• Al mal tiempo, buena cara de Abby Baker

    https://gigalibros.com/al-mal-tiempo-buena-cara.html

  • Carita de Angel de Tania Sexton

    https://gigalibros.com/carita-de-angel.html

    La chica se quedo clavada en el sitio al ver a ese hombre montado a caballo, y supo antes de oir la voz grave y profunda, que era un yanqui. Ralph Hathaway buscaba a un muchacho llamado Taylor Lewis, pero no se le paso por la cabeza en momento alguno, que ese nombre perteneciera a una chica. Una criatura preciosa, con cara de angel, que utilizaba un lenguaje soez y grosero; el mismo vocabulario que el solia emplear, mas de lo correcto.
    Habia llegado a Las Carolinas con intencion de encontrar a los integrantes de la familia Lewis. Despues de la guerra solo quedo esta muchacha, que viviendo en compania de una anciana cascarrabias y para mantener al sexo masculino a raya, habia optado por vestirse con las ropas de su padre fallecido, cargar un revolver a la cadera y emplear el vocabulario mas vulgar y ordinario.
    Hathaway intento no dejarse llevar por esa belleza en todo su esplendor; su mision, pues asi se lo prometio al tio de la chica, era llevarla a Boston, dejarla en sus manos y que el se apanara con esa fierecilla a medio domar.
    Pero antes de subirla al barco que los llevaria a destino...
    Y al llegar a la ciudad...
    Todo se complico.

  • La decision de una dama de Trixie George

    https://gigalibros.com/la-decision-de-una-dama.html

    Una dama debe sonreir siempre, estar al dia de las ultimas tendencias de moda y ser amable en todo momento. Ademas, una dama nunca debe tomar decisiones por si misma, sino obedecer a las de su padre o su esposo. Eso es lo que lady Verity ha oido toda su vida, y lo que debe poner en practica cuando llega a Londres dispuesta a encontrar esposo.

  • Suite Italiana de Javier Reverte

    https://gigalibros.com/suite-italiana.html

    Un libro sobre libros, viaje y paisaje, a medio camino entre el diario y el ensayo literario, banado por la maravillosa luz del Mediterraneo italiano

  • La isla de ambar de Ana Olivia Fiol

    https://gigalibros.com/la-isla-de-ambar.html

    Victoria es una pelirroja sofisticada e independiente que trabaja como traductora freelance y monitora de spinning. Se siente libre, feliz y disfruta de tener un control total sobre su vida hasta que, en la zona vip de la discoteca mas top de Ibiza, se cruza con Alejandro, un atractivo empresario de la noche por el que se siente poderosamente atraida. Pronto descubre que, ademas de su magnetismo, Alejandro tiene ciertas facetas ocultas que empujaran a Victoria a un juego de mentiras, sexo y estrategias, en el que tendra que encajar muchas piezas para descubrir quien es el realmente.

  • Cafe y tarta de Mario Sanca

    https://gigalibros.com/cafe-y-tarta.html

    El agua cae sin contemplaciones desde el cielo. Las gotas de lluvia repican en el exterior contra los coches y el mobiliario urbano en una melodia anestesica y caotica, un actor en el fondo de la sala que susurra desde la distancia para comentar la escena que tiene lugar ante si. En una cafeteria de la ciudad, a traves de unos cristales perlados de gotas, se distingue un exterior frio, gris, casi detenido en el tiempo, que logra convertirse en una melancolica foto que alguien colgaria en una sala de espera. Una estampa en la que se recuerda que el agua no discrimina a nadie. Mientras, en el interior, la imagen, es muy diferente: acogedora, calida, alborotada por el sonido de la cafetera que calienta la leche, el impacto frio de las cucharas metalicas contras las tazas y las conversaciones de mujeres y hombres que ocupan las mesas. El olor dulce de las tartas y el amargo del cafe inundan todo el espacio, y arrancan una sonrisa de satisfaccion a todo aquel que llega del inhospito exterior. En ese momento de la manana, una pequena campana de metal indica que alguien abre la puerta de la cafeteria. El acolchado sonido de la lluvia desaparece durante los breves segundos en que la puerta esta abierta, y vuelve a la normalidad cuando el umbral se cierra. Al instante, se escucha un suspiro de agotamiento acompanado por el sonido caracteristico de unos zapatos mojados. --Te dije que cogieras el paraguas --comenta con una sonrisa la camarera al chico que acaba de sentarse en la barra. Con sus ojos del color del sirope de menta, enmarcados por el flequillo y unos mechones sueltos de tono chocolate con leche, observa al cliente de arriba abajo. Un leve gesto de negacion con la cabeza hace que el pelo de su coleta oscile de un lado a otro. --Se me ha olvidado en casa --contesta el mientras sus hombros bajan todo lo que su fisionomia le permite. Mojado por completo, su pelo corto, del color de las galletas tostadas, deja escapar pequenas gotas de agua que impactan sobre las gafas, por lo que su vision se transforma en un campo de estrellas translucidas y sus ojos caramelo quedan desdibujados. --Jaime... --La camarera llama su atencion--. Al menos quitate la gabardina --insiste con un tono dulce y calido, similar a la espuma caliente--. !Esta chorreando! No querras volver al trabajo con un resfriado. --No --contesta cansado--, supongo que tienes razon. Y con un movimiento lento, como si la gabardina se resistiera a terminar ese humedo abrazo, el chico se la quita con cuidado para no mojarse mas y la coloca en una butaca libre que hay junto a el. Esto deja a la vista el fisico delgado de un joven de veintipocos anos. --Tambien se te ha mojado la camisa. --Unos segundos de silencio siguen al comentario. El, a traves de las gafas, mira como lo observa--. ?Ves algo con eso? Deja que te las limpie. --Y sin pedir permiso, en un gesto que denota mucha confianza, se las quita y las limpia con mimo gracias a un par de servilletas de papel. Despues se las vuelve a colocar, en un movimiento que parece perfeccionado por la fuerza de la costumbre--. Mucho mejor, ?verdad? A traves de los cristales, ya limpios y transparentes, Jaime contempla la mirada de la camarera, clara, con una mezcla de alegria y algo mas intenso, dificil de identificar, sobre todo en alguien que apenas ha llegado a la treintena; como si su edad no acompanase el nivel de profundidad que aguarda esa mirada. --Si, gracias, Elena. --Se quita las gafas para comprobar con satisfaccion los cristales. --No tienes que darlas. La camarera lo examina de nuevo. Sin la gabardina empapada tiene mejor aspecto, al menos no parece un perro abandonado. Pero ese pelo despeinado y la camisa pasada de moda no ayudan. --Si alguien te viera ahora, diria que te sientan fatal las Navidades --comenta Elena mientras arquea una ceja. --Lo se --contesta mientras intenta sonreir. --Perdone, jovencita. --Un hombre la llama desde el otro lado de la barra. --Ahora mismo vengo, Jaime, mientras... --Lo vuelve a mirar, aunque es incapaz de terminar la frase. Contiene una carcajada y, con una sonrisa en los labios, se aleja para atender al otro cliente. A esas horas, casi a final de las fiestas, y con una lluvia que no invita a la gente a salir de casa, apenas hay transeuntes por las calles. En la cafeteria, unas pocas personas, divididas en un par de mesas, cortan el silencio del lugar; sus conversaciones se mezclan con el ruido de la vajilla y de la cafetera mientras la radio hace todo lo posible por no quedarse en un segundo plano. En los pocos momentos en que el sonido de fondo se sincroniza, el cafe se llena del lamento de los asistentes y sus quejas sobre la vuelta al trabajo. Mientras, Jaime se conforma con mirar la lluvia caer en el espejo de detras de la barra. Las gotas forman una pequena neblina translucida que distorsiona la imagen al otro lado de la calle. Y, en un instante, la escena se inunda con el aroma de cafe recien hecho, chocolate y una pizca de limon. El muchacho se fija en la barra y se da cuenta de que, delante de el, ha aparecido una gran taza de cafe con una cremosa capa de leche y una suculenta porcion de tarta. Y ese leve olor a limon solo puede proceder de una persona. --De nada --responde Elena a la pregunta que no llega a formular Jaime. --?Y eso? --Invita la casa. --Vaya... --dice el chico sorprendido--. Voy a tener que dejarme el paraguas en casa mas a menudo. --Yo que tu no me arriesgaria. Y con una amplia sonrisa, Jaime clava el tenedor en la tarta y escucha el ruido efervescente que produce el bizcocho al tacto con el metal; al mismo tiempo que, por el rabillo del ojo, observa como Elena fija la vista en algun punto de la cafeteria. Cuando sigue la direccion de la mirada, comprueba que contempla a un chico y una chica sentados en una de las mesas. --?Que opinas? --pregunta ella mientras seca los cubiertos con un pano. El se gira un poco en el asiento para observarlos mejor: el cruce de miradas, los gestos, la postura, el tono de sus voces, sus expresiones... Todo pequeno detalle que pueda delatar el tipo de relacion que hay entre ellos. --Amigos --declara Jaime tras unos minutos de analisis. Elena tuerce la boca en un gesto que deja claro que no esta de acuerdo. --No estoy tan segura. ?Hermanos? --No --niega con la cabeza el tras darle un pequeno sorbo al cafe--, amigos. Creo que el quiere ser algo mas. --?Tu crees? --pregunta ella, esceptica. --Claro que si. --No me terminas de convencer. --La camarera suelta los cubiertos y el pano con resignacion --. Eso mismo podria pensar un desconocido de nosotros. --?De nosotros? Nada mas lejos. --Es cierto. Es evidente la relacion que hay entre nosotros. --?Tu crees? --repite Jaime--. Ahora es a mi al que no terminas de convencer. Elena mira a la pareja de la mesa y suspira. --Bueno, supongo que, con el tiempo, lo averiguaremos. La campana de la puerta vuelve a sonar. La camarera presta atencion a los nuevos clientes y deja a Jaime con su tarta y su cafe para atenderlos.

  • El cerco de Bogota de Santiago Gamboa

    https://gigalibros.com/el-cerco-de-bogota.html

    Una serie de relatos de Santiago Gamboa que no dejara indiferente a nadie

  • La flor de fuego de Alba Quintas Garciandia

    https://gigalibros.com/la-flor-de-fuego.html

    Nadie sabe que ocurre en el instituto. Estudiantes y profesores corren por el edificio e intentan salir a toda costa mientras resuenan estallidos similares a disparos… Pero eso no es posible, ?verdad? Una chica en la calle asegura que los ha visto entrar y, si, iban armados. Otro alumno tiembla en la biblioteca tras haber presenciado una escena que jamas olvidara. Y John… ?Donde esta John? ?Por que, cuando todos se esfuerzan por huir, el recorre los pasillos en direccion a los disparos? Tal vez el quiera contarlo. Porque esta es la historia de John. Y la historia de John es la historia de Columbine. O quiza no tanto.

  • La encargada de vestuario de Patrick Mcgrath

    https://gigalibros.com/la-encargada-de-vestuario.html

    La ultima novela del prestigioso autor britanico, Patrick McGrath, es un homenaje al mundo del teatro. Una atmosferica novela ambientada en un Londres de posguerra amenazado por el espectro del fascismo.

