• La promesa del escoces: romantica regencia, Camila Winter [PDF] de Camila Winter

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  • Ocho noches blancas de Andre Aciman

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  • Los Boston en Londres (Damas poderosas 5) de Noa Pascual

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    Miranda Boston miraba en rededor, buscando a su hermano mayor, el mismo que la habia obligado a viajar a Inglaterra sin contar con sus deseos. No habia tenido a bien escuchar sus quejas cuando ella, en su ultima carta, le habia explicado con mucha educacion y paciencia, que su peticion, justo en ese momento, no era la mas acertada, ya que el senor Lonan Hill le habia pedido matrimonio... Bueno, no habia sido una peticion oficial exactamente, ni romantica, pero, literalmente, el habia dicho: <>. Suspiro, nostalgica, recordando ese momento. Deseaba tanto convertirse en la senora Hill... Por fin se sentiria parte de alguien, ya que desde que fallecio su padre, su mundo se habia desmoronado; ya no tenia una familia a su lado. No es que sus hermanos no hubiesen mirado por ella, pero la diferencia de edad entre ellos tan solo era de dos anos, mientras que con ella eran quince y trece, y eso la convertia en la nina molesta que siempre los perseguia y a la que no sabian como tratar. Echaba de menos aquella epoca en la que estaban todos juntos; eran pobres, pero estaban muy unidos. Si la fatalidad no hubiese entrado en su casa y unas fiebres no se hubiesen llevado a su madre al cielo, posiblemente habrian continuado siendo la familia feliz que fueron. Pero aquella tragedia los separo o, mejor dicho, los cambio, pues su padre se trastorno, y lo dejo todo para convertirse en un cazador de tesoros. El oro con el que sonaba desde hacia anos se metio en su cabeza como si fuese lo unico que importaba, ya no veia nada excepto la forma de encontrar el preciado metal, y por ello se marcho en su busca, !y vaya si lo encontro! Sonrio con carino al recordar a su padre. Ella lo habia admirado incluso antes de convertirse en el hombre al que todos adulaban, los mismos que durante anos lo habian perseguido para que pagase sus deudas, que no eran pocas, ya que se obstino en convertir a sus hijos en hombres de provecho. Deseaba el mejor futuro para ellos, y se dejo la piel y todo cuanto poseia para ofrecerles una educacion exquisita, pues nada menos que los hijos de un granjero se habian convertido en medico y notario. Cerro los ojos con pesar al recordar a su hermano mayor el dia que murio su madre; en esa misma fecha decidio abandonar todos sus conocimientos en medicina, pues de nada le habian servido para salvar la vida de la mujer que mas queria. Nego con la cabeza para ahuyentar aquellos tristes recuerdos. Debia ser positiva y estar contenta por poder abrazar de nuevo a Dereck; habian pasado cinco anos desde la ultima vez que se vieron y anhelaba aquel reencuentro. Sin poderlo evitar, solto una risita nerviosa. Estaba convencida de que su hermano mayor esperaba encontrarse con la ninita de trece anos que vio por ultima vez, con lagrimas en los ojos por tener que separarse de ellos, en la puerta del internado para senoritas mas afamado de Nueva York, donde la elite de la alta sociedad enviaba a sus hijas para convertirlas en las damas perfectas con las que cualquier hombre querria casarse. Ella no habia pensado nunca en el matrimonio; de hecho, la sola idea de tener que intimar con un hombre la hacia estremecer. ?Quien querria casarse despues de todo lo que las maestras les habian contado respecto a los salvajes anhelos de los hombres? Ella desde luego no queria. Ahora bien, cuando nueve meses atras salio del internado y llego a su casa, vacia y fria, cambio de opinion. A tenor del panico de dejarse poseer por un esposo, siempre seria mejor que soportar aquella soledad. Nunca le habia gustado estar sola y, al llegar a su casa, aquella soledad fue su unica compania; eso la hizo recapacitar con respecto al matrimonio. Y Lonan parecia haber leido sus pensamientos, pues a la semana de conocerse, en el despacho de la naviera familiar, el se ofrecio a llevarla a su casa y en la misma puerta comento: <>. Habian pasado tres meses desde esas palabras y el ultimo dia que se vieron, antes de partir ella a Inglaterra, el le beso la mano enguantada y se despidio con una frase muy esperanzadora: <>. Un par de ojos la estaban observando. ?Quien era aquella muchachita menuda de rostro angelical? Una pregunta que se hizo el marques de Frotell. No la habia visto con anterioridad, estaba seguro de ello, pues hubiese sido imposible olvidarse de aquella figura. Parecia tan moldeable, que se sintio irremediablemente atraido por ella; necesitaba comprobar si su cuerpo se amoldaria a la perfeccion entre sus brazos. Tan ensimismado estaba que sus pies se pusieron en movimiento sin ser consciente de ello. Camino hasta quedarse a tan solo un par de metros de esa mujer, que parecia tan absorta en sus pensamientos que apenas se habia percatado de su presencia. Y casi agradecio que no lo hiciera, pues asi podia comprobar con tranquilidad que la joven no era un sueno. Era real, tan real como que el empezaba a sentirse mareado. ?Que le ocurria? Estaba acariciando con su mirada aquel rostro, anhelando inclinarse y rozar con sus labios aquellas palidas mejillas, embriagarse de su olor y besar aquellas tupidas pestanas negras, tan oscuras como el cabello largo y rizado que la joven mostraba con descaro bajo el sombrerito que apenas llevaba anudado, con las cintas en libertad, balanceandose en el viento por la brisa que corria al estar cerca del mar. Penso que con ello advertiria si la joven seria capaz de bailar con tanta sensualidad entre sus brazos, escuchando los acordes de un vals. Pestaneo para comprobar si estaba bajo los efectos del brandi que habia ingerido minutos antes, pero no; esa muchachita era real, y aquellos ojos oscuros parecian guardar cientos de secretos. La risita timida que ella emitio lo hechizo por completo. ?Que hacia una damita en los muelles de Bristol? Una pregunta que estaba a punto de realizar cuando, justo delante de la joven, paro un carruaje con el emblema del conde de Stanton y Oxford. --Frotell, no me gusta repetir las cosas --se quejo el duque de Manfford. Benedick se giro lentamente; se habia olvidado por completo de su padre. Apenas habia prestado atencion a sus quejas, ya que de normal grunia por todo. En esta ocasion, su mente habia estado abstraida por la belleza de la joven morena, y, por desgracia, no habia podido averiguar siquiera su nombre. Si el carruaje pertenecia al conde de Stanton, era muy posible que se tratase de alguna de las primas del conde. No era ningun secreto que los St. John habian sido una familia tan prolifera que no existia comarca alguna en la que no habitase alguien con ese apellido. Claro que, dada la juventud de la chica, y el hecho de que el no la hubiese visto en ninguna fiesta de la temporada, significaba que la joven seguramente habia acudido a Londres para ser proximamente presentada en sociedad. Ademas, que luciese con tal descaro su larga melena suelta mostraba a todas luces que provenia de alguna comarca interior; era sin duda una senorita de campo, y, por lo tanto, habia llegado a Londres para debutar. Con ese pensamiento sonrio interiormente, pues el, como uno de los nobles mas solicitados por las madres de damas casaderas, era invitado a todos los eventos, y eso significaba que, antes o despues, sus caminos volverian a cruzarse. Miranda se sorprendio al ver ante ella a una mujer rubia muy alta. --Debes de ser la senorita Boston --saludo lady Stanton. Ella asintio con la cabeza. --Ah, es un placer tenerte en Inglaterra --comunico, amistosa--. Disculpa a tu hermano, un asunto urgente de ultima hora le ha impedido venir a recibirte. Miranda se mordio el labio inferior, incredula porque el la hubiese obligado a viajar hasta Inglaterra, posponiendo sus planes de boda, y no hubiese sido capaz de ir a recibirla. Al fijarse en la mujer que tenia delante acabo sonriendo. Puede que Dereck no estuviese alli, pero desde luego habia mantenido su promesa de permanecer en contacto, al contrario que Owen, del que no sabia nada desde hacia casi un ano. Y gracias a la correspondencia mensual que recibia, estaba al tanto de la amistad entre el y ciertas mujeres que lo habian ayudado a integrarse en la sociedad inglesa. --Tu debes de ser Abby. La mujer se rio con tanto encanto que Miranda rectifico de inmediato. Sin duda, Dereck habia sabido describir a la perfeccion a las gemelas Allende. La dulzura y encanto de la mujer que tenia delante la delataba. --No, no, eres Sophie --se corrigio con rapidez--. Segun tengo entendido, debo felicitarte por tu reciente union con el conde de Stanton y tu estado de buena esperanza. A Sophie le gusto que la joven la reconociese, decia mucho del senor Boston. Y tambien le agrado que la tuteara; al fin y al cabo, solo se llevaban tres anos. Un hombre moreno de ojos verdes y tan alto como su hermano Dereck se acerco hasta ellas. --Connor, querido, permiteme presentarte a la senorita Boston. El conde de Stanton y Oxford hizo una pequena reverencia como saludo, pero Miranda alargo el brazo y le tendio la mano. Connor miro a su esposa y los dos reprimieron las sonrisas; esa jovencita tenia mucho que aprender sobre protocolo ingles. Claro que, el era un caballero y jamas dejaria en evidencia a una dama, por lo que se la estrecho sin mostrar desacuerdo alguno. Sophie se percato de que junto a Miranda habia dos baules. --?Has venido sola? --indago, preocupada. Miranda parpadeo. --No. Ademas de unos cuantos marineros --explico con tranquilidad--, tambien viajaba el capitan y... -- comunico como si fuese la respuesta mas normal--, por supuesto, Wyatt Mendoza. Sophie miro a Connor; los dos se quedaron atonitos con aquella aclaracion. --Wyatt Mendoza --repitio el conde, invitando a la joven a explicarse mejor. --?Acaso mi hermano no os ha hablado de Wyatt? Sophie nego con la cabeza. Miranda torcio el labio; no era posible que su hermano nunca hubiese mencionado a su mejor amigo. Habian sido inseparables. Mas que eso, Mendoza pertenecia a la familia; incluso a ella le costo asimilar que Wyatt era un vecino y no un hermano mas. --Es el mejor amigo de mi hermano, su contable y su hombre de confianza --informo, un tanto molesta por que nadie supiese de la existencia de Wyatt, cuando, por el contrario, Mendoza y ella conocian a las gemelas y a todas las amistades que Dereck habia contraido en Inglaterra. Como si lo hubiesen invocado, el hombre de largo cabello castano oscuro, ojos como las avellanas y menton cuadrado, aparecio justo delante de ellos. Su porte esbelto y fornido mostraba que, bajo ese traje de buena calidad, habia un hombre salvaje capaz de matar con un punetazo a cualquier entrometido. --Ya esta todo dispuesto --comunico a Miranda. Al ver a dos desconocidos alli, los miro interrogativo. --Soy el conde de Stanton y Oxford --se presento Connor--. Hemos venido a recibir a la senorita Boston. Wyatt miro de soslayo a Miranda; sabia que estaria algo decepcionada por no haber sido recibida por su hermano mayor, al que adoraba e idolatraba. --Wyatt Mendoza --dijo, extendiendo la mano para saludar al conde. Tras las presentaciones pertinentes, los cuatro montaron en el carruaje de los condes. Wyatt permanecio callado, sin comprender todavia que habia podido ser tan importante como para que Dereck no hubiese ido a recibir a su hermana pequena, a la que llevaba cinco anos sin ver. No era propio de Boston ser tan desapegado. Menos, cuando nada mas enviarle la nota en la que le comunicaba que Lonan Hill, el afamado mujeriego y cazafortunas, habia puesto sus miras en Miranda, el respondio de inmediato que no se despegara de su hermana, y que impidiera a toda costa que ese truhan se quedase a solas con ella, pues, conociendo a Hill, haria lo posible por mancillarla para obtener la dote de Miranda. Y, ademas, lo habia dispuesto todo para zarpar de inmediato a Inglaterra, con tal de impedir que su hermana se embarcara en algun preparativo ceremonial. Miranda observaba. Era una cualidad que poseia desde pequena, siempre observadora y atenta a todo cuanto se producia a su alrededor. Observo las sonrisas de los condes. Habia algo especial en ellas, como si estuviesen manteniendo un lenguaje secreto... Agrando los ojos al percatarse de que el conde, de manera disimulada, estaba acariciando con su dedo menique el contorno de la cintura de su esposa. Trago con dificultad; eso era un gesto inapropiado y escandaloso. A ella le habian ensenado que cualquier tocamiento en publico era una muestra de pecado. Ademas, era el preambulo y el anuncio de que un hombre deseaba mas. Se le acelero la respiracion. Aunque, observo detenidamente a la condesa, y no parecia estar incomoda, sino mas bien lo contrario. Eso la perturbo. Giro la cabeza para apartar aquella imagen y penso que, si lady Stanton se habia acostumbrado a los instintos primarios de su esposo, quiza ella acabaria acostumbrandose tambien en el futuro. Ese pensamiento la hizo sonreir y recordar que, en cuanto llegase a casa, se mantendria ocupada con los preparativos para su boda. No volveria a estar sola nunca mas. Sophie desvio la mirada hacia Miranda y tambien sonrio. Se la veia tan joven y tan bonita que Boston seguramente querria ocultarla, ya que sin duda le iban a salir muchos pretendientes. Tuvo que reprimir una carcajada, pues tambien Beatrice iba a tener una ardua tarea, ya que el senor Boston la habia convencido para que instruyese a su hermana en las lindes protocolarias. Y para ser sinceros, algo le decia que, con Miranda, ese camino no iba a ser de rosas, ya que la joven mostraba una naturaleza independiente. Solo verla corroboraba su pensamiento, pues habia viajado sin carabina, sin doncella personal y sin temor a nada. !Iba a ser muy divertido ver lidiar a Boston con su hermana! Cap i tulo 2 Benedick llevaba la mitad del trayecto sin prestar atencion a las quejas de su padre. No podia apartarse la imagen de aquella muchacha. Y eso era lo que le tenia abstraido, mas que nada porque no habia sentido una atraccion pasional. Ni siquiera penso en ella en terminos eroticos, como tampoco fue su belleza lo que lo cautivo y hechizo. No, no habia sentido ese tipo de atraccion; era una mas temerosa, salvaje y preocupante. Al verla alli sola y desamparada ante la mirada y pensamiento pervertido de cualquier desalmado que pudiese vagar por los muelles, deseo protegerla. Trago con dificultad. ?Quien querria proteger a una persona que no conocia? El. Asi de rotunda y contundente era la respuesta. --Tienen el castigo que se merecen --sentencio el duque. Esa frase tan concluyente lo saco de su ensonacion. --?Perdon? El duque lo miro, desafiante; no le gustaba repetir las cosas y su hijo estaba acabando con su paciencia ese dia. --El vizconde Armony y toda su familia han sido castigados como se merecian --anuncio, triunfal--. Han perdido el titulo y todo cuanto poseian. --Querra decir que usted los ha despojado de todo ello. El duque apreto la mandibula; su hijo era un desagradecido. --Si te hubieses comportado como el hombre que yo pense que habia criado, en vez de comportarte con tanta benevolencia, esa hija descarriada de Armony ahora seria tu esposa y nuestro apellido no se habria visto ridiculizado --le reprocho, recordandole que lo habia avergonzado ante toda la sociedad. --Estaba enamorada de Sunsett --replico, aludiendo al vizconde con el que habian pillado a la joven besandose entre unos arbustos el mismo dia en que el habia anunciado su compromiso con ella--. El escandalo habria sido mayor de haberme casado --se justifico. --Una aristocrata no tiene derecho a enamorarse --sentencio, con su tipica arrogancia--. Su mision es aceptar al candidato que llegue a un acuerdo con su padre --expuso, como si su palabra fuese ley--. Y eso hara tu hermana, porque asi es como se comporta la hija de un duque y asi es como durante siglos hemos impedido que sangre de indeseables se mezclase con la nuestra. --Jezabel es hija de un vizconde --defendio a la muchacha sin saber por que, pues, al fin y al cabo, lo habia ridiculizado--. Y Sunsett tambien es un noble. --!Y tu la verguenza de esta familia! --escupio las palabras sin piedad--. Todos tus ancestros deben de estar revolviendose en sus tumbas al comprobar que, en lugar de comportarte como el futuro heredero del ducado de Manfford, eres un petimetre. Las palabras fueron hirientes, pero Benedick las recibio con elegancia, pues no respondio. --Menos mal que sigo al mando de este ducado y he sabido castigar a los culpables de este escandalo --adujo--. Procura a partir de ahora no volver a avergonzarme --amenazo--. Mi permisividad contigo ha llegado al limite; a partir de hoy sere yo quien se encargue de encontrarte una esposa acorde a tu condicion social. Has demostrado que no eres capaz de elegir a una futura duquesa. Benedick habia soportado muchas humillaciones por parte de su padre, tantas que era imposible recordarlas todas. Sin embargo, esta seria la ultima; no estaba dispuesto a someterse mas. --La eleccion de mi esposa la decidire yo --proclamo, autoritario. El duque se sorprendio; su hijo no se habia mostrado tan firme desde... No, no se habia mostrado asi nunca, por lo que le concedio una ultima oportunidad. --Mas vale que me demuestres que eres digno hijo mio o te desheredare. Benedick no respondio. --Recuerda bien mis palabras, Frotell --mas que un consejo, fue una orden--. Hoy en dia quedan muy pocas mujeres aptas para ostentar a ser de duquesa --menosprecio a la mayoria de mujeres que quedaban solteras--. Por el contrario, existen muchas otras, que se dividen en dos grupos: las cazafortunas y las que cazan titulos. Esas son las peores de todas. Benedick no pudo rebatir, pues Jezabel habia demostrado que era una de las cazafortunas, a pesar de ser hija de un vizconde. Lo habia enganado como al mas estupido de los mortales. No es que el esperase un matrimonio por amor; su padre ya se habia encargado durante veintiseis anos de recordarle que un marques no podia encapricharse de una mujer, el amor no formaba parte de sus vidas. Aun asi, habia albergado la esperanza de casarse con una mujer con la que fraguar cierto grado de amistad, ya que el se habia criado con unos padres que apenas se dirigian la palabra. Su relacion se habia basado en la apariencia; delante de la sociedad se mostraban perfectos, cuando en realidad se detestaban el uno al otro. Y bien lo sabian Victoria y el, pues nunca escucharon ni vieron entre aquel matrimonio una conversacion carinosa o amigable. El poco trato que mantenian por obligacion acababa siempre en discusion, falta de respeto y reproches.

