• Sirius: El perro que (casi) cambio la Historia de Jonathan Crown

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    ?Como puede un perrito encantador alterar el rumbo de la Historia mundial?

  • Dios salve a Texas de Lawrence Wright

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    La exploracion de uno de los estados mas controvertidos de Norteamerica desde la penetrante mirada y el humor de un nativo.

  • Un paseo para recordar de Nicholas Sparks

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    Cada mes de abril, cuando el viento sopla desde el mar y se mezcla con el aroma de las lilas, Landon Carter recuerda su ultimo ano en el instituto Beaufort. Era 1958 y Landon ya habia tenido una o dos novias. Juraba incluso, que ya se habia enamorado. Desde luego, la ultima persona de la que se imagino que lo haria era Jamie Sullivan, la hija del pastor baptista del pueblo. Jamie era una chica callada, que siempre llevaba la Biblia entre sus libros para el colegio, y que parecia contenta viviendo en un mundo aparte del resto de los adolescentes: cuidaba de su padre viudo, rescataba animales abandonados y era voluntaria en el orfanato. Ningun chico le habia pedido una cita jamas. Landon nunca hubiera imaginado hacerlo. Sin embargo, un giro del destino hizo que Jamie se convirtiera en la pareja de Landon para el baile. Y desde ese momento, la vida del chico cambiaria para siempre. Estar con Jamie le enseno las profundidades del corazon humano y le llevo a tomar una decision asombrosa que marcaria el comienzo de su madurez.

  • EL DESPERTAR DEL FENIX (Hasta los Hueso 5), Lena Valenti de Lena Valenti

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    <>.
    Y yo iba a abrir los ojos y alzar el vuelo para descubrir la verdad. Lo arriesgaria todo. Mi alma y mi corazon.

  • Finanzas Pop de Mariano Pantanetti

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    Irreverente por momentos y riguroso siempre, Mariano Pantanetti analiza la cultura popular en busca de patrones y tendencias para que el lector pueda aprovechar oportunidades de inversion y protegerse de los riesgos del mercado de manera unica, de manera pop.

  • El mal causado (Un dia en el Tamesis 2) de Diaz De Tuesta

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    !Segunda entrega de esta apasionate serie de Diaz de Tuesta!

  • Un millar de flores de Lis Haley

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    “Tras dejar atras su Japon natal, Kaori elije Nueva York como destino en el que vivir segun sus propias normas. Va disenando su futuro a traves del pequeno negocio de arreglos florales que dirige, y solo se lamenta porque posee una brujula de lo mas erronea para elegir pareja. Por este motivo, no le extrana verse atrapada en una irresistible atraccion hacia un hombre de negocios que tiene planificado hasta el ultimo milimetro del resto de su vida.
    Victor Tilman tiene un unico objetivo: conseguir que la Tilman Company Purchases, su empresa inmobiliaria, sea la numero uno a nivel internacional. Con ese objetivo, se compromete con Ariana Fox, hija del magnate que supone su principal competidor. A pocos dias de la boda, su sofisticada prometida le pide que consiga los centros florales mas bonit”

  • Confesiones de Laura Barcali

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    Lorena es una mujer que huye hasta Zamora para esconderse de un marido posesivo y abusador. Pedira ayuda a su padre, bedel de un colegio catolico, y empezara una nueva vida desde cero escondida en el centro religioso.

  • Esperando al viento de Alba Cayuelas

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    Una chica nueva en el instituto.
    Un doloroso pasado que se cierne sobre ella y del que quiere huir.
    Un accidente que cambiara su vida para siempre.
    Y un corazon dividido entre dos amores imposibles.

  • El universo en expansion de Mario Hamuy

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    El destacado astronomo chileno construye en este libro

  • Alaska. La vida en la cabana de Ariadna Baker

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    Cuando Dakota se siente al borde del precipicio, con un matrimonio fracasado y una casa de la que deshacerse para separarse de su marido por completo, aparece Otto, un policia que llega nuevo a la ciudad y con un fracaso sentimental reciente.
    Su relacion comienza poco a poco e ira en aumento. Pero algo inesperado los separara antes de lo que imaginaban.
    ?Podran, despues de lo ocurrido, retomar su relacion?
    Un amor que marcara un antes y un despues en la vida de los protagonista

  • Lo que esta en juego es la moral de G. B Tatian

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    La luz naranja de las farolas iluminaba las calles aquella oscura madrugada de invierno. Benicio San Emeterio caminaba erguido por la acera de aquella larga calle sujetando las asas de una bolsa de deporte negra y rectangular. Con la otra mano agarraba un tetrabrik de leche. Su rostro reflejaba seriedad y el sonido que provocaba al caminar era casi imperceptible a pesar del silencio de la noche y de sus 109 kilogramos de peso de puro musculo. Su figura era intimidante y robusta incluso desde lejos. Media casi un metro noventa y hacia parecer que su bolsa de deporte era pequena a su lado, aunque no lo era. Se detuvo un momento para dar el ultimo sorbo al tetrabrik de leche e inclino la cabeza hacia atras para beber. Vio una pequena parte de la luna sobresaliendo por encima de la azotea de un edificio. La calle completamente vacia. Los cristales de los coches aparcados reflejaban la luz de las farolas. Deposito el carton de leche en la papelera y siguio caminando. Al cabo de unos metros empezo a sentir los golpes de la punta de sus cordones contra sus zapatillas. Se detuvo de nuevo y se agacho posando una rodilla contra el suelo. Solto la bolsa de deporte y al caer hizo un breve pero tremendo ruido pesado de objetos metalicos chocando unos con otros. Se ato los cordones y se puso en pie enseguida, agarro su bolsa y la levanto del suelo como si no pesara nada. Siguio caminando por aquella calle y a la altura de un callejon a pocos metros empezo a escuchar ruidos extranos, como de un animal sollozando. Empezo a caminar mas despacio y a medida que se acercaba el sonido era mas perceptible. Siguio hasta la entrada del callejon y se detuvo en medio. Dentro habia alguien, y vio como la enorme figura de Benicio aparecia de la nada y se detenia a la entrada. De pronto aquel sonido desaparecio de golpe. Benicio permanecio parado unos segundos mirando hacia el fondo, pero no pudo ver nada, la escasez de luz y la lejania no lo permitian. Desde dentro vieron como su oscura figura empezaba a moverse y desaparecia tras la esquina. Tras unos escasos segundos un sonido leve y suave salio del interior del callejon. El sonido que hace alguien cuando pide silencio: -- Shhh... Entonces vieron desde el interior la enorme y oscura figura de Benicio retrocediendo sobre sus pasos hasta situarse en el centro de la entrada de nuevo. Hubo unos segundos de completo silencio. De pronto Benicio comenzo a caminar hacia el interior del callejon. Se escuchaba el sonido de la cremallera de su bolsa de deporte abriendose. La luz era insuficiente y solo podia ver a unos escasos metros a su alrededor a medida que se adentraba. Los muros, el suelo y el fondo oscuro. Camino hasta el final y se detuvo cuando se le hizo visible. Habia una mujer con el torso inclinado y apoyado sobre una mesa de madera al lado de la basura. Tenia los pantalones bajados y sollozaba, cayendo lagrimas de sus ojos. Tras ella, un hombre sujetando una navaja sobre su nuca. El hombre se aparto de ella y sujeto con fuerza la navaja. Benicio se hizo a un lado y la joven salio corriendo y volvio a situarse en el medio frente al hombre. Hubo un breve instante de silencio. Rebuscaba en su bolsa y el choque de piezas metalicas emitia un leve sonido. El hombre se mantenia estatico en la distancia. De pronto Benicio saco una escopeta corta de aspecto antiguo, la amartillo y empezo a alzarla hasta colocarla a la altura del pecho y justo cuando el hombre abrio la boca para decir algo, abrio fuego y cayo derribado. El estruendo fue enorme y camuflo el fuerte gemido del hombre cuando la violencia del disparo vacio el aire de sus pulmones. Se acerco hasta el y se quedo alli de pie hasta que se aseguro de que habia dejado de respirar. Despues siguio caminando por la calle hasta el pequeno hotel de la esquina, subio a la habitacion y se sento en la cama. La bolsa estaba a sus pies, se inclino y abrio la cremallera del compartimento lateral y saco un boligrafo negro. Saco un billete de cincuenta euros de su bolsillo y lo sujeto con las dos manos frente a el. Habia algo escrito a lo largo del billete, en la parte baja. Samanta T. Cruz – (Asesinato) Le quito la capucha al boligrafo y lo tacho hasta que quedo ilegible. Encima de el habia mas nombres tachados. Le dio la vuelta al billete y vio que por la otra cara tambien estaban todos tachados. Entonces se levanto de la cama y fue hasta la ventana y la abrio, saco de su bolsillo una caja de cerillas y encendio una, coloco el billete en la repisa exterior y puso la cerilla sobre el billete y cerro la ventana. Se tumbo en la cama y extendio su brazo y agarro la delgada cuerda de la lampara, tiro de ella y se apago. 2 Andres levanto la cabeza de la almohada y le vio sentado en el extremo de la cama de al lado con la cabeza entre sus manos, sobre su gorro. Tiro de la cuerda de la lampara y la luz fragil ilumino solo una parte de la habitacion. Miro el reloj que estaba al lado de la lampara en la mesita de noche con los ojos entrecerrados por culpa de la luz. Las 03:33 de la noche. Se levanto de la cama y se sento en el borde frente a el y le agarro del brazo. La pequena ventana era un agujero oscuro hacia la madrugada. Se desplazo por la cama hacia la mesita de noche y agarro la pequena libreta y el boligrafo que estaban encima y volvio a sentarse en el mismo lugar. Con la mano que sujetaba el boligrafo le acaricio su hombro y luego puso las dos entre sus brazos para que pudiera coger las cosas. -- Antonio, ?Que te pasa? Antonio levanto la cabeza y le miro a los ojos. Cogio la libreta y el boligrafo y comenzo a escribir. Le entrego la libreta y el la oriento hacia la luz para poder leer. -- No puedo seguir haciendo esto. Andres se quedo mirandole pensativo. -- ?Es por lo que paso ayer? Antonio asintio con la cabeza mientras Andres le devolvia la libreta. El volvio a empezar a escribir. -- No puedo seguir haciendo como que no he visto nada. Eso no es lo que hace un hombre justo. Ellos eran mas y ese hombre no podia defenderse, pero nadie nunca hace nada. Todo el mundo mira para otro lado y hace como que no lo ha visto, y esperan que la injusticia se resuelva sola. Eso es exactamente lo que hacen los cobardes y yo no quiero serlo, pero el miedo me detiene y para entonces ya es tarde. La injusticia ha sucedido y despues llega la noche, y no puedo dormir, porque es imposible dormir cuando estas decepcionado contigo mismo. Andres leia mientras Antonio agachaba la cabeza y miraba al suelo. Cuando acabo de leer le agarro de la mano. -- Se muy bien como te sientes, pero no tiene sentido atormentarse. No puedes volver atras y cambiarlo. Asi que todo lo que puedes hacer es comprender que eres un hombre justo y bueno, pero que te equivocaste, y rectificar la proxima vez. Antonio no levanto la mirada del suelo, pero asintio con la cabeza. Andres se levanto sin soltarle la mano y tiro de el para que se pusiera de pie. Le abrazo y le paso la mano por la espalda para consolarle, luego le solto. -- ?Vuelves a la cama? Antonio miro el reloj y luego nego con la cabeza. -- No te atormentes tio, no lo hagas. -- Andres se metio en la cama y Antonio le tapo con el edredon y apago la luz, luego salio de la habitacion y se sento en el sillon a mirar por la ventana. Miraba el arbol que habia enfrente. El unico arbol que habia. Era grande y no tenia ni una sola hoja. Todas las ramas estaban desnudas. 3 Antonio abrocho su abrigo y metio las manos en los bolsillos. Lo unico que llevaba al descubierto era la cara. Llevaba puesto su gorro negro y el abrigo le cubria el cuello hasta la barbilla. De largo era casi hasta las rodillas. Andres cerraba la puerta de la casa, la de abajo, mientras acariciaba su barba corta y despejaba sus ojos del sueno. Empezaron a caminar a las seis de la manana, cuando todavia el Sol no habia salido. A lo lejos se veian en el cielo los primeros hilos de luz. La calle tenia un muro a cada lado y los dos estaban completamente llenos de grafitis iluminados por la luz blanca de los faroles de pared. Los muros eran muy extensos, pero no habia sitio para un solo grafiti mas, por lo que, cada cierto tiempo, algunos habian desaparecido y se habia pintado otro encima. Antonio y Andres caminaban atentos para ver los nuevos y cuando pasaron por al lado de los cubos de basura, varios gatos salieron corriendo y se metieron debajo de los coches. Despues de los muros habia una zona abierta. A la derecha habia un parque a media distancia, oscuro por la madrugada, y un bloque de edificios con soportales. En el interior de un portal de los soportales se veian las piernas de un sintecho, y del interior del portal salio una revista rotando en el aire que fue a parar justo en el centro de la fogata que habia a sus pies. A la izquierda habia un puente a lo lejos, por donde pasaba el rio cuando habia agua. Ahora habia un grupo de jovenes debajo y desde la distancia se veia el punto rojo diminuto de sus cigarrillos. Ahi se reunian para drogarse. Despues de pasar por ahi, pasaron por el parque en el que habia un hombre sentado en un banco, tapado con una manta vieja y hablando y riendose solo. De vez en cuando guardaba silencio y luego se giraba para gritar a alguien que el creia que le perseguia, pero detras no habia nadie. Siguieron caminando hasta la calle que corta las vias del tren y giraron. Tenian que cruzar las vias para ir al trabajo. Debajo de las escaleras del puente que cruza las vias habia una chica. Andres no la vio, pero Antonio la senalo y fueron hasta ahi. La chica estaba recogida sobre si misma y lloraba. -- ?Que te pasa? -- Pregunto Andres. La chica levanto la cabeza. -- Tengo frio. -- Dijo ella temblando. Lloraba y le temblaban mucho las manos. Llevaba puesta solo una camisa. Los chicos se miraron. No hicieron preguntas. Antonio desabrocho la cremallera de su abrigo y se lo quito y levanto a la chica. Se lo paso por la espalda y la ayudo a meter los brazos en las mangas, se lo abrocho y le metio las manos en los bolsillos, le puso la capucha y luego metio las manos dentro para limpiarle las lagrimas. La chica habia parado de llorar y le miraba a los ojos. Era un poco mas joven que ellos. Todavia menor de edad. Antonio saco del bolsillo de su pantalon la libreta y el boligrafo. Escribio y se la enseno. -- ?Tienes a donde ir? La chica asintio ligeramente con la cabeza. Entonces los chicos se giraron y se fueron.