  • Hablame bajito, Macarena Berlin de Macarena Berlin

    https://gigalibros.com/hablame-bajito-macarena-berlin.html

    Con una sensibilidad extraordinaria, Macarena Berlin nos presenta una novela llena de humor y delicadeza en la que disecciona como nadie nuestros miedos. Lo hace con esa voz que nos habla bajito y que queremos seguir escuchando incluso despues de terminar estas paginas.

  • Catarsis. Se vislumbra el final del Regimen, Javier Benegas de Javier Benegas

    https://gigalibros.com/catarsis-se-vislumbra-el-final-del-regimen-javier-benegas.html

    En contra de la triunfalista propaganda oficial, el Regimen politico surgido de la Transicion es en realidad una democracia de muy baja calidad, un sistema de acceso restringido dominado por los privilegios, la corrupcion, el caciquismo, el intercambio de favores y las barreras a la participacion, encontrandose actualmente en avanzado proceso de descomposicion. Esta es la tesis que mantienen Javier Benegas y Juan M. Blanco en un trascendente libro, que, con un prologo de Jesus Cacho, marca un hito en el analisis institucional de los graves fallos de diseno del Regimen Politico Espanol. Con un enfoque novedoso y un ritmo trepidante, este texto trufado de anecdotas permite al lector abordar los capitulos en el orden que crea mas conveniente. Segun los autores, Espana tiene futuro pero necesita urgentemente una catarsis, una profunda reforma que establezca la separacion de poderes y los controles sobre el poder politico, una regeneracion completa de la vida publica que reinstaure los fundamentos de la democracia clasica y la representacion directa, y unas trasformaciones que devuelvan la dignidad, la voz y la capacidad de decision a quienes siempre debio corresponder: los ciudadanos y la sociedad civil.

  • Laila Winter y la maldicion de Ithirie de Barbara G. Rivero

    https://gigalibros.com/laila-winter-y-la-maldicion-de-ithirie.html

    Los vientos del otono han dejado paso el invierno mas frio y cruel. El mundo calido de Laila se desmoronara cuando descubra la terrible verdad sobre su madre y los ithiries. La amistad parece romperse en trozos de hielo, todo se vuelve neblinoso bajo la mano de acero del Reino Blanco. Mientras Ialanthilian cae poco a poco en la negrura, las sombras se revuelven, implacables, dispuestas a devorarlo todo a su paso.
    Con la tercera entrega de la saga de Laila Winter, Barbara G. Rivero sobrepasa el altisimo liston que ella misma se habia puesto, y nos sumerge en las intrigas y las maquinaciones de este maravilloso mundo de fantasia que ya no tiene limites, superando con creces la literatura fantastica a la que estabamos acostumbrados.

  • El Zorro de Frederick Forsyth

    https://gigalibros.com/el-zorro.html

    El legendario Frederick Forsyth, <> segun Los Angeles Times, nos sorprende con un nuevo y oportuno thriller.

  • Inmortal de Alma Katsu

    https://gigalibros.com/inmortal.html

    ?Para que usariamos la inmortalidad? Una historia de amor y venganza a traves de los siglos, con Maine, Boston, Paris y

  • No te quiero mas de Ines Fernandez Moreno

    https://gigalibros.com/no-te-quiero-mas.html

    Con el estilo excepcional que ya tiene acostumbrados a sus lectores y una lucidez tan descarnada como profunda, Ines Fernandez Moreno ofrece en esta nueva novela una historia potente sobre la relacion entre una hija y su padre, que conjuga amor absoluto y un grito de rebeldia.

  • Un buen hijo de Pascal Bruckner

    https://gigalibros.com/un-buen-hijo.html

    <> es la historia de un amor imposible. El amor a un individuo despreciable. Un fascista autoritario y mujeriego que es a la vez un hombre culto y de firmes convicciones, y que resulta ser el padre del propio Bruckner. Semejante conflicto filial da paso a una maravillosa novela de formacion, personal e intelectual, de quien es uno de los escritores mas solidos y controvertidos del panorama actual de las letras francesas. El hijo adulto se enfrenta en primera persona y sin ningun tipo de mascara narrativa a un personaje por el que siente, a un tiempo, rechazo y compasion, en un relato que nace del odio pero que va adquiriendo un inesperado y reconfortante tinte de ternura. Semejante giro acaba por sorprender al propio narrador. Bruckner no puede culminar su particular condena al padre, y ve como el inspirador rencor de partida se va derritiendo para dejar paso a un timido carino, que no comprension, y a la certeza definitiva de que no es posible juzgar de forma absoluta los comportamientos ajenos. <> es una cruda novela de formacion en la que Pascal Bruckner nos plantea, a traves de su propia biografia, un recorrido por la cultura francesa de la segunda mitad del siglo XX.

  • Lineas de Sangre (Canada 3) de Mariah Evans

    https://gigalibros.com/lineas-de-sangre-canada-3.html

    Nicholas, jefe de la division, y Melanie se conocen una noche en un bar. Entre ellos existe una gran atraccion que los llevara a iniciar una relacion amorosa. Pero al parecer es incompatible con los planes de La division. Deben detener como sea a la bruja Agnes que se halla en paradero desconocido. Para ello contaran con la ayuda de una nueva division: la espanola.

  • La locura de lo eterno de Tatiana Ballesteros

    https://gigalibros.com/la-locura-de-lo-eterno.html

    La devastadora II Guerra Mundial cayo sobre la espalda de millones de personas, tambien de Ernest Muller, un joven apuesto y de inteligencia privilegiada, cuyo futuro se trunco inesperadamente. En su mente, como mano salvadora, irrumpio un nino, Libert, parte invisible de una historia de amor y lealtad. La locura de lo eterno es una novela vibrante que junto a Ernest Muller, traspasa la barrera de la logica de la que salir ileso es casi imposible.

  • Dos mozas de ciudad para dos senoritos de pueblo de Noni Garcia

    https://gigalibros.com/dos-mozas-de-ciudad-para-dos-senoritos-de-pueblo.html

    E o1o ra agosto y Patricia no recordaba la ultima vez que habia cogido vacaciones. Cuando termino sus estudios de economia, tras hacer practicas en un hotel y varias empresas de mantenimiento de maquinaria industrial y agricola, comenzo a trabajar en la asesoria contable de la que ahora era socia, desde que fallecio el dueno y uno de los hijos le vendio su parte del negocio, aunque era ella la que lo manejaba todo; su companero de sociedad solo aparecia para hablar del dinero que se generaba y poco mas. Ganancias bastante considerables, ya que se trataba de una de las mas importantes del pais. Y dichos beneficios eran los culpables de que su vida girara en torno al trabajo. Sin importar que fuera lunes o sabado, cada dia se levantaba, tomaba un cafe negro, cogia su maletin, se iba a trabajar y volvia con el tiempo justo para cenar, leer media hora y acostarse a dormir. Asi, un dia tras otro, desde hacia algo mas de tres anos. Se miro en el espejo del bano privado de su despacho, y no le gusto la Patricia que mostraba su espejo, habia dejado de ser ella misma para convertirse en alguien que no conocia. Por primera vez en anos, decidio dejarse llevar, mandarlo todo al cuerno. El reloj marcaba las tres de la tarde cuando salio por la puerta del edificio donde estaba la sede de la asesoria. Fue hasta su piso y, tras meter algo de ropa en una maleta, volvio a salir, se subio al coche y emprendio un viaje que duraria los cuatro dias que tenia por delante. No sabia adonde iria. Simplemente, condujo sin mirar los carteles de la carretera, le daba igual el destino, y no se fijo en nada mas hasta que, una hora despues, la luz de la reserva de carburante se encendio. Entonces decidio que pararia en la siguiente estacion de servicio. Unos minutos mas tarde, un cartel indicativo le aviso de que el siguiente pueblo, Marquesado de Villosa, estaba a tan solo tres kilometros. Y lo supo. Ahi era donde pasaria esos tres dias si disponian de un hotel o una pension medianamente decente. Condujo con cautela por los siguientes siete kilometros que se le hicieron eternos. La carretera secundaria que conducia al condenado lugar era de doble carril, aunque dudaba mucho que cupieran dos coches en paralelo, y por ello rezo todo lo que supo para no cruzarse con nadie de frente. Las calles del pueblo estaban desiertas. Sabia que iba ser complicado encontrar alguien a esa hora de la tarde, ya que tenia que hacer un calor endemoniado fuera de su climatizado coche. Anduvo algunas calles mas y, como no habia manera de que alguien pudiera darle ninguna indicacion, saco su movil para buscar si habia algun hotel cercano a su ubicacion, pero la suerte no estaba de su parte. La compania telefonica que le daba servicio no tenia cobertura en aquel pueblo. Se vio sin carburante, sin cobertura, sin ayuda alguna y sin saber que hacer. En ese momento, la estupenda idea que tuvo en la oficina se estaba convirtiendo en otro momento de estres; como si no tuviera suficiente con su dia a dia. Decidio bajar del coche y continuar su busqueda a pie. El calor de aquel catorce de agosto hizo que, al respirar aquel aire caliente, sintiera como si sus pulmones se estuvieran quemando, hacia incluso unos grados mas que en la capital. Subio la calle donde habia dejado aparcado el coche, con cuidado de no caerse. Cosa que el inexistente acerado, la pendiente y los adoquines le hacia bastante dificil. Casi se puso a saltar cuando, unos metros mas arriba, vio el cartel de un bar. Acelero el paso, deseosa de encontrar algo de civilizacion que pudiera ayudarla. Sin embargo, su alegria se torno frustracion al llegar hasta el y descubrir que estaba cerrado, y tenia pinta que desde hacia bastante tiempo. Quiso gritar. Para terminar de rematar la faena, los zapatos estaban haciendole dano. Se los quito y mordio el tacon para ahogar el grito que tenia ganas escupir, hasta que cayo en la cuenta de que se estaba cargando unos Manolo que le costaron cerca de ochocientos euros. El asfalto quemaba, asi que corrio calle abajo lo mas rapido que la falda de tubo de aquel traje le permitia sin matarse en el intento... Con lo que Patricia no contaba era con que una de las puertas se abriera y apareciera una senora de unos ochenta y largos anos, bostezando como si llevara dias durmiendo y acabara de levantarse. El susto provoco que cayera al suelo y rodara unos metros, hasta que sus costillas frenaron contra un arbol. Arbol del que cayo un nido, haciendo que tres pequenos huevos impactaran contra su cabeza, chafando su perfecto peinado. Aquella maravillosa idea empeoraba por momentos, aunque peor ya no podia ser. Penso en levantarse rapidamente, llegar a su coche sin mirar atras y salir corriendo de aquel pueblo infernal que tan mal rato estaba haciendole pasar. Intento llevar a cabo su plan, pero sintio un dolor punzante en el costado que la dejo sin respiracion e hizo que apoyara una de sus manos sobre el arbol mientras con la otra se sujetaba el sitio donde habia sentido el dolor, como si aquello fuera a aliviarlo. --!Moza! ?Que te ha pasao? --dijo la anciana, gritando a pleno pulmon, y haciendo que Patricia pensara que aquel grito debio oirse dos pueblos mas alla. --No es nada, senora. Ya me iba... --?Adonde vas asi, mujer? Si tienes que tener rotas, por lo menos, dos costillas. Espera que te llamo al Raimundo, no te muevas de ahi. --No, yo... La senora la dejo con la palabra en la boca y volvio a entrar en la casa de la que habia salido. Patricia solo pensaba en salir de aquel maldito pueblo que en pocos minutos casi la mata, pero la senora tenia razon, debia tener al menos dos costillas rotas y era incapaz de dar un paso sin que aquel dolor punzante se manifestara de una forma mas infernal que el calor que estaba pasando. Un par de minutos despues, la buena senora salio y se acerco a ella, dando pasitos cortos y trabajosos debido a su avanzada edad. Le dio uno de los dos bastones que llevaba para que se apoyara, y Patricia no dudo en hacerlo, porque casi no podia mantenerse en pie. --Acompaname a la casa, moza, que Raimundo tarda una media hora en llegar. Esta asistiendo el parto de una de las vacas de Cipriano junto a David. --?Raimundo es el veterinario del pueblo? --Quiso salir corriendo en aquel preciso instante, pero casi no podia moverse. --No, el veterinario del pueblo es David, Raimundo es mi nieto y es medico en la capital, pero esta pasando aqui unos dias. Viene a visitarme casi todos los fines de semana porque su trabajo es muy estresante. Suspiro al saber que iba a atenderla un medico. Y escuchando hablar a aquella anciana, se dejo guiar hasta que, cuando quiso darse cuenta, ya estaba sentada en una silla, con una mano sobre el costado que le dolia y usando la que tenia libre para remover un cafe que olia a pueblo, que olia a hogar.

