• wolfsong la cancion del lobo - T. J. Klune

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    Suspiro por lo bajo de forma brusca y le tomo un momento voltearse en mi direccion. -?Cuando llegaste a casa? -Hace un rato -me dio una comezon que no se sintio nada bien. Papi echo un vistazo al reloj viejo sobre la pared. La cobertura plastica del frente estaba agrietada. -Es mas tarde de lo que pensaba -sacudio la cabeza-. Mira, Ox... Parecia nervioso. Confundido. Mi padre era muchas cosas: un alcoholico, rapido para enfadarse y atacar con palabras o punos, un dulce demonio con una risa que retumbaba como esa vieja Harley Davison que habiamos MOTAS DE POLVO/ FRIO Y METAL enia doce anos cuando papi puso una maleta al lado de la puerta. T-?Para que es eso? -le pregunte desde la cocina. reparado el verano anterior. Pero jamas se lo veia nervioso, jamas parecia confundido. No como lo estaba ahora mismo. Presenti algo terrible. -Se que no eres el muchacho mas listo del mundo -me dijo mientras ojeaba su maleta. Era cierto, no habia sido provisto de una gran inteligencia. Mi mama una vez dijo que yo estaba bien. Mi papa pensaba que era lento. Mama le respondio que no se trataba de una carrera. Papa ya habia bebido demasiado whisky y comenzo a gritar y romper cosas. No la golpeo. No aquella noche, de hecho. Mama lloro mucho, pero el no la golpeo, yo mismo lo verifique. Cuando comenzo a roncar en su vieja silla, me escurri a mi habitacion y me oculte bajo mis mantas. -Lo se, senor -replique. Me miro de nuevo y jurare hasta el dia en que me muera que vi amor en sus ojos. -Mas tonto que un buey -dijo. No se oia malicioso viniendo de el. Tan solo lo era. Me encogi de hombros. Esa no era la primera vez que me lo decia, incluso cuando mama le habia pedido que dejara de hacerlo. Estaba bien, era mi papa, sabia mas que cualquier otra persona. -La gente hara que tu vida sea una mierda. -Soy mas grande que la mayoria -afirme, como si eso significara algo. Y lo era, las personas me temian, aunque no queria que asi fuera. Era grande, como mi papa. El era un hombre de gran tamano con un temperamento inestable gracias a la bebida. -La gente no te comprendera. -?Eh? -No te entenderan. -No necesito que lo hagan -en verdad queria que lo hicieran, pero podia comprender por que no lo harian. -Debo irme. -?A donde? -Lejos. Mira... -?Lo sabe mama? -Claro... Tal vez. Sabia que sucederia, probablemente lo sabe desde hace tiempo -rio, pero no se oyo como si encontrara gracioso lo que acababa de decir. -?Cuando regresaras? -di un paso hacia el. -Ox, la gente sera mala. Solo ignoralos y manten tu cabeza baja. -La gente no es mala, no siempre -no conocia a demasiadas personas. De hecho, no tenia amigos. Pero la gente que si conocia no siempre era mala. Simplemente la mayoria no sabia que hacer conmigo. Eso no estaba mal, yo tampoco sabia que hacer conmigo. -No me veras por un tiempo -agrego-. Tal vez por mucho... -?Que hay del taller? -le pregunte. Papi trabajaba en lo de Gordo. Siempre olia a metal y grasa cuando regresaba a casa, y sus dedos estaban ennegrecidos. Tenia camisas con su nombre bordado con puntadas de rojo, azul y blanco: Curtis. Siempre pense que esa era una de las cosas mas maravillosas. La marca de un gran hombre, tener tu nombre grabado en una camisa. En ocasiones me permitia acompanarlo. Me enseno a como cambiar el aceite cuando tenia tres, como cambiar un neumatico a la edad de cuatro y como reconstruir el motor de una Chevy Bel Air Coupe de 1957 cuando tenia nueve anos. Esos dias llegaba a casa oliendo a grasa, aceite y metal, y sonaba que tenia una camisa con mi nombre bordado. Diria Oxnard o tal vez solamente Ox. -A Gordo no le importara -dijo mi padre. Se sentia como una mentira. A Gordo le importaba todo. Era algo malhumorado, pero una vez me dijo que cuando fuera lo suficien temente mayor, podria pedirle empleo. "Los tipos como nosotros deben mantenerse juntos", me dijo. No supe que quiso decir, pero me basto el hecho de que pensara en mi. -Oh -fue todo lo que pude decirle a mi padre. -No me arrepiento de haberte tenido -dijo-. Pero me arrepiento de todo lo demas. -?Esto se trata de...? No sabia de que se trataba. -Me arrepiento de estar aqui -continuo-. No puedo tolerarlo. -Bueno, eso esta bien -respondi-. Podemos solucionarlo. Quizas podriamos irnos a algun otro lugar. -No hay solucion, Ox. -?Cargaste tu telefono? -le pregunte porque jamas recordaba hacerlo-. No olvides cargarlo para que pueda llamarte. Hay cosas de Algebra que aun no entiendo. La senora Howse me dijo que podia pedirte ayuda. Aunque sabia que mi padre no entenderia los problemas numericos mas que yo. La llamaban Prealgebra. Eso me asustaba porque si ya era dificil siendo pre, ?que pasaria una vez que solo fuera Algebra, sin el pre incluido? -Maldita sea, ?acaso no lo entiendes? -grito. Conocia ese gesto, era su expresion de enfado. Estaba colerico. -No -le respondi, porque no lo entendia. Intente no encogerme por el miedo. -Ox, no habra ayuda para Algebra, ni llamadas por telefono. No hagas que me arrepienta de ti tambien. -Oh... -Ahora tienes que ser un hombre, por eso intento explicarte todo esto. La mierda te va a llegar, solo deberas sacudirtela y seguir adelante -tenia los punos apretados a los costados. No sabia por que. -Puedo ser un hombre -le asegure porque tal vez eso lo haria sentir mejor. -Lo se -respondio. Sonrei, pero aparto la mirada. -Debo irme -concluyo al fin. -?Cuando vas a regresar? -pregunte. Dio un paso vacilante en direccion a la puerta, con la respiracion repiqueteando en su pecho. Tomo su maleta y se marcho. Pude oirlo arrancar su vieja camioneta afuera, el motor tardo en encenderse. Se oia como si necesitara una nueva correa de distribucion. Tendria que re - cordarselo mas tarde. -?Ox? -pregunto. Se veia muy cansada-. ?Que sucede? -Hola, mama. -?Por que estas llorando? -No estoy llorando -y no lo hacia porque ahora era un hombre. -?Que sucedio? -acaricio mi rostro. Sus manos olian a sal, patatas fritas y cafe mientras frotaba sus pulgares sobre mis mejillas mojadas. Baje la cabeza para mirarla. Siempre habia sido pequena y yo, en algun momento del ano pasado, habia crecido mucho. Ojala recordara ese dia, debio haber sido monumental. -Cuidare de ti -le prometi-. Ni siquiera debes preocuparte. -Siempre lo haces -su mirada se suavizo. Pude ver las lineas alrededor de sus ojos, el cansado conjunto de su mandibula-. Pero... -se detuvo. Tomo aire-. ?El se marcho? -pregunto y su voz se oyo tan pequena. -Eso creo -enrosque su cabello con mi dedo. Oscuro, como el mio, como el de papa. Eramos todos oscuros. -?Que te dijo? -me pregunto. -Ahora soy un hombre -repeti. Eso era todo lo que necesitaba oir. Mama se partio de la risa. Mama llego tarde a casa esa noche, luego de trabajar doble turno en el restaurante. Me encontro en la cocina, de pie en el mismo lugar en donde estaba cuando mi papa atraveso la puerta. Las cosas eran diferentes ahora. Tampoco se llevo fotografias. Solo un poco de ropa, su afeitadora, su camioneta y algunas de sus herramientas. Si no lo hubiera conocido mejor, hubiera pensado que jamas estuvo aqui. Sono un par de veces hasta que un mensaje dijo que el telefono ya no estaba en servicio. La manana siguiente tuve que disculparme con mama, habia colgado con tanta fuerza que quebre la base del telefono. Ella dijo que estaba bien, y no volvimos a mencionarlo nunca mas. -Mantenlas limpias y Dios te libre si las encuentro tiradas afuera. Se oxidaran y te dare una paliza. Esta mierda no es para jugar, ?entiendes? -me dijo. -Si -respondi y las toque con reverencia porque eran un regalo. No podia encontrar las palabras para decir lo completo que se sentia mi corazon. Papa no se llevo el dinero cuando nos dejo. Al menos no todo. Aunque tampoco habia demasiado, a decir verdad. Lo llame en el medio de la noche, cuatro dias despues. enia seis cuando mi papi me compro mi propio set de herramientas. No de las que eran para ninos. Nada de colores brillantes ni plastico, eran de metal frio y reales. T Un par de semanas tras su partida, me hallaba de pie en la habitacion de ellos (de ella). Mama estaba en el restaurante otra vez, en un nuevo turno. Sus tobillos estarian adoloridos cuando llegara a casa. La luz del sol se vertia a traves de una de las ventanas sobre la pared del fondo y atrapaba las pequenas particulas de polvo. Olia a el dentro de la habitacion. A ella. A ambos, a una mezcla de los dos. Pasaria mucho tiempo hasta que el se desvaneciera. Pero al final lo haria. Abri la puerta del armario y uno de los lados estaba casi vacio, aunque quedaban algunas cosas. Las pequenas partes de una vida que ya no era vivida. Como su ropa de trabajo, cuatro camisas que colgaban al final del armario. Lo de Gordo, en cursiva. Todas decian Curtis. Curtis, Curtis, Curtis. Toque cada una de ellas con la punta de mis dedos. Quite la ultima de su gancho, la deslice por mis hombros. Era pesada y olia a hombre, sudor y trabajo. -Okey, Ox -me dije-. Tu puedes hacerlo. Entonces comence a abotonarla. Mis dedos se trababan sobre sus botones, muy grandes y redondos. Era torpe e ingenuo, solo manos y piernas, sin encanto y soso. Era demasiado grande. Acabe con el ultimo boton y cerre mis ojos, respire profundo. Recorde como lucia mama esa manana: las lineas moradas debajo de sus ojos, sus hombros caidos. -Se bueno, Ox, mantente lejos de los problemas -me habia dicho, como si los problemas fueran la unica cosa que yo conociera. Como si me metiera en problemas a menudo. Abri los ojos y me enfrente al espejo que colgaba en la puerta del armario. La camisa era demasiado grande o yo era demasiado pequeno. No estaba seguro de ninguna de las dos cosas. Me veia como un nino disfrazado, como si fingiera ser alguien mas. -Soy un hombre -dije con voz baja luego de fruncir el ceno al ver mi reflejo. >>Soy un hombre -no creia en mis palabras. >>Soy un hombre -repeti con una mueca de dolor. Al final me quite la camisa de mi padre, la devolvi al armario y cerre las puertas. A mis espaldas, las motas de polvo siguieron flotando en la luz solar que desaparecia.

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    Críticas (14), citas (24) extractos de Wolfsong. La canción del lobo de T. J. Klune. Empecé este libro llena de expectativas, teniendo en cuenta que podría.

  • RESEÑA "LA CANCIÓN DEL LOBO" / "WOLFSONG DE TJ ...

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    21 sept 2019 — Hoy les traigo una nueva reseña de un libro que leí recientemente, "La canción del lobo" o "Wolfsong", primera entrega de la saga Green ...

  • 'La canción del lobo', de TJ Klune, llega a España con VR ...

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    28 may 2021 — El libro es la primera parte de una saga compuesta por cuatro libros.

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  • El Diablo de Melody Calixto

