• Mensaje en una botella de Nicholas Sparks

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    La botella fue arrojada por la borda una calida tarde de verano, horas antes de que la lluvia empezara a caer. Igual que todas las botellas, era fragil y si la hubieran lanzado a medio metro del suelo, se habria roto. Pero bien sellada y echada al mar como hicieron con esta, es uno de los objetos que mejor navega en el mundo. Flotaba sin problemas atravesando huracanes o tormentas tropicales, podia avanzar sobre las mas peligrosas corrientes de resaca. Era, en cierta forma, el sitio ideal para conservar el mensaje que llevaba en su interior, un mensaje que se envio para cumplir una promesa. Como todas las botellas abandonadas a su suerte en el mar, su destino era impredecible. Los vientos y las corrientes juegan un papel determinante en el rumbo que sigue cualquier botella; tambien las tormentas y los desechos pueden desviar su curso. En ocasiones, una red de pescadores atrapa una botella y la conduce docenas de kilometros en direccion opuesta a la que llevaba. El resultado es que si se arrojan dos botellas al mar, de manera simultanea, cada una podria terminar en un continente distinto o hasta en lugares completamente opuestos del planeta. Esta botella contenia un mensaje que iba a cambiar para siempre a dos personas que de otro modo nunca se hubieran conocido. Durante seis dias floto lentamente hacia el noreste, empujada por los vientos de un sistema de alta presion que se encontraba sobre el Golfo de Mexico. Dos semanas y media despues de que la lanzaron, la botella comenzo a flotar hacia Nueva Inglaterra. Sin la Corriente del Golfo que la empujara, la botella avanzo con mas lentitud y zigzagueo durante cinco dias cerca de las costas de Massachusetts hasta que aparecio en la red de pesca de John Hanes. Hanes la hallo rodeada de cientos de percas que se agitaban y la tiro a un lado mientras examinaba su pesca. La botella estuvo cerca de la proa por el resto de tarde hasta que cayo la noche y el bote inicio su regreso a Cape Cod. A las ocho y media, una vez que se encontro a salvo dentro de los confines de la bahia, Hanes tropezo de nuevo con la botella y la arrojo por la borda sin rnolestarse en mirarla. La botella floto unos dias mas antes de tocar tierra en una playa cerca de Chatham. Y fue ahi donde, despues de veintiseis dias y mil ciento ochenta y siete kilometros, finalmente termino su viaje. Capitulo 1 Soplaba un viento de diciembre y Theresa Osborne se cruzo de brazos mientras contemplaba el mar. Al llegar un poco mas temprano, algunas personas caminaban por la playa, pero en cuanto se dieron cuenta de los nubarrones se marcharon. Se encontraba sola en la playa y observo el paisaje que la rodeaba. El mar se veia del mismo color del cielo, parecia de hierro liquido, y la niebla, que comenzaba a hacerse densa, ocultaba el horizonte. En otro lugar, en otro tiempo, habria percibido la majestuosa belleza que la rodeaba, pero en ese momento, de pie en la playa, noto que no sentia nada en absoluto. En cierta forma le daba la impresion de que no estaba realmente ahi, como si todo aquello no fuera mas que un sueno. Apenas recordaba el viaje desde Boston aquella manana, y al contemplar el mar agitado que se arremolinaba comprendio que en realidad no deseaba quedarse. Conduciria de vuelta a casa en cuanto terminara con lo que tenia pensado llevar a cabo, sin importar le tarde que fuera. Cuando estuvo lista, Theresa comenzo a caminar con lentitud hacia el agua. Llevaba bajo el brazo una bolsa que habia empacado con esmero esa manana. Pronto llegaria la marea alta y ese era el momento en que por fin lo haria. Encontro un lugar en una pequena duna que se veia comoda, se sento en ella y abrio la bolsa. Busco en ella hasta encontrar el sobre que queria. Aspiro profundo y parsimoniosamente levanto el sello. En el interior habia tres cartas dobladas con sumo cuidado, cartas que habia leido mas veces de las que podia recordar. El uso una pluma fuente para escribirlas y se veian manchas en varios lugares en los que la pluma habia goteado. El papel de la carta, con la imagen de un velero en la esquina superior derecha, comenzaba a cambiar de color con el paso del tiempo. Sabia que llegaria el momento en que seria imposible leerlas, pero tal vez despues de ese dia ya no sentiria la necesidad de regresar a ellas con tanta frecuencia. Cuando termino de leerlas las volvio a meter en el sobre de manera tan meticulosa como las habia sacado. Despues de poner el sobre en la bolsa, miro de nuevo la playa. Desde donde estaba sentada podia ver el sitio en el que todo eso habia comenzado. Recordo que en cuanto amanecio se fue a correr. Era el inicio de un hermoso dia de verano. Iba percibiendo poco a poco el mundo a su alrededor: oia el chillido agudo de las golondrinas de mar y el suave golpeteo de las olas que rompian en la arena. Aunque estaba de vacaciones, se habia levantado a correr muy temprano para no tener que cuidarse de ver por donde pasaba. En unas cuantas horas la playa estaria llena de turistas tendidos sobre sus toallas bajo el calido Sol de Nueva Inglaterra, recibiendo sus rayos. Cape Cod siempre se encontraba repleto en aquella epoca del ano, pero la mayor parte de los paseantes solian dormir hasta mas tarde y Theresa disfrutaba de la sensacion de correr por la dura y lisa arena que quedaba al bajar la marea. Lo consideraba como un tipo de meditacion, por lo que le gustaba hacerlo a solas. Aunque adoraba a su hijo, se sentia feliz de no tenerlo a su lado. Todas las madres necesitan un descanso de vez en cuando y ansiaba tranquilizarse mientras estuviera ahi. Sin partidos vespertinos de futbol ni reuniones de natacion ni el canal MTV siempre sonando estrepitosamente en el fondo, sin tareas en las que tuviera que ayudarlo. Tres dias antes habia llevado a Kevin al aeropuerto para que tomara un avion y fuera a visitar a su padre, su ex marido, en California, y solo cuando ella se lo recordo, el se dio cuenta que no le habia dado un beso de despedida. -Lo siento, mama -habia dicho mientras le echaba los brazos al cuello-. No me extranes mucho, ?de acuerdo? -luego se volvio hacia la sobrecargo para entregarle su boleto y casi salto al avion.

  • Estocolmo de noche de Caridad Bernal Perez

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    Ella no buscaba historias con final feliz, sino ser feliz en su propia historia.

  • Driven. Vencidos por el amor de K. Bromberg

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    La vida no es sobrevivir a la tormenta, sino aprender a bailar bajo la lluvia

  • Cuentos de Ciclismo de Aa. Vv.

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    Cuentos de ciclismo es una antologia de veinte narraciones y un prologo que, de la mano de consagrados novelistas y habiles fabuladores, nos trasladan desde las penurias del esfuerzo a las cimas de la gloria. Una obra variada y amena para que el lector disfrute en cada pedalada. Cualquiera que haya ayudado, desde su casa, a Indurain a subir el Mortirolo sabe un poco de esta epica del ciclismo, que nos tiene en vilo todos los veranos y, nada menos que en los Campos Eliseos, nos hace sonar con la meta ilusoria. Lo dificil, como dice Arreola, es hacer valer luego la misma ventaja. Mientras todo se mueva en terreno resbaladizo, en tanto aparezcan esos vertiginosos precipicios a ambos lados de la calzada, con tal de mantener minimamente el equilibrio para seguir leyendo, podemos darnos por satisfechos. Que la Grand boucle nos proteja, y que sigan girando nuestros bujes mientras perseguimos denodadamente la vraie vie, sorteando las simas donde acechan las viboras. Loado en las alturas El Aguila de Toledo. Bendito el que viene en nombre de Indurain. LUIS MARTINEZ DE MINGO

  • Tiempo extrano de Joe Hill

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    En Tiempo extrano, “uno de los mejores escritores norteamericanos de terror” (Time), que va “mas alla de los convencionalismos del genero hasta un nuevo extremo” (The New York Times), expone con sutileza la oscuridad que se oculta bajo la superficie de la vida cotidiana a traves de cuatro espeluznantes e imaginativas novelas cortas. “Instantanea” es la perturbadora historia de un adolescente de Silicon Valley que se descubre amenazado por el dueno de una camara Polaroid capaz de borrar los recuerdos con cada foto que hace.

