• Donde nacen las estrellas de Christian Martins

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    Gina Steven se ve obligada a regresar al rancho en el que nacio y se crio; y ese es un viaje con el que no contaba. Rodeada de barro, de caballos y de un vaquero insoportable al que llevaba diez anos intentando olvidar, se desvivira por procurar solucionar los asuntos que la retienen en Kansas y regresar a la ciudad.

  • Una maleta cargada de suenos de Carmen Caceres

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    Una maleta cargada de suenos" mas que novela es una exposicion de la situacion social de los paraguayos, de clase menos favorecida, que se ven forzados a emigrar dejando a su familia, amigos, costumbre, su pais, para sumergirse en un mundo desconocido y lleno de desafios. La maleta contiene suenos de los paraguayos que parten a buscar la tierra prometida. ?Seran ellos capaces de cumplir sus suenos o los mismos permaneceran guardados en la oscura maleta de la desesperacion? Amalia, personaje de la obra, recapacita: "Mi segunda noche en Espana... La primera detenida en el aeropuerto de Barajas y la segunda encerrada en este rincon oscuro de un lugar desconocido".

  • La llamada de la selva de Jack London

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    Esta historia tiene como protagonista a un perro llamado Buck que en el otono de 1894, cuando el descubrimiento de los yacimientos auriferos de Klondike arrastra hacia los hielos de Alaska a hombres de todas partes del globo, Buck es productivamente vendido y enviado al Norte. Sin ser ya acariciado ni respetado, en un pais salvaje y hostil, se ve obligado a doblegarse a la ley primitiva del baston y el latigo,

  • Refugios del corazon de Maria Moreno

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    El aeropuerto estaba tan abarrotado como siempre. Era imposible caminar sin tropezar con una maleta o con un viajero. Fuera el calor era insoportable, humedo y cargado como solo una ciudad costera podia padecer. Creia que al entrar se sentiria aliviada por el aire acondicionado, pero no fue asi, hubiera preferido el calor a esa multitud. Sudaba como nunca lo habia hecho antes, las gotas bajaban por su frente, por su pecho, por el labio superior. Le hubiera encantado poder darse una ducha, pero si no corria no cogeria el vuelo que habia estado esperando durante todo el verano. Empezo a zigzaguear entre la multitud, un pie aqui y otro alla, menos mal que llevaba poco equipaje, de lo contrario ya hubiera tenido algun problema mas serio. Saco el pasaje de su bolso y lo enseno en el mostrador. Facturo su pequena maleta. Unos pasos mas. Paso el bolso por el control de seguridad, lo volvio a coger y avanzo rapidamente hacia el avion. Habia llegado justo a tiempo, no habia cola para embarcar, lo que no sabia es que si hubiera tardado un minuto mas, habrian retirado las escaleras para subir. Era la ultima pasajera. Una vez dentro una azafata la acompano hasta su asiento. Se acomodo como pudo en el sillon, se abrocho el cinturon y miro por la ventanilla. !Que estampa mas triste! No habia tenido tiempo de mirar atras desde que se habia subido en el taxi que la llevo al aeropuerto. !Maldito despertador! Debia haber tirado ese trasto la primera vez que lo llevo a reparar, pero le tenia carino, siempre acababa encarinandose con todas sus cosas. La vista que tenia ahora enfrente no le provocaba ningun sentimiento. Aviones, escaleras, gente caminando hacia la terminal, gente saliendo de la terminal... La azafata interrumpio sus pensamientos al pasar por el pasillo observando que todos los pasajeros llevaran puestos sus cinturones. Volvio sobre sus pasos y desaparecio en la cabina. Lo siguiente que recordaba del viaje era la voz del piloto saludando a los pasajeros. Se echo hacia un lado, suspiro y se quedo dormida. Ocho horas de vuelo son muchas horas para una persona con claustrofobia, y ella lo sabia, asi que en cuanto se levanto por la manana se tomo un relajante que le permitiria soportar tanto rato en el avion. Se quedo dormida abrazada a su bolso, ocho horas de sueno que la llevarian a otra ciudad, a otra vida, sin planes, sin nada que perder, lejos como siempre habia sonado. Tan lejos que el dolor no pareciera real, que acudiera a su alma como un mal sueno, una de esas pesadillas de las que te despiertas y te sientes inmensamente aliviado de que haya sido un sueno. Su vida no lo habia sido, pero quizas pudiera irse lo bastante lejos de su casa, de sus raices, de su lengua, como para creer que si, que lo que le habia sucedido le habia pasado a otra persona, o que solo habia sido un mal sueno. Si por la manana te despiertas y no reconoces nada de lo que ves, si la gente con la que hablas no habla tu idioma, si no tienes nada mas que un triste bolso con tu documentacion y algo de dinero, nada te recordara tu vida anterior, nadie ni nada te arrebatara tu vida actual, porque simplemente no la tienes. Es curioso como se puede caminar, hablar, comer y hasta dormir con ese terrible vacio en el alma que te recuerda que estas muerta, que funcionas porque en su dia no te dejaron decidir que se acabo, que no soportabas el dolor ni un segundo mas, que te ahogabas y querias descansar, no sentir, no pensar, dejar de sentir ese vacio en el estomago que solo el dolor del corazon puede provocar, esa punzada que se asienta en lo mas hondo del alma y que te impide respirar. Deberia haber sido mas cuidadosa aquel dia, no haber dejado la puerta del bano sin pestillo. Le hubiera dado tiempo a morir antes de que alguien hubiera podido abrirla. Abrio los ojos sobresaltada por el zarandeo al que la estaba sometiendo la azafata: --Senora, hemos llegado, hora de desembarcar. La miro fijamente, no recordaba donde estaba. Miro un segundo a su alrededor y por fin se ubico. El avion, estaba en el avion. Tras sonreir a la azafata educadamente, se levanto para colocarse en la cola que se trasladaba lentamente hacia la puerta del avion. Bajo aun adormilada y se dirigio hacia el autobus que la llevaria a la zona de llegada del aeropuerto. Este aeropuerto era mucho mas grande que el de la ciudad de la que no se habia despedido y al bajar del autobus y no escuchar ni una palabra en su idioma se sintio aliviada. Por fin. Caminaba lentamente, con los ojos fijos en la multitud que esperaba para recibir a los pasajeros. Brazos que se abren, besos, saludos. Ningun sitio como un aeropuerto para comprobar cuanto nos echamos de menos unos a otros. Madres a sus hijos, hermanos a sus hermanas, maridos, mujeres, amigos... Atraveso el primer bullicio y se dirigio a recoger su pequena maleta. Despues de casi media hora esperando junto a la cinta transportadora, finalmente la maleta aparecio. Se escabullo como pudo y se coloco detras de toda esa gente. Miro a su alrededor. Quien quiera que viniera a buscarla ya deberia haber llegado. En el mail que le habia enviado no habian especificado si era un hombre o una mujer, solo que alguien acudiria al aeropuerto a recogerla. De repente se encontro ante sus narices una cartulina con su apellido: Miss Santa Cruz. Era un hombre alto, trajeado, de complexion fuerte, aunque ya cerca de los sesenta a juzgar por las arrugas de su rostro. Ella se detuvo y le miro. En su perfecto ingles, le saludo: --Buenas tardes, yo soy Miriam Santa Cruz -le tendio la mano que su interlocutor apreto al saludar y sonrio. --Yo soy Paul, de la agencia. Encantado, senorita Santa Cruz. Veo que era cierto lo de su perfecto ingles. Perdone que lo haya dudado pero nos encontramos con cada cosa cada vez que recogemos a alguien que dice hablar ingles y luego no sabe ni saludar. Miriam sonrio. El hombre le parecia educado y amable. Le cogio la maleta y le indico que le siguiera: --Tengo el coche cerca, no habra que caminar mucho. ?Que tal el vuelo? --Estupendo -?que otra cosa podia decir si habia pasado todo el trayecto durmiendo?- Estoy un poco cansada, pero nada mas. --Bueno, pues la llevare a casa del senor Grant y podra instalarse hoy mismo. Aunque creo que la recibira su esposa, Charlotte, el no esta en el pais en este momento. "?No esta en el pais?", penso Miriam. Claro, si habian acudido a una agencia como aquella para contratar a una asistenta, seguramente se dedicarian a algo que les proporcionara mucho dinero. Solo conseguir entregar el curriculum fue toda una odisea. Si no hubiera sido por Antonio, aquel companero suyo de la universidad, que trabajaba en la empresa y le habia ayudado a "colar" su curriculum en medio de los que si iban a revisar, jamas lo habria conseguido. Siempre le parecio buen chico ese Antonio, hacia muchos anos que no le veia y sin embargo, cuando se presento en la agencia para pedirle ayuda, no lo dudo ni un instante. La asesoro sobre el tipo de persona que buscaban, como debia vestirse para la entrevista si la llamaban y hasta que foto debia poner en la solicitud para que inspirase confianza. "Not only" era una agencia de empleo muy exigente ya que quienes acudian a ellos, gente de todas partes del mundo, tambien lo eran. Paso la entrevista y consiguio el puesto en NY. Paul la saco de su ensimismamiento al preguntarle: --?Habia visitado antes esta ciudad? --No, y no por falta de ganas -respondio. --Le va a fascinar. ?Puedo hacerle una pregunta? ?Por que ha traido tan poco equipaje? Normalmente la gente viene con dos o tres maletas, y no estoy exagerando. --No se cuanto tiempo voy a estar, primero debo pasar el periodo de prueba. Ademas, en esa maleta esta todo lo que tengo. Miriam le miro con un deje de tristeza que encogio el corazon de Paul. No la conocia, pero desde el momento en que empezo a hablar con ella le habia caido bien. Una mujer joven, espanola, guapa, preparada, que solo tiene una pequena maleta, que no tiene planes, ni miedo de no tenerlos, no es lo que solia recoger. Normalmente eran chicos y chicas mas jovenes, estudiantes que buscaban sacar algun dinero para pagarse los estudios o que querian aprender ingles. Otros tenian pretensiones mas altas. Esta ciudad es el lugar perfecto para sonar, para creer que uno va a llegar y va a conseguir el sueno americano, trabajar en publicidad, cine, television, hacerse millonario... Lamentablemente estos volvian con algo de dinero y la tremenda carga de la decepcion. En esta ciudad gigantesca nadie es nadie. Algunas de las personas que contrataban se quedaban para siempre porque habian encajado en el trabajo y habian sido lo bastante realistas como para conservarlo. Habria que ver en que lugar se colocaba ella. Durante todo el trayecto desde el aeropuerto JFK hasta la zona de Central Park, donde se encontraba la casa donde iba a trabajar, las unicas vistas que les habian acompanado eran carriles de autovia, algun que otro tunel, casas viejas y campo. Ahora que por fin entraban en la avenida y se empezaban a divisar los edificios mas propios de una ciudad como Nueva York, Miriam no pudo por menos que exclamar: --!Dios mio! Es tal como sale en las peliculas.

  • Ladronas de Nueva York 2 de Estefania Yepes

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    La vida de las chicas se ha precipitado en apenas unos dias. Ninguna de ellas esperaba que una simple lista escrita a los veinte pudiera haber afectado de ese modo a todo lo que, hasta ahora, configuraba su estable mundo.