  • La buena hija de Karin Slaughter

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    La nueva y deslumbrante novela de una de las autoras mas vendidas del panorama literario internacional: un thriller absorbente que mezcla el suspense psicologico con la investigacion de un misterio sin resolver.

  • No te separes de mi de A.c. Mcallister

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    Cuando Estela pierde su beca para estudiar Bellas Artes en Paris, todo su mundo se viene abajo. De repente la ciudad se hace tan grande y tan inhospita como imposibles de acabar sus lienzos. Por si fuera poco, el enigmatico senor Frost no deja de cruzarse en su vida, haciendo que dude de su propia cordura.

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    La periodista Ridley Jones recibe un dia la visita del FBI y una desagradable sorpresa: en varias de las fotografias que ha tomado durante sus vacaciones, aparece siempre un misterioso personaje confundido entre la multitud. El fantasma de su tio Max Smiley, su padre biologico, el hombre al que quiso toda su vida y que demostro tener un lado oscuro y criminal, vuelve a acecharla. Lo sorprendente es que Max esta muerto y la propia Ridley vio quemar su cuerpo? De nuevo, su fragil mundo se desmorona y deja a la vista una realidad demasiado cruel para creerla. Y, como antes, sabe que ha de seguir intentado descubrir la verdad? aunque le cueste la vida.

  • Primero pide perdon (Maeva Young), Sarah Dessen de Sarah Dessen

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  • Andrea, mi otra yo – Mauro Pavon Martinez de Mauro Pavon Martinez

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    Una mujer tranquila, con pocos amigos, sin emociones en su vida, conoce a un joven que le ofrece amor incondicional pero que descubre en ella una faceta sexual que ni la misma Andrea sabia que vivia en su interior, asi nuestra protagonista se adentra en el mundo del sexo duro, explicito y sin tabues, mientras conoce a otro hombre que la hara dudar en el amor y le dara un giro inesperado a su cotidiana vida.
    No solo en las grandes ciudades del mundo se desarrollan historias interesantes, tambien en las pequenas y que muchas veces no figuran en la memoria de los lectores, el lugar, Puebla ciudad colonial con leyendas, mitos, y muchas realidades que se mezclan con la fantasia..