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    Los primeros rayos del sol entraron por mi ventana obligandome a abrir los ojos de mala manera, odiaba madrugar asi que maldije el modo en el que habia despertado. Me esperaba un dia lleno de asuntos que arreglar, ante todo era un profesional y no debia abandonar mis negocios; en breve llegaria una mercancia de cocaina desde el norte de Africa y como no podia ser de otra manera, tenia que conocer todo detalle de la operacion; de ello dependia que unos miles de euros llegaran a mi poder y fuera un poquito mas millonario. Aun sin levantarme de la cama tome mi telefono, marque el numero de Fabio, mi mano derecha y tambien mejor amigo por el momento, ya que en estos negocios quien menos lo esperas te puede traicionar, aunque el conocia las consecuencias de ello... la traicion se paga con la vida en estos mundos y yo no pensaba flaquear en ese sentido, debia mantener mi reputacion. Tras unos largos y desesperantes tonos, una voz familiar atendio al otro lado del telefono, con voz contundente y segura contesto: --Ya estoy en la costa, no te pongas dramatico. --Dijo en tono tranquilizador. --No esperaba menos de ti. --Respondi aliviado--. No olvides pagarle su parte a Matteo Bertotti. Matteo Bertotti, un inspector de policia que amablemente trabajaba para nosotros, le pagaba una cantidad de dinero bastante tentadora y el a cambio se volvia ciego, sordo y mudo, de esta forma me beneficiaba de ciertos privilegios con la ley, asi eran las reglas del juego, todos tenemos un precio. Colgue a Fabio despues de aclarar el panorama y tranquilizarme con la buena noticia; eche un vistazo a mis mensajes, mujeres, negocios y mas negocios. Borre algunas chicas que me dejaron de interesar y bloquee a algunas otras, total para lo que las queria cualquiera que me gustara fisicamente me servia, he de reconocer que tenia mucho exito con las mujeres, supongo que mi aspecto y mi condicion economica las conquistaba sin mucho esfuerzo. Ya en pie, me contemple en el espejo enterizo de mi habitacion, encantado de haberme conocido y como si de una gran obra de arte se tratara, me contemple con admiracion cada parte de mi cuerpo. --!Joder! Cada vez estoy mas bueno... no puedo con tanta perfeccion. --Me halague. Para ser sinceros no estaba nada mal, contaba con treinta anos recien cumplidos, cuerpo escultural, rubio y con ojos azules, creia ser el creador de todo y merecedor de una vida cargada de cosas maravillosas, como si eso fuera lo realmente importante en la vida. Despues de agasajarme una y otra vez, me dispuse a darme una larga y relajante ducha. Mi movil comenzo a sonar y aun sin haber terminado mi bano sali rapidamente completamente lleno de jabon; seque mi rostro rapidamente y enrede una toalla a la cintura para atender cuanto antes a la llamada, en cuestion de segundos las cosas se podian torcer en ese terreno tan pantanoso como el del narcotrafico. Un incomodo silencio al otro lado de la linea hizo que presagiara lo peor, la falta de informacion aumento mi desesperacion. Algo debio salir mal en cuanto Fabio volvia a repetir su llamada, no era lo habitual en el. --!Habla Fabio! --Ordene--. ?Que ha pasado? Deduje que estaba preso del panico, no se si tenia miedo a mi reaccion o a lo que le hubiese ocurrido, la incertidumbre se estaba apoderando de mi y la paciencia no era una de mis grandes virtudes. --!Que hables Joder! --Grite impaciente. --Los Cannavaro se han adelantado... nos han robado la mercancia. --Tartamudeo. Colgue el telefono sin mas, necesitaba pensar, planear algun tipo de venganza por lo sucedido y hacerles entender a esa familia que con Elio Carletti no jugaba nadie, tampoco me convenia dar la imagen de debil, en Italia me conocian por ser despiadado y no queria que cambiaran de parecer. Me volvi a meter en la ducha para terminar lo que habia comenzado y centrarme en algun plan maligno que hiciera arrepentirse a esos inconscientes. 2 Transcurrio un dia desde lo sucedido con mi mercancia, tiempo suficiente para que los Cannavaro confiaran en el triunfo de su hazana. Ellos, nuestros eternos competidores por quedarse con el mejor trozo del pastel; en toda historia siempre existe un enemigo, en la mia eran todos y cada uno de los miembros de esa familia. Sin meditarlo demasiado me puse en contacto con algunos de los hombres que trabajaban para mi, queria lo que me pertenecia a como diera lugar o por lo menos que recibieran un buen escarmiento. Ordene que me trajeran al mas joven de la familia, un chico llamado Gabriel de unos dieciocho anos, a mi parecer no tenia nada que ver con el negocio, pero la vida podia ser muy injusta, a veces pagaban justos por pecadores. Les di instrucciones a mis hombres sobre lo que debian de hacer con el, el plan era llevarlo a mi lugar secreto donde los traidores, ladrones y demas escorias recibian su merecido. Me vesti de forma informal con ropa deportiva, para el trabajo sucio no habia que usar nunca ropa de calidad, las manchas de sangre son demasiado dificiles de quitar y pense que ninguno de ellos merecia que me preparara para la ocasion. A penas transcurrio una hora y mi equipo de trabajo (como me gusta llamarlos) me tenian a ese desgraciado en el lugar acordado, un descampado situado lejos de la ciudad, cuanto mas lejos, menos testigos. Al estacionar mi coche fuera de la pequena choza, pude oler el miedo de aquel inocente, por lo visto salia de la universidad donde estudiaba, mala suerte pertenecer a ese circulo vicioso, donde no existia la bondad, ni el perdon. Entre con toda seguridad, haciendo entender a todos los presentes que alli estaba yo; cualquier persona con un minimo de sentimiento hubiera sentido lastima por Gabriel, ese chico maniatado y con la cara tapada con un pasamontana. Me acerque a el y de un gesto le arranque el trozo de tela que cubria su rostro, representaba la viva imagen del miedo. --No te preocupes, te voy a dar una oportunidad. --Susurre en su oido. Habia que estar preparado para cualquier imprevisto, asi que tome el telefono que utilizaba para estos casos, uno totalmente equipado para no poder ser descubierto, ni el numero real ni tampoco la ubicacion, imposible de rastrear por ningunas de las formas existentes. Teclee el numero del que supuse que seria el perrito faldero del cabecilla de la familia. --Tremenda osadia la de ustedes ?no? La mercancia la quiero en la costa en una hora ?entendido? --Ni lo suenes, esta vez no te saldras con la tuya. --Respondio con firmeza la sabandija asquerosa al otro lado. --Bueno... tengo aqui al pequeno Cannavaro, te lo paso para que se saluden y puedan llegar a un entendimiento. Le extendi el telefono para que hablara, la imagen no podia ser mas digna de un cuadro; el joven no articulaba palabra mientras que el aburrimiento se apoderaba de mi con tanto drama. Bostezaba, miraba mi reloj... todo para hacerle entender que mi tiempo era muy preciado y lo estaba perdiendo con alguien que para mi no tenia ni un apice de importancia. Tras un tiempo prudencial en el que todo eran llantos, dudas y tragedia, decidi que era hora de que acabaran la charla. --Una hora, ni un minuto mas. --Adverti. Colgue sin quitar la mirada de Gabriel por el que solo sentia un gran desprecio. Las imagenes de mi ninez visitaron mi mente, esa maldita familia siempre fue un lastre para nosotros, recordaba cuando solo tenia siete anos de edad y el padre del sujeto que se encontraba a escasos centimetros de mi acabo con la vida de mis padres delante de mi sin una pizca de piedad. Paseabamos por un precioso parque situado en Napoles, cuando dos disparos me hicieron aprender lo que era la maldad de ese mundo al que siempre perteneci sin saberlo, el patriarca de esa familia ordeno matar a mis padres por un tema similar al que estaba viviendo en aquellos instantes. Desde entonces, Marco mi unico tio se encargo de mi, hasta que cumpli los dieciocho anos, en mi propia fiesta de cumpleanos lo mataron de forma similar a la de mis padres. En mi interior solo quedaba odio, resentimiento y ganas de venganza, asi que segui con el negocio familiar, necesitaba vengarles de alguna manera y para ser francos me parecia un "trabajo" bastante "facil". Cerre los punos de rabia al recordar cada episodio de mi vida, yo al menos le estaba dando la oportunidad para que rectificaran, aunque en mi cabeza cabia la posibilidad de que el chico acabara como el rosario de la aurora. Mi paciencia se estaba acabando y las agujas del reloj a penas se movian, los minutos parecian hora, desesperado no paraba de contemplar la grotesca imagen de ese chico asustado, me recordaba a mi con su misma edad. Por fin la espera acabo, llame p

  • La buena esposa de Meg Wolitzer

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    Joan Castleman, mujer de un famoso escritor norteamericano, acompana a su marido a Helsinki, donde posiblemente le den un premio literario casi tan importante como el Nobel. Ya en el avion, el lector se entera de que pase lo que pase, despues de toda una vida juntos, ha decidido dejarle. Esta harta de el y de su egolatria. Al mismo tiempo empieza a rememorar como lo conocio en la Universidad donde era uno de sus profesores y como acabo casandose con el despues de separarse de su mujer anterior y de una hija pequena a las que abandono. Tambien ella ha tenido dos hijos con Joe, pero no se llevan bien con su padre. En un texto muy agil, tipico de Wolitzer, se van desarrollando dos temas paralelos: el triunfo literario de Joe y su pasion por las mujeres, y la frustracion creciente de una mujer que, de joven, queria convertirse en una gran escritora.

  • La memoria de la lavanda de Reyes Monforte

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    Reyes Monforte, autora de Un burka por amor y Una pasion rusa, regresa con una gran novela sobre la perdida, el duelo, el amor y la esperanza.

  • Atreverse a Amar de Nora Roberts

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    Jared tenia que elegir entre una mujer ardiente y su frio orgullo. Estaba acostumbrado a salirse con la suya, sobre todo con las mujeres, pero con Savannah Morningstar no llegaba a ninguna parte. Aquella mujer, de una esplendida belleza, mantenia una actitud testaruda que estaba haciendo estragos en el ego masculino. Y, cuando alguien pisoteaba el orgullo de los MacKade, siempre se desataba un infierno...

  • Mas fria que la guerra de Fabian Plaza Miranda

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    Paz, amor y menudo cuelgue. Los pies del Listo chapotearon por el barro con la gracilidad de un borracho. O para ser exactos, con la de alguien que llevaba varios dias consumiendo mas cosas de las que su cuerpo podia tolerar. Habia perdido la cuenta. Alcohol, si, de muchos tipos. Un poco de acido. Y porros. Alguna pastilla. Ahora que lo pensaba, era un milagro que siguiera de pie. Un milagro. Dios estaba con el. La carcajada que solto fue tan fuerte que varios hippies dejaron de prestar atencion a la musica y lo miraron con cierta desgana. Tampoco era que un colgado en mitad de un viaje fuera tan raro por ahi. Dejo de reirse de su propio chiste, recupero el aliento y siguio avanzando hacia el escenario, donde las sensaciones serian mas intensas. Podria dejarse llevar hasta con aquellos tipos, los noseque Dead; unos que hacian una mezcla de rock y folk. Al Listo le parecian tan malos como el escenario, que daba la sensacion de estar a punto de hundirse por el peso del equipo, pero tampoco podia quejarse. !Estaban en una granja, joder! !Una granja! Era normal estar rodeado de animales. Animales. Reprimio el impulso de volver a reirse y se centro en la musica. Al menos, el gordo barbudo de la guitarra no lo hacia mal. Habia estado bien lo del espontaneo, cuando un fulano habia subido al escenario y habia soltado un rollo sobre algo de la costa. Ni el mismo se entendia. Los de la banda se habian mirado en plan <>, hasta que uno le habia ofrecido un canuto y lo habia sacado de en medio. Luego habian vuelto a sus conazos de canciones. En la oscuridad de la noche casi golpeo una roca con sus pies desnudos. El Listo llevaba las deportivas colgando al cuello, atadas por los cordones, como un atrapasuenos de pesadilla, o como los pendientes de una diosa vuelta del reves, o... Uououooo... El mareo le hizo parar hasta asegurarse de que la Tierra habia dejado de bailar. Asi. Mejor. Respirar hondo. Lo llamaban Festival de Woodstock y el Listo no tenia ni puta idea de por que. El pueblo no se llamaba asi. Tampoco la granja. Pero oia el nombre por todas partes, entre los corrillos de melenudos tirados en la hierba. La hostia de gente habia ido a ver el espectaculo. Tantos que las carreteras estaban colapsadas y todas aquellas tiendas de campana parecian una... a saber... una invasion marciana. Una invasion apestosa. Los organizadores no habian contado con tanta gente, asi que no habia suficiente sitio para mear y cagar. Pero eso para los hippies no era problema, claro. Pagar entradas tampoco. El aforo extra se debia a todos los que se habian colado, y colarse en mitad de un campo no era muy dificil, la verdad. El Listo habia entrado asi, dando un rodeo y saltando una valla que no habria podido frenar ni a una vaca. Por supuesto, habia sido por hacer la puneta. De haber querido, solo habria tenido que sacar el talonario de su padre. Pero eso le quitaba la chispa al asunto. La idea era romper todos los limites, hacer lo que se suponia que no debia, incluso hundir en el fango su apellido y --en especial-- avergonzar al cabeza de familia. Por desgracia, le daba la sensacion de que el riguroso don Faustino ya no se escandalizaba como antano con las tropelias de su heredero el bala perdida. La prueba estaba en que el viaje a Estados Unidos habia corrido de su cuenta. Quiza se habia percatado de que el Listo tambien podia gastarse el dinero y hacer el crapula estando en Madrid. Tal vez hubiera decidido que al menos podia ser util que su primogenito aprendiera algo de ingles mientras dilapidaba la fortuna familiar con algunas frescas americanas. Seguro que en las reuniones sociales hasta presumia de que el Listo estuviera <>. Visto asi, la fiesta se aguaba. No tenia la misma gracia si a padre le parecia bien. Joder con don Faustino. Era capaz de causarle bajones incluso cuando no estaba presente. Resoplo unas cuantas veces y volvio a caminar. Necesitaba encontrar un grupo de gente con la que mezclarse, como habia estado haciendo todo ese tiempo. Al Listo se le daba muy bien congeniar, y su exotico aire de espanol le abria muchas puertas ante los multiculturales hippies. Aunque igual lo que necesitaba era tumbarse y dormir un rato. Estaba cansado, aun no se habia secado del todo del chaparron del dia anterior, y con aquellas ropas de lino se sentia como si estuviera en una chirigota de los carnavales de Cadiz. Joder. Ya era oficial. El bajon don Faustino le dominaba. Mejor buscar un sitio para echarse a roncar. Quiza fueran imaginaciones suyas, pero la musica de los pesados del escenario sonaba mas y mas entrecortada. Estaban perdiendo el ritmo. A veces era el bajo, a veces uno de los guitarristas, pero iban descoordinados. Que malos eran, por favor. Se fijo en que el gordo de la guitarra sacudia la mano y fruncio el ceno. Le habia parecido ver una descarga electrica. Si. El gordo se frotaba la mano como si le doliera. Y los otros igual. Por eso se saltaban compases. Su equipo de tres al cuarto les daba calambres. Je. Como se escapara una chispa en mitad de aquel escenario medio empapado lleno de aparatos, se podia armar una buena. El Listo recupero parte de sobriedad al mirar las caras del grupo. Todos parecian preocupados. Todos pensaban lo mismo que acababa de pensar el: <>. Pero no tuvieron tiempo. Fue con el otro guitarrista, el delgado. En uno de los punteados se oyo un petardazo y, de repente, todo se apago. Luces, sonido, todo. El estrellado cielo nocturno de la campina yanqui volvio a reinar sobre aquellos cientos de miles de cabezas, incluso a traves de las nubes. Quienes no abuchearon a los musicos se deleitaron con el acojonante espectaculo de la Via Lactea. Un cuadro impresionista que, ahora que el hombre habia llegado a la Luna, parecia al alcance de la mano. Hasta que empezo el otro brillo: un resplandor anaranjado que ilumino todo de improviso. Primero pensaron que el fuego al fin habia prendido; luego, el Listo se percato de que la luz venia de varios metros por encima del escenario. Y los incendios no suelen provocarse en mitad del aire. Cayo en la cuenta de que aquel fulgor poco tenia que ver con una combustion; era mas bien una mancha amorfa, como una gigantesca ameba fosforescente varada frente a el. Y tambien estaba el ruido, una especie de zumbido ritmico, un vaiven sonoro que se oia cada vez con mas claridad. Entonces aparecieron las criaturas. Surgieron atravesando la luz naranja, como si fuera una delgada membrana que hasta entonces las habia contenido. El Listo no tuvo tiempo de preguntarse donde, porque la imagen de los seres centraba toda su atencion. Cada uno media un par de palmos y tenia el aspecto de un negro insecto, con largas antenas en la cabeza, elitros negros y alas transparentes que provocaban el zumbido. Sin embargo, en vez de seis patas tenian ocho, y en sus mandibulas se agitaban gruesos queliceros peludos. En la cabeza, varios ojos de diferentes tamanos, algunos facetados y otros no, reflejaban los destellos azafranados del lugar. El Listo apenas noto una vaharada de olor a alcanfor antes de darse cuenta del alcance de lo que tenia ante si. Habia decenas, cientos de aquellos animales. Y a cada segundo que pasaba mas de ellos cruzaban la luminosa barrera. Revoloteaban por doquier, con el pausado zigzag de las moscas domesticas, tan lentos que cualquiera habria podido atraparlos... si es que alguien hubiera querido llevar a cabo tan incomprensible tarea. Paseaban entre la gente o por encima de ella. Algunos se habian posado en el suelo y lo exploraban erraticamente. Nada de aquello parecia autentico, asi que lo primero que penso el Listo fue que se lo estaba imaginando. El abuso de narcoticos le pasaba factura y le hacia alucinar con la pesadilla mas repulsiva que su mente habia podido crear. No obstante, un rapido vistazo alrededor echo por tierra esa hipotesis. Los demas asistentes al festival tenian la boca tan abierta como la del Listo, estaban tan aturdidos como el y tambien seguian con la mirada a los extranos seres. No eran capaces de hablar siquiera, dado que sus cerebros trataban de asimilar tanta irrealidad. El unico sonido que los envolvia era aquel zumbido colectivo. Hasta que alguien junto al Listo atino a silbar, un melenudo tirado en el suelo que tenia a una de las criaturas subiendo por su brazo. --!Tio! --dijo, con los ojos desenfocados--. !Menudo mal viaje! Eso parecia, desde luego. Un mal viaje psicotropico que los hubiera golpeado a todos a la vez. Algo tan irracional que deberia haberlos hecho chillar, encenderlos en un arrebato de unanime pavor, pero que, en vez de eso, los habia dejado estupefactos. Uno de los insectos-arana paso volando justo por delante del Listo, como pavoneandose y dejandose contemplar. Algo tan grande no deberia haber volado, no con aquellas alas en apariencia fragiles, pero ahi estaba. Un inflado cuerpo con torax y abdomen diferenciados, y vellosidades por toda su oscura figura. Los queliceros estaban serrados y parecian capaces de arrancar un dedo de un mordisco. Sus ojos multiples daban la impresion de contemplarlo todo. El Listo se vio reflejado en ellos. La imagen le parecio incluso hermosa. Extendio la mano para tocarlo, para acariciarlo como una exotica mascota. Todos los seres enloquecieron al unisono, igual que si se hubiera dado una senal silenciosa. Su vuelo dejo de ser parsimonioso para convertirse en espasmodico. Sus patas convulsionaron como si trataran de aferrarse a un asidero invisible. Sus mandibulas se abrieron y cerraron, hambrientas. Las criaturas aletearon con furia. Un enjambre caotico cuyo zumbido habia aumentado en intensidad, tan agudo que ponia los pelos de punta. El Listo retiro la mano, asustado, pero el monstruo que tenia frente a el no le hizo nada. Otros no tuvieron tanta suerte. Los bichos comenzaron a arrojarse como bestias salvajes contra la gente. Clavaron sus patas en vientres descubiertos, en brazos, incluso en caras; cualquier trozo de piel en el que pudieran hincar sus unas. Y lo hicieron a fondo, a juzgar por los regueros de sangre que abrian. El silencio se convirtio al fin en un estallido de panico. Gritos de dolor, de terror, gente tratando de escapar del surreal avispero, incluso pisoteando a quienes estaban tendidos en el suelo. Casi nadie ayudaba a los heridos; la respuesta instintiva estaba siendo la huida, una primaria busqueda de la supervivencia. El Listo no. Estaba petrificado, ojos abiertos de par en par, casi sin respirar y congelado por el terror. Por la pavorosa certeza de que no se podia escapar de aquello. Asi que fue un mudo e inmovil testigo de todo. Vio aguijones salir de los abdomenes y clavarse en sus victimas. A una joven que estaba junto a el y que luchaba por arrancarse el monstruo que tenia sobre su cabeza, la pua le perforo el ojo y quiza llego hasta el cerebro, dado que la chica se desplomo inerte. Otros dardos desgarraron cuellos, oidos o mejillas. Vio como los engendros arrancaban pedazos de carne y los devoraban. Los queliceros cortaron piel y musculo siempre que pudieron, las cabezas de las criaturas incluso se sumergieron en las tripas de algunos para cebarse tambien con sus organos internos. Cuando el Listo creia que aquella escena no podia ser mas dantesca, vino lo peor. Los seres que habian hecho presa en alguna persona comenzaron a iluminarse con el mismo tono anaranjado de la puerta por la que habian llegado. Su fulgor cada vez fue mas fuerte y el Listo noto tambien un aumento de la temperatura. Las monstruosas luciernagas se encendieron mas y mas... y sus victimas dejaron escapar desesperados berridos casi animales. En cuestion de segundos, todo aquel lugar quedo salpicado de teas insectoides. Los engendros se mezclaron con la piel de sus presas, extendiendose y deshaciendose como una mancha de cera hirviente. Apenas unos instantes despues, otro tanto ocurrio con las personas que habian sufrido el ataque. El fulgor las consumio por completo, fundiendolas como mantequilla. Unos charcos viscosos en el suelo fueron los unicos restos que quedaron tras las deflagraciones. Ante eso, el panico alcanzo su nivel maximo. Alrededor del Listo, todo eran gritos, llantos, frenesi, miles de personas tratando de alejarse en todas direcciones, de huir de aquel infierno que no entendian. Y junto a ellos, decenas de monstruos eligiendo a sus victimas casi al azar. Muchos zumbaron junto al Listo, aturdido e inmovil, pero ninguno se lanzo contra el. El resplandor anaranjado se estaba apagando. El Listo quedo mesmerizado mirandolo y todo el caos que le rodeaba dejo de parecerle importante. Solo aquel brillo merecia su atencion y solo a el se la dedico. La muerte, las combustiones y los abominables depredadores se le antojaron irrelevantes. Apenas una mota de polvo en el ciclopeo tapiz cosmico. La luz en cambio... la luz lo contenia todo. El Listo abrio su mente, ansioso por beber de aquel manantial. Recibio todo lo que deseaba y mas. Sintio su cabeza a punto de estallar. Chillando de dolor y de impotencia, aferrandose las sienes como si aquello pudiera aplacar su agonia, el Listo cayo de rodillas. Luego enloquecio por completo y se sumio en la inconsciencia.

