• volver a empezar capitulo 1 - Kris O'Coneill

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    ESTA HISTORIA FORMA PARTE DE UNA TRILOGIA; SIN EMBARGO, ES AUTOCONCLUSIVA DADO QUE SON PROTAGONISTAS DIFERENTES. Muchas veces creemos que lo que tenemos es justamente nuestro futuro, nos aferramos a ello como ancla y si un dia eso nos llega a faltar, el mundo se detiene sin poder dar marcha atras. Eso fue lo que le sucedio a Mia, su vida estaba planeada, su futuro asegurado, pero algo paso y su unica opcion sera empezar de nuevo… Tras despertar de un sueno, Mia, tendra que enfrentarse a su nueva vida, palpar el dolor, aprender a vivir la pasion y finalmente encontrar el amor. Dos hombres, dos historias de amor y una mujer con una vida que jamas imagino… “Volver a empezar” es una historia para llorar, reir y amar, donde las segundas oportunidades existen cuando decides vivir…

  • Ver Volver A Empezar Capitulo 1 Completo - Telenovelas ...

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    Hola amigos seguidores de mastelenovelas, hoy van a disfrutar de un capitulo mas de su telenovela Volver A Empezar en alta calidad de audio y video.

  • Reconociéndonos - Capítulo 1: Volver a empezar - Wattpad

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    16 ene 2020 — Read Capítulo 1: Volver a empezar from the story Reconociéndonos by JoStylan (jo.) with 133 reads. conociendonos, oportunides, narry.

  • Volver a empezar. #2 Leer libros online en Booknet

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    Escribes increíblemente y déjame decirte que tus libros son adictivos, porque comienzas con uno e inconsciente vas con los siguientes. Felicidades son muy ...

  • Volver a empezar - Libros De Mario

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    Capítulo 1. Jeff Winston hablaba por teléfono con su mujer cuando se murió. «Tenemos que…», le había dicho su mujer, y él nunca llegó a saber qué era lo que ...

  • Volver A Empezar | Capítulo 1 | Ver Completo - OjearNovelas ...

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    Volver A Empezar | Cap 1:: OjearNovelas. En Telenovelas Online estás viendo el Capitulo número 1, perteneciente a la Novela (Telenovela) Volver A Empezar en ...

  • Edward de Claudia Velasco

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    ?Serias capaz de creer la mas inverosimil de las historias simplemente por amor? ?Sueles confiar en la gente? ?Tienes una mente abierta y receptiva?
    A Olivia Villadiego no le queda otra alternativa que creer cuando el amor de su vida, Edward Fitz-Lyon, desaparece despues de confesar un increible secreto. Un misterio que ella tendra que encajar lo mejor posible si pretende recuperarlo.
    Una historia de amor insolita y apasionada, un secreto magico, un enemigo acerrimo, una aventura vertiginosa y la alquimia. Un coctel explosivo ambientado en al siglo XXI, pero con un increible eco de otros tiempos.

  • En la frontera del tiempo, Lina Galan de Lina Galan

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  • Un ruso blanco en la Division Azul de Xose Manoel Nunez Seixas

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    Este libro recoge las memorias ineditas -con edicion, estudio introductorio y notas de los historiadores Xose M. Nunez Seixas y Oleg Beyda- del exiliado ruso blanco Vladimir Ivanovich Kovalevski (1892-?), quien tras servir en la Legion Extranjera francesa recalo en Espana en 1938 como voluntario en las filas franquistas. Tras establecerse en San Sebastian, en junio de 1941 se alisto como voluntario e interprete en la Division Azul. Desde su perspectiva de veterano anticomunista y patriota ruso, Kovalevski muestra en sus memorias su pronta decepcion con el proceder de la Wehrmacht en Rusia como ejercito ocupante, y adopta una postura critica hacia el comportamiento de los soldados de la Division Azul y sus mandos -desde el general Munoz Grandes hasta Fernando Castiella, posterior ministro de Asuntos Exteriores franquista.

  • La dama del paso, Marisa Sicilia de Marisa Sicilia

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    Los rumores de guerra se ciernen sobre el apartado valle de Svatge. Los hombres deben acudir al combate y Arianne tiene que contraer matrimonio. Su padre ha acordado su boda, pero ella se niega a obedecer, aunque eso le cueste el desprecio de su padre y la ira de sus hermanos.

  • La chica que leia novelas de amor (Las chicas de Snow Bridge 3) de Ella Valentine

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    Ethan cogio la jarra de cerveza que Kyle, el camarero, le acababa de dejar sobre la barra y regreso a su mesa. Aquella noche habia ido a Snowflakes, el bar del pueblo, con sus amigos Dean y Jason. Los tres chicos habian sido companeros de clase desde el colegio, se llevaban bien y solian quedar a menudo para compartir unas cervezas y hablar sobre sus cosas. A Ethan le gustaba especialmente aquel bar. Era acogedor, calido y el hilo musical era muy bueno. Acababa de sentarse de nuevo en su sitio cuando la puerta del bar se abrio y vio entrar a las que habian sido las dos mejores amigas de su hermana Sophie antes de que esta se marchara a Nueva York. Amy y Leslie, al verle, le saludaron con la mano y se sentaron cerca de los grandes ventanales del local. Ethan sabia que ambas chicas habian acabado los estudios hacia poco y que habian regresado a Snow Bridge en busca de una salida profesional. El era dos anos mayor que ellas, por lo que hacia tiempo que habia pasado por ese proceso. Tuvo la suerte de que el senor Potter, redactor jefe de La Gaceta de Snow Bridge, se jubilo el mismo verano en el que el termino su carrera de periodismo, y pudo cogerle el relevo. Fuera del bar, nevaba. Era una noche fria, una de las muchas noches en las que la nieve caia sobre las calles del pueblo cubriendolo todo con su manto blanco. Aquella tarde, el tiempo paso volando. La conversacion con sus amigos fluia y se lo estaban pasando realmente bien. Ademas, cerca de ellos, un grupito de chicas les lanzaba miradas de reojo. Eran turistas, se notaba por su piel bronceada y sus atuendos provocativos, poco preparados para los dias de nieve intensa que se avecinaban. Seguramente, provenian de la Costa Oeste. Quizas de California. Y era probable que se hospedaran en la pequena pension que se situaba en el centro del pueblo. Ethan se habia fijado en una chica de melena ondulada con mechas rubias y labios carnosos que no hacia mas que sonreirle con coqueteria. Si habia algo que Ethan sabia hacer, era leer las senales de las mujeres. Y esa mujer en concreto estaba deseando que el se le acercara. Ethan se levanto de la silla dispuesto a poner en practica sus desarrollados dotes de seduccion. Pero algo le detuvo a medio camino: la escucha desafortunada de un comentario que un chico le estaba haciendo a otro senalando la mesa de Leslie y Amy donde, en aquel momento, solo estaba Amy acompanada por un chico que parecia estar coqueteando con ella. --Nos hemos apostado cincuenta pavos a que no consigue su numero de telefono --decia el chico entre risas mientras el otro se reia tambien. --Joder, pero !si esta gorda! --Esta como una foca. Ethan se crispo al escuchar esos comentarios ofensivos. No es que tuviera una relacion muy estrecha con Amy, pero la conocia. Tanto ella como Leslie solian monopolizar su casa junto a su hermana cuando eran adolescentes. Amy era una chica dulce y buena que se desvivia siempre por los demas. Ademas, aquellos chicos no tenian motivos para insultarla, porque Amy era una chica bonita. Quizas no tuviera un cuerpo en consonancia con las imposiciones sociales, pero tenia un cuerpo increiblemente sexy con todas sus curvas y redondeces. Volvio a mirar al chico que sonreia a Amy y le apartaba de la cara un mechon de pelo color caramelo. Sin pensarselo dos veces, se acerco a la mesa y les interrumpio. --Perdona, Amy, ?podemos hablar un momento? --pregunto Ethan con urgencia. Amy levanto la mirada y sus ojos brillaron con desconcierto. --?Ocurre algo? --Es que... me gustaria hablar contigo de una cosa. --Ethan miro al chico que no parecia dispuesto a irse y puntualizo--: A solas. El chico parecio captar la indirecta, porque tras escucharle decir aquello, se levanto de la mesa y se marcho, algo molesto. Amy miro a Ethan sin comprender absolutamente nada. --?Que ocurre? --pregunto, alzando una de sus cejas claras. --Ese tio se ha apostado cincuenta pavos a que conseguia tu numero de telefono. Amy abrio mucho los ojos, con estupor, y siguio la direccion de la mirada de Ethan hasta la mesa donde se acababa de sentar el chico en cuestion junto a los otros dos. --?En serio? --Los he escuchado por casualidad y he venido a salvarte. --No menciono el tema de los insultos, pues sabia que aquello le haria sentir incomoda y humillada, y no era su intencion hacerle sentir mal. Amy parpadeo unos segundos y luego solto una risita que sofoco con la mano. --?Que pasa? --pregunto Ethan ante aquella reaccion. --?Salvarme? ?En serio? ?En que epoca crees que nos encontramos? Las mujeres de hoy ya no somos mujeres desvalidas que necesitan ser salvadas, Ethan. Las princesas de los cuentos de hadas actuales podemos salvarnos solas. Solto una nueva carcajada y Ethan fingio indignarse. Pero solo lo fingio, porque cualquier atisbo de indignacion real desaparecio ante el sonido de la risa de Amy. Era dulce, musical, aterciopelada. Como una caricia. --Eh, oye, deberias estar agradecida. --Oh, si, claro. Gracias, mi paladin. Amy reprimio una nueva carcajada y Ethan sonrio. Se miraron en silencio. Y algo ocurrio en aquel silencio. Fue extrano y electrico. Denso. Palpable. Pero en aquel momento, Leslie reaparecio y rompio el embrujo. Sus miradas se desenredaron y la tension se evaporo. Leslie se sento en la silla que habia dejado vacia antes de irse, miro a Ethan y fruncio el ceno. --?Que haces tu aqui? --Yo tambien me alegro de verte --respondio Ethan con sarcasmo. Amy dibujo una sonrisa divertida en los labios, miro a Ethan y luego a Leslie. --Aqui donde lo ves, Ethan Winter es todo un caballero andante. Me acaba de salvar, ?sabes? Ethan puso los ojos en blanco. Pero antes de que pudiera decir nada para imponer su version de los hechos, Amy se adelanto y empezo a relatarle una bastante distorsionada que hizo estallar a Leslie en carcajadas. Aquella noche, Ethan se olvido por completo de la chica de piel bronceada y mechas rubias que seguia observandole con deseo desde su mesa en el lado opuesto del local. Capitulo 1 Actualidad... Ethan cabeceo y se desperto de golpe. A su lado, Aidan, el chico en practicas, solto una risita entre dientes. --Es la tercera vez esta semana que te quedas dormido mientras trabajas --le dijo divertido. Ethan hizo un mohin. Se encontraba sentado en su mesa de trabajo, en La Gaceta de Snow Bridge. La redaccion estaba formada por cuatro mesas de tamano medio colocadas de cualquier manera en una estancia estrecha y alargada. El espacio tenia cierto aire decadente, pero a Ethan le gustaba. Le hacia pensar en la epoca dorada del periodismo, antes de que Internet se impusiera y la venta de periodicos en papel descendiera en picado. De hecho, sacar una version digital de La Gaceta de Snow Bridge fue una de las grandes aportaciones que hizo Ethan al entrar en el periodico local, aunque manteniendo tambien la version impresa. Sabia que los habitantes de Snow Bridge adoraban recibir todos los meses una copia en papel de todas las aventuras y desventuras vividas en el pueblo. Pero poder disfrutar de un magazine digital donde cotillear a diario, habia sido toda una revolucion. --Jacob no deja de llorar por las noches y soy incapaz de dormir mas de dos horas seguidas -- explico Ethan. Jacob era su hermano pequeno, con el que se llevaba la friolera de treinta anos. Su madre habia tenido un hijo con Joe, el dueno de la cafeteria ubicada en la plaza central, y aunque el se alegraba mucho de su relacion y del nacimiento de Jacob, echaba de menos dormir del tiron por las noches. --?Has probado con tapones para los oidos? --pregunto Aidan. --Si, de todos los tipos, pero el sonido que hace al berrear lo traspasa todo. Aidan se encogio de hombros. --Lo siento, tio. Ethan tambien lo sentia. De hecho, hacia semanas que le daba vueltas a la misma idea. Ethan llevaba anos retrasando el momento de independizarse de la casa de su madre y habia llegado el momento de hacerlo. Su madre habia rehecho su vida y, aunque nunca hubiera sugerido que sobrara, sabia que ella y Joe se merecian un poco de intimidad (la intimidad que pudiesen tener compartiendo su vida con un bebe lloron). --Oye, ?tus padres siguen alquilando el piso ese que me dijiste? --pregunto Ethan a Aidan, que dejo de teclear en el ordenador para mirarle. --Si, sigue libre. --?Crees que podria echarle un vistazo? --Por supuesto. Si quieres podemos ir despues de trabajar. Tengo las llaves. --Aidan se metio la mano en el bolsillo y saco un juego de llaves, triunfal. ?? ?? ?? Aquella tarde, se marcharon de la redaccion antes de tiempo, dejando a Earl encargado de cerrar el chiringuito. Earl era un hombre mayor, de cabellos color plata y gafas graduadas que llevaba anos trabajando en La Gaceta y al que le faltaba poco para jubilarse. Al salir, nevaba. Unos copos de nieve danzaban en el aire de forma perezosa antes de caer al suelo. Los meses de nieve sentaban bien a Snow Bridge. Los tejados, copas de los arboles y calles se cubrian de blanco y, en conjunto con las guirnaldas de luces y la decoracion navidena, el pueblo se convertia en la ilustracion perfecta para un cuento de hadas. Ethan estaba enamorado de su pueblo, pero, durante las fiestas navidenas, parecia magico. Cogieron el coche que Ethan tenia aparcado en frente y se alejaron varias calles hasta detenerse frente a un edificio de obra vista. Estacionaron el vehiculo, entraron en el edificio y Aidan llevo a Ethan hasta la segunda planta. Entraron. Era un piso pequeno, de una habitacion, con cocina americana y bano minusculo. Parecia el tipico piso de soltero, y aquello le gusto. --?Cuando crees que podria instalarme? --pregunto Ethan con una sonrisa torcida, pensando en todas las cosas que podria hacer en aquel piso. Cosas que, hasta ahora, no podia hacer en su habitacion. --Pues si decides quedartelo, por mi como si te mudas hoy mismo --dijo Aidan tendiendole las llaves.

  • Alucinaciones de Oliver Sacks

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    Oliver Sacks vuelve a hacer gala de su singular talento como narrador, su sentido del humor y su inmensa cultura para plantear cuestiones que ponen en entredicho nuestra percepcion del mundo y, muchas veces, nuestra propia identidad. Desde las visiones religiosas y su explicacion fisiologica hasta el uso de drogas psicodelicas como puerta a una percepcion interior que los sentidos nos niegan, los relatos del doctor Sacks van mas alla del mero historial medico y constituyen una autentica historia cultural de la percepcion, un estudio antropologico de una supuesta anormalidad que no es, en el fondo, mas que el reverso de lo que normalmente conocemos como realidad.

  • El intruso. Mi vida en clave de intriga de Frederick Forsyth

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  • Mariposa de Yusra Mardini

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    La increible e inspiradora historia de una joven extraordinaria.

  • Cupido por una vez de Yami Krismiya

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    Cuando Elizabeth descubre que el hombre del cual estaba profundamente enamorada sera su futuro cunado, se aferra a su mejor amigo: el alcohol.En una noche de desenfreno, en la que se pasa de mas con las copas, ofende a voz en grito al dios griego del amor. Cuando este desciende de sus dominios para atender al llamado, pidiendo explicaciones por la ofensa, no puede evitar iniciar un peligroso juego.Elizabeth debera unir a tres parejas de un solo flechazo. Todas deberan ser perfectas, amor verdadero. Asi, y solo asi, podra olvidar los sentimientos que alberga por el novio de su hermana, Jane.

  • Censurado de Darlis Stefany

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    Anabell hizo de todo para que Dylan, su relacion mas larga llevara a la relacion a otro nivel. en la cama. Fueron meses de coqueteos, insinuaciones y profundos escotes. ?Que fue lo que hizo Dylan? Enganarla, enganarla con su prima la rusa. El despecho es peligro ?Pero algo mas peligroso que eso? Una botella de Vodka. Entonces con estos dos ingredientes peligrosos Anabell decide tomarse una sexy, caliente y reveladora foto con destino a Dylan para demostrarle que hizo la eleccion equivocada de chica rusa. ?El problema? Ella escribio un 0 y no un 8 en el destinario de la foto. Jared solo queria dormir la noche que su celular sono, pero el sueno se fue en el momento en el que vio la linda e inolvidable foto que cierta chica le envio. El no es Dylan y no conoce a ninguna rusa, pero sin duda alguna le gusta lo que vio. Ahora Jared y Anabell viven una doble vida de mensajes picantes y comentarios en persona. En lo que ambos coinciden es en dos cosas: Las fotos no van a detenerse y nadie debe saber mas que ellos de las fotos. Despues de todos son fotos censuradas. Entre divertidas experiencias, amigos alocados, un hermano con desvios sexuales, perversion y muchos recuerdos confusos de una ninez traumatica Anabell y Jared van cayendo el uno por el otro. Cuando todo se complica, el pasado emerge y los recuerdos regresan ellos deberan demostrar que tan capaces son de sostenerse y continuar con su alocada y epica relacion…

  • Prometida por contrato de Sierra Rose

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    La habitacion era un desastre. Habia refresco en las paredes y pizza en el techo. Una botella de vino vacia sobre la cama. Iba a tardar siglos en limpiar una habitacion en ese estado, lo cual dificultaba mantener el horario. !Por no hablar del factor asco! Esa era la vida de una chica de la limpieza… Desde luego no era la profesion con mas glamour del mundo. Bella James estaba hablando otra vez consigo misma. Era mas como un bisbiseo, dejando salir alguna que otra palabra escogida. A veces habia que decir las cosas cuando no habia nadie alrededor. Por ejemplo: -?Como llega un condon al aspa de un ventilador en el techo? ?Es que se pusieron a dar botes, todos entusiasmados cuando terminaron? ?Ella lo lanzo alli con asco o que? Se quejo mientras usaba los guantes desechables para recoger el ofensivo articulo que habia salido volando del aspa cuando encendio la luz. Hacia ano y medio que trabajaba limpiando en el Golden Oaks Motel de la interestatal. El dinero no estaba mal, tomando en cuenta que le pagaban cuarenta horas a la semana sin importar cuantas horas trabajara en realidad. Al principio no le convenia porque echaba cincuenta horas o mas para acabar con todas las habitaciones y de todas formas le pagaban cuarenta, ni una mas. Pero ahora habia menos clientes y eso le dejaba tiempo para dedicarselo a sus clases nocturnas y para hacer un par de turnos de cajera en una tienda de veinticuatro horas, con lo que se podia permitir algunos lujos, como comprar dentifrico y desodorante. Bella ya habia logrado terminar dos semestres en la facultad de empresariales tan solo con las clases nocturnas. No pensaba limpiar habitaciones de hotel para siempre. Era solo una fase, hasta que su vida de verdad empezara. Termino de limpiar la habitacion, echo un poco de ambientador y puso un rollo nuevo de papel en el bano. Acabo de lavar la banera. !Si, senor! No habia nada como una banera reluciente. El trabajo la animaba a ser perfeccionista. Tardaba unos seis minutos en quitar las sabanas sucias, echarlas en el carrito y hacer la cama con sabanas limpias. A ver, el sitio no destacaba por su calidad. Era para camioneros cansados o para rolletes ilicitos. No era un grupo demografico que buscara hoteles de cuatro estrellas. Bella llevaba anotados todos sus metodos y mejoras de eficiencia. Algun dia podria incorporar estrategias similares a una profesion en la que no tuviera que tirar los condones usados de la gente. Esa si que era una aspiracion profesional. Cuando acabo con la habitacion sonrio. Habia convertido un cuarto asqueroso en un precioso paraiso. Habia quedado gloriosamente reluciente. Limpio las tres habitaciones que le quedaban aquel dia y fue a la oficina a pasar la tarjeta de salida. Echaria un vistazo por si habia mas caramelos Dum-Dum en el cuenco de la recepcion. A Bella le encantaban los caramelos Dum-Dum de sandia despues de haberse lavado las manos como Lady Macbeth, unas treinta veces despues del incidente del ventilador en el techo. Ahi estaba el encargado. Bryan solia estar en el videocasino que habia del otro lado del aparcamiento, pero hoy estaba aqui. Lo saludo con un movimiento de cabeza, deseando que alguien lo llamara por telefono para que la dejara en paz. Era el tipico pringado, como suelen ser los encargados de bajo nivel; al menos por la experiencia que ella tenia. En plan, ay, que tu eres una subordinada. Espera que te dejo alucinada con mi colonia de los chinos; me voy a lamer los labios de tal forma que prefieras lanzarte a la maquina de un aserradero antes que permanecer en mi despacho. -Bella, espera -dijo. El muy asqueroso ya se habia restregado contra ella y le habia tocado el culo demasiadas veces como para fiarse de el. Bella se quedo junto al mostrador, con la mano disimuladamente cerca de la campanita de llamada. Asi, si lo necesitaba, podia llamar al sustituto de fin de semana de Mavis, que estaba en la sala de descanso. -Si, senor Donner -dijo. El fruncio el ceno. -Me temo que tengo malas noticias. -?Que pasa? -Mi padre ha vendido el Golden Oaks. Cerramos dentro de una semana. Bella se quedo con la boca abierta. -?Que? -Van a convertir este espacio en un lugar de parada para camioneros, con duchas, cafeteria y entretenimiento para adultos en dos escenarios -dijo con bastante mas entusiasmo del que a ella le habria gustado escuchar. -?Eso significa que nos quedamos todos sin trabajo? -La mayoria, si. ?Yo? He echado una solicitud para ser el encargado de las chicas en el nuevo negocio. -Ah. Pues que tengas suerte. ?Que compensacion nos van a dar? Ya que no nos han avisado ni con dos semanas de antelacion. -Te van a subir el sueldo para los dias que quedan. Luego te desearemos lo mejor para el futuro - dijo, complacido con su propia frase. Se metio las manos en los bolsillos-. Salvo que sepas bailar. Vamos a coger bailarinas de fuera de la ciudad, pero puedes ensenarme lo que sabes hacer; te aseguro que podrias ser la bailarina estrella con ese cuerpo. -No, pero gracias de todas formas -dijo ella sin mas, sabiendo que necesitaba la paga de la proxima semana bastante mas de lo que necesitaba darle una bofetada al muy capullo. -Si cambias de opinion llamame, preciosa. -Claro -dijo ella, saliendo rapidamente por la puerta. !Mierda! !Esto no era nada bueno! ?Que iba a hacer con tan poco tiempo de aviso? Sabia que entrar en panico no le iba a servir. Patearia las calles hasta encontrar otro trabajo. Asi que su principal fuente de ingresos se acababa en unos cinco dias habiles. No habia vacantes en la tienda de veinticuatro horas, salvo para jornada parcial, y necesitaba el dinero de jornada completa para sobrevivir y para pagar la universidad. Se habia prometido a si misma que no abandonaria las clases solo porque anduviera corta de dinero. Bella no podia renunciar a su titulo por nada del mundo. Ser licenciada era su sueno. Pasara lo que pasara no iba a dejar de lado sus aspiraciones. Ni hablar de tirar la toalla. Si acaso, tenia ganas de luchar con mas fuerzas. Porque de una u otra manera iba a conseguir su titulo universitario. Cogeria mas trabajos de tiempo parcial. Donaria plasma por cincuenta pavos. No estaba dispuesta a vivir asi el resto de sus dias, tenia que luchar para encontrar una salida. Con el diploma de bachillerato no se llegaba lejos. Su padre, borracho y con un problema con el juego, no habia sido precisamente ahorrador para darle una formacion universitaria a sus hijas y una mejor vida. Asi que estaba en sus manos y en las de su hermana Madison trabajar duro y buscarse la vida. Se dijo que era algo noble. La obligaba a ser tenaz. De todas formas le habria gustado que algo hubiese sido facil por una vez. Que la vida pudiera funcionar sin tener que pensar en la nobleza y la tenacidad para olvidar los fideos y los perritos calientes de marca blanca. Estaba convencida de que esas salchichas las hacian con unas de cerdo. Aunque los cerdos tenian pezunas, asi que probablemente fueran de pezunas y morros. Hizo una mueca. Podia con ello. Tan solo tenia que buscar trabajo por internet. Central Arkansas no era el paraiso de las oportunidades, asi que si tenia que irse a otro sitio a trabajar no iba a importarle demasiado. Llamo a su hermana Madison. -Me acaban de echar -dijo Bella. -?Que? Al final lo has hecho, ?no? Le has dado una bofetada al pervertido de tu jefe. Chica, !que orgullosa estoy de ti! -Ojala. No, han vendido el hotel. Ahora tengo que buscar otro trabajo. -No te agobies. Siempre caemos de pie. Y toda esta adversidad en nuestras vidas, bueno, nos hace fuertes. La busqueda de nuestros suenos puede llevarnos por caminos inesperados, pero no podemos darnos por vencidas. Las cosas buenas llevan su tiempo. -Lo se. Soy demasiado cabezota para dejar que esto me pare. -Por eso te quiero. Hace falta valor para cada paso que se da hacia adelante. Tu tienes agallas. -Si, pero voy a tardar siglos en acabar la carrera. -Los suenos no tienen fecha de caducidad. -Lo se, hermanita. Gracias por los animos. Te llamo mas tarde, cuando llegue a casa. ?Vale? -Vale. Y recuerda que nada que valga la pena llega facilmente. Asi que no te rindas. -No lo hare. Ni hoy. Ni manana. Ni nunca. -Esa es mi chica. Hasta luego. -Hasta luego. Bella colgo y penso en el problema que tenia entre manos. Pasara lo que pasara, iba a triunfar por encima del caos.