  • Enparejarte de Nacho Tornel

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    Por mas que pasen los anos, el amor, la pareja (y sus problemas) nunca pasan de moda. Con una experiencia de mas de diez anos como terapeuta familiar, Ignacio Tornel nos ofrece un utilisimo libro de autoayuda para todas aquellas parejas que estan pasando por un bache, o simplemente para aquellas parejas que quieran reforzar su amor.

  • No te impliques de Sonia Lopez Souto

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    Kathleen es una joven volcada en su trabajo. La muerte de sus padres siendo una nina y mas tarde la de su abuela, no solo la han dejado huerfana, sino que tiene una sensacion de vacio que solo cuidar de los bebes mas fragiles logra mitigar.

  • Un monton de migajas de Elena Gorokhova

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    Elena Gorokhova es una chica rusa que descubre las verdades que los adultos le ocultan y las mentiras que subyacen al triunfalismo oficial de su patria: su pais ya no es la Rusia majestuosa de las novelas decimononicas o de los zares, sino un Estado totalitario y desesperado por preservar a toda costa su poder y su orgullo. Elena se apasiona por el estudio de la lengua inglesa y desea explorar el mundo mas alla del telon de acero, pero en la Union Sovietica de 1960 algo tan inocente puede resultar subversivo: el Estado la controla del mismo modo que la contro- la su madre, convertida en un espejo de la madre patria: autoritaria y sobrepro- tectora, es dificil zafarse de ella. A los veinticuatro anos, tras varios desenganos, Elena asumira las consecuencias de su inconformismo y se propondra emigrar al extranjero para liberarse del doble yugo nacional y materno.

  • El lado equivocado del cielo de Eva M. Soler , Idoia Amo

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    Liv Monroe. Derek Gray. Shawn Bennett. Zazzie, Carter, Kumiko. ?Que tienen en comun este variopinto grupo de desconocidos? Que van a pasar un largo, complicado y caluroso verano en Hendersonville como resultado de varios delitos leves.
    Todos han sido condenados a prestar servicios comunitarios para pagar su deuda con la sociedad, y que mejor manera que participar como mano de obra en la restauracion de una preciosa mansion en Carolina del Norte.
    Liderados por Adeline, una jefa de obra que los maneja con mano dura, y en medio de un entorno muy diferente al que estan acostumbrados, este grupo de personas tan distintas entre si estan a punto de descubrir que ese castigo puede ser la mejor experiencia de sus vidas.

  • Aqui se quisieron Carla y Nico (Los libros de Nico y Carla 3), A. M. Irun de A. M. Irun

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  • Amada por sus Lobos (Los Lobos de Green Valley 4) de T.n. Hawke

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    Clara:

  • No quiero solo un verano de Dama De Hierro

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    Mis vacaciones de verano dieron un giro inesperado cuando papa dijo que se casaria , eso no tendria nada de malo a no ser que la novia, sea la madre del chico que me robo el corazon el primer dia que llegue a este hermoso pais.

