, pero de la que se acordaria el resto de su vida porque ella, en un alarde de irresponsabilidad absoluta, habia colgado en Instagram fotos y videos de los dos besandose y tocandose y metiendose mano en un reservado del local. Honestamente, no recordaba nada de aquello, nada, y asi se lo habia jurado a su mujer de rodillas, un millon de veces, pero a ella su seminconsciencia no justificaba sus actos y destrozada, hecha un mar de lagrimas, humillada publicamente y muy cabreada, habia dejado primero su casa de Edimburgo para irse a la de una amiga y finalmente habia renunciado a su trabajo y habia vuelto a Espana decidida a solicitar el divorcio. Toda Escocia se habia enterado de su supuesta "infidelidad", medio mundo habia visto las imagenes, y milagrosamente no lo habian despedido de la universidad porque la estadounidense era mayor de edad y ya no era alumna suya, pero el escarnio habia sido apoteosico, las miraditas de burla y desaprobacion lo habian perseguido durante semanas, sin embargo, todo aquello lo habia superado con tranquilidad, con la frente alta, porque se consideraba totalmente inocente. Personalmente estaba tranquilo, en paz con respecto a todo ese vergonzoso incidente (que apuntaba a ser una burda trampa) ... pero otra cosa era intentar apaciguar el dolor de su mujer. Jamas podria superar la punetera realidad de que le habia hecho dano, le habia fallado, la habia decepcionado... incluso, ocho meses despues de aquello, seguia sin hablarle, esperando enrocada y ofendida a que le firmara de una buena vez los papeles del divorcio, y el no podia lidiar con eso. Andrea queria el puto divorcio, pero el no pensaba firmarlo, no podia hacerlo, aunque ya le habia advertido su abogado de que se iba a divorciar igualmente porque la ley estaba de su parte y pasado un tiempo prudencial ya no necesitaria de su firma para divorciarse, el no pensaba cooperar. Respiro hondo y trato de no entrar en panico como le habia ensenado su terapeuta. Abrio los ojos y miro Manhattan bajo sus pies. Nueva York era fabulosa, una ciudad que le encantaba, de hecho, parte de su luna de miel la habian pasado alli, y hacia un ano, cuando la Universidad de Columbia lo habia invitado a dar clases durante un curso entero, habian saltado de felicidad, los dos, porque Andy (a los dos los llamaban Andy) estaba ilusionadisima con la oportunidad de vivir ocho meses en la Gran Manzana... quien les iba a decir que un ano despues estaria alli solo, con el corazon roto y la vida hecha pedazos. Maldita sea, exclamo y se levanto ya sin hambre, sin poder quitarsela de la cabeza. Habia conocido a Andrea Aramburu, una espanola deslumbrante, cuando habia aparecido en Edimburgo a los veintidos anos para hacer un master en su departamento de literatura. Una brillante licenciada en filologia inglesa, amante de la literatura escocesa, que queria especializarse en Robert Burns y de la que lo habian nombrado tutor porque por aquel entonces aun no tenia catedra propia y se ocupaba de los alumnos de post grado. Una maravillosa circunstancia, porque desde que la habia visto se habia enamorado de ella, y ella le habia cambiado la vida para siempre. El tenia treinta y dos anos por entonces, y un largo y agitado curriculo sentimental a sus espaldas, incluso llevaba unos meses combinando a dos amigas en perfecta y relajada armonia, una de Londres y otra de Paris, con las que compartia sexo y diversion sin compromiso, pero habia aparecido Andrea y todo se habia detenido, todo habia cambiado, y por primera vez en su vida descubrio que era capaz de enamorarse como un crio inexperto, porque ella lo desarmaba con solo mirarlo, lo ponia del reves con una sonrisa, y lo volvia completamente loco, asi que se habia dejado llevar, se habia enamorado sin vuelta de hoja y habia empezado a "cortejarla", a salir con ella, hasta que acabado su primer curso en Edimburgo la habia seguido hasta Espana, durante sus vacaciones, para decirle lo que de verdad sentia. -Te amo y no pienso dejarte en paz hasta que te cases conmigo -le solto en San Sebastian, donde la pillo paseando con su abuela por el Paseo de la Concha, y ella le habia sonreido incredula-. Va en serio, Andy, si quieres me arrodillo delante de todo el mundo. -?Como me has encontrado? -Vamos... mirame y dame una respuesta. -Te quiero -le habia contestado poniendose de puntillas para darle un beso en la boca-, y claro que me quiero casar contigo, pero no hay ninguna prisa. -Eso lo diras tu, porque yo tengo toda la prisa del mundo. -Andrew... -Los escoceses no solemos tener mucha paciencia, amor. ?Te casas conmigo o no? -Si, por supuesto que si. Le habia puesto un anillo en el dedo, lo habian celebrado con su familia, que en un principio no estaba nada de acuerdo con que se casara con su profesor, un tio diez anos mayor que ella y a los veintidos anos, pero que al final habia acabado aceptando su decision, incapaces de poner puertas al campo, y cuando volvio a Escocia para su segundo curso del master se fueron a vivir juntos. Seis meses despues estaban casados y el se habia convertido en el hombre mas feliz, fiel, enamorado y dichoso del planeta. En una nube de perfeccion y amor desatado habian vivido seis anos, hasta ese maldito 5 de enero, cuando el de forma inconsciente, porque estaba borracho como una cuba, se habia liado con una mujer de la que no sabia nada, habia mandado todo al traste y Andrea habia reaccionado como siempre habia prometido actuar ante una infidelidad: habia cogido sus cosas, a su gata y lo habia dejado solo y a su suerte. Aun en contra su propia naturaleza, desesperado, habia suplicado, llorado, gritado, roto cosas, la habia asustado persiguiendola por Edimburgo o por Madrid, se habia deshecho en explicaciones, pero no habia conseguido nada y al final habia decidido seguir adelante con sus planes y viajar a Nueva York. Todo su entono lo habia animado a viajar a los Estados Unidos para trabajar en Columbia ese curso. Esa parecia ser la unica oportunidad que tenia para recomponerse un poco y olvidar a su mujer, aunque sabia que eso no pasaria jamas. Estaba roto por dentro, por fuera respiraba, comia, trabajaba e interactuaba con el mundo, pero en su interior lloraba a todas horas, la echaba de menos y anoraba su vida juntos, su compania, sus besos, el sexo, sus planes, sus charlas, su sonrisa, la complicidad, los hijos que habian planeado tener a partir de ese mismo ano ... y no sabia como afrontarlo. No sabia si iba a poder, algun dia, volver a ser el que habia sido, y esa certeza no hacia mas que destrozarlo y provocar que la necesitara y anorara aun mas, si eso era posible.

