• zonas de guerra - Roland Spranger

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    Profundamente traumatizado por su experiencia en la guerra de Afganistan como soldado de elite, Daniel Schramm regresa a su tierra, en donde vive completamente desorientado. Su matrimonio ha naufragado y su esposa Melanie se ha ido a vivir con su nueva pareja. La vida de Daniel ha tocado fondo. En su entorno comienzan a suceder crimenes terribles y Daniel se convierte en sospechoso para la policia, pero el comienza a investigar por su cuenta para intentar descubrir quien se encuentra detras de los asesinatos. Se pregunta si no sera el el asesino, si una parte de su doble personalidad esquizofrenica ha comenzado a matar en serie y la otra no es capaz de recordar tales actos.

  • zonas de guerra (ebook) - roland spranger - Casa del Libro

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    Sinopsis de ZONAS DE GUERRA (EBOOK) ... Profundamente traumatizado por su experiencia en la guerra de Afganistán como soldado de élite, Daniel Schramm regresa a ...

  • ZONA DE GUERRA | ALEXANDER STUART | Casa del Libro

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    El libro ZONA DE GUERRA de ALEXANDER STUART en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • ZONAS DE GUERRA (EBOOK) - ROLAND SPRANGER

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  • zonas guerra memorias jaime - Iberlibro

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    ZONAS DE GUERRA memorias de Jaime Gros y Plácido Bayo (1936 - 1939) de Gros,Jaime/Bayo,Plácido y una gran selección de libros, arte y artículos de colección ...

  • Zonas de Guerra: Memorias de Jaime Gros y Placido Bayo ...

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    Zonas de Guerra: Memorias de Jaime Gros y Placido Bayo(1936-39)/B.A.C.39 Biblioteca Aragonesa de Cultura 39 : Amazon.es: Libros.

  • Zonas de guerra - Libro electrónico - Roland Spranger - Storytel

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    9 dic 2013 — Libro electrónico. Profundamente traumatizado por su experiencia en la guerra de Afganistán como soldado de élite, Daniel Schramm regresa a ...

  • Zonas de guerra de Roland Spranger - Hola Ebook

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  • Zona de guerra Charadon - Acto I: El libro de la Herrumbre

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    Descubre el acto de apertura de la Zona de guerra Charadon; Lanza a los defensores imperiales, los invasores del Caos o los asaltantes xenos sobre los ...

  • Zonas de guerra - Roland Spranger - PDF • Descargar Libros ...

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    No se podían fiar ni del polvo de Afganistán. El país entero estaba sembrado de minas. Daniel sabía que el blindaje del Eagle bastaba ante las cargas explosivas ...

  • Comprar Zona de guerra Charadon Acto I: El libro de la ...

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    Zona de guerra Charadon Acto I: El libro de la Herrumbre - WARHAMMER 40,000. 44,95 €. Impuestos incluidos. Al realizar esta compra obtienes 220 Puntos ...

  • Manual de exilio de Velibor Colic

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    <> Como aprobar su exilio en treinta y cinco lecciones. Asi se subtitula esta extraordinaria novela autobiografica que destila humor, ternura y tambien una ironia y una amargura feroces. Escrita con una crudeza inmisericorde, Colic nos hace pensar a cada momento en nuestros privilegios como habitantes del Primer Mundo. Y el, el exiliado de una guerra cercana, de un pais hermoso pero en ruinas, que podria escupirnos a la cara nuestra desidia respecto a aquella guerra, comparte sin embargo con nosotros, sus lectores, la pasion por un mundo hecho tambien de belleza. Late en cada pagina una pregunta: ?donde esta el Paraiso que un dia se nos prometio?

  • Amores pasados (Quedate conmigo 1) de Nari Springfield

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    La vida de Mimi nunca ha sido apasionante, pero todo cambia cuando decide mudarse de Nueva York a Los Angeles para estar al lado de su hermano. Tras conseguir un empleo en la prestigiosa y conocidisima multinacional Laksmi, Mimi se reencontrara con su pasado, con las tardes en Central Park mirando el cielo, las risas hablando sobre ovnis y los timidos besos adolescentes. Pero Mimi ya no tiene quince anos, y hace media vida que perdio contacto con la unica persona con la que habia conseguido conectar a todos los niveles.

  • Mi matrioska de Sophie Saint Rose

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    Lorelai Dean es la mejor coreografa y directora de espectaculos del momento, despues de que un desafortunado accidente le robara su carrera de bailarina de ballet. Esta dispuesta a tomarse un descanso cuando aparece en su vida Ivan Helmersen, para hacerle una oferta de trabajo irresistible para ella. Pero al parecer el tambien quiere algo mas…

  • La nueva condesa de Brandbury Hall (Bilogia Aprendiendo a amar 2), Anne Marie Warren de Anne Marie Warren

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  • Dulce Sincronia de Claudia Zamora

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    El 27 de agosto habia caido en dia sabado. Un sabado muy parecido al anterior, con el mismo paisaje de todos los dias, el mismo cielo azul sin nombre, humedo del Atlantico, que nos traia noticias de cuanto sucedia al otro lado, a la salida del sol. Las nubes eran las nubes del dia anterior, las mismas nubes huerfanas que son empujadas por la brisa; los mismos arboles que nunca conseguira arrancar el viento, firmes, silenciosos, con la savia templada de otros huracanes y de otras torridas tormentas. Una direccion del viento, de las circunstancias, del destino o de la casualidad, siempre marca nuestro rumbo. Sea hacia al Norte, sea al Sur; la misma engendra un impulso irresistible que acomoda nuestras vidas, en alineacion con las fuerzas del azar y nuestra eventual designacion terrestre. En este caso, el Este habia engullido el destino de la familia Lopez. ?Cual es el mensaje que la Providencia enuncia con sus fuertes vientos? – Se preguntaba Amanda Lopez, mientras miraba el cielo de Simpson Village; una pequena poblacion de escasos doscientos habitantes, a unas 150 millas de la costa atlantica. – No pasara nada!, se decia una y otra vez, intentando atisbar algo diferente, en los filamentos blancos de las nubes mas lejanas. ?Que podia saber ella? Absolutamente nada. Era una recien llegada a estas tierras y nadie le habia hablado jamas de huracanes en Simpson Village. Esta seria la primera vez que podria presenciar un huracan en vivo y en directo. Y no sentia ningun placer por sobrevivir una nueva temporada de tormentas tropicales. Ella no habia nacido para vivir la vida en lugares donde Dios traza una linea con los vientos. Amanda Lopez, era una mujer positiva y valiente, pero por sobre todo, tenia mucha fe y amor en su corazon. Desde pequena habia aprendido a comunicarse con el lenguaje de la naturaleza. Su abuela Cecilia, le habia ensenado a mirar y observar el mundo con otros ojos. Con los ojos del amor hacia todo lo creado. Dona Cecilia, que escondia su cabello gris canoso con panuelos aprovechar su de vivos colores, habia sabido vida, acumulando una serie de grandes conocimientos; que transmitia con carino a algunos de sus descendientes. No creia en dogmas ni doctrinas; pero apreciaba la obra del buen Dios manifestada en todo cuanto la rodeaba y a menudo, se conectaba con sus guias espirituales, con un profundo sentimiento de respeto hacia los animales y seres vivos. Habia heredado de su madre, el don de curar con plantas y hierbas medicinales y muchos en su comarca la llamaban 'curandera' porque arreglaba milagrosamente esguinces, torceduras y huesos rotos, ademas de curar el empacho y el temido mal de ojos. A pesar de la perfida fama que la escoltaba, como suele ocurrir en los pequenos pueblos; Dona Cecilia poseia un mundo personal muy autentico con sus valores, los cuales transmitia con su nobleza ante la vida. Insistia en que para poder hacer "la paz" habia que tenerla interiormente y cultivarla cada dia con el santo ceremonial de agradecimiento a la bendita tierra que pisamos. Abuela Checha, como solia llamarla Amanda carinosamente, le habia ensenado el arte de meditar y de escuchar el sonido del silencio, como asi tambien, comulgar con los genios del universo mediante ciertas invocaciones magicas. Amanda habia crecido observando estos extraordinarios rituales, que dona Cecilia denominaba "energeticos" y que reforzaban aquella profunda fe que la guiaba, y tenia por costumbre, sin importar el sitio donde se encontrase, agradecer cada dia, por todo cuanto tiene vida en la tierra. Desde los coloridos y fuertes robles, que enmarcan el lote de su casa, las inanimadas piedras que conservan el espiritu del tiempo en sus entranas, como asi tambien la vida de las mujeres y hombres que habitan nuestro fertil planeta. Todo parecia estar tranquilo, a pesar de que la vibracion en su calle, se sentia diferente; un sintoma que Amanda percibia desde hacia un par de dias, y que la llevaba a estar mas pendiente y conectada con sus percepciones. Cerro sus candidos ojos, y respiro profundamente, cargando sus pulmones y exhalando nuevamente, en el intento de sentir el pulso de la coyuntura inmediata. Recordo que una vez, cuando tenia alrededor de once anos, la abuela le habia ensenado, 'casualmente' a hacer un ritual para los vientos. De pronto, su rostro se ilumino con fe, y su piel se estremecio sintiendo tambien la presencia de Abu Checha cerquita de ella, guiandola. Pasaron veintiocho anos y miles de kilometros de distancia, desde aquel ritual magico en casa de Dona Cecilia. Ahora, con sus dedos, apoyados sobre la tierra, en este pequeno pueblo Amanda dibujaba un de Carolina del Norte, enorme circulo blanco dividido en cuatro partes de azucar, simbolizando las cuatro esquinas del mundo. Con magistral ritmo sacro, en su centro, colocaba una velita, representando los cuatro puntos cardinales asociados con las fuerzas de la naturaleza. Blanco hacia el Norte, codificando la sabiduria y purificacion del espiritu. Amarillo hacia el Sur, lugar de vida y florecimiento de las semillas de expansion de luz. El Azul hacia el Oeste, donde todo se transforma y renace, y por fin, la vela Roja hacia el Este, representando nuestras emociones y pasiones y por donde la tierra recibiria la sacudida de los vientos mas fuertes, ahora de la mano de un huracan bautizado con nombre de mujer: "Irene". Una vez armado el circulo de poder, encenderia cada uno de los fuegos en las cuatro direcciones, y en voz alta y resonante, elevaria sus peticiones al cielo y a sus angeles auxiliadores: "Que la Tierra resista en perfecto equilibrio, la fuerza de los vientos. Que Dios, los angeles y los espiritus guias, nos protejan. Que asi sea!". Dio por finalizado su ritual magico, que la habia sumergido en la atemporalidad del espacio exterior y con su mirada humedecida de emocion, miro hacia el cielo, el movimiento rapido de las nubes, y delicadamente suspiro con confianza renovada y su alma serena. Las ramas de los arces se columpiaban incesantemente y el aire que venia viajando desde el Atlantico, traia bocanadas saladas cargadas de misterio y de mar. Cerro las puertas y ventanas del patio y encendio el televisor. Greg Fishel, comentarista meteorologico, de la cadena de television local WRAL, comentaba con voz honda y penetrante: "En la region metropolitana de Washington como en la Costa Este, comenzaron las preparaciones. El posible paso del huracan Irene, podria causar inundaciones y cortes de energia electrica. El gobierno aconseja a la poblacion tomar los recaudos necesarios para surtirse de alimentos de primera necesidad, agua, comida enlatada, linternas con baterias y velas, asi tambien, como llenar los tanques de los automoviles con gasolina y tener dinero en efectivo suficiente para al menos unos cuantos dias." - Tambien explicaba el funcionamiento del sistema de emergencias 'weather call', que monitorea permanentemente el paso de las tormentas y avisa telefonicamente, a los residentes que se encuentran viviendo en la 'linea de fuego' - como ellos le llaman, o sobre el peligro. Siendo casi todo el Este, una zona afectada regularmente por tornados y fuertes tempestades, este sistema de pre-aviso de desastres, habia demostrado ser muy eficaz. Pero a pesar de ello, ?funcionaria este sistema en casa de los Lopez? Amanda confiaba en los metodos americanos, pero sabia que no era suficiente amparo. Subio al atico en la parte superior de la casa, y despacito observo cada viga de la estructura de madera. ?Resistirian la fuerza implacable de Irene? Michelle Brown, que vivia dos casas, calle arriba; alarmada, revisaba presurosa un par de linternas, asegurandose que ambas tuviesen baterias nuevas y funcionasen correctamente. Michelle tenia una voz preciosa y sonaba con ser cantante algun dia. Lamentablemente, habia suspendido aquellos suenos de manera abrupta e inesperada al perder a sus padres en un fatal accidente automovilistico, del cual su hija, Katie de ocho anos, se habia salvado milagrosamente. La vida le habia ensenado a ser fuerte ante la adversidad, pero aun asi, estaba asustada por lo que este huracan podria traer entre manos. Luego que su esposo se marchase, hacia ya un par de meses, ella y Amanda solian conversar por las tardes, mientras sus hijas andaban en bicicleta por la cuadra o hacian juntas las tareas de la escuela. Ahora sentada en el escalon de la entrada de la casa de los Lopez, con reflexionaba con tristeza: -Como nuestras vidas voz entrecortada pueden cambiar vertiginosamente y sin previo aviso, en un abrir y cerrar de ojos! - -Ya lo creo Michelle! A veces el destino nos da vuelta como una tortilla - Amanda le decia, mientas Carol Baker, su vecina de enfrente, a golpe de martillo, intentaba clavar unas maderas que sirvieran de proteccion adicional a sus ventanas. Tanto Carol como Michelle, habian acordado con Amanda, mantenerse informadas de todo movimiento en caso de sufrir la interrupcion del servicio electrico. Incluso se habian puesto de acuerdo en que llegado el caso que Irene se convirtiera en un huracan de categoria 3 o superior, todos se resguardarian en casa de Amanda, que era una de las pocas casas del barrio que contaba con un sotano. Intuitivamente, y por casualidad, cuando los Lopez compraron aquella propiedad, les resulto atractivo el hecho que contase con un sotano adicional, que ademas de estar debajo la estructura de la casa, estaba construido con concreto macizo y podria eventualmente servir de refugio. Hasta ese momento, Amanda Lopez gozaba de vivir una vida en armonia y tranquilidad. Su mundo giraba en torno al cuidado de sus pequenas hijas, las fragantes y coloridas flores de su jardin y sus curiosas mascotas. Disfrutaba la sencillez de vivir en una ciudad pequena cercana a la Costa Este de los Estados Unidos. La mayor parte del tiempo, lo utilizaba, escribiendo emails y cartas amorosas a su esposo Ramiro, quien era soldado y ahora estaba cumpliendo servicios militares en Medio Oriente; tambien, detallando fragmentos de su vida cotidiana, y tomando apuntes en su libro diario, ahora en forma de documento digital en su computadora. Luego de vivir en Europa algunos anos, habia llegado el momento domicilio fijo donde de por fin, consolidar un educar a sus dos ninas, Victoria y Emily, ambas cursando los primeros anos de la escuela primaria. Carolina del Norte, parecia tener las cualidades pertinentes para establecer una familia y gozar de una vida buena y pacifica. Lejos de los ruidos bulliciosos y calles malolientes de barrios urbanos; este sitio gozaba de bellos y verdes bosques, rios cristalinos y escuelas donde educar a las ninas. Siempre y cuando no hubiese huracanes, como en este caso. prestigiosas amenaza de Imprevisto, que puso en tela de juicio la seguridad de Simpson Village y la de la propia vida de Amanda, que ahora se encontraba sola con sus pequenas, ante la posibilidad de perderlo todo con un solo soplo de viento huracanado. A pesar del corto tiempo que vivian en este lugar, ella y las ninas, habian creado lazos de amistad con la mayoria de sus vecinas, que tambien casualmente, por hache o por be, se encontraban sin la compania de sus esposos. Por las tardes, a veces se reunian las mujeres de la cuadra, a tomar te en casa de Martha Sullivan; que tenia cinco ninos en escalera y estaba estudiando para Chef en Le Cordon Bleu; por lo que, habitualmente, los deleitaba con sus decorados y apetitosos pastelitos. Aquella manana, se habia cruzado con Martha, que afligida y apurada, daba marcha atras con su camioneta Explorer llena de ninos, y le habia comentado que pensaba manejar a casa de sus padres y que sentia mucho miedo por el huracan. Le dejo el numero telefonico donde se encontraria, por si acaso, hacia falta, y se despidio con un apretado abrazo, suplicandole a Amanda, que por favor estuviera pendiente de 'Tyson', un veterano Bullmastiff que custodiaba vigilante su casona enrejada. La alcaldesa, Beverly Perdue, habia hecho su aparicion en el canal de noticias, alertando a la poblacion, a evacuar las zonas costeras, inmediatamente, y previniendo tambien, que por el tamano y la fuerza del huracan "Irene", seria el evento mas importante, quizas en los ultimos veinte anos desde un sistema tropical, que mereceria toda la atencion juiciosa de los habitantes de esa nacion. Amanda, presurosa, cerro todas las ventanas y se aseguro que no quedasen fuera maceteros y elementos que pudieran transformarse en nocivos proyectiles en caso de ser soplados por los fuertes ventarrones. Junto con Victoria, su hija mayor, aprovecho para hacer un corto video clip dedicado a su familia. Quizas para calmar sus propias ansiedades o como legado prematuro lacerante enigma de servilmente, su recuerdo. obituario, que ante el

  • Epilogo (La Trilogia Oscura 3) de C.j. Roberts

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    Estoy escribiendo esto porque suplicasteis. Ya sabeis cuanto amo las suplicas. De hecho, probablemente sabeis demasiadas cosas y las sabeis demasiado bien.

  • Hazme una escena de amor, C.M.A de

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    Anabela Bregan es una reconocida autora de novela romantica que se enfrenta a un momento decisivo en su carrera, debe re-formularse o extinguirse. Tiene dos opciones: se echa de cabeza de una vez por todas a la moda erotica, o muere a los pies de sus colegas que saben explotar el genero. La derrota es inminente, su falta de creatividad sexual encuentra la base en la inexperiencia personal. Joaquin es el amante perfecto, un autentico maestro del sexo, y algo mas que la casualidad lo llevara a golpear a su puerta con un proposito en particular, ser el trabajo de campo que Anabela necesita. La desesperacion llevara a Ana a tomar una decision no propia de ella, arrojarse en los brazos de ese hombre con la unica intencion de encender su cuerpo y que este haga lo mismo con su imaginacion. ?Que sucede cuando juntas a una especialista del amor con un especialista del sexo? Mmmm…mejor no te lo digo. Descubrelo. !Vamos, ven…hazme una escena de amor!