  • El Hombre de Tiza de C.j. Tudor

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    Hay juegos que solo tienen un final posible.

  • Quererte. sofia de Erica Canovas

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    La vida de sofia, a menudo monotona y aburrida, cambia por completo cuando conoce a Jose, un hombre guapo, atractivo y muy insistente.
    Besos robados, citas romanticas y la labia de Jose provocara que Sofia se deje seducir a pesar de haber tomado la decision de no volver a estar con un hombre en mucho tiempo tras su ruptura con Victor. Las continuas infidelidades de su ex pareja han convertido a Sofia en una mujer desconfiada que se lo pondra dificil a Jose, que no esta dispuesto a perder a la que cree la mujer de su vida. Para conseguir su proposito, Jose no dudara en mentirla una y otra vez provocando un distanciamiento aun mayor entre ellos.
    La distancia los separara para unirlos dos anos despues… ?Conseguira Jose su objetivo de enamorar a Sofia? Y ella ?Aprendera a confiar en el?

  • Como hilos de cristal, Tania Sexton de Tania Sexton

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  • El dilema de Sofia de Luz Hidalgo

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    Con cuarenta anos, una vida resuelta y acomodada, Sofia se da cuenta de que no vale la pena luchar por un matrimonio basado en mentiras. Nada mas formalizar el divorcio, recibe noticias de su padre despues de muchos anos separados. Esa carta, le da el empujon para dejar Espana y viajar a su pais de origen, Londres. Alli descubre que la amistad no tiene limites, que se puede volver a empezar. Lena, su amiga de la infancia, se vuelve imprescindible en esta historia, aportando frescura y recordando que la amistad no tiene fecha de caducidad. Por otro lado, esta James, un hombre frio, distante, sombrio. Ahi empieza el gran dilema de Sofia. Descubrir el secreto de aquel hombre enigmatico, o dejarlo correr y no arriesgar su seguridad emocional. En esta entrega, la autora, rescata a Sofia de su primera novela y crea una historia que la traslada al pintoresco pueblo de Castle Combe, adentrandonos en sus preciosas calles, descubriendo asi algunos de sus rincones mas emblematicos. CAPITULO UNO UN DETALLE QUE LO CAMBIA TODO Noviembre de 2019 Me deje caer al suelo, las piernas no me sostenian. No podia creer lo que estaba leyendo. Relei la carta coronada con el membrete de un prestigioso urologo de la ciudad. Las manos me temblaban mientras buscaba en el movil el significado de la palabra azoospermia [1] . Imaginaba su significado, pero queria estar segura antes de aceptar aquella realidad, que habia descubierto por casualidad. Me lo temia, Carlos era esteril. Habia llegado a aquella conclusion despues de leer el informe medico que habia permanecido oculto en el caos de su escritorio. Cuando me fije en la fecha monte en colera. Hacia tres anos que Carlos habia recibido el diagnostico. !Tres! Me tape la boca y contuve la ira y las ganas de gritar. Las lagrimas resbalaron por mis mejillas. No fue por la noticia, sino por la mentira que habiamos estado viviendo durante tanto tiempo. Mi marido habia intentado evitar que descubriera la verdad a toda costa. Que cobarde... Carlos me encontro sentada en el suelo, llorando. La carta destacaba en el calido suelo del parque. --!Sofi! !Carino!, ?que te ocurre? ?Te has mareado? --susurro, carinoso, mientras se agachaba a mi lado. Su mirada denotaba preocupacion. Cuando intento cogerme las manos, reparo en la nota que habia en el suelo, justo a mi lado. Se distinguia claramente el sello de la clinica privada que habia visitado tiempo atras. El mundo se le vino encima en aquel instante. Se sento junto a mi con gesto abatido. Su querida esposa habia descubierto el engano que durante tanto tiempo habia intentado enterrar. --Sofia...--Por fin levante la cabeza. Lo mire directamente a los ojos. --Como has podido... --Pretendia decirtelo, en serio, pero no encontraba el momento. Sofi, carino, no me atrevia. Preferia que creyeras que algun dia lo conseguiriamos. Mientras tanto, tenia que pensar en la posibilidad de adoptar. --Pero ?que estas diciendo, Carlos? No tienes ni idea de lo que dices. La mentira es injustificable. !Me has hecho creer que no podia tener hijos! Que cruel has sido... !Me has mentido durante todo este tiempo! Carlos no sabia que decir. No insistio en su inocencia. No me suplico. Era consciente de que su comportamiento no tenia justificacion. Sabia que aquello seria demasiado para mi. No hacia ni un mes que habia descubierto que se habia acostado con Lucia, la mujer de su amigo, y ahora esto. Nuestro matrimonio ya no tenia sentido. Se habia convertido en una carga demasiado pesada para mi. El sabor amargo que invadio mi boca me supo a ruptura definitiva. Me levante lentamente y lo deje alli sentado. Abandone el salon sin mirar atras. No podia. Ya no. *** 1 de diciembre de 2019 Un dia lei esto en alguna parte: Volver a resurgir. Como si nada. Como si a mi vida no le hubieran abierto una herida con bisturi, dejandola sangrar sin contemplaciones. Sin puntos, sin anestesia. Cuando tu mundo se resquebraja de tal manera no hay forma humana de reconstruirlo. No hay mejor manera de explicar lo que sentia en esos momentos. La infidelidad fue el primer golpe que causo la pequena grieta. La mentira sobre su esterilidad, el golpe final que hizo anicos mi confianza. Sentia que el tiempo se me acababa. Con cuarenta anos, no podia esperar mucho mas para ver convertido mi sueno en realidad. Sin embargo, en aquellos momentos no podia pensar en rehacer mi vida de nuevo. Antes tenia que sobrevivir a la soledad. No tenia ninguna amiga especial a la que recurrir en busca de consuelo. Las pocas que tenia lo eran tambien de Carlos y no tenia ni las ganas ni el animo de recuperar una relacion que habia dejado de ser sincera. Durante el ejercicio de mi profesion como directora de un hotel nunca me faltaron enemigos. Me costaba entablar amistad con mis companeras de trabajo. Habia ido escalando puestos sin remordimiento alguno, realizando mas de un despido injusto. Mi fama de mano dura me habia dejado mas sola que la una, pero aquello jamas me preocupo. Para mi, lo mas importante era la familia. Y, ahora, de aquella familia anorada solo quedaba yo. Un dia, al regresar del trabajo, no me moleste en aparcar en el garaje. Ataviada con mi traje chaqueta y mis altos salones, encare el caminito de piedra que conducia a la entrada principal de mi casa. Aquella noche de principios de diciembre mis pasos resonaban en la calle. Dirigi una rapida mirada al buzon; a traves de la rendija se veia un sobre. Extranada, abri la carta. La letra del remitente me resultaba familiar y mis sospechas se confirmaron cuando reconoci la caligrafia del remitente. --Papa --susurre--. Cerre los ojos y la imagen de mis padres aparecio ante mi. En aquellos momentos, ignoraba cuanto tiempo hacia que habiamos perdido el contacto. Decidi entrar en casa; el frio de diciembre se mezclo con la temperatura de mi corazon. Recordar el dia en que me despedi de mis padres dolia y mucho. Naci en Inglaterra, en un pueblecito llamado Castle Combe, situado al sudoeste del Reino Unido, a dos horas de Londres. Tenia siete anitos cuando a mi padre le ofrecieron trabajo en el Consulado britanico, en Barcelona. Por supuesto, no pudo rechazar aquella oferta, asi que los tres emigramos a Espana con las maletas llenas de ilusion y tambien de incertidumbre. Sophie, que era mi nombre real, se convirtio en poco tiempo en Sofia; resultaba mas sencillo de pronunciar en la Barcelona de entonces. Me amolde de maravilla a mi nuevo hogar. Aprendi pronto el idioma e hice amigos. Tuve una infancia feliz abrigada por el amor de mis padres, que me sobreprotegian porque era hija unica. Creci feliz y despreocupada; era el ojito derecho de papa. En el consulado acostumbraban a llamarle Sir Henry Jones. Teniamos una conexion especial. Cada noche, cuando llegaba de trabajar sin importar lo cansado que estuviera, jugabamos juntos. Con mi madre mantenia una relacion mas fria. No desempenaban ese papel a proposito, pero asi lo establecieron. Alguien tenia que llevar por el buen camino a la nina y aquella ingrata tarea le correspondio a mi madre. O eso era lo que yo creia hasta que todo estallo. Desde bien pequena, despunte en las clases de ballet. Nunca me cansaba de ensayar. Me matricularon en el conservatorio de la Ciudad Condal y me forme hasta el ultimo curso. Consegui destacar a base de esfuerzo. Mi sueno en aquel entonces era convertirme en bailarina profesional y viajar por el mundo deleitando a los espectadores con aquellas piruetas imposibles. No me importaba la dureza del entrenamiento. Hasta que no conseguia ejecutar un perfecto fouete no salia de la clase. Practicaba durante horas para perfeccionar mis movimientos. Mi estricta vida como bailarina me marco para siempre. Compagine el amor por la danza con la carrera de publicidad y relaciones publicas, pero, cuando acabe la carrera y comence a trabajar, a mi padre lo destinaron de nuevo a Londres. Teniamos que regresar a nuestro pais, pero yo no estaba dispuesta a acompanarlos. No queria sacrificar todo lo que habia conseguido. Tenia diecinueve anos cuando me enfrente a mis padres y les dije que me quedaba en Espana. Aquello provoco un distanciamiento que se acentuo con los anos. Mis padres se sintieron muy dolidos por mi decision irrevocable. Mi madre no encajo bien que la desobedeciera y nunca me lo perdono. Aquel hecho me marco para siempre. Vivi anos de penurias, ya que mis padres se negaron a mantenerme y me busque la vida como pude. Aquellos recuerdos me abrumaron. Estuve a punto de tirar la carta al cubo de la basura, pero senti una anoranza repentina y me sente en el comodo sofa, apenas iluminado por la lampara de pie que habia junto a el. Abri el sobre con sumo cuidado, tome aire lentamente y me dispuse a leer la carta que cambiaria el rumbo de mi vida. <>. No pude seguir leyendo. Mi madre se habia ido sin despedirse de mi. Nunca hubiera imaginado que aquella noticia me doleria tanto. El vinculo que nos unia se fue apagando con el paso de los anos. La frialdad de mi madre hizo que el amor que sentia por ellos se fuera diluyendo. Aquella carta me hizo recordar mi ninez. Por un momento senti el olor a citrico de mi padre, senti sus calidas manos agarrando las mias, escuche su voz ronca, tan personal, susurrandome palabras llenas de ternura. !Que solo tenia que sentirse en aquel momento! Confieso que me dolia mas la soledad de mi padre, el dolor que yo imaginaba que estaria experimentando, que el hecho de que mi madre hubiera fallecido. El tendria que lidiar con aquella soledad. En mi boca se dibujo un rictus amargo. Que caprichoso era el destino. Estabamos casi en la misma situacion; la soledad nos envolvia como un manto negro, aunque nos separasen cientos de kilometros.

  • El fuego en tus ojos de Virginia Camacho

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    Altoona, Pensilvania. Samuel Slater salio de la vieja casa de su padre hacia el jardin delantero buscando a su hermana. Era una noche de verano, y se escuchaba el cantar de los grillos en los arboles; la brisa calida hacia desear meterse a un recinto con aire acondicionado, pero en su casa no habia, asi que, despues de todo, afuera estaba mas fresco. De todos modos, por esta zona no era recomendable ir por alli en la oscuridad, aunque eso Cassie ya lo sabia. La encontro sentada junto a los setos de la senora Wilson, tan bien cuidados como siempre, y se sento a su lado en el bordillo del anden. Cassie lucia un pantalon corto de jean y una simple blusa de tiras de colores. Su cabello castano oscuro estaba recogido, y gracias a la luz de las farolas, se veia el brillo de las lagrimas en sus ojos. Se estuvieron en silencio por varios minutos, mirando la niebla entre los anosos arboles de la calle, y de vez en cuando se escuchaban los sollozos de Cassie. --Lo siento --sollozo ella, y metio su cabeza entre sus rodillas, como si quisiera abrir un agujero en la tierra y meterse alli por una eternidad--. Lo siento tanto--. Samuel levanto su mano y la abrazo--. No queria fallarles asi... --No nos has fallado... --dijo con voz tierna y grave, pero eso no apaciguo a Cassie. --Esto echa a perder todos nuestros planes. --No es cierto... --Y no quiero abortar --siguio ella, moviendo su cabeza para mirarlo de frente--. Lo pense, lo pense muy bien, y me da mucho miedo... De hecho, me da mas miedo que tu y papa furiosos y decepcionados de mi. Tendre este bebe, Sam. --Esta bien. --No, no esta bien --volvio a sollozar ella--. Solo tengo veinte anos... y mi trabajo no es que me este pagando en oro... --No tengas miedo --le pidio el acercandola con su brazo y besando su cabello--. Cuando me gradue, sere un ejecutivo con una muy buena paga, y luego, un exitoso empresario. Mi sobrino, o sobrina, lo tendra todo, porque a pesar de que tu entres a la universidad luego de que yo haya salido, seras tambien una profesional. El bebe no altera nuestros planes. --Solo los hace mas dificiles de conseguir. --Por un tiempo --admitio el--. Pero no estas sola... En ningun momento, Cassie--. Los ojos de ella volvieron a inundarse de lagrimas, y lo abrazo con toda su fuerza. Ah, adoraba a este tonto de cabeza dura, sonrisa facil y convicciones firmes. Era, junto a su padre, su pilar en la vida, su ejemplo a seguir, casi su mitad, pues habian compartido utero y nacieron con una diferencia de solo minutos. La pobreza trae pobreza, decian por alli, y era muy comun que jovencitas sin estudios superiores como Cassie, venidas de ninguna parte, procrearan sin son ni ton. Ella habia cometido el error de acostarse con un hombre que luego se hizo el sordo cuando le notifico de su embarazo, y ahora tenia que apechugar. Afortunadamente, su hermano estaba alli; solo su apoyo moral ya le daba un gran alivio. --Siento poner esta carga sobre tus hombros--. Samuel solo suspiro. --Te apoyare en todo lo que este en mi mano --le prometio el--, pero al fin de cuentas, seras tu quien lleve la mayor parte de esa carga, Cassie. Yo me ire a la universidad, y aunque vendre para el nacimiento, y estare en las fiestas y las vacaciones todo lo que me sea posible, seras tu quien sufra las nauseas, los antojos, los dolores, los trasnochos... --Oh, no hables de eso, que me entran ganas de salir corriendo --Samuel sonrio. --Y papa te ayudara --dijo--. No lo viste, pero, luego de la primera impresion, creo que lo hace feliz ser abuelo. --?Tu crees? --Si, lo creo. Tal vez no vaya a aplaudirte, pero tampoco te dejara sola--. Cassie suspiro apoyando su cabeza contra la de el, sintiendose mucho mejor. --Ojala sea una nina --dijo de pronto. Ocho meses despues de aquella conversacion, nacio Harper; y tal como lo prometio, Samuel tomo un autobus desde el estado de Massachusetts, donde estaba su universidad, hasta Pensilvania. Solo pudo estar con ella unas pocas horas, pues tuvo que regresar el mismo dia debido a todas sus obligaciones, pero consiguio tener en sus brazos a su bella sobrina y besar a su hermana en la frente mientras al fin se daba un respiro luego de la dura labor de traer a su hija al mundo. --Bienvenida, Harper --le dijo a la pequena y preciosa carga que llevaba en sus brazos, arrullandola con suavidad, temiendo hacerle dano, y al mismo tiempo, deseando apretarla muy fuerte entre sus brazos--. Soy tu tio, el tio Sam. ?No es apropiado? Nada te va a faltar, te lo prometo. Ahora eres una razon mas para trabajar mucho y superarme--. En el momento, Harper arrugo su carita, asomo su lengua blanca y rosada y bostezo estirandose como una gatita, pero al tiempo volvio a relajarse y siguio dormida. El corazon de Samuel quedo totalmente cautivado. Desde ahora, hasta su muerte, ella era el amor de su vida. 1 Ciudad de Nueva York. --No puedes hacerme esto --protesto Catherine caminando tras su madre a traves de los pasillos del enorme apartamento en el que habia vivido la mayor parte de su vida. Laverne Brown simplemente ignoro a su hija y se sento tras un escritorio de alamo, elegante y enorme, que ocupaba casi toda la habitacion--. Mama, te lo advierto, no me hagas esto. --?Que es ese castigo tan grande que crees que te estoy infringiendo? --No voy a casarme con Oliver White. En primer lugar... !No siento nada por el! En segundo, !es un idiota!, y en tercero... Me gustaria, si algun dia me caso, elegir al hombre por mi misma. --?Como que no sientes nada por el? --replico Laverne, como si hubiese sido lo unico que Catherine dijera--. ?No has sido su novia desde hace...? --!Nunca he sido su novia! Solo amigos, amigos del club, de fiestas y paseos, eso no me hace su novia... Lo sabrias si escucharas algo de lo que te digo, pero... --Entonces son buenos amigos. Eso es suficiente. No necesitas sentir nada demasiado especial para casarte... --!No! --protesto Catherine en voz alta--. No, mama, !no! --Laverne respiro profundo al ver que su hija se alteraba y le lanzaba miradas acusatorias. --No puedo creer que a estas alturas de la vida todavia me salgas con tonterias como esa --dijo con voz suave, aunque no amable--. ?Acaso no te eduque para que fueras una mujer emocionalmente independiente? ?Ahora me sales con que quieres sentir cosas especiales por tu marido? --?Y que tiene de malo? --Tu deber como la heredera de Laverne Inc. no es tener esos suenos tontos de nina. !Despierta, ya estas en el mundo real! --Mama... --La familia White esta mas que dispuesta a pasar por alto nuestras diferencias en riqueza y aceptarte en su familia. Deberias darte por bien servida, ojala yo hubiese tenido tu suerte. Creeme, todo habria sido mas facil para mi. --Pero es... --Te estoy facilitando las cosas y no haces sino quejarte --siguio Laverne sin dejar hablar a su hija, algo muy comun en sus conversaciones y que siempre irritaba a la mas joven--. Cumplo con mi deber de madre al dejarte bien posicionada en la vida, !y solo lloras! Catherine miro a su madre con rencor. No era cierto. Nada de lo que acababa de decir provenia de sus sinceros sentimientos. En primer lugar, Laverne no queria que su hija heredara su preciosa compania, su marca de maquillaje que la habia llevado al exito internacional. Solo tenia cuarenta y siete anos, por lo tanto, aspiraba estar en la silla de presidencia muchos anos mas. Cuando, inocentemente, una vez le dijo que seria la mejor en la escuela y la universidad para algun dia dirigir la marca, ella solo se rio y le contesto que siguiera sonando. En ese momento penso que lo habia dicho porque dudaba de sus capacidades, asi que se esforzo muchisimo mas. Veia a su madre trabajar de sol a sol, llevarse documentos a casa y estudiarlos hasta altas horas de la noche, y ese se habia convertido en su ejemplo a seguir. Fue muchos anos despues, luego de que logro ingresar a la MIT, y que gracias a eso los socios empezaron a evaluarla como futura presidente, que le dijo que aprendiera todo lo que pudiera para que algun dia iniciara su propia empresa. No para heredar, no. Para iniciar la suya. Lo que indicaba claramente que Laverne Brown no veia en su hija a su heredera, sino una competencia. La estaba casando con un idiota hijo de una familia mas rica y poderosa solo para tener excelentes contactos y sacarla a ella de su camino. Dos pajaros de un tiro. Saber eso ardia y dolia al mismo tiempo. Para su madre, ella nunca estaria lista; nunca estaria a la altura. Pero lo comprendia solo ahora, que era adulta y se estaba acercando peligrosamente a sus objetivos. Como todavia dependia economicamente de ella, estaba jugando sucio. "Yo tambien se jugar sucio, mama", quiso decirle. "Aprendi de la mejor, tu". Toda la educacion de Catherine habia estado orientada a convertirla en una mujer dura, de acero; de las que pegan antes de ser golpeadas, de las que aplastan antes de sentirse siquiera amenazadas. Pero la que la estaba amenazando ahora era precisamente la mujer mas fuerte que ella conocia, asi que tendria que callarse sus pensamientos y ser mas astuta. Aunque, la verdad, era que por dentro estaba asustada y dolida. Habia hecho de todo para conseguir la aprobacion de Laverne, para estar a la altura de sus exigencias, y cada vez que creia que lo estaba consiguiendo, sucedian cosas como esta. ?Pero que se podia esperar de la mujer que acabo con su propio marido? Cuando estaba pequena, un dia simplemente su madre tomo sus cosas, a ella, y se fue lejos. Rento un apartamento en Manhattan, la puso en una nueva escuela, y a su padre solo lo veia muy de vez en cuando. Se estaban divorciando, comprendio. --No quiero que se divorcien --le habia dicho a su madre, llorando--. Quiero que esten juntos otra vez. --Tu padre es un perro infiel --exclamo Laverne entre dientes--. Como todos los hombres, perro infiel. Te prohibo que llores por el. No tiene derecho a que lo extranes. El nos cambio por una zorra. Al principio lo lloro, lo llamaba a escondidas exponiendose al castigo de su madre, y el le contestaba feliz, diciendole todas las cosas bonitas que necesitaba escuchar. Cuando le pregunto si era verdad que era un perro infiel, su padre se molesto, llamo a Laverne para reclamarle el estar hablandole mal de el a su hija, y entonces ella recibio un castigo por llamar a su papa sin autorizacion. El divorcio fue largo y ruidoso, pero Laverne le quito todo lo que pudo. Como la infidelidad de su padre pudo demostrarse, le quito el dinero, los bienes, y sobre todo, le quito a su hija, que era lo unico que el le pedia. --?Por que le fuiste infiel? --le reclamo ella a su padre en una de esas ocasiones en que podian verse. Unos cortos dias en verano, de ano en ano--. ?Por que destruiste la familia? --El solo la miro con tristeza. No podia decirle que era mentira, pero si le explicaba sus circunstancias, ella no las entenderia. Pero luego fallecio en un accidente, asi que nunca pudo explicarle nada. Cuando entro en la adolescencia, en su mente ya estaba acunado el pensamiento de que los hombres eran perros infieles, que ninguno servia para nada, que las mujeres podian estar muy bien sin ellos. Al fin y al cabo, su madre lo habia conseguido; era una exitosa empresaria, cada vez ganando mas dinero con su marca de maquillaje, haciendose cada vez mas famosa, mas fuerte. Si se enteraba de que tenia algun amigo, Laverne la alentaba a aprovecharse de el todo lo que pudiera, sacandole regalos costosos a cambio de muy poco. Si se enteraba de que alguna chica era amiga de su "novio", le aconsejaba que la destruyera, pues no se podia confiar en nadie. Era una filosofia de vida agotadora, y a Catherine a veces le faltaban tripas para ejecutarla. Sin embargo, en todas las relaciones que tuvo, ella nunca fue la perdedora. Excepto ahora que, al parecer, su madre la estaba considerando una amenaza, y la estaba "destruyendo". Estaba aplicando en ella sus metodos. --No me casare --insistio Catherine, tratando con todas sus fuerzas de parecer firme--. Si lo que quieres es tener buenos contactos, hay otras formas de conseguirlo. Si necesitas dinero... --?Me lo vas a conseguir tu? --se burlo Laverne elevando la comisura de sus labios y mirandola despectiva. El corazon de Catherine se acelero; su madre estaba cambiando el modo de batalla, lo veia en sus ojos gris palido, iguales que los suyos, en su sonrisa tenebrosa. Trago saliva y empuno su mano. --En este momento no --susurro--, pero... --Casandote es la unica forma en que podrias proporcionarme esos millones. Oliver esta obsesionado contigo, y es de agradecer. Recuerda que no eres tan bonita--. Al escuchar aquello, Catherine se quedo sin aire--. Atrapa marido ahora que eres joven. Si te parecieras mas a mi, te garantizaria tener a todos los hombres a tus pies aun cerca de los cincuenta, pero saliste a tu padre y aun a tus veinte, pareces un hombrecito. --No me... --!Eres la menos bonita entre tus amigas, y lo sabes! Que Oliver se fijara en ti, y no en la boba de Joyce, o la taimada de Jessica, !es un milagro! --Basta, mama... --Ah, ?no te gusta que te recuerde la realidad? Entonces no me provoques, y haz lo que te digo. Oliver es el mejor candidato que jamas tendras. Hazlo por las buenas... Conoces mis metodos a las malas, y no te gustan--. Los labios de Catherine temblaron, pero se los mordio obligandolos a estarse quietos, y sin poder anadir nada mas, dio la media vuelta y salio del despacho privado de su madre. Al llegar a su habitacion, no pudo evitar correr y sentarse frente a su espejo. Desde luego, no era la primera vez que Laverne atacaba a su hija de esa manera; desde nina siempre le senalo todos los defectos que tenia. Segun ella, Catherine tenia el rostro huesudo, igual que todo su cuerpo, sin curvas, como un hombre. Laverne odiaba su nariz, tanto, que incluso habia hecho las diligencias para una rinoplastia. Le molestaba que su cabello fuera castano y no rubio, como el de ella, y siempre criticaba sus cejas anchas y gruesas, tambien de hombre. --Seguro ibas a ser un macho --decia siempre--, y a mitad de camino la naturaleza se arrepintio, y naciste con vagina. Ni tetas tienes.