  • El sueno de Carolina y otros relatos de Anthony Velarde

    https://gigalibros.com/el-sueno-de-carolina-y-otros-relatos.html

    Para Carolina la vida en un pequeno pueblo es aburrida, ella esta planeando vivir lejos de casa y convertirse en un ejemplo para todos. Ser exitosa y lograr ganar mucho dinero en la capital es su mas anhelado sueno. Este relato empieza tras la desaparicion de Carolina, narra la preocupacion de sus padres por encontrarla, llegando a descubrir sus secretos: ella estaba reuniendo dinero para irse a la capital y habia estado ocultando los problemas recientes con su novio -quien es hijo del alcalde. Descubre como en un pueblo tan pequeno y alejado que parece olvidado por la justicia logran encontrarla.
    Junto a “el sueno de carolina” se narran otros relatos en los que prima el misterio como en “bifurcado” y “la isla mineas” y tambien de terror y suspenso como en “amigos inseparables”.

  • Nada es lo que parece (Las doce puertas 2) de Vicente Raga

    https://gigalibros.com/nada-es-lo-que-parece-las-doce-puertas-2.html

    ?Quieres entrar en el universo de Las doce Puertas? Piensalo bien porque te costara salir...

  • El Metodo Del Cocodrilo – Mauricio De Giovanni de Mauricio De Giovanni

    https://gigalibros.com/el-metodo-del-cocodrilo-8211-mauricio-de-giovanni.html

    La historia de un inspector, unos misteriosos asesinatos y la corrupcion de la policia y la mafia. Este es el planteamiento del primer caso en Napoles del inspector Lojacono, un personaje tenebroso y tremendamente humano que esta destinado a marcar el corazon de los lectores.

  • Oscuros pasados de Sandra Field

    https://gigalibros.com/oscuros-pasados.html

    Las condiciones las ponia el…

  • La esposa de un amigo me pide que la ayude de Fernando Neira

    https://gigalibros.com/la-esposa-de-un-amigo-me-pide-que-la-ayude.html

    Mi vida se ve alterada cuando un buen dia Patricia, la esposa de un amigo, acude a mi pidiendo mi ayuda y me cuenta que quiere divorciarse porque Miguel la ha pegado. Viendo las marcas de la paliza en su cara, me crei su version pero al ir a recriminar a su marido su comportamiento, este me confirmo que era cierto pero que si le habia puesto la mano encima habia sido por ser infiel. No sabiendo a que atenerme, la pongo bajo mi proteccion sin tener claro si esa rubia tenia razon y buscaba en mi a un protector o era una mentirosa y su peticion de ayuda era en realidad una forma de encontrar un sustituto de su ex que la mantuviera.

  • Una historia de chicos guapos y un monton de zapatos de Cristina Prada

    https://gigalibros.com/una-historia-de-chicos-guapos-y-un-monton-de-zapatos.html

    Lauren llega al aeropuerto JFK con las ideas muy claras. Sabe lo que quiere, pero tambien esta completamente convencida de que hay dos obstaculos demasiado guapos que le estan impidiendo dar el salto hacia la vida que quiere tener. Uno es Bentley, el editor de la revista Spaces, dentro del imperio del Riley Group. El otro es James, su novio de la facultad y su mejor amigo.

  • Eh, soy Les de Andrea Smith

    https://gigalibros.com/eh-soy-les.html

    Cuando te mandan un verano entero a casa de tu padre, lejos de tus amigos, con su mujer y tus horribles hermanastros, sabes que tu vida no podria ir peor. Leslie Sullivan detesta a los horrigemes, pero eso no quita que uno de ellos le diese su primer beso, y que ahora el otro vaya a ser su profesor particular de matematicas.

  • No soy un angel de Sandra Somera

    https://gigalibros.com/no-soy-un-angel.html

    Un ardiente encuentro en una fiesta de mascaras. Un secreto revelado. Un desengano. Traicion y venganza.

  • Corazon perdido de Lindsay Mckenna

    https://gigalibros.com/corazon-perdido.html

    El agente especial Shep Hunter estaba acostumbrado al peligro y ahora debia enfrentarse a su ultima mision, a ser posible, sin la molesta intromision de la doctora Maggie Harper, la mujer que lo habia abandonado hacia ya muchos anos. Pero Maggie tenia ideas muy claras sobre como abordar su cometido y, gracias a su apasionado comportamiento, Shep se dio cuenta de que tambien sabia como manejarlo a el.

  • ?Me hablas a mi? de Sam Leith

    https://gigalibros.com/me-hablas-a-mi.html

    ?Que tiene la retorica para estar en todas partes?