  • Paddock, amor sobre ruedas de Emma Maldonado

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    Todas las mananas me levantaba pensando en Oscar Fanelli. Aparte de porque fuera guapo, no me interesaba solo por eso, sino por su aficion: la Formula AM. Mi mayor sueno era conocerlo y dar una vuelta en alguno de esos veloces coches raspando el asfalto. Ya de pequena apuntaba maneras. Mis primeras ruedas fueron unos patines, y !cuantas veces no me cai sobre ellos por correr a la velocidad del rayo! Despues la bicicleta ocupo su lugar, y, cuando cumpli los dieciseis, decidi que, en cuanto pudiese, rodaria sobre un estupendo coche de carreras. ?Como les habia sentado esto a mis padres? Pues a mi padre genial, que era el que me habia arrojado a su hobby favorito. Y a mi madre... Bueno, para ella la sensacion que habia tenido cuando le hable de mi sueno habia sido, en palabras suyas: <>. Aun asi, jamas desisti. ?Cual era el problema? Que conducir se me daba de pena; si, de pena, y ademas mi madre estaba tan histerica con el tema de que fuese piloto que no habia quien la soportara. Al final elegi la opcion B y me embarque en un nuevo objetivo: ser ingeniera. Me habia esmerado en aprender ingles para poder estudiar y ser especialista en aeronautica y, algun dia, ser la mejor del mundo. Era la mayor fan de Xanders Yewy, el mejor y mas respetado experto en la materia hasta el momento. Y, aunque no lo conocia personalmente, seguia todos sus pasos a pies juntillas. Habiendo emigrado a Inglaterra en contra de la voluntad de mi madre y despues de haber obtenido la mejor nota de mi promocion, emprendi la busqueda de mi lugar entre las grandes escuderias de la Formula AM, aunque ninguna me quiso por ser novata; mucho menos la mas prestigiosa, Rear Racing, que era por la que habia suspirado todo ese tiempo. Viendo las perspectivas, me dedique a mendigar un puesto de trabajo en equipos menos populares. Al final mis plegarias fueron escuchadas por algun dios y me contrataron como jefa de ingenieria aeronautica. Y aqui estoy, con mi escuderia, Siter T. Racing. !Vamos a correr la ultima carrera del Mundial de Formula AM y yo soy parte de todo este circo automovilistico! !Que emocion! Aunque no es oro todo lo que reluce. Despues de que acabe todo y por fin haya un vencedor, tendre que elegir entre quedarme aqui o aspirar a una escuderia mejor. Que, por otro lado, es lo que siempre he deseado. Para que me entendais, os contare todo desde el principio... 1 Era mi primer dia, y, por el hecho de ser mujer, ya habia algun que otro chistecito a mi alrededor. La verdad, poco me importaba que viesen extrano que una mujer hubiese decidido realizar este tipo de estudios, pero tampoco tenia por que aguantar a ningun gilipollas por eso. --!Eh, tu! !La nueva! --me apelo una voz grunona que aun no habia tenido el <> de conocer--. Te mande llamar hace tres horas y he tenido que venir yo mismo por ti. <>. En su lugar, dejandome la replica en la punta de la lengua, resople. Una cosa era que fuese nueva y otra bien distinta, que fuese la esclava de nadie. --Estoy con algo importante. No soy Dios y no puedo estar en todos lados a la vez. --Me importa una mierda quien seas. Quiero que le eches un vistazo a mi coche; necesito que arregles una averia para !ya mismo! Levante una ceja un tanto ironica. --?Por quien me has tomado? ?Te conozco de algo? Lo cierto es que era yo la que no tenia ni idea de quien era el, pero, por su uniforme, sin duda era un piloto. Con muy malas pulgas, deberia anadir. --Para tu informacion, soy Victor Campos, y nunca repito las cosas dos veces. Ven al box, !ya! Haz que ese trasto corra de nuevo. Y, con las mismas, Victor Campos salio disparado por la puerta por la que habia venido. Puse los ojos en blanco. !Yo no era mecanica! Era ingeniera aeronautica, nada mas y nada menos que la jefa de toda la plantilla, !y ese imbecil se iba a enterar! Me plante en las pistas y lo vi con el gesto serio mientras miraba el coche como si se hubiese hecho anicos. Casi pensaba que se iba a poner a llorar. Le eche un ojo al motor, pese a no ser, ni por asomo, mi cometido. --Bueno, Victor Campos, corredor de Formula AM y simpatica persona --dije con sorna. El elevo una ceja, claramente desconcertado--. Es el cable del freno, que hace contacto con otro que no deberia; nada que no se pueda arreglar. --Cogi un trapo y me limpie las manos--. Y por la velocidad no te preocupes: tengo un par de ideas que pueden, por fin, hacerte ganar. Victor Campos, al que no le habia puesto cara hasta ese momento, competia por ser el mejor piloto de la Formula AM, pero, si seguia perdiendo, probablemente prescindieran de el en poco tiempo. Y para eso estaba yo alli: para hacer que sus ruedas, literalmente, volaran sobre el asfalto. El piloto, con cara de circunstancia y practicamente incredulo, solto una estruendosa carcajada. --Esa ha sido buena, casi me lo he creido. ?Tu? ?Que podrias hacer? Ya se que los mecanicos os teneis en alta estima, pero tampoco es para que te eches tantas flores. Entonces la carcajada la solte yo. --No soy tu mecanica, soy la especialista en aeronautica que la escuderia ha contratado para que tu puedas, de una vez, llegar a tres centimetros del podio. Decir que la venganza sabe dulce y que encima se sirve en plato frio iria muy bien para ese momento. Aunque, despues de dejarlo con tres palmos de narices, me arrepenti un poco por haber danado su hombria automovilistica. No era asi como queria hacerme valer, sino por mi trabajo, aunque no soportaba que se rieran de mi, por muy buen piloto que fuese. Como no me comento mucho mas, pues cogi y me marche. No es por presumir, pero soy bastante guapa y estoy bastante bien a mis treinta anitos. Mi pelo es rubio, largo como el de una antigua romana; mis ojos, azules como el cielo; mis labios, rojizos, y mi piel, de color olivaceo. No podria pasar por la mediterranea estandar. Si a eso le sumamos mi atractivo cuerpo atletico, heredado directamente de mi madre, y mis capacidades como ingeniera, tenemos una composicion bastante explosiva. No, no es que lo diga yo. Siempre acaban haciendo esa definicion de mi despues de pasar por el pertinente examen de <> que todos me hacen. ?Que le vamos a hacer? Las peliculas americanas han danado seriamente nuestra imagen. Los chicos, algunos, cuando ven que tengo aptitudes que superan su ingenua inteligencia, salen corriendo, mientras que otros intentan desafiar mi intelecto como si ser mas listo que yo fuese una competicion a vida o muerte. Luego esta esa minoria que quiere llevarme a la cama a toda costa, y que, segun me venga, lo consigue o no. Afortunadamente para mi, los pilotos no forman parte de ninguno de esos grupos; solo saben mirar por su coche, dar ordenes y poco mas. He conocido a bastantes pilotos insufribles y a otros bastante interesantes, pero al final han sucumbido a la idiotez o la fama, o a ambas cosas. Sin embargo, no habia conocido hasta entonces a un piloto tan prepotente y malhumorado como Victor Campos, y eso mismo estaba comentando con David, uno de los mecanicos encargados de mantener su coche en perfecto estado. --Antes no era asi. Victor molaba mucho --me decia mientras cambiaba uno de los neumaticos traseros del automovil. Se lo habia ordenado yo, pues estaban todos bastante desgastados como para aguantar mas de dos minutos de entrenamiento. --?Y como era? --pregunte intrigada. No sabia mucho de Victor Campos. Siter T. Racing no me habia interesado demasiado hasta que contacto conmigo para ofrecerme el puesto despues de dejar mi excepcional expediente. Sabia que el podio se le habia resistido en unas cuantas ocasiones. No alcanzaba los primeros puestos desde hacia un tiempo. Creia que esa era la razon principal por la que habian decidido cambiar de ingeniero aeronautico; eso y que el puesto de Victor pendia de un hilo. --!Puf! Otra persona. Veras, estuvo a punto de alcanzar el tercer lugar hace dos anos, pero en el ultimo segundo, Oscar Fanelli lo adelanto y desde ahi todo le fue de mal en peor. El ano pasado volvio a intentarlo, tenia las de ganar, pero, en la ultima vuelta, al girar en una curva el coche se salio del circuito. No le paso nada, para el golpe que se pego, pero Oscar Fanelli quedo el primero. --Me encanta Oscar Fanelli --dije sin pensar. --Es un gilipollas, !y mas vale que no vuelvas a decir eso por aqui si no quieres que te despidan! --rugio una voz detras de mi. David se puso tieso como una vela y reemprendio la azarosa tarea de cambiar los neumaticos restantes sin ayuda. Me gire hacia Victor, dispuesta a defender a David si hacia falta. Despues de todo, habia sido yo la que habia metido la pata. Me encontre con sus ojos marrones acribillandome; con su nariz recta y discreta fruncida de forma molesta. --Lo tendre en cuenta --dije sin mas, cruzandome de brazos. Avanzo hacia mi. Casi podia intuir, por sus gestos tensos, que, si hubiese sido un hombre, probablemente me habria llevado un punetazo. --Mas te vale, si quieres durar aqui mas de dos telediarios --me amenazo mientras su rostro se posaba a dos palmos del mio y sus ojos se entrecerraban. Senti un poco de miedo ante tal amenaza, pero no lo demostre. No me atrevia a contestarle, asi que hice de tripas corazon y suspire de alivio cuando su mirada se despego de mi para contemplar su monoplaza. --?Que estais haciendo con el? --pregunto, rudo. --David va a cambiarle las ruedas porque esas estan muy pasadas. El tipo que he elegido te dara mas velocidad, junto con la forma un poco mas curva de los nuevos alerones que vamos a incorporar. De repente, me miro horrorizado. --!?Te has vuelto loca?! !Rubia tenias que ser! Entonces entrecerre los ojos yo. --Y mujer tambien. No me vengas con machismos ahora, porque no los tolero. Paso completamente de mi comentario y se me acerco de nuevo. Esa vez me agarro la muneca de forma brusca. --Wendel me dijo que unos alerones con forma cuadrada irian mejor, por eso los pusimos asi, !y a mi me parece bien! ?Quien te crees que eres para venir aqui como una diva y cambiarlo todo? No sabia quien diablos era Wendel, pero, de todos modos, conteste: --Soy la que va a hacer que ganes. De nada --replique, soltandome de el. Faltaba medio segundo para que su cabeza echara humo, asi que, antes de que eso ocurriera, se largo pisando fuerte sobre el asfalto, murmurando algo asi como: <>. David silbo. --Siento haberte metido en este lio. No sabia que hoy se pasaria por estos lares. --Tranquilo, no le tengo miedo. Lo que no se es como habeis podido aguantarlo tanto tiempo por aqui. --Supongo que, en el fondo, todo el equipo sufre su frustracion, aunque no gastamos tanta mala leche. Sonrei ante su comentario. Lo cierto era que no habia un apice de veneno en sus palabras. Si hubiese sido el, casi seguro que ahora estaria despotricando sobre el piloto.

  • Pan de limon con semillas de amapola, Cristina Campos de

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    Durante el invierno de 2010, en un pequeno pueblo del interior de Mallorca, Anna y Marina, dos hermanas que fueron separadas en su juventud, se reencuentran para vender una panaderia que han heredado de una misteriosa mujer a la que creen no conocer.

  • Nunca mas de Sara Larsson

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    NUNCA MAS SE ACERCARAN A MI.

  • Como el arcoiris despues de la tormenta (Dos Amigas 1) de Sabrina Mercado

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    Estaba oscuro, pero le agradaba. La suavidad de las sabanas envolvia su desnudez. Escuchaba una musica que le gustaba. El le decia al oido que esa era su cancion. Y que su voz le cantaba a ella. Solo a ella. Sus manos la recorrian y ella disfrutaba. Cada parte que tocaban la hacian estremecer. Habia besos. Fogosos, calientes. Sus lenguas entrelazadas la encendian mas y mas. Temblaba. Vibraba. Enardecia. Ella deseaba todo, necesitaba todo. Se ahogaba en un extasis infinito. Queria mirarlo a los ojos, pero no podia. ?Por que no podia? Queria ver su rostro, pero desaparecia… Finalmente todo desaparecia… PRIMERA PARTE La tormenta Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Julio Cortazar Amo tus pies porque anduvieron sobre la tierra y sobre el viento y sobre el agua, hasta que me encontraron. Pablo Neruda 1 Habia comenzado el invierno. Gris. Frio, muy frio. Tan frio como el que sentia en su corazon. <>, pensaba, mientras se ajustaba las medias negras de seda. Era tarde. Otra vez. ?Cuantas veces se habia quedado dormida en el ultimo mes? Ya no importaba. En la oficina lo sabian. Apuro los zapatos de taco y el sweater gris. Que ironia. Se vestia con los colores del clima. Su estado de animo podia verse a traves de su ropa. La ventana de su cuarto dejaba entrever un plomizo y oscuro cielo de amanecer tardio. La misma ventana que alguna vez le habia mostrado los colores del mundo, en ese momento solo revelaba grises. Otra gran ironia. El ruidito de su celular la saco de sus cavilaciones. Pero no habia tiempo para revisar los mensajes. Tomo la cartera, la llaves… ?se olvidaba algo? No importaba. !Era tarde! Y salio al mundo gris. No quedaba otra. En los quince minutos que llevaba en el auto, la calefaccion empezaba a surtir efecto. Afuera comenzaba a garuar. Menos mal que se habia quedado con el auto. Total el no lo usaria y para ella era fundamental. Y ahi estaba… El otra vez. ?Cuanto le habia llevado esa manana traer su recuerdo? Menos de una hora. Teniendo en cuenta que se habia quedado dormida, era todo un record. Por lo general pensaba en el apenas abria los ojos y miraba el lado vacio de la cama. Porque ella seguia durmiendo en su mitad. Amanda le decia, con razon, que se le iba a gastar solo una parte de las sabanas, y que durmiera una noche de cada lado. ?Como se le ocurrian esas cosas? Es que Amanda era asi. Todo lo que respectaba a Amanda era divertido, alegre, ameno. ?Como podria? Todavia no hacia un ano que se habia separado (definitivamente, porque habia tenido varias rupturas y reconciliaciones), y su mundo era feliz. No le molestaba cargar de aqui para alla con el pequeno Joaquin, su hijito de cuatro anos. Al menos ella no tenia hijos. O tal vez eso era lo malo… Si tuviera un hijo no se sentiria tan sola, tan vacia, tan… tan fuera de su eje. Estaciono el auto en el parking del edificio central. Su oficina era un anexo y quedaba en la otra cuadra. Mejor asi. Mas tranquilo y acogedor. Amanda la alentaba a que pidiera el pase a una oficina de otro edificio. !Estaba lleno de tipos! Solteros, casados, divorciados. Pero ella no queria un tipo. Ella solo queria a su gran amor para toda la vida. Asi lo habia llamado siempre. Se puso el abrigo, se enrollo la bufanda roja (regalo de Amanda, que siempre queria ponerle un poco de color) y salio al frio matinal. Una cuadra se hacia rapido. Y ella no queria tipos. El olorcito a cafe recien hecho le desperto los sentidos. Ni siquiera paso por su escritorio. Fue directo a la cocina. Ahi se encontro con Karen, de Legales. --?Otra vez te quedaste dormida? --pregunto entre intrigada y preocupada. --Si. --Fue todo lo que recibio por respuesta. --Tranquila, ya lo vas a superar. Es dificil. Lleva tiempo. Le acaricio el brazo derecho y salio de alli con su taza de te de menta. ?Que cuernos podia saber ella? Estaba casada hacia dos meses. Su vida navegaba en un mar de petalos de rosa. Karen, la joven y atractiva Karen. Habia conocido a su esposo en la oficina de conferencias del edificio central. Era uno de los tipos. !Se habia casado con uno de los tipos de Amanda! Bueno, no de Amanda. No creia que Amanda hubiera salido con Pedro (?o era Pablo?). Daba igual. Era uno de los tipos de los que hablaba Amanda, y Karen se lo habia apartado. Tal vez, despues de todo, no fuera tan mala idea mudarse al gran edificio. Su trabajo era independiente, estaba sola en su despacho, y salvo por las reuniones semanales con su jefe, no tenia necesidad de permanecer ahi, en las antiguas oficinas. Pero se sentia a gusto en medio de los viejos anaqueles y las repisas atestadas de libros. Entre esas paredes habia iniciado sus actividades la pequena empresa familiar treinta anos atras, y se habia convertido en una gran compania. Ella habia sido parte de ese crecimiento. No, definitivamente no se mudaria. Y mientras pensaba en ello, se quemaba la lengua con el cafe. Salir a almorzar con su amiga era una de las pocas cosas que la animaban en el ultimo tiempo. Pero habia llegado tarde, y si se tomaba esa hora sagrada, iba a tener que quedarse despues de hora en la oficina. Encima tenia trabajo atrasado. Que mas daba. Nadie la esperaba en casa. Bueno, estaba Pipo. Su gato anaranjado rescatado de la calle. El si que tenia devocion por ella. Era un gatito especial. Pero no iba a morir de hambre. Habia pasado cosas peores antes de conocerla. Se encontraron a la una en punto en el barcito de la esquina. Amanda podia tener muchos defectos, pero la impuntualidad no era uno de ellos. Siempre llegaba a horario a todos lados, ya fuera a una reunion de trabajo, a una fiesta o a la cita con el dentista. Tendria que hacerle confesar el secreto. Ella, por mas que se lo propusiera, nunca lograba llegar a la hora convenida. Por eso, cuando se encontraron en el horario establecido, Amanda la beso y la abrazo como si fuera su cumpleanos. --!Epa! No exageremos --contesto Lola al efusivo saludo. --Algo te pasa. Definitivamente tenes alguna enfermedad, de esas bien raras. --Deja de decir pavadas, queres. Tenia que salir de la oficina. No aguantaba mas. --Otra vez lo mismo --asevero Amanda arqueando las cejas. --Si. ?Que puedo hacer? No lo controlo. Desde que habia sucedido la circunstancia, como solia llamarla, los episodios se repetian. Falta de aire, sofocacion, jaqueca. Todas juntas y de repente. No lo podia manejar. --Ataque de panico. Eso es lo que tenes. Lo busque en Internet --dijo Amanda categoricamente. --Callate. Ataque de panico es otra cosa. Son nervios, nada mas. Estando aca con vos se me pasa.

  • Tiempo de magos de Wolfram Eilenberger

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    La historia de como cuatro genios revolucionaron la filosofia y cambiaron nuestra forma de entender el mundo.

  • En busca del fin del mundo de Walter Vasquez

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    Nunca creas ser lo que crees que eres sino haces lo que en verdad amas hacer; recordaba con nostalgia Walker Joseph Simons, un joven sonador que decide abandonar las riquezas de una de las mejores familias del puerto de Dover. Su sueno; convertirse en el navegante mas intrepido que la historia de los cuatro puntos del indomable mar haya cobijado.
    Durante su destierro camina, deambula y se vuelve un pordiosero de las bulliciosas calles de la epoca medieval inglesa; sin embargo, su aventurero corazon y las ansias de descubrir mas alla de lo que sus ojos contemplan cada manana lo llevan a surcar lo desconocido.

  • Bailando Descalzos de Zoe Chant

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    Un padre soltero + la maestra de su hija = un amor tan inexplicable como innegable.

  • Esposa por encargo de Susannah Erwin

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    Contrato a una profesional para que le buscara una esposa, pero no podia ser la mujer a la que deseaba.

  • La bruja de Ravensworth de George Brewer

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    bra su boda con lady Bertha, viuda y madre de un nino. Durante el banquete, la terrible bruja de Ravensworth irrumpe en el castillo y vaticina a la novia infinitas desdichas. Sin embargo, su esposo ve en la anciana un medio para alcanzar titulos y fortuna y no dudara en acudir a su choza en el bosque para ganarse su favor y el del demoniaco senor al que esta sirve. Enganos, secuestros, pasadizos, puertas secretas… de todo se valdra el baron para lograr lo que tanto ansia, perdiendo progresivamente su alma en un camino sin retorno. Por su parte, tras sus sanguinarios actos, tambien la bruja oculta un oscuro secreto.

  • El hombre del traje negro de Stephen King

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    Gary, el protagonista de esta historia, recuerda con miedo, cuando siendo nino tuvo un encuentro con un hombre de ojos anaranjados y vestido con un traje negro de tres piezas que le causo horror y le dijo cosas terribles.Esta experiencia le marcara toda la vida y ya en el ocaso de la misma la recordara con el temor de volver a reencontrarse con el. La aceptacion del miedoy como vivir haciendole frente es uno de los temas centrales de este sorberbio relato que fue ganador, en 1995, del prestigio premio O.Henry en Estados Unidos.

  • El Guardaespaldas (Satge Dive 4.5) de Kylie Scott

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    ?Que pasa cuando la chica de tus suenos es una especie de pesadilla?
    Como jefe de seguridad de Stage Dive, una de las bandas de rock mas famosas del mundo, Sam Knowles tiene sobrada experiencia en lidiar con problemas. Pero Martha Nicholson, una mocosa malcriada, quiza sea el peor con el que jamas haya tenido que enfrentarse. Bonita y alborotadora, dice haberse reformado. El sabe que tiene que pensar con la cabeza y no con lo que hay bajo sus pantalones. Por desgracia, eso es mas facil de decir que de hacer.