  • La isla del Grifo de Daniel Mateos

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    El pequeno buque atraco en el malecon y los dos marinos bajaron de inmediato. Vestian uniforme gris, el cuerpo cubierto desde las suelas hasta la cabeza. Bajaron del buque a pasos largos, una mano en las escaleras para subir y la otra en la M16. Una vez estables, el buque se alejo y su tripulante hizo un gesto de despedida; los dos marinos lo imitaron y dieron media vuelta despues de eso. Avanzaron por el camino de concreto que los llevo hasta la playa y que, si avanzaban un poco mas, los llevaria hasta la selva. Pero la revision de la isla implicaba todo, y para revisar todo, se tiene que empezar por donde se entra. Ambos pisaron la arena, casi blanca, y continuaron caminando por toda la orilla del mar; uno por la parte seca y el otro mojaba sus botas con la poca agua que llegaba del oleaje. -- Quisiera poder quitarme las botas --dijo Santiago -- este calor me va a quemar los pies. -- No creo que te convenga --contesto Leonardo, su companero -- te dan permiso de quitarte el casco y los guantes, pero las botas nunca. No te apures, pronto bajara el sol y con el la temperatura. Ademas, se ve que va a llover, eso refrescara un rato. -- Por eso mismo hay que apurarnos. No quiero que me agarre la lluvia en este lugar. Terminaron la franja de arena, se encontraron con unas rocas frente a ellos y decidieron escalar unas cuantas. Leonardo, con mas experiencia por haber nacido en un lugar con mar, ayudaba a Santiago a dar cada paso sobre las rocas, dandole a veces la mano para que no resbalara con las rocas lamosas; y con la otra mano, ambos, sujetaban su arma porque "ella era su vida y la de su companero", les dijeron. Cuando se dieron cuenta de que por ahi ya no habia acceso, retrocedieron pisando las mismas piedras por las que habian avanzado y, de la misma manera, regresaron por toda la franja de la playa, uno por la arena seca y el otro por la humeda. -- Tomemos el camino pavimentado, para que te sientas mas en casa --dijo Leonardo. -- Y por la sombrita, al cabo que ya vamos para la selva. Los dos marinos subieron las escaleras que conectaban la playa con el camino de concreto y el malecon. Habian recibido ordenes de recorrer toda la isla para vigilar que las normas dictadas por la Secretaria de Marina se estuvieran cumpliendo a cabalidad. -- Segun dijo el teniente, con que recorramos todo el camino de concreto, hasta donde nos lleve, con eso terminamos el trabajo. Dijo que aunque vieramos otros caminos, si no eran de concreto, no los siguieramos, porque corremos el riesgo de perdernos --apunto Santiago a su companero, como si el no hubiera estado presente cuando les dieron las ordenes. -- Ya lo se --dijo Leonardo -- yo estaba ahi, al lado tuyo, cuando nos dieron las ordenes. Pero no te preocupes, esta isla es pequena, no nos perdemos. Y si lo hacemos, por muy pendejos que podamos estar, el chiste es caminar derecho para ubicar en que lado de la isla estamos -- frente a ellos estaba la trifurcacion del sendero, el camino de en medio parecia subir, el de la derecha recorrer por el barranco de la isla y el izquierdo conducia por el mismo espacio que la playa abarcaba -- ?cual tomamos? -- Derecha --contesto Santiago sin pensarlo -- una vez lei que para salir de un laberinto siempre hay que tomar el camino de la derecha. -- ?A poco si muy lector? -- Solo a veces, cuando nos tienen encerrados en la base. Mientras los otros se masturban entre ellos prefiero hacer cosas menos homosexuales, y leer es lo poco que nos queda. Tambien investigue esta isla y se que por el camino de la derecha llegas a una playa oculta donde nadie te veria desde alguno de los buques o desde la base... -- ?Traes? --pregunto Leonardo con una sonrisa. -- Nunca salgo sin ella. Caminaron por el sendero de la derecha, solo hojas cafes tiradas por todos lados. El sendero era estrecho, por lo que caminaron uno delante de otro; el de enfrente con la M16 sujeta, apuntando al suelo; el de atras con el arma colgada en la espalda. Cuando sintieron dar la vuelta a la isla al seguir ese camino, pensaron que era interminable y que, aunque el paisaje cambiaba constantemente de su lado derecho (arboles en diagonal colgando hacia las rocas del mar, luego mar sin rocas y luego rocas con mar pero sin arboles), no parecia haber ninguna novedad del lado izquierdo, solo rocas y plantas, nada mas. -- No encontre mucho. --dijo Santiago -- Lo que se de la playa me lo dijeron unos companeros que ya habian venido. Y a pesar de que la gente si la visita, pareciera ser una isla abandonada. -- Una isla maldita... -- Abandonada, dije. Eso si. Se cree que vivia gente aqui antes de que la Marina se encargara de ella. Se dice que estos caminos de concreto fueron hechos sobre los caminos naturales, hechos con los pies, de los antiguos pobladores del lugar, a los que nadie sabe que les paso. -- Algo los habra hecho desaparecer. -- Tal vez --dijo Santiago -- solo fueron pescadores que frecuenten estas aguas, o contrabandistas que esconden cosas aqui o piratas, tambien; recuerda que este puerto es muy viejo, esto no tiene por que ser una historia encontrada en un libro. El camino se separa de la costa y sube y se adentra en la selva, al llegar a este punto, ellos tambien lo hicieron y se sintieron aliviados de caminar hombro con hombro. En lo que subian, vieron un camino de tierra. El viento soplaba fuerte aun en esa profundidad de la selva y, sin embargo, el camino de tierra no se lleno de hojas como si lo estaba el sendero de concreto. Los dos marinos solo lo miraron. Mas adentro, ya con las copas de los arboles como techos protectores del sol y el calor, encontraron otro camino de tierra que subia una ladera y parecia que regresaba por donde el camino de cemento los habia traido. -- ?A donde crees que lleve? --pregunto Leonardo. -- De regreso. Parece --contesto Santiago. -- ?De verdad me estas diciendo que te lleva al mismo lugar a donde te lleva este mismo camino? -- ?Y por que no? -- Escuchate. Dices que la gente que hizo ese camino con sus pies, llego a este punto, quiso regresarse y, en lugar de darse una media vuelta y bajar por donde habia venido, decidio dar una vuelta en U y regresar por otro camino al mismo punto de donde partio. ?Te parece logico? -- Lo que me parece logico --dijo Santiago -- es lo que nos ordeno el comandante. Que siguieramos solo el camino de cemento. No te distraigas con eso, por favor, si te pierdes tendre que buscarte y sabes que soy malo con los ambientes naturales. Seguro me perdere yo tambien y tendre que reportar tu desaparicion con el comandante. Ven, hay que apurarnos que ya quiero llegar. Cuando empezaron el descenso, Leonardo estaba seguro de que ya habian encontrado la playa; el sabia distinguir el ruido del oleaje, el olor a sal y lo fresco del aire, pero fue Santiago el que se emociono al escuchar el comentario de que estaban a punto de llegar. Bajaron por un camino que zigzagueaba como una serpiente y Leonardo recordo estar alerta de que ningun animal se les acercara. -- ?Sabes como le decian antes a esta isla? El grifo, por el animal con alas de aguila, cuerpo de leon y quien sabe cuanta madre mas. -- A lo mejor en otro tiempo si vivia un animal asi por estos lados. -- O vivian varios animales parecidos, de los que se componia el grifo ese... o viven... mantente alerta. Bajaron lo suficiente como para ver, por fin, una ola rompiendo en las rocas y llegando sin fuerza hasta la playa. "Playa palmitas. Por favor, no ensucie la playa ni corte ninguna planta. Area protegida por la Marina Armada", decia el letrero colocado un escalon antes de tocar la arena. -- Mira --dijo Santiago -- somos nosotros. -- Y venimos a cuidar --sentencio Leonardo. Los marinos estaban por quitarse los uniformes cuando Leonardo recordo que debia echar un vistazo al mar para cerciorarse de que no habia buques que pudieran verlos. Santiago, por su parte y en lo que su companero regresaba, busco entre sus multiples bolsas el cigarro de mariguana que habia traido para esa ocasion. Cuando Leonardo, desde las piedras mas cercanas al mar, dio la senal de todo en orden, Santiago dejo el cigarro acomodado en una piedra, se quito el uniforme y desnudo entro al agua. De aquel lado el oleaje era mas intenso que en la primera playa que visitaron. El marino que se encontraba desnudo y dentro del agua tenia dificultades para mantenerse estable ya que las olas lo arrastraban con violencia y, si se descuidaba lo azotaban contra rocas atoradas en la arena. -- Con cuidado, no te vaya llevar. -- La que me llevo fue la chingada --respondio Santiago -- pero eso hace mucho tiempo. ?Tu ya has zarpado? -- Si, cuando estaba en la escuela. ?Tu no? Pense que eso era lo primero que le hacian a los grumetes cuando entran. -- Alla no. De donde yo soy lo primero que haces el lavar banos y cambiar jabon. Esta es la primera vez que vengo al mar desde que entre. Leonardo prendio el cigarro de mariguana y comenzo a inhalar. Reposo su espalda en la arena, bajo un arbol, concentrado en los sonidos: el agua golpeando contra las rocas, los pajaros que, creia, estaban justo arriba de su cabeza, otros animales, los gritos que hacia su companero mientras luchaba contra la corriente y de repente, el ruido de un animal extrano que nunca habia escuchado y que olvido al poco rato de haberlo oido. El tiempo para Leonardo se habia detenido, se sentia suave, como un insecto mas de la isla y los arboles giraban alrededor suyo. Enterraba los dedos en la arena, sentia cada grano entre sus unas, como para contarlos todos. Leonardo estaba en paz, y fue por eso que el agua salpicandolo se sintio en cada parte de su cuerpo. Al principio penso que era Santiago saliendo del agua el que le estaba jugando una broma, sin embargo, al incorporarse y recuperar la atencion hacia el exterior, se dio cuenta de que el oleaje habia crecido peligrosamente, tanto, como para salpicarlo hasta donde el estaba. Lo primero que hizo fue ponerse de pie y buscar a su companero. A primera vista no lo encontro. El agua estaba agitada, asi que la espuma y la arena revuelta le impedian ver lo que estaba sumergido. Grito el nombre de Santiago mientras lo buscaba en las rocas. Fue por su M16 gritando por su companero. Quito el seguro y apunto. Una mano se coloco sobre la empunadura de su arma. -- ?Y luego que? --dijo Santiago -- ?Ibas a dispararle a las rocas? No se malviaje, marino. La corriente esta muy fuerte y el sol se esta tapando por las nubes, es mejor que nos vayamos. Cuando Santiago se puso el uniforme prendio de nuevo el cigarro de mariguana e inhalo tres veces. Luego se nego a darle a su companero, lo apago y tiro los restos en la tierra una vez que subieron a la selva. -- El plan ahora es seguir los otros caminos --dijo Santiago -- ?te parece si vamos al faro hasta que se te pase el efecto? No quiero que por casualidad vuelvas a hacer otra pendejada y alguien, por casualidad nos este viendo. Leonardo no dijo nada. Solo asento con la cabeza. Regresaron a la trifurcacion, esta vez tomaron el camino de la izquierda. Recorrieron toda la franja de la playa por entre los arboles y, cuando termino la playa, el sitio por el que no habian podido subir por entre las rocas del mar. Sintieron, otra vez, que daban la vuelta a la isla pero ahora del otro lado y llegaron a una especie de plaza hecha quiza por la naturaleza o por el hombre, era dificil saberlo. En ella, la vista era espectacular. La naturaleza cubria una especie de cuadro que semejaba a una pantalla, la vision era de tierra firme, las dos puntas de la bahia: la vista de siempre pero al reves. -- ?Ya viste eso? --dijo Santiago senalando una roca enorme, casi redonda, colocada como con las manos en una superficie de rocas ultradelgada, de donde no se entendia como era posible que la roca grande se mantuviera inmovil sobre esa base tan inestable -- No entiendo como es que esa roca grande se mantiene inmovil sobre esa base tan pequena. Leonardo no dijo nada. Ambos se quedaron mirando la roca. Santiago tomo tres piedras del suelo, del tamano de un puno y las arrojo contra la roca, creyendo que con un leve movimiento iba a poder desestabilizar aquello. Pero nada paso y los dos marinos continuaron el recorrido. Regresaron a la trifurcacion. La nube gris ahora estaba encima de la isla pero todavia no llegaba a tierra firma. Parecia mas grande cada vez. Ahora tomaron el camino de en medio, el que subia, y subieron. Eran escaleras pequenas que parecian no tener fin aunque no provocaban cansancio. Cuando por fin llegaron a una planicie, se encontraron frente a un puente como de unos 3 metros de alto y 5 de largo, estaba hecho de madera pero no se veia peligroso, solo un poco viejo, pero nada que hiciera pensar en peligro. -- ?Escuchaste al teniente mencionar esto?

  • Apartamentos Fifi. Forever de Lux Aeris

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    Alicia es una mujer atractiva, emprendedora, segura de si misma y, sobre todo, de sus gustos que ya no cree en el amor, pues su ultima relacion la ha marcado mas de lo que es capaz de admitir.
    Kala busca su lugar en el mundo. Se acaba de mudar a los apartamentos y cree que alli lo ha encontrado. Sin pretenderlo, se presentara ante ella la ocasion de saciar su curiosidad y experimentar con aquello que la hace arder de deseo.
    Alejandro es un comprometido estudiante de veterinaria, de gustos peculiares, que tiene claro lo que quiere en la vida y con quien.
    ?Conseguiran los integrantes de la comunidad unir a personas tan dispares? ?Fifi estara a la altura de sus nuevos retos? ?Vodka dejara a un lado sus lios de faldas y se unira a las nuevas misiones que se le encomienden?
    El circulo se cierra en estos locos apartamentos con sus peculiares inquilinos y esta vez, con un cincuenta por ciento mas de Vodka... con Limon.