  • Un Sheriff De Alabama de Erina Alcala

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    Rosa Vera habia nacido hacia veintinueve anos en Martos, un pueblo de la provincia de Jaen, situado en Andalucia, en el sur de Espana. Ahora habia vuelto a su tierra que la vio nacer, y no precisamente para felices reencuentros. Era hija y nieta unica. Sus abuelos y sus padres habian sido ricos terratenientes de la zona. Poseedores de una de las mas extensas tierras de olivos de la provincia de Jaen y, por consiguiente, de infinidad de fabricas de aceite de oliva, repartidas por los pueblos de dicha provincia y tambien de parte de la provincia de Cordoba. Para desgracia de Rosa, a los catorce anos se habia quedado huerfana. Sus padres murieron una noche lluviosa de invierno, en un accidente de coche, cuando se desplazaban de un pueblo cercano hacia su casa, a solo cinco kilometros de distancia: TorreDonjimeno. Ese era uno de los muchos pueblos donde tenian una fabrica de aceite de oliva. Una de un total de mas de cien fabricas. La fortuna de sus padres la habian generado por ellos mismos, y no eran menos ricos que los abuelos. Y estos, cuando murio su unico hijo, el padre de Rosa, eran los unicos familiares de la pequena, asi que se hicieron cargo de ella. Le dieron siempre lo mejor. Rosa estudio bachiller en Martos, un pueblo de casas blancas de veinte mil habitantes a unos doce kilometros de la capital de la provincia, Jaen. Cuando quiso ir a la Universidad a estudiar medicina, sus abuelos, al igual que lo hubiesen querido sus padres, la enviaron a estudiar a una universidad de EE. UU. En parte, porque daba prestigio y porque la carrera de medicina era lo que Rosa habia querido estudiar desde siempre. La admitieron en la Columbia University de Manhattan. Alli permanecio, desde los diecisiete anos, edad en que termino el instituto, hasta los veinticinco. De la universidad salio con un doctorado en cirugia y su titulo de medicina. Era buena, por lo que en poco tiempo empezo su trabajo en el Presbyterian Lower Manhattan Hospital. Alli permanecio especializandose durante cuatro anos. Llego a ser, en esos anos, una cirujana de reconocido prestigio, a pesar de su edad. Era, sin duda, de las mejores que tenia el hospital. Ademas, Rosa caia bien. Siempre estaba dispuesta a hacer horas extras y guardias. En el transcurso de los anos, solicito la Green Card, que le otorgaria la nacionalidad americana. Y le fue concedida. Tenia doble nacionalidad y hablaba tres idiomas, frances, ingles y castellano, por supuesto. Mientras vivio en EE. UU., habia vuelto al pueblo, cada dos anos, a ver a sus abuelos. Utilizaba sus vacaciones para ello. El trabajo en el hospital era tan estresante, que las utilizaba para ir a ver a sus abuelos, que ya eran mayores y la unica familia que tenia en el mundo. Se querian mucho, y no era para menos. La habian criado de pequena y eran su unica familia. Rosa recordaria con carino esas vacaciones. Ahora hacia un ano que su abuela habia fallecido. Evidentemente fue a su entierro y sintio una pena infinita por su abuelo, que se quedaba solo despues de perder a su esposa por un ictus, del cual no consiguio sobreponerse del todo, y cuando sufrio el segundo, le fue imposible superarlo. Ahora estaba de nuevo en el pueblo, porque el que habia muerto era el abuelo. Ya no le quedaba a nadie en esta vida. Habia pedido veinte dias de vacaciones en el hospital, y utilizo tres con solo hacer la maleta, sacar los vuelos y llegar al pueblo. Un periplo amargo con el unico objetivo de despedirse del que ya no estaba. No se atrevio a ir a casa del abuelo para pasar la noche. Rosa se habia quedado en el hotel del pueblo. Ya tendria tiempo de recoger las llaves cuando fuera de dia. Miro por la ventana la noche estrellada que abrazaba al pueblo que la vio nacer. Parecia mentira que, aunque estuviera lejos, siempre llevaba un pedazo de esas calles en su corazon. A la manana siguiente a su llegada, se dirigio a la oficina del abogado justo despues de desayunar. El era el albacea de sus abuelos, como lo fue de sus padres. El abogado, Juan Medina, era un hombre alto, de mediana edad, algo calvo por la coronilla, muy serio y educado. Era el hijo de los abogados que toda la vida tuvieron sus familiares y que mantenia el bufete de su antecesor. Nada mas verla entrar en su despacho la invito a sentarse. --Sientese, senorita Vera. --Y ella se sento. --Como sabra, mi padre y yo, por ende, somos los albaceas de sus padres y de sus abuelos. Como mi padre murio, no le queda mas remedio que tratar conmigo de todos sus asuntos legales.--Bien, muchas gracias, senor Medina, siento lo de su padre. --Gracias. Y yo, lo de su abuelo. Mientras ponia encima de la mesa una carpeta negra algo gruesa, con el nombre de Familiares Vera, ella observaba sus movimientos metodicos y tranquilos. --Como sabra, su abuelo fue enterrado ayer junto a su abuela. Era lo que solicito, su ultima voluntad y su deseo. No se pudo esperar a que llegase. Nos hicimos cargo de todo. --Lo se. Y se lo agradezco. He venido lo antes posible, pero estoy lejos. Aunque pasare mas tarde por el cementerio. O estos dias que permanecere aqui. --Bueno, si esta lista, empiezo. Aqui tengo todas sus propiedades. Paso a enumerarselas: cincuenta fabricas de aceite (sus abuelos vendieron la otra mitad de las fabricas, antes de morir su abuela), diez mil fanegas de olivos, tres cortijos, mas la propiedad de sus abuelos que es la casa del pueblo, mas el dinero que tenian en el banco. --?Todo eso tenian mis familiares? Sabia que eran ricos, pero esto es una barbaridad. --Si, senorita. Eso hace un total aproximadamente de ciento cincuenta y tres millones de euros aproximadamente. Evaluandolo por encima, claro. --El abogado la miro con una sonrisa blanca por primera vez. Rosa se quedo en blanco. Ella, de sus abuelos habia recibido lo suficiente para estudiar, sin que le sobrara el dinero. No habian sido tacanos con ella mientras estudiaba, pero en modo alguno dadivosos. Y luego al acabar la carrera y empezar a trabajar, no recibio un euro. Ganaba mas de doce mil euros mensuales en el hospital y desde luego, no los necesitaba economicamente. Ella habia conseguido ahorrar con sus guardias y recibiendo un buen sueldo de cirujana en esos casi cuatro anos, unos doscientos cincuenta mil dolares y algo mas, porque vivia bien. Tenia alquilado un apartamento pequeno, pero caro en Manhattan y le gustaba vivir bien, ropa cara, maquillaje y perfume. Ir de vez en cuando a darse masajes, mas bien por necesidad y cuando podia ir al gimnasio a desentumecer los musculos. Salir a tomar unas copas algunos fines de semana o comer en algun restaurante. El resto lo hacia en casa. Tampoco eran demasiados lujos si se lo podia permitir con su sueldo. Lo que nunca penso es que sus padres y sus abuelos tuvieran tal cantidad de propiedades. Ella, nunca pregunto y ellos nunca le dijeron nada. El abogado, la saco de sus pensamientos. --?Como? --dijo ella sin haberlo escuchado--, perdone, me habia perdido. --Le decia, senorita Vera, que su abuelo ya tenia compradores para todas sus propiedades. El senor Vera, sabia que usted no iba a volver aqui, que se quedaria en Estados Unidos. Y habia conseguido hablar con algunos futuros compradores para sus propiedades. Y asi usted recibir el dinero en metalico. --Si, alli tengo mi trabajo y mi vida. No voy a vivir aqui, ni a volver a Espana. Ya no tengo a nadie. Mi intencion es vivir en Estados Unidos. --Entonces, ?que piensa hacer? --Creo que lo que tenia mi abuelo pensado. Vender todas las propiedades. ?En cuanto tiempo cree que podria venderlos? Tengo apenas quince dias para cerrar esos asuntos. ?Lo podria conseguir en ese tiempo? --No es mucho tiempo, pero lo podemos intentar, ya que tenemos a los compradores adjudicados a cada propiedad. Eso si, puede llevarse los objetos personales de la casa, si quiere. Y quedarse en ella hasta que terminemos todo el asunto. --Me llevare las fotografias, el resto no. Y si es necesario, me quedaria a vivir en el hotel en que me aloje anoche durante ese tiempo. Si los compradores quieren entrar antes, claro. --No sera necesario. Esperaran. Tras una breve pausa. --Bien. Hoy mismo me pondre en contacto y resolvemos esto lo antes posible. Mi bufete trabajara incansable en este asunto para que pueda irse con sus propiedades vendidas. La llamare para firmar todos los documentos. Mis ayudantes trabajaran estos dias para usted, antes de que regrese. Le advierto, que hay que descontar lo de Hacienda y nuestra minuta. --No se preocupe, lo entiendo. Es lo normal. --Hacienda se lleva un buen pico. --?Cuanto? --pregunto ella, porque no sabia lo que en Espana se cobraba por la venta o compra de propiedades. No estaba al tanto, pero miraria en internet por la tarde. No por desconfianza. Sus abuelos y sus padres habian confiado en ese bufete toda la vida y ella confiaba tambien. Tenian un gran prestigio, no solo en Martos, sino en los alrededores. --Un veinte por ciento. --Habra que pagarlo antes de irme. Quiero dejar pagado todo, para que no se me reclame nada una vez este fuera del pais. No quiero problemas con Hacienda, si ustedes pueden encargarse tambien de ello, se lo agradeceria. Y en todo caso, les voy a dejar mi tarjeta y mi telefono por si fuese necesario. Y yo, tambien los llamare. --Perfecto. Pues en eso quedamos. Le avisaremos para las firmas y necesitaremos un numero de cuenta para el ingreso antes de que venga de nuevo. --Y ella, se lo dio--. Aqui tiene las llaves de la casa de sus abuelos. --Estupendo. Espero su llamada. Gracias, senor Medina --dijo, levantandose y saludando al abogado que tambien se levanto y la acompano a la puerta. --A ustedes, por confiar en nosotros. Se despidio del abogado y cuando salio a la calle, al centro de la ciudad, casi le da un ataque de ansiedad. Sabia que sus abuelos eran ricos, pero eso era una barbaridad. Con esos pensamientos en la cabeza, lo primero que hizo fue ir a un bar y tomarse un par de cervezas y un par de tapas e irse al hotel donde se habia quedado la noche anterior, pagar la cuenta y subir a casa de los abuelos, en la parte alta del pueblo. La casa era maravillosa, una gran casona andaluza, estilo antiguo con un gran patio de flores. Ella recordaba haber estado alli cuando era nina jugando y de adolescente durante el instituto. Dormiria en su antigua habitacion; donde se quedaba cuando iba a ver a sus abuelos desde Nueva York. Se hizo un cafe y se tumbo en el sofa. Habia dormido poco desde que el vuelo desde Nueva York la dejara en Madrid, y de ahi el Ave hasta Cordoba y otro tren a Jaen y tomo un taxi hasta Martos. Ya estaba cansada y no iba a tomar el autobus. Tendria que hacer lo mismo a la vuelta. Se quedo dormida hasta el dia siguiente. Nunca habia dormido tanto. Ni habia tanto silencio en la casa. Abrio su maleta y se ducho, se cambio de ropa y salio a desayunar. Se dio una vuelta por el pueblo y se compro un libro para esos dias de espera, el periodico y una revista del corazon. Era 25 de marzo y el tiempo aun era frio en ese tiempo, a pesar de estar ya en primavera. Despues de cinco dias, se puso algo nerviosa al ver que el abogado no la habia llamado, pero decidio esperar. Recorrio el pueblo de parte a parte, e incluso un dia subio a la Pena, al cementerio, con flores para sus abuelos y sus padres. Al siguiente dia de espera, fue a ver el Castillo de Jaen y paso la manana en la capital, donde comio y paseo. Volvio por la tarde despues de tomar el cafe. Al sexto dia, la llamo el abogado. Deberia pasar manana por la tarde para firmar los documentos. Ella estuvo de acuerdo. !Que eficiencia! CAPITULO 2 <>, penso Rosa. Habia firmado los documentos y el abogado vendio las propiedades. Tal como le habia indicado, tambien pago a Hacienda, para que no tuviera que preocuparse de nada. Le paso su numero de cuenta donde le hicieron una transferencia. Cuando Rosa salio del despacho, despues de entradas y salidas, tenia en su haber: ciento veinte millones de euros que cambio a dolares. Casi ciento cuarenta millones de dolares, mas lo que tenia ahorrado, daban un total de ciento cuarenta millones doscientos cincuenta mil dolares. Una fortuna millonaria. A eso habia que anadirle el dinero que llevaba encima para el viaje, que era la ultima nomina. Con ella saco los pasajes, pago el hotel y lo que se gasto alli. Toda una locura. Tendria que invertir en algo, quizas en propiedades. Pero todo eso lo haria cuando llegara a Estados Unidos. Tres dias despues, volaba a Nueva York. Solo se llevo una maleta y una bolsa de fotografias de sus seres queridos, una cuenta abultada y una ansiedad latente por volver al hospital. Esos dias, en el pueblo le hicieron querer recobrar una paz que no habia conseguido desde que termino el instituto. La Gran Manzana podia ser estresante. Su trabajo en el hospital mucho mas y su vida emocional cero. Su vida sexual y romantica, menos que cero. Suspiro mientras miraba por la ventanilla del avion. Con el dinero que tenia, incluso podia dejar de trabajar, pero eso no era lo que queria. Se habia pasado anos estudiando para trabajar y le gustaba ser doctora y tambien cirujana. Pero desde que habia pasado esos dias en el pueblo le rondaba una idea en la cabeza: dejar Nueva York. Si, no era necesario dejar de ser doctora, pero podia abandonar Nueva York, el bullicio y el estres e irse a un lugar mas tranquilo. No sabia donde, ni cuando, pero tal vez... lo antes posible. Un hospital pequeno, puede que no de un pueblo, se conformaba con una pequena ciudad... El lugar no era tan importante. Ese cambio era algo que necesitaba en esos momentos. Siendo cirujana y medica, dos ramas en las que era buena, no le faltaria trabajo. Tenia veintinueve anos y necesitaba un cambio en su vida. El haber pasado por el pueblo le habia hecho pensar en su estilo de vida. Al final era de pueblo, no de ciudad. Le gustaba la gente mas que la soledad de un apartamento en un lugar de millones de personas que ni se saludaban. Por no pensar en que en ese ambiente no se sentia comoda, le costaba hacer amigos con la gente de la urbe, siempre recelosa. En cuanto a los hombres... No tenia suerte, aunque Rosa era una chica guapa de uno sesenta centimetros. Morena, con el pelo largo ondulado y ojos verdes claros como el agua de un lago transparente, que cuando te miraban siempre se veian risuenos. Su nariz respingona estaba salpicada de pecas. Llevaba las unas cortas y sin pintar, todo a causa de su profesion. Tenia un buen cuerpo y los pechos generosos, sin llegar a ser demasiado exagerados. El gimnasio hacia su efecto. Era una mujer feliz por naturaleza. Y no solo estaba por su alegria, sino tambien por sus andares seguros. Atraia a los hombres, pero era quizas demasiado distante, independiente e ironica y cuando ligaban con ella, desconfiada. Se creia la mitad de la mitad de lo que los hombres le contaban. Y no se cortaba un pelo al hablar o decir lo que tuviese que decir. No habia tenido novios al uso. Nunca. Pero se habia acostado por necesidad con algunos hombres. Cuando habia salido sola algun fin de semana a tomar una copa a algun lugar de moda y le habia gustado un hombre se acostaba con el, pero nada mas. No daba nunca su telefono, quizas porque no le habia interesado ninguno. ?Que le gustaria encontrar a su media naranja?, claro, pero eso era dificilisimo. Y su reloj biologico iba a darle cualquier dia un disgusto. Pero ella sabia que era una chica familiar, que en un futuro no muy lejano querria hijos y un marido y ese ultimo era el que tenia que encontrar. Un hombre con quien formar una familia. Suspiro de nuevo. Seguro que en la Gran Manzana no habria un hombre para ella.