  • Dibujando la tormenta de Pedro Sorela

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    “Dibujando la tormenta” es un paseo a traves de las vidas y obras de cinco <>: Faulkner, Borges, Stendhal, Shakespeare y Saint-Exupery. Un apasionado y estimulante canto a la lectura en el que Pedro Sorela, de forma amena y a la vez exhaustiva, nos descubre como Faulkner intuyo que toda novela es una forma de poesia, como Borges tuvo que sufrir una infeccion de la sangre para terminar aboliendo las fronteras internas de la literatura, como de Shakespeare no sabemos casi nada pero si lo que importa, como Stendhal escribio para revivir su juventud heroica en Italia e intuir que la condicion para escribir una obra maestra es haberla vivido antes, y como Saint-Exupery encarno un siglo despues esa profecia y fundio vida y escritura en una sola obra. Toda seleccion tiende a ser injusta, pero no si se trata, como es el caso, de la propuesta de una serie de escritores que no pretende armar ninguna etiqueta, ni esculpir un canon, ni ordenar una clasificacion o facil comodin cultural para la academia, la critica, el periodismo o cualquiera de las industrias de la posmodernidad. El unico criterio seguido por Pedro Sorela para proponer a Faulkner, Borges, Stendhal, Shakespeare y Saint-Exupery como algunos de los fundadores de la escritura moderna es una doble constatacion: la de que el placer de su lectura aumenta con el tiempo y la de que nada fue lo mismo despues de sus libros: la caligrafia de cada uno de ellos es reconocible en la escritura moderna. Todo ello es explicado a la luz de cinco intensas biografias, sin las cuales, en contra de lo que tiende a sostener la Academia, sus obras resultarian mucho mas enigmaticas de lo que siempre es inherente al gran arte.

  • Cuando el alma tiene dos caras de Doli Pereira

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    Elena es una joven que solo tiene un proposito: dejar el tipo de vida que tiene.
    Cuando Javier, un importante hombre de negocios, se cruza en su camino, ve en el la oportunidad de conseguir lo que siempre ha sonado, aunque ello implique comenzar una nueva vida en un nuevo pais. Sin saber que la persona con la que se casa esconde un gran secreto, que provocara que aflore una personalidad totalmente opuesta a la que conoce y que la vida que ha construido al lado de Javier se resquebraje por completo.
    ?Hasta que punto merecio la pena dejarlo todo atras? ?El poder da la felicidad?

  • El final de nuestra historia de Meg Haston

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  • Cuando te falte mi piel de Mabel Diaz

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    Una joven universitaria aparece brutalmente asesinada en un piso de Barcelona. La inspectora Aroa Martinez sera la encargada de dirigir el caso mientras lucha contra los demonios de su oscuro pasado. Las investigaciones la llevaran a Delirium, propiedad del exitoso empresario Gabriel Serna, un hombre hecho a si mismo que no permitira que su imperio se desmorone por los secretos que puedan salir a la luz.
    Breixo y Kenia llevan una doble vida como escorts. ?Pueden dos personas que se dedican al negocio del sexo enamorarse? Ella cree que no, pero el intentara hacerla cambiar de opinion.
    Un homicidio, la prostitucion de lujo y una pasion salvaje se mezclan en este thriller erotico que te mantendra pegado a las paginas hasta que lo acabes.

