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Alberto Olmos
Hace tres anos afirme en un articulo que echaba de menos en las librerias un ensayo sobre lo cutre; ensayo que, recalque entonces, yo no tenia ninguna intencion de escribir. Resulta que es este que tienes en las manos. ?Que ha pasado para que finalmente me haya tocado escribirlo? Primero, que nadie me tomo la palabra, y lo cutre siguio sin decirse, huerfano de desarrollo en paginas suficientes como para hacer bulto en las bibliotecas del saber. Se han publicado muchos ensayos sobre el feminismo, las pandemias y diversos hitos historicos, pero nadie le ha dedicado el tiempo que merece a algo mucho mas importante: el cutrerio. En Espana, el cutrerio es tan importante como la gastronomia o Bunuel. Lo segundo que ha sucedido es que lo cutre se encuentra cada vez mas presente en nuestras vidas, esta casi de moda y sus adeptos no paran de crecer, muy orgullosos, ademas. Lo cutre asoma en las peliculas, en las canciones y en los anuncios; se hace politica cutre y gusta, se hace comida cutre y tambien gusta. La tele cutre es la unica que se ve. Hay cada vez mas gente que encuentra en lo cutre una tabla de salvacion para no ser simplemente pobre, o simplemente rico. Ser cutre esta por encima del capitalismo y sus extremos. Es una opcion de vida y, como tal, parece una buena idea. Toda mi vida he sido testigo de lo cutre, lo he visto y lo he experimentado, me ha enternecido. Pero tuve que hacer un pequeno viaje para tomar conciencia de mi destino, que no era otro que acabar abordando sin complejos el asunto. La ciudad a la que viaje para caerme del caballo fue Barcelona, que sera muchas cosas, pero no precisamente cutre. Alli vivia un amigo de siempre. Era un companero de colegio, pues ambos crecimos en el mismo pueblo de Segovia, un pueblo que nos alimento y nos lo enseno todo, especialmente -- pensandolo despues-- a ser cutres. No lo nombro porque las pequenas localidades espanolas tienen mas orgullo que el imperio de Japon, y a nada se cabrean y le ponen precio a tu cabeza y a la de tus hijos. !Con el carino que pongo yo en este libro a todo lo cutre! La visita era rutinaria, y no sabia yo que supondria para mi el primer aviso de que ser cutre no era tan sencillo como ser pobre o mezquino, segun reza el diccionario. Mi amigo habia vivido algun tiempo en Madrid, haciendo encuestas por la calle, y paso tambien sus anos en Inglaterra, fregando platos en hoteles. Como veis, su curriculum cutre era realmente prometedor. Sin embargo, ahora estaba en Barcelona con un buen trabajo, en una empresa multinacional, e iba a la oficina cada dia con traje y corbata, tenia reuniones con grandes firmas de lacteos o telefonia y la palabra <
> tintineaba en su cabeza como el dinero. Habia encontrado su lugar mejor en el mundo, sin duda. Sin embargo, vivia en El Clot, en un primero con una unica ventana a la calle, justo encima de la terraza de un bar donde una decena larga de sillas y mesas metalicas orquestaban cada dia un sinfin de sinfonias atonas y reiterativas, al compas de las demandas del pueblo sediento, llano. El piso ni siquiera era para el solo, pues lo compartia con un aleman, un tipo curioso en la medida en la que nunca estaba en la casa, le reclamaban negocios en Africa, pasaba semanas sin pisar suelo europeo, no digamos las baldosas de su propio cuarto. De modo que fue alli, en esa habitacion que pagaba un aleman, donde me aloje un par de noches. La casa la recuerdo oscura, desordenada, llena de cosas torcidas y a punto de caerse, y de botes a la mitad, siempre de marcas baratas, y varias televisiones panzonas apagadas. Veo aun las mantas y toallas sobre el sofa, serpenteantes desde el respaldo a los reposabrazos. Veo incluso libros de poco fuste literario, best sellers como de gente que paso por alli, se quito peso de encima y genero por sedimentacion una pequena biblioteca aleatoria. Veo todavia los DVD, cuando ya era decimononico ver peliculas en DVD, todos de peliculas espanolas que ni siquiera ganaron el Goya un ano cualquiera del que nadie recordaba quien habia ganado el Goya. A lo mejor no habia lamparas, o eran las que dejaron colgadas los padres del dueno de la casa desde que compraron la vivienda en 1978, muy retorcidas y goticas, con bombillas de vela, faltando dos de las cinco, fundida otra. Seguramente un casquillo raquitico iluminaba alguna de las habitaciones, la mia, la del aleman. Todo daba un poco igual en aquel piso