  • No eres tu, soy yo (Tal para cual 1) de Daniel De La Pena

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    -Adopta un pinguino, ?digame? -respondi al telefono con jovialidad. -Buenos dias, ?podria hablar con la senorita Mimi Olmos? -pregunto una voz masculina. -Si. Soy yo. ?Quien es? -Le llamo de su entidad financiera… ?Podria acercarse a nuestra oficina para hablar con usted? -?Sucede algo? -quise saber. -Senorita Olmos… es mejor que venga y le comentamos. -?Para que? No sera porque quieren ofrecerme alguno de sus seguros, !ya le dije que no estaba interesada! -Puse los ojos en blanco y suspire-. Todo lo que se puede asegurar ya lo tengo asegurado: el coche, el movil, el local de la oficina… !solo me falta por asegurar mi ropa interior! ?Eso se puede asegurar? Supongo que si… porque Jennifer Lopez aseguro su trasero, ?lo sabia usted? !Da igual! !No me lie! ?Para que quiero un seguro si no tengo nada mas que asegurar? ?No querra adoptar a un pinguino? -No, senorita Olmos. No quiero adoptar a un pinguino e ignoro lo del culo de Jennifer Lopez – resoplo el hombre. -?Y para que llama? -Para citarla y ver cuando nos podemos reunir con usted. -?Para que? -insisti. -Para informarle de que esta en la quiebra… Tiene usted una deuda superior a tres mil euros. -!No me diga! -Me quede callada durante unos segundos. Escuche preguntar a mi interlocutor si seguia al telefono-. Ahora voy -respondi con la voz entrecortada. -Estamos abiertos hasta las dos y media. -OK. Por cierto… ?no tendran algun seguro que cubra la deuda? Capitulo 1 Somos companeras Dos semanas despues de la dichosa llamada que me informaba que estaba en la mas absoluta ruina, me mudaba a casa de mi mejor amiga. Tuve que cerrar mi negocio, dejar el apartamento que habia alquilado y llevar mis pocas pertenencias al piso de Daniela. !Menos mal que ella me adopto! Deje la empresa de adopcion de pinguinos para que me adoptaran a mi. Si ella no se hubiese apiadado, me veia a mis treinta y un anos regresando con mis bartulos a casa de mis padres. !No queria ni pensarlo! Adoraba a mis padres y nos llevabamos estupendamente, pero pasar mas de veinticuatro horas seguidas con ellos era como vivir en La casa de la pradera. Mi madre era una mujer energica, rebosante de buen rollo y con un toque hippie que intentaba impregnar en los demas. Mi padre estaba locamente enamorado de ella y juntos formaban un peculiar tandem capaz de saturar hasta al mas romantico, cursi o nono. !Eran geniales! Los admiraba. Me encantaria encontrar a alguien y formar una pareja tan compenetrada como la de mis padres, pero en ese momento mi moral estaba por los suelos y un exceso de sensibleria causaria un dano irreversible a mi autoestima. No se si os pasara a vosotras, pero cuando estaba triste, lo que menos necesitaba eran palabras piadosas o compasivas, !era mas practico que me motivaran y picaran criticando mis fallos y despues comer litros y litros de helado de chocolate! Siempre he encajado fatal los piropos y nunca me los creia cuando me los decian. Sin embargo, cuando alguien comentaba alguno de mis defectos, le daba fuerza a su discurso y prestaba atencion. No lo hacia porque fuera masoquista, sino para aprender de mis errores e intentar mejorar. Y uno de mis grandes errores fue montarme la empresa para adoptar pinguinos. Todo el mundo me lo dijo: mis padres, que sentian debilidad por aquellos animalejos con pico; Daniela; mis amigos de la universidad… !Todos! Menos Marin, que me apoyo en mi descabellado plan e incluso adopto a uno. Fue el unico que lo hizo. Yo pase de las opiniones ajenas, me deje seducir por la atractiva web de la franquicia Adopta un pinguino y crei que era el negocio del siglo. Pague las tasas impuestas por la franquicia, alquile un local, me di de alta en autonomos… gaste, gaste y gaste dinero para no ganar nada. Nadie queria adoptar un pinguino, !con lo cucos que son! Y yo comprobe que era una emprendedora con poca vision empresarial. <>, me reprendi. <>. Con las maletas en las manos, accedi a mi nueva vivienda. Aquella casa no me era extrana. Habia estado cientos de veces desde que Daniela y yo comenzamos nuestra amistad. Nunca sospeche que compartiria piso con ella, aunque la idea no me desagradaba en absoluto e intente ver aquella situacion mas como una nueva y emocionante oportunidad que como un fracaso empresarial. !El buen rollo de mi madre era contagioso! Y, a veces, el mejor salvavidas. -!Bienvenida a tu nuevo hogar! -exclamo mi amiga, abriendo los brazos. -No se como agradecertelo. -Mis ojos se volvieron vidriosos y corri a abrazarla. -Cuando encuentres trabajo y ganes algo de dinero, me invitas a cenar y despues nos cogemos una buena cogorza -susurro, haciendose la dura. Siempre se hacia la dura, aunque tenia un corazon de oro-. Deja de abrazarme y de ser tan cursi, que me recuerdas a tu bendita progenitora. Le hice caso. No sin antes darle un ultimo achuchon. Senti una corriente de adrenalina sacudirme de arriba abajo y contuve un grito de emocion. -?Que te pasa? -Se cruzo de brazos y arqueo una ceja. -Pensaras que estoy loca, pero me entusiasma la idea de compartir vivienda con mi mejor amiga y sentirme libre para comenzar una nueva carrera laboral. -Crei que estabas loca cuando te montaste la agencia para adoptar flamencos… -!Pinguinos! -la corregi. -!Aun peor! -suspiro-. Por lo menos los flamencos estan de moda. Ahora opino que eres muy valiente al caerte y levantarte. -Me lanzo uno de los pocos piropos que suelen salir por su preciosa boca. Abri los ojos como platos y la mire incredula. -?En serio? -Quise asegurarme de que la habia escuchado bien. -Cualquiera en tu lugar se habria sumida en una depresion. Tu, sin embargo, has decidido no hundirte, has sido inteligente aceptando la ayuda que te brinda tu mejor amiga. -Se senalo con los pulgares-. Y te has apuntado a un curso para aprender a crear apps. Eres un ejemplo a seguir, salvo por lo de los flamencos. -Hizo un ademan con la mano. -No podria haberlo hecho sin ti -asegure-. Manana tengo una entrevista en un supermercado porque creo que quieren contratar a alguien para publicidad, y tengo muy buenas vibraciones. !Seguro que me cogen! Se que, si no fuera por tu apoyo, no lo habria conseguido. -Si seguimos asi de empalagosas voy a vomitar. -Y con ese desagradable comentario asesino de cuajo nuestro momento especial-. Deja las maletas en tu cuarto, date una ducha, vistete elegante y nos vamos de copas. Invito yo. Mire mi reloj. -Son las cuatro de la tarde… -pronuncie confusa. A esas horas estaba mas acostumbrada a tomar un cafe o una infusion.

  • El olor de los dias felices de Marta Gracia Pons

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    Barcelona, 1928. Anna Exposito es una joven huerfana que ha crecido en la Casa de la Misericordia. Su aficion por el cine, las revistas femeninas y la cosmetica han hecho de ella una muchacha independiente que quiere disfrutar de la vida. A su salida del orfanato, empieza a trabajar como dependienta en una drogueria donde conoce el arte de la persuasion y las ultimas novedades en articulos de belleza. Cuando por casualidad descubre la fotografia de una mujer que podria ser su madre, emprende una busqueda que la llevara por diferentes lugares, desde Sant Feliu de Guixols y Madrid hasta la exotica Filipinas. Durante un camino lleno de dificultades y sorpresas, Anna se convertira en una de las primeras mujeres publicistas de la epoca.

  • Sin Memoria En La Piel de Ricardo Hansen

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    Creyo escuchar que alguien, a sus espaldas, habia pronunciado su nombre, detuvo la marcha y se volteo. Lo ultimo que vio fue el fogonazo que salio del canon de la Beretta calibre 22, pero nunca escucho el sonido del disparo. Murio antes. Antes de oir el siseo, antes de estallar su rostro contra el empedrado, antes de todo. Y quedo alli, arrumbado, con sus piernas confusamente encimadas una por sobre la otra, los brazos extendidos y sus ojos abiertos con expresion de horroroso desconcierto. La lluvia ha comenzado a caer repicando notas funebres sobre su cuerpo inerte. Para el no habra mas amaneceres ni fiestas de guardar, solo un largo viaje con destino incierto. Los periodicos de manana tendran aquella imagen en sus portadas y en todos los noticieros no se hablara de otra cosa que de su muerte. Curiosamente, el senador Francisco J. Barleti tendra, por fin, la atencion de la prensa por la que tanto bogo en vida, solo que esta vez, no servira a sus propositos. Para algunos, fue un hombre probo, ejemplar; para otros un inescrupuloso que utilizo a la politica para engrandecer sus arcas personales. Para Soledad Starova, la bestia que la sometio a espantosos vejamenes por mas de dos anos. Pero ella ya no podra leer esta gacetilla. Hace tres dias entro en coma agudo luego de que el senador Barleti, junto a un grupo de serviles amigos, sobrepasaron la dosis de cocaina que le inyectaron a sus venas para dominar sus instintos y asi gratificarse con la juventud de su cuerpo. De nada sirvieron sus ojos suplicantes e inundados de llanto. Ninguno de ellos sintio ni el minimo remordimiento por lo que iban a hacer. Su afan por poseerla les produjo reconcomio y les nublo la razon. Apenas quince anos tenia cuando, bajo reptiles enganos, la indujeron a inhalar por primera vez. Promesas de mejor vivir y placeres desmesurados la convirtieron de la noche a la manana en un despojo humano. Ya con su piel sin memoria, perdio su aspecto rozagante. Hoy, Soledad Starova, aparenta muchos mas de los diecisiete anos que acusa su documento de identidad. Solo un milagro le devolvera la vida. Y si ello ocurriera, esta no sera grata. Un solo disparo y efectuado con municion pequena, fue suficiente para abatir los adiposos ciento veinte kilogramos del senador, que se derrumbo sin la gracia ni la elegancia de su traje con diseno de Armani. Nadie acudio en su auxilio, porque tampoco nadie escucho la detonacion. El supresor adosado al cano de la pistola lo habia impedido. A lo lejos se escucha el carrillon de un reloj de pared que anuncia que es la hora veintitres. Todo esta quieto y hasta los sonidos se habian ocultado con el advenimiento de la noche. El cuerpo de Barleti se enfria rapidamente y pronto estara yerto. Es invierno y, a estas horas, la temperatura del aire es muy baja. Las calles estan desiertas y quizas transcurra mucho tiempo antes de que alguien descubra su cadaver. Murio solo, sin la compania de ninguno de sus festejadores y nadie que lo eche de menos. Ni su esposa, ni sus hijos. Todos, en su familia, estaban habituados a su ausencia porque rara vez dormia en su cama. Ellos jamas imaginaron que, a estas horas, su cuerpo se endurecia retorcido a tan solo unos pasos de alli. Mientras tanto y desde otro lugar... --Hola mi amor, Mama ?ya llego? --pregunto el inspector Marques por telefono. --!Hola Papa! No, aun no, pero recien llamo y me dijo que estaba en camino. --Esta bien, pequenita, si la ves, decile que llegare mas tarde, que hare la ultima ronda de la noche y voy a casa… --Si, Papa... les dejare la cena en el microondas. Ahora me voy a dormir porque manana tengo escuela. --No te preocupes por mi... seguramente comere un sandwich en el bar del polaco. !Anda a descansar, hija, que es tarde! El Inspector de policia Eugenio Marques nunca penso que aquella noche comenzaria una de las investigaciones mas intricadas de su carrera. El Sargento Torres, al volante de la patrulla, condujo en reverente silencio. El hombre que esta sentado a su diestra es uno de los policias mas valerosos y admirados de la fuerza. Apenas habian transcurrido dos minutos de iniciada la ronda nocturna cuando ambos escuchan una alerta por radio. Alguien habia hallado el cadaver de Barleti. Torres hunde el pedal del acelerador y conduce a toda velocidad. El incesante ulular de la sirena y el chirrido de los neumaticos al doblar las esquinas inunda con sus sonidos a las calles ya desiertas. Toda la paz de la noche se quebro de pronto por la prisa estridente de los policias. A lo lejos se divisan las luces LED intermitentes de los patrulleros que arribaron primero. Marques desciende de la patrulla y con algo de fastidio se acerca al cuerpo ya tieso del senador mientras se coloca los guantes de latex. En cuclillas y frente a el, observa el pequeno y casi imperceptible orificio en medio de la frente, tan solo a un centimetro por encima de sus ojos, aun abiertos, pero sin brillo. Una sola gota de sangre, ya seca, habia manado del hueco que abrio la bala. --?Alguien sabe quien es? -- pregunto --Si, senor... es el senador Francisco Jesus Barleti, segun rezan sus documentos -- respondio un agente que permanecia de pie y por detras del inspector --!Mierda! !Ahora si que estamos hechos! Un senador... !carajo, un maldito senador! Pronto esto sera un hervidero de periodistas... !rapido, quiero un cordon de seguridad a dos cuadras a la redonda! Que nadie pase sin mi autorizacion... ?Llamaron a la Fiscalia?… --nadie le responde y entonces-- ?Alguien me escucha, carajo? ?Llamaron a la Fiscalia? -- grito ofuscado. Estaba molesto porque este hecho seguramente lo tendra en vilo lo que resta de la noche. Marques no se equivoco, diez minutos mas tarde, los agentes no daban abasto para contener a periodistas y curiosos que se agolparon sobre las cintas policiales, con preguntas insistentes, histrionicas y repetitivas. Entre tanto, su telefono celular no paraba de sonar...la prensa nacional y tambien la internacional, politicos de toda indole, algunos, colegas del occiso. Antes lo llamaron desde la jefatura de policia y hasta del Ministerio de Seguridad. Todos querian confirmar la noticia; todos conocian al senador Barleti... todos, menos el. Eugenio Marques jamas habia escuchado su nombre. No le interesa la politica; de hecho, la detesta, esta convencido que los funcionarios solo se sirven de ella para satisfacer las necesidades acomodaticias de holgazanes y parasitos y dictan leyes para sus propios beneficios. Sostiene que la unica finalidad que persiguen es la de enganar a sus votantes, sea como sea, y para probar sus acepciones repite para si aquella frase que dice que los politicos solo tienen una regla:" Si no puedes deslumbrar a las masas con tu inteligencia, desconciertala con estupideces". Pero, el es un servidor publico y no puede exteriorizar sus preferencias. Solo Victoria, su esposa, sabe lo que opina al respecto. --?Inspector? Soy el Fiscal Julian Ramirez, usted y yo vamos a trabajar juntos en este caso. El Jefe Valdes lo recomendo enfaticamente. Lo quiero en mi oficina manana a primera hora. --!Esta bien, doctor!… pero no me aclaro que es, para usted, "a primera hora" ... --Las siete AM... ?esta bien o es muy temprano? --Marques asiente con la cabeza --Ok, manana, entonces...y, por favor, no llegue tarde, "inspector" --concluye el fiscal enfatizando la ultima palabra. Aquella relacion habia comenzado mal. La actitud del Fiscal fue demasiado arrogante para el inspector y pocas son las cosas que el repudie mas. Eugenio Marques es un hombre recto, educado y generalmente cortes, pero tambien es un hombre de pocas palabras y cuando alguien, imprudentemente, se refiere a el de manera altanera, suele responder con rispidez. Pero, esta vez debera contenerse, al menos, si quiere evitar un sumario administrativo con la consiguiente suspension sin goce de sueldo. Demasiado bajo es su salario y demasiado altos sus gastos. Observa la hora y maldice nuevamente... --?Pero, miren la hora que es? ?Es que ya nadie asesina de dia... donde quedaron los codigos del delito? --dijo ante la mirada atonita de sus subalternos. Nadie le respondio, algunos disimulan una sonrisa complice desviando la vista hacia otro lado. Marques, se encogio de hombros y se encamino hacia la patrulla. Concluye que ya es momento de retirarse. --!Torres, acerqueme hasta mi casa! -- le ordeno a su chofer. Durante el viaje, procura no pensar en el caso del senador. Intuye que esto es el comienzo de algo complejo. Ya habra tiempo manana, para eso. Solo quiere llegar a su cama y dormir profundamente las pocas horas que le quedan. La patrulla se detiene enfrente de su domicilio. Marques desciende y saluda a su chofer con un gesto de mano, pero nada dice y tampoco lo mira, solo lo saluda. Busca sus llaves en el bolsillo trasero de su pantalon de gabardina, pero antes de introducirla en la cerradura de la puerta, mira hacia la cochera y ve que el porton levadizo esta a medio cerrar. Se extrano porque Victoria no suele ser tan descuidada. Decide ingresar a la casa por alli. No bien entro, busco el comando de cierre, oprime el boton de color rojo y el porton finaliza el recorrido. Al pasar al lado del automovil de su esposa, apoyo sobre el una de sus manos y noto que el capo esta aun caliente. Sobre el techo, el mastil de la antena esta fuera de lugar, arrancada de cuajo y solo retenida por el cable interno de la radio. Le resto importancia y subio las escaleras que conducen a la planta alta donde estan dos de los cuatro dormitorios que tiene la vivienda. Su plan es besar a Victoria y luego regresar a la cocina para servirse un bocado. Siente apetito, pero el amor es mas fuerte y jamas osaria sentarse a comer sin antes haberla saludado. Creyendo que ya duerme, abre sigiloso la puerta del dormitorio, pero para su sorpresa ella no esta alli... desde el bano se escucha el sonido del agua caer y entonces se asoma despacio, sin hacer ruido. Y entonces, la vio. Aquella imagen borrosa de Victoria desnuda bajo la lluvia caliente es para Eugenio una pasional llamada de amor desenfrenado. Todas sus hormonas se movilizan y bloquean su raciocinio. Y cavila: "una de la manana, Micaela durmiendo en su cuarto, mi hermosa esposa desnuda e indefensa al alcance de mis manos y yo con una ereccion como hace tiempo no ocurre... eso no sucede muy a menudo" y sin dudarlo se quito la ropa y sorprendio a su mujer. --!Ay, que susto me has dado... sos un tonto! -- exclamo ella, creyendo que se trataba solamente de una travesura inocente de su esposo. Pero, como al descuido, una de sus manos rozo la rigida evidencia de que sus planes de descanso deberian esperar un poco mas. Eugenio y Victoria se excitan con facilidad; los anos que llevan juntos solo han potenciado la mutua atraccion sexual. Pocos son los secretos que aun conservan en la intimidad de sus pensamientos y muchos de ellos son fantasias que afloran en el momento justo para fomentar la gravitacion carnal. Son creyentes practicantes. Las oraciones son parte importante en sus vidas y los domingos de misa, citas irrenunciables. Pero, en sus encuentros amatorios, todo esto queda de lado. El sexo es fundamental en su relacion y, como en la guerra, todo vale. Y entonces, el aire se vuelve concupiscente, todo es placer, todo es lujuria, todo es desenfreno y, aunque atente contra sus preceptos rectilineos, si hay goce, es licito. Pronto, Victoria nada puede hacer para mitigar sus libidines quejas y gemidos sordos. Su pudor y su recato han quedado sepultados bajo los influjos excitantes de la lubricidad y la lascivia propuestos por los embates broncos y voluptuosos de Eugenio. Mas tarde... sobreviene la calma. La sudoracion comienza a desaparecer y las respiraciones se vuelven cansinas. No hay palabras entre ellos, solo sutiles sonrisas de satisfaccion y sus miradas clavadas en puntos imaginarios del techo. En eso, el sonido estridente del timbre del telefono de Eugenio, rompe con el hechizo sexual... --Marques habla...si doctor, digame... !nooo, no me desperto, descuide!… Oh, !por Dios!… enseguida salgo para alla... --?Que ocurre, mi amor? -- pregunto Victoria --Otro muerto...otro senador --?Como que otro senador? --Si, hace unas horas alguien mato al primero y ahora aparecio muerto otro. --!Por Dios! ?Que esta pasando aqui? --No lo se... un loco, seguramente --?Un loco? Mi amor, !es un asesino...! --!Mmmmh! --?Que queres decir con... mmmmh? --Es un misterio... aqui nunca pasa nada y de pronto pasa de todo. Esto no es un simple asesino... aqui hay otra cosa por detras. Dos senadores y del mismo partido politico... !Mmmmh! --Quizas los asesinos sean mas de uno... --acota Victoria --Es probable... ambos fueron muertos con metodos diferentes CAPITULO II El cuarto, abigarrado con objetos pensados para el placer sexual, estaba en penumbras. Espejos por aqui y por alla, un sillon Kama Sutra de color cinabrio y una enorme cama oval en el centro de la habitacion. El aire enrarecido con perfumes baratos no logra evitar que el olor a muerte inunde con su pestilencia aquel lugar. El senador Rogelio Hasko yace desnudo en el jacuzzi del albergue transitorio con evidentes signos de haber perecido por asfixia por sumersion. A excepcion de una de sus piernas, todo su cuerpo permanece bajo el agua. El Inspector Marques, observo detenidamente el cadaver, pero sin moverlo. Fue entonces cuando algo capto su atencion y se procuro ayuda con una cuerda de nylon para levantar la mano izquierda del occiso. Noto que las yemas de los dedos indice y pulgar tienen una marca extrana. Es una linea bien definida, morada y recta, como si se hubiera aferrado de algo filoso antes de morir. Pero es solo eso, una marca en la piel, no una herida. A la derecha y muy cerca de alli, una puerta mal cerrada. Por el resquicio se filtra algo de luz. Marques la abre y descubre vestigios de vapor en el sector de la ducha, un albornoz mojado en el piso y un grifo mal cerrado. Alguien habia estado recientemente alli. Sentado en una pequena poltrona y aun conmocionado, el conserje es atendido por una enfermera que le ha aplicado un sedante. Marques se acerca a el y... --?Fue usted quien descubrio el cadaver? --Si, senor... --?Alguien mas vio al muerto? --No lo creo...estaba solo cuando entre... --?Por que entro? --Llame por telefono interno a esta habitacion para avisar que el tiempo habia acabado y como nadie me respondia, me acerque hasta aqui y toque a la puerta. Lo hice, al menos, tres veces y nada... nadie respondio. Fue entonces cuando mi jefe me ordeno que abriera con nuestra llave maestra. --?El estaba aqui con usted? --No, me lo dijo por telefono... --Y despues de hacerlo, ?que fue lo que hizo? --Volvi a hablar con mi jefe y el me dijo que llamara al 911 --?Toco algo, despues de eso? Digo... alguna copa, al cuerpo del occiso, su ropa o ?algo? --No, senor...cerre la puerta y sali corriendo --Y despues, ?Que hizo? --Mi jefe me dijo que llamara a los demas huespedes para avisarles lo que habia ocurrido... --Y, ?por que hicieron eso? ?No pensaron que la policia querria interrogarlos? --No lo se, senor... supongo que nadie sabria nada y ademas querrian salvaguardar sus identidades. --Ok, necesito ver los registros de las camaras de seguridad del complejo --Si, senor, pero le advierto que solo se captan imagenes de autos cuando ingresan y cuando salen, no vera rostros en ellas. Marques regresa hasta la banera y observa los controles del hidromasaje. Jamas habia disfrutado de un bano relajante en una tina como esta e intrigado le pidio al conserje que se acercara hasta alli. --?Sabe? Nunca pude comprar un aparato asi y siempre desee tener uno... ?me puede explicar para que son estos controles? El hombre lo miro extranado. Se pregunto como era posible que se preocupara por semejante nimiedad teniendo enfrente de si a un espantoso cadaver. Estuvo tentado a responderle que el tambien desconocia como encenderlo, pero algo vio en aquellos ojos frios que lo detuvo y supo de inmediato que esa seria una pesima idea. Entonces le explico como funciona el sistema... --Lo primero que debe asegurarse es que la banera tenga suficiente agua antes de encender la bomba del hidromasaje. Lo demas es sencillo, con esta perilla lo enciende y con esta otra regula la intensidad de los chorros de agua y, ademas, este modelo posee un regulador de temperatura. El inspector lo escucho con atencion y no pudo resistir el impulso y movio con torpeza a una de las perillas. Y esta cayo al piso... estaba suelta. Marques, en sus ratos libres, estudio electricidad domestica en cursos dictados por internet y adquirio suficientes conocimientos que le sirvieron para reparar algunos cortocircuitos en la instalacion electrica de su propia casa. Sabia lo que hacia cuando, con la cara posterior de su dedo indice y un rapido movimiento, rozo el metal que quedo al descubierto. Recibio una pequena descarga electrica. Fue entonces cuando comprendio lo que habia sucedido en ese cuarto y ordeno... --!Que nadie se acerque aqui... hay peligro de electrocucion! Y, dirigiendose nuevamente al conserje, le pregunto... --?Noto algo raro con la electricidad esta noche? --No, Inspector. --Cuando ingreso a la habitacion, ?habia alguna luz encendida? --Si, ahora que lo menciona si. Lo extrano es que habia demasiadas bombitas encendidas, cuando en estos sitios suele ocurrir todo lo contrario... --!Esta bien! Por favor, interrumpa la electricidad en este cuarto. Voy a necesitar esta perilla como prueba. Luego de verificarla, se la devolvere, ?esta bien? --Si, claro, Inspector, lo que usted diga... --respondio sorprendido el conserje. Afuera de la habitacion se ha generado un gran tumulto. Gritos y protestas alteran la paz del lugar. Unos pugnan por ingresar aduciendo ser familiares y otros se justifican por llevar en sus solapas un identificador de prensa. Entre todos, se abre paso el fiscal Ramirez, que recien llegado, se acerca a Marques mientras observa al occiso con suficiencia. Nada dice aun. Es evidente que no quiere arriesgar una hipotesis por temor a equivocarse. Pero Marques es un zorro viejo en esto de las disputas de poder entre la policia y los juristas federales y tambien quedo en silencio. Fue entonces cuando el fiscal pregunto... --Segun su parecer ?que fue lo que ocurrio aqui? --Para mi, murio ahogado, Doctor...--respondio Marques, sin mirarlo y sin explicitar demasiado. --?Puede ser mas claro, inspector? Ya veo que murio ahogado, !no soy estupido! --No puedo asegurarlo, pero creo que se electrocuto con la perilla del control de temperatura del agua, se sumergio y no logro sobrevivir... --Ah, ok. Entonces vamos a caratularlo como un accidente --afirmo satisfecho de su conclusion porque asi, esta no seria una investigacion prolongada. El fiscal observo la hora en su reloj pulsera y sin despedirse se dirigio hacia la puerta de entrada. Marques no soporta los aires de superioridad de algunas personas, especialmente cuando no tiene mas alternativas que trabajar con ellas. Decidio escarmentarlo, aunque esto significara mas trabajo para el y, como siempre, los laureles de la victoria para el fiscal. --!Lamento contradecirlo, Doctor Ramirez! El hombre, al escucharlo, se detuvo y permanecio estatico por unos instantes, con la mirada fija hacia adelante. Luego volvio sobre sus pasos. Ahora sus gestos denotaban un claro fastidio. Ramirez es un hombre orgulloso de su profesion, pero odia el contacto permanente con los hombres de la policia. De hecho, los considera de una casta muy inferior a la suya y si, ademas, demuestran inteligencia, mucho peor. Y asi es el trato que les dispensa. Se acerca a Marques y cuando sus rostros estuvieron enfrentados a escasos centimetros, en tono altanero le pregunto... --Marques...Marques... ?Que es lo nuevo que tiene para decirme? --Que no murio por accidente... el Senador fue asesinado --Y, ?como esta tan seguro de eso? --La perilla del control de temperatura del agua fue quitada adrede. Cuando llegue estaba colocada en su lugar. --Y ?como sabe que se electrocuto con esa perilla? --No dije eso... dije que la perilla habia sido quitada a proposito y al tocar el metal, recibio una descarga electrica. Las marcas que tiene el muerto en sus dedos, asi lo sugieren, Doctor. --Ok, no entiendo mucho de electricidad, pero se supone que, aunque falte el aislante plastico de la perilla, esta no deberia producir una descarga, ?verdad? --Asi es... pero aqui, la conexion fue alterada. La revise y descubri un cable agregado de manera tal que, cuando alguien tocara el control, se electrocutaria de inmediato. El asesino estuvo aqui antes, altero los controles y cuando se aseguro que el senador habia fallecido, coloco la perilla en su lugar y disimulo pruebas para que deriven la investigacion hacia una muerte accidental. Mas tarde, abandono el lugar. --Bien... es creible su tesis. Pero ?como sabia el asesino que el senador vendria exactamente a esta habitacion? --No lo se aun, Sera materia de investigacion. --?Ya vieron las imagenes de las camaras de seguridad? --No, pero hasta donde se solo se pueden observar vehiculos que ingresan y egresan, pero no se distinguen rostros. --!Tonterias! Quiero ver esos videos... nuestros tecnicos pueden mejorarlos de manera tal que sepamos quien ingreso al hotel con el senador. --De acuerdo, Doctor. Manana a primera hora las tendra en su despacho... --Creo que no me entendio... los quiero ahora mismo Marques miro al conserje y este asintio con la cabeza. --Ok, traigalos ahora, entonces -- le dijo Rato despues, en la oficina del Fiscal... --Senor, revisamos las imagenes, pero no hallamos nada que nos de un indicio de quien pudo ser el atacante. Muestran cuando ingresa el automovil del senador, a quien se lo ve claramente, y a su lado, una mujer. Pero ella lleva lentes oscuros y sombrero. Ademas, se tapa la cara con una de sus manos. Lo lamento, pero no pudimos identificarla. --?Como saben que es una mujer? --pregunto Marques --Porque hay otra filmacion que muestra a una mujer, o al menos asi lo parece, que un rato despues sale corriendo despavorida de la habitacion. --?Se puede saber la hora en que ingresaron y en la que esta supuesta mujer huye? -- inquirio el Fiscal --Si, 00:22 ingresan y 00:48 se ve a la mujer saliendo. --Y, despues de ello... ?hay mas movimientos? --No lo se... no continuamos viendo... --Haga correr la cinta de nuevo, por favor... --ordeno Marques. El ayudante del fiscal proyecto la cinta desde el momento en que sale la mujer y Marques le pidio que lo haga desde el principio, cuando ingresan al albergue transitorio. Es entonces que se observa el automovil llegando a la cochera de la habitacion y tambien cuando descienden el senador y su acompanante. Minutos mas tarde, se observa a la mujer huyendo, pero en ningun momento mira hacia las camaras de seguridad. La cinta continua avanzando y de pronto, alguien mas aparece en escena... es a todas luces un hombre, de contextura pequena, con un abrigo largo de color negro, sombrero y anteojos oscuros. --Que venga alguien de tecnica --ordeno el Fiscal Ramirez --quiero que identifiquen a esta mujer, sea como sea. Y que sea rapido, ?me entendieron? Ella nos dira quien era el sujeto que sale mas tarde. --Si, senor, enseguida