  • Al mal tiempo, mejor cara de Barbara Constantine

    https://gigalibros.com/al-mal-tiempo-mejor-cara.html

    Con la tripa pegada al volante, y la nariz al parabrisas, Ferdinand conduce muy concentrado. La aguja del velocimetro no se despega del cincuenta, la velocidad ideal. No solo ahorra combustible sino que ademas le da tiempo a ver desfilar el paisaje por la ventanilla, a disfrutar del panorama. Y, sobre todo, a detenerse a la mas minima alerta, sin exponerse a sufrir un accidente. Hablando de accidentes, justo ahora ve un perro corriendo delante de el por la carretera. Por puro reflejo, Ferdinand pisa el freno. Los neumaticos chirrian, y la grava sale despedida. Los amortiguadores dejan escapar un quejido. El coche da un bandazo y por fin se detiene en mitad de la calzada. Ferdinand se asoma por la ventanilla. – ?Adonde vas, chaval? Por ahi de juerga, ?eh? El perro se aparta, pasa de largo a toda velocidad y se tumba algo mas lejos en la hierba de la cuneta. Ferdinand sale del coche con dificultad. – Anda, pero si eres el perro de la vecina. ?Y que haces aqui tu solo? Se acerca, alarga la mano muy despacito y le acaricia la cabeza. El perro tiembla. Al cabo de un rato, cuando ya se ha ganado su confianza, el animal se decide a seguirlo. Ferdinand le abre la puerta del asiento trasero y vuelve a arrancar el motor. Al llegar a un camino de tierra, abre la puerta del coche. El perro baja, pero se le arrima a las piernas gimiendo, como si tuviera miedo. Ferdinand abre la cerca y lo anima a entrar. El perro repta a sus pies, sin dejar de gemir. Ferdinand recorre el sendero entre dos setos de maleza y llega a la puerta de una casita. Esta entornada. Llama en voz alta... Eh... ?Hay alguien?... No recibe respuesta. Mira a su alrededor, pero no ve a nadie. Empuja la puerta. Al fondo de la habitacion alcanza a distinguir en la penumbra una silueta tendida en una cama. Vuelve a llamar. La silueta no se mueve. Ferdinand olfatea el aire. Ahi dentro apesta... Olfatea otra vez. !Buf, pero si huele a gas! Corre hacia la cocina, cierra la bombona de butano y se acerca a la cama. !Senora, senora! Le da palmaditas en las mejillas. Al principio flojito pero, al ver que la mujer no reacciona, cada vez mas fuerte. El perro ladra, dando saltos alrededor de la cama. Ferdinand tambien se asusta, y ya no son palmaditas sino bofetadas lo que le da a su vecina. Le grita que se despierte. Los gritos se mezclan con los ladridos. !Senora Marceline! !Guau, guau! !Abra los ojos, maldita guau! !Despierte, por guau, por favor, guau! La mujer deja escapar por fin un pequeno gemido. Ferdinand y el perro suspiran de alivio a la vez. 2 CINCO MINUTOS MAS TARDE, MARCELINE SE ENCUENTRA MEJOR Marceline ha recuperado un poco de color en las mejillas e insiste en servirle una copita. No recibe visitas todos los dias. Son vecinos, pero nunca habia puesto un pie en su casa, hay que celebrarlo. Por mas que Ferdinand le dice y le repite que no tiene sed, que solo se ha acercado a traerle a su perro, ella se levanta de todas maneras, avanza tambaleandose hasta el aparador y saca una botella de licor de ciruela que quiere a toda costa que pruebe para saber que opinion le merece. Es la primera vez que lo prepara. Digame a ver que le parece, a ver si esta bueno. De acuerdo, Ferdinand asiente con la cabeza. Ella empieza a servirle y, de pronto, se detiene y pregunta, preocupada, si luego tiene que conducir. El le dice que ya se va para casa, esta solo a quinientos metros, !podria recorrer el trecho con los ojos vendados! Mas tranquila, termina de servirle la copita. Apenas le da tiempo a mojarse los labios cuando Marceline siente un mareo. Se deja caer pesadamente sobre una silla, con la cabeza entre las manos. Incomodo, Ferdinand se concentra en el mantel de hule, en deslizar el vaso sobre las lineas y los cuadros. Ya no se atreve a beber ni a decir nada. Al cabo de un largo silencio le pregunta, casi en un susurro, si quiere que la lleve al hospital. – ?Al hospital? ?Para que? – Pues para que la examinen. – Pero si solo me duele un poco la cabeza. – Ya, pero... con lo del gas... – Ya... – No es bueno... – No, claro. – Puede haber efectos secundarios. – ?Ah, si? – Vomitos, me parece. – Ah. No lo sabia. Otro largo silencio. Marceline tiene los ojos cerrados. Ferdinand aprovecha para mirar a su alrededor. La habitacion, pequena y oscura, esta repleta de cachivaches. Enseguida piensa que en su casa ocurre exactamente al reves, casi hay eco de vacia que esta. Esa idea le deprime, asi que vuelve a concentrarse en el mantel de hule. Por fin se anima a decir: – Por lo general no me suelo meter en la vida de los demas, Marceline, bien lo sabe usted. Pero ?no sera porque tiene usted muchas preocupaciones por lo que ha... por lo que ha...? – Por lo que he ?que? – ?El gas? – ?Que pasa con el gas? – Pues eso... A Ferdinand le cuesta hablar. Es un tema personal. No se le da bien hablar de temas personales. Sabe que tiene que decir algo, pero es incapaz de ir al grano, asi que se pone a hablar y hablar para no decir nada, intentando hacerse entender con medias palabras. (Tambien le gusta mucho la expresion <>.) Esta tan convencido de que las palabras traicionan el pensamiento que preferiria funcionar por instinto y dejar que este se encargara de todo. !Aunque no le falta lucidez para reconocer que mas de una vez se la ha jugado, el muy sinverguenza del instinto! Pero, sin querer, una cosa lleva a la otra, y teme provocar un exceso de emocion, le da miedo que la mujer se eche a llorar para desahogarse o le desvele algun secreto, y esas cosas a el no le gustan nada. !Cuanto mas facil seria la vida si la gente se las apanase siempre sola! Con su mujer tenia un truco para evitar la trampa de las conversaciones demasiado intimas: en cuanto notaba que ella iba a ir por ese camino, Ferdinand evocaba el pasado. Una palabra nada mas, como quien no quiere la cosa, y listo, ya podia escucharla sin prestarle atencion, como quien oye llover. Como le gustaba hablar a su pobre difunta... De cualquier cosa, de tonterias. Era una autentica cotorra. Pero lo que mas le gustaba, por encima de todo, era hablar del pasado, de su juventud. Solia decir que todo era mejor antes, que todo era mucho mas bonito. !Sobre todo antes de conocerlo a el! Siempre terminaba enumerando con rabia todo lo que habria podido vivir en otra parte, en America, en Australia o en Canada, quiza. !Pues si, por que no, claro que habria podido ser asi! Si no la hubiera sacado a bailar, si no le hubiera susurrado palabras tiernas, si no se hubiera arrimado tanto a ella, en ese dichoso baile del 14 de julio. Que lastima. Ferdinand no le guardaba rencor por hablar asi. El tambien habia tenido suenos. El tambien habia sonado con cosas bonitas. Pero no habia tardado en comprender que los suenos y el amor no iban de la mano. A lo mejor porque el no estaba hecho para esas cosas. O quiza seria en otra ocasion. !O en otra vida, como los gatos! Bueno, toca volver al presente. Esta en casa de su vecina. La mujer tiene un problema pero no parece querer hablar de ello, pese a las preguntas que el le hace discretamente. No sabe gran cosa de ella excepto que se llama Marceline, que vende miel, fruta y verdura en el mercado, y que es un poco extranjera. ?Rusa o hungara, quiza? Del Este en todo caso. No hace mucho tiempo que se instalo aqui. Bueno, unos anitos ya si que hace. ?Seis o siete? Si, por lo menos seis o siete ya... Ferdinand vuelve a mirar a su alrededor. Esta vez repara en que no hay calentador encima del fregadero, ni tampoco hay nevera, ni lavadora ni televisor. Ninguna comodidad moderna. Como cuando era nino, tan solo la radio para enterarse de las noticias, y agua fria en la pila para lavarse. Recuerda que en invierno siempre buscaba la manera de escaquearse. Y tambien intentaba librarse de hacer la colada, la ropa salia tiesa y helada del lavadero, y el tenia que ayudar a escurrirla, con las yemas de los dedos moradas de frio y arrugadas como garbanzos. !Anda que no era dificil todo en aquellos tiempos, me caguen diez! Se dice a si mismo que tal vez la pobre senora Marceline se haya cansado de esa vida tan dura y tan llena de incomodidades. Se habra desanimado. Y tambien se habra deprimido por estar lejos de su pais y de su familia, ?no? Lo mismo es ese el motivo por el que... Siente que no se va a poder librar, que no va a tener mas remedio que hablar. Y no de tonterias, de si va a llover o si va a hacer bueno. O incluso de su perro. !Que chucho mas listo, oiga! Que suerte tener uno asi. Yo el ultimo que tuve era tonto perdido, pero muy carinoso. Este... Ah, ?que es una perra? ?Esta usted segura? No me habia fijado. Inspira hondo y se lanza a hablar. De un tiron le dice que lo entiende, que a el tambien le han dado ganas un par de veces en su vida. Tres, en realidad. Bueno, venga, para ser del todo sinceros, cuatro. Si, pero... el se tomo el tiempo de pensarlo bien antes, y encontro muy buenas razones para no hacerlo. Como por ejemplo... Asi de sopeton no se le ocurre ninguna. !Ah, si, claro, sera tonto: sus nietos! Los nietos son maravillosos. Apasionantes. Nada que ver con los hijos. Si, si, de verdad. Son mas guapos, mas vivos y mucho mas listos. A lo mejor tiene que ver con la epoca en que vivimos, los tiempos han cambiado. A no ser que seamos nosotros, tal vez al hacernos mas viejos nos volvamos mas pacientes. Puede ser... ?Usted no tiene nietos? ?Ninguno? Vaya. Que pena. Pero hay otras cosas por las que vale la pena vivir. Espere, dejeme pensar... Marceline levanta los ojos para mirar al techo. Ferdinand se rasca la cabeza. Tiene prisa por encontrar algo. – Mire usted, de vez en cuando tambien es bueno acordarse de que hay gente que esta peor que uno. Asi uno pone los pies en la tierra. O, si prefiere, pone las cosas en perspectiva. A veces es necesario, ?no cree? Marceline parece estar en otra parte. Ferdinand busca algo gracioso que decir. – Bueno, y como nadie ha vuelto nunca para decir si al otro lado estan mejor las cosas, lo mismo no merece la pena adelantarse, ?eh, senora Marceline? Puede que sea mejor esperar a que llegue tu hora, y ya esta. Suelta una risita. Espera su reaccion. No hay reaccion. Entonces ya si que se preocupa. Se inclina hacia ella. ?Me entiende cuando le hablo? A lo mejor hay alguna palabra que no... Marceline tiende la mano hacia la tuberia de la cocina y, temblandole la voz, dice que ya esta, que llevaba un rato pensandolo pero que ya se acuerda, que todo ha sido por su viejo gato. Hace ya varios dias que ha desaparecido. ?Se habra muerto? Espera que no. Seria dolorosisimo para ella... Y, mientras tanto, su casa es un caos. Los ratones hacen lo que les da la gana. No paran de bailar, todo el dia y toda la noche. En los armarios, debajo de la cama, en la despensa... Roen, roen y roen sin parar. !La estan volviendo loca! Si siguen asi, al final se subiran a la mesa y comeran de su plato, los muy descarados. Ferdinand ha desconectado, ya casi no la escucha. Divaga por completo la pobre mujer. Debe de ser por el gas. Eso que cuenta del gato muerto y los ratones que bailan no tiene ni pies ni cabeza. La mira hablar y luego le observa las manos. Bonitas y estropeadas. Piensa que es por trabajar la tierra, deberia cuidarse, ponerse crema, lo necesita. Pero el caso es que parece mas joven de lo que el pensaba. Tendra unos sesenta, calcula... De pronto, la mujer se pone de pie. Sorprendido, Ferdinand da un respingo y se levanta a su vez. Ella le dice que es muy frustrante hablar y que nadie te escuche. Pero bueno, ya se encuentra mejor. Gracias por todo, ya puede irse, ahora se va a tumbar a descansar un poco. El gas la ha dejado aturdida. Ferdinand mira el reloj: las cuatro y media, es pronto para acostarse, le extrana. Ella le dice que no lo acompana hasta la puerta, que ya se las apanara el solito. El le dice que si, escondiendo una sonrisa. !No hay mucho peligro de perderse en una casa que solo tiene una habitacion! Le acaricia la cabeza a la perra. Bueno, pues nada, adios, senora Marceline. Si necesita algo, lo que sea, no dude en llamarme. Si, gracias, asi lo hare. Se encoge de hombros y masculla en voz baja: en cuanto me instalen el telefono, no te digo...