mientras las paredes no cedieran, el techo no claudicara, el suelo siguiera funcionando. Pase, como digo, dos dias y medio en aquella casa, poniendome al dia de la vida de mi amigo, dandole noticia de mis trajines, hablando de Barcelona y, en fin, de lo que sea que estuviera de actualidad. Debio de ser a principios del presente siglo. En algun momento, debi comentarle algo sobre un objeto que estaba alli presente, en el salon de su casa, o sobre el dinero que ganaba o las vacaciones que podria o no permitirse. Mi amigo odiaba viajar, le parecia un gasto demencial. De este modo, criticando yo algo que, en realidad, me era muy propio --el ahorro, la desidia consumista, la indiferencia por el prestigio de los bienes materiales-- le llame cutre o considere cutre algo --la lampara, la tele, unas zapatillas; o todo en general--. Entonces el pronuncio la frase que me puso en camino, las palabras que convertian la miseria en filosofia y la precariedad en conocimiento: --Me gusta lo cutre. Eso dijo. Me gusta lo cutre. Un club exclusivo parecio descorrer entonces sus cortinas ajadas y polvorientas ante mis ojos: el Club de los Cutres. Bienvenido. Hay bastante diferencia entre ser cutre y que te guste lo cutre. Es la diferencia entre la fatalidad y un proyecto de vida. Como dar un paso adelante hacia un abismo de plastico. Que haya gente cuyo proyecto de vida sea la cutrez resulta muy impresionante. Pudimos verlo en la segunda temporada de Lost, en el capitulo titulado <>. Hugo Hurley Reyes era ese personaje, interpretado por Jorge Garcia, que representaba al americano fondon y desaseado que se deja llevar por la corriente oceanica de la cultura popular. Buena gente, en suma. Vivia con su madre en Los Angeles y se pasaba el dia viendo television y dando cuenta de bolsas de patatas fritas. En este capitulo, suena que le toca la loteria, y del sofoco se cae al suelo. Su madre acude atraida por el golpetazo. Le pregunta que le ha pasado y empieza a abroncarle por llevar ese tipo de vida, perezosa y miserable. <>, le dice. Y Hugo contesta: <>. De nuevo, la profesion de fe, la voluntariedad de lo cutre. Sin embargo, pongamonos estupendos e irrebatibles y afirmemos que lo cutre encuentra en Espana un grado de pureza mayor que en otros paises, respaldado tal vez por siglos de picaresca e hidalguia, de honra y de esperpento, respaldado incluso por los quinquis y, despues, las chonis y los poligoneros. Lo cutre puede verse como una tradicion en Espana, bien que desconocida y mal nombrada, y que con la Transicion y el progreso recibio su barniz ultimo, esa extrana condicion de paraiso perdido, de vuelta a la infancia y al abrazo de tu abuela. Para escribir este libro he tenido que seguir estas intuiciones, y un punado de ideas desmadejadas que creia mucho mas completas de lo que eran, pues documentarse sobre lo cutre ha significado descubrir su ubicuidad, sus diversas facetas, algunas en efecto ridiculas y mezquinas y otras luminosas, la extension increible de esta filosofia o estetica, de este ver la vida como una cosa buena y barata. Ya dijo Josep Pla que cuando queria aprender sobre algo escribia un libro. Lo cutre bien puede ser tambien eso: hacer las cosas para saber por que quieres hacerlas, divulgar un saber que en realidad no deseas tanto ofrecer a los otros como a ti mismo, preparar las clases el dia antes. De hecho, yo siempre he pensado que un prologo en un libro es una cosa cutre. Es por eso que este libro debia llevar uno. A. O. Primera parte Filologia cutre Capitulo 1 Filologia cutre Algo fascinante en relacion con lo cutre es que todo aquello que rodea este concepto se inclina por reforzar su significado, no esta, no se sabe, se tambalea, cojea, fue un error o nadie se ha preocupado demasiado por ello. Si una cosa es cutre, sera cutre hasta las raices y en todas direcciones. Yo mismo estoy escribiendo estas paginas en la cocina de mi casa, sobre un carrito metalico con dos bandejas oxidadas llenas de pinzas, filtros de cigarrillos, cajas vacias de secadores de pelo y esterillas. Tengo a un lado la lavadora y al otro el cubo de la fregona. Un gotele de grano grueso es mi horizonte. Los conductos de gas natural, mi inspiracion. Si escribiera sobre el teatro isabelino, me hubiera ido a un hotel del centro. Por eso no escribo sobre teatro isabelino. Por identicas inercias, al consultar el Diccionario de la Real Academia Espanola de la Lengua no podia suceder que la voz <> nos la encontraramos perfectamente aseada y admitida, con su etimologia indudable y su origen cierto. 