  • No pidas clemencia de Martin Osterdahl

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    La amenaza siempre esta cerca…

  • Conquistada (Trilogia Para siempre 1), Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter , Patrick Norton

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    Con tan solo 15 anos, Natalia cree haber encontrado en Jose, un tecnico que combina estudios y trabajo, al hombre de su vida.
    Pero lo que ninguno sabe es que no todo sera un camino de rosas.
    El amor que ella siente por el, la hace obsesionarse y soportar cualquier problema, aunque no tenga que ver con su amor.
    Todos la avisan de que ese surfero no sera facil de conquistar, lo que ella siente con el la llevan a luchar por ese hombre que tiene enamoradas a muchas mujeres .
    ?Conseguira Natalia lo que anhela? ?Sera Jose el amor que ella cree? ?Que hara Natalia cuando “otro” aparezca y la haga cuestionarse sus sentimientos?
    Risas y lagrimas en una historia marcada por celos y enganos que la llevaran al limite para superar los obstaculos que amenazan con terminar la relacion con el amor de su vida.

  • El Jeque – Scarlett Butler de Scarlett Butler

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    Dicen que existen leyendas que hablan del amor verdadero, ?sera Elizabeth una de las afortunadas en vivir una de ellas?

  • Jauja de Use Lahoz

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    Maria Broto es una reconocida actriz de teatro al filo de los cuarenta. A la salida del estreno de El jardin de los cerezos de Chejov -su representacion sonada-, en la que encarna el papel de Luiba Andreievna, un hombre la espera en la puerta trasera del teatro. A primera vista, Maria no lo reconoce, pero el hombre insiste en explicarle quien es y por que ha venido a buscarla.

  • En el punto de mira – Baltasar Garzon de Baltasar Garzon

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    Los jueces espanoles estan protagonizando en la prensa diaria la vida publica espanola. Uno de los pioneros en el esclarecimiento de la verdad y en la defensa de causas nobles fue el juez Garzon. El 9 de febrero de 2012, el Tribunal Supremo le condeno de forma unanime por prevaricacion por las escuchas ilegales durante la investigacion del caso Gurtel, con la pena de <<11 anos de inhabilitacion especial para el cargo de juez o magistrado con perdida definitiva del cargo que ostenta>>. Mas tarde, el pleno del Consejo General del Poder Judicial, convocado el 23 de febrero de 2012, ratifico la expulsion de la carrera judicial del juez Garzon. Terminaban asi 25 anos de entrega vocacional a la profesion de juez. Todo el mundo penso que se habia acabado con este significado personaje, pero, lejos de venirse abajo, Baltasar Garzon decidio que se podian seguir haciendo muchas cosas por la justicia y las victimas de abusos politicos y judiciales, desde otros lugares de la justicia, en Espana y en el mundo.
    Esta obra es un repaso biografico de esos 25 anos a partir de los casos mas llamativos de su profesion. Desde Gurtel, a la causa abierta contra los crimenes del franquismo, el terrorismo de ETA, el GAL, el
    caso Banca Catalana, la lucha contra el narcotrafico y un largo etcetera.
    Un libro muy original que resume historia profesional y vida privada.

  • Una boda francesa (Los salvajes 1) de Sabri Louatah

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  • En la piel de Lucia de Luz Hidalgo

