• vienen mal dadas - Laura Gomara

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    Una novela negra repleta de accion que retrata la Barcelona mas oscura en tiempos de crisis.

  • Vienen mal dadas (Thriller y suspense) : Gomara, Laura

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  • Vienen mal dadas (Thriller y suspense) Versión Kindle

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  • Vienen mal dadas : Laura Gomara - Roca Libros

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    Vienen mal dadas ... Ruth Santana es una joven desahuciada y pluriempleada que vive en el umbral de la pobreza para pagar lo que considera su deuda con los bancos ...

  • VIENEN MAL DADAS | LAURA GOMARA | Casa del Libro

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    9 jul 2017 — Sinopsis de VIENEN MAL DADAS ... Una novela negra repleta de acción que retrata la Barcelona más oscura en tiempos de crisis. Ruth Santana es una ...

  • VIENEN MAL DADAS - GOMARA LAURA - Sinopsis del libro ...

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    Ruth Santana es una joven desahuciada y pluriempleada que vive en el umbral de la pobreza para pagar lo que considera su deuda con los bancos.

  • Vienen mal dadas, de Laura Gomara (2017) - Leer sin prisa

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    3 may 2018 — Vienen mal dadas, de Laura Gomara (2017) ... Ruth es una joven de veintiocho años que ha tomado malas decisiones en su vida. Escogió mal a su ...

  • vienen mal dadas - Librería Publics.

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    VIENEN MAL DADAS, LAURA GOMARA, 17,90€. Una novela negra repleta de acción que retrata la Barcelona más oscura en tiempos de crisis.

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  • VIENEN MAL DADAS - LAURA GOMARA PANADERO - Agapea

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  • En la sangre de Laura Gomara

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    Eva Valverde es carterista, tiene dos carreras y viste de Prada.

  • Decisiones arriesgada de Mar Carrion

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    Megan Lewis es una joven periodista que trabaja en un periodico importante de Pittsburgh y que escribe sobre asesinatos violentos. Cuando una noche acude a la casa de su vecina de enfrente y descubre accidentalmente su cuerpo apunalado y sin vida, decide investigar el brutal asesinato. La victima trabajaba como chica de compania en La Orquidea Azul, una agencia cuyos clientes son hombres influyentes y adinerados. Para asegurarse el puesto de redactora jefe del periodico, Megan decide infiltrarse en la agencia, pero pronto se encontrara con los obstaculos que el policia encargado de la investigacion, el atractivo detective de homicidios Derek Taylor, pone en su camino. Megan tendra que debatirse entre la atraccion que siente hacia el policia, que es mutua y evidente, y el deber profesional que la reclama.

  • Hanns y Rudolf de Thomas Harding

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    Eran los meses de invierno de 1946. Hanns Alexander -aleman, judio- se propone encontrar a Rudolf Hoss, el Kommandant de Auschwitz y responsable de la muerte de mas de dos millones de personas. Hoss habia huido a traves de un continente en ruinas y se ocultaba bajo una nueva identidad. Era, ademas, el unico hombre cuyo testimonio podia garantizar que se hiciera justicia en Nuremberg y saliera a la luz toda la dimension del Holocausto. Rudolf Hoss habia nacido en una casa aislada de la Selva Negra en 1901, hijo de un padre fanatico e intolerante, al que temia y despreciaba, y una madre distante que a menudo estaba enferma. Huerfano de padre a los trece anos, su madre dificilmente podia asegurar la subsistencia de la familia, por lo que Rudolf se alista en la Cruz Roja cuando estalla la Primera Guerra Mundial, deseoso de servir a su patria. Es enviado al frente, donde cae herido dos veces, y al finalizar la contienda es condecorado por el Gobierno aleman. Hanns Alexander habia nacido en Berlin en 1917, hijo de uno los medicos mas apreciados de su tiempo. Por el espacioso y elegante apartamento de los Alexander, situado en el corazon de la comunidad judia de la capital de Alemania, pasaban conocidos pacientes como Albert Einstein, Max Reinhardt, Richard Strauss o Marlene Dietrich. Pero al tiempo que la situacion economica y social de los Alexander era cada vez mas solida, el nazismo se enraizaba en la sociedad alemana de los anos treinta. Rudolf se alista a las SS y Hanns ve como su mundo se hunde. A traves de las vidas de ambos, este libro describe la historia de Alemania desde los anos de la Primera Guerra Mundial hasta el horror de los campos de exterminio y la derrota del nazismo. Y saca a la luz por primera vez el apasionante relato de la captura de Hoss.

  • Mi mejor cliente de Emma K. Johnson

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    !Mujer, eres una maravilla! --Dijo el senor Quevedo al leer el contrato en sus manos-- !?Como diablos conseguiste estos terminos de compra?! Sonrei al verlo poner los papeles en la mesa a un lado de su bebida, sacar una pluma de su chaqueta y firmar sin aguantar su risa rasposa de satisfaccion. --Le prometi el mejor trato posible para comprar Wextler Avionics, senor Quevedo -- sentada al lado opuesto del senor Quevedo apoye mi espalda en el respaldo de la silla y le mire a los ojos--. Yo cumplo mis promesas. --No te mentire, querida --dijo el senor Quevedo antes de darle un sorbo a su bebida y cerrar la carpeta con el contrato--. Cuando Beatriz de Marin me dijo que asignaria la negociacion de la compra a alguien mas me senti desplazado. Como si ya no fuera un cliente importante para ella ni para su bufete, pero me aseguro --apunto con su dedo indice hacia mi-- que estaria tan satisfecho con tu representacion que aposto los honorarios de este mes de que asi seria. "Con razon estaba nerviosa cuando me asigno la negociacion," pense, recordando aquella reunion con mi jefa. --?Entonces, senor Quevedo? --Dije mientras esforzaba una sonrisa arrogante-- ?Trabaje gratis o me gane mis honorarios? El senor Quevedo rio por unos momentos antes de que su asistente le susurrara algo al oido. Dejo de reir, pero no de sonreir. --Lo siento, querida --dijo al deslizar la carpeta hacia mi--. Necesito atender un asunto urgente, pero sobra decir que te has ganado tus honorarios y quiza hasta un ascenso. Hice lo mejor posible para no saltar de mi asiento. --Estamos para servirle, senor Quevedo. Me levante y estreche su mano. Le mire mientras el y su asistente dejaban el bar. Deje que pasara una cantidad razonable de tiempo antes de levantar mis brazos por encima de mi cabeza y bambolear mis caderas celebrando con una danza ridicula que me salio del alma. Menos mal que estabamos en un bar o la gente me habria mirado como si estuviera loca. Caray, hubo varios comensales que si lo hicieron. Alguien me toco el hombro. Gire y vi a Esther dando saltos pequenos compartiendo mi emocion. --?Ese bailecito tan lindo significa lo que pienso? --pregunto con su inconfundible voz de nina pequena. Eche mi cabello hacia atras e incline mi cabeza a un lado. --Futura socia --dije. Esther dejo salir un chillido de emocion antes de cogerle el brazo al camarero que pasaba junto a nosotros tan fuerte que casi se le cae la bebida que traia en las manos del susto. --!Margaritas, por favor! --grito. Reiamos al sentarnos. Me habian dicho que no debia ser tan amigable con mi asistente, pero ?como no serlo? Esther poseia una alegria que contagiaba hasta al mas amargado, aunque a veces su energia y entusiasmo espantaba a la gente como al camarero cuando trajo nuestras bebidas. --!Por la futura socia! --grito Esther al levantar su margarita tan rapido que la derramo un poco encima de su brazo y de mi frente. --!Por Dios, Esther! --dije entre risas mientras me secaba con la servilleta en la que el camarero dejo mi bebida. --!Lo siento, jefa! !Lo siento! --dijo Esther cubriendo su boca sin duda tratando de ocultar que tambien estaba al borde de soltar una carcajada. --No ha pasado nada --dije sonriendo. Cogi mi propia margarita y la toque despacio con la de ella--. Por la futura socia. --!Si! --dijo Esther sonriendo de oreja a oreja. Tras beber la mitad de su margarita de un trago miro alrededor y asintio-- Este lugar no esta nada mal, ?por que nunca habiamos venido? Mire a mi alrededor. Hacia el otro lado del bar estaba la salida hacia el Casino Crescendo. Aunque llevaba un par de anos con las puertas abiertas todavia se veia como nuevo. Note las mesas llenas de personas mirando las pantallas colgadas cerca del techo del bar mostrando algun partido de futbol, carreras --ya sea de caballos o galgos--, pelea de artes marciales mixtas y cualquier otro evento en el que se pudiera apostar. "Deberia investigar que deporte estaba viendo el senor Quevedo mientras esperaba," pense. "Puede que yo me encargue de su cuenta de ahora en adelante." --No tengo interes alguno en los juegos de azar o los deportes --dije antes de dar un sorbo a mi bebida--, pero reconozco que hacen excelentes margaritas. --Creo que convencere a los chicos para que vengamos aqui de ahora en adelante. --No estaria mal --mire a mi asistente--. Si me ofrecen ser socia vendremos aqui a celebrarlo. --!Cuando te ofrezcan ser socia! --dijo, terminando su margarita--No seas ridicula, acabas de generarle al bufete una comision de mas de doscientos mil dolares. Tienen que ofrecerte un lugar entre los socios. --Atencion, atencion --dijeron en el altavoz--, en media hora iniciara el torneo satelite que dara como premio una entrada pagada al Abierto de Poker de Ciudad del Sol. Participantes, favor de... Muchos comensales se pusieron de pie y abandonaron el bar. A algunos se les notaba nerviosos, otros entusiasmados y muy pocos se les veia emocionados. --?Abierto de que...? --pregunto Esther, mirando algunos pasar hacia el casino. Cogi un panfleto encima de nuestra mesa. --"Primer Abierto de Poker de Ciudad del Sol" -- lei y me detuve al ver las cifras de los premios garantizados--. Joder, con razon esta gente quiere participar. Esther cogio el panfleto y casi se atraganta. --!Es una locura! --?Que es una locura? --preguntaron desde atras de mi. En cuanto vi el rostro de Esther iluminarse supe quien estaba detras de mi. Gire siguiendo a Esther correr hacia el hombre de su vida a darle un beso tan apasionado que hubiera entendido si ella se subia encima de el en ese momento. --?Estas borracha, bombon? --pregunto entre risas. Esther asintio rapido y rio. --Borracha de amor por ti, bombon. Gire mis ojos hacia arriba y negue con la cabeza. --?Nos acompanas, Eric? --le pregunte-- Tienen muy buenas margaritas. Yo invito. --Estoy muerto, Gina --dijo, abrazando a su chica--. Acabo de salir de mi turno, pero -- miro a Esther-- si quieres quedarte... Esther me miro. --Tenemos que tomar una declaracion manana --le dije--, asi que... --Mierda, tengo que llegar temprano a preparar la sala de juntas --gruno Esther. Ella y Eric se miraron a los ojos y cualquiera que los viera podria ver que estaban locos uno por el otro. --?Necesitas que te llevemos, Gina? --pregunto Eric. "?Y aguantar verlos dandose besitos y diciendose cositas dulces todo el camino?" pense. "Joder, no. Me dara diabetes solo de verlos." --No, me quedare otro rato. --?Segura? No tenemos problemas con... --Segura --le insisti a Eric--. Me termino mi margarita y tomo un taxi --apunte hacia una television--, o quiza me quede viendo el juego. --Tu eres la jefa, jefa --dijo Esther, cogiendole la mano a su chico y caminando hacia la salida-- !Nos vemos manana! Rei mientras los veia irse abrazados. Respire profundo y me puse en el lugar de Esther unos instantes antes de dejar salir una risita. Eric estaba guapo y tenia un buen fisico como cualquier buen bombero lo tendria, pero no era mi tipo. Era demasiado... No se, lindo, supongo seria la palabra para describirlo. "Pero algunos de sus amigos," pense, sonriendo para mi misma y atreviendome a imaginar. "Olvidalo, Gina, no tienes tiempo para liarte con alguien." Mi estomago se retorcio tanto que alcanzo a tirar de mi garganta, y un vacio familiar dentro de mi aparecio al mirar alrededor del bar. Habia chicos muy atractivos ahi. "No seas tonta, Gina. Recuerda la ultima vez que conociste a un chico en un bar." Me puse de pie, termine mi margarita y pase una mano entre mi cabello mientras veia a mi alrededor. --Hola, muneca --dijo un sujeto detras de mi antes de pararse a mi lado y apoyar su mano en la mesa. Lo mire de arriba abajo y sonrei de la forma mas educada posible, y esperaba que viera en mis ojos que no tenia interes alguno en el. --Ya casi te acabas tu copa --dijo--, deja te invito ot... --Tengo novio --le interrumpi y mire hacia otro lado. --No lo veo por ningun... --Viene en camino --le dije antes de apoyar mi menton en mi mano--, y es muy celoso. --Deberia serlo, teniendo una mujer tan guapa como... Suspire y gire hacia el. --Mira, amigo... --?Si, Fabiola? --Dijo un hombre al ponerse entre nosotros dandome la espalda mientras ponia su gigantesca mano en el hombro del casanova-- !Claro, Pedro se porta de maravilla! !Es un gran tio! Aun con el ruido del bar a nuestro alrededor la voz de aquel tipo alcanzaba a escucharse. Mi supuesto conquistador abrio sus ojos de par en par al mirar al tipo que tenia la mano en su hombro. --Le dire que lo estas buscando --dijo--. Adios, hermosa --el hombre guardo su movil en el bolsillo de su pantalon y le quito la mano del hombro. Imposible no notar ese trasero tan espectacular que lucia en sus jeans ajustados a la perfeccion. --No estaba haciendo nada --dijo mi conquistador mucho mas nervioso que cuando me dirigio la palabra.

  • Cuando el futuro parecia mejor de Enrique Palazuelos

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    Nacidos para impulsar la emancipacion de los trabajadores, los partidos socialistas y comunistas enarbolaron los anhelos latentes en las sociedades europeas a favor de convertir los bienes economicos en propiedad colectiva, colocar el poder politico en manos de los trabajadores y llevar a cabo la transformacion del capitalismo. Despues, a medida que comenzaron a ganar influencia social y a desarrollar fuerza politica, adoptaron posiciones reformistas y desempenaron un papel decisivo en la consolidacion de los derechos laborales, sociales y democraticos. Al final del trayecto, cuando el capitalismo imperante desde las decadas finales del siglo XX ataco el contrato social alcanzado, los partidos obreros, carentes de discurso estrategico y de capacidad politica para defender los intereses de los trabajadores, han acabado por precipitarse en la inanidad.

  • El alano (Las cenizas de Hispania 1) de Jose Zoilo Hernandez

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    La historia de Attax, un barbaro en el ocaso de la Hispania romana.

  • La mirada de los Mahuad de Berta Vias Mahou

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    Elba, la protagonista de este libro, es en si misma un misterio; la evocacion de su vida, de su infancia, de su familia y del que fue su amor platonico, nos lo ira velando y desvelando poco a poco.

  • Amor de niebla y destino de Natalia Sanchez Diana

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    Lucian Monroe se ha pasado la vida luchando por mejorar los derechos de los trabajadores en los molinos de Manchester pero una fatidica noche, un acontecimiento violento le obliga a huir.Desde que perdio a su esposa, no ha vuelto a tocar a una mujer porque se hizo una promesa.
    Todo se tambalea cuando coincide con Catalina Wright, a la que han enviado lejos para casarla con algun aristocrata que quede prendado de su cautivadora belleza y de la riqueza de su hermano.
    Pero lo que quiere Catalina es encontrar su lugar en el mundo y descubrir la pasion.
    Lo que empieza con un favor inocente, se complica cuando ambos descubren el deseo y el pasado reclama su venganza.
    Rebelate contra las normas.
    Lucha, camarada.
    Y enamorate.