  • En Tu Nombre Mi Inspiracion de Andres Ruiz

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    Habian pasado varios meses desde el fallecimiento de mi esposa y aun sentia, notaba y respiraba el suave olor a perfume que desprendia su cuerpo. Era sabado. Estaba amaneciendo. El despertador sono, como de costumbre, a las siete en punto. Lo unico que lo diferenciaba del resto de los dias era que esa manana no tenia que levantarme de la cama para ir a trabajar. Por estupido que parezca, todos los fines de semana, volvia a retumbar ese desesperante zumbido entre las paredes de mi cuarto. Apague el despertador al instante y me dispuse a echar otra cabezada hasta que diesen, como minimo, las diez. Asi fue como lo hice. Mientras el frio apenas se podia sobrellevar en el interior de la cama, la soledad me hizo ver que desde la muerte de Claud las noches eran pavorosamente mas gelidas. Ella solia dormir con su cuerpo pegado al mio, abrazados, fundidos el uno con el otro, proporcionandonos calor. Siempre descarte la posibilidad de comprar un calefactor por temor a perder, con resignacion, ese dulce y anorado recuerdo. Asi empezo mi historia. Misterioso encuentro el de esa manana, banado en tintes apasionados, que me hizo cambiar la vida. Me encontraba tomando un cafe para desayunar. La taza, pegada a mis labios, me provocaba un pequeno temblor injustificado. Senti a alguien observandome desde el fondo del salon. La cocina no era excesivamente grande. Desde ella se podia ver con claridad el resto del apartamento. El comedor era muy luminoso, por el sol que entraba temprano a traves de la ventana. La orientacion la escogio mi mujer. Ella decia que el este daba la alegria a una casa por la manana y el sur la prolongaba hasta la tarde. !Oh, mi Claud! Siempre alegre. Tu supiste contrarrestar mi tristeza hasta el punto de diluirla en el oceano. Eternamente te estare agradecido por lograr encauzar mi vida por otro camino, por la senda de la hilaridad. Travesia que hendio con tu expiracion. Maldito el trance en el que me encontraba inmerso. Anhelaba que se tratara de un execrable sueno. No habia nadie; sin embargo mi mente era lo que mas deseaba en ese momento. Tal era el convencimiento que crei imaginarme el cuerpo de Claud vagando por el salon. Podia distinguir su pelo resplandeciente y hasta el garzo color de sus ojos. Su actitud emulaba la de alguien que me estaba llamando con gestos reiterados. Su mano izquierda se alzo y con un visaje lento, el dedo indice, en pausado movimiento, subia y bajaba. Parecia tan real que con la confusion, un tanto aturdido, intente pronunciar alguna palabra. No obstante, el desasosiego no satisfizo mi ansia de hablar con ella. Quise levantarme de la silla, pero algo no me lo permitia. Un desproporcionado peso, no correspondido con el mio, hacia que me quedara pegado en ella. Luchaba por acercarme a la espectral silueta. La taza de cafe se me cayo de las manos a las piernas, provocando un acto reflejo simultaneo que origino el que saliera del estado de semiinconsciencia en el que me encontraba. La imagen habia desaparecido. Dudaba sobre si lo que habia visto era real o no. No descartaba la posibilidad de que lo fuera. Al llegar al lugar donde crei ver a mi mujer, sorprendentemente, olia a su perfume. Deduje la imposibilidad de que su olor hubiera quedado impregnado en el sillon desde la ultima vez que estuvo alli sentada. Entre otras razones porque no era de piel. Asustado, comence a vestirme rapidamente. Despues de asearme y afeitarme un poco me marche de casa, bajando por las escaleras apresuradamente. Necesitaba despejar mi mente. Ese era mi unico deseo. La gente, como cualquier manana de sabado, caminaba de forma sosegada, analizando todo aquello que se interpusiera en su trayecto. Senores comprando el periodico con bolsas de pan recien hecho en sus manos auguraban un feliz desayuno junto a la familia. !Que recuerdos de cuando vivias, Claud! !Lo que daria por volver a tenerte junto a mi! La manana parecia haber cambiado. La frescura matutina habia desaparecido por completo. Entre paso y paso me venian a la mente recuerdos. Queria sonar, volver a imaginarme que estaba a mi lado. La evocaba cogida a mi mano, con su fulgurante seguridad, tocando su tersa y suave piel que me embelesaba. Sus caricias se apoderaban de mi alma. Recorrian por medio de impulsos todas las venas de mi cuerpo, ensalzando la alegria y tranquilidad en mi semblante. Pero nada era real en esta dicha. Sin poder aguantarla entre mis manos se me escapo corriendo calle abajo, desvaneciendose poco a poco su imagen por la puerta de la antigua biblioteca. La biblioteca municipal. Hacia tiempo que no iba por alli. Probablemente la ultima vez que estuve fue cuando estudiaba en la universidad. Tras adentrarme en ella percibi que todo se encontraba igual que antano. Fui un asiduo en mi epoca de estudiante. Incluso la senora Mar continuaba en su puesto de bibliotecaria. La edad, que no pasa en vano, habia hecho de ella una agradable anciana. Sus ojos me miraron como si me conociera, pero sus laconicas palabras no. Me noto un tanto asustado. La ocasion lo merecia. Mis ojos no paraban de observar, aunque fuera desde lejos, todos los rincones de la biblioteca. Pretendi no incomodar a las personas que alli se encontraban, trabajando. De ahi que desistiera de mi intento de hallar a Claud. Un tanto mas calmado le pregunte a la senora Mar por la seccion de ciencias. No queria levantar sospechas sobre mi eventual locura; vesania inesperada. La senora Mar me senalo con un frugal gesto el fondo de la biblioteca y me susurro acercandose pausadamente a mi oido. --Yo le conozco. No tengo muy claro si antes leia este tipo de libros. ?Que le ocurre? Parece mas excentrico que antes. ?Las leyes le han perturbado? Indudablemente, la senora Mar recordaba que lo mio era el derecho. Al aproximarme a las baldas era sencillo perder la mirada ante tal cantidad de titulos ajenos a mi entendimiento. Un sinfin de libros que en la vida habria leido coronaban las estanterias. Objetivamente no sabia ni lo que estaba buscando. Escudrine entre los anaqueles por si encontraba algo o incluso a ella. Pero no, !no pudo ser! Claud debia haberse mezclado y esfumado entre los libros. Quizas esa fuera una manera de decirme que el futuro de mi vida se encontraba entre ellos. Una metafora venida de otro mundo para ser analizada entre los mortales. Al albur del momento, entiendo que por culpa del husmeo, una de las obras cayo repentinamente encima de mis pies, provocandome gran congoja. Rezaba El deseo inacabado1. Por razones obvias debia pesar mucho. No solo por el dolor que me habia causado, su aspecto y dimensiones la delataban. Tenia apariencia de ser una obra vetusta. Sus pastas estaban medio sueltas y eran de una especie de papel duro, bastante parecido al carton. Evidenciaba un color rojizo y estriado. Una obra de autor anonimo. Me dirigi al mostrador, donde la senora Mar me comunico que los prestamos se hacian por tres dias. Si sobrepasaba el tiempo establecido me sancionaria con la retirada del carnet. Hui de aquel prodigioso lugar. Decidi sentarme durante un instante en algun cafe. El bar de Nolan. Alli tendria ocasion de echarle un primer vistazo al libro. De por si auguraba una lectura interesante. Por lo menos era de un lenguaje asequible, facil de entender. Una historia de amor y de desengano. Pienso que a veces demasiado doctrinal, como si lo hubiera escrito alguien que deseara impregnar sus conocimientos a una persona querida. Lei y relei ese deseo inacabado. En la vida cada persona es inteligente a su manera, sabe desenvolverse en el dia a dia segun sus preferencias e interacciones. El problema es que, aunque uno conozca la manera de afrontar determinadas situaciones, a veces nos falta la forma de poder ejercitar las ideas y conocimientos. Yo siempre lo comparo con el siguiente ejemplo: seria como tener en casa las recetas de la abuela y no disponer de cocina para elaborarlas, o peor aun, no ser la abuela. Claro que en nuestro caso la cocina es la cabeza de uno. Hasta ahora nadie habia conseguido llegar al grado de madurez cerebral absoluto para poder aplicar todos los conocimientos que alberga la mente. Es facil leer, pero no disponer. Es sencillo querer conseguir algo, pero no es facil poder hacerlo. Cada segundo perdido de mi vida sin ganar intelecto suponia, en este momento, un retraso en mi empeno. No sabia aun ni lo que pretendia. Tal vez poseer muchos conocimientos temporales en el cerebro solo nos sirva para ocupar espacio. Malgastar un lugar que podrian ocupar los fundamentos importantes de nuestra existencia. La sociedad siempre se ha movido por la necesidad de inculcarnos valores, ideas y teorias que en la practica se desvanecen y no perduran en el tiempo. Pero para eso estan los libros, pense. En un conocido y frecuentado cafe-bar del casco antiguo de la ciudad: --Hola, Nolan. Hace tiempo que no le veo. El senor Nolan, de aspecto extravagante y un tanto desgarbado, acercandose a mi espalda, contesto; --Si, es cierto, desde lo de su esposa no hemos vuelto a vernos. ?Como esta? --Bien, --le conteste--, tal vez un poco perdido todavia. --No te preocupes, en poco tiempo todo volvera a ser como antes, ya veras. Aunque hayas sufrido tanto, la vida suele dar un giro importante cuando uno menos se lo espera. Esas palabras del senor Nolan enraizaron dentro de mi cabeza. De forma insolita sirvieron para hacer que me sintiera mejor. La lectura del libro me ayudaba a tranquilizarme. Claras y directas afirmaciones diluidas en un extenso relato. Haria acopio de ellas. Las utilizaria a mi conveniencia. Debia adquirir la facultad de seleccionar todo aquello que quisiera retener. Uno de los planteamientos del libro. Generaria una especie de alzheimer provocado que me ayudaria a crear pequenos archivos de ideas necesarias y borrar todo aquello que fuera prescindible. Engulli un pequeno bocado en el bar de Nolan, originando que a medida que avanzara la manana me entrase excesivo sueno, por lo que decidi volver a casa para descansar. En el camino a casa fui contemplativo, asaz. Adverti una larga hilera de pequenas viviendas mal cuidadas que siempre habian estado ahi. Jamas las habia observado con detenimiento. En estas la gente destacaba por su humildad, siendo un factor mas que suficiente para considerar la modestia de sus moradores. La falta de apoyo institucional, por la necesidad de recursos economicos, se evidenciaba por el vergonzoso descuido del aspecto exterior de las mismas. Por suerte, el destino me hizo encontrarme con Raul Bertel, amigo de la infancia. Habia perdido su pista hacia bastante tiempo. Raul debia ser de mi edad, unos treinta y cinco anos aproximadamente. De complexion fuerte, tenia unos rasgos intensamente marcados. Era oriundo de Granada. Vino a vivir aqui anos atras, porque su padre fue trasladado por motivos laborales. Por desgracia, cuando llego a nuestra localidad, segun tengo entendido, su empresa quebro. Tuvieron que trasladarse a este barrio, uno de los mas modestos de la ciudad. Siempre admire a esta persona, por su sencillez y humildad. Estaba impaciente por saber que habia sido de el. Me revele ansioso por preguntarle cosas, necesitaba que me contara algo bueno; el exito que hubiera podido tener en la vida o los hijos que Dios le hubiera dado. --?Cuanto tiempo? ?Como estas? --!Que alegria encontrarte, si no lo veo no lo creo! ?Eres tu de verdad? --dijo Bertel, mirandome varias veces y tocandome el rostro a la vez que me hablaba. --Si, claro --respondi--. ?Quien iba a ser si no? No he cambiado tanto, ?verdad? --No, no se trata del cambio que hayas podido experimentar. !Te creia muerto! --!Muerto! --dije sobresaltado. --Hace unos meses me llegaron noticias de un colega de profesion. Afirmaba que una persona del mismo nombre que tu y que claramente se ajustaba a tu perfil, desgraciadamente, habia fallecido en su quirofano unos minutos despues de iniciar una intervencion quirurgica por un hematoma subdural. --?Por un que? --respondi sorprendido. --Se trataba del cerebro. Debio ser algo traumatico. No se supo su origen. Pues me alegro enormemente de que no se tratara de ti. Ahora no sabria si estoy hablando con un fantasma o una persona de carne y hueso. --Es curioso que menciones esto --le conteste-- porque a veces creo que... Bueno, da igual, dejemoslo. Mi mujer si fallecio hace unos meses. --Lo siento mucho --exclamo. --?Entonces eres medico? --Si, por supuesto, lo desee desde siempre. El poder salvar vidas era mi mayor afan. Lo que mas me satisface en esta vida es trabajar con personas desamparadas que no tienen recursos. Por eso, tres tardes a la semana, despues de ir a la Mutua Fraternidad-Muprespa asisto a pacientes de este barrio, mi antiguo hogar. De ahi que me encuentres aqui en este momento. Me dirigia hacia aquel hospital --anadio senalando a un edificio cercano--. Tengo pacientes muy singulares, se puede aprender mucho de ellos. ?Sabes? Dan todo por ti, solo por cuidarlos y tratarlos educadamente, en definitiva por ayudarlos. Es facil, ?a que si? Los pacientes necesitan amor, con eso se conforman, y mas en momentos criticos. Les da igual estar moribundos a consecuencia de su enfermedad terminal. Para ellos lo mas importante es sentirse arropados por los que se encuentran cerca. No se si te pongo en un compromiso ?Por que no me acompanas y te enseno todo aquello? No fui capaz de negarme. Por el camino me encontraba totalmente absorto con las palabras que me habia manifestado Raul. Bajo su aspecto, fuerte e iracundo, se escondia una esplendida y enigmatica persona, con grandes valores y marcada personalidad. Egoistamente sabia que rodearme de alguien como el aumentaria toda mi esperanza por conseguir lo que en realidad necesitaba. Mi mujer no se me olvidaba. Yo sabia con certeza que esa manana habia estado en nuestra casa, que se habia dejado sentir y que aspiraba que hiciera algo. Desconocia lo preciso para llegar a ella. Era una imperiosa necesidad el conocerlo, sobre todo para alejar de mi mente el hecho de que pudiera estar volviendome un perturbado. --Raul, ?que tipo de enfermos tratas en tu consulta? --En la mutua ya lo sabes, trabajadores activos. Pero en el centro ahora lo veras. No serviria de nada que te lo contara, hay que verlo. No te preocupes, no hay enfermedades contagiosas. Tu muestrate como si fuesen personas sanas; lo contrario les doleria. Especialmente debes ser mas sensible con los padres. Ellos al fin y al cabo son las personas que peor se sienten al tener que dejar a sus hijos por un tiempo indeterminado, e incluso algunos de ellos para siempre. Perdona, no pretendia avivar tus recuerdos... --No, no te preocupes. Para mi resulto ser la experiencia mas desoladora y a la vez enriquecedora que jamas habia vivido. Por desgracia, todo el ambiente estaba rodeado de muerte. Por lo menos asi lo sentia yo. Era como si no les ocurriese nada a los pacientes. En el fondo, la mayoria de ellos habian perdido la esperanza y conocian de sobra cual era su fatal destino. Se encontraban felices, aparentaban normalidad. Raul tenia especial predileccion por una nina de cinco anos llamada Olga. Olguita, como el la llamaba, tenia la dulce mirada que poseia mi esposa. Con ojos grandes y azules, la imaginaba con un precioso pelo rubio semiondulado. Por desgracia tenia un cancer linfatico, leucemia. Un panuelo rosa fucsia cubria su cabeza. De ella destacaba su gran ternura. Ahora si, ajena a su enfermedad, era la alegria personificada. --Olguita, toma este regalo que te he traido. La chiquilla no fue capaz de esperar a que Raul se lo diera. Se lanzo a su cuello y le propino un fuerte abrazo, arrebatandoselo casi de las manos. --?Que es, que es? --decia con un bonito y correcto acento andaluz. --No te lo puedo decir. Dejaria de ser una sorpresa. Raul le habia regalado una especie de bola en la que al moverse salian muchos copos de nieve que caian encima de los tejados de una pequena ciudad en miniatura. Era preciosa, la nina, por supuesto. La pena era que, por desgracia, la veia a las puertas de la eternidad. Su enfermedad, lejos de perder la esperanza de otros casos similares, no tenia solucion en el estado que se encontraba. La esperanza es lo ultimo que uno debia perder. ?Por que inventarian la detestable ley de Murphy? En la mayoria de las ocasiones, si esperas que algo te salga bien, automaticamente se aplica la repulsiva ley y se estropea. En la vida existen realidades que jamas intuiremos con una simple mirada, aunque las tengamos enfrente de nuestros ojos. Desgraciadamente, solo con un pequeno movimiento, aunque sea provocado de forma instintiva, hacemos que todo cambie. Ese fue el caso, por analogia, de la enfermedad de Olguita. La nina movio su bola de la ciudad de forma energica y reiterada, hasta que se canso. Yo desde el fondo de la habitacion observaba como caian los copos de nieve. Pense en la importancia de un solo movimiento, capaz de cambiar el aspecto exterior de algo. Era la capacidad, a veces no entendida, del que tiene el poder sobre las cosas. Esta experiencia me ayudo personal y espiritualmente. El encontrarme rodeado de esta gente desconocida para mi, con situaciones totalmente heterogeneas, fue mentalmente gratificante. Siempre pienso que hasta que no te ocurre una desgracia similar no se llega a saber con profundidad lo dura que es la vida y hacia donde nos lleva. En realidad, no se nos prepara bien para la muerte. Quizas si en otras culturas. Me encontraba absorto, embelesado, divagando, vanamente sumido en mis pensamientos. Esa paz interior se rompio al entrar una enfermera gritando bruscamente; --!Raul, Dr. Bertel! ?Donde se encuentra usted? --Incorporandose rapidamente --le contesto--, aqui. --Se trata de Gabriel. Tiene convulsiones y sus constantes vitales se encuentran bajo minimos. --Vamos, rapido, prepara una dosis de epinefrina y coja el desfibrilador por si fuese necesario. El Dr. Bertel me explico posteriormente que Rosa era una enfermera que llevaba trabajando toda su vida con personas desahuciadas, sobre todo de medios economicos limitados. Por lo visto se encontraba muy implicada con esta causa. El tiempo se lo permitia, ya que no tenia familia directa, excepto un tio segundo, por parte de madre, que se encontraba en EE. UU. Era un prestigioso directivo de una empresa con mucho renombre y poder. Cuando pensaba lo que podia tener y no poseia, por no haber amasado la misma fortuna que su familiar, se curaba de humildad ayudando a los que eran como ella. Segun decian, algun dia, heredaria su patrimonio. <>. --Aqui tiene, doctor --dijo la enfermera. Raul actuaba como cualquier profesional de la medicina, trabajaba de forma apacible, sin nervios de ningun tipo. La tranquilidad se transformaba en una acuciante desesperacion para el que se encontraba a su lado. Aunque yo no era sanitario para poder opinar, por supuesto. --No se estabiliza --dijeron resignados. El sonido del electroencefalograma pitaba despacio, marcando la lenta actividad cerebral. Los latidos de su corazon eran muy debiles. Daba la impresion de que se estaba yendo. Intentaban recuperarlo y devolverlo a su estado normal. Cuestion esta ilusoria. Su cara parecia la de un angel que acababa de entrar en el cielo. --Senor Gabriel. ?Como se encuentra usted? No respondia. Mientras se debatia entre la vida y la muerte ocurrio uno de los acontecimientos mas usuales y extranos que se suelen dar en estas situaciones. Gabriel que se encontraba totalmente inconsciente, reflejaba una cara de felicidad que llegaba a lo mas profundo del alma. Reverberaba dulzura y calidez a la vez. Como si estuviera siendo rodeado y recibido por muchas personas queridas. Era evidente, su fallecimiento estaba cerca. Ya no habia nada que hacer. La enfermera y Raul salieron desolados, con la cabeza agachada, quitandose los guantes de latex de las manos. Entiendo que para certificar la defuncion del paciente y realizar los ultimos preparativos. Me di cuenta de que me encontraba solo junto al cuerpo yaciente de este desconocido. No se por que razon me sentia como si fuera imprescindible en aquella habitacion. Pense que se trataba del destino y asi lo acepte. Me acerque al moribundo y susurrandole al oido le dije refiriendome a mi Claud: --Demuestrame la forma de llegar a ella. No sabia si realmente me habia escuchado, pero un pequeno gesto cambio la expresion del Sr. Gabriel. Note como sus pupilas se dilataban. Estaba alejando la mirada hacia un punto concreto de la habitacion. Mire atras, mas bien por miedo a lo que pudiera encontrarme alrededor. Se me puso la piel de gallina. Se trataba de la figura de una anciana que llamaba a Gabriel con la cabeza. El hizo ademan de levantarse; sin embargo, sus pocas fuerzas no se lo permitieron. De forma repentina se le oyo un suspiro, diciendo: --Gracias por esperarme, amor. Cayo en la cama y no volvio a respirar mas. --!Raul! !Raul! !Es Gabriel! Parece que definitivamente ha fallecido. Todo esto es desconcertante, antes de su frivolo y esperado final en la tierra fue capaz de articular varias palabras. --Ya habia fallecido cuando nos fuimos de la habitacion --afirmo Bertel--. Se trata del ultimo suspiro. Seguro que, como siempre, escucharias palabras de asombro por ver a alguien querido o conocido, ?verdad? --expreso Raul. --Asi es. Parecia como si hubiera visto algo. Lo increible del caso es que aprecie una anciana que le llamaba. --Que no te resulte extrano. No es la primera vez que ocurre esto. Hace unos meses tuvimos aqui a una mujer que cuando la hospitalizamos ya estaba moribunda, agonizo durante una semana completa. Afirmaba estar viendo a su marido que fallecio anos atras, incluso charlaba con el. Al principio me asombre bastante, pero empezo a ser algo familiar para mi. Despues de esta mistica experiencia ya era hora de continuar mi camino. ?Que podia esperar mas de este largo dia? Al llegar a casa me vino a la mente lo que le susurre al pobre senor Gabriel durante ese trance. Recorde las palabras que levemente pronuncio, palabras que de forma complaciente daban las gracias a alguien. Todo ello hacia sentirme feliz, con una gran esperanza por volver a ver a Claud algun dia. En la vida terrenal o en cualquier otro lugar existente. Dormi sin mayor preocupacion que la soledad. Esta se me hace dificil de sobrellevar. En ocasiones deseaba volver atras el tiempo para poder hacerle sentir a Claud todo lo que la amaba. No obstante hay deseos que uno advierte cuando ya no los puede realizar, por lo que es mejor no pensarlos. La desesperacion se alia con aquel que frustra sus empenos y yo soy de esos, de los que suenan con poder hacer cosas imposibles. A la manana siguiente me desperte temprano, era domingo. No tenia mayor aspiracion que permanecer en casa. Solo saldria para ir a misa. No se por que razon me apetecia reconciliarme con Dios. Deseaba volver a mi epoca de juventud en la que asistir los domingos a la iglesia era lo habitual. Previamente estuve observando unos retratos de entre todos los recuerdos que guardaba de mi mujer. Cada dia la veia mas guapa. No se me olvidara jamas el momento en que le hice aquella foto. Pense que si la llevaba siempre junto a mi la sentiria mas cerca. La guarde en la cartera, junto a las que ya tenia. Deje a un lado el resto despues de verlas. Recuerdo perfectamente que en esta estabamos los dos en el Castillo de Gibralfaro. Nos encontrabamos divisando la hermosura del paisaje de la ciudad. La vista se perdia en la penumbra hasta topar casi con el continente africano. Era un lugar muy querido por mi. A veces Claud no entendia el porque. En ocasiones me recriminaba que era muy pesado por querer ir de nuevo a ver el monumento nazari. Ella nunca supo que en ocasiones subia a pensar en este enclave, sin ella. Uno de los dias mas bonitos de mi relacion, de los que guardo recuerdos entranables, fue ahi, en ese sitio con tanto encanto, lugar en el que supuestas batallas se habian librado por conquistar los dominios de semejantes parajes. Cuanto amor y odio juntos se entremezclaron para luchar por algo tan preciado y valioso. Solo podia afirmar palabras de halago. Mi queridisima ciudad rezumaba alegria desprendida por el brillo del sol reflejado en el mar. Ese dia subiria a ver nuevamente su encanto. Asi podria cantar en la cima del monte Esperando a que caiga la noche, aunque solo fuera en silencio: <