  • El hombre inesperado (El Pacto 2) de Eva Alexande

    https://gigalibros.com/el-hombre-inesperado-el-pacto-2.html

    No se como, pero lo se y no es la primera vez. La primera vez ocurrio cuando tenia nueve anos. Era sabado, mi dia favorito de la semana, y llevaba esperando ese dia desde hace semanas. Era mi cumpleanos y a las once el jardin decorado con globos y todo lo que mi madre fue capaz de comprar iba a llenarse de ninos, vecinos y amigos. Pero esa manana desperte triste, tan triste que no era capaz de levantarme de la cama. Mi madre dijo que eran los nervios, la excitacion por la fiesta, y me obligo a levantarme, desayunar y prepararme para recibir a mis invitados. Me puse el vestido rojo que habia comprado mi madre especial para ese dia y force una sonrisa en mi rostro. Lo hice mientras el mago contratado nos entretenia con sus trucos, mientras me cantaban cumpleanos feliz y mientras abria los regalos. Era la sensacion mas extrana del mundo, mi corazon, mi alma, todo mi estaba llorando y mi mente de nueve anos no era capaz de saber que pasaba o por que. Lo averigue cuando recibia mi ultimo regalo al ver a mi padre contestar a una llamada. Lo vi palidecer y mirar a mi madre con lagrimas en los ojos. Mi padre, el hombre mas fuerte que habia conocido, el que era capaz de ahuyentar a los monstruos de debajo de mi cama. El hombre que siempre sonreia, el que hacia sonreir a mi madre. Pero en mi noveno cumpleanos un poco de la luz que brillaba en sus ojos se apago. Mi abuela, la madre de mi padre, tuvo un accidente de camino a mi fiesta y fallecio. Hannah, abu como la llamaba yo, era toda la familia que teniamos. Los padres de mi madre habian fallecido poco despues del nacimiento de mi madre y ella crecio entre familias que nunca decidieron adoptarla y hogares de acogida. De alguna manera mi madre consiguio salir adelante y durante su primer ano en el instituto conocio a mi padre. Fue amor a primera vista, Paul y Paula, incluso sus nombres eran iguales. Era predestinado, los dos rubios de ojos azules, altos y guapos. Tenian quince anos cuando se conocieron y desde ese momento fueron inseparables. A la familia de acogida de mi madre le daba igual si ella no dormia en casa, si estaba ahi cuando llegaban los de los servicios sociales era suficiente para ellos. Y asi mi madre se fue a vivir con mi padre y la abuela. La abuela se convirtio en la madre de los dos, los cuido, los castigo. Puso limites, reglas para que la relacion de los dos no terminara por arruinar el futuro de ninguno. Mis padres fueron a la universidad, los dos querian ser medicos y con mucho trabajo y esfuerzo lo consiguieron. Se casaron antes de empezar el primer ano de Medicina. Continuaron viviendo con la abuela hasta que terminaron los estudios y consiguieron trabajo en el hospital, mi padre como cirujano y mi madre en pediatria. Dos anos despues nacia yo para cumplir los suenos de los tres, para aumentar la familia, la primera de muchos. Pero el destino fue caprichoso y mi madre tuvo problemas en el parto y otro embarazo hubiera sido peligroso para ella. De esa manera eramos cuatro miembros en la familia Garrett. Y desde mi noveno cumpleanos tres. Nunca mas quise celebrar mi cumpleanos, ni regalos ni tarta. De alguna manera me sentia culpable por la muerte de la abuela, como si hubiera tenido algo que ver con el accidente. Yo, una nina de nueve anos sentada en una silla rosa en el jardin rodeada de ninos y no el hombre que se salto el color rojo del semaforo. La segunda vez fue una semana antes de cumplir los dieciocho. Me desperte de la misma manera, triste y rota. Era domingo y mis padres estaban los dos trabajando. Los llame y estaban bien, no iban a volver a casa hasta el siguiente dia. No les dije nada de lo que sentia, pero fui a comer con ellos y luego a cenar. Mi padre quiso cenar tortitas, mi madre riendo pidio lo mismo, y ya que estaba yo tambien. Recuerdo que reimos, hablamos y tomamos docenas de fotos. Les abrace con fuerza, les bese y les dije que los amaba. A las siete cuarenta y dos de la manana del lunes la policia llamo a la puerta. Un hombre habia entrado con un arma en el hospital y disparado a todo el mundo, treinta y siete heridos y doce fallecidos. Mis padres eran entre los doce. Cumpli dieciocho anos sola, nadie estuvo a mi lado. Todas las personas queridas habian dejado este mundo, me habian dejado sola. Pero la vida siguio a pesar del dolor y la tristeza. Fui a la universidad, estudie Medicina como mis padres. En el ultimo ano conoci a Colin. Colin. Alto, moreno. El sueno de cualquier mujer, pero no mio. Sali con el porque era guapo, atractivo y tenia una sonrisa bonita. Y era muy insistente. Me enviaba flores, regalos, globos hasta que dije que si. No queria salir con el porque no tenia tiempo y porque no habia lugar para hombres ni en mi vida ni en mi corazon. Pero al final lo hice, salimos unos meses y cuando tuve problemas con el alquiler de mi apartamento Colin me ofrecio el suyo. Me llevo a conocer a su familia que eran buenas personas, eso si ignoramos a su hermana adoptiva, Iris. Esa mujer era una perra malvada, una mujer adulta comportandose como una nina malcriada. Eso fue el dia antes de la tercera vez. La tercera vez que me desperte triste y asustada. Llame a Colin, pero tenia una reunion importante y no me devolvio la llamada. Fui al trabajo como siempre sabiendo que no podia impedir al destino hacer lo suyo. Iba a pasar lo que tenia que pasar. Por eso cuando volvia del trabajo y vi a la mujer al lado del coche en medio de una carretera no lo dude. Era de noche en un barrio peligroso y la vi tan desesperada que decidi parar y ofrecerle mi ayuda. Al llegar a su lado un escalofrio me recorrio y supe que Colin no estaba en peligro, pero yo si. Extranamente no tuve miedo, no tenia miedo a la muerte y nadie iba a llorar por mi. Por fin iba a estar con mis padres. Senti al hombre acercarse, agarrarme y tapar mi nariz con un trapo. Le di la bienvenida a la oscuridad y cuando desperte el dia siguiente en una jaula en una sala que parecia un sotano me permiti sentir miedo. La pesadilla habia comenzado, una que iba a durar un ano y cambiaria mi vida para siempre. Durante dos meses estuve sola. Grite. Llore. Suplique. La unica persona que venia para traerme comida era un hombre aterrador. Alto, fornido y espeluznante. Odiaba la manera en que me miraba, odiaba sentir sus ojos recorrer mi cuerpo, odiaba el miedo que me paralizaba al escuchar el sonido que hacia la puerta al abrirse. Espere, ?que? No lo sabia. Algo o alguien que me diria porque estaba ahi o que podria hacer para volver a casa. Pense que podria ser un secuestro para pedirle dinero o algo mas a Colin, pero pasaron dias y dias y me di cuenta de que si eso era lo que estaba pasando el no habia pagado el rescate. Lo odie. Sin importar cuanto lo intente no consegui averiguar la razon, si no era Colin, ?entonces que era? Yo era una persona no muy sociable, me gustaba la soledad, la tranquilidad, sentarme a leer un libro y viajar a otros mundos. Pero tenia cuidado con los que me rodeaban, vecinos, companeros de trabajo, conocidos. Era amable con todos y nunca hice nada para merecer terminar encerrada en una jaula como los perros. Sin importar cuantas vueltas le daba llegaba a la misma conclusion, Colin. El era rico y yo era su novia, algo haria el para ganarse el odio de la persona equivocada con la mala suerte de que me toco pagar a mi. Dias, semanas despues la luz se encendio en medio de la noche, al menos lo que yo suponia que era noche ya que la luz se apagaba y encendia automaticamente cada periodo de tiempo. Fingi dormir en mi colchon, tapada con una manta mientras mi corazon latia listo para saltar de mi pecho. Escuche los pasos del hombre y otro ruido mas, como arrastrando algo pesado. Abri los ojos solo un poco para ver que pasaba y lo vi metiendo a una mujer en otra de las jaulas. Ella no estaba muerta a pesar de verse de esa manera, si lo fuera no la encerraria, ?no? El se fue y me quede despierta esperando a que la mujer abriera los ojos. Espere mucho, horas interminables hasta que ella se desperto. Sarah, joven y guapa, alta y con el rubio rojizo mas espectacular que he visto, de ojos verdes y el cutis perfecto, era una mujer hermosa. El tipo de mujer que volvia locos a los hombres nada mas entrar en una habitacion. Ella tampoco tenia idea por que la habian secuestrado, paso por lo mismo que yo. Grito, lloro y luego se quedo callada hecha un ovillo en su jaula. Poco despues, igual que habia pasado con Sarah, el hombre llego en medio de la noche con otra mujer. Inconsciente a causa de lo que sea que el hombre usaba para dormirlas. Por lo que recordaba Sarah usaba el mismo metodo de la pobre mujer con el coche averiado. Todas caimos en la trampa y me gustaria saber en que pensaba esa mujer cuando esperaba ahi tranquila sabiendo que ayudaba a un monstruo a hacer dano a otras mujeres. Me pregunto si lo que le hubiera pagado valia la pena, si podia dormir por la noche. La tercera mujer tardo muy poco en despertarse. Liz era su nombre y adivina quien era ella. Otra novia de Colin, exnovia como Sarah y actual novia como yo. En ese momento no quedaron dudas, lo que sea que nos habia llevado a ese sotano era por el. Liz tenia una teoria un poco espeluznante, como que a Colin le gustaba tener a las mujeres de su vida encerradas para disfrutarlas cuando y como le daba la gana. No le dije que yo llevaba meses ahi y nada habia pasado

  • Nadie es lo que parece (Los casos de Marina Altamirano 1) de Mar P. Zabala

    https://gigalibros.com/nadie-es-lo-que-parece-los-casos-de-marina-altamirano-1.html

    Primera entrega de esta serie trepidante, que no podras dejar de leer.

  • La puerta de arena de Jesus Fernandez

    https://gigalibros.com/la-puerta-de-arena.html

    < Muchos nombres nos habeis impuesto cuando jamas hemos deseado alguno. Quisimos pasar desapercibidos pero todo fue en vano.
    Hemos visto caer imperios, fuimos testigos de la masacre del Pueblo Gris y conocemos las palabras que abren La Puerta de Arena en el reino de Lum.
    El mundo no tiene secretos para nosotros pues hemos vivido en cada uno de sus dias y sus noches. Si olvidais vuestra esencia, tendremos que intervenir.>>

  • La ultima cripta de Fernando Gamboa

    https://gigalibros.com/la-ultima-cripta.html

    Atrevete con esta increible aventura que ya suma mas de 200.000 lectores en todo el mundo, y descubre por que se ha convertido en la novela mas vendida en la historia de Amazon Espana.

  • Alas de mariposa de Begona Hernandez

    https://gigalibros.com/alas-de-mariposa.html

    Lili es una gimnasta de diecisiete anos que suena con competir en las Olimpiadas. Jota tiene veinte anos, y juega de alero en el equipo base de la Fundacion Lucentum. El destino les hace coincidir... ?el amor por el deporte les unira?

  • Escuchando tu cancion (Los hermanos Fuller 3) de Kate Dawson

    https://gigalibros.com/escuchando-tu-cancion-los-hermanos-fuller-3.html

    Lewis vuelve a Nashville despues de pasar unos dias en casa de su padre con sus hermanos. A su regreso se encuentra con que John ha abandonado el grupo dejandolos en una dificil situacion.

  • Agata, La Aprendiz de esclava de Magenta Perales

    https://gigalibros.com/agata-la-aprendiz-de-esclava.html

    Agata era una joya en bruto.
    19 anos. Preciosa. Y loquisima.
    Trastorno antisocial y limite de personalidad.
    Bebia. Fumaba. Y se drogaba.

  • Magena de Christian Martins

    https://gigalibros.com/magena.html

    Despues de muchos anos fuera de su pueblo, Magena decide regresar al caluroso lugar en el que se crio; el desierto de Arizona. Espera pasar desapercibida durante su breve estancia en Cave Creek, pero todo se complicara cuando un guapo indio apache se cruce con ella en su camino. La seduccion, la pasion y el peligro haran de esta historia un fascinante coctel para el lector.

  • La hija del apicultor de Santa Montefiore

    https://gigalibros.com/la-hija-del-apicultor.html

    1973
    La joven e impetuosa Trixie Valentine esta enamorada del cantante de una banda de exito, Jasper Duncliffe, que esta de vacaciones en la isla de Tekanesset, Massachussets. Ella esta decidida a fugarse con el de gira por Estados Unidos y vivir al maximo. Se niega a ser como su madre, una mujer conformista y sin mas ambicion que cuidar de las abejas, con las que parece tener una comunicacion extrana. Pero los suenos de Trixie se ven truncados cuando Jasper recibe una mala noticia y se ve obligado a volver a Inglaterra.

  • ANGELA. La esperada continuacion de LOS OJOS DE LA MUERTE de Eba Martin Munoz

    https://gigalibros.com/angela-la-esperada-continuacion-de-los-ojos-de-la-muerte.html

    ?Como empezo la maldicion de la familia Aguirre? ?Que ocurrio con David? ?Y con Natalia? Todos estos interrogantes, y muchos otros, se desvelaran en esta novela, donde seguiremos los pasos de Angela y descubriremos miles de secretos ocultos. ?Preparado para enfrentarte a la verdad y la Muerte?

  • Cosas que haremos tu y yo cuando volvamos a vernos de Felicidad Ramos

    https://gigalibros.com/cosas-que-haremos-tu-y-yo-cuando-volvamos-a-vernos.html

    Olivia toma la decision mas dura de su vida cuando descubre, de la peor forma, que esta enferma. El miedo y la falta de informacion sobre su dolencia, le llevan a poner tierra de por medio y dejar atras a todo y a todos, creyendo que este sacrificio impedira el dolor de los suyos. Pero, ?y si esta equivocada? ?Y si el amor le demuestra que no puede pasar por esto sola?

  • Un mandato de reinas de Morgan Rice

    https://gigalibros.com/un-mandato-de-reinas.html

    EL DECRETO DE LAS REINAS es el Libro#13 de la serie de best-sellers EL ANILLO DEL HECHICERO, qu empieza con LA SENDA DE LOS HEROES (Libro#1).