  • Nessie bendita maldicion de Dalia B Rodriguez Chavez

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    Natalia, una talentosa estudiante de arte madrilena cansada de cumplir con los estereotipos clasistas de sus estrictos padres, vuelca su vida en la inconsciencia de rebelarse constantemente contra ellos. Hasta que su ultima locura la lleva a un pais extrano, lejos de todo lo que conoce y con el unico cobijo de una abuela que jamas vio hasta entonces.
    Logan, exitoso, pragmatico, y un tanto insoportable, segun Natalia; posee todo aquello que cualquiera puede desear, pero sus carencias van mas alla de las riquezas materiales y esta dispuesto a todo con tal de cazar a una fierecilla un tanto indomable.
    ?Lograran estos dos seres totalmente inflamables, cohabitar entre las llamas del amor, o descubriran que tal sentimiento no es mas que un concepto trillado con ganas de ser reescrito?
    El amor es una guerra contra uno mismo, el reflejo de nuestro yo mas interno. Si quieres fortalecerle, empieza por mejorarte a ti mismo.
    No te pierdas esta historia epica; llena de ensenanzas, humor, amistad, pasion, y todo lo que permitas entrar a tu corazon desde el minuto cero en el que abres la historia y dejas escapar la magia que hay en sus letras.
    Pero, cuidado, aviso importante:
    Este libro te marcara por siempre...

  • El gran mar de David Abulafia

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    Este es el mas ambicioso de los libros dedicados hasta hoy al pasado de ese <>. Abulafia nos lleva desde la Antiguedad hasta los albores del siglo xxi a traves de un recorrido fascinante en el transcurso del cual conocemos las ciudades que sirvieron de escenario a esta historia y a los hombres que la protagonizaron.

  • La debilidad de Jacobo (Las flores 2) de Edurne Cadelo

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    No puedo levantarme. El sonido incesante de mi movil me llega desde algun lugar cercano, intuyo, pero soy incapaz de despegar ningun miembro de mi cuerpo de este colchon para ir a buscarlo. El entumecimiento de todos mis musculos es la consecuencia directa de haberme bebido hasta el agua de los floreros durante las dos ultimas noches. Si a eso le sumo el peso muerto, en forma de pierna, que pertenece al chico que yace a mi lado, la tarea se convierte en imposible. El martilleo constante en mi sien derecha y el maldito revoltijo en la boca del estomago voy a obviarlos. Abro un ojo con miedo, con pavor mas bien, tengo una ligera idea de quien esta acostado en mi cama, pero me asusta comprobarlo. En un arranque de valentia, no muy propio de mi, abro el otro y me froto los dos con vehemencia. Ay, Martina. --!Marti! --me llama Carola--. Tu movil esta sonando. --Voy --susurro para no despertarlo. Intento apartar la pierna de mi invitado, a ver si puedo levantarme, pero, justo cuando estoy en ello, la puerta se abre y entra mi amiga. --!Joder, que fuerte! --exclama al ver a Oriol, nuestro otro companero de piso, en calzoncillos sobre mi cama--. Flipo mucho contigo. --Caro, espera. Esto... no... no es lo que parece. --Es Sira. --Tira el movil encima de mi escritorio y desaparece de mi vista. --!Mierda! --bufo. La he cagado, aunque no tengo ni idea de cuanto. Me pongo una camiseta que uso para dormir, menos anoche por lo visto, y voy hacia el salon mientras devuelvo la llamada a mi hermana. Luego me ocupare de mi amiga. --Marti, te he llamado mil veces --dice Sira nada mas descolgar. --Perdona, tata, es que estaba dormida. --?Mucha fiesta anoche? --Pues, no podria precisarlo con exactitud. --Dejo caer para que no huela el miedo en mi voz. Mi hermana es unica para detectar mis emociones. --Enana, siento tener que darte una mala noticia. --?Que te ha pasado? ?Estas bien? ?No me digas que David se ha presentado ahi? --Marti... --Me corta para que deje de divagar. Mi hermana suele cuidar de todos, pero no es muy dada a que nadie cuide de ella. Lo que pasa es que, en esta ocasion, se ha metido en un jardin --enrollandose con el hermano de su ex mientras los tres compartian piso y se lo ocultaban-- tan grande que casi no asoma la cabeza y entonces si que me preocupa. --Vale, vale, ya me callo, ?que pasa? --Es Soledad. Esta en el hospital y dicen que sera cuestion de horas. No hay duda de que tengo los reflejos mermados por culpa de esta resaca del quince, porque, a pesar de que escucho lo que me acaba de decir, me quedo muda. --Martina, ?sigues ahi? Mi abuela lleva un tiempo pachucha, la operaron del corazon hace unos meses y ha tenido una recaida, pero no pense que fuera tan grave. --Si, tata. Entonces, ?ya esta? --No, pero Alejandra me ha dicho que ya esta sedada. Te voy a mandar un billete para el primer avion que salga manana. Yo te ire a buscar al aeropuerto, ?de acuerdo? --Esta bien. --Martina, no te preocupes, no te voy a dejar sola, ?entendido? --Si, tata. Estare bien. Cuando me llegue el billete te lo confirmo. No me puedo creer que Soledad vaya a morirse. No se, supongo que, aunque cada vez estaba mas debil, no pense que pudiera irse tan rapido. Me acurruco en la butaca que esta al lado de la ventana y me tapo la cara con las manos, ?en que momento mi vida se ha vuelto asi de loca? A ver, yo estaba tranquila y feliz. Hace tiempo que asumi haber tenido una infancia distinta y siempre me he sentido querida, la verdad, asi que no tenia la imperiosa necesidad de buscar respuestas, pero, de repente, mi madre, que nos abandono hace catorce anos en casa de mi abuela, a la que apenas conociamos, regresa sin avisar de no se sabe donde. Verla alli, como si no hubiera pasado nada, fue demasiado fuerte. Menos mal que estaba con mi hermana cuando ocurrio, porque no la habria reconocido fuera de esas cuatro paredes. Solo necesite observar a Sira, agarrotada por la tension, para deducir que era ella. Mi abuela y mi hermana nunca se han llevado bien, pero ambas han cuidado de mi, cada una a su manera. En cambio, de Alejandra poco puedo decir, apenas la recuerdo, por lo que no se explicar como me siento con su vuelta. No sabria decir si me duele, me irrita o me da absolutamente igual. Cuando era mas pequena fantaseaba con su regreso; sonaba que nos llevaria a vivir con ella a una casa preciosa y seriamos una familia feliz. Imaginaba que volvia y nos contaba una pelicula increible, explicandonos las razones de su marcha. Supongo que a medida que cumpli anos deje de sonarlo. Por suerte, Soledad y Sira me han dado todo el amor que ella no me dio. Algo se desperto en mi cuando la vi y empece a necesitar esas respuestas. Antes de volverme a Barcelona, fui a casa de mi abuela y se las pedi. Sus argumentos fueron variados: una depresion muy fuerte, tener que hacerse cargo ella sola de dos ninas --padres desconocidos, al menos nosotras no sabemos quienes son, espero que ella si-- y la necesidad de alejarse del mundo para no caer en un pozo sin salida. En fin, que es muy dificil meterse en su piel en aquel instante, pero, ahora que esta aqui, no puedo fingir que no existe. Mi hermana, en cambio, no quiere saber nada de ella y tampoco quiere que se acerque a mi. Me levanto y voy a beber un vaso de agua, aunque creo que necesitare mil. Quiero volver a mi cama, taparme con mi edredon hasta las orejas e intentar dormir, pero soy consciente de que todavia esta ocupada. En otras circunstancias, me meteria en la cama de mi mejor amiga, la abrazaria por detras y me quedaria grogui hasta que nos sonaran las tripas, pero ahora no quiere ni verme. Carola y yo regresamos a Barcelona en septiembre, justo antes de empezar el master. Alquilamos este piso y buscamos un nuevo inquilino para compartir gastos. Vinieron un monton de candidatos, pero, en cuanto Oriol se marcho por la puerta despues de haber charlado un rato con nosotras, nos miramos y sonreimos como imbeciles, porque supimos que el era el elegido. Nuestro companero es de un pueblo de Girona y esta estudiando el ultimo curso de una ingenieria. Alto, moreno, guapo y con cuerpazo. Tiene pinta de turista en verano, pero todos los dias del ano, y un caracter bastante gamberro. Vamos, una combinacion explosiva para nuestros sentidos. A Carola y a mi nunca nos gustan los mismos chicos, pero con el ha llegado la excepcion. Por ese motivo, tuvimos que poner una unica regla: ninguna de las dos se enrollaria con el por muy apetecible que nos resultase. Joder, solo espero no haberla roto. --Caro. --Llamo a la puerta, esperando que me deje entrar--. Porfi... --Vete a tu cama, Martina --responde seria. --Carola caracola. --?En serio? Joder, no me puedo creer que encima vengas a hacerme la pelota. Abro sin que me de permiso y ella mete la cabeza debajo de la almohada, para esconderse de mi. --Carola. --Me acerco, me siento en el borde de la cama y le quito la almohada para que me mire--. No me lo he podido tirar. --!Venga ya! No me puedo creer que este en tu cama en pelotas y solo hayais dormido. --Te juro que no me acuerdo, pero he echado un vistazo a mi habitacion antes de salir y no hay ni rastro del condon. Sabes que, por muy borracha que este, nunca lo hago a pelo. Eso lo tengo grabado aqui. --Me senalo la sien y ella cabecea. --Una regla, Martina. Solo una maldita regla y tu te la pasas por la entrepierna. --!Que no, cono! Que no me he pasado nada por ahi. Ni a el, de verdad. Volvimos pedo y puede que haciendo el tonto terminara en mi cama, mi habitacion esta antes que la suya. --Suelto restandole importancia--. ?Me dejas dormir un rato contigo? --No, estas en cuarentena hasta que me lo confirme el. --?Estas tonta? ?Como se lo vas a preguntar? --Porque quiero saberlo. Llevas dias bebiendo vodka como si fueras rusa. Entiendo el marron de tener una madre de repente y la movida de tu hermana y su ex, pero, como sigas asi, te van a cambiar el apellido, Absolut en vez de Flores. --Al escuchar el apellido de mi abuela empiezo a llorar y mi amiga se apoya en el cabecero, mirandome asustada. --Sira me ha llamado porque mi abuela se muere, Caro. --?Pero ya? --Si, es cuestion de horas. Manana vuelo a Madrid. --Vaya, lo siento. !Anda!, tumbate conmigo un rato, que te achucho. --?Ya no estas enfadada? --pregunto mientras me pego a ella como una lapa y me sorbo los mocos. --Suave, que esto es solo una tregua. Te dare el beneficio de la duda hasta que corrobore la version de los hechos.

  • La pintora de hielo de Kristin Marja Baldursdottir

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    Una maravillosa epopeya sobre el talento, el amor y la busqueda de la libertad de una mujer en la Islandia de principios del siglo XX.

  • Oasis Diner de M.a. Vegara

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    En algun lugar entre Albuquerque y la pequena localidad de Grants, en pleno desierto de Nuevo Mexico, existe un extrano bar de carretera llamado “Oasis Diner”, donde habita una oscura presencia que atrae a los viajeros que se desplazan a lo largo de la interestatal 40. Sin embargo, no todos podran sentir la misteriosa atraccion de este lugar; solo aquellos a los que el Oasis Diner elija seran capaces de percibir su siniestra y tenebrosa llamada.
    Un lugar perdido en mitad de ninguna parte, donde el tiempo se detiene y en el que el terror no tiene rostro. Un terrible lugar del que no podras escapar si los extranos seres que lo habitan deciden pronunciar tu nombre, el cual dejara de pertenecerte para permanecer eternamente escrito entre las fantasmagoricas sombras del mas alla.

  • Un trato Peligroso de Lorena Valois

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    Sebastian era el barman mas exitoso de la ciudad.
    Engreido, atractivo y tonto, porque se habia enamorado de la bella Sofia Sanders, una mujer fuera de su alcance.
    Lauren era la mejor amiga de Sebastian.
    Confusa acerca de sus sentimientos hacia Alexander Estevez, un joven vicepresidente comercial de una exitosa compania que no sabia quien era ella.
    Sebastian y Lauren deciden hacer un pacto para fingirse amantes, a ver de atrapar a la veleidosa de Sofia y al guapo de Alexander.
    Un pacto que pasara de ser una peligrosa mentira a una oscura y dolorosa verdad.

  • Codigo terrorista de Alfredo De Braganza

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    Caminaban cogidos del brazo, bromeando, observando los escaparates. De vez en cuando se paraban y se hacian fotos. Parecian una pareja feliz. Eran dos jovenes espanoles inocentes y enamorados. Sin embargo, eran terroristas y estaban a punto de cometer una masacre. Los dias anteriores habian estado dando largos paseos por la zona. Solian sentarse en las cafeterias, en los bares y en las terrazas de los restaurantes. Estaban atentos para no perderse detalle alguno. Observaban a los peatones, el trafico y, sobre todo, las medidas de seguridad. Centrica y bulliciosa, la Puerta del Sol es una de las plazas mas famosas de Madrid, ademas de punto de encuentro de turistas. Alli esta ubicado el reloj de la Casa de Correos, conocido en toda Espana por ser el lugar desde donde se emiten las campanadas de fin de ano. Tambien se encuentra en ella la estatua del Oso y el Madrono, simbolo de la ciudad, y el Kilometro Cero, donde comienzan las carreteras radiales espanolas. Compradores y curiosos circulaban con rapidez en el frio de la tarde y los bares y cafeterias empezaban a llenarse. La pareja giro a la izquierda, continuo unas cuantas manzanas mas adelante y decidieron entrar en una cafeteria antes de su bautismo yihadista. Se sentaron uno frente a otro, dejando sus pesadas y anchas mochilas a sus pies. Ella pidio un cafe con leche con rosquillas Alcala, un hojaldre banado en yema y con azucar glas. El solo quiso un cafe negro. El camarero de la pasteleria La Mallorquina se fue tras tomar nota. El local estaba lleno de clientes. Desde el ancho ventanal podian ver el ajetreo del exterior. Los cafes llegaron junto con un plato lleno de rosquillas amarillas. El puso cara de asco. --No se como puedes comer algo tan cargado de azucar. Es repugnante. --Vamos, es Navidad --respondio ella con tono de sarcasmo y encogiendose de hombros--. ?Donde esta tu espiritu navideno? El sonrio ampliamente y solto una carcajada aspera. --Llevas razon. Ademas, despues de cumplir nuestro objetivo las cosas solo podran mejorar. En el local se escuchaban distintos idiomas y diferentes acentos espanoles de los clientes. El miraba hacia el exterior. La calle estaba mas concurrida que otros dias. Aquel sabado por la tarde los madrilenos habian salido a pasear y hacer compras. Vio a un grupo de jovenes fumando y tomando bebidas energeticas. Una chica con ropa ajustada beso a su joven acompanante. No llegarian a los veinte anos. Luego, dos chicas se besaron. Un vagabundo enfundado en un grueso abrigo se sento en una esquina con un perro que llevaba atado con una cuerda. El resoplo audiblemente e hizo un gesto hacia su companera. Ambos observaron aquella variopinta muchedumbre desde el cristal. --Infieles --dijo ella con voz firme--. Arderan en el infierno dentro de unos minutos. --Son los padres quienes han dejado a sus hijos caer en ese mundo depravado. --No. Es el sistema politico el culpable de precipitar una degeneracion moral tan rapida en la sociedad --replico ella. --Eso. Ella le sonrio, satisfecha de la reaccion a su reprobacion. --?Sabes cuantas prostitutas trabajan en las calles de Madrid durante las navidades? --No, pero me lo imagino. --?Que te imaginas? El quedo un tanto cohibido. --Pues que pueden ser muchas. Ella perdio su mirada en los viandantes. --Beben alcohol, se prostituyen, se drogan… recibiran su merecido. --Inshallah --anadio el en voz baja--. Pero nuestro objetivo no son ellos, querida. --?Que mierda estas diciendo? --le espeto entre dientes, mostrando su enfado. El se repantingo en su asiento, temeroso de una reaccion violenta. Sintio la necesidad de pedirle disculpas. En alguna ocasion hasta le habia abofeteado. Ella no se sentia mal al humillarlo incluso en publico. --Quiero decir que nuestra mision es provocar el caos, el desorden, la incertidumbre en esta sociedad capitalista. Mas apaciguada, hizo un gesto afirmativo con la cabeza. El le respondio con una sonrisa. --?Estas contenta de matar? --pregunto sin percatarse de que elevaba la voz debido al entusiasmo. --Calla --le interrumpio ella--. Habla mas bajo. El miro alrededor, al concurrido local. Hizo un barrido visual. No vio a nadie sospechoso. Se encogio de hombros, pero asintio con la cabeza. Debia ser mas prudente. Un hombre vestido de Papa Noel caminaba por la acera agitando una ruidosa campana al son de una cancion navidena, mientras que con la otra mano sostenia un gorro rojo para recolectar limosna de los peatones. --Venga, por favor, vamonos --dijo, mostrandose inquieto y agarrando el asa de la pesada mochila que tenia a sus pies--. Quiero que esto termine cuanto antes. --Espera. !Feliz Navidad! --dijo ella mientras se inclinaba sobre la mesa. Se besaron apasionadamente. Sus corazones empezaron a palpitar en el pecho. La adrenalina inundaba el torrente sanguineo. Era una sensacion de la que los dos disfrutaban. Entonces ocurrio lo imprevisto. 2 Aquella manana temprano, mientras sorbia su segundo cafe en la cafeteria del Cervantes, Laura Garcia veia las noticias en television de lo sucedido en la tarde del sabado anterior. Su pelo, largo hasta los hombros, estaba recogido en cola de caballo. Tenia el rostro joven, aunque ya rondaba los cuarenta anos. Vestia con pantalon fino de algodon azul oscuro, camisa blanca y una chaqueta a juego. A primera vista podia parecer una modelo sacada de un catalogo de ropa o la ejecutiva de una multinacional. Sin embargo, la labor que desempenada a diario distaba mucho de ese tipo de sectores profesionales. En el Cervantes, Laura Garcia tenia que competir con hombres muy bien preparados, tanto a nivel fisico como psicologico, y su desempeno se valoraba con los mismos patrones que los de sus companeros varones. No habia distincion. El Cervantes era una organizacion secreta dedicada principalmente a la lucha contra el terrorismo: preveian atentados, realizaban informes de inteligencia, hacian seguimientos a sospechosos, hackeaban todo tipo de productos electronicos y espiaban a criminales, terroristas, politicos, periodistas, diplomaticos y figuras prominentes de paises extranjeros. No tenian limite. Era un grupo reducido de personas de ingenio y aguda inteligencia. Pero tambien eran verdugos, pues se encargaban de despachar los asuntos relacionados con el terrorismo que nadie se atrevia o queria asumir. El trabajo era de veinticuatro horas al dia los siete dias de la semana. Aunque de manera individualizada libraban un dia a la semana, ese dia tenian que estar atentos a cualquier llamada de emergencia. Las vacaciones, que solian ser una vez al mes, consistian en enviar al operativo a lugares remotos durante una semana como maximo, donde hubiera una inestabilidad social o politica, o a paises conflictivos vecinos del destino, como Mali, Egipto, Libia, Israel, Argentina, Republicana Dominicana, Corea del Sur, Indonesia… Eran viajes costeados con todo tipo de lujos y privilegios y tarjetas de credito sin limite. Del agente se esperaba un detallado informe de inteligencia. Durante esas estancias se realizaban contactos con otras redes de similares e incluso se captaban colaboradores locales para el posterior flujo de informacion privilegiada, como politicos, empresarios o personas con influencia en el pais. En el pasado, los islamistas habian cometido un devastador atentado en Madrid, causando mas de doscientos muertos y cientos de heridos: fue la gota que colmo el vaso y que dio pie a la creacion del Cervantes ante la ineptitud del Gobierno y la burocracia politica, que no sabian, o mas bien no se atrevian, a tomar medidas contra la amenaza del islamismo radical. Con la conformidad y decision final del rey de Espana, se creo en secreto la organizacion