  • Webcamer Chantajeada de Francisco Correa

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    En muchas oportunidades habia escuchado la frase de que "la belleza todo lo puede", pero en su caso, parecia no da resultados. Laura habia tenido una vida exitosa en la universidad, pero hasta el momento, alcanzar su verdadero sueno habia costado cada gota de sudor, y todo estaba en riesgo en cada semestre. Su ultimo ano de universidad habia sido completamente caotico, la separacion de sus padres, la ruptura con su exnovio y el aumento de la dificultad de sus estudios, habian generado que esta joven chica de la ciudad de Nueva York estuviese a punto de colapsar. Era demasiado estres para una simple joven de 22 anos de edad, quien habia ingresado a la universidad gracias a todo el esfuerzo que habian proporcionado sus padres, quienes habian invertido cada centavo de sus ahorros en darle la entrada a la mejor universidad del pais. Proyectandose como la mejor medico cirujano en el futuro, Laura habia dejado atras absolutamente todos los vicios, hobbies o pasatiempos para dedicarse unica y exclusivamente a convertirse en una de las estudiantes mas relevantes de su promocion. Pero los problemas que habia tenido que afrontar en los ultimos meses habian hecho que su enfoque se desconfigurara totalmente, creando un declive en sus calificaciones, lo que la llevo automaticamente a perder la beca que subsidiaba el 60% de sus estudios. Aquella tarde, mientras se encontraba afuera de la oficina del director, sabia perfectamente que algo no andaba bien. Un comunicado habia llegado hasta su residencia de estudiante, mientras esta, sentada frente al ordenador, hacia algunos ajustes al ultimo trabajo de investigacion que venia realizando. Un sobre se habia deslizado debajo de la puerta, algo que llamo su atencion instantaneamente. Corrio hacia el lugar, abrio la puerta y no pudo ver quien habia entregado dicho sobre. El anuncio de que su beca seria removida debido a la disminucion masiva de sus calificaciones, habia dejado a la chica sin palabras. Era como si un gran iceberg de hielo subiese derretido sobre su cabeza, ya que, su temperatura bajo repentinamente, comenzo a temblar, y no pude evitar moverse hacia la cama para evitar caer al suelo. Los estudios conformaban la totalidad de su vida, era por todo lo que habia luchado y no tenia intenciones de desviar su atencion hacia nada mas. Queria convertirse en el orgulloso de sus padres, que sus amigos la vieran con admiracion, que su nombre estuviese en el gafete de alguna bata del mejor hospital del pais o del mundo, eran suenos que mantenian su vida avanzando, pero al parecer, sus planes comenzaban a desmoronarse. En ocasiones, las cosas no salian como se planeaban, asi que, en esta era una de estas oportunidades en que la vida ponia a prueba la capacidad de improvisacion de las personas. Laura tenia una opcion, y tenia que decidir rapido, ya que, facilmente podria perder su cupo en la universidad y quedarse en la calle, convirtiendose en todo lo contrario a lo que realmente habia sonado convertirse hasta el momento. Sus padres habian invertido todo su dinero para proporcionarle a la chica la posibilidad de ingresar a esta universidad, ya no habia ahorros, no habia soporte, asi que, todo dependia de su enfoque en los estudios y mantener el alto nivel academico. Se traducia como una beca que le daba la posibilidad de mantenerse dentro de aquel lugar y viviendo en una residencia de estudiantes sin ningun coste. Pero al enfrentar esta cruda posibilidad, la chica siente como si todo comenzara a desvanecerse, si todas esas ilusiones comienzan a desaparecer de su vida, perdera cualquier argumento para seguir avanzando. No era una advertencia, era un hecho, y aquella beca que habia estado recibiendo durante el ultimo ano, ya habria desaparecido para el momento en que aquella carta, redactada sobre un trozo de papel blanco, era arrugada y lanzada directamente hacia el espejo. Laura sentia verguenza de si misma, no podia creer que despues de tanto esfuerzo, ahora estaba a punto de enfrentar una realidad realmente nefasta, donde unicamente tendria la opcion de regresar a casa con el fracaso en sus espaldas, contando a sus padres la decepcionante noticia. Con un empleo de medio tiempo, jamas podria costear lo que los estudios de mandaban, era una beca realmente valiosa para ella, y ver como se alejaba, se ha convertido en la peor sensacion que ha experimentado la chica. Asi sabia el fracaso, un sabor amargo en la boca, una garganta seca, un corazon que palpitaba a una velocidad increible con una fuerza amenazante que parecia que romperia su pecho en pedazos. Sus manos habian sudado de una manera exagerada, mientras ella se veia en el espejo cuando flojos estaban a punto de reventar en lagrimas. Habia tratado de ser fuerte, respiraba profundamente, y podia escuchar como aspiraba mientras en su entorno, un completo silencio la ahogaba. Muchas veces habia hecho ejercicios de visualizacion, y esta era la oportunidad perfecta para poner en practica todo lo que habia aprendido en las clases de psicologia. Trato de visualizarse en el exito, en un futuro, pero esto, se veia opacado por toda la desesperacion que comenzaba crecer en su pecho. Sentia algo de impotencia, y corrio directamente a su ordenador para tratar de verificar si aun se encontraba en el sistema. Solo se encontraba a un par de dias de pagar la cuota semestral, y si no conseguia el dinero, tendria que recoger sus cosas y abandonar el lugar lo antes posible. No sabia que hacer, sus manos temblaban mientras escribe las letras para poder acceder a la pagina web de la universidad. Cuando escribio su nombre y presiono la tecla de entrar, sintio una decepcion terrible al ver este aviso rojo que decia que su acceso estaba denegado. Hasta ese punto, sintio que quiza todo habia sido un error, pero ya su nombre habia sido excluido del sistema, asi que, ya no habia demasiado que hacer. Quiza una buena opcion habria sido llamar a su ex novio, un chico millonario que posiblemente no tendria problemas con prestarle ese dinero, pero el verdadero problema es que no tendria como pagarlo, y despues de haberle roto el corazon a este chico, posiblemente ya no habia mucho de que hablar. Seria algo bastante humillante, pero Laura