  • Cuando tu y yo rompimos, Shirin Klaus de Shirin Klaus

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    Cuando Carlos regresa al hotel, Marisol ha desaparecido dejando atras un video. Tiene algo que confesarle antes de aceptar su propuesta de matrimonio y a Carlos no le va a gustar. Lo que le cuente, sin duda, lo cambiara todo, pero el no tiene otra opcion que ver la grabacion de principio a fin pese a que ya su comienzo lo deja helado:

  • Resurreccion de Alberto Garcia Briz

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    En 2029, un grupo de investigacion trabaja para recuperar un cerebro que ha permanecido congelado durante los ultimos once anos.

  • Un destello de luz (Inspector Gamache 9) de Louise Penny

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    La Navidad esta a la vuelta de la esquina, y en Quebec eso significa nevadas que encandilan, luces de colores y encuentros con familiares y amigos ante una chimenea encendida. Sin embargo, Armand Gamache, el inspector jefe de la Surete du Quebec, no tiene mucho que celebrar: algunos de sus mejores agentes del Departamento de Homicidios han sido trasladados a otras unidades, lleva meses sin hablar con el teniente Jean-Guy Beauvoir y fuerzas hostiles estan alineandose contra el.

  • Al pie de la montana de Romina Naranjo

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    Romina Naranjo, con su voz fresca y original, nos regala una novela inolvidable, al mas puro estilo del Western clasico. Personajes maravillosos: Una chica luchadora que se rebela contra los malos tratos y un hombre Malboro que encarna al tipo duro, valiente y de fuertes principios. Un romance sensual, lleno de tension, que atrapa desde el primer encuentro. En el ano 1922, con la Ley Seca imperando en todo el territorio de Virginia, Bree Caser abandona su vida en Kentucky para seguir los pasos que la llevaran al infierno mas aterrador. La bestia que dormia en las profundidades del hombre en quien confio ha despertado al llegar a las montanas. Huir es la unica solucion posible. Escapar de las garras salvajes de un maltratador para caer bajo el embrujo de los Apalaches.

  • Orfancia de Athos Zontini

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    Un nino demasiado delgado dentro de un mundo demasiado insipido. Un padre y una madre obsesionados con la comida: una lucha en familia que solo puede acabar en tragedia. O en comedia, en una comedia muy negra.
    <>
    El protagonista de Orfancia se siente perseguido por sus padres, una pareja de Napoles que quiere verlo rollizo y feliz. El esta convencido de que, llegado el momento, todos los adultos devoran a los ninos y no tiene claro que quiera acabar asi. Pero la vida tiene un sabor imposible de resistir…

  • Highlander. Un corazon al que ganar de Dylan Martins

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    Escocia, 1980.
    Cuando Fiona termina sus estudios, vuelve junto a sus padres, quienes siguen trabajando para la familia MacGuffey, duenos de las tierras donde viven.
    Antes de regresar a Edimburgo para ejercer su profesion como doctora, durante el tiempo que pasa con ellos, no le extrana ver que alli todo sigue como antano.
    La cultura de sus antepasados continua, aun, en este siglo y sera muy dificil convencerlos para que avancen.
    Scott, el hijo de los duenos de las tierras, provocara que la vida de Fiona de un giro inesperado. El desafio de Fiona sera, ademas, enfrentarse tambien a el si quiere conseguir implantar en esas tierras los avances que desea.
    Una historia donde las emociones y la lucha de poder te ensenaran que nada es lo que parece.

  • Lo hago por ti con locura de Olivia Saint

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    ?Que harias si estuvieses frente a dos hombres que harian lo que fuese para satisfacer todos tus deseos en una sola noche?
    Sarah decide un dia cambiar radicalmente su vida amorosa al entrar en la crisis de los 40s, su marido accede a que necesitan un cambio, pero todavia no estan abiertos dejar entrar a un extrano a su cama, de pronto su hermana se queda unos dias en su casa y es aqui donde todo comienza, pero esto no termina aqui… hay alguien mas esperando cumplir todos sus deseos

  • Tras la ventana de Maria Las Heras Serrano

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    Desde la ventana se veia un gran patio, recordaba al de la pelicula de Hitchcock: "La ventana indiscreta". Espiaban a vecinos y transeuntes e imaginaban sus vidas…Aquella ventana seria el comienzo de una historia llena de pasion que cambiaria su vida para siempre.

  • La formula de un beso de Dina Reed

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    A pesar de que David Sinclair se ha hecho millonario con una web de citas en la que miles y miles de personas han encontrado pareja, el a sus 32 anos sigue siendo un soltero de oro.
    Es demasiado exigente y, como buen matematico, sabe que las posibilidades de encontrar a su pareja ideal son tan remotas como toparse con un karaoke en una galaxia lejana.
    O eso cree hasta que aparece en su vida Amanda Klein, su nueva secretaria y todo su mundo se vuelve del reves.
    Amanda no es su tipo, Amanda no entraba en sus planes, Amanda esta como una cabra, Amanda le desquicia como nadie, pero tiene un no se que que le esta volviendo loco.
    Y lo que es peor, no encuentra un punetero patron matematico que explique lo que le esta pasando con ella.
    Amanda es una chica independiente, caotica, fuerte y romantica, que esta convencida de que el amor no tiene nada que ver con los patrones, las formulas y los algoritmos que tanto le gustan al estirado de su jefe.
    Para ella el amor es pura magia y misterio, miradas que lo dicen todo, y besos perfectos que cambian vidas enteras.
    Hasta que un dia le da por probar la web de citas y se lleva una sorpresa monumental, pues el candidato perfecto segun el maldito algoritmo no es otro que el insoportable de su jefe.
    ?Pero y si funciona? ?Y si verdaderamente existe una formula que nos lleve hasta el beso perfecto?

  • Negro como el mar de Mary Higgins Clark

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  • Un verano frente al mar de Jessa Lacey

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    Ariadna no era consciente de que ese verano y esa familia iban a poner su mundo patas arriba. Su nuevo y extravagante trabajo no era ni mas ni menos que el de fingir ser una sobrina lejana de la familia para conseguir controlar y vigilar al hijo de los Walker que ya no sabian que mas hacer para que su hijo no dejase echar a perder mas su vida entre fiestas, mujeres y malas companias y que ademas que poco se responsabilizaba del negocio familiar.
    Iba a experimentar en su propia piel eso de que lo prohibido atrae y es tentador. Ella pensaba que iba a ser uno de los trabajos mas sencillos y mejor pagados y las reglas que le habian impuesto no supondrian ningun problema. Solo debia vigilar a un chico de edad similar a la suya e intentar que no se metiese en lios, siendo su sombra si hiciese falta para controlarlo y hacerle ver que esa vida no era la mas adecuada.
    Pero desde el primer instante en que se introdujo en esa enorme mansion y fue golpeada con una pelota de Voleibol provocando que perdiese la estabilidad y cayera accidentalmente a la piscina, y a punto de ahogarse por no saber nadar, tuvo que ser rescatada por ese cuerpo bronceado de escandalo y dueno de la sonrisa mas llamativa y impactante que habia visto en su vida, en ese preciso instante supo que esa tarea iba a ser de lo mas complicada.

  • Mi error fue amar al principe. Parte 2 de Moruena Estringana

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  • Un Lord Con Wifi (Tecleame te quiero 4) de Isabel Jenner

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    Vuelve la serie <>, de Isabel Jenner, con esta cuarta y esperada entrega.

  • Sophie (Simplemente Amor 1) de Azminda Cancino

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    Northman-Carter Jones. Tres apellidos, una fortaleza.

  • Alguien como tu de Myrian Gonzalez Britos

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  • Diosa Cosmica de Gema Perez

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    Las fertiles. aun mas.
    Y Cassandra. es unica.
    Disenada para ello.