  • Fuego y espadas de T. J. Rymer

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    --Mi comandante, en las puertas de la ciudad un hombre demanda hablar con usted. Parece un demente. Podemos echarle si lo desea. --?Os ha comunicado que solicita? --pregunte al soldado que permanecia firme como una roca. --Dice haber avistado un Nabzang en los bosques cercanos. Una leve sonrisa se dibujo en su faz. --?Un Nabzang? --pregunte retorico a la vez que sorprendido. El soldado asintio. Parecia claro, que quien aguardaba en las murallas pervivia bajo una clara enajenacion. Los Nabzang no daban senales de vida desde hacia milenios. De no ser por los relatos que ancianos y mercaderes narraban junto al calor del fuego, ni siquiera habria oido hablar de ellos. Yo mismo escuche de boca de mi abuelo una de esas historias cuando era un nino; pero al igual que hacia todo el mundo, filtre solo una leyenda. Lo que aquel loco decia haber visto resultaba del todo imposible. Aun asi, la curiosidad se habia presentado ya en mis adentros. --Mandale subir. Apenas cinco minutos tras la orden, el soldado se cuadro de nuevo acompanado por un anciano. Portaba una tunica marron hecha anicos, sucia. Sus ojos, ensartados en una cara marchita, relucian blancos como nevisca: un hombre ciego. Aquello empezaba a parecerme una broma de mal gusto. --Anciano... --masculle mientras me acercaba--. ?Como va usted a ver nada? --No solo los ojos ven. --Su voz quebrada penetro en mis oidos, profunda y siniestra--. Tambien el alma atisba entes que no requieren vision. El corazon detiene su latir, el aliento se congela mostrando blanco su camino, el alma se inquieta y el temor cruza fronteras que estimaba infranqueables. Se puede sentir cuando un Nabzang esta cerca, si; el terror no requiere percepcion. --Escoltalo a la salida --ordene molesto--. No voy a seguir escuchando tan magna sarta de mentiras. Contemple como lo retiraban a empujones mientras mi cabeza no dejaba de darle vueltas a las inviables palabras que acababa de escuchar. No eran posibles, mas ya habian sembrado el fruto del desasosiego. Observe al anciano liberarse del brazo que le guiaba y dirigirse hacia mi. Con un gesto detuve al soldado que se abalanzaba sobre el --aunque demente, no aprecie maldad en sus inservibles ojos--, permitiendo asi su acercamiento. Y aun sin poder ver, me agarro las hombreras de la armadura, pegando su rostro al mio. --No ignores mis palabras, Astheron, o la culpa te hostigara hasta el fin de los dias. La oscuridad se acerca lentamente, mas aun hay tiempo de detenerla. !Detenla, Astheron, detenla, o no habra un manana para Theralia! Se lo llevaron arrastras mientras lanzaba al viento maldiciones y malos augurios. Yo permaneci desconcertado en lo alto de las murallas que protegian la ciudad de Atreka. Y sobre aquel espigado baluarte aviste a lo lejos el horizonte: el ocaso que indicaba el fin de mi jornada. Baje angostas escaleras de caracol en direccion al hogar, al calor de la familia. Recorriendo sus calles, pense en lo rapido que el tiempo fluye. Inquebrantable lo cambiaba todo a su paso, dirigiendo a nuestra amada Theralia a su destino, al igual que a cada uno de sus habitantes; consumiendo el presente en pos de la leve sombra que es para el hombre el pasado. Atreka, capital del sur de Theralia, anidaba en una fastuosa belleza dificil de igualar. Sus avenidas empedradas y sus casas de roca, siempre de un color casto, emanaban de la gran ciudad una pureza y pulcritud incomparables. Al termino de esas concurridas y elegantes travesias se alzaba imponente el palacio real. Braolin reinaba el sur desde antes que yo naciera. El mismo me nombro comandante del ejercito diez anos atras; decada de una tranquilidad indolente. La guerra contra los Erziofres llevaba anos en punto muerto. Ellos permanecian en el norte, nosotros haciamos del sur nuestro fortin; ellos tenian su capital Erziofre, nosotros Atreka; ellos al rey Ubklar, nosotros nos inclinabamos ante Braolin... Un mundo fragmentado en dos desde el inicio de los tiempos. Batallas y contiendas perduraban en la memoria de los mas viejos. No se recuerda una Theralia de un solo rey. Nadie recuerda una unica Theralia. El resto del mundo residia en la mas profunda neutralidad, exentos de bando alguno, campando a sus anchas por nuestras tierras fragmentadas. Elfos, nerzs, enanos..., anidaban bosques y montanas alejados del mundanal ruido. Los nerzs: pequenos seres de alma pura felices en sus pequenas y comodas <> en las copas de los arboles; los elfos: letales guerreros capaces de acabar con la vida de un hombre sin darle tiempo a consumir un pestaneo, ocultos en sus radiantes ciudades blancas; los enanos: feos, siempre refunfunando, aguardando en sus ciudades bajo la tierra un pretexto para abandonar la roca y blandir sus hachas. Milenios atras, nuestras tierras poseian nombres extranos. El mundo cambio tras eras y eras de erosion, y aquel que fue un mundo de matices, dio paso al norte y el sur. Todo pendia de un fino hilo de orden. Mas el orden tiende a la desobediencia, y en cualquier momento, en el instante menos esperado, ese equilibrio se esfumaria dejando tras el una estela de destruccion. Al cobijarme en las paredes que eran mi hogar, la turbacion que parecia perseguirme desaparecio al instante. Junto al fuego, mi mujer Aurea y mi hijo Tywren esperaban la llegada del comandante del Ejercito Atreko. Mientras mi pequeno se abrazaba a mis pies, su madre me besaba. La amaba tanto que pensar en perderla me vejaba el alma hasta convertirla en nada; y como todo ser viviente sabe, nada es demasiado poco. Pensamientos que tiempo llevaban rondando mi cabeza. <> Lo que si resultaba evidente era que las palabras del ciego no habian ayudado a aplacar mis aciagos augurios. --Hola, amor --saludo sin dejar de apretarme entre sus brazos. No me cansaba de escuchar su dulce voz--. ?Cansado? --Un dia mas. --No me complacia hablar del trabajo en casa--. !Pero ya estoy aqui con mi familia! --exclame mientras alzaba en brazos a mi hijo de tan solo dos anos--. !Y ahora solo tengo ojos para mis dos soles! Rei mientras balanceaba arriba y abajo a Tywren como a un pelele. Aurea se dispuso a servir la mesa. --Me olvidaba --declaro de pronto--. Han echado esta carta por debajo de la puerta. Es para ti. Vulgar: blanca por delante y blanca por detras, a excepcion de mi nombre, escrito en una de sus caras. La abri. Se leia: <>. --?Que dice? --La curiosidad parecia haber hecho mella en mi esposa. --Nada. Unos documentos que por algun motivo han enviado aqui. Y no lo entiendo, la verdad. Pero bueno... !Comamos! --exclame intentando cambiar de tema--. !Tengo un hambre voraz! Cene hasta saciar el apetito y me acoste junto a la mujer de pelo negro y ojos azules que robo mi corazon una decada atras en el tiempo. Le hice el amor como tantas otras noches, aunque en esa ocasion, mi mente se evadio hacia el mensaje de la enigmatica carta. Espere hasta verla dormir y me dirigi por las oscuras calles de la ciudad hacia la posada La Senda de Tul. Entre. Una cantina como cualquier otra, sumergida en una falta de luz alarmante. Al acceder, solo pude percatar una mesa ocupada. En ella permanecia un hombre enano. No bajo ni menudo…, enano de los pies a la cabeza. Resultaba extrano verles tan al sur. Pero alli estaba, sentado, inmerso en una oscuridad cerrada, fumando una larga pipa de la que emanaba un intenso humo blanco. Observe su diminuta silueta y la nube densa que se desperdigaba por los alrededores de su fea cara. Me acerque y sente. Entonces le vi: !un nerz! Quieto a su lado, con la cabeza gacha, en silencio. --Mas te vale no haberme hecho levantar a estas horas para nada, enano. --Hola, Astheron --saludo agachando la cabeza en reverencia--. Gusto en conocerte. Adverti su gesto como uno sarcastico. Un hombre rechoncho y a la vez rocoso, de faz desagradable como pocas. Pelo sucio y enmaranado, a juego con su barba azabache. De facciones duras y contritas, denostando un ser arisco; su aroma no le iba a la zaga. --Habla y dejate de absurdeces. Y ve al grano, tengo sueno. No me gustaban los de su raza. En contadas ocasiones tuve el <> de compartir mesa con alguno de sus congeneres, y no disfrute en absoluto de su compania. --Ten cuidado, sureno, no sabes con quien hablas. --Sus manos se independizaron de la mesa donde se apoyaban y me senalaron amenazantes--. Hablare..., pero no vuelvas a usar ese tono conmigo. Estoy aqui para advertirte de lo que acontece en el norte. --Su voz sonaba gruesa, robusta--. El hechicero real ha indagado mas alla de lo congenito, y un mal que dormitaba ha despertado. --?Nabzangs? La palabra broto de mi boca sin permiso, como si el temor que almacenaba mi cuerpo hubiera huido de mis tripas como una exhalacion. --Si. --Los ojos del enano despuntaron blancos entre lo oscuro--. Pero no es todo: pretende crear un ejercito y abalanzarlo sobre el sur sin clemencia, haciendo al rey Ubklar el unico en Theralia. Temo que haya dos posibilidades en todo este tenebroso asunto: el sur cae ante el norte y su ejercito Nabzang; o norte y sur lo hacen acompanados del resto de razas. Terminos que no podian ser ciertos. Aunque el hechicero real retornara a los Nabzangs, nadie seria capaz de controlarlos. Pero el ciego ya noto su presencia en los bosques cercanos a la ciudad... --Digamos que te creo. ?Que propondrias hacer? --Partir de inmediato hacia el norte y acabar con las malas artes del hechicero real. --?Pretendes que yo, el comandante del Ejercito Atreko parta hacia el norte con la unica compania de un enano loco? --Y la de un nerz --matizo--. No puedo demostrar lo que digo --prosiguio negando con la cabeza--. ?Pero no crees, Astheron, que la vida de tu mujer e hijo merecen al menos el beneplacito de la duda? --Dame un dia para meditar. Manana visitare a mi buen amigo Asdrabal, hechicero real aqui en el sur, y le contare lo que me acabas de explicar. Me aleje del enano y el timido nerz, y me dirigi raudo a mi lecho. Me abrace a Aurea, que ni siquiera habia advertido mi ausencia, e intente conciliar un sueno que sabia no iba a alcanzar. ?Y si las palabras del enano eran ciertas? ?Y si los augurios del anciano resultaban veraces? Queria creer que no, pero la simple posibilidad de que lo fueran obsequiaban a mi alma con esa pesadumbre que no parecia tener intencion de abandonarme. Desperte sin haber reposado. Desayune junto a los mios entre risas y arrumacos y me dirigi a las dependencias de Asdrabal el hechicero. Bajo el palacio real, en un pequeno torreon situado en el centro de los jardines que adornaban la base del monumental castillo, se encontraba su hogar. No era un hechicero al uso. Mas que un hombre dedicado al noble arte de lo magico, en ocasiones parecia un bufon. Pero su erudicion no conocia fin. Mientras me aproximaba a la alta torre de piedra gris, de los pequenos orificios que le hacian de ventanas percibi un fuerte estruendo y un denso humo negro. Corri hacia la puerta, que no estaba cerrada, y al abrirla vi lo que moraba dentro. Las estanterias, sillas, frascos, ollas..., todo se amontonaba asemejando la madera de una hoguera lista para arder. Bajo tan mayusculo desastre se alojaba Asdrabal, que emergio apartando los trozos de lo que fue mobiliario segundos atras. Su largo pelo negro, cubierto de polvo parecia casi blanco, al igual que su oscura tunica portadora del sol de seis puntas, emblema inequivoco del clan de los hechiceros ulgidos. --Esta vez si que he estado cerca de viajar al otro mundo --aseguro entretanto se sacudia las vestiduras. --?Que ha sido esta vez? ?La vida eterna? ?El retorno a la juventud, quiza? ?La cura al mal aliento...? --La sonrisa afloro en mi sin remedio. --No. Algo mucho mas materialista --contesto entre carraspeos--: intentaba convertir el hierro en oro. --Pues es una pena, porque vas a necesitar mucho para arreglar este desastre. Observe desde la distancia al hombre mugriento que reflejaba en su rostro el fracaso reciente. Y sin poder evitarlo, una carcajada surgio de mi boca; de igual manera, Asdrabal no pudo evitar hacer lo mismo. Reimos un largo instante. --Subamos a la buhardilla --dijo entre carcajeos--. Alli podremos conversar tranquilos. Creo saber por que estas aqui, Astheron. Ascendimos por una estrecha escalera de caracol. Al alcanzar su cima me encontre en una habitacion minuscula de bajo techo que no permitia andar erguido. En el centro de la pequena estancia atisbe una mesa de madera redonda con dos sillas. Asdrabal se sento en una de ellas y me insto a que yo hiciera lo mismo

  • El aprendizaje de la creativida de Jose Antonio Marina

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  • Adicto a ti de Mabel Diaz

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    Javier es policia en Sevilla. Lleva una vida tranquila y ordenada. Con todas las situaciones bajo control. Cuando Paula, una veterinaria madrilena, impulsiva y rebelde, irrumpe en la vida de Javier durante unos carnavales, este vera como su apacible mundo se desmorona. Intentara alejarla de el, a pesar de lo mucho que la desea.
    Paula no cesara en su empeno por conquistar a ese hombre, volviendole adicto a ella. Sabe que el sexo explosivo que tiene con el policia es una tentacion demasiado grande para el y jugara todas sus cartas para conseguirle.

  • Te necesito en mi vida de Janis Sandgrouse

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    Daniela es una joven que regenta una pequena casa rural en un pueblo a las afueras de Madrid.Hace mucho tiempo que no tiene a nadie a su lado. Ocupa todo su tiempo en su trabajo, sus sobrinas y su hermana.Tras los graves sucesos que le ocurren a su hermana, afloran los recuerdos de su adolescencia, aquellos momentos en los que debia maquillarse mas de la cuenta para ir al instituto.Y en la sala de espera del hospital, se encuentra con el.Su primer amor, su primer beso, su primera despedida creyendo que nunca volveria a verle.

  • Verdades enterradas de Michael Hjorth

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    ?Cuanto tiempo hacia que se habia ido de alli? Anos. Varios anos. Pero ?cuantos? Menos de diez, seguramente. Era irrelevante. Bien podrian ser muchos mas, y deberian serlos, y mas largos, penso al ver la silueta familiar de la ciudad que se extendia al otro lado del cristal del autocar. ?Que estaba haciendo aqui? ?Por que habia vuelto? Sinceramente. Habian pasado diez anos, asi que… ?para que? ?Por que le importaba? En verdad, le daba igual. No tenia el menor interes en saber que le habia pasado a ninguna de las veintinueve personas con las que se habia visto obligada a compartir tres anos de su vida. Que hacian ahora, si tenian familia o no, en que trabajaban, donde vivian. Eso le importaba una mierda. Todas ellas le importaban una mierda. Y tambien dudaba mucho que ella fuera a importarle nada a ninguna de ellas. Nunca habia significado nada para nadie. ?Acaso se acordaban de ella? Quiza algunos si. Deberian hacerlo. ?O acaso la gente se olvidaba de las personas de las que habia abusado? ?Solo existian mientras se las podia atormentar, y desaparecian en cuanto dejaban de ser vulnerables? A lo mejor, las nuevas victimas sustituian a las viejas, en todos los aspectos. ?Que estaba haciendo aqui? ?Por que habia vuelto? No es que volviera con un sentimiento de triunfo. No era una revancha exitosa. No albergaba ninguna esperanza de que fueran a juntarse a su alrededor ni verla con mejores ojos porque se hubiese vuelto famosa o le hubieran ido bien las cosas. No estaba en posicion de ensenarles nada. El patito feo no se habia convertido en ningun cisne. El patito feo solo se habia hecho mayor, se habia curtido. Asi que ?que estaba haciendo aqui? ?Por que habia vuelto? Quiza queria mostrar que seguia viva, que se atrevia, que no habian logrado destrozarla. Pero ?era asi? Quien sabia si su vida habria sido distinta si aquellos anos hubiesen sido diferentes… Mejores. Soportables. Sin los Tres, que decidian que ella no era siquiera digna de despertarles irritacion. Que la trataban como si fuera aire. Como si no fuera nada. Sin el sequito silencioso, tan inseguros todos, tan temerosos de acabar en el lugar que ocupaba ella, los que lo hacian posible. Sin Macke y Philip. No, alli no iria. Ahora no. Todavia no. Se los quito de la cabeza: los pensamientos, los nombres, aquella noche. Pero iban a estar alli, se dijo a si misma. Se encontraria con ellos. Esta noche. En la fiesta, o como se le pudiera llamar a aquello. Reencuentro no, desde luego. Para poderte reencontrar hace falta sentir algun tipo de pertenencia. Ellos iban a estar alli. A lo mejor esa era la razon por la que iba alli, el autentico motivo por el que volvia. El sueno. Recurrente. La primera vez lo tuvo la noche siguiente de recibir la invitacion. Luego, despues de haber dicho que si, se repetia mas a menudo. El sueno en el que se hacia justicia. En el que se plantaba. Por fin. En el que les daba su merecido. A veces tan real, tan vivido, que se despertaba con una sensacion de triunfo, la cual se esfumaba en cuanto se levantaba y volvia a la realidad, como no podia ser de otra manera. El autocar paso junto a los carteles que senalaban que se estaban adentrando en Karlshamn, que habia vuelto a la ciudad que habia dejado atras. Que habia abandonado. De la que habia huido. El nudo en el estomago que ella habia creido que era arrepentimiento y angustia debia de ser otra cosa, se dijo. Determinacion. Expectacion. Un odio lentamente resucitado que llevaba mucho tiempo reprimiendo, pero al que ahora pensaba darle permiso para crecer. Por eso habia vuelto. Eso era lo que pensaba hacer. Devolversela. Calle Kungsgatan. Angelica Carlsson ni siquiera trato de reprimir la sonrisa de satisfaccion al girar para adentrarse en ella. En Karlshamn habia casas mas grandes y mas lujosas, pisos mas bonitos, direcciones con mas renombre. Pero en apenas cuatro meses practicamente se habia mudado a un piso amplio de dos habitaciones en la calle Kungsgatan. No estaba nada mal, a pesar de todo. Ciento doce dias despues de conocer a Nils. Ciento trece desde que se habia puesto en contacto con el en una de las numerosas aplicaciones de citas en las que estaba registrada y que visitaba con regularidad. Diecisiete anos mayor que el. Parecia buena persona, divorciado, una hija que ya se habia ido de casa, su perfil era perfecto, justo el tipo de hombre que ella estaba buscando, aunque tampoco podia estar segura del todo. No fue hasta la quinta cita, o quiza la sexta, cuando entendio que habia dado en la diana. Con la mirada caida, habia puesto una mano encima de la de el con cierta timidez y le habia preguntado si no le apeteceria que se vieran mas a menudo, que a ella le gustaria mucho que… fueran algo mas, o sea, algo estable. El se habia reido un poco cortado, y seguro que habria abierto los brazos si no fuera porque ella le estaba reteniendo una mano. --?Para que quieres a alguien como yo? Ella no dejo que la burbujeante alegria se le reflejara en ningun momento en la cara, sino que se limito a mirarlo seriamente, le dijo que no fuera tonto, que por que se infravaloraba, si se veia a la legua que era un hombre fantastico. Por eso queria pasar mas tiempo con el. Aquella noche habian paseado cogidos de la mano hasta su casa. La primera vez que ella puso un pie en el piso de la calle Kungsgatan. Unas semanas mas tarde dejo caer el nombre de Dick. Su exnovio, un idiota sin remedio. Habia quedado con Nils en su casa despues del trabajo, y ella se habia presentado un tanto desanimada y distraida. El se percato de que algo no iba bien, desde luego, pero ella no queria hablar del tema, no queria que se viera involucrado. Mantuvo su postura hasta que presintio que en breve el ya no le preguntaria nada mas, que haria lo que ella le estaba pidiendo y se olvidaria del tema. Entonces se lo conto todo, como a reganadientes. Para cuando hubo terminado ya se habia hecho de noche. Fue asi como Nils supo todo lo que habia que saber sobre como ella y Dick se habian conocido, en una epoca en la que ella era muy joven y tonta, cuando le habia parecido emocionante participar de los planes ambiciosos e irreales de Dick, sus alocadas travesuras, su estilo de vida despreocupado. Pero debajo de esa apariencia desenfadada y carismatica se escondia una faceta oscura y controladora. Con lagrimas corriendole por las mejillas, ella le habia contado que al cabo de unos anos se habia quedado embarazada, que Dick no queria tener hijos bajo ningun concepto, que la habia obligado a elegir entre el y el bebe, y que apenas unos meses despues de abortar la habia abandonado de todos modos. Nils la habia abrazado en el sofa mientras la escuchaba, ella se habia enjugado las lagrimas, se habia dejado consolar. Le habia dado unas vueltas a como continuar a partir de ahi, pero el se lo habia facilitado a base de preguntarle por que estaba pensando en Dick justo ese dia, en ese momento. ?Habia pasado algo? ?Se habia puesto en contacto con ella? Si, algo habia pasado. Si, se habia puesto en contacto. Hacia unos anos que el habia vuelto a aparecer en su vida, le explico Angelica. Dick habia empezado a cortejarla otra vez. Le habia dicho que la echaba de menos, que lamentaba la manera en que la habia tratado, que se habia dado cuenta de lo mal que se habia comportado. Habia madurado y se preguntaba si podian volver a estar juntos. Le habia insistido y suplicado. Y ella habia cedido. Se habia creido que el realmente habia cambiado. Que le brindaria la seguridad que ella buscaba. La cosa habia empezado bien, a los seis meses habian decidido irse a vivir juntos, se habian comprado un piso en Gotemburgo. Pero al cabo de unos meses volvio a asomar la cara celosa y controladora de Dick. Esta vez se habia vuelto violento. Ella habia logrado sacar fuerzas de alguna parte para liberarse. Despues de aquello era materialmente imposible que el fuera a recuperarla, dijera lo que le dijera, le prometiera lo que le prometiera. Habia terminado con Dick. Pero el no habia terminado con ella, ni muchisimo menos. A intervalos regulares la llamaba, le exigia, la amenazaba, la presionaba, hacia cuanto podia para ponerle las cosas dificiles y fastidiarla. Ahora era por algo del piso de Gotemburgo y la hipoteca, no lo tenia del todo claro, le habia colgado el telefono en cuanto el se habia puesto a dar berridos. Ella lo habia bloqueado, pero Dick ya habia conseguido colarse bajo su piel. Por eso se habia presentado en casa de Nils tan alicaida, pese a tener motivos de sobra para sentirse feliz. Con su vida. Con el. Aquella noche se acostaron por primera vez. Despues, ella estuvo llorando entre sus brazos. Le dijo lo contenta y agradecida que se sentia de haberlo conocido. El conseguia que se sintiera tan segura, tan cuidada… --Me gusta cuidar de ti --le susurro el, y le acaricio el pelo con delicadeza. Ella lo abrazo en silencio, era justo lo que habia esperado oir. Las semanas siguientes se podria decir que se fue a vivir con el. Iba mas a menudo, se quedaba mas tiempo, se llevo una muda o dos, el le cedio un estante, un cajon, sitio en el armario. A la exmujer no la habia visto ni oido, la hija sabia de la existencia de Angelica, pero no parecia tener ningun problema con que su padre hubiese conocido a otra mujer. No es que tuvieran un contacto muy estrecho, precisamente. Nils y su hija se llamaban cada quince dias, en el mejor de los casos. Durante el tiempo que Angelica habia estado en el piso, la hija no les habia hecho ninguna visita, pese a vivir en la ciudad de Helsingborg, a menos de dos horas de alli. Angelica dio los ultimos pasos hasta el portal. Ahora no le quedaba mas remedio que borrar la sonrisa de satisfaccion. Debia sustituirla por la preocupacion y la angustia. Habia llegado el momento de dar el siguiente paso. Hoy Dick habia logrado comunicarse otra vez con ella. La habia amenazado con ir a la policia y llamar a la Agencia Tributaria y no sabia que mas. No habia logrado entender todo lo que el le habia dicho, pero Dick pensaba vender el piso de Gotemburgo y le reclamaba dinero. Tenia que subir al piso alterada, desgarrada, entre lagrimas, necesitada del consuelo que solo Nils podia darle. Y que le iba a dar. Pero no podria hallar la paz. Esta noche no. Dick le pedia doscientas treinta y cinco mil coronas. Eso era mucho mucho mucho dinero. ?De donde iba a sacarlo? Hasta ahi podia planear, luego tendria que improvisar sobre la marcha. En el mejor de los casos, Nils se ofreceria al instante y por voluntad propia a prestarle el dinero, sin cuestionar nada ni hacer ninguna comprobacion. Lo mas probable era que le propusiera ayuda juridica, quiza incluso poner una denuncia. Si era el caso, ella tendria que escurrir el bulto, actuar sin prisa pero sin pausa y, con cuidado, sembrar la idea de que Nils podria ayudarla a ser libre de una vez por todas. Su paladin del corcel blanco. Un prestamo. Una suma que para el era perfectamente asumible, mientras que para ella era decisiva. Al menos hasta que surgiera el siguiente problema y necesitara mas. Metio la llave en el portal y cerro los ojos, noto las lagrimas brotando en sus ojos. Joder, que buena era. La practica hace al maestro. Cuando volvio a abrir los ojos, le quedaban ocho decimas de segundo de vida. Solamente. La bala viajo a una velocidad de casi ochocientos metros por segundo al abandonar la boca del canon del rifle. Mas del doble de rapido que el sonido, por lo que Angelica no tuvo ni tiempo de oir el petardazo sordo antes de recibir un disparo en la sien y caer muerta en su querida calle Kungsgatan. Kerstin Neuman Bernt Andersson Angelica Carlsson Philip Bergstrom Aakif Haddad Lars Johansson Ivan Botkin Annie Linderberg Peter Zetterberg Milena Kovacs El tercer cuerpo, el tercer asesinato. Vanja echo un vistazo a la ambulancia, que cruzo sin prisa alguna el cordon policial de la calle Kyrkogatan, donde un grupo de curiosos se habia agolpado junto a la cinta blanquiazul. El vehiculo amarillo lima fue grabado por varios moviles mientras, sin sirena ni luces encendidas, ponia rumbo al hospital mas cercano que tuviera morgue. Vanja no sabia donde quedaba, no habia tenido tiempo de familiarizarse lo suficiente con la ciudad. Ursula si lo sabia, habia estado alli para sacar sus propias conclusiones de las heridas que presentaban las dos victimas anteriores. Por lo demas, lo unico que sabian de estas era lo que habian podido leer en comisaria despues de que la policia local les hubo cedido oficialmente el caso. La primera, una mujer de sesenta y ocho anos, Kerstin Neuman, asesinada por arma de fuego mientras recogia el correo en el buzon, ubicado en el cruce del camino principal. Ahi no habian encontrado gran cosa a la que aferrarse, la senora vivia en una casita aislada que quedaba a unos diez kilometros del nucleo urbano. Un aislamiento que Kerstin Neuman habia buscado a proposito, dedujo Vanja al leer el informe del caso. No habia ninguna amenaza directa contra ella, pero todo el mundo --o al menos mucha gente-- en Karlshamn sabia quien era Kerstin Neuman. Lo que habia hecho. O, mejor dicho, en lo que habia participado, puesto que nunca se la declaro oficialmente responsable. En el accidente de autobus. La segunda victima se llamaba Bernt Andersson, cincuenta y tres anos, pero aparentaba diez anos mas, al menos en la foto que colgaba del tablon de la oficina provisional que habian montado en la comisaria, a unas pocas calles de alli. Era el resultado de una vida dura. Se habia pasado un buen punado de anos consumiendo todo lo que se podia consumir. En sus ultimos dias, segun las personas que de vez en cuando se cruzaban con el cuando deambulaba por Asarum, donde vivia, se habia centrado en la bebida, principalmente. Era un rostro conocido para la policia local, habia pasado la borrachera infinidad de noches en el calabozo, lo habian detenido por alteracion del orden publico, lo habian acusado de todo tipo de delitos por estupefacientes, pero siempre habia logrado librarse con una simple multa. Algunas de las mujeres con las que ocasionalmente habia conseguido instalarse durante un tiempo lo habian denunciado por robo y malos tratos. Pero no habia ninguna sentencia condenatoria. Lo habian encontrado tirado sobre una de las maquinas de un gimnasio al aire libre junto a una arboleda tres dias despues de que dispararan a Kerstin Neuman. Un tiro en la sien, muerte fulminante. Por lo visto, el mismo rifle en ambos casos. Fue entonces cuando Krista Kyllonen, la jefa de area de la policia local, habia logrado convencer a su superior de Region Sur de Malmo para que solicitara el apoyo de la Unidad de Homicidios. Era poco habitual que lo hicieran para casos que apenas llevaban una semana abiertos, pero no dejaba de tratarse de un francotirador en ambos casos y no habia testigos ni evidencias tecnicas, aparte de las balas, no habia casquillos en las escenas del crimen, ni huellas de neumatico ni nada sospechoso en las cuatro camaras de vigilancia que habia repartidas por la ciudad. No tenian ningun hilo del que tirar y necesitaban ayuda. Decir que habian llegado a una ciudad que vivia presa del panico habria sido exagerar, pero no cabia duda de que un tercer asesinato en el transcurso de ocho dias espolearia el miedo y la preocupacion, y entonces la rabia nunca estaba muy lejos. Vanja solto un suspiro. Aquello podria convertirse facilmente en una pesadilla. Pero no podia permitir que eso sucediera. Le tenian puesto un ojo encima. Era su primer caso importante desde que habia asumido el mando de la Unidad de Homicidios en diciembre. Desde que sustituyo a Torkel. Volvio a mirar calle arriba, al cordon policial del siguiente cruce, el de la calle Sodra Fogdelyckegatan. Vanja no sabia que significaba ese nombre ni si era siquiera una palabra de verdad. Sonaba inventada. Alli tambien se habia acumulado gente curiosa, pero no tanta, y habian sacado menos telefonos moviles. Quedaba mas lejos del escenario del crimen, desde alli las fotos no debian de mostrar mas que una calle normal y corriente de una ciudad de provincias. Como mucho, cogerian a Ursula, que estaba agachada sacando fotos del sitio donde habia estado la victima, que segun el carnet de conducir hallado en el bolsillo de su abrigo se llamaba Angelica Carlsson y tenia treinta y nueve anos. --Vanja.