comenzaba a quedarse sin opciones, la desesperacion la invade, la adrenalina corriendo por su pecho, y todos los planes por los que habia luchado en los ultimos tiempos, habian comenzado a caerse como una muralla que afronta las fuertes embestidas de proyectiles masivos. Tomo su telefono movil, y con un poco de verguenza, marco el numero de Thomas, su mas reciente amor, y con quien habia tenido una relacion realmente caotica, quiza no era la mejor alternativa, pero los procesos de desesperacion, suelen llevar a este tipo de escenarios. El telefono habia sonado durante algunos segundos, pero la llamada no habia sido contestada. Quiza habia bloqueado su numero, o quiza habia cambiado de telefono, muchas posibilidades comenzaron a transcurrir por la mente de Laura, quien simplemente rogaba a los cielos que por favor este joven contestara, ya que, era la unica alternativa que tenia entre sus manos. Cuando penso que ya no tendria oportunidad de hablar con el, finalmente la llamada fue respondida. Los segundos comenzaron a transcurrir en la pantalla de su telefono, la llamada estaba en linea, y esto era una buena senal. Pero la voz no se escucho al otro lado del telefono, simplemente una respiracion fuerte, asi que, Laura sabia que Thomas estaba alli. --Se que debes estar molesto, lamento llamarte para molestarte, pero estoy pasando por algo muy horrible. --Dijo Laura. El silencio parecia ser muchisimo mas crudo que cualquier frase que hubiese pasado por la mente de Thomas decirle a la chica. Le habia hecho algo realmente desagradable, y al no haber superado la ruptura, este habia quedado profundamente enamorado, siendo simplemente un amigo que pasaria a la coleccion de exnovio ver el catalogo personal de Laura. Su personalidad era inestable, era una chica que solia tratar de compensar el vacio interior de su vida con compania de amistades vacias y relaciones poco fructiferas, algo que la fue llevando poco a poco hacia un abismo de soledad donde unicamente estaria dedicada a su carrera universitaria y rodeada de personas que parecian estar unicamente enfocadas en lo mismo. Solo una buena amiga era la que habia logrado cosechar en la universidad, y para ese momento, esta se encontraba asistiendo a clases de anatomia. La unica persona con la cual podria desahogarse, no estaba disponible, por lo que, mientras sostiene el telefono movil en su oreja, trata de entablar una conversacion con el chico a quien ha hecho pedazos con sus actitudes inmaduras y poco corteses. --Se que quizas no quieres hablar absolutamente nada conmigo. Necesito verte, por favor, dame la oportunidad de escucharme. -- Dijo Laura. --Debe ser muy grave lo que estas pasando para romper con tu orgullo y llamarme. No creo que yo sea el adecuado para ayudarte. --Dijo Thomas. --!Por favor, no cuelgues! Se que las cosas no terminaron bien entre nosotros, pero hasta el momento eres la unica persona con la que puedo contar. --En ese momento, cuando me destrozaste el alma, tambien pense que eras la unica persona con la que podia contar, y poco te importo. El silencio de Laura simplemente podia evidenciar que este chico tenia toda la razon. Habia escogido las palabras correctas durante su silencio, y hasta parecia que habia esperado esta llamada durante mucho tiempo y sabia que estaria en una posicion de ventaja. El hecho de que Laura hubiese desechado a este joven de una forma tan cruda e injusta, le habia dado la posibilidad de madurar y crecer, pero el rencor no habia cedido, asi que, era la oportunidad de vengarse. --Cualquier insulto sera poco para lo que me merezco, pero por favor, no termines la llamada, necesito que hablemos. --Dijo la chica mientras comenzaba a llorar desesperadamente. Habia cosas que podrian evitarse, quiza podria haber terminado con la llamada y su corazon no habria sucumbido ante la necesidad de la chica de poder regresar a el otra vez. Falsas esperanzas crecian como demonios en el interior de Thomas, quien sentia que nuevamente estaba haciendo envuelto por un manto de mentiras y manipulacion, algo que era habitual en la personalidad de Laura. Esta, solia utilizar sus talentos para controlar, manejar, utilizar a las personas, pero esto, tarde o temprano se revertiria como un precioso karma que se desplomaria sobre ella convirtiendola en la victima del destino. Para Thomas, era dificil soportar esa cantidad de curiosidad que crecia en su mente tratando de entender que era lo que estaba ocurriendo. La chica habia asegurado que estaba atravesando por un periodo realmente dificil, y este, dentro de su morbo, queria entender que tan grave podria llegar a ser tu situacion como para humillarse a llamarlo a el. Dificilmente estaria dispuesto ayudarla, ya que, cuando este necesito mas de ella, Laura simplemente le dio la espalda. Era un joven realmente tranquilo, silencioso y muy inteligente, quiza el novio perfecto, pero Laura lo habia dejado pasar, convirtiendolo simplemente era un despojo de hombre que habia tenido que atravesar el mismo infierno descalzo para poder salir de aquella situacion. La indiferencia, el corazon de piedra, y la poca empatia que habia demostrado Laura para con Thomas despues del termino de aquella relacion, le habia dado todos los argumentos a este chico para poder desarrollar ese sentimiento de querer verla en la miseria, afrontando la desesperacion, rogando por ayuda, pero esto, podria quebrantarse facilmente con solo escuchar la voz de Laura. --Tu llanto parece genuino, pero realmente no tengo intenciones de verte, Laura. Creo que deberias llamar a alguien mas. A menos que no conozcas a alguien que pueda ayudarte con tus problemas financieros. --Dijo Thomas. Laura se sintio sorprendida al ver ese de alguna u otra forma expuestas, ya que, en ningun momento habia hablado sobre sus problemas economicos. Parecia que Thomas se habia adelantado significativamente a los acontecimientos y habia logrado determinar cuales eran sus verdaderas intenciones, algo que la dejo completamente desconcertada. --?De que hablas? ?Como puedes decir que solo te llamo para que arregles mis problemas financieros? --Es lo unico que te llevaria a llamarme. Creo que no podria solucionar absolutamente nada mas en tu vida, mas que la necesidad de dinero. Pero estas en libertad de hablar sin enganos... ?Cuanto es lo que necesitas?

