• Perfectos mentirosos de Alex Mirez

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    Existe un lugar llamado Tagus. Es la universidad a la que solo asisten chicos y chicas con apellidos influyentes, familias poderosas, cuentas bancarias infinitas y vidas envidiables y aseguradas. Esta llena de caras hermosas, altivas y maquiavelicas. Por sus amplios pasillos se susurran sin compasion los chismes mas recientes. Es exigente, pero a veces flexible, y esta rodeada por un campus en donde cada fin de semana hay una fiesta en la que debes impresionar a alguien. Tagus, enorme e imperiosa, ha sido construida a base de <> y <>. Dentro, todo se vale y al mismo tiempo todo se juzga. Es el magnifico nucleo del infierno, poblado de atractivos, bien vestidos y malintencionados diablillos. Pese a todo, cualquiera desearia estar alli. Tu mejor amiga, tu prima malvada, el hermano de alguien, la chica que detestas, tu misma, yo… Cualquiera mataria --literalmente-- por formar parte de esa exclusiva sociedad/circulo/secta para poder disfrutar de las risas, justificar sus maldades y esconder con complicidad cualquier secreto. Porque en Tagus hay muchos secretos. Y a veces ni siquiera los padres ni el dinero pueden mantenerlos ocultos por mucho tiempo. A veces, salen a la luz por si solos. Otras veces, alguien los hace salir… Prologo Campus universitario de Tagus 1 de mayo, 15.00 horas --?Viste lo que paso con los Cash? --Si, que horror. No me lo hubiera imaginado nunca. --Nadie. ?Quien iba a pensar que esos tres ocultaban algo asi? A mi me encantaba Aegan, el mayor. Ya sabes, ?no? El de los tatuajes. Dios, cuando entraba en un sitio, su presencia era salvaje. --A mi me gustaba Adrik. Era callado, pero eso le daba un aire misterioso. Ademas, yo estaba en Literatura con el, y cuando leia delante de la clase…, orgasmos literarios. --Aleixandre tambien estaba canon, eh, aunque tenia pinta de nino bueno. --Hayan hecho lo que hayan hecho, seguiran siendo una leyenda en Tagus. --Y ahora tambien esa chica… ?Como se llamaba? Jude, si, Jude. --?Ella fue la que lo hizo? --Si, ella fue quien los destruyo. 1 !Bienvenida al infierno mas divertido! Perdon, !a Tagus! 1 de enero --El secreto para sobrevivir aqui es no confiar en nadie, ser discreta con lo que haces y tener mucho cuidado de quien te ve haciendolo. Ese extrano y valioso consejo salio de la boca de Artie, la chica que seria mi nueva companera de apartamento. Pero, para ser sincera, no le di importancia, je. Solo podia pensar: <>. Era el primer dia. Caminaba por la feria de bienvenida a nuevos alumnos en el parque central del campus, y yo era todo lo que debia parecer: la tipica chica nueva, tonta y deslumbrada porque a mi alrededor cada cosa era fiel a las fotografias de la pagina web. Los kilometros de areas verdes que conformaban los terrenos universitarios estaban plagados de arboles podados y moldeados de la misma forma que las vidas de los que tenian el privilegio de haber sido aceptados como alumnos. Por las calles asfaltadas circulaban bicicletas. Habia carteleras en cada esquina con anuncios informativos, de eventos proximos, ?ese era un cartel de una chica desaparecida? Y ahi, en el parque central de Tagus, punto de encuentro del primer dia, abundaban las casetas de ventas de camisas, de entregas de horarios, de guias de campus y de clubes estudiantiles. Dentro de esas casetas, los chicos y chicas tenian ese aire de <>. Y fuera, mirando y tratando de asimilarlo todo, los estudiantes nuevos transmitian un <>. --?Estas oyendo lo que te digo? --me reprocho Artie ante mi evidente distraccion. Caminaba a mi lado. Al llegar al apartamento, yo le habia pedido que me acompanara a la feria, ya que no sabia como moverme sola por ese laberinto universitario. Para mi sorpresa, Artie habia aceptado. --Claro --le menti para ocultar que habia estado ignorando lo que decia sobre supervivencia social--. Que tengo que seguir tus consejos o… ?Que es lo peor que me puede pasar? --Depende --respondio ella mirandome con curiosidad--. ?Cual me dijiste que era tu apellido? ?Es importante en algun lugar? Si, en la silenciosa, oscura y despoblada Ninguna Parte. --?Tiene que serlo? --inquiri como respuesta--, porque, segun se dice, lo que aqui importa es que los estudiantes mantengan un nivel academico magistral. Artie asintio con una risa. --Si, si, eso es muy cierto, y tambien que de aqui salen figuras importantes --admitio--, pero sacate el folleto de Tagus de la cabeza. No todo es pasarse el ano entero sola y estudiando. ?O eres de las que prefiere estar sola? En realidad, de las que preferia guardarse sus preferencias. --Me adapto al entorno --me limite a decir con un encogimiento de hombros que no revelaba nada. --Bueno, aqui hay evento tras evento, y los circulos sociales son importantes --explico con una seriedad que delato la importancia que le daba al tema--. Con un buen apellido no tienes que esforzarte mucho en encontrar uno o en hablar con la gente, porque la gente estara dispuesta a hablar contigo en cualquier momento. Por esa razon, dime, ?tienes algun familiar que se pueda reconocer o al menos googlear? Saco su movil y espero ansiosa a que le dijera quien de mi familia aparecia en internet. Como a mi me gustaba hacer fichas mentales de las personas, justo en ese momento lo que tenia anotado de Artie en mi cabeza era: Aspecto: mas o menos alta, cabello negro, ondulado y corto hasta la linea del cuello, estilo Marilyn Monroe. Nariz y barbilla de hada, ojos grandes y delineados, jersey y tejanos. Sus fotos en Instagram deben verse aesthetic y probablemente nunca le debe faltar alguna frase de algun libro en la descripcion. Caracteristica destacable: chica a la que le importa demasiado la reputacion social. Es decir, se esfuerza demasiado. Pero ?le funciona? ?Es Artie importante socialmente? Al menos era amable. --No, nadie de mi familia es importante --fue lo que dije. Artie hizo un mohin de pesar. --Que mal, siempre es mas facil asi. --Agito la mano en un gesto despreocupado para restarle importancia--. Pero no te preocupes, por suerte has quedado conmigo. Conozco gente y te los presentare. ?Cual es tu target? Iba a decirle que no tenia ni idea de lo que me estaba preguntando, pero mis ojos ansiosos que habian estado fijandose en todo lo que ocurria junto a nosotras y en todo lo que veia mientras caminabamos se fijaron en una de las casetas de la feria. Una en especifico. Y entonces paso. Ellos. El. Me fue imposible hablar y caminar al mismo tiempo, asi que me detuve y primero me fije en el chico que atendia la caseta. Tenia un camino de tatuajes que se iniciaba en su muneca derecha y se perdia en su ascenso por el resto del brazo, y llevaba su cabello azabache rapado por los lados y mas abundante por arriba. Era uno de esos chicos que, al entrar en un lugar, lo dominan por completo. Uno de esos chicos que parecen el endemoniado sol, porque te dan ganas de mirarlos, pero cuando lo haces te causa dolor ocular tanta energia, tanto poder, porque si, <> siempre ha sido la palabra perfecta para empezar a describirlo. Desprendia un caracter autoritario mientras discutia con el chico que lo acompanaba dentro de la caseta. No estaban montando ningun escandalo, pero yo note que discutian porque su boca no paraba de moverse con tension. Vi incluso el momento en el que perdio la paciencia, le arranco al otro chico el cigarrillo que sostenia entre los labios y, furioso, lo lanzo al suelo. Me fije entonces en el tipo del cigarrillo. Era un poco mas delgado, tenia el pelo del mismo color negro azabache que el de los tatuajes, pero lo llevaba mas largo y con un corte desenfadado. Al contrario del primero, su cara era menos expresiva. Su boca era una linea seria y sus cejas espesas no indicaban nada, por lo que era muy dificil saber si la discusion le afectaba de algun modo. Su ropa era toda oscura y no parecia tener intencion de dar respuesta alguna a las palabras que le estaban soltando. En donde el otro parecia un terremoto en curso, este era la insospechada calma que precede a una catastrofe. --?Ya has salido del hechizo Cash? --escuche a Artie preguntarme de repente. Sali de mi analisis con brusquedad y la mire, pestaneando. Me di cuenta de que sus ojos tambien apuntaban hacia los dos chicos de la caseta. --?Que? --No la habia entendido--. ?Que hechizo? ?De que hablas? Ella solto una risa de <>. --Te has quedado mirando a los hermanos Cash, y eso es lo que dicen que te sucede cuando los ves por primera vez --explico divertida, muy obvia--. Te quedas atontada por un rato, no puedes apartar la mirada y piensas: <>. Y si, son tan reales como que te tiemblan las piernas en este momento.

  • La vida que no elegi de Lorena Franco

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    LA VIDA QUE NO ELEGI, una novela de ficcion que ya ha cautivado a cientos de lectores por su MAGIA, HECHIZOS y el intrigante tema de la existencia de MUNDOS PARALELOS. Las decisiones que tomamos, por muy pequenas que sean, marcan el rumbo de nuestras vidas. Cuando Nora Clayton, una imponente vicepresidenta ejecutiva de una importante compania farmaceutica de Nueva York, debe despedir a diez mil trabajadores que seran sustituidos por sofisticadas maquinas, desata la furia de Bonnie Larson. Bonnie es una mujer invisible que proviene de una larga estirpe de maleficas brujas y decide, despues de un largo tiempo sin practicar su magia, maldecir a Nora, que vera como su vida, inesperadamente, da un giro de 180 grados. Las personas con las que comparte su comoda existencia no la reconocen, su lujoso apartamento de Upper East Side no le pertenece y la unica opcion que le queda es volver a Kutztown (Pennsylvania), el pueblo donde nacio, retomar la relacion inexistente con su madre y empezar a vivir la vida que no eligio.

  • Confinados por sorpresa de Sarah Rusell

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    Sali a la terraza de la habitacion del hotel y comence a hiperventilar, no podia creer lo que estaba sucediendo. Me puse las manos en el pecho y comence a llorar con toda la tristeza y desesperacion del mundo. Encendi un cigarrillo, me sente en una de las sillas de plastico que habia en una esquina de la terraza, no dejaba de moverme de adelante hacia atras, me balanceaba de los nervios que tenia, aquello era una pesadilla y yo queria despertar de ella. Acababa de terminar mi carrera de turismo y me habian ofrecido un trabajo en una agencia de viajes, donde me incorpore hacia un mes y, acto seguido, me propusieron venir una semana a Samana, una isla de Republica Dominicana para conocer un resort nuevo y poder hablar bien de el a los clientes en la agencia. Acepte inmediatamente, era la oportunidad de mi vida, un "todo incluido" gratis en una isla del Caribe. Hasta ahi, todo perfecto e idilico. Era marzo, pero aqui el calor era como en verano en Espana, asi que por esa parte todo estaba perfecto, nada de aglomeraciones y viviria una semana de ensueno. Habia llegado hacia dos dias, el primero casi lo perdi pues entre que llegas por la tarde, te trasladan al hotel, una cosa y otra, dia perdido y el segundo dia me desperte y comence a moverme por el hotel y la playa, disfrutando de todo aquello que era un paraiso rodeado de mar. Por la tarde nos reunieron a todos en el hotel para darnos una noticia, y es que se habia detectado un posible caso de un nuevo virus importado de Asia llamado Coronavirus y desde ese momento tendriamos que quedarnos todos en las habitaciones hasta nuevo aviso. Me quede en shock y comence a investigar por la red, ya hasta habia mas casos en Espana tambien, esa noche me acoste de lo mas preocupada sin saber que lo peor estaba por venir. Me levante esa manana y me trajeron el desayuno a la habitacion, me asuste al comprobar que el chico iba con guantes de latex y una mascarilla, como si de un doctor se tratara. ?Que estaba pasando? Puse las noticias internacionales y me encontre al presidente de mi pais diciendo que entraban en estado de alarma y que las personas debian de permanecer, en principio, quince dias aisladas, se cerraba el espacio aereo y no podia haber movilidad de ningun tipo mas que para salir a por comida, a la farmacia y poco mas. No podia creerme nada, aquello era surrealista, hablaban de una pandemia mundial y el mundo entero se estaba contagiando. Mi jefe de la agencia de viajes me llamo en ese momento y me puso al tanto de todo. Por ahora no podian llevarme de vuelta y el Gobierno de Espana se iba a encargar de repatriarnos a todos los que estuvieramos fuera, el hotel se haria cargo de todo el tiempo que tuviera que estar y la agencia ya tenia sus puertas cerradas. !Me iba a volver loca! Mi vida era una mierda, literal. Mi madre me crio siendo madre soltera, ya que mi padre no quiso saber nada de mi desde que ella le dijo que estaba embarazada, asi que me llevo hacia adelante sola y trabajando como profesora en un colegio, eso nos ayudo mucho, ella jamas rehizo su vida. Un ano atras le detectaron un tumor cerebral y en tres meses murio, me arrebataron ese dia la vida, era lo unico que tenia. Me quede sola en el piso que ya habia pagado con su esfuerzo y sacrificio, sola terminando una carrera que me faltaban pocos meses para finalizar y que consegui acabarla gracias a los ahorros que me habia dejado. Mi amiga Carla me llamo preocupada por videollamada y rompi a llorar como una nina pequena que se encuentra aterrada y sola. Me calmo como pudo y me dijo que como ella tambien estaba confinada pues que pasariamos horas juntas asi. --Es que no me lo puedo creer, Carla. Que estoy aqui en la Conchinchina, mas sola que la una --seguia llorando mientras veia a mi amiga a traves de la pantalla. Bueno, lo de verla es un decir porque con los rios de lagrimas que me caian, no veia una mierda. Vamos, que Carla era algo asi como un manchurron borroso que yo sujetaba con la mano. --Tranquila, carino, no llores. No estas sola, ?eh? Cuando necesites hablar, desconectar, gritar o algo de eso, me llamas y listo, charlamos un ratito y arreglado. --!Igualito es! --grite, hecha un mar de lagrimas. Lo que me faltaba, que ni siquiera mi mejor amiga me entendiera. No era tan dificil, ?no? Que me tenian aqui recluida en un hotel lejos de mi casa y sola. Vale que la habitacion pequena no era, pero no se podia comparar estas cuatro paredes con cuarto de bano, a la casa que yo tenia en Espana. Aqui las paredes eran en color salmon pastel, muy calidas y alegres, las cortinas al igual que toda la ropa de cama en color blanco, mientras que los muebles eran de madera de cerezo, era precioso el contraste que hacia su tono rojizo con las paredes y la ropa de cama. --Mira, ahora con esto del confinamiento yo tengo que dar las clases on-line, veras tu que apanos con mis chiquitines. Y muchos de ellos que no tienen ni Internet, ya me diras. Con lo que quiero yo a mis Minions y sin poder verlos --me dijo con pena. Me rei un poco en cuanto dijo eso de "mis Minions", y es que Carla era profesora en un colegio de nuestra ciudad y daba clases a ninos de siete anos, y claro, esas criaturas en edad de que todo lo quieren saber, no llegaban ni al metro y medio, y ella decia que se sentia como la agente Lucy Wilde de la pelicula Gru 2. Reconozcamos que razon para decir eso no le faltaba porque, igual que ese personaje animado, mi amiga era alta, delgada, de cabello casi anaranjado y ojos verdes. Solo le faltaba el marido y esas tres ninas tan divertidas y tendriamos nuestra propia version espanola de la peli. --Si los padres de esos ninos supieran como los llamas, aunque sea de manera carinosa... -- le dije secandome las lagrimas. --!Uy, pero si lo saben! Y mas de un papa ya me ha llamado Lucy carinosamente --comento mirandose las unas, asi como si no hubiera dicho nada. --?Como de carinosamente, guapita? --pregunte, porque mi amiga, que tenia veinticuatro anos igual que yo, era bien guapa y la jodia iba por ahi rompiendo corazones. --Digamos que el papa de Samuel es el que mas carinosamente me lo dice. --!Cuentame eso ahora mismo! --pedi emocionada. Al menos, mi amiga estaba consiguiendo aquello que sabia que hacia de manera sutil, calmar mis nervios. --Sabes que se separo, ?verdad? --pregunto y yo asenti-- Pues este ultimo ano ha venido mas veces el a recoger al nino que su ex mujer. Y desde hace unos meses no deja de preguntarme si tomaria una copa con el. --Y tu le has dicho que no, como si te conociera. --?Y que iba a hacer? Es el padre de un alumno --me contesto poniendo el brazo que tenia libre en jarra. --Hija, ni que en el contrato de trabajo pusiera que no puedes hacer vida fuera de ese colegio. --No, pero con un papa de mis ninos pues... --Mira el lado bueno, al hijo ya le tienes ganado. --Pues, visto asi... Seguimos charlando un rato y prometimos hacerlo siempre que alguna lo necesitara, pero bien sabia yo que no me haria falta llamarla pidiendo auxilio puesto que hablariamos minimo, una vez al dia. Me dijo que no me preocupara y que se iba a encargar de remover todo bajo cielo y tierra para solventar mi situacion. Lo bueno es que su padre era un alto cargo de un partido politico y digo yo que algo podria hacer para ayudarme a volver a casa. Que su padre me queria como a una hija mas, ?eh? Nos despedimos entre risas, alguna que otra lagrima que se me escapo y muchos besos que nos mandamos. Me encendi otro cigarrillo cuando me hice un cafe de la maquina que habia en la habitacion por cortesia del hotel, eso si, tambien habia nevera con refrescos, bebidas alcoholicas y de todo. Era un resort al que no le faltaba detalle, pero bueno, que yo lo unico que queria era regresar a mi pais y meterme en mi casa. Necesitaba un poco de aire, asi que sali a la terraza y contemple esas vistas que nos regalaba aquel lugar paradisiaco. Desde alli podia ver la maravillosa piscina que tenia el resort donde habia un bar acuatico. El dia que estuve conociendo el lugar me sorprendi al verla y sabia que no podia irme de alli sin haber disfrutado de una de esas bebidas ricas con zumos de fruta y esa pizquita de alcohol que ofrecian. Ahora lo veia complicado, las cosas como son, porque salir de la habitacion iba a ser como escapar de Alcatraz, si, esa prision tan famosa de la Bahia de San Francisco. La barra donde los visitantes podian dejar sus copas era de granito gris y en cada esquina habia una columna azul con cenefas en sus cuatro lados. El techo del bar, del que pendia una lampara ventilador para que, en esas tardes o noches calurosas, los camareros no se asaran como pollitos en horno, tenia en el borde la misma cenefa de pequenos azulejos que las columnas y la parte de arriba acababa como en una especie de chimenea, pero eso era mas adorno que otra cosa. Alrededor de la piscina estaban bien colocadas las tumbonas, una al lado de otra, y algunas sombrillas de esas que el techo es como de paja, simulando las chozas de los poblados que se ven en esos documentales de la television. Desde donde estaba el bar acuatico, podia verse tambien una piscina con un monton de palmeras, a la que me moria por ir. Y, a lo lejos, contemplaba el mar. Respire hondo a ver si me llegaba ese olor que tanto me gustaba, como cuando iba a la playa. Me asome a la barandilla y mire hacia un lado, a la terraza que tenia contigua y en la que deduje que habia alguien, ya que sobre la mesa vi un cenicero con dos colillas, un paquete de tabaco y un mechero. En la terraza del lado contrario tambien habia gente porque tenian ropa en el tendedero portatil del que todos disponiamos. Al menos sabia que no estaba sola y habia gente a mi alrededor, no es que me tranquilizara, pero es que en esa epoca habia tan poca gente en el hotel que miedo me daba pensar que me veria como en una peli de terror, una de esas en las que todos iban desapareciendo, poco a poco, de manera misteriosa y a mi me olvidarian alli. Vi a las limpiadoras por los jardines y me fije que todas iban con guantes y mascarilla. Terror me daba esa imagen, de verdad que si. Que miedo daba el simple hecho de pensar que, de la noche a la manana, el mundo se estaba paralizando y cambiando.