  • Un cientifico en el supermercado de Jose Manuel Lopez Nicolas

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    Pongamos una remolacha. Para muchos, poco mas que una hortaliza. Pero para el reconocido investigador Jose Manuel Lopez Nicolas, un universo que va desde la industria de la alimentacion, que la usa para vendernos atun de baja calidad, hasta los equipos de primera division, que la utilizan para que sus jugadores corran mas rapido.
    Siguiendo con el estilo desenfadado y el tono divertido que le han convertido en uno de los referentes de la divulgacion, el profesor Lopez Nicolas nos acompana a lo largo de 12 capitulos por la ciencia de nuestra vida cotidiana, descubriendonos las matematicas ocultas de un cante jondo, la fisica presente en un memorable partido de tenis, la sorprendente estadistica de la Loteria del Nino o la quimica que se esconde tras las etiquetas de un supermercado. Un fascinante viaje por la ciencia de las pequenas cosas que nos ayudara a esclarecer cuales son las verdades y mentiras con las que topamos a diario.

  • Desmadre en Escocia de Dylan Martins

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    Esta es la historia de seis hermanas, seis mujeres que, siendo unas ninas, crecieron unicamente con el amor y el carino de Ines, su madre. El amor llego a Ines, cuando menos lo esperaba, de la mano de un misterioso escoces que la colmaba de atenciones. Con el tiempo, ese amor dio sus frutos, y nacieron las trillizas Carmen, Silvia y Ana. La pareja estaba feliz, el amado de Ines, era un padre atento y carinoso, pero sus viajes y largas estancias en su Escocia natal, lo mantenian separado de sus chicas. Con el paso de los anos, el amor entre ambos seguia vivo como el primer dia. Ines se sentia la mujer mas feliz del mundo y esa felicidad se vio aumentada cuando, a los cinco anos de nacer las trillizas, llegaron a la familia Mila y Laura, dos mellizas que duplicaron la alegria para ambos padres. Su escoces, el amor de su vida, era el mejor padre del mundo y, aunque siguiera viajando a sus tierras, no desatendia a sus chicas y a la vuelta las colmaba de regalos, besos y abrazos de esos que, para Ines, siempre fueron tan valiosos. Contaban las trillizas con ocho anos, y las mellizas con tres, cuando llego una nueva bendicion para todos. La pequena Lourdes, se convirtio en la munequita de sus hermanas y en el ojito derecho de Ines. Siempre se ha dicho que los hijos llegan con un pan debajo del brazo, pero, para Ines, la llegada de Lourdes, venia acompanada de una amarga verdad que nunca supo. Un secreto que, tras varios anos, finalmente vio la luz... Los viajes, las largas estancias en Escocia, esas ausencias de su gran amor en aquellas tierras lejanas, no eran por cuestiones de trabajo, como ella pensaba, sino porque alli tenia otra familia. Ines, con el corazon roto en pedazos y con todo el dolor del mundo, tomo la decision que mas le habia costado en la vida, dejar al hombre que tanto amaba y al que, bien sabia ella, jamas podria olvidar. El, no es que luchara mucho por su querida Ines, como solia llamarla, sino que decidio que aquello era lo mejor y dejando Espana, regreso definitivamente a Escocia, para no volver. A pesar de que ninguno quisiera saber del otro nunca mas, el, como el buen padre que habia sido, no dejo ni un solo mes de mandarle dinero para sus hijas, pues eran suyas tambien, aunque las hubiera dejado. Las mas mayores preguntaban siempre cuando regresaria su padre, pues, aunque estaban acostumbradas a sus ausencias, siempre regresaba y les daba el carino que nunca les falto. Pero ese hombre, ese padre al que tanto querian, nunca regreso, por lo que la pequena Lourdes, ni siquiera lo conocio, solo supo que existia, que vivia en Escocia y que las habia dejado a todas por su tierra natal. Las seis hermanas crecieron sin el, tan solo viendo aquellas viejas fotos que su madre conservaba, recuerdos de un amor tan grande como nunca mas sintio otro, y es que Ines, desde que el escoces se marchara, vivio por y para sus ninas. Con el paso de los anos todas se fueron olvidando de ese hombre que les dio la vida, hasta que la desgracia volvio pisando fuerte con la muerte de su adorada madre. Unas palabras dichas en su lecho de muerte, fueron el detonante para todo lo que estaba por llegarles. --Me entere que vuestro padre murio --fue la confesion de Ines que, con lagrimas en lo ojos, recordo a ese hombre al que tanto habia amado--. Tenia dos hijos, vuestros hermanos, Sloan y Sim, de vuestra edad --senalo a sus tres hijas mayores, las trillizas Carmen, Silvia y Ana--. Teneis que hacer lo posible por conocerlos, ni ellos, ni vosotras sois culpables de los actos de vuestro padre, ademas, sabeis que siempre mando dinero para ayudarme a sacaros adelante, se que os queria, aunque a mi me dejara. Hijas, estoy segura que, siendo como era, algo en herencia os dejaria. Las seis se miraron y, cuando Ines cerro los ojos, partiendo asi al lugar en el que volveria a encontrarse con su gran amor, todas decidieron cumplir con esa ultima voluntad de su madre. Conocer a sus hermanos. Y asi fue como, mi mejor amiga, Lourdes, me pidio que, como buena abogada que me consideraba, investigara lo necesario sobre su padre y esos dos hermanos de los que acababan de saber su existencia. En el bufete en el que trabajaba con mi hermano Enrique, comente el caso de mis amigas y empece a investigar tal como me habian pedido. Mi hermano me ayudo bastante y eso fue lo que hizo que, en cosa de un ano, ya tuviera todo atado y bien atado. Papeleos, negociaciones, mas papeleos, conversaciones y alguna que otra amenaza, y, por fin pude darles una respuesta a las chicas. Los mellizos Sloan y Sim, habian accedido a dejar que todas nos alojaramos en sus tierras, alli en Escocia para llevar a cabo las negociaciones y que las seis tuvieran las mismas posibilidades que ellos a reclamar todo lo que su padre hubiera dejado en herencia y fuera repartido, en su justa medida, en ocho partes, una para cada hijo del difunto. Asi que, aqui me veia con las seis hermanas, a quienes a veces y de modo carinoso las llamaba, mis mujercitas, por aquella famosa pelicula de cuatro hermanas y servidora, Carlota, la abogada, preparando un viaje a Escocia que, sin que ninguna de nosotras lo supiera, nos cambiaria la vida. Si era para bien o para mal, no podria deciros, por lo que os invito a seguir leyendo y descubrir que, cuando se juntan siete amigas para hacer un viaje a un lugar que tantas veces han querido visitar, las risas, las locuras y algun que otro desmadre, estan mas que asegurados. ?Nos acompanais en esta divertida y alocada aventura? Mis mujercitas y yo, prometemos ser buenas... O tal vez no.

  • Un sinfin de secretos inconfesables de Karen Wells

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    Esteban:
    Desde su mas tierna infancia, siempre ha sido un chico serio y formal. A sus veintinueve anos ocupa un puesto de relevancia en un periodico muy importante. Con la llegada de una nueva companera, con quien tendra que compartir despacho, su mundo se vera sacudido por una descarga de energia positiva y espontaneidad, como un huracan arrasando todo a su paso.

  • Pero. Por Que de Tess Lorente

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    Es increible como puede cambiar la vida de alguien en unos pocos meses. Te levantas un dia sintiendo que estas totalmente estancada y, de pronto, le das un vertiginoso cambio de rumbo a tu vida para sorprenderte una manana y apenas reconoces en el espejo el reflejo que tienes ante ti. Puede que te sientas abrumada por el cambio, pero, sin lugar a duda, ese cambio es la fuerza que propicia todo lo bueno que esta por venir. Y se abren un sinfin de posibilidades. Recobras el control y te permites el lujo de ser la protagonista de tu historia. Te brindas la oportunidad de vibrar de nuevo con la emocion del que lo prueba todo por primera vez. Y sientes que vives una segunda adolescencia, aunque con la seguridad que te otorga la madurez. Podria haber continuado con el camino que me habian marcado. Era comodo, estable, seguro..., no obstante, le faltaba algo especial, le faltaba luz, ilusion y, sobre todo, pasion. Nunca habria imaginado que aquel momento iba a ser el origen de todo. Estaba a punto de permitirme ser la compositora de mi propia sinfonia e iba a conocer a los mejores musicos del mundo. Y todo empezaba con una simple pregunta... Pero ?por que? Yo solo queria saber el porque, los motivos, los ingredientes que le llevaron a tomar una decision asi y a ejecutar una accion tan drastica. No queria reprocharle nada, pero creia merecer una explicacion. Bueno, quizas si queria reprocharle muchas cosas, echarle en cara todo lo sucedido, en fin, culparlo a el de todo; aunque no era capaz de articular palabra y para cuando me quise dar cuenta, el portazo exploto en mis oidos con la fuerza de un tiro al corazon y el nudo de mi garganta me dio la pista de que ya era demasiado tarde. Con todo lo que habia aguantado por el, por esa rara relacion que habiamos establecido como nuestra, ahora iba y me dejaba porque, segun el, estabamos estancados. Vale que no fueramos la pareja mas romantica del mundo, pero de ahi a romper de esa manera, sin explicaciones, sin una pelea como Dios manda, sin bronca monumental. Pense en salir corriendo tras el, en gritarle desde la ventana, en tirarle un jarron por el hueco de la escalera o, incluso, en suplicarle de rodillas que no me dejara de esa forma, sin embargo, no hice nada, no fui capaz de hacer nada, no movi ni un musculo, no balbucee ni una sola palabra, no grite llena de ira; solo cerre los ojos y pense: <>. Esta ruptura era el fiel reflejo de nuestra relacion falta de pasion, y fue en ese momento cuando me di cuenta de lo cansada que estaba de todo aquello. Y la verdad, no sabia como sentirme, dolida por la situacion esta claro, pero tambien, aunque no fuera del todo correcto, sentia algo parecido al alivio al pensar que esos meses de incertidumbre, de dudas, de malas caras y enfados iban por fin a acabar. Seria libre para sentirme como me diera la gana; reir, llorar, gritar, bailar o saltar sin sentir una mirada de desaprobacion a mi espalda, un ceno fruncido o caras de incredulidad cuando expresaba mis sentimientos de forma abierta y publica. Estaba harta del pudor irracional, del escaparatismo, de las normas establecidas por gente gris que no parecen entender que la vida son dos dias y uno y medio te lo pasas jodido. Hacia tiempo que la relacion que mantenia con Miguel no me llenaba en absoluto y sabia que habia dejado de ser yo misma para convertirme en una version mas acorde a sus gustos. Cambie mi forma de ser para interpretar el papel que se esperaba de mi. Me dejaba llevar sin plantearme siquiera la posibilidad de salir de ese bucle en el que me habia sumergido y que me estaba atrapando cada vez mas. Nunca se me paso por la imaginacion que seria el quien daria el paso, aunque mi completa pasividad se lo habia puesto en bandeja. La ruptura me ofrecia la oportunidad de reencontrarme con mi antigua yo. No es que fuera un dechado de virtudes, no obstante, por lo menos, no me hacia sentir como una traidora a mis ideas y valores. Me avergonzaba de la persona en que me habia convertido y ahora podia volver a retomar las riendas de mi vida y de mi futuro. Por un momento imagine la persona que queria ser y lo tuve claro al momento. Queria ser libre, ser independiente, ser espontanea, ser imprevisible..., queria ser YO en mi esencia mas pura, yo como persona unica, yo como un alma ligera de equipaje preparada para extraer todo lo bueno de la vida y tirar a la basura todo aquello que no me complaciera o llenara. Si. Estaba decidida, habia llegado el momento y no iba a dejarlo escapar. Lo tenia claro, lo tenia cristalino... era la mejor idea que habia tenido en muchos anos y por fin estaba dispuesta a intentarlo, iba a ser mi objetivo en la vida, por fin iba a SER FELIZ. Solo habia un pequeno detalle que debia pulir. Tenia que conseguir que el no volviera, y si volvia intentar con todas mis fuerzas ser fuerte y no dejarme vencer por la tentacion de volver a estar atada a alguien por no sentirme sola; simple y unicamente por miedo a la soledad. No. Ni hablar de eso, a partir de ese momento tenia que abrazar a la soledad como si fuera un salvavidas, una oportunidad, una amiga que me ayudara a crecer como persona y que no me hiciera sentir como alguien dependiente que no pudiera ni respirar sin ayuda de otro. Y, de improviso, me sorprendi mirando a mi alrededor, la habitacion donde hacia tan solo unos instantes habia creido que mi vida se detenia y que se convertia en un trampolin hacia un futuro totalmente nuevo, un guion por escribir, un nuevo comienzo. Pero como en todos los principios se necesita trazar un plan para no descarrilar antes de empezar, y eso me ilusionaba y me asustaba por igual. No deberia dejar ningun cabo suelto, tenia que estudiarlo todo al detalle, como si planeara un atraco de forma profesional y concienzuda, porque en este caso el botin era demasiado preciado como para perderlo por un descuido; el botin era YO. Al despertarme a la manana siguiente crei que todo habia sido un sueno extrano. No podia creer que el se hubiese ido al fin. Habia imaginado tantas veces nuestra ruptura, la escena, los gritos, reproches y lagrimas, que por un instante crei que todo habia sido fruto de mi imaginacion.

  • Un perverso encanto de Candace Camp

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    Ella es demasiado puritana, a el le gusta transgredir las normas sociales, pero tendran que trabajar juntos para vencer aquella fuerza oscura.
    A Lilah Holcutt le disgusto Constantine Moreland desde el primer momento en que lo vio. Tal vez fuera guapo, pero tambien frivolo, brusco, impulsivo y, lo peor de todo, un libertino. Pero, cuando el hermano gemelo de Con se caso con la mejor amiga de Lilah, ella empezo a verlo mas de lo que le habria gustado. Y, cuando las hermanas de Con sufrieron un misterioso secuestro, la propia curiosidad y terquedad de Lilah terminaron por imponerse, de manera que se encontro comprometida a fondo con la investigacion de Con.

  • La Vendedora de Deseos de Andrew Hesber

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    Existe un lugar distante, uno en donde las estrellas son solo el brillo de enormes faros coronando islas. Las ciudades terrenos flotantes como barcos a la deriva. Y el cielo, un mar multicolor e infinito. Alli, en medio de ese sin fin, viven nuestras dos protagonistas: Isbel y Arlette.Isbel siempre ha sonado con dejar atras su vida en los suburbios de La Ciudadela y comenzar una nueva en el nivel superior, donde la contaminacion jamas podria alcanzarla. Cuando un misterioso noble se cruce en su camino y le ofrezca su fortuna a cambio de participar en un peligroso plan, se embarcara en un viaje lleno de peligros y traiciones que podria cambiarlo todo para siempre. Arlette, sin embargo, es la peligrosa Dama Sanguinaria, una temida Pirata del Firmamento, que esta segura de que la leyenda de la Vendedora de Deseos es real. Empujada por sus demonios internos y rota por el recuerdo de un amor perdido, surcara el Cielo Infinito y se enfrentara al propio destino con tal de ver cumplido su unico deseo: revivir al amor de su vida.

  • Amigos o algo mas (Divalentis Romantica 6) de Deborah F. Munoz

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    Ana no ha decidido aun que hara durante sus vacaciones. Lo que si que tiene claro es que el primer dia se va a hartar a dormir. Pero cuando su amiga Tam se rompe una pierna al intentar subir la escalera con unas cuantas copas de mas, esta la manipula para que le haga un favorazo y se encuentra, de pronto, al cuidado de dos gemelas. Al principio es duro, pero justo cuando le empieza a coger el tranquillo a eso de ser ninera, las dos diablillas suben a la habitacion de su misterioso tio, a pesar de que lo tienen prohibido, y la vida de Ana cambia para siempre.