  • Culpable (Trilogia Criminal 1) de Kris Buendia

    https://gigalibros.com/culpable-trilogia-criminal-1.html

    No se en que estaba pensando cuando decidi ir a esa cita. Me ha llevado seis anos haciendome la misma pregunta. ?En que estaba pensando? Pero nadie me iba a decir que la pena por homicidio en el estado de Nueva York es de veinticinco anos. Para una persona como yo sin antecedentes penales, puede ser rebajada a quince, lo que al final por buena conducta, un buen abogado y muchos sobornos al juez y fiscal, han sido seis anos. Hoy sere libre. Libre de un crimen que no cometi, y el cual se me fue condenada injustamente. De no haber estado encerrada en esta prision que se ha convertido en un martirio para mi, no hubiese trazado la mejor de las venganzas. Seis anos de mi vida. Seis anos perdiendo mi vida, la que ahora se encuentra en la nada. Siendo una mujer consumida por el resentimiento, venganza y dolor. Seis anos me tomo trazar la que ahora sera mi nueva vida. Estando encerrada con el tiempo se deja de sufrir, solo deja de importar porque se vuelve cotidiano. La venganza jamas sera cotidiana para mi. Debo vengar su muerte, la muerte de mi marido que fue arrebata frente a mi ese dia, esa ultima cita, donde cada noche puedo recordar el susurro, sentir su aliento en mi cuello y recordar pronunciando en mi mente y a veces en voz alta aquellas ultimas palabras: Te amo hasta los huesos. No solamente murio... fui inculpada por ello. Y esa es la condena que estoy pagado, hasta el dia de hoy. Todo el mundo tiene que conocer a la nueva Emily Thompson. Todos deben saber la verdad. Yo no lo mate... Yo no lo hice. Capitulo 1 Seis anos atras. Nunca imagine que, siendo tan joven, pudiera tener un matrimonio como el que tengo y muchas quisieran tener, no obstante, una carrera exitosa y una buena vida. A mis veinticinco anos y cinco anos de casada, las estadisticas apuntan que casarse joven es estancarse. A la mierda con eso, Harry y yo somos felices, aunque puede que el me gane con esa felicidad. El sexo es bueno, la comunicacion es excelente, pero me esta matando su ausencia. Por supuesto, uno que otro problema como cualquier pareja de casados, pero autenticos, siempre autenticos. Termine mi carrera universitaria de economia mientras Harry entraba en el mundo de los lobos como corredor de bolsa en Wall Street de Nueva York y luego su salto a CEO en su propia. Lo tenemos todo, menos los hijos, aunque esos vendran tarde o temprano, lo puedo sentir. Mientras Harry y yo haciamos el amor en la banera esta manana, atisbe esa mirada de cachorro de querer pedirlo. Un hijo. Desde luego que no. No me siento preparada. Soy hija unica de padre y madre, de hecho, me toco crecer sola desde temprana edad. A diferencia de mi hermana mayor Sidney, fruto de una aventura de mi padre mientras estaba casado con mi moribunda madre. Nunca habia sido tan unida a alguien despues de mi marido que con ella. Es mi mejor amiga. Y mi problema es ese, temor de formar mi propia familia despues de haber quedado huerfana tan joven y de haber tenido un padre infiel, mientras mi madre moria lenta y dolorosamente de cancer de hueso. Harry dice que debo superarlo. Bueno, Harry dice muchas cosas. Y yo por otro lado debo dolorosamente callarme otras. Pero, aunque Harry es el amor de mi vida y yo el suyo, estoy muy lejos de ser perfecta como el. ?Razones? Muchas, pero por los momentos solo puedo decir una. Una. Tengo un amante sin siquiera desearlo. Soy infiel, aunque no debo serlo. Pero lo soy, no estoy orgullosa de ello y todos los dias me prometo a mi misma y a Dios si existe, que voy a parar. Pero no es cierto. El no me deja hacerlo. Bien, te dire que al principio si me sentia mucho mas culpable por lo que hacia. Por lo que hago. Ahora ya no se si soy una victima o una marioneta. Hay culpabilidad cuando voy de regreso a casa, pues estoy un poco nerviosa, pero en cuanto veo que todo esta bien, que nada ha cambiado y que nadie se ha dado cuenta, me siento mejor y se me pasa todo el mal sentimiento de culpabilidad. Y todas las lagrimas valen la pena mientras Harry este a salvo. Y por supuesto Damien ya esta tramando la siguiente cita conmigo, ese es su nombre, Damien Walk, tambien economista, lo llamaria "jugador". Lo conoci hace muchos anos, antes de conocer a Harry, de hecho, me fui primero a la cama con Damien que con Harry. Damien era buen amante, no puedo compararlo con mi marido. Pues llenaba necesidades diferentes. Harry es romantico pero ausente, muy trabajador--demasiado diria yo-- y a veces un poco misterioso. Por otro lado, Damien es un espiritu libre, a diferencia de el y Harry es que Harry es celoso y sobreprotector, Damien no, a el no le importaria compartir a su mujer con otro hombre, en la misma cama. O con una mujer. Lo se yo, que conoci ese mundo. Pero no, a mi no me gusta compartir. Ahora bien, si pudiera describir y diferenciar sus fisicos, Harry es alto, cabello castano, mirada azul zafiro y cuerpo esculpido perfectamente al tacto de mi lengua. Damien es moreno, no tan alto como Harry, cabello negro como su sombra y ojos color miel. Son diferentes y ambos hombre me volvian loca. Si me preguntaran a cual de los dos amo. Harry Thompson. Mi esposo. Es por eso que la aventura acabara tarde o temprano. Mas temprano que tarde. Ya no existe peligro alguno. ?Las razones de por que lo hago? Creo que mas que nada es por sentirme deseada. Por supuesto me encanta el sexo con delirio y se a ciencia cierta que mi marido me desea. Disfruto mas el sexo con el. Pero a veces mi deseo se encuentra rechazado por su ausencia de largas horas de trabajo. ?Autentico? Si. ?Satisfecha? Su ausencia no me lo permite estarlo del todo. Y la mayor de las razones de por que lo hago es porque me encanta tener un hombre malo a mis pies. Cuando Harry se entere se que va a odiarme. Pero no tanto como yo. Es por eso que tengo que parar cuanto antes.

  • Un millon de gotas de Victor Del Arbol

    https://gigalibros.com/un-millon-de-gotas.html

    Gonzalo Gil es un abogado metido en una vida que le resulta ajena, en una carrera malograda que trata de esquivar la constante manipulacion de su omnipresente suegro, un personaje todopoderoso de sombra muy alargada. Pero algo va a sacudir esa monotonia.
    Tras anos sin saber de ella, Gonzalo recibe la noticia de que su hermana Laura se ha suicidado en dramaticas circunstancias. Su muerte obliga a Gonzalo a tensar hasta limites insospechados el fragil hilo que sostiene el equilibrio de su vida como padre y esposo. Al involucrarse decididamente en la investigacion de los pasos que han llevado a su hermana al suicidio, descubrira que Laura es la sospechosa de haber torturado y asesinado a un mafioso ruso que tiempo atras secuestro y mato a su hijo pequeno.
    Pero lo que parece una venganza es solo el principio de un tortuoso camino que va a arrastrar a Gonzalo a espacios ineditos de su propio pasado y del de su familia que tal vez hubiera preferido no afrontar.
    Tendra que adentrarse de lleno en la fascinante historia de su padre, Elias Gil, el gran heroe de la resistencia contra el fascismo, el joven ingeniero asturiano que viajo a la URSS comprometido con los ideales de la revolucion, que fue delatado, detenido y confinado en la pavorosa isla de Nazino, y que se convirtio en personaje clave, admirado y temido, de los anos mas oscuros de nuestro pais.

  • El diamante de los Tudor de Will Whitaker

    https://gigalibros.com/el-diamante-de-los-tudor.html

    Una atmosferica novela de espionaje ambientada en la corte de los Tudor.

  • Tania de Lola Barnon

    https://gigalibros.com/tania.html

    Hola querido lector. Habeis sido muchos los que pedisteis que Tania, personaje de las sagas <> y <>, tuviera su propia novela. Es verdad que ha resultado ser --para la gran mayoria de vosotros-- un personaje atractivo, lleno de dobleces, de grises, sombras, luces y aciertos. En la gran parte de los casos, no ha pasado desapercibida. Y, sinceramente, me alegro. Tengo que confesaros que no estaba muy convencida de hacerlo. Si que tengo a Tania perfectamente silueteada y definida en mis apuntes, en mi cabeza, y que eso, sin duda, me ayudaba. Pero tambien podia suceder --y puede todavia-- que la imagen que de Tania se tenga, difiera de la mia. La razon es porque me han llegado muchos mensajes, mails y comentarios sobre ella. Hay en ellos, cierta disparidad. Y eso, lo reconozco, me hace pensar que no habia sabido definirla tal y como yo la tenia perfilada. Sea como fuera, este es el resultado. Una mujer, sin duda, que no deja indiferente a nadie. Con sus cosas buenas y las malas. Sus miedos, sus certezas, aciertos y equivocaciones. En definitiva, un ser humano. Y quiza, mas fragil de lo que podiamos todos --yo incluida--, pensar. Que lo disfrutes y un beso enorme, corazon. Aquel mensaje... Quien me lo iba a decir... Parece mentira que aquella llamada a mi movil, que no cogi, fuera a dejarme, una hora y media despues, totalmente aturdida. Sin embargo, ahora lo pienso y debo admitir que era lo esperado. Lo razonablemente esperado... En ese momento, justo en el que se encendia la pantalla anunciando una llamada, apenas gire la vista a la mesilla donde descansaba boca abajo, y silenciado, mi telefono. Ni era la primera vez, ni iba a ser la ultima. Alvaro, mi divorciado ligue por aquel entonces, me empotraba en la habitacion de ese hotel como las ultimas diez o doce veces que habiamos quedado. Un tipo musculoso, fuerte, de acometidas bravas, y yo, una mujer a la que le iba todo tipo de sexo. Me era indiferente si me lo hacian suave, mas duro o incluso como Alvaro, con un pequeno punto de rudeza. Mi experiencia y caracter me hacian poder afrontar una situacion que se podia desbocar. Nunca me habia pasado, por otra parte. Escuchar su cadera chocando con mi culo, mientras yo aguantaba con voracidad sus acometidas, me parecia lo mejor que podia hacer en ese momento, sin importarme nadie mas. Ni conocidos, ni amigas, ni mi marido... Nada, solo el sexo y yo. Ni siquiera Alvaro o quien fuese en ese momento. Porque se trataba de mi disfrute, de mi goce, de experimentar esa ola de placer que me invadia desde dentro y me hace alcanzar unos orgasmos poderosos, plenos, llenos de vida y de excitacion. La dureza de una polla en un hombre que sabe follar es un bien impagable. No soy capaz de imaginarme algo mas estimulante. Puede parecer que soy demasiado basica, muy simple y un poco puta. Vale. Lo admito. No voy a discutir ese tipo de cosas. Me gustan los hombres y disfruto con ellos. Y no es un sexo moderado y sencillo. Prefiero el atrevido, el de un hombre que se plantea hacerte disfrutar y no se detiene en dudas o verguenzas. Entiendo el sexo como algo placentero y necesario. No como un tramite entre dos personas que se quieren, se gustan o se desean. El sexo, al menos para mi, es fin en si mismo. Sentir una polla muy dentro de mi, entrando y saliendo de mi lubricado cono o chuparla hasta la garganta, succionando y logrando que eyacule en mi boca o en mis tetas, lo considero algo sublime. O cercano a ello. Con Alvaro, sin ninguna duda, conseguia todo eso. Me follaba duro, se corria bien y me hacia disfrutar comiendome mis entranas hasta hacerme gritar como una posesa. Siempre, y con todos y cada uno de los hombres con los que he estado, antes y durante mi matrimonio, he buscado eso. Con unos he tenido fortuna, con otros, no tanta. Y siempre procurando obtener un buen disfrute propio. No es que eso significara que a quien estuviera en ese momento conmigo yo no le intentara proporcionar el mismo placer, que a mi el me daba. Lo hacia. Y creo que bastante bien, porque soy lujuriosa, atrevida, experta y tengo ese toque perverso o de pequena maldad que vuelve locos a los hombres. Y a algunas mujeres, cuando he estado en grupos. No soy lesbiana, ni bisexual ni curiosa. Soy muy sexual y si estoy en un trio no me importa que me toquen y yo tocar. Pero a solas con una mujer, no he estado. No lo descarto, pero por ahora me va bien con una buena polla. Se lo que es que un hombre tiemble de espasmos, de gusto mientras succiono su glande. Conozco sus expresiones cuando estan follando con una hembra como yo. He visto sus reacciones de excitacion y calentura ante la posibilidad de empotrarme. Soy consciente de que follo bien, me atrevo a casi todo y busco y doy placer. Esa era mi vida. Hasta aquella llamada... Esa tarde recuerdo que llovia en Madrid. El dia permanecia gris, encapotado y con nubes prenadas de agua. Mientras las gotas resbalaban en el cristal de la habitacion de aquel hotel, y la pantalla de movil se encendia con esa llamada y un par de mensajes, Alvaro me estaba proporcionando el segundo orgasmo. El primero, de pie, contra la pared. El segundo, a gatas y a una velocidad que me enloquecia. --Joder, sigue... --Le decia mientras escuchaba sus bufidos en mi nuca, arremetiendome con excitacion y fiereza, y notando que incrementaba su velocidad sobre mi. Aquel hombre, apuesto, inmaduro y divertido, era un poco peliculero, pero reconozco que esas situaciones, me refiero a hacerlo contra la pared, me ponen a mil. Sentir un tio fuerte, mientras me penetra con ese punto de rudeza necesaria para hacer el polvo estruendoso, me encanta. Me dejo llevar cuando siento los golpes de las caderas masculinas, su poderio cuando te penetra, la fuerza de ese sexo desinhibido, la lujuria que me invade y que no la detendria por nada del mundo.