  • Nunca estuve tan cerca de Claudia Serrano

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    Una novela sobre el amor en la sociedad de nuestros dias, en la que cada vez hay menos cabida para los sonadores y sus suenos.

  • Se que sera para siempre de Sophie Saint Rose

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    Payton bebio de su cafe sin quitar la vista de la puerta de la empresa. En la Farmaceutica Lackman era la hora de largarse a casa, aunque sabia que su presidente aun tardaria algo mas en salir. Solia hacerlo sobre las cinco y media. Sobre el sillin de su bicicleta volvio a beber de su cafe y se detuvo en seco al ver abandonar la empresa a Keane Lackman, que con el telefono al oido miraba de un lado a otro como si estuviera nervioso. Dijo algo al telefono de muy mala manera antes de meterselo en el bolsillo interior de la chaqueta del carisimo traje gris que llevaba. Ella como si nada bebio lo que le quedaba de cafe antes de tirar el envase a la papelera que tenia al lado sin dejar de mirarle de reojo. El hijo del presidente de la empresa tenia treinta y dos anos. Rubio y enormemente atractivo media uno ochenta y seis, su cumpleanos era el seis de julio y le habian operado de apendicitis con catorce anos. Tenia una hermana pequena que era una nina mimada que solo se dedicaba a ir de tiendas. Entrecerro sus ojos azules de la rabia haciendo que se oscurecieran hasta tomar un tono violaceo recordando la ultima factura de la nina. Veinte mil dolares se habia gastado en un bolso de firma que seguramente usaria dos veces en su vida. Cuando el miro hacia alli se ajusto la gorra sobre su cabello rubio platino. Vio que llegaba su Porche gris y que el mozo se bajaba a toda prisa. Keane cogio sus llaves furioso y rodeo el coche metiendose en el como una exhalacion. Payton decidio seguirle a el ese dia. Parecia que tenia prisa. Demasiada para su gusto. Acelero saliendo al trafico y ella le siguio bajando al asfalto. Nueva York estaba llena de repartidores y era facil pasar desapercibida. Cuando se detuvo en el semaforo ella se subio a la acera y detras de una farola se cambio la gorra por una roja. El semaforo se puso en verde y al ver que aceleraba a toda pastilla tuvo que salir al trafico haciendo que un coche tuviera que frenar. Hizo una mueca pedaleando a toda prisa para no perderle. Estaba claro que le importaban un pito los limites de seguridad. Giro hacia la derecha y ella se coloco detras de una furgoneta preguntandose a donde iba porque era evidente que ni iba a los laboratorios ni a su casa. Al ver que se desviaba hacia el Soho chasqueo la lengua porque iba a casa de su hermanita. Tenia que haber seguido a su padre. Pero cuando paso de largo su calle se quedo en blanco. ?A donde cono iba? Keane freno en seco ante un edificio sin importarle que no pudiera aparcar y se bajo del coche a toda prisa para correr hacia el portal y pulsar el boton del tercero. Payton con la respiracion agitada observo como entraba. Lo mas rapido que pudo dejo la bicicleta apoyada en una senal antes de bloquear el seguro que tenia en el manillar y cogio la caja de pizza que llevaba en la mochila a la espalda para correr hacia el portal. Solo habia cuatro pisos por planta. Pulso casi todos los botones menos los del tercero y alguien abrio. Empujo la puerta y al ver que el ascensor llegaba en ese momento se dio cuenta de que no lo habia esperado y habia subido por las escaleras. Ya que estaba alli se subio en el ascensor y pulso el tercero. Se mordio el labio inferior y cuando llego a la tercera planta salio con precaucion mirando alrededor. Vio dos de las puertas. --?Es que estas loca? --Se escucho un portazo y ella miro hacia el pasillo que tenia a su derecha. Camino hacia alli sin hacer ruido con sus zapatillas de deporte y en la esquina saco la cabeza. Solo habia una puerta al final del pasillo y se escuchaban gritos. De puntillas se acerco y pego la oreja. --Voy a llamar a una ambulancia --escucho que decia Keane. Se le corto el aliento porque era la primera vez que oia su voz y decidio ignorar el brinco que pego su corazon. Al escuchar un sollozo entrecerro los ojos--. Debes haber perdido la cabeza. --!No! !Va a venir! --!No digas tonterias, Poppy! --Parpadeo al escuchar el nombre de su hermana. --!No te quiere! ?Por que crees que me ha llamado para que solucione esto? Escucho su llanto desgarrado y como gritaba --!Si que me quiere! --?Cuantas pastillas te has tomado? --No se. Medio bote. --?De esto? --Ella debio asentir. --!Joder! ?Sabes lo fuertes que son? --Dejame. No... Escucho una arcada y despues de esa otras, asi que supuso que le habia metido los dedos en la boca. --!Si, necesito una ambulancia! !Mi hermana se ha tomado un bote de pastillas! Payton sonrio maliciosa enderezandose y se volvio saliendo de alli a toda prisa. Minutos despues sentada en su bicicleta en la esquina de la calle vio como llegaba una ambulancia y como a los diez minutos sacaban a la princesita en una camilla con su hermano detras. Saco fotos con su movil. El se volvio como si quisiera asegurarse de que nadie les veia y ella saco una foto a su preocupado rostro. Busco un telefono en la agenda y se lo puso al oido sonriendo. --Jerry, cuanto tiempo. ?Adivina que tengo para ti? --pregunto viendo como Keane se subia a su coche --. Si, algo muy jugoso. Por casualidad ahora mismo estoy viendo como se lleva una ambulancia a la hija de un pez gordo. Poppy Lackman. Sobredosis. Tengo fotos. --Se echo a reir. --Si, ya se que me quieres. Te las envio de inmediato. ?Donde? Ahora estoy en el Soho. No fastidies, ?tengo que seguirles? --pregunto sabiendo de sobra que se lo pediria--. ?Para saber a que hospital van? Bueno, pero me deberas una muy gorda. Vale... Te llamo cuando sepa el hospital. Uy, te dejo que tengo que coger un taxi si no quiero perderles. --Colgo para seguir a la ambulancia. Estaba segura de que con la prisa que tenian desde alli la llevarian al Presbyterian y no se equivoco. Le envio un mensaje a Jerry con las fotos y la localizacion. El le envio una cara sonriente dandole un beso. Paso de largo el hospital porque a partir de ahi se encargaria Jerry enviando a sus reporteros para sacar toda la basura de esa historia. Sonriendo encantada pedaleo en direccion a su casa. Ese habia sido un buen dia. Ante su ordenador mordio el donut riendo por lo bajo porque la historia estaba en todos los tabloides. Ya fuera en television o en internet. Jerry debia haber ganado una pasta con eso. Puso de nuevo el video donde Keane saliendo del hospital le gritaba a un reportero que le dejara en paz antes de darle un empujon. --Chico tienes que llevarte mejor con la prensa. Son tus amigos --dijo a la pantalla antes de morder el donut de nuevo. La puerta de su casa se abrio y apago la pantalla sonriendo a su madre que entraba con una bolsa de la compra. --Deja que te ayude. --Se acerco cogiendo su bolsa y dandole un beso en la mejilla. --?Que tal el dia? Su madre la miro divertida. --Te veo muy contenta. --Hoy ha sido un dia genial. Me han subido el sueldo. Nora se llevo una mano al pecho. --?Y eso por que? --Porque he encontrado algo que salvara muchas vidas. Una enzima que es muy beneficiosa para el fortalecimiento del corazon. --Hija, que bien te explicas. A tu hermano no le entendia ni palabra de lo que decia. --A ambas se les oscurecio la mirada, pero su madre forzo una sonrisa intentando no estropear el momento. --Eso es genial, ?y que te ha dicho tu jefe? --Que esta muy contento con mi trabajo y que puede que en un ano me de su puesto en el laboratorio cuando se jubile. --?No me digas? --Nora chillo de la alegria y la abrazo muy contenta. --Felicidades. --Mama, para eso queda un ano. --Pero si te lo ha dicho la decision esta tomada. --En cuanto cene tengo que irme. Su madre fruncio el ceno. --?Otra vez tienes que trabajar? --Tengo unas placas que hay que revisar con urgencia --dijo sacando las cosas de la bolsa disimulando--. Me quedare hasta tarde. --Hija ultimamente tienes unos horarios de lo mas raros. Asi no vas a encontrar novio en la vida. --Bah, soy joven. ?Quien quiere novio? --Es que ni sales a divertirte. --Claro que me divierto. --Abrio la nevera para meter la fruta y la verdura. Cuando se volvio vio que su madre la miraba incredula. --Me encanta mi trabajo. !Alli me divierto mucho! --?Y ese cientifico que te tiraba los tejos? ?Era guapo? --?Jack? Mama... --Si no dejas de mirar tanto el microscopio un dia te daras cuenta de que los anos han pasado y te tiraras de los pelos por haber perdido parte de tu vida. --No voy a perder parte de mi vida. Tengo veintiseis anos. Ahora es momento de trabajar y labrarme un futuro. En un par de anos me planteare lo de cazar a un hombre, ?vale? --!Yo quiero un nieto ya! !Me aburro mucho! Puso los ojos en blanco cogiendo las latas y su madre le rogo con la mirada. --Vamos, eres tan bonita que debes tener a todo el laboratorio deseando que les hagas caso. --Casi todo somos mujeres. Somos mas listas, aunque los puestos buenos se los lleven los hombres. --Ya empezamos con el feminismo. --!Es cierto! Y tener hijos tiene mucho que ver en eso, ?sabes? --Dejate de rollos. --Exasperada su madre se paso un mechon castano tras la oreja para fulminarla con sus mismos ojos azules. --Eres capaz de enamorarte e ignorarlo con lo cabezota que eres. --Tranquila, que si llega mi principe azul en su caballo blanco le guinare un ojo. -- Coloco la ultima lata y se volvio poniendo los brazos en jarras. --?Pedimos una pizza? --?Y para que he comprado tanta comida? --Ni idea. ?Piensas cocinar ahora? Su madre gruno. --No, estoy molida. En la peluqueria hoy estaban muy pesadas. --Es el calor. Ya empieza el verano y los neoyorkinos nos volvemos algo locos. Mama, te he dicho que ya no tienes que trabajar tantas horas. Gano mas que suficiente para que no te pases tanto tiempo de pie con esas pesadas. --Dejare de trabajar cuando tengas un nino. --Y dale. ?Que tal un gatito? Ni hay que sacarlos. Gruno cogiendo el telefono. --?Comida china? --Vale. --Se quito la camiseta mostrando su sujetador deportivo. --Voy a ducharme mientras tanto. Salio con ella al salon y su madre volvio a grunir al ver el envase de donuts. --Hija, ?por que compras estas cosas? --pregunto cogiendo uno y dandole un mordisco antes de decir al telefono con la boca llena--. Si, quiero hacer un pedido. Divertida entro en el pasillo y fue hasta la puerta del fondo donde estaba el bano. Cerro la puerta y se quito los leggins dejandolos caer al suelo antes de abrir el grifo de la ducha. Se quito la ropa interior y la goma del pelo dejando caer su larga melena sobre su espalda. Ya le rozaba el trasero. Un dia de esos tenia que decirle a su madre que se lo cortara un poco. Al levantar los brazos para apartarse el cabello jadeo al ver que tenia un par de pelitos en el sobaco. --Menudo timo la depilacion laser. Se agacho para buscar una maquinilla en el armarito de debajo del lavabo y al revolver al fondo vio un bote de espuma de afeitar. Se le puso un nudo en la garganta cogiendo el envase. Hacia nueve meses que le habian perdido y seguia encontrando cosas suyas por la casa. Una lagrima corrio por su mejilla recordando su risa. Ya no le veria mas. No volveria a escuchar su voz y nunca mas la abrazaria. Habia perdido a su hermano para siempre. Su otra mitad. Reprimio un sollozo apretando el bote en su mano queriendo gritar de dolor y ese dolor hizo que su odio por los Lackman se multiplicara por mil si eso era posible. --Hija, ?quieres rollitos? --grito su madre al otro lado. Asustada escondio el bote en la ropa sucia y carraspeo por lo bajo antes de gritar--!Si! --Y rollitos de primavera --dijo su madre alejandose de la puerta. Suspiro del alivio escondiendo bien el bote entre la ropa antes de coger la cuchilla y cerrar la puerta del armarito. Menos mal que su madre no lo habia visto porque era encontrar algo de Kenneth y ponerse a llorar una semana. Ya lo tiraria cuando ella no la viera. Se ducho a toda prisa y cuando salio del bano envuelta en su albornoz con el cabello mojado cayendo por su espalda fue rapidamente a su habitacion. Saco el bote de la espuma de afeitar y lo escondio en el armario tras las camisetas. Alli su madre no lo encontraria, ella se encargaba de colocar su ropa. Viendo los montones de ropa colocados por colores sonrio con tristeza recordando como Kenneth le decia que tenia un trastorno compulsivo y como ella le decia a el que viendo su habitacion alguien debia ser la ordenada de la familia. Cerro la puerta y su mirada fue a parar a la fotografia de los tres que estaba sobre su tocador. Los tres felices miraban a la camara mientras Kenneth extendiendo su brazo sacaba el selfi en un dia de playa un ano antes. Puede que su padre les hubiera dejado tirados cuando los mellizos tenian dos anos, pero no habia familia mas unida que la suya. Los tres se habian apoyado los unos en los otros y en cuanto habian sido capaces de trabajar habian ayudado a su madre en lo que habian podido. De hecho se llevaban tan bien que seguian viviendo juntos y jamas habia habido un conflicto. Pero le habian perdido. Mirando a su hermano dio un paso hacia el y siseo --Yo no olvido, Kenneth. No te olvido. Pagaran lo que te hicieron, hermano. Te lo juro por mi vida. Apunto el resultado y miro el microscopio de nuevo para analizar la reaccion en la celula. --Eso es, pequena... Reaccionas muy bien. --?Payton? --Levanto la vista hacia su jefe que sonrio. --Chica, ?que haces aqui a las dos de la manana?