  • Joyce Y Las Gallinas de Anna Ballbona

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    Ha podido sentarse en la direccion del tren, lado paisaje y sol. Apoya un brazo en el estrecho alfeizar de la ventana que no sirve para apoyar el brazo, piernas cruzadas y cabeza inclinada hacia El oficio de vivir de Cesare Pavese. Lo ha abierto ceremoniosamente, con el gustillo de complacencia y mirada alrededor que la obra merece, como diciendo al resto del vagon: ?veis lo que me dispongo a leer? Incluso ha puesto un punto de libro de los que quedan aparentes, para anadir mitica y pomposidad al acto personal. En un bloque de asientos a mano derecha, observa a cinco personas, ni mayores ni jovenes, que hablan de manera animada. No son estudiantes. Quiza es gente de una misma empresa que va a hacer un curso. Quiza vuelven de una asamblea de trabajadores para evitar despidos. O simplemente son viejos amigos… -?Como te ha ido hoy la sesion? -Bien, ahora tengo una buena epoca, a ver… -Pero ?tu que tenias? -Yo, paranoia y depresion. Sobre todo mas de lo primero. ?Y tu? -A mi me dijeron que tenia brotes de esquizofrenia. Pavese todavia no ha pasado del portal. No ha podido llegar ni a la segunda pagina. El tren, sin embargo, ha dejado atras un par de estaciones, camino de Barcelona. Entre una mirada a la extension de poligonos y cemento, y otra a los paramos sin cultivar, al circuito de Montmelo y a los contenedores abandonados, Dora ha intentado volver a la intemperie del diario de Pavese. Por ahora, una lectura imposible. En concreto, es una impresion de desmantelamiento directo y sincero, desvestido de cualquier disfraz social, lo que la empuja hacia la conversacion que ha cazado al vuelo. -Casi hace dos anos que me trato aqui. Una chica del grupo, mas deteriorada de lo que debiera, escucha a los demas con una expresion de estar en Babia, sin llegar a verbalizar que hace ella en aquel grupo. Tiene los ojos inertes, como los que vio una vez en una anciana que padecia un alzheimer avanzado, en el hospital. Dora habia ido a ver a su abuela. Pero la otra senora de la habitacion, Merce, no paraba de moverse, inquieta, a pesar de que estaba sujeta a la silla. A ratos intentaba coger el cojin que sobresalia de la silla de su abuela, a ratos tiraba de las sabanas hasta que caian al suelo. Dora se acerco para apartarla un poco, pero justo cuando se disponia a mover suavemente la silla, Merce la agarro de los brazos con fuerza, mirandola fijamente, sin decir nada. Era como si la acribillara con la mirada. Dora se asusto pero se esforzo en disimularlo. La mujer parecia salida de una pelicula de ciudadanos hipnotizados, de esas en que los ninos van de aqui para alla con los ojos vidriosos y fieros. Por un momento, viendo que no cambiaba la cara, temio que aquella anciana estuviese a punto de soltarle un mamporro. Pero con un movimiento rapido se escabullo de sus brazos, movio la silla y se aparto a tiempo. La chica del tren que estaba en Babia continua en Babia. Cuando buena parte del grupo ya ha repasado de la manera mas natural sus cuadros medicos, uno, algo inquieto, toma la voz cantante. Actua como si se tuviesen mucha confianza y ya lo hubiesen dicho todo; el da por acabados los informes medicos y plantea otra cuestion: -Y… ?vosotros habeis pensado alguna vez en suicidaros? El oficio de vivir se cierra de un respingo. No queda mas remedio. -Si, claro, muchas veces -contesta uno de ellos con una vehemencia que no es impostada. Otro anade, timidamente, que lo intento una vez, pero no lo consiguio. <>, afirma entre murmullos, muy bajito. A partir de aqui se lanzan con toda sinceridad a recolectar diversos suicidios ejemplares, <>, <>. Llama la atencion la espontaneidad y las pocas manias con que hablan de una cuestion que es todavia tabu y a menudo se despacha con algun topico. El grupo que Dora ha encontrado en el tren no pretende formular ninguna teoria elaborada sobre el final de la existencia, sus miembros, simplemente, relatan algunos hechos que han oido, pero ahorrandose un detalle demasiado significativo: el eufemismo. A su pesar, hasta la estacion de Parets del Valles, El oficio de vivir de Pavese mas bien la ha hecho bostezar. Por el contrario, a su alrededor parece que alguien ha organizado una concentracion de energias singulares, como un encuentro de coches antiguos, biscuters o motos vintage. Si, motos antiguas, de esas que permiten soltar, con una pose interesante, en mitad de una conversacion: <>, <>, o bien <>. Son energias singulares y ajenas pero que le provocan un cosquilleo de preguntas: ?quien es el extrano? ?O quien el enajenado? ?Quien observa, quien habla, quien escucha, quien escribe y levanta acta? Pavese, ?de que oficio habla? -Pepe lo hizo delante de su abuela. La mujer estaba preparando la cena. Parece que los ultimos dias no habian sido demasiado tranquilos. Pero nadie se lo podia imaginar. En un momento en que ella estaba en la cocina enfrascada en el sofrito, que debia de hacer ruido, ya sabes, como cuando echas la cebolla… Chhhh -imita el ruido-. Pepe salto por la ventana y se acabo. -Yo se que Salomon puso la cabeza en la via. Si, es un poco asqueroso. Y claro, paso el tren y quedo todo por alli despachurrado. Mas de lo normal. Pero no se por que quiso poner la cabeza en la via y ya esta. A la ex lectora de El oficio de vivir le da la impresion de que comienza a marearse. Quiza si abre el libro otra vez… ?Y si se cambia de sitio? La chica que esta en Babia continua en Babia. En la escena de la cabeza en la via ha fruncido un poco los labios, aunque, de todas las palabras y lindezas que ha oido, <> ha sido la que le ha causado una alteracion mas profunda. -Despues ese que entro en la tienda de lamparas. ?Como se llamaba? Que tambien habia estado con nosotros un tiempo… ?Paco? Si, Paco se llamaba. Entro en la tienda de lamparas y tuvo que esperar mucho rato. Paco solo queria una lamparita de noche porque la de la habitacion se habia descuajeringado y no podia leer bien. Parece que le gustaban mucho las novelas romanticas, si, si, era un romantico, el tio. Mira que no tenia pinta, pero por la noche, en cuanto podia, hala, novela romantica al canto. -?Y que paso? -pregunto una chica del grupo, viendo que el narrador empezaba a tener un gusto excesivo por el florilegio. -?Que que paso? Que la tia de la tienda no se enrollo demasiado, le hizo esperar, le decia que fuera mirando, y alli habia tanto para elegir, tantas lamparas que no necesitaba, tantas cosas que no valian una puta mierda… Bueno, eso decia el. -El grupo escuchaba con una atencion inaudita; Dora tambien. -Pero, claro, quiza al final hasta yo me habria enfadado, y eso que soy tranquilo de verdad. ?Por que cono le plantaban delante de los morros las jodidas lamparas de comedor, aquellas aranas del ano de la pera o aquellas lamparas de pergamino que apenas dan luz? Es que la pena se complica la vida, macho. Para postre, atendieron antes a un representante, el tipico representante todo sudado, al que todavia se le nota el aliento del huevo frito que se ha zampado. Y eso Paco no lo pudo soportar. Los huevos fritos le daban mucho asco. Lo se porque en el patio me lo habia contado muchas veces. Soy bueno escuchando, siempre me lo dice la doctora. Yo a Paco lo entiendo, pero claro, tampoco hacia falta que rompiese aquella lampara de 2.600 euros. Si, macho, hay lamparas de comedor que valen 2.600 del ala. Total, para acabar agarrando el cable y yendo hacia la dependienta… Suerte que al final la pudieron salvar. -Miriam le asesto una cuchillada a su marido, de un dia para otro -sentencia la que estaba en Babia. Pero la parroquia no se inmuta. Ni un poco. MONTCADA BIFURCA. DESOLACION El grupo que venia de terapia se ha bajado en Montcada-Bifurcacion, quiza para cambiar a otro tren que los llevara a Sabadell, Terrassa o Manresa. Esta estacion produce en Dora una fascinacion especial. Esteticamente es horrorosa, un vomito de vias sin orden ni concierto, la nada entre una autovia y un barrio de periferia, un no-lugar, como se dice ahora. Aquello de alla arriba debe ser Vallbona, ?no? Un dia ira alli, piensa a veces. Para ver los bares, las tiendas, como camina la gente… Por la noche la estacion en penumbras da un poco de miedo. Durante el dia es sobre todo un mero agujero de intercambios de trenes que cubren la rutina practica de conectar con otras lineas. Es de una desnudez sin compasion, sin paliativos: en los dias soleados, el sol cae como una avalancha de piedras; cuando llueve, parece una tempestad que te arrastrara por las vias hasta el mar. Su nombre, de connotaciones borgianas, responde a una realidad inapelable: la estacion es la puerta entre una Barcelona y otra, entre el escaparate y la trastienda, entre el centro y el suburbio; ?que hay en un lado del tunel y que al salir de el? A este lado del tunel, donde se apea el grupo terapeutico, no caben los romances metaforicos. Con la infalibilidad de un reloj Casio de plastico, se completa la cruda rutina del que baja del tren, atraviesa el entramado de vias deterioradas y se va caminando bajo las farolas de un amarillo deprimente hacia alguno de los pisos coloreados, de tan mal gusto que parece que se burlen de los que viven alli. Deberia haber una cancion punk que proclamase: <> Dora hasta se imagina el concierto: el publico disperso y ella desganitandose con el grito de guerra: <> Solo que Dora no tiene ni idea de musica y presiente que canta todavia peor que si tocara un instrumento. La flauta no cuenta. Intuye el motivo por el cual le da pereza admitir la derrota, todavia siente aquella punzada que vuelve: de pequena no la admitieron en el coro de la escuela. Eso, y el hecho de haber tenido que representar siempre el papel de arbol o de <> en las obras de teatro de primaria, da como resultado un potaje demasiado espeso. En una ocasion, no se acuerda en que tipo de obra, tuvo que actuar disfrazada de gallina. <> Quiza por culpa de la escena del grupo que volvia de hacer terapia, ha evocado la remora de festivales de la ninez, que tienen, aunque no lo parezca, un vinculo insufrible y estrecho con las vias de escape punk. Esta convencida de ello. Las gallinas cuentan tantas cosas… Ponerse en el papel de gallina era como si, en el patio, te eligiesen la ultima para el partido de futbol. O que solo te quisieran de portero. En Montcada Bifurca suele bajar un matrimonio que siempre se esta peleando. Menudos, cincuentones, ambos demacrados por el tabaco, y quiza tambien por el alcohol. Para ser mas precisos, ella siempre le echa los perros a su marido. Vocifera y lo trata como a un inutil. El suele ir cabizbajo, arrastrando los pies, a veces dibuja en el aire un gesto intentando hacerse entender, pero sin exito. Ella, mas vigorosa, esta todo el rato pinchando, diciendo que no hace falta que se explique, que no tiene razon, que siempre hace lo mismo y que esta muy harta. <>, refunfuna. Todos los dias se apean en Montcada Bifurca. Como si esa estacion fuese la argolla que los mantiene unidos. Para que no haga mas ruido, en el anden se agachan y cargan la bola presidiaria que no se sabe quien les ha mandado arrastrar. RUEDA DE PRENSA Ha llegado a la plaza de Catalunya obsesionada con la conversacion del grupo que hacia terapia. A partir de ahora, lo llamara asi. Cualquier escritor con garra y salero habria anotado todo lo que decian y los habria seguido cuando se bajaron en Montcada Bifurca. !Ellos solitos te escriben una historia! Pero Dora tenia que llegar puntual a una rueda de prensa en el ayuntamiento. Hoy le tocaba sustituir a un companero enfermo, aunque su trabajo habitual era cerrar la agenda cultural que salia todos los viernes con el periodico, un suplemento sin pena ni gloria, el !Vamos! Si, se llama asi… La crisis se ha llevado por delante, entre otras muchas cosas, la creatividad y la originalidad en las redacciones. En todo caso, era bastante peor el trabajo que tenia antes de llegar aqui. Ahora le toca recomendar gintonics, horchatas, locales de ambiente, sitios donde comprar hormigas y lagartos para comer, bares con ambiente parisino, con ambiente literario, con ambiente oriental, con ambiente de ir a follar pero sin que se note, tiendas de segunda mano donde comprar alguna mancha accidental con pretensiones artisticas, o donde comprar la alimentacion necesaria para ser un buen vegano y no caer en la tentacion de la carne… ?Existe todo eso en Barcelona? Si sale en el !Vamos!, debe de existir. Aparte, ya se sabe que con estos ambientes y su correspondiente descripcion no hay por que hilar fino. A veces algun barman la ha invitado a tomarse un gintonic, pero en general le toca hablar y poner por los cielos propuestas que no llegara a probar nunca. Todos estos manjares quedan para los otros, para quien dispone de suficiente tiempo y dinero, y alberga un tipo de veleidades que podrian concebirse, hablando lisa y llanamente, como magnificas gilipolleces. Tambien pertenece a los otros el cotizado territorio de los hoteles, las pasarelas de moda, los estrenos teatrales y los pases previos de cine. A pesar de que, ante este panorama, Dora siente el mantra del tapon generacional que le cierra la trampilla encima como una bota que aplasta al escarabajo que chillaba <>, puede asegurar que antes era peor: le tocaba escuchar los informativos de las radios y transcribir todas las noticias con rapidez insospechada. Habia depurado la tecnica para memorizar frases enteras y no tener que parar tan frecuentemente la grabacion. En concreto, lo que hacia era seguir los informativos del mediodia de las dos grandes cadenas. Recogia todo lo que tuviese huella, trazo, brazo o directriz gubernamental, fuese bien o fuese mal para el pais. Era un trabajo para el Departamento de Presidencia del gobierno. Como era joven y la ultima en incorporarse al gabinete, a Dora le encargaban tareas ingratas como esta. En este pais eres joven hasta que eres demasiado mayor y dejas de serlo cuando te han jodido bien jodido. Durante el tiempo que estuvo alli, en aquellos cafes revolucionarios de media manana que no arreglarian nunca nada, Dora se preguntaba y preguntaba a algun companero: -?Que sentido tiene hacer el trabajo dos veces y taquigrafiar los informativos de la radio publica que algun otro trabajador publico ya ha escrito antes? -Los caminos del despues-de-un-dia-viene-otro son verdaderamente inescrutables -le habria podido responder el interlocutor, si no fuese porque lo unico que hacia era encogerse de hombros. Ahora tambien se pregunta adonde habra ido a parar toda aquella pila de informativos transcritos y entregados a un capitoste. ?De verdad los lee alguien? ?Alguien se pone cachondo con las transcripciones de informaciones parlamentarias, bienaventuranzas vacuas del gobierno, declaraciones sincopadas y aburridas? ?Puede alguien captar el sentido de las cosas, como minimo de la cosa publica, con ese sinfin de declaraciones que responden a un nulo sentido comun? Ese alguien, lector de estiercol, suponiendo que todavia este vivo y no haya sido sepultado por el tedio y la mediocridad, ?a que conclusiones llega? ?Como procesa estas deducciones y como repercuten -si es que repercutensobre la poblacion? Afortunadamente para su equilibrio mental todo aquello se acabo, aunque su equilibrio monetario salio perdiendo. En realidad, solo era una sustitucion por baja maternal bien pagada. Ahora escribe sobre hormigas domesticas, tapas de nombre impronunciable y combinados vomitivos. Pero hoy, como el periodico anda corto de personal por bajas encadenadas de gripes, le toca ir a una rueda de prensa al Ayuntamiento de Barcelona. Es una de esas ruedas de prensa convocadas el mismo dia, deprisa y corriendo (un deprisa y corriendo simulado), que solo sirve para que el politico -en este caso, una teniente de alcalde- haga su declaracion, estrictamente la que quiere hacer, cuatro preguntas de rigor en que echara pelotas fuera porque no le da la gana de decir nada mas, que reproduzca todo el mundo la frase que ha querido endilgar y fin de la historia. Ademas, como los periodicos, escasos de papel y de prioridades periodisticas, ahora tienen espacio para muy poca cosa, lo que deberia ser un tema menor que encabeza la pagina acabara convertido en un breve de media columna. Dora llega al Ayuntamiento de Barcelona, a la sala anexa a la de Lluis Companys, cuando todo el mundo ya esta en su sitio. Solo queda libre la silla al lado de donde se sentara la teniente de alcalde. Un momento, ?por que esta apartada esta silla? <>, apunta una periodista. Menuda tonteria. <>, ha exclamado Dora. Parece que el jefe de prensa ha venido y la ha retirado. El personal de las teles lo comenta. Este plano televisivo estrafalario no les va nada bien por cuestion de imagen. Alguien se arma de valor y pone la silla de nuevo en su sitio. Seria bastante absurda una declaracion de una politica de pie como un cirio, hieratica delante de una mesa de periodistas sentados y por debajo de su campo de vision. Pero da igual: la imagen que se quiere dar es que de ninguna manera, ni por casualidad, el gobierno municipal de CiU esta pactando con el PP. De hecho, casi no se pacta nada. Pero por una de esas cosas de la vida las cuentas del ayuntamiento, la columna vertebral del mandato, tampoco hay que exagerar, seran aprobadas con el voto favorable de… Bueno, si -cuchicheando- <>. Un tramite como cualquier otro. Es cuestion tambien de pasar por alto que por la manana <>, el PP, ya han dado su rueda de prensa explicando con todo lujo de detalles los <> que han arrancado del gobierno municipal para los ciudadanos de Barcelona. Una comparecencia que se podria resumir asi: gracias a la accion heroica del PP (<>, gritando), los ciudadanos de Barcelona viviran mucho mejor; que digo mejor, daran un salto cualitativo extraordinario y definitivo hacia la prosperidad. Sea como fuere, la imagen que ahora quiere transmitir el jefe de prensa del gobierno de CiU, obsesionado con la posicion de la silla, es que la teniente de alcalde convergente viene del gimnasio, por el camino ha aprovechado para hacer unos encargos y comprar cuatro cosas, y mientras deja el capazo y el bolso sobre la mesa, unos periodistas le preguntan por los excelentes resultados que gracias a Dios tendra Barcelona (no habria que obviar que la teniente de alcalde de CiU es democristiana). Entra la teniente de alcalde sin el capazo ni la cinta en el pelo y como ve la silla colocada en su sitio para sentarse, en un acto de coherencia politica, se sienta. El jefe de prensa llega demasiado tarde para evitar el desacato involuntario a su estrategia comunicativa. El jefe de prensa resopla. Mira con desconfianza acusatoria alrededor, se enfurruna. La teniente de alcalde se sienta sin acabar de entender que ha hecho mal. Habia una silla y se ha sentado. El jefe de prensa murmura algo y chasquea con desaprobacion la lengua; se quedara alli de pie, rompiendo si puede el plano televisivo, y no dejara pasar ni una. La teniente de alcalde piensa que no es para tanto, ni para la irritacion del jefe de prensa ni para el gentio de periodistas que han acudido a esta simple declaracion de <>. Y no se apartara ni un apice de este guion: pero ?y las inversiones? ?Y el acuerdo con el PP? ?Y las concesiones a este socio no oficial pero socio al fin y al cabo? Nada, no hay manera de sacarla de ahi. Por lo que Dora sabe a traves de sus companeros, por lo que ha comprobado las veces que le ha tocado ir alli en sustitucion de alguien, las ruedas de prensa pueden llegar a ser una tortura de guiones masticados: es como si un animal rumiara durante horas un mensaje para despues expulsarlo en forma de bola, un detritus que sera presentado a los periodistas con los elementos justos -o justisimospara que la bola no se desintegre. Y si por aquellas cosas de la vida se produce alguna pregunta incomoda, siempre esta el recurso de esquivarla educadamente (<>) o de tirar por la via de la mentira piadosa o de la declaracion archipasota. Sea por lo que explican algunos redactores al volver de las ruedas de prensa, sea por las pruebas cientificas que ha ido recogiendo puntualmente ella misma, alinadas con propuestas deslavazadas de agenda cultural, estas constataciones provocan que Dora se sienta atrapada, sin escapatoria, reventada de tanta previsibilidad y tanto aburrimiento admitidos como noticia. Es como si esta convocatoria para los medios tuviese lugar en una caja raquitica y estrecha y, una vez dentro, uno se convirtiera en un ratoncito de feria encaramado en una rueda que solo da vueltas y no lleva a ningun sitio. En cuanto acaba el numero circense, Dora vuelve al periodico pensando que tendria que escribir un articulo contando el numerito de la silla, ya que tiene mas sentido y contenido que reproducir las cuatro declaraciones desaboridas. El hecho habla por si mismo y habla mucho mas que el breve pusilanime de columna que, efectivamente, acaba realizando. Al final del dia, lo mas sustancioso, y particularmente menos absurdo, habra sido la conversacion del grupo de terapia. Al menos ellos, hoy, han hablado claro.

  • Con la miss en los talones de Ines Sainz

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    Despertarse una manana y descubrir que tu exmarido tiene nueva pareja y es una ex Miss Espana despampanante. Odiarla desde el minuto cero, ?acaso hay otra opcion? Enfrentarte a tu casero porque quiere plantarte en la calle en menos de una semana con dos ninos a tu cargo y la cuenta corriente en numeros rojos. Y eso es solo el principio.
    Esa soy yo, Mar Tillo, un infortunio de nombre a una letrada pegado. Madre soltera incapaz de llegar a tiempo a todo lo que la vida me pone por delante. Ademas, mis amigas son unas locas del peine, mi madre vive una segunda juventud y sus instintos maternales estan en el baul de los recuerdos.
    Si crees que las cosas no te pueden ir peor, te equivocas. Siempre puede pasar que tu ex se lie con una miss.

  • Guapa Lista y Madridista de Janis Sandgrouse

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    Damaris es una joven alegre cuyo sueno es ser periodista.A pesar de que la vida le ha golpeado muy duro, ella no pierde nunca esa sonrisa que le hace ser alegre y, junto a sus tres amigas de toda la vida, que forman esa peculiar familia, tratan de vivir al maximo el dia a dia y las situaciones que pasan en su camino.Cuando menos lo espera, en el momento mas dificil, su novio, la persona en la que mas confiaba y por quien lo habria dado todo, decide tomar otro rumbo.A partir de ahi se apoya en sus amigas para superarlo, viviendo las cuatro juntas momentos que nunca olvidaran.Amores, desamores y unos escoceses que al cruzarse en sus vidas les daran mas de una sorpresa.?Que les espera vivir a Damaris y sus amigas con los escoceses?

  • La sangre no salta de Alfonso Gutierrez Caro

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    Novela negra espanola

    ?Estas buscando novedades en novela negra y policiaca? No le des mas vuelta el regreso del detective privado Samuel Alonso es el libro que esatabas buscando. Una novela apasionate dentro del genero de detective thrillers.

  • Companias silenciosas de Laura Purcell

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    UNA HISTORIA DE FANTASMAS VICTORIANA QUE EVOCA UN MIEDO INQUIETANTE QUE ATRAVIESA LA CONCIENCIA
    DE LA MANERA MAS INESPERADA,
    AL IGUAL QUE LOS ACOMPANANTES SILENCIOSOS
    Ambientada en una mansion rural en ruinas, Companias silenciosas es una turbadora historia gotica de fantasmas que provoca escalo- frios.
    Elsie, recien casada y tambien recien enviudada, es enviada a vivir su embarazo en la deteriorada casa de campo de su difunto esposo. Rodeada de sus nuevos y resentidos sirvientes y de aldeanos hos- tiles, Elsie solo cuenta con la incomoda compania de la prima de su marido.
    En su nuevo hogar, en una habitacion que durante un breve instante aparecera abierta, encuentra un diario de doscientos anos, con la inquietante historia de la madre de una nina muda y de su poco natu- ral concepcion. Y de unas figuras de madera pintada con un pare- cido sorprendente a los personajes de esta novela que lo dejara sin aliento