  • Sucedio en Cambridge de Bruno E. Gomez

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    Cambridge, Inglaterra. Verano de 1959. Una de las cosas que mas me llama la atencion cuando hablamos de la vida, es el hecho de que no importa cuanto trazamos un camino para nosotros, nos sorprenden los detalles que son capaces de cambiar totalmente la direccion que vamos a seguir. En primer lugar, quiero dejar muy claro que esta no es una historia de una sola persona. Pero uno de ellos es el mejor autor de todo esto. Es el “detalle”. Mi nombre es Anthony Henderson, escoces, con un padre agricultor y una madre docente y que cumplio su sueno de estudiar literatura en la Universidad de Cambridge. Fue alrededor de la una de las mas prestigiosas universidades del mundo, en la noche del 27 de junio de 1959 que se inicio una fase de mi vida que me ha traido muchas alegrias. Como de costumbre, Louis De Lamartine y yo fuimos al George’s Pub los fines de semana. George’s fue uno de los bares mas famosos de la ciudad. Sus principales visitantes eran estudiantes que no solo disfrutaban de su cerveza sino que tambien coqueteaban con las hermosas camareras que trabajaban alli. Su diseno rustico y su musica celta me recordaron la epoca de mi infancia en la casa de mis abuelos. - No deberiamos haber venido aqui hoy, esta lleno de gente - Le dije a Louis, estabamos en la entrada del bar, nunca habia visto ese lugar tan lleno de gente - Creo que es una especie de celebracion. - El nombre de esto es vacaciones de verano - Louis estaba tan feliz como siempre, fuimos al balcon - Sin pruebas, sin responsabilidad, muchas mujeres y lo mejor, cerveza. - Este es el problema, Louis, la cerveza. Manana estaras camino a Francia, necesitas estar sobrio. - Tengo que disfrutar de este ultimo dia en Cambridge - dijo Louis, con el vaso en la mano, mientras le servian - Si mis padres me ven borracho en Paris, me matan - se lleno la boca con el primer sorbo - Y no estoy bromeando. Louis era el unico frances que conocia, aunque irresponsable la mayor parte del tiempo, era el mejor amigo que cualquiera podia tener. Tuve mucha suerte de tenerte como companero de cuarto. Como cada verano, Louis volveria a pasar sus vacaciones familiares en Paris. - Por cierto, Anthony, ?que vas a hacer mientras estoy fuera? - Louis me pregunto - Lo se, te encerraras en esa habitacion escribiendo otra de tus historias. Lo entendiste bien. Ni siquiera tuvo que decir lo aburridas que serian mis vacaciones. - Quizas lo haga - me rei - Caminar y visitar a mis padres tambien estan en la lista de cosas por hacer. Louis rio con ironia. - ?Sabes lo que pienso? Que usted debe conocer a alguien. Si alguien Hoy. Hay muchas chicas hermosas aqui. ?Que hay de que aqui? - Louis senalo a una de las camareras que estaba sirviendo una mesa a cinco metros de donde estabamos. - Louis, no me hagas avergonzarme de nuevo. Saludo a la nina. Gire la cara, avergonzado. Ella se nos acerco. - ?Senorita? ?Por favor? Ella camino hacia nosotros. - Servirnos. Ella se cerro para nosotros, la iluminacion nos permitio ver la cara de esa mujer. Y fue en este mismo momento que vi por primera vez a Mary Collins, “el detalle”. Capitulo 2 Mary Collins Mary Collins era la mujer mas hermosa que habia visto en mi vida. Ella era inglesa, nacio en Cambridge en 1938, hija de una madre inglesa y un padre escoces, vivio una vida simple en esa ciudad, desde la cual nunca habia pisado afuera. Su madre fallecio despues de dar a luz a su hermano, cuando Mary tenia solo 3 anos. Paso parte de su infancia y adolescencia cuidando al nino, mientras que su padre, George Collins, trabajaba en la unica fuente de ingresos de la familia, George’s Pub. Inteligente, ella lo sabia todo, y lo que no sabia, siempre trataba de aprender. Le encantaba todo lo que era bello y armonioso, siempre estaba conectada con el arte y le encantaba pasar tiempo pintando cuadros. La hija del Sr. George era conocida en todo el vecindario, su amabilidad y simpatia eran admirables. Su belleza no llamo la atencion de uno, ni de algunos, sino de todos los hombres que la vieron. Era una chica dificil y no se dejaba influenciar por todos los tipos de coqueteo que recibia. Mary era demasiado romantica; ella creia en el amor verdadero y sonaba con una vida de princesa. Hasta entonces, ella habia vivido solo una pasion, un chico de secundaria, que la dejo para estar con otra chica. A los 17 anos, Mary comenzo a trabajar con su padre en George’s Pub. Como nunca tuvo la oportunidad de ingresar a una universidad, comenzo a trabajar a tiempo completo en la cocina del establecimiento, un hecho que nunca la habia visto alli. Su padre preferia que ella trabajara como reclusa porque temia el acoso de los hombres. Era el destino que esa noche de junio de 1959, debido a la demanda, Mary Collins tuviera que asumir el papel de camarera. Cuando me di vuelta, vi a esa chica, de 1,65 metros de altura, con el pelo liso rizado en un tono oscuro, una cara hermosa y una mirada gentil que denunciaba sus ojos marrones que me miraban acompanados de una sonrisa capaz de hacer que cualquier hombre en el mundo se pusiera de pie enamorar. Pasaron milisegundos antes de que Mary llenara mi vaso con cerveza y desapareciera entre la multitud de hombres. Nunca crei en el amor a primera vista, pero confieso que en ese momento mi respiracion se detuvo y mi corazon se acelero. Algo me dijo que acababa de conocer al amor de mi vida. El instinto tenia razon. Capitulo 3 El reencuentro - ?De verdad crees que exagere la bebida? - Louis me pregunto. Cerro su maleta, se detuvo y me miro: ?Anthony? ?Anthony? - ?eh? - ?Que paso? No presto atencion a nada de lo que te dije. Esta disperso. - Oh no, no fue nada - dije - Pero creo que llegas un poco tarde. Era el domingo por la manana despues de esa noche en George’s. Unas horas mas tarde, Louis estaria camino a Paris. Subiria a un barco a Calais, en la costa francesa, y desde alli, continuaria por tierra hasta la capital del pais. - No cambies de tema, Anthony. Te conozco. ?Que esta pasando en tu cabeza? Lo se, otro verano sin tu amigo aqui. Louis se rio y me arrojo una toalla de bano mojada. - Idiota - con buen humor lo tire de vuelta. - Pero entonces, ?me lo diras? - Esa camarera de ayer. - ?Cual de ellas? - Nos sonreimos - Ah… Yo se quien es. - Ella misma, creo - me rei. - Entonces significa que ademas de ser un buen amigo, yo soy tu angel de cupido, despues de todo, yo fui quien te la presento. - Convencido - le dije - Y no me presentaste, ni siquiera se su nombre. - ?Y a que esperas? Vuelve ahi. Estoy seguro de que a ella le encantaria dejarte. - Siento que me estas subestimando, Louis - dije juguetonamente. - Entonces prueba que estoy equivocado. Ve alli y habla con ella. - Quizas lo haga. - ?”Tal vez”? No esperes demasiado. - Si… tienes razon. Al menos una vez en esa vida. Louis sonrio. - Cuando la vi, no se, senti algo diferente. Es como si todas las demas mujeres salieran por mi y yo solo la viera. - !Maldita sea! ?Por que no me di cuenta? Tal vez estaba ciego. Louis se rio. - Esto es serio… Es como si algo me dijera que la persona que estoy buscando esta alli, justo ante mis ojos. - Mira, caballero enamorado, luego dime los detalles, envieme una carta, tal vez la reciba antes de que regrese. Nos reimos, como siempre, las conversaciones con Louis siempre fueron animadas. Durante esa tarde sola en nuestra habitacion en la Republica, no podia dejar de pensar en esa chica. Sin Louis alli todo el verano, pasaria la mayor parte de mi tiempo asi, yo y mis pensamientos. Me preguntaba, ?como podria estar tan conmovida, pensando en una chica que ni siquiera sabia su nombre? La ansiedad y la curiosidad no me dejaron dormir esa noche. Estaba mas que decidido a ir a ese bar lo antes posible y descubrir quien era la chica que conmovio mi corazon. ... En la tarde del dia siguiente fui al pub de George. El bar parecia cerrado; aun asi, la presencia de alguien dentro del establecimiento, decidi ver si la puerta estaba abierta. Se abrio facilmente. El bar estaba vacio, camine lentamente hacia el mostrador. - El bar esta cerrado. Me di la vuelta. Fue ella. - Hoy es lunes, abriremos mas tarde. Estaba extasiado. Esta vez la vi por mas de un segundo. Ella me miro sin entender nada de lo que estaba sucediendo. - Yo… no vine a beber. - ?Entonces estas buscando a mi padre? - ella me pregunto. - ?Su padre? - Si, George Collins, el dueno del bar. Ella era la hija del dueno. Al menos el apellido que ya conocia. - No, no, solo estaba pasando y… - Te conozco - dijo mirandome - Estuviste aqui en el bar el sabado con tu amigo, ?verdad? Ella recordaba mi cara. Sonrei como nunca antes, como para decir que si. - Sientate, te servire una cerveza. Estaba sentado en un taburete. - No, no, sientate en una de las mesas - tomo una cerveza y se fue detras del mostrador. Encontre la orden extrana, me sente, ella se sento en otra silla, frente a mi y me entrego un vaso que acababa de llenar. - El bar no esta a la venta. - ?Que? - Eres guapo, bien vestido; Apuesto a que eres uno de esos estudiantes que quieren convertir este bar en un club de strippers. !Dije que era una mujer dificil! - No, no, no es eso… quiero decir, soy estudiante, pero no es por eso que vine aqui - Tartamudee por un momento, me miro con recelo - Pase por aqui, pense que estaba abierto y… - ?Y decidiste tomar una cerveza a esa hora? ?Ella siempre me interrumpiria? - Estoy bromeando, sientase libre, senor… - Se levanto - ?Como se llama? - Anthony, Anthony Henderson. - Bueno, Sr. Henderson, si lo necesita, llameme. Ella se iba, le toque el brazo y me miro con miedo. - ?Y el suyo? - Mary, Mary Collins. !Realizacion! - Solo llamame Anthony, senorita Collins. Ella sonrio - Solo llamame Mary, Anthony. Nos reimos mirandonos el uno al otro. Parecia un poco avergonzada, miro a ambos lados y dijo: - Bueno, pensandolo bien, no tengo mucho trabajo por hacer - se sento de nuevo - Tu no pareces ser de Cambridge. ?Es escoces? - ?Como sabe? - me sorprendi. - Mi padre tambien es de Escocia. Reconozco uno de lejos - ella rio. Esa decoracion del bar fue explicada. - Tu no eres... - No, soy de aqui. En realidad nunca deje Cambridge. - Wow, de verdad? - No finjas sorprenderte - sonrio - Mirame, no me veo como una viajera. Tenia miedo de reir. - Bueno, eres una nina, tendras muchas oportunidades de viajar. - Me quedare con tu optimismo - me sonrio - ?Estudiar que? - Literatura - Hmm, ?literatura? ?Y tiene la intencion de ser uno de esos maestros que se presenta en el bar despues de las clases para enojarse y quejarse de los estudiantes? - ?Es este mi futuro? Nos reimos - No, no, realmente quiero ser escritor - le dije. - Ah, entonces, senor… ?escribe? - Si… lo intento. Ella sonrio - Ah… Dios mio, mi papa estara aqui pronto - ella se levanto - El no puede verme sentado aqui con un cliente. !Maldita sea! - Te veo, Anthony - estaba alegre - puedes seguir bebiendo.

  • Vuelos nocturnos (Mortal Engines 0) de Philip Reeve

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    Antes de Tom y Wren… estaba Anna Fang.

  • Gladis de Maria Acosta

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    Un asesino peculiar, un romance de ensueno y una pava con mucho caracter…

  • Bienvenidos a Italia de Estefania Scioli

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    Marlene Flores es una joven periodista que viaja a Brasil por el suplemento de verano del diario “Cronicas del dia”; y aprovecha la oportunidad para buscar un poco de tranquilidad, definir un nuevo rumbo y tratar de reencontrarse con ella misma luego de una separacion amorosa. En medio del cambio, conoce a Tomas Ruan, uno de los duenos de la redaccion que, antes de que ella pueda permitirlo, se introduce en su vida y en pocos dias la cambia completamente, dejando que sus emociones vuelen, que sus sentimientos crezcan y autorizando al destino que haga con ellos lo que quiera.
    Aceptan que sus caracteres fuertes, explosivos y, a veces, inmaduros, choquen constantemente hasta que Marlene descubre que el corazon de ese hombre esta tan danado y destruido que se preguntara mas de una vez si es lo que verdaderamente necesita, si podra salvarlo de la tristeza que esconde, de los suenos que tuvo una vez sobre formar una familia, de la agonia por sobrevivir y del deseo por querer ser un buen padre.
    ?Podran superar todos los obstaculos que el destino le presente y dejar los celos y las peleas de lado para darle lugar al amor?