  • No soy yo, eres tu (Tal para cual 2) de Ebony Clark

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    Un ano antes… -Por favor, senora, deje de aporrear la puerta. Ya le he dicho que hay aire suficiente y que no le va a pasar nada. Estuve a punto de mandarle a la mierda y anadirle que no cogiera ningun atajo y disfrutara del paseo. ?Es que aquel imbecil se creia que estaba hablando con una histerica? Ya sabia que no iba a pasarme nada y que aquello de asfixiarse en el ascensor era una leyenda urbana, que venian con reserva de aire suficiente como para no agobiarme. Pero aquel no era el problema. El problema era que tenia una vista en media hora y no llegaria a tiempo a menos que aquel idiota hiciera algo rapido. Pegue la boca a la ranura entreabierta de la puerta del ascensor. -Mira, como te llames… Es la cuarta vez este ano que alguien se queda encerrado en el ascensor. Para mi, la segunda, por si te interesa. -A lo mejor es que no hacen buen uso. Apenas acerte a entender lo que decia aquel heroe de pacotilla. No estaba segura, pero haciendo buen uso de mi racionalidad profesional, me hice la sueca a su comentario. Ya le diria yo en cuanto saliera lo que pensaba de sus opiniones y en el punto exacto de su anatomia donde podia guardarselas. Fingi ser una dulce damisela en apuros, cosa que solia funcionar la mayoria de las veces. -Oye… Ya se que no voy a morir, no estoy sufriendo ningun ataque de histeria ni nada parecido. La cuestion es que tengo que estar en el juzgado en media hora. Asi que, si pudieras darte un poco de prisa, te lo agradeceria muchisimo… Y cuando digo muchisimo, no estoy hablando en sentido figurado, ?vale? No se si los de tu gremio aceptan propinas o no, pero llevo en el bolso un billete de cincuenta euros que esta deseando encontrar nuevo dueno. Silencio al otro lado. Vaya, quiza la oferta no fuera de su agrado. Podia ser que me considerase una ronosa por el importe de la propina ofrecida. Bueno, cincuenta euros no estaban nada mal, ?no? Escuche un golpe seco en la puerta y me aparte enseguida. Al otro lado, pude ver un unico ojo de un color azul intenso, asomando por la ranura. El bombero que atendia la emergencia desde el otro extremo de la puerta del ascensor debia ser el dueno de aquel ojo. Y seguramente de otras partes del cuerpo humano que yo no podia distinguir, porque estaba atrapada en el maldito ascensor y aquel pequeno detalle lo impedia. -Ensenemelo. ?Que? Sacudi la cabeza, creyendo que habia escuchado mal. -?Como dices? -pregunte con desconfianza. -Que me lo ensene -ordeno el con tono seco-. Su billete de cincuenta euros. -?En serio? ?Puedes acelerar mi rescate con la ayuda de una propinita? Claro, yo no podia ver que la cara del bombero ya habia cambiado a varios colores, mientras continuaba con mi absurdo y repugnante intento de extorsion que, por otro lado, iba a jurar sobre la Biblia no haber cometido si se daba la ocasion. -Pues claro, senora. Para eso estamos. Hum, no se por que, pero algo en su voz me decia que intentaba tomarme el pelo. De todas formas, estaba desesperada. Lucas me esperaba al otro lado, impaciente. Nuestra clienta era un miembro muy influyente de la comunidad nordica del sur de la isla. Lucas era un gran orador, pero yo tenia todos los documentos del caso en mi maletin, conmigo dentro del ascensor. Y nuestros jefes ya nos habian advertido: como no le sacaramos hasta el ultimo euro al marido de Greta, un rico empresario madrileno dueno de varias salas de fiesta, ya podiamos buscarnos otro trabajo. Sin pensarlo, extraje el billete de mi cartera y lo deslice hacia arriba y hacia abajo por la ranura de la puerta, como si fuera la sexy y seductora pierna de una stripper en un bar de carretera. -Vaya, pues era verdad. Parece autentico. Solte una palabrota al escucharle. -!Pues claro que es autentico! Pero ?que te has creido? -le grite, furiosa. -No se… Mi padre siempre decia que no me fiara de los abogados, que son unas ratas mentirosas… Pero no, oiga, parece que usted es de fiar. Y no tiene pinta de rata… Bueno, al menos desde esta distancia no, ?por que no se acerca un poco mas para que pueda verla mejor? -Me encantaria acercarme mas, senor No Estoy Haciendo Una Mierda Para Rescatar A Una Buena Ciudadana… !Pero estoy sudando como si esto fuera el horno donde el diablo cuece a sus pecadores! Y si me muevo, la cosa va a peor… -A lo mejor es que lleva demasiada ropa. ?Por que no se quita esa bonita chaqueta de Bimba y Lola? Le queda muy elegante, eso si… Pero ahi dentro debe de haber unos treinta y cinco grados. -?Me estas sugiriendo que me desnude? Ay, Dios, esto es la pera… -De pronto cai en su sorprendente dominio de la moda femenina y le pinche en un arrebato infantil-: A ver, ?como sabes que mi chaqueta es de Bimba y Lola, eres un disenador frustrado o que? -Que va. Es que le regale una igual a mi madre por su cumpleanos, solo eso. Mire con disimulo mi chaqueta de punto gris con los punos y cuellos ribeteados en negro. Combinada con mis vaqueros y mocasines, me parecia una excelente eleccion para llevar al juzgado; arreglada pero informal, como diria la madre de mi mejor amiga. Sin embargo, ahora que el agente de emergencias mencionaba el regalo de su madre, me hizo sentir mayor y poco atractiva. Seguro que lo noto, porque al segundo siguiente quiso arreglarlo… sin exito, claro. -Oiga, no se enfade… Le queda bastante bien, en serio… Se parece un poco a esa abogada de una serie de hace un millon de anos… ?como se llamaba? Tiene que acordarse, mas o menos es de su epoca, ?no? <>, grite mentalmente, furiosa porque el tio, no contento con meterse con mi ropa, ahora me llamaba carroza en la cara. -Si, lo que tu digas… -corte bruscamente. -?O era Remington Steel? -se pregunto el en voz alta, hablando consigo mismo al principio-: Ahora no lo tengo muy claro, pero usted debe tener mas o menos la edad de mi madre, ?a que si? Seguro que se acuerda. -No soy cinefila -menti. – ?No? Pues deberia… ?No ha visto Ben-Hur, la version original? Me golpee la frente con una sonora palmada. ?De verdad? ?De verdad me habia tocado el bombero humorista? Estaba a punto de darme un ataque, pero no de risa precisamente. Iba a gritarle a pleno pulmon que se dejara de hablarme de series y peliculas, que se estaba pasando y mucho al insinuar que yo tenia edad para haberlas visto en algun cine el dia de su estreno. Me detuve al instante. Ya veia por donde iba… Mi instinto me decia que solo pretendia, muy mal, todo fuera dicho de paso, entretenerme mientras me sacaban de alli. Debia ser el psicologo del grupo. O el chistoso, no estaba segura. -Pero ?que dices? Mira, ?vas a sacarme de aqui o no? -apremie. -Ya le dije antes que si, senora. -Si, ya se que lo dijiste… Pero tambien dijiste que tenias que esperar que tu companero encontrase no se que llave maestra… Y yo no tengo tiempo que perder. Conque, ?quieres o no quieres los cincuenta euros? Otro silencio. -No se… ?Es que le sobran o que? La pregunta me dejo perpleja. Seguro que el intentaba darme conversacion, tal y como le habian ensenado en sus cursos sobre como enfrentarse a situaciones limite. Pero no era mi caso. Mire el reloj de pulsera y se me acelero el corazon. -Pero ?que cono importa si me sobran o no, no te estoy diciendo que te los quiero dar? -casi le grite, tratando de no perder el control. -Es que quiero que quede bien claro que me los quiere regalar. Aprete los dientes. -!Pues claro que te los quiero regalar! Toma, hombre, cogelo ya… Y te compras la edicion Oro de coleccionista de Ben-Hur y unas palomitas a mi salud… !Pero sacame de aqui! -Lo deje caer por la ranura y senti como unos dedos recogian el billete al otro lado de la puerta. Despues, un sonido que recordaba al crujido del papel de cebolla junto a un telefono. Una emisora de radio. <>. No pude contenerme por mas tiempo. Aporree el ascensor con los punos, con el maletin y hasta con un par de patadas al estilo Bruce Lee que habia visto en alguna pelicula. -!Oye, que me estoy enterando de todo! -chille. --… Vale, lo intentare… No te prometo nada… Esta como una regadera, en serio… Es que la oyes hablar y parece la abogada corrupta de una pelicula de la Mafia, tio… Bueno, una mezcla de eso y un palo de fregona desmelenado… Date prisa, tio, da un poco de miedo…

  • Las grabaciones del comisario de Roberto Sanchez

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    <Asesinos de Series.

  • Musica del alma de Becca Berger

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    El amor es el sentimiento mas poderoso del mundo, capaz de hacernos reir, llorar, vibrar y suspirar.

  • Un amor que sorprende de Sophie Saint Rose

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    Regina estaba bien hasta que sus hermanas le senalaron que su jefe se metia demasiado en su vida privada, que era un tirano y un dictador. Entendio que debia poner limites pero Mick Randall se resistia. Que sus hermanas hicieran de las suyas era algo que no habia previsto.

  • Pedro. Perdon (Los trajeados 1) de Nanda Gaef

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    Muchas veces los deseos se convierten en realidad; sin embargo, no siempre traen la tan ansiada felicidad.
    El siempre alegre y sonriente Pedro crecio deseando que su mejor amigo, Daniel, fuera su hermano. Al descubrir que es asi, no puede soportar conocer, por boca de terceros, que su madre y su mejor amigo -ahora hermano- le han ocultado esa informacion durante treinta anos.
    Ciego por el rencor y la desilusion, se aisla de todos, toma malas decisiones y, presionado por su pasado, huye para buscar el apoyo de su mejor amiga, Fatima.
    En su huida conoce a Paula, una mujer diferente a las que a el le gustan, pero que no pasa desapercibida a sus ojos. Para su sorpresa, Paula no cae rendida ante su encantadora sonrisa y conquistarla se convierte en un desafio para Pedro.
    Pero sus errores de juventud lo persiguen alla donde va y no le permiten seguir con su vida. La culpa le pesa y le impide seguir adelante.

  • LA CLAUSULA: Piensalo bien antes de firmar de Mirian G. Blanco

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    Cuando se te aparezca una oportunidad… !tomala!
    Y eso fue lo que Melisa Baker hizo cuando Tyler Mccartney le propuso un descabellado contrato. La idea de ocupar el puesto de secretaria en una de las empresas mas prestigiosas a nivel internacional, !era realmente tentadora! Pero ser la <> del hombre mas sexy del planeta Tierra, aun lo hacia mas emocionante.

  • Tres pisos de Eshkol Nevo

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    Es un edificio de tres pisos en un barrio tranquilo de la ciudad. Las plantas de la entrada estan podadas con esmero, el interfono recien renovado y los coches estacionan de forma ordenada. Desde los apartamentos no se oye musica fuerte ni ruidos molestos. Reina la quietud. Y, sin embargo, detras de cada una de las puertas, la vida no es tan silenciosa ni tranquila. Todos los vecinos tienen algo que contar. Un secreto que confesar..