  • El alocado mundo de Rebeca de Vega Fountain

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    ?Y si el mayor peligro de trabajar en riesgos laborales fuera el de enamorarte de tu companero de trabajo?

  • Ni una boda mas de Loles Lopez

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    Tina siempre ha querido saber por que su padre la abandono, y ahora puede averiguar la verdad, pero para ello debe cumplir con un requisito: !casarse! El problema es que su novio la acaba de dejar y su fama en la pequena localidad de Galena juega en su contra para buscarse otro candidato; por eso decide marcharse a Chicago. Sin embargo, su manera de ser, alocada e imprevisible, y ese iman que posee para atraer los problemas hacen que su madre le imponga irse a vivir durante un tiempo a casa de Jack Thompson, su archienemigo.

  • Confina-Dos de Anna Garcia

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    "Estiramos... Mantenemos durante diez segundos... No os olvideis de la respiracion... Utkatasana..." --?Que haces? --Yoga. --?Eso es yoga? Parece que le estes gritando a la vecina mientras tienes retortijones. --Shhhh. Por favor. Que me desconcentras. --?Desde cuando practicas yoga? --Desde hoy mismo, y pienso hacerlo todos los dias. --Ya. Claro. --Vete. No me hagas hablar, que me tengo que concentrar en respirar. --?Desde cuando te tienes que concentrar en...? --Alex, ya. ?No tienes nada que hacer en vez de molestarme? --Uy, si. Un monton --contesta con sarcasmo--. Quedaria con mis amigas, pero resulta que me obligas a quedarme en casa... --Claro. Porque el virus este lo he creado yo en la Thermomix, !no te fastidia! Que no lo digo yo, Alex, que lo dice el gobierno. Que no podemos salir. Ni tu, ni yo, ni nadie. --La vecina de enfrente sale. --Muy seria, dejo de mirar la pantalla de mi Tablet para centrarme en mi hija--. La vi anoche. --Estaria sacando la basura... Alex me mira enarcando una ceja mientras niega con la cabeza. --Y no tiene perro --insiste--. Y no eran horas para ir a la farmacia o al medico. No me extranaria que esa loca estuviera pasandose por el arco del triunfo la prohibicion de salir. Es la misma que pone la musica de Raphael y el Puma a todo trapo todos los domingos por la manana. La misma que vive asomada a la mirilla y no duda en abrir la puerta en cuanto ve algo que no le agrada. La misma que se queja constantemente de que sus vecinas de arriba, un grupo de estudiantes, pisan muy fuerte en el suelo y hacen un ruido infernal. La que tiene frita a la cartera, que en breve se negara a repartirnos mas cartas. E incluso tengo grandes sospechas de que es ella la que roba ropa de los tendederos del terrado. --El friky ese ha cambiado de postura hace rato... --dice Alex, senalando la pantalla de mi Tablet con un dedo y devolviendome al presente de golpe. Chasco la lengua y me doy por vencida. --?Y deberes? ?No tienes? --Ya los he hecho todos. --Ni de cona. --?Por que nunca me crees? --Porque tu fama te precede. --Te lo juro, mama. --De acuerdo. Te creo. Sigueme. Por el rabillo del ojo la veo caminar detras de mi con expresion satisfecha por haberse salido con la suya. O eso le hago creer el tiempo que tardo en ponerle en la mano un trapo y un bote de limpia muebles. --?Que es esto? --Esto es un trapo y esto... --Giro el envase para que pueda leer la etiqueta, pero ella me corta antes. --!Ya se lo que es! !Me referia a por que tengo que hacerlo yo! --Porque yo tengo que bajar a comprar y asi te mantienes ocupada. --Prefiero bajar yo a comprar. --No puedes. --!?Por que?! --Porque los ninos sois los que mas lo... --Mama, no soy una nina --me corta--. Tengo catorce anos. --Lo que tu digas. Mi respuesta sigue siendo no. --!Esto es muy injusto! !Me haces parecer una apestada! !Encerrada en esta mierda de piso! !A ver si viene ya papa a buscarme! --Pues siento comunicarte que han recomendado que los hijos de padres separados pasen el confinamiento con el progenitor con el que lo hayan empezado. --!?Que?! --Yo tampoco estoy entusiasmada con la idea, asi que menos dramas. --Fantastico... --resopla, dandome la espalda con el telefono ya en la mano--. Esto no se va a quedar asi. Voy a hablar con papa y seguro que vendra a por mi, aunque tenga que infringir la ley. --Si, seguro que si. Dejara a su amiguita en casa y vendra corriendo a buscarte --susurro, justo antes de salir de casa. Apoyo la espalda en la puerta, cierro los ojos y respiro profundamente. Esta manana ha salido un psicologo en la television explicando los posibles efectos negativos que esta situacion podria provocar. Decia que el confinamiento podria llevar al enfado, a la frustracion, al miedo o a la locura, y que todo eso podria ir a mas con el paso de los dias. Yo llevo solo tres dias confinada en casa con mi hija y puedo asegurar que he pasado ya por todos los estadios. El psicologo daba algunos consejos para poder sobrellevarlo mas o menos bien, tales como marcarse una rutina, hacer algo de deporte y hablar con amigos y familiares, ya sea en persona o por telefono. Nosotras, hablar, hablamos. Y nos gritamos tambien. A veces incluso nos insultamos un poco. Tambien hablo por telefono con mi familia, aunque a mi padre aun le cueste un poco hacerse con las nuevas tecnologias, con amigos e incluso realizo videoconferencias con mis alumnos del instituto. Asi que esa parte la cumplo. ?Deporte? Si soy sincera, nunca he sido amante del deporte. Tampoco es que mi horario en el instituto y la preparacion en casa de las clases me dejaran mucho tiempo para practicarlo, pero me he propuesto que el confinamiento no me lleve al sobrepeso, asi que pongo todo de mi parte para lograrlo. Si no me interrumpen como hoy, claro esta. Ya se que mi estilo no es el mas depurado, y quiza mis mallas tienen mas anos que Alex, pero el merito esta en intentarlo, ?no? --!?Que estas haciendo tanto rato en el rellano?! La voz de la vieja loca me sobresalta, y clavo la mirada en la puerta de delante. --Senora, metase en sus asuntos. --!Voy a llamar a la policia! --?Y por que motivo, si se puede saber? --!Porque solo se puede salir de casa para comprar bienes de primera necesidad e ir al medico! --!Y a eso voy, senora! --!Sin entretenerse por el camino! Resoplando y fulminando su puerta con la mirada, empiezo a alejarme hacia las escaleras. Al llegar a la calle, aun maldiciendo a la vieja, me tapo la boca y la nariz con el panuelo que llevo anudado al cuello y me dirijo al supermercado situado al final de la calle. Con el paso acelerado y la cabeza agachada, miro por el rabillo del ojo a un lado y a otro. Me siento como si estuviera haciendo algo ilegal, como si me estuviera escondiendo. Me consuela que el comportamiento de la poca gente con la que me cruzo sea igual que el mio. Un senor mayor incluso ha cruzado de acera para no tener que pasar cerca de mi. Lo entiendo, aunque no puedo evitar sentirme algo mal por ello. Una vez dentro del supermercado, me sorprende ver que reina el caos absoluto. Hay pasillos enteros con estanterias totalmente vacias. Algunos clientes corren empujando un carrito, mirando a un lado y a otro, sucumbiendo al panico por no encontrar lo que buscan. Un par de agentes de seguridad intentan que mantengan la calma, sin exito alguno. --La gente esta fatal... --susurro mientras camino hasta el pasillo de los lacteos. Cuando llego, me quedo totalmente en shock--. ?Donde...? Giro sobre mi misma, algo desubicada. Un carrito me golpea por la espalda. Dolorida, me doy la vuelta en busca de una explicacion o disculpa, pero a la senora parece importarle bien poco mi estado, y enseguida se pierde por otro pasillo. --Perdone... ?donde esta la leche? --le pregunto a una empleada del super, que me mira con expresion de agobio antes de contestar. --Estaba ahi. --?Estaba? Vuelvo a mirar hacia las estanterias vacias, atando cabos, de repente consciente de que las imagenes de supermercados desabastecidos, con interminables colas de clientes, son la cruda realidad. Empiezo a sentir agobio al imaginarme abriendo la nevera y encontrandola vacia, teniendome que conformar con una rama de apio mojada en hummus. Presa del panico, acelero el paso y recorro los pasillos a la carrera, llenando el cesto sin ningun criterio especifico. --Mantengan la distancia --me pide la cajera una vez me pongo en la cola y yo la miro recelosa, agarrando mi cesta de la compra como si temiera que alguien me la fuera a robar. En el fondo, no respiro tranquila hasta que salgo de nuevo a la calle, con una extrana sensacion de victoria, como si hubiera conseguido pasar una prueba. Con mi bolsa colgada al hombro, de nuevo con la boca y la nariz tapadas, corro hacia casa. Una vez en el ascensor, resoplo agotada y miro mi reflejo en el espejo. Empiezo a tener un color cetrino nada favorecedor. Quiza podria subir al terrado la hamaca de playa y aprovechar para tomar el sol. Asi tambien podria vigilar que nadie hurte ropa ajena. Con esa idea aun en la cabeza, meto la mano dentro de la bolsa. Saco una botella de horchata y la miro detenidamente. No es que me guste especialmente y creo que es la primera vez que la compro. En realidad, empiezo a preguntarme por que lo he hecho. Y sigo con la misma sensacion cuando echo un vistazo dentro de la bolsa y veo la coliflor, la lata de melocoton en almibar, la caja de conos de fresa y las toallitas de bebe. --Ni siquiera me gusta demasiado la fresa --susurro con la caja en la mano mientras se abre la puerta del ascensor y salgo al rellano. --!?Eso es un bien de primera necesidad?! --Escucho a la vieja gritar, consiguiendo asustarme de nuevo. No me lo puedo creer... --!Senora, por favor! !Haganos un favor a todos y centrese en Que bello es vivir! --!Voy a llamar a la policia! --!Y yo al asilo! !A ver si le hacen un hueco! En cuanto cierro la puerta de casa a mi espalda, descubro a Alex al final del pasillo, de brazos cruzados y con gesto de reproche. --?Haciendo amigas? --me pregunta. --Esa mujer es insufrible --digo, camino a la cocina. --!Hostias, helado! !Genial! --grita ella al ver la caja en mi mano, siguiendome con la clara intencion de abrirla y llevarse uno. --Ni hablar. Hay que racionar la comida, que no puedo estar saliendo cada dia a comprar. --?Coliflor? !Joder, que asco! ?Esto que es? ?Alcachofas en vinagre? Mama, ?que mierda has comprado? --Pues... --Rapido, que no te vea dudar. Con conviccion. No puede saber que entraste en panico y compraste lo primero que viste en las estanterias del supermercado--. Tienes que comer mas verdura, Alex. ?Has limpiado? Intento mantenerme firme y aguanto su mirada de brazos cruzados, imperterrita. Ella me mira durante unos segundos mas con una mueca extrana dibujada en la boca, hasta que se da por vencida. --Si. --?Seguro? --Enarca una ceja dandome a entender que no piensa contestarme--. ?Y has hablado con tu padre? Se la respuesta nada mas verle la cara, y tambien puedo adivinar como ha ido la conversacion a tenor de su comportamiento esquivo. --Si... --?Y va a venir a rescatarte? --insisto, cada vez mas convencida de la respuesta de su padre, mascando esta pequena victoria con deleite. --No. Me ha dicho que tengo que quedarme aqui por mi bien --contesta de forma esquiva, sin mirarme a los ojos--. Y ademas tiene mucho trabajo... --Ya. Bueno. Lo siento por ti, entonces --digo mientras me doy la vuelta para intentar que no vea la sonrisa de satisfaccion que se ha dibujado en mi cara. Cuando acabo de guardar todos los deliciosos manjares que he comprado, abro la caja de los helados y le tiendo uno a Alex. Ella lo coge y me sonrie de medio lado. Al ir a guardar el resto en el congelador, veo una luz de esperanza en el horizonte materializada en una pizza sabor barbacoa. La saco con orgullo, consciente de que sera el golpe definitivo para meterme a mi hija en el bolsillo. Parte 2: Hector. 4o 1o Me quito el casco de la moto y me peino el pelo con los dedos de la mano, de forma perezosa. Luego me froto la cara y bostezo de forma prolongada. Al principio fui reacio a marcharme el hospital, desoyendo a todos los companeros que insistian para convencerme. Me negaba a irme porque sentia como si, al hacerlo, les estuviera abandonando en la estacada. --Hector, por favor... Vete a casa a descansar. ?Cuantas horas llevas currando? --Estoy bien. --Imposible. Llevas mas de cuarenta y ocho horas sin parar. Vete a casa. --Desoyendo sus palabras, cojo el historial de otro de los pacientes postrados en una camilla en mitad del pasillo del hospital. Las Urgencias estan tan colapsadas que colocamos a los pacientes donde podemos, a la espera de ser atendidos. Dani pone una mano encima del historial para impedirme leerlo y me lo quita al rato--. Vete. A. Casa. Ahora. Es cierto que te necesitamos, pero descansado y en plenitud de facultades. Ahora mismo, eres mas peligroso que util. Asi que, despues de hacerme de rogar, le hice caso y aqui estoy, sentado sobre mi moto, con los brazos apoyados en el casco, intentando poner en orden mis pensamientos. Aun me cuesta creer que todo esto este pasando en realidad. Las calles desiertas, los hospitales colapsados y los supermercados vacios son mas propios de una pelicula apocaliptica. Antes de subir a casa, entro en el colmado de Hamza para comprar algo de pan. --Hola, Hector. ?Como estas? --Bien. ?Y tu? --Bien tambien. --?Y tu mujer y los ninos? --Bien. Asustados, pero bien. --Cualquier cosa, ya sabes donde vivo. --Gracias --me responde con una sonrisa agradecida. --?Te queda algo de pan? --le pregunto. --Creo que al fondo hay pan para hamburguesas... --Bueno. Menos es nada --contesto, encogiendome de hombros. --Tienes aspecto de cansado --comenta cuando estoy de nuevo frente a el--. ?Mucho trabajo en el hospital? --Si. --Es mas grave de lo que nos hacen creer, ?verdad? Le miro durante unos segundos, valorando si decirle la verdad o enganarle. --Saldremos de esta --opto por contestar, guinandole un ojo para infundirle confianza y afianzar mis palabras. Parece funcionar, porque el sonrie abiertamente, asintiendo a la vez con la cabeza. Levanto la palma de la mano para despedirme al tiempo que salgo de la tienda y camino hacia mi portal. Normalmente subo por las escaleras, corriendo y retandome a mi mismo para hacerlo cada vez en menos tiempo. Hoy no. Hoy subo en el ascensor. Apoyado en una de las paredes, observo mi reflejo en el espejo. Realmente no tengo buen aspecto. Si un paciente me viera acercarme con estas pintas, no creo que creyera que esta en buenas manos. Lo primero que hago al entrar en casa es quitarme la ropa y meterla dentro de la lavadora. Luego, dejo las zapatillas de deporte en el lavadero y me dirijo hacia el bano para pegarme una ducha. Toda precaucion es poca cuando vengo de un sitio tan contagioso como un hospital. Pierdo la nocion del tiempo. Plantado bajo el chorro de agua, dejo que esta golpee suavemente mi cabeza y mis hombros mientras apoyo las palmas de las manos en las baldosas. Cuando salgo, me visto con un pantalon corto y una camiseta vieja, cojo una cerveza y un par de los panecillos que he comprado antes, que pienso zamparme sin molestarme siquiera en rellenarlos con alguna loncha de embutido, y me dejo caer en el sofa. Cojo el movil y busco el telefono de mi padre. --Hola, hijo --me responde al primer tono. --Vaya. Que rapido --comento. --Es que estaba haciendo un Sudoku. --Ah, muy bien. ?Como estais? --Bastante bien, teniendo en cuenta las circunstancias. ?Y tu? --Ya sabes... cansado, pero bien. --?Estas en casa? --Si. Me han... obligado a tomarme un descanso. --Me alegro. ?Como estan las cosas por el hospital? --Bien. --No hace falta que me mientas. Soy viejo, pero tengo television y tu madre me obliga a ver todos los programas especiales acerca del Coronavirus. Es lo unico que se ve en casa, aparte de los gemelos esos que tiran paredes. --Se me escapa la risa--. Yo no me rio. Ahora no para de imaginar como quedaria el comedor si tiraramos la pared que lo separa de la cocina. Concepto abierto, lo llama ella. Si no me mata el colesterol, lo haran tu madre y sus ideas de bombero. -- Resopla de forma prolongada antes de continuar--: ?Y bien? --No es facil, papa, pero vamos haciendo progresos. Decidi parecer algo mas optimista de lo que ahora mismo me siento. --Eso es bueno, ?no? --Si. --Vale. --Le escucho hablar con mi madre de fondo--. No se lo voy a preguntar. No. Porque no hace falta. Me vas a volver loco... Esta bien. Espera. Hijo. --?Si? --?A que no esta permitido ir a la peluqueria? --?A la...? ?Mama tiene intencion de ir a la peluqueria? --Dice que tapar sus canas es cuestion de primera necesidad. --!No puede hacerlo! --Gracias. Dice que no puedes hacerlo. --Los escucho discutir durante unos minutos en los que yo intento meter baza, sin exito. La voz de mi madre se vuelve cada vez mas debil, y entonces mi padre vuelve a hablarme--: Cualquier dia la tienes que ir a buscar al cuartelillo. O eso, o acaba conmigo. --No la dejes salir. Dile que haga una lista de lo que necesitais del supermercado y manana os lo voy a buscar yo. --Ya la ha hecho. ?Le hago una foto y te la envio al movil?