  • Cafe con leche y extra de azucar de Tatjana Frigar

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    Voy a salir de la oficina y hace un dia de playa irresistible. ?Te recojo? -Claro, princess, te espero en el portal. Maria bajaba las escaleras de la oficina en direccion a su coche. Tenia un cabriolet rosa chicle al mas puro estilo Barbie en Beverly Hills. Le encantaba poder disfrutar de los dias de buen tiempo llevandolo descapotado por las calles que rodeaban la playa. Sentir el viento en su piel blanca mientras ondeaba su melena rubia (de bote, pero rubia). Tuvo dudas el dia que se tino, pero su peluquera encontro un tono que, de verdad, parecia natural. Y Maria quedo encantada con ello, tanto que ya hacia mas de cinco anos que lo llevaba, y sin ninguna intencion de cambiarlo. Arranco su coche y, mientras lo descapotaba, salio su jefe por la misma puerta que segundos antes habia pasado ella. ?Como conseguia coincidir siempre con ella? ?Tenia una camara que apuntaba su mesa? ?Olia su perfume avanzar por el pasillo? ?O es que, simplemente, la estaba vigilando durante toda la jornada? -!Maria! No sabia que ya habias salido -se apresuro a decir Carlos con un semblante que no mostraba ningun tipo de expresion. -Vaya, si, que casualidad. Ya me iba, tengo prisa. Adios, Carlos. -Adios, Maria. Disfruta del sol. No tardo en encender la musica a todo volumen y salir de alli sin que nadie mas le hiciera perder el tiempo. Piso el acelerador mientras pensaba que Alicia ya debia estar esperandola en el portal, pasando un calor de mil demonios y preparando un sermon de los suyos para reprocharle que siempre llegara tarde. Habia recibido la llamada de un cliente que habia esperado toda la manana y que no recibio hasta el ultimo momento; asi que no le quedo mas remedio que atenderlo. -Ya era hora de que llegaras. Hace 30 minutos que me has dicho que ya salias de la oficina y trabajas a diez. Siempre me haces lo mismo. Tienes que aprender a llegar a los sitios a la hora, Maria, no puedes andar siempre con el cohete en el culo, haciendo esperar a la gente. !Que mi paciencia no es ilimitable! Mientras tanto, Maria sonreia escuchando <>. Ya conocia cada una de sus palabras, no era la primera vez que le echaba ese mismo sermon. Si, eran completamente distintas. Alicia era correcta, premeditada, calculadora… Maria, en cambio, era transparente, impulsiva y se dejaba llevar. -Vaaale, vale, ya me callo -contesto al fin resignada-. Hija, es que hace un calor insoportable y ya no sabia donde meterme. No hay ni un trozo de sombra en toda la calle y ya sabes como huele mi portal; no me quedo ahi dentro ni cinco minutos, vaya a ser que me desmaye y acabe en el hospital con un brazo o una pierna rotos. El conserje es un guarro. Deberiamos ponernos de acuerdo todos los vecinos y echarlo. -Relajate, va -la animo sonriendo-. Vamos a disfrutar de nuestro primer dia de playa este verano y alli se te pasaran todos los males. Y, por cierto, ?no te dije yo que no te pusieras esas pintas para ir a la playa conmigo? -la reprendio Maria mientras se reia a carcajadas repasandola de arriba abajo. Alicia era una morena despampanante, extremadamente proporcionada (debia ser hija del diablo, no habia otra explicacion). Ya nacio con la piel bronceada y no tenia ni un resquicio de celulitis. Su melena larga, oscura y ondeada caia sobre sus hombros. Se habia puesto un bikini verde esmeralda que aun resaltaba mas el tono chocolate de su piel. Cubierto con una camiseta blanca de tirantes adornada con una pluma plateada dibujada por encima de la cintura. Ella decia que era un vestido; pero, no nos enganemos, un vestido que apenas tapaba el culo no se podia llamar vestido. Se habia puesto unas chancletas de playa Adidas que a Maria no le gustaban nada. Ella era fiel a su estilo, y ni caso de la moda. Pero la guinda del atuendo era esa maldita pamela que se ponia para refugiarse del sol. Color canela y con una cinta que la rodeaba terminando en un lazo. De color verde esmeralda tambien, claro, conjuntada con su bikini. A ver, ?quien os pensais que es ella? Siempre tan puesta y perfecta. Llegaron a la playa en tan solo diez minutos mas y tras encontrar donde aparcar, que eso ya fueron otros quince minutos, cerraron la capota y se bajaron con una sonrisa a disfrutar de su tarde de playa. Todavia estaban a finales de mayo, pero el sol era abrasador. A esas horas del mediodia podia parecer mediados de agosto. Daba gusto esa epoca del ano, las temperaturas eran ideales, calurosas de dia y fresquitas de noche. Y lo mejor de todo es que todavia no habia muchos turistas, practicamente solo habia gente del pueblo disfrutando de los placeres de su entorno. Buscaron el sitio ideal donde dejar las toallas, bien cerca del agua, mientras Maria se sentia observada y sabia perfectamente por que. -?Alicia, ves como nos mira la gente? Esa maldita gorra tuya le quita el sol a media playa -dijo mirando a su amiga con reproche. -Lo que mira la gente es su propia envidia, princess. Somos las diosas de la playa y por ello nos miran. Mi pamela -dijo remarcando cada una de las silabas-, que asi es como se llama, no tiene nada que ver. -Por supuesto que tiene que ver, y mucho. Y esta claro que miran a la diosa morena, pero no solo por su cuerpo de infarto, ricura. ?Ves a la senora del bikini negro que tenemos a unos quince metros? No le da el sol, y es por culpa de tu sombrerito. -Las dos se unieron en unas sonoras carcajadas que si que hicieron que las mirara todo el mundo, pero eso ya no les importo. Estaba claro que no le gustaba ser el centro de atencion, pero sabia de sobra que salir a la calle con su amiga significaba eso. Era consciente de que lo unico que tenia ella que no pasaba desapercibido era su coche, pues no habia otro igual a kilometros. Pero lo que no tenia claro era en que pensaba el dia que decidio comprarselo, aunque hay que decir que cada vez que lo miraba se convencia de que eso tenia que ser amor. Cuando ya llevaban un rato al sol, sintiendo como los rayos entraban por cada uno de los poros de su piel, Maria decidio ir a pegarse un bano, estaba empapada en sudor y ya no aguantaba mas. Le gustaba pensar que asi era como se activaba la melanina de su piel, pero sabia que su tono no le permitia abusar, o acabaria roja como un tomate. Su amiga ya la habia embadurnado con proteccion solar alta, pero ya estaba escarmentada de veranos anteriores y no iba a tentar a la suerte. No quedaba nada sexy ponerse una camiseta palabra de honor con toda la piel roja y las marcas del bikini en blanco; ni tampoco era plato de buen gusto no pegar ojo en toda la noche porque te duele y no sabes como ponerte, o pasarte el dia concentrada en no rascarte porque te vas a hacer una carniceria. Alicia no tenia ese problema, ni siquiera se ponia crema; un poco de aceite de proteccion quince, para que no se dijera que no se ponia nada. Ademas, le daba un tono brillante que a ella le encanta. Con un ratito de sol conseguia un tono tostado que era la envidia de todas aquellas que en abril empiezan a hacer sesiones de solarium para estar estupendas en junio. Para que ella se cansara de hacer la lagartija y decidiera banarse, el calendario tenia que chillar que era quince de agosto, con repiqueteo de tambores y campanillas, aliarse con el sol y que este sacara su furia mas intensa en rayos de fuego. Y la mala suerte es que ese dia ni siquiera iban a la playa porque la piel de Maria no podia aguantarlo. Tomaduras de pelo de la vida. Cuando sintio el agua del mar rozar los dedos de sus pies un escalofrio recorrio todo su cuerpo. El cambio de temperatura era algo agradable en esas fechas. Sentir el sol ardiente sobre su cabeza y el frescor del agua bajo sus pies era algo revitalizante. Cerro los ojos, suspiro y relajo todos los musculos que durante la semana iban acumulando tension. Y, sin dejar de mirarse los pies, empezo a caminar adentrandose en la playa, sintiendo las olas chocar contra sus piernas y colarse resbalando como si no fueran impedimento suficiente. Cuando ya se habia mojado por encima de las rodillas, levanto los brazos, los junto y de un salto que le permitio arquear su cuerpo en media luna se sumergio tan al fondo como podian aguantar sus pulmones. Estuvo nadando un rato, haciendo grandes brazadas para llegar hasta las boyas, volver y repetir. Disfrutando de las vibraciones que su nado provocaba alrededor de su cuerpo. Se habia puesto las gafas y se sumergio para admirar los peces que buscaban algo de comer por debajo de la arena. Cuando se canso, volvio a la toalla y salpico con un poco de agua de su pelo a la morena que tomaba el sol casi sin respirar. Le provoco un chillido agudo que arranco sonrisas a mas de un individuo de los alrededores. Se rio y se tumbo de nuevo a su lado. -Como me gustaria poderme pasar el dia aqui. -Y a mi; ?por que no hemos nacido ricas? -pregunto Alicia casi para ella misma. -Pues, la verdad, ricas tampoco haria falta. Yo me conformo con poco. Podriamos trabajar en invierno y tener todo el verano de vacaciones para disfrutar de la playita, ?no? -?Y eso es pedir poco? -rio-. A ver, princess, por pedir…, !yo no quiero trabajar! -exclamo su amiga haciendo reir a ambas-. Cuentame como te va en el trabajo, tienes que ponerme al dia. -Pues nada de nuevo, solo llevo un par de meses. Me siento muy bien con el equipo, que ya sabes que eso es importante para mi. Por ahora, poco mas puedo decir. -?Y que tal con el jefe? -Pues igual que lo ultimo que te conte, siento que me observa mas de la cuenta, pero supongo que, como soy la ultima que se ha incorporado, le toca echarme el ojo y hacer de jefe. No se, he escuchado comentarios por la oficina y la verdad es que no hablan muy bien de el. Dicen que es un tipo muy desagradable. -Andate con ojo, ese tipo tiene pinta de creerse que el personal de su oficina tambien es suyo -le advirtio. Cuando el sol empezo a dejar de calentar con fuerza, recogieron sus toallas y se fueron a casa de Maria. Se pegaron una ducha refrescante y se pusieron ropa comoda. Esa noche era noche de chicas. Llamaron al restaurante chino que habia a tan solo dos manzanas y le pidieron sus platos favoritos para cenar: rollitos de primavera, fideos Singapur, arroz tres delicias, pollo picante y ternera con salsa de ostras. Se acomodaron en el sofa y empezaron a hablar de sus historias mientras esperaban el capricho de la noche. Este no tardo en llegar. Sono el timbre del portal y Maria abrio sin preguntar, solo miro por la camara y ya vio quien era. -Buenas noches, senorita -dijo el joven. -Buenas noches, Yin -contesto Maria con total confianza. -Su pedido. Espero que lo disfruten. -Seguro que si, siempre nos haces disfrutar -le solto picara, haciendo que el pobre muchacho se sonrojara. Cerro la puerta, lo dispuso todo sobre la mesa que su amiga ya habia preparado en milesimas de segundo y se sentaron a disfrutar de su cena como dos osas hambrientas que acaban de despertar de la hibernacion. -Pobre Yin, seguro que se muere por tus huesos. -Alicia, no empieces a decir tonterias o no te dejo nada de cena -rio. Pusieron un nuevo capitulo de la serie que estaban viendo juntas, una de chicas, amores y esas cursiladas que Alicia no podia ver con su novio y solo veian cuando estaban juntas. Las noches de chicas eran para hacer todas esas cosas que no se podian hacer cuando estaban con los chicos, como criticar. Terminaron de cenar y disfrutando de la temperatura agradable de la noche se prepararon unos cocteles de frutas mientras terminaban, emocionadas, el ultimo capitulo, donde la protagonista, al fin, conseguia casarse con su amado. Lloraron lo que no esta escrito. ?Entendeis por que no podian ver esas series con los chicos? Perderian la fama de chicas fuertes. CAPITULO 2 Carlos llevaba dirigiendo la asesoria seis anos, el tiempo que hacia que se habia puesto en marcha la empresa. Era el director principal, aunque el que habia dado el pistoletazo de salida habia sido uno de sus mejores amigos. Este solo habia planteado la idea y puesto la parte economica necesaria, del resto siempre se habia encargado Carlos. El llevaba unos meses en paro, lo que habia hecho tambalear su matrimonio. Los problemas economicos habian sido motivo de muchas discusiones y no tenia claro hasta donde aguantarian esa situacion. Por suerte, cuando su amigo le dio esa opcion, no se lo penso dos veces, estaba suficientemente capacitado para dirigir una asesoria y a todo el equipo necesario. Era una buena oportunidad y la emprendio con mucha ilusion. En ese tiempo, la empresa habia funcionado con mucho exito y no habia parado de crecer, lo que le proporcionaba un buen sueldo y, asi, el fin de las discusiones con su mujer. No formaban un matrimonio sumamente unido, pero fuera de las discusiones economicas, que ya habian terminado, tenian una buena relacion. Carlos siempre la definia como <>. Su amigo ya habia recuperado la inversion inicial y, aunque colaboraba en las decisiones importantes de la empresa, le dejaba a Carlos todo lo demas. Practicamente ni aparecia por alli. El tenia su empresa de seguridad desde joven y seguia en ello (que bastante trabajo le daba ya). La asesoria para el nunca fue ni una gran ilusion ni un gran problema. Tenia un beneficio extra del que no se tenia que preocupar y encima le habia podido acomodar la vida a su amigo despues de pasar por un tiempo complicado. De las contrataciones de personal se encargaba Carlos, unica y exclusivamente. Acertando y fallando. Porque no siempre las contrataciones salian bien. En ocasiones empezaba a trabajar alguien nuevo en la oficina y ni superaba el periodo de prueba. Habia gente que no entregaba lo suficiente como para que pudiera formar parte de su equipo. Queria personas entregadas e ilusionadas con su trabajo, que fueran felices a ejercer su jornada y que dieran el cien por cien. Ir a trabajar no tenia que ser un suplicio. El departamento laboral siempre habia sido uno de sus mayores dolores de cabeza. No habia parado de crecer y solo Marta seguia desde que empezaron. El resto de departamentos tenia practicamente la misma plantilla desde los inicios. Marta empezo sola, pero al poco contrataron a una ayudante en practicas, que cuando las hubo terminado se fue a otra asesoria donde le pagaban mas. Cogieron a otro ayudante y volvio a suceder lo mismo. Carlos estaba un poco desesperado con la situacion y Marta no dejaba de presionarlo con que ella sola no podia con todo el trabajo y los estudiantes en practicas no eran la mejor opcion para darle el suficiente apoyo. No pretendia hacerle caso, seguramente los ayudantes plegaban por su culpa, y asi se lo hizo saber. Marta se estaba planteando hacer ella lo mismo e irse de alli. No se sentia valorada. Pero, cuando iba a presentar su carta de dimision, este cedio a sus peticiones y contrato a una chica joven que ya habia terminado su carrera. Resulto ser una buena profesional y una gran decision. Cuando comunico que estaba embarazada fue una alegria para todo el personal de la oficina, menos para Carlos, al que le cayo una nueva preocupacion sobre los hombros: otra vez tenia que contratar a alguien; porque despues de la baja de maternidad, seguramente le tocaria despedirla. No iba a aceptar peticiones horarias ni historias maternales. A su oficina se venia a trabajar y, como ya he dicho antes, a dar el cien por cien. Tocaba volver a empezar con las entrevistas. Y asi llego Angel. El pelirrojo empezo con muchas dudas por parte de su jefe, no tenia claro que este chico tuviera las aptitudes que el deseaba, pero aun asi decidio darle una oportunidad. No habia sido su primera opcion, pero esta en el ultimo momento le fallo, asi que tuvo que escoger al segundo candidato. A Marta le habia gustado mucho cuando lo vio caminar por los pasillos hacia el despacho el dia de la entrevista. Le mando una sonrisa que le parecio sincera y su mirada le dijo algo; algo como que este chico podria ser un buen candidato. Pero ella no tenia opcion de escoger, ella solo estaba alli para sacar faena y no dar problemas. Tuvo suerte y acabo siendo el elegido. Habia resultado ser un muchacho agradable y trabajador que se llevaba bien con todo el personal de la asesoria. Nunca habia escuchado la minima disputa a su alrededor. Desprendia simpatia por donde pasaba. Asi que, pasados un par de meses y visto que el trabajo no paraba de aumentar, Carlos decidio que se lo quedaria, independientemente de que estaba pendiente la vuelta de Monica. Finalizada la maternidad, Monica comunico que no iba a volver por el momento. Sus mellizos la demandaban veinticuatro horas al dia y ella no queria prescindir de la compania de sus pequenos. Era una madre sumamente feliz. Carlos intento que presentara una baja voluntaria en la empresa, y se lo maquillo como que se preocupaba de que pudiera ejercer de madre con total libertad, aunque lo que queria era quitarsela de encima. Monica no queria dejar del todo su vida laboral y, aunque todavia no era momento de volver, encontro otras opciones. Asi que pidio una excedencia de un ano, con la puerta abierta a alargarla otro ano mas. A pesar de no haber conseguido lo que queria, eso le dio un suspiro. Mientras durara la excedencia no le suponia ningun gasto y asi, cuando volviera, quizas lo hacia al cien por cien y no tenia que echarla. Pero, por otro lado, tenia que contratar a una tercera persona para el departamento. Empezo con las entrevistas y, para variar, el mercado no estaba boyante. Hasta que entrevisto a una chica de veintipocos, con una melena rubia lisa que le llegaba hasta el pecho. Llevaba un vestido de algodon fino, gris perla, con manga tres cuartos que acababa en sus rodillas. Las medias del tono de su piel casi no se apreciaban. Llevaba una americana negra arremangada a la altura del vestido, dejando ver sus delicadas munecas; en una de ellas llevaba una pulsera muy sutil, plateada, que tenia unas letras escritas, pero Carlos no las alcanzo a leer. Bordaba el look con unos stilettos negros, que tenian los laterales de encaje; la hicieron entrar triunfal a la entrevista. -Buenos dias. Adelante. Soy Carlos. Director de la asesoria. -Le indico sentarse en la silla del despacho que quedaba libre para todo aquel que lo visitara. Rodeo la mesa respirando profundamente para concentrarse y ocupo su lugar. -Encantada, Carlos. Mi nombre es Maria y es un placer que conteis conmigo como candidata – sonrio de la forma mas tierna y agradable. Esas sonrisas que solo ella era capaz de transmitir sin darse cuenta.

  • La monarquia del miedo de Martha C. Nussbaum

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    La globalizacion ha producido sensaciones de impotencia en millones de personas en Occidente. Ese sentimiento de indefension genera resentimiento y un afan por buscar culpables. Se culpa a los inmigrantes. Se culpa a los musulmanes. Se culpa a otras razas. Se culpa a la elite cultural.

  • Las cenizas y las cosas de Naief Yehya

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  • Llamame irresistible, Susan Elizabeth Phillips de Susan Elizabeth Phillips

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  • Mal de Ojo (Novelas del Tarot 1), Malala Macaroni de Malala Macaroni

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    Malala Macaroni es una asistente administrativo-contable desordenada y un poco disparatada que no tiene ninguna clase de talento aparte de suspirar por su jefe. Lleva una vida bucolica y normal hasta que un dia su madre desaparece. Malala decide emprender su busqueda y para eso se hace cargo del <>. El negocio, en este caso, es un antro en el que se tira el tarot y se adivina el futuro.
    Hacia alli se dirige ella tras reclutar a un elegante abogado -su jefe-, a un rudo policia y a un estremecedor capo narco, a los que de vez en cuando Malala visualiza en su cama. No es su culpa: los tres son tremendamente guapos.
    Pero la realidad es distinta: la joven esta a punto de reabrir el local a pesar de que eso la obliga a vestir como una bruja porque, ?que sacrificios no esta dispuesto uno a hacer por su madre? Y a todo esto, ?hay un limite? Por ejemplo, ?enfrentar a sicarios?, ?aguantar a una prima?

  • Mariam de J. Lallemant

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    Mariam narra la historia de un hombre torturado por la ausencia de su amada, quien fuera asesinada por unos malhechores mientras se dirijian a casa, y que luego es enterrada por el en el patio de la casa con el objetivo de tenerla cerca. Y aunque el conocera a Ilenia y convivira durante algun tiempo con ella, el idilio no durara mucho y el terminara en un sanatorio en donde no establece la mejor de las relaciones con los medicos ni con el resto de personas y en donde, en forma permanente, le vienen los recuerdos de Mariam y evoca las formas mas macabras en las que asesinaria a su verdugo.