  • Contigo es todo de Carmina D.

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    Odiaba esto. No habia nada peor que hubiera experimentado en toda mi vida que tener que visitar a mi hermano en el hospital. Ni siquiera sabia -nadie sabia- si Julian iba a salir adelante o no. Cada vez que venia aqui, era un gran signo de interrogacion sin respuesta aparente. Y aun con todo eso, amaba a mi hermano. Creia en el y queria que mejorara. Asi que segui viniendo a verlo, a pesar de que estar aqui era muy dificil, por no decir otra cosa. La vista del vestibulo del hospital se cernia sobre mi mientras la gente iba y venia, algunos en camillas y otros en sillas de ruedas. Julian no merecia este destino, no merecia tener que estar aqui. Mi hermano era grande, ruidoso y carinoso, era de los que hacia una broma de todo, su alegria llenaba los espacios, nada lo perturbaba, nada lo sacaba de su centro. No pertenecia a un lugar como este, sin importar cuan amables fueran las enfermeras o cuan vanguardista fuera la tecnologia. No deberia estar quieto, con tubos entrando y saliendo de el, luchando por su vida. Este no debia ser su destino. Pero lo era, y ese era un golpe demasiado duro para mi. Me trague mi depresion y reuni todo el coraje que pude, pero aun asi arrastre los pies cuando entre al hospital y volvi a subir a su habitacion por lo que me parecio la milesima vez. El ascensor hubiera sido mas facil, pero necesitaba mantenerme en movimiento hasta que lo viera. Los ascensores estaban empezando a sentirse un poco claustrofobicos. Llegue a su habitacion y atravese la puerta con determinacion y una actitud fabricada para disimular mi verdadero estado. --Julian, no creerias esta nueva…-- Su cama estaba vacia. Oh, Dios, ?que habia pasado? --!Enfermera, enfermera!-- Corri a la pequena estacion de enfermeras a unos pasos de la puerta de Julian. --?Que le paso a mi hermano? ?Por que no esta en su habitacion? --Oh, Mila, calmate--, dijo una de las mujeres, levantandose de su escritorio y abrazando mis hombros. Su tono y la forma en que me dio palmaditas en la espalda como si fuera una nina me hizo saber que todos aqui estaban hartos de la frecuencia con la que me asustaba y sobre reaccionaba. Pero no era algo que podia evitar, se me conocia por decir lo que pensaba y por estar un poco nerviosa e hiperactiva sin importar la ocasion, y ?quien podria culparme por estar preocupada en una situacion asi? Me alegre de que las enfermeras fueran amables, pero empezaba a darme cuenta de que les estaba poniendo los nervios de punta. --Esta bien--, continuo la enfermera. --Acaba de ser trasladado a otra habitacion del hospital. Respire un tembloroso suspiro de alivio y me limpie los ojos. Me llevo a otra estacion en un costado. Mientras yo me quedaba parada esperando, haciendo todo lo que podia para ser paciente -lo cual ciertamente no era mi fuerte-, ella hojeo algunos papeles y se puso a hacer clic en su computadora. Mila, deja de ser debil. Tienes que ser fuerte. Si algo hubiera pasado, habrian llamado a la familia. Respira. Julian estara bien. Luego podras reganarlo de nuevo por su molesta tendencia a dejar la tapa del inodoro levantada. -Me dije mentalmente para tratar de calmarme. Esto no era justo. Julian era un buen tipo, y un hermano increible aun que dejara el bano hecho un desastre. --Aqui vamos, esta en el ala norte del hospital, en la habitacion 24B. Te llevare alli. Puede ser confuso tratar de llegar a esa ala del hospital. Vamos carino. Ella me sonrio, su humanidad la hizo ver suave-o tal vez estaba feliz de deshacerse de mi- pero, de cualquier manera, yo estaba agradecida. Le devolvi la sonrisa. --Gracias. En el camino, la enfermera empezo a hablar de su familia. Supongo que fue para calmar mis nervios. Cada palabra que decia me entraba por un oido y salia por el otro. Trate de prestar atencion mientras ella me contaba algo sobre sus planes para el fin de semana, incluyendo una barbacoa familiar, y luego me pregunto cuales eran mis planes. Tuve una vision de tunel, pensando que estaria aqui todo el fin de semana, por supuesto. Todo lo que me importaba era mi hermano. Ya era bastante dificil que mama y papa estuvieran demasiado ocupados para venir a verlo. Pero si tuviera que cuidar de el yo sola, lo haria. El Senor sabia que me cuidaba con suficiente frecuencia, era un hermano muy protector conmigo. Y siempre necesitaba de el para sentirme mas segura de mis acciones, asi que, era habitual vernos juntos o que yo le pidiera consejos, sobre todo. --Bien, estamos en el ala norte, y su habitacion esta al final del pasillo. Avance rapido siguiendo la direccion que me indico, contando las habitaciones a medida que pasaba por cada puerta. Alli. Lo encontre. Le hice senas a la enfermera y ella se despidio con su mano antes de girarse para volver a su puesto. Tal vez nunca se habia enfadado conmigo, y todo estaba en mi cabeza. Parecia que me estaba volviendo loca debido a la ansiedad ultimamente. Tire de la puerta y entre. --!Julian! Ahi estas. No respondio. Sabia que estaba en coma, pero cada vez que hablaba con el, sentia que era mas cercana la esperanza de que se despertara y me contestara. Despierta, por favor, despierta pronto. Le limpie el pelo de la frente a un lado. Los moretones estaban bajando, y parecia tranquilo. Dijeron que no tenia ningun dolor, y me aferre a esa tranquilidad. Moriria si supiera que estaba sufriendo. Me acomode en la silla junto a su cama, poniendome comoda para una larga visita. --Asi que, queria que supieras que estoy probando algunos trucos con los tragos en la barra-- dije, tomando su mano. --Es en un club de striptease raro, pero no soy una de las chicas que baila. Lo juro. Su mano estaba caliente, un buen recordatorio de que estaba vivo y que aun podia volver a mi. --No gano dinero como ellas, pero la paga es decente y las propinas tambien. Pero tuve que dejar la universidad. El dinero ha estado un poco escaso en la casa. Pero volvere, ?de acuerdo? Asi que no me grites por abandonar. Es solo temporal. Le frote la mano y mire los monitores y las maquinas que estaban conectadas a el. --Estamos demandando a la persona que te choco--, continue, --pero los tribunales se estan tomando su tiempo. Hacemos todo lo que podemos. Pero estaras bien. Y si ganamos tal vez tengamos una casa mas grande y tu tengas tu propio bano para estropear todo lo que quieras-- Sonrei. ?A quien estaba enganando? No habia forma de que pudiera sentarme aqui y fingir que era la Srta. Risitas. Tenia un corazon, y estaba siendo apunalado repetidamente. Ojala hubiera podido evitar que saliera esa noche. ?Pero como iba a saber que lo iban a chocar? Comence a tararear y luego a cantar una cancion. --Don't worry, be happy... La cancion era tanto para mi como para el. Necesitaba recordarme a mi misma que preocuparse no servia de nada. Pero mientras continuaba cantando, no pude evitar sonreir nuevamente. Era raro tratar de no reirme en una habitacion de hospital, en una de mis horas mas oscuras. Sin embargo, tambien era gracioso que yo estuviera cantando, porque Julian siempre se burlaba de que yo no tenia oido para la musica. Cuando eramos pequenos me gritaba: <>, y yo seguia adelante, solo para seguir molestandolo, que era mi trabajo como su hermana. Era un juego que haciamos a veces, en largos viajes en coche cuando estabamos aburridos, o mientras pescabamos en el arroyo. Me decia que dejara de cantar porque ahuyentaba a los peces, decia que tendria que alejarse de mi porque mi voz era muy mala y le daria dolor de cabeza. O le diria a mama y papa que me echaran del auto por someter a todos a mi horrible voz. Aunque era una broma exagerada y desproporcionada, sabia que tenia razon, que no podia cantar para salvar mi vida. Pero ahora esperaba poder cantar para salvar la suya. Sabia lo ridiculo que sonaba, pero tenia que concentrarme en algo para no volverme loca. De repente, hubo algunos golpes suaves en la puerta. Me relampaguee -otra frase que Julian me decia que hacia mientras cantaba- y me di la vuelta para ver a un hombre de mediana edad con un traje de tres piezas entrando. --Tu debes ser uno de los Foster. Esta relacionada con Julian Foster, ?correcto? ?Como estas?--, pregunto. --Si, soy Mila. Su hermana. Y supongo que estoy bien.-- Mire hacia atras a Julian y a su gran cantidad de maquinas, queriendo preguntarle al tipo como pensaba que yo estaba, pero no dije nada. A veces se necesitaba todo lo que tengo para contener mis comentarios sarcasticos. --Lo siento, acabamos de mudarnos a esta ala--, le dije. --?Quien eres tu?. --Soy de la administracion del hospital--, hablo bruscamente. --Srta. Foster. Me gustaria que me diera mas informacion sobre el seguro de su hermano, si es que sabe. --Ya tienen su informacion-- Me puse un poco nerviosa --Lo se--, dijo, frunciendo el ceno, --pero ese seguro nos ha llamado recientemente, para decirnos que ya no podia cubrir sus necesidades medicas. Salte de mi silla. --!Eso es imposible! !Todavia esta en el seguro de nuestros padres! ?Que hay del hombre que lo choco? Tambien lo trajeron aqui, ?verdad? ?Por que no le preguntas a el?. El hombre reviso su portapapeles. --Lo siento, Srta. Foster. Pero el fallecio esta manana. No podia comprender porque estaba pasando todo esto, mi corazon comenzo a latir fuertemente en mi pecho, queria gritar y llorar, pero en el fondo de mi sabia que este no era el lugar para actuar de esa forma, y tampoco frente a mi hermano. Tenia que salir de aqui. --Permiso-- dije, mientras intentaba dar cabida al mar de emociones que tenia en mi pecho. El otro conductor habia muerto y yo lamentaba eso, por su familia, pero mi hermano estaba donde estaba por su culpa y eso no era todo, ahora resulta que el seguro no cubriria. Pase al lado del hombre y camine tan rapido como pude por el pasillo. ?Por que tuvo que pasar toda esta mala mierda? Este era mi hermano, un hombre bueno con todo el mundo y todo lo que le importaba al hospital era el maldito dinero. Me tope con gente, tropece con la pierna de una persona, pero no importaba el obstaculo que se interpusiera en mi camino para frenarme, tenia que salir de este hospital. No podia sentarme alli con Julian sabiendo que el pensaria que era una cuenta mas que teniamos que pagar. Que frivolo era todo cuando su vida estaba en juego y todo se resumia a la cantidad de dinero que podiamos conseguir. Por primera vez desde el accidente, esperaba que no pudiera oir lo que sucedia a su alrededor. No queria que se enterara de que no habia dinero para ayudarle a mejorar, porque entonces podria darse por vencido. Capitulo 2 Mila Cuando llegue a la parada del autobus, me puse a llorar. Saque mi telefono celular y a traves de mi vision borrosa, presione el boton de marcacion rapida para mi padre. --Hola, carino. ?Como estas?--, pregunto el. --!Papa! El hospital dijo que el seguro ya no cubre lo de Julian. Dijeron que el seguro lo dejo. Y el tipo que lo choco esta muerto. Suspiro, dejando un momento de silencio entre nosotros antes de responder. --Mila, querida, ya lo sabia. Estamos tratando de llegar a un acuerdo, tu madre y yo. Mi agarre alrededor del telefono se intensifico. --?Que? ?Lo sabias y no me lo dijiste?-- Mi voz temblo. --Lo visito todos los malditos dias. ?Soy la unica persona que viene a verlo y no me lo dijiste? --Mila, por favor--, dijo cansado. --Tu sabes... Colgue. Odiaba cuando mi padre tenia ese tono condescendiente, y sabia que no valia la pena pelear con el. Me dolio que no confiara en mi para informarme sobre las cosas importantes que pasaban, pero ya habia aprendido que no podia hacer nada al respecto. El autobus llego y abrio sus puertas. Lo mire en blanco. Todavia no podia superar toda la informacion, habia estado protegida por Julian y ahora estaba sin el, mis padres no me incluian en esto y mi hermano necesitaba dinero, necesitaba tener todas las condiciones para vencer a la muerte. Dios, todo esto era demasiado. Era una mujer adulta, pero siempre al alero de la proteccion de mi hermano. Nunca tuve la necesidad de enfrentar las cosas, de ser fuerte o de tener que solucionar algo tan grande. Me arrastre en el autobus y pase mi tarjeta de transferencia por la maquina. Mi cuerpo se sentia sin vida. Mi familia se habia desmoronado despues del incidente del coche, y estaba empezando a pensar que no iba a volver a se la misma nunca. En lugar de regresar a casa, me detuve en los servicios sociales locales y obtuve un monton de papeles que contenian informacion de lugares que ayudaban con las facturas medicas. Una breve resena, sin embargo, no hizo sino aumentar la tristeza y la perdicion ante mis ya terribles noticias. Medicaid no iba a cubrirlo, no podiamos permitirnos una nueva poliza privada, y las iglesias que estaban en la lista solo ofrecian atencion medica de hasta cien dolares. Tire los papeles y opte por ir caminando al trabajo para despejar mi mente. Todo va a estar bien. Julian podria despertarse y salir de esto. Siempre ha sido un bastardo con suerte. Realmente necesita hacer una de sus acrobacias mas grandes de la vida ahora. Estaba recordando cuando eramos pequenos y Julian me llevo a dar un paseo en la ATV de nuestro primo. Iba demasiado rapido y se estrello contra una valla. Ambos salimos volando del vehiculo, pero Julian permanecio ileso, mientras que yo termine en el hospital con un brazo roto. En ese momento, yo habia estado enojada con el por ponerme en peligro sin experimentar ninguna consecuencia. Siempre pense que nunca aprenderia. Pero ahora, mirando hacia atras, no puedo evitar sonreir un poco por su suerte, y espero que continue ahora en su edad adulta, cuando mas lo necesita. Diez minutos mas tarde habia llegado finalmente a mi trabajo, lo que me dio un poco de consuelo. Al menos tenia algo mas en lo que concentrarme. Tan pronto como entre en el bar, mi jefe me miro, levantando una ceja. --Bueno, hola, Mila. Llegas media hora antes. ?Puedo ayudarte en algo?. --Hola Sr. Eliott. Solo queria venir temprano--, le dije. --No tengo nada mas que hacer. --Hmm, bueno, esta bien. Sabes que no pago horas extras. Senalo con su cigarro, y unas cenizas cayeron al bar. Mi jefe era un tipo duro, por asi decirlo, al que le gustaba declarar con orgullo que se habia registrado en la ciudad con su bar de puros para obtener una licencia especial, para que nadie pudiera decirle que no podia fumar su cigarro en su propio establecimiento. Una tonteria que solo para el parecia importante. Agite la cabeza y busque un trapo para limpiar las cenizas. --Si, lo se. Trabaje en el bar, limpiando botellas y vasos de chupitos. Al Sr. Eliott no parecia importarle, siempre y cuando yo no fichara todavia. Una vez que mi turno comenzo oficialmente, comence a preguntar a los clientes que les gustaria beber. Al final de la tarde me acomode mientras caminaba de un lado a otro, sirviendo cerveza, mezclando cocteles y tratando de conversar un poco con los clientes. Era dificil en un lugar como este, donde el tipo de charla que querian hacer incluia las palabras: <<Muestrame tus tetas>>. Por mas que lo intente, no podia olvidar la situacion de mi hermano. La cara pacifica de Julian en mi mente me destrozo. ?Cuanto tiempo pasara hasta que lo saquen de la maquina? ?Podrian hacer eso? ?Era legal? No podia ver en que se diferenciaria esto de un asesinato si mi hermano moria por falta de dinero. Mientras mi mente se perdia en un monton de interrogantes, una de las bailarinas se sento en la mesa del bar y saco un fajo de billetes. Comenzo a contarlo, y no pude evitar mirarlo como si fuera un faro de luz. Sabia que ganaban dinero. Pero automaticamente lo asocie con la cantidad de dinero suficiente para pagar las cuentas medicas. --Karen--, le pregunte, dandole un trago de tequila, que sabia que era su favorito. --?Es eso lo que puede hacer una bailarina en una semana? Ella empujo sus labios a un lado, pensando, y lanzo su trago por la garganta. --En realidad no. Quizas si eres nueva. Hice esto anoche, estaba demasiado ocupada para contarlo. El Sr. E. saca doscientos por noche y nosotros nos quedamos con el resto. Se me salieron los ojos de las orbitas. --Espera, ?el se lleva doscientos y todavia te queda todo eso?. Ella se rio. --Si. Asi no tenemos que preocuparnos por un porcentaje. Mis ojos se detuvieron en el dinero por un segundo. Sacrificio. Fue lo primero que pense. Habia que hacer un sacrificio. Ahora, lo que pasaba por mi mente era una solucion a todos mis miedos. Yo sabia que tenia que hacer algo y justo ahora esta en mi mesa la respuesta. Al menos esta era la unica solucion rapida que tenia en mis manos. Sin pensarlo mas y convencida por la cantidad de dinero que vi en las manos de Karen. Le di un ultimo trago a cuenta de la casa y fui a la oficina del Sr. Eliott. --Oiga, ?jefe?-- Le pregunte, espiando con mi cabeza en su oficina. --Adelante, Mila. Entre y me sente frente a su pequeno escritorio. --?Que pasa?--, pregunto. --Sabia que algo te pasaba hoy. --Quiero ser bailarina-- solte. Lo dije con prisas, antes de que pudiera cambiar de opinion. --?Quieres bailar para mi?-- Sonrio y se volvio a meter el cigarro en la boca. --Ya era hora de que me lo pidieras. ?Quieres saber cuantos hombres han preguntado si ibas a salir de detras de esa barra y subirte a un poste? --Tal vez prefiera no saberlo… Pero me encantaria empezar cuanto antes. Esta noche si usted quiere. Se levanto e hizo un gesto para que lo siguiera. Me llevo a otra parte del edificio en la que nunca habia estado antes; era el area de las bailarinas. Habia armarios y mucho espacio en el mostrador con espejos en la parte superior, con el maquillaje derramandose sobre todas las superficies. Los diminutos y brillantes pedazos de ropa que llevaban estaban colgados en bastidores, asi como colgados en las sillas. Los que ya habian usado en el escenario habian sido claramente arrojados a favor de un nuevo atuendo, y llenaron el piso, junto a toneladas de tacones altos. Quiero enfatizar, tacones muy altos. --Vistete con la menor ropa posible, puedes usar cualquier cosa aqui. Ya que eres nueva, me quedare con el 15% hasta que des un paso adelante y mejores. Me agarre a mi camisa. --Gracias, Sr. Eliott. Realmente aprecio esto. Asintio con la cabeza. --Dime, siempre has sido la dulce chica de modales suaves aqui, la chica a un costado y todo eso, ?que te hace querer hacer esto? --Bueno, el seguro medico para mantener a mi hermano en el respirador dejo de cubrirlo, asi que…. --Ya veo-- Agito la cabeza, su cigarro se tambaleo de un lado a otro. -- Malditos hijos de puta codiciosos. Les gusta recaudar dinero, pero no quieren pagarlo. Mi abuelo fallecio asi--, me dio una palmadita en el hombro. -- Estaras bien. Sal y baila un poco. Eso te ayudara a alegrar tu estado de animo y a llenar tu cuenta bancaria. Y la suya tambien. --Gracias, Sr. Eliott. Se fue a su oficina y yo me quede quieta en medio de la habitacion como un poste fuera de lugar. --Esto es muy poco--, murmure para mi misma, recogiendo una tanga. Pero no era diferente a un traje de bano, ?verdad? Bien, sigue diciendote eso…. --Hola, ?que haces aqui atras?-- pregunto Karen, apareciendo detras de mi. --Ahora soy bailarina--, dije, encogiendome un poco de hombros. --?En serio? ?El Sr. E. te dejo entrar, asi como asi? Vaya, que rapido. Me hizo una audicion para el y me dijo que engordara un poco. Dijo que a los chicos de aqui les gustan las mujeres con carne en los huesos y que yo era demasiado flaca. Que maldito, ?verdad?-- --Si, eso es grosero--. Respondi con autentica empatia. Me senti mal por ella. Pero por una vez, ese peso extra que nunca pude bajar parecia haber funcionado a mi favor y no en mi contra. Karen se sento en su estacion de maquillaje. --No importa. Nunca subi de peso porque mi metabolismo es bueno sin importar cuantas hamburguesas coma.