  • El color que no existia de Fran Pahino

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    El color que no existia es la historia de la fuerza de la constancia, de como luchar por los suenos de cada uno y mantener una fe tan poderosa e intensa que nos situara al borde de la locura al contemplar lo que la ciencia y la razon tratan de imposible.

  • Las dos muertes de Mozart de Joseph Gelinek

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    Joseph Gelinek regresa con su thriller historico mas ambicioso hasta el momento en torno a una de las figuras mas importantes e influyentes de la historia de la musica: Wolfgang Amadeus Mozart.

  • Cuenta conmigo de Eva M. Soler , Idoia Amo

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    El amor puede despertar en las magicas noches veraniegas; o terminar de un modo agridulce. Cinco amigos acaban de graduarse en el instituto, y este es su ultimo verano antes de entrar en “la vida adulta”. Para celebrarlo, deciden recorrer un monton de estados buscando los parques de atracciones mas alucinantes y los centros acuaticos mas arriesgados, en un intento de sentir emociones fuertes para que sus ultimos dias juntos sean inolvidables. Tyler y Naomi llevan anos saliendo juntos y, cuando se acerca el momento de comenzar su vida en comun, deben enfrentarse al hecho de que quizas su relacion no sea tan perfecta como imaginaban. Cam y Leo, los mejores amigos de toda la vida, ante la idea de irse cada uno a estudiar a la otra punta del pais se plantean que tal vez su relacion sea algo mas que amistad.Y despues esta; Jojo, que es... Jojo. La quinta en discordia, el nexo de union entre todos, quien guarda un secreto que la llevara; al viaje mas dificil de su vida.

  • Amor y desamor (Suaves petalos de amor 3) de Encarna Magin

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    ?Como intentar enamorar a alguien que no cree en el amor?

  • Acero Fundido de Susana Torres

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    La manana que a tantos les parecia una hora de ininterrumpida actividad en las calles del distrito de Flatiront, no era mas que una experiencia vacia para Arturo Matas. Un hombre que vivia del exito de su compania que claramente se evidenciaba en el lujo de su departamento. Un pent-house ubicado en el One Madison de la calle 23 de Manhattan que, a pesar de su vista alucinante, no le conseguia recompensa alguna en apreciar su entorno porque cada aspecto de su vida tenia de gris los escenarios del dia a dia. Se encontraba determinado a levantarse minutos antes de que sonase el despertador, pero, al igual que siempre, luchaba con la idea de atender asuntos de negocios. Esta seguro de que es hora de despertarse. Los sonidos de las ya activa calles de Nueva York intentan llamar su atencion, pero nada puede llegar a sus oidos. El sol atraviesa los vidrios reforzados que rodean su hogar y reflexionan en un adorno de metal pulido que tiene sobre la mesa de noche al borde de su cama. El brillo y calor que emana de la pequena estrella de su sistema solar, lo mantiene al tanto de la hora que es, a pesar de no haber abierto los ojos aun. Planea levantarse sin muchos problemas; el momento de salir a ganarse la vida ha llegado, para eso se ha esforzado tanto, para eso ha dejado de lado cualquier cosa que pudiese distraerlo de su profesion de ejecutivo importante --o a menos asi le dicen--, que por mas de nueve anos ha practicado en el puesto de dueno, CEO y gerente de su propia empresa. Trata de apagar el despertador con la mano que tiene libre y por fin abre los ojos. Se queda penetrando la ventana con la mirada. Por un momento, como hace cada manana, se pregunta <> con la intencion de encontrarle sentido a su rutina diaria. Se levanta y se dirige al enorme bano de su habitacion para comenzar el proceso de aseo matutino. Lo importante es arreglarse antes de las siete de la manana, para el, el llegar despues de esa hora es un retraso; eran las seis cuando se desperto. Luego de terminar su rutina de limpieza, se arregla con uno de los cientos de traje de etiqueta que siempre usa. Su casa, tan inmensa como solitaria, no esta repleta de la esencia que emana una compania bien merecida. Arturo Matas no tiene a nadie a su lado porque, segun el percibe, sus ambiciones son claras y la unica persona capacitada para entenderlas es el mismo. Las cosas le han funcionado muy bien hasta ahora con esa filosofia, no habia motivos para cambiarla. Al pisar suelo firme, despues de bajar por el ascensor que se conecta con el anexo que le permite ingresar a su hogar, se encuentra con que su coche y quien lo conduce, no ha llegado. Le busca con la mirada antes de sacar su celular del bolsillo con la intencion de llamarlo hasta que se da cuenta que esta estacionado en la calle de al frente. La cruza y luego lo aborda. --Buenos dias Tom --dijo al cerrar la puerta. --Buenos dias senor Arturo. ?Listo para comenzar el dia? --le pregunto animado. --Nunca lo estoy. Por favor, llevame lo mas rapido que puedas. --Como usted diga, senor Arturo --le respondio Tom no se molestaba al perder el tiempo en hablar con Arturo. Este no era de mucha platica, sin embargo, ocasionalmente le proferia alguna respuesta no muy pedante. Pero, despues de todo, la actitud del senor Mata siempre era la misma. Tom arranco el coche, subio el panel que separaba la vista entre el y su pasajero, y tomo las calles correspondientes hasta su trabajo. --!Ah!, Tom, un momento. --dijo Arturo. --?Si? --respondio bajando el panel. --Por favor, si no es mucha molestia, pasa por algun cafe cercano que quiero desayunar. --Le indico Arturo. Tom tomo la sexta para dirigirse a la septima avenida hasta el Seven Grams Caffe. Arturo se bajo, pidio un expreso, unos ponquecillos y se regreso al vehiculo. Una vez adentro, comenzo a consumir su desayuno con la mayor calma del mundo, sin apresurarse, mientras observaba por la ventana del coche las calles de Manhattan hasta llegar al Rockefeller Centre, en donde tenia una de sus sucursales, que, de hecho, era en donde el administraba todo. Al llegar a su oficina, le recibe un juego de diferentes papeles, reportes, llamadas y encargos como de costumbre. <> --su secretario-- penso, cuestionandose la idea de que Kate --la recepcionista-- le informe de ello cada vez que entre. No duda mucho en tomarlas ya que es su responsabilidad atender tales casos, a pesar de que su hermano y asistente (Kyle) es quien debe decirle que tiene pendiente. --!Buenos dias, senor Matas! --le dijo Kate antes de indicarle sus encargos. --Buenos dias, Kate, avisele a Kyle que ya llegue, que prepare mis cosas --respondio Arturo. --No hay problema, yo le hago llegar su mensaje, senor. --Gracias --dijo, mientras caminaba hacia el interior del recinto. Arturo, solo compartia su tiempo con su hermano menor. Kyle no tenia un trabajo estable hasta que se mudo a Manhattan con la esperanza de que su hermano lo tomase en cuenta en memoria de aquellos momentos que vivieron en su juventud, eso les decian a todos. La historia que manejaban aquellos que no fuesen ellos dos, era que Arturo lo contrato como su asistente personal para evitar que su madre le reclamase que no hacia nada por el. En efecto, no compartian tanto como muchos habrian de creer, a pesar de que le tenia afecto, no lo demostraba por su habito de pocos amigos. Nadie se escapaba de su forma de ser, siquiera Kyle. Camino a traves del conjunto de cubiculos que rodeaban lo que era su oficina actual hasta llegar en donde se encontraba su hermano, sentado, atendiendo unas llamadas importantes. En lo que este lo ve, cuelga y se levanta para seguirle el paso. --Arturo, llegaste --senalo Kyle-- Tienes un cafe en tu escritorio junto con los documentos que me solicitaste ayer. --No importa, Kyle, ya desayune. --Bueno, ?Que mas da?, ya voy y me lo tomo. --De acuerdo, ?algo mas? --pregunto sin detener su paso hasta la oficina. --Del resto, nada fuera de lo ordinario. Estoy esperando a que llegue el encargado de las relaciones publicas, tiene mas de dos semanas sin venir y no se ha comunicado para dar por lo menos una excusa. --Te dije que te ocuparas de eso antes de hoy. --Lo se, pero debia esperar dos dias mas para poder hacer cumplir el contrato. Arturo llego hasta su oficina, aparto el asiento y se acomodo en el, mientras, Kyle le seguia hablando. --El caso es que ya nos ha ido lo suficientemente mal como para tener que esperar a que David se indigne en regresar al trabajo. ?ya sabes que hacer? ?No? --le inquirio Arturo Segun el contrato que habia preparado, a aquel que lo incumpliese, le correspondia un despido inmediato. Kyle abrio la carpeta que tenia abrazando a su cuerpo y anoto <> en la Tablet junto al nombre de David, pensando que, a pesar de que no queria que estuviese despidiendo a las personas, no podia contradecirle ya que despues de todo, era un incumplimiento de su trabajo. --Listo, yo me encargare de eso. --No podemos darnos ese lujo Kyle, y tu lo sabes. --Si, lo se. Ahora toca buscar un remplazo. --Hazle llegar su carta de despido e inmediatamente comienzas a buscar alguien para que le remplace. --?Alguna persona en especial? --inquirio Kyle sin levantar su cabeza de la tableta electronica en donde estaba anotando. --Sorprendeme, no quiero a nadie inutil. Busca posibles candidatos, para pasado manana quiero estar entrevistandole. --Muy bien, hermano. ?Otra cosa? --Si, pide una reservacion para dos en el Eleven Madison Park --?Esta vez quien es la afortunada? --pregunto con un tono travieso. --Una chica que conoci el viernes, haz la reservacion y ya --le espeto Arturo. --?Para cuando? --Para hoy al medio dia, como a eso de las doce y media, habla con Billy, dile que es de mi parte. --Esta bien. Kyle tomo el cafe que habia dejado en el escritorio y se retiro de la oficina directo a realizar lo que su hermano le habia encargado. Escribio en una pagina de empleos la solicitud, llamo a diferentes pasantes y contacto a varias empresas para preguntar si no conocian a algun relacionista bueno en el area. Estaba al tanto de que mientras estuviese sin alguien encargado, el tendria que realizar el trabajo, que no le correspondia, por mas tiempo. Su prioridad era encontrar a alguien. Se paso ambas manos por la cara para despejar el cansancio de las noches sin dormir que le pegaban en el rostro por la misma razon por la que estaba buscando un remplazo. Al finalizar, se sumio en el resto de su trabajo. Tenia la esperanza de que alguien realmente util apareciera para el puesto. A Arturo solo le importaba el bienestar de su negocio. Se catapulto a la cima de su propia empresa como el dueno de una compania lucrativa de conglomerado. Pudo destacar entre ellas los bienes raices, articulos tecnologicos, parte de una revista y agencia de modas, tiendas de retailling y agregar otras poco a poco a lo largo de su carrera con la idea de hacer una corporacion que se aprovechase de un gran numero de multitareas. Parte de su exito no se debia a su carisma ni a su comportamiento abiertamente social, en cuanto a su forma de ser, las personas a su alrededor le percibian serio y reservado. Es un hombre sin muchos fantasmas, pero cuando se trata de mantener una relacion estable --amigos o pareja--, se determinaba a no darle mucha lena a lo que fuese que cobrase vida en su debido momento. Su ocupacion era la vida de negocios, la administracion de su propio trabajo. Nada debia ni tenia la potestad de causar problema alguno. A pesar de ser un hombre relativamente modesto, su forma de ser no aportaba mucho para la manera en que los demas le retrataban. Se veia como un empresario exitoso, pero gran parte de eso se debia al triunfo de su empresa, para el exterior, el mundo que lo rodeaba, no terminaba de adaptarse a el. El encargado de hacer de la imagen de la compania y del mismo Arturo fuese adecuada, se negaba a hacer bien su trabajo debido a que no toleraba su actitud. David no aceptaba tener que defenderlo frente a los demas peces gordo de la compania por lo que renuncio de manera indirecta. AArturo no le parecia algo adecuado ser objeto de criticas con respecto a su vida personal, su manejo de la empresa o de la forma en que esta no se llevaba bien con los medios. Cada que hacia una beneficencia, una fiesta importante, rueda de prensas, una junta directiva o lo necesario para catapultar a la organizacion, se veia en la obligacion de pagar de mas a causa de no tener el encargado adecuado. Su hermano, sufria gran parte de ese peso. Y, asimismo como el futuro de su corporacion estaba sufriendo su mala espina, actualmente, se encontraba en relaciones poco duraderas --por asi decirle-- que lo llevaban a gastar dinero o prestar un poco del mismo para evitar que se opusieran a la idea de no tener mas de una experiencia con el. Se alejaba lo mas que podia del compromiso, de las responsabilidades ajenas. Nada mejoraba su situacion. Ocasionalmente se le veia con varias mujeres hermosas: modelos, chicas jovenes, damas adultas. Ninguna relacion era a largo plazo, siempre una conversacion ocasional, un almuerzo en restaurantes elegantes para terminar en su departamento para el coito de media tarde. Ese era su ritual, algo imperturbable e inalienable. O eso creia. * * * * Pasada las horas luego de su llegada, Arturo se encontraba viendo los papeles de oficio que le habia entregado su hermano para que revisara. El reloj estaba a punto de marcar las doce y aun no se presentaba aquella chica con la que habia quedado para almorzar. Asomaba su muneca derecha para revisar si realmente la hora que mostraba su computador no era la correcta. Le disgustaba la impuntualidad, a pesar que el mismo se tomaba su tiempo * * * * Por otro lado, mientras el se encontraba sumido en su trabajo, en la recepcion llego su cita. -- Estoy buscando al senor Arturo Matas--anuncio a Kate. --?Tiene cita con el? --Pregunto la recepcionista. --Si, digale que Karen le esta buscando --le dijo. Karen estaba no muy lejos del aparador que la separaba de Kate, no sabia si estaba preocupada o nerviosa, pero el ambiente del lugar le daba una sensacion que la sacaba de su zona de confort. Era una de sus muchas mujeres de ensueno con las que se topaba Arturo. Aquellas que se acostaban con el hombre encargado de una compania multimillonaria, de las cuales, muchas estaban al tanto de la naturaleza de su relacion. No buscaban mas que sexo ocasional; un sex appeal de magnate, un cuerpo atractivo y ser un soltero cotizado, eran atributos suficientes para no tener una vida sexual dominada por la abstinencia. Las mujeres iban, venian o disfrutaban en el bano de algun establecimiento especial, pero, nunca se quedaban. Kate cumplio con su trabajo. Le comunico al asistente de Arturo que su cita de las doce habia llegado. Una vez la recibio, acercandose a la puerta y asomando parte de su cuerpo, le comunico a su hermano la noticia. --Arturo, Kate dice que hay una tal Karen en la recepcion preguntando por ti. --le dijo. --?Hiciste la reservacion? --pregunto levantando su mirada de los papeles que sostenia. Arturo lo veia como una cita mas, pero, sin embargo, no podia tener una relacion sexual adecuada sin llevar a su chica a un almuerzo elegante o a algun lugar respetable. Si tenia tanto dinero, debia usarlo adecuadamente. --Si, esta todo listo. --Esta bien, dile a Kate que ya voy para alla. --?Regresaras? --Le pregunto Kyle entendiendo el motivo de su cita. --Si, a las tres de la tarde estoy aqui --le dijo levantandose de su asiento. --Por favor no te ausentes, que ya suficiente trabajo me estas dejando --dijo moviendo hacia atras su cabeza en senal de cansancio. --Te dije que regresare, no te preocupes. Encargate de buscar el remplazo que te dije, eso es lo que debes estar haciendo ahora. --Ya estoy en eso --le respondio-- tu ocupate en llegar a las tres. --?Me estas dando ordenes? --le pregunto seriamente en tono desafiante. --No, solo hazlo. Ambos se miraron a los ojos, sin nada que decir. Eran hermanos, por encima de sus cargos, Kyle le hablaba como el hermano que era y Arturo lo dejaba pasar. Lo hacian todo el tiempo si tener animos de discutir, pero las personas a su alrededor lo veian como una relacion disfuncional nada positiva. No lo era. Ambos compartian mas que la sangre. Arturo salio de su oficina y se dirigio hasta la recepcion en donde se encontraba Karen esperandole. Kate le informo a la chica que le esperaba, que Arturo llegaria en cualquier momento, por lo que seria mejor que le esperase sentada. Era una mujer joven, sin muchas aspiraciones en su vida. Al momento en que Karen llego al edificio en donde se encontraria con Arturo se percato que parte del lugar ya era lo suficientemente lujoso para ella. Cuando le dijo que trabajaba en el Rockefeller Centre, no se imaginaba que lo hiciera en su propia empresa. No recordaba haber estado antes en ese lugar a menos que fuese pasando por las navidades a ver los arreglos de la epoca. <> penso, creyendo que podria ser simplemente una forma de atraer mujeres, pero, de todos modos, seguia con la duda. Arturo atraveso el umbral que separaba el interior de lo que dividia aquello que correspondia al area de trabajo con la recepcion mientras se acomodaba los botones del saco de su elegante traje. Karen se levanto inmediatamente lo vio y le demostro una sonrisa cohibida en son de saludo. --Hola, Karen, ?Tienes mucho tiempo esperando? --pregunto Arturo al llegar a la recepcion. --No --le dijo borrando la sonrisa de su rostro para cambiarla por un gesto de descuido-- Llegue hace veinte minutos. --Muy bien, muy bien. --le dijo, hizo una pausa y agrego-- te ves hermosa --agrego, observandola de pies a cabeza. --Gracias --Repuso. A comparacion con la forma de vestir de Arturo, sabia que no estaba ni cerca de sus mejores pintas. El no esperaba que estuviese vestida de gala. --No hay de que --excuso Arturo. --No me lo esperaba, la verdad. --No te preocupes --le indico-- ven, acompaname arriba para ir a comer. --?Arriba? --pregunto extranada-- ?Que hay arriba? --Arriba esta el helicoptero que nos llevara a nuestro destino. Estamos con el tiempo justo. No te preocupes --intento calmarle. --No sabia como debia vestirme, crei que no seria de mucha importancia. --agrego apenada. --No te preocupes, yo pienso que estas mas que perfecta. --le dijo Arturo con una sonrisa en el rostro-- ?nos vamos? Tenemos reservacion en el Eleven Madison Park, estamos un tanto lejos asi que debemos tomar un helicoptero para llegar a tiempo. --Oh... --agrego--, esta bien. Ahora sabia que definitivamente no estaba vestida para la ocasion. Arturo y Karen abordaron el transporte que los llevaria a su destino. Una vez adentro, el le extendio unos audifonos para poder conversar mientras llegaban al restaurante en donde comerian. --Cuentame un poco de ti, Karen --pidio Arturo con animos de parecer amable. --Bueno, tengo 25 anos, estoy estudiando medicina --comenzo a relatarle-- y vivo en el barrio chino. --Eso fue preciso. --Si, no tengo mucho que decir. --le respondio a medias -- y, de ti ?Que hay? --Bueno, como podras ver, tengo mi propia empresa, trabajo todos los dias, y cuando no, me quedo en casa para escaparme del mundo de los negocios. --Es una vida bastante emocionante --le observo sarcasticamente. --Lo es, dificilmente la puedo cambiar. --respondiendo a su sarcasmo. Aterrizaron en un edificio cercano del lugar y fueron en un coche privado hasta las puertas del restaurante. Al llegar a la calle, abordaron el coche negro que le perteneceria a Arturo. --Llevanos al Eleven Madison Park por favor --dijo Arturo al abordar el coche despues de Karen. --De inmediato, senor Matas --dijo Tom antes de arrancar el coche. Ella escucho aquel recado con un tanto de incomodidad; cada que escuchaba el nombre del lugar, del que habia oido hablar antes, le invadia una sensacion de engorro. Se apreto ambos brazos sobre el vientre para disipar la sensacion. --Y entonces, ?por que vas a comer tan lejos de tu oficina? --le pregunto Karen para desviar su atencion a la cantidad de lujos que habia presenciado en menos de una hora. --Bueno, porque puedo, la verdad --le respondio como un nino dice su edad. --?Asi, no mas? --Si, no se me ocurre mas nada. Para algo he trabajado tanto ?No? --Si, espero poder hacer eso algun dia --respondio, diciendoselo mas a si misma que a Arturo.