  • Dejate de tonterias 2 de Cristina Hortal Moriana

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    Recorrer el Camino de Santiago es una vivencia que nos conecta con nuestro verdadero ser, nuestro estado salvaje, la sencillez de las cosas y la magia omnipresente de la vida; magia que, por otra parte, a menudo se escapa de nuestra percepcion por estar demasiado absortos en el estres diario al que nos somete la sociedad.
    En este ir y venir constante y ajetreado, muchas veces perdemos de vista el motivo por el que hacemos las cosas, el verdadero sentido de nuestra vida y, en definitiva, nos perdemos a nosotros mismos.
    No se me ocurre mucha gente a la que no le recomendaria con entusiasmo recorrer el Camino de Santiago. Al margen de edad, condicion fisica y situacion personal, vivir esta experiencia es posible y recomendable para casi todo el mundo. Especialmente esto es asi si hablamos del Camino Frances, ya que se trata de un camino perfectamente acondicionado para todos.
    El Camino de Santiago ofrece un parentesis en el que nos vemos liberados de todo aquello que no somos y nos reconecta con nuestra naturaleza.
    Si lo que estas buscando es una experiencia transformadora, que te lleve directo a ti mismo y a la fuerza que tienes dentro, para poder contemplar la vida con ojos nuevos, estas ante el libro adecuado.
    El presente libro es un paseo por todas esas bendiciones que tiene para ti esta valiosa experiencia: el Camino ofrece una gran oportunidad de superacion personal, autodescubrimiento, transformacion, reflexion, paz, emocion y amistades intensas y profundas.
    Animate a dejarte envolver por su magia para poder liberarte de lo superfluo. Especialmente, si necesitas un "reset" en tu vida, !Dejate de tonterias y haz el Camino de Santiago!

  • Erika de Margotte Channing

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    Irlanda, ano 1112 Hrolf era el jefe de los vikingos cuyos barcos estaban llegando a la playa para ayudar a Alexis Hasink, el gran rey irlandes. Acudia de esta manera, a la peticion de ayuda que le habia hecho su amigo el rey, dos semanas atras. El mar estaba embravecido, pero asi era como mas le gustaba. El cielo se oscurecio y destello un rayo, una sobrecogedora linea plateada, como si uno de sus dioses vikingos lo hubiera lanzado para iluminar a sus protegidos. Recordo que, segun la leyenda, Odin arrojaba sus rayos, cuando cabalgaba por los cielos con su caballo negro Sefir y su carro, y de esa manera desataba las tormentas. Estaba de pie erguido e imponente, parecia un gigante contra el viento, con una bota firmemente apoyada en la proa de su drakkar. El viento le alborotaba el cabello dorado, sus rasgos duramente cincelados, no eran bellos. Su mayor atraccion eran los ojos, de un ardiente azul cobalto, que transmitian una feroz determinacion. Su boca, ancha y sensual, poco dada a sonreir, formaba una linea recta mientras contemplaba la costa. Llevaba bien recortados la barba y el bigote, y tenia la piel bronceada. Su ropa era como la de sus hombres, no necesitaba usar ropa fina para ostentar una nobleza que no poseia. Solo con su estatura y la fiereza que emanaba de el, hacia temblar a sus enemigos. Su figura, sobrecogedora e impresionante para hombres y mujeres por igual, estaba dotada de un extraordinario poder en los musculos de los hombros y el pecho. Sus piernas, firmes sobre el barco balanceado por la tempestad, eran fuertes como el acero tras anos de surcar los mares, cabalgar, correr, luchar y cometer las tropelias propias de un vikingo. El siempre luchaba por un sueldo, su pequeno ejercito de mercenarios, contratado por reyes y caudillos, ayudaba a conquistar tierras o reinos. Luego, cobraba y se marchaba. Esta era el ultimo trabajo. Se habia retirado meses atras, a su granja en Vinland, pero Alexis, el rey, le habia mandado una carta pidiendole ayuda y, debido a los favores recibidos por el anos atras, no tuvo mas remedio que acudir. Asi que aqui estaba, decidido a ayudar a su amigo, y, luego, a volver a su tierra y buscar una mujer o mujeres, que le dieran hijos y le ayudaran a encontrar la paz. Cuando el drakkar estaba llegando a la playa, salto al agua sin previo aviso, seguido por los gritos emocionados de sus hombres, que comenzaron a seguirle. Echo un vistazo a su izquierda, para ver si el drakkar de Beothuk, su hermano, que siempre luchaba con el, habia llegado. Estaba algo mas lejos que el suyo, por lo que comenzo a avanzar hacia tierra, forzando al agua a abrirse a su paso, y cruzando mandobles de espada contra sus adversarios, que habian entrado en el agua a recibirle. Jamas luchaba como una fiera rabiosa, sabia que era el mayor peligro del berserker, perder la razon. Habia visto morir a demasiados que eran como el, porque cedian a la transformacion. Por eso, jamas permitia que la furia dominara su brazo armado, que lo impulsara a actuar con demasiada temeridad. Combatio frio e implacable, matando un hombre tras otro. Los defensores combatian valientemente, y en medio de la matanza, penso, fugazmente, que aquello era una lamentable perdida de vidas y fuerzas. Habia pocos guerreros profesionales alli, seguramente serian agricultores y artesanos reclutados por una misera paga para que lucharan en contra del rey. La mayoria luchaban con picas, azadas y cualquier cosa que habian podido encontrar. Morian rapidamente, y su sangre alimentaba la tierra. Cada vez los vikingos avanzaban mas, mientras los rebeldes caian muertos, sin poder frenar su avance. Los gritos no cesaban, a lomos de un caballo castano arrebatado a un hombre caido, Eric levanto su espada, y lanzo un escalofriante grito de guerra. Un rayo rasgo el cielo y comenzo a llover. Aunque los hombres resbalaban en el lodo, la batalla no ceso. Hrolf espoleo el caballo y se dirigio hacia las puertas de la ciudadela cercana a la playa, y que debia conquistar. Sabia que lo seguian sus hombres, que habian bajado de los seis drakkar que ya estaban varados en la arena. A las puertas de la muralla que rodeaba la ciudadela, escuchaba la preparacion en las almenas para acabar con ellos, impasible, ordeno que fueran al barco a buscar un ariete. A pesar de las flechas que volaban a su alrededor y el aceite caliente que les arrojaban, no tardaron en romper los portones, entonces, los vikingos entraron en tropel en la ciudad. Estaba preparandose para galopar hasta el castillo que despuntaba sobre una pequena colina, cuando un grito le puso los pelos de punta: – !Hrolf!, !vuelve!, !es Beothuk! - Bjarni, su segundo al mando, tenia ordenes suyas de esperar siempre a que desembarcara Beothuk, y, despues, de que le cubriera las espaldas hasta que llegaran junto a el. El, como jefe, no podia estar pendiente de su hermano en la batalla. Dio la vuelta al caballo con el corazon latiendole en la boca, y galopo como loco para volver a la playa. Bjarni le senalo un grupo de hombres cercando a su hermano. – ?Por que no le estas ayudando? - rugio, Bjarni le miro con cara triste, Hrolf se sorprendio al ver sus ojos humedos. – El berserker le ha poseido, fijate, los que le rodean son nuestros hombres, ha matado a varios ya- Bjarni se limpio una lagrima traidora, que le corria por la mejilla. Hrolf no lo creia, no podia ser, el era mayor que Beothuk, no podia ocurrirle a el antes. Bajo del caballo y corrio hacia su hermano pequeno. Los hombres tenian instrucciones de, que, si la posesion ocurria, tenian que matar al poseido con la mayor rapidez y limpieza posible. Pero habia dado esas ordenes pensando en el mismo, nunca en su hermano. Corrio como un loco, pero mientras lo hacia, una flecha traicionera se habia alojado en el pecho de Beothuk. Grito lanzandose contra ellos, que abrieron filas para dejarle pasar, todos conocian el profundo carino que sentian los hermanos entre si. Se retiraron asustados, no sabrian que hacer si tambien le ocurriera a Hrolf, siendo su lider en la batalla. Se arrodillo ante el, su hermano le miraba, respirando ya superficialmente, la herida del pecho sangrando sin control. – Hermano- susurro con esfuerzo- al menos estoy lucido para despedirme de ti- apreto su mano- hacia tiempo que sentia la oscuridad avanzar en mi interior. Te esperare en el Valhalla- cerro los ojos, volvio a abrirlos con esfuerzo para decirle- jurame...- suplico. – Lo que quieras- apretaba su mano con fuerza, como si con ello pudiera evitar que se fuera. – Que haras lo que sea para no terminar asi, busca a aquel jarl de Groenlandia del que oimos hablar, ve y preguntale. – Lo hare- aseguro. – Juralo, si no lo cumples, que nuestros espiritus no se vuelvan a encontrarsu vida se agotaba. – Te lo juro hermano- Beothuk, el sonriente, como era llamado entre todos los que le conocian, mostro su sonrisa por ultima vez y murio. Hrolf lanzo un alarido que recordo a todos los que lo escucharon, el de un lobo solitario al que le hubieran arrancado lo mas querido. Despues de eso, no recordaba mucho mas, solo que Bjarni se encargo de que llevaran el cadaver de su hermano al barco, y que el volvio a montar y a empunar su espada. Aunque se sentia como si no estuviera dentro de su cuerpo, como si el tambien hubiera muerto. Horas despues de la victoria, llegaba el rey al campamento. Hrolf estaba sentado en la playa, bebiendo hidromiel, mientras intentaba olvidarse de todo, incluyendo el olor a sangre y muerte que habia en el aire. Miraba el mar que le separaba de su tierra, donde al amanecer, arrojarian una balsa de troncos que sus hombres estaban fabricando, y que llevaria el cadaver de su hermano en su ultimo viaje. Cuando la echaran al mar, la quemarian, para asegurar un viaje rapido al paraiso vikingo. Su hermano, el mejor hombre de los dos, habia muerto. Tendria que aceptarlo, y encontrar un modo de seguir viviendo. – !Al fin te encuentro! - miro al rey, pero no le apetecio levantarse, debia estar muy borracho porque le parecio bien quedarse sentado en la arena, con el pellejo de hidromiel en la mano. – Hola Alexis- el monarca, le miro con tristeza, y, sorprendentemente, se sento junto a el. Era un hombre rechoncho, bajito y de cuarenta anos. A pesar de ser tan distintos, o precisamente por ello, se habian hecho amigos. Se acomodo junto a el y le pidio el pellejo con un gesto de la mano. Bebio un trago antes de continuar. – Lo siento mucho Hrolf, era un buen hombre. – Si, lo era- su corazon sangraba, sentia un dolor extrano en el, como no lo habia sentido nunca. – Si necesitas algo...- el nego con la cabeza, ahora su decision de volver a sus tierras para emprender su nueva vida, no parecia tener sentido. No sabia donde ir, ni que hacer. Quizas debieran quemarle tambien en la balsa con el. – Me ha dicho Bjarni que te hizo una peticion antes de morir. – Si, estaba preocupado por mi, incluso mientras se moria- le miro, al rey le parecio ver una humedad sospechosa en los ojos, quizas fuera una sombraescuchamos hace unos meses hablar de un berserker que habia conseguido doblegar a la bestia, me hizo jurar que le buscaria. Nos dijeron que se habia casado, que tenia hijos y que se habia vuelto pacifico- inesperadamente, el rey se echo a reir al escucharle. – No creo que le guste que le llamen pacifico- Hrolf fruncio el ceno. – ?Le conoces? – pensaba que era una leyenda, nunca habia creido lo que les contaron ese dia, pero no le dijo nada a su hermano para que no se desilusionara. – Si, y a su familia. Todo lo que te han contado, y mas, es verdad. Estas hablando de Erik de Groenlandia. Hrolf dejo caer el pellejo en la arena asombrado, mientras escuchaba con atencion la historia de Erik.

  • Los poderes de la oscuridad de Bram Stoker

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  • Humanos de Tom Phillips

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    Los humanos contemporaneos han recorrido un largo camino en sus setenta mil anos de paso por la tierra. Arte, ciencia, cultura, comercio: en la cadena evolutiva somos verdaderos ganadores. Pero lo cierto es que no siempre ha sido un viaje facil y, a veces, muy puntualmente, hemos llegado a pifiarla de verdad.

  • La psicologa de Helene Flood

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    Una manana, despues de dejarle un mensaje en el contestador, el marido de Sara desaparece sin dejar rastro. Ella creia que Sigurd habia quedado con unos amigos, pero ellos tampoco saben donde esta. Para Sara, Sigurd miente; para la policia, la experiencia de Sara como psicologa la convierte en sospechosa. Pero, cuando los detectives descubren que la vida de Sara esta siendo vigilada mediante camaras y microfonos ocultos, se dan cuenta de que ni la verdad es tan obvia, ni la mente tan poderosa.

  • Operacion Munich de Rosa Tellez

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    Cuando Elena se reencuentra con Nando tras siete anos sin saber nada el uno del otro, la pasion que desbordaban cuando se conocieron resurge cual Ave Fenix de sus cenizas.
    Su historia comienza cuando Nando salva la vida a Elena tras un atentando de los insurgentes en la base de PRT en Afganistan, donde se encontraban realizando labores de reconstruccion del pais por encargo del Ministerio de Defensa de Espana.
    Tras aquel acontecimiento, nada sera igual. Elena y Nando emprenderan un camino juntos que cambiara sus vidas para siempre y que les adentrara en situaciones extraordinarias, teniendo que llevar a cabo acciones extremas de las que dependeran sus vidas.
    Nada, ni nadie, es lo que parece.
    Pasion desenfrenada, intrigas, mentiras. todo para conseguir un objetivo incierto.
    Adentrate en esta aventura que no te dejara indiferente.

  • Una vida sin ti de Andrea Valenzuela Araya

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    Nadie puede saber como reaccionara ante una perdida, hasta que no se encuentre frente a ella.
    La muerte de un hijo, indudablemente, es la perdida mas devastadora que pueda existir. Tu vida cambia para siempre desde ese momento, pero no significa que todo haya terminado.
    Es que un hijo jamas deberia partir de este mundo antes que sus padres. Eso dice la logica de la vida, pero. ?Que ocurre cuando esa logica se rompe en su totalidad?
    A un ano y medio de la muerte de su hija, Manuela Fernandez toma la decision mas importante y drastica de su existencia, la de sobrevivir y reconstruirse. Y frente a ello, opta por regresar a una ciudad muy especial, creyendo ingenuamente que en ese lugar podra encontrar lo que el destino, un dia, le arrebato de tan nefasta manera de sus brazos.
    Entre canales y fiordos, entre un clima agreste y una naturaleza indomita, el destino de Manuela ?conseguira sacudirla con todas sus fuerzas, para que logre darse cuenta que el tiempo que le queda no es para malgastarlo?
    Una vida sin ti.
    Porque al fin y al cabo, todo fin siempre sera un nuevo comienzo.