  • Abraza mi oscuridad, Isabel Keats de Isabel Keats

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  • Eso lo explica todo de John Brockman

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    Jared Diamond sobre la electricidad biologica. Nassim Nicholas Taleb sobre el estres positivo. Steven Pinker sobre las profundas raices geneticas del conflicto humano. Richard Dawkins sobre el reconocimiento de patrones. El premio Nobel de Fisica Frank Wilczek sobre la simplicidad. Lisa Randall sobre el mecanismo de Higgs. Brian Eno sobre los limites de la intuicion. Richard Thaler sobre el poder del compromiso. V. S. Ramachandran sobre el <> de la conciencia. El premio Nobel de Fisiologia Eric Kandel sobre el poder de la psicoterapia. Mihaly Csikszentmihalyi sobre el <<dictum de Lord Acton>>. Lawrence M. Krauss sobre la unificacion de la electricidad y el magnetismo.

  • En los Brazos de tu Pasion de Anna Crenwood

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    Sairin vivia felizmente con su tia tras la dolorosa muerte de sus padres. Estaba enamorada de Edward, un hombre que cualquier mujer desearia.
    Pero una amenaza se cierne sobre la joven, y con la ayuda de Edward intentara resolver el por que quieren verla muerta.

  • El accidente de mi vida de Marta Lobo

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    ?Que ocurre si se mezcla en una misma historia una madre odiosa, una boda, unas amigas locas, un amor de adolescencia, un secreto de familia y una protagonista un poco zorra?
    Pues que tienes mi historia.

  • Palabra de meiga, Mara Mornet de Mara Mornet

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    Evelyn es una periodista entregada a su trabajo, responsable de las noticias relacionadas con los sangrientos crimenes que estan asolando las calles de Madrid. Algo extrano esta pasando en la ciudad, y al adentrarse en su investigacion descubrira que las sombras de su historia la persiguen, que nadie es quien dice ser y que ella es la pieza final del siniestro puzle en el que se ha convertido su vida. Con la ayuda de sus colegas y amigas, Sia y Lilith, y de Logan, un misterioso y atractivo detective privado que aparece a cada paso que da, descubrira que solo resolviendo su pasado sera capaz de acabar con el horror que la rodea... aunque el precio a pagar sera demasiado alto. Palabra de meiga es una novela de misterio, pasion y accion en la que Evelyn tendra que luchar contra las oscuras criaturas de la noche si pretende terminar con la terrible maldicion que esta acabando con su presente.

  • El cerco de Bogota de Santiago Gamboa

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    Una serie de relatos de Santiago Gamboa que no dejara indiferente a nadie