  • Rescate gris de Cristian Perfumo

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  • La torre de la encrucijada de David Pulido

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    Una oferta dificil de creer. Una aventura imposible de imaginar.

  • Absolutamente unica de Elena Garcia

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    Vanessa es una chica albina que sufre bullying en la universidad debido a su trastorno genetico. Aunque su mente es brillante, se ha visto obligada a cambiar de centro en varias ocasiones debido al acoso constante que recibe por parte de sus companeros.

  • Una separacion de Katie Kitamura

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  • Aquel diciembre de Estefania Jimenez

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    Tras recibir un mensaje urgente, Diego Narvaez parte desde Motril hacia el pequeno pueblo granadino de Tablate para reunirse con su hermana y su madre. Alguien ha acusado a esta de brujeria, complicando aun mas su ya delicada situacion como morisca en aquellos anos de represion.

  • Los naufragios del corazon de Benoite Groult

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    La joven George siempre ha veraneado en el pueblo de la costa bretona donde vive Gauvain. Ambos se conocen desde que eran ninos. Con el tiempo, el se ha convertido en un tosco marinero que, en teoria, no deberia interesar lo mas minimo a alguien como ella, parisina, universitaria y de buena familia. Sin embargo, una noche, los dos se dejaran llevar por una atraccion tan poderosa que ignorara cualquier convencion social y que, inevitablemente, los unira en secreto para toda la vida.

  • Un escandalo Tentador entre Dos de Olivia Saint

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    Dos hombres apuestos, una mujer comun, una inocencia por corromper y un corazon para compartir
    Emma es una chica comun, estudiante de Economia en la Universidad, toda su vida compartio a su lado de David, su primer amor. Anos mas tarde a punto de casarse con su David otro chico que le producia sensaciones prohibidas vuelve a aparecer en su vida, este multimillonario hara lo que sea para que ella sea suya, pero ?que sucedera con David? ?cual de los dos la hara mas feliz? embarcate en esta historia, donde dos hombres desean a la misma mujer y haran lo que sea por estar con ella, el desenlace te sorprendera, nunca sabes lo que sucedera, hasta que tomas el riesgo y arriesgas por un amor

  • Despues de tantos anos (En el ultimo rincon del mundo 2) de Sandra Heys

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    Segunda entrega de la serie de romance contemporaneo <>.

  • El dulce sabor de la verdad (Mentiras con amor 2) de Chris Razo

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    Despues de Infidelidad, primera entrega de la trilogia <> vuelven Sofia y Marcos para darse una segunda oportunidad.

  • Por el Sendero del Puma de May Blacksmith

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    Olivia Cobos es una mujer divorciada de 43 anos, dedicada a su trabajo y sus hijos. En una cena de empresa, coincidira con un chico mas joven con el que pasara la noche. La casualidad hara que se reencuentren y que su vida monotona y rutinaria de un giro de 180o para convertirse en una montana rusa llena de altibajos, de sentimientos dificiles de gestionar, de dudas e inseguridades que le obligan enfrentarse a sus miedos e impulsandola a disfrutar de lo que se presenta en cada momento.
    Una novela intima, donde la protagonista nos hara participes en primera persona de cada una de las situaciones en las que se ve envuelta. Llena de sentimientos que nos haran vivir momentos comicos, dramaticos y llenos de pasion.

  • El arbol y la enredadera de Dola De Jong

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    <>. V. S. NAIPAUL, Premio Nobel de Literatura El arbol y la enredadera, publicada por primera vez en 1954 con el respaldo del mitico Maxwell Perkins ;editor tambien de Hemingway y Fitzgerald;, describe con admirable sutileza la intensa y compleja relacion sentimental entre dos mujeres muy distintas: la desafiante y autonoma Erica y la mas complaciente Bea. Una periodista y una secretaria cuya relacion se intuye condenada al fracaso desde sus inicios, no solo por las evidentes diferencias de caracter, sino tambien por la propia naturaleza de su amor en la hostil Europa de 1938, donde los tambores de guerra son ya mucho mas que una amenaza en la distancia.

  • La rata de los ojos esmeralda de Manuel De Ortega

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    La rata de los ojos esmeralda narra la dura historia de un reino consumido por el hambre, las epidemias y un joven y sadico rey. Es un libro que narra a traves de los escenarios y los hechos que en el acontecen como vivia la sociedad en la Edad Media, la cual estaba subordinada y esclavizada por los nobles.

  • Herencia misteriosa de Leona Karr

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    Una tormenta empujo a la rica heredera Stacy Ashford a los brazos de un misterioso desconocido, un hombre duro y tremendamente atractivo. Pero ese encuentro con Josh Spencer parecia algo mas que una casualidad. Para hacerse con su herencia, Stacy tenia que reconstruir el fantasmagorico hotel en el que habia muerto la hermana de Josh. Y aunque Stacy no podia confiar en los motivos por los que el la ayudaba, su presencia la hizo mantenerse fuerte cuando alguien… o algo intento atemorizarla.

  • La senora Pinkerton y sus demonios – Rosa Alcantara Menendez de Rosa Alcantara Menendez

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    ?Aceptarias un gran desafio solo por orgullo? ?Y si ese desafio empezara a convertirse en una divertida batalla contra ti misma? En juego esta tu felicidad ?Serias capaz de enfrentarte a todos tus demonios por conseguirla?

  • Madlam: Mas alla de las montanas de Griselda Martin Carpena

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    Aura, Telma, Odina, Akhasia, Artur, Neo, David, personajes que transcurren en la narracion de un otono corriente, entre paisajes corrientes y entre vidas corrientes, pero que nos conducen a una insolita posibilidad, a una asombrosa fabula factible para aquellos que saben que mas alla de lo que vemos, todo es posible.

  • Simone de Eduardo Lalo

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    Un escritor vaga en solitario por la ciudad de San Juan, se sienta en un cafe o lee un libro, rodeado de pedazos de cosas con que poblar las horas, relatando lo que pasa sin que nada pase. Habitante de una isla olvidada, reino de lo invisible, el escritor anota en su cuaderno, en breves fragmentos, el fragil contenido de sus dias de supervivencia, dando el pulso de una cronica urbana.

  • Como el fuego de Jennifer Armentrout

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    En ocasiones, la vida te quema en las manos.

  • Sophie en los cielos de Paris de Katherine Rundell

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    Tras hundirse un barco en el Canal de la Mancha, una nina de apenas un ano aparece flotando en un estuche de violonchelo y es rescatada por un erudito y aventurero londinense llamado Charles Maxim. De esta forma tan extraordinaria comienza la conmovedora historia de Sophie y Charles, quien, una vez constatada la desaparicion de la madre de la nina, se convierte en su tutor legal. Sin embargo, con el paso del tiempo, se apodera de Sophie la idea de que su madre sobrevivio al naufragio, y aunque Charles le advierte que eso es casi imposible, para ella el <> significa que existe <> posibilidad, y esta, por remota que sea, jamas debe descartarse. Asi pues, a pesar de que la unica pista que tienen es una direccion parisina grabada en el estuche del chelo, Charles, que lo daria todo por verla feliz, accede a acompanarla a Paris para iniciar la incierta busqueda. Alli, en una noche magica, Sophie conoce a Matteo y sus amigos, unos jovenes vagabundos que recorren la ciudad por los tejados y que enseguida se prestan a ayudarla para que su sueno se haga realidad.