  • Devuelveme la luna de Elena Moreno Scheredre

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    No importa si alguien oso prometerte la luna y le creiste, lo importante es descubrir que nadie puede darte aquello que no posee.Al destino se le puede esquivar, pero el corazon siempre te encuentra.

  • Los ladrones de Entrevientos de Cristian Perfumo

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    Entrevientos no ha cambiado. Sigue siendo una de las minas de oro mas remotas de la Patagonia y del mundo. Sin embargo, para Noelia Viader se ha convertido en un sitio totalmente diferente. Hace un ano era su lugar de trabajo y hoy es una cruz roja en el mapa sobre el que repasa los detalles del atraco.

  • El mundo de Cherry en Whatsapp de Cherry Chic

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    Mi cancion mas bonita.
    A la de tres: !Te quiero!
    Y que te quedes.
    Tu maldita sonrisa.
    Hasta que el mundo vuelva a creer en la magia.
    Tu tan refugio y yo tan a la deriva.
    Una despedida, siete relatos y un viaje.
    Mantendre las luces encendidas para ti.
    El sur lo encontre en tus ojos.
    Ensename a dibujar sonrisas.
    Estas son las novelas que he publicado hasta la fecha. ?Que por que las pongo? Porque hoy doy rienda suelta a sus personajes y dejo que veais sus idas, venidas, pensamientos y acciones a traves de una ventanita. Un vistazo a lo que imagino que seran sus vidas a diario:Citas. Fiestas. Redes sociales. Musica. Series. Vacaciones. Navidad. Halloween y el mundial de futbol son solo algunos de los temas que se han atrevido a tocar.
    Y, al final, una puerta hacia...Bueno, ?por que no entras y lo averiguas?

  • Bonita – Carolina Blanca de Carolina Blanca

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    Esta es la historia de Florencia, una muchacha que vive sola durante la semana, usa ropas de varon por motivos personales y su unico gran anhelo es egresar de la escuela para entrar a la universidad y no volver a depender de nadie.
    Tambien es la historia de Franco, un hombre que atraviesa un periodo delicado tras la muerte de su abuelo y la ruptura de su compromiso matrimonial. Es asi como, buscando descanso, conoce a Florencia y pronto surge entre ambos una gran amistad que no tardara en derivar a sentimientos mas profundos.
    Florencia tiene sus motivos para rechazar la cercania masculina en general y Franco no quiere incomodarla buscando su contacto, pero cuando los sentimientos se tornan insoportables para el, busca la manera de llegar hasta ella como hombre. Desgraciadamente el tiempo se agota y debe regresar a la capital, de donde proviene, dandose cuenta de que ha quedado atrapado en el juego inocente que el mismo invento para hacerla sonreir, anhelando a esa mujer que otros han lastimado de todas las formas posibles.
    ?Lo lograra o las heridas de Florencia le impediran amarlo?

  • No quiero amarte de Sophie Saint Rose

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    Britannia es la pirata mas temida de los mares del sur y lleva un ano buscando al hombre que mato a su padre. La venganza es su unico objetivo. Pero no se imaginaba que la mismisima Reina de Inglaterra se iba a interponer en sus planes y que para conseguir llegar a el, su vida se alteraria hasta ser irreconocible para ella. Pero regresaria a su adorado barco costara lo que costara. Solo el amor podria hacerla cambiar de parecer.

  • Solo tenias que enamorarte tu de Lina Galan

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    Quienquiera que escuche mis palabras puede juzgarme, y no se lo reprochare. No pretendo justificarme, pero solo pediria que se pusiese en mi lugar, que comprendiese que el dinero era mi unica salida.

  • Mi cenicienta XL de Myrian Gonzalez Britos

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    Patricia y su mejor amigo, Nahuel, luchan contra la bascula. Entre dietas y dietas viven una sabrosa historia de amistad que con el tiempo, se convierte en algo mas, un secreto que ambos ocultan uno del otro.Un dia, ella le propone hacer la dieta del sexo y el, encantado acepta. Todo va de maravilla, hasta que un malentendido los separa. Patricia siente que la tristeza y la anoranza la mataran, sin sospechar que a Nahuel le sucede lo mismo.Cinco anos despues, vuelven a hablar y el amor renace con fuerza en sus corazones, lapso en que el atractivo y misterioso multimillonario, Heinrich Holmberg, dueno de la empresa donde Patricia trabaja, aparece en su vida y pone a prueba su corazon. ?Con quien decidira quedarse nuestra cenicienta? Una deliciosa y calorica historia de amor que promete hacerte reir y llorar.

  • El ultimo deseo de Monserrat Vila Cunillera

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    Un leve chapoteo llamo su atencion. Lentamente, alzo los ojos de la botella casi vacia que sostenian sus temblorosas manos. Por entre los barrotes de la terraza busco la piscina. Descubrio el origen del sonido que lo sorprendio: una figura femenina hacia largos en ella. No iba muy rapida, pero si a buen ritmo, con movimientos seguidos, dinamicos. Practicamente no levantaba agua a su paso; simplemente, quedo cautivado por su estilo suave, sencillo y ritmico. Permanecio embobado observandola. Una, dos, tres, cuatro brazadas y respirar; llegaba al final, giro, y vuelta a empezar. Siguio un buen rato contemplandola, acompanandola con la mirada. Tenia una ingenua ilusion: que el vaiven repetitivo lograra adormecerlo. Dos dias registrado en el hotel y aun no habia conseguido pegar ojo. El insomnio lo estaba matando; cada vez necesitaba dosis mas altas de alcohol. Ya al limite de su resistencia, deseo que pronto terminase todo. Empezaba a creer que, quiza, escogio la peor opcion. En lugar de huir, deberia haberse quedado y apechugar con las consecuencias de sus acciones. Con toda seguridad ya no tendria problemas de insomnio. <>, se lamento, con un punto de tristeza. No tenia claro si tomo una decision valiente, o realizo el acto de cobardia mas grande jamas imaginable. Sus peores temores se confirmaron, la suerte no estaba de su lado. No habia conseguido siquiera cerrar un poco los ojos, cuando la joven salio del agua; con agilidad se encaramo por la escalera. Su mano derecha retiro el gorro de bano, liberando una larga cola que deshizo con la izquierda mientras se dirigia a la ducha. La melena oscura medio mojada cayo a lo largo de su espalda hasta casi la cintura, la acomodo con los dedos. Era una mujer joven, no excesivamente delgada ni muy alta, no llegaria al metro sesenta. Se recreo en sus formas redondeadas. Noto un leve cosquilleo en su entrepierna. Chasqueo la lengua y esbozo una sonrisa. Unas semanas antes ni siquiera le habria prestado la mas minima atencion, acostumbrado como estaba a andar con mujeres perfectas, de cuerpos esculturales y gran belleza: actrices, modelos famosas, otras buscando su oportunidad. Esa diminuta dama hubiera pasado del todo desapercibida para el. Movio negativamente la cabeza; todo eso formaba parte de un pasado que ya no volveria jamas. Apuro el contenido de la botella, que dejo en el suelo junto a las otras. Cerro los ojos e intento recordar a las que pasaron por su vida: tres esposas e incontables parejas de mayor o menor duracion, aparte de un sinfin de amantes ocasionales. Aunque se esforzara, sabia que era mision imposible recordar ni sus nombres ni sus caras. Las habia gozado disfrutando de sus cuerpos en la intimidad y lucido en publico. No habia nada de lo que arrepentirse, esa simbiosis fue mutua. Ellas tambien lo habian usado para sus fines, dinero rapido, fama, contactos. Lo deseaban, si, era bueno en la cama y las mujeres se lo pasaban bien en sus brazos, pero nada mas. Tenia gancho, no porque fuera guapo, al contrario, sus facciones eran demasiado rudas para su gusto, pero su cuerpo musculoso le daba aspecto de hombre duro; imaginaba que era eso lo que las atraia. Eso, y lo que representaba: un triunfador, rico y famoso, aclamado por el publico. Las mujeres que eran vistas a su lado enseguida gozaban del favor de la prensa. Tenian las puertas abiertas de la fama facil. Lamentablemente pasaban por su vida sin dejar huella; relaciones tan efimeras y veloces que la mayoria de ellas no tenia tiempo de darse cuenta que era un fraude. Un perdedor. Todo lo contrario de lo que aparentaba. No se equivocaba al afirmar que si le sucediera algo desagradable ninguna se tocaria el corazon por el. Nunca le dieron nada mas que compania y placer. El tampoco les dio nada mas. No dejaron rastro en el, y pondria la mano en el fuego que a ellas les sucedia lo mismo respecto a su persona. No amo a ninguna y estaba seguro de que ninguna lo amo. No lograba recordar ni un minimo atisbo de pena al terminar una relacion; una mujer se iba de su lado, pero siempre tenia el recambio a mano. El unico vacio que dejaban era en su cartera. No necesitaria fingir su muerte y asistir a su funeral de incognito, -recordaba haberlo visto en una vieja pelicula-, para comprobar que nadie lloraba de verdad su perdida. De todas formas, no podria reprochar a nadie que no llorasen por el, ni siquiera confiaba en que asistieran. <>, una risa lugubre se apodero de el. <>. El tambien habia sido parte en su caida en desgracia. De la penosa situacion en la que se encontraba solo el era el unico culpable, no podia a achacar el merito a nadie mas. Ni siquiera le serviria para buscar excusas. Era demasiado tarde para mirar atras y arrepentirse; ya no iba a servirle de mucho. Al abrir nuevamente los ojos, en un timido intento de apartar los tristes pensamientos que lo acechaban, comprobo que la muchacha ya se habia esfumado. Encogio los hombros antes de entrar en la habitacion, llamo a recepcion y pidio una botella de whisky. El hombre que le respondio parecia dubitativo, lo apuro para que no tardara. Solo le faltaba un recepcionista pudoroso y cotilla. No se molesto en regresar el telefono a su sitio, lo dejo caer de cualquier manera encima de la pequena butaca de la habitacion; el aparato siguio su recorrido y aterrizo en el suelo encima de un monton de ropa. Ni siquiera se volvio a recogerlo. Desecho la cama con una mueca de asco: en ella yacian dormidas, evidentemente extenuadas, las dos prostitutas con las que habia pasado una noche de desenfreno y excesos, no mejor ni peor que otras muchas. Hacia tiempo que el sexo solo lograba calmar sus mas bajos instintos, pero no sentia nada. Se sento a esperar al camarero. -Buenos dias, Tomas. ?Hay algo que deba saber? -pregunto la joven con una amplia sonrisa, sentandose tras el mostrador de recepcion. Encima de este la aguardaban un buen punado de cartas por abrir. -Buenos dias, senorita. ?Ha desayunado ya? -interrogo el hombre, respondiendo tambien con calidez a su saludo. Se acerco a la muchacha con una nota en la mano. Rondaria los cincuenta anos, aunque ya entrado en canas, estatura media y complexion delgada, rostro agradable y risa facil: la tipica estampa del bonachon. La muchacha respondio con una mueca de disgusto, el hombre se dio cuenta y rectifico. -Buenos dias, Montse. Nunca me acostumbrare a tutearte -se justifico con sinceridad. -Pues tendras que hacerlo, llevas mas tiempo aqui que yo. He aprendido todo lo que se siguiendo tus pasos cuando era pequena. Acuerdate que pasaba mis vacaciones pegada a tu espalda. Sabes que eres como un padre para mi -le aclaro la muchacha mirandolo carinosamente, antes de proseguir con sus preguntas-. Bueno, dime de una vez: ?hay alguna novedad, puedo ir a comer algo? -dudo unos segundos antes de anadir-, ?o prefieres ir tu primero? -El desayuno de los dos tendra que esperar -aseguro el empleado releyendo la nota que tenia en la mano-. Al parecer, los Gomez han estado quejandose toda la noche por demasiado ruido en la habitacion contigua. Segun me conto el cliente a sus vecinos se les fue la mano con la fiesta: musica alta, gritos, golpes y un sinfin de molestias mas. -Los Gomez estan en la 23, ?no? -pregunto levantando la cabeza de las cartas que estaba repartiendo en grupos. -Si, sus hijos ocupan la 21; al parecer, el alboroto provenia de la 25. -?Crees que sera para tanto y deberiamos hacerles caso? -insistio la muchacha, no muy segura de la queja. Los Gomez eran unos clientes de toda la vida, una familia muy tranquila con tres hijos pequenos, dos ninos y una nina en medio. Se llevarian poco entre ellos y se parecian tanto que practicamente no se distinguian, ademas solian vestirlos exactamente igual. Ahora, quiza, se consideraria un poco friki esa costumbre. -Yo creo que si, ya sabes que los Gomez son clientes del hotel desde hace muchos anos, son un tanto intransigentes y maniaticos, pero nunca han dado problemas que yo recuerde y siempre que se han quejado de algo han tenido razon. Un asunto complicado, deberia ir a hablar con el cliente o los clientes de la 25 y avisarles de que se abstuvieran de incomodar a los otros huespedes y provocar altercados en el hotel. Esa era la unica parte de su trabajo que no le gustaba hacer, odiaba tener que violentarse con los usuarios molestos, pero formaba parte de su cometido como duena de ese establecimiento. Tomas se ofrecio a hacerlo por ella, pero rehuso; no era de esos jefes cobardes que se esconden tras los empleados para que se coman marrones que no les corresponden. Quiso saber quien ocupaba la 25. Tomas recordo que fue el quien lo atendio. Un hombre joven, de aspecto agradable, bien vestido. Llego a media tarde, solo con una maleta pequena, hacia un par de dias solamente. Lo acepto, a pesar de no disponer de reserva previa, sin pensarselo demasiado. Desgraciadamente tenian mas disponibilidad de la deseada, y un cliente nuevo era mas que bienvenido. Dejo la reserva abierta pues no sabia cuanto tiempo se quedaria; solo alojamiento, sin derecho a desayuno ni cena. Se extrano puesto que no recordaba haberlo visto salir de la habitacion, pero tampoco se pasaba las veinticuatro horas del dia en recepcion. Revisaron en el terminal los datos personales, resulto ser italiano, Alessandro Belletti. Al hombre se le antojaba un nombre conocido, igual sensacion tuvo al verlo, su cara le recordaba a alguien, pero no lograba asociar a quien. Un cliente asiduo no era, puesto que no estaba en la base de datos del hotel. Reconocio ante Montse que le estaba dando vueltas desde que llego. La joven apenas se fijo en la fotografia del documento de identidad, levantando los ojos del ordenador aprovecho para bromear con su empleado sugiriendo que deberia parecerse a algun actor famoso, o lo mas probable, conociendo con quien estaba hablando, seguro a un deportista de exito. Tomas era aficionado a todos los deportes. Devoraba horas y horas de competiciones deportivas de todo tipo en la television. Comprobaron el extracto de pedidos de la habitacion y hallaron una de las causas de la fiesta, llevaba consumidas, o al menos cargadas en cuenta, cinco botellas de whisky. -?Solo en un par de dias? -Se sorprendio Montse. -Pues acaba de pedir la sexta -le informo Tomas-. Justo antes de que tu llegaras tome el pedido. Esperaba que llegaras para ir al bar a buscarla. -le informo sin darle demasiada importancia. -?A las nueve de la manana? -Se extrano la joven. Tiro uno de los montones de cartas que habia hecho directamente a la papelera sin abrir, guardo el resto en un cajon de su escritorio. Decidida se levanto, salio de detras del mostrador dispuesta a enfrentarse a ese cliente molesto-. Ni lo suene que se la vamos a subir -agrego en voz alta, sin darse cuenta que era mas un pensamiento que una orden a Tomas. -Vas en contra de tu propio negocio Montse -bromeo Tomas al oirla pronunciar tan rotundamente esas palabras-. A ti que mas te da si se quiere ahogar en alcohol. -Al contrario -aclaro la joven, al darse cuenta que su empleado oyo su ultimo comentario. Se volvio nuevamente hacia el y aprovecho para hacerle, ahora si, una advertencia-. ?Has comprobado su tarjeta? No seria el primero que se aloja, acaba con las reservas de bebidas y luego se larga sin pagar. Ella misma respondio a su pregunta. Eso si fue una orden, de la cual el empleado tomo buena nota para cumplir asintiendo levemente, la chica sabia lo que se hacia, lastima que hubiera heredado una propiedad en tan mal estado, y su hermano solo supiera poner pegas a todo. Bajo su batuta el establecimiento hubiera podido volver al esplendor pasado, tenia los conocimientos apropiados y el empeno necesario, sin olvidar el amor por su trabajo y por el hotel, herencia de sus queridos padres. Montse no oyo como el encargado le daba la razon porque ya andaba en direccion a la escalera con cara de circunstancias. Ascendio a pie hasta el segundo piso, si no iba muy cargada le gustaba usar las escaleras, era bueno hacer ejercicio y los cuatro pisos de altura que formaban el hotel no suponian mucho esfuerzo, aunque tuviera que recorrerlas montones de veces durante su jornada laboral.