  • Dejame Enamorarte de Dylan Martins

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    Mire hacia la puerta y vi de nuevo entrar a Rosario, la vecina mas pesada de toda la avenida donde estaba la sucursal del banco donde yo trabajaba. Llevaba un ano por ahi viviendo en el pueblo, cuando quedo viuda se compro un piso en este y se vino de la ciudad. Me quise meter debajo de la mesa para que eligiera a la otra companera, pero ya me habia visto y venia hacia mi como una flecha. --Buenos dias, Rosario --sonrei con amplitud. --Buenos dias, Carolina. Tengo un problema-- dijo sentandose con cuidado. No es que fuera muy mayor, pero ya tenia su edad. --Digame, intentare ayudarle. --Veras, mi hijo Hugo que estaba destinado afuera por un curso de ascenso, ya que es militar... --No sabia que tuviera un hijo militar. --Si, es muy buen chiquillo. Pues ahora se vino ya con su destino aqui fijo y se compro una unifamiliar de las de la entrada del pueblo, le prometi regalarle todos los muebles de la casa. Como tu sabes puse todo mi dinerito en el plazo fijo del banco y creo que no lo puedo sacar hasta diciembre, pero me haria falta ya ?Se puede solucionar de alguna manera? Si mi hijo se entera me mata, no quiere que le regale nada, pero yo quiero tener ese detalle. --Claro, puede rescatar una parte, perdera algunos intereses, pero se puede hacer. --Pues quiero doce mil euros, es lo que le voy a regalar para que ponga su casita como quiera. --Ahora mismo lo miro --entre en su plazo fijo y vi que no habia problema, asi que se lo traspase a su cuenta. --Listo, firme aqui. --Y otra cosa... ?Como lo puedo pasar a la cuenta que tenemos los dos en comun y que el tiene la tarjeta? --Ahora mismo se lo traspaso. La volvi a hacer firmar y listo, operacion arreglada y Rosario ya saliendo de las oficinas. Ese dia no habia dado mucho por saco. Un poquito mas y la hora de la salida... Mire a mi companera Adara, que ya estaba en el momento de recoger las cosas y coger la puerta. Demasiado tenia la pobre, con dos mellizas de cinco anos, Elsa y Adara, aunque tenia quien las recogia del cole y una chica que le limpiaba, cocinaba y se encargaba de las ninas, ella intentaba estar pendiente a todo, pero vamos, lo tenia facil. Adara tenia cuarenta anos, cinco mas que yo, se caso cuando tenia treinta, pero a los treinta y tres viendo que no se quedaba embaraza se puso en tratamiento para hacerlo por inseminacion artificial y de ahi vinieron las mellizas. Su marido Jorge, tenia mas o menos su edad y era dentista, poseia una buena clinica cerca de la sucursal, aunque yo siempre pense desde que entre en el banco tres anos atras, que ella estaba liada con Federico, el director, un hombre de unos cuarenta y cinco anos que estaba para chuparle hasta las unas de los pies. Federico tambien estaba casado y tenia un nino de diez anos que se llamaba como el. Su mujer era Lola y no hacia mas que fundirse lo que el marido ganaba, no trabajaba y vivia como una reina. Luego estaba Martina, la chica de caja, veintiocho anos y con un cuajo que no podia con ella, no se enteraba de nada, le pasaba un tren por encima y ni se inmutaba, esa tenia que estar alli por enchufe, eso por descontado... Y por ultimo en otra mesa Martin, un seductor nato, el terror de las ninas, con unos cuarenta anos, soltero y tenia babeando a todas las feminas del pueblo. Luego estaba yo, un caso aparte, sin mas. Con treinta y cinco anos, vivia sola en un pisito que me compre muy humilde, sin novio, sin ganas de ello y soportando diariamente las llamadas de mi madre que volvia loco al mismisimo demonio. Por eso me independice, me estaba volviendo majara, estaba como una cabra, sin mas, asi era mi madre. Trabajo toda la vida de limpiadora en el hospital del pueblo, me crio sola, ya que mi padre la dejo a la nada de tenerme, ella dice que se fue con otra, yo pienso que se fue por no aguantarla y nunca supimos nada de el. Yo la queria con locura y sabia el esfuerzo que habia tenido que hacer para sacarme hacia adelante, pero es que era demasiado, era un control obsesivo el que tenia sobre mi y encima con menos logica que una nina de quince anos, asi que por eso me independice, cosa que me costo que no me hablara en un mes, que ya podrian haber sido dos o tres, pues poco duro la paz. Sali del trabajo y me fui hacia casa, tenia para comer unas lentejas que me habia llevado mi madre el dia anterior. Me puse a comer y me llegaron mensajes de mi mejor amiga Ines, era viernes y esa noche saliamos, me dijo que sobre las nueve pasaria por mi casa. Ines vivia con sus padres, Luis y Noelia, el profesor y ella ama de casa, adorables como la vida misma y a mi me querian como si fuera una sobrina. Despues de comerme las lentejas me eche en el sofa un rato, estaba reventada de la semana, eso de levantarse a las siete para ir a currar era lo que peor llevaba, me costaba la vida y no habia manera de acostumbrarme. Capitulo 2. Hugo. Observaba la unifamiliar que me habian acabado de entregar, preciosa, como yo la queria, amplia y con mucha luz, ahora solo quedaba amueblarla. En ese momento recibi una llamada de mi madre. --Hijo, ?sobre que hora vendras a comer? --Ya voy de seguida, estan terminando de medir la cocina para hacerla, ya elegi cual queria. --En la cuenta de los dos te puse un regalo, doce mil euros para la cocina y que amuebles la casa. --Mama, ya sabes que tengo dinero reunido, no hacia falta... --Eres mi unico hijo, no hay nada de lo que hablar y no me tardes. --Tranquila, ahora voy. Mi madre era una mujer muy buena, pero era muy pesada, desde que murio mi padre anos atras de un infarto se volvio seca, grosera y era casi imposible sacarle una sonrisa. Estuve una temporada fuera para ascender, ya era oficial de Marina, Alferez de Fragata. Ahora con mi vuelta compre la unifamiliar y me iba a independizar pese al dolor que eso le producia a mi madre, pero necesitaba volar, sentir mi casa como mia y desconectar un poco del nido familiar. Mi vida habia sido muy feliz hasta que murio mi padre, entonces fue cuando mi madre se volvio de aquella manera y tuve que aguantar todos sus arrebatos, malestares, cambios de forma de ser, muchas cosas que pudo haber gestionado de alguna manera, pero que ella lo hizo de esa sin pensar el dano que sin querer me estaba haciendo. Ahora tenia ganas de vivir mi vida en la unifamiliar, independizarme, ir a verla, pero con mi espacio mas marcado, sin tener que levantarme escuchando mil y un consejos que daba de corazon, pero que no tenian ni pies ni cabeza. Esa noche habia quedado con mi amigo Lorenzo, tambien era militar, suboficial, sargento, pero de Infanteria de Marina. Desde que me marche al curso no lo habia visto y estaba loco por tomar unas copas con el y volver a salir como antes haciamos cada fin de semana. Lorenzo era soltero, vivia solo, el si se independizo hacia mucho y la verdad es que el tio vivia como queria, no habia femina que fuera capaz de cazarlo y hacerlo vivir una vida en pareja, eso para el no existia. Llegue a casa de mi madre que ya estaba con la comida puesta sobre la mesa. --Hijo, te veo mas delgado. --Mama estoy mas definido, hago mucho deporte. --No me gusta verte asi... --Bueno, no empecemos, estoy bien y sano ?No es eso lo que importa? --Claro, pero te veo demasiado delgado. ?Cuando te montan la cocina? --El martes, ademas ya escogi el resto de muebles y me lo llevan el lunes, asi que pronto tendre la casa montada. --Y, ?cuando te piensas ir a vivir alli? --La semana que viene, en cuanto lo tenga todo organizado. --?No es muy pronto? --?Y a que tengo que esperar? --Aqui lo tienes todo conmigo, te lavo la ropa, te pongo la comida sobre la mesa... --Lo se mama, pero necesito vivir mi vida y hacer esas cosas, no eres criada de nadie. --Pero soy tu madre... --Ya lo se, no es necesario que me lo recuerdes --sonrei negando. --Espero que vengas a menudo a comer... --Algun que otro dia, no te preocupes por eso, no te dejare en el olvido, aunque seas un poco quisquillosa, sabes que te amo. --Lo se, pero soy quisquillosa porque quiero lo mejor para ti. --?Y no estas orgullosa de mi ascenso? --Mucho, hijo, mucho, pero eso no quita que te quiera seguir cuidando. --Mama, ya tengo edad para saber cuidarme solo --la mire sonriente y ella ni media sonrisa, eso no lo entendia, pensaba que aun era un nino. Le ayude a recoger la cocina y me fui hacia mi dormitorio, necesitaba descansar para coger fuerzas para esa noche, sabia que con Lorenzo nos daria el amanecer en la calle y terminariamos desayunando churros con chocolate en cualquier rincon del pueblo. Capitulo 3. Carolina. Y dale con el timbre... !La iba a matar! --Imagino que se te quedo el dedo pegado --dije al descolgar el telefonillo. --Venga baja, protestona, que la noche nos espera. --Voy... Baje por el ascensor donde me encontre a mi vecino Juan Diego, era joven, unos cincuenta anos y se quedo viudo hacia pocos meses, el pobre daba pena verle la tristeza que reflejaba en su rostro. --Buenas noches, Carolina. --Buenas noches, Juan Diego. ?Que tal? --Pues ahi voy, me llamo mi hermano Paco y vamos a salir a cenar, ya sabes que no he salido de mi casa desde que murio Rosalia. --Pues me parece genial, tienes que salir, eres muy joven para quedarte encerrado en casa. --Ya, pero me esta costando un poco tirar hacia adelante... --Lo se, pero ya es hora de coger algo de impulso. --Claro que si. Y tu, ?bien? --Bueno, no me puedo quejar, tengo salud y trabajo, en los tiempos que corren esas dos cosas son un premio. --Por supuesto. Pasalo bien. --Igualmente --sonrei despidiendolo y me acerque a mi amiga que estaba en una llamada de movil. Le hice senas para que colgara la llamada y me saco la lengua, comenzamos a caminar hacia el centro, saludando a todo Dios, que nos ibamos cruzando. Aquello era un pueblo y alli te sabias hasta los nombres de los perros que, por cierto, uno comenzo a seguirnos y tuvimos que irnos a la puerta de su dueno y llamar para que entrara, de lo contrario el canino se habria hasta de marcha con nosotras. --Por cierto, tengo que hablar contigo --me echo el brazo por el hombro. --Eso es que me vas a pedir algo --rei. --Veras, ya he decidido comprarme el coche. --?En serio? --Si, de verdad, ahora llega el verano y necesitamos uno para movernos. --Pues si y no sere yo quien lo compre --rei. --Por eso ?Crees que en tu banco me lo financiaran? --Claro, estas trabajando fija y tienes la nomina alli. --En la aplicacion me sale que tengo un prestamo preconcedido de hasta veinte mil euros, yo con diez mil me vale, ya que tengo ahorros y el coche me sale por dieciseis mil. ?Que papeles hay que llevar? --Ninguno. Si te sale en la aplicacion, pincha, pones la cantidad que quieres, te saldra el tiempo a elegir y las cuotas, le das a aceptar la que mejor te venga y al instante tienes el dinero en la cuenta. --?En serio...? --Asi es. --Ahora lo vamos a hacer y como sea verdad, me voy el mismo lunes a comprar el que quiero al concesionario. --Menos mal que me lo estas diciendo sin estar borracha, de lo contrario, te hubiese quitado el movil pensando que estabas haciendo una tonteria. --En serio, lo digo en serio, quiero el coche. --Yo me niego a comprar uno y eso que me saque el carne, pero es que no salgo del pueblo, aqui me compro la ropa, hago la compra del supermercado, la playa la tenemos aqui -- senale, pues estaba por todas partes --y salimos aqui de marcha. --Lo tuyo sera comprarte un patinete electrico --rio. --Pues te juro que lo habia pensado. Nos sentamos en la terraza de una plazoleta llena de bares y restaurantes, aquello estaba abarrotado. Como cada noche y dia, alli se concentraba todo el pueblo y parte de los alrededores. Un poco de picoteo para cenar y unas copas de vino mientras Ines iba haciendo lo de la aplicacion y... --!Bingo! --grito al ver el dinero del prestamo en su cuenta --Voy a tener coche !No me lo creo! --Y letras del banco --rei. --Se me puso muy buena la cuota, ni me enterare. --Pues felicidades, espero que lo estrenemos rapido -- sonrei negando. Brindamos con las copas de vino y empezamos a comer esas tortillas de camarones que tanto nos gustaba, ademas de unos rollos de mariscos que ponian a modo de tapas que estaban para bailarles un fandango !Que ricas! --Joder no podia aparecer por aqui otro que Raul --se le dibujo el asco en la cara. --Pues lo mismo que todo el pueblo que sale por la noche y pasa por aqui --resople riendo y levantando la mano para saludarlo, conmigo se llevaba bien. --Ya podia hacer turnos con su taxi por las noches. --Si claro, el pobre, que lo hayais dejado no significa que tenga que pagar por todo lo que os hicisteis los dos. --Yo aguante mucho --dijo con una seguridad que no se creia ni ella. --Fue mutuo, tu una celosa de diez pares y el un huevon de cojones. --Tonteaba con muchas chicas... --Era amable, Ines --voltee los ojos desesperada, pues no habia manera de hacerla bajar del burro. --Paso !Que asquito le cogi! Ines era de lo mas graciosa, pero tenia la capacidad de que cuando se cerraba en algo y creia tener la razon, no habia Dios que le hiciera ver lo contrario. Era preciosa, el pelo liso hasta los hombros, con el flequillo recto sobre la frente, rubia con algunas pequitas que la hacia de lo mas sensual, era una munequita. Yo todo lo contrario, morena con la melena hasta media espalda o mas, con volumen y la cara redonda, pero las dos eramos delgadas, no mucho, pero lo suficiente para darnos por satisfecha con nuestros cuerpos.