  • Todas las malditas veces que la tuve debajo de mi de Cristina Prada

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  • Como ser un estoico de Massimo Pigliucci

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    Pese a lo que se suele pensar, el estoicismo no consiste en suprimir u ocultar nuestras emociones, sino en reconocerlas, reflexionar sobre lo que las causa y reconducirlas para nuestro propio bien. Lo que lo convierte claramente en una filosofia practica.

  • Traviesa & sabrosa de Minerva Hall

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    Fulmino la diminuta tarjeta de visita roja con letras doradas por infinitesima vez en las ultimas dos semanas y se dijo que no podia tener miedo de aquel minusculo pedazo de papel, que habia llegado a sus manos de la forma mas inesperada posible. Jillian no temia a nadie, mucho menos a un objeto inanimado que no tenia poder alguno, no mas alla de recordarle algo que deseaba tener desesperadamente y que no se atrevia a coger. Ironias de la vida. Ella, una ex-agente encubierta de una de las agencias mas famosas del pais, asustada de un diminuto papel. Si tan solo tuviera el valor de arrojarlo a la basura y olvidar aquella gilipollez, pero lo habia recuperado varias veces, incluso habia remendado los pedazos que Susan, en un arrebato, habia dejado abandonados durante un rapido almuerzo en la mesa del cafe. Si sus mejores amigas supieran las historias y los impulsos que la rondaban, pensarian que se habia vuelto completamente loca y, lo peor, no les faltaria razon. Incluso ella misma empezaba a pensarlo. Se pregunto si estaba preparada para lo que suponia hacer aquella llamada. Sabia que habia algun misterio alli, uno que probablemente no querria descubrir, en vista de la actitud de las mujeres que, de poseer un interes mas que evidente, habian pasado a desechar la posibilidad como si se tratara de un absurdo. No habian pensado eso la primera vez que habian hecho la propuesta de que llamara y se pusiera en contacto con quienquiera que fuera el que estuviera detras de aquel intento de agencia de gigolos-acompanantes o lo que fuera. Sentia curiosidad y tentacion a partes iguales, pero hacia tanto tiempo desde su ultima experiencia sexual, que dudaba estar preparada para afrontar a un profesional. Y si luego resultaba que habia un loco tras aquella linea erotica de tres al cuarto, podria acabar todo muy mal. No era como si alguien pudiera batirla en una lucha honorable cuerpo a cuerpo. Era muy buena en varias disciplinas. Sin embargo, los locos tendian a cambiar las reglas, usar armas de fuego o atacar en diferencia numerica. Habia aprendido una valiosa leccion en su ultima mision, una que jamas le permitirian olvidar. Cerro los ojos aferrando con tanta fuerza su taza de cafe que le sorprendio que no se hiciera anicos entre sus dedos. No queria rememorar viejos recuerdos. Estaba harta de aquello, del miedo que todavia tenia la capacidad de paralizarla anos despues de pifiarla. Deberia mandar a la mierda todo y a todos, sobre todo esa paralisis que la hacia sentir impotente, asustadiza, como una ratita sin entrenamiento. Si tan solo tuviera el valor de descolgar el telefono y tomar el riesgo. ?Que tendria de malo? Si los rumores que le habian llegado a Susan eran ciertos, solo obtendria una noche de placer; si, por el contrario, aquello no era mas que una tonta broma, solo ella seria consciente de su metedura de pata. Si habia algun loco detras, aprovechandose de mujeres ingenuas, podria desenmascararlo y acabar con el. Solo habia ventajas alli. Y los poderes superiores sabian lo mucho que necesitaba una distraccion. Y si esta se la proporcionaba un hombre sexy y que sabia que hacer con sus manos mucho mejor. Dejo la taza en el fregadero tras dar un ultimo sorbo y cogio el inalambrico antes de que el valor la abandonara. Tecleo el numero y contuvo el aliento mientras esperaba a que alguien respondiera al otro lado. Cuando el telefono hizo un chasquido que anticipaba la respuesta, su corazon se salto un latido, para acabar, mas decepcionada de lo que esperaba, escuchando una voz grabada en el contestador automatico. >>Ha contactado con La Otra Estacion, ahora mismo no podemos atenderla, pero su llamada quedara registrada en nuestra base de datos. Si nuestro numero ha llegado a sus manos, es posible que este interesada en contactar con uno de nuestros agentes. Este servicio es gratuito y tan solo requiere de respuesta a un pequeno cuestionario sobre sus preferencias, que se le enviara por e-mail a la direccion que nos facilite cuando suene el pitido. Recuerde que nuestros servicios son discretos y que debera firmar una clausula de confidencialidad en nuestro contrato. Existimos por y para su placer. Sea paciente y no olvide dejarnos su direccion electronica. Gracias por usar nuestros servicios. Cuando la voz termino, el pitido indico que habia llegado el momento de dejar el e-mail. Tuvo sus dudas, pero conteniendo la respiracion lo explico tan pronto como pudo, de carrerilla, sin pensar demasiado en lo que estaba haciendo. Aquel debia ser el cuestionario del que las chicas habian hablado. Conseguir un agente para cumplir sus fantasias era algo que una chica no podia rechazar tan facilmente, por lo que no dejaba de sorprenderla que hubieran ignorado la posibilidad de disfrutar de sexo sin compromiso. Todas ellas, a excepcion de Arizona y ahora Julieta que estaban comprometidas y satisfechas, tenian sus necesidades. Necesidades que no eran faciles de atender en un pueblo como aquel, en el que no habia suficiente gente como para pasar desapercibido si decidias echar una canita al aire. Lo que te hacia preguntarte por la autentica discrecion de La Otra Estacion. Dios, un bombero ardiente solo para ella… Abrio su portatil y lo encendio. No estaba segura de que fueran a enviarle el cuestionario tan rapido, pero apenas podia parar quieta, ansiosa y con los nervios a flor de piel. Era su dia de descanso, por lo que su Dojo permanecia cerrado, a pesar de estar a mitad de semana. Solo llevaba unas horas en casa y ya se subia por las paredes, como siempre que decidia tomarse un dia libre. Jugo con la maltratada tarjeta una vez mas y nego. Se estaba volviendo completamente loca. Contactar un servicio secreto de citas… ?en que agujero de Alicia se habia caido? <>. Volvio a coger su telefono, preguntandose si debia o no debia llamar a Susan y confesar. Lo dejo sobre la mesa. Si lo hacia, probablemente acabaria echando el cierre a la floristeria y presentandose en su casa en cuestion de segundos. Trataria de convencerla de hacer o no hacer algo que no sabia si estaba dispuesta a aceptar o dejar pasar de largo. !Estaba hecha un lio! Tenia cuarenta recien cumplidos y no dejaba de pensar como una colegiala, maldita fuera. Despues de toda su experiencia, de todo lo que habia visto, algo tan nimio como una aventura, tenia la facilidad de ponerla tan tensa como la cuerda de un arco a punto de disparar la flecha. <>. Si fuera tan facil en la realidad como parecia en su cabeza… Pero la mente tendia a jugarnos malas pasadas, si lo sabria bien ella. Respira profundo, mentalizate, entra en estado de relajacion. !Puedes hacerlo! No era el mejor momento para el yoga. Dio un salto cuando un estridente sonido la aviso de que tenia un nuevo mensaje en su bandeja de entrada. Tomo aire, aparto la silla de la mesa y trato de sentarse erguida. Arrastro con suavidad el raton hacia el asunto y pico casi con temor. En cuanto se cargo la pagina y vio el logo tuvo que abanicarse. Varios hombres, todos ellos vestidos de uniforme (no solo bomberos, habia algunos policias y, si la memoria no le fallaba en lo que a uniformes oficiales se referia, hasta algun militar), llevaban la chaqueta abierta, mostrando sus duros pectorales. Algunos con vello y otros depilados. Algunos evidentemente marcados y otros con una mera sutileza que a veces resultaba mas excitante que lo evidente. No se veian sus rostros y aparecian enmarcados por aquellas doradas letras: <>. Trago saliva, repentinamente acalorada. ?Seria la menopausia? Era demasiado joven para tener sofocos. <>, jadeo incapaz de contener mas su respuesta. Bajo la mirada y leyo el encabezado del correo. >>Hemos recibido su mensaje y ha sido preseleccionada para participar en nuestro programa. Si todavia sigue interesada, por favor lea atentamente las siguientes preguntas y conteste sinceramente. Recuerde que la informacion que nos entrega es completamente confidencial y secreta. Cuando nuestro programa procese todos sus datos, recibira un nuevo correo con el agente seleccionado, que se personara en su domicilio en las proximas veinticuatro horas. Esperamos que disfrute de nuestro servicio. <>, pronuncio en voz alta a la vacia estancia. Deslizo la barra lateral y accedio al cuestionario tomando una respiracion profunda. ?Para que esperar mas? Si iba a hacer aquello, era mejor terminar con el asunto cuanto antes. Leyo las escuetas preguntas y no pudo evitar esbozar una sonrisa ante alguna de ellas. <>. Podria haber anadido un comentario jocoso sobre el uso de la manguera, pero ?para que? Estaba demasiado trillado y a ella le gustaba ser original. Incluso si conocia a cierto bombero que tenia la facultad de sacarla de sus casillas desde hacia anos. Bombero que ultimamente habia decidido trasladarse a Gold River en un vano intento de tener una segunda oportunidad. Y eso no iba a pasar, de ninguna manera. Se detuvo un instante, preguntandose si existia la posibilidad de que el agente que le enviaran fuera Christian Santos, se dijo que eso no sucederia, porque ese hombre no habia hecho una obra benefica en su vida y, por lo que ella sabia, tenia un gusto en mujeres muy especifico. No aceptaria cualquier cita a ciegas con el unico fin de complacer a una desconocida. Y desde luego no jugaria con su pequeno amigo (si era sincera, podia recordar que no habia sido tan pequeno), en el lugar en el que vivia, dormia y trabajaba. No era un hombre de compromisos, de ningun tipo, si lo sabria bien ella. Y por mas que fuera su cruz personal, por mas que la hubiera perseguido a traves de cientos de kilometros solo para hacer su vida mas dificil, no significaba que sintiera nada especial por ella. Lo habia dejado claro en varias ocasiones del pasado. Continuo con las preguntas, respondiendo sinceramente, ?por que no? Estaba cansada de portar esa mascara de chica dura, de hacerle creer a todo el mundo que nada le importaba, que la vida era una aventura y que era dichosa no solo con su solteria, sino con todas las decisiones que habia tomado en el pasado, presente y lo que habia elegido para su futuro. Una gran y burda mentira. <>, dijo a la habitacion vacia. Queria el principe, la historia de amor y una boda de cuento. Queria el amante ardiente, salvaje, que supiera que tocar y como llevarla al mas intenso y exquisito placer. Tambien ansiaba al amigo, con el que compartir sus temores, sus ilusiones, las esperanzas de futuro. Deseaba el pack completo, desde hacia anos. Y nunca lo admitiria en voz alta, mas alla de la soledad de su habitacion. Concluyo el cuestionario, abriendo su corazon y sintiendose un poco estupida por ello, pero lo envio antes de recuperar su buen juicio. Si lo eliminaba ahora, todo seguiria como estaba. Su rutina, su futuro vacio… Enviandolo tenia la oportunidad de vivir una aventura, por breve que fuera. !Y necesitaba accion! No queria esperar mas tiempo. Cuando aparecio la habitual cantinela en su pantalla reflejando que <>, se mordio el labio, nego y gruno: <>. CAPITULO 1 --Eh, Chris. Acaba de entrar un mensaje al Otro Correo --insinuo su companero sin dar detalles, no sabian quien podia estar escuchando y si el jefe se enteraba, podrian tener grandes problemas--. Salgo ya para mi cita, ?podrias ocuparte tu? Habia tenido un dia de mierda. Aburrido como una ostra en la estacion, jugando con una pelota de goma, golpeando la pared y escuchando aquel estupido sonido ritmico que empezaba a hacerle querer rechinar los dientes. Se pregunto una vez mas que diablo se le habia metido en el cuerpo para llegar hasta aquel pueblo perdido de la mano de dios, cuando habia tenido todo en su trabajo anterior. Incluida la discrecion necesaria para su vida alternativa. La Otra Estacion habia estado en funcionamiento durante diez anos y los chicos que la componian habian visto como una aventura seguirlo e instalarse en Gold River, incluso si se veian privados de la excitacion de su trabajo oficial en la gran ciudad

  • Adiccion (Hermanos Duncan 1) de A.g. Keller

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    Max es el hermano mayor de los Duncan, es alto, guapo, de ojos grises y actitud despreocupada. Odia los trajes elegantes hechos a la medida, las declaraciones a la prensa y perder una apuesta. Aunque su apariencia demuestre lo contrario, el es un exitoso empresario, en el mundo de los Video Juegos. Adora los tatuajes que adornan su cuerpo, las mujeres faciles, un buen cigarro y un trago de whisky. A sus treinta anos, Max todavia no se ha casado, no tiene pareja fija y mucho menos hijos. El tiene un defecto, a pesar de lucir como el partido perfecto para cualquier chica inteligente. tiene una adiccion que esta a punto de arruinarlo. Una noche conoce a Nicole Calaway, de manera accidentada en un bar cercano a su oficina. Max queda prendado de su generosa sonrisa, el color castano de sus ojos, y el aleteo coqueto de sus pestanas. Al instante supo que esa mujer era especial. Sin imaginarse de quien realmente se trataba.