  • Mi divan de A.r. Morena

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    A veces necesitamos un duro golpe para ser conscientes, de una manera psicofisica, de en lo que se esta convirtiendo nuestra vida y si de paso, ese golpe nos manda a kilometros de la mierda autocompasiva en la que nos estamos rebozando desde hace unos meses, pues mucho mejor.
    No siempre lo mejor es lo mas aparente, muy por el contrario, lo completamente opuesto suele ser lo que mas nos atrae.

  • Despegando por amor (Los alemanes 2) de Noni Garcia

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    En la vida de Carmela no hay tiempo ni espacio para volver a enamorarse. Ser madre soltera de un nino, casa y familia, que siempre han sido lo primero para ella, ocupan toda su vida. No se niega a tener algun que otro escarceo, aunque no entra en sus planes tener algo mas.

  • Muerte en Las Dunas (Isla de Lornea 1) de Gregg Dunnett

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    Veo el cuerpo desde la ventana de mi habitacion. Yace en mitad de la playa, probablemente lo arrastro la marea durante la noche. Es lo unico que interrumpe la plateada arena de la orilla y no tengo duda alguna de lo que es, incluso desde aqui lo tengo claro. Es curioso, siempre he sabido que, viviendo donde vivo, algun dia veria algo asi. Lo ponen a menudo en las noticias de la television: <>. Y por fin hoy he encontrado el mio. Agarro los prismaticos. Son grandes, capaces de aumentar la imagen hasta 10 veces y pesan tanto que me resulta dificil mantenerlos firmes. Por eso, aunque los aprieto con fuerza contra el cristal de la ventana, lo unico que logro ver son fragmentos desiguales de piel, una fantasmagorica mancha blanca en el vientre y un color rojo intenso donde una herida le corta el dorso. Es una joven. Eso si alcanzo a verlo. Tendida en un charco de sangre y agua salada. Yace muerta en medio de la playa, de mi playa. De repente soy consciente de mi respiracion por las pequenas nubes de vaho que se forman cada vez que expulso aire por la boca. ?Podria ser mi imaginacion? Tal vez estoy dormido y esto no es mas que un sueno. Pero el resto de la habitacion parece real. El armario esta abierto y veo mi uniforme escolar colgado dentro. Los posteres de mi habitacion son los correctos: la tabla periodica y mi lista de <> con todos los nombres en latin. Me fijo en este ultimo, no estarian escritos correctamente si estuviera sonando porque no me los se todos de memoria. Escojo uno al azar: Lubina estriada <>. Definitivamente, no estoy sonando. Miro de nuevo por los prismaticos. Esta vez noto las gaviotas. Algunas revolotean sobre el cuerpo; otras se posan con tranquilidad, como si fuera una roca nueva que broto durante la noche. Entonces noto que no solo estan de pie, sino que se inclinan, picoteando. Desgarrando trozos de carne. Veo a una moviendo el pico directamente en el ojo. Suelto los prismaticos y pienso. Deberia decirselo a papa. Se que deberia hacerlo. Pero algo me hace dudar. Ultimamente esta de un humor bastante raro. Se enfada por tonterias. La playa va a estar llena de policias y de periodistas, y papa odia a esa gente. Si se lo cuento igual le da por insistir que no nos metamos en esto. Incluso igual dice que pasemos la manana en casa y entonces no podre examinarla. ?Y con que frecuencia tengo una oportunidad asi? Para alguien como yo esta es una ocasion increible. Quiero decir, tambien es triste, por supuesto, pero no sirve de nada ponerse sentimental con estas cosas. Por encima de todo, es una oportunidad que no se debe desperdiciar. Asi que, aunque me siento un poco culpable, concluyo que no se lo voy a contar a papa. Me llamo Billy, por cierto. Tengo once anos, pero soy un poco mas interesante que la mayoria de los chicos de once anos. Bueno, eso juzgando por los que van a mi instituto. Estoy seguro de que estarias de acuerdo si los conocieras. Afortunadamente, hoy es sabado y no hay clases. Tenemos una rutina bastante establecida para los fines de semana. Lo primero, papa va a hacer surf por la manana temprano ya que luego se llena y no le gusta mezclarse con la gente. Yo voy con el pero nunca hago surf. Eso requeriria meterse en el agua y yo no me meto al agua. No obstante, no me quedo en el coche esperandolo. Eso seria bastante aburrido. Siempre tengo muchos proyectos en marcha. Como mi proyecto de la cabana, por ejemplo. La construi el ano pasado, con materiales que a papa le habian sobrado del trabajo. Esta en el bosque detras de las dunas pero estoy seguro de que no la encontraras porque pinte las paredes de camuflaje. Tarde un siglo en terminarla. Resulta que no se puede comprar pintura de camuflaje; en realidad tiene sentido cuando lo piensas, ya que los colores se mezclarian en la lata. Bueno, de todos modos, ese fue mi proyecto del ano pasado. Ahora tengo otros que son aun mejores. Pero, obviamente, hoy no estoy pensando en mis proyectos. Hoy hay un cadaver en la playa. Decido que tengo que despertar a papa y salir de casa lo mas rapido posible. Asi puedo ser el primero en llegar. Tal vez sea yo quien la descubra. Papa suele levantarse despues que yo. Baja y se hace un cafe. Si no llueve o hace demasiado viento, se lo toma afuera. Se coloca en nuestro pequeno jardin en la cima del acantilado y mira hacia la playa para decidir donde hacer surf. Si hay un buen oleaje vamos a nuestro extremo de la playa, cerca del acantilado, porque las olas aqui son mas pequenas y menos potentes. Pero si no hay mucho oleaje vamos a Silverlea, el pueblo que esta en medio de la bahia. Alli, la playa esta mas expuesta al oceano. Y claro, si no hay nada de olas o si el viento sopla demasiado fuerte, entonces no vamos a hacer surf. Y eso si que es un rollo porque significa que papa se pasara todo el dia de mal humor. En casa vivimos solos papa y yo. No tengo hermanos ni hermanas. Ni madre o, al menos, ya no. Y, despues de lo que paso con los pollitos de gaviota, papa no me deja tener mascotas. Asi que estamos solos los dos. Y hemos vivido aqui, en nuestra casa en lo alto de un acantilado desde que tengo uso de razon. Decido que esta manana hare yo el cafe. Y lo hago de una manera realmente ruidosa para despertar a papa, cerrando los armarios con portazos y revolviendo los cubiertos para coger la cuchara. Necesito que se de prisa si quiero ser yo quien descubra el cuerpo. Tenemos una de esas cafeteras plateadas donde pones el cafe en el medio y con dos partes que se enroscan. No estoy seguro de cuanto cafe poner pero se que a papa le gusta fuerte, asi que lo lleno hasta arriba. Al poco tiempo, la cafetera empieza a silbar y a echar espuma y la cocina empieza a oler a cafe. Cojo una taza para papa y cierro la puerta del armario con otro portazo. Oigo a papa arriba en el cuarto de bano, echando un chorro largo como todas las mananas. Cuando finalmente termina, grito hacia arriba. --!Papa, cafe! Luego salgo al jardin para echar otro vistazo. Todavia esta alli, nadie la ha descubierto. Pero me doy cuenta de que hay otro problema, las olas. Hoy son pequenas. Eso significa que papa querra ir a Silverlea donde las olas seran mas grandes. Normalmente no me molestaria porque mis proyectos estan bien distribuidos por toda la zona por lo que no me importa ir a donde quiera papa. Pero el cuerpo esta aqui, en nuestra playa. Si vamos a Silverlea, tendre que caminar todo el camino de regreso y corro el riesgo de que alguien la descubra mientras voy de camino. No quiero que eso suceda. Quiero ser yo el que la descubra. Asi que cuando papa sale a reunirse conmigo, cafe en mano, ya estoy pensando en una forma de resolver el problema. Lo miro con cautela. Anoche llego tarde y creo que debio beber bastante porque tiene cara de resacoso. --?Por que has hecho tanto ruido esta manana, Billy? --papa se frota los ojos--. Pense que te estaban matando en la cocina o algo asi. --Se rie y toma un sorbo de cafe--. !Dios! Esto es gasolina pura --exclama. Frunzo el ceno porque no estoy seguro de si eso es bueno o malo. Papa pone la taza en la tapia del jardin. Luego bosteza y estira los brazos. Lleva unos vaqueros viejos y una camiseta que se le levanta un poco, lo suficiente para que se le vean los musculos de la tripa. Todavia se le nota el moreno del verano incluso ahora al final de la temporada. A pesar de que la hierba esta mojada por el rocio, va descalzo. El no nota el frio. Nos quedamos en silencio un rato observando las vistas. Justo delante de nuestra tapia esta el viejo camino del acantilado. Lo cerraron hace un tiempo porque se volvio demasiado peligroso, pero yo todavia se de un camino hacia abajo. Pasado el viejo camino hay un gran acantilado sobre la playa, que tiene siete millas de largo y se extiende mas alla de la ciudad de Silverlea, hasta Northend. Hacia la derecha se ve el bosque. A la izquierda es solo oceano. La verdad es que tenemos una vista increible desde nuestro jardin. --Tiene buena pinta, ?no? --dice papa, cogiendo su cafe de nuevo. Quiere decir que las olas parecen buenas. Desde aqui arriba puedes verlo todo pero papa solo se fija en las olas. Por eso creo que mi plan funcionara. Espero unos instantes antes de hablar; le dejo que estudie lo que pasa bajo nosotros. Observa como las olas entran en la playa. Las olas que ves cuando vas a la playa no son siempre del mismo tamano. Vienen en grupos o conjuntos. Por eso en un momento determinado puede parecer que las olas son realmente grandes pero luego, al rato, parecen ser mucho mas pequenas. En este preciso momento, mientras dejo que papa mire, son bastante grandes. De hecho tengo suerte, es probable que sea la ola mas grande que he visto en toda la manana. Perfecto para mi plan. --Son grandes --digo con la mayor naturalidad posible--. Parecen pequenas ahora, pero justo antes de que salieras eran bastante grandes. Yo voto por que vayamos a Littlelea. Si papa lo hubiera observado tanto tiempo como yo le habria sido obvio que estoy mintiendo. Esta claro que el surf sera mejor en Silverlea, donde la playa esta menos protegida. Littlelea es donde esta el cuerpo, asi que necesito que decida ir alli. Y para eso tengo que convencerle de que las olas son mas grandes de lo que realmente son. Papa no responde de inmediato. Estamos de pie, juntos, mirando hacia el oceano. El cuerpo es lo suficientemente visible para cualquiera que lo estuviera buscando, pero el no esta mirando hacia la playa. Sus ojos escanean el horizonte, observando como los pequenos bultos que asoman por el horizonte se transforman en olas segun se acercan. Espera, sorbiendo su cafe. Y es paciente. A medida que pasan los minutos las olas que habian entrado desaparecen y el mar vuelve a estar llano. Hago lo posible por parecer sorprendido. --Me parecen pequenas --dice papa finalmente con una nota graciosa en su voz--. ?Te encuentras bien, Billy? --Se vuelve hacia mi y, por un momento, me preocupa que se vaya a poner de uno de sus extranos estados de animo. Pero esta sonriendo--. Venga, nos vamos a la ciudad. Y ya de paso desayunamos despues. La ciudad es lo que llamamos Silverlea. Asi que vamos a tener que conducir mas de dos kilometros hacia el norte, mas alla del cuerpo y luego tendre que caminar todo el camino de vuelta hasta Littlelea para regresar hacia el. Obviamente estoy decepcionado. Aunque por lo menos, ir a desayunar despues sera un consuelo. Y no voy a hacer que cambie de opinion ahora, asi que mejor asumirlo. Papa se termina el cafe, hace una mueca y me mira. --Salimos en cinco minutos --dice mientras entra en casa para terminar de vestirse. Le sigo y una vez en la cocina me apresuro a apagar el ordenador portatil. Cojo los prismaticos, un cuaderno de notas por estrenar, mi camara de fotos y lo meto todo en la mochila. Papa pasa junto a mi mientras me estoy poniendo las botas de caminar y me mete prisa. Mientras salgo, papa echa su traje de neopreno en la parte trasera de la camioneta. Aterriza con un golpe en la base metalica. Su tabla ya esta alli; practicamente permanece ahi todo el tiempo. Entonces dudo. Cuando esta de buen humor me deja viajar en la parte de atras a pesar de que sea tecnicamente ilegal. Pero cuando esta de mal humor tengo que ir delante con el, con el cinturon de seguridad abrochado y todo. Me arriesgo y subo por la parte de atras sin mirarle a los ojos. Al principio no dice nada, simplemente abre la puerta de la cabina. Antes de entrar me dice: --Si nos cruzamos con la policia te agachas de inmediato. Papa entra en la camioneta, al instante oigo el rugir del motor y la camioneta empieza a renquear. El olor a gasolina llena el aire. Bajamos por nuestro camino hacia la carretera principal y entonces papa comienza a bajar la colina, conduciendo rapido, invadiendo el carril contrario para suavizar las curvas. La playa casi no se ve desde la carretera, solo se vislumbra entre los arboles. Luego, una vez que se cruza el rio esta bastante baja y las dunas la bloquean. Pero solo tardamos diez minutos en llegar y no nos cruzamos con nadie durante el camino. Me parece buena senal. Llegamos a la ciudad por la parte de atras y nos detenemos en la parte delantera del aparcamiento de la playa. La cafeteria Sunrise esta aqui al lado, alli es donde vamos a desayunar, pero todavia no ha abierto. Aun asi, no somos los primeros en llegar. Hay otros cuatro coches. Reconozco dos de ellos, son amigos de papa que tambien van a hacer surf. Supongo que los otros dos seran probablemente gente que ha ido a pasear a los perros. Espero que hayan caminado hacia el norte, hacia Northend y no hacia el sur hasta Littlelea donde esta el cuerpo. Probablemente no se pueda ver el cuerpo desde aqui asi que tengo esperanzas, pero no lo sabre hasta que baje a la playa. --A las diez de vuelta --dice papa. Antes intentaba que fuera a hacer surf con el pero ahora ya ha desistido. Por fin ha entendido que yo no me meto en el agua. --Vale --le contesto--. Hasta luego. --Me pongo en camino mientras se sienta en la plataforma de la camioneta para ponerse el traje de neopreno. No se molesta en taparse con una toalla ya que no hay nadie alrededor. Camino rapidamente por el pequeno sendero hacia la playa. Al principio es facil porque hay un paseo de madera pero luego se acaba y se me hunden los pies en la suave arena. Finalmente llego a las piedras. Hay una barra de rocas planas y grandes como platos. Cuando llego alli, me detengo y saco los prismaticos de la mochila. Incluso antes de enfocarlos del todo veo que algo va mal. Hay gente en la playa. Justo al lado de donde esta el cuerpo. Desde donde estoy no llego a ver quienes son o que estan haciendo, pero es obvio que estan alli parados. Siento como la desilusion me invade. Es gente sacando a los perros. ?Por que no podian haber caminado hacia el otro lado? Fui yo el primero en ver el cuerpo hace mas de una hora y queria ser yo el primero en llegar. Ahora ni siquiera se si voy a poder verlo. Espero que la Guardia Costera llegue pronto para acordonar la zona. O la policia. Estos dias hay un monton de policia por toda la ciudad. Me quedo alli un rato, esperando a que se me pase el disgusto; en realidad no me dura mucho. Despues de todo, quien sea que este alli no va a poder mover el cuerpo, es un poco grande para eso. Supongo que podrian tratar de acordonarlo, pero tampoco hay senales de eso, al menos de momento. Si me doy prisa igual todavia pueda examinarlo. Solo necesito darme prisa en llegar. Me pongo de nuevo en marcha, caminando justo al lado de la marca de la marea alta. Es el mejor lugar para andar porque la arena esta dura y plana. Ademas, a veces, encuentras cosas que ha traido la marea, lo cual es una ventaja. Pero hoy no estoy mirando hacia abajo. Mantengo los ojos enfocados hacia adelante, tratando de distinguir los detalles a medida que me voy acercando. Al rato, cuando ya estoy a mitad de camino, veo un coche de policia conduciendo lentamente por la playa hacia donde yace el cuerpo. Resoplo y suspiro. Se lo que estaras pensando, no es normal que un nino de once anos quiera examinar un cadaver en la playa. Pero como ya dije, no soy como la mayoria de los ninos de once anos. Quiero decir, probablemente, algunos de los chicos del instituto querrian hacerse un selfi o alguna estupidez parecida. Pero yo no quiero hacer nada de eso. Estoy interesado porque quiero estudiarlo, como buen cientifico que soy. Si sabes algo acerca de Silverlea, si has estado de vacaciones aqui o algo asi, puede que tambien te sorprenda que un coche de policia llegue tan rapido y tan temprano por la manana. Pero asi estan las cosas ahora. Este otono estan por todas partes. Se debe a la chica. La que sale en las noticias. Y si tienes en cuenta que no se trata solo de las noticias locales de la isla, sino de las noticias nacionales, junto con las historias sobre el presidente y los terremotos y demas, ya te puedes imaginar como lo estamos viviendo aqui. Esta toda la isla obsesionada con el tema. ?Como puede ser que una adolescente desaparezca asi sin mas? No parece posible. Yo conoci a la chica que desaparecio: Olivia Curran. Mira, igual te lo cuento ahora y todo, ya que incluso a paso ligero me llevara un tiempo llegar hasta alli. Estaba alojada en uno de los chales de los que se encarga papa. Habia venido de vacaciones con su familia: su madre, su padre y su hermano. Estaban en uno de los chales de Seafield. Son los mas caros, a pie de playa y con vistas al mar desde todas las habitaciones. De hecho, estan justo al lado del aparcamiento donde dejamos el coche esta manana. En realidad no tenia que haberla conocido. Yo estaba en el chale de al lado cuando llegaron. Estaba arreglando la wifi porque los huespedes de la semana anterior se habian quejado de que se caia mucho. Esa es otra cosa que hago, configuro la wifi para todas las casas de vacaciones que administra papa. El Sr. Matthews, el jefe de papa, sabe que se me dan bien los ordenadores y por eso me deja. Total, que acababa de terminar de arreglar el problema cuando llegaron. Tenian un todoterreno, o un cuatro por cuatro o algo asi, con bicicletas en la parte trasera y varias maletas en la baca. No hable con ellos, por supuesto. Todos los chales de Seafield son independientes y cuando llegan los invitados obtienen la llave de una caja de metal atornillada a la pared y con una cerradura de combinacion. Asi que simplemente les ignore como de costumbre. Al rato decidi coger un aperitivo del almacen. Hay una pequena caseta de piedra en el patio de los chales donde guardamos la ropa de cama de repuesto, los recambios de toallas y tambien hay pequenos paquetes de galletas para las bandejas de bienvenida que ponemos. Total, que ahi iba yo con mi portatil, de camino al almacen para coger galletas. Y ahi fue cuando me debio haber visto. Porque segun salia del almacen, todavia con el portatil abierto, la chica venia caminando hacia mi desde su chale. --Perdona --me dijo, sonaba un poco insegura--. ?Te alojas aqui al lado o algo asi? Acabamos de llegar y no conseguimos que funcione la wifi. No le conteste. No podia, tenia una galleta en la boca. --Es que te he visto con el portatil. Me preguntaba si tal vez habias conseguido que funcionara. --Tenia el pelo rubio recogido en una cola de caballo, pero algunos mechones se habian escapado y movio la mano para apartarlos de sus ojos. --Bueno, no te molestes, olvida que te he preguntado --dijo y comenzo a darse la vuelta. Aproveche para sacarme la galleta de la boca. --Vivo aqui. No necesito alojarme aqui. Configuro la wifi para los chales del Sr. Matthews. La chica se volvio y me miro de arriba abajo un poco dudosa. --Ah, genial. Pues me vas a venir bien, creo. Ya que no parece funcionar. --Se detuvo y sonrio. Tenia una sonrisa bonita. --Si que funciona. Lo acabo de arreglar --le dije. --Pues … bueno, acabo de intentarlo y a mi no me funciona. --?Has puesto la contrasena? --le pregunte. Los turistas son bastante inutiles, por lo que ponemos instrucciones para todo en las carpetas de bienvenida, incluso cosas tan sencillas como como encender la cocina electrica--. Esta en la carpeta de bienvenida que encontraras en ... --Si, ya la he encontrado. Se conecta bien, pero enseguida se cae. Aquello me molesto porque acababa de tener el mismo problema en el otro chale y pensaba que lo habia solucionado. --?Has cambiado las configuraciones? --pregunte, un poco esperanzado. -- No. Por supuesto que no. --Me echo una mirada graciosa--. Acabamos de llegar. Frunci el ceno. Si no hubiera ido a buscar una galleta no me habria atrapado. Pense en ir al chale numero dos e intentar conectarme desde alli, pero probablemente trataria de venir conmigo. Y seria mas rapido si pudiera conectarme directamente a su ruter. --Tengo que entrar y conectarme al ruter. ?Te parece bien? --Una parte de mi esperaba que dijera que no, pero no lo hizo. La chica, en aquel momento aun no sabia que se llamaba Olivia, movio el brazo de una manera muy elaborada, como si estuviera haciendo teatro o algo asi. --Estas en tu casa. De verdad que tenia una sonrisa preciosa. El ruter en el chale numero uno esta en el aparador junto a la mesa de la cocina. Vi de inmediato que la luz parpadeaba en naranja cuando deberia haber estado brillando en verde. Los chales de Seafield tienen el salon y la cocina juntos y el padre de la chica estaba alli, guardando comida en la nevera. --!Hola! --me dijo segun entraba, pero no tuve que decir nada porque la chica respondio por mi. --No pasa nada, solo esta aqui para arreglar la wifi. Puse mi portatil sobre la mesa y busque en la mochila el cable de red. El padre siguio guardando mas cosas en la nevera pero note que queria decir algo. Finalmente lo hizo. --Eres un poco joven para arreglar ordenadores --solto. Tenia esa voz que los mayores utilizan cuando quieren ser condescendientes hacia los ninos. Me gire un poco para darle la espalda y no le conteste. --Sabes, no importa si no consigues que funcione --continuo--. De todos modos, vamos a estar en la playa todo el dia, ?verdad, Olivia? --?Como? Si, si que importa --interrumpio la chica--. Puede que para ti no sea importante pero este lugar se anuncio como que tenia wifi. ?Que pasaria si en el anuncio hubiera puesto que tenia banera y llegas aqui y no hay banera? Te molestaria, ?verdad? --Vale --le dije. No queria oirlos discutir--. Esto pasa a veces, pero si reinicio desde el panel de control se resuelve el problema. --Creo que sonaba mas seguro de lo que en realidad me sentia ya que no entendia por que seguia fallando asi.