  • Lissy de Luca D’andrea

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    Dos golpes ligeros y estas palabras: Crunch, crunch, crunch. ?Quien roe, roe? ?Quien mi casita me come? Marlene, veintidos anos, un metro sesenta, o algo mas, ojos color azul melancolia, un lunar al final de la sonrisa, indudablemente hermosa e indudablemente asustada, se miro reflejada en el acero de la caja fuerte y se dijo a si misma que era idiota. Era metal, no el mazapan del cuento. Y no habia ninguna bruja en las inmediaciones. Es el miedo, se dijo, solo es eso. Movio los hombros, dejo de respirar, como su padre antes de apretar el gatillo de la escopeta, vacio los pulmones y volvio a concentrarse. Las brujas no existian. Los cuentos mentian. Solo la vida importaba, y Marlene se preparaba para cambiar la suya definitivamente. La combinacion era facil de recordar. Uno. Tres. Dos. Luego un cuatro. Un giro de muneca, otra vez cuatro y ya estaba. Tan simple que las manos de Marlene lo hicieron todo por si solas. Aferro el tirador de acero, lo bajo y apreto los dientes. Un tesoro. Fajos de billetes de banco apilados como lena para la Stube . Una pistola, una caja de municiones y una bolsita de terciopelo. Por debajo de la caja asomaba una libreta que valia mas que todo ese dinero multiplicado por cien. Habia sangre y tal vez incluso un par de cadenas perpetuas guardadas entre sus paginas arrugadas: una interminable lista de acreedores y deudores, nombres de amigos y de amigos de amigos escritos con la caligrafia pequena, delgada e inclinada de Herr Wegener. Marlene no le dedico un segundo vistazo. No le interesaban la pistola, las balas ni los fajos de billetes. La bolsita de terciopelo, en cambio, hizo que le sudaran las palmas de las manos. Conocia su contenido, conocia su poder, y estaba aterrada. El suyo no era un simple robo. Llamemos a las cosas por su nombre. Lo que la mujer joven estaba haciendo con el corazon en un puno era… traicion. Marlene Taufer in Wegener, legitima esposa de Robert Wegener. El hombre frente al que todo el mundo se quitaba el sombrero: cuarenta anos transcurridos en la construccion de una carrera hecha de intimidaciones, contrabando, emboscadas y asesinatos. Nadie bromeaba con un hombre como Wegener. Nadie se atrevia ni a utilizar siquiera su nombre de pila. Para todo el mundo Robert Wegener era Herr Wegener. Incluso para ella. Marlene. Su esposa. Espabila. El tiempo apremia. Sin embargo, tal vez precisamente debido al acoso de las agujas del reloj, durante un parentesis entre un tic y un tac, cuando Marlene abrio la bolsita de terciopelo, la fabula volvio a tomar la delantera sobre la realidad y la mirada de la mujer joven se cruzo con la azul, profunda y terrible, de criaturas minusculas y puntiagudas. Cobolds. Le parecio incluso obvio. A los cobolds les gustaba el metal, el frio y la muerte: caja fuerte, pistola, dinero y libreta. Un nido perfecto. Los cobolds reaccionaron con ferocidad ante ese allanamiento. Se apoderaron de la luz de la habitacion, la apresaron en sus ojitos crueles y la transformaron en un destilado de odio tan salvaje que por poco a Marlene no se le cayo la bolsita de los dedos. Eso la hizo volver al presente. A la caja fuerte completamente abierta. A la villa en el Passirio. Es decir, a la realidad. La bolsita de terciopelo estaba repleta de zafiros. Carbono condensado que, debido a una broma de la fisica, habia aprendido a brillar como una estrella. Toda, o casi toda, la fortuna de Herr Wegener apretada en su puno. Pero nada de brujas ni de cobolds. Porque, se dijo de nuevo Marlene, no existian las brujas, ni tampoco los cobolds; en cambio, esas piedras preciosas no solo eran reales, sino que tambien eran la llave para su nueva vida. Siempre y cuando dejara de perder el tiempo y se largara. Sin prestar mas atencion al mundo de los cuentos, y sin pensar en la cadena de consecuencias que acababa de poner en marcha, Marlene cerro la bolsita, la escondio en el bolsillo interior de su chaqueta acolchada, cerro la caja fuerte, la oculto detras del cuadro, enderezo la espalda, le dio un toquecito a un mechon que amenazaba con acabar dentro de los ojos y dejo atras el dormitorio. Recorrio el pasillo, un tramo de escaleras, el salon, el vestibulo con innumerables espejos, la escalinata exterior. La noche la acogio con una suave brisa que soplaba del norte. No se detuvo. Puso en marcha el Fiat 130 gris y se marcho. La villa que se desvanecia en el espejo retrovisor. El discurrir de las farolas. La alianza de oro tirada por la ventanilla sin volver a pensarselo. La ciudad dormida. El desguace. Una parada rapida y, gracias a un abultado sobre de dinero, el Fiat 130 se convirtio en un Mercedes W114 color crema, con matricula <>, la documentacion en regla, los neumaticos recien estrenados y el deposito lleno. Nada de gracias. Nada de saludos. Directa hacia el oeste. Aparte de los primeros copos de nieve, todo iba de acuerdo con los planes. Al menos hasta el puesto de control a pocos kilometros de Malles. Un autentico engorro. Al final de una serie de curvas que Marlene habia empezado a enfilar, vio una furgoneta con las luces de emergencia apagadas y un par de carabineros con el aspecto de alguien que se esta muriendo de frio. O de sueno. O de