  • Una rosa para May de R. Cherry

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    Un halo de misterio tomo el control de la vida de Victoria en: Una fotografia para Victoria. Pero ?conseguira descubrir lo que se esconde tras el personaje de Samuel?
    May es una apasionada de las flores que posee una floristeria a la vez que intenta descubrir lo que realmente esconde Larry, pero el caprichoso destino decide que debe aparecer en su vida Drew, un joven hombre apuesto y seductor a quien acudira cuando menos se lo espere.
    Un robo, sensualidad, amenazas, pistas, amor y dos apasionados hombres se cruzaran en su camino para tomar direcciones muy distintas. ?Se decidira por Drew o se dejara encandilar por la rudeza y la bondad de Carter? ?Podra salir del lio en el que esta a punto de meterse?
    !Descubrelo en Una rosa para May!

  • Un mojito, por favor de Ariadna Baker

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    El sol abrasaba no solo la piel, sino las entranas mientras Camila, bolsa en mano cargada de ropa y esperanza, caminaba a paso ligero por las calles adoquinadas de La Habana para entrar en su casa y darse una buena ducha. Tenia unas ganas inmensurables de abrazar a su hijo Fidel, las mismas que tenia de echar una cabezadita antes de volver al mundo real, al mundo de ama de casa que se sacaba unos cuartos cosiendo para la calle. La cosa estaba dificil alla y todos se las tenian que ingeniar para llevar un plato caliente a la mesa. Suerte que Fidel habia encontrado trabajo como camarero en un bar para hispanos y gringos. Sin duda, el era el sustento de la casa. Si no fuera por su Fidel...decia siempre. Entro por la puerta y dejo el saco de ropa, al que llamaba bolsa, en uno de los laterales del recibidor, no tenia animo para ponerse ahora a lavar, ordenar y planchar. Se descalzo en la entrada para no ensuciar el piso y se fue directa a la cama. El viaje a las afueras de La Habana para estar con su familia habia sido muy enriquecedor, pero agotador a la vez y era hora de descansar, asi que se fue a la cama y se desplomo como si llevara siglos sin poder tumbarse para relajar sus atormentados huesos. Se desperto dos horas despues. El calor era insoportable y fue a darse una buena ducha fria, pero no era suficiente, y sentandose en la mesa del sofa, encendio el ventilador. Era un soplo de aire fresco revitalizador. No sabia donde estaba Fidel, lo habia buscado al llegar en cada una de las estancias de la casa. Estaria por ahi disfrutando de su juventud con sus amigos o eso imaginaba. La verdad es que no habian tenido una vida facil y el no habia tenido una infancia del todo feliz, su padre habia muerto en un accidente de trafico y los habia dejado solos. Ellos estaban orgullosos de que hubiera luchado por la familia, por el pais, por la sangre, pero les habia dejado un gran vacio irreparable y aquello los carcomia por dentro. Dejo de entablar conversaciones con su propio subconsciente y se levanto para coger un vaso de agua y volvio a sentarse en la mesa. Alli habia una especie de television pequena que Camila no habia visto nunca. Se imagino que era de su hijo, pero la curiosidad mato al gato y la cogio entre sus dedos para examinar ese cachivache que no habia visto en su vida. Al cogerlo, apreto un boton y la pantalla se encendio como si de luces de neon se tratara. Alli habia escrito lo que parecia un libro dentro de la pantalla. ?Acaso aquello era posible? Camila jamas habia visto una Tablet y mucho menos un libro digital, asi que para Camila casi parecia brujeria. Empezo leyendo las primeras lineas y se quedo asombrada. Era la historia de unas amigas que viajaban a cuba para encontrarse con otras. Al principio Camila no entendia bien que estaba sucediendo, pero aquello la enganchaba mas y mas y no podia dejar de leer. Aquellas chicas iban a Cuba, !a Cuba! Su tierra, su mundo, su vida. Eso la animaba mas y mas. No entendia bien por que se hacian llamar la tribu, ?eran de alguna tribu indigena? Deberia preguntarselo a Fidel cuando volviera a casa. Siguio leyendo y descubrio que habia amigas en ese grupo que vivian en Cuba. Quiza las conocia y podia tomar un cafe con ellas para que le contaran si aquello era real o solamente una invencion. La verdad es que, aunque alli vivia mucha gente, todos se conocian y preguntando se llegaba a todos lados. Tomo un trago de agua y prosiguio su lectura animada, hasta se le habia pasado el sueno y tenia los ojos como platos dispuesta a leer mil y una historias de su Cuba natal. Rio cuando leyo como las chicas se morian de calor al llegar a Cuba, ella llevaba alli desde que nacio, hacia ya mas de sesenta anos y todavia no se habia acostumbrado a ese clima tan caracteristico, pero sabia que ya no podria vivir de otro modo, se habia acostumbrado a ello. Las siguientes lineas hablaban en unos terminos un tanto ardientes de los mulatos de la zona. Todas los amaban, en especial una de ellas, que los veia y se los queria comer a todos, como si fueran helados de chocolate con los que derretirse despues de darles unos cuantos lametones. Camila reia como una loca ante las ocurrencias que iba leyendo, incluso cuando aparecio un chico, que tenia la sensacion de que era de muy bien ver. La verdad es que no le hubiese importado para nada tener cuarenta anos menos y darle un buen repasito. Ya era mayor para enganarse a si misma, pero sonar era gratis. Dylan se hacia llamar en aquellos escritos que con tanta atencion leia. Le gustaron las promesas que hacian entre ellos y entre ellas y le encantaba que admiraran su lugar de origen catalogandolo como un lugar magico al que sin duda volver algun dia. Y entonces se quedo helada ante lo que vieron sus ojos. Alli, en aquel inicio de pagina se encontraba un nombre muy conocido para ella, y rogo al Dios suprema que fuera el y no otro, su querido hijo Fidel. El y una tal Ariadna coqueteaban sin cesar, y aunque ella se hacia la dificil, provocandolo a cada momento, en el fondo le gustaba, mas de lo que queria confesar. Si es que su hijo era muy bello, tanto por fuera como por dentro. Camila no sabia si realmente era su hijo, aunque queria pensar que asi era, sobre todo porque la historia se tornaria mucho mas interesante y la veria con otros ojos, o mas bien la leeria desde otra perspectiva. La chica, que supuestamente bebia los vientos por su hijo, se bebia hasta los charcos de los suelos, algo que Camila no aprobaba, pero se propuso que, si en verdad existia y podia encontrarla, corregiria esos malos habitos para que fuera una muchacha de buenos habitos y porvenir.

  • Lidia de Maria Eugenia Zuran

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    Lidia nacio en una lluviosa madrugada de noviembre.
    Llego al mundo con una percepcion pocas veces vista, algo heredado de una parte de su familia que le permitio presentir los eventos mas importantes de su vida. Crecio rodeada de susurros y sombras escurridizas: esas cosas que vienen de otro plano y solo asoman para unos pocos. Vivio acosada por algo agazapado en la penumbra de su dormitorio, algo a lo que durante mucho tiempo no le encontro explicacion y que termino por incorporar a sus dias con resignacion y acostumbramiento. Experimento el amor, la pasion, la soledad y el temor con una intensidad inquietante, hasta que finalmente la vida le develo los misterios que abrazaban su existencia y se suavizo el dolor, ese que siempre habia llevado clavado en el alma.
    Esta es su historia.
    Descubrela.

  • Aquel Viejo Sentimiento de Lorena Valois

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    Los tres hermanos Hunter parecian tenerlo todo gracias a su talento, atractivo y carisma.
    Forjando una carrera de musicos, cosechaban exitos y suspiros de sus fans.
    Pero fuera del escenario, no todo era color de rosa.
    Dylan habia encontrado al amor de su vida muy pronto y lo habia perdido por causa de un gran malentendido ocasionado por los celos y la desconfianza.
    Benjamin, tambien habia hallado el amor,aunque su discolo caracter escondia un duro secreto por debajo.
    Frederick, el mayor de los tres, amaba a la misma mujer desde hace anos, pero nunca se permitio acercarse a ella, desperdiciando valiosos anos en la espera.
    En medio de esa voragine en sus vidas, se veran envueltos en unos sucesos de venganza y oscuridad, que podria destruir todo cuanto le es querido.
    ?Que decision tomaran al verse enfrentados entre viejos sentimientos y unas nuevas emociones?
    Con mucha musica de por medio, unos personajes entranables y finales inesperados, Lorena Valois nos trae su primera novela romantica contemporanea.

  • UNA VIRTUD, ELYSIAN de Valentin Raya Cabrera

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    Elysian es una carismatica, perseverante, noble, risuena y extrovertida nina donde tambien cuenta con ciertas debilidades.
    Es algo perezosa, cabezona, ingenua y fantasiosa con un espiritu rebelde ansiosa por descubrir todo lo que le rodea, saciando a su alma.
    Dentro de su vinculo familiar compuesto por cinco miembros, donde esta pareja tiene tres hijas y Elysian es la menor de todas.
    No conto con la suerte de disfrutar de su infancia como le hubiera gustado al haber nacido en este seno familiar.
    La convivencia en aquella casa era un autentico circo de los horrores, donde tendria que lidiar dia a dia con una pesadilla.
    Este mal sueno nunca queria abandonar la compania de Elysian, intentaba alimentarse y robar esta luz que ella poseia en el crisol de su pura e inocente alma.
    Siendo extrano para ella, el llegar a pensar sobre aquellas personas que creia cercanas, se vuelven distantes mientras que otras personas sin unir ningun enlace sanguineo son mas cercanas y entranables.
    Una manana en una de sus alocadas aventuras interceptan en su camino Tom y Juana, llegando a sembrar una preciosa amistad que era un filtro para evitar cualquier apice sombrio de esta pesadilla pudiera enturbiar el correcto camino que debe tomar para lograr un destacado futuro lleno de armonia.
    Conseguira Elysian labrar dicho futuro o permanecera siendo un elemento mas de este circo permaneciendo para siempre aqui.

  • La chica de un solo ojo de Cesar Garcia Munoz

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    Nota: La chica de un solo ojo es un relato de 7 capitulos.

  • Cuatro meses de

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    Sinopsis de “Cuatro Meses” Cuando Kevin Conor llega a Barcelona en Octubre de 2.015 como joven periodista enviado por la editorial Dreams de los Estados Unidos para trabajar en la biografia del centenario Thomas Levi, ni siquiera intuye lo importante que va a ser esta experiencia en su carrera profesional. De la mano de Levi, un escritor hispano-estadounidense de prestigio mundial, y durante cuatro meses, va a emprender un viaje por algunos hechos transcendentes en la historia del mundo durante el siglo XX, en los que se vio implicado el escritor, sus familiares y sus amigos. A Conor se le ofrece la oportunidad de conocer directamente de un superviviente muchos de los hechos historicos recientes que para las generaciones mas jovenes se va disolviendo en ese pasado abstracto con el que no se siente una vinculacion especial. Thomas Levi es uno de los ultimos de esa generacion que como si fuese agua se nos va escapando entre los dedos poco a poco, desapareciendo de nuestro mundo. Pero esta novela no es tan solo un relato de hechos historicos ya que estos son el paisaje en los que se desarrolla una historia de amor y amistad que marcara para siempre la vida de todos ellos. Thomas Levi, al compartir su vida con el joven escritor le introduce en la riqueza de las relaciones personales de todo tipo: romanticas, familiares y de amistad mostrandole el gran valor que en su caso particular, ha tenido para poder vivir una vida tan plena como la suya a pesar de guerras y exilios. Alex, Agnes o Ada le acompanan durante practicamente toda la vida. Ademas de la mano de Thomas, viajan desde el Cardedeu (pueblo de la provincia de Barcelona) del primer tercio del siglo XX al Paris de los anos 30 anterior a la invasion nazi, la Espana de postguerra, la Europa que ha sufrido el nazismo y la vida moderna en Boston y Los Angeles. Todo esto es contemporaneo con el enamoramiento entre el periodista americano y la doctora que rige el centro en el que se encuentra Thomas en sus ultimos dias y con las presiones que recibe desde la editorial para que no se salga de las lineas marcadas en la elaboracion de la biografia. Un final sorprendente e inesperado cierra la obra.

  • Cuando los hechos cambian de Tony Judt

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    Por el autor de Postguerra, Algo va mal y Pensar el siglo XX.

  • La chica miedosa que fingia ser valiente muy mal de Barbijaputa

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    Barbijaputa, la tuitera mas canera y feminista de la Red, presenta su primera novela: la historia de Barbara, una chica miedosa que fingia ser valiente, aunque no demasiado bien.

  • Vuelveme a enamorar de Sarah Rusell

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    Martina despierta sin poder imaginarse que lleva un mes en el hospital, en coma, tras un accidente. No solo ha perdido la memoria, tambien todo su mundo.
    Nelson, un chico que va a verla al hospital y al que ella no reconoce, la ayudara.
    Nelson y Martina mantenian una relacion y el estara alli en cada momento para ayudarla a que los recuerdos vuelvan a su mente.
    ?Volvera a enamorarse de el?

  • Confiare en ti (Blue Heron 4) de Kristan Higgins

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    UNA CITA POR DESPECHO CON EL ROMPECORAZONES DEL PUEBLO NO PUEDE SER MALO, ?VERDAD? Una comedia romantica de Kristan Higgins con mucho amor y humor, autora ganadora de dos premios RITA.
    Emmaline Neal necesita una cita. Solo una. Alguien que la acompane a la boda de su ex novio en Malibu. Pero hay poco donde elegir en una loca- lidad como Manningsport, de setecientos quince habitantes. De hecho, opcion solo hay una: el rompecorazones del pueblo, Jack Holland. Todo el mundo le conoce, y el no se hara ninguna idea equivocada… Despues de todo, Jack nunca se interesaria en una mujer como Em. Y menos cuando su guapisima ex mujer anda por ahi, tratando de repescarlo desde que el se convirtio en un heroe al salvar a un grupo de adolescentes.
    Sin embargo, durante la celebracion de la boda las cosas dan un giro inesperado --y apasionado--. Aunque, bueno, solo habra sido una noche loca… Jack es demasiado guapo, demasiado popular, como para acabar con ella. Pero, entonces, ?por que es con ella con quien se atreve a hablar de sus sentimientos mas profundos y secretos? Si va a ser el hombre de sus suenos, tendra que empezar por creerle…

  • Eternidad negra (Obsidiana 4) de Victoria Quinn

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    En el instante en que el latigo estuvo en mi mano, estalle.

  • Feudalismo de Liborio Salazar

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    Retrato descarnado de una de las ultimas grandes pervivencias feudales: la universidad, una institucion de privilegios, servidumbres, abusos, corrupcion y luchas encarnizadas por el poder, que sirve de refugio a pederastas, parasitos indolentes, misantropos y meritorios.

  • La hija del pantano de Karen Dionne

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    Helena tiene por fin la vida que merece. Un devoto marido, dos hermosas hijas, un negocio que llena sus dias. Pero cuando un recluso emplea la violencia para escapar de una prision cercana, se da cuenta de que ha sido una tonta al pensar que podria dejar atras sus peores momentos.