  • Elogio De La Fragilidad de Gustavo Martin Garzo

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    La pintura de Fra Angelico no puede comprenderse lejos del mundo agitado del primer renacimiento. Un mundo en que el arte aspira a reflejar el mundo real y en que los pintores empiezan a no conformarse con la plasmacion sugestiva de temas religiosos. Y es verdad que toda su obra gira sobre esos temas y es expresion de su sincero amor a las verdades de una religion en la que cree con fervor y cuyas historias no se cansa de escuchar y contar, pero no lo es menos que se acerca a ese mundo de una forma nueva, para celebrar, como otros pintores de entonces, la belleza y los dones de la vida. Tal vez por eso ningun otro tema fue mas querido para el que el de la Anunciacion, que pintaria varias veces a lo largo de su vida, y que tiene en el cuadro recien restaurado del Museo del Prado su expresion mas admirable. Este tema resume su concepcion del arte como vinculo entre lo divino y lo humano. Esa fue la respuesta que dio una vez a su amigo el papa Nicolas V cuando este le pregunto cual era la cualidad que debia caracterizar a un buen pintor: <>. No hay nada de terrible en los angeles dulces y temblorosos de Fra Angelico. En realidad, salvo por sus vestiduras y sus alas, sus rostros y actitudes son semejantes a las nuestras. Es verdad que desprenden luz, pero ?no pasa eso mismo con todos los personajes de sus cuadros? En La Anunciacion una paloma atraviesa, siguiendo la estela de un rayo de oro, el jardin del Eden hasta alcanzar el rostro y el pecho de Maria, que adopta una actitud de absorta entrega. Pero la luz de este cuadro no solo viene de ese rayo divino. Un tenue haz de luz dorada entra por la ventana del fondo y el propio angel resplandece. En realidad esta en cada cosa, como si la luz fuera la cualidad mas intima de todo cuanto existe, no solo de los seres vivos sino tambien de los objetos y las plantas. Basta con mirar a Maria. Su cuerpo, su cabello y sus manos resplandecen, al igual que su vestido. Y lo hace, no solo como si recibiera esa luz de algun punto invisible del exterior sino como si fuera ella misma quien la desprendiera. El mismo angel parece sorprendido al verla, como si dudara de su mision o se asomara a traves del gesto luminoso de Maria a una realidad mas honda y conmovedora que la que representa el. Ese asentimiento, esa callada disponibilidad, esa mezcla de gratitud y de gracia, este mundo de luz que todo lo invade es la piedad. Y la piedad y la luz son los grandes protagonistas de toda la obra de Fra Angelico. Sus pinturas parecen pertenecer al reino de la fabula, pero Fra Angelico las pinta con los ojos del que se detiene a contemplar las cosas reales. Puede que una mirada asi sea lo que hemos dado en llamar mirada poetica, porque la poesia es el realismo supremo. Y todo el arte de Fra Angelico parece estar dominado en grado sumo por un apetito semejante de realidad. Eso significan las dos manos de Maria cruzadas sobre el pecho: <>. Es curioso que el angel y Maria realicen el mismo gesto. En realidad se recogen, se ovillan, forman un capullo: un capullo de seda. Pero ?no buscan eso todos los amantes, recogerse, transformarse en un capullo en las manos del otro? Y ?que dice Maria?: <>. Y ?que le contesta el angel?: <>. Por eso se inclina como ella, por eso cruza sus manos e imita cada uno de sus gestos como si solo aspirara a ser su reflejo. Puede que el arte de Fra Angelico alcance en este cuadro su momento mas excelso, porque hace del corazon de la muchacha visitada por el angel el verdadero centro de la escena encantada. Como si viniera a decirnos que el verdadero misterio no esta en ese rayo de oro sino en el interior de la muchacha que lo recibe. Aun mas, como si el angel lo supiera y por eso se inclinara ante ella en silencio, y eso que llamamos lo sagrado no fuera sino la cualidad mas indefinible y honda de lo humano. Y es verdad que desde un punto de vista estetico esta Anunciacion sigue siendo deudora del mundo de las miniaturas goticas, con su fijacion por el oro, su sublime luminosidad y su atmosfera cortesana, pero su tono es muy diferente. Todo el cuadro parece tener una cualidad mental, como si Fra Angelico no pintara una escena real, sino los pensamientos de los que la estan viendo. No el mundo, sino nuestros pensamientos acerca del mundo. En esta tabla Maria y el angel han dejado de ser figuras alegoricas, que representan las ideas de la religion, para transformarse en los tiernos personajes de un hermoso y misterioso cuento. Pero ni los cuentos ni la poesia han surgido para apartarnos de la realidad, sino para permitirnos adentrarnos mas profundamente en ella. Eso representa este cuadro: el instante privilegiado en que la realidad y la verdad dejan de contradecirse. Claro que Fra Angelico, al pintarlo, no podia saber nada de esto y se limitaba a servir piadosamente a una historia en la que creia. Pero lo que hace inolvidable este cuadro es mas alla de las intenciones de su autor, ha llegado a nosotros flotando como un cofre en las aguas del tiempo. Un cofre que sigue conservando el poder de encantar a esos espectadores de hoy para los que los misterios de la religion apenas son otra cosa que un punado de temas para las salas de los museos. ?Como es posible que nos siga conmoviendo una escena tan maravillosamente pueril? No es tan extrano si pensamos que lo que hace Fra Angelico, como todos los grandes poetas, es transmitirnos a traves de los topicos de su tiempo una verdad humana esencial. Porque aunque la idea de un angel que visita la tierra para anunciar a una muchacha que sera la madre de un nino dios pueda parecernos a lo sumo un delicado cuento, algo nos dice que, como sucede con los verdaderos cuentos, oculta algo que no cabe desatender. Y nos bastara con detener nuestra mirada en esta Anunciacion para darnos cuenta de lo que es, pues el misterio de la encarnacion no es otro que el misterio del amor humano, y que es esa la razon de que un cuadro asi nos siga fascinando. A algo asi se refiere Cocteau en su libro La bella y la Bestia, diario de rodaje cuando, al comentar el trabajo en su pelicula del gran fotografo Henri Alekan, escribe: <>. Ese pais es el que encontraremos al entrar en las salas de esta exposicion, como si lo maravilloso no fuera algo que cuestiona lo que creemos ser, sino la cualidad mas intima y decisiva de lo que somos. O, dicho con otras palabras, como si ese anhelo permanente de lo maravilloso fuera el que nos hace de verdad humanos. Un lugar donde vivir <>, tal es la pregunta que hace anos un conocido periodico hizo a un grupo de escritores durante la Feria de Libro de Madrid. Es una pregunta compleja, pues suele ocurrir que los libros que mas nos gustan no sean demasiado aconsejables para vivir en ellos. Los dolorosos cuentos de Katherine Mansfield, las inquietantes parabolas de Franz Kafka, las oscuras historias de William Faulkner, son algunos de los textos indiscutibles de la literatura reciente y, sin embargo, ?por que habriamos de elegirlos para vivir en sus paginas si en ellos solo hay tristeza, angustia y dolor? Augusto Monterroso recogio en su Antologia del cuento triste una seleccion de los cuentos mas tristes de la literatura occidental del pasado siglo. Y para justificarse escribio en su prologo: <>. No hay un personaje femenino mas cautivador que Fortunata, pero ?querriamos enamorarnos como ella de un patan como Juan de Santa Cruz? Es imposible no adorar a Colometa, la protagonista de La plaza del diamante, pero su testimonio habla de un tiempo tan lleno de injusticias que nadie en sus cabales querria vivir en el para estar a su lado. En El esclavo, la novela de Singer, se nos cuenta una de las mas bellas historias de amor que se han escrito nunca, sin embargo sus protagonistas, Wanda y Jacob, no hacen sino sufrir en un entorno dominado por la violencia social, las supersticiones y las rigidas reglas religiosas, y aunque envidiamos su pasion inagotable nos espanta la magnitud de su pena. La obra de Carson McCullers nos dice que no hay salvacion en el amor; y es mejor no enamorarse de las leves y encantadoras flappers de Scott Fitzgerald porque suelen terminar como esas mariposas que se queman las alas en los farolillos de las fiestas del verano. Y que decir de Billy Budd, el marinero protagonista de la novela de Herman Melville, o de Catherine y Heathcliff, los amantes de Cumbres borrascosas. ?De verdad querriamos parecernos a ellos? Nos gustan las historias tristes, porque nos permiten conjurar nuestros propios temores y realizar a traves de ellas lo que tal vez en nuestra propia vida no nos atrevimos a hacer, pero algo muy distinto es querer que nos pasen a nosotros. Charles Dickens escribio un cuento en que un fantasma elegia invariablemente para volver al mundo los lugares en los que fue desgraciado. Sus apariciones solian ser terrorificas, pues estaba cargado de antiguo odio, hasta que alguien sensato se lo recrimino. Su argumento no pudo ser ni mas delicado ni mas concluyente. <> ?Por eso nos gustan los libros tristes: porque nos permiten volver a los lugares en que fuimos desgraciados? La desdicha es mucho mas literaria que la felicidad. Basta recordar el famoso dictamen de Tolstoi, en el arranque de Anna Karenina: <>. No es cierto, sin embargo, que los libros hablen solo de esa desgracia que es vivir. Por ejemplo, Las mil y una noches o las gozosas comedias de Shakespeare o de Lope de Vega no lo hacen. Es la ventaja de las comedias, en las que nada es irreparable y hasta las mayores desgracias contienen el germen de nuevos e imprevistos comienzos. Las mil y una noches es un libro lleno de historias oscuras y terribles, pero tambien de encuentros sorprendentes e inesperadas maravillas. Un libro en que los relatos se suceden sin solucion de continuidad, y en que la desgracia que nos espera en uno de ellos a menudo es el umbral que nos lleva a la felicidad del siguiente. El lector pasa de unos a otros como esos peces que en los rios van de los rapidos a los remansos, o de la fria profundidad de las grutas a la tibia superficie del agua. Es lo que nos pasa con el mundo de los libros, cada uno nos lleva a un lugar nuevo. Alistair Macleod lo hace a esos mares helados del Canada donde un caballo o un perro pueden robarte el corazon; Flannery O'Connor, a las calles donde deliran sus santos oscuros; Alice Munro, a ese mundo cotidiano en el que un recuerdo inesperado pueden iluminar o arruinar la vida; Truman Capote, a esos pisos solitarios en los que la desgracia castiga a los que han recibido un don. El mundo de la literatura se parece al bosque de Sueno de una noche de verano, la comedia de Shakespeare. Chesterton afirma que es la obra maestra del autor ingles, la mas audaz y alegre, la mas perturbadora y honda. En ella, dos parejas de jovenes se esconden en el bosque para vivir sus amores. Es una noche de verano y el bosque se puebla de hadas y duendes que deciden jugar con ellos cuando se quedan dormidos. Un duende, Puck, pone en sus parpados el jugo de una flor magica, que hace que se enamoren de la primera persona que ven al despertarse. Y el azar hace que se fijen en aquel o aquella que no les corresponde, lo que da lugar a todo tipo de malentendidos. La locura alcanza a la reina de las hadas, que se enamora de un comico que lleva la cabeza de un burro. Pero todo se resuelve al final y cada uno encuentra la pareja que merece, y en el mundo vuelve a reinar la armonia de los amores correspondidos. La obra de Shakespeare nos ensena que no debemos mantener separados el mundo real del de la fantasia. Lo realidad necesita de la fantasia para volverse deseable; la fantasia de lo real para poderse compartir con los demas. El bosque hechizado bien podria confundirse con el mundo de los libros. Cuando leemos elegimos visitar ese bosque donde todo puede suceder. En el nos esperan los senderos misteriosos, las llamadas del deseo, las metamorfosis, las sabias mentiras del amor. Esa vida dormida que hay en cada uno de nosotros y que solo el hechizo de la literatura, como la flor magica del duende Puck, puede despertar. El tiempo de la lectura es el tiempo intenso de la kairos griega, con sus momentos irrepetibles y sus epifanias.

  • El museo de los espejos de Luis Montero Manglano

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    Un secreto mortal se oculta en las pinturas del Museo del Prado.

  • Sin control de Zara Cox

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    Nada mas conocer a Lily Gracen, todo un prodigio en programacion, Caleb Steele supo que iba a saltarse su regla de no acostarse con las clientas. Sin embargo, antes tenia que dar con su acosador. Estaba a cargo de la seguridad de Lily, aunque era ella la que tomaba la iniciativa cuando se encerraban en su mansion de Silicon Valley. La cuestion era que, de tanto contenerse, Caleb estaba a punto de perder el control.

  • Una Chica del Monton de Clara Montecarlo

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    Hice siempre lo que me decian.
    Estudiar y no meterme en problemas.
    Ser una buena chica.
    Ayudar a los demas....

  • Sur de Antonio Soler

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    En el amanecer de un dia torrido de agosto de 2016, en uno de los descampados de la ciudad de Malaga, aparece el cuerpo de un hombre moribundo cubierto de hormigas. Este hecho marginal de la cronica de sucesos da origen a la narracion del dia de una ciudad y su abigarrada realidad: policias y delincuentes, adolescentes y jubilados, sacerdotes y musicos ambulantes, medicos y reporteros, escritores y asesinos, drogadictos y chamarileros, misticos y supervivientes, camareros y constructores, vivos y muertos. En la gran tradicion de las novelas que ocurren en un solo dia, como Ulises, de James Joyce, Mrs. Dalloway, de Virginia Woolf o Bajo el volcan, de Malcolm Lowry; y de las novelas que se centran en el desarrollo de la vida de una ciudad, como Manhattan Transfer de John Dos Passos, Berlin Alexanderplatz de Alfred Doblin o Petersburgo de Andrey Biely, esta nueva novela de Antonio Soler es sin duda su obra mas ambiciosa que solo un novelista con su experiencia podia acometer. La variedad de personajes, de situaciones, de registros linguisticos, de tecnicas narrativas, hacen de Sur una novela deslumbrante y fascinantemente rica en la que estan todas las historias que hierven en una ciudad, oscilando cada dia entre el infierno, la salvacion o la insignificancia.

  • Homo Lubitz de Ricardo Menendez Salmon

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    Richard O’Hara aguarda en un hotel de Shanghai la firma de un contrato entre el Gobierno de China y las farmaceuticas occidentales que lo convertira en un hombre rico. Tras su estancia en Asia, recibe un extrano encargo: hallar el paisaje que aparece en una vieja fotografia. Obsesionado por esa imagen, emprendera entonces un viaje alrededor del planeta en compania de una mujer llamada Amanda. En este thriller vertiginoso, en el que los accidentes juegan un papel decisivo, los vampiros son coleccionistas de arte y el cineasta David Cronenberg explica cual es el verdadero espiritu del siglo xxi, Ricardo Menendez Salmon muestra su confianza en la ficcion literaria como instrumento para interpretar nuestro mundo.

  • Una candidata inesperada (Inesperada 3) de Veronica Mengual

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    La senorita Delila Robinson estaba asfixiada. Londres suponia, para ella, una jaula. La joven se sentia como un pajaro libre, pero el problema residia en que todos a su alrededor se empenaban en poner limites. No solo a su conducta, sino tambien a su identidad como mujer salvaje. Salvaje. Ese era el apelativo por el que la familia se referia a ella, y lejos de sentirse ofendida, una sonrisa asomaba en su rostro cuando alguien se referia a ella como la <>. Un animal libre no deberia tener restricciones. Ella tampoco. Animal o persona humana, sentia que todo su mundo estaba patas arriba. Con apenas veinte anos nadie parecia entenderla. Incluso Blair, su hermana gemela, habia cambiado su actitud para no molestar demasiado al esposo de su hermana Megan, el duque de Dash, mas conocido como el Leon Dash. La vida no era la misma desde que sus dos hermanas mayores, Kalsie y Megan, se habian casado con sus dos maravillosos partidos. Este pensamiento hizo que Delila hiciera una mueca, que vino acompanada por una patada que no consiguio resonar sobre el colchon de plumas sobre el que descansaba. El sol habia salido ya y la manana se presentaba aburrida, tediosa y mortalmente irritante. Otro dia mas en la insipida e insustancial vida de la senorita Delila Robinson. La joven suspiro con fuerza. Miro a su alrededor y comprobo que la estancia que lord Dash le habia asignado, desde que se traslado del campo a la ciudad hacia un tiempo --que parecia una eternidad-- seguia siendo la misma. Ricos cortinajes caian de las suntuosas ventanas, elegantes muebles contribuian a crear una habitacion en tonos plateados y rosas, que bien podria ser la de la reina Victoria. Al menos la jaula en la que vivia era sublime. Este hecho no le inspiraba mayor consuelo. No, de ninguna manera lo hacia. Echaba de menos el campo. Salir a pasear sin carabina, nadar en el estanque sin ropa, montar a horcajadas y lanzarle barro a Blair mientras daban de comer a los cerdos. Delila volvio a componer otro gesto en su rostro, esta vez de lastima. Desde que los senores Robinson murieron en aquel terrible accidente, hacia casi cuatro anos, la vida de Delila y sus tres hermanas se habia trastocado por completo. La libertad de la finca campestre ayudo a la joven a sobrellevar el dolor por la perdida. Pero todo se complico cuando Megan decidio que su hermana mayor, Kalsie, se quedase a custodiarla a ella y a Blair en el campo, para ir a Londres a buscar al tutor de las cuatro hermanas. Fue despues de tres anos cuando trascendio que el buen senor Robinson, su padre, habia nombrado a lord Dash como el tutor de las cuatro jovenes y por lo visto Megan llego para recordarselo... y algo mas. Ese algo mas fue que la senorita Robinson se agencio el titulo de duquesa y las obligo a trasladarse a Londres para comenzar largas, agotadoras y aburridas temporadas sociales. Matrimonio. El fiero leon Dash las queria casar de inmediato, decia que ya no lo soportaba mas. El muy bribon habia amenazado con regalarlas, a Blair y a ella misma, al primero que pusiera sus ojos en las gemelas. Desde que Kalsie se convirtio en la nueva marquesa de Wyatt, tanto ella como Blair perdieron el escudo protector de la mayor de las hermanas. Megan se habia convertido en una tirana que siempre andaba dandole la razon a su marido. !Puaj! Era vomitivo ver a la duquesa mirar embelesada y con la boca abierta a su esposo a todas horas. Cuando Blair y Delila comentaban que era asqueroso verla siempre babear por el leon, Megan les decia que algun dia les llegaria la hora a ambas de enamorarse. Falso. Incorrecto. Estupido. Las gemelas no se casarian jamas. Habian decidido que se convertirian en unas solteronas, que vivirian juntas en la finca campestre y que serian inseparables. Era un plan magnifico que, su tutor, el duque de Dash, parecia estar poniendo en peligro al hacerlas desfilar por delante de tantos inutiles dandis. Suspiro con mas fuerza y un grunido salio de su garganta. A las gemelas nunca las habian considerado bonitas. Cierto que compartia con Blair unos ojos azules muy llamativos, pero el pelo oscuro, en contraste con su piel lechosa parecia echar a perder lo que la moda dictaba que era correcto, puesto que no eran rubias. Estaban contentas por no ser como Kalsie, porque su hermana mayor era la que estaba considerada toda una gran beldad. Incluso Megan era hermosa a pesar de su fuerte temperamento, un caracter que parecia haberse adormilado con las caricias del leon. Oh, si. Los duques de Dash eran poco discretos cuando se profesaban muestras de carino. Y eso era mucho peor que verlos observarse con devocion. Si Delila pudiera hacer algo para que no la encontrasen deseable... Lo habia intentado en su momento. En el primer baile de la temporada se mancho el vestido con ratafia para que nadie la mirase, porque las sedas, muselinas y encajes con los que el duque deseaba envolverlas, a Blair y a ella, las hacian demasiado tentadoras. Esa palabra dicha, incluso cuando se mancho el vestido a proposito, por un caballero maduro que contaba con las bendiciones de Dash, fue lo que necesito Delila oir para comprender que no debia ponerse mas ropa bonita para acrecentar su supuesta belleza. Pero el tirano Dash se empenaba en que debian arreglarse de la mejor forma posible para captar la atencion de un hombre. Dios del cielo, !como deseaba regresar al campo! --?Estas ahi? --fue la pregunta que lanzo su hermana Blair mientras se dirigia a su cama corriendo. Su gemela se subio al lecho y comenzo a saltar con el unico fin de despertarla por si la otra joven estaba todavia dormida. --?No eres ya mayorcita para saltar en la cama? --observo Blair desde su posicion. Era un milagro que su hermana no la hubiese pisado todavia con tanto salto. --Nunca se es demasiado mayor para disfrutar de la diversion, hermana. Comienzo a pensar que el duque te esta quitando tu toque. --?Mi toque? --Delila se incorporo y la obligo a caer sobre el colchon de plumas--. Yo diria que mas bien estamos acortando su vida con tantos disgustos. --Lo dicho era una clara muestra de que Delila no estaba dispuesta a cambiar por mas que un arrogante y fiero duque la llamase al orden dia si y dia tambien. --Ahora has sonado como lo haria Megan --rebatio su hermana mientras trataba de salir de la inmovilizacion de Delila sobre el lecho. Esa observacion le valio un ligero pellizco en el brazo de Blair. --!Ouch! --se quejo Blair. En ese momento Delila la dejo libre y ambas se sentaron en la cama pacificamente. --?Te he hecho dano? --quiso averiguar Delila cuando vio a su hermana frotarse el punto donde ella pellizco. --Desde luego que no. Un gran cerdo me arrollo en el campo, el si me hizo dano. Lo tuyo ha sido tan nimio que ni tan siquiera es digno de mencion. --Delila se sonrio. Blair siempre deseaba parecer mas dura de lo que en realidad era. Igual si le habia dado un apreton en el brazo mas fuerte de lo que quiso. --?Has podido deshacerte de el finalmente? --?De quien? --Blair habia perdido el hilo de la conversacion. --Ese vizconde... ?Como se llamaba? --Delila se dio unos toques en la cabeza--. Ah, si, Dereham. ?Has hecho todo lo posible por desanimarlo? --Desde luego que si --dijo con cierta ofensa impregnada en las palabras--. La duda me corroe. --Ese hombre es demasiado insistente. Tan atento, tan apuesto, de tan buena cuna --Delila resoplo--. Aburrido. Como el resto. --Ese vizconde era del todo un hombre inadecuado para ella y puesto que la joven se habia cansado de ahuyentarlo, decidio que tal vez Blair lo conseguiria mas rapido, porque a ella ya se le habia acabado la paciencia. Asi fue como decidieron intercambiarse los papeles, una vez mas. Lo solian hacer a menudo cuando eran mas pequenas, pero desde que llegaron a la ciudad, no habian tenido mayor necesidad. Ese vizconde pesado, hizo que ellas volvieran a jugar esa baza. --Dereham no es tan malo como lo haces ver. Te aseguro que podria haber hombres mucho peores que el. --?Mas aburridos? Dudo que algo como eso sea posible. --Bien, probablemente sea muy correcto en su cortesia y educacion, pero recuerda mis palabras, porque si agotamos la paciencia de Dash, y el nos hace casarnos con un hombre sin dientes o que no cuide su aseo personal... Puede que ahi echemos de menos a los caballeros como el vizconde Dereham. Delila abrio los ojos como platos por la sorpresa. --?De verdad he escuchado lo que acabo de oir? ?Pretendes casarte? ?Olvidarte de lo que establecimos que hariamos cuando fuesemos dos interesantes solteronas que se reirian de la sociedad desde su hogar en el campo? ?Me vas a dejar sola para unirte a un hombre que podria hacer de tu vida un infierno? Blair movio la mano para restar importancia a las acusaciones que acababa de verter su gemela. --No seas dramatica. No tengo ni un solo pretendiente que me agrade. Delila la miro acusadora. --Pero... ?si tuvieses uno te interesaria casarte? --La sondeo con curiosidad. --No lo se, hermana. No puedo saber lo que ocurrira manana. Tan solo soy consciente de que tanto Dash como Wyatt parecen haber mitigado el dolor del corazon de nuestras hermanas por la perdida de nuestros padres, y sinceramente me gustaria que el agujero que todavia siento se cerrase un poco. Delila la miro con panico. --?Y crees que la solucion a eso es un sencillo mortal al que tendras que obedecer en todos sus caprichos, a pesar de que no desees hacerlo? ?Serias el adorno bonito de un aburrido lord para el que sera mas importante la apariencia y la escala social? --Delila no podia creer la conversacion que estaba manteniendo con su hermana. --?Te parece que Megan o Kalsie esten siendo muy desgraciadas en sus matrimonios, hermana? --inquirio con molestia Blair. La conversacion se estaba yendo a un terreno peligroso, porque Delila era demasiado temperamental, incluso a veces podia ser mas vehemente que Megan y Kalsie juntas, y eso era todo un peligro. --No te reconozco, Blair. --Delila abrio la boca por completo con la ocurrencia que le sobrevino. Luego la cerro y comenzo a examinar con detenimiento a su gemela. Algo habia cambiado en ella y esperaba que no... --Me siento uno de esos animales del zoo cuando me miras de esa forma, Delila --se quejo la otra. --?Como se llama el? --?Disculpa? --La pregunta no la entendia. --Un hombre. Sospecho que hay alguien que te ha... --!No! --grito indignada su hermana--. No siempre todo lo bueno que sucede en la vida tiene que ver con un hombre, Delila. --Desde luego que no. Esos seres carentes de inteligencia solo lo complican todo. Si de mi dependiera me meteria en algun tipo de recipiente para que no pudiesen ni verme, ni olerme, y por supuesto, tocarme. --!Ay, Delila! Suenas como si alguien te hubiese hecho mucho dano. --Claro que si --apunto en tono neutro la joven. --?Te han hecho dano? --pregunto con alarma Blair. --Dash. Ese hombre se ha empenado en convertir mi vida en un autentico drama. Y lo que mas me fastidia es que lo hace con el beneplacito de Megan. Desde que Kalsie no vive con nosotras siento que estoy a su merced. Temo que cualquier dia me envuelva en seda roja, me coloque un precioso lazo azul y me deje depositada en la casa de un perfecto y rico caballero para que yo pase a ser problema de otro. Blair comenzo a reirse sin control por la ocurrencia de su gemela. Eso le valio para que una mirada cenuda le cayese encima como un jarro de agua helada. La diversion se termino en ese punto. --Delila, yo creo que Dash se preocupa mucho por nosotras. Lo ha explicado en innumerables ocasiones. Una dama sin la perspectiva de matrimonio no tiene... --Eso son sandeces --la interrumpio al instante--. Con nuestro hermano desaparecido y con la finca de campo sin reclamar por nadie, tu y yo lo tenemos mejor que nunca para retirarnos alli y vivir una apacible vida sin las complicaciones de los hombres y sus estupideces. --Cielo santo, hermana. Dash no te obligara a casarte si no quieres. Tampoco a mi. --?No lo hara? --La muchacha chasqueo la lengua--. Dos hermanas pequenas a las que acusa de hacer de su vida un infierno y que evitan que el pueda vivir un precioso matrimonio con Megan... ?Cuanto crees que tardara el leon en organizar una subasta publica para que pujen por nuestra mano? --Delila se imaginaba el acontecimiento muy claro en su mente. El leon estaria con un mazo, como si fuese a presidir un juicio, Megan a su lado con una brillante sonrisa mientras examinaba a los pujantes. Y ella estaria en el centro de la sala portando un sugerente camison, de esos desvergonzados que le habia visto a la duquesa, obligada por el duque, a fin de mostrar bien la mercancia y que se la quitasen de las manos rapidamente. No hubo tiempo para mas, porque la puerta de su habitacion se abrio sin demasiada ceremonia. La duquesa de Dash, sobria y solemne, aparecio en la habitacion de Delila. El labio inferior de la muchacha se movio de forma involuntaria al recordar a una Megan jovial y despreocupada echando de comer a los cerdos, mientras Delila y Blair hacian guerra en el fango. Atras quedaron los dias en los que la libertad era algo completamente diferente a bailar con caballeros danzas tan inapropiadas como cotillones, minues o el indecoroso vals. --Buenos dias. --Las saludo Megan con el rostro imperturbable. --Hermana --dijeron al unisono las dos tambien a modo de saludo. --Vestios, id al comedor a desayunar y luego, por favor, Delila, reunete con urgencia en el despacho conmigo y con Dash. La duquesa entro, saludo, ordeno y cerro la puerta. Delila no tuvo tiempo de preguntar por el problema existente. Oh, si. Desde luego que si que habia alguna afrenta por la que ella debiese pedir sentidas disculpas. Solo que habia tantas fechorias en su cabeza, que la joven no alcanzaba a imaginar cual de todas seria. ?Podria ser que lord Dalthon le hubiese dicho al duque que ella le piso diez veces mientras bailaban ayer? ?O tal vez fue el senor Roth, quien informo a Dash de sus ideas liberales sobre la conveniencia de que una mujer pudiera valerse por si misma sin depender de un hombre? Aunque probablemente fue el joven marques Richmore quien pudo haber dicho que ella dejo escapar un gas de su garganta cuando termino de beber su limonada, y que despues de haber hecho esto, ella se sirvio un segundo vaso y lo derramo con alevosia sobre el cuando le espeto que era una dama sin modales... Bueno. La verdad es que si era una mujer con una gran educacion, solo que no le apetecia exhibirla ante petimetres insensibles que solo la buscaban para entablar una relacion familiar con el Leon Dash o el marques de Wyatt. Ahuyentar pretendientes se habia convertido en una mision del todo placentera y esperaba que fuese muy efectiva. --?Que has hecho ahora, Deli? --Pretendio averiguar Blair mientras se ponia en pie. Su gemela acortaba su nombre cuando sentia compasion de ella. Delila se encogio de hombros. --?Yo? Nada en absoluto. Bien sabes que soy todo un candor sin macula de perdicion. --Si. Exactamente igual que yo. Las dos comenzaron a reir. Blair lo hizo con gozo, pero su hermana no lo disfruto tanto. Que el leon la convocase en su guarida y que ademas su hermana hubiese estado tan seria... Delila estaba en dificultades, y esperaba que las sonrisas y miradas de inocencia que le regalaba al duque cuando se metia en problemas pudieran volver a ser un salvoconducto para salir indemne de la afrenta de la que la responsabilizaban. *** Delila llego hasta el despacho del duque de Dash y se retorcio las manos. Estaba nerviosa. Tenia que reconocerlo. Le habia dicho a Blair que no hacia falta que la acompanase en la improvisada reunion, pero si que necesitaba el apoyo que suponia su gemela. Mas porque entre los crimenes que se le podian achacar, contaba con unos cuantos a su espalda que...