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    Acababa de anochecer. Por suerte, los ninos estaban arriba, cada uno en su habitacion, entretenidos en sus cosas. Yo estaba ligeramente echada en el sofa, soportando el efecto que las tres copas de vino habian producido en mi organismo. Un dia mas, por suerte, llegaba a su fin. Mario estaba a punto de venir y no queria que me encontrara en ese estado. Pero, por mas que pretendia levantarme, los musculos no podian obedecerme. El ruido de la cerradura retumbo en mis oidos como si de un martillo y un cincel se tratara. No gire la cabeza, pero sabia que era el. Cerre los ojos, implorando que no se cabreara mucho. Aunque en el fondo sabia que no lo iba a hacer; Mario poseia el caracter mas apacible que conocia. Oi sus pasos acercarse lentamente. Levante los ojos y lo mire resignada, esperando escuchar cualquier apelacion a mi embriaguez. --Carino, ?como te ha ido hoy el dia? --Por supuesto, no iba a montar una escena, no era su estilo. --Bien, uno mas --dije con desgana. --Me imagino que no has comido nada... --No, no tenia hambre. --Amor, tienes que comer, ya lo sabes. Ya te dijo el medico... No lo deje acabar, salte como una condenada posesa. No podia soportar que me tratara como a una nina. --!Ya estamos otra vez! No me agobies, Mario, te lo he dicho mil veces. !No me agobies! -- le grite, saliendo a trompicones y dando un portazo al entrar en nuestra habitacion. Mario se quedo sentado en el sofa, la cabeza gacha y los ojos cerrados, queriendo apartar la realidad en la que se estaba convirtiendo nuestra vida. Me sente en la cama intentando tranquilizarme, oi a los ninos bajar corriendo las escaleras para dar la bienvenida a su padre. Daniel, nuestro pequenin, le estaba preguntado a Mario si traia el regalito que le habia prometido. --No, carino, papa hoy ha tenido un dia muy ajetreado y no he podido ir a tu tienda preferida. Manana voy, ?vale, campeon? Me hizo sonreir oir como Daniel subia las escaleras refunfunando. Ahora le tocaba el turno a Laura. Escuche con toda la atencion que los quince escalones me permitian oir. --Papa, mama ha estado bebiendo otra vez. --Las palabras de Laura me pusieron los pelos de punta. --Carino, ten paciencia, mama esta pasando por una etapa delicada. Estate tranquila, seguro que pronto se le pasara. --Pero es que tenia que preguntarle unas cosas de los deberes de clase y ni siquiera me ha mirado a la cara. He tenido que encender tu ordenador y buscar la informacion en internet. No nos hace caso ni a mi ni a Daniel. Se emboba mirando la nada y parece que no sabe que existimos. Estoy harta, papa --lo solto todo de carrerilla. Me la imaginaba mirando a su padre con los brazos en jarras, esperando una respuesta que resolviera de un plumazo el problema. Esas palabras actuaron en mi corazon como si un puno lo hubiera estrujado, hasta dejarme sin respiracion. Las lagrimas rodaron por mi cara, silenciosas y sin permiso. Mi nina se estaba dando cuenta de todo y, lejos de decirmelo, se lo callaba dia tras dia. Se descargaba con su padre. En que mierda de madre me estaba convirtiendo para que mi hija no fuera capaz de confiar en mi como antes y confesarme sus inquietudes. Antes era yo la que la escuchaba. Esa realidad dolia, dolia mucho. Era la hora de cenar, pero no me sentia con animo de cocinar, asumir el papel de mujer perfecta y enfrentarme a las miradas de Mario y Laura. No, no podia. Daniel era muy pequenito todavia para darse cuenta de nada. Me sente en la cama, apretandome las manos sin saber que hacer. Me mortificaba pensar que no quedaba casi nada en la nevera. Esperaba que Mario se las apanara con los cuatro alimentos que quedaban. <>, pense para hacer callar los remordimientos. Cuando oi el abrir y cerrar de armarios y nevera, supuse que Mario buscaba viveres con los que cocinar algo decente. Intente hacer memoria de lo que quedaba, pero no podia concentrarme. Al momento oi chisporrotear algo en el fuego. Suspire aliviada. Al rato, el sonido de los cubiertos chocando con los platos, mezclado con la conversacion animada de los tres, subia escaleras arriba, acentuando asi la sensacion de que sobraba en la intimidad que se habia creado entre ellos. Decidi darme una ducha. Me saque como pude el jersey por la cabeza y me baje los pantalones del pijama a la vez que las bragas; los pisotee, dejando ambas prendas en el suelo, arrugadas y de forma desordenada. Me las quede mirando y senti que era parte de ellas, a la espera de una limpieza que se llevara de una vez toda la suciedad que se estaba acumulando en mi cuerpo y en mi alma. Cuando sali del bano, Mario estaba de pie en medio de la habitacion, las manos en los bolsillos y el gesto serio. Que guapo estaba. Me llamo la atencion que a esas horas de la noche todavia llevara puesta la corbata. Aflojada, pero alli estaba. Denotaba el grado de cansancio que a esas horas arrastraba. Otra vez el sentimiento de culpa, aplastandome como una losa. --Antes de que digas nada, quiero disculparme. Se que esto esta llegando demasiado lejos. Voy a poner remedio, no te preocupes. --Vale --suspiro--. Venia dispuesto a darte una charla, pero ya veo que te has dado cuenta tu solita. Solo necesito decirte una cosa. Laura tiene doce anos, ya no es tan nina. En tu mano esta que vuelvas a ser la excelente madre que eras o, por el contrario, que pierdas a tu hija para siempre, porque eso puede pasar, necesito que seas consciente. Sabes que te quiero, hare todo lo que necesites que haga. Pideme ayuda, Lucia. Soy yo... --prosiguio, acercandose. --Ese es precisamente el problema, Mario --le dije con desprecio. El se paro en seco--. Que me quieres, que me ayudas, lo quieres controlar absolutamente todo. Deja que me caiga. Si lo hago, sere yo la responsable. Estoy ahogandome. ?No lo ves? --Mi voz sono temblorosa, a causa del nudo que se estaba formando en mi garganta. --Pero estas ahogandote... ?donde? --dijo alzando las manos con incredulidad--. !Es que no lo entiendo! !Explicamelo, por favor! !Lo tienes todo! --grito--. Vivimos en una casa espectacular con todas las comodidades, con la decoracion que tu elegiste, tienes tiempo para ir al gimnasio, para tomar algo con tus amigas, unos hijos preciosos y sanos, dinero de sobra para no preocuparnos por el futuro... ?Que cojones quieres? Si es por la decision de dejar tu trabajo, siempre estas a tiempo de volver, lo sabes. No me hagas sentir mal por eso, Lucia, fue una decision mutua. Estoy enamorado de ti desde el primer dia, es que ya no se que mas hacer... --Se masajeo la frente y las sienes, gesto que siempre hacia cuando le empezaba a doler la cabeza. Me quede mirandolo. --Yo tampoco, Mario, yo tampoco... --Me voy a la cama. --El cupo de discusion habia llegado a su tope--. Manana me espera un dia duro en la oficina. Tengo un negocio que regentar y mi cabeza ya no da para mas. Nos acostamos dandonos la espalda. <>, pensaba mientras intentaba dormirme. Al dia siguiente, Mario ya se habia ido cuando me desperte. El vacio que dejo en su lado de la cama era similar al que yo sentia en el corazon. Entre en la habitacion de Daniel y, con susurros de carino, lo desperte. El paso los bracitos alrededor de mi cuello y, con voz adormilada, me dijo que no queria ir al colegio. Estuvimos un rato jugando y riendo hasta que mi pequeno se despejo y bajamos juntos al gran salon-cocina que presidia la mayor parte de la primera planta. Laura ya estaba alli. Me dirigio un escueto <> mientras se preparaba el desayuno ella misma. La mire y quise romper el hielo, pero algo me lo impidio. Quiza el gesto serio o mi propia inseguridad. Asi que volvi a cerrar la boca y me limite a observar los movimientos seguros de mi hija mientras se desenvolvia con soltura por la cocina. Cuando fui a despedirlos al autobus escolar, lo primero de lo que me encargue fue de hacer la compra a traves de la web del super. Sentia que mi deber mas inmediato era llenar la nevera lo antes posible. Tambien me propuse limpiar y ordenar la casa de arriba abajo. Iba por la tercera lavadora cuando sono el timbre. Baje y mire por la mirilla; a esas horas no solia tener visitas. Ver la cara de mi amiga tan cerca del visor, deformandole asi un poco el rostro, me hizo sonreir. --Hola, Sandra, pasa. Que raro tu por aqui a estas horas. --Le di dos besos a modo de bienvenida. --Me he escapado un momento y he pensado hacerte una visita de diez minutos. --Hija mia, que medido tienes el tiempo. Para una vez que vienes... --Algunas trabajamos, ?sabes? --dijo en tono de burla--. Bueno, ?como esta mi preciosa amiguita? Anda, preparame un cafe, que he salido de la oficina en mi hora del desayuno. Sandra se acomodo en un taburete de la barra que hacia de separacion del salon con la cocina. Mientras yo le preparaba el cafe, los avidos ojos iban de aca para alla. --Madre mia, Lucia, la ultima reforma que habeis hecho ha dejado este espacio de revista. Que grande se ven el salon y la cocina juntos. Y que blanco todo... Me encanta. --Gracias, Sandra. La verdad es que ha quedado bien al final. --Bueno, dejemonos de banalidades y cuentame como va todo. La ultima vez que nos vimos estabas mustia. --Pues justamente anoche tuvimos una gorda Mario y yo --dije torciendo el gesto--. Bueno, mas bien el. Normalmente no sube el tono de voz, pero reconozco que la situacion esta llegando demasiado lejos. No se como me he metido en este circulo vicioso. Este caracter indeciso y bipolar mio me esta llevando a actuar de mala manera contra Mario. Ayer me dio una especie de ultimatum. No fue asi de especifico, pero casi. Me dijo que podia llegar a perder a mi hija si seguia con esta conducta. Llego a gritarme, Sandra --dije con lagrimas en los ojos. --No me lo puedo creer, con lo mesurado que es el. Yo creo que nunca lo he visto alzar la voz en mi vida --dijo abrazandome--. ?Que le has hecho a mi amigo para sacarlo de sus casillas? Confiesa. --Se aparto de mi y sonrio, intentando dar un toque de humor a la conversacion.

  • Amistad inesperada (Sweet love 1) de Moruena Estringana

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    El nino corrio tras su madre, incapaz de aceptar que esta los abandonaba a su suerte. El, inocente, no entendia que una madre que te quiere pudiera hacer lo que esta les habia estado haciendo a el y a su hermano desde que los tuvo; pero en la inocencia de este nino estaba el deseo de que su madre lo quisiera. De que se quedara por el. La estuvo llamando hasta que su padre se volvio y le cruzo la cara, haciendo que su ceja se partiera por la mitad. Del impacto cayo al suelo y observo a su madre implorandole que fuera hacia el. Que lo abrazara fuerte. Que le aliviara el escozor y el miedo de quedarse solo. Su madre solo lo miro un instante, antes de coger la mano de su padre e irse con el lejos para no volver. --Yo cuidare de ti, como siempre --dijo su hermano Kevin acariciando su ceja--. ?Neill? --Quiero que regrese mama. --No va a hacerlo, y estamos mejor sin ella. Neill asintio, pero en lo mas profundo de su corazon sintio como la pena lo envolvia. A su tierna edad no comprendia por que no era capaz de hacer que su madre lo quisiera. Y aunque era pequeno y entre risas y sonrisas todos creian que habia olvidado este episodio de su vida, lo cierto era que habia marcado su existencia, pues desde entonces no se permitia el lujo de amar, porque subconscientemente pensaba que, si una madre que debe quererte se habia ido para siempre sin mirar atras, nadie podria quererlo. Nadie era capaz de adivinar que, tras su sonrisa, se escondia un corazon herido que se conformaba con poco y en el fondo lo anhelaba todo. * * * Por otro lado, Debbie, de apenas seis anos, veia como el mundo de su amiga se destruia. Como todo cambiaba. Era tal el dolor que podia palpar mientras abrazaba a su amiga Kelly que, cuando regreso a su casa, ya no miro a su madre de la misma forma. Sin darse cuenta de que ese hecho que no le tocaba directamente habia cambado la vida de una inocente criatura. Y es que la mente de los ninos esta llena de suenos, de ilusion, de felicidad, pero tambien de muchos miedos que, si no se expulsan, pueden llegar a condicionar tu vida... y tus decisiones... Capitulo 1 DEBBIE Sigo a mi madre a la casa de la fraternidad. Y solo estoy aqui porque se lo prometi. Y por eso no digo nada cuando mi madre, de casi cuarenta anos, mira todos los cuartos como si fuera esa adolescente que disfruto como nadie de la universidad. Tanto es asi que parece que se ha quedado anclada en esa epoca. Para ella una cancion de cuna era un grito de guerra de las animadoras, y desde nina mis animos para los examenes tenian siempre un <> al que no le faltaban los pompones. Pero no se en que punto dejaron de hacerme gracia las canciones y los bailes. Yo no me parezco en nada a ella. Debe de ser que se quedo toda la efusividad para ella y no me cedio ni un apice cuando naci. De hecho, no se moverme con su gracia, y no digamos lo patosa que soy moviendo pompones; parece mas bien que estoy quitando el polvo. Y ni hablar de volteretas. A lo maximo que llegaba en educacion fisica era a dar una voltereta en la colchoneta que nada tenia de elegante. --?A que es precioso, Deb? --No --le digo sincera, y mi madre me mira de manera recriminatoria--. Solo estoy siendo clara, mama. --Y yo solo espero que no te cierres en banda. Es tu primer ano en la universidad. Toca disfrutar. Me abraza y sigue revisando la casa. Es la primera vez en muchos anos que siento que tenemos algo en comun y no quiero perderlo. Como si temiera que ahora que me marcho de casa ya no habra retorno. Tal vez si vivo en su fraternidad aprenda a conocerla. Aunque en diecinueve anos no lo he logrado. O puede que, cuando era pequena, si. De mis primeros anos solo recuerdo el ir tras mi padre a sus partidos, y los fans de mi padre... Siento un escalofrio. Algunas cosas cuesta olvidarlas, aunque lo intentes. --?Usted es Yovanna Smit? --mi madre, emocionada, mira a la joven de unos veinte anos que la observa desde la escalera. --!Si! Esa soy yo. La joven rubia de grandes ojos azules la mira ilusionada, como si acabara de ver a su idolo, y grita que Yovanna esta en la casa. Y es decir eso y cientos de chicas salen a recibirla. Todas del equipo de animadoras, como lo era mi madre, lo se por sus uniformes. Es una fraternidad de animadoras... Y yo, que voy a estudiar Historia Contemporanea y si muevo un pompon es para alejarlo al maximo de mi, no pinto nada aqui. Me siento fuera de lugar y presiento que me va a costar mucho adaptarme a la universidad. Y, por si esto fuera poco, echo de menos a mis amigas de toda la vida, sobre todo a Kelly. Se ponen a cantar y a saltar y saco el movil para contarlo en el grupo de mis amigas, que, como yo, alucinan con esto. Las canciones que creo mi madre siguen siendo un icono para la universidad. De hecho, al mirar hacia el salon veo una foto de mi madre animando. Era, y es, preciosa. Con su pelo rubio y sus grandes ojos verdes. Solo nos parecemos en los ojos verdes. Su cuerpo estaba lleno de curvas bien puestas y el mio parece una carretera nacional mal construida. No es algo que me moleste. No soy fea, mi pelo es mas castano y no mido el metro setenta de mi madre. Mido apenas uno sesenta. Aunque siempre pienso que soy alta, sobre todo cuando voy a comprar al supermercado, donde casi todo el mundo es mas bajito que yo. Aunque, como dice mi padre, es porque la mayoria han empezado a encoger. Le gusta meterse conmigo por lo de la altura, carinosamente, eso si. El mide casi un metro noventa y mi hermano pequeno va por el mismo camino. A veces me pregunto si me he equivocado de familia. A mi hermano, por supuesto, le encanta el futbol y parece que seguira los pasos de mi padre. En su epoca fue uno de los mejores delanteros y capitanes. Llego a la liga profesional, pero lo dejo todo para heredar la empresa de mi abuelo y cuidar de su familia. Un dia me confeso que en verdad todo tiene sus etapas y que la suya como futbolista habia pasado. Yo a veces siento que tengo parte de culpa en su decision. Y, aunque mi padre no ejerce de futbolista, le encanta escaparse a ver partidos y jugar cuando puede con sus antiguos companeros. Mi madre es como si no hubiera dejado la universidad; su espiritu sigue siendo el de una adolescente. Y eso me asusta un poco. A veces temo que este tan metida en el pasado que no sea capaz de mirar hacia delante o que cuando mire tome una decision drastica... Los anos pasan y ella es la misma. Algo genial, pero siempre crei que las personas adultas se comportarian como adultas y cada ano que pasa su locura se acentua. A veces me siento la mas madura de las dos y eso me hace sentir rara. Tener que decirle a mi madre que guarde la fila y no se cuele, o que no haga el ridiculo cuando no es necesario, deberia ser algo de sentido comun. Es como si cada ano que cumple acabara mandando la verguenza mas a paseo y le diera igual todo. --Ven, Deb, ensenales como mueves la cadera. La muevo como el punetero culo. Y mi madre lo sabe. ?Que hace? La ultima vez que intente bailar como una animadora acabe haciendo la croqueta en el suelo del salon y mi hermano se meaba de la risa mientras yo intentaba hacer algo decente. Todas me miran, y yo espero que se abra la tierra y me saque de esta pesadilla. --No, gracias. Sonrio y guardo dentro de mi la rabia. Es mi madre, deberia conocerme. Estoy aqui, pero no soy como ella. --Vamos, animate --las demas me miran y me evaluan. Se lo que estan pensando: <>. Si, lo soy, aunque no lo parezca. --No --le digo mas seria, y parece que lo pilla. Lo peor es que se pone triste. Me siento fatal; es como si mi madre hubiera esperado que, al entrar en esta casa, que se sabe de memoria y de la que me se cientos de historias, algunas de ellas que ojala no conociera, porque no son para ninos, yo cambiara de golpe y me pusiera a dar saltitos como si me hubieran metido un petardo por el culo. Se van con mi madre al salon y la acribillan a preguntas. Por supuesto, casi todas tienen que ver con mi padre, de como se enamoro del capitan del equipo y vivieron una intensa historia de amor y como lo dejo todo por irse tras el y se ha dedicado a el todos estos anos. La verdad es que las historias de mi madre siempre comienzan desde que conocio a mi padre. Es como si lo anterior no hubiera tenido trascendencia en su vida. Me se todo esto de memoria, por eso me marcho a ver el resto de la casa. Es enorme. Un gran salon con una cocina separada por una isleta. Salgo al jardin: la piscina no es muy grande, pero invita a banarse y con este calor no seria mala idea, pero no lo hare, por supuesto. Ya es demasiado vivir en una casa de mujeres perfectas, como para ponerme a su lado y ver todos estos defectos que nunca me han importado. Es como si, al entrar en esta casa, mi autoestima, por lo general alta, hubiera empezado a descender. No me gusta el camino que esta tomando, pero en parte es debido a todos estos cambios y a tener que compartir casa con personas que no son afines a mi. Pienso en la historia de mis padres. Es cierta. A el le salio un contrato en otra universidad y se fue, y mi madre lo siguio sin pararse a pensar en su carrera. Y dejo los estudios a la mitad. Enseguida se quedo en estado de mi y ya se olvido de lo que ella queria en la vida. Se pasa el tiempo en casa, dando ordenes a la chica que viene a limpiar, y visitando a las vecinas. Trabaja haciendo encargos de customizaciones de ropa. Le encanta dar su estilo a las prendas y recibe encargos de la gente del barrio para que les de un toque unico. No digo que no sea feliz, pero me pregunto si renuncio a demasiado por seguir a mi padre. El amor no deberia basarse en que uno de los dos renuncie a sus suenos, sino en que ambos cumplan sus metas y encuentren el camino para poder compaginarlas con la vida. A veces temo que un dia sea insoportable el peso... Por eso tengo claro que no pienso dejar nunca que el amor domine mi vida. Creo en el amor y tambien se que hay muchos idiotas que te prometen todo con tal de conseguir algo de ti. Eso lo aprendi a base de besar a un par de sapos; el regusto amargo que me han dejado me sigue dando arcadas cuando los recuerdo. Por eso prefiero hacer como si nada. Es mejor no recordar los errores. --Hija --mi madre me abraza por detras--, me voy, pero llamame para contarmelo todo. Y cuando digo todo es todo --me da un codazo complice. Si, mi madre espera que le cuente si me lio con un tio o si me acuesto con el. De hecho, me ha obligado a meter en la maleta varias cajas de preservativos. --Claro. --Y, por favor, pasa las pruebas. Es importante para mi que estes aqui. Es importante para ella porque es como si viviera por segunda vez su paso por la universidad. Asiento y me abraza hasta dejarme sin aire. --Te quiero, osita. --!Mama! --se rie y se aleja. La miro irse y no lo reconocere, pero la voy a echar de menos. Es la primera vez que voy a vivir sola y, aunque a veces me cansan sus excentricidades o que mi padre hable todo el dia de futbol con mi hermano, los quiero. Pestaneo varias veces para secarme los ojos y evitar que asomen las lagrimas y miro a las que seran mis nuevas companeras de casa. --Ven, te ensenaremos donde dormiras hasta que pases la prueba y te asignemos un cuarto. --Las sigo y me llevan a un dormitorio comun con varias candidatas a entrar. Todas me miran y casi todas parecen animadoras, con cuerpos perfectos y sonrisas enormes para impresionar a la capitana, que ni siquiera se como se llama, pero lleva escrito en su camiseta que es capitana. Esta claro que no le gusta nada presumir de ello... Mi madre tiene la misma camiseta, claro--. Deja tus cosas en esa cama vacia. --Asiento--. ?De verdad eres su hija?

  • En mi mundo (Entre dos mundos 2) de Nadia Noor

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    Segunda entrega de la bilogia <> de Nadia Noor.