  • El misterio del marido desaparecido de Margotte Channing

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  • Libres de Alejandra Rodriguez

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    Aprendi por mi cuenta que el amor no conoce barreras, que no entiende de frascos y que no siempre habita entre un hombre y una mujer.
    Averigue que hay tantas clases de amor como personas habitamos en la Tierra y, por mucho que lo rehuyas o lo busques, aparece cuando y donde menos te lo esperas.
    A veces es el culpable de que a una mujer le de un infarto por enterarse de que su hijo se ha casado con ese al que ella llamaba error.
    A veces esta entre una chica, como yo, y un chico como Hector y otro como Eliot.
    Si. A veces tampoco es cosa de dos. En ocasiones los sentimientos son tan traviesos que son capaces de unir a tres personas en el mismo espacio-tiempo.
    Me llamo Nicole; esta es mi historia y la de ellos.
    Advertencia: Esto no es un cuento de hadas. Es una historia de personas libres.

  • Desde aquella orilla de Juan Alberto Alfaro Saavedra

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    “Helenio, al que todos llaman Hely, da un giro a su vida dedicandose a viajar y vivir de ello. Lo que no sabe es que, en un solo dia, una historia de amor cambiara por completo su diario de viajes, ese que nunca debio cerrar. Alba, su amor, es el principio y el fin. India es el escenario de una aventura inacabada”.

  • Con la Tierra nos Basta de Isaac Asimov

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    En este volumen, el maestro Asimov muestra en quince lecciones como se escribe el cuento corto de ciencia ficcion: la idea brillante, el desarrollo rapido con economia de medios expresivos, el sorprendente giro final, encerrando tal vez la pequena moraleja que nos hace pasar de risuenos a pensativos.

  • La musa (Novela), Jessie Burton de Jessie Burton

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  • Encuentro afortunado de Emma Sheridan

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    El frio de la manana de invierno le calaba los huesos y lo odiaba. Llevaba su set de tres calentadores de manos en su bolsillo derecho, pero no se atrevia a usarlos todavia, esperaria a estar realmente congelada para usar los tres juntos, como acostumbraba. Estaba muerta de sueno, las pesadillas de la noche anterior por los nervios no la habian dejado descansar, sumado a todo lo que respiraba y se movia dentro de la casa donde vivia, la cual ya no era su espacio de relax, ya no la sentia como su hogar. Todo la estresaba. Estaba esperando el charter privado que la llevaria al microcentro de Buenos Aires, donde se llevaria a cabo un encuentro de escritoras y lectoras. Ella estaba en medio de esos dos grupos. Era fanatica de la lectura, habia encontrado otro modo de terapia para poder canalizar todo lo que la rodeaba y, perdida entre los personajes creados por autoras a quienes ella admiraba, evadir la realidad. Su realidad no le generaba ningun tipo de placer, salvo lo que estaba a punto de vivir. Decia que era un setenta y cinco por ciento lectora y el resto un simple proyecto de escritora. Sus amigas la habian impulsado a publicar las cuatro novelas que tenia en el tintero. El resultado habia sido sorprendentemente exitoso. Sin embargo, ella no se lo creia. Cuando estaba a punto de presionar el primer boton del calentador en forma de corazon que estaba sosteniendo dentro de su bolsillo derecho, vio el charter doblando la esquina y estacionando casi a sus pies. Cerro el boton del mismo y acomodo su mochila en un solo hombro. <>, penso. --!Hola! --saludo al chofer--. Estaba a punto de morir congelada. Hasta creo que si estornudo me sale en forma de escarcha --dijo con una mueca comica. --Buen dia, dejame ayudarte con ese bolso --ofrecio el hombre. Ella solo hizo un gesto con los hombros y lo dejo ayudarla, el chofer deposito el bolso en el suelo del vehiculo. Se noto que no tenia intenciones de mas cortesias. Era muy temprano para intentar buscar alguna cara conocida; con la fuerza que la impulsaba a moverse, acomodo sus pesadas pertenencias en el lugar libre debajo de sus piernas, solo por si alguna otra persona subia. Se quito el abrigo, se sento estirando sus piernas, busco su movil y se perdio en la musica que salia de sus auriculares: Ravi Shankar en vivo en Francia. La transportaba a momentos felices, sin complicaciones, sin aburrimiento y con mucha adrenalina, era una combinacion perfecta, casi como un balsamo para relajarse. El vehiculo emprendio su recorrido. Sabia que tardaria aproximadamente media hora en llegar al lugar de encuentro. El ambiente calefaccionado hizo que sus pies se calentaran y a partir de ese punto de su cuerpo, todo el resto; ya no sentia frio. Guardaria los corazoncitos para mas tarde, tal vez para la vuelta. Cerro sus ojos y se relajo. Cuando terminara la musica, sabia que habria llegado a su lugar de destino. A pocas cuadras, el charter freno. Ella sabia que en algun momento dado, el chofer pasaba por un control. Le parecia que era muy pronto para llegar a ese lugar de control, pero como habia estado absorta en su musica, no le dio mucha importancia, ni siquiera abrio los ojos. Solo dejo que ese pensamiento fluyera y siguio en su mundo de ensuenos. El vehiculo no habia frenado tan lejos como ella pensaba, sino que lo habia hecho en la siguiente parada, a cuatro cuadras del lugar, y el conductor solo lo hizo porque quedaba un asiento libre, le habian avisado que un pasajero habia cancelado. El hombre que subio, agradecio, pago y fue a buscar lo que habia visto unos minutos atras. A la bella mujer de cabello largo. A la preciosa Abigail. La suerte estaba de su lado, el unico asiento vacio era el que estaba pegado al de ella. Asi era como el queria volver a estar, pegado a su lado, pero desnudo. Sacudio su cabeza y con ese movimiento borro sus pensamientos lujuriosos y la observo. Estaba casi igual, solo que algunas lineas de expresion estaban mas marcadas. Lucia preciosa, seguia siendo una mujer exotica para el y aun llevaba ese aire misterioso que lo volvia loco y le agitaba todo dentro de sus pantalones. Mientras estaba tomando un cafe en el bar de la esquina del centro de la ciudad donde habia vivido durante su infancia, la habia visto, o habia creido verla. Trato de recordar la cantidad de anos que habian pasado sin que se volvieran a ver y sus calculos le tiraban un gran numero, casi ocho. No era poco tiempo. Siguio su impulso, algo que no hacia desde hacia mucho tiempo, en el momento en que vio el charter moverse. Esa sensacion de seguir su propia locura, lo libero de su ajetreada y monotona vida. *** Ella respiraba profundo, inspiraba en tres tiempos y exhalaba en cinco, exactamente como le habia ensenado su profesor de yoga. Era una de las tantas herramientas que tenia para relajarse y sentirse plena. Liberada y sin peso ajeno. Sintio el calor de un cuerpo que se sento a su lado. Inspirando, percibio un aroma masculino que su olfato reconocia como familiar. Se nego a abrir los ojos, tal vez era la musica que la hacia pasear por lugares magicos y quizas era su propia imaginacion que estaba lista para crear un nuevo personaje. Hacia meses que no escribia nada y ni siquiera se habia dado lugar para sentir culpa por eso. Por unas milesimas de segundos se contento. Un nuevo personaje masculino le estaba a punto de hablar, pero solo se presentaba en forma de aroma que al parecer iba a mojar bragas. <>. El, en cambio, tenia los ojos mas abiertos que nunca, no podia creer lo que veia. Abigail en toda su esencia a centimetros de el, entregada, relajada, casi sonriendo. O al menos era lo que el podia observar desde el lugar donde se encontraba. Su cabello perfectamente alisado, sus ojos impecablemente maquillados y su boca... cuantos recuerdos le regalaba esa carnosa boca. Esa mujer seguia siendo una invitacion al pecado. En ese momento de su vida, seria pecado con todo lo que esa palabra conllevaba. Elimino ese pensamiento y volvio a actuar sin pensar. Se movio con lentitud para acercarse a ella. Habia sentido muchisimo frio al salir de la cafeteria, pero en ese momento estaba hirviendo, casi empapado en sudor, sentia que le pesaban sus partes mas intimas al compas con sus latidos que se agolpaban con locura. Llevo un dedo indice al labio inferior de ella, y lo acaricio con posesividad. Ella salto del susto y abrio los ojos de par en par. --?Que haces, idiota? --pregunto, elevando el tono de voz, descruzando sus brazos, tirando de sus auriculares para poder escuchar algo de la boca de ese atrevido, desubicado; tal vez una disculpa. Estaba a punto de boxear al acosador. --No pude evitarlo, fue un impulso. No lo lamento. --Hizo un gesto gracioso con la nariz y boca, como arrugando ambas. Abigail reconocio al instante al dueno de ese aroma tan penetrante. Era Alex, el joven que con solo mirarla la encendia. No podia creerlo, era una maravillosa sorpresa inesperada. Creyo que jamas lo volveria a ver. Relajo las manos, enderezo su espalda, lo volvio a mirar y le sonrio, sus mejillas se sonrojaron al punto que sintio mas verguenza por mostrarse asi, timida. --Es el unico asiento libre --dijo levantando sus hombros y sonriendo con la boca cerrada. Abigail no podia sacarle la mirada de encima, esos ojos, esa boca, ese cabello, esa cara de nino bueno que aun conservaba, aunque tambien recordo todo lo que habian vivido, flashes de recuerdos de fugaces encuentros sexuales que no habia vuelto a tener. Al menos no de la forma en que el la habia hecho sentir. Se le veia condenadamente sexy. --Sientate. --?Como estas, boquita hermosa? --pregunto Alex mientras se acomodaba cerca de la mujer. Trato de buscar una posicion en que no le doliera lo que se agrandaba en su entrepierna, pero fue en vano. --Muy bien… --titubeo--. ?Tu como estas? --Con dolor en los..., y con el amigo estrangulado, perdoname por lo que voy a hacer, pero necesito acomodarme --respondio y se acomodo lo que le molestaba en su entrepierna. Ella sonrio recordando la desfachatez de ese hombre que, a pesar de la cantidad de anos sin verlo, parecia mantenerse intacta. --?Desde cuando pides disculpas por acomodarte el paquete? Si mal no recuerdo, es algo que hacias cuando nos veiamos, entre otras cosas, y jamas pediste perdon. El volvio a sonreir ante tanta complicidad, era lo que solian tener juntos, sin filtros, sin medir palabras. Que eso siguiera igual, lo ponia a mil. --Tienes razon, antes no pedia disculpas porque, si queria, me desquitaba contigo, aliviaba mi deseo y tambien el tuyo, o ?acaso me equivoco? Ella creyo que no volveria a hablar tan abiertamente con un hombre, pero supo que con Alex la realidad superaba la ficcion y todo era valido. Le encantaba. --No te equivocas en absoluto --sonrio mordiendose el labio superior, escondiendo lo que le causaban esas palabras. --Esos labios... ?han seguido ejercitando o perdieron la practica? --Por Dios, Alex, las cosas que dices. ?Que tal un <>? --Okay, ?como te las arreglaste todos estos anos sin mi grandioso amigo? Ella hizo un gesto de asombro, y el comenzo a carcajearse. Ella no pudo evitarlo y tambien se carcajeo.

  • No llores, pequeno de Ngugi Wa Thiong'o

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  • Una dama perversa de Olga Salar

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    Lady Sofia Carroway estaba decidida a llevar hasta las ultimas consecuencias sus intenciones de casar a su hermana esa misma temporada; con lo que no contaba era con que ella misma formaba parte del plan de otra persona, que estaba tan dispuesto como ella misma a conseguir todo lo que se habia propuesto.
    ?Podran cumplir ambos con sus objetivos o el amor les hara ceder a los deseos del otro?

  • Desearas de Erika Halvorsen

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  • Jugar con fuego (Hermanas Withler 1), Silvia Garcia Ruiz de Silvia Garcia Ruiz

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  • Reir al viento de Sandra Barneda

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    <>. SENECA <>. SUSAN SONTAG <>. VINCENT VAN GOGH Quiero ser ese aire puro que levanta cometas, que huele a canela de ofrendas y humedece pieles que no se olvidan de sonreir. Quiero estar cerca de esos dioses y diosas para vivir eternamente en ese lugar bendecido. No creo en religiones, ni en personas que castran, dividen… creo en la magia, en la ilusion, en la belleza. Tierra hermosa, lugar perdido que ofrece y ofrenda. Todo aquel que va a buscar… !encuentra! !Luchadora! Abandona las batallas, suelta las armas. Vive como quieras, levanta las manos y quitate las cadenas invisibles que el miedo nos construye a base de lamentos. Comprueba la fortaleza, siente la energia que, como de la misma tierra, brota dentro de ti. Viento que sopla en contra o a favor. Huracan que destruye, rafagas que despejan, brisa que alivia… pero viento. Libre, hermoso e imposible de atrapar. Uno 29B. Me acuerdo perfectamente de mi numero de asiento y poco de mi companero de vuelo: pelo canoso, gafas metalicas, ojos… ?marrones? y nada hablador. ?O fui yo la que selle la boca para que no me saliera un exabrupto cuando le veia comer como un cerdo? Veinte horas de vuelo dan para mucho o para nada; como la vida: decides exprimirla o dejarla secar como una pasa. Estoy convencida de que a el le paso lo mismo: nos dejamos secar porque nos resultamos indiferentes. Nuestras energias chocaron y nuestras neuronas decidieron no perder el tiempo e ignorarse. No fue culpa suya. En ese vuelo, aunque hubiera aparecido el tio mas sexy del planeta --Keanu Reeves--, no le habria hecho ni caso. Mis ojos estaban ciegos y mi corazon tan helado como un glaciar de su era y no de la nuestra. Mi relacion con Gonzalo habia llegado a su fin. Nueve anos de amor: la Relacion se habia desmoronado como un castillo de naipes. Ni siquiera recuerdo como le dije: <>. La belleza de las cosas esta en que no duren para siempre. Pero en ese avion no era capaz de llegar a esa reflexion, ni a ninguna otra. Estaba destrozada y sin saber por donde empezar a tirar del hilo. Hacia tan solo dos semanas que Gonzalo se habia marchado de casa, con cara de poquer y sin entender nada. Siempre ha tenido el don de la relatividad o de <>. Muy de tio; quedarse en la primera definicion del diccionario por norma y, como excepcion, mirar el resto. Mi memoria, ademas de ser selectiva, es caprichosa y decide siempre quedarse con los recuerdos placenteros y enviar al exilio los dolorosos. La ruptura con Gonzalo esta dentro de mi, pero muy desdibujada. Incluso metida en ese avion tantas horas y con la cabeza martilleando frases sueltas de aquella noche, de aquel final. <>. <>. <>. <>. <>. Fui incapaz de recomponer el rompecabezas. ?Que nos paso? ?Cuando empezamos a arrugar el amor hasta convertirlo en una bola de papel destinada a hacer canasta? Llore mucho en ese asiento: por mi, por no entender y por saber que habria dado lo que fuera para evitar la caida. Despues de aclararme con el mando y sus botoncitos e inspeccionar sus multiples posibilidades, escogi cine: El exotico hotel Marigold. Me costaba concentrarme por mi vecino, Mr. Nasty1 , y sus ruiditos. Tambien habia una nina negra de pelo muy rizado que se paseaba arriba y abajo. A veces se quedaba mirandome fijamente: los ninos tienen ese don de atravesar barreras y desarmarte en un ya. No nos dijimos nada, pero nos comunicamos sin el habla. La primera vez que la vi fue porque tropezo y cayo directa sobre mi. Su madre, un bellezon mulato, la fue a buscar y, sin levantar demasiado la voz, le echo una pequena reprimenda que la nina encajo estoicamente. Me recordo a Yago cuando tenia su edad. A los cinco anos y despues de una soberana bronca con Gonzalo, nos fuimos los dos al parque. Yago no quiso jugar, se sento a mi lado en un banco y se quedo mirandome fijamente en silencio. Despues de un rato me dijo: --<>. Me quede patidifusa, petrificada, convertida en estatua. No habia encontrado una replica a ese comentario, cuando vino el siguiente: --Papa te pone triste y ya no sonries. Me trague las lagrimas y lo abrace. --Yago… mama y papa son muy felices, lo que pasa es que… a veces se enfadan un poco. Como cuando tu y yo nos reganamos, pero nos queremos mucho. Miraba a aquella nina y me imaginaba a Yago ese dia, con sus ojos tan grandes y redondos, sentado a mi lado, tan pequeno pero siempre tan protector conmigo. Deseando a toda costa mi felicidad, incluso por encima de la suya. Siete anos despues de esa conversacion, se me saltaban las lagrimas mientras me bebia una Coca-Cola y pensaba en mi hijo, que ahora, con doce anos, no entendia nada y me culpaba de lo ocurrido. La adolescencia es muy mala compania, y como nino, futuro hombre, estaba muy unido a su padre. --!No! !No nos puedes hacer esto! No supe que responderle. Ni antes ni ahora ni nunca. Volver habria sido hacerme eso mismo a mi. Por eso estaba en ese avion, con el desconsuelo de maleta, el aturdimiento y la culpa de acompanante. Todo por una noche de insomnio y desesperacion en la que me plantee volver a fumar despues de casi ocho anos. Termine con un cubata, la mesa llena de fotos y hablando por telefono con mi amigo Pablo. Decidi que me tenia que ir de viaje, tenia que encontrarme. Llevaba una semana encerrada en casa. Lloraba, hablaba de Gonzalo y Yago en un bucle de culpabilidad, dormia, volvia a llorar, apenas me aseaba, apenas deseaba nada. Esa noche, mientras hablaba con mi amigo y me abria en canal mirando fotos, en la tele echaban un documental sobre Bali. --Encima viendo un documental sobre el destino preferido de los recien casados, !no te jode…! Pablo era un enamorado de la isla. --Alex, ?por que no te vas a Bali? Es un paraiso y necesitas pensar y sanarte. Me preocupas. --!Tu estas fatal! De paso me llevo alguno de mis libros de <> o <>. --No te iria nada mal aplicarte uno de esos manuales que escribes. --Sabes que no creo en esas chorradas. Solo me gano la vida con ellas. Son las biblias de las religiones de los agnosticos. En realidad, nada cura la decepcion, la desesperacion… Nada. Solo aprendes a vivir con ello. --Necesitas salir de ahi. Dejar esa casa por un tiempo y pensar. Pablo siguio enumerandome las multiples razones por las que tenia que irme a Bali mientras yo descartaba cada una de ellas a golpe de cubata y argumentos cada vez mas insostenibles. Sabia que tenia que hacer algo, pero mi cuerpo, mi mente y mi corazon se mantenian inmoviles. --Podrias aprender a hacer surf. Alli es el lugar ideal. --Si, a los cuarenta y tres y con una forma fisica deplorable. --?Por que no? Siempre has querido aprender, ?no? Pues ya tienes un motivo para irte. Aclararte y aprender a surfear… ?Hola? ?Alex? ?Estas ahi? Me entro un ataque de risa. Hacia tiempo que no me reia de aquella manera tan… como si se me acabara el aire y me fuera reventar la vejiga. Me parecio la razon mas surrealista de la noche y, a la vez, la que mas sentido tenia para mi. Irme a hacer surf, recuperarme, escucharme, aislarme y decidir si cerrar la puerta <> definitivamente o volver a abrirla. --!Pablo, tengo que colgarte! He decidido que me voy a Bali. Sin esperar al dia siguiente por temor a que se me pasara el pedo y me echara atras, inicie la busqueda de billete. Me meti en foros para saber algo de esa isla y me apunte en una lista todas las cosas que tenia que hacer: --Hablar con Gonzalo (!va a flipar!) --Hablar con Yago (no se si me perdonara por dejarle) --!Llamar al trabajo y pedir vacaciones ya! --Llamar a mi padre…