1. adj. coloq. Tacano, miserable. U. t. c. s. 2. adj. coloq. Pobre, descuidado, sucio o de mala calidad. Un bar, una calle, una ropa cutre. Esto dice el DRAE sobre nuestro entranable bisilabo. No hay, como vemos, ni un gramo de amor, respeto o complicidad en su descripcion, que parece glosar la palabra mas detestable de nuestro idioma. <> sirve como adjetivo y como sustantivo, su uso es eminentemente coloquial y, si en lo animico hace referencia a espiritus rastreros y avarientos, en lo material designa todo aquello de lo que uno preferiria estar alejado: lo feo y lo barato. La Academia no parece haberse enterado de que hay gente a la que le gusta lo cutre, de que nos espera toda una filosofia detras de esta palabra. Pero ?de donde viene entonces este vocablo que suena tan cercano a cuchitril, catre, costra, crudo, curro, crujir o curtir, la familia monster del diccionario? Una primera pesquisa a traves de Google nos lleva a un lugar insospechado: Aragon. En concreto, a los arados de esta region. El buscador que nos sirve para honrar lo cutre con una investigacion a su altura muestra varias referencias que ven el origen de la palabra en un peculiar arado, el cuitre o cuytre. Aparece en Las palabras de moda, simpatico glosario de Antonio Hernandez Guerrero; en Nuevo diccionario chistabino-castellano, no menos peculiar tesauro firmado por Brian Mott; y tambien en Los nombres del arado en el Pirineo, del reputado filologo Manuel Alvar. Para Hernandez Guerrero, <> guarda relacion con el simil <>; Mott aclara que esta herramienta se empleaba con la tierra mas dura; y Alvar nos lleva al Foro general de Navarra, del siglo XIII, donde ya se habla del cuytre tirado por los bueyes. El viaje a los origenes nos precipita finalmente en una posible etimologia latina. Julio Caro Baroja incluye este arado en su libro Tecnologia popular espanola, donde afirma que la voz latina que se esconde tras <> es culter, <> o <>, es decir, la parte incisiva del arado, que pasa a denominar por sinecdoque toda la herramienta. Intuitivamente, mas arriba relacionabamos <> con <> o <>, pero nunca con <>. Ciertamente este utensilio, tambien arma blanca, no parece guardar mucha cercania con nuestro desalinado concepto, pues hay que hacer un gran esfuerzo para convertir un simple cuchillo de cocina en algo cutre, y no esta claro que haya siquiera formas cutres de acuchillar a alguien, para que nos vamos a enganar. Asi las cosas, el breve viaje por los arados aragoneses nos ha llevado a una via muerta. La otra pista que da Google para localizar el origen de la palabra <> parece mas convincente, por mucho que su etimologia no se de por resuelta. Se trataria, segun esta especulacion linguistica, de un galicismo. La palabra francesa croute estaria detras de todo nuestro cutrerio. Es lo que defiende la web Etimologias de Chile, un diccionario etimologico amateur fundado por el ingeniero computacional Valentin Anders. Croute o croute (pues perdio el acento circunflejo obligatorio en la reforma linguistica de 1990) denomina en frances el cubrimiento exterior de un alimento o incluso de todo un planeta, pudiendo referirse a la corteza del pan, al borde duro del queso, a la cascara de algo o tambien -- ojo-- a la costra. Es un filamento, una pelicula o una cobertura natural normalmente desechable a la hora de ingerir un producto alimentario. Su origen es el latin crusta, <>, <>, de donde proceden palabras espanolas como <> o <>. En este ultimo caso, se ha producido en nuestro idioma lo que se denomina metatesis, un cambio de lugar de un sonido dentro de una misma palabra, pasando la -r de la primera silaba en el vocablo de origen, crusta, a la segunda silaba en la palabra derivada, <>. Seria, de hecho, tambien metatesis lo que encontrariamos en el galicismo <>, cuya -r tambien ha saltado de la primera a la ultima silaba respecto al original croute. Asi, la palabra latina crusta dio lugar en frances a la palabra croute y en espanol a la palabra <> y, en el siglo XVIII, la palabra francesa croute dio lugar a su vez a la palabra espanola <>, que venturosamente tiene mucho mas que ver con <> que con cualquier tipo de arado aragones. Al principio de este capitulo especulabamos a voleo sobre otras palabras que podian guardar relacion con <>, como <> o <>, y citabamos por pura casualidad <>. No en vano, durante algunos anos estuvo de moda en Espana hablar de lo <>, motejar a alguien