  • Valiente Cretino Millonario de Blanca Moral

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    Cristobal Castano lo tenia todo. Un conglomerado de empresas que le generaban siete ceros en su cuenta corriente. Una mansion preciosa. La esposa perfecta, a la cual ha deseado desde que iba al instituto. Buenas dosis de sexo en pareja. ?Perdon?

  • La institutriz (Viaje por las Highlands 1) de Sonia Lopez Souto

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    Blair ha tenido una vida dificil desde su mas tierna infancia. Con un padre borracho del que huir y una madre que dio su vida para alumbrar a su hermano, se ve obligada a trabajar a sus dieciseis anos para sobrevivir.
    Tras cuatro anos sirviendo como institutriz para los Cockburn, una adinerada y poderosa familia, intima del rey Jacobo, la muerte del pequeno heredero hace peligrar su sustento.

  • Filias de Rosaura York

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    La historia de un asesino en serie que trae de cabeza a los dos inspectores mas capaces de la ciudad de Blue. Mientras uno mata a su antojo la policia investiga sin descanso para dar con el escurridizo personaje.

  • Lagrimas Nocturnas de Emanuel Castillo

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    Una buen historia, de verdad

  • Apostoles de Tom Bissell

    https://gigalibros.com/apostoles.html

    Un viaje profundo y conmovedor al corazon del cristianismo que explora las vidas y los legados misteriosos y a menudo paradojicos de los doce apostoles.

  • A la caza de Jack el Destripador de Kerri Maniscalco

    https://gigalibros.com/a-la-caza-de-jack-el-destripador.html

    Esta deliciosa y espeluznante novela de terror tiene una trama inspirada en los asesinatos de Jack el Destripador y un final inesperado que te helara la sangre.
    Audrey Rose Wadsworth, de diecisiete anos, nacio como la hija de un Lord, con toda una vida de riqueza y privilegios por delante. Pero entre las fiestas de te y los vestidos de seda lleva una vida secreta prohibida.
    En contra de los deseos de su severo padre y las expectativas de la sociedad, Audrey se escapa frecuentemente al laboratorio de su tio para estudiar la espantosa practica de la medicina forense. Cuando su trabajo en una serie de cadaveres asesinados salvajemente la arrastra a la investigacion de un asesino serial, su busqueda de respuestas la llevara muy cerca de su propio mundo protegido.

  • De sirvienta a tu duena (Las hilanderas 2) de A. R. Cid

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    En aquel baile Susanne era alguien, era el reflejo de una dama por un dia, lo ultimo que necesitaba era cruzarse con el. Derian era ese fruto prohibido y peligroso, un hombre que conocia el poder de su nombre y al cual no le temblaba el pulso al arrebatar una vida. Susanne se sintio condenada desde el mismo instante en que los ojos azules de Derian se posaron en ella.

  • Amor con H de Aida Del Pozo

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    <> deberia haberse escrito con H, porque el Hamor no es redondo ni perfecto>>.
    <>.
    Mi vida cambio por una carta. Mil ciento cincuenta palabras. Viaja conmigo donde quiera que vaya. La conservo en mi corazon me sirvio de guia para hallar la felicidad.
    Me llamo Cristina y soy psicologa. En este momento me preocupan dos de mis pacientes, Gloria y Alicia. Gloria no sabe lo que quiere y aun no ha descubierto que todos tenemos todas las respuestas en nuestro interior y que solo hay que desear encontrarlas. Espero ser sus mil ciento cincuenta palabras para que encuentre lo que esta buscando.
    En cuanto a Alicia, me preocupa que regresen sus fantasmas. Esta tan cerca de llegar a su meta y ahora.
    Tengo miedo de no poder ayudarlas, tengo miedo al fracaso.
    Si pudiera conseguir que encontraran al Alvaro que todos llevamos dentro.

  • Corona de Flores de Cesar Altolaguirre Vazquez

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    Hector, un joven aprendiz de panadero, escucha una confesion que hace tambalear los cimientos de su vida. Se obliga a iniciar un viaje a lo desconocido para recuperar a sus hermanas antes de que la proxima luna nueva cruce el cielo. Pero, ?hasta donde estara dispuesto a llegar para salvarlas a ellas y el mundo que conoce? ?En quien podra confiar en un camino repleto de peligros? ?Quien controla los hilos que mueven su tierra, la politica o la religion? Decidete a acompanarle mientras a su alrededor, sin que el lo sepa, se desata una lucha por el poder que puede destruir el Imperio o hacerlo mas fuerte.

  • Hasta que llegaste a mi vida de Beatriz Manrique

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    La historia de dos corazones empujados por el orgullo a separar sus caminos.

  • Bajo el hielo, Bernard Minier de

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    Es diciembre de 2008 y, el escenario, un profundo valle de los Pirineos. De camino al trabajo, los empleados de una planta hidroelectrica descubren el cuerpo de un caballo decapitado suspendido en la cara helada de la montana. La investigacion del macabro hallazgo es asignada al capitan Servaz, un cuarentanero hipocondriaco que siempre actua guiado por su instinto. Se trata del caso mas extrano de toda su carrera. ?Que motivos podria tener alguien para asesinar a un caballo a dos mil metros de altitud? Todo indica que este es solo el principio de una larga pesadilla. Ese mismo dia, una joven psiquiatra se inicia en el mundo laboral en el psiquiatrico de la zona.

  • Tierra de mujeres de Maria Sanchez

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    Hija y nieta de veterinarios, la ultima de varias generaciones vinculadas desde hace anos a la tierra y a los animales, Maria Sanchez (Cordoba, 1989) es la primera mujer en su familia en dedicarse a un oficio desempenado tradicionalmente por hombres. Su dia a dia como veterinaria de campo pasa por recorrer Espana en una furgoneta y esquivar las miradas en un entorno predominantemente masculino como es el mundo rural. En este personalisimo ensayo, la escritora se propone servir de altavoz y dar espacio a todas las mujeres silenciadas en los campos espanoles, a todas aquellas que tuvieron que renunciar a una educacion y a una independencia para trabajar la tierra con las manos y cuidar de sus familias.
    A partir de historias familiares, de reflexiones sobre ciencia y literatura fruto de sus lecturas y de algunos de los conflictos que asolan al medio rural en Espana (la despoblacion y el olvido de los pueblos, la explotacion de los recursos naturales, el incumplimiento de politicas ambientales o las condiciones laborales en el campo), Tierra de mujeres viene a llenar un hueco en el debate sobre feminismo y literatura rural. Busca, ademas, ofrecer una vision de la vida en campo realista, alejada de las postales bucolicas dadas desde las grandes ciudades, y subrayar el peligro de perder para siempre un conocimiento hasta ahora transmitido de generacion en generacion.

  • Estigia. Donde comienza el olvido de Ikerne Mandaluniz

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    No necesita esperar a que suene la alarma; despues de mas de seis meses trabajando en ese lugar, su cuerpo esta acostumbrado a despertarse temprano. Asi que, a las seis de la manana, Edurne comienza su rutina. Aun en pijama camina hasta la cocina, se sirve un tazon de leche y cereales, saca de la nevera un botellon de agua que puso a enfriar durante la noche. Desayuna de pie, mirando por la ventana. Desde alli observa un paisaje que para cualquiera hubiese sido paradisiaco: arboles increiblemente altos y frondosos que se alzan como una especie de cortina que bordea el rio, cuyas aguas impetuosas banan las rocas de ambas margenes. Flores de calidos colores ordenadas en grupos forman una ancha hilera en el camino. Entre las flores, un bloque rectangular de piedra, dejado alli quiza por el azar. Todo refleja un equilibrio perfecto, que en ese momento le es imposible disfrutar. Tanta belleza no es capaz de emocionarla, sino que genera en ella una sensacion de amargura visceral. Su vida ha cambiado por completo. Hace apenas diez meses se encontraba en un crucero por el Mediterraneo, trabajando como psicologa de un tour de jovenes adolescentes. Su vida fluia en armonia entre su profesion y la vida familiar. Solia jugar al tenis antes de atender su consulta. Por las tardes, tomar cafe con las amigas era su cita infaltable. Ahora, despues de verse forzada a emigrar junto a su familia, y dejar atras una vida que adoraba, su trabajo, su casa, sus amigos, ha dejado un mundo casi perfecto que en los ultimos anos se fue resquebrajando, poco a poco, casi imperceptiblemente como el hielo falsamente grueso. Pero era imposible quedarse a esperar que llegara una hipotetica mejora, que probablemente nunca habria de llegar. Mientras observa por la ventana, piensa: <> Para ella es un momento de nostalgia. Sabe que esa tranquilidad que ahora disfruta, en cuestion de una hora se transformara, como cada dia, en una situacion que ella detesta. Luego de ese breve momento de abstraccion, toma su uniforme blanco, lo dobla, lo mete en la mochila junto con el ancho cinturon que, de forma disciplinada, utiliza siempre para cuidar su espalda. Luego se calza las zapatillas plasticas amarillas y se dirige a la habitacion donde todavia esta su marido. --Listo Andres, ya me tengo que ir. --?Desayunaste? --Si. --?Llevas tu cinturon y el agua? --Si, tengo todo, vamos ya. Se suben en la furgoneta azul en completo silencio y recorren el camino hasta llegar frente a la residencia donde trabaja. Una vez alli, Edurne se toma unos minutos antes de bajarse. Permanece callada, tomada con fuerza de la mano de Andres, y espera a que alguno de los companeros de trabajo llegue para entrar acompanada. Es su forma ingenua de vencer el miedo. --Vamos, Edurne, es solo un dia mas--le dice Andres como parte de la rutina que tienen para darse animo. --Un dia menos para salir de aqui--contesta ella. El turno de trabajo inicia, como todos los dias, a las siete en punto de la manana. Se trata de una residencia para mayores, donde viven mas de ciento cuarenta abuelos distribuidos en cinco pabellones. Es un edificio blanco de tres pisos, con las columnas pintadas en gris plomo. Lo rodea un muro de piedra, sobre el cual reposa una verja que deja al descubierto sus hermosos jardines. La fachada esta repleta de ventanas modernas, con impecables vidrios ahumados que dan sensacion de claustro. A la entrada, dos amplias puertas automaticas de vidrio templado con el logotipo de la empresa. Tanto alli como en el techo, hay dos letreros gigantes con letras azules que se iluminan en la noche anunciando el nombre: El Remanso, en alusion al tranquilo recodo que toma el rio que bordea la parte trasera de la residencia, donde los abuelos cuentan con unas agradables banquetas de madera para sentarse en los dias soleados. A pesar de la impresionante edificacion, los empleados deben entrar por una rustica y desconchada puerta de hierro gris ubicada en la parte de atras, para que los usuarios o sus familiares no los vean sin uniforme. El estacionamiento para los visitantes esta en la parte frontal, con una gran redoma que facilita que los coches y las ambulancias puedan acercar a los abuelos hasta la entrada principal sin necesidad de caminar. En el centro de la rotonda hay una escultura moderna y abstracta de la que emergen cinco grandes tubos de acero inoxidable de los cuales brota agua que luego reposa en un estanque rodeado de flores. Adentro, cada pabellon esta senalado con pequenos letreros azules segun los numeros de las habitaciones. No hay cuadros, ni adornos. Las paredes son de impecable color blanco, solo interrumpido por el brillo de las barandas y las laminas de acero inoxidable colocadas a media altura de las paredes de los pasillos para evitar que el roce de las sillas de ruedas las ensucie. Las puertas de las habitaciones son de madera oscura y tienen en la parte superior un rotulo con el nombre de las personas que viven en cada una de ellas. En cada pabellon hay habitaciones individuales y dobles. Cada una cuenta con su propio bano. Las camas en su mayoria son de madera, pero otras son metalicas, y para nada concuerdan con la imagen de modernidad del exterior. Por el contrario, lucen viejas y desgastadas, y muy pocas cuentan con sistema motorizado. En fin, simples camas de hostal barato. Todas tienen barandas metalicas que se les han adaptado para poder engancharlas a los laterales de las camas. Cuentan con una mesa de noche para cada residente y un sillon para compartir. Algunas habitaciones han sido remodeladas y muestran un poco de lujo. Impresiona la idea casi certera que al construir la residencia el presupuesto hubiese estado dirigido a impactar a los familiares con la imagen de la fachada, y que luego la falta de lujo la asumieran los pobres abuelos en la incomodidad de las camas. En cada pabellon un auxiliar va de cuarto en cuarto levantando, banando y vistiendo a cada residente, y arrastrando el pesado carro con panales, sabanas y toallas, llenando el saco verde de ropa sucia y el amarillo siempre a reventar de panales usados. Lo que podria sonar como una tarea sencilla, dista mucho de serlo, pues levantar a un abuelo conlleva despertarlo, desatar las amarras, quitarles el pijama, que por lo general esta empapado de orina, desvestirlo por completo, asearlo o banarlo, de acuerdo con el numero de banos que le correspondan a la semana segun lo acordado a su ingreso entre la administracion y sus familiares. Tambien hay que limpiar la mierda, si han hecho, colocarles crema para evitar las escaras, humectante en todo el cuerpo, buscar en sus cajones y armarios la ropa, vestirlos hasta con cinco capas dependiendo de la epoca del ano, calzarlos, llevarlos al lavabo, limpiarles los ojos que suelen tener leganas, lavarles la boca y sus dentaduras antes de colocarlas, peinarlos, y todo esto movilizandolos con la ayuda que cada uno pueda proporcionar, que las mas de las veces es nula. Todo esto sin olvidar que son personas, no objetos. Entonces viene lo que en realidad hace que este trabajo sea complejo y delicado: cada dia, el mismo abuelo puede despertar de diferente humor. Puede resistirse a ser levantado, estar desorientado y reaccionar de diferentes modos ante la presencia del auxiliar. Pueden comportarse amablemente o no parar de gritar. Una vez vestidos, al igual que un bebe, quiza vomiten. Tal vez quieran un abrazo o solo charlar. Son muchas variables que manejar. Ese dia el carro de ayuda de Edurne se habia quedado sin panales y tenia que correr al bano de enfermeria para buscar mas, lo que le suponia un retraso en su rutina. Ella y su companero asignado para ese dia son los responsables de levantar un pabellon completo en dos horas y media, lo cual significa que cada uno debe encargarse de catorce o dieciseis residentes, dependiendo de la ocupacion de cada semana. Y todo en unas muy escasas e hipoteticas dos horas. Edurne entra apresurada al bano de enfermeria. Los panales estan guardados en un armario para que los abuelos no se los lleven a escondidas. Cada abuelo tiene derecho a un numero de panales especifico, tres al dia, por lo general. Es decir que, si un dia las estadisticas no coinciden con sus ganas de cagar, pues tendran que aguantarse hasta el siguiente cambio programado. Es por ello por lo que buscan tener alguno de repuesto escondido en sus habitaciones para esas "emergencias". En una residencia los panales son un tesoro muy apreciado. Edurne se detiene en seco al ver a Nixon, uno de los auxiliares, muy conocido por su mal caracter que en ese momento esta gritandole a Isidora mientras le bana. Isidora es una abuela que pesa mas de cien kilos y los multiples pliegues de su piel hacen que sea complejo lavarla. Ademas solo puede mantenerse de pie un rato, puesto que, a sus mas de setenta anos, tiene las rodillas afectadas y no soportan su propio peso. Hay que ser habilidoso y rapido para atenderla antes de que necesite sentarse y la caca se extienda bajo su cuerpo. Nixon, que no le tiene la mas minima paciencia, en uno de sus constantes ataques de rabia, se descarga con ella.

  • El viaje (no) sonado de Christian Martins

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    Su vida profesional va viento en popa, pero su relacion comienza a asfixiarla.
    Ruth tiene que decidir si quiere casarse o no con su novio, Roger, pero para poder tomar la decision correcta decide hacer un viaje que despeje sus ideas.
    Esperaba un lujoso hotel, pero en lugar de ello se encuentra una antigua residencia de ancianos. Ademas, el propietario es un insolente y engreido australiano.
    ?Conseguira aclarar sus ideas en ese lugar?

  • 29 balas y una nota de amor de Alfonso Egea

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    En 29 balas y una nota de amor, Alfonso Egea relata el crimen que ocurrio en el seno de la Guardia Urbana y que acabo con el encarcelamiento de Rosa Peral y Albert Lopez, detenidos como sospechosos del homicidio de Pedro Rodriguez, miembro tambien del cuerpo y pareja de Rosa Peral. Egea, periodista especializado en investigacion y sucesos de Espejo Publico, realiza en este libro una reconstruccion pormenorizada de la investigacion basada en todo tipo de fuentes y documentos, que aportaron las diferentes partes del caso.