quien, furtivo, esta esperando a alguien o algo. Herr Wegener tenia ojos y oidos en todas partes. Tambien entre los uniformes. De manera que: ?tentar a la suerte o cambiar de itinerario? Si no fuera por la ansiedad y el miedo, Marlene habria podido mantener todavia su plan a salvo de los imprevistos. Sin embargo, la ansiedad, el miedo y la nieve cada vez mas densa la llevaron a pisar el freno, cambiar de sentido y enfilar una carretera secundaria, desencadenando una nueva serie de acontecimientos. La carretera secundaria la llevo a otra, aun mas estrecha y sinuosa, que atravesaba un pueblecito sumido en el sueno hasta un cruce (?derecha o izquierda?, ?cara o cruz?), y aun mas adelante, con la nieve que se acumulaba en capas. Y cuando el coche empezo a dar bandazos, la chica con el lunar al final de la sonrisa decidio continuar de todos modos, con un ojo puesto en la calzada cada vez mas empinada y otro en el mapa en el que, no hace falta decirlo, ese paso (malditos sean ellos y sus mapas llenos de errores) no aparecia marcado. No era cierto. El mapa era inexacto, tal vez, como todos los demas, ?pero erroneo? Era de 1974, y en 1974 el hombre ya habia dejado su huella en el polvo lunar: no era posible que un mapa se equivocara. Marlene simplemente tendria que haber estacionado, echar el freno de mano, encender la luz del interior, respirar profundamente un par de veces y verificar mejor. Las cosas habrian ido de otra manera. Pero Marlene no se detuvo. A la ansiedad se le habia anadido la incredulidad de quien descubre que se ha perdido. Dale gas, pero adagio , se dijo, y sigue adelante. Tarde o temprano la carretera conducira a alguna parte. Un pueblo, un refugio, una explanada. Se sentiria satisfecha incluso con un espacio abierto que fuera lo bastante ancho para consentirle maniobrar y volver atras, dispuesta a desafiar el puesto de control: cualquier cosa con tal de interrumpir esa nueva e inexorable secuencia de acontecimientos y retomar el control de su propio destino. No fue asi. Tal vez la nieve, tal vez los ojos que no podian despegarse del mapa; en cualquier caso, Marlene percibio de repente que el Mercedes perdia adherencia, derrapaba a la izquierda, hacia un trompo y volaba . Fue horroroso. La negrura barrida por los faros. La nieve oscura que remolinaba en enjambres. Las fauces del precipicio. Los troncos de los arboles, inmoviles y perfectamente perceptibles en todos sus detalles. La colision. Violenta. Un fogonazo de dolor sofocado por el ruido de chapas rasgadas. Un aullido infernal, esta vez si, demasiado parecido al chirrido de la puerta de la bruja. Marlene grito el nombre de Dios. Y mientras la montana, negra y sin nombre, se cernia sobre ella, su grito se convirtio en un jadeo. Pero fue el amor lo ultimo que invoco. El amor que la habia empujado a traicionar al hombre mas peligroso que habia conocido en su vida. Ese amor que tenia un nombre. --Klaus. La ultima palabra de Marlene antes de la oscuridad. 3 Casi al amanecer. De no haber sido por el reloj, nadie se habria dado cuenta. La nevada se habia convertido en una tormenta de nieve. No habia nada de luz en el exterior, tan solo una neblina blanca. Tampoco habia nada de luz dentro de la habitacion. La arana de cristal parecia incapaz de iluminar nada, limitandose a dibujar una masa informe en el suelo. Si uno la observaba largo rato, se arriesgaba a que le asaltaran malos pensamientos. Tanto el hombre como la mujer evitaban hacerlo. Se parecia demasiado a una mancha de sangre. Aparte del tictac del reloj de pendulo y de su respiracion, solo habia silencio. La mujer estaba sentada en una butaca, las manos entrelazadas sobre los muslos apretados. Rigida como un soldadito de plomo, los rasgos faciales cristalizados en una mueca que la envejecia una decada. Llevaba una especie de uniforme. La falda hasta la rodilla, un delantal muy blanco y el pelo recogido en una trenza. De no ser por la expresion cenuda (?o asustada?), habria sido hermosa. Se llamaba Helene, y desde hacia mas de cinco anos era el ama de llaves en la villa del Passirio. Hacia mas o menos el doble de tiempo que habia dejado de morderse las unas. Esa habia sido una de las primeras lecciones en la Escuela de Economia Domestica de Bresanona, donde aprendio los fundamentos del oficio. Las manos de una buena ama de llaves, le explicaron sus profesores, son su tarjeta de visita. Nunca sucias, siempre arregladas, bien cuidadas. Dejar de morderse las unas habia sido casi como dejar de fumar, pero luego se acostumbro a ello. Durante anos la idea de volver al viejo habito ni siquiera se le habia pasado por la cabeza. Hasta que empezaron los gritos. ?Que clase de hombre podia emitir semejantes sonidos? Basto solo un instante y volvio a caer. Mordisqueaba, roia, y cuando los dientes alcanzaban la carne viva, Helene, con un gesto irritado, dejaba caer sus manos sobre el regazo para martirizarse el delantal. Luego empezaba de nuevo. Manos. Boca. Unas. Dientes. Una pequena punzada de dolor. Delantal. Y otra vez mas, desde el principio. Helene habia intercambiado una unica mirada con el hombre alli de pie, apoyado en la gran chimenea que nadie usaba nunca. Una unica mirada. Mas que elocuente. El hombre se llamaba Moritz. Habia cumplido recientemente los treinta, tenia