  • El lenguaje secreto de la naturaleza de Oscar S. Aranda

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    Un canto de amor a los animales. Un viaje a lo mas profundo de la naturaleza.

  • Te enamoraste de mi sin saber que era yo de Patricia Hervias

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    ?Que harias si la vida te pusiera delante al hombre de tu vida?

  • Lo que quedo de ti de Sarah Everett

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    Adictiva, encantadora y llena de sorpresas. Perfecta para fans de Jandy Nelson y Jenny Han. Una novela inteligente escrita con un gran sentimiento. De la noche a la manana, la vida de Addison Sullivan ha dado un vuelco de lo mas extrano. Mientras viajaba en autocar de vuelta a casa, charlando tranquilamente con un pasajero de su edad, el vehiculo ha patinado en el suelo helado y se ha estrellado. Addie ha salido ilesa del accidente, salvo por los olvidos que sufre de vez en cuando y algo mas. De repente, el desconocido del autobus parece estar en todas partes. En el centro comercial. En el instituto. En la puerta de su casa. Addie ni siquiera sabe su nombre, pero no puede dejar de pensar en el. En su sonrisa. En su desparpajo.

  • Seduciendo al canalla de Olivia Kiss

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    Sebastian Cook ha conseguido todo lo que tiene a base de trabajo duro y sacrificio, asi que se prometio que jamas caeria en las redes de una de esas damas de la alta sociedad para las que durante anos fue invisible. Ahora, siendo rico, poderoso y atractivo, es famoso en Londres por sus escarceos amorosos y por dirigir junto a su socio uno de los clubs de juego mas conocidos. Por eso cuando Daphne Smith irrumpe en su local con una propuesta de lo mas escandalosa, el no duda en intentar deshacerse de ella lo mas rapido posible. En primer lugar, porque es una solterona y no quiere verse metido en ningun lio. En segundo lugar, porque la chica resulta ser mas interesante y avispada de lo esperado. Y, en tercer lugar, porque presiente que si la deja entrar en su vida podria terminar siendo su perdicion. Pero ?como librarse de esa joven que parece destinada a cruzarse en su camino?

  • Poseeme de Eva Nieto

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    Mi vida siempre fue facil, buceando entre el dinero de mis padres y su empresa. Una mansion con criados, un lamborghini con chofer y semanas en balnearios de lujo.

  • Desde que te dije adios de Isabelle Cruz

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    Lucia Duran parece tenerlo todo: un trabajo apasionante, un novio carinoso y una carrera en ascenso.
    Juan Carlos Legarreta es un hombre al que el destino ha probado duramente. Sin embargo, ahora lleva una vida plena y satisfactoria como abogado de prestigio.
    Muchos anos atras los dos vivieron un gran amor que termino en desastre, pero un perfume se encargara de reunirlos de nuevo.
    Para Juan Carlos, defender Eclipse, la ultima creacion de Lucia, sera la oportunidad de ayudar a una vieja amiga y de estar cerca de la mujer a la que no ha podido olvidar. Para ella, sera la gota que derrame el vaso. ?Como confiar el destino de su fragancia al hombre que considera el peor de los traidores? Peor aun, ?que va a hacer con la atraccion que, a pesar de todo, sigue existiendo entre ambos?

  • El hundimiento del muelle de Mark Haddon

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    Los nueve relatos de esta lirica y poderosisima coleccion se adentran en diversos territorios (la aventura clasica, la ciencia ficcion, el cuento alegorico o el realismo despiadado), pero Haddon despliega en todos ellos su inigualable destreza estilistica y esa empatia que ha hechizado a los lectores de sus novelas. El resultado final es una fascinante reflexion sobre la condicion humana, la soledad que nos atrapa y los vinculos que, pese a todo, siguen uniendo a los seres humanos. Quienes gozaron con “El curioso incidente del perro a medianoche” hallaran aqui al mejor Haddon.

  • La dulce nina de papa de Stasia Black

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    Mama se casa hoy. Otra vez. Este sera el esposo numero tres, y la cena de practica de anoche fue la segunda vez que conoci a su futuro esposo, Paul, y a su hijo. Y tengo que decirlo: no lo entiendo. El hombre es hermoso. Hablo de una belleza digna de un dios.; es rubio, de mandibula cuadrada, nariz recta y guapo como un vikingo. Tiene el cabello corto y hay canas en los extremos de su sien, pero es el tipo de cuarenton del que las mujeres se quejan diciendo que no es justo que los hombres se vean mas guapos a medida que envejecen. Su hijo es una version identica de el, pero apenas lo mire. Francamente, debe ser un imbecil que se tira a todo lo que se mueve con lo atractivo que es a los veinticuatro, ?no? Ademas, es doctor. Bueno, un doctor en formacion, en todo caso. En su padre, la belleza habia tenido tiempo de anejarse y asentarse fabulosamente, como un exquisito vino. Era mucho mas atractivo. Y el hombre se va a casar con mi madre. Eh, ?que? Mi madre tambien esta en sus cuarentas. Pero mientras el senor Winters lleva sus anos como un dios de los antes mencionados, mi mama los lleva como… esto, ?como decirlo? Dejemoslo en que mi madre es una envejecida reina de belleza cuyos tres intentos de cirugia plastica no hicieron mas que retorcer y tirar de su piel correosa y bronceada para convertirla en un simulacro de una muneca Barbie un poco derretida que consume metanfetaminas. Vale, no consume metanfetaminas; su droga preferida es la cocaina. Nunca ha podido tener un trabajo de verdad debido a eso. ?Se entiende lo que digo? Es una autentica triunfadora. El senor Winters es el jefe del departamento de oncologia de un prestigioso hospital de Boston. Entonces, de nuevo, ?que demonios hace con mi mamita querida? --?Que le hiciste a ese vestido? --me pregunta mama entrando en el vestidor de la iglesia. Lo se, una iglesia. Y esta vestida de blanco. Las ironias de este dia nunca van a terminar. La miro de arriba abajo. Ha conseguido entrar en un encantador vestido de Vera Wang. Menciono anoche que era un vestido real de Vera Wang unas diez mil veces, ignorando completamente el hecho de que logro comprarse un vestido real de Vera Wang por la riqueza del senor Winters o quizas la influencia del abuelo. No tenia nada que ver con algo que ella hubiese hecho. Ser una de las familias mas antiguas de Boston sigue teniendo algunos privilegios, aunque casi estuvieramos en bancarrota. Bueno, ya no, ahora que mama se estaba casando con el senor Winters. Es guapo y, ademas, rico. De nuevo, ?que es lo que esta haciendo con mama? --Solo hice que lo modificaran un poco para que me quede mejor. Miro a mama en el espejo, ella entrecierra los ojos. --Te quedo como se suponia que tenia que quedarte. Frunzo el ceno. --Pero me quedaba holgado y flojo en la panza. Sin mencionar el cuello alto que casi me ahorcaba. Mama me mira como queriendo decir <>. --Lo mande a hacer a mi medida para que me quedara bien. Ella suelta un bufido de frustracion. --La idea del vestido de dama de honor es que sea feo para que no opaques a la novia. Cielos, ?es que no sabes nada? Ya esta --declara, alzando las manos--. No puedes ser mi dama de honor si eso te queda asi. Ya es lo suficientemente malo que tenga una hija de diecinueve anos. --Sacude la cabeza--. Sigo diciendo que deberias haber sido la maldita nina de las flores. En fin, Marla tendra que ocupar tu lugar y tu puedes ponerte al final de la fila. Bajo la vista y miro el vestido. --No es exactamente... --Hago una pausa, sin saber que decir por un momento--. ... favorecedor. Eligio el tono naranja menos atractivo que haya visto y que seguramente chocaria con el tono de piel de cualquier persona, sin importar su etnicidad. Trate de maquillarme lo mas natural posible y llevaba mi cabello castano recogido, pero no se podia ignorar lo horrible que era el vestido que me cubria el cuerpo. Mama hace un chasquido con la lengua. --Este es mi dia especial, Sarah Elizabeth, que ni se te ocurra empezar. Suspiro y retrocedo. --Claro, mama. Lo que quieras. Es el camino de la menor resistencia. En mi vasta experiencia, se que es la forma mas facil de abordar los conflictos con mama. --Ahora ve a buscar a todas las chicas y dile a Marla que es mi nueva dama de honor. Cambia tus flores por las de ella y asegurate de que todas esten en sus lugares. Me dirijo hacia la salida. En veinte minutos, las otras doce --si, doce-- damas de honor y yo, junto con los correspondientes padrinos, nos encontramos acorralados en el vestibulo de la iglesia. ?O en este punto se les llama damas matronas, considerando que son todas amigas de mama y que la mayoria se ha divorciado al menos una vez y otras varias veces, como mama? Solo un par de mujeres tuvieron la misma idea que yo y modificaron sus vestidos. Bueno, todas nos vemos ridiculas, pero las demas se ven absolutamente espantosas con la brillante tela color de sorbete naranja que les cubria los cuerpos. --?Estas lista? --me pregunta Dominick, mi futuro hermanastro. El extiende el brazo y me dedica una sonrisa brillante. Su cabello dorado resplandece en la luz que entra por el vitral en lo alto. Tiene el cabello mas largo que el de su padre, y le baja por los lados de la frente con un desgrenado estilo de surfista californiano. Cielos, este hombre es demasiado astuto. Le sonrio, pero ?han oido de aquel dicho que dice que alguien sonrie, pero la sonrisa no le llega a la mirada? Si, mi sonrisa es como una de esas: patentada, decorativa y perfectamente superficial. Es la que siempre uso en estos tipos de eventos a los que me arrastran de vez en cuando; mas que nada por el nombre y el <> del abuelo, o por la desesperacion de mama porque la incluyan en los circulos importantes. Tener una hija a la que podia acompanar visiblemente y presentar a la sociedad de Boston ayudaba a cubrir un poco del hedor de ser una desesperada mujer florero a la que habian usado tres veces. Pero aqui estaba mama, viviendo sus dias de gloria otra vez. Era una esposa de nuevo, a pesar de que su esposo ahora fuese mas unflorero que ella. En especial porque el senor Winters de verdad tiene un trabajo aparte de ser tan endemoniadamente guapo. Empieza a sonar musica de organo. --Perdon, ya no soy la dama de honor. --Ignoro el brazo tendido de Dominick y senalo a Marla, una mujer escandalosa con cabello tenido de un estridente color rojo a la que sospecho que mama tiene como <> porque hace que ella se vea mucho mas linda y delgada en comparacion--. Esa es la mujer a la que vas a llevar del brazo. A pasarla bien. Mi sonrisa se vuelve una pizca mas genuina ante la expresion de espanto que se dibuja en el rostro de Dominick al tiempo que los padrinos se ponen en formacion, y yo me dirijo hacia un hombre mayor que esta al final de la fila. La procesion comienza un par de minutos mas tarde, tan pronto como mama hace acto de presencia. Camino hacia el altar, sorprendida de lo abarrotada que esta la iglesia de ambos lados. Es facil pensar que mama alejo a todas las personas que ha conocido, pero cuando llego a la primera fila y veo al abuelo sonriendome a mi, y no a mi madre, recuerdo por quien estan todos aqui. Puede que el abuelo ya no tenga la fortuna que una vez tuvo, pero sigue siendo un hombre acaudalado. El hecho de que haya desheredado a su hija es un secreto bien guardado, aunque tal parece que el futuro esposo de mama esta al tanto. ?Como es que se ese pequenisimo detalle? Vale, puede, solo puede que anoche lo haya llevado aparte despues de que se sentarajunto a mi madre mientras ella bebia una copa de champan tras otra en medio de la cena; su expresion no era otra cosa que benevolente mientras la miraba con afecto. El se excuso para ir al bano y yo lo segui unos minutos despues. --?Sabes que no tiene dinero? --le pregunte justo despues de que saliera del bano. El pasillo era estrecho y oscuro; estaba lejos de las cocinas y era poco transitado. --?Disculpa? --pregunto sorprendido, arqueando las cejas. Sin embargo, se mantuvo firme y no me ignoro. De inmediato me senti como una nina a pesar de mis tacones de siete centimetros. --Eh, mi madre. Ella no tiene... digo... --Trague en seco y baje la vista al suelo antes de reunir la valentia para volver a mirar al rubio vikingo mitad hombre y mitad dios mas alto que yo. Era el hombre mas hermoso que habia visto--. No hay dinero, si es por eso que te estas casando con ella. El abuelo ya no es tan rico y dejo de darnos dinero, de todas formas. Asi que si esa es la razon por la que lo haces... --En ese punto estaba temblando de pies a cabeza. Oh, Dios, solo necesitaba decir esto y luego podria esconderme en un armario por el resto de la noche --. ...no deberias. Porque no hay, ?sabes? No hay dinero. Y con ese ultimo tartamudeo me di la vuelta con mis pequenos y puntiagudos tacones y me fui de ahi. Y ahora heme aqui, al frente de la iglesia. No podia postergarlo mas. Al fin subo la vista y ahi esta el.