  • Chicas De Tormentas Y De Sombra de Natasha Ngan

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    En lo profundo del corazon oscuro del palacio real, el rey se ocultaba. Habia estado alli durante semanas, negandose a recibir a todos los visitantes excepto a los hechiceros que trataban sus heridas y sus dos confidentes mas cercanos, que cuidaban de los danos de su cuerpo y su ego. Por supuesto, nunca admitiria que eso era lo que hacia. Y si alguien se atreviera siquiera a sugerir que estaba pasando por un momento dificil, los ejecutaria de inmediato. Nada de eso era doloroso. Nada era demasiado para manejar para el gran Rey Demonio de Ikhara. Sin embargo, al igual que la mayoria de las mentiras que las personas se dicen a si mismas, se derrumbo entre la sombra y la quietud de la noche. El rey, por mucho que expresara lo contrario, estaba perturbado. Sus heridas habian penetrado mas profundo que su carne y hueso. Habian atravesado, maliciosamente, cada vena, celula y poro, hasta que sintio el eco del miedo en cada latido de su corazon. Y ese miedo tomo forma. Y nombre. Lei-zhi. Se negaba a pronunciarlo en voz alta, pero su cuerpo lo traiciono. Susurraba su nombre al ritmo de su pulso. Le mostraba el rostro de la chica cuando el dormia: piel de porcelana con salpicaduras de sangre; labios levantados; ojos salvajes, aquellos brillantes ojos dorados llenos de tanta furia atravesaban su alma, los lugares exactos en su interior que el creia que habia arrancado de raiz hacia tiempo. Cuando fue demasiado, cuando el rostro y el nombre de la chica se burlaba de el hasta que no podia respirar y los muros de su cuarto se cerraban sobre el, el rey llamaba a una chica. Ninguna de esas chicas, claro. Aun tenian que ocuparse adecuadamente de esas chicas. Aunque lo haria. Sino que llamaba a otra chica. Tal vez una bonita de la casta de acero con aspecto de lince de las Casas de Noche, o una joven esclava de papel recien traida de un asedio. No le importaba. Le entregarian una chica y el la destrozaria, solo para demostrar que podia hacerlo. Para sentir de nuevo que era todopoderoso. Una chica humana no lo venceria: incluso el ardor y el dolor constante de sus heridas le recordaban lo cerca que habia estado la chica de lograrlo. Cada dia, los hechiceros reales iban a curar las heridas en la garganta y el rostro del rey. Naja habia hecho un buen trabajo. Los hechiceros habian llegado justo a tiempo despues del ataque de la chica para salvar la mayor parte de sus cuerdas vocales, aunque le dolia hablar y su voz era mas ronca que antes: un grunido aspero y gutural. Sin embargo, su ojo derecho fue imposible de salvar. La cuenca estaba arruinada, tenia varios nervios danados y carne pulposa, estaba demasiado danada para permitir siquiera la colocacion de un ojo de cristal. En las semanas que habian pasado desde el ataque, la herida del ojo se habia vuelto un poco menos aterradora gracias a la magia de los hechiceros. Si bien pasarian muchos meses mas hasta que el resto de su rostro volviera a la normalidad, ni siquiera los hechiceros podian traer a la vida a los muertos, y su ojo derecho perdido seria un recordatorio eterno de aquella noche. El rey recordo las palabras de uno de sus generales, tambien con forma de toro, que una vez habia ido a verlo para pedirle usar la magia de los hechiceros reales para quitar un corte horrible que atravesaba la mitad de su rostro. <>, le habia dicho al soldado. <>. Lleva tus cicatrices con orgullo. Que gran tonteria. El siempre lo habia sabido, claro, pero una parte de el habia creido en aquel sentimiento alguna vez. Ya no. El rey ahora sabia exactamente que eran las cicatrices: recordatorios de tus propios fracasos. Al igual que de aquellos que las habian infligido. La chica aun estaba alli afuera. Pero el rey tenia fe. Naja aun no le habia fallado. Ella la encontraria, como habia prometido, junto a la hija del traidor Ketai Hanno, y las llevaria a ambas al palacio ante el. Porque el rey tambien habia aprendido otra cosa sobre las cicatrices: eran una caldera ardiente de odio. Y si una furia como esa podia darle a una debil chica humana el poder de atacarlo a el... bueno. Ya verian lo que podria hacerle a un Rey Demonio con un hambre voraz de venganza. 1 Desde la noche en que escapamos del palacio, lo que al principio era una suave llovizna de copos se ha convertido en una tormenta de nieve. En menos de veinticuatro horas la primera capa se asienta. En solo un dia se convierte en una manta gruesa y blanca resplandeciente. En un dia mas la nieve lo ha cubierto todo, una alfombra de polvo amortiguado que arde en los ojos a la luz del dia y proyecta formas extranas de noche entre las sombras. Despues de dos semanas, es como si hubieramos vivido en ese mundo congelado desde siempre. Camino con dificultad a traves de los monticulos profundos mas alla del templo, mis botas rompen la nieve con crujidos pesados. El frio ha entumecido todo mi cuerpo. Flexiono la punta rigida de mis dedos bajo los guantes. Las gotas de hielo se derriten y ruedan sobre mis botas de cuero prestadas sin importar cuanto las apriete. Pero al menos mis manos y mis pies tienen alguna clase de proteccion contra el clima. Mi rostro lucha directamente contra los elementos... es una guerra y la esta perdiendo. El viento arde sobre mis mejillas descubiertas mientras miro entre los copos de nieve danzarines, intentando ver donde han ido los demonios leopardo. Ya llevamos rastreando las montanas casi una hora. Las empinadas colinas boscosas estan tapadas de nieve, cada arbol sin hojas esta cubierto de hielo. La tarde es espeluznantemente silenciosa: solo se oyen los cristales de nieve, las pisadas de las botas y mi propia respiracion acelerada. --?Como va todo ahi atras, princesita? Suspiro. Ni por asomo es tan silencioso. --Mi nombre --grito a modo de respuesta--, como te he dicho millones de veces, Bo, es Lei. En cuanto las palabras salen de mi boca, el viento me las arrebata. Los copos de nieve bailan sobre mi nariz y depositan besos frios y humedos en mis mejillas expuestas. --?Princesa? Escucho de nuevo la voz de Bo, esta vez con mayor claridad. Los hermanos deben de estar a pocos metros de distancia delante de mi. Mi respiracion dibuja nubes a mi alrededor mientras apresuro el paso para alcanzarlos. Sus siluetas altas se materializan a traves del viento lleno de nieve, con extremidades largas y desgarbadas como los troncos de los arboles que los rodean y practicamente de apariencia humana. Cuando me acerco mas, sus detalles demoniacos aparecen: orejas puntiagudas de leopardo, patas atleticas, colas largas que se mueven de lado a lado, cubiertas de la misma piel beige con manchas negras que recubre el resto de sus cuerpos. Unos ojos verdes resplandecen debajo de los parpados con borde negro. Sus rostros redondos son tan similares que es dificil diferenciarlos a primera vista. Uno de los dos pares de ojos es suave y amable. Nitta. El otro par, los ojos de Bo, baila entretenido. Nitta corre hacia mi con un grito de alivio y aparta los mechones humedos de cabello negro de mi sien. --!Gracias a Samsi! Por un momento, temiamos haberte perdido. Lo siento, Lei, avanzamos demasiado rapido. Intentamos ir mas lento, pero... --Si fueramos mas lento, estariamos viajando en el tiempo hacia el pasado --protesta Bo --. Papeles --anade con un cloqueo impaciente, rascandose el lateral del menton mientras me mira por encima de su nariz chata y felina. Nitta frunce el ceno y lo mira. --Bo. --?Que? Solo digo que cualquiera que no haya nacido con proteccion contra el clima se pierde la diversion. --Tal vez deberiamos regresar. --Los copos de nieve cubren la piel manchada de Nitta y ella desliza una mano sobre su sien sin pensar; parece preocupada--. Aun no hemos encontrado nada y Lei parece a punto de morir congelada. Merrin tenia razon. Esto ha sido una mala idea. Bo coloca una mano sobre su cadera huesuda. --?Ahora vas a confiar en Plumas? Vamos, hermana, ?que sabe ese cerebro de pajaro? --Tu desafiarias las ordenes de Merrin solo para molestarlo --replica Nitta. --?Por que otro motivo crees que accedi a permitir que Lei nos acompanara en nuestro viajecito de caza? --El chico leopardo sonrie--. Sin ofender, pequenita --me dice--, pero no has venido aqui precisamente por tu habilidad innata para el rastreo. --Como si tu habilidad para el rastreo nos sirviera de algo --respondo--. ?Acaso has encontrado algo aun? ?Mmm? Mientras Bo inclina la cabeza a un lado, entretenido, yo estiro la espalda, enderezando los hombros. Aun a pesar de que tengo la mitad de la altura de los hermanos leopardo, de todos modos mi postura me hace sentir mas fuerte. --Os pedi que me permitierais venir hoy porque estoy harta de esconderme en ese templo. Ya han pasado mas de dos semanas. Si tengo que pasar un dia mas escuchando los cantos eternos de Hiro y al resto de vosotros entrenando o debatiendo tacticas de guerra mientras me prohiben hacer cualquier cosa, mi cerebro estallara. --Me coloco bien la bufanda y aprieto mis punos enguantados--. Ahora, ?podemos por favor atrapar algo bueno para comer? Estoy cansada del taro asado en todas las comidas. Nitta vacila, pero Bo alza las manos en el aire. --?Sabes que? La princesa tiene razon. Si tengo que comer un trozo mas de taro, me convertire en un taro. --Con un bufido teatral, se desploma de espaldas. Los copos de nieve llueven sobre el--. Mirad --grune con horror fingido, parpadeando mientras nos mira desde el agujero con forma de Bo en la nieve--. Ya ha empezado a pasar. Soy uno con el taro. Y es... insoportaroble. --Se pone de pie de un salto, con su abrigo cubierto de hielo, y dibuja una sonrisa amplia de dientes filosos--. ?Lo pillais? ?Insoportaroble? --Ay, hermanito --suspira Nitta--. Tus chistes son tan espantarosos. Los tres nos reimos, el sonido quiebra la quietud espeluznante del bosque cubierto de nieve, hasta que un crujido fuerte a nuestra izquierda nos interrumpe. Nos giramos con rapidez, mi corazon se aloja en la garganta, solo para ver un monticulo de nieve, que habia estado haciendo equilibrio sobre las ramas torcidas de un arbol, caer al suelo con un gran ruido. Nitta y Bo enderezan la espalda de las posturas defensivas que habian adoptado por instinto. Bo resopla y deja el cuchillo en su cinturon. --?Te asusta la nieve, hermana mayor? ?Temes que moje y arruine tu bonito cabello? Nitta mueve los ojos en direccion a su hermano. --No creas que no he visto tu reaccion. --Pero hay cierta cautela cuando se gira y alza la nariz para olfatear el aire. Mueve las orejas, escuchando. Luego, avanza--. Vamos --dice --. Sin duda hay algo ahi afuera. Y, Lei, esta vez quedate cerca. Continuamos caminando por el remolino blanco. Es lo unico que puedo hacer para seguirles el ritmo a los hermanos, sus cuerpos agiles de la casta de la Luna avanzan con facilidad entre las columnas de arboles congelados. Mientras Nitta y Bo apartan las capas de nieve con destreza con cada movimiento elegante de sus atleticas patas de leopardo, yo me arrastro con torpeza a traves de los monticulos gruesos. El colchon de nieve me llega hasta las rodillas. Las raices ocultas de los arboles se enredan con mis botas. Cada rafaga de aire frigido me corta la garganta, pero a pesar del frio, aparecen gotas de sudor dentro de mi abrigo y debajo de la bufanda de piel que rodea mi cuello y mi barbilla. Los demonios no reducen el paso. Nos detenemos solo para beber un poco de agua de la cantimplora que Nitta lleva atada a la cintura o para buscar rastros del animal que ella y Bo rastrean; los hermanos juntan las cabezas para debatir las huellas de su presa en voz baja. Despues de una hora de rastreo sin distracciones, Bo rompe el silencio. --Nos estamos acercando --anuncia, semioculto por la nevisca blanca que hay donde esta caminando a pocos pasos delante de nosotras. Nitta levanta mas la nariz. --Tienes razon. Yo tambien capto algo. Intenso, a almizcle... ?Que crees que es? --?Tu delicioso aroma natural? --sugiere su hermano. Nitta pone los ojos en blanco. --?Ves eso? --pregunta ella, senalando un arbol cercano. Bo y yo nos acercamos mas. Hay dos muescas profundas grabadas en la corteza, debajo de la altura de mi cabeza. Parecen recientes: solo las cubre una capa delgada de nieve. Bo desliza los dedos sobre las marcas. --Puede ser una cabra de montana grande. --Espera --digo, mientras retrocedo para inspeccionar las ramas bajas y retorcidas del arbol--. Es un arbol de mango. Un arbol de mango --repito, sorprendida--. ?Suele nevar aqui? No podemos estar tan alto en las montanas si hay higueras y arboles frutales. Ninguno de los dos comparte mi sorpresa. --La Enfermedad ha causado toda clase de cambios climaticos extranos --dice Nitta encogiendose de hombros; luego se gira hacia su hermano, frunciendo el ceno--. Seria una cabra demasiado grande. Creo que es mas bien algo similar a un buey. --Puaj, espero que no. La carne de buey es asquerosa. --?Quieres cenar taro otra vez? --Es mejor que culo de buey. Nitta mira hacia adelante en medio de las rafagas brillantes, sus orejas redondeadas se sacuden. Al igual que su hermano, tiene las orejas cubiertas de joyas y aros en una variedad de plata descolorida y oro y la luz invernal resplandece en ellos cuando la chica mira de izquierda a derecha. --Por aqui --dice ella, ya en movimiento. Bo me guina un ojo. --?Lista para cumplir con tu rol en la caceria, princesa? --?Que rol es ese? --La carnada --responde con una sonrisa burlona. Lo fulmino con la mirada mientras se aleja. Tardo unos instantes en pensar una respuesta. Avanzo furiosa por la nieve, lista para decirsela... cuando un movimiento captura mi atencion. Me paralizo. Mi corazon late con fuerza en el silencio del bosque cubierto de hielo. El bosque quieto y vacio. Bajo mi bufanda, mi piel se eriza. --?Estais... estais seguros de que solo hay un animal cerca? --pregunto. Nitta y Bo se giran y me silencian con la misma mirada fulminante de ojos verdes. --Tenemos que estar callados... --comienza a decir Nitta. Oimos el crujir de la nieve mas adelante. Ella se gira con rapidez e inclina el cuerpo para adoptar una postura defensiva. Bo senala hacia las rafagas de nieve. Con agilidad, toma su cuchillo mientras Nitta prepara el arco que carga sobre el hombro. Lo alza frente a ella con su mano izquierda, y con la derecha toma una flecha del carcaj amarrado a su espalda. Con un movimiento habil, coloca la flecha con cola de pluma en su lugar y hace retroceder su brazo derecho para extender el arco mientras apoya la punta de la flecha sobre sus nudillos izquierdos. Flexiona los musculos definidos debajo de su camisa de algodon mientras apunta hacia el aire gelido, pero Nitta no dispara la flecha. Aun no. Con las orejas en alerta y el rostro concentrado, se desliza entre los arboles. Bo se agazapa levemente mientras avanza detras de ella, con los dedos cerrados sobre su cuchillo, listo para lanzarlo. Busco con manos enguantadas y torpes mi propia daga en mi cintura. Es un cuchillo de hoja corta y simple: uno que les sobraba a los demas. Lo sujeto con fuerza y sigo a los hermanos, haciendo un gran esfuerzo por seguir el sendero que han creado con sus pasos precisos. Mi piel cosquillea de incomodidad. Algunas veces creo ver movimiento: no delante donde Nitta y Bo avanzan en medio del paisaje invernal, sino en la periferia de mi vision. La silueta sombria de algo grande y... no humano. Pero cuando miro, no hay nada. Solo rafagas grandes de copos de nieve brillantes. Viento frio, nubes de aliento y silencio profundo, ahogado por la tormenta de nieve. Nitta y Bo ahora avanzan mas rapido. Aunque me esfuerzo al maximo por seguirlos, la distancia entre nosotros comienza a crecer. Por delante, Nitta se gira abruptamente y nos guia sobre una colina escarpada; veo el resplandor de una cascada congelada a nuestra derecha. Mi aliento dibuja nubes gruesas mientras intento seguirlos... y luego mis pies se topan con un saliente rocoso debajo de las rafagas de nieve. Con un grito, caigo de cara a la nieve. Acumulaciones de hielo me muerden la piel, las gotas derretidas caen por los laterales de mi bufanda. Con una mueca de dolor, me pongo de rodillas y comienzo a quitarme la nieve del rostro y el pelo cuando percibo movimiento detras de mi. Una voz, liviana como una pluma, pero tan profunda como los huesos de los dioses y los terremotos, aparece en el viento. Te he encontrado. Algo frio que nada tiene que ver con la nieve rueda sobre mi columna. En un instante, su rostro aparece en mi mente. Cuernos marcados, decorados con oro, puntas afiladas como cuchillos. Un rostro delgado y apuesto, facciones bovinas mezcladas inmaculadamente con la forma humana. Una sonrisa arrogante y satisfecha. Y esos ojos... sus iris de ese azul artico limpio y transparente que recuerdo sentir como me atravesaban incluso ahora. Mas de dos semanas desde aquella noche, desde el instante en que hundi una daga en lo profundo de su garganta y le quite la vida. El Rey Demonio. Te he encontrado. Agazapada en la nieve, me giro con mi cuchillo en alto entre mis dedos temblorosos, mi corazon late con fuerza contra mis costillas. Pero el bosque esta vacio. Los arboles se yerguen altos, como centinelas silenciosos en medio de la escarcha. La sangre me sube a los oidos. Miro de nuevo en todas direcciones, los escalofrios aun recorren mis brazos y mi nuca a causa de esa voz. Habia parecido tan real. Tan cercana. Cuando me pongo de pie para continuar siguiendo a Nitta y a Bo, no hay rastro de ellos. Estoy sola. Luego, contengo el aliento. Porque, tal vez, no lo estoy. Aunque es imposible que haya oido las palabras del rey, el movimiento que he percibido y la sensacion de que alguien nos observa pueden deberse a que nos estan siguiendo. No es el fantasma del rey muerto, sino uno de sus soldados o guardias de elite. Por ese motivo Wren y los otros me han prohibido salir del templo todo este tiempo. Sabemos que es solo cuestion de tiempo hasta que nos encuentren, si es que aun no lo han hecho. Han pasado mas de dos semanas desde el ataque en el palacio la noche del Baile de la Luna. Mas que tiempo suficiente para que ellos nos hayan rastreado, incluso hasta nuestra ubicacion remota aqui, en las montanas del norte. Mas que tiempo suficiente para esperar fuera del templo, donde nos hemos escondido con magia protectora. Para esperar hasta que partamos a nuestro proximo destino, o hasta que yo me vuelva estupida y lo bastante imprudente para desobedecer la orden de permanecer oculta. Exactamente lo que he hecho hoy. Una alarma cobra vida en mi cabeza y en el mismo momento mas movimiento (real esta vez, junto a jadeos y el crujir de la nieve rota) aparece delante, en lo alto de la colina. --!Lei! --El grito de Nitta atraviesa la tormenta de nieve, agudo por el panico--. !Corre! Justo en el momento en el que una silueta descomunal salta en mi camino y emite un rugido que me hiela la sangre.