  • Golpes en la vida de Zeneida Miranda

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    Con la lucha y la superacion personal como principales hilos argumentales, "Golpes en la vida" comienza cuando la vida de la joven detective privada Sarah Boyle se ve duramente golpeada al sufrir un brutal ataque sexual.

  • La elite de Kiera Cass

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    No soplaba el aire en Angeles, y me quede un rato alli tendida, inmovil, escuchando el sonido de la respiracion de Maxon. Cada vez era mas dificil pasar con el un momento realmente tranquilo y placido. Intentaba aprovechar al maximo esos ratos, y me alegraba comprobar que cuando el parecia estar mas a gusto era cuando nos encontrabamos a solas. Desde que el numero de chicas de la Seleccion se habia reducido a seis, se mostraba mas ansioso que al principio, cuando eramos treinta y cinco. Me imagine que pensaria que tendria mas tiempo para hacer su eleccion. Y aunque me sentia culpable al pensarlo, sabia que yo era el motivo por el que deseaba ese tiempo de mas. Al principe Maxon, heredero al trono de Illea, le gustaba. Una semana atras me habia confesado que, si yo admitia que sentia lo mismo, sin reservas, acabaria con el concurso. Y a veces yo acariciaba la idea, preguntandome como seria estar con Maxon, sin nadie mas, solo nosotros dos. Sin embargo, el caso era que no era solo mio. Habia otras cinco chicas alli, chicas con las que salia y a las que susurraba al oido, y yo no sabia como tomarme aquello. Y ademas estaba el hecho de que aceptar al principe implicaba asumir tambien una corona, idea que solia pasar por alto, aunque solo fuera porque no estaba segura de que podia significar para mi. Y luego, por supuesto, estaba Aspen. Tecnicamente ya no era mi novio --habia roto conmigo antes incluso de que escogieran mi nombre para la Seleccion--, pero cuando se presento en el palacio como soldado de la guardia, todos los sentimientos que habia intentado borrar invadieron de nuevo mi corazon. Aspen habia sido mi primer amor; cuando le miraba... era suya. Maxon no sabia que Aspen estaba en el palacio, pero si sabia que habia dejado atras una historia con alguien, algo que intentaba superar, y habia accedido a darme tiempo para pasar pagina mientras el intentaba encontrar a otra persona con quien pudiera ser feliz, si es que yo no me decidia. Mientras movia la cabeza, tomando aire justo por encima de mi cabello, me lo plantee: ?como seria querer a Maxon, sin mas? --?Sabes cuanto tiempo hace que no miraba las estrellas? --pregunto. Me acerque un poco mas sobre la manta para protegerme del frio: la noche era fresca. --Ni idea. --Hace unos anos un tutor me hizo estudiar astronomia. Si te fijas, veras que las estrellas, en realidad, tienen colores diferentes. --Espera. ?Quieres decir que la ultima vez que miraste las estrellas fue para estudiarlas? ?Y por diversion? Chasqueo la lengua. --Por diversion... Tendre que hacerle un hueco a eso entre las consultas presupuestarias y las reuniones del Comite de Infraestructuras. Oh, y las de estrategia para la guerra, que, por cierto, se me da fatal. --?Que mas se te da fatal? --pregunte, pasandole la mano por la camisa almidonada. Animado por el contacto, Maxon trazo circulos sobre mi hombro con la mano con la que me rodeaba la espalda. --?Por que quieres saber eso? --respondio, fingiendose importunado. --Porque aun se poquisimo de ti. Y da la impresion de que eres perfecto en todo. Resulta agradable comprobar que no es asi. El se apoyo en un codo y se quedo mirandome. --Tu sabes que no lo soy. --Te acercas bastante --replique. Sentia los pequenos puntos de contacto entre nosotros. Rodillas, brazos, dedos. El sacudio la cabeza y esbozo una sonrisa. --De acuerdo. No se planear guerras. Se me da fatal. Y supongo que seria un cocinero terrible. Nunca he intentado cocinar, asi que... --?Nunca? --Quizas hayas observado el monton de gente que te atiborra de pastelillos a diario, ?no? Pues resulta que a mi tambien me dan de comer. Se me escapo una risita tonta. En mi casa yo ayudaba a preparar casi todas las comidas. --Mas --exigi--. ?Que mas se te da mal? El me agarro y se coloco muy cerca, con un brillo en sus ojos marrones que indicaba que escondian un secreto. --Hace poco he descubierto otra cosa... --Cuentame. --Resulta que se me da terriblemente mal estar lejos de ti. Es un problema muy grave. Sonrei. --?Lo has intentado? El fingio que se lo pensaba. --Bueno..., no. Y no esperes que empiece a hacerlo ahora. Nos reimos sin levantar la voz, agarrados el uno al otro. En aquellos momentos, me resultaba facilisimo imaginarme que el resto de mi vida podia ser asi. El ruido de pisadas sobre la hierba y las hojas secas anunciaba que alguien se acercaba. Aunque nuestra cita era algo completamente aceptable, me senti algo violenta, y ergui la espalda de inmediato, para quedarme sentada sobre la manta. Maxon tambien lo hizo. Un guardia se acercaba a nosotros rodeando el seto. --Alteza --dijo, con una reverencia--. Siento importunarle, senor, pero no es conveniente permanecer aqui fuera tanto tiempo. Los rebeldes podrian... --Comprendido --replico Maxon, con un suspiro--. Entraremos ahora mismo. El guardia nos dejo solos. Maxon se volvio hacia mi: --Otra cosa que se me da mal: estoy perdiendo la paciencia con los rebeldes. Estoy cansado de enfrentarme a ellos. Se puso en pie y me tendio la mano. Se la cogi y observe la frustracion en sus ojos. Los rebeldes nos habian atacado dos veces desde el inicio de la Seleccion: una vez los nortenos (simples perturbadores), y otra vez los surenos (cuyos ataques eran mas letales). Y no tenia mucha experiencia al respecto, pero entendia muy bien que estuviera agotado. Maxon estaba recogiendo la manta y sacudiendola, descontento por que nos hubieran interrumpido de aquel modo. --Eh --dije, llamando su atencion--. Ha sido divertido. El asintio. --No, de verdad --insisti, dando un paso adelante. El cogio la manta con una mano para tener el otro brazo libre y rodearme con el--. Deberiamos repetirlo algun otro dia. Puedes contarme de que color es cada estrella, porque la verdad es que yo no lo veo. --Ojala las cosas fueran mas faciles, mas normales --repuso el, con una sonrisa triste. Me acerque para poder rodearlo con los brazos. Maxon dejo caer la manta para abrazarme. --Siento ser yo quien desvele el secreto, alteza, pero, incluso sin guardias, no tiene usted nada de normal. Relajo algo el gesto, pero seguia serio. --Te gustaria mas si lo fuera. --Se que te resultara dificil de creer, pero a mi me gustas tal como eres. Lo unico que necesito es mas... --Tiempo. Ya se. Y estoy dispuesto a dartelo. Lo que me gustaria saber es si al final querras quedarte conmigo, cuando pase ese tiempo. Aparte la mirada. Eso no podia prometerselo. Habia sopesado lo que significaban Maxon y Aspen para mi, de corazon, una y otra vez, pero no estaba segura... Salvo, quiza, cuando estaba a solas con uno de los dos. En ese momento, estaba tentada de prometerle a Maxon que seguiria a su lado para siempre. Pero no podia. --Maxon --susurre, viendo lo desanimado que parecia al no obtener una respuesta--. Aun no te puedo decir eso. Pero lo que si puedo decirte es que quiero estar aqui. Quiero saber si tenemos... --dije, y me quede cortada, sin saber como plantearlo. --?Posibilidades? Sonrei, contenta al ver lo bien que me entendia. --Si. Quiero saber si tenemos posibilidades de que lo nuestro funcione. El me aparto un mechon de pelo y me lo puso detras del hombro. --Creo que si, que hay muchas posibilidades --contesto, con toda naturalidad. --Estoy de acuerdo, pero, solo... dame tiempo, ?vale? Asintio. Parecia mas contento. Asi era como yo queria que acabara nuestra noche juntos, con cierta esperanza. Bueno, y quizas algo mas. Me mordi el labio y me acerque a Maxon, diciendolo todo con la mirada. Sin dudarlo un segundo, se inclino y me beso. Fue un beso calido y suave. Hizo que me sintiera deseada. De hecho, quise mas. Podria haberme quedado alli horas, pidiendo mas. Sin embargo, Maxon enseguida se echo atras. --Vamonos --dijo, sonriente, tirando de mi en direccion al palacio--. Mas vale que entremos antes de que lleguen los guardias a caballo, con las lanzas en ristre. Cuando me dejo en las escaleras, senti el cansancio de golpe, como si me cayera un muro encima. Practicamente me arrastre hasta la segunda planta, pero, al rodear la esquina para llegar a mi habitacion, de pronto me desperte de nuevo. --!Oh! --exclamo Aspen, sorprendido el tambien al verme--. Debo de ser el peor guardia del mundo; todo este rato he supuesto que estarias dentro de tu habitacion.