  • Prisionera del vikingo de Esmeralda Lynn

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    Sigrid Thorne debe casarse con un hombre que no ama; el desagradable Lord Robert Clemens. Pero para su desgracia (o fortuna) su boda es interrumpida por un ataque vikingos.
    Los salvajes del norte, liderados por Leif el Aplastacraneos, secuestran a Sigrid para pedir una recompensa. Cautiva en el barco de Leif, Sigrid tiene la seguridad de que nadie la forzara, pues necesitan que ella regrese intacta a su marido para poder cobrar el oro de la recompensa.
    Sin embargo, cuando la atraccion por el indomito e irreverente Leif se torne insoportable ?Que valdra mas para ellos? ?El oro o la pasion? ?Acaso es posible para Sigrid abandonar la vida civilizada y tener aventuras por el mar? Y ese hombre de barba roja como el fuego y con la espalda llena de cicatrices, ?podra darle el amor que ella no encontro en tierra firme?

  • Mision de doble filo de Encarna Magin

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    Olivia Park es una agente secreta de la CIA que recibe la orden de custodiar a un reconocido empresario hasta que declare en el juicio contra su exsocio. Lo que empieza siendo un caso mas se complica cuando Olivia descubre que el testigo protegido es Nick Evans, el hombre que le rompio el corazon en el pasado.

  • Cena de gala de F. Carod

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    Todos los matrimonios tienen problemas pero hay algunos que no tienen vuelta atras. Despues de diez anos de matrimonio, Abigail e Inaki festejan este dia con una gran cena de gala en el salon Montana Azul, sin embargo, cerca de la media noche, Inaki lleva a su esposa a un mirador en donde le tiene preparada una sorpresa, pero Abigail regresa al salon en lagrimas: Inaki ha desaparecido.

  • Voces en la niebla de Diana Paulino

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    Voces en la niebla trata de la historia de amor, con sus sinsabores y complicaciones, entre una mujer de mediana edad casada y su jefe, tambien casado.

  • Los crimenes de Shamersville de David Zafra Ruiz

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    !Necesitaba matarlas!
    Algo espeluznante se cierne sobre Shamersville en el
    fatidico invierno de 1899. El cadaver de una joven
    hallado en el sanatorio psiquiatrico pone en alerta
    a toda la comarca. El detective Alfred Tilman y su
    ayudante, el capitan Edward Stone, comienzan a
    profundizar en los hechos, cuando es anunciada la
    segunda victima. Tras las muertes se esconde un asesino
    sin escrupulos que desmiembra a sus victimas.
    El mutismo y miedo de los habitantes hara que el
    trabajo del detective y su ayudante sea mas complejo
    de lo inicialmente esperado.
    Nadie era consciente del sufrimiento que estaba
    aun por llegar...

  • Maria en las Highlands (Julia y amigas 4) de Kate Dawson

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    Que harias si alguien te dijese que vas a viajar al pasado? ?Que no hay nada que puedas hacer para impedirlo?

  • Cuando todo acabo de Anna Garcia

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    Os voy a contar una historia de amor diferente. Una historia llena de lucha, derrotas, sacrificios, lagrimas, imperfecciones y cicatrices. Una historia de amor de dos personas que se encontraron cuando no tenian nada y se separaron cuando lo tenian todo. Os voy a contar que paso… cuando todo acabo”

  • Rencor de Hector Pous

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    Hubo un tiempo en que Terrabona era un lugar tranquilo, donde nada sucedia y no se tenian perspectivas de que nada sucediese en el futuro. Pero ese tiempo estaba llegando a su fin. El pequeno municipio de Terrabona, un pueblo dormitorio olvidado por todos menos por sus pocos habitantes, se extendia exiguo en la costa valenciana. El verano habia llegado y como cada ano los turistas ingleses ocupaban las costas disfrutando del Sol abrasador del mes de Junio. En la costa todo parecia limpio y cuidado pero si uno se adentraba en el pueblo, encontraria otro panorama. Calles agrietadas y desiertas por doquier, en Terrabona no habia nadie, todo el mundo trabajaba fuera, alli el unico trabajo lo realizaban ancianos agricultores y unos pocos jornaleros cuando era epoca de recoleccion de la naranja. Aquellos que quisieran trabajar, debian mirar en otras poblaciones, no les quedaba otra, quedarse significaba morirse de asco. El unico edificio interesante de este pueblo se alzaba entre naranjos; antiguo y elegante, el Colegio San Cristobal de Terrabona, con su fachada hecha de roca blanca y pilares ornamentados de marmol del mismo color. Daba la sensacion de un castillo encantado, por supuesto no lo era, anteriormente habia sido un monasterio bastante conocido hacia algun que otro siglo. El edificio tenia tres plantas, cada una destinada a: Primaria, Secundaria y Bachillerato respectivamente, a algunos alumnos les hacia ilusion el llegar al ultimo curso de Primaria porque eso significaba que subian a la planta superior y tendrian mejores vistas; los que pasaban a Bachillerato, si es que pasaban, les daba igual. Los terrenos eran espaciosos, alli habia un campo de futbol que a su vez tenia postes con canastas para jugar al baloncesto, arboles y mucho espacio para hacer que los ninos, en su confinamiento, se lo pasasen lo mejor posible... o lo peor posible. Carlos Cots, un adolescente de dieciseis anos, delgaducho y de aspecto fragil, Caminaba mirando a los lados, temiendo ser objeto de burla otra vez. El recuerdo del tanga de Lara, la chica por la que estaba enamorado desde los seis anos, le hizo sonreir pese a la verguenza que habia sentido teniendo una ereccion en medio de clase. Sonriendo se adentro en el edificio. Tenia unas ganas tremendas de orinar. Carlos entro al sucio y maloliente servicio de su instituto bajandose la bragueta, ya no podia mas. El sitio estaba revestido de baldosas blancas salpicadas con orina y mocos, pintarrajeadas con rotuladores permanentes con todo tipo de frases y dibujos obscenos. Cuando el chorro se inicio, Carlos dejo escapar un respiro de alivio. No vio que dos personas estaban detras de el. Ruben Ibanez era un chico de diecisiete anos atletico y varonil con la mandibula cuadrada y pelo largo del color de la arena, iba seguido por su sombra: Un chico con cara de pocas luces llamado Pablo Roca que senalaba a Carlos. --Ahi lo tienes --dijo Pablo--, seguro que aun la tiene dura. --?Te gusta el culo de mi novia, Esmirriado? Con la primera palabra de Ruben a Carlos casi se le corto el chorro pero no se podia detener. No contesto, ignorar era su mejor arma defensiva aunque no fuera facil utilizarla. Asi le llamaban por alli, Esmirriado, entre otros apelativos cada cual mas ofensivo que el anterior. --Cuando alguien te pregunta debes contestar --insistio Ruben--. ?No eras maricon? Carlos estaba harto de que todo el mundo se burlase de el diciendo que era gay, siempre se habia contenido pero hoy, aunque timidamente, contesto: --?A caso no lo seras tu? Ruben lo agarro de los hombros haciendo que Carlos lo salpicara todo con su chorro mientras Pablo se unia a su fiel lider en sus esfuerzos. Entre ambos arrastraron a Carlos hasta uno de los cubiculos. Carlos lanzo codazos sin mucho afan, en el fondo sabia que era inutil resistirse, el no tenia fuerza y solo conseguiria que le hicieran mas dano, aun asi se resistio aunque fuera una mera resistencia simbolica. Los esfuerzos de Carlos divertian a Pablo que le hablo a la oreja, haciendole llegar su apestoso y humedo aliento. --Entra a ver si te gusta la sorpresita que te he dejado. Con un ultimo empujon, Ruben y Pablo tiraron a Carlos contra la asquerosa taza del inodoro. Carlos alzo una mano para evitar golpearse la cara contra la pared, se torcio la muneca derecha. Dentro del inodoro una pastosa mierda ocupada toda la taza desprendiendo un olor nauseabundo, Carlos se tapo la boca y la nariz con su mano buena y se giro hacia la puerta. Ruben estaba listo para la siguiente ronda pero Carlos fue mas rapido y cerro la puerta bloqueandola con el pasador. Ruben zarandeaba la puerta, temblaba como si un gran terremoto la estuviese sacudiendo y Carlos apoyo su cuerpo en ella para que no se saliese de los goznes. --!Abre Esmirriado de mierda! --grito Ruben. Pablo empezo a reir, sonaba como los rebuznos de un burro. --!Abre! te voy a ensenar lo hombre que soy --aporreaba la puerta Ruben--. Te voy a ensenar a no mirar a quien no debes. !Abre! --Eso --coincidia como un idiota Pablo. Al no obtener respuesta, dio un golpe en el contrachapado blanco dejando un agujero. El golpe fue tan violento que Carlos lo sintio recorrer su esqueleto, el sonido lo dejo sordo. --Como vuelva a pillarte te voy a matar, ?!me oyes!? El dia que menos te lo esperes te hundire la cabeza de un punetazo. Mientras Ruben continuaba profiriendo amenazas, Carlos estaba apoyado contra la puerta al borde de las lagrimas, impotente ante la agresividad de Ruben. Al cabo de unos interminables segundos se cansaron y decidieron marcharse. Era la hora de la salida y tenian que entrenar, por ningun motivo iban a quedarse mas que el tiempo obligatorio en el instituto. Cuando todo se calmo, Carlos abrio la puerta despacio, sin hacer ni un ruido. Miro por la fina ranura y solo vio el servicio desierto. De pie junto a los urinarios, Carlos miro a la puerta de entrada, asustado por si estaban alli fuera esperandole. Reunio valor, le costo mucho pero al final decidio que le daba igual lo que le pasase. --El dia que menos lo esperes --dijo entre dientes Carlos--, sere yo quien te mate. Pero su falta de conviccion era evidente ?como iba un esmirriado como el a siquiera pensar en hacerlo? Aparto ese acceso de locura de su cabeza. Con mucho sigilo abrio la puerta y se encontro un pasillo laminado en madera, desierto. En el umbral de la puerta Carlos contemplo la quietud del pasillo, un reflejo de como era toda su existencia, solitaria. Nadie en el instituto, nadie por las calles mientras andaba con la cabeza gacha y las manos en sus bolsillos. La mochila le pesaba como si llevara una roca en la espalda. El camino hacia casa se lo conocia de memoria, no le apetecia ir alli, pero no tenia otro sitio al que acudir, no tenia actividades extraescolares en las que poder concentrarse, ningun cine cercano en el que encerrarse, en Terrabona no habian bibliotecas en las que pasar el dia y no tenia amigo alguno con el que hablar hasta que se pusiera el Sol. Resignado, se dirigio al unico sitio seguro que disponia. 2 Un piso viejo y ennegrecido que habian intentado reformar muy poco; estaba sucio, habia pelusas de polvo rodando como si fueran plantas rodadoras de un western, todo estaba desordenado, daba la sensacion que este piso estaba abandonado desde hacia diez anos, pero la puerta de la entrada se abrio y Carlos entro arrojando la mochila a una esquina al azar y cerrando de un portazo. <> penso Carlos, desde hacia semanas su odio hacia el habia ido en aumento, sabia el momento exacto en que empezo a ser insoportable: Habia salido andar y se habia encontrado con Lara y el besandose apoyados en una pared, una daga atraveso el pecho de Carlos y la punzada de los celos no habia dejado de dolerle desde entonces. Al menos en esa destartalada casa podria obtener un poco de paz y seguridad, el encuentro con Ruben y el lameculos de su amigo lo habia dejado agotado, odiaba sentirse tan impotente pero tenia que aceptar la verdad de que nunca podria enfrentarse a alguien como el. Se acostaria y manana seria un nuevo dia, tal vez nadie se burlara aunque lo dudaba. Se habria extendido la historia de los banos y conociendo a los idiotas del instituto, se habrian encargado de modificarla para humillarle aun mas, para mostrarlo como un mariquita que habria aranado al grandote Ruben en su afan de agarrarle la polla y el le habia dado su merecido o tal vez como un baboso que se hacia pajas en el servicio pensando en los culos que habia visto en clase. La coherencia no valia, solo el poder de humillar al Esmirriado. Tenia ganas de que el instituto acabase y perder a todos de vista. Que se fueran a la mierda. Del sucio y maloliente servicio salio un hombre de unos cuarenta anos con barba de seis dias y el pelo alborotado, era evidente que volvia a estar borracho, ni siquiera habia tenido la decencia de vestirse y bajar a su bar preferido. Rafa Cots, padre de Carlos iba vestido con una camisa interior blanca con manchas y unos calzoncillos holgados de tela. Rafa balbuceo algo ininteligible para Carlos pero que para el sonaba perfectamente elocuente, sonaba a: --?Crees que esa es manera de entrar? --Ahora no papa --dijo en un tono que queria decir <>. Carlos iba a encerrarse en su habitacion, tal vez eso fuera mejor dadas las circunstancias. Se acerco a su padre evitando mirale a los ojos. Cuando estuvo cerca de el, Rafa le puso una mano en su pecho obligandole a pararse. Apreto, dolia. --?Quien cono te crees que eres hablandome asi? --no se entendia nada. Carlos estaba frente a frente con la cara de su padre, cerro los ojos, el olor a alcohol cortaba la respiracion--. Eres muy valiente ?verdad? te ponemos mi uniforme y vemos si aguantas una noche de patrulla. Carlos se solto, miraba de un lado a otro, pero no habia hueco en el estrecho pasillo para escabullirse a su habitacion, reticente echo un vistazo fugaz a los enrojecidos ojos de su padre que continuaba en su incomprensible parloteo enfadado. --Deberias de respirar lo que yo respire, ver lo que yo vi. Pero no lo soportarias porque eres un blando. En su borrachera no se entendia nada, pero no habia nada que entender, Carlos habia aprendido a bloquear lo que fuera que le estuviese diciendo e ignorarlo. Intento esquivarlo pero se interpuso en su camino, otro intento, esta vez siendo escurridizo como un pez. Lo logro. Continuo hacia su habitacion, la tenia a menos de dos metros. Si dormia la mona, su padre olvidaria todo lo que le hubiese dicho y volveria a su estado depresivo de siempre. Rafa le agarro la camisa con tanta fuerza que la desgarro. No pensaba dejarlo tan pronto. --?Que cono haces? --grito enfadado Carlos, no lo podia ignorar mas--. ?Crees que tengo camisas de sobra? Vete a tu habitacion papa, duerme la mona. --Cuando te enfrentes al fuego y casi mueras no te importara una camisa rota. ?Te gustaria no tener que ponerte una nunca mas? si hubieras estado a punto de morir, de ver la muerte tan cerca como yo, lo mirarias todo como lo hago yo: Como una mierda que no vale la pena. Ahora lo que farfullaba su padre le quedo claro, ?como no se habia dado cuenta? era lo que habia estado intentando ahogar a base de alcohol todo ese mes. Su padre habia recibido una llamada a la comisaria que le anunciaba que habia un incendio en la panaderia de la Calle del Forn. Codujo a toda velocidad y estuvo alli antes de que llegasen los bomberos. Vio a la panadera fuera retorciendose las manos y llorando en un ataque de ansiedad, miraba como el humo y las llamas salian de la panaderia que era a su vez su casa. Rafa, al oir lo que decia la panadera <> entro sin pensarselo dos veces. Luchando contra la tos, el calor y el desfallecimiento, Rafa subio las escaleras que llevaban a la casa, encontro al bebe en una de las habitaciones, lo cubrio con una manta para protegerlo de las llamas y se encamino de vuelta a rastras para evitar el venenoso humo. Un tablon del techo se desprendio, las chispas que levanto casi lo dejaron ciego. A pesar del intenso dolor avanzo. Una vez fuera, la ambulancia estaba llegando y corrio para atendiesen al nino. Trataron de ponerle una mascarilla de oxigeno pero el no paraba de gritar <> Cuando abrieron la manta encontraron al pequeno Miquelet muerto. Carlos intento serenarse e intentar una vez mas que la noche pusiera todo en su sitio. --Papa relajate, ve a tu habitacion y manana veras… Una bofetada lo tiro contra la pared. --!Como me vuelas a llamar borracho te juro… Carlos empezo a gatear hacia su habitacion. --?Donde crees que vas? --dijo meciendose al intentar seguirlo con la mirada. Carlos, avergonzado miro a su padre desde la puerta. Lagrimas de rabia le surcaban las mejillas. --!Cabron de mierda! --estallo Carlos--. ?Que diria mama si te viera? --!No menciones a tu madre! A trompicones Rafa se acercaba a Carlos, pero su hijo fue mas rapido y se encerro en su habitacion. Detras de la puerta se oyeron ruidos mientras Carlos, furioso, bloqueaba la puerta tirando lo primero que encontrara. Carlos respiraba fuerte, su pecho se movia con violencia, por fin estaba en su habitacion, un sitio igualmente desordenado y sucio cuyos unicos elementos limpios era la coleccion de CDs en una estanteria negra abombada por el peso y un piano electrico que parecia haber sido pulido con cera. Se acosto en su cama pero no podia relajarse, no podria en toda la noche. Una sensacion de peligro lo inquietaba, respiraba aceleradamente <> insistia su mente, su padre nunca se habia mostrado tan violento, pero esta no era la primera vez que le pegaba en este mes. Antes solo se mostraba deprimido, ahora todo era a peor. Deseaba que lo dejara de una vez, pero con un adicto no se puede razonar y Rafa Cots sabia de eso bastante. Cuando conocio a su futura mujer y madre de su hijo, era un pastillero esmirriado de la ruta del Bakalao que se metia rayas de cocaina y se emborrachaba todos los fines de semana quemando el poco dinero que ganaba y por ella dejo toda esa mierda, ella era su pilar de limpieza y sobriedad. Hasta ese momento, aunque el mundo exterior asustaba a Carlos, dentro de esta casa tenia una cierta paz y seguridad. Ahora no estaba seguro ni en su propia casa. Tres horas mas tarde, cuando todo se calmo, Carlos daba vueltas a la habitacion. Harto de la ansiedad, se sento al piano. Contemplo por la ventana que daba a la Montana de la Creu, el Sol se ponia tras la cruz de hierro oxidado que coronaba la cima de la colina. Su aspecto era fragil, parecia que se iba a derrumbar si el viento soplaba un poco mas fuerte de lo habitual. Carlos poso sus manos sobre el piano, las aparto indeciso, no sabia que tocar. Cada vez que se sentia mal con su mundo, Carlos tocaba el piano electrico, la herencia mas preciada de su madre junto a la coleccion de discos. Carlos miro una foto que habia sobre su escritorio, en ella un Carlos de seis anos saludaba a camara con su madre, que estaba en la cama de un hospital con un panuelo alrededor de su cabeza. Habia encontrado lo que estaba intentando expresar. Sus manos tocaron las teclas del piano y una melodia que alternaba altibajos de agresividad, pasion, delicadeza y tristeza se apodero de la habitacion. Dos horas mas tarde estaba profundamente dormido junto al piano con un brazo sobre las teclas. Lo que pasase manana lo tomaria con resignacion. Al menos en sus suenos era libre, pero en muchas ocasiones incluso alli lo perseguian las burlas. 3 Bajaba las escaleras con el murmullo lejano de su clase delante de el, queria retrasar al maximo su llegada a la siguiente clase, la aborrecia tanto como aborrecia al profesor que la impartia. Al salir, vio el campo de barro con rayas blancas pintadas de manera improvisada. Tenia dos porterias de futbol oxidadas y sin red a cada lado, un poste con un aro de baloncesto sobre cada una de ellas. Carlos odiaba el deporte pero preferia jugar a baloncesto un millon de veces antes que jugar a futbol, pero en el mundo parecia que solo existiera un deporte. Encendia la television y veia las noticias, cuando llegaba la seccion de los deportes, el unico del que se hablaba era de futbol, si el espacio duraba treinta minutos, veintiocho de ellos se lo dedicaban a machacar sobre partidos, poniendo musica dramatica y dramatizando algo que tenia menos drama que alguien cocinando un pastel, hablando de los jugadores como si fuesen dioses. Ruben estaba alli rodeado de sus amigotes y su fiel sombra Pablo, queria llegar a ser un jugador profesional y aprovechaba cada ocasion para demostrarlo. Carlos pensaba que iba en el buen camino, ya era un ignorante analfabeto con el unico proposito de ganar. Un grupo de unos treinta alumnos estaba congregado delante del profesor de gimnasia. Mario era un chico de treinta anos con cuerpo atletico; lucia una barba perfectamente delineada; su pelo, un tupe negro peinado con algun tipo de potingue que lo dejaba brillante. La imagen perfecta de un futbolista, de hecho, Mario habia deseado llegar a profesional pero la oportunidad nunca llego y se tuvo que contentar con este puesto, soportando adolescentes cuando los detestaba cada vez mas. Entre los alumnos se rumoreaba que le habian dado este trabajo porque no daba para mas. Gobernaba a sus alumnos como si el fuera un general y ellos sus soldados. --A Ver… Ruben, Ivan. Haced equipos --dijo Mario fingiendo senalar al azar. Ruben salio sonriendo satisfecho junto con Ivan, un chaval de diecisiete anos que siempre miraba por encima del hombro a los demas pero que rara vez lo hacia con maldad. <> penso Carlos. Ruben fingia que le costaba decidir pero estaba claro que ya tenia su equipo en mente. --Pablo. Uno a uno Ruben e Ivan fueron seleccionando a los alumnos de mas atleticos a mas escualidos o gordos, de sus amigotes a los marginados. Carlos y Patri <>, una chica de dieciseis anos con algunos kilos de mas y una marana sin brillo de color arena por pelo, fueron los ultimos candidatos a ser elegidos. Ruben los miraba con una mano en su barbilla. Alargo su decision haciendo que se sintieran aun mas incomodos. --Fatty, quiero decir, Patri --se burlo Ruben. Patri avanzo y sin que nadie mas que ella lo oyera dijo: --Muy gracioso, Cabron. Durante un largo rato, Ivan se debatio entre escoger a Carlos o pedir jugar con un jugador menos. Harto de tanta tonteria, Mario dijo: --Carles, al equipo de Ivan. Carlos se quedo en su sitio, levanto la cabeza y dijo asqueado:

  • Un amor de cinco estrellas (A city of love 3) de Mabel Diaz

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    Aleksandar es el maitre del hotel de super lujo Ragusa Princess Palace, en Dubrovnik. Es un hombre tranquilo y con buen humor hasta que llega Erika para poner a prueba su paciencia.
    Erika esta en la Perla del Adriatico con una mision que debe llevar a cabo en tan solo seis dias. Sin embargo, no espera encontrarse con Alek y que todo lo planeado corra el riesgo de fracasar.
    A todo esto hay que sumar una vaca del chocolate dispuesta a ponerle las cosas dificiles a los dos.
    ?Quien se saldra con la suya y conseguira sus objetivos?

  • Una cancion bajo las estrellas, Laura Morales de Laura Morales

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  • La fragilidad de un corazon bajo la lluvia de Maria Martinez

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    Es duro aferrarse a un sueno. Lo hice durante mucho tiempo, y nunca deje de creer que debia de haber algo mejor que aquella vida erratica por la que mi madre me arrastraba. Lo habia. Lo descubri a los doce anos. Cuando estaba a punto de rendirme. Cuando ya habia dejado de esperar. Llegue a un lugar en el que encajaba. Poseia todo lo que siempre anhele: luz, calor, risas, momentos extraordinarios… seguridad. Y ellos. Sobre todo, ellos. Deje que abrieran la caja donde habia guardado mis latidos, mis palabras y la esperanza, recubierta por una fina pelicula de polvo. Confie y me deje llevar, permiti que alimentaran mis suenos. Cruce al otro lado del espejo, creyendo que alli todo seria eterno. No lo fue. No salio bien. Termino, y lo unico que aprendi de aquel tiempo es que hay personas que nacemos para ser abandonadas. Antes o despues, siempre acaba pasando. Se deshacen de nosotros. No importan las promesas. Es tan facil incumplirlas como lo fue pronunciarlas. <> Cuanto dolor pueden causar esas cinco letras, hasta que descubres que no existen tiritas ni medicinas para calmarlo, y solo puedes protegerte de el. Evitar esa sensacion de abandono, cuyo unico tratamiento es el olvido. Un olvido meticuloso y selectivo. Esa certeza me transformo y cambio mi forma de relacionarme con los demas. Aquel dia, sentada frente a Eliza, aun no era consciente de hasta que punto habia desaparecido dentro de mi propio cuerpo. Ni de que los ultimos ocho anos solo habian sido una sucesion de dias, semanas y meses sin mas trascendencia que el simple paso del tiempo. Porque el tiempo habia pasado y yo no. Mis miedos se habian transformado en cadenas invisibles a las que me acostumbre sin darme cuenta. No hacer nada era mejor que arriesgarse, avanzar o cambiar. Mejor que abrirse, confiar e ilusionarse. Porque, si solo me limitaba a ser, las posibilidades de descubrir cual era esa tara que me hacia tan prescindible en la vida de los demas se reducian bastante. Apenas recuerdo como empezo ese dia. Podria haber sido un dia mas. Un martes cualquiera como tantos otros. Pero no lo fue. Tuve que perderlo todo para darme cuenta de que nunca habia tenido nada. Que para poder avanzar, debia retroceder. Para encontrarme, debia perderme de nuevo. Un martes cualquiera --Deberias decirle algo --me susurro Eliza--. El diseno es tuyo y mereces que se reconozca tu talento. Esa mujer se lleva todo el merito, mientras tu vives a su sombra y nadie sabe que existes. Me humedeci los labios, incomoda, y pasee la vista por la gente que abarrotaba el restaurante espanol en el que comiamos un par de veces a la semana, a medio camino entre mi trabajo y la floristeria de Eliza. Esa misma manana, mi jefa habia presentado el nuevo logo para una discografica independiente neozelandesa. Mi logo. Mi diseno. Del que se habia aduenado sin ningun reparo, otra vez. Llevaba tres anos aguantando aquella situacion, esperando un contrato como disenadora que no llegaba nunca, malviviendo como una estudiante becaria en practicas indefinidas. Tres anos, nueve campanas que habian funcionado gracias a mis ideas y mi trabajo. Por las que habia sacrificado tantas cosas. Sin embargo, para el mundo yo solo era la chica que servia cafes, tomaba notas y hacia los recados. Sabia que Eliza tenia razon. La culpa era mia por permitir que Veronica se apropiara de mis obras. Al principio, porque valoraba mas la experiencia que iba adquiriendo y las perspectivas de futuro que danzaban en mi horizonte una vez que me licenciara. Ahora, porque esa mujer era el Demonio y, si me marchaba sin su consentimiento, ya podia olvidarme de volver a trabajar en el sector. Tenia mucha influencia en el mundillo y frustraria cualquier oferta que pudiera recibir. --Tu jefa es una bruja. --Lo se --admiti. Veronica era una mujer muy complicada y dificil de tratar. No brillaba por su comprension ni su simpatia. Era fria y, en ocasiones, muy despotica. Por suerte, yo nunca habia sido el objetivo de sus arrebatos. El truco consistia en no abrir la boca, entregar el trabajo a tiempo y darle siempre la razon. --Podrias dejarla en evidencia y que sus clientes descubrieran la verdad. --Dudo de que mi palabra sea suficiente para convencer a nadie --replique. Di un sorbo a mi cafe--. Necesito el dinero, Eli. No puedo permitirme perder este trabajo. --?Y vas a conformarte sin mas? --Yo no he dicho eso. Solo que debo esperar un poco, antes de tomar otras medidas. --?Como cuales? --Ahora que conozco todos los entresijos, montar mi propia agencia de publicidad seria una opcion. --?Y por que esperar para eso? Andrew podria echarte una mano. Las cosas le van bastante bien. Sonrei sin poder ocultar lo orgullosa que me sentia de el. Tras graduarse en la universidad, se habia arriesgado a crear su propio negocio. Desarrollaba aplicaciones para telefonos moviles y en el ultimo ano habia logrado posicionarse entre las empresas mas punteras del sector. --Ya sabes lo importante que es para mi no depender de nadie, y menos de Andrew. --No creo que aceptar su ayuda te convierta en una mujer dependiente. Llevais dos anos viviendo juntos y algun dia formareis una familia. Compartireis muchas cosas y el dinero sera una de ellas. --Quiere que deje de trabajar cuando nos casemos. Me lleve a la boca un pellizco de la tarta de manzana que compartiamos y rehui su mirada suspicaz. --No me habias contado nada de eso. --Es algo a largo plazo y tenemos que hablarlo con calma. Por eso no te he dicho nada. --Una cosa es dejar que te ayude y otra muy distinta que lo abandones todo. --Bueno, lo que quiere en realidad es que deje la agencia y monte un pequeno estudio en el que trabajar, que cree algunas obras, busque un agente y trate de exponer. Incluso intentarlo en el mundo editorial, ya sabes, ilustrar libros, cuentos, disenar cubiertas… Eliza se inclino sobre la mesa y pude ver como sus ojos se iluminaban. --Pero !eso es genial, Darcy! Ser artista profesional es tu sueno desde… desde siempre. Por eso elegiste Bellas Artes como carrera. --Asi es… pero… Guarde silencio sin saber muy bien como explicar ese sentimiento que me llenaba el pecho cada vez que pensaba en esa posibilidad. Pintar, ilustrar, crear arte desde un simple papel. --!Eh! --Eliza me tiro una bolita de pan. Me habia quedado ensimismada, divagando. Insistio --: ?Pero? Suspire con ese deje de derrota que solia impregnar mi voz cuando hablaba sobre el tema. --?Sabes lo dificil que es convertirse en una artista que logre exponer sus trabajos? Y de ganar dinero con ello ni hablamos. --Apure el cafe y negue con la cabeza--. Si no sale bien, y no saldra, perdere todo lo que he conseguido hasta ahora. --?Te refieres a trabajar cuarenta y cinco horas a la semana y ser la esclava de Veronica el resto de tu vida? !El sueno de cualquiera! La fulmine con la mirada. Ella encogio un hombro sin ningun indicio de arrepentimiento. No podia culparla por ser tan directa conmigo. Era asi desde que nos conocimos en la residencia de estudiantes, cuando la casualidad nos hizo companeras de habitacion y se convirtio en mi mejor amiga. --Bueno, prefiero ser la esclava de una loca egocentrica que una esposa mantenida y culona. --?Culona? Me aparte el pelo de la cara con ambas manos. --Anna ha comentado una de nuestras fotos en la cuenta de Instagram de Andrew: <>. --!Menuda arpia! Se muere de envidia. --Esta enamorada de el desde la universidad. --Pues que lo supere de una vez, es tu chico y ella no deja de perseguirlo. ?Acaso no tiene dignidad? Sonrei. --No me importa. --Pues deberia importarte un poquito. Las chicas como ella no tienen ningun reparo a la hora de inmiscuirse en una relacion, y ya sabes lo que dicen… <>. El estomago me dio un vuelco. Andrew era la parte mas estable y segura de mi vida, la idea de perderlo me provocaba un gran malestar. --Andrew no me enganaria. Ni tampoco me dejaria. --Claro que no, es un chico estupendo y te quiere muchisimo. --Con los codos en la mesa, Eliza hundio el rostro entre las manos y solto un grunido--. Si tu tienes el trasero grande, entonces el mio deberia llamarse Moby Dick. Frunci el ceno.