  • La caverna de Jose Saramago

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    Con las dos novelas anteriores Ensayo sobre la ceguera y Todos los nombres, este nuevo libro de Jose Saramago, forma un triptico en que el autor deja escrita su vision del mundo actual.

  • Lineas del corazon de Ximena Peredo

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    Lo unico claro en la mente y el corazon de Olivia Breen es el sueno que ha tenido desde los cinco anos, formar parte del Royal Ballet de Londres y convertirse en una prima ballerina. El camino no es facil, asi que tendra que esforzarse mucho por conseguir su meta y sobre todo por no distraerse ante la presencia de Sebastian, su mejor amigo de toda la vida. ?Podra Olivia concentrarse en cumplir su sueno o lo abandonara por quedarse en Brooklyn al lado de Sebastian?

  • Carbon animal de Ana Paula Maia

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    Carbon animal”” es la historia de tres hombres vinculados por el fuego: el bombero Ernesto Wesley, su hermano Ronivon, incinerador de cadaveres, y Edgar Wilson, minero del carbon. Los tres malviven en un lugar que podria estar tanto en Brasil como en cualquier otra parte, siempre que sea tierra arrasada; durante una epoca que podria ser cualquiera, siempre que todo este acabado o a punto de acabarse.
    En ese tiempo y lugar, la energia se obtiene del carbon mineral y los cadaveres, los oficios son violentos o alienantes y la vida es una serie de reacciones donde el futuro no tiene ningun papel. En ese paisaje desolador, Ana Paula Maia es capaz de construir una novela profundamente lirica y humana, un drama corregido por un humor incendiario y cargado de imagenes casi cinematograficas.”

  • Solo tuyo (La fuerza de amar 1) de Barbara Crespo

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    Corrigiendo gracias por las observaciones.

  • Fervor de Maya Banks

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    Jace, Gabe y Ash son tres de los hombres mas ricos y poderosos del pais. Estan acostumbrados a conseguir todo lo que desean. Absolutamente todo. En el caso de Jace, es una mujer cuyos encantos lo pillan por sorpresa... Jace Crestwell, Ash McIntyre y Gabe Hamilton han sido amigos y socios de negocios durante todas sus vidas. Ellos son poderosos e irresistiblemente sexys. Ademas Jace y Ash lo comparten absolutamente todo, incluyendo sus mujeres. Cuando conocen a Bethany, Jace comienza a sentir cosas que nunca antes habia experimentado, enfermo de celos y de una poderosa obsesion que lo traicionan y sobrepasan hasta perder el control. Jace no quiere compartir a Bethany con nadie. Esta obsesionado con ser el unico hombre en su vida y esta dispuesto incluso a poner en juego su amistad de anos con Ash. Bethany sera unicamente suya. Incluso si esto significa darle la espalda a su mejor amigo.

  • Andre y Kira. La historia de un beso de M. Cavani

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    Andre ha estado enamorado de Kira desde que llego a su secundaria, mientras ella jamas le ha hecho caso, para Kira el volley es su unico y verdadero amor; pero una noche inesperada sucede algo que ni el azar habria previsto: un beso entre los dos. Desde entonces, Andre no ha hecho otra cosa que tratar de recordarlo mientras Kira solo quiere olvidarlo.

  • En plena confusion. Decidida de Patricia Geller de

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    Solte mis pertenencias en la habitacion del hotel al que habiamos llegado tras un vuelo mas que nefasto. En mi vida me habia sentido con mas ganas de llegar a mi destino, pero no por el lugar y ni siquiera por la compania, sino por salir huyendo del cerrado espacio en el que me asfixiaba debido a lo que contenia dentro… lo que callaba. Continuamente me mordia los labios para no romper a llorar mientras iba escribiendo en silencio mas sensaciones. El me facilito las cosas, ya que decidio, sin tener que pedirle nada, instalarse en otra habitacion, una contigua a la mia. No se encontraba muy lejos, pero tampoco estaba alli, a mi lado, como tendria que ser. No tenia ni idea de como ibamos a hacerlo. Mire la libretita en la que lo habia plasmado todo mientras volaba hasta alli, preguntandome cuanto mas tendria que escribir para poner punto y final a aquel infierno, cuanto mas quedaba por vivir y... descubrir. Francamente y con la mano en el corazon, reconocia que era lo mejor que habia podido hacer en mucho tiempo, deshojar cada parte de mi propia historia hasta entonces, leyendo a la vez que escribia, aunque quedaran lagunas, dudas... Aun asi, me habia servido de mucho, de tanto que no sabia como habia podido cometer esa terrible cadena de errores. A veces esperamos demasiado algo y, cuando llega, no es lo que habiamos imaginado. Eso era exactamente lo que me sucedia a mi. ?Cuantas veces os habia comentado las ganas que tenia de que llegaran mis dias de vacaciones? Pues ahi estaban. Mas tarde de lo previsto, pero eso era lo que menos me preocupaba, porque ya nada era igual… aunque trate de convencerme de que seria lo mas acertado. La situacion era la siguiente: Dani y yo, la preciosa Roma, silencio, dolor, dudas, rabia, contencion. Podria mencionar una y mil sensaciones mas, pero el resto resultaban mas que evidentes. A pesar de plantearme ese viaje con la intencion y necesidad de dar fin a ese calvario de una manera u otra... no sabiamos que decirnos. Con lo mucho que nos conociamos, las palabras no fluian entre nosotros. La conexion, sin mas, se habia perdido. Y luego quedaba Aaron, que nunca me perdonaria aquello, lo sabia. Me lance en la cama, boca abajo, impotente por no poderme arrancar la dolorosa opresion que hacia sangrar mi pecho, que me punzaba y me destrozaba cada vez con mas dureza. La misma que casi no me permitia respirar, recordandome una y otra vez los tropezones y cagadas que habia cometido en los dos ultimos anos de mi vida. Intensidad no habia faltado, ?a cambio de que? Era una sonadora, una ilusa por creer en las historias de amor. Quiza por ello me estaba dando ese tortazo. No podia olvidar la cara de Aaron cuando cruce el control de seguridad del aeropuerto para dirigirme al avion, su grito de impotencia y desesperacion por detenerme. Alli me di cuenta de mi error; sin embargo, tras su maldita frase, <>, supe que debia poner distancia para no terminar mas destrozada. Tambien supe que aquella no era la mejor opcion, y mucho menos con la persona que me acompanaba. Entonces, con esa soledad, con las reflexiones, con la vuelta al pasado gracias a la lectura y escritura, lo entendi.

  • Bradem (Hermanos Ramsay 2) de Adrian Blake

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    Mi nombre es Bradem Ramsey, y soy dueno de los hoteles que llevan mi apellido. Dicen que soy Lucifer en los negocios y Dios en la cama. y supongo que es cierto. Las mujeres siempre terminan satisfechas entre mis manos… porque me encargo de que asi sea. Pero ahora tengo un serio problema. Reese no quiere volver a mi cama.
    Su cuerpo me persigue dia y noche, la sensacion de estar dentro de ella me esta volviendo completamente loco. Pero tarde o temprano sera mia. porque conseguire que lo desee tanto como yo.

  • Caso cerrado. asesinato en Amsterdam de Anja De Jager

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    Ambientada en Amsterdam, la novela presenta a Lotte Meerman, una detective recuperandose de la devastacion emocional de su investigacion previa. Un aviso lleva a Lotte a un caso de asesinato no resuelto de diez anos en el que su padre era el detective principal. Cuando descubre irregularidades en torno a la investigacion original que lo hacen sospechoso, decide cubrirlo. Ella no le cuenta a su jefe sobre la conexion familiar y pone en peligro su carrera al ocultar evidencia. Ahora tiene que encontrar al verdadero asesino antes de que se descubran sus actos, de lo contrario su padre ira a la carcel y ella perdera su trabajo, la unica cosa en la vida de la que todavia se enorgullece. . .

  • Yo no la mate de Fernando Trujillo Sanz

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    Relato corto. Perfecto para leer en transporte publico.

  • Regalo del cielo de Mercedes Gallego

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    ?Puede ser Axel un regalo para el mundo y un infierno para Devon?

  • Quemame dentro de Sebastian Holik

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    Fue cuestion de suerte, mi mente lo recuerda entre las palabras que mi hermano dijo antes de que saliera de casa. Tal vez esta en lo cierto, no cualquiera llega a conseguir un empleo en plena crisis, menos en esta epoca del ano, sin embargo yo lo he logrado. Como todas las mananas compre el periodico en busca de algo que cubra los gastos que con mi madre no alcanzamos a pagar, y por fortuna lo acabe encontrando. No es precisamente un trabajo del que me este muriendo de ganas de hacer, pero en fin, se que voy a contar con el dinero justo que necesitamos. Llego a la parada despues de haber estado rogando no tener que estar sola, pero asi es, solo me acompana el sol que amenaza con quedarse detras de las nubes el resto del dia. Observo hacia mis costados, siempre es bueno hacerlo, al menos cada tanto, por las dudas de que ocurra algo malo. La delincuencia no tiene horarios, y en mi vecindario menos. Asomo mi vista hacia la calle en busca del bus que me llevara al trabajo. Sigo sin poder creer que alli voy. Despues de tantos dias de busqueda logre conseguir el empleo, y lo hice sin tener que pedirle ayuda a nadie. Viajo como era de esperarse: de pie, aferrada a un asiento para sostenerme, un tanto incomoda por la gran cantidad de gente que me rodea, pero nada importa demasiado con el optimismo que hoy llevo dentro. Bajo chocandome con el frio viento de julio. La tienda esta cerca. Camino hasta que llego a la enorme puerta de cristal rodeada de ladrillos a la vista y de un cartel encima con letras negras. Paso diciendo buenos dias. Mi jefe me responde con una sonrisa detras del mostrador y me indica que me acerque para estrecharle la mano. No puedo evitar sonreirle tambien, el anciano transmite alegria de solo verlo. Ojala la actitud que veo hoy en el se mantenga asi siempre, a veces noto que le cuesta un poco ser amable con la gente. --?Como te encuentras, Emma? Ese era tu nombre, ?cierto? --dice Raffaello. --Si --Asiento con la cabeza. No puedo culparlo todavia de que olvide mi nombre. --?Por donde empezare esta vez? --vuelvo a hablar. --Necesito que repongas la estanteria de la vajilla de la tercera fila. Me encargue de dejarte las cajas a un costado, asi que no tendras tanto que hacer. --Gracias --respondo alegre por haberme facilitado un poco el trabajo, no cualquier jefe haria lo mismo. Despego la cinta de la caja para abrirla. Saco plato por plato para ir ubicandolo en la estanteria. No es un trabajo dificil, pero requiere paciencia, algo que en ocasiones me cuesta tener. Si bien esta no es la primera vez que trabajo estoy nerviosa de echarlo todo a perder. Debo de tener cuidado con todo. Solo asi, en un futuro si todo marcha bien, quizas mi jefe me recompense con un aumento de sueldo. No es que el dinero que me pague no me alcance, de hecho si lo haria si no tuviese que compartirlo con Daniel, con quien salgo. El pobre se ha quedado sin trabajo hace un par de meses y todavia no consigue nada. Ademas, por sobre todas las cosas, tengo que colaborar con los gastos de la casa que mi madre a mas no poder se sacrifica en llevar. Ella estuvo presente cuando mi hermano y yo mas la necesitamos. A sus treinta anos enviudo en plena miseria y supo hacerle frente a ello sin quejarse ni una vez. Nos alimento, nos cuido, nos educo como pudo, pero lo hizo, y yo le respondere de igual forma. De espaldas siento una mano sobre mi hombro. Si se tratara de Raffaello creo que me hubiese llamado a lo lejos como siempre y directamente por mi nombre. Tal vez es algun cliente que no logre percibir. Que tonta me siento, a lo mejor el sujeto me estuvo llamando y yo aqui; sumergida en mis pensamientos sin hacerle caso. Me pongo de pie dispuesta a ayudarlo en lo que sea posible. Doy la vuelta corriendo un mechon de mi cabello castano que se interpuso en mi frente. Al mirar suspiro aliviada, para mi sorpresa es Daniel. --?Que haces aqui? --le pregunto asombrada. No recuerdo haberle dado la direccion exacta de donde trabajo. --Lo siento, no quiero causarte problemas --dice apenado--. Solo pasaba a preguntarte si no querias que salieramos luego. ?Salir?, ?me pregunta? El sujeto no tiene un solo centavo, desde luego yo menos, y de todas maneras me esta proponiendo que salgamos. --Espera --intento no sonar demasiado fuerte; no quiero que el dueno se moleste si llega a enterarse de que Daniel vino para algo poco importante--. No tengo dinero y creo que tu tampoco, ?o si?--No --me confirma tomandome de las manos--. Pero a ti si te queda algo, ?cierto? --Si, de hecho si. No supe que decirle. Tendria que haberle mentido, pero no soy buena mintiendo, mi cara jamas fue complice de mis palabras cuando trate sanamente de enganar a alguien. --Vamos, ?que dices? Quiere que salgamos, hoy mismo. No creo que sea buena idea, debo de abstenerme de ciertas cosas si quiero lograr vivir mejor. Pero el no tiene dinero, por ahora, y ya no recuerdo cuando fue la ultima vez que salimos juntos. --Bien --digo aceptando su proposicion--, pero no gastaremos mucho, ahora vete antes de que me reprendan. El rostro de Daniel se ilumina por completo, sonrie alegre y me da un fuerte abrazo prometiendome que la pasaremos estupendo esta noche. Al desprenderse de mi noto que alguien tosiendo se oculta detras: Raffaello. Espero no tener que dar demasiadas explicaciones, aunque seria lo justo, despues de todo el es mi jefe. --?Todo en orden? --pregunta molesto el anciano. --Si, senor, lo siento --me disculpo nerviosa. --Excelente. Si ya has acabado quiero que sigas con la proxima fila. --De acuerdo --digo mirando a mi novio que aun sigue de pie sin moverse. Con la mirada intento decirle a Daniel que es hora de que se marche, pero al parecer no lo entiende hasta que lo despido diciendole que pase a buscarme por mi casa a las nueve. No puedo evitar reirme al verlo salir apresurado del local. La incomodidad de la situacion, que de seguro comenzo a notar tras lo que le indique, provoco que estuviese a punto de llevarse una pila de cajas por delante. A veces no entiendo por que salgo con el, es decir, es apuesto, fuerte y en ocasiones logra hacerme reir, sin embargo siento que no son motivos suficientes para estar a su lado. Quizas hay alguien mas esperando por mi, alguien con otras cualidades que tal vez me hagan sentir diferente. Por supuesto, son suposiciones. Que haya un hombre capaz de hacerme perder por completo la cabeza no creo que sea algo que vaya a suceder, no conmigo. --?Sabes una cosa? --me detiene el anciano antes de que siga con el trabajo--. Te contrate porque pareces una buena muchacha, y creo saber que si tanto necesitas el empleo como me lo contaste en la entrevista… sabras valorarlo, ?o me equivoco? Me esta reganando. Al parecer no fue suficiente con haberle pedido disculpas cuando me sorprendio abrazando a Daniel. ?Que espera?, ?que lo haga de nuevo? --Lo siento --Suspiro conteniendo mi enfado. --No quiero volver a ver a ese joven molestando por aqui --advierte con su dedo. --No, senor. --Bien, sigue con tu trabajo. Por un momento cuando por primera vez hable con Raffaello me convenci de que seria un jefe diferente de los que tuve, no sumiso porque para eso es el dueno de la tienda y debe tratarme como la empleada que soy. Lo que quiero decir es que no pretendo que me ayude con las tareas como ya lo hizo, simplemente que sea un poco mas comprensivo. Yo no invite a Daniel, ni siquiera sabia que conocia el local. Pero eso de seguro no lo entenderia, esta enojado y cualquier cosa lo respaldaria frente a los cinco minutos de conversacion que tuve. Estoy en mi habitacion buscando uno de los vestidos que mas me gusta usar cuando suelo salir. Tal vez ya no este muy de moda, pero a mi me sigue gustando de todas maneras. Tiene una textura gris que se ajusta perfecta a mi silueta, botones dorados en los hombros y en la cintura que hacen que con la chaqueta negra arrojada sobre la cama sea la combinacion perfecta. Son las ocho y cuarto, en poco tiempo Daniel vendra por mi. Ya me di una ducha de agua bien caliente. Falta que se me seque el cabello, me maquille y estare lista, claro, si logro encontrar el atuendo que quiero llevar puesto. Me siento en el borde de la cama cubriendome todavia con mi toalla, pensando en donde pude haberlo dejado cuando la puerta suena dos veces. --Emma, ?podria pasar? Encontre el vestido --dice mi madre desde el otro lado. --Claro, pasa. ?Donde lo encontraste? Se la nota algo consternada, como si tuviese miedo de decirme algo que pudiera llegar a hacerme enojar. Esta nerviosa, puedo darme cuenta por sus manos cuando me entrega la prenda y luego retrocede unos pasos para mirarme sin decir nada. --?Que sucede? --pregunto. A ella le hara bien contarme lo que piensa y a mi me lo hara escucharla. --Nada importante, dejare que te cambies --Gira, pero la detengo. --No me dijiste donde lo encontraste. El rostro de mi madre queda enmudecido. Vaya, de eso se trata. ?Que puede ser tan malo como para que no me diga nada? --Tuve que lavar el vestido, estaba un poco sucio. Tu hermano se lo regalo a Neena la semana pasada cuando vino a cenar. Ambos durmieron ayer aqui y pude quitarselo porque lo trajo puesto. Estaba tirado en el suelo junto a la puerta. --?Y es que no les dijiste nada? --Trato de calmarme.