  • Con tinta me tienes de Vero Garcia

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    *Una novela a medio camino entre el chick-lit y la comedia, muy en la linea de "No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas", de Laura Norton.*Con un estilo fresco y divertido, y unos personajes delirantes, Veronica Garcia debuta en Titania con una propuesta tan original como romantica.*Una voz nueva en el genero romantico que no pasara desapercibida.

  • El metodo Sakuma de Kenichi Sakuma

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    El fenomeno que ha vendido mas de 2.000.000 de ejemplares en Japon y ha puesto en forma a medio mundo ?Piensas que nunca podras conseguir una figura de ensueno? El entrenador personal de supermodelos Kenichi Sakuma te demostrara que, gracias a su innovador y efectivo metodo, puedes alcanzar tus objetivos y remodelar tu cuerpo en tan solo dos semanas. Con El metodo Sakuma aprenderas a utilizar correctamente los musculos del torso y transformaras tu silueta con solo 5 minutos de ejercicio al dia y no tendras que preocuparte por el efecto rebote. !Conseguir la figura que siempre has querido solo te llevara cinco minutos al dia!

  • Un abismo infinito de Larru

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    ?Era o no era Urko? A veces, creia que el verdadero Urko se habia quedado en aquel accidente de coche, atrapado en aquel cuerpo inerte. O en realidad, Urko era ese holograma de la persona que antano fue, lo que comunmente se denominaba fantasma. Urko sabia la respuesta de sobra. Tenia claro que habia muerto y que ya no pertenecia al mundo de los vivos pero no podia creer que hubiera sido tan temprano, apenas con treinta y dos anos. Siempre habia pensado que, con el paso de los anos, se convertiria en un tipo desgrenado, decrepito y malhumorado, aunque reconocia que si hubiera envejecido con Vega, le facilitaria la existencia. Cuando la conocio, tenian la mayoria de edad recien cumplida. Coincidieron en una fiesta universitaria, se la presentaron unas chicas de su barrio. Nada mas verla, comprendio que se le habia atravesado en su camino. No podia dejar de mirarla, ella hablaba y entretenida como estaba, no se percataba de lo embobado que el la observaba. Urko se decia: "Chaval, no tienes nada que hacer, nunca se va a fijar en ti, olvidate". Algo que nunca le habia preocupado, gustarle a nadie, en ese momento se volvio prioridad. Se encontro cruzando los dedos, para que enganarse a si mismo, deseando que ella se fijara en el, se conformaba con la mitad de lo que el lo hacia en ella. Pero, Vega, era una estrella de otro cielo, no del suyo. Y entonces ella le hablo, le pregunto a que facultad iba. Le contesto que estudiar no era mas que una perdida de tiempo, que el queria trabajar y ella le contesto con una sonrisa, que era una pasada que tuviera las cosas tan claras, cuando ella ni siquiera sabia si estudiar medicina o fisioterapia. "Ojala yo tuviera esa certeza" anadio. Lo que Vega desconocia era que, eso precisamente era lo unico que sabia en su vida. Pero en esos instantes, todo el peso del mundo que llevaba a sus espaldas, se hizo mas ligero. Ella fue capaz de hacerle olvidar las discusiones con sus padres, el no encontrar trabajo, la vida a la que no encontraba el verdadero sentido. Solo ella con mirarle, hablarle y reirse habia transformado su amargor. Lo que comenzo sin ningun tipo de expectativa para Urko, porque el creia que cualquier otra chica hubiera pensado que no tenia ningun tipo de formalidad, ella le dio a entender que veia lo que habia detras de su fachada de quinqui. Urko se encargo de demostrarle que era un macarrilla con encanto y sobre todo, con sentimientos, que ella habia creado, ella sola. Porque Vega, era su mano derecha, izquierda, sus piernas, su cabeza, su corazon. Se convirtio en su todo. Vega, su amor, su companera, la que le entendia a la perfeccion. La persona que logro que por su boca salieran palabras como "te quiero" que parecian tan perdidas en su existencia. El quinqui, el que iba a su bola, el que salia unicamente con los amigos, no daba un duro por conocer a una chica asi. Vega era una estrella, su nombre lo decia todo, su propia Vega del firmamento. Cuando con horror, se dio cuenta que habia muerto, la rabia le mato de nuevo, pero el alma. No solo la habia perdido, es que ni siquiera se habia despedido de ella. El accidente de coche le habia hecho fallecer en el acto. Desde ese lugar en el que se encontraba, podia verla y sentir tambien el dolor que ella emitia y que a su vez, le hacia vibrar a el. Urko nunca hubiera sospechado que en ese estado en el que se habia convertido, pudiera suceder. Ni eso ni nada. Asi se encontraba, perdido, confuso, torturado, hasta que de repente una presencia anonima, sin forma, le hablo y le dijo que podia regresar a arreglar lo que le consumia: --?Puedo volver? --pregunto Urko incredulo y miraba a su alrededor para tratar de descubrir el origen de la voz. --Si pero por un tiempo, el necesario para solucionar lo que esta ocurriendo entre ella y tu. Ve y despidete. --?Voy a resucitar? --No, volveras como fantasma, la forma que corresponde para llevar a cabo lo que has de hacer. Tal vez te cueste, suele ocurrir no desesperes. Eso si, recuerda que solo es un regreso circunstancial. --?De cuanto tiempo me hablas? Urko no obtuvo repuesta, la presencia anonima habia desaparecido. Tenia un monton de incognitas y una mision desoladora pero iba a volver con Vega y de momento, eso era lo que le importaba y se aferro a esa ultima oportunidad. Capitulo 1 Se dio cuenta en ese preciso instante de que, los ultimos acontecimientos dejaban de ser meras coincidencias, los sucesos extranos ocurrian cada vez, con mas frecuencia. De los altavoces distribuidos por el pequeno salon, habia empezado a escuchar unos acordes y una voz masculina cantaba unas letras en ingles: Going back to the corner where I first saw you Going to camp in my sleeping bag I’m not going to move Got some words on cardboard Got your picture in my hand Saying:’if you see this girl Can you tell her where I am? [1] Vega no habia puesto en marcha el reproductor de musica, ni siquiera sabia que cd era ese, es mas, no tenia ni idea de la cancion que estaba sonando. Miro con atencion el aparato, se dijo que debiera estar asustada pero no, no sentia nada de eso. Ni tan siquiera pensaba, la musica repentina pareciera haberla obnubilado por completo. Su cuerpo comenzo a vibrar, le dio la sensacion de elevarse y miro hacia sus pies que permanecian firmes en el suelo de la habitacion. Sin embargo, sentia todo lo contrario, notaba ligereza, como si flotara y eso tampoco le dio miedo porque aquello le resultaba placentero, la embargaba, la empujaba, aquello traspasaba todos los puntos de su piel. Algo asi como una especie de descanso, el cuerpo desconectado, en un estado suspendido de conciencia. Olvidar las exigencias de la realidad. Sintio como una caricia en la cara y cerro los ojos. Sintio la sensacion de un abrazo alrededor de su cuerpo y ella se acomodo en esa invisibilidad como un ronroneo embargador. Su pecho latia fuerte, penso que podia llegar a reventarse y eso, por un momento, la llego a perturbar. "Suenas despierta, Vega" se dijo sin hacer amago de resistirse a la sensacion que le abrumaba. Penso que aquello ya lo habia vivido antes, pero de forma real, en los brazos de el, pero esto otro que tipo de situacion era, ?una sensacion genuina? Cuando el silencio regreso, volvio en si, con la impresion de haber vuelto de un espacio en el que el tiempo habia estado en pausa. En su mente resonaba el estribillo: I’m not moving, I’m not moving, I’m not moving, I’m not moving,... [2] Al cabo de unos segundos, reacciono y se fue hasta la habitacion en la que tenia el ordenador portatil. Tecleo en el buscador las palabras pronunciadas que continuaban como eco en su interior y anadio el termino "cancion". En primera instancia, salio un tema de Phil Collins pero la voz masculina que habia escuchado no pertenecia a ese cantante. Unos resultados mas abajo, encontro un video de Youtube titulado "The Script, The man who can't be moved", hizo clic en el. Habia resuelto la incognita, bendito internet. Sonaba de nuevo la musica. Mientras, leyo la informacion sobre lo que escuchaba y recordo una ocasion en la que el, no podia pronunciar su nombre sin que algo le punzara por dentro, habia hablado de una banda irlandesa que comenzaba a gustarle. --He estado escuchando algunas de sus temas y son buenos, suenan genial. Seguro que a ti tambien te gustarian Vega. --Lo dudo, ya sabes que no coincidimos en gustos musicales. --En esta ocasion, si, estoy convencido. Ya les oiras y me daras la razon, seguro. Ella habia asentido mientras pensaba que la proxima vez que fuera a Fnac buscaria algun cd del grupo para comprarselo y le daria la sorpresa. Sin embargo, el destino le arrebato la oportunidad. La melodia continuo y sin embargo, el encantamiento que habia sentido hacia unos momentos no resurgio, espero pero los acordes terminaron y no habia notado nada mas. Ahi mismo reconocio que la cadena de sucesos fortuitos y raros tenian el mismo punto en comun, que aunque las circunstancias se repitieran, dicho encantamiento en el que se veia sumergida, no se volvia a dar del mismo modo. Como lo ocurrido dos meses atras, cuando despues del trabajo agotador como fisioterapeuta en una clinica en el centro de la ciudad, fue al establecimiento de estetica de Daniela a realizarse el tratamiento corporal de cada mes. A pesar de que en los ultimos tiempos se habia volcado de manera exclusiva en su profesion, a esa cita nunca faltaba, era de las pocas cosas junto con las clases de yoga que aun le hacian sentir bien. El horario de trabajo era de nueve de la manana hasta las tres de la tarde pero Vega iba una hora antes y salia cerca de las seis. Un dia, cuando se despedia de su jefe hasta la jornada siguiente, este le hizo un comentario al respecto de que no era necesario que se quedara mas tiempo todos los dias. Ella contesto que la lista de espera de pacientes era mucha y que los problemas que sufrian no podian esperar tanto. --Por mucho que tu te esfuerces y por muchas horas que metas, tu solita no lo vas a lograr, en todo caso es asunto mio que soy el responsable de todo esto, que tu vas a acabar como uno de los que tu tratas. --A mi no me importa quedarme mas tiempo. --Te estoy apuntando las horas no te creas, ya te las cogeras o si quieres, te las pago. --Vale Manu, no te preocupes, hasta vas a ser un jefe fuera de lo normal. --Jajaja, ya sabes que si, rompieron el molde conmigo, el de los jefes, claro. --Que vacilon eres.

  • Los recuerdos sumergidos de Ana I. Martin

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    Una historia de superacion de una mujer valiente y fuerte a la que la vida le dara una segunzda oportunidad para ser feliz.