  • Cenizas antiguas de Rocio Verdejo

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    Aaron estaciono su coche justo frente a un edificio grande de vidrios oscuros, el cual, se muestra imponente en el centro de la ciudad, es una de las construcciones mas innovadoras que se ha desarrollado en aquel lugar, el cual, en los ultimos anos, ha tenido un crecimiento economico vertiginoso. Tras poner su pie sobre el pavimento, Aaron sabia que estaba tomando la decision correcta al llevar a cabo uno de sus planes mas ambiciosos. Cierra la puerta del coche, ajusta su corbata, da algunos retoques a su traje oscuro muy elegante, se cerciora de que sus zapatos esten limpios, es un hombre, cuya atencion a los detalles, siempre lo ha caracterizado. En sus munecas, se pueden visualizar unos gemelos de oro, los cuales, tienen forma de una especie de cruz. No es la cruz habitual que solemos ver en cualquier lugar, tiene puntas afiladas con cierta curvatura, que las hacen lucir un poco mareadas. Parecen gemelos hechos a mano, artesanales, pero del oro mas puro que se haya extraido jamas de una mina. Cualquiera que lo vea, puede quedarse impactado, ya que, la estatura de Aaron es bastante imponente, alcanza casi los 2 metros de altura, resultando un hombre fuerte, estilizado, y muy moderno. Lleva una barba muy bien cuidada, su cabello estaba perfectamente peinado, su mirada estaba fija en el edificio, parece que esto se ha convertido en su unica obsesion durante los ultimos dias, asi que, despues de verificar que su coche ha quedado perfectamente cerrado, comienza a caminar hacia su destino. Dejaba pasar a algunas personas frente a el, mientras parecia estudiar el comportamiento de los habitantes de Dealon. Las personas apenas estaban comenzando a adaptarse a la transformacion de la ciudad, la cual, tan solo hace algunos anos atras, era un simple pueblo minero, el cual, simplemente se dedicaba a actividades agricolas, y apenas tenian electricidad y telecomunicaciones. La llegada de inversionistas y descubrimientos inesperados, habia hecho que el pueblo experimentara una explosion economica, atrayendo a una gran cantidad de estudiosos, los cuales, habian comenzado a hacer vida profesional en Dealon. Poco a poco, aquellos que habian tenido una vida tranquila en el poblado, habian sido desplazados, siendo presionados para abandonar sus tierras mientras se levantaban importantes edificios, centros comerciales y empresas, era un cambio drastico de 180deg para todo lo que habian vivido los habitantes de Dealon. Para Aaron, parecia algo absurdo lo lujoso que podia llegar a ser un edificio construido en un lugar como este, pero este, era un reflejo de la personalidad de su creador, con quien se encontraria por primera vez en esta oportunidad. Habia tenido algunas conversaciones via telefonica, incluso, por correo electronico, pero nunca habia tenido la posibilidad de encontrarse frente a frente con Terrance Ford. Tras entrar en aquel lugar, camino directamente hacia el elevador, y coincide en su paso con una rubia espectacular, la cual, capta su atencion desde el primer momento, y a pesar de que trata de enfocarse en otro punto, aquella mujer le roba la atencion desde el primer Instante. No solo era su figura, la cual, era muy ardiente y despampanante, con una cadera ancha, con unas nalgas de acero, una cintura delgada y apretada, piernas alargadas y senos voluptuosos. Era toda una escultura, pero mas alla de esto, Aaron parecia tener la habilidad de ver por encima de estas caracteristicas. Veia a traves de las personas, y aquella mujer, parecia proyectar una seguridad en si misma, un espiritu aguerrido y una personalidad avasallante. Parecia poco probable que una simple mirada pudiese revelar tanta informacion, pero era la experiencia que habia logrado desarrollar a lo largo de su existencia este personaje tan particular y misterioso, el cual, finalmente habia llegado a la puerta del elevador. Habia dejado que la chica presionar el boton, y ambos habian cruzado una sonrisa de cortesia mientras esperaban. La hermosa mujer, tomo su movil mientras hacia tiempo, y parecia muy enfocada en sus asuntos, era del tipo de chica que no iba por el mundo distraida o esperando que el tiempo se quemara sin ningun objetivo, esta mujer era una adicta al trabajo, eso podia verse a leguas. La observo de manera discreta, no queria llamar su atencion, no queria ser visto como un acosador o un psicopata, asi que, simplemente daba miradas de reojo periodicamente, mientras trataba de detallarlas. Su cabello era liso hasta los hombros, perfectamente peinado hacia un lado. No habia una sola cosa imperfecta en esta chica, su piel era suave, a simple vista se veia que la cuidaba mucho, tenia ese brillo particular de una dermis humectada y bien tratada. En su mano llevaba un bolso, en la otra sujetaba un abrigo colgado en su antebrazo, mientras su movil era manejado con destreza. Finalmente, la puerta del elevador se abrio, salieron un grupo de ejecutivos, ellos se apartaron para que salieran, y finalmente Aaron permitio que la chica ingresada. En esta oportunidad, serian solo ellos dos los que utilizarian el elevador, y por primera vez, escucho la voz de Alice. --?Hacia que piso te diriges? --Pregunto la chica. Aquella dulzura que emano de la hermosa joven de cabellos rubios, dejo a Aaron sin palabras, se quedo atontado, viendola como si fuese idiota, simplemente perdido en su belleza, en sus facciones, y la perfeccion de las lineas de su rostro que parecian ser dibujadas por el propio Leonardo da Vinci. --Disculpa, necesito que me digas hacia que piso vas, o tendras que viajar conmigo hasta mi destino. --Dijo la rubia con una sonrisa en su rostro. Esta vez, pudo ver sus dientes, eran grandes, simetricos y perfectamente cuidados, posiblemente con ortodoncia, aunque se inclinaba mas por una genetica infalible, ya que, aquella chica parecia haber nacido en una cuna dorada. Era bella, dulce, inteligente y decidida, con todas las caracteristicas que pudieran llamar la atencion de un hombre como Aaron. --Lo siento, estoy un poco distraido. Voy al ultimo piso. Creo que es el 22. --Dijo Aaron, mientras veia el tablero del elevador. --Oh, que casualidad Yo tambien voy para el piso 22. --Respondio ella, mientras presionaba el boton. Estaban encerrados alli, y esto parecia haberle generado una sensacion completamente distinta a la chica, ya que, ahora no se veia tan segura como en un primer plano. Ahora estaba insegura, nerviosa, no parecia estar acostumbrada a estar en lugares cerrados con otras personas, esto, le genero cierta curiosidad a Aaron, quien puede notar como aquella joven tan espectacular, movia sus pies de manera nerviosa, golpeando la superficie del suelo del elevador mientras esperaba a que aquel objeto subiera lo mas rapido posible. --?Ocurre algo? Te ves un poco incomoda. --Dijo Aaron. --Detesto los elevadores. No me gustan las alturas. --Respondio de una manera timida a su acompanante. --Tengo entendido que este es uno de los edificios mas importantes de la ciudad, ha sido creado con una tecnologia de primera, asi que, creo que no tienes nada porque preocuparte. -- Respondio Aaron. Ella no respondio, simplemente, sonrio de una manera cortes y trataba de controlar sus nervios. En cada oportunidad que tenia que subirse a un elevador, o encontrarse en un punto alto, su actitud era completamente descontrolada. No podia tener dominio de aquellas reacciones que se generaban, habia sudor, temblores, no podia hablar con normalidad, las palabras parecian quedarse atragantadas en su garganta, como si su cerebro dejara de funcionar de manera normal. Ante aquella incomodidad proyectada por la rubia, Aaron decidio guardar silencio y comenzar a hacer hipotesis en su mente, ya que, una chica tan hermosa y sexy en un lugar como este que fuese al mismo destino que el, posiblemente iba con otras intenciones. Rapidamente, cambio de parecer, era posible que aquella hermosa rubia, fuese una de esas que eran contratadas por los millonarios para darse un gusto de vez en cuando. Era muy probable que esta despampanante mujer, fuese un escort de lujo, un acompanante de altos ejecutivos, la cual, podria cobrar por sus servicios una fuerte suma de dinero. Esto no la hizo menos interesante, ya que, posiblemente este tambien podria contratar sus servicios si realmente este fuese el caso. Aquel viaje sirvio para que Aaron imaginara mil y una cosas, simplemente con tenerla alli frente a el, era una oda a la perfeccion, su silueta, su actitud, el aura que emanaba de ella, todo era simplemente espectacular. Como si se tratara de un milagro, finalmente, las puertas del elevador se abrieron, y Alice salio rapidamente de aquel objeto infernal, el cual parecia convertirse en su principal enemigo cada vez que entraba. Ella, camino rapidamente por el pasillo, olvidando que aquel hombre le habia iniciado una conversacion, esta no parecia interesada en hacer conexion con absolutamente nadie, era una joven timida, reservada e introvertida. Esto, potencio mucho mas el interes de Aaron, ya que, queria explorar cuales eran esos misterios que emanaban de una mujer tan enigmatica y bella. Era evidente que dejaria salir a la chica primero, ya que, de esta manera tendria la posibilidad de detallar con mucho mas detenimiento las dimensiones de su culo, asi de descarado era Aaron, y no se contuvo. Apenas la tuvo frente a el, avanzaba a paso lento, degustando se con lo que sus ojos veian. Ni siquiera noto que su lengua paso por su labio, aquella delicia que estaba contemplando le habia despertado el apetito sexual. Sintio como aumentaba su ereccion instantanea, pero siguio caminando detras de ella, tratando de fingir que nada estaba pasando. Era un fanatico de las mujeres, de esto no habia duda, le encantaban, le fascinaban, le entretenia mucho poder seleccionar una nueva victima, saciarse con sus talentos, con su carne, darse placer con sus atributos, y posteriormente, seguir con su vida ajetreada dedicada a el cumplimiento de sus planes principales. Mientras camina por aquel lugar, las personas que lo miran, lo observan con cierto recelo, es un hombre misterioso y que no se ajusta al esquema de los habitantes de Dealon. Es evidente que es la primera vez que ingresaba alli, y su unica fuente de atencion son dos personajes hasta el momento, el hombre con quien se reunira, y la rubia que camina justo delante de el con aquel vestido color gris plomo, el cual se ajusta de manera entallada a su figura. Un par de mujeres, comentaron acerca de la belleza de aquel hombre, era imponente, masculino, irradiaba una seguridad tremenda, y al hacer contacto visual con ellas, estas sintieron que se estremecieron de manera instantanea. Aaron les sonrio a ambas, y estas, casi experimentaron un orgasmo al momento, era un tipo de esos que solian aparecer en las portadas de revistas de negocios, pero que muy perfectamente podria ocupar la portada de una revista fitness. Su cuerpo era majestuoso, se veia que entrenaba, o al menos eso era lo que asumieron aquellas mujeres, las cuales, comenzaron a preguntarse de donde habia salido aquel especimen tan perfecto. Aquellas mujeres no eran nada feas, eran bastante atractivas y sensuales, de esas que facilmente podria poner de rodillas simultaneamente, y que compartieran una sesion de sexo oral con su gran miembro expuesto en el bano de aquel edificio. Se veian que eran mujeres faciles, lujuriosas, pero para el, no es momento de distraer su atencion. Va camino en la misma ruta de aquella rubia, y en algun punto, se preocupo de que esta pensara que la estaba siguiendo.

  • Universos infinitos de Guillermo Tato

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    ?Alguna vez has imaginado como habria sido tu vida si esa noche magica hubiese acabado de otra manera?