  • Amor Latente; Romance y Pasion con el Jefe de Policia de Isabel Conde

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    Argentina, Buenos Aires, 2015. Barbara Jensen se desperto de mal humor. Su vecino, la plaga del barrio, habia llegado a su casa a las tres de la madrugada haciendo un ruido insoportable. Si su automovil tenia un silenciador, hacia mucho tiempo que habia dejado de funcionar. Por desgracia, su dormitorio estaba situado justo al frente de la entrada del vecino; ni siquiera tapandose la cabeza con la almohada pudo amortiguar el ruido de aquel Volkswagen. Cerro la puerta oxidada de golpe, encendio la luz del porche --la cual, por algun cruel y desconocido proposito, estaba colocada de forma que le daba a ella directamente en los ojos si se volteaba de frente a la ventana, tal como era el caso--, dejo que la puerta de rejilla golpeara tres veces al entrar, salio de nuevo unos minutos mas tarde, luego volvio a entrar en la casa, y evidentemente se olvido de la luz del porche, porque momentos despues se apago la luz de la cocina, pero aquella maldita lampara del porche permanecio encendida. Si antes de comprar aquella casa hubiera sabido que iba a tener aquel vecino, jamas de los jamases habria firmado los papeles que decian legalmente que estaba destinada a la desgracia junto aquel sujeto. En las dos semanas que llevaba viviendo alli, aquel tipo habia conseguido el solito estropearle toda la alegria que le habia causado el hecho de comprarse su primera casa. Era un borracho. ?Pero por que no podia ser un borracho feliz?, se pregunto con amargura. No, tenia que ser un borracho desagradable, de los que hacian que una tuviera miedo de dejar salir al gato cuando el estaba en casa. Pantera no era gran cosa como gato --ni siquiera era de ella--, pero su madre le tenia mucho carino, de modo que Barbara no queria que le sucediera nada mientras estuviera temporalmente bajo su custodia. Jamas podria volver a mirar a su madre a la cara si sus padres regresaran de las vacaciones de sus suenos, un viaje de seis semanas por Europa, y se encontraran con que Pantera habia muerto o desaparecido. * * * * Por suerte para ella, se marchaba a trabajar a la misma hora que el; por lo menos, en principio creyo que el se iba a trabajar. Ahora pensaba que probablemente iba a comprar mas bebida. Si es que trabajaba, desde luego tenia un horario de lo mas extrano, porque hasta el momento no habia logrado percibir pauta alguna en sus entradas y salidas. De todas formas habia intentado mostrarse simpatica el dia en que el descubrio las huellas del gato en el parabrisas de la cafetera que tenia por coche; incluso le sonrio, pero el tipo no presto la menor atencion a aquel sonriente ofrecimiento de paz, sino que en cambio salto furioso de su automovil casi en el mismo momento de haber puesto las posaderas en el asiento. -- ?Que te parece si no dejas que tu gato se suba a mi coche? A Barbara se le congelo la sonrisa en la cara. Odiaba desperdiciar una sonrisa, sobre todo con un individuo sin afeitar, malhumorado y que tenia los ojos inyectados de sangre. Le vinieron a la mente varios comentarios feroces, pero los reprimio. Al fin y al cabo, ella era nueva en el barrio y con aquel tipo ya habia empezado con mal pie. Lo ultimo que deseaba era declararle la guerra. Asi que decidio probar una vez mas con la diplomacia. --Lo siento --dijo, manteniendo un tono tranquilo--. Procurare vigilarlo. Estoy cuidandolo hasta que vuelvan mis padres, asi que no va a estar aqui mucho tiempo. --Solo otras cinco semanas. El vecino contesto con un grunido murmurando cosas, volvio a entrar en el coche cerrando de un portazo y se alejo haciendo rugir el potente motor con un ruido de mil demonios. Barbara ladeo la cabeza, escuchando. La carroceria del Volkswagen ofrecia un aspecto deplorable, pero el motor sonaba suave como la seda. Habia muchos caballos debajo de aquel capo. Era evidente que la diplomacia no funcionaba con aquel tipo. Pero alli estaba ahora, despertando a todo el vecindario a las tres de la madrugada con aquel maldito automovil. La injusticia de ese hecho hizo que le entraran ganas de ir una noche hasta su casa y pulsar el boton del timbre hasta que el estuviera tan levantado y despierto como todos los demas. Solo que habia un pequeno problema. Le tenia un poco de miedo y eso no le gustaba. Barbara no estaba acostumbrada a retroceder ante nadie, pero aquel individuo la ponia nerviosa. Ni siquiera sabia como se llamaba, porque las dos veces que se habian visto no fueron encuentros de los de "Hola, me llamo fulano de tal". Lo unico que sabia era que era un personaje de aspecto desalinado y que por lo visto no tenia un empleo fijo. En el mejor de los casos, era un borracho, y los borrachos pueden ser mezquinos y destructivos. En el peor, estaria metido en algo ilegal, lo cual agregaba a la lista el calificativo de peligroso. Era un individuo grande y musculoso, con cabello oscuro y tan corto que casi parecia un militar. Cada vez que lo veia tenia el aspecto de no haberse afeitado en dos o tres dias. Si a eso se le anadian los ojos inyectados en sangre y el mal genio, la palabra que le venia a la cabeza era borracho. El hecho de que fuera grande y musculoso no hacia sino incrementar su nerviosismo. Aquel barrio le parecia muy seguro, pero ella no se sentia segura teniendo a semejante tipo por vecino. Grunendo para sus adentros, salto de la cama y bajo la persiana de la ventana. Con los anos se acostumbro a no cerrar las persianas, ya que era posible que no se levantase con el ruido del despertador, pero si con la luz del sol. El amanecer era mejor que un molesto sonido metalico para levantarse de la cama. Como varias veces se habia encontrado el despertador tirado en el suelo, supuso que la habria reanimado lo suficiente para atacarlo, pero no lo bastante para despertarla del todo. Ahora su sistema consistia en usar visillos y una persiana; los visillos impedian que se viera el interior del dormitorio a no ser que estuviera la luz encendida, y levantaba la persiana solo despues de haber apagado la luz para dormir. Si hoy llegaba tarde a trabajar, seria por culpa del vecino, por obligarla a depender del despertador en vez del sol. De vuelta a la cama tropezo con Pantera. El gato dio un salto con un maullido de sorpresa, y Barbara estuvo a punto de sufrir un infarto. -- !Dios santo! Pantera, me has dado un susto de muerte. No estaba acostumbrada a tener un animal domestico en casa, y siempre se le olvidaba mirar donde pisaba. Siguio balbuceando cosas referente a su vecino insoportable y el bendito gato de sus padres. Pensando que su vecino le impediria volver a dormirse, Barbara cruzo las manos por detras de la cabeza y contemplo el oscuro techo mientras trataba de enumerar todas las cosas que queria hacer con la casa. La cocina y el bano necesitaban modernizarse un poco, lo cual constituia una reforma muy cara que economicamente no estaba preparada para afrontar. Pero pintar la casa y poner persianas nuevas haria mucho por mejorar el interior, y ademas queria derribar la pared que separaba el salon y el comedor. Despejar aquel espacio para que el comedor fuera mas una continuacion que una habitacion independiente, con un arco que podria decorar con una de esas pinturas de falsa piedra para que pareciera de roca… Se desperto con el molesto sonido del despertador. Por lo menos aquel maldito trasto la habia despertado esta vez, penso mientras rodaba hacia un costado para silenciar la alarma. Los numeros rojos que brillaban ante sus ojos en la penumbra de la habitacion la hicieron parpadear y mirar una vez mas. --Mierda --gimio disgustada al tiempo que saltaba de la cama. Las seis cincuenta y ocho; la alarma llevaba casi una hora sonando, lo cual queria decir que era tarde. Muy tarde. --Maldita sea, maldita sea --recalco, mientras se metia en la ducha y, un minuto despues, volvia a salir. Mientras se lavaba los dientes, corrio a la cocina y abrio una lata de comida para Pantera, que ya estaba sentado junto a su cuenco mirandola con el gesto torcido. Escupio en el fregadero y abrio el grifo para que el agua arrastrara la pasta de dientes. --Precisamente hoy, ?no podias haber saltado encima de la cama cuando te dio hambre? Pero no, hoy decides esperar, y ahora soy yo la que no tiene tiempo de comer nada. Pantera dio a entender que no le preocupaba lo mas minimo que ella comiera o no, siempre que el tuviera su comida.

  • El Silencio De Tu Nombre de Andres Perez Dominguez

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    Cuando Erika Walter, viuda de un agente secreto aleman, huye a Madrid con un importante legajo de documentos que implican a altos cargos nazis en el exilio, su amante Martin Navarro, ex miembro del PCE, se ve obligado a abandonar Paris y perseguirla. Aunque sabe que en Espana le espera la carcel si es capturado por la policia franquista o la muerte por traicion si sus camaradas del partido le descubren, Martin lo arriesgara todo, incluso sus convicciones ideologicas, por volver a reunirse con Erika. Con la policia, los nazis, los comunistas y la CIA pisandoles los talones, ambos amantes se veran envueltos en una trama de espionaje e intereses ocultos mas compleja y peligrosa de lo que nunca hubieran imaginado. Plagada de espias desencantados, idealistas convencidos y heroes a su pesar, El silencio de tu nombre auna historia, aventura, intriga y romance. Una novela que refleja con maestria como en una Europa arrasada por la intolerancia y el fanatismo politico y hay lugar para el amor, la amistad, el honor y la esperanza.

  • Todo arde excepto tu de Cristina Origone

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    Turin, 10 de noviembre de 1993 El periodista observa a las personas evacuadas del palacio en llamas que descansan del otro lado de la calle. Han formado pequenos grupos entre los automoviles estacionados, dos mujeres lloran y se abrazan. La mirada se desliza hacia una nina. Un hombre la tiene de la mano derecha y mira hacia lo alto. Es su primer servicio: la confusion y el sonido ensordecedor de la sirena lo hacen nervioso y agitado. --?Estamos listos? --pregunta al camarografo mientras piensa en cuan afortunado es por haber encontrado ese trabajo. La television comercial, en un Pais que ignora a los debiles, se ha vuelto un servicio publico que ofrece emociones, sonrisas y lagrimas gratuitas; si la conexion va bien, alguien derramara alguna lagrima mirando las noticias de television. Esta es la regla. Sonrie cinicamente mientras acomoda el auricular en su oido. El tecnico le responde con la senal de la mano que indica que todo esta bien; La voz chillante de la conductora le llega fuerte y clara. --Si, los bomberos todavia se encuentran en el lugar del incendio, ya han trabajado desde las diez. Una gran nube de humo se ha levantado desde hace alguna hora sobre una vivienda en la esquina de Rosselli y Cassini. Al momento se cuentan dos victimas, cuya identidad todavia no ha sido dada a conocer. Aun hay que verificarla, tambien la naturaleza del incendio: ?accidental o doloso? Habla con voz angustiada, consciente de que manana nadie recordara mas todo esto. Ni siquiera el, piensa mirando la senal del tecnico de dos dedos hacia arriba. Bravo. Estuvo bien. La conexion se cierra. PRIMERA PARTE MARTA CAPITULO I LA GRADUACION Genova, 10 de mayo 2011 El, presidente y ponente de la tesis, me proclama finalmente doctora con: --Un merecido 110--. Son estas las palabras que pronuncia apretandome la mano. Intercambio el apreton y bajo la mirada. Me sostiene la mano mas de lo debido y, cuando me la deja, la estrecho a todos y salgo del aula. Estoy perturbada. Pero no por la graduacion. Caterina me abraza antes que mis otros amigos y me susurra al oido: --?Todo bien? --Me suelto a llorar. Flores, foto, aplausos y abrazos. Estoy en la confusion total y con la mirada lo busco. Todavia no sale el aula. Algunos de mis amigos me piden una hoja de laurel de la corona que Caterina me preparo, parece que les propicia buena suerte a los que todavia estan por graduarse. Me distraigo por algun minuto y, cuando miro en direccion de las escaleras, veo que el esta descendiendo los peldanos a paso veloz. Caterina se da cuenta y murmura--: Finalmente se ha ido y … --sonrie y concluye--: No pienses mas en ello, doctora. Ella es mi mejor amiga. Mi madre tenia que haberse ocupado en este dia, en cambio es Caterina quien ha organizado la fiesta despues de la graduacion y me ha regalado un fin de semana para pasarlo juntas en un Spa. Lo unico que ha hecho mi madre fue telefonearme esta manana para desearme un frio "Buena suerte". Desde hace anos que necesito buena suerte, pero ella no lo sabe. --No la necesito-- respondi con mucho placer y termine con la conversacion. Caterina tiene los ojos pequenos y negros, y un fisico desproporcionado: hombros estrechos y caderas largas. Tiene una charla suelta, lleva los cabellos cortos y estudia Jurisprudencia, pero esta fuera de clases desde hace anos. De vez en cuando bromea y dice que por error ha caminado en el rombo blanco en el centro del claustro de la Universidad y que por ello no se graduara nunca. Para los estudiantes de la facultad de Legge de Genova aquel rombo trae fortuna, se puede pisar solo despues de haberse graduado.