  • Si, mi Reina (Cronicas de Gaia 2) de Lucia Herrero

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    Capitulo 1 Un grito desgarrador cruzo el aire y, apenas un instante despues, la puerta de la habitacion se abrio de par en par. Nina entro corriendo, asustada. --?Estas bien, mi Senora? La reina Serena, sentada en la cama, empapada en sudor y con el pelo revuelto y pegado a las mejillas, trataba de recuperar el aliento. Se paso la mano por la frente y suspiro. --Solo ha sido otra pesadilla. ?He gritado muy alto? Su dama la miro con comprension y calidez, y le ofrecio un poco de agua. --No, Senora. No mas que otras veces, pero ya sabes que tengo el oido muy fino. El pesar se reflejo en el rostro de Serena. --Espero no haber despertado a Josh. --Mi hijo duerme como un tronco, no tienes que preocuparte por eso. En realidad no creo que nadie mas que yo se haya despertado. La reina tomo un sorbo de agua, que le bajo por la garganta sin aliviar la sensacion de sed. Tenia la boca tan seca que no lo remediaria ni bebiendose todo el lago. Trago con dificultad y se paso la lengua por los labios, que sentia calientes y agrietados, casi como la tierra desertica que habia mas alla de las montanas del sur. --Siento haberte molestado, Nina. Ya estoy mejor, gracias. Nina asintio con la cabeza, aunque sin ningun convencimiento. La reina distaba mucho de estar bien, y no era la unica que se habia dado cuenta de ello. Las pesadillas se repetian con demasiada frecuencia, y aquello ocurria desde hacia tanto tiempo que no entendia como podia soportarlo sin volverse loca. Habia temporadas en que la situacion mejoraba un poco, como cuando Lena habia regresado y su tira y afloja con su madre por causa del helio le habia causado a esta tantos quebraderos de cabeza que ocupaba incluso sus suenos. Al menos asi, el problema con su hija habia sustituido durante un tiempo a su otro problema, el que realmente le quitaba el sueno. Nina sabia cual era, y la reina tambien. Todos lo sabian. El problema eran unos recuerdos tan dolorosos que le impedian descansar desde hacia anos y se mantenian tan vividos que cada noche, cuando se despertaba, parecia que todo hubiera ocurrido apenas ayer. Maldita memoria selena. Si al menos le sirviera para taparlos podria resultarle de utilidad. Pero no, no le servia. Durante anos habia tratado de recurrir a sus buenos recuerdos, a sus recuerdos de su marido, para borrar esos suenos aterradores. Sin embargo, las malditas pesadillas no cedian, mas bien al contrario. Estaban terminando por emborronar el recuerdo de Seth, que cada vez parecia mas debil. Aquella noche horrenda que tan bien recordaba iban a celebrar la fiesta del fuego, como de costumbre. Sabian que habia habido incursiones de helios en la zona, pero no se habian preocupado en exceso. Habian pensado que no serian mas que simples bandidos, que no se atreverian a acercarse a la villa, y menos aun al castillo. Cuando se empezaron a encender hogueras en la lejania nadie noto nada raro, salvo quizas Serena, cuya energia se resintio de alguna manera. Algo no iba del todo bien. Al principio penso que era algun tipo de anoranza por Marcus, que estaba visitando a su abuelo Kiefer, pero enseguida se dio cuenta de que no se trataba de eso. Tan pronto como las hogueras empezaron a proliferar. No eran hogueras. Los helios los atacaban y estaban incendiando casas, granjas y graneros en todas direcciones. Se acercaban a la villa, y al castillo. Su madre, Alana, habia entrado corriendo en su habitacion, con la angustia reflejada en su amable rostro surcado de arrugas. --!Vienen a por nosotros, Serena! --Lo se. Seth acaba de salir a organizar a la guardia. La guardia consistia en poco mas que quince o veinte hombres, cuya preparacion era en realidad muy basica. Alguna vez se las habian tenido que ver con ladrones o bandidos que entraban en sus tierras y robaban o intimidaban a algun campesino, pero poco mas. No estaban adiestrados para la guerra, ni sabian apenas nada de tacticas defensivas. Los Antiguos no les habian dado ese conocimiento porque no estaba previsto que los humanos hibridados lucharan entre ellos, ya que se entendian sin problemas. El problema eran los helios, y como los selenos no tenian ese conocimiento de manera innata y no se habian entrenado convenientemente, serian una presa facil. Serena lo habia intuido desde el principio. --Me voy a llevar a las ninas al bosque. Espero que no sea necesario, pero si nos acorralan abrire un portal y las enviare a la Tierra. Cada vez que recordaba aquella parte sus ojos se llenaban de lagrimas. Se habia despedido de sus hijas prometiendoles que todo se arreglaria y volverian a reunirse. Las habia besado y abrazado, y habia puesto en su madre todas sus esperanzas. Los soldados habian llegado al castillo poco despues de que la sacerdotisa huyera con las dos pequenas. Habian tirado la primera puerta abajo sin mayores problemas. Los hombres habian luchado en el patio contra demasiados enemigos como para tener alguna posibilidad, mientras la aldea era sistematicamente arrasada por mas helios. Muchos mas de los que nunca podrian haber imaginado que llegarian. Serena estaba encerrada en la torre y habia contemplado con horror la entrada de sus enemigos y la lucha desigual. Seth se habia enfrentado a uno, a dos a la vez, y entonces un hombre de aspecto brutal y pelo entrecano lo habia atacado por la espalda, golpeandolo con dureza en un costado. Cuando su marido se habia doblado sobre si mismo, habia alzado de nuevo su espada para dar el golpe mortal. Y ella habia visto la rubia cabeza de Seth rodar por el suelo del patio. Todavia le entraban nauseas al recordarlo. Despues los soldados habian entrado en la torre. Algunas mujeres habian conseguido esconderse, pero ella no habia tenido suerte. La reina era un premio demasiado valioso y habian ido a por ella desde el primer momento. Por lo menos, habia sentido el portal, y habia sabido que sus hijas estaban a salvo, aunque fuera lejos de todo lo que habian conocido hasta entonces. Su madre se habia comunicado con ella un instante antes de que los soldados llegaran tambien al bosque, y de pronto la energia en estado casi puro y en forma de dolor intenso habia empujado desde el interior de su alma atravesando cada poro de su piel, hasta el punto de que el soldado que acababa de capturarla la solto con un grito. --!Ay! !Zorra, me has dado calambre! La abofeteo con fuerza antes de sujetarla de nuevo y sacarla a rastras de la torre. Serena dejo ir una lagrima solitaria al sentir la certeza de que su madre estaba muerta y ella era la nueva sacerdotisa. Los helios habian destruido la mitad de la aldea. Habian matado a muchos de los hombres, y otros muchos estaban heridos. Algunas mujeres consiguieron escapar y ocultarse en el bosque o en las granjas mas alejadas, pero otras fueron capturadas, como ella. Los helios no estaban interesados en una gran cantidad de esclavas, su prioridad era llevarse provisiones y bienes de vuelta a su tierra, de modo que habian dejado unos pocos hombres a cargo del castillo y encerrado a los selenos que pudieran suponer alguna amenaza: los jovenes y los pocos hombres adultos que sobrevivieron al ataque. Algunas esclavas viajaron con ellos a Helios, Serena entre ellas. No fue la unica jefa de clan capturada, aunque por ejemplo la madre de Iria se habia salvado porque estaba de viaje en Proteo con la mayor parte de su familia. Otras habian muerto. Los helios invasores pertenecian a diferentes clanes que, por una vez, se habian organizado para repartirse los territorios y el botin. Ella acabo en un clan de los mas alejados vendida como esclava. Alli la habia comprado el hijo mayor del jefe, Malcolm. Serena cerro los ojos con fuerza tratando de ahuyentar los dolorosos recuerdos, pero acabo desistiendo de intentar dormir. Si se quedaba en la cama la angustia la ahogaria. El sol comenzaria a asomar por detras de las colinas en apenas un rato, de modo que opto por levantarse. Abrio un arcon y saco su espada. Practicar siempre la relajaba, asi que se puso un vestido viejo y comodo y comenzo con su rutina habitual: la mirada fija al frente, las dos manos empunando el arma con firmeza y movimientos controlados y armoniosos. La espada no era pesada, pero al cabo de un rato sus brazos empezaron a acusar el ejercicio y su frente se perlo de gotitas de sudor. Aun asi, no se detuvo. Solo cuando el movimiento en el patio y el ruido en el pasillo le indicaron que el resto de la gente habia empezado tambien a levantarse dio por concluida la sesion de entrenamiento. Se aseo y se cambio de ropa para bajar a desayunar. Se miro en el espejo antes de salir, y nego con la cabeza al ser consciente de las ojeras y los ojos cansados. Casi todos los dias se levantaba con esa cara, asi que al menos nadie se sorprenderia. Cuando llego al comedor, Jana y Marcus estaban ya sentados a la mesa comiendo con apetito. --Buenos dias --los saludo mientras se acercaba--. Os habeis levantado temprano. --Hoy empiezan las reparaciones en la escuela --le recordo Marcus--. Vamos a echar una mano. Bueno, en realidad Jana supongo que va a mangonear. --Idiota --murmuro su hermana con gesto burlon--. No encontrarias los agujeros en el tejado ni aunque metieras la cabeza por ellos. La reina sonrio y se sento. Judy llegaba de la cocina en ese momento con una bandeja, de la que le sirvio un poco de pan y algo de fruta. Leo entro en el salon desde el patio, acompanado por Denis.

  • Teutoburgo, Valerio Massimo Manfredi de Valerio Massimo Manfredi

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  • Pandemocracia de Daniel Innerarity

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    Cuando Daniel Innerarity me planteo prologar este texto lo hizo sugiriendome utilizar las ideas que habia expresado en un articulo de prensa, <>, sobre la funcion y exigencias de la politica y, en especial, de la actividad parlamentaria en el contexto de la epidemia del Covid-19. Conociendo a Daniel y sus ideas esperaba, pues, que este librito fuera un texto <>, inscribiendose asi en una muy honrosa linea de pensamiento que, no solo no se desmiente con los errores de quienes nos dedicamos a la politica, sino que se reafirma cada vez que comprobamos los desastres que genera su sustitucion por la huida a los falsos refugios de la Verdad con mayusculas, la (unica) voluntad del pueblo o la seguridad nacida de la irresponsabilidad y la demagogia. Y sin embargo este libro va mas alla. El lector tiene en sus manos un autentico alegato en favor de la honestidad, de la humildad, del respeto al otro y del aprendizaje. Virtudes que, sin duda, se necesitan en la politica, pero que valen tambien para muchos otros campos de la actividad humana y, desde luego, para la reflexion filosofica y cientifica. En momentos de busqueda de certezas y seguridades, de decisiones claras y efectivas, de liderazgos unitarios, es bueno recordar que las crisis surgen precisamente en ambitos de incertidumbre, duda y hasta desorientacion. Identificar unanimemente y sin dudas una amenaza parece permitir una identificacion igualmente unanime e indubitada de la respuesta <>. Pero esa correlacion es erronea. La <> no es siempre facil de identificar ni hay consenso sobre la misma o sencillamente no existe. Las respuestas expertas son habitualmente plurales, las perspectivas desde las que identificarlas y sus posibles consecuencias son tambien diversas y distintas para cada uno de sus destinatarios. Las crisis invariablemente plantean opciones inciertas, afectan a diversos ambitos y valores, y exigen ponderar sus efectos en todos ellos. La decision en la incertidumbre y la ponderacion son eminentemente politicas, tambien porque sobre el peso de los valores afectados no hay expertos, sino juicios y opciones personales y sociales, como explica este libro con la caracteristica elegancia de su autor al definir la politica como <> que <>, aunque esas dificultades no sean <>. Confiar la decision, en tales casos, a la politica democratica es signo de humildad y respeto al otro, que quiza tenga razon; pero sobre todo es un instrumento para conseguir que esa decision sea informada, razonada, integre el maximo de aportaciones, sea asumible por los ciudadanos y se adopte de modo plenamente responsable. A las crisis se responde tambien con el pluralismo y la discusion politica, aunque exijan modular el debate partidista ante el objetivo compartido y las necesidades de una actuacion convincente y compartida. En frase especialmente feliz, Daniel Innerarity afirma que <>, aunque afirmarlo en lugar de desearlo sea quiza un caso benevolo y comprensible de sacrificio del rigor en beneficio de la esperanza. No es extrano que sea Innerarity precisamente quien nos recuerde que esa es la responsabilidad institucional que debe prevalecer ante las visiones de la crisis como oportunidad de autoafirmacion partidista, senal clara, en sus palabras, <>. Reivindicar la politica democratica, la discusion plural y el sentido institucional es una posicion esperable en una diputada, mas aun si asume la Presidencia de la Camara de representacion ciudadana. Pero de un texto de Daniel Innerarity el lector espera algo mas, y este libro no le defraudara, al menos en dos aspectos: por una parte, la defensa de una politica marcada por la relevancia de lo publico y por su caracter multinivel; por otra, la exigencia no solo etica sino profundamente pragmatica de una actitud personal de apertura, humildad, comprension y aprendizaje, en los politicos y en el conjunto de los ciudadanos. Primer aspecto: la politica es quien fija las prioridades sociales, y las instituciones son quienes permiten que esa fijacion se haga de modo publico, responsable, consciente de sus efectos y alternativas y con respeto a los valores que hemos decidido proteger reforzadamente. Ni los estudios de television ni las calles pueden hacerlo. Las instituciones publicas son nuestro instrumento mas poderoso como sociedad, y son quiza el unico instrumento para quienes disponen de menos recursos. Si no funcionan o no lo hacen suficientemente, podemos reformarlas o cambiar a sus miembros; pero no podemos permitirnos sustituirlas ni renunciar a ellas. Solo las instituciones garantizan una explicacion y una argumentacion publica de las medidas, considerando y dando respuesta a las dudas, objeciones y alternativas que se susciten. Unicamente ellas permiten integrar el maximo de aportaciones, pues como afirma el autor, <>. Solo en las instituciones quien decide lo hace sometido al control y a la presion del otro, cuyas alternativas se someten asi tambien a las reglas propias del debate institucional y al mismo escrutinio publico. Unicamente ellas, en fin, hacen legitimo responder a la crisis, la sanitaria y sus consecuencias sociales y economicas, con un uso intenso y responsable de lo publico, que siempre asume la respuesta y la responsabilidad de actuar. En tiempos de crisis, todos nos refugiamos en los medios publicos, y a los representantes publicos les corresponde en consecuencia dirigir la respuesta. De la crisis saldremos gracias a lo publico; gracias, pues, a las decisiones politicas que generaron sus capacidades y a las que lo ponen en funcionamiento. Saldremos gracias a las instituciones de todos. Unas instituciones que integran hoy necesariamente diversos niveles. Frente a quienes ven en la crisis una oportunidad para recuperar el protagonismo de los estados o poner en duda las instituciones supranacionales, este libro nos pone ante una realidad incuestionable que su autor expresa como la disociacion de los grandes asuntos politicos del Estado como marco unico de generacion, impacto y solucion. Por ello, el Estado, y en concreto Espana, actua hoy en distintos niveles: algunos de ambito mas reducido, autonomico y local, y otro mas amplio, el de la Union Europea. Todos ellos son, a mi juicio, necesarios y estan profundamente interconectados. Con el fin de mejorar la respuesta a los nuevos retos hemos decido que el poder sea, de nuevo en palabras de Daniel, <>. El lector encontrara en estas paginas argumentos para reforzar la dimension europea de nuestras capacidades, pero lo hara consciente de los limites actuales de las instituciones de la Union y de las razones de esos limites, condicion necesaria para su superacion. Segundo aspecto: las finalidades a las que sirve la politica no se alcanzan de modo automatico. La politica la hacemos personas, y de nuestra responsabilidad y acierto depende que el sistema parlamentario funcione y que sus fines se hagan reales tambien en la gestion y superacion de las crisis. En tales casos, el pluralismo de nuestras instituciones debe ser solo un instrumento real para mejorar el camino hacia el objetivo que ahora todos compartimos: superar la crisis del Covid-19. Para ello es requisito inexcusable el respeto por el otro; un respeto que nace de la necesaria humildad de cada uno, de la conciencia de las limitaciones, las propias y las que impone la realidad, de la exigencia de asumir las propuestas utiles, independientemente de su procedencia, y tambien del reconocimiento del esfuerzo y la voluntad del otro. Al debate politico y partidista en tiempos de crisis puede aplicarse lo que Daniel afirma sobre el debate entre estados dentro de la Union: <>. Admitamos las limitaciones y asumamos, sin rendirnos, que en ocasiones chocaremos con obstaculos insuperables. Ni la ciencia ni la politica son infalibles. Desconfiemos de quienes lo tienen todo claro, pues en el debate publico no hay mejor senal de soberbia ni mayor riesgo de error. Con muertes de seres queridos, con afectacion de los negocios, con incertidumbre sobre el futuro, con pisos pequenos y sin luz... se que es dificil, pero mas que reproches y diatribas, demoliciones y bilis, hace falta prudencia, serenidad, comprension y empatia. Respeto por el trabajo y la contribucion ajenos y prudencia en su valoracion; comprension por el esfuerzo realizado e incluso por la impotencia que pueda encontrar; implicacion en la oferta de respuestas; empatia y solidaridad con quienes mas sufren, con quienes pierdan recursos, fuerzas y, sobre todo, personas queridas. Esos son los signos que distinguen a quienes luchan contra la crisis, quienes se comprometen para superarla, frente a quienes querran utilizarla para sus intereses. En estas semanas, los responsables publicos hemos asumido intimamente la decision de incluir siempre en nuestras intervenciones el agradecimiento, institucional y personal, a quienes durante la crisis trabajan por el conjunto de los ciudadanos: trabajadores publicos, gestores, responsables, profesionales y empleados en servicios esenciales, fuerzas de seguridad y tantos otros junto a los profesionales sanitarios que asumen ademas el riesgo para su propia salud y su vida. A su lado, palidece el agradecimiento a Daniel Innerarity por este texto, pero en su justa medida es enormemente gratificante encontrar una reflexion serena, constructiva y coherente con las virtudes que defiende de honestidad, humildad, respeto al otro y aprendizaje. Gracias pues, tambien, a quienes reflexionan, sobre todo cuando lo hacen desde la humilde voluntad de aprender antes de ensenar.