  • Lo que nos dijo la tormenta de Helen Rytkonen

    https://gigalibros.com/lo-que-nos-dijo-la-tormenta.html

    Una ciudad magica. Una poderosa tormenta. Un hotel como escenario . Y dos personas atrapadas bajo el mismo techo. Ahora, despues de diez anos, podran decirse todo aquello que callaron. O no. Podran ser valientes, o no. Podran dejarse llevar, o seguir su vida. Pero no podran dejar de escuchar lo que les dice la tormenta.
    Una historia intima que te llegara al corazon.

  • Bajo el arbol de los suenos de Sara Witch

    https://gigalibros.com/bajo-el-arbol-de-los-suenos.html

    Hacia calor. Se habia tumbado con su mochila bajo la cabeza, junto a un gran sauce lloron en el parque, despues de pasar el dia andando por toda la ciudad. No habia tenido suerte ese dia tampoco y cada vez le seria mas dificil encontrar un trabajo y un techo bajo el que guarecerse cuando empezara el frio. Se duchaba y comia en un albergue de la ciudad, y apenas le quedaban diez dolares en el bolsillo. Tenia que encontrar algo y pronto o su situacion seria desesperada. Ya hacia demasiado tiempo que estaba asi. No podia volver a casa, todo se habia precipitado con la muerte de su madre, y el seguia alli. Oyo una risa timida a su lado y, poco a poco, abrio los ojos. Sonrio al ver a una pequenaja de unos seis anos mirandola y tapandose la boca para amortiguar su carcajada. Ella la observo sonriendo sin entender de que se reia la nina, hasta que le senalo los pies. Despacio, giro su rostro hacia donde le mostraba y se sorprendio al ver a una ardilla en la punta de sus botas. Lentamente, saco de su bolsillo unos cacahuetes y se los mostro al roedor que empezo a oler el aire. Con toda la confianza del mundo, el pequeno animal se acerco a su mano, cogiendo uno de los frutos con los que la humana le tentaba. En el momento en que se hizo con el, se enderezo sobre sus patas traseras y huyo corriendo hasta el arbol mas proximo, escapando de algo que ellas ignoraban. --!Maggie! ?Cuantas veces he de decirte que no te separes de mi? --grito una rubia estilizada sacudiendo a la nina por el brazo. --No me hacias caso, estabas con el movil, me aburria y vi a la ardilla... Me haces dano. --Sam vio los ojos anegados de la nina y se levanto. --Deja de mentirme. Hablare con tu padre, esto no puede seguir asi. Eres una nina insoportable y muy desobediente. --Perdona, le estas haciendo dano. ?Por que no la sueltas? --?Y a ti que cono te importa? --La miro de arriba abajo con el desprecio marcando cada silaba--. Eres una muerta de hambre y no tienes ni idea de lo que puedo o no puedo hacer. --Solo te he dicho que le estas haciendo dano, ?por que no la sueltas y te calmas? No es mas que una nina --repitio. --!Policia! !Policia! --empezo a gritar la rubia, llamando la atencion de todos los que estaban proximos a ellas. --Pero ?que haces? --susurro asustada Sam--. ?Estas loca? --Ponerte en tu sitio, ?no lo ves? Sam cogio su mochila y empezo a alejarse. No podia hacer nada, solo meterse en problemas si la pija la denunciaba, aunque fuera con una mentira. Nadie la iba a creer a ella con sus pintas. Era una sintecho, alguien de quien no fiarse... Miro a la preciosa ninita, agacho la cabeza impotente al no poder ayudarla y se fue. Hacia una semana que dormitaba en la calle, concretamente en ese parque. Ya no podia ir al albergue, no queria que su pasado la encontrara, ya no podria ducharse ni buscar un empleo, porque nadie le daba una oportunidad al ver su aspecto desalinado y sucio. Aunque intentaba adecentarse con el agua de las fuentes, no obtenia el resultado optimo. Triste y decaida, se sento junto al arbol del parque donde pasaba algunos ratos pensando en como habia cambiado su vida en ese ultimo ano. --!Hola! Se giro y vio a la nina que conocio dias atras. --!Hola! ?Estas bien? --Le sonrio, pero, antes de que ella le respondiera, un hombre con traje se aproximo a ellas, cogiendole la mano a la pequena. --Maggie, ?que te tengo dicho? No se habla con desconocidos. --Miro a la mujer que estaba sentada junto al arbol y se dio cuenta de que era una indigente, que seguramente viviria en ese parque--. Disculpe a mi hija si la ha molestado. --!Papi, papi, papi! No es una desconocida. --Sonrio la pequena, mostrando la falta de un diente--. Es la chica de la ardilla. Ya te dije que estaria aqui. --!Vaya! --Volvio a observarla--. Es un placer conocerla, senorita... --Me llamo Sam, Samantha Johnson. Se sonrojo al ver como la escrutaba y como le tendia la mano para saludarla. Se sintio mas sucia que nunca y escondio las suyas a la espalda. Era un hombre muy atractivo con unos ojos oscuros, casi negros, que la observaban. El cabello largo, castano, recogido en un mono en la nuca que le daba un aire desenfadado en contraste con el traje oscuro y serio, seguramente hecho a medida. El se dio cuenta de su apuro y, como si no se hubiera percatado de su gesto, sonrio al ver como lo miraba. --Mi nombre es Andrew Turner. Maggie lleva dias viniendo a ver si te veia. Sam lo observo pensando que era la sonrisa mas bonita que habia visto nunca. Sonrio al recordar el momento en que descubrio la ardilla y las risas de la nina, pero volvio a ponerse seria al pensar en la rubia que iba con ella aquel dia. ?Andaria tambien por alli? No queria comprobarlo y meterse en lios. --Es mejor que me vaya. --?Por que? Por favor, no te vayas. Ibamos a tomar un helado, ?te apetece acompanarnos? --No --respondio tajante--. --No creo que sea buena idea. --Suavizo su respuesta y se sonrojo. --Vamos, tienes que contarme lo de esa ardilla, Maggie lleva dias hablando de ti y de ese bicho, y no estoy seguro de que lo que cuenta sea real. Ella miro su ropa y luego volvio la vista hacia el. --Es mejor que no, no quiero ser una molestia. Y mi aspecto... --No seras una molestia. ?Me permites que te ayude a levantarte? --Volvio a ofrecerle su mano ignorando sus ultimas palabras. Ella la miro y poco a poco la cogio. Cuando se tocaron una descarga le recorrio el cuerpo y se ruborizo. El no parecio sentirla, asi que no le dio mas importancia y, cuando estuvo de pie, se solto de inmediato. Cruzaron el parque andando uno al lado del otro y compraron los tres helados en un puesto ambulante. Mientras los adultos se sentaron en un banco, Maggie se fue a los columpios. --Entonces, ?de donde eres, Sam? --Soy de Chicago. --?Y como acabaste en Nueva York? --Es una larga historia... Y yo no... --Tranquila. Si no quieres hablar de ello, no pasa nada. ?Vives por aqui cerca? Ella nego con la cabeza. --Cerca no. Vivo aqui, en el parque. --Agacho la cabeza, avergonzada--. Las cosas no han ido demasiado bien. --Pero eso es muy peligroso para una muchacha. --Apreto la mandibula por lo que estaba oyendo. --Ahora mismo no puedo hacer otra cosa, no encuentro trabajo y todo es... --Lo miro a esos ojos oscuros que la habian cautivado--. Lo siento. Tengo que irme. --Por favor, no te vayas. --Se levanto al mismo tiempo que ella--. ?Puedo proponerte algo? --Sam lo miro con recelo. No era la primera vez que le ofrecian dinero a cambio de sexo. Sabia que debajo de toda la mugre que la cubria seguia siendo bonita. Sus ojos verdes eran un reclamo para los hombres--. No te asustes, por favor. Es una propuesta que puede ser ventajosa para los dos. --Le escucho. --Lo miro recelosa. --Veras, soy un hombre muy ocupado y estoy buscando a una chica interna para trabajar en casa y que se haga cargo de Maggie. Prepararle el desayuno, llevarla y recogerla en la escuela, venir al parque cuando salga por la tarde... Me preguntaba si te interesaria trabajar con nosotros. --?Por que? Quiero decir... ?Por que yo? No me conoce de nada. ?Y su madre? --Porque Maggie no suele relacionarse con nadie y desde que te vio en el parque no ha parado de hablar de ti, bueno, y de la ardilla. --Sonrio--. Tampoco conoceria a la chica que me mandaria la agencia. A Maggie le gustas y, por lo que parece, igual te vendria bien un cambio. Seria bueno para las dos, ?no crees? Su madre nos abandono cuando Maggie cumplio tres anos, asi que te encargarias de ella cuando no este en la escuela. --Me vendria bien, muy bien ese cambio. Eso seguro. Un trabajo... ?Lo dice en serio? --Muy en serio. No seras una ladrona o algo asi, ?no? ?Nada de drogas? --No, no. No soy una ladrona y estoy limpia. Solo que no he tenido suerte en esta vida. Puede investigarme... --Entonces, ?aceptas el trabajo? Creo que puedes ser buena para Maggie. Si necesitas pensarlo... --Acepto --respondio rapidamente, no queria que cambiara de opinion y seguir sobreviviendo en la calle. Esa era una buena oportunidad para ella. No habia nada que pensar. Le ofrecia un trabajo y un techo. No podia haber tenido mas suerte--. Pero usted no sera un psicopata o algo asi, ?no? Andrew lanzo una carcajada sin poder evitarlo. --No, no, puedes estar tranquila. --Recogieron a Maggie y, mientras le explicaba a la pequena lo que habia hablado con Sam, se dirigieron a su casa. Con los ojos como platos se quedo mirando la fachada de su nuevo hogar. La casa era mas grande de lo que habia pensado en un primer momento y se sorprendio cuando llegaron, al ver que una mujer de unos sesenta anos les abria la puerta. --Buenas tardes. --Ella creyo entender que buscaba una interina. --Buenas tardes, Molly, Te presento a Sam. A partir de hoy sera la nueva ninera de Maggie y te ayudara con las tareas de la casa cuando no se haga cargo de ella. Sam, esta es Molly, mi nana y asistenta. --Muy bien, senor. Encantada, Sam. --La muchacha hizo un pequeno asentimiento a modo de saludo. --Llevala a la habitacion de invitados para que se asee y se instale. Encargate de Maggie mientras tanto. Yo he de salir un momento. Nos vemos en un rato. --Papi, ?vuelves a irte? --Su hija lo miro con cara de pena, y el se agacho para ponerse al nivel de su cara y le susurro--: Voy a comprar unas cosas y vuelvo enseguida, ?vale? Puedes ensenarle tus juguetes a Sam cuando termine de asearse. --Ella asintio satisfecha, su nueva amiga se quedaba en casa--. ?Quieres que traiga hamburguesas para cenar? --Si, si, siiiii. --Salto abrazandose al cuello de su padre, con sus pequenos bracitos. --Molly, hoy no prepares la cena, yo la traere --se dirigio a su nana.