  • Como (no) fracasar con tu novel de Joan Bekker

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    Al contrario que otras muchas guias de marketing, esta no te promete vender mil copias ni hacerte famoso. Yo, el autor, no soy best-seller de nada, solo un simple experto en marketing.

  • Una herencia misteriosa, Danielle Steel de Danielle Steel

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    Unidos por el azar, Jane y Phillip investigan una misteriosa herencia que desafia el paso del tiempo.

  • Alguien tiene un secreto de Karen M. Mcmanus

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    !El nuevo libro de la autora de Alguien esta mintiendo, el thriller Young Adult best seller a nivel mundial!

  • El bosque oscuro (Trilogia de los Tres Cuerpos 2) de Liu Cixin

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    La esperada continuacion de El problema de los tres cuerpos, el mejor libro de ciencia ficcion y fantasia de 2016 segun El Periodico, y uno de los diez mejores libros de ficcion de 2016 segunPlayground.

  • El mundo de Cherry en Whatsapp de Cherry Chic

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    Mi cancion mas bonita.
    A la de tres: !Te quiero!
    Y que te quedes.
    Tu maldita sonrisa.
    Hasta que el mundo vuelva a creer en la magia.
    Tu tan refugio y yo tan a la deriva.
    Una despedida, siete relatos y un viaje.
    Mantendre las luces encendidas para ti.
    El sur lo encontre en tus ojos.
    Ensename a dibujar sonrisas.
    Estas son las novelas que he publicado hasta la fecha. ?Que por que las pongo? Porque hoy doy rienda suelta a sus personajes y dejo que veais sus idas, venidas, pensamientos y acciones a traves de una ventanita. Un vistazo a lo que imagino que seran sus vidas a diario:Citas. Fiestas. Redes sociales. Musica. Series. Vacaciones. Navidad. Halloween y el mundial de futbol son solo algunos de los temas que se han atrevido a tocar.
    Y, al final, una puerta hacia...Bueno, ?por que no entras y lo averiguas?

  • Leo Morris de Gwendolen Hope

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    Paige Palmer tiene un problema y la solucion esta al alcance de su mano: se llama Leo Morris.
    Leo, amo de la ciudad de Richmond, es un hombre poderoso y sin escrupulos que le pedira a cambio algo muy particular.
    Y las cosas nunca son tan simples como parecen...