  • Un misterio por correo de Cynthia Woolf

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    La guerra civil devasto al pais, dejando a Rachel Sawyer atada a un tortuoso empleo como modista, y sin esposo. Los hombres escasean en Massachusetts, por lo que Rachel y su mejor amiga viajan al Oeste, a Seattle, junto con los atractivos hermanos Talbot. Jason Talbot, el hermano mayor, era el dichoso dueno de una famosa compania maderera. El esta fuera de su alcance por tanto enamorarse de Jason es la cosa con menos sentido que ella pudiese hacer. Sin embargo, es exactamente lo que hace. Luego de un sensual encuentro a media noche, Jason la aparta.

  • La cabeza decapitada de Cecilia Magana

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    Habian pasado Marcelino pan y vino unos dias antes. Esa si la vi completa, pero la biografia de Benito no. Creo que me quede en la parte cuando entra al seminario. Supongo que de ahi vino la confusion; en la cabeza de un nino las cosas tienen sentido de una manera distinta. Para nosotros se trataba de la imagen de un santo: san Benito. <>, dije, pensando en una estampita que tenia mi abuela, en la que aparecia san Pablo despues de que lo decapitaran: los ojos borrados y un circulo amarillo alrededor de las canas. Aidee me miraba con la boca abierta, sacando el aire por el espacio entre la lengua y los dientes, inclinados hacia fuera como si tambien ellos quisieran escaparsele de las encias. Me gustaba Aidee, aunque caminara torcida hacia delante, y lo poco que dijera pareciera venir de un lugar por debajo de su garganta cargada de flemas. A pesar de que mi hermano insistiera en que era mi novia: <>. Benito nos miraba fijamente desde su fondo naranja, con el pelo muy peinado. Lo habiamos descubierto gracias a Aidee. Cuando subimos a la azotea de mi edificio, el Guadalupe Victoria, senalo el cuadrado blanco rodeado de mugre en el cuarto piso y dijo: <>. A mi me urgia esconder el trapeador que le habiamos robado a Evelia en alguna de las jaulas y crei que hablaba de ella. <>, conteste, nervioso. No fuera a ser que la conserje terminara de barrer el patio y se diera cuenta de lo que le faltaba mientras nosotros seguiamos arriba. <>, insistio Aidee. Abri la puerta de metal y corri a encerrar el mechudo, agitando su melena. <>, le dije corriendo el cerrojo que nadie usaba. Pero mi complice seguia en el pasillo preguntando casi a gritos: <>. Asi que nos perdimos del espectaculo de Evelia y terminamos frente al retrato en su torre de departamentos. <>, pregunto. No supe que contestarle. Me acorde de lo que dijo mi abuela sobre san Antonio: como ella y sus hermanas le quitaban al nino Jesus para pedirle deseos y no se lo regresaban hasta que cumpliera. A lo mejor alguien habia robado el cuadro de mi edificio. En todo caso, si nadie lo habia regresado significaba que era malo para hacer favores. Decidimos revisar las otras tres torres, pero solo encontramos marcas de polvo sobre la pared: el santo de Aidee era unico. <>, escuche mi nombre estirandose por los barandales de cemento; era Evelia. Nos pegamos a la puerta del departamento ocho, haciendonos flaquitos para que el marco nos tapara. <>. Venia por las escaleras. Escuchamos el chicote de sus sandalias cada vez mas cerca. <>. Aprete la mano de Aidee y cerre lo ojos, imaginando al santo: <>. Ella repitio junto a mi, a su manera, y nos escuche diciendo: <>. Como si de verdad fueramos uno solo, nuestra voz rogo: <>. El sonido de la ese parecia el de una serpiente que subia a cada paso de Evelia. <>. Y seguimos con la letania, quietos, hasta que oimos el derrapon de su chancla y despues los golpes, los quejidos suaves rodando hacia abajo. Aidee me solto. Senti la mano adolorida. Nos quedamos ahi, en silencio. Evelia se quejaba. La senora Munoz salio de su departamento y llamo a gritos a su marido. Dijeron algo asi como que el pie se le habia volteado. Seguimos acurrucados en la puerta del numero ocho hasta que la llevaron al hospital. El pasillo fue oscureciendo y al llegar la hora de que las luces se prendieran, el foco sobre nosotros zumbo sin encenderse. Abri la puerta despacio, casi sin hacer ruido. Tuve miedo de encontrarme a mama sentada en la sala: el telefono en la mano, llamando al portero del condominio. Pero solo estaba Josue, iluminado por las luces amarillas en la tele. <>, dijo sin soltar la palanca. <>. Giro la silla para verme. <>. Levanto las cejas, esperando que le respondiera. <>. Sonrio y regreso a cazar fantasmas que corrian de regreso a su base con los ojos muy abiertos. <>. No le conteste, no tenia ganas de discutir. Tampoco tenia hambre. <>, murmure, pero los fantasmas ya se habian recuperado y comenzaban a perseguir a Pac-man. En la cama estuve dando vueltas sin dejar de pensar en el santo. Habia sido efectivo, sin duda, pero el milagro que habia hecho estaba mal. Cada vez que cerraba los ojos lo veia, con su fondo naranja, como de fuego, y su cara de enojo. Sone al trapeador muerto de sed en la azotea y al pie de Evelia, torcido hacia arriba, llamandolo. Me desperto el ruido de la puerta cuando mama salio a trabajar. Me cubri con la sabana. Tal vez habia sido solo una casualidad y Benito Juarez no tuvo nada que ver con la caida de Evelia; esas cosas pasan. Mi abuela se resbalo alguna vez en el piso humedo a pesar de que traia zapatos de plastico. La unica manera de saber si el cuadro en el edificio de Aidee habia sido responsable del accidente era hacer una prueba. Aidee toco el timbre a las diez de la manana. Supe que era ella porque dejaba el dedo pegado al boton. Josue, reinstalandose frente a la tele, me grito: <>. No me habia atrevido a contarle lo de Benito. La voz ronca de Aidee atraveso la puerta preguntando, como todos los dias durante ese verano, si yo seguia de vacaciones. <>. Cerre la puerta de golpe para no escucharlo gritar silabas sueltas como tarado, imitando a mi amiga. En el patio tuve que explicarle varias veces a Aidee lo del experimento. Pense que se me quedaba viendo y soltaba la carcajada porque no tenia idea: que iba a saber de milagros, si no asistia a la escuela ni al catecismo. <>. Y ella se reia otra vez y jalaba mi brazo. El problema era que no se me ocurria nada que cumpliera los requisitos. ?Aventar al gato de la senora Munoz desde arriba y pedir que cayera parado? No. ?Revivir alguna de las plantas que tenia mama en su ventana? A lo mejor, aunque la resurreccion era mucho pedir. Aidee tiraba fuerte de mi, doblando las piernas como si estuviera a punto de hacerse pipi. Quise sacudirla y hablar como lo haria Josue: <>, pero no pude. Ella siguio risa y risa con esa lengua gorda, chorreante de saliva, que hizo una mancha redonda en el cuello de su blusa. <>... <>, repitio, abriendo la boca tan grande que pude verle hasta las muelas. Parecia tan tonta. Decidi no cerrar los ojos, sino fijar la vista en la mirada oscura de Benito Juarez. No tenia tiempo para explicarle. Solo le pedi que repitiera conmigo: <>, que rogara como cuando lo de Evelia. Empezamos en voz baja, siguiendo el ritmo de nuestras palabras con las manos: <>, subiendo de volumen hasta decirlo fuerte, fuerte como un martillo: <>. La senora Munoz abrio la puerta de su departamento y se asomo chitando: <>. Y entonces Aidee hablo a mi lado, pronunciando cada palabra: <>. La senora Munoz se quedo parada sobre su tapete de bienvenida, sin decir nada, mientras Aidee y yo pasamos junto a ella: yo con la impresion de que los escalones del edificio tenian un color distinto; Aidee saltandolos de a dos en dos. No me solto de la mano hasta que llegamos a la planta baja y su cuerpo se torcio de nuevo hacia delante. A veces todavia sueno con la cabeza de Benito sobre sus hombros.

  • Decidida a matar de John Nicholl

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    Los cazadores se convierten en presa

  • La musica del corazon de Brittainy C. Cherry

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    “Estaba perdida, y el era el mapa que me llevaba a casa .”

  • El diablo de Milan de Cathryn De Bourgh

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    Lucio Valenti, soltero y millonario y guapo como un demonio, era un visitante asiduo al exclusivo club de mujeres pagas cuando se acerco un dia al dueno del establecimiento con ese insolito pedido. --Necesito una virgen, Paolo--dijo. No bromeaba, no solia bromear con esas cosas. El dueno del prostibulo lo miro algo sorprendido. --Pero una virgen no es tu estilo--dijo con cierto reparo el dueno del burdel de lujo. --Lo se pero la necesito ?y no dicen que la necesidad tiene cara de hereje? --Si, supongo que si pero hoy dia es un poco dificil. A menos que... Vaya ?entonces quieres probar cosas nuevas entrenando a una novata en la cama? Galiani penso que su cliente bromeaba. El solo tenia mujeres sofisticadas y bien entrenadas, que conocian bien su oficio pero que lucian como verdaderas damas formaban parte de su exclusivo club privado "de compania". El era uno de sus duenos, manejaba el negocio de la prostitucion vip con suma cautela, usando de pantalla que alli se brindaban acompanantes y traductores para los viajeros extranjeros. Mediante un complejo y sofisticado metodo de sobornos, Galiani tenia montado un negocio muy rentable. Una fachada para conseguir acompanantes discretos y amantes sofisticadas para millonarios aburridos y ansiosos de sexo sin compromisos como Lucio Valenti. --No, no se trata de ensenar esta vez-- confeso Valenti con un gesto de cautela --pero necesito una virgen hermosa y tierna, tu conoces bien mis gustos pero esta vez debe ser autentica. No le dijo la razon pero lo cierto es que si su mejor cliente pedia una virgen y el dueno de la agencia debia conseguirla. --Escoge alguna que sea de mi agrado Paolo y luego, debera firmar un contrato. --?Y que contrato es ese? --Menos pregunta Dios y perdona amigo. Haz lo que te pido, realiza una seleccion y luego me avisas. Si alguna me agrada y decido cerrar el trato, te pagare una cifra de tres ceros. Pero debe ser perfecta para mi y dispuesta a firmar el contrato. --Pero ?por que una virgen mi viejo amigo? ?No puede ser una chica de mi agencia de compania? Tengo las mujeres mas cotizadas del negocio. Hermosas y saludables, de buen nivel intelectual. El millonario lo nego con un gesto de desden. --Es que ya conozco a las chicas de aqui y ninguna serviria. ?Crees que puedas conseguir lo que te pido o debere buscarme una agencia que si lo haga? La amenaza fue contundente. --Oh no sera necesario. Vere que puedo hacer por ti viejo amigo, solo dame un poco de tiempo. Hoy dia cuesta mucho encontrar una virgen hermosa y dispuesta a firmar un contrato. Temo que deberas decirme que clase de contrato sera ese. --Vamos, tu eres convincente Paolo, ve al sur, consigue una chica hermosa y decente para mi, sabes que no tengo tiempo para andar buscando, los negocios son primero. Pero para que estes tranquilo quiero decirte que es un tema de negocios tambien. Un absurdo testamento que me obliga a casarme, de eso se trata. Si, mi padre dice que si no me caso este ano dejara el negocio en manos de mi hermano menor. No tiene derecho a hacerlo, pero lo hara. --Una esposa. Que interesante. Hubieras empezado por ahi. --Es que el asunto no me hace gracia, sabes bien lo que pienso al respecto. Debo atarme a una mujer y no me atrae casarme con una de tus rameras. Al menos consigue una virgen, una chica decente dispuesta a casarse conmigo y a obedecerme. Pero es importante que entienda eso, sera una boda forzada si, una fachada para que pueda seguir haciendo lo que me plazca pero si llevo una ramera nadie me creera. No te pediria esto si no estuviera desesperado. El tiempo es oro ya has oido el refran ?verdad? --Si, por supuesto. Vere que puedo hacer. Pero necesitare algo de tiempo y de dinero para mover contactos. --Por supuesto, ve... ve y luego avisame. Es que lo que no tengo es demasiado tiempo. Enviame fotos primero, necesito verlas--dijo y le extendio un cheque de tres ceros para que empezara a moverse. El senor Galiani penso que lo conseguiria, no sabia como pero no podia perderse la cifra de seis ceros que le ofrecia ese millonario. Cuando este se marcho busco en su portatil el banco de datos que tenia. Habia diez chicas que acababan de entrar y una de ellas tenia una cara de angel, era rubia y parecia virgen, aunque no lo era por supuesto. Habia un lugar donde se operaban las mujeres que querian recuperar su virginidad... Pero tenia pechos operados, eso era una desventaja, se daria cuenta, ese millonario no era tonto. No, necesitaba mas que una cara inocente. Tenia que ser una autentica virgen dispuesta a vender su virginidad. No solo su virginidad, su cuerpo y su alma para ser la acompanante de un italiano guapo y millonario. Vamos, el trato no era tan malo. Tendria un marido. ?No era el sueno de una virgen? ?Tener un hombre joven, millonario y dispuesto a casarse con ella? solo que hoy dia las virgenes jovenes escaseaban. Era un pedido dificil, lo conseguiria si pero esta vez no podia hacerlo solo. Hizo un par de llamadas y cito en su oficina a uno de sus buscadores de modelos principiantes dispuestas a salir con millonarios por dinero y fama. Era un tipo leal y discreto que se manejaba en la web y tenia muy buen trato con las chicas. Ernesto Schiavi. Alto, de largas piernas y porte intelectual era quien manejaba las redes y era ademas un experto programador y antiguo hacker sin trabajo. --Bueno, tenemos un pedido especial mi amigo. Buen dinero si te mueves rapido y me das lo que te pido. --?De veras? ?De que se trata?--quiso saber. --Una virgen inocente que este dispuesta a vender su virginidad a un millonario a cambio de dinero y estabilidad. Cuando supo los detalles Ernesto vacilo. --?Y donde demonios esperas encontrar una chica asi? Porque lo que quiere ese millonario no existe, ?te das cuenta? Al senor Paolo no le agradaba esa palabra. --Para mi no existe no es una palabra valida, amigo. Esfuerzate. Buscame a la chica. Te enviare a tu portatil el perfil del millonario y el tipo de chica que le agrada. Pero Ernesto penso que no lo conseguirian. --?Y donde debo buscar una virgen? Deberia ir a la preparatoria y eso seria ilegal. Porque ninguna chica universitaria es virgen ni tampoco... --Bueno, tengo algunas ideas. Creo que primero deberas viajar al sur, alli las jovenes son mas recatadas y conservadoras. --Ni tanto... es una idea un poco falsa y estereotipada del sur, hoy dia las cosas han cambiado, hay mas libertad que antes, aun en los pueblos pequenos de Napoles. --Bueno, investiga eso. Se que no sera facil pero es mucho dinero en juego y todo debe ser perfectamente legal. Perfectamente legal era una expresion ambigua en ese negocio. Hasta ahora habia sido legal pero,

  • Esclavos de la pasion de Concepcion Marin Albesa

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    ES UNA MUCHACHA CAPRICHOSA. PERO TODO CAMBIARA CON LA MUERTE DE SU PADRE. AHORA SU TUTOR ES SCOTT. UN HOMBRE QUE CAMBIARA SU VIDA PARA SIEMPRE.