  • Historia de una rebotada de M.a Angeles Salas Moneo

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    A los dieciocho anos, Nata, que se siente a veces como una extrana en su propio planeta, sabe lo que significa ser hija de padres separados, no llegar a fin de mes, comerse <> por culpa de los demas, sufrir por amor e incluso sentirse como un <>.
    Pero lo que nunca imagino es que ademas tuviese que soportar a una madre, autentica <>, que se ha enamorado de un atractivo guaneras que toca la bateria en un grupo heavy, y al que ha metido en casa porque si, porque le ha dado la gana.
    A causa de esta situacion, Nata decide marcharse lejos creyendo que, de esa manera, pondra orden en su caotica vida, pero lo que ignora es que su destino ya esta escrito en las estrellas.

  • Virtualmente perfecto (Amor virtual 1) de Azaroa Sanchez

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    Elisa vive por y para su trabajo. Por casualidad, lee uno de los articulos del reconocido periodista Edward Parker, convirtiendolo en su obsesion. Daniel tiene todo lo que puede desear: es el periodista mas importante de un reconocido periodico ingles, y ademas disfruta del anonimato que le proporciona su seudonimo: Edward Parker. Ella se enamora de el leyendo sus escritos; El de ella leyendo sus palabras. El destino se encargara de unir sus caminos. ?Es posible amar a alguien leyendo lo que escribe?

  • En el corazon del lobo (Wolfheart 1) de Jess Gr

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    Desde Nino siempre se me ha dicho que el caracter de un hombre es como tener dos lobos que habitan en constante pelea en el corazon. El lobo negro es violento y sediento de venganza mientras el blanco es compasivo, misericordioso y sabe amar. Y que solo ganara la pelea el que yo alimente mas.
    En ese entonces no entendi a que se referia, hasta ahora…

  • Todos nuestros presentes equivocados de Elan Mastai

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    Una irreverente novela de ciencia ficcion romantica.

  • Las hijas del Capitan de Maria Duenas

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    Nueva York, 1936. La pequena casa de comidas El Capitan arranca su andadura en la calle Catorce, uno de los enclaves de la colonia espanola que por entonces reside en la ciudad. La muerte accidental de su dueno, el tarambana Emilio Arenas, obliga a sus indomables hijas veinteaneras a tomar las riendas del negocio mientras en los tribunales se resuelve el cobro de una prometedora indemnizacion. Abatidas y acosadas por la urgente necesidad de sobrevivir, las temperamentales Victoria, Mona y Luz Arenas se abriran paso entre rascacielos, compatriotas, adversidades y amores, decididas a convertir un sueno en realidad.

  • La nina en la ventana de Larru

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    El invierno se llevo a mis padres. Los dos murieron casi al mismo tiempo, mi madre enfermo de grave neumonia y mi padre de tristeza al cabo de un mes, habian pasado mas de cincuenta anos juntos, el debio de decidir que ni la muerte los separaria. Los meses de despues de sus fallecimientos me pasaron factura, adelgace y unas ojeras profundas delataban la tristeza de mi interior. Ademas los escasos ahorros de mis padres se me fueron agotando, pronto no tendria dinero para pagar el alquiler de la casa donde me habia criado. Comence a buscar trabajo, eche curriculos en supermercados, bares y me presente en varias etts pero parecia que nadie queria dar trabajo a una chica de aspecto mortecino como yo, cosa que no era del todo un disparate, por otro lado. Una manana, en la panaderia del barrio mientras esperaba mi turno escuche a una senora quejarse a otra de que no encontraba a nadie que quisiera cuidar a su hermana. [?]En los tiempos que vivimos es dificil dar con alguien a tiempo completo, lo tienes complicado, Petra. [?]le decia la otra mujer. Sin pensarlo, me atrevi a intervenir en la conversacion de las dos mujeres y me dirigi a la que tenia el problema: [?]Senora, perdone que me inmiscuya pero creo que yo soy la persona que usted necesita. Estuvimos hablando casi media hora, la senora Petra me conto que su hermana Matilde vivia sola y, a pesar de sus cincuenta anos los pulmones se habian vuelto tan delicados que no podia realizar apenas esfuerzos. Ella no queria que estuviera sola y necesitaba a una chica, a poder ser, que fuera su ayuda y compania, por ende. [?]Yo tengo a mi marido, hijos y nietos, no puedo ocuparme de ella como ella lo requiere. Ademas cuando su marido murio heredo mucho dinero, ?para que sirve, si no? [?]le explico con vehemencia. Yo asentia, solo pedia en silencio que me contratara, por Dios bendito. [?]Matilde es una mujer triste desde que Tomas y su unica hija fallecieron en un accidente de coche, el la tenia en un altar, ?sabes? y Daniela estaba muy enmadrada, eran una familia muy avenida hasta que la desgracia les ataco y luego, para colmo, ha ido en aumento con su enfermedad, debe llevar una bombona de oxigeno siempre a cuestas. Pero es muy buena, eso te lo aseguro. Antes de su convalecencia permanente, fue maestra en una escuela de primaria durante veintidos anos y los ninos la adoraban, aun hoy recibe cartas y visitas de algunos de ellos, con esto te quiero decir que vas a estar con ella muy bien, le encanta leer y escribir, ?a ti? [?]Si, si, a mi leer. [?]Entonces, ahora que ya sabes lo que pido, ?aceptas el trabajo? Creo que eres justo la chica que Matilde necesita, la compania perfecta [?]me dijo mirandome de arriba abajo[?] Ademas, tu misma te has interesado cuando hablaba con mi vecina., bueno, ?que decides? [?]Acepto, claro que acepto, creo que como usted ha dicho estoy interesada en el trabajo. [?]Entonces no se hable mas, la voy a llamar para que sepa que vas esta misma tarde, ?te parece? ?Para que perder mas tiempo? [?]Si, no se preocupe, preparo mis cosas y marcho para alla. Recogi mis pocas pertenencias en dos maletas, llame al dueno de la casa para quedar con el, le entregue el alquiler que le debia y las llaves. A las cinco de aquella tarde de finales de febrero tocaba el timbre de la casa de la senora Matilde, un piso grande y algo lugubre segun la descripcion de su propia hermana. Una mujer con facciones muy hermosas y languidas me recibio y enseguida me presente: [?]Hola, soy Belen, ?usted es Matilde? [?]Asi es, pero hablame de tu, por favor y pasa, pasa que vas cargada. Sigueme para que puedas dejar las cosas en tu habitacion. Segui a la senora y pude observar que el largo pasillo estaba revestido con un papel antiguo y varias fotografias enmarcadas. Ibamos entre penumbras, ella comento que se habian fundido algunas bombillas, que ahora que iba a estar yo, las cambiaria. [?]Aunque no hay nada con que tropezarse, asi que tranquila. Mira aqui esta tu cuarto, espera un momento que encuentre la llave, luego te la entregare a ti. Mientras Matilde removia el enorme juego de llaves que portaba yo mire a una de los retratos de la pared contigua. Era una nina vestida de comunion que sonreia con un rosario entre sus manos. Por unos momentos, el gesto jovial se volvio un rictus. Parpadee, la boca habia recuperado el aspecto risueno de la pequena. Mi mente me la habia jugado sin mas, tal vez producto de los nervios del momento. Matilde trataba de abrir la puerta pero la cerradura se le resistia: [?]Vaya con esta puerta, no hay manera, si hace un rato cuando he entrado a dejarte toallas y sabanas no he tenido ningun problema, ?sera posible? [?]Si quieres pruebo yo. [?]Ya, por fin [?]exclamo la mujer cuando logro que se abriera y anadio[?] espero que no tengas problemas con esta puerta. Entramos a una habitacion limpia, con un armario, mesilla y butaca a los lados de la cama. Matilde me dijo que me acomodara y sacara mis cosas con tranquilidad, tambien que a las seis preparaba el cafe y que me esperaria para tomarlo. [?]Necesito ir al bano, Matilde. [?]Por supuesto, mira, al fondo del pasillo tienes un pequeno aseo, todo para ti. El salon esta en el lado opuesto, querida. Despues de volver del excusado, la curiosidad me hizo detenerme a observar de nuevo la fotografia de la nina, debia de ser la hija de la senora, Daniela o bueno, tal vez alguna de sus sobrinas. Ya le preguntaria a Matilde aunque de momento me quedaria con la duda, me parecia muy prematuro indagar cuestiones de indole personal. Cuando termine de guardar mis ropas y enseres, hice mi cama y recogi las maletas faltaban escasos minutos para las seis de la tarde. Me dirigi al salon, Matilde me esperaba con el juego de cafe preparado y un platito de bollos glaseados, sentada al pie de una mesa redonda de madera oscura. Me indico que tomara asiento en frente de ella, realmente era una mujer de aspecto delicado, me di cuenta pronto de su fragilidad ademas de la bombona de oxigeno a mano, en una silla en su lateral. Mientras servia el cafe me pregunto la edad y donde habia vivido, lo normal. Cuando le conte la fatalidad de mis padres, ella me consolo y dijo que entendia en carnes propias mi sufrimiento. [?]Espero que este trabajo tambien te sirva un poco de ayuda para ti, para superar el duelo, la soledad es muy mala para esos asuntos. [?]Creo que asi sera [?]dije y a mi misma me sorprendieron estas palabras. Ella parecio complacida y dijo que esperaba que fuera de esa manera. Luego siguio hablando sobre sus horarios, costumbres, lo que yo debia hacer, etc. [?]Me encanta cocinar, asi que espero que te gusten mis platos. [?]Soy de buen conformar, Matilde, no hay problema. [?]La cena de hoy ya la tengo preparada, merluza en salsa verde. [?]Suena delicioso. [?]Espero que tambien te sepa igual, Belen. [?]Seguro. [?]Por cierto, no te he comentado que tengo un intercomunicador en mi habitacion, era de cuando mi hija Daniela era bebe, en aquel entonces era todo un invento exclusivo, me lo enviaron de Estados Unidos y todo, aun funciona. Aqui tienes el altavoz para que lo pongas en tu mesilla. Asi, si en la noche me surge algo te podre llamar. Toma [?]y me extendio el pequeno aparato. Pense que aquello era un poco absurdo, en el silencio de la noche si ella me llamara la iba a oir con toda seguridad, ademas yo no era persona de dormir profundamente y menos en los ultimos tiempos pero decidi no llevarle la contraria. Despues la conversacion se volvio un poco tensa. Matilde me estaba indicando en que orden y que dia de la semana tocaba limpiar cada parte del gran piso. Yo le dije que como ella gustara. [?]Solo hay una excepcion, la habitacion de mi hija Daniela, ahi solo entro yo, querida. [?]De acuerdo [?]dije con voz confundida. [?]Puede parecerte una extravagancia pero espero que respetes del todo esta norma. Es la habitacion que queda en frente de la tuya[?]dijo con el semblante serio. [?]Bueno, yo he venido aqui a trabajar y a lo que mandes, no te quepa duda. El rictus de Matilde se relajo y alargo la mano hacia la mia por encima de la mesa para darme un ligero apreton. [?]Lo siento, Belen, tal vez he sido demasiado ruda al decirte esto, pero es que desde que murio mi hija cerre esa habitacion para siempre, a veces entro para que se airee unos minutos y poco mas. [?]Lo siento, no te preocupes que lo entiendo. [?]No pasa nada. Se levanto y dijo que iba a tumbarse a su cama, dijo que le empezaba a doler la cabeza y que se verian para la hora de la cena, a las nueve de la noche. [?]Puedes ver la television o lo que te apetezca, ahora mismo no tienes nada que hacer, Belen. Al cabo de una semana en casa de Matilde, sin contratiempos y amoldandome a mi nueva vida de interina a tiempo completo, vinieron una tarde de visita la hermana de la senora y su marido. Enseguida me percate de que este hombre no era querido por Matilde. Cuando me aviso de que se presentarian a la hora del cafe, me dijo que me vistiera formal y me recogiera el pelo y no solo eso, ella se vistio de negro por completo y se hizo un mono tirante y bajo, parecia que los anos le hubieran caido encima de golpe. Matilde me explico que su cunado era un hombre beato y de arraigadas costumbres y no deseaba desatar sus criticas y que luego las pagara con su hermana. En ese momento no entendi aquella advertencia pero no quise preguntar sobre ello, mas que nada porque me parecia un tema muy personal.

  • Neandertal 1, Mary Ferre de Mary Ferre

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    Nancy Sullivan es una joven emprendedora que lo tiene todo, familia, amigos y ha conseguido un trabajo del que se siente orgullosa. En su ultimo dia en Ravenswood, su descaro hizo que cruzara una puerta prohibida para el resto de los trabajadores y se encontro con alguien que cambiaria su vida para siempre.

  • Piso compartido de Charlotte Wallace

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    PERO, ?por que tengo que ser yo? --Porque eres el mas indicado para hacerlo. --Que se encargue Nico. O mejor aun, Salvador. A Nicolai se le da muy bien ese tipo de trabajitos. --He dicho que lo haras tu y no hay nada mas que discutir. --Pero padre, yo…--dejo inconclusa la frase en cuanto vio que su padre se levantaba rapido del sillon. --!Enrico!--su fuerte voz infundia respeto cada vez que pronunciaba un nombre--Iras tu, te comportaras como una persona normal, compartiras el piso con ellos y conseguiras lo que necesito. Y cuando llegue el momento ya te dire yo lo que tendras que hacer. ?Entendido? --Entendido, padre. Enrico asintio a la vez con la cabeza y se giro para dirigirse a la puerta del salon. Mientras avanzaba escucho como el sillon de piel recibia de nuevo a su dueno. Era consciente de que solo el podia extralimitarse algo con el senor Vaccarezza, pero un poco nada mas. De haber sido otro el que le hubiera contestado de aquella manera, el asunto no habria terminado tan bien. En el hall de entrada le esperaba Nico, apoyado en una de las columnas de marmol y con las piernas cruzadas. --Te dije que perdias el tiempo, cuando tu padre decide algo, de nada sirve que digas nada--dijo con una media sonrisa cuando Enrico estaba a un par de metros de el. --Lo se, pero debia intentarlo. --Tampoco es el fin del mundo. Un trabajo sencillo, seran como unas vacaciones para ti. --?Vacaciones?--Enrico miro fijamente a Nico--tengo que irme a vivir de alquiler en un barrio de clase media, y encima compartirlo con tres personas mas... ?Eso son vacaciones para ti? --Vamos, Rico, tampoco te vendra mal que vivas una temporada con la gente normal. Seguro que aprenderas muchas cosas. Ademas, recuerda que tu tienes parte de culpa en todo esto, asi que ahora no te quejes. --!No me jodas, Nico! --Sera mejor que te lo tomes con filosofia, de todos modos tendras que hacerlo--dijo con ironia--Tu padre lo tiene todo preparado. Las cosas estan en el coche. Cambiate de ropa y por el camino te explico los detalles. * * * --!Nico!--grito desde la planta superior. El reclamado cerro los ojos y suspiro profundo antes de subir a ver que le pasaba al chico.--?En serio tengo que ir con esta pinta? Cuando Nico entro en la habitacion vio a Rico sosteniendo en cada mano una percha con ropa, unos vaqueros y una camisa de cuadros. --Tienes que entender que no puedes ser un tio que se va a compartir piso y que vista con trajes de Armani todos los dias. --?Y por que no? --Porque no tiene sentido, tienes que hacerte pasar por una persona de a pie de calle. Lo sabes, asi que deja de comportarte como un nino pequeno y vamonos ya, al final se nos hara tarde. --!Dios! Esta bien, me pongo estos harapos y nos largamos. --Te espero abajo, no tardes. --Vale, vale, que ya voy. Veinte minutos despues Nico vio como aparecia Enrico por la parte de arriba de las escaleras. <>, mascullo en voz baja mientras bajaba. --Estoy listo--dijo dando una vuelta sobre si mismo para mostrarle a Nico el resultado de su transformacion. --Estas muy guapo, Rico--contesto a la vez que soltaba una gran risotada. --Lo se. Fuera esperaba el coche de Nico, un cuidado Opel Calibra en color negro metalizado al que trataba como si fuese parte de su familia. --?En tu coche?--pregunto Enrico--?Por que no vamos en el mio? --Porque...--Nico suspiro de nuevo--. Asi vestido no pega nada en absoluto que salgas de un Ferrari. --Muy gracioso, hoy estas muy gracioso. A los diez minutos de viaje en silencio y con la unica compania de un disco de Neil Diamond, Nico tomo de nuevo la palabra. --Compartiras piso con esas tres personas, consigue la informacion cuanto antes. Ponte las pilas y no te duermas en los laureles. Se profesional, ?entendido? --Tranquilo, tio. Sabes que lo hago todo bien. --Eso espero, o tu padre se mosqueara mucho. --No te preocupes, de verdad--hizo una pausa para sacar pecho--Ya me conoces con las mujeres, ninguna se me resiste. --Mas te vale--dijo Nico moviendo la cabeza levemente--Trabajas como programador de aplicaciones para moviles en la empresa Tecno-Six, y llevas trabajando ahi desde hace tres meses, ?de acuerdo? --Bueno, preferiria otra tapadera, algo con mas glamur, pero en fin, tu mandas. --Intenta hablar lo justo acerca del trabajo. Evita el tema y cambia de conversacion en cuanto puedas. --Evadir tema. Tomo nota. --Intenta ser educado y comportarte como una persona normal. --?Que? ?Que insinuas? --No insinuo nada, solo digo que no te comportes como siempre. --Ah, y segun tu, ?como me comporto siempre? --Como un capullo, Rico, como un capullo. --Un dia de estos me voy a hartar de tus desconsideraciones, y entonces... --Y entonces nada--dijo Nico poniendose serio y lanzando su mirada "atraviesa almas", como solia decir Enrico. --?Has pensado ya a que vas a dedicar esas horas en las que tienes que estar fuera? --?Que quieres decir?--pregunto extranado. --Hablo de las cuatro horas en las que se supone que estaras trabajando. --Ah, pues habia pensado buscar algun gimnasio por alli y al menos aprovecho el tiempo. --Pero que sea alejado del barrio, no te arriesgues a que te descubran, ?vale? --No te preocupes. Enrico iba mirando por la ventanilla del coche durante buena parte del trayecto que le llevaria a su nuevo barrio, a su nuevo "hogar". Nunca le agrado demasiado aquella ciudad, de hecho, no le gustaba ninguna. Preferia vivir en la gran casa familiar, apartada de todo, o en su defecto, en la bonita casa de la playa. Por fin llegaron al que seria su nuevo vecindario. Parecia tranquilo, demasiado, y Enrico lo achaco a que no estaba en pleno centro sino en la periferia. Era un barrio de clase media, ocupado en su mayoria por trabajadores no cualificados y estudiantes. Nico giro hacia una calle en la que rezaba un cartel de "sin salida". Supuso que habian llegado. Detuvo el auto frente a un viejo edificio de ladrillo visto pero pintado de blanco, o mas bien en un tono grisaceo por el paso del tiempo. --?Es aqui?--pregunto Enrico. --Aqui es--le respondio Nico--Es ese edifico blanco, el del porton color burdeos. --Esto es deprimente, de verdad. --No sigas quejandote. Por mas que lo hagas la situacion no va a cambiar. Adaptate cuanto antes y todo sera mas facil. Enrico suspiro y abrio la puerta del coche. Nico hizo lo propio y se dirigio a la parte trasera del vehiculo para abrir el maletero. Saco una maleta de gran tamano y algo raido y la dejo en la acera. --Esa no es mi maleta. --Ya empezamos de nuevo--le rino Nico--.Ya lo hemos hablado antes, acostumbrate a tu nuevo papel, y hazlo rapido. Tus maletas de Gucci no son bienvenidas en este barrio. --!Esta bien!--refunfuno Enrico--Lo habia olvidado. Esto va a ser un infierno, tio. --Si, pero tu eres un machote--Nico le dio un golpecito en el brazo con el puno y le entrego un manojo de llaves--. Aqui tienes, es el 5oB. Y lo que necesites, ya sabes mi numero. --Vale, colega--le devolvio el golpe a Nico y echo a caminar hacia la puerta tirando de la maleta--. Nos vemos. Nico se despidio con un leve movimiento de su mano y subio a su coche. En cuanto Enrico desaparecio tras la puerta, arranco el motor y se marcho de alli. El porton se cerro tras el. La entrada era mas pequena de lo que habia imaginado, habia varias puertas metalicas donde ponia mantenimiento y unas estrechas escaleras. --!Vamos! !No me jodas!--se dijo a si mismo en voz alta--. !Maldita sea! Miraba fijamente hacia las escaleras. No habia nada mas en aquella especie de habitaculo claustrofobico. Era un viejo edificio sin ascensor, y Nico se lo habia callado, y dijo 5oB. Cinco plantas le separaban de su destino. A el y a su maleta. Peldano a peldano se fue acercando a su planta. Mas de una vez se congratulo de ser un fanatico del ejercicio, el estar en forma y las innumerables horas de gimnasio le venian muy bien ahora. Al llegar frente a la puerta cogio el llavero, advirtio que le quedaban tres llaves que aun no habia usado. <>, penso. <>.

  • La casa natural de Beth Greer

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    Beth Greer seguia un estilo de vida ecologico, o al menos eso creia ella, desde que llego a la edad adulta. Eso fue antes de que un problema de salud la llevase a replantearse su estilo de vida y su entorno, a identificar y eliminar las toxinas a las que nunca habia sospechado que se encontraba expuesta.

  • Soros. Rompiendo Espana de Juan A. De Castro

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    La tarde del 5 de abril de 2018 los autores de este libro hacian llegar a la UDEF y al juez Pablo Llarena el resultado de una investigacion que evidenciaba las conexiones de George Soros con el proceso separatista catalan. Dos meses despues, la Policia Nacional registraria varias de las empresas apuntadas por el trabajo de Juan Antonio de Castro y Aurora Ferrer. Este libro es la adaptacion didactica de ese valiente trabajo. En el los autores destapan el entramado politico, empresarial y de falsa sociedad civil que, financiado por Soros, ha dado cobertura a la fractura independentista.