  • Venganza de Calavera 2 (AMOS Y MAZMORRAS 14) de Lena Valenti

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    KODA KUMAR ES EL PEQUENO DE LOS CALAVERA. EL QUE POSEE EL
    DON DEL CHAMAN. Y EL QUE HA VIVIDO SIEMPRE PARA LOGRAR SU VENGANZA.
    AHORA ESTA A PUNTO DE LLEVARLA A CABO, PERO DESCONOCE LAS CONSECUENCIAS.
    SKY SABE DE JUEGOS, DE SEDUCCION Y DE LEER ALMAS. PERO HA VIVIDO
    PERMANENTEMENTE DOMINADA POR EL PODER DEL PATRON.
    CUANDO KODA KUMAR LA SECUESTRA NO SE IMAGINA COMO DE CARA
    VA A SER SU LIBERTAD. PERO ESTA DISPUESTA A LUCHAR POR ELLA.

  • Blody de Monika Bennett

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    A Blody la vida parece sonreirle. Ha conseguido plaza en la prestigiosa universidad de California y esta ansiosa por empezar su primer ano de psicologia.Todo parece irle bien a Blody, pero la felicidad de esta joven universitaria se vera truncada por un asesino en serie que ha puesto todas sus miras en ella.Un thriller psicologico banado de sangre que hara las delicias de los amantes del genero.Ten cuidado o te atrapara.

  • Jardin de invierno, Kristin Hannah de Kristin Hannah

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    Una gran historia de amor ambientada en la Segunda Guerra Mundial de Kristin Hannah, la autora de El Ruisenor.

  • La huida de las ratas de Eric Frattini

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    El gobierno de Franco y el Vaticano ayudaron a escapar de Europa y de ser juzgados en Nuremberg a importantes nazis acusados de genocidio y de crimenes contra la humanidad. Adolf Eichmann, el <> del Holocausto, Josef Mengele, el <> de Auschwitz, Franz Stangl, el verdugo de Treblinka, Klaus Barbie, el carnicero de Lyon, John Ivan Demjanjuk, Erich Priebke, Gustav Wagner, Hermine Braunsteiner, Otto Wachter, Walter Rauff, Herberts Cukurs y Erich Rajakowitsch son las <> que escaparon de Europa dejando tras de si una gran marca de sangre y horror.

  • Un buen hijo de Pascal Bruckner

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    <> es la historia de un amor imposible. El amor a un individuo despreciable. Un fascista autoritario y mujeriego que es a la vez un hombre culto y de firmes convicciones, y que resulta ser el padre del propio Bruckner. Semejante conflicto filial da paso a una maravillosa novela de formacion, personal e intelectual, de quien es uno de los escritores mas solidos y controvertidos del panorama actual de las letras francesas. El hijo adulto se enfrenta en primera persona y sin ningun tipo de mascara narrativa a un personaje por el que siente, a un tiempo, rechazo y compasion, en un relato que nace del odio pero que va adquiriendo un inesperado y reconfortante tinte de ternura. Semejante giro acaba por sorprender al propio narrador. Bruckner no puede culminar su particular condena al padre, y ve como el inspirador rencor de partida se va derritiendo para dejar paso a un timido carino, que no comprension, y a la certeza definitiva de que no es posible juzgar de forma absoluta los comportamientos ajenos. <> es una cruda novela de formacion en la que Pascal Bruckner nos plantea, a traves de su propia biografia, un recorrido por la cultura francesa de la segunda mitad del siglo XX.

  • La peligrosa amante del jeque, Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • No confiare (Rebeca Olsen 1) de Raul Garbantes

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    LA CALLE ESTABA DESIERTA. El tacon de una de sus botas tropezo con una losa rota, pero Melissa maniobro con fugaces reflejos. No queria caerse, porque su amigo Thomas debia de estarla mirando aun, aunque ya estuviese lejos. Todo le habia salido bien aquella noche. A ultima hora decidio acompanar al grupo al cine, fue una de esas cosas que se resuelven sin pensarlo mucho por el simple hecho de haber escuchado a alguien elogiar la pelicula. Despues del traspie sin consecuencias, continuo caminando hacia la boca del metro cuando la senal del paso de peatones cambio a verde. Se cerro el abrigo al sentir una rafaga de viento helado en el momento en que unas luces la iluminaron con violencia; provenian de un auto que se acercaba. --?No has visto la senal de stop? --pregunto Melissa en voz alta. Luego penso que seria alguien insensato que frenaria de forma brusca al tenerla mas cerca. A pesar de que el vehiculo continuaba acercandose, Melissa siguio caminando. De pronto, otra oleada gelida le pego en la cara y escucho que el automovil acelero. Era como si el conductor tuviese la intencion de acabar con ella; entonces, el creciente ruido del motor la puso nerviosa. Se detuvo por un instante. Lo hizo sin razonar que quedarse paralizada era peor. Luego, en una fraccion de segundo, penso en volver atras, pero no lo hizo. Corrio hacia adelante y de nuevo la bota le jugo una mala pasada y cayo en la mitad de la via. A esas alturas ya sabia que la iban a atropellar, y sus pulmones se quedaron sin aire por la impresion que esa idea le causaba. El auto venia a toda velocidad y paso sobre ella. Se oyeron gritos a lo lejos. Alguien repetia: <>, <>; mientras tanto, el cuerpo de Melissa yacia inmovil sobre el pavimento. Dentro del auto que acabo con la vida de Melissa Coleman se escuchaba la radio a todo volumen. Pero luego --cuando atravesaba el puente sobre el rio Potomac-- la conductora la apago y llamo a alguien para decirle dos palabras: --Esta hecho. Despues corto, puso el celular en la guantera y sonrio. Estaba calculando cuanto crecerian sus ahorros. Volvio a encender la radio porque quedaban unas cuantas horas de camino y no queria dormirse. 2 ALGUNAS VECES ES dificil pensar en el principio. Sin embargo, podria decir que todo empezo en el justo momento en que le escuche decir al veterano periodista Norman Jackson aquellas palabras en la cena del cumpleanos de Anita Lansbury. --Una conversacion casual puede ser determinante... --habia dicho mientras se acomodaba en la silla del comedor. Me sentia bien estando con ambos, y a solas. Era una celebracion para tres; Anita, quien ademas de haber sido mi profesora ahora era una buena amiga, el periodista del Washington Post y yo. A Jackson acababa de conocerlo y lo habia imaginado diferente, puede que mas viejo. Resulto ser un hombre menudo, de abundante pelo negro, ojos verdes y el rostro muy tostado por el sol. Anita aquella noche en su casa estaba como siempre; arreglada y desenvuelta, vistiendo un traje verde oscuro que resaltaba su bonito pelo rubio y luciendo un prendedor ovalado de marfil que me llamo la atencion. Recuerdo que esa noche terminamos hablando de los escandalos politicos que habian sacudido a Washington y confese --despues de varias copas-- que tenia en el estudio de casa un cartel que yo misma idee con la lista de todos ellos. Desde los escandalos sexuales hasta los de evasiones fiscales, pasando por los de corrupcion, mal manejo de recursos y contrabando de armas. Aquellos eran de mis temas preferidos y sabia que tambien eran los de Norman Jackson. Lo supe antes de conocerlo porque habia revisado su historial en el Washington Post y, si uno investigaba bien, siempre salia a relucir su nombre tras los rumores de los delitos de cuello blanco. Aunque yo trabajara en la revista Polis escribiendo articulos sobre politica que nada tenian que ver con tales sucesos, siempre intente mantenerme al tanto de lo que se <> en las altas esferas del Senado y de los ministerios porque desde adolescente he sabido que las cosas que suceden en la ciudad capital casi nunca son lo que parecen, y que muchos accidentes, crimenes y siniestros tienen una conexion comun: las manos ocultas de los poderosos que mueven los hilos. Fue esa noche de la cena cuando conoci lo que Jackson llamaba la Black Key: una pavorosa red criminal que utilizaba informacion para extorsionar a varias personalidades y organizaciones politicas. Lo que el estaba diciendo era grave porque tocaba el propio corazon del Gobierno de los EE. UU. Los informes de WikiLeaks alertaban de la existencia de una filtracion en la agencia llamada Kramer Team, la empresa privada de inteligencia mas importante, filtracion que a juicio de Jackson habia dotado a un grupo anonimo de delincuentes de cuello blanco de informacion clave que utilizaban para <> las decisiones politicas y economicas de gran envergadura a su favor, o en funcion de lo que pagaran sus <>. En otras palabras, Black Key se trataba de un grupo de alto nivel operativo y sin escrupulos ligado al Gobierno que vendia informacion a grupos poderosos, que extorsionaba a lavadores de dinero y a grandes corporaciones que cometian delitos de todo tipo. Jackson lo habia bautizado con ese nombre porque era como una llave maestra que abria todas las puertas usando los peores secretos que la gente es capaz de guardar. No pude quedarme tranquila despues de aquel perturbador encuentro con el amigo de Anita y construi mi propia teoria sobre el asunto durante los meses siguientes. Recuerdo que me parecio extrano el repentino silencio de Jackson y llegue a pensar que a el tambien lo habian extorsionado, ya que no solo no volvio a escribir del tema en ninguna otra investigacion, sino que se desdijo, y afirmo que no habia sido muy responsable al momento de hablar de la Black Key. Eso me habia dicho Anita varios dias despues de su cumpleanos. --Querida Rebeca, la pase muy bien en casa contigo y con Norman, y queria agradecerte. Aunque ha pasado algo realmente interesante. Jackson me ha llamado justo ahora para decirme que lo excuse contigo, que olvides la conversacion que sostuvimos porque estaba borracho y no sabia lo que decia. ?Te imaginas? Creo que le estan pegando los anos... Cuando corte la llamada con Anita, recuerdo que pense que la Black Key lograba callar a cualquiera, y lo peor era que no se sabia quien la dirigia. Confirme mis sospechas aquella manana de la conferencia de Anita, seis meses despues de la cena de su cumpleanos, cuando Katya --mi amiga del Times-- me llamo para hablarme de la repentina muerte de Melissa Coleman. 3 --?COMO sabias que le iba a pasar algo malo al asesor Benjamin Coleman? Agradece que no te presto mucha atencion despues de varios gin y que no soy del FBI, porque ahora mismo serias la primera sospechosa. No se como pudiste vaticinar lo que… --?De que estas hablando, Katya? --le pregunte, parandome en seco junto a los bancos del caminito que conducia al edificio donde tendria lugar la conferencia de Anita, en el campus universitario. --?No recuerdas lo que me dijiste hace un par de noches cuando visite Washington? Me refiero a lo de tu teoria conspirativa. Me burle de ti, pero ahora no lo hago. Antes de irte del bar te acercaste y me dijiste al oido: <>. Y tenias razon, algo le paso. Nos acaba de llegar la noticia al periodico de que atropellaron a su hija anoche y murio, asi que tenemos que hablar por videollamada… --Esta bien, Katya --la interrumpi, siguiendole la corriente y todavia asombrada por lo que contaba--. Ahora no, pero en cuanto pueda te llamo --le prometi y corte. Katya dice que siempre quiero ver los <> que en realidad no existen porque me niego a aceptar que la realidad es muy aburrida. Pero la muerte de la hija del asesor clave de la Comision me daba la razon y necesitaba que alguien me tomara en serio. No podia contar con Norman Jackson. Muchos decian que algo grave le habia pasado, pero nadie sabia con certeza que. Habia pedido un permiso y ni siquiera estaba en la ciudad. Pense que la red de soporte a actividades ilicitas de la que me hablo ahora estaba atacando a quienes podian denunciar malos manejos de la informacion privada de los ciudadanos. No tenia ninguna prueba, pero no podia negarse que era muy extrano que al miembro mas importante de la Comision Asesora para la Seguridad de la Informacion se le viera envuelto en una tragedia. Ya le habia pasado a la asesora anterior, a Deborah Clayton, quien casi muere en un incendio nocturno inexplicable en su propia casa. Una serie de accidentes inusuales habian venido sucediendoles a personas cercanas a los miembros de esa comision gubernamental y por ello vaticine que algo le pasaria a Coleman. Recuerdo que meti el celular en el pequeno morral negro que cargaba, pero lo hice de manera automatica. En realidad, pensaba en mi hermana Rose. Ella me hubiese dicho que no expresara todo lo que sabia de un solo golpe --o algo asi-- porque solia ser peligroso. No recordaba haberle contado a Katya nada sobre Coleman, pero era cierto que habia tomado algun trago de mas aquella noche y estaba particularmente habladora. Senti un escalofrio y todo mi cuerpo se movio con un espasmo sin quererlo. Una chica que caminaba a mi lado en la calle me miro, dibujo una sonrisa burlona y luego apresuro el paso. Me detuve y me quede mirandola alejarse, y al hacerlo escuche un ruido muy cerca de mi. Otra persona, hasta ese momento silenciosa, venia pisandome los talones. No me fije en su cara ni en su cuerpo, solo vi unos jeans negros moverse y pasar de largo. No me gusta sentir que alguien camina detras, tan cerca, como si me estuviese persiguiendo y me fuese a atacar. La verdad es que llevaba varias semanas creyendo que me vigilaban y ese dia lo habia sentido mas que nunca.