  • El secreto de Elisa Lecrerc de Toni Aparicio

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    Elisa Lecrerc murio la noche del 14 de agosto de 1985 en Isla Malva. Todo el mundo coincidio entonces en que la causa de su muerte fue el suicidio.

  • Las chicas de la bahia de Susan Mallery

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    Nicole Lord queria ser una buena esposa, pero habia una gran diferencia entre apoyar a su marido y mantenerlo. El habia dejado el trabajo para escribir un guion de cine que ella no habia visto nunca. Ni siquiera ayudaba a cuidar de su hijo y era ella quien tenia que ocuparse de la casa y trabajar a jornada completa.

  • Culpa mia (Culpa Mia 1), Mercedes Ron de Mercedes Ron

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    (La opinion de los lectores)

  • El Rey de los cuatro confines. La estrella caida de Marc Sans

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    La paz duradera en los Cuatro Confines se sostiene con pinzas. Las dos superpotencias mundiales (los Dominios Aliados de Kramel y la Comunidad de Vyneran) tienen suficientes reservas del mineral magico urum para lanzarse Canones de Sizla entre ellos y aniquilar a todo el planeta. En estas fragiles circunstancias -conocida como la Guerra Sigilosa- el Consejero Real Oxdon (en nombre del Rey Drogivus de los Dominios) llega a lomos de su dragon Flecha de Fuego a la Fortaleza Roja para parlamentar con el Rey Kurvezh, amenazado por todos los frentes posibles. El acercamiento entre los dos paises se ira sucediendo de forma sorprendente, dejando ver la cara mas oscura de todos los personajes involucrados en este conflicto de intereses.

  • Los caminos de Adela de Erina Alcala

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    Adela era espanola, era ginecologa en un hospital de Boston. Apenas unos anos atras cundo era adolescente, se vino a Nueva York con su hermano y su hermana.
    Sus padres habian muerto y su hermano mayor siempre quiso ser policia en Nueva York. Adela era la mas pequena y estudio en Cambridge, cerca de Boston y alli se quedo trabajando de ginecologa al terminar sus estudios. Tenia una casita alquilada y llevaba ya unos anos trabajando. Iba y venia, le acompanaba su perrita Tara una cachorra tekel que se anunciaba en un periodico y se quedo con ella.
    Luca, era be Boston, habia estudiado ingenieria con una beca de deporte, tambien en Cambridge, pero al terminar, la carrera se dio cuenta de que queria ser bombero y aprobo las oposiciones y se quedo en el cuerpo de bomberos de Cambridge. Se acababa de divorciar de Asli, su novia del instituto y con la que llevaba diez anos casado.
    El destino quiso que Adela se encontrara con Luca en un accidente que ella tuvo camino del trabajo a Boston. Se conocieron y se enamoraron.
    Unos meses despues aparecio de nuevo Asli, embarazada, en la vida de Luca, entorpeciendo la relacion de el y la de Adela, y cuando Adela no pudo mas, se cambio a vivir a Boston, se compro una casa y se llevo a su perra Tara.
    En vacaciones se fue a un rancho de recreo a Montana y alli conocio al hijo de los duenos, un arquitecto guapo y alto, llamado Connor que ayudaba en vacaciones a sus padres.
    Y entre Connor y ella surgio quimica pura, ?Que pasaria entre Connor y Adela y entre Adela y Luca?
    Ademas Adela se quedo embarazada...

  • Crees en el amor a primera vista o !vuelvo a pasar! - Vanessa Lorrenz de

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    Vanessa es una chica, que de nina sonaba con ser igual que la princesa valiente, pero la vida es algo totalmente distinto a los cuentos de hadas, ahora con veintiocho anos, diez kilos de mas y un enamoramiento por el dueno del bufete juridico donde trabaja, tendra la oportunidad de convertirse en valiente y luchar por lo que mas quiere en la vida. Porque no hay nada mas delicioso que el chocolate, y no hay una chica con tallas de mas que no encuentre al amor de su vida, acompana a Vanessa a decirle al hombre que ama ?crees en el amor a primera vista? o !vuelvo a pasar! Capitulo 1 --Entonces la princesa, desperto de su largo sueno, por el beso que le dio el principe azul, la subio a su enorme caballo blanco y caminaron juntos persiguiendo el horizonte, para llegar al castillo. --Mama porque el principe beso a la bella durmiente--preguntaba Vanessa que con sus escasos seis anos estaba ansiosa por conocerlo todo. --Ummm supongo que porque le gustaba mucho la princesa. --Puaj que asco mama a mi me gusta mucho Carlitos pero ni loca le daria un beso--la nina fruncia su pequena y respingona nariz--aunque el dice que se casara conmigo cuando sea grande. --Ojala pensaras lo mismo cuando seas grande hija, y te de asco besar a los chicos, pero algo me dice que romperas muchos corazones. --Yo voy hacer como la princesa Valiente, no voy a tener un principe, ?me compras un arco mama? ?Me pintas el cabello de rojo? --Ya veremos mi amor, de momento es hora de que duermas, manana hay colegio y luego no te quieres levantar. --Pero mama la princesa valiente no le gusta estudiar, igual que a mi. Quiero disparar flechas como ella, anda comprame un arco. --No lo se, solo si prometes que te levantaras temprano e iras al colegio. --Esta bien mama pero promete que me pintaras el cabello de rojo, o de blanco como esa princesa de hielo, anda si. --Esta bien dejame buscar donde vendes tintes de esos colores y hablamos del asunto. Ahora descansa suena con los angelitos. Vanessa cerro los ojos, mientras su madre le acariciaba el cabello, y la cobijaba dentro de su suave cama, ella pudo sentir el dulce aroma a rosas frescas de su madre, era la fragancia que siempre usaba y que a ella tanto le encantaba. Ella queria ser cuando fuera grande como su mama, una pintora muy famosa, queria ser como valiente, y queria ser como su cocinera que le hacia ricos prostres. Pero ahora con veintiocho anos, no era mas que una mujer con generosas curvas, acompanadas de unas cuantas lonjillas, tenia potencial porque cualquiera sabia que las rubias tienen potencial aunque tuvieran sobrepeso, estaba escrito en algo asi como la biblia de las rubias. Era uno de los mandamientos sagrados, pero bueno se estaba desviando del tema, era una chica normalita, con una estatura que casi competia con un minions, es que su uno sesenta la hacia ver bajita. Cuando estaba en el colegio se sentia acomplejada, pues ver como tus companeras totalmente flacas que llevan un dieta a base de apio, salian con los chicos mas guapos del colegio y a ti te tocaba salir con el chico timido de gafas, desgarbado y la cara llena de acne, no era precisamente lo que ella tenia en mente. Pero en fin, que se le iba hacer, ese era el cuerpecito caribeno que le toco tener, y ella estaba muy a gusto con el, es mas adoraba su cuerpo, ya habia invertido mucho dinero en chocolatinas, como para bajar de peso solo por seguir modas, no eso !jamas! Se amaba tal como era. Si Bridget Jones pudo conquistar a Mark Darcy ella porque no. Ahora que lo pensaba tenia que comprase unas pantaletas de esas que usaban las abuelitas, que a Bridget tanto le funcionaron. Su madre siempre decia que tenia los ojos mas perfectos del mundo, que el color era especial, que no habia otro par de ojos como los de ella, pero bueno era su madre, que podia esperar en su infinito amor por ella, siempre la hacia sentir especial, aunque fuera tuerta. Y pues asi a juego con los especiales ojos azules, tenia una nariz respingona, y una boca que muchos definirian como bastante grande ?verdad?, pero eso solo era a la hora de decir cosas sin sentido, o de estar al tanto de los ultimos chismes, porque si de algo pecaba Vanessa era de ser un poquitin chismosa. !Pero es que a quien no le gusta un buen chisme! !Que tire la primera piedra quien no le guste el chisme!, hay creo que no era asi, pensaba mientras camina a paso lento a su lugar de trabajo.

  • Saga completa ?Tu me ves? de Gemma Herrero Virto

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    ?Te imaginas que pudieras regresar a los anos 80 y recorrer Nueva Inglaterra en una caravana? Libertad, buena musica, aventuras, paisajes increibles…
    ?Te imaginas que, ademas, te ganaras la vida resolviendo casos paranormales y enfrentandote a fantasmas, demonios y casas encantadas?
    Al y Eli te invitan a acompanarles en ese viaje. Date prisa, que ya salen.

  • El encuadernador de Bridget Collins

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    Un relato de deseos enterrados y traiciones indescriptibles.

  • Algo mas que echarte de menos de Elisa Mayo

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    Un viaje a Paris.
    Dos amigos que son algo mas que amigos.
    Una carta guardada en un cajon.
    Soledad.
    Unos ojos oscuros como el cafe.
    Una visita inesperada.
    Darse cuenta de que estas enamorado.
    Sentimientos que se confunden.
    Un triangulo donde sobra un angulo.
    El despertar.

  • La epopeya de una derrota de Luis Gonzalo Diez

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    Este ensayo sobre los Episodios nacionales de Galdos no es un estudio literario, ni historico. Su objetivo, al margen de convenciones academicas, consiste en abordar esa obra como un laboratorio donde Galdos puso a prueba su pensamiento respecto de un asunto que le obsesionaba: la politica convertida en enfermedad, en el padecimiento de una sociedad y unos hombres que han sido seducidos por un demonio contemporaneo y terrible.

  • Volando alto de Carmen Gracia

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    Susana lleva anos trabajando como azafata en vueltos intercontinentales. Una vida cansada pero gratificante, la cual sufre un “revuelo” inesperado cuando el piloto del avion cambia. Eduard, a diferencia del anterior capitan, es alto, apuesto, simpatico, atletico y con una sonrisa arrebatadora. Por supuesto, Susana comenzo a ir con una sonrisa mas grande al trabajo. Hasta que una noche, en el hotel, mientras todo el equipo del avion celebraba con motivo de ano nuevo, la joven termino bebiendo una ultima copa con Eduard y acabaron en su habitacion. A la manana siguiente, bueno, ya no habia nada que lamentar, asi que se podia repetir. Y ya puestos, en el avion mismo si hacia falta. Pero por supuesto, tener relaciones en el trabajo estaba mal visto, sobretodo cuando comienzas a mezclar trabajo con placer de verdad.

  • La noche de los Nibelungos de Miguel Angel Casau

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    Alex Sistiaga se encuentra de paso en su ciudad natal asistiendo al entierro de uno de sus mejores amigos. Alli se reune con otro buen companero de toda la vida. Juntos, charlan sobre los viejos tiempos y disfrutan recordando aventuras de su adolescencia. Pero, una vez acabadas las exequias, mientras dan un paseo por el puerto deportivo, algo anomalo ocurre en la ciudad: hay una caida generalizada de las conexiones moviles y de internet coincidiendo con el paso de un enorme meteoro en el cielo. Casualidad o no, a raiz de este acontecimiento comienza "La noche de los Nibelungos", presagio de una barbarie que pronto se convertira en caos.
    Unas criaturas antropomorfas, hasta entonces desconocidas para el ser humano, emergen de repente entre las sombras masacrando todo lo que encuentran en su camino, por eso Alex los ha bautizado como Nibelungos: entes oscuros materializados del interior de la tierra.
    En realidad, nadie conoce su procedencia o naturaleza, ni el motivo por el que han surgido. Los Nibelungos son un enigma. Un enigma, salvaje y despiadado, que se alimenta de carne humana...

  • Chico Malo de Jorge Borges

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    Soy un tipo peligroso.
    De los que no quieres cerca.
    De los que te enganaran.

  • La Reina de Macarena Moya Solis

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    Ailith sera la soberana absoluta de los reinos de su padre. Empenada en demostrar que es tan capaz como un hombre, se convierte en una gran guerrera experta en espada, arco y flecha, defensa, decidida a demostrar que no necesita ser un hombre para gobernar y proteger a su reino. En sus andanzas nocturnas para proteger a su pueblo, Ailith conoce a Lamorack, un hombre sin hogar, sin rumbo aparente, que es mas de lo que desea mostrar. Pero una reina debe hacer lo que es mejor para su pueblo y un simple hombre no esta en el futuro de Tremarand. Ailith debe decidir con la cabeza, dejando de lado su enamorado corazon. ?Podra mantenerse fiel a su pueblo o sucumbira ante el amor de este misterioso hombre? Acompana a La Reina en sus batallas, enfrentandose a brujas, fieros guerreros en sangrientas batallas, acompanada siempre de los hombres que la han amado.

  • Una chica en invierno de Philip Larkin

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    Katherine es una joven refugiada que trabaja como bibliotecaria en una gris ciudad inglesa. Hastiada de su trabajo y de la vida en general, lo unico que le hace mantener la esperanza es la perspectiva de un reencuentro con el que fue su primer amor. Asi, en las horas previas a su cita, Katherine revivira las idilicas vacaciones que supusieron para ella la perdida de la inocencia y el paso a la edad adulta. Ahora Robin, el protagonista de aquel crucial verano, tan glorioso como mortificante, tan radiante como precozmente crepuscular, podria poner fin a su monotona vida y arrancarla para siempre de las garras de la frustracion.

  • Un asesinato corriente y otros relatos de P.d. James

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    Cuatro relatos de una de las grandes autoras de misterio por primera vez reunidos en un libro. Narraciones de intriga que juntas, en palabras de la propia autora, constituyen un delicioso <>.