  • Un Capricho del Destino de Kristel Ralston

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    Brenda trabaja como guia turistica en Londres. Su pasado no ha sido benevolo y ha tenido que hacer muchos sacrificios, en especial en su vida sentimental. Una tarde, la suerte le sonrie y se convierte en la asistente personal de una de las mas temidas empresarias hoteleras de Inglaterra. Su encargo mas complicado sera lidiar con un hombre, apuesto y arrogante, que trabaja en las reformas de uno de los hoteles de la cadena Wulfton en Surrey.

  • Entre los 35 y los 45. La ruptura de Beatriz Curi Chercoles

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    Es una novela romantica dirigida a un publico adulto, de facil comprension de lectura, muy dinamica y divertida.

  • Prohibido Entrar_Una historia de amor (Una Propuesta casi Indecente 2) de Mia Del Valle

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    Introduccion: fragmento de Una Propuesta casi Indecente. Ocho de la manana. Me encuentro parada en la acera. Es un dia muy frio, tengo la nariz congelada. Pese a mi gorro blanco con pompon, guantes y bufanda, los dienten me castanetean. Miro el moderno edificio de cristales espejados, ubicado en plena Ciudad Vieja, sobre las puertas reluce un cartel de bronce lustrado Betner & Asociados. Asi que tomo coraje. <> Cri cri cri cri. Definitivamente no esta. Mi coraje quedo en casa, tapado con las mantas hasta la cabeza para que no lo encontrara. Estoy nerviosa, no se con que o mejor dicho con quien me voy a encontrar. Hora del show, inspiro profundamente, cuadro mis hombros con actitud y me mando puertas adentro. Al ingresar me envuelve un calido aroma a vainilla. Frente a mi hay un mostrador con un guardia de seguridad. Al verme entrar, este se pone de pie dejando de lado su tarea <> y me da los buenos dias. --Buenos dias, busco al senor Federico Betner --respondo. --Por favor digame su nombre. --Maria Victoria Rodriguez --mientras ingresa mis datos en el ordenador, doy una mirada a la recepcion. Pisos blancos con muchas obras de arte. Hay cuadros del artista Torres Garcia colgados en las paredes, y sobre algunos pedestales hermosas esculturas en ceramica, uno de ellos, un toro pintado en geometricos tonos tierra, en otro pedestal una especie de personita con una gran mascara de murguero, sus colores imitan al cuero marron, todo muy elegante y regional. --Perdon, pero no la veo con cita agendada para hoy --el guardia interrumpe mi momento. --Es que no la tengo. El no me conoce, pero necesito hablar por un asunto urgente. --Disculpe joven pero el senor Betner no ve a nadie sin cita previa. Le solicito amablemente, que llame mas tarde y hable con su secretaria. --Pero usted no entiende, necesito hablar con el, es muy importante. --Solo cumplo ordenes, le pido se retire. --No. No ire a ningun lado hasta poder hablar con el --cruzo mis brazos y elevo una de mis cejas. --El Arquitecto Betner no ha llegado aun --senala la puerta de salida con sus manos, y continua. --Llame mas tarde para concretar una reunion. Giro sobre mis talones sin pronunciar palabra, pero en vez de salir, tomo asiento en uno de los sillones de la sala de estar. No me marchare hasta arreglar el asunto. El hombre me mira molesto, no dice nada mas, solo toma asiento y continua con su trabajo. Una hora mas tarde ingresa uno de los hombres de la fotografia del diario. Tiene cabello oscuro, es alto y elegante, viste traje oscuro, camisa gris, corbata negra y un maletin de cuero. Saluda amablemente al guardia dandole la mano y se dirige a los ascensores sin reparar en mi presencia. Tengo que actuar, ?sera el? Solo tengo una opcion, me pongo de pie y grito. -- ?Senor Betner? --Voy detras, si es este el sujeto no se escapara hasta arreglar el mal entendido. El caballero me mira y sonrie. Es tan lindo,... !Basta Victoria, quizas sea hora de buscar un novio. Porque no vinimos a mirar a hombres lindos! irrumpe mi conciencia. <> --?Disculpe es usted el senor Betner? --el molesto guardia de seguridad esta en mis talones nuevamente. --No se preocupe Garcia, deje a la senorita --el apuesto hombre da una minima senal con la cabeza suficiente para que el guardia asienta y vuelva con su tarea. La cual seria continuar ?leyendo el periodico? <> esa fue mi conciencia nuevamente. --Disculpe que lo moleste senor Betner. Mi nombre es Maria Victoria Rodriguez, en el dia de ayer solicite un prestamo en un banco, pero me lo negaron porque figuro casada con usted. --Suelto todo lo mas rapido posible para que no se me escape. El joven sonrie con satisfaccion. No me importaria ser esposa de un pedazo de hombre como este. Por fin tiende su mano para saludar y presentarse. --Buenos dias soy Manuel Cortes, socio de Betner. Acompaneme por favor. Llega el ascensor y Cortes hace una sena con su mano, indicando que pase primero <> Dentro del reducido espacio, los nervios vuelven. Mi panza hace ruidos, tengo calor. Aflojo mi chaqueta y quito mi gorro, trato de acomodar mi cabello,... no lo logro. El hombre me observa en silencio, no quiero ser paranoica pero me estudia, puedo sentirlo. Finalmente el ascensor se detiene en el sexto y ultimo piso. Nuevamente permite que baje antes que el. Llegamos a una lujosa recepcion, todo alfombrado en rojo, esculturas de bronce y hermosos cuadros. Caminamos hasta su oficina. --Tome asiento por favor --dudo, no estoy segura si estare haciendo lo correcto. Finalmente dejo caer mi trasero en la silla, frente a su lujoso escritorio. Cortes desabrocha los botones de su saco y toma asiento. -- ?Victoria, te puedo tutear? --Si claro. --Bien Victoria, lo que me trataste de explicar ?es que figuras casada con mi socio? --sin exito trata de ocultar una sonrisa. <> --Si exacto. -- ?Tu lo conoces? --No, claro que no. Ayer en el banco, me dio su nombre la empleada que me atendio. Ella me puso al corriente sobre el error en mi estado civil, cuando pidio la firma de mi "conyuge" --me inclino sobre el escritorio y apoyo mis antebrazos en el. --Estoy desesperada, anoche en google consegui los datos de esta empresa. Y habia una foto suya y de mi supuesto esposo, solo que no sabia cual era cual --respiro, creo que hable sin pausa, ni oxigeno de por medio. --Comprendo, dame un minuto por favor --toma el telefono de su escritorio y disca un interno, espera, mientras me observa. Cuelga y llama a otro numero. --Buenos dias Nadia ?Federico ya llego? --Senor Cortes, el Arquitecto esta en su oficina con la senorita Ximena Roux, pidio que no se lo moleste. --Bien entiendo, descuida… luego lo llamo a su movil, gracias --. Cuelga, apoya los codos en la mesa y entrelaza sus manos... piensa. --Victoria, mi socio esta reunido en este momento. Dame tu movil, te prometo que en cuanto me comunique con Federico te llamare. --Es que estoy sin movil por el momento, ayer me lo robaron -- hago una mueca de lado !completita la chica a mas no poder! Oh si. --Bueno, entonces el de tu casa --Si, ese si lo tengo <> pienso. Intercambiamos numeros, me entrega una tarjeta personal, y me marcho. Igual a como llegue, llena de nervios, con un nudo en el estomago y !CASADA! Todo comenzo. Un mes atras... 10 de marzo 9 am Me transpiran las manos. Conseguir trabajo en lo que me gusta, justo luego de recibirme, es un sueno hecho realidad. Me encuentro en la empresa constructora Betner & Asociados. El guardia de seguridad lee un periodico detras del mostrador. Al parecer uno de los directores aun no ha llegado y debo aguardar. Hay una chica mas esperando ser entrevistada. Es rubia, de nariz respingona y cuerpo de infarto. Solo espero que mis calificaciones sean tomadas en cuenta, y no el contorno del busto... !por Dior! Me miro y luego a ella,... somos agua y aceite. Yo estoy usando un pantalon de vestir negro con corte recto, una camisa azul con finas lineas blancas y zapatos de diez centimetros de alto, tambien azules. En cambio la rubia, tiene un pequeno y corto vestido rojo... !rojo! !Donde se vio, usar ese color en una entrevista de trabajo! Sumado a sus zapatos de tacon altisimos, es la personificacion de Gatubela, lista para el ataque. <> Un elegante caballero con perfecto traje de disenador, ojos claros y cabello oscuro entra como estampida. Da unicamente los buenos dias al guardia y sigue camino hasta los ascensores. --El caballero que acaba de entrar, es el senor Betner -- Comunica con orgullo el guardia. Asiento con la cabeza, y la rubia deja escapar una risita tonta. Continuo esperando. Me pregunto si la tetona, estara aguardando para el mismo puesto de trabajo. El ascensor se abre y una mujer joven, con unas carpetas en la mano sale de el. Verifica una informacion, hasta que finalmente pregunta. -- ?Monica Lewosky? -- !Soy yo! --exclama la rubia poniendose de pie. --El senor Betner y el senor Cortes la veran ahora, sigame por favor. <> ?Es broma? ?Monica Lewosky?... !con ese nombre seguro la contratan a ella! Hago un rezo interno para que el senor Betner y su socio no sean habitues de fumar habanos.