  • Tu, mi atraccion favorita (Sweet Love 3) de Lorraine Coco

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    Payton intento entrar en el edificio en el que se encontraba su nuevo apartamento, cargada con una caja, un bolson colgado al hombro y una gran maleta con ruedas. Pero la puerta era pesada y no pudo abrirla mas de un par de centimetros antes de que esta se volviese a cerrar. Por suerte, un hombre de unos cincuenta y tantos anos lo hizo por ella y la saludo dandole una calida bienvenida. --Buenas tardes. Es usted la senorita Payton, ?verdad? --le dijo arrebatandole la caja de las manos. --Si... --repuso casi sin resuello--, la misma. Muchas gracias por la ayuda. Le sonrio abiertamente, admirando al tiempo lo bonita que era la porteria de aquel edificio familiar. Sarah y Matt le habian asegurado que le encantaria vivir alli y empezaba a pensar que no habian exagerado. --No hay de que. Yo soy Irvin, el conserje. Puede contar conmigo para lo que necesite. Daniel y Eric me avisaron de que vendria y me pidieron que la guiase hasta el apartamento. --Irvin, es usted muy amable, pero no sera necesario. Ya tengo la llave. Puedo hacerlo sola --le dijo con gesto decidido. --Como usted desee --concedio el hombre--, pero al menos dejeme que la acompane al ascensor. --Y antes de que pudiese negarse, fue hasta alli y apreto el boton mientras seguia cargando con su caja. Payton espero junto a el mientras ambos, en silencio, aguardaban su llegada. Se sentia algo nerviosa. Habia tenido que buscar un apartamento compartido con urgencia, tras tener varios problemas serios con su casero, y el que Matt dejaba vacio estaba en una zona inmejorable. Era la primera vez que iba a tener que compartir vivienda con dos hombres, pero no le preocupaba demasiado. Eran cirujanos, como Matt, y eso hacia que estuviesen mucho tiempo fuera. Ademas, el hecho de que Sarah viviese tambien en el edificio, le hacia estar mas segura de su decision. Habian congeniado bastante en la boda de Lauren, su mejor amiga y hermana del novio de Sarah, Matt. Aun asi, la experiencia con su casero anterior habia sido tan mala que ahora iba con pies de plomo. Cuando el ascensor pito justo antes de que se abriesen sus puertas, se sintio aliviada. Tenia ganas de instalarse y tener, por primera vez en mucho tiempo, algo de paz. Estaba a punto de entrar cuando tuvo que dar un par de pasos atras al ver como el ser mas horrendo sobre la faz de la tierra, clavaba su mirada azul en ella con desconfianza. La portadora de semejante bicho, una senora octogenaria de expresion adusta, la observo con los parpados entornados. --Buenas tardes, senora Fleming. Buenas tardes, Lucifer --oyo decir al portero. En cuanto a ella, no tuvo tiempo de saludar a la extrana pareja porque la senora hablo primero. --?La nueva del 8B? --le pregunto sin rodeos repasandola de arriba abajo inquisitivamente. --La misma --dijo sin dejarse amedrentar por su tono seco. --Es usted... --La volvio a inspeccionar-- demasiado joven y atractiva --termino por declarar en un tono en el que no supo si la estaba halagando o insultando. Pero finalmente arrugo la nariz como si sus cualidades la convirtiesen en persona no grata--. Espero que no nos de problemas. Su declaracion la dejo alucinada y muda. La vio alzar la barbilla y salir del cubiculo con su gato, dando por zanjado aquel extrano intercambio de presentaciones. Sin embargo, la oyo anadir, farfullando mientras se dirigia a la salida del edificio: --Y mas viviendo con esos dos... ?Verdad, Lucifer? --se dirigio a su gato hablando de ella como si no pudiese escucharla. Algo a todas luces absurdo, con lo que le quedo claro que no le importaba un apice que lo hiciera. Payton abrio los ojos de par en par e hizo una mueca, sin terminar de creer lo que acababa de pasar. --Una senora encantadora --le dijo al portero tras sacudir la cabeza, decidiendo entrar en el ascensor. El hombre se limito a sonreir dejando la caja en el interior. Apenas le dio tiempo a salir del cubiculo antes de que se cerrasen las puertas y ella quedase sola en el interior. Apoyo la espalda en la pared metalica y suspiro. Estaba claro que vivir alli iba a ser mucho mas interesante de lo que habia imaginado. Decidio no tomarse los comentarios de aquella senora como una senal de que mudarse alli no habia sido una buena idea. Tenia que mantener su optimismo. Necesitaba pensar que estaba empezando una nueva etapa en su vida que le reportaria grandes alegrias. Y durante los escasos segundos que el ascensor tardo en llevarla hasta el octavo piso, tuvo tiempo de hacer un repaso rapido y mental a la lista de cosas que tenia a favor. Acababa de conseguir su propia seccion en la revista para la que trabajaba desde hacia tres anos como redactora: Revolution, la mejor publicacion femenina del momento. Adoraba trabajar alli porque sentia que estaba en un medio en constante crecimiento. Y tras su <>, con una proyeccion inmejorable en el trabajo. Su labor tambien le habia reportado un grupo de amigos y companeros muy agradables con los que llenar su vida social en un lugar tan vertiginoso como Manhattan, que en nada se parecia ni a su Austin natal, ni a Rhode Island, donde estaba ubicada la universidad de Brown. Echaba de menos a Lauren, su mejor amiga, pero estaba viviendo su sueno. Un sueno que el ser siniestro y despreciable de su anterior casero habia amenazado con hacer anicos. Habia aprendido la leccion y conseguido esquivar esa peligrosa bala, descubriendolo a tiempo. Habia escapado de su antiguo apartamento, como alma que lleva el diablo, en mitad de la noche y sin mirar atras. Tuvo que mudarse a un hotelucho durante varias semanas tras encontrarse en la calle, pero por suerte, en la boda de su mejor amiga, habia descubierto que Matt dejaba su increible apartamento en una de sus zonas favoritas de la ciudad: el West Village. Tenia el centro de la ciudad a veinte minutos en metro y el edificio era una pasada. No iba a estar sola, como en el anterior, y tendria que acostumbrarse a compartir espacio con dos hombres, algo que no habia hecho desde que abandono la casa de sus padres y con ellos a sus cuatro hermanos: una chica menor, y tres chicos mayores que ella. No recordaba la convivencia como un sencillo paseo; sus hermanos eran lo peor. Y ese fue uno de los motivos de decidirse a estudiar en la otra punta del pais. Preferia su independencia, pero a veces no importa lo que uno desea, sino saber adaptarse a las circunstancias. Y eso era lo que hacia ella, adaptarse y pagar por sus malas decisiones del pasado. Tampoco era algo definitivo, se dijo cuando la puerta del ascensor se abrio y, arrastrando la maleta, la saco del cubiculo metalico, coloco sobre esta la caja y se acomodo el bolson en el hombro. Comenzo a caminar por el pasillo mientras miraba los numeros de las puertas, recordandose que por malo que fuese lo que se iba a encontrar, era cien mil veces mejor que lo que habia dejado atras y que en pocos meses podria permitirse alquilar un espacio solo para ella. Con todo aquello en mente llego hasta la puerta junto a la que se podia leer en letras doradas, 8B. Saco la llave del bolsillo trasero de sus vaqueros y tomo aire un par de veces, mirandola antes de introducirla en la cerradura. <>, se dijo a si misma y, tras girarla un par de veces, entro en el que se convertiria en su nuevo hogar durante los proximos meses. La puerta daba a un pasillo que hacia las veces de recibidor. Alli solo encontro un perchero, vacio salvo por un juego de llaves que colgaba solitario de uno de los ganchos. Dejo caer el pesado bolson y solto la maleta con la caja para tomarlo con los dedos. Tenia un llavero en el que se leia: <>. Pero a ella no se le daba bien obedecer, asi que siguio haciendolo con una sonrisa en los labios. ?Que tenian de especial esas llaves? Encogio la mirada, pero sin cambiar el gesto sacudio la cabeza. Dejo el equipaje en la entrada y se dispuso a inspeccionar el apartamento aun con mas curiosidad. Y lo que encontro a continuacion la sorprendio bastante. El salon era amplio, pintado de blanco salvo por un par de paredes que mantenian el ladrillo original, rojo y desgastado. Las paredes estaban decoradas con cuadros de laminas en blanco y negro. El mobiliario era contemporaneo, eclectico, y en el se combinaban varios colores dando una sensacion acogedora. Estaba presidido por un gran sofa gris, con dos butacas a los lados, una blanca y otra morada que la enamoro al instante y en la que se imagino acomodada con un buen libro. Era una habitacion espaciosa y muy bien iluminada con tres ventanas altas. En la pared del fondo habia una chimenea con pinta de hacer decadas que no se usaba y en la que ahora habia una pila de libros. En realidad, le sorprendio la cantidad de ellos que habia dispersos por toda la estancia. Los habia en las estanterias de madera de las paredes, distribuidos sobre distintos muebles y en un cesto de mimbre junto al sofa. Era un lugar agradable, sin el aire excesivamente masculino que habia supuesto. Tampoco esperaba que hubiese tanto orden. Paso un par de dedos por la superficie de cristal de la mesita auxiliar que habia frente a ella y comprobo que estaba impoluta. Fruncio el ceno. Ella no era tan limpia ni de lejos. Esperaba que eso no fuese un problema. Con esa duda se adentro en la siguiente habitacion, la cocina. Le encanto. No era una gran cocinera, pero tenia tres o cuatro especialidades que solia cocinar cuando estaba estresada, y aquel espacio estaba equipado con todo lo necesario. Habian pintado el ladrillo de blanco y este combinaba con muebles del mismo color y encimeras de madera clara. Los electrodomesticos eran de acero y una mesa blanca, con ruedas, hacia las veces de isla, flanqueada por un par de taburetes. Tambien alli estaba todo limpio y recogido. Enarco una ceja y fue hasta el frigorifico. Y al abrirlo, sonrio. Estaba dividido en dos secciones claramente diferenciadas. La de la izquierda, llena de comida basura, precocinada, restos de pizza y otras cosas que no supo identificar. El lado de la derecha era diametralmente opuesto; productos frescos, muchas frutas y verduras, carnes y pescados, lacteos desnatados y zumos. Eso si, la zona inferior estaba llena de botellines de cerveza, que ademas eran de su marca favorita. Cerro la nevera y fue hacia el pasillo donde se encontraban las habitaciones y el bano. Este ultimo fue el primero que hallo. Tenia banera, algo que le encanto. Era sencillo, con un buen espejo y estaba igual de limpio que el resto de la casa. Al salir se dio cuenta de que, sobre la madera blanca de una de las puertas, habia un papel pegado en el que se leia: <>. Volvio a sonreir. Estaba a punto de entrar en su cuarto cuando vio que uno de los otros tenia la puerta abierta, no lo pudo evitar y asomo la cabeza. Una gran cama presidia el dormitorio en el que predominaban los tonos verdes y tierra. En la pared del cabecero habia un cuadro enorme con una de esas preciosas vacas escocesas de pelo largo. Le gustaba, era acogedor. La otra puerta estaba cerrada y no intento siquiera abrirla. Fue directamente a la suya y al girar el pomo, se sintio en casa. Era un dormitorio sencillo de cama doble y muebles de madera. Las paredes blancas y una butaca morada, gemela a la que le habia enamorado del salon. Ubicada en una esquina, era perfecta para dejar sus cosas cada dia. El armario era amplio y tenia una comoda de gran tamano tambien. Por lo demas, el cuarto estaba vacio y carente por completo de decoracion, pero cuando ella le diese su toque, haria de el un lugar perfecto. Su lugar perfecto, penso antes de tirarse de espaldas sobre la cama y suspirar aliviada. CAPITULO 2 Puso su lista de reproduccion en el movil y con ayuda de Bruno Mars apenas tardo un par de horas en sacar todas sus cosas y colocarlas. Eso la dejo en mitad de su cuarto, con media manana libre, algo que no le habia sucedido en mucho tiempo. No estaba acostumbrada a estar ociosa y se puso a maquinar. Estaba claro que limpiar no era necesario, habia hecho la colada antes de ir hasta alli y tenia el articulo de esa semana terminado. Podia haberse dedicado a investigar un poco sobre la idea que tenia para el siguiente, pero lo cierto era que hacia un dia precioso y se moria por conocer la zona. Tampoco le vendria mal recorrer el barrio, hacer algo de compra y localizar su futura nueva cafeteria favorita.

  • Naska. El Guardian de Joaquin Perez Ruiz-adame

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    ?Como reaccionarias si descubrieras que en otra vida... hace muchos siglos... fuisteis un rey/reina, o un general, un politico, o un chaman/una bruja o un sabio/sabia o incluso un dios o una diosa? Por que no, ?quien dice que no es posible?
    Alex no ha tenido una vida facil, pero a pesar de todo se ha hecho rico, en tiempo y dinero. Domina una de las profesiones (actividades) mas complicadas que existen en el mundo, el trading intradia en los mercados financieros. Pero algo no va bien. Aun habiendo conseguido su sueno se sigue sintiendo un nino raro e inadaptado. Todo ese malestar le llevara a hacer un viaje, a su pasado mas remoto; la antigua Grecia.
    Una historia de amor. Que te hara reir y reflexionar sobre los mismos temas de siempre. Los que eternamente han existido en cualquier epoca de la humanidad.

  • La conquista romana de Hispania de Javier Negrete

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    Esta es la historia ilustrada de una de las mayores epopeyas de la Antiguedad, la conquista romana de Hispania. Marcada por continuas guerras y conjuras, la llegada de Roma a la peninsula forjo el caracter y el destino de este territorio a lo largo de sucesivos siglos. Javier Negrete nos introduce con su habitual maestria en una epoca fascinante apoyado por la reconocida ilustradora Sandra Delgado, que ha realizado treinta obras originales para plasmar la vida, la lucha y la muerte en la Hispania romana. Cartago, los pueblos iberos o las guerras civiles, se entremezclan en un relato trepidante con personajes como Escipion, Anibal, Viriato o el gran Julio Cesar para ofrecer al lector uno de los episodios historicos mas apasionantes de nuestro pasado.

  • La historia de nuestras vidas de Marisol Gallardo

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    Este es mi testimonio. La historia de tres generaciones de una familia, la mia, que comienza antes de la Guerra Civil, y llega hasta nuestros dias. Una novela con personajes reales, donde se mezcla la realidad con la ficcion.

  • Confesiones de una mujer (eLit 5) de Jen Safrey

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    En la universidad, Cassidy Maxwell lo habia tenido todo: inteligencia, belleza y la atencion de todos los hombres del campus, incluyendo la del profesor del que se habia enamorado. Ahora vivia en Inglaterra y era la mano derecha del embajador de Estados Unidos. Pero, ?por que habia desaparecido al final del ultimo curso?

  • Lo nuestro es diferente de Monica Gallart

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    Sam le salva la vida a Ana cuando ella tan solo es una adolescente. Despues de veinte anos, y aunque todo un oceano los separa, ambos recuerdan con toda nitidez aquel dia y sienten que una fuerte conexion se ha establecido entre los dos.
    Para Ana, todo esta muy claro, Sam es su destino, pero Sam anda perdido sin comprender lo que le ocurre, hasta que la casualidad hace que se crucen sus vidas.
    Conscientes de la existencia del otro, comienza una carrera en la que el objetivo es estar juntos como sea. ?Volveran a reunirse de nuevo? para ello, solo tienen que tirar del hilo que los mantiene extranamente unidos.

  • La Esposa del mafioso de Natalia Lee

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    Elaina Duval ha vivido una vida normal durante sus dieciocho anos, o eso pensaba. Siempre ha sido ella y su madre, pero no fue hasta su decimoctavo cumpleanos que todo cambio. Valentino Acerbi es el hijo del capo de la mafia italiana, se crio en el despiadado negocio y solo tenia esa mente. De alguna manera, Elaina es arrastrada a este mundo retorcido y se ve obligada a soportar formas de vida que nunca supo que era posible.

  • Maldita Bruja de Silvia Arru Esteve

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    Una historia de amor, de desamor ,de clavos, de padres, de hijos, de adolescentes, de perritos abandonados y de amigos que se quieren mas que a uno mismo.
    Vais a reir.
    Vais a llorar.
    Os vais a enamorar.