  • La estrella robada de Mary Higgins Clark

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    Faltaban veintidos dias para Navidad, pero este ano Lenny queria comprar sus regalos con antelacion. Seguro de que nadie conocia su presencia y tan inmovil y silencioso que apenas se oia respirar, observo desde el confesionario como monsenor Ferris recorria la iglesia cerrando con llave las puertas para la noche. Con una sonrisa despectiva en los labios, aguardo impaciente a que las luces del sagrario se apagaran. Al ver que el monsenor echaba a andar por el pasillo lateral encogio el cuerpo, pues eso significaba que iba a pasar por delante del confesionario. Una de las tablas del cubiculo crujio y Lenny blasfemo en silencio. Por un resquicio de la cortina vio que el clerigo se detenia y aguzaba el oido. Luego, creyendo que no era nada, monsenor Ferris siguio hasta el fondo de la iglesia. Instantes despues la luz del vestibulo se apago y se oyo una puerta al cerrarse. Lenny se permitio un suspiro audible. Estaba completamente solo en la iglesia de San Clemente, en la calle 103 Oeste de Manhattan. Sondra se hallaba bajo el portal de una casa situada justo enfrente de la iglesia, al otro lado de la calle. El edificio estaba en reformas y el andamio, levantado a ras de suelo, la ocultaba de la vista de los transeuntes. Queria asegurarse de que el monsenor salia de la iglesia y entraba en la rectoria antes de dejar al bebe. Durante los dos ultimos dias habia asistido a los oficios de San Clemente para conocer las costumbres del clerigo. Tambien sabia que cada dia a las siete, en epoca de Adviento, dirigia el rosario. Debilitada por la tension y el esfuerzo del parto ocurrido unas horas antes, con los pechos hinchados por el liquido que precedia a la leche, se apoyo en el marco de la puerta. Un debil gemido procedente del interior de su abrigo parcialmente abotonado hizo que sus brazos, llevados por el instinto materno, hicieran el gesto de mecer. En la hoja de papel que planeaba dejar con el bebe habia escrito cuanto podia revelar sin delatarse: <>. Sintiendo un nudo en la garganta, Sondra vio la figura alta y algo encorvada del monsenor salir de la iglesia y dirigirse a la rectoria, situada justo al lado. Era el momento. Habia comprado dos camisitas, unos patucos, un camison largo, un abrigo con capucha, algunos biberones y panales desechables. Habia arropado a la pequena al estilo indio, con una bata de lana gruesa y dos mantas, pero la noche era tan fria que en el ultimo momento habia traido consigo una bolsa de papel marron. Habia leido en algun lugar que el papel era un buen aislante contra el frio. De todos modos, el bebe no iba a pasar mucho tiempo a la intemperie, solo hasta que Sondra encontrara un telefono y llamara a la rectoria. Lentamente, se desabrocho el abrigo y cambio de postura al bebe teniendo especial cuidado con la cabeza. Las farolas de la calle le permitian ver la cara de la pequena con claridad. --Te quiero --susurro con vehemencia--. Siempre te querre. La nina levanto la vista. Tenia los ojos totalmente abiertos por primera vez. Unos ojos marrones, unos mechones claros y rizados sobre una frente diminuta, labios pequenos y encogidos buscando el pecho de la madre. Sondra estrecho la cabecita y sus labios rozaron la suave mejilla de la criatura al tiempo que le acariciaba el cuerpecito. Luego, con gesto decidido, introdujo la diminuta figura en la bolsa marron y cogio el cochecito de segunda mano que, cerrado, descansaba a su lado. Los coches aparcados la protegian de las miradas curiosas al cruzar la calle en direccion a la rectoria. Subio los tres escalones de la estrecha entrada y abrio el cochecito. Tras colocar el freno, deposito a su hijita debajo de la capota y dejo la bolsa con la ropa y los biberones a sus pies. Se arrodillo y la contemplo por ultima vez. --Adios --susurro, y echo a andar a toda prisa hacia la avenida Columbus. Telefonearia a la rectoria desde una cabina situada a dos manzanas de alli. ***** Lenny se enorgullecia de ser capaz de entrar y salir de una iglesia en menos de tres minutos. Podria haber alarmas silenciosas, penso al abrir su mochila y sacar la linterna. Tras dirigir el haz de luz al suelo, inicio el recorrido de costumbre. Primero se encamino hacia el cepillo de los pobres. Sabia que ultimamente la cuantia de las limosnas habia disminuido, pero este cepillo contenia una recaudacion mas sustanciosa de lo normal, entre treinta y cuarenta dolares. Los cepillos de las ofrendas, situados debajo de las velas votivas, fueron los mas satisfactorios de las ultimas diez iglesias que habia saqueado. Habia siete, cada uno instalado frente a la estatua de un santo. Con mano rapida, forzo los cerrojos y recogio el dinero. Durante el ultimo mes habia acudido a misa en dos ocasiones para estudiar la distribucion de la iglesia y habia observado que el cura consagraba el pan y el vino en copas muy sencillas, de modo que no se molesto en forzar el tabernaculo. Ademas, se alegraba de no hacerlo. En su opinion, los dos anos vividos en la escuela parroquial le habian afectado profundamente, pues ahora le creaba remordimiento hacer ciertas cosas, lo cual era un fastidio a la hora de saquear iglesias. En cambio, no tenia reparos en hacerse con el trofeo que le habia llevado hasta aqui: el caliz de plata con el diamante en forma de estrella en la base. Habia pertenecido al sacerdote Joseph Santori, el fundador, un siglo atras, de la parroquia de San Clemente, y era el unico tesoro que poseia esta iglesia historica. Sobre una vitrina de caoba, en un nicho situado a la derecha del sagrario, colgaba un retrato de Santori. La vitrina, muy ornada, poseia una reja destinada a proteger el caliz. En una de las ocasiones en que habia asistido a misa, Lenny se habia acercado para leer la placa expuesta debajo de la vitrina: <>.

  • Amar en tiempos de guerra (Una mujer en el cruce de los Andes 2) de Nidia Restovich

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    Ultima entrega de la bilogia <> de Nidia Restovich.

  • Un jefe muy Satisfayer de Dylan Martins

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    Sara esta decidida a quedarse con una buena porcion de la suculenta tarta que supone la venta de las bodegas de su abuelo, un hombre de negocios que siente autentica devocion por ella. Asi las cosas, obliga al comprador a firmar un contrato blindado con su nieta, que le asegura una posicion economica desahogada de por vida.

  • El jeque que me amo de Loreth Anne White

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    Cuando el mar arrastro a aquella bella y misteriosa mujer hasta la isla del jeque David Rashid, la vida del guapisimo ejecutivo dio un vuelco. Aquella belleza desperto poderosas pasiones en el, pero ocultaba un secreto que podria destruirlos a ambos.

  • La Trilogia Insomne de Samuel Vernal

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    "LA TRILOGIA INSOMNE" es una adictiva serie de novelas que fusiona enigmas historicos, crimenes, suspense, misterio y una arriesgada historia de amor. Esta ambientada principalmente en el Pais Vasco, en la costa cantabrica de Europa. Una tierra repleta de leyendas donde las brujas y la veneracion a una diosa suprema de caracter femenino dan forma a los relatos mitologicos en los que muchas personas continuan creyendo fervientemente hoy en dia.

  • La venganza de un hombre paciente de Alfonso Tello

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    En un pequeno pueblo andaluz, que sobrevive a los anos de carestia y miedo de la posguerra, aparece un cadaver en mitad de la plaza. La investigacion apunta a asuntos de contrabando, pero nada esta claro en un lugar donde todo el mundo guarda secretos

  • Intento de seduccion de Cat Schield

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    London McCaffrey habia hecho un trato para vengarse a cualquier precio. El objetivo era uno de los hombres mas influyentes de Charleston, pero el impresionante piloto de coches Harrison Crosby se cruzo en su camino como un obstaculo muy sexy.

  • Relojes de sangre de Leni Zumas

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    En esta feroz e imaginativa novela el aborto es, una vez mas, ilegal en Estados Unidos, la fertilizacion in vitro esta prohibida y la Emmienda de Humanidad da derecho a la vida, libertad y propiedad a todos los embriones. En un pequeno pueblo pesquero de Oregon, cinco mujeres navegan a traves de estas nuevas
    barreras acompanadas de las perpetuas preguntas sobre la maternidad, la identidad y la libertad.
    Relojes de sangre es a la vez un drama cuyo misterio se desenvuelve con una energia magnetica y una devastadora novela de ideas. En la vena de Margaret Atwood y Eileen Myles, Leni Zumas explora los contornos de la experiencia femenina, evocando El cuento de la criada para un nuevo milenio.

  • Encierrate Conmigo (Todo Saldra Bien 12) de Laura Lopez Alfranca

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    Tras un buen rato de espera en soledad, Thelma habia llegado a la conclusion de que la muerte era mucho mejor que su vida. Incluso en aquella extrana sala con una mesa enorme, con silla negra a juego y ese extrano cuadro saliendo de esta; sin ser el cielo prometido por las Sagradas Escrituras, le parecia mucho mejor que la vida terrenal. Preferia aburrirse y sentir un terrible sueno mientras esperaba, que tener... No, no iba a pensar en su vida anterior. Es mas, si iba a tener una nueva vida en el Paraiso tras demostrar su modestia y temor de Dios, ya no necesitaba preocuparse por su curiosidad. Ya nadie la azotaria por ella y eso le hizo sentirse como nunca. Nadie la castigaria por... por existir, mucho menos tras ascender. Decidido: iba a ser quien siempre habia deseado. Eso le hizo resplandecer de felicidad, literalmente. Le gusto tener un arcoiris en el corazon y verlo brillar. Al final, a pesar del sufrimiento, tenia la sensacion de que podria ser feliz de verdad. Se estremecio y no pudo evitar un gritito de alegria. Se levanto, se sento en la gran silla de enfrente y toco el cuadro, que era completamente negro. Al hacerlo, de pronto le mostro algo... No creia que fuera arte, porque eran formas geometricas con nombres abajo. --Oh, brujeria --se dijo sin miedo. Eso era extrano, hasta no hacia mucho, la palabra le hacia temblar. Siguio tocando hasta que aparecio un rectangulo gris, que contenia varios chiquititos. Habia cuatro ceros rojos separados y una cara amarilla; no debia de tener muy buena salud. Pulso y de pronto aparecieron numeros de diferentes colores. Volvio a presionar y aparecio un cuadrado rojo con un punto negro, el rostro tenia mala cara. Pobre criatura. Iba a llorar por el, pero aguanto. --Lo siento, amigo. Lo acaricio para consolarlo y, de pronto, todo volvio a estar como al principio, incluso la cara amarilla sonrio otra vez. --La verdadera brujeria es muy extrana, pero no parece especialmente diabolica --se dijo no muy convencida, y volvio a apretar con el dedo. Tras unas cuantas pruebas, entendio que aquello debia de ser una especie de juego pernicioso a la par que divertido. No supo cuanto estuvo asi hasta que sintio una barbilla en su hombro, ni se sobresalto. Debia reconocer que le gustaba esa nueva faceta. --?Sabes? Tambien me aficione al buscaminas cuando llegue aqui --aseguro la mujer con una sonrisa--. Incluso tras tener tantas consolas, sigue siendo mi videojuego favorito. La miro; era una mujer hermosa de piel tostada, cabellos negros, ojos verdes y rasgos afilados. Sus ropas eran extranas, un tanto impudicas y comodas. Empezaba a temer que todos hubieran tenido razon con ella y hubiera acabado en el infierno. Incluso asi, la perspectiva no la asustaba. --?Consola? ?Es otro invento malvado? --pregunto Thelma con curiosidad. --Espera... --pidio la mujer y reviso dentro de lo que parecia papel amarillo, largo y doblado para contener papeles mas pequenos. Debia ser rica si podia permitirse semejante lujo--. Segun las notas, te hemos rescatado en plena epoca de colonizacion estadounidense y durante la caza de brujas. --He entendido la caza de brujas, pero todo lo demas me confunde. Thelma torcio el gesto, lo habia dicho con mucha ligereza. --La muerte nos quita el miedo. Se llama cerebro reptiliano, ?sabes? --aseguro la otra mujer y con un movimiento, la invito a sentarse--. Por lo que no debes temer, has llegado al lugar adecuado para ti. Entonces eso explicaba todo: no habia reptiles del miedo en su cabeza. ?Los reptiles se podian considerar demonios tambien? Nego con la cabeza. Debia ir poco a poco para descubrir lo que realmente ocurria. Por suerte, su interlocutora parecia dispuesta a hablarle. --Esto no parece el paraiso de las Sagradas Escrituras. --La reto con una sonrisa. Era una amiga, no una jueza y la trataria en consonancia. --No, es la antesala y podras ir alli una vez que acabemos, si quieres. ?Te parece bien escucharme? ?Deseas descansar un poco y cuando despiertes te explico? --inquirio la mujer. Thelma nego con la cabeza--. Entonces, lo primero que debo hacer es presentarme: mi nombre es Safo. --Encantada, lady Safo. --Solo Safo, por favor. Lady es para la intimidad --pidio la mujer con un guino. No la comprendio, pero le gustaba--. Lo segundo, es que no eres una bruja. --Al fin alguien me escucha. Era como quitarse un peso de encima. --Sin embargo, tampoco podemos catalogarte como una persona mundana. La miro sin comprender. ?Eso era bueno? Madre siempre decia que habia que tener cuidado con la soberbia, sobre todo las mujeres. --Eres una persona que jamas llego a desarrollar un talento maravilloso destinado a inspirar a las generaciones venideras. En tu caso, deberias haber sido una virtuosa de la musica --explico la mujer--. Aunque se les dieron diferentes senales a tus padres, estos no solo las ignoraron, sino que actuaron con miedo. ?Lo recuerdas? Thelma nego, no recordaba ningun caso en concreto y su familia siempre habia temido al mundo. El pastor y su mujer veian al maligno en cada esquina, incluso en su simiente. Casi podia escuchar a su madre llamandola perezosa porque estaba a punto de quedarse dormida, para luego citar algunos pasajes de la Biblia y golpearla para asegurarse de que escuchaba. --Asi que tenemos dos opciones: puedes ir a descansar en el paraiso de la religion de la que provienes --comento-- o convertirte en un espiritu y musa. --?Espiritu? ?Me convertire en un ser malvado? --pregunto y eso le disgusto porque no deseaba causar dano a nadie. --No, no, no. Volveras al mundo terrenal con tus recuerdos y moralidad, no vas a volverte malvada tras la muerte, solo faltaba. -- La calmo y ayudo Safo --. Se te mandara a un edificio sensible por concentrar a musicos y deberas inspirarlos para que sigan sus caminos, tanto para desarrollar su potencial, como su bondad y felicidad. Ya sea presentandote ante ellos o en sus pensamientos con las tecnicas que consideres oportunas. --?Que considere oportunas? --Exacto, eres tu quien escoge la forma y a quien dar tus dones y tu ayuda. Eso sonaba mucho mejor, sin duda alguna. Bostezo. No sabia si deseaba volver a la vida tras la suya; pero tener un proposito tras la muerte, y tan noble, poco apropiado para alguien como ella... era tentador. --Cuanto mas poder vayas obteniendo, mas amplio sera tu rango de influencia y podras trabajar con otras como tu. Le explico datos sobre movilidad, poderes como espiritu y otros como musa, conocimientos y habilidades que se le concederian cuando aceptase; ademas de que despertaria sin el dolor pasado y cualquier trauma que cargase. Sonaba muy bien, pero no podia pensar. Lo que mas deseaba era descansar durante una eternidad. Le vino a la cabeza algo que decia la comadrona del pueblo: <>. Debia ser igual de cansado salir de la misma. --?Debo decidir ahora? Desearia poder descansar un poco y orar para encontrar la mejor solucion. --Con dormir sera suficiente. La oracion aqui se hace redundante --aseguro Safo--. En cuanto sientas que recuperas las fuerzas tras tu vida y te decidas a un nivel emocional, apareceras alli donde corresponde. Habria deseado preguntarle mucho mas, pero volvio a abrir la boca y la mujer la tapo con una manta pesada, mullida y tan agradable como el fuego del hogar. Cerro los ojos y se dejo descansar. Cuando los volvio a abrir, oyo un ruido muy alto y a alguien gritando. Se preocupo, ?era el infierno? Miro alrededor y se golpeo la cabeza con una lampara; siseo, ya podria haber aterrizado en otro lugar que no fuera el techo. Por suerte, eso hizo que los conocimientos vinieran a su cabeza con suavidad, como cuando la niebla se despliega por encima de la hierba y la cubre. Escucho con mas atencion e identifico que eso no era un grito infernal, sino un tipo de musica llamada heavy metal. Siguio atendiendo y en su cabeza pudo ver la partitura especialmente compleja de esa cancion. Sonrio con orgullo sobre sus nuevos conocimientos; le gustaban mucho. Aunque no estaba satisfecha con solo eso, sentia hambre de mas. Ojala pudiera encontrar la forma de anadir mas sabiduria a su cabeza. Estaba permitido y aplaudido, como su cabeza le dijo en sus recuerdos. Estaba bien que tuviera forma de consultar sus dudas mentalmente. Miro hacia abajo y reconocio que se encontraba en un cuarto de estar. Se concentro: Espana, Madrid, un edificio antiguo --por las paredes y el ladrillo que vislumbro por sus nuevos poderes--. La decoracion del cuarto de estar era mas bien clasica, pero la television era de ese ano. De pronto, sintio en su corazon la musica del mundo y lloro conmovida por su indescriptible belleza. Era otro idioma que comprendia a la perfeccion, uno que hablaba directamente al corazon y ella debia traducirlo para llevar felicidad a otras personas. Suspiro y dejo de mirar con su vista, su alma podia ver las melodias y las historias que las acompanaban: podia percibir personas ancianas con talento sin explotar, gente mas joven perdida en sus caminos y pequenos que no habian florecido. No solo humanos, sino criaturas que en vida habia considerado perversas y las habria temido. Suspiro, aliviada de poder aprender de nuevo y mejor de aquel mundo que, de pronto, se le antojo inmenso aunque estuviera limitado a varias casas. Podria descubrir de primera mano la evolucion de las sociedades, los nuevos inventos... Conocer. Conocer sin que nadie decidiera que debia ser quemada. Iba a dar las gracias a Dios, cuando de pronto alguien empezo a golpearla con fuerza con una escoba por el costado. La musica habia cesado, la del mundo y la de la casa. --!Lo que me faltaba, un fantasma malvado para encantar el piso! --exclamo una anciana de voz rasposa sin dejar de atizarla. --!No soy malvada! --Nina, no mientas, seguro que te ha mandado la del tercero. Voy a quejarme de ella en la junta de vecinos del viernes, !su, su, su... fantasma! --insistio--. !Vete antes de que te exorcice y te duela mas!

  • Poemas para Amar de Nolvin Cruz Garcia

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    Poemas para enamorar y dedicar a esa persona especial.