  • Por una mentira de Sophie Saint Rose

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    Tabitha colocaba el expositor y cuando vio llegar a la senora Morley gimio dejando el pollo que tenia en la mano, para incorporarse y mirarla por encima con una sonrisa en los labios que no llegaba a sus ojos violeta. -- Buenos dias, senora Morley. --Buenos dias, nina. -- respondio mirando la mercancia con su ceno fruncido. La senora Morley era una de sus clientas habituales, pero para venderle una pechuga de pollo se pasaba en la carniceria una hora y queria que le mostrara todo el genero. A sus casi noventa anos decia que no podia meterse cualquier cosa en el cuerpo, asi que la torturaba todo el tiempo que le daba la gana. Tabitha suponia que no tenia mucho mas que hacer que darle el conazo. -- ?Que le pongo hoy? -- dijo mirando su vestido de flores de cuello blanco, acompanado por su collar de perlas. Tambien se fijo que esa manana se habia decidido por sus zapatos planos de cordones marrones -- Tengo la ternera de oferta. -- ?La ternera? No creo. Mi pension no llega para tanto. --la miro con sus ojitos azules detras de sus gafas de pasta y entrecerro los ojos-- ?Llevas la redecilla? No la veo. ?La llevas? No voy a consentir encontrarme un pelo pelirrojo en mi comida. --Si, senora Morley. --se acerco a ella por encima del expositor senalando su horrible redecilla blanca -- ?La ve? Es obligatorio llevarla. --Por eso te lo digo, nina. --dijo con los ojos entrecerrados intentando centrar la vista. Molesta porque no veia tres en un burro, miro el expositor de nuevo-- Vamos a ver, ?eso que es? ?Pavo? --No, senora Morley. Es la ternera que le decia. --Va, no tiene buen color. Tabitha se mordio la lengua forzando una sonrisa y miro a traves del escaparate de la tienda al exterior esperando que llegara su jefa y se pudiera librar de atender a la mujer-- ?Que le parece pollo? -- respondio importandole un pito lo que se llevara la buena mujer. -- ?Pollo? !Me lleve pollo ayer! --No, senora Morley. Se lo llevo el lunes y estamos a viernes. -- al fin era viernes y descansaria todo el fin de semana. Las ganas que tenia de perder de vista a las clientas solo las sabia ella-- ?Y conejo? -- !Conejo! !La cantidad de conejo que me comi en los cuarenta! Madre mia, ya la habia liado. La mujer se puso a relatarle toda su infancia y la adolescencia. A describir lo dura que era la vida entonces y no como ahora, que los jovenes solo se quejaban de vicio -- !Y mi marido! !Oh, lo que trabajaba el pobre! -- entrecerro sus ojitos-- ?Y tu? -- ahi venia-- ?Ya te has casado? -- la pregunta de todas las semanas. --No, senora Morley. Desde hace siete dias, que me lo pregunto la ultima vez, no me he casado. -- respondio cogiendo el cuchillo clavandolo en la tabla de madera pensado por que cono tenia que explicarle su vida a todo el mundo. -- !Pero nina! ?Cuantos anos tienes? !Joder! ?Por que no se compraba la pechuga de pollo de una vez y la dejaba en paz? -- Veintisiete, senora. La senora Morley la miro con horror como todas las semanas. Un dia iba a sacarle una foto y a colgarla en Internet -- Pues casate nina o… -- ?Y que le parece cerdo? Unas buenas chuletitas de cerdo. La mujer chasqueo la lengua y en ese momento entro su jefa que llegaba de ir al banco a realizar los ingresos-- Buenos dias, senora Morley. -- dijo pasando ante ellas a toda prisa y metiendose en la trastienda a la velocidad de la luz despues de mirarla con cara de panico. Tabitha dejo caer los hombros y agarro el mango del cuchillo-- Cobarde. -- susurro desclavando el cuchillo. Miro el reloj que tenia colgado y vio que la mujer llevaba en la tienda exactamente cuarenta y siete minutos. La mujer seguia hablando sobre que no le apetecian chuletas de cerdo y cuando tomo aire, Tabitha metio baza-- ?Y de cordero? -- !Oh, el cordero me sienta mal, nina! ?Que te pasa? Estas muy distraida. --Tiene toda mi atencion, senora Morley. --cuando vio entrar en la carniceria a su amiga Kat sonrio de oreja a oreja-- ?Las tienes? -- !Ja! -- saco dos invitaciones a la inauguracion de la nueva discoteca en Manhattan para esa noche-- Creias que no podia, ?verdad? -- dijo apartando con chuleria su pelo moreno. -- ?Que eso, nina? ?Os vais al cine? Kat miro a la mujer con una sonrisa en la boca y Tabitha nego con la cabeza indicandole que no contestara-- No, son las entradas a una discoteca. La senora Morley las miro con horror como si fueran dos perdidas y jadeo-- ?Una discoteca? --Si. -- respondio Kat confundida. Miro a Tabitha como si la hubiera decepcionado-- ?Vas a esos antros de perdicion, drogas y alcohol? -- dijo levantando la voz-- !Deberias ir a la Iglesia, nina! !Ahora entiendo que no te hayas casado! --la senalo con el dedo-- !Los hombres decentes van a la Iglesia! !Ahi conocia a mi Martin y estuve casada sesenta y tres anos! Tabitha miro hacia la puerta de la trastienda que se abrio en ese momento saliendo su jefa vestida para ponerse a trabajar. La miro como si hubiera metido la pata y ella miro a Kat como si quisiera matarla. Su amiga susurro-- Bueno, yo me voy. La anciana seguia soltando por la boca que los jovenes en la actualidad habian dejado de ir a la Iglesia, porque estaban tan cansados despues de drogarse toda la noche, que no querian oir la palabra de Dios para no tener remordimientos. Su jefa asintio --Que razon tiene, senora Morley. ?Le pongo unos filetitos de pollo? Kat hizo una mueca yendo hacia la puerta, haciendole un gesto como que la llamaba luego--Gracias por tu visita, Kat. --dijo ironica con ganas de pegarle cuatro tiros. --Lo siento. -- vocalizo antes de salir practicamente corriendo. Como una buena chica tuvo que escuchar como debia reformarse de su disipada vida. ?Disipada vida? !No echaba un polvo desde que su novio la habia dejado por la pastelera del final de la calle! Y eso habia sido hacia dos anos. En ese tiempo a ellos les habia dado tiempo a casarse y tener gemelos. Con una mueca en la boca que se suponia que era una sonrisa, vio como llegaba otra vecina y opinaba sobre su vida como si tuviera todo el derecho del mundo, aliandose contra ella. Miro a su jefa que la observaba cruzada de brazos-- Ya le he dicho que mi hijo estaria encantado de salir con ella. -- dijo su jefa dando la puntilla --Gabriel esta medio enamorado de Tabitha y lleva esperandola desde que la conoce. Cuatro anos hace que lo tiene esperando al pobre chico. ?Pobre chico? !Era un cromanon que solo hablaba de futbol, soltaba eructos, que pesaba cien kilos y estaba calvo! No estaba tan desesperada. Pero eso no se lo podia decir a su jefa, por supuesto. Asi que sonrio dulcemente diciendo-- Nuestros caracteres son muy distintos. -- !Dejate de tonterias, nina! -- dijo la senora Morley levantando la barbilla-- !Que caracteres, ni caracteres! !En casa mandas tu! !Punto! !Todo lo demas son tonterias! -- !Eso le digo yo! Si cuando le sonrie, el pobre se pone a babear. Pero ella nada. !Ni siquiera quiere salir con el una vez! --Tabitha, debes ser mas flexible. -- dijo la senora Rubin acercandose al expositor--Ponme carne para picar. Voy a hacer hamburguesas. Tabitha se puso a servir a la mujer pensando que deseaba que dieran las dos, que era la hora en la que salia ese dia. Metio la carne en la picadora despues de pesarla, rumiando que necesitaba una noche loca. Si, se cogeria un buen pedo. De los que hacen epoca. No sabia como despues de trabajar alli cuatro anos, no se habia dado al alcohol. Escuchandolas ponerla verde por ser muy exquisita, termino de picar la carne y le tendio el paquete a la mujer cobrandole-- Aqui tiene, senora Rubin. La vuelta. -- ?Que te parece si sales con mi Steve? Acaba de dejar a su mujer y siempre le has gustado. !Ja! !Ni loca! Pero sonrio radiante porque ahora el tema se desviaria. -- ?Tu hijo ha dejado a su esposa? -- pregunto escandalizada la senora Morley sonrojando a la vecina. Cuando llego a su casa arrastrando los pies, vio a su madre en el pequeno jardin tirando de los hierbajos-- Uy, uy, hoy ha sido un dia malo. --Pesimo. Estoy mas harta... -- ?Por que no buscas algo en Manhattan? --dijo quitandose los guantes para acercarse y quitarle la redecilla de su pelo pelirrojo-- Hija, no puedes seguir asi. Miro con horror a su madre-- ?Me he paseado por todo Brooklyn con eso puesto? La risa de su madre la altero todavia mas-- No tiene gracia. --Claro que la tiene. Tenias tanta prisa por salir que ni siquiera te has dado cuenta. Gruno subiendo las escaleras-- !Que harta estoy! --Si hubieras terminado... Se volvio fulminandola con la mirada-- ?Me lo vas a recordar otra vez? Si hubieras terminado la carrera, ahora serias un medico de prestigio y vivirias en Manhattan. -- !Es que es la verdad! -- !Mama! !Me echaron! Su madre miro a su alrededor jadeando-- !Que no te oigan las vecinas! --Soy una negada para estudiar medicina. ?Sabes todos los nombres que hay que aprender? !El instituto estaba tirado! -- !Pero sacabas muy buenas notas! Por eso te dieron la beca. !Lo que pasa es que te desviaste! Eso era cierto. La vida en el campus era tan distinta a la que habia llevado, que se despisto un poco. No un poco, muchisimo. No se encontro en todo el semestre y cuando lo suspendio todo, ya era tarde. La echaron a patadas. --Mira, no quiero hablar de lo que ya no puedo arreglar. -- entro en casa de sus padres frustrada. -- !Podrias volver a estudiar! -- !Todos los dias tenemos que tener esta conversacion! Mama, aceptalo. No voy a ser medico. -- ?Y enfermeria? Puso los ojos en blanco dejando el bolso en el perchero y yendo hacia la cocina -- Puedes estudiar por las tardes. Tomo aire sacando una cola de la nevera. Su madre estaba preocupada por ella. Lo sabia. Tenia veintisiete anos y se habia dejado llevar. Cuando la echaron de la universidad para disgusto de todos, volvio a casa y trabajo en un supermercado. Alli habia acabado de carnicera y de alli a la carniceria del barrio. Siempre habia ganado dinero, pero no era la vida que siempre habia sonado. --Tienes dinero ahorrado. Lo bastante como para ponerte a estudiar de nuevo si no quieres trabajar. --su madre se acerco y le acaricio la mejilla --Yo quiero que seas feliz y no lo eres. En Manhattan tendrias mas oportunidades y… --Pensare en algo, ?vale? Te lo prometo. Su madre tenia razon. Lo sabia. Lo que no sabia era lo que le pasaba. Era como si desde que habia ido a la universidad le diera miedo lanzarse a la vida para no pegarse otra leche. Asi que alli estaba, viviendo en casa de sus padres, aunque ellos estaban encantados. Trabajando en el barrio y sin pareja. Todo un panorama. Su madre sonrio y Tabitha alargo la mano para quitarle una hierba de su pelo negro-- No te preocupes por mi. --Estoy encantada de tenerte aqui y lo sabes. -- Tabitha asintio-- Pero quiero que empieces a vivir tu vida. Siempre estas pendiente de nosotros, sobre todo de tu padre. Desde que tenias dieciseis anos echabas una mano en el taller y cuando sales de trabajar te pasas muchas veces para ayudar. No puedes seguir asi. !No eres feliz! -- se alejo y abrio un cajon de la cocina-- Mira, he hablado con tu tutora del instituto. -- Tabitha abrio los ojos como platos. -- !Mama! --Escuchame, ?vale? Puedes ir a clases nocturnas y en dos anos tendras tu titulo de auxiliar de enfermeria. --le enseno un folleto y Tabitha suspiro. Cogio el folleto de sus manos y la miro asombrada. !El folleto tenia tres anos! -- ?Por que me lo das ahora? --Porque estas al borde de un ataque de nervios y es el momento apropiado. Antes pensabas que estabas bien. Ganabas dinero y tenias novio. Incluso pensasteis en casaros y te entro el panico. Ahora estas preparada para cambiar tu vida. -- ?Por que he tocado fondo? -- dijo divertida. --Exacto. --la beso en la mejilla-- Piensatelo, ?vale? --Si, mama. -- la agarro por la cintura antes de que se apartara-- ?Sabes cuanto te quiero? Su madre se echo a reir mirandola con sus mismos ojos color violeta-- Seras zalamera. --Si, lo soy. -- la beso en la mejilla y se aparto dispuesta a comer algo. Volvio a abrir la nevera sacando algo de jamon para hacerse un sandwich. --Carino, ?no esperas a la cena?

  • Filias de Rosaura York

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    La historia de un asesino en serie que trae de cabeza a los dos inspectores mas capaces de la ciudad de Blue. Mientras uno mata a su antojo la policia investiga sin descanso para dar con el escurridizo personaje.

  • Un juego muy peligroso 3 de Norah Carter, Monika Hoff, Patrick Norton

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    No, no me lo podia creer. Sola en esa celda, con esa chica que, gracias a Dios, se la llevaron rapido. Mi cabeza iba a reventar. Ahora tenia que esperar ahi a pasar a disposicion del juez. La noche era un calvario. Por un lado, odiaba a Ethan con todas mis fuerzas. Por otro, pensaba que era un sueno. Esa cama fria me daba asco, era incapaz de acostarme sobre ella. Pase toda la noche en el suelo sentada, lloraba sin consuelo, no se me quitaba de la mente la imagen de mi padre derrumbado. Era un dolor muy grande. Por la manana, escuche que venian hacia la celda. De repente, aparecio Bruno y me derrumbe. Era incapaz de recriminar nada. Solo queria respuestas. --Bruno ?Tu eres comisario de verdad? -- dije mientras el abria la celda con un policia nacional y yo me agarraba a los barrotes desesperada esperando respuesta. --Soy el jefe de Narcoticos, del departamento antidroga -- dijo mientras terminaba de abrir la puerta y me cogia para abrazarme. -- ?Que esta pasando Bruno? ?Por que me dijo que era juez? ?Por que lo acusan de narco? -- pregunte desesperada agarrando su camisa. --Escuchame, Maika. Vamos ante el juez. Tengo en mi poder el contrato que firmaste con Ethan para estar un ano trabajando con el. Tambien me dio tu amigo Marcelo todos los papeles de tu vida laboral. Avise a tu abogado y me he reunido con el. Quiero sacarte de esto hoy mismo. Vamos para el juzgado y di toda tu verdad, que te enamoraste de el y lo que te conto. Hazme caso, no digas nada que no sea eso. --Entonces... ?Es verdad lo que el me conto y que ahora lo estan metiendo en otro lio? --No, no es verdad lo que te conto, pero tampoco es un narcotraficante exactamente. Es muy dificil de explicar. Prefiero que lo haga el, ahora vamos primero a intentar sacarte de esto. --No entiendo nada -- dije siguiendolo mientras el pedia al policia que no me esposara. --No te lo digo mas, centrate en ti, deja que te saquemos de esta y ya hablaremos. Entenderas muchas cosas. --Bruno, lo odio -- dije metiendome en el coche. --Lo se, pero yo lo quiero como un hermano. Confio en el mas que en nadie en este mundo y creeme... lo apoyo. --Y a ti ?Por que no te han detenido? --Contra mi no tienen nada. Estoy ayudando en la investigacion. --Sigo sin entender nada. --Bueno, prometo que, si sales libre por esa puerta, quedo contigo y te cuento todo, luego tu decides si ver a Ethan o no. --No lo quiero ver, esto no se lo perdono y si no salgo del juzgado, dile de mi parte, que ojala se muera -- mis palabras estaban llenas de rabia cuando solte aquello por mi boca. Bruno ya no dijo nada. Callamos durante el resto del trayecto hacia los juzgados. El coche se detuvo despues de media hora y unos agentes que me iban a escoltar abrieron la puerta del coche para que bajara. Bruno no me acompano. Lo mire desde afuera y su rostro transmitia confianza. Pero yo me estaba sintiendo como si fuese una asesina, como si fuese una delincuente muy peligrosa a la que llevan anos persiguiendo. Y yo no era mas que una estudiante fracasada, una dependienta de una tienda de ropa, de esas tiendas que hay a miles en cualquier lugar del mundo. Ahora estaba alli, en un juzgado. Seria condenada por una serie de delitos que yo ni siquiera conocia. Quiza me habian involucrado en una serie de acciones criminales de las que yo no era consciente. Joder, yo no hice nada malo. Yo no apunte con un arma a nadie. Ni amenace, ni chantajee. Solamente me enamore de un tipo que me dijo que era juez. De un hombre que quiso ser amable y generoso conmigo. Cierto es que su personalidad a veces era cambiante y existia la sospecha de que me ocultaba algo. Pero, ?narcotraficante? No daba credito. !Que cojones estaba pasando con ese hombre y que demonios estaba pasando conmigo! Senti la humillacion. Obedecia y arrastraba los pies como una automata. No sabia que iba a ser de mi vida. Pero se me paraba el corazon con solo pensar que podia acabar en una celda, teniendo como companera a una asesina o a cualquier mujer violenta. Temblaba con el hecho de que podia pasar el resto de mi juventud entre rejas. No. No podia ser verdad.

  • Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos de John Berger

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    Combinando la soberbia profundidad de sus ensayos y criticas artisticas con la riqueza emocional de su ficcion y su poesia, en esta obra John Berger vuelve por primera vez la lente de su arte sobre si mismo. Asi, se concentra en sus emociones personales y su vida y se cuestiona sobre ciertos aspectos tan trascendentales como ?que es lo que nos lleva a amar? Berger vuelve a mostrarnos otra manera de ver, ofreciendonos, ademas, una magnifica declaracion acerca del enfrentamiento entre la devastacion y el amor en nuestro mundo.

  • Cuando la Luna llora de Chiki Fabregat

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    Tras la muerte de la abuela de Cora, la familia se traslada a vivir a Covanegra, un pequeno pueblo semiabandonado con fama de maldito y cargado de leyendas. De golpe, Cora se ve obligada a dejar atras toda su vida, su universo en la gran ciudad: deja su instituto, a su mejor amiga, a su novio No entiende que sus padres hayan optado por vivir en un lugar que expulso a su abuela tachandola de bruja, asi que se empenara en hacerles cambiar de opinion. Sin embargo, no es tan facil escapar del embrujo de Covanegra. Cuando sale la luna, comienzan los suenos, y las pesadillas.

  • Quiza lo quiso el destino de Jorge Zaton Perez

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    Tras un ultimo ano en el que pierde a sus padres, su novia lo abandona y ve la relacion con su hermano seriamente danada, Berto se reencuentra con Lisa, un antiguo amor de la infancia. Con miedo y muchas dudas, no tarda en renacer en ellos su amor olvidado, aunque su relacion no es precisamente un camino de rosas. En Quiza lo quiso el destino vemos lo mas bello y lo mas amargo del amor, en una mezcla de sentimientos que cautivaran al lector.