  • Ellas hablan de Miriam Toews

    https://gigalibros.com/ellas-hablan.html

    Durante anos, en la recondita colonia menonita de Molotschna, decenas de mujeres han sido sistematicamente drogadas y violadas mientras dormian. Despertaban doloridas y sangrando. La comunidad se empenaba en mantener que todo era producto de su absurda imaginacion, o quiza del demonio, que las castigaba por sus pecados. Los violadores, sin embargo, eran hombres de la propia colonia: tios, hermanos o vecinos que finalmente acabaron en prision pero que en apenas dos dias seran liberados bajo fianza y regresaran a casa. Ocho de esas mujeres que padecieron abusos y violaciones estan a punto de reunirse en secreto para tomar una decision que determinara su futuro. ?Que deben hacer? ?Perdonarlos, como pide el Pastor? ?Responder a la violencia con mas violencia? ?O marcharse para siempre?

  • Nunca Mas Rechazada de Christina Mcknight

    https://gigalibros.com/nunca-mas-rechazada.html

    Lady Viola Oberbrook solo deseaba olvidar la manana de duelo que se llevo la vida de dos jovenes, saludables, prometedores hombres de la sociedad y la enviaba a ella a la finca de campo de su padre. Ocho anos mas tarde, ella tiene su vida en orden: un negocio satisfactorio, unos pocos amigos confiables, y ningun plan para regresar a la sociedad de Londres. Lo que ella no espera es encontrarse cara a cara con su pasado…

  • Guerrera Alfa de Daniel Santos

    https://gigalibros.com/guerrera-alfa.html

    Aina era una mujer diferente a las demas.
    Ella no era la esposa de nadie.
    Ella era una guerrera. La mejor de todas.
    Y como tal. la mas deseada.

  • El regreso del soldado de Rebecca Winters

    https://gigalibros.com/el-regreso-del-soldado.html

    Juntos aprenderian a confiar de nuevo. Anabelle Marsh estaba deseando partir hacia la costa de Amalfi para trabajar como modelo durante un mes en una excitante campana publicitaria. En un entorno tan bello, podria olvidarse de sus pesares y superarlos. Pero ella habia planeado curarse las heridas en privado, no compartir la estancia con un turbulento piloto herido en combate. Como antigua enfermera, Annabelle se sintio en la obligacion de ayudar a Lucca, aunque era evidente que el no queria que nadie se le acercara. Sin embargo, cuando la chispa prendio entre ellos, fue imposible detenerla. Capitulo 1 Annabelle Marsh se miro en el espejo del cuarto de bano mientras se quitaba el maquillaje, pero no reconocio la imagen de la mujer que vio reflejada en el. Era rubia y con los ojos de color violeta como ella, pero se la veia mas bella y radiante. Habia tenido un buen numero de hadas madrinas a su servicio para conseguir que estuviera tan hermosa. Marcella, disenadora de una famosa tienda de alta costura en Roma, habia elegido todos los modelos que llevaria en las sesiones fotograficas que tendria que hacer por media Italia. Contaba tambien, como complemento imprescindible, un selecto juego de joyas. Hacia cuatro dias que habian realizado el primer reportaje en una base militar cerca de Roma, frente al avion de combate MB-Viper, el mas moderno de la fuerza area italiana. Aun no podia creerselo mientras recordaba como habia empezado todo. --Seran solo tres semanas siendo la chica Amalfi --habia dicho Guilio --. Mi esposa y yo estaremos encantados de tenerla entre nosotros. Y despues, si usted quiere, volvera a ser la senorita Marsh. Ella estaba tratando de superar uno de los peores momentos de su vida. Hacia dos anos se habia divorciado de su marido. Habia recuperado su nombre y su vida de soltera, pero habia una cosa que no habia conseguido recuperar: la confianza en si misma. --Aun no se lo que ha podido ver en mi --habia replicado ella con cara de incredulidad. --Usted tiene justo el perfil que andaba buscando. Mis hermanos y yo, y toda la familia Cavezzali, llevamos en el mundo de los coches de diseno desde la Segunda Guerra Mundial, pero yo era el unico que sonaba con lanzar al mercado una linea de coches deportivos. Ha sido siempre la ilusion de mi vida. Los veia, en suenos, con su linea elegante y su atractiva carroceria, como si fueran el esqueleto de una mujer hermosa. --?Ha visto usted alguna vez mi esqueleto? --dijo ella con una sonrisa burlona. --En cierta manera, si, y me di cuenta de que tiene usted un encanto y un glamour indiscutibles que encajan perfectamente con Italia. Es la combinacion perfecta para mostrar al mundo una linea elegante pero completamente nueva del coche deportivo italiano. Annabelle nunca olvidaria aquel dia, hacia un par de meses, en que aquel disenador de coches llego al concesionario Amalfi en Los Angeles, California, para hablar de negocios con su jefe, Mel Jardine, el mayor distribuidor de automoviles Amalfi del pais. Guilio dijo que pensaba lanzar al mercado un nuevo y espectacular modelo de coche deportivo. Ella, como ayudante personal de Mel, se habia encargado de atender a Guilio en todos los aspectos tanto logisticos como de trabajo, y el habia insistido en que ella estuviese presente en todas las reuniones y se habia mostrado en todo momento muy atento con ella. Tanto, que Annabelle habia llegado a pensar que quiza el interes que aquel hombre casado demostraba por ella pudiera ir mas alla del terreno estrictamente profesional. Pero pronto vio disiparse sus temores al ver que su interes iba por un terreno que ella nunca se hubiera imaginado. Guilio le dijo, delante de su jefe Mel, que queria que ella fuera la modelo de la campana publicitaria del lanzamiento de su nuevo coche. Ella se rio al principio por lo absurdo de la idea, pero no se atrevio a decir nada al ver la mirada seria de Mel que parecia indicarle que no se precipitase en tomar ninguna decision sin escuchar antes lo que dijera aquel italiano. --Estoy hablando completamente en serio. Llevo todo el ano buscando a la mujer idonea y sabia que la reconoceria nada mas verla. Usted es la chica Amalfi. Usted es unica, igual que mi coche. Mel podra decirle que nunca he utilizado hasta ahora una mujer para anunciar uno de mis modelos de automovil. Annabelle sabia que decia la verdad. Estaba familiarizada con los catalogos de la tienda, en los que solo aparecian hombres italianos ricos y elegantes, como hombres de negocios de Milan, aristocratas de Roma o miembros de la alta sociedad de Florencia. --Me siento tan halagada que no se que decir, senor Cavezzali. --Llamame Guilio, por favor. --Esta bien, Guilio. ?Pero por que quieres presentar ahora una mujer en tu campana publicitaria? Tus anuncios son, desde hace tiempo, los mas atractivos e impactantes de toda la industria del automovil --le dijo ella con toda sinceridad. --Me agrada mucho oir eso, pero quiero que esta campana sea algo especial. Es en honor de mi querido hijo del que me siento muy orgulloso. Lucca fue a la escuela militar a los dieciocho anos y desde entonces no ha hecho mas que recibir condecoraciones en premio a su valor y heroismo como piloto de combate --dijo Cavezzali muy emocionado--. En honor a el, he bautizado mi ultimo diseno de deportivo con el nombre de Amalfi MB-Viper. Es el nombre del avion de combate que el pilota, ?sabes? Quiero que tu imagen aparezca en todos los folletos, en los anuncios de todos los medios de comunicacion, en el video promocional y hasta en el calendario que estoy preparando para el lanzamiento. Enviaremos posters y calendarios a todos nuestros concesionarios Amalfi para suscitar entre el publico el deseo de tener un producto unico en el mercado. Puedes estar segura de que todo el material grafico se hara con las maximas garantias de calidad y siempre contando con tu aprobacion previa. --Sera un gran honor para mi participar en ese lanzamiento --replico finalmente Annabelle. Su propio exmarido, Ryan, se habria quedado tambien boquiabierto de haberlo sabido. El tambien habia sonado con tener un dia un deportivo llamativo cuando terminara su periodo como medico residente en el hospital y se habria quedado hipnotizado viendo aquel lujoso y elegante modelo Amalfi MB-Viper. Pero su impresion habria sido aun mayor si hubiera visto a su exesposa, a la que el consideraba una mujer sosa y aburrida, ataviada de seda y diamantes y apoyada en el capo de aquella maravilla de coche. Durante su matrimonio, Annabelle se habia enterado de que el estaba manteniendo una relacion paralela con una enfermera en el mismo hospital donde ella habia hecho sus cursos de enfermera diplomada. Eso le habia partido el corazon. Pero no todo habian sido malas experiencias en aquel hospital. Alli habia conocido a Mel, ingresado por una grave patologia cardiovascular en una habitacion de la planta en la que ella estaba de servicio. Mel le habia hecho una buena oferta de trabajo y ella la habia aceptado, deseando dejar atras aquel hospital de tan infaustos recuerdos y empezar una nueva vida. La confianza que Guilio habia depositado ahora en ella le brindaba una nueva oportunidad de reafirmar su personalidad, tan deteriorada en los ultimos meses. --Te quedaras en mi casa con mi esposa, Maria, y conmigo. Estoy deseando presentarte a mis hermanos y a mis dos hijastros casados, que trabajan para mi. Viven muy cerca de mi casa. --Me encantaria, pero no puedo aceptar. Seria mucha molestia para tu esposa y para ti, Guilio.