  • Sigilo de Ismael Martinez Biurrun

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    Fede ha sido contratado para vigilar las obras de un rascacielos condenado a demolicion por fallo estructural, cuando alguien se presenta con una oferta insolita: recibira una gran suma de dinero si deja que ciertas personas suban a la azotea la proxima medianoche. La suerte quiza este a punto de cambiar para una familia ensombrecida por la tragedia; en una remota autopista, su hermano Andres agota el ultimo cartucho de desesperacion tratando de extorsionar a un empresario, mientras la madre de ambos busca ayuda para liberarse de los fantasmas que la atormentan. El pasado de los tres regresa encarnado en un hombre llamado Coppel, nucleo oscuro donde confluyen todas las grietas de esta familia.

  • Torrijos Parador de Helena Acosta

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    En pleno siglo de Oro Espanol, en un parador de Toledo, un muchacho al que apodan El Pequeno se cuela por los rincones y recorre los pasillos para luego sentarse a la mesa de la cocina y deleitar a los sirvientes con sus historias. Nada escapa a la mirada curiosa del Pequeno, y menos cuando se trata de los devaneos y amorios prohibidos de los nobles senores ahi alojados. Esta obra es un compendio de alguno de esos relatos, que te transportaran a un mundo lleno de erotismo y sensualidad en las postrimerias del siglo XVI.

  • Tu, mi sueno de Marifer Jorquera

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    Gina Avalos es una mujer con una vida comun y corriente, madre de dos adolescentes a quienes adora. Se caso muy joven e ilusionada con su primer amor. Sin embargo, con el pasar de los anos, las mentiras y las deslealtades provocaron que aquel sentimiento se diluyera de forma tortuosa. Ella ha estado atrapada durante dieciocho anos en un matrimonio que la hace sentir cada dia mas infeliz, puesto que Jose, su esposo, es un hombre egoista y manipulador. Gina suena en secreto con un actor italiano. Fabrizio Cacciatore es el dueno de sus fantasias desde que lo vio protagonizando la pelicula romantica mas exitosa de los ultimos tiempos. La vida monotona de esta abnegada madre y esposa cambia de modo inesperado cuando aparece el hombre con el que lleva meses sonando. Fabrizio, despues de sufrir un accidente automovilistico, se ve obligado a permanecer en reposo durante un tiempo. En la intimidad de su habitacion, conoce a una mujer maravillosa a traves de sus redes sociales. La joven le ha devuelto la alegria que creia perdida. ?Podran las fantasias hacerse realidad? ?Estaran dispuestos a transformarse en mas que un sueno? *** Jacinto Benavente dijo: <>. Prologo. El rodaje de la pelicula <> no iba a comenzar hasta dentro de un mes. Fabrizio revisaba el libreto que acababan de entregarle y se preguntaba por enesima vez si habia hecho bien en aceptar el papel que le habian ofrecido. Giancarlo, el personaje que interpretaria, era un chico ilusionado con el amor, un concepto en el que Fabrizio ya no creia. Todas sus relaciones acababan estrepitosamente y de la manera mas mediatica posible, razon por la cual el no queria involucrarse en relaciones a largo plazo, optando por mantenerse sin pareja. Ya no era un jovencito que pudiera irse de putas por ahi o buscarse a alguna chica para pasar la noche. A sus treinta y tres anos, ya no le atraia salir de fiesta todos los dias --como a la mayoria de sus colegas-- y, aunque el no aparentaba los anos que tenia, si estaba consciente de ellos. Ademas Giannina, su mejor amiga, no dejaba de recordarselo cada vez que tenia la oportunidad. <> o <> narraba la vida de un hombre enamorado de una chica llamada Azucena, quien padecia de un cancer terminal. Ambos jovenes se amaban con locura, lo que incentivaba al personaje interpretado por Fabrizio a hacer todo lo posible para que los ultimos dias de su amada fueran felices. Se preocupo de detalles tales como regalarle una peluca, llevarla a los conciertos de su banda favorita, hacer juntos angelitos en la nieve y amarla bajo las estrellas. Incluso pretendia casarse con ella. Sin duda, el era el hombre sonado. Cualquier mujer mataria por tener a alguien como Giancarlo en su vida, algo que a Fabrizio le complicaba un poco. A pesar de que le encantaba su trabajo, le incomodaba la exposicion publica. Era una persona un tanto reservada y de pocos amigos. Su refugio mas grande era su familia, con quienes mantenia una excelente relacion basada en el carino y el respeto mutuo. Para el no fue facil hacer esa pelicula. La unica razon por la que acepto ese papel fue porque quedo maravillado con el guion, sobre todo con su personaje. Giancarlo era un ser utopico, un hombre tan sacrificado que dejaba de lado su propia amargura con tal de ver feliz a su amada. Por ella, era capaz de ocultar su dolor, pues preferia sufrir amando que morir sin haber conocido ese sentimiento. Fabrizio se consideraba la antitesis de Giancarlo; el preferia ahorrarse el dolor y no amar. Su madre, quien ademas era una de sus mejores consejeras, le aseguraba que el dia en que se enamorara de alguien de verdad, seria capaz de sufrir igual o incluso mas que Giancarlo. Sin embargo, Fabrizio pensaba que ese dia nunca llegaria. El creia que jamas podria involucrarse con alguien de la misma forma que su personaje. Durante el rodaje, Fabrizio se comporto de manera muy profesional. Todos los productores y tecnicos estaban fascinados con su gran actuacion. Ellos sabian que la pelicula seria un exito de taquilla y que Fabrizio Cacciatore seria idolatrado por millones de fanaticas en todo el mundo. Lo que no se esperaban era que una de esas tantas mujeres cambiaria la vida del actor para siempre. Capitulo I <> En un dia normal, el nunca habria tenido tanto tiempo para dedicarlo a revisar sus redes sociales. Ademas, estaba habituado a que otras personas se encargaran de hacerlo por el. No obstante, ahora la realidad era distinta. Aquel accidente en moto le habia obligado a mantener reposo y a usar un yeso en su pie derecho. La situacion le resultaba bastante aburrida a Fabrizio, motivo por el cual decidio encargarse de leer lo que se decia de el en las redes sociales. Por primera vez en su carrera, dejaria de delegar esa actividad en su agente y en el resto de personas que trabajan con el y analizaria lo que opinaban acerca de el: lo bueno, pero tambien lo malo. A sus treinta y tres anos, Fabrizio Cacciatore era el actor italiano de teatro y de cine mas aclamado de los ultimos tiempos, aunque en realidad fue una sola de sus peliculas la que lo catapulto al exito. El resto de su carrera la habia dedicado al teatro y la television. Fabrizio era el menor de dos hermanos. Era un gran aficionado a las motos y al ejercicio fisico. De hecho, visitaba los gimnasios con asiduidad y jugaba futbol cada vez que podia. Tanto el como el resto de su familia eran grandes fanaticos de ese deporte y no se perdian partido de su equipo favorito, el A. S. Roma. El actor le debia su fama a la pelicula romantica mas exitosa de los ultimos tiempos: <>, la cual triunfo no solo en su pais, sino que tambien en otros lugares como Sudamerica y en algunas naciones europeas, como Portugal. Las mujeres abarrotaban los cines, ya que todas querian a un Giancarlo en sus vidas, quien se entrego por completo con tal de hacer feliz a Azucena en sus ultimos dias de vida, amandola con locura hasta el final. Al comienzo, Fabrizio no queria participar en la pelicula, dado que no estaba en sus planes encasillarse como galan romantico. El era actor de teatro experimental, de los clasicos, pero su amiga del alma y casi hermana lo convencio para que se presentara a la audicion. Giannina le hizo entender que la pelicula seria asombrosa, sin embargo, el jamas adivino la magnitud que su fama alcanzaria en otras latitudes. Fabrizio recibia mensajes en ingles, en portugues y muchos en espanol y, aunque sabia que era posible, no entendia que era lo que motivaba a aquellas mujeres de otras nacionalidades a escribirle tantas cosas. --Debi haber hecho esto antes --expreso, poniendole voz a sus pensamientos mientras leia los mensajes de su Instagram--. Se agradece un poco de distraccion para olvidar, por fin, que debo llevar este yeso. Ademas, es bueno para subir mi ego. --No creo que necesites que te suban el ego hermano, ya de por si lo tienes en la estratosfera --dijo su hermano, quien venia entrando a su hogar, mientras movia su cabeza de forma reprobatoria. Fabrizio le palmeo la espalda a su hermano a modo de saludo y este no dejaba de reir. --Ahora cuentame, ?como te paso esto? --interrogo, apuntando el yeso que Fabrizio tenia en el pie--. Apuesto que no viste por donde ibas por estar mirando a una mujer. --Nada de mujeres esta vez --respondio Fabrizio--. Un perro pequeno se me atraveso y, por intentar esquivarlo, choque yo. --San Fabrizio de Asis, ?desde cuando eres protector de los animales? --pregunto con ironia su hermano--. Ah, desde la ultima de tus novias, ?como se llamaba? ?La que era madrina de una perrera? Algo de amor por los animales te dejo. --Luca, deja de decir estupideces. Solo quise evitar atropellar a un perro y ya. --La voz de Fabrizio denotaba seriedad, ya que nunca le habia gustado que le recordaran su pasado amoroso, lleno de muchas relaciones y varios fracasos. --Ya, !tan sentimental hermanito! Solo vine porque queria subirte el animo, pero como parece que no estas de buenas, mejor te dejo y me voy a la oficina. Yo no soy una estrella, asi que debo trabajar como el resto de los mortales --comento Luca riendo. --Andate y dejame solo. No sirves ni para subir el animo, sigue como arquitecto mejor -- respondio riendo mientras le lanzaba una almohada. Con treinta y nueve anos, Luca Cacciatore era el mayor de los hermanos. El y Fabrizio eran los hijos de don Luca y dona Maria Cacciatore. Su familia contaba con gran prestigio en el mundo de la arquitectura. De hecho, eran famosos en Roma gracias a las variadas construcciones realizadas por su empresa. Luca decidio continuar con la tradicion familiar, a diferencia de Fabrizio, quien nunca mostro interes en la arquitectura, pues su vocacion siempre estuvo ligada a las artes, razon por la cual comenzo a actuar en teatro a los quince anos. En la actualidad, ha logrado alcanzar gran reconocimiento en toda Italia, especialmente en Roma. No solo por su carrera, sino que tambien por sus romances fallidos con feminas del espectaculo, los cuales le han hecho ganar la fama de coleccionista de mujeres. En cuanto Luca se marcho, Fabrizio se levanto del sofa con dificultad --tratando de no maltratar mas su pie enyesado-- y se dirigio hacia el mueble donde estaba su equipo de sonido. Conecto su iPod y puso una lista de reproduccion para subirse el animo. La voz de Robbie Williams cantando Rock DJ inundo el lugar. Mientras escuchaba la musica y hacia lip-sync [1], Fabrizio regreso con precaucion a su comodo sofa para continuar revisando las redes sociales en su iPad. No pudo evitar sonrojarse cuando leyo algunos de los comentarios que habia recibido en Instagram y en Twitter, cada uno mas atrevido que el otro. A pesar de que varias de las declaraciones le llamaban la atencion, no entendia la razon por la cual lo querian tanto. Sabia que las mujeres fantaseaban con el, pero no estaba consciente de la extension de tales deseos. El hecho de que ellas le expresaran que el era su gran amor le hacia sentir fascinado y perturbado a la vez. Una de aquellas fanaticas llamo su atencion debido a su tenacidad. Luego de revisar el historial del chat, Fabrizio descubrio que ella llevaba meses enviandole mensajes de diferentes temas, algunos mas alegres y otros mas melancolicos. La mujer le habia escrito todos los dias durante casi tres meses para mandarle una postal, un chiste, una opinion... lo que sea. Esto desperto la curiosidad de Fabrizio por saber mas de ella, pero sabia que no podia seguirla directamente. Como anhelaba conocerla de verdad, decidio inventar una nueva identidad para que ella no pudiera descubrir que, en realidad, era el quien la seguia. A traves de un perfil falso, el podria obtener mas informacion sobre ella. Ademas le serviria para entretenerse, ya que no habia nada mejor que una identidad oculta para poder sentirse libre del escrutinio de los demas. Podria decir lo que pensaba sin necesidad de controlar lo que publicara. Se demoro solo un instante en concretar su idea. Un nuevo personaje acababa de nacer: Eros, su alter ego. Un alma libre con derecho a decir lo que se le ocurriera. Comenzo a seguir a una infinidad de personas, partiendo por la mujer que lo tenia tan intrigado. Debia pensar en la forma mas adecuada para acercarse a ella como Eros, pero ?que le diria? ?Como se pondria en contacto con ella? ?Como haria para entablar una conversacion con ella? Fabrizio sabia algo de espanol, pero no estaba seguro de si seria suficiente. De todas formas, igual lo intentaria, porque esa mujer lo tenia realmente interesado. La posibilidad de navegar por las redes sociales con total libertad era algo novedoso para el. Sin embargo, le hizo descubrir lo que algunas personas decian de el, causandole una tremenda decepcion, pues creia conocer mejor a esa gente. De hecho, algunos de sus supuestos amigos fueron incapaces de mostrarle lealtad y empatia tras su accidente en moto. Muchos de ellos aseguraban que le habia ocurrido por conducir borracho, lo cual no era cierto. Fabrizio solia beber con moderacion; se emborrachaba solamente en su casa o con su amiga y jamas se permitia perder el control de sus sentidos fuera de sus lugares seguros. El no deseaba ser victima de la prensa amarillista, que lo acosaba desde que termino su relacion con su ultima novia: una presentadora de television. Gracias a su nueva identidad, el pudo enterarse de que aquellos a quienes creia mas cercanos habian sido los primeros en asumir que manejaba bajo la influencia del alcohol cuando, en realidad, el ni siquiera habia bebido ese dia. Gracias a su nuevo nombre, pudo darse el lujo de ser contestatario y de cuestionar los dichos sobre su supuesta embriaguez, respaldando sus argumentos con las pruebas del hospital donde fue atendido. Aprovecho que los documentos senalaban que no habia ni una gota de alcohol en su sangre y se defendio con la seguridad que le conferia su alter ego. Fabrizio veia como su mundo se desmoronaba. Noto que muchas de aquellas personas que solian tratarlo de forma muy condescendiente, eran capaces de hablar de el y ventilar aspectos de su vida privada en las redes sociales, incluso sabiendo que podian danarlo. Se sentia decepcionado y ya no confiaba en nadie, solo en sus admiradoras, quienes siempre lo apoyaban. A pesar de todo, existia una luz al final del tunel; una luz con la forma de una mujer desconocida que le enviaba mensajes a diario. Cada vez que Fabrizio leia uno, su animo mejoraba considerablemente. Con esta acerrima defensa que Eros le daba a Fabrizio, este personaje se gano el aprecio de muchas de las fanaticas del actor. En especial de una, que era la que a el mas le importaba. ************************* Gina no era una persona comun. Ella no se parecia en nada a las mujeres que se suelen encontrar en las portadas de las revistas de moda y tampoco le interesaba serlo. Gina era feliz siendo loca y desatada. Era de esas personas que cantan las canciones de la radio y bailan solas tratando de ponerle algo de color a aquellos dias grises que acostumbraba vivir. Se caso muy joven, a los diecisiete anos para ser exactos. Tuvo su primera hija a los dieciocho. A sus treinta y cinco, ya era madre de dos adolescentes: Azul de diecisiete anos y Alejo de quince. Su matrimonio fue un error desde el principio, ya que sus motivos para hacerlo fueron su embarazo y su necesidad de huir de la mala relacion que tenia con su madre. No sabia por que su vida habia tomado ese rumbo. Sin embargo, trataba de ser optimista y alegrarse con las cosas que podian proporcionarle una cierta dicha. Siempre fue una aficionada a la lectura. Aunque tenia poco tiempo, trataba de hacerlo con frecuencia. Gracias a esta actividad, ella pudo conocer a varias chicas que compartian su entusiasmo por esta pasion y por sus amores literarios y fantasias. Todas eran mujeres increibles, llenas de carino e ilusiones; amigas leales que no dudaban en darse animos para seguir viviendo sus vidas, algunas mas dificiles que otras. Entre todas las fantasias de Gina, la mayor y mas recurrente estaba protagonizada por un actor de cine italiano dueno de profundos ojos grises y de una sonrisa cautivadora, a quien conocio en una pelicula que vio junto a su mejor amiga y jefa, Fatima. En el filme, el personificaba a un hombre que se esforzaba por hacer feliz a su mujer durante el poco tiempo que le quedaba de vida. Desde ese momento, Gina lo miraba obnubilada. Cada imagen que veia de el encendia emociones desconocidas en ella; sentimientos que hace varios anos no afloraban en su corazon. Gina sabia que solo eran fantasias, de esas que existen unicamente en la ficcion. Sin embargo, su lema de vida siempre fue: <>. Era feliz imaginando aventuras excitantes y sensuales junto a el. De hecho, tuvo que recurrir en mas de una ocasion a esos suenos para tener sexo con su marido, con quien no conseguia un orgasmo desde hace mucho tiempo. Ella fingia para no dar explicaciones, pero lo cierto era que sus mayores momentos de placer sucedian en completa soledad, fantaseando con ese hombre que la trastornaba. Su relacion de pareja se encontraba una vez mas en un punto muerto, al igual que a lo largo de los dieciocho anos que llevaban juntos. Sus crisis matrimoniales eran frecuentes, y su relacion iba cuesta abajo. Cada dia sentia mas la frialdad de su marido. No obstante, Gina no le endosaba la culpa solo a el, ya que ella habia perdido la confianza en el, y el amor se habia apagado anos atras. Lo unico que les quedaba era una union por conveniencia mutua: Jose no dejaba la casa porque no queria alejarse de sus hijos, y ella no se iba porque no tenia donde ir. De esta manera, esta tensa situacion se fue extendiendo ano tras ano. Gina deseaba que sus hijos crecieran y alcanzaran su independencia, pues asi podria dejar de estar, por fin, con alguien a quien ya no amaba. Si bien el carino todavia existia --en cierta medida por los anos de vida compartidos--, el amor se habia enfriado hasta que su corazon se convirtio en un tempano. Dado que los chicos ya se habian ido al colegio y que ella estaba sola en su casa, encendio la radio para disfrutar de un poco de musica antes de partir a su trabajo. De pronto, una cancion llego a sus oidos causando que la tristeza tocara su corazon. Este tema lo recordaba con nostalgia, pues fue la primera vez que beso a Jose mientras bailaban al ritmo de Bryan Adams: <> Gina, a sus cortos diecisiete anos, se dejo enamorar por aquel chico lindo y lo amo con locura. El la conquisto diciendole frases lindas al oido --palabras que ella siempre habia querido escuchar-- mientras oian aquella melodia de fondo. Ella se entrego en cuerpo y alma a ese amor. Dieciocho anos despues, las cosas habian cambiado demasiado. Esta cancion ya no le provocaba nada mas que tristeza; una pena infinita por todo lo que habia tenido que vivir. Gina sabia que ya nada era igual, pues si en esos anos ella habia perdido la cabeza por Jose, ahora estaba perdiendo su corazon. La unica forma de sobrevivir a esta situacion era a traves de sus suenos y fantasias. Gina debia reconocer que, al menos, el imaginarse con otros hombres habia logrado que su relacion funcionara mejor en el ambito sexual. Aunque ella admiraba a su marido --era un excelente padre con su hija, a pesar de que su relacion con el chico era distante--, los enganos, las promesas jamas cumplidas y las infidelidades de Jose hicieron que de a poco el amor fuera muriendo. Solo quedaba esperar el fin, el cual tardaba mucho en llegar. La fantasia de Gina tenia rostro y cuerpo. Desde hace meses que la imagen de Fabrizio Cacciatore rondaba en su cabeza, razon por la cual decidio escribirle en todas sus redes sociales con la esperanza de obtener aunque fuera unas pocas palabras de el. Lo hacia todos los dias, sin descanso. Si no le enviaba fotos, eran palabras, frases en distintos idiomas o cualquier cosa que se le ocurriera. Ella utilizo todos sus recursos para que Fabrizio supiera de su existencia. Ese dia, despues de dejar todo ordenado y limpio, Gina se dispuso a salir de su casa para ir a su trabajo. Debia apurarse, ya que estaba algo retrasada. Escucho el sonido de su celular anunciando la llegada de un nuevo mensaje. Vio que habia recibido una solicitud de amistad en Facebook de un tal Eros. Ella la acepto sin darle demasiada importancia, pues no imaginaba el cambio que este hecho traeria a su vida.