  • Entre tacones y biberones de Monica Guzman Zubieta

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    Monica Guzman Zubieta (#LaMismita) es una mujer real, autentica y divertida, que vive y siente a plenitud.

  • El amanecer de tu sonrisa de Inma Cerezo

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    Un ranchero empenado en olvidar.

  • La guerra de la polvora ( Temerario 3 ), Naomi Novik de Naomi Novik

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  • Atrapada en mi pasado de Rose B. Loren

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    abajadora social que vive atrapada en su pasado, con unas ansias de venganza que no la dejan avanzar. Tras varios anos apartada de su ciudad natal y de su familia, decide regresar a Los Angeles para poner en practica un plan con el que resarcirse de todo el dolor que le han causado. Pero, al poco de llegar, un acontecimiento inesperado le hara conocer a Patrick, un bombero que pondra patas arriba su vida y que hara peligrar los planes que durante un tiempo ha elaborado con tanto detenimiento.
    ?Podra Erin deshacerse de Patrick y llevar a cabo su venganza? ?Que ocurrio en el pasado de Erin para que guarde tanto rencor? ?Conseguira Patrick desbaratar los planes de ella? Descubrelo en <>, una historia de intriga, pasion y sobre todo de la lucha de una mujer herida por avanzar hacia un nuevo futuro.

  • Sentirme enamorado de Julieta Bono

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    Hasta el momento, que Lilly tuviera un mal dia en el trabajo era el peor de sus males. Para colmo el dueno del Club donde estaba trabajando, habia ido sin previo aviso. Las cosas no estaban para buenas impresiones. Pero eso resulto no ser nada comparado con presenciar un asesinato.
    De un momento a otro se encuentra sin poder pedir ayuda y teniendo que emprender una travesia que, entre otras cosas, la lleva a conocer a un multimillonario y misterioso hombre. En el encuentra la proteccion que anhelaba y algo mas.
    Lo que ninguno de los dos sabe, es que para que las cosas salgan bien, tendran que enfrentar sus pasados, sus presentes y a un enemigo muy poderoso que podria poner en peligro sus vidas. Ambos pondran a prueba su suerte en esta historia donde la corrupcion, la traicion, la fe y el amor, se entrelazan en cada capitulo. Al final ambos tendran que luchar para intentar salvar no solo sus vidas sino tambien el amor que ha crecido dentro de ellos.

  • Mi cunada de Tierra Salvaje

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    Un viaje de final de curso entre un grupo de jovenes acompanados de dos de los profesores mas atractivos, entre las que se encuentra Eva, la cunada David, quien vivira una experiencia inolvidable en una isla idilica y cambiara su vida en pareja y su percepcion de la misma. Amor, celos, sexo, desencuentros, amistad, deslealtades y sentimientos encontrados.

  • Una casa al sur de Munich de Lola Munoz

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    Elena Morey, una joven estudiante espanola, viaja a Munich para perfeccionar su aleman trabajando como au pair.
    En un desafortunado incidente durante la Oktoberfest conoce a Gerhard Huber, un atractivo ingeniero con el que inicia una intensa pero complicada relacion.
    La desaparicion de su vecina, Aileen Bauman, hace que la policia empiece a investigar su entorno. Los extranos comportamientos de quienes le rodean le llevan a sospechar de todos, incluso del hombre del que no ha podido evitar enamorarse.
    Una espiral de intrigas, pasiones, infidelidades y ambiciones que estara a punto de terminar con su vida.

  • La huida de Bella de Elsa Tablac

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    DUNCAN Estaba convencido de que ese no era su nombre real, pero yo ya no podria llamarla de otra forma. Bella. Observe como se deslizaba alrededor de la barra, sobre el escenario, vestida solo con un bikini minimo y brillante. Nuestras miradas se cruzaron y creo que en ese instante baje los ojos. Era complicado asimilar tanta belleza y ponerla en el contexto en el que me hallaba. El sitio no era otro que el club de striptease de Roscoe. Era la tercera vez en menos de diez dias que acudia alli para tomar una copa con mi socio y amigo Justin. Esa era la version que el tenia. Una excusa debil que dudaba que pudiese sostener durante mucho mas tiempo. En realidad solo queria volver una y otra vez para verla a ella. A Bella. Todas las noches que hiciesen falta. Pero ya habia decidido que la proxima vez acudiria solo. --No te creas que no me he dado cuenta, Dun --me dijo Justin. Empezaba a arrastrar un poco algunas silabas. Aquella noche conducia yo de regreso al motel donde nos alojabamos, y el ya iba por su tercera copa. Desvie la mirada. En ese momento el local de Roscoe estaba en uno de sus momentos algidos de la semana. Eran las doce de la noche del jueves y el bullicio era casi atronador. --?Que es lo que no se te ha escapado esta vez? --le pregunte. Justin senalo a la stripper con el dedo. A mi Bella. --He visto como la miras. --?Acaso hay alguien en este antro que no la este mirando? --No. No no no. Ya sabes a lo que me refiero. Jamas has querido acompanarme a un club de striptease, Duncan. Nunca te ha dado la gana. Y esta noche estamos aqui por tu propia iniciativa. Por tercera vez. ?Y piensas que voy a creerme que solo te apetecia tomar una copa? Si ni siquiera quieres beberte una cerveza. Sonrei. Era muy dificil enganar a aquel cabron. Demasiados anos juntos. --Eh, amigo. Que yo no te estoy juzgando --continuo--. Pero si te interesa esa chica deberias… no se, acercarte a ella. Intentar hablarle. No siempre va a estar subida ahi arriba. O al menos ponerle uno de estos entre ese par de tetas. Justin me extendio un billete de veinte dolares sobre la barra. La sola idea de plantarme delante de Bella y ofrecerle dinero a cambio de unos segundos de su atencion me resultaba casi ofensiva. Le devolvi el billete. --Nah. Veinte dolares no llega para pagar ni uno de sus pestaneos. Justin solto una carcajada. --?Una stripper, Duncan? ?Estas seguro? Podrias tener a la mujer que quisieras y te encaprichas de una de las chicas de Roscoe. Me encogi de hombros. Tampoco me apetecia seguir negando la evidencia. Mi socio saco la cartera del bolsillo. Una de las razones por las que estaba tan euforico ese dia era que habia ganado una mano importante de poker justo antes de nuestro viaje. --?Que haces? --le pregunte. --Tengo una idea mejor --dijo, sacando un fajo de billetes--. Un lap dance. Te vas con ella a uno de esos apartados. Y que te haga un striptease privado detras de la cortina. Y cuando termine le dices que te encantaria llevarla a cenar y al cine, y regalarle joyas. --Tu ves demasiadas peliculas --respondi, riendome--. Guarda eso, anda. Justin levanto el dedo para llamar la atencion de Mindy, la camarera. Una veterana del Roscoe que no habia dejado de mascar chicle desde que habiamos entrado y a la que ya nada podia sorprender. --Dime, guapo. --?Cuanto dirias que cuesta un show privado de aquella senorita? --le pregunto. Le propine una patada por debajo de la barra, pero no se dio por aludido. --?Quien? ?Bella? --Si, aquella. La rubia flexible con cara de buena chica. Mindy se rio abriendo mucho la boca y exhibiendo varias caries. --Sigue sonando, guapo. Bella no hace privados. No los necesita. Es la chica de Roscoe que mas dinero gana. La numero uno. Con diferencia. --Todos tenemos un precio --dijo Justin. Mindy se encogio de hombros. --Todos excepto Bella. Yo puedo hacerte ese show privado, si quieres --contesto la camarera. No habia podido evitar echar un goloso vistazo al fajo de billetes que Justin habia sacado de paseo por encima de la barra hacia unos segundos. Me acerque a su oido y le susurre que parase de una vez. A veces era un ordinario y un fanfarron. Justin disfrutaba dejandome en evidencia solo para satisfacer su morbo personal. Mientras el se ponia a charlar con Mindy, le di la espalda y la contemple de nuevo. La idea de que Bella supiese que se habia insertado a fuego en mi pensamiento me provocaba vertigo. Era ridiculo. No estabamos en el instituto. Soy un tipo con exito y tengo mi propio negocio. Y ella es una stripper. Como minimo. Quien sabe si va mas alla. La cancion que sonaba en ese instante era Poison, de Alice Cooper. Bella se contorsionaba alrededor de la barra como si esta fuese una extension de su cuerpo, una mas de sus perfectas extremidades. Cada uno de sus movimientos se amoldaba a la musica y a todas y cada una de mis expectativas. Observe el coro de babosos que tenia alrededor y que lanzaban billetes a sus pies. Ella les sonreia como si fuese de otro planeta. Era una autentica diosa y no podia dejar de pensar en ella desde hacia casi diez dias, los mas extranos de mi vida. Una stripper, Duncan Murphy. Nada menos. Diez dias tratando de asimilar la realidad. Que me habia colgado de una mujer que bailaba mientras se quitaba la ropa y de la que no sabia absolutamente nada. Ni siquiera su nombre real. Un nombre que ni ella misma me diria. Y sin embargo, tal vez yo no era muy diferente de los tipos que la jaleaban a sus pies. Simplemente la observaba desde la distancia, desde la seguridad de la barra del bar. No me atrevia a acercarme, y si Justin se enteraba de todo lo que pasaba por mi cabeza se reiria de mi hasta el dia del juicio final. Mi proceso mental durante aquellos dias habia sido…curioso. Al principio, negue la evidencia. Trate de olvidarla, aniquilar mi obsesion todo lo rapido posible. Llame a Julia, una antigua amiga con la que tenia citas esporadicas. Conduje hasta la ciudad; la invite a cenar y me sorprendi a mi mismo pensando en Bella mientras esperabamos el postre. Despues, la lleve a su casa y esa misma noche trate de buscar algo de informacion sobre ella en internet. Menudo idiota. Como si estas chicas dejasen algun tipo de rastro en la red. Bella era menuda, atletica y tenia una melena rubia y sedosa que le caia sobre los hombros. Los labios en forma de corazon, y las curvas mas mareantes que recuerdo. Me gustaba fijarme en su mirada, en ver hacia donde dirigia aquellos enormes ojos claros, y debo reconocer que me estremeci cada una de las ocasiones en las que crei que me estaba observando desde su pequeno escenario. Me gire y vi que Justin seguia con la distendida conversacion con Mindy. --Vuelvo enseguida --murmure, aunque mi amigo no me prestaba ninguna atencion. Me dirigi al bano del Roscoe y al salir me quede plantado en medio de la sala. Bella seguia moviendose por el escenario, y justo en aquel momento se desprendia de su sujetador. Inmediatamente cubria sus grandes pechos, rosados y perfectos, con su antebrazo. Era magnetica. No podia apartar la mirada de ella, a pesar de que habia otras chicas haciendo cosas muy parecidas en aquella sala. Me encamine hacia el borde de su escenario. En aquel momento no pensaba, solo respondia a mis impulsos. A pesar de la contundencia de sus curvas yo no podia apartar la mirada de sus ojos, convertidos en un ancla que ya nos habia unido.

  • Deseo Pedido Trilogia Mi Vikingo 2 de Norah Carter de

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    Me queria morir, no podia creer lo que habia leido en ese mensaje, no podia ser cierto, fui corriendo hacia la cocina y estaba mi padre en la mesa. --Papa, se que es una locura, pero necesito salir pitando para Amsterdam. --No me asustes ?Que ha pasado ahora? --Se la verdad de lo que ha sucedio con Alan, lo hizo para protegerme, esta en silla de ruedas, tengo que ir a verlo. --No me lo puedo creer -- dijo asombrado. -- ?Pero el sabe que vas? --No, me ha mandado un mensaje, no se lo he contestado, si lo hago no lo permitira. --No estoy de acuerdo, pero no te voy a frenar a que lo hagas ?De cuanto dinero dispones para los vuelos y para estar alli? --Papa, tengo la beca entera, me pagaste toda la estancia en Amsterdam, no me hace falta dinero, solo coger un vuelo. Se levanto y cogio la tablet, mientras me prepare un cafe. --Hija... ?Para manana? --Mira para hoy, papa, por favor. Vi como ni levantaba la cabeza, se puso a buscar. --Hay uno para las 3 de la tarde, creo que nos puede dar tiempo -- dijo mientras aparecia Eric por la cocina y venia a abrazarnos, detras lo hacia mi madre. Mi padre le conto rapido toda la odisea, ella nego con la cabeza, pero me abrazo y me dijo que ese no es el tipo de vida que habia sonado para mi, pero si me hacia feliz, que me apoyarian. Prepare la maleta, ya tenia el vuelo de ida, mi padre insistio en que cogiese hotel, yo me negue, ya buscaria alrededor de Alan. Me despedi del pequeno que me miraba apenado, seguidamente de mi madre y me fui con mi padre pitando al aeropuerto. Llegue a la terminal y facture la maleta, habia metido muchas cosas por si me quedaba mas tiempo de la cuenta, me despedi de mi padre antes de pasar el cordon policial y una vez cerca de la puerta de embarque, me meti en una cafeteria y me compre un refresco con un sandwich. Estaba nerviosa, no me podia creer que no me hubiese dado cuenta de lo que le pasaba, me reprochaba el haberme ido y no haberme quedado a su lado, pero me lo puso realmente dificil, no sabia como me iba a recibir, pero de que lo haria, lo haria... En el vuelo me toco un chico al lado, me recordaba a Pablo Alboran, estuve a punto de preguntarle si era el, pero estaba casi segura que no lo era, rapidamente entablamos conversacion, iba para Amsterdam a ver a la novia, que era holandesa, el se llamaba Pablo, ya ahi solte una carcajada, supo rapido de que se trataba, no era la primera vez que lo confundian, encima por llevar igual, llevaban hasta el nombre. Le conte mi historia, estaba flipando, no podia creerselo, ni yo el haberlo hecho, pero el no paraba de reflexionar sobre todo y me gustaba esa conversacion que teniamos, necesitaba la opinion de alguien que no fuese de mi entorno, me hizo apuntar su telefono por si me veia sola en la ciudad que lo avisase, me dijo que no temiese por la novia que era muy docil, rompi a llorar de la risa, mientras intercambiabamos los telefonos. Bajamos del avion y me dijo que me llevarian, su novia lo estaba esperando, le dije que por favor que no, pero no les valieron mis excusas de nada. Salimos del aeropuerto y alli estaba ella, una preciosa rubia con una sonrisa en los labios, nos presento y le dijo que me habia conocido en el vuelo, ella corriendo agarro mi maleta para meterla en su coche, yo me quede flipando, me aparece mi novio con otra y lo harto a hostias a los dos, pense. Me dejaron frente a la casa de Alan, me despedi de ellos mientras sacaba mi equipaje del maletero, prometi llamarlos para tomar un cafe.