  • Un hipster en la Espana vacia de Daniel Gascon

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    Que bonito es despertar aqui. Un poco antes de las seis se oye el canto del gallo. No mucho mas tarde llegan los primeros sonidos del pueblo que amanece: Tomas con la mula mecanica, Javier con la mula mecanica, Rogelio con el tractor, Paco con la mula mecanica. Me quedo unos minutos leyendo La Espana vacia en la cama. Luego, cuando suenan las campanas de la iglesia, salgo preparado, con una energia que no tenia en mucho tiempo. La sensacion de estar haciendo algo importante de verdad, de encontrarme en armonia con la naturaleza, pero tambien conmigo mismo. ?Sera la sensacion de proposito? ?Saber que estoy aqui, lejos de la frivolidad y la velocidad vacua de la vida moderna, implicado en un proyecto realmente transformador, una iniciativa generosa y transversal? Le pedi a mi tia que tomaramos leche de oveja. Ella dice que no, parece que la toma en tetra brik porque hace unos anos tuvo brucelosis. Pero a primera hora va al corral, ordena a la oveja y cuando bajo a la cocina tengo la leche hervida (tres veces). Es maravillosa la gente sencilla. Yanis salta, esta contento, espera en el patio cuando salimos. Me encanta ver lo feliz que esta aqui. 19 de febrero Dia de inspeccion en el pueblo. Es agradable ir a la tienda. Saludas, pasas ahi un rato por la manana, las mujeres van contando sus cosas. La gente sabe mucho del tiempo. Hay dos tiendas. A una la llaman el estanco, aunque no es un estanco propiamente. La otra tiene puesto el nombre de Dardo en la puerta, pero todo el mundo la llama la de Lucia, aunque la que lo lleva no se llama Lucia (creo que era su madre). He estado un tiempo buscando la seccion de productos organicos, pero no la he encontrado. Tampoco he visto Hola Coffee. Preguntare manana. La dependienta estaba hablando con una senora, parecia una conversacion importante. He hablado con la secretaria (alguacila, la llaman) del Ayuntamiento para ver si puedo ver al alcalde y explicarle el proyecto. Parece que esta muy ocupado en la serreria. Las noticias llegan por la megafonia del Ayuntamiento. La secretaria lee los pregones. Siempre vienen anunciados por una jota. Hay dos bares, el de la carretera y el de Lorenzo. El de Lorenzo se llama Tropezon pero todo el mundo lo llama el de Lorenzo. Casi todos los hombres del pueblo estan jubilados o no trabajan. Por las tardes, unos van primero al de la carretera y luego al de Lorenzo, y otros van primero al de Lorenzo y luego al de la carretera. Todavia no tengo claro en que grupo integrarme. ?Me pasara como en el circulo, donde defendi una tercera via, y acabe quedandome en tierra de nadie? Por la tarde bajo a dar un paseo. Los ancianos (varones) juegan a la petanca en una explanada que unos llaman Banco de los Abuelos y otros Cruz de los Caidos. Es increible como la polarizacion y el clima hostil de las redes sociales llegan a un sitio tan alejado y apacible. El atardecer desde alli es precioso. He intentado hacer una foto con Yanis para subirla a Instagram pero no habia cobertura. Manana volvere a intentarlo. Mentiria si dijera que no echo de menos los tejados de Madrid que veia cuando miraba por la ventana de la buhardilla de Lina. Pero el aire es puro, fresco y por la noche se ven todas las estrellas. 20 de febrero En el bar. Camaraderia. Humor rudo, entranable. Uno de los trabajadores de la serreria extiende la palma de la mano (solo tiene dos dedos) y dice: <>. Todos nos reimos, aunque me suena que hizo el mismo chiste ayer y antes de ayer. El alcalde, dueno de la serreria, estaba. He intentado hablar con el pero me ha dicho que no era el momento. Los exmineros jubilados son agradables. Se pasan la tarde bebiendo botellin tras botellin. Dos, Javier y Ramiro, me han contado anecdotas de caza y de sus perros, sobre todo de uno que lo llaman Santi, y que tiene muy mal genio. Cazan perdices, codornices, zorros. Lo que mas les gusta es el jabali. Yo les he dicho que no era partidario de la caza, que me parecia que debiamos respetar a los animales y su condicion de seres sintientes, aunque entendia que podia ser necesario regular las poblaciones puesto que la intervencion humana habia alterado el equilibrio de los ecosistemas. Javier ha preguntado si soy un poco maricon. Lourdes, la camarera, le ha dicho: <>, y todo se ha resuelto amablemente. He intentado publicar la foto en Instagram pero no he podido. 21 de febrero En la granja con mi tio Rafael. Una pequena explotacion. Me ha pedido que le eche una mano y asi de paso me familiarizo. Yanis ha disfrutado, correteaba. Le asustaba un poco el perro de mi tio, pero se han acabado llevando bien. Hemos estado trabajando un rato en el huerto. Luego, le he ayudado con los animales. Me sorprende la estructura heteropatriarcal del gallinero. Es realmente barbaro como ha trastocado nuestra cultura la vida de los animales. (He pensado en Walter Benjamin.) No se si Rafael me ha entendido bien cuando se lo he dicho. Pero en todo caso esto sera algo que tendremos que cambiar cuando pongamos en marcha nuestro proyecto. Le he dicho a Rafael que preferia volver solo. La verdad es que creo que en La Canada usan demasiado el coche. No me parece que sea respetuoso con el medio ambiente. Le he dicho que preferia volver caminando. Luego se ha hecho de noche y me he perdido. No ha sido grave. En poco mas de tres horas he encontrado la carretera y al cabo de un rato he visto que venia un coche. Ha parado y era Lourdes, la camarera del bar de la carretera. Me ha dicho que cerca del repetidor, en las eras, hay un sitio con buena cobertura. Tambien me ha dado una crema para curarme las manos, estaban llenas de callos por la azada. <>, ha dicho. Mi tio Rafael se ha reido de mi cuando he llegado. 22 de febrero No hay la nube de contaminacion de Madrid pero muchas tardes, cuando sopla viento del este, llega un olor fuerte. <>, dice mi tia. Es el olor de las granjas de cerdos. 23 de febrero Por fin me ha recibido el alcalde. Ha ido bien. Le he explicado nuestro proyecto, las lineas generales. La idea de hacer lo que, en lenguaje neoliberal, podria ser una start-up, pero cuya funcion seria potenciar la conexion organica y una relacion profunda entre los seres vivientes y su entorno, basada en el respeto comun entre los generos y las especies, el desarrollo sostenible en una plataforma de horizontalidad colaborativa que permitiese la interrelacion dinamica entre lo ancestral y lo moderno lejos de las pulsiones esclavizantes del capitalismo tardio, cuyos mecanismos de actuacion resultan destructivos para el planeta y las personas. --?Y para que tanto? --ha preguntado. Le he explicado un poco mas, el miraba con escepticismo. --Algo de perras querreis, seguro. Cuando le he dicho que no necesitabamos nada de eso, solo el beneplacito del Ayuntamiento, se ha quedado mas tranquilo. Al final cuando me marchaba he oido que decia a la secretaria. --Este quiere algo. Me ha parecido una senal de que cree en el proyecto. 24 de febrero He sonado que veia Dersu Uzala en la Filmoteca. 25 de febrero En el bar. Ramiro dice que los politicos son todos iguales y que solo quieren robar. Yo he intentado matizar, le he dicho que quiza estaba sacando conclusiones precipitadas, que era necesaria una vision mas compleja. Me ha preguntado si lo tomaba por imbecil. Le he dicho que en absoluto, que le rogaba que no fuera tan susceptible. <>, le ha preguntado a Javier, su hermano. Lourdes ha calmado un poco las cosas. Ramiro se ha empenado en pagar. No encuentro quinoa en la tienda de Lucia. Tampoco Hola Coffee. No esta donde los otros cafes. A ver si consigo hablar con ella manana. Estaba hablando con la misma senora del otro dia, la conversacion tambien parecia importante. Pascual, en la plaza, me ha dicho: <>. Habra que comprar una correa.

  • El misterio de la cripta embrujada de Eduardo Mendoza

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    Las enigmaticas desapariciones de ninas del colegio de las madres lazaristas de San Gervasio son el punto de inicio de la aventura indagatoria que tiene como protagonista a un cliente del manicomio, quien, obligado a convertirse en investigador, se vera envuelto en toda clase de percances de los que lograra salir llevando a cabo su cometido y descubriendo una intrincada farsa de gente pudiente. Aparentemente nivelada y lisa, la escritura de Mendoza constituye un esplendido ejemplo de investigacion literaria personal, ajena a todo mimetismo, que ahonda en las posibilidades de volver del reves, sin infringirlas a primera vista, las posibilidades del relato tradicional, e indagar asi, como un buen detective, o como un personaje de Henry James en el dibujo que se nos muestra al dorso del tapiz de la trama. Una farsa burlesca y una satira moral y social que tiene sus raices ultimas en la picaresca y en el modelo cervantino.

  • Llenare tus dias de vida de Jackie Valand

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    Dakota se dedica a escribir y recorrer el mundo en lo que podria ser, la vida sonada de cualquier persona. Independiente, sin ataduras, superviviente y libre. Muy libre. A pesar de ello, a sus 26 anos se enfrenta a una crisis que supondra un punto de inflexion en su existencia.
    Embarcarse en un viaje a bordo del Transiberiano, la famosa ruta ferroviaria que atraviesa gran parte de Rusia, pretende ser el camino ideal para reencontrarse consigo misma y anadir esa pizca de magia que le esta faltando a sus historias. Sin embargo, un tropiezo fortuito pone su mundo del reves y consigue que se replantee lo que hasta ahora creia que era vivir.
    Un viaje sorprendente, en el que la gran premisa, sera llenar de sentido esas cinco letras. Y una mujer que, al igual que un huracan, llega para arrasar con todo a su paso. Alocada, divertida, inteligente, pero, sobre todo, INOLVIDABLE.

  • Luciernagas en la ciudad de Jose Salento

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    El recuerdo de aquellos dias es lo unico que me queda de un viaje inesperado entre la razon y la locura. Yo, que ahora no soy mas que la triste sombra de lo que una vez fui, ejerzo mi derecho a no olvidar, a nunca olvidar la traicion que acabo con la ultima esperanza de la humanidad. Pero no os adelantare mucho mas, narrare toda la verdad --o por lo menos mi verdad-- en las siguientes paginas. No sabria decirlo con certeza, quizas todo sucedio hace cincuenta anos o puede que fuera hace un siglo, para nosotros el tiempo no es mas que un invento humano al que debemos atenernos cuando trabajamos. La tarde en la que empezo el principio del final recibi un nombre, una direccion y una hora. Acto seguido me puse con los preparativos previos a cualquier recogida: me peine cuidando cada detalle, mi larga melena oscura es el fruto del trabajo de una eternidad y supone un gran esfuerzo ponerla a punto para el publico; luego me pinte los labios de un rojo intenso y las pestanas de negro; por ultimo, me maquille. Al acabar busque un traje formal en el fondo del armario, ajuste mi reloj y me dispuse a poner rumbo hacia la direccion senalada. Aunque no conocia el barrio al que me dirigia no estaba preocupada, nosotros nunca nos perdemos porque siempre sabemos encontrar el sitio al que debemos acudir. En ocasiones calculamos mal y llegamos a deshora, como aquella noche, pero esto no suele suponer un problema. Alcance el lugar indicado una hora antes y me sente a esperar. Era un cruce de avenidas en pleno corazon de la ciudad. Alli las calles se presentaban como lo que fueron y ya no eran, hasta donde alcanzaba la vista habia viejos locales vacios que habian albergado negocios que otrora habian tenido exito... y que ya no lo tendrian mas. Ahora apenas sobrevivian una peluqueria, alguna cafeteria y un avejentado pub. Normalmente tenemos varios nombres a por los que debemos ir al cabo del dia, pero yo llevaba un par de semanas sin recibir ninguno. Esas cosas pasan, a veces hay mucho trabajo, otras no hay tanto, pero siempre acaba llegando algun encargo. Por aquel entonces estaba leyendo un libro que habia pertenecido al ultimo nombre al que habia ido a buscar. Tenemos totalmente prohibido manipular o quedarnos con pertenencias de quienes recogemos, pero hacia ya mucho que empece a sentir que me aburria desarrollando mi funcion y comence a desobedecer el reglamento. Supongo que mi falta de respeto hacia las normas seria la causa de todo lo que ocurrio a continuacion. Asi que, con todas las ganas del mundo de acabar la novela e intentar comprender el porque de lo que sucedia en ella, me sente en un banco, abri mi bolso... y me di cuenta de que me la habia olvidado en casa. Hubiera sido mejor para mi haberme quedado quieta en aquel cruce, pero no, tuve que meterme en aquel pub de luces tenues. No estaba dispuesta a quedarme mirando el suelo una hora, ya ves tu que tonteria: ?que supone una hora en el infinito de la eternidad? Pues en aquel momento me parecio demasiado para estarme sin hacer nada. El pub era lo unico abierto cerca del cruce y no te miento si te digo que siempre he tenido atraccion por los sitios oscuros. Cuando entre todo estaba en silencio, mire extranada hacia el fondo y vi un pequeno escenario iluminado. Puede que en la oscuridad hubiera unas veinte o veinticinco personas de publico, no sabria deciros con certeza porque quede absorta en la imagen que vi sobre la tarima. Un hombre, sobre las tablas solo habia un hombre, pero su manera de hablar y lo que decia me atraparon. Estaba recitando unos versos con los labios pegados al microfono, recuerdo perfectamente aquellas palabras: <>. Entonces me percate que tenia sus enormes pupilas azules clavadas en mi. Aquello era catastrofico, ningun humano puede ver a un angel de la muerte... salvo que vaya a morir en poco tiempo, y ni siquiera eso es comun. Aquel hombre ataviado con una vieja chaqueta, que originalmente fue una compra cara pero que ya se notaba pasada de moda, siguio hablando tras un fuerte aplauso. Inicio un discurso sobre la necesidad de la experiencia como unico testigo real de haber vivido, sobre lo importante de entender el presente como algo irrepetible. En realidad, no era nada que antes no hubiera escuchado o leido, pero no podia retirar mi atencion de el, estaba atrapada en esa voz grave y limpia que fluia a traves de los altavoces del pub. Recito un poema sobre dos amantes que no saben que son amantes porque se desean, pero se niegan, y en esa tension no resuelta se encuentra latente su relacion. El pequeno aforo se puso de pie y aplaudio como si les fuera la vida en ello. Yo pense de manera automatica que no podia ser menos y aplaudi todo lo fuerte que podia, que a efectos practicos no es mas que lo que dos manos normales pueden. Era evidente que quien pisaba el escenario era alguien reconocido por el publico, ya que le lanzaban frases de elogio y alguna que otra proposicion indecente desde el sector femenino (supe minutos despues que su pareja estaba entre los asistentes). A continuacion, aquel hombre se dirigio a sus oyentes para agradecerles el haber acudido al recital. Para finalizar, quiso invitar a subir al escenario a una persona muy especial para el --la senorita Marta Rivas, dijo--, y la gente la ovaciono. Al subir se besaron brevemente, lo que me provoco una inesperada necesidad de separarle la cabeza del cuello a esa insolente muchacha. Nosotros no podemos segar las vidas que se nos antojen, solo tenemos acceso a aquellos nombres que nos asignen y, por tanto, llevarme un anima a voluntad no me estaba permitido. De todas formas, daba igual, mis ganas homicidas desaparecieron en un segundo: me di cuenta que su luz -- al igual que la de su pareja-- tambien se estaba apagando, no le quedaba mucho en este mundo. Marta Rivas se presento como un cargo de un partido politico que abogaba por la justicia social y un estado para el pueblo y por el pueblo. No soy experta en discursos y no juzgare sus palabras, pero tenia metido en el bolsillo a la gente --luego supe que casi todo el publico eran amigos y cargos del partido--. No te voy a mentir, no le preste nada de atencion, no dejaba de mirar al poeta o al que recitaba poesia o al que fuera lo que fuese. Ahi, en una esquina de la tarima, con la cabeza medio rapada intentado ocultar un evidente principio de alopecia, se alzaba su esbelta figura de ojos azules y barba de varios dias. No era muy alto, pero tenia algo que hacia que su presencia fuese imponente, incluso de ese modo tambien habia algo en el que lo hacia parecer extremadamente fragil. Sujetaba un vaso de ginebra que levantaba como si fuese agua y se muriese de sed. Mire el reloj, quedaban veinte minutos. Al acabar el minimitin, los aplausos exagerados y los gritos de animo inundaron el local. Muchos querian fotografiarse con ella, todos buscaban la foto con el, y yo no podia dejar de mirarlo. El, de vez en cuando, me devolvia la mirada, no sabia si se habia dado cuenta de quien era yo o si simplemente pensaba que era una espectadora mas. Incluso llegue a pensar que era una obsesion mia y me estaba imaginando que me veia, cuando el hecho normal seria que no lo hiciera. Estuve tentada en ir a hablar con el, pero ?que le iba a decir? Tenia la sensacion dentro de mi de que todo esto iba directo a ser una catastrofe de dimensiones nunca vistas. No me equivoque ni por un apice. Fuera, en la calle, comenzo a llover y yo me acerque a la puerta. Al mirar al exterior lo vi, alli estaba con su mascara cadaverica el otro angel, y lo salude con la mano. Cada uno puede ir a trabajar con las vestimentas o apariencias que desee, pero creo que debemos de poner un poco de coherencia a nuestra labor, si ya resulta traumatico para el humano comprender que ha fallecido, mas lo es tener que caminar junto a la Parca hasta las puertas del otro lado. No cuesta nada arreglarse, ponerse formal, que, aunque no quita el trauma del deceso, si que ayuda. Pero asi estaba, con su aterradora figura, le daba igual. En el local la gente se iba yendo. El estaba con el codo en la barra hablando de manera amistosa con un hombre, no parecian conocerse de antes, intercambiaban comentarios sobre no se que escritor americano del siglo XIX. En una mesa estaba ella con cuatro personas mas y varios papeles sobre la madera. No se por que me fui hacia aquel grupo, es como si hubiera tenido verguenza de acercarme a la barra y sentirme observada, no lo entiendo, nosotros no tenemos sentimientos. Asi que me sente en una silla que estaba vacia y cotillee los documentos un poco, los deje porque eran informes de proximos movimientos politicos: mitines, reuniones, congresos locales... algo bastante aburrido. Hablaban de que quedaban diez meses para las proximas elecciones nacionales y que el partido veia posibilidades de conseguir algo grande. Hablaban de la violencia y de la agresividad que estaban tomando los ultimos encuentros parlamentarios. Hablaban de simpatizantes de uno y otro lado reventando actos del partido contrario. Hablaban, hablaban simplemente. En un momento dado, uno de ellos le sugirio a Marta Rivas la necesidad de contar con su pareja como activo politico, ya que --segun decia--habia rechazado todas las propuestas para apoyarlos y era fundamental que cambiase de parecer debido a la importancia del apoyo de un intelectual tan distinguido. La discusion saco de quicio a Marta. Ella asentia y comprendia el requerimiento, pero argumentaba que su pareja era libre de decidir y habia decidido no compartir la lucha politica del lado de ellos. Terminaron la conversacion con el compromiso de parte de la joven candidata de que volveria a discutir con el poeta la posibilidad de un apoyo publico en actos de la futura campana electoral. Yo sabia que esa conversacion nunca tendria lugar, la luz de ambos se apagaba y ahora solo titilaban tenues en la oscuridad del pub. Mi reloj marcaba siete minutos para recoger el alma de aquel que discutia en la barra sobre un poeta muerto al otro lado del oceano. Tenia curiosidad por ver como ocurria todo, era evidente que no iba a ser un fallo natural, dos almas serian recogidas simultaneamente. No podia evitar mirar de un lado para otro nerviosa, en realidad aquello no tenia mucho sentido, la recogida seria en el cruce de las avenidas y no en el interior del local. Queria hablar con el hombre, no sabia que decirle, pero algo me llamaba la atencion en el como nunca me lo habia llamado nada. Aproveche para abordarlo cuando se adentro en el pasillo para ir al bano. Le toque el hombro y el se dio la vuelta, entonces se hizo el silencio, el cual rompi al titubear <>. Sonrio, se acerco a una mesa, saco un papel de un servilletero y un boligrafo de su bolsillo y escribio <>. Lo lei emocionada y quise agradecerle su dedicatoria, pero el ya habia desaparecido cuando levante la mirada. Me apoye en la barra y volvi a leer aquellos versos. Senti que todo se habia helado dentro de mi. Lo lei una tercera vez y decidi avisarlo, le iba a decir que huyera, que le daria todo el tiempo del mundo o, mejor aun, que me fugaria a su lado. Asi que saque valor de lo mas profundo de mi y me gire para buscarlo, pero ni el ni ella estaban ya en aquel lugar. Me habia quedado atrapada en el texto de la servilleta, sin darme cuenta de que ellos se habian despedido de la gente y se habian ido. El reloj marcaba dos minutos. Sali fuera todo lo rapido que pude y los vi entrando en un vehiculo. El se sento frente al volante, su pareja en el asiento aledano. Ella estaba muy alterada, las palabras que decia las acompanaba de gestos nerviosos que hacia con las manos. El otro buitre de la muerte esperaba en el cruce de avenidas a que el funesto coche llegara. Me quedaba sin tiempo y sin ideas. Ellos empezaron a discutir dentro del automovil. El reloj marcaba un minuto. Me coloque delante del coche sujetando mi bolso fuertemente, no debian llegar al cruce. El encendio el motor y quito el freno de mano sin dejar de discutir con ella, no habian apartado la mirada el uno del otro y nadie se percato de mi presencia. Metio la primera marcha y me vio, puso cara de asombro e hizo un gesto para que me apartara a un lado. Le fui a decir que apagase el motor, pero, de repente, alguien golpeo con los dedos la puerta del copiloto. No lo vi llegar. El buitre de la muerte se relamia en el cruce de las avenidas. Todos miramos al individuo que acababa de entrar en escena. Ella bajo la ventanilla: -- ?Es usted Marta Rivas? -- Si. --Tengo un mensaje para sus votantes. Acto seguido, aquel hombre dio un paso atras y descubrio el revolver que sostenia con su mano derecha. Sin dudarlo un segundo, le acerco el canon a la cara de la politica. El asaltante fue a decir algo cuando, inesperadamente, el motor rugio y el poeta hizo el intento de escapar con el coche, pero no habia espacio para salir sin maniobrar y choco con el que estaba aparcado justo delante suya. El intento de evasion hizo que la ventanilla golpeara fuertemente la mano de aquel individuo, disparandose el arma que portaba. La bala alcanzo a Marta Rivas en la sien derecha. Nosotros no tenemos sentimientos. Mateo Rosas dio marcha atras y volvio a meter primera. El buitre de la muerte esperaba en el cruce de avenidas. El asaltante, que parecia haber quedado paralizado tras haber abierto fuego, volvio a apuntar al automovil, que ya habia conseguido salir