  • Senora Miler (Valkiria 2) de Eva Gonzay

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    Un sonido tan estridente como brusco y fuerte me despierta de golpe haciendo que mis pulsaciones se disparen como si me estuviese persiguiendo un asesino en serie. Mientras la melodia me taladra los timpanos y yo trato de ubicarme y descubrir que cojones es eso, escucho tambien un par de manotazos sobre la mesilla y, unos segundos despues, el espantoso ruido se detiene haciendome suspirar de alivio. Abro los ojos como dos platos mientras trato de ubicarme y de pronto una luz se enciende. Miro a mi izquierda parpadeando varias veces para tratar de dejar de ver doble y veo a Valeria frotandose los ojos con extremada pereza. --Mas vale que borres esa mierda de alarma, ?quieres matarme de un infarto? --grazno despues de intentar aclararme la voz. Valeria se gira hacia mi lado y me observa tratando de aguantarse la risa. --Eres increiblemente desagradable cuando te despiertas, en serio--dice como si fuese todo un descubrimiento cada dia. --Despiertame de otro modo y sere mas amable. Valeria sube mi camiseta y me sorbe un pezon hasta que logra ponerlo duro como una piedra. Cuando se aparta, observa su obra con una sonrisa malvada y su mano se cuela por debajo de mis bragas, sus dedos me tantean y cierro los ojos pensando equivocadamente que esta dispuesta a recompensarme, pero lo que hace la muy zorra es estimular un poco mi clitoris y, en cuanto suelto el primer suspiro de placer me lo pellizca con suavidad y salta de la cama. --Tendras lo que quieres cuando te lo ganes, ahora levanta--ordena con autoridad. --?Que me levante? ?Que hora es? --pregunto con una mezcla de desconcierto y enfado. --Las seis. Pero bueno, ?se ha vuelto loca? --?Como que las seis? --pregunto incorporandome de golpe--?me he perdido algo? ?Vamos a algun sitio y yo no me he enterado? De verdad que no me lo puedo creer, ?como se le ocurre poner el despertador a estas horas? La oficina no abre hasta las nueve y yo siempre me levanto a las siete y media, este Valeria en mi casa o no. --Exacto, vamos a correr--contesta provocando que mis cejas se eleven de forma exagerada. --A correr--repito incredula. Valeria salta sobre la cama de repente y se sienta sobre mi a horcajadas. --Siempre dices que quieres volver a recuperar el habito de salir a correr, pero nunca encuentras el momento, asi que yo lo he decidido por ti. --Por mi--sonrio sarcastica--ya, pues no decidas tanto, bonita, si quieres correr cuando todavia no han puesto las calles me parece perfecto, pero yo voy a seguir durmiendo--digo derrumbandome de nuevo sobre la cama. Valeria se inclina sobre mi hasta que sus labios rozan mi oido y su melena suave y aterciopelada me acaricia el cuello. --O te levantas o te castigare, y no sera de una forma agradable para ti--amenaza en un susurro, despues sale de encima de mi y se dirige hacia el bano sin volver la mirada. --Joder...--me quejo incorporandome, todos sus castigos me vuelven loca, salvo cuando consisten en dejarme con el calenton como ha hecho hace unos segundos. Asi que, si la nina quiere correr, vamos a correr. Valeria ha propuesto algo suave, cinco kilometros en un recorrido circular que hace cuando no tiene mucho tiempo. Me ha parecido bien, en mis buenos tiempos corria entre doce y quince kilometros diarios, pero parece que mis buenos tiempos quedaron muy atras, porque no llevamos ni la mitad y siento que los pulmones estan a punto de explotarme. Poco a poco voy perdiendo fuelle y Valeria se va adaptando a mi ritmo sin articular palabra, pero soy tan competitiva que me imagino lo que debe estar pensando, que soy una floja. --Podemos parar ya si quieres y volver caminando--propone sin esfuerzo. --No--jadeo como un animal sediento. Deberia hacerle caso, pero mi orgullo no me lo permite. Asi que para demostrarle que todavia puedo aguantar, decido hacer un sprint y provocarla para que me siga. Valeria no tarda ni dos segundos en darme alcance, porque se me acaba de subir el gemelo de la pierna izquierda y me acabo de tirar al suelo de forma dramatica mientras me aguanto los lagrimones. --Me cago en la leche, como duele--berreo agarrandome la pierna flexionada con las dos manos. --Deja que te ayude--dice agachandose frente a mi. Dios mio, no recordaba que doliese tanto. La miro enfurecida y me contengo para no decirle que todo esto ha sido culpa suya, si no me hubiese amenazado, yo ahora estaria calentita en mi cama durmiendo a pierna suelta, y no tirada en el suelo humedo del parque aguantandome la respiracion para no gritar de dolor, porque mi pierna en lugar de suelta se ha quedado rigida como una tabla. --Esto tiene truco, deja a la maestra--se pavonea apartando mis manos. Valeria coge mi pierna y la estira completamente, despues me quita la zapatilla y tira de mis dedos hacia atras manteniendolos asi unos segundos. --No me jodas--digo asombrada cuando el dolor se calma de golpe. --Te he dicho que tiene truco--se rie la muy boba. --Me lo podrias haber dicho antes--me quejo aprovechando para recuperar el aliento. --Pense que una experta corredora como tu ya lo sabria. Le dedico una mirada incendiaria y Valeria ignora mi cabreo y me tiende la mano para ayudarme a levantar del suelo. Es lo que mas me gusta de ella, mi comportamiento a veces grosero y desmedido que no consigo aprender a controlar no le afecta y, la naturalidad con la que me ignora logra calmarme mas que una pastilla o el ladron de mi psicologo. Me pego a ella y le doy un sonoro beso en la mejilla, puede parecer algo absurdo e infantil, pero a ella le gusta, dice que asi todo el mundo se entera de lo que siento por ella, que a estas alturas puedo decir que es mucho. En fin, a veces creo que me estoy convirtiendo en una monas. --Bueno--dice contenta--creo que estas suficientemente tranquila, ya podemos volver e ir al trabajo. --?Que quieres decir? --pregunto caminando a su lado. --Nada. Esto si que no, puede que llevemos poco tiempo de relacion o lo que sea que tenemos, si por poco entendemos casi seis meses durmiendo juntas al menos cuatro noches a la semana. La conozco lo suficiente como para saber cuando me esconde algo, porque Valeria nunca hace nada por hacer y yo soy gilipollas por no haber sospechado que no era normal que de repente un dia decida que hemos de salir a correr a las seis de la manana. !A las seis! --?Que pasa? --pregunto agarrando su brazo para que deje de caminar. Se pega a mi y muerde el lobulo de mi oreja provocandome una descarga que me sacude todo el cuerpo. --Queria que quemases un poco de energia, ya sabes que eso calma tu mala leche--confiesa mordiendo mi cuello esta vez. --Me relajo mas cuando me follas--aclaro con los brazos en jarras mientras la miro exigiendo una explicacion. --Cierto, pero si te follo ahora no tengo garantias de que te controles despues, en cambio, hay mas posibilidades de que te portes bien y te controles si sabes que despues tendras una recompensa si lo haces. --?En que se supone que me he de controlar? --pregunto alucinada. --En el trabajo. --?En el trabajo? ?Que ha pasado? --pregunto poniendome tensa. --Sandra tambien esta embarazada. --!?Que?! Pero bueno, ?que pasa en esta empresa? ?Es que todas se han puesto de acuerdo? No es que me importe que quieran ser madres o no, es que cada embarazo significa una baja que debo cubrir con alguien nuevo a quien se le tiene que ensenar todo para luego despedirlo. Es algo que me irrita una barbaridad, no puedo remediarlo, y no hace ni dos dias que me entere de que otra empleada tambien se ha quedado en estado. --Sandra podria haber tenido el detalle de esperar a que Isabel volviese de su baja, asi podria aprovechar al mismo sustituto para cubrir las dos bajas--reniego en voz alta echando a caminar. --?Ves como necesitabas quemar energia? Imaginate como te hubieses puesto si te enteras al llegar alli-- comenta como si le hubiese hecho un favor al mundo cansandome a las seis de la manana. --No me hubiese enfadado. Valeria alza las cejas y me mira de reojo. --Bueno, un poco si--admito haciendola reir--pero si me controlo y no le digo nada cuando me lo cuente tendre recompensa, ?no? --pregunto sintiendome infantil. --Por supuesto--contesta dandome un suave azote en el trasero--?quieres saber quien es el padre? --No, no quiero saber nada--respondo cortante. --Es Mario, el de recursos humanos. --?Que parte de no quiero saberlo es la que no comprendes? --pregunto exasperada. --Lo siento, es que me pones mucho cuando te enfadas--dice abrazandome y provocando que por poco nos demos un tortazo. Me entran ganas de preguntarle si es bipolar, me hace levantarme a horas que deberian estar prohibidas para aplacar mi mal humor y ahora me provoca porque resulta que le pone cachonda verme enfadada. --Espero que no follen en horas de trabajo--bufo cogiendola de la mano. --Tu lo haces...--suelta encogiendose de hombros. No tengo argumentos para defenderme ante semejante afirmacion, asi que guardo silencio y decido disfrutar lo que queda de paseo hasta mi casa. Capitulo 2 Menuda manana de mierda llevo, mas vale que Valeria cumpla su palabra y me recompense bien despues. Pero el dia siempre puede empeorar, porque parece que ha llegado el momento de que Sandra venga a darme la gran noticia y, cuando cruza la puerta del despacho tiene la cara descompuesta. De repente siento una punzada extrana de angustia al pensar que su incomodidad se deba ante el hecho de tener que comunicarme algo que deberia alegrarla, ?de verdad la intimido tanto? Me gusta que me respeten y mantener la distancia con mis trabajadores, pero no hasta el punto de que me teman. Soy una maldita zorra. Valeria me hace una sena con las cejas senalando a Sandra. En este tiempo tambien he aprendido a descifrar sus gestos y lo que me pide basicamente es que no sea una borde. --No te preocupes, Sandra, ya me he enterado de lo tuyo. Enhorabuena--digo lo mas amable que puedo. Valeria sonrie aprobando mi actuacion y yo lo hago interiormente porque esto aumenta mi recompensa de despues, pero Sandra me observa estupefacta y me hace sentir como si fuese alguien de otro planeta. Eso me irrita, ?cree que no puedo ser amable? --Gracias--explota de repente rompiendo a llorar. Yo miro a Valeria completamente desconcertada y ella se levanta y se acerca a mi mesa para sentarse al lado de Sandra. Durante la siguiente media hora asisto perpleja al culebron que rodea la vida de Sandra y al parecer de parte de la empresa. Resulta que la chica, que apenas tiene veinticinco anos, esta prometida con su novio de toda la vida y se van a casar dentro de tres meses. Hasta aqui todo seria normal si no fuese porque la mosquita muerta, se ha liado con Mario, que a su vez es el responsable tambien del embarazo de la otra empleada, Isabel. Valeria la consuela y le tiende una caja de panuelos mientras yo las observo sin pestanear. --Lo has hecho muy bien--aplaude Valeria cuando Sandra se marcha por fin. Tras eso, se dirige hacia la puerta y echa el pestillo que me vi obligada a instalar dado que no hay forma de detener nuestros encuentros calenturientos aqui dentro. Me habia propuesto comportarme y aguantar hasta llegar a mi casa, pero me resulta imposible, cuando Valeria me mira de cierto modo me deshago por dentro y no soy capaz de razonar. --Ven aqui--ordena situada junto a su mesa. Obedezco notando como mi corazon se acelera sin remedio y Valeria me besa acorralandome contra la mesa hasta que mi culo se encuentra con el borde. Una vez ahi, se coloca en medio de mis piernas y presiona con su muslo haciendome suspirar. --?Crees que deberia despedir a Mario? --le pregunto entre suspiros. Inmediatamente me cabreo conmigo misma por haberle preguntado. Tiempo atras hubiese tomado la decision sin pestanear y probablemente sin tener en cuenta las consecuencias, pero desde que estoy con ella su opinion me importa mas de lo que me gusta reconocer, porque es mas analitica que yo y menos impulsiva. Valeria me complementa, y me cabrea sentir que la necesito tanto. --No--responde a la vez que baja mis pantalones y mis bragas hasta los tobillos. --Se esta follando a media empresa--reniego cuando muerde mi sexo, inmediatamente despues me da una cachetada justo ahi y me dedica una mirada seria. --No es tu problema, ya son mayorcitas. --Las bajas las voy a pagar yo, y todas sus ausencias cuando los ninos tengan mocos y diarreas, tambien. --Ya me has cabreado, date la vuelta--ordena apartandose de mi. --?Que? --Ya me has oido. Joder, sigo sin poder creerme que algo asi pueda ponerme tan cachonda. Me giro apoyando las dos manos en la mesa y le ofrezco mi trasero a Valeria, quien alterna varios azotes que me desesperan entre masajes en mis nalgas y dedos que tantean la entrada de mi vagina hasta clavarse dentro de mi con fuerza. Ahogo un gemido cuando la noto hasta el fondo y Valeria agarra mi hombro con su otra mano para ayudarse a empujar. Me folla sin descanso haciendo que me muerda los labios para no gritar y, cuando estoy a punto de correrme, saca sus dedos de mi interior y me da otro cachete que resuena con fuerza y me provoca un escozor mezclado con deseo que hace palpitar mi sexo con desesperacion. Otro nuevo cachete en el mismo lado me hace tensarme y ahogar otro gemido, y entonces sus dedos vuelven a mi interior con la misma determinacion de antes, follandome sin descanso hasta que me corro y acabo con la cabeza apoyada sobre la mesa porque las piernas no me sostienen. Valeria arquea su cuerpo sobre el mio y besa mi nuca. --Me encanta follarte asi--confiesa dandome un beso. Si el aliento me lo permitiese le diria que a mi tambien, las dos sabemos a lo que se refiere, a follarme fuerte, de forma algo brusca y sin preliminares. Me pone tremendamente cachonda que lo haga, y a ella le encanta. Despues de una jornada que se me ha antojado interminable, por fin abandono el despacho seguida de Valeria. Mantenemos las formas delante del personal, jamas han presenciado una muestra de afecto entre ambas o una conversacion que no sea sobre trabajo, pero no son tontos y hay rumores sobre el hecho de que pasemos tanto tiempo juntas, Valeria me lo conto hace poco. Al principio me puse de muy mal humor, pero no puedo negar lo evidente y acordamos simplemente seguir como hasta ahora, con discrecion en cuanto a las muestras afectivas, aunque sin negarnos el hecho de poder entrar o salir juntas del edificio. --Hasta manana, Gabriel--le digo al conserje cuando me abre la puerta de salida. --Hasta manana, senora Miler. No hay manera de que no me llame asi pese a que Valeria lo intenta algunas veces, pero ya no me molesta tanto que lo haga, quiza porque el hombre vino a disculparse personalmente por el comportamiento del chorizo de su sobrino cuando no tenia por que hacerlo. Tras despedirse tambien de Valeria, las dos caminamos hasta el aparcamiento y nos montamos en mi coche. --?Te vienes a mi casa? --pregunto cogiendo su mano antes de arrancar el motor. --Si te apetece, si, pero antes pasa por la mia, llevo un par de dias sin ir y hay que ventilar y ver que esta todo en orden. --De acuerdo. Esto se esta convirtiendo en algo muy habitual ultimamente, Valeria pasa mas tiempo en mi casa que en la suya y solemos hacer visitas como esta para comprobar que todo esta bien en su apartamento. Al principio yo la esperaba en el coche, pero poco a poco fui sintiendo la necesidad de conocerla de una manera mas profunda, de saber como vive y lo que le gusta, y ahora ya no le pregunto o espero a que me invite, simplemente bajo del coche y entro con ella.--Te va a explotar el buzon--comento cuando veo que pasa de largo para dirigirse al ascensor. --Mierda, siempre se me olvida--dice volviendo sobre sus pasos. Lo abre y extrae un buen fajo de cartas que me entrega mientras se dispone a cerrarlo. --?Puedes separar la publicidad de las cartas importantes mientras yo abro las ventanas? --me pide en cuanto entramos en su apartamento. Dejo mi bolso sobre una silla y me siento en otra para hacer lo que me pide, contenta de poder ayudarla. Resoplo al ver la cantidad de publicidad que hay, yo tengo un cartelito en el buzon donde pone expresamente que no quiero publicidad y, aun asi, me la dejan los muy desgraciados, es algo que no soporto. Sigo separando las cartas hasta que una de ellas me llama la atencion, no es que este leyendo ni cotilleando su correo, pero un sobre negro con un discreto logotipo dorado en la esquina inferior derecha con el nombre de Valeria escrito en el centro en letra dorada y caligrafica, pues no se, no es muy comun. Todavia lo tengo en la mano cuando la veo aparecer. --Perdona, es que es un poco hipnotizante--me excuso algo azorada al sentirme pillada. Lo pongo encima de la pila de cartas cuyo contenido puede ser importante y se lo entrego. Valeria acepta el paquete con una sonrisa divertida, coge el sobre negro y deja todo lo demas sobre la mesa. --?Quieres saber que es? --pregunta alzandolo frente a mi. Dios mio, me siento como un perro cuando su amo le muestra una chuche, de repente siento una curiosidad desmedida por conocer el contenido del maldito sobre.

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    Despues de cinco anos, Abby y Harry vuelven a encontrarse.
    La pasion se desata de nuevo y tendran que mantener su relacion en secreto.
    Deberan luchar contra los demonios del pasado y superar sus limites.

  • El secreto de la duquesa de Alexia Mars

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    Un viaje trepidante por el Londres victoriano donde el suspense y el amor se unen para desentranar un misterio en el que nada es lo que parece.

  • El temperamento melancolico de Jorge Volpi

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    El temperamento melancolico es una desenfrenada novela en la que Jorge Volpi ilustra las terribles consecuencias de fundir vida y arte, asi como la inevitable melancolia que conlleva este peligroso acto.