como <> o considerar que un ambiente era tan decadente y desastrado que habia en el <>. El diccionario de la RAE admite desde 1992 como segunda acepcion de <>, despues del evidente <>, el significado de <>. Todas estas coincidencias, un tanto purulentas, deben llevarnos a pensar que en la voz francesa croute se halla con mucha probabilidad el origen de nuestra querida palabra <>. Fue la edicion de 1870 de nuestro diccionario la que incorporo <> por primera vez, con la descripcion telegrafica: <>, pero sin acertar a senalar su origen. Esta escueta descripcion siguio inalterada hasta 1992, donde se anadio <> a miserable en la primera acepcion y se sumo una segunda que sigue vigente hoy dia, como hemos visto: <<2. Pobre, descuidado, sucio o de mala calidad>>. Asi, <> y <> resulta que cayeron en desgracia semantica en el mismo ano, y con Juegos Olimpicos y todo. Sin embargo, ya en el siglo XIX croute les daba bastante mas juego a los franceses, pues la palabra tambien servia para definir a una persona a l'esprit borne et imbecile (<>) y, en el arte pictorico, para nombrar un cuadro chapucero o ridiculo. A quien pintaba mamarrachadas o bodrios se le consideraba un croutier. Hoy en dia, croute puede referirse asimismo a un cuadro viejo resquebrajado por el paso del tiempo y que carece de valor. La metafora es eficaz, pero extraordinariamente cruel: como decir que alguien tiene las paredes de su casa llenas, no de cuadros de cetreria heredados de la abuela, sino de costras. Permitidme que os presente ahora al jesuita Angel Sanchez (1727-1803), hasta nueva orden, el primero que colo la palabra <> en un libro impreso. Vallisoletano de nacimiento, ciudad donde tomo los habitos, su larga vida de piedad y hambre estuvo dedicada a la traduccion al castellano de los textos biblicos, traduccion que solo fue permitida por la Iglesia a finales del siglo XVIII. Antes habia que saber latin para hablar con Dios. Su primera obra fue Filosofia del espiritu y del corazon, ensenada en el Libro sagrado de los Proverbios traducido en rima castellana y aclarado con notas, que explica todo el sentido literal, publicada en Madrid en 1785 en edicion bilingue, latin-castellano. Se trata de una traduccion en versos muy inspirados, no solo del libro de los Proverbios, sino tambien del Eclesiastes, Sabiduria y Eclesiastico, los llamados <>. El padre Angel era un poeta, y quiza para ocultarlo solo hizo versos con la excusa de difundir y popularizar lo sagrado. El libro aun puede conseguirse hoy dia en Amazon, en version facsimilar, por 21,47 euros; y en Carrefour, algo mas caro, por 34,62 euros. En este volumen, leemos en el capitulo XXIX, titulado Sobre el emprestar, y fiar. Y sobre las incomodidades de los que viajan y traducido del capitulo analogo del Eclesiastico, lo siguiente: De tu dinero sacrifica sumas (que no las pierdes, aunque asi presumas) a favor de tu amigo y de tu hermano, antes que, como cutre e inhumano, ponerlo entre ladrillos escondido: que entonces de verdad lo habras perdido. La levadura poetica le ha permitido a Angel Sanchez completar una impecable quintilla a partir del original latino, mucho menos extenso y florido: <>. Es decir: <>. El creativo jesuita ha puesto mucho de su cosecha en la traduccion, incluido ese <> que, en 1785, si debia ser palabra de moda, y no precisamente en los periodicos y gacetas, ni en los libros o en los salones, sino en la calle y la taberna. El uso ademas resulta admirable por su exactitud, plenamente moderna, pues nos remite al sentido de <> que el diccionario solo reconocio, como hemos visto, mas de un siglo y medio despues. Sin embargo, pocas huellas de la palabra encontraremos entre este piadoso manual de autoayuda divina de finales del siglo XVIII y algunas obras literarias menores de finales del siglo XIX. La Real Academia Espanola de la Lengua dispone de un corpus digitalizado al que se accede a traves de dos herramientas, CORDE y CREA, que suelen llevarte a sitios insospechados y pocas veces convenientes. Su interfaz parece hecha a proposito para buscar en ella <>. Trasteando en la web de la RAE aterrizamos al menos en el epistolario de uno de los principales literatos espanoles de comienzos del siglo XVIII, Leandro Fernandez de Moratin, autor, entre otras piezas dramaticas, de El si de las ninas (1806). El documento mas antiguo que nos localiza esta herramienta, que incluya la palabra <> es una carta de 1825.
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