unas ojeras como hematomas y una pistola automatica en una funda, oculta bajo la americana de su traje oscuro. Por regla general, ese traje le sentaba de maravilla. Habia pagado por el una cantidad desorbitada, pero habia valido la pena. Se lo decia por las mananas, mientras se hacia el nudo de la corbata o le daba un ultimo retoque al pelo engominado, y se lo confirmaba el interes de las mujeres con las que se cruzaba por las calles del centro. En ese amanecer, en cambio, con o sin traje oscuro, Moritz se habria sentido en cualquier caso incorrecto y torpe como un espantapajaros. Porque cuando sus ojos se reflejaron en los de Helene, el hombre de la pistola vio algo que lo aterro. Una mirada de las que habia ya captado bastantes, desde que entrara a formar parte del circulo de Herr Wegener. La mirada de una victima. Y eso no estaba bien. No estaba bien, porque Moritz era un hombre sencillo que dividia el mundo con el lanzamiento de una monedita. ?Victima o verdugo? Facil: nada mejor que el sonido de una nariz al romperse. Con su metro noventa y sus noventa kilos de peso, y su propension natural a la violencia, Moritz nunca habia sentido el miedo de la victima. Hasta el momento en que, reflejandose en los ojos de Helene, se pregunto: <>. Pero tambien: <>. Por eso dejo de mirar al ama de llaves. Y la mancha en el suelo de la habitacion. Demasiadas, demasiadas preguntas. Moritz odiaba las preguntas. Porque a las preguntas uno no podia romperles la nariz. A las preguntas no les podia meter una bala en el corazon (y otra en la cabeza, por seguridad) y hacer que se callaran para siempre. Las preguntas eran como esos insectos repugnantes, todo boca y paciencia que, famelicos y canallas, eran capaces de derrumbar incluso el mas solido de los castillos. Silencio. Eso es lo que le habria gustado a Moritz. Pasar por completo de los gritos y desaparecer durante unos minutos. Los suficientes como para ahuyentar los malos pensamientos. Un cigarrillo en el jardin. O una copita de brandi. Pero las ordenes eran las ordenes. Las ordenes, para alguien como Moritz, le cortaban la cabeza a los signos de interrogacion. Marcaban la frontera entre lo que se podia hacer y lo que estaba prohibido. Las ordenes trazaban una linea recta, simple, y el era un hombre simple. Ademas, hacian que la desobediencia fuera mucho mas emocionante. Y era esto, si queremos ser sinceros hasta el fondo, lo que le habia provocado problemas. Asi que Moritz permanecia inmovil, erguido en su traje oscuro, apoyado en la chimenea apagada. Escuchando los gritos y sintiendo el peso de la automatica, que lo aplastaba contra el suelo. Sobre la mancha informe del suelo. Helene, sin embargo, tenia una vision mas compleja del mundo. No existian unicamente el blanco y el negro. La obediencia y la transgresion, las victimas y los verdugos. Habia todo un oceano de grises en los que navegar. Bastaba poco para transformar una orden en un consejo y los consejos no eran trampas, siempre ofrecian alguna escapatoria. Sus obligaciones, por ejemplo, guardaban relacion con la villa. No con su empleador. Villa y empleador eran dos cosas diferentes. Aqui habia una via de escape. Cuando decidio que ya habia tenido suficiente de aquellos gritos, Helene se levanto de golpe y salio de la habitacion. Silenciosa como un fantasma. 4 El amanecer. Mas que verla la sintio en los huesos. No habria podido hacer otra cosa. Las ventanas que daban al jardin estaban cerradas. Solo la pantalla de una lampara, rota pero aun en funcionamiento, iluminaba la habitacion sumida en el caos. Armarios completamente abiertos, cajones fuera de sitio, mantas y ropa hechas jirones, una infinidad de papeles, joyas, cuadros, libros (menos uno) por los suelos, victimas inocentes de su furia. En el centro de la sala, toda ella de estuco y con cortinas de terciopelo bordadas en oro, sentado en la cama sin hacer, Herr Wegener se dio cuenta de que si no dejaba de gritar y empezaba a razonar de manera lucida y racional todos los logros que lo habian llevado a ser lo que era se convertirian en una montana de estiercol y esfuerzo desperdiciado. El autocontrol habia sido durante anos su orgullo. Los nervios de acero y la sangre fria le habian permitido llevar la batuta de lo que, en secreto, habia bautizado como <>. Un imperio listo para dar el salto que, ese era el plan, le consentiria elevarse desde el rango del hombre ante el que uno se quita el sombrero al del hombre en cuya presencia es obligatoria una genuflexion . En ese gelido amanecer, por mucho que se esforzara en recuperarlo, el autocontrol seguia siendo una quimera. Lo era porque Wegener no queria creer lo que sus nervios de acero y su sangre fria le sugerian. Y la que era la unica y simple explicacion: Marlene. Imposible. Marlene nunca lo habria traicionado. Marlene era su esposa. Marlene era la mujer a la que amaba. Por encima de todo, Marlene era una mujer y nunca se habia visto que una mujer lograra joder a alguien como el. O tal vez si, tal vez en algunas partes del mundo habia mujeres capaces de atreverse a tanto, pero Wegener estaba seguro de que Marlene no pertenecia a esa categoria. Ni en broma. Nervios de acero y sangre fria no estaban de acuerdo. No hacian mas que repetirselo. Ha sido ella, ha sido ella, ella, ella.