  • Querido plan B de Becca Devereux

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    Una alocada comedia romantica sobre dos personas que estaban destinadas a encontrarse. ?Y si el principe azul no fuera como te lo han contado?

  • Solo los locos se enamoran de Kristan Higgins

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    Millie estaba a punto de tener la vida perfecta.

  • Fabulas feministas y otros textos de Suniti Namjoshi

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    Fabulas feministas es una antologia de Suniti Namjoshi, traducida al espanol por las escritoras mexicanas Ave Barrera y Lola Horner, donde se reune la obra mas destacada de la poeta y fabulista india. Estos son algunos de los titulos que conforman al libro: Fabulas feministas (1981), Conversaciones de la vaca (1985), Fabulas de la burra azul (1988), Las madres del Maya Diip (1989), Goja: un mito autobiografico (2000) y Sycorax (2006); ademas, la recopilacion de textos remata con un vistazo al trabajo mas reciente e inedito de la autora.

  • Un idilio por los pelos de Ariadna Baker

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    Siempre tuve vocacion de peluquera. Recuerdo que desde nina ya me encantaba peinar a mis amigas, incluso a mi madre, que tenia una larga melena negra como una india. Con mis pequenas manos le hacia unas maravillosas trenzas y recogidos que todo el mundo me celebraba. Las horquillas que le ponia por aqui y por alla eran casi mas largas que mis dedos. --Te veo peinando a las famosas, carino --solia decirme cuando todavia ni habia hecho mi Primera Comunion. Sus palabras me llenaban de orgullo. --?A Madonna? --le preguntaba, ingenua de mi. --A Madonna y a todas las top models y actrices de Hollywood. Ese era mi sueno a esa edad, pero mi padre tenia otros planes de futuro para mi y para mi Marta, mi hermana gemela. Con ella no tuvo ningun problema porque tenia muy claro que queria ser ginecologa, sin embargo, cuando yo termine la ESO y quise matricularme en una academia de peluqueria, me lleve el chasco de mi vida, y es que me di de bruces con un muro inquebrantable. --De eso nada, Ingrid. Quiero que mis dos hijas tengan una carrera universitaria, asi que termina el Bachillerato y ya veremos a que universidad te envio despues. --Pero ?por que? --proteste. --Porque lo digo yo, y punto --asi de tajante ha sido siempre mi padre. --Luciano, deja a la nina que estudie lo que a ella le guste --intervino mi madre. --Eso, Fabiola, tu ponte de su parte como siempre. ?Es que en esta casa no tengo voz ni voto? Cuando se ponia asi, no habia quien pudiera con el. Y eso de que no tenia ni voz ni voto... en fin. Mi padre no es mala persona, pero si de ideas fijas. En cuanto a mi madre, tiene un caracter muy blando y siempre se ha dejado llevar por el para evitar enfrentamientos, cosa que nunca he entendido. Una cosa es ser un gallo de pelea y estar a la gresca a todas horas y otra que no se impusiese en casos como este que estoy contando. Por aquellos dias me harte de llorar, viendo que no habia nada que hacer. Habia intentado hablar un par de veces mas con el, pero en ambas con el mismo resultado; cero patatero. --No te preocupes, cielo --me dijo mi madre una manana cuando el se marcho a su consulta de dermatologia a trabajar--, sabes que solo quiere lo mejor para vosotras dos. --?Es que lo vas a defender? Tu tambien sabes que quiero estudiar peluqueria, ademas, que no me veo yo estudiando una carrera. Yo no tengo el coco de mi hermana ni de cachondeo. Eso era cierto. Los libros no estaban hechos para mi y me costaba la misma vida metermelos en la cabeza. Marta era harina de otro costal. Ella disfrutaba devorandolos y siempre sacaba las mejores notas de clase, pero yo iba aprobando cada curso por los pelos. Esa era otra de las razones que me llevaban a querer ser peluquera. --A ver, hija, no es eso lo que quiero decir --prosiguio--. Me refiero a que todavia eres muy joven, estudia algo que no te resulte muy complicado y luego ya se vera. Cuando tengas tu titulo universitario en la mano, lo mismo cambias de opinion. O el. Pero hoy por hoy... tu sabes. Si, si sabia lo que queria darme a entender. A mis dieciseis anos, estando bajo el mandato de mi padre, lo tenia muy crudo. Y lo de emanciparme era inviable; con esa edad y sin ninguna experiencia laboral, dificilmente iba a encontrar un trabajo que me permitiera irme de casa para poder hacer con mi vida lo que me diese la gana. El dia que termine el Bachillerato y le anuncie a mi padre que habia decidido estudiar Enfermeria, se conformo a medias. --Pues hija, para eso, por un poco mas de esfuerzo, estudia Medicina. Hasta ahi podia llegar la broma, pense. Seis anos de carrera y uno preparando el MIR volviendome loca ya del todo. Ni de cona, vamos. Precisamente lo que yo queria era ganar tiempo. Mi plan era estudiar una carrera de cuatro anos y luego... a correr. Para entonces una tendria otra edad y mi padre no podria echarme ya el freno tan facilmente. Seguia empenada en ser peluquera tarde o temprano. --No, papa. La medicina para Marta. Ella ha salido a ti, pero yo no llego a tanto --le replique. Bueno, en realidad, Marta habia salido a los dos, porque mi madre tambien estudio en su dia Veterinaria. Ejercio como tal durante unos anos, pero un problemilla de salud que ahora no viene al caso la obligo a retirarse. El, que era consciente de que yo no estaba tan capacitada para los estudios, debio entender que era preferible que me metiera a hacer Enfermeria a que le dejase la carrera de Medicina a medias por no poder abarcar tanto. El asunto es que nosotros viviamos en un pueblecito del sur de Huelva que estaba a bastante distancia de la capital, de manera que me quedaba mas cerca la universidad de Cadiz que la onubense. Esa otra tierra a orillas del Atlantico siempre me ha llamado mucho la atencion, asi que vi ahi la oportunidad de matar dos pajaros de un tiro: pasar unos anitos en la capital gaditana y, de paso, vivir una nueva experiencia, lejos del seno familiar. Por suerte, en eso mi padre no puso ninguna objecion. --Muy bien, pues ya sabes. Ve buscandote por internet un piso de esos compartidos para estudiantes. Para ti y para tu hermana, claro. --Pero !papa! --protesto Marta. --Ni papa ni gaitas --otra vez le salio su vena mandataria--. Os ireis las dos juntas a Cadiz, asi os estimulais la una a la otra con los estudios. Mi hermana tampoco fue capaz de quitarle la idea en lo tocante a ella. Marta llevaba para entonces tres o cuatro meses saliendo con Claudio, un chaval de nuestro pueblo bastante guapo y espabilado que habia montado una ferreteria. Aunque nunca llego a decirlo, yo sabia que Claudio no era para mi padre santo de su devocion, y no porque el chaval fuera un pintillas ni nada por el estilo. Al reves, era un chico guapo, con muy buena presencia y bastante majete. Como cada uno sabe lo que hay en su casa, yo conocia bien la mentalidad de mi padre (distinta tambien en ese sentido a la de mi madre) y sabia que a el Claudio le parecia poca cosa para su hija, aunque no lo dijese. En el plan iba yo tambien por delante. Sus hijas tenian que casarse con alguien de mas nivel, esa era su pretension. Nunca he llegado a entenderlo, la verdad, pero el es asi. Ahora bien, si me hubiese visto por entonces en la misma papeleta de Marta, ahi si que hubieramos tenido un buen rifirrafe mi padre y yo. En el amor no parto peras con nadie, pero por aquellos tiempos yo no tenia pareja aun. Hasta entonces solo habia salido con un chico, hijo de un farmaceutico del pueblo, y nada mas que dos meses. En cuanto a mi hermana, tuvo que jorobarse con lo que habia, aunque tampoco era un drama: iriamos a diario a clase en Cadiz y los fines de semana tirariamos las dos para casa. Al comenzar el verano nos pusimos como locas a buscar piso. Llamamos a un monton de telefonos, pero nos encontramos con que la mayoria de las habitaciones ofertadas en los anuncios ya estaban apalabradas. Ademas, nosotras queriamos habitaciones independientes, a lo que estabamos acostumbradas desde siempre. Eso nos complicaba mas aun la busqueda. --No, si ya veras tu --decia Marta--, me veo metida en una pension. --Que exageradas eres, por Dios. Todavia queda mucho verano por delante. Asi era, pero no seria hasta finales de agosto cuando dimos con el piso ideal en el que poder vivir las dos durante nuestros anos de universitarias. No obstante, cogimos un tren y fuimos a verlo con nuestros propios ojos, que las fotos a veces enganan mucho. Aquellas le hacian justicia. El piso estaba situado en la ultima planta de un elegante edificio del paseo maritimo y tenia unas preciosas vistas al mar. En el vivia Mariola, una joven profesora de instituto. --Todo este tiempo han vivido aqui Saray y Rocio, pero ellas ya terminaron sus estudios a finales de junio y se volvieron para San Roque --nos explico --. Luego he alquilado las habitaciones por quincenas a gente de fuera, porque en esta zona se paga un paston en verano. --Tiene que ser una gozada vivir aqui todo el ano, aunque no sea en epoca de playa ?no? --le pregunte mirando absorta por la ventana. --Lo es. A mi me da igual que sea pleno invierno. Muchas mananas de domingo me bajo con el chandal y las deportivas y me voy andando por la arena hasta Torregorda. --?Donde esta eso? --Para alla --senalo con el dedo a la izquierda--. Cerca de San Fernando ya. Un dia segui y segui y me plante en La Isla. Otras veces tiro para el campo del Sur. --Parece un bloque muy tranquilo, ?verdad? --fue Marta la que se lo pregunto. --Relativamente. En verano hay mas ajetreo porque muchos propietarios tienen esto como segundas viviendas y las alquilan por temporadas, ya sabes, por semanas, quincenas... segun les convenga. Los unicos de esta planta que vivimos siempre aqui somos Elena y yo. --?Elena? ?Una pelirroja muy alta?

  • La verdad de la tribu de Ricardo Dudda

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    Un recorrido historico y social sobre la correccion politica y sus enemigos.

  • El retorno del cuervo de Alissa Bronte

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    Tras varios anos alejado del que fue su hogar, el laird Raven MacCormac regresa a Jaen por peticion de su amigo el duque de Castro. La rendicion de Granada esta cerca y el Rey Fernando el Catolico necesita toda la ayuda posible para que las capitulaciones se lleven a cabo de la forma mas pacifica posible.
    Silvia de Castro espera ansiosa el retorno del cuervo, ese hombre al que se prometio y al que sigue esperando despues de largos y duros anos, aferrada a la promesa de amor eterno que intercambiaron en su juventud.