  • Barrotes de Ruben Gozalo

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    ?Donde crees que vas? Marcos observa el rostro afilado, los ojos saltones y los dientes ennegrecidos de Aitor, su jefe. La voz grave repiquetea en su cabeza como el redoble de un tambor. --A... a casa --dice titubeante. --De eso nada. --?Ah, no? --No. Aun no. --Pe... pero si ya he terminado mi turno. --Te quedas hasta las doce y media. !Hay mucha gente! --dice mientras senala a las personas que ocupan las mesas de alrededor. Tiene ganas de cerrar el puno y estamparselo en la cara, pero sonrie y se contiene. Sabe que las horas extras nunca apareceran en su nomina. Pero lo peor es que tampoco las cobrara. Aun no ha percibido el salario del mes pasado. El tio es un despota. Le paga cuando le sale de las narices, le trata peor que a un animal y ni siquiera le deja cinco minutos para fumar un cigarro. En cuanto le ve parado, le llama la atencion. Algunos dias le cronometra el tiempo que esta en el cuarto de bano. --Cla... claro. El asiente y trata de pensar que se halla en otro sitio y no en un maldito bar que da de comer y cenar a camioneros y currantes de un poligono industrial. Cobra una miseria, pero no se puede quejar. Es un exconvicto. Nadie en su sano juicio contrataria a un preso, por mucho que los politicos hablen de reinsercion y segundas oportunidades. --Ponme una hamburguesa gigante de beicon, queso, lechuga, tomate, cebolla y pepinillos. !Deprisa! !Ah! Y sin mostaza --dice con voz autoritaria. --!Desde luego, jefe! Con paso cansino entra en la cocina y se vuelve a embutir el delantal. En el aire flota un olor a fritanga. De la nevera saca dos trozos de carne picada y los coloca encima de la parrilla. Cuando las hamburguesas estan en su punto, las pone en el pan. Luego anade la lechuga, el tomate, los pepinillos, el beicon y la cebolla. <>, piensa. Por suerte, hoy esta algo acatarrado. Asi que absorbe los mocos y escupe un par de flemas en el pan. La saliva se envuelve con la masa. --Ni hara falta ketchup --dice en voz alta. Aplasta la hamburguesa, anade unas patatas de bolsa al plato y sale fuera. En el local hay mas de quince clientes. Se acerca hasta la mesa donde esta su jefe y esboza una sonrisa de conejo. --Que aproveche --farfulla con sorna. Antes de ponerse detras de la barra le observa de reojo mientras la prueba. Un gesto de satisfaccion se refleja en su semblante. --!Delicioso! --dice a la persona que esta con el. Aitor es un cabron, pero ?que jefe no lo es? Mientras atiende a dos clientes, piensa en lo miserable que es su existencia. En los ultimos meses su vida se ha limitado a ir de casa al trabajo y del trabajo a casa. No hay mas. Ahora comprende la razon de que muchos convictos no quieran salir del talego. En la carcel te lo dan todo. No tienes que preocuparte por fichar ni por la comida. Tampoco necesitas pagar el alquiler de la habitacion en la que vives o hacer numeros para llegar a final de mes. En los pabellones existe una rutina, unos horarios, un funcionamiento interno. Detras de las rejas eres alguien. Los otros reclusos te llaman por tu nombre y te respetan cuando coincides con ellos en el patio. Pero, una vez que te conceden la libertad condicional, lo duro se encuentra fuera. Al principio Marcos no lo entendia, pero tras unos cuantos dias en libertad comprendio la decision que habia tomado Luis, su antiguo companero de modulo. Nada mas salir por la puerta de la carcel de Topas, se subio en el primer autobus que se detuvo en la parada. Cuando llego a Salamanca dirigio sus pasos hacia una ferreteria. Alli compro un cuchillo bien afilado y, tras tomarse un cafe con leche, se persono en una caja de ahorros. Una vez dentro, se acerco con educacion hasta una de las mesas donde habia un asesor comercial y, con suma delicadeza, le coloco el cuchillo en la garganta. --!O me das toda la pasta o rajo a tu companero! --le grito a una de las cajeras. La mujer, asustada, hizo lo que le pidio. Despues, con el botin en los bolsillos, Luis salio de la entidad bancaria, se sento en el tercer escalon, extrajo un cigarrillo del bolsillo y se limito a esperar a que llegase la policia. Tan solo buscaba que un juez lo volviera a encerrar. Le cayeron quince anos. Cuando llevas la mayor parte de tu vida detras de unos barrotes, la vida en libertad se hace dura, muy dura. --?Que tal? La voz de Alfredo le saca de sus pensamientos. Es un cliente habitual. El hombre tiene unos cuarenta y tantos, voz de pito y una galopante alopecia ha deforestado gran parte de su cuero cabelludo. Posee un rostro vulgar: los ojos, marrones y achinados; la nariz, pequena; y es proclive a que le salgan ampollas en los labios. A pesar de que hace poco deporte, esta mas delgado que un alfiler. Viste como si se hubiera quedado estancado en otra epoca. Lleva chaquetas de pana con coderas, camisas de rayas con pajarita y pantalones acampanados. El tio trabaja como redactor creativo en una agencia de publicidad. Es culto. Se licencio en Filologia inglesa y tiene un posgrado en marketing digital. Sabe varios idiomas y le gusta hablar sobre literatura. Algunos dias le presta algun libro para que lo lea. Hace meses Alfredo se jactaba de ser una persona progresista, pero dejo de serlo cuando hizo las maletas y se mudo a otro barrio. --De mal en peor. En fin... ?Que te apetece tomar? --Ponme un corto de cerveza y un pinchito de tortilla. --No te lo recomiendo. La tortilla sabe a culo. Y el habia escupido tres veces, pero omitio esa parte. --!Joder! Entonces... --dice mirando los platos que quedan en el mostrador-- Mejor unas jetas. --Buena eleccion. Del bolsillo de la americana saca un ejemplar. En la portada se distingue el dibujo de una mujer asiatica embutida en un quimono. --Te he traido algo --dice mientras deja el libro encima de la barra. Marcos se limpia las manos en el delantal, esboza una sonrisa y lo coge. Al menos hay alguien fuera que le aprecia. --Rashomon y otras historias.

  • La ultima bala de Juan Jose Revenga

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    Traficantes de armas, guerrilleros en todo el mundo y los principales carteles mexicanos de droga son los protagonistas de este ensayo ficcionado. Conoceremos los entresijos del narcotrafico de la mano de uno de los capos mas importantes y mas buscado, el capo del cartel del golfo; o a traves del famoso secuestrador <>, un criminal que estuvo al mando de una red criminal con los mas altos estamentos de la policia mexicana e incluso politicos en su nomina, entre otros.

  • Noche de Luna Larga. Promesa de amor en Navidad de Gloria V. Casanas

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    Dos hombres jovenes, una muchacha que despierta al amor y antiguos secretos guardados en el corazon de los mayores, que solo la Noche de Luna Larga, la mas prolongada en el Hemisferio Norte, podra revelar. Sera tambien la ocasion en que afloren los sentimientos mas puros y se renueve el amor, tanto el fraternal como el filial y el romantico.

  • El aroma de la rosa del desierto de Beatrix Mannel

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    Beatrix Mannel es una de las autoras mas importantes del landscape en Alemania, pais de origen de todo un genero que ha irrumpido en medio mundo.

  • Aqui se quisieron Carla y Nico (Los libros de Nico y Carla 3), A. M. Irun de A. M. Irun

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  • Amor en tinta de Stephanos Tomasis

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    Amor en tinta es una historia romantica contada a traves de dos puntos de vista y aborda la enfermedad terminal de Christopher y la vida amorosa de su hija Nicole, quien no sabe como lidiar con la muerte y la ausencia de aquellos que ama. La ciudad de Amenti parece estar embrujada por el desamor y la perdida, pero tal vez hay historias de amor que pueden cambiarlo todo. Cada cumpleanos Nicole recibe un girasol y una carta enviada por su padre difunto, que piensa que el amor es capaz de traspasar las barreras del tiempo y la vida.

  • Unida a los guerreros (Programa de novias interestelares 4) de Grace Goodwin

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    Cuando las circunstancias la dejan sin otra opcion mas que ofrecerse como voluntaria en el Programa de Novias Interestelares, Hannah Johnson es asignada no solo a un companero, sino a dos. Sus futuros esposos son guerreros del planeta Prillon, un mundo cuyos hombres son conocidos en todos lados debido a su destreza en las batallas y en la cama.

  • Un acuerdo inconveniente (Match Point 2) de Kristel Ralston

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    Detras de la personalidad extrovertida y aguda de Kate Blansky se esconde una mujer desconfiada y cinica en el amor. Para ella su unica prioridad es conseguir el empleo de sus suenos en una importante revista fotografica. No necesita complicaciones, pero eso es exactamente lo que implica la presencia de un atractivo y obcecado italiano que pondra su mundo de cabeza. Ella esta decidida a no volver a confiar en los hombres. Sin embargo, ignorar las chispas que surgen cada vez que su mirada se cruza con la de Cesare Ferlazzo sera complicado, en especial cuando descubre que el es un hombre muy recursivo.

  • Intrigas de alta sociedad 2 de Ana Allende

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    Elizabeth Salt, hija del prestigioso abogado Marcos Salt, descubre con su muerte que su madre Isabella Salt, la cual siempre anhelo por su repentina partida, no es su madre y su amado, pero sobre protector padre, tampoco lo era, ya que el la ha adoptado en un momento de tragedia familiar; ahora su supuesta madre la ha dejado sin nada, reclamando lo que cree que le corresponde por derecho. Sin mas opcion, Liz decide comenzar un camino de descubrimiento personal, en donde las principales preguntas son ?Quien es?, ?cual es su identidad?, y ?como recobrar lo que le ha sido arrebatado? En compania de nuevas amistades, que consigue a lo largo de ese camino, y a su caballero encantado Liam Johnson, se propone a recoger lo pedazos de su vida, sin darse cuenta de que todavia la vida le tenia preparada una serie de eventos que la sorprenderan y llenaran de aun mas tristeza y confusion. CAPITULO I Me encuentro caminando alrededor de lo que un dia me pertenecio, donde un dia vivi momentos inmemorables, con un padre que ahora descubro que no era el mio: momentos de una vida que no era mia, tal vez por eso siempre senti que no pertenecia a ese mundo en donde todo era singularidad y perfeccion; un monton de recuerdos regresan a mi cabeza como si de una pelicula se tratara, mi padre gritando, mi padre peleando, discutiendo con la servidumbre, el estresado en su despacho. Tengo que hacer un increible esfuerzo para recordar otros momentos, como cuando me daba mis regalos de navidad o cuando se disfrazaba de Santa Claus para hacerme reir, cuando me acompanaba a buscar mis huevos de pascua, momentos que vivi y que ahora no se si en realidad eran mios por amor o por simple responsabilidad. Sin embargo, no puedo negar que mi padre me hizo vivir una ninez envidiable y eso se lo debo agradecer; me siento en una pequena banca en medio de Central Park, por primera vez en mi vida no se que camino seguir, que decisiones tomar, me siento perdida y destruida emocionalmente, miro a las parejas caminar y no puedo evitar pensar en mi caballero de armadura reluciente, Liam, ya falta poco para que sea mi hora de llegada a casa y, de seguro, esta ansioso esperandome pero ?Como le explico todo lo sucedido? ?Como le explico que yo, no soy yo y que esta vida no es mia? Las lagrimas amenazan con invadir mis ojos, asi que sacudo mi cabeza y trato de tomar una decision. Son casi las 6:00 de la tarde y me encuentro en el mismo lugar, no he tenido las fuerzas de hacer algo mas y la sensacion abrumadora no desaparece de mi. Todo esto de mi adopcion y la aparicion de mi "Madre" hubiera sido mas facil de asimilar bajo otras circunstancias. De Isabella podia esperar cualquier cosa, pero lo que nunca espere que sucediera fue que mi "amiga", mi "confidente", me pagara con esta moneda; todavia recuerdo su mirada y el desprecio con que me hablaba, se me eriza la piel, y pensar que en algun momento su amistad fue incondicional. Me hacen ver y pensar las cosas desde otro punto de vista, empezando porque tal amistad nunca existio, sus reclamos el dia de hoy me hicieron darme cuenta de que todo fue por simple interes y cuando por alguna razon se vio desplazada por mi, su interes se convirtio en rencor, un rencor que fue almacenando hasta que exploto. La verdad yo nunca desee hacerle dano, siempre la vi como una chica indefensa de alguna manera y, por lo tanto, siempre busque la forma de cuidarla, pero eso la hizo sentirse sobre-merecedora de cosas que escapan de mis manos; no puedo evitar pensar que tal vez todo esto es mi culpa, miro al horizonte y me percato como pequenas hebras de sol empiezan a ocultarse y se que es momento de tomar la proxima decision, he decidido buscar un lugar, un pequeno hotel a las afueras de Manhattan, necesito tiempo para mi, para pensar, para asimilar tanta informacion. Tomo mi bolso, saco mi celular y en mi buscador favorito de internet busco un hotel modesto y alejado del bullicio de Nueva York, rapidamente lo encuentro, es pequeno y sencillo, tiene todos los aspectos que necesito para facilitar este momento de transicion, aparte de que estoy segura que alla nadie me encontrara porque estoy segura que Matt y Liam me buscaran hasta debajo de las piedras y yo solo necesito estar sola. Rapidamente me levanto de la banca y me dispongo a buscar un taxi que me lleve al lugar que por un par de dias sera mi refugio. Llego al hotel y me asombra su belleza natural, se encuentra en medio de un area boscosa, con muchos arboles a su alrededor e inmediatamente me siento a gusto y relajada con mi decision, paso al lobby y me registro en una habitacion sencilla sin muchos lujos. Al entrar en ella, veo una pequena cama con sabanas un poco descoloridas, que en algun momento fueron azul, dos almohadas y un cojin en el medio, una mesita de noche color marron clara y una lampara blanca sobre ella; de un extremo, una pequena peinadora con un par de gavetas y un hermoso espejo decorado, y justo frente a la cama un pequeno televisor y, por su puesto, un modesto bano; para lo que pienso hacer en esa habitacion es mas que perfecta, no tiene muchas cosas en las que me puedan distraer; luego de tomar un largo bano, miro mi telefono celular y tengo 10 llamadas de Matt y 28 de Liam, !VEINTIOCHO! Me parece una locura, me encantaria poder responderle, poder llamarlo, pero en ese momento no encuentro la fuerza ni las palabras correctas para decirle algo coherente, asi que dejo a un lado mi celular y me concentro en mi misma, es lo que necesito; me lanzo en mi comoda cama, prendo el televisor y rapidamente consigo una pelicula que me engancha, aunque un par de minutos despues caigo en un profundo sueno. Es mi cuarto, dia en el hotel y no lo puedo negar, me he sentido mucho mejor, aunque lo unico que no me deja tener una concentracion perfecta son las 20 llamadas al dia que me hace Liam, del resto, todo me ha servido de bastante ayuda, aunque todavia no logro descifrar cual sera mi siguiente paso en la vida. Tocan la puerta y es Maria, una mucama del hotel que se ha ofrecido para ayudarme en cualquier cosa que necesite, luego de haberme encontrado el dia numero 2 acostada en mi cama llorando desconsoladamente; es una chica muy linda, de mi edad, morena, de cabello largo negro y, aunque un poco llenita, tiene muy linda silueta, aparte de eso tiene un nino de dos anos de edad que es una monada, a veces cuando no consigue quien se lo cuide, lo lleva con ella al trabajo y pasa un par de horas en mi habitacion viendo munequitos. --Hola maria ?Como estas? --Bien senora Elizabeth. --Ya te he dicho que me digas Liz por favor. --Esta bien Liz, pase a entregarle lo que me habia encargado el dia de ayer. Me pasa una bolsa en donde encuentro un par de jeans, una blusa negra y un par de botas de corte alto, sonrio y le doy un abrazo. --Gracias Maria, ya tenia mucho tiempo con la misma ropa y sentia que iba a enloquecer. -- Saco mi lengua en senal de desagrado y ella rie.

  • Caos por correo (Novias de Seattle 2) de Cynthia Woolf

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    Lucy Davison se convirtio en una novia por encargo junto a otras noventa y nueve mujeres. Todas fueron llevadas a Seattle, territorio de Washington y todo a causa de la Guerra Civil, la cual habia disminuido la cantidad de hombres casaderos en New Bedford. Uno de los hombres que traslado las novias hasta Seattle fue Drew Talbot. Cuando Lucy lo conoce y se tocan por primera vez, ella siente que una especie de energia electrica recorre todo su cuerpo. El problema es que siempre que Drew esta cerca, Lucy se vuelve completamente torpe y por lo general termina en los brazos de el. Cuando se pone de novia y se compromete con el hombre que ama, ella cree que todos sus suenos se haran realidad.

  • En la colonia penitenciaria de Franz Kafka

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    Franz Kafka (Praga, 1883 – Kierling, Austria, 1924), nacido en el seno de una familia judia, se doctoro en derecho en 1906, tras lo cual trabajo durante anos como funcionario en el Instituto de Seguros de Accidentes de Trabajo de Praga, actividad que compagino con la escritura. En vida publico unicamente relatos, entre ellos La condena (1913), El fogonero (1913)--ambos publicados en Acantilado-- y La transformacion (1915). Sus celebres novelas--El desaparecido (1927), El proceso (1925) y El castillo (1926)--vieron la luz postumamente, y contribuyeron a la consolidacion del prestigio del escritor, hoy reconocido como fundamental de la literatura del siglo xx.

  • Corazon y coraza de Tania Rodriguez

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    Corazon y Coraza se centra en las vivencias de una joven londinense llamada Sanah, cuya existencia dara un giro abrupto, tras conocer a un afamado artista de quien se enamorara profundamente. Con el poema de Mario Benedetti como eje, los enamorados daran rienda suelta a un amor jamas experimentado. Proveniente de una familia conservadora, la timida y obediente Sanah debera sacar a relucir su fortaleza interior para defender sus deseos y vivir su historia de amor a pleno y despojada de la coraza que la oprime.

  • Camino a una tierra extrana de David Park

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    Con una prosa elegante y sugestiva, Camino a una tierra extrana es el viaje introspectivo de un padre que busca a su hijo; un retrato psicologico, perfectamente hilvanado, acerca de una familia en una crisis emocional y, sobre todo, una hermosa reflexion del significado de la paternidad.

  • Gold and diamonds, Eli Jane Foste de Eli Jane Foster

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  • Magia y deseo de Louise Fuller

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    !Aristo haria cualquier cosa con tal de estar con su hijo!

  • El turista perpetuo de Harkaitz Cano

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