  • Amantes con conservantes y colorantes de Brandy Manhattan

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    Una novela desenfadada, con toques de humor y grandes momentos de alta carga erotica.

  • Que vaya Meneses de Fernando Schwartz

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    En un pais del Africa Ecuatorial, Mazambezi, se produce un sangriento golpe de Estado durante el cual un hospital en plena selva es destruido y sus dos medicos, cuatro enfermeras y cinco monjas, todos espanoles, pasados a cuchillo. En un ataque de dignidad ofendida, el Gobierno espanol rompe con Mazambezi.

  • Habitos atomicos de James Clear

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    HABITOS ATOMICOS parte de una simple pero poderosa pregunta: ?Como podemos vivir mejor? Sabemos que unos buenos habitos nos permiten mejorar significativamente nuestra vida, pero con frecuencia nos desviamos del camino: dejamos de hacer ejercicio, comemos mal, dormimos poco, despilfarramos. ?Por que es tan facil caer en los malos habitos y tan complicado seguir los buenos?
    James Clear nos brinda fantasticas ideas basadas en investigaciones cientificas, que le permiten revelarnos como podemos transformar pequenos habitos cotidianos para cambiar nuestra vida y mejorarla. Esta guia pone al descubierto las fuerzas ocultas que moldean nuestro comportamiento
    -desde nuestra mentalidad, pasando por el ambiente y hasta la genetica- y nos demuestra como aplicar cada cambio a nuestra vida y a nuestro trabajo. Despues de leer este libro, tendras un metodo sencillo
    para desarrollar un sistema eficaz que te conducira al exito.

  • Lavinia de Ursula. K Le Guin

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    Lavinia crece sin conocer otra cosa que la paz y la libertad hasta la llegada de sus pretendientes. Su madre exige que contraiga matrimonio con el apuesto y ambicioso Turno. Pero los augurios y las profecias de los manantiales sagrados afirman que debera casarse con un extranjero, que provocara una guerra y que su marido no vivira demasiado tiempo. Al ver que una flota de barcos troyanos llega remontando el Tiber, la joven decide tomar las riendas de su propio destino. Y asi nos cuenta lo que Virgilio no hizo: la historia de su vida y del amor de su vida. Le Guin da voz a este personaje surgido de la Eneida de Virgilio en una novela que nos transporta al mundo semisalvaje de la Italia antigua, cuando Roma no era mas que una aldea mugrienta situada cerca de siete colinas. Lavinia es un libro sobre la pasion, la guerra y el precio de la guerra, generosa y austeramente escrito por una autora en la cuspide de su talento.

  • El lenguaje de las ciudades de Deyan Sudjic

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  • Adicto a ti de Mabel Diaz

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    Javier es policia en Sevilla. Lleva una vida tranquila y ordenada. Con todas las situaciones bajo control. Cuando Paula, una veterinaria madrilena, impulsiva y rebelde, irrumpe en la vida de Javier durante unos carnavales, este vera como su apacible mundo se desmorona. Intentara alejarla de el, a pesar de lo mucho que la desea.
    Paula no cesara en su empeno por conquistar a ese hombre, volviendole adicto a ella. Sabe que el sexo explosivo que tiene con el policia es una tentacion demasiado grande para el y jugara todas sus cartas para conseguirle.

  • Felizmente casada conmigo misma de A. R. Cid

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    En mi vida he tenido que enfrentarme a muchas cosas, jamas crei que el amor seria una de ellas. El amor, una palabra inmensa con la que ahora me atraganto, incapaz de aceptar que un hombre de ojos verdes y mirada traviesa sea capaz de volver mi mundo patas arriba. Sarah ha decidido que si ella tiene pareja yo debo encontrarla tambien, convirtiendo la busqueda del afortunado en una carrera contra reloj, no obstante, ella no sabe que mi vida se ha complicado todavia mas y casarme no entra en mis planes. La relacion mas estable que me planteo es con mi consolador. Siento que desciendo al infierno, lentamente, en una batalla de la que nadie debe enterarse y de la que temo que, en esta ocasion, no saldre victoriosa. Sarah habla de tener hijos, de que nuestros retonos seran como hermanos, pues podria decirse que practicamente somos la misma persona. No podria estar mas equivocada, pero no lo sabra por mi. Mientras el suelo se hunde bajo mis pies, Edgar dice haber llegado para quedarse. Su sonrisa sarcastica, sus ojos verdes y sus artes amatorias, son sus solidos argumentos. Yo me dejo querer, incapaz de pensar mas alla. El reloj juega en mi contra, cada segundo es una burla cruel que me desgarra por dentro. Me dejo llevar, no vivo, solo permanezco en pie a la espera de que algo suceda. Todos creen saber lo que es mejor para mi, todos menos yo. En algun punto he olvidado mis suenos, los he enterrado tan profundamente que he dejado de disfrutar. ?Puede un hombre, un solo hombre, convertirse en todo mi mundo? Yo no quiero ayuda, ni citas a ciegas, ni noches eternas en las que los orgasmos esconden el llanto que se enrolla en mi pecho. Sin embargo, el no solo me quita la ropa, no solo desnuda mi cuerpo. Se esta adentrando en mis entranas, convirtiendo su presencia en un balsamo adictivo que reconstruye la mujer que una vez fui. Cuando me mira los defectos se desvanecen, las imperfecciones, y me gustaria poder usar sus ojos cuando el reflejo del espejo se rie de mi. El mundo entero ha cambiado, las miradas ahora son de desconfianza y miedo, de terror hacia el aire en el que nada podemos ver, pero se intuye. En este caldo de cultivo hemos de proseguir, adaptandonos a lo que nos ha tocado vivir. Dicen que nosotros tomamos las decisiones importantes, yo lo dudo mucho. Edgar era mi destino, un destino que puede que no quiera aceptar. En mi carne anida otra decision que no tome, demostrandome que es posible que el final de mi historia estuviera escrito de antemano. ?Triunfara el amor o lo he encontrado para tener que decirle adios? Capitulo 1 Dos meses antes La luna brillaba con fuerza, pero las luces impedian que nadie pudiera disfrutar de un espectaculo tan hermoso. La naturaleza se habia cansado de quedar relegada a un segundo plano y decidio, de la forma mas cruel, tomarse la revancha. El nombre de su venganza, coronavirus, una palabra que todos asociaban a muerte, soledad, aislamiento. Se sentia el miedo entrando agazapado en cada hogar, los ojos de todos se giraban hacia los mas vulnerables preguntandose si todavia seguirian ahi al final de ano, sintiendo la despedida como inminente. El corazon de todos se resentia, lloraba por lo que acontecia o lo que se aproximaba. Un enemigo que no se podia ver, pero se hacia sentir en el corazon de todos. Por mucho que a primera vista pudiera parecer que las personas se habian adaptado con facilidad lo cierto era que nada volveria a ser lo mismo. La nueva normalidad... no habia mejor forma de expresar la ansiedad que provocaba ahora en la gente salir a pasear o comprar, temiendo que la visita de un familiar, de un amigo, pudiera ser un ataque que no pudieramos evitar. ?Cual fue el resultado? La soledad, incluso hallandose con otras personas, siempre la distancia de seguridad que impide un gesto tan sencillo y reconfortante como un abrazo. Solo el sentir los brazos de otra persona rodeandolos les devolvia las fuerzas, sin embargo, debian ser responsables y mantenerse fuertes. Pensar con la cabeza, relegar la necesidad de contacto, de besar a nuestros mayores, de estar ahi para que sepan que los seguimos amando. La triste realidad fue que aquellos que siempre estuvieron con nosotros ahora se perdian en cifras, en camas abandonadas por los que debian cuidarlos. Eran las victimas, aunque no los que se quedaban llorando, con la culpa pendiendo sobre sus cabezas. Quizas los mas jovenes esquivaban dicha inquietud con mayor facilidad, pero el paso de los dias hizo mella en todos, en mayor o menor medida. En medio de una ciudad inestable Noemi caminaba con prisa y estrujaba el bolso entre sus dedos, sus ojos huidizos repasaban a todos aquellos con los que se cruzaba, la soledad le pesaba en el alma mucho mas que a cualquier otro. Lo que pocos comprendian era que para Noemi dicha soledad habia empezado tiempo atras, en concreto cuando se convirtio en huerfana. Una palabra capaz de arrancarle la sonrisa y lanzarla a un abismo oscuro, mientras por fuera mantenia la mueca para que nadie se percatase de lo que realmente sentia. Muchos solos veian a la joven que disfrutaba de las fiestas y el sexo sin control. Si, sin control, no era tan estupida para no darse cuenta de que se aferraba a dichos contactos intimos como tiritas que no hacian mas que esconder heridas supurantes, aunque no importaba. Esperaba que el tiempo fuera capaz de anestesiarla, de devolverle la alegria, de hacerla sentir viva de nuevo. Toco el timbre, la puerta no tardo en abrirse. Podria haber esperado al ascensor, sin embargo, un huracan se revolvia entre sus huesos y subio las escaleras corriendo, de dos en dos o tres en tres. Un mal paso y se abriria la cabeza, no sucedio y llego hasta su amigo con la respiracion agitada. Lo miro sin explicacion posible para su acuciante necesidad de llorar, aunque solo con el se permitia sacar a la nina temerosa que encerraba bajo miles de candados. Carlos la miro y suspiro. Abrio los brazos y ella corrio, sin preocuparse por lo que no debia hacerse, sin pensar en que, cualquiera de los dos, podria estar contagiado sin saberlo. Apoyo la frente en su pecho y solto el aire que, sin saberlo, habia estado conteniendo. Las lagrimas la traicionaron, rebeldes se deslizaban por sus mejillas provocando que fuera incapaz de retenerlas. Cuando alzo el rostro, sus ojos castanos brillaban entre unas pestanas largas y negras, capaces de atrapar la mirada de cualquiera. --?Que sucede? Me tenias preocupado --dijo Carlos pasando sus dedos por sus mejillas sin lograr secar la humedad que las cubria. Ella se mordio el labio, rojo e hinchado, su piel estaba tan blanca que el contraste la hacia ver realmente hermosa. --Se ha enamorado. Mi hermana se ira antes o despues con el y me quedare sola --contesto Noemi al tiempo que alzaba los brazos y rodeaba el cuello de su amigo--. Se casara y me olvidara, tengo que dejarla ir y me duele. --Ella jamas haria tal cosa. Te ama, si se lo pidieras estaria contigo en todo momento, cogiendo tu mano. Quizas es el momento de que le demuestres que no eres de piedra, que la necesitas. --No puedo, no permitire que mi debilidad impida que sea feliz. Solo tenias que verla, ese hombre ha conseguido devolverle la alegria y no sere yo quien se lo arrebate. --Noemi alzo la mano y la poso en el menton de su amigo, rasgo su barba con la punta de las unas, un movimiento sensual que en ella era un gesto automatico, desesperado--. No sere yo la que la ate a la oscuridad. --Debes dejarte cuidar, te lo mereces. --Las manos de Carlos se colocaron en las mejillas de Noemi y la obligo a que se detuviera en sus ojos azules, queria que viera la verdad que nadaba en ellos, la sinceridad--. No eres de hierro, llevas demasiado tiempo actuando como madre y hermana, llevando sobre tus hombros una carga que terminara por aplastarte. Quizas deberias contarle la verdad a Sarah. --Noemi trato de negarlo con la cabeza, pero el no se lo permitio--. Si no lo haces tu lo hare yo. --No hablas en serio. --Lo hare, no permitire que sigas autodestruyendote. Noemi se sintio acorralada, desesperada. El consuelo que habia ido a buscar se disolvia entre sus manos. Sus dedos se agarrotaron, se aprovecho del amor que Carlos sentia por ella, un amor que, aunque ambos sabian que nunca terminaria en una relacion, habia creado un universo extrano entre ambos. Acerco la boca, a solo unos centimetros. La respiracion salada se colaba entre los labios de Carlos, el perdio la capacidad de pensar, olvidando lo que trataba de conseguir. La veia tan hermosa, tan perfecta, tan increiblemente fuerte. Se sorprendia de que nadie la viera como el lo hacia, sintiendose impotente por no poder darle la felicidad que merecia. Sabia que debia negarse, poner distancia entre ambos, que lo que se aproximaba no seria mas que otra herida que la torturaria con el paso de los dias. Sin embargo, Carlos estaba perdido, no se sentia con la capacidad de negarle nada. --Besame, por favor. Hazme tuya, obligame a olvidar. --Noemi, no debemos... --Aunque por la forma que lo dijo perdio todo el significado. Pues mientras lo comentaba de pasada el mismo cubrio la distancia que los separaba. La sintio calida, los labios carnosos de Noemi se adaptaban a la perfeccion a los suyos, su lengua lo busco y el gimio con la necesidad contenida gritando por ser liberada. Ella jugaba con ventaja, ambos lo sabian. Carlos la trato con la dulzura que un amante demuestra cuando hace mucho mas que tener sexo, cuando hace el amor. Cuando cada caricia, mirada, suspiro o gemido es algo que recordara toda la vida. Noemi en cambio actuaba con movimientos erraticos, buscando una intensidad que convirtiera la desazon en placer, forzando emociones que no llegaban o lo hacian con poca intensidad. Noemi era un cumulo de notas desgarradas que contenian su tristeza en una melodia triste, agonica.

  • Hija de revolucionarios de Laurence Debray

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    Laurence Debray es hija del filosofo Regis Debray y la historiadora Elizabeth Burgos. Sus padres provenian de familias acomodadas y tradicionales -la de el parisina, la de ella venezolana-, y ambos abrazaron la causa revolucionaria de Fidel Castro y el Che. En 1967 Regis Debray se unio a la guerrilla del Che en Bolivia como agente de enlace, fue detenido y poco despues cayo el lider.

  • La paloma de Ravensbruck de Carme Marti

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    El amor, la alegria, la barbarie. La vida de Neus Catala, explicada por ella misma y revisada a traves de una ambiciosa novela magistralmente construida por Carme Marti.

  • Carne Iberica S.A de Francisco Merchan

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    En una espectacular playa de arena dorada y aguas cristalinas aparece, con evidentes signos de violencia, el cadaver del polemico actor porno Roberto Trencillo, rey del “porno-freak” y propietario de la productora porno “Carne Iberica S.A.”. Su caso interrumpe el proceso autodestructivo en el que esta inmerso el peculiar inspector de homicidios Diego Guerra. Lastrado por una grave tragedia familiar, el inspector se lanzara de forma casi suicida a una carrera por desentranar el misterio que rodea el crimen del actor y a todos sus implicados, poniendo en riesgo su vida y la de los pocos que todavia le apoyan. Una serie de sucesos cada vez mas brutales iran empanando poco a poco su labor hasta el punto en el que su fin parece ya algo inevitable. ?Podra el inspector Guerra resolver el caso antes de terminar de hundirse en las tinieblas a las que parece condenado? ?Conseguira descubrir quien es quien antes de que la funcion acabe y baje el telon? Una historia repleta de traiciones, mentiras y venganzas donde nunca podras llegar a estar totalmente convencido de nada.

  • Necromania de Claudio R. Negrete

    https://gigalibros.com/necromania.html

    La historia argentina y las noticias diarias demuestran que existe una
    cultura muy arraigada con relacion a la muerte y en particular a los
    muertos. Este libro reune los casos, las pruebas y las historias mas
    asombrosas; desmonta rumores y releva testimonios para armar este
    rompecabezas tan apasionante como tenebroso.