  • Ultimo alegato al corazon de Jessica Galera Andreu

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    Cuando Marian salio del edificio, penso en regresar a casa y dar por finalizada aquella inacabable jornada. Los pies le dolian horrores, la cabeza estaba a punto de estallarle y el cielo, ademas, amenazaba con descargar lluvia de un momento a otro. Lo que le faltaba, penso para si. Suspiro y retomo el paso calle arriba, sonriendo al recordar la cara con la que aquella mujer la habia mirado despues de que le explicase que sus catorce anos como contable se limitaban al reducto de su hogar, donde siempre habia controlado ingresos y gastos con agudo ingenio. Sin embargo, aquello no habia resultado suficiente, ni siquiera para la vacante de recepcionista por la que habia acudido. Definitivamente encontrar un empleo resultaria algo mucho mas complicado de lo que habia creido inicialmente. A pesar de la escasa experiencia que completaba su curriculum en trabajos de oficina, Marian se consideraba una mujer perfectamente capacitada para muchos de los puestos para los que habia conseguido concertar una entrevista sin que ninguna de ellas - seis hasta el momento- hubiera resultado satisfactoria. Cierto era que no habia estudiado; ni siquiera habia llegado a obtener la mas basica titulacion, pues las circunstancias habian convertido aquella etapa de su vida en un terrorifico infierno que dia a dia trataba de olvidar, pero que la habia condicionado de forma ineludible, con un embarazo no deseado a los 16 anos. Con apenas 18 habia huido practicamente del hogar familiar, dejando al cuidado de sus padres a una nina con la siempre habia mantenido una relacion extrana, distante y fria. Despues de desenvolverse de un lugar a otro y de un trabajo a otro, los ultimos cuatro anos de su vida, los habia vivido con Nicolas, un buen hombre a priori, bastante mayor que ella, de buena posicion economica y bastante chapado a la antigua, que le habia exigido ocuparse solo de la casa, llegando a convencerla de que unicamente buscaba su bienestar y su proteccion. Marian habia aprendido, sin embargo, que aquello con cuanto contaba en su vida, el unico seguro infalible, era ella misma, por lo que ceder su independencia habia sido algo contra lo que, interiormente y en silencio, se habia rebelado. Ella se sabia una mujer inteligente, con gran capacidad y curiosidad por aprender; emprendedora, receptiva y muy despierta. Demasiado, en opinion de la hermana y algunas de las amigas de Nicolas. Harpias que no perdian ocasion de lanzarle puyas, recordandole continuamente la forma correcta de vestir o de llevar el pelo; criticandola por disfrutar empapandose bajo la lluvia o para seguir sonando despierta con ambiciones que ellas calificaban de estupidas e inutiles, como por ejemplo llegar a culminar algun dia la carrera por la que habria sentido verdadera pasion: magisterio. Paradojicamente y a pesar de la compleja situacion que vivia con su propia hija, se le daban bien los ninos y ensenar era algo que le encantaba. Pensar en la posibilidad de dejar su impronta en las mentes de esas criaturas de ojos grandes y curiosos, inquietas y anhelantes de aprendizaje le agradaba. Y aunque aun le quedaria un largo camino para lograrlo, no se rendiria. Tal vez no fuese a llegar a tiempo de plantarse en una escuela y ensenar, pero si podria titularse y poner sus conocimientos al alcance de otro tipo de ninos, menos afortunados e inaccesibles, que consumian sus vidas en la calle en la forma en la que no deberia hacerlo un nino. Pero lo que finalmente habia sido una tregua con Nicolas termino y a medida que ella expresaba sus anhelos, los recelos y prohibiciones creian hasta que la propia Marian le puso punto y final a la relacion. Y ahora tocaba empezar otra vez desde cero. Se detuvo de nuevo, esta vez ante la puerta acristalada de un enorme edificio. Eran numerosas las empresas que se establecian alli pero ella se dirigia solo a una: Segovia Asociados, un prestigioso y conocido bufete de abogados, que necesitaba personal para la limpieza de las oficinas. Aunque enfundarse una bata y pasear la fregona no era algo que la asustase, debia admitirse que a pesar de haber sido seleccionada para el citado trabajo, habia tenido la esperanza de conseguir algo mejor y no tener que presentarse alli aquella manana para que le dieran las ultimas indicaciones y para conocer, en persona, al propietario del bufete, un hombre extremadamente controlador que queria conocer, segun habia podido saber, la identidad de todos y cada uno de los empleados que, de un modo u otro, pudieran estar relacionados con el bufete, incluido el personal de limpieza. Su telefono movil sono mientras aguardaba la llegada del ascensor y cerro los ojos, resoplando, al comprobar que se trataba de Nicolas. Su futuro exmarido mostraba cada vez un caracter mas agrio e insoportable con ella, sobre todo desde que Marian le exigiera el divorcio. -?Si? -?Se te ha pasado ya la pataleta? -No es ninguna pataleta, Nicolas. Te dije que queria el divorcio y lo mantengo. No se por que sigues llamandome con lo mismo. -Bien, si vas en serio, iremos todos en serio. El miercoles tengo una cita con mi abogado. Ven y te explicara las condiciones. -Nicolas, te pedi mas tiempo -respondio ella. -Si pero no. Ahora pero mas tarde. Si quieres el divorcio lo tendras pero no voy a estar cinemdome a tus condiciones de cria caprichosa. ?O es que acaso no tienes aun abogado? -Claro que lo tengo -mintio ella-. Y de hecho sera el quien estudie la documentacion, asi que no es necesario que yo me persone alli. Ademas, estoy bastante ocupada con la mudanza y lo del trabajo. -Deberas salir lo antes posible del apartamento. Voy a alquilarlo. -El apartamento era de tu madre y ella dijo que podia utilizarlo siempre que quisiera. -Si, y que lo pusiera a tu nombre pero por fortuna no se hizo. ?Lo quieres ahora para ti? -No lo quiero para mi; solo te estoy pidiendo un poco de tiempo hasta que encuentre algo. -Lo siento, ya te he dicho que voy a alquilarlo. -Nicola,s ese piso nose ha alquilado nunca. -Siempre hay una primera vez para todo. Tienes diez dias. El ascensor llego hasta el vestibulo y se abrio, emitiendo una senal acustica. Ella entro en el pequeno habitaculo y se retoco ante el espejo que le devolvia la imagen agotada de una bonita mujer de ojos claros y cabello ondulado. -?Como llevas lo del trabajo? -pregunto Nicolas-. Supongo que tampoco has encontrado nada, ?no? -Aun no me han respondido en la mayoria de las entrevistas que he hecho -explico, mientras hacia una mueca, consciente de que inventar le resultaba mucho mas sencillo de lo esperado. -Tu curriculum no es precisamente una maravilla. Deberias volver a pensar en lo que estas haciendo. La aventurilla de saltar del nido es emocionante, no te lo niego pero no tienes donde caerte muerta, Marian. Estoy dispuesto a pasar por alto este pequeno acto de rebeldia. -Hubiera ayudado no estar recluida en casa durante cuatro anos pero en cualquier caso, la culpa es mia. Tengo muy claro que voy a saltar el nido, como tu dices. Y ahora tengo que dejarte, Nicolas. Adios. Corto la llamada e introdujo el telefono movil en su bolso, mientras se recogia algunos de los mechones que se le escapaban del pelo negro. Despues de todo el dia para arriba y para abajo, no llegaba alli precisamente con su mejor aspecto pero era lo que habia. Sonrio, tratando de encontrar una mueca agradable y de desterrar la llamada de Nicolas. Desde que ella le habia solicitado el divorcio, el se mostraba hiriente y ofensivo; desafiante incluso sobre las incapacidades que lastrarian el futuro de Marian, obligandola a regresar con el, una posibilidad que el aceptaba sin oponer nada al respecto. De igual modo, tambien la azuzaba a abandonar el pequeno apartamento en el que vivia, propiedad del mismo Nicolas, aunque la madre de el le habia solicitado a Marian que lo adecentase antes de morir y alli, las dos habian vivido largas horas de charlas y confidencias. El carino sincero de dona Isabel era, probablemente, lo unico positivo que se llevaba de aquellos cuatro anos. Al abrirse el ascensor, Marian quedo frente a las oficinas acristaladas, cuyos trabajadores podia ver al otro lado. Camino con fingida seguridad, preguntandose por que el dueno de aquel bufete querria conocer personalmente a aquellos que se encargarian de que su trasero tomase contacto con una silla limpia y reluciente. Sin embargo, Manuel Segovia, el flamante propietario y heredero de aquel imperio de la abogacia que le habia dejado su padre, era un hombre que controlaba todo al milimetro. No habia sido el quien la habia entrevistado una semana atras pero precisamente por esa razon, ahora queria conocerla. Llego hasta la recepcion y se detuvo ante una mujer joven de unos 30 anos, cabello castano y ojos oscuros, protegidos tras los cristales de unas pequenas gafas, que tecleaba el ordenador. -Buenos dias -la saludo Marian.

  • VIVIDOR de J. S. Scott

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    Nota de la autora: Aunque esta serie esta ligeramente relacionada con la serie La obsesion del multimillonario, se sostiene por si misma y puede empezarse sin leer la serie La obsesion del multimillonario. Sin embargo, habla de un romance torrido con un millonario alfa, asi que salteselo si no le gustan el romance erotico ni el lenguaje explicito.

  • 2065 (Thriller y suspense), Jose Miguel Gallardo de Jose Miguel Gallardo

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    Tras una ola de calor sin precedentes, un huracan amenaza la peninsula. Una carrera contrarreloj frente al poder corrupto que controla los hilos del calentamiento global.

  • Tu ley es mi oscuridad de Alexandra Granados

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    Dispare a bocajarro al mejor amigo del hombre que amo. Atente contra su familia. Le menti y abuse de su confianza. Y ahora estoy sola, inmersa en la oscuridad luchando contra mis demonios. Ya no tengo nada por lo que luchar. ?Y que hace un animal cuando se siente herido y acorralado? !Ataca! Me llaman la psicopata de Carson City, ?no? Pues ahora veran cuan acertado es ese apodo”.

  • Suena conmigo de Marion S. Lee

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    Una romantica novela que te atrapara y no dejaras de leer.