  • Virgenes Destrozadas de Alba Duro

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    Macho Dominante: Virgen F*llada y Sometida por el Macho Alfa
    Vivo mi vida como quiero.
    Sin reglas, sin restricciones. Sin contenerme.
    Y me va de p*ta madre.
    Hoy la quiero a ella. Luna.
    Curvas de infarto. Labios de azucar. Sonrisa de sucubo.
    Pero hay un problema. Dice que es virgen.
    Sere un monstruo, pero no quiero partirla en dos.
    No importa cuanto me suplique.
    Es demasiado pura para mis 22 centimetros.
    Solo pensaba devorarla. Dejarla temblando.
    Y entonces largarme. Convertirme en su mejor recuerdo.
    No seria la primera vez. Los tipos como yo no sientan la cabeza.
    Pero ahora no puedo dejar de pensar en ella.
    No despues de probar sus labios. Los dos.
    Va a ser mia. En cuanto vuelva a encontrarla.
    A atarla. A destrozarla hasta que pierda el sentido.

  • El legado mas oscuro (Mentes poderosas 4) de Alexandra Bracken

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    Han pasado cinco anos. Los campos de rehabilitacion en los que Zu fue encerrada con sus amigos han sido destruidos. Aun asi, sigue luchando por proteger los derechos de los Psi frente a la oleada de prejuicios y falsas informaciones. Cuando la acusan de cometer un espantoso atentado, se ve obligada a huir de nuevo para salvar la vida.
    Decidida a limpiar su nombre, Zu viaja en busca de respuestas, y no tarda en descubrir un siniestro secreto que amenaza la supervivencia de los Psi. Rodeada de enemigos, ?en quien podra confiar en su lucha por la libertad y por salvar a los amigos que en otros tiempos fueron sus protectores?

  • Como ser un estoico de Massimo Pigliucci

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    Pese a lo que se suele pensar, el estoicismo no consiste en suprimir u ocultar nuestras emociones, sino en reconocerlas, reflexionar sobre lo que las causa y reconducirlas para nuestro propio bien. Lo que lo convierte claramente en una filosofia practica.

  • Mujeres que matan de Alberto Barrera Tyszka

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  • La chica que no podia respirar de Tania S. Aguilar

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    Estaba a punto de matarme. No era la primera vez que lo intentaba pero si la vez que mas cerca estaba de conseguirlo. Si, la primera vez que me sentia completamente indefensa, que habia aprovechado la ocasion para doblegarme, mis sentidos, mi cuerpo, todo mi ser, quedaban a expensas de sus manos, de su fuerza, de esa fuerza que ejercia sobre mi. Sentia como el agua penetraba en mi garganta y anegaba mis pulmones, sentia sus dedos ejerciendo la presion exacta en el centro de mi cuello tratando de inducirme el mas absoluto dolor y la consecuente muerte. Sentia que perdia la vida, que se me escapaba y que el la recogia. Lo peor no era que yo pudiese morir, lo peor era pensar que me ganaba la partida de un juego al que habiamos jugado los dos durante mucho tiempo, demasiado tiempo. Lo peor era pensar que todo terminaba aqui, ahora y de esta manera y que mi hijo, el hijo del que el habia renegado en el embarazo, quedaba a expensas de este ser despreciable que no tenia escrupulos en intentar ahogar a su madre. Pero a veces lo peor tambien trae consigo lo mejor. A veces, cuando creemos que todo esta a punto de finalizar, que todo se acaba y que no hay vuelta atras, de repente vemos la luz, se abre paso entre las tinieblas y el corazon recupera su pulso, el aire regresa a los pulmones y la consciencia vuelve a la realidad. Un angel aparece por casualidad y te salva la vida. Todo sucedio dos dias despues de cuando decidi dar un portazo, no solo un portazo a la vivienda que habiamos compartido los ultimos cinco meses si no un portazo a nuestra relacion, un portazo a la pesadilla. Al dia siguiente, deje a Iker con la tia Marivi que vivia cerca de nuestra casa para poder acercarme a la vivienda comun y recoger algunas cosas. Todavia no tenia claro como iba a proceder, el dia despues del incidente en el felpudo, cuando acudi con la Ertzaintza, recogi lo basico para pasar la noche con mi tia pero necesitaba encontrarme en el piso sola, reflexionar sobre lo sucedido, permanecer en silencio y tranquila un rato. Sabia que el estaria trabajando y que disponia de unas cuatro horas hasta las seis que el regresaba del trabajo, aunque yo volveria a casa de la tia hacia las dos para dar el pecho al nino. Estaba agotada, no tanto fisicamente si no mentalmente, habian sido dos dias muy duros y apenas habia podido conciliar el sueno un par de horas entre atender al nino de madrugada para darle las tomas, las preocupaciones de la tia y el agotamiento mental propio de los ultimos acontecimientos. Por eso, mientras estaba en el piso comun, recreandome en la habitacion, tomando un poco de aire en la terraza y observando las fotos familiares que nos habiamos realizado, entre en el bano y se me antojo prepararme un bano con espuma, sales de bano y aromas esenciales con perlas de yoyoba y bolitas de Marsella. No recordaba la ultima vez que habia tenido ocasion de dedicarme unos minutos y disfrutar de un merecido bano relajante, no recordaba la ultima vez que habia disfrutado de mi propio espacio, de mi propio trozo de vida, de mi soledad. Prepare la banera, coloque unas velas aromaticas y me sumergi, sintiendo la espuma por mi cuerpo y jugando con las bolitas y perlas entre brazos y piernas. Aunque no conseguia desprenderme de las ideas que me rompian por dentro y de revivir la escena con el nino en el felpudo y su padre sujetandome por el pescuezo, intente evadirme de la realidad y borrar mentalmente esa secuencia para fundirme con el extasis que me producia el momento de relax burbujeante. Por un instante, me olvide de todo. Por un instante, fui plenamente feliz y senti esas burbujas anidando sobre mi cuerpo como florecillas que se adhieren a una mariposa o a un hada de un bosque y se funden con sus alas. Por un instante, fui protagonista. Pero ese instante se rompio de nuevo. La superficie del agua borboteo por encima de mi cara y algo llamo mi atencion, como una alarma, abri los ojos instintivamente y vi la cara de Damian dibujandose borrosa sobre el agua por efecto de las ondas que esta le producian al observarme, pero antes de que me diera tiempo a reaccionar, coloco sus manos sobre mi garganta, de nuevo, como hacia dos dias y apreto con fuerza. Bajo el agua, apenas distinguia sus rasgos, apenas podia visualizar nada que no fuera una fuerza enfurecida y una ira en su mirada y el gesto de sus labios apretados para imprimir toda la fuerza posible sobre mi. Estaba totalmente indefensa y a diferencia de la otra vez, el agua me impedia moverme mas alla del diminuto espacio que me permitia rebasar los bordes resbaladizos de la banera, golpeandome contra ellos y deslizandome hacia atras en cada empujon. Me veia a mi misma como una ilusion optica, acabando de la peor manera posible, de la peor manera imaginable. Me veia reflejada en el cristal de la mampara que, cubierta por el vaho y la condensacion, evocaba una imagen distorsionada en blanco y negro donde se apreciaban timidamente brazos y piernas y agua desbordandose por la banera. La vida se me escapaba, sin remedio... Pero entonces, un milagro llamado Marivi aparecio por la puerta del bano y atino un sartenazo en la nuca al agresor, dejandolo k.o durante unos minutos. Mientras recuperaba el aliento y recobraba las fuerzas que habia perdido en el forcejeo, mi tia me alcanzaba un albornoz y me animaba a salir de alli: Hija, ya se que estas asustada y aturdida pero vistete rapido y vamonos de aqui, este loco puede despertar en cualquier momento y no se si puedo propinarle otro sartenazo - me explico Marivi. Gracias, tia. Me has salvado la vida - la abrace pero me separo para asegurarse de que habia escuchado y entendido su mensaje, con evidente actitud seria mostrando preocupacio

  • Los dias modernos, Cristina Lopez Schlichting de Cristina Lopez Schlichting

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  • Solo tuyo (La fuerza de amar 1) de Barbara Crespo

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    Corrigiendo gracias por las observaciones.

  • No seras un extrano de Laura Merce

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    Una novela de corte senorial y drama romantico, donde las intrigas se conjugan con el amor y los inventos tecnologicos para pintar un cuadro vivido de Inglaterra y Francia a principios del siglo XX.

  • Siempre seras mi chica de Lory Squire

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    Tanner Adams esta atravesando su peor momento profesional: ha perdido la inspiracion, todavia no ha sido capaz de alcanzar el numero uno en ventas y, a sus treinta anos, se siente solo a pesar de haber conseguido a la chica dorada del pop, Lady Lillie McFly.
    Sin embargo, la repentina muerte de su padre, con quien no se habia hablado durante anos, le obliga a volver a su pueblo natal, aquel que le trae tan dolorosos recuerdos y que esta ligado a la perdida del unico amor verdadero que ha sentido en su vida.
    Sera alli, en Scarborough, un lugar en la costa norte de Yorkshire, donde Tanner podra volver a conocerse y, sobre todo, a reencontrarse consigo mismo y con la chica que dejo atras, su pequena Yellow.

  • Una ultima vez de Corinne Michaels

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    Una emotiva historia sobre como seguir amandote a ti misma a pesar de los cambios, contra viento y marea.

  • La boda de mi hermana de Dylan Martins

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    Coge aire, sonrie y disimula todo lo mal que te cae. --Buenos dias, senor Moretti --sonrio fingiendo con la misma frialdad. --Buenos dias, Rebeca -- le devolvi la sonrisa, la llame como siempre por su nombre y no por su apellido como ella se dirigia a mi -- Te queda muy bien esa coleta -- le hice un guino tan falso como lo que le habia acabado de decir. Segui sin pararme ante ella, como cada manana, no la aguantaba, pero era la hermana de mi socio Julian y me la tuve que comer con patatas, ni mas ni menos. Procuraba llevarlo lo mejor posible, !que se le iba a hacer! Otras cosas peores o al menos eso queria pensar yo para sobrellevar aquella pequena cruz. Por suerte, mi talante no es malo y soy de los que se lo echan todo a la espalda, razon por lo que veia mi relacion con ella como un reto. Dia que pasaba, dia logrado... Entre en mi despacho y encontre un monton de expedientes autorizados sobre mi mesa, se veia que el dia anterior el equipo financiero habia visto viabilidad en muchos de ellos; ahora me tocaba a mi decidir cuales si y cuales no. Mire por la ventana y me encantaba esa sensacion de paz que se respiraba tras los amplios cristales, el mar... Mi trabajo me fascinaba, tenia con Julian una empresa financiera a gran escala. Llevabamos con ella cinco anos, pero nos habiamos afianzado a pasos agigantados, encontrandonos ya entre las mas importantes del pais. Vivia solo en un atico de doscientos metros y cien de terraza frente al mar ?Que mas podia pedir? Aquel atico habia supuesto para mi la consecucion de un reto y podia decir que habia logrado la casa de mis suenos, como si del programa televisivo del mismo nombre se tratara, en un tiempo record. Una novia, queria una novia, pero yo en ese sentido era una bala perdida; tan pronto me enamoraba como me desenamoraba, tan pronto amaba como me ahogaba, asi que lo mio debia ser algo como una alergia a largo tiempo con una mujer. No podia negar que era un seductor y un mujeriego. Creo que ahi esta la clave, el juego de la seduccion me podia... Pero cuando la presa caia en mis garras, como que empezaba a perder interes a marchas forzadas. ?Culpa de ellas? No, indiscutiblemente mia, pero esas cosas no se fuerzan y era mi condicion. Ese dia solo vine a dejar listo el trabajo y me iba para casa a preparar equipaje de mano, ya que a la manana siguiente salia rumbo a Cracovia. Mi hermana Lis se habia enamorado de un polaco llamado Kiev y se casaba alli el fin de semana, no se pudo haber buscado uno de Cadiz, no; ella de Polonia. En fin, tocaba ir a cumplir, en el fondo la adoraba y como no teniamos padres, debia llevarla yo al altar, por supuesto orgulloso de cumplir ese papel. Se trataba del gran acontecimiento del ano, que digo del ano, del siglo... Que mi hermana fuera feliz era una de las grandes prioridades de mi vida, y si su felicidad estaba en Cracovia, como si estaba en la Conchinchina, yo la apoyaba a muerte. Valore los expedientes y me fui directo para casa, tambien queria descansar. --?Donde vas tan rapidito? Vale que seas una bala, pero que salgas como una de ellas, a eso ya estoy menos acostumbrado--me pregunto Julian con el que me cruce y a punto estuve de arrollarlo. --No querras que llegue con mala cara a la boda de mi hermana. Alli habra cantidad de macizas avidas de un seductor como yo y uno tiene una reputacion que mantener--bromee. --No, no vaya a ser que la alta sociedad de Cracovia se pierda la oportunidad de conocer a una prenda como tu, tira para alla, hombre y no olvides brindar a mi salud. --Eso siempre... --Si, porque brindar, brindaras, pero anda que te has acordado de mi para llevarme, granuja.... --Alguien tiene que quedarse al frente del negocio, amigo, fuiste tu quien lo dijo; no me fastidies, yo por mi te hubiera llevado--le di una palmadita en el hombro y me marche de alli al galope. Sali saludando con una sonrisa a Rebeca, en el fondo iba pensando que ahi se quedaba y que la iba a perder de vista unos dias. Bien mirado, seguramente ella pensaria lo mismo. Pues nada, los dos felices, al final iba a resultar que se nos contentaba con poco. Lo mio con ella fue como los amores a primera vista, pero al reves; desde el primer momento nos caiamos mal y no hubo forma de remediarlo. De vez en cuando lo intentabamos, pero nada, ni poniendo de nuestra parte. Por respeto a Julian lo soportabamos estoicamente y procurabamos no darle mayor importancia, pero que me caia como el culo, me caia como el culo. Y apostaba un brazo y no lo perdia a que a ella le sucedia lo mismo. Llegue a mi casa y me sente a comer. Lola, la mujer de servicio me habia puesto la mesa. Aquel mediodia cocino para mi un pescado en salsa que estaba delicioso, pues tenia una mano en la cocina increible y la casa me la mantenia como los chorros del oro; no podia haber escogido una senora mejor. Ademas era toda amabilidad, tenia cincuenta y cinco anos, pero aparentaba diez menos, con una vitalidad fuera de serie. --Tu hermana Lis estara bellisima vestida de novia. Por favor mandale recuerdos de mi parte, quiero que sepa que la tengo presente. --Por supuesto que lo hare y ella te estara muy agradecida. Sabes que te consideramos como de la familia. --Y yo a vosotros. Me he tomado la libertad de confeccionarle yo misma una liga para que la lleve puesta ese dia. ?Se la daras? --Ni que decir tiene que se la dare. Eres un amor, Lola. Muchas gracias en su nombre, aunque ya te llamara ella para dartelas. Ya sabes, es mas cumplida que un luto--bromee. --Un torbellino es lo que es esa nina y con que sea la mitad de feliz que yo le deseo, ya va servida--suspiro. --Pues tranquila, que esa con su Kiev es feliz un rato largo. Yo no se lo que le ha dado el polaco, pero le ha sorbido el seso--rei. --Que cosas tienes--me imito riendo con ganas. Ella se iba a las cuatro. Una hora despues de que yo llegara y comiera, recogia la cocina y se marchaba hasta el dia siguiente, que llegaba a las ocho de la manana.

  • Suenos rotos de Manoli Madrono Gomez

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    Elena es una joven sonadora, la cual, quiere ser en unos anos arquitecta, pero todos sus suenos se vendran abajo al poco de empezar sus estudios en la universidad. Al principio todo sera maravilloso al conocer a Josue y Oscar. Dos jovenes con los que tropezara en la universidad. Pero su vida dara un giro brusco al conocer una verdad escondida de su familia, de la cual no tienen ni idea su hermano, menor, Hector y ella. Sus suenos e inocencia se veran envueltos en una cuerda floja la cual amenaza con romperse en cualquier instante. Pero sea como sea, Elena debe saltar todos los obstaculos en los que se vera envuelta en el camino hacia sus suenos y su propia felicidad, aunque en ese camino se dara cuenta que nada en esta vida es facil.

  • Y tu ?Que quieres?, T. Camacho de T. Camacho

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  • Nyxia Liberada de Scott Reintgen

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    Emmett Atwater penso que participar en el juego de Babel seria algo facil: conseguir los puntos, ganar la recompensa y regresar a casa. Pero no tardo mucho en descubrir que el concurso organizado por BABEL estaba lleno de promesas rotas, y cada una de ellas mas oscura y maligna que la anterior. Ahora Emmett y el resto de los supervivientes de las naves espaciales Genesis deben reorganizarse y forjar su propio camino en un mundo nuevo. Su mision es simple: extraer Nyxia, el material mas valioso del universo, y aprender a convivir con la poblacion nativa. Pero Emmett y sus companeros se dan cuenta enseguida de que estan atrapados entre dos fuerzas poderosas en conflicto, Babel y los adamitas. ?Podra el equipo de Genesis salir de Eden con vida antes de que sea demasiado tarde?

  • Sal con alguien que no lea de Charles Warnke

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    Para todos los amantes de la lectura… y del amor.
    Si dudas, regalale este libro.

  • Intenta dejarla (La droga + dura 2) de Anny Peterson

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    La vida continua despues de aquel lunes maldito, en el que todo parecio hacerse anicos.
    Primera fase de un adicto: EL MONO: ?es posible desengancharse del amor?
    Naia pronto vera cumplido su mayor sueno dentro de su peor pesadilla.
    Axel no esta listo para hacer por las malas, algo que deseaba hacer por las buenas.
    Leo se ha ido. Sin embargo su cuerpo sigue viviendo su vida automaticamente.
    Zoe esta a punto de descubrir que a veces, no queda otra opcion que ser valiente.
    Cesar ha desaparecido, esta concentrado en su nueva meta y no contesta a las llamadas.
    Jorge espera un clavo ardiendo al que sujetarse para no caer de nuevo al vacio.

  • El chico del calendario de Candela Rios

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    Doce meses, una chica, miles de motivos por los que no debe enamorarse de ella.

  • Detras de sus caricias (Relatos lesbicos 1) de Monica Benitez

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    Detras de sus caricias es el nombre de uno de los cinco relatos que encontraras dentro de este libro. Cinco historias completamente diferentes que lo unico que tienen en comun es que estan protagonizadas por mujeres.

  • 180 segundos de Jessica Park

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    Algunas personas se pasan toda la vida sin cambiar de perspectiva. Para Allison solo bastaran 180 segundos…

  • La roca de tanios de Amin Maalouf

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    Ambientada en el siglo XIX, en un Libano dividido por el enfrentamiento
    entre Egipto y el Imperio Otomano, LA ROCA DE TANIOS hecho real< gira en torno a la muerte violenta de un patriarca, cuyo
    asesino, refugiado en Chipre, es devuelto con enganos a su tierra para ser
    castigado. La reconstruccion de la historia va dibujando la figura de
    Tanios, convertido por obra del destino en heroe legendario y liberador de
    su pueblo. El amor, la venganza y la muerte sirven a Amin Maalouf para tejer
    la trama de este relato lleno de peripecias que es, a la vez, una deliciosa
    cronica de la vida cotidiana en un pueblo en el cual la tolerancia se ve
    amenazada por unos acontecimientos que presagian un futuro de violento
    antagonismo.

  • Aunque me haya ido de Mary Elise Albar

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    La vida de Lillian nunca fue facil. Las decisiones que tomo a lo largo de su vida la hicieron enfrentar consecuencias impensables para la mayoria de personas.

  • Cuatro meses de

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    Sinopsis de “Cuatro Meses” Cuando Kevin Conor llega a Barcelona en Octubre de 2.015 como joven periodista enviado por la editorial Dreams de los Estados Unidos para trabajar en la biografia del centenario Thomas Levi, ni siquiera intuye lo importante que va a ser esta experiencia en su carrera profesional. De la mano de Levi, un escritor hispano-estadounidense de prestigio mundial, y durante cuatro meses, va a emprender un viaje por algunos hechos transcendentes en la historia del mundo durante el siglo XX, en los que se vio implicado el escritor, sus familiares y sus amigos. A Conor se le ofrece la oportunidad de conocer directamente de un superviviente muchos de los hechos historicos recientes que para las generaciones mas jovenes se va disolviendo en ese pasado abstracto con el que no se siente una vinculacion especial. Thomas Levi es uno de los ultimos de esa generacion que como si fuese agua se nos va escapando entre los dedos poco a poco, desapareciendo de nuestro mundo. Pero esta novela no es tan solo un relato de hechos historicos ya que estos son el paisaje en los que se desarrolla una historia de amor y amistad que marcara para siempre la vida de todos ellos. Thomas Levi, al compartir su vida con el joven escritor le introduce en la riqueza de las relaciones personales de todo tipo: romanticas, familiares y de amistad mostrandole el gran valor que en su caso particular, ha tenido para poder vivir una vida tan plena como la suya a pesar de guerras y exilios. Alex, Agnes o Ada le acompanan durante practicamente toda la vida. Ademas de la mano de Thomas, viajan desde el Cardedeu (pueblo de la provincia de Barcelona) del primer tercio del siglo XX al Paris de los anos 30 anterior a la invasion nazi, la Espana de postguerra, la Europa que ha sufrido el nazismo y la vida moderna en Boston y Los Angeles. Todo esto es contemporaneo con el enamoramiento entre el periodista americano y la doctora que rige el centro en el que se encuentra Thomas en sus ultimos dias y con las presiones que recibe desde la editorial para que no se salga de las lineas marcadas en la elaboracion de la biografia. Un final sorprendente e inesperado cierra la obra.

  • Piel de letra de Laura Escanes

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    Cada piel es un mundo por descubrir.

  • El editor indiscreto – F. Bellart de F. Bellart

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    Una embarazada en reposo absoluto que se aburre sola en casa.
    Un marido editor con mucho trabajo.
    Una pareja de nuevos vecinos que parece esconder algo.
    Unas paredes estrechas.
    El misterio esta servido para cualquier amante del domestic noir.Cristian y Miriam estan esperando su segundo hijo. Su matrimonio no pasa por su mejor momento. Por riesgo a un parto prematuro, los medicos han ordenado a Miriam reposo absoluto. Su marido anda muy liado con el trabajo en la editorial y no tiene tiempo para estar con ella. Confinada en casa, sola, Miriam procura escapar del tedio leyendo novelas policiales y espiando a sus nuevos vecinos, Juan y Sara, una joven pareja que acaba de llegar de Madrid. A medida que pasan los dias, debido a una serie de extranas circunstancias, Miriam empieza a sospechar que la pareja esconde algun secreto. Su marido la tacha de paranoica, pero ella esta empenada en llegar al fondo del asunto.

  • Mi querida Espana de Luis Del Val

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    El periodista y escritor Luis del Val hace un recorrido costumbrista de Espana con las peculiaridades, usos y practicas de sus habitantes [?]a veces contradictorias, a veces exageradas[?], que caracteriza la personalidad de nuestro pais.

  • La chica evanescente (Vanishing Girl 1) de Laura Thalassa

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    Cada noche un nuevo destino, una mision arriesgada y una atraccion en aumento

  • Lejos de mi de Veronica Blacksmith

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    A veces, en la vida, tenerlo todo no es sinonimo de felicidad. Anna esta casada con un exitoso hombre de negocios, atractivo y buen padre. Sus dos hijos son buenos chicos, sin embargo, ella ase siente vacia. Anna ha renunciado a su carrera profesional por ver crecer a sus hijos, ahora que ya son algo mas mayores y no la necesitan tanto, siente la necesidad de hacer muchas cosas.
    Este despertar de la libertad dentro de ella hace que su marido muestre su cara mas posesiva y celosa, haciendo tambalear su matrimonio.

  • No hay lugar para la poesia de Martin Garrido

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    Santiago es un abogado de asuntos menores: accidentes de trafico, juicios civiles, demandas inmobiliarias y poca cosa mas. Una noche es requerido para defender de oficio a un viejo marinero que ha regresado a la ciudad tras largos anos de ausencia. La vida insustancial de Morilla sufrira un giro de ciento ochenta grados cuando asalten su despacho, lo amenacen de muerte y descubra que su cliente no es quien dice ser.
    Morilla se desentendera de todos sus casos para investigar quien es este hombre, sumergiendose poco a poco en una trama de corrupcion, marginacion y violencia que estara a punto de costarle la vida.

  • Prohibido Repetir (Sensaciones 2) de Mia Alcaraz

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    El amor es un sentimiento complejo que nos acompana desde que nacemos, pero nadie ha dicho que amar sea sencillo y aun menos enamorarse. Es lo que le ocurre a Aitor, que esta enamorado desde la infancia de la misma mujer, la cual precisa algo mas que abrir los ojos para darse cuenta de que dejo escapar en su juventud.
    Por su parte, Mabel ha hipotecado parte de su vida por la persona equivocada por el simple hecho de creer que estaba enamorada del padre de su hijo, Lolo, sin saber ver que su verdadero amor siempre ha estado a su lado y nunca se ha rendido.
    Prohibido Repetir>/i>, es la historia de un amor tan puro que no se marchita con el paso del tiempo, es la prueba de que cuando se ama de verdad nunca se deja de intentarlo, pues solo existe un objetivo final: ser feliz.

  • La hojarasca de Gabriel Garcia Marquez

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    En La Hojarasca nacio Macondo, ese poblachon cercano a la costa atlantica colombiana que ya se ha convertido en uno de los grandes mitos de la literatura universal. En el transcurre la historia de un entierro imposible. Ha muerto un personaje extrano, un antiguo medico odiado por el pueblo, y un viejo coronel retirado, para cumplir una promesa, se ha empenado en enterrarle frente a la oposicion de todo el poblado y sus autoridades.