  • Lady Sophia de Lydia C. Ramirez Blytherose

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    En el Londres del siglo XIX, y tras haber sido repudiada por su familia, lady Sophia Phillips vive su existencia alejada del mundo dentro de un convento, cuando de repente su presencia es solicitada por su madre.
    Todo cambiara para ella, sobre todo ante la subita proposicion de Stephen Rutterford, un caballero sin titulo, pero con una gran fortuna.
    ?Habra una segunda oportunidad para Sophia de ser feliz? ?O volveran sus fantasmas pasados a atormentarla de nuevo?

  • Contigo amor de Ester Davo

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    TU HERMANA VOLVERA a la ciudad esta noche. Esperaba que pudieras quedarte por aqui hasta entonces, al menos hasta que llegue, seria lo ideal. --No se si puedo. El trabajo ha estado agitado y necesito volver a la ciudad. Mi mama me miro como si no me creyera o no pensara que era lo suficientemente importante como para dejar de lado lo que ella estaba pidiendo. No era el trabajo lo que me iba a retrasar. Era el hecho de que tenia otras cosas que hacer. No era el trabajo de 9 a 5 lo que me mantuvo ocupado, sino lo que hacia en mi tiempo libre y que ella no conocia, lo que me causo tanto dolor. Lo que se suponia que no debia saber, pero siempre sospecho algo cuando su regalo costaba demasiado durante las fiestas. Todavia estaba tratando de mantenerla en la oscuridad sobre el trabajo, asi que nunca fue una buena idea tratar de usarlo como mi excusa. --Vas a tener que hacer tiempo para Karla. No la he visto en todo el ano y seria bueno tener a mis dos hijos de vuelta en el mismo lugar. Sabes que nunca se queda mucho tiempo. ?No extranas a tu hermana? Aqui viene la culpa y sabia que iba a perderme en ella si no encontraba rapidamente una razon por la que no pudiera quedarme. --La echo de menos, pero creo que va a regresar por un tiempo. ?No se va a demorar un tiempo en volver a irse? Se suponia que me encontraria con Mario mas tarde. --Bueno, dile que venga. Yo tampoco lo he visto en mucho tiempo. Nunca te veo desde que te mudaste a la ciudad. Espero que Karla no haga lo mismo. Ustedes se van a la universidad y no regresan. Se supone que debes volver a casa despues de graduarte. --Tuve que ir donde estaba el dinero. Nadie de por aqui quiere pagar nada, asi que a menos que quieras que extraiga gasolina en la estacion, no hay nada para mi aqui. Se mecia de un lado a otro en su mecedora de madera, con un te en la mano. El porche ofrecia una buena vista y mama estaba disfrutando de la brisa. Lo que no entendia era por que todo se reducia a esto. ?Por que ella no podia ver que era miserable en este pequeno pueblo para alguien menor de cincuenta anos? No habia trabajos, ni gente a la que realmente quisiera ver por ahi. Hartford siempre habia sido el tipo de lugar que querias dejar. No importaba como llegabas alli, no era un lugar para quedarse. Era un lugar para saltar y no queria volver a la vida lenta que tenia aqui. Preferia la vida acelerada que habia hecho para mi en la ciudad. --Lo se hijo. Ojala estuvieras mas cerca y no tan ocupado… --Intentare venir mas. El viaje no es tan malo. Ella se sonrio a si misma y ambos sabiamos que habia ganado. Mama conseguia lo que queria con sus suaves sugerencias porque Karla y yo sabiamos que era su manera de manipularnos para que hicieramos lo que ella queria. Aunque lo sabiamos, no cambio la eficacia de sus tacticas despues de todos estos anos. --Bueno, me gustaria verlos mas y por una vez me gustaria que ambos estuvieran en casa al mismo tiempo y cenaramos juntos, echo de menos eso. Si ustedes empezaran a tener sus propios hijos, yo tendria nietos para mantenerme ocupada. --Vale, tu ganas. Me quedare hasta que vuelva Karla, pero no hablemos de nietos. Ni siquiera tengo una novia estable ahora mismo, asi que eso va a tener que esperar. --?Que hay de Andrea? Parecia una buena chica. Me rei para mi mismo y movi la cabeza. Andrea fue una chica con la que tuve un buen sexo y lo hacia como si su vida dependiera de ello, pero ella no era realmente el tipo de mujer con la que me gustaria casarme, si es que existiera tal cosa. Era algo pasajero y solo la habia mencionado antes para evitar una conversacion similar sobre mi vida amorosa. Nunca fue lo que queria conversar con mi madre. --Simplemente no funciono. Solo tengo veinticuatro anos. Nadie que yo conozca esta casado todavia. Es mejor encontrar la correcta, ?no? --Supongo, pero no esperes demasiado. Me estoy haciendo vieja y tu padre tiene cinco anos mas que yo. Me gustaria ver a mis nietos antes de dejar este mundo. Le sonrei y volvi a mover la cabeza. Era dificil que me irritara con ella y en este momento no podia hacerlo. Se salio con la suya, siempre lo hizo y no pude hacer nada al respecto. Los que nos conocian a los dos me decian que obtuve ese rasgo especifico de ella. Ni siquiera el diablo podria rechazarme. Bueno, ella era la unica persona a la que no podia convencer. --Bien, entonces tengo un par de llamadas que hacer y luego voy a recoger a Mario. --Vuelve para la cena. Voy a hacer tu plato favorito. Ahora me estaba sobornando con comida. Monica usaria cualquier cosa que estuviera en su poder y como siempre habia sido una gran cocinera lo utilizaba para chantajearme. No podia decirle que no a su lasana y ella lo sabia. --Estare aqui a las seis. Papa estara en casa para entonces, ?verdad? Monica asintio con la cabeza. --Como un reloj. Me gustaria que tuvieras algo como para que yo sepa donde estas y cuando esperarte. --Vale mama, tengo que irme. Volvere en un momento. Sali del porche antes de que me arrastrara a otra cosa. Realmente necesitaba volver a la ciudad de inmediato, pero iba a tener que esperar y ver como me iba. No habia forma de salir de la cena y luego ver a Karla. Karla era hostigosa como mi madre. Ella me obligaba a hacer las cosas. Eso es lo que habia hecho antes de cruzar el pais para ir a la universidad. Dudaba de que algo hubiera cambiado. La unica diferencia que vi en el verano cuando ella regreso fue que era mas molesta de lo normal. Al subirme a mi pequeno coche rojo, sali de la entrada, pero no lo suficiente, podia mirar a la mujer mayor en el porche. Me lo diria si pensara que estoy siendo demasiado torpe. Mire hacia atras en mi espejo retrovisor y juro que pude ver el ceno fruncido en su cara. Suspirando para mi mismo, pense en no volver. Sabia que la proxima vez que la viera habria consecuencias. Solo seria una cena, ?verdad? Entraria y saldria en un abrir y cerrar de ojos. Mario y yo tendriamos que conducir cuando todo terminara. Tenia asuntos de los que habia que ocuparse esta noche, de una forma u otra. Si no, tendria que resolverlo todo cuando volviera. Odiaba dejar el club desatendido por mucho tiempo, especialmente un sabado por la noche. Era como buscar problemas. CAPITULO 2 MARIO --?COMO demonios sabia que te encontraria aqui, Mario, con una mujer sexy en tus brazos? -- Mire a Camilo y movi la cabeza. --Porque vienes en el peor momento como siempre y solo hay un bar en toda la ciudad. ?Donde diablo iba a estar si no aqui tratando de probar la comida local? Ha pasado un tiempo desde que encontre una tan dulce. La mujer a mi lado se puso a reir, le gusto la atencion y me dio a entender que ella era el tipo de chica que estaba buscando. --Cierto. ?Y a quien tenemos aqui? Estaba mirando a la rubia sexy que acababa de conocer con el nombre de Lucy. Estaba seguro de que no era su nombre real, pero no importaba. La mujer era dulce y me apetecia un poco de azucar. Lucy lo haria muy bien. Ademas, queria ser bailarina y ser famosa en Chicago, asi que, ?quien era yo para matar sus suenos? Eramos duenos de un club en Chicago y siempre estabamos buscando chicas nuevas. Todas las chicas tenian otras aspiraciones, esperando esa unica oportunidad. Lucy queria ser actriz algun dia. Por ahora le iria bien desnudandose en el escenario. --Quiere venir con nosotros al club. Ella es Lucy y quiere bailar para nosotros, Camilo. Le dije que tiene lo que hace falta, ?no crees que si? Bonito cuerpo y una cara bonita. Creo que los chicos pagaran bien por verla desnuda. ?No lo harias? El la miro de arriba a abajo y yo pude ver un ligero brillo en sus ojos. --Si, ya lo veo, pero no es un buen momento para traer mas chicas. Tenemos que volver a cenar a mi casa antes de irnos. Monica no nos dejara ir sin compartir la cena y esperar a que llegue Karla. Dijo que tu tambien debes venir, asi que estoy aqui para recogerte. No quiero entrometerme en tu diversion que sin duda estas a punto de tener con esta encantadora jovencita. No iba a discutir con la madre de Camilo, especialmente si estaba cocinando. Desde que Camilo y yo eramos amigos desde hacia anos, siempre me habia encantado su cocina. Pero tenia razon sobre para que estaba alli. Queria deslizarme en esta mujer inmediatamente. No queria esperar, pero lo haria. Mi mama se habia ido hace mucho tiempo y ni siquiera la recordaba, asi que la mama de Camilo siempre me habia invitado a pasar las fiestas. Monica me hizo sentir bienvenido y no podia rechazarla. --Bueno, ella consigue lo que quiere. --Si que lo hace. ?Quizas puedas recoger a tu amiguita mas tarde cuando salgamos? Siempre podemos usar otra cara hermosa en el club. Lucy y si, tienes lo que hace falta. Estoy seguro de que muchos hombres van a perder mucho dinero tratando de estar de tu lado. Ella se rio y parecio tomarse un minuto para seguir la conversacion, pero no reacciono muy pronto. Era guapa, pero seguro que no era tan lista. Se trataba de como me gustaban. Menos pensamientos siempre es bueno para menos dolores de cabeza. Cuando le deje claro que estaba a punto de salir, le di mi numero y le dije que preparara algunas cosas para el viaje. Tambien le prometi que iba a hacerla gritar esta noche cuando todo estuviera dicho y hecho. --Tenemos algunos departamentos en la ciudad y puedes compartir con una de las otras chicas. Creo que esto va a ser un buen cambio para ti, Lucy. Chicago es una ciudad hermosa con todo tipo de oportunidades para mujeres atractivas como tu. Ella me miro fijamente y luego me beso en los labios antes de salir a hacer lo que le pedi. No me gustaba demasiado, pero era exactamente lo que los chicos buscaban en casa y yo siempre me apresuro a probar a las chicas nuevas. Tenia un anhelo por la rubia y me lo sacaria muy pronto. Era una